Arte y Primera Guerra Mundial
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La Razón Histórica, nº35, 2017 [102-112] ISSN 1989-2659. © IPS. Instituto de Política social.
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Contra Lutero y Calvino emergió la orden religiosa de San Ignacio de Loyola, los
jesuitas, totalmente leales y obedientes a las órdenes del Obispo de Roma, el
Concilio de Trento y el imperio español. El rey Enrique VIII aprovechó estas
circunstancias para justificar sus políticas matrimoniales no aprobadas por el
Obispo de Roma para separar a Inglaterra de la Iglesia Católica y crear su propia
iglesia, la iglesia Anglicana, imitación del ceremonial, ritual y jerarquía católica,
pero con el rey de Inglaterra como cabeza, y anular todas las órdenes religiosas y
vender sus tierras y propiedades a la aristocracia inglesa, haciéndola más
poderosa. La iglesia Anglicana sería modificada por posteriores reyes para frenar
tanto el catolicismo como el protestantismo en Inglaterra. El rey Francisco I de
Francia, viéndose rodeado por los territorios de Carlos V y su poder, se alió con el
sultán turco, concediéndole bases navales en territorio francés. La antigua Pars
Occidentalis ahora estaba también dividida religiosamente. El fracaso de la política
recatolizante y protomedievalista de Carlos V, Felipe II y del Imperio Español en
Europa, y el escepticismo generalizado hacia el cristianismo por las guerras y
matanzas entre cristianos, debilitó el poder religioso del cristianismo, de cualquier
orden, en Francia, Inglaterra, Alemania, Escocia, Holanda, Flandes, Valonia y Suiza,
aumentando el poder político y militar sobre todo del rey de Francia, de la
aristocracia inglesa y alemana, y de la burguesía artesanal y mercader de Holanda,
Flandes, Valonia y Suiza, en detrimento del poder del Obispo de Roma y la Iglesia
Católica y de las iglesias protestantes. En este contexto se impuso la ideología
absolutista en la política continental europea. El Imperio Español entró en crisis
por su incapacidad de dominar Europa e imponerle la fe católica. En Inglaterra
estallaron guerras civiles entre puritanos y absolutistas, que terminaron
permitiendo el triunfo de la aristocracia inglesa sobre el rey, imponiendo la
monarquía parlamentaria y la iglesia Anglicana (por miedo de perder sus
propiedades y tierras compradas al rey Enrique VIII de la Iglesia Católica). Esta
misma aristocracia inglesa, por intereses anticatólicos, promovió la fundación de la
masonería (rito escocés), de la que se desprendió la masonería francesa (Logia de
Oriente) que ha promovido y apoyado numerosas revoluciones sociales, para unir
al protestantismo y la herencia pagana contra el poder y la influencia de la Iglesia
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Postdata: 1)La anexión de toda la península itálica, incluyendo los estados papales,
bajo el reino del Piamonte-Cerdeña fue financiado por la masonería para destruir
al Obispo de Roma y la Iglesia Católica mediante sus agentes masones activos y
conscientes el Conde de Cavour, Ministro del Reino de Piamonte-Cerdeña, y su
rival, el también activista político masón Giuseppe Garibaldi. 2) El ‘new age’ se
origina de la teosofía de Madame Blavatsky, y la masonería lo promueve para crear
una religión mundial, mediante el sincretismo de la mayoría de las religiones, sino
de todas. El ‘new age’ es promovido para abolir todas las trabas religiosas (la
masonería, desde el siglo XIX, prefiere como su filosofía política y social la de
Hegel, Marx y la de los filósofos de la escuela de Francfort) de la humanidad, es
decir, todas las religiones tradicionales, de manera que la humanidad pueda ser
fácilmente manipulable por los medios masivos de comunicación, el libre mercado,
la eugenesia y la experimentación genética. 3) La masonería suele financiar ambos
bandos de la guerra, incluso si uno de ellos es contrario a la masonería, pero en tal
caso se asegura de que el bando contrario a la masonería pierda. Así fue como
ayudó a la derrota de la Rusia Zarista en la Primera Guerra Mundial: no
proveyéndole la suficiente cantidad de municiones que necesitaba para vencer a la
Alemania del Káiser. 4) El bando ganador le puede pagar con al menos parte del
botín. El bando perdedor le paga haciendo reformas sociales, políticas o
económicas favorables a la masonería, poniendo agentes voluntarios o
involuntarios de la masonería para hacer dichas reformas, permitiendo a la
masonería controlar la emisión de dinero en forma de deuda y/o recobrando la
deuda mediante inversiones privilegiadas. 5) Al Qaeda e ISIS son, en gran medida,
reacciones ultraislámicas contra las intervenciones y proyectos de la masonería en
el Medioriente y el Norte de África. La masonería los usa de pretexto para lucrarse
con la guerra contra el terrorismo, ya sea vendiendo armamento y equipo bélico a
escala masiva, ya sea dando préstamos a naciones o tribus para que se declaren la
guerra mutuamente (como hizo promoviendo que el dictador de Irak Saddam
Hussein le declarara la guerra al Irán del Ayatollah Khomeini en la década de 1980
para impedir la intervención política y militar iraní en Afganistán que hubiera sido
tanto antisoviética como antiestadounidense, es decir, tanto contra la intervención
soviética probablemente lanzada por el jefe de la KGB, Yuri Andropov, el
verdadero autor, junto a Mao Tsé Tung, de la intervención soviética en Hungría en
el año 1956 como Embajador soviético en Hungría, tal vez contra la voluntad del
enfermo líder soviético Leonid Brezhnev y sus testaferros, como contra la venta de
armamento a los muyahidines afganos por parte del consejero de Seguridad
Nacional del gobierno del presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, Zbigniew
Brzezinski [masón]), y para implementar e incrementar el poder totalitario
(ingeniería social globalizadora) en Europa y Estados Unidos de América.
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