Valor Probatorio de La Pericia Psicologica

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El valor probatorio de la pericia psicológica en juicio

Resumen
En el ensayo se hace una introspección a un tema relevante para los procesos
judiciales, como lo es la valoración probatoria, en especial de aquella prueba que viene
introducida al debate del juicio por un órgano de prueba: el perito, quien es por
antonomasia el experto auxilio del juez y como el sistema de valoración le otorga un
valor deferente o no y de que depende esto, asimismo la discusión se centra en una
pericia especifica la pericia psicológica, que como podrá verse en el desarrollo del
trabajo, tiene una amplia gama de aplicaciones en el derecho, además se discute sobre
los criterios para admitir la pericia, y las posibilidades del error judicial, causado
posiblemente por el sesgo cognitivo que se le da a la pericia, por parte de jueces,
experto y abogados.

Abstract
In the essay an introspection is made to a relevant topic for judicial processes such as
the evidentiary assessment, especially that evidence that is introduced to the debate of
the trial by a body of evidence: the expert, who is par excellence the expert. help of the
judge and how the evaluation system grants a deferential value or not and what this
depends on, likewise the discussion focuses on a specific expertise, the psychological
expertise, which, as can be seen in the development of the work, has a wide range of
applications in law, in addition to discussing the criteria to admit the expertise, and the
possibilities of judicial error, possibly caused by the cognitive bias that is given to the
expertise, by judges, experts and lawyers.

Palabras claves: Pericia, Psicología, Perito, Dictamen Pericial, Valoración.

Introducción
En este trabajo se plantea la forma como debe valorarse la prueba denominada pericia
psicológica en los procesos judiciales, sin embargo, dicho tema, nos lleva a considerar
que la psicología es un campo amplio y que como toda ciencia o disciplina que es, tiene
ramificaciones extensas ello como especialidades de desarrollo, dentro de dicho
contexto debe revisarse si es viable de ser admitidita en los procesos, y que valor le da
el juez, o cual debería darle, pero como toda ciencia es falible, porque en este ensayo
se propone determinar si debe ser un valor deferente, un valor integracional con otros
medios de prueba o ningún valor, para ello debemos primero plantear que es la verdad
en el proceso, como se llega a ella, que tan amplio puede ser el campo de la
psicología, cuales son los estándares de admisión y si existe relación de esto y el fallo
judicial y sobre quien cae la responsabilidad de fallar en el proceso, contestando con
todo ella la pregunta cual es valor de la pericia psicológica.

En el área jurídica siempre se habla de verdad procesal, formal, material y la


real, y como el juzgador ha de llegar a una decisión sobre un proceso puesto en su
conocimiento, ya que en ocasiones estos tipos de verdad se presentan como contrarios
entre sí, pero será la verdad procesal la que se obtendrá al final de un juicio, basada en
la verdad material o formal que se pruebe, en ocasiones ese final no corresponde a la
verdad real; ello porque la verdad es el resultado de la consecuencia lógica de lo
probado en el proceso; lo que en teoría es el resultado de la investigación del hecho, la
prueba aportada y practicada y el trabajo intelectivo del juzgador quien utilizando las
nociones científicas para interpretar y reconstruir los acontecimientos que se le
presentan, logra llegar a dicha verdad.

Por lo que para poder lograr una apreciación reflexiva y razonable de los hechos
por parte del juzgador en la actualidad es casi imposible sin la aplicación de algún
conocimiento técnico o científico, conocimientos que por lo general no son parte de sus
saberes, por lo que para poder impartir justicia utiliza parámetros de conocimientos, que
en la actualidad se encuentra interrelacionados con saberes como la medicina,
contabilidad, arquitectura, psicología, etc, dado que una persona difícilmente podrá
conocer todo, por ello la ley le permite al juzgador auxiliarse de expertos en las áreas
que necesita, para hacer una correcta aplicación del derecho sustantivo y lograr llegar a
la verdad que no es más que la pretensión de racionalidad del derecho; esta
adquisición de conocimientos se realiza a través de las pericias (Codigo Procesal
Penal, 2008), no obstante hay que decirlo ello no siempre proporciona justicia-segura,
ya que debido al factor humano, la posibilidad del error es latente en cada proceso
judicial.

En este ámbito de la necesidad de conocimientos, debe observarse que no solo


el juez puede contar con un experto -a quien la ley llama perito-, en la legislación
salvadoreña específicamente en el Código Procesal Penal –CPP- en el Art. 128 se
prescribe que si alguna de las partes considera necesario ser asistida por un consultor,
en una ciencia, arte o técnica, solicitará al juez su autorización (Asamblea Legislativa de
El Salvador, 2008), asimismo las partes pueden proponer peritos (Art. 232 Codigo
procesal penal), o incluso ofertar ldocumentos realizados por estos a los cuales se les
llama dictamenes periciales o peritajes, (Art.308, 375 y 377 Código Procesal Civil y
Mercantil) otorgando con ello una igualdad de armas a las partes y de conocimientos,
sobre este punto debe considerarse que en paises como Perú, el auxiliar de la partes,
es solamente un tecnico de la parte, el único perito es el oficial, caso contrario en el
pais, que su dictamen es valorado igual que el perito asignado por el juzgador.

Partiendo de la necesidad de la pericia en los procesos judiciales, se hace


necesario hacer una instrospeccion, en la determinacion de cual es el campo aplicativo
de la psicología en el el derecho, seguidamente como los autores determinar debe
valorarse la prueba, para ello hemos de actuar de acusadores, ya que se parte de
cuales son los errores en que puede caer la practica de la pericia para detallar
posteriormente cuales son los estandares de admisibilidad que se plantean en otros
paises, y como estos han influenciado en la mayoria de doctrinas y jurisprudencia.

Los tipos de pericias que podrian solicitarse por juzgador, defensor y acusador es
basto, pero en el presente estudio unicamente se tratara sobre la pericia psicológica, la
cual es una ciencia y disciplina que como su nombre lo indica trata de la psicología y
desarrolla a través de sus diversas especialidades, cumpliendo con ellas sus fines de
estudiar y analizar la conducta, comportamiento y de igual manera los procesos
mentales en el ser humano; en tal sentido su interrelación con el derecho es la
conducta del hombre, lo cual también es importante para el derecho por decirlo de
forma sencilla, siendo así que puede señalarse que psicología y derecho son
mecanismos de control social que consideran que el sujeto puede modificar sus
conductas (Tapia Saldaña & Hernandez Medina, 2011), debe verse que las
especialidades superan a la emblemática imagen de Sigmund Freud prestando
servicios de psicoterapia, esta ciencia tiene tantas especialidades como actividades
realiza el ser humano, ello porque cada, una está orientada a distinto ámbitos de
aplicación y diferentes objetivos.

Señalado que ha sido la necesidad de las pericias se ha de hacer una análisis de


ellas en materia de procesos judiciales; Antonio Manzanero, en su trabajo Introducción
a la Psicología Forense, habla que en materia judicial la especialidad que se utiliza de
la Psicología es la Jurídica en sus vertientes: teórica, explicativa y de investigación,
como en la aplicación, evaluación y tratamiento, por ello el mismo autor divide esta
especialización en: 1) Psicología Policial, que se fracciona en a) la investigación
criminal y en b) formación y selección del personal, sus principales tareas se
desarrollan en el área de procedimientos de toma de declaración e identificación de
sospechosos, perfiles de criminales, formación en habilidades en las relaciones con el
ciudadano, la negociación, la selección y planes de carrera para los agentes policiales;
2) Psicología Penitenciaria: que en especial se dedica a las áreas de los menores
infractores, clasificación de los internos, permisos de los internos, rehabilitación y
tratamiento de los internos, así como del clima social en las distintas instituciones y; 3)
Psicología Judicial, dentro de esta última se encuentran las sub-especialidades: a)
Psicología del Jurado que se desarrolla en Composición y selección del jurado, la toma
de decisiones, Comunicación y persuasión y b) Psicología Forense que se subdivide
en Psicología Clínica y experimental (2007).

En el campo aplicativo de la psicología forense que es otra de la subdsiciplina de


la psicología que se refiere a la puesta que se hace de la pericia en el foro, o ante el
juez, donde la forense Clínica como principal trabajo tiene la realización de la
evaluación de daño a las víctimas de delitos, la evaluación de estado mental de los
imputados para determinar la atribución de responsabilidad e imputabilidad, asimismo
asesora al juzgador sobre el tipo de pena o tratamiento a imponer al culpable y la
evaluación de la competencia de las víctimas y testigos para declarar, sus especialistas
pertenecen al área de la personalidad, a la evaluación y el tratamiento de
psicopatologías. La psicología forense experimental tiene que ver con los
procedimientos en lo que intervienen procesos psicológicos básicos, fundamentalmente
memoria, percepción, su actuación se centra en la psicología del testimonio,
colaborando con la toma de declaración para casos especiales, en el asesoramiento a
los tribunales acerca de factores que influyen en la exactitud de las declaraciones de los
testigos, asesora en la composición en la rueda de identificación y evaluando la
credibilidad de las declaraciones de los testigos, por lo que, los expertos en esa área
tiene roles en la evaluación de pruebas testificales, como testigo experto en el
conocimiento científico en psicología del testimonio aplicado a ejes de la mentira y la
exactitud de los testigos. (Manzanero, 2007)

Como puede verse hablar de pericia psicológica es hablar de un campo


aplicativo grande, ya que existe subesepcialiades que atienden diferente casmpo de
aplicación, sin embargo eso es tema de otro estudio, por el momento solo interesa el
tema como se va a valorar la pericia por el juzgador, pero para arribar a dicha respuesta
primero se debe hacer una analisis sobre la valoracion pericial que conlleva la misma,
como podria desvalorizarse y que tan valiosa es para el proceso y si es posible que el
jzugador presindad de ella en la toma de decisiones o establecer porque haria tal
exclusion.

Teniendo en cuenta los postulados normativos de nuestra legislación procesal, el


peritaje se le considera una prueba ilustrativa sobre alguna materia técnica, donde el
perito que es un tercero dentro del proceso, y el cual está calificado y capacitado
técnicamente idóneo, es llamado a dar su opinión y dictamen fundado en un proceso,
acerca de la comprobación de hechos cuyo esclarecimiento requiere conocimientos
especiales; en la legislación se determina el tratamiento y la seriedad de la pericia, su
ordenamiento y práctica, así como la forma que esta será presentada al juzgador, ello
porque el dictamen del experto se volverá un medio de prueba, y el perito un órgano de
prueba, (la persona por medio de la cual se adquiere el objeto de prueba; que será
oralizado en juicio) es decir ambos serian parte del elenco probatorio, la actuación e
información, conclusiones que aporten deben cumplir con los principios aportación y
admisión de la prueba, es decir, que debe ser licita, útil pertinente y conducente, ya que
sus argumentos trascenderán para la solución de la controversia (Mora Mora, 2006),

Dichos principios no son un argumento sin valor, sino que los mismos son una
manifestación del principio de legalidad en el proceso, lo cual le asegura al
administrado que todo procedimiento que se realice durante el proceso, está apegado a
la ley y la justicia, en consonancia con ello, las diferentes leyes prescriben que los
hechos podrán probarse por cualquier medio de prueba y practicarán en el
procedimiento todas las pruebas pertinentes y útiles es decir será admisible y podrá
valorarse solo la prueba que resulte útil y pertinente y sea licita, ello se evidencia en la
Ley de Procedimientos Administrativos –LPA- en su artículo 106, en el CPP en los
artículos 177 y 179; un dato curioso en cuanto a la legalidad es que en materia
administrativa la LAP prescribe que la valoración de la prueba se hará incluso sobre
aquella prueba que, aunque no hayan sido propuestas por los interesados y aun en
contra de la voluntad de éstos la misma será valorada, es decir que se puede obligar al
sujeto a presentar la prueba.

A este respecto la Sala de lo Contencioso Administrativo establece en su


jurisprudencia que la prueba tiene como finalidad la de aportar elementos nuevos al
proceso y constatar las argumentaciones de las partes; siendo la conducencia la
idoneidad legal de la prueba para demostrar un hecho que implica una comparación
entre el medio probatorio y la ley para definir si con el empleo de esa prueba se puede
demostrar el hecho objeto del proceso; la pertinencia es la relación de facto entre los
hechos que se pretende demostrar y el tema decidendi, y la utilidad significa que
verterla en el proceso es para llevar probanzas que presten algún servicio a la
convicción del juez. (Casación, 2004)

Bajo tales argumentos de la finalidad probatoria es evidente que será el


momento de la valoración, la que definirá cuál de las partes ha comprobado su
argumento, por ello el juez se apega a las reglas de valoración, en El Salvador se
regula que la prueba se valorará bajo a) el sistema de valoración de la libre convicción
pero en la vertiente de la sana crítica y no en la libre convicción y b)el sistema de; la
libre convicción permite al juez ser libre de convencerse, según su íntimo parecer, de la
existencia o inexistencia de los hechos de la causa, valorando las pruebas según su
leal saber y entender y con ello fundamente sus decisiones, determinando así, como
llego a la verdad real; prueba tasada esto cuanto se refiere a prueba documental
(Talavera Elguera, 2009); la sana crítica significa libertad para apreciar las pruebas de
acuerdo con la lógica y las reglas de la experiencia, de la historia, de la psicología, de la
sociología, de la imaginación, (la que también tiene sus reglas para el caso del
juzgador) para que en cada caso administre justicia con más acierto, ya que valorará la
prueba de acuerdo a lo dicho y para el caso concreto (Casación, 2004), es decir que el
juez para llegar a su convicción debe observar las leyes lógicas del pensamiento, en
una secuencia razonada y normal de correspondencia entre éstas y los hechos motivo
de análisis.

En el caso de la valoración no solo hay apego a la forma de cómo se valorará


sino además existe lineamientos en cada una de las leyes de cómo estás serán
introducidas en el debate del juicio, para crear la convicción del juzgador, en el caso de
la prueba pericial, existe en materia penal un detalle de la práctica pericial, la cual por
regla general se divide en dos momentos, el primero con la presentación del dictamen
pericial en este caso el CPP en el Art. 236 regula que los elementos del peritaje son la
descripción de la persona, objeto, hecho examinado, tal como han sido observados, las
cuestiones objeto del peritaje y una relación detallada de las operaciones, de su
resultado y la fecha en que se practicaron, las conclusiones que formulen los peritos y
cualquier otro dato útil surgido de la pericia y las investigaciones complementarias que
recomienden la profesión, (Apelacion, 2015) en materia Civil y Mercantil el Art. 376
regula que el dictamen pericial se circunscribirá a los puntos propuestos como objeto de
la pericia y deberá ajustarse a las reglas que sobre la ciencia, arte o técnica
correspondiente existieren y además se deberá informar, sobre las distintas posturas o
interpretaciones posibles en el caso específico.

Estos elementos determinan que llevara el dictamen pericial a presentar, con ello
se busca que el mismos sea idóneo para lo que vara a servir como medio de prueba; el
segundo momento de esta práctica probatoria, es cuando el perito debe presentarse al
juicio, convirtiéndose en el órgano de prueba, y es en esta etapa que el hará una
exposición detalla del dictamen presentado previamente, ello de acuerdo a las reglas
del procedimiento de la audiencia de sentencia (materia penal, familia) o la audiencia
probatoria (materia civil, administrativa), en esta etapa por la inmediación del juzgador
es que se puede reflejar plenamente la necesidad de los auxiliares expertos para el juez
y las partes; como regla general la valoración de la pericia implica que el juez deberá
analizar los principios técnico-científicos utilizados en el proceso de observación, la
naturaleza de lo percibido u observado, la aceptación de la técnica utilizada, los
instrumentos utilizados durante la pericia, la consistencia en el conjunto de sus
conclusiones, entre otros; estos aspectos será posible los conozca a través del
dictamen pericial presentado así como del interrogatorio que se le haga al perito, donde
a este se le aplican las mismas reglas que cualquier testigo, (Codigo Procesal Penal
Arts. 236 y 387); pero con la salvedad que es necesario, la acreditación del mismo y del
dictamen presentado por parte de quien lo haya ofertado al proceso, se le pedirá que
expliquen las operaciones periciales que han realizado, y serán interrogados por las
partes, los peritos deben expresar la razón de sus informaciones y el origen de su
conocimiento; incluso, durante el contrainterrogatorio, pueden ser confrontados por los
resultados obtenidos, si existieran otras opiniones presentadas en el juicio que
contradigan su conclusión,

Bajo lo establecido en el párrafo anterior es evidente que la exposición del perito


debe hacerse en audiencia frente al juez, ello en garantía del principio de inmediación
que regula los procesos orales, donde como ya lo ha señalado la Sala de lo
Constitucional:
se da vinculación personal y constante del juez con los partícipes del proceso

(partes, terceros, testigos, peritos), que le permita ponderar actitudes, gestos y

reacciones de éstos; (…), contacto directo con todo el material probatorio del

mismo (documentos, declaraciones, inspecciones judiciales etc…). Así pues, al

principio de inmediación (…) exige el contacto directo y personal del juez o

tribunal con las partes y con todo el material del proceso, excluyendo cualquier

medio indirecto de conocimiento judicial. (…), la cual ha de ser permanente y


directa, salvo en cuanto a demandar y contestar, dado que el proceso comienza

por ser unilateral (actor-juez, juez-demandado) y la sumatoria de los dos

planteamientos ha de realizarse por una indirecta comunicación. (Amparo,

2011)

En definitiva, solo aquel juez que ha inmediado las aportaciones de hecho y


derecho, en el caso la ejecución de la prueba, puede dar una sentencia sobre los
hechos, pero que sucede, si el órgano de prueba en este caso el perito no se presente
al proceso, entonces es posible hablar de una dificultad en la valoración o es viable una
sentencia valorando solamente el dictamen pericial, esta situación plantea varias
situaciones que según Blanco Suárez son necesarias discernir, (2005) aunque antes
debemos establecer que la legislación salvadoreña habla sobre el derecho de la partes
de estipular la prueba, tanto en el derecho común (Código Procesal Civil y Mercantil,
2008) y en materia penal, lo que implica que las partes podrán acordar, total o
parcialmente, la admisión y producción de la prueba pericial, es decir que el defensor y
el acusador acuerdan que la pruebas se tenga como útil, pertinente y licita y que la
misma acredita lo que en ella se dice, es decir se tiene por probado un hecho o
circunstancia relacionado con el objeto de la vista pública, sin necesidad que se
presente el respectivo medio de prueba para rendir su declaración en la audiencia,
(Codigo Procesal Penal, Art. 178, 418 inc. 3 y 433 inc. 3)de tal forma que el Juez tendrá
por acreditado o probado el hecho, ofreciéndose el medio de convicción y no el medio
de prueba, es decir con el informe o el dictamen sin cuestionar su origen, contenido,
autenticidad, cadena de custodia (Aldana Revelo & Bautista González, 2014),

En este punto debe verse que el trabajo del perito, se ve coartado, existiendo así
el peligro que el peritaje no sea comprendido porque los abogados ni el juez, son
expertos en la materia, y esto provoque que sea sacado de contexto y se establezca
que el medio probatorio determina culpabilidad del imputado o denunciado o todo lo
contrario, se determine que el mismo no aporta elementos que colaboren en la
búsqueda de la verdad procesa ello debido a su complejidad, y si bien esta postulación
es legal, autores como Horvitz consideran que todas las cuestiones jurídico-penalmente
relevantes del informe deben ser objeto del interrogatorio de la parte interesada o sean
aclaradas mediante lectura por el perito, pues carece de todo valor probatorio la parte o
partes del informe que no hayan sido objeto de declaración, ya que en el caso de los
peritos estos son testimonios no de los hechos, sino que declaran sobres sus
conocimientos, aplicados al hecho, por eso, solo ellos pueden emitir opiniones, que
constituyen el objeto de su declaración y es allí donde radica su importancia, pues este
órgano de prueba detallará y determinará como llego a sus conclusiones, y la
credibilidad de su dictamen se demostrará con la coherencia lógica entre sus
conclusiones y sus premisas y su capacidad explicativa de todos los aspectos
vinculados a la persona, su lectura solo puede ser como apoyo de memoria, (2004).

En tal sentido es claro que el dictamen pericial y la declaración del perito


permiten al que inmedie una certeza o mejor dicho una convicción sobre las
conclusiones emitidas, ya que se está ante una prueba practicada por un experto, lo
que implica que utilizo pruebas complejas, en tal sentido, existe una dependencia y una
confianza total en sus hallazgos, a través de las técnicas que ha aplicado, y sobre la
base de la cual se arribará a determinadas conclusiones y que esa credibilidad permite
que en el examen directo o en el contrainterrogatorio; el juez y las partes materiales
logren comprender la relevancia de la opinión experta, por ello autores como Blanco
Suárez establecen que el litigante debe recibir un asesoramiento básico sobre el
significado de la pericia, sobre la confiabilidad del método empleado, los resultados de
la misma, las conexiones que dichos resultados tienen con la teoría del caso que el
litigante va a presentar, y la forma de preguntar para obtener una respuesta útil a los
efectos de la estrategia del juicio (2005), ello pese a que se considere al juez el peritus
peritorum (el perito de peritos).

Habiéndose establecido la razón de la necesidad de la pericia, la importancia que


sea realizada por un experto, que este brinde un dictamen y explique el mismo, es
necesario pasar ahora a una cuestión relevante, ¿qué valor probatorio tiene la pericia
dentro del marco del elenco probatorio de los procesos?, la Corte Suprema de los
Estado Unidos de América, planteo que la prueba pericial puede ser tanto poderosa
como bastante desorientadora debido a la dificultad para evaluarla, (Apelación, 1993).
En este caso la corte dictaminó que es necesario que toda pericia contará con
elementos de juicio para decidir su admisión o exclusión en el proceso, criterios que
han sido traducidos y trasladados a diferentes sistemas jurídicos, a veces a través de la
doctrina, la jurisprudencia o incluso por las leyes de los diferentes países como en
Colombia, que lo incluye en su Ley Procesal Penal, (Código de Procedimiento Penal:
Ley 906, 2004); estos criterios pueden resumirse así: 1 que la evidencia científica sea
relevante para el caso concreto de estudio, y 2. Que la evidencia científica sea
fidedigna, esto es, que se haya arribado a ella a través del método científico, para ello
se necesita: a) que haya sido sujeta a pruebas empíricas, o sea, que la misma haya
sido sujeta a pruebas de refutabilidad; b) que haya sido sujeta a la opinión, revisión y
aceptación de la comunidad científica; c) que conozca su margen de error potencial, y
d) que existan estándares que controlen su aplicación. En este caso la reformulación de
los criterios es para la valoración ya admisión de pruebas científicas, pero también se
han adaptado para decidir la admisibilidad de publicaciones científicas y la llamada
prueba novel.

De tal manera que la valoración no es fácil, máxime determinar un valor, ello


porque como ya se dijo solo el hecho de comprender la misma exige del juez la
capacidad de valorarla y controlar las bases y opinión del perito, sin embargo, esto es
una teoría plasmada en las leyes, porque en la realidad la práctica demuestra que no se
tiene entrenamiento técnico o científico preciso para examinar de manera efectiva el
trabajo del perito, en concordancia con ello autores como Taruffo expresan que la libre
valoración de las pruebas periciales por parte del juez puede no ser nada más que una
ficción, ya que el tribunal puede estar condicionado por una deferencia epistémica hacia
el experto y, entonces, puede ser que el perito determine realmente el contenido del
veredicto judicial (2008), siendo así que tal postura podría ir contra los principios del
debido proceso, ello porque bajo la afirmación antes dicha por el autor los jueces
otorgan un peso más decisivo a la prueba pericial que sobre el resto de la prueba, ello
porque esta deviene de un experto o por las dificultades en la comprensión de la
materia, lo que claramente dificulta la comprensión de los alcances del medio y órgano
de prueba, por ello existe el riesgo en influir indebidamente en decisiones de condena o
absolución más allá del valor de la prueba que realmente tiene.
En el contexto de lo expuesto es claro que los elementos de confiabilidad, la falta
de cualificación por parte de jueces y la falta del control de calidad por la falta de
cuestionamientos a los peritajes por parte de los defensores que raramente cuestionan
el testimonio presentado por peritos en juicio y que en muy pocas ocasiones realizan
contra exámenes exitosos a esos expertos, pone en riesgo la certeza del medio y
órgano de prueba lo que puede conllevar a errores judiciales, ya sea condenando al
sujeto o declarándole inocente; no obstante estas aseveraciones, la legislación de los
Estados Unidos ha expresado en su constante jurisprudencia que es necesario ciertas
condiciones transcendental en el uso de los conocimientos y técnicas científicos para la
verificación de los hechos en el ámbito del proceso, por ello el estatuto federal de dicho
país en la regla 702 denominado testimonio de testigos expertos, se expresa que solo:
Un testigo que esté calificado como experto por conocimiento, habilidad,

experiencia, capacitación o educación puede testificar en forma de opinión o de

otra manera si:

(a) el conocimiento científico, técnico u otro conocimiento especializado del

experto ayudará al juzgador de hechos a comprender la evidencia o

determinar un hecho en cuestión;

(b) el testimonio se basa en hechos o datos suficientes;

(c) el testimonio es producto de principios y métodos confiables; y

(d) el experto ha aplicado de manera confiable los principios y métodos a los

hechos del caso.

Con lo que el país norteamericano sienta sus bases para la valoración de la


prueba pericial, respecto a esto Ferrer expresa que para una valoración idónea de la
prueba pericial es necesario un desarrollo de procedimientos para identificar los
factores que pueden crear sesgos y para medir la vulnerabilidad de los expertos,
además señala que es necesarios hacer cambios metodológicos, mejorando la calidad
de los peritajes, realizando además estudios que comprueben y llamen a la mejora de
la fiabilidad y precisión de estos, para poder determinar la tasa de error del peritaje,
considerando que este elemento es transcendental en cualquier ciencia, asimismo
Ferrer establece que es necesario realizar los cambios mencionados pero también debe
cambiarse la cultura jurídica (2020), reflexión que fue compartirá en el caso Dubert v.
Merrell Dow Pharmaceuticals, en tal sentido es necesario un cambio de paradigma en
los tribunales, adoptándose un enfoque más crítico y riguroso en relación con las
pericias es decir un enfoque no-deferencial, asimismo Duce en su trabajo empírico
alude que los mismos juzgadores consideran que a la deferencia también debe
sumársele que los jueces deciden más por sus propios prejuicios o pre concepciones
que haciéndose cargo de la información aportada por la pericia (Duce J, 2018), de ello
solo puede concluirse que Ferrer es asertivo y pragmático en sus propuesta
metodológicas.

Como último elemento en la tendencia de la valoración con deferencia, existe


otro problema que ya no deviene del imperativo de la calidad de experto sino es una
cuestión procesal que en materia de garantías procesales es de primero orden y es la
obligación del juzgador de otorgar el valor correspondiente a cada elemento probatorio,
lo que en materia procesal se llama la Fundamentación Analítica o Intelectiva de la
sentencia, donde no basta con hacer referencia a decir que la pericia coadyuva el
testimonio de la víctima o demandante o a la tesis de inocencia del imputado o
denunciado o que causa certeza sino que en apego a las reglas de la sana critica
ajustando y fundamentando adecuadamente las razones por las cuales les otorga
determinado valor, a cada prueba y con ello realice una apreciación conjunta y
armónica de toda la prueba esencial, (Casación, 2005), en similares términos la Sala
Tercera de Costa Rica ha sostenido que al regir en el proceso penal el principio de libre
valoración lo relevante para valorar si las razones dadas para desmerecer parte de un
testimonio y apreciar otra, son correctas o no; es precisamente la calidad de los
razonamientos que a la luz de las reglas dichas, den los juzgadores (Casación, 2003).

Amparados en las consideraciones antes dichas es necesario señalar que se ha


hecho un análisis integral sobre la valoración pericial en general, visto los estándares y
los requisitos para determinar la confiablidad del peritaje, se habla de la necesidad del
conocimiento de la técnica o la ciencia que el mismo sea producto de principios o
métodos confiables y que los mismos se han aplicado de manera confiables, en tal
sentido cabe establecer que los estándares actuales son diferentes en cada tipo de
pericia a realizar, ya que no podemos considerar que se aplica el mismos método en la
pericia caligráfica que en la pericia dactiloscópica o que en la pericia scopométrica,
asimismo existe diferencia entre la pericia psicológica, psiquiátrica, social o la médica,
en tal sentido cada una de estas para ser consideradas fiables determina los
estándares a cumplir.

En los párrafos anteriores se ha hablado de cómo se construye la verdad


procesal, los tipos de auxilios especializados por experto que reciben los jueces y
abogados, la forma en que estos son valorados, y como el avance metodológico
permitiría el cometimiento de menos errores al momento de juzgar, en este sentido se
hablado de las pericia psicológica y como la mismas es parte integral de la verdad, pero
es necesario centrar la atención en la pericia y comprobar si esta cumple con los
estándares que las actuales situaciones legales-sociales para ser valoradas dentro de
un proceso, en cuanto la certeza de sus resultados o el margen de error de la misma.

Es obvio que la pericia psicológica tiene los mismos problemas que otras pericias
al momento de la valoración por parte del juez, no es posible otorgar un quantum valor
probatorio, porque ello es solo puede ser determinado por el análisis intelectivo del
juzgador, y en este caso ya se ha explicado los problemas que eso proyecta en los
procesos, pero lo que si puede determinarse es que dependerá de la certificación,
cualificación, credibilidad, veracidad, objetividad, metodología aplicada con estándares
aceptado y revisados en la comunidad científica, calidad del conocimiento del experto,
pericia idónea para el caso debido, ya que existen muchas subespecialidades, y
esencialmente que el experto haya obtenido toda la información necesaria para poder
dar su conclusión, y como último criterio importante que el perito debe hacer ver en su
dictamen pericial es que existen los sesgos cognitivos que lo lleven a errores en su
razonamiento, por lo que debe presentar la probabilidad del mismo y al momento de las
conclusiones ser claro en determinar cómo llego al resultado, que prueba hizo como las
valoro según el estándar de estas si las hay, ello porque como ya se dio tanto los
jueces, abogados y fiscales no solo deben estar atentos a los fundamentos de una
prueba pericial, sino a cómo estos fueron aplicados al caso concreto. (Vázquez, 2022)

Como último comentario sobre la valoración probatoria de los peritajes debo


señalar que no todos los peritajes psicológicos están sujetos a ser valorados y ser
vinculantes a los procesos, al respecto Vázquez señala que la psicología clínica sirve
en materia de familia, pero que en esta se da una peculiaridad en cuanto a los peritajes
y los llamados equipos multidisciplinarios, donde el psicólogo clínico es parte primordial
y están conformados por Psicólogos-Trabajador Social, en el país salvadoreño, también
son parte del equipo los Educadores, sin embargo este peritaje tiene un fin diferente al
que se hablado en párrafos anteriores en cuanto a valoración, y el valor de estos en los
procesos judiciales de familia, ya que son considerados no vinculantes al proceso
(2007), en concordancia con ello muchos de los Juzgados de familia salvadoreños tiene
dicho criterio, sin embargo la Cámara de Familia de la sección del Centro de San
Salvador -CFSSen los Incidentes de apelación marcados bajo números 64-A-2003, 72-
A-2004, 145-A2004 247-A-15 y 157-A-2002, ha expresado, que los estudios
psicológicos practicados por los equipos multidisciplinarios si bien no constituyen
prueba directa pero ilustran al Juzgador para resolver con mejor acierto y equidad, por
lo que deben ser valorados por el Juez de la causa; en igual sentido, la Cámara de
Familia de la Sección de Occidente en el Incidente de apelación marcado bajo número
05(08/02/05) UN-F-730-(VIF)-04/5, considera como medios de prueba válidos en los
casos de Violencia Psicológica, en tal sentido manifiesta la CFSS:
No se puede afirmar que los estudios, concretamente los psicológicos, no

constituyen prueba y son solo papeles que se agregan al expediente y que son

carentes de todo valor, ya que la jurisprudencia citada es congruente con los

criterios adoptados en otro tipo de procesos, que si se consideran como medios

probatorios válidos y específicamente, dadas las características de los hechos

objetos de la Ley Especial y el ámbito en que los hechos de Violencia

Intrafamiliar se producen, deben de ser tomados en cuenta y valorarse en

conjunto, como la Sana Crítica lo requiere, con otros elementos o medios de

prueba recolectados en las diligencias, además, debe de tomarse en cuenta.


(Apelacion, 2015)

Sin embargo Vásquez Mezquita sostiene que en este caso los peritos suelen
estar más cerca de los planteamientos de su ética profesional, porque en muchas
ocasiones los jueces piden de ello la solución del tema familiar y por eso ellos
constantemente deben hacer replanteos sobre sus conceptos de ética y si traspasarán
los mismos, ya que es posible se le pida por ejemplo que como conclusión que indique
"a quien se debe atribuir la guarda y custodia", de un niño, donde la autora establece
que el perito debe mantener su ética, no volverse un juez ni usurpar dichas
atribuciones, por lo que el psicólogo debe hacerse un informe descriptivo, asimismo
siempre debe recordar el aforismo onus probando, de tal forma que al ser descriptivo en
su pericia podrá mantener su neutralidad en el proceso, pese a que él pueda ver más
que el juez, solo debe informar, concluir pero no valorar. (Vázquez Mezquita, 2007)

Habiendo establecido todo el contexto de la prueba, la pericia y el valor


probatorio, puede concluirse que la pericia psicológica, conlleva una influencia en las
decisiones del juzgador, por lo que llevar el dictamen pericial más allá del valor real, es
un riesgo que puede llevar a un error judicial, sin embargo al ser un sistema de
valoración, fundamentado en la convicción, es el juzgador el que debe establecer los
criterios de admisibilidad, eliminar las deferencias en sus valoraciones; asimismo el
litigante debe estar más impregnado de estos conocimientos para ser un verdadero
elemento de contradicción ante la falla de los peritajes, por ello debe verse que la
aplicación forense no puede ser un secreto vedado, al contrario debe ser estudiado por
todos los que juegan un papel importante en el desarrollo de la justicia, sin embargo
esto no obsta al perito a realizar un trabajo cualificado que cumpla con su cometido en
el proceso, ser un auxiliar de la función jurisdiccional de los proceso en las diferente
ramas, y nunca dejar de establecer que tal confiable es su pericia, porque el no puedo
usurpar la función del juez de declarar una persona inocente o culpable su trabajo debe
ser objetivo, dejando cualquier sentimiento o emoción fuera de su trabajo y respetando
la ética profesional que lo debe investir al momento de hacer la pericia.
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