Ciclo Celular
Ciclo Celular
Secuencia de acontecimientos que tienen lugar durante el crecimiento y la división de las células.
Es una serie de etapas de crecimiento y de desarrollo que experimenta una célula entre su
“nacimiento” (formación por división de una célula madre) y su reproducción (división para
Es de gran importancia para la célula ya que tiene como función la formación completa de una
nueva célula, evitando en lo posible la creación de células con múltiples errores, lo cual le permite
al organismo permanecer en un constante equilibrio, previniendo así aquellos desórdenes que
puedan perjudicar su salud; de esta manera, todas las células están controladas por proteínas que
no permiten que se presenten situaciones desastrosas para un ser vivo.
Fase M e Interfase
FASE M: La fase M es la fase del ciclo celular donde una célula se divide en dos células hijas. En ella
se reparten los componentes celulares. La mitosis va encaminada a repartir los cromosomas entre
las dos células hijas mediante compactación, formación y segregación de los cromosomas y
descondensación de éstos. La citocinesis es el proceso de división del citoplasma en dos partes por
estrangulamiento, lo que provoca la fisión y fusión de la membrana plasmática, dando como
resultado dos células independientes.
La mitosis supone la formación del huso mitótico, una estructura de microtúbulos y cromosomas.
En las células animales, en los polos de este huso se sitúan los centrosomas. Existen dos formas de
mitosis: abierta y cerrada, respectivamente. En la mitosis abierta la formación del huso mitótico
implica la desorganización de la envuelta nuclear, mientras que en la mitosis cerrada el huso
mitótico se forma en el interior del núcleo, y la envuelta nuclear no se rompe pero sí se estrangula
para formar los dos núcleos nuevos.
• Fase de síntesis (S): En esta etapa la célula duplica su material genético para pasarle una
copia completa del genoma a cada una de sus células hijas.
• Fase G1 y G2 (intervalo): Entre la fase S y M de cada ciclo hay dos fases denominadas
intervalo en las cuales la célula esta muy activa metabolicamente, lo cual le permite
incrementar su tamaño (aumentando el número de proteínas y organelos), de lo contrario
las células se harían más pequeñas con cada división.
Fases del ciclo celular
La longitud del ciclo celular (el tiempo en que tarda una determinada célula en completar el ciclo)
varía entre las células de diferentes especies y de diferentes tejidos. La mayor parte de la variación
en la longitud se produce en la fase G1.
Las células de los embriones en crecimiento, por ejemplo, pueden completar su ciclo celular en
menos de 20 minutos. Los ciclos de división celular más cortos del reino animal se producen en
células embrionarias de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) y duran 8 minutos. En ellos
casi no existe crecimiento celular, sino que se da mayoritariamente replicación del ADN y división.
Sin embargo, debido a que las células maduras requieren tiempo para crecer, la mayor parte de
sus ciclos celulares son mucho más largos que los de los de tejidos embrionarios. Típicamente, una
célula de mamífero en división completa su ciclo celular en aproximadamente 24 hs., aunque
algunas células poseen ciclos celulares que duran más de un año. Si hablamos de vegetales, las
células en la punta de una raíz de una planta de frijol se dividen cada 19 hs.
En cierto momento del ciclo celular, la célula “decide” si va a dividirse o no. Cuando las células
normales cesan su crecimiento por diversos factores, se detienen en un punto tardío de la fase G1.
En algunos casos, las células pasan de la fase G1 a un estado especial de reposo, llamado G0, en el
cual pueden permanecer durante días, semanas o años.
En nuestro organismo, las células de la piel, por ejemplo, se dividen hasta una vez al día. Las
células del recubrimiento estomacal se dividen todos los días. La mayoría de nuestras células
nerviosas y musculares no vuelven a dividirse una vez han madurado (se encuentran en G0) y si
una de estas células muere, no se repone. Las células del hígado se dividen sólo una o dos veces al
año o ante estímulos como una injuria en el tejido. Sin embargo, el hecho de que estén en G0, sin
dividirse, no implica inactividad; ya que los hepatocitos (células del hígado), por ejemplo, se
encuentran entre las células más activas de todo el organismo desde un punto de vista
metabólico.
Células lábiles
Son un tipo de células que tienen la capacidad de entrar y salir del ciclo celular de manera rápida y
activa. Estas células se dividen continuamente para reemplazar las células perdidas o dañadas en
los tejidos y órganos del cuerpo. Se encuentran en tejidos con una alta tasa de renovación celular,
como el epitelio de la piel, el epitelio del revestimiento del tracto gastrointestinal, el epitelio
respiratorio y la médula ósea. Estos tejidos están expuestos a desgaste constante y necesitan una
renovación regular para mantener su integridad y función.
Cuando las células labiles reciben señales adecuadas, como la presencia de factores de
crecimiento, pueden entrar en la fase G1 del ciclo celular y comenzar a dividirse activamente. Las
células hijas resultantes de la división se diferencian y maduran para desempeñar funciones
específicas en el tejido.
La capacidad de las células labiles para dividirse rápidamente y reemplazar las células perdidas es
esencial para la homeostasis y el mantenimiento de los tejidos corporales. Sin embargo, también
las hace más susceptibles a ciertos tratamientos, como la radioterapia o la quimioterapia, que
afectan a las células en división activa.
Células permanentes
También conocidas como células no proliferativas, son un tipo de células que han salido del ciclo
celular y han entrado en un estado de no división o detención permanente. A diferencia de las
células labiles y estables, las células permanentes no tienen la capacidad de reingresar al ciclo
celular y dividirse nuevamente. Estas células suelen tener funciones especializadas y cumplir roles
específicos en los tejidos y órganos del cuerpo a lo largo de la vida. Ejemplos de células
permanentes incluyen las neuronas del sistema nervioso, las células musculares cardíacas y las
células del cristalino del ojo.
Se caracteriza en:
– Hay células que pueden mantenerse en esta fase días e incluso años.
• Cuando las células se detienen en esta fase, se denomina punto R o punto de restricción.
Esta fase es la más variable y puede desaparecer en las células de crecimiento muy rápido como
en las embrionarias o bien tener un periodo muy largo.
• Para que se inicie dicha síntesis, es necesaria la duplicación del centríolo o del cuerpo polar del
huso.
• Finaliza cuando el contenido del ADN se ha duplicado y los futuros cromosomas se han
replicado. Cada cromosoma estará constituido ahora por dos cromátidas hermanas idénticas
durante la mitosis.
Se caracteriza por:
• Preparar a las células para la mitosis, debido a la existencia de factores que no aparecen en las
otras fases intermedias.
La división celular es un proceso esencial para la vida de los seres vivos, ya que permite que las
células se reproduzcan y mantengan sus funciones vitales. Las células se dividen por diversas
razones, como reemplazar células envejecidas o dañadas, facilitar el crecimiento de los
organismos y sanar heridas. En el cuerpo humano, se estima que hay aproximadamente 37
trillones de células en la edad adulta.
La regulación de la división celular es crucial y se lleva a cabo a través de señales químicas emitidas
por proteínas llamadas ciclinas. Estas señales indican cuándo comenzar y detener el proceso de
división celular. La mitosis es un tipo de división celular que involucra a las células somáticas, es
decir, aquellas que no son células reproductoras. Durante la mitosis, cada célula hija resultante
contiene el mismo número de cromosomas y ADN que la célula madre, lo que garantiza la
preservación de la identidad genética.
La mitosis se desarrolla en varias fases, que incluyen la profase, prometafase, metafase, anafase,
telofase. Antes de la división celular, las células pasan por la interfase, en la que se preparan
acumulando nutrientes, energía y realizando copias de su ADN. Durante la mitosis, algunos
organelos, como las mitocondrias y el aparato de Golgi, se dividen o reorganizan para asegurar
que cada célula hija tenga todo lo necesario para funcionar correctamente.
Centrosoma
La duplicación de los centrosomas es un proceso esencial en el ciclo celular. Esto ocurre durante la
fase S, que se sincroniza con la duplicación del ADN para garantizar que cada célula hija tenga un
centrosoma funcional. Los centrosomas son cruciales para la correcta segregación de los
cromosomas durante la mitosis, ya que participan en la formación del huso mitótico.
La sincronización con el ADN se logra mediante enzimas quinasas dependientes de ciclina, que se
activan durante la transición de la fase G1 a la fase S del ciclo celular. Esta coordinación asegura
que la duplicación de los centrosomas y del ADN ocurra en el momento adecuado. La duplicación
de los centrosomas depende de la duplicación de los centriolos, que comienza al principio de la
fase S. Los centriolos madre y hijo se replican, generando procentriolos que se elongan al final de
la fase S.
Durante la fase M del ciclo celular, los centrosomas tienen un papel fundamental en la formación
del huso mitótico. Desde los centrosomas se originan microtúbulos que se extienden hacia los
cromosomas, asegurando una distribución equitativa de las cromátidas en las células hijas.
En la citocinesis, los centrosomas determinan la orientación del surco de división, asegurando una
adecuada separación de la célula madre en dos células hijas. Esta orientación es particularmente
crítica en las divisiones asimétricas, como las que ocurren en el desarrollo embrionario y la
diferenciación celular.
Áster
Los ásteres son estructuras celulares fundamentales que desempeñan un papel esencial durante la
división celular. Estos conjuntos de microtúbulos radiantes se originan en los centrosomas o
centriolos y se extienden hacia el citoplasma, cumpliendo diversas funciones cruciales tanto en la
mitosis como en la meiosis.
En el contexto de la mitosis, los ásteres tienen dos funciones principales. En primer lugar,
contribuyen a organizar y separar los cromosomas al interactuar con ellos a través de los
microtúbulos. Esta acción es fundamental para asegurar una distribución correcta del material
genético en las células hijas. En segundo lugar, participan en la determinación de la posición y
orientación del huso mitótico, lo que es esencial para garantizar una división celular adecuada.
En la meiosis, los ásteres también desempeñan un papel crucial. Aquí, su función se centra en la
organización y separación de los cromosomas durante la división celular reduccional, que da como
resultado la formación de células sexuales o gametos. Esta etapa es fundamental para la
variabilidad genética en la descendencia.
El ciclo del centrosoma es un proceso que ocurre durante el ciclo celular y está asociado con la
duplicación y la segregación de los centrosomas. Los centrosomas son estructuras citoplasmáticas
que desempeñan un papel crucial en la organización del citoesqueleto y la formación del huso
mitótico durante la división celular.
Fase de duplicación: Durante la fase de duplicación, que ocurre en la fase S del ciclo celular, cada
centrosoma se duplica para formar dos centrosomas hijos. Este proceso implica la replicación del
centriolo, una estructura cilíndrica compuesta por microtúbulos, que es el componente principal
del centrosoma. A medida que los centriolos se duplican, se forman nuevas estructuras
perpendiculares a los centriolos originales, conocidas como procentriolos.
Fase de segregación: En la fase de segregación, que ocurre en la fase M del ciclo celular, los dos
centrosomas hijos se separan y migran hacia polos opuestos de la célula. Esto es crucial para la
formación del huso mitótico, que es una estructura responsable de la distribución equitativa de los
cromosomas durante la división celular. Una vez que los centrosomas se han segregado
completamente, se forman los polos del huso mitótico y comienza la mitosis propiamente dicha.
MEIOSIS
El origen de las células sexuales se encuentra en la meiosis, un proceso de división celular
especializado que da lugar a células como los óvulos femeninos y los espermatozoides masculinos.
Estas células sexuales se generan a partir de células madre específicas durante el proceso de
meiosis.
La meiosis se lleva a cabo en dos etapas principales, conocidas como Meiosis I y Meiosis II. A
través de estas etapas, se reduce a la mitad el número de cromosomas y se crea diversidad
genética mediante la recombinación genética o el entrecruzamiento.
Durante la meiosis, una parte de cada cromosoma se rompe y se une a otro cromosoma en un
proceso llamado "entrecruzamiento" o "recombinación genética". Este proceso genera diversidad
genética tanto entre las células sexuales como, finalmente, entre los individuos que se forman a
partir de la unión de esas células sexuales.
El resultado final de la meiosis son cuatro células hijas llamadas células haploides, que poseen solo
un conjunto de cromosomas, lo que significa que tienen la mitad del número de cromosomas de la
célula madre.
La meiosis desempeña un papel fundamental en la reproducción sexual y es la razón por la cual los
hermanos completos que provienen de células sexuales de los mismos padres pueden presentar
diferencias genéticas significativas entre sí. Esta variabilidad genética es esencial para la evolución
y la adaptación de las especies.
FASE G0 O DE QUIESCENCIA
La quiescencia es un estado celular crucial en el que las células cesan su división y se vuelven
inactivas, aunque de manera reversible. Este proceso desempeña un papel esencial en diversas
células, como las células madre, los fibroblastos, los linfocitos, y más. Su regulación se lleva a cabo
mediante controles celulares, como el punto de restricción en la fase G1 y la presencia de la
proteína Rb.
Para que las células quiescentes retomen su división, deben atravesar una serie de pasos, como
entrar en el ciclo celular, crecer y metabolizar nutrientes. Este mecanismo es especialmente
relevante en el sistema inmunológico adaptativo, ya que las células T, por ejemplo, se activan en
respuesta a antígenos y necesitan salir de la quiescencia para desempeñar su función.
Además, las células madre hematopoyéticas también pueden entrar en estado de quiescencia, lo
que les permite preservar su capacidad de renovación y responder a estímulos específicos, como
la pérdida de sangre. Es importante remarcar que la quiescencia no es un estado uniforme, sino
que puede variar en su profundidad, desde células profundamente inactivas hasta aquellas que
están preparadas para dividirse más rápidamente.
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phases-of-mitosis
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ciclo centrosoma
https://www.asturnatura.com/temarios/biologia/citosol-citoesqueleto/centrosoma
https://mmegias.webs.uvigo.es/5-celulas/ampliaciones/8-centrosoma-ciclo.php