Tukri Apu Urqu. A Cultural Sequence of A Formative

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21070 / Editoria Rodhas - Revista de Arqueología COARPE 3 / Lomo: 1 cm POR CONFIRMAR / Medida 43 x 29.

7 / Couche mate 300


Arqueología Peruana del COARPE
Revista de Arqueología del Colegio Profesional de Arqueólogos del Perú
ARQUEOLOGÍA Archeology Journal of the Professional College of Archaeologists of Peru
PERUANA DEL COARPE Núm. 3 / 2023 : 28-59/ ISSN 2664-147X
Diciembre

TUKRI-APU URQU. SECUENCIA CULTURAL DE UN


TEMPLO DEL PERIODO FORMATIVO EN LA CUENCA
DEL RÍO PAMPAS, AYACUCHO

Tukri-Apu Urqu. A cultural sequence of a Formative


Period temple site in the Pampas river basin, Ayacucho

Edison Mendoza Martínez Cirilo Vivanco Pomacanchari


Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga; Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga;
correo electrónico: [email protected] correo electrónico: [email protected]

RESUMEN: En este artículo exponemos los resultados preliminares de nuestras investigaciones en Tukri-
Apu Urqu, un sitio con arquitectura monumental en forma de U, ubicado en la cuenca del río Pampas,
Ayacucho; las excavaciones en el sitio nos indican que trata de un templo ceremonial con una secuencia
cultural bastante compleja desde finales del Formativo Medio hasta el Epiformativo. En todos estos cambios
lo que sorprende es la presencia de material cerámico de diferentes territorios, un área bastante dinámica.

PALABRAS CLAVE: Periodo Formativo, cuenca del río Pampas-Ayacucho.

ABSTRACT: In this article we present the preliminary results of our investigations at Tukri-
Apu Urqu, a site with U-shaped monumental architecture, located in the Pampas river basin,
Ayacucho. Excavations at the site indicate that it constitutes a ceremonial temple with a com-
plex cultural sequence from the end of the Middle Formative to the Epiformative (Late Forma-
tive or Early Horizon Epochs 9, 10 and Early Intermediate Period Epochs 1- 3/4). With all the chan-
ges observed in the sequence, what is surprising is the presence of ceramic material from distinct
territories, presenting a dynamic space characterised by considerable economic and ideological interaction.

KEYWORDS: Formative Period, Rio Pampas river basin – Ayacucho

28
1
Ubicación del sitio

E
l sitio arqueológico de Tukri – Apu La planicie Tukri Apu Urqu altitudinalmente
Urqu se encuentra ubicado en la sie- se sitúa en la región Suni (Pulgar Vidal 1981),
rra centrosur del Perú, en el departa- en términos de denominación local chawpi.
mento de Ayacucho (véase Fig. 1), a 46 km Su clima se caracteriza por ser frío y seco,
al sur de la ciudad capital, en la provincia la temperatura media anual fluctúa entre los
de Cangallo, distrito María Parado de Belli- 7º y 10º C., máximas a 20º C., y mínimas in-
do, con su capital Pomabamba y caserío San vernales entre 1º a 16º C., entre los meses de
Cristóbal de Tucre. En la Carta Nacional es mayo a agosto (Pulgar 1981). Las lluvias se
registrado en el numeral 28 – ñ (Huancapi), registran en verano (entre 200 y 400 mm al
entre las coordenadas UTM 0578808.05 E, año), el invierno es seco con heladas frecuen-
8498356.17 N, y a una altitud de 3562 msnm. tes (Consejo Nacional del Ambiente 2005: 6).
En base a esta información, se define dos
Exactamente el sitio se emplaza en la plani- temporadas al año claramente diferencia-
cie de Tucre Pampa. Dicha pampa tiene una das, la época de lluvias de diciembre a abril
extensión aproximada de 135 hectáreas, y el (puquykilla) y el período seco de mayo a no-
sitio se situa casi en el centro de la pampa; viembre (hirawkilla), dos estaciones determi-
el complejo de plataformas se extiende 1,7 nadas en el mundo andino que condicionan
hectáreas, aunque las evidencias de superfi- las actividades del quehacer cotidiano. En
cie como la arquitectura, el material cerámi- cuanto a las precipitaciones pueden produ-
co y lítico se hallan casi en toda la pampa. cirse con retraso, adelanto y retiro temprano
Lamentablemente estos otros sectores han de las lluvias, los mismos que merman en la
sido afectados por la agricultura moderna. producción agrícola local (Maldonado 1975).
Esta pampa en la Carta Nacional es de-
nominada como Huamani Pampa Wama- Resalta la agricultura cordillerana que está ba-
nipampa, está rodeada por cerros altos a sada principalmente en el cultivo de la papa
manera de barreras por los cuatro lados (Solanum tuberosum), oca (Oxalis tuberon),
del horizonte, una especie de Chawpi, y olluco (Ullucuo tuberosun), maswa (Tropaeo-
también en esta hondonada se da la con- lum tuberosun), quinua (Chenopodium qui-
fluencia y tinkuy de varios riachuelos. noa) y kiwicha achita (Amaranthus caudatus).

29
30
La flora está constituida principalmen-
te por ichu (Stipa ichu), taya (Lepidophy-
llum), tankar kichka (Duranta dombeyana),
tola (Lepidophyllum guadrangulare), wa-
raqo (Opuntia flocosa), muña (Minthostha-
chys mollis), eucalipto (Eucalyptus Globu-
los) y anku kichka (Opuntia ficus indica).

En los alrededores del sitio existe un con-


junto de recursos minerales que han sido
explotados hasta hace unos años atrás. Te-
nemos a las minas de sal sólida rumikachi;
kachi es un elemento común utilizado para
el consumo humano y animales (véase Lino
1962: 57, 99). Para obtener la sal hay que her-
vir en vasijas hasta que se solidifique; otra
salinera de piedra comúnmente menciona-
da en la colonia es Bilcancho en el distrito
Vilcanchos (De Carabajal 1965 [1586]: 152).
Otros recursos minerales son las fuentes na-
turales de aguas termales que se reportan en
las cercanías del sitio, las cuales en el pasado
se utilizaron como aguas medicinales para la
curación de diversas enfermedades: «…una
fuente caliente donde los indios desta comarca
y es negocio muy saludable para cualquiera en-
fermedad» (Carabajal 1965 [1586]: 151-152).

Figura 1. Ubicación de Tukri-Apu Urqu, y demás sitios del Periodo Formativo.


Mapa modificado de Yuichi Matsumoto(2011).

31
2
Investigaciones previas
en el área de trabajo

S
obre el sitio en mención hay referencias
de áreas cercanas. Las primeras investiga-
ciones con características arqueológicas y
científicas en la cuenca del río Pampas se susci-
taron a mediados del siglo XX, y fueron ejecuta-
das por los ayudantes de Julio C. Tello. En las
cercanías a Huamanipampa los ayudantes de
Tello registran varios sitios de ocupación tardía
como Chuschi Urqu, Sulcaray, Condoray y Chac-
ca Chacca, todos ubicados en las cercanías del si-
tio (Carrera et al. 2014:46 [1945/1946]); asimismo
véase los aportes de Vivanco y Meddens (2010).

En el 2002 Cirilo Vivanco, cuando era miem-


bro investigador de la Comisión de la Verdad
y Reconciliación Nacional, juntamente a Fidel
Fajardo tuvo la tarea de visitar diferentes pue-
blos entre ellos Santa Cruz de Ñuñunhuaycco, y
cuenta que cuando pasaba por la ruta se percató
de unas construcciones destruidas en el talud de
la trocha carrozable recientemente construida.
Posteriormente en el 2016, Cirilo Vivanco mostró
al primer autor algunas fotografías y volvimos
al sitio. En esta visita realizamos un recorrido
detallado, efectuamos el primer croquis y defi-
nimos que el sitio tenía una forma de U pero la-
mentablemente estaba siendo devastado, por lo
que decidimos intervenir con un proyecto de in-
vestigación en los años 2016, 2017, 2018 y 2019.

32
Figura 2. Plano del sitio. Resalta la arquitectura en forma de U.

33
34
Figura 3. Vista panorámica del sito desde el lado sur.
Se observan las plataformas superpuestas.

35
3
Arquitectura del sitio

L
os constructores eligieron este lugar por 24) han sido denominadas como «Alas latera-
su ubicación en la pampa y elevación les», muy parecidas a las Huacas Garagay y
natural. El sitio se compone de un com- La Florida. A nivel de superficie en el núcleo
plejo de plataformas dispuestas alrededor de de la pirámide central se encuentra una depre-
un área hundida. sión o un espacio semihundido abierto hacia la
plaza. Las excavaciones revelaron la existen-
En base a nuestras excavaciones y datos de su- cia de una plataforma baja a manera de una U,
perficie tenemos idea de la forma básica del y por su forma se trataría de un atrio de la fase
templo y sus secuencias. A continuación des- tardía. Para acceder al atrio desde la plaza hun-
cribimos los datos más resaltantes para nuestra dida hay un acceso de 2,36 m de ancho, y en el
discusión (véase Fig. 3); los informes comple- mismo se halló una escalinata de 20 peldaños.
tos han sido elevados al Ministerio de Cultura.

3.2. Montículos laterales o brazos


3.1. La plataforma o monticulo central
También conocidos como «brazos» del tem-
Es una plataforma rectangular, su base tiene plo, los cuales se encuentran alineados de
por medidas 56 m (sur a norte) y 38 m (oeste manera perpendicular al montículo central, y
a este). Hacia el lado sur presenta dos plata- ubicados uno a cada extremo. Estos brazos en-
formas (estructuras) dispuestas en desnivel, cierran a la plaza cuadrangular hundida por
escalonadas, y en el primer nivel de la plata- el lado norte, sur y oeste.
forma hay un área hundida. Durante las exca-
vaciones develamos una plaza cuadrangular; El brazo derecho
en lado norte no se observa una estructura
sino un espacio nivelado, han cortado la roca Tiene por dimensiones 17 m (sur a
de tufo volcánico a manera de una platafor- norte) y 34 m (oeste a este). Se halla
ma, sin muro o construcción, las cuales según disturbado, y en su mayoría los elementos líti-
la definicion de Williams (2008 [1978-1980]: cos han sido retirados de su posición original.

36
A nivel de superficie se observa dos niveles, 3.4. Plaza central o hundida
donde más tarde se descubrió dos muros en
secuencia y/o renovación constructiva. Vendría a ser el espacio generado por el com-
plejo de plataformas. Las excavaciones en el
área hundida revelaron una plaza de forma
El brazo izquierdo cuadrangular de 20 por 20 metros; asimismo
en posición de simetría, en encuadre y equi-
Posee un largo que oscila de 35,30 a 43,30 m (sur distante a los cuatro lados de la plaza hemos
a norte) y 35,30 m (oeste a este). En este caso definido la presencia de cuatro escalinatas, y
el muro está mejor conservado. Es de indicar la escalinata principal de posición del eje su-
que este brazo es más ancho y alto en relación reste a noroeste es la más larga y divide el
al brazo derecho, y encima presenta otra pla- complejo de platafomas dualmente, es decir
taforma pequeña dispuesta escalonadamente. tiene una posición axial en relación a todo
el complejo. Muchas de estas escalinatas es-
tán orientadas a cerros importantes, uno de
3.3. Oeste o plataforma cierre estos apus es el Waylla Condoray, lo que in-
dicaría la importancia de estos cerros en la
Finalmente estos tres monticulos son cerrados planificación y/o colocación de la arquitec-
por el oeste por una cuarta plataforma. Es de tura, siendo posible que estos cerros antes
menor tamaño en relación a las plataformas de la fundación del templo tuvieran algun
descritas. tipo de prestigio simbólico (Mendoza 2018a).

Figura 4. Vista en detalle de las dos fases constructivas; la marca de color plomo es la reconstrucción de las
edificaciones tempranas de la fase Tukri, y las líneas oscuras responden a la fase Apu.

37
4
Reconstrucción de las secuencias
culturales de Tukri-Apu Urqu

L
a discusión y las reconstrucciones son el arquitectónicos se están juntando para formar
resultado de los trabajos de campo que un complejo mucho mayor. Para la fase más
realizamos en tres temporadas (2016, temprana, arquitectura que todavía no cono-
2017 y 2018), y estos resultados fueron entre- cemos, manejamos dos hipótesis: primero en
gados al Ministerio de Cultura; por motivos posición y debajo de la plataforma central
de espacio en este artículo solo haremos refe- existe otra plataforma baja, como templo tem-
rencia a la información necesaria. prano; y la segunda postula que esta fase no
existe y en su lugar haya un montículo natural
sobre el cual se erigió la plataforma de la Fase
4.1. Fase Tukri (900 a.C - 800 a.C) Tukri A, evidencia más clara de arquitectura.

4.1.1. Arquitectura Durante la Fase Tukri A donde está la platafor-


ma central se erige una plataforma rectangular,
En esta primera fase la arquitectura de Tukri- pero más pequeña. De esta Plataforma A se ha
Apu Urqu probablemente denota una confi- logrado exponer uno de los lados del pórtico
guración en forma de U, conformada por tres (wanka dispuesta verticalmente), y asimismo
plataformas, una central y el brazo derecho, y hemos develado otro lado del muro de la pla-
aunque no hayamos podido definir el brazo taforma con el cual logramos proyectar sus di-
izquierdo hipotéticamente sugerimos su pre- mensiones; en el lado sur hemos expuesto un
sencia; de acuerdo a la disposición de las plata- acceso o «entrada» alterna, techada con lajas.
formas la U estaría orientada hacia el oeste, el
espacio entre estas plataformas habría forma- Por el tamaño del muro probablemente el
do una pequeña plaza abierta aunque también acceso está relacionado con la Plataforma A,
no descartamos que las plataformas de esta teniendo un recorrido zigzagueante en forma
primera fase tengan una forma de L (platafor- de «ele escalonada» (L). Canziani (2009: 139)
ma central y el brazo derecho) (véase Fig. 5). La prefiere llamarlo «trazo en forma de Z» (véase
arquitectura de esta fase en general evidencia también Shibata 2010: 300, 302: Fig. 12); este tipo
varios momentos constructivos, los bloques de escalinata-galería de T-A es similar a las en-
continúa en la pág. 42

38
Figura 5. Vista en detalle de las secuencias constructivas de plataformas de la fase Tukri en donde resaltan
dos pórticos superpuestos. Vemos a la Fase Tukri A (plataforma señalada con línea amarilla) y a
La Fase Tukri B (plataforma señalada con linea celeste).

39
Figura 6. Vista en detalle de la entrada a la galería; tiene forma de Z.

40
41
Figura 7. Vista en detalle de la escalinata principal de 20 peldaños de la fase Apu.

tradas laberínticas de Chankillo, y en este caso en el pasadizo del atrio, se observan dos ni-
corresponden al Formativo Final. A finales de chos a manera de ductos como «drenajes» que
este periodo una parte de la galería fue sellada, pudieron haber sido utilizados para la mani-
y la parte no tapada funcionó como «recinto pulación sensorial, un diseño acústico (soni-
secreto» (Lumbreras 2007: 55) (Fig. 6), siendo do) intencional y la utilización de la luz. Al
totalmente sellada durante el Formativo Final. parecer conectan a dos galerías que aún no ex-
cavamos donde posiblemente había personas
Posteriormente este Pórtico A es sellado por que emitian sonidos para los que ingresaban.
otro pórtico (fase Tukri B). Este caso de reno-
vación constructiva principalmente lo obser- En ambos casos la arquitectura está cons-
vamos en el acceso central (véase Fig. 5), es tituida por piedras canteadas que en los
decir en la fachada que da hacia a la plaza. bordes tienen fracturas muy angulares e in-
En este segundo momento en las banquetas termediadas por barro. Arquitectura simi-
adosadas a cada lado de los pórticos, es decir lar también se observa en el brazo derecho,

42
Figura 8. Vista en detalle de la plaza cuadrangular hundida de 20 por 20 m, con una altura de 1,70 m.

lo que aproximaría su contemporaneidad. relleno de tufo volcánico; asimismo la posi-


En esta primera fase en la contrucción del ción de la wanka-pórtico se desplaza mas
complejo de plataformas en su mayoría se han adelante. Una característica de esta platafor-
aprovechado los montículos naturales de roca ma es el uso de cantos rodados en los mu-
suave de tufo volcánico y una capa arcillosa ros, los cuales resaltan entre las piedras can-
de color marrón rojizo; en algunas partes don- teadas de esquinas angulares (véase Fig. 5).
de era necesario ganar altura la arquitectura
fue rellenada con bloques de tufo volcánico y Otra caracteristica común de esta secuen-
tierra arcillosa suelta de color marrón rojizo. cia de tres fases es que las construccio-
nes están elaboradas a base de piedras
Posteriormente se observa una remodelación de dimensiones pequeñas, pero este ras-
mucho mayor, las construcciones de la Fase go va a cambiar en la siguiente Fase Apu.
Tukri A y B son selladas por otra plataforma continúa en la pág. 46
(Fase Tukri C), y como sello han colocado

43
44
Figura 9. Vista de la escalinata exterior de siete peldaños; nótese
el canal de drenaje que sale del interior.

45
4.1.2. Cerámica orientación responden a tiempos posteriores
de finales del Formativo Medio (véase Figs.
Algunas de las vajillas que resaltan al interior 3 y 5). A pesar de esto siempre se ha tratado
de esta fase son la cerámica con decoración de respetar el eje axial central de los ante-
negativa de estilo Paracas (ver Fig. 10. H), una riores, siendo observado este proceso en los
botella de asa estribo de estilo Cupisnique (ver pórticos tempranos de las plataformas A, B
Fig. 11 A-C) (véase Matsumoto 2011), vajillas y C. En la mayoría de los casos los cimientos
con base pedestal muy parecida a la de Disco de los muros de esta Fase Apu están asenta-
Verde (ver Fig. 10. D), cerámica con estam- dos o colocados sobre suelo virgen, pero en
pados circulares en el cuerpo semejante a la otros casos están sobre un estrato que con-
de Puerto Nuevo (ver Fig. 10. E); esta asocia- tiene material cultural de finales del Forma-
ción es muy similar a los datos reportados por tivo Medio, siendo este caso muy frecuente
Reindel e Isla (2010) para Pernil Alto, y aparte en el lado oeste del complejo de plataformas.
de este grupo hay decoraciones parecidas a los
estilos Ancón Bicromo y el Punzonado en zo- Durante este periodo el templo ha crecido por
nas y punteado de la costa central (ver Fig. 10. lo menos en dos fases. En la Fase Apu A la plata-
C y G), y una cerámica denominada apliqué en forma central y los brazos derecho e izquierdo
banda por Matsumoto (2011) (ver Fig. 10. F). han sufrido una fuerte renovación arquitectó-
nica, donde se observa ampliaciones horizon-
tales y verticales según los reportes de campo
4.2. Fase Apu (800 a.C. - 400 a.C.) de Rubén Cisneros, Manual Huamaní, Thalía
Quispe, Norma Lagos y Gaby Aguilar (Men-
4.2.1. Arquitectura doza 2017, 2018b y 2019b), nuestros tesistas;
asimismo en la parte oeste se erigió otra cuar-
Durante este periodo el Templo Antiguo ha ta plataforma más baja en relación al resto, a la
sufrido una fuerte renovación arquitectóni- cual estamos denominando plataforma-cierre,
ca, se hicieron varias adiciones que alteraron y esta plataforma que encierra la U; igualmen-
sustancialmente la forma básica del templo. te en posición de encuadre y equidistante a la
Las plataformas aumentaron de tamaño y parte central de las plataformas se erigió una
volumen, y estas nuevas construcciones se plaza hundida de forma cuadrada de 20 por
incorporan a estas tradiciones tempranas no 20 m el mismo que conecta con 4 escalinatas a
como invención sino como resaltando la im- las plataformas, configuración muy parecida
portancia del sitio; las construcciones antiguas al Templo Nuevo de Chavín de Huántar y a
en su mayoría fueron cubiertas total y parcial- otros de la sierra norte (véase Figs. 3, 8 y 9).
mente por una capa gruesa de tierra y piedra
de tufo volcánico, algunos muros antiguos En la tecnología constructiva hay un cam-
quedaron inutilizados al cubrírseles para ce- bio observando que los bloques líticos se
der su lugar a las nuevas estructuras mientras hacen mucho más grandes en relación a la
que otros conservan sus secciones superiores Fase Tukri, y entre sus formas podemos ob-
formando plataformas escalonadas. En casos servar redondeadas y cuadrangulares dis-
extremos como el de la plataforma derecha puestos de forma vertical; entre estos resal-
se observa que una sección de la misma fue tan las pachillas, y algunas secciones de los
desmantelada para colocar la plaza hundida. muros recuerdan al aparejo de tipo celular.

En este proceso intenso de remodelación que Por otro lado las edificaciones de la platafor-
involucró ensanchamientos y superposiciones ma central corresponden a un tema que toda-
se generó el movimiento de dirección del eje vía no conocemos con mucha claridad, siendo
en algunos grados de los muros, a manera de probablemente selladas en un nivel horizon-
corrección en relación a la nueva arquitectu- tal, donde colocaron la escalinata que viene
ra que se establecía; es más, estamos casi se- desde la plaza hundida a la parte alta conoci-
guros que todos los muros que tengan esta da como atrio. Sin embargo en esta escalinata

46
Figura 10. Vajillas de la fase Tukri (A-H) y vajilla de la fase Apu (I).

47
Figura 11. Vajillas de la fase Apu (A-J), vajillas post-cocción (A-C), incisas (D-F) y cerámica círculo punto (G-I).

48
observamos dos secciones: a) la escalinata de Paracas (ver Fig. 12. I), y asimismo continúan
la plaza hundida que es mucho más ancha y presentes materiales cupisniquenses, eviden-
donde es común el uso de lajas, y asimismo la cias ya advertidas por Nesbitt y Matsumoto
estructura de las banquetas a nivel que se as- (2014) y Matsumoto (2019: 56) para los mate-
ciende se nota que el ancho se hace ligeramen- riales culturales de Jargam Pata (Ochatoma
te bifurcado a manera de abanico; b) mientras 1985a; 1985b). Sobre la cerámica cupisnique en
tanto la escalinata de la parte superior es mu- Tukri-Apu Urqu hay una botella muy similar
cho más empinada y con pasos altos, lo que a las de Jargam Pata (ver Fig. 11. D), asimismo
podría sugerir en parte diferencias tempora- hay una botella asa estribo que tiene decoración
les y tecnológicas, pero con futuras investi- de Rocker stamping «típico de la fase Campa-
gaciones aclararemos el tema (véase Fig. 7). nayuq II» (Yuichi Matsumoto, comunicación
personal 2020) (ver Fig. 13). Igualmente, es-
En la Fase Apu B igualmente hay un cambio tos cambios estructurales modificaron estilos
en la tecnología constructiva, debido a que en alfareros, como a la cerámica paracas post-coc-
los muros pasan a utilizar bloques mucho ma- ción donde ya aparecen líneas incisas que di-
yores con formas más alargadas y rectangula- viden los colores (ver Fig. 11. A, B y C). Tam-
res colocadas en fila horizontalmente, y en su bién aparece vajilla con decoración de circulo
mayoría son trabajadas (canteadas) con una punto, tipo Janabarriu (ver Fig. 11. G-J), y jun-
técnica constructiva distinta; acertadamente to a este y en igual porcentaje e importancia
ha sido denominada arquitectura megalítica están unas vasijas con incisiones a la altura
por Shibata (2010). En esta fase tanto la plata- del cuello que por su frecuencia la estamos
forma central y el brazo izquierdo sufren pe- denominando Tukri Inciso (ver Fig. 11. E-F).
queñas remodelaciones; en el caso de la plata- Todo esto sugiere que en el sistema de inte-
forma central encima del muro de la Fase Apu racción no hay un cambio radical del todo, al
A se colocan estos líticos en disposiciones ho- contrario, se mantiene la interacción con la
rizontales, y estos no sobrepasan las dos hile- costa sur, la costa norte y se incorporan otros
ras; mientras tanto para el frontis que da a la elementos como el uso de la cerámica circu-
plaza hundida estos bloques son usados como lo de estilo Punto-Janabarriu y el estilo Tukri
enchapes de un muro interior, y visto desde la Inciso del cual no conocemos su procedencia.
plaza le da un realce. Con referente a los bra-
zos, el izquierdo sufre modificaciones, mien- De todas estas las evidencias más discutidas
tras que el derecho mantiene su tamaño. En el en la literatura del Formativo en Ayacucho es
caso de la plataforma izquierda colocaron en- la presencia de la cerámica de los estilos Ja-
cima otra plataforma de menor dimensión, es nabarriu y Cupisnique. Nesbitt y Matsumoto
decir, escalonada en relación a la primera; este (2014) consideran que la presencia de Chavín
hecho modificó en parte el acceso desde la pla- y Paracas en Campanayuq Rumi es muy clara
za hundida, es decir cerró con un muro el pase y en este sitio es difícil interpretar a Cupisni-
a la parte central de la plataforma izquierda lo que y/o elementos de la costa norte como un
que generó el adicionamiento y/o habilitación conjunto establecido, generando el problema
de una escalinata en el ángulo de la unión de de evaluar la importancia y el rol socioeconó-
la plataforma central con el izquierdo. Tam- mico de Cupisnique en la costa sur. Por care-
bién en esta fase se da la incorporación de otra cer de información argumentan que un esce-
tercera plaza (N° 3) de menor tamaño, que nario más probable es que la cerámica de estilo
guarda relación con la aparición de un segun- Cupisnique provenga de Chavín de Huántar,
do eje axial paralelo al primero (véase Fig. 3). distribuidas sus piezas como artículos presti-
giosos de circulación restringida, traídos por
4.2.2. Cerámica peregrinos religiosos como obsequios, debido
a la similitud arquitectónica. Chavín de Huán-
En esta fase las vajillas de las fases anteriores tar desde el Periodo Inicial Tardío preparó las
no desaparecen del todo; por ejemplo, siguen condiciones para el fenómeno Chavín (Nes-
las vajillas con decoración negativa de estilo bitt y Matsumoto 2014; Matsumoto 2019: 56).

49
D

Figura 12. Vasijas asa estribo de estilo Cupisnique (A-C) de la fase Tukri y fase Apu (D).

«…los datos de Campanayuq Rumi nos previene racción de Chavín de Huántar; si en la primera
de la tendencia que enfoca la influencia de la costa fase no hay cerámica chavín en Campanayuq
norte subestimando la importancia de Chavín de Rumi ni en T-A, como se resuelve este tema,
Huántar» (Matsumoto 2019: 57). Sin embar- por la reducida cantidad de obsidiana proce-
go, la presencia de cerámica de estilo Cus- dente de Quispisisa hallada en la fase Uraba-
pisnique en Ayacucho con los datos actuales rriu y por la arquitectura de forma en U en
ya no parecen ser evidencias aisladas; si bien piedra. Nosotros pensamos que se deben to-
en reducida cantidad, pero con una amplia mar más elementos relacionados con el tema
distribución, su figura es mencionada desde simbólico e ideológico; la presencia de cerá-
Lumbreras (1959, 1960), y reportado en con- mica cupisnique durante los finales del For-
textos funerarios como Qarqampa (Ochatoma mativo Medio, y que aparezca en contextos de
1985a), Atalla (Young 2017: 27, Figura 15) y prestigio indica claramente su importancia, su
T-A en las dos fases. El detalle sería determi- requerimiento y su superioridad frente a otros
nar si todo viene a través de la esfera de inte- estilos cerámicos que no fueron utilizados.

50
Figura 13. Vasija asa estribo de estilo Cupisnique de la fase Apu con decoración Rocker stamping.

51
4.3. Fase Urqu (400 a.C - 200 a.C) fueron «escondidas», remodeladas o transfor-
madas a simples terrazas. Asimismo, duran-
4.3.1. Arquitectura te esta fase la galería fue totalmente sellada.

Esta fase responde al último momento de 4.3.2. Cerámica


funcionamiento y abandono del templo, y
la dividimos en dos fases, A y B. Durante la En esta fase la mayoría de los estilos cerámicos
Fase Urqu A se elaboraron pequeñas adicio- desaparecen, sin embargo aparece otro grupo
nes a manera de soportes en la arquitectura. decorado con acabado tosco y pasta de abun-
En este periodo posiblemente ocurrieron una dante mica y en otros feldespato; en su decora-
serie de cambios climaticos que afectaron la ción es bastante sencilla, resaltan las puntua-
arquitectura del templo, por ejemplo algunas ciones, los estampados circulares y ovoidales
terrazas de la plataforma central tienen muros en el cuerpo y cuello de las vajillas (ver Fig.
paralelos colocados a manera de sostenimien- 14), siendo muy similares a los registrados por
to o soporte, como un intento de reforzar las Mendoza (2018a) en Pallaucha, aunque no he-
estructuras. Asimismo, en el muro de la plaza mos reportado la cerámica Paracas-Ocucaje 6
hundida hicieron algunas refacciones; es y 7. También en la última fase de este periodo
como si hubiesen colapsado a finales del se observan vajillas con un engobe y pasta de
Formativo Tardío, muy parecidas a las ocu- color rojo fino, a la que estamos denominan-
rridas en Chavín de Huantar (véase Rick et do como Tukri Rojo (ver Fig. 15); este tipo de
al. 2015: 175; Mesia 2017: 145). Igualmente pasta en las fases anteriores está casi ausente.
rompen la escalinata para colocar un canal 4.4. Fase IV- la ocupación Post-Formativa
de drenaje (fue «rota») que también pudo
ser como un sistema hidráulico para produ- Más tarde encima del templo encontramos
cir sonidos desde el interior, idea muy pare- cerámica de estilos Caja y asimismo Huar-
cida a los drenajes que conectan escalinatas pa, y asimismo se estableció un asentamien-
y plazas hundidas de Chavín de Huántar. to de época wari. Hemos encontrado recin-
tos de planta rectangular y circular junto a
En la Fase Urqu B se suscita el proceso de otras de variante circular a manera de D y
abandono consciente y planificado del templo. ovoidales. Durante este periodo ocurrió la
Gran parte de las edificaciones y pisos como mayor destrucción del sitio, y hay eviden-
primera capa fueron intencionalmente cubier- cias de desmantelamiento de muros. Tam-
tos con tierra de color amarrillo que contenía bién encima se observa fragmentería cerá-
restos de pequeñas lascas de andesita que pu- mica correspondiente al Periodo Intermedio
dieron ser los fragmentos de las herramientas Tardío y estilo Inka (Mendoza 2018a, 2019a).
con los cuales extrageron el material. Tuvie-
ron bastante cuidado en el proceso de enterra-
miento, trataron de cuidar al máximo las edi-
ficaciones y los pisos; luego encima se colocó
otro sedimento con tonalidades que van de
marrón a negro, muchas secciones principal-
mente de las escalinatas fueron selladas con
un muro seco constituido de piedras y barro
para que retengan la tierra; este proceso de en-
terramiento estuvo acompañado al parecer de
eventos festivos porque encima de la escali-
nata hemos encontrado vajillas semi-integras
intencionalmente rotas. Al final del proceso
de sello las plataformas no tenían entradas,
parecian simplemente plataformas escalo-
nadas, es decir las fachadas y las escalinatas

52
Figura 14. Cerámica con acabado tosco y decoración sencilla de la fase Urqu.

53
Figura 15. Cerámica con acabado regular estilo Tukri Rojo de la fase Urqu; en general son vajillas abiertas.

54
Discusión
5
de las evidencias

E
n la Fase Apu el sitio T-A, a pesar de descubierto otra plaza, se erigió un complejo
las particularidades de los montículos, más pequeño que comprende una plaza al pa-
como mencionamos guarda mucha se- recer también cuadrangular con plataformas
mejanza al Templo Nuevo Chavín de Huán- dispuestas también en planta cruciforme que
tar, Pacopampa (Seki et al. 2010) y Kuntur se abre hacia el oeste; todo esto marca la evo-
Wasi en cuanto a la disposición de platafor- lución compleja de un segundo eje axial, en la
mas alrededor de plazas cuadradas hundidas. misma dirección al de la plaza mayor: «…la
Las excavaciones en el área hundida de T-A mayoría de los centros ceremoniales si aumentan
revelaron una plaza cuadrangular de 20 por de tamaño a través del tiempo, pero conservan la
20 m, la misma que conecta con escalinatas a simetría alrededor de puntos y ejes centrales. El de
las plataformas, es decir a los cuatro lados. Ga- Chavín fue traslada al sur por lo menos una vez»
vazzi (2010) para Chavín de Huántar lo deno- (Rick et al. 1998: 211). Por su tamaño esta ter-
mina cuadrangular cuatripartito con ingresos cera plaza expresaría un espacio mucho más
orientados cardinalmente. También en T-A restringido e íntimo, con todo ello también se
hay la presencia de otra plaza (N° 1) contigua repetiría esta dicotomía de la idea de un tem-
dispuesta en eje axial. Al exterior del templo plo antiguo y uno nuevo; nosotros creemos
«complejo de plataformas» delante de la plaza que esta última plaza cuadrangular responde
cuadrangular hundida (N° 2) hay un espacio a una remodelación tardía o durante la fase
abierto y extenso intencionalmente nivelado; Apu B, en relación a la plaza hundida mayor.
cabe resaltar que en este caso no está delimi-
tado por muro alguno sino por el riachuelo A pesar de las similitudes arquitectónicas con
Liwliqucha, todo esto nos da la idea que esta- el Templo Viejo y Templo Nuevo de Chavín
mos ante un espacio público y abierto mucho de Huántar nuestros datos indican algunas
más grande en relación a la plaza interna (a diferencias básicas en el proceso de construc-
manera de plaza mayor y menor de Chavín de ción y concebir el complejo. Según Rick et al.
Huántar), el mismo que habría servido para el (1998) Chavín de Huántar muestra un notable
manejo y congregación de grupos numerosos énfasis en una simetría bilateral que consiste
de personas, como una especie de antesala an- de elementos divididos en dos partes iguales
tes de su ingreso a la plaza hundida central. por el eje meridional o por los elementos pa-
Por otro lado también en el ala izquierda se ha rejos a cada lado del eje. Lo interesante de este

55
tipo de planificación es que permite un análi- durante su construcción y/o remodelación,
sis de la precisión de la simetría y las ubicacio- no concibieron la presencia del drenaje o no
nes a lo largo del eje central, a través de tiem- hubo diseño del canal antes de la edificación,
po las construcciones muestran una tendencia esto recién ocurre durante el Formativo Final,
hacia a la distribución de elementos equidis- y tal vez el arquitecto no conocía directamente
tantes de una línea central. El Templo Nuevo el diseño del templo de Chavín de Huántar o
tiene toda una serie de elementos y la mayoría quiso diferenciarlo desde el inicio puesto que
muestra una marcada precisión bilateral y el en la construcción no se ha seguido un plan
énfasis en la simetría es característico. En ca- detallado que incluya la presencia de este
sos que rompen la simetría hay sospecha que canal de drenaje. Este tipo de roturas para
sean resultado de dejar en pie estructuras an- Chavín de Huántar son casos algo atípicos:
teriores que no se acomodaron perfectamen-
te al nuevo plan de construcciones (Rick et «Todos estos edificios tiene etapas tempranas de
al. 1998: 194, 198). En el caso de T-A, para la construcción debajo de las cuales pasa el canal, lo
fase Apu, la arquitectura generalmente tiende que quiere decir que su trayectoría general ya es-
a ser asimétrica y desigual, y si bien existen taba trazada mucho antes de que el sitio alcanzara
los ejes centrales los componentes a cada lado su configuración actual, no obstante lo cual la pla-
del eje no son simétricos; esto no solo ocurre nificación del sistema de canales parece reflejar el
con las plataformas sino también con el tama- conocimiento del eventual plan final del sitio. Esto
ño y numero de peldaños de las escalinatas, argumentó que se planificó con anticipación al me-
y en el desarrollo asimétrico de los brazos es nos medio milenio de crecimiento, lo que resulta
muy semejante a los templos en U de la costa muy dificil de imaginar» (Rick et al. 2015: 166).
central y al Edificio A de Chavín de Huántar
(sobre este último véase Rick et al. 2015: 167). También hay otros posibles casos como la
obstrucción de un canal primario y que re-
Por otro lado, también aparte de la evidencia sultó mas facil romper la escalinata para evi-
arquitectónica indicada, la rotura intencional tar la distancia y el relleno de la plataforma,
de las escalinatas en la plataforma de cierre e igualmente podría responder a la preocu-
es un detalle muy interesante semejante a las pación de los moradores al momento de su
escalinatas con drenajes interiores de Chavín abandono para evitar la acumulación de agua.
de Huántar (véase Rick et al. 2015: 167, 172,
Figs. 101 y 110), siendo este no solo semejan- Al parecer durante la fase Tukri la parte mo-
te en su disposición sino también en su asi- numental del centro ceremonial está formada
metría; el canal de drenaje no está ubicado en por tres plataformas dispuestas en forma de U
el centro de la escalinata, uno de los lados es o L, con la parte abierta al lado oeste, configu-
más ancho, el mismo que forma una dicoto- ración muy parecida a los templos de la costa
mía como una especie de dualidad asimétrica central pero en escala mucho más reducida,
que se observa en las escalinatas, recordando siendo también más cercanos a los altares de
esta división en algo a la fase Blanco y Negro la costa sur. Por otro lado la presencia de pór-
de Chavín de Huantár y Cerro Blanco; en T-A ticos en la fases Tukri A, B y C tienen paralelos
esta dicotomia también es proporcional a los más cercanos con los sitios del Arcaico Final
brazos, el brazo del lado derecho es mas pe- de la costa norcentral y con el altiplano que
queño en relación al izquierdo e igualmente con Chavín de Huántar, y similares pórticos
ocurre en las alas de la plataforma central. también son reportados para la fase Campa-
Con todo ello no podemos negar su similitud nayuq I (Matsumoto y Cavero 2010); igual-
también en detalles, sin embargo la posterior mente la renovación horizontal cubriendo las
incorporación del drenaje, rompiendo y alte- plataformas tempranas son tradiciones cons-
rando la escalinata de la fase Apu A, es una tructivas muy difundidas en esta última área,
evidencia que no podemos dejar inadvertida; y cabe mencionar que creemos que la costa
si bien en esta fase ocurrieron remodelaciones norcentral es muy importante para Ayacucho
y ampliaciones monumentales, sin embargo, puesto que también encontramos una gale-

56
ría muy similar a Cerro Blanco y Chankillo. plataforma central, visto desde el este y oes-
Para el caso de Campanayuq Rumi, durante te es muy parecido al montículo principal de
esta fase de finales del Formativo Medio, se la Florida y Garagay: una maqueta con pre-
plantea que el estilo arquitectónico mantuvo sencia de un montículo y alas fue encontrada
estrechos vínculos desde su fundación hasta en Campanayuq Rumi (ver Matsumoto et al.
su abandono con Chavín de Huántar, señala 2016). En resumen advertimos que la arqui-
una emulación visible de la arquitectura de tectura y la tecnología constructiva de las dos
Chavín de Huántar, plataformas y plaza en fases (Tukri A, B y C y Apu A y B) cambian a
forma de U con el uso de «ashler»; también lo largo del tiempo, no se mantienen estables
es reforzada esta idea por la escasa presen- y las diferencias son sustanciales como para
cia de obsidiana Quispisisa hallada en la fase poder considerar una sola tradición como «in-
Urrabariu, asimismo debido a que en la cos- fluencia» de un solo sitio en particular; por
ta sur los centros ceremoniales son muy di- ejemplo en la primera fase (finales del Forma-
ferentes a Campanayuq Rumi (Matsumoto y tivo Medio) es muy común el uso de piedras
Cavero 2010; Matsumoto et al. 2013; Nesbitt pequeñas, en las fases tardías (Formativo Tar-
y Matsumoto 2014). Como indicamos la tec- dío) los bloques de piedra son mucho mayo-
nología constructiva de esta primera fase en res, y en su mayoría son bloques trabajados.
Tukri-Apu Urqu está constituida con piedras
pequeñas, muy distintas a la primera fase de Nosotros hemos notado un paralelo interesan-
Campanayuq Rumi, como si respondiera a te con los cambios ocurridos en la sierra nor-
otra tradición, y más bien son parecidas a las te. Durante el Formativo Medio (Seki 2014) la
primeras fases de Chupas y Wichqana del va- mayoría de los enterramientos o renovaciones
lle de Ayacucho, y a la costa norcentral por los de T-A se suscitaron, y si bien en el Forma-
pórticos; asimismo la presencia de cerámica tivo Tardío hay cambios significativos arqui-
negativa y de restos de quincha, caña, y fri- tectónicamente y en monumentalidad, estos
sos con diseños de rombos indicaría la exis- no han sido más recurrentes y/o frecuentes
tencia de tradiciones constructivas costeñas. como en la fase anterior (Kaulicke 2016: 160).
Otro comportamiento que no tiene paralelos
Para la fase Campanayuq II Matsumoto su- con Chavín de Huántar y Campanayuq Rumi
giere que los cambios en el estilo cerámico es el proceso de enterramiento de la arquitec-
ocurrieron simultáneamente, y podemos su- tura como si tuviera vida (Kaulicke 2014; Seki
poner que en Campanayuq Rumi los dos fe- 2014); en Tukri-Apu Urqu toda la arquitectura
nómenos, Chavín y Paracas, son de carácter «importante» fue cubierta con una capa ama-
foráneo e intrusivo. En este sentido, existen rilla, asimismo los accesos fueron sellados con
dos posibles interpretaciones. Uno es tratarlos un muro seco de piedra y barro, y hay una
únicamente como el resultado de la influencia clausura intencional de la arquitectura. En Pa-
paracas hacia la sierra. El otro es considerar a llaucha Mendoza (2018a), para los finales del
Campanayuq Rumi como un nodo de interac- Formativo Tardío, reporta una capa amarilla
ción entre Chavín de Huántar y las socieda- encima de los pisos a manera de sello. Ideas
des de Paracas Temprano (Matsumoto 2019: parecidas también son mencionados para la
46, 52). Para esta segunda fase como tratamos arquitectura ceremonial de sitio Cerro del
la arquitectura de Tukri-Apu Urqu adopta Gentil de la época Paracas (Tantaleán y Stani-
una forma muy similar a Chavín de Huántar, sh 2017: 84-94). Entonces trata de una ideolo-
sin embargo, hay ciertos componentes como gía relacionada con este tipo de episodios de
la asimetría y la incorporación posterior del abandono o remodelación que compartía con
canal de drenaje que nos llevan a considerar los costeños. Igualmente son reportados para
otras discusiones, es como romper la simetría la sierra norte en Huacaloma (véase Onuki
para establecer la asimetría, por ejemplo, en 2020: 16, 17; Seki 2020: 329), todo ello aboga
vez de la plaza circular construyen otra de for- por una diversidad cultural en vez de propo-
ma cuadrada. Asimismo, en la configuración ner direcciones de un solo sitio en particula.
final de T-A se observan alas laterales en la Por ahora hemos explorado solo una parte.

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