Factores Psicosociales Que Inciden en La Conducta Agresiva Servidores Penitenciarios
Factores Psicosociales Que Inciden en La Conducta Agresiva Servidores Penitenciarios
Factores Psicosociales Que Inciden en La Conducta Agresiva Servidores Penitenciarios
Resumen: Los contextos penitenciarios suelen caracterizarse por presentar múltiples problemáticas que
afectan no solo a los privados de la libertad, sino también a quienes allí laboran. Un análisis de algunas
de las cifras reportadas sobre las actuaciones de los servidores penitenciarios, que afectan directamente
el cumplimiento de la misión institucional, indica que es necesario identificar los factores psicosociales
que inciden notablemente en el comportamiento de los mismos y que afecta el servicio penitenciario en
relación con la garantía y protección de los derechos humanos.
El presente artículo de revisión teórica, permite realizar un abordaje conceptual de la conducta agresiva
y como esta se representa en los seres humanos, desde la revisión de diferentes enfoques teóricos.
Seguidamente se analiza como la conducta agresiva se ve reflejada en los servidores penitenciarios,
dados diferentes factores de riesgo psicosocial derivados de su entorno. La identificación de estos
factores permite concluir y proponer estrategias que contribuyan a minimizar la conducta agresiva en
los mismos para garantizar la labor desempeñada.
Abstract: Prison contexts tend to be characterized by multiple problems that affect not only those
deprived of liberty, but also those who work there. An analysis of some of the figures reported on the
actions of the prison servers, which directly affect the fulfillment of the institutional mission, indicates
that it is necessary to identify the psychosocial factors that have a significant impact on their behavior
and that affect the penitentiary service in relationship with the guarantee and protection of human rights.
The present article of theoretical revision, allows to realize a conceptual approach of the aggressive
behavior and how it is represented in the human beings, from the revision of different theoretical
approaches. Next, it is analyzed how the aggressive behavior is reflected in the prison servers, given
different psychosocial risk factors derived from their environment. The identification of these factors
allows to conclude and propose strategies that contribute to minimizing the aggressive behavior in them
to guarantee the work performed.
Key Words: Penitentiary context, aggressive behavior, prison server, psychosocial factors
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1. Introducción
Si bien es claro, que los encargados de hacer cumplir la ley, deben estar debidamente
entrenados y capacitados para ajustarse a perfiles específicos que ayuden a garantizar
la seguridad y contribuyan al tratamiento de los privados de la libertad garantizando
sus derechos, también lo es que los antecedentes, quejas y actuaciones disciplinarias en
contra de los servidores penitenciarios del INPEC por abuso de autoridad, maltrato y
violación a derechos humanos, dan lugar a entender que en su comportamiento y
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conducta existen variables de tipo psicológico y social, que pueden estar incidiendo en
su conducta agresiva contra los privados de la libertad (Martínez, 2017).
El presente trabajo tiene como objetivo principal realizar una investigación teórica
y conceptual de la delimitación, características y enfoques de la conducta agresiva en
los seres humanos, con el fin de determinar cuáles son los factores de riesgo psicosocial
incidentes en las conductas violentas de los servidores penitenciarios de Colombia en
relación con el contexto y problemática que allí se evidencia. Finalmente concluiremos
acerca de la importancia que tiene la identificación temprana de estos factores para
detectar e intervenir conductas tempranas que van en contravía de la esencia del
servicio penitenciario.
2. Marco Teórico
Definir la conducta agresiva va mucho más allá de explorar los principios comunes
y las teorías sociales y psicológicas sobre el tema. En este caso el objetivo es tratar de
definir conceptualmente el término desde el abordaje de sus definiciones para
explicarla de forma general. Así entonces se hace necesario definir inicialmente el
término agresión y posteriormente la conducta agresiva
Desde la visión de Muñoz (2000), los conceptos sobre agresividad hacen mayor
énfasis en la agresión activa y en menor término hacia la agresión pasiva. El concepto
agresión es vista como un problema que se da a nivel “individual, interpersonal e
intergrupal.”, pero también pueden ser confundidos por ser referidos a la conducta
negativa al asociarlo al ataque al otro y positivamente al referirse a la valentía y toma
de decisiones para afrontar algo.
La conducta agresiva según Chertok (2009) se define como «el daño intencional a
otras personas», siendo eje central la intención de hacer daño con dolo y dejando ajena
cualquier posibilidad de que sea ocasionado por accidente. De otra parte Anderson y
Bushman (2002), agregan que además de la intención de agredir, quien lo hace debe
creer que hará daño al otro y su víctima hará algo para evitarlo.
Los conceptos que ayudan a definir la conducta agresiva son múltiples y por tanto
sus características también. Una conducta agresiva en los primeros años de la infancia
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y su incremento, requiere de la revisión de algunos planteamientos que ayudan a
explicarla. Aunque observamos que los contextos de origen de la conducta agresiva
son orientados a diferentes contextos, algunos autores coinciden en algunas
condiciones que permiten el desarrollo de la misma.
Desde las posturas etológicas, Justicia (1988, p. 14) considera que la conducta
agresiva se caracteriza por ser tener “capacidad innata, pautas de acción fija, e
impulsiones”. Con respecto a la capacidad innata, se explica como la conducta agresiva
tiene origen en aspectos instintivos, neurobiológicos y fisiológicos del ser humano,
relacionados con la expresión de las emociones y los sentimientos frente a una situación
determinada, que fomentan la aparición de la misma. Las pautas de acción fija explican
los comportamientos instintivos relacionados con la supervivencia y adaptación de la
especie y para finalizar, las impulsiones internas que suponen la reacción del individuo
ante determinadas conductas.
De forma similar Carrasco & González (2006), exponen que la conducta agresiva se
caracteriza por ser aprendida en los primeros años de la infancia y se incrementa
fuertemente en la edad adulta, pues en la niñez no madura con éxito. Estas
manifestaciones en su máximo nivel, permite encontrar la forma de regularlas y
encontrar como se desarrollaron a lo largo del tiempo de vida del sujeto.
En relación al sexo, Espinet (1991; citando a Kazdin, 1985) indica que estudios
realizados sobre el tema, muestran que la conducta agresiva y comportamientos
antisociales, se replican más en hombres que en mujeres. Si bien es cierto, la burla y la
agresión verbal, suelen ser factores predominantes en las mujeres, Espinet (1991;
citando a Pulkkinen, 1989) supone que las expresiones de agresividad suelen ser más
aceptadas en grupos de mujeres jóvenes.
Bajo otra postura Pérez (2013; citando a Buss & Kenrick, 1998), indica que las
variables entre comportamientos entre ambos géneros sexuales son diferentes, por
cuanto la condición psicológica fue construida a través de la disposición genética
durante el paso de las generaciones. En este caso apoyados en las estadísticas sobre el
comportamiento agresivo de hombres y mujeres, reflejado en la población carcelaria
de diferentes prisiones del mundo, se ha podido evidenciar la enorme desproporción
entre la población masculina y femenina, lo cual es índice para reconocer que la
conducta agresiva y violenta se ve más acentuada hacia los hombres.
Otro punto de vista según Espinet (1991), propone que la conducta agresiva en el
ser humano como producto de acciones instintivas, puede ser comprendida desde
algunas deducciones del psicoanálisis propuestas por Freud como “El instinto de
muerte” que explican algunos comportamientos autodestructivos del ser humano y los
avatares pulsionales. Al respecto, De los Santos (2015; citando a Freud, 1938) indica
que instintivamente las pulsiones o instintos de muerte en el ser humano, no son
evidentes comúnmente, solo hasta cundo se reflejan al exterior como pulsiones
destructivas, y se convierten en conductas agresivas que generalmente están
direccionadas a la preservación y conservación de la integridad del individuo, tal como
ocurre en otras especies animales. No exteriorizarlas y retenerlas en el “Yo” del sujeto,
sobrecarga instinto pulsionales y despliega comportamientos autodestructivos.
Según Bandura (1982), la conducta agresiva dada por el aprendizaje, resulta por si
indiscutible, pues múltiples modelos teóricos indican que las comportamientos y
reacciones agresivas en el ser humano, son resultado de su aprendizaje social.
Destacamos aquí la teoría del aprendizaje social, que justifica que el moldeamiento de
la conducta violenta, se lleva a cabo mediante la observación de simbolismos y
conductas reales en entornos socioculturales, el ambiente, la subcultura pasada entre
generaciones, la familia, y los factores situacionales y personales. Para Bandura y
Walters (1983), la imitación de modelos, resulta siendo uno de los procesos más
influyentes en la aparición de conductas agresivas y el desarrollo de las competencias
sociales, tales como la aptitud social y la conciencia social.
Los entornos penitenciarios suelen ser altamente hostiles tanto para privados de la
libertad, como para quienes se encargan de hacer cumplir la ley. La perspectiva social
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y la realidad que se refleja en las prisiones del mundo, indica que estos escenarios
suelen estar bajo presión constante y son deslegitimados e incomprendidos. El servidor
penitenciario, quien está en la primera línea de protección de los derechos humanos de
los privados de la libertad, debe ajustarse a perfiles psicológicos bien estructurados,
para evitar verse inmerso en problemáticas carcelarias como la corrupción, la violencia
y la coacción de los privados de la Libertad. (ONU, 2004)
Los riesgos derivados del contexto, los efectos de la prisionalización que también
lo absorben y en muchos casos la escasa capacitación en educación socioemocional,
las habilidades de comunicación y el fomento de la autoridad, resultan siendo
incidentes, para que múltiples factores psicosociales contribuyan a potencializar
algunas conductas violentas en el desarrollo de su labor. (Pizarro, 2008)
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Acerca de los documentos investigativos, se destaca el informe contra la tortura y
tratos o penas crueles inhumanos o degradantes en Colombia, presentado por la CCCT
ante la ONU (2015), donde advierte sobre la situación penitenciaria en Colombia,
resaltando prácticas relacionadas con la tortura, el abuso de autoridad y malos tratos de
los agentes penitenciarios contra los privados de la libertad. Destaca además con casos
específicos ocurridos en diferentes establecimientos de reclusión, las agresiones físicas
y psicológicas mediante la utilización del aislamiento, como forma usual de
constreñimiento y coacción hacia los mismos. Frente a estos eventos y en relación a la
“Tortura y TPCID en el marco del abuso de autoridad en centros penitenciarios” se
encontró lo siguiente.
El INMLCF informó que entre el año 2010 y lo corrido del 2014 fueron
valoradas 2.425 personas privadas de libertad por presentar lesiones
personales, de las cuales 187 son mujeres y siete pertenecen a la comunidad
LGBTI. En contraste, la FGN indicó que existen 750 procesos en curso en
contra de personal del INPEC, por diferentes modalidades delictivas, de los
cuales 226 son por lesiones personales. Tan solo en el establecimiento
penitenciario y carcelario de alta y mediana seguridad de Valledupar, el
director informó que, entre febrero y mayo de 2014, 18 reclusos han
denunciado haber sufrido agresiones físicas por parte de funcionarios del
cuerpo de custodia y vigilancia del INPEC. De igual forma, los niveles de
aislamiento al interior de los centros de reclusión por castigo o medida
exclusiva de seguridad se mantienen en las prisiones colombianas. Los
detenidos son encerrados individualmente por tiempo prolongado, incluso
años, en la UTE, en sus propias celdas (pasillos de seguridad) o en otras áreas
acondicionadas para este fin. En ocasiones esta medida se aplica a discreción
de la guardia…….” (CCCT, 2015, P.P. 54-55).
Tabla 1.
Fallos sancionatorios contra servidores penitenciarios. Vigencia 2016-2018
Número de Casos
Item Conducta relacionada e investigada reportados
1 Abuso de autoridad 06
9
2 Intimidar con armas y proferir amenazas 01
3 Pérdida o daño de documentos o elementos 06
4 Maltrato a servidor público 08
5 Acoso laboral 01
6 Golpear interno 05
No observar una conducta seria y digna, e irrespetar a sus
7 superiores compañeros o subalternos 03
Vulneración a los derechos humanos y al derecho internacional
8 humanitario 01
Total casos 31
Elaboración propia. Fuente Control Único Disciplinario INPEC. (2018)
Tabla 2
Investigaciones en curso contra servidores penitenciarios. Vigencia 2016-2018
Item Conducta relacionada en investigación Número de Casos reportados
El concepto factor de riesgo psicosocial, según Moreira & Parraga (2017) adopta
las condiciones relacionadas con el entorno laboral donde se desempeña una actividad
o tarea y que pueden llegar a afectar las condiciones de vida, bienestar y salud física o
psicológica del empleado. Estos pueden ser incidentes en la satisfacción laboral del
mismo generando rendimiento, pero también afectar notablemente la salud.
Los factores que generan conductas agresivas tienen estrecha relación con el
contexto sociocultural, el entorno familiar, el contexto escolar, las relaciones
deterioradas, las restricciones excesivas y las condiciones ambientales (Griego, 2007).
Los aspectos familiares intervienen notablemente en el desarrollo intelectual y
rendimiento escolar de los jóvenes y un ambiente tranquilo y apoyo positivo de padre
y hermanos contribuye al desarrollo sano de la autoestima y la seguridad personal
(Barrios, 2016).
El factor sociocultural indica que el ambiente que rodea al sujeto refuerza de cierta
manera las conductas agresivas y si en el abundan modelos y actuaciones agresivas,
socialmente estos comportamientos serán aceptados de manera muy fácil por quienes
ingresan a ese entorno. En relación a lo orgánico influye notablemente la nutrición, la
salud mental y física, pues la incapacidad de tener al alcance elementos básicos de
supervivencia, genera sentimientos de frustración. Por ultimo el repertorio conductual,
dado por la incapacidad de solucionar conflictos y escasas habilidades de la
comunicación y poca educación socioemocional intervienen en las conductas
agresivas.
De manera similar, Sanabria & Uribe (2010, p.259), indican que algunos factores
de riesgo que inciden en las conductas problemáticas, hacen referencia a los
características ambientales e individuales que aumentan la probabilidad de
potencializar la conducta problemática y se encaminan hacia la investigación
psicológica, contribuyendo a analizar las variables individuales y las variables
externas. De esta manera consideran que estos factores se pueden agrupar en grupos
relevantes para describirlos encontrando los “factores ambientales/contextuales,
factores familiares y factores individuales”
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Contextualizando lo anterior en el entorno penitenciario se determina que los
siguientes son los factores de riesgo psicosocial que inciden en la conducta agresiva de
los servidores penitenciarios. La tabla número permite identificarlos.
Tabla 3
Factores de riesgo psicosocial que inciden en la conducta agresiva de los servidores
penitenciarios. Vigencia 2016-2018
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3. Conclusiones
Analizados los diferentes escenarios y los factores de riesgo psicosocial que inciden
en la conducta agresiva de los servidores penitenciarios, es posible diseñar programas
de bienestar laboral que sean orientados a identificar, prevenir y mitigar problemáticas
sociales, laborales, familiares y personales que afectan su labor. De este modo se
pueden minimizar las investigaciones disciplinarias en contra de los mismos por
extralimitación de sus funciones y abuso de autoridad.
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4. Referencias Bibliográficas
Anderson, Craig A. and Bushman, Brad J. Human aggression. Annu. Rev. Psychol.
2002. 53:27–51
Chapi; Jorge (2012) Una revisión psicológica a las teorías de la agresividad. Perú.
Universidad Nacional Mayor de San Marcos Lima
Espinet; A (1991) La conducta agresiva. San Sebastián. Universidad del País Vasco.
Kalinsky, Beatriz El agente penitenciario: la cárcel como ámbito laboral Runa, vol.
28, 2008, pp. 43-57 Universidad de Buenos Aires Buenos Aires, Argentina
Pérez; Thiago (2013) ¿Por qué los hombres presentan un comportamiento más agresivo
Que las mujeres? por una antropología evolutiva del comportamiento agresivo.
España Universidad Complutense de Madrid.
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