Juanadearco
Juanadearco
Juanadearco
La Juana de Arco que contemplamos en la hoguera no es la joven heroína cuya pasión nos
describen las minutas del proceso de Ruán. Es más bien la heroína de otro proceso del que
nosotros mismos hemos visto, después de la Gran Guerra, la conclusión, quiero decir el proceso
de beatificación. Es la Juana de Arco eterna, la que en los umbrales de los tiempos modernos ha
sido constituida patrona de nuestra unión nacional (la de Francia). Supónese que antes de la
entronización definitiva en el sitio que le ha sido reservado, le es posible d Juana conocer el plan
divino y darse cuenta, de Domrémy a Ruán y de Ruán a Domrémy, del camino recorrido y en el
que la solicitaban voces irresistibles. Esta rústica muchachita ignorante, que sólo sabía firmar con
una cruz, aunque por cierto con trazos de oro y de sangre, ha escrito un libro, y era justo que ella
fuese la primera que en él posase los ojos.
Se oye un perro aullar en la noche. Una vez. Dos veces. A la segunda vez la orquesta se
confunde con los aullidos de una especie de sollozo o de carcajada siniestra. A la tercera vez los
coros. Después silencio.
Después las Voces de la noche en el bosque, a lo que quizá se mezcla, muy débilmente, la
canción de Trimazô y una límpida impresión de ruiseñor. Después silencio y algunos compases de
meditación dolorosa. (las voces del Cielo son las que guiaron la acción de la doncella y las que ahora la
reclaman para la gloria. El llamado de esas voces puja con el aullido de las fuerzas abismales y las acalla).
Después de nuevo el coro a boca cerrada. Crescendo. Diminuendo. Después las Voces nítidas.
Juana Juana Juana
ESCENA II
EL LIBRO
Juana, sentada a medias y de rodillas, al pie de la picota, iluminada por un reflector. Fray
Domingo, con un libro, avanza hacia la base de la hoguera. (Juana se reconcentra un momento. Antes que
las llamas la devoren se dispone a rever el desarrollo de su vida. Pero el libro que lee Santo Domingo no contiene la mala
intención de los que la procesaron, sino que es la traducción de los Ángeles del Cielo). Santo Domingo, fundador de la
orden de los Predicadores, no presenció el suplicio de Juana. En cambio estuvo presente su Orden, en las personas de dos
frailes que la asistieron hasta su muerte. Fray Domingo simboliza su Orden.
FRAY DOMINGO
¡Juana! ¡Juana! ¡Juana!
JUANA
¿Quién me llama? ¿Quién es el que me llama? ¿Quién es el que ha dicho Juana?
(Las voces disminuyen poco a poco hasta hacerse imperceptibles. Reflector sobre el hermano
Domingo)
FRAY DOMINGO
¿ No me reconoces?
]UANA
Reconozco el hábito de Domingo, el talar blanco y el manto negro.
FRAY DOMINGO
El talar blanco / que mis hermanos de París y de Ruán / han mancillado con mancha tal / que ni la
sosa, ni las hierbas desgrasadoras, / bastarán para borrarla.
JUANA
Hermano Domingo, la bondad de Dios / bastará para ello, y la sangre de esta muchacha inocente.
FRAY DOMINGO
Juana, hermana mía, ¿así que me has reconocido?
JUANA
¡Hermano, hermano Domingo, / somos ovejas de la misma lana!
Yo soy el rebaño la que reconoce / la voz de su conductor.
FRAY DOMINGO
Ya que mis hermanos y mis hijos me han traicionado, ya que los que debieran ser la fuerte voz de
la Verdad
Se han constituido a despecho de Dios en tus acusadores y en tus verdugos, Juana,
Ya que la palabra entre sus pérfidos dedos entreverados / se ha convertido en galimatías,
Soy yo mismo, Domingo, yo, Domingo, quien del Cielo ha descendido hacia ti con este libro.
JUANA
Domingo, hermano Domingo, en todo este tiempo, en todo este último tiempo,
He visto muchas plumas atareadas a mi alrededor.
3
FRAY DOMINGO
Todo eso ha formado un libro.
JUANA
¡Esa voz terrible que me interrogaba / y todas esas plumas incansables a mi alrededor!
Todas esas plumas chirriantes sobre el pergamino, / todo eso ha formado un libro.
Todo eso ha formado un libro -y yo no sé leer.
FRAY DOMINGO
Para comprender el libro que te presento, / no es necesario saber ni A ni B.
Este paquete de palabras que en su tierra esos lemosines han atado en el latín de Fouarre, / este
proceso que han amasado en el dialecto de Coutances, Los Ángeles, para todos los tiempos, lo
han traducido en el Cielo.
JUANA
Lee, pues, Hermano, en nombre de Dios, / para mí, / mientras miro por encima de tu hombro.
(Fray Domingo se sienta en el primer peldaño de la escalera.)
EL CORO
¡Así sea!
ESCENA III
LAS VOCES DE LA TIERRA
(Las voces de la tierra son las que se hicieron sentir en el proceso y en la plaza de Ruán. Juana comprende entonces que
está en la hoguera y se pregunta si merece tal pena. Para confortarla, Santo Domingo le propone la visión auténtica del
mismo proceso que acaba de conducirla al suplicio. En la sentencia, los jueces rebajan su comportamiento más allá de lo
humano.
FRAY DOMINGO, leyendo.
Juana Juana Juana
Herética Hechicera Relapsa
Enemiga de Dios - Enemiga del Rey - Enemiga del Pueblo.
¡Que la lleven! - ¡Que la maten! - ¡Que la quemen!
JUANA
Herética - Hechicera - Relapsa - ¡Hermano Domingo! ¿Juana de Arco es todo eso?
¿Es verdad? ¿Soy realmente todo eso?
JUANA
¡Cómo! Esos sacerdotes que yo veneraba - ese pobre pueblo al que amaba,
A su Juana - pobre niña entre ellos-, ¿quieren en verdad quemarla? ¿ Es verdad que quieren
quemarme viva?
EL CORO
¡Basta! ¡basta! ¡baasta!
Herética - hechicera - relapsa.
FRAY DOMINGO
Has oído las voces del Cielo y escucha ahora, abajo, lo que ellos han hecho - escucha lo que han
retenido. i Escucha las voces de la tierra!
BAJO PROFUNDO
Una mujer con espíritu de pitonisa, un alma que se desvió hacia los magos y los adivinos y que
pecó con ellos...
4
EL CORO, violentamente.
Joanna!
EL CORO, violentamente.
La ley es ley
EL CORO
(En su énfasis condenatorio los jueces reiteran el adverbio de lugar: aluden asi a la presencia de la acusada)
Aquí, aquí, aquí, aquí está Juana.
Este ésta, esto, éste, ésta, esto. Aquí está Juana la pecadora.
LA VOZ
Con el automatismo de los chicos cuando aprenden las tablas de multiplicar
¡Hechicera!
EL CORO
Con el automatismo de los chicos cuando aprenden las tablas de multiplicar
¡Perezca!
LA VOZ
¡Herética!
EL CORO
¡Perezca!
LA VOZ
¡Relapsa! (que reincide en un pecado del que había hecho penitencia)
EL CORO
¡Perezca!
LA VOZ
¡Entregada a las malas artes, enemiga del Rey y del pueblo!
EL CORO
¡Muera de muerte!
LA VOZ
¡Hija del infierno! ¡instrumento de satanás!
EL CORO
¡Sea quemada con fuego!
JUANA
¡Es cierto! ¡Es cierto! ¡Ahora recuerdo! ¡El fuego ,que arde! ¡El humo que sofoca! ¡Oh, qué daño
hace! ¡sacerdotes! ¡Sacerdotes de Jesucristo!
¿Es verdad que he causado tanto mal? ¿Es verdad que detestáis a tal extremo a vuestra pobre
Juana?
EL CORO, sordamente.
¡Perezca!
FRAY DOMINGO
No, Juana, no son sacerdotes quienes te han juzgado. Cuando esas bestias feroces se reunieron a
5
tu alrededor, encorajinadas y espumajeando entre los colmillos - esos sacerdotes, esos políticos-,
El Ángel del Juicio que sostiene las balanzas supremas,
De un revés / hizo caer de sus cabezas y de sus hombros la mitra la cogulla y el sayal.
(Por uno de los ángulos entran los Jueces legos.)
Helos ahí desarropados como galeotes! ¡Que reciban el tocado que les corresponde!
¡Es necesario que Juana / como antiguamente sus hermanas / en el circo de Roma
Sea entregada a las bestias ¡Quienes van a juzgar a la elegida de Dios, a la santa de Dios,
No son sacerdotes, no son hombres, son bestias!
ESCENA IV
JUANA ENTREGADA A LAS BESTIAS
Entra el Ujier con varios servidores que traen los ropones, las máscaras y los peinados.
(En esta escena Juana observa nuevamente las alternativas de su juicio, pero ahora las ve en su realidad bochornosa.
Sus jueces se convierten en animales. La enormidad de la injusticia hace que los animales feroces-los insidiosos, y
astutos- se recusan con buena cautela)
EL UJIER
¿ Quién será el Presidente?
EL SEGUNDO
El Tigre se declara incompetente.
EL PRIMERO
¡El Zorro!
EL SEGUNDO
El Zorro dice que está enfermo.
EL PRIMERO
¡ La Serpiente!
EL SEGUNDO
La Serpiente se ha silbado a sí misma en lo hondo de un hoyo.
EL UJIER
¿No hay entonces quién presida?
EL CORO
¡Sí! ¡Sí! j Por cierto que sí! ¡Hay alguien!
Comedentes patatas. Quis judex sicut Porcus Dominus noster? Hic est Nasus inter nasos
dijudicans truphas et patatas. Sub ipso erunt radi¡ salis, dicit Job. Steruatatio ejus splendor ignis.
VivJJlt et à jamais vivat Porcus praeses noster!
EL UJIER
¡Que reciba, pues, las insignias de su dignidad!
(Lo cubre con una cabeza de cerdo. El Presidente se sienta.)
EL UJIER
¿ Quiénes son los asesores?
(Todos se adelantan en movimiento conjunto.)
¡Bée! ¡Bée! ¡Bée!
EL UJIER
6
¿Quiénes sois?
EL UJIER
¿ Quién es? ¿ Quién se ofrece para juzgar a Juana de Arco?
EL PUERCO
(el peor enemigo de Juana se apellidaba Cauchon, que en francés se pronuncia igual que la palabra cerdo)
¡Yo! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo! Yo me ofrezco para Juzgar a Juana de Arco.
EL UJIER
¿Quién sois? ¿Cómo os llamáis?
EL PUERCO
¡Me llamo Puerco! Yo, yo. Yo soy, yo soy el Puerco.
EL CORO
(párrafo estilo caricaturesco, parodia de algunos párrafos originales del proceso, que muestran la obsecuencia de
los colaboradores de Cauchon)
¡El Puerco!, ¡el Puerco! Sea el Puerco nuestro presidente. No tenemos a otro juez sino al Puerco.
¡Viva y por siempre viva el Puerco de los puercos! ¡Digno, digno, digno es de presidir nuestra
preclara corporación! Como el lirio entre las espinas, así éste es hermoso entre los capuchones.
¿Quién en efecto nos dio papas! Cayeron estrellas del cielo y se nos hicieron papas. He aquí cuán
bueno y gozoso es habitar los hermanos todos juntos, comiendo todos papas. ¿Qué juez hay
como el Puerco. Aquí está el Hocico entre los hocicos examinando trufas y papas. Bajo él serán
los rayos del sol, dice Job. Su estornudo, el esplendor del fuego. ¡Viva y por siempre viva nuestro
presidente el Puerco!.
EL UJIER
Rebaño de rebaños, colocaos a derecha e izquierda y recibid vuestras insignias.
(Los cubren con cabezas de carnero.)
EL UJIER
Y ahora, ¿dónde está el Notario?
EL ASNO
¡Soy yo, el Asno!
(El coro estalla en una inmensa risotada que concluye en sollozos.)
(A los mismos que la van a juzgar no se les escapa la falsedad de la situación y la ridiculez de ciertas personas)
CORO DEL ASNO, como en las fiestas del Asno en la Edad Media.
PRAESES
¡Que entre la acusada!
(Entra Juana encadenada.)
(Hasta el final de este cuadro, el personaje de la doncella se desdobla: en escena aparece una segunda actriz vistiendo
ropas viriles y recubierta por una armadura)
PRAESES (Presidente)
7
Juana, se ha colocado bajo este preclaro tribunal, quiero decir que luego de largos esfuerzos este
sabio e ilustre tribunal ha logrado al fin por medios alternativamente suaves y severos, con
pacientes e ingeniosos interrogatorios / así físicos como morales, elicitar la verdad / del fondo de
una voluntad extraviada y de un corazón perverso.
(El Coro del Asno vocea bruscamente.)
EL HERALDO
¡Silencio!
PRAESES
Y ahora place al Rey de Francia y de Inglaterra, nuestro legítimo soberano ...
(Todos se ponen de pie, levantan sus cabezas postizas y vuelven a sentarse.)
... Convocarte aquí para que escuches tu justa sentencia. Vas a oír por qué procedimientos, en su
gran misericordia, este sabio e ilustre Tribunal que yo, Cauchon, presido ...
(Todos se levantan, saludan y vuelven a sentarse)
Ha decidido librarte, gracias a la clara llama del fuego, de ese negro demonio con el que te has
enmarañado criminalmente. Pero antes queremos una vez más escuchar de tus labios la
declaración solemne que es necesaria para la seguridad de nuestras conciencias.
¡Arrodíllate!
(Juana se arrodilla.)
PRAESES
Juana, hija de Romea,, ¿declaras y confiesas que tú, debilísima muchacha, has arrancado la
victoria de manos de nuestro Rey,
(Todos se levantan y saludan.)
no por el natural auxilio, y que como una pajuela hiciste huir a su fuerte ejército en fuga
oprobiosísima?
EL ASNO
Juana, ¿reconoces que no son tus propias fuerzas y medios naturales los que te permitieron
vencer a los ingleses?
JUANA
¡Lo confieso!
EL CORO
¡Lo confiesa!
PHAESES
¿Qué dice?
EL ASNO
Dice que dice sí.
PRAESES
¡Escribid que ha dicho sí! Y ahora voy a consultar al Tribunal.
PECUS N. J
¡Bée! ¡Bée! ¡Bée! ¡Bée!
EL ASNO
8
Tenemos al reo convicto.
PRAESES
Doctos y santos hermanos, ¿os parece justo y equitativo que Juana, hija de Romea, hechicera,
sea condenada a muerte?
EL CORO, vioientamente.
Muera la hechicera.
PRAESES
(fácil es de suponer la voluntad de un niño de diez años en un asunto en el que no tenía ni siquiera intervención directa)
Hágase la voluntad de nuestro Rey.
(Mímica - Saludan.)
habéis oído la sentencia.
(Como al principio.)
EL PRESIDENTE, se levanta.
¡Hechicera!
EL CORO
¡Perezca!
EL PRESIDENTE
¡Herética!
EL CORO
¡Perezca!
EL PRESIDENTE
¡Relapsa!
EL CORO
¡Perezca!
EL PRESIDENTE
¡Enemiga del pueblo y de todo el género humano!
EL CORO
¡Muera de muerte!
EL PRESIDENTE
¡Juana hechicera, hija de Romea!
EL CORO
¡Sea quemada con fuego!
ESCENA V
JUANA EN LA PICOTA
(Aullido del perro.)(Esta escena es otro breve alto en la visión retrospectiva. En esta pausa advierte nuevamente que
está en la hoguera. Su trance es terrible , pero no desesperado, porque la asiste una confiada esperanza en Dios, en el
Arcángel y en sus santas amigas –Catalina y Margarita-. El perro aullador ya oído en la escena 1, sólo puede ahora gemir
ininterrumpidamente en la eterna soledad de la noche)
JUANA
¿Qué perro es el que aúlla en la noche?
FRAY DOMINGO
Iblís es una de las antiguas designaciones del demonio. Tiene un matiz despectivo)
¡No es un perro, es Iblís el desesperada que aúlla completamente solo en el fondo del Infierno!
Todos esos hombres importantes que te han condenado, esos doctores y esos sabios,
9
Malvenu, / Jean Midi, / Coupequesne y Toutmouillé, creen firmemente en el Diablo, pero no
quieren creer en Dios.
E! Diablo es una realidad; los Ángeles, una bobería.
El Diablo, al que detestabas, te ha ayudado; los Ángeles, que invocabas, nada han hecho, y
culpable para uno y otro bando te condenan por ambas partes.
Tal es la sabiduría de la Sorbona.
Tales son los ilustres doctores que dan higas al Papa.
JUANA
Pero yo, la pobre zagala de Domrémy, ¿cómo he podido llegar hasta esto?
FRAY DOMINGO
Llegaste por obra del juego de naipes que ha inventado un rey loco.
JUANA
¿En qué consiste el juego de naipes?
ESCENA VI
LOS REYES o LA INVENCIÓN DEL JUEGO DE NAIPES
(Juana retoma la rápida evocación de su vida. Siempre en sentido cronológico inverso, tras haber contemplado el cuadro
de su juicio, observa ahora las intrigas que la arrastraron hasta el tribunal. Este se desarrolla a modo de una partida de
naipes. Toda la acción equivale a varias vueltas entre los jugadores, cuyas coloridas siluetas evocan las barajas del siglo
XV. La escena se hace espejo de símbolos. Los reyes cambian de puesto, pero las reinas –las pasiones humanas- son
siempre las mismas. Se sortea el destino de Juana como hicieron los soldados romanos con las ropas de Jesús)
JUANA
Herética, / hechicera, / relapsa, / cruel, /
Yo, / Juana, / soy todo eso.
La Iglesia, los sacerdotes, todo lo que en el mundo
es respetable y capaz y sabio,
Así, con voz unánime, me condena.
Explícame, hermano Domingo, / ¿qué he hecho?
Léeme lo que dice el libro.
FRAY DOMINGO
Se va a explicártelo.
EL SEGUNDO
Sin contar los puntos que son siete.
EL PRIMERO
El resultado de la partida hace que los reyes cambien de sitio; el del mediodía va al norte, el de
levante va a poniente. Dan vuelta.
EL SEGUNDO
En cuanto a las reinas, no cambian de sitio, están allí siempre.
EL PRIMERO
¡Que entren Sus Majestades!
OTRO HERALDO, anunciando.
¡El Rey de Francia!
(Entra el rey de Francia y se sienta en un trono.) (El Rey de Francia es Carlos VII. Aparece seguido o doblado
por la Estupidez. Era un joven apocado, víctima de la astucia de los favoritos e incapaz de iniciativas personales)
EL HERALDO
¡Su Majestad la Estupidez!
(Entra la Estupidez.)
10
EL HERALDO
(El Rey de Inglaterra era Enrique VI que entonces contaba con diez años de edad y vivía bastante ajeno a las intrigas del
regente –Duque de Bedfort- y sus aliados. Lo acompaña el orgullo, no tanto el propio cuanto el de la tradición que
representa)
¡El Rey de Inglaterra!
(Entra el rey de Inglaterra, un niño.)
EL HERALDO
¡Su Majestad el Orgullo!
(Entra el Orgullo.)
EL HEHALDO
¡El Duque de Borgoña!
(Entra el duque de Borgoña.)
EL HERALDO
¡SU Majestad la Avaricia!
(Entra La Avaricia.)
EL PRIMER HERALDO
¿Y cuál es el cuarto Rey?
EL SEGUNDO
¿El cuarto Rey? En toda partida de naipes hay un muerto.
EL PRIMER HERALDO
Y ahora he ahí a su compañera y fidelísima esposa,
la que comparte su lecho.
EL HERALDO, anunciando.
¡SU Majestad la Lujuria!
(Entra la Lujuria.)
EL HERALDO
Los Reyes cambian de sitio, pero las Reinas,
Su Majestad el Orgullo, Su Majestad la Estupidez,
Su Majestad la Avaricia, Su Majestad la Lujuria,
Estas Majestades no cambian de sitio, permanecen siempre con nosotros.
EL SEGUNDO
Pero quienes realmente juegan la partida no son los Reyes ni las Reinas, son las Sotas.
EL HERALDO
Haced entrar a las Sotas.
EL HERALDO, anunciando.
¡SU Gracia el Duque de Bedford (Entra.)
¡SU Alteza Juan de Luxemburgo! (Entra.)
¡SU Grandeza Reinaldo de Chartres! (Entra.)(Aunque allegado a Carlos VII, dificultó la acción de Juana y trabó su actividad
contra los borgoñones)
j Guillermo de Flavy! (Entra.) (Parece que hizo cerrar el rastrillo de la puerta de esa ciudad francesa cuando Juana
era acorralada por los borgoñones. Parece que la actitud no era malintencionada, sólo quería impedir que el enemigo
traspasase la muralla)
JUANA
Este es el que bajó el rastrillo detrás de mí en Compiègne.
EL HERALDO
El juego comienza. Se compone de tres partidas.
(Toque de trompetas.)
11
(Música de gaita.)(no se refiere a los instrumentos de viento, sino a los de cuerda, la vielle francesa)
La partida está empeñada.
De cada lado de la cuadrilla de las sotas, otras dos cuadrillas, una decorativa, de caballeros, y
otra de campesinos, es decir tres que dan bastonazos y una que los recibe.
PRIMERA PARTIDA
REINALDO DE CHARTRES
iHe perdido! Quiero decir que he ganado. (Combatía para el Rey legítimo. Perdió con la captura de la doncella,
pero ganó porque ésta dejó de hacerle sombra)
BEDFORT
¡He ganado! Quiero decir que he perdido. (Poder disponer de la heroína era un triunfo para los ingleses, que les
costó la suma exigida por los borgoñones)
SEGUNDA PARTIDA
GUILLERMO DE FLAVY
¡La carta decisiva! (Tuvo la carta decisiva, porque al bajar el rastrillo de la puerta determinó el apresamiento de Juana)
JUAN DE LUXEMBURGO
¡Corto!
TERCERA PARTIDA
REINALDO DE CHARTRES
(La repetición en sentido inverso de proposiciones ya enunciadas traduce la inconsecuencia de quienes intervinieron en el
juicio de Juana)
He ganado, quiero decir que be perdido.
BEDFORT
He perdido, but I am a winner all the same.
(Los reyes cambian de sitio.)
(Las reinas se abanican.)
GUILLERMO DE FLAVY
He perdido, tengo los bolsillos repletos de dinero.
JUAN DE LUXEMBURGO
He ganado y tengo los bolsillos repletos de dinero.
( Arieta.)
GUILLERMO DE FLAVY
Señores, os entrego a Juana de Arco la Doncella.
BEDFORT
¡La Hechicera!
( Arieta.)
REINALDO DE CHARTRES
¡Muy buenos días, señores, y hasta tener el gusto de volveros a ver!
EL CORO, sordamente.
¡Sea quemada con fuego!
ESCENA VII
CATALINA Y MARGARITA
(Campanas en la obscuridad - Voces.)
(Siempre desandando su camino temporal, Juana vuelve a escuchar las voces que en su adolescencia la reclamaron para
Francia. Al oírlas, la joven “actualiza” aquel santo llamado y su respuesta: la conducción del Delfín a su coronación. Desde
pequeña Juana había sido devota de estas santas: Santa Catalina de Alejandría, martirizada entre dos ruedas de clavos, y
Santa Margarita de Antioquia, que con el solo signo de la Cruz puso en fuga al demonio. Margarita, con su aspecto
risueño y alegre, la conforta y alienta con la esperanza del Cielo y la resurrección –voz aguda-. Catalina, en cambio, la
anima para el trance terreno del sacrificio. Entona los versículos de uno de los salmos penitenciales del oficio de difuntos
12
–voz grave)
JUANA
¿ Qué campanas son ésas, en la noche?
FRAY DOMINGO
Las campanas que tocan a muerto.
JUANA
¿Y que invitan a las almas buenas para que rueguen por Juana de Arco?
FRAY DOMINGO
Herética - hechicera - cruel - relapsa.
EL CORO, sordamente.
¡Sea quemada con fuego!
JUANA
¡Gracias, buenas campanas! ¡Hermanas mías! ¡Amigas mías! Mis voces, que habían callado, me
hablan nuevamente!
FRAY DOMINGO
¡La campana negra y la campana blanca!
JUANA
Catalina y Margarita.
(Ambas suenan la vez.)
CATALINA
Desde las profundidades clamé a ti, Señor...
MARGARITA
Espira – espera – espira – espera (ni siquiera la muerte puede invalidar la esperanza, puesto que no se muere
sino para resucitar)
CATALINA
Libérame, Señor, de la boca de los leones, hasta tanto vengas a juzgar el siglo por el fuego...
MARGARITA
Espira – espera – Jesús - María - Jesús - María.
JUANA
(la variación ortográfica del nombre de Jesús: Jhesús, no es algo caprichoso, es una grafía más arcaica que se
corresponde con la escrita en el estandarte de Juana: un paño azul y blanco bordado con flores de lis en dorado
y los nombres de Jesús y María como monogramas)
¡Las reconozco! La Catalina que dice De profundis / y la Margarita azul y blanca, en el cielo, que
dice PapáMamá!
¡Cómo escuchaba yo, en otro tiempo, en Domrémy, la Catalina y la Margarita!
¡Jhesús! ¡María! He escrito estos dos nombre en mi lindo estandarte azul y blanco.
¡Jhesús! ¡María!
¡Catalina! ¡Margarita!
Y yo, era esa brizna de mujer entre las ortigas y los ranúnculos, tan embelesada que se le
olvidaba comer el pan con manteca.
JUANA
¡Iré! ¡Iré! ¡Voy! ¡Voy! ¡Fui! ¿Dónde está mi buena espada? ¡Voy! ¡Voy! ¡Fui! (pasado, presente, futuro, el tiempo
retrae sus límites. Ya cancelado el tiempo, al alma no le queda sino anegarse en lo eterno)
LAS VOCES
¡Juana! ¡Juana! ¡Toma al Rey! ¡Con-du-ce al Rey de Francia!
13
JUANA
¡Ya está! ¡Lo tengo! ¡He tomado por la brida a su caballo!
¡ Conduzco a mi amable Rey!
¡Le conduzco a través del bosque! ¡Le conduzco a través de Francia! /
ESCENA VIII
EL REY SE ENCAMINA A REIMS
(Campanas en la lejanía.)
(Ante la mirada de Juana se aclaran varios episodios del itinerario a Reims todo se muestra en contraste con la amañada
cortesanía de la escena VI. Esta vez es un cuadro de carácter popular con un toque de rústico desenfado. El autor evoca
otro aspecto de la sociedad en tiempos de Juana)
CANCIÓN DE HEURTEBISE
Heurtebise (Heur en francés refiere a “dicha”, “fortuna” y bise al viento norte, equivale pues a una ráfaga bonachona, y
está de acuerdo con este personaje tradicional, brusco y campechano con aspecto de molino picardo)
Blanca o gris
Heurtebise
Descubre que la harina da sed.
¿Heurtebise, compadre mío,
Qué has hecho de tu ama de casa?
VOZ
¡Hela ahí que llega!
VOZ
¡La Madre, la Madre de los toneles! ¡Aquí llega!
(Séquito de la Madre de los toneles.)
HEURTEBISE
Señora Barrica, esposa mía, os traigo excelente galleta para el tocino de Picardía.
HEURTEBISE
¡Toneles, toneles, mujer mía! Toneles, toneles, mujer mía! El buen pan de Francia y el buen vino
de Francia, en adelante no deben seguir separados. (la región cereal y molinera no puede mantenerse
separada de la de las viñas)
Las Campanas
¿ Queréis comer cerezas silvestres?
¿Queréis comer flan?
¿Cuando iremos a Liesse?
¿Cuándo iremos a Laon?
OTRO
Sobre todo porque hace un fresquito rudísimo, bien podemos decido, para estamos aquí
completamente helados esperando de este modo.
Un traguito de vino, un poquito de baile no hacen mal a nadie.
(Zapatean y palmean.)
15
( Arieta.)
EL CLÉRIGO
Hasta la misma floresta preparándose para los misterios de esta santa noche
Se ha cubierto la cabeza con un velo blanco.
Y vosotros preparad vuestros corazones para el misterio que va a consumarse.
UN CAMPESINO
¡Eh, Pedrín, Pedrín! ¿Alcanzas a ver algo, ahí arriba?
OTRO
Es Pedrín, lo hemos hecho subir paca que vea.
TODOS, conjuntamente.
¡El Rey! ¡El Rey de Francia!
EL CLERIGO
¡Vamos, hijos míos! Venid todos a mi alrededor y repitamos juntos la hermosa antífona de latín
albísimo que os he enseñado.
La tierra ha extendido una ?Tan alfombra de nieve a los pies del Rey Nuestro Señor.
y nosotros desde el Loira hasta Reims debemos extender una gran alfombra de plegarias.
(La flauta ejecuta el motivo: Adspiciens a longe.)
EL CLERIGO
Mirando de lejos
Vosotros comprendéis: se trata del Pueblo Judío que espera al Mesías, como nosotros al Rey
nuestro Señor. (Canta: Mirando de lejos.)
Mirando de lejos, / allá / a la distancia, / la mano sobre los ojos, / y todo aparece lleno de
obscuridad y de confusión.
EL CORO
Mirando de lejos, veo llegar el poderío de Dios y una nube que cubre toda la tierra...
VOZ DE BAJO
Anúncianos si tu eres El mismo...
EL CORO
...Que has de reinar sobre el pueblo de Israel
VOZ DE PEDRÍN
¡Vedle ahí que llega! ¡Vedle ahí que llega!
(Trompetas y gritos a lo lejos.)
¡El Rey! ¡El Rey de Francia!
TODOS
¡El Rey que se encamina a Reims!
(Parte de los asistentes se precipitan hacia el fondo para ver.)
(La flauta retorna muy suavemente y con titubeo: Mirando de lejos...)
Mirando de lejos...
EL CLÉRIGO
16
Anúncianos si tu eres El mismo...
(Trompetas muy cercanas -Marcha real. Todos se precipitan hacia el fondo donde se destaca una
escolta a caballo iluminada por antorchas. Gritos: ¡El Rey! ¡El Rey que se encamina a Reím. La
escolta se aleja y desaparece. Ya no se oyen sino las campanas que suenan por todas partes en
la noche.)
JUANA
¡Yo he hecho esto!
FRAY DOMINGO
¡ Dios! ¡Dios es quien lo ha hecho!
JUANA
¡Es Dios! ¡Dios es quien lo ha hecho / con Juana! ¡Las voces no me habían engañado! ¡Catalina y
Margarita no me han engañado!
OTRAS VOCES
Toutmouillé - Malvenu - Jean Midi - Coupequesne - Anatole France - la Sorbona Declaran que te
has equivocado. (Anatole France –1844-1924- escribió una historia de la Doncella con ironía y escepticismo)
JUANA
El Rey no quería venir y fui yo quien tornó su caballo por la brida.
VOZ, crescendo
Hechitera - cruel - herética - cismática - homicida - relapsa - impostora - histérica - prostituta.
JUANA
¡Yo le he conducido a través de toda Francia!
VOZ
¡Perezca hechicera!
Crescendo.
JUANA
Yo le he conducido a ¡Reims!
VOZ
Muera de muerte
Crescendo.
JUANA
¡Yo he salvado a Francia! ¡Yo he unido a Francia! ¡Todas las manos de Francia en una sola! ¡Una
mano tal que nunca será separada!
FRAY DOMINGO
¡Juana, Juana, Juana! ¿Por un Rey de carne has dado tu sangre virginal?
ESCENA IX
LA ESPADA DE JUANA
17
(Despunta el día.) (En una nueva pausa, mientras clarea el día, Juana disfruta la presencia aromática de la primavera normanda.
Las intervenciones del Coro –cuyas interferencias traen la atención de Juana al trance en que realmente se encuentra- acaecen el directo
patetismo de esta escena)
MARGARITA, en el cielo.
Espira – espera – espira – espera – espira – espera
JUANA
Oigo a Margarita en el cielo confundida con la exhalación de los ruiseñores y las suaves estrellitas
que se apagan una tras otra / a la voz de esta activa hermana sacristana.
FRAY DOMINGO
(Los colores mencionados directa e indirectamente, corresponden a los tonos más frecuentes usados en las tintas de la
Edad Media)
Las páginas de noche, de sangre, de ultramar y de púrpura / se han deshojado / bajo mis
dedos, / y sobre el pergamino virginal / no queda más que una inicial dorada.
JUANA
¡Qué hermosa / es esta Normandía totalmente roja y rosada, / totalmente roja / de felicidad, /
totalmente rosada de inocencia, / que se prepara / para hacer conmigo la santa comunión en el
rocío deslumbrante! i Qué hermoso es para Juana la Doncella subir al Cielo en el mes de mayo! /
¡Qué bella eres, oh mi bella Normandía! ¿Pero qué dirías, hermano Domingo, si, Margarita y yo,
pudiéramos / explicarte nuestra Lorena?
FRAY DOMINGO
Habla, Juana, porque sé que hay cosas que una muchachita puede explicarme, a mí, que ceñido
de hierro de cuero y con los ojos cerrados he caminado desde temprano por los senderos de la
penitencia.
JUANA
¿Y qué puedo explicarte, cuando aún hay en Cielo por lo menos una docena de estrellas que saben
más que yo?
FRAY DOMINGO
¡Explícame tu espada! ¿ Es verdad que encontraste tu espada, esa terrible espada ante la cual
huían ingleses y borgoñones, en una capilla en ruinas?
JUANA
¡No, no en una capilla en ruinas! Me la entregaron de Domrémy. ¿Con mi estandarte en la mano
izquierda, con mi espada en la mano derecha, ah, quién me habría resistido? / i Jhesús María!
¡Jhesús María!
MARGARITA, en el cielo.
Jhesús María! ¡Jhesús María! Jhesús María!
(Progresivo ascenso de la música.)
LAS VOCES
¡Juana! ¡Juana! ¡Juana! ¡Hija de Dios, anda, anda, anda!
JUANA
¡Voy' ¡Voy! ¡Iré! ¡Fui!
FRAY DOMINGO
¿A quién le hablas de ese modo?
JUANA
¿Eres sordo?
No oyes las voces que dicen: ¡Juana! ¡Juana! ¡Juana! ¡Hija de Dios, anda, anda, anda!
¡Ah, ahora ya no dicen / hechicera, / sino mi nombre de cristiana, el que recibí en el bautismo,
Juana! Ya no es herética y relapsa / y qué sé yo que otros cosas, y todos esos motes
vergonzosos.
¡Dicen hija de Dios! ¡Es hermoso ser hija de Dios! ¡ Y no sólo Catalina y Margarita, toda la
18
muchedumbre conjunta de los vivos y los muertos dice hija de Dios!
¡Juana! ¡Juana! ¡Hija de Dios! (andaandaanda), anda, anda, anda!
¡Hija de Dios! ¡Iré, ciertamente!
FRAY DOMINGO
¡Pero aún no me has explicado la espada!
JUANA
¡Pues para que comprendas la espada, hermano tonsurado, tendríais que ser una muchachita
lorenesa! No puedo hacer de ti una muchachita lorenesa. No puedo tomarte de la mano, y
llevarte con nosotras para cantar Trimazô con Albino y Rufina. (Compañeros de infancia de Juana)
JUANA
¡Escucha lo que dicen!
VOZ DE NIÑO
Al volver de esos campos verdes, Encontré los trigos muy crecidos y los espinos floreciendo.
JUANA
¡Escucha! ¡Escucha!
VOZ DE NIÑO
¡Trlmazô!
OTRAS VOCES
Linda dama de esta casa,
Al volver a través de los campos,
Encontré los trigos muy crecidos
Y las avenas en proporción.
¡Trimouzettes!
¡Es el gentil mes de mayo,
Es el lindo mes de mayo!
¡Una pulgarada de vuestra harina!
Un huevecillo de vuestra gallina,
No es para beber ni para comer,
Es para conseguir un lindo cirio
Con que alumbrar a la Santísima Virgen.
¡Trimouzettes!
Es el gentil mes de mayo,
Es el lindo mes de mayo.
JUANA
¿Has comprendido, hermano Domingo? ¡Ah, yo no necesité a Coupequesne ni a Toutmouillé para
explicármela! ¡El tilo que está frente a la casa de mi padre, como un gran predicador con
sobrepelliz blanca en el claro de luna, me lo explicó todo!
FRAY DOMINGO
Explica, y yo escucho.
JUANA
Cuando en invierno hace mucho frío y el frío y la helada comprimen todas las cosas y se diría que
todo esta muerto y que las gentes están muertas de frío y la nieve y el hielo lo cubren todo como
19
un paño y como una coraza / y se cree que todo ha muerto / y que todo ha concluido ...
VOZ, afuera.
Aun queda la esperanza que es más fuerte.
JUANA
Se piensa que todo ha concluido, / pero entonces un petirrojo rompe a cantar. /
VOZ
¡Hija de Dios (andaandaanda)! ¡Anda, anda, anda!
JUANA
¡Corre un vientecillo molesto venido no se sabe de dónde, que se pone a soplar! Empieza a caer
una leve lluvia tibia.
EL CORO
¡El bosque entero empieza a animarse!
OTRO CORO
Queda la esperanza que es más fuerte.
CORO
¡Hija de Dios, anda, anda, anda!
JUANA
¡Y muy luego, en un cerrar de ojos y en lo que se tarda para contar hasta tres, / todo ha
cambiado! ¡El tiempo de contar hasta cuatro, / y todo ha cambiado! ¡Todo es blanco, todo es
rosa, todo es verde!
EL CORO
¡A lo lejos el bosque entero empieza a animarse!
JUANA
¡Quien quisiera impedirles florecer a los mirabeles tendría que ser harto astuto! ¡Quien l quisiera
impedir a los cerezos dar cerezas hasta que todo esté colmado de lindas cerezas, /
Mi padre dice que ese tal tendría que levantarse muy temprano! Entonces es cuando empiezan a
hablar Catalina y Margarita.
EL CORO
¡Coupequesne - Jean Midi - Malvenu - Toutmouillé - Anatole France – Dicen que te has
equivocado!
JUANA
(nítida y triunfalmente.)
¡Y cuando Juana el mes de Mayo monta en su caballo de batalla, / tendría que ser harto astuto
quien impidiera ponerse en camino a toda Francia! ¿Oyes las cadenas que por todas partes se
quebrantan y se rompen? ¡Ah, estas cadenas que me sujetan las manos me causan risa! ¡No
habré de soportarlas siempre! Bien se ha visto lo que Juana puede hacer con una espada.
¿Comprendes ahora esta espada que San Miguel me ha dado? ¡Esta espada! ¡Esta clara espada!
¡No se llama odio, se llama amor!
(Algunos compases de Trimazô - Después Catalina que dice:)
¡Ruan! ¡Ruan! ¡Ruán!
JUANA
¡Ruán! ¡Ruán! ¡Has quemado a Juana de Arco, pero soy más fuerte que tú, / y no me retendrás
para siempre!
VOZ, desde abajo.
Jean Midi - Coupequesne – Toutmouillé – Malvenu.
20
JUANA
¡Queda la esperanza que es más fuerte!
VOZ
¡Hija de Dios! ¡Anda, anda, anda!
JUANA
¡Queda la fe que es más fuerte!
EL CORO
¡Queda la esperanza que es más fuerte! ¡Queda la alegría que es mas fuerte! ¡Queda la
esperanza que es mas fuerte, ¡Hija de Dios! ¡Anda, anda, anda! ¡Queda la alegría, queda la
alegría que es más fuerte!
MARGARITA
Spira - spera - spira - spera - splra - spera.
JUANA
¡Queda DIOS, queda Dios que es el más fuerte!
ESCENA X
TRIMAZÔ
(Repetición del canto de Trimuzette.)
(En la evocación, la frescura de los primeros años se sobrepone al suplicio abrasador que comienza. Reina de un eterno
Mayo, antes de vestir su ropaje de llamas, la doncella mártir recita una vez más la canción de Trimazô. El canto de la
infancia se le vuelve oración y unas enternecedoras variantes lo ajustan a la circunstancia tremenda)
JUANA
¡Una pulgarada de vuestra harina! Un huevecillo de vuestra gallina, una lagrimita para Juana; una
breve oración para Juana, un pequeño pensamiento para Juana!
No es para beber ni para comer, Es para conseguir un lindo cirio con que alumbrar a la Santísima
Virgen. Soy yo quien va a convertirse en el lindo cirio.
ESCENA XI
JUANA DE ARCO EN LLAMAS
LA VIRGEN, arriba, sobre el pilar de Juana.
21
(“Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por un amigo” Jn. XV. La actitud extrema de Juana de Arco traspasa los
límites del heroísmo y se adentra en la santidad. Aunque su muerte le es impuesta, ella la acepta para no ser indigna de
Aquel a quien ama y a quien desea parecerse. Trata de superar los miedos elementales que la asustan en un momento
con el amor, que es más fuerte. Aunque temporalmente vencida, triunfa en lo eterno.)
SEMI-CORO, leyendo.
Está escrito / Juana - Está escrito / la hechicera – ¡Está escrito / herética - Wstá escrito -
hechicera - Está escrito / enemiga del mundo entero / - Está escrito - Está escrito - Está escrito!
SEMI-CORO
¡Juana la Santa! ¡Juana la Virgen! ¡Juana la Doncella!
SEMI-CORO
¡Bien hecho! ¡Ella es la que hizo todo el daño! ¡Bien hecho! ¡Qué tenía que entremeterse! ¡Bien
hecho! Sin ella estaríamos tranquilos. ¡Bien hecho! ¡Bien hecho!
SEMI-CORO
¡Pero ella es la que venció él los ingleses! ¡Ella es la que condujo a nuestro Rey a Reims!
SEMI-CORO
La que condujo a nuestro Rey a Reims, Con ayuda del diablo.
SEMI-CORO
Con la ayuda de Dios.
SEMI-CORO
Quién es, en realidad, esta Juana ...
SEMI-CORO
Y procede :acaso de Dios o del diablo ...
CORO
El fuego va a decidirlo.
JUANA
¡Cómo! ¡Pueblo mío, pueblo de Francia! ¡Es cierto! ¿Es cierto que quieres quemarme viva?
EL PUEBLO
Se despierta como de un sueño...
JUANA
¿ y ese sacerdote que estaba ahí hace un instante y que me hacía leer el libro en que yo leía?
Ya no está ahí. Me abandona, ha descendido. Ya no está ahí y estoy sola.
JUANA
Oigo una voz encima de mí que dice: ¡Juana, no estás sola!
EL PUEBLO
¡Juana, Juana, no estás sola! ¡Aquí abajo está este pueblo que te mira!
22
JUANA
j No quiero morir!
EL PUEBLO, conjuntamente.
Dice que no quiere morir.
JUANA
¡Tengo miedo!
EL PUEBLO
¡Dice que tiene miedo! ¡Después de todo no es más que una niña, no era más que una pobre
niña! Dice que tiene miedo.
JUANA
¿Y cómo podría firmar / con las manos atadas?
El SAERDOTE
Van a quitarte las cadenas.
JUANA
Otras cadenas más fuertes me retienen.
EL SACERDOTE
¿ Qué cadenas más fuertes?
JUANA
¡Más fuertes que las cadenas de hierro, las cadenas del amor!
El amor es lo que me ata las manos y lo que me impide firmar ..
La verdad es lo que me ata as manos y lo que me impide firmar.
¡No puedo, no puedo mentir!
LA VIRGEN
Juana, Juana, confíate al fuego que te libertará.
EL CORO
EL CORO
Alabado sea / nuestro hermano el fuego / que puede restituir espíritu y ceniza- ceniza- ceniza, /
lo que es ceniza a la tierra.
JUANA
¡Madre! ¡Madre que estás ahí en lo alto! ¡Ah, tengo miedo del fuego que daña!
LA VIRGEN
Dices temerle al fuego y ya tus pies lo han hollado.
JUANA
¿Esta llamarada, / esta llamarada / horrible / será, pues, / mi traje de boda?
LA VIRGEN
¿Acaso Juana misma no es una llamarada? ¿Ese cuerpo mortal / podría acaso retener por
23
siempre / a mi hija Juana?
EL CORO
¡Juana / por encima de Juana! / ¡Llama por encima de la llama!
EL CORO
¡Alabada sea / nuestra hermana la llama / que es pura - fuerte - viviente - fulgente - elocuente -
invencible - irresistible - Alabada sea / nuestra viviente hermana / la llama!
LA VIRGEN
¿ No es necesario acaso que el Fuego / queme? ¿ No es necesario, / no es necesario, acaso, / que
arda / esta llamarada, encendida / en medio de Francia?
EL CORO
¡Alabada sea / nuestra bermana Juana / que es Santa - Recta - Viviente - Ardiente - Elocuente -
Devorante - Invencible - Deslumbrante - Alabada sea / nuestra hermana Juana / que está de
pie / para siempre como una llama / en medio de Francia!
VOCES EN EL CIELO
¡Juana! ¡Juana! ¡Juana! ¡Hija de Dios! ¡Ven! ¡Ven! ¡Ven! (Tiernamente.)
JUANA
¡Son estas cadenas las que aún me retienen!
VOZ
¡Pero queda la alegría que es más fuerte! ¡Queda el amor que es más fuerte ! Queda Dios que es
el más fuerte!
JUANA
¡Voy! ¡Voy! ¡Las he quebrantado! ¡Las he roto! ¡Queda la alegría que es más fuerte!
(Rompe las cadenas)
EL CORO
¡La cadena que ligaba Juana a Juana!
EL CORO
La cadena que ligaba el alma al cuerpo.
JUANA
¡Queda el amor que es más fuerte! ¡Queda Dios que es el más fuerte!
MARGARITA, en el cielo.
¡Hi, hi, hi, hi, hi, hi, hi! (diminuendo.)
(Baja el Telón.)
VOCES EN EL CIELO
Nadie alcanza un amor más grande que el de dar la vida por quienes ama.
Nadie - ha alcanzado - un amor más grande que el de dar - la vida - por quienes ama.
(Más bajo y solemnemente como si meditasen el sentido.)
Nadie alcanza un amor más grande que el de dar la vida por quienes ama...
24