Agua

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Agua

Importancia biológica del agua

Ésta está ampliamente distribuida en nuestro planeta en sus tres estados y casi la totalidad de los procesos químicos
que ocurren en la naturaleza tienen lugar en un medio acuoso. El agua es el componente más abundante de todos los
organismos vivos y varía según el origen de las células y tejidos, siendo mayor en el reino vegetal que en el reino animal;
y según el tejido u órgano considerado, siendo mayor en el riñón, pulmón, corazón, músculo esquelético y piel que en el
hueso y tejido adiposo.
En los seres humanos, el contenido de agua corporal varía según el sexo, siendo mayor en el hombre que en la mujer; y
según la edad, siendo mayor en los lactantes que en los adultos y ancianos. El 60% (42 L) del peso corporal en un adulto
está representado por agua, distribuida 2/3 (28 L) en el medio intracelular y el 1/3 (14 L) restante en el medio
extracelular.

Constitución química y estructura molecular del agua

En la molécula de agua, el oxígeno está unido mediante enlaces covalentes


simples a dos átomos de hidrógeno. Como el oxígeno es más electronegativo
que el hidrógeno, el par de electrones compartido en cada uno de los enlaces
está desplazado hacia el núcleo del oxígeno, por lo que se crea una carga
parcial electronegativa alrededor del núcleo del oxígeno y otra electropositiva
alrededor del núcleo del hidrógeno. Individualmente, los enlaces son de
carácter polar.
La estructura electrónica es tetraédrica: el átomo de oxígeno se ubica en el
centro; los enlaces O-H se dirigen hacia los dos vértices del tetraedro; y los
electrones no compartidos que le restan al oxígeno (situados en orbitales híbridos sp3 ) se orientan hacia los otros dos
vértices del tetraedro.
La estructura molecular es angular, y los dos enlaces no se encuentran en línea como se esperaría, sino que se
encuentran formando un ángulo de 104.5° entre sí: la carga negativa se encuentra alrededor del vértice de la molécula,
mientras la resultante de las cargas positivas puede concebirse ubicada en el punto medio de la línea que une los dos
núcleos de hidrógeno, formándose así un dipolo. Entonces, la molécula (si bien en conjunto es eléctricamente neutra)
resulta polar.

Propiedades físicas del agua

Las propiedades físicas de una sustancia dependen de las fuerzas intermoleculares de atracción o de cohesión interna:

Las fuerzas de Van der Waals son interacciones electrostáticas entre los grupos con cargas o densidades de carga
opuestas. Son de tres tipos (por orden de energía decreciente):
• Orientación: pueden ser ion-ion, ion-dipolo o dipolo-dipolo (Keeson).
• Inducción: pueden ser ion-dipolo inducido o dipolo-dipolo inducido (Debye).
• Dispersión: son las de dipolo instantáneo-dipolo inducido (de London).
Los enlaces puente de hidrógeno son uniones electrostáticas (dipolo-dipolo) complejas y se produce cuando dos
moléculas de agua se aproximan y se establece atracción electrostática entre la densidad positiva del Hidrógeno de una
molécula y la densidad negativa del Oxígeno de una molécula adyacente, lo que provoca una redistribución de cargas
electrónicas en ambas moléculas exaltando en gran medida su interacción.
Debido a su disposición tetraédrica, cada molécula de agua puede formar puentes de hidrógeno con otras cuatro. La
unión puede darse también entre dos sustancias diferentes o entre 2 partes de una misma molécula: el enlace se forma
fácilmente entre un átomo electronegativo (Oxígeno, Nitrógeno o Flúor) y un átomo de hidrógeno que esté unido
covalentemente a otro átomo electronegativo.
Los enlaces puente de Hidrógeno son relativamente débiles, porque con respecto a los enlaces iónicos y covalentes son
débiles, pero dentro de las interacciones dipolo-dipolo son muy fuertes. La unión formada será fuerte cuando el dador
se encuentre en la misma línea que el aceptor, dado que así se proporciona la mayor atracción electrostática posible y la
máxima estabilidad. La unión de muchos enlaces débiles intensifica las fuerzas de atracción y se llama cooperatividad. La
longitud del enlace es característica según el tipo de enlace que sea.
La unión puente de hidrógeno permite la interacción de las moléculas de agua: en estado sólido cada molécula de agua
establece enlaces puente de hidrógeno con otras cuatro, originando un conjunto ordenado y estable en una red
cristalina regular; en estado líquido cada molécula de agua establece enlaces puentes de Hidrógeno con otras 3,4,
originando un conjunto inestable de moléculas que forman y rompen continuamente enlaces entre ellas con gran
rapidez en una red dinámica; y en estado gaseoso las moléculas alcanzan una gran energía cinética que rompe todos los
enlaces puente de Hidrógeno entre ellas, haciendo que se dispersen y ocupen todo el volumen disponible.

La presencia de enlaces puente de Hidrógeno en el agua es responsable de las “anomalías” en las propiedades de esta
sustancia:
Elevada cohesión interna del agua

Elevados puntos de fusión y de ebullición: se requiere una gran cantidad de energía para desestabilizar los enlaces
puente de Hidrógeno que unen a las moléculas en la red cristalina (sólido) para que pasen a una red dinámica (líquido);
y para romper los enlaces puente de Hidrógeno que unen a las moléculas (líquido) para que nada las una y se dispersen
(gaseoso).
Elevado calor de vaporización: el calor de vaporización es la cantidad de energía necesaria para que una unidad de
masa de una sustancia pase del estado líquido al estado gaseoso. En los seres vivos permite que los individuos disipen el
calor por la evaporación de agua en su superficie.
Elevado calor específico: el calor específico es la cantidad de energía necesaria para elevar la temperatura de 1g de
sustancia en 1°C. En los seres vivos permite que el calor proveniente del medio o liberado en reacciones exotérmicas sea
absorbido con una pequeña variación de la temperatura del individuo.
Elevada tensión superficial: la tensión superficial es la cantidad de energía necesaria para aumentar la superficie del
agua en una unidad de área. Una molécula de agua en el seno del líquido interactúa con el doble de moléculas que las
de su superficie, por lo que las moléculas tienden a moverse hacia donde más fuerzas hay y es mucha la energía
necesaria para que se expongan en la superficie. Variación anómala de la densidad. Permite la vida en ríos y lagos
congelados, porque el hielo flota y en el fondo se encuentra la mayor densidad a 4°C.
Expansión al congelarse: la red cristalina de hielo altamente organizada mantiene a las moléculas más separadas que en
el agua líquida, en la cual las moléculas poseen más libertad y pueden acercarse, por lo que el hielo es menos denso que
el agua líquida.
Máxima densidad a los 4°C: al aumentar la temperatura del agua líquida a 0°C ocurren dos procesos opuestos
simultáneamente: uno es la dilatación debido al aumento de energía cinética de las moléculas y el otro es la contracción
debido al descenso de enlaces puente de hidrógeno. De los 0 a 4°C predomina la contracción y a partir de los 4°C
predomina la dilatación, por lo que a los 4°C el agua alcanza su máxima densidad.

El agua como disolvente

Solvente: sustancia en la que se diluye un soluto, normalmente esta en mayor cantidad.


Soluto: sustancia que se disuelve en otra, por eso puede pasar a estar por ejemplo de estado sólido a líquido,
experimentando una transición de fase
Solución: mezcla homogénea de dos o mas sustancias puras que no reaccionan entre sí, cuyos componentes se
encuentran en cantidades variables.

Al mezclarse compuestos diferentes, moléculas distintas se ven obligadas a entrar en contacto; para que se forme una
solución verdadera, las atracciones entre soluto-solvente deben ser mayores o iguales a las interacciones soluto-soluto y
solvente-solvente. Los solventes polares pueden disolver compuestos iónicos o polares; y los solventes no polares
pueden disolver compuestos no polares. El carácter polar de las moléculas de agua es el responsable de las
interacciones con otras sustancias que entran en relación con ella.
El agua tiene propiedades disolventes según la naturaleza del compuesto que se pone en contacto con ella:
Compuestos iónicos → este tipo de sustancias forma cristales, ya que las atracciones electrostáticas entre sus iones
constituyentes mantienen una red altamente ordenada. Cuando estos cristales se ponen en contacto con agua, se
produce una alteración en la organización de las moléculas de ambos compuestos, ya que las moléculas dipolares del
agua son atraídas por los iones con fuerza suficiente como para disociarse de sus uniones. Los iones se van rodeando de
moléculas de agua, lo que debilita la fuerza de atracción con los iones de carga contraria en el cristal y terminan por
separarse y dispersarse en el solvente; se dice que los iones en solución acuosa se encuentran hidratados, porque están
rodeados por una capa o aureola de moléculas de agua. En general, las sustancias iónicas son solubles en agua.

Compuestos polares → este tipo de sustancias, como alcoholes, aldehídos o cetonas, el agua puede formar enlaces
puente de Hidrógeno con los grupos hidroxilos o carbonilos presentes en esas moléculas, lo que facilita su disolución. En
general, los compuestos polares son hidrofílicos pues pueden formar disoluciones estables (solución verdadera).

Compuestos no polares → este tipo de sustancias, como hidrocarburos o lípidos neutros, no pueden establecer una
unión o atracción entre sus moléculas y las del agua, porque no presentan ningún grupo funcional capaz de
interaccionar con ella. Resultan prácticamente insolubles en agua, la cual los segrega haciendo que se asocien entre sí
por interacciones hidrofóbicas y expongan la menor superficie posible. Los compuestos no polares son hidrofóbicos y
generalmente se disuelven bien en solventes orgánicos no polares o poco polares.

Compuestos anfipáticos → este tipo de sustancias, como fosfolípidos, está constituida por grupos hidrofílicos e
hidrofóbicos en una misma molécula. En contacto con una superficie acuosa forman una monocopa, es decir, se colocan
con su porción hidrofílica dirigida hacia la superficie o sumergida en ella y el resto apolar se proyecta hacia el exterior;
en el seno del agua forman micelas, bicapas o liposomas, es decir, se agrupan y esconden las porciones hidrofóbicas
hacia el interior y exponen las porciones hidrofílicas hacia el exterior
Propiedades químicas del agua

Las propiedades de una solución pueden ser de dos maneras:


Constitutivas: son aquellas propiedades que dependen de la naturaleza química del soluto. Dentro de ellas se
encuentran:
• Densidad.
• Viscosidad
• Conductividad eléctrica.

Coligativas: son aquellas propiedades que dependen de la concentración de soluto. Dentro de ellas se encuentran:

Descenso de la presión de vapor: la presión de vapor es la presión que ejerce la fase gaseosa sobre la fase líquida y
sobre las paredes del recipiente, en un estado de equilibrio dinámico entre ambas fases. Como las partículas del soluto
no volátil están rodeadas de moléculas de agua, las partículas de agua poseen menos energía y por lo tanto no tienden a
escapar del seno del líquido y, al haber menos partículas que escapan, ejercen menor presión y por eso la presión de
vapor disminuye.
Aumento del punto de ebullición: el punto de ebullición es la temperatura a la cual la presión de vapor del líquido se
iguala a la presión atmosférica. La presencia de un soluto no volátil ocasiona una menor presión de vapor de la solución,
por lo que ésta para igualar la presión atmosférica necesita más energía, o sea, una temperatura mayor con respecto a
la temperatura en que lo hacía el solvente puro.
Descenso del punto de congelación: el punto de congelación es la temperatura a la cual la presión de vapor del líquido
se iguala a la presión de vapor del sólido. La presencia de un soluto no volátil ocasiona una menor presión de vapor de la
solución, por lo que ésta para igualar la presión de vapor del sólido necesitará más energía, o sea, una temperatura
menor con respecto a la temperatura en que lo hacía el solvente puro.
Presión osmótica

Osmosis: es el flujo neto de solvente dese la solución mas diluida hacia la más concentrada (difusión de solvente) a
través de una membrana semipermeable
Difusión: es el movimiento de moléculas o iones a favor de su gradiente de concentración. Se mueven desde la zona de
mayor concentración hacia la de menor concentración.

Tipos de membrana según su permeabilidad


• Permeable: permite el paso de soluto y solvente.
• Impermeable: no permite el paso de soluto ni de
solvente.
• Semipermeable: permite el paso de solvente, pero no de
soluto.
Presión osmótica: la presión osmótica es la presión que debe aplicarse a una solución para evitar
el cambio de volumen ocasionado por la ósmosis a través de una membrana semipermeable.
La ecuación de Van’t Hoff para calcular la presión osmótica es: π=[Osm]. R.T. En donde π
representa la presión osmótica (atmosfera), [Osm] corresponde a los moles de partículas por
litro, R representa la constante de los gases y T la temperatura absoluta.
La presión osmótica de una solución depende únicamente de su osmolaridad, la cual se define
como los moles de partículas de soluto por litro de solución y su relación con la molaridad (moles
de moléculas de soluto por litro de solución) se muestra en la fórmula: [Osm]=i.[M].

Si dos soluciones se ponen en contacto mediante una membrana semipermeable, puede suceder
que:
• Si Osm1=Osm2, las soluciones son isoosmolares (no hay flujo neto de agua)
• Si Osm1>Osm2, la solución 1 es hiperosmolar respecto a 2 (hay flujo neto de agua de 2 hacia 1)
• Si Osm1<Osm2, la solución 1 es hipoosmolar respecto a 2 (hay flujo neto de agua de 1 hacia 2).

El valor teórico de la presión osmótica coincidirá con el valor experimental solo si la membrana es impermeable a todos
los solutos presentes; si hay alguna permeabilidad al soluto, el valor experimental será menor que el teórico.
Sin embargo, se puede intentar corregir esta desviación introduciendo un coeficiente de reflexión, el cual indica la
fracción de las moléculas de soluto que chocan contra la membrana, no la atraviesan y se reflejan hacia el mismo
compartimiento, por lo que la fórmula será: π= σ. [Osm]. R.T.
• Si la reflexión es total, la membrana es impermeable a ese soluto y σ vale 1
• Si la reflexión es nula, la membrana es totalmente permeable a ese soluto y σ vale 0
• Si la reflexión es parcial, la membrana es parcialmente permeable a ese soluto y σ vale entre 0 y 1.

Como las membranas biológicas no son membranas semipermeables, sino que poseen una
permeabilidad selectiva para los distintos solutos, el comportamiento osmótico de una célula es
complejo y se utiliza el término tonicidad para describir el comportamiento de una solución en
contacto con células.
Por lo tanto, la solución extracelular será:
• Isotónica si no existe flujo neto de solvente a través de la membrana plasmática
• Hipertónica si existe flujo neto de solvente a través de la membrana plasmática desde el
medio intracelular hacia el extracelular
• Hipotónica si existe flujo neto de solvente a través de la membrana plasmática desde el
medio extracelular hacia el intracelular.
Disociación e ionización del agua

Las sustancias que en solución acuosa se disocian en partículas con carga eléctrica o iones se llaman electrolitos y tienen
la propiedad de permitir el paso de corriente eléctrica. Se puede dividir a los electrolitos en fuertes (son excelentes
conductores de corriente eléctrica) o débiles (son pobres conductores de la corriente eléctrica).
El proceso de ionización puede asimilarse a una reacción química, la cual se presenta como una reacción reversible en el
caso de los electrolitos débiles o como una reacción de un solo sentido en el caso de los electrolitos fuertes.

La reacción de separación de una molécula de un electrolito débil en iones prosigue hasta cierto límite, en el cual
coexisten en la solución moléculas enteras y iones, cuyas cantidades relativas ya no cambian más, por lo que se dice que
se ha alcanzado el equilibrio. El equilibrio es dinámico; constantemente se disocian moléculas enteras en iones y éstos
se recombinan para formar moléculas. En equilibrio, ambos procesos ocurren a igual velocidad, razón por la cual las
concentraciones de cada uno de los integrantes del sistema permanecen invariables.

Para un sistema en equilibrio químico, a una determinada temperatura existe una relación numérica constante entre sus
componentes, relación que se satisface siempre, independientemente de las concentraciones iniciales de sustancia.
Esta relación es la constante de disociación, representada por la ecuación Kdis= [A+]. [B-] / [AB]. El valor numérico de la
constante de disociación de un electrolito da idea de su grado de ionización y cuanto menor sea, más débil será el
electrolito: cuando la constante de disociación tiene un valor próximo a la unidad, el electrolito está extremadamente
disociado; cuando la constante de disociación tiene un valor alrededor de 10, el electrolito está prácticamente ionizado
en forma total. En los sistemas biológicos se puede considerar fuerte a un electrolito cuando su constante es mayor a
10-4 ; se puede considerar débil a un electrolito cuando su constante es mayor a 10-14 y menor de 10-4 ; y cuando la
constante es menor a 10-14 se puede afirmar que la sustancia no es un electrolito.

La disociación o ionización del agua es una reacción reversible en la cual una molécula de agua se separa en dos iones:
un grupo hidroxilo y un protón. En la disociación del agua, la unión covalente polar entre el átomo de oxígeno y uno de
los hidrógenos se rompe. Los dos electrones antes compartidos son retenidos por el oxígeno. Así, el grupo atómico
formado por el oxígeno y el otro hidrógeno (que permanecen unidos covalentemente), adquiere un electrón extra,
convirtiéndose en un anión con una carga negativa; ese anión es el grupo hidroxilo. Por otro lado, queda un átomo de
hidrógeno desprovisto de su electrón, lo que equivale a decir un núcleo de hidrógeno, o simplemente, un protón.
El agua tiene una baja tendencia a ionizarse. Como al ionizarse una molécula de agua se obtienen un OH- y un H+, la
concentración de ambos iones en el agua pura es la misma y es igual a 10-7 moles / l.
El agua se disocia muy débilmente generando protones y oxhidrilos, y el protón rápidamente reacciona con una
molécula de agua tratando de dar hidronio (H3O+). La constante de disociación del agua se expresa por la ecuación
Kdis=[H+]. [OH-] / [H2O].
El agua no debería ser considerada un electrolito; sin embargo, pese a su minúscula magnitud, esta constante de
disociación tiene una enorme importancia biológica. La cantidad de moléculas ionizadas es insignificante en relación con
el total, razón por la cual puede considerarse que el proceso de disociación no modifica la concentración de moléculas
enteras [H2O], la cual se mantiene prácticamente constante.
La constante Kw es designada producto iónico del agua, y su valor a 25°C es 10-14. El valor de Kw es constante tanto en
el agua pura como en cualquier solución acuosa. Todo aumento en la concentración de uno de los dos iones del agua
ocasionará una disminución inmediata en la concentración del otro ion por desplazamiento del equilibrio hacia la
formación de moléculas enteras y el producto iónico permanecerá invariable.

Ph

Los ácidos son todos los compuestos o iones capaces de ceder protones al medio y las bases son los que pueden aceptar
protones del medio.
Una solución es neutra cuando su concentración de protones es igual a la de oxhidrilos; una solución es ácida cuando la
concentración de protones es mayor que la de oxhidrilos; y una solución es básica cuando la concentración de protones
es menor que la de oxhidrilos.
• Medio neutro-> [H+] = [OH-]
• Medio ácido -> [H+] > [OH-]
• Medio básico->[H+] < [OH-]

En otras palabras, los ácidos son sustancias que, al ser disueltas en agua o soluciones acuosas, producen un aumento de
la concentración de protones; en cambio, las bases o álcalis son sustancias que, al ser disueltas en agua o soluciones
acuosas, producen una disminución de la concentración de protones.
Se consideran fuertes a los ácidos o bases que se disocian completamente en soluciones acuosas diluidas; y débiles a los
ácidos o bases que se disocian parcialmente en soluciones acuosas diluidas.
Si un ácido es fuerte, su base conjugada es débil; y si una base es fuerte, su ácido conjugado es débil. Como el producto
iónico del agua tiene una magnitud constante a una determinada temperatura, basta conocer la concentración de uno
de los iones para deducir la del otro.

El pH se define como el logaritmo negativo de la concentración de protones.


La notación de pH es la forma más comúnmente utilizada para indicar la concentración de protones y la fórmula para
calcularlo es: pH=-log [H+].
• Ph= -log [H+]
• POH= -log [OH-]
• PK = -log [K]
Cuando el valor de concentración de protones aumenta, el de pH disminuye; y cuando el valor de concentración de
protones disminuye, el de pH aumenta. Como la escala de pH es logarítmica, todo aumento o disminución de una
unidad en el pH indica un cambio de diez veces en la concentración de protones, dos unidades de pH corresponden a
100 veces en la concentración de protones, tres unidades de pH corresponden a 1000 veces en la concentración de
protones y así.
Un pH igual a 7 solo indica neutralidad a 25°C; como la temperatura del cuerpo humano es 37°C, el pH neutro es 6,8. El
pH de una solución puede variar entre 0 y 14 como valores límite; este rango cubre prácticamente la totalidad de los
casos. Los valores de pH de 0 a 14 abarcan el rango de concentraciones de protones que van desde una solución 1M de
un ácido fuerte (pH=0) hasta la de una solución 1M de una base fuerte (pH=14), aunque teóricamente la escala puede
extenderse más allá de estos límites.

Las soluciones amortiguadoras, buffers o tampones son aquellas que reducen los cambios en la concentración de
protones que podría producirse el agregado de pequeñas cantidades de electrolito ácido o alcalino; en otros términos,
frenan las desviaciones del pH que la adición de un ácido o una base ocasiona en el medio. En general, una solución
amortiguadora está constituida por una mezcla de un electrolito débil (ácido o básico) y una sal del mismo que actúa
como electrolito fuerte. El pH de una mezcla amortiguadora puede calcularse con la ecuación de Henderson-Hasselbach:
pH=pKa+log ([sal]/[ácido]).

La capacidad amortiguadora de un sistema buffer frente a ácidos o bases varía según las concentraciones relativas del
ácido con respecto a las de la sal en el sistema: es máxima cuando la concentración del ácido es igual a la de la sal. La
capacidad de un sistema amortiguador para frenar los cambios de pH producidos en el medio por la adición de ácidos o
bases es máxima cuando el pH del buffer es igual al pK del ácido componente del mismo.
La titulación ácido-base es un procedimiento que permite determinar la concentración o titulación de una solución ácida
o básica por la adición de una cantidad medida y equivalente de una solución básica o ácida, respectivamente. La
titulación implica una reacción de neutralización: cuando se combina igual número de equivalentes de ácido y de base,
se está en el punto de equivalencia. A medida que transcurre la reacción se producen cambios progresivos en el pH del
medio y cuando se llega al punto de equivalencia, una pequeña cantidad adicional de ácido o base causa un cambio
rápido y marcado de pH. La marcha de este proceso de neutralización puede representarse mediante las llamadas
curvas de titulación.

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