Ponencia ComisionMixta2011
Ponencia ComisionMixta2011
Ponencia ComisionMixta2011
SENADO
2011
INFORME DE LA PONENCIA DE
ESTUDIO SOBRE SISTEMAS
DE TRATAMIENTO Y ATENCIÓN
EN DROGODEPENDENCIA.
CLAVES PARA EL FUTURO
SENADO
2011
Secretaría General del Senado
Dirección de Estudios
Departamento de Publicaciones
ISBN: 978-84-96451-41-4
Depósito Legal: M. 42.558-2011
Preimpresión, impresión y encuadernación:
Sociedad Anónima de Fotocomposición
Talisio, 9 - 28027 Madrid
INFORME DE LA PONENCIA DE ESTUDIO SOBRE
SISTEMAS DE TRATAMIENTO Y ATENCIÓN EN
DROGODEPENDENCIA. CLAVES PARA EL FUTURO
ÍNDICE
Página
PRESENTACIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
I. INTRODUCCIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
IV.2. Alcohol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
IV.3. Cocaína . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
IV.4. Metanfetamina y drogas de diseño. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
IV.5. Opiáceos y sus derivados (heroína, cloruro mórfico, metadona,
codeínas, etc.). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
VII.2.8. Valorar e implementar las nuevas terapias. . . . . . . . . 76
VII.2.9. Prevención, detección precoz y seguimiento de las
adicciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
VII.2.10. Prestar especial atención a los colectivos más vulne-
rables y a las nuevas adicciones. . . . . . . . . . . . . . . . . 78
VII.2.11. Reinserción familiar, laboral y social. . . . . . . . . . . . . 79
VII.2.12. Coordinar y optimizar los recursos entre las Adminis-
traciones Públicas y su interrelación con la iniciativa
privada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
VII.2.13. Ámbito penitenciario de las adicciones. Propuestas de
mejora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
VII.2.14. Adicciones y seguridad vial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
VII.2.15. Evaluación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
VII.3. RECOMENDACIONES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
PRESENTACIÓN DE LA PRESIDENTA
DE LA COMISIÓN MIXTA PARA EL ESTUDIO
DEL PROBLEMA DE LAS DROGAS
La Ponencia de estudio sobre «Sistemas de tratamiento y atención
en drogodependencia. Claves para el Futuro» se constituyó en el seno
de la Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas a
resultas de una moción presentada por el Grupo Parlamentario Socia-
lista, aprobada por unanimidad en la reunión de la Comisión celebrada
el 18 de diciembre de 2008.
La Comisión designó como ponentes a los senadores don Jesús
Ramón Aguirre Muñoz, doña María Teresa Cobaleda Hernández, doña
Francisca Coloma Mendiola Olarte, doña Elvira Velasco Morillo, y los
diputados don Ángel Pintado Barbanoj y doña Dolors Montserrat Mont-
serrat, por el Grupo Parlamentario Popular; las senadoras doña María
Isabel Flores Fernández, doña Cristina Maestre Martín de Almagro, y
los diputados don José Alberto Cabañes Andrés, don Alberto Fidalgo
Francisco, doña Gloria Gómez Santamaría y doña Vicenta Tortosa
Urrea, en sustitución de don Herick Manuel Campos Arteseros, por el
Grupo Parlamentario Socialista; los senadores doña Rosa Nuria Aleixan-
dre i Cerarols y don Ramón Alturo Lloan, por el Grupo Parlamentario
Catalán en el Senado de Convergència i Unió; las senadoras doña Mai-
te Arqué i Ferrer y doña María Burgués Bargués, por el Grupo Parla-
mentario Entesa Catalana de Progrés; los diputados don Francesc Canet
Coma y doña Nuria Buenaventura Puig, en sustitución de don Joan
Herrera Torres, por el Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana-
Izquierda Unida iniciativa per Cataluña; la senadora doña Miren Loren
Leanizbarrutia de Bizkarralegorra, por el Grupo Parlamentario de Se-
nadores Nacionalistas, y doña María del Mar Caballero Martínez, por
el Grupo Parlamentario Mixto.
Desde el 29 de abril de 2009, en que comenzó su andadura, hasta
el 10 de mayo de 2011, la Ponencia celebró trece sesiones, en las que
comparecieron veintisiete expertos propuestos por los distintos grupos
parlamentarios, a los que quiero agradecer su disponibilidad y facilida-
11
des, así como sus importantes y valiosas aportaciones, que junto al
trabajo de todos y cada uno de los ponentes, hicieron posible el resul-
tado que se plasma en este informe, que desarrolla y detalla con claridad
las líneas hacia donde deberían dirigirse en el futuro los tratamientos y
la atención a las drogodependencias.
Los ponentes tuvieron la oportunidad de escuchar las opiniones
de los comparecientes, expertos de un altísimo nivel, especialistas en
varias disciplinas como Neurología, Psicología, Psiquiatría, Farma-
cología, educadores sociales, responsables de asociaciones, fundacio-
nes, organizaciones no gubernamentales, y también autoridades sani-
tarias.
Los datos, la información y las opiniones extraídas de las diferentes
comparecencias proporcionaron el material preciso para elaborar este
informe, que recoge las reflexiones de los ponentes a la luz de esas
completas e interesantes aportaciones de los expertos. El informe se
estructura en siete apartados o capítulos. El primero de ellos es una
introducción que enumera los miembros de la ponencia, los compare-
cientes y las reuniones celebradas por la Ponencia. Un segundo capítu-
lo expone las consideraciones generales a propósito del problema de las
drogas. El tercero se dedica a la evolución histórica del consumo de
drogas y de las medidas destinadas a combatirlo. En el cuarto se trata
la situación de las más importantes sustancias estupefacientes en nues-
tro país. En el quinto se exponen algunos modelos de prevención y de
lucha contra las drogas en España. El sexto sintetiza en forma de decá-
logo las propuestas de los comparecientes en materia de prevención y
lucha contra las drogas. Y el séptimo y último comprende las conclu-
siones que la Ponencia extrajo de los trabajos realizados, así como las
concretas recomendaciones de acción política.
Me gustaría llamar la atención sobre un aspecto que me parece
enormemente importante y que marcó prácticamente todas las compa-
recencias, cual es el modo como en un futuro próximo se deba abordar
el tratamiento y la atención a las drogodependencias y demás adiccio-
nes. La mayoría de los comparecientes pusieron de relieve la necesidad
de abordar este tema desde la dignificación del paciente, superando
situaciones de marginalidad y exclusión social, es decir, cambiando la
imagen de las personas afectadas. Creemos imprescindible considerar a
la persona que recibe tratamiento por drogodependencia u otras sustan-
cias adictivas como a cualquier otro paciente, ya que la adicción es una
enfermedad crónica más y, por tanto, dicha persona debe ser tratada
como cualquier otro enfermo crónico.
12
Esta nueva visión nos debe llevar necesariamente a una atención
integral que preserve la dignidad y el respeto a la intimidad del pacien-
te, atención que en consecuencia debe hacerse desde el Sistema Nacio-
nal de Salud.
También creo importante y justo destacar el ambiente de consenso,
diálogo y negociación entre todos los miembros de la Ponencia; con-
senso que ha permitido que desde posiciones ideológicas y políticas
distintas hayamos conseguido elaborar este importante documento sobre
un problema grave que afecta a una parte significativa de nuestra so-
ciedad.
Finalmente, deseo agradecer en nombre de la Comisión la amplia
colaboración y la disponibilidad ante esta Ponencia de todos los com-
parecientes. Y desde luego, más allá de la estricta tarea de asesoramien-
to técnico-jurídico, queremos agradecer de manera muy especial el
trabajo riguroso y las aportaciones que a este documento ha realizado
el letrado de la Comisión, don Pablo García Mexía, que ha tenido un
destacado papel en la redacción final de la Ponencia. Y también el
agradecimiento de la Comisión y el mío propio a los servicios de ambas
Cámaras, principalmente al secretario de la Comisión, don Juan Carlos
Carrasco Abad.
Confío, en suma, en que este documento, tanto a través de sus con-
sideraciones científicas, como de sus recomendaciones y conclusiones,
contribuya a combatir eficazmente el problema de las drogadicciones
en España, así como a mejorar su tratamiento, y con ello a mejorar la
salud y el bienestar de un importante sector de nuestra sociedad.
María del Carmen GRANADO PANIAGUA
Presidenta de la Comisión Mixta para el Estudio
del Problema de las Drogas
13
INFORME DE LA PONENCIA DE ESTUDIO
SOBRE SISTEMAS DE TRATAMIENTO
Y ATENCIÓN EN DROGODEPENDENCIA.
CLAVES PARA EL FUTURO
Comisión Mixta para el Estudio del Problema
de las Drogas
I. INTRODUCCIÓN
D. HERICK MANUEL CAMPOS ARTESEROS (Diputado) (GS) causó baja el
día 13 de mayo de 2010, siendo sustituido por D.ª VICENTA TORTOSA URREA
(Diputada) (GS).
17
D. JOAN HERRERA TORRES (Diputado) (GER-IU-ICV)
D.ª MIREN LORE LEANIZBARRUTIA DE BIZKARRALEGO-
RRA (Senadora) (GPSNV)
D.ª CRISTINA MAESTRE MARTÍN DE ALMAGRO (Senadora)
(GPS)
D.ª COLOMA FRANCISCA MENDIOLA OLARTE (Senadora)
(GPP)
D.ª DOLORS MONTSERRAT MONTSERRAT (Diputada) (GP)
D. ÁNGEL PINTADO BARBANOJ (Diputado) (GP)
D.ª ELVIRA VELASCO MORILLO (Senadora) (GPP)
Sus reuniones fueron presididas por la Presidenta de la Comisión
Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas, Excma. Sra. D.ª MA
RÍA DEL CARMEN GRANADO PANIAGUA.
Estuvo asistida por el Letrado de las Cortes Generales D. Pablo
García Mexía y por el secretario de la Comisión D. Juan Carlos Carras-
co Abad.
La Ponencia celebró un total de 13 reuniones, en las que tomaron
la palabra los siguientes Diputados y Senadores:
• Reunión del día 29 de abril de 2009
Sres./Sras.:
D.ª Rosa Nuria Aleixandre i Cerarols (Senadora GPCIU)
D.ª María del Mar Caballero Martínez (Senadora GPMX)
D. José Alberto Cabañes Andrés (Diputado GS)
D.ª María Teresa Cobaleda Hernández (Senadora GPP)
D.ª María Gloria Gómez Santamaría (Diputada GS)
• Reunión del día 25 de mayo de 2009
Sres./Sras.:
D. Jesús Ramón Aguirre Muñoz (Senador GPP)
D.ª Rosa Nuria Aleixandre i Cerarols (Senadora GPCIU)
D.ª Maite Arqué i Ferrer (Senadora GPECP)
D.ª María del Mar Caballero Martínez (Senadora GPMX)
D. JOAN HERRERA TORRES (Diputado) (GER-IU-ICV) causó baja el día
28 de octubre de 2010, siendo sustituido por D.ª NURIA BUENAVENTURA PUIG
(Diputada) (GER-IU-ICV).
Con fecha 9 de junio de 2009, el Grupo Parlamentario de Senadores Naciona-
listas Vascos (GPSNV) pasó a denominarse Grupo Parlamentario de Senadores Nacio-
nalistas (GPSN).
18
D. José Alberto Cabañes Andrés (Diputado GS)
D. Alberto Fidalgo Francisco (Diputado GS)
D.ª María Isabel Flores Fernández (Senadora GPS)
D. Ángel Pintado Barbanoj (Diputado GP)
• Reunión del día 22 de junio de 2009
Sres./Sras.:
D.ª Rosa Nuria Aleixandre i Cerarols (Senadora GPCIU)
D.ª Maite Arqué i Ferrer (Senadora GPECP)
D. Ferrán Bono Ara (Diputado GS)
D.ª María del Mar Caballero Martínez (Senadora GPMX)
D.ª María Teresa Cobaleda Hernández (Senadora GPP)
D.ª María Mercedes Colello Fernández-Trujillo (Diputada GS)
D.ª María Isabel Flores Fernández (Senadora GPS)
D.ª Dolors Montserrat Montserrat (Diputada GP)
• Reunión del día 24 de septiembre de 2009
Sres./Sras.:
D. Jesús Ramón Aguirre Muñoz (Senador GPP)
D.ª Rosa Nuria Aleixandre i Cerarols (Senadora GPCIU)
D.ª Maite Arqué i Ferrer (Senadora GPECP)
D.ª María del Mar Caballero Martínez (Senadora GPMX)
D. Alberto Fidalgo Francisco (Diputado GS)
D.ª María Isabel Flores Fernández (Senadora GPS)
• Reunión del día 19 de noviembre de 2009
Sres./Sras.:
D. Jesús Ramón Aguirre Muñoz (Senador GPP)
D.ª Rosa Nuria Aleixandre i Cerarols (Senadora GPCIU)
D.ª Maite Arqué i Ferrer (Senadora GPECP)
D.ª María del Mar Caballero Martínez (Senadora GPMX)
D. Juan Bautista Cardona Prades (Senador GPS)
D.ª María Teresa Cobaleda Hernández (Senadora GPP)
D.ª María Gloria Gómez Santamaría (Diputada GS)
D.ª Pilar Grande Pesquero (Diputada GS)
• Reunión del día 8 de marzo de 2010
Sres./Sras.:
D. Jesús Ramón Aguirre Muñoz (Senador GPP)
D.ª María del Mar Caballero Martínez (Senadora GPMX)
19
D.ª María Isabel Flores Fernández (Senadora GPS)
D.ª María Gloria Gómez Santamaría (Diputada GS)
• Reunión del día 22 de marzo de 2010
Sres./Sras.:
D. Jesús Ramón Aguirre Muñoz (Senador GPP)
D.ª Rosa Nuria Aleixandre i Cerarols (Senadora GPCIU)
D.ª Maite Arqué i Ferrer (Senadora GPECP)
D.ª María del Mar Caballero Martínez (Senadora GPMX)
D.ª María Isabel Flores Fernández (Senadora GPS)
D.ª Vicenta Tortosa Urrea (Diputada GS)
• Reunión del día 17 de marzo de 2010
Sres./Sras.:
D.ª Rosa Nuria Aleixandre i Cerarols (Senadora GPCIU)
D.ª María del Mar Caballero Martínez (Senadora GPMX)
D.ª María Isabel Flores Fernández (Senadora GPS)
D.ª Josefa Mena Martín (Senadora GPS)
D. Ángel Pintado Barbanoj (Diputado GP)
D.ª Vicenta Tortosa Urrea (Diputada GS)
• Reunión del día 12 de abril de 2010
Sres./Sras.:
D. Jesús Ramón Aguirre Muñoz (Senador GPP)
D.ª Rosa Nuria Aleixandre i Cerarols (Senadora GPCIU)
• Reunión del día 14 de junio de 2010
Sres./Sras.:
D. Jesús Ramón Aguirre Muñoz (Senador GPP)
D.ª Rosa Nuria Aleixandre i Cerarols (Senadora GPCIU)
D.ª Maite Arqué i Ferrer (Senadora GPECP)
D.ª María Teresa Cobaleda Hernández (Senadora GPP)
D.ª Ana María Fuentes Pacheco (Diputada GS)
D.ª María Gloria Gómez Santamaría (Diputada GS)
D.ª Fátima Ramírez Cerrato (Senadora GPS)
• Reunión del día 16 de febrero de 2011
Sres./Sras.:
D. Jesús Ramón Aguirre Muñoz (Senador GPP)
D.ª Maite Arqué i Ferrer (Senadora GPECP)
20
D.ª María del Mar Caballero Martínez (Senadora GPMX)
D. José Alberto Cabañes Andrés (Diputado GS)
D.ª María Teresa Cobaleda Hernández (Senadora GPP)
D.ª María Gloria Gómez Santamaría (Diputada GS)
D. Ángel Pintado Barbanoj (Diputado GP)
D.ª Vicenta Tortosa Urrea (Diputada GS)
• Reunión del día 24 de febrero de 2011
Sres./Sras.:
D. Jesús Ramón Aguirre Muñoz (Senador GPP)
D.ª Rosa Nuria Aleixandre i Cerarols (Senadora GPCIU)
D.ª Maite Arqué i Ferrer (Senadora GPECP)
D.ª María del Mar Caballero Martínez (Senadora GPMX)
D. José Alberto Cabañes Andrés (Diputado GS)
D.ª María Teresa Cobaleda Hernández (Senadora GPP)
D.ª María Isabel Flores Fernández (Senadora GPS)
D.ª María Gloria Gómez Santamaría (Diputada GS)
D. Ángel Pintado Barbanoj (Diputado GP)
D.ª Vicenta Tortosa Urrea (Diputada GS)
• Reunión del día 10 de mayo de 2011
Sres./Sras.:
D. Jesús Ramón Aguirre Muñoz (Senador GPP)
D.ª Rosa Nuria Aleixandre i Cerarols (Senadora GPCIU)
D. José Alberto Cabañes Andrés (Diputado GS)
D.ª María Isabel Flores Fernández (Senadora GPS)
D.ª María Gloria Gómez Santamaría (Diputada GS)
D. Ángel Pintado Barbanoj (Diputado GP)
D.ª Vicenta Tortosa Urrea (Diputada GS)
D.ª María del Mar Caballero Martínez (Senadora GPMX) (excusa
su asistencia)
Los comparecientes propuestos por los distintos grupos parlamenta-
rios fueron los siguientes, listados por orden de su correspondiente in-
tervención ante la Ponencia:
D. Exuperio Díez Tejedor, médico especialista en neurología, Jefe
de Servicio de Neurología del Hospital Universitario La Paz de Madrid,
Profesor asociado del Departamento de Medicina de la Universidad
Autónoma de Madrid (UAM).
D. Manuel Molina Muñoz, Director General de Ordenación e Ins-
pección de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
21
D. Jordi Royo Isach, psicólogo de la Diputación Provincial de Bar-
celona y Coordinador del Plan de Drogas del Ayuntamiento de Bada-
lona (Barcelona).
D. Manuel Sanchís Fortea, médico especialista en psiquiatría, Jefe de
la Unidad de Desintoxicación Hospitalaria de Alcoholismo y Drogode-
pendencias del Hospital Psiquiátrico Provincial de Bétera (Valencia).
D.ª Almudena Pérez Hernando, Directora Gerente de la Agencia
Antidroga de la Comunidad de Madrid.
D. Francesc Hernández Torres, Jefe del Servicio de Acción Social
del Área de Bienestar Social de la Diputación de Barcelona y Director
del Servicio de Drogas SPOTT.
D. Bartolomé Cañuelo Higuera, médico, Director Provincial y Jefe del
Servicio de Drogodependencias de Cruz Roja Española, en Córdoba.
D. Juan Coullaut-Varela Jáuregui, Vicepresidente de la Fundación
Horizontes Abiertos.
D. Gabriel Rubio Valladolid, Jefe Clínico del Servicio de Psiquiatría
del Hospital Doce de Octubre de Madrid.
D. Fermín Castiella Lafuente, Director del Plan Foral de Drogode-
pendencias de la Diputación Foral de Navarra.
D. Francisco Ferré Navarrete, Jefe del Servicio de Psiquiatría del
Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
D.ª Marta Torrens Melich, médico psiquiatra, Jefa de la Sección de
Toxicomanías del Hospital del Mar de Barcelona y miembro de la Co-
misión Clínica del Plan Nacional sobre Drogas (PNSD).
D. Jesús Domínguez Iglesias, educador social y técnico del Plan
Foral de Drogodependencias de la Diputación Foral de Navarra.
D.ª Carmen Palau Muñoz, psicóloga clínica, especialista en drogo-
dependencias de la Unidad de Conductas Adictivas de Paterna (Valen-
cia), de la Agencia Valenciana de Salud.
D. Santiago Rodríguez Gil, Director General de Salud Pública del
Gobierno de Cantabria.
D. Antoni Arteman Jané, médico Gerente de la Fundación Galatea,
participante en el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo
(PAIME).
D. José Ignacio Calderón Balanzategui, Director General de la Fun-
dación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
Este compareciente vino acompañado de D.ª Montserrat Magrané, Directora de
Amalgama 7, quien asimismo formuló opiniones ante la Ponencia, y que en conse-
cuencia se reflejan en lo que procede en este Informe.
22
D. Sebastián Mora Rosado, Secretario General de Cáritas Española.
D. Antoni Gual Solé, médico psiquiatra, Jefe de la Unidad de Alco-
holismo del Instituto de Neumociencias del Hospital Clínic de Barce-
lona.
D. Víctor Pedreira Crespo, Jefe del Servicio de Psiquiatría del Com-
plejo Hospitalario de Pontevedra.
D. Íñigo Calonge Unceta, Presidente de la Asociación de Narcóticos
Anónimos (NA) en España.
D. Néstor Szerman Bolotner, médico especialista en psiquiatría del
Hospital Virgen de la Torre, de Madrid, y Presidente de la Sociedad
Española de Patología Dual (SEPD).
D. Miquel Casas i Brugué, Catedrático de Psiquiatría de la Facultad
de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y Jefe
del Servicio de Psiquiatría del Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona.
D.ª Helena Insúa Olveira, trabajadora social de la Asociación Ferro-
lana de Drogodependencias (ASFEDRO).
D. Julio Bobes García, Catedrático de Psiquiatría de la Universidad
de Oviedo (Asturias) y Presidente de SOCIDROGALCOHOL.
D. Rafael Maldonado López, Catedrático de Farmacología del De-
partamento de Ciencias Experimentales y de la Salud de la Universidad
Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona.
D. Bartolomé de la Fuente Darder, médico de la Unidad de Drogo-
dependencias y Adicciones del Instituto Provincial de Bienestar Social
de Córdoba y Vocal de la Asociación de Profesionales en Drogodepen-
dencias y Adicciones (APRODA).
Este Informe recoge las reflexiones de la Ponencia a la luz de las
completas e interesantes aportaciones de los expertos citados, conforme
a la siguiente sistemática: el Capítulo II expondrá una serie de conside-
raciones generales a propósito del problema de la droga; el Capítulo III
se dedica a la evolución histórica del consumo de drogas y de las me-
didas destinadas a combatirlo en España; el Capítulo IV, a la situación
de las más importantes sustancias estupefacientes en nuestro país; el
Capítulo V expone algunos modelos de prevención y lucha contra las
drogas en España; en el Capítulo VI se sintetiza, en forma de decálogo,
las propuestas de los comparecientes en materia de prevención y lucha
contra la droga; mientras que el Capítulo VII comprende las conclusio-
nes que la Ponencia extrae de los trabajos realizados, así como las
concretas recomendaciones de acción política al respecto.
23
II. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA DROGA
«La neurociencia muestra daños cerebrales inmensos» (Coullaut-Varela Jáure-
gui).
24
Mecanismos cerebrales implicados en la adicción
Rodríguez Gil recalcó sin embargo que, a la vez que enfermos, estas
personas son pacientes, a fin de dar un mayor relieve a sus necesidades
de tratamiento. No en vano, según afirmó Bobes García, la adicción a
las drogas genera asimismo un alto nivel discapacitante, concretamente
el segundo en los rankings estadísticos, solo por detrás de la depresión,
siendo igualmente muy alto el porcentaje de pacientes que no reciben
tratamiento.
Torrens Melich, por su parte, contribuyó al rigor científico al definir
la drogadicción como «una enfermedad en circuitos muy determinantes
del sistema nervioso central, con tendencia a la cronicidad y a la recaí
da» (semejantemente se manifestó Palau Muñoz); en tanto que Mal
donado López o De la Fuente Darder resaltaron su naturaleza de enfer
medad mental. Todo ello queda gráficamente expuesto en la siguiente
figura:
25
Fuente: Marta Torrens Melich.
26
Casas i Brugué indicó a este respecto que «el individuo organiza su
vida alrededor de esta enfermedad, aunque sabe que puede quedar destrui-
do». Lo cual, siempre para este experto, «resulta incomprensible», afirma-
ción que respaldó con referencias médicas clásicas, como las de pacientes
que antaño lamían paredes encaladas o rejas oxidadas, debido a carencias
somáticas de determinadas sustancias, así como los famosos «antojos» del
embarazo. En línea semejante se manifestó Palau Muñoz.
Insistió Casas i Brugué en que existe un componente esencial de
vulnerabilidad individual: «No es drogodependiente el que quiere, sino
aquél al que le toca serlo»; de ahí que «a las drogas haya que buscarles
algo detrás, pues la sustancia no es la mala», existiendo toda una serie
de factores que predisponen a la drogodependencia, entre los que des-
cuellan los trastornos psíquicos previos (ver tabla inferior).
Casas i Brugué reforzó su argumentación con cita de la obra del Dr. Edward J.
Khantzian, et al., Addiction and the Vulnerable Self: Modified Dynamic Group The-
rapy for Substance Abusers, The Guilford Press, Nueva York, 1990.
27
Dichos trastornos psíquicos están motivados por la desregulación de
uno o varios mecanismos de transmisión del sistema nervioso central,
en concreto del sistema opioide. Todo ello explica el 90% de las toxi-
comanías (ver figura inferior).
Sobre esta base, por cierto, Casas i Brugué construyó las que de-
nomina hipótesis de automedicación o hipótesis etiopatogénicas: con-
forme a las mismas, el drogodependiente recurre a la sustancia estupe-
faciente a la que es adicto porque ésta es justamente la que le permite
recuperar el equilibrio cerebral perdido a raíz de los citados trastornos
cerebrales. Al hacerlo, el drogodependiente estaría en cierto modo
«automedicándose», es decir, administrándose a sí mismo la sustancia
que alivia su malestar (ver figura de página siguiente). Esta hipótesis
constituye el fundamento científico que llevó a este experto a proponer
a la Ponencia la legalización controlada de ciertas sustancias, como
más adelante se comprobará.
Maldonado López abundó en esta información, relacionándola con
datos relativos a los sistemas cerebrales mesolímbico y límbico (este
28
Fuente: Miquel Casas i Brugué.
29
Fuente: Rafael Maldonado López.
30
Fuente: Néstor Szerman Bolotner.
Cuando la prevalencia era de la heroína, las principales complicaciones, en lugar
de psíquicas, eran físicas, en forma de enfermedades infecciosas (Torrens Melich).
31
es más o menos habitual, pero en todo caso circunstancial, pudiendo o
no acompañar al sujeto que lo practica a lo largo de su vida.
Calderón Balanzategui recalcó la importancia de la distinción, pues
recordó que equiparar consumo y adicción «puede llevar a un mayor
consumo», al trasladar al consumidor mensajes de riesgo que sólo rigen
respecto del ya adicto, y constarle al consumidor que el riesgo no siem-
pre se materializa en daño.
Especialmente útiles se revelaron en este sentido las pautas de con-
sumo expuestas por Royo Isach, en la siguiente figura10:
Por eso Szerman Bolotner aludió al carácter de «enfermedad cerebral» de la
adicción, y reseñó asimismo que, a mayor adicción, mayor riesgo de patología dual.
Así, para Calderón Balanzategui, es fundamental conocer riesgos y beneficios,
así como su equilibrio recíproco; pues el riesgo del consumo no se produce siempre,
mientras que el beneficio de no consumir, sí. Un frecuente error consiste en este con-
texto en olvidar que el riesgo no se controla si se materializa.
10
La referencia al cannabis se explica por el mero contexto de la exposición ante
la Ponencia: como la propia diapositiva refleja, la escala es aplicable a cualquier
droga.
32
El consumidor adictivo podría para el propio Royo Isach cuantifi-
carse en torno al 30% del consumidor experimental. Calderón Balanza-
tegui, por su parte, cifró el número de consumidores adictivos entre el
12 y 15% del total de consumidores11.
Existen por otra parte adicciones sin sustancia, como al juego, al
sexo o a Internet (Ferré Navarrete). Conforme a lo expuesto por este
mismo experto, y lo sean con sustancia o sin ella, la impulsividad es
el rasgo común a todas las adicciones (véase al respecto la figura si-
guiente):
11
No debe apreciarse contradicción entre ambos pareceres, pues el universo de
partida de este último experto es lógicamente más amplio que el de Royo Isach, quien
únicamente partía del consumidor experimental.
33
interacción bulimia-drogas; la multi-impulsividad; las adicciones de
cualquier tipo y las conductas antisociales (incluso cuasi-delictivas o
conductas límite); las nuevas tecnologías de la información y la comu-
nicación (Ferré Navarrete); y los trastornos por déficit de atención e
hiperactividad (Ferré Navarrete; y Casas i Brugué, que ilustró la idea
con figuras como la que a continuación se reproduce).
No obstante, estas cifras contrastan muy fuertemente con las expuestas por otros
12
34
III. LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL CONSUMO
Y DE LAS MEDIDAS ANTIDROGA EN ESPAÑA
sistemas o unidades de tratamiento: así, para Molina Muñoz, esa proporción se eleva
al 64% de quien sigue toda «la escalera de tratamiento de la Comunidad de Madrid»;
en tanto que, según Sanchís Fortea, el grado de curación completa en su unidad es del
94% en caso de alcohol y algo más del 70% en drogas ilegales.
En cualquier caso, Royo Isach (y Montserrat Magrané) señalaron, a propósito de
la cocaína, que se precisan al menos dos años de tratamiento para poder evaluar con
fiabilidad la recuperación.
35
III.2. Los años 1990-2000
13
«Los consumidores y adictos no son ya por regla general marginales ni margi-
nados, sino que se trata de personas integradas y acomodadas, cada vez más jóvenes,
que buscan diversión» (Royo Isach).
Por otro lado, como señaló Hernández Torres, los consumos de las zonas rurales
son hoy en día muy homogéneos a los de las de zonas urbanas.
14
«Las drogas han dejado de marginar para llegar a integrar», en términos de
Calderón Balanzategui. Al hilo de ello, manifestó Mora Rosado que la nuestra es «una
sociedad enferma, uno de cuyos síntomas es la droga», al no ser ésta ya solamente
«una cuestión de excluidos»; una sociedad en la que «es difícil evitar el consumo, dada
su naturaleza consumista», en la que «somos lo que consumimos».
Para Gual i Solé, la paradójica perspectiva a un plazo vista de 20 años es que la
droga volverá a convertirse en un problema de exclusión social, que generará en quie-
nes la padezcan niveles bajos de empleo y, en general, fracasos personales.
36
Fuente: Bartolomé Cañuelo Higuera. Cruz Roja Española.
37
— Continúan aumentando el consumo y la incidencia de las drogas
entre jóvenes y adolescentes, con arreglo a las siguientes pautas,
expuestas por Royo Isach:
• Un intenso policonsumo, de multitud de sustancias (más de
200)15.
• La proporción 7 a 3 en la relación chico-chica que demandan
tratamiento.
• Un intenso, creciente e incluso socialmente tolerado consumo
de cannabis (paradójicamente simultáneo al castigo del con-
sumo de tabaco)16.
• La concentración del consumo en los fines de semana y fiestas,
durante los que se aprende en el grupo de iguales.
— A resultas del despegue del consumo de cocaína, y como antes
se indicaba, irrumpe la patología dual.
— Baja percepción de riesgo, acompañada de mala información por
parte del público en general (Díez Tejedor, Molina Muñoz)17.
— Avanza y termina por consolidarse el tratamiento médico, a
pesar de las disfunciones en las relaciones con las áreas psiquiá-
tricas18.
— Las Administraciones Públicas se implican ya de lleno, básica-
mente a través de:
• La elaboración de planes antidroga por parte de la Administra-
ción General del Estado.
• La confección de estrategias de atención integrada por parte de
las Comunidades Autónomas.
• Iniciativas de atención de las Administraciones locales.
15
El tabaco y el alcohol son las puertas habituales de entrada (Díez Tejedor), si
bien comienza a serlo también el cannabis (Royo Isach).
Como apuntó Calderón Balanzategui, la edad media de inicio está en torno a los
13 años, en tanto que un 60% de los jóvenes consume habitualmente.
16
También Torrens Melich denunció esta incoherencia.
17
Como afirmó Calderón Balanzategui, «las drogas ya no son noticia, aunque
siguen siendo un problema»; y a falta de esta presión social, las drogas ya no están en
la agenda política, con el consiguiente peligro de falta de respuesta institucional.
18
O de la concentración de la atención en drogas como la heroína (Royo Isach).
38
IV. LAS MÁS IMPORTANTES SUSTANCIAS
ESTUPEFACIENTES EN LA ESPAÑA DE HOY
Sus efectos
19
Moore, T. H., Zammit, S., Lingford-Hughes, A., Barnes, T. R., Jones, P. B.,
Burke, M., et al. (2007): «Cannabis Use and Risk of Psychotic or Affective Mental
Health Outcomes: a Systematic Review», Lancet 370(9584), 319-328.
39
El cannabis entre los jóvenes y adolescentes
IV.2. Alcohol
Su consumo
20
Calderón Balanzategui se refirió también a la ligazón droga-fracaso escolar, que
no ciñó solamente al cannabis.
21
Por cierto que, como resaltó Gual i Solé, «un hijo de alcohólico tiene un riesgo
multiplicado por tres» de llegar a serlo en el futuro.
40
Se ha europeizado asimismo el patrón de consumo, pues se ha pa-
sado al modelo anglosajón, que produce problemas sociales, patologías
orgánicas clásicas, como cirrosis, así como problemas conductuales
(Gual i Solé). Como anotó Bobes García, los adolescentes consumen en
ocasiones hasta 120 miligramos de alcohol en dos horas, frente a los
universitarios, cuyo consumo medio es de unos 60 miligramos en ese
mismo período de tiempo: ello produce una «poda neuronal impresio-
nante en la sustancia blanca cerebral».
Nocturnidad y borrachera están en este sentido en proporción direc-
ta: de ahí que para Díez Tejedor sea fundamental bajar las horas de
cierre de los locales de ocio. Cañuelo Higuera llega indirectamente al
mismo resultado (siquiera cronológicamente), al resaltar la necesidad
de «limitar la oferta de drogas».
Comienza también a difundirse la consumición simultánea de alco-
hol y cocaína (cocaetileno), de efectos altamente gratificantes, porque
ralentiza la euforia y disminuye la «subida» (Cañuelo Higuera).
41
Riesgo percibido (%) ante diversas conductas de consumo
de drogas. España, 2006
42
gullo de ser alcohólico». En cuanto a las comunidades terapéuticas,
en opinión de este mismo experto «no deben usarse de forma indis-
criminada».
Por otra parte, Gual i Solé dejó claro que «existen muchos tipos de
alcoholes», producidos por industrias distintas, que son compartimentos
estancos entre sí, de ahí la necesidad de tener en cuenta sus diferencias
a la hora de regular.
Para el propio Gual i Sole, es en este sentido imprescindible se-
ñalar los conflictos de intereses, pues se publican por ejemplo revis-
tas que hablan de los efectos beneficiosos del alcohol, en tanto que,
lamentablemente para este experto, la Ley 24/2003, de 10 de julio,
de la viña y del vino, califica esta sustancia como «alimento natural»,
todo ello debido a la presión de las industrias farmacéuticas y alco-
holeras22.
IV.3. Cocaína
Tipos de preparados
Mecanismo de acción
22
Ley 24/2003, de 10 de julio, de la viña y del vino, art. 2.2.e): «“Vino”: es el
alimento natural obtenido exclusivamente por fermentación alcohólica, total o parcial,
de uva fresca, estrujada o no, o de mosto de uva».
43
Mecanismo de acción de la cocaína en la sinapsis
Pautas de consumo
Efectos
44
Perforación palatina provocada por el consumo de cocaína
45
Vacuna anti-cocaína
23
Bridget A. Martell, MD, MA; Frank M. Orson, MD; James Poling, PhD; Ellen
Mitchell, RN; Roger D. Rossen, MD;Tracie Gardner, PhD; Thomas R. Kosten, MD.
«Cocaine Vaccine for the Treatment of Cocaine Dependence in Methadone-Maintained
Patients. A Randomized, Double-blind, Placebo-Controlled Efficacy Trial», Archives
of General Psychiatry, 2009, 66(10), p. 1116-1123.
24
En semejante línea, y respecto de la medicación antidroga en general, sobre todo
de los efectos de estos tratamientos a largo plazo, se manifestó Sanchís Fortea. Palau
Muñoz, sin ceñir su opinión a la cocaína, se mostró igualmente partidaria de combinar
el tratamiento farmacológico con el psicológico y psiquiátrico.
46
Fuente: Exuperio Díez Tejedor.
Contenido y presentación
Efectos
47
IV.5. Opiáceos y sus derivados (heroína, cloruro mórfico,
metadona, codeínas, etc.)
Pautas de consumo
Efectos
Usos terapéuticos
48
V. MODELOS DE PREVENCIÓN Y LUCHA ANTIDROGA
EN ESPAÑA
25
Ley 12/2001, de 21 de diciembre, de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de
Madrid. Preámbulo, Capítulo XI, párrafo 1.º: «El Título XI está dedicado a la “Actua-
ción en materia en Drogodependencias”. Indudablemente este es un aspecto sustantivo
de la política sanitaria de la Comunidad de Madrid, referida a un aspecto muy concre-
to, el de la reducción de la demanda o tratamiento del drogodependiente como un
enfermo, más allá de otros aspectos que corresponden a la competencia del Estado».
Asimismo, ver arts. 133-136.
49
La Comunidad de Madrid presenta una estrategia antidroga fundada
además en los siguientes elementos básicos, todos ellos puestos de re-
lieve por Molina Muñoz:
Reinserción socio-laboral
Recursos de reinserción
50
Programa horizontal
51
V.4. La Diputación de Barcelona
52
Se trata de pacientes muy peculiares, que generalizadamente recha-
zan solicitar ayuda, «como si ellos no pudieran ponerse enfermos». Pese
a ello, el porcentaje de acceso voluntario al programa PAIME’98, que
poco más adelante se describe, es claramente predominante, como de-
muestra la figura inferior:
53
tegral, destinado a prevenir y combatir la drogadicción en esta singular
colectividad de pacientes (acerca de la situación de éstos, véase la fi-
gura inferior).
54
— Facilita tratamiento gratuito para los profesionales médicos en
ejercicio.
— Se gestiona por las organizaciones colegiales y se financia con-
juntamente entre éstas y la Comunidad Autónoma correspon-
diente.
— Incorpora como figura de gran interés el llamado «contrato tera-
péutico», que regula el tratamiento y que firman el enfermo, el
profesional que coordina su tratamiento, la organización médica
colegial y un tutor del paciente. Su duración oscila entre los seis
meses y un año, y es renovable. En ocasiones, dicho contrato
conlleva la restricción parcial o total del ejercicio por parte del
paciente (véase la figura inferior).
55
campo: ambulatorio, internamiento y hospital de día. Dispone de siete
psiquiatras, cinco psicólogos y un médico internista.
Finalmente, y según el propio Arteman Jané, la metodología de este
tipo de programas resulta especialmente idónea para otras colectivida-
des profesionales, sujetas a altos grados de exposición pública y a la
consiguiente necesidad de confidencialidad (cargos públicos, jueces y
magistrados, religiosos, etc.).
56
V.8. La experiencia de Narcóticos Anónimos
57
VI. DECÁLOGO DE PROPUESTAS
DE LOS COMPARECIENTES EN MATERIA
DE PREVENCIÓN Y ACCIÓN ANTI-DROGA
26
Sanchís Fortea recordó, no obstante, que muchas de las líneas de actuación que
a su juicio se debe tener en cuenta estaban ya presentes en las conclusiones de la
Comisión Mixta para el estudio del problema de la droga en su Informe de 19 de fe-
brero de 1992.
27
El propio Domínguez Iglesias ilustró su intervención añadiendo que existen tres
tipos de familias: a) permisiva; b) autoritaria; y c) comprensivo-democrática, que es
58
Fuente: Elaboración propia.
59
lanzategui concretó entre otros en la responsabilidad, la autoridad y
el esfuerzo28.
C. Fomentar la detección precoz (Pérez Hernando, Sanchís For-
tea, Hernández Torres, Torrens Melich, Castiella Lafuente, Gual i Solé,
De la Fuente Darder, Pedreira Crespo). De este modo, según el último
de los expertos citados, se sortea el importante problema planteado por
aquellos pacientes que no se creen drogodependientes y que por tanto
no acuden al sistema.
D. Concienciar y formar a los profesionales, a las familias, a los
propios niños y jóvenes, a los medios de comunicación y a la sociedad
en general acerca de la gravedad del problema y de la necesidad de
aunar esfuerzos para prevenirlo y luchar contra él (Royo Isach, Mont-
serrat Magrané, Sanchís Fortea, Díez Tejedor, Pérez Hernando, Cañue-
lo Higuera, Hernández Torres, Castiella Lafuente, Palau Muñoz, Gual
i Solé, Insúa Olveira, Calderón Balanzategui)29.
E. Ofrecer alternativas de ocio distintas al consumo (Castiella
Lafuente, Insúa Olveira)30, por ejemplo, como Calderón Balanzategui
sugirió, en forma de nuevas políticas juveniles, con implicación en lo
común y en el trabajo juvenil (que tomen, a modo de muestra, a la
empresa como fuente de valores).
En esta misma línea, tanto Cañuelo Higuera como Díez Tejedor,
Gual i Solé o Domínguez Iglesias aconsejaban adelantar la hora de
cierre de los locales de ocio nocturno: para este último experto, «esto
no es inevitable», siendo igualmente preciso restringir los consumos,
tanto en locales cerrados como en lugares públicos, e incluso en horas
lectivas y en ubicaciones próximas a las escuelas31.
F. Modular la publicidad preventiva, evitando campañas univer-
sales con mensajes del tipo «la droga mata», que, como indicó Domín-
28
Para Gual i Solé hay también «una responsabilidad del enfermo, que en ocasio-
nes no asume su enfermedad, y tarda en querer curarse».
29
Muy frecuentemente, por ejemplo, «los medios de comunicación elevan a la
categoría de héroes a personas adictas» (Gual i Solé).
30
Al decir de Cañuelo Higuera, nuestros jóvenes «ahora se colocan para salir».
En términos, muy parejos, de Mora Rosado: «Yo bebo para ir de fiesta» (ya no se
trata de que, como antes, «mis padres bebían cuando iban de fiesta»); o de Gual i Solé:
«Es normal emborracharse los fines de semana».
31
Calderón Balanzategui fue muy contundente respecto de esta idea: «No sólo y
todo es diversión, el ocio es capital para el consumo, y cuando se sale una noche
nueve horas, no se puede no consumir»; de hecho, «el ocio supone el 80% del consu-
mo y esta pauta es única de España».
60
guez Iglesias, tienen escasa incidencia en el menor. Es pues necesario
perfilar muy bien las sustancias a las que se refieren, junto a muchas
otras variables (Montserrat Magrané)32.
G. Reducir la publicidad de drogas legales (Gual i Solé).
H. Evitar propaganda de drogas (cifrada o no) por parte de lo-
cales de ocio (Royo Isach).
I. Potenciar la investigación, tanto evaluativa como clínica (Pérez
Hernando, Bobes García), acercándola a la práctica clínica (Palau Mu-
ñoz)33.
J. Confeccionar una legislación uniforme y clara (Cañuelo Higue-
ra), así como más eficaz, en la medida en que promueva con mayor
facilidad su acatamiento (Calderón Balanzategui).
2. Tender a la integración en las redes generales de salud
(Sanchís Fortea, Gual i Solé, Pedreira Crespo, Szerman Bolotner, De
la Fuente Darder, Bobes García), en particular con la red de salud
mental (Ferré Navarrete, Torrens Melich, Palau Muñoz, Maldonado
López, Rubio Valladolid)34. Más específicamente, según Pérez Her-
nando, la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud habría
32
Como indicó la propia Montserrat Magrané, «La droga no existe, sólo existen
las drogas».
En tanto que Gual i Solé, al hilo de la campaña «Bebe con moderación, es tu
responsabilidad», indicó que no sólo el consumidor debe asumir tal responsabilidad,
sino también la industria alcoholera, las empresas publicitarias, la industria del ocio,
los gobiernos, los parlamentarios, etc.
33
Ferré Navarrete añadió dos acciones más concretas: promover una adecuada
categorización para los nuevos trastornos y trasladar los avances en materia de in-
vestigación de las adicciones con sustancias al resto de las adicciones y viceversa.
Mientras que Calderón Balanzategui propuso además evaluar la labor de investiga-
ción.
34
Rubio Valladolid subrayó además la necesidad de adecuar la práctica médica a
los conocimientos científicos.
Como muy expresivamente señaló Castiella Lafuente, «no existe el drogólogo»,
siendo muy conveniente la especialización e incluso la sub-especialización (Palau
Muñoz, Pedreira Crespo, Szerman Bolotner). Esta integración en la red general, para
Ferré Navarrete, debiera hacerse por etapas, a fin de evitar posibles conflictos socio-
laborales, al tiempo que también abarcar a las adicciones sin sustancia (también para
De la Fuente Darder o Maldonado López). Pedreira Crespo indicó asimismo que en
su opinión la integración habría de responder en una primera etapa a criterios funcio-
nales, y sólo después a pautas orgánicas, con tres grandes objetivos: la consideración
de la drogadicción como enfermedad, el rigor científico en la prevención y tratamien-
to, y la coordinación de actuaciones.
61
de establecer con claridad las prestaciones que se ofrece, así como
los recursos encomendados a cada unidad (en semejante sentido se
pronunció Pedreira Crespo). Igualmente, para esta propia compare-
ciente, el Sistema Nacional de Salud debiera ofertar acciones en
materia de:
A. Detección precoz35, promoviendo en especial una intervención
psicosocial y farmacológica en las fases tempranas de los trastornos
adictivos (Bobes García).
B. Policonsumo (también destacado por Bobes García).
C. Patología dual y enfermedades infecciosas. Rubio Valladolid
insistió en este aspecto con particular relieve (también De la Fuente).
Para Szerman Bolotner, «debería existir una red integrada, interdisci-
plinar y flexible de tratamiento de la patología dual».
D. Comunicación con la red de pacientes no drogadictos y de
salud mental.36 Pedreira Crespo e Insúa Olveira subrayaron igualmen-
te esta necesidad, que esta última compareciente extendió a la de per-
feccionar el tratamiento de las adicciones «sin sustancia».
E. Refuerzo de los dispositivos móviles y flexibles, que se aproxi-
men al territorio para el apoyo a pacientes y familias a través de planes
de prevención local (Hernández Torres)37.
3. Promover la participación y el consenso institucional, así como
la coordinación y la complementariedad (Molina Muñoz, Calderón
Balanzategui, Hernández Torres, De la Fuente Darder, Palau Muñoz)38,
también con la sociedad civil (Castiella Lafuente, Pérez Hernando, Ferré
Navarrete, Calderón Balanzategui, Mora Rosado). En concreto, para Pé-
35
Para Cañuelo Higuera, es específicamente preciso con este fin, el disponer de
herramientas de fácil manejo en la atención primaria.
36
Como apuntó Pérez Hernando, la Comunidad de Madrid ha propuesto oficial-
mente la inclusión de dichos elementos en la cartera de servicios del Sistema Nacional
de Salud.
37
Ferré Navarrete propuso la creación de tres tipos de unidades: psiquiatría de la
adicción, deshabituación para alcohólicos y deterioro cognitivo causado por las adic-
ciones. Torrens Melich también sugirió crear la primera de esas unidades.
Debe, en relación con ello, destacarse la existencia de un Registro colegial de
medicina de adicciones, desarrollado en la Comunidad Autónoma de Andalucía, que
recordó De la Fuente Darder.
38
Para Pérez Hernando, respecto de, por ejemplo, las estrategias de prevención,
«faltan mecanismos de información homogéneos a escala nacional para este tipo de
programas, por lo que no se puede evaluar su correspondiente eficacia».
62
rez Hernando, y a tal efecto, es necesario un sistema de información
homogéneo y completo39; igualmente lo cree Insúa Olveira40.
4. Reforzar los equipos de atención primaria (en especial,
por ejemplo para Gual i Solé, Pedreira Crespo o Insúa Olveira, su
accesibilidad), que para Sanchís Fortea debieran ser multidiscipli
nares.
5. Potenciar los programas de reducción de riesgos (Cañuelo
Higuera, Rubio Valladolid), con los siguientes objetivos inmediatos:
A. Incrementar el contacto con los pacientes.
B. Prevenir enfermedades infecciosas.
C. Aumentar la frecuencia de contactos con la red asistencial
(Sanchís Fortea)41.
6. Diversificar los modelos de tratamiento, en función de los
perfiles de los pacientes y de sus necesidades (Molina Muñoz, Sanchís
Fortea, Hernández Torres, Mora Rosado, Pedreira Crespo, De la Fuen-
te Darder)42, así como de las sustancias de que se trate (Calderón
Balanzategui)43; Mora Rosado fue muy claro al afirmar, respecto de
39
La Comunidad de Madrid ha propuesto también oficialmente la creación de un
sistema de información homogéneo (Pérez Hernando).
40
Otros expertos mencionaron la conveniencia de recuperar para la Delega-
ción del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas el rango de Secretaría de
Estado, pues de este modo volvería a tener una mayor capacidad de maniobra en
todos los ámbitos (Molina Muñoz y, aunque con menor concreción, Calderón
Balanzategui).
41
El propio Sanchís Fortea aportó dos ejemplos de posibles programas de reduc-
ción de riesgos:
— El tratamiento con metadona, que genera disminución de consumos ilegales,
decremento de la criminalidad y una mayor retención de pacientes en otros programas
colaterales.
— Y el intercambio de jeringuillas, en el que también insistió Insúa Olveira (jun-
to al «sexo seguro»).
42
En particular, los sistemas de atención no sólo deben ocuparse del drogadicto,
sino también del consumidor no adictivo. Asimismo, debe prestarse especial atención
médica y psicológica al consumidor o adicto menor de edad, pues hasta el 50% del
consumo experimental (durante 2008) está situado en el tramo entre los 14 y los 19
años (Royo Isach, Rodríguez Gil).
43
«La droga que no es ni tabaco ni alcohol no debe tratarse como alcohol o taba-
co»; en este sentido, y por ejemplo, los controles de alcoholemia que hasta ahora se
efectúan en exclusividad sobre el alcohol deben ampliarse a otras sustancias (Royo
Isach). Calderón Balanzategui sugirió trabajar en general en semejante línea respecto
de los accidentes de tráfico.
63
una de tales sustancias, que «es preciso matar el paradigma de la he-
roína»44.
En este contexto, algunos expertos propusieron favorecer trata-
mientos a largo plazo, siguiendo la pauta de las enfermedades de tipo
crónico, como la diabetes (Torrens Melich, Maldonado López)45.
Así como simplificar los criterios de diagnóstico (Ferré Navarre-
te), introduciendo técnicas de vanguardia, como la neuro-imagen (Palau
Muñoz, De la Fuente Darder).
Otros expertos proponían explorar la posible obligatoriedad de
ciertos tratamientos (Castiella Lafuente); si bien, para Sanchís Fortea,
sobre la base de recomendaciones previas46.
44
Palau Muñoz propuso también fomentar tratamientos psicológicos con evidencia
empírica, sobre las siguientes bases:
— Terapias cognitivo-conductuales, a fin de conseguir un mayor autocontrol en el
drogodependiente.
— Prevención de recaídas (cognitivo-conductuales para mantener la abstinen-
cia).
Gual i Solé sugirió por su parte potenciar las terapias en materia de abstinen-
cia.
45
Como aseveró Maldonado López, «el fin del tratamiento de la diabetes hoy en
día es que el paciente pueda llevar una vida normal sin complicaciones, mientras que
en el futuro habrá de ser la curación»; en relación con las drogas, «debería aplicarse
el mismo esquema».
Casas i Brugué está de acuerdo con este enfoque, pues en su opinión es nece-
sario suministrar heroína al heroinómano, que de esta manera se autorregulará, del
mismo modo que lo hace un diabético a quien se suministra insulina: por eso debe,
para este experto, procederse así con los programas de mantenimiento relativos a
cualesquiera tipos de drogas (en la línea de la metadona o de la heroína recién
mencionada).
Mientras que Palau Muñoz propuso, en este mismo orden de tratamientos crónicos,
las siguientes vías principales de actuación:
— El que denominó “modelo matrix de tratamiento intensivo”, con una articulada
combinación de métodos para la relación positiva terapeuta-paciente.
— Un enfoque multi-componente de reforzamiento comunitario (de elevado coste,
pero mayor rendimiento que el anterior), basado en incentivos.
— Psicoterapia de apoyo y expresiva.
— Consejo o asesoramiento en materia de drogas.
— Incremento motivacional, al ritmo del paciente.
— Terapia grupal, de bajo coste y alta eficacia, con grupos de auto-ayuda, espe-
cialmente en los períodos iniciales (90-100 días desde el último consumo).
46
Otros sugirieron facilitar la disponibilidad de los mejores medicamentos posi-
bles (De la Fuente Darder).
64
7. Promover la interdisciplinariedad en los tratamientos, pues
para Mora Rosado, «son necesarios servicios plurales, no una pluralidad
de servicios (VIH, penitenciarías, psiquiatría, etc.)»47.
Igualmente, es necesario cultivar la dimensión social del tratamiento,
e integrarla en el mismo (Pedreira Crespo, Insúa Olveira, Bobes García),
dado que la droga es un problema sanitario, pero también social (Mora
Rosado)48. Este compareciente (e Insúa Olveira) apuntaron por ello la
conveniencia de adoptar soluciones integrales y multidireccionales, que
cubran el área sanitaria, pero también las de la educación o el trabajo.
8. Casas i Brugué propuso tender hacia una legalización sanitaria
controlada de ciertas sustancias, como remedio terapéutico para el
enfermo: se trataría de una estrategia intermedia entre la liberalización
absoluta (que obviamente no resulta recomendable, dado el riesgo de
acceso incontrolado, en especial por parte de los jóvenes y adolescentes)
y la prohibición (también desaconsejable, por someter a los pacientes a
un sufrimiento innecesario)49.50
9. Propiciar la dignificación, tanto de los pacientes, como de los
profesionales50, como de los espacios asistenciales (Gual i Solé)51.
47
De ahí que deba combatirse el hecho de que el paciente «pase todo el día de
cita en cita» (Mora Rosado), en un «peloteo» de dependencia a dependencia, pues tan
pronto aparece una drogadicción, se eclipsan las demás patologías colaterales (Molina
Muñoz, Palau Muñoz o Szerman Bolotner, quien se refirió al problema como «el
síndrome de la puerta equivocada»). Torrens Melich incidió también en este problema
y subrayó que tales patologías colaterales se dan con mucha frecuencia y son de toda
índole (psíquicas, físicas, sociales, etc.).
48
También lo piensa así Calderón Balanzategui, por tres razones: Los deterioros fí-
sicos no resultan inmediatos con algunas sustancias; la droga genera a menudo violencia
(incluso familiar); asimismo, la droga produce con frecuencia accidentes de toda índole.
49
Casas i Brugué insistió en que «las drogas mejoran la calidad de vida del pa-
ciente psiquiátrico drogodependiente»; en esta línea se sitúan los experimentos de
tratamiento ensayados por Suiza, basados en la hipótesis de que «quizá los heroinó-
manos necesitan de la heroína». Estados como el citado, así como Alemania, los
Países Bajos, Dinamarca o el Reino Unido autorizan, por ejemplo, la heroína en el
tratamiento de los pacientes heroinómanos. Maldonado López se sumó a esta tesis, sin
desdeñar por ello la importancia del tratamiento psico-social, esquema que entiende
por ejemplo aplicable tanto a la heroína como a la cocaína.
50
De la Fuente Darder reclamó a propósito de ello una actualización de los cono-
cimientos y de la especialidad profesionales, que debiera culminar en un nuevo régimen
para los médicos especialistas sin titulación oficial (MESTOS), concretado en un diplo-
ma de capacitación específica en adicciones (dentro de una determinada especialidad).
Según este mismo experto, el régimen actualmente vigente para esta colectividad no
permite computar como ejercicio en Psiquiatría el servicio en tratamiento de drogas.
(Nota 51 en pág. sig.)
65
Más singularmente, promover la atención de dignidad a las colecti-
51
51
Pedreira Crespo abundó por su parte en la conveniencia de solventar los des-
ajustes en el encaje del personal de atención al drogodependiente, así como problemas
colaterales como el temor entre dicho personal a perder protagonismo o el desinterés
de los gestores de redes públicas.
Castiella Lafuente resaltó la conveniencia de retribuir más adecuadamente a los
profesionales en esta materia.
52
Pese a todo, según Gual i Solé, las mujeres responden mejor que los hombres
al tratamiento, pues aunque éste puede ser el mismo, las mujeres lo cumplen con ma-
yor fidelidad.
53
Según Castiella Lafuente, una colectividad especialmente sensible es en este
sentido la de los preadolescentes, sobre todo los más vulnerables.
Por su parte, Calderón Balanzategui recalcó la conveniencia de corresponsabilizar
a los jóvenes de su futuro y opciones.
54
Para Mora Rosado, «el consumo se ha democratizado, pero no sus efectos, pues
siempre son mucho peores para las personas más desfavorecidas, en forma de centros
de segundo nivel o de falta de intimidad (como sucede con los autobuses de metadona),
entre otras cosas».
66
VII. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
DE LA PONENCIA
VII.1. INTRODUCCIÓN
67
a la que se atiende, siendo imprescindible para modificar el patrón del
paciente atendido por drogodependencia u otra adicción que, definiti-
vamente, se considere la adicción como una enfermedad, una enferme-
dad crónica y, por tanto, al adicto como un enfermo crónico. Esta
apreciación nos tiene que llevar a una atención integral, y no podremos
hablar de integralidad en la atención si ésta no conlleva la dignidad y
el respeto a la intimidad del paciente.
El propio perfil del paciente, en ocasiones policonsumidor y/o afec-
tado por patología dual, la necesidad de la atención a la personalidad
adictiva, en general, incluyendo las nuevas adicciones, nos indican que
hay que ensanchar más los criterios para adaptarse a las nuevas reali-
dades que estamos viviendo, además de que se hace imprescindible
mejorar tanto la formación de los profesionales como la coordinación
de las redes de tratamiento.
68
tes y evitables que constituyen un problema de salud pública. Los
adictos experimentan una verdadera compulsión con efectos placente-
ros, que les impide alejarse del consumo. Son los factores individuales
genéticos, de personalidad y trastornos psíquicos, los determinantes de
la vulnerabilidad para la adicción, esta personalidad adictiva nos lleva
a un individuo que organiza su vida en función de la búsqueda y con-
sumo de productos con o sin sustancia con gran capacidad adictiva,
siendo incapaz de controlar su dependencia a pesar de los severos daños
físicos, psíquicos y sociales a que se ve abocado, manteniendo su adic-
ción para no sufrir un síndrome de dependencia o abstinencia; esta
evolución puede llevarlo a múltiples enfermedades y complicaciones
psicosociales.
Los trastornos adictivos se pueden asociar a trastornos psiquiátricos;
esta doble patología es lo que se denomina patología dual, cuyo cono-
cimiento es importante para el abordaje unificado de la patología psi-
quiátrica y de la conducta adictiva de estos enfermos.
69
consumo adictivo; y, por otra parte, en el del diagnóstico, el tratamien-
to, la rehabilitación, el cuidado y la recuperación de los enfermos.
La integración del tratamiento de las adicciones dentro del sistema
público de salud sería una parte importante en la dignificación de los
pacientes afectados: Igualdad, justicia, imparcialidad, equidad y solida-
ridad para evitar el estigma, la discriminación y la exclusión social.
VII.2. CONCLUSIONES
70
a las conductas adictivas en general, al consumidor de alcohol, trastornos
del comportamiento, diagnóstico y tratamiento de conductas adictivas,
incluidos alcoholismo y ludopatías, tanto en atención primaria y espe-
cializada, como en atención a la salud mental. En este sentido, sería
preciso ver cómo se refleja la necesidad de su desarrollo y su tratamien-
to coordinado y generalizado en las Comunidades Autónomas.
Por tanto, se insiste, la integración, tanto funcional como adminis-
trativa, de la red específica de adicciones en el sistema sanitario general,
no sólo es un proceso deseable sino, además, viable.
Es recomendable que la integración se realice de manera secuencial,
comenzando por la integración funcional para llegar, posteriormente, a
la integración orgánica. La integración en el sistema sanitario se sus-
tenta en un diagnóstico y tratamiento en igualdad de condiciones con
cualquier otra patología, en la mejora en la accesibilidad al tratamiento,
pruebas diagnósticas y capacidad de resolución, mejorando los indica-
dores de calidad y gestión clínica, todo bajo el paraguas del efecto
positivo que genera la normalización sobre la conciencia social del
problema y la mayor facilidad para el desarrollo de estrategias de de-
tección precoz en el propio sistema sanitario, y en donde las tecnologías
de la información y la comunicación deben ser el medio que permita el
acceso al sistema y que garantice la atención.
71
duración. Un recurso socio-sanitario para otro perfil, que posiblemente
requiera otro tipo de demanda, que tendrá que ser flexible. Y esto será
más factible si se impulsa que el Sistema Nacional de Salud, dentro de
su cartera de servicios, incluya a estos pacientes como pacientes que la
atención primaria asista dentro de la detección precoz.
La integración de las adicciones dentro del sistema sanitario llevará
al unísono aparejada la inclusión de los recursos humanos que actual-
mente abordan las adicciones dentro de las plantillas asistenciales de
los sistemas sanitarios de las Consejerías de Salud de las Comunidades
Autónomas, las que a través de la Conferencia Interterritorial de Salud
definirán un modelo.
La futura Ley de Troncalidad será la que aborde las posibles titula-
ciones y la incorporación del personal en las unidades asistenciales de
dichas especialidades.
VII.2.3. P
rofesionalización y especialización de la atención
de las adicciones dentro de la cartera de servicios de
atención primaria y salud mental
72
formación de los pediatras, ya que asisten a los niños hasta los 14 años,
y por tanto serían un punto importante dentro de la prevención y/o
detección precoz.
Por tanto, al hablar de atención primaria, se debe considerar también
a los servicios de empresa, los centros de salud e incluso los servicios
de urgencias, que en ocasiones pueden ser el dispositivo que detecte
problemas en los primeros momentos.
Las adicciones conforman un grave problema de salud pública,
que irá aumentando con el tiempo. Se calcula que el 75% de las
consultas de psiquiatría en el año 2025 serán por problemas de adic-
ciones y, de entre estos adictos, el 65% sufrirán trastornos psiquiá-
tricos (patología dual).
Al ser Psiquiatría la especialidad médica que abordaría las deriva-
ciones de las adicciones desde urgencias y atención primaria, sería
conveniente abordar en esta especialidad la integración de todos los
médicos que actualmente atienden a estos pacientes.
La atención de segundo y tercer nivel debe ser realizada por unida-
des de Psiquiatría, tanto ambulatoria como hospitalaria, y desde luego
dentro de todos los programas de salud mental; esto obligaría, nueva-
mente, a completar la formación de estos profesionales.
Serán los equipos de salud mental los encargados de las hospitali-
zaciones, unidades de día y unidades de estancia en todo lo referente a
adicciones.
El flujo de pacientes sería el habitual de cualquier patología y la
derivación a otras recursos como comunidades terapéuticas, viviendas
de apoyo al tratamiento y a la reinserción, etc., dependerá de forma
protocolizada del especialista responsable de cada caso, con un itinera-
rio personalizado y con los controles precisos y que dicho especialista
juzgue necesarios.
En cuanto a la asistencia a aquellos adictos que cumplen pena de
privación de libertad, la asistencia será la misma que la prevista para
cualquier otra enfermedad, no penalizando más a estas personas.
Si se quiere ser realmente útil, se debería contar con un coordinador
de toda la asistencia a nivel autonómico, para que no se produzcan
distorsiones en las pautas asistenciales y para poder realizar evaluacio-
nes periódicas que puedan indicar la eficacia de la asistencia.
En un proceso de atención a personas dependientes hay que tener
en cuenta aspectos que van más allá de lo sanitario y que en ocasiones
requieren un acompañamiento hacia un proceso de inserción que habi-
tualmente es responsabilidad de otras áreas de la Administración. Aun-
73
que no siempre. El hecho de ser dependiente no es sinónimo de encon-
trarse en situación de exclusión o que se necesite integrarse en medidas
de formación, de formación laboral o de búsqueda de empleo. La de-
pendencia puede agravar una situación de exclusión.
74
VII.2.5. Potenciación de nuevas técnicas de diagnóstico
75
Que existan programas de reducción de daños va a permitir que se
puedan individualizar las intervenciones y adecuarlas a los objetivos
que se persigan.
VII.2.7. P
otenciar la investigación en farmacología
y en neurociencias
76
Habrá que implementar estas técnicas diagnósticas y los tratamien-
tos de una forma protocolizada, a efectos de que se tenga un acceso a
ellas de forma igualitaria para todos los pacientes.
Las propias adicciones y los trastornos psiquiátricos añadidos pue-
den provocar graves deterioros neurológicos, siendo de gran importan-
cia poner en valor la Neuropsiquiatría y técnicas de neuroimagen para
el diagnóstico y seguimiento de los pacientes adictos.
Tenemos que abordar de forma decidida la investigación de las lla-
madas vacunaciones y desarrollo de anticuerpos con inmunógenos espe-
cíficos, con gran expectativa de futuro sobre todo en los casos de mo-
noconsumo de sustancias. Sirva de ejemplo el caso especifico de la
nicotina y cocaína, sustancias adictivas sobre las que actualmente se está
investigando con resultados no concluyentes, pero sí esperanzadores.
De cualquier modo, el proceso investigador va siempre a remolque
de los nuevos consumos y de los policonsumos, y por tanto es un asun-
to complicado.
El SNS tiene que incorporar a su vademecum, dentro de lo posible,
cualquier terapia (farmacológica o no) que haya demostrado su efecti-
vidad.
77
ser una red muy cercana al ciudadano, aunque pueda tener también sus
limitaciones.
Por ello, una mejora de la coordinación, implicando a la atención
primaria para la detección precoz, adaptando los recursos a los pacien-
tes, puede contribuir a conseguir una atención integral desde la pers-
pectiva biopsicosocial.
78
VII.2.11. Reinserción familiar, laboral y social
79
Una consideración que puede requerir reflexión es el artículo 54.f)
del Estatuto de los Trabajadores, en cuanto considera como causa de
despido la embriaguez habitual o la toxicomanía si repercuten negati-
vamente en el trabajo. Es la única enfermedad que es causa de despido,
pero no es la única enfermedad que puede repercutir negativamente en
el trabajo. Esas otras no son causa de despido. Si es enfermedad, se le
debe ofrecer y facilitar el tratamiento a quien la sufre. Puede ser nece-
sario apartarlo del puesto de trabajo si existe riesgo para su salud, para
terceros o para bienes, pero de ahí al despido media un gran trecho.
Con los dos pasos anteriores estaremos en condiciones de pedir a la
sociedad la aceptación y acogimiento que estos enfermos necesitan para
una verdadera vida plenamente integrada.
VII.2.12. C
oordinar y optimizar los recursos
entre las Administraciones Públicas y su interrelación
con la iniciativa privada
80
organismos internacionales y favoreciendo el intercambio de experien-
cias con la iniciativa privada.
81
un gran avance respecto a lo que sucedía hace 20 años. Incluso en las
prisiones existen comunidades terapéuticas, grupos de atención a dro-
godependientes y espacios libres de drogas.
82
• Desde la sensibilización de los profesionales sanitarios en los
distintos niveles (médicos de familia, servicios de urgencias...), para que
tengan una mayor implicación en la prevención de los efectos que pro-
vocan las bebidas alcohólicas y drogas tóxicas durante la conducción e
integren en sus consultas, cuando el paciente así lo requiera, consejo
sanitario sobre los riesgos asociados al alcohol y la conducción.
En resumen, es necesario aumentar la percepción de riesgo de la
relación de drogas y accidentes de circulación, e implementar la com-
binación de las campañas informativas actuales que incidan en la rela-
ción accidentes y alcohol, con otras específicas sobre los riesgos deri-
vados de la conducción bajo los efectos de las drogas.
Supone un paso adelante muy importante la generalización y apli-
cación en su totalidad de la moción 662/000107, aprobada por unani-
midad de todos los grupos parlamentarios en el Pleno del Senado (abril
2010), orientada a cambios legislativos y dotación de material que per-
mita tener acceso a los fluidos corporales para la medición de las tasas
de drogas legales e ilegales prohibidas en la conducción, como forma
de hacer cumplir la legislación vigente, que tipifica como infracción
muy grave la conducción de vehículos habiendo ingerido bebidas alco-
hólicas y/o bajo los efectos de estupefacientes y psicotrópicos.
VII.2.15. Evaluación
83
adopción de posibles medidas correctoras, y a la integración de forma
coordinada de todas las políticas que las distintas Administraciones
llevan a término.
VII.3. RECOMENDACIONES
84
entre otros, los equipos de atención primaria, especialmente en los
servicios de pediatría, psiquiatría y también en la atención de ur-
gencias. La detección e intervención precoz es fundamental para
conseguir buenos resultados en los tratamientos, considerando
siempre la adicción como una enfermedad que genera daños sobre-
venidos.
6. La Comisión apuesta por los tratamientos personalizados
e individualizados de los pacientes adictos, siempre desde un abor-
daje multidisciplinar y con perspectiva biopsicosocial, optimizan-
do para ello todos los recursos disponibles. Es necesario también
profundizar en el abordaje de programas dedicados específica-
mente a los colectivos más vulnerables, como pueden ser jóvenes
o mujeres.
7. La Comisión considera imprescindible potenciar la investi-
gación en nuevas técnicas de prevención, detección precoz, diagnós-
tico, tratamiento y seguimiento de las adicciones. En este sentido
consideramos que los programas de reducción de daños han jugado
un importante papel y por lo tanto no sólo deben ser mantenidos,
sino implementados en el sentido de que los pacientes puedan llevar
una vida lo más normalizada posible.
8. La Comisión valora la aplicación de las tecnologías de la
información y la comunicación para entrelazar los recursos públi-
cos y privados a nivel nacional e internacional. La Comisión apoya
y reconoce la labor de las ONGs y asociaciones nacionales e inter-
nacionales, pero considera imprescindible que se refuerce la cola-
boración de éstas con las Administraciones responsables.
9. La Comisión apuesta por la reinserción como objetivo fun-
damental: reinserción familiar, educativa, laboral y social, que tie-
ne que contar con los actores fundamentales, la familia, la escuela,
la empresa y la sociedad. Será por tanto necesario dotar a estos
actores de la formación adecuada y de los recursos necesarios para
que puedan cumplir su papel, pues ninguno de ellos puede sentirse
desamparado cuando tiene en su entorno un problema de adicción.
La creación de foros sociales puede ser una buena herramienta,
junto a la promoción de asociaciones en el ámbito de la reinserción
y la prevención.
10. La Comisión considera que los cambios introducidos en la
legislación, así como la dotación de nuevos materiales para el con-
85
trol de la conducción bajo los efectos de las drogas, va a contribuir,
junto con las campañas informativas, a elevar la percepción del
riesgo y a sensibilizar a la población en general del peligro de con-
ducir bajo los efectos de las drogas. Hay que continuar por tanto
con esta prioridad, adoptando todas las medidas necesarias.
11. La Comisión cree necesario hacer un esfuerzo para incre-
mentar los cumplimientos alternativos de penas, sobre todo para
las personas que estén cumpliendo condena por delitos relacionados
con su consumo. Para ello es necesaria una mayor colaboración
entre Administraciones, a fin de poder disponer de más centros
públicos donde se pueda realizar el cumplimiento. Al mismo tiem-
po, se tienen que reforzar todos los programas de educación para
la salud en el interior de los centros penitenciarios, con el objetivo
de evitar el inicio en el consumo y hacer en los centros penitencia-
rios verdaderas escuelas de salud pública.
12. La Comisión considera que todas las actuaciones deben
realizarse teniendo en cuenta la perspectiva de género, toda vez que
la problemática de la mujer es específica, y más cuando hablamos
de adicciones: su impacto es mayor a todos los niveles y su reinser-
ción más complicada. Tienen que tener por tanto un tratamiento
específico y orientado claramente a solucionar esas complicaciones
añadidas.
13. La Comisión valora la evaluación como la herramienta más
adecuada para poder comprobar el grado de cumplimiento de los
objetivos marcados.
86
INFORME DE LA PONENCIA DE ESTUDIO SOBRE SISTEMAS DE TRATAMIENTO Y ATENCIÓN EN DROGODEPENDENCIA. CLAVES PARA EL FUTURO
INFORME DE LA PONENCIA DE ESTUDIO
SOBRE SISTEMAS DE TRATAMIENTO
Y ATENCIÓN EN DROGODEPENDENCIA.
CLAVES PARA EL FUTURO
SENADO
2011