Manual Misionero Modificado
Manual Misionero Modificado
Manual Misionero Modificado
Viacrucis 62
Bitácora 139
Horarios 160
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ASPECTOS A TOMAR EN CUENTA
Las personas de los pueblos ven a los misioneros como sus evangelizadores, como
representantes de la Iglesia, por lo mismo, es importante que vayan siempre bien
presentados.
A muchas personas y a muchos párrocos no les gusta ver a los misioneros en bermudas o
shorts, por lo que sugerimos que los misioneros vayan siempre en jeans.
Buscamos que cada misionero vista dignamente, consciente de que, al ir bien presentados,
da testimonio de ser misioneros.
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Los misioneros cuiden la distinción en posturas y vocabulario, que se eviten las malas
palabras.
Los misioneros no fumen durante las misiones; ya que, en muchas comunidades, el fumar es
visto como algo muy negativo.
Los misioneros no ingieran bebidas alcohólicas. Está prohibido aceptarlas incluso cuando las
ofrezcan las personas del pueblo o el párroco.
Si hay algo que indica que es conveniente dejar la misión, avisar al encargado de las
misiones.
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SIGNIFICADO Y SENTIDO DE LA SEMANA SANTA
Si las misiones organizadas se llaman "Misiones de Semana Santa" es evidente que quien participa
en ellas debe profundizar grandemente el significado de estos días y de las celebraciones que en
ellos se realizan.
La "Semana Santa" o "Semana Mayor" son los días en que celebramos, de manera especial y como
aniversario, la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, que, de por sí, el cristiano celebra cada
ocho días en el día domingo.
Aquí vamos a hacer sólo algunas consideraciones fundamentales en forma de pregunta y respuesta.
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los demás o enemistado con ellos), del odio, del miedo a la muerte y al sacrificio. Llamarnos
a la vida del amor a Dios y al prójimo.
Darnos alegría de vivir, esperanza de un mundo nuevo, seguridad de que Dios nos ama y,
sobre todo, la gracia de Dios (= la vida de Dios en nosotros y el derecho a gozar para siempre
de lo que Dios goza).
DOMINGO DE RAMOS
El Domingo de Ramos celebramos el triunfo de Jesús, pero triunfo que tuvo que pasar por la
muerte, es decir, por la entrega total de sí mismo.
Celebramos la entrada triunfal del Mesías salvador y liberador, prometido desde antiguo por
Dios, pero no de un Mesías glorioso como esperaba la gente, "sino de un Mesías "sufriente"
que vino a enseñarnos que las cadenas de la opresión se caen con el amor y no con la fuerza.
Celebramos a Cristo como rey, pero un rey servidor y pastor que más que mandar, guía y
precede a las ovejas.
La Iglesia quiere que también celebremos simbólicamente en este día la entrada triunfal de
Cristo en el cielo (la Jerusalén celeste) que fue conseguida con su muerte.
3.- ¿Por qué la Procesión de Ramos y la lectura de la Pasión no tienen la una sin la otra el
sentido propio de este día?
Por un lado, la lectura de la Pasión sin la procesión de ramos pierde mucho de su fuerza y
puede quedar convertida en recuerdo masoquista de quien le gusta abrirse de nuevo las
heridas nada más por el placer del sufrimiento.
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Por el otro, la procesión de Ramos sin la lectura de la pasión queda también sin su sentido
verdadero, ya que la Pasión le da el sentido al Reinado que Cristo quiere ejercer sobre
nosotros: Cristo fracasaría con nosotros si no nos "ganara el corazón" y el corazón nos lo
gana con la entrega; Él quiere contagiarnos de amor, pues para eso ha venido: "para traer
fuego y lo que quiere es que arda" (Lc 12, 49).
El no vino a traer directamente bienestar material y orden y paz y libertad política, El vino a
anunciar el amor y lo demás deba venir como consecuencia de ese amor y no viceversa.
Para los que no participan al triduo sacro de la Semana Santa este Domingo "de Pasión"
constituye, junto con el Domingo de Resurrección, el anuncio y celebración del misterio total
de l. Pascua: hoy se anuncia la muerte, el domingo próximo la vida nueva.
Si uno va a la procesión, pero no participa (como hacen los algunos) en la Misa donde se lee
la Pasión de Jesús, no celebra, como dice la liturgia, el "Domingo de Ramos en la Pasión del
Señor".
4.- ¿De qué manera especial debemos vivir la Comunión del Domingo de Ramos?
En la procesión de Ramos
aclamamos a Cristo Jesús con
cantos dirigidos directamente a Él, con vivas, aclamaciones, porras, súplicas, poesías, lectura de
trozos bíblicos, representaciones de la vida de Jesús...
6.- ¿Para qué se bendicen los ramos y los objetos que llevamos en la procesión y para qué
tenerlos en la casa durante un tiempo como objetos benditos?
Los ramos flores u objetos benditos son "cosas” que deben ayudarnos, con la gracia y bendición de
Dios, a recordar que nos hemos decidido a seguir a Cristo y lo hemos hecho Señor de nuestra vida;
que no debemos con los hechos de nuestra vida gritar "crucifícale" después de haberle gritado
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"vivas". Lo importante de este domingo no es el momento en que se echa agua bendita a los ramos,
sino el momento en que gritamos vivas y aclamamos a Cristo Jesús.
7.- ¿Qué significa el color rojo en los ornamentos que se usan en este día?
JUEVES SANTO
El Jueves Santo celebramos la Última Cena de Cristo, en donde nos dejó la Eucaristía, es
decir, se quiso hacer presente entre nosotros cuando bendecimos el pan y el vino como
memorial suyo: antes de ser entregado, Cristo se entregó como alimento.
Celebramos la Cena en donde lavando los pies a sus discípulos nos dejó el mandato del
amor, pero de un amor que se hace servicio, por eso se dice que hoy es "el día del amor".
Celebramos la Cena en donde Jesús oró por nosotros a su Padre. Pero sobre todo eso,
celebramos hoy, no tanto la muerte de Jesús
(no nos adelantamos al Viernes Santo), sino el
ofrecimiento consciente que hizo de su pasión
y muerte "por nuestra salvación" y por amor al
Padre.
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las siete casas"; también en la mayoría de las Iglesias Catedrales se celebra hoy la Misa de los
Santos Óleos.
3.- ¿Qué enseñanza principal nos da cada una de las tres lecturas de la Misa del Jueves
Santo?
La narración del sacrificio pascual judío nos hace pensar que la Misa es un sacrificio que debe
llevamos a la liberación de todas nuestras esclavitudes. La narración de la Institución de la Eucaristía
nos debe hacer pensar que la Misa es un memorial de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
La narración del Lavatorio de los Pies nos debe hacer considerar la Misa como una reunión de
hermanos en la cual aprendemos a amamos y a servimos cada vez más.
Celebramos el mandato de Cristo de amar a los demás como Él nos amó hasta dar la vida
por ellos.
Celebramos a Cristo Jesús que inició su pasión llevado de un lado al otro (de Herodes a Pilatos),
pero que al mismo tiempo se quiso quedar como alimento y fortaleza en los sufrimientos de nuestro
caminar por la vida.
Debemos vivir de distinta manera el Jueves Santo y la Fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo, por
eso más que detenernos en darle gracias de una manera general por haberse quedado entre
nosotros, debemos en este día hablar con El de su entrega total hasta la muerte y de nuestra
entrega, de sus sufrimientos y de los nuestros y los del mundo, pidiéndole su fuerza y su serenidad.
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VIERNES SANTO
4.- ¿Por qué en esta celebración del Viernes Santo el sacerdote se postra en tierra?
Porque el postrarse por tierra es una postura de suma humillación que nos recuerda la humillación
del Hijo de Dios que, como dice San Pablo, no sólo se humilló haciéndose en todo igual al hombre,
sino que, como hombre, se humilló hasta la muerte y" muerte de Cruz por salvarnos; así el sacerdote
debe estar dispuesto a postrarse hasta el polvo para interceder por su pueblo y salvarlo.
5.- ¿Cuál es el significado de cada una de las lecturas del Viernes Santo?
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La lectura de Isaías (52. 13-53,12.) habla de un servidor de Dios que sufre, no por sus
pecados, sino por los de las multitudes, pero que por eso mismo será exaltado: la Iglesia ha
visto siempre en este Siervo del Señor al mismo Cristo.
La lectura de la Carta a los Hebreos (4, 14-16; 5, 7-9) habla de Cristo Jesús como sacerdote
y víctima, que puede compadecerse de nosotros y por eso podemos acercarnos con
confianza a Dios; si somos obedientes como El, como El seremos salvados.
La lectura de la Pasión según San Juan (18, 1-19, 42) no es la simple narración histórica del
proceso de Jesús, sino que lo presenta, visto tras la luz de la fe en la Resurrección,
majestuosamente soberano, que sabe que va a la muerte y va libremente, con una lucidez
total, consciente de que va a realizar la obra de nuestra salvación.
6.- ¿Por qué el Viernes Santo la Iglesia le da tanta importancia a la Oración Universal, que es
un conjunto de súplicas a favor del mundo entero?
Porque la Iglesia quiere hacer suyas las intenciones de Cristo que, con los brazos extendidos en la
Cruz, estuvo ofreciendo su vida y orando por todas las necesidades de sus hermanos los hombres.
No podemos pensar en Cristo sin la cruz ni en la cruz sin Él, por eso decimos que vamos a adorar
la cruz; claro que nuestra adoración no es al palo, sino a Jesús colgado de ella, en la máxima prueba
de su amor. La cruz y el amor de Cristo son uno. Adorar la cruz es haber descubierto el amor de
Jesús y arrodillamos humildes y asombrados ante El.
8.- ¿Cuál es el significado especial que le debemos dar a la Sagrada Comunión en este día?
Comulgamos para pedirle a Cristo la fuerza para cargar la cruz que el amor al prójimo nos echa a
cuestas cada día.
Queremos unirnos a todos los hombres que están prolongando en su vida la Pasión y Muerte de
Cristo; por eso se puede decir que esta celebración es una celebración cívica de nuestra fe.
La celebración hecha en la noche del sábado se llama "Vigilia Pascual", pero este nombre despista
a muchos haciéndoles pensar que el sábado se celebra algo distinto de lo del Domingo; por eso
convendría más bien que se llamara Celebración de la Resurrección "en la vigilia" o "en el día",
según corresponda.
Se puede decir que sólo tiene un sentido meramente devocional el que quien haya participado en
la Vigilia Pascual, participe también en la celebración del domingo por la mañana o por la tarde.
Por otra parte, las celebraciones de la Resurrección hechas durante el Domingo son tan pobres en
signos que los que sólo celebran la Resurrección de esa manera, difícilmente pueden distinguir el
Domingo de Resurrección de un domingo cualquiera.
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del bautismo o incluso con la celebración de bautizos y en general, con la celebración de una Misa
lo más solemne posible.
La Celebración del Fuego Nuevo preparada con la celebración de las tinieblas, representa la energía
y el calor de la resurrección que inició la transformación de nuestro mundo de pecado y de muerte
5.- ¿Qué significa el Cirio Pascual?
El Cirio Pascual bendecido de forma solemnísima y honrada tan grandemente por la iglesia en el
canto llamado "Pregón Pascual" y en sus principales celebraciones litúrgicas representa a Cristo
que con su resurrección da luz y nuevo colorido a toda la realidad humana y cósmica.
6.- ¿Cuál es el significado general de toda la serie de lecturas de la Biblia que la iglesia
propone a nuestra meditación en la Vigilia Pascual?
La narración del Sacrificio de Isaac (Gen, 22, 1-13.15-18): nos dice que Dios no ha rehusado
pedirle a Cristo el sacrificio total de su vida, pero que al mismo tiempo no lo ha dejado bajo
el poder de la muerte.
La narración de la Pascua judía (Ex 14, 15-15, la): nos hace pensar en la resurrección como
en un grandioso éxodo o epopeya realizada por Dios en donde Cristo Jesús es liberado de
la muerte y nosotros con El.
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La cuarta lectura nos habla de la Nueva Jerusalén (Is 54, 5-14): a partir de la resurrección
nuestra relación con Dios no debe ser de temor a un castigo eterno y a un sufrimiento que no
se acaba, sino de confianza a un amor que es capaz de renovarnos, de embellecer nuestro
ser entero, de hacernos fieles en el amor, de darnos, en fin de cuentas, la vida gloriosa de
Cristo resucitado.
La lectura de Isaías 55, 1-11, leída a la luz de la resurrección, nos hace contemplar la eficacia
de Cristo, Palabra de Dios, que vuelve a su Padre habiendo dejado en el mundo una gran
fuerza de transformación y una nueva vida.
La profecía de Baruc (3. 9-15.32-4, 4) nos hace pensar que el seguimiento de Cristo que es
nuestra verdadera sabiduría, y la obediencia a sus mandatos es decidirse por la vida; alejarse
de Él es arrojarse al poder de la muerte.
La profecía de Ezequiel (36, 16-17a. 18-28) llega a su realización máxima con la efusión del
Espíritu Santo que Cristo resucitado nos da, Espíritu que nos une, nos purifica y pone en
nosotros un corazón nuevo para amar.
7.- ¿Por qué se bendice el agua y se renuevan las promesas del bautismo en esta fiesta de la
Resurrección o por qué es un día que la Iglesia ha escogido como muy significativo para los
bautizos?
Porque en el bautismo es donde se inicia nuestra vida "eterna" de unión con Cristo resucitado.
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DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR
Lo que se necesita:
1. Palmas benditas. De ser posible un sacerdote bendice las palmas para las demás comunidades
en la primera misa del domingo de ramos. (El ministro o misionero no puede bendecir las palmas)
Pueden partir apenas terminado el rito de bendición.
2. La Biblia (El texto debe ser la misma versión aprobada para el uso litúrgico en el leccionario).
También puede usarse un misal.
3. Una imagen del Señor, que no sea crucifijo, puede ser una imagen del Sagrado Corazón u otra.
4. El manual que estás estudiando.
5. Mesita y mantel (blanco o rojo)
5. Incensario / incienso.
7. Ciriales o velas.
8. Un pedestal para la Imagen del Señor.
Quiénes la realizan:
1. La comunidad o asamblea reunida.
2. El ministro de la Palabra o Misionero.
3. El monitor.
4. Los lectores
4. El coro.
Cantos a preparar:
1. Tú Reinarás.
2. Que Viva mi Cristo.
3. Alabaré, alabaré.
4. No hay Dios
Cómo realizarla:
Reunidos en un lugar distinto de la Capilla, teniendo las palmas en las manos los fieles, estando la
imagen del Señor en un lugar céntrico, se entona el siguiente canto: TÚ REINARAS.
Inmediatamente el Ministro / Misionero de la Palabra saluda a la asamblea con las siguientes
palabras:
MINISTRO/MISIONERO: El Señor Jesús, que entra triunfante en medio del pueblo, para salvarlo
por su pasión, muerte y resurrección, este con nosotros.
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ASAMBLEA: Amén.
+ EVANGELIO
Cuando se acercó a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus
discípulos, diciéndoles:
«Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado
todavía. Desátenlo y tráiganlo; y si alguien les pregunta: «¿Por qué lo desatan?», respondan: «El
Señor lo necesita»».
Luego llevaron el asno adonde estaba Jesús y, poniendo sobre él sus mantos, lo hicieron montar.
Mientras él avanzaba, la gente extendía sus mantos sobre el camino.
Cuando Jesús se acercaba a la pendiente del monte de los Olivos, todos los discípulos, llenos de
alegría, comenzaron a alabar a Dios en alta voz, por todos los milagros que habían visto. Y decían:
«¡Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!».
Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron: «Maestro, reprende a tus
discípulos».
Pero Él respondió: «Les aseguro que, si ellos callan, gritarán las piedras». Palabra del Señor.
ASAMBLEA: Gloria a ti Señor.
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Se guardan unos momentos de silencio, e inmediatamente después el Ministro / Misionero
se dirige a la asamblea, desarrollando las siguientes ideas:
1. Nuestra procesión con Jesús al Sacrificio.
2. El triunfo de Cristo en Jerusalén, en el sacrificio de la cruz.
3. El marchar con Cristo hacia el Calvario y la Redención.
Terminada la reflexión, se inicia la procesión con los ramos, flores, palmas, entonando los
cantos preparados:
Tiene que ir hasta adelante la imagen del Señor y puede ir acompañada de incienso y dos
ciriales a los lados.
La asamblea va por detrás y entra en el Templo hasta el final.
Una vez que se ha entrado al Templo, se procede a la Liturgia de la Palabra.
Quiénes la realizan:
1. La comunidad o asamblea reunida.
2. El ministro de la Palabra o Misionero
3. El monitor.
4. El salmista o coro.
5. Dos lectores.
Como realizarla:
a) Ritos iniciales
MINISTRO/MISIONERO: Los saludo a todos Ustedes como delegado del Padre (nombre del
párroco del lugar), en su ausencia nos reunimos para celebrar el día del Señor, alimentando nuestra
vida con la Palabra de Dios y con el Cuerpo de Cristo. Alabemos juntos el nombre del Señor.
Todos responden:
ASAMBLEA: Bendito seas por siempre Señor.
MINISTRO / MISIONERO: Dios todopoderoso y eterno, que has querido entregarnos como ejemplo
de humildad a Cristo, nuestro salvador, hecho hombre y clavado en una cruz, concédenos vivir
según las enseñanzas de su pasión, para participar con Él, un día, de su gloriosa resurrección. Por
nuestro Señor Jesucristo. Amén
b) Liturgia de la Palabra.
Una vez hecha la monición anterior, se acerca el primer lector al ambón, para hacer la lectura
correspondiente sin decir "PRIMERA LECTURA", ni leer el pequeño texto que la sintetiza,
sino que sólo dirá: "Lectura del libro de ..." e iniciará inmediatamente la lectura del texto bíblico
correspondiente. Para indicar el fin de la lectura, el lector dice: Palabra del Señor.
El Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo; para saber decir al abatido una palabra de
aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los discípulos.
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El Señor Dios me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás.
Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no escondí el
rostro ante ultrajes y salivazos.
El Señor Dios me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal,
sabiendo que no quedaría defraudado. Palabra del Señor.
Salmo
Se reparten mi ropa,
echan a suerte mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme.
Cristo, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario, se despojó
de sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres.
Y así, reconocido como hombre por su presencia, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la
muerte, y una muerte de cruz.
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Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al
nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra del Señor.
El Ministro va al ambón, sin saludar a la asamblea como el sacerdote, sin signar el libro como
el sacerdote, pero signándose él y la asamblea.
Al terminar el evangelio el Ministro / Misionero dice Palabra del Señor sin besar o levantar el
libro.
C. Llegada la hora de cenar, se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo:
+. “Cuánto he deseado celebrar esta Pascua con ustedes, antes de padecer, porque yo les aseguro
que ya no la volveré a celebrar, hasta que tenga cabal cumplimiento en el Reino de Dios”.
C. Luego tomó en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias y dijo:
+. “Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque les aseguro que ya no volveré a beber del fruto
de la vid hasta que venga el Reino de Dios”
C. Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y
prepararon la cena de Pascua. Al atardecer llegó Jesús con los doce y estando a la mesa cenando,
les dijo:
+. “Yo les aseguro que uno de ustedes, uno que está comiendo conmigo, me va a entregar”.
+ “Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía"
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C. Después de cenar, hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo:
+. “Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes". "Pero miren:
la mano del que me va a entregar está conmigo en la mesa. Porque el Hijo del hombre va a morir,
según lo decretado; pero ¡ay de aquel hombre por quién será entregado!"
C. Ellos empezaron a preguntarse unos a otros quién de ellos podía ser el que lo iba a traicionar.
Después los discípulos se pusieron a discutir sobre cuál de ellos debería ser considerado como el
más importante. Jesús les dijo:
+. “Los reyes de los paganos los dominan, y los que ejercen la autoridad se hacen llamar
bienhechores. Pero ustedes no hagan eso, sino todo lo contrario: que el mayor entre ustedes actúe
como si fuera el menor, y el que gobierna, como si fuera un servidor. Porque, ¿quién vale más, el
que está a la mesa o el que sirve? ¿Verdad que es el que está la mesa? Pues yo estoy en medio
de ustedes como el que sirve. Ustedes han perseverado conmigo en mis pruebas, y yo les voy a
dar el Reino, como mi Padre me lo dio a mí, para que coman y beban a mi mesa en el Reino, y se
siente cada uno en un trono, para juzgar a las doce tribus de Israel”.
C. Luego añadió:
+. “Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido permiso para zarandearlos como trigo; pero yo he
orado por ti, para que tu fe no desfallezca; y tú, una vez convertido, confirmara tus hermanos"
C. El le contestó:
C. Jesús le replicó:
+. “Te digo, Pedro, que hoy, antes de que cante el gallo, habrás negado tres veces que me conoces”.
+. “Cuando los envíe sin provisiones, sin dinero ni sandalias, ¿acaso les faltó algo?”.
C. Ellos contestaron:
S. "Nada”.
C. Él añadió:
+. “Ahora, en cambio, el que tenga dinero o provisiones, que los tome; y el que no tenga espada,
que venda su manto y compre una. Les aseguro que conviene que se cumpla esto que está escrito
de mí: “Fue contado entre los malhechores, porque se acerca el cumplimiento de todo lo que se
refiere a mí".
C. Ellos le dijeron:
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S. " Señor, aquí hay dos espadas”.
C. Él les contesto:
+. “¡Basta ya!”.
C. Salió Jesús, como de costumbre, al monte de los Olivos y lo acompañaron los discípulos. Al llegar
a ese sitio, les dijo:
C. luego se alejó de ellos a la distancia de un tiro de piedra y se puso a orar de rodillas, diciendo:
+. “Padre, si quieres, aparta de mi esta amarga prueba; pero que no se haga mi voluntad, sino la
tuya”.
C. Se le apareció entonces un ángel para confortarlo; él, en su angustia mortal, oraba con mayor
insistencia, y comenzó a sudar gruesas gotas de sangre, que caían hasta el suelo. Por fin terminó
su oración, se levantó, fue hacia sus discípulos y los encontró dormidos por la pena. Entonces les
dijo:
C. Todavía estaba hablando, cuando llegó una turba encabezada por Judas, uno de los doce, quien
se acercó a Jesús para besarlo. Jesús le dijo:
C. Al darse cuenta de lo que iba a suceder, los que estaban con él dijeron:
C. Y uno de ellos hirió a un criado del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. Jesús intervino,
diciendo:
+. “¡Dejen!, ¡Basta!”
C. Le tocó la oreja y lo curó. Después dijo Jesús a los sumos sacerdotes, a los encargados del
Templo y a los ancianos que habían venido a arrestarlo:
+. “Han venido a aprehenderme con espadas y palos, como si fuera un bandido. Todos los días he
estado con ustedes en el Templo y no me echaron mano. Pero éste es su hora y la del poder de las
tinieblas”.
C. Ellos lo arrestaron, se lo llevaron y lo hicieron entrar en la casa del sumo sacerdote. Pedro los
seguía desde lejos. Encendieron fuego en medio del patio, se sentaron alrededor y Pedro se sentó
también con ellos. Al verlo sentado junto a la lumbre, una criada se le quedó mirando y dijo:
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S. “Este también estaba con Él”.
C. Pedro replicó:
S. “Hombre, no lo soy”
S. “Sin duda que éste también estaba con él, porque es Galileo”
C. Pedro contestó:
C. Todavía estaba hablando, cuando cantó un gallo. El Señor, volviéndose, miró a Pedro. Pedro se
acordó entonces de las palabras que el Señor le había dicho: Antes de que cante el gallo, me
negarás tres veces, y saliendo de allí se soltó a llorar amargamente”. Los hombres que sujetaban a
Jesús se burlaban de él, le daban golpes, le tapaban la cara y le preguntaban:
C. Y proferían contra él muchos insultos. Al amanecer, se reunió el consejo de ancianos con los
sumos sacerdotes y los escribas. Hicieron comparecer a Jesús ante el sanedrín y le dijeron:
C. Él les contestó:
+. “Si se lo digo, no lo van a creer, y si les pregunto, no me van a responder. Pero ya desde ahora,
el Hijo del hombre está sentado a la derecha de Dios todopoderoso”.
C. Dijeron todos:
C. Él les contestó:
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C. Entonces ellos dijeron:
C. El consejo de ancianos, con los sumos sacerdotes y los escribas, se levantaron y se llevaron a
Jesús ante Pilato. Entonces comenzaron a acusarlo, diciendo:
S. “Hemos comprobado que éste anda amotinando a nuestra nación y oponiéndose a que se pague
tributo al César y diciendo que es el Mesías rey”.
C. Él le contestó:
C. Al oír esto, Pilato preguntó si era Galileo, y al enterarse de era de la jurisdicción de Herodes, se
lo remitió, ya que Herodes estaba en Jerusalén precisamente por aquellos días. Herodes al ver a
Jesús, se puso muy contento, porque hacía mucho tiempo que quería verlo, pues había oído hablar
mucho de él y esperaba presenciar algún milagro suyo. Le hizo muchas preguntas, pero él no le
contestó ni una palabra. Estaban ahí los sumos sacerdotes y los escribas, acusándolo sin cesar.
Entonces Herodes, con su escolta, lo trató con desprecio y se burló de él, y le mandó poner una
vestidura blanca. Después de lo remitió a Pilato. Aquel mismo día se hicieron amigos Herodes y
Pilato, porque antes eran enemigos. Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a las autoridades y al
pueblo y les dijo:
S. “Me han traído a este hombre, alegando que alborota al pueblo; pero yo lo he interrogado delante
de ustedes y no he encontrado en él ninguna de las culpas de que lo acusan. Tampoco Herodes,
porque me lo ha enviado de nuevo. Ya ven que ningún delito digno de muerte se ha probado. Así
pues, le aplicaré un escarmiento y lo soltaré”
C. Con ocasión de la fiesta, Pilato tenía que dejarles libre a un preso. Ellos vociferaron en masa
diciendo:
S. “Crucifícalo, crucifícalo”
C. Él les dijo por tercera vez:
S. “¿Pues qué ha hecho de malo? No he encontrado en él ningún delito que merezca la muerte; de
modo que le aplicaré un escarmiento y lo soltaré”
C. Pero ellos insistían, pidiendo a gritos que lo crucificara. Como iba creciendo el griterío, Pilato
decidió que se cumpliera su petición; soltó al que le pedían, al que había sido encarcelado por
revuelta y homicidio, y a Jesús se lo entregó a su arbitrio. Mientras lo llevaban a crucificar, echaron
mano a un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y lo obligaron a cargar la cruz, detrás de
Jesús. Lo iba siguiendo una gran multitud de hombres y mujeres, que se golpeaban el pecho y
lloraban por él. Jesús se volvió hacia las mujeres y les dijo:
+. “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos, porque van a
venir días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos
que no han criado! Entonces dirán a los montes: Desplómense sobre nosotros, y a las colinas:
Sepúltennos, porque si así tratan al árbol verde, ¿qué pasará con el seco?
C. Conducían, además, a dos malhechores, para ajusticiarlos con él. Cuando llegaron al lugar
llamado “la Calavera”, lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a su derecha y el otro a su
izquierda. Jesús decía desde la cruz:
C. Los soldados se repartieron sus ropas, echando suertes. El pueblo estaba mirando. Las
autoridades le hacían muecas, diciendo:
C. Había, en efecto, sobre la cruz, un letrero en griego, latín y hebreo, que decía: Este es el rey de
los judíos, uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesús, diciéndole:
S. “¿Ni siquiera temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Nosotros justamente recibimos el
pago de lo que hicimos. Pero éste ningún mal ha h echo.
C. Y le decía a Jesús:
C. Era casi el mediodía, cuando las tinieblas invadieron toda la región y se oscureció el sol hasta
las tres de la tarde. El velo del templo se rasgó a la mitad. Jesús, clamando con voz potente, dijo:
C. Toda la muchedumbre que había acudidito a este espectáculo, mirando lo que ocurría, se volvió
a su casa dándose golpes de pecho. Los conocidos de Jesús se mantenían a distancia, lo mismo
que las mujeres que lo habían seguido desde Galilea, y permanecían mirando todo aquello.
Un hombre llamado José, consejero del sanedrín, hombre bueno y justo, que no había estado de
acuerdo con la decisión de los judíos ni con sus actos, que era natural de Arimatea, ciudad de Judea,
y que aguardaba el Reino de Dios, se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Lo bajó
de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro excavado en la roca, donde no
habían puesto a nadie todavía. Era el día de la Pascua y ya iba a empezar el sábado. Las mujeres
que habían seguido a Jesús desde Galilea acompañaron a José para ver el sepulcro y cómo
colocaban el cuerpo. Al regresar a su casa, prepararon perfumes y ungüentos, y el sábado
guardaron reposo, conforme al mandamiento. Palabra del Señor.
Inmediatamente después vienen las oraciones de los fieles, las que iniciará el Ministro /
Misionero :
Oración Universal
Jesús, en la cruz, clamó al Padre con el grito del hombre que se siente abandonado. Pidamos
por las mujeres y los hombres, los niños, jóvenes o ancianos, que se sienten solos, perdidos,
abandonados, para que sepamos portarnos con ellos como hermanos. Roguemos al Señor.
Jesús fue juzgado y condenado por los poderosos. Pidamos por todos los que tienen algún
poder en la sociedad, para que luchen de verdad por la paz y la justicia para todos los
hombres, muy especialmente para los más menospreciados y oprimidos. Roguemos al
Señor.
En este Domingo de Ramos, en este día en que los niños aclaman con alegría al Señor,
oremos por ellos, para que Dios bendiga su inocencia. Roguemos al Señor.
Y por todos nosotros, para que celebremos de tal modo estos días santos que progresemos
en nuestro camino de seguimiento de Jesucristo. Roguemos al señor.
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Ministro / Misionero: Padre, tú nos has revelado la inmensidad de tu amor a través del camino
que siguió Jesús hasta la muerte. Haz que, contemplando su pasión y muerte, compartamos más
su vida nueva: aquella vida nueva que tú quieras para todos los hombres. Por Jesucristo nuestro
Señor.
(Este rito se realiza solamente donde se tenga la reserva del Santísimo Sacramento).
Quiénes la realizan:
1. El ministro extraordinario de la Comunión o el Misionero.
2. La asamblea reunida.
Cantos a preparar:
1. Cantemos al Amor de los Amores.
2. Altísimo Señor.
3. Corazón Santo.
Una vez terminadas las oraciones de los fieles, el ministro extraordinario de la Comunión,
extiende el corporal sobre el altar, se acerca al lugar donde está reservado el Santísimo
Sacramento, toma el copón, lo deposita sobre el corporal, hace genuflexión, y puesto de
rodillas entona con la asamblea: “CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES”.
Terminado el canto, invita a recitar el Padre Nuestro con las siguientes palabras:
MINISTRO / MISIONERO: Porque sabemos que, por la muerte y resurrección del Señor, hemos
conseguido ser hijos de Dios, digamos al Padre la oración que Cristo nos enseñó...
TODOS: Padre nuestro, que estas en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase Señor tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; y
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes
caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
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Terminada la oración del Padre Nuestro, se invita a la asamblea a intercambiar un signo de
paz con las siguientes palabras:
MINISTRO / MISIONERO: En el Espíritu de Cristo que nos ha hecho hermanos con su cruz, nos
damos fraternalmente la paz.
Todos intercambian brevemente un signo de paz según la costumbre del lugar, manifestando
la caridad común.
Si no preside el sacerdote no se canta o dice el "Cordero de Dios".
Terminado el signo de paz, el ministro extraordinario de la Comunión hace genuflexión, toma
la hostia y, sosteniéndola un poco elevada, sobre el copón, vuelto hacia el pueblo dice:
MINISTRO / MISIONERO: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, dichosos los
invitados a la cena del señor.
ASAMBLEA: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para
sanarme.
El Ministro / Misionero comulga diciendo en secreto: "Que el cuerpo de Cristo me guarde para
la vida eterna".
Inmediatamente después, toma el copón, se acerca a los que van a comulgar, presenta a
cada uno la hostia elevándola un poco y diciendo:
Lo que se necesita:
1. El manual que estás estudiando.
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Quiénes lo realizan:
1. El Ministro / Misionero.
2. La comunidad o asamblea reunida.
Cantos a preparar:
1. Que Viva mi Cristo.
2. Tú Reinarás.
3. Vamos a bendecir al Señor
4. Alabaré, alabaré
Cómo realizarlo:
Terminado el rito de la paz o el rito de la comunión el Ministro / Misionero invita al pueblo a
orar y dice la siguiente oración teniendo las manos juntas:
MINISTRO / MISIONERO: Tú, que nos has alimentado con esta Eucaristía, y por medio de la muerte
de tu Hijo nos das la esperanza de alcanzar lo que la fe nos promete, concédenos, Señor, llegar,
por medio de su resurrección, a la meta de nuestras esperanzas. Por Jesucristo nuestro Señor.
ASAMBLEA: Amén.
MINISTRO / MISIONERO: el Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
(El ministro no debe levantar la mano para bendecir al pueblo como hace el sacerdote.)
La asamblea responde:
ASAMBLEA: Amén.
Se entona el canto QUE VIVA MI CRISTO y salen procesionalmente hacia sus casas en
donde, en su altar, colocarán las palmas benditas.
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JUEVES SANTO CELEBRACIÓN DE LA PALABRA EN RECUERDO
DE LA CENA DEL SEÑOR
La exposición debe hacerse con el copón cerrado, nunca con custodia u ostensorio.
Lo que se necesita:
1. El manual que estás estudiando.
Quienes lo realizan:
1. La comunidad o asamblea reunida.
2. El ministro de la Palabra.
3. El coro o cantor.
Cantos a preparar:
1. Pueblo de Reyes.
2. Un mandamiento nuevo.
3. Yo soy el pan de vida.
4. Cantemos al amor de los amores
5. Bendito, bendito.
Cómo realizarlo:
El sagrario debe estar completamente vacío. Se reúne la comunidad en la Capilla a la hora
indicada, y ya reunidos, el coro o cantor entona el canto de entrada: PUEBLO DE REYES
Terminando el canto, el Ministro / Misionero se signa y con él toda la asamblea mientras dice:
MINISTRO / MISIONERO: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
ASAMBLEA: Amén.
MINISTRO / MISIONERO: Hermanos: nos hemos reunido en esta tarde (noche) para vivir juntos
con Jesús los momentos más importantes de su obra redentora. Meditaremos profundamente lo que
Él nos dice con su palabra y lo que nos pide a cada uno de nosotros. Nos ha dejado Jesús grandes
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dones, los cuales muchas veces no hemos sabido aprovechar o los hemos despreciado, por eso,
en silencio, pidamos al Señor que purifique nuestros corazones de todo pecado...
MINISTRO / MISIONERO: Tú que has puesto la salvación del género humano en el árbol de la cruz,
Señor, ten piedad.
ASAMBLEA: Señor, ten piedad.
MINISTRO / MISIONERO: Tú que padeciste por nosotros para que sigamos tus huellas, cristo, ten
piedad.
ASAMBLEA: Cristo, ten piedad.
MINISTRO / MISIONERO: Tú que, cargado con nuestros pecados, subiste al leño para que
nosotros, muertos al pecado, vivamos en la justicia, Señor, ten piedad.
ASAMBLEA: Señor, ten piedad.
Ministro / Misionero: Dios todo poderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros
pecados y nos lleve a la vida eterna. amén.
A continuación, toda la asamblea entona el Gloria solemne, mientras se tocan las campanas
del Templo, las cuales no volverán a tocarse, sino hasta la Vigilia Pascual.
Terminado El Gloria se callan las campanas y el Ministro / Misionero dice (sin extender las
manos):
MINISTRO / MISIONERO: Dios nuestro, que nos has reunido para celebrar aquella Cena en la cual
tu Hijo único, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el sacrificio nuevo y eterno,
sacramento de su amor, concédenos alcanzar, por la participación en este sacramento, la plenitud
del amor y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
ASAMBLEA: Amén
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SEGUNDA PARTE: LITURGIA DE LA PALABRA
Quiénes la realizan:
1. La comunidad o asamblea reunida.
2. El ministro de la Palabra /Misionero.
3. El monitor.
4. El Salmista o coro.
5. Los lectores.
Lecturas a preparar:
1. Éxodo12,1-8,11-14.
2. Salmo 115.
3. Primera de Corintios 11, 23 -26.
4. Juan13,1-15.
Cómo realizarla:
Terminando la oración colecta, todos se sientan y si se juzga conveniente el monitor puede
leer la siguiente monición:
MONITOR: Jesús nos entrega su cuerpo y su sangre en el sacrificio de la eucaristía, para que
nosotros continuemos realizándolo, no es un sacrificio más, es el único y verdadero sacrificio, la
única y verdadera pascua, la única y definitiva alianza, mediante la cual proclamamos la muerte del
Señor hasta que el vuelva. Escuchemos con atención.
Una vez hecha la monición anterior, se acerca el primer lector al ambón, para hacer la lectura
sin decir "PRIMERA LECTURA", ni leer el pequeño texto que la sintetiza, sino que sólo dirá:
"Lectura del libro de ..." e iniciará inmediatamente la lectura del texto bíblico correspondiente.
Para indicar el fin de la lectura, el lector dice: Palabra de Dios.
Terminada la lectura de la Palabra, el salmista se acercará al ambón para decir el salmo
correspondiente, pero sin anunciar "SALMO RESPONSORIAL", sino que salmodiará la parte
que le corresponde y la asamblea responderá de la misma manera.
Posteriormente se harán las lecturas siguientes de igual modo que la primera.
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Terminada la segunda lectura, se entonará la aclamación antes del Evangelio, ya sea
salmodiada o cantada por el coro, según la manera acostumbrada en cada Capellanía.
Digan a toda la asamblea de Israel: "El diez de este mes cada uno procurará un animal para su
familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino
de casa, hasta completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo.
Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. Lo guardarán hasta el día catorce
del mes, y toda la asamblea de Israel lo matará al atardecer. Tomarán la sangre y rociarán las dos
jambas y el dintel de la casa donde lo hayan comido.
Esa noche comerán la carne, asada a fuego, comerán panes sin fermentar y verduras amargas.
Y lo comerán así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y se lo comerán
a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor.
Esta noche pasaré por todo el país de Egipto, dando muerte a todos sus primogénitos, de hombres
y de animales; y haré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor.
La sangre será su señal en las casas donde estén; cuando vea la sangre, pasaré de largo; no los
tocará la plaga exterminadora, cuando yo pase hiriendo a Egipto.
Este día será para ustedes memorable, en él celebrarán la fiesta del Señor, ley perpetua para todas
las generaciones."» Palabra del Señor.
Salmo
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Gracias Señor, por Tu sangre que nos lava.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 11, 23-26
Hermanos: Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez les he transmitido:
Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de
gracias, lo partió y dijo:
–«Esto es mi cuerpo, que se entrega por Ustedes. Hagan esto en memoria mía.»
Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo:
<<Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; hagan esto cada vez que lo beban, en
memoria mía>>
Por eso, cada vez que coman de este pan y beban del cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta
que vuelva. Palabra del Señor.
El Ministro / Misionero se acerca al altar y sin signar el libro del Evangelio, pero signándose
él dice:
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Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo:
–«Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»
Jesús le replicó:
–«Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.»
Pedro le dijo:
–«No me lavarás los pies jamás.»
Jesús le contestó:
–«Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»
Simón Pedro le dijo:
«Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.»
Jesús le dijo:
–«Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio.
También ustedes están limpios, aunque no todos. »
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos están limpios.»
Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo:
–«¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman "el Maestro" y "el Señor", y
dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también
ustedes deben lavarse los pies unos a otros; les he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con
ustedes, ustedes también lo hagan.» Palabra del Señor.
1. Jesucristo, el Señor nos deja la Eucaristía para que nosotros podamos conocerle, adorarle,
alimentarnos de Él y alcancemos la salvación que nos ofrece.
2. La Eucaristía se continúa gracias al Orden Sacerdotal: Hagan esto en conmemoración mía.
3. Nos da el Señor un mandamiento de amor y de servicio para con todos los hermanos (lavatorio
de los pies) viviendo profundamente la caridad.
El ejemplo que realizó Jesús de lavar los pies a sus discípulos, en realidad no es nada fácil de
comprender, ya escuchamos la reacción de san Pedro cuando se acercó a él: "Señor, ¿me vas a
lavar tú a mí los pies?" Jesús era reconocido como el Maestro, gozaba de una fama especial, eso
lo sabían los apóstoles. Lavar los pies era un oficio que desempeñaban los criados de las casas de
las grandes familias de "alta dignidad social". No era propio de los señores un trabajo tan
"insignificante". ¿Qué pensar de Jesús cuando lavó los pies a los apóstoles? El, siendo Rey, el Hijo
de Dios, el Maestro. Lo que hizo el Señor en realidad fue una gran enseñanza, porque en seguida
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les preguntó a los discípulos: "¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me
llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo que soy el Maestro y el Señor, les
he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he dado ejemplo,
para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan" (Jn 13, 12-15). Y para nosotros
¿qué significa lavar los pies a los hermanos? En nuestros días significaría vivir en disposición de
cultivar la paciencia, perdonar al enemigo, corregir fraternalmente al que ha fallado, reconocer
nuestras limitaciones, abrirse a la fraternidad y a la comunión, ver al otro cómo es y no bajo nuestros
intereses.
Significa también enriquecernos conociendo a los demás, compartiendo logros, alegrías, la lucha
por la vida, etc. Todos los cristianos tenemos la vocación de servir en cualquier trabajo o cargo que
desempeñemos. Hemos de sentir que con ello en realidad servimos a los demás.
El verdadero servicio es desinteresado muchas veces conduce al sacrificio, como donación a los
demás. La Eucaristía nos recuerda el servicio de la redención de Cristo a la humanidad y nuestro
compromiso por la vocación cristiana y nos prepara para una entrega cada vez más generosa y más
plena al mundo.
El evangelista san Juan no nos narra la institución de la Eucaristía, pero en su lugar nos ha dejado
el testimonio del lavatorio de los pies; esto quiere decir que la celebración de la Eucaristía no se
puede entender si no nos lleva al servicio generoso y con amor.
La segunda lectura del apóstol San Pablo nos narra el testimonio de la Ultima Cena, donde Jesús
nos dejó su presencia permanente entre nosotros- por medio del Pan y del Vino consagrados.
También instituyó, el Orden Sacerdotal, de modo que los presbíteros cuando absuelven, bendicen,
celebran la Eucaristía y predican la Palabra de Dios, lo hacen en nombre de Cristo.
Lo que se necesita:
1. El manual que estás estudiando.
2. Abundante agua y jabón.
3. Toallas para secar los pies.
4. Un recipiente en el que el Ministro / Misionero se pueda lavar las manos al terminar.
Quiénes lo realizan:
1. El ministro que está celebrando.
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2. Doce personas de la comunidad (adultos, jóvenes, niños, mujeres) que sirvan de Apóstoles y que
sean escogidos por el equipo de servicio litúrgico.
3. La comunidad o asamblea reunida.
4. El coro.
Cantos a preparar:
1. Si yo no tengo amor.
2. Un mandamiento nuevo.
3. lávame Señor con tu Espíritu
Cómo realizarlo:
En un lugar visible pero fuera del presbiterio, se colocan las doce personas designadas para
servir como Apóstoles y el que va a realizar el lavatorio. El Ministro / Misionero, moja el pie,
unta un poco de jabón (en símbolo del perfume que usaban los judíos), lo enjuaga, lo seca,
y finalmente lo besa. Repetirá los mismos pasos con cada uno de los Apóstoles. Hay que
realizar este signo con mucha humildad, recordando que es un mandato del Señor. Algunos
miembros del equipo deben estar al lado del ministro para acercarle los utensilios necesarios;
esto es con el fin de que él Ministro / Misionero se dedique exclusivamente al lavatorio,
además de hacerlo de manera más ágil.
Mientras se hace el lavatorio de los pies, se entona los cantos preparados.
Terminado el lavatorio de los pies, se hacen las oraciones de los fieles.
Oración Universal
Ministro / Misionero: Oremos, amados hermanos, al Padre, por medio de Jesucristo, quien antes
de entregarse a la muerte, nos dejó en la Eucaristía el memorial de su Pasión diciendo: Te
rogamos Señor.
-Por la Iglesia, para que no deje nunca de celebrar el memorial de la muerte y resurrección del
Señor, y haga presente en el mundo aquel amor y aquel servicio por los cuales Jesús lo dio todo.
Roguemos al Señor. R. Te rogamos Señor.
-Por todos los hombres y mujeres del mundo, para que vivan con aquel amor con el cual Jesús los
ama. Roguemos al Señor. R.
-Para que la semilla del amor que Dios ha sembrado en el corazón de los hombres crezca y de
fruto. Roguemos al Señor. R.
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-Por los pobres, para que encuentren en nosotros una señal eficaz de la entrega de Jesús.
Roguemos al Señor. R
-Por los sacerdotes, para que sean fieles ministros de la Eucaristía y vivan intensamente aquello
que celebran. Roguemos al Señor. R.
-Por todos nosotros, para que, del mismo modo que nos hemos reunido para participar en la cena
del Señor, vivamos unidos en la caridad fraterna. Roguemos al Señor. R
MINISTRO / MISIONERO: Dios misericordioso y eterno, que enviaste a tu Hijo al mundo para que,
con su muerte, destruyese el pecado y la muerte, y, con su resurrección, nos devolviese la vida y la
felicidad, escucha las oraciones de tu Iglesia y haz que podamos gozar de los frutos de la cruz
gloriosa de Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
(Este rito se realiza solamente donde se tenga la reserva del Santísimo Sacramento).
Quiénes la realizan:
1. El Ministro/Misionero
2. La asamblea reunida.
Cantos a preparar:
1. Cantemos al Amor de los Amores.
2. Altísimo Señor.
3. Corazón Santo.
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Una vez terminadas las oraciones de los fieles, el Ministro / Misionero, extiende el corporal
sobre el altar.
Se acerca al lugar donde está reservado el Santísimo Sacramento, toma el copón, lo deposita
sobre el corporal, hace genuflexión, y puesto de rodillas entona con la asamblea:
“CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES”.
Terminado el canto, invita a recitar el Padre Nuestro con las siguientes palabras:
MINISTRO / MISIONERO: Porque sabemos que, por la muerte y resurrección del Señor, hemos
conseguido ser hijos de Dios, digamos juntos la oración que Jesús nos enseñó:
TODOS: Padre nuestro, que estas en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase Señor tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; y
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes
caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
Terminada la oración del Padre Nuestro, se invita a la asamblea a cambiar un signo de paz
con las siguientes palabras:
Todos intercambian brevemente un signo de paz según la costumbre del lugar, manifestando
la caridad común.
Nunca se debe cantar o decir el "Cordero de Dios".
Terminado el signo de paz, el Ministro / Misionero hace genuflexión, toma la hostia y,
sosteniéndola un poco elevada, sobre el copón, vuelto hacia el pueblo dice:
MINISTRO / MISIONERO: Este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, dichosos los
invitados a la cena del Señor.
ASAMBLEA: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para
sanarme.
El Ministro / Misionero comulga diciendo en secreto: "Que el cuerpo de Cristo me guarde para
la vida eterna".
Inmediatamente después, toma el copón, se acerca a los que van a comulgar, presenta a
cada uno la hostia elevándola un poco y diciendo:
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Mientras el ministro da la comunión, se entonan los siguientes cantos: ALTÍSIMO SEÑOR y
CORAZÓN SANTO.
Terminada la distribución de la comunión, el Ministro / Misionero, vuelve al altar, recoge las
partículas sobrantes en el copón y se purifica los dedos si es necesario.
Después el copón se deposita sobre el altar en un corporal.
Se guarda un momento de silencio, invita al pueblo a orar y dice la siguiente oración teniendo
las manos juntas:
MINISTRO / MISIONERO: Tú, que nos has alimentado con esta eucaristía, y por medio de la muerte
de tu Hijo nos das la esperanza de alcanzar lo que la fe nos promete, concédenos, Señor, llegar,
por medio de su resurrección, a la meta de nuestras esperanzas. por Jesucristo nuestro Señor.
ASAMBLEA: Amén.
Lo que se necesita:
1. El lugar preparado para la reserva del Santísimo Sacramento
2. La cruz alta
3. Ciriales
4. Incienso
5. Incensario
Quiénes lo realizan:
1. El Ministro/Misionero
2. La comunidad o asamblea reunida.
3. Acólitos o miembros del equipo
Cantos a preparar:
1. Altísimo Señor
2. Cantemos al Amor de los Amores.
Cómo realizarlo:
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Dicha la oración después de la comunión el Ministro / Misionero de pie ante el altar, pone
incienso en el incensario (si lo hay) y, arrodillado, inciensa tres veces al Santísimo
Sacramento.
Enseguida recibe de algún miembro del equipo el paño de hombros, toma en sus manos el
copón y lo cubre con las extremidades del paño.
Si no hay paño de hombros el copón se cubre con un corporal.
Se forma entonces la procesión para llevar al santísimo sacramento a través del tempo, hasta
el sitio donde se le va a guardar.
Va adelante un acólito de la comunidad con la cruz alta y otros acólitos acompañan al
Santísimo Sacramento con ciriales e incienso, en caso de que la comunidad no tenga
acólitos, los miembros del equipo fungen como acólitos.
El lugar del depósito debe estar preparado en algún lugar de la capilla convenientemente
adornado.
Durante el traslado se entona algún canto eucarístico.
Una vez que se ha depositado en el monumento el Santísimo Sacramento, el Ministro /
Misionero lo inciensa o sahúma tres veces, y terminado el canto, durante algunos momentos
se adora.
Es recomendable que a lo largo de toda la noche haya adoración del Santísimo Sacramento,
teniendo en cuenta que pasada la media noche deberá hacerse sin solemnidad.
El altar debe desnudarse: sin cruz, sin candelabros y sin manteles.
Las cruces e imágenes del templo (que están adentro) deberán cubrirse o quitarse.
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HORA SANTA CON NIÑOS
(Cada niño/a lee una frase y después de cada frase cantamos “Jesús, Jesús, ven a mi morada”).
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11.- Todos te abandonaron, pero yo no quiero dejarte solo.
12.- Tú dijiste: “Dejad que los niños vengan a Mí”, y aquí estoy.
13.- Nadie me quiere como Tú.
Jesús, nosotros somos tan pobres, tan pequeños…, vemos tantas necesidades en el mundo y es
tan poco lo que podemos hacer... Pero Tú que lo puedes todo y nos amas tanto, sí que puedes
darnos lo que te pedimos, si lo pedimos con fe. Escúchanos, Señor, y haz lo que tu corazón te diga.
Queremos, sobre todo, hacer tu voluntad.
1.- Por todos los niños y niñas que estamos ahora aquí, para que nunca nos separemos del Señor.
Roguemos al Señor.
2.- Por los que no conocen a Jesús, para que descubran que el Señor los quiere mucho. Roguemos
al Señor.
3.- Por nuestros padres, que nos han ayudado a conocer a Dios, para que vivan de tal modo que un
día puedan ir al Cielo. Roguemos al Señor.
4.- Por los niños que, después de haber recibido a Jesús, se han alejado de Él y ya no le quieren,
para que vuelvan. Roguemos al Señor.
- Jesús nuestro, Tú nos has dado tantas cosas... Te damos gracias por todo lo que hemos recibido
de Ti, pero de una forma especial queremos darte las gracias por habernos dado por madre a tu
misma Madre, la Virgen María.
Sabemos que caminando de su mano estamos seguros. Ella quiere llevarnos al Cielo y lo hará si le
dejamos que nos guíe.
Por eso nos queremos consagrar a Ella, meternos en su corazón, para que Ella nos proteja del mal.
(se puede hacer una oración a María)
Sugerencias:
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Madre de Jesús, también eres mi Madre.
Enséñame a consolar a tu Hijo, nuestro Señor.
Te doy mi corazón, que quiere ser un Sagrario para Él, y Tú, que eres tan buena, guárdame en tu
corazón.
Haz que Jesús esté contento en mi alma, que le quiera siempre.
Defiéndeme del mal.
Mamá querida, espero tu ayuda para ser fiel a Jesús.
Si algún día me porto mal, recuérdame que soy tuyo.
Cógeme muy fuerte de la mano para que un día te vea en el Cielo con toda mi familia.
Amén.
- Y para acabar este rato contigo, Jesús, queremos hacer una oración muy especial para consolarte,
para decirte que los niños queremos ser tuyos y que Tú seas nuestro amigo, nuestro mejor amigo.
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HORA SANTA JUVENIL
Señor Jesús, queremos velar contigo, queremos estar junto a ti. Quizá no se nos ocurran muchas
cosas, pero queremos estar, queremos sentir tu amor, como cuando nos acercamos a una hoguera,
queremos amarte, queremos aprender a amar. Lo importante es estar abiertos a tu presencia. Y
agradecer, alabar, suplicar. Y callar, escuchar, no decir nada, simplemente estar. Acógenos como
discípulos que quieren escuchar tus palabras, aprender de ti, seguirte siempre. Acógenos como
amigos. Y haz de nosotros también tus testigos, testigos del amor. Señor Jesús, toca esta noche
nuestro corazón, danos tu gracia, sálvanos, llénanos de la vida que sólo tú puedes dar.
5. Canto
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Luego tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: «Esto es mi cuerpo, que es entregado
por ustedes; hagan esto en memoria mía». Y de la misma manera el cáliz, después de la cena,
diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes.
Lucas 22,14-20
Música de fondo:
7. Meditación:
Un día, el Amor llegó tan lejos que se entregó a sí mismo hasta morir derramando su sangre en un
madero. Cada día, el Amor llega tan lejos que se entrega a sí mismo para saciar nuestra hambre de
amor en el pan compartido en una Cena. Sacramento de un Dios encarnado que no ha venido más
que a amar y a servir; memorial de un Dios que se dejó despojar para abrir en el fondo de nuestro
atolladero una brecha nueva, pero tan estrecha que sólo el pobre puede pasar por ella, y sólo el
amor descentrado de sí puede atravesar.
Sacramento de una muerte única que recapitula todo don de sí liberador; memorial de un sacrificio
único en el que muere la muerte de un mundo pecador.
Sacramento del triunfo definitivo del amor, en el que el hombre se salva entregándose; memorial del
triunfo definitivo de la vida, en el que el hombre se hace inmortal amando.
8. Canto
9. Oración y meditación:
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10. Acción de gracias
11. Despedida
De manera personal y en silencio. Se les invita a retirarse con mucho respeto y a continuar en
este estado de reflexión.
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HORA SANTA CON ADULTOS
Palabras de ambientación.
Vamos a estar una hora con Jesús. No es un sacrificio, es una gracia, una predilección.
Gracias, Señor, porque nos permites estar contigo. Siempre estamos en tu presencia, pero ahora
con más intensidad. Nuestro estar aquí esta noche es la presencia del amigo en un momento
delicado para el amigo. Al amigo le duele que le dejemos solo. ¿No han podido velar ni siquiera una
hora conmigo?
Jesús está noche te reconoce, te llama por tu nombre, como a Pedro, Santiago y Juan; y cuándo él
pronuncia tu nombre, te recrea. Te ama.
Presentación de todos.
Queremos, Jesús, estar contigo. Queremos recordar tus palabras, benditas palabras. Queremos
poner nuestro corazón junto al tuyo, Y captar tus sentimientos.
Monición.
En silencio miramos a Jesús. El silencio es la mejor manera de escuchar, porque nos permite llevar
hasta el corazón las cosas que vemos, que oímos, que sentimos.
Ahora, en silencio, vamos hacer pasar por el corazón (re-cordar) lo que esta tarde hemos oído,
vivido, celebrado, cantando…. Cualquier cosa de las celebraciones. O de la vida. A lo mejor, también
allí estaba Jesús. (Música de fondo).
Silencio.
Recordemos.
Oremos.
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Breve silencio.
Canto: Como el Padre me amó.
Meditación. (Tenemos que tener preparados cinco carteles con los nombres de las cinco
características del amor de Jesús, que se irán colocando ante la mesa de la Reserva, o en otro lugar
apropiado antes de cada parte de la meditación).
Lector 1: Conocido es el amor de Jesús. Es más, Jesús es Amor, el Amor de los amores. Mucho
podemos decir de su infinito amor. Vamos a destacar hoy cinco características de su amor, que
brillan como cinco resplandores.
Lector 2: El amor de Jesús es gratis. El amor de Jesús es gratuidad. Él nos amó primero: “No me
han elegido ustedes a mí, sino que yo los he elegido a ustedes”. No nos eligió por nuestros méritos,
sino por su designio eterno. “Antes de formarte en el seno materno, te conocía”, antes de que fueras,
yo te amaba.
¿Y qué nos pide a cambio? Que nos dejemos amar, que creamos en el amor. Nos pide confianza e
intimidad. Ni siquiera nos ama para que le amemos, sino para que nos amemos, para que seamos
felices amando, para que vivamos en el amor.
Silencio Breve.
Canto: Pescador de hombres.
Lector 3: Dios es amor misericordioso. Si preguntamos la razón de por qué nos ama, la única
respuesta es su misericordia. Te ama porque te conocía, conocía tus miserias, y se compadeció de
ti, volcando su corazón sobre ti.
Podría pensarse en un amor “justo”, que favoreciera a cada uno según sus méritos. El amor de Dios
rompe estos esquemas. Sabemos que tiene preferencias, pero hacia los pequeños y los pobres.
La misericordia es la que más resplandece en Cristo, cuyas entrañas se conmovían ante las miserias
humanas.
Silencio breve.
Rezamos el Salmo 102. (A dos coros)
50
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.
Lector 5: Ahora entra en ti y piensa que esa generosidad del Padre, de su Hijo Jesús y de su
amoroso Espíritu ha sido contigo y por ti. Piénsalo. Medítalo.
52
Dios me ha dado mi familia, mis padres, mis abuelos, mis hermanos, mi esposa, mi esposo;
mis hijos; mis nietos;
Dios ha muerto por mí.
Dios ha resucitado por mí.
Dios ha venido al mundo por mí.
Dios me mira a mí. - Cristo se entregó por mí.
Dios está aquí por mí.
Canto: El Alfarero.
Lector 1: El último resplandor del amor de Dios que hoy destacamos es la PERMANENCIA.
(Sacamos el cartel respectivo).
Lector 6: Se repite el Permanezcan en mi amor, como yo permanezco en su amor. Él nos quiere
desde siempre y para siempre.
Lector 6:
Ahora repite para ti:
“Con amor eterno te amé, por eso he reservado gracia para ti”.
“Con amor eterno te he compadecido”.
“Dada gracias al Señor porque es bueno, porque es eterno su amor”.
Breve pausa.
Lector 6: Ahora repitamos en voz alta: (Se leen otra vez las tres frases anteriores y la gente las va
repitiendo).
53
marginación y la miseria, por la enfermedad o la cárcel, por la humillación y la condena a muerte…
En todas ellas Cristo sigue su agonía.
Por los agonizantes y enfermos terminales, que además de los paliativos no les falte el ángel
del consuelo.
Por los que viven en la miseria y el olvido, que lleguen a todos sus gritos silenciosos.
Por los que son víctimas del terror, de la guerra, de los secuestros y la tortura, que a todos
nos interpele su martirio.
Por los ancianos que no son queridos y se sienten solos, que encuentren personas que les
acompañen y valoren.
Por las mujeres maltratadas, víctimas de la violencia de género, la prostitución, que puedan
recuperar su dignidad y su libertad.
Por los niños esclavizados, vendidos, prostituidos, militarizados, que encuentren los medios
para rehacer sus vidas.
Por los que no tienen trabajo, por los fracasados que no les falten nuevas oportunidades.
Por todos los que están marcados por el desamparo o el vicio y las adicciones, que no
pierdan la esperanza de su liberación.
Por los inmigrantes, que tienen que afrontar tantos riesgos y separaciones que puedan ser
integrados socialmente.
Padre Nuestro.
Acción de gracias.
Te damos gracias, Señor, Por el misterio pascual de tu muerte y resurrección. Te damos gracias,
Señor, Por el pan y el vino de la Eucaristía. Te damos gracias, Señor, Por haberte quedado con
nosotros. Te damos gracias, Señor, Por haber bajado a nuestros infiernos. Te damos gracias, Señor,
Por tu amor hasta la muerte. Te damos gracias, Señor, Por tu presencia permanente. Te damos
gracias, Señor, Por la fuerza de tu resurrección.
Te damos gracias, Señor, Por el aliento de tu Espíritu. Te damos gracias, Señor, Por este rato de
oración.
54
HORA SANTA PARA MISIONEROS
ORACION:
Todos: Señor, ante tu presencia amorosa, los jóvenes aquí reunidos te pedimos bendigas nuestra
juventud; di de ella palabras buenas que día a día se nos vuelvan vida.
Queremos ser jóvenes nuevos. estrenar nuestra vida recibida de ti y por ti hecha buena. Déjanos
matar al joven viejo que vive en nosotros y que a nosotros se aferra.
Déjanos enterrarlo muy hondo, bajo tierra, y que de ti nazca en nosotros el joven nuevo.
Danos un recto pensar y un actuar acorde. Queremos Vivir en paz, con la conciencia limpia de
mancha, aceptamos las penas, nada queremos hacer para evitarlas.
Nos hiciste de lodo amasado con lágrimas divinas, llanto divino de divinos ojos que miraban el futuro.
Aceptamos las penas... danos en cambio, fortaleza para vencerlas, danos una vida nueva cargada
de amor y amistad. Concédenos ser tus amigos y amarte también en maestros amigos.
Queremos sembrar cosas nuevas, pero danos también el consuelo de cosechar el futuro y gozar lo
sembrado.
Danos el ser felices con lo que somos, sin dejar nunca el sino intento de hoy, ser mejores que como
fuimos el día de ayer.
Déjanos sentimos hijos tuyos, confiados entre tus brazos y recibir el sustento.
Danos, Jesús, te lo pedimos, el sentimos por ti siempre llamados a vivir contentos nuestro destino
y nuestra juventud, sabiendo que al final de nuestro camino te encontramos a ti con los brazos
abiertos; danos paternal cariño. (AMEN)
LECTOR: En la vida hay tantas cosas que nos entristecen. Vivir es un enfrentarnos continuamente
a aquello que nos causa pena, dolor y sufrimiento.
LECTOR: Algunos jóvenes luchan y vencen, otros se dejan llevar por la tristeza y viven sumidos en
la oscuridad, están enfermos del ALMA.
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TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la des Señor
LECTOR: Algunos jóvenes buscan la alegría desesperadamente en fuentes falsas que sólo
producen falsa alegría, quisiera comprar alegría embotellada bajo prestigiosas etiquetas y sólo
adquieren vacío.
LECTOR: El tener no remedia la soledad; los cachivaches no pueden sustituir la compañía humana;
el consumismo que nos aqueja es el signo de una juventud que busca la alegría por caminos
equivocados.
LECTOR: La alegría no se puede fingir por mucho tiempo; es un estado, una actitud de vida
permanente y responsable, una situación de ánimo; la alegría no se pierde ante la adversidad, sino
que nos ayuda a superarla.
LECTOR: Una alegría natural la encontramos en los niños, ellos no pueden estar mucho tiempo
tristes a no ser que ya estén enfermos de] alma.
LECTOR: La alegría de los niños viene de la seguridad que les da el tener en quien confiar, viene
de la capacidad de asombro ante un mundo que todavía no conocen.
LECTOR: Esa alegría de los niños viene de que mantienen abierta la puerta de la fantasía, viene
de su gozo y de su inmenso deseo de vivir.
56
TODOS: Los jóvenes tenemos deseos de seguir viviendo a pesar de las adversidades, por eso
queremos confiar ciegamente en tí Jesús.
LECTOR: Pero ante todo viven de la paz que existe en sus almas, ajenas todavía del conflicto que
causa el actuar en contra de la conciencia Esa tan mencionada inocencia que los adultos
lamentamos haber perdido, se llama paz interior.
TODOS: Los jóvenes queremos encontrar paz y sentido a nuestra vida por eso nos acercamos a ti
JESUS, ya que sólo tu das sentido a nuestras vidas.
LECTOR: Dios es la fuente de la alegría porque es la causa de la felicidad del hombre, sólo en Dios
podremos encontrar una alegría auténtica y fa sobre la adversidad y los fracasos permanentes.
TODOS: Los jóvenes queremos tener un encuentro real y definitivo con CRISTO porque Él es, la
causa de la felicidad del hombre.
LECTOR: La prueba más real que Dios es la alegría del hombre, se ha manifestado a través de la
historia, por medio de cada mártir y en cada auténtico cristiano que en momentos de tribulación y a
la hora de la muerte respondieron sólo con una tierna y agradable sonrisa, esperando siempre en
Dios como único consuelo.
TODOS. Danos valentía y fortaleza en las tribulaciones; que los jóvenes no perdamos de nuestra
mente que tú eres nuestro único fin y que siempre nos esperas con los brazos abiertos por medio
de la reconciliación, aunque nuestro pecado haya sido muy grande.
LECTOR: Cuando Dios nos perdona volvemos a ser como niños recién nacidos, somos hombres
nuevos. ¡Qué sensación de paz nos embarga cuando salimos del confesionario, nos sentimos libres,
limpios y alegres!
TODOS: JESUS concede a los jóvenes la valentía necesaria para que se acerquen al sacramento
de reconciliación y que hagamos el propósito firme de no volver a faltar nunca jamás.
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TODOS: Los jóvenes queremos afirmar que únicamente Dios hace hombre feliz, porque «sólo Dios
basta» y proclamaremos a cuantos encontremos en nuestra vida y no nos cansaremos de ser
camino de acogida, de fiesta y de amistad, para cuantos encontremos sentados en el aburrimiento
y la soledad.
LECTURA Ef 4, 1-22-32
LECTOR: Los jóvenes debemos formar una sociedad nueva, en la que se respete la vida,
protegiéndola desde su concepción hasta una muerte digna y humana.
TODOS: Jesús necesitamos jóvenes dispuestos a respetar la vida; que digan no al aborto y que
respeten a los ancianos.
LECTOR: Los jóvenes debemos formar una sociedad en la que se camine por rutas de valores y
que declare que la felicidad es un derecho de la persona humana y está en el orden del ser, no del
poder, ni del tener, ni del consumismo.
TODOS: Jesús, necesitamos jóvenes que se cultiven con valores, que digan no al poder, al tener y
al consumismo como único fin y única meta.
LECTOR: Necesitamos una sociedad que rechace todo lenguaje de terrorismo, revancha y
venganza, por eso le pedimos a Jesús...
TODOS: Danos jóvenes que rechacen la cultura de la muerte y promuevan una cultura de vida y
amor
LECTOR: Necesitamos una sociedad nueva con jóvenes que no vivan en el mundo de la droga, del
alcohol ni del sexo-objeto como caminos de felicidad, por eso le decimos a Jesús.
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TODOS: Danos jóvenes que digan no a las drogas y a los vicios, pidiéndote al mismo tiempo por
aquellos jóvenes que de alguna manera han caído en las drogas y el alcoholismo, para que
descubran que la verdadera libertad la das tú, JESUS.
LECTOR: No podemos esperar que haya justicia y honestidad, si nosotros no empezamos a luchar
por ejercer la justicia y a vivir como hombres honestos; por eso le decimos a Jesús...
TODOS: Los jóvenes queremos un México mejor, por eso te pedimos nos ayudes para que desde
ahora comencemos a ser más justos y honestos con todos los que nos rodean.
LECTOR: México es un país que vive una espantosa crisis. Buscamos muchas razones y pretextos
de esa crisis, pero la verdadera razón de la crisis es la falta de valores auténticos en todos los
hombres que formamos la nación.
TODOS: Los jóvenes no queremos estar como paralíticos ante esta situación, por eso le pedimos a
Jesús que nos dé jóvenes comprometidos en los campos de la política, en los grupos juveniles,
promoviendo siempre los valores auténticos en la sociedad que nos rodea. (se puede entonar un
canto. Subsidio).
1. Sam. 18,32-33.37.40-51 Dijo David a Saúl: «Que nadie se acobarde por ese. Tu siervo irá a
combatir con ese filisteo»: Dijo Saúl a David: «No puedes ir contra ese filisteo para luchar con él,
porque tú eres un niño y él es un hombre de guerra desde su juventud». Añadió David: «Yavéh, que
me ha librado de las garras del león y del oso, me librará de la mano de ese filisteo». Dijo Saúl a
David: «Vete, y que Yavéh sea contigo». Tomó su cayado en la mano, escogió en el torrente cinco
piedras lisas y las puso en su zurrón de pastor, en su morral y con su honda en la mano se acercó
al filisteo. El filisteo fue avanzando y acercándose a David, precedido de su escudero. Volvió los
ojos el filisteo y viendo a David, los despreció porque era un muchacho rubio y apuesto. Dijo el
filisteo a David: «¿Acaso soy un perro, pues vienes contra mí con palos?» Y maldijo a David el
filisteo por sus dioses, y dijo el filisteo a David: «Ven hacia mí y daré tu carne a las aves del cielo y
a las fieras del campo». Dijo David al filisteo: «Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina,
pero Yo voy contra tí en nombre de Yavéh Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel, a los que has
desafiado. Hoy mismo te entregará Yavéh en mis manos, te mataré y te cortaré la cabeza y
entregaré hoy mismo tu cadáver y los cadáveres del ejercito filisteo a las aves del cielo y a las fieras
de la tierra, y sabrá toda la tierra que hay Dios-para Israel. Y toda esta asamblea sabrá que no por
la espada ni por la lanza salva Yavéh, porque de Yavéh es el combate y os entrega en nuestras
manos. Se levantó el filisteo y fue acercándose a David; se apresuró David, salió de las filas y corrió
al encuentro del filisteo. Metió su mano David en su zurrón, sacó de él una piedra, la lanzó con la
honda e hirió al filisteo en la frente, la piedra se clavó en su frente y cayó de bruces en tierra. Y
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venció David al filisteo con la honda y la piedra; hirió al filisteo y le mató sin tener espada en su
mano. Corrió David, se detuvo sobre el filisteo y tomando la espada de este la sacó de su vaina, le
mató y le cortó la cabeza. Viendo los filisteos que había muerto su campeón, huyeron.
Palabra de Dios. (Breve silencio. Si se cree conveniente se hace una breve reflexión...
LECTOR: Los jóvenes necesitamos comprometemos a dar testimonio de nuestra fe ante nuestros
padres, hermanos, compañeros y vecinos.
TODOS: Jesús, danos jóvenes valientes que quieran comprometerse de verdad a dar testimonio de
nuestra fe cristiana.
LECTOR: El joven, pues, debe sentirse un miembro responsable en la Iglesia, con derechos y
obligaciones, dispuesto a ofrecer su persona, su tiempo y sus habilidades para construir una
comunidad cristiana más alegre, dinámica y comprometida en el servicio del Reino de Dios.
TODOS: Danos jóvenes comprometidos en los grupos juveniles, que estén dispuestos a entregar
un poco de su tiempo al servicio de Dios y de otros jóvenes con problemas.
LECTOR: Las áreas donde los jóvenes pueden aportar su dinamismo juvenil son muchas y
diferenciadas...
TODOS: Queremos jóvenes que se integren a los planes y programas pastorales de su comunidad
Parroquial
LECTOR: Ante tanta ignorancia religiosa ¿quiénes les dirán a los demás jóvenes que llevan un alma
inmortal por la sangre de Cristo?
TODOS: Necesitamos Apóstoles jóvenes, que por medio de su palabra y testimonio les digan a
otros jóvenes que «DIOS EXISTE».
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LECTOR: Ante tanto conflicto de relaciones personales en que se pierde la paz por fricciones
ridículas, ¿quién recordará el mensaje insistente de Cristo: «Amaos los unos a los otros como yo os
he amado».
TODOS: Necesitamos Apóstoles, jóvenes, que hablen de Cristo a los hombres y lo den a conocer.
LECTOR: Joven, que estas en la flor de la edad, en la primavera de los años, ¿para qué dejar que
tu corazón se llene de hastío al no encontrar la felicidad que anhelabas? Mira el ancho mundo donde
tú puedes llevar el mensaje de salvación, "Si tu corazón no arde muchos se morirán de frío".
4. ORACION FINAL:
Señor, te damos gracias por nuestra juventud, el más grande de los regalos. Tu palabra sigue viva
en muchos hombres y mujeres, entre pueblos oprimidos y hombres sin esperanza. Señor, queremos
jóvenes que se comprometan a fondo con el hombre, hasta arriesgar su vida y su dinero; que amen
con algo más que con palabras, al hombre solo, triste y abatido. Señor, haznos jóvenes de tu Reino
ante los descreídos poderosos y arrogantes; jóvenes de la civilización del amor, en las calles de
nuestros pueblos, en las tiendas, en las fábricas, sobre el asfalto de nuestras ciudades, en las playas
y los montes. Jóvenes que lleven la justicia y paz a todos; en fin, Señor, que llevemos el amor más
que con palabras, con obras. Amen
(Canto final)
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VIERNES SANTO: CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN Y MUERTE DEL
SEÑOR
Se centra en la Cruz gloriosa de Jesús. Su pasión y muerte es para nosotros una gran lección de
respeto, tolerancia, honestidad y amor a su Padre; ya que nos enseña a respetar y ser tolerantes
aun con nuestros enemigos. Jesús, a pesar de todo lo que le hicieron; de los golpes, humillaciones
y maltratos, nunca maldijo a nadie y perdonó a sus agresores; tuvo siempre congruencia entre lo
que hizo y dijo; amó hasta el final, con un amor que se rige en la obediencia, porque Él llevó a cabo
hasta el último día de su vida terrenal la voluntad del Padre.
En el día destacamos:
Viacrucis: Caminar con Cristo que va hacia la muerte con actitud de perdón y amor. Recorrer
con él su camino de la cruz.
La Oración Universal: En la que el pueblo ejercitando su oficio sacerdotal ruega por todos los
hombres.
Hoy es día en que el pueblo participa de este sacerdocio en que el Señor intercede por las
grandes intenciones de la Iglesia, de la humanidad.
Hoy recordamos, en la Cruz de Jesús, la esperanza en la vida eterna, pues aun siendo
jóvenes debemos vivir en gracia, ya que no sabemos cuándo nos llame Dios a su presencia
No hay que olvidar que este día, más que ser un día de luto, es un día de guardar de recogimiento
en espera de la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Es indispensable el ayuno en este día,
en señal de esa reserva que tenemos en nuestro corazón.
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VIA CRUCIS
Ministro / Misionero: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición:
Jesucristo, mi Dios y mi Salvador: yo me arrepiento de corazón de todos los pecados que he
cometido, porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar,
confío en que me perdonarás mis culpas y me llevarás a la vida eterna, porque eres bueno. Amén.
Oración preparatoria
Ministro / Misionero: Señor mío Jesucristo que nos invitas a tomar la cruz y seguirte, caminando
Tú delante para darnos ejemplo: danos tu luz y tu gracia al meditar en este vía crucis, tus pasos
para saber y querer seguirte. Madre dolorosa: inspíranos los sentimientos de amor con que
acompañaste en este camino de amargura a tu divino Hijo. Amén.
Reflexión
Pongamos el corazón en este encuentro orante y sintamos el llamado que desde Getsemaní se nos
hace para que “hagamos la voluntad” del Padre y decidamos la vida como un constante Sí que haga
de los jóvenes los más valerosos en el seguimiento de Jesús, los más decididos a responder desde
cada vocación, los más fieles para que el cáliz de la pasión de Cristo, al que se han unido tantos
jóvenes, se transforme en esperanza y bendición para todos.
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Getsemaní es siempre recuerdo de silencio, de oración, de sufrimiento. Dios viene de modo
silencioso y discreto, sin imponerse a nuestra libertad; es necesario, entonces, prepararnos para
escuchar con profundidad su Palabra, aprender a leer los acontecimientos con los ojos de la fe, y
mantenernos abiertos a las sorpresas del Espíritu.
Oración
Danos, Señor Jesús, la dicha de entregarnos con amor, y que, por la intercesión de María, La Virgen
de Suyapa, desde Honduras, aprendamos que tú eres Hijo y Maestro, eres libertad y esperanza
para que los perseguidos de tantos modos y en tantas partes, sientan el consuelo fraterno de toda
la humanidad.
Reflexión
¡Maestro! Así le dice Judas a Jesús. Hoy también nos acercamos a Jesús traicionado y arrestado.
Hoy vemos cuánto necesitamos construir la unidad, para que nuestra fe se vuelva un elocuente
servicio que ilumine los pueblos con la verdad y con la esperanza que Jesús nos regala.
Desde el corazón de Cuba, clamamos para que seamos artífices de comunión, de vida, de alegre
esperanza que le regale al mundo un “son” novedoso de vitalidad, de gozosa búsqueda de cuanto
nos une. El camino de una Iglesia que es artesana de la unidad pasa por el Huerto de Getsemaní,
para hallar en el dolor de Jesús un aliciente para sanar las heridas, para trazar puentes, para unir
las voluntades, para construir comunidades fraternas que sellen alianzas con la alegría y la
esperanza.
Oración
Señor Jesús, Traicionado y arrestado en el Huerto, te rogamos que los olivos que rodearon tu dolor,
broten ahora como signos de unidad, de comunión y de paz para todos y en todas partes, y que,
por la intercesión de María, La Virgen de la Caridad del Cobre, aprendamos que tú, Jesús, que eres
su Hijo y nuestro Maestro, sigues llamándonos a “ser uno” (cfr. Juan 17) y a trabajar sin cesar en la
comunión y en la fraternidad.
Reflexión
En la corona gloriosa de los Mártires, San Oscar Arnulfo Romero, obispo y testigo de la fe, nos
recuerda como el Sanedrín se perpetúa en la historia y cómo muchos hoy son perseguidos,
combatidos, condenados, porque sus vidas, coherentes y firmes, son un escándalo para el mundo.
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La voz de los mártires será siempre un cántico de esperanza. La voz de los Pastores que viven
como Jesús, seguirá mostrando a su rebaño el camino de la vida y de la esperanza; la voz de los
que mueren, por ser fieles a Jesús, es un eterno grito de esperanza y de bendición.
Oración
Señor Jesús, Gloria de los mártires y corona de los que dan la vida por amor, fortalece nuestra fe y
haz de nosotros testigos valerosos de tu paz. Que la intercesión de La Virgen de la Paz, Señora de
El Salvador, nos recuerde cuánto vale a los ojos del Señor el corazón ofrecido por todos aquellos
que se unieron a Cristo y se hicieron ofrenda, para que los jóvenes aprendamos a entregar la vida,
a darla con gozo, a arriesgarla con alegría para que tú, Señor, seas Vida en medio del mundo.
Reflexión
Quiso Dios manifestar a su Hijo con el rostro humano de todos los que habrían de ser redimidos.
Por eso, negar a Jesús es también negar su amorosa decisión de unirse a todo ser humano, a todas
las culturas, a todas las expresiones de la humanidad que sean capaces de reconocerlo como Señor
y Salvador.
Nuestros pueblos Indígenas retratan Jesús en el dolor centenario que marca sus vidas. Negados y
olvidados, encontraron en su Señor Jesús la imagen de su dolor, el retrato de tantos olvidos. Por
eso decidieron reconocerse en el Siervo Doliente y vieron en sus defensores la mano de Dios que
se tiende hacia quienes deberían ser más amados porque siguen siendo los primeros en estas
tierras. Los Indígenas, los nativos de esta tierra, se han hecho tan cercanos a Jesús que Él encontró
en sus rostros el rostro amado que veneramos esculpido y pintado con amor por los que Él hizo sus
hermanos.
Oración
Danos, Señor Jesús, tu celo de Pastor Bueno y tu amor entregado, para que acudamos presurosos
al rescate de quienes más sufren. Que, desde Guatemala, la intercesión de la Virgen del Rosario
nos sigue recordando cómo tú, Señor de todos, encuentras en nuestros pueblos indígenas una cuna
de ternura y una cruz florecida en la esperanza.
Reflexión
Jesús, es el Señor de todo, y algún día la creación entera se rendirá ante su presencia gloriosa.
Porque Dios puso en manos de la humanidad este mundo maravilloso, colmado de bellezas y de
armonía. Como Pilatos, pensamos que podríamos disponer de todo y terminamos esclavizando la
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creación a las ambiciones de unos pocos, a la ambición de quienes se creyeron dueños cuando sólo
eran administradores.
Oración
Señor Jesús, te rogamos que nos hagas justos, que nos des sabiduría para encontrar la huella de
Dios en toda su obra. Por la intercesión de, Nuestra Señora de los Ángeles, desde Costa Rica,
recuérdanos que Tu, condenado a muerte injusta, eres el Señor de todo. Y con Ella podamos decirte:
Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sostiene y gobierna y
produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Reflexión
En el evangelio de San Marcos se nos cuenta la iniquidad de la burla en la que Jesús fue sometido
a afrentas espantosas. La Flagelación y la Corona de Espinas siguen punzando con crueldad el
rostro y el cuerpo de Jesús. Jesús ha querido que le encontremos en el dolor de los migrantes y en
la angustia de los refugiados. Él mismo lo fue en su infancia en Egipto, Él mismo sintió los pasos de
quienes ayer y también hoy, persiguen con brutalidad a quienes, no sólo lo han perdido todo, sino
que también sienten cómo se cierran fronteras y puertas, cómo las líneas que limitan los países se
están coronando de espinas punzantes que amenazan, desprecian y rechazan a tantos hermanos.
Oración
Señor Jesús, que sigues caminando por el mundo en tantos desterrados, que nos recuerdan tu
presencia, haz que sepamos acogerte con amor. Que, desde Venezuela, la intercesión de la Virgen
de Coromoto, la que ha caminado junto al corazón palpitante de tantos migrantes y refugiados, nos
ayude a ver tu rostro en estos hermanos y a cuidar, sanar y llenar de esperanza el corazón flagelado
y coronado de espinas de los muchos que han perdido hasta la patria.
Reflexión
San Juan Pablo II nos regaló en la Cruz Peregrina de las Jornadas de la Juventud una bandera de
esperanza. En nuestro camino de la Cruz este madero santo, que los jóvenes del mundo han llevado
a tantos lugares, identifica la vida que se ofrece, mientras se nos invita a unir a la cruz todos los
dolores del mundo, todas las cruces que hombres y mujeres llevamos; las cruces de tantas
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tragedias, la cruz que representa los inmensos dolores de las víctimas, de las violencias, de los
desastres, de tantas y dolorosas señales de muerte y de soledad.
En el camino al Calvario, que es el camino de la fe, llevar la cruz sea signo de compromiso y de
entrega amorosa.
Oración
Señor Jesús Cargado con la Cruz, te pedimos nos ayudes a que nuestra opción sean los pobres,
los débiles, los sufrientes, los excluidos y los marginados. Regálanos tu unción que nos lleve a tomar
actitudes coherentes frente a la realidad, denunciando proféticamente las situaciones de injusticia
que viven los niños y los jóvenes en nuestros países de América Latina y el Caribe.
Que la intercesión de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, venerada con tanto amor en Haití, nos
enseñe a recoger con amor el clamor de tanos sufrimientos y nos enseñe el saludable camino del
perdón y de la reconciliación, de la solidaridad fraterna que acude presurosa a todo dolor humano.
Reflexión
Los jóvenes saben de solidaridad, de compasión, de vida compartida, de encuentros que tienden
puentes y abren caminos para la fraternidad. En el camino hacia la victoria de Jesús, que ahora
recorremos, Simón de Cirene nos representa, nos convoca, nos estimula para que todas las
iniciativas que generan fraternidad y solidaridad, tengan en esta estación una motivación segura.
Muchísimas veces se nos ha dicho que los jóvenes somos la esperanza: pare ello hemos de lograr
que esta virtud florezca en nuestras vidas, sea nuestra señal de identidad y el modo de hacer
presencia en un mundo sin amor y sin alegría.
Oración
Señor Jesús: Consuela y anima, a tantos jóvenes en el mundo, que se sienten derrotados por falta
de amor y falta de oportunidades. Por la intercesión de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida,
Concede a nuestros hermanos de todos los pueblos, un verdadero celo misionero irradiador de fe y
de esperanza.
Reflexión
Las mujeres de Jerusalén tienen la virtud de ofrecernos el esplendor de la gracia y de las virtudes
de las mujeres bíblicas que las antecedieron: Eva, Sara, Rebeca, Raquel, Judit, Esther, Noemí,
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Rut... De las que, como ellas, compartieron aquel tiempo de bendición junto a Jesús: Isabel, María
de Magdala, Salomé; de las que en la historia de la fe han sido estrellas luminosas en el camino de
la Iglesia: Madres, Mártires, Doctoras, Fundadoras, Misioneras. Hoy siguen mostrando el rostro
generoso, tierno, dulce que el mundo tantas veces desprecia e ignora.
Oración
Señor, te pedimos por todas las mujeres que sufren discriminación de género, desigualdad,
prejuicio. Por aquellas que luchan en las tinieblas del abuso, de la pobreza, la soledad, la violencia,
la trata, la esclavitud. Concédeles tu Espíritu, para que, con tu luz y tu fortaleza, digan Sí a una
nueva vida.
Por la intercesión de Nuestra Señora de Altagracia Desde República Dominicana, te pedimos Señor
que, la virgen fiel, la Mujer Gloriosa que es prototipo de toda mujer, nos recuerde el amor que tu
prodigaste a las mujeres que encontraron en ti, Señor, el defensor de su dignidad.
Reflexión
Desde el Madero de la Cruz, levantado sobre la cima del Calvario, Jesús es Señor. Su cuerpo,
llagado de amores, se alza sobre toda la creación como la bandera de la esperanza, como la victoria
generosa del amor, como la ofrenda que salva a la humanidad y restaura definitivamente los lazos
de amor que el pecado había roto desde el origen mismo de la humanidad y que se evidencia en
los Derechos Humanos tan profanados y tan mancillados en nuestra dolorosa historia, en la violencia
y la venganza que destruye países y familias.
Oración
Regálanos, Señor, tu misericordia para ofrecer el perdón, para reencontrarnos como hermanos y
superar las enemistades, renunciar a la venganza y abrirnos a la convivencia basada en la justicia,
en la verdad y en una verdadera cultura del encuentro fraterno. Por la Intercesión de la Virgen del
Rosario de Chiquinquirá, desde Colombia, regálanos, Señor, la verdadera paz, que brota de tu vida
ofrecida con amor desde el trono de la cruz.
Reflexión
Jesús en la cruz tiene la llave de la puerta del reino de la esperanza y puede abrir, para todos, el
corazón misericordioso del Padre, en el que todos tenemos un lugar, en el que para todos hay amor
y perdón.
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El buen ladrón al final de su existencia reconoció que la mirada limpia y sincera de Jesús lavaba sus
culpas, arrancaba de su alma las secuelas de una existencia dramática y llena de tristeza. En este
mundo en el que la corrupción ha provocado tantas heridas y ha sacrificado la verdad, la palabra de
Jesús nos llama a la conversión para construir el Reino y nos promete un Paraíso limpio y sereno,
una paz transparente y gozosa, una vida nueva y llena de alegría.
Oración
Señor Jesús: ábrenos la puerta de tu corazón, haz que encontremos solo en ti la fuente de la verdad,
el río de amor que purifica nuestra vida. Por intercesión de Nuestra Señora de la Divina Providencia,
desde Puerto Rico, nos recuerde que Tú eres el único que puedes llevarnos al Puerto de la
esperanza, a la vida verdadera, al reino de la alegría, a la santidad que vence el mal y da la vida
eterna.
Reflexión
No se puede vivir sin madre. María, la Madre, nos regaló en Belén el fruto bendito de su vientre;
siguió a su Hijo en silencio generoso y obediente: en Caná nos mostró el camino de la fidelidad y,
finalmente, en el Calvario, junto la Cruz, según el Evangelio de San Juan, entendió que un joven
que estaba allí sintetizaba a toda la humanidad que le fue confiada para que viera en Ella la Maestra
fiel, la Madre providente, el Modelo perfectísimo de santidad y de vida.
Las Jornadas de la Juventud han estado siempre acompañadas por María. Ella se ha hecho madre
de los discípulos y, eternamente joven, sigue cuidando con maternal bondad la fragilidad de la
juventud, la necesidad de la ternura y de la bondad que defienda a los jóvenes de la furia del pecado
y de la amargura de la soledad. La primera hora de la evangelización tuvo en la Madre su Pilar de
apoyo y su presencia que abría caminos y corazones.
Oración
Oh Dios, que has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que
la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección.
Virgen Santa e Inmaculada, a Ti, que eres el orgullo de nuestro pueblo y el amparo maternal de
nuestro mundo, nos acogemos con confianza y amor. Ayúdanos a estar siempre atentos a la voz
del Señor: que no seamos sordos al grito de los pobres, que el sufrimiento de los enfermos y de los
oprimidos no nos encuentre distraídos, que la soledad de los ancianos y la indefensión de los niños
no nos dejen indiferentes, que amemos y respetemos siempre la vida humana.
Reflexión
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La muerte de Jesús en la cruz es al tiempo sacrificio, ofrenda, entrega, luz. Del costado del Salvador
brota un río de luz y de vida. Su cuerpo traspasado retrata los dolores de todos los tiempos, de toda
la historia, sus palabras son victoria, su silencio es grito de esperanza, su corazón abierto reina
sereno y es llama de amor vivo que purifica, sana, redime y consuela.
En nuestro mundo el terrorismo ha destrozado muchas vidas, los asesinatos han roto muchos
corazones. Jesús, muerto en la cruz, se hace voz de tantas víctimas para decirnos con qué amor
debemos defender, respetar y cuidar la vida.
Oración
Señor Jesús, tu muerte nos da la vida. Por ello te presentamos, Señor, la vida de muchos jóvenes
que atraviesan valles oscuros; jóvenes cuyas vidas están en peligro, jóvenes que son acosados
violentamente.
Por la intercesión de María, La Virgen de Guadalupe, la que los mártires de México abrazaron con
amor en sus suplicios, la que amó con ternura el joven mártir, San José Sánchez del Río, te pedimos,
Señor de la vida, nos ayudes a ofrecer a los jóvenes la vida verdadera, la esperanza más firme, la
alegría que vence el dolor y lo ilumina.
Reflexión
La vida florece en el cuerpo de Jesús, que, ungido con el bálsamo de los reyes, envuelto en la
sábana tejida por la clemencia y la misericordia, espera la aurora pascual para surgir victorioso.
Hay muchas tumbas, algunas labradas por el arte humano, otras abiertas en las entrañas de la tierra
para recibir los despojos de tantos muertos, de tantas víctimas de la violencia y del desamor. Pero
hay una tumba que clama al cielo y denuncia la terrible crueldad de la humanidad: es la tumba que
se abre en el vientre de las madres del que se arranca la vida inocente. Es la tumba en la que yacen
los nuevos Mártires Inocentes, las víctimas del Aborto, que, como los Niños de Belén, siguen
lanzando al mundo el grito de su voz ahogada, el clamor de sus cuerpecitos destrozados, la honda
tristeza de sus derechos mancillados, la suprema injusticia que les negó el derecho a vivir. Dios nos
conceda humanizarnos de verdad, defender con firmeza la vida, hacer que las leyes que matan la
vida inocente se borren para siempre.
Oración
Señor Jesús, haz que los jóvenes del mundo lideremos la opción por la vida, por la de los inocentes
que reclaman su derecho a nacer y a vivir. Que la intercesión de la Purísima, la Inmaculada
Concepción que reina en Nicaragua, nos enseñe el valor sagrado de la vida desde su concepción
hasta su final natural, para que ninguno jamás labre sepulcros en el vientre sagrado de las madres.
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De la Cruz a la luz.
Hay que convencer al mundo de una fe que transforma, de la esperanza que hace surgir la
humanidad del dolor del pecado y de la muerte. Jesús vive, así lo cantamos, así lo gritamos, así lo
seguiremos proclamando desde cada corazón rejuvenecido con el gozo pascual, iluminado por la
gracia bautismal que se reactiva cuando se nos dice que, en el seno de la Iglesia, todos hemos
renacido en Cristo, todos hemos sido regenerados.
Señor Jesús: haz de todos los jóvenes, misioneros de la verdad, testigos gozosos de tu cruz, de tu
camino de vida, de tu palabra de Consuelo, de alegría, de esperanza. Que la intercesión de Santa
María la Antigua, la evangelizadora, la que nos mostró por vez primera el rostro del Señor de la
Esperanza, nos ayude desde Panamá a colmar el mundo con nuestra alegría luminosa que se llama
misión y esperanza.
Oración final
Señor, hemos llegado al final de este camino doloroso que tu recorriste. No sabemos, Señor, si
admirar más tus dolores o el grande amor que has tenido con nosotros los hombres.
Tu nos conoces, sabes cómo somos, tú conoces el camino que llevamos recorrido, tú ves nuestros
esfuerzos por querer el bien a pesar de nuestras debilidades, sólo queremos decirte una cosa:
En nuestro vía crucis necesitamos contar contigo, queremos ser fieles a la voluntad de dios sobre
cada uno de nosotros, aceptamos las alegrías y las cruces que nos ofreces, pero bien sabes que
solos nada podemos.
Señor, queremos que tú cuentes con nosotros, pero sobre todas las cosas queremos contar contigo,
señor.
Y queremos recordar las palabras de tu evangelio: "no busquen entre los muertos al que está vivo".
No busquemos en el pasado lo que debemos construir para el futuro. Te lo pedimos por los dolores
de tu pasión y muerte.
Amén.
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LAS SIETE PALABRAS
Es difícil perdonar. El dolor, el orgullo, la propia dignidad, cuando es violentada, grita pidiendo
"justicia", buscando "reparación", exigiendo "venganza"... pero, ¿perdón?
Me sorprendes, Dios bueno, en esa cruz... porque eres capaz de seguir viendo humanidad en tus
verdugos. Porque eres capaz de seguir creyendo que hay esperanza para quien clava en una cruz
a su semejante. Porque, esta palabra de perdón, dicha desde un madero, es sobre todo una
declaración eterna: el hombre, todo hombre y mujer, todo ser humano, conserva su capacidad de
amar en las circunstancias más adversas. Y todo ser humano, hasta el que es capaz de las acciones
más abyectas, sigue teniendo un germen de humanidad que permite que haya esperanza para él.
Y atreverse a verlo es hermoso. Dios también me sigue perdonando hoy, por cosas que en mi vida
destruyen, rompen, hieren a otros, a mi mundo... por mi pecado.
Reflexionemos...
- ¿He sido perdonado?
- ¿He perdonado alguna vez?
- ¿Hasta qué punto creo que la gente puede equivocarse y seguir siendo digna de confianza?
Una promesa que muchas gentes tienen que oír hoy. En cruces injustas, en cruces pesadas; en
realidades atravesadas por el dolor, la soledad, la duda, la incomprensión o el llanto... ¿cómo
sonarán esas palabras, dichas desde la confianza de quien no tiene por qué mentir? Hoy estarás
conmigo en el paraíso.
Hoy, porque los cambios, la nueva creación, la humanidad reconciliada, no tiene que esperar más.
Hoy, ahora, ya...tal vez si no llega ese hoy es por tanta gente que no decide, no opta, espera
sentada...
Conmigo... Tengo que conocerte mejor, pues ese "conmigo" me suena a promesa y despierta ecos
de una plenitud que no termino de entender.
En el paraíso... que no es un mítico edén, sino ese lugar en el que no habrá más llantos, en que las
lanzas serán podaderas, el niño y el león jugarán juntos, habrá paz...
Reflexionemos...
- ¿Cómo VIVIR hoy en el paraíso?
- En este momento ¿a quién le podemos dar esperanza?
- ¿Cómo estar hoy con Jesús en el mundo?
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Alguien para acompañarte en las horas difíciles. Alguien que te sostenga en estos momentos
trágicos. Alguien que comparta tu pérdida... y que también estará en las horas buenas, que llegarán.
Alguien que te cuide y a quien cuides...
No estamos solos, ni en las horas más oscuras. Amigos, madres, hijos, parejas, colegas. Y como
creyentes, tenemos a más gente al pie de la misma cruz, a innumerables hombres y mujeres de
Iglesia que han sido y son compañeros de camino, de esfuerzo, de lucha, de errores, de búsquedas
y de amor.
Reflexionemos...
¿Ayudas a otros a afrontar los momentos difíciles?
¿Quién puede contar contigo?
4. SOLEDAD. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mt 27,46)
Reflexionemos...
¿Aceptas el que pueda haber momentos en que "no sientes" a Dios, y, sin embargo, te atreves a
seguir adelante con proyectos, compromisos y esfuerzos en su nombre?
Grita el hombre con la garganta reseca. Quiero justicia, clama la joven utilizada en los burdeles del
mundo. "Pan", pide el niño con la barriga inflada de aire y de hambre. Paz, exclama el testigo de
atrocidades sin fin.
Amor, pide el muchacho solitario por ser extraño. Casa, sueña el mendigo que duerme en la calle.
Trabajo, suspira una joven que se siente fracasar. Libertad, escribe el presidiario en sus poemas.
Salud, recita el enfermo desde su cama...
Voces de pena, voces de llanto, voces que reflejan los dolores del mundo. Hay alaridos, y también
susurros, todos cargados de pena. Tu voz en la cruz recoge todos esos aullidos de la humanidad
rota. Y no hay explicación. No hay sentido. No hay justicia. Sólo un grito más: "Basta ya".
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Reflexionemos...
¿A quién necesitas atreverte a escuchar?
¿Qué gritos escuchas tú? ¿Cerca? ¿Lejos? ¿Qué hacer?
Qué suerte acostarse cada día y poder mirar atrás y decir: "estuvo bien". Qué alegría cuando uno
siente que ha hecho lo que tenía que hacer. Sí, mañana de nuevo comenzará el esfuerzo diario...
pero al menos por ahora está hecho. Al menos por ahora puedo recostarme en silencio, y siento
que he podido...
Todos tenemos nuestras luchas pequeñas o grandes, nuestros compromisos que nos cuestan sudor
y a veces lágrimas, pero que queremos vivir... y cada día tiene algo de tarea y misión. Y cada año,
y cada etapa del camino... Ojalá pueda, a veces, aun cargado de ingenuidad, mirar atrás y sentir
que las cosas se van cumpliendo, y reposarme en ti.
Reflexionemos...
- ¿Has caminado y cubierto etapas, sabiendo que el camino continuo pero tus huellas están atrás?
No sólo el día de la muerte, sino cada día. En este mundo que en todo busca seguridades, que en
todo quiere tener salvavidas. En este mundo que me invita a tener siempre cubiertas las
espaldas...quiero arriesgar, apostar por ti y tu proyecto y tu Reino. Quiero saberme confiado,
atravesar tormentas o espacios serenos, sintiendo que en tus manos voy protegido. Que tus manos
curan, acarician, sanan, acunan, sostienen... firmes y tiernas a la vez.
Reflexionemos...
¿Qué está cumplido en tu vida?
¿Qué huellas vas dejando en los corazones de los tuyos?
¿Qué vas construyendo?
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CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
Lo que se necesita:
1. El manual que estás estudiando.
Quiénes lo realizan:
1. El Ministro / Misionero.
2. La comunidad o asamblea reunida.
Cómo realizarlo:
El altar está completamente desnudo, con las cruces cubiertas al igual que las imágenes de
los santos. A la hora convenida se reúnen todos en la capilla, al iniciarse la celebración se
ponen todos de rodillas y oran en silencio por unos momentos.
Inmediatamente después se inicia la Liturgia de la Palabra. NO SE HACEN CANTOS NI
ORACIONES EN VOZ ALTA.
Quiénes la realizan:
1. La comunidad o asamblea reunida.
2. El Ministro / Misionero.
3. El monitor.
4. El Salmista o coro.
5. Dos lectores
Lecturas a preparar:
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Cómo realizarla: Después de haberse puesto todos de rodillas y habiendo orado en silencio,
todos se sientan y el monitor dirá a la asamblea las siguientes palabras.
MONITOR: La Iglesia proclama la muerte de Jesús hasta que Él vuelva, nos enseña al que fue
traspasado por nuestros delitos, pero que, en su obediencia y confianza en el Padre, se convierte
en salvación eterna para todos los hombres, siendo exaltado por Dios por sobre todas las cosas.
Escuchemos con atención.
Ministro / Misionero: (No dice oremos) Señor Dios, que por la Pasión de nuestro Señor Jesucristo
nos libraste de la muerte heredada del antiguo pecado, concédenos asemejarnos a tu Hijo y haz
que, así como naturalmente llevamos en nosotros la imagen del hombre terreno, por la gracia de la
santificación, llevemos también la imagen del hombre celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Una vez hecha la oración anterior, se acerca el primer lector al ambón, para hacer la lectura
correspondiente sin decir "PRIMERA LECTURA", ni leer el pequeño texto que la sintetiza,
sino que sólo dirá: "Lectura del libro de ..." e iniciará inmediatamente la lectura del texto bíblico
correspondiente. Para indicar el fin de la lectura, el lector dice: Palabra de Dios.
Terminada la lectura de la Palabra, el salmista se acercará al ambón para decir el salmo
correspondiente, pero sin anunciar "SALMO RESPONSORIAL", sino que salmodiará la parte
que le corresponde y la asamblea responderá de la misma manera.
Posteriormente se harán las lecturas siguientes de igual modo que la primera.
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Inicuamente y contra toda justicia se lo llevaron. ¿Quién se preocupó de su suerte? Lo arrancaron
de la tierra de los vivos, lo hirieron de muerte por los pecados de mi pueblo, le dieron sepultura con
los malhechores a la hora de su muerte, aunque no había cometido crímenes, ni hubo engaño en
su boca. El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento.
Cuando entregue su vida como expiación, verá a sus descendientes, prolongará sus años y por
medio de él prosperarán los designios del Señor. Por fatigas de su alma, verá la luz y se saciará;
con sus sufrimientos justificará mi siervo a muchos, cargando con los crímenes de ellos. Por eso le
daré una parte entre los grandes, y con los fuertes repartirá despojos, ya que indefenso se entregó
a la muerte y fue contado entre los malhechores, cuando tomó sobre sí las culpas de todos e
intercedió por los pecadores. Palabra de Dios.
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Lectura de la carta a los hebreos: 4, 14-16; 5,7. 9
Hermanos: Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo.
Mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no
sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que Él mismo ha pasado por las
mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado.
Acerquémonos, por tanto, con plena confianza al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar
la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno.
Precisamente por eso, Cristo, durante su vida mortal, ofreció oraciones y súplicas, con fuertes voces
y lágrimas, a aquel que podía librarlo de la muerte, y fue escuchado por su piedad. A pesar de que
era el Hijo, aprendió a obedecer padeciendo, y llegado a su perfección, se convirtió en la causa de
la salvación eterna para todos los que lo obedecen. Palabra de Dios.
MINISTRO / MISIONERO: Escuchemos hermanos la Pasión de nuestro Señor Jesucristo según San
Juan
C. En aquel tiempo, Jesús fue con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un
huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús
se reunía a menudo allí con sus discípulos.
Entonces Judas tomó un batallón de soldados y guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos
y entró en el huerto con linternas, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que iba a suceder, se
adelantó y les dijo:
† "¿A quién buscan?".
C Le contestaron:
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S 'A Jesús, el nazareno".
C Les dijo Jesús:
† "Yo soy".
C Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles 'Yo soy', retrocedieron y cayeron a tierra.
Jesús les volvió a preguntar:
† "A quién buscan?".
C Ellos dijeron:
S "A Jesús, el nazareno".
C Jesús contestó:
† "Les he dicho que soy yo. Si me buscan a mí, dejen que éstos se vayan".
C Así se cumplió lo que Jesús había dicho: "No he perdido a ninguno de los que me diste". Entonces
Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió aun criado del sumo sacerdote y le cortó la
oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro:
† "Mete la espada en la vaina. ¿No voy a beber el cáliz que me ha dado mi Padre?".
C El batallón, su comandante y los criados de los judíos apresaron a Jesús, lo ataron y lo llevaron
primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año. Caifás era el que había
dado a los judíos este consejo: 'Conviene que muera un solo hombre por el pueblo'. Simón Pedro y
otro discípulo iban siguiendo a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con
Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta. Salió
el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló con la portera e hizo entrar a Pedro. La
portera dijo entonces a Pedro:
S "¿No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre?".
C Él dijo:
S -No lo soy".
C Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban.
También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose. El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca
de sus discípulos y de su doctrina. Jesús le contestó:
† "Yo he hablado abiertamente al mundo y he enseñado continuamente en la sinagoga y en el
templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas
a mí? Interroga a los que me han oído, sobre lo que les he hablado. Ellos saben lo que he dicho".
C Apenas dijo esto, uno de los guardias le dio una bofetada a Jesús, diciéndole:
S “¿Así contestas al sumo sacerdote?".
C Jesús le respondió:
† "Si he faltado al hablar, demuestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué
me pegas?".
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C Entonces Anás lo envió atado a Caifás, el sumo sacerdote. Simón Pedro estaba de pie,
calentándose, y le dijeron:
S “¿No eres tú también uno de sus discípulos?".
C Él lo negó diciendo:
S "No lo soy".
C Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja,
le dijo:
S “¿Qué no te vi yo con él en el huerto?".
C Pedro volvió a negarlo y en seguida cantó un gallo. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio.
Era muy de mañana y ellos no entraron en el palacio para no incurrir en impureza y poder así comer
la cena de Pascua. Salió entonces Pilato a donde estaban ellos y les dijo:
S ¿De qué acusan a este hombre?".
C Le contestaron:
S "Si éste no fuera un malhechor, no te lo hubiéramos traído".
C Pilato les dijo:
S "Pues llévenselo y júzguenlo según su ley".
C Los judíos le respondieron:
S "No estamos autorizados para dar muerte a nadie".
C Así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir. Entró otra vez
Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:
S "¿Eres tú el rey de los judíos?".
C Jesús le contestó:
† "¿Eso lo preguntas por tu cuenta o te lo han dicho otros?".
C Pilato le respondió:
S "¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí, ¿Qué es lo que
has hecho?".
C Jesús le contestó:
† "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado
para que no cayera yo en manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí".
C Pilato le dijo:
S “¿Conque tú eres rey?".
C Jesús le contestó:
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† "Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es
de la verdad, escucha mi voz".
C Pilato le dijo:
S "¿Y qué es la verdad?".
C Dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos y les dijo:
S "No encuentro en él ninguna culpa. Entre ustedes es costumbre que por Pascua ponga en libertad
a un preso. ¿Quieren que les suelte al rey de los judíos?".
C Pero todos ellos gritaron:
S "¡No, a ese no! ¡A Barrabás!".
C (El tal Barrabás era un bandido). Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Los soldados
trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza, le echaron encima un manto color
púrpura, y acercándose a él, le decían:
S "¡Viva el rey de los judíos!",
C y le daban de bofetadas. Pilato salió otra vez afuera y les dijo:
S “Aquí lo traigo para que sepan que no encuentro en él ninguna culpa".
C Salió, pues, Jesús, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les dijo:
S "Aquí está el hombre".
C Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y sus servidores, gritaron:
S "¡Crucifícalo, crucifícalo!".
C Pilato les dijo:
S "Llévenselo ustedes y crucifíquenlo, porque yo no encuentro culpa en él".
C Los judíos le contestaron:
S "Nosotros tenemos una ley y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo de Dios".
C Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más, y entrando otra vez en el pretorio, dijo a
Jesús:
S "¿De dónde eres tú?".
C Pero Jesús no le respondió. Pilato le dijo entonces:
S “¿a mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte?".
C Jesús le contestó:
† "No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso, el que me
ha entregado a ti tiene un pecado mayor".
C Desde ese momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:
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S "¡Si sueltas a ése, no eres amigo del César!; porque todo el que pretende ser rey, es enemigo del
César".
C Al oír estas palabras, Pilato sacó a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman "el
Enlosado" (en hebreo Gábbata). Era el día de la preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo
Pilato a los judíos:
S "Aquí tienen a su rey".
C Ellos gritaron:
S "¡Fuera, fuera! ¡Crucifícalo!".
C Pilato les dijo:
S “¿A su rey voy a crucificar?".
C Contestaron los sumos sacerdotes:
S "No tenemos más rey que el César".
C Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús y él, cargando con la cruz, se
dirigió hacia el sitio llamado "la Calavera" (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron, y
con él a otros dos, uno de cada lado y en medio Jesús. Pilato mandó escribir un letrero y ponerlo
encima de la cruz; en él estaba escrito: 'Jesús el nazareno, el rey de los judíos'. Leyeron el letrero
muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús y estaba escrito en hebreo,
latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos le dijeron a Pilato:
S "No escribas: 'El rey de los judíos', sino: 'Este ha dicho: Soy rey de los judíos”.
C Pilato les contestó:
S "Lo escrito, escrito está".
C Cuando crucificaron a Jesús, los soldados cogieron su ropa e hicieron cuatro partes, una para
cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba a
abajo. Por eso se dijeron:
S "No la rasguemos, sino echemos suertes para ver a quién le toca".
C Así se cumplió lo que dice la Escritura: Se repartieron mi ropa y echaron a suerte mi túnica Y eso
hicieron los soldados. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María
la de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto quería,
Jesús dijo a su madre:
† "Mujer, ahí está tu hijo".
C Luego dijo al discípulo:
† "Ahí está tu madre".
C Y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él. Después de esto, sabiendo Jesús que todo
había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo:
† "Tengo sed".
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C Había allí un jarro lleno de vinagre. Los soldados sujetaron una esponja empapada en vinagre a
una caña de hisopo y se la acercaron a la boca. Jesús probó el vinagre y dijo:
† "Todo está cumplido",
C e inclinando la cabeza, entregó el espíritu. [Aquí se arrodillan todos y se hace una breve pausa]
C Entonces, los judíos, como era el día de la preparación de la Pascua, para que los cuerpos de los
ajusticiados no se quedaran en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día muy solemne,
pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y los quitaran de la cruz. Fueron los soldados, le
quebraron las piernas a uno y luego al otro de los que habían sido crucificados con él.
Pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de
los soldados le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.
El que vio da testimonio de esto y su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que
también ustedes crean. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dice la Escritura: No le quebrarán
ningún hueso; y en otro lugar la Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero oculto por miedo a los judíos,
pidió a Pilato que lo dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se
llevó el cuerpo.
Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mezcla
de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con esos aromas, según se
acostumbra enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto,
un sepulcro nuevo, donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de
la preparación de la Pascua y el sepulcro estaba cerca, allí pusieron a Jesús. Palabra del Señor.
No se reza el Credo.
Inmediatamente después vienen las oraciones de los fieles, las que iniciará el Ministro /
Misionero:
MINISTRO / MISIONERO:. Por la Santa Iglesia de Dios para que el Señor le conceda la paz y la
unidad, la proteja en todo el mundo y nos conceda una vida serena, para alabar a Dios Padre
todopoderoso.
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ASAMBLEA: TE ROGAMOS, SEÑOR.
MINISTRO / MISIONERO: Por nuestro santo padre el Papa, para que Dios nuestro señor que lo
eligió entre los obispos, lo asista y proteja para bien de su Iglesia, como guía y pastor del pueblo
santo de Dios.
ASAMBLEA: Te rogamos, Señor.
MINISTRO / MISIONERO: Por nuestro obispo, por todos los obispos, presbíteros, diáconos, por
todos los que ejercen algún ministerio en la iglesia y por todo el pueblo de dios.
ASAMBLEA: Te rogamos, Señor.
MINISTRO / MISIONERO: Por los catecúmenos, para que Dios nuestro Señor los ilumine
interiormente y les comunique su amor; y para que, mediante el bautismo, se les perdonen todos
sus pecados y queden incorporados a Cristo nuestro Señor.
ASAMBLEA: Te rogamos, Señor
MINISTRO / MISIONERO: Por todos los que creen en Cristo, para que Dios nuestro Señor les
conceda vivir sinceramente lo que profesan y se digne reunirlos para siempre en un solo rebaño,
bajo un solo pastor.
ASAMBLEA: Te rogamos, Señor.
MINISTRO / MISIONERO: Por el pueblo judío, al que Dios se dignó hablar por medio de los profetas
para que el Señor le conceda progresar continuamente en el amor a su nombre y en la fidelidad a
su alianza.
ASAMBLEA: Te rogamos, Señor.
MINISTRO / MISIONERO: Por los que no creen en Cristo, para que, iluminados por el Espíritu Santo,
puedan encontrar el camino de la salvación.
ASAMBLEA: Te rogamos, Señor.
MINISTRO / MISIONERO: Por los que no conocen a Dios, para que obren siempre con bondad y
rectitud y puedan llegar así a conocer a Dios.
ASAMBLEA: Te rogamos, Señor.
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MINISTRO / MISIONERO: Por los jefes de estado y todos los responsables de los asuntos públicos,
para que Dios nuestro Señor les inspire decisiones que promuevan el bien común, en un ambiente
de paz y libertad.
ASAMBLEA: Te rogamos, Señor.
MINISTRO / MISIONERO: Para que Dios padre todopoderoso libre al mundo de todas sus miserias,
dé salud a los enfermos y pan a los que tienen hambre, libere a los encarcelados y haga justicia a
los oprimidos, conceda seguridad a los que viajan, un pronto retorno a los que se encuentran lejos
del hogar y la vida eterna a los moribundos.
ASAMBLEA: Te rogamos, Señor.
Lo que se necesita:
1. Una Cruz que se lleva en procesión desde el fondo de la Iglesia.
2. Dos cirios o candelas.
3. Dos cestos para recoger las limosnas que se dan para el mantenimiento de los Santos Lugares
(el dinero se entregará al Párroco).
4. El manual que estás estudiando.
Quiénes la realizan:
1. El Ministro / Misionero.
2. Quien entrega la cruz al Ministro / Misionero.
3. Quienes llevan los cirios o candelas.
4. La comunidad o asamblea reunida.
Cantos a preparar:
1. Perdona a Tu Pueblo, Señor.
2. Perdón, ¡Oh, Dios mío!
3. Salve cruz bendita.
Cómo realizarla:
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El que lleva la cruz se dirige a la puerta de la capilla donde toma la cruz descubierta; los
ministros le acompañan con velas encendidas, y van procesionalmente por la iglesia hacia el
altar.
Cerca de la puerta de la iglesia el que lleva la cruz la eleva y dice o canta la invitación:
MINISTRO / MISIONERO: Mirad el árbol de la cruz donde estuvo clavado Cristo el salvador del
mundo.
La asamblea responde: Venid y adoremos.
Terminada la respuesta todos se arrodillan y adoran en silencio por unos momentos la cruz.
Se ponen de pie el ministro y al llegar en medio del templo vuelve a elevar la cruz y a decir:
MINISTRO / MISIONERO: Mirad el árbol de la cruz donde estuvo clavado Cristo el salvador del
mundo.
La asamblea responde: Venid y adoremos.
Se vuelven a poner de rodillas, adoran en silencio por unos momentos la Cruz, se ponen de
pie, el ministro antes de subir al presbiterio eleva la cruz y repite por tercera vez:
MINISTRO / MISIONERO: Mirad el árbol de la cruz donde estuvo clavado Cristo el salvador del
mundo.
La asamblea responde: Venid y adoremos.
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Una vez depositado el Santísimo Sacramento sobre el altar descubierto el copón, el Ministro
/ Misionero hace genuflexión.
Ahí, teniendo las manos juntas, invita a decir la oración dominical (Padre nuestro).
MINISTRO / MISIONERO: Porque sabemos que, por la muerte y resurrección del Señor, hemos
conseguido ser hijos de Dios, digamos al Padre:
Padre nuestro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase
Señor tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; y perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación, y líbranos del mal.
Ministro / Misionero: Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los
invitados a la cena del Señor.
El Ministro / Misionero comulga diciendo en secreto: "Que el cuerpo de Cristo me guarde para
la vida eterna".
Inmediatamente después, toma el copón, se acerca a los que van a comulgar, presenta a
cada uno la hostia elevándola un poco y diciendo:
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ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Ministro / Misionero: Dios todopoderoso y eterno, que nos has redimido con la gloriosa muerte y
resurrección de tu Hijo Jesucristo, prosigue en nosotros la obra de tu misericordia, para que,
mediante nuestra participación en este misterio, permanezcamos dedicados a tu servicio. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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ROSARIO DE PÉSAME A MARÍA
El Viernes Santo debemos tener nuestro corazón fijo en Cristo Crucificado, muestra máxima del
amor de Dios, pero no podemos dejar de ver que al pie de la Cruz estaba María, su Madre, (Jn
19,25).
María fue redimida también por esa Cruz de Cristo, pero al mismo tiempo, como dicen los Obispos
Latinoamericanos, “no sólo es fruto admirable de la redención; sino que también es la cooperadora
activa y por su cooperación libre en la Nueva A/lanza de Cristo, es junto a El protagonista de la
historia” (Pue. 3, 293).
Ella nos invita, como dice San Pablo, a “completar en nuestro cuerpo lo que falta a la Pasión de
Cristo en favor de la Iglesia” (Col 1.24).
Por eso la religiosidad popular católica no deja de hacer el Viernes Santo una celebración especial
por sus dolores, centrada principalmente en el rezo del Santo Rosario.
Lector 1: En esta noche de Viernes Santo recemos en familia el rosario de la Virgen de la Soledad.
Lector 2: Este rosario se llama de “pésame”, porque con él queremos unirnos al dolor que sufrió la
Santísima Virgen María a causa de la pasión y muerte de su amadísimo Hijo, nuestro Señor
Jesucristo.
1.-Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
2.- Rezar el Acto de Contrición: Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y redentor
mío, por ser tú quién eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte
ofendido. Quiero y propongo firmemente confesarme a su tiempo. Ofrezco mi vida, obras y trabajos
en satisfacción de mis pecados. Y confío en que, en tu bondad y misericordia infinita, me los
perdonarás y me darás la gracia para no volverte a ofender. Amén.
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3.- Rezar tres avemarías y un Gloria.
Primer misterio
Lector 1: En este primer misterio traigamos a nuestra imaginación el momento en que la Virgen
María encuentra a Jesús, su Hijo, con la cruz a cuestas camino al Calvario.
En esos terribles momentos María se sintió sola, con la soledad de la impotencia. Ella no podía
defender a su Hijo; ella no podía ayudarlo contra sus enemigos: estaba sola; no había con ella
abogados defensores; no tenía “palancas en el gobierno”; no había nación más poderosa que el
Imperio Romano en cuyas manos había caído Jesús.
Lector 1: En este misterio pensemos en tantas madres o padres de familia que se sienten solos en
sus problemas para defender a sus hijos, para ayudarlos, para librarlos del mal. Al menos
acompañémoslos hoy con nuestra oración.
(Se reza el Padre Nuestro, las diez Avemarías y el Gloria al Padre. Se termina cada misterio con la
jaculatoria:
Segundo misterio
Lector 1: En el segundo misterio contemplemos el momento en que María ve que Jesús inclina la
cabeza y muere.
Lector 2: Meditemos en la soledad de María: En ese momento se sintió sola, con la soledad de la
separación y de la incomunicación con Aquel a quien ella más quería. Su Hijo acababa de morir: se
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había cortado toda posibilidad de seguir comunicándose con El; ya no hablaba, ya no miraba, ya no
respondía.
Lector 1: En este misterio pensemos en tantas gentes que se sienten solas por haberse cortado la
comunicación con las personas que aman, aún continuando su presencia física: ¡Cuántos esposos
o esposas que se sienten solos por no haber ya diálogo con su pareja!; ¡cuántos hijos que se sienten
solos por no existir muestras de cariño ni de escucha de parte de sus padres!
(Se reza el Padre Nuestro, las diez Avemarías y el Gloria al Padre. Se termina cada misterio con la
jaculatoria:)
Tercer misterio
Lector 2: Meditemos en la soledad que María experimentó en el martirio del recuerdo, cuando las
alegrías se convierten en tristezas al pensar que ya todo eso quedó en un pasado que no vuelve.
Lector 1: Nadie la podía acompañar cuando pasaban por su mente mil recuerdos de su Hijo que
sólo ella había experimentado y sólo ella podía valorar: el cuidado que había tenido de El mientras
lo llevaba en su seno; la alegría de haberlo dado a luz, de haberlo mecido entre sus brazos y cuando
lo envolvía en pañales (Lc 2,7); cuando lo veía crecer en estatura, sabiduría y gracia ante Dios y
ante los hombres (Lc 2.40); cuando lo vio convertir el agua en vino (Jn 2,1ss).
Lector: 2: Toda la grandeza, hermosura, bondad, delicadeza de su Hijo se convertía ahora para
ella en una espada cuyo filo sólo ella sentía. Nadie podía sentir la profunda tristeza que ella tenía al
verlo “como un gusano y no un hombre” (Sal 22,6), porque nadie había podido experimentar el gozo
que ella había tenido por El.
Lector 1: En este misterio pensemos en tantas gentes que, cuando caen en el fracaso, cuando
llegan al desgaste de la ancianidad, cuando sufren un accidente, cuando se troza su vida, sienten
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una terrible soledad al ir pasando ante su mente mil recuerdos hermosos que sólo son suyos y que
convierten su vida presente en un acabose.
(Se reza el Padre Nuestro, las diez Avemarías y el Gloria al Padre. Se termina cada misterio con la
jaculatoria:)
Cuarto misterio
Lector 2: Meditemos en la soledad que experimentó María por la ausencia total de su Hijo.
Ya no tiene hijo; su vida deberá cambiar; ciertamente que Jesús la confió a Juan, el discípulo amado,
pero nada ni nadie podrá llenar la ausencia de Jesús. María había quedado sin Él, de este lado del
muro de la muerte.
Lector 1: En este misterio pensemos en tantas familias que sufren por los hijos o padres ausentes,
sobre todo a causa de nuestra civilización actual deshumanizada que obliga a buscar trabajo lejos
del propio hogar; oremos también por tantas familias que han quedado desamparadas a causa de
la muerte del padre o de la madre.
(Se reza el Padre Nuestro, las diez Avemarías y el Gloria al Padre. Se termina cada misterio con la
jaculatoria:)
Quinto misterio
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Lector 1: En el quinto misterio meditemos en la noche pasada por María el viernes santo.
Lector 1: Si Jesús pudo decir en el colmo de su aflicción: “¡Padre, por qué me has abandonado?”,
también la Virgen María sintió profundamente esa especie de silencio o abandono de Dios y de una
manera que sólo ella podía experimentar.
Lector 2: ¿Dónde estaban todas las promesas que Dios le había hecho por medio del Ángel en la
Anunciación? Se le había dicho que su Hijo era Hijo del Altísimo, que iba a ser Rey y su Reino iba
a durar para siempre: todo había quedado truncado; su Hijo había acabado en una cruz y no en el
trono.
Lector 1: Pensemos en este misterio en todos los que sienten como si Dios se hubiera olvidado de
ellos o como si estuviera lejos de este mundo; principalmente pidamos por los que trabajan por el
Reino de Dios y todo les sale más difícil como si al mismo Dios no le interesara.
(Se reza el Padre Nuestro, las diez Avemarías y el Gloria al Padre. Se termina cada misterio con la
jaculatoria:)
Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita
Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre
de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita
Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre
de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
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Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo, llena eres de gracia, el Señor es contigo,
bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Oración.
Imprime tus penas, Reina del cielo, en el fondo de mi corazón, a fin de que en ellas pueda leer y
aprender dolor y amor; dolor, para sufrir contigo y por ti toda suerte de dolor; y amor, para despreciar
contigo y por ti todo amor que no sea el de Jesús. Amen.
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SÁBADO SANTO
VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA
Lo que se necesita:
1. Una fogata grande fuera de la capilla.
2. Velas pequeñas para todos.
3. El cirio pascual (solo se bendice en el contexto de la Misa de vigilia por un sacerdote)
4. El manual que estás estudiando.
Quiénes la realizan:
1. La comunidad o asamblea reunida, quienes llevan sus velas o veladoras preferentemente.
2. El ministro de la palabra
3. Un lector
4. Un monitor.
Cómo realizarlo:
Esta vigilia debe desarrollarse totalmente de noche. Se reúnen todos alrededor de la pila de
leña, fuera de la capilla, se apagan todas las luces que se encenderán hasta el momento de
la llegada de la asamblea a la capilla, todos tienen en sus manos las velas o veladoras, el
Ministro / Misionero que tiene en sus manos un cirio BEDECIDO y MARCADO POR EL
SACERDOTE , saluda a la comunidad con las siguientes palabras:
No se usa cruz procesional ni ciriales.
MINISTRO / MISIONERO: El Señor, que nos visitará como el sol que nace de lo alto, para guiar
nuestros pasos por el camino de la paz, esté con nosotros.
La asamblea responde: Amén.
MONITOR: Hermanos, en esta noche santa, en que nuestro Señor Jesucristo pasó de la muerte a
la vida, la Iglesia invita a todos sus hijos, que están por todo el mundo, a que se reúnan a velar en
oración. Celebremos, pues, juntos, la Pascua del Señor, escuchando su palabra con la esperanza
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cierta de participar también en su triunfo sobre la muerte y de vivir con Él para siempre junto al
Padre.
Ya que ha prendido bien la fogata dirá entonces, teniendo las manos juntas, y seguido de la
comunidad, las siguientes palabras:
MINISTRO / MISIONERO: Dios nuestro, que por medio de tu Hijo nos has comunicado el fuego de
tu vida divina, te pedimos que estas fiestas pascuales enciendan en nosotros el deseo del cielo,
para que podamos llegar con un espíritu renovado a tu reino, amén.
MINISTRO / MISIONERO: que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, aleje las tinieblas de nuestro
corazón y nuestro espíritu.
Enseguida se comienzan a encender las velas o veladoras del fuego y del cirio del Ministro /
Misionero (4 a 8 personas) y se van comunicando la luz, teniendo cuidado de que no se
empujen y se vayan a quemar, hay que dar suficiente tiempo.
Cuando todos han encendido sus veladores el ministro de la Palabra dice con fuerte voz:
MINISTRO / MISIONERO: Hermanos vamos juntos al encuentro de Cristo resucitado, la luz del
mundo.
La asamblea responde: Demos gracias a Dios.
Inmediatamente se inicia la procesión que continúa hacia el interior de la capilla.
Todas las velas y veladoras deberán permanecer encendidas hasta el fin del Pregón Pascual
y las luces de la capilla deberán permanecer apagadas.
En la entrada de la Capilla el Ministro / Misionero dice:
Ministro / Misionero: Luz de Cristo
Todos cantan: Demos gracias a Dios
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Todos cantan: Demos gracias a Dios
LECTOR:
Alégrense, ahora, los coros de los ángeles, alégrense los habitantes del cielo, y por la victoria del
Rey tan poderoso, que las campanas anuncien la salvación.
Goce también la tierra, inundada de tanta claridad, y que, iluminada con la luz del Rey eterno se
sienta libre de la tiniebla que cubría el mundo entero.
Alégrese también nuestra Madre la Iglesia, engalanada de luz tan brillante; retumbe este templo con
las aclamaciones del pueblo.
Alégrense los pastores de la Iglesia, obispos, sacerdotes y diáconos, que en la luz de Cristo
resucitado encuentren una firme esperanza para su servicio en el amor.
Alégrense los religiosos y religiosas, que esta luz fortalece su llamado a las tareas apostólicas.
Alégrense los esposos y padres cristianos, los viudos y viudas, lo célibes que iluminados en su
camino por el amor, sostienen la gracia de Dios y viven la fe, la esperanza y la caridad.
Alégrense los gobernantes, los profesionistas, obreros, campesinos y todos aquellos que, en Cristo
resucitado, buscan un mejor modo de vida para todos.
Alégrense, especialmente, los pobres, los enfermos, los perseguidos, que en sus sufrimientos
encuentran, iluminados por cristo, la salvación y fortaleza de quien les llamó bienaventurados.
En verdad es justo y necesario cantar con todo el amor del corazón, a Dios que no vemos, el Padre
todopoderoso, y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
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Porque Cristo ha pagado por nosotros a Dios padre la deuda de Adán y ha lavado con su sangre
limpísima la condena del antiguo pecado.
Porque estas son las fiestas de Pascua, en las que se sacrifica a Cristo, el verdadero Cordero de
Dios, el cual, con su sangre hace suyos los corazones de los fieles.
Esta es la noche en que sacaste de Egipto a los israelitas, y los hiciste pasar a pie por el Mar Rojo.
Esta es la noche en que la columna de fuego iluminó las tinieblas del pecado.
Esta es la noche que todos los que creemos en Cristo por toda la tierra, nos arranca de los vicios
del mundo y de la maldad del pecado, nos regresa a la gracia y nos une a los santos.
Esta es la noche, en que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo sale victorioso del sepulcro.
¡Que asombroso beneficio de tu amor por nosotros! ¡Que incomparable ternura y caridad! ¡Para
rescatarnos entregaste a tu Hijo!
Necesario fue el pecado de Adán, que ha sido borrado por la muerte de Cristo. ¡Feliz la culpa que
mereció tal Redentor!
Y así, esta noche santa aleja los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la
alegría a los tristes.
¡Qué noche tan dichosa, en que se une el cielo con la tierra, ¡lo humano con lo divino! en esta noche
de gracia en que Jesucristo, tu hijo que, volviendo de la muerte, brilla sereno para todos los hombres
y vive y reina por los siglos de los siglos.
Quiénes la realizan:
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1. La comunidad o asamblea reunida.
2. El Ministro / Misionero.
3. El monitor.
4. Ocho Salmistas.
5. Ocho lectores
Lecturas a preparar:
Cantos a preparar:
1. Gloria al Señor.
2. Aleluya, Aleluya, Aleluya.
Cómo realizarla:
Terminado El Pregón Pascual, se sientan y apagan sus velas o veladoras, las luces de la
capilla se encienden, y se disponen a escuchar la Palabra de Dios.
El monitor dirá a la asamblea las siguientes palabras:
Una vez hecha la monición anterior desde un lugar distinto de donde se proclama la Palabra,
se acerca el primer lector para hacer la lectura correspondiente sin decir "PRIMERA
LECTURA", ni leer el pequeño texto que la sintetiza, sino que sólo dirá: "Lectura del libro
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de..." e iniciará inmediatamente la lectura del texto bíblico correspondiente. Esto es para
todos los lectores.
La asamblea, una vez que ha terminado la lectura, responde de la manera acostumbrada.
Terminada la lectura de la Palabra, el salmista se acercará al lugar de la proclamación de la
Palabra para salmodiar el salmo correspondiente, pero sin anunciar "SALMO
RESPONSORIAL", sino que salmodiará la parte que le corresponde y la asamblea
responderá de la misma manera.
Posteriormente se harán las lecturas siguientes de igual modo que la primera.
Una vez que se llegó al lugar de la proclamación de la Palabra de Dios, esperará a que el
monitor haga la monición general a las lecturas del Antiguo Testamento desde un lugar
distinto al de la proclamación de la Palabra.
MONITOR: A la luz de Cristo resucitado, vamos a escuchar la palabra de Dios, que nos habla de
un camino que recorren juntos Dios y el pueblo. Dios que llama a la vida en la creación, en la
liberación de las esclavitudes y en la renovación total del hombre y del pueblo, y el pueblo que
camina para ir creciendo paso a paso en esa vida que Dios le da.
Este tiene que ser también nuestro caminar de Iglesia: responder como pueblo unido al llamado de
Dios de la vida; buscar juntos una vida nueva y mejor para nuestro pueblo, a través de la renovación
como Iglesia.
Inmediatamente se procede a las lecturas señaladas, los salmos pueden ser cantados. Las
oraciones que vienen indicadas después de cada lectura en los misales mensuales o anuales
por ser propias del sacerdote NO DEBERÁN DECIRSE.
No siendo Misa no se entona el himno “Gloria a Dios”. Sin embargo, el Gloria puede cantarse
como canto de acción de gracias después de la comunión si hubiera.
Terminado el salmo responsorial de la última lectura y antes de comenzar las lecturas del
Nuevo Testamento se encienden las velas del altar y el monitor dice la siguiente monición.
PRIMERA LECTURA
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Dios dijo: «Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca una separación
entre ellas.» Y así sucedió. Dios hizo el firmamento, y este separó las aguas que están debajo de
él, de las que están encima de él; y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una
mañana: este fue el segundo día.
Dios dijo: «Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están bajo el cielo, y que aparezca el
suelo firme.» Y así sucedió. Dios llamó Tierra al suelo firme y Mar al conjunto de las aguas. Y Dios
vio que esto era bueno. Entonces dijo: «Que la tierra produzca vegetales, hierbas que den semilla
y árboles frutales, que den sobre la tierra frutos de su misma especie con su semilla adentro.» Y así
sucedió. La tierra hizo brotar vegetales, hierba que da semilla según su especie y árboles que dan
fruto de su misma especie con su semilla adentro. Y Dios vio que esto era bueno. Así hubo una
tarde y una mañana: este fue el tercer día.
Dios dijo: «Que haya astros en el firmamento del cielo para distinguir el día de la noche; que ellos
señalen las fiestas, los días y los años, y que estén como lámparas en el firmamento del cielo para
iluminar la tierra.» Y así sucedió. Dios hizo los dos grandes astros -el astro mayor para presidir el
día y el menor para presidir la noche- y también hizo las estrellas. Y los puso en el firmamento del
cielo para iluminar la tierra, para presidir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y
Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el cuarto día.
Dios dijo: «Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre
la tierra, por el firmamento del cielo.» Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases
de seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con
alas. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces los bendijo, diciendo: «Sean fecundos y
multiplíquense; llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra.» Así
hubo una tarde y una mañana: este fue el quinto día.
Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes
de toda especie.» Y así sucedió. Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas
clases de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era
bueno.
Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén
sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los
animales que se arrastran por el suelo.»
Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.
Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a
los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra.» Y
continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los
árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas las fieras de la tierra, a
todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento
el pasto verde.» Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así
hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día.
Así fueron terminados el cielo y la tierra, y todos los seres que hay en ellos.
El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra que había
emprendido. Palabra de Dios.
102
O bien más breve:
103
R/. Bendice al Señor, alma mía.
O bien:
Del salmo 32
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SEGUNDA LECTURA
Abraham madrugó, aparejó su burro, tomó consigo a dos de sus criados y a su hijo Isaac; cortó leña
para el sacrificio y se encaminó al lugar que Dios le había indicado. Al tercer día divisó a lo lejos el
lugar. Les dijo entonces a sus criados: "Quédense aquí con el burro; yo iré con el muchacho hasta
allá, para adorar a Dios y después regresaremos".
Abraham tomó la leña para el sacrificio, se la cargó a su hijo Isaac y tomó en su mano el fuego y el
cuchillo. Los dos caminaban juntos. Isaac dijo a su padre Abraham: "¡Padre!" Él respondió: "¿Qué
quieres, hijo?" El muchacho contestó: "Ya tenemos fuego y leña, pero, ¿dónde está el cordero para
el sacrificio?" Abraham le contestó: "Dios nos dará el cordero para el sacrificio, hijo mío". Y siguieron
caminando juntos.
Cuando llegaron al sitio que Dios le había señalado, Abraham levantó un altar y acomodó la leña.
Luego ató a su hijo Isaac, lo puso sobre el altar, encima de la leña, y tomó el cuchillo para degollarlo.
Pero el ángel del Señor lo llamó desde el cielo y le dijo: "¡Abraham, Abraham!" Él contestó: "Aquí
estoy". El ángel le dijo: "No descargues la mano contra tu hijo, ni le hagas daño. Ya veo que temes
a Dios, porque no le has negado a tu hijo único".
Abraham levantó los ojos y vio un carnero, enredado por los cuernos en la maleza. Atrapó el carnero
y lo ofreció en sacrificio, en lugar de su hijo. Abraham puso por nombre a aquel sitio "el Señor
provee", por lo que aun el día de hoy se dice: "el monte donde el Señor provee".
El ángel del Señor volvió a llamar a Abraham desde el cielo y le dijo: "Juro por mí mismo, dice el
Señor, que por haber hecho esto y no haberme negado a tu hijo único, yo te bendeciré y multiplicaré
tu descendencia como las estrellas del cielo y las arenas del mar. Tus descendientes conquistarán
las ciudades enemigas. En tu descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra, porque
obedeciste a mis palabras. Palabra de Dios.
En aquel tiempo, Dios le puso una prueba a Abraham y le dijo: "¡Abraham, Abraham!" Él respondió:
"Aquí estoy". Y Dios le dijo: "Toma a tu hijo único, Isaac, a quien tanto amas; vete a la región de
Moria y ofrécemelo en sacrificio, en el monte que yo te indicaré".
Cuando llegaron al sitio que Dios le había señalado, Abraham levantó un altar y acomodó la leña.
Luego ató a su hijo Isaac, lo puso sobre el altar, encima de la leña, y tomó el cuchillo para degollarlo.
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Pero el ángel del Señor lo llamó desde el cielo y le dijo: "¡Abraham, Abraham!" Él contestó: "Aquí
estoy". El ángel le dijo: "No descargues la mano contra tu hijo, ni le hagas daño. Ya veo que temes
a Dios, porque no le has negado a tu hijo único". Abraham levantó los ojos y vio un carnero, enredado
por los cuernos en la maleza. Atrapó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo.
El ángel del Señor volvió a llamar a Abraham desde el cielo y le dijo: "Juro por mí mismo, dice el
Señor, que por haber hecho esto y no haberme negado a tu hijo único, yo te bendeciré y multiplicaré
tu descendencia como las estrellas del cielo y las arenas del mar. Tus descendientes conquistarán
las ciudades enemigas. En tu descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra, porque
obedeciste a mis palabras". Palabra de Dios.
TERCERA LECTURA
En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: "¿Por qué sigues clamando a mí? Diles a los israelitas que
se pongan en marcha. Y tú, alza tu bastón, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los
israelitas entren en el mar sin mojarse. Yo voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los
persigan, y me cubriré de gloria a expensas del faraón y de todo su ejército, de sus carros y jinetes.
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Cuando me haya cubierto de gloria a expensas del faraón, de sus carros y jinetes, los egipcios
sabrán que yo soy el Señor".
El ángel del Señor, que iba al frente de las huestes de Israel, se colocó tras ellas. Y la columna de
nubes que iba adelante, también se desplazó y se puso a sus espaldas, entre el campamento de
los israelitas y el campamento de los egipcios. La nube era tinieblas para unos y claridad para otros,
y así los ejércitos no trabaron contacto durante toda la noche.
Moisés extendió la mano sobre el mar, y el Señor hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento
del este, que secó el mar, y dividió las aguas. Los israelitas entraron en el mar y no se mojaban,
mientras las aguas formaban una muralla a su derecha y a su izquierda. Los egipcios se lanzaron
en su persecución y toda la caballería del faraón, sus carros y jinetes, entraron tras ellos en el mar.
Hacia el amanecer, el Señor miró desde la columna de fuego y humo al ejército de los egipcios y
sembró entre ellos el pánico. Trabó las ruedas de sus carros, de suerte que no avanzaban sino
pesadamente. Dijeron entonces los egipcios: "Huyamos de Israel, porque el Señor lucha en su favor
contra Egipto".
Entonces el Señor le dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre el mar, para que vuelvan las aguas
sobre los egipcios, sus carros y sus jinetes". Y extendió Moisés su mano sobre el mar, y al amanecer,
las aguas volvieron a su sitio, de suerte que, al huir, los egipcios se encontraron con ellas, y el Señor
los derribó en medio del mar. Volvieron las aguas y cubrieron los carros, a los jinetes y a todo el
ejército del faraón, que se había metido en el mar para perseguir a Israel. Ni uno solo se salvó.
Pero los hijos de Israel caminaban por lo seco en medio del mar. Las aguas les hacían muralla a
derecha e izquierda. Aquel día salvó el Señor a Israel de las manos de Egipto. Israel vio a los
egipcios, muertos en la orilla del mar. Israel vio la mano fuerte del Señor sobre los egipcios, y el
pueblo temió al Señor y creyó en el Señor y en Moisés, su siervo. Entonces Moisés y los hijos de
Israel cantaron este cántico al Señor:
Salmo: Éxodo 15
El Señor es un guerrero,
su nombre es el Señor.
Precipitó en el mar los carros del faraón y a sus guerreros;
ahogó en el Mar Rojo a sus mejores capitanes.
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Las olas los cubrieron,
cayeron hasta el fondo, como piedras.
Señor, tu diestra brilla por su fuerza,
tu diestra, Señor, tritura al enemigo.
CUARTA LECTURA
"El que te creó, te tomará por esposa; su nombre es `Señor de los ejércitos’. Tu redentor es el Santo
de Israel; será llamado ‘Dios de toda la tierra’. Como a una mujer abandonada y abatida te vuelve a
llamar el Señor. ¿Acaso repudia uno a la esposa de la juventud?, dice tu Dios.
Por un instante te abandoné, pero con inmensa misericordia te volveré a tomar. En un arrebato de
ira te oculté un instante mi rostro, pero con amor eterno me he apiadado de ti, dice el Señor, tu
redentor.
Me pasa ahora como en los días de Noé: entonces juré que las aguas del diluvio no volverían a
cubrir la tierra; ahora juro no enojarme ya contra ti ni volver a amenazarte. Podrán desaparecer los
montes y hundirse las colinas, pero mi amor por ti no desaparecerá y mi alianza de paz quedará
firme para siempre. Lo dice el Señor, el que se apiada de ti.
Tú, la afligida, la zarandeada por la tempestad, la no consolada: He aquí que yo mismo coloco tus
piedras sobre piedras finas, tus cimientos sobre zafiros; te pondré almenas de rubí y puertas de
esmeralda y murallas de piedras preciosas. Todos tus hijos serán discípulos del Señor, y será
grande su prosperidad. Serás consolidada en la justicia. Destierra la angustia, pues ya nada tienes
que temer; olvida tu miedo, porque ya no se acercará a ti”. Palabra de Dios.
Del salmo 29
Te alabaré, Señor,
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pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos.
Tú, Señor, me salvaste de la muerte
y a punto de morir, me reviviste.
QUINTA LECTURA
Esto dice el Señor: "Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua; y los que no tienen dinero,
vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y leche sin pagar. ¿Por qué gastar el dinero en lo que no
es pan y el salario, en lo que no alimenta?
Sellaré con ustedes una alianza perpetua, cumpliré las promesas que hice a David. Como a él lo
puse por testigo ante los pueblos, como príncipe y soberano de las naciones, así tú reunirás a un
pueblo desconocido, y las naciones que no te conocían acudirán a ti, por amor del Señor, tu Dios,
por el Santo de Israel, que te ha honrado.
Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras está cerca; que el malvado
abandone su camino, y el criminal, sus planes; que regrese al Señor, y Él tendrá piedad; a nuestro
Dios, que es rico en perdón.
Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, sus caminos no son mis caminos. Porque,
así como aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los de ustedes y mis
pensamientos a sus pensamientos.
Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de
fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la
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palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su
misión". Palabra de Dios.
Salmo: Isaías 12
SEXTA LECTURA
Escucha, Israel, los mandatos de vida, presta oído para que adquieras prudencia. ¿A qué se debe,
Israel, que estés aún en país enemigo, que envejezcas en tierra extranjera, que te hayas
contaminado por el trato con los muertos, que te veas contado entre los que descienden al abismo?
Es que abandonaste la fuente de la sabiduría. Si hubieras seguido los senderos de Dios, habitarías
en paz eternamente.
Aprende dónde están la prudencia, la inteligencia y la energía, así aprenderás dónde se encuentra
el secreto de vivir larga vida, y dónde la luz de los ojos y la paz. ¿Quién es el que halló el lugar de
la sabiduría y tuvo acceso a sus tesoros? El que todo lo sabe, la conoce; con su inteligencia la ha
escudriñado. El que cimentó la tierra para todos los tiempos, y la pobló de animales cuadrúpedos;
el que envía la luz, y ella va, la llama, y temblorosa le obedece; llama a los astros, que brillan
jubilosos en sus puestos de guardia, y ellos le responden: "Aquí estamos", y refulgen gozosos para
110
aquel que los hizo. Él es nuestro Dios y no hay otro como El; Él ha escudriñado los caminos de la
sabiduría y se la dio a su hijo Jacob, a Israel, su predilecto. Después de esto, ella apareció en el
mundo y convivió con los hombres.
La sabiduría es el libro de los mandatos de Dios, la ley de validez eterna; los que la guardan, vivirán,
los que la abandonan, morirán.
Vuélvete a ella, Jacob, y abrázala; camina hacia la claridad de su luz; no entregues a otros tu gloria,
ni tu dignidad a un pueblo extranjero. Bienaventurados nosotros, Israel, porque lo que agrada al
Señor nos ha sido revelado. Palabra de Dios.
Del salmo 18
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del
Señor para alumbrar el camino. R/.
SÉPTIMA LECTURA
En aquel tiempo, me fue dirigida la palabra del Señor en estos términos: "Hijo de hombre, cuando
los de la casa de Israel habitaban en su tierra, la mancharon con su conducta y con sus obras; como
inmundicia fue su proceder ante mis ojos. Entonces descargué mi furor contra ellos, por la sangre
111
que habían derramado en el país y por haberlo profanado con sus idolatrías. Los dispersé entre las
naciones y anduvieron errantes por todas las tierras. Los juzgué según su conducta, según sus
acciones los sentencié. Y en las naciones a las que se fueron, desacreditaron mi santo nombre,
haciendo que de ellos se dijera: ‘Éste es el pueblo del Señor, y ha tenido que salir de su tierra’.
Pero, por mi santo nombre, que la casa de Israel profanó entre las naciones a donde llegó, me he
compadecido. Por eso, dile a la casa de Israel: ‘Esto dice el Señor: no lo hago por ustedes, casa de
Israel. Yo mismo mostraré la santidad de mi nombre excelso, que ustedes profanaron entre las
naciones. Entonces ellas reconocerán que yo soy el Señor, cuando, por medio de ustedes les haga
ver mi santidad.
Los sacaré a ustedes de entre las naciones, los reuniré de todos los países y los llevaré a su tierra.
Los rociaré con agua pura y quedarán purificados; los purificaré de todas sus inmundicias e
idolatrías.
Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de ustedes el corazón de
piedra y les daré un corazón de carne. Les infundiré mi espíritu y los haré vivir según mis preceptos
y guardar y cumplir mis mandamientos. Habitarán en la tierra que di a sus padres; ustedes serán mi
pueblo y yo seré su Dios’ ". Palabra de Dios.
De los salmos 41 y 42
112
y a mi Dios, el Señor,
le daré gracias al compás de la cítara.
Isaías 12
O bien:
Del salmo 50
113
y volverán a ti los pecadores.
MONITOR: El anuncio de la salvación llega a su plenitud en la obra de Cristo, en las lecturas del
nuevo testamento que ahora escuchamos es Cristo mismo quien resucitado, nos comunica su nueva
vida en la Iglesia. Escuchemos con atención.
EPÍSTOLA
Hermanos: ¿No saben ustedes que todos los que hemos sido incorporados a Cristo Jesús por medio
del bautismo, hemos sido incorporados a Él en su muerte? En efecto, por el bautismo fuimos
sepultados con Él en su muerte, para que, así como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria
del Padre, así también nosotros llevemos una vida nueva.
Porque, si hemos estado íntimamente unidos a Él por una muerte semejante a la suya, también lo
estaremos en su resurrección. Sabemos que nuestro hombre viejo fue crucificado con Cristo, para
que el cuerpo del pecado quedara destruido, a fin de que ya no sirvamos al pecado, pues el que ha
muerto queda libre del pecado.
Por lo tanto, si hemos muerto con Cristo, estamos seguros de que también viviremos con Él; pues
sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no morirá nunca. La muerte ya no
tiene dominio sobre Él, porque al morir, murió al pecado de una vez para siempre; y al resucitar,
vive ahora para Dios. Lo mismo ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en
Cristo Jesús, Señor nuestro. Palabra de Dios.
Leída la Epístola, todos se ponen de pie, y el sacerdote entona solemnemente tres veces,
elevando gradualmente su voz, el Aleluya, que todos repiten.
Si hace falta, un salmista canta el Aleluya.
Luego un salmista o un cantor dice el salmo 117, al que el pueblo responde: Aleluya.
114
Del salmo 117
El primer día de la semana, muy temprano, fueron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes
que habían preparado. Pero se encontraron con una novedad: la piedra que cerraba el sepulcro
había sido removida, y al entrar no encontraron el cuerpo del Señor Jesús."
" No sabían qué pensar, pero en ese momento vieron a su lado a dos hombres con ropas
fulgurantes. Estaban tan asustadas que no se atrevían a levantar los ojos del suelo. Pero ellos les
dijeron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? No está aquí. Resucitó.
Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea: el Hijo del Hombre debe ser
entregado en manos de los pecadores y ser crucificado, y al tercer día resucitará.»
Ellas entonces recordaron las palabras de Jesús. Al volver del sepulcro, les contaron a los Once y
a todos los demás lo que les había sucedido."
" Las que hablaban eran María de Magdala, Juana y María, la madre de Santiago. También las
demás mujeres que estaban con ellas decían lo mismo a los apóstoles. Pero no les creyeron, y esta
115
novedad les pareció puros cuentos. Pedro, sin embargo, se levantó y fue corriendo al sepulcro; se
agachó y no vio más que los lienzos. Así que volvió a casa preguntándose lo que había pasado."
Palabra del Señor.
1. Dios a lo largo de toda la Historia de la Salvación va guiando a su pueblo de Israel, por el camino
de la libertad en donde les enseña que es un pueblo que ha sido escogido, elegido, que al caminar
se tiene que ir uniendo para formarse como pueblo de Dios y que al unirse se libera de las
esclavitudes y se hace hermano para liberar a los demás.
2. Con Cristo, Dios hace que este camino llegue a su plenitud, y con la Resurrección del Señor,
hace un pacto permanente que quiere que su Iglesia viva y sea ahora el Nuevo Pueblo de Dios.
3. Al celebrar la Resurrección de Jesús, se vuelve a hacer presente este pacto, y nos invita a que,
como Nuevo Pueblo de Dios, vivamos una renovación total, un compromiso bien firme en el servicio
a los demás y siempre pensando que podemos ser mejores mirando hacia adelante y hagamos
cada día una Iglesia que viva plenamente la esperanza de hacer realidad aquí y ahora el Reino de
Dios.
TERCERA PARTE
RITO DE LA RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS BAUTISMALES
Lo que se necesita:
1. El manual que estás estudiando.
Quiénes la realizan:
1. La comunidad o asamblea reunida
2. El Ministro / Misionero.
3. El cantor o coro.
4. El monitor.
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Cantos a preparar:
1. Vamos Cantando al Señor.
2. Como el Ciervo al Agua va.
3. Fuente Bautismal.
Cómo realizarlo:
Terminada la reflexión de la Palabra de Dios, el monitor invita a la asamblea a entonar las
Letanías de los Santos con las siguientes palabras:
MONITOR: La Iglesia que peregrina hacia el Señor, reconociéndose pecadora, invoca a la Iglesia
que ha alcanzado la santidad, para que interceda por ella.
El cantor entona las letanías, ya sean cantadas o rezadas y la asamblea responde del modo
acostumbrado.
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San Juan María Vianney, / Ruega por nosotros.
Santa Catalina de Siena, / Ruega por nosotros
Santa Teresa de Ávila, / Ruega por nosotros.
San Faustino Migues / Ruega por nosotros
Santa Paula Montal / Ruega por nosotros.
San Pompilio María Pirroti / Ruega por nosotros
San José de Calasanz / Ruega por nosotros.
Santos y Santas de Dios, /Rueguen por nosotros
Muéstrate propicio, / Líbranos, Señor.
De todo mal, / Líbranos, Señor.
De todo pecado, / Líbranos, Señor.
De la muerte eterna, / Líbranos, Señor.
Por tu encarnación, / Líbranos, Señor.
Por tu muerte y resurrección, / Líbranos, Señor.
Por el envío del Espíritu Santo, / Líbranos, Señor.
Nosotros, que somos pecadores, / Te rogamos, óyenos.
Jesús, Hijo de Dios vivo, / Te rogamos, óyenos
Cristo, óyenos / Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. / Cristo, escúchanos.
Terminada las letanías de los Santos, que se hacen de pie, la asamblea enciende sus velas
o veladoras del cirio, comunicándose la luz unos a otros, mientras tanto se puede cantar:
VAMOS CANTANDO AL SEÑOR.
Una vez que todos han encendido sus velas o veladora, y están acomodados en sus lugares,
teniendo las velas o veladoras en sus manos, el ministro de la Palabra dice a la comunidad:
MINISTRO / MISIONERO: Hermanos, por medio del bautismo hemos participado del misterio
pascual de Cristo, es decir, por medio del bautismo hemos sido enterrados con Él en su muerte para
resucitar con Él a una vida nueva.
Por eso, al terminar la cuaresma es muy importante que renovemos las promesas de nuestro
bautismo con las cuales un día renunciamos a satanás y a sus obras y nos comprometimos a servir
a Dios, en la santa Iglesia católica, por eso, les pregunto: ¿renunciamos todos nosotros a satanás?
118
ASAMBLEA: sí, creo.
MINISTRO: ¿creen en Jesucristo, su único Hijo y Señor nuestro, que nació de María, la Virgen,
padeció y murió por nosotros, ¿resucitó y está sentado a la derecha del Padre?
ASAMBLEA: sí, creo.
MINISTRO: ¿creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos,
en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?
ASAMBLEA: sí, creo.
MINISTRO: Hermanos: esta es nuestra fe que nos une como Iglesia, en la que nos gloriamos en
Jesucristo resucitado, en la que nacimos, vivimos y queremos morir.
ASAMBLEA: Amén.
Para cada respuesta de la profesión de fe, se puede levantar la vela o veladora encendida
como un signo exterior de lo que decimos con las palabras.
Después se apagan las velas o veladoras y se pasa al rito de Comunión o al rito de la paz,
según sea el caso.
Quiénes lo realizan:
1. El ministro extraordinario de la Comunión.
2. La comunidad o asamblea reunida.
Cantos a preparar:
1. Es Mi Cuerpo, Tomad y Comed.
2. Señor, ¿A Quién iremos?
119
Cómo realizarlo:
MINISTRO / MISIONERO: Porque sabemos que por la muerte y resurrección de nuestro Señor
Jesucristo hemos conseguido ser hijos de Dios, digamos al padre:
MINISTRO / MISIONERO: Padre nuestro, que estas en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a
nosotros tu reino; hágase Señor tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de
cada día; y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Terminada la oración del Padre Nuestro, se invita a la asamblea a darse la paz con las
siguientes palabras:
MINISTRO / MISIONERO: Cristo el Señor ha resucitado y nos ha hecho una sola familia unida en
el amor, por eso como hermanos NOS DAMOS LA PAZ.
Todos intercambian brevemente un signo de paz según la costumbre del lugar, manifestando
la caridad común.
No se canta o dice el "Cordero de Dios".
MINISTRO/MISIONERO: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, dichosos los
invitados a la cena del señor.
La asamblea responde: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya
bastará para sanarme.
120
Inmediatamente después, toma el copón, se acerca a los que van a comulgar,
presenta a cada uno la hostia elevándola un poco y diciendo:
Si se desea en este momento la asamblea llena de júbilo puede cantar, como canto de acción
de gracias, el canto del GLORIA y durante el canto del mismo se TOCAN LAS CAMPANAS
de la Capilla hasta que finalice dicho canto.
Lo que se necesita:
1. El manual que estás estudiando.
Quiénes lo realizan:
1. El ministro de la Palabra.
2. La comunidad o asamblea reunida.
121
Cantos a preparar:
1. El Señor es Mi Luz y Mi Salvación.
2. Todos Unidos Formando un Solo Cuerpo.
3. Cristo Está Conmigo.
4. Formamos la Gran Familia.
Cómo realizarlo:
Una vez que se ha terminado la oración después de la Comunión, se invita a la asamblea a
que encienda nuevamente sus velas o veladoras, comunicándose la luz unos a otros.
Mientras se enciende la luz, se canta: EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN.
Encendidas las velas o veladoras, el Ministro / Misionero despide a la asamblea con las
siguientes palabras:
Antes de que la asamblea se retire de la Capilla, el ministro de la Palabra hará las siguientes
indicaciones:
Una vez que salgan de la Capilla se encaminan hacia sus casas, llevando su luz y cuidando
de que no se les apague en el camino, pueden ir cantando: CRISTO ESTÁ CONMIGO.
Al llegar a sus casas, ante su altar o en el mismo lugar en donde han puesto las palmas
benditas, colocan la vela o veladora encendida del cirio y hacen un momento de oración.
122
MANUAL PARA EL VISTEO DOMICILIARIO
Más adelante cuando ya estén conformados los grupos por comunidad, proporcionaremos una ficha
que te ayudara a conocer algunos detalles de la comunidad en la cual trabajaras.
También queremos darles algunas ideas que nos pueden servir, para iniciar el acercamiento de los
misioneros a la comunidad:
Con los jóvenes presentarse como amigos, es decir, buscar la amistad para evitar la apatía en ellos,
no usar palabras de las que comúnmente empleamos en la ciudad como, por ejemplo: (qué onda,
hey guey), habrá que buscar la amistad de tal manera que demos lugar a que nos respeten también.
Debemos estar conscientes de que vamos a acompañar a la comunidad a celebrar juntos la Semana
Santa/ Adviento, vamos a aprender y a compartir, no tanto a enseñar.
Procurar una participación tanto de la comunidad como de los mismos misioneros en todos los actos
litúrgicos.
Evitar la exageración de la curiosidad. Muchas veces con tal de agradar a las personas nos
portamos como niños preguntando por todo.
123
Respetar los momentos litúrgicos no tomando un exceso de fotografías, ni comportándonos como
si fuésemos turistas.
Hay que saber respetar las costumbres que tienen y el modo de cómo celebra la Semana Santa.
Conviene tomar en cuenta la noción del tiempo es diferente en algunas comunidades, por lo que
muchas veces la idea de la puntualidad para el inicio de las actividades resulta diferente, pero
conviene que el equipo de misioneros sea puntual en todas las actividades.
1.- LLEGADA:
a) observar:
Las personas.
La casa (observar rápidamente si hay alguna imagen religiosa)
b) Presencia:
A la vez que uno observa es observado. La manera de vestir, la postura, la manera de hablar, el
saber tratar a las personas…Todo esto es importante y hay que cuidarlo.
Conviene ir digna y sencillamente vestidos, a la vez preparados para caminar por brecha y bajo el
sol.
Conviene llevar en lugar bien visible algún distintivo de nuestra fe católica: una imagen de la Virgen,
una cruz, etc. Esto evita muchas confusiones de la gente, abre muchas puertas y libra de muchos
peligros.
Hay que saber presentarse con educación y decir que venimos de parte del párroco (hay que saber
su nombre)
124
C) Introducción a la conversación:
Hay que evitar el nerviosismo, sobre todo al principio, o la apatía que puede darse sobre todo al final
por el cansancio. Todos tienen derecho a recibir lo mejor de nosotros.
Tener claras las metas y lanzarse con prudencia.
2.- CONVERSACIÓN:
d) Cuerpo de la conversación.
En base al tipo de familia y a las observaciones que podamos hacer deberá enfocarse la
conversación puesto que los objetivos son distintos en cada caso.
El objetivo último de todas nuestras conversaciones será comunicar la buena noticia del Amor de
Dios, buscando invitar a vivir la fe y a participar en las actividades programadas.
Puede ayudar al final de la conversación, hacer una oración con algún texto bíblico como:
“Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguien escucha mi voz y me abre, entraré en su casa a comer,
y yo con él y él conmigo”. (Ap). 3,20)
“Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no es por mi”. (Jn. 14,6)
“Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia”. (Jn. 10,10b)
“Yo estaré con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo”. (Mt. 28,20)
“Vengan a mí los que se sientan cargados y agobiados, porque yo los aliviaré. Carguen con mu
yugo y aprendan de mí, que soy paciente de corazón y humilde, y encontraran alivio”. (Mt.11,29)
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Antes de abandonar la casa, hacer un resumen de lo tratado y concretar un propósito. Orar junto
con la familia (si se tiene alguna necesidad particular darle prioridad) y despedirse cortésmente. No
perder el tiempo.
c) Anotar los datos de interés.
Conviene llevar una libreta de reportes. Debe anotarse no solo las peticiones y las necesidades
detectadas, sino también los datos que permitan localizar fácilmente la casa (dirección, nombre de
algún conocido, etc.) estas libretas de reporte pueden revisarse en las juntas de evaluación o de
preparación del trabajo del día. (También sería interesante presentar estos detalles al párroco).
1. Se debe buscar la hora más oportuna para la visita, tanto pensando en el enfermo como en su
familia.
2. No se debe visitar a un enfermo con un tiempo prefijado. Hay que dedicarle el tiempo que necesita
el enfermo.
3. No hacer "visitas de protocolo", ni tomarse confianzas excesivas. Hay que actuar siempre con
naturalidad y sencillez.
4. Por su situación particular el enfermo tiene una sensibilidad especial para captar quién se le
acerca por un compromiso social, es decir para "cumplir"; o el que lo hace para hacerle un favor, es
decir por "compasión"; o el que va con aires de superioridad, es decir " yo estoy sano"; hay que
visitar al enfermo con plena disponibilidad y con el deseo de querer compartir con él.
5. Al enfermo debe darse la ocasión de hablar de su enfermedad, de sus dolores, de sus
preocupaciones, de sus temores. Hay que mostrar interés, con sinceridad y delicadeza, de lo que
dice. Hay que saber aceptar lo que afirma sin discutírselo, pero a la vez no reafirmarle aquello que
parece exagerado.
6. El enfermo debe poder explicar y decir todo lo que quiera. No podemos presionarle para que diga
más de lo que él quiera.
7. No se puede imponer al enfermo el tema de la conversación; él elige libremente el tema. No
podemos cansarlo con nuestra conversación. Hay que evitar de hablarle de temas religiosos a la
fuerza.
8. No podemos mostrar lástima de su situación ante él. No somos "plañideras".
9. Hay que procurar para que el enfermo siga viviendo los problemas de la sociedad; especialmente
el de su ambiente de trabajo y de sus amistades. Caso contrario sufriría al verse fuera de la
sociedad, de su ambiente o de su comunidad.
10. Aun cuando el enfermo no tiene interés, hemos de procurar interesarle por los problemas de la
vida "normal". Es malo para él encerrarse en sí mismo y en los problemas domésticos.
126
11. No le debemos mentir en lo referente a su estado de salud. No se trata de decirle "toda" la
verdad, pero sí de que "todo lo que le digamos sea verdad". Hemos de decirle la verdad que él sea
capaz de aceptar y asimilar. Tendremos que animarle y darle esperanza, pero nunca engañarle.
12. Al visitar a un enfermo hemos de saber escuchar con atención y hablar con calma.
13. La cama es propiedad del enfermo y de su uso exclusivo. Debemos respetarlo.
14. El enfermo tiene necesidades fisiológicas que se le pueden hacer urgentes durante nuestra
visita. Hemos de estar al tanto y tenerlo presente.
15. La visita al enfermo no es para que nosotros hablemos y le obliguemos a escucharnos. La visita
es fundamentalmente para que el enfermo tenga ocasión de hablar y pueda encontrar oyentes
acogedores; hay que saber escuchar.
16. Lo que se ve, lo que se oye y lo que se dice en la habitación de un enfermo es secreto. No
podemos luego hacer comentarios.
17. La visita debe hacerse con espíritu de colaboración y no para sustituir la iniciativa del enfermo.
Hemos de ir con espíritu de disponibilidad, no con afán de dominio ni de imposición.
18. No podemos hacer la visita tan sólo "por amor a Dios". Más bien ha de ser por amor al prójimo
"con el amor de Dios".
19. Cuando se trata de un enfermo creyente, se ha de intentar ayudarle a progresar y a madurar en
la fe y en su situación de enfermo. Si estamos ante un no creyente, tenemos que ofrecerle que
comparta nuestra fe. Si no quiere hacerlo, hay que respetar esta decisión; le seguiremos visitando
con la misma disponibilidad.
Les ofrecemos una serie de oraciones que pueden ayudar a la evangelización que
hacemos de casa por casa.
LECTURAS: LECTURAS:
Jesús, Luz del mundo: Jn 8.12 Visita a la suegra de Pedro: Lc 4. 38-39
El joven rico: Lc 18, 18-23 Curación del hijo de un funcionario: Jn 4. 43-54
Visita a los amigos de Betania: Lc 10.38-42 Curación de la mujer encorvada: Lc 13.10-17
Profesión de fe de Pedro: Mc 8. 27-30 Auméntanos la fe: Lc 17. 5-6
ORACIÓN ORACIÓN
Señor, nosotros creemos firmemente que tú te acercas y Señor Jesús Tú tienes un cariño muy especial por los
visitas a esta familia que Tú tanto quieres. enfermos. En tu evangelio apareces sanando
Te pedimos con mucha fe que bendigas a cada uno de consolando, fortaleciendo y perdonando a muchos
sus miembros. Sabemos que los tienes en tu corazón de enfermos graves.
Padre y Tú mismo los conoces con sus propios nombres Ten compasión de esta familia tan preocupada por la
(aquí, nombrarlos a todos) salud de ................ (aquí se nombra al enfermo)
Aumenta en ellos la Fe, anímalos con la Esperanza Haz sentir en esta casa el amor que Tú le tienes a este
Cristiana y fortalécelos en el Amor que es lo más enfermo….
importante a tus ojos.
127
Te lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo, que Dale paciencia en su enfermedad y si es para mayor bien
resucitado vive y reina para siempre. Amén. de esta familia y mayor gloria tuya, alíviale de sus dolores
y molestias y sánala lo más pronto posible.
Te lo pedimos a ti por la intercesión de María la Madre de
Jesús. Amén
LECTURAS: LECTURAS:
Agonía de Jesús en el Huerto: Lc 22. 39-45 Jesús en la sinagoga de Nazaret: Lc 4. 16-30
Tú tienes palabras de vida eterna: Jn 6. 67 Eficacia de la oración: Lc 11. 1-13
La resurrección de Lázaro: Jn 11 Diálogo con la samaritana: Jn 4.
Profesión de fe de Pedro: Mc 8. 27-30 Fe y oración: maldición de la higuera: Mc 11. 20-
25
ORACIÓN ORACIÓN
Señor, creemos en Ti, pero muchas veces nos hemos Padre de bondad. Tú no miras a la gente por lo que tiene
preguntado: ¿Por qué permites tanto sufrimiento? ¿Por o aparenta. Tú vez a cada cual por lo que es, con sus
qué existe el mal? ¿Por qué existe el mal? ¿Por qué las defectos y cualidades, sin hacer diferencias. Tú sabes
enfermedades? ¿Por qué sufre el inocente? Sabemos que cada uno de nosotros necesita de tu vista. Sin ti nada
que Tú comprendes la turbación de nuestro corazón. podemos. Tú que trajiste un año de gracia para los
Esperas nuestra pregunta y nos escuchas con mucha pobres, los enfermos, los pecadores, los encarcelados,
paciencia y misericordia. los endeudados, acógenos con tu cariño en este día y
ayúdanos a intentar con fe una vida nueva, llena de salud,
Ayúdanos a comprender la respuesta que nos das en la libertad y esperanza. Te lo pedimos por el mismo
Cruz de tu Hijo amado, Jesucristo. Muéstranos a Él, que Jesucristo nuestro Amigo, Maestro y Señor. Amén.
vino a liberarnos de todo mal, por su amor inmenso y
misericordioso. Danos profunda fe para aceptar el
secreto de tu mano poderosa. Abre nuestro corazón a la
Esperanza pues tanto nos has amado que nos entregaste
a tu propio hijo, nuestro hermano, amigo, Señor,
Jesucristo, Amén.
Familia con problemas (peleas familiares, hijos con Personas que se encuentran muy solas
dificultades, etc.)
LECTURAS LECTURAS:
Parábolas de la misericordia: Lc 15 Jesús visita a Zaqueo: Lc 19. 1-6
La pecadora perdonada: Lc 7. 36-49 El paralítico de la piscina. Jn 5. 1 - 18
El mandamiento principal: Mc 12. 28-34 El evangelio revelado a los sencillos: Lc. 10. 21-
22
ORACIÓN ORACIÓN
Señor Jesús. Tú dijiste "No son los sanos los que tienen Señor Jesús. Tú dijiste a tus discípulos que no les
necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido dejarías huérfanos, sino que les regalarías la presencia
a llamar a los justos sino a los pecadores, para que se del Espíritu Santo dado por el Padre a los que crean en
conviertan". Ten compasión de nosotros, que aún te ti.
conocemos poco y necesitamos tanto de ti. Mira con Tú mismo vienes con tu Palabra a visitarlos. Tú Espíritu
misericordia a esta familia que sufre penas y vive en santo ha sido derramado en sus corazones. Te pedimos
dificultades que hacen triste la vida. Haz brillar sobre ella que ninguno de los que viven en esta casa se sientan
la paz que sólo tú sabes dar. Te lo pedimos con mucha solos y abandonados. Acrecienta la unidad de esta familia
fe, por ti mismo que vives y reinas en unidad con el Padre que tú tanto quieres y haz que todos se sientan amados
y el Espíritu Santo, Amen. y respetados por ti y por los tuyos. Amén
LECTURAS LECTURAS
128
Jn 3, 1-8 Jn 8. 12
Hech 4. 32-35
Hech. 5. 12-16
ORACIÓN ORACIÓN
Te agradecemos Señor la acogida que nos ha brindado Señor Dios nuestro es mucho más lo que nos une con
esta familia. Tú despiertas en nosotros un gran respeto nuestros hermanos creyentes, que lo que nos separa. Te
por todos los que buscan la verdad. Nosotros creemos pedimos con un solo corazón que nos des la gracia de
que Tú eres la verdad. Te pedimos por todos los conocer amar y servir a Nuestro Señor Jesucristo, cada
miembros de esta familia para que siempre los alientes día con mayor fe y dedicación. Que esta familia y cada
en su camino. Tú eres la Vida y el Amor. Que quede con uno de nosotros en el lugar donde nos has puesto
ellos tu Paz. Amén. podamos ser testigos tuyos, por la obediencia a tus
mandatos.
129
Guía para el rezo del Santo Rosario.
Cómo rezarlo.
1. Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios Nuestro. En el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
2. Acto de Contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón
haber pecado, porque he merecido el infierno y he perdido el cielo; sobre todo porque te
ofendí a Tí, que eres tan bueno y que tanto me amas, a quien quiero amar sobre todas las
cosas. Propongo firmemente con tu gracia enmendarme y alejarme de las ocasiones de
pecar, confesarme y cumplir la penitencia. Confío me perdonarás por tu infinita misericordia.
Amén.
3. Señor abre mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza. Señor ven en mi auxilio, date prisa
en socorrerme.
4. Ven Espíritu Santo, llena nuestros corazones, enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envíanos Señor tu espíritu y todo será de nuevo creado, y renovará la faz de la tierra. Señor
Dios Padre de amor, Dios de misericordia, ilumina nuestra mente con la Luz del Espíritu Santo
para que podamos comprender el mensaje de tu palabra y fortalezca nuestra voluntad para
poder vivirla. Así sea.
6. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no
nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
7. Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita eres entre las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Madre nuestra, derrama la gracia
de tu llama de amor en (...tu nombre...), y sobre toda la humanidad. (Hay que repetir esto 10
veces, para cada misterio).
8. Jaculatoria después del Gloria… María Madre de Gracia y Madre de Misericordia, en la vida
y en la muerte ampáranos gran Señora.
130
¡Oh soberano santuario, sagrario del Verbo Eterno, libera virgen del infierno a los que rezan
tu rosario! Emperatriz poderosa, de los mortales consuelo; ábrenos señora el cielo con una
muerte dichosa, y danos pureza de alma, tú que eres tan poderosa!
9. Se anuncia el siguiente misterio, y se repite todo el ciclo (un Padre nuestro, diez aves Marías,
etc.) desde el punto 5 al 8, de modo tal que así se recen los 5 misterios; y una vez
terminados...
10. Padre nuestro y 3 aves María: rezados por las intenciones del Santo Padre.
12. Dios te salve, María santísima, hija de Dios Padre, virgen purísima y castísima en el parto,
en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes. Llena eres de gracia...
13. Dios te salve, María santísima, madre de Dios Hijo, virgen purísima y castísima en el parto,
en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes. Llena eres de gracia...
14. Dios te salve, María santísima, esposa de Dios Espíritu Santo, virgen purísima y castísima
después del parto, en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames. Llena
eres de gracia...
15. Dios te salve María santísima, templo, trono y sagrario de la Santísima trinidad. Virgen
concebida sin la mancha del pecado original.
16. Dios te salve reina y madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Tí suspiramos, gimiendo y llorando, en este
valle de lágrimas. Ea, pues, señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa, o dulce y siempre virgen María! Ruega por nosotros, santa madre
de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro
Señor Jesucristo. Amén.
18. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Perdónanos, Señor. Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo. Óyenos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo. Ten piedad y misericordia de nosotros.
19. Bajo tu amparo nos acogemos, santa madre de Dios. No desprecies las oraciones que te
hacemos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todos los peligros ¡Oh virgen
gloriosa y bendita! Ruega por nosotros santa madre de Dios, para que seamos dignos de
alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Por estos misterios santos de que hemos hecho recuerdo, te pedimos, ¡oh María!, de la fe
santa el aumento, la exaltación de la iglesia, del Papa el mejor acierto, y de la nación
Mexicana (o tu país), la unión y el feliz gobierno.
Que el no cristiano reconozca a Dios, y el que se ha alejado reconozca su error, y que todos
los pecadores tengamos arrepentimiento. Que los cautivos cristianos sean libres de
cautiverio. Goce puerto el navegante y de salud a los enfermos, que en el purgatorio logren
132
las ánimas refrigerio, y que este santo ejercicio tenga efecto tan completo en toda la
cristiandad, que alcancemos por su medio, el ir a alabar a Dios en tu compañía en el cielo.
Amén.
21. San Miguel arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y las
asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre el su poder es nuestra humilde súplica.
Y tú ¡oh príncipe de la milicia celestial!, con la fuerza que Dios te ha conferido, arroja al infierno
a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las
almas. Amén.
22. Dulce madre, no te alejes, tu vista de nosotros no apartes, ven con nosotros a todas partes,
y solos nunca nos dejes. Ya que me proteges tanto como verdadera madre, haz que nos
bendiga El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo. Amén.
Misterios y meditaciones
“Entonces María dijo: He aquí la esclava del “Y María entrando en casa de Zacarías, saludó
Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38) a Isabel” (Lc 1, 40)
Tema para la reflexión: Lección de amor Tema para la reflexión: Vivir la pureza en
y de entrega. Te adoro con devoción, cuerpo y alma" Les ruego que ofrezcan
Dios escondido. sus cuerpos como hostia viva y
agradable a Dios".
Comentario. María da a luz al Salvador.
Los hombres le cierran las puertas al Hijo Comentario. Toda pura es María. María
de Dios, que va a nacer en un portal, en es Inmaculada, no hay en ella mancha
pobreza extrema. María no se queja, alguna de pecado, porque Dios ha
sabe que lleva en sus entrañas la querido llenarla de todas las gracias.
salvación del mundo, y acepta con gozo, Ella, que es Virgen y Madre, se acerca al
humildemente, la voluntad de Dios. Y en templo para su purificación: no le importa
una noche fría se deja calentar por el someterse a las leyes de los hombres
cariño de José y el calor de unos que no tenían vigencia para ella. Y en su
animales. humildad quiere mostrarnos el valor de la
pureza.
Oración: Madre del Salvador, dile al
Señor de mi parte que también quiero
Oración: Madre purísima, enséñanos a
que nazca en mi pobre corazón. vivir teniéndote a ti como modelo,
dejando de lado las insinuaciones vacías
del mundo.
5º María y José encuentran a Jesús en el Templo, después de tres días.
“Después de tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores.” (Lc 2, 46)
Tema para la reflexión: Cumplir la voluntad de Dios. Hágase, cúmplase, sea por siempre
bendita y alabada la santa y agradabilísima voluntad de Dios. Amén. Amén.
Comentario. María acepta los planes de Dios. ¡Qué desasosiego el de María y José que
no encuentran al niño Dios! Ellos, como nosotros en algunas ocasiones, perdemos de vista
a Dios: ellos sin culpa por su parte, y sin embargo nosotros lo perdemos porque nos
buscamos a nosotros mismos y vamos a lo nuestro.
Oración: Que aprendamos de ti, María a buscar sin descanso al Señor, y aceptar sus
planes, sabiendo dejar de lado los nuestros.
134
Misterios Luminosos: jueves
“Tenía Jesús al comenzar su vida pública, unos “Se celebraba una boda en Caná de Galilea, y
treinta años. Por aquellos días, como todo el estaba allí la madre de Jesús. Fueron invitados
pueblo se bautizaba, vino Jesús desde Nazaret también a la boda Jesús y sus discípulos. Y
de Galilea al Jordán para ser bautizado por como faltaba vino, María le dijo a Jesús: “No
Juan. Y he aquí, que estando Él en oración, se tienen vino”. Respondió Jesús: “¿Qué nos va a
abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo en forma de ti y a mí? Además no ha llegado mi hora”. Pero
paloma se posó sobre Él, y se oyó una voz del la madre dijo a los que servían: “hagan lo que
cielo que decía: Este es mi hijo muy amado Él les diga”.
escúchenlo” (Cl. 3, 21-23; M. 3,13) Había colocadas seis tinajas de piedra y Jesús
les dijo: “Llenen de agua las tinajas” Y les dice:
Tema para la reflexión: La filiación divina. “Llévenlo al maestrala” Cuando éste gustó el
Somos hijos de Dios en Cristo por el vino dijo: “Todo hombre pone primero el vino
bautismo. bueno y cuando ya han tomado el peor, pero tú
has guardado el mejor vino hasta ahora”.(Jn 2,
Comentario. El Señor se deja bautizar 1-11)
por Juan en el Jordán y una voz desde el
cielo muestra al mundo quién es: el Tema para la reflexión: María mediadora
Salvador, el Mesías esperado, el Hijo de de todas las gracias: Hagan lo que Él les
Dios Altísimo. Dios Padre y Dios Espíritu diga.
Santo están al lado de quien tanto tiempo
ha deseado el Pueblo de Israel. Estamos Comentario. Jesús ha sido invitado, con
llamados a ser hijos en el Hijo, a recibir sus discípulos a una boda, y allí también
también nosotros el bautismo que nos está María. Se acaba el vino y María,
hace hijos de Dios, herederos del cielo. atenta a todos los detalles, como buena
madre, se da cuenta y no quiere que los
Oración: Que sepamos, Señor, valorar novios queden en mal lugar. Pide, pues
este sacramento y agradecidos a Jesús que anticipe su manifestación
pongamos por obra lo que de él se como Mesías, y logra el gran milagro de
deriva. la conversión del agua en vino.
135
Comentario. “He venido a proclamar la Tema para la reflexión: Afán
buena nueva, el Evangelio”. Con el contemplativo. Quiero ver tu rostro,
comienzo de su vida pública el que va a Señor, no me lo escondas.
ser Redentor del hombre mostrará, con
hechos y con palabras el mensaje de Comentario. El Señor sube al monte
salvación para todo el mundo. Jesús, Tabor con sus íntimos, Pedro, Santiago
que hace nuevas todas las cosas ha y Juan, y se transfigura delante de ellos.
venido para ofrecernos la Palabra La ley y los profetas (toda la historia del
definitiva de Dios, que es Él mismo. El Pueblo de Israel) quieren avalar la
mensaje que proclama es algo más que presencia de Cristo en el mundo y se
seguir unas normas o mandamientos muestra la gloria de todo un Dios que ha
determinados, es vivir su vida en nuestra querido hacerse hombre para llevar al
vida, es adherirnos a una persona, a Él, hombre a Dios. Estamos llamados a la
a Jesucristo. contemplación, a esa unión íntima con
Dios que nos lleve a hacernos una
Oración: Que estemos receptivos, Señor misma cosa con Él.
a dejar que cales en nosotros, y a llevarte
a los demás. Oración: Que a través de la oración viva
contigo, Señor, esa intimidad de amor a
la que me has invitado
5° La Institución de la Eucaristía
“Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con sus discípulos y les dijo: “Ardientemente he querido
comer ésta Pascua con ustedes antes de padecer, porque no la comeré más hasta que sea
cumplida en el reino de Dios. Tomando el cáliz, dio gracias y dijo: tomen y beban todos de él,
porque éste es el cáliz de mi sangre que será derramada por ustedes. Después tomó el pan,
dando gracias lo partió y se los dio diciendo: Este es mi cuerpo que será entregado por ustedes.
Hagan esto en memoria mía.” (Lc 22, 14-23)
Tema para la reflexión: El Señor alimento del alma. Recibirlo con pureza, humildad, y
devoción.
Oración: Que te recibamos, Señor, como mereces, con el alma limpia, sin sombra de
pecado, y para ello que seamos asiduos en recibir tu perdón en el sacramento de la
confesión
136
Misterios dolorosos: martes y viernes
Oración: Te pido, Señora y Madre mía, Oración: Madre Nuestra, Madre mía,
que sobre todo en las circunstancias enséñame a hacer de las
difíciles, crezca mi unión con Dios, y me incomodidades, de los problemas, de los
abandone plenamente en Él. reveses de la vida, una forma de crecer
y de amar sin condiciones.
3º La coronación de espinas de Nuestro 4º El camino hacia el Calvario, llevando
Señor. Jesús la Cruz a cuestas, por nuestros
pecados.
“Los soldados trenzaron una corona de espinas
y se la pusieron en la cabeza” ( Jn 19, 2) “Y Jesús cargando su cruz, salió hacia el lugar
llamado Calvario” (Jn 19, 17)
Tema para la reflexión: El “Ecce homo”:
el Rey de cielos y tierra, sin gloria Tema para la reflexión: La cruz
humana y respuesta del hombre: inesperada. Llevarla gustosamente,
"crucifícale". después “alegría y paz”.
“Lo crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio” (Jn 19, 18)
Tema para la reflexión: Hacer la voluntad de Dios hasta el final. Para ganar la última batalla,
ante la muerte. Rendirnos ante el Señor.
“Al alborear el primer día de la semana, fueron “Jesús dijo a sus discípulos: Sepan que yo estoy
María la Magdalena y la otra María a ver el con ustedes todos los días hasta el fin del
sepulcro. Un ángel del Señor dijo a las mujeres: mundo”. “El Señor Jesús, después de
Ustedes no teman, ya sé que buscan a Jesús, hablarles, ascendió a los cielos y se sentó a la
el crucificado. No está aquí. ¡Ha resucitado! derecha de Dios” (Mt 28, 20; Mc 16, 19).
Vengan a ver el sitio donde yacía y vayan aprisa
a decir a sus discípulos: Ha resucitado” (cf. Mt Tema para la reflexión: Cristo que nos
28, 1-8). abre a la esperanza del cielo, y anima a
sus apóstoles a extender el Reino de
Tema para la reflexión: La alegría de Dios.
Cristo que vence a la muerte. Lealtad.
Los apóstoles son leales; enemigo de la Comentario. La llamada al apostolado.
perseverancia es el desaliento el Jesús ha estado con sus discípulos
abandonar. cuarenta días para darles la alegría de su
compañía, y las últimas instrucciones.
Comentario. El triunfo de Jesús. Es el Pero llega el momento de la despedida,
primer día de la semana y las mujeres es el momento de actuar, de llevar el
quieren hacer el último servicio al Señor: mensaje de Cristo por todos los rincones
ungir su cuerpo. Y se encuentran con del mundo.
algo más de lo que podían esperar: el
sepulcro vacío. Cristo ha vencido a la Oración: Virgen María, que sepamos
muerte y queda así culminada la estar muy llenos de Dios, y que sintamos
redención. la urgente responsabilidad de prender
con el fuego de su amor a todos los que
encontremos en nuestro camino.
138
Oración: Nos alegramos contigo, Madre
nuestra, y te pedimos a ti, que supiste
estar al pie de la cruz, que sepamos
mantener firme la esperanza en la
victoria de Cristo.
3º.- La Venida del Espíritu Santo 4º. - La Asunción de Nuestra Señora a los cielos
“De repente, un ruido del cielo, como de un “María dijo: Me felicitaran todas las generaciones,
viento recio, resonó en toda la casa donde porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí”
estaban los discípulos. Vieron aparecer unas (Lc 1, 48-49).
lenguas, como llamaradas, que se repartían
Tema para la reflexión: María, que es
posándose encima de cada uno. Se llenaron
todos de Espíritu Santo” (Hch 2, 1-4). nuestra esperanza, nos muestra un
anticipo de la resurrección gloriosa.
Tema para la reflexión: Alegría de estar
en el camino seguro dentro de la Iglesia Comentario. La esperanza del cielo. Tú,
porque está iluminada por el Espíritu María has sido creada por Dios como la
más excelsa de las criaturas, y ahora el
Santo.
Señor no ha querido que tú, su Madre
Santísima, conocieras la corrupción del
Comentario. El nacimiento de la Iglesia.
sepulcro, por eso te abre las puertas del
Los apóstoles se quedan en Jerusalén
cielo. Eres así nuestra esperanza más
esperando la venida del Espíritu Santo, y
firme, porque nos muestras un anticipo
María, en medio de ellos, les enseña a
de lo que será nuestra resurrección
perseverar en la oración. Es así como
gloriosa.
nace la Iglesia, para hacer presente a
Dios en medio de los hombres a lo largo
de toda la historia. Oración: Que tengamos en nuestro
corazón esos anhelos de cielo para
estar, junto a ti, contemplando el rostro
Oración: Enséñanos María, tú que eres
de Dios.
Madre de la Iglesia, a ver en ella no una
institución lejana, sino la casa común de
los creyentes, que ha querido Dios para
llevar al mundo su mensaje de salvación.
5º.- La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado
“Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una
corona de doce estrellas sobre su cabeza. Y fue arrojado el gran dragón, la Serpiente antigua, el
llamado diablo y satanás” (Ap 12, 1, 9)
Tema para la reflexión: Estamos en la corona de la Virgen. Dios nos ha marcado con el
sello de la vocación.
Comentario. La intercesión de María. Padre, Hijo y Espíritu Santo han salido a tu encuentro
para coronarte, porque eres Reina de cielos y tierra. Ante ti, María los ángeles y los santos
te colman de su alabanza, porque eres Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa de
Dios Espíritu Santo, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad.
139
BITÁCORA
Compartir los dos hechos más impactantes y también ¿Qué nombre le pongo a este día?
NOTA: Es muy importante la motivación del responsable de cada comunidad misionera para que
todos sus miembros tengan la oportunidad de realizar su bitácora personal. Además, tener
presente el ir realizando la bitácora comunitaria.
141
Guía para la oración diaria
Me abro a tu proximidad.
142
ORACIÓN
AL INICIO DEL DÍA
143
LUNES SANTO
SALMO:
Al Dios de la vida
MARTES SANTO
SALMO:
145
y cálzame los pies con tu llamada;
tensa en amor el arco de mis pasos
y lánzame al país de tus Secretos.
146
JUEVES SANTO
SALMO:
Amén.
147
ORACIÓN AL
FINAL DE LAS
LABORES
148
DOMINGO DE RAMOS
INVITACIÓN
Al final de la jornada, nos ponemos delante de Dios y reconocemos que este día ha sido un regalo
que Él nos ha concedido.
PALABRA DE DIOS
REFLEXIÓN PERSONAL
¿Cómo he cumplido mi deber hoy? ¿He ofendido a alguien? ¿He dejado de hacer algo porque me
resultaba costoso?
ORACIÓN DE FIELES
PADRENUESTRO
ORACIÓN A LA VIRGEN
Nuestro recuerdo final es para María: «Dios te salve, Reina y Madre de misericordia».
149
LUNES SANTO
1. Demos gracias al Señor
INVITACIÓN
Al final del día, damos gracias al Señor.
PALABRA DE DIOS
«Los fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles, sin complacernos a nosotros
mismos. Cada uno cuide de complacer al prójimo para su bien, para su edificación; que Cristo no
buscó su propia complacencia, según está escrito: sobre mí cayeron los ultrajes de quienes te
ultrajaron» (Rm 15,1-3).
REFLEXIÓN PERSONAL
¿Cuál ha sido hoy mi responsabilidad ante los deberes que tengo? ¿De qué no estoy contento?
¿Qué gestos de servicio a los demás he realizado hoy?
ORACIÓN DE FIELES
S Por los que entregan su vida al servicio de los demás, para que sean siempre generosos,
roguemos al Señor:
T Te rogamos, óyenos.
S Por los que son felices, para que transmitan su felicidad a los que viven a su lado, roguemos al
Señor:
T Te rogamos, óyenos.
S Por los que saben poner paz allí donde están, para que no se cansen de trabajar por la paz,
roguemos al Señor:
T Te rogamos, óyenos.
S Por los que nos educan, para que tengan fuerzas en su tarea y nosotros colaboremos con ellos,
roguemos al Señor:
T Te rogamos, óyenos.
PADRENUESTRO
150
ORACIÓN A LA VIRGEN
MARTES SANTO
INVITACIÓN
Después de una jornada de trabajo, al caer de la tarde, damos gracias a Dios por todos sus
beneficios.
PALABRA DE DIOS
«Sean humildes unos con otros, porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los
humildes. Inclínense bajo la poderosa mano de Dios, para que a su tiempo los eleve. Descarguen
en Las todas sus preocupaciones, porque Él se interesa por ustedes» (1 Pe 5,5b-7).
REFLEXIÓN PERSONAL
151
¿Te has tomado en serio el trabajo de este día? ¿Reconoces que todas tus cualidades no son mérito
tuyo, sino regalo de Dios? ¿Te has acordado hoy alguna vez de Dios?
ORACIÓN DE FIELES
PADRENUESTRO
ORACIÓN A LA VIRGEN
T Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, en esta tarde, volvemos hacia Ti nuestra mirada y
te suplicamos: danos fuerza para seguir a tu Hijo Jesús, para ponernos a su disposición, como lo
hiciste Tú. Enséñanos, Madre, a creer y a hacer lo que Jesús nos dice. Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. Amén.
MIERCOLES SANTO
INVITACIÓN
Demos gracias al Señor de la vida en este nuevo atardecer y dirijamos a La nuestra oración.
PALABRA DE DIOS
«No hablen mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un hermano, o juzga a un hermano,
habla mal de la ley y juzga a la ley. Y, si juzgas a la ley, no eres cumplidor de la ley, sino su juez.
Uno es el legislador y juez: el que puede salvar o perder. Pero tú. ¿quién eres para juzgar al
prójimo?” (Sant 4,11-12).
REFLEXIÓN PERSONAL
¿Cómo me he portado hoy con los que me rodean? ¿Qué puesto tiene en mi vida la oración? ¿Qué
sentido doy a mi vida?
ORACIÓN DE FIELES
PADRENUESTRO
ORACIÓN A LA VIRGEN
La Virgen se hace presente también en nuestra oración. «Dios te salve, María, llena eres de gracia»
…
153
JUEVES SANTO
INVITACIÓN
Vimos nacer el sol. Lentamente ha recorrido su camino y ya está entrando en el ocaso. En esta hora
de la tarde, damos gracias a Dios.
PALABRA DE DIOS
«Que su caridad no sea una farsa: aborrezcan lo malo y apéguense a lo bueno. Como buenos
hermanos, sean cariñosos unos con otros, estimando a los demás más que a uno mismo. En la
actividad, no sean descuidados; en el espíritu, manténganse ardientes. Sirvan constantemente al
Señor. Que la esperanza los tenga alegres: estén firmes en la tribulación, sean asiduos en la
oración» (Rm 12,9-12).
REFLEXIÓN PERSONAL
¿Cómo realizo mis deberes? ¿En qué se nota que soy cristiano? ¿Devuelvo bien por mal?
ORACIÓN DE FIELES
S Por los que se llaman cristianos, pero no se preocupan por serio, roguemos al Señor:
T Te rogamos, óyenos.
S Por los que critican a todos, y no soportan ser criticados por nadie, roguemos al Señor:
T Te rogamos, óyenos.
S Por los que engañan a otros, guiándolos por caminos malos o peligrosos, roguemos al Señor:
T Te rogamos, óyenos.
S Por las familias de cada uno de los presentes, roguemos al Señor:
T Te rogamos, óyenos.
S Por aquellos que sufren en silencio o pasan inadvertidos, olvidados, roguemos al Señor:
T Te rogamos, óyenos.
PADRENUESTRO
154
ORACIÓN A LA VIRGEN
T Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios. No deseches las súplicas que te dirigimos
en nuestras necesidades; antes bien, líbranos siempre de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.
VIERNES SANTO
INVITACIÓN
Un día más ha pasado. Hemos disfrutado de él; por eso, ahora, con el corazón agradecido, nos
dirigimos a DIOS, que es el Señor del tiempo y nos regala la vida.
PALABRA DE DIOS
“Procuren todos tener un mismo pensar y un mismo sentir: con afecto fraternal, con ternura, con
humildad. No devuelvan mal por malo insulto por insulto; al contrario, respondan con una bendición,
porque su vocación mira a esto: a heredar una bendición» (1 Pe 3,8-9).
REFLEXIÓN PERSONAL
155
¿Qué sentido doy a mi vida? ¿Devuelvo mal por mal? ¿En qué se ha notado hoy que creo en Dios?
¿Cómo pongo en práctica los propósitos y compromisos tomados?
ORACIÓN DE FIELES
Danos, Señor, fuerza para ser fieles también en las cosas pequeñas. (Oración en silencio.)
Danos, Señor, un corazón comprensivo y perdonador.
Danos, Señor, alegría para entregarnos a tu Evangelio.
Danos, Señor, constancia para cumplir nuestros compromisos.
Danos, Señor, ojos para reconocerte en medio de la vida.
PADRENUESTRO
ORACIÓN A LA VIRGEN
T María, Madre de Dios y Madre nuestra, en esta tarde, míranos. Somos tus hijos. Sabemos que,
aunque no siempre somos como debiéramos, Tú no nos dejas solos. Si caminamos contigo,
podremos llegar a Jesús, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
SABADO SANTO
INVITACIÓN
Si te has fijado alguna vez con atención en la luz de la tarde, verás que tiene algo especial. La
naturaleza se vuelve misteriosa al atardecer. Es el momento de la profundidad, del reconocimiento,
de las palabras importantes. Nosotros, en este final del día, pronunciamos las palabras que los
creyentes dirigen a Dios, y hacemos unos momentos de oración.
PALABRA DE DIOS
«Que la palabra de Cristo habite entre ustedes en toda su riqueza; enséñense unos a otros con toda
sabiduría; exhórtense mutuamente. Canten a Dios, denle gracias de todo corazón, con salmos,
himnos y cánticos inspirados» (Col 3,16).
REFLEXIÓN PERSONAL
¿Vivo feliz? ¿Malgasto el tiempo, las cualidades que tengo? ¿Cómo practico la palabra de Dios que
escucho? ¿Qué gestos de generosidad he tenido hoy?
ORACIÓN DE FIELES
Por los que se llaman cristianos, pero no viven como cristianos. (Oración en silencio.)
Por los que viven tristes y buscan la felicidad donde no está.
Por los que tienen problemas familiares.
Por los que están perseguidos.
Por los que son engañados por otros.
Por los que sufren enfermedades.
Por los que tienen dificultades para vivir en la amistad de Dios.
PADRENUESTRO
ORACIÓN A LA VIRGEN
T Virgen Madre, Virgen Auxiliadora, mira a tus hijos; sé Tú nuestro auxilio y nuestro refugio, para
que podamos vivir hoy y siempre el mensaje de tu Hijo Jesús y así llevemos a nuestro mundo la luz
de tu Evangelio. Amén.
157
RADIOGRAFÍA DE LA COMUNIDAD
PARROQUIA: FECHA:
COMUNIDAD:
SACERDOTE:
4.- ¿Existe alguna capilla o lugar donde la comunidad se reúna a hacer oración? ¿a qué santo se
venera?
5.- ¿Cada cuándo se celebra la Eucaristía y viene el sacerdote a confesar a las personas?
7.- ¿La comunidad puede proveernos de alimentos durante las experiencias de servicio? ¿hasta
cuantos misioneros puede recibir?
8.- ¿Algún animal ponzoñoso del cual haya que tener alguna vacuna? ¿en caso de una
emergencia a donde se acude? ¿Se cuenta con clínica?
158
9.- ¿Hay señal de celular o en caso de emergencia a donde se puede recurrir?
10.- ¿Alguna indicación importante donde se quiera que enfoquemos nuestro servicio en otra
experiencia?
159
160
EJEMPLO DE PLANEACION PARA UNA CATEQUESIS A DESARROLLAR
(JOVENES, NIÑOS O ADULTOS)