EXÉGESIS DEL ANTIGUO TESTAMENTO Análisis Exegético de Jeremías 31,27-34 Daniel Bosqued Ortiz
EXÉGESIS DEL ANTIGUO TESTAMENTO Análisis Exegético de Jeremías 31,27-34 Daniel Bosqued Ortiz
EXÉGESIS DEL ANTIGUO TESTAMENTO Análisis Exegético de Jeremías 31,27-34 Daniel Bosqued Ortiz
Sumario: En este artículo realizamos un acercamiento exegético a Jeremías 31, 27-34 utilizando un
método sistemático en el que analizamos el contexto histórico y literario, la estructura del libro y del pasaje,
diferentes datos gramaticales, intratextualidad, intertextualidad y finalmente extraemos aplicaciones para el
creyente.
Summary: In this article we develope an exegetical aproach to Jeremiah 31, 27-34 by means of a
systematic method through wich we analyze the historical and literaly context, the structure of the book and
the passage, different grammatical data, use of the passage in the bible and in history, and finaly we extract
a message for the christian life.
`hm'(heB [r;z<ïw> ~d"Þa' [r;z<ï hd"êWhy> tyBeä-ta,w> ‘laer"f.yI tyBeÛ-ta, yTiª[.r:z"w> hw"+hy>-~aun> ~yaiÞB' ~ymiîy" hNE±hi 27
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hn"yh,îq.Ti rs,Boßh; lkeîaoh' ~d"²a'h'(-lK' tWm+y" AnàwO[]B; vyaiî-~ai yKi² 30
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ytir"AT)-ta yTit;Ûn" hw"ëhy>-~aun> ‘~heh' ~ymiÛY"h yrE’x]a; laeør"f.yI tyBe’-ta, trok.a, rv<åa] tyrI‡B.h; tazOæ yKiä 33
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`dA[)-rK'z>a, al{ï ~t'ÞaJ'x;l.W ~n"ëwO[]l;( ‘xl;s.a, yKiÛ hw"ëhy>-~aun >‘~l'AdG>-d[;w> ~N"Üj;q.mil.
TEXTO
La perícopa que vamos analizar se encuentra como vamos a ver, en el centro
mismo del libro de Jeremías. La elegimos en un principio por ser uno de los textos que el
apóstol Pablo utiliza en Romanos 11 al tratar de la restauración de Israel. No obstante,
durante su estudio nos hemos dado cuenta de la profundidad del mensaje encerrado en
estos versículos y su importancia para nuestros días. Es un versículo clave en la teología del
pacto que permea tanto el AT como el NT.
Por otro lado, y como veremos más adelante, parte de nuestra perícopa constituye
la cita más extensa del AT que encontramos en el NT, concretamente en el libro de
hebreos. Y es considerado por algunos autores como uno de los pasajes más importantes
de todo el AT. Como veremos, es el corazón del mensaje del pacto que Dios desea
2
COMPARANDO VERSIONES
Siempre es útil, a la hora de enfrentarse a un texto bíblico analizar las distintas
traducciones con las que contamos para ver que giros, expresiones o términos han elegido
otros autores al traducir el texto. En nuestro caso, nos hemos limitado a versiones en
castellano, y en este estudio sólo vamos a hacer mención a una pequeña muestra elegida
por su relevancia.
Para realizar esta sucinta comparación entre las principales versiones al castellano,
hemos elegido dos versiones literales católicas como son la Biblia de Jerusalén y la Bover-
Cantera, y otras dos versiones más dinámicas. Una de ellas es también católica: la Biblia del
Peregrino, pero hemos considerado que sería interesante su inclusión por la importancia
que ha tenido en el panorama bíblico. Finalmente hemos considerado importante incluir
una versión protestante, en este caso la Reina Valera en su versión de 1995, pues creemos
que es una versión que se acerca bastante al texto bíblico y a la vez, el lenguaje que utiliza es
bastante actual.
Para facilitar la comparación hemos señalado en negrita los términos y expresiones
que nos parecen más relevantes:
1 Esto incluye los principales comentarios bíblicos y especialista en la estructura literaria del AT como Dorsey.
2 KITTEL, R. Biblia Hebraica Stuttgartensia, Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft, 1987
3
FRANCO, Sergio, Comentario Bíblico Beacon, Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones, 1966, t. 4
3
34 Y no enseñará más
ninguno a su prójimo,
Ya no tendrán que Y no necesitarán
ni ninguno a su
adoctrinar más el uno a instruirse los unos a los Ya no tendrán que
hermano, diciendo:
su prójimo y el otro a su otros, ni el hermano a su enseñarse unos a otros,
"Conoce a Jehová",
hermano, diciendo: hermano, diciendo: mutuamente, diciendo:
porque todos me
“Conoced a Yahveh”, “¡Conoced a Yahveh!”, “tienes que conocer al
conocerán, desde el
pues todos ellos me pues todos ellos me Señor”, porque todos,
más pequeño de ellos
conocerán del más chico conocerán, desde el más grandes y pequeños, me
hasta el más grande,
al más grande –oráculo pequeño al mayor, conocerán –oráculo del
dice Jehová. Porque
de Yahveh- cuando afirma Yahveh; porque Señor-, pues yo
perdonaré la maldad
perdone su culpa, y de perdonaré su culpa y perdono sus culpas y
de ellos y no me
su pecado no vuelva a sus pecados no olvido sus pecados.
acordaré más de su
acordarme. recordaré más
pecado.
5
Comentario:
Al analizar las pequeñas diferencias vemos en primer lugar que en el versículo 27 las
cuatro versiones optan por la palabra simiente. Como tendremos ocasión de ver en el análisis
de los términos, creemos que esa palabra es la que más se acerca al sentido original del
término zera±.
En el versículo siguiente, la Biblia de Jerusalén parece que le da un sentido negativo
al cuidado de Dios pues dice que “anduve presto contra ellos”. En cambio la Reina-Valera
del 95 lo traduce por “tuve cuidado de ellos”, dándole un sentido positivos a las acciones
aparentemente negativas de destruir, arrancar, etc.
En el versículo 30, las tres versiones católicas utilizan el término culpa al referirse al
término Ha††ä´, mientras que la Reina-Valera del 95 escoge el término maldad. Puede
deberse a la importancia del concepto de pecado original en la teología católica.
De la misma manera, las tres versiones católicas utilizan el término alianza en los
versículos 31 al 33, con la excepción de la Bover cantera, que el versículo 33 utiliza también
el término pacto, alternándolo con alianza en el resto de versículos. La Reina-Valera, por su
parte, siempre utiliza el término pacto.
En el versículo 32, tanto la Bover-cantera como la Reina-Valera del 95 hacen
referencia a Dios como un esposo fiel al pacto matrimonial, mientras que la Biblia de
Jerusalén traduce el versículo por “hice escarmiento en ellos” y la Biblia del Peregrino dice
simplemente que Dios mantuvo el pacto.
En el versículo 33, la Biblia de Jerusalén y la Bover-Cantera dicen que Dios pondrá
su ley en el interior de los hombres, mientras que Schökel elige la expresión “meteré mi ley
en su pecho”, más literaria y con mucha más fuerza. La Reina-Valera del 95 habla de poner
la ley en “la mente” del hombre. No obstante, todas coinciden en la expresión “escribir en
el corazón” en la segunda parte del versículos.
Finalmente, en el versículo 34, de nuevo las tres versiones católicas traducen el
término Ha††ä´ por culpa, mientras que la Reina-Valera lo traduce por maldad.
Reconstruyendo el texto
Es ampliamente conocida y comentada la significativa diferencia en Jeremías entre
el texto masorético y el de la LXX. Por ejemplo, hay diferencias en la ordenación de las
profecías que se refieren a países extranjeros. En el texto hebreo esas profecías se
encuentran en los capítulos 46-51, mientras que en la LXX se encuentran en los capítulos
25,14 a 31,44. También hay diferencias en el orden en que se tratan las diferentes naciones.
6
En el texto hebreo el orden es: Egipto, Filistea, Moab, Amón, Edom, Damasco, Cedar,
Hazor, Elam y Babilonia. En la LXX en cambio, el orden es: Elam, Egipto, Babilonia,
Filistea, Edom, Amón, Cedar y Hazor, Damasco y Moab.
Dentro del texto también se encuentran variantes. El CBA8 comenta que hay
aproximadamente unas 2.700 palabras menos. Una de las razones para semejante número
de variantes, según el mismo comentario bíblico, es que la LXX no suele emplear la
expresión “dice Jehová” o títulos como “el profeta” hablando de Jeremías, o “el rey”
hablando del monarca reinante. Lo mismo sucede con expresiones como “el Dios de
Israel” o “el Dios de los ejércitos”. Hay, no obstante, muchas teorías respecto a las razones
de estas variantes, que se escapan al objeto de este artículo.9
Por otra parte nos encontramos con secciones enteras que no aparecen. Las
siguientes son las más importantes: cap. 8: 10b-13a; cap. 10: 6-10; cap. 17: 1-5a; cap. 27
(cap. 34 en la LXX): 1, 7, 13, 21; cap. 29 (cap. 36 en la LXX): 16-20; cap. 33 (cap. 40 en la
LXX): 14-26; cap. 39 (cap. 46 en la LXX): 4-13; cap. 48 (cap. 31 en la LXX): 45-47; cap. 51
(cap. 28 en la LXX): 44c-49a; y cap. 52: 27b-30.
Para explicar las variantes, algunos comentaristas han propuesto la teoría de la
doble recensión, según la cual una de ellas se hizo en Palestina y otra en Egipto.
Otros proponen que el traductor o traductores de la LXX acortaron el texto para
omitir repeticiones y abreviarlo. Algunos eruditos conservadores admiten la posibilidad de
algo de verdad en esta teoría, porque hay pasajes como el capítulo 8:10-12 que no aparece
en la LXX probablemente por ser muy parecido al capítulo 6:12-15. Otros simplemente
aluden a errores de copista en la transmisión del texto (por ejemplo un homoiotéleuton).
Además de éstas, hay diferencias menores que tienen que ver mayormente con
frases y palabras aisladas10. Respecto al texto que nos ocupa, la única variante digna de
mención se trata de la diferente ordenación de capítulos. Nuestra perícopa aparece en el
TM como el capítulo 31, mientras que en la LXX está en el capítulo 38. Por lo demás no se
encuentran variantes en los términos dignas de mención.
8 NICHOL F.D., Comentario Bíblico Adventista, Mountain View: Publicaciones Interamericanas, 1960
9 Para una exposición sobre las teorías de esta diferencias entre la LXX y el TM, en relación con el “rollo de la
ley” que fue quemado, vease: CHILDS, Brevard, Introduction to the Old Testament as Scripture, Filadelfia: Fortress
Press, 1979
10
NICHOL F.D., Comentario Bíblico Adventista, Mountain View: Publicaciones Interamericanas, 1960, vol. 4, p.
382
7
TRADUCCIÓN
Propuesta de traducción:
“Vienen días, dice YHWH, en los que sembraré la casa de Israel y la de Judá de
simiente de hombres y de animales. Y tal como he tenido cuidado para arrancar y
derribar, para arruinar destruir y afligir, también tendré cuidado para construir y
plantar, dice YHWH. En aquellos días ya no dirán: "los padres comieron las uvas
agrias y los hijos tienen la dentera", sino que cada uno morirá por su propia culpa;
los dientes de todo el que coma uvas agrias tendrán dentera.
Vienen días, dice YHWH, en los que haré un nuevo pacto con la casa de
Israel y con la de Judá. No como el pacto que hice con sus padres cuando los tomé de
la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos rompieron mi pacto, a
pesar de que yo fui como un marido para ellos, dice YHWH. Éste es el pacto que
haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice YHWH: pondré mi ley en
su interior y la escribiré en su corazón; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.”
CONTEXTO HISTÓRICO
Tratar de establecer la fecha exacta de la composición de nuestro capítulo, es una
tarea tan complicada, como condenada al fracaso. Por otra parte, no es imprescindible
conocer la fecha exacta de composición, sino el contexto histórico general.
Es algo comúnmente aceptado que el libro de Jeremías no está ordenado de forma
cronológica. Por eso los autores que presuponen una composición de autores variados en
tiempos variados de cada porción del libro, tienen algunos problemas para hallar cierta
coherencia en el libro.
Dorsey hace mención a autores como Thompson y Harrison que no encuentran un
patrón claro de ordenamiento de los capítulos. Respecto a la cronología de cada capítulo, el
mismo Dorsey11 propone una serie de reinados como posibles contextos de algunos
capítulos de Jeremías y por ejemplo:
21-24 Sedequías; 25 Joaquim; 26 Joaquim; 27 Sedequías; 28-29 Sedequías; 30-31 Sin
fecha; 32 Sedequías.
Curiosamente, intentando fechar cada capítulo, no encuentra una fecha apropiada
para situar el pasaje que contiene nuestra perícopa.
No obstante, el CBA, sin aceptar a varios autores, si que nos propone una secuencia
de reyes y capítulos completa, con pequeñas variaciones, que merece la pena considerar:
11 DORSEY, David, The Literary Structure of the Old Testament, Grand Rapids: Baker Books, 1999
8
12CHILDS, Brevard, Introduction to the Old Testament as Scripture, Filadelfia: Fortress Press, 1979
13
Childs hace un buen resumen de su teoría en su Introduction to the Old Testament as Scripture, Filadelfia:
Fortress Press, 1979, pp. 342-354
9
que ser posterior). El capítulo 51, porque en el versículo 41 se menciona Babilonia por su
nombre equivalente en el Tabas, Sheshakh.
Por citar algún ejemplo respecto a los textos que nos ocupan S. Herrmann llega a
decir que Jer 31, 31 s. es una elaboración deuteronómica y lo separa, en cuanto al
contenido, del resto del pasaje14.
Pero debemos tener en cuenta que todos estos criterios para establecer una fecha
posterior dependen de presunciones no probadas como la del documento P de la Torah y
sobre la hipótesis evolucionista sobre el desarrollo de la esperanza mesiánica, con el avance
de los siglos y las vicisitudes enfrentadas por el pueblo de Israel.
Por lo tanto, nos adherimos a la opinión general de los comentaristas
conservadores, según la cual Jeremías es el autor de la mayor parte del libro. En todo caso,
la tarea de redactarlo le fue confiada a Baruc hijo de Nerías, su secretario.15 Por tanto,
Baruc también pudo haber redactado, compilado y preservado el material del libro, y haber
contribuido en las narraciones biográficas que contiene16.
Contexto histórico
Jeremías era hijo del sacerdote Hicías. Era original de Anabot, una pequeña aldea
situada a unos 7 km. de Jerusalén. Cuando Jeremías nació, Manasés aún era el rey, y Judá
debía pagar tributo a los asirios, que habían levantado un poderoso imperio17.
Durante el reinado de Manasés, la independencia de Judá se fue perdiendo poco a
poco y fue cayendo en manos de Asiria. Como consecuencia, el rey se vio obligado a pagar
fielmente el tributo y al mismo tiempo comenzó a introducir en Jerusalén ídolos asirios,
concretamente el culto a las estrellas que observamos por ejemplo en 2 Crónicas 33,5.
Así pues, la idolatría a Baal y Astarté comenzaron a extenderse por todo el país. Se
rendía culto a los cuerpos celestes, y se practicaba la adivinación por medio del horóscopo
y la astrología.
Poco después del nacimiento de Jeremías, el rey Manasés vio la oportunidad de
deshacerse de la opresión asiria cuando babilonia se rebeló contra ellos en el Lejano
Oriente. Pensó que la rebelión babilónica iba a ser suficiente como para que los asirios
liberaran parte de su dominio sobre Judá. No obstante, la estrategia resultó fallida porque
14 Citado en VON RAD, Gerhard, Teología del Antiguo Testamento, Salamanca: Sígueme, 1976, t. 2, p. 268
15 Jeremías 36, 4.27-28.32
16 NICHOL F.D., Comentario Bíblico Adventista, Mountain View: Publicaciones Interamericanas, 1960, p. 379
17 VAN DEN BERG, Meint, Comentario a Jeremías, Rijswijk: Fundación Editorial de Literatura reformada,
2000, p. 15
10
cuando los asirios consiguieron doblegar de nuevo a los babilonios, vinieron con todo su
ejército a Jerusalén, tomaron preso a Manasés y retomaron el dominio férreo.
Algún tiempo después, Manasés se arrepintió y cuando fue puesto en libertad
volvió a Judá e intentó suprimir la idolatría que durante su reinado había implantado tan
intensamente (2 Crónicas 33,10-13. 15-16).
Amón sucedió en el trono a su padre Manasés y volvió a propagar el paganismo,
pero su reinado duró sólo 2 años. Le sucedió su hijo Josías (640-609) y con él las cosas
respecto al paganismo comenzaron a cambiar. Hizo todo lo posible por suprimirlo y
comenzó una reforma religiosa. Al mismo tiempo, en aquella época comenzó a
desmoronarse el imperio asirio, que finalmente cayó algunos años después de Nínive18.
Es difícil hacer una cronología exacta de la reforma que llevó a cabo Josías. El libro
de Jeremías nos habla de una reforma llevada a cabo en varias etapas, y al parecer comenzó
antes de que se encontrara el libro de la ley19, porque efectivamente, ya estaban
reconstruyendo el templo cuando el libro fue encontrado.
En ese tiempo surge el ministerio del profeta Jeremías. En el escenario mundial se
respiraban grandes cambios y en el trono de Judá se sentaba un rey joven con ganas de
hacer las cosas bien.
John Bright comenta al respecto de la reforma de Josías, que hubo una purga de
los cultos y prácticas extranjeras. La religión asiria es lo primero que se desechó. Lo mismo
se hizo con los cultos solares y estelares. Los sacerdotes eunucos y los prostituidos fueron
condenados a muerte. Se suprimió la práctica de la adivinación y de la magia. La reforma
probablemente se extendió hasta el norte20.
Respecto a la vida y obra de Jeremías, el mismo autor dice lo siguiente “Él fue la
voz auténtica del yahvismo mosaico hablando, como hizo, intempestivamente, a la
agonizante nación. Su destino, durante gran parte de su vida, fue anunciar y volver a
anunciar, que Judá sería destruido y que esa destrucción sería un justo juicio de Yahvé
sobre ella a causa de sus pecados”21
Jeremías quedó desilusionado primeramente cuando se dio cuenta de que la
reforma había sido algo superficial que no había obtenido el arrepentimiento del pueblo
(4,3 ss.; 8,4-7). Por otra parte, se dio cuenta de que las exigencias de la alianza se habían
diluido en las formas del culto (7,21-23). Finalmente cuando Joaquín dejó que la reforma se
18 VAN DEN BERG, Meint, Comentario a Jeremías, Rijswijk: Fundación Editorial de Literatura reformada,
2000, p. 16
19
2 Reyes 22
20 BRIGHT, John, La Historia de Israel, Bilbao: Desclee de Brouwer, 2003, p. 416
21 Ibíd., p. 434
11
hundiera, comenzó a pronunciar la oración fúnebre de la nación, anunciando que Dios iba
a castigar a la nación.
Rechazó la confianza del pueblo en las promesas davídicas, no porque no fueran
verdaderas, sino porque la nación no había cumplido su parte. Por tanto, lo que YHWH
prometía era la ruina total.
Este mensaje tan impopular le costó a Jeremías el ser odiado, perseguido,
condenado al ostracismo y más de una vez casi muerto (11,18-12,6; 26; 36). Aunque alguna
vez deseó liberarse de su ministerio siempre encontró fuerza para seguir pronunciando el
juicio de YHWH.
Cuando estalló la rebelión final, Jeremías predijo lo peor. Cuando el pueblo reanimó
sus esperanzas al enterarse del avance de Egipto, él las combatió sin piedad. Incluso animó
al pueblo a desterrar, lo que le causó el ser echado en una cisterna en la que estuvo a punto
de morir22.
Poco después del asesinato de Godolías, los judíos que huyeron a Egipto le
tomaron consigo contra su voluntad y allí murió. Las últimas palabras que pronunció
fueron aún de juicio sobre el pecado del pueblo.
La esperanza para Jeremías quedaba más allá del reino de Judá. Como veremos más
adelante en la estructura del libro, la esperanza ocupa el centro mismo de sus mensajes de
juicio para el pueblo. Esa esperanza queda reflejada en la perícopa objeto de nuestro
estudio, con la idea del nuevo pacto que Dios renovará con su pueblo.
Contexto geográfico:
Como ya hemos visto, Jeremías nació en
una pequeña aldea llamada Anatot23, situada a unos
cinco kilómetros al nordeste de Jerusalén. Estaba
por tanto situada en el territorio de Benjamín.
Durante la vida y el ministerio de Jeremías se
produjeron importantes acontecimientos en la
escena internacional, no obstante, sabemos que
Jeremías desarrolló su ministerio profético en el reino de Judá. Concretamente desarrolló
su obra en Jerusalén. Únicamente al final de sus días Jeremías fue llevado a Egipto donde
murió.
22
Ver Jeremías capítulo 38
23 Jeremías 1:1-3
12
CONTEXTO LITERARIO
Función del texto
El fragmento de Jeremías que estamos analizando constituye el centro del libro. El
núcleo de los mensajes de un profeta para su pueblo.
Hemos visto antes, que Jeremías se dio cuenta de que lo peor se avecinada. El libro
entero esta lleno de advertencias al arrepentimiento. YHWH estaba advirtiendo que la ruina
total se avecinaba. El pueblo lejos de aceptar tal mensaje, se enfadó con el profeta. Jeremías
se daba cuenta de que la esperanza de Israel no se encontraba en un tiempo histórico
inminente, sino que se desplazaba hacia el futuro, a un tiempo en el cual Dios renovaría el
pacto quebrantado por su pueblo.
Por lo tanto es maravilloso que la parte más importante del libro de Jeremías sea
precisamente un mensaje de esperanza. La situación iba a empeorar y el exilio era
inminente, no obstante, en esos momentos de tribulación, la gente podría leer el libro de
Jeremías y descubrir entre los mensajes de amonestación, un núcleo esperanzador.
La función del pasaje es dar sentido a todos los mensajes de reprensión. Todos ellos
tienen sentido cuando se enmarcan en un mensaje esperanzador. Aseguran que Dios sigue
estando esperando al pueblo, a pesar de que las circunstancias sean desfavorables. Y al
mismo tiempo, este mensaje apuntala la esperanza del pueblo. Dios no va a abandonar a su
pueblo, sino que esta dispuesto a renovar en el futuro el pacto que su pueblo ha roto.
Género literario:
De los géneros literarios en Jeremías se pueden extraer numerosas conclusiones. La
mayoría de los autores han extraído conclusiones poco favorables a la unidad literaria del
libro24, pero también es posible analizarlos desde el punto de vista descriptivo,
manteniendo la autoría de Jeremías.
A nivel general podemos mencionar, como señala Von Rad25, que se notan algunas
peculiaridades en el estilo literario de Jeremías respecto a los profetas anteriores. Por
ejemplo, comienza a desaparecer la clara separación entre el oráculo divino y las palabras
del profeta. Jeremías hace un uso mucho más libre del oráculo divino que solía estar en
primera persona, es decir, “deja que YHWH se desahogue en quejas, pero por otra parte
levanta su propia voz para hacer oír quejas más amplias”26. No obstante, la mayoría de
24 Autores como Von Rad encuentran diferentes fuentes en los géneros literarios de Jeremías.
25 VON RAD, Gerhard, Teología del Antiguo Testamento, Salamanca: Sígueme, 1976, t. 2, p. 240
26 Ibíd., 241
13
ESTRUCTURA
De la estructura del libro de Jeremías, en la cual enmarcaremos nuestra perícopa, sí
que podemos extraer información. Ya hemos comentado en apartados anteriores que los
versículos que analizamos se encuentran en el mismísimo centro del libro. Vamos pues a
analizarlo con más detalle.
Esquema del libro:
Dorsey27 recoge la propuesta de estructura quiástica de Bright, y nos parece la más
coherente. Analiza el libro Jeremías desde el punto de vista temático, aunque reconoce que
a veces el criterio temático se desvanece en algunos pasajes como el que habla de los
Recabitas, o el que habla del rollo del templo quemado por Joaquim.
A continuación reproducimos la estructura general del libro:
27
DORSEY, David, The Literary Structure of the Old Testament, Grand Rapids: Baker Books, 1999
14
• Mensaje a Sedequías
• Caída del reino davídico
• Copa de vino a las naciones
Acercamiento a la perícopa:
Nos hubiese gustado encontrar comentarios de autores sobre una estructura más o
menos estable en estos ocho versículos de nuestra perícopa, pero no hemos encontrado
ninguna propuesta. Simplemente vemos como estos versículos se insertan en estructuras
más generales dentro del libro.
Es por ello que nos aventuramos a realizar una propuesta de estructura que nos
parece bastante interesante. Se basa tanto en el contenido paralelo de algunos versículos,
como en la repetición de términos clave. La propuesta es la siguiente:
15
C. aquellos días
Explicación:
Hemos de reconocer que nos hemos sorprendido de la correspondencia de
términos y conceptos en la perícopa. Ha sido muy satisfactorio encontrar una estructura
semejante en estos pocos versículos, y aunque reconocemos que todo análisis estructural
puede tener algo de subjetivo, creemos que en este caso la correspondencia es tanto
temática como morfológica, pues se emplean las mismas palabras en algunos paralelismos.
A continuación pasamos a analizar las diferentes partes para extraer el contenido
teológico.
Tanto la parte A como la A’ transmiten la idea de plenitud. La expresión
“sembrar…de simiente de hombre y de simiente de animal” implica la idea de llenar la tierra,
prosperidad, plenitud. La parte A’ por su parte también implica plenitud en la expresión
“todos me conocerán”. Da a entender que de la misma manera que se dispone a llenar de
hombres la tierra, es su voluntad que todos ellos le conozcan en el futuro mediante el nuevo
pacto.
Por otra parte, hay otra idea que se desprende de los términos empleados. En el
versículo 27 nos dice que Dios sembrará la casa de Israel y la de Judá de simiente de
16
hombre y de animal. Y poco después, en el versículo 28 Dios mismo dice que tendrá
cuidado para edificar y plantar.
Por tanto, la parte B es muy interesante. Se observa un paralelismo antitético en el
que en la primera parte se introducen las expresiones lintôš y wülintôc traducidas por
arrancar y derribar, y a continuación tres más que se han traducido por trastornar, perder y
afligir. Y en la parte B’ que se opone a arrancar y derribar se utilizan los términos libnôt
wülin†ôª` que tienen el significado opuesto: edificar y plantar. El paralelismo antitético es
sorprendente.
No obstante hay una idea más que resaltar de esta parte B y su correspondiente
parte B’. Tiene que ver con la idea del cuidado de Dios. En la primera parte se habla del
cuidado que Dios va a tener para plantar y edificar, asegurado por el cuidado que ya mostró
en la disciplina a su pueblo, y en la segunda la correspondencia se establecen con el hecho
de que Dios escribirá su ley en la mente y el corazón de su pueblo. Parece que quiere
transmitir la idea de que Dios va a plantar su ley en el interior, de la misma forma que se
refiere a plantar la semilla en el segmento anterior. Nos parece una idea muy interesante
porque la ley de Dios, finalmente, debe crecer en el corazón del hombre igual que una
semilla. Esto es lo que más destaca del pacto que Dios quiere hacer con el hombre.
Por tanto, hay una correspondencia entre el cuidado de Dios por su pueblo y el
establecimiento de su ley entre ellos, de forma que así (y sólo así) ellos puedan ser su
pueblo. Creemos que este paralelismo está de acuerdo con el verdadero sentido protector
de la Ley de Dios. La ley no es una imposición arbitraria de Dios que Él piensa imponer en
los hombres, sino una manifestación de cuidado y amor hacia su pueblo. De ahí la
intención de Dios de que el hombre interiorice esta ley en su mente y en su corazón
cuando se establezca el nuevo pacto.
Otra idea que se desprende del paralelismo B’ es que se identifica por un lado “daré
mi ley en su mente” con “yo seré a ellos por Dios” y por otro “la escribiré en su corazón”
con “ellos me serán por pueblo”. Parece transmitir la idea de que para que Dios sea
considerado como tal por el pueblo, su ley debe estar en nuestro interior primero, y de eso
se encarga Él mismo. Por otra parte, como hemos comentado antes, sólo después de que
Dios escribe su ley en el corazón del hombre, éste puede formar parte de su pueblo.
Nos parece una idea muy bonita, y parece que se puede extraer sin forzar el
paralelismo.
A continuación en la parte C aparece la expresión Bayyämîm hähëm “en aquellos
días”, y vemos cómo esa expresión se corresponde con la misma expresión en el versículo
17
33, aunque ahora vemos como dice “después de aquellos días”. El paralelismo es claro y la
inserción de la expresión ´aHárê, no hace sino reforzar la idea central del nuevo pacto,
porque todo lo que ocurre después, ha de ser indicado como tal.
En las partes D y D’ simplemente vemos como se repite el uso de la expresión
“padres” en ambas. En la primera se menciona como parte del dicho “Los padres
comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera” mientras que en la
parte D’ menciona el pacto que hizo con los padres del pueblo de Israel, cuando los sacó
de Egipto.
Finalmente llegamos a la parte E, el centro de esta estructura, que a su vez como
hemos visto, forma parte del núcleo del mensaje del libro de Jeremías.
El mensaje central de nuestra perícopa se encuentra en el versículo 31 y señala la
promesa de Dios según la cual realizará un “nuevo Pacto”. Es curioso que el centro no lo
constituye la formulación del pacto en sí (que parece en la parte B’) sino que es la
promulgación de la promesa de realizar el pacto. Creemos que esto se ajusta muy bien a la
idea general del libro de Jeremías, en la cual lo importante es que hay esperanza para los
fieles creyentes al señor, porque Dios hará un nuevo pacto con su pueblo.
28 Cf. con FRANCO, Sergio, Comentario Bíblico Beacon, Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones, 1966, t.
4, p. 313
29 Citado en DORSEY, David, The Literary Structure of the Old Testament, Grand Rapids: Baker Books, 1999, p.
236
30 FRANCO, Sergio, Comentario Bíblico Beacon, Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones, 1966, t. 4, p. 434
18
1. El tiempo del pacto (v. 31) “He aquí que vienen días”.
2. El autor del pacto (v. 31) “dice Jehová”.
3. El nombre del pacto (v. 31) “nuevo pacto”.
4. Las partes del pacto (v.31) “con la casa de Israel y con la casa de Judá”.
5. El antiguo pacto (v. 32) “No como el pacto que hice con sus padres”.
6. La naturaleza del pacto (vs. 33-34) “Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su
corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
31 CHILDS, Brevard, Biblical Theology of the Old and New Testaments, Minneapolis: Fortress Press, 1993, p.178
32 GAEBELEIN, Frank, EXPOSITOR´S BIBLE COMMENTARY, OLD TESTAMENT, Grand Rapids:
Zondervan Publishing House, 1992
33 Para un análisis de la evolución en la estructura de los tratados y pactos internacionales, ver:
FREEDMAN, David, The Anchor Bible Dictionary, New York: Doubleday, 1992, pp. 1180-1186
19
DATOS GRAMATICALES
Análisis morfosintáctico:
`hn"yh,(q.T
Vqi3fp .
V .
Análisis Fonético:
El análisis fonético de la perícopa merece la pena por tratar de acercarnos lo
máximo posible al sentido original mediante el análisis de algunas formas retórica, algún
juego de palabras o repeticiones.
El primer juego de palabras a destacar lo encontramos en el versículo 38 con las
expresiones que hemos comentado al analizar la estructura B de la perícopa. Utiliza varias
expresiones con sonidos similares y cuya repetición añade fuerza al significado. Nos
referimos a lintôš wülintôc wülahárös. Luego se repiten de forma parecida con libnôt
wülin†ôª` .
21
DATOS LÉXICOS
Términos importantes:
Dado el limitado espacio del artículo, y sus características, nos vamos a limitar al
análisis de los dos términos más importantes de la perícopa, que van a ser zera± en el
versículo 27 y bürît en los versículos 31 al 33.
En el versículo 27 encontramos la expresión zera± traducida como “simiente”. Este
término aparece 224 veces en el AT y tiene varias acepciones. Según Schökel34 cuando se
refiere al campo vegetal tiene los significados de: semilla (Gén 1,11s), simiente (Gén 47,23),
la actividad de la siembra (Lev 27,16) o sembradío (Ez 17,5). Mientras que cuando se
refiere al hombre puede significar semen (Num 5,28), y más generalmente: linaje, estirpe,
identidad, raza, sangre, descendencia, posteridad, etc.
34 SCHÖEKEL, L. A., Diccionario Bíblico Hebreo-Español, Valencia: Institución San Jerónimo, 1990, p. 204, 205
22
pacto secular entre los hombres y uno religioso entre Dios y los hombres, porque en el
fondo los pactos que podrían ser clasificados como seculares tienen algo de religiosos y los
pactos religiosos tienen una estructura legal subyacente. Por lo tanto esa distinción
dicotómica no hace justicia a la realidad.
Lo cierto es que en el AT los pactos tenían una estructura determinada que varió a
lo largo de los siglos. Pero en todo momento, cuando vemos a Dios estableciendo o
renovando el pacto con el pueblo de Israel, se establece una alianza que parte de Dios hacia
el hombre en la cual las dos partes se comprometen a respetar los términos de la relación.
La historia luego muestra como Dios permanece fiel, y es el hombre el que rompe el pacto.
En nuestros versículos, podemos ver precisamente como Dios vuelve a renovar ese
pacto con el pueblo y decide entrar de nuevo en relación con el hombre. Este pacto, es el
pacto eterno que Dios se propone hacer cuando escriba sus leyes en el corazón de los
creyentes36.
INTRATEXTUALIDAD
Antiguo testamento:
En el antiguo testamento no se menciona explícitamente este pasaje. No obstante la
idea del pacto es recurrente en toda la Biblia y establece una conexión con un gran número
de contextos históricos.
Un análisis del uso del término bürît en el AT excede con mucho las pretensiones
de este trabajo. No obstante, en el apartado de las implicaciones teológicas del pasaje
haremos un sucinto repaso al respecto.
Lo que sí es cierto es que se observa como Dios es el iniciador del pacto con Noé,
con Abraham, Isaac, Jacob, y posteriormente con Moisés tras la salida de Egipto. El pacto
perpetuo que Dios desea realizar con su pueblo se ve truncado por el pueblo de Israel, y
por ello vemos como Dios tiene que renovarlo y actualizarlo.
La expresión kainh. diaqh,kh, es la única vez que aparece así en el AT. No
obstante, como Kaiser apunta37, parece que el concepto de nueva alianza o pacto estaba
bastante extendido. De acuerdo a un contenido y contextos similares, se podría decir
que las expresiones siguientes tienen un sentido parecido: “pacto eterno” (Isa 24,5;
36 NICHOL F.D., Comentario Bíblico Adventista, Mountain View: Publicaciones Interamericanas, 1960, vol. 4, p.
499
37 KAISER, Walter, Jr. Toward and Old Testament Theology, Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1991,
p. 231
24
55,3; 61,8; Eze 16,60; 37,26), “nuevo corazón” y “nuevo espíritu” (Jer, 32,39; Eze
11,19; 18,31; 36,26), “pacto de paz” (Isa 54,10; Eze 34,25; 37,26), “mi pacto” (Isa 49,8;
59,21; Ose 2,18-20).
Por otra parte, como algunos comentaristas han notado, en Ezequiel por ejemplo,
aunque no cita la expresión nuevo pacto, es evidente que lo tiene en mente cuando dice
“Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis
mis preceptos, y los pongáis por obra.” Así pues, si analizáramos todas las expresiones
que hacen mención a un cambio interior como consecuencia de la acción de Dios en el
nuevo pacto, los textos serían mucho más abundantes tanto en el Antiguo como en el
Nuevo Testamento.
Nuevo Testamento:
En el NT vemos cómo se menciona parte de nuestro pasaje de forma explícita. De
hecho, los versículos 31 al 34 de Jeremías 31, constituyen el pasaje más largo copiado in
extenso en el NT. Lo encontramos en Hebreos 8, 8-10.
En Hebreos 10,16-17 Pablo parafrasea el versículo 33 de la perícopa. Está
hablando en este capítulo sobre el ministerio sacerdotal de Cristo en el santuario celestial, y
cuando argumenta sobre el perdón de los pecados, cita este versículo y el 34 que añade “y
nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones”.
El uso de esta cita aquí es muy significativo pues el libro de Hebreos contiene gran
parte de la teología del nuevo pacto en el NT. Pablo desarrolla su argumentación apoyado
en Jeremías e introduce ese mejor pacto en el cual la muerte y el ministerio sacerdotal de
Cristo juegan un papel crucial.
Como algunos comentaristas han notado, el hecho de que Pablo utilice este
versículo en su argumentación implica en principio dos cosas: la primera es que Pablo toma
este versículo como inspirado, pues lo cita como proveniente del Espíritu Santo. Y la
segunda es que Pablo habla de este nuevo pacto en el contexto de la obra expiatoria e
intercesora de Cristo, luego no hay necesidad de interpretarlo como relegado al futuro
escatológico, como algunos han interpretado.
En Romanos 11:27, Pablo parafrasea los conceptos de pacto y el perdón de los
pecados de Jeremías 31,30-34. Es muy importante que Pablo haga mención a la renovación
del pacto y el perdón de pecados en el contexto en el que habla en los capítulos 9-11 de
romanos. En especial en los versículos anteriores al 27 Pablo trata el tema de Israel y los
gentiles e introduce el asunto de la salvación de Israel. Nos parece que aquí Pablo utiliza el
25
término Israel para referirse a los creyentes que configuran el Israel de Dios durante la
historia, y que es con ese Israel con quien se renueva el pacto eterno. No obstante, estos
versículos son polémicos y merecen un estudio a parte.
Finalmente hemos de hacer mención a los textos de Lucas en los que Jesús
establece la Santa Cena. En ellos Jesús hace mención explícita al nuevo pacto que se
manifiesta por los símbolos de su muerte en la cruz: “Esta copa es el nuevo pacto en mi
sangre, que por vosotros se derrama.” (Lucas 22,20).
La muerte de Cristo, por tanto, posibilita el cumplimiento del nuevo pacto entre
Dios y el hombre. El pacto de gracia que manifiesta el propósito salvífico de Dios hacia
toda la humanidad.
TEOLOGÍA
Este pasaje ha sido muy comentado durante la historia. Un hecho curioso es que la
expresión kainh. diaqh,kh, que como hemos visto aparece esta única vez en el AT es la que
motivó a Orígenes a titular los 27 últimos libros de la Biblia como el Nuevo Testamento38,
teniendo en cuenta que en griego la misma palabra se traduce por pacto o testamento.
Hay autores que dicen que el Nuevo Pacto se refiere a la dispensación cristiana39.
Por ejemplo, el comentario exegético y explicativo de la Biblia aclara que el pacto se
realizará con el Israel literal y con Judá, “no con el Israel espiritual, esto es, los creyentes,
salvo en sentido secundario y como injertados en el tronco de Israel”40
Jeremías de manera explícita contrasta este nuevo pacto con el pacto antiguo hecho
con Israel en el Éxodo. No obstante, Jeremías no señala ninguna falta a ese antiguo pacto.
Tanto él como Pablo en sus epístolas concuerdan en señalar que el problema no estaba en
el pacto en sí, sino en el pueblo del pacto.
Como dice Douckan “The new covenant that Jeremiah describes, far from
abolishing the law, upholds it. The new covenant is in fact a deepening, a reviving, a
renewing of the old law”.41
Para José María Abrego42, el castigo ha sobrevenido por el incumplimiento de la
alianza. La nueva situación exige una nueva alianza.
38 KAISER, Walter, Jr. Toward and Old Testament Theology, Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1991,
p.232
39 CLARKE, Adam, Comentario de la Santa Biblia, Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones, 1980, t. 2, p.
251
40 JAMIESON, Roberto; FAUSSET, A; BROWN, David, Comentario exegético y explicativo de la Biblia, Buenos
Consideramos acertadas algunas implicaciones del nuevo pacto que propone Paul
Gray43 :
1. Una característica del pacto sería un cambio de metodología. Es decir, hasta aquí
Dios había obrado a través de la nación como unidad, pero la nación como tal un día
desaparecería. En la nueva metodología planteada Dios opera por medio del individuo en
su corazón, hay un conocimiento general de Dios (“todos me conocerán”) y hay un perdón
individual del pecado (“perdonaré la maldad de ellos”)
2. Habría una nueva dimensión espiritual. La religión ya no será meramente externa,
la interioridad es la nota dominante. No obstante, aquí hemos de señalar que Dios nunca
quiso una religión externa. Ya con Isaías Dios manifiesta su propósito de reforma espiritual
de su pueblo y abandono de las formas externas (Isa 1,10-20).
3. Habría una nueva relación. Bajo el nuevo pacto, la relación del hombre con Dios
es íntima y personal. Esto queda marcado especialmente por la expresión “daré mi ley en
su mente, y la escribiré en su corazón” (vers. 33).
4. Finalmente se indica un nuevo nivel de moralidad. Es necesaria una
transformación moral y un cambio de corazón.
Nos parece muy acertado el análisis que hace Von Rad sobre el nuevo pacto.
Merece la pena reproducir su pensamiento al respecto:
“El contenido de la alianza del Sinaí fue la revelación de la Torah, es decir: la
elección y la incautación de Israel por Yahvéh, y su voluntad de que se cumplieran los
preceptos legales. Esa Torah permanecerá en el centro del nuevo pacto que Yahvéh quiere
establecer con Israel “en aquellos días”. Así pues, con respecto al contenido de la
autorrevelación de YHWH, nada va a cambiar en el establecimiento del nuevo pacto…la
nueva alianza reemplaza a la antigua no porque, por ejemplo, las normas de vida entonces
revelada hayan dado pruebas de se incompletas, sino porque había sido rota y porque Israel
no la aceptó”44. Así pues, este autor considera que el nuevo pacto que Dios se propone
realizar con su pueblo no es nuevo porque el antiguo sea peor, sino porque Israel había
faltado a su parte.
La continuidad el pacto queda señalada, como ha señalado Anderson45 por los
siguientes elementos que se desprenden de la última parte de la perícopa (vers. 31-34): 1) El
pacto lo hace Dios mismo, “Mi pacto”; 2) Se trata de la misma ley, “Mi Torah ”; 3) se
43 FRANCO, Sergio, Comentario Bíblico Beacon, Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones, 1966, t. 4
44 VON RAD, Gerhard, Teología del Antiguo Testamento, Salamanca: Sígueme, 1976, t. 2
45 Citado en KAISER, Walter, Jr. Toward and Old Testament Theology, Grand Rapids: Zondervan Publishing
establece la misma relación “yo seré vuestro Dios”; 4) la misma “simiente” y “pueblo”,
“vosotros seréis mi pueblo”; 5) el mismo perdón “yo olvidaré vuestras iniquidades”.
En la teología adventista, se comparte esta idea del pacto eterno, que el fondo es
uno y el mismo durante toda la historia, que ha de ser renovado como consecuencia de la
falta del hombre. Por tanto, en este contexto, nuevo significaría renovado. No es un pacto
distinto. Bajo el nuevo pacto “las condiciones por las que se puede obtener la vida eterna
son las mismas que bajo el antiguo: una obediencia perfecta. Bajo el antiguo pacto,
había muchas ofensas de carácter insolente y atrevido para las que no había un sacrificio
especificado por la ley. En el nuevo y mejor pacto, Cristo ha satisfecho la ley en lugar
de los transgresores de la ley, si ellos quieren recibirlo por fe como un Salvador
personal”46.
El nuevo comenzó con el antiguo prometido a Abraham, Moisés y David, y su
renovación perpetuó todas esas promesas. Ahora bien, mientras que el antiguo pacto
había sido grabado en tablas de piedra, el nuevo pacto implica un cambio en el interior
porque es escrito en el corazón. Es un pacto interno más que externo en el que ahora la
ley se convierte en un principio de vida.
Por tanto, uno de los mensajes teológicos más importantes del pasaje es el del
regalo de un nuevo corazón en el cual Dios escribe su ley y permite la interiorización
del nuevo pacto. Y el otro es que la fundación del nuevo pacto es el completo perdón y
olvido de nuestros pecados. Es una completa restauración.
INTERTEXTUALIDAD
FLAVIO JOSEFO47
Analizando la obra de Flavio Josefo nos damos cuenta de no cita explícitamente
nuestra perícopa, no obstante sí que utiliza el término pacto, concretamente su variante
griega diaqh,kh.
En su obra Antigüedades no menciona el pacto en un sentido escatológico, ni
siquiera en un sentido histórico entre Dios y el hombre sino que lo utiliza de forma simple
como relación de confianza entre los hombres. Por ejemplo, en 6:230: y 6:276 habla del
46
WHITE, E. G., Carta 276, 1904
47Historiador judío (37-101 d.C.), nacido en Jerusalén, de linaje real y sacerdotal. Su nombre original fue José
Ben Matías. Fue miembro del partido de los fariseos. Sus obras más importantes son Antigüedades Judaicas y La
Guerra de los Judíos.
28
pacto entre Jonatán y David; en 8:388 habla del pacto entre ahab y benhadad; en 10:63
habla del pacto que Josías obliga a realizar al pueblo en la reforma.
Así pues, no aporta elementos importantes para la compresión del pasaje.
QUMRAM
Respecto al uso de los versículos de nuestra perícopa en la literatura Qumrámica,
tampoco hemos encontrado ninguna mención explícita a los versículos de Jeremías. No
obstante nos ha parecido interesante analizar el uso del término bürît por la trascendencia
que tiene en la misma. bürît aparece en varios contextos:
1) Empleado no teológicamente como autocompromiso 1QS 1,16 1QS 5,10, 1QS
5,9; 6,19; 1QSa 1,2. Es decir, privado de todo tinte religioso, simplemente aparece en
expresiones que indican una firme voluntad de compromiso personal.
2) Dentro del ámbito teológico, en los textos en que se afirma que Dios “se
acuerda” de su bürît 1Q 34 3,2,5; 6QD 3,5; CD 1,4; 6,2. O que “mantiene” su bürît 1QM
18,7. También se habla de obligación, actuar conforme a lo que Dios ha ordenado 1QS 1,
16s.
3) También puede designar un grupo de personas 1QS 5,11.18, que en este caso se
refieren a aquellos que hacen la voluntad de Dios48.
Así pues es interesante observar como entre los escritos que se encontraron en
Qumram, hay algunos que siguen preservando esta fidelidad al bürît de parte de Dios y a
pesar del hombre.
HAFTARÁ
Una línea interesante de investigación que se nos ha propuesto consiste en
contrastar dentro del Ciclo Trienal Sinagogal, con qué lecturas se agrupaban los distintos
pasajes bíblicos. En nuestro caso, hemos descubierto que nuestro pasaje formaba parte de
la Haftará.
Haftará significa conclusión y constituye el conjunto de lecturas de los profetas que
se hacían para terminar las lecturas sinagogales. Parece ser que la costumbre de hacer
lecturas regulares de los profetas se remonta probablemente al período asmoneo y su
48
WESTERMANN, Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento, Madrid: Ediciones Cristiandad, 1978, p.
508
29
WERBLOWSKY, R. J; WIGODER, G., The Oxford Dictionary of the Jewish Religion, Oxford: Oxford
49
PADRES DE LA IGLESIA
MARCIÓN:
Fue un profesor herético del siglo II que llegó a fundar su propia iglesia. Sus ideas
incorporaban creencias de los gnósticos como la existencia de dos dioses distintos, el del
AT y el del NT. Autores como él y los Gnósticos entendían que las diferencias entre el
pacto antiguo y el nuevo pacto se debían a que provenían de diferentes dioses50. No hemos
encontrado una cita explícita de estos versículos de Jeremías, pero el tema de los dos pactos
es recurrente en sus escritos.
Estas ideas heréticas fueron combatidas ampliamente por los padres de la iglesia
que le siguieron, y mucha de la literatura al respecto parece argumentar en contra de esta
ideología.
IRENEO:
Obispo de la Iglesia de Lyon a finales del siglo II. Durante su vida se opuso con
firmeza al gnosticismo.
Ireneo en su libro tercero opone la ley mosaica con la gracia, no obstante dice que
tanto la ley de moisés como el nuevo pacto identificado con la gracia, proceden del mismo
creador y fueron dadas para el beneficio de la raza humana. Dice que el nuevo pacto se
abrió para todas las naciones en el día de Pentecostés con el derramamiento del Espíritu
Santo.
Para Ireneo había 4 pactos principales: el primero con Adán, el segundo con Noé,
el tercero con Moisés y el cuarto el del evangelio.
Así pues, cuando Ireneo cita el pasaje de Jeremías en su libro, identifica dos pactos
distintos. No obstante dice que los dos pactos, tanto el de Moisés, como el “nuevo pacto
de libertad” provienen de Jesucristo.
50BERCOT, David W., A Dictionary of Early Christian Beliefs, Peabody: Hendrickson Publishers, 1998,
p.179
31
CLEMENTE DE ALEJANDRÍA
Fue un teólogo griego y uno de los primeros Padres de la Iglesia que vivó a finales
del siglo II y principios del II. Llegó a ser presbítero y fundó la escuela teológica de
Alejandría.
Clemente de Alejandría en sus diferentes obras, expone creencia en la existencia de
varias dispensaciones. Concretamente hablaba de 7 dispensaciones distintas, que discurren
por este orden: Paraíso, Adán, Noé, Abraham, Moisés, Cristo, Milenio. Así pues, el
concepto de pacto adquiere una peculiaridad teológica en Clemente, de forma que el pacto
que Dios realiza con el pueblo de Israel queda desfasado, igual que la relación que después
establece con los griegos, y se establece el pacto eterno de la gracia. No obstante, el llamado
pacto cristiano, se desplaza hasta la dispensación del milenio.
Menciona en numerosas ocasiones durante sus obras a Jeremías, pero no hemos
encontrado ninguna cita textual de los versículos que estamos estudiando. No obstante, por
el uso que hace del concepto de pacto podemos extraer someramente su posición al
respecto.
Clemente creía que el pacto hecho con los judío y con los gentiles era viejo y hacía
falta uno nuevo y espiritual. Así que Dios dio los pactos a los judíos y la filosofía a los
griegos, mientras que los cristianos pueden conocer a Dios de una forma espiritual más
profunda.
JERÓNIMO
Erudito bíblico, Padre y Doctor de la Iglesia, cuya obra más importante fue la
Vulgata, traducción de la Biblia al latín. Vivió hasta principios del siglo V. y polemizó en
sus obras con muchos teólogos, entre ellos Agustín de Hipona, como veremos a
continuación.
Es precisamente en una carta de Jerónimo a Agustín, en repuesta a las cartas 28, 11
y 71, que Jerónimo cita a Jeremías. Concretamente es la carta 75 del año 404. Jerónimo está
explicando que el que los cristianos mantengan costumbres de los judios es algo dañino y
perjudicial y que cualquiera que las observa “cae en el pozo de la perdición”. En su
explicación, dice que Jesús es el fin de la ley tanto para gentiles como para judíos. En ese
contexto cita a Jeremías 31 explicando que el pacto que Dios promete es con los judíos no
con los gentiles, y por lo tanto, ese nuevo pacto es el que anula todas las leyes ceremoniales
judías.
32
Así pues la concepción que tenía Jerónimo sobre el nuevo pacto era de sustitución
del antiguo por el nuevo. El nuevo dejaba atrás todo lo que había configurado las leyes
judías y las dejaba obsoletas.
SAN AGUSTÍN
San Agustín de Hipona fue un gran teólogo cristiano, y ha sido considerado como
el más grande de los Padres de la Iglesia y uno de los más eminentes Doctores de la Iglesia
occidental. Desarrolló su obra hasta prácticamente mediados del siglo V d.C.
La obra de Agustín es muy prolífica, no obstante podemos destacar algunos pasajes
en los que cita directamente a Jeremías tratando el tema del nuevo pacto.
Agustín responde a Jerónimo en la carta 82 que si bien en Jeremías Dios prometía
establecer un nuevo pacto con la casa de Judá, no como el pacto que había hecho con sus
padres, no por ello los actos que había hecho Jesús cumpliendo las leyes judías habían sido
una mera simulación. Al parecer Jerónimo decía que la única forma en la que cumplir las
leyes judías no hacía daño era si era por engaño.
Así pues, aunque el tema del nuevo pacto, expuesto por Jeremías y citado en
numerosos versículos de la Biblia despertó discusiones entre los padres de la iglesia, tanto
Jerónimo como Agustín coincidían en afirmar la aplicación del nuevo pacto en la era
cristiana.
APLICACIÓN
Los versículos que hemos analizado en este trabajo constituyeron un mensaje de
esperanza muy claro para el pueblo de Israel hace más de 2500 años, y sin embargo, siguen
aportando la misma esperanza en nuestros tiempos.
Una de las ideas más importantes a destacar de este estudio es que la renovación del
pacto con el pueblo infiel constituye el mensaje central del libro de Jeremías. Esto fue de
gran importancia en el contexto histórico en el que se escribió, como ya hemos visto. No
obstante constituye una lección espiritual para nosotros.
La experiencia del pueblo de Israel se parece en muchos aspectos al caminar de la
vida cristiana. En muchas ocasiones el hombre encuentra que se ha apartado de Dios, que
ha fallado a la promesa que un día hizo, que ha roto el pacto una vez establecido. Además,
es posible que la vida del cristiano esté llena de amenazas de destrucción, de enemigos que
se acercan y circunstancias adversas buscadas o no, merecidas o inmerecidas. Para el pueblo
de Israel, el mensaje de Jeremías constituyó una promesa de restauración a la que aferrarse.
33
Constituyó un nuevo ofrecimiento de parte de Dios para renovar ese pacto eterno
totalmente inmerecido.
De la misma forma, podemos leer ese mensaje en nuestras vidas. A pesar de todas
las dificultades, a pesar de todas nuestras rebeliones e iniquidades, Dios de nuevo nos
ofrece establecer un pacto. Dios se acerca a nosotros y nos permite renovar el pacto que
hemos roto. Por muy alejados que estemos, a pesar de no haber hecho caso a los mensajes
de Dios, Él sigue ofreciendo la promesa de su fidelidad y perdón total de todas nuestras
culpas. Dios nos da la oportunidad de comenzar de nuevo.
Por otra parte, algo muy importante para nuestras vidas es que la base del nuevo
pacto es la interiorización de la ley de Dios en nuestros corazones. Como hemos visto, esa
expresión implica una completa interiorización de la ley de Dios en nuestros pensamientos
y sentimientos. En nuestra vida al fin y al cabo. No se trata por tanto de un mero
asentimiento intelectual, sino de un nuevo nacimiento, una completa restauración de la
relación con Dios en la que él se ofrece para darnos un nuevo corazón y escribir en él su
ley para que seamos así su pueblo.
Estas lecciones son muy importantes. Una correcta interpretación de estos
versículos transmite el verdadero carácter compasivo y paciente de Dios hacia nosotros, y
su propósito de salvación para nuestras vidas. Dios nos ofrece un nuevo pacto, y podemos
tener la seguridad de que nunca lo va a romper. Está en nuestra mano aceptarlo y renovar
nuestra relación de confianza con Dios mediante un pacto que durará toda la eternidad, e
interiorizar su ley que guiará toda nuestra existencia.