Nuevo Proceso Penal Pablo Sanchez Velarde 2009

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PAULO S Á N C U Í Í Z VULARDÜ

Catedrático de ia Facultad de Derecho de Ja


Llniversiilint Niiciünal Ma\jor ik Sun Marcus

EL NUEVO
PROGESO PENAL

IDERflSA

L i m a - Perú
EL NUEVO PUOC ESO PENAL

Primera Edición: Lima ­ abril de 2009


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Queda ternúmmtemenleprohibida la reproducción


total o parcial de esta obra por cualquier método
o forma electrónica, incluyendo el sistema de
fotocopia, sin autorización escrita de las editores
y el oiilor.

IMPRESO EN P E R Ú
P R I N T E D IN P E R U
A nutsiro Profesor Juan Montero Arocu
por sus enseñanzas y consejos.

A mis alumnos de Derecho Frocesul Penal.


т.
PRÓLOGO

Después de los primeros años de puesta en vigencia del nuevo có-


digo procesal penal, nos permitimos presentar un segundo texto sobre
esta materia a fin de poder expresar nuestro análisis y comentarios a la
luüc' de las primeras experiencias e interpretaciones que se realizan en
torno a la nueva forma de investigar e impartir justicia en nuestro pais.

El nuevo proceso penal constituye uno de los instnimentos j iirldicos


más importantes que se ha creado en al legislación peniíina en los últi-
mas décadas. Su texto normativo está a la altura de los mejores códigos
existentes en el derecho procesal moderno y ciertamente revoluciona la
justicia penal en nuestro país. Ello exige a los juristas y docentes imiversir
tarios, y sobre todo al suscrito, a analizar el nuevo código y toda su regula-
ción normativa asi como a la doctrina y jurisprudencia, con la finalidad de
presentar a la comunidad estudiosa cual es la filosofia del nuevo proceso
penal, las características de sus instituciones y las nuevas formas de proce-
dimientü, ilentro de un marco constitucional, académico y crítico.

N o s encontramos ante una legislación procesal penal ágil, dinámi-


ca, rodeada de principios y garantías en los procedimientos que regula,
principios y derechos a favor del imputado y de la víctima. Define con
claridad las etapas de investigación a cargo del Fiscal como la de jvizga-
miento, previa fase de filtro o etapa intermedia, a cargo de los Jueces.

La latea de investigación preliminar y preparatoria bajo la direc-


ción del l'iscal hace de diclm autoridad la única encaigada de la persecu-
ción penal pública, bajo principios y garajitías preestablecidas y dentro
del marco de defensa de la legalidad y respeto a los derechos fundamen-
F.t. NUEVO PROCESO PENAL

laJes de la persona. Su independencia e imparcialidad, la objetividad y


la inmediación en la investigación, son los principios rc¿íores do su ac-
tuación, además de considerar que la nueva legislación procesal permite
construir un nuevo enfoque del trabajo del Ministerio Piiblico bajo un
modelo corporativo que le da mas agilidad a la función fiscal y posibilita
el trabajo en equipo en aquellos casos considerados complejos. En la
misma linea funcional, el Fiscal inicia la investigación del delito y par-
ticipa activamente en lodo el proceso penal, lo que le permite un mayor
conocimiento del caso y la adopción de la mejor decisión: pedir el .sobre-
seimiento o acusar, esta última posibilidad, a su vez, le crea las mejores
condiciones para sustentar su acusación en el juicio oral. Entonces, su
nuevo rol resulta de suma trascendencia en el nuevo proceso penal.

La labor jurisdiccional sé diferencia sustancialmentc del sistema pro-


cedimental anterior. Se crea un juez pena! que confióla la investigación fis-
cal, decide el apersonamiento de. las partes y la posible afectación de ios
derechos fiíndamentales de la persona; que es ci Juez de la Investigación
Preparatoria, quien, además de dictai todas las medidas de coerción perso-
nal, real y patrimonial -previa audiencia y escuchando a las parles-, toma la
decisión de pasar o no a la fase del juzgamiento en la llamada etapa inter-
media del proceso, donde, igualmente, dirige la Audiencia Preliminar, escu-
cha al Fiscal y las olías partes y toma la decisión jurisdiccional dictando la
resolución que corresponda. La nueva ley prevé que el juicio oral se realice
bajo la dirección de otro órgano jiirisdiccional que puede ser unipersonal o
colegiado, según la gravedad de la infi-acción, quién va a conocer del caso,
dirigir la actuación de las pruebas, escucha los alegatos y dicta la sentencia.
También debe resaltarse la creación del juicio de apelación en segunda ins-
tancia, bajo la dirección del juez que preside de la Sala Superior, con inter-
vención del Fi.scal Superior y la Defensa, audiencia donde se podrán actuar
nuevamente las pruebas, escuchar al imputado y dictar sentencia definitiva.
El caso sólo puede ser objeto de conocimiento por la Corte Suprema vía
Recuiso de Casación.

El derecho de defensa en el nuevo proceso penal es muy amplio.


Desde ia perspectiva de la defensa del imputado, el nuevo código le otorga
mayor intervención desde la investigación preliminar, ofreciendo pruebas,
participando de las diligencias que son propias de dicha fase, solicitando
al juez la variación de las medidas de coerción impuestas e informando
Puòi.oco

oralmente en líis audiencias previas ante el juez, suliciUuiclü la aplicación


de mecanismos de simplificación de procesos y supuestos expresos de
oportunidad, o de otros medios de defensa técnicos, interviniendo en la
fase intermedia del proceso, incluso, pudiendo lograr en dicho estadio, el
sobreseimiento de la causa; además, interviene activa y directamente en el
análisis de prueba en el juicio oral, formula alegatos, pudiendo continuar
con su pretensión defensiva en hi nueva audiencia de apelación e incluso,
ir en casación ante la Sala Penal Suprema. En el mismo sentido, la defensa
de la víctima tiene derecho a intervenir y ser escuchado diu-ante todo el
proceso penal ante el fiscal y juez competentes, e incluso, se posibilita
que el agraviado mismo, sin haberse constituido en actor civil y en casos
preestablecidos, sea escuchado por la autoridad judicial.

Insistimos que el éxito de la aplicación del nuevo código procesal


depende, sustancialmentc, de la preparación y la capacitación que reci-
ban las autoridades judiciales, la defensa pública y la policía encargada
de prestar apoyo al Fiscal. Por su parte la defensa particular-sobre todo
los colegios profesionales que los agrupa- deberá ampliar sus esñierzos
para alcanzar los estándares adecuados para intervenir y cumplir debida-
mente su fi.mción. La experiencia nos está demostrando que en la línea de
interpretación y aplicación de la nueva legislación se requiere que las au-
toridades y personas que intervienen avancen en paralelo o a una misma
velocidad, de allí que sea de mucha importancia el apoyo de las institu-
ciones corriprometidas en el proceso de reforma de la justicia penal, sobre
todo en el ámbito de la capacitación y de sus necesidades logísticas.

Debo expresar a la comunidad jurídica, que entregamos el pre-


sente libro, con el único afán docente de contribuir a la mejor inter-
pretación de las disposiciones del nuevo código procesal penal a la luz
de la experiencia y de los casos prácticos que se están presentando en
su aplicación progresiva. De allí nuestro agradecimiento a los fiscales,
jueces, abogados y a mis alumnos, por sus observaciones, ideas y co-
mentarios, los mismos que han sido de mucha utilidad en la elaboración
de esta obra.

Lima, marzo de 2009.


JÊfé
INDICE GENERAL

Prólogo

CAPÍTULO I
CONCRFIOS CENTRALES

I. Estriiclura del nuevo proceso penal , 27


1. Nueva dinámica del proceso penal 27
2. Las elapas del proceso penal 29
3. La nueva organización l'iscal 30
4. La nueva organización jurisdiccional 32
II. Jurisdicción y compeleiicia 36
1. Concepto 36
2. Caraclerislicas 38
3. • Relaciones con otras disciplinas 38
4. La jurisdicción 39
4.1. Características 41
'Í.2. Jiiri.ul¡cción ordinaria y jurisdicción militar 44
5. La competencia 46
5.1. Criterios de determinación 47
5.2. Competencia objetiva y funcional 48
5.3. Competencia territorial 51
5.4. Competencia por conexión 54
5.5. Cuestiones de competencia 56
5.6. Acumulación y desacumulación de casos 59
6. La inhibición y la recusación 60
6.1. I.a inhibición 51
6.2. La reculación 64
12 EL NUEVO PROCCSO PENAL

III. Sujetos procesales 66


1. Introducción 66
2. EIJuez Penal 67
2. ]. La intervención del juez en el proceso penal
ordinario 68
2.2. Etapas del proceso penal y las funciones del
Juez Penal • 69
3. El Ministerio Público 71
3.1. Diseño constitucional 71
3.2. Principios que orientan su actividad 72
4. El imputado y su defensa 76
4.Í. Concepto 76
4.2. Derecho de defensa. Manifestaciones 77
4.3. Abogado defensor. Derechos 79
5. Las personas jurídicas '. 80
6. La víctima. El agraviado y el actor civil 81
7. El querellante particular 83
8. El tercero civil 84

CAPÍTULO 11
L A INVESTIGACIÓN PRELIMINAR
Y PREPARATORIA

1. Investigación preliminar 89
1. Cuestiones preliminares 89
2. Régimen de la denuncia 90
3. Rol del Ministerio Público y la policía 92
3. ¡. Rol del Ministerio Público 92
3.2. Rol de la policía 94
3.J. Coordinación Ministerio Público y policía 99
4. Diligencias propias de la Investigación Preliminar 100
4.1. Declaraciones policiales 101
4.2. Pericias 102
4.3. Actas policiales 104
5. EMnformc Policial 105
ÍNDICE OEHBRAL 13

6. Intervención judicial y medidas coercitivas personales 106


7. Intervención de la defensa 107
8. El plazo de la investigación preliminar JOS
9. Las posibilidades de decisión del Fiscal investigador 110
10. Prohibición de nueva denuncia 112
11. El principio de oportunidad 113
11. La investigación preparatoria 122
1. Ideas preliminares : 122
2. El Ministerio Público continúa con la investigación 123
3. Líneas rectoras de la investigación preparatoria 124
4. Finalidad, características y efectos de la Investigación
Preparatoria 126
4.1. Financiad : 126
4.2. Caraclerislicas 126
4.3. Efectos 127
5. Formalización y continuación de la investigación 128
5.1. Pre,supiie.%tos 128
5.2. Contenido de la disposición Fisccd 130
6. La función del Juez de la Investigación Preparatoria 131
7. Las principales diligencias 132
7.1. La declaración del imputado 132.
7.2. La declaración de los testigos 135
7.3. El examen del testigo 135
7.4. La declaración del agraviado .-. 139
7.5. La pericia 139
7.6. El careo...., 143
7.7. Los documentos 144
7.8. El reconocimiento de personas 145
7.9. La inspección Judicial y la reconstrucción ............ 146
7.10. Las diligencias especiales 148
8. Actos especiales de investigación 151
8.1. Circulacióny entrega vigilada de bienes delictivos 151
8.2. El agente encubierto 152
9. Plazo de la investigación preparatoria 152
14 ET NUEVO PROCESO TENAL

CAPÍTULO I I Í
L A E T A P A I N T E R M E D I A Y EL J U Z G A M I E N T O

I. La etapa intermedia del proceso penal 157


1. Naturaleza jurídica 157
2. La Acusación Fiscal 158
2. !. Contenido de la acusación Fiscal 1 59
2.2. Características complementarias 162
2.3. Esquema formal de la acusación escrita o
requerimiento de acusación 163
2.4. Trámite del requerimiento acusatorio 164
3. La audiencia de control de la acusación 167
4. El sobreseimiento del proceso. La audiencia de control 170
5. La interposición de nuevos medios de defensa 172
6. El control de las pruebas para cl juicio oral 173
7. El auto de enjuiciamiento 173
8. Duración de la Etapa Intermedia 174
II. La fase de juzgamiento 175
1. Principios rectores del juicio oral 176
2. Características principales 179
3. Actos previos e iniciales del juicio ora) 180
III. Desarrollo del juicio oral 183
1. La conclusión anticipada de! juicio oral 183
2. La admisión de nueva prueba en el juicio oral 184
3. Posibilidad de ampliación de cargos de la
incriminación 185
4. El orden en el examen de la prueba 186
5. El c x a t n c n del acusado 187
6. El examen de testigos y peritos 188
7. El examen de la prueba material lí'O
8. La oralizacion de la prueba documental 191
9. La prueba de oñcio 193
10. Los alegatos finales 194
IV. Técnicas de intervención oral 196
1. Introducción 196
2. Teoria del caso. Concepto 197
3. Importancia y utilidad 198
4. Caraclerislicas 199
5. Construcción de la teoría del caso 200
6. Estrategias para la comunicación. Las técnicas
de inicrvcnción oral 201
7. Bl alegato de apertura 201
8. El examen o interrogatorio directo 202
9. El conlraexamen o contrainterrogaloriü 205
10. Las objeciones 207
.11. El alegato de clausura 208
V. La sentencia pena! 211
1. Características principales de la sentencia 211
2. La sentencia absolutoria 214
3. La sentencia condenatoria 215
4. La impugnación 216
VI. La ejecución de la sentencia 217
1. Órganos encargttdos de la ejecución de las sentencias 217
2. Características importantes de la ejecución penal 217
3. L a ejecución civil 218

C A P Í T U L O IV
L A ERUE15A

I. Aspectos generales 223


1. Concepto de prueba 224
2. Marco constiuicional 225
3. Piincipios que rigen la actividad probatoria 226
A. Conceptos previos: medio, fuente y Órgano de prueba 230
5. Objeto de prueba 231
6. Excepciones a la práctica de prueba enjuicio oral 233
6.1. La pruebii anticipada 233
6.2. La pnicha precomtituida 236
7. La prueba prohibida 237
8. Los actos de investigación y los actos de prueba.
Diíerenciiis 242
16 El. NUEVO PROCESO PENAL

II. Medios de piaicbn en pailicular 244


1. La confesión judicial 244
Características 246
7.2. Confesión sincera y espontanea 247
1.3. La retractación de la confesión 248
2. Prueba testimonial 248
2.1. FA testimonio ; 249
• 2.2. Caracter'isticas del íestimonio 250
2.3. Cla.ses de testigos 252
2.4. Obligación de testimoniar 253
2.5. No obligatoriedad del testimonio 255
3. El cateo 257
3.1. Naturaleza Jurídica : 257
3.2. Características del careo 258
4. La prueba pericial 259
4.1. Concepto 259
4.2. El perito 260
4.3. El informe pericial 262
4.4. Examen pericial 263
5. La prueba documental 263
5.1. Concepto 263
5.2. El documento como objeto y medio de prueba 264
5.3. Clases de documentos 265
5.4. Obligatoriedad de presentar, exhibir o permitir
el conocimiento de documentos. Orden de
incautación 267
5.5. Reconocimiento de documentos.: 267
5.6. Otras características 267
III. La valoración de la prueba 268
1. Concepto bá.sico 268
2. Sistemas de valoración de la prueba '. 269
3. La valoración de la prueba y el in dubio pro reo 270
4. Reglas a observar en la valoración de la prueba 272
5. Criterios particulares de valoración 272
imv.:a
17
GENERAL

3. ]. Valoración da la declaración de testigos de


referencia, de arrepentidos o colaboradores 273
5.2. Valoración de la pruebo indiciarla 273

CAPÍTULO V

B Ú S Q U E D A DE P R U E B A Y
R E S T R I C C I Ó N DE D E R E C H O S

I. Aspectos generales 283


1. Introducción 283
2. Concepto 284
3. Principios 284
3.1. Principio de legalidad. 285
3.2. Principio de suficiencia indiciarla 285
3.3. Principio de jurisdiccionalidad 285
3.4. Principio de motivación 286
3.5. Principio de proporcionalidad 286
II. Búsqueda de pruebas y restricción de derechos

en particular 287
1. Control de identidad policial 287
1.1. Concepto 288
1.2. Reglas en el desarrollo de esta medida 289'
1.3. Intervención fisccd 291
1.4. Controles policiales públicos en delitos graves 293
2. La video vigilancia 294
2.1. Concepto '. 294
2.2. Ámbito de aplicación 295
2.3. Ejecución 295
2.4. Intervención Fiscal 296
3. Las pesquisas, la retención y el registro de personas 297
3.1. Las pesquisas 297
3.2. Retención 299
4. La intervención corporal 302
4J. Concepto 302
4.2. Clases de intervenciones 302
5. El allanamiento 305
18 EL mjcvo niocESO PENAL

5.}. La inviolabilidad de domicilio coma derecho


fundamental 305
5.2. Concepto 306
5.3. Presupuestos 306
5.4. Desarrollo de la medida 307
6. La exhibición forzosa e incautación de bienes 308
6.}. Concepto 308
6.2. Presupuestos 308
6.3. Desarrollo de la medida 309
6.4. Exhibición e incautación de dncumefitos no
privados 309
7. El control de las comunicaciones. Interceptación e
incautación postal 310
7. L La inviolabilidad de ¡as comunicaciones y
documentos privados como derecho fundamental.... 310
7.2. Concepto 311
7.3. Requerimiento fiscal y resolución judicial 311
7.4. Ejecución de la medida 311
7.5. Requerimiento a tercera persona 312
8. La intervención de las comunicaciones y
telecomunicaciones 312
8.1. Derechos fundamentales e intervención 312
8.2. Concepto 313
8.3. Procedimiento 3 1 4
9. Aseguramiento e incautación de documentos privados 315
10. El levantamiento del secreto bancario y de la reserva
tributaria 316
10. l. Protección constitucional del secreto bancario
y de la reserva tributaria 316
J0.2. Procedimiento en materia de levantamiento del
secreto bancario 318
10.3. Aplicación análoga en el caso de levantamiento
de reserva tributaria 318
11. Clausura o vigilancia de locales e inmovilización 319
;/./. Concepto 319
ÍNDICE GUNERAL 19

11.2. Características 319


11.3. Procedimiento 320

CAPÍTULO V I
L A S M E D I D A S DE C O E R C I Ó N P R O C E S A L

I. Aspectos generales 323


1. Concepto ; 324
2. Los principios rectores 325
3. Presupuestos 327
4. Clasificación 328
II. Medidas de coerción personal 328
1. La detención 330
1.1. La detención policial 330
/. 2. F.I arresto ciudadano 332
1.3. Detención preliminar por mandato judicial 333
2. Prisión preventiva 335
2.1. Presupuestos 336
2.2. Características 340
2.3. Duración 341
2.4. Impugnación 343
2.5. La incomunicación 343
2.6. La cesación o variación de la prisión preventiva 344
3. La comparecencia • 345
2.1. Comparecencia simple 346
3.2. Comparecencia con resDicciones 346
4. La detención domiciliaria 348
5. La internación preventiva 349
6. El impedimento de salida del pais 350
7. La suspensión preventiva de derechos 350
]fl. Medidas de coerción real 351
1. El embargo 352
2. Otras medidas reales 353
2.1. Orden de inhibición 354
2.2. El desalojo preventivo 354
20 EL NUEVO TROCESO pnNAL

2.3. Medidas anticipadas 355


2.4. Medidas preventivas contra personas jurídicas 355
2.5. Pensión anticipada de alimentos 356
3. La incautación (o secuestro) 357
3.L Objeto de incautación 358
3.2. Bienes incautados 358

CAPÍTULO V Ü
L O S PROCliSOS ESPECIALES

I. Introducción 363
II. El proceso inmediato 364
1. Supuestos de aplicación (artículo 446) 365
2. Trámite y resolución 366
3. Proceso inmediato y acusación directa: diferencias 367
lU. Ei proceso por razón de la función pública 368
1. Proceso por delito de función atribuidos a altos
funcionarios públicos 369
2. El proceso por delito común atribuido a congresistas
y otros altos funcionarios públicos v 375 '
3. El proceso por delito de función atribuido a otros
funcionarios públicos (magistrados y procuradores) 376
IV. El proceso de seguridad 378
1. Instauración del proceso 378
2. Características del proceso 379
3. Reconversión al proceso ordinario 380
V. El proceso por delito de ejercicio privado de la
acción penal 381
1. Trámite del proceso: control de admisibilidad,
investigación preliminar, auto de citación a juicio,
audiencia, sobreseimiento y medidas cautelares 382
2. Abandono, desistimiento y muerte o incapacidad
del querellante 384
3. La impugnación 384
V I . El proceso de terminación anticipada 384
I. El acuerdo o negociación entre las parles 386
ÍNDICE CiENCÍlAL 21

2. Oportunidad de su aplicación y sujetos procesales


legitimados 387
3. Ámbito de aplicación 389
4. Normas de procedimienlo 390
5. Audiencia especial y privada 392
6. Control y resolución judicial 392
7. Apelación 393
8. Casos complejos 393
Vil. Proceso por colaboración eficaz 394
1. Naturaleza jurídica 395
2. Principios que rigen este proceso 395
3. Características principales 396
4. Ámbito de aplicación /. 396
5. Beneficios que se otorgan 397
6. Normas de procedimiento ; 397
7. Acuerdos 398
8. Control judicial del acuerdo 399
9. Obligaciones del beneficiado 400
10. Revocatoria de los beneficios 400
11. Proceso por faltas 401
12. Naturaleza jurídica de las faltas 401
13. Competencia ^ 402
14. Normas de procedimiento 402
15. Impugnación 404

CAr'ÍVULÜ VJU
EL S I S T E M A DE M E D I O S I M P U G N A T O R I O S

I. Aspectos generales 407


1. Conceptos 407
2. Principios que orientan los recursos 409
3. Efectos •:. 411
4. Ciasificíición de los recursos 412
II. Los recursos en el código procesal penal 2004 413
1. Caraclerislicas conuines 413
2. El recurso de reposición 414
22 EL NUEVO piiocKio PENAL

3. El recurso (le apelación ''15


4. El recurso de casación 421
5. El recurso de queja de derecho 427
111. La revisión de la sentencia: acción de impugnación 428
1. Concepto 428
2. Supuestos de aplicación 429
3. Interposición, trámite y sentencia 430

CAPÍTULO IX
L A C O O P E R A C I Ó N JUDICIAL I N T E R N A C I O N A L

1. Marco normativo nacional e internacional 435


2. Los actos de cooperación judicial internacional 435
3. La autoridad central 436
4. La extradición 437
5. Clases de extradición 437
5.7. La exiroáición pasiva 438
5.2. La Extradición activa 439
6. Asistencia judicial internacional 440
7. Cooperación con la Corte Penal Internacional 440

SENTENCIAS CASATORIAS

1. Auto de calificación / improccndcte 445


2. Auto de calificación / inadmisible 448
3. Auto de calificación / bien concedido - inadmisible 451
4. Sentencia de casación / fundado 453
5. Auto de calificación / bien concedido 466
6. Sentencia de casación / fundado - infundado : 468
7. Sentencia de casación / fundado 478
8. Auto de calificación / inadmisible - bien concedido 484
9. Sentencia de casación / infundado 487
ÍNDICE GLNEJIAI. 23

DIRECnVAS Y R E G L A M E N T O S R E L A C I O N A D O S
C O N EL N U E V O C Ó D I G O P R O C E S A L P E N A L

L Resolución de la Eiscalía de la Nación ( № 029 ­2005­MP­FN/


Lima, 06 de ene. 2005). Directiva para el desempeño funcional
de los fiscales en la aplicación de los artículos 205° al 210° del
código procesal penal 499
II. Reglamento de la cadena de custodia de elementos materiales,
evidencias y administración de bienes incautados (Aprobado
por Resolución N " 729­2ÜÜ6­MP­FN del 15 junio 2006) 513
III. Resolución de la Fiscalía de la Nación ( № 243­2007­MP­FN/
Lima 20 de feb. 2007). Directiva N " Ü01­2ÜÜ7­MP­E Tll/C PP
Instrucciones para el adecuado desempeño del Fiscal en el rol
constitucional del nuevo modelo procesal penal 540
IV Resolución de la Fiscalía de la Nación ( N " 053 ­2008­MP­FN/
Lima, 15 ene, 2008). Reglamento del Programa Nacional
de Asistencia a Víctimas y Testigos 544
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CAPÍTULO I

CONCEPTOS GENERALES

i*
I. E S T R U C T U R A D E L N U E V O P R O C E S O P E N A L

l. NUEVA D I N A M I C A DEL PROCESO PENAL

La r e f o i T n a de !a justicia penai se inicia con la vigencia de un


nuevo sistema procesal penal acorde con la legislación moderna en el
derecho comparado y con características tan particulares que permiten
avizorar una mejora sustancial en Injusticia peruana.

Rl nuevo proceso se ubica dentro del sistema de corte acusatorio


o predominantemente acusatorio y con las características propias del
proceso moderno: a ) la separación de fimciones de investigar y juzgar
a cargo del Fiscal y del Juez, otorgándose al Ministerio Público la tarea
de la persecución penal de los delitos públicos; b ) el predominio de los
principios de oralidad y de contradicción en cada ima de las audiencias
que prevé la ley; y c ) el fortalecimiento de las garantías procesales a
favor del imputado y agraviado en paridad de condiciones y posibilida­
des de intervención. Naturalmente, el nuevo modelo procesal requiere
además de un cambio radical no solo en la estnictura organizacional de
las instituciones involucradas en el nuevo proceso sino también de un
cambio en la actuación ftmcional de los sujetos procesales y de los ór­
ganos 'de apoyo. En tal sentido nuestra doctrina pone su cuota de apoyo
a la mejor interpretación y análisis de la nueva legislación procesal.'

1 Enire Qtros trubajus, véanse SAN MARTIN CASTRO, César, A c e r c a de la ñinción del juez
de la investignción prepiiratoria. en Rev. Actualidad Jurídica, № 1 4 6 , Lima 2 0 0 6 , p.
2 7 5 ­ 2 8 ' l ; C UB/\S VILLAMUEVA, Victor. El nuevo Código J^rocesat: ¿Revolución Pe­
mil?, publicación de Justicia Viva, Lima, 2 0 0 4 ; GALVEÍ VJLI.EQAS, Tomás con otrus
m

28 EL NUEVO PROCESO PENAL

El nuevo Código Procesal Penal -promulgado por cl Decreto L e -


gislativo N " 957- establece una nueva estructura del proceso en rela-
ción al texto vigente. Su eje rector y fundamental es la nueva dinámica
que deben imprimir los operadores jurídicos, pues si bien es cierto se
mantienen las actuaciones propias de todo proceso penal radicados en
cl ámbito de las diligencias y sus formas así como de la actividad pro-
batoria, también lo es que la forma de interpretar cl nuevo texto, la
de realizar las nuevas diligencias y en suma, la de aplicar la.s nuevas
instituciones deben de merecer un cambio en la visión del operador sea
fiscal, juez, abogado y litigante.

En cl marco de la actuación funcional de los órganos encargados


de la investigación y juzgamiento así como de los señores defensores,
la reforma implica cambio de actitud, mayor dinamismo, celeridad, ob-
servancia al debido proceso y a las normas de procedimiento, respeto a
las autoridades judiciales y a sus decisiones. Los resultados sólo podrán
alcanzarse en la medida que el intérprete y aplicador de la ley asuman
internamente las bondades de! micvo proceso penal. Pero, sobre lodo,
es importante anotar la necesidad de las políticas que impriman las ins-
tituciones comprometidas en la reforma, aún cuando se encuentre bajo
la tutela presupuestaria del Poder Ejecutivo. A estas alturas, de aplica-
ción progresiva del nuevo código, no cabe duda que se requiere no sólo
decisión política institucional, sino también decisión política y cconó-
jnica del gobierno para alcanzar los éxitos que lodos esperamos.

Ello .se está logrando en la implementación escalonada del nuevo


proceso penal en los distritos judiciales donde cl Código ya esta vigente.
Y ciertamente, la dinámica depende mucho de la actividad del Fiscal con
cl apoyo de la policía, en primer orden, y del juez de la investigación
preparatoria principalmente, dado que es en la fase preparatoria e inter-
media donde se espera la decisión jurisdiccional a fin de resolver las me-

Bulore.-;, F.I Córlign Procesal Penal, Jurista Editores, I.iins, 2008; MAVILA, Rns.i. El
nvevo sistema procesal penal. Jurista Editores, I.ima 2005; DiiniiT, Joseph, .Mguniis
aportes de iiniricación del procediuiicnlo penal cu Si)Í7Ji. t.a rerornia del proceso pe-
nal peruano, en Anuario de Derecho Penal, Lima, 2004; RonniGiiw. HURTADO, Mario,
Í . M principios de la re/oi ma y el Ululo preliminar en el nuevo códign procesal penal
(NCrr),en Revisla Inslilucioiial de la Academia de la niagistraUíra N " 8, Lima, i»ar7.o
2008, p, 1.39-173.
CAI'ITUI.O 1: CuNCEpiüs ctNtiiAi i-;s 29

elidas que afectiui los derechos fuiulamenlídes de la persona invesligada


a través de la adopción de las medidas de coerción que la ley establece.

2. I.AS ETAPAS DEL PROCESO PENAL

Tradicionalmente y confonne a! modelo antiguo, se ha concebido


al proceso penal en dos etapas: instrucción y juzgamiento. La inves-
tigación policial o preliminar, anterior al proceso, no fue considerada
como parte de su estructura. Sin embargo, su importancia debe resaltar-
se debido a que constituye el primer paso de investigación que puede
dar lugar al inicio del proceso. De allí que en el derecho comparado se
ponga de relieve su importancia y se constituya e n una de las fases o
etapas que mas rigurosidad debe de tener, pero siempre bajo el control
y dilección del Fiscal.

Desde una perspectiva ftmcional, en el nuevo proceso penal se


pueden distinguir cinco etapas que se caracterizan por su continuidad y
cada una de ellas con chuas delimitaciones:

1. La investigación preliminar;

2. la investigación preparatoria;

3. • la etapa intermedia;

4. el juzgamiento; y

5. la etapa de ejecución.

Estas etapas se suceden imas a otras dependiendo de la necesidad


de continuar con la investigación de los hechos denunciados, con la posi-
bilidad de juzgamiento y son de naturaleza preclusiva. De tal manera que
culminudu la etapa de investigación preliinimu- (o de investigación fiscal
0 policial) si e.H.isten elementos probatorios para pasar a la etapa de inves-
tigación preparatoria, el Fiscal emite una Disposición de formalización de
la investigación preparatoria y continua con las diligencias necesarias,
con intervención de los defensores y bajo la supervisión del Juez para
la Investigación Preparatoria. Culminada esta etapa, se pasará a la fiíse
Intermedia, cspLtcio procesal donde el Ministerio Público decidirá si for-
30 EL NUEVO PROCESO PENAL

muía acusación o cl archivo del proceso; las posibilidades de observación


de la acusación eslán pennitidas a las partes así como la interposición de
nuevos medios técnicos de defensa. Superada esta fase de saneamiento
procesal, el juicio oral se inicia y desarrolla sin mayor obstáculo procedi-
mental, pero igualmente, con posibilidades de conclusión anticipada de la
sentencia. La ejecución de ésta también queda regulada en la ley.

Algunos autores sólo consideran la existencia de tres elapas: inves-


tigación preparatoria, la etapa intermedia y cl juzgamiento. Dentro de la
primera se incluye la investigación preliminar, claro está, cuando .se dis-
pone el inicio de la investigación preparatoria las diligencias que se ac-
tuaron preliminarmcnte pasan a formar parte de la última. Sin embargo,
cuando la investigación preliminar no amerita el paso a la siguiente fase
y se arcliiva la misma (porque no hay delito, no hay pruebas o se aplica
el principio de oportunidad), cl proceso queda en estadio inicial. En otras
palabras, puede haber investigación preliminar y no preparatoria, y sí ésta
última que comprenda -por necesidad del sistema- a la primera.

En lodo caso, son interpretaciones que quedan más en el ámbito


del ajiálisis teórico o académico, que en lo operativo o practico. L o
mismo se puede decir de la llamada fase de ejecución de la sentencia,
que tradicionalmente se ha dejado en manos de las autoridades admi-
nistrativas, y que ei legislador ha considerado darle mayor intervención
a las autoridades judiciales, de esa manera tanto juez y fiscal mantienen
su relación con el caso hasta que la condena y el pago de la reparación
civil a la víctima se haga efectiva. Además, debe admitirse que el juez
juzga y también hace ejecutar lo que juzga.

3. L A NUEVA ORGANIZACIÓN FISCAL "

Toda reforma del proceso penal trae consigo cambios sustanciales


en el sistema de organización judicial y también en la estructura orgáni-
ca y ñmcional de los fiscales y jueces y los auxiliares de justicia, como
también en el desempeño profesional de la policía y ios defcn.sores. En
todos los casos, se viene observando que el proceso de implementación
progresiva afronta obstáculos propios del cambio de modelo básica-
CAI'ITULÜ 1: CoNCHKws GI-NEIOM.HS 3^1

mente inquisitivu a uno d e corte acusíttorio y de iu limitada capacita-


ción de alguno d e sus actores principalmente, de la policía.

Hn el caso de la Fiscalía, el cambio es importante en la medida


que deja de ser un partícipe más de las diligencias dirigidas por los jue-
ces y asume im rol protagónico en la investigación del delito; además,
es el eje jurídico de toda investigación preliminar por delito público. Se
potencian, se amplían y se reafirman sus funciones que ya realizaba en
la práctica actual, sobre la base de las normas de orden constitucional y
de la legislación existente. Naturalmente se requiere de una nueva Ley
Orgánica y Reglamentos.

Con la aplicación del nuevo código procesal, el Ministerio Públi-


co, se organiza sobre la base de un modelo corporativo, con caracterís-
ticas de unidad, de agilidad, de actuación inmediata, con mecanismos
de selección de los casos que merecen una decisión temprana, como
son los supuestos de flagrancia o principio de oportunidad, con la de-
signación, por tumo, de casos que han de ser de conocimiento del Fis-
cal desde el inicio de su intervención hasta el final del mismo con la
expedición de la sentencia, si ñiera el caso, lo que supone también su
intervención en el juicio oral.

En tal sentido, la l-iscalía se organiza en cada sede judicial de la


siguiente manera:

a. Fiscalía Superior Coordinadora, a cargo de un Fiscal Superior.

b. Fiscalía Provincial Coordinadora.

c. Fiscalías Provinciales de Investigación, y Fiscalías de decisión


temprana.

El Fiscal Superior Coordinador cumple funciones de dirección


y Oiicntaeión de lodo cl sistemo corporativo del nuevo código. E n tal
sentido, tiene el control y coordina las actividades funcioiiules y ad-
ministrativas d e los ñscides en este orden, absuelve las consultas que
hagan los fiscales y e s el órgano de comunicación con la Comisión de
buplcmentiición del N u e v o CPP y la Fiscalía de la Nación. También co-
miuiica de sus actividudcs y coordina e n lo pertinente con e l Decanato
Superior d e cada seile.

l à
32 EL NUF.VO PROCESO PENAL

E! Fiscal Provincial Coorclinaclor es la aiitoridacl responsable del


desarrollo de toda la actividad funcional de los fiscales de investiga-
ción, establece la forma y turno de acluación fiscal, conoce y distri-
buye las denuncias o casos que llegan a la Fiscalía entre los Fiscales
Provinciales y los Fiscales Adjuntos, mantiene una necesaria línea de
comunicación con el Fiscal Superior Coordinador y con el Decano. Si
bien es cierto, su función comprende aspectos administrativos, también
lo es que actúa como órgano de investigación pues por su experiencia se
le faculta a que conozca de aquellos casos que son emblemáticos o que
requieren, por su gravedad, de una atención directa de su parle.

Es de destacar que las Fiscalías Provinciales de investigación cuen-


tan con Fiscales Adjuntos para las tareas propias de su función y en tal
sentido, conocen igualmente de denuncias, intervienen en las diligencias
de investigación y llevan su caso hasta el final del proceso, de tal mane-
ra que su conocimiento cabal de los hechos, los elementos de prueba c
intervención en las audiencias judiciales, le permiten tener las mejores
posibilidades de decisión de acusación o archivo del proceso e incluso
inlei-venir directamente en el juicio oral. L o mismo tenemos que decir de
las Fiscalías de decisión temprana, que son aquellas que intervienen en
los casos de fiagrancia, de aplicación de principio de oportunidad o de
aquellos casos que requieran de decisión inmediata de la fiscalía.

En cuanto a los procesos penales con arreglo a las disposiciones


de la legislación procesal antigua, se debe de señalar que tales casos
siguen su curso regular a cargo de fiscalías comunes y especializadas, a
las que se ha venido a llamar Fiscalías de liquidación, las mismas que
una vez culminada su labor, pasarán n formar parle del modelo corpora-
tivo de investigación del delito conforme al código nuevo,

4. LA N U E V A O R G A N I Z A C I Ó N JURISDICCIONAL

En el ámbito del Poder Judicial, específicamente de la función ju-


ri.sdiccional penal, rigen los mismos principios constitucionales de inde-
pendencia, imparcialidad y exclusividad -entre otros- que se consagran
en los aríículos 158" y 159" de la carta fiíndamental, apreciándose que el
. CAfimiü 1: Conct-nos (ÍÜNIÍRALES 33

nuevo lexlo piücesat se adecúa con mayor firmeza a dichas nonnas, re-
sallándose la exchisivuluü de la función jurisdiccional, pues la resolución
de conflictos intersubjelivos, la decisión sobre las medidas que afecten
derechos personales y el iiis pmitndi^ o derecho a castigar sólo pueden
ser ejercidos y decididos por los jueces y no por otras autoridades o po-
deres. En tal sentido, en cl nuevo proceso penal el juez penal, alejándose
del antiguo modelo inquisitivo -donde además realizaba funciones de
investigación- asume a plenitud la potestad de impartir justicia.

En tal sentido, uno de los grandes logros de la justicia penal de


los últimos años y que se refleja en los nuevos códigos procesales en
esta materia, radica en la separación de funciones de quien investiga y
quien juzga los delitos y sus autores. Las normas procesales regulim la
intervención y competencia de los jueces, lo que guarda armom'a con la
Ley Orgánica del Poder Judicial y las disposiciones administrativas que
se han generado para su mejor aplicación. Igualmente se han producido
cambios en su organización acorde con las nuevas fimciones.

La intervención del juez es de suma importancia en el ámbito de


control de las garantías del proceso y los derechos que les asisten a las
parles como en la fase de control de la acusación o sobreseimiento y juz-
gamiento. Estos cambios se relacionan con los ciilerios de competencia
que asume el juez o los jueces, según sus niveles dentro de la magistratu-
ra, .pn (al sentido, la potestad jurisdiccional en materia penal la ejercen:

a. La Sala Penal de la Corte Suprema.

, b. Las Salas Penales de las Cortes Superiores.

c. . Los Juzgados Penales, que pueden ser imipersonales o colegiados.

d. Los Juzgados de la Investigación Preparatoria.

e. Los Juzgados de Paz.

La Sala Penal de la Corte Suprema conocerá de los casos que,


conforme a ley, lleguen en vía de casación. De hecho ya existe jurispru-
dencia al respecto, pues la Sala Penal Suprema ha emitido pronuncia-
mieiito en distintos casos de casación. La Sala Penal Superior conocerá
de los juicios de apelación que se promuevan contra las sentencias dic-
34 Et NUEVO PnOCESO PENAL

ladas por los juzgados penales y de los incidcnles que por competencia
lleguen a su conocimiento.

Como se puede observar, aparecen tres juzgados con distinta de-


nominación y naturalmente con distinta competencia (unipersonales,
colegiados y de investigación preparatoria), que se encuentran en el
mi.smo nivel jerárquico. Ello obedece a la necesidad de que exista una
autoridad judicial que ejerza control sobre las garantías procesales de ia
investigación preliminar y preparatoria, que se encargue de la admisión
de prueba al juicio (juez de la investigación preparatoria o de gaiantías)
y otra distinta que se encargue precisamente de dirigir el juicio oral, sin
haber intervenido en las fases anteriores. El otro criterio que se sigue
está vinculado con el tratamiento judicial de los delitos considerados
leves y de mediana criminalidad diferenciándolos con aquellos consi-
derados como graves, para lo cual se ha establecido órganos judiciales
distintos: unipersonal y colegiado, respectivamente. Hay que mencio-
nar que para los últimos ca.sos el cambio sólo és en cl Poder Judicial,
pues es el mismo Fiscal el que interviene tanto para la investigación,
acusación y juzgamiento de delitos graves como menos graves.

En esc sentido, se crea cl Juzgado de la Invesligación Preparato-


ria con finalidades de control de esa etapa investigaloria y además se le
encarga de la dirección de la fase intermedia del proceso; decide de la
adopción o variación de las medidas coercitivas que se dicten durante
las etapas de su intervención. Pareciera que, con relación con el códi-

S3
go anterior, se redujera sus atribuciones y competencias, sin embargo,
su intervención y decisiones trascienden en la continuidad de todo cl
proceso, dentro del marco de los principios de independencia, impar-
cialidad, iimiediación y oralidad, principalmente. El art. 29° del Código
precisa su ámbito de competencia:

a. Decide la constitución de las partes procesales y conoce las cues-


tiones que se derivan de dicho apersonamiento procesal.

b. Impone, modifica o hace cesar las medidas limitativas de dere-


chos dtu-anle la fase de investigación.

c. Ejerce los actos de control de In ijivestigación que prevé cl código,


CAI'IIUI.CJ ! ; C O N C U K K M GHNIÌRAI.IÌS 35

il. Ortlena la inscripción ile defunción en los Regislros Civiles, cuan-


do no se hubiera hecho.

e. Dirige la prueba anticipada.

f Dirige la fase intermedia del proceso.

g. Dirige la fase de ejecución de la sentencia.

Como se puede apreciar, las mayores funciones judiciales que


establece el nuevo código procesal se encuentran a cargo del Juzgado
de la Investigación Preparatoria y es obvio que el Poder Judicial debe
poner el mayor esfuerzo en su implementación y capacitación. El eje
central de la actuación del juez de garantías radica en el cambio de ac-
titud frente al nuevo modelo, es decir, dejar de lado la figura tradicional
del juez investigador o instructor pues su intervención es taxativa y
decisoria en el ámbito de su competencia; en otras palabras, no hace
labor investigaloria ni pide información al fiscal sobre el avance de las
hwestigaciones, menos se inmiscuye en la misma, pero, como se ha di-
cho, llegado el momento del control de la acusación o sobreseimiento,
decide sobre el fondo de! caso investigado por cl fiscal.

E'n el nuevo cótiigo también se eslablece que los Juzgados Pena- ^


/tí|V Colegiados se integran con tres jueces y que conocerán del juicio
oral, de aquellos delitos que en ta ley penal preveim, en su extremo mí-
nimo, ima pena privativa de la libertad superior a seis años, en tal senti-
do, conocerán de los delitos considerados graves: homicidio calificado,
secuestro, violación de menores, robo agravado, abigeato agravado,
tráfico ilícito de drogas, terrorismo, genocidio, desaparición forzada,
entre otros. Eos Juzgados Penales Unipersonales que, como su nombre
lo indica cada sede está a cargo de un solo juez, que conocerá en juicio
de los demás delitos, es decir, de aquellos no comprendidos para los
órganos colegiados (art. 28).

Tanto los Juzgados Penales Uni])ersoaales como Colegiados es-


lán conformados por jueces que no han conocido de la investigación
preparatoria ni de las incidencias que se hubieren generado. En térmi-
nos genéricos pueden saber de que delito se trata, pero recién al inicio
36 El. NUEVO PROCESO PENAL

del juicio oral y anlc la intervención del fiscal que présenla la acusación
es que van a conocer de los detalles de los hechos y las pruebas que
susfenlan la pretensión penal del fiscal. Eos jueces tienen la siguiente
competencia para:

a. Dirigir la Fase del juzgamiento, bajo las normas y con los poderes
que la ley les concede.

b. Resolver los incidentes que se promuevan durante ei juicio oral.

c. Conocer de los demás casos que cl código establece.

Se prescribe adernás, que los Juzgados Unipersonales conocerán


de los incidentes sobre beneficios penitenciarios; del recurso de apela-
ción interpuesto contra las sentencias dictadas por el Juez de Paz Letra-
do, del recurso de queja y de la dirimencia de las cuestiones de compe-
tencia enlrc los juzgados de paz letrados (art. 28.5).

Esla nueva organización judicial penal permite una mayor fluidez


de los casos penales y una especialidad de los jueces, quienes deberán,
escuchando al fiscal y las patles, tomar decisiones imporlanles e inme-
diatas, en las audiencias orales.

Finalmente, la nueva ley procesal también contempla a la Justicia


de Paz y establece que los jueces de paz letrados dirigirán los procesos
por faltas.

IL JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

1. CONCEPTO

En el curso de la historia procesal se han dado muchas defini-


ciones sobre nuestra disciplina. CARNP,t.inTi enseñaba que cl derecho i
procesal pena! era un derecho instrumental pues no era fin en sí mismo
sino un medio para la realización del derecho pcnaP. Entre nosotros.

CARNrurrri, F., Si.ilemn de Derechn Procesal Civil, ìitiroiimciòn y /unción del Pro-
ceso Civil, Buenos Aire.s, Argentina, ! 9 ' I 4 , p. 82. m
CAI'ÍIULO !: CoNCKiTos GENEIÍALES 37

GARCÍA RADA^ afirmaba que se trata de un medio legal para la aplicación


de la ley penal.

Sin embaigü, el concepto de derecho procesal penal no se reduce al


proceso como instrumento u medio, sino como una disciplina jurídica de
suma importancia en el quehacer jurisdiccional. Piu-a JULIO M A I E Ü "rama
del orden jurídico interno de un Estado, cuyas nomias instituyen y orga-
nizan los órganos públicos que cumplen la firnción judicial penal del Es-
tado y disciplinan los actos que integríui el procedimiento necesario para
imponer y actuar una sanción o medida de segiuidad penal, regulando así
el comporttuuiento de quienes intervienen en él"'. El Derecho Procesal
Penal va más allá de la sola "realización de la ley penal". Ya hà señala-
do BINDER 'que ello nos da una visión reducida de su verdadera función,
en especial, respecto de la configuración de la política criminal, propo-
sición que "ha sido mal ulilizada, pcrmiliendo una visión superficial del
Derecho Procesal Penal, que deslaca los aspectos piucedúnentulislas y
deja de lado cl análisis de la inilucncia de la norma procesal en la deter-
minación de la coerción penal". Ciertamente, el Derecho Procesal Penal
no se agota con realizar la ley penal; mantener ta! criterio significaría
negar todo el desarrollo jurídico susceptible de tratamiento científico
que ha adquirido esta disciplina, sobre todo en las últimas décadas. '

, El Derecho Procesal Penal es una disciplina jvirídica de derecho


público que tiene autonomía científica, legislativa y también académica,
que se sustenta en principios fundamentales del Derecho y de aquellos
que regulan los derechos humanos, con objetivos y funciones predeter-
minados, que estudia, no sólo los actos pura acceder a la justicia penal

4
md,
GaklU Raúa,

MAIEK. J . , Derecho
DoniiiHJü, Manual
p. 9
iia ünrmho l'rocesu! fanal, EDDILI, Lima,

Procesal Pemil Argenlinu, lis. A s , i° lidición, 1 9 8 9 , p . l 0 2 . En


el inisiiiu sciiliclo. RüxrN, Claus, Derecho ¡'eiial, I V t e General, T i l'utuliliiieiilus.
L a estniciura de la Teoría del delito; traducido por D i e g o Manuel L u z o n l'efia y
otros, tidilüriat Civitas, 1 9 9 7 , p. ' 1 5 .
5 BINDER, A . , hilraJufción al Derecho Procesal Penal, Ed. A ü - h o c , Buenos A i r e s ,
1903, p. 3 7 .
6 RAMOS MÉNUIÍZ, F., El Sisiema Procesal Espimol, José M ' Dosch, editor, Dnrcelona,
1997, p. 9 .
38 EL NUEVO PROCESO PENAL

y los que conforman el procedimiento para la comprobación del jlicilo


y la responsabilidad del autor limitando el poder punitivo del Estado en
la aplicación del jus puniendi, sino que también la organización judicial
penal y la forma de intervención de los sujetos procesales.

2. CARACTERÍSTICAS

a. Es uria disciplina autónoma, con terminología propia, que no se su-


bordina a otra disciplina que se relaciona con ellas (constitucional, pe-
nal, penileiiciaiio, criminología, procesal civil, entre otras) con indi-
vidualidad propia y se le puede identificar por su objeto y finalidad.'

b. Es una disciplina científica, pues importa un conocimlento racional,


objetivo, melódico, explicativo ~ informativo, con terminología
propia, sistemático, verificable y que conduce a la tecnificación.'

c. Delénnina la fimción jurisdiccional penal, la forma de acceso por


el fiscal y el particular, de acuerdo con la forma de ejercicio de la
acción penal y la organización judicial penal.

d. Determina ios actos procedimentales para el cumplimiento de


> sus objetivos, verificación del hecho punible y la búsqueda de
pruebas para la determinación del delito y sus posibles autores
y partícipes.

e. Determina el comportamiento de los sujetos procesales que inter-


vienen en el procedimiento; funciones, obligaciones, atribucio-
nes, derechos.

3. RELACIONES CON OTRAS DISCIPLINAS

Esla disciplina se relaciona con el derecho constitucional, los de-


rechos ñmdamcntalcs previstos en el artículo 2° de la carta magna, los
previstos en el artículo 138 referidos a la función jurisdiccional; las dis-

7 MJXAN MASS, r., Derecho Proceso! Penal, Ediciones Jurídica.";, Trnjillo, I98'l, T. I
P 2-1. *
8 MIXAN MASS, F . , Derecho Procesal, citado, T. 1 p. 18-21.
CAPIIMIÜ 1: C o N C E F i o s ÜEMLIOM.ES 39

posiciones constitucionales sobre anteju'icio; las facultades de la I-iscalía


de la Nación para formular cargos ante el Poder Judicial en los casos de
emiqíiecimienio ilícito de ftmcionarios públicos; los tratados Interna-
cionales, en los casos de estado de emergencia; la doctrina que imprime
el Tribunal Consti tvicional a través de sus sentencias vinculantes; y, en
sentido amplio, con el derecho administrativo y legislativo.

Su mayor relación es con el Derecho Penal, de cuya máxima nu-


llum crimen milla poena sine lege tiene su correlato con el derecho
procesal que afirma no hay delito no hcry, pena sin previo juicio. Su
principal relación es con el sistema de penas que prevé la ley penal, los
criterios de su determinación por los jueces, los casos de participación
delictiva, los medios de defensa como las excepciones, las eximentes
de responsabilidad penal, la tentativa, etc. En suma, entre ambas dis- * ^
cijilinas se produce una relación de necesariedad a de comunicación
recíproca en todas las etapas del proceso penal.

Con el derecho civil y procesal civil en los temas vinculados n la fa-


milia, estadio civil, parentesco, patria potestad, bienes patrimoniales, las
personas jurídicas, los actos jurídicos, las cuestiones prejudiciales; la for-
malidad de los actos procesales, el actor y el tercero civil responsable, el
embargo de bienes y formas de sustitución, la reparación civil, etc. Debe .
recordarse que la primera disposición complementaria y final del C P C
establece que sus normas se aplican supletoriamente a los demás ordena-
mientos ])rocesales, siempre que sean compatibles con su naturaleza.

. Las relaciones con el derecho internacional público no sólo se


relaciona con los tratados internacionales en materia de Derechos Hu-
manos sino también cuando nuestro Estado forma parte de un sistema
de cooperación judicial internacional, de allí la existencia de Conven-
ciones y su ratificación por el Estado peruano, como sucede en los casos
de tráfico ilícito de drogas, trata de personas, contra la corrupción, etc.

4. L A JURISDICCIÓN

Pura Dtívis Eci lAt^ioÍA, se entiende por jiuisdicción "la función públi-
ca de administrar justicia, emanada de la soberanía del Estado y ejercida
10 H I , N l t E V O PUOCESO P E N A L

por uii Órgano especial'"'. Agrega el cilado autor que la jurisdicción liene
por fin la realización o declaración del derecho y la tutela de la libertad
individual y del orden juiídico, mediante la aplicación de la ley en los
casos concretos, para obtener la aiinonía y la paz sociales.

El Estado otorga esta potestad (art. 138° Const.) de Administrar


Justicia a un Juez o Tribunal, que es el órgano que cumple funciones
jurisdiccionales, que emite una declaración del derecho y de tutela de
los derechos fundatnentalcs de la persona y del orden jurídico'". En-
tonces, se debe de afirmar que el Juez, sea personal o colegiado, es un
órgano constitucional.

En tal sentido, y al igual que otras Constituciones europeas, la nues-


tra concibe a la jurisdicción en la üinción exclusiva de los jueces, como
el tercer Poder del Estado" e igualmente se consagra como principio la
unidad y exclusividad de la función jurisdiccional, así como la indepen-
dencia en su ejercicio, la observancia del debido proceso y la tutela juris-
diccional, entre los principales (art. 139", incs. 1,2 y 3).

Para el Estado constituye una obligación actuar a través del órgano


jurisdiccional a fin de realizar la tutela del orden juridion cuando el par-
ticular o una entidad lo solicita o cuando ocurre un ¡lícito penal. De esa
manera el Estado tiene el poder de someter a su jurisdicción a quienes
hayan incurrido en la comisión de lui delito. De ello se desprende su con-
sideración como un derecho público del ELslado y una obligación para con
los ciudadanos; al que cualquier ciudadano ha de recurrir a la jurisdicción
mediante el ejercicio de la acción".

9 DEVIS ECIIANUIA, Teoría General del Proceso, cil. p. 7 3 y ss.


10 Afirma MORENO CATENA, V., que la riinción genérica de la juriüdicción estriba en la
resolución de los conflictos, inicrsubjclivos y sociales, mediante la aplicación del
Derecho o b j e t i v o , si bien dicha función, se concreta en la prolección de los derechos
subjetivos, en el control de la legalidad y en la complemcntación del ordenamiento
(Introducción al Derecho Procesal 2 " edición, C o l e x , 1 9 9 7 , p.
11 Const, llaliaua, art. 1 0 4 . 1 , Ley Fundamental de Bonn, art. 2 3 . 2 ; Const. Española, arl. 1 7 ) .
12 En este sentido, afirma CARNP.LUTTI que la jurisdicción es un concepto opueslo y c o m -
plenienlario a la acción: "la acción es una actividad que se desarrolla de la periferia
al centro; la jurisdicción del centro n la periferia; la acción va de las parles o, más
amplianlenle, de los ciudadanos hacia el juez; la jurisdicción, del j u e z hacia la parle
o, más ampliamente, hacia los ciudadanos. El j u e z ¡u.i dicil porque el ciudadano ha
CAPITULO 1: CONCEI^IOS CENERALCS M

Hsa pretensión de alcan/ivr la justicia es un derecho de la persona


y constituye una obligación ineludible del Estado a través de los órganos
jurisdiccionales. En el nuevo procesu penal, la función jurisdiccional se
aleja de la actividad investigadora para ceutrarsu ejercicio al juzgamiento
y ul contrul de legalidad de la investigación fiscal, bajo los principios ya
aludidos, especialmente el rcfi;ridu a la exclusividad de su fi.mción.

4.1. Características

La jurisdicción presenta las siguientes características:'^

a. Aiiiónonia - La juiisdicción es ejercida por cada Estado de acuer-


do con sus normas constitucionales y en ejercicio de su soberanía
nacional. Eu consecuencia, la fimción jurisdiccional, objeto de
estudio del Derecho Procesal Penal, se caracteriza por no encon- ^
trarse dirigida a la represión penal, qué es pibpio del derecho Pe-
nal, sino que desaiToUa las garantías que las regula con el carácter
de autónomas; dichas garantías son sustantivas por acomodarse a
la realidad constitucional de "aquí y ahora".''"

b. Exclusiva.- La jurisdicción es exclusiva de los órganos a los cua-


les el Estado otorga tal potestad: jueces de todas las instancias. •
En este sentido, expresa PECES BARBA que " l a exclusividad o el
monopolio de la jurisdicción al Juez -se ha dicho- es la íiltima
-¡asi puí non leasi- de las condiciones señaladas para una efi-
caz protección de los derechos ftmdamenlales. Ello excluye la
atribución de competencias judiciales a! Poder Ejecutivo o a las
Comisiones parlamentarias, así como cualquier injerencia en
el régimen normal de jurisdicciones especiales que suponen un
retroceso en las condiciones para una eficaz protección de las

posen; éste pie¡;unta, af|iiél responde. El ciinl responder es luilurnliriente un üicere íiij
y íisí una ¡tiris clklio" (Lecciones sobe el Proceso Penul, T . 11. Colección Ciencia del
Proceso, triiducción de Sanliago Seinis M . , lis. A s . , 1950, p. l ' I S .
13 MORENO CATENA, y oíros, buroducción a¡ Derecho Procesal, cilado. p. 43-44.
14 LORCA NAVAURETIÍ, El proceso penal y la Ley de enjuiciamiento criminal, Dykiiison,
1997, p. 2 8 ; CLABIA OLMÍBO, Dereclioprocesalperuil, T . i, E D 1 A K . Fls. A s . , 1960,
p. 291,
EL NUEVO I'ROCESO PENAL

libertades públicas y una intervención del Poder ejecutivo y le-


gislativo en cl judicial'''^

Entonces, los particulares ni otros funcionarios públicos pueden


ejercer la jurisdicción, (art. 139.1 Const.) lo que lleva a MONTERO
AROCA a plantear que "todos los seudo-tribunales no jurisdiccio-
nales que han proliferado en los últimos tiempos (tribunales de
honor, sindicales de amparo, de prensa, de defensa de la compe-
tencia, de contrabando y un larguísimo etcétera), sobre cuya na-
turaleza administrativa, generalmente caben pocas dudas, cons-
tituyen otros tantos ataques a la exclusividad de la jurisdicción,
ataques que reílejan la desconfianza que el Ejecutivo siente frente
a los órganos jurisdiccionales ordinarios como garantizadores de
los derechos de los ciudadanos"". Entonces, los órganos admi-
nistrativos, como la policía, los prefectos o alcaldes no es que
actúan dentro del "ámbito de su jurisdicción", pues no la ejercen,
sino que ejercen sus funciones dentro del ámbito de su competen-
cia. La jurisdicción es exclusiva de los jueces.

independíenle.- La función jurisdiccional se caracteriza por la in-


.dependencia con la que actúan los magistrados; independencia
que debe manifestarse frente a la sociedad, frente a los otros po-
deres del Estado, frente a sus superiores jerárquicos y frente a las
partes". L a esencia del Juez es su independencia y en ese sentido,
sólo está sujeto a la Constitución y a las leyes".

d Única. - Sólo existe una jurisdicción delegada por el Estado con-


forme al concepto inicial". LEONE señala que dentro de la unidad,
ia jurisdicción reivindica su autonomía y la consiguiente infungi-

15 PECES BAHIIA, Derechos Fundamentóles, 3" edición, Madrid, 1980, p. 188. También
GtMENO SENURA, V , Fundamentos, citado, p. 85.
16 MONTERO AROCA, J., Introducción, cilado, p. 37.
17 MONTERO AROCA, J., Introducción, cilado, p. 39-43
En esle senlido, ba de distinguirse al riueslro niaeslro sanmarquino DOMINGO GARCIA
RADA (Mfemorinj! de un Juez, Editorial Andina, l.iina, 1978, p. 171 y ss.
19 GIMENO SEÑORA comprende a la unidad c o m o expresión del principio conslilucional
de exclusividad, en Fundamentos, cilado, pp. 85-107.
CAI'ITULO 1: CüNCUi'ios GENERALES 43

bilidad'". La jurisdicción no se divide, por ello no se puede afir-


mar la existencia de una jurisdicción preventiva, cuando el juez
ejerce determinadas fimciones en la investigación preliminar,
pues realmente el juez actúa en virtud de la potestad de la que
está investido, dentro o antes del proceso, si la ley así lo permi-
te, lin cambio, se puede afirmíu- que la jurisdicción puede tener
distintas manifestaciones^', a fin de indicar la forma como la ley
distribuye su ejercicio entre los diversos órganos y funcionarios
especializados, para cumplir mejor con sus fines.

La función jurisdiccional genera la atribución de detenninados po-


deres a fin de que los órganos jurisdiccionales puedan cumpfir con
su ejercicio. Siji embargo, como se ha expresado al analizar el con-
cepto de jurisdicción, debemos citar lo que enseña FAIRÜN GUILLEN,
quien entiende que la jiu-isdicción más que mi poder es una potestad
que desarrolla una fimción. "Ese Poder Judicial se desarrolla como
una potestad caracterizada por la autoridad, superioridad de jueces
y luagistradüs -imper'mm derivado de la soberanía-; esapotesiciües
la fuei-za que actuando, desarrolla una fimción...""

En atención a los poderes que emanan de la jiuisdicción son los


siguientes: a) l'oikr de decisión del órgano jurisdiccional que tie-
ne fuerza obligatoria sobre la controversia; es el poder esencial
que emana de la jurisdicción. La manifestación de este poder es
viuiíicla diñante el proceso; se puede afirmar que el proceso penal
se construye sobre la base de las decisiones provisionales y defi-
nitivas del juez. En tal sentido, ta resolución definitiva del juez
unipersonal o colegiado (consentida o ejecutoiiada), constituye
cosa juzgada. La LOPJ establece que toda persona y autoridad está

20 LEONE, TrttUiílo, cilado, p. 2 7 6 .


21 D e alli que es preleribte hablar de tribunales especiales u ordinarios, o tribunales
civiles, penales, etc., más no de Jurisdicciones, pues ésta es única (Prieto Caslro y
oíros. Tribunales españoles, organización y ñincionnmiento, Madrid, 1 9 7 7 , p. I S O .
22 FAUIEN GUILLEN, V . , l.a potesloíljurisdiccional, en Rev. D e Derecho Judicial, España,
1 9 7 2 . p. 8 1 y ss. A g r e g a cl maestro español en oira de sus lanías obras, que identificar
a la jurisdicción sólo con la función seria, además de incompleta, propia de regíme-
nes lolalilarios; en Doctrina General del Dereclio Procesal, Hacia una teoría y ley
procesal generales, i,ibrerla üosch, Barcelona, 1 9 9 0 , p. 1 0 1
44 EL WEVO PROCESO PENAL

obligada a acatar y dar cumplimiento a las decisiones judiciales o


de índole administrativa, emanadas de autoridad judicial compe-
tente, en sus propíos términos, sin poder calificar su contenido o
sus fundamentos, restringir sus efectos o interpretar sus alcances,
/ bajo responsabilidad civil, penal o administrativa (art. 4 ) ; h) poder
de coerción, pues se le faculta hacer uso de medidas coercitivas
paia la realización de sus funciones, que pueden estar dirigidas a
los procesados, testigos, peritos; a la realización de determinadas
diligencias mediante el empleo de la fuerza pública; a la imposi-
ción de sanciones a quienes incumplan su mandato, etc.; el nuevo
r" código procesal penal lo è.stab!ece en el numeral 126. c) poder de
ejecución, que se manifiesta cuando el órgano jurisdiccional im-
pone el cumplimiento de un mandato claro y expreso. El Juez lie-
ne como función ftmdamental juzgar, pero también debe ejecutar
lo juzgado; <^ poder disciplinario, que es la facultad que tiene cl
juez, como director del proceso, de poner orden durante la realiza-
ción de las diligencias judiciales. La LOPJ establece la facultad del
juez para sancionar toda contravención a los deberes procesales,
así como la mala fe y temeridad procesal (arts. 9 y 10).

4.2. Jurisdicción ordinaria y jurisdicción militar

La doctrina clasifica a la jurisdicción en ordinaria y especial, de


acuerdo a las distintas ramas de la organización judicial de cada país.
La jurisdicción ordinaria o común comprende a las ramas civil, laboral,
constitucional y penal, y es ejercida por los juzgados unipersonales y
colegiados y también por las salas penales ordinarias. La jurisdicción
especial comprende las ramas militar y arbitral, y és ejercida por jueces
distintos al ordinario.

Dentro de la jurisdicción penal ordinaria se investigan y juzgan todas


las infi'acciones que lesionan o ponen en peligro bienes juridicos tutelados
por la ley penal, sin atender a distinción alguna de sus autores, salvo las
prerrogativas que establece la ley procesal a determinadas autoridades.

La jurisdicción penal militar merece singidar atención en nuestro


sistema debido a ta poca claridad del ordenamiento y a que también sus
. CAPITULO 1: C O N C A ' I Ü S nENi-RAii-S . AS

disposiciones, es decir, sus leyes básicas resultan obsoletas y no se ade-


cúan a la Constitución. Esta jurisdicción coniprende el juzgamiento de
infracciones de las personas que integran la organizución militar, pero
limitada a los delhos dirccUuiiente vinculados con las funciones miliía-
res o policiales, en cuanto afecten bienes jurídicos castrenses. '

De esta manera se resalta el carácter inminentemente restrictivo de


la jiu-isdicción penal militai, pues sólo será competente cuando se lesiona
bienes JLU-ídicos de carácter militar. Consecuentemente, siendo la juris-
dicción penal mililíu- de carácter especial, "normalmente hay que presu-
mir la competencia de la jurisdicción ordinaiia" observando igualmente
la vigencia del principio del Juez legal o predeterminado por la ley^^ Ello
permite estíiblecer una claia delimitación de la jm-isdicción penal ordina-
ria de la militar, restringiéndose ésta a lu exchis'mmente castrense. De
ello se desprende que si im miembro de las fiíerzas militiues o policiales
comete un delito que no afecte bienes jurídicos castrenses, la investiga-
ción y juzgamiento corresponderá a la justicia penal ordinaria".

Es indudable la posición doctrinaria respecto de la jurisdicción


militar, sin embargo, en nuestro ordcuamienlo los problemas de deter-
minación de la jurisdicción común o militar se evidencian a través de
las cuestiones de competencia que han sido resueltos sin seguir una lí-
nea interpretativa homogénea. Entonces, dos aspectos hay que destacar
sobre este tema: Primero, constituye regla dominante en la doctrina y
derecho comparado que la jurisdicción penal militar se determina aten-
diendo a presupuestos imprescindibles; a) cuando el agente es militar o
policial; b ) el bien jurídico que lesiona o pone en peligro es de natura-

23 Senlciiüia del Tribunal Couslituciunal español N ° 75/82. Ku esa seuteneía, se plan-


teaba al cueslión de dilucidar lu competencia de la jurisdicción ordinaria penal u la
jurisilicción peiud mililar en una causa seguida contra miembros de la Guardia C i v i l ,
por delito de lorlura, por liedlos cometidos, al menos en parte, en un cuarlel de dicha
fuerza. El Tribunal Constitucional consideró que se habla v i o l a d o el principio del
juez legal, decidió otorgar el amparo y dispuso que lu autoridad judicial castrense
devuelva lu causa a la jurisdicción ordinaria.
24 D t v i s ECIIANUIA, TeurUi General, til, p. 9 7 . Considera que es inconsliiucional que se
atribuya a la justicia militar el conocimiento de delitos comunes: " L o s jueces milita-
res no tienen esa función, ni capacidad para desempeñarla bien; es un alentado contra
ta seguridad de los paniculares y un criterio corruptor de la jusiicia".
46 EL NUEVO PROCESO PENAL

leza castrense; y c ) Ь conducta incurrida está prevista en e! C ódigo de


Justicia Militar como hecho punible".

En segundo lugar, y no por ello menos importante, lo constituye la


debida determinación de la jurisdicción militar. Es necesario y urgente
una reforma total tanto de la L O J M como del CJM dejando de lados pro­
yectos legislativos que solo buscar mantener el sistema tradicional de la
justicia militar. Por qué no pensar en cambiar a un sistema de administra­
ción de justicia para los delitos cometidos en el ámbito castrense?'* En
tal sentido, coincidimos con HURTADO Pozo cuando sostiene en la pre­
sentación de! Anuario de Derecho Penal que el "establecimiento de un
mínimo Estado de Derecho requieren la reforma substancial del desnatu­
ralizado sistema de derecho penal mililar, vigente en nuestro p a í s . " "

5. L A C OMPETENC IA

La competencia constituye la facultad que tienen los jueces para


el ejercicio de la jurisdicción en determinados casos. Se trata de un
presupuesto procesaP^ relativo al órgano jurisdiccional pues exige de
éste la competencia para conocer de un caso y dictar sentencia. GARC IA

RADA" afirmaba que "es el ámbito dentro del cual el Juez tiene y puede
ejercer válidamente la jurisdicción".

35 En una jurisprudencia se eslablece que el delito de T Í O se encuentra prevista en el C P


y no EU el C J M , por lo tanlo, corresponde ei conocimiento de los hechos iiicurrido.í
por efectivos militares a ta justicia ordinaria ( E j . Suprema de 5 de m a y o de 1998,
S.P. T I E ­ E , Competencia № 8774­97,1.,ima, en Jurisprudencia Procesal Penal, Kojiis
Vargas, cilado, p. 185).
26 Véase la Resolución Defensorial № 32­DP­2000, especialmente tos considerandos
cuarto, quinto, Sexto y sétimo, sobre la edminislración de justicia y la compcleucln
de los fueros c i v i l y mililar; el delito de tortura y delito de función y tas cuestioucs
de competencia. Publicado en el diario oficial El Peruano, 7 de junio del 2000, p.
187699­187702.
27 HuOTADO P o z o . J., Anuario ríe Derecho Penal 2001­2002, Fondo Editorial de la P U CP
2002, Lima, 2 0 0 2 , p. 17. Véanse además los interesantes trabajos sobre la nialcriu eu
dicho anuario.
28 MONTERO AROCA, J. Derecliu Jurisdiccional T. I I I citado, p. 41. GIMENO SEÑORA, V.,
DerecftoProcesal Penal, con otros autores, 2* edición, Colex, 1997, p. 111.
29 GAR
C IA RAPA, D . , Manual de Derecho Procesal Penal, citado, p.33.
CATIIUIO 1; CONCEPTOS OENtiWLES Al

Para CARNELurn la competencia no es un poder, sino un límite del


poder; es más, ha precisado que es el iinico límite de la jurisdicción". El
Juez tiene el poder no sólo en cuanto es juez, sino además en cvianto la
materia del juicio entra en su competencia. De esta manera jurisdicción
y competencia se relacionan, y por ello se afirma que la jurisdicción es el
género y la competencia es la especie^'; es decir, todos los jueces tienen
jurisdicción, pero no la misma competencia, pues esta se encuentra deli-
milíida a determinados asuntos previstos en la ley de la materia. De tal ma-
nera que los jueces que intervienen en irnos asuntos, no pueden hacerlo en
otros por ser incompetentes. Como afirma MIXAN MASS, la competencia es ^
el ámbito de la jurisdicción del juez y comprende el conjunto de procesos
en que puede ejercer su jiuisdicción consciente e inequívocamente".

Es igualmente necesario señalar que la competencia no sólo de-


limita el ámbito del órgano jurisdiccional, sino también determina el
ámbito de actuación del Fiscal, pues los criterios establecidos por la ley
para la delimitación de competencia comprenden a ambos operadores.

5.1. Criterios de determinación

Ea competencia es útil para disiribucióii de los casos penales entre


los distintos jueces de investigación preparatoria, jueces de juicio y de-
más salas especializadas. Se trata en esencia, de un instrumento técnico
para repartir el trabajo entre los jueces". De tal manera que cada órgano
jurisdiccional conoce cual es su ámbito de ejercicio y las partes saben el
camino procedimental que va a tener su causa. Por ello, el legislador ha
señalado que por la competencia se precisa e identifica a los órganos ju-
risdiccionales que deben de conocer un proceso (arl. 19.2) y asimismo, ha

30 CAiiNtLin n, K. Demcho procesal Civil y Penal, cilailo, p. 7 1 . ñola 2 9 .


31 ÜAKClA l U ü A , D., Manual, cilado. p. 33; Devis EOIENOIA, Teoría General, citado,
p.l35.
32 MixÁN MASS, I". Derecho Procesal Penal, T. I . citado, p.305, señala que la determinación
de la conipelencia permite al juez penal actuar "eunscieiite e iiiequlvocamenlc" en el
ámbito y el nivel que le son conferidos para el desempeño de su l\inción jurisdiccional.
33 RAMOS MÉNDEZ. F.. El Proceso Penal. Tercera Lectura Constitucional, Duscli, Barce-
lona, 1993. p 88.
48 EL NUEVO PROCESO PENAL

elaborado determinados criterios para alcanzar una debida distribución


de la competencia penal, teniendo en cuenta sobre todo, presupuestos tan
importantes como la especialidad y la proporcionalidad.

El nuevo código procesal penal establece que la competencia es


objetiva, ftmcional, territorial y por conexión (art. 19.í). En tal sentido,
todas las infracciones establecidas en el Código Penal - delitos y fal-
tas- asi como en las leyes especiales, deben de ser investigadas por la
Fiscalía y resueltas por el Juez Penal común u ordinario.

L a ley procesal penal eslablece los criterios a seguir para la deter-


minación de la competencia, a los que deben de sujetarse los Juzgados
y Salas judiciales penales y que igualinente determina la competencia
de las Fiscalías.

5.2. Competencia objetiva y funcional

L a competencia objetiva expresa la distribución que establece la


ley entre los distintos órganos jurisdiccionales para la investigación y
juzgamiento de las infracciones penales. Para tal efecto, se ha de con-
• siderar la clase de infracción, la gravedad de las penas previstas para
determinados delitos y la condición especial de la persona imputada.
El criterio expuesto complementa la competencia funcional, ya que
basada ésta en la división del proceso en dos instancias, con órganos
jurisdiccionales distintos, establece los mecanismos formales para que
cada uno de ellos pueda cumplir con sus funciones, poniendo de relie-
ve la llamada competencia de grado, que posibilita al órgano jurisdic-
cional superior el conocimiento del proceso o de sus incidencias en vía
de impugnación o consulta.

Nuestra ley procesal ha distribuido la competencia objetiva y


funcional de los órganos jurisdiccionales en lo penal, atendiendo bá-
sicamente a la gravedad de la infracción, a sü nivel jerárquico y pre-
cisando, taxativamente, ios casos sujetos a su conocimiento. En tal
senlido, los distintos estamentos jurisdiccionales tienen competencia pre-
establecidíu.
CAPITULO 1; CUMOÌP-IOS UHNEUALES A9

Sala Penal de la Corle Suprema.^ Constituye la instancia màxima


en materia penal y su ámbito competencial está claiamente regu-
lado. En tal sentido, le corresponde (art. 26):

1. Conocer del recurso de casación contra las sentencias y autos


expedidos en segunda instancia por las Salas Penales Supe-
riores, en los casos previstos por ley.

2. Conocer del recurso de queja por denegatoria del recurso de


apelación.

3. Conocer de la trimsferencia de competencia, conforme a ley.

4. Conocer de la acción de revisión.

5. Resolver las cuestiones de competencia que prevé la ley y las


que se produzcan entre la jurisdicción ordinaria y la militar.

6. Solicitar al Poder Ejecutivo la extradición activa; emitir opinión


consultiva sobre procedencia o no de la extradición pasiva.

7. Resolver la recusación planteada contra los magistrados.


8. Juzgar los casos de delitos de fimción que prevé la Constitución.

9. Conocer de los demás casos que el código y la ley establecen.

Sala Penal de la Corte Superior.- La ley procesal establece que


corresponde a las Salas Penales Superiores (art. 27):

1. Conocer de la apelación contra las sentencias y autos en los


casos que prevé la ley, dictados por los jiieces de investiga-
ción preparatoria y de juzgamiento.

2. Dirimir las cuestiones de competencia entre los jueces de in-


vestigación preparatoria y entre los jueces de juzgamiento,
del mismo o distinto distrito judicial, correspondiendo resol-
ver en el último caso, a la Sala penal del Distrito judicial al
q\ie pertenezca el juez que previno.

3. Resolver los uicidentes que se promuevan en su instancia.


3. Dicttu-, a pedido del Fiscal Superior, las medidas limitativas
de derechos a que hubiera lugar.

4. Conocer del recurso de queja que prevé la ley.


y
52 l i l , NVn-vo PROCESO PENAL

locus delicti commissi no aparcTKa con claridad cn la invesligación de


los hechos, y en tai sentido, la determinación compclencia! inicial debe
de tomarse con carácter provisionaP' en tanlo y en cuanto no se cues-
tione la compclencia por razón del lugar de la comisión del delito.

En materia penal la doctrina ha elaborado lrcs_t.eonas para dar ¿y»


solución a esta cueslión: la teoría de la acción, la del resultado y la
de la ubicuidad. La primera, considera como lugar de comisión aquel
donde se exterioriza la voluntad delictiva del agente, donde cl delito se
ha ejecutado, la segunda sostiene que debe considerarse el lugar donde
se consuma ei resultado; y la tercera, entiende que el delito se comete
tanto en el lugar donde realizan los actos de ejecución como cn cl lugar
donde se produce el resultado". ÍIURIADO Pozo'* resalta la aplicación
de la teoría de la ubicuidad con criterio restringido observando la dis-
tinción que hace el legislador entre producir "efectos" (art. 5" C P . ) y
producir el resultado (art. 9° C P . ) .

a. Competencia por delito cometido en un medio de transporte. - El


legislador trata de dar solución a los problemas que puedan pre-
sentarse cuando un delito se comete cn un medio de transporte y
existe duda para determinar con precisión la competencia terri-
torial. El art. 22 de la nueva ley procesal establece los siguientes
presupuestos;

1. Que el delito se cometa en un medio de transporte. N o se es-


lablece expresamente a qué tipo de tran.sporle se hace referen-
cia, comprendiéndose a toda forma utilizada por las personas
para trasladarse de un lugar a otro, de una ciudad a otra (trans-
porte aéreo, marítimo o terrestre u otro medio análogo).

2. Que no sea posible determinar con precisión la competencia


territorial, la que se presenta cuando el delito se comete en un
medio de transporte que se encuentra cn los límites territoria-
les de la demarcación judicial.

3<t Moiif.No CATENA, V , y oiro.s, Derecho Proeesnt Peml, c i l a d o , p. 1 2 6 .


35 lIunrAixj Po?.", J., Mnmial de Deieclm Pemil, 7' F.dirirtn, Lima, 19R7, p. 2 M y .ss.
36 1 luitTAno POZFI. J, Mantiol <le Derecho PennI. cilado. p. 2 1 5 - 2 1 7 .
CAI'I lULO 1: C o N C K H O s CEMERAI.HS 53

La solución legislativa consiste en atribuir la competencia del


hecho punible al Juez del lugar de llegada más próximo. En tal
caso, el conductor del medio de transporte pondrá el hecho en co-
nocimiento de la autoridad policial del lugiu indicado y éste a su
vez informará de inmediato al Fiscal Provincial para que proceda
conforme a sus atribuciones.

Compeíencia por íltlito cometido en ei extranjero.- El Código


Penal establece los casos en que se njjlica lu ley penal peruana
por hechos punibles cometidos en el extranjero: 1) Cuando el
agente es funcionario o servidor pi'iblico en desempeño de su
cargo; 2 ) Atenta contra la seguridad o la tranquilidad pública,
siempre que produzca sus efectos ea el lerrilurio de la repúbli-
ca; 3) Agravia al Estado y a la defensa nacional; a los Poderes
del Estado y el orden constitucional o el orden monetario; 4 ) Es
perpetrado contra peruano o por peruano y el delito esté previsto
como susceptible de extradición según la L e y Peruana, siempre
que sea punible también en el estado en que se cometió y el
agente ingresa tic cualquier manera al territorio de la república;
y 5) El Perú está obligado a reprimir conforme a los tratados
internacionales (art. 2 C P . ) .

Competencia por delitos grave.^ y de trascendencia nacional- El


legislador ha considera de importancia regular la competencia
judicial tratándose de delitos muy graves dejando al órgano de
Gobierno del Poder Judicial la elaboración de un sistema de or-
ganización territorial y fimcional de la competencia. En efecto, el
art. 24 señala que los delitos especialmente graves o aquellos que
produzcan repercusión nacional cuyos efectos superen el ámbito
de un Distrito Judicial o cuando se trate de organizaciones delic-
tivas, serán de conocimiento de la autoridad jurisdiccional que
haya sido prevista por el órgano de gobierno del Poder Judicial,
precisíuido que en los casos de T I D . lavado de activos, secuestro
y extorsión que afecten a los Euicionarios del Estado, podrían ser
de conocimiento de los jueces de la capital, con independencia
del lugar donde se hayan sido perpetrados.
54 R L NUEVO PROCESO PENAL

En cualquiera de los casos, la idea central de la misma radica en la


complejidad de determinados delitos, en las dificultades logísticas
de traslado a la sede judicial, de espacio, de posibilidades de fijga
que puedan presentarse en la sede originaria, así como la seguridad
para las personas investigadas, testigos, peritos y magistrados.

5.4. Competencia por conexión

Para MüRnNO. C A T E N A " la conexión entre distintos procesos tie-


ne lugar "cuando existen elementos comunes, bien en relación con los
imputados (conexidad subjetiva), bien en relación con los hechos de-
lictivos (conexidad objetiva)". De esta manera respetándose los prin-
cipios procesales se evitan sentencias contradictorias sobre cuestiones
idénticas o análogas. Para MARTÍNEZ RAVE," la conexidad procesal se
produce cuando: a) hay unidad de acción y phiralidad de infiacciones;
b) pluralidad de acciones y pluralidad de infi-acciones; y c ) pluralidad
de acciones y unidad de infracción.

Cabe señalar entonces que la posibilidad de existencia de una plu-


ralidad de hechos punibles justifica la previsión del legislador sobre
los casos de conexión en el proceso penal, reiuiiéndolos en uno sólo
(acumulación)'" a fin de evitar sentencias contradictorias y dilaciones
indebidas. La doctrina agrupa los casos de conexidad en subjetiva, ob-
jetiva y mixta.

Conexidad subjetiva

Se presenta cuando la conexión entre los distintos procesos obe-


dece a la existencia de una relación entre imputados"" y se pue-
den distinguir dos casos: 1) cuando varios individuos aparecen
imputados del mismo hecho punible como autore's y partícipes; y
2) cuando varios imputados han incurrido en distintos delitos en
tiempo y lugares distintos, existiendo vinculación entre ellos.

37 ¡VloRENO CATENA, Derecho Procexat Penal, cilado, p. 1 4 9 .


38 MAUTINEZ RAVE, Procedhmenlo Penal colombiano, Teiiiis, Bogóla, 1 9 9 4 , p. 172.
39 LEONE,\G., Tratado, c i l a d o , p . 3 9 6 .
40 M o R E N o C A r E N A , O e « c A o / ' ; - o c e . t o / / ' e ; i o / , cilado, p. 1 4 9 .
CAHTULO 1: C o N C E i ' i o s GENERALES 55

Cunexltlciíl objetiva

lixige la conexión por existencia de varios hechos delictivos rela-


cionados entre sí. Se considera de ésta manera los delitos cometi-
dos para procurarse los medios paia cometer otros, o para facilitar
o consumar su ejecución o para asegurar la impunidad.'"

Conexidad mixta

Hs aquella que resulla de lafiísjón^de la conexidad subjetiva y co-


nexidad objetiva, y por la cual se consideran conexos los diversos
delitos que se imputan a una misma persona al incoarse contra
ella causa por cualquiera de ellos, si hubiera analogía o relación
entre sí y no hubieran sido sentenciados.

Los artículos 31 y 32 del CPP establecen los supuestos de co-


nexión y la solución legislativa al respecto. Así existe conexión:

1. Cuando se imputa a una persona la comisión de varios delitos.


En tal supuesto, será competente el juez que conoce del delito
con pena m as grave; y si el delito tiene igual penalidad, el
juez que primero recibió la comunicación fiscal de formaliza-
ción de la investigación preparatoria.

2. Cuando varias personas aparezcan como autores o paitícipes


del mismo hecho punible. El legislador ha considerado que
este supuesto se resuelve subsidiariamente por la fecha de co-
misión del delito; por el turno al momento de la formalización
de la investigación preparatoria del ñscal; o por quien tuviera
el proceso mas avanzado. Si los procesos se encuentra en dis-
tintos distritos judiciales, se resuelve mediante las normas de
competencia territorial.

3. Cuando varias personas vinculadas por una misma voluntad


criminal hayan cometido diversos hechos punibles en tiempo
y lugar diferentes. En este caso corresponde conocer al juez

«I \ V éiise M ARnNE2 RAVE, Procedimiento penal colombiano, Temis, üogolá, 1994, p. 172.
56 Et, NIIF.VO rnOCESO PENAL

que conoce del delito con pena mas grave, y si flicran de igual
gravedad, al que primero recibió la comunicación de formali-
zación de la investigación preparatoria por el fiscal.
4. Cuando el hecho delictuoso ha sido cometido para facilitar otro
delito o para asegurar- la impunidad. El caso coiTcspondcrá al
juez que conoce del delito sancionado con pena mas grave.

5. Cuando se trate de imputaciones recíprocas. Igualmente, co-


rresponderá al juez que conoce del delito con pena mas grave
y si hubiera igualdad, al que recibió primero la comunicación
fiscal de investigación preparatoria.

A l lado de las citadas conexiones y criterios de competencia se


regula el concurso procesal de delitos, de tal manera que existien-
do casos de delitos sujetos a trámite distintos, cl procedimiento a
seguir es cl que corresponde al delito más grave y tratándose de
delitos que requieren del ejercicio privado de la acción ]icnal, se
siguen los mismos criterios, pero solo podrán acumularse cutre
ellas (art. 3 3 ) ; lo que equivale a decir que no cabe acumular un
proceso de querella y uno ordinario.

5.5. Cuestiones de competencia

Son aquellas incidencias que se presentan durante el proceso y que


buscan reconducir el conocimiento de una causa por la autoridad judicial
competente; o buscan dar solución a los cueslionamicntos que se presen-
tan para su real determinación. Las cuesfiones que se presentan pueden ser
variadas y nuestro ordenamiento procesal penal reconoce: la declinatoria
de compclencia, la transferencia de competencia y la contienda de compe-
tencia. Tambión se comprende denü-o de este rubro a la acumulación.

Como se podrá observar de sus características comiuics se espera


que tales planteamientos se resuelvan lo más pronto posible, de allí sus tér-
minos perentorios, sin perjuicio que mientras estuviere pendiente la deci-
sión judicial sobre la cuestión de competencia, se le permite al juez resol-
ver la libetjad o la detención del imputado o realizar diligencias urgentes,
irrealizables ulteriormente o c¡ue no admitan ninguna prórroga (art. 52).
C A H I lULÜ 1: CUNCEITOS GENERALES 57

Dùcìincitoria lie CompetemiLi.- Pl-ocede cuaiulü el jmpuliido.


el actor civil o et tercero civil responsable, soiicitíin individual
o colectivamente, al Juez de la Investigación Preparatoria que
decline competencia a favor de otro Juez por no ser el compe-
tente por razón de la materia, de jerarquía o de téirl-tíorio y se
interpondrá dentro de los días de formalizada la investigación
preparatoria (arts. 34, 35). Kl Juez citará a audiencia para escu-
char a las parles y resolverá inmediatamente dentro del plazo de
2 días.

Sí se declara consentida la resolución que decltira fundado se re-


mitirá lo acUiado al juez que corresponda, con conocimiento de
las partes (art. 36). En todo caso, contra la resolución que dicte el
Juez procede recurso de apelación ante la Sala Superior, la misma
que resuelve en liltima instancia (art. 37). En estos casos ia au-
toridad judicial deja de conocer del proceso porque no le corres-
ponde y remite lo actuado a quien se considera competente, sin
embargo, mantienen su eficacia los actos procesales válidíuiiente
realizados antes de la declinatoria (art. 38).

Transferencia de Competencia.- La transferencia de competen-


cia a una autoridad jurisdiccipnal distinta, importa el traslado
del conocimiento del caso por razones fundamentalmente de se-
guridad en la investigación y juzgamiento. En doctrina y legis-
lación comparada se admiten distintos supuestos, y nuestro nue-
v o código procesal establece que procede íinicamente cuando
"circunstancias insalvables impidan o perturben gravemente el
normal desaiTüllo de la investigación o del juzgamiento o cuan-
do sea real o inminente el peligro incontrolable la seguridad del
imputado o su salud, o cuando sea gravemente afectado el orden
piiblico (art. 39). En estos casos, planteada la transferencia por
el fiscal, el imputado o alguna de las partes procesales, el juez
formará el incidente, pondrá en conocimiento de las otras partes
y lo remitirá a la Saín Superior para que resuelva en el plazo de
tres días. Tratándose de jueces de distinto Distrito Judicial o de
Salas Superiores, la transferencia será resuelta por la Sala penal
de la Corte Suprema (art. 41).
58 EL NUEVO PROCESO PENAL

Contienda de Competencia - Consiste en la facultad que tiene un


Juez.para pedir la competencia a otro Juez cuando éste conoce de
la invesligación de un delito que no le conesponde''^ El código
reconoce la conlienda de competencia a) por reconocimienlo; y
b) por inhibición.

Señala la ley que se prodxice la contienda de competencia por reco-


nocimiento "cuando el Juez tomo conocimiento que otro de igual
jerarquía también conoce del mismo caso sin que le corresponda,
de oficio o a peticióii de las partes, solicitará la remisión de! pro-
ceso", acompañando la copia de la resolución y los elementos de
prueba pertinentes. Si acepta remitirájo actuado; en caso contrario,
lo" deélnrará improcedente (contienda positiva) y elevará ci cuader-
no que forme n la Sala Superior a fin de que resuelva lo pertinente
en última instancia (art. 42). La conlienda de competencia por ij>
hibición se produce cuando el juez^considera que no es competente
para conocer del caso y se ijihjbe, de oficio o a pedido de las paites,
remitiendo lo actuado a olro juez o remitiéndole las copias perti-
nentes si hubiere imputado detenido. Si el segundo juez también
se inhibe (contienda negativa), elevará las copias o el principal a la
Sala Superior a fin de que resuelva lo pcrüncnte (art. 43).

Además, el legislador ha considerado necesario incluir las llama-


da consulla competencial que se produce cuando un juez loma
conocimiento que su superior jerárquico conoce el mismo hecho
punible u otro conexo, constatará mediante oficio si debe remitir
lo actuado; y cuando se trale de una situación inversa, es decir, el
juez superior conoce que cl inferior conoce del mismo delito u olro
conexo, pedirá lo actuado de oficio o a petición de las partes (art.
44). Como se podrá apreciar, se pone el acento en la necesidad de
unificar procesos que se encuentran ¡inte órganos jurisdiccionales
de distinta instancia bajo e! principio de la unidad en la investi-
gación y juzgamiento (art. 44.1 y 2 ) . Como consecuencia de estas
disposiciones compelenciales no habrá duplicidad de procesos,

'12 SAAVEDRA ROJAS, E . , CnnslHvción, t?erect\os lliininnos y proceso peml, editorial,


Gustavo iHanez, l í o g o l á , 1995, p. 191.
CAPTFULO 1: C o N C E i T o s C ÌENORALES 59

se reducirá el esñierzu judicial y seevilará la posibilidad de tener


sentencias contradictorias.

En el mismo sentido, tratándose de procesos especiales que se


siguen contra las altas autoridades que eslablece el art. 99 de la
Constitución del Estado ante los magistrados de la Corte Suprema
de la República, en la que también se encuentran involucrados per­
sonas que no liene tal prerrogativa, serán juzgados conjimtamenle
con aquellos; igualmente si se trata de casos especiales seguidos
ante los magistrados de la Sala Pena! Superior (art. 44.3 y 4).

5.6. Acumulación y desacumulación de casos

Los casos de conexión detennlnan la acumulación de procesos


en uno solo, la misma que se sustenta en la necesidad de sujetarse al
principio de unidad en la investigación y juzgamiento, resultando ab­
surda la tramitación de procesos conexos en sedes judiciales distintas
cuando es aconsejable su acumulación". Además, ello permitirá iin tra­
lamienlo unitario del caso y un conocimiento integral y coherente d e
cada conducta perpetrada y d e la personalidad de los imputados como
condiciones indispensables para adecuar la pena y de esa manera se
evite el riesgo de incuiTÍr en resoluciones contradictorias si se juzgara
por separado''''.

El nrt. 46 del C PP establece que cuando en los casos de conexión


hubiera procesos independientes, la acumulación tendrá lugar obser­
vando las reglas de la competencia. Pero además habría que señalar sus
características más resaltantes:

a. La acumulación es obligatoria cuando varias personas aparezcan


como autores o partícipes del mismo hecho punible (art. 47.1 y
31.2).

43 Véase GAKC IA IIADA, D . , Mumial, ciladu. p. 59; MÜRKNO C ATENA, Derecha Fracesal
Penal, citado, p. 151.
I'l EJ. Suprema de 20 de octubre de 1997, S.P. R.N. № 2939­97. Ancasli, en Jurispru­
dencia Pcind, R u i A S VAUC AS, p. 181.
60 EL WIJEVQ PROCESO PFNAL

b. La aciutiulación será facultativo en los demás casos siempre que los


procesos so encuentren en el mismo estado e instancia, y no ocasio-
nen grave retardo en la administración de justicia (arl. 47.2),

c. La acumulación puede ser resuelta de oficio o a pedido de parle o


como consecuencia de una conlienda de competencia (arl. 48.1).
á. Confi-a la resolución que resuelve la acumulación en la invesfiga-
ción preparatoria procede apelación anfe la sala superior, la que
decide en cinco días hábiles (art. 48.2).

e. La acumulación cn la fase de juzgamiento puede ser resuelta de


oficio o a petición de parte; procede la apelación y ia sala superior
decidirá en cinco días hábiles (art. 49).

f. N o procede la acumulación tratándose de procesos de trámite or-


dinario y otro de querella; o cuando uno de ellos corresponde a la
jurisdicción ordinaria y la otra mililar (art. 50).

g. La desacwnulación es posible en casos excepcionales para "sim-


plificar cl procedimiento y decidir con prontitud, siempre que
existan elementos suficientes para conocer con independencia"
formándose cuadernos por separado (art. 51). Esla desacumula-
ción se hace necesaria si se verifica la complejidad de los casos o
existe demora cn la realización de las diligencias o por cl número
de procesados de una causa acumulada con relación a la olra.

6. L A INHIDICIÓN Y LA RECUSACIÓN

La regularidad del proceso penal y su éxito se sustenta principal-


mente en la acluación proba de la autoridad judicial, cl respeto a las
normas de procedimiento, su independencia y la imparcialidad cn sus
decisiones. Una de las mayores ambiciones en materia penal radica en
que los jueces "gocen de completa independencia y además, actúen con
absoluta imparcialidad eliminando toda causa que pueda inclinar, aun
inconscientemente, su decisión", a lo que se viene a llamar la capaci-
dad subjetiva del Juez.

45 MABTtNÉi RAVE, Procedimiento Penal colombiano, ctlatio, p. 1 8 5 .


_ _ _ _ _ _ CAPIIUI.Ü I: CoNcijKros GENERALES 61

De allí que si desde cl inicio o en el curso de un proceso pena! sur-


giera alguna circunstancia prevista en la ley procesal, que hiciera dudar
de la imparcialidad del Juez que conoce del caso, debe éste apartarse
del mismo inhibiéndose, o en su deíecto, las partes tendrán el derecho
de pedir su separación mediante la recusLición. Tales criterios de im-
parcialidad también son exigibles de los Fiscales, por lo tanto, en los
mismos supuestos, aquellos deben apartarse de conocer de sus investi-
gaciones o de intervenir en los procesos judiciales, (art. 61.4), sin que
ellos signifique la afectación al principio de legalidad constitucional-
mente reconocido.

El legislador ha reimido estos dos institiitos procesales de suma


importancia para el proceso penal que tienden a proteger la impíucia-
lidud del juicio: la inhibición y la recusación. En ese orden, se espera
primero que el Juez o Fiscal se iidiiba al conocer, por sí o por comu-
nicación o pedido de alguna parte, de la existencia de causal legal; o,
tratándose del Juez se le recuse. Tanto la inhibición como la recusación
generan efectos inmediatos en el ciu-so del proceso, pues se afectan las
reglas de la competencia. Si la autoridad judicial se jidiibe o se le recu-
sa, debe de seguir conociendo otro Juez, según el caso y siguiendo las
normas que establecen las reglas contenidas en la ley procesal y en las
leyes orgánicas.

Las causas que dan lugar a la inhibición o recusación pueden re-


sumirse en: a) la relación existente entre la autoridad judicial y el hecho
delictivo (si ha sido agraviado o afectado por el delito o ha sido testigo
del mismo); b) la relación de parentesco existente entre la autoridad ju-
dicial y las parles procesales o implicadas en el proceso; y c) la relación
funciona! que hubiera tenido la autoridad judicial con anterioridad al
hecho que conoce (haber sido juez de instrucción, o fiscal, o intervenido
como perito, testigo o defensor del imputado o agraviado).

6.1. La inliibición

La inhibición es el apartamiento de la autoridad judicial del cono-


cimiento de la causa cuando medie circunstancia específica que motive
la posibilidad de ser recusado. De tal manera que el órgano jurisdiccio-
62 EL NUEVO PROCESO PENAL

nal consciente de que está impedido por causas clico-lcgaics, deja de


conocer un proceso penal, ya sea por autodeterminación o a instancia
de parle''*.

El art. 53 del CPP es claro al scilnlar que los jueces se inhibirán en


los casos que la misma ley establece. Las causales son las siguientes.

a. Causales cerradas.- La ley procesal establece las causas para la


iidubición de manera taxativa.

L Cuando el juez tuviese directa e indirectamente interés en


el proceso o lo tuviere su cónyuge, sus parientes dentro del
cuailo grado de consanguinidad o segundo de afinidad, o sus
parientes por adopción o relación de convivencia con alguno
de los demás sujetos procesales; aún cuando tales vínculos se
hayan anulado, disuelto o hayan cesado los cfi^clos civiles del
matrimonio (art. 53.1.a). Es el caso de que el juez fiícra agra-
viado por el hecho punible; o lo fuera su pariente en los niveles
de parentesco señalados o que sean las personas imputadas,
resulla lógico pues que el juez no puede la autoridad que co-
nozca del mismo. Tampoco debe admitirse que conozca de un
caso cuando alguno de sus parientes tenga interés en el mismo.
N o cabe duda que se afecta cl principio de imparcialidad.

2. Cuando el juez tenga amistad notoria, enemistad manifiesta


o un vínculo de compadrazgo con el imputado, la víctima o
contra .sus representantes (art. 53.Lb).

3. Cuando el juez fuera acreedor o deudor del imputado, víctima


o tercero civil (art. 53.1 .c).

4. Cuando el juez hubiere intervenido anteriormente como juez


o fiscal en el proceso, o como perito, testigo o abogado de
alguna de las parles o de la víctima (art. 53.Ed). El primer
caso obedece a que la autoridad judicial ya ha conocido de los
hechos c intervenido judicialmente sea como juez inferior o
fiscal, por lo tanto, no debe de inlervenir en la etapa del juicio
o como vocal. El .segundo caso prevé el .supuesto cn que el

46 M I X A N MAss, F., Derecho Procvaai Penal, T 111, rilatli), p. 236.


•i

CAI'ÍHJLQ I: C o N r E i ' t o s OENEI{AI.ES 63

Juez liayíi intervenido anteriormente en el niismu proceso en


calidad de testigo, perito o atíogado de alguna de las parles.

Cabe anotar que la legislación procesal civil también regula la


1^ recusación y se puede acudir a ella de manera supletoria para al-
1^ cíuizar una interpretación coherente ante los casos que se susciten
en la vía penal. Se establece en que casos el juez se encuentra
^ impedido (art. 305°) y las causales de recusación (arl. 3t)7"). guar-
dando simihues consideniciúiies legislativas. También se estable-
^ ce la posibilidad del rechazo liminar de la recusación, cuando
en el escrito no se específica la causal invocada, o si aquella es
manifiestmnenle improcedente; o si no se ofrecen los medios pro-
batorios para su acredilación (art. 314°).

ig^ De acuerdo con la misma normatividail civil, cuando un pedido


de recusación se desestima, cl Juez puede condenar al recusante a
• Píigar una multa po menor de tres ni mayor de diez Unidades de
Referencia Procesal (art. 316°).

h. Cínisül abierla - Además de éstos casos, el legislador ha previs-


^ tü la causal ahieria de inhibición (u recusación) por temor de
¡mpcirciüiidiid como lo expresa RÜXIN'" cuando exista "cualquier
" otra causa, fundada en motivos graves, que aféele su imparciali-
1^ dad" (art. 53.1.e).

1^ Si bien se exige el motivo grave de la recusación abierla, cierto


^ es también que cualquier motivo puede ser utilizado para ello,
^ incluso aquellos de naturaleza subjetiva (amistad o enemistad an-
1^ terior o con ocasión de olro proceso judicial; el haber presentado
^ una í]ueja o denuncia por conducta funcional en el mismo u otro
proceso; el argumentar trato desigual en el proceso; haber sido
¡© compañero de estudios de con algunas de las partes o sus aboga-
^ dos, etc.). Esta causal debe ser resuelta en atención a cada caso
^ concreto y teniendo a la vista la fundamentación correspondiente
^ q\ie, entendemos, debe ser de tal naturaleza que posibilite el cues-
1^ tionamiento sobre la imparcialidad del juzgador.

# ^
^ 47 RoxiN, Cliius. Derecho Procestil Pemil, cllaüo, p.43.

m
m
m
64 E L NUEVO PROCESO PENAL

c. Tramile de la inhibición.- El juez tic la investigación preparato-


ria y el juez pena! se inhibirán por escrito, indicando la causal
invocada, ante la Sala Superior, con conocimiento de las parles y
elevando copia certificada de lo actuado. La Sala resolverá inme-
diatamente previo traslado a las partes cn un plazo común de tres
dias(art. 53.2).

6.2. La recusación

La recusación es cl in.";li1uto procesal en virtud del cual la parte


procesal busca el apartamiento del juez respecto de una causa concreta,
cuando dude de su imparcialidad y que debe venir sustentada por cau-
sa cierta. Desde esla perspectiva, se trata de un derecho que tienen las
partes de pedirle a la autoridad jurisdiccional deje conocer del proceso a
fin de que el mismo siga su curso sin cuesfionamicnlo sobre la conducta
del juez. La recusación está Intimamente vinculada al principio del juez
legal, pues exige del Juez no sólo la predeterminación de su jurisdicción
y competencia con anterioridad al hecho que conoce, sino también la
ecuanimidad, rectítud e imparcialidad en su actuación fimcional, es decir,
idoneidad en el cargo. En caso contrario, cl imputado o la paite civil, que
tienen duda ftmdada sobre tales cualidades, tienen expedito cl derecho de
oponerse a aquel que conozca del proceso instaurado mediante el plan-
teamiento de la recusación. Entonces, si el juez no se inliibe puede ser
recusado por las parles. Se deben tener en cuenta las siguientes reglas:

1. La recusación se formula por escrito, bajo sanción de inadtnisibili-


dad y siempre que se sustente en alguna de las causales del art. 53
y adjuntando los elementos de convicción (pmeba) pertinentes.

2. Si la recusación se interpone fuera del plazo legal será declarada


inadmisible y se rechazará de plano.

3. La recusación se interpone dentro de los tres días de conocida la


causa! que se invoque. En ningún caso procederá luego del ter-
cer dia hábil anterior al fijado para la audiencia. Sin embargo, si
después de iniciada la audiencia, el juez advierte -por sí o por las
parles- de la existencia de una causal de inhibición, deberá decla-
rarsedeoficio (art. 54.2).
CAI-IIULO I ; C o N C L F i o s UENERALES 65

4. Kn el caso de pioccdimiento la recusación será inlerpuesia dentro


del tercer dia hábil del ingreso de la causa a esa instancia (art.
54.3).

5. Todas las causales de recusación deben de ser alegadas al mismo


tiempo (art. 54.4) lo que impide que se fonnulen recusaciones
seguidas por causales distintas.

6. La consecuencia inmediata de la inhibición o recusación es el


reemplazo del magistrado por otro, de acuerdo á ley, con conoci-
miento de las partes.

7. Si alguna de las partes no está de acuerdo con la inhibición o


la aceptación de la recusación podrá apelar tal decisión ante la
instancia superior para que resuelva dentro del tercer día. Contra
esla decisión no procede ningún recurso.

Si el juez rechaza de plano la recusación o no está de acuerdo


con ella, formará un incidente y lo elevará a la Sala Superior en
el plazo de un día a fm de que resuelva en el plazo de tres días.
Contra esta decisión tampoco procede recurso alguno.

9. í.,a ley establece que la recusación contra los miembros del órgano
jurisdiccional colegiado se sigue el mismo trámite y corresponde-
rá decidir al mismo colegiado imegrándose con otro magistrado.
Se entiende que en tal decisión no interviene el juez que se inliibe
o es recusado. Contra esta decisión no hay impugnación alguna.

10. Si la recusación fuera contra todos los jueces que integran el cole-
giado, conocerá de la misma el órgano jurisdiccional llamado por
ley. Conforme a la sistemática del código, será otro colegiado del
mismo nivel.

11. Tratándose de secretarios y de quienes son auxiliares judiciales


también procede la inhibición o recusación, la misma que será
resuelta por el juez donde ejercen funciones, quien decidirá in-
mediatamente reemplazándolo durante ese trámite por ei llamado
por ley (art. 58).

12. Se establece que mientras este pendiente de resolver la inhibición


o la recusación se podrá: decidir sobre la libertad o privación de
66 El. NUEVO PROCESO PENAL

la libertad del imputado; actuar diligencias que sean urgcnle.'i c


irrealizables pcvsleriormenle o que no permitan ninguna prórronil
(arl. 59).

Coino se ha afirmado, la inhibición y la recusación eslán estrecha-


mente ligadas a la función jurisdiccional; si existiere algún impedimen-
to, cl juez debe inhibirse; o se recusa al juez que conoce un caso o (itic
juzga el mismo bajo las causales señaladas. Sin embargo, en atcnció)i
a las ftmciones que ejerce el Ministerio Público en el ámbito penal -di-
rección cn la invesligación preliminar y preparatoria- también cabe hi
inhibición o las partes pueden pedir su inhibitoria, pues asi lo establece
el art. 61.4 de la nueva ley procesal; "el fiscal está obligado a aparlar.sc
del conocimiento de una invesligación o proceso cuando eslc incurso cn
las causales de inhibición establecidas en el artículo 5 3 . " Debe tenerse
en cuenta que en senlido amplio les afectan las mismas incompatibili-
dades que ha los jueces.

m. SUJETOS PROCESALES •

1. INTRODUCCIÓN

Tradicionahnente a las personas que intervienen en cl proceso pe-


nal se les llama parles, comprendiendo principalmente a aqtjellas que se
enfrentan cn el proceso, aludiéndose a los adversarios o contendicnlcs,
sin embargo, esla denominación no es suficiente para considerar a olías
personas que participan en el proceso c incluso no comprendería al juez
que, por su estatus de imparcialidad, está por encima de las paries'".
D e allí que la doctrina y el derecho comparado opta por denominar a
todas aquellas personas que interviene bajo la denominación de suje-
tos procesales, quienes pueden szx principales (juez, fiscal e imputado)"
y secundarios (actor civil, tercero civiÍ responsable y defensor), ex-

48 V é a s e .SÁNCIIE?. VELARDE, Pablo, Mmuinl de Derecho Proceso! peiml, EJilorlal


1 D E M S A , L i m a , 2004, p. 199 y ss.
CAPÌIULO 1: CoNCiiPTOs GENERALES 67

cluyéiidob'e a los terceros'^, es decir, a los testigos, peritos, interpretes,


policía judicial y auxiliares de justicia a quienes CLAIUÁ OUVUÍÜU llama
"colaboradores del proceso"*".

El nuevo régimen procesal penal, bajo una óptica acertada, defi-


ne claramente el rol que cumple cada uno de los sujetos procesales, en
tal sentido, dedica la sección I V "El Ministerio Público y demás sujetos
procesales " del libro primero "Disposiciones Generales" a desarrollar
su participación. Previamente, en la sección III " L a Jurisdicción y Com-
petencia" del mismo titulo primero, está desarrollado lo que concierne a
la actividad jurisdiccional.

Si bien es cierto se incorpora el rol de la Policía Nacional en el


titulo I, denominado "El Ministerio Público y la Policía Nacional" no
debemos entender que el código pretenda darle la condición de sujeto
procesal, sino que ello obedece a un criterio sistemático del legislador,
en orden a la dependencia ftmcional de la policía al Fiscal. En el presen-
te trabajo, el rol que cumple la Policía será tratado cuando abordemos
la etapa de invesligación preliminar, ya que, por excelencia, es en esa
etapa de proceso, que su ftinción, como colaborador del proceso, cobra
especial relevancia.

2. EL JUEZ P E N A L

En el nuevo proceso penal, la figura del juez penal adquiere es-


pecial preeminencia pues, a diferencia del sistema inquisitivo,'garan-
tiza ia regularidad del procedimiento investigalorio y toma decisiones
trascendentes en orden a la protección o limitación de los derechos
ftindamentales de la persona. CAJINEI.URRI refiriéndose al juez afirma-
ba que "no existe un oficio mas alto que el suyo ni una dignidad más
imponente. Está colocado, en el aula, sobre la cátedra; y merece esta
superioridad"."

'19 SANCIIUZ YeLARDii, Hablo, citado anleriormentc, p. 122.


O u i E D O , Derecho Procesal Peniti, T. 1, E D I A R , edilores, Cordova. 1960, p. 426.
51 C A i i M E L u r n , Francisco, Las miserias del proceso penal, T e m i s . Bogotá, Colombia,
19S9,p.27.
68 EL NUEVO PROCESO PENAL

2. E La iiilervcnción del juez en el proceso penal ordinario

En el nuevo proceso penal aparece como sujelo procesal princi­


pal bajo las denominaciones de juez de la investigación preparatoria,
juez del juicio y juez de apelación. El juez adquiere distintos roles en
el proceso, pero, principalmente se aleja definitivamente de la función
de jnstruir (investigar) que tenía conforme ai código anterior preci­
sándose y ampliándose las posibilidades de intervención de las parles.
En tal sentido, S A N NÍARTIN C ASTRO señala que'el j u e z no interviene
en la investigación prepaiatoria ni define el objeto del proceso, siendo
las partes las que la delimitan e introducen los hechos y asumen la
carga de la prueba." El Juez pasa a ser, exclusivatnenle, un órgano '
jurisdiccional que garantiza los derechos fundamentales y procesales
de las personas involucradas en la invesligación preparatoria, luego
decide cl paso al juicio oral a través del control jurisdiccional que ;
realiza en la etapa intermedia y finalmente, otro juez, dirige la etapa
de juzgamiento.

Durante la primera fase de investigación preliminar, cl Juez inter­


viene decidiendo los pedidos del Fiscal respecto de las medidas coer­
citivas o cautelares que fueran necesarias; y en la fase de Investigación ^
I
^ i»?
Preparatoria es el mismo Juez de control de dicha Investigación que
controla la misma y que en esencia constituye un juez de garantías en
el proceso penal.

Ello significa entonces, que la fase completa de investigación


está a cargo de la Fiscalía; sin embargo, los momentos decisivos del 1
proceso penal están destinados al control jurisdiccional del juez. En
tal sentido, el Juez Penal cvmiple con funciones decisorias Iradicio­ '
nales pero también con otras nuevas y exclusivas de decisión ante el
requerimiento fiscal o los pedidos que hacen las parles: dirige todas las
audiencias en fase de investigación preparatoria, dicta las resoluciones
que correspondan durante toda la investigación y además dirige cl jui­
cio y dicta sentencia. Es decir, en cl proceso penal ordinario, intervie­

52 S A N M A R T I N C A S T R O , C esar, Aceren ilc la Aiiición del juc7. en ia investigación prepa­


ratoria, en Revista Actnatidad Jnridica № I<I6, Lima, enero 2006, p, 277.
CAI'IIULO I: CONCIÌHTOS CENFJtAHiS 69

nen; un juez de la investigación preparatoria que adopta las decisiones


correspondientes durante dicha fase y también en la etapa intermedia;
el juez (órgano jurisdiccional unipersonal) o tres jueces (órgano juris-
diccional colegiado) quienes se encargan de dirigir el Juicio Oral; en
caso de apelación interviene un tribunal superior; y por último en los
casos de casación a cargo de la Sala Suprema Penal.

2.2. Etapas del proceso penal y las funciones del Juez Penal

El Juez de hi Investigación Preparatoria tiene funciones especí-


ficas" señaladas en la ley y se rige por los principios de su ley orgánica
y de aquellos que inspiran en nuevo proceso penal (art. 323), entre ellos
el principio de independencia, imparcialidad, contradicción, acusatorio.
Se pueden señalar los siguientes aspectos resaltantes:

a. Dicta las medidas cautelares o coercitivas solicitadas por el Fiscal


y las partes. También las medidas limitativas de derechos y las
. medidas de protección.

b. Realiza las diligencias solicitadas por el Fiscal y las partes, de


acuerdo a la ley procesal (pedidos de variación de medidas de coer-
ción, control del plazo de la investigación preparatoria, por ej.).
C. Autoriza la constitución de las paites procesales.

d. Resuelve las excepciones, cuestiones previas y prejudiciales,

e, Dirige las diligencias sobre prueba anticipada, conforme a la for-


ma prevista por la ley.

E Controla el cumplimiento de los plazos procesales a pedido de las


parles.

Además, en la etapa intermedia del proceso el Juez de la Investi-


gación Preparatoria asume importantes funciones:

53 SAN IvtAKriH CASTRO, Césíir, seilula c o m o Tunciones: de coerción; de garantía; de ins-


trumentación o de documentación, radicada en la instrumentación de la prueba anti-
cipada; ordenaioria; ejecutoriedud; y de decisión. En Acerca de la fiuiciúii del j u e z en
ta invesligación preparatoria, oiladu p. 283.
70 Et NUEVO PROCESO PENAL

a. Dirige la audiencia preliminar cuando el ñscal emite su acusación


y esla es objeto de observación o cucslionainiento por las partes.
Se trata de la audiencia de control de la acusación. En la misma
diligencia se pueden deducir medios de de Tensa técnicos contra la
acción penal (art. 351, 352) e incluso esta última disposición fa-
culta al Juez, de oficio, a decidir el sobreseimiento del proceso.

b. Resuelve el pedido de sobreseimiento total o parcial del proceso


a pedido del Fiscal y previa audiencia con intervención de las
parles (art. 344 - 346).
c. Dirige la diligencia de prueba anticipada, con intervención de las
partes acreditadas.

d.' Dicta el Auto de Enjuiciamiento, cuyo contenido radica en la cita-


ción ajuicio, la fecha (que no será la más próxima no menor a 10
días) y hora del mismo, la sede judicial, las personas rjue deben
concurrir y los apercibimientos que correspondan.

En ¡a etapa del Juzgamiento, sea el .fiíez unipersonal o colegiado


le corresponde:

a. La dirección del juzgamiento, cuidando el respeto al debido pro-


ceso y demás principios con.stitucionales.

b. La dirección y control del juicio y de la actividad probatoria.

c. El uso de medios disciplinarios si fuere cl caso.

d. La resolución de las incidencias que se presenten en el juicio.

e. La deliberación y resolución final o sentencia.

f. I..a concesión de los medios impugnalorios, cuando corresponda.

Naturalmente, en el nuevo proceso penal las funciones que asume


el Juez Penal en sus distintos niveles de actuación no son nuevas, pero
sí muy importantes pues como se ha dicho, controla la invesligación
preparatoria, dicta las medidas cautelares y realiza audiencias con tal
propósito, di.spone el apersonamiento al proceso, dirige la etapa inter-
media del.proceso, puede decidir el archivo del proceso, dirige el juz-
gamiento y dicta sentencia. Además conocer cn instancia de apelación
tic las incidencias que se promuevan durante el proceso e interviene en
los proccdimientüs especiales.

Como se puede apreciar, no es que las funciones del órgano juris-


diccional se reducen, creemos que, al contrario, se amplían para asumir
el control tie las tres etapas centrales del nuevo proceso penal.

3. EL MINISTERIO PÚQLICO

3.1. Diseño constitucional

El Ministerio Público o Fiscalía de la Nación es un organismo


autónomo constitucional que, principalmente, defiende la legalidad y
los intereses tutelados por el derecho.

La Fiscalía nace como ente autónomo y separado de! Poder Judi-


cial con la Constitución de 1979 y se mantiene en sus contornos norma-
tivos e institucionales con la carta constitucional de 1993. De acuerdo
con dicha Constitución Política ejerce el monopoUo del ejercicio pú-
blico de la acción penal; promueve de oficio, o a petición de parte, tu
acción pena! (art. 139.1,5); conduce o dirige la investigación del delito
(art. 139.4).

Esta titularidad es exclusiva del Ministerio Público, de tal manera


que la acción penal, - entendida como el derecho público subjetivo de
acudir ante la autoridad jurisdiccional requiriendo su intervención- en
su ejercicio público está a cmgo del Fiscal y ninguna olra autoridad o
persona puede ejercerla. En el nuevo proceso penal, no sólo conduce la
invesligación del delito y commiica al juez, del inicio de la investigación
preparatoria, sino que además asume el ejercicio público de la acción,
la cual manifiesta a plenitud cuando el fiscal formula el requerimiento
tic la acusación escrita.

Hay que señalar que el ejercicio privado de la acción está reserva-


do a la parte agraviada que es la vínica autorizada a recmrir directamen-
te unte el Juez Penal bajo la denominación de querellante porlicuhir,
siguiendo las reglas del at t. 459° y siguientes del nuevo código. En este
¡iiuccdimiento especia! no interviene el Ministerio Público.
72 EL NUEVO PROCESO PENAL

3.2. Principios que orientan su actividad

Los principios que rigen la actuación del Ministerio Público son


los siguientes:

cl. Principio de Legalidad. - Nuestro sistema jurídico procesal penal


se rige bajo el principio de legalidad u obligatoriedad. Confor-
me a este principio, toda conducta delictiva debe ser objeto de
investigación, persecución penal y sanción. En tal sentido, des-
de una perspectiva procesal, todo hecho con características de
delito debe ser investigado y sancionado. Esta persecución está
a cargo de la autoridad oficial que es el Ministerio Público, bajo
el principio de invesligación oficial, pues el Estado a partir de la
Constitución le ha delegado dicha larca.

Esle principio rige durante todas las etapas del proceso penal y se
puede afirmar que se mantiene cn tanlo el representante del Minis-
terio Público dirige la investigación del delito hasta que propone el
sobreseimiento del proceso o se decide por la instancia superior cn
caso de consulta; o cuando se dicta .sentencia condenatoria y expresa
su conformidad con la misma (salvo impugnación donde posibilita
la intervención del fiscal superior); o existiendo sentencia absoluto-
ria, no imp\igna, o, como veremos mas adelante, aplica criterios de
simplificación en el proceso penal tendientes al sobreseimiento.

Este principio encuentra un freno procesal al instituirse desde una


perspectiva de política criminal olra institución que permite la no
continuación de tal persecución, conocida bajo cl nombre de prin-
cipio de oportunidad. Ciertamente, el Estado y su organización
judicial no puede hacer frente a lodos los casos de criminalidad
que se presentan en la sociedad y haciendo una clasificación de
las conductas delictivas, selecciona aquellas que no generan una
alarma .social o interés público sobre su punición; que amplían
la carga procesal y que, por lo tanto merecen un trato y solución
distinlos por los interesados, pero con intervención del Fi.scal.

h. Principio de Objetividad - Este principio resulta fundamental en


la acluación del Ministerio Público. El arl. I V apartado 2 estable-
CAHITULO 1; CuNCEHi'Ds GENERALES 75

pues existe la posibilidad de que éste último se allauc a la acusa-


ción. N o s encontramos aquí ante un típico antagonismo procesal de
naturaleza acusatoria en el juicio oral donde el Fiscal ya es parte.

Principio de Unidad - Conforme a este principio, se pretende la


uniformidad en la forma de actuación fiscal, incluso en los cri-
terios que debe asumir, aunque respetando su independencia. El
Ministerio Público actúa como un todo ante a la sociedad y ante
la judicatura''. En su rol de director de la investigación y su in-
tervención en el juzgamiento, los representantes del Ministerio
Público pueden intervenir (respetando sus jerarquías y competen-
cias) en las diligencias de investigación y las judiciales e incluso
delegar ftmciones o ser reemplazados, sin que ello afecte al pro-
ceso penal.

De allí que se posibilite la paiticipación de los Fiscales Adjuntos


en las distintas acUiaciones que le conesponde desiurollar. Inclu-
so, en casos de urgencia, ante la comisión de un hecho delictivo de
gran envergadura o suceso fatídico que requiera de la intervención
de un número mayor de Fiscales, puede disponerse la intervención
de distintos representantes de la Fiscalía, a fin de cumplir con sus
funciones. En el nuevo proceso penal, este principio adquiere sin-
gular importancia debido a la forma corporativa de la acUiación
fiscal en la investigación y juzgamiento de los delitos.

Principio de Jerarquía.- Este principio no se encuentra relaciona-


do necesariamente a los niveles jerárquicos existentes en el M i -
nisterio Público, sino con las distintas formas de instnicciones y
de control que existen entre ellos en atención al ejercicio funcio-
nal, de tal manera que los fiscales superiores y supremos -que son
competentes por conocimiento del caso en grado- están en una
posición ftmcional de imptulición de insliiicciones al fiscal infe-
rior a fin de que se cumplan debidamente sus ftmciones, y todos
!ü están respecto del Fiscal de la Niición."

54 BINDER, ALBCRIÜ, IiuruJiiccióii al Derecho Provesal Peml, EDITORIAL A D - H O C , B U E N O S


Aires, 1993, p. 304.
35 Sobre esle principio y el de aiilononilu, véuse lu Sciitenuia dul 'rribiiiml Conaliiu-
16 EL NUEVO PROCESO PENAL

Esta relación jerárquica conlleva dos situaciones específicas: a)


la posibilidad de que el superior controle la actuación del fiscal
de cargo inferior; y b) el deber de obediencia de los subordinados
respecto de aquél". Este control jerárquico se manifiesta cuando
el superior conoce del caso en común y en la forma prevista pro­
cesalmcnte, de manera tal que pueda orientar o instruir al inme­
diato inferior; o, cuando la máxima autoridad imparla las instruc­
ciones generales o específicas que considere necesarias para la
debida marcha institucional y procedimental, sin que ello afecte
su independencia de criterio.

4. EL IMPUTADO Y SU DEFENSA

4.1. C oncepto

El imputado es la persona sobre la cual recae la incriminación de


un hecho punible y la investigación. También se le puede llamar proce­
sado y acusado durante la etapa del juzgamiento.

Sobre este sujelo procesal gira la relación jurídica aunque su pre­


sencia no es indispensable para el inicio y continuación del proceso".
Debe ser debidamente identificado desde el primer momento de la in­
vestigación preliminar. También se deben conocer sus dalos personales,
señas particulares, sus impresiones digitales (cuando sea necesario); en
caso de negarse a proporcionar dicha información o lo hace falsamente,
se faculta cl empleo de testigos u otros medios útiles para conocer de su
identidad (art. 72). Sobre lodo, en la primera fase de investigación de­
ben de agotarse los esfuerzos a fin de conocer debidamente la identidad
del imputado; las razones son obvias; el proceso penal debe seguirse >/
contra persona verdadera y con cargos de imputación, verificados; y
evitar confusiones o inexactitudes que puedan dar origen a que, por

cional, Exp. № 620'I­2006­PHC n"C , Loreto, caso C liávcz Sibina, tie 9 de agosto de
2006.
56 ILANUD, El M i n i s l e r i o r ú b l i c o cn América Latina desde la pcrspecliva del dcreclio
procesal penal moderno, San José C osta Rica, 1991, p. 8S.
Í7 Véase SANCIIEZ V n t A n o E , Pablo, Manual de Derecho Frocesal Penal, z\lai¡o, p. ] 4 0 y ss.
C ' A f i i u i u I: Q m c K P i ü s üi-NiiKALKS 73

ce que el Fiscal "eslá obligado a actuar con objetividad, indagan-


do los hechos constitutivos de delito, los que determinen y acre-
diten la responsabilidad o inocencia del imputado. Mas adelante,
se reafirma este principio cmmdo establece la ley que el Fiscal
"adecúa sus actos a un criterio objefivo" (art. 61°).

La objetividad de su función plasmada en muchos casos en sus


propias decisiones debe ser principio rector para decidir el inicio
de una investigación preliminar o preparatoria, o decidir las dili-
gencias necesarias o recopilación de elementos probatorios para
alcanzar los fines del proceso y, principalmente, para formular el
requerimiento acusatorio.

Fin el ámbito de la persecución penal ubicada en la investigación


preliminar, debe de actuarse bajo dato objetivo, cierto o verificable
a partir de los cuales se pueden elaborai' hipótesis de trabajo, de
tal manera que las diligencias o actuaciones fiscales irunediatas se
encuentren orientadas a alcanzar ese mínimo probatorio necesa-
rio para iniciar formalmente una investigación preparatoria. Debe
existir dato cierto, aunque sea mínimo, piua investigar una denun-
cia de estafa, robo, falsificación, sexual o tráfico de influencias,
por ejemplo. N o se trata de lo que diga el texto de la denuncia de
pfirte, sino de lo que se evidencia de su contenido o de lo que apa-
rezca de las primeras diligencias de investigación. N o se descarta
de plano el elemento o carga subjetiva en la fimción de investigar,
pues está implícita en la elaboración de las hipótesis de trabajo.

Pero también es cierto que ya dentro de un proceso penal, sea


la fase prepí\ratoria o intermedia, la decisión fiscal, sobre todo
aquella que significa la acusación escrita o la opinión de archivo
del proceso, debe de sustentarse en la existencia de medios pro-
batorios o en la caí encía de los misinos. Es claro que'si no existen
elementos de prueba para sustentíu- una acusación es mejor optar
por la opinión de archivo del proceso, o en su caso, la ampliación
de la investigación preparatoria, señalando las diligencias que de-
ben de producirse. Si se ha desvirtuado la incriminación inicial, la
opción de culminar con la acción penal es la adecuada.
74 EL NUJjvo PROCESO PENAL

Principio de independencia e imparcialidad-"Ei texto procesal se-


fiaia que el Fiscal "actúa en cl proceso penal con independencia de
criterio (...) rigiéndose únicamente por la Constitución y la L e y ;
sin perjuicio de las directivas o inslrucciones de carácter general
que Binila la Fiscalía de la Nación" (art.61.1). Conforme ai princi-
pio de independencia, la autoridad Fiscal, al igual que cl juez, se
rige por la Constitución y la ley, máxime si uno de los principios
rectores del Ministerio Público es la defensa de la legalidad. Este
apego a la ley rige durante toda su acluación en el proceso penal:
inicio de la investigación preliminar, preparatoria y cuando formu-
la acusación o decide por el sobreseimiento. Comprende no solo
los principios rectores que nacen de la Constitución, sobre todo
aquellos referidos a los derechos fundamentales de la persona y a
la ñiiición judicial (arts. 2° y 139°) que sean pertinentes, sino tam-
bién a los Convenios o Pactos Internacionales, las decisiones de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la doctrina que
imprime el Tribunal Constitucional peruano.

El principio de imparcialidad exige que el Fiscal en tanto órgano *^


judicial que dirige la investigación preliminar y preparatoria ac-
túe como órgano neutral, asegurando a las partes su libre acceso a
la causa, posibilitando en ellos la misma oportunidad de recursos
y ofrecimiento de pruebas, las notificaciones así como su inter-
vención en las diligencias que le son propias.

La imparcialidad exige que el Fiscal no se incline a favor de al-


gima de las partes, de lo contrario, cabe que se le pida o que se
inhiba o se excuse de seguir conociendo del caso. Conforme a
la nueva ley procesal, sólo los jueces pueden ser recusados (art.
53°), sin embargo, el Fi.scal Superior, previa indagación, puede
disponer el reemplazo del Fiscal cuando incurra en causal de re-
cusación establecida para los jueces (art. 62°. 1).

D e otro lado, se debe señalar que cuando el Fiscal formula acusa-


ción su posición cambia, pues asume ya la función de parte que
sustenta un pedido de pena y reparación civil contra el acusado, lo
que permite establecer dos posiciones generalmente encontradas,
CAPITULO 1: CONCEITOS GENERALES 77

ejemplo, se inicie proceso contra persona distinta e incluso se ordene


alguna medida coercitiva, tratándose de evitar los electos dañinos que
trae la homonimia.

'1.2. Derecho de defensa. Manifestaciones

El derecho a defenderse esta con el imputado desde que es some-


tido a investigación y hasta la culminación del proceso, pues al igual
qtie la legislación vigente, con el nuevo texto, ejerce el derecho a la
última palabra (art. 391.1).

Cabe reiterar que el derecho a la defensa liene base constitucional


y siiprímacional, pues al detenido no se le puede privar del derecho de
defensa en ningún estado del proceso y se le tiene que infonnar "inme-
diatamente y por escrito de la causa o razones de su detención. Tiene
derecho a comunicarse personalmente con un defensor de su elección
y a ser asesorada por éste desde que es citada o detenida por cualquier
autoridad" (art. 139.14 Const.), además, el debido proceso que se con-
sagra en lu Constitución (Art. 139.3) otorga a este derecho una cober-
tura muy amplia y hasta ha merecido jurisprudencia reiterada no sólo
del Tribunal Constítucional, sino también de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.

Este Derecho se encuentra regulado además, en el Tindo Prelimi-


nar del Código Procesal, en cuyo art. I X establece que "Toda persona
tiene derecho inviolable e irrestricto a que se le informen de sus dere-
chos, a que se le comunique de iiunediato y detalladamente la imputa-
ción formulada en su contra, y a ser asistida por un Abogado Defensor
de su elección o, en su caso, por un abogado de oficio, desde que es
citada o detenida por la autoridad." Ha de resaltarse aspectos específi-
cos qvie comprende el derecho de defensa y que el nuevo código recoge
de manera especial: derecho a un tiempo razonable para que prepare su
defensa; a ejercer su autodefensa material; a intervenir en plena igual-
dad en la fase probatoria; a utilizar los medios de defensa que la ley
establece e inlervenir en cualquier momento del procedimiento incluso
en las impugnaciones, conforme a la ley.
78 EL NUEVO PROCESO PENAL

Se introduce el derecho a no declararse culpable, tampoco a


admitir la culpabilidad de su cónyuge o parientes cercanos (hasta cl
cuarto grado de consaguinidad o segundo de aPrnidad). Tiene derecho
además, a que se le informe del proceso, a conocer de la acusación
fiscal, a la defensa técnica y su remoción, a impugnar la sentencia,
entre las principales.

Como se puede apreciar, el imputado tiene derecho a defenderse


desde que nace la imputación, .sobre lodo, cuando .se ha instaurado el
proceso y la ley procesal prevé expresamente la forma en que debe de
hacerlo. Pero además de lo dicho, et iinputado puede hacer uso de la de-
fensa técnica, es decir, de su defensor particular o defensor público (de
oficio); en tal sentido, el letrado puede intervenir en las iniciales dili-
gencias de investigación, informarse de los cargos de imputación, paiti-
cipar de las mismas, presentar pedidos, ofrecer la actuación de pruebas,
y durante el proceso penal, todas las posibilidades que la ley le permite
en igualdad de condiciones con la otra parle.

Es necesario señalar que cl nuevo Código obliga a los jueces, fis-


cales y a la policía que deben de hacer conocer al imputado, de manera
inmediata y comprensible sus derechos. En consecuencia, habrá que
dejar de lado los tecnicismos para hacer que el iinputado comprenda
-utilizando los términos más sencillos, de ser el caso- no sólo de los
cargos en su contra y la investigación o proceso penal que se le sigue,
sino también y sobre todo los derechos que la ley le reconoce. En con-
secuencia tiene:

a. Derecho a conocer los cargos formulados en su contra; de la cau-


sa o motivos de .su detención, entregándole la orden de detención
en su contra cuando corresponda.

b, Derecho a designar a la persona o institución a la que debe de


comunicarse inmediatamente su detención.

c. Derecho a ser asistido por un Defensor desde la investigación


inicial.
d. Derecho a no declarar o pedir la presencia de su defensor para
hacerlo.
CAPITULO I : C ONC EITOS GENEKALES 79

e. Derecho а que no se emplee en su contra'medios coactivos, inti­


núdatorios o contrarios a su dignidad, ni ser sujeto a métodos que
sometan su voluntad.

f. Derecho a ser examinado por un médico legista o profesional de


la salud, cuando su estado de salud a si lo requiera.

4.3. Abogado defensor. Derechos

De otro ludo, el Abogado defensor del imputado, por su función


misma, tiene derecho;

a. A interrogar directamente a su defendido, así como a los testigos


y peritos.
b. A ser asistido por un perito particular en las diligencias en las que
sea necesario y pertinente.

c. A participar en todas las diligencias, excepto en la declaración


prestada durante la etapa de investigación por el imputado que no
defienda.

d. Aportar medios de investigación y de prueba pertinentes.

e. A presentiu­ escritos o peticiones orates en temas de mero tiámite.

f A tener acceso al expediente fiscal y judicial para informarse del


proceso, con las limitaciones previstas en al ley, así como obtener
copia simple de las actuaciones en cualquier estado o grado del
procedimiento.

g. A ingresar a los establecimientos penales o dependencias policia­


les para entrevistíuse con su patrocinado.
h. A expresarse con libertad, sea por escrito u oralmeiue, sin ofender
el honor de las personas.

i. A interponer las excepciones o recursos que permite la ley.

Como se po'drá apreciar se establecen amplios derechos que asis­


ten a los defensores para hacer mejor su patrocinio a favor del imputa­
do, de esa manera se da estricto cumplimiento lo dispuesto por la carta
constitucional.
80 EL NUEVO PROCESO PENAL

5. LA.S PERSONAS .RJRIDICAS

El Cótiigo procesal introduce la figura de la per.sona jurídica como


sujeto procesal, con la finalidad de posibilitar la aplicación de lo dis-
puesto por los artículos 104 y 105 del Código Penal, relativo al comiso
de beneficios a las personas jurídicas y las consecuencias accesorias que
regula la ley penal. Confiarme al texto punitivo y la reciente doctrina pe-
nal que se ha elaborado, la persona jurídica puede ser pasible de sanción
económica debido a que se facuíla al juez a decretar la privación de los
beneficios obtenidos cuando fueran consecuencia de hecho punible co-
metido en el ejercicio de .su actividad por funcionarios o dependientes,
en cuanto fuere necesario para cubrir la responsabilidad pecuniaria de
naturaleza civil de aquellos, si sus bienes ñicran insuficientes (art. 104).
También se establecen determinadas medidas a ser impuestas por cl
.Tuez cuando el hecho punible fue cometido cn ejercicio de la actividad
de cualquier empresa jurídica o utilizando su organización para favore-
cerlo o encubrirlo (art. 105). Estas medidas son las siguientes:

a. Clausura de sus locales sea temporal o definiHvo.


b. La clausura temporal no puede exceder de cinco aRos.

c. Disolución de la sociedad, asociación, fundación, cooperativa o


comité.
d.. Suspensión de sus actividades por un tiempo no mayor de dos
años.

e. Prohibición de tales instituciones de realizar cn el ñituro activi-


dades de la clase de aquellas en cuyo ejercicio se haya cometido,
favorecido o encubierto cl delito. La prohibición será temporal o
definitiva, la primera no será mayor a cinco años.
f En estos casos, el Juez ordenará a la autoridad competente que
disponga la intervención de la persona jurídica para salvaguaidar
los derechos de los trabajadores.

La ley procesal establece la forma en que dichas personas jurídi-


cas deben ser emplazadas y comprendidas en cl proceso a requerimiento
del Fiscal tuia vez iniciada la investigación preparatoria. Dicha petición
la hace al Juez y hasta antes de concluir dicha etapa procesa!, debiendo
CAPITULO 1: CONCEITOS ÜENERAI.ES

proporcionar los datos de la persona jurídica, la relación existente con


tos hechos que investiga y la ñindamentación legal pertinente. El Juez
hará conocer de tal pedido a la persona jurídica, convocará la realiza-
ción de Lina audiencia, escuchará a las piuTes intervinientes y emitirá la
resolución que corresponda (art. 90, 91).

Si la resolución judicial comprende a la persona jurídica, se le


pedirá que designe un apoderado judicial a fin de que intervenga en el
proceso, prohibiéndose asumir tal ftinción a la persona natural que se
encuentre procesada por los mismos hechos. Si habiéndose hecho el
requerimiento, no se hace la designación, el juez nombra apoderado
judicial (art. 9 2 ) .

Por último, debe señalarse que la persona jurídica goza de todos


los derechos y garantías que la ley procesal concede al imputado; en tal
sentido, puede interponer los recursos y hacer las peticiones u ofieci-
miento de pruebas que la ley reconoce. Su situación jurídica se define
con la sentencia.

6. L A V I C T I M A . EL A G I I A V I A D O Y EL A C T O R C I V I L

La víctima es aquella persona, grupo, entidad o comunidad afec-


tada por ia comisión del delito, aunque no sea específicamente la tenida
en cuenta por ei sujeto activo del delito". Comúiimente es la perso-
na que sufre la acción delictiva y aparece en el proceso penal como
agraviado; en el caso de robo o agresión sexual, interviene el afectado
directamente, es decir, la víctima del delito; en cl caso de homicidio,
intervienen el familiar más cercano de la víctima, debidamente acredi-
tado; en el caso de ima empresa, su representante.

El código define al agraviado y dice que es todo aquel que resulte


directamente ofendido por el delito o perjudicado por las consecuencias
del mismo. Tratándose de incapaces, de personas jurídicas o del Estado,
su representación conesponde a quienes la ley designe. También son

38 MARTIMEZ - ARRIETA, Andrés, Lu victima en el proceso penal, en Revisla Acuialidad


Penal N " 4. semana 2 2 - 2 8 . enero, líspaña. 199Ü, p. 4 1 .
82 EL NUF.VO FROCESQ PENAL

considerados agraviados los accionistas, socios, asociados o miembros,


respecto de los delitos que afectan a una persona jurídica cometidos por
quienes las dirigen, administran o controlan (arl. 94). Se comprenden a
las asociaciones de derechos humanos o de protección ambienlai u otras
que defienden intereses colectivos o difusos, siempre que el objeto so-
cial que se vincule directamente con los intereses de la víctima u ofen-
dido y haya sido reconocida o inscrita con anterioridad a la comisión
del delito objeto del procedimienlo.

El Titulo Preliminar del Código también eslablece que se garan-


tiza el ejercicio de los derechos de información y de participación pro-
cesal de la persona agraviada o perjudicada por el delito y obliga a la
autoridad pública a velar por su protección y a brindarle un Irato acorde
con su condición (art. IX.3).

Entre los derechos del agraviado deben seíialarse los siguientes:

a. A ser informado de los resultados del procedimiento aún cuando


no haya intervenido en él pero que lo solicile.
b. A ser escuchado antes de cada decisión judicial que implique la
extinción o su.spcnsión de la acción penal, siempre que lo solicite.

c. A recibir un trato debido y respetuoso, confómie a la dignidad que


tiene luia persona; a la protección de su integridad y la de su fami-
lia. Se preservará su identidad en los casos de agresión sexual.
d. A impugnar cl sobreseimiento y la sentencia absolutoria.

e. Debe ser informado de sus derechos cuando interponga una de-


nuncia.

f. Debe ser informado de su derecho a declarar ante la autoridad


judicial.

g. Tratándose de menores o incapaces, liene derecho a ser acompa-


ñado de persona de su confianza.

Al lado de los derechos que tiene cl agraviado, le corresponde


declarar como testigo en el proceso penal, cuando sea citado.

El aclpr civil es la persona legitimada para intervenir cn ei pro- ^


ceso penal y reclamar la reparación civil. Es todo órgano o persona
CAFIIU (31: C oNC EiMos GENHRALKS 83

que deduce en un proceso penal una "pretensión patrimonial" ante la


comisión de un delito imputado al autor''' El agraviado, sus parientes
cercanos o las organizaciones afectadas en los intereses colectivos o
difusos solicitan al Juez de la Investigación Preparatoria su constitución
como actor civil, quien dicta a resolución que corresponda.

El actor civil tiene los mismos derechos que se reconocen al agra­


viado; está facultado para pedir la nulidad de lo actuado, ofrecer medios
de investigación y de prueba, participa en las diligencias judiciales de la
investigación y del juicio oral, interpone recursos, pide reparación civil.

Por último, se establece laxativamente que la constitución de ac­


tor civil le impide acudir a la vía extra­penal para presentar demanda
indemnizatoria; en tal sentido, no puede utilizar las dos vías judiciales
para una misma finalidad. Sin embargo, se le permite ir a la vía civil si
antes de la acusación fiscal se desiste de continuar su pretensión en el
proceso penal.

7. C L QUERELLANTl­ PARTIC ULAR

Este sujeto procesal es propio de los procedimientos privados o


por ejercicio privado de la acción penal en donde su ejercicio esta re­
servado exclusivamente al agraviado u ofendido por el delito. El art.
107 establece expresamente que "el directamente ofendido por el delito
podrá instar ante el órgano jurisdiccional, siempre conjuntamente, la
sanción penal y pago de la reparación civil contra quien considere res­
ponsable del delito en su agravio." En estos casos el Ministerio Público
no interviene.

Dücüinariamente se denomina a dicho sujeto procesal el giiere­


llante particular, al procedimiento especial, querella y a la persona de­
nunciadi) querellada. El procedimiento es muy sencillo y rápido. A d e ­
más de ser un requisito que el querellante sea el titular de la acción, la
ley exige como contenido de la querella:

5У MorttNO C vi­ÉNA V . . Derncbo Procesal Pemil, con G I M S N O SENDIIA. C olex, 1 9 9 7 . p. 1 7 8 .


84 EL NUEVO, PROCESO PEMAL

a. Ea identificación acreditada del querellante o su representante,


•i con indicación del domicilio real y procesal.

,1 b. El relato de los hechos, las razones fiicticas y jurídicas que jusli-


fican su pretensión, asi como la identidad del querellado.

d. La pena y reparación civil que pretende. ;

e. El ofrecimiento de la prueba que sustente su querella.

Sobre la figura del querellante particular gira toda la pretensión


penal. Tiene facultad para participar en las diligencias judiciales, ofre-
cer la prueba, interponer recursos y medios impugnatorios. La ley pro-
cesal le concede la posibilidad de intervenir en el proceso a través de un
apoderado designado especialmente para tal efecto {art. 109.2).

Cabe resaltar que siendo el querellante el linico sujelo procesal


que puede iniciar el procedimiento, por cl carácter dispositivo del mis-
mo, también puede decidir dar por concluida su pretensión penal. En
este sentido, el nuevo código contempla establece el desistimiento que
se puede presentar bajo dos formas: a) expresamente, en cualquier esta-
do del procedimiento, pero sin perjuicio cíe pagar las costas procesales;
y b ) tácitamerile, cuando deja de concurrir a las diligencias sin haber
justificado su inasistencia o cuando no presente sus conclusiones al fi-
nal de la audiencia.

8. EL TERCERO CIVIL

El tercero civil es aquel sujeto procesal que interviene en el pro-


ceso por tener alguna relación o vinculación con el imputado del delito
y que por dicha consideración coadyuva con el pago de la reparación
. .. c i vil. Es la persona natural o jurídica que sin haber participado ¿tí la
comisión del delito interviene en el proceso para responder ecqnójni-
camente a favor del agraviado, a lilnlo de garante. Como señaia Gt-
MENO SENDUA, es la parte pasiva de la pretcnsión civil acumulada al
proceso penal con capacidad para defenderse de la pretcnsión de re-
sarcimiento.'"

60 G I M E N O SuMnitA, Vicente, Derecho Procesal Penal, Colex, N'IatIriü, 2 0 0 4 , p. 159.


CAI'ÍTULO I : CONCEITOS GENERALES 85

Su incorporación al proceso penal obedece entonces a garantizar


el pago de la reparación civil y cuando lo pida et Fiscal o el actor civil.
De allí que la ley señale que "las personas que conjuntamente con el
imputado tengan responsabilidad civil por las consecuencias del delito,
podrán ser incorporadas como parte en el proceso penal, a solicitud
del iViinislerio Público o del actor c i v i l " (art. 111). Naturalmente se re-
quiere que el tercero sea debidamente identificado y se establezca su
relación con el imputado.

El Juez Penal deberá evaluar la necesidad de comprenderlo y dic-


iará la resolución correspondiente. Conibrme a ley sólo es apelable la
resolución que deniega la constitución del tercero civil responsable.

Este sujeto procesal también tiene los mismos derechos y posi-


bilidades de actuación que el proceso penal concede al imputado. El
hecho de que no se apersone al proceso o haga caso omiso a los reque-
rimientos de la autoridad judicial, no lo liberan de su responsabilidad
civil al momento de dictarse la sentencia, pues como lo señala la ley
"queda obligado a los efectos indemnizatorios que le señale la senten-
cia" (art. 113.2). Se introduce en el texto procesal la figura del asegii-
ruiior, el mismo que podrá ser llamado como tercero civil responsable,
si éste ha sido contratado para responder expresamente por el imputado
(art. 113.3).
•i

m
Ч л INVBSTISCÌN PRELIMINAR
; : • YP'REtARATORIA
1. I N V E S r i G A Q Ó N E K E L M I N A R

1. CUCSTIONES P R E L I M N A R E S

La invesligación preliminar conslituye ima de bis fase? de mayor


importancia en el proceso penal, pues muchas veces decide la sentencia
penal. Esta compuesta de los pasos iniciales de toda invesligación penal
y comprende las primeras declaraciones, actuaciones investigatorias y
aseguramiento de los primeros elementos de prueba; los mismos que
van a ser sustanciales para la decisión fiscal posterior de acusación o
sobreseimiento de la causa.

Se trata de una investigación inicial a consecuencia de la denun-


cia que se presenta ante la autoridad Fiscal o policial, o cuando tales
autoridades proceden de oficio, es decir, cuando por iniciativa propia
deciden dar inicio a los primeros actos de investigación. Esta^etaga está
a cargo del Ministerio Público, representada por el Fiscal, quien la diri-
ge y cuenta con el apoyo de la Policía Nacional, con la que coordina su
actuación conjiinta, por eso cuando la Policía interviene de oficio, tiene
el deber de dar cuenta al director de la misma.

La importancia de esta etapa radica en la necesidad estatal de per-


seguir la conducta delictuosa; de conocer de toda denimcia con caracte-
rísticas de delito, con la finalidad de verificar su contenido y verosimi-
litud; de conocer de las primeras declaiaciones; de recoger los primeros
elementos probatorios; de asegurar los mismos; de adoptar las primeras
medidas coercitivas o cautelares, y de decidir seguidamente si existen
90 RL NUEVO PROCESO PENAL

elementos probatorios suficientes para continuar con la invesligación


del delito y sus autores.

Por ello resulta realmente importante que todas las diligencias


se realicen con las garantías propias del debido proceso y respeto a los
derechos fundamentales de la persona. En ese sentido, la intervención
de la defensa constituye unas de las garantías más importantes para las
partes involucradas.

En esta etapa de actos iniciales de investigación se posibilita la jj'P


intervención del Juez Penal (de la Invesligación Preparatoria) cn el ám-
bito de la.s decisiones sobre medida.<i de coerción pennl o cautelar, pues
es la autoridad jurisdiccional la única que posee facultades de coerción
dentro del proceso penal.

2. RÉGIMEN DE L A DENUNCIA

La denuncia, en materia penal, posee connotación procesal, da,,...--,


origen a una actividad especifica de los órganos públicos encargados de
la investigación penal. El profesor español MONTERO A R O C A " la deno-
mina denuncia procesal penal y la con.sidera como aquella declaración
de conocimiento acerca de la noUcia de hechos que podrían ser consti-
tutivos de delito o falla que se hace ante el órgano jurisdiccional, órgano
del Ministerio Público o ante la autoridad policial. En nuestro sistema
el destinatario de la denuncia por delito de naturaleza pública es el M i -
nisterio Público y la Policía.

La acción de denunciar un hecho que reviste las características del


delito, es decir, de transmisión de ese conocimiento puede ser toma-
do como una facultad o como una obligación. Como facultad cualquier -
persona pvicde denunciar hechos delictuosos ante autoridad respectiva,
sólo cuando se trata de delitos cuyo ejercicio de la acción penal sea de
carácter público. Como obligación la ley procesal enuncia quiénes se
encuentran obligados a denunciar: a) los obligados por expreso mandato

61 MofrrF.RO AROCA, }., Derecho Jurisdiccional Proceso l'enal.,Jomo til. Edil. Boscti,
narcelbtia, 1994, p. 148
CAPÌIUIO 11: LA INVESUGACIÙN PRELIMINAR Y PREPARATORIA 91 .

de la ley, en especial los profesionales de la salud y los educadores por


los delitos qne conozcan en el desempeño de su respectiva actividad; b)
los funcionarios en ejercicio de sus atribuciones, o por razón de su cargo,
lomen conocimiento de la perpetración de un hecho delictivo (art. 326).

Sin embargo, en atención al sujejo, hay quienes se no se encuen-


tran obligados a denunciar. Ningún sujeto esta obligado a formular de-
nuncia contra su cónyuge y parientes comprendidos dentro del cuatro
grado de consanguinidad o segundo de afinidad, asimismo, no están
obligados a denunciar los profesionales que conozcan de hechos delic-
tivos amparados por el secreto profesional.

Rn cuanto al contenido y forma de la denuncia, es de precisar lo


siguiente (art. 328):

a. El denunciante debe ser plenamente identificado, puede ser una


persona natural o jurídica.

b. La denuncia debe contener una narración detallada y veraz de los


hechos, y, en caso de ser posible, la individualización del presun-
to responsable

c. La denuncia puede ser formulada por cualquier medio. En caso


que sea escrila el denunciante deberá firmar y colocar su huella
digital, por otro lado, si es verbal se registrará en el acta respec-
tiva. La ley eslablece que si el denunciante no puede firmar, c o -
locará su impresión digital, dejando constancia del motivo del
impedimento.

L a falta estos requisitos, sólo afecta la denuncia en cuanto acto


imputativo; sin embargo si el proceso ya se hubiera iniciado, la irregu-
laridad de la denuncia, no puede afectar lo actuado con posteridad". L a
individualizacióji inicial del sujeto activo del delito -en la denuncia- no
es exigible, pues uno de los objetivos de la investigación preliminar es
indivuuiizarlo, de ahí que el código mencione lo siguiente: " [ . . . ] y -de-
ser posible- la individualización del presunto responsable".

62 SAN M A Í U IN CASTKÜ, C . Denilia Prutuml Penal. Vulumen I.. segumla edición, C r i -


jlcy, Lima. 2U03, p. l í i ó .

' A
92 EL NUEVO PROCESO PENAL

3. R O L D E L MINISTERIO PÚBLICO Y L A POLICÍA

3.1. Rol del Minislerio Público

Como ya se ha dicho, el Minislerio Público, de acuerdo con la


Conslitución Política, ejerce cl monopolio del ejercicio público de la
acción penal: promueve de oficio, o a petición de parte, la acción penal
(art. 139.1,5); conduce o dirige la investigación del delito (art. 139.4).
Esta titularidad es exclusiva del Ministerio Público que actúa confiarme
a las fimciones constitucionalmente reconocidas, su ley orgánica y la
ley procesal".

En la etapa de investigación preliminar, el Minislerio Público se


rige bajo sus principios, de los cuales resaltan los de legalidad, indepen-
dencia, imparcialidad y objetividad.

La intervención del Ministerio Público duranlc la invesligación


preliminar se encuentra regvdada en los artículos 329 a 333 principal-
mente**. Sus principales características son:

a. La investigación está bajo la dirección o conducción del fiscal


y cuenta con el apoyo de la Policía Nacional. En el caso que la
Policía, directamente, tome conocimiento del acaecimiento de un
hecho delictivo tiene la obligación de dar cuenta de inmediato
al Fiscal, "sin perjuicio de realizar las diligencias de urgencia e
imprescindibles para impedir sus consecuencias, individualizar
a sus autores y partícipes, reunir y asegurar los elementos de
prueba que puedan servir para la aplicación de la ley penal." (art.
67.1). Aquello significa que, ante la denuncia de un hecho delic-

63 V é a s e la Senlencia del Tr¡l)unal Conslilucional Exp. N " 6 1 6 7 - 2 0 0 5 - PHCjTC,


caso Cantuarias Saloverjy, de 2 8 de febrero de 2006. Se afirma que para valorar la
acluación fiscal " s e requiere de su conformidad con los mándalos conslilucionales
de respeto a los derechos fundaineninles y al ordcuamienlo jurídico conslilucional."
En la misma linca de la doctrina conslilucional se afirma que el grado de discrecio-
nalidnd atribuido al Fiscal para (|ue realice la invesligación se encuentra sometida a
principios constilucinnales que prohiben la arbitrariedad.
64 Véase ANnin o A R A M A , Pedro, l.a hive.tligeKión del deliro en el Nuevo Código Proce-
sal Penal, Gacela Jurídica, l.ima, 2 0 0 6 .
щ
щ
щ CAHITULO I I : L A INVESITUAC IÒN I'RI­LIMINAR Y PREMRATORIA 93

tivo о cuantió la policía toma conocinxiento del mismo, se deben


de realizar las diligencias inmediatas necesarias," poniendo en
conocimiento de los mismos al fiscal, quien podrá intervenir en
las diligencias o esperar la remisión del Informe policial.

b. El fiscal puede iniciar la investigación a instancia de la parte de­


­ nunciímte o de oficio. Sobre esta última posibilidad ha de resal­
" tarse que las informaciones periodísticas que se hacen públicas a
1^ través de los medios de comunicación social escrito o televisivo,
Ф constituyen denuncias que deben ser evaluadas por el Mmisterio
^ Público paia iniciiu una investigación.

_ c. Esta etapa requiere de diligencias preliminares, las mismas que


" bajo la dirección del Fiscal, las asume directamente, o las delega
|l^ a la policía, con las instrucciones específicas necesarias.

d. La finalidad de estas investigaciones es la de practicar los ac­


los urgentes o inaplazables destinados a determinar si han tenido
lugar los hechos objeto de conocimiento y su delictuosidad, así
Щ como asegurar los elementos materiales de su comisión, indivi­
Щ dualizar a las personas involucradas en su comisión, incluyendo
lH a los íigraviadüs, y, dentro de los límites de la Ley. asegurarlas
^ debidamente (art. 330.2).

_ e. La dirección у responsabilidad de la investigación preliminar fa­


9 culta al Fiscal a constituirse inmediatamente al lugar de los he­
1Ф chos, con el personal y medios necesarios para iniciar su indaga­
ci, ción, asegurado los elementos probatorios; puede ir acompañados
de los peritos especializados para los exámenes correspondientes
Щ y, en la medida de lo posible, impedir que el delito prod uzca con-
Щ secuencias ulteriores.

~ 65 En realiilad, aule una denuncia o acluación de oficio, sobre lodo en los casos graves.
^ líi pulida ilebc ile proceder n investigar, es decir, adelanta la Investigación en tanto
se comunica ni Fiscal. En la misma linea de pensamiento, el Fiscal p o d r i rechazor
S aquellas denuncias de parle por hectios que, de plano, no tienen las carticlerisiicas
^ de delito. D e olro lado, serla incorrecto que la policía derive lodas Ins denuncias i|ue
^ lleguen a su sede n In fisculla para su calilinación previa.

#
i
94 EL NUEVO PROCESO PENAL

f. Conforme a lo dicho, ei Fiscal puede recibir declaraciones, pedir


informes a instituciones públicas y también privadas, disponer
la práctica de pericias, realizar reconocimientos en los lugares
donde se cometió el delito, asegurar las pruebas, organizar ope-
rativos con la policía, pedir al juez penal la adopción de medidas
coercitivas preliminares, enbe otras.

Como se podrá apreciar, las funcione.s encomendadas al Fiscal en


esta etapa en particular, ya son asumidas por el Ministerio Público**.
L o que hace el legislador es resaltar tales actividades bajo su control y
responsabilidad.

Es importante señalar que en la práctica, presentada una dctiuncia


a la Fiscalía, el fiscal puede -sobre la base de los recaudos presenta-
dos- abrir invesligación penal o denegarla de plano. Excepcionalmente,
puede dictar una Disposición de Reserva Provisional (art. 334.4) a fin
de que se satisfaga un requisito de procedibilidad ( c o m o es el caso de la
debida notificación al obligado, en la denuncia de omisión de asistencia
familiar).

También puede denegar la denuncia archivándola de plano cuan-


do no se safisfacen los presupuestos del tipo penal. En tal senlido si el
bien patrimonial afectado no alcanza al mínimo remunerativo exigido
por la ley, las lesiones no requieren de atención facultativa ni descanso
médico, los hechos llenen contenido civil, etc., es decir, si el caso de-
nunciado carece de los presupuestos mínimos del tipo penal o su conte-
nido es de naturaleza distinta, se puede rechazar de plano, pero, igual-
mente, se deberá comunicar tal decisión al denunciante a efecto de que
tenga la posibilidad de impugnación.

3.2. Rol de la policía

En el texto del nuevo código se pone de relieve la actuación de


la policía en su función investigadora para diferenciarla de las demás
funciones que desarrolla. Durante la etapa de investigación preliminar

66 En In acUiali(ÍDi), en los Dislritos Judiciales donde no se aplica el modelo del N C P P 2004.


CAPÌIULQ I I : L A INVESIIUACIÙN PHEIIMINAR Y I­RECARAIOUIA У5

у preparatoria la Policía Nacional tiene un rol sumamente importante


pues coadyuva a la labor de investigación fiscal у en la práctica reajiz.a
directamente aquellas dispuestas por el Ministeriu Público asi como
las que inicia o adelanta antes de la intervención Fiscal. En efecto, la
policía por iniciativa propia puede inlervenir en un hecho que considera
delito, adelantar la investigación y dar cuenta inmediata al Fiscal. Esta­
blece la ley procesal la obligación de apoyar al Ministerio Público jjara
llevar acabo la invesligación preparatoria (art. 67.2)

La ley nueva procesal le faculta a realizar las diligencias que son


urgentes e imprescindibles para impedir sus consecuencias y a.segurar
los elementos de prueba que puedan servir para la ai)licación de la L e y
penal (art. 67.1).

Las atribuciones de la policía se encuentran reguladas principal­


mente en el artículo 68 del nuevo código procesal. Entre ellas:

a. Recibe las denuncias escritas y verbales. En este último caso se


dejará consttmcia en acta. También las declaraciones a los denun­
ciantes. En estos casos, la policía tiene distintas posibilidades de
actuación: rechaza la denuncia por carecer de verisimilitud; admi­
te la denuncia e inicia las primeras indagaciones, con comunica­
ción al Fiscal. En los casos de gravedad la comunicación al Fiscal
debe ser inmediata a fin de recibir las primeras instrucciones o
para coordinar las intervenciones a que hubiera lugar. En todos los
casos debe de guardarse registro de las denuncias y actuaciones.

b. C ustodia y vigila la escena del crimen, a fin de que evitar que


sean borrados las huellas o vestigios del delito. Se trata de una
actuación propia de la policía y una de las más valiosas en una
investigación, pues no solo se debe de pereimizar In escena del
delito a través de la fotografía o video, sino también debe de vigi­
larse la misma a fin de posibilitar posteriores registros, inspeccio­
nes o recojo de muestras para la investigación. La custodia debe
de ser iiunedlata y por el tiempo que la autoridad investigadora
considere necesaria.

c. Practica el registro de personas y presta auxilio a tas víctimas del


delito. El registro de persbnas relacionadas con el delito tiene una
96 El. ^ПJEvo PROcrao PENAL

formalidad que la misma ley establece. En efecto, se procederá a


dicha diligencia cuando existan fundada.s razones para conside­
rar que una persona oculta en su cuerpo o en su ámbito personal
bienes relacionados con el deleito (art. 210.1) levantándose acta
correspondiente. La ley también establece que la policía debe de
preocuparse por dar auxilio a la víctima, trasladándola a un lugar
seguro o a un centro médico para su atención.

d. Recoge y conserva los objetos vinculados con el delito. La razón es


evidente: constituyen elementos de prueba que van a ser de utilidad
para la investigación y determinación de responsabilidades, por lo
mismo, se practica guaidando las formalidades del caso en acta.

e. Practica las diligencias encaminadas a la identiñcación física de


los autores y partícipes del delito. En lodos los casos la policía
verificará sus dalos de identidad y posibles antecedentes a fm de
evitar errores, acompafiándose los registros fotográficos cuando
el imputado se encuentra detenido.

r Recibe la declaración de los testigos del delito a fin de tener ma­


yor información sobre los hechos y naturalmente ampliar la in­
vestigación o confirmar lo ya investigado. La declaración del tes­
ligo no requiere de la intervención de su abogado; sin embargo, si
el fiscal lo autoriza podrá estar presente en la diligencia.

g. Levanta los planos, toma fotografia.s, realiza grabaciones cn vi­


deo y demás operaciones técnicas o científicas, vinculadas con
la investigación del delito. Estas acciones de comprobación se
relacionan principalmente con la primera intervención policial en
cl lugar de los hechos a efecto de perennizar el locm delicti en es­
pecial cuando se levantan planos o se toman fotos del lugar donde
se perpetró el crimen o de la forma como se encontró a la víctima
de homicidio, incluyendo su grabación en video.

h. Captura a los autores y partícipes del delilo, en ios casos de fla­


grancia, a quienes les informará de sus derechos. Por impcralivo
constitucional una persona puede .ser detenida policialmeiite en
caso de flagrancia o por orden judicial. Nos encontramos ante el
primer supuesto en donde la policía cn caso de flagrancio jwocede
CAPITULO I I : L A INVÜÜTIGACIÓN punLiMiNAR Y PREPARATOKIA 97

a detener a una persona, debiéndole informar inmediatamente de


sus derechos, sea de manera oral o escrita, pues éste también es
imperativo constitucional.

Asegura los documentos privados útiles para la investigación, los


que pondrá a disposición del Fiscal cuando existan razones de
cantidad. Se establece que en estos casos, se remitirán a su v e z
al juez de la investigación prepiu-atoria para su examen, quien de
estimar legítima la iiunovilización dispondiá su conversión a in-
cautación. De la misma manera se procederá tratándose de libros,
comprobatites y documentos contables administrativos.

Allanar locales de uso público o abierto al público. El allana-


miento se sustenta en la captura del imputado y cn la incautación
de cosas o bienes relacionados con el delito. La disposición en
comentario no establece bajo que presupuestos se debe de produ-
cir el allanatnicnto, debiéndose entender que será en los casos de
flagrancia de delito o por mandato judicial.

k. Realizar los secuestros de documentos e incautaciones en los ca-


sos de delito fragntntes o de peligro inminente de su perpetración,
dejando constancia escrita y detallada de ellos. La fidelidad en
las actas de los documentos y objetos incautados es de importan-
cia para la prosecución de la investigación y aseguramiento de la
prueba.

Recibir las declaraciones de las personas denunciadas (presuntos


autores y participes) con la presencia obligatoria de su abogado
defensor Si no estuviera presente, no podrá realizarse la diligen-
cia, limitándose la policía a constatar la identidad de aquellos.
Esta disposición garantiza el derecho de defensa del imputado.

m. Reunir luda la uiformación necesaria que permita la criminalísti-


ca para ponerla a disposición del Fisciil, lo que significa asegurar
la escena del crimen e incautar todos aquellos objetos y/o sustan-
cias que tengan relevancia para la invesligación.

n. Cualquier otra investigación o información permitidas para lo-


grar iin debido esclarecimiento de los hechos denunciados.
98 EL HUEVO PROCESO PENAL

De lotio lo expuesto, conociendo de ia importancia de ia inves-


ligación policial y atendiendo a la necesidad de que la policía pueda
adelantar la misma en casos de urgencia, se debe de señalar algunos
aspectos centrales de dicha investigación:

a. Como ya se ha mencionado, cuando la policía loma conocimien-


to de la comisión de un delito, se lo hará saber al Fiscal, "por la
vía más rápida y también por escrito" indicando los elementos
esenciales del hecho así como sus acciones inmediatas, sin per-
juicio de dar cuenta de la documentación existente. Se pretende
que desde que la policía conoce de un delilo o de un hecho con
caiacteristicas delictuosas, se lo comunique al Ministerio Públi-
co, a fin de que dicha autoridad pueda disponer funcionalmente
lo conveniente; lo que no impide que pueda, dado que también es
función policial, de inicio a las investigaciones o actuaciones po-
liciales imnedinlas. Con el conocimiento por el Fiscal de la inves-
tigación en curso, la policía proseguirá con su labor con arreglo
a las funciones señaladas anteriormente y las que disponga según
las necesidades de la invesligación,

b. Como se podrá apreciar, las funciones de la policía son muy am-


plias y no difieren de las que actualmente realiza, por el contra-
rio, se precisan debidamente como deben de proceder y, además,
la forma de comunicación inmediata con cl Fiscal a cargo de la
invesligación preliminar. Por ello es que toda la actividad investi-
gadora debe de constar en acta o encontrarse debidamente docu-
mentada, la misma que entregará a! Fiscal. Para estos efectos, la
policía seguirá y respetará las formalidades que se prevean para
las investigaciones, sean aquellas impartidas por el Fiscal a cargo
de la investigación, de la Fiscalía de la Nación como de aque-
llas propias de su comando (art. 68.2). En efecto, con la misma
finalidad de trabajo funcional subordinado, la Fi.scalia de la Na-
ción podrá impartir insinicciones generales a la policía y que
sean relativos a los requisitos legales y las formalidades de las
actuaciones de investigación así como a los criterio.'; o mecanis-
mos de coordinación que deben realizar los fiscales para cl de-
bido desarrollo de las funciones reguladas por cl nuevo código.
CAPÍTULO II: 1.л INVESHOAC IOM PÜHLIMJNAH Y PIÍEPARATORIA 99

lo íjue resulta correcto y necesario, si se tiene en cuenta que le


corresponde la dirección y responsabilidad de la invesligación del
delilo. D e allí que se resalte el hecho que este tipo de directiva lo
es fínicamente en el ámbito de las investigaciones, pues desde el
punto de vista administrativo, la policía sigue dependiendo de sus
instancias superiores administrativas.

c. De olro lado, es necesario señalar la necesidad de respetar el prin­


cipio de inocencia respecto a la presentación pública de las perso­
nas detenidas policialmente y expuestas como si fueran culpables
del delito que recién se investiga. La nueva ley procesal establece
específicamente que la policía puede informar a los medios de
comunicación social acerca de la idanlidad de las personas im­
putadas, en el contexto de la investigación o para la búsqueda
de información necesaria, sin embargo, deberá evitar cualquier
calificación expresa o tácita de culpabilidad. Asimismo, art. 7Ü
establece que se encuentra prohibido de realizar ese tipo de infor­
mación pública cuando las víctimas, testigos u oüas personas se
encuentren o pudieren resultar vinculadas a la investigación de un
delito sin la previa uutorizacmn del Liscal. En realidad, debe de
procederse con mucho cuidado con la información que se vierta
a la opinión pública, pues si bien es cierto existen casos que ge­
neran alarma social y en los que la sociedad debe ser informada,
también lo es que, por un lado, existe el derecho a la presimción
de inocencia de la persona imputada y que se mantiene hasta el
fmal del proceso; y por otro, la seguridad y el éxito de las investi­
gaciones preliminares. En consecuencia, consideramos que afec­
ta lu presunción de inocencia presentar físicamente a la persona
detenida o investigada como autor o cómplice de un delito que
precisamente eslá en etapa de investigación; no se afecta si se
reproduce la identidad del imputado con fines de lograr informa­
ción de su ubicación o capUira o con fines de prevención.

3.3. C oordinación Ministerio Público y policía

Para todos los efectos de la investigación policial y su relación


de dependencia funcional con el Ministerio Público, queda regulada la
100 r.L NUEVO PROCESO PENAI,

existencia de un òrgano coordinador de las funciones de la policía con


cl Ministerio rúblico con la finalidad de establecer los mecanismos de
comunicación inlerinstitucional. Tres son los objetivos fundamentales;
a) establecer líneas de comunicación con los órganos de gobierno de
la Fiscalía; b) coordinar las acciones relativas a las fimciones de in-
vestigación; y c) centralizar la información relativa a tacriminalidíid
violenta y organizada. Sobre esle último punto, aportará su experiencia
y conocimiento para efecto de los programas y acciones sobre la ade-
cuada persecución del delilo y desarrollar los programas de prolección
y seguridad que sean necesarios.

Consecuentemente, el trabajo coordinado entre la Fiscalía y la


Policía permitirá elaborar estrategias, tanlo a nivel nacional como re-
gional, en la lucha contra el crimen común y organizado. Ello tambión
permitirá elaborar políticas conjuntas entre ambas instituciones contra
las distintas formas de criminalidad.

1. DILIGENCIAS PROPIAS DE LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR

Como en toda investigación preliminar, ésta se realiza bajo distin-


tos supuestos: a) por la policía bajo la dirección del Fiscal; y b) direc-
tamente por el Fiscal, cuando éste lo estime conveniente. Si embargo
-como ya lo hablamos anotado-, la policía podrá adelantar la investi-
gación cuando las circunstancias del caso lo requieran comunicando al
Fiscal para su intervención.

Las diligencias preliminares tienen por finalidad imncdiata reali-


zar los actos urgentes e inaplazables para determinar: a) si los hechos
denunciados han tenido lugar y si tienen carácter delictuoso; b ) asegu-
rar los elementos maleriales de su comisión; c) individualizar a las per-
sonas involucradas en su comisión -incluyendo a los agraviados-. Cabe
resaltar que todos estos pasos, están dirigidos a delenninar si el Fiscal
debe formaliz.ar o no la investigación preparatoria.

En la generalidad de casos, el representante del Ministerio Pú-


blico, enpomienda las funciones de investigación preliminar a la Poli-
cía por diversos factores (logísticos, de especialidad, etc.), de ahí que
СлПтию II: Ы INVRSIIOAC IUN PRELIMINAR Y PIUJAHATOHM Ш

estas diligencias tengan un carácter preponderantemente policial. Las


diligencias de la investigación pueden agmparse en las siguientes: a)
declaraciones policiales; b ) pericias; y c ) actas policiales. Veamos bre­
vemente las características principales.

'4.1. Declaraciones policiales

Las declaraciones del imputado y las demás personas involucra­


das que se realizan en la investigación policial resultan de siuna impor­
tancia para la realización de las primeras investigaciones, pues otorgan
las bases fácticas de la imputación inicial, también posibilitan el asegu­
ramiento de las pruebas encontradas y la búsqueda de otros elementos
de prueba necesarios para continuar con la persecución del delilo y sus­
tentar la acusación fiscal o el archivo.

Dos elementos son trascendentes en la investigación policial; a)


la inmediatez en la recepción de la declaración y d ) la verificación o
comprobación de lo declarado por el imputado, agraviado o testigo. Se
trata de declaraciones formales, puntuales y con suscripción del acta
por los participantes. Las declaraciones policiales presentan las siguien­
tes características:

a. La declaración del imputado reviste singular importancia pues se


trata de su primera respuesta ante la incriminación del delito. Se
le hace conocer sus derechos, debe intervenir obligatoriamente sú
defensor y no se encuentra obligado a declarar. Por ello es que en
las actas se consigna declaración voluntaria del imputado.

b. La declaración del imputado (libre o detenido), del agraviado y


del testigo deben recibirse utilizando técnicas de interrogatorio y
transcribir con la mayor fidefidad con la que aquellos exponen.

c. De la declaración del agraviado deben de procurarse el mayor


aporte de la información sobre el delito demmciado: día, hora
aproximada, circunstancias propias del delito, como aquellas an­
teriores y posteriores al mismo, posibles testigos, documentos re­
lacionados con el imputado, objetos xuilizados, descripción de las
características del imputado, posibles sospechosos.
102 EL NUEVO PROCESO PENA L

d. Tratándose del caso de declaración de menores, se debe de trans-


cribir su dicho con ia maypr fidelidad posible, es decir, lo que
ellos dicen exactamente.

e. La declaración del testigo -al igual que del agraviado- deben de


significar Una contribución al esclarecimiento de los hechos y
además de verificarse sus dichos, deben de asegurarse y compro-
barse sus datos de identidad y ubicación a fin de citarlos poste-
riormente para la repetición de sus declaraciones o diligencias de
careo posibles.

f. D e otro lado, debe de considerarse la posibilidad de proceder al


programa de prolección de víctimas y testigos que el mismo có-
digo prevé (art. 247 y ss.).

4.2. Pericias

Una de las tareas más imporlanles en la investigación del delito


es el relativo a la realización de diligencias periciales que son propias
de los científicos o especialistas de la Policía Nacional y del Mini.sterio
Público. Se hará uso de la actividad pericial dependiendo de delitos o
hechos que se investiguen: homicidio, lesiones, agresión sexual, robo
agravado, tráfico ilícito de drogas, lavado de activos, falsificación de
documentos, peculado, colusión, etc. Veamos algunas de las pericias
más comunes.

a. Pericia médico legai, que se práctica a fin de determinar ei grado


de lesión que ha sufrido la víctima (también del imputado cuando
afirma haber sido lesionado), el mismo que permitirá establecer cl
tipo de lesión causada, los días de asistencia facultativa y los días
de incapacidad; también para determinar la existencia de agresión
sexual vaginal o contra natura; para establecer la edad probable
de la víctima y también del imputado.

/;. Pericia de alcoholemia o dnsaje etílico, que se practica a fin de


determinar el porcentaje de alcohol que existe en la sangre de
uqa persona. Mediante la ley 27753 (art. 4) se establece una tabla
de alcoholemia de suma importancia para definir la situación de
C A I ' Í T U Í O lí: 1,Л INVliSriGAC láN I­Iuri­IMIHAK Y PkRPAKATÜKIA U)3

impiitabiliclad del investigado (también puede ser de la víctima)


y calificación jurídica del delito. C omprende distintos periodos:
subclínico (o.l a 0.5 g/l); ebriedad (0.5 a 1.5 g/1); ebriedad ab­
soluta (1.5 a 2.5 g/l); grave alteración de la conciencia (2.5 a 3.5
g/l); y coma (niveles superiores a 3.5). Se dispone de esta pericia
no sólo en la investigación de delitos de circulación o culposos,
sino también en otros delitos: homicidio, lesiones, robo, tráfico
ilícito de drogas, etc. dependiendo de sú necesidad, de oficio o a
pedido del defensor del imputado.

c. Pericia íoxicológica, que permite detectar la presencia de veneno


o sustancias tóxicas en el organismo de las personas o en los ca­
dáveres mediante la aplicación de conocimientos químicos ana­
líticos y principios toxicológicos, con la finalidad de establecer
las causas de la intoxicación y/o muerte por la ingesta de medica­
mentos o drogas u otras sustancias." Se dispone para establecer,
por ejemplo, si el imputado ha consumido droga o ha actuado
bajo la influencia de la misma o de otra sustancia, como puede ser
en las investigaciones por delilo de tráfico ilícito de drogas, robo
u Otro delito. Puede ser, incluso, favorable para la persona investi­
gada. También se puede practicar en al víctima de agresión sexual
o robo agravado si existiera evidencia de haberla encontrado en
estado de inconciencia o no recuerda lo que ha sucedido.
cL Pericia ele absorción atómica, conocida antiguamente como la
prueba de la parafina, y que permite establecer en la persona im­
•A pillada la existencia de rastros de disparo por arma de fuego, es
^ decir, la existencia de sustancias químicas llamadas cationes me­
tálicos: plomo, antimonio y bario. Es de utilidad para las investi­
iH gaciones por delito de homicidio, robo, tráfico ilícito de drogas,
terrorismo, principalmenlc.
¿M| e. Pericia forense o física, del arma utilizada en la comisión del
delito, a fin de establecer minuciosamente sus caraclerislicas y su
relación con el hecho delictivo.
1

67 Véasa Manual ile C riiniíialisliLa. O I ' C t Ó N . Lima, p. 56, ­


104 EL NUEVO PROCESO PENAL

/ Pericia grafotécnicü, que es de suma utilidad para la iiwcstiga-


ción y juzgamiento de delitos contra el patrimonio, con la fina-
lidad de determinar la autenlicidad o falsedad de un documento,
título o firma.

4.3. Actas policiales

El acta debe registrar de forma objetiva la diligencia que contiene,


no se deben incorporar elementos subjetivos, pues el acta debe reprodu-
cir fielmente lo que acontece durante el desarrollo de la diligencia.

a. Acta de incautación: Se trata de una diligencia de naturaleza


estrictamente policial y se practica cuando es necesario recabar
objetos, instrumentos o efectos relacionados con el delito y que
se encuentren en posesión de la persona intervenida o bajo su
dominio. Puede tratarse del arma ulilizada, el dinero producto del
robo o del acto corrupto, documentos relacionados con el crimen,
la droga, el vehículo utilizado, etc. El acta se levanta en el lugar
donde se procede a la intervención de la persona, es decir, insiiu.
Es necesario que el acta detalle las características del objeto o
cosas que se incautan.

b. Acta de fiailazgo: Esta acta se levanta cuando durante una in-


vestigación se encucntia objetos vinculados con el delilo y se
desconoce a quien pertenece. Se levanta in silu y se delallati sus
características.

c. Acta de registro domiciliario, cuando con ocasión de la investi-


gación de un delito y por mandato judicial o la persecución de
autor de un delito (flagrancia) se procede al ingreso de un inmue-
ble o local efecto de proceder a la detención de la misma o a la
incautación de los objetos relacionados con el delito. También es
posible dicha diligencia cuando el tenedor del inmueble o la casa
permite voluntariamente el ingreso de la policía para proceder
a la búsqueda del imputado o de los bienes a incautar. Como en
lo'd&s las actas, debe de detallarse el desarrollo de la diligencia y
con la firma de las personas intervinientes.
CAI'ITULÜ 11: L A INVESTIOACIÒN I'KEI.IMINAR Y pitEPARAiDaiA 105

ci. Ada eie conslaiación: Es aquella'que levanta la policía cuando


es necesario acreditar con documento lo que la policía observa o
constata directamente, como por ejemplo en los casos de usurpa-
ción o perturbación de la posesión.

5. EL INFORME'iPOLIClAL

El llamado Alestacig Policial cambia de denominación en el nue-


vo texto a Informe Poiiciai, que es el documento técnico administrativo
que se debe elaborar en todos los casos en que interviene la policía y
que remitirá al Fiscal. Dicho documento contendrá los antecedentes que
motivaron su actuación, la relación de las diligencias realizadas, el aná-
lisis de los hechos investigados y cualesquiera olra circunstancia que
resultare Importante considerar, como copia de documentos, escritos,
constancias, comimicacionea fiscales, etc. Sin embargo, y a diferencia
de la legislación anterior, se establece expresamente que la policía, en
dicho informe, se abstendrá de realizar la calificación jurídica y de im-
putar responsabilidades (art. 332.2). La razón es ima y muy clara, la ca-
lificadón furldica de los hechos corresponde a la autoridad encargada
de la persecución oficial del delito y titular de la acción penal póblica,
que es el Fiscal. En esencia lo que se suprime del jlamado atestado es
la parte final de su informe, aquella referida a las conclusiones, mante-
niéndose todo su contenido ya expresado bajo una forma mucho más
clara y específica de dalos de la personas que intei'vienen.

D e otro lado, de esta norma' se desprende que ninguna investi-


gación iniciada y desarrollada por la policía deja de ser comunicada al
Fiscal. Cualquier intervención de la policía en acto de investigación de
hecho con características de delito debe ser de conocimiento del repre-
sentante del Minislerio público y si se culmina la investigación debe
de elaborarse el informe antes indicado. D e esa manera desaparece el
llamado parte policial, que muchas veces eran archivados sin conoci-
miento del fiscal.

El Informe policial mantiene la misma estructura formal, varian-


do en olguna de sus formas, principalmente porque se es mas riguroso
106 EL NUEVO PROCESO PENAL

en los dalos de las personas inlervinicnles, en la consignación de los


derechos que asisten al imputado, en la intervención del defensor del
mismo, etc. debiéndose tener en cuenta lo dispuesto por el art, 332 de la
nueva ley procesal. Nos interesa destacar sus parles más importantes y
que eslán relacionados con:

a. El motivo y forma de intervención, es decir, si la invesligación


se inició de oficio, o por denuncia de parte o por disposición de
la Fiscalfa. Cabe seilalar que iniciada de oficio la investigación o
por denuncia de parle, la comunicación al fiscal debe ser inme-
diata. Es más en el documento que se forme debe de constar las
disposiciones y mandatos emanados de la autoridad fiscal.

b. Las diligencias que se practiquen y que se relacionan con las


manifestaciones de las personas involucradas; las pericias que
se practican (médico legal, qm'mica, toxicológica, alcoholemia,
absorción atómica, balística, grafològica, etc.); las actas que se
levantan (registro de personas, hallazgo, allanamiento, constata-
ción etc.).

• c. El análisis de los hechos que realiza la policía y que serán de


utilidad para que el Fiscal pueda realizar la calificación jurídica
respectiva.

d. La documentación sustentatoria del Informe policial que com-


prende los documentos pertinentes, los elementos objetivos de
prueba, los instiiimentos utilizados o el lugar donde aquellos se
encuentran.

6. I N T E R V E N C I Ó N JUDICIAL Y M E D I D A S C O E R C I T I V A S P E R S O -
NALES

Durante esta etapa, el Fiscal podrá considerar necesario asegurar


la presencia de las personas imputadas a su investigación y la investiga-
ción preparatoria, por lo que la ley le faculta a requerir- la adopción de
medidas coercitivas o cautelares o de a.seguramicnto para tales objeti-
vos. Asiijiismo, durante esta etapa la actuación del órgano jurisdiccional
parece reducida pero no es así, su rol es muy importante, pues si bien
CAI'ITULO l\: 1Л INVESTIOACIÒN PREI.IMIMAR Y PREPARAIORIA 107

el Fiscal es el chmnu у responsable de Ja indagación, cualquier medida


cautelar o coercitiva que requiera el ascgiuamientu de su invesligación
pasa por el control y decisión judicial.

En este sentido, el fiscal solicitará al Juez las medidas que con­


sidere necesarias, cuando corresponda hacerlo (art, 61.2). pedido que
debe ser debidamente motivado, como ftindamentada debe ser la deci­
sión jurisdiccional.

De acuerdo con la ley ­y que no resulta nuevo con la normatividad


anterior­ el fiscal le solicitará al Juez de la investigación preparatoria
ordene las medidas coercitivas que correspondan, especialmente las si­
guientes:

Impedimento de salida del país al imputado.

La comparecencia del imputado con detención domiciliaria.

La comparecencia del imputado con otras restriccionei

E l allanamiento. /<^^íU?y^^i
La inmovilización de algún bien. i^^^ ^¿•^^'^
Detención preventiva del imputado.
^^^^ ' 1 1 .

INTERVENCIÓN DE L A DEFENSA

La fiícultad de ejercer efectivamente el derecho de defensa nace


con la imputación. Por lo tanto, la intervención de la, persona imputada
y su defensa es amplia en la investigación preliminar. Ailemás de lo
señalado anteriormente, el abogado defensor tiene derecho a;

a. Apersonarse en la investigación preliminar y conocer de los car­


gos que se incriminan contra su defendido.

I
b. Intervenir en las diligencias de interrogatorio de su patrocinado.

c. C onocer de las diligencias que se realicen.

d. Tener copia de la documentación relativa a las diligencias preli­


; 4 rt
minares, entendiéndose que no de manera inmediata de aquellas
que afecten la continuidad de la rnisma.
108 El. NUEVO PROCESO PENAL • 7 V<

e. Pedir la realización de diligencias que favorezcan a su defendido


y ofrecer los elementos probatorios de descargo.

En realidad, la acluación del defensor del imputado se ve rodeada


de las garantías necesarias y conducentes a su objetivo. De igual forma,
se debe de afirmar qtic el defensor de la persona natural o jurídica agra-
viada, tiene los derechos en igualdad de condiciones durante esla etapa
inicial de investigación.

8. EL P L A Z O DE LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR

Dentro de la perspectiva dináinica del nuevo código, se establece


un plazo de veinte (20) días para la realización de la investigación pre-
liminar. Se pretende con ello que ante la denuncia o investigación de
delito de oficio se proceda de inmediato a la recepción de declaraciones,
practica de pericias, pesquisas policiales y demás diligencias cómpls-
mentarias en dicho plazo. Se compula el plazo desde el momento que
el Fiscal dispone el inicio de la invesligación preliminar y entendemos
que puede disponerse un plazo adicional que no supere el señalado, a
cuyo término deberá diclai- la disposición que corresponda.

Pero el legislador también ha advertido de la existencia de aquellos


casos considerados complejos y que naturalmente pueden requerir un
plazo mayor al común. En tal sentido, cuando se trale de investigacio-
nes seguidas contra un número significativo de personas o agraviados o
cuando se trate de concurrencia de delitos o se aprecia que la obtención
de elementos probatorios o las actuaciones periciales demandarán ma-
yor tiempo, el Fiscal deberá determinar un plazo razonable de duración
de la investigación preliminar (art. 334.2). Tal decisión requerirá de la
motivación necesaria expuesta cn la disposición que dicte.

El plazo previsto de la investigación preliminar es distinto al pla-


zo que se prevé para la invesligación preparaioria y si bien es cierto,
en esencia, ambas investigaciones en el contexto de continuidad pue-
den constituir una sola, los plazos difieren cn atención a sus objetivos
inmcdiiUos, por lo que no es posible incluir el plazo del primero en el
segundo. A s í lo ha resuelto en casación la Sala Suprema cuando esta-
CAPITULO I I : LA iNVHSTiaAC iáN PRELIMINAR Y PREPARATORIA 109

blece como doctrina jurisprudencial "qué los plazos para las diligencias
preliminares, de veinle días naturales y el que se concede al Fiscal para
fijar uno dislinto según las características complejidad y circunstancias
de los hechos objeto de investigación son diferentes y no se hayan com­
prendidos en los ciento veinte días naturales más la prórroga a la que
alude la norma pertinente, que corresponden a la investigación prepara­
toria propiamente dicha"."

A l respecto también se señala en el artículo citado, que cuimdo


el interesado o afectado, por la excesiva diu­ación de la investigación
preliminar, solicile al Fiscal le dé termino y si éste no la acepta o fija
un plazo irrazonable, el interesado "po^rá acudir a! Juez de la Invesli­
gación Preparatoria" en el plazo de cinco días instando su prommcia­
miento, lo que significará que dicha autoridad resolverá, previa audien­
cia con el Fiscal y el interesado. C onsideramos que la idea central del
dispositivo es que se realicen las diligencias de investigación aprove­
chando el tiempo que se dispone y es natural que el interesado exprese
su desacuerdo cuando se fija un plazo excesivo, pero no estamos de
acuerdo que el control de dicho plazo se encuentre a cargo del Juez,
pues para ello bien se ha podido delegar al Fiscal Superior competente,
como sucede cuando se impugna el archivo de la denuncia; además,
no sólo se afecta la autonomía de la investigación en esta fase sino que
también se involucra al juez en una taiea que por su naturaleza aún no
le corresponde. Por ello resulta obvio que dicho apartado se modifique
en el sentido de que el control del plazo corresponde a la instancia su­
perior del Ministerio Público que, por cierto tiene facvdtades de control
y además disciplinario.

Tratándose del caso de ima persona detenida, el plazo señalado y


que hemos comentado no se considera, sino la autoridad fiscal deberá
tener en cuenia el plazo común de 24 horas para poner al investigado
con el informe policial y su pronunciamiento, si fuera el caso, ante la
autoridad jurisdiccional, conforme lo ordena la C onstitución.

68 C asación № 02­2008, La Libertad, de 3 de j u n i o del 2008. Caso d e hurto ngravado.


lio R L NUEVO PROCESO PENAL

9. LAS POSIBILIDADES DC DECISIÓN DEL FISCAL INVESTIGA-


DOR

A l final de la investigación preliminar, corresponde al fiscal la


calificación jurídico penal de los hechos investigados y dependiendo
de las circunstancias propias del caso y de los elementos probatorios
obtenidos podrá:

a. Formalizar la Investigación Preparatoria mediante una Disposi-


ción, si aparecen indicios que revelen la existencia del delito, se
ha individualizado al imputado, la acción no ha prescrito y se han
salisfischo los requisitos de procedibilidad.

b. Si no existen elementos de juicio sobre la existencia del delito, o


ha prescrito la acción penal o no se ha individualizado al impu-
tado, dispondrá el Archivo de la investigación o denuncia. Como
se ha dicho, la investigación preliminar puede culminar con cl
archivo de la misma porque no existen elementos de juicio -en-
tiéndase elementos probatorios- sobre la realización del delito o
sobre la persona denunciada, por lo que no cabe continuar con la
investigación preparatoria. La nueva ley procesal establece que
la decisión de archivo procede cuando: a) el hecho denunciado
no constituye delito; b) o no es justiciable penalmente; c) o se
presentan casos de extinción de la acción (art. 334.1), El archivo
puede ser definitivo o provisional, según el hecho no constituya
delilo o siéndolo no se ha identificado ai imputado, respectiva-
mente. En tales casos si cl Fiscal considera que no procede la for-
malización de la investigación preparatoria y ordenará cl archivo
de lo actuado. De acuerdo con la nueva ley, la Disposición de
Archivo se notifica al interesado o denunciante y si no estuviere
de acuerdo con la decisión fiscal de archivo o reserva provisional
de la investigación, impugnará tal decisión {requerirá dice la ley)
para que en el plazo de cinco ( 5 ) días eleve lo actuado al Fi,scal
Superior La ley procesal no establece plazo para la impugnación
contra la disposición de archivo, pero tratándose de un caso de
apelnción se aplicad .señalado por cl artículo 414.c), es decir, tres
(3) días de notificado. Claro e.stá que corresponderá a ta L O M P
4

«
CAHTUI-O 11: L A INVESTIGACIÓN PRELIMINAR Y PREPAKAIORIA III

o a las ilireclivas que iiiiparia la Fiscalía de la Nación cualquier

m jtreciüión sobre la dcierininación del plazo.

Admitida la impugnación, dentro del plazo correspondiente, se


elevará lo actuado al Fiscal Superior competente a iin de que re-
4
suelva denUü del quinto día. Puede Disponer a ) el archivo defi-
nitivo de lo actuado; b) la formalización de la investigación, es
decir, se pase a la fase jireparatoria; y c) "se proceda según corres-
ponda", lo que nos permite señalar que el Superior puede dictar
disposición ordenando la ampliación de las investigaciones preli-
minares o quizás la nulidad de la di.spoaición por algún vicio pro-
cesal, lis del caso señalar que tratándose de un Ministerio Público
jerárquicamente organizado, pueden impartirse instrucciones ge-
nerales u los fiscales provinciales para los casos de decisiones de
archivo, de tal manera que exista uniformidad en la actuación del
ñ.scal investigador. Dentro de la amplitud del derecho de defensa,
el recurrente puede hacer uso de la palabra ante cl fiscal superior
o presentar escrito complementario, antes que aquel decida.

Se destuca de esta manera cl plazo al fiscal superior para que


resuelva, pues no existía. Aüimismo, teniendo en cuenta que la
disposición de archivo también se notifica al denunciado, éste
también puede impugnarla cuando se trate de un archivo provi-
sional y considere que su situación de investigado no puede ser
indefinida.

c. Si cl hecho fiíere ilelictuoso y la acción no hubiere prescrito, pero


se desconoce al imputado, se dispondrá que la policía intervenga
pura lograr la identificnción del imputado; lo que en esencia sig-
nifica un archivo provisional de lo actuado.

il. Si en lu denuncia se ha omitido una condición de procedibilidad


que dcjrentle del denunciante, también se dispondrá de la reserva
fjrovisiunal de la investigación, debiéndose notificar al denun-
ciante a (in de que subsane la omisión. En otros casos donde se
leciuiera de presupuestos de procedibilidad, la subsanación de los
mismos estará a cargo del mismo Fiscal.

e. Antes de proceiler conforme al apartado a) se pueile aplicar el


principio ele oporluniíkul o el acuerdo reparatorio (sobre éste
M

>*

M
! 12 EL NUEVO PROCESO PENAL

punto volveremos en adelante), si el supuesto de hecho así lo


amerita (ail. 2° C P P ) . También se podrá pasar directamente al
proceso inmediato a pedido del Fiscal.

10. PROHIBICIÓN DE NUEVA DENUNCIA

Se introduce una norma de suina importancia para cl debido con-


trol de las denuncias que se formulan ante el Ministerio Público, pues
se prohibe formular nuevas detuuicias sobre los mismos hechos que
ya han merecido una disposición de archivo por el Fiscal Provincial
e incluso por el Superior. De tal manera que dicha norma impide que
otro Fiscal pueda dar amparo o denuncias bajo tales supuestos que ya
han merecido decisión de archivo, lo que a su vez obliga a no admitir
las denuncias que sobre los mismos hechos puedan presentarse en otras
Fiscalías (art. 335.1).

Debe señalarse que en el Ministerio Público no rige a manera de


titularidad el principio de cosa juzgada, la cual está reservada al órgano
jurisdiccional, pero sí la llamada COJO decidida, lo que permite que una
decisión de archivo no sea itrniutable*'. En efecto, la disposición en
comentario también establece que si luego de la decisión de archivo
de la investigación se aportara o se conocieran nuevos elementos pro-
batorios o de "convicción" se podrá reexaminar lo actuado por el Fis-
cal que previno. Ciertamente, si los nuevos elementos probatorios eran
desconocidos por ei fiscal y resultan relevantes para la continuidad de
la investigación deberán ser analizados, lo que genera una reapertura de
la investigación por el mismo fiscal o de una nueva investigación, si se
tiene cn cuenta cl tiempo transcurrido. En tal sentido, se podrá proceder'
de oficio o a pedido de ia parte interesada.

Finalmente, el art. 335.2 señala que si la denuncia anterior no fue


debidamente investigada, el Superior que previno podrá designar a otro

65 V é M E la Semencia de! Tribunal Conslitucional, Exp. 1^ 27Z5-2008-PHC/TC de 22


de setiemlne de 2008, caso Chanca Teinoche, Fundanienlos jurídicos 15-19. Eslable-
ce el T C q u e si cl motivo del arcliivnmicnto liscal es por deficit o fulla de eicincnlos
de pr^ieba, posteriormente se podrá reabrir la inve.sligacién preliminar; no lo podrá
hacer sl-el iriolivo se refiere a " q u e el hecho no conslíluye d c l í í o " .
C A f l r u L o il: L A INVESTIGACICIN PBELIMÌNAR Y PKCPARATORIA 113

Fiscal Provincial, lo que resulta debido en la lògica procesai y hasta


merecedora de ima medida disciplinaria si la invesligación originaria
adolece de irregularidades. Tales decisiones deberán ser necesariamen­
te fundamentadas.
4 )
• 11. EL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD

El principio de oportunidad aparece con el código procesal pe­


nal del año 91 y se ha mantenido en nuestra legislación en aplicación
progresiva, pero también con algunas modificaciones interesadas que
la han desnaturalizado. Se le ha considerado como una excepción al
principio de legalidad, debido a la imposibilidad material del Estado
de perseguir y castigar todas las inñacciones que se cometen. También
se le considera como una respuesta politico criminal del Estado ante
el agotamiento de posibilidades del sistema de justicia penaF"; en este
senUdo, se procede a la selección de determinados delitos de menor
intensidad con la finalidad de buscar una solución consensuada al caso
posibilitando el arctiivo del mismo, y de esa manera hacer que los fis­
cales y jueces dediquen su mayor esfuerzo al conocimiento y solución
de los casos mas graves.

El principio de oporninidad encuentra su fi.mdamento en a) la es­


casa relevancia de la infracción penal; b) la ausencia de im interés pó­
blico en la persecución del delito; c ) se trata de una manifestación de
prevención especial pues se le da al infractor la opojiunidad de repara»'
el daño ocasionado; d) existe una razón político criminal del Estado
para posibilitar el archivo de los llamados delitos de bagatela; y e ) per­
mite al imputado archivar la invesligación iniciada en su contra; y al
agraviado cl logro del pago de la reparación civil con prontitud.

i l l nuevo código procesal penal sigue la regulación de su texto


original, con algunas precisiones que ya la doctrina se encargó de ob­
servar en su momento y que se espera permitan mejorar su interpreta­
ción y aplicación imiforme.

70 Bacigiilupo. Enrique, Descriminiilización y prevención, en R e v . Poder Juüiciat, № II,


Mndricl, 1987.P. 1 3 y s s .

4 >
114 El. NUEVO PROCE-SO PENAL

El principio de oportunidad constituye un mecanismo de siiTipliri'


cación del proceso penal, considerado -como se ha dicho- como una ex-
cepción al principio de legalidad que exige la persecución de los delitos
y la sanción a las personas que lo han cometido, pero esle principio no
es absoluto sino regulado por la propia ley, de allí que se hable del prin-
cipio de oportunidad reglado.^* Es decir, la ley establece en que casos es
posible su aplicación, los delitos de mínima y mediana criminalidad, y
a que personas está dirigido (exceptuándose a los funcionarios públicos
que cometan el delilo en ejercicio de su cargo).

Se pretende que para determinados delitos se posibilite la realiza-


ción de lui acuerdo o consenso entre las parles en conflicto penal expues-
to ante la autoridad fiscal a fin de que se archive la invesligación o cl
proceso, dependiendo del caso y, de olro lado, se repare el daño causado
a la víctima del hecho punible respetándose la indemnización acordada.

Este principio responde a distintos fundamentos, pero principal-


mente: a) la escasa relevancia de la infi-acción o mínimo daño social
(ausencia de interés público); b) la manifestación de la prevención es-
pecial a favor del infractor, de quien se espera que no volverá a incurrir
en delito; c ) razones político criininales para que la justicia se encargue
principalmente de los delitos más graves; d) reducir la carga procesal en
las sedes judiciales y población penitenciaria; y e) alcanzar una pronta
reparación de la victima del delito.

La aplicación de esle principio obedece primero, a una aclua-


ción de oficio por el Fiscal; segundo, a la petición que pueda hacer la
persona imputada de un delilo. Eslablece el código en 5 U artículo 2°
los supuestos de aplicación, que por su trascendencia nos permitimos
transcribir y comentar:

a. La Abstención del Fiscal. Función facultativa: El principio de


oportunidad puede ser aplicado de oficio por el Fiscal o a pedido
de la parte imputada, incluso a instancia del agraviado. El artículo
2" ab initio establece lo siguiente: "1. El Ministerio Público, de
oficio o a pedido del imputado y con su con.seníimiento, podrá

71 VéaüE mi Ivlnnual d e Dcrcclio Proccsnl Penal, cilado, p. 3 6 6 y .s.s.


CAI'IIUI.O 11: I.A INVUSTIGACIÓN PRELIMINAR Y PREPARATORIA 115

absttrwrse ile ejercitar ¡a acciari penai en cualquiera de los si-


guientes casos:" La abstención del fiscal al ejercicio piiblico de la
acción penal hace que no continúe con la persecución del delito a
la persona imputada y el efecto inmediato es que se archiva la in-
vestigación iniciada. IÌ1 Fiscal deja su tarea de perseguir el delito
en atención al acuerdo a que lleguen las partes.

I' Ashnismo, en los tres supuestos que prevé la ley procesal no es de


naturaleza obligatoria paia el Fiscal, sino facultativa. Ello significa
que el fiscal debe de ilecidir en que casos toma la iniciativa de via-
bilizar su aplicación citando a las partes a una diligencia de acuer-
do, salvo que el mismo imputado se lo pida, en cuyo caso deberá
proceder a la citación correspondiente. Es necesario señalar que
también la parle agraviada puede propiciar la aplicación del princi-
pio de oportunidad. En los t|es casos le corresponde al Ministerio
Público tomar la decisión. paVa lo cual ha de considerar siempre los
fiíndamentos juridicos y pragmáticos de su aplicación.

b. I.os supuestos de oportunidad:

b.l. Agente aféctenlo por el delito: Es el caso de la falta de re-


levancia de la pena o falta de necesidad de la pena. El tex-
to procesal establece lo siguiente; a) Cuando el agente haya
sido afectado gravemente por las consecuencias de su deli-
to, culposo o doloso, siempre que este último sea reprimido
con pena privativa de libertad no mayor de cuatro arios, y la
pena resitlle innecesaria. Se aplica este supuestos de oportu-
nidad cuando el agente sufre las consecuencias de su propia
conducta delictuosa de manera grave, sea en su integridad o
salud. A diferencia de la legislación anterior, procede sea se
irate de delilo culposo o doloso, pero cuya pena sea no mayor
a cuatro años; en este sentido se precisa igualmente el ámbito
de su aplicación y queda claro que comprende a los delitos de
mínima criminalidad. En cualquier caso, se exige que la gra-
vedad de la afectación (personal o de persona cercana) haga
que la posible pena a imponer resulle innecesaria. En reali-
dad, este es el fundamento de este criterio de oportunidad;
la pena que debería ser impuesta al imputado sería siempre
116 EL NUnVO PROCESO PENAL

menor o irrelevante al daño que efectivamente ya ha sufrido


el autor del delito; de tal manera que la pena no cumpliría sus
fines previéndose a través de este supuesto, una alternativa
propia de la prevención especial a favor del autor-víctima.

b. 2. La mínima íesividad de ¡a infracción: Se b ata del segundo


supuesto que establece la ley referida a la esca.sa relevancia
de la infracción penal o infracción de bagatela. El texto pro-
cesal establece lo siguiente: "b) Cuando se trate dé delitos
que no afecten gravemente el interés público, salvo cuando
el extremo mínimo de la pena sea superior a los dos años de
pena privativa de la libertad, n hubieren sido camélidos por
un funcionario público en ejercicio de su cargo ". Se trata de
infracciones que no afectan gravemente el interés público, es
decir, comprende aquellos delitos que no generan alarma so-
cial y por lo tanto la solución del mismo se deja al acuerdo
a que las partes puedan llegar. Es el presupuesto esencial en
los casos de oportunidad delitos considerados de bagatela y
en donde se destacan dos requisitos básicos; a) falta de interés
público en la persecución penal (.subjetivo), debiéndose defi-
nir si el hecho genera alarma o preocupación en la sociedad y
b ) el extremo mínimo de la pena'a imponer (objetivo), es me-
nor a dos años. Si se revisa el Código Penal, so verá que mu-
chos de los delitos establecen penas en su extremo mínimo de
dos o menor de dos años y cn los que, naturalmente, se puede
aplicar la oportunidad; htuto simple, lesiones, usurpación, es-
tafa, apropiación ilícita, conducción en estado de ebriedad,
infanticidio, aborto, delitos contra el estado civil, etc. Debe
afirmarse que pese a que el delilo se conmine con pena no su-
perior a dos años, si la infracción ha generado interés público
o alajrma social, se debe proseguir con cl ejercicio de la acción
penal. Por último, no procede este supuesto de oportunidad cn
caso de que el agente fuere funcionario público y cometa el
delito cn ejercicio de su cargó.

, h. 3. Mínima culpabilidad del autor o partícipe: Se trata de uno


de los supuestos de oportunidad donde se analiza el grado de
C A P I I U L Q I I : L A INVESIIÜACJÚN PKELIMINAR Y PREPARATORIA 117

culpabil'diíd del agente del delito. El texto procesal dice lo si-


guientes " ^) Cuando conforme a hii< circunstancias del hecho
y a las condiciones personales del denunciado, ul Fiscal puede
apreciíf (/"^ concurren los supuestos alenuantes de los artícu-
los l't, 15. 16. 21. 22 y 25 del Código Penal, y se advierta que
no existe ningún interés público giavemenle comprometido en
su persecución. No será posible cuando se trate de im delito
conniint^^o cort una sanción superior a cuatro años de pena
privativa c/e libertad o cometido por unfuncionario público en
et ejercicio de su cargo." Como se puede apreciar, correspon-
derá aliora al Fiscal analizar el grado tie culpabilidad del autor
o partícipe, tarea que ordinariamente conesponde al Juez, en
atención a los supuestos jurídicos penales que señala la ley: el
error dtí tipo y error de prohibición, el error de comprensión
CLilturalniente condicionado, la tentativa, la íesponsabilidad
restringirla y la complicidad secundaria previstos en los arts.
14, 15, 16,21,22 y 25 del Código Penal. En estos casos, el Fis-
cal deberá deleiTninar la situación jurídica del imputado con los
elementos de prueba existentes en su contra y sobre lodo bajo
cuatro situaciones específicas: a) las circunstancias del hecho
que se califica como delito; b ) las condiciones personales del
agente; c) ausencia de interés público gravemente comprome-
tido en l3 persecución penal; y d) el delito debe ser conminado
con pena no mayor a cuatro años. Como se podrá apreciar, el
legislador ha fitcultado al Fiscal a abstenerse de la persecución
pemil en aQuellos casos donde la ley fiículta la disminución de
la pena. Siendo esta la esencia de la aplicación de este supues-
to de oportiuiidad debería de aplicarse también en otros casos,
como puede ser los estados de flagrancia y confesión sincera.
Por úlijtuo, se prohibe su aplicación cuando se trate de ñmcio-
nario público que incurra en delito en el ejercicio del cargo.

La ley procesal también establece que en los supuestos previs-


tos en los dos últimos casos, será necesario que el agente hubie-
re reparí»-lo los daños y perjuicios ocasionados o exista acuerdo
con el agraviado en ese senlido, lo que obliga al imputado a
pagar la reparación civil o a comprometerse a apagarlo.
118 EL NUEVO PROCESO PENAL

c. Procedimiento a seguir: I-a nueva ley regula la forma en que se


procede a la aplicación del principio de oporhmidad, sea de oficio
por el fiscal o a pedido de alguna de tas partes. Es del caso recor-
dar que con el nuevo proceso penal el Ministerio Público se ha or-
ganizado corporativamente y, por lo tanto, cuenta con un equipo
de fiscales que actúan de manera irunediala, que son los fiscales
de decisión temprana, encargados de resolver los casos de prin-
cipio de oportunidad y de terminación anticipada'^. I'-ntonces en
las sedes principales de la Fiscalía el Fiscal coordinador remile el
caso a esla fiscalía de decisión temprana a fin de que viabilicc el
supuesto de oportunidad. De allí que la mi.sma ley estable7xa que
el Fiscal cilará al imputado y al agraviado con el fin de realizar
la diligencia de acuerdo, dejándose constancia en acta, lin este
punto es necesario señalar las siguientes posibilidades prácticas
de actuación:

i. Se notifica a las partes con la finalidad de que conozcan el mo-


tivo de la diligencia, para la aplicación del principio de opor-
tunidad, prevista en el artículo 2" del nuevo código procesal
penal, incluso con una breve explicación de su contenido.

¡i. Si las partes asisten, el Fiscal les explicará la finalidad de esla


institución, la necesidad del acuerdo, los efectos del mismo
(archivo y paga de reparación civil), así como la posibilidad
de continuar con la investigación si no hay acuerdo. En estos
casos el fiscal debe asumir una actitud neutral, incluso, des-
pejando dudas sobre la diligencia misma, las obligaciones y
compromisos asumidos, dejando que las parles lleguen a un
entendimiento y se lo hagan saber, lo que implica que dicho

72 F.s necesario precisar que en las Fr.^callas Provincialc; alejadas ele la se<le central
(leí Distrito Juiliciíii, lo.s fiscales provinciales, debitln a la rcrincida carga procesal,
ejercen fimciones tatito de decisión temprana c o m o también de investigación de los
ilclitos que se denuncian.
73 1.a claridad en loda notificación es iniporlanlc para evitar ciertos temores aún exis-
lenlcs sobre las citaciones judiciales sin contenido o con datos estrictamente técnicos
qiiE la parle no logra entender sino en la sede fiscal o judicial, l'or el conli;irio, se le
debe de hacer conocer de que diligencia se trata y pneila asistir a la misma con mía
posición clara o con propuestas a definir con la otra parte.
(tcntítitu debe SCI c i c e p t i i d ü por dicha aiiloridtid. Rcsulla chiro,
enloiices, que no se Irala de una diligencia de conciliiicion.
in. S'i las partes no dsi.slcn, se les volverá a nulificar en los mia-
mos términos, hujo el apercibiiuienlo de que si no asiste el
irn])ulado, se levantará acta de la inasistencia e inmediatamen-
te 5c continuará con el proceso, consecuentemente, el Fiscal
dictará la Disposición lie Furmitlizíwión tie ¡ci Investigación
Preparatoria.

iv. luí lelación al punto anterior, la ley establece que si no asiste


el ngjaviado, pero si el imputado se podrá viabilizar el prin-
cijno de uportunidad con el Fiscal quien podrá determinar el
monto de la reparación civil que corresponda. Y si no se lle-
gara a un acueriiu sobre el plazo jnua el pago de la reparación
civil, el Fiscal lo fijará sin que éste exceda de nueve meses.
Claro que debe de j)rocnrarse (pie el pago se haga de inniedia
tu u en ludo caso en un [)la/.o mínimo.

A7 Aciierdi) Reparatorio: Rl nuevo proceso penal también relle-


ra olio criterio de oporluniílad previsto en la legislación anterior
llamatlü acuerdo reparatorio, en virliul del cual determinatlos
•dclilos, por su escasa lesividad, son susceptibles de la aj)ticar la
í'órmuhi de Hcuerdo. A ililerencia de los tres casos previstos en el
numeral l d e l art. 2", en donde la aj)licue¡ón de la oportunidad es
facultalivíi por el Fiscal, en el presente supuesto, el representajite
de la Fiscalía está en la obligación de viabilizar el acuerdo aun-
tjue e s t e no llegue a concretarse, por lo tanto, si bien no existe una
contraposición con los otros supuestos de oportunidad, nuestro
legislatlor introduce una alternativa pragmática de solución de
conflicto con intervención directa del l'iscal, alejándose relati-
vamente del modelo procesal asumido en el derecho comparado
moderno. La idea central radica en de que en tales delitos necesa-
riamente se cite a las partes para que el acuerdo se concrete con
intervención del Fiscal.''

lA I j i iculiiiiitl, el k|¿¡sUuloi piiilu üptuí por uim ubtlgaturiedíul ai fiscal par» la viabili-
ziicióii tli: lodo:^ Ui:, siipuchlus de L>pi)iLiiniüail, lo qucüe piicüc üiiplir cuii lu at:liiacii^ii
120 EL NUEVO TROCESO PENAL

Los delitos que contempla la ley son los siguientes: lesiones


(art. 122), hurto simple (art. 185), hurlo de uso (art. 187), hurlo
de ganado (art. 189 A , primer párrafo), apropiación ilícita (art.
190), hurto de bien propio (art. 191), modalidades de apropiación
irregular (art. 192), apropiación de prenda (ait. 193), estafa (ari.
196), otros supuestos de estafa (art. 197), adminislración fraudu-
lenta (art. 198), dafios (art. 215), libramiento indebido (art. 215) y
además se comprende a lodos los delitos culposos. Sin embargo,
el legislador ha previsto dclcnninados casos donde no es posible
el llamado acuerdo reparatorio: a) cuanclo exista pluralidad im-
portante de víctimas, lo que entendemos dependerá también del
ilícito penal, por ejemplo, estafa, apropiación ilícita, libramiento
indebido, homicidio culposo. Así, no es lo mismo que el impu-
tado estafe a una o dos personas con sumas reducidas de dinero,
que a treinta o más personas con la venta ficticia de vehículos. En
cualquier caso dependerá del criterio que maneje el fiscal al mo-
mento de resolver el pedido; o b) cuando exista concurso con otro
delito, salvo que sea de menor mayor gravedad o afecte bienes
jurídicos disponibles.

En este mismo supuesto, la ley señala que el Fi.scal, de oficio o a


pedido del imputado o de la víctima propondrá un acuerdo repa-
ratorio, y si ambos convienen en el mismo, el fiscal se abstendrá
de ejercitar la acción penal mediante una Disposición, lo que con-
firma la intervención directa de! fiscal en esta formula de consen-
so, pues a diferencia de los tres casos analizados en el apartado I )
del artículo 2° del código procesal penal, en donde debe de espe-
rar que las partes lleguen a acuerdo, bajo esta fórmula rcparatoria,
el mismo fiscal quien propone la reparación del dafio, incluso en
ausencia de la víctima, quien habiendo sido citado no concurre.
Caso distinto es aquel cuando no concurre el imputado a la segun-
da cilación o se ignora su paradero, debiéndose proseguir con el
ejercicio de la acción penal.

de los fiscnles ile decisión Icmprana n quienes, precisamcnle, les lia dado facnlhul
para ello.
CAI'ITUL-CI 11: I.A INVEJl 11GAC1ÓN PltKLIMINAli Y PUtl'ARATOUlA 121

e. Aplicación en la Investigación Preparatoria: Los casos analiza-


dos anteriormente están bajo la dirección y control del Fiscal, sin
embargo, una vez iniciada la investigación prepiualoria también
es posible su aplicación, bajo las características siguientes:!) a
petición del Fiscal, en donde es posible alguna comunicación con
el imputíidü y/u agraviado; 2 ) la realización de una audiencia diri-
gida por el juez, con intervención del fiscal e imputado y citación
al agraviado; 3) la resolución de sobreseimiento por el juez; 4 ) se
debe de realizar hasta antes de la acusación fiscal escrita; 5) dicha
resolución es inimpugnable, salvo el monto de la reparación civil,
s i e s fijada por el juez ante la falla de acuerdo entre el imputado y
agraviado o sobre las reglas de conducta que impone considera-
das desproporcionadas o afectan irrazonablemente al imputado.

/ El llamado Acuerdo Notarial: El nuevo Código Procesal también


mantiene la figura del acuerdo notarial (no existente en el tex-
to original) que -entendemos- desnaturaliza la institución de la
oportunidad en tanto ya no es necesario llegar a una formula de
consenso en presencia de la autoridad Fiscal, sino que las mismas
partes en conflicto son quienes mediante un instrumento público
o documento privado legalizado notarialmente llegan a un "acuer-
do reparatorio". Esta posibilidad notarial podrá aplicarse en los
dos últimos casos del apartado 1) (mínima lesividad de la infrac-
ción y mínima culpabilidad del autor o partícipe) y en los delitos
contemplados en el apartado 6) (acuerdo reparatorio). En efecto,
el legislador expresa que no será necesaria la referida diligencia
si el imputado y lu víctima ¡legan a un acuerdo y éste consta en
un instrumento público o documemo privado legalizado notarial-
mente (art. 2. ap. 3) y tratándose de los supuestos del numeral 6),
basta la presentación del acuerdo reparatorio en un instnmento
público o documento privado legalizado notarialmente, para que
el Juez dicte auto de sobreseimiento, (art. 2°.? último párrafo).
D e presentarse estos casos, deberá el imputado acreditar ante el
Fiscal o Juez -dependiendo del momento procesal- para que se
proceda al archivo o sobreseimiento de la investigación, lo que
creemos, no impide la citación a las partes ante la autoridad judi-
) 25 EL NUEVO PROCRSO I'BNAL

j. Tocias las medidas caulelarcs son dictadas y modificadas por el


Juez de la Investigación Preparatoria, a pedido del Fiscal o del
imputado o su defensor en audiencia oral y con intervención de
las partes.

k. El Fi.scal Provincial y Superior coordinadores también realizan


una labor de control de la investigación, impartiendo las instnjc-
ciones generales para la debida marcha de la función investiga-
dora o de decisión temprana del Fiscal (principio de oportunidad,
terminación anticipada).

4. F I N A L I D A D , CARACTERÍSTICAS Y EFECTOS DE L A I N V E S I l -
GACIÓN PREPARATORIA

4.1. Finalidad

La etapa preparatoria pretende contar con los elementos probato-


rios que posibiliten ir a juicio, es la fase de preparación para el juicio,
naturalmente, si hay pruebas de sustento. Por ello, se eslablece como
finalidad dctenninar "si la conducta incriminada es delicluo.sa, las cir-
cunstancias o móviles de la perpetración, la identidad del autor o par-
tícipe y de la víctima, así como la existencia del daño cau.sado". Claro
está, si no se evidencias tales presupuestos, el proceso deberá merecer
el sobreseimiento.

El art. 321" del Código Procesal Penal establece que la finalidad


de esta investigación preparatoria radica en la búsqueda y reunión de
los elementos de convicción, de cargo y de descargo, que permitan al
Fiscal decidir si formula acusación; también persigue que el imputado
y su abogado puedan "preparar" su defensa.

4.2, Características

a. Se inicia luego de culminada la investigación preliminar median-


te una disposición emanada del despacho fiscal. N o es necesario
. CAI'ITULO II: LA INVESIIGACÍ^N HREI.JMINAH Y I'KEI'ARAIÜRIA 127

que se agote el jjlazo tie 1« iiivestigaeión preliminar, es más, puede


darse inicio a ésta y si existen las pruebas suficientes pasar segui-
^' dameiite a la siguiente investigación preparatoria. Las actuadas
durante la investigación preliminar no se repiten, lo que permite
dar celeridad al proceso penal.

b. Se dispone la concurrencia de las personíis imputadas, agraviadas


y testigos que no hubieren declarado en la investigación prelimi-
nar o habiéndolo hecho se requiera o soliciten su amiJÜación.
c. Se solicitan las informaciones complementarias a las entidades
públicas o privadas.
•4» d. Las partes pueden suliellar al Fiscal la actuación de diligencias
iiue sean conducentes.

e. ni pia'zo de la investigación es de ciento veinte (120) días natura-


^Hll^ les, se podrá ampliar por sesenta (60) días más; en casos comple-
jos se podrá ampliar hasta ocho ( 8 ) meses.

S2 ^ f. Culminada la investigación preparatoria, el Fiscal se decide por


el sobreseimiento o la acusación, fundamentando su decisión en
cualquiera de tales extremos.

. ^^ -1.3. Ffcctus

La formalizaeión de la investigación preparatoria, de conformi-


dad con el articulo 3 3 9 , trae consigo los siguientes efectos:

a. Suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal. Es de-


cir sólo se podrá hacer valer la excepción de prescripción, hasta
\ ^ aiUes que el Fiscal disponga la formalizaeión y continuación de
la invesligíición preparatoria, pues una vez iniciada esta etapa el
plazo de prescripción .se suspende.

b. Iniciada esla investigación sólo podrá ser archivada por decisión


'•^ judicial, por el Juez de la investigación preparatoria, a pedido del
Fiscal o del imputado en lase intermedin. Ello muestra el control
judicial en esta etapa procesal.
128 EL NUiivo TRncnso TLNAL

5. FORMALIZACIÓN Y CONTIKUACIÜN DE L A INVESTIGACIÓN

Se (leja de lado el llamado "aoto de apertura de ¡nslruccióii", que


era emitido por el órgano jurisdiccional, para dar paso a \a. Disposición
emanada del Fiscal por la cual se Abic la Investigación Preparatoria.

5.1. Presupuestos

Para ello, la ley exige el cumplimiento de ciertos presupuestos


que son necesarios y de los que no se pueden prescindir, además de ser
ya conocidos dentro de nuestro sistema procesal. LI arl. 336.1 establece
los siguientes requi.silos:

a. La existencia de indicios que revelan la existencia del delito: I.a


formalizaeión de la investigación preparatoria requiere de ele-
mentos probatorios objetivos que pongan en evidencia la comi-
sión del delito, y que se vinculen con la persona imputada.

R i g e el principio de objetividad en la actuación Fiscal. Si hay ele-


nienlps probatorios sobre el delito y sobre el imputado vincuhido
al mismo y que merecen ser investigados con mayor profundidad,
.<;c dispone la investigación preparatoria que, como se ha dicho,
viene a ser complementaria y que permite la intervención del ór-
gano jurisdiccional para las resoluciones que correspondan.

Entonces, formalizará investigación por homicidio si existe el


cuerpo del delito, por ejemplo, o elementos probatorios que esta
blezca de manera indubitable la preexistencia de la persona; por
lesiones personales si existe elemento probatorio objetivo de la
misma; lo mismo podemos decir del delito de usurpación, falsifi-
cación de documentos, estafa, apropiación ilícita, etc.

De allí que cuando el legislador hace mención a los indicios reve-


ladores de la existencia de un delito, debemos entender elementos
objetivos de prueba, los mi.smos que así como permiten el inicio
formal del proceso también posibilita su cuestionamiento por las
partes ante el órgano jurisdiccional.
C A P l i m O 11: 1.Л INVlíSriGAC lrtN PrtEllMiNAU V PRUMHAIOUIA 129

b. Que se hiiya iridivklucilizodo lìl imptlK uìo: V.s imporlaiile señalar


c|iie el proceso penai se debe de seguir conUa persona cierla у
debidamente ¡denliíicada. HI arl. 336.1 dice que se liaya indivi­
dualizado al imputado aún cuando mas apropiado hubiera sido
el lernünu idenlilicado por ser de mayor connotación, pero no
habría impedinieiilo alguno para inleiprelarse de dicha manera
pues lü que se busca es conocer debidamente a la persona sujeta
a una investigación preparatoria y con posibilidad de aj)licársele
medida coercitiva. Un proceso serio exige saber no solo que el
imputado existe sino dclerininar quien es, lo que exige conocer
sus nombres y apellidos, verificados con el Registro Nacional
de Identificación y listado C ivil ( R l i N l E í ^ ) , su domicilio o da­
los fisicüs personales. C laro está, que lai información ha debido
de verificarse en la investigación preliminar a fin de continuar la
Ш0 persecución penal coiUra persona cierta, lin tal sentido, no cabe
una investigación contra personas desconocidas o contra los que
resulten respunsables.

c. Que ¡íi acción penal no haya prescrito: También se exige la veri­


Л ^ ficación de parte del Fiscal que el hecho denunciado o hivesligado
^ 9 de oficio no haya presento, es decir, que tleje de ser ])erseguible
por efecto del transcurso del tiempo. Rilo significa realizar el corn­
i l pulo del tiempo desde la fecha de la comisión del delito siguien­
do las reglas que establece el urlículo 80 y siguientes del C P que
se ocupan tanto de la prescripción ordinaria, exlraordimuia y de
aquellos casos donde el delito afecte el patrimonio del listado.

De haber transcurrido el tiempo previsto en la ley para que opere


la prescripción, el Fiscal no dará inicio formal a la etapa de inves­
••P ligación preparatoria. Rs obvio que este examen del tiempo trans­
Шф currido también puede hacerlo el Fiscal al momento de recibir la
denuncia o iniciada la investigación preliminar evitando de esa
1 ^ manera esfuerzos innecesarios.
^9
r_ d. Que se hayan satisfecho los requisitos de procedihilidad, sí fuere
^ el caso: Este requisito se encuentra supedilado a la exigencia de
algún presupuesto de procedihilidad para el inicio de la investiga­

< w
no EL NUEVO PROCESO PENAL

ción preparaloria y que se encuentre previsto en la ley, sea penal o


procesal. N o se trata de lo que la autoridad fiscal o judicial eslime
como requisito de procedihilidad sino de lo que la ley establece.
Tal es el caso del delito de omisión de prestación de alimentos,
de quiebra fraudulenta, o cuando .se trata de delito financiero.
De esta manera se busca cumplir con la normalividad cxi.stenle y
evitar la inlcrposición posterior de una cuestión previa.

5.2. Contenido de la disposición Fiscal

De tal manera que el Ministerio Público continúa con la investi-


gación exigiéndose que la disposición emanada del Fiscal y que cons-
tituye la formalizaeión de la investigación contenga los siguientes
requisitos:

a. El nombre del imputado, en este sentido, hay que recordar que el


proceso se signe contra persona cierta, debidamente identificada.

b. Los fundamentos de hecho, que motivan la calificación penal que


se hará seguidamente. Son los hechos que motivan la interven-
ción fiscal y que se conocen hasta culminar la investigación pre-
liminar.

c. Los fundamentos de derecho o tipificación (calificación) específi-


ca del delito. Que no es sino el tipo penal que el Fiscal considera
aplicable al ca.so concreto. E s más, la ley establece que es posible
consignar una tipificación alternativa, cuando las circunstancias
aún no resulten claras hasta esc momento procesal, la misma que
debe motivar debidamente el Fiscal.

d. El nombre del agraviado, cutuido fuere posible su debida identifi-


cación.

e. Las diligencias que deben acluíuse, conforme al delito que inves-


tiga y que complementarán las ya realizadas.

Una vez dictada la disposición que da por iniciada la investiga-


ción, el Fiscal debe proceder a comunicar tal decisión y por esciito al
Juez de la. Investigación Preparatoria (art. y). Pero lo q>ic resulta de
Г­'Л1'1 lyLy 11: LA INVIASIÍÜAC IUN PRELIMINAR Y РКЁРЛКАТШЯЛ 131

suma impoilancia es que si el Fiscal considera que ya exislen los ele­


menlos probatorios suficientes reunidos durante la etapa anterior (pre­
liminar) que determina la realidad del delito y la responsabilidad del
imputado, puede considerar culminada dicha fase de investigación y
proceder a la formulación de la acusación fiscal Nos encontramos ante
4'' un supuesto de procedimiento especial llamado inmediato (art. 446)
procedente cuando: a) el imputado ha sido detenido en flagrante delito;
b) el imputado ha confesado el delito; c ) hay suficiencia probatoria de
la comisión del delito y exista previo inlerrogalorio del imputado que
demuestren su evidencia.

LA FUNC IÓN mi JUFZ Ш LA INVESTIGAC IÓN P R H l ' A I ^ O ­


UlA.

Como se podrá observar la dirección de la hivestigación prepara­


loria se encuentra a cargo del Fiscal, sin embargo la nueva legislación
procesal crea la figura del Juez para dicha investigación que, en esencia,
cumple funciones de garantía para efecto de las decisiones más impor­
tiintes que se dictan durante dicha etapa, entre las principales:

a. Decide el apersonamiento de las partes en el proceso, por ejem­


plo, del actor civil o tercero civil responsable.
b. Dicta las medidas cautelares o coercitivas, a pedido del fiscal o
las partes, sea imponiéndolas o variándolas. como ya se ha di­
cho.

c. Se pronuncia sobre la actuación de deienninadas diligencias de


investigación cuando sean rechazadas por el Fiscal.

il. Dirige la audiencia en donde decide los pedidos formulados por


la.s partes con intervención de las mismas.

e. Decitie la actuación de la prueba anticipada tanto en fase prepara­


toria o intermedia.
1". Dicta la resolución de sobreseimiento del proceso,
g. Dirige la etapa intermedia del proceso.
132 Et, NUHVO PROCESO PENAL

Entonces, la actividad judicial no resulla pasiva ni ajena al proce-


dimiento, la intervención judicial se hace necesaria conForme a nuestro
ordenamiento conslilucional, incluso, puede afirmarse que puede ser
muy continua la intervención del Juez en esln etapa si se tiene en cuenta
que dirige las audiencias para resolver pedidos de variación de medi-
das, excepciones y otras peticiones, lo que Visio desde la perspectiva
del proceso rápido, puede generar dilación no querida por el legislador.
4
En estos casos, no cabe duda que la introducción de mecanismos garan- J5
tistas en los procesos modernos siempre importa posibilidades como la
planteada.

7. LAS PRINCIPALES DILIGENCIAS

Durante esta etapa el Fiscal realizará las diligencias que son com-
plementarias de la preliminar y en lodo caso ampliatorias a fin de lograr
sus objetivos. Seguidamente señalaremos las principales diligencias y
sus caracleríslicas más resallantes.
I V

7.1. La declaración del imputado

La declaración del imputado en esta etapa preparatoria resulta ge- I


neralmente adicional o complementaria, debido a que debe haber pres-
tado declaración en la etapa preliminar Si no hubiera declarado antes •ir-:
constituirla el primer acercamiento formal que hace la persona investi-
gada a fin de declarar sobre ios hechos que motivan la investigación.

Su objetivo radica en conocer, a través del interrogatorio, su


versión sobre los cargos que se le hacen, su participación, la de otras
personas, las circmistancias propias del hecho y demás datos que sean
importantes para alcanzar los fines del proceso. Permite también cono-
cer directamente a la persona investigada, su condición cultural y sus
cualidades personales, familiares y sociales.

A diferencia de la legislación anterior, se cambia la denominada


declaración insirucíiva, que obedecía al hecho de recibirse tal declara-
ción en la etapa de la instrucción, por la declaración del imputado. En
CAI'ÍIUI.O I I : LA INVESTIOACIÚN PRELIMINAR Y I'REHARATUKIA 133

el proceso penal presenta las mismas características aún cuando sean


distintos los momentos procesales donde se reciba su dicho. Si el im-
putado presta su declaración en la etapa de la investigación preliminar
conforme a las reglas que éste código eslablece, su declaración pos-
terior (investigación preparatoria) seria complementaria, aún cuando
cabe la posibilidad de que modifique lo declarado o proceda a retractar-
se. En cualquier caso, la declaración del imputado se hace ante el Fis-
cal cuando éste lo disponga, con intervención de su defensor, así como
también debe señalarse el derecho que tiene el imputado de ampliar su
declaración debiendo accederse a dicho pedido. Sólo podrá rechazarse
el pedido si se apreciare intención dilatoria o maliciosa (arl. 86.1).

Esta diligencia tiene naturaleza formal, se levantará acta suscrita


por todas las personas intervinientes. El nuevo código establece deter-
minadas reglas p-ara esta diligencia:

a. El Fiscal le hace conocer al imputado de los cargos formulados


en su contra y las pruebas existentes en su contra; asimismo, las
disposiciones penales que se consideren de aplicación. Si hubiese
ampliación de la denuncia, se procederá de la mi-sma forma.

b. Se le hará conocer del derecho que tiene a abstenerse de declarar


y que su silencio no podrá ser utilizado en su contra.

c. Se le hará conocer que tiene derecho a la presencia de su defensor


y que si no puede nombrarlo se le designará un abogado de oficio.

d. Se le informará que puede solicitar la actuación de medios de in-


vestigación o de prueba (si la declaración se produce en el juicio
oral).

e. Se infomiará al imputado que puede dictar su declaración a efec-


to de que se transcriba lo que esla deponiendo. Naturalmente, po-
drá revisar su propia declaración al final de la diligencia e incluso
diñante el curso de la misma.

f. Se le exhortará para que responda con claridad y precisión a las


preguntas que se formulan.
g. Ya sea el Fiscal o el Juez, dependiendo de la etapa procesal, po-
drán hacer de conocimiento del imputado de los beneficios que
13<t EL NUEVO PROCESO PENAL

prevé la ley si coopera con el esclarecimiento de los hechos. Esta


referencia está especialmente dirigida a la aplicación posible de la
confesión sincera u otros mecanismos de derecho penal premia!.

De otro lado y atendiendo al contenido en si de la declaración del


imputado, se mantienen los presupuestos conocidos con las siguientes
precisiones:

a. Las llamadas generales de ley del imputado que comprende su


nombre (o alias), lugar y fecha de nacimiento, edad, estado civil,
profesión u ocupación, domicilio real y procesal, lugares de re-
sidencia anterior, nombre de los padres, cónyuge e hijos y de las
personas con las que vive.
b. El imputado prestará declaración con libertad, sin el uso de espo-
sas u otra forma de seguridad y sólo con la presencia de personas
autorizadas.

c. También se le preguntará si ha sido procesado anteriormente por


el mismo hecho o por otros, proporcionando la información ne-
cesaria sobre el proceso. La finalidad es obvia, evitar una doble
persecución o decisión sobre los mismos hechos.

d. Se le interrogará sobre los bienes que tiene y los títulos que lo


sustente e incluso si están libres de gravamen.
e. Tarhbién .se le interrogará sobre su relación con los demás impu-
tados y agraviados,
L Sobre el tema de fondo, se le invitará a que declare sobre la im-
putación existente en su contra, podiendo pedir a la autoridad ju-
dicial la actuación de actos de investigación o de prueba que le
pueda favorecer.

g. El Fiscal y el defensor lo interrogarán directamente. En el juz-


gamiento se procederá al interrogatorio por todas las partes, de
la misma forma pero bajo la dirección del juez, resultando casi
excepcional su intervención pues formulará preguntas para cubrir
algún vacío o para esclarecer los hechos.

h. LaS.preguntas serán claras y precisas; se prohiben aquellas que


fueran capciosas, ambiguas o sugestivas. El imputado no puede
C A I - I I U I O I I : LA INVl-STICiAnÚN W n i . l M I N A R r Hiril'ARAlUKIA 135

ser coaccioiiíulu, inducicio o deteiniinado a declarar en conlra


de sil voluntad ni sometido a promesas tendientes a obtener su
confesión.

i. Con ocasión del interrogatorio, podrá procederse al reconoci-


miento de documentos, personas o cosas, cumpliéndose con las
formalidades que se exigen para dichas diligencias.
j. Si el imputado mostrare cansancio o falta de serenidad, se sus-
penderá la diligencia hasta superar tales circunstancias.
k. Si el imputado se niega a declarar se dejará constancia en el acta.
Si se niega a firmtrr, se dejará constancia del motivo.

7.2. La declaración de los testigos

La declaración testimonial en el proceso penal constituye un me-


dio probatorio de suma importancia para efecto del esclarecimiento de
los hechos. í-l testigo, como órgano de jirueba aparece como la primera
fuente de información que tiene la autoridad judicial para conocer lo
cpie sucedió en relación a los hechos considerados delictuosos así como
las personas involucradas. Por ello, el legislador precisa que n) el tes-
tigo debe declarar sobre lo percibido en relación con los hechos objeto
de prueba; b) en los casos de testigo indirecto o de referencia, se obliga
a su verificación pues éste es fuente de prueba, caso contrario, no será
4-
iiiili/ado; y c ) el testigo no puede emitir conceptos u opiniones perso-
nales sobre hechos ni responsabilidades personales.

íín tal sentido, el testigo tiene el deber de colaborar con la justicia


y la obligación de conciurir a las citaciones que haga la Fiscalía en el
átuhilo de ta.s investigaciones así como a la sede judicial para efectos
del juicio oral y responder con la verdad a las preguntas que se le hagan
(art. 163). Fn caso de inasistencia a la primera cilación será conducido
cüiniMilsivamente por medio de la fuer/a pública (art. 164.3).

7.3. Hl examen del testigo

La declaración de los testigos se desarrolla bajo disposiciones ya


conocidas pero con mayores precisiones: a) debe ser instniido de sus obli-
136 Еь N U E V O PROCESO l­ENAI.

gaciones y responsabilidades, b) debe ser adveí tido que no cslá obligado


a responder я preguntas de las cuales puede surgir su responsabilidad
penal; y c ) debe prestar juramento o promesa de honor antes de declarar,
excepto en los casos de vinculo familiar o se trate de menores de edad o
de quienes presenten anomalía síquica o alteración en la percepción.

Él testigo será prcgtmtado por sus datos de identidad, estado ci­


vil, profesión, domicilio, su relación con el imputado, agraviado o con
alguna otra persona interesada en el proceso. También se incluye la
reserva de la información sobre su domicilio si el testigo expresara la
existencia de femor sobre su integridad, incluso se posibilita la reserva
de toda información sobre la identidad del testigo (art. 170.4).

Como se ha dicho, al testigo se le interrogará sobre los hechos


que ha conocido, las circunstancias del mismo así como las personas
que han intervenido o se encuentren involucrados. Las preguntas que
se le formulen deben ser claras y objetivas; se harán las re­prcgunlas
necesarias y las observaciones que sean pertinentes cuando se advirtie­
ra de ello y redundara en el esclarecimiento de los hechos. N o se debe
aceptar las preguntas capciosas o sugestivas o aquellas que no resulten
pertinentes a los hechos que se investigan o juzgan; el fiscal o juez pue­
den rechazarlas aún de oficio.

7.3.1. Abstenciones a! rendir la declaración testimonial

Л1 lado del deber de testimoniar también existen excepciones o


supuestos en los cuales los testigos no están obligados a prestar decla­
ración. En tal sentido, el legislador tiata de las abstenciones para rendir
testimonio.

a. Por rtjzones de vínculo familiar: El cónyuge, o conviviente del


imputado, aún cuando haya cesado el vínculo, los parientes hasta
el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad y se ex­
tiende a lo.s parientes por adopción. Se trata de un derecho que les
asiste a las referidas personas, \as mismas que pueden declarar,
negarse, en todo o en parte, pero siempre serán advertidos por la
autoridad judicial al inicio de la diligencia.
C A P I T U I o I I : LA I N V E S T I G A C I Ó M PRei.lMMAR Y PREPARAIORÍA 137

b. Por razonas ile Secreto Profesional o ile Estado: La razón de la


abstención a declara de determinados testigos radica en los fun-
damentos propios de la profesión o culto religioso: el secreto o el
deber de reserva de lo que se conoce en el ejercicio de la profe-
sión o culto religioso.
El legislador del nuevo código ha realizado precisiones a esla ex-
cepción comprendiendo como abstención no sólo a los testigos
vinculados con el secreto profesional sino también aquellos casos
donde el secreto de Estado aparece como una responsabilidad de
fimcionarios públicos.

7.3.2. Testimonio de altas autoridades y casos especiales

El nuevo Código Procesal Penal también regula la declaración de


los altos dignatarios del Estado, de los miembros del cuerpo diplomá-
tico, del testimonio de las personas residentes en lugares distintos a la
sede judicial y de determinados casos especiales.

1 r, Para el caso de los altos dignatarios del Estado comprende uno


relación amplia y especifica de autoridades: Presidente de la República,
Presidente del Consejo de Ministros, Congresistas, Ministros de Estado,
Magistrados del Tribunal Constitucional, Fiscal de la Nación, Vocales y
F'iscales Supremos, Miembros del Consejo Nacional de la Magistratura,
Jurado Nacional de Elecciones, Consejo Supremo de Justicia Militar,
Comandantes Generales de los Institutos Armados, Director General
de la Policía Nacional, Presidente del Banco Central de Reserva, Su-
perintendencia de Banca y Seguros, Contralor General de la República,
Presidente de las Regiones, Cardenales, Aizobispos, Obispos, o autori-
dades superiores de otros cultos religiosos, y demás personas que la ley
señale. Tratándose de las personas citadas se establece que declararán
en su domicilio o en sus despachos.

Se entiende que el Fiscal realiza esta diligencia en la etapa de


investigación, sin embargo, se prevé que el juez puede autorizar que se
reciba su testimonio por escrito, cursando el pliego interrogatorio ela-
borado a instancia de las partes (art. 167.1). También se señala que el
examen se procede de manera regular, salvo en el caso de los Presiden-
y

138 EL MUEVOTOOCESOPENAL

Íes de los Poderes del Estado y el Presidente del Consejo de Ministros,


cuando el juez considere indispensable su presencia para la realización
de un reconocimiento, careo u otra diligencia que estime necesaria (art.
167.2).

En el caso de ftmcionarios del cuerpo diplomático o consulai-


acreditados en el Perú, aún cuando hayan culminado sus misiones y se
encuentren en el extranjero, se les recibirá su declaración testimonial a
través del Ministerio de Relaciones Exteriores. Se les remitirá el pliego
interrogatorio en que absolverá bajo juramento o promesa de decir la
verdad (art. 168).

También se establece la declaración testimonial por la vía tradi-


cional del exliorto, cuando se tratare de testigos que residen fuera de
la localidad de la sede judicial o en el extranjero. Prevé la nueva ley la
posibilidad de utilizar medios tecnológicos más modernos y apropiados
como la tele conferencia o videoconferencia, o la fdmación de la decla-
ración, con la participación del fiscal y los defensores, y en su caso, con
el cónsul o funcionario habilitado.

El nuevo Código establece ordenadamente la declaración de tes-


tigos denominados especiales, según circunstancias limitativas de .sus
sentidos, estado de salud física o emocional, u otras circunstancias pun-
tuales. Es el caso de los sordos, mudos y sordomudos o de personas que
no hablan castellano, pudiéndose requerir interprete; o cuando el testigo
se encuentra enfermo, pudiendo utilizarse las reglas de la pmeba antici-
pada; o cuando se U-ale de declaración de menores o víctimas con afecta-
ción sicológica, las que podrá declarar en privado (art. 171.1, 2 y 3).

7.2.3. Reconocimiento efeclnario por testigo

La declaración del testigo resulta de suma importancia en el pro-


ceso penal pues muchas veces permite conocer más allá de los que apa-
rece brevemente en los hechos que se investigan o juzgan, también,
posibilita la recreación de los hechos y .su contrastación con la versión
ofrecida por el imputado, agraviado y la de otros testigos. Pero también
es importa'nte el reconocimiento que el testigo presencial puede hacer
CAPÍTULO UA.A INVESIÍUACIÓIM I'KELIMINAIÍ Y pnEPABAroRIA 139

sohic la persona o eosa que conoce con motivo de la realización de un


delito, para ello, la ley procesal que comentamos exige que describa
previamente a la persona o cosa, para luego pasar a relatar las circuns-
tancias especiales de su conocimiento (art. 171.4). Para el caso espe-
ciíico del reconocimiento de personas se procederá de acuerdo con lo
señalado en ai artículos 189 a 191 del mismo código.

7.4. I.a declaración del agraviado

F.l agraviado es la víctima del delito y como tal su declaración en


el proceso penal resulta de suma importancia pues permitirá conocer de
manera directa como se produjeron los hechos, la conducta realizada
por el agente, los medios empleados, el modo de la ejecución y las cir-
cunstancias propias que rodearon al hecho. Constituye el eje central de
la denuncia y el origen de los cargos incriminatorios de delito.

A l agraviado se le interrogará sobre loa hechos donde ha resul-


tado víctima del delito, sobre las circunstancias de su perpetración, de
las personas que han intervenido, sobre los posibles testigos y cualquier
otra circunstancia que conducente al esclarecimiento de los hechos que
se investigan. Previamente a su declaración, se le hará conocer de sus
derechos y si se tratare de menor de edad o incapaz deberá estar acom-
pañado de alguna persona de su confianza (art. 95.3).

líl agraviado será examinado siguiendo la fiamialidad que a los


tesllgos, pero se dispone expresamente que aún habiéndose constituido
en actor civil, debe declarar como testigo en el proceso penal.

r;i Cóiligo al igual que la legislación que se deja, no tiene un ca-


pitulo especial para tratar de la declaración del agraviado y salvo las di-
ícrencias existentes sobre las formas de intervención y apersonamiento,
se señala expresamente que prestará declaración bajo las mismas reglas
tpic se signe pura los lesligos.

7.5. I.a pericia

1.a pericia constituye uno de los medios científicos o técnicos más


iuiportanliis que tiene la autoridad fiscal y judicial para el análisis de
140 EL NUEVO PHOCESO PENAL

los elementos probatorios y contribuir al esclarecimiento ilc los hechos.


Por ello constituye, en esencia, un acto de investigación de suma utili-
dad para ilustrai- a la autoridad fiscal y judicial en asuntos q\ie requieren
conocimientos especiales.

D e acuerdo con el art. 172.1 del nuevo código, procede la pericia


"siempre que, para la explicación y mejor comprensión de algún he-
cho, se requiera conocimiento especializado de nahiraleza científica,
técnica, artística o de experiencia calificada". El Fiscal o el juzgador
dispondrá de esta diligencia, de oficio o a pedido de las partes, en los
casos que sea necesario y cuyo resultado permita esclarecer o compro-
bar determinados hechos, sean de cargo o de descargo.

7.3.1. El perito

El perito es aquella persona que posee conocimientos científicos,


técnicos o artísticos que emiten juicio de valor respecto de un hecho u
objeto relacionado con la investigación. El informe pericial es el resul-
tado de la labor realizada por el perito y que comprende el objeto de
estudio o de pericia determinado por la autoridad judicial, el método
que se sigue y las conclusiones a las que llega el perito, es el llamado
dictamen pericial.

7.3.2. Características de la pericia

a. La pericia se ordena por el Fiscal en la etapa preparatoria o por el


juez de la investigación preparatoria en casos de prueba anticipa-
da o por el juez del juicio.

b. Se nombrará a un perito entre los especialistas y cutre éstos a los


que sirven al Estado; en su defecto, entre los designados o inscri-
tos, según la LOPJ. En casos complejos se podrán designar a dos
o más peritos.

c. Se eslablece que la labor pericial se encargará, sin necesidad de


designación expresa, al Laboratorio de Criminalííjlica de la PNP,
al In-stltuto de Medicina Legal del M P y al Si.stema nacional de
ì
i

C A I - I I U L O I I : I^ft INVKSTICACIÜN PRhLJMINAli Y PRül'AliAlUKiA 141

i
i: Control, y cualquier organismo ilei Estado con labor científica o
I i técnica, prestando auxilio gratuitamente (art. 173.2). Las univer-
sidades, institutos de investigación o personas jurídicas especiali-
zadas podrán asumir también labor pericial.
i d. El perito prestará juramento o promesa de honor de desempeñar
I i el cargo con verdad y diligencia.

i e. El objeto de la pericia será determinada por la autoridad fiscal o


judicial, según el estadio procesal. También fijará el plazo para la
entrega del informe pericial.

Se podrá disponer la ampliación de la pericia por el mismo perito


o designar otro perito.

Se señala que no podrán ser nombrados peritos quienes se en-


cuentren dentro de las mismas causales que los testigos, o haya
intervenido como parte en el mismo proceso u otro conexo; o se
encuentre inhabilitado o suspendido, o haya sido testigo del mis-
mo hecho. En los mismos casos se excusarán.

Se prevé la tacha de peritos en los casos señalados anteriormente.


Procede la subrogación del perito. También se señala que la tacha
no impide la presentación de la pericia.
El perito también será subrogado si. habiendo sido apercibido,
demuestra negligencia en el ejercicio de sus fimciones.

La labor pericial es gratuita y en los casos que no lo fueran, los


honorarios se fijarán confonne a la tabla que se apruebe para tal
efecto.

k. El perito tiene acceso al expediente y demás evidencias, está obli-


gado a la reserva, bajo responsabilidad.

7.5.3. Los peritos oficiales y los de parte

La nueva ley procesal separa igualmente a los peritos oficiales


de los peritos de parte. Los primeros presentan las particularidades ya
señaladas líneas arriba, como designación oficial, gratuidad de su labor,
juramentación, presentación del informe, examen; los segundos, los pe-
142 EL NUOVO TROCESO PENAL

ritos de parle, son aquellos presentados por la parte interesada a fin de


que expongan sus opiniones científicas, técnicas o artísticas.

El perito de parte es propuesto cuando el fiscal o juez designe


perito oficial y dentro del quinto día de notificadas las parles; está facul-
tado para presenciar las operaciones periciales del perito oficial, hacer
las observaciones y dejar constancia (Je su saber y conocimiejito. Se
establece que las operaciones periciales deben esperar la designación
del perito de parte, salvo casos de urgencia o casos muy simples (art.
177). El perito de parte también puede presentar su pericia particular e
incluso procederse al debate pericial en el juicio oral (art. 181.3).

7.5.4. Contenido del informe pericial oficial

El informe pericial oficial debe contener los datos de identidad y


registro de colegiatura del perito; la descripción de los hechos o cosa
objeto de la pericia; la relación detallada de lo que se ha comprobado; la
fundamentación del exameri técnico; la indicación de la técnica emplea-
da; las conclusiones, fecha, sello y firma. Como toda pericia, se estable-
ce que la misma no debe contener calificación jiuídica o como dice la
norma "juicios respecto a la responsabilidad o rio responsabilidad penal
del imputado" (art. 178).

7.5.5. El examen o explicación pericial

Además del informe pericial documentado, la ley establece el


examen o interrogatorio directo "del perito con la finalidad de que pueda
explicar el contenido del mismo, objeto, método seguido y conclusio-
nes. De esla manera el perito hará las precisiones del caso, explicará
del significado de los términos técnicos empleados y responderá a las
preguntas que las partes y autoridades judiciales le formulen. Se trata
de la llamada ratificación de la pericia de! sistema procesal que se deja.
La nota característica se centra en que esta diligencia se producirá en
el juzgamiento, ante la autoridad jurisdiccional, incluso, se señala que
en el caso de existir informes discrepantes entre los peritos oficiales, se
procederá*"al debate entre ellos en el curso del juicio oral (art. 181).
CAPITULO II: I.A INVIÌ.SIKÌACIÒN PRELIMINAR Y PREPARATORIA 143

7.6. lit careo

Constituye una (Je las diligencias de suma importancia en el pro-


ceso penal cuando de las declaraciones de los acusados, víctimas o tes-
tigos se desprenden contradicciones sobre determinados puntos o temas
y resulta necesario que su esclarecimiento, poniendo a las partes en
oposición física a fin de que expliquen lo dicho, lo aclaren o lo manten-
ga; diligencia que se produce a pedido de las partes o de oficio por el
Fiscal o por el juzgador, según el estadio procesal que se formule.

I.a nueva ley procesa! establece reglas para esta diligencia y de


'MI? las mismas se deduce que su práctica sólo se realizará en el juicio oral.
es Fn efecto, la ley procesal eslablece que "el juez hará referencia a las
declaraciones de los sometidos a careo, les preguntará si las confirman
o las modifican, invitándoles, si fuera necesario, a referirse recípro-
camenle a sus versiones", seguidamente, "el Ministerio Público y los
demás sujetos procesales podrán interrogar..." (art. 183.2). A l parecer
ello permitirla evitar la duplicidad de ia diligencia, en fase investigato-
ria como en el juicio oral, dejándo.se sólo para la última de las indica-
das. Sin embargo, el articulo 242.2. b) permite la realización del careo
en fcise de invesligaeión preparaloria en el caso de pruebo anticipada.
I
La ley establece que no procede entre el imputado y la víctima
menor de catorce años, salvo que su defensa o represéntame lo solicite
de manera expresa (art. 182).

Esta diligencia présenla las siguientes características: a) la de-


terminación de discrepancias advertidas en las declaraciones de los ci-
tado;: óiganos de prueba; b) ta verificación por parte de la auloritlad
judicial de la existencia de tales contradicciones; c ) la realización de la
diligencia colocando frente a frente a los protagonistas; d) la amplia-
ción o aclaración o rectificación de los puntos controvertidos; e ) la po-
sibilidad de formiilación de preguntas por las parles. Cabe señalar que
el Icgi.slador ha considerado levantar la prohibición que existía para la
realización del careo entre testigos. Esla decisión es pertinente y necs-
.saria pues no existia raion valedera para negarla y la jurisprudencia nos
ensi^ña, ()üe en no pocos casos, los testigos pueden declarar de manera
ilislinta y hasta contrapuesta, lo que exige su esclarecimiento.
t v

l'M EL NUEVO PROCESO PENAL

Es igtmlmente necesario intiicnr que esln diligencia se sujeta a los


principios de contradicción e inmediación, principalmente, de manera
que la autoridad judicial podrá valorar el contenido de dichos elementos
probatorios. En algunos casos es posible advertir la admisión de cargos
y confesión de parte del imputado.

7.7. Los documentos

La incorporación de documentos aparece como un medio pro-


batorio de singular importancia en el proceso penal, puede corroborai'
otros elementos de prueba, o constituir una fuente de prueba o ser de-
terminante en la responsabilidad o inocencia del impulado.EI documen-
to constituye un hecho que representa otro hecho. También se le con-
ceptúa como el medio de prueba que contiene de manera permanente
una representación actual, del pensamiento o conocimienlo o de una
aptitud artística o de un acto o estado de la naturaleza, de la sociedad,
etc. cuya identificación es identificable y entendible. Comprende todas
las manifestaciones de hechos como manuscritos, impresos, fotocopias,
películas, grabaciones magnetofónica, vídeo, Uisqueles, slides, fotogra-
fías, caricaturas, planos, pinturas, pentagramas, cartas, fax, códigos de
comunicación, fórmulas, ele.

E! nuevo Código procesal penal establece que lodo documento que


pueda servir como medio de prueba se podrá incorporar al proceso, obli-
gando a quien lo tenga a que lo presente, exhibirlo o permitir su cono-
cimiento, salvo que se requiera orden judicial. Durante la investigación
preparatoria el FLscal solicitará la presentación del documento y en caso
de negativa, solicitará al juez ordene la incautación del mismo (art. 184).
Precisa la norma procesal que declaraciones anónimas contenidas en do-
cumentos no se podrán ser utilizados en el proceso, menos incorporarlas,
salvo que constituya cuerpo del delito o que provengan del imputado.

7. 7.1. Reconocimiento de documento

\ El Código señala la diligencia de reconocimiento de documento


cuando sea necesario, sea por su autor, o quien resulte itlcnlificado por
CAPITULO II: LA INVESTIOACIÓN PRELIMINAR Y PREPARATORIA H5

SU VOZ, imagen, iiuella ii otro medio, también por la persona que efectuó
el registro. Los testigos lambién podrán ser llamados a reconocer un do-
cumento o con ocasión de prestar declaración ante la autoridad judicial.
Se establece asimismo que puede hacerse uso de la prueba pericial a fin
de verificar la autenticidad de algún documento (art. 186).

7.7.2. VisuoUzación ele documento

La necesidad de asegurar el contenido del documento y que per-


mita su mejor análisis y contrastación, se establecen disposiciones rela-
tivas a su traducción, transcripción y visualización.

7.8. ni reconocimiento de personas

También se le conoce con reconocimiento en nieda o de perso-


nas. Este reconocimiento constituye una de las diligencias judiciales-
(y policiales) de relevante impacto dentro de los actos de investigación
pues importa sindicación o imputación directa de la víctima o testigo
del hecho que se investiga sobre la persona imputada del mismo. De allí
que se regule de manera específica en el nuevo código procesal en los
artículos 189 a 191.

Tres son básicamente las exigencias legales: a) descripción previa


de la persona a reconocer; b) el examen visual de la persona descrita en-
tre otras que presenten similares características; y c ) el reconocimiento
de la persona imputada. Por ello el art. 189.1 establece que "Quien lo
realiza, previamente describirá a la persona aludida. Acto seguido, se le
pondrá a la vista jimio con otras de aspecto exterior semejantes. En pre-
sencia de todas ellas, y/o desde un punto de donde no pueda ser visto,
se le preguntará si se encuentra entre las personas que observa aquella
a quien se hubiere referido en sus declaraciones y, en caso afirmativo,
cuál de ellas es."

El presupuesto previo es que la persona que va a reconocer a otra


no la conozca, de allí el término reconocimiento, de tal manera que si la
víctima o testigo .sabe de quien se trata (por ser vecino, pariente o perso-
I '16 El. NUEVO PROCKSO n-NAL

na conocida), pero no sabe o recuerda su nombre, no se deberá realizar


la diligencia, sino ubicar e identificar a la persona indicada.

Eslablece el legislador que se requerirá de ia presencia del defen-


sor del imputado a reconocer, sin embargo, si no estuviera presente, el
Juez de la Investigación Preparaloria podrá prcsencieu la diligencia, la
misma que será considerada como prueba anticipada. Resulta obvio que
se ha querido, con la presencia del juez, dotar a dicha diligencia de las
garantías necesarias; tampoco habría inconveniente procesal para que,,
haciéndose presente el abogado en la diligencia, ésla continuara con la
intervención de ambos sujetos procesales.

Se regula el reconocimiento realizado por varias personas y de


varias personas respecto de una. Incluso, el legislador ha considerado
importante incluir el reconocimiento de personas distintas a la del im-
putado, es decir, a terceros, que bien pueden ser testigos o nuevos invo-
lucrados, para ello se seguirán los criterios ya expuestos.

Hay que agregar que, tratándose de personas se habilita el reco-


nocimiento del imputado a través de la lotografia u ol/os registros, ob-
servando las mismas reglas. Ello permite el empleo también de videos
u otras formas de registrar a personas.

Finalmente, se establece el reconocimiento de voces, sonido y


cuanto pueda ser objeto de percepción sensorial, para lo cual se podrá
utilizar los medios técnicos necesarios. Igualmente se procederá con el
reconocimiento de cosas, las que deberán ser descritas previamente y
exhibidas en la forma señalada para los docimientos (arts. 190 y 191),
En todos los casos se deberá levantar acta de lo actuado.

7.9. La inspección judicial y la reconstrucción

Tanto la inspección judicial como la reconstrucción constituyen


actos de comprobación del delito que realiza la autoridad judicial y que
posibilitan un acercamiento con la escena del crimen y/o el conoci-
miento de las circunstancias que rodearon al mismo sobre la base de
las declaraciones vertidas durante la investigación. De allí que normal-
CAI'IIUI.O II: I,A INVESHOACION PHKI-IMIMAU Y PURFARATOKIA H7

meiile sej realicen durante la fase de investigación'preparatoria por el


Minislcriü Púhlico.

La norma procesal también faculta al juez ordenar dichas diligen-


cias, lo cpie podría comprender tanto al juez de la investigación prepa-
ratoria Cuino al juez riel juicio (arl. 192.1).

La inspección o reconocimiento judicial, conocida como la ins-


jKCciún ocular, es aquella actividad invesligaloria dirigido por el Fiscal
para examinar directamente la escena del crimen con la finalidad de
lograr una mejor apreciación de los hechos y circunstancias así como
recoger los elementos probatorios que aún se encuentren. La disposi-
ción procesal establece que el objeto de dicha diligencia es "comprobar
las huellas y otros efectos materiales que el delito haya dejado en los
lugares y cosas o en las personas" (£u-l. 192.1). En esencia, se trata de
lides vestigios, huellas u otros efectos encontrados y relacionados con la
comisión <le un delito que permitan su conocimiento o la participación
de determinadas personas. Ivs un medio de comprobación directo de
parle de hi autoridad fiscal, se dispone cuando sea necesario, de oficio,
o a pedido de parte y siempre dependiendo del hecho que se investiga
pues no lodo delilo requiere de dicha diligencia. Además, se realiza de
manera miruicioxa, "comprendiendo la escena de los hechos y todo lo
(lue pueda con.sliluir prueba material del delito." (ari. 193).

La reconstrucción es una ililigencia de naturaleza dinámica que


tiene por finalidad reconstruir de manera artificial e! delito o parle del
mismo, a través de las versiones que han aportado los imputados, agra-
<4 ^ viados y testigos, incluyendo también cualquier otra prueba relacionada
con el hecho a verificar, en virmd de lo cual la autoridad judicial tendrá
n -
mejores elementos de juicio para conocer mejor lo ocurrido. Ello exige
• 4 1 que, preferentemente, las declaraciones sean coincidenles en lo sustnn-
cinl, pues <ii el imputado niega el delito o la forma en que participó o un
Icsiigo declara algo distinto al resto, no se le podrá obligar a la practica
de la diligencia en comento.

De acnerilij con la norma procesal, esta diligencia tiene por fina-


lidad "verificar si el dclilo se efectuó, o pudo acontecer, de acuerdo con
EL NUEVO PROCESO TFNAL

las declaraciones y demás pruebas actuadas", pero además, se establece


que no se obii"gará al imputado a intervenir en el acto (art. 192.3) lo que
resulta coherente con el derecho de defensa que le asiste. Se establece,
además, que esta diligencia de reconstrucción se deberá realizar con la
mayor reserva posible.

El Código establece disposiciones comunes: a) deben realizarse


en lo posible con la participación de testigos y peritos; b) pueden le-
vantarse planos, croquis, tomar fotografías, hacer grabaciones; en caso
de delitos conlra la libertad sexual, no se exigirá la concurrencia de los
agraviados menores de edad o de víctimas que puedan ser afectadas
psicológicamente (art. 1949).

7.10. Las diligencias especiales

El nuevo código procesal regula los llamodo.s diligencias especia-


les en atención a la naturaleza del delito que se investiga estableciendo
pautas específicas en su actuación o en el valor que de ellas se despren-
de. Están reguladas en los artículos 195 a 201 que pasamos a comentar
brevemente.

7.yo. /. El levantamiento de cadáver

Esta diligencia se practica cuando existe muerte sospechosa de


delito, por disposición del Fiscal y con la participación, de ser posible,
de personal especializado en criminalística, del médico legista, levan-
tándose acta. En caso de existir razones de índole geográfico no se exi-
girá de policía especializada. Se establece también que el Fiscal podrá
delegar la diligencia en el fiscal adjunto, en ia policía o en el Juez de
Paz (art. 195).

Esta diligencia tiene un ptesupucsto: caso de muerte sospechosa-


de delilo, y principalmente dos finalidades; la identificación del cadáver
(a través de documentación o huellas) y la realización del examen peri-
cial llamado necropsia. De allí que presentado el e.iso, el Fiscal debe de
constituirse lo mas pronto posible y disponer lo pertinente.
CAPÍTULO 11: LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR Y PREPARATORIA 149

7.10.2. La necropsia

La necropsia permite establecer la causa de la muerte mediante


un examen minucioso realizado por el médico legista. Esta pericia es
obligatoria, excepto en el caso de que la muerte que es producida por
accidente en un medio de transporte (no comprende al conduclor) o
como resultado de un desastre natural, sin perjuicio de la identificación
del cadáver para ser entregado a sus familiares. También se puede prac-
ticar a pedido de parle.

El Fiscal o su adjunto deberá estar presente en la diligencia, tam-


bién pueden participar los defensores, quienes podrán acreditar peritos
departe (art. 196).

7.10.3. El embalsamarnienlo de cadáver

Se trata de una situación especial por la cual el Fiscal estima ne-


cesario cpie el cadáver se someta a un tratamiento de embalsamamiento
a fin de que se pueda conservar lo mejor posible, atendiendo a que en
el curso de la investigación pueda realizarse una nueva pericia. Solo se
ordena en los casos de muerte sospechosa de delilo y previo informe
médico. La ley procesal dispone que tal procedimiento este a cargo de
un profesional competente (art. 1 9 7 ) .

Bajo la misma consideración y a diferencia de la legislación vi-


gente, se eslablece que no se podrá autorizar la incineración del cadáver
durante la investigación, sino hasta que la sentencia quede firme y por
la autoridad jurisdiccional.

7.10.4. El examen de visceras y materias sospechosas

Esta diligencia se practica cuando existe sospecha de envena-


miento y exige que el perito examine las visceras y las materias sospe-
chosas que se encuentran en el cadáver o en otra parte; tales muestras
se colocarán en envases aparentes, cerrados y lacrados y se remitirán
al laboratorio especializado (arl. 1 9 8 ) . Queda claro que si en el lugar
150 EL NUEVO PROCESO PENAL

donde se realiza esla pericia lambién se encuenlra ci laboratorio para In


práclica del examen, no habrá necesidad de remisión alguna.

Se realiza esta diligencia especial en caso de homicidio y se esla-


blece que las materias objeto de la pericia se conservará, si ftiera posi-
ble, para ser presentada en el juicio oral (art. 198.2).

7. ] 0.5. El examen por lesiones y agresión sexual

Paj-a el caso de las lesiones corporales es necesario contar con la


pericia que sustente la calificación jurídico-penal. En tai sentido, la peri-
cia comprenderá principalmente dos puntos: a) la dclcrminación del arma
o insü-umenlo que haya ocasionado la lesión; y b) si la lesión dejó defor-
maciones o señales permanentes en el rostro, o se puso en peligro la vida,
causó enfermedad incurable o la pérdida de un miembro u órgano.

D e allí que la pericia contenga una afirmación o no del daño o


lesión en relación con las exigencias del tipo penal que prevé el Código
Penal.

En el caso de agresión sexual, se dispone expresamente que la pe-


ricia sea realizada por e! médico encargado del servicio y con la asisten-
cia, si fuere necesario, de un profesional auxiliar (art. 200). Debemos
entender que se trata de un médico perito o un medico legisla, en los
lugares donde cumplan con dicha función, en lodo caso, podrán interve-
nir otros médicos, cuidando la designación por la especialidad.

7.10.6. El examen en caso de aborto. Preexistencia de embarazo

Esla pericia se practica para determinar la preexistencia del em-


barazo en los casos de aborto o incluso en las investigaciones por delilo
de homicidio calificado. Se pretende encontrar signos demostrativos de
la interrupción del embarazo, las causas, la gravedad del hecho y sus
circunstancias, lo que permitirá a su vez determinar a sus autores y
partícipes.
CAI'IIUI.Q 11: LA INVHSiIGACIÒN PHEI.IMINAK Y PREPARATORIA [S\^

01'

y 10 7. ¡.a preexistencia cM bien patrimonial

A l iguíil que eo la legislación vigente, en los delitos contra el


patiiinonio se debe de acreditar la preexistencia de la cosa materia del
delito, y si bien la norma no lo dice expresamente, ello corresponde
1. 4*'
principalmente a la víctima.

Pero también se eslablece en la nueva ley procesal que paia la va-


*'*^ loi i v . i i c i ó a J e cosíi.s, bienes o para la determinación del importe c daño
suliido.'j, se proce<lerá m e d i a n l e una pericia, salvo que exista Otro medio
idóneo O sea pn.sible una estimación judicial por su simplicidad o eviden-
citi. F,.s decir, en los casos eviilentes o de simple verificación judicial no
' 'JR*^' será necesaria In designación de perito para proceder a la valorÍ2ación.

: • IF»-"

8. A C r O í ; t-SPi'CIALES DH INVESTIGACIÓN

g j l ^ i.a nueva regulación procesal incorpora dos actos especiales de


" n»""'^ investigación: la circulación y entrego vigilada de bienes delictivos (art.
3'IÜ) y el agente encubierto (art. 3<ll). Ambos están destinados a |a ob-
lenciün de fiícnte de prueba, fiínnando parte de la estrategia fiscal en al
JLa persecución del delito, de ahí que su adopción sea de competencia ex-
!ir^ elusiva del titular de la acción penal. Dichos actos de investigación no
.son tie aplicación en todos los delitos, sino están vinculados al ámbito
^'^ criminalidad organizada

8.1. Circulación y entrega vigilada de bienes delictivos

El código, en su artículo 340, define esta diligencia como "(•••)


la técnica consistente en perpiitir que remesas ilícitas o sospechosas de
bienes delictivos circulen por territorio nacional o salgan o entren en él
4- sin interferencia de la autoridad o sus agentes y bajo su vigilancia, con
el lin de descubrir o identificar a las personas involucradas en la comi-
•^""^ sión de algún delito, así como también prestar auxilio a autoridades ex-
tranjeras en esos mismos fines. El recurso a la entrega vigilada se hará
152 №IRVO I4Í(4 RSO РГИЛГ

caso por caso y, en el piaiio internacional, se adecuará a lo dispuesto


en los Trnlados Internacionales". Aunado a ello, cu el mismo artículo
determina, de forma taxativa, qué bienes pueden ser materia de e.SLC tipo
de acto de investigación.

8.2. El agente encubierto

Exi.sten dos presupuestos para adoptar este acto de investigación:


a) cuando se trate de diligencias preliminares que afecten actividades
propias de la delincuencia organizada; y h) cuando existan indicios de
la comisión del delito. C uando ello осшта, el fiscal puede autorizar a
miembros especializados de la Policía Nacional a actuar bajo una iden­
tidad distinta (que .será otorgada por Dirección General de la Policía
Nacional), con el fin de conocer datos relevantes en torno a esa organi­
zación delictiva que permitan alcanzar los fines de la investigación.

Los sujetos, que tengan la calidad de agenles encuhicrto.s, están


legítimamente habilitados para actuar en todo lo relacionado con la in­
vestigación concreta y a participar en el tráfico social y jurídico con la
identidad encubierta.

En el caso que, los agentes enc\ibierto.s, cometan algún delito, en


virtud de su condición, su conducta podrá ser típica, pero es no antijurí­
dica (ya que el ordenamiento jurídico la considera como legítima), por
lo cual se encuentran exentos de responsabilidad penal.

9. PLAZO DE L A INVESTIGAC IÓN PREPARyVfORIA

Como se podrá apreciar, esta fase de investigación culmina cuan­


do se han alcanzado los objetivos propuestos o con el vencimiento de
los plazos señalados, no se contemplan plazos cxccpcioiuilcs. De tal
manera que se tendrá que decidir por piu^tc del Piscal el paso o no a la
fase intei­media del proceso.

­ C onforme al nuevo proceso penal, el plazo de la investigación


preparatoria es de ciento veinte ( l 2 0 ) días naturales y existiendo causa
justificada se puede ampliar POR el Piscal por única vez hasta uu máxi­
C A P l n i i . o 11: LA iNvrtSTiCACióN PRÍÍI IMINAR Y PREPARATORIA 153

nio de sesenla (60) días naliuales. En e.sle caso se requiere disposición


luolivadci y se debe de señalar las dilijiencias que van a realizarse. El
plazo no difiere mucho con respecto al código anterior, lo que no sig-
nifica que necesariamente tenga que agotarse el témiino para dar por
culminada esta fase preparaloria.

También se contempla la posibilidad de extender el plazo hasta


por ocho meses más cuando se trata de casos complejos. El caso es
complejo en atención a la cantidad significativa de actos de investi-
gación, por el niunero de delitos, el número importante de imputados
o agiaviados, si ae investiga a organizaciones delictivas, si se trata de
pericias complejas Qiericias de nutrida documentación o complicados
análisis técnicos), si comprende diligencias en el extranjero, o la inves-
tigación de personas jurídicas o entidades estatales (art. 342.3). Corres-
ponde al juez de la investigación preparatoria conceder esla ampliación
del plazo a solicitud del Fiscal.

Cabe señalar que no se contemplan plazos excepcionales adiciona-


les, lo (|ue exige cumplir con el cometido de la investigación preparatoria.

Una vez vencido el plazo máximo de investigación el Fiscal debe


dar por concluida la misma. Ello produce la cacliiciiUulde lo que se pudo
y debió hacer (art. 144.1), consecuentemente, no se podrá actuar dili-
gencias de investigación, salvo que se produzca la reposición del plazo
por fuerza mayor, caso fortuito, defecto de notificación (art. 145).

Si el Fiscal no diera por concluida la investigación, las parles pue-


den recurrir al Juez de la Investigación Preparatoria a fin de solicitar la
realización de una audiencia de control de plazo para que resuelva la
culmiuación de la investigación.

Para esta diligencia el Juez citará al Fiscal y las partes para ana-
lizar la documentación existente en la carpeta fiscal y escuchar a las
parles. Los efectos procesales iiunedialos son los siguientes:

a. Si el juez considera que no se han vencido el plazo, dispondrá la


continuación de la investigación preparaloria.

b. Si el juez considern que ya se ha vencido el plazo ordenará la con-


clusión de la investigación, concediendo al fiscal un plazo de 10
154 El. NUEVO PBOci-;.s(i PI^NAI.

tifas ]iara que emita pronunciainieiilo sobre le fondo ticl caso, es de-
cir, fomuilando el requerimiento de sobreseí miento o de acusación,

I j i cslc último caso, la ley prevé la posibilidad de sanción disci-


plinaria si e] fiscal no cumple lo dispuesto pnr el Juez, la misma
que se canalizará por las normas intcmas del Ministerio Público
(arl. 343.3)..
Capítulo Ili
LA I'TAPAINTIVRMIVDIA
YIíLJUZCAMinNTO
I. L A E T A P A INTERMEDIA
DEL PROCESO PENAL

L NATURALEZA j u r í d i c a

La fase intennedia constituye una fase ya reconocida por nuestra


doctrina" y el derecho comparado, que aparece expresamente en el nue-
v o proceso penal y que constituye el espacio procesal adecuado dirigido
por el órgano jurisdiccional -juez de la investigación preparatoria- para
jHcpaiar el paso a la siguiente fase de juzgamiento o tomar la decisión
de arcltivar el proceso o también para plantear algunas incidencias, que
es el caso de las excepciones -si no hubieran sido deducidas ajiles- o
realizar algimas diligencias como puede ser la prueba anticipada.
Para Manuel Ortells Ramos, aún cuando considera que la fase
intermedia carece de contenido determinado, señala que es el conjunto
dé actos que tienen por (tinción revisar si la instrucción previa está com-
pleta y resolver sobre la procedencia de la apertura del juicio oral.'" Es
la etapa que define el paso a la siguiente fase del proceso penal.

Como se podrá apreciar de la simple lecmra de los artículos 344°


y siguientes se trata de una etapa de apreciación y análisis de la ac-
tividad invesligaloria para decidir la acusación, plantear mecanismos
de defensa contra la acción penal y lambién, para que se analicen los

75 Véase mi Maimal de Derecho Procesal Penal, citado, p. 539 y ss.


76 OinEi.i.s Ry\Mos, Ivliiiiuel, ¿7proíeso penal abreviíulo (nuevo esludi») Editorial Co-
mares. Granada, 1997, p. 120.
1 58 F.L NUITVO PROCF.SO PHNAl,

elementos probatorios que sustentan las preicnsioncs ele las parles. En


este sentido, toda la actividad probatoria actuada debe ser sometida a
los filtros necesarios de legalidad y perlinencia, principalmente, para su
admisión a juicio.

Esta etapa intermedia comprende desde el momento que .se dis­


pone la conclusión de la investigación preparaloria (art. 343) hasta que
se dicta el auto de enjuiciamiento (art. 353) o cuando el juez resuelve
el sobreseimiento del proceso (art. 3 4 7 ) . " Los puntos a analizar son los
siguientes:

a. La acusación fiscal escrita o requerimiento acusatorio.

b. La audiencia de control de la acusación.

c. El sobreseimiento. Audiencia de control.

d. Interposición de nuevos medios de defensa.

e. C onbol de pruebas.

f. Auto de enjuiciamiento.

2. L A ACUSACIÓN FISC AL

La acusación fiscal o requerimiento acusatorio constiluye uno de


los actos procesales propios del Ministerio Público, en donde ejerce a
plenitud su función acusadora formulando ante el órgano jurisdiccio­
nal los cargos de incriminación contra persona determinada, propone la
pena y la reparación civil, convirtiéndose en parte en sentido estricto.
Per ello es que es a partir de ese momento que el juez va a saber exacta­
mente que opina la parle acusadora sobre los HECHOS punibles que se han
cometido, en qué extensión, con qué consecuencias jurídicas penales y
civiles; asimismo, el acusado lienc perfectamente definidos los límites
de la impulación en base a los cuales va a tener que mover su defensa."

77 Véase PENA C ABRERA I''RF.YT<E, A l o n s o , Ln Kinpa htlermeJin en el Código J'tvccsal


renal tte 2001, en Rev. Aclimlklaii Jurídica, № 157, p. 13.1­140. Del mismo aiilor,
Exége.ils del nuevo C ó d i g o Procesal Penal, Lima, 2006.
78 G oMFj. C oi.nMER, Junn Luis, con oíros aulotes, Oeieclio Jiirht!ic¡;ioiiíil. /'loceso Pe­
nal, Titan lo Blniícli, Valencia, 1997, p 240.
• I

CAPtTiJi.o H I ; I,A I;TAPA INIIÍKMFPIA Y HI RIZCAMIRNTO 159

Diukt cl nuevo esquema del proceso penal, donde el Fiscal decide


el inicio de las investigaciones y no existe autorización del juez para
las mismas, la acusación fiscal escrita aparece como la primera petición
fiscal para pasar a la fiíse de juzgamiento y desde luego, en la forma
procesal de acudir ante el órgano jurisdiccional a fin de que imparta jus-
ticia, es decir, con ta! decisión fiscal se pone de manifiesto el ejercicio
púhlico de la acción penal.

La acusación fiscal presenta características ya conocidas pero se


agregan ohas de singular importancia y con arreglo al nuevo esquema
del proceso penal (arts. 349°, 350").

2.1. Contenido de la acusación l'"iscal

ii) Los dalos de identidad del acusado.


Cori.stituyen loda la información necesaria para conocer a la
persona acusada, su nombre completo, lugar de nacimiento,
edad, estado civil, trabajo, etc. Sin embargo, lo que trasciende
en esle rubro y se ha convertido en uno de los problemas cen-
trales en los procesos penales es la verificación de los datos
de ¡Llenlidad del imputado que debe de haberse realizado en la
fase de investigación, a fin de evitar el procesamiento de una
persona con dos o más nombres.

b) La relación chua de los hechos, detallándose las circuns-


tancias precedentes, concomitantes y posteriores, que lucjjo
sii'van para su calificación; debiéndose separar los hechos si
ñieran varios o las personas acusadas.
Es de exigirse que en el escrito de acusación la exposición de
los hechos sea narrada con la mayor claridad posible, indican-
do lo sucedido en forma cronológica, el lugar, las circunstan-
cias propias de lu comisión del delilo, la intervención de las
personas involucradas, de la víctima, de los testigos, las armas
u objetos utiüzíidos También, si hiere el caso, los hechos an-
leriores a la comisión del delito o los actos de preparación asi
como la conducta asumida con posterioridad al mismo.

I :
160 lìt. NtlEVO PROCESO PENAI,

Ha de tenerse en cuenta que si se trata de varios hechos, cada


uno de ellos debe ser objeto de exposición y análisis siguién-
dose las mismas pautas, lo que sucede en los casos complejos
por concurso real de delitos o el número de personas acusa-
das. En estos casos habría que tener mucho cuidado pues la
acusación escrita va a delimitar los puntos de análisis en la
audiencia de control y consecuentemente en el juicio oral.

c) Los elementos de convicción (probatorios) que sustente la


acusación. N o sólo su relación, sino su análisis razonado, va-
lorativo y concordante.

El legislador ha considerado que para la sustentación del


requerimiento de la acusación fiscal, se debe de contar con
elementos de convicción, es decir, que la existencia de tales
elementos generen la convicción necesaria en el fiscal para
solicilm el paso a la fase de juzgamiento, caso contrario, de-
bería optar por el sobreseimiento.

Ello importa un razoníunienlo coherente y lógico sobre la


prueba, la intervención de las personas acusadas, las cir-
cunstancias que puedan modificar la situación jurídica de Ui3
mismas, etc. Lo mera relación de los pruebas y la ausenciii
del contenido importante de las mismas puede generar que la
acusación escrita no pase el control judicial o haciéndolo no
logre una sentencia de condena.

d) El grado de participación de los acusados.

Como ya se ha dicho, la acusación debe de precisar si el acu-


sado lo es en calidad de autor, coautor o cómplice, o si guarda
alguna de las características de la autoría mediata o instiga-
ción, debiéndose realizar el análisis correspondiente, confor-
me a lo dispuesto en los artículos 23 a 27 del Código Penal,
Si son varias las personas acusadas deberá indicarse que cate-
goría de participación tienen cada una de ellas.

e) La relación de circunstancias modificatorias de la responsabi-


lidad penal, si las hubiera.
C A I ' l n n , 0 111; I.A erAPA INIliUMKIJIA V EL lUZOAMlENTO 161

Se trata de las circunstancias que prevé la ley penal referidas


a la existencia de causas que atenúan la responsabilidad de los
articules 21 y 20 del Código Penal, o la responsabilidad res-
tringida a que se refiere el artículo 22 del código sustantivo,
o en los supuestos de tentativa, o en loa casos'de confesión
sincera de los artículos 160 y 161 del Código procesal penal.
í) La ley penal aplicable al hecho y su análisis jurídico penal.
Los hechos que el fiscal considera que están probados son los
que dan lugar a la calificación jurídica. Ello significa que se de-
berá precisar el delito incurrido por el autor o partícipe analizm-
do sus presupuestos típicos. Esla calificación penal es la que el
fiscal ha de mantener durante la audiencia de control y cl juicio
oral, salvo en este último caso, donde se presentan posibilidades
de vtu-jación. Así, en el caso de delilo de robo agravado se debe-
rá analizar los presupuestos del lipo previsto en el aitículo 188 y
189 del CP. así como las circunstancias de agravación.

g) La propuesta de pena y el monto de la reparación civil, de-


biendo comprender además, los bienes embargados o incauta-
dos al acusado, tercero civil y la persona que deba recibirla.
El nuevo código exige al fiscal la propuesta de pena que debe
ser impuesta al acusado, en lai sentido, se debe de "adelan-
tar" a la pena a imponer por el juez en la sentencia. Esta
proposición de sanción se hará sobre la base de los criterios
que establecen los artículos 45, 46 y 46 A del Código Penal,
es decir, se tomará en cuenta la naturaleza de la acción, los
medios empleados en la comisión del delito, la importancia
de los deberes infringidos, el daño causado o la extensión
del mismo o el peligro causado, la circunstancia de tiempo,
lugar, modo y ocasión, los móviles, la unidad o pluralidad de
los agentes, su edad, educación, situación económica y me-
dio social, la reparación espontánea que hubiera hecho el im-
putado, la confesión sincera anles de haber sido descubierto.
Además, se deberá considerar el nivel cultural, costumbres y
carencia sociales del imputado, los intereses de la victima o
sus familiares.
162 EL NUEVO PROCESO PENAL

De la misma manera deberá proponerse el monto de la repa-


ración civil a ser pagada por el procesado y tercero civil, si
hubiera, y a quien corresponde recibirla.

En ambos casos, -como se ha dicho- el liscal en su propuesla


de pena y reparación civil deberá adelantarse a la sanción qvic
el juez impondrá.

También exige la ley que se señale la relación de bienes em-


bargados e incautados que se encuentran en la fase de investi-
gación bajo control del fiscal.

h) Los medios de pmeba que ofrece para que se actúen en el


juicio oral. Si ofrece testigos y peritos deberá indicai- su nom-
bre y domicilio asi como los puntos sobre los cuales deberá
recaer su declaración.

Además de señalar las pruebas que sustentan la acusación fis-


cal, este deberá indicar cuales de ellas deberán actuarse en
el juicio oral, es decir, cuales son las pruebas que la Fiscalía
propone para que se debatan en el juicio, pudiendo ser testi-
moniales, periciales, documentales, etc. En este caso, el fiscal
cuidará que las pruebas que propone sean tan sólidas para al- 2.3.
canzar una sentencia de condena.

21. Características complementarias

a. L a acusación debe de sustentarse sobre la base de los hechos y las


personas contenidos en la Disposición que da inicio a la Investi-
gación Preparatoria, pero puede realizarse una calificación jurí-
dica distinta. Si fueren varios los acusados se deberá señalar por
cada uno los hechos que le corresjpndcn. La calificación jurídica
del delito se mantiene durmite la fase investígaloria, sin embargo,
ésta podrá ser modificada y reeonducida en la acusación escrita.
Es decir, lo que empezó como robo simple puede modificarse a
robo agravado, sin que ello signifique afectación alguna al dere-
cho de defensa pues precisamente existe la posibilidad del control
de la acusación en la £udiencia especial de la fase intermedia.
С;А)'1|Щ.0 111: 1,Л ВТЛРА INTERMnniA Y El. JUZGAMIENTO 1 63

В! fiscal podrá formular su acusación con una'calificación alter­ I '

nativa o subsidiaria, atendiendo a los hechos ocurridos y que


puedan merecer una debida precisión jurídica en el juicio oral. En
tal senlido, podrá por cjejuplo, acusiu­ por tenlativa de violación
sexuiíl y alternaii vamenle por actos contrarios al pudor. Esta posi­
bilidad debe ser excepcional pues se entiende que el fiscal, luego
de In investigación eslará en condiciones de poder realizar una
calificación certera de los hechos. Es decir, en los casos donde tas
posibilidades de calificación afecten a dos o más figuras delicti­
vas y no sea del caso precisar cual de ellas es la debida, se acudirá
a la calificación alternativa o a la subsidiaria.

En la acusación se deberá indicar las medidas de coerción impues­


tas durante la investigación. También podrá pedir su variación o
que se impongan nuevas. Si bien el juez de la investigación pi'e­
pajatoria decide las medidas de coerción, el fiscal también tiene
el conocimiento de las mismas y ejerce el conti­ol, de tal manera
que deberá indicar las meditlas coercitivas impuestas y la situación
actual del imputado. En la misma línea de actuación perseguidora
del delilo, en el inismo de acusación, el fiscal podrá solicitar al juez
la variación de la medida sustentando debidamente su pedido.

Esquema formal de la acusación escrita o requerimiento de acusa­


ción

En el nuevo modelo de proceso penal, la acusación escrita podrá


los siguientes criterios de estructura:

Requerimiento acusatorio dirigido al Juez de la Investigación Pre­


paratoria. Los datos del Fiscal que lo formula, domicilio legal así
como el amparo legal que permite el ailíeulo 349 y siguientes del
CPP para sustentar la acusación por el delito que corresponda.
Nombre y demás datos de identidad de la persona acusada.

La descripción de los hechos que dieron lugar a la investiga­


ción, las circunstancias precedentes, concomitantes y posterio­
res al hecho.
164 EL NUEVO PROCESO PENAL

d. L o s elementos de convicción que sustentan cl requerimiejilo !icu<


satorio.

e. El grado de participación delictiva.


f. La acusación, calificación jurídica de los hechos. La pena y repa-
ración civil que se propone.

g. La relación de los medios de prueba que se propone para el juicio


oral: testimoniales, periciales, documentales.

h. La medida de coerción impuesta al procesado. En el mismo escri-


to puede hacer propuesta de nuevo medida coercitiva.

i. Fecha.

2.4. Trámite del requerimiento acusatorio

La acusación fiscal o requerimiento acusatorio se remitirá al Juc/,


de la Investigación Preparatoria quien pondrá en conocimiento de las
partes del contenido de la acusación. Las partes a su vez tendrán un
plazo común de diez (10) días para:

a. Observar la acusación por defectos formales, que puede consistir


en la precisión de un dato sobre los hechos o pruebas, o sobre cl
nombre o domicilio del imputado o agraviado. La idea central es
que dicha observación se levante haciendo el fiscal las modifica-
ciones o precisiones respectivas, las mismas que se pueden hacer
por escrito o en la audiencia de control de la acusación.

b. Deducir excepciones y otros medios de defensa, siempre que no


se hayan planteado antes. En estos casos, cl defensor del acusado
tendrá la posibilidad de argumenlar algún medio técnico de de-
fensa (excepciones, cuestiones previas u otros) que no se hubiere
ínterpueato anles. Dado el estado del proceso sólo podrían dedu-
cirse cuestiones técnicas para resolverse sin mayor diligencia en
la audiencia de control.
c. Solicitar la imposición o revocación de una medida de coerción.
\ Esla posibilidad siempre está presente, sea desde el punto de visln
del imputado o su defensor, como de la parte civil y también del
CAPITULO 111: LA ETAPA INTERMEDIA Y EL JUZGAMIENTO 165
i

4
fiscal, lo que viene aprovechada por la realización de la audiencia
J preliminaT anle el Juez de la Inveslignción Preparatoria. En tüdos
i los casos se debe de suslenlar el pedido y ser sometido a la opi-
nión de las partes asistentes a la audiencia.
i
Solicitar la actuación de prueba anticipada. Como sabemos, la
i prueba anticipada es aquella que se realiza antes del juicio oral al
existir circunstancias que impiden que el órgano de prueba (testi-
go o perito) pueda concurrir a la sede judicial para la deposición
de sus conocimientos en el juicio oral, debiéndose realizar con
intervención de los sujetos procesales y con todas las garantías de
ley. La prueba anticipada la solicita el fiscal o cualquiera de las
partes que tenga interés y justifique su realización.

Solicitar el sobreseimiento. Se iraui de un planteamiento que hace


la parte procesada directamente al Juez, antes de la audiencia de
control de la acusación y que además la sustenta diuante la mis-
ma. El defensor también puede plantearla durante la audiencia
de control de la acusación El pedido debe ser expreso y fiínda-
mentado incidiendo sobre los cargos de incriminación y las prue-
bas existentes valoradas por el fiscal. Tal planteamiento exige el
pronunciamiento -en la audiencia- del Juez de la Investigación
preparatoria a cargo de la fase intermedia.

Solicitar la aplicación de un criterio de opormnidad. La norma pro-


cesal expresa "instar la aplicación, si friere el caso, de un criterio
de oportunidad" (art, 350.10.e). La aplicación de criterios de opor-
tiuiidad se encuentra presente, en distintas formas y momentos, en
todo el proceso penal ordinario y en algrmos procesos especiales.
La alusión a un cfileno de oportunidad puede llevarnos a concluir
que se refiere necesaiiamente a los supuestos previstos en el nume-
ral 2" del código procesal penal; sin embargo, el apartado 7 del art.
2° señala expresamente que se aplicará el principio de oportunidad
hasta antes de formularse la acusación, lo que cierra el paso a la
posibilidad de acuerdos de las partes ante el Fiscal, dejando sólo el
caso de acuerdo notarial para determinados delitos, a que se refiere
el último pánafo del referido artículo." Ello significa que el Juez

79 Ln parle impulaila poitrA presen lar un acuerdo notarial suscrito can el agraviiiiJo a
166
EL NUEVO PROCESO PRNAL

podrá sobreseer ei proceso pese a la exislencia de la acusación li'i­


cal cuando se presente un acuerdo notarial. Tratándose de pedido
de terminación anticipada entendido como criterio de oportunidad,
el tema resultaría difícil de aceptar por su naturaleza jurídica, pucíi
se trata de un proceso especial con beneficios premíales de reduc­
ción de pena para evitar el avance del procedimiento y la ncccsidiitl
de entablar mecanismos propios de negociación entre las pnilc;i
para alcanzar ima fórmula de acuerdo.

Ofrecer pruebas para el juicio oral. Tratándose de peritos y testi­


gos, deberá indicar sus datos de identidad y domicilio, así como
los hechos sobre los cuales deba declarar. Es del caso destacar
que cada una de las partes ofrecerá sus órganos de prueba, sea de
cargo como de descargo, en virtud de lo cual, se deberá indicar
el punto central de su declaración para establecer su utilidotl y
pertinencia. En otras palabras, rige el principio de comunidad de
la prueba. Pero además, se exige a cada una de las partes preocu­
parse por la concurrencia de sus testigos o peritos a la sede de juz­
gamiento, es más, se posibilita la entrevista previa con aquellos,
sin que ello implique la posibilidad de influir de alguna manera en
el contenido de su declaración.

Objetar la reparación civil o pedir su incremento, ofreciendo


medios de prueba. El imputado puede cuestionar el monto de la
reparación civil solicitada por el fiscal o el actor civil, fimdamen­

fin de que cl j u e z pueda, aplicando el principio de oporlunidail, sobreseer el proccüo,


pero sólo para los casos de los delitos sujetos a acuerdo reparatorio del art. 2°.6, scjjún
l o dispuesto por el nurnernl 7 último párrafo del citado art. 2°.
80 L a lerniinación aniicipada del proceso se encuenlra regulada en el articulo «tOS y
ss. del c ó d i g o . Es necesario tener en cuenta que nos encontrarnos anle un proceso
especial de abreviación del procedimiento con efecto premiai, que se malerinliza en
j cuaderno aparte, en donde se debe proceder a conversaciones preliminares sobre lu
' aceptación de cargos, la pena (incluyendo la reducción de la misma por acogiiiiienlo
al proceso y por confesión sincera) y la reparación civil ­lo que Importa loda una
fórmula de " n e g o c i a c i ó n " entre las parles y el fiscal­. .Se pretende que su petición se
haga en el curso de la investigación preparatoria a etcüto de evitar el tramile inne­
cesario del proceso, por ello ta misma norma precisa C PIC procederá hastn ичгел tie
formularse acusación fiscal, líxisliendn la acusación escrita, se liarla muy dificultosa
ln negociación.
CAI'IIULU 111: 1.Л Ш А Р Л INlRRMIÍDiA Y l'I. JUZC AMIEKFO 167

huido su pedido en cuestiones de orden ecortómico (insolvencia,


reducida remuneración, cargas familiares) o de daño causado (re­
diiciilo o extensión del daño, detito de peligro abstracto, repara­
ción ¡wrcial del daño).

i. Plantear cualquier otra cuestión para el juicio oral. L o que posi­


bilita a la parle introducir a la audiencia de control cualquier otra
cuestión no prevista expresamente en la ley para ser discutida o
resuelta en juicio (fdiación, alimentos, bienes, por ejemplo), la
misma que deberá ser admitida o no por el juez.
j. La parte acusada o la parte civil podrán proponer al juez de la
investigación que dirige la audiencia, los hechos en los cuales
no hay iliscusión, es decir, en los hechos que aceptan. De ser ello
asi, el juez valorará dicho pedido y podrá autorizar tal acuerdo
lo que permitirá obviar su acUiación probatoria en el juicio, jo
que entendemos no.sotros que es relativo, debido a que durante el
contradictorio y con el análisis de la prueba actuada los hechos
puedan ser mejor esclarecidos, de tal manera que el juez del jui­
cio pueda construir su sentencia sobre la base de hechos probados
en el juzgamiento.
Ll C ódigo establece el Plazo de 10 días para que la acusación sea
±12 nolifii.ada a los demás sujetos procesales.

Entendemos que dicho plazo de diez días para hacer las propues­
tas es perentorio, por lo tanto, vencido el mismo, cualquier pedido re­
sultará extemporáneo, debiendo proseguir con el procedimiento según
su estado. Naturalmente, si se admile alguno de los plaiUeamientos que
hemos analizado, es para que se realice durante la audiencia de control
disponiendo el juez del tiempo realmente necesario para la actuación de
las diligencias pertinentes. Entonces, el plazo a que alude la ley es solo
para el peiliilo que haga la parte.

3 LA AUDIENCIA DI' C ONTROL DK LA AC USAC IÓN

Se trata de una institución procesal nueva en nuestro medio, pues


no existe antecédeme alguno. Es la audiencia judicial por la cual se
IfiS F,l. NUEVO PROrrsO PHNAI.

realiza el conlroj jurídico del requcriniienlo acusaloiio fiscal cfccluada


por la defensa de la parle acusada -con la intervención de las parles si.
fuere el caso- en una diligencia dirigida por el juez de la investigación
preparatoria, cuya decisión resulta de singular importancia pues, preci-
snnienle, y como lo hemos hecho notar anteriormente, delerminarii el
paso a la fase siguiente del proceso que es el juzgamiento.

La comisión redactora del nuevo código consideró que se debía


de dejar de lado el esquema anterior por el cual formulada la acusación
escrita necesariamente se pasaba a la fase de juzgamiento, para generar
un espacio de análisis y de debate sobre el contenido de la acusación
por el fondo y por la forma. Se traía en esencia de la posibilidad que
tiene la defensa de cuestionar los lénnirtos de la acusación, anles de ir a
juicio, pudiendo, incluso, evitarlo solicitando cl sobreseimiento del pro-
ceso; caso contrario, deberá elaborar su estrategia para el juicio oral.

Esta audiencia de control presenta las siguientes caracleríslicas:

a. Se líala de una audiencia dinámica, con intervención oíal de las


partes asistentes y bajo la dirección del juez de la investigación
preparaloria.
b. El fiscal da inicio a la diligencia exjjoniendo oralmente la acusa-
ción, los hechos incriminados, así como los elementos probato-
rios que lo sustenten, las pn.iebos que ofrece se actúen en cl juicio
oral, ia pena y reparación civil. N o se trata de la lectura de la
acusación escrita sino de la exposición oral de los aspectos más
importantes de la misma.

c. Seguidamente el juez dará cl uso de la palabra al defensor del


acusado a fin de que exprese lo que convenga a su defensa. Es de
esperarse que el defensor refule los argumentos del fiscal y de ser
el caso, solicite el sobreseimiento del proceso, fundamentándolo;
en caso de que ello no fuere posible, presentará sus argumentos
para disminuir la fuerza probatoria del fiscal ofreciendo la actua-
ción de pruebas para el juicio que le favorezcan o disminuyan la
responsabilidad de su patrocinado.

d. Como se trata de una audiencia contradictoria, luego de oír al


defensor, el juez puede conceder nuevamente la palabra al fiscal
m CAI'ITULO 111: LA ETAPA INTERMEDIA Y EL JUZGAMIENTO 160

m a fin de que exponga lo conveniente e igualmente proceder con el


defensor. Incluso, puede oír al imputado. El tiempo y la necesidad
de exposición del fiscal y las partes son conUolados por el juez.
e. Terminado el debate, el juez dictará resolución. Si hubiere peti-
ción de sobreseimiento se pronunciará primero sobre ello.
f. Todo lo actuado quedará grabado en video y audio o sólo audio.

Naturalmente, la presencia del Fiscal es obligatoria así como la


del defensor del acusado; se podrá actuar prueba anticipada y presentar
documentos, pero no diligencias de investigación ni se admitirán escri-
tos durante la audiencia. El juez escuchará al fiscal, a la defensa, al actor
civil, al tercero civil, si hubieran, quienes debatirán sobre la proceden-
cia o admisibilidad de las cuestiones planteadas; se posibilita lambién
q\ic cl Fiscal modifique, aclare o integre su acusación.

El Juez resuelve los planteamientos así como los medios de defen-


sa que se hubieren interpuesto, incluso podrá dictarse el sobreseimiento
del proceso si se establece sus causales, sea de oficio o a pedido de las
partes contrarias a la acusación (art. 352). Puede ser objeto de cuestio-
namiento que el juez, de oficio, observe los términos de la acusacicín
pues se superpondría a la posición del defensor del acusado, además,
habiendo intervenido en la investigación preparatoria, de alguna mane-
ra habría conocido del caso y, por lo tanto, impedido de pronunciarse
sobre el fondo, pues por ello se ha creado un juez distinto para el juicio;
sin embargo, debe de entenderse que la postura judicial en esta fase es
la de control de la acusación y ciertamente, si el juez observa que la ac-
ción se ha extinguido por prescripción, cosa juzgada u otra causal, o que
existe causa de justificación o inculpabilidad o no punibilidad, o que el
hecho es claramente atípico, entre otros, resolverá el sobreseimiento
pero siempre que resulten evidentes y no exista razonablemente la posi-
bilidad de incorporaren el juicio oral nuevos elementos de prueba (art.
352. 4). En consecuencia, esta posibilidad de sobreseimiento de oficio
es excepcional y sujeta a reglas bajo el principio de control judicial.

Se puede sostener enlonces que es posible cuestionar la acusación


por la forma y por el fondo en esta fase intermedia y lograr incluso el
sobreseimienlü del proceso, mecanismos procesal garantisla que con-
170 EL NUEVO PROCESO PENAL

forme a la legislación anterior no se podía realizar En esencia, cl cwj­


Iroi de ¡a acusación a cargo del Juez aparece como un mecanismo de
filtro para la realización del juicio oral.

4. E E S O D R E S E I l V i r E N T O D E L P R O C E S O . L A A U D I E N CI A D E C O N ­
TROL

L a nueva ley procesal establece distintas formas de lograr la cul­


minación del proceso sin llegar a la conclusión natural del inismo que
es la sentencia. A esta institución se le conoce como el sobreseimiento
y su efecto inmediato es el archivo del proce.so penal.

Gómez Colomer scfiala que el proceso penal puede terminar sin


necesidad de celebrar el juicio; agrega el profesor valenciano, que " e l
sobreseimiento es la resolución judicial que pone fin al proceso, una vez
concluido el procedimiento preliminar, y antes de abrirse el juicio oral,
con efectos de cosa juzgada, por no ser posible una acusación fundada,
bien por inexistencia del hecho, bien por no ser el hecho punible, bien,
finalmente, por no ser responsable criminalmente quien hasta ese mo­
mento aparecía como presunto autor, en cualquiera de sus grados.""

El art, 3 4 4 de la nueva ley procesal eslablece que el Fiscal podrá


requerir el sobreseimiento ante el J u e z de l a Investigación Preparato­
ria, dentro de los quince ( 1 5 ) días de culminada la fase anterior. Dicho
sobreseimiento procede cuando: a) el hecho denunciado no se realizó
o no se le puede atribuir al imputado; b ) el hecho no es típico; c ) existe,
una causa de justificación, de inculpabilidad o de no punibilidad; d) la
acción se ha extinguido; y c ) cuando no existan elementos probatorios
que sustenten la acusación.

El requerimiento de sobreseimiento que hace el Fiscal al Juez de


la Investigación Preparatoria será acompañado del expediente principal
y la autoridad judicial correrá traslado a las partes acreditadas por el

81 G OMEZ COLOMER, Juno Luis, El Proceso Penal español, Tiraiil lo nluiicb, 2"
edición,Valencia, 1997, p. 2^9 IUMOS MÉNDEZ, F., El proceso решЛ. Sexta lectura
coiistitncioiial, Doscli, Barcelona, año 2000, p. I6'l.
CAI'ITULO 111; LA ETAPA IMTRRMRDEA Y FI. JUZGAMIENTO 171

plíizo de diez. (10) días, con la finalidad de que puedan formular oposi-
ción fiindaiuentada bajo sanción de inadmisibllidad y con la posibilidad
de pedir la realización de actos de investigación adicionales, señalando
el objeto y de que diligencias se trata (art. 345''.2).

La luieva ley procesal establece una Audiencia de Control del so-


breseimiento, en tal sentido, vencido el plazo común de traslado de diez
tlías, el juez dictará resolución dentro de los tres días siguientes para ci-
tar a las parles, a quienes escuciiará y se procederá al debate, si hubiere
( a r t . 345''.3), y el caso quedará expedito para resolver, denlio del plazo
tic los quince días. Naluralmente, será la parle agraviada la que puede
oponerse al rec[Ucrinuenlo de sobreseimiento y lendrá la posibilidad de
discutir la posición del fiscal en la audiencia judicial, si pese a la cita-
ción no asistiere, igual se produce al audiencia.

Si cl Juez luego de haber escuchado a las partes en la audiencia


de control, está de acuerdo con el requerimiento fiscal dictará el auto de
sobreseimiento; si no estuviera de acuerdo, el juez, dentro de ámbito de
control de legalidad y de garantías de la esta etapa procesal, dictará auto
expresando su desacuerdo, elevando lo actuado al Fiscal Superior a fin
de que ratifique o rectifique la solicitud del Fiscal Provincial. En ese
sentiilo, se mantiene la discrepancia y elevación en considla a la autori-
dail fiscal superior a fin de que emita pronunciamiento definitivo sobre
la continuación o no de la persecución penal; dicha resolución judicial
-auto dice la ley- debe ser motivada, es decir, el juez deberá analizar lo
actuado y exponer las razones por las cuales no está de acuerdo con el
pedido de sobreseimiento que hace el Fiscal Provincial."

El Fiscal Superior emitirá pronunciamiento dentro de diez (10)


días, dando por terminado el procedimiento. Si ratifica el pedido de so-
breseimiento el Juez de la Investigación Preparatoria inmediatamente
"y sin trámite alguno" dictará auto de sobreseimiento. Si el superior no
está de acuerdo con el requerimiento fiscal, ordenará a otro Fiscal que
formule acusación (art. 346). Esta decisión del legislador es saludable

K2 A dircreiicia tic la legislación anleriur, en la ccnsulln por discrepancia el j a e z debe de


exponer los fundamentos fáclicos y jurídicos necesarios a fin de que sean estudiados
pur el Piscal Superior, debido a que no seria el j u e z del juicio.
•Miri'

172 El. NUEVO PROtT-SO Pr.NAL

pues ordenar al fiscal, -que proceso cl sobreseimiento- que Ibiiunic la


acusación afecta su posición jurídica en el juicio y lo debilita en cl de-
bate contradictorio.

Cabe señalar, a.^imismo, que el párrafo 5 del art. 346 estableen


que si el juez considera admisible la oposición de la parte agraviatla en
la necesidad de actos adicionales de investigación, el juez, sin cxpresiir
desacuerdo con la solicitud de sobreseimiento, puede disponer la am-
pliación de la investigación "indicando el plazo y las diligencias que el
Fiscal debe realizar".

El auto de sobreseimienlo constitiiye entonces la resolución que


da por culminado el proceso penal de manera definitiva, cuyo efeclo
inmediato es el archivo del proceso y la cesación de las medidas de
coerción impuestas por la autoridad jurisdiccional. Dicha resolución es
dictada por el Juez de la Investigación Preparatoria y contiene una serie
de requisitos: datos del imputado, exposición del hecho objeto de la in-
vestigación; fundamentos de hecho y de derecho; la indicación expresa
de los efectos de la resolución.

Como se ha dicho, el sobreseimiento importa el archivo defini-


tivo del proceso respecto del imputado y adquiere la calidad de cosa
juzgada. Esta resolución puede ser objeto de impugnación, pero ello no
impide la inmediata libertad del imputado si se encontrara en cárcel.

De otro lado, el nuevo proceso distingue dos clases de sobresei-


miento: lotai o pafcial, el primero cuando comprende a todos los de-
litos materia del proceso y a todos los imputados; el segundo, cuando
sólo comprende a un delito o algún imputado, en cl caso de ser varios;
en este supiiesto CONTINUARÁ el proceso contra los restantes imputados
o los otros delitos. El legislador también ha previsto la situación de
requerimiento fiscal acusatorio y no acusatorio, debiéndose éste último
resolver en primer orden (art. 348.3).

5. L A I N f E l l P O S I C l O N DE NUEVOS MEDIOS DE DEFENSA

Durante la etapa intermedia del proceso, ei iinpulado puede inter-


poner nuevos medios de defensa técnicos contra la acción j>ciuil, exi-
CAPlTLa.o 111: I.A ETAPA INTERMEDIA Y F.L JUZGAMIENTO 173

giéndose los requisitos que la misma ley procesal ya establece, siempre


que no se hayan planteado y resueltas con anterioridad.

F.s posible interponer excepción de namraleza de acción, cosa


juzgada, prescripción, entre otras. Dicho planteamiento procede in-
cluso habiéndose formulado acusación escrita y obliga a su debate en
la misma audiencia de control o anles, a fin de que el Juez resuelva lo
pertinente.

fi. F L C O N T R O L DR I,AS P R U E B A S P A R A E L JUICIO ORAL

En la elapa intermedia se discute sobre las pruebas que sustentan


las posiciones encontradas de las partes e incluso se permite acuerdos o
consensos sobre la pmeba a fin de evitar su actuación en el juicio oral
toda v e z que son aceptadas.

Sobre el tema probatorio habría que señalar además, que la soli-


citud para su actuación en juicio exige que sea útil, conducente y per-
tinente. Se establece que la solicitud para una declaración testijnonial
o la práctica de una pericia tendrá que especificar el punto a declarar o
el objeto del examen. La ley señala que la resolución que dicte el juez
no puede ser objeto de impugnación (art. 352.5.b). En el caso de que
se admita la pmeba anticipada ésla se realizará siguiendo las reglas del
ari, 245 del código.

7. F L A U T O DE ENJUICIAMIENTO

El auto de enjuiciamiento supone el paso de la etapa intermedia a


la fase de juzgamiento o juicio oral. Se trata de la resolución que dicta
ei juez tic la investigación prelimiiíar y por la cual se da por culminadas
las diligencias de dicha fase y, ciertamente, paso el control correspon-
diente con la aprobación de las pruebas que deben de actuarse en el
) juicio oral.

El auto de enjuiciamiento debe de contener, dice la ley, bajo san-


ción ele nulidad:
1

174 F i . NUEVO PROCRSO PENAL

a. Nombre del acusado y agraviado.

b. Delito materia de la acusación fiscal con indicación expresa de],


artículo correspondiente, e incluso tratándose de tipificación al-
ternativa o subsidiaria.

c. Los medios de prueba admitidos o cl consenso que existan al res-


pecto.

d. La indicación de las partes constituidas en el proceso,

•e. La orden de remisión al juez encargado del juicio oral.

Además, el Juez piiede pronunciarse sobre las medidas coerciti-


vas existentes o las que se promuevan pudiendo modificarlas c incluso
ordenar la libertad del acusado. En estos casos lomará la decisión a
pedido de las partes o de oficio. Finalmente, este auto de enjuiciamien-
to, deberá ser notificado al Fiscal y a los otros sujetos procesales; y,
dentro de las 48 horas siguientes se hará llegar al Juez Penal del juicio
la resolución, lo actuado, la documentación pertinente y los objetos in-
cautados, También se pondrá a su disposición a las personas detenidas
preventivamente.

8. DURACIÓN DE L A ETAPA INI IvRMEDiA

Salvo los plazos perentorios para las observaciones del requeri-


miento acusatorio y de la oposición del pedido de sobreseimiento ya
analizados, la nueva ley no señala un plazo para la realización de loda
la elapa intermedia, ello dependerá de las diligencias que se puedan
actuar, a las audiencias de control de acusación o sobreseimiento, a la
complejidad del caso, a los planteamientos que se puedan hacer sobre
medios de dercnsa, a la prueba anticipada, si fuera el caso. Por lo lan-
ío, el plazo será el necesario y dependerá de la dirección judicial con
intervención de las partes, con observancia al principio de ccicridail
procesal.
r.AI'IrUl.O H I ; I.A riAPA INTFHMEnlA Y El. JlIZOAMIENTO 175

II. I . A F A S E D E J U Z G A M I E N T O

I.a fase de juzgamiento esta constituida por los actos preparato-


rios, la realización del juicio oral y culmina con la expedición de la
sentencia sobre el proceso penal. La parte central es el juicio oral, espa-
cio procesa] donde las partes habiendo asiunido posiciones contrarias
debaten sobre la prueba en busca de convencer al juzgador sobre la
inocencia o culpabilidad del acusado.

F.l jiiicio oral es ln actividad procesal dirigida por cl órgano juris-


diccional juzgador de naturaleza dinámica, preordenada por la ley, con
intervención de todos los sujetos procesales y que tiene por objetivo
cspecilico el análisis de la prueba actuada y debatida en la audiencia
bajo los principios de oralidad, publicidad, inmediación, concentración
y contradicción principalmente, y que culmina con la expedición de la
sentencia o resolución definitiva correspondiente." Como señala R a -
mos Mi'niji./',, en esta fiísc públicamente y con contradicción se juzgan
las conductas presunlauícnte delictivas y se decide sobre ta absolución
o lu condena de las personas sometiilas ajuicio.'''

Confijrmc al código procesal penal, esta fase se inicia con el nulo


(If cikición a juiik) (art. 355) que es la resolución judicial que contiene
el lugar donde se realizará el juicio oral, cuya fecha será la más próxima
posible con un intervalo no menor a diez (10) días. El juez del juicio
llamado Juez Penal sea unipersonal o colegiailo en el proceso ordinario
(o Sala Penal Superior en el proceso especial) estará a cargo de su di-
rección y responsabilidad. Se encargará de notificar a todas las personas
que deben de concurrir al juicio (sin perjuicio que las partes coadyuven
en lii concurrencia de sus testigos o peritos), la designación del abogado
defensor del acusado y cuidará de disponer lo necesario para la realiza-
ción del juicio.

83 VÉIISC lui MimuttI Jii Pemcltíj Proreíal Penal, cjttulü, p. 566 y SS.
p 81 RiMtK MTHDI-V, l'.. El Proceso Pemil. Sexta lectura constitucional. J IVI. Dosch, Bar-
T cduiiii, /Mtí, ]). 2<1.
i 76 EL Nui-vo PROCfTso TRNAL

Además, los testigos y peritos serán citados para ia fecha de iiiicii)


del juicio; sin embargo, cuando el juez estime que la audiencia se ]no-
longará, por cuestiones de complejidad del caso, sea por el número de
acusados o agraviados, los citará para la fecha en que debim declarar.
De esa manera se evitará la concurrencia innecesaria de dichos órganos
de prueba a una audiencia en la que no van a declarar. Se agrega en la
normí procesal que la citación al acusado se realizará bajo el aperci-
bimiento de ser declarado reo contumaz en caso de que no concurra
injustificadamente a la audiencia,

1, PRINCIPIOS RECTORES DEL JUICIO ORAL

El juicio oral constituye el momento procesal más importante y


central del juzgamiento, por la actividad probatoria que se desarrolla,
su debate y valoración por el juzgador. De allí que sea imprescindible
que este acto procesal se realice con observancia estricta a los princi-
pios que lo regulan y que vienen previstos en los Pactos Internacionales
relativo a Derechos Fundamentales de la persona así como los previstos
por nuestra Constitución y que además, son los principios clásicos de
esta etapa acusatoria, como son la oralidad, publicidad, inmediación y
contradicción; a los que cl legislador ha querido agregar los principios
de continuidad del juzgamiento, concentración de los actos del juicio,
identidad fisica del juzgador y presencia obligatoria del acusado y su,
defensor (art. 355.2),

o. Principio de Oralidad.- Una de las características más sobresa-


lientes del nuevo proceso penal es el predominio de la oralidad
de sus diligencias, sobre todo del juicio. La oralidad significa
que el juez o tribuna! que dicte la sentencia en el proceso penal,
tiene que condenar o absolver lomando como base los hechos y
pruebas que se hayan practicada ante él en forma oral. D e dicho
principio se derivan los principios de inmediación, concentra-
ción, elasticidad y publicidad "

85 GÓMEZ COLOMR, J., Et proceso penal espnfíol, tilnOo, p.80.


CAPITULO 111: LA ETAPA WTERMEOIA V EI. JUZGAMIENTO 177

Esle principio exige una relación procesal mucho más direcla y de


respuesta inmediala, no sólo enlie las parles, sino lambién de la
decisión judicial. Y ello se aprecia fundamentalmente en el juicio
oral, pues se establece que la audiencia se realizará oralmente, pero
todo lo dicho y actuado se documentará en acta, que contendrá un
resumen o síntesis de lo actuado (art. 361). El acta será firmada
sólo por el Juez y el Secretario, y las partes podrán hacer las obser-
vaciones que eslimen pertinentes, pero no registrarán su firma.

También se establece que todo pedido o cuestión que se formide


en audiencia se hará oralmente, prohibiéndose la lectura de escri-
tos que se presenten con dicho fin (361.3), Por último se admite
la posibilidad del registro técnico de lo actuado en la audiencia
1*^ (video — audio).

\r b. Principio de Publicidad.- Este principio se sustenta en razones


filosóficas, sociales y jurídicas que se afirman en la necesidad de
que la ciudadanía conozca como los jueces imparten la justicia, lo
que se logra al permitir su libre acceso a las sedes judiciales, es-
pecialmente en la fase del juzgamiento. Esle principio tiene mar-
co constitucional y'reconocimiento en las normas internacionales
relativos a las garantías judiciales. El juicio oral es público, sin
embargo, se admite que la audiencia se realice total o parcialmen-
te en privado: cuando se afecte el pudor, vida privada o integridad
física del partícipe en el juicio; cuando se afecte gravemente el
orden público o la seguridad nacional, los intereses de la justicia;
o exista peligro de secreto particular, comercial o industrial; o
cuando la manifestación pública afecte el desarrollo normal del
juicio; y cuando la ley lo disponga (arl. 357.1).

El Juicio reservado puede ser total o parcial, en este último caso,


superado el motivo, se permitirá el reingreso del público (art.
357.3). Se eslablece que la sentencia siempre será pública, con
excepción de aquella en la que por interés de menores de edad se
disponga lo contrmio.

Cabe señalar que la publicidad puede ser directa, cuando hay


concurrencia del público a la sede judicial, e indirecta cuando la
ciudadanía conoce del mismo a través de las distintas formas de
178 EL NUEVO THOCESO PENAL

comunicación; sin embargo, se establece que podrán ser rciili iu)il


das las cámaras fotográficas o filmadoras u otros medios ttSciilcofi,
cuando ello pueda afectar los intereses de la justicia y cl dciccliit
de las parles (art. 357.2,c).

Por último, es de precisar que tratándose de acusado funcional li)


público, la audiencia siempre será pública.

c. Principio de contradicción. Es manifestación del derecho de de-


fensa, que se sustenta en la posibilidad de que las parles pucilim
susteritar en juicio sus posiciones respecto de los cargos de im-
putación y de la prueba. Las pi-ucbas se actúan y se debate en ül
juicio oral -salvo los casos de conformidad o allanomienlo de la
acusación fiscal- lo que hace que el juicio sea contradictorio, con
posiciones opuestas. El elemento central radica en el debate oral
' sobre la prueba y las argumentaciones parciales y finales sobre
las mismas a efecto de generar convicción en el juzgador para su
decisión en la sentencia.

d. Principio de inmediación.- Esle principio exige un acercamicntu


entre el Juez y los órganos de prueba, sea el acusado, agraviado
o testigo, y a través de los interrogatorios en la audiencia oral, le
permiten conocer no sólo de la personalidad del examinado, sino
también la forma de reacción frente a otras pruebas, de tal mane-
ra que la autoridad judicial conoce de algo más de lo que se ha
dicho en el juicio. La inmediación también se manifiesta cuando
cl juzgador aprecia directamente las pruebas materiales o instru-
mentales (objetos, armas, instrumentos, etc.). El juez del juicio
debe ser ei mismo que conoce de la prueba de manera directa.

e. Principio de continuidad - Que se evidencia en la posibilidad de


que la audiencia oral se inicie y se siga en sesiones continuas e
ininlerrumpida.v hasta su conclusión. La misma ley establece que
si no filerà posible realizar el debate en un solo día, éste conti-
nuará durante los días consecutivos que fueran necesarios hasta
su conclusión (art. 360.1). Se pretende que un caso se inicie y
termine antes de iniciar otro, a fin de evitar dilaciones y pérdida
' .. de concentración. De allí que se señale que entre las sesiones o
1


CAPITULO I I I : LA HTAPA INTHRMEDIA Y EL JUZGAMIENTO
179

deulio del plazo de suspensión no podrán realizarse otros juicios


(art. 360.5). Se atiende también al principio de concentración que
debe merecer un caso que se debate en el juicio oral, ya que el
juez debe estar en cojidicioncs de recordar lo.que se ha debalido
en el juicio.

CAR/\CTriRÍSTlCAS PRINCIPALES

L l juicio oral esln bajo la dirección del Juez Penal o Presidente


del Juzgado Colegiado (o de alguno de sus integrantes), a quien
le corresponde toda la organización y responsabilidad del caso;
asimismo, debe de garantizar el ejercicio pleno de la acusación
y de la defensa. La dirección del juicio incluso posibilita la labor
docente del juez a las partes y al acusado respecto a los derechos
y garantías existentes así como a las diligencias que son propias
de dicha etapa.

Ln esta fase ae manifiesta a plenitud el principio acusatorio que


exige atribuir la acusación de una parle frente a otras. De ahí el
binomio partes acusadoras y parles acusadas, que polariza la en-
cainacióii del jjrincipio contradictorio y en donde el acusado asu-
me el protagonismo casi absoluto.*'

LI Juez controla la intei-vcnción de las partes, incluso puede li-


mitar el uso d e la palabra fijando limites igualitarjbs en casos
complejos o inteiTumpir su ejercicio si hace "uso manifiestamen-
te abusivo de su facultad" (art. 363).

RI juicio oral será continuo, se suspéndela en los casos que pre-


vé la ley y no se podrá iniciar otro juicio mientras nlb se culmine
con el primero (art. 360.5). Sé pretende con ello que iniciada una
audiencia continúe ésta hasta su culminación, de esa manera el
juzgador se deberá avocar sólo a un caso penal de manera concen-
traila y resolverá el mismo en cl tiempo estrictamente necesario.

86 l<,\MOi> Mf.rII>i-./., í'., F.t l'iocesii Penal. Sexta Lectura Constitucional, citado, p. 63,
\ 80 IÍL NUr.VO PROCESO PENAL

е. C omplementando lo señalado anteriormente, se regula la suspen­


sión y la interrapción de la audiencia (art. 360). Esla sólo podrá
suspenderse por enfermedad del juez, fiscal, imputado o defensor;
por razones de fuerza mayor o caso fortuito; y en los casos que
ley lo señale (para consUluirse fuera de la sede a recibir una testi­
monial, por ejemplo). Esta suspensión no puede exceder de 8 días
hábiles. Si fuese mayor a dicho plazo, se producirá la interrupción
del debate y se dejará sin efeclo todo lo actuado durante el juicio.
i. Las incidencias que se promuevan durante la audiencia se realizaran
en im sólo acto y resueltos por el juez inmediatamente escuchando
a las parles (art. 362). Como se ha señalado anles, la oralidad prima
en el juicio, por lo lauto, las alegaciones como las decisiones juris­
diccionales serán igualmente orales, dejándose constancia en acta.

g. C abe resaltar que se anjplían las facultades del juzgador en cuan­


to a su poder disciplinario en la audiencia. En efeclo, cl juez debe
de mantener el orden en la sala de audiencias; puede disponer la.
expulsión de la persona, incluso, de algún sujeto procesal, que
perturbe su desarrollo; podrá ordenar, además, la detención hasta
por 24 horns a quien шпепасе o agreda al juez o alguna de las
partes o sus abogados o, de alguna manera impida la continuación,
del juzgamiento, sin perjuicio de las acciones legales correspon­
dientes (art. 364.1).

h. Mediante el poder discrecional, el juez puede resolver cuestiones


no regladas ni previstas en la ley procesal y que surjan en cl jui­
cio, debiendo dictar resolución motivada. Ello permitirá al juzga­
dor resolver incidencias o cuestiones (autorización para atención
médica, justificar inasistencias de testigos o procesados, diligen­
cia judicial, recepción de documento, por ejemplo) presentados
en audiencia, lo que permitirá su mejor desarrollo (art. 364.5).

3. C
A T O S P R E V I O S E I N I C I A L E S DEL JUIC IO ORAL

Гага efecto de la realización del juicio oral es necesario preparar


las condiciones propias para el debate (art. 367­370). En tal sentido,
debe tenerse en cuenta lo siguiente;
CAFIIULO 111: LA ЕТАРЛ INTÜRMFJJIA Y BI. Л1У.ЧЛМ1ЕМТО Ш_

а. lis necesario la presencia del acusado; la audiencia no podrá rea­


lizarse sin la presencia del acusado; si no ha justificado su inasis­
tencia, será declaiado reo coiUuraaz, ordenándose su captura;

l). La ley procesal establece que existiendo otros procesados presen­


tes se continuará con la audiencia;
c. El acusado va libre a juicio; en el caso de acusado detenido será
acompañado por la policía por la posibilidad de fuga o ejercicio
de la violencia;

d. El lugai' natruai de la audiencia es la sede judicial, pero puede


realizarse en todo o en parle, en el lugar donde se encuentre el
­ K> procesado enfemio o en la sede judicial ubicada adyacente o den­
_7 tro de los establecimienlos penales, y e) la audiencia sólo podrá
instalarse con la presencia del juez, el fiscal, el acusado y su de­
fensor, principalmente, pues también pueden concurrir los demás
• sujetos procesales si se hubieran apersonado.

Se debe señalar que el juez tiene a su frente al lado izquierdo al


acusado, quien se ubica junto con su defensor, y al frente, a la derecha,
al fiscal y la parte civil.

En la fecha señalada para la audiencia, con la presencia del juez,


acusado y las parles se daiá inicio al juicio para lo cual, siguiendo ya ima
costumbre judicial, el Juez enunciará el número del proceso, la finalidad
del juicio, el nombre del acusado, su situación jurídica, el delilo y el nom­
bre del agraviado. Naturalmente, la presencia de las partes así como les
demás dalos que se exigen, serán verificados por ios auxiliares judiciales
anles del iiiicio de la audiencia, pero será necesario que se acrediten ante
el juez indicando su nombre y su condición de parte (fiscal, defensores,
acusado). También puede observarse que desaparece aquella parte inicial
llamada generales de ley siendo reemplazada por la verificación de los
líalos ya indicados por parle del Juez. C ualquier iitformación adicional
puede ser objeto de las preguntas que fornmle el fiscal o el defensor

Seguidamente, se le concederá ta palabra al fiscal a fin de que


01 alice su acusación escrita, es decir, deberá exponer brevemente los
' términos de la acusación: hechos, calificación jurídica y las pruebas
que ha ofrecido y fueron admitidas; el actor civil y el tercero civil harán
182 EL NUEVO PROCESO PENAL

lo propio; el abogado del acusado será el último en exponer sus argu-


mentos de defensa y pruebas admitidas. Esta fase es importante pues
permite la presentación del caso a cargo de las partes, lo que delimita
los argumentos iniciales sobre los hechos y sobre el derecho que las
partes llevan al juicio y exponen ante el juzgador Es la teoría del casó
que plantean el Fiscal y el Defensor.

Además, el nuevo código establece la obligación del juez a infor-


mar al acusado de sus derechos en el juicio y de su libertad para "mani-
festarse sobre la acusación" o de no declarar sobre los hechos. Resulta ,
claro que la mención es a los derechos de defensa y la presunción de
inocencia, de allí que el acusado pueda decidir por guardar silencio du-
rante el juicio; sin embargo, también se prevé -y si este fuere el caso se
lo haiá saber el juez- que el procesado puede pedir al juzgador ser oído
en cualquier momento de la audiencia.

L o que si resulta novedoso e importante dada la forma procesal


vigente es la referida al derecho del acusado en juicio para "comuni-
carse con su defensor, sin que por ello se paralice la audiencia", lo que
amplia el derecho del acusado y lo ubica en el ámbito de uiia defensa
cotiiunicaliva inmediata con su abogado que le asiste, Pero ello también
va a generar al menos dos medidas inmediatas a cargo del juzgador, pri-
mero, ordenar la forma en que esta comunicación deba llevarse a cabo,
dada la distribución y ubicación de los sujetos de la relación procesal en
juicio, facilitando la comunicación cuando sea necesaria y sin perliu-bar
el desarrollo de la audiencia, pero respetando su ubicación procesal;
y segundo, en virtud del principio de igualdad procesal, conceder é l
mismo derecho a la parte agraviada constiltiida como actor civil en el
juicio. E s necesario señalar que este nuevo juicio no es igual al que se
realiza en sistemas jurídicos como el norteamericano, pero permite que
el defensor se ubique al lado de su defendido.

Finalmente, sobre este tema, se establece que el derecho a la co-


municación con el defensor concedido al acusado no se producirá cuan-
do éste preste su declaración o antes de responder a las preguntas que
Se le fornmlen, lo que resulta coherente si se tiene en cuenta que el acu-
sado debe de contestai" de manera libre y espontánea, aún cuando haya
concertado previamente con su defensor.
CAI'ITUI.O ill: Í,A ETAPA INTEliMlínU Y til­ JlJZnAMIEMTO un

i l l . D E S A R R O L L O DPiL J U I C I O O R A L

I. L A C ONC LUSIÓN ANTIC IPADA D E L J U I CI O O R A L

Se Uüla de uno de ios mecanismos de abreviación O simplifica­


ción del proceso que prevé la nueva legislación procesal por la Cüal Se
puede dar por culminado el juicio oral ­y el proceso penal­ si el acusado
admite ser el responsable del delito y asume la pena y la reparación ci­
vil fijrnvulada en la acusación fiscal. El efecto inmediato es que no hay
debate contradictorio y se dicta la sentencia conformada dentro de las
cuai­enta y ocho horas siguientes."

Sin enibargo, a la luz de lo dispuesto en el art. 372 del nuevo


código procesal, esta simplificación del juicio presenta determinadas
características que pa.samos a señalar:

a. Corresponde al juez formular lo pregunta de conformidad al acusa­


­do, eu el scntiilo de si esta de acuerdo con los términos de la acu­
sación, delilo imputado, pedido de pena y de reptuación civil que
formula cl Fiscal. N o habría impedimento para que el acusado o su
defen.sor hicieran el pedido por escrito o de manera verbal al jueri.
b. Ante la pregunta del juez, el acusado, previa consulta con su de­
fensor, podrá contestar afirmativamente, en cuyo caso, el juez de­
clarará la conclusión anticipada del juicio, no hay más diligencias
y se diciará la sentencia dentro de las 48 horas siguientes, bajo
sanción de nulidad del juicio.

c. La ley posibilita que el acusado pueda conferenciar previamente


con el fiscal a fin de llegar a un acuerdo sobre la pena, suspendién­
dose la audiencia por breve término. Con ello se busca lograr deter­
minada indulgencia en la pretensión punitiva del fiscal haciéndose
conocer, si fijera el caso, en la continuación de la audiencia.

87 V ó j s e , en lo |K'MÍIIEIILC, ti Acuerdo IMcnario № 5­20Ü8/C J­116. sobre nuevos alcan­


• ce.', de LA conclusión ;irilici|iada, de 18 de j u l i o de 2008.
184 EL NUEVO PROCESO PENAL

li. El procesado puede aceptar los licchos expuestos en la acusación,


pero puede expresíu- su disconTormidad con la pena yl.o con ln
reparación civil, en cuyo caso, el juez escucharñ a las partes y si
se mantiene la contradicción, delimitará el debate a uno o ambos
extremos cuestionados, determinando la actuación probatoria.

e. Si fueren varios los acusados y sólo uno de ellos acepta esta con-
clusión anticipada, podrá resolverse en dicho extremo y conti-
nuarse con ei juicio respecto de los demás.
f. Como regla general, se acepta la cordbnnidad en los términos del
acuerdo; sin embargo, existe el control de legalidad que el juzga-
dor debe hacer sobre el mismo. En tal senlido, si pese a la acepta-
ción de cargos, el juez considera que el hecho no constituye delito o
existe causa de eximente o atenuación de la responsabilidad penal,
dictará la sentencia como corresponda. Resulta obvio que el juez
tiene una vinculación relativa con el acuerdo a que lleguen las par-
tes. El juez tampoco se encuentra vinculado de manera absoluta
con el extremo del acuerdo sobre la reparación civil (art. 372.4). La
vinculación absoluta, en el tema de conformidad, sólo esta referida
a los hechos, al sustrato fáclico de la acusación fiscal.

g. Debe señalarse que se trata de otro de los criterios de oportuni-


dad que regula el nuevo código bajo el ámbito del derecho pe-
nal premiai precisamente, para evitar el juicio oral; de allí que
se establezca la llamada sentencia de conformidad al inicio de
la audiencia haciendo inviable su planteamiento en las sesiones
siguientes del juicio,

2. L A A D M I S I Ó N DE NUEVA PRUEBA EN E L J U I C I O O R A L

Como regla general, se actuarán en el juicio oral las pruebas que


lian sido admitidas por el juez en la elapa intermedia; se garantiza de
esa manera la vigencia de los principios de comunidad de la prueba y la
igualdad procesal, principalmente. Sin embargo, se prevé que las partes
podrán reiterar el ofrecimiento de pniebas que no fueron admitidos,
perp se requerirá de especial argumentación, es decir, cl solicitante ten-
C A P I T I M . O III: I.A ETAPA INTKRMEDIA Y El. J U Z G A M I E N T O 185

dia In posibilidad de replanlear sus fundamentos para que acepten sus


medios probnloilos aiueriornienle negados (art. 373. 2 ) .

El legislador ha querido ser muy amplio en el tema probatorio


dejando al juez del juicio la posibilidad de evaluar la admisión de las
pruebas que se actuarán ante él; sin embargo, este hecho, aún cuando su
decisión sea inapelable, puede generar un nuevo debate entre las parles
y posibilitar la dilación del juicio, sobre todo en casos complejos o don-
de no han sido admitidos un número significativo de medios probato-
rios. En lodo caso, correspondeiá al Juez -teniendo en cuenta lo resuelto
por cl juez de la investigación preparatoria sobre esle punto- limitar los
términos del débale y admitir sólo las que considere pertinentes.

3. POSIBILIDAD DL AMPLIACIÓN DE CARGOS DE L A INCRIMI-


NACIÓN

El nuevo código procesal eslablece ia posibilidad de que el Fiscal


formule una acusación complemenlMia durante el juicio oral. En primer
lugar, se exige que incluya un hecho nuevo O de una nueva circunstan-
cia no mencionada en su oportunidad, lo que hace modificar la califica-
ción jurídica. Si los hechos o la circunstancias nuevas aparecen como
consecuencia de los debates orales en el juicio, no habría inconveniente
procesal alguno pues, precisamente, es el momento en que se conocen
las pruebas, se analizan, se relacionan con otras, bajo los principios de
contradicción e inntediación (art. 374.2).

El mismo artículo 374 lambién establece que si el juez durante


la actividad probatoria o al final de la misma, observa la posibilidad de
una calificación jurídica que no ha sido considerada por el Ministerio
Público, deberá advertir al Fiscal y al imputado, quienes se pronuncia-
rán e incluso podrán ofrecer pruebas. A diferencia de la legislación an-
tigua (vigente en algunas sedes judiciales) en donde el juzgador puede
apaitaise de los términos de la acusación y posibilitar la ampliación
del contradictorio aún de oficio, en el nuevo código, si el Fiscal acoge
la observación hecha por el juez, podrá formular su acusación comple-
mentaria, caso contrario, el juicio seguirá su curso regular.
186 EL NUEVO PROCT¿SO PENAL ^

4. EL ORDEN EN EL EXAMEN DE LA PRUliB A

El legislador ha previsto un orden en el examen de la prueba en


juicio bajo la dirección del Juez; sin embargo, las partes pueden interve-
nir en tal decisión que, finalmente, corresponderá al Juez- En efiícto, cl
juez ''escuchando a las partes, decidirá el orden en que deben actuarse
las declaraciones de los imputados, si fueran varios, y de Ips medios de
prueba admitidos" (art, 375,2),

El art, 375 también establece que el debate probatorio se iniciará


con a) el examen del acusado; b) la actuación de los medios de prueba
admitidos; y c) la oralización de los medios probatorios.

Además, se establecen determinadas reglas genéricas o modali-


dad sr, tales exámenes. Así pues debemos señalar las siguientes:

a. El juez decide el orden en que deben de declarar los acusados,


pero previamente debe de escuchar la posición de las partes; lo
mismo hará con los otros medios de prueba que fueron admitidos.
L o que significa que en esta fase inicial del juicio las partes ya co-
nocen la secuencia de la actuación de la prueba y podrán reforzar
su estrategia de intervención según su teoría del caso.

b. Se introduce el interrogatorio directo. En efecto, durante el juicio,


tanto el Fiscal como los defensores puede interrogar directamente
a los órganos de prueba: acusados, testigos y peritos, A l juzgador
le corresponderá el control de las preguntas (que sean pertinentes,
no capciosas ni sugeridas) tal como lo establece el Código, ,

c. El juzgador puede intervenir de oficio cuando lo considere nece-


sario a fin de que el Fiscal o los abogados de las partes hagan los
esclarecimientos que se les requiera. La ley procesal establece que
excepcionalmente podrá intervenir ¡xira ¡nienvgar a los órganos
de prueba sólo cuando hubiera quedado algún vacío (art, 375.4).

La intervención del juzgador es nmy importante en sistemas pro-


cesales como el nuestro; nuestra justicia exige no sólo un debate
entre las partes en el juicio sino además, el debido esclarecimien-
" to de lo sucedido a fin de que se decida la inocencia o cuipabi-
CAHITUIO 111: I.A irrAPA INTHKMPDIA Y EI. JUZOAMIENTO 187

lidad del acusadü. En tal sentido, estimar qne el juez va a dejar


librado et esckuecimiento de los hechos imputados a lo que las
parles discutan en el juicio, sin mayor intervención, -quizás ex-
cepcionalmente-, no se encontraría acorde con nuestra realidad,
ni el mismo sistema que se está implementando, ni con otras dis-
posiciones del mismo cótiigo, en donde la intervención del juez
es de oficio e incluso puede sobreseer el proceso; además, porque
no nos enconiriunos ante un jurado, sino ante im Juez que necesi-
ta adquirir la convicción necesaria para dictar sentencia.

5. I':L liXAMEN Dl-L ACUSADO

Como se ha dicho, el acusado será la primera persona a interro-


gar, si se rehusa a hablar el juez le hará saber que igualmente el juicio
continuará y se procederá a dar lectura a sus declaraciones anteriores.
El olijelo del interrogatorio se centra en el conocimiento de las circuns-
tancias del caso, su contrastación con los otros elementos probatorios
(|ue permitan al juzgador la formación de la convicción necesaria para
si¡ decisión final; en el caso de sentencia condenatoria, será útil para la
determinación de la pena y la reparación civil.

acusado responderá a las pregxinlas libremente, relatará los he-


chos, hará las aclaraciones y explicaciones sobre su caso. La ley esta-
blece rjue liis preguntas deben ser directas, claras, pertinentes y útiles;
no se iidmilen preguntas repetidas .Hobre aquello que el acusado ya ha
deckiriido, salvo que se trate de una aclaración necesaria. Están prohibi-
das las preguntas ca|Tc.iosas, impertinentes y las de respuesta sugerida.

lín este iiilerrogaluriü, como en los realizados a los otros órganos


de prueba la intervención judicial es importante a fin de controlar la
pertinencia, cUuidatl y utilidad de las preguntas; en caso las observe,
deberá lu parle procesal reformular la pregunta. En este último caso, no
resulta aconsejable que el juez reconduzca o aclare la pregunta, pues se
entiende que la parte conoce el caso y está en mejor posición de for-
mular la pregunta. El juez también puede declarar inadmisible aquellas
'preguntas prohibidas (art. 376.3).
188 EL NUEVO PROCIÍSO PENAL

Se eslablece en el mismo arl. 376 que el defensor del acusado sci li


el úllimo en proceder al inlerrogalorio del acusado.

Por ídtimo, tratándose de varios acusados serán examinaduii en


el orden preestablecido, incluso, como sucede en la legislación vigen-
te, en forma separada, sea de oficio o a solicitud de las parles, preci-
sándose que en el caso de interrogatorio por separado, el juez dcbcjá
al final del mismo y en presencia de lodos, hacer una síntesis oral
(pero que puede constar por escrito) de los puntos más importantes ilc
lo dicho por cada uno de ellos, quienes podrán ( o sus abogados) ha-
cer las aclaraciones o rectificaciones haciéndose constar en acta (art.
377). Los aspectos más importantes deben estar relacionados con loH
hechos que se juzgan, sin que ello signifique introducir alguna carga
subjetiva en su determinación.
, 1,

6. EL E X A M E N DE TESTIGOS Y PERITOS

El examen de los testigos y de los peritos pre.<:enla cai'aeterísticas que


sobresalen a las que actualmente conocemos; algunas de ellas sOn comunes
y otras -como debes ser- también dislintos. En cuanto a las características
comunes y previa verificación de los datos de identidad de los menciona-
dos órganos de prueba, debemos seflalar las siguicjiles (art. 378):

a. Los testigos y peritos pre.slan juramento o promesa de decir la


verdad.

b. Los testigos y peritos son examinados en primer lugar por la parle


que los ofreció y luego por las otras partes (contraexamen).

c. El testigo o perito expresará la razón de sus informaciones y cl


origen de su conocimiento.

d. Si alguno de ellos ya no se acuerda de un hecho, se le puede leer


parte de su interrogatorio anterior; igualmente se procederá si se
hace notar la contradicción con su anterior declaración.

e. Las declaraciones o afirmaciones de los testigos o peritos pueden


ser confrontadas con otras declaraciones hechas por ellos mismos
' u otras personas.
CAPÍTKI о IH: LA L=IAI'A IKriniMIlDIA Y El. JUZGAMIENTO 189

Los testigos y peritos pueden ser sometidos й un nuevo inteiTOga­


lorio en la audiencia, si la parte lo pide y lo autoriza el juez.

Si el testigo o perito no concurre a la audiencia, pese a ser debida­


mente citado, será conducido compulsivamente por la autoridad
policial por disposición del juez. Si no es localizado, el juicio
seguirá su curso prescindiéndose de dicha prueba (art. 379).

El juez puede disponer que determinado acusado no se encuentre


presente en la audiencia si existen elementos de juicio para temer
que el testigo 0 perito e incluso. Otro acusado, no dirá la verdad
en su presencia. C ulminada la declaración el acusado deberá co­
nocer lo que dijo el testigo o perito (art. 380).

i. Si el testigo o perito no puede concurrir a la sede judicial por


existir impedimento justificado, serán examinados donde se en­
cuentren, e incluso pueden utilizarse medios técnicos como la
video conferencia; además de posibilitarse la delegación de la di­
ligencia a otro juez, pero con intervención de las partes, pudiendo
utilizarse el video, la filmación o el audio.

j. El juez ejercerá la labor de control del interrogatorio y contiainte­


rrogatorio a fin de evitar las preguntas capciosas o impertinentes.
Además, se establece que el juez cuidará que el interrogatorio
se realice sin presiones y sin ofender la dignidad de las personas
(art. 378.4).

En el caso específico de los testigos se deben de señalar las si­


guientes notas características:

Pa. Se examina al testigo bajo las mismas reglas del interrogatorio


del acusado.

ib. Anles de dcclaiar los testigos no podrán comunicarse entre sí;


tampoco deberán ver, oír o ser informados de lo que ocurre en la
sala de audiencia.

'c. Se proin'be dar lectura de la declaración testimonial anterior si el


mismo testigo niega su testimonio en el juicio oral.
190 EL NUEVO ['ROCESO PENAL

d. Tratándose de testigo menor de 16 años, el interrogatorio cslnil^


a cargo de] juez, en base a las preguntas que formulen las |)ar-
tes, aunque podrá ser intenogado por las parles si con ello no Í;C
afecta su serenidad. También se autoriza la concurrencia de un
familiar o y/o de un psicólogo (art. 378,3).

En el caso del examen de los peritos habría que señalar que, igual-
mente, la diligencia es dirigida por el Juez:

a. Se inicia el interrogatorio con la lectura resumida del conlcnldo y


las conclusiones del diclamen pericial (realizada por el personal
auxiliar jurisdiccional) pudiendo leerse, incluso, lodo el dictamen
pericial;

b. Se procederá al reconocimiento del dictamen por lo pcrilos;

c. Se les pedirá que expliquen el procedimiento qué han seguido;

d. Luego serán interrogados por las partes, conforme al orden esta-


blecido por el juez;

e. Se prevé que los peritos puedan consultar documentos, notas y


publicaciones durante el desarrollo del examen; y

f. Se eslablece lambién el debate pericial, cuando hubieren opinio-


nes discrepantes.

7. EL E X A M E N DE L A TRUEDA M-X'IERIAL

La llamada prueba materia! es aquella que directa o indirectamen-


te se encuentra vinculada al hecho delictivo y que con fines de escla-
recimiento y comprensión sobre lo ocurrido debe ser expuesta ante el
juzgador y analizada por las partes.

El art, 382 (modificado) establece que son aquellos instrumentos


o efectos del delito, o los objetos o vestigios incautados o recogidos en
la escena del crimen o durante la investigación o incorporados con an-
terioridad al juicio oral, y siempre que sea materialmente posible, serán
"exhibidos en el debate y podrán ser examinados por las partes," En tal
sentido, dicho material probatorio (arma blanca, revolver, carta, dinero.
CAI'IIULO 111: LA НПЛРЛ ÍNTCRMEDIA У EL JUZCAMÍENTO 191

vestimenta, ii otro inslnimento u objeto) podrá ser presentado tanto a!


acusailo, testigo como perito, con ocasión tic SU declaración o examen,
para que procedan a su reconocimiento y expliquen sobre ello.

8. J.A OR AIJZACIÓN D É L A PRUED A DOC UMENTAL

í.a orulización de la prueba documenta! tiene por finalidad co­


nocer ílel contenido de determinados documentos con la finalidad de
análisiíi y debate por las parles y, naturalmente, para que el juzgador
vnyn formando convicción sobre cj mismo. N o se trata de uifa simple
"lectura de piezas".

N o toda la documentación existente en el expediente será objeto


de lectura y debate, pues sólo se han de examinar aquellas que hayan
.sido admitidas en la fase intermedia.

ni nuevo código procesal en el iutículo 383.2, prohibe orali'/íir los


documentos o actas que se refieren a la prueba actuada en el juicio oral;
incluso, se establece que acjuellos ítocimienlos o actas que pretendan ser
ii\lroduc¡(,los a la audiencia mediante su lectura no tendrán valor, lo que
resulta coherente con la admisión previa de las pmebas. En cambio, taxati­
vamente se establece (art. 383.1) que se podrán incorporar para su lectura;

a. Las actas que contienen ta prueba anticipada.

b. La denuncia, hi prueba documental o de informes, las certifica­


ciones o constataciones.
c. l.us informes o dictámenes periciales; las actas de debate pericial,
con intervención de las parles o con su debido emplazamiento, y
cuando el perito no haya concurrido al juicio oral.

d. Los dictámenes producidos por comisión, exhorto o Informe.


e. Las declaraciones testimoniales actuadas por exhorto.
f. Las decliiraciones prestadas ante el fiscal, con la concurrencia
o emplazamiento debido de las partes, cuando el declarante no
pueila cí^ncurrir ajuicio por fallecimiento, enfermedad, ausencia
del lugar de residencia, dcsconocimienlo de su paradero, o causa
iiulciiciidienlc a la volnnlad ile las jíartcs.

­ 1 ^
192 EL NUEVO PIKJCESO I-ENAI.

g. Las actas levantadas por la policía o por el Juez de la Invcs(ii(il-


ción Preparatoria que contienen diligencias objetivas c irrcjjiudu
cibles (actas de detención, reconocimiento, registro, inspección,
revisión, pesaje, hallazgo, incautación, allanainiento y otruii),

Cada una de las partes pedirá al juzgador que disponga Ja Iccliaii


de! documento escrito o visual para proceder a su análisis, luego ilc lo
cual podrá hacer lo propio la parle contraila. Por ello es que cl legis-
lador ha seíialado que la oralización incluye "además del pedido de
lectura, el de que se escuche o vea la parle pertinente del docuinetilo i)
acta." (art. 383.3) Las normas de procedimiento se pueden resumir en
las siguientes: '

a. La oralización se realizará cuando indistintamente la pida el fiscal


y el defen.sor, pero se sigue en orden y bajo la dirección del juzga-
dor. La inicia el fiscal, sigue el defensor del actor civil, del Icrccru
civil responsable y al final, el defensor del acusado,

b. La parte que pide la oralización debe de indiciu- el documento y


expresará oralmente lo que considere útil o importante para su
pretensión o como dice la ley se "destacará el significado proba-
torio que considere útil". Si el documento (informe o grabación)
es muy amplio se podrá di.sponer de su lectura o conocimienlo
parcial.

c. También se establece que los videos, sonidos o soporle informá-


tico podrán ser reproducidos según su fonna habitual.
d. Una vez concluida la oralización, el juez concederá ln palabra a Inu
parles a fin de que se pronuncien sobre su contenido, lo que, en el
fondo constituye el análisis que hace sobre la prueba actuada.

e. Se prohibe la oralización de los documentos o actas que se refie-

ran a la p r u e b a nctiiFida e n j u i c i o ni a la acUiuuión de ésta. T a m b i ó t l


se establece que todo documento o acta que pretenda introducirse
al juicio medianle su lectura carece de valor (art. 383.2).

Culminados l o s pedidos d e oralixación d e l fiscal, se procederá


igualniente con los que ofiezca cada uno de los dofcnsorcs, a cuyo ter-
CAPÍTULO I I I : I.A ETAPA INTERIUTEDIA Y EL JUZGAMIENTO 193

exposición seguirá la del fiscal y las olías partes. En el misino


m i n o de
•3^ contexto,si e l fiscal n o pide l a oralización de prueba no significa quC
no pueda comentar u a n a l i z a r lo q u e se oralice a pedido del defensor
del acusado.

La oralización de la pmeba documental para casos complejos


puede tornarse muy extensa pero igualmente constituye garantía propia
del debate y necesaria para formar en el juez la convicción necesaria
^0 para su decisión final.

7^ 9. L A PRUBDA D E O F I C I O

El nuevo Código también considera que puede ser importante para


conocer debidamente los hechos en el juicio oral la actviación de prue-
bas de oficio. Estas posibilidades de decisión propia del juez del juicio,
si bien se aleja del sistema propiamente acusatorio (consecuentemente

B
constituye un rezago del sistema anterior) permite al juzgador, excep-
cionalmente. decidir la realización de pruebas no pedidas por las partes.
^^ En tal sentido, se prevé que de oficio o a pedido de parte, el juzgador
pue.de ordenar la realización de una inspección (técnico judicial) o una
reconstrucción, cuando no se halla realizado en la etapa de investiga-
ción preparatoria o cuando esta resultara manifiestamente insuficiente;
• j ^ para ello se requiere el previo debate de las ptutes.

De otro lado, una vez culminada la actuación de la prueba y de


numera excepcional, el juez podrá, de oficio o a pedido de las parles,
la acmación de nuevos medios probatorios si "en el curso del debate
^9 resultasen indispensables o manificstmnenle titiles para esclarecer la
ilf^ verdad". L o que nos parece de suma importancia si se tiene en cuenta
¿ - que el nuevo proceso no es uno de partes sino bajo la dirección e inter-
vención del juzgador, quien en esle extremo cuidará de no reemplazar
I la actuación de las parles (art. 385.2). Es necesario señalar que en esle
I úllimo caso la ley no exige del juez que previamente escuche a las
partes, pudiendo pedir su opinión o tomar tal decisión sin ella. La ley
^agrega que la resolución que emita en ambos casos no es impugnable
>(art. 385.3).

• »
i9
194 EL NUEVO r n o c E s o PENAL

10. LOS ALEGATOS FINALES

E l análisis sobre los iiechos materia de la acusación y sobre los as-


pectos probatorios y jurídicos de lodo lo actuado en la audiencia corres-
ponde a las partes y se le c o n o c e Iradicionalmente c o m o los alegatos
finales o dentro de las técnicas de intervención oral sería el alegato de
cloiisura. S e bata del momento culminante del contradictorio donde el
fiscal, cl actor civil, el tercero civil responsable y el defensor del acusa-
do van a sustentar sus pretcnsiones acusatorias y absolutorias buscando
generar en el juzgador la convicción necesaria para su decisión lina!.

El alegato debe de inspirarse en los principios de libertad, justicia


e igualdad, pero además, debe ser ordenado (exordio, argumentación y
epílogo), sencillo, expresado con claridad, breve, lógico, práctico, ético
y hasta i n g e n i o s o . "

A diferencia de la legislación antigua, el nuevo Código (art. 3 8 6 -


3 9 1 ) hace algunas precisiones y nuevas facultades a las partes así c o m o
al juzgador,

a. El orden a seguir en los alegatos es como se ha señalado: primero


el fiscal, luego cl actor civil, el tercero civil, ei defensor del acusado
y se agrega la autodefensa del propio acusado, si considera necesa-
rio. Si está presente el agraviado, podrá tener el mismo derecho de
alegación, pero el acusado siempre será el último en declarar.

b. L a s parles no podrán leer escritos, pero si podrán utilizar apuntes,


notas, incluso emplear gráficos o ayudas audiovisuales para una
mejor ilustración al Juez.

c. E l j u z g a d o r fijará el tiempo prudencial a las partes para la expo-


sición de los alegatos, atendiendo a la naturaleza y complejidad
del caso (número de delitos de acusados o agraviados), pudiendo
llamarles la atención cuando se trate de manifiesto abuso de la
. palabra e incluso, podrá fijar un tiempo lÍMiilc.

d. Constituye regla que al finalizar el alegato, el orador debe de ex-


presar sus conclusiones de modo concreto, es decir, si se pide la

88 - V é a s e mi Maiiutit de Dereciw Procesal Penal, citado, p. 601.


C M - I I U L O ni; I.A niAPA (NTRRMEDIA Y EI. J U Z G A M I E O T O 195

cüntlcna, la pena y reparación civil, o la absolución o reducción


de la pena pedida por el acusador, o la dclcrminación del monlo
de la reparación civil, por ejemplo.

N o se exige que Uis conclusiones de las pailes se presenten por escrito.

El Fiscal en su alegato mantendrá su acusación escrita si los car-


gos de ijTipulación se lian corroborado; pedirá la adecuación de
la pena, si han surgido nuevos elementos de juicio que peiTnitan
aumentar o disminuir la pena y reparación civil; podrá pedir la
. imposición de una medida de seguridad.

El l'iscal también podrá retirar ¡a acusación en caso de que los


cargos formulados contra el acusado se hayan desvirtuado en el
juicio (art. 387.4). El juez puede expresar su acuerdo o disconfor-
midad, elevándose la consulta, en este caso, al superior inmedia-
to. La decisión de éste vincula al fiscal inferior y al juez.

El alegato del actor civil centrará su alegato en la cuantía de la


indemnización, pidiendo la re.slilución del bien o su valor. Puede
uiiiilizar y esclarecer las circunstancias del hecho delictivo para
su.slentar su pretensión civil, pero se le prohibe expresamente
calificar el delito (arl. 388). La ley posibilita que el agraviado
pueda hacer uso de la palabra, si está presante en la audiencia
(arl. 38Ó.3).

E l alegato del defensor tercero civil responsable podrá analizar


el hecho delictivo, cuestionar el daño o su magnitud, o negar la
responsabilidad civil solidaria o el monlo de la reparación civil
jK'Iicionada (art. 389).

El. alegato del defensor del acu.sado deberá centrase en el aná-


lisi.s de los argumentos de imputación, de las piiiebas actuadas,
la responsabilidad penal, grado de participación atribuida a su
patrocinado, la pena y la reparación civil. Concluirá pidiendo la
absolución del acusado, la atenuación de la pena u otro pedido
ipie pueda favorecer a su patrocinado (art. 390).

En cuanto a la autode/en.vn del acusado, se establece que se le


concederá la palabra al finalizar el alegato de su defensor a fin
196 1",L fAJEVO PROCr.'SO PENAI.

de que exponga lo que estime conveniente a su defensa; es el


derecho a la úllima palabra del acu.sado anles de conocerse la
sentencia. De ser el caso, se le limitará el tiempo de exposición
(arl. 391).

IV. T K C N I C A S D E I N T E R V E N C I Ó N O R A I ,
t

1. INTRODUCCIÓN

El juicio oral es la fase más importante del proceso penal y don-


de las partes acreditadas, Fiscal y defensores van a tratar de lograr la
convicción del juzgador, para que decida sobre sus pretensiones sancio-
natorias o exculpatorias, a través de la exposición de los hechos, cl ofre-
cimiento de pruebas y el análisis jmidico que hagan sobre las mismas,
resaltándose su poder de intervención oral y convendimi cuto.

El proceso penal peruano -sobre todo el nuevo proceso- exige


desde la postura del Fiscal y del defensor, la elaboración del caso, dé su
caso, a fin de alcanzar el éxito en su irilervención procesal haciendo uso
de conocimiento, destrezas y habilidades para convencer al juzgador
sobre la responsabilidad o inocencia del acusado.

Como se puede apreciar, el caso penal relaciona determinados


elementos básicos en todo proceso: los hechos y las pruebas, a los que
se añaden los aspectos jurídicos y determinadas técnicas de interven-
ción oral. Se trata entonces de una actividad propia de las partes en
el proceso penal que se manifiesta a plenitud en el juicio oral, pero
que aparece con menos intensidad desde la investigación y audien-
cias preliminares. El elemento fáctico permite conocer e identificar
los hechos y sus aspectos más relevantes de tal manera que sustente
el planteamiento jurídico; comprende tas circunstancias propias del
caso, la participación de las personas, el lugar, cl tiempo, los me-
dios utilizados, los efectos de la acción, las condiciones personales
del acusado o de los testigos, principalmente. El elemento jurídico
no es sino la adecuación técnica jurídica de los hechos en tas leyes
CAPIIULO III: L A KTAPA INFERMEDIA Y EL JUZGAMIENTO 197

tv
penales y procesales; y el elemento probatorio que permite al fiscal
o la parte sustentar los clcincnlos Tácticos y los elementos jurídicos a
fin de lograr su objetivo central en el juicio: probar la culpabilidad o
inocencia del acusado.

2. TlíORlA DEL CASÜ, CONCEPTO

El centro de la teoría del caso son los hechos y la actividad pro-


batoria, y comprende además su planeamiento, su elaboración, la in-
tervención oral, el interrogatorio y el contrainterrogatorio, así como
los alegatos de apertura y clausura Para D e c a s t r o G o n z á l e z , la teoría
del caso es una construcción teórica de tres niveles (jurídico, láctico y
probatorio), que le permiten al litigante organizar lógicamente los ele-
mentos con que presentará su caso al juzgador. " S e trata de un conjunto
de hechos (teoría Táctica) que se reconstruyen a través de la prueba
(teoría probatoria) y se subsumen dentro de las normas jurídicas que se
consideran aplicables al caso (teoría jurídica), de modo que los hechos
puedan ser probados e n j u i c i o . " "

Son las partes las que presentan su teoría del caso al juez a fin
de que éste adopte alguna de ellas. Como bien lo señala B a y t e l m a n y
1.ÌUCE la teoría del caso "es un ángulo desde el cual es posible ver toda
ia prueba" y en donde se deslaca precisamente el profesionalismo del
litigante para ofrecer a los jueces In mejor teoría del caso posible dada
la prueba disponible.'"

La teoría del caso aparece entonces como una estrategia o diseño


necesario que hace el Piscal o el defensor sobre los hechos que van a
presentar y probar durante el juicio oral de manera clara, conducente
y con fundamentación jurídica. De allí la necesidad de que las partes
aludidas antes de ir a juicio oral hagan de su caso toda una esU-ategia

89 DECASTRO GONZAI.EZ, Alejandro, El Coniiainlenogalorio, Comlibros y Cía. Limita-


da, Medcllín, Colombia, año 2 0 0 5 , p 2 .
90 DAV I Ei-MAH, A ndrés y Uocii, Mauricio, Liligacián oral juicio oral y prueba, Editorial
Alternativas, Lima 2 0 0 . ' ) . p. 1 0 2 .
198 EL NUEVO )'iiOCi-:so PENAL

de intervención, la misma que ha de ir perfeccionándose o adecuándose


durante el transcurso del juicio oral, En caso contrario, las posibilidades
de éxito se alejarán."

También se ha definido como el plan o visión que tiene cada parte


sobre los hechos que van a probar; es la historia que el abogado quiere que
acepte el juzgador sobre los hechos ocurridos.'' Se puede decir entonces
que la teoría del caso "es el plimtcamienlo que la acusación o la defensa
hace sobre los hechos penalmente relevantes, las pruebas que lo susten-
tan y los fundamentos jurídicos que lo apoyan. Se presenta en el alegato
inicial como una historia que reconstruye los hechos con propósitos per-
suasivos hacia el juzgador Esla historia persuasiva contiene escenarios,
personajes y sentimientos que acompañan loda conduela humana.""'

3. IMPORTANCIA Y UTILIDAD

La teoría del caso es de suma importancia para el fiscal como


para el defensor, pues para el primero significará poder explicar los he-
chos y fiíndamentar jurídicamente su pretensión punitiva por el delito
incurrido; para el defensor, su explicación y fundamentación jurídica
se centrará en lograr a favor de su patrocinado la absolución o en la dis-
minución de su responsabilidad penal. Conforme a la sustentación que
hagan las partes, el juez adoptará una de las posiciones a fin de dictar
la sentencia.

Como lo .señala BLANCO SDÁKEZ, el juicio oral es cl escenario don-


de compilen relatos alternativos que intentan explicar, fundamentar y
sostener una determinada pretensión de culpabilidad o inocencia. "Esta
competencia de relatos discurre sobre el eje de la inmediación, esto es.

91 Desde una postura de la defensa véase M A U E i , T t i o m n s , Estudios de Técnicas de Liti-


gación, Traducción de Karen Ventora Saaveilra, supervisado por Luis Reyíia Alfaru,
Jurista I-ditores, Lima 2 0 0 7 , p. 19 y ss.
92' Véase X'iU\ GONZALES, Oscar, Técnitios de Litigación oral, A P f I C C , Lima 2 0 0 8 , p.
l'Myss.
93 Véase neces.iriainenle Técnicas del Juicio l^ral en el Sistema Penal de Nuevo León.
Programa de Divulgación, Monterrey, 2 0 0 ' I , p. 68.
CAHnn.tì 111: LA ETAPA INTERMIÌDIA Y HI. JUZGAMIENTO 199

lo.s reíalos son realizados direclaniente ante quien tiene la atribución y


función lie dirimir cl conflicto entre parles, o dicho de otra forma, el
conllicto (le relatos entre partes,"'''

Además de ello, la teoría del caso es útil" para las partes pues
liermiie a) planificar y organizar el alegato de apertura; b) organizar
la prueba que sustente su posición en el juicio, en cuanto al orden de
su presentación, su importancia e impacto; c) conocer y elaborar es-
trategias respecto de los órganos de prueba presentados por la parte
couharia, atendiendo a sus fortalezas y debilidades; d) preparar el con-
haiulcrrogalorio; e) analizar la estrategia de la parte contraria; formular
objeciones tiurante el juicio; y O preparar el alegato de clausura.

'I, CARAC'IT-RÍSTICAS

Además de las notas distintivas señaladas, la teoría del caso pre-


senta ilelerminadas caracleríslicas destacadas por la doctrina:" "

a. Debe ser única y creíble, es decir, debe plantearse una sola ver-
sión sobre el caso. Cambiar la estrategia sobre los hechos debilita
la posición de la píirte, pues la teoría del caso exige coherencia en
ta exjjlicación de los hechos que se presenta. Además, la versión
que se plantea debe ser creíble por sí misma; la verosimilimd es
iinporlaute en la búsqueda de convencimiento del juzgador.

b. D e b e ser lógica, sencilla y flexible, es decir, se exige coherencia


lógica lie los hechos que se afirman con tos aspectos jurídicos;
expticaila con la mayor claridad o sencillez, evitando el uso de

94 ni.,iNC'o ÜUARKZ, Rartiel y oíros. iUigación Eslralégica an el nuevo proceso penal,


L t x i s N c x i s . 1* edición. Santiago de Cliile, 2 0 0 5 . p. 1 7 .
95 I'L.ÑA O o N i A L n s , O., citado, P. 148.
96 NiiYRA l-UJitrs, José, Manual de Jicganiienlo. prueba y liligacián oral en el nuevo DIO-
délo procesal pemil. Código Procesal Penal Manuales Operallvos, publicación de la
Academia de hi Ivlagisti alora, Lirna, 2 0 0 7 , p. 4 0 . PEÑA GONZALES, O . , citado, p. 1 4 8 .
97 Véase también BLANCO SUAKEZ, \\.., Liligación eslralégica en el nuevo proceso penal,
citado, p 1 9 y ss. Rl citado autor se señala c o m o características: a) íiiiica; b ) autosti-
liülciiiej c ) v c i o s l i i i i l ; y il) a s u c i a d a a un valor y/o bien juridicamcnle relevante.
200 El rnjEVO I'ROCKSl) I'ENAL

los tecnicismos legales; y, además, cl caso debe plantearse posi-


bilitando su adecuación conforme al desarrollo del juicio sin que
ello signifique un cambio total que afecte la credibilidad de lo
expuesto.

c. Debe estar sustentada jurídicamente, tanto desde la perspectiva


del fiscal como del defensor, adecuando los hechos a la normali-
vidad penal y procesal vigente,

5. CONSTRUCCIÓN DE LA TEORÍA DEL CASO

La teoría del caso debe ser elaborada de manera tal que permita
alcanzar los objetivos trazados por el fiscal o el defensor. En lai sentido,
ha que tener en cuenta los siguientes aspectos:

a. La elaboración de las proposiciones fácticas. Para BERGMAN, en


el juicio oral se puede probar o refutar ciertas teorías jurídicas y
éstas son abstracciones que están distanciadas "un par de pasos"
i-, de la evidencia. El autor identifica la teoría jurídica con los ele-
mentos del tipo penal, que no son proposiciones demostrables,
por ejemplo, los elementos del delito de robo o fraude; los hechos
que se afirman o exponen deben de adecuarse a cada elemen-
to. De allí que para el profesor BERGMAN la proposición fáclica
"es una afirmación de hecho que satisface un elemento l e g a l " " y
pueden existir varias proposiciones fácticas respecto de un solo
elemento legal; que, como dice BAY'IT-LMAN" si el juez las cree,
tiende a salisfacer un elemento de la teoría jurídica.

b. Agrega BAvrELMAN que "es un elemento legal reformulado cu


un lenguaje corriente, que se remile a experiencias concretas del
caso, sobre las que un testigo sí puede declarar Por consiguiente
el reíalo de nue.stros testigos determinan finalmente cl contenitio
de las proposiciones fácticas, a la vez que las proposiciones fácti-
cas deben estar contenidas en el reíalo de los testigos." Cada una

98 DEROMAN, Paul, La Defensa en juicio, La defensa penal y la oralidad, 2" edición,


JZdilotinl Abclcdu-Peirol, publicado en español, Argeiiliiia, 1989, p. 23.
99 B a y t u l m a n , A., citado, srguíentlo a B u r i í m a n , p. 97.
CAPITUI.O III: L A ETAPA INTERMEDIA Y EL JUZGAMIENTO 201

de las parles elabora sus proposiciones fàctiòas o hechos relevan-


tes y es sobre estas proposiciones que recae la pmeba.
La determinación de los medios de prueba más idóneos para de-
mostrar la adecuación de los hechos a las disposiciones penales o
procesales (testimoniales, periciales, documentales, etc.) se debe
de anticipar a los cuestionamientos que pudiera liacer la parte
contraria sobre la prueba que se ofrece; lambién se deberá tener
en cuenta las pruebas ofrecidas por la contraparte a fin de fija, -.m
estrategia de interrogatorio o contrainterrogatorio. La ida cenüal
es probar los hechos o proposiciones fácticas mediarite medios
más idóneos que permitan formar convicción en el juzgador.

c. La conslmcción del relato se hace sobre la base de las proposi-


ciones fácticas sustentadas con los medios de praeba, de manera
lógica, clara, creíble, persuasiva, con seguridad y convicción de
quien expone.

6. ESTRATEGIAS PARA LA COMUNICACIÓN. LAS TÉCNICAS DE


INTERVENCIÓN ORAL

La parte más importante en la teoría del caso se manifiesta en las


intervenciones orales que hace el fiscal y el defensor durante el inicio,
desarrollo y culminación del juicio oral. Constituyen elementos claves
en el éxito de la intervención el conocimiento del caso a sustentar, el con-
vencimiento total de lo que se va a sostener y la seguridad manifestada
en cada ima de las diligencias probatorias que se desarrollan en el juicio
oral, la prepíuación estratégica para cada examen de testigos y peritos
y también para el contraexamen, la exposición clara, técnica, jurídica y
convincente que se hace ante el órgano jurisdiccional sentenciador.

7, EL ALEGATO DE APERTURA

El alegato de apertura constituye la primera intervención oral que


corresponde al fiscal y los defensores sobre la teoría del caso que pre-
sentan ante el órgano jurisdiccional con la finalidad de hacer conocer
sus posiciones y pretensiones. Este alegato comprende la exposición
202 EL NUEVO rnoc-ESO PENAI.

resumida de los hechos, las pruebas que lo sustentan y lo que se espera


al final del juicio.

El art. 37r.2 del nuevo código procesal penal eslablece el alegato


o intervención de apertura del juicio oral. Señala que una ve?, instalada
la audiencia, "el Fiscal expondrá resumidamente los hechos objeto de
la acusación, la calificación jurídica y las pruebas que ofreció y fueron
admitidas. Posteriormente, en su orden, los abogados del actor civil y
del tercero civil expondrán concisamente sus pretensiones y las pniebas
ofrecidas y adnritidas. Finalmente, el defensor del acusado expondrá
brevemente sus argumentos de defensa y las pniebas de descargo ofre-
.cidas y admitidas."

l í a de tenerse en cuenta que cl juez del juicio recién va a escu-


char a las parles acerca del caso y se requiere que las parles logren su
máxima atención. El Fiscal y los defensores, cada uno en su momento
harán una breve introducción del caso, para presentar el hecho, el delito
y la persona imputada, de manera genérica; luego, se debe hacer una
exposición de hechos de manera clara, creíble y coherente, precisando
las pruebas y los fimdamenlos jurídicos, cuidando de no expresar opi-
niones o valoraciones técnicas, menos definiciones fundes, que deben
presentarse en el alegato de clausura. El alegato de apertura culminará
con la pretensión acusatoria del fi.scat, consistente en la responsabilidad
del acusado y las propuestas de pena y reparación civil y las que presen-
ten los defensores según su posición.""'

8. EL EXAÍVIEN O I N T E R R O G A T O R I O DIRECTO

El examen o interrogatorio dircelo es la revisión en el juicio oral


de los testigos que la propia parte presenta (sea acusado, víctima o tes-
l i g o ) a fin de desarrollar cl reíalo que permita comprobar las ¡proposi-
ciones fácticas y el éxito de la teoría del caso. Se busca extraer de las
declaraciones la información necesaria para construir la historia o parte

100 L a estructura del alégalo de apertura puede ser; a ) introducción; b ) presentación de


liedlos e identificación de las personas; c ) argumentación jurídica; y d ) conclusiones.
Véase PEÜIA (3ONZAI,E.S, O . , citado, p. 1 6 7 y ss.
P A H T U I < i I I I : l.A HTAPA IMTI-UMTÌDIA Y HI JUZGAMIENTO 203

(le \n ini.snìa'"' o conio señala RIÍKGMAN es la principal oportunidad que


uno lidie para narrar su historia.'"^

Para I-'oNTANin, el interrogatorio directo es aquel que efectúa el


abogado que presenta al testigo, con el propósito de establecer o aportar
jirueba sobre alguna de sus alegaciones'"^. Naturalmente ello requiere
la preparación previa para el examen del testigo, resultando de utihdid
escuchíir de ellos todo cuanto tienen que decir sobre el caso y además
explicarles la importancia de su testimonio.

Asimismo, el mismo Julio FONTANET ha identificado diez reglas o


majulaniientos para tener en cuenta en los casos de interrogatorio directo:

1.. Acreditación del testigo, a fin de que el juez conozca quien es el


testigo, formulando preguntas a fin de saber su nombre, profesión
u oficio, estado civil, familia, religión, principalmente.

2. Sencillez en la formulación de las preguntas como en las respues-


tas del testigo, En tal sentido, tas preguntas y respuestas deben ser
concretas, puntuales, claras y de fácil comprensión, tratímdo de
, simplificar el testimonio pericial y evitando preguntas extensas o
compuestas asi como el empleo de las conjunciones ("y" " o " )
3. Utilizar preguntas de transición y orientación, que ayudan al testi-
go a recordar y reconstruir su testimonio, así como ayuda al juez en
el proceso mental de recordar y entender el interrogatorio directo.

'1. lOescripción de los tugares donde han acontecido los hechos que
puede ser desconocido para el juzgador, permitiéndole una mejor
ubicación del lugar donde ocurrieron los hechos que dan lugar al

101 UAVIELWAH, A., I.ii¡¡>ítción fanal, cilndo, p. 1 1 0 .


1 0 2 ~ n i K O M A H . P. y.ii ilefinsa en juicio, ciuidü, p, 5 7 ,
103 V í a s e lunibién ÁNGULO AIIANA, Pedro. El inlerrogalorio de lesligos en el nuevoprO'
ceso penal, 2' lidición, Gaceta Jurídica, Linia, 2 0 0 8 ,
1 0 4 I-ONTANCT MALDONADU, Julio, Principios y Técnicas de la Práclica Forense, Jurídica
lülilorcs, Scguiidu edición, l'uerlo Kico, año 2 0 0 0 , p. 2 . A g r e g a el aulor que con
rctación a .sus particularidades como testigos, es Importante conocer su vocabula-
rio, su liasfoiulü y prestar especial atención a su apariencia (...) Es muy importante
practicar con el testigo cuales van a ser las preguntas que se le van a hacer, asi c o m o
aiiuéllu^ ipic con toda pioliabilidíid le harft cl abogado de la parte contraria; p. 3.
204 EL NUEVO pRO<r.so PENAL

juicio. La descripción puede comprender; iluminación, personas,


sonidos, distancias, tiempo, conocimienlo previo, pudiéndose uti-
lizar fotografias, mapas c incluso el testigo mismo puede ilustrar
mejor su dicho con dibujos u otro medio útil.

5. Controlar el ritmo del examen directo, porque el' testimonio del


declarante debe ser escuchado con delcmmicnlo por el juez; si es
ameno e interesante seguro que será atendida por cl juez. Es obli-
gación del defensor lograr el ritmo adecuado del examen abar-
cando los aspectos del testimonio que le son útiles, sin apresura-
mientos; salvo que lo que diga el te.stigo pueda ser perjudicial, en .
cuyo caso podrá agilizar el ritmo del examen directo.

6. N o hacer preguntas sugestivas, que es aquella que hace una ase-


veración en la cual el testigo acepta o rechaza la misma. Estas
preguntas revelan una mala preparación del ca.so.

7. ¿Anunciar debilidades? El autor se pregunta si se deberá presen-


tar la evidencia adversa de un testigo durante el interrogatorio
directo? Y sostiene que se deberá hacer si se sabe que la par-
te contraria lo presentará durante su contrainterrogatorio o en
su tumo de pmeba. Pero además, la respuesta dependerá de dos
elementos importantes: la naturaleza del dato o información que
pueda conocer la parte contraria; y conocer al abogado de la otra
parte, pues resulta importante y útil conocer a! adversario, su ca-
• pacidad, habilidad, su reputación de diligente o riguroso, lo que
nos permitirá pensar que con mucha probabilidad conoce o ha
tenido acceso al hecho adverso. Si la respuesta es afirmativa de
alguna de las ijUqrrogantes entonces debe presentarse la prueba.

8. Escuchar la respuesta del testigo prestándole la atención del caso,


incluso invitándolo a que suba el tono de su v o z si responde con
v o z muy baja. También el abogado le puede solicitar al testigo
que hable más pnvisadamente y que trote de hablar con claridad.
La atención a las respuestas del testigo es importante también
para sustentar posición respecto de las objeciones o la rcformula-
ción de su pregunta.
CAHITULO H I : LA ETAPA INTERMEDIA Y EL IUZOAMIENTO 205

9. La posición del abogado es parecida a la de un "director" en cl


examen directo pero sin quitarle atención al testigo. El abogado
debe tener un formulario, bosquejo o esquema de lo que va a pre-
guntar, no siendo aconsejable tener escritas todas las preguntas
que se harán a un testigo. De esta manera el defensor tendrá más
posibilidades de atender directamente al testigo y evitará que se
incurra en error al leer las preguntas.

10. El interrogatorio debe ser organizado, debe seguir un orden crono-


lógico, desde el inicio de los hechos a fin de destacar los aspectos
medulares del testimonio incluyéndose al final el reconocimiento
o no de la persona acusada (final climático).

El mismo autor, sugiere seguir el siguiente formato en el interro-


gatorio directo:'"
a. Pregimtas de acreditación.

b. Preguntas introductorias.

c. Narración principal.

i l : d. Preguntas descriptivas.

e. Presentación de evidencias.

í. Corroboración.
g. Final climático.

9, EL CONTRAEXAlvIEN O CONTRAINTERROGATORIO

El contraexamen es el interrogatorio que se hace al testigo ofre-


cido por la parte contraria y que exige al litigante tener im control del
testigo porque necesita superponer su propia teoría del caso a ese testi-
monio, una versión a la que el testigo es naturalmente reticente.""

105 FoMTANET, J., Principios y técnicas ile la práctica forense, citado, p. 27 y 8S.
106 BAYIELMAN, A,, Litigación Penal, citado, p. 1 5 2 .
mm

206 EL NURVO PRUCKSO PENAI.

\ DECASTRO dislingue e! conlrainterrogatorio formai y el material,


el primero cuando se inlenoga a un tesligo por una parte que no es la
que hizo el interrogatorio directo; y en sentido material, es una faceta de
la práctica de la prueba testimonial en la cual la parle o sujeto procesal
afectado con el testimonio tiene la oportunidad de controvertirlo direc-
tamente examinándolo desde el punto de vista de sus intereses.""

Debe señalarse que el contraexamen está limitado a aquellas árctis


establecidas en el interrogatorio directo y todas aquellas relacionadas
con la credibilidad del declarante. Para FoNrANET el contraexamen tiene
los siguientes objetivos:'"* a) aportar elementos positivos al caso; b)
destacar aspectos negativos del caso de la parle contraria; y c ) impugnar
la credibilidad del testigo de la porte contraria.

Para BAYTELMAN hay cinco objetivos posibles para el


conlraexamen:'""

a. Desacreditar al testigo, cuestionando su credibilidad personal, su


valor como fuente de infomiación. Puede centrarse en el interés
del testigo y su conducta previa,

b. Desacreditar el testimonio, es decir, no se ataca a la persona en sí,


sino a su dicho, se busca afectar la credibilidad del testimonio, de
la afirmación que se hace que puede estar viciada por determinadas
características personales o circunstancias exlemas, por ejemplo,
por la miopía, la sordera, la oscuridad, la distancia, ei ruido.

c. Acreditar nuestras propias proposiciones fácticas, logrando del


tesligo de la otra parte que se afirmen nuestras proposiciones o
corrobore los hechos que se sostienen.
d. Acreditar prueba material propia, es decir, fortalecer nuestra prue-
ba ofrecida mediante la declaración del testigo de la contraparte.

e. Obtener inconsistencias con otras pruebas de la contrapaite, es


decir, si se logra obtener inconsistencias o debilidades del testi-
monio se daña a la parte contraria, se favorece nuestra posición. '

107 D c c A s m o GONZAI.EZ, A., Elconiraínierrogoioiio, citado, p.t,


108 PoNiANEr, J., Piincipios y técnicas (le ia práclica forense, citado, p. 118 y ss.
109 • DAYIBLMAN, A . . Litigación Penal, citado, p.l59.
CAI'IIULO 111: I.A ETAPA KOIÍRMEOIA Y EL JUZGAMIENTO 207

NaUíralmenle el éxito tlel contrainterrogatorio dependerá de mii-


clios factores pero, principalmente, del conocimienlo de los hechos y
de las habilidades para intervenir oralmente. Las preguntas sugestivas
(aquellas que contienen la respuesta, donde el sujeto sólo puede respon-
der si o no) .son el arma principal que tiene el contrainterrogado para
cumplir los (Ines de esla intervención, pues permite que éste controle
las respuestas del contrainterrogado. Se requiere conocer exactamente
los puntos débiles del testigo y su testimonio, saber como confrontarlos,
que tipo de preguntas formular -las sugestivas-, tenor dominio sobre el
testigo y saber cuando y como terminar el conlraexamen.""

10. LAS OTÍJIÍCIONÍÍS

Las objeciones son los cuestionamientos que las partes hacen du-
rante el desarrollo del juicio por alguna intervención, el tipo de pregun-
tas o la actividad de la contraparte que afecta su posición o el desarrollo
del juicio oral. También se afirma que son aquellos problemas o cues-
tiones que se pueden llamar incidentes; enlonces, las objeciones "son
inciilenle.s que al presentarse en el coiUexlo de un juicio oral tienen un
forinnto mucho más desformulizudo, pues eslftii'regidos simplemente
por la lógica del debate.

Las objeciones se nicuiificstan, principalmente, en el ámbito de la


fijrmulación de las preguntas i|ue afectan a la contraparte. Por ello, se
debe de pltmlear adecuadamente teniendo en cuenta determinadas re-
glas: a) debe aclviarse rápidamente, en el momento que surge la mácula
* de la iimdmisibilidad, antes de que el testigo responda; b ) debe actuarse
con profesionalidad, poniéndose de pie para plantear su objeción y ex-
poner sus fundamentos; c) se debe conocer al juez o tribunal en cuanto
u estos temas y de sus exigencias para estar en condiciones de foirnular

I lü l'écnlcas ilei Juicio Oral en el Sistema Penal de N u e v o L e ó n , citado, p. 156. También


se señalan cinco objetivos: a) atacar la credibilidad personal del testigo; 2 ) atacar la
credibilidad del testimonio; 3 ) obtener que el testimonio apoye, aún parcialmente ta
teoría del caso del eonlrainterrogador; d ) sacar a relucir lo i|ue el testigo no dijo; y e )

3
hacer punios para el alegato de conclusión.
111 UAYTL-I.MAN, A., I.iligncióii Penili, citado, p. 185.

I
o.

20« EL NUEVO PROCISO PENAL

las objeciones; d) objetar cuando sea necesario y no en todos los casos;


e) conocer el derecho de la prueba, pues no es necesario identificar la •
objeción, sino explicar el furidamenlo que la hace inadmisible; 1) prever
los incidentes objetables, lo que exige conoce cabalmente nuesUo caso
y de la parle contraria; entre otras.

BAYTELMAN cnscfia que tipo de preguntas pueden ser objetables;

a.' Las preguntas sugestivas, que son aquellas que sugiere o fuerza el
contenido de la respuesta.
b. Las preguntas capciosas o engañosas, que son aquellas que en su
elaboración inducen a error al que la responde.
c. Las preguntas destinadas a coaccionar ilegítimamente al testigo,
perito o acusado,

d. Las preguntas confusas, ambiguas o poco claras,


e. Las preguntas impertinentes o irrelevantes,
í. Las preguntas repetitivas,

g. Las preguntas compuestas, que son aquellas que incorporan en


su contenido varias afirmaciones y que debe ser objeto de una
pregunta independiente.

Además de lo expuesto, existen otros casos donde se pueden for-


mular objeciones, por ejemplo cuando el testigo expresa concepto, opi-
nión o suposición o hace comentarios sobre los hechos.

II. EL ALEGATO DE CLAUSURA

Constituye la intervención final que hace el Fiscal y cl defensor


en el juicio oral con la finalidad de exponer sus fundamentos fácticos
y jurídicos ante el órgano jurisdiccional a fin de formarle convicción
sobre la pretensión planteada en su teoría del caso.

Debe de tenerse en cuenta que el principal objetivo del alegato fi-


nal es convencer al juzgador de que nuestras proposiciones fácticas son

112 FoNrANEi, J , I'' iiicipios y Tévilicni, cllniln, espfti.ilinciile cl acñpilc de los iiiiinda-
mientos de las ottjeciones, p. 70 y ss.
CAI'IIUI.O I I I ; L A RTAPA iNTf.i<Mf¡DtA Y EL JUZGAMIENFO 209

exactas; además formular las razones en el sentido de que la exactitud


de nuestras proposiciones fácticas concuerda con las consideraciones
de la justicia."^

Se trata de la exposición argumentativa final que se hace en el jui-


cio y que debe de resumir fundada y convincentemente sus apreciacio-
nes sobre los hechos y pniebas analizadas sosteniendo sus conclusiones
punitivas o absolutorias. Estos aspectos lo diferencian de! alegato de
entrada. BAYTELMAN y DUCE nos ilustran estas afirmaciones de la si-
guiente manera: "Es recién aquí donde ensamblaremos todas las piezas
del rompecabezas que hemos venido annando a través de la presen-
tación de la pnieba. Allí mostraremos al tribunal de qué manera cada
pedazo de pmeba y cada trozo de información se conjuga para probar
nuestras proposiciones fácticas y hacer creíble nuestra teoría del caso.
Es en el alegato final que los abogados le darán unidad y coherencia
al relato que han venido constmyendo y darán su lectura íntegra y de
corrido por primera y única v e z . " " '

En el proceso penal se regula esta intervención bajo la denomi-


nación de los alegatos finales y se estructura el orden y desarrollo de la
intervención del fiscal y de los defensores en los ai-tículos 386° - 390"
incluyéndose la intervención del inismo acusado como mecanismo de
autodefensa (ait. 391°). El alegato de clausura debe ser claro, coherente,
lógico, directo, fundamentado y expuesto de manera tal que genere no
sólo la atención del juzgador sino también su convencimiento.

Se puede decir que la estructura del alegato de clau.sura debe tener


los siguientes elementos:"*

a. Seguir el orden cronológico de los hechos.

b. Tener en cuenta el orden de los cargos de la acusación y/o defensa.

113 BiiRCMAN, P., Líi Defensa en juicio, citado, p. 186. Para FOI^-ANET, se trata del proce-
Uiinicnio utilizado para oponerse a la presentación de evidencia iiuujmisible, c o m o
también para objetar un c o m i w r l a i n i e n t o indcbidi) durante el juicio, Principios y 'I'ec-
nicas, citado, p. 69.
114 BAVI Ei.MAfi y DUCE, ¡.ilignción Penal, citado, p. 311.
115 T í c i i i c a s del Juicio Oiid en el Sislenia Penal de N u e v o L e ó n , citado, p. 2 0 1 .
210 EL NUEVO PROCESO PENAL

c. Analizar los supuestos jurídicos sustanciales o procesales. 5Jo pin-


te de la premisa jurídica, de allí el discurso sobre los hcclioíi y
sobre la prueba.

Asimismo, se deben de destacar las siguientes técnicas o reco-


mendaciones del alegato de clausura:""

a. El primer momento. La exposición final debe ser concisa y com-


pleta, es decir, que comprenda sobre los hechos, las pruebas y los
fundamentos jurídicos.

b. Se debe de dosificar el tiempo de manera eficiente para tratar ion


temas señalados anteriormente, con un lenguaje sencillo y claro.

c. Se debe de utilizar lemas y calificativos sobre los aspectos mas


resalíanles del debate, de las circunstancias y de las personas que
han intervenido.
d. Se pueden usar preguntar retóricas durante el discurso, para pre-
cisar la controversia, para retar a la otra parte a argumentar y para
ganar punto a su favor.

e. Argumentar con la experiencia y el sentido común. La explica-


ción de los hechos y de las conductas pueden fimdarse en cl co-
nocimiento cotidiano ciudadano y en la experiencia diaria.
f. Se debe de confrontar los puntos problemáticos, buscando la ex-
plicación razonable a ser valorada por el juzgador.
g. Utilizar los hechos no controvertidos, pues constituye un buen
respaldo para interpretarlo a favor. Es lo que el fiscal o la defensa
no discute.
h. Realizar concesiones convenientes a la parte contraria que no
afecten su teoría del caso; debe practicarse exccpcionalracnle,
para evitar que se convierta en un argumento en contra,
i. Se debe de concluir con fiíerza. Es decir, en el momento que se ha
logrado la atención del juzgador sobre el resumen del alegato, el fis- ,
cal o ei defensor debe de expresar con firmeza su conclusión final. ^ ,

116 Técnicas del Juicio Oral en el Sisleina Penal de N u e v o León, citado, p. 203.
CAPITUI o I I I ; LA ETAPA ÍNTERMEDIA V EI. JUZOAMIENTO 211

V. L A S E N T E N C I A P E N A L

La sentencia es la forma orilinaria por la que el órgano jurisdiccio-


nal da por terminado el juicio resolviendo defmitivamente la pretensión
punitiva y poniendo fin al proceso. Para GÍMENO SENDRA se entiende por
sentencia penal la resolución judicial definitiva, por la que se pone fin al
proceso, tras su tramitación ordinaria y cada una de sus instancias y en
la que condena o absuelve al acusado con todos los efectos materiales
(le la cosa juzgada."'

1. C A R A C l ERISTICAS PIUNCIPALES DE L A SENTENCIA

La sentencia penal constituye la forma típica de conclusión jtiris-


diccional del proceso penal. Es la verdadera encarnación del juicio de
legalidad penal.'" Presenta las siguientes características.

a. Con la exposición de los alegatos de clausura se cierra el debate


y el órgano jurisdiccional pasará de inmediato a deliberar. Esta
deliberación será secreta, en un plazo de dos días (en casos com-
plejos cuatro días) para producir el fallo, caso contrario, deberá
repetirse el juicio en otro juzgado, sin perjuicio de las sanciones
disciplinarias que corresponda. Se establece que la sentencia se
decide por unanimidad o por mayoría; si no hay acuerdo sobre la
pena o la reparación civil, se aplicará el término medio. Se prevé
que para el caso de la aplicación de cadena perpetua, se requerirá
decisión unánime.

b. En el ámbito de la pmeba, se señala que para efecto de la delibe-


ración sólo podrán utilizarse aquellas pmebas legítimamente in-
corporadas al juicio; también se instmye a! juez para que examine
la prueba de manera individual y luego en conjunto con las demás

I ! 7 CIMINO SUMOHA. V., Derecho Procesal Penal, cituílo, p- 671.


118 RAMOS MtNDKz, V., El Proceso Penal. Sexis Leclura Conslilucional, citado, p. 269.
A g r e g a el ciludo aiilor español que la "(mica forma de intelección úllima de esle viejo
p i i m i p i o es la vía procesal: Nullum crimen, nulla poena sine indicio."
212 EL ?wnvo PROCESO PENAI ,

pruebas y se precisa que la valoración de la prueba respetará las


reglas de la sana critica, con especial énfasis a los principios de
la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos cien-
tíficos (art. 393.2).

c. La deliberación y votación estarán referidas a las cuestiones inci-


dentales diferidas; a la existencia del hecho y sus circunstancias;
a la respoasabilidad del acusado, las circunstancias modificato-
rias y participación delictiva; a la calificación legal del delito; a la
individualización de la pena aplicable y/o medida de seguridad; a
la reparación civil y las consecuencias accesorias; y a las costas,
si corresponde.

d. A l margen de lo que establece la LOPJ, el nuevo código prevé


ios siguientes requisitos de la sentencia penal: a) juzgado, lugar
y fecha, nombre del juez y las partes y los datos personales del
acusado; b ) los hechos y circiujslancias objeto de la acusación; c)
las pretensiones penales y civiles introducidas en el juicio y lapo--
sición de la defensa del acusado; d) la motivación clara, lógica y
completa de los hechos probados o no y la valoración de la prue-
ba que la sustenta; e) los fundamentos de derecho, precisando las
razones legales, jurisprudenciales o doctrinales; calificar los he-
chos y fundar el fallo; f) la parte resolutiva con mención expresa
de la absolución o condena del acusado por cada delito imputado;
g ) deberá comprender, según el caso, las costas, el desfino de las
piezas de convicción, instrumentos o efectos del delilo; y h) final-
mente, la firma del juez.

e. La sentencia será redactada por el juez o director del debate (en


caso de órgano colegiado), en párrafos en orden numérico, se po-
drán hacer anotaciones en nijmcros sobre las normas legales y
jurisprudencia; también notas al pie de página para cita de doc-
trina, jurisprudencia, etc., lo que nos parece positivo si se tiene
en cuenta que se trata precisamente de la decisión final del juez
sustentada en la ley, la doctrina y jurisprudencia nacional y ex-
tranjera. Habría que decir que esta disposición ya se viene apli-
cando en la práclica actual, dejándose de lado inclusive el modelo.
CAPITULO HI: LA ETAPA INTERMEDIA Y E L I Ü Z C A M I E M T O 213

sabana de la sentencia tradicional. Se debe agregar la necesidad


de que la sentencia debe construirse con claridad a fin de que sea
entendible para el justiciable.
La leclura de la sentencia se produce, habiéndose convocado a
las parles, después de la deliberación en la sala de audiencias. L a
ley señala una convocatoria verbal, lo que permite suponer que
dicha convocatoria o notificación verbal se hará al finalizar los
alegatos. En caso de suspensión de la deliberación por enferme-
dad del juez o uno de ellos, si ñiere colegiado, también podría
hacerse uso de la notificación escrita de manera paralela. El legis-
lador señala expresamente que la sentencia será leída "ante quie-
nes comparezcan" lo que permite continuar y culminar el juicio
aún sin la presencia de algún sujeto procesal, sin embargo, debe
tenerse en cuenta que, por mandato constitucional (art. 139.12),
no se puede condenar al acusado en ausencia. Sin embargo, el art.
391.2 establece la posibilidad de desalojo del acusado de la Sala
de audiencia cuando incumple las órdenes del juez, permitiendo
en esle supuesto, la lectura de la sentencia no estando presente el
acusado (en ausencia), pero estando su abogado particular o de
oficio. La sentencia se notifica con ia lectura integral de la misma
en audiencia pública, debiendo entregarse a las parles copia de la
misma de manera imnediata.

Por último, se establece que en casos complejos o teniendo en


cuenta lo avanzado de la hora, se dará lectura a la parte disposi-
tiva de la sentencia y se podrá diferir la redacción (lectura) de la
sentencia para hacerlo de manera integral en nueva fecha, pero no
mayor de ocho días. Dice la norma procesal "cuando por la com-
plejidad del asimlo o lo avanzado de la hora sea necesario diferir
la redacción de la sentencia, en esa oportunidad se leerá tan s ó b
su parle dispositiva y uno de los jueces relatará sintéticamente al
público los fundamentos que motivaron su decisión, anunciará el
día y la hora para su lectura integral, la que se llevará a cabo en el
plazo máximo de los ocho días posteriores al pronunciamiento de
la parle dispositiva ante quienes comparezcan" (art. 396.2). Claro
214 El. NUEVO PROCE.SO PENAL

está que este supuesto debe evitarse o aplicarse en casos muy


excepcionales.

h. El contenido de la sentencia no puede exceder los término.t de la


acusación, de esa manera se regula el principio de la correlación
entre la acusación y sentencia; 1) no podrá acreditar hcclios o cir-
cunstancias distintas a la acusación escrita o complcmcnluriii;').)
tampoco podrá modificar la calificación jurídica de la acu.S!ición,
salvo el juez observe una calificación distinta en la audicncin y
se lo haga saber al fiscal e imputado (art. 374.1); y 3) cl juez no
podrá aplicar pena mas grave que la pedida por el fiscal, salvo,
como dice la ley, cuando se solicite luia pena por debajo del mí-
nimo legal sin que exista causa de atenuación (art. 398.3), L o
que exige -como se ha dicho- un estudio detenido del Fiscal para
efecto de la propuesta de pena y reparación civil, y que adeini\.H
pasa por el control de la acusación en la fase intermedia.

2, L A SENTENCIA ABSOLUTORIA

a. La sentencia absolutoria que prevé el art. 398 de la ley procesal,


presenta las mismas características que ya se conocen pero, en
cuestiones de fondo, podemos señalar que: 1) destacará la exis-
tencia o no del hecho imputado; 2) las razones para concluir qiifi
el hecho no constituye dehto; 3) la posición negativa del acusa-
do durante el proceso; 4) la ausencia o insuficiencia de medios
probatorios sobre su culpabilidad; 5) la existencia de una duda
razonable sobre su culpabilidad; o la causa que lo exime o atenúa
su responsabilidad.

b. La sentencia absolutoria trae como consecuencia determinados


efectos procesales y que deben declararse: la libertad del acusado
(si estuviera en cárcel), la cesación de cualquier otra medida de
coerción, las que se ejecutan aún no quede firme la sentencia (ait.
398.3); también la restitución de objetos que fueran afectados, las
inscripciones y anulación de antecedentes judiciales y policiales;
se fijará las costas.
í V C/\l-lrUl,0 ni: L A ETAPA INTHRMroiA Y FJ. JUZOAMIRNTO 215

4
4 LA SENTENCIA CONnENATOIUA

J I.a sentencia condenatoria, además de los requisitos formales, de-


berá destacar, especialmente, la existencia del delito y la respon-
sabilidad del acusado; la pena efectiva o suspendida o medida de
seguridad que se imponga, o las penas alternativas y las reglas de
i conducta correspondientes. En el caso de las penas o medidas de
4 seguridad se fijará provisionalmente la fecha en que la condena
finaliza, haciéndose el descuento de la detención o prisión pre-
ventiva que haya cumplido el condenado. También debe señalar-
se el plazo para el pago de la multa (art. 399).

L o que si es del caso comentar -y que es novedoso en la nueva


ley- es el hecho que para los efectos del cómputo de pena efec-
tiva, se descontará el tiempo de detención, prisión preventiva y
de íktención domiciliaria que hubiese cumplido el acusado antes
de la condena, incluso, se introduce el tiempo de carcelería que
hubiere sufrido en el extranjero como consecuencia del procedi-
miento de extradición. El legislador ha puesto el acento en todo el
tiempo de privación de la libertad que ha sufrido el imputado para
efecto del cómputo final de la pena en donde son ejes centrales y
únicos la detención policial o judicial y la detención domiciliaria.
Si el imputado se encuentra en hámite de extradición y no está
privailo de su libertad, no procede su cómputo.

También es del caso anotar que esta disposición, en lo relativo al


cómputo de la detención domiciliaria como pena efectiva, a di-
ferencia de lo que opinan ciertos interesados en el tema, esta dis-
posición debe de esperar su real puesta en vigencia en cada sede
juilicial, pues resultaría cuestionable su aplicación inmediata en
aquellos lugares ilonde no sé aplica el nuevo código, por ausencia
de base normativa e incompatibilidad con la legislación vigente.

Estamos convencidos que la protección de este derecho a la liber-


tad es importante, pero lambién lo hubiera sido para amparar otros
derechos, como el de la víctima, poniéndose el mismo énfasis

I*
2í6 El. NUEVO PROCE.SO PRN/U,

fijando un plazo o crileiios perentorios determinados para hacer


efectivo el pago de la reparación civil a favor del agraviado.

e. En la misma sentencia se podrán unificar las condenas o penas,


según corresponda, o se podrá revocar el beneficio penitenciario.

f. En cuanto a la reparación civil, se ordenará -cuando proceda- la


restitución del bien o su valor y la indemnización, las consecuen-
cias accesorias del delito. También se debe dL^poner la devolu-
ción de los objetos secuestrados, cuando proceda, y las costas.

g. Se eslablece la posibilidad de una detención prevenliva del con-


denado, si el juez estima razonadamente que aquel no se someterá
a ejecución de la pena una vez que se encuentre firme. L o que en
la práctica podría ser de reducida aplicación, pues siempre cabe
la posibilidad de que la sentencia no sea confirmada y carecería
de objeto haber tenido en prisión al condenado.

h. Si en la sentencia se establece respon.sabilidnd de un tesligo o de


otra persona no comprendida en el proceso o se descubre otro
hecho delictivo perseguihle por ejercicio público de la acción, se
dispondrá la expedición de copias certificadas de io actuado y su
remisión a la Fiscalía Provincial competente.

4. L A IMPUGNACIÓN

Como toda resolución, la sentencia puede ser objeto de impugna-


ción. En tal sentido, el juzgador preguntará al fiscal y los defensores,
según corresponda, si interponen recurso de apelación. La parle que se
siente afectada por la resolución podrá impugnarla, no siendo necesario
que lo fundamente en dicho acto; también podrá reservarse cl derecho
a hacerlo. El plazo para impugnar la sentencia es de cinco días a partir
de la notificación de la resolución (arl. 414); y si se ha interpuesto oral-
mente en la sentencia, se deberá formalizar por escrito en el plazo de
cinco días (arl. 405.2). El juicio de apelación .será materia de estudio en
el capítulo sobre medios iinpugnatorios.
CAPÍ lULO 111: I ,A FTAPA INTERMEDIA Y EL Ai7,GAMiÉKro 217

' VI. L A F j r i C U C I Ó N D E L A SENTENCIA

' 1, ÓRGANOS ENCARGADOS DE L A EJECUCIÓN DE L A S SEN-


TENCL\S •

Las senlencias dictadas por los jueces tienen que cumplirse y el


luievo código procesal establece normas relativas a la ejecución de la
sentencia dictada por el juez unipersonal o colegiado. En este sentido,
cl órgano jurisdiccional no sólo juzga sino que lambién hace ejecutar lo
I juzgado y encarga a otros jueces la ejecución de la sentencia condena-
loria cuando ésta ha quedado firme.

La ejecución de las sentencias condenatorias compete ni Juez de


lu Investigación Preparatoria, salvo tos casos de beneficios penitencia-
rios que prevé el Código de Ejecución Penal (art. 489). En tal senlido,
resolverá las incidencias que formulen las partes durante la ejecución
de las sanciones relativas a requerimientos u observaciones sobre la
pena, reparación civil y las consecuencias accesorias.

También se otorga facultad de control al Ivlinisterio Público sobre


la ejecución de las penas cuando el nuevo código establece que al Fiscal
le conesponde " e l control de las sanciones penales en general, instando
las medidas de supervisión y control que correspondan" formulando al
Juez los requerimientos necesarios para la correcta aplicación de la ley
(art. 488.3).

2. . CARACTERÍSTICAS IMPORTANTES DE LA EJECUCIÓN PENAL

Además de lo señalado líneas arriba, la ejecución de las penas


presenta diferentes situaciones de orden procedimental que pasamos a
señalar brevemente:

a. Si el condenado se encuentra en libertad y ta pena es privativa


de ella, se dispondrá por el juez la respectiva orden de captura.
218 El, N i m v o pBocKso I'ENAI.

Producida la detención el Jue?, de la investigación Preparatoria


realizará el cómputo respectivo siguiendo las reglas establecidas
para el efeclo,

b. El cómputo de la pena es reformable, ai'in de oficio, si se com-


})rueba un error o se conoce de alguna circunstancia especial,

c. El cómputo de la pena se pondrá en conocimienlo del juez penal


que impuso la condena y del Instituto Nacional Penitencial io.
d. Todos los incidentes que se formulen sobre la modificación de la
pena (conversión, revocación de la conversión de penas, revoca-
ción de la condena condicional, y de la reserva de! fallo condenato-
rio, y la extinción o vencimiento de la pena) serán resueltas por cl
Juez previa audiencia de las partes y en el término de cinco días.

e. Los incidentes que se derivan de la ejecución de la pena previstas


por el Código de Ejecución Penal, son de conocimienlo del Juez
Unipersonal.

L Los casos de refundición o acunuilación de penas son de conoci-


mienlo del Juzgado Penal Colegiado,

g. En todos los casos de apelación, los incidentes serán de conoci-


miento de la Sala Penal Superior (art, 491),
h. También se regula la ejecución de las medidas de seguridad pri-
vativa de la libertad, disponiéndose que periódicamente se proce-
da al examen médico de la persona sujeta a dicha medida, para
mantener, sustituir o cancelar la internación. Dicha facultad se
concede al Juez Penal (art, 492).

3. LA EJECUCIÓN CIVIL

El nuevo proceso penal no sólo contempla la forma de ejecución


de la pena y sus disfinlas manifestaciones, sino que lambién ha sido
preocupación del legislador regular la forma de materializar las sancio-
nes económicas que se derivan de la sentencia. La ejecución de la re-
paración civil se dirige por el Juez de la Investigación Preparatoria y se
rige por las normas de la legislación procesal civil, con inlervención del
219

Fiscal у del ador civil, lo que resulla nalural si se considera que ambos
tienen pretensiones civiles que expone, el primero en su acusación y el
segundo durante su alegación e intervención procesal (art. 493).

Los bienes sujetos a comiso serán dispuestos por el mismo Juez


(art. 494.1); los bienes incautados no sometidos a comiso serán devuel­
tos a quienes se les incautaron, y aquellos que conespondan al condena­
do podrán ser embargados para el pago de las costas procesales y para
asLiiuir la responsabilidad pecuniaria y civil (art. 494.2­3).
CAPÍTULO I V '

LA PRUEBA•
' I. A S P E C T O S G E N E R A L E S

La prueba es una de las insliluciones más trascendentes y de mayor


apasionamiento en el proceso judicial, ya que, a través de ella, se busca
demostrar la verdad y naturalmente constituye un requisito fundamen-
ta! para la decisión final del juzgador. Siguiendo a CAfFElUTA ÑORES
podemos afirmar: "son ¡aspruebas, no ¡osjueces, los que condenan"''^,
de ahí que la prueba se constituya en una garantía ñmdamenlal ante la
posible arbitrariedad de las decisiones judiciales.

Para M I rmiiNÍAiER en toda sentencia hay ima parte esencial que de-
cide si se ha cometido el delito, si lo ha sido por el acusado, y que circuns-
tancias de hecho vienen a delemiinar la penalidad, y si ello se resuelve
afirmativamente, la segvmda parte de la sentencia vipne a ser corolario
inmediato de la primera; el Juez ya no fiene que hacer sino aplicar la san-
ción penal ül hecho averiguado. " L a sentencia que ha de versar sobre la
verdad de los hechos de la acusación, tiene por base la prueba."'^

La verdad en el proceso penal requiere ser probada, lo que significa


que el hecho delictivo cometido debe encontrarse acreditado con prueba
en el proceso y corresponderse con la descripción del tipo penal.

119 l^Ali-HRAiA N(JKFS, í.o prueba en el proceso penal, '\° edición nclualizadn y ainplia-
du, ediciones de Depnimn, Buenos Aires. 1986, p. 6. A s i m i s m o ese aulor afirma "la
paieba como lodo lo que pueda servir para el descubrimiento de la verdad acerca de
los liecbos que en aquel son investigados [refiriéndose al proceso penal] y respecto
de los cuales se pieleiule actuar la ley sustantiva." En: op. cil. p. 3
1 .'O MíiT titMAiEM, Karl, TraUulo tie la prueba en materia criminal, traducción al caslelliuio
de Onn/ílez Ue Alba, liiliinriul I lajunuirabi, Buenos Aires, 1979, p. 4.
22t EL NUEVO PROCESO PENAL

En materia penal, la doctrina separa las dos fases más imporlimlcN


del proceso penal (investigación y juicio oral) lo que permite a su ve/,
distinguir en los actos propios de la investigación y los que correspoii
den al juicio. Y sobre ellos se resaltan, en términos de ALMAORO NOMMH
dos mecanismos jurídicos para asegurar tal separación: a) cl juicio de
acusación, que se reserva a los jueces y permite el juicio oral; y b) cl
derecho a la presunción de inocencia, que reclama del juez su pleno
convencimiento de culpabilidad a través de la prueba para ser destniitlü.
Estos dos conceptos -explica el maestro español- se mueven en planos
antitéticos "pues mientras en juicio de acusación pondera la sericdiid
y, por lo tanto, el fundamento, lo que hace mas formal las sospechas o
lo? indicios que recaen sobre la conducta del acusado, la presunción do
inocencia obliga a considerarlo no culpable, en tanto, por medio de las
pruebas practicadas en el juicio oral no se llegue a forjar una convicción
de culpabilidad.'"''

1, CONCEPTO DE PRUEBA

La verdad se alcanza con la prueba. Esta es entonces la demostra-


ción de una afirmación o de la existencia de un hecho o de una cosa. La
prueba es una actividad de sentido lógico y de uso común y general; es
la forma natural de demostración de la verdad de una afirmación,

Para el maestro peruano MixÁí^ M Á S S ' " la prueba debe ser con-
ceptuada integrahneníe, es decir, como una actividad finalista, con re-
sultado y consecuencia jurídicas, que le son inherentes; y que proce-
salmcnte, "la prueba consiste en una actividad cognoscitiva melódica,
selectiva, juritiicamenle regulada, legítima y conducida porcl funciona-
rio con potestad para descubrir la verdad concreta sobre la imputación
o, en su caso, descubrir la falsedad o el error al respecto, que permita un
ejercicio correcto y legítimo de la potestad jurisdiccional pena!".

121 ALMAORO NOSFTE, José, Teoría General de la prueba en el proceso penal, en L a


Pruebo en el proceso penal, A A V V, Con.iejo general Uel podei Judicial, Cuadernos de
Derecho Judicial, Madrid, 1992, p. 19 y ss.
122 MIXAN MASS, F. C.alegorias y aclividad probatoria en el procedimienlo penal,Edicio-
V . nes B L G , Triijillo, 1996, p. 303.
CAPIIULO IV; LA FRUEBA 225

I . a prueba en materia judicial constituye una actividad preorde-


j i a d a por la ley, que se encuentra sometida al criterio de la autoridad
judicial y mediante la cual se espera descubrir u obtener la verdad de un
hecho controvertido. En tal sentido, para V E U E Z M A R I C O N D E la prueba
es " t o d o elemento (o dato objetivo) que se introduzca legalmente en el
proceso y sea susceptible de producir en el ánimo de los sujetos proce-
sales un conocimienlo cierto o probable acerca de los extremos fácticos
de la imputación delictiva"'".

A.sl mismo la actividad probatoria compete a los sujetos procesales.


En consecuencia, como enseña ORTULLS RAJVIOS, la pnteba es una acti-
vidad procesal de las partes, dirigida por el Juzgador con fin de la for-
mación de su convicción psicológica sobre los datos (fundamentiiles) de
hecho probados, la misma que debe estar sofnetida a una ordenación, que
supone establecer limitaciones y condicionamientos, y también la posi-
bilidad de valoraciones positivas o negativas sobre la eficacia jiuldica de
la actividad realizada, sin que importen solamente unos efectos de mero
hecho de haber contribuido a la formación de la convicción'^''.

2. MARCO CONSTITUCIONAL

La actividad probatoria se encuentra regulada por la Constimción


Política del Estado y también por las leyes internacionales que garan-
tizan los derechos fmidamentales de la persona. Conforme a la presun-
ción de inocencia, se debe respetar la consideración de no autor o no
partícipe de un delito mientras no se halla declarado judicialmente su
responsabilidad (Art. 2° inc. 24, ap. e). También se prohibe la violencia
moral o de tratos inhumanos o humillantes; y la afirmación de la caren-
cia de valor de las declaraciones obtenidas por la violencia. El Art. 2°
inc. 24 ap. h) de nuestro texto constitucional es muy claro:

"Nadie debe ser víctima de violencia moral, psíquica o físi-


ca, ni sometido a tortura o a tratos inhiunanos o humillan-

%
123 VhLia MAKICONDE, A . D e / e c A o / ' r o c e j a í / ' e W , T . 1, cit. p. 3 4 1 .
1^ 1 2 4 O u i E i . i s RAMOS. M . , Derecha JurisUiccional, T. I I I . con Mo^freRO AKOCA, cjl. p. 3 2 2 .
ш.

226 EL NUEVO PROCESO PENAL

les. C ualquiera puede pedir de inmediato el examen médi­


co de la persona agraviada o de aquélla imposibilitada de
recurrir por si misma я la autoridad. C arecen de valor las
declaraciones obtenidas por la violencia. Quien la emplea
incurre en responsabilidad".

En los Pactos y C onvenios Internacionales existe mención expre­


sa a los derechos tlmdamentales y la aclividad probatoria:

"Toda persona acusada de im delito tiene derecho a que se


presuma su inocencia mientras no se pruebe su eulpabilir
dad conforme a l e y " {Art. 14.2 Pacto de Nueva York; 8.2
Pacto de San José). "Derecho a no ser obligado a declarar
contra sí mismo ni a confesarse culpable (Art. 14.3 g Pacto
de Nueva York; 8.2 g Paclp de San José). " L a confesión
es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza"
(Art. 8.3 Pacto de San José).

El C ódigo Procesa] Penal, a diferencia de la regulación anterior,


consagra en su titulo preliminar que "carecen de efeclo lega! las pruebas
obtenidas, directa o indirectamente, con violación al contenido esencial
de los derechos fimdamcntales de la persona" (Art. V I H . 2 ) , lo que per­
mite contar con una amplia prolección de los derechos fundamentales
en materia probatoria.

3. PRIN
C IPIOS QUE RIGEN L A ACTIVIDAD PROBATORIA

L o s Principios Fundamentales sobre la prueba son del más alto


rango constitucional pues tienen sustento en la C onstitución y los
Tratados Internacionales y se reproducen en las leyes ordinarias. Las
normas constitucionales en materia probatoria se interpretan en rela­
ción directa a las normas internacionales que tienen plena vigencia en
nuestro sistema jurídico. Por ello pueden ser alegadas y aplicadas en
los procesos penales.
CAPITULO I V : LA PRUEDA 227

La actividad probatoria en el proceso penal se rige por determi-


nados principios, basados en la legalidad de la prueba, que la ordenan
y deciden su forma, limitaciones que condicionan su obtención, incor-
poración y valoración en el proceso penal. Dentro de los principios más
impoi Imites en materia de prueba podemos citar los siguientes:

a. Legitimidad de la prueba - Se refiere a que la obtención, recep-


ción, valoración de la prueba debe realizarse de conformidad con
lo establecido por nuestro ordenamiento jurídico. El Art. V I I I del
Titulo Preliminnrdel CPP 2004 acoge este principio al prescribir
que todo medio de prueba será valorado solo si ha sido obtenido
e incorporado al proceso por un procedimiento constitucional-
mente legitimo, careciendo de efecto legal las pruebas obtenidas
directa o indirectamente con violación al contenido esencial de
tus derechos fuiubimenlnles de la persona; asimismo, establece
que lu inobservancia de cualquier regla de garantía constitucio-
nal estableciila a favor del procesado no podrá hacerse valer en
su perjuicio.

b. Lü libertad de la prueba. - Es uno de los principios mas invocados


en maleria ¡irübaloria. La libertad de la prueba se sustenta en la
regla de que todo se puede probar y por cualquier medio'", salvo
las proliibiciones y limitaciones que nacen de la Constitución y
el respeto a los derechos de la persona que se consagran. En tal
senlido, el fiscal y los defensores están en las condiciones de pe-
dir 11 ofrecer la actuaciones de pruebas que favorezcan sus preten-
siones; por ejemplo, para establecer la conducta que se atribuye
ilícita o para descartarla; para establecer el grado de responsabi-
lidad del imputado, o de su eximente; de las circunstancias que
agravan o atenúan su conducta; o la nattu-aleza del perjuicio o
daños causailo; para desvirtuar las pniebas ofrecidas por la parte
contraria, etc. El cóiligo procesal penal eslablece que "las pruebas
.se athniten a solicitud del Ministerio Público o de los demás suje-

t a s Vi-J ez M,MucuNi>E, A . Derecito Procesal Penal, T. 1!, cil. p. 198.


228 EL NUEVO rROcnso PENAL

tos procesales" (Aj-t. 155.2), asimismo establece que " L o s hechos


de prueba pueden ser acreditados por cualciuier medio de prueba
permitido por ley. Excepcionalmente, pueden utilizarse, siempre
que no vulneren derechos y garantías".
También se posibilita la limitación de la prueba por el Juez cuan-
do aquella resulte manifiestamente excesiva. Así pues, el juez sólo
podrá excluir las pruebas que "no sean pertinentes y prohibidas
por la Ley. Asimismo, podrá limitar los medios de prueba cuando
resulten manifiestamente sobreabundantes o de imposible conse-
cución" (Art. 155.2).

c. La inmediación.- Este principio significa el conocimiento inme-


diato, directo y simultáneo de la prueba por el juez con inter-
vención de los sujetos procesales. El conocimiento directo de la
prueba (objeto u órgano) es ñmdamental en el proceso penal y en
tal sentido la oralidad juega un rol también importante, así como
la concentración lo que se evidencia en el examen del imputado,
del testigo, de la víctima así como de los objetos materiales del
delito. La inmediación, la oralidad y concentración de la aclivi-
dad probatoria dinamizan el nuevo proceso penal, lo hacen más
ágil y permiten mayor seguridad al juzgador.

d. La publicidad del debate.- La publicidad como principio rige el


juicio oral y en tal sentido, comprende la actuación de la prueba
con la posibilidad de que la colectividad pueda conocer de su
actuación y debate así como la forma en que es valorada en la
sentencia por los magistrados. La prueba se analiza y se discute
en el juicio de manera pública, salvo los casos exceptuados por
la propia ley empero, siempre será pública cuando se trate del
juzgamiento de un funcionario público.

e. La pertinencia de }a prueba.- Las pruebas que se soliciten o se


ofrezcan o se actúen en el proceso penal deben guardar pertinen-
cia con los fmes del proceso y en especial, con lo que es objeto
de prueba. En tal senlido, el juez no admitirá las pruebas que semí
impertinentes o como eslablece la ley "podrá excluir las que no
sean pertinentes". Las pruebas deben de conducir a establecer la
verdad sobre los hechos investigados.
CAPITULO IV: LA PRUEBA 229

La comunidad de la prueba. - El esclarecimiento de la verdad en


el proceso penal exige que todos los elementos de prueba existen-
tes en la causa penal, sin atender a que sujeto procesal los propuso
u ofreció, debe ser de conocimiento común de todos los sujetos
procesales''^'. Ello significa que las pmebas ofrecidas por la de-
fensa del procesado o del Tiscal, no son de conocimiento exclusi-
v o de la autoridad jurisdiccional, sino que también de aquella que
no los ha ofrecido.

De esta manera se busca el equilibrio o igualdad que debe existir


en el proceso penal: las parles deben tener las mismas posibilida-
des de ataque y defensa, sobre todo, tratándose de las pmebas que
se incorporan al proceso; de tal manera que una parte carece de
facuhad para evitar que la contraria o distinta a ella la conozca y
la valore en el proceso pues, precisamente, en ello radica la im-
portancia de la pmeba. De este principio se deriva el de la unidad
de ¡a prueba, pues la actividad probatoria constituye un todo den-
tro del proceso, aún cuando se obtenga en distintos momentos.
La relación jurídico-procesal es ima sola y cualquier actividad
posmlatoria sobre pmeba repercute en la otra parte.

Actuación de prueba de oficio como caso excepcional.- En rigor


la actividad probatoria la realizan el fiscal y las partes intervinien-
tes en el proceso. El juez analiza las pruebas para tomar decisio-
nes y se admile, por excepción, pruebas de oficio, es decir, dis-
puestas por la autoridad juzgadora. El Art. 155.3 establece que "la
ley establecerá, por excepción, los casos en los cuales se admitan
pmebas de oficio". Ciertamente, en un modelo procesal penal de
corte acusatorio no es de admitirse una acttiación jurisdiccional
de oficio, pues, se deja a las partes, la intervención, ofrecimiento
y debate sobre la pmeba, sin embargo, nuestro legislador ha con-
siderado que en determinados casos -debe ser muy excepcional-
con fines de esclarecimiento debido, podrá actuarlas. Esta facul-
tad puede ser considerada como un rezago del sistema anterior.

12fi Dcvis ECHANDIA, ItErnaniio, Teoría General Je la Pruelm Judicial, T. 1,1' edición,
M e d d l i n , Colombia, 1993. p. 118,
230 EL bnmvo PROC RSO PENAL

4. C ON
C EPTOS PlUiVIOS: MEDIO, FUENTE Y ÓRGANO DE PRUEBA

En doctrina, no existe un criterio uniforme al momento de definir


los conceptos básicos en materia probatoria y, a pesar que el Nuevo C ó­
digo Procesal Penal importa una mejora sustancial en cuanto a la teoria
de la prueba penal, no define que debemos entender por fuente, medio y
órgano de prueba. Comúnmente estos tres términos suelen confundirse
y utilizarse como sinónimos.

StíNTis MiíLENDO citando al maestro italiano CARNELUTII afirma


que: "la fuente de prueba es el hecho del cual se sirve el juez para de­
ducir la propia verdad, el medio de prueba lo constituye la actividad del
Juez desarrollada en el p r o c e s o ' " . " Medio probatorio es el instrumento
o mecanismo a través del cual la fuente de conocimiento se incorpora
al proceso; por otro lado, las fLientes son elementos que existen en la
realidad, independientemente de la existencia del proceso.

L o s medios de prueba son aquellas actividades judiciales com­


plejas de las cuales se vale la autoridad judicial para conocer de la
realidad de los hechos que investiga, la existencia de los medios pro­
batorios se encuentran condicionadas a la del proceso. Por su lado, las
fuentes de prueba están fuera del proceso, son extraprocesales. Por
ejemplo tenemos como medios de prueba: la declaración de parle, la
declaración de testigos, las inspecciones judiciales; como ftientes de
prueba, esta el testimonio en si mismo, el documento (audio, video,
fotografía, etc.).

Órgano de prueba es la persona a través de la cual se adquiere en


el proceso el objeto de prueba; es la persona que expresa ante el Juez el
conocimiento que tiene sobre un hecho que se investiga, que aporta un
elemento de prueba. Puede decirse que el órgano de prueba actúa como
intermediario entre la prueba y el Juez. El imputado, el agraviado, el
testigo son órganos de prueba.

.127 Слв.мг1.1пп, citnüo por SEMOS Mm­FWxi, Snnliago. ta pnieha. Eos grandes lemas del
derecliu probalorio. Ediciones jurídicas Europa ­ America, Buenos Aires, 1 9 7 9 , p. 147. ц
CAPITULO I V : I.A PRUEDA 231

.1. OnjirrO DE PRUEBA

La noción tlel objeto de prueba responde a las siguientes preguntas


¿Qué puede probarse en el proceso penal? ¿Cuál es la materia sobre la
que puede actuar la prueba?'", en tal sentido, el objeto de prueba es todo
aquello que debe ser investigado, analizado y debatido en el proceso.

En el proceso penal el legislador ha definido lo que es objeto de


prueba en los siguientes lémiinos; "Son objeto de pmeba los hechos
que se refieran a la imputación, la punibilidad y la determinación de la
pena o medida de seguridad, así como los referidos a la responsabilidad
civil ilerivada del delilo." (Arl. 156.1) De esta manera amplia lo que es
objeto de prueba a ámbitos necesarios en ei proceso penal e incluso a
atpiellas reglas referirlas a la responsabilidad civil.

Sin embargo, la ley -siguiendo a la doctrina- establece excepcio-


nes a lo que es objeto de prueba, es decir, que no residían necesaria su
probanza. Estos son las llamadas máximas de la experiencia, las leyes
naturales, la norma jurídica vigente, la cosa juzgada, lo imposible y los
hechos notorios. Veamos brevemente cada una de ellas:

(I. I.iix nuhimcís de la experiencia. - Son aquellos casos que se origi-


nan de la observación repetida de casos particuhu'es y que gene-
ran una apreciación constante y aceptada para casos posteriores.
" Es la experiencia que se acumula en atención al conocimienlo de
determinados hechos constantes y aceptados por la colectividad.
Por ejemplo, nadie puede estar al mismo tiempo en dos lugares
dislinlos; exislen delerminadas enfermedades que por su natura-
leza son contagiosas.

b La.i¡ leyes naturales.- Son aquellas leyes que por la rigurosidad de


su método, se encuentran debidamente acreditadas por la ciencia:
líi ley de la gravedad; la ley de la velocidad de la luz, etc.

1 2 8 I'LOKIAN. Hugciiio. fie la pruebas penales. T o m o I . traducción de Jorge Guerrero.


HditOfi.d lernis, Uogolü, 2ÜÜ2, ]). 95.
232 EL NUEVO PROCESO PENAL

c. La norma Jurídica interna vigente.­ Son aquellas que deben sei'


conocidas por las autoridades judiciales en razón del ejercicio de
sus fimciones y, por lo tanto, no deben ser objeto de prueba, litio
no impide que la defensa, a efeclo de presentar mejor sus ptc­
lensiones o posiciones jurídicas, haga conocer de la creación o
modificación de las leyes a las autoridades judiciales, pero sin In
calidad de medio probatorio.

d. La cosa juzgada.­ Un hecho que ha sido judicialmente resuci­


to y que se encuentra en estado de cosa juzgada no amerila ser
probado, lo que no obsta para que sea invocada ante la autoridatl
judicial o se señale el lugar donde dicho proceso ya se encuentra
archivado.

e. Lo imposible.­ L o imposible es aquello que no se­puede probar


por su inexistencia, por contravenir alguna regla de la experiencia
o por que existe algima prohibición legal, Ej. Pretender probar lo
muerte de una persona que no se encuentra registrada como viva;
citar como testigo a ima persona que ya ha fallecido; u ofrecer
como testigo al Juez que conoce de la misma causa'",

/ Lo notorio.­ Los hechos notorios son aquellos que por su saber


colectivo, directo e indirecto, no merecen cuestionamiento sobre
su veracidad. N o todos los hechos son notorios sino aquellos que
originan lui conocimiento general y permanente y dotados de
cierto interés también general (un siniestro, un terremoto, huelga
de grandes proporciones, duelo judicial, un personaje importante
en la vida jurídica o política o artística, etc.). La notoriedad apun­
taba STE№J es la peculiaridad de un hecho''".

129 MIXAN MASS, señala otros ejemplos: pretender demostrar que el imputado hn c o m e ­
tido delilo por instigación del " d i a b l o " ; tratar de probar que el delincuente e m p l e ó
su poder menial para sacar tnomentfineamente el rio Amazonas y pasar a ta olrn
ribera; perpetrar el delito y luego retornar al punto de partida o que el agraviado sin
auxilio de ningún m e d i o técnico percibió desde una distancia de 4 kilómelros la con­
versación del imputado cuando éste preparaba la comisión del delilo; en Categorías
y actividad ptobaloiia en el procedimiento penal, cil, p. 362­363.
130 STEIN, F. El conocimienlo privado del Juez, cit. p. 170
CAPITULO I V : L A PRUEBA 233

Con respecto al objeto de prueba, -el Nuevo Código Procesal


Penal incorpora la institución de las convenciones probatorias
(Art. 156.3) en virtud de la cual, las partes podrán determinar que
circunstancia no necesita ser probada, en cuyo caso se valorará
como xm hecho notorio.

6. EXCEPCIONES A L A PRÁCTICA DE PRUEBA EN JUICIO ORAL

La regla general de que la prueba en el proceso penal, sólo es la


practicada en el Juicio Oral, no importa que haya que negar eficacia
probatoria a las diligencias que se realizan en las etapas previas, dili-
gencias que por su namraleza son de imposible o difícil reproducción
en el estado correspondiente del Juicio Ora!.

La doctrina reconoce dos excepciones, la pmeba anticipada y la


pmeba preConstituida.

6.1. La pmeba anticipada

4i'
a. Concepto.- Consiste en la actuación de la prueba con anterioridad
al juicio oral por la imposibilidad justificada de su realización en
dicho estadio procedimental, con la finalidad de asegurar su valo-
ración con las demás pmebas.

Para ORTELLS RAMOS'-" que se trata de "la practica de un medio


de pmeba en un momento anterior al que le conesponde según el
orden del procedimiento (un cierto momento en la vista del juicio
oral), que se acuerda porque es razonablemente previsible la im-
posibilidad de tal practica en el momento ordinario o la necesidad
de suspender el juicio oral para proceder a la misma".

Los presupuestos de la pmeba anticipada lo constituyen la irrepe-


tibilidad y la previsibilidad del medio probatorio. El primero es
más importante y comprende los actos que por su naturaleza son

131 OIOELLS IUMOS, Manuel,conMowrEROAuoCA,Der(¡cAo./M/-ííí//cc/o«(j/,T. 111. Proce-


so Penal, cit. p. 273.
234 EL NUEVO PROCESO PENAL

reproducibles en el juicio pero no repetibles por la exislencia dii


determinadas circunstancias de riesgo, es la irrepetibilidnd miilc-
rial (posibilidad de muerte o incapacidad física o intclecluid del
testigo)'". El nuevo código procesal penal regula su trámite cu Ion
artículos 242 a 246.

b. Caracleríslicas

1. La imposibilidad o dificultad de actuación de la prueba en cl


juicio oral. Lo que decide la práctica de la prueba anticipada es,
precisamente, la imposibilidad o los riesgos que existen para
que la prueba se realice en el juicio. Por consiguiente, la nece-
sidad de anticipar la prueba debe ser plenamente justificada.

2. La decisión jurisdiccional sobre la actuación anticipada. La


práclica anticipada de la prueba ha de ser decidida por el Juez
de la Investigación Preparatoria a pedido de las partes, lo que
significa la exposición de los fundamentos que la sustentan.

.3. La realización de la prueba ante el órgano jurisdiccional.


L a prueba anticipada se realiza, de acuerdo a lo dispuesto
por la ley, pero bajo la dirección del órgano jurisdiccional y
con observancia a las garantías procesales. Se puede reali-
zar en la investigación preparatoria o en la etapa intermedia
(art.242.2),

4. La formalidad procedimental. En la realización de la prueba


anticipada se deben de observar las normas regulares de pro-
cedimiento sobre la prueba acmada en el juicio oral, así como
las especificas que se prevean para esta diligencia.

5. La intervención de las partes. Los demás sujetos procesales


deben ser notificados por el órgano jurisdiccional para inter-
venir en la diligencia y ejercer los derechos que establece la
ley procesal.

132 ASENCIO MELLADO, José, Prueba prohibida y prueba precoiisliiulJa, cU. p. 172.
CAPITOLO I V : LA PRUEDA 235

c. Siipuiislos de prueba anticipada.- El art. 242.1 del código procesal


penal establece los casos de la práctica de la prueba anticipada.

1. En el caso de testigos y peritos, cuando requieran ser exami-


nados con urgencia ante la existencia de un motivo fundado
en enfermedad u otro grave impedimento; o por haber sido
expuestos a la violencia, amenaza, ofertas o promesa de dine-
ro u otra utilidad para que no declaren o lo hagan falsamente.
Se considera además la posibilidad del debate pericial.
2. El careo bajo los mimos supuestos señalados anteriormente.
3. Los reconocimientos, inspecciones o reconstrucciones, que
por su namraleza y características deben ser considerados ac-
tos definitivos e irreproducibles, y no sea posible postergar su
realización hasta el juicio oral.

d. Reijuisitos y trámite de ¡a prueba anticipada (arts. 243 -245)


1. Se solicita al juez de la investigación preparatoria hasta antes
. de remitir la causa al juzgado penal, siempre que exisla el
tiempo suficiente para realizar la diligencia.
2. Se deberá precisar la pmeba a actuar, los hechos que son su
objeto y las razones de su importancia para la decisión judicial,
es decir, la trascendencia para la sentencia. Se debe de indicar
el nombre de las personas a intervenir en la diligencia,
3. Se deberá señalar los s\ijetos procesales constituidos y su do-
micilio procesal.
4. F.l fiscal asiste obligatoriamente a la audiencia y debe de ex-
hibir la carpeta fiscal para su examen iiunediato por el juez en
ese acto.
5. El juez corre traslado por 2 días a las parles para que presen-
ten sus consideraciones.

6. El fiscal puede pedir el aplazamiento de la diligencia cuando


pueda perjudicar la realización de otras diligencias de la in-
vestigación preparatoria. Fundíunenlará e indicará el término
del aplazamiento.

i'.
236 EL NUKVO PROCESO PENAL

7. En ambos casos, el juez resolverá en 2 días. Eii CIL'KLS iiiiu'ii


tes, el plazo podrá abreviarse, incluso, a pedido tlel liscal jiii
drá acmarse la diligencia de inmediato, sin traslatlu alguno.
8. La resolución que disponga la prueba anticipada indicará cl oh
jeto de prueba, las personas interesadas, la fecha tic la nu(licm:in
-salvo los casos de urgencia- la que no podrá ser aj)tcs del dilcl
mo día de la citación. Se cita a todos los sujetos proccaalcL

9. Si se trata de la actuación de varias pruebas se realizarán en una


sola audiencia, salvo que sea manifiestamente imjiosiblo,
10. La audiencia se realiza en acto público, con presencia t)l)lij]n-
toria del fiscal y del defensor del imputado. Si este no concu-
rre, se designará defensor de oficio, empero se podrá apinziir
la audiencia dentro del quinto día siguiente.

11. Las pruebas se practican con las formalidades del juicio üial.
12. Se realiza la prueba en la misma audiencia, pero puede conli-
nuar al día siguiente hábil.

13. El acta, los objetos y documentos agregados serán remilidus


al fiscal para su evaluación y empleo. Las partes pueden co-
nocer del mismo y obtener copia.
14. Las resoluciones judiciales que ordena la prueba anticipada,
que la deniega, que dispone su aplazamiento o su realización
de urgencia, pueden ser impugnadas (art. 246).

6.2. La prueba preconstituida

La llamada pruebo preconsliluida^'^'' aparece -al igual que la prue-'


ba anticipada- como otra institución procesal por la cual se exceptúa
la práctica de la prueba en el juicio oral porque é.sta es irreprodueible,
dada la existencia de circunstancias especiales de su obtención y aten-
diendo a la necesidad propia de la investigación preliminar, pero con
observancia a los principios de inmediación y contradicción.

133 -AsENCto MELLADO, J. Pnteba prohibida y prueba preconstUuida, citado, véase p. 160
yss.
CAPÍTULO I V : LA PRUEBA 237

La prueba preconstituida es aquella que sfe obtienen como conse­


cuencia de los actos ínvestigatorios, sobre lodo de las investigaciones
iniciales, y sólo podrán convertirse en actos de prueba si se reproducen
en el juicio oral y se someten al contradictorio'^'.

Pueden considerarse prueba preconstituida las diligencias propias


de la investigación policial: las actas de incautación, de hallazgo; las
pericias oficiales practicadas con el carácter de inicial, se incluye por
ejemplo, la pericia médico legal, la necropsia, el levantamiento del ca­
dáver, cl reconocimiento personal directo o fotográfico, la prueba de
alcoholemia, el llamado dosaje etílico, el recojo de armas, objetos o
examen de huellas o muestras de sangre o sustancias encontradas en la
escena del delito, inspección policial, el registro domiciliario, etc.

La prueba preconstimida ­al igual que la pmeba anticipada­ in­


gresa al juicio a través de la oralización de la pmeba documental para
efecto de posibilitar su examen con todas las garantías.

7. L A PRUEBA PROHIBIDA

La pmeba para que sea válidamente incorporada y valorada en ei


proceso penal debe ser lícita, obtenida de acuerdo con la C onstitución
y las leyes y merecedora del valor que la autoridad jurisdiccional le
asigne y de allí que bajo el marco del rigor conslimcional, se repute de
válida en cualquier ordenamiento jurídico, ya que partimos de la idea
básica que la finalidad del proceso penal, conformada por búsqueda de
la verdad, no es un fin absoluto, sino que posee un limite: el respeto de
los derechos ñmdamentales de la persona.

En la doctrina no es uniforme la definición de pmeba prohibida. Se


suelen plantear diferencias entre pmeba prohibida, pmeba ilícita, pmeba

t34 HEitNANDEZ GIL, Francisco, La prueba preconstituida, en L a prueba en el proceso


penal, A A V V . C entro de Estudios Judiciales, № 12, Madrid, 1993, p.79. Señala e)
autor que "entendida la prueba preconstituida c o m o el medio o fuente de prueba
preexistente al proceso, o c o m o la prueba que se prepara con anterioridad y fuera del
proceso, el concepto no es de fácil aplicación al proceso penal, en el que no rigen los
mismos principios que en el proceso c i v i l , "
238 EL NUEVO PROCESO PENAL

irregular, dependiendo del tipo de derecho afectado y el grado de vulnera-


ción al derecho, entre otros criterios. Sin embargo la idea central de la de-
finición de la prueba prohibida, de conformidad con el Artículo VIH del
Título PreHiuinar del Nuevo Código Procesal Penal, es aquella que se ob-
tiene con violación al contenido esencial de los derechos fimdamentales,
ya sea directa ó indirectamente y la seinción que establece el mismo có-
digo es su ineficacia, es decir, carecen de efecto legal. Además el articulo
157 establece que "no pueden ser utilizados, aún con el consentimiento
del interesado, métodos o técnicas idóneas para influir sobre su liberlad
de autodeterminación o para alterar la capacidad de recordar o valorar
los hechos". Están prolribidos entonces los maltratos, el narcoanálisis o
suero de la verdad, la hipnosis, el detector de mentiras. En el mismo sen-
tido, se prescribe que el juez "no podrá utilizar, directa o indirectamente,
las fuentes o medios de prueba obtenidos con vulneración de! contenido
esencial de los derechos ftmdamentales de la persona" (Art. 159).

Sin embargo, tal como se encuentra redactado cl N C P P , nos crea


dos grandes interrogantes ¿Cuándo estamos frente a la vulneración del
contenido esencia! de los derechos fundamentales?, y ¿Existe alguna
excepción a ia valoración de la pmeba ilícitamente obtenida?

En cuanto a la primera interrogante, el término, contenido esen-


cial de los derechos fundamentales es un concepto impreciso, que no
puede establecerse de modo general, de manera tal que debe ser deter-
minado en relación a cada derecho fundamental'"

Con referencia al segundo punto, en principio debemos dislinguif


entre obtención e incorporación de la prueba, vinculándolo con las di-
ferencias que existen entre fuente y medio de prueba. La obtención de
fuentes de pmeba se asocia con la labor investigadora, fiscal o policial,
previa e independiente al inicio de! proceso, mientras que ia incorpora-
ción del medio de prueba se encuentra relacionada con el proceso penal
en sí mismo, Cuando existe alguna vulneración a una norma de carácter
constitucional, en la obtención de la fuente de prueba, tiene como efec-

135 ^DAD Y u P A N Q U i , Samuel. Limiles respecto al contenido esencial de los derechos fun-
damentales. T h e m i s , T o m o II, Lima, 1992, p. 10.
. CAPITULO I V : LA PRUEBA 239

lo generili, la prohibición de su valoración, mientras que en el segundo


caso, cuando se produce una violación a una norma de carácter proce-
~ ^ sal en la incorporación de determinado medio probatorio, esta prueba
•H puede ser valorada, siempre y cuando el defecto sea subsanado, de lo
contrario, tendrá el mismo efecto qiie en el primer caso; estamos ante el
1 ^ supuesto de la prueba irregular o defectuosa.

La regla general en maleria de prueba prohibida es su exclusión


tiinlo de la prueba direcla (ej. cuando una confesión se obtiene mediante
Wtt^ torturas) como de la prueba derivada (ej. cuando producto de una inter-
nali vención telefónica se logra incautar droga), la primera a través de la re-
glas de exclusión y en el segundo caso, por medio de la teoría del fruto
del árbol envenenado. El fundamento para la prohibición de la prueba
derivada es que, siendo el procedimienlo inicial violatorio de garantías
constitucionales, tal ilegalidad se proyecta a todos aquellos actos que
son su consecuencia y que se ven así alcanzados o tefíidos por la misma
ilegaliilad. " D e tal manera, no sólo resultan inadmisibles en contra de
los titulares de aquellas garantías las pmebas directamente obtenidas
del proceilimiento inicial, sino además todas aquellas otras evidencias
que son "fruto" de la ilegalidad originaria".'^*

La doctrina jurispmdencial estadounidense en el caso Weeks vs.


U.S. en 1914 introdujo conmndentemente la denominada exclusionary
rule o reglas de exclusión, según la cual la evidencia obtenida, en vio-
lación a la Constitución Política de los Estados Unidos, es inadmisible
ante el Tribunal en un proceso criminal. Dicha regla se configuró con el
fm de desincentivar la obtención prueba en contravención con la cuarta
y quinta enmienda de la Bill of Rights (protección en relación a las pes-
quisas y aprehensiones poco razonables y el derecho de la no autoincri-
minación).Además, una pmeba obtenida iiegalmente y utilizada dentro
de un proceso judicial para sustentar una sentencia de culpabilidad, re-
sulta lesivo al principio del debido proceso,

Sin embargo esla regla, de carácter absoluto en un inicio, fiíe per-


diendo fuerza y fue objeto de ftiertes cuestionamientos en tomo al favo-

nC C ' A i i R t o , A . , Carmittns Cunslitucionalits en el proceso penal, citudo, p, 163-164,


2<10 EL NUEVO PROCESO PENAL

recimicnlo de la impunidad de los delitos, al considerarse que entorpece


la acción de la justicia cuando se declara inadmisible algunas i)rucl)iiH
que son detenninantes en la responsabilidad de los agenles y la mis-
ma j u r i s p r u d e n c i H n o r t e a m e r i c a n a se encargó de instaurar las Uainada.'i
excepciones a las reglas de exclusión. A continuación nos reíerlrcmoii
brevemente a las más importantes.

Para el caso de la prueba direcla;

a) La doctrina de la ponderación de intereses. Desarrollada fucrle-


mente por el derecho europeo continental; sostiene que la aplica-
ción de la exclusión de la prueba prohibida esta supeditada a la
relación de importancia o gravedad que tengan el acto ilegal (vio-
lación constitucional); las consecuencias negativas de su eventual
ineficacia (exclusión). El balancing test es la adaptación esla-
douniden,se de la tal excepción. Esta doctrina consiste en "hacer
valer una pmeba ilícita en base a criterios de proporcionalidad".

Esta excepción a la regla de exclusión aparece como una de las


más aceptadas en la jiuispmdcncia extranjera y nacional pues se
ubica en una posición intermedia que propugna resolver la pro-
blemática de la pmeba ponderando los intereses en conllicto. A s í
pues, conforme a esta teoría exisle un interés público en descubrir
la verdad de los hechos que se investigan bajo el principio de la
tutela judicial, y en la que se reconoce el derecho de las partes a la
prueba. Entonces, las fijentes de prueba obtenidas con violación de
bienes jurídicos de menor jerarquía deben ser admitidas en cl pro-
ceso, pero sin perjuicio de la investigación y sanción civil o penal
que pudieran corresponder. En este sentido, la coacción o amenaza
empleada conlra ima persona investigada por delilo de secuestro,
resulta de inferior valor respecto a la vida del secuestrado que se
logró salvar por confesión de aquél; o la intervención telefónica sin
mandato judicial, pero qvie permite ubicar a unos niños rehenes; lo
que hace sopesar el bien jmídico "intimidad" de uno de los perso-
najes en la comunicación, con el bien " v i d a " que se logra salvar,
determinándose una posición favorable para el segimdo caso.

Sin embargo se ha criticado a esta posición porque parte del error


de considerar la existencia de un relativo derecho a la pmeba des-
CAPITULO I V : LA PRUEBA . 241

de la Constitución, cuando ésta consagra la prueba legal, lícita en


obtención y practica; además, cuesta mucho aceptar una ponde-
ración de intereses luego de realizada la conducta ilícita.

b) La Doclrina cié la buena fe.- Admite la posibilidad de valorar


praeba ilícitamente obtenida, siempre que dicha violación se haya
realizado sin intención, sea por error o ignorancia. (Caso León vs.
U.S 1984, ) ejemplo, cuando la policía escucha gritos de dolor al
interior de un domicilio y al ingresar, pensando salvar a una per-
sona, encuentra a unos sujetos consumiendo drogas con menores
de edad.

c) Efeclo de la prueba ilícita para terceros.- Las praebas obtenidas


directamente mediante violación de derechos constitucionales,
pueden ser admitidas y declaradas útiles para condenar a imputa-
dos no afectados por la violación del derecho fundamental, pues
ello implica la desconexión entre la violación del derecho consti-
tucional y la condena.

d) Doctrina sobre la infracción constitucional beneficiosa para el


imputado. Admite la posibilidad de valorar prueba ilícita que
pueda ser utilizada a favor del imputado. Esta es la única excep-
ción expresa a las reglas de exclusión que se encuentra regulada
en el N C P P , en el artículo V1II.3. " L a inobservancia de cualquier
regla de garantía constitucional establecida a favor del procesado
no podrá hacerse valer en su perjuicio"

e) Doctrina de la destrucción de ia mentira del imputado. Admite


la validez de la prueba solo para descalificar la declaración del
imputado (a fin de confrontarlo) atacando su credibilidad, pero
nunca para acreditar su culpabilidad, por eso no seria propiamen-
te una excepción a las reglas de exclusión (Caso Walder vs. US
de 1954)

En el caso de la prueba derivada:

a) Teoría de la fuente independiente: Se puede valorar la prueba


derivada de una directa obtenida con violación a derechos cons-
titucionales, siempre que se pueda llegar a la ñiente de prueba
242 EL NUEVO PROCESO PENAL

por medios probatorios legales, por ejemplo, el imputati» CDIÍ-


fiesa, bajo torturas, el lugar donde se encuentra el sccueslindo,
sin embargo'podríamos haber dado con el paradero de la victlmn
mediante la declaración de un testigo.

b) Teoría del hallazgo inevilable. Esta teoría se desprende de la \ìì\


mera, -teoría de la fuente independiente-, y se aplica cuantío lii:i
consecuencias del acto ilícito (confesión, bajo torturas al iinpuln-
do, del lugar donde se guardaba la droga), se hubieran obteniílo in-
defectiblemente (existía una exhaustiva investigación en curso),

c) Teoría del nexo causal atenuado. Las acciones posteriores a lu


prueba ilícita, van perdiendo relación con aquella, la proyección |
del vicio inicial se va atenuando, hasta que se llega a diluir por
completo.

Estas excepciones a la reglas de exclusión a las cuales hcmoii


hecho referencia, constituyen una opción política por parle de IO.H
Tribunales de Justicia - cuyo Itindamento es la eficiencia del .sis-
tema penal, evitar la impunidad - las cuales se van adecuando
y desarrollando conforme va evolucionado los criterios sociales.
Siempre deben ser tomadas como excepciones, sin olvidar que en
la noción de prueba, se encuentra íntimamente relacionado con el
derecho ñmdamental del presunción de inocencia.

8. LOS ACTOS DE INVESTIGACIÓN Y LOS ACTOS DE PRUEDA.


DIFERENCIAS

La doctrina permite la distinción enb-e actos de investigación y aclos


de prueba, paia separar las etapas y a las autoridades judiciales relaciona-
das con la actividad probatoria en el proceso penal. Su naturaleza, fines y
alcances son distintos; a] Fiscal le compele asiunii- los actos de invesliga-
eión en la fase prelirrünar y preparaloria; al juez los actos de pmeba en cl
juicio oíal.

Siguiendo a OtrrELLS R A M O S para tratar de las diferencias entre ac-


tos de investigación y aclos de pmeba'", podemos afirmar lo siguiente:

137 ORIEIÍS IUMOS, Manuel, con ¡VlüMr£RoAROCA,í)en;cAoy«/iJf^ii,CíOHo/,T. I l i , c l L p . 1 5 1 .


CAPITULO IV; f.A PRUERA 243

a. l-.l aclü de investigación forma parle de la investigación judicial y


sirve a sus funciones, mientras el acto de prueba se integra en el
juicio oral y sirve al fin de éste.

b. , La eficacia de los actos de investigación permiten proveer el


fundamento necesario para cpie el juez dicte resoluciones sobre • '
medidas cautelares, peticiones, incidentes, archivo o apertura del '
juicio oral. La eficacia de los actos de prueba es la de servir de '
fundamento a la sentencia. i
. . . . " !
c. Otra diferencia se centra en la calidad de las resoluciones judicia- i
les que se fiíndan en los actos de investigación y en los aclos de :j
prueba. Las proferidas respecto a las medidas cautelares o la de '
apertura del juicio oral (auto de enjuiciamiento) no precisan que .'
la situación definitiva del procesado, sino es suficiente un juicio ¡
de mera probabilidad al respecto. I,os actos de prueba determinan '
la seiUencia; y sólo la plena convicción sobre la responsabilidad
penal permite una resolución condenatoria, mientras que un jui- ;
CÍO de mera probabilidad debe conducir a una absolución. ,
d. F.n los actos de pmeba deben respetarse escmpulosamente los
principios de inmediación y contradicción, los cuales adquieren
mayor intensidad. En los actos de investigación, la intensidad de
estos principios disminuye. ' '
I
lin definitiva, se trata pues de dos clases de actos de naturaleza ¡
fiscal y judicial para alcanzar el debido esclarecimiento de los hechos;
ambos realizados en dos momentos distintos, cuyo grado de convicción ,
son separados. Esto significa que, por regla general, los actos de inves- i
ligación no puedan tener eficacia jurídica de actos de pmeba salvo que i
aquellas no puedan ser reproducidas en el juicio oral. La pmeba enlon- t
ees ha de practicarse en el juicio oral bajo los principios de oralidad, '
inmediación, contradicción e igualdad, principalmente. \
Entonces, conforme a la nueva legislación vigente, los actos de i
investigación preliminar son aquellos practicados por la Fiscalía o por la |
Policía o ésla por orden de aquellas, que tienen por finalidad investigar
la exislencia de elementos fácticos sobre un hecho denunciado como
delito y de la persona denunciada o imputada del mismo, donde si bien •
"«41.

244 F.L NUFVo PROCE.S0 PENAL

puede resultar que dicha investigación es satisfactoria y hasta suficien-


te en sus objetivos para aquellos, sólo van a posibilitar continuar con
la investigación preparatoria por ei mismo fiscal. Tanto la preliminar
como la preparatoria son inve,stigaciones con características propias: son
formales, útiles para la toma de decisiones sobre medidas cautelares,
ampliación por otros delitos u a otras personas, para que las partes tomen
conocimiento de lo que sucede en la investigación, las diligencias son
taxativas, pues solo se practican las que se encuentran reguladas en la
ley, son de naturaleza reservada, lo que exige de los sujetos procesales a
guardiu la reserva de lo que acontece en la diligencia, etc.

En cambio, los actos de prueba se materializan en el juicio oral,


eii la que los argumentos de imputación que significa la acusación liscal
van a ser sometidos a la contra-argumentación de la defensa, pero ade-
más, todos los elementos de prueba se van a actuar piua la respectiva
valoración por el órgano jurisdiccional y la expedición de la sentencia.

II. M E D I O S D E P R U E B A E N P A R T I C U L A R

1. L A CONFESIÓN J U D I C I A L

Una de las instituciones que mayor relevancia en el proceso pe-


nal en los últimos años lo constituye la Confesión. Esta se produce
durante la fase de investigación (preliminar o preparatoria) y de juz-
gamiento, incluso en los mecanismos de culminación anticipada del
proceso (terminación anticipada y conformidad). La confesión en el
proceso penal es el acto procesal por el cual el imputado presta una
declaración personal, ante la autoridad judicial, .sea en la invesliga-
eión o en el juzgamiento, de manera libre, consciente, espontánea y
verosímil sobre su participación como autor o cómplice, en el hecho
delictivo que se investiga.

C o m o quiera que se trata de una manifestación voluntaria del im-


putado de dar a conocer al Juez, que c o m e ü ó un delito sin que se exija
m a y o r rigurosidad es necesaria su posterior verificación con otros m e -
C A l ' I n i U O IV: l.A PKUEDA 2<15

clios de prueba. Sin embargo, se acepta también la retractación de la


confesión, es decii-, volver a declarar para negar lo confesado anterior-
mente, ello hace que no se estime como medio de prueba.

El nuevo código procesal penal lo regula expresamente en los ar--


lículos 160 y 161 resaltándose la presencia de dos formas de confesión:
1) la confesión en el senlido de aceptación de cargos, es decir, consiste
"en la admisión de los cargos o imputación formulada en su contra"
(art. 160); y 2) la confesión sincera, cuando "adicionalmente, es sincera
y espontánea, salvo los supuestos de flagrancia y de irrelevancia de la
admisión de cargos en atención a los elementos probatorios incorpora-
dos en el proceso . . . " (art. 161).

La confesión exige determinados presupuestos'" a fin de ser con-


siderados en la valoración de la prueba referidos al sujeto, objeto o con-
tenido y a la forma. En tal sentido, el art. 160 establece que la confesión
sólo tendrá valor probatorio cuando:

a. Esté debidamente corroborada por otro u otros elementos de con-


vicción.

b. Sea prestada libremente y en estado normal de las facultades psí-


quicas.

c. Sea prestada ante el Juez o el Fiscal en presencia de su abogado.

Conforme a lo dispuesto en el art. 161 de la ley procesal, el le-


gislador ha querido privilegiar a la confesión sincera, es decir, aquella
que se practica de manera voluntaria, ante la autoridad fiscal o judicial,
con muestra de arrepentimiento y con la posibilidad de alcanzar una in-
didgencia del juzgador permitiendo la disminución de la sanción penal,
pues en estos casos, "el Juez, especificando los motivos que la hacen
necesaria, podrá disminuir prudencialmenle la pena hasta en una tercera
parte por debajo del mínimo legal."

tJ$ Ya MmEKMAiER señalaba otros presupuestos c o m o : la verosimilitud; credibilidad;


precisión; persistencia y uniformidad; Tratado de la prueba en materia criminal, cita-
do, p. 271 y s s . -
246 F.l. NUKVO rROCE.SO p e n a l

l.F Características

De lo expuesto en la ley y de los alcances que da la doctrina po-


demos señalar las siguientes caracteríslicas:

a. Se trata de un acto procesal personal e intransferible. La confe-


sión la hace e! imputado y no a través su defensor o tercera perso-
na. Tampoco tiene validez un documento notarial ni carta, audio
o video en donde se exprese la declaración del delito.

b. Se presta ante la autoridad judicial competente, es decir, ante el


Juez en la etapa del juzgamiento o ante el fiscal en fase de investi-
gación, en presencia de su abogado defensor La declaración sobre
la realización de un delito ante la autoridad policial, sin contar con
la presencia del fiscal y del defensor del imputado, no constituye,
en sentido estrictamente jurídico procesal, una confesión.

c. La confesión puede prestarse en cualquier momento del proce-


so penal, incluso hasta antes de leerse la sentencia, pero debe
anotarse, que la prontitud y espontaneidad de la conJesión puede
significar la posibilidad de reducción de la sanción penal por el
juzgador. También es posible la confesión del delito con ocasión
de aceptarse la conclusión anticipada del proceso, en cuyo caso,
el acusado pbdrá confesar ante el órgano jurisdiccional la comi-
sión del delito y aceptar los términos de la acusación fiscal

d. L a confesión debe ser declarada por el imputado de manera libre,


es decir, por decisión personal exclusiva, sin ninguna forma de
coacción o promesa, La declaración recibida bajo algún tipo de
amenaza, presión tortura o promesa no constituye confesión ni
puede ser considerada como medio probatorio (art, 2° inc. 2A, h)
de la Constitución).

e. Debe ser consciente, que va ligada a la libertad de declaración.


Ello significa que el imputado debe darse cuenta del reconoci-
miento de su autoría o participación en el delito; debe tener la
capacidad de reflexión sobre su actuar, sobre los móviles y con-
-secuencias. D e allí que se exija que se preste "en estado normal
de las facultades psíquicas" {ÍVÍ 160,2.C)
CAPI ITILO IV; 1.л I'IUIEUA 247

La coiifosióii debe ser espontánea, es decir, expresada con natu­


ralidad, con iniciativa propia del imputado; en la forma común
de expresarse y sin mediar alguna forma de motivación, salvo
la de declarar el delito incurrido de manera personal. L a espon­
laneitlad debe presidir la declaración; debe permitirse al proce­
sado manifestar cuanto tenga por conveniente para explicar los
hechos incriminados"'.

Además, debe exigirse no sólo que se admita su autoría 0 parti­


cipación, sino también proporcionar la motivación, los detalles
del mismo, o la forma an­<jue se realizó el delilo, anles, durante y
desjiués lie su perpetración.
li. Ln confesión debe ser cierta, verosímil, es decir, susceptible de
ciedii)ilidad, de consideración racional. La deáaración debe pre­
sentar las caraoterisiicas de ser posible con arreglo a la experien­
cia o a las condiciones del imputado o las circunstancias de los
hechos o al desarrollo lógico de las cosas.

La confesión debe ser corroborada con otros medios probatorios.


En este sentido, la sola auioinculpación sin existir prueba que lo
reafirme, resulta insuficiente para sustentar ima sentencia condena­
toria'^».

, 1.?.. C onfesión sincera y espontanea

La doctrina y la legislación comparada reconoce en la confesión


i como una institución procesal que permite premiar al imputado por con­
I fesar su delito, no sólo porque reconduce y centra la investigación en la
verificación de los datos que proporciona, sino porque además, signifi­
'ca una actitud de arrepentimiento del imputado por el delito cometido,
>que debe ser apreciado por el juzgador. A diferencia de la legislación
.procesal anterior que posibilitaba la reducción a Umiles inferiores al
mínimo conminado en la ley penal, el nuevo código pone un límite a
ha reilucción de la pena por confesión sincera, la misma que puede ser

,139 HAMOS МЫШ. К , f.l Proceso Penal, citailii. p. 203.


'MÜ t;j. líiipreniii Ue 11 ile abril ile 1У8Й, 11 S.P. Exp. № 840­87, t.ima.
248 F.l. Ni/Kvo PROCESO PENAI.

"hasta en una tercera parle por debajo del mínimo legal" (arl. 161). lúi
tal sentido, si el extremo mínimo de la pena para el delilo es de sei.M afloü
y se produjera la confesión sincera, e l juez podrá reducir la sanción lid/i-
ta dos años de dicha p e n a quedando e n cuatro.

Sin embargo, hay que precisar que la reducción de pena por con-
fesión no se debe producir si cl imputado fue intervenido en ílagrunlc
delito o existe suficiencia probatoria, pues tales circunstancias liaccii
irrelevante la confesión.

1.3. L a retractación de la confesión

El imputado puede confesar ser autor o participe de un delilo,


siguiendo todas las formalidades de la ley, pero también puede, posle-
riormenle, retractarse de su dicho y expresar en su posterior declaraeión
que es inocente o que tuvo distinta participación en el hecho punible.'

Corresponderá al Juez valorar el sentido de tales declaraciones a


la luz de las pruebas existentes en el proceso penal, aunque desde ya es
demostrativo de un elemento propio de la personalidad del imputado.
Confesión o no, su declaración debe ser objeto de comprobación en el
proceso, principalmente en la fase de actuación de pruebas, es decir, en
el juicio oral.

2. PRUEDA TESTIMONIAL

La prueba testimonial constituye uno de los medios probatorios


de suma importancia y de mayor empleo en cl proceso penal. La na-
turaleza del delito o las circunstancias en que ocurrió, muchas veces
no permiten encontrar suficientes elementos probatorios, por lo que se
acude generalmente a la búsqueda de elementos indiciarlos aportados
por el procesado, si se encuentra presente en el proceso, empero, si no
fuera así, la declaración de las personas que presenciaron los hechos o
de las víctimas del delito, resultan de trascendental importancia, pues
'de su contenido, igualmente, se podrán obtener los elementos de prueba
qué se requieren en el proceso para alcanzar sus objetivos.
CAPITULO IV; LA PPUIÍDA 249

En la actualidad, la prueba testimonial constituye una de las prae-


bas de mayor recurrencia en el proceso y, por cierto, la base probato-
ria que puede decidir un caso penal. Para R A M O S MUNDEZ''" uno de los
elementos típicos de la investigación en el proceso penal es recurrir a
las declaraciones de las personas que en una u otra forma puedan tener
conocimiento de los hechos o puedan aportar datos de utilidad para la
instrucción de la causa.

La prueba testimonial significa la puesta en conocimiento ante la


autoridad fiscal o jurisdiccional de los hechos o circunstancias relacio-
nadas con el delito, o la información que guarde relación con el presim-
to autor, o con los medios utilizados o los efectos del delito.

La declaración del testigo debe recibirse con cautela y bajo cri-


terios relativos al objeto de prueba y de quien lo propone; debe ser
verificada y analizada; se exige que sea fidedigna, con coherencia,
objetiva y con ausencia de subjetividad. Debe recibirse lo más pronto
posible a fin de evitar el olvido de los detalles o circunstancias del
delito por parte del testigo,

2.1. El testimonio

El testimonio, en sentido amplio, aparece como una manifesta-


ción humana de un conocimiento pretérito y el término se emplea para
dar razón de un hecho percibido a través de los sentidos. Puede ser
histórico, político, científico, religioso, social o judicial''". Este último
es el que nos interesa por cuanto es aquel que se presta ante un órgano
judicial con fines probatorios.

El testimonio judicial es la declaración que una persona llamada


testigo hace ante la autoridad judicial respecto de un hecho que ha teni-
do conocimiento. El testimonio permite informar al Juez sobre determi-
nados hechos que desconoce.

^ Hl R A M O S M É N D E Z , F., £//'/•oceio y'ííin/. Lectura Conslilucional, Barcelona. 1993, cil.


^ p.20'1.
1 12 K.ouM(ÁJC¿, O., El lexiimonio y sus problemüs. Teníh, Bogotá, 1985, p. 3.
250 EL NUEVO PROCRSO PENAL

El testigo es la persona física que se encuentra presente al momen­


to de la comisión del delito y que es llamada al proceso penal para (pie
declare sobre lo que conoce de los hechos que se investigan. C omo lo
afirma С А И М Е Ш Т И los testigos se encuentran en el ambiente del delito y
el juez, por el contrario, en el ambiente del juicio'''^. Es la persona lla­
mada a "referir su declaración sobre todo lo que ha visto, oído o palpado
o, en fm, de todo aquello que ha llegado a él por medio délos sentidos,
de un hecho pasado presumible punible y objeto de averiguación"''''.

El testigo es pues la persona que se encuentra presente ni mo­


mento del delito, que puede conocer de otros elenrentos de prueba o
ser niente de prueba, pero que adquiere singular importancia cuniuio
ante la autoridad judicial expresa lo que ha visto, oído o percibido
del mismo. Por ello su declaración debe ser objetiva y concreta, no
admitiéndose que exprese opiniones o conceptos que de manera jier­
sonal tenga respecto de los hechos que relata, salvo que se trate de un
testigo técnico (art. 166.3).

En cuanto a la valoración del testimonio, la misma ley procesal


establece la posibilidad de verificar la idoneidad física o psíquica del
tesligo, en cuyo caso se realizarán las indagaciones necesarias e inclu­
so, la realización de las pericias que correspondan, facultándose al juez
a decidirla de oficio (art. 162.2).

2.2. C aracterísticas del testimonio

a. Es una declaración de conocimiento realizado por persona física,


con capacidad legal.
b. C onstituye una declaración verbal prestada ante el fiscal o j u e z
competente sobre lo que conoce de la comisión del delito o de
las circunstancias que rodean al mismo La ley señala que tal
declaración "versa sobre lo percibido en relación con los hechos
objeto de prueba" (art. 166.1). La oralidad es la regla en el pro­
cedimiento penal.

И З C ARNEI.UTTI, F . , l.ecclmieí... ciL, p. 13.


I'l'l­^RODRlOUEZ O., C il. p. <1.
CAPITULO IV: 1.A PKUGBA 251

c. Mo diíbe mediar forma algmia de coacción en la declaración tes-


timonial. El testimonio debe ser libre de promesas o amenazas.

El testigo no puede ser obligado a declarar sobre hechos sobre


los cuales podría surgir su responsabilidad penal, alcanzando tal
derecho cuando su declaración pueda incriminar a su cónyuge o
parientes cercanos (art. 163.2). Se trata de un derecho del testigo
en virtud del cual se puede abstener de declarar.

La declaración testimonial debe producirse con las formalidades


que exige la ley procesal.

l'uede ser ofrecida por las partes o actuarse de oficio, confor-


me al avance de la investigación judicial y lo dispuesto por la
ley procesal.
^1 testimonio puede ser espontáneo o provocado. Es espontáneo
cuando se presta ante la autoridad sin previo phego de preguntas
y en donde el testigo expresa en sus propios términos -y de la ma-
nera que es más cómoda- su conocimiento sobre los hechos. Co-
rresponderá a la autoridad judicial la formulación de las preguntas
pertinentes una vez temiinada la exposición del testigo, tratando
de resaltar los aspectos que por el nerviosismo o la brevedad de
la declaración no dijo o no precisó el deponente. Será el testimo-
nio provocado, si la autoridad judicial inicia el examen del testigo
coiiforme a un inteirogatorio que previamente ha elaborado.

El testimonio puede ser de cargo o de descargo, según sean ofre-


cidos por las partes dentro del proceso penal.
El testigo colabora con la justicia, es un tercero dentro de un
proceso, no puede presentar recursos ni participar en el proceso
üctiviunente. N o existe prohibición expresa de la ley respecto a
que pueda ser acompañado por su abogado (sólo presencial), si
temiera ser involucrado en la causa penal.

El testimonio del sordo, mudo y sordomudo se realizará formu-


lando las pregimtas por escrito; si saben escribir, contestarán de
la misma forma, salvo que el sordo pueda contestar oralmente.
En todo caso, el Juez puede disponer la presencia de intérprete o
252 EL Nur.vo PROCESO PEHAL

ele persona hábil en el entendimienlo con los lesligos que lengan


lales limitaciones.
k. El testimonio debe recibirse por separado; la autoridad judicial
! debe procurar que no exisla comunicación entre los lesligos (art. .
I 170.3).
I 1. El testigo puede ser interrogado por los abogados que intervienen
en la diligencia.
I m. La nueva ley procesal, a diferencia del código antiguo, permite cl
careo entre testigos (arl. 182.2°), lo que es, en algunos casos, ne-
cesario, pues exisle la posibilidad de que los testigos de un mismo
I' hecho declaren de manera contradictoria o diferente.

Es del caso señalar que el fi.scal o el juzgador para efecto de reci-


bir la declaración testifical debe de examinai" con especial atención las
i caract-írísticas de la persona que declara y las circunstancias que concu-
rrieron en el liecho a fin de fijar su credibilidad y valorar en su momento
el contenido de sus testimonio.

[
' 2.3. Clases de testigos

En doclrina se admite la siguiente clasificación de testigos:

a. Testigos directos o presenciales.- Son aquellos que tienen ima


percepción directa sobre el delilo y que se manifiesta a través de
1 la vista principalmente, o de los demás sentidos; así por ejemplo,
el testigo que escuchó el diálogo entre el imputado y la víctima,
o los gritos de dolor del agraviado o el ruido de los instrumentos
empleados en el delito o percibió un olor a quemado en lugar
próximo a la escena del crimen, etc.
b. Testigos indirectos o de referencia, también se les llama testigos
de oídas, que son aquellos que expresan conocimiento del he-
cho por dalos suministrados por otras personas o informaciones
captadas de medios de comunicación social, de los comentarios
de la gente, de la películas, etc. Es cl llamado testigo referencial
que se encuentra regulado expresamente por la ley. En efecto, e!
CAPITULO 1V: LA PRUEBA 253

ari. 166.2 establece que en eslos casos, el íestigo "debe señalar el


momento, lugar, las personas y medios por tos cuales lo obtuvo",
incluso se podrá actuar de oficio en el caso de las personas indi­
cadas por el testigo de refijrencia como fuente de conocimiento;
si ello no se produce, no podrá utilizarse dicho testimonio.

c. Testigos de conducía, que son aquellos que acuden ante la autori­


• dad judicial, generalmente a pedido del imputado, a fin de aportar
elementos de juicio sobre ta honorabilidad o buena conducta del
imputado.

d. Testigos instrumentales, que son aquellos que acuden al despacho


judicial para dar fe de algún documento o del contenido del mis­
mo o de la firma que allí aparece.

2.4. Obligación de testimoniar

En principio, todas las personas nacionales o extranjeras, citjiuas


por la autoridad judicial como testigos, tienen la obligación de concurrir
a la sede judicial, salvo excepciones legales, a prestar su declaración y
responder con verdad a las preguntas que se le hagan (art. 163.1).

La nueva ley establece que tratándose de testigo policía, militar o

I miembro de los sistemas de inteligencia del Estado, no pueden ser obli­


gados a revelar el nombre de su informante. L o que parece lógico en la
línea del trabajo que realizan en sus investigaciones, empero, la prohibi­
ción no es absoluta, pues pueden mencionar sus nombres y ser llamados
a declarar. De allí que en el pánafo siguiente del aiL 163.3 se precisa que
si los informantes no son interrogados como testigos, las informaciones

ц
dadas por ellos no podrán ser recibidas ni utilizadas. Ello confirma la ne­,
cesidad de respetar el pruicipio de legalidad de ta prueba y además, exige
la verificación del testimonio indirecto. En consecuencia, las partes, pero
princijialmente el fiscal, deben de cuidiu bien de ofrecer tales paicbas si
íUUcs no han confinnado la declaración de tales personas informantes.

Conforme al ordenamiento procesal, la autoridad fiscal o jurisdic­


cional debe citar como testigos:

i
25't • EL NUEVO PROTESO PENAL

a. A las personas ofrecidas por las parles o las que considere ei Fis-
cal duranle la fase de investigación, y por el juez penal en fase de
juicio oral, aceptadas en fase intermedia,

b. A las personas que el imputado considere necesarias para su de-


fensa o las que especialmenle ofrezca para demostrar su probidad
y buena conducta.

El número de testigos podrá ser limitado por el Juez según su cri-


terio (art. 155.2). En tal sentido, por ejemplo, deberá considerar la reite-
ración del testimonio formulado por otros testigos o la coincidencia de
lo ya expuesto por otros respecto de un mismo hecho; o los testimonios
de vecinos o compañeros de trabajo, que tiene por objeto poner de re-
lieve su buena conducta.

El tesligo deberá ser cilado por la autoridad fiscal o jurisdic-


cional, fijándose día y hora para la declaración; si no se presenta,
se le hará comparecer compulsivamente por la fuerza pública (art.
164.3). Si bien la ley no lo dice expresamente, tratándose de una sola
citación, ésta debe hacer mención al apercibimiento de conducción
de grado o fuerza. También es posible que el tesligo se presente es-
pontáneamente (art, 164,2), lo qué significará que se levante el acta
conespondienle, decidiendo la autoridad fiscal o judicia! la recepción
de su declaración.

Puede afirmarse que el lesligo tiene las siguientes obligaciones en


el proceso penal:

a. Obligación de comparecer, cada vez que sea citada por la auloii-


dad judicial,
b. Obligación de identificarse con el documento de identidad res-
pectivo,

c. Obligación de prestar juramento 0 promesa de honor.

d. Obligación de decir la verdad, caso contrario incurrirá en delilo


sancionado por la ley penal (art, 409° C P ) .
CAPÍTULO I V : LA PRUEBA - . 255

2,5. N o obligatoriedad del testimonio

I,a nueva ley también establece que personas que no están obli-
gadas a prestar declaración testimonial por razones de parentesco y se-
creto profesional o de Estado. Se trata de la declaración testimonial fa-
cultativa, donde por condiciones personales O circunstancias especiales,
et testigo se puede abstener de prestar testimonio. Podetnos señalar los
siguientes supuestos: (art. 165).

a. Por razón de parentesco.- Se sustenta en la existencia de relacio-


nes y vínculos fíuniliares, de armonía y concordia en el hogar que
exige no obligar a los parientes del inculpado a declarar como
testigos. La ley establece que podrán abstenerse a rendir testimo-
nio: el cónyuge del imputado, los parientes dentro del cuarto gra-
do de consanguinidad o segundo de afinidad y aquel que tuviera
relación de convivencia con él. Tal abstención se extiende a los
parientes por adopción y respecto de los cónyuges y convivientes
aún cuando haya cesado el vínculo conyugal o convivencial (art.
165.1). La misma norma señala que las personas mencionadas
, setán advertidos, antes de la diligencia, del derecho que les asiste
para rehusar a prestar testimonio, en todo o en parte.

En estos casos, primero debe establecerse el grado de parentesco


entre el testigo y el inculpado con la documentación respectiva; y
luego la autoridad judicial le debe de advertir que no está obliga-
da a prestar testimonio, que pueden rehusar a declarar, en todo o
en parte. El lestigo decidirá si se somete al examen o presta testi-
monio sólo respecto de algunos aspectos o contesta algunas de las
pregunlas que le formulen.

Por raion de secreto profesional o de Estado. - La razón radica


en utio de los fundamentos de la profesión o culto religioso, el
secteto de lu que conoce en el ejercicio de sus funciones; el de-
ber de reserva que ha observar respecto de lo que se le confiere a
una persona dentro del ámbito de su función profesional o culto
religioso.
254 • EL N U E V O EROCESO PENAL

a. A las personas ofrecidas por las partes o las que considere el Fis-
cal durante la fase de investigación, y por el juez penal en fase de
juicio oral, aceptadas en fase intermedia.

b. A las personas que el imputado considere necesarias para su de-


fensa o las que especialmente ofrezca para demostrar su probidad
y buena conducta.

El número de testigos podra ser limitado por el Juez según su cri-


terio (art. 155.2). En tal sentido, por ejemplo, deberá considerar la reite-
ración del testimonio formulado por otros testigos o la coincidencia de
lo ya expuesto por otros respecto de un mi.smo hecho; o los testimonios
de vecinos o compañeros de trabajo, que tiene por objeto poner de re-
lieve su buena conducta.

El testigo deberá ser citado por la autoridad fiscal o jurisdic-


cional, fijándose día y hora para la declaración; si no se presenta,
se le hará comparecer compitlsivamenie por la fuerza pública (art.
164.3). Si bien la ley no lo dice expresamente, tratándose de una sola
citación, ésta debe hacer mención al apercibimiento de conducción
de grado o fuerza. También es posible que el lesligo se presente es-
pontáneamente (art. 164.2), lo que significará que se levante el acta
correspondiente, decidiendo la autoridad fiscal o judicial la recepción
de su declaración.

Puede afirmarse que el lesligo tiene las siguientes obligaciones en


el proceso penal:

a. Obligación de comparecer, cada vez que sea citada por la autori-


dad judicial.
b. Obligación de identificarse con el documento de identidad res-
pectivo.

c. Obligación de prestar juramento o promesa de honor.

d. Obligación de decir la verdad, coso contrario incurrirá en delito


sancionado por la ley penal (art. 409° C P ) .
C A P Í T U L O IV: LA PRUEBA - . 255

2.5. N o obligatoriedívü del tesllropnio

I,a nueva ley también establece que personas que no están o b l i -


gadas a prestar declaración testimonial por razones de parentesco y se-
creto profesional o de Estado. Se trata de la declaración testimonial fa-
cultativa, donde por condiciones personales O circunstancias especiales,
el testigo se puede abstener de prestar testimonio. Podemos seflalar los
siguientes supuestos: (art. 165).

a. Por razón de parentesco.- Se sustenta en la existencia de relacio-


nes y vínculos fíuniliares, de armonía y concordia en el hogar que
exige no obligar a los parientes del inculpado a declarar como
testigos. La ley establece que podrán abstenerse a rendir testimo-
nio: el cónyuge del imputado, los parientes dentro del cuarto gra-
do de consanguinidad o segundo de afinidad y aquel que tuviera
relación de convivencia con él. Tal abstención se extiende a los
parientes por adopción y respecto de los cónyuges y convivientes
aún cuando haya cesado el vínculo conyugal o convivencial (art.
165.1). La misma norma' señala que las personas mencionadas
, set án advertidos, anles de la diligencia, del derecho que les asiste
para rehusar a prestar testimonio, en lodo o en parte.

En estos casos, primero debe establecerse el grado de parentesco


entre el testigo y el inculpado con la documentación respectiva; y
luego la autoridad judicial le debe de advertir que no está obliga-
da a prestar testimonio, que pueden rehusar a declarar, en todo o
en parle. El lestigo decidirá si se somete al examen o presta testi-
monio sólo respecto de algunos aspectos o contesta algunas de las
preguntas que le formulen.

Por raion de secreto profesional o de Estado. - La razón radica


en uno de los fundamentos de la profesión o cullo religioso, el
secreto de lo que conoce en el ejercicio de sus funciones; el de-
ber de reserva que ha observar respecto de lo que se le confiere a
una persona dentro del ámbito de su función profesional o culto
religioso.
256 EL HUEVO PROCESO PENAL

En tal sentido, no eslará obligado el abogado del imputado rüS|)Ct>


lo a los hechos que le hubieren sido confiados por aquel en tnli-
dad de defensor; el médico respecto de lo que le hubiera confiado
su paciente quien a su vez es imputado de un delito; el sacci dolo
sobre lo que le hubiere escuchado en confesión del imputado.
Debe recordarse que la Constitución de 1993 establece como de-
recho fundamental, la reserva sobre las convicciones polílicii.'i, fi-
losóficas, religiosas o de cualquiera otra Índole, así como a RUIU-
dar el secreto profesional (art. 2° inc. 18) e inclusive el Código
Penal prevé sanción privativa de la liberlad y multa a quien reve-
lare información sujeta a secreto profesional (art. 165°).
Conforme a la nueva ley procesal (art. 165.2), deberán abstenerse
de declarar, con las precisiones legales pertinentes: los vinculadoii
por el secreto profesional: los abogados, ministros de culto reli-
gioso, notarios, médicos y personeU sanilario, periodistas y otroii
profesionales dispensados por ley expresa; sin embargo, con ex-
cepción de los sacerdotes, los profesionales podrán declarar cuan-
do sean liberadas por el interesado de guardar secreto.
La ley también comprende a los fimcionarios y servidores públi-
cos que conocen de un secreto de Estado, es decir, de una informa-
ción considerada como secreta o reservada. En estos casos deberán
hacer conocer de ello a la autoridad judicial que los cite, en lales
casos, el fiscal o juez deberá pedir ittformación al Ministro del
sector a fin.de verificar si la información requerida se encuculta
de los alcances de la reserva de esta ley; si no lo estuviera conti-
nuará la diligencia; caso contrario, deberá abstenerse de dechuar.
Para esle último ca.so, Ir. ley eslablece que si el juez lo considera
imprescindible, a pedido de las partes o de oficio, podrá citar a
declarar a los fimcionarios públicos que correspondan e incluso al
que inicialmente ftie citado, a fin de que responda a las interrogan-
tes judiciales (art. 165.3). La razón de esta excepción es bastante
obvia, se busca proteger al Estado mismo a través de cualquier
información clasificada como resei-vada o secreta y que compele
de manera exclusiva a los funcionarios del más alio nivel.

En lodos los casos, estas personas serán advertidas del derecho


que les asiste para rehusar la declaración, sea en todo o en parte.
I

l »
CAI'ÌTUI.O I V : LA PRUI-DA 257

3. EL CAREO

El careo se hace necesario cuando en el proceso penal dos o más


personas, sean imputados o testigos, deponen sobre hechos que son ma-
teria de investigación judicial y surgen contradicciones sobre su conte-
nido, originando discordancia o confusión, ya que se desconoce a quien
corresponde el dicho sobre la verdad. Conforme a lo dispuesto por la
ley procesal penal, se realizará el careo cuando entre lo declarado por
el imputado y lo dicho por otro imputado, lestigo o agraviado, surjan
contradicciones importantes (arl. 182.1).

El careo consiste entonces en poner frente a frente a los sujetos


que intervienen en el proceso penal para poder esclarecer, mediante el
debate, las controversias que han surgido de sus propias declaraciones
expresadas ante la autoridad judicial. Se busca reconstruir los hechos
que constituyen el objeto del proceso o de una parte de él a partir de las
propias discrepancias que existen en las declaraciones judiciales''",

La legislación anterior posibilitaba una confusión entre los términos


careo y confrontación; sin embargo, el Nuevo Código establece detenni-
nadas distinciones. El presupuesto necesario para el careo es que existan
contradicciones importantes entre 2 sujetos (entre imputados, imputado /
íestigo, imputado/ agraviado, entre agraviados, entre testigos), tal como
reza el artículo 182; sin embargo el presupuesto exigible para la confron-
tación es que, existan declaiaciones contradictorias de lui mismo sujeto
en etapas distintas del proceso (artículo 378,8: "Durante el contrainterro-
gatorio, las partes podrán confrontar al perito o testigo con sus propios
dichos u otras versiones de los hechos presentadas en el juicio")

3.1. Naturaleza Jurídica

La doctrina no ha sido uniforme respecto a la naturaleza jurídi-


ca del careo. Se puede apreciar una tendencia orientada a considerarla
como un medio .subsidiario o complementario de prueba, y también,

145 DEL VALLE RANDIQI, L,, LOS nieclios de pniebo en el derecho procesal penal, cit. p. 12.1
258 EL N U E V O PROCESO P E N A L

como un medio de prueba. Se soslicue que no se trata de un medio


de prueba, sino de un expediente para la valoración de una prueba''*;
que es un "medio complementario y negativo de comprobación al que
se recurre para despejai una siluacióB do incerlidiunbre provocada por
manifestaciones discordes'"",

También se afirma que el careo constituye una diligencia judicial


esencialmente subsidiaria'^' que se realiza cuando se constatan contra-
dicciones, divergencias o desacuerdos en las declaraciones judiciales
prestadas por los inculpados o entre ellos y los testigos, y resulta nece-
saria para el debido esclarecimiento de lales declaraciones. En tal sen-
tido, no se le considera como un medio de prueba, sino un instrumento
para constatar declaraciones vertidas en el proceso o factor valoralivo
de la declaración testimonial.

De olro lado, se ha sostenido que se trata de un medio de prueba,


ya que a través de dicha diligencia, el Juez puede llegar a obtener la
verdad de los hechos, pues no se trata de una simple declaración ratifi-
catoria de discrepancias sino de la oportunidad en manos del Juez para
"exigir que den razón de sus afirmaciones, y luego establecer, dentro de
su función eminentemente prudente y sicológica, quién es la persona
que encara con mayor precisión, dando detalles, precisando conceptos,
aclarando ideas y probando sus afirmaciones, y sobre todo empleando
un tono convincente o dubitativo frente a su confrontado"''".

3.2, C arac ler is t i cas del careo

a. El objeto principal del careo es poder despejar la incerlidumbrc


creada ante las declaraciones vertidas por los imputados y testi-

1 «16 tvlANZiNi, V., Tratarla de Derecho Procesal Penal, T. 1, TraJuccîôn de Santiago Sentís
ivi. Y M . Ayerra, E J E A , Bs. A s , 1 9 5 3 , p. 2 1 4
147 Véase OMEDA, Enciclopedia Jurídica, T. XX, Editorial Bibliográfica Argentina, Ds,
As, 1961, p. 699,

148 M o i ^ ô N REDONIXJ, A., Proceso Penal, obra colectiva, con Montero A . , cit., p, 1 8 0 , 2 9 9 .
1 4 9 DEL VALLE RANDICII, 1.., Los medios de prueba en el derecho procesal penal, cit. p.
'124.
I

C A I ' I T U L U IV: LA PRUKBA 259

gos en el proceso penal. En Uil sentido, la discrepancia y el escla-


recimiento constituyen el objeto principal de la confrontación"".
b. Se posibilita el caieo entre testigos, a diferencia de la ley anterior

c. N o procede el careo entre el imputado y la victima menor de ca-


torce años de edad, salvo que quien lo represente o su abogado
defensor lo solicite expresamente (art. 182.3).

d. En la diligencia el juez les preguntará a tas partes si confinnan o


modifican su declaración anterior y las invitará, si fuera necesario, a
referirse recíprocainente a sus versiones (art. 183.1). Es decir, a que
se expresen directamente, entre si. sobre lo que ellos sostienen.

e. Seguidaniente las parles interrogaran a las personas sometidas a


caico sobre los puntos maleria de contradicción y que determi-
naron la procedencia de lu diligencia. En tal sentido, fijados los
pnntn.^ controvert idos, sólo se formularán preguntas que guarden
relación con lo dicho, salvo que del mismo caieo surja la necesi-
dad lie repreguntas sobre temas conexos.

f. La autoridad judicial valorará el careo conjuntamente con las


demás pruebas actuadas, en especial, con las referidas anterior-
mente por ellos. De tal manera que si se acredita la falsedad del
leslimonio, éste carecerá de valor probatorio.
g. Debe afirmarse la importancia de los principios de inmediación y
contradicción expuestos en la diligencia de careo.

4. LAl'RtlEUAPEK-lCIAL

4.1. c'oace[)lo

I p
La espccialización y el adelanto del conocimiento científico, hace
vital este medio probalorio en la dinámica del proceso penal. F L O R Í A N ' "

l.W l ) u . VAii.t RANIJK ii.L., I,(>s medios de piueio en el dei-echo procesal penal, cit., p. 12S.

I
131 ()lii3 y:i Imljlu sido dispuesto por la ley 27U33 modiñcindo el código procesal antiguo.
152 l'uokiAN, l'.uEcnio. De la pruebas penales. T o m o I I , iraduccióu de Jorge Guerrero,
i:diti>iial l'euiis. nogola, 2002. p. 351
260 El. NUEVO PROCESO PENAL

la define como "el medio de prueba que se emplea para Iransmilir y


aportar al proceso nociones técnicas y objetos de prueba, para cuya
determinación y adquisición se requieren conocimientos especiulca y
capacidad técnica. En tal sentido, la procedencia de la prueba pericial
se encuentra regulada en el artículo 172 de! Código; " L a pericia jiro-
cederá siempre que, para la explicación y mejor comprensión de algún
hecho, se requiera conocimiento especializado de naturaleza cientlficn,
técnica, artística o de experiencia calificada". Asimismo el Código es-
tablece la posibilidad de ordenar una "pericia cultural" en el supuesto
del artículo 15 del Código Penal -error de comprensión culturalmcnto
condicionado- la cual tendrá como objeto las pautas culturales del im-
putado. (Art. 172.2)

Las reglas que se establecen para la prueba pericial y la prueba


testimonial son distintas, el legislador se pone en el supuesto de la per-
sona que declare sobre hechos o circunstancias que conoció espontá-
neamente aunque utilice para informar aptitudes especiales, el conocido
como "testigo técnico" -ejemplo un policía, experto en balística, que
fiíe testigo presencial de un asalto a mano armada- y establece que regi-
rán las reglas de la prueba testimonial.

4.2, El perito

El perito, a diferencia del tesligo, no es llamado a declarar sobre


hechos que conoce por su propia experiencia, sino que es llamado por el
conocimiento específico que posee; prevalece fundamentalmente el ele-
mento técnico. El perito es un órgano de prueba que nace desde el proce-
so penal mismo, mientras que el lestigo exisle con mdependencia de el.

El artículo 173.1, dispone que el nombramiento del perito será


realizado duranle la etapa de investigación Prepaialoria, por el Juez
competente y en los casos de prueba anticipada los peritos pueden ser
nombrados por el Juez o el Fiscal; asimismo, establece el siguiente or-
den de prelación: se escogerá a los especialistas donde los hubiere y
entre estos, a quienes se hallen sirviendo al Estado, los que colaborarán
con el sistema de justicia penal gratuitamente, y de no existir este tipo
4

C A P I T U L O IV; LA PRUEHA 261

de profesionales, se tomara en cuenta a los designados o inscritos, se-


gún las nomias de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

La norma procesal -a diferencia de la legislación anterior- esta-


blece que solo se nombrara a un perito, sin embargo, se podrá elegir
dos o más peritos cuando resulten imprescindibles por la considerable
complejidad del asunto o cuando se requiera el concurso de distintos
conocimientos en diferentes disciplinas y para ello se tendrá en con-
sideración la propuesta o sugerencia de las partes (Art. 173.1). En el
mismo t e x t o ' " se establece que la labor pericial se encomendará; sin
necesidad de designación expresa, al Laboratorio de Criminalística de
la Policía Nacional del Perú, a la Dirección de Policía Contra la C o -
rrupción y al Instituto de Medicina Legal, así como a los organismos
del Estado que desarrollan labor científica o técnica, los que prestaran
su auxilio gratuitamente.

El perito designado tiene la obligación de ejercer el cargo, sal-


vo que este incurso en alguna causa! de impedimento -incisos 1) y 2 )
del artículo 165, que regula las causales de abstención de declarar por
parte de los testigos-, debiendo ejercer sus ñmciones con objetividad
e independencia, para lo cual prestara juramento, siendo esa ia opor-
tmiidad para mencionar si le asiste algún impedimento. El perito, en
virtud de la función que le toca desempeñar, tiene acceso al expediente
-técnicamente hablando a la carpeta fiscal- y a las demás evidencias a
fin del logro de su cometido, debiendo guardar reserva, bajo responsa-
bilidad (Art. 176),

Según el artículo 174, la disposición (fiscal) o resolución (judicial)


de nombramiento del perito, precisará: a) el punto o problema sobre el
que incidirá la pericia, b) El plazo para la entrega del informe pericial,
para lo cual se escuchara a los peritos y las partes.

Una vez producido el nombramiento de los peritos oficiales, los


sujetos procesales pueden nombrar, por su cuenta, los peritos que esti-

153 í'.l articulo 173.2 fiíe modificado por el articulo único de la ley 28697, publicada
el 22.03.2006,,Tanibién se establece que "podrá encomendarse la labor pericial a
universidades, institutos de investigación o firmas jurídicas en general, siempre que
reúnan las cualidades necesarias para tal fm, con conociniiento de las partes."
262 EL NUEVO PROCESO PENAL

men necesarios, en ese caso estaremos ante los llamados peritos de por-
te quienes se encuentran facultados a presenciar las operaciones peri-
ciales del perito oficial, hacer las obsei-vaciones y dejar las constancias
que su técnica les aconseje.
J_
4.3. El informe pericial

I El informe pericial es el resultado del trabajo realizado por el pe-


rito, que contiene, la opinión del perito, la explicación detallada de las
operaciones técnicas realizadas y de los principios científicos o técnicos
en que se basa. En nuestra nueva legislación la presentación del informe
pericial reviste un carácter formal.

El artículo 178, prescribe, el contenido del informe pericial en loa


siguientes términos: a) El nombre, apellido, domicilio y Documento
Nacional de Identidad del perito, así como el número de su registro
profesional en caso de colegiación obligatoria; b) La descripción de lu
situación o estado de hechos, sea persona o cosa, sobre los que se hizo
el peritaje; c ) La exposición detallada de lo que se ha comprobado en
relación al encargo; d) La motivación o fundamentación del examen
técnico; e) La indicación de los criterios científicos o técnicos, médicos
y regias de los que se sirvieron para hacer el examen; f) Las conclu-
siones, g ) La fecha, sello y firma. Asimismo, menciona que cl informo
pericial no puede contener juicios respecto a la responsabilidad o no
responsabilidad penal del imputado en relación con el hecho delictuoso
materia del proceso ya que no es función del perito dicha determinación
sino ilustrar al juzgador respecto de un tema en particular, por el cual
ha sido nombrado.

¿Qué sucede en el caso de discrepancia entre peritos? En el caso


que existan varios peritos oficiales y estos discrepan, cada imo presen-
tará su respectivo informe pericial, y en el supuesto que el perito de
parte discrepe con las conclusiones del informe pericial oficial, puede
presentar su propio informe, que se ajustará a las prescripciones del ar-
tículo 178, en este caso se debe poner en conocimiento del perito oficial
a'Qfeclos que se pronuncie.
C A P i m i . o I V : L A PRUEDA 263

4.1. Examen pericial

La pmeba pericial debe ser incorporada al proceso penal medianle la


decliuación de los peritos en Juicio Oral; el examen a los peritos debe estar
orientado a la explicación de las conclusiones a las cuales se han arribado.

Según cl artículo 378.5 el examen del perito se iniciará con la ex-


posición breve del contenido y conclusiones del informe pericial, de ser
necesíu-io el Juez, ordenara su lectura, seguidamente se le exhibirá ^1 in-
forme y se le consultará si corresponde al que ha emitido, si ha snñido
alguna alteración y si es su firma la que aparece al final del dictamen. A
continuación, se le pedirá explique las operaciones periciales que han
realizado, y será intenogado por las partes en el orden que establezca el
juez, comenzando por quien propuso la prueba y luego los restantes.

De exislk informes periciales oficiales discrepantes se promove-


rá, inclusive de oficio, en el curso del acto del juicio oral un debate
pericial, y de existir discrepancia entre un informe pericial oficial y uno
de parte, el debate pericial es obligatorio.

5. L A PRUEDA DOCUMENTAL

5.1. Concepto

Para CARNELurri el documento constituye una prueba histórica,


esto es, un hecho representativo de otro hecho. Agrega, "si el testigo es
una persona, que narra una experiencia, el documento puede ser defi-
nido como una cosa, por ¡a cual una experiencia es representada; aquí
el objeto de investigación debe ser la diferencia entre la representación
personal y lu representación reaP'^".

El documento es toda aquel medio que contiene con el caiácter de


permanente una representación acmal, pasada o futura, del pensamiento o
conocimienlo o de una aptimd artística o de un acto o de im estado afecti-
vo o de un suceso o estado de ta naturaleza, de la sociedad o de los valores

15'1 CAHrin.in-ri. F. Lecciones, T. I eli., \>. 302, 311.


264 Ri. MUEVO PROCESO PENAL

económicos, financieros, e l e , cuya significación es iiienlificable, entendi-


ble de iimiedialo y de manera inequívoca por el sujeto cognoscente.

El documento no sólo se identifica con algún acto escrito, sino


comprende a todas aquellas manifestaciones de hechos, como las lla-
madas instrumentales, (cinta magnetofónica, vídeo, disquetes, slides,
las fotografías, caricaturas, planos, representaciones pictóricas, pen-
tagramas, estampillas, cartas, fax, telegrama, códigos de comimicacíón,
fórmulas, etc.). En materia civil se establece que documento es lodo
escrito u objeto que sirve para acreditar un hecho (art. 233°).
i
5.2. El documento como objeto y medio de prueba

El documento puede ser considerado como objeto de prueba pues


para su incorporación al proceso y valoración posterior requieren de
previa observación, identificación y análisis. Debe de existir una re-
lación directa o mdirecta entre en hecho que se investiga con el docu-
mento que se pretende considerar dentro del proceso. Por ejemplo, la
carta exlorsionadora, el dibujo de la escena de crimen, en el delito de
secuestro o robo; la carta del imputado o del testigo, etc. D e tal manera
que, el documento como objeto de prueba nos permite identificar lo¡?
hechos que se relacionan con la imputación misma y que es el centro de
la investigación.

El documento como medio de prueba aparece cuando su conteni-


do se apoya en declaraciones o en informes de personas dentro del pro-
cesa judicial; son aquellos documentos que forman parte del proceso y
que por sí mismos merecen valor en tanto se relacionen con el hecho
sujeto a investigación: declaración del imputado, testimonial, pericia,
etc. En tal senlido, el documento como medio de prueba se relaciona
necesariamente con cl órgano de prueba. El artículo 184 de la nueva ley
procesal establece que "se podrá incorporar al proceso todo documento
que pueda servir como medio de prueba. Quien lo tenga en su poder
está obligado a presentarlo, exliibirlo o permitir su conocimiento,

Como se puede apreciar, el documento tiene naturaleza repre-


sentativa, pero además, tiene la singularidad de ser un medio de co-
municación pues la relación entre el sujeto cognoscente y la fuente de
C A P I T U L O IV: LA ПШЕВА 265

pmeba se manifiesla a través del contenido dèi documento; también


tiene naturaleza permanente pues su existencia es por tiempo indeter­
minado, en tanto el documento no sufra algún deterioro, adulteración
o desaparezca. También tiene carácter objetivo dado que existe real e
independientemente de la persona de su autor.

De lo que se afirma, también podemos sostener que el documento


tiene la finalidad de preservar de la forma fidedigna y .fiel aquello que
representa. Y dentro de dicha finalidad genérica, se establecen dos fina­
lidades específicas: la finalidad adprobationeni, cuando el documento
es hecho con la finalidad de demostrar posterionnente la autenticidad
de. lo representado. La finalidad ad substanciam, cuando por mandato
legal, la documentación escrita del acto jurídico es indispensable para
la existencia de éste; de tal manera que el documento es considerado
elemento constitutivo del acto jurídico y también el medio que sirve
para probarlo'".
i

5.3. C lases de dücimienlos

El aitículo 185 del C ódigo Procesal Penal establece que son docu­
mentos los manuscritos, impresos, fotocopias, fax, disquetes, películas,
fotografías, radiografías, representaciones gráficas, dibujos, grabacio­
nes magnetofónicas y medios que contienen registro de sucesos, imá­
genes, voces; y otros similares." Pero además habrá que comprender el
concepto de documentos de la legislación civil como la existente sobre
documentos públicos y privados.

a. Documento Público. Es aquel que es redactado u otorgado si­


t guiendo la formalidad legal por la autoridad pública competente
que da fe pública. Los documentos privados que son expuestos
т ante notario sólo para autenticar como suya la firma merecerán
fe de lo que ha sido legalizado ante el Notario, es decir, sólo de
la firma y no del contenido.

D e acuerdo a ley (art. 235" del C P C ) es documento público:

\SS ?J\ arL 225° del C .C . eslablece que "no debe confundirse el acto con el documento que
sirve para probarlo. Puede subsistir el acto aunque el documento se declare nulo".
266 El. NUEVO PKOrrsO PENAI,

1. El otorgado por funcionario público en ejercicio de sus atri-


buciones; y
2. La escritura pública y demás documentos otorgados ante o
por notario publico, según la ley de la materia.

En tal sentido, constituyen documentos públicos los expedidos


por los funcionarios públicos de los distintos Ministerios o Ins-
tituciones del Estado; los expedidos por ios Notarios; los docu-
mentos que se encuentran en los archivos públicos; los documen-'
tos relativos al estado civil de las personas; los documentos que
expidan las autoridades judiciales.

b. Documento Privado. Es aquel que es redactado por las personas


interesadas, sea con testigos o sin ellos, pero sin intervención de
notario o funcionario público. El CPC (art. 236°) los define a con-
trario sensu de los documentos públicos, cuando estable que "es
el que no tiene las características del docimrenlo público" y agre-
ga que "la legalización o certificación de un documento privado
no lo convierte en público".

En materia penal los documentos privados pueden manifestarse


fcn manuscritos, impresos, documentos escritos a máquina, gra-
baciones, filmaciones, planos, cuadros, dibujos, etc. Pero habrá
de verificarse su relación con el hecho que se investiga o con
la persona imputada; algunas veces recogido de la escena del
crimen por el Fiscal o la policía, otras veces aportados por las
partes al proceso, pero siempre susceptibles de valoración por el
órgano jurisdiccional.

Los documemos privados carecen de valor por sí sólo hasta que


se pruebe su autenticidad y su relación con el hecho que se inves-
tiga o con la persona imputada del delito,

Mabda que agregar que los documentos que tengan declaracio-


nes anónimas no podrán ser utilizados en el proceso, salvo que
constituyan el cuerpo del delilo o provengan del imputado (lut.
184,3),
CAPITUI.O IV: L A PRUEBA 267

5.'1. Obligalorietlad de presentar, exhibir o permitir el conocimiento


de documentos. Orden de incautación

La ley procesal penal establece la obligatoriedad de las person.is


naturales o jurídicas, de insliluciones públicas o privadas, de presentar,
exhibir n permitir el conocimiento de los documentos que se requiere
para la investigación del delito, salvo dispensa, prohibición legal nece-
sidad de previa orden judicial (art. 184.1). N o se trata entonces de un
deber, sino de una obligación que las personas deben de cumplir, de
allí que durante la investigación fiscal, dicha autoridad podrá solicitar
al lenedor del documento la presentación o exhibición voluntaria del
ilocumento, caso contrario, deberá solicitar la autorización al Juez para
jirocedera su incautación (arL 184.2).

5.5. Reconocitnicuto de documentos

Confi)nne se ya se ha realizaba en la práclica, la nueva ley esta-


blece el reconocimiento del documento por su aulor o por quien resulte
identificado según su voz, imagen, huella, señal.u.ptTO medio así como
p o r aijuel quien efectuó el registro, incluso, podrán ser llamados en ca-
lidad de testigos (art. 186.1). Ln el mismo sentido, se podrá recurrir a
ia prueba pericial cuando corresponda verificar la autenticidad de un
docmnento (art. 186.2). Para efecto del reconocimiento debe de existir
una relación directa o indirecta entre la persona y el documento a re-
conocer, corno cuando deba reconocer documentos presentados dentro
del proceso por algunas de las parles, como aquellos realizados en la
investigación policial (acta de incautación).

Otiiis características

Lo.s documentos en idioma distinto al español serán traducidos


oficialmente.
í!i .se trata de tm documeiUo en cinta magnetofónica, la autoridad
judie i;il (fiscal o j u e z ) dispondrá su trascripción.
La aulüridail judicial podtá requerir ii\formes que consten en re-
gisUos oficiales o privailos. Su incumplimiento, relardo, falsedad o
mmm m

268 EL N U E V O PROCKSO P E N A L i ^

1
ocullamiciUo de datos, serán sancionados con multa, sin ))erjuiclo ^
de la acción penai quc corresponda y de la diligencia de insj)ccciòii,
revisión o incautación del documento, si fuera el caso (lut, IHK).,

III. L A V A L O R A C i Ó N D E L A P R U E B A ''

1. CONCEPTO BÀSICO

La actividad probatoria encuenlra su momento culrainanlc cuan-


do se procede judicialmente"* a la valoración de la prueba'". Se esperii
alcanzar la verdad sobre los hechos mediante la prueba y ésta tiene
como función específica darle el incentivo vigoroso de ia verdad dado
que, la sentencia que es el fin característico del proceso se hace realidad
cuando las pruebas se dirigen a ascgunu la verdad"'.

En tal sentido, todo el procedimiento probatorio debe obedecer a


criterios judiciales fundamentales de legitimidad, orden procedimen-
tal, perlinencia y contradicción. El objeto del proceso debe quedar ple-
namente satisfecho para que Se cumpla la excelsa ftinción jurisdiccio-
nal: juzgar.

La valoración de la prueba es definida como la operación inte-


lectual -que realiza el juez de juzgamiento- destinada a establecer la
eficacia conviccional de los medios de prueba recibidos en el decurso
del debate'". La valoración de la prueba dclermina el grado de conoci-
miento que posee el Juzgador.

136 La exclusiviilad de la valuración de la prueba lo es para que el Juez dicte sentencia y


obviamenle. es distinta a la que corresponde al Fiscal y a las parles, a fin de sustentar
S'is posiciones.
157 Véase riFRiiARU WALTER. Ubre apreciación de lo prueba. Investigación acerca del
significado, la,s condiciones y limites del libre convencimiento judicial, versión cas-
tellana de T o m á s üanzliaf. Editorial Temis, Bogotá, 1 9 8 5 .
1 5 8 A R A N O O ESCOUAR, Julio, Valoración de la prueba en el proceso penal. enAAV^, serie
Justicia y Derechos Humanns/2, riu.iteiuala, 1990, p. I I I .
159 C A F F E R A T A Ñ O R E S . I.a prueba en el proceso penal, ' 1 ° edición actualizada y a m -
pliada, e d i c i o n e s d e Depalma, B u e n o s A i r e s , 1 9 8 6 , p. 4 5
C A P I T U L O IV: I.A PRUEBA 269

La prueba aportada en el debate contradictorio, tendrá como nor-


te, a efectos de destruir válidamente la presimción de inocencia, lograr
la plena convicción del juzgador sobre la culpabilidad del imputado
ya que solo la certeza en torno a la imputación es presupuesto básico
para emitir una sentencia condenatoria. Cuando la percepción de haber
alcanzado la verdad es firme, se dice que hay certeza, que podría ser
definida como la firme convicción de estar en posesión de la verdad.

Como es sabido la pmeba, no sólo puede generar certeza en tor-


no a la tesis acusatoria, también existen otros grados de conocimiento,
como la duda -que se aprecia como im equilibrio u oscilación porque el
intelecto es llevado hacía el sí y luego hacía el no, sin poder quedarse
en ninguno de los dos extremos- y la probabilidad -se produce cuando
coexisten elementos positivo y negativos, con el detalle que los positi-
vos son superiores-.

2, SISTEMAS DE VALORACIÓN DE L A PRUEBA

La historia y cl derecho comparado reconocen hasta tres sistemas


de valoración de la prueba; a) sistema de la prueba legal o tasada; b)
sistema de la íntima convicción; y c ) sistema de la sana critica racional
o libre convicción. Nuestro legislador ha introducido este úllimo siste-
ma pues expresamente señala que "en la valoración de la prueba el Juez
deberá observar las reglas de la lógica, la ciencia y las máximas de la
experiencia, y expondrá los resultados obtenidos y los criterios adopta-
dos" (art. 158,1), En consecuencia, como enseña V u L t z MARICONDE se
deja aljuzgador en libertad para admitir toda prueba que estime útil al
esclarecimiento de la verdad, y para apreciarla conforme a las reglas
de la lógica, de la psicología y de la experiencia común. Agrega el
maestro argentino que "éstas reglas de la sana crítica racional, del " c o -
rrecto entendimiento humano" -contingentes y variables con relación a
la experiencia del tiempo y del lugar, pero estables y permanentes en
cuanlo a los principios lógicos en que debe apoyarse la sentencia- son
las únicas que gobiernan el juicio del magistrado""".

16Ü ViiLEZ MARICONDE, A , , DerechoProcesat Penai, cil. p. 3 6 3 .


270 EL NUEVO PROC ESO PENAL

D e allí que se afume que la libre valoración de la prueba Nupoiio


que los distinios elementos de prueba pueden ser libremente ))oiulciii'
dos por el tribunal de instancia, a quien corresponde, en consccuciltlii,
valorar su significado y trascendencia en orden a la fundíunenlaclóii do!
fallo contenido en la sentencia. Pero para que dicha ponderación pueda
llevar a desvirtuar la presunción de inocencia, es precisa una mluinin
actividad probatoria producida con las garantías procesales quo de til­
guna fonna pueda entenderse de cargo y de la que se pueda deducir, por
tanto, la culpabilidad del procesado'".

Hay entonces dos aspectos importantes que hacen de este sislcma


de valoración de la prueba la de mayor aceptación en sistemas como el
nuestro: a) la liberlad de convencimiento judicial sobre la pruebo, en
atención al razonamiento lógico; y b ) la exigencia de expresar cuáles
son tales razones judiciales en la motivación de la resolución.

CAPFERATA ÑORES enseña que la autoridad judicial llegará a con­


clusiones sobre la prueba en plena libertad de apreciación pero obser­
vando normas de la lógica, de la psicología y de la experiencia, con
obligación de expresar las razones de tal convencimiento y los elemen­
tos de prueba en que lo sustenta, exigiéndose dos aspectos importantes:
la descripción del elemento probatorio y su valoración critica, a fin de
ñrndar la conclusión que en él se apoya'".

3. L A V A L O I I A C I Ó N D E L A P R U E B A Y E L IN DUBJO PRO REO

El sistema de ta libre convicción o sana critica racional, al igual


que el de íntima convicción (criterio de conciencia), establece la más
plena libertad de convencimiento de los jueces; sin embargo, en el
primero se exige que las conclusiones a que se lleguen sean el pro­
ducto lógico y racional de las pruebas en las que se las apoye. En este

lúl SenlEiiciii (le) Tribunal Cunstiliicionu! español № 3 1 de 1 9 8 1 , de 2 8 de julio, cit. por


RAMO,S M É N D E Z , F. El Proceso Penal. Lectura Constitucional, Bosch editor, Baicelo­
. na 1997, p 357.

1 6 2 ^C AFFEBATA Ñ O R E S , J. la prueba en el proceso penal, cit. p. '12 y '13.


C A P I T U L O iV: LA PRUEBA 271

sistema tle valoración de la prueba existe un dehier de motivación de


las resoluciones judiciales

La certeza a cjue ha de llegar el juzgador sobre la prueba acmada va a


detenninar que la sentencia sea absolutoria o condenatoria. Sin embargo, es
po.sible dicho convencimiento judicial no llegue a concretarse por la presen­
cia de determinadas dudas en el juicio valorativo del Juez. En estos casos, el
órgano jurisdiccional juzgador debe inclinarse a favor del procesado.

El principio in üubio pro reo tiene toda una doctrina que lo sus­
tenta y que es imperativo para los jueces por mandato constitucional,
pues ha de aplicarse la ley más favorable al procesado en caso de duda
o de conflicto entre leyes penales (art. 139" inc. 11 Const.). Además, el
t nuevo código procesal es expreso al señalar cuando en su titulo prelimi­
"^p nar trata del principio de inocencia, que "en caso de duda sobre la res­
pon.stibilidad penal debe resolverse a favor del imputado." (art. II. 1).

Este principio guarda estrecha relación con la presunción de ino­


cencia. En efecto, ninguna persona puede ser considerada como culpable
hasta que se pruebe el hecho materia de imputación y el jiizgador lo ex­
prese en una sentencia condenatoria y motivada. Es más, se ha afirmado
ijue el in citibio pro reo constituye un corolario del principio constitucio­
nal de inotíencia, como lo señala L A N G E R y que en su aspecto negativo
"prohibe al tribunal condenar al acusado si no obtiene certeza sobre la
verdad de la imputación" y en su aspecto positivo, "obliga al tribimal no
sólo a no condeuíw sino a absolver al acusado al no obtener certeza".

Se enseña en la jurispmdencia española que ambas son manifesta­


ciones de un genérico fervor rei, pero que existe una diferencia sustancial
pues et derecho a la presunción de inocencia, desenvuelve su eficacia cuan­
do existe una falta absoluta de pniebas o cuando las practicadas no reúnen
las gai­antías procesales; y el principio jurisprudencial in diibio pro reo que
pertenece al momento de la valoración o apreciación probatoria, y que ha
de juzgar cuando exista una duda racional sobre la real concurrencia de los
elementos objetivos y subjetivos que integran el tipo penal'".

163 Vé¡i.se Scnlencia del Tribunal C oiislituciunal español № H 0 / I 9 8 5 , de 2 1 de octubre,


cit. por R A M O S M É N O I I Z , F. ¿ 7 frocuso Punnt. Lectura C onstitucional, cit p. 3 6 0 .
272 F.L bRJIÍVO PROCE.SO PENAL

De olro laclo, el in dubiopro reo encuentra su ubicación natural en


el ámbito de la valoración de la prueba y no en olro momento procesal,
­por que es el Tribunal de inmediación­ y si el órgano juzgador no éslii
convencido por el resultado de la prueba por tener una duda razonables,
aplicará el in dubio pro reo'*^ Л contrario sensu, no aplicará tal prin­
cipio, si al momento de dictar sentencia el juzgador considera que no
hay pruebas para la condena, o aquellas son insuficientes, por lo lanío
deberá absolver al imputado bajo lales criterios (falta de pruebas o in­
suficiencia probatoria).

A. REGLAS A OBSERVAR EN LA VALORACIÓN DE L A PRUnÍ3A

La aplicación de las reglas de la lógica, la ciencia y las máximaü


de la experiencia en la valoración de la prueba ­a las que hace referencia
el arlículo 158 del C ódigo, en coticordáncia con el articulo 393­, depen­
derá del caso concreto que se aborde.

Como ya lo hemos anotado precedentemente las máximas de la


experiencia se originan de la observación repetida de casos particulares
y que generan una apreciación constante y aceptada para casos posic­
riores, por su parte las reglas de la lógica, conformada por principios
tales como "principio de no contradicción" y el "principio de la razón
suficiente" y la ciencia ­en tanto sean pertinentes­ deberán ser lomadiis
en cuenta por el juzgador, para formar su convicción.

5. C RITERIOS PARTIC ULARES DE VALORAC IÓN

La regla bá.sica en cuanto a la valoración de la prueba, es la sana


crítica racional (art. 3 9 3 ) , ahora bien el C ódigo, recogiendo la jurispru­
dencia, ha establecido reglas valoralivas que en cierta medida se hacen
necesarias. Cabe anotar que eslos criterios reglados deben ser la exccj)­
ción a efectos de no llegar al sistema tasado de valoración.

]M R A M O S MÉNBIÍZ, F., £ / Л о с а ш / ' е л о / . Lectura C orislilucioiíat, 3" edición, cit. p. 35!).


CAPITUI.O I V : L A PRUEDA 273

5.1. Valoración de la declaración de testigos de referencia, de arrepen-


tidos o colaboradores

Los testigos de referencia son aquellos que conocen del hecho


delictivo de manera indirecta, los arrepentidos o colaboradores, técni-
camente son coimputados que optan por desvincularse de una asocia-
ción delictiva y colaborando con la administración de justicia delatan a
sus coimputados. En esos supuestos la norma establece que existe una
necesidad de corroboración de las declaraciones referenciaJes, y de los
colaboradores o arrepentidos (art. 158.2)

5.2. Valoración de la pmeba indiciarla

Mención especial, merece el lema de la controvertida "prueba in-


diciaría", la cual no es un medio de prueba, sino im tipo de prueba, tan
igual como la pi-ueba directa y que tiene virtualidad para ñmdamentar
válidamente una sentencia condenatoria.

5.2.1. Concepto de prueba ¡ndiciaria

En términos de M I X A N M Á S S la prueba indiciarla es aquella acti-


vidad probatoria de naturaleza necesaria discursiva e indirecta,
cuya niente es im dato comprobado, y se concreta en la obtención
del argumento probatorio mediante una inferencia correcta"'.

La prueba ¡ndiciaria relaciona los conceptos de hecho indicio,


como dato real, cierto, objetivo y el hecho consecuencia, es decir,
lo que permite descubrir o comprobar. Existe pues, como lo ex-
presa MARTÍNEZ ARIUETA'** "un hecho indicio acreditado por piaie-
ba directa, al que se asocia una regla de la ciencia, o una máxima
de la experiencia o, incluso, una regla de sentido común. Esa aso-

165 MIXAN MASS. F. Prueba indiciaria. Ediciones B L G , Trujillo. 1992, p. 18.


156 M A K I I N E Z ARUIUTA, Andrés, La prueba ¡ndiciaria, la prueba en el proceso penal,
hASIV. Centro de nstudios Indicíales, Minisierio de Justicia, de España, Madrid,
1993, p. 53.
274 EL mmvo PROCESO PENAL

ciación va a permilir la acreditación de un segundo hecho, conse-


cuencia a través de un engarce que debe ser racional y lógico".

Pero resulta necesaria distinguir entre prueba indiciaria c in-


dicio. L a primera es toda una institución jurídico prpccsnl de
naturaleza compleja y que comprende toda aquella actividad
cognoscitiva y que incluye entre sus componentes al indicio, y
éste es un concepto restringido de la prueba indiciaria, que so
manifiesta a través de un dato cierto, real, conocido de carácter
objetivo y que, como se ha dicho, forma parte del todo que, pre-
cisamente, es la prueba indiciaria. Entonces, no se pueden iden-
tificar y menos superponerse el indicio a la prueba indiciaria.

El indicio^" que proviene de la v o z indiciuin, es aquel dato real,


cierto, concreto, indubitablemente probado, inequívoco e indivi-
sible y con aptimd significativa para conducir hacia otro dalo aiui
por descubrir y vinculado con el íhemaprobandiim.^^^ El mismo
M I X A N MAss'*' agrega que el indicio "es un Dato real e indubita-
ble que contienen una fuente cognitiva primera y fecunda, cuyo
significado tiene la aptitud para conducir al descubrimiento, me-
tódico y discursivo del "Otro dato" que es, o un elemento o una
circunstancia de aquello que es Objeto del procedimiento; descu-
brimiento que ocurre sea en la Etapa de Investigación o durante la
actividad probatoria del Juzgamiento".

Se parte de la existencia de un hecho o fuente de prueba y la rela-


ción lógica entre ese hecho y el que se quiere demostrar. Se trata

167 Respecto a este elemento la Corle Suprema de Justicia de la República, en el Recurso


de Nulidad 1 9 1 2 - 2 0 0 5 / Piura • precedente vinculante, en razón al Acuerdo Plenario
1 - 2 D 0 6 / E S V - 2 2 , de fecha 1 3 de octubre de 2 0 0 5 - , ha señalado que "(a) éste -he-
cho base- ha de estar plenamente probado ^por los diversos medios de prueba qve
autoriza la ley- pues de lo contrario serta una mera sospecha sin sustento alguno, (b)
deben ser plurales [...j, (c) también concomiíanles al hecho que se trata de probar
-los Indicios deben ser periféricos respecto al dato o probar (...), (d) y deben estar
• relacionados, cuando sean varios, de modo que se refuercen entre si y que no exclu-
yan el hecho consecuencia [...]"
168 M I X A N M A S S , F . , Prueba indiciaria, cil. p. 2 1 .

169 M I X A N M A S S , F . , "Indicio, elementos de convicción de carácter indiciarlo. Prueba


' indiciaría". Ediciones B O L . Trujillo, 2 0 0 8 , p. 3 0 y ss.
CAI'ÌTUI.O I V : LA РкипвА 275

pues de todo rastro, vestigio, liuella o circi'instancia y en general


todo hecho conocido, o mejor dicho, debidamente comprobado,
susceptible de llevamos por vía de inferencias, al conocimiento
de los otros hechos desconocidos"". El elemento fundamental en
la prueba indiciaria es el razonamiento lógico que consiste en de­
ducir o inferir de un hecho probado otro que no lo está'".

5.2.2. Clasificación de los Indicios

La doctrina reconoce detemünadas clases de indicios, los mismos


que se pueden clasificar en atención a ciertos elementos conmnes.
A s í tenemos: indicios generales y particulares, dependiendo si se
refiere a todo delito o alguno en particular; manifiesto, próximo y
remoto, si el indicio se encuentra en la escena de! crimen, o ex­
presa una relación no necesaria con el hecho indicado o cuando
expresa alguna relación concomitante con el hecho o la perso­
na del imputado o agraviado: antecedentes, informes anteriores,
etc.; indicio concomitante, subsiguiente y antecedente, cuando se
acompaña un dato cierto, real al delito mismo, o cuando se mani­
fiesta en la realización de un hecho posterior de un delito (planes
de fuga, desaparición de huellas) o cuando los hechos evidencias
hechos anteriores al delito (amenazas, adquisición de armas, etc.);
indicio por móvil, por capacidad, por predisposición, por la opor­
tunidad para delinquir, por su capacidad intelectual en los llama­
dos delitos informáticos; o por la circunstancia propia de soledad
entre el agresor sexual y la víctima. Por las huellas materiales u
objetivas que deja el agente del delito, o "tarjeta de presentación"
del aulor, también los indicios por las manifestaciones anteriores
y posteriores al delito, referidas a la conducta del agente antes y
después del delito; indicio de lugar;

El coniraindicio que no es sino el hecho también indicador que


atacan a los indicios y genera el cuestionamiento de los datos exis­

J
170 DiiM.EPiANí, A . 7éo*­/íi General íte ta Pnietn», p, 96, cil. por DEL VALLE HANDICII, Me­
ílius (te prueba en el proceso penal, p. 178,
171 M A R T I N I S R A V E , C J. Procedimienlo Penal Colohibumo, cil. p. 54.
276 El. NUEVO PROCESO PENAL

lentes. En este senlido, se busca anular al indicio Inicial y (nictlc


ser ocasional o también preparado o llamada coartada. Eucdcn
existir dos datos indiciarios que se contraponen, por ejemplo, res-
pecto del lugar o tiempo del delito y su relación con el imputado;
o pueden dejarse ciertos objetos o acondicionarse la escena del
crimen o prestar declaraciones anteriores o hacer.uso de técnicas
modernas precisamente para evitar cualquier sospecha sobre la
autoría del delilo o hacer que éstas se orienten hacia otras per-
sonas, etc. D e esla manera, se posibilita el entorpecimiento en
la labor judicial, por lo que la labor del Juez adquiere singular
importancia en la contraslación de éstos indicios con los demás
elementos de prueba.

El indicio perfecto, no es sino aquél que permite cumplir la verifi-


cación de hecho indicado mediante el razonamiento debido.

5.2.3. Elementos de la prueba indiciaria

El nuevo CPP introduce la prueba ¡ndiciaria dentro de las dispo-


siciones relativas a la valoración de la prueba, específiéamente en
el arlículo 158.3 precisando los presupuestos de la prueba por in-
dicios, que ya nuestra docUina se ha encargada de desarrollar, es-
pecialmente a partir de los trabajos del profesor Florencio M I X A N
MASS. Conforme a la referida disposición:

"Art. 158. Valoración:

3. La prueba por indicios requiere:

a. Que el indicio esté probado.


b. Que la inferencia este basada en las reglas de la lógica, la
ciencia o la experiencia.
c. Que cumido se Irale de indicios contingentes, éstos sean plu-
rales, concordantes y convergentes, así como que no se pre-
senten conlraindicios consistentes."
C A P I T U L O IV: LA PRUEBA 277

1. Un hecho indicador.

Es atjúe! hecho o c i r C L i n s t a n c i a que nos "indica" y que se convierle


el elemento predominante de la actividad probatoria, es la fuente
de prueba. Es el indicio, que debe ser auténtico y debidamente
probado. Puede ser un fenórñeno, una acción, una omisión, el lu-
gar, el tiempo, la cualidad, etc. Debe ser \m dato cierto inequívoco
e indivisible, contrario sensu, si el dato es de carácter dubitativo,
incierto o el medio probatorio es incompleto o disminuido, no se
le podrá considerar como dato indiciarlo y por lo tanto, la inferen-
cia que se haga de la misma desnaturaliza la prueba indiciaría.'"

2. La relación o inferencia lógica.

Constituye el razonamiento que se hace sobre el hecho indicador


siguiendo las reglas de la lógica. Se analizan, se interpretan los
indicios a efecto de llegar a conclusiones basadas en las reglas de
la ciencia y de la experiencia.
La inferencia que se realiza debe apoyarse en una ley general y
constante, y permite, según la lógica de su razonamiento, pasar
desde le estado de ignorancia, sobre la existencia de un hecho,
hasta la certeza, superando los intermedios de duda y probabi-
l i d a d ' " . Enseña M I X A N MASS las reglas del silogismo categóri-
co y también las reglas de la inferencia condicional, pero asi-
mismo, que resulta ineludible e impostergable la necesidad de
la lógica para obtener correctamente el "argumento probatorio"
que se refleja en las conclusiones de las inferencias realizadas
válidamente; de lo contrario, "se incurrirá en falacias o paralogis-
mos que irremediablemente son casos típicos de razonamientos
incorrectos""*.

2 M I X A N M A S S , F., Prueba indiciaria, cit. p. 21-22.


3 MARTÍNEZ RAVE, O.Procedimienlo Penat Colombiano, cit. p. 59.
4 M I X A N M A S S . F., Prueba indiciaría, cit. p. 38-41.
278 E L NUEVO PHOCESO PENAL

3. El hecho indicado.

Se Irata del otro hecho, es decir, aquel hecho que se prciciulc


probar, que se quiere descubrir y al que se llega tnediaiUe cl em-
pleo de la inferencia. Es el dato que quiere en la investigación
judicial y sobre todo al momento de la valoración de la prueba
en conjunto.

Siguiendo a MixÁN MAss se trata de indicios contingentes cunii-


do para su eficacia .son exigibles los requisitos de plurniidnd,
concordancia y convergencia; es decir, plurales cuando cxi;¡leu
dos o más indicios; concordantes, que exige que los indicio»
sean compatibles entre sí, es decir, que no tengan significndo.s
divergentes, sino que constituyan en un todo coincidenle; y con-
vergentes en el sentido de que las ñientes indiciarías obtenidas
de "Indicios Contingentes" "incidan sobre el mismo "dato Indi-
ciarlo" que se trata de descubrir (por ejemplo, al mismo lugar,
tiempo, aspecto, fenómeno, propósito, hábito, estilo de vida,
personalidad, dimensión, acción, omisión, oportun,idad, etc.,
que es materia de indagación o prueba)"

La ausencia de indicios negativos o contraindicios "consistentes"


es de exigencia por el legislador. Se trata de indicios que se opo-
nen a los datos indiciarios, debilitándolos o eliminándolos; de allí
que sea necesaria su debida identificación y análisis; puede ser
auténtico, casual o falsificado.

5.2.4. Otras características.

a. La acreditación del indicio a través de prueba direcla. El


indicio debe ser probado; se excluyen las presunciones o
meras sospechas'" o las apariencias o impresiones resul-

1 7 5 M I X A N M A S S , F . , "¡ndicio, elementos de convicción de carácter indiciarlo. Prueba


indiciaria", citada, p. 1 2 2 y ss.
176 M I X A N M A S S , F . , "Indicio, elementos de convicción de carácter indiciaiio. Prueba
indiciaría", citada, p. 1 2 3 . Véanse los casos que presenta el procesalita pernano so-
bre los supuestos de contraindicio.
177 líj. Suprema de 2 de abril de 1 9 9 7 , S.P. " C " Cons. Í^T 4 2 9 6 - 9 5 ; en ROTAS V A K O A S , ciL p. 2 8 8 .
CAPIIUI.O ! V : LA PRUEBA 279

Imites de sindicaciones'" que no han sido constatadas en el


proceso penal.

b. Los indicios deben ser sometidos a constante verificación


para su acreditación y su capacidad deductiva; se busca evi-
tar, en lo posible, la incidencia del azar y la posibilidad de
su falsificación.

c. Los indicios deben ser independientes, a fin de evitar la uti-


lización que de un único indicio, que acreditado por distin-
tas ftientes, se presentan como plurales en la acreditación del
heclio-consecuencia.
d. La pluralidad de indicios es importante para afirmar la certeza
y evitar error en la apreciación de la prueba. En este sentido,
nuestra jurisprudencia ha considerado determinados criterios
relacionados con las circunstancias propias del delito, la ac-
titud de los imputados y de sus propias declaraciones, como:
el móvil, la participación comisiva, de actitud sospechosa, de
mala justificación, de capacidad comisiva; o de indicio de ac-
titud oportuna.

e. Los indicios deben ser concordantes entre sí de manera tal


que permitan alcanzar una conclusión; si uno de ellos fuera
distinto o divergente, la prueba indiciaria perderá su eficacia
y posibilita la iluda razonable.

La conclusión ha de ser inmediata, sin que sea admisible que al


hecho consecuencia puede llegarse a través de varias deducciones
o cadena de silogismos.

.178 Suprema ile 19 ile N o v i e m b r e de 1998, Exp. Ñ " «»073-98,1.ambayeque; en RUJAS


* VAROAS, cit. p. 290.
^4

CAPÍTULO I V '

LA PRUEBA •
I. A S P E C T O S GENERALES

1. INTRODU
CC IÓN

El nuevo modelo procesal penal estructura la actividad probatoria


de msmera amplia con bases constitucionales y supranacionales bastan­
te claras, resaltando sus principios; sus características; la forma de la
obtención, incorporación y valoración de la prueba.

L a estrategia de investigación, diseñada por el representante del


Ministerio P ú b l i c o , por excelencia, debe estar orientada a la búsqueda
de fuentes de prueba, las cuales servirán para adoptiu­ medidas propias
de las etapas de investigación e intermedia (adopción de medidas cau­
telares, acusar, e t c . ) .

Por su parte, la actividad probatoria, también comprende aque­


llas diligencias de investigación que suponen la búsqueda de fuentes
de prueba que, potencialmente, implican la afectación de derechos ñm­
damentales de la persona. SAN K'IARTÍN C A S I R O señala que existen dili­
gencias de averiguación directas, que no afectan derechos ftmdamen­
tales relativos; y "otras que comportan limitaciones de esos derechos
fimdamentales relativos, de suerte que sus requisitos ­por tratarse de
actos constitucionales garantizados­ están definidos directamente por la
Constitución y sometidos a determinados p r i n c i p i o s . " " '

179 S,\M IvlABriM CA S T R O . C ésar, Bt'isqueda de pniebas y resliiceión de deivclios, en Rev.


Acliiandad Jurídica, № 144. l.ima, p. 251.
284 Ci. NUEVO PROCRSO PENAL

Por ello es importante destacar dos presupuestos necesarios: pri-


mero, que líis medidas restrictivas resulten indispensables para los fmes
de investigación y conforme a ley; segundo, que ia medida debe ejecu-
tarse con las garantías debidas para la persona afectada.

2. CONCEPTO

En cl texto del código procesal penal, se han distinguido diversas


clases de actuaciones que implican la restricción de derechos funda-
mentales. Esle capítulo comprende aquellas diligencias de investiga-
ción que son útiles para la prevención y/o comprobación del delito,
evitar la fuga o el ocultamienlo de bienes relacionados con cl delilo,
que permitan tener un mejor conocimiento de los hechos acontecidos,
pero que afectan o restringen los derechos fundamentales de la perso-
na. Unas serán medidas instrumentales reslrictivas de derechos y otras
medidas provisionales con función cautelar, aseguradora de la prueba o
tuitiva-coercitiva.""

3. PRINCIPIOS

A decir del profesor argentino B I N D E R ' " , los principios y garantías


buscan evitar el efecto de un desborde del poder punitivo del Estado, y
además impiden utilizar técnicas de averiguación de la verdad proliibidas,
por contravenir el procedimiento conslilucionalmente legítimo, ya sea
porque violan el contenido esencial de los derechos fundamentales de las
personas o porque se haya establecido con la inobservancia de cualquier
regla de garantía constitucional, establecida a favor del procesado.

La restricción de derechos fundamentales del sujeto en la bús-


queda y obtención de fuentes de pmeba en el contexto de un proceso

180 SAN MAITTÌN CASTRO, C ,fíú.iquedode pi-uehas y mlricción de dei-echos, citado, p.251.

181 DiNOFR, Alberto M , - Pr.RE?. GALAMnrTA, A l f r c d o - MIXAN MASS, Tlorencio - Dunuos


MARIÑCIS, V í c t o r - Centro de E.studíos para la Reforma de la Juslicta, Democracia y
Libertad CF-RJUDEl,, "Reforma del Proceso Venal en et Perú", DLG Ediciones,
Triijillo-Períi, 2 0 0 5 , pp.dV.
CAFÌTULO V : BÚSQUEDA DE PHUEBA Y HESTRICCIÙN OE DKIUÌCUOS 285

penai, debe estar informada de los siguientes principios: legalidad, su-


ficiencia indiciaria, jurisdiccionalidad," motivación y pro])urcionalidad.
El cumplimiento cabal de esos principios legitima la intervención de los
órganos estatales diuante la investigación; lo contrario -cuando estos no
se hayan cmnplido- significa una hitromisión abusiva que determina la
inutilidad de dichos actos de investigación, y que, además, da lugar a
las sanciones previstas por ley.

3.1. Principio de legalidad

Toda intromisión a los derechos ñmdamentales de la persona


debe estar previamente diseñada en las leyes conespondientes. La pre-
visión legal de la limitación de un derecho fundamental constitviye una
garantía a favor del afectado; sin embargo, no sólo debe estar prescrita
la posibilidad de su adopción sino los presupuestos de su aplicación, su
cüulenido y sus limitaciones. La ley debe estar en condiciones de res-
ponder a las siguientes inlenogantes; cuándo, cómo, cuánto, se limita
un derecho ñmdamental. El Código Procesal recoge esle principio en
los siguientes términos: "Ciumdo resulte indispensable restringir un de-
recho fundamental para lograr los fines de esclarecimiento del proceso,
debe procederse conforme a lo dispuesto por la Ley y ejecutarse con las.
debidas garímtías para el afectado." (ail. 202).

3.2. Principio de suficiencia indiciaria

Para tomar la decisión de limitar un derecho fundamental, en el


marco de un penal se exige que existan elementos, datos concretos de
que el delito efectivamente fue cometido. Esta exigencia implica que
se debe contar con un mínimo de sustrato indiciarlo, es decir datos
objetivos, plausibles, no meras sospechas infundadas de la comisión
del delilo.

3.3, Principio de jurisdiccionalidad >

En principio, sólo los órganos jurisdiccionales están facultados


para restringir derechos fundíunentales; sin enibargo, es necesario pre-
286 EL NIFEVO PROCESO PENAL

cisar que exislen determinados aclos que pueden ser dispuestos por par-
te de! Fiscal o la Policía, cuando este de por medio cl éxito de los resul-
tados de la investigación u otros intereses (Ej. El allanamiento policial
en caso de íl agranda).

3.4. Principio de motivación

El deber de motivación de las resoluciones judiciales es una exi-


gencia constitucional. En ese sentido el código procesal penal, en su
articulo 203 resalta como un presupuesto necesario que: " L a resolución
que dicte el Juez de ia Investigación Preparatoria debe ser motivada".
Sin embargo, tal exigencia no sólo es predicable para las resoluciones
judiciales, también lo es para los requerimientos fiscales.

3.5. Principio de proporcionalidad

S A N M A R T Í N CASTRO"^, incorpora los principios precitados, como


sub-principios del principio de proporcionalidad. Aunado a ellos, el
mismo aulor, menciona otra categoría de sub-principios tales como:
idoneidad, necesidad y proporcionalidad estricta, los mismos que son
intrín.secos a la medida limitativa de derechos. Este último grupo de
sub-principios mencionados, a nuestro enlender, .son los que dotan de
contenido esencial al principio de proporcionalidad.

El sub-principio de idoneidad exige que la medida a adoptar deba


ser cualitativamente apta para alcanzar los fines previstos. Por su parle
el sub-principio de necesidad implica que, en el caso concreto, no se
hubiera podido elegir otra medida menos gravosa, que tengan la mis-
ma efectividad. Por último el .sub-principio de proporcionalidad estricta
importa que la intensidad de la lesión sea proporcional a la gravedad de
la infracción cometida.

182 S a h MAniiM C a s t r i i , C , ¡iii.squedn df pruebas y restricción de derethns, cilndn,

p.25I.
CAPITULO V : DIJSQUHDA DI­ PKUIÍDA Y RHÍTIUC TTON n n DKUKCUOS 287

II. H U S Q U R D A D E P K U E E A . S Y R E S T R I C C I Ó N
Ü E D E R E C H O S EN P A R T I C U L A R

Algunas de las medidas son nuevas y quizás por ello resulten de


difícil aceptación, por la restricción de derechos que implica, sin em­
bargo, se confia en la comprensión ciudadana en atención a los fines
que se persiguen.

El código reconoce medidas que no requieren autorización judicial,


lales como: el control de identidad policial, videovigilancia y las pesqui­
sas; y aquellas que sí necesitan autorización judicial, entre las cuales
están: la intervención corporal (que también jiuede ser dispuesta por el
l'iscal, cuando medie urgencia y peligro en la demora), el alhmamiento
(fuera de los casos de ilagríuicia), la exhibición forzosa, la incautación,
el control de comunicaciones y dociunentos privados, la inlervención
de comimicaciones y telecomunicaciones, aseguramiento e incautación
de documentos privados, el levantamiento del secreto bancíuio y de la
reserva tributaria, la clausura o vigilancia de locales e imnovilización.

I. C ONTROL DH ll^ENTlDAD POLIC IAL

4
La liberlad de la persona constituye un derecho fundamental
Ш consagrado conslilucionalmente. La liberlad ambulatoria, por su parte,
como parte integrante del contenido del derecho a la libertad, se en­
cuentra reconocida en el artículo 2.24 de la Constitución cuando se pre­
vé que nadie será detenido sino por mandato judicial motivado o por |a
policía en caso de flagrante delito. Resaltando este derecho se establece
que no se permite forma aigiina de restricción de la libertad personal,
salvo en los casos previstos por la ley (i\rt. 2°.24 C onstitución), lo que
significa que la misma ley constitucional posibilita la restricción de la
libertad atendiendo a los supuestos que el legislador considera necesa­
rios para determinados casos, cautelando asimismo, los derechos que la
misma constitución regula a favor de las personas.

La naturaleza propia del proceso penal, sobre todo, en fase de in­


vestigación, exige, a menudo, establecer diversas formas de restricción
288 EL NUEVO PROC ESO PENAL

de la libertad de las personas. Tal es cl caso del control de identidad po­


licial, que, conforme a su regulación, constituye una diligencia cslric­
tamente de naturaleza policial que tiene por finalidad identificar debi­
damente a una persona que conoce, o que ha participado de los hechos,
materia de investigación penal, con fines de esclarecimiento e incluso
de acciones preventivas de delito. Entonces, la decisión para esta forma
de control de la identidad debe de sustentarse en razones de urgencia,
utilidad y necesidad para la investigación y prevención del delilo

I.l. C oncepto

Se trata de una forma de restringir un derecho fundamental para


permitir una investigación más inmediata y acorde con las necesidades
del caso. C o m o su nombre lo indica, se busca conocer la identidad de
las personas que se encuentran en relación mediata e inmediata con los
hechos que son sometidos a investigados inicial, sean dichas personas
potenciales testigos y, por que no, quizás también involucrados direc­
ta o indirectamente en el hecho. De tal suerte que, bajo determinadas
reglas de control de identidad previstas en los artículos 205 y 206 del
código piocesal penal, se proceda a la verificación correspondiente.

En tal sentido, el artículo 205 del nuevo código establece que la


policía "en el marco de sus funciones de investigación, y sin necesi­
dad de orden del Fiscal o del Juez, podrá requerir la identificación de
cualquier persona y realizar las comprobaciones pertinentes en la vía
pública o en el lugar donde se hubiere hecho el requerimiento, cuando
considere que resulta necesario para prevenir un delito u obtener infor­
mación útil para la averiguación de im hecho punible."

El primer presupuesto que ha de tenerse en cuenta en esta nueva


forma de procedimiento preliminar, es que, para dicho control, la policía
debe de actuar en el ámbito de sus funciones de investigación, es decir,
tratándose de algún hecho delictuoso que ha ocurrido, ima denuncia u

183 Véa.se'!i^ Üifccliva para cl desempeño ruiicinnal de los Fiscales en la aplicntión de


los arlículos 205 al 210 del C Adigo Procesa! Penal, aprobadn por Resolución de la
Fiscalía de la N.ición № 0 2 9 ­ 2 0 0 5 ­ M P ­ F N , de fecha 6 de enero de 2005.
C A P I T U L O V: DúsguhOA Oh P R U E H A Y R U S T K I C C I O N D I Í D I ; K E C H O S 289

operativo policial, sea o no dispuesta por lá autoridad fiscal, es decir, las


mismas circunstancias de la investigación son las que permiten tomar
la decisión. En consecuencia, no se trata de que a cualquier efectivo se
le ocurra intervenir a una persona y solicitarle sus documentos porque
sospecha de un delito o que ha intervenido en cualquier delilo, sino qué
tienen que existir dalos objetivos ptu^a presumir aquello.

Si bien es cierto quizás la norma no sea muy clara -la corrección


siempre es posible- la finalidad ha sido de aseguramiento de la iden-
tidad de personas o de elementos vinculados con un delilo dentro del
marco de una investigación. Como ya se ha dejado establecido, las limi-
taciones de derechos obedecen al principio de suficiencia indiciaria en
el marco de la investigación penal. N o habría argumentos sólidos para
pensíu- en im eventual abuso de autoridatl.

El segundo presupuesto radica en la necesidad ele la intervención,


sea para averiguíu un delito o prevenirlo, lo que hace de tal diligencia
una medida indispensable para sus objetivos. En tal sentido, se practi-
caiá cuando sea necesario recabar información útil e importante para
la investigación del delito, contrario sensu, si la policía cuenta con los
elemeuios probatorios del caso, la adopción del control de identidad
deviene en innecesaria. Pero también es del caso hacer uso de la misma
medida para acciones de prevención del delito, entenüiéndosc como tal
aquellas acciones dirigidas a controlar e impedir la delincueneia en sus
diversas modalidades, así como evitar la probable comisión de hechos
deliclivos si no se actúa con la debida oportunidad y diligencia.'"''

l .2. Reglas en el desarrollo de esta medida

Esta nueva institución tiene a su vez otras reglas y las podemos


resumir en las siguientes:

a. El pedido de identificación de la persona se realiza in situ, es


decir, en el lugar de la inlervención policial. Se le pedirá sus do-

IS'I Directiva para el desempeño funcional de los Fiscales en la aplicación de tos artículos
205 al 210 del C ó d i g o Procesal Penal, citado anteriormente.
290 EL NUEVO PnocEso PENAL

curaeiilos de identidad e incluso se le dará las facilidades para que


las pueda encontrar y exhibir, y una v e z constatada la identidad,
^ es decir, que su documentación esta en orden, se le devolverá cl
documento y se autorizará su alejamiento del lugar. La dispo-
sición no exige levantamiento de acta, pero puede tomarse sus
datos de identidad, sin necesidad de levantar acta.

D e otro lado y en cualquiera de los casos que prevé la ley, debe te-
nerse en cuenta la posibilidad de que la policía al momento de la
intervención cuente con los instrumentos informáticos necesarios
para proceder a la identificación de las personas y de esa manera
reducir sustancialmente el tiempo. ? ^

b. L a persona intervenida tiene derecho a conocer de la identidad ^^rü


del policía que le requiere de sus documentos así como la de- ÍP^SI
pendencia en la que ejerce funciones. L o que resulta natural e ÌÈ^^i^
incluso necesario en atención a los derechos que le asisten a ^L_^
cualquier persona. ^ ^-"^

c. D e existir motivo ñindado de que la persona intervenida resulte ^¡í^^


vinculada con e! delito que se investiga, se procederá a su registro • íSf^^S
personal, equipaje o veluculo, levantándose acta en caso de que el
resultado sea positivo detallando los objetos encontrados relacio-
nados a la investigación asi como la identidad de las personas par-
ticipantes. Los elementos de juicio o indicios deben ser muy im-
portantes para proceder de esta manera. Aún en el caso de resultar
negativa la intervención puede dejarse constancia de lo ocurrido.

d. Dependiendo de la gravedad del hecho que se investiga y cuando


el intervenido no pueda exhibir su docmnento de identificación,
será conducido a la dependencia policial más cercana con fines
fr.'
exclusivos de identificación: toma de huellas digitales y verifica-
ción de requisitoria.

e. La persona conducida a la dependencia policial referida en el


caso anterior tendrá derecho a comunicarse con un familiar u otra
persona. N o puede ser ingresado a calabozo ni celda, tampoco
en contacto con personas detenidas. La persona conducida no es
imputada y por lo tanto no puede ser tratada como tal, ello incluye
C A P I T U L Ü V: flOsQUEDA D E F K U E B A Y KESTRÍCCION P E DI;IU-CHOS 291

la proliibición del uso de esposas para su conducción. Tampoco


puede ser considerada como detenida aún cuando en la práctica
se restringe su libertad, como se ha dicho, dentro del marco legal
y solo con fmes de identificación.

f. Este procedimiento de conducción a la dependencia policial debe


de durar sólo por im máximo de cuatro horas, a cuyo término
de la diligencia de identificación, la persona debe de retirarse de
la dependencia. Una decisión policial distinta puede generar la
interposición de una acción de garantía. Por lo mismo, la norma
procesal establece que el traslado de la persona debe ser a la de-
pendencia policial más cercana.

g. La Policía debe de llevar un Libro Registro de Identificación Po-


licial, donde conste el motivo, las diligencias y la duración del
procedimiento. Ello permitirá tener un control de las diligencias
policiales de esta natuiateza en cada dependencia policial.
h. Para fines de identificación o cuando sea necesario para las fi-
nalidades del juicio oral, se podrá tomar fotografías de la per-
sona imputada, para lo cual se requiere de su consentimiento y
en caso de negativa se deberá obtener expresa orden del Fiscal,
levantándose acta. Esta disposición prevista en el apartado 5
del artículo 205 no resulta clara pues debemos entender que la
mención a imputado resulta como consecuencia de la misma
diligencia de intervención de persona vinculada con el delito
pero de la que se desconoce su identidad, y de aquella persona
que intervenida con fines de identificación se encuentren ele-
mentos de juicio que posibiliten su relación con los hechos que
se investigan.

1.3. Intervención fiscal

En los casos que la diligencia policial se realizare con la inter-


vención del Fiscal, dicha autoridad podrá cuidar de la legalidad y re-
gularidad del procedimiento. En tal sentido, la Directiva emitida por
la Fiscalía de la Nación establece que el fiscal tomará conocimiento de
los controles de identidad policial de oficio, por noticia de la autoridad
policial o por queja de cualquier ciudadano que considere vulnerados
292 EL NUEVO PROCESO PENAL

sus dereclios y deberá cuidar que se hayan realizado con crilerios de


razonabilidad, proporcionalidad y respeto de la dignidad de la persona.

Pero además, para estos casos y para el registro de personas ex-


presamente establece que el fiscal verificará:

a. La debida identificación del efisctivo policial que interviene, su


dependencia policial e incluso, de ser el caso, la placa del vehícu-
lo utilizado en la diligencia de intervención.

b. El documento de identidad presentado por la persona interveni-


da, sea D N l o carné de extranjería o pasaporte, si fuera extran-
jero, licencia de conducir, libreta militar, partida de nacimiento
o cualquier otro documento que pemiita su identificación en el
momento. Ello amplia el marco de documentos que puedan ser
útiles para la identificación inmediata de la persona intervenida.

c. Las facilidades que la policía brindó al intervenido para la ubica-


ción y exhibición de los documentos de.identidad.

d. L a devolución de documentos a las personas dcbidainente identi-


ficadas y su autorización para el retiro del lugar

e. . Si la intervención fuere arbitraria dispondrá la devolución de los


documentos y el cese de la restricción de la libertad del inter-
venido, además, procederá conforme a ley respecto del efectivo
policial que mtcrvino.

f. En las dependencias policiales verificará el registro de la persona


intervenida en cl Libro - Registro, las razones de su intervención
y traslado; el tiempo de permanencia; si fue informado de su de-
recho de comunicación con un familiar u otra persona; que no
haya ingresado a una celda o calabozo; si el intervenido accedió
voluntariamente a la toma de impresiones digitales con fines de
identificación; si el intervenido es un requisì loriado que sea pues-
to a disposición de la autoridad requirente.

g. En el caso de regisbo personal, vestimenta, equipaje, bultos o


vehículos, anle la sospecha fundada de hecho punible (arl. 205.3),
verificará el levaiitamicnlo del acta y la comunicación al Fiscal;
CAPIIUI.Ü V: BúSQuraM on PRUEBA Y ut-sIKICCIÓN DE UEHECUOS 293
A

si se trata de registro de la vestimenta de la persona, verificará el


cumplimiento de las formalidades del art. 210 de la ley procesal;
veriliciu- la existencia de objetos o especies relacionados con deli-
to y el asegm-amiento de los mismos con indicación de la persona
responsable; verificar que el intervenido haya autorizado la toma
de fotografías o mediciones.

1.4. Confióles policiales públicos en delitos graves

Además de lo dispuesto en la norma que se comenta, también se


ha previsto los controles policiales públicos (art. 206), es decir aquellas
diligencias de persecución penal que tienen dos objetivos: a) se realizan
para descubrir y ubicar a los partícipes en un delito causante de grave
alarma social y b) para incautar de elementos probatorios (instrumen-
tos, efectos o pruebas) útiles para la investigación del delito.

Esta forma de control comprende los lugares, vías o establecimien-


tos públicos; se permite el control de identificación de las personas que
tríuisiten o se encuenfi-en en ellos así como al registro vehicular. También
se permite el control superficial de los efectos personales con la finalidad
de que no porten sustancias o instrumentos peligrosos o prohibidos. La
disposición señala que se ttebe dar cuenta al Ministerio Público.

En realidad, los controles policiales para casos como los seña-


lados no deben ser objeto de mayores cuestionamientos si se entiende
la necesidad de la actuación e investigación policial inmediata, en los
casos donde se debe proceder y tomar decisiones con fines exclusiva-
mente Ínvestigatorios.

Consideramos que éste caso, así como en el de control personal,


la policía debe de proceder con sumo cuidado y con conocimiento del
fiscal, sobre todo en los casos de controles públicos. Pero además la
misma ley establece que el resultado de las diligencias, incluyendo las
actas, se pondrá de inmediato en conocimiento del Ministerio Público
(art. 206''.2) a fin de disponer las medidas o acciones correspondientes.
En el mismo sentido, el Fiscal deberá verificar la existencia de los ins-
trumentos o efectos relacionados con la comisión del delito o de las sus-
29<l E L haiEVo TROCESO PENAL

tancias prohibidas o peligrosas, en caso de incautación, las medidas de


aseguramiento con indicación de la persona responsable; también debe
verificar la regularidad y formalidad del Libro de Registro de Controles
Policiales Públicos.

Cualquier exceso en la actuación policial debe ser corregido o


sometido a las acciones correspondientes.

2. L A VIDEO V I G I L A N C I A

2.1. Concepto

La videovigilancia constituye otra forma especial de investiga-


ción policial para los casos de crímenes violentos, graves o de organi-
zaciones delictivas, en donde el Fiscal autoriza a que la policía pueda:
a) realizar tomas fotográficas o registrar imágenes; y b ) utilizar otros
medios técnicos determinados para la investigación u ob.servación del
lugar de residencia de la persona investigada, (art. 207.1). Por el em-
pleo técnico de este acto de investigación policial, su inmediatez, nece-
sidad e irrepetibilidad, el contenido de las cintas o soportes magnéticos
o fotografías o sonidos grabados en diligencia de videovigilancia tiene
naturaleza de prueba preconstituida.

Como no puede ser de otra forma, la utilización de tales sistemas


de reproducción mecánica de imagen y sonido ha de ser respetuosa con
el principio de proporcionalidad, con el derecho al honor y la intimi-
d a d . ' " Debe de recordarse que nuestra Constitución consagra el dere-
cho al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar,
así como a la v o z y a la imagen propias (art. 2°.l).

El legislador permite distinguir dos clases video vigilancia: 1) las


que se realizan en lugares públicos, que son decididas por cl Fiscal; y
2 ) las que se realizan en el interior de inmuebles o lugares cerrados, que
son autorizados por el juez (art. 207.3).

185 G i M B N o CENDRA, V . , Oereclio Procesal Peñol, 1" Edición, C o l e s , Madrid, 2004,


p.36t.
C A P I T U L O V: Ü Ú S Q L Í E D A D E P K U E Ü A Y K E S T R I C C I Ú N D E OHRi-.riios 295

2.2. Ámbito de aplicación

Cl principal presupuesto para el empleo de la videovigilancia en


sus distintas formiis radica en la gravedad de los hechos sujetos a inves-
tigación, como lo constituye el delito de secuestro, extorsión, homicidio
calificado, tráfico ilícito de drogas, lavado de activos, corrupción de
l'uncionarios, terrorismo, trata de personas, entre otros.

Tíunbién comprende organizaciones dedicadas a determinados


delitos como los ya indicados u otros, como por ejemplo, aquellos de-
dicados al robo de vehículos o de pasajeros de transporte público, o
tráfico internacional de drogas, etc.

Como se podrá apreciíu-, se posibilita a la autoridad policial de los


medios técnicos necesarios para la lucha contra la delincuencia grave
y especialmente contra el crimen organizado, pero bajo control fiscal
y judicial y en observancia a principios tan importantes como la razo-
nabilidad, proporcionalidad y respeto a los derechos ftindameníales de
la persona, especialmente el derecho a la dignidad e intimidad de las
pcrsonas.-Por ello es que las autoridades judiciales deben de decidir
su ejecución con mucha cautela, eliminando aquellas fotografías, imá-
genes o audiüs que no correspondan a los fines de la investigación o
afecten a terceros.

2.3. Ejecución

Cuando concmra ese presupuesto, la autoridad policial podrá


hacer uso de cámaras fotográficas o de filmaciones con fines ínves-
tigatorios y realizados por el personal especializado, incluyéndose
dentro de este apartado los controles de vídeo que la policía tiene ubi-
cados en lugares públicos, que, desde luego, tienen contenido y valor
probatorio. Sobre este último aspecto, resulta ilustrativo lo resuelto
por la jurisprudencia española, pues el Tribunal Supremo ha estimado
legítima y no vulneradora de derechos fundamentales la actividad de
filmación de escenas presuntamente delictivas, que sucedían en vías o
espacios públicos, y ha considerado que se necesita autorización judi-
296 El. NiiGvo теосЕ.40 P E N A L

cial para la captación clandestina de imágenes y sonidos en domicilios


o lugares privados."*

Los medios, del apaitado b) del arlículo 207.1, son muy especí­
ficos y a la v e z especiales, pues van a exigir el empleo, quizás, de los
mismos mecanismos técnicos o sofisticados que los usados para captar
imágenes de video, fotos o voces, pero dentro del inmueble donde se
encuentra la persona investigada; de allí la exigencia de autorización
judicial. Estos casos deben ser reservados a delitos muy graves.

2.4. Intervención Fiscal

Estas medidas se disponen por el fiscal, de oficio, o a pedido de ia


policía o autorizadas por el juez y se realizarán sobre la persona inves­
tigada y también sobre otras personas, si éstas estuvieran relacionadas
con los imputados o sean necesarias para cumplir con la finalidad de la
investigación. Se precisa que tales diligencias especiales se realizan sin
conocimiento del afectado.

En el caso de que la decisión corresponda la Ministerio Público, el


Fiscal deberá emitir una Disposición de procedencia o improcedencia,
la que debe ser motivada y bajo los principios de razonabilidad, oportu­
nidad, proporcionalidad y necesidad de la investigación; en cuanlo a los
limites de su utilización, la ley establece que se siga cl procedimiento
previsto por el artículo 230 referido a la intervención telefónica.

D e acuerdo con la misma Directiva del Ministerio Público, el Fis­


cal designará al personal a cargo del procedimiento de videovigilancia
y al responsable de su registro y custodia, con la obligación de mantener
la confidencialidad e integridad de las tomas o registros de las imágenes
o sonidos. En la práctica, en cumplimiento de lo dispuesto por la ley
procesal, ia policía levantará un acta de registro de imágenes de video,
precisando los presupuestos de su ejecución (dclilos violentos, graves
u organizaciones deliclivas), el lugar donde se realiza la diligencia, el
lugar donde se realizó la grabación, la autorización, la transcripción de
los hechos registrados en la grabación en video, precisando los días.

186 Véase la cila en G Í M E N O SENDRA, V . , Derecho Procesal Penal, cilado, p. 3 6 1 .


C A P Í T U L O V;^ B Ú S Q U E D A D E P R U E I I A Y R E S T R I C C I Ó N D E D E H E C U O S 297

horas y deíalles ile que se observa y la idenliíicación y lirina de los po-


licías que han iiUervenido en hi diligencia.

Recibida la toma o registro original por el Fiscal, cuidará de su


conservación, disponiendo las medidas de seguridad, además, dispon-
drá la trascripción escrita de los registros de imágenes. También se esta-
blece que ejecutada la videovigilancia y culminadas las investigaciones
se podrá poner lo actuado en conocimienlo del vigilado siempre que el
objeto de la investigación lo permita y no se ponga en peligro la vida
o integridad física de terceros. Es posible mantener esla diligencia en
secreto, señalando el plazo de reserva y con la confirmación de la auto-
ridad judicial; también lo está la expedición de copias.

3, LAS PESQUISAS, LA RETENCIÓN Y EL REGISTRO DE PERSONAS

3.1. Las pesquisas

3.1.1. Concepto y naturaleza

Las pesquisas son actividades estrictamente de naturaleza policial


que consiste en la búsqueda de objetos, elementos de prueba o
de personas vinculadas con un hecho delictivo que se investiga.
En tal sentido, la policía en su fimción investigadora busca in-
fiDrmación, datos, huellas, recopila objetos o electos materiales,
gráficos, fotografías, etc. para el esclarecimiento del delito o para
, conocer el paradero del imputado o partícipes.

El código procesal penal, en su artículo 208". 2 señala que la pes-


quisa tiene por objeto "comprobar- el estado de las personas, lu-
gares, cosas, rastros y otros efectos materiales que hubiere, con
utilidad paia la investigación".

N o consideramos que las pesquisas tengan el caiácter de diligen-


cias mínimas y necesarias para evitar la "desaparición" de prue-
bas, indicios y vestigios como lo sostiene la Directiva del Minis-
terio Público para éstos casos (arl.3), pues la nota distintiva radica
en la búsqueda de elementos de prueba o información útiles, etc..
298 EL NUEVO PROC ESO PENAL

o la comprobación de las personas, lugares, los rastros y efectos


materiales para ia investigación del delito, como lo señala la ley;
pero sí coincidimos, cuando precisa c)ue cuando se compruebe cl
estado de las personas, lugares, cosas, rastros y efectos materiales
de utilidad para la investigación dispuesta por el fiscal, se levan­
tará acta.

3. ¡.2. Desarrollo de ¡a medida

La ley procesal en el artículo 208". 1 establece que la policía, de


oficio, o dando cuenta al fiscal, o por su orden, "podrá inspeccio­
nar o disponer pesquisas en lugares abiertos, cosas o personas,
cuando existan motivos plausibles para considerar que se encon­
trarán rastros del delito, o considere que en un determinado lugar
se oculta el imputado o alguna persona prófuga".

La policía puede actuar de oficio, pero dando cuenta al Fiscal o


por orden de este y en los casos donde la naturaleza de los hechos
lo requiera. En tal sentido, busca rastros de delito, de la persona
perseguida, de las pruebas, etc. Esta diligencia se complementa
con la elaboración de planos, descripciones, fotografías o filma­
ciones que sean necesarias.

El acta deberá contener: la descripción exacta del lugar donde se


realiza la pesquisa, el motivo y fonna en que se llevó a cabo, el
nombre de los policías y funcionarios judiciales que intervinieron;
el nombre, características y estado de las personas, cosas, rastros
o efectos encontrados; el levantamiento de planos de señales, des­
criptivos, fotográficos, y toda operación técnica с inventario que
sean necesarios.

En cl caso que se encontrare menores de edad se comunicará


inmediatamente a la Fiscalía de Familia o IVIixta a fin de que
proceda conforme a sus atribuciones; y en los casos, donde la
policía proceda por razones de urgencia sin disposición fiscal,
verificará que cl acta levantada contenga la información antes
mencioiiada.
CAPÍlüín V: BÚSQUI-DA DE PRÍJEBA Y RKSJRICCUIN OE DERECHOS 299

3.2. Relejición

3,2.7. Concepto

Con fines estríelos de investigación policial, también se puede


ordenar la retención de una persona "cuando resulte necesario
que se practique una pesquisa", en tal sentido, dispondrá, dando
cuenta al fiscal o por su orden, que las personas que se encuentran
en la diligencia permanezcan en el lugar o que también pueda
comparecer otras, lo que evidencia la retención de una persona
por un tiempo estrictamente establecido de cuatro horas y para
tales fines. Si se considera necesario prolongar dicho tiempo, se
requerirá mandato judicial.

La persona sufire entonces una limitación o interrupción de su


libertad ambulatoria por breve término a tímlo de retención y es
obvio que la autoridad policial y fiscal debe de tener Anulados
motivos para tal decisión. Naturalmente tales hechos deben ser
registrados en el libro correspondiente.

3.2.2. Retención con fines ele pesquisa

Cuando se produce la retención con fines de pesquisa el fiscal


deberá verificar que la actuación policial cumpla con las siguien-
tes funnalidades: que haya informado a ia persona el motivo de
la retención así como los derechos que le asisten; que se haya
identificado a la autoridad que dispuso la retención; que se haya
identificado a las personas que comparecieron al lugar de la dili-
gencia de pesquisa; que se hayan precisado las diligencias efec-
tuadas con las personas detenidas; que la retención, por ningún
motivo supere las cuatro horas y si hubieren indicios suficientes
de que el retenido está vinculado está vinculado a la comisión de
un delilo, cl fiscal deberá requerir de imnedialo la orden judicial
para extender el plazLO de retención.'"

187 Véase D i i e c l i v a Jet Ministerio Público para el desempeña ñincionul de los Fiscales,
citado, ap. 3.3.
300 E L Nirevo PROCESO P E N A L

Como se puede apreciar. Se otorga a la policía dcterminadaii Iii-


cultades -siempre dando cuenta al Fiscal o actuando por su ordcn-
coii la finalidad de asegurar una averiguación debida y pronlii del
delito, teniendo en cuenta las distintas formas de criminalidad y ln
evolución que se aprecia de ésta en los últimos años, qué impide,
muchas veces, coriocer del hecho en flagrancia delictiva.

Bajo esta misma circunstancia, si existen fundadas razones j)nt(i


considerar que una persona oculta en su cuerpo o ámbito perso-
nal bienes relacionados con el delito, la policía, conforme Cüll
la legislación procesal (art. 210°) procederá a registrarla. MuUi-
ralmentc, previa a esta decisión, la policía invitará al interveni-
do a que las exhiba, en caso de negativa, procederá al registro
personal, la misma que se realizará respetando la dignidad y
pudor de la persona, incluso por efectivo del mismo sexo, salvo
- c o m o dice la ley- que ello importe demora en perjuicio de la
investigación.

F,sta diligencia se practica dependiendo de la namraleza del hecho


que se investiga, y cuando existan fundadas razones para presumir
que la persona oculta en su cuerpo o ámbito bienes relacionados
con un delito, lo que significa que se requiere de datos objetivos
. que justifiquen la afectación de la libertad y el pudor de la perso-
na, en aras al descubrimiento de la verdad."' Por ejemplo, en los
delitos de tráfico ilícito de drogas, principalmente en la figura de
los llamados "burriers", diligencia que se realiza en los aeropuer-
tos o en vehículos de transporte público interprovincial, en donde
-a veces- se debe de realizar cl registro en las partes íntimas del
cuerpo para comprobar el delito y la autoría; también los casos de
contrabando, robo, secvicstro, entre otros, y en los que sea necesa-
rio proceder al registro de la persona imputada o sospechosa con la
finalidad de encontrar bienes u objetos relacionados con el delito.

1 8 8 CArPERATA Ñ O R E S , José, Ln priielía en el proceso pennt, Lexis N e x o s , Sexta edición,


B u e n o s / i r e . í , 2 0 0 8 , p. 254.
Слр1тш о V: BúsguEDA PE PRUEBA Y KESTRIC C IO.N ЦЦ DERECHOS 301^

En el caso de que se Uale de distintaá personas, se deberá proceder


al registro por separado.

Como lo señala G i M b N O SENDIÍA, se trata de actos aseguratorios


de la prueba que recae sobre cl cuerpo humano, pudicjído enten­
derse como inspección corporal cualquier género de reconoci­
miento del cuerpo humano.'*' Por ello la exigencia de proceder
respetando los derechos que le asisten a la persona intervenida.

Conforme a nuestro ordenamiento, el registro comprende no


sólo el cuerpo y la vestimenta de la persona, que incluye los
maletines, portafolios, equipos informáticos personales o lo que
lleva entre sus manos, sino lambién su equipaje, bultos o el v e ­
hículo que utilizare c o m o medio de transporte que, entendemos,
debe poseer dominio. En cualquier caso, la policía actuará dando
cuenta al Fiscal o por su orden y respetando el derecho que tiene
el intervenido a que en dicha diligencia participe una persona de
su confianza, siempre que se la pueda ubicar "rápidamente y sea
mayor de edad". Este último presupuesto puede resultar difícil
de satisfacer, según las circunstancias del hecho o la manera
de ubicar a la persona elegida. C iertamente, sólo se eslablece
se " l e indicará el derecho" que tiene, pero no se afirma que sea
obligatoria la presencia del testigo en la diligencia. Entendemos
que atendiendo a la afectación al derecho constitucional de la
intimidad, se debe de cautelar esta diligencia, siguiendo los pa­
sos que la misma ley señala: invitación a la persona intervenida
a que entregue el bien u objeto buscado; hacer conocer al inter­
venido las razones de la ejecución del registro; hacerle conocer
de su derecho a ser asistido por una persona de su confianza; la
diligencia se realice por persona calificado. También considera­
mos que dada la naturaleza de esta diligencia, debe procurarse
la intervención fiscal o de im testigo, pues la excepción se puede
convertir en regla.

189 GÍMENO SENDRA, V . , Derecho Procesal Penal, citaüo, p . 3 7 8 .


302 El. NUBVO rROCE.S0 l'ENAL

4, LA INTERVENCIÓN CORPORAL

4.1. Concepto

Esta diligencia puede entenderse como lodo acto de coerción so-


bre el cuerpo del imputado por el que se le extrae determinados ele-
mentos para realizar sobre los mismos análisis periciales tendientes a
averiguiu- el delito o la participación del imputado."" El mismo GÍMENO
SENDRA, siguiendo la doctrina alemana y atendiendo al grado de sacri-
ficio del derecho a la integridad fisica considera que las intervenciones
corporales se clasifican en a) leves o banales, aquellas que comprende
la extracción de elementos externos del cuerpo humano: pelos, uñas, así
como algunos internos, como la extracción de sangre (siempre que no
genere peligro); y b) graves, que son aciuellas intervenciones que pue-
den poner en peligro la salud u ocasionar sufrimientos a la persona.'"

4.2. Clases de intervenciones

Nuestra legislación procesal regula la intervención corporal en


los artículos 21 r a 213° para tres casos: del imputado; de otras perso-
• ñas; y para la pmeba de alcoholemia, y en todos ellos estableces reglas
de procedimiento.

Tratándose de la inlervención corporal del imputado se requie-


ren determinados presupuestos: a) el examen debe ser útil para estable-
cer hechos significativos de la investigación;"' b) se requiere pedido
del Fiscal y autorización del juez de la investigación preparaloria: y
c) el delito debe estar sancionado con pena mayor a cuatro años. La
autorización judicial comprende los análisis sanguíneos, las pruebas

190 G Í M E N O S E Ñ O R A , V., Derecho Procesal Penal, cilado, p. 379.


191 Ídem, p, 380.
192 El Tribunal Conslilucional español lia establecido que la finalidad que se persigue
con la inlervención corporal debe ser la de acreditar hechos constilulivos de infrac-
ción penal y no únicamente un hecho inrliciario; "un acto instructorio que limite un
derec(io fondamcntal no puede estar dirigido exclnsivainente a obtener meros indi-
cios o sospechas de criminalidad, sino a preconstihiir la prueba de los hechos que
integran el objeto del proceso penal." S T C 207/1996, de 22 de enero.
C A P I T U I . O V : H Ú S Q U E P A D E I ' H U K B A Y iu;snticciÒN D E D E U E O I O S 303

genético­moleculares u otras intervenciones; también exploraciones ra­


diológicas. Es necesario señalar que la decisión judicial respecto de la
inlervención coiporal debe sujeuuse escrupulosíunente al principio de
proporcionalidad.'" La ley posibilita el examen aún sin contar con el
consentimiento del imputado (art. 2 И М ) .

Pero además, la ley procesal establece una serie de características


de esta diligencia que pasamos a mencionar:

a. El examen debe ser realizado por im médico o profesional espe­


cializado. En el ámbito de la investigación fiscal se deberá contar
con los peritos médico­legales, caso contrario, se deberá acudir a
especialistas en la maleria.

b. N o se practicará el examen si importa un daño grave para la salud


del imputado, lo que debe de estar debidamente sustentado por
los especialistas.

c, En el caso de inlervención corporal de una mujer, esta podrá estar


acompañada de otra mujer o un familiar.

d. ^ En caso de urgencia o peligro por la demora, el Fiscal podrá or­


denar el examen con cargo a que se recabe inmediatamente la
confirmación judicial. Se entiende de casos donde no exisla la
posibilidad de generar alguna situación de riesgo en la salud del
imputado.

e. Se notificará al abogado del imputado pero en su ausencia se po­


drá realizar la diligencia con la presencia de otra persona de con­
fianza del imputado, siempre que pueda ser ubicada en ese acto.

Г Se eslablece que el fiscal o ia policía cun conocimiento de aquel,


sin orden judicial, podrán disponer mínimas inlervenciones para
observación, como pequeñas extracciones de sangre, piel o cabe­
llos que no provoquen ningún perjuicio para su salud y siempre
que el experto no la considere riesgosa. Eu caso contrario se 3 0 ­

193 IGLESIAS CANLE, Inés. Ln nueva regulación de las medidas de intervención corporal en
el art. 363.2 L c c r i m : L a iiuicbru del principio üe legalidad, en Investigación y prueba
en el piuceso penal, obra coleeliva. C oordinador Nicolás GonzAlez­C uellar, C utex,
Madrid, 21)06. p. 1 7 7 .
30<l E L N U E V O PROCESO PENAL

licitará orden del juez, paia lo cual se deberá contar con UJI dicta-
men pericial que determine la ausencia de peligro.

g. Se levantará acta de la diligencia con la suscripción de las perso-


ñas participantes.
h. La misma ley establece que tratándose de mínimas intervenciones
para observación, como pequeñas extracciones de sangre, piel,
cabello que no provoquen perjuicio para ia salud, el fiscal o la
policía con su conocimienlo, podrán autorizarlas, pero si hubiere
riesgo se requerirá de orden judicial.

Un segundo grupo que puede verse afectado por las intervencio-


nes corporales lo conforman otras personas que no son ijnputadas pero
pueden ser examinadas, incluso sin su consentimiento, y en considera-
ción de testigos (arl.212M).

La misma ley establece que siempre que deba ser constatado, para
el esclarecimiento de los hechos y se encontrare en su cuerpo delermi-
nada huella o secuela del delilo. Con la misma finalidad de averigua-
ción, de la verdad y que no se afecte ia salud, se posibilita la realización
de exámenes de personas no imputadas, para establecer la descendencia
así como la extracción de sangre, aún sin el consentimiento de la per-
sona. Se establece también que los exámenes y la extracción de análi-
sis sanguíneos sólo pueden ser realizados por un médico (art. 212".2).
Cabe rehusar estos exámenes y extracciones de análisis de sangre por
los mismos motivos que existen para los testigos. Por último, si se tra-
tare de menores de edad o de incapaces, la decisión corresponde a su
representante legal y si se encuentra inhabilitado por ser imputado en el
delilo, la decisión corresponderá al Juez.

El tercer grupo de casos para la intervención corporal regulada por


la ley comprende el examen corporal para la pmeba de alcoholemia (art.
213"). La disposición procesal faculta a la policía para casos de preven-
ción del delilo o en intervenciones de control de conducción vehicular, a
realizar comprobaciones de tasas de alcoholemia en aire aspirado. Si el
resultado del examen es positivo o la persona presenta signos evidentes
de haber .consumido alcohol u otra sustancia prohibida, se procederá a
la retención y conducción a un centro de control sanilario para realizar
CAI'ITULÜ V : HtJSQUfc­nA m у\шиил y u b S r i t i c c ü ü N u i i DEKI­CHOS 305

la prueba sanguínea u otras, según la prescripción médica. Para la acl\ia­


ción policial en acciones de prevención y de control en conducción vehi­
cular, se llevará un libro ­ registro donde constarán los datos perlÍH^ntes
y se conuinicará ai Fiscal con un inlbrme razonado de la intervención.

Como se podrá apreciar, la intervención policial viene justiítcada


por los casos ya señalados para lo cual se deben de tomar los ciúdados
necesarios a efecto de infringir lesión a los derechos que le asisten a la
persona y que no son objeto de limitación impuesta por la ley. P e r o si se
Irata de una investigación regular de hecho con características de delito,
la policía deberá proceder a la realización de dicha diligencia, hacien­
do conocer al imputado que tiene derecho a contar con la presencia de
una persona de su confianza, siempre que la ubique rápidamente y sea
mayor de edad. Dentro de esta comprensión, bien puede tratarse de su
abogado defensor.

, Es necesiuio señaltu­ que esta forma de intervención corporal para


la prueba de alcoholemia, por su inmediatez, no requiere autorización
judicial, y también se puede proceder de la misma fonna cuando la pob­
cía intervenga en la investigación de un delito, en cuyo caso, para efecto
de la diligencia, debe procurarse la presencia del defensor del ¡mpulado
o de una persona de su confianza, pudiendo prescindirse de los rnismos
por inconcuiTencia o fundado peligro que la prueba se perjudiqtie si no
se realiza inmediatamente (art. 213".4).

5. EL A L L A N A M I E N T O

5.1. La inviolabilidad de domicilio como derecho fundamental.

L o primero que hay que sostener en el caso de esta diligencia


policial es la naturaleza constitucional del derecho a la inviolabilidad
de domicilio. En efecto, se establece que nadie podrá ingresmr en el
domicilio "ni efectuar investigaciones o registros sin autorización de
la persona que lo habita o sin mandato judicial, salvo flagrante d e l i t o o
muy grave peligro de su perpetración." Sin embargo, la misma norma
constitucional señala las excepciones por motivos de sanidad o d e grave
riesgo reguladas por la ley. (art. 2°.9).

«.I
306 VJL NUEVO PROCESO PENAL

En consecuencia, el derecho a la inviolabilidad de domicilio )3ue-


de ser restringido en los casos de delilo flagrante, orden judicial y por
disposición de la ley. Interesa destacar en este apartado el allanamiento
por mandato judicial y específicamente a solicitud del Fiscal.

5.2. Concepto

El allanamiento es una diligencia de naturaleza policial que tiene


por finalidad el ingreso de la policía a un domicilio o irmiueble con la fi-
nalidad de capturar a la persona investigada o evadida, también para in-
cautar bienes u objetos relacionados con el delito. Para CADEZUDO BAJO,
la restricción del derecho a la inviolabilidad del domicilio ha de limi-
tarse en numerosas ocasiones, en virtud de una entrada y registro, con
el fin de practicar la detención del imputado, así como de preconstituir
la prueba. Sigue: " A m b o s objetivos y, especialmente, la plena eficacia
de las pruebas obtenidas durante el registro, se alcanzarán, en la medida
en que, junto con la observancia de los requisitos procesales (...) tales
diligencias se realicen de conformidad con las exigencias derivadas de
su consideración como restricción de derechos fundamentales y, en es-
pecial, del principio de proporcionalidad.""''

En términos de CAFFERATA ÑORES, es cl ingreso a una morada o


local cerrado con el fin de practicar un registro -para enconlrar cosas o
personas vinculadas al delilo- u otra actividad procesal.'"

5.3. Presupuestos

D e acuerdo con la ley procesal el allanamiento procede fuera de


casos de fiagrancia o de peligro inminente de su perpetración; reqiiicre
autorización judicial a pedido del fiscal y debe de sati.sfacerse deter-
minados requisitos. Se exige que existan motivos razonables de que el
imputado o la persona evadida se encuentran ocultos, o que se cncuen-

194 CABEZtruo B A J O , Mnrln José, Ln ettlmda y registro domiciliario en el proceso penal,


en Investigación y prueba en el proceso penal, bajo la dirección de Nicoiós Gonzálcz-
Cucllar Serrano, Editorial C o l e x , Madrid, 2 0 0 6 , p. 1 1 7 .
195 CAFFERATA Ñ O R E S , J, LO prueba en el proceso pennl, citado, p. 2 3 3 .
C>i­lrui.o V: núst}i)bi)A PL­ PKuiiHA Y K k s i m a i ò N oi­: DI­RI­.C TIOS 307

liiui bienes 0 cosas lelevames para la investigación. íil allanamiento


comprende el registro de la casa habitación, casa de negocio, recinto
habitado temporalmente u otro lugíir cerrado y procederá cuando sea
i previsible que el acceso al lugar por parle de la autoridad le será negado
en un acto formal de función (arl. 214''.1). Se afirma en doctrina que
4
esta diligencia se rige bajo el principio de justificación teleologica que
* comprende dos actos procesales diferentes: 1) la entrada: la detención
del sospechoso y/o registro; y 2)el registro y la prueba preconstituida.
De encontrarse la persona buscada se procederá a su detención, si hu­
biere orden judicial para ello; si se encontrare bienes u objetos relacio­
nados con el delilo, se procederá a la incautación.

La solicitud fiscal debe ser clara y precisa, indicará el lugar o lu­


g'ares exactos del allanamienlo su la finalidad; las medidas de coerción
que correspondan, por ejemplo, detención de la persona investigada; la
incautación de bienes u objetos y el tiempo aproximado de la diligen­
cia. Los mismos datos deben de aparecer en la resolución judicial, ade­
M
más del nombre del fiscal autorizado; dicha orden lendrá una duración
И' máxima de dos semanas, salvo que se haya expedido рша un tiempo
И" determinado. Hs necesario precisar que la resolución judicial debe de
sujetarse a una especial exigencia constitucional de motivación radica­
da en el juicio de ponderación que justifique la limitación del derecho
fundamental afectado, además de observar los principios de proporcio­
nalidad (relacionada con la gravedad del delilo), idoneidad (útil para
alcanziu la finalidad perseguida) y necesidad (si resulta lu menos grave
entre otras metlidas).'"^'

5.4. Desarrollo de la medida

Rn la diligencia, el fiscal podrá decidir el registro de las personas


que eslán presentes o lad que lleguen durante la diligencia, pero solo

1 % C AÍIEZULIO B A J O , Maria, La entrada y registro duniiciliario en el proceso penal, ci­


tado, p. 1 2 2 . A g r e g a ln autora que el registro constituye un ¡ictu de investigación
indirecto, en la tnedida en que permite la práctica de otros actos de investigación (re­
conocimientos periciales, declaraciones de testigos), perú su principal lijnción reside
en la recogida y aseguramiento de las fuentes de prueba.
197 Idem, p 1 2 9 .
308 V,l N i m v o PROCftso P E N A L

cuando considere que ias mismas puedan ocultar bienes delictivos; por
lo mismo, también puede ordenar la retención fundamentando dicha
medida (art. 2\T.2). Lo más importante en la solicitud y decisión ju-
dicial es la verificación de los datos indicadores de la presencia del
investigado o la existencia de elcinentos relacionados con cl delito en el
lugar donde se practicará la diligencia. Se debe de entregar copia de la
autorización al imputado siempre que estuviere présenle; si no están, a
sus familiares; si no hubiera nadie, se dejará la copia a un vecino. A es-
tas alturas, está claro que la diligencia se practica aún cuando cl imputa-
do o sus familiares u otras personas no estuvieren presentes en cl lugar
Debe de agregarse que de lo actuado en la diligencia de allananiiei\lo se
dejará conslancia en acta."'

6. L A EXHIBICIÓN FORZOSA E INCAUTACIÓN DE BIENES

6.1. Concepto

La exhibición forzada de bienes y su posible incautación consti-


tuyen lambién actos propios de investigación policial con fines de bús-
queda de elementos probatorios, de averiguación del delilo y determi-
nación de sus autores y partícipes. Esta diligencia de investigación se
decide cuando la persona se negare a exhibir o entregar el cuerpo det
delilo o los bienes relacionados con el mismo.

6.2. Presupuestos

La nueva ley procesal regula esta diligencia en los artículos 218 al


223 y establece que se requiere de autorización judicial, previa petición
fiscal fundamentada, para que .se obligue a una persona, sea propietario,
po.sccdor, administrador, tenedor u otro, a exhibir o entregar bienes que
constituyan cuerpo del delito o de cosas relacionadas con él o que se.in
necesarios para cl esclarecimiento de un delilo. Sin embargo, tratándose
de delito flagrante o de peligro iruninente de su perpetración, la policía

198 Cabe señalar que el allanamienlo también se puede realizar sin mandato judicial cuan-
do se trate de flagrante delito, debiéndose dejai constancia de todo lo actuado en acta.
Слткпи V ; H O S Q U K U A ПЁ РкиниА у RESTRIC C IÓN DE DEREC HOS 3Ü9

Л.

no retiueiirá ni solicitud fiscal ni orden judicial, pero deberá dar cuenta


de la ejecución a! Fiscal. La ley establece que cuando exista peligro por
la demora, la exhibición o la incautación deberá disponerla el Fiscal; en
todos los casos, el Fiscal deberá requerir del juez la resolución confir­
matoria, lo que resulla lógico si confiarme al ruievo sistema procesal, el
juez de la investigación preparatoria actúa como juez de garanüíis.

I La autorización judicial deberá contener todos los datos necesa­


rios asi como el nombre del fiscal, la designación del bien a exhibir o
incautar; de ser necesario, también se puede autorizar para que se tomen
fiítografías, se obtengan coplas o se filme o grabe la diligencia de exhi­
bición o incautación de bienes relaciomjdos con el delito (art. 219°.!).

6.3. Desíirrüllü de la medida

La diligencia se llevará acabo inmedialamente por el Fiscal con


el apoyo policial, pudiéndose citíu: a las piules. Los bienes objeto de
iucauUición deben ser regislrados con exaeiilud, en los casos de cxliibi­
ción se cuidará de describir delenidamente el bien u objeto o documen­
to. C orresponde al Ministerio Público identificar al íunciuiuu­io o per­
sona que asume la responsabilidad o custodia del material incautado;
asimismo, le corresponde determinar las condiciones y las personas que
intervienen en la recolección, envío, manejo, análisis y conservación de
lo incautado (art. 220".2).

A l igual de las diligencias anteriores, se debe de cuidar y respe­


tarlos derechos que le asisten al imputada o persona a quien se le hacen
las exigencias de exliibicjón o incautación.

6.4. Exhibición e incautación de documentos no privados

La norma procesal también se ocupa de la exhibición e incauta­


ción de documentos no privados (íut. 224), en tal senlido, cuando una
persona tenga en su poder actos y documentos requeridos se encuentra
en la obligación de exhibirlos o entiegarlos al Fiscal, así como todo ob­
jeto que detenten por razones de oficio, encargo, ministerio o profesión.
En algunos casos puede tratarse de documentos públicos o de naturale­
3Ì0 E L ^nJI•vo P R O C E S O P E N A L

za pública que se encuentran en poder de particulares o de funcionarios


públicos, que son de interés para la investigación fiscal.

La ley procesal exceptúa los supuestos de secreto profesional o


de Estado; en el primer caso, el Fiscal podrá hacer las indagaciones y si
considera infundada la oposición para la exhibición o incautación hará
su requerimiento a la autoridad judicial; en el segunda caso, el Fiscal
deberá dirigirse al Presidente del Consejo de Ministros solicitando que
confirme el carácter secreto de la información o documentación; si la
respuesta es positiva y la prueba es esencial para la definición del caso,
solicitará al .luez de la Investigación Preparaloria una audiencia, con
intervención de las parles, a fin de que decida la clausura de la investi-
gación por la existencia de secreto de Estado, lo que resulla lógico si se
tiene en cuenta la naturaleza de dicha información estatal y lo innecesa-
rio que resulta continuar con el proceso (art. 224".3).

7. EL CONTROL DE L A S COMUNICACIONES. INTERCEPTACIÓN


E INCAUTACIÓN POSTAL

7.1.. La inviolabilidad de las comunicaciones y documentos privados


como derecho fundamental

La Constitución Política consagra como derecho fundamental de la


persona a! secreto y la inviolabilidad de las comunicaciones y documen-
tos privados. El Tribunal Conslilucional ha establecido que el concepto
de "secreto" c "inviolabilidad" de las comunicaciones y documentos pri-
vados, desde esa perspectiva, comprende a la comunicación misma, sea
cual fuere .su contenido y pertenezca o no el objeto de la comunicación
al ámbito de lo personal, lo íntimo y lo reservado. De manera que se
conculca el derecho tanto cuando se produce una interceptación de las
comunicaciones, es decir, cuando se aprehende la comunicación dirigida
a terceros, como cuando se accede al conocimiento de lo comunicado,
sin encontrarse autorizado para e l l o . ' " Tcxlualinenle establece la norma

199 S T C , E.xp. N " Z 8 G 3 - 2 O 0 2 - A A / ' r c - I - I M A , en la Conslitución de 1993 a través de Ins


senleíicias del Triliunal Constitucional, de IÍF.nMUOF>, TANA, M . , Ediciones Legales,
L i m a , 2 * e d i c i ó n , 2008, p. 7 5 .
CAHI11Л­0 V : DuS(j»fcDA DE PliliFnA Y lUiSTRiaMÓN DC DEREniOS 31 1

conslilucional que "las comunicaciones, lelecomunicaciones о sus inslru­


menlos sólo pueden ser abiertos, incautados, interceptados o intei­venidos
por mandamiento motivado del juez, con las garantías previstas en la ley,
.Se guarda secreto de los asuntos ajenos al heclio que motiva su examen"
(art. 2". 1 0 ) . Agrega la norma constitucional, que los documentos privados
obtenidos con violación de esle precepto no tienen efecto legal. La reser­
va conslilucional permite la afectación de este derecho en los casos que
la ley lo establece y previa decisión judicial.

7.2. C oncepto

Rn efeclo, la nueva ley procesal establece la posibilidad de que


se pueda interceptar, incautar y abrir documentación pública o privada
que se dirija al imputado de manera directa o indirecta, siempre que
sea indispensable para el debido esclarecimiento de los hechos que se
investigan. Comprende las cíutas, pliegos, valores, telegramas e incluso
correos electrónicos, dirigidos al imputado o remitidos por él, aún cuan­
do se encuentre con nombre supuesto, o de aquellos que se presumieran
emanan tie él o resulte ser el destinatiu­io (art. 226).

7.3. Requerimiento fiscal y resolución judicial

Para tal electo, se requiere de pedido formal y suslentado del Fis­


cal al Juez de la Investigación Preparatoria para la interceptación, in­
cautación y apertura. Se trata de una diligencia estriclamente reservada,
con fines propios de la investigación, suficientemente motivada y por el
tiempo necesario que no podrá ser mayor al periodo de la investigación.
Ante el pedido formulatlo, el juez resolverá reservada e inmedialamen­
le, pudiendo impugnar el fiscal si su pedido es rechazado.

7.4. Ljecución de la medida

Si el juez acepta el pedido, se ordenará su ejecución por el Fiscal


o éste podrá delegarla en un efeclivo policial; se exige el examen del
documento releniendo aquellos que estuvieren relacionados con la in­
312 EL WJF.VO PROCRSO PF.NAL

vesligación y serán solo abiertos por el Fiscal incautándose de ser nece-


sario, caso contrario, los documentos serán devueltos a su destinatario.
De todo lo actuado se levantará acta.
"•1
Es necesario señalar que una v e z cumplida la diligencia y las in-
vestigaciones del caso, se hará conocer al imputado, quien podrá soli-
citar a la autoridad judicial, dentro de los tres días de notificado, el re-
examen del caso. En este supuesto se procederá a la realización de una
audiencia para ercctuar el control judicial de la diligencia de intercepta-
ción e incautación de documentos, en otras palabras, el juez verificará
si la diligencia ordenada se realizó correctamente y si la interceptación
e incautación han comprendido comunicaciones relacionadas con la in-
vestigación (art. 228").

7.5. Requerimiento a tercera persona

También se ha considerado al tercero que tiene en su poder tales


documentos, debiendo ser requerido para que las entregue, bajo aperci-
bimiento de ser sometido a investigación preliminar, salvo en los casos
de estimarse secreto de Estado o se alegare irmiunidad diplomática, en
los cuales se procederá de manera preestablecida en la ley, es decir,
solicitando información a ia Presidencia del Consejo de Ministros e
iirforme ai Ministerio de relaciones exteriores (art. 229°).

8. L A INTERVENCIÓN DE LAS COMUNICACIONES Y TELECO-


MUNICACIONES

8.1. Derechos fundamentales e intervención

N o cabe duda'que el desarrollo de la ciencia y la técnica en mate-


ria de comvmicación que comprende la telefonía fija y celular, el inter-
net y otras formas de comunicación digital, han posibilitado la evolu-
ción de la sociedad en distintos ámbitos, sobre todo el empresarial, pero
también ha permitido que la delincuencia, en especial la organizada,
camine a pásps agigantados frente a ias formas tradicionales de investi-
gación criminal. En esc contexto, los Estados también han reaccionado
CAPITUL.0 V: Ü Ú S Q U I . I M DM P K U E B A Y H E S T K I C C I Ò N DE D E R E C H O S 313

y se aiuoiiza a través de las normas de desarrollo constitiicioiia! el uso


de instrumentos que permitan la inlervención de las comunicaciones en
sus distintas manifestuciones, con la finalidad de búsqueda de fuentes
de prueba que coadyuven a la investigación del delito aún cuiuido se
afecten derechos de las personas, pero a la vez cuidando que tal afecta-
ción no sea desproporcionada.

Hl mismo artículo 2°. 10 de ia Constitución protege esle derecho


a las comunicaciones y telecomunicaciones que, conjuntamente con
el derecho a la intimidad personal y familiar (inciso 7) constituyen el
grueso de derechos que tienen las personas en el rubro de la comunica-
ción y telecomunicación privada.

En materia procesal se regula la intervención de las comunicacio-


nes y telecomunicaciones con la finalidad específica de investigación.
MLÍÑOZ D E MOR>U,ES ROMERO la configura como "ima intromisión de
los órganos de persecución penal del Estado en el libre ejercicio del
derecho fimdamenlal al secreto de las comunicaciones privadas del im-
putado o de tas personas de las que éste se sirva para comimicarse (...)
cuya finalidad consiste en la investigación y esclarecimiento de hechos
delictivos, la identificación del delincuente, y en su caso en la posibili-
dad de utilizar las informaciones recopiladas como medios de prueba en
el acto del juicio oral."^"*

H.2. Concepto

Se trata de una de las diligencias de investigación que requiere


de un seguimiento puntual de los operadores para su debida aplicación,
siguiendo las formas establecidas por la ley. CAFFERATA ÑORES señala
que esta medida consiste en interferir las llamadas telefónicas efectua-
das por el imputado o dirigidas a él, con la finalidad de enterarse de
lo conversado (que podrá tener importancia probatoria) o impedir una
conversación que podría obstaculizar la investigación.^"' Efectiviunen-

200 MUÑOZ DE MORALES. Marta. Lu inlervunciónJudicUil las comiinkaciones mhfóni-


casy electrónicas, en Investigación y prueba en el proceso penal, cilatio, p. 139.
201 CAFFERATA ÑORES, J ., ¿ a prueba en el proceso penal, cilado, p. 2 6 2 . A d e m á s precisa
3M EL NUKVO PROC ESO PENAL

te, esta medida restrictiva de derecho fundamental debe ser excepcional


X
y cuidadosa de no afectar el derecho a la intimidad de las personas en
los aspectos no sometidos a investigación. Asimismo, el Tribunal C ons­
titucional sostiene que este derecho no sólo comprende la acción comu­
nicativa que se pueda realizar mediante medios de comunicación, "sino
también la comunicación interpersonal. Ésla está representada por las
4
comunicaciones enUe personas que se encuentran físicamente presen­
tes en un lugar detenninado."'"' Sobre este punto, MUÑOZ DIE MORALES
considera que lo que se protege no es el simple hecho de conversar, sino
el derecho al secreto de las comunicaciones a dislancia o telecomuni­
caciones, pues " l o que realmente ampara el derecho al secreto no son
las conversaciones realizadas de persona a persona, sino aquellas otras
realizadas a distancia porque sólo en estos casos el secreto está objeti­
vamente garantizado desde un punto de vista técnico."'"^

8.3. Procedimiento ­t'

La nueva ley procesal establece lui procedimienlo especial para


intervenir las comunicaciones y las telecomunicaciones que se resumen
I
en los siguientes aspectos (art. 230):

a. Sólo es posible su aplicación para ca.sos de mediana y gran crimi­


nalidad, en este sentido, se exigen principalmente dos requisitos:
1) que el delilo que se investiga tenga una pena minima de cuatro
i
años; y 2 ) que !a intervención sea absolutamente necesaria para
la investigación.

b. El pedido, debidamente motivado, lo hace el Fiscal al Juez de la


Investigación Prepaiatoria y eslará centrado en la intervención y
grabación de comunicaciones telefónicas, radiales u otras formas
de comimicación.
I
que dado que la inlervención représenla una inva.sión de la inlimidad del ciudadano
de modo sigiloso, la medida requiere de una aplicación cautelosa y restrictiva.
202

203
Sentencia del P l e n o Jurisdiccional del tribunal Constitucional, № 03­2005­PI/TC , de
9 de agosto d e 2006.
Mui'ioz DE "MOHAI.ES, Marta, citada, p. M 1 .

CAPITUI.O V : DÚSC JUEDA OF PIÍUEBA Y RESIRICCIÒN DE ÜEKKCUOS 31S

С. EJ Juez resolverá de manera reservada e inmedialamente. Si fue­


ra denegado el pedido, cabe la apelación, la que será resuella por
la Sala sin trámite alguno.

d. La diligencia se practica sobre el imputado y también se puede


dirigir a otras personas que reciben o tramitan comunicaciones
por aquel.

e. La solicitud fiscal y resolución judicial deben contener los datos


de identidad de la persona afectada, el número de teléfono o co­
municación o telecomunicación a intervenir y grabar o registi­ar;
la forma de intervención, su alcance, el tiempo que debe de durar,
la autoridad fiscal o policial encargado.

Г Se establece que las empresas de comimicaciones y de lelecomu­


nicaciones deben de dar a las autoridades investigadoras las faci­
lidades para realizar­ la diligencia, incluso, bajo el apercibimiento
de ser denunciados por delito de desobediencia a la autoridad.
Las personas encargadas de realizar la diligencia y lambién los
sei­vidores de las empresas están obligadas a guardar la reseiva de
la diligencia, salvo que se las elle como testigos (arl. 230°.4).

9. A SC
K U R A M I E N T O E I N C A U T A C I Ó N DE DOC UIVIENTOS PRI­
VADOS

Se pretende con la disposición contenida en los artículos 2 3 2 a


234 que durante las diligencias de registro personal o del lugar o con
ocasión de la investigación misma, asegurar e incautar los documentos
privados, incluyendo documentos contables y administrativos. Ello fa­
vorecerá la investigación y cuidará ia reserva de la información conte­
nida en los documentos.

lü principal presupuesto es la exislencia de una investigación


por hecho punible, de tal manera que sea la policía o el fiscal que con
ocasión de un registro personal o en ima diligencia de allanamienlo,
encuenlra en poder del intervenido o en el lugar de la intervención o
allanamiento, algún documento privado y no ha recabado previamente
orden judicial de incautación, deberá asegurar dicho documento sin
316 EL N U E V O PROCESO PENA L

exa?mnar su contenido y además deberá el Fiscal ponerlo a disposición


del Juez dentro de las veinticuatro horas, acompañando infoime y so-
licitando ordene su incautación, previo examen del documento. La ley
procesal obliga al juez a resolver dicho pedido en el termino de un día
(art. 230°). El mismo procedimiento se sigue tratándose de documen-
tos o comprobantes contables y administrativos de una persona natural
o jurídica.

También se establece que si el fiscal toma conocimiento que una


persona tiene documentos que .son útiles para la investigación, solicitará
al Juez de la Investigación Preparatoria, ordene la incautación de los mis-
mos. En este caso, el juez resolverá inmediatamente, sin trámite alguno,
debiendo señalar el nombre del fiscal, también de la persona a intei-venir
y, de ser posible, cl tipo de dociunento materia de incautación.

10. E L L E V A N T A M I E N T O DEL SECRETO B A N C A R I O Y DE LA RE-


SERVA TRIRUTARIA

10.1. Protección conslilucional del secreto bancario y de la reserva tri-


butaria

El derecho al secreto bancario y a la reserva Iributaria tiene marco


constitucional. En la Carta Magna se consagra el derecho de la perso-
na "a solicitar sin expresión de causa la infohnación que requiera y
a recibir de cualquier entidad pública, en el plazo legal, con cl costo
que suponga el pedido. Se exceptúan las informaciones que afectan la
intimidad personal y las que expresamente se excluyan por ley o por
razones de seguridad nacional." (art. 5).

En tal senlido, el derecho de acceso a la información pública es un


imperativo constitucional, pero sin afectar otros derechos fimdamenta-
les, como el derecho al secreto e inviolabilidad d e las comunicaciones
y documentos privados, y el derecho a la intimidad. De esta manera se
protege divLilgar lo íntimo de la persona referido a informaciones estric-
tamente personales incluyendo la económica o financiera y .se impide
el acceso de cualquier persona al conocimiento de documentos o infor-
CArtTui.o V: BOsQiJünA D E I ' K U E U A Y U E S I R I C C I Ò N D E ni-rRF.fMIOS 317

mación privutios si no se cuenla eon la autoriziìción del lilular de dicho


derecho o ciuindo exisUi urden judicial.

Ciertamente, dentro de dicho marco constitucioiuil, toda persona


tiene derecho al secreto bancario y la reserva tributaria, sin embargo,
la natmaleza relativa de este derecho permite que tal secreto o reser­
va pueda ser ievaritada mediante autorización judicial si se satisface la
exigencia legal. En efecto, el artículo 2° ap. 5 segundo párrafo^"' de la
Constitución establece que el secreto bancario y la reserva tributaria
"pueden levantarse a pedido del juez, del Fiscal de la Nación, o de una
comisión investigadora del C ongreso con arreglo a ley y siempre que se
refieran at caso investigado."

Por secreto bancario se puede entender aquella información eco­


nómica o financiera que, de manera reservada u oculta, tienen los ban­
cos respecto de sus clientes. Desde esla perspectiva, los bancos deben
de cuidar que tal información no sea de conocimiento de terceros.''" El
Tribunal C onstitucional ha sostenido que la protección constjuicional
que se dispensa "con el secreto bancario busca asegunu la reserva o con­
fidencialidad ­términos ambos que aquí se utilizan como sinónimos­ de
una esfera de la vida privada de los individuos o de las personas jurídicas
de derecho privado (...) En tal sentido, el secreto bancario forma parte
del contenido constitucionalmente protegido del derecho a la intimidad,
y su litulíu es siempre el individuo o la persona jurídica­de derecho pri­
vado que realiza lales operaciones bancarias o financieras.''"'* Este secre­
to bancario se sustenta pnncipalmente en el derecho a la intimidad.

El nuevo C ódigo procesal regula esta limitación al derecho cons­


lilucional al facultar al Juez de ta Investigación Preparatoria ordenar.

204 Esla misma norma constilncional señala en su primera parle que toda persona tiene
derecho a solicilar sin expresión de causa lu información que requiera y a recibirla
de cualquier entidad pública, sin embarga, se e.xceplúan aquellas inloriimciones que
afectan la intimidad personal y las que expresaineate se excluyan por ley o por razo­
nes de seguridad nacional.
205 Véase la l.cy General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgànica de
lu Superintendencia de Banca y Seguros, U" 26702.
206 Véase S T C № 1219­2003­HD, caso N u e v o Mundo Holding S.A., de fecha 21' de
enero de 20U'l. Fundttinciilo 5.
318 E L N U E V O PROCESO P E N A L

reservadamente y sin trámite alguno, cl levantamienlo del secreto


bancario, siempre que sea indispensable para la investigación. Como
sabemos, el secreto bancario es aquella obligación que tienen las en-
tidades bancarias, en las personas de sus directores o funcionarios, de
no suministrar información de las operaciones financieras o cuentas de
sus clientes, tal como lo señala la ley 26702 (art. 140°) L e y General del
Sistema Financiero y del Sistema de Seguros.

10.2. Procedimiento en materia de levantamiento del secreto bancario

Conforme a la ley procesal, el pedido fundamentado lo hace el


Fiscal al .luez de la Investigación Preparatoria, quien lo ordena y recibi-
do el informe que emitan las insliluciones bancarias, se podrá disponer
la incautación de documentos, lltulos valores, sumas de dinero u olro
bien o el bloqueo o inmovilización de cuentas, siendo el presupues-
to indispensable la existencia de una relación del bien con los hechos
deliclivos que se investigan. El mandato judicial puede recaer en los
bienes del imputado o en aquellos bienes que se encuentren registrados
a nombre de otras personas (art. 235°.2).

También se podrá ordenar, a pedido del fiscal, las pesquisas o


registro de una entidad del sistema bancario o financiero. Por su pai-
te las entidades o empresas requeridas judicialmente están obligadas a
proporcionar la información requerida, incluso las actas y documentos
originales, si fuera el caso.

La ley procesal también faculta al Fiscal a requerir directamen-


te la información sobre operaciones que no se encuentre comprendida
como secreto bancario, cuando sea necesario para su investigación.

10.3. Aplicación análoga en el caso de levantamiento de reserva tribu-


taria

Igual procedimiento se sigue en los casos de levantamiento de la


reserva tributaria^\ mediante cl cual se podrá requerir a la administra-

207 Conrorme ul arliculo 85° del C ó d i g o Tributario "Tendía carácter de información reser-
С'л1'П1ИО V : lìÙSQUnPA DE Р1ШПВЛ Y RESIUIC C ION DE OEItEC UoS 319

ción tributaria para que exhiba o remita la información, documentos o


declaraciones tributarias, siempre que sean necesarios para el esclareci­
núento de los hechos que se investigan (art. 236").

Tanto en el caso de levantamiento del secreto bancaiio como de la


reserva tributaria, las autoridades fiscales y judiciales deberán proceder
con smna cautela y siempre que exista motivo ftmdado para recabar
dicha infomiación, precisamente por lo sensible que resulta a los dere­
chos que la misma C onstitución reconoce a las personas.

11. C l.AU.SURA O V I G I L A N CI A ÜE LOC ALES E INMOVILIZAC IÓN

11.1. C oncepto

Se trata de una diligencia de naturaleza policial con una finalidad


probatoria, pues como lo señala C AFI­ERATA ÑORES, la clausura busca
impedir que sean alterados las huellas o rastros que el delilo hubiere
dejado en el lugar, o evilár la destrucción o adulteración de las pruebas
de su comisión allí e x i s t e n t e s L a misma finalidad tiene la vigilancia
de los locales. La inmovilización de las cosas muebles busca asegurar
su custodia y ser útiles como medio probatorio.

Todas estas medidas restrictivas de derechos de propiedad y pose­


sión reíiuieren necesariamente orden Judicial (art. 237" ­ 241°).

11.2. C aracterísticas

Esta diligencia tiene características particulares:

a. Mülivación. ­ Se exige el pedido fiíndamentado del fiscal donde ex­


prese la necesidad de la medida y lo que se espera lograr con ello;

viiila, y i'iiiicíimenle podrA ser iildiziida pür la Adminislración Tributaria, para sus fines
prupiüs, la cuantía y la fuente de las rentas, los gastos, la base imponible o, cualesquiera
olios datos relcUivos a ellos, cuando estén contenidos en las declaraciones e infunnacio­
ncs que obtengan por cualquier medio de los contribuyeiucs, responsables o terceros".
20И Сл1».11лгл N u i i t s , J., ¿tJ prutba en elprucesu fiemil, cilado, p. 259,
IP

320 HL N U E V O P R O C E S O P E N A I .

b. Excepcionalidad- La medida debe ser excepcional, aplicable


para la investigación del delito;

c. Gravedad de la infracción.- El delito debe ser sancionado con


pena superior a cuatro años, priorizándose la medida para casos
graves, excluyendo su adopción en los casos de bagatela; y

d. Temporalidad. - La medida no debe durar más de quince días, pro-


rrogablcs por un tiempo igual.
;i
11.3. Procedimiento

Conforme al procedimiento a seguir, formulada la solicitud, cl


juez puede negai c! pedido o resolver autorizando la medida e indi-
cando el nombre del Fiscal que debe de realizar la diligencia; debe de
señalar expresamente el local o bien mueble; el tiempo de duración y
ios apercibimientos para cl caso de resistencia al mandato (art. 239).

También se establece que en casos de urgencia o de peligro por


la demora, el Fiscal podrá ordenar y ejecutar la clausura o vigilancia
del local o la inmovilización de bienes muebles, cuando sea indispen-
sable para dar inicio o continuar la investigación, pero deberá solicilar
al juez la resolución confirmatoria dentro de un día de realizada la
medida (art. 241).

En realidad, el Fiscal deberla de tener mucho cuidado con la eje-


cución de las medidas limitativas de derecho que disponga por cues-
tiones de urgencia, entendemos que debe de contar con los elementos
de juicio suficientes para adoptar esa medida y no exista otra forma de
alcanzar el mismo objetivo o formulando el pedido a la autoridad judi- ^
cial con la mayor rapidez.
1
CAPÍTULO V I

L A S M E D I D A S DE
IS3 mm -.-A

I. A S P E C T O S GENERALES

El nuevo código procesal penal es de corte garantista y -como se


ha dicho- se ubica dentro del marco de la Constitución y, ciertamente,
respetuoso de los derechos fundamentales de la persona.

Eslos derechos son aquellos inherentes a la persona por el sólo


hecho de su exislencia y que se encuentran reconocidos por los Estados
sin distingo alguno, tal como aparece en nuestra Conslilución cuando
consagra que la defensa de la persona humtuia y el respeto de su digni-
dad, como tin supremo de la sociedad y el Estado. De allí que cl artículo
2" establece los derechos fundamentales de la personas, los mismos que
se encuentran regulados, con la reserva de ley, en el sentitlo de que pue-
den ser objeto de restricción por el juez, conforme a la ley. También se
consideran aquellos derechos no enumerados previstos en el artículo 3°
de la misma Constitución.'"''

El marco jurídico de protección de los Derechos Fundamentales,


a nivel supriuracional, es extenso. Así tenemos, la Declaración Univer-
sal de Derechos Humanos de 1948 (arts. 1 y 2 ) , el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos (arts. 6 y 9) y la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, de San José de Costa Rica (arts. 4 y 7 ) . Por
lauto, la limitación de alguno de ellos, se debe encontrar estrictamente

209 Dicliú nojina constinicional establece lu siguiente: " L a enumeración de los derechos
establecidos en este euplluto no excluye los demás que la Cuastitución garantiza,
ni otros de naturaleza análoga o que se tundan en la dignidad del hombre, o en los
principios de solieranl» det piieblu, del listado demucrAliea de derecho y de la lorma
republicana de gobierno".
4

> 4
324 EL N U E V O PROCESO PENAL •4
^4
regulada en nuestra legislación ordinaria y su adecuada aplicación, le ¿ 4
corresponde a los órganos jurisdiccionales.
M
!• 4
1. CONCEPTO
4
m
Las medidas de cautelares o de coerción procesal, como las llama
el nuevo código procesal, son aquellas medidas judiciales que tiene por
finalidad asegurar la pre.sencia del imputado a la sede judicial y la efec-
tividad de la sentencia,''" tanto en el ámbito punitivo como resarcilorio.
Las medidas cautelares o coercitivas cumplen función de aseguramien-
to de los objetivos del proceso penal, que se aplica para casos taxativa-
mente revistos en la ley y bajo determinados principios, principalmente
los de iiccesidad, provisionalidad y proporcionalidad.

A este conjunto de medidas SAN MAJITÍN CA.STRO'" las denomina


medidas provisionales, y las define como: "los actos procesales de coer-
ción directa que, recayendo sobre los derechos de relevancia constitu-
-,,)H
cional, de carácter personal o patrimonial, de las personas, se ordenan
a fin de evitar delerminadas actuaciones prejudiciales que el imputado
podrá realizar durante el transcurso del proceso de declaración."; asi-
mismo, les otorga funciones cautelares, aseguratorias de la prueba y
tuitivas - coercitivas. En efecto, las medidas de coerción, tal y como
han sido diseñadas en el Código Procesal Penal 2 0 0 4 , cumplen las fim-
ciones mencionadas, pues buscan: a) asegiuai-, la eventual, sentencia
condenatoria; b ) impedir acmaciones obstruccionistas del imputado en
relación a la aclividad probatoria; c ) evitar que el imputado incurra en
hechos punibles similares.

La característica fundamental de este tipo de medidas es su ins- 4


lumenlalidad, porque no tiene una finalidad en sí misma, sino que esta
i
vinculada, a la causa principal. El conjunto de medidas de coerción
i
existen en función al proceso penal.

210 GÍMENO SENDRA, V., Derechn Procesal Penal, Colcx, Madriil, 2004, p. 481.
211 SAN MARJIM CA.STRO, C , Derecho Procesal Penal. Volumen II, Orijley, Lima, 2003,
p. 1072. ' ..
CAI'ÌIUI o V I : LAS MEOIIMS DI: COLHCION I'IÌOCKSAL 325

2. LOS PRINCIPIOS RECTORES

Las medidas coercitivas se rigen por determinados principios que


nacen de ia Constimción y los Convenios o Pactos Internacionales rela-
cionados con los Derechos Eimdamentales de la persona."^ Por nuestra
píu-te señalamos los siguientes principios:

a. Respelo a ios clerecììos fundamentales. - Es el marco rector de las


medidas de coerción previstas por la ley procesal. Constituye lo
que primero ha considerado el legislador al regular los principios
en la determinación de las medidas coercitivas cuando establece
que los derechos ñmdiunentales reconocidos por la Constitución
y los Tratados relativos a Derechos Humanos ratificados por el
Perú, "sólo podrán ser restringidos, en el marco del proceso pe-
nal, si la Ley lo permite y con las garantías previstas en ella."
(art. 253.1). N o cabe una medida coercitiva o cautelar ñiera del
ámbito del respeto a los derechos hmnanos.

b. Principio de excepcionalidad.- L a s medidas coercitivas se apli-


ctuí excepcionalmente, es decir, cuando fiíera absolutamente in-
dispensable para loa fines del proceso penal, de tal manera que
la autoridad jurisdiccional debe de considerar en primer orden la
citación simple y sólo adoptíu" aquellas otras de mayor intensidad
cuando fuere estrictamente necesario.

c. Principio de Proporcionalidad.- La medida de coerción que se


impone debe guardíu proporcionalidad con el peligro procesal
existente y que a su vez se relaciona con delilo doloso o culposo
y la gravedad o no de la lesión o puesta en peligro del bien jurí-
dico, entre otros factores propios de la conducta penal y procesal.
La comisión de un delito de poca intensidad o considerado leve

212 Encii Irene, A . DAES, Naciones Unidas, N.Y., 1990, p. 148 y ss. En este estudio
se señalan los siguientes: principio de legalidad; principio del imperio del derecho;
principio de respeto a la dignidad del individuo; principio de (|ue los derechos y liber-
tades son absolutos y de que tas limitaciones o restriecioncs constituyen excepciones;
priucipiü de igualdad y no discriminación; principio de ser oído piiblicumente y con
las debidas garantías; y principio de publicidad.
EL NUEVO PROCESO PENAL

regulada en nuestra legislación ordinaria y su adecuada aplicación, le


corresponde a los órganos jurisdiccionales.

1. CONCEPTO

Las medidas de cautelares o de coerción procesal, como las llama


el nuevo código procesal, son aquellas medidas judiciales que tiene por
finalidad asegurar la pre.sencia del imputado a la sede judicial y la efec-
tividad de la sentencia,"" tanto en cl ámbito punitivo como resarcilorio.
Las medidas cautelares o coercitivas cumplen función de aseguramien-
to de los objetivos del proceso penal, que se aplica para casos taxativa-
mente revistos en la ley y bajo determinados principios, principalmente
los de necesidad, provisionalidad y proporcionalidad.

A este conjunto de medidas SAN MARTIN CA-STOO'" las denomina


medida'!provisionales, y las define como: "los actos procesales de coer-
ción direcla que, recayendo sobre los derechos de relevancia constitu-
cional, de carácter personal o patrimonial, de las personas, se ordenan
a fin de evitar dclenninadas actuaciones prejudiciales que el imputado
podrá realizar durante el transcurso del proceso de declaración,"; asi-
mismo, les otorga funciones cautelares, aseguratorias de la prueba y
tuitivas - coercitivas. En efecto, las medidas de coerción, tal y como
han sido diseñadas en el Código Procesal Penal 2004, cumplen las fim-
ciones mencionadas, pues buscan: a) asegiuar, la eventual, sentencia
condenatoria; b ) impedir acmaciones obstruccionistas del imputado en
relación a la actividad probatoria; c ) evitar que el imputado incurra en
hechos punibles similares.

La característica fundamental de este lipo de medidas es su ins-


lumentalidad, porque no tiene una finalidad en sí misma, sino que esta
vinculada, a la causa principal. El conjunto de medidas de coerción
existen en función al proceso penal.

210 CHMF.NO SENDRA, V., Deieclm Procesal Penal, CM\CX. Madrid, 2 0 0 4 , p. 4 8 1 .


211 SAN MARJÍM CA.IJTIIO, C , Derecho Procesal Penal. Volumen II, Grijiey, Lima, 2003,

p. 1072. ' ..
C f t i ' i T u i о VI: L A S МЕПИМЬ­ Ш ; C OEUC IÒN l ' u o c t ^ A L 325

2. LOS PRlNC ilMOS REC TORUS

Las mediJas coercitivas se rigen por determinados principios que


nacen de ia Constitución y los Convenios o Pactos Internacionales rela­
cionados con los Derechos rundamcntales de la persona.'" Por nuestra
parte señalamos los siguientes principios:

a. Respelo a los derechos fimilamentales.­ Es el marco rector de las


medidas de coerción previstas por la ley procesal. C onstituye lo
que primero ha considerado el legislador al regular los principios
en la determinación de las medidas coercitivas cuando establece
que los derechos ñuidiunentaies reconocidos por la C onstitución
y los Tratados relativos a Derechos Humanos ratificados por el
Perú, "sólo podrán ser restringidos, en el marco del proceso pe­
nal, si la Ley lu permite y con las garantías previstas en ella."
(art. 253.1). N o cabe una medida coercitiva o cautelar ñiera del
ámbito del respeto a los derechos hiunanos.

b. Principio de excepcionalidad.­ L a s medidas coercitivas se apli­


СШ1 excepcionalmente, es decir, cuando fiíera absolutamente in­
dispensable para loa fines del proceso penal, de tal manera que
la autoridad jurisdiccional debe de considerar en primer orden la
citación simple y sólo adoptíu" aquellas otras de mayor intensidad
cuando fuere estricttrmentc necesario.

c. Principio de Proporcionalidad.­ La medida de coerción que se


impone debe guardíu proporcionalidad con el peligro procesal
existente y que a su vez se relaciona con delilo doloso o culposo
y la gravedad o no de la lesión o puesta en peligro del bien jurí­
dico, entre otros factores propios de la conducta penal y procesal.
La comisión de un delito de poca intensidad o considerado leve

212 Erictt ­ Irene, A . DAES, Naciones Unidas, N.Y., 1990, p. M S y ss. En este estudio
se señalan los siguientes: principio de legalidad; principio del imperio del derecho;
principio de respeto a la dignidad del individuo; principio de tpie los derechos y liber­
tades son absolutos y de i|ue Uts limitaciones o restriecioncs constituyen excepciones;
principio de iguííldad y no discriminación; principio de ser oído públicamente y con
las debidas guruntius; y principio de publicidad.
326 EL NUEVO PIÍOCKSO , -MAL

puede merecer una medida de coerción íe su misma intensidad o


proporcionalidad.
d. Principio de Provisionniidad - Las n;edidas de coerción sólo se
.sujetan a la regla rebus sic stantibus. Se aplican por el tiempo es-
trictamente necesario para alcanzar sus fines y en todo caso, has-
ta alcanzar los fines del proceso; no son medidas definitivas sino
provisionales, lo que significa que en cualquier fase procesal o
una v e z concluido el mismo cesa o se convierten en definitivas
mediante otras formas procesales. A l mismo tiempo, las medidas
son temporales por cuanto la ley establece los plazos máximos
de duración,

e. Principio de Taxatividad- Sólo se pueden aplicar las medidas


coercitivas que se encuentran reguladas en ¡a ley procesal, de allí
que se haga mención expresa a que la restricción de derechos
fundamentales requiere de expresa autorización legal (art. 253,2).
En tal sentido, el Fiscal no podrá solicitar ni el juez imponer una
medida de coerción que no se encuentre regulada en la ley de
manera expresa.

/ Principio de suficiencia probatoria.- La adopción de las medidas


coercitivas se decide con .sustentación de elementos probatorios
vinculadas principalmente al peligro de fuga o de entorpecimien-
to u obstaculización de la actividad probatoria. El legislador uti-
liza la frase de suficientes elementos de convicción para referirse
al cúmulo de pruebas que debe basar el mandato judicial.

g. Principio de motivación de la resolución.- La motivación de las


resoluciones judiciales es mía exigencia constitucional.^" Tratán-
dose de decisiones judiciales que importan restricción de dere-
chos de las personas, las mismas deben ser suficientemente moti-
vadas. En consecuencia, la resolución judicial (auto) que ordena
la medida de coerción exige ser fundamentada acorde con la nor-
ma conslilucional y los requisitos que la ley establece. Por ello

213 El arl. 139.5 d e la Conslilución consagra "I,a tnolivnción de las resoluciones judicia-
les eirlodas las inslarcias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa
de la ley-aplicable y de los riindamentos de lieclio en que .se sustentan."
С Л Р П Ш . О VI: L A S M E D I B A S DEC OF­RC ION PRQC I­SAI 327

se exige, bajo sanción Je nulidad, que contenga exposición Ьгс<<;


de ios hechos, cita de normas transgredidas, la finalidad que se
persigue, los elementos de convicción que sustentan la medida, cl
tiempo de duración y los controles de ejecución (art. 254),

h. Principio de judicicdidad­ Las medidas de coerción sólo y.ou


dictadas por el órgano jurisdiccional,'''' a pedido del Fiscal o las
partes, antes del proceso y durante el mismo, A l Ministerio Pú­
blico se le reconoce alguna medida de coerción como es la orden
conducción compídsiva.

i. Principio de reformabilidad o variabilidad.­ La medida de coer­


ción puede ser objeto de modificación por la autoridad jurisdic­
cional sea a pedido del fiscal o las partes o de oficio por el mismo
juez, cuando a) varíen los supuestos que motivaron su imposición;
y b) por desobediencia a los mandatos judiciales, es decir, cuando
se incumplen de las reglas de conducta emanadas del juez. La va­
riabilidad de las medidas pueden ser de mayor a menor intensidad
y viceversa.

3. I'RESUPUESTOS

Existen dos presupuestos que la doctrina reconoce y que son de


suma utilidad para marcar los lincamientos básicos en la adopción de
las medidas coercitivas o cautelares. El periculum in mora o peligro en
la demora, y que radica en cl peligro procesal: fuga del procesado, ocul­
tación personal, entorpecimiento de la prueba, ocultamiento de sus bie­
nes, etc. El fumus bonis inris, que es la razonada atribución del hecho
punible a una persona y que, al igual que el primer supuesto, se debe de
sustentar en suficientes elementos de convicción.

Asimismo, podemos sintetizar las características formales de to­


das las medidas de coerción: resolución judicial mediante auto motiva­
do, la descripción breve de tos hechos, la finalidad específica de la me­

2M G i M t n u ­StNDUA, V., lü denomina primi¡|)iu de jurisdKáomiUUinl, Derecho procesal


penal, citado, p. 482.
328 E L N!JEVO TROCESO VENAL.

dida, los elemenlos de convicción (prueba) que lo sustenta y el tiempo


de duración de la medida.

4. CLASIFICACIÓN

Las medidas de coerción procesal pueden incidir sobre derechos


personales o derechos de carácter patrimonial o real del imputado, de
ahí la clasificación que se sigue.

Las medidas de coerción personales estipuladas en la regulación


del nuevo código son:

a. L a detención
b. L a prisión preventiva
c. L a comparecencia
d. L a internación preventiva
c. El impedimento de salida
f. La suspensión prevenliva de derechos.

Mientras que las medidas de coerción reales, son:

a. El embargo

b. L a orden de inhibición

c. El desalojo preventivo

d. Medidas anticipadas

e. Medidas preventivas contra personas jurídicas


' i
r. Pensión anticipada de alimentos

E. L a incautación

11. i V l E D I D A S D E C O E R C I O N PERSONAL

L a libertad personal se erige como uno de los derechos fiuida-


nicntales (Je mayor valor, la cual se con.sagrada en cl artículo 2.24 de
la Conslilución Política del Estado y en aras de garantizar la eficaz
CAI'inn.O VI: l.AS MEDIDAS DE COEUCIÒN PHOC USAl. 329

protección de la libertad personal, coincidimos con el Tribunal C onsti­


tucional, cuando manifiesta: "Lu libertad personal no sólo tiene una di­
mensión subjetiva, que garantiza la prohibición de injerencias iubilra­
rias en un ámbito de libertad corporal y locomotora de todo procesado,
sino también una dimensión objetiva, que comporta diversos deberes
a cíugo del Estado, entre los cuales se encuentra el de prever un orden
normativo dirigido a hacer posible que la dimensión subjetiva de la
libertad personal no sea perturbada en su disfi^ute y e j e r c i c i o " ' "

Para R A M O S MÉNDEZ lo único que autoriza la medida cautelar de


tipo personal es la "necesidad de garantizar la sujeción de una persona
al proceso penal", agrega que "En la medida en que esa disponibilidad
sea obvia, la medida cautelar carece de razón de ser, y a que toda medi­
da cautelar anticipa en cierta medida los efectos de la ejecución y hay
que proceder con suma cautela en su aplicación. Si además se tiene en
cuenta que la pena principal en el proceso penal es la privación de la
libertad, cualquier fórmula anticipatoria corre el riesgo de convertir­
se asimismo en pena anticipada. El riesgo lo asimie necesarimnente el
sistema de medidas cautelmes en el proceso penal, pero estableciendo
requisitos que hay que respetar escrupulosantente.""*.

L e corresponde a la autoridad jurisdiccional decidir sobre la situa­


ción jurídica del imputado, asegurar su presencia y evitar el peligro de
ocultamienlo de la justicia o de la perturbación de la actividad probatoria,
y también para asegurar el cumplimiento de la sentencia. La misma ley es­
tablece que la restricción de derechos ñmdiunentales requiere de expresa
autorización legal y se impondrá con respeto al principio de proporcio­
nalidad y siempre que existan elemenlos de convicción; "por el tiempo
esuictamenle necestuio, para prevenir los riesgos de fi.iga, de ocultíunJentü
de bienes o de insolvencia sobrevenida, así como para impedir la obstacu­
lización de la avcriguíición de la verdad y eviuir el peligro de reiteración
defictiva." (art. 253.3). Es de señalar que el legislador introduce un nuevo

215 S T C , Exp. № 6201 ­2007­PHC/TC ­ Lima, de feclia 10 de mareo de 2008 (C aso M o i ­


sés Wolfensoií Woloeh, fimdaniento 10 de v o t o singular del Magistrado f­to C ru^).
216 RAMOS MÉNDEZ, V., El Proceso Penal. Sexta leeliua constitucional. J M Dosch, Barce­
lona, 2000, p. 173.
l i

330 EL NUEVO rRoccso PENAL

objetivo de naturaleza preventiva cpie radica en la adopción de las medidas


coercitivas cuando considera la necesidad evitar el peligro de reileración
delicliva, lo que exige la evaluación judicial para conocer de la posibilidad
de la comisión de un nuevo delilo que involucre al inípulado.

1, L A DETENCIÓN

Este tipo de privación de libertad ambulatoria, posee las siguien-


tes características: a) es de corta duración; b) con fines de investigación
preliminar; no esta dirigida a garantizar la fumra ejecución de la pena,
por lo que puede catalogarse como ima medida precautelar.

El Código establece los siguientes tipos de detención: detención


policial, arresto ciudadano, detención preliminar judicial.

1.1. La detención policial

Paia cfijcto del présenle texto incluimos a la detención policial den-


tro de las medidas coercitivas por la sistemática del Código mismo y por-
que, además, en algimos casos, hay intervención de la autoridad judicial.

La Constitución Política del Perú, en su artículo 2.24.1) regula


este tipo de detención policial, condicionándola a la existencia de fla-
grancia delictiva. El delito flagrante es aquel donde cl agente es descu-
bierto en cl momento en que comete el delito. La flagrancia del delito
y la detención de la persona tienen sustento conslimcional cuando en el
art. 2 se establece que nadie puede ser detenido sino por mandamiento
escrito y motivado del juez o por las autoridades policiales en caso de
flagrante delito (inc. 24.1).

La doctrina y la legislación anterior han reconocido los crilerios


para considerar la detención policial de una persona, ftiera de mandato
judicial, pero en delito flagrante: los estados de flagrancia: a) flagrancia
propia; b) cuasi flagrancia; y c) presunción legal de flagrancia.'" El

217 Véase laniliién c o m o antccedcnle la L e y 27934, ley que regula la intervención de


la rolicla-y el tvlitil.'iterio PiJblico en la investigación preliminar del delilo, de 12 de
febrero det 2003.
C A P I T U L O VI: 1,AS M E D I D A S DE C O E R C I Ó N P R O C E S A L 331

nuevo código procesal penal también los recogió, sin embargo, su texto
lue modificado por el Decreto Legislativo 9iJ3, art. 3", del 22 de julio
del 2007. En consecuencia, los criterios legales que deben de observar-
se para su aplicación son:

a. Existe flagrancia cviando el sujeto agente es descubierto en la rea-


lización del hecho punible (flagiancia propiamente dicha).

b. Cuando el agente acaba de cometerlo, es decir, es captmado inme-


diatamente de haber realizado el hecho pimible (cuasi flagrancia).

c. Cutmdo el agente ha huido y ha sido identificado inmediatamente


después de ¡a perpetración del hecho punible, sea por el agra-
viado, o por otra persona que haya presenciado el hecho, o por

i
medio audiovisual o análogo que haya registrado imágenes de
éste y, es encontrado dentro de las 2-1 horas de producido el he-
cho punible. Esta formula constituye en si una presunción legal
de flagrancia en atención a la identificación del agente, lo que
hace viable la detención de la una persona, no en el momento de
que comete el delito, sijio luego de haber sido identificado por los
medios ya indicados y siempre que la captma se realice dentro de
las 24 horas siguientes. Este supuesto exige de la policía una ac-
tuación investigatoria rápida y de resultado. Es de estimarse que
el mayor inconveniente se presentará cuando se trate de la iden-
tificación personal que haga el agraviado o el testigo respecto del
agente infractor debido a la fragilidad de la memoria, el estado de
tensión o nerviosismo o confusión que pueda tener en tales cir-
cunstancias. Por lo mismo, habrá de acmarse con mucho cuidado
y profesionalismo'por parte de la policía y del fiscal si estuviera
en la dirección de la investigación.

d. Cuando el agente es encontrado dentro de las 24 horas, después


de la perpetración del delito con efectos o instrumentos proce-
dentes ele acpiel que hubieren sido empleados para cometerlo o
con señales en sí mismo o en su vestido que indiquen su proba-
ble autoría o participación en el hecho delictuoso. Este supues-
to constituye la presunción legal de flagrancia en atención a los
332 El. NUEVO PROCESO PENAL

efectos o irislrwnenlos encontrados en su poder relacionados con


el delito, que es cl supuesto ya conocido y que lienc como limite
cl termino de 24 horas desde el momento de su perpetración.
En este mismo dispositivo se establece lambién que tratándose de
delilo o falta sancionados con pena no mayor de dos años de priva-
• tiva de la libertad, luego del interrogatorio e identificación, podrá
ordcnaisc la liberlad o una medida menos restrictiva, lo que signifi-
ca que tratándose de delitos de menor intensidad no cabe privación
de la liberlad de mayor duración que la que sea necesaria para reci-
bir su declaración. La referencia a la detención por falta -aún cuan-
do sea para recibir dcciaiaciones- puede obedecer a la necesidad
de deslindar competencias en sede policial, sobre todo en aquellos
casos en donde los hechos que se investigan ameritan definir la na-
turaleza delictiva o conlravcncional de la infracción.

1.2. El arresto ciudadano

El arresto ciudadano o detención por particulares constituye ima


facultad que asiste a lodo ciudadano a privar de la libertad deambulato-
ria a otro, en los casos de delilo fiagrante'" con la obligación de poner
al detenido a disposición de la autoridad policial. Ei arresto ciudadano
se caracteriza: a) por tratarse de una privación de la libertad practicada
por un ciudadano; b) por constituir una facultad, es decir, el ciudadano
no está obligado a realizar tal arresto; y c) porque procede solo en caso
de delito flagrante.

En realidad, esla aprehensión ya era práctica conocida, como co-


nocidos eran también los excesos en que .se podía incurrir por los ciu-
dadanos, sean víctimas o testigos. L o que hace el legislador es regular
mejor esta fonna de intervención y detención previsto en cl art. 260
bajo delerminadas reglas.

De acuerdo con la ley procesal hay que satisfacer los siguientes


requisitos:

218 GÍMENO Sr.NoRA, V . , Derectm Procesat Pennl, citado, p. ^ 8 9 .


CAI'ITULO V I : LAS MIIDIDAS DE COI­RCIÒN I­ROC ESM. 333

1. Que el arresto se produzca por un ,(os) ciudadano(s). La ley no


exige que se trale de la víctima о testigo del delito flagrante, por
lo tanto puede ser cualquier persona que avisada de la comisión
de un delito flagrím'le pueda intervenir imnediatamente.

2. Esta forma de detención es facultativa, a diferencia de la poli­


cía que en estos casos (flagrancia) resulta ser obligatoria. L o que
significa que si el ciudadano no interviene en las circunstancias
descritas, tal omisión no es materia de reproche penal alguno.

3. Debe tratarse de im caso de flagrante delito, en la forma que el


artículo 259 prevé. Dada la forma descrita eu dicha disposición
procesal, se comprende todos los supuestos señalados. La prácti­
ca exigirá la adopción de medidas necesarias a fin de dar cumpli­
miento estricto a la ley.

4. La persona arrestada debe ser entregada inmedialamente, junto


con los,objetos vinculados con el delito, a la autoridad policial
más cercana.

5. La policía debe elaborar im acta donde conste la entrega y las


circimstancius de la intervención.

Esla facultad concedida al ciudadano no autoriza a mantener a


la persona arrestada pnvada de su libertad, pues podría incurrir en la
comisión de delito.

1.3. Detención preliminar por mandato judicial

Fuera de los casos de flagrancia, la Constitución autoriza la deien­


ción de una persona por mandato motivado del Juez, sea en fase de in­
vestigación preliminar o preparatoria. La detención preliminar­judicial
es aquella que se produce durante dicha fase procesal en casos especia­
les, pero por mandato judicial y a sólo solicitud del Fiscal.

D e acuerdo con cl art. 261 del código procesal el Juez de la In­


vesligaeión Prepíuatoria diciorá aulo motivado cuando: 1) ñiera de caso
de flagrancia, se trale de delito que es sancionado con pena privativa
superior a cuatro años y pueda existir posibilidad de ñiga; 2) el iinpula­
334 EL NUEVO PROCESO PENAL

do es sorprendido en flagrante delito pero logra evitar la detención; y 3)


cuando el detenido se fugara de un centro de detención preliminar (art.
261). La orden debe contener los datos más importantes de la persona:
nombre y apellidos, edad, sexo, lugar y fecha de nacimiento; dicha re-
quisitoria caduca automáticamente a los seis niescs, salvo renovación; la
ley establece que no caduca para los delitos de terrorismo, tráfico ilícito
de drogas y espionaje, en los cuales la requisitoria es permanente.

Producida la detención, la policía hará saber al detenido del mo-


tivo de la privación de la libertad, comunicará al ¡Vlinistcrio Público y
pondrá al detenido a disposición del Juc7. que ordenó la medida. El plazo
de la detención preliminar (al igual que la detención policial de oficio)
será de veinticuatro horas, que es mi plazo común; vencido cl término
el Fiscal decidirá si dispone la libertad del imputado o si solicita al juez
que dicte la prisión preventiva u otra medida. Se trata de una medida
excepcional y corta, mediante la cual el Fiscal con el apoyo de la policía
agolarán los medios necesarios la búsqueda de los elementos de prueba
que necesitan y continuar con la investigación y decidir si solicitan del
j u e z la ampliación de la medida de coerción u otra similar. .

J.3J. Convalidacioii de ia delcnción preliminar

El Código establece la posibilidad de que cumplida la detención


de veinticuatro horas, se pueda ampliar la misma por siete días
naturales más. En tal sentido, si el Fiscal considera que subsisten
las razones que determinaron la detención, solicitará, molivada-
meule, al Juez de la Investigación Preparatoria que dicte auto de
convalidación de la detención por el término adicional.

El Juez, previa audiencia con el fiscal, el imputado y su defen-


sor, resolverá en tal sentido u ordenará la libertad del impulado.
Vencido el plazo señalado, el imputado será puesto a disposición
del juez a fin de que dicte prisión prevenliva o comparecencia
(art. 266.4). Queda claro que esta convalidación no se produce
tratándose de delitos especiales como terrorismo, espionaje y
tráfico ilícito de drogas.
CAI'II-UI-O Vil l.AS M a i l D A S llü COEUCIÒN TOOCESAl. 335

7.3.2. Lu detención preliminar incomunicada

r:i código también regula la incomunicación de la persona deteni-


da preliminarmente, pero se requiere para ello del cumplimiento
de ciertos requisitos que se relacionan con la naturaleza del delilo,
la jurisdiccionalidad y necesidad de la medida, y el plazo de dura-
ción. Estos requisitos son los siguientes:

a) Sólo procede para los casos de delitos de terrorismo, espio-


naje o tráfico ilíciio de drogas o delito sancionado con pena
mayor a seis años, es decir, la incomunicación se solicitará
y aplicará en los delitos considerados expresamente y aque-
llos graves.

b) El pedido de incomunicación lo formula el Fiscal al Juez de


la Investigación Preparatoria, se exige motivación tanto en el
pedido como en la decisión o rechazo por parte del juez.
c) La medida debe ser indispensable para el esclarecimiento de
los hechos, lo que forma parte de la motivación de pedido y
decisión; y
d) La medida de incomunicación tiene plazo y es no mayor a
diez días. Es de señalarse que la incoimuricación no impide
que el detenido pueda entrevistarse con su defensor; ptua ello,
-establece la ley- no se requiere autorización previa ni pueden
ser prohibidas (art. 265).

Es necesario señalar que todas las medidas que dicta el Juez de la


Investigación Preparatoria sobre la detención preliminar, la inco-
municación y la convalidación de la detención son susceptibles
de impugnación en el término de un día elevándose lo actuado
iiunediatamente a la Sala de Apelaciones a fin de que emita la
resolución que corresponda en el término de dos días.

2, PIUSIÚIM PREVENTIVA

El nuevo código denomina prisión preventiva a la llamada deten-


ción jiidicial de la legislación anterior. Se trata de la medida coercitiva
336 HL N U E V O PROC ESO PENAL

O cautelar de mayor gravedad en el proceso penal pues importa ia pri­


vación de la liberta del imputado mientras dure el proceso o hasta que
se varíe por otra medida o cese dicha privación.

Como se ha dicho, la libertad constituye uno de los derechos mas


preciados por la persona o como lo señalado por BuncOA es la condi­
I 219
ción indispensable ^ara que el individuo desarrolle su personalidad.'
Por ello es que la misma Constitución establece el derecho de la persona
no .sólo a elegir el lugar de residencia, sino "a transitar por el territorio
nacional y a salir de él y entrar en él, salvo limitaciones por razones de
sanidad o por mandato judicial" (art. 2".! 1).

Tratándose de la liberlad como derecho fundamental su restric­


ción no podía ser concedida a otra autoridad que la jurisdiccional y
en los casos y bajo los requisitos previstos por la ley. D e allí que se
adopta excepcionalmente y su finalidad es asegurar la presencia física
del imputado a las diligencias judiciales que la autoridad investigado­
ra o juzgadora determine, así como asegurar la ejecución de la pena.
Se trata de una medida excepcional y de la que se debe hacer uso
luego de haber examinado la posibilidad de imponer una medida de
coerción menos gravosa.

2,1. Presupuestos

Conforme a la regulación procesal, conesponde al Ministerio Pú­


blico pedir al Juez la prisión prevenliva del imputado, para lo cual de­
berá acompañar los elemenlos de prueba necesarios. De allí que el juez
"atendiendo a los primeros recaudos" apreciará la concurrencia de los
presupuestos que establece la ley. Consecuentemente, el pedido de pri­
sión prevenliva no procede de oficio ni a petición de parte, sólo a pedido
del Fiscal, lo que no se contrapone con la facultad del juez a variar la
medida "aún de oficio" (art. 255.2).

La nueva ley procesal en ,su art. 268.1 establece los presupuestos


para que el juez decida la prisión preventiva:

219 Вияог>л,Т., Los Cnranlws IndivUluaies, 19" edición, IWéxico, 1985, p. 19.
CAI­IIUI.O VI: L A S MEDUJAS DE C O E R C I Ó N HUOC ESAI. 337

a) Que existen funciaüos у graves •elementos de convicción para


estimar razonablemente la comisión de un delito (¡ue vincule al
impútenlo como autor o partícipe del mismo. l,a ley exige la ne­
cesidad que tiene el juez de evaluar los elementos de convicción
(prueba) que acompaña el Fiscal en su pedido, de tal manera que
sirvan para sustentar la imposición de la medida, es decir, la labor
investigadora preliminar debe relacionar al imputado con la co­
misión del delito. En caso de existir suficiencia probatoria sobre
el delito pero sin vinculación con el imputado no satisface este
presupuesto. La disposición procesal no hace distingo de parti­
cipación delictiva (autor, cómplice primario, secundiuio, instiga­
dor). Es el fumus bora iuris de la prisión preventiva. Tíunbién es
del caso señalar que esta medida de coerción procede tanto por la
comisión de delito doloso como culposo.

b) Que la sanción a imponerse sea superior « cuatro años de pena


privativa de ia libertad. A l igual que la legislación anterior, nos
encontramos con la probabilidad de pena a imponer mayor a cua­
tro años que pueda merecer el imputado. Se trata de posibilidad
de pena en atención al delito que se únputa y de los elementos de
convicción (i)rueba) existentes. El miálisis y razonamiento judicial
debe llevario a determinar, en vía de probabilidad y con las pruebas
que presenta el Fiscal, la pena que podría imponer al imputado. N o
se trata de un prejuzgímiiento, no sólo porque el juez que lo dicta
no será el juez del juicio, sino de una prognosis de pena de nam­
raleza temporal, útil solo para decidir la prisión. En consecuencia,
no se trata de la pena conminada prevista en el cóiligo penal para
cada delito, sino de poner énfasis a la consideración del juez sobre
la pena que podría aplicarse sobre la base de la paiebu existente.

c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circuns­


tancias del caso particular, permita colegir razonablemente que
tratará de eludir la acción de la justicia (peligro de fuga) и obsta­
cidizar la averiguación de la verdad (peligro de obstcictdización).
Este apartado exige la verificación del peligro procesal que debe
de estai' ausente para evitar la medida de coerción. El legislador
ha considerado importante establecer las dos manifestaciones del
338 EL NUEVO TROCESO PENAL

peligro procesal y los criterios que deben de observarse en cada


caso: peligro de fuga y peligro de obstaculización.

2.1.1 Criíetiox del peligro procesal por temor de fuga

En esle caso los criterios que la ley establece para determinar cl


peligro por temor de fuga del imputado son los siguientes:

a) El arraigo en el país del imputado, determinado por el do-


micilio, residencia habitual, asiento de la familia y de sus
negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definiti-
vamente el país o permanecer oculto. Eslos criterios permiten
establecer si el impulado, en razón de su familia, sus propie-
dades, su domicilio, residencia habitual, su trabajo o bienes
está en las condiciones de fugar de la acción de la justicia.
Asi por ejemplo, si el imputado comienza a vender sus bienes
o sus familiares empiezan a salir del país o se van de viaje,
se puede presumir que hay peligro de fuga. También se con-
sidera el hecho de que el imputado tenga las facilidades para
fugar u ocultarse, circunstancias que pueden relacionarse con
la naturaleza de su trabajo, medios económicos, medios de
transporte, etc., es el caso del imputado o sus familiares que
realizan tramites para la adquisición de pasaporte o pasajes.

h) La gravedad de la pena que se e.spera como resultado del


procedimiento, que constituye un elemento de mucha carga
subjetiva {y que se encuentra más en la esfera del imputado)
dado que el delito que se le imputa prevé al imputado una san-
ción penal muy severa y ello puede generar que trate de eludir
la acción judicial, como sucede en los delitos de homicidio
calificado o agresión sexual de menores, en donde la pena a
imponer resulta ser una razón de temor y de posible fuga.

c) J^a importancia del daño resarcible y la actitud que el impula-


do adopta, voluntariamente, frente a él. Es del caso analizar la
gravedad del daño causado y la actitud del imputado frente a
ello, analizándose el bien jurídico afectado, los efectos produ-
cidos, significándose el hecho de que haya huido de la escena
C A P I I u i . o V i : L A S M L D I U A S nn COI-RCIÙM piiocnsAi. 339

del delito abandonando a la víctima o quizás soconiénduia o


prestando auxilio, etc.

ci) il/ comportamiento procesal del imputado o en otro procedi-


miento anterior, en la medida gue indicpw su voluntad de so-
meterse a la persecución penal. ConsliUiye un criterio a con-
siderar la conducta procesal positiva o negativa del imputado
ante la actividad judicial en las diligencias de cualquier fase del
proceso o en otros procesos. Por ello resulta importante y hasta
estratégico para la defensa que el unputado se entregue en fase
de investigación preliminar o preparatoria tmte la autoridad
policial o fiscal; o, caso contrario, que el imputado míuiifieste
intento de ftiga al momento de la inlervención policial, incluso,
repeliendo la intervención de la tuerza pública.

2.1.2. Criterios del peligro procesal por temor de obstaculización

Piua determinar el peligro de obslaculiziición de la actividad pro-


batoria se debe de lener en cuenta "el riesgo razonable de que el
imputado":

a) Destruirá, modiftcará, ocultará, suprimirá ofalsificará elemen-


tos de prueba. 01 peligro radica en el hecho de que el imputado
en libertad pueda incmrir en alguna de las acciones señaladas,
naturalmente, deben existir elementos materiales de juicio para
establecer que el impulado pocbá alcanzar estos objetivos.

i
b) Influirà para que coimputados, testigos o peritos informen
falsamente o se comporten de manera desleal o reticente.
Cabe analizar en este apartado la posibilidad de que el impu-
tado pueda influir en sus coprocesados, agraviados o testigos
para que depongan o informen indebidamente o no cumplan
con lüs mandatos judiciales.

c) Inducirá a otros a realizar tales comportamientos. El legisla-


dor ha previsto la posibilidad de que el imputado pueda utili-
zar a terceros a fin de que procedíui a ejercer influencias en las
personas indicadas en el apartado anterior.
m

340 EL NUEVO PROCE-SO PWAL

Como se podrá observar, los presupuestos para el mandato tie de-


tención judicial no han variado mucho, sin embargo, se incorpora
\m supuesto más y que establece que para imponer la detención,
sin perjuicio de la concurrencia de los dos primeros requisitos,
deben existir "razonables elementos de convicción acerca de la
pertenencia del imputado a una organización delictiva o su rein-
tegración a la misma, y sea del caso advertir que podrá utilizar
los medios que ella le brinde para facilitar su ftiga o la de otros
imputados o para obstaculizar la averiguación de la verdad." (art.
258.2) Este supuesto no habrá de exigirse en casos comunes sino
en aquellos donde la investigación fiscal involucre al imputado
con una organización delictuosa y que esta le ayude a procurar su
fuga o pertmbar la búsqueda de la verdad.

2.2. Características

a) El pedido de prisión preventiva lo hace el Fiscal, no se inclu-


ye a la parte agraviada. Normalmente este requerimiento se hace
conjuntamente con la comunicación al Juez sobre el inicio de la
investigación preparatoria. N o es necesaiio que el Fiscal haya so-
licitado antes la detención preliminar.

b) El Juez de la Investigación Preparatoria cita a una Audiencia judi-


cial dentro de las cuarenliocho horas de producido el requerimien-
to Fiscal, bajo responsabilidad. Es obligatoria la concurrencia del
representante del Ministerio Público así como a] imputado y su
defensor; si este no asiste "será reemplazado por el defensor de
oficio" (art. 271.1), En estos casos, el juez actúa inmediatamente
y cita a las partes a la diligencia para escuchar sus posiciones.
La citación al imputado obedece a la necesidad de ser escucha-
do antes de la decisión judicial, pero su presencia es relativa. La
Corte Suprema se ha pronunciado respecto a la prescindcncia del
imputado a la audiencia judicial.""

220 En cfeein, en la Ca.<iación N ' 01-2007, llunúra, de feclid 26 de j u l i o tlel 2007 esta-
blece l o sjguleiile: " N o es pues, absoluta la iiecesiilatl tic presencia del imputado
CArtiui-o VI: LAS MEDIDAS RE COEUCIÙN PROCESAL 341

c) De acuerdo a la ley procesal el Juez dictará resolución en la mis-


ma audiencia, sin necesidad de postergación alguna. Ello se jus-
tifica por la naturaleza de la medida y la afectación de la libertad
personal del imputado, además de la irunediatez de la decisión.

d) Se prevé la posibilidad de que se impongan medida disciplinaria


contra el fiscal y el defensor si por su causa se frustra la audiencia.
Asimismo, el juez incurre en responsabilidad funciona! si no reali-
za la diligencia dentro del plazo establecido (art. 271,2). También
se establece que si el impulado no asiste a la audiencia será repre-
sentado por su abogado defensor o el defensor de oficio.

e) El Juez si no considera fiíndado el requerimiento de prisión pre-


ventiva, puede optar por imponer una medida de coerción menos
inlensa, como es el caso de la comparecencia restrictiva o simple.

f) La ley exige que la resolución que dicte el juez sobre la medida


de prisión preventiva debe ser especialmente motivada, "con ex-
presión sucinta de la impulación, de los fundamentos de hecho
y de derecho que lo sustente, y la invocación de las citas legales
correspondientes." (art. 271.3)

2.3. Duración

La prisión preventiva tiene sus Umiles temporales y se eslablece


que su plazo no excederá de nueve ( 9 ) meses y se considera que cuando
se trate de procesos complejos el plazo límite será de dieciocho meses
(art. 272). En esle último supuesto ha de eslimarse que el caso que se
investiga debe de haber sido declarado complejo, bajo los criterios de
número de imputados, agraviados, concurso de delitos, dificultades en
la realización de las pericias, principalmente.

en til aiiciiericiu de prisión preventiva: es si, necesaria, su debida citación en su


d o m i c i l i o real o procesal -si lo hubiere señalado-, o su conducción al j u z g a d o cuan-
do esté efectivamente detenido { . . . ] . Si el imputado se niega a asistir, sea porque
huyó, porque n o es habido (...) u porque sencillamente no quiere hacerlo ( . . . ) , la
audiencia se l l e v a a cabo con la representación técnica del a b o g a d o defensor, de
coafiaiwa o de o f i c i o . "
342 E L M U E V O P R O C E S O PEI^IAL

La consecuencia natural del vencimiento del plazo señalado sin


haberse dictado sentencia de primer instancia es la inmediata libertad
del imputado, por mandato judicial, sea de oficio o a pedido de la parte,
sin perjuicio de que la autoridad judicial pueda dictar concurrentemente
las medidas necesarias para asegurar la presencia del imputado a la sede
judicial, que pueden ser el impedimento de salida del país, la detención
domiciliaria e incluso aquellas relativas a restricciones como: obliga-
ción de no ausentarse de la localidad, prohibición de comunicarse con
personas determinadas y pago de caución económica (art. 273).

La ley también mantiene la institución de la prolongación de la


prisión preventiva sólo cuando concurran "circunstancias que impor-
ten una especial dificultad o prolongación de la investigación y que el
imputado pudiera sustraerse a la acción de la justicia" fijándose una
prolongación no mayor a los 18 meses. Puede interpretarse que esta
prorroga puede ser adicional al supuesto de complejidad, lo que suma-
do al plazo máximo anterior daría un total de 36 meses.

Corresponde al Fiscal hacer el requerimiento de prolongación de


la prisión preventiva, debiendo el Juez de la Investigación Preparatoria
citar a una audiencia dentro de los tres días siguientes con asistencia el
Fiscal, el imputado y su defensor, y luego de haber escuchado las partes
podrá dictar resolución en la misma audiencia o podrá hacerlo dentro de
las 72 horas siguientes. Esta diligencia es de suma importancia porque
el juez conocerá de los fundamentos que tiene el Fiscal sobre la nece-
sidad de prolongar la prisión del imputado, con vista de la documenta-
ción suslentatoria; asimismo, tendrá en cuenta la posición del defensor
e incluso oír al imputado.

También se ha regulado el supuesto en que el imputado hubiera


sufrido condena, pero la sentencia se encuentra en apelación, estable-
ciéndose que en tal supuesto la prisión podrá prolongarse hasta la mitad
de la pena impuesta (art. 274.4).

Es necesario señalar que para efecto de cómputo del plazo, no se


tendrá en cuenta el tiempo que el proceso sufriera dilaciones malicioso!!
de parle defTjuputado o su defensa. En los casos donde se declare la
nulidad de lo actuado y .se disponga nuevo auto de prisión preventiva,
CAI'ITUIO V I : LAS MIIOIUAS ПИ C ORUC IÓN PROCESAL 3'I3

"no se considerará el liempo transcurrido'hasta la fecha de la emisión И


de dicha resolución", lo que puede ser cuestionable si se tiene en cuenta
la efectividad de la restricción de la libertad y el hecho que amerita la .'
nulidad no proviene del imputado o su defensor. El mismo criterio se
sigue tratándose de los casos que íinulados en el ftiero militar pasan a la \.
jurisilicción ordinaria, computándose el plazo "desde la fecha en que se |
dicte el nuevo auto de prisión preventiva" (art. 275.1 y 2 ) .

2.4. Impugnación

Rl aulo que resuelve la prisión preveiuiva puede ser impugnado


dentro del plazo de tres días de notificado, el Juez concederá la ape­
lación en un solo efeclo; elevará lo actuado dentro de las veinticuatro
horas, bajo responsabilidad. Se señala que la Sala Penal resolverá pre­
via vista de la causa con cilación al Fiscal Superior y al defensor del
imputado, dictando la resolución en la audiencia o dentro de las cuaren­
tiocho horas siguientes, bajo responsabilidad (art. 278), entendiéndose
la realización de una audiencia para escuchiu­ la opinión del Fiscal y el
defensor del imputado. Si la Sala resuelve la nulidad de la resolución de
prisión ])reventjva, devolverá lo actuado al juzgado de origen o dispon­
drá que pase a otro juez para que enúla nueva resolución.

En el cuso de apelación de la resolución que decide el requeri­


miento de prolongación íle la üelención será vista por la Sala Superior
dentro de las 72 horas siguientes de recibido el expediente, cun citación
del Fiscal Superior y del defensor del imputado, y resuelta el mismo díu
0 dentro de las 48 horas siguientes, bajo responsabilidad (art. 278.2).

2.5. La incomunicación

Para tratar el tema de la incomunicación hay que partir necesa­


riamente de la C onstitución y los derechos que asisten al imputado. La
carta fundamental dice "Nadie puede ser incomunicado sino en caso
indispensable paia el esclarecimiento de im delito y en la forma y por
el tiempo previstos por la ley. La autoritlad está obligada bajo respon­
sabilidad a señalar, sin dilación y por escrito, el lugar donde se halla la
persona detenida" (art. 2. 24.g).
342 El, NUEVO PROCESO PEIWL

La consecuencia natural del vencimiento del plazo señalado sin


haberse dictado sentencia de primer instancia es la inmediata libertad
del imputado, por mandato judicial, sea de oficio o a pedido de la parle,
sin perjuicio de que la autoridad judicial pueda dictar concurrentemente
las medidas necesarias para asegurar la presencia del imputado a la sede
judicial, que pueden ser el impedimento de salida del país, la detención
domiciliaria e incluso aquellas relativas a restricciones como: obliga-
ción de no ausentarse de la localidad, prohibición de comunicarse con
personas determinadas y pago de caución económica (art. 273).

La ley también majitiene la institución de la prolongación de la


prisión preventiva sólo cuando concurran "circun.slancias que impor-
ten una especial dificultad o prolongación de la investigación y que el
imputado pudiera sustraerse a la acción de la justicia" fijándose una
prolongación no mayor a los 18 meses. Puede interpretarse que esta
prorroga puede ser adicional al supuesto de complejidad, lo que suma-
do al plazo máximo anterior daría un total de 36 meses.

Corresponde al Fiscal hacer el requerimiento de prolongación de


la prisión preventiva, debiendo el Juez de la Investigación Preparatoria
citar a una audiencia dentro de los tres días siguientes con asistencia el
Fiscal, el imputado y su defensor, y luego de haber escuchado las partes
podrá dictar resolución en la misma audiencia o podrá hacerlo dentro de
las 72 horas siguientes. Esta diligencia es de suma importancia porque
el juez conocerá de los fundamentos que tiene el Fiscal sobre la nece-
sidad de prolongar la prisión del imputado, con vista de la documenta-
ción sustentatoria; asimismo, tendrá en cuenta la posición del defensor
e incluso oír al imputado.

También se ha regulado el supuesto en que el imputado hubiera


sufrido condena, pero la sentencia se encuentra en apelación, estable-
ciéndose que en tal supuesto la prisión podrá prolongarse hasta la mitad
de la pena impuesta (art. 274.4).

Es necesario señalar que para efecto de cómputo del plazo, no se


tendrá en cuenta el liempo que el proceso sufriera dilaciones maliciosas
de paite del Tjnputado o su defensa. En los casos donde se declare la
nulidad de lo actuado y .se disponga nuevo auto de prisión preventiva.
CAI'IIUI o V I : LAS MHIÌIUAS DE COEUCIÒN PROCESAL 343

"no se considerará el tiempo transcurrido'hasta la lecha de la emisión


de dicha resolución", lo que puede ser cuestionable si se tiene en cuenta
la electividad de la restricción de la libertad y el hecho que amerita la
nulidad no proviene del imputado o su defensor. El mismo criterio se
sigue tratándose de los casos que íuiulados en el fuero militar pasan a la
jurisdicción ordinaria, computándose el plazo "desde la fecha en que se
dicte el nuevo auto de prisión preventiva" (art. 275.1 y 2 ) .

2.4. Impugnación

El auto que resuelve la prisión preventiva puede ser impugnado


dentro del plazo de tres días de notificado, el Juez concederá la ape-
lación en un solo efecto; elevará lo actuado dentro de las veinticuatro
horas, bajo responsabilidad. Se señala que la Sala Penal resolverá pre-
via vista de la causa con citación al Fiscal Superior y al defensor del
imputado, dictando la resolución en la audiencia o dentro de las cuaren.-
tiocho horas siguientes, bajo responsabilidad (art. 278), entendiéndose
la reali/íición de una audiencia para escuchíu- la opinión del Fiscal y el
defensor del imputado. Si la Sala resuelve la nulidad de la resolución de
prisión preventiva, devolverá lo actuado al juzgado de origen o dispon-
drá que pase a otro juez para que emita nueva resolución.

En el cuso de apelación de la resolución que decide el requeri-


miento de jiroJurigación de la detendón será vista por la Sala Superior
dentro de las 72 horas siguientes de recibido el expediente, con citación
del Fiscal Superior y del defensor del imputado, y resuelta el niismo día
o dentro de las 48 horas siguientes, bajo responsabilidad (art. 278.2).

2.5. La incomunicación

Para tratar el tema de la incomunicación hay qtie partir necesa-


riamente de la Constitución y los derechos que asisten al imputado. La
carta fundamental dice "Nadie puede ser incomunicado sino en caso
indispensable para el esclarecimiento de im delito y en la forma y por
el tiempo previstos por la ley. La autoridad está obligada bajo respon-
sabilidad a señalar, sin dilación y por escrito, el lugar donde se halla la
persona detenida" (arl. 2. 24,g).
EL NUEVO PROCESO PENAL

La incomunicación del imputado es una medida accesoria y acu-


mulativa a la medida coercitiva de detención y consecucrjtcmente, como
lo afirma SAN M A R T Í N CASTRO, carente de finalidad cautelar pues su ra-
zón de ser es ta detención."' La incomunicación obedece a la necesidad
de evitar la perturbación de la investigación preparatoria de un delito
grave. Esta medida se debe de adoptar en los casos absolutamente ne-
cesarios y en donde la entrevista o comunicación del detenido con otras
personas pueda afectar dicha investigación, ORTELLS RAMas afirma que
la incomunicación evita el peligro de alteración de las fuentes de prue-
ba, consistente en que el imputado indique a personas que se hallan en
libertad de que modo deben manipularse aquéllas para ajustarías a la
versión de los hechos ofrecida en sus declaraciones,"^

La incomunicación del imputado con prisión preventiva puede


ordenarse por mandato judicial siempre que sea indispensable para el
debido esclarecimiento de un delito grave (art. 280). El Juez dictará re-
solución motivada la que no podrá exceder de diez ( 1 0 ) días, no impide
la libre conferencia entre el defensor y el detenido preventivo; y será
puesta en conocimiento de la Sala Penal respectiva.

La inconiimicación no es absoluta y se agrega en la ley que bajo


esta condición, el detenido incomunicado tiene derecho a leer diarios,
revistas, y escuchar noticias de libre circulación y difusión; tampoco
tendrá obstáculos para recibir sus alimentos (art. 281).

2.6, La cesación o variación de la prisión preventiva

También se establece el derecho que tiene el imputado de pedir


al juez la cesación de la prisión preventiva si estima que las causas
que motivaron la misma han desaparecido, o pedir la sustitución por
otra medida menos intensa que se prevé para la compaiecencia, si los
presupuestos anteriores han disminuido (art. 283), Para ORTELLS RAMOS
se trata de una modalidad de modificación y exthición de las medidas

221 SAN MARTÌU CASTRO, C , Derecho Frocesaipenal, T. I I , Grijicy, Lima, 1999, p. 8J4.
222 Ohteluí Ramo.'!, M., Derecho Jwhdiccwnnl. Prncesn Penal, citado, p. '160.
C A P I T U L O VI; LAS MEDIDAS DE c o a < c i ù N PIÍÜCESAL 345

cauleiures. pues lu posterior inodificacióu de los presupuestos permite


la de las medidas en ella ñindadas."'

La autoridad judieial se pronunciará previa realización de una au-


diencia con la concurrencia del fiscal, el imputado y su defensor; para
resolver la cesación, tendrá en cuenta la existencia de nuevos elementos
cíe convicción (prueba) que demuestren que ya no concurren los moti-
vos que determinaron la imposición de la prisión y que hagan necesaria
una medida de comparecencia. En este sentido, podrá ser importante la
declaración de nuevos testigos, de coimputados, las pericias o nuevas
pruebas documentales que lo favorezcan, incluso, podrían consideríuse
la confesión sincera y los casos de colaboración eficaz. Para decidir la
sustitución de la medida de prisión preventiva el Juez tendrá en cuenta,
además, las características personales del imputado, el liempo de deten-
ción y el estado del proceso.

3. L A COMPARECENCIA

La comparecencia consliluye una medida de coerción personal


de menor intensidad que la prisión preventiva y que normalmente se
aplica para casos en donde las necesidades de aseguramiento del impu-
tado no son tan rígidas o los delitos no son estimados graves o siendo
de gravedad, no se satisfacen los requisitos para imponer un mandato
de prisión preventiva.

Medianle esta medida cautelar personal, el imputado esla sujeto


al proceso penal, su libertad ambulatoria se encuentra vinculada a la
decisión del órgano jinisdicciona! (ej. cuando su presencia es impres-
cindible para la realización de determinado acto procesal). Se trata de
una medida de aseguramiento de la presencia del imputado al proceso,
donde el imputado pennantíce en libertad, pudiendo desplazarse libre-
mente, pero esta obligado a observar determinados mándalos judiciales
que condicionan su liberlad.

223 ORTELLS KAMUS, M . , Derecho Jurisiüccionui. Proceso Peruii, T . 111, citiulü, 444.
Г'

346 EL NUEVO РПОСВЯО PENAL

La comparecencia, en sus distintas formas se ordena por el Juez


de la Investigación Preparatoria. El Fiscal puede solicitar direclamcníc
la medida de comparecencia que eslime necesaria. Tja comparecencia
puede ser simple y con restricciones, la solicita el Fir­cal generalmenlc
con la comunicación al jue?, sobre el inicio de la investigación prepara­
toria y en escrito de requcrimisn'o aparte,

3.1. C omparecencia simple

Es la medida de coerción de minima inicnsidad y que exige del


imputado ­ quien se encuentra en libertad, salvo mandato distinto en otro
proceso­ sólo la obligación de presentarse a la sede judicial cada vez que
sea citado; su incumplimiento sólo acarrea la conducción compulsiva.

Señala el código que el Juez dictará esta comparecencia simple si


el delito denunciado se encuentre penado con sanción leve o los actos
de investigación no jusliiican una medida mas severa (art. 291).

El código establece una sanción a la inactividad del representante


del ministerio Público, en cuanto a la aplicación de esta medida, pues
se regula que el juez dictará comparecencia simple cuando el Fiscal no
ha efectuado el requerimiento de prisión preventiva en su oportunidad,
esto es: a) cuando ha vencido el plazo de la detención preliminar o; b)
cuando ha vencido el plazo de la detención convalidada (art 266). Por
otro lado, cuando habiéndolo hecho no concurran los requisitos que
prevé la ley (art. 286).

3.2. C omparecencia con restricciones

Esta medida de coerción persona! es más severa que la anterior


e importa determinadas reglas u obligaciones que el imputado debe de
seguir, bajo apercibimienlo de revocársele la medida por prisión pre­
ventiva (art. 288) previo requerimiento Fiscal.

D e acuerdo con el legislador, se impondrán estas restricciones


cuando el.peligro de fuga o de obstaculización de la averiguación de
i'AjlLUL'Ly1:1-AS MEDIDAS ui: C i H Í K L T I ' M I'HÜCI-JSAI. M7

la verdad pueda razonablemente evitarse. Las restricciones que se es-


títbleeen son las siguientes: 1) obligación de someterse al cuidado o
vigilancia de una institución o persona determinada, la que debe infor-
mar periódicamente; 2 ) obligación de no ausentarse de la localidad de
residencia, de no concurrir a determinados lugares o de presentarse a la
autoridad en los dias fijados; 3) prohibición de comunicarse con perso-
nas determinadas; y 4) ta prestación de una caución económica, si sus
posibilidades lo permiten, incluso podrá ser sustituida por una fianza
personal idónea y suficiente (art. 288).

Se regula de forma más rigurosa, a la caución, la cual consistirá en:


"Una suma de dinero que se fijiuá en cantidad suficiente para asegurar
que el imputado cumpla las obligaciones impuestas y las órdenes de la
auloridad", de este concepto, podemos notar que la caución sólo ase-
gura la presencia del imputado al proceso penal, más no está vincula-
da a la pretensión civil. Asimismo, podemos mencionar las siguientes
características: a ) la calidad y cantidad de la caución dependerá de las
condiciones personales del imputado (económica, social, etc.); b ) pue-
de ser real o personal, será personal cuando el imputado deposita en el
Banco de la Nación, la cantidad dispuesta en la resolución y será real
cuiuido el imputado constituya deposito de efeclo público o valores co-
tizables u otorgue garantía real, por el monto fijado; c ) si el imputado
es absuelto o sobreseído e inclusive siendo condenado no ha inüingido
las reglas de conducta, se le devolverá la caución con los respectivos
intereses devengados.

La ley permite que se puede imponer una o varias restricciones al


impulado, dependiendo de las necesidades del caso y si aquellas fiíeran
incumplidas, previo requerimiento del Fiscal o por propia decisión del
Juez, se revocará la medida por la prisión preventiva. Es evidente que
la imposición de determinadas restricciones esta vinculado al principio
de proporcionalidad.

Se e s t a b l e c e q u e p a r a e s t a s m e d i d a s r e s U - i c t i v a s s e p o d r á n u l i l i z i i r , a l -

ternativamente, alguna técnica o sistema electrónico o compuUirizxtdo q u e

p e n u i l a c o n U o l m - n o s e e x c e d a t i l a s r e s t r i c c i o n e s i m p u e s t a s ( a i t . 287.1).
346 EL NUEVO PROCESO PENAL

La comparecencia, en sus dislintas formas se ordena por el Juez


de la Investigación Preparatoria. El Fisca! puede solicitar directamente
la medida de comparecencia i]uc estime necesaria. La comparecencia
puede ser simple y con restricciones, la solicita el Fir.cal generalmenlc
con la comunicación al juez sobre el inicio de la investigación prepara-
toria y en escrito de rcquerimivn'o aparte,

3.1. Comparecencia simple

Es la medida de coerción de mínima inicnsidad y que exige del


imputado - quien se encuentra en libertad, salvo mandato distinto en otro
proceso- sólo la obligación de presentarse a la sede judicial cada vez que
sea citado; su incumplimiento sólo acarrea la conducción compulsiva.

Señala el código que el j u e z dictará esta comparecencia simple si


el delito denunciado se encuentre penado con sanción leve o los actos
de investigación no justifican una medida mas severa (art. 291).

El código establece una sanción a la inactividad del representante


del ministerio Público, en cuanto a la aplicación de esta medida, pues
se regula que el juez dictará comparecencia simple cuando el Fiscal no
ha efectuado el requerimiento de prisión preventiva en su oportunidad,
esto es: a) cuando ha vencido el plazo de la detención preliminar o; b)
cuando ha vencido el plazo de la detención convalidada (art. 266). Por
otro lado, cuando habiéndolo hecho no concurran los requisitos que
prevé la ley (art. 286).

3.2. Comparecencia con restricciones

Esta medida de coerción personal es más severa que la anterior


e importa determinadas reglas u obligaciones que el imputado debe de
seguir, bajo apercibimienlo de revocársele la medida por prisión pre-
ventiva (art. 288) previo recjuerimiento Fiscal.

D e acuerdo con el legislador, se impondrán estas restricciones


cuando ekpeligro de fuga o de obslaculización de la averiguación de
C-'APIIUIO VI: l.AS Mi-DiPAS ui: f iHIÜL-ION I'HÜCH.SAI. 347

la verdad pueda razonablemente evitarse. Las restricciones que se es-


tablecen son las siguientes: 1) obligación de someterse al cuidado o
vigilancia de una institución o persona deternvinada, la que debe infor-
mar periódicamente; 2 ) obligación de no ausentarse de la localidad de
residencia, de no concurrir a determinados lugares o de presentarse a la
autoridad en los dias fijados; 3 ) prohibición de comunicarse con perso-
nas determinadas; y 4) ta prestación de una caución económica, si sus
posibilidades lo permiten, incluso podrá ser sustituida por una fianza
personal idónea y suficiente (¡u-t. 288),

Se regula de forma más rigurosa, a la caución, la cual consistirá en:


"Una suma de dinero que se fijiuá en cantidad suficiente para asegurar
que el imputado cumpla las obligaciones impuestas y las órdenes de la
auloridad", de este concepto, podemos notar que la caución sólo ase-
gura la presencia del imputado al proceso penal, más no está vincula-
da a la pretensión civil. Asimismo, podemos mencionar las siguientes
características; a) la calidad y cantidad de ia caución dependerá de las
condiciones personales del imputado (económica, social, e t c ) ; b ) pue-
de ser real o personal, será personal cuando el imputado deposita en el
Banco de la Nación, la cantidad dispuesta en la resolución y será real
cuíuido el imputado constituya deposito de efeclo público o valores co-
tizables u otorgue garantía real, por el monto fijado; c ) si el imputado
es absuelto o sobreseído e inclusive siendo condenado no ha inflingido
las reglas de conducta, se le devolverá la caución con los respectivos
intereses devengados.

La ley permite que se puede imponer una o varias restricciones al


imputado, dependiendo de las necesidades del caso y si aquellas fi.ieran
incumplidas, previo requerimiento del Fiscal o por propia decisión del
Juez, se revocará la medida por la prisión preventiva. Es evidente que
la imposición de determinadas restricciones esta vinculado al principio
de proporcionalidad.

Se establece que paia estas medidas restrictivas se podrán utilizar, al-


ternativíunente, alguna técnica o sistema elecü^ónico o conipuliirizado que
permita conLroUu- no se excedan las restricciones impuestas (ttit. 287.1).
348 E L ^nJEV0PROCESO P E N A L

A. LA DETENCIÓN DOMICILIARIA " .

La detención domiciliaria constituye una limitación a la libertad


ambulatoria del imputado a determinado espacio fisico y que por man-
dato judicial debe de cumplirse en su domicilio -vale la redundancia- o
en otro lugar, pero fuera de sede penal o penitenciaria. Es un estado
intermedio entre la privación de la libertad efectiva y la libertad propia-
mente dicha."''

En la nueva legislación procesal, la detención domiciliaria ya no


aparece como una forma de restricción dentro de la comparecencia sino
como una institución autónoma. El art. 290 establece que se impone
para evitar el peligro de fuga o de obstaculización de la prueba y que,
expresamente, procede cuando correspondiendo prisión preventiva, el
imputado: a) es mayor de 65 años; b ) adolece de una enfermedad grave
o incurable; c) sufre de incapacidad física permanente que afecta su
desplazamiento; y d) cuando se trata de una madre gestante.

La detención domiciliaiia se cumple en el domicilio del impu-


tado o en otro lugar que el juez designe, bajo custodia policial o de
alguna institución o persona designada para el efecto. Se establece que
el control de la medida corresponde al Fiscal y a la policía, incluso se
podrán imponer limites o prohibiciones a la facultad del imputado de
comimicarsc con per-sonas diversas de aquellas que hablan con él o que
lo asisten (art. 290.3).

En cuanto al plazo de la detención domiciliaria se siguen los cri-


terios para la prisión preventiva (art. 290.4). Es importante destacar que
el liempo de detención domiciliaria será materia de cómputo en el caso
de que se dictara scnlcncia condenatoria al imputado. El arlículo 399
del código procesal penal establece que "si se impone pena privativa de
la libertad efectiva, para los efectos del cómputo se descontará, de ser
el caso, el tiempo de detención, de prisión preventiva y de detención
domiciliaria que hubiera cumplido". Este cómputo es opinable^ pues no
es lo mismo permanecer privado de la libertad en un centro penal, con

22<l Véase mi Manual <le Derecho Procesal Pcnnl, citatici, p. 741.


C A H I U L O Vt: LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAI. 349

las limitaciones personales, familiares, alimentarias y de comunicación,


4 que en su domicilio u olro lugar o centro de reposo. Hubiera sido impor-
lanle una ponderación en el trato compensatorio estableciendo un cuan-
lum de días por cada uno de detención en domicilio. Podría requerirse
4 de un ajuste normativo en este punto.
4
t
La detención domiciliaiia se puede acumuhu- con la caución; el
tiempo de duración es el mismo que el de la prisión preventiva (9 y 18

4 meses) y rigen ias reglas de la suspensión de la misma cuando vencido


el tiempo no se ha dictado sentencia de primer grado. Cuando sea ne-
cesario se impondrá limiles o prohibiciones a la facultad del procesado
de comunicarse con personas, distintas a aquellas que habitan con él o
que lu asistan.

Si desaparecen los presupuestos señalados en los apartado b ) a


d ) señalados (enfermedad grave, incapacidad permanente y gestación),
previo informe pericial, se dispondrá la inmediata prisión del imputado,
lo que hace de esta medida una de naturaleza relativa y temporal, con
excepción al supuesto de la edad.

5. L A INTERNACIÓN PREVENTIVA

El internamiento preventivo, esta regulada de manera tal que po-


dríamos considerarla como una medida alternativa o sustitutiva de la
prisión preventiva aplicable a los imputados que padecen de enferme-
dades psiquiátricas.

En el artículo 293 del Código Procesal Penal 2004 se establece


lo siguiente: " El Juez de la Investigación Preparatoria podrá ordenar la
internación prevenliva del imputado en un establecimiento psiquiátrico,
previa comprobación, por dictamen pericial, de que sufre una grave
alteración o insuficiencia de sus facultades mentales, que lo tornan peli-
groso para sí o para terceros". Para ello se deben cimiplir determinados
presupuestos: a) suficiencia probatoria en tomo a que el imputado es
participe de un hecho pimible y que será pasible de una medida de segu-
ridad; b) La existencia de ima presunción suficiente de que el impulado
no se someterá al jiiocedimiento u obstruirá un acto concreto de iiives-
352 EL N U E V O PROCESO P E N A L

Las medidas de coerción de carácter real son aquellas que inciden


sobre el patrimonio del imputado con el objetivo de impedir -durante
el desarrollo del proceso-, determinadas acciones que se estimen per-
judiciales en relación a la efectividad de las consecuencias jurídicas
- económicas del delito, de la sentencia (función cautelar), como a la
eficacia del proceso (función aseguratoria de la prueba y tu¡tiva).^^' D e
lo afirmado, las medidas coercitivas reales pueden tener una naturaleza
meramente civil o penal dependiendo del objeto a que se hallen orien-
tadas: civil o penal."'

1. EL EMBARGO

El embargo que es el derecho indemnizatorio del agraviado, que


se torna eventual, si se tiene en cuenta que se debe esperar al resultado
final del proceso. Se trata entonces de una medida cautelar de natura-
leza patrimonial en contra del imputado (y del tercero civil) a fin de
garantizar la efectividad de la indemnización de ios daños y perjuicios
que ocasiona la conducta delictiva. En consecuencia, cuando a través
del embargo se cautela la pretensión pecuniaria de la víctima desde el
inicio del proceso y en espera que se dicte una sentencia condenatoria
que establezca el monto de la reparación civil. Tratándose de una ins-
titución procesal fundamentalmente de orden civil, las disposiciones
penales deben concordarse necesariamente con aquellas.

El nuevo código establece que el embargo puede realizarse du-


rante la investigación preliminar o preparatoria, sea de oficio por el
Fiscal o a pedido de la parte agraviada y comprende los bienes libres
o derechos embargables al imputado y tercero civil, "a fin de asegurar

2Z8 SAN MAFÍIIN CASTRO, César., Derecha procesal penal ¡I. Volumen ! I , citado, p. 1177.
229 MoREMO CATENA señala lo siguiente: " l . a existencia de lüs m e d i d a s cautelares
reales en el p r o c e s o penal se Ju.<:lifíca por la condena en costas, o porque el delito
sea de los que llevan aparejada la pena d e multa, o, por ultimo, c o m o consecuen-
cia d e la acumulación d e la pretensión c i v i l rcslituloria o indcmnizatoria a la
prelen.sián p i m i l i v a dentro de a q t i c t . . E n : M O R E N O G A T U N A ) y otros., íüproceso
penal-^s. IT, Tirant l o n i a n c l i . Valencia, 2 0 0 0 , pag. 1.778.
C'Aphui.o VI: LAS M E Ü I I M S DE C O E R C I Ó N P H Ü C E S A L 353

la cfcclividad de las responsabilidades pecuniarias derivadas del delito


o el pago de las costas." {art. 3Ü2). En tal sentido, el Fiscal indagará
sobre los bienes susceptibles de embargo y hará el pedido formal al
Juez de la Investigación Preparatoria, el que, atendiendo a la documen-
tación existente, emitirá pronunciamiento sobre la medida requerida u
ordenando la que sea más adecuada, incluso pudiendo resolver sobre la
conlra cautela ofrecida.

Se señala que cualquier pedido que pretenda impedir o dilatar la


ejecución de la medida de embargo es inadmisible; ejecutada la media
se notifica a las partes con el mandato de embargo; y se puede apelar de
la resolución judicial denüo del tercer día de notificado (art. 304).

Cuando al término del proceso se haya dictado mía sentencia ab-


solutoria, auto de sobreseimiento o algima resolución equivalente, que
hayan adquirido la calidad de cosa juzgada, se levantará, de oficio o a
pedido del interesado, el embargo adoptado. Por otro lado, cuando se
dicte una sentencia condenatoria, se requerirá de iimiediato al afectado
(imputado o tercero civil) el cumplimiento de las responsabilidades co-
iTcspondientes, bajo el apercibimiento de iniciar la ejecución forzosa
del bien afectado (art. 306).

Como se puede apreciar, a diferencia de la institución procesal


del embargo en la legislación iuiterior, con la nueva regulación procesal
penal, se busca generar una normatividad más efectiva, rápida y ase-
gurativa de los derechos indemnizatorios que se deben otorgar al actor
civil en el proceso, permitiéndose, incluso, la variación o alzamiento o
la sustitución de la medida bajo determinados presupuestos.

2. OTRAS MEDIDAS REALES

La regulación procesal en su artículo 315 señala que estas medi-


das, podrán variarse, sustituirse o cesar cuando resulte indispensable,
por supuesto, atendiendo a las circunstancias concretas del caso y al
principio de proporcionalidad.
352 EL N U E V O PROCESO P E N A L

Las medidas de coerción de carácter real son aquellas que inciden


sobre el patrimonio del imputado con el objetivo de impedir -duiantc
el desarrollo del proceso-, determinadas acciones que se estimen per-
judiciales en relación a la efectividad de las consecuencias jiu-ídicas
- económicas del delito, de la sentencia (función cautelar), como a la
eficacia del proceso (función aseguratoria de la prueba y tu¡tiva).^^' D e
lo afirmado, las medidas coercitivas reales pueden tener una naturaleza
meramente civil o penal dependiendo del objeto a que se hallen orien-
tadas: civil o penal."'

1. EL EMBARGO

El embargo que es el derecho indemnizatorio del agraviado, que


se torna eventual, si se tiene en cuenta que se debe esperar al resultado
final del proceso. Se trata entonces de una medida cautelar de natlira-
leza patrimonial en contra del imputado (y del tercero civil) a fin de
garantizar la efectividad de la indemnización de ios daños y perjuicios
que ocasiona la conducta delictiva. En consecuencia, cuando a través
del embargo se cautela la pretensión pecuniaria de la victima desde el
inicio del proceso y en espera que se dicte una sentencia condenatoria
que establezca el monto de la reparación civil. Tratándose de una ins-
titución procesal fundamentalmente de orden civil, las disposiciones
penales deben concordarse necesariamente con aquellas.

El nuevo código establece que el embargo puede realizarse du-


rante la investigación preliminar o preparatoria, sea de oficio por el
Fiscal o a pedido de la parte agraviada y comprende los bienes libres
o derechos embargables al imputado y tercero civil, "a fin de asegurar

2Z8 SAN MAFÍIIN CASTRO, César., Derecha procesal penal ¡I. Volumen ¡ I , citado, p. 1 1 7 7 .
229 MoREMO CATENA señala lo siguiente: " l . a existencia de lüs m e d i d a s cautelares
reales en el p r o c e s o penal se ju.'ilifíca por la condena en costas, o porque el delito
sea de los que llevan aparejada la pena d e multa, o, por ultimo, c o m o consecuen-
cia d e la acumulación d e la pretensión c i v i l restituloria o indcmnizaloria a la

periatiy,
preien.'iián pimitivn dentro d e a q u e l . . . " En:
11,
MORENO

T i r a n l l o n i a n c h . Valencia,
CATENA) y otros., E¡proceso
2000, pag. 1.778.
. CAPIIUI.O VI: LAS MEÜIIMS DE COERCIÓN PHÜCESAL 353

la cfcclividad de las responsabilidades pecuniarias derivadas del delito


o el píigo de las costas." {art. 3ü2). En tal sentido, el Fiscal indagará
sobre los bienes susceptibles de embargo y hará el pedido formal al
Juez de la Investigación Preparatoria, el que, atendiendo a la documen-
tación existente, emitirá pronunciamiento sobre la medida requerida u
ordenando la que sea más adecuada, incluso pudiendo resolver sobre la
contra cautela ofrecida.

Se señala que cualquier pedido que pretenda impedir o dilatar la


ejecución de la medida de embargo es inadmisible; ejecutada la media
se notifica a las partes con el mandato de embargo; y se puede apelar de
la resolución judicial denüo del tercer día de notificado (art. 304).

Cuando al término del proceso se haya dictado mía sentencia ab-


solutoria, auto de sobreseimiento o alguna resolución equivalente, que
hayan adquirido la calidad de cosa juzgada, se levantará, de oficio o a
pedido del interesado, el embargo adoptado. Por otro lado, cuando se
dicte una sentencia condenatoria, se requerirá de iimiediato al afectado
(imputado o tercero civil) el cumplimiento de las responsabilidades co-
iTcspondientes, bajo el apercibimiento de iniciar la ejecución forzosa
del bien afectado (art. 306).

C o m o se puede apreciar, a diferencia de la inslilucióu procesal


del embargo en la legislación anterior, con la nueva regulación procesal
penal, se busca generar una normatividad más efectiva, rápida y ase-
gurativa de los derechos indenmizatorios que se deben otorgar al actor
civil en el proceso, permitiéndose, incluso, la variación o alzamiento o
la sustitución de la medida bajo determinados presupuestos.

2. OTRAS MEDIDAS REALES

La regulación procesal en su artículo 315 señala que estas medi-


das, podrán variarse, sustituirse o cesar cuando resulte indispensable,
por supuesto, atendiendo a las circunstancias concretas del caso y al
principio de proporcionalidad.
352 EL N U E V O PROCESO PP.NAL

Las medidas de coerción de carácter real son aquellas que inciden


sobre el patrimonio del imputado con el objetivo de impedir -durante
el desarrollo del proceso-, determinadas acciones que se estimen per-
judiciales en relación a la efectividad de las consecuencias jimdicas
- económicas del delito, de la sentencia (función cautelar), como a la
eficacia del proceso (ftmción aseguratoria de la prueba y tuitiva) De
lo afirmado, las medidas coercitivas reales pueden tener una naturaleza
meramente civil o penal dependiendo del objeto a que se hallen orien-
tadas: civil o p e n a l . ' "

1. EL EMBARGO

El embargo que es el derecho indemnizatorio del agraviado, que


se torna eventual, si se tiene en cuenta que se debe esperar al resultado
final del proceso. Se trata entonces de una medida cautelar de nattira-
Icza patrimonial en contra del imputado (y del tercero civil) a fin de
garantizar la efectividad de la indemnización de los daños y perjuicios
que ocasiona la conducta delictiva. En consecuencia, cuando a través
del embargo se cautela la pretensión pecuniaria de la víctima desde el
inicio del proceso y en espera que se dicte una sentencia condenatoria
que establezca el monto de la reparación civil. Tratándose de una ins-
titución procesal fiíndamentalmcnle de orden civil, las disposiciones
penales deben concordarse necesariamente con aquellas.

El nuevo código establece que el embargo puede realizarse du-


rante la investigación preliminar o preparatoria, sea de oficio por el
Fiscal o a pedido de la parle agraviada y comprende los bienes libres
o derechos embargables al imputado y tercero civil, "a fin de asegurar

2 2 8 'SAN MARIIN CASTRO, César., Derecho procesal penal U. Volumen I I , cKado, p. 1 1 7 7 .


229 M o n n u o CATENA seflola lo siguienic: "I..a existencia de lüs m e d i d a s cautelares
reales en el p r o c e s o penal se ju.ítifica por la condena en costas, o porque el delito
sea de los que llevan aparejada la pena de mulla, o, por ultimo, c o m o consecuen-
cia d e la acumulación d e la pretcnsión c i v i l reslitutoria o indcrnnizaloi la a la
prelen.sión piitiiliva dentro d e a q u e l . . . " En: M O R E N O C A T E N A ) y otros., El proceso
pe>>ah^\. I I , T i r a n l lo niancti. Valencia, 2 0 0 0 , pag. 1 7 7 8 .
C A f h 1(1.0 V I : LAS M E D I U A S DE C O E R C I O N P K O C E S A L 353

la cfcclividad de las responsabilidades pecuniarias derivadas del delito


o el pago de las costas." (art. 3U2). En lai senlido, el Fiscal indagará
sobre los bienes susceptibles de embargo y hará el pedido formal al
Juez de la Invesligaeión Preparatoria, el que, atendiendo a la documen-
tación existente, emitirá pronuncianrientu sobre la medida requerida u
ordenando la que sea más adecuada, incluso pudiendo resolver sobre la
conlra cautela ofrecida.

Se señala que cualquier pedido que pretenda impedir o dilatar la


ejecución de la medida de embargo es inadmisible; ejecutada la media
se notifica a las partes con el mandato de embargo; y se puede apelar de
la resolución judicial denUo del tercer día de notificado (art. 304).

Cuando al término del proceso se haya dictado una sentencia ab-


solutoria, auto de sobreseimiento o alguna resolución equivalente, que
hayan adquirido la calidad de cosa juzgada, se levantará, de oficio o a
pedido del interesado, el embargo adoptado. Por otro lado, cuando se
dicte una sentencia condenatoria, se requerirá de iimiediato al afectado
(imputado o tercero civil) el ciunplimiento de las responsabilidades co-
nespondientes. bajo el apercibimiento de iniciar la ejecución forzosa
del bien afectado (art. 306).

Como se puede apreciar, a diferencia de la inslitucióii procesal


del embargo en la legislación iuiterior, con la nueva regulación procesal
penal, se busca generar una normatividad más efectiva, rápida y ase-
guraliva de los derechos indemnizatorios que se deben otorgar al actor
civil en el proceso, permitiéndose, incluso, la variación o alzamiento o
la sustitución de la medida bajo determinados presupuestos.

2. OTltA S MEDI D AS RE ALE S

La regulación procesal en su artículo 315 señala que estas medi-


das, podrán variiuse, sustituirse o cesar cuando resulte indispensable,
por supuesto, atendiendo a las circunstancias concretas del caso y al
principio de proporcionalidad.
354 Fx NUEVO PROCESO PENAL _ > f¡Í

2.1. Orden de inhibición

En los casos en que tiene lugar el embargo, pero éste no se puede


hacer efectivo, porque no se conocen bienes del afectado o porque estos
no cubren el monto, se puede solicitar orden de inliibición.

C o m o todas las medidas de coerción real, las dicta el Juez a so-


licitud del Fiscal o del actor civil, a fin de disponer o gravar los bienes
del imputado o del tercero civil. La mencionada orden se inscribirá en
Registros Públicos, Según el artículo 310.2 rige las normas previstas
para el embargo.

2.2. El desalojo preventivo

El poseedor tiene la facultad de defender su posesión por medio


de la regulación vigente a través de los interdictos, las acciones poseso-
rias y de desalojo -todas ellas de carácter civil- y ahora, en la presente
regulación, de orden procesal penal, se le da la oportunidad de proteger-
la a través de una medida de coerción rea! regulada en el proceso penal,
esto es, el desalojo preventivo. Se trata de una medida real, inmediata y
con fines de aseguramiento del patrimonio afectado.

La ley procesal establece que, a solicitud del Fiscal o del agravia-


do -el poseedor-, en los delitos de usurpación, el Juez podrá ordenar,
el desalojo preventivo del inmueble que se encuentre indebidamente
ocupado en el término de 24 horas, ministrando provisionalmente la po-
sesión al agraviado. Para ello se necesita que el derecho del agraviado
se encuentre acreditado de manera suficiente y que existan elementos
de juicio que permitan sustentar la comisión del delito (art. 311).

L a solicitud de desalojo y ministración provisional se puede pre-


sentar en cualquier estado de la Investigación Preparatoria, y estará
acompañada de los documentos pertinentes que acrediten el derecho
del ofendido y la comisión del delito. Contra la resolución del juez cabe
recurso de apelación.
CAPÍTULO VI: L A S M E D I D A S DE C O E R C I Ó N PROCESAL 355

2.3. Meditlas anticipadas

Las medidas anticipadas surgen ante la necesidad de hacer que


la justicia sea más rápida, se deriva del principio de celeridad procesal.
Esta clase de medida se encuentra regulada en el Código Procesal Civil,
en su artículo 618, primer párrafo, del siguiente modo: "Además de las
medidas cautelares reguladas, el Juez puede adoptar medidas anticipa-
das destinadas a evitar un perjuicio irreparable o asegurar provisional-
mente la ejecución de la sentencia definitiva,"

• En el nuevo proceso penal, este tipo de medidas pueden ser solici-


tadas, de manera excepcional, por la parte legitimada (fiscal o actor civil),
al órgano jmisdiccional a fin de: a) evitar la permanencia del delito o la
prolongación de sus efectos lesivos; b) ejecutar, anticipada y provisional-
mente, las consecuencias pecuniarias del delito, (art. 312). La concesión
de esta medida dependerá del caso específico, ello dependerá de la natu-
raleza de los bienes jurídicos vulnerados con la comisión del delito.

2,4, Medidas preventivas contra personas jurídicas

En materia penal, es frecuente los cuestionamientos sobre las con-


secuencias juridicas imponer a las personas jurídicas, porque estas no se
encuentran sujetas al principio de culpabilidad, como las personas físi-
cas. Sin embargo, en materia cautelar es diferente pues no se parte del
presupuesto que la persona jurídica sea imputable o no de la comisión
de determinado delito, sino que se atiende a los principios que rigen his
medidas de coerción.

El Código prevé las siguientes medidas, de carácter preventivas


a iuiponer a las personas jurídicas, sólo a solicitud de las personas
legitimadas:

a. La clausura temporal, parcial o total, de sus locales o estableci-


mientos;
b. La suspensión temporal de todas o algtma de sus actividades;
i
i
356 EL N i j n v o fnocESo PENAL i
c. ElnombramicnlodcunAdniinisliador Judicial;

d. El sometimiento a vigilancia judicial; ,

e. Anotación o inscripción rcgistral de! procesamiento penal.

Los presupuestos que deben concurrir para !a imposición de estas


medidas de coerción son; a) suficiencia probatoria de la comisión del
delito y la vinculación de la persona jinidica en las formas previstas en
el artículo 105 del Código Penal -cuando el hecho punible es cometido
en ejercicio de la actividad de la persona jurídica o utilizando su orga-
nización-; b) necesidad de poner fin a la permanencia o prolongación
de los efectos lesivos del delito, se exige la existencia de un peligro
concreto de que a través de la persona jurídica se obstaculice la averi-
guación de la verdad o que se cometan delitos de la misma clase.

L a duración de este tipo de medidas, no podrá superai más de la


mitad del tiempo previsto para las medidas temporales establecidas en el
artículo 105 del Código Penal (establece el limite temporal de las medi-
das aplicables a las personas jurídicas como consecuencias accesorias, es
decir, cuando ya se determinó la "parlicipacióri" de la persona jurídica,
por medio de la scnlcncia penal). El Código prevé que al tratarse de de-
litos ecológicos, la suspensión o clausura, durará hasta que se subsanen
las afectaciones al ambiente, por las cuales se procedió judicialmente.

2.5. Pensión anticipada de alimentos

Esta medida es una especialidad tradicional de las "medidas an-


ticipadas", su objeto es anticipar lo que va ser materia de decisión en
la sentencia final, en cuanto a las consecuencias civiles del delito, su
naturaleza responde a la función cautelar.

El código prevé que en los delitos de homicidio, lesiones graves,


omisión de asistencia familiar, violación de la libertad sexual, o en de-
litos que se relacionan con la violencia familiar, el Juez, a solicitud de
la parle legitimada, impondrá una pensión de alimentos para los direc-
tamente ofendidos que a consecuencia del hecho punible cometido se
encuentran imposibilitados de obtener el sustento para sus necesidades.
El monto "de la asignación que han de pagar el impulado o el tercero
CAPIÌOI.O VI: LAS MEDIOAS ni¿ LOERCIÒN I'KOCESAL 357

civil, será íijiídu por ei Juez y serán descontadas de las que se establezca
en la sentencia. Por ello es posible afirmai' que esta pensión anticipada
de alimentos equivale a un adelajito del contenido de la sentencia.

3. L A INCAUTACIÓN (O SECUESTRO)

La incautación o secuestro consiste en la aprehensión de una


cosa, por orden judicial, con el objeto de asegurar el cumplimiento de
su función especifica: la investigación de la verdad y la actuación de la
ley penaP^". Por lo tanto, la incautación posee doble naturaleza, puede
ser de orden instnimental o cautelar, según su finalidad.

La incautación o secuestro, como metiicla cautelar de naturale-


za real, constituye una limitación al derecho de posesión, que implica
la aprehensión y ocupación de las cosas que guardan relación con el
hecho delictivo y además tienen una ftmción de conservación de las
mismas, para que puedan ser apreciadas por el juzgador, debiéndose
resaltar que esta medida recae sobre los efectos e instrumentos del
delito y en tanto es dispuesta por el juez (jurisdiccionalidad), debe con-
siderarse c o m o una medida cautelar, cuya naturaleza es distinta a la
incautación o secuestro conservativo, que tiene una finalidad estricta-
mente probatoria. Por otro lado, la incautación o secuesti-o conservati-
vo, los bienes incautados, pueden estar en directa vigilancia y cuidado
del juzgado -custodia directa-, o también bajo la conservación de otra
entidad cuando así lo haya dispuesto el juez con la previsión de su dis-
ponibilidad -custodia Itidirecta-; deben estar a disposición del fiscal y
del órgano juzgador; y pueden ser tenidos hasta después del juicio o el
archivo del p r o c e s o " '

En el presente acápite desarrollaremos esta institución desde el


punto de vista cautelar, tal y como esta definido en el Código Procesal
Penal 2004.

23Ü CAfFERATA NoRES J., MecliíidS de coerción en ei proceso penal, Marcos Lerner - Edi-
tora Cordova, 1983, p. 125
OnniL-hv Pracesal
231 MouENO C a t e n a , Viclur y Valentín C o k t é s D o m I n o u e z - ,
Tiranl Lo Dlanch, Valencia, 2003, p. 225.
358 EL N U E V O PROCESO PENA L

3.1. Objeto de incautación

Son objeto de incautación los efectos provenientes de !a comisión


del delito o los in.strumcntos con los que se hubiere ejecutado, así como
los objetos del delito permitidos por ley. Estos bienes pueden ser incau-
tados durante la investigación preliminar y la investigación preparatoria,
por la Policía o por el representante del Ministerio Público, siempre que
exista peligro en la demora. Luego de haber sido incautados estos obje-
tos, el Fiscal tiene la obligación de requerir al Juez de la Investigación
Preparatoria la expedición de una resolución confirmatoria (art. 316).

Para dictar esta medida, el Juez debe tener en cuenta las previsio-
nes y limitaciones consignadas en los artículos 102 y 103 del Código
Penal, estos es, las normas propias de la consecuencia accesoria del
decomiso. Es decir, que el Juez resolverá la incautación de los bienes
mencionados (bienes, dinero, ganancias o cualquier producto) a excep-
ción que exista un proceso autónomo para ello (art. 102), y cuando los
efectos o instrumentos no sean de ilícito comercio y no guarde relación
con el delito cometido, el Juez no decretará la incautación o puede de-
cretarlo parcialmente (art. 103).

Cuando no exista peligro en la demora, las partes legitimadas,


deben solicitar al Juez la expedición de la medida de incautación, En
ambos casos (haya o no peligro en al demora) debe concurrir el peligro
de que la libre disponibilidad de los bienes relacionados con el delito
pueda agravar, prolongar las consecuencias del delito, o pueda facilitai-
la comisión de otros delitos.

3.2. Bienes incautados

Los bienes incautados deben ser registrados rigurosamente (art.


318). Para los efectos de determinar el lugar de custodia y la reglas de
administración de los bienes incautados, el código prevé que ta Fiscalía
de la Nación será la encargada de dictar las disposiciones reglamenta-
rias correspondientes, lo que no es más que la explicitación de una de
las funciones propias de la Fiscalía de la Nación.
r
i

CAPITUI o V I : l.AS MEDIDAS DE COEIÍCJÓN PROCESAL 359 I

En el caso que no exisui el peligro de los fines de aseguramiento


que motivaron la adopción de esta medida, ei bien incautado, puede ser:
a) devuelto al afectado, a cambio del depósito inmediato de su valor; o
b) entregado provisionalmente al afectado, bajo la condición que pueda
ser revisado en cualquier momento hasta la conclusión del proceso. En
el primer caso, el importe que deposite el afectado ocupará el lugar del
bien y en el segundo se necesitará que el afectado presente caución,
garantía real o determinadas condiciones.

En el easo que vma persona -distinta al imputado- alegue dere-


cho tie propiedad sobre el bien incautado o tenga sobre el bien algún
derecho -cuya extinción pueda ser ordenada en el caso de incautación
o decomiso- se autorizará su parficipación en el proceso. Las personas
que se consideren propietarios de los bienes incautados, que no hayan
intervenido en el delito investigado, pueden solicitar el reexamen de la
medida dictada.

Terminado el proceso penal principal a favor de imputado (sen-


tencia absolutoria, auto de sobreseimiento o archivo de las actuaciones)
los bienes incautados serán resthuidos a quien tenga derecho, excepto
cuando se trate de bienes intrínsecamente delictivos. La restitución no
podrá ser ordenada, cuando se deben garantizar -a solicitud de las partes
legitimadas- el pago de las responsabilidades pecuniarias del delito y
las costas (art. 320).
т
^^^^
1

I. I N T R O D U C C I Ó N

En doctrina, como en el derecho c o m j w a d o se diferencia entre


procedimiento ordinario, prucedimientos especiales y especialidades
procedimeniales,^" distinguiéndose el primero por constituir el proceso
regular, base de todas las formas de procedimiento, el segundo, que
se tleslaca por contener entre sus disposiciones determinadas particu-
Imidades del procedimiento ordinario, que se manifiestan en la fomia
de inicio de la investigación preliminur, la adopción de las medidas
de coerción, entre otros, pero manteniendo la estructura del proceso
ordiníu-io, cuyas normas de naturaleza supletoria; y el tercero que cons-
tituyen en sí procesos regulados dentro del mismo código o en leyes
especiales."^ Nuestro Código Procesal Penal al proceso penal ordinario
lo denomina "proceso común" (libro tercero).

• El Código Procesal Penal 2004 introduce -como sucede con los


procesos penales modernos-, distintos procedimientos bajo la deno-
minación de procesos especiales con lu finalidad de contar con es-
quemas alternativos al proceso ordinario y que además faciliten el
procesamiento de determinados casos en atención a; la flagrancia o
suficiencia probatoria, determinados mecanismos de simplificación.

2:52 Véase mi Manual de Derecho Procesal Panal, Editorial I D E M S A , 2 0 0 5 . p. 9 0 1 y as.


MÜFFRON RBDONUO, A., Dcreolio Jurisdicciumd, 111, con MOFFFERO AUOCA, Valencia,
iy97.p.179.
233 Cfr. R a m o s M é n d e z , F., El Proceso Pemil. Sexta lectura Constitucional, J . M . Bosch,
Barcelona, 2 Ü 0 0 , p. 3 1 5 . Sostiene el referido qulor tme el proceso penal d e l e ser úni-
co en Indos los casos, sin perjuicio de que las particulares acotaciones que liayo que
hacer en alguna de sus fases paru cubrir supucaioa delerininaUos.
364 V.L NIJEVO PROCRSO PENAT,

mecanismos del derecho penal premiai, las personas investigadas o


afccladas por c! delito.

D e esta manera se regula debidamente cl procedimiento que se


debe .seguir en atención a características muy particulares. La lógica
central de los procesos especiales radica en su allcrnatividad al pro­
ceso ordinario, con sus propias características, que precisamente lo
distinguen de aquel y que deben de ser utilizados para cumplir con
sus finalidades.

Los procesos, llamados especiales, son los siguientes:

1. El proceso inmediato.

2. El proceso por razón de la fiínción pública. C omprende:

a. Proceso por delitos de fimción atribuidos a altos funcionarios


públicos.
b. Proceso por delitos comunes atribuidos a congresistas y otros
altos ñmcionarios.
3. El proceso de seguridad.

4. El proceso por delito de ejercicio privado de la acción penal.

5. El proceso de terminación anticipada.

6. El proceso por colaboración eficaz.

7. El proceso por faltas.

II. E L P R O C E S O I N M E D I A T O

Es un proceso especial que atiende al criterio de simplificación


procesal, pues busca abreviar al máximo el procedimiento. La finalidad
de este proceso especial es evitar que la elapa de la investigación pre­
paratoria sea una etapa ritualista e iruicccsaria, dándole la oportunidad
al representante del Ministerio Público de formular directamente acu­
sación y que ésta sea aceptada sin la necesidad de геа117яг la audiencia
prelimiíjar de la etapa intermedia.
C-AHlruLO vii: Los i'itocESüs ESFm.'iALi:s 365

Se tiaia del proceso con potencialidad para convertirse en uno de


los más comunes dadas las Cíuacleríslicas singulares que tiene, lo cual
dependerá de realizar una elicienle investigación prelimimir.

1. SUPUESTOS D E A P L I C A C I Ó N ( A R r í C U L O 446)

Procede en los casos de flagrante delito, confesión del imputado y


suficiencia probatoria acumulada en la investigación preliminar, en éste
último caso, previo interrogatorio del imputado.

a. Flagrancia deiicliva.- La norma procesal sobre flagrancia ha


sido modificada por el Decreto Legislativo 9 8 3 " \ Conforme al
cambio normativo, el delito es fragrante cuando el agente "es
descubierto en la realización del hecho punible, o acaba de co-
meterlo", que es el supuesto de Jkigrancia y cuasi flagrancia,
respectivamente. También se agrega al texto original que hay
flagrancia cuando el agente "ha huido y ha sido identificado in-
mediatamente después de la perpetración del hecho punible, sea
por el agraviado, o por otra persona que haya presenciado el
hecho, ü por medip audiovisual o análogo que haya registrado
imágenes de éste y, es encontrado dentro de las 24 horas de pro-
ducido el hecho punible", lo que amplia el conocido supuesto
de presunción legal de flagrancia pues exige que el agente huya
de la escena del delito, se le haya identificado -por testigos o v i -
deo- y se le detenga dentro de las 24 horas siguientes. También
se amplia el supuesto de presunción legal de flagrancia, limi-
tándolo en el tiempo cuando el sujeto "es encontrado dentro de
las 24 horas después de la perpetración del delito con efectos o
instrumentos procedentes de aquel que hubieren sido empleados
para cometerlo o con señales en sí mismo o en su vestido que
indiquen su probable autoría o píulicipación en el hecho delic-
tuoso" (art. 259.1).

234 Publicado en el diario oficial el 22 de j u l i o del 2007.


366 EL NUEVO PROCESO PENAL

b. Confesión del imputado.- La conresión es la dcclaraoión judicial


voluntaria que hace cl imputado sobre la realización del delito
incuiTÍdo. El artículo 160 exige que para que haya confesión, el
impulado debe de admitir los cargos o imputación formulada en
su contra (confesión simple) o cuando, adicionalmente, es sincera
y espontánea, en cuyo supuesto podrá reducirse la pena en una
tercera parle por debajo del mínimo legal (confesión sincera, art.
161), no siendo de aplicación dicha reducción de pena si se trata
de un caso de flagrancia o exista suficiencia probatpriíi, por man-
dato expreso de la indicada norma procesal.

c. Suficiencia probatoria. - E! proceso inmediato también se viabili-


za cuando existe suficiencia probatoria sobre la comisión del deli-
to, es decir, se cuenta con los elemenlos de prueba suficientes (ad-
misión de cargos del imputado, declaraciones testimoniales, actas
de incautación, reconocimiento que hace el agraviado, documen-
tos audiovisuales, etc.) para sustentar la acusación y la evenmal
sentencia de condena. En estos casos, los elementos probatorios
de cargo son de tal magnitud que hacen innecesaria continuar la
investigación preparatoria

En el supuesto que exista pluralidad, este proceso especial, será


viable, si todos se encuentran si todos ellos se encuentran en uno
de los .supuestos de aplicación y estén implicados en el mismo
delilo. En caso que exisla delitos conexos, estos no .se podrán acu-
mular, salvo que ello -la acumulación- resulte indispensable o que
la no acumulación perjudique la investigación.

2. TRÁMITE Y RESOLUCIÓN

Corresponde ni Eiscal rcalÍ7jar ta solicitud ante el Juez de la Inves-


tigación Preparatoria formulando requerimiento de proceso inmediato,
cl cual deberá ser presentado cuando se haya culminado la investiga-
ción preliminar o anles de los treinta días de formalÍ7.ada la investiga-
ción preparaloria. Dicho requerimiento estará acompañado del expe-
diente fi.scal formado en la investigación preliminar con los elementos
J
•• 1

CAFIIUI.0 V I I : Los PKOCKSOS tsi'i;ciAi.Ks 367

probatorios existentes. El Fiscal puede igualmente requerir al Juez la


adojjción de la medida de coerción que considere pertinente (art. 447).

Si el Juez declara procedente el proceso especial -la resolución


que emita es apelable con efecto devolutivo- notificará al Fiscal a fin
de que formule acusación, la misma que será remitida al Juez Penal
para que dicte el auto de enjuiciamiento y de citación a juicio para la
realización del juzgamiento bajo las reglas comunes. Como se puede
apreciar, la ¡dea del proceso inmediato es pasar inmediatamente de la
iuvesligüción preliminar al juzgamiento, suprimiendo las etapas de in-
vestigación preparatoria e intermedia. En el caso que el pedido se de-
clare improcedente, se continuará con la investigación preparatoria a
cargo del Fiscal. Por otro lado, a solicitud del imputado, hasta antes
que el fiscal formule acusación, puede instarse el proceso especial de
tenni nación anticipada

3. P R O C I Í S O INMEDIATO Y ACUSACIÓN DIRECTA: DIFEREN-


CL\S

El arlículo 336.4, del nuevo código regula lo que algunos ope-


radores jurídicos han llamado "acusación directa", cuya redacción es
la siguiente; "El Fiscal, si considera que las diligencias actuadas pre-
liminarmente establecen suficientemente la realidad del delito y la in-
tervención del imputado en su comisión, podrá formular direclíuiiente
acusación". Esta di.sposición ha sido considerada también c o m o una
"acusación por sallo" y udemás, muy piuecida al proceso inmediato que
prevé el art. 446.1 c ) que establece que el fiscal podrá solicitar dicho
proceso cuando "los elementos de convicción acumulados durante las
diligencias preliminares, y previo interrogatorio del imputado, sean evi-
dentes". Sin embargo, se deben hacer las siguientes precisiones.

Primero, el proceso inmediato, es un proceso especial, con nor-


matividad propia, y la acusación directa o por salto, se ubica como una
posibilitlad que ha creado el legislador para abreviai- el proceso dentro
del trámite ordinario. Segundo, el proceso irunediato suprime tanto la
investigación preparatoria, como la etapa intermedia, siempre y cuando
368 El, NUEVO PROCESO PENAL

medie la aprobación del Juez de la Investigación preparatoria, es decir,


se pasa directamente de !a etapa de investigación preliminar, o en su
caso, de una etapa inicial de investigación preparatoria, a la fase de
juzgamiento, previo control judicial. En cambio, el trámite regulado
en el artículo 336.4 da la atribución al Fiscal de formular directamente
acusación, pero sin obviar trámites necesarios como !o es la audiencia
preliminar, es decir, no se suprime, en modo alguno, la etapa intermedia
donde el Juez de la Investigación Preparatoria, deberá ejercer el control
de acusación en Audiencia.

Dentro del contexto en que se ubica la llamada acusación directa


(art. 366), relativo a la foiTnalizacion y continuación de la investigación
preparatoria, ios requisitos y contenido de la disposición, así como la co-
municación de dicha decisión al juez, y atendiendo a que el legislador no
ha considerado disposición complementaria al art. 366.4, puede enten-
derse que se trata de una posibilidad más del fiscal al momento de dar
inicio a la investigación preparatoria, es decir, formular directamente la
acusación pues lo íictuado permite establecer "suficientemente la realidad
del delito y la intervención del imputado" y pasar a la fase intermedia del
proceso ordinario. En cualquier caso, le corresponderá al fiscal optar por
el pedido de un proceso inmediato o por la acusación directa, pudiendo
incluso, admifirse el pedido del imputado a la terminación anticipada. La
decisión dependerá del caso concreto, de las posibilidades de simplifi-
cación del proceso y atendiendo a la fuerza coriviccional que tengan los
medios de prueba recolectados durante la investigación preliminar.

m. E L P R O C E S O P O R R A Z Ó N D E L A
FUNCIÓN PÚBLICA

La instauración de los procesos que pasaremos a examinar for-


ma parte de los procesos especiales en razón de la función pública que
ejercen los funcionarios o servidores públicos a quienes se les incrimina
comisión de heclios punibles. j
Los casos conocidos en los últimos años y las dificultadcs.de
naturaleza procedimental existentes han motivado en cl legislador la
CAPITULO VII: Los I-KOCESOS BSPKLIAI.ES 369

regulación de estos procesos atendiendo a criterios jurídicos para dar


cumplimiento a una investigación y posible juicio de determinadas au-
toridades públicas que tiene merecimiento especial o prerrogativa por
su condición y función eslalal, bajo el rntu-co del proceso debido.

1. PROCESO POR DELITO DE FUNCIÓN ATRIBUIDOS A ALTOS


FUNCIONARIOS PIJBLICOS

El presente proceso especial se relaciona directamente con la


acusación constitucional prevista en el artículo 9 9 " de nuestra Carta
l'undamental. Dicha norma establece lo siguiente: "Corresponde a la
Comisión Pemianente acusíu ante el Congreso; al Presidente de la R e -
pública; a los representantes del Congreso; a los Ministros de Estado; a
los miembros del Tribiuiid Constitucional; a los miembros del Conse-
j o Nacional de la Magistratura; a los vocales de Corte Suprema; a los
Fiscales Supremos; al Defensor del Pueblo y al Contralor General por
iiifracción de la Constitución y por todo delito que cometan en el ejer-
cicio de sus funciones y hasta cinco años después de que hayan cesado
en éstas."

El Tribunal Constitucional ha señalado que este privilegio del


antejuicio político, del que son beneficiarlas las autoridades citadas,
permite que no sean procesados penalmente por la jurisdicción ordina-
ria, si no han sido sometidos previamente a un procedimiento político
jurisdiccional, debidamente regulado, ante el Congreso de la Repúbli-
ca, en el cual la Comisión Permanente del Congreso debe haber deter-
minado la verosimilitud de los hechos que son materia de acusación,
así como la subsunción en un{os) tipo(s) penal(es) de orden ftincional,
previa e inequívocamente establecidü(s) en la ley.'^' En el mismo sen-
tido, señala la sentencia del T C que una v e z que el Parlamento ha so-
metido a investigación la denuncia " y ha determinado la existencia de
suficientes elementos de juicio que, desde su perspectiva, configuran

235 SrC, Exp. N " 0006-2ü03-Al/TC-Llma, cilado por BERMUDEZ TAPIA. Miiniiel., L a
Cuiislitiición lie 1993 a través de lus Sentencias del Tribunal Constilucional. Edicio-
nes Legales, segunda edición, septiembre 20D8, p.
370 EL NUEVO PROCESO PENAL

la comisión de un delito en el ejercicio de las funciones, actúa como


entidad acusadora, dejando sin efecto la prerrogativa funcional del dig-
natario, suspendiéndolo en cl ejercicio de sus funciones, y poniéndolo
a disposición de la jurisdicción penal. D e esta forma, en los casos de
anlejuicio, las funciones del Congreso pueden ser, en cierta medida,
asimiladas a las del Ministerio Público (porque acusa), e incluso a las
del juez instructor (porque previamente investiga), pero nunca a las del
juez decidor (porque nunca sanciona). Y es que la facultad de aplicar
sanciones sobre la base dé argumentos juridico-penales, es exclusiva
del Poder Judicial.""*

Como se puede apreciar, un presupuesto de suma importancia lo


constituye la relación funcionario - hecho punible y cargo que ejerce,
es decir, que se trate de delitos que incurra la alta autoridad en ejercicio
de sus funciones. Sobre la ba.se de las reglas previstas para el proceso
común, se observareín disposiciones especiales.

a. Alias autoridades que comprende.- Como se ha dicho, la especia-


lidad del proceso radica en la calidad de las máximas autoridades
de la República y la necesidad de que por sus investiduras y altí-
simas responsabilidades, se encuentren sometidos a ciertos privi-
legios para efectos de la investigación y juzgamiento en caso de
imputación de delito. Naturalmente, este procedimienlo hace que
tales autoridades sean investigadas por magistrados del máximo
nivel fiscal y juzgadas por el máximo orden jurisdiccional, bajo
fórmulas flexibles en la realización de las diligencias, pero con
los mismos objetivos de determinación del delito y de respon-
sabilidad penal de los imputados. La constitución no les otorga
mayores privilegios que los señalados en la ley procesal.

b. Normas especiales de procedimiento.- Este proceso especial se


regula en los artículos 449 - 451 del nuevo código procesal penal.
Sus caraoterisiicas principales son las siguientes:

b.l. Se requiere de previa denuncia constitucional, siguiendo


las nonnas del Reglamento del Congreso y la ley, por el

236 I(icm,p.'1'I3.
CAJ'IIUI o V I I ; Los WIOCESOS ESW;CIAI.ES 371

í'ííical de la Nación, el agraviado por el delito, o por los


Congresistas; y. en especial, como consecuencia del proce-
dimiento parhfmenlario, se requiere la resolución acusato-
ria de contenido penal aprobada por el Congreso, lo cual
exige la calificación jurídica de los hechos investigados.

b.2. Dicha resolución acusatoria debe ser remitida con sus re-
caudos al Ministerio Público, y en el plazo de cinco días
de recibida la misma, el Fiscal de la Nación deberá emitir'
la Disposición, por medio de la cual, comunicará a la Sala
Penal de la Corte Suprema, el inicio de la investigación
preparatoria.

b.3. Recibida la denuncia, se desigjiará al Vocal Supremo que


actuiuá como Juez de Investigación Preparatoria y a los in-
tegrantes de la Sala Suprema Fspecial que actuará como
jnstímcia de juicio y conocerá de las apelaciones. En el
mismo sentido, el Fiscal de la Nación designará a los Fis-
cales Supremos que deben de intervenir en cada fase de
este proceso especial. A l interior del Ministerio Público tal
designación puede quedar preestablecida por disposición
de la Fiscalía de la N a c i ó n . " '

b,4. El Vocal Supremo de la Investigación Preparatoria en el


mismo plazo de cinco días, dictará auto aprobando la for-
malización de la Investigación Preparatoria, citando al
Fiscal Supremo y al imputado. La ley señala expresamen-
te que (art. 450.4). Ciertamente se trata d e disposiciones
que no se condicen con los principios de independencia en
la función fiscal y jurisdiccional, sobre todo si se tiene en
cuenta que el Ministerio Público es el titular en el ejerci-
cio público de la acción penal y le corresponde, de manera
autónoma e independiente, la calificación jiu-ídico penal y

237 Kl l=isciil Silipremo en lo Contencioso Adminisiralivo actim c o m o Fiscal invesiigador;


el F¡3i;nl de In Primera Kiscallu Suprema Peuul, como Flacul de scgumiii iiisiaiicia; y
el Fiscal de la Segunda l-iscalia Suprema Penal como Fiscal de última instancia. Re-
solución de la Fiscalía de la N a c i ó n N " 1116-20Ü7-MPFN, de fecha 2 1 de septiembre
ele 2007.
Mi

372 EL NUEVO PROCESO PENAL

por lo tanto no está obligado -tampoco cl Poder Judicial- a


la tipificación que sobre los hechos haga el Congreso. Sin
embargo, debe de señalarse que en tanto no se modifique
la Constitución en los artículos correspondientes, no se
podrá legislar en forma distinta, lo que significará que las
normas imperativas que son materia de análisi.s, y que ya
hemos criticamos jurídica y académicamente, serán cam-
biadas o adecuadas cuando sc cambie el texto de la Cons-
titución.

b.5. Sin perjuicio de lo señalado en el apartado anterior, en cl


numeral 6 sc establece la posibilidad de que se enmiende
la tipificación efectuada por el Congreso en su resolución
acusatoria. En efecto, si de la invesligaeión preparatoria cl
Fiscal Supremo advierte que la calificación jurídica de los
hechos es distinta a la formulada en la acusación congresal,
emitirá una Disposición al respecto y requerirá al Vocal Su-
premo de la Investigación Preparaloria que emita la resolu- _
ción aprobatoria correspondiente, previa audiencia con la '^"•^
concurrencia de las paites. Se establece expresamente que C
para este caso no se requerirá la intervención del Congre-
so. Esta posibilidad de recalificación jurídico penal resulta
congmente con lo señalado líneas arriba máxime, cuando t"
la calificación congresal sea claramente errónea. Por olro
lado, cuando exista una necesidad de ampliar cl objeto de <
la investigación, el Fiscal Supremo comunicará de este he-
cho al Fiscal de la Nación a fin de que formule la denuncia ^
constitucional al Congreso.

b.6. Dentro del mismo proceso especial, una vez notificado el


Fiscal Supremo competente, asumirá la dirección de la in-
vestigación bajo las mismas reglas del proceso común e
igualmente podrá solicitar al órgano jurisdiccional supre-
mo las medidas de coerción que considere necesarias o ^^fj"'
cualquier otra medida que requiera de su inlervención.

b.7 . Se establece la posibilidad de interponer medios de de-


fensa técnicos (excepciones, cuestiones previas, prcjudi- T?i^^
CAPIIULO vil: LÜS PIIOCESQS F.SPECIAI.IÍS 373

^ cíales, u otras) una vez iniciada la Investigación Prepa­


^ ratoria. Estas posibilidades procesales también pueden
I eliminar la calificación jurídica efectuada que impone el
j C ongreso.
. b.8 El juicio oral se realiza según las normas del proceso со­
п и т por la Sala Suprema Especial y la senlenciti que dicte
puede ser objeto de impugnación, la misma que será re­
suelta por otra Sala Suprema. C ontra lo resuelto no cabe
impugnación.

b.9 La absolución, el sobreseimiento o el archivo que sigue a


algún medio de defensa técnico a favor del imputado, le
devuelve a éste sus derechos políticos de manera automáti­
ca, por lo que no se requerirá acuerdo del C ongreso, lo que
resulta congruente con las facultades jurisdiccionales que
tienen los jueces en este proceso especial, máxime si tam­
bién les corresponde en estos casos la tutela ile los derechos
políticos de la persona.

b.lO. Se señala también de manera expresa que vencido los cin­


co años sin que se haya iniciado el proceso penal especial,
el ex ñmcionario piiblico pierde su prerrogativa procesal y
será sometido al proceso penal común. Se deja para el de­
bate el caso del alto ftincionario público que transcurridos
los cinco años, ocupa el mismo cargo u otro similar dentro
del contexto del artículo 99 de la C onstitución, pues no se
trataría de un "ex funcionario público". El delito debe ser
sancionado, sobre todo, debido a la condición de su autor
y la función publica que ejerce, por lo que la prerrogativa
constitucional de orden procesal no debe generar supues­
tos de impunidad. Finalmente se establece que el plazo de
cinco años que señala la C onstitución en el ги­tículo 99, no
interrumpe ni suspende la prescripción de la acción penal,
conforme al artículo 84 del C ódigo Penal.

Como se podrá apreciar, no existe una investigación Preli­


minar, como lo prevé el nuevo C ódigo, por la naturaleza de
374 HL NUEVO rnocESO PENAL

la intervención congresal; de allí que se le haya regulado


como proceso especial, pero también resultaría poco apro-
piado atribuir a aquella la namraleza de una investigación
preliminar pues es de orden política, imperativa y dirigida
por órganos distintos a los encargados de la persecución
penal común de los delitos. Sc puede abrir el debate sobre
este punto en mía perspectiva de íege ferendo.

c. Conversión del proceso común u ordinario.- La ley procesal


establece que si en el curso de un proceso comim se determina
que un imputado se encuentra incurso en el arlículo 99 de la
Consiitución, el Juez, de oficio o a pedido de parte, previa au-
diencia, remitirá copia de lo actuado a la Fiscalía de la Nación
a fin de que proceda a la formulación de la denuncia constitu-
cional; si la máxima autoridad del Ministerio Público recha-
za el pedido, solicitará la intervención de la Sala Penal de la
Corte Suprema, la misma que emitirá resolución inimpugnable.
Esta disposición que aparece en el art. 451.1 del c ó d i g o , resulta
contrario al principio de titularidad en el ejercicio de la ac-
ción penal que tiene el Ministerio Público y que se consagra la
Constitución (art. 159), pues el órgano jurisdiccional no puede
imponerle la formulación de la referida denuncia, salvo que se
interprete que la Sala Suprema pueda dirigirse directamente al
Congreso formulando denuncia, lo que debería ser discutido
dentro del marco constitucional.

También sc establece -y que merecerá debate al respecto por las


implicancias procesales y ausencia de jurisprudencia- la posibili-
dad de acumular las causas seguidas conlra los altos funcionarios
que prevé esle proceso especial y que haya merecido del Congre-
so resolución acusatoria, con las personas que carecen de dicha
condición especial pero que han participado del mismo hecho de-
lictivo (art. 451.2).
CAÌ'IIULO Vil: Los PROCESOS LSPHCIAIES 375

2. r.L PROCESO POR DELITO COMÚN A l RiniJlDO A CONGRE-


SlSLAS Y OTROS ALIOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS

El legislador ha regulado un proceso especial cuando se trata de


la comisión de delitos comimes atribuidos a determinadas autoridades
públicas. El art. 452.1 comprende a los Congresistas, al Defensor del
Puebío y los miembros del Tribiuial Constitucional. Esta prerrogadva
cubre d^sde que son elegidos hasta un mes después de haber cesado
en sus fiiuciünes. En tal sentido, durante dicho plazo no podrán ser so-
metidos a investigación preparatoria ni juzgamiento, sino hasta que el
Congreso o el Tribunal Constitucional, según el caso y procedimiento,
euiita una autorización expresa. Queda claro que no hay ningún impe-
dimento para realizar la investigación preliminar que, precisamente, es
la que coidleviuííi al pedido de autorizaciones.

En caso de flagrante delito, el fimcionario detenido será puesto a


ilisposición del Congreso o del Tribunal Constilucional, dentro de las
veinticuatro horas, a fin de que se pronuncie sobre la autorización para
la detención y el juzgamiento, en tal senlido, se abrevia el procedimien-
to (art. 452.2).

Como se puede observar, el legislador hace la precisión de que se


trata de delitos de naturaleza comi'ui incurrido fuera del ejercicio de las
funciones que son propias de su autoridad. Es el caso del delito de usur-
pación, lesiones, homicidio, falsificación de docmnentos, encubrimiento
personal, etc. Dado el nivel del funcionario, se crea un espacio de control
y decisión sobre la investigación penal iniciada y su continuidad.

Esto último depende de la calificación política que se decida,


siendo posible que no exista autorización de la instiUición competente,
en cuyo caso, el proceso preliminar quedará en suspenso hasta que se
cumpla el plazo que señala la ley (desde que es elegido hasta un mes
después de haber cesado en sus fimciones), debiéndose tener en cuenta
los lénninos prescriptorios paja continuar o no la persecución penal
376 EL NUEVO TROCESO PENAL

común, aunque lambién puede resullar que el hecho no llegue a iiivcr.li-


garse si la misma persona es reelegida como funcionario de alio nivel,

Esle proceso eslablece las siguientes reglas a seguir:

a. La investigación preparatoria y el juzgamiento se rigen bajo la.i


normas del proceso común. , >

b. El juicio oral sc realizará por un Juzgado Colegiado. *

c. iProcede el recurso de casación.

d. Si en las investigaciones preliminares o en e! curso del proceso


se advierte que el imputado está incurso en las prerrogativas se-
ñalada anteriormente, el Juez, sea de oficio o a petición de pai'te,
y previa audiencia, emitirá resolución, la que será inimpugnable,
elevará lo acmado respecto de aquel, al Presidente de la Corte
Superior para que a su vez lo remitan las acmaciones al Con-
greso o Tribimal Constitucional, para efecto de la expedición de
la autorización correspondiente; reservándose el proceso común
respecto de dicho funcionario hasta la decisión final por el órgano
competente; y si hubieran otras personas procesadas, continuará
la causa.

3. EL PROCESO POR DELITO DE FUNCIÓN ATRIBUIDO A


OTROS FUNCIONARIOS PÚBLICOS (MAGISTRADOS Y PRO-
CURADORES)

Este proceso especial se sigue contra magistrados de primera y


segunda instancia del Poder Judicial y del Ministerio Público (Vocales '
y Fiscales Superiores, Fiscales Adjuntos Supremos, Jueces de Primera
instancia y Fiscales Provinciales, Fiscales Adjuntos Provinciales y Jue-
ces de Paz Letrados y otros funcionarios que señala la ley), Procurado-
res Públicos y miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar, por
delilo incurrido en ejercicio de su función. En estos casos, corresponde-
rá al Fiscal de la Nación emitir una Disposición que decida cl ejercicio
de la acción .penal, ordenando al Fiscal compctenle la realización de la
investigación preparatoria. Para tal efecto, deberá realizarse prcviamen-
C A P Í I D I O V I I : L o s I'ltork'sos E S I T C I A I t^ü 377

le una investigación pi eliminar por la Fiscali» de la Nación о la Fiscalía


Suprema que administralivamenic tenga tal limción.

Tratándose de flagrante delito, no se requerirá de la autorización


del Fiscal de la Nación, pues la persona intervenida será puesta a dis­
posición del Fiscal Supremo о Superior correspondiente, según el caso,
para efecto de que formalice la Investigación Preparatoria. Se sigue, en
esencia, lo previsto en la legislación anterior y en tal sentido, la autori­
dad Fiscal Supremo o Superior que interviene es la que se encuentra de
tumo, por lo tanto, con los elementos probatorios que tiene y la circuns­
tancia flagrante del ilícito, seguirá conociendo del delito en fase prepara­
toria, con conocimiento de la autoridad judicial que sea competente. Esta
disposición procesal prevista en el art. 454,2 es muy importante porque
permite continuar con las investigaciones sin necesidad de esperar la
autorización señalada en el apartado I , sobre todo, si el hecho ocurre en
lugaies distantes a la sede cenüal de la Fiscalía de lu Nación.

Cuando el delito de ñinción sea atribuido a los miembros del C on­


sejo Supremo de Justicia Militar, a Vocales y Fiscales Superiores y al Pro­
curador 14'iblico. y otros que señala la ley, la invesligación prepíuatoriíi
corresponderá a im Fiscal Supremo; se designará a lui vocul Supremo para
que actúe como Juez de Investigación Preparatoria. Se establecerá una
Sala Especial integrada por vocales de la Corte Suprema para que actúen
como órgano colegiado del juzgamiento; igualmente se designará un Fis­
cal Supremo paia dicha ¡nstimcia. Si la sentencia fuera apelada conocerá
otra Sala Especial Suprema afinde que conozca del caso y dicte sentencia
(inapelable), previo dictamen del Fiscal Supremo que se designe.

Tratándose de magistrados del poder Judicial y del Ministerio Pú­


blico de inferior jerarquía, se siguen reglas similares, siendo que corres­
ponderá a un Fiscal Superior la dirección de la investigación preparato­
ria, correspondiendo a la Corle Superior la designación de lus vocales
superiores que actuarán como juez de invesligación preparatoria y sala
penal especial para el juzgamiento. Se dispone que el Fiscal Presidente
de la Junta de Fiscales hará lo propio con la designación de los Fiscales
a intervenir, Fn estos casos, la sentencia apelada será de conocimiento
de la Sala Penal Suprema.
378 EL NUEVO PROCESO PENAL

IV. EL PROCESO DE SEGURIDAD

Este proceso llamado de seguridad eslablece el procedimienlo a


seguir contra personas inimputables. Es decir, aquellas que han reali-
zado una acción, típica, antijurídica, però no culpable -hecho punible-,
es por ello que no se le puede imponer una pena sino una medida de
seguridad. La determinación de esta medida sc debe realizar, de con-
formidad con lo que sc concluya del informe pericial y el examen que
realice el .Tuez. Sin embargo, dependiendo de lo actuado en el proceso
puede reconvertirse este proceso especial en uno ordinario.

Tiene naturaleza preventiva, pues al imponerse una medida de se-


guridad, -se busca que ejercer un control sobre el agente que cometió el
delito a fin que no vuelva a perpetrar nuevas infracciones. El presupues-
to para determinar la medida de seguridad no sería la culpabilidad del
agente, pues este es no tiene esa capacidad, sino seria su peligrosidad.

1. INSTAURACIÓN DEL PROCESO

Su regulación procesal se encuentra en los artículos 456 a 458


del nuevo código. Debe verificarse los siguiente supuestos: a) luego
de haberse dictado la resolución prevista en el arlículo 75 - según el
estado de la causa (elapa de investigación preparatoria, inlcrmedia o
juicio oral), cuando existan razones fundadas para considerar cl estado
de inimpulabilídad del procesado, al momento de los hechos, el órga-
no jurisdiccional di.spondrá, de oficio o a pedido de parle, la practica
de un examen por un perilo especializado. Cuando se haya recibido el
informe pericial, previa audiencia -con intervención de las partes y el
perilo-, si el .lucz considera que existen indicios suficientes para esli-
mar acreditado el estado de inimpulabilídad del procesado, se dictará
la resolución correspondiente instando la incoación del procedimiento
de seguridad, b) cuando, culminada la fase preparatoria, cl fiscal estima
que el imputado sólo merece la imposición de una medida de seguridad,
(disposiciones del título I V del libro I del Código Penal); .según el esta-
do de la causa, ei fi.scal solicitará la apertura de juicio oral y formulará
CAI'II­ULO V i l : Los HHDOÍSOS ESHKC IAI.KS 379

SU requerimiento de imposición de la medida de seguridad que estable­


ce la ley penal. La decisión de aprobar o rechazar la iniciación proceso
de seguridad conesponde al órgano jiu­isdiccional. en audiencia.

En el caso de pluralidad de imputados, se deberá desacumular


el extremo de los cargos que se le impulan, y seguir el trámite que se
establece. El proceso de seguridad no podrá acumularse con un pro­
ceso común.

Como se podrá observar, no se trata de una acusación fiscal pero


se seguirán sus normas en lo pertinente, de tal manera que se realizará
el juicio oral sólo para determinación la imposición de la medida de
seguridad pedida por el I­'iscal; aimque también se prevé ­como se ha
dicho­ el regreso al proceso ordinario por no acreditarse el estado de
inimputabilidad. L a solicitud píu^a seguir este proceso corresponde al
•Â'
Fiscal, aunque no habría Lnpedimenlo piua que el defensor del imputa­
do haga el pedido a dicha autoridad.

2. CATlACTCldsnCAS DEL PROCESO

En líneas generales se арПсшчш las disposiciones del proceso pe­


nal común, sin perjuicio de las siguientes reglas:

1. Las facultades del Liiiputado serán ejercidas por su curador o por


quien designe el Juez de la investigación preparatoria, con quien
se realizara todas las actuaciones menos las de carácter personal,
incluso, se prevé que el imputado no sea sometido a iiUerrogato­
rio, cuando fuere imposible su cumplimiento.

2. El requerimiento fiscal es para la imposición de lUia medida de


seguridad. El Jviez de la Investigación Preparatoria puede admi­
tirla y pasar a la fase del Juicio Oral. Puede también rechazar
dicho pedido, cuando considera que es de aplicación una pena,
contra dicha resolución procede recurso de apelación con efecto
suspensivo.

3. El juicio oral se realiza en privado; también es posible el juicio


sin la presencia del imputado por razones de salud, orden o segu­
380 EL NUEVO PROCESO PENAL

ridad. Su curador lo representará. Naturalmente ello no rcemj)la-


za la presencia e intervención del defensor técnico.
Si el impulado no puede concurrir al juicio, previamente a su ini-
cio, debe de ser interrogado con la inlervención del perito y si la
condición de aquel lo permite. En esencia, se trata de una prueba
anticipada, con la intervención de los demás sujetos procesales,
pero con la anotación que se trata del imputado que se encuentra
imposibilitado de concurrir al juicio. En todo caso, en el juicio SC
podrán leer sus declaraciones anteriores.

El perito debe ser interrogado en el juicio sobre el estado de sa-


lud del impulado u ordenar un examen ampliatorio por el mismo
u olro perilo.

En audiencia las paites deberán debatir sobre la aplicación de la


medida de seguridad o sobre la absolución del imputado, por lo
tanto la sentencia penal, con sus características propias, debe de
comprende los extremos señalados. La sentencia penal es suscep-
tible de impugnación por la parle disconforme.

RECONVERSION A L PROCESO ORDINARIO

La nueva ley procesal también prevé la posibilidad de que como


consecuencia del debate oral no resulte de aplicación una medida de
seguridad y sea posible la aplicación de una pena. Con este convenci-
miento, el Juez, de oficio o a pedido del Fiscal, dictará una resolución
de transformación o reconversión del proceso; deberá advertir al im-
pulado de la variación de situación jurídica, lo oirá -respetándose así
su derecho de defensa-, también a las parles y suspenderá la audiencia,
reiniciándola antes de los ocho días (arts. 458.1 y 360.3).

Esta decisión judicial supone que en el mismo juicio se varía el


proceso de seguridad a un proceso común. De allí que si cl Fiscal está
convencido en la imposición de una pena, se le faculta formular acusa-
ción ampliatoria. La posición fiscal debe ser clara y convincente, pues
recuérdese que es la autoridad que en principio solicitó cl proccto de
seguridad y sólo después del debate en el juicio oral tiene la posibilidad
C A P l r u i a V ) ! : Los PKOCESOS ESFECIALES 38^

de cambiar de posición. Si considera que no exisle merecimiento de


pena, deberá expresiulo bajo la forma procesai que conesponda. N o
debe olvidarse que es el titular del ejercicio público de la acción penal.

Finalmente, reconducido el juicio oral a imo de naturaleza común


rigen sus reglas hasta su culminación, debiéndose -como lo señala la
ley- repetir las diligencias en las que el impulado no se encontraba pre-
sente (arL 458.3).

V. E L P R O C E . S O P O R D E L I T O D E E J E R C I C I O
P R I V A D O DE L A A C C I Ó N PENAL

Este proceso especial se concibe en atención al delito objeto de


procedimiento, en este caso: los delitos de ejercicio privado de la acción
o delitos privados. L o que caracteriza a este tipo de delitos es que la
persecución le compete exclusivamente a la víctima, sólo a su petición
se puede iniciar este procedimiento. A s í lo establece el arlícido 1.2 del
código: "En los delitos de persecución privada corresponde ejercerla al
directamente ofendido por el delito ante el órgano jurisdiccional com-
petente. Se necesita la presentación de querella,"

El agraviado, en los delitos privados, se erige como querellante


particular, sujeto procesal reconocido en el capítulo III del título II de
la sección I V del Código Procesal Penal. Es una parte necesaria que
posee tanlo la pretensión penal como civil a través de la pretensión de
la querella.

Ello significa que la persona agraviada o el ofendido ejercitará la


acción ante el Juez de manera directa y como querellante tendrá las mis-
mas facultades y obligaciones del Ministerio Público, como si se tratase
de delitos de ejercicio público de la acción penal, sin perjuicio de ser
sometido a interrogatorio. La ley penal establece que delitos tienen esta
forma privada de la acción penal, entre ellos tenemos: a ) delitos de le-
siones culposas leves (art. 124, primer párrafo del C P ) ; b ) delitos contra
el honor (arts. 130 a 132 del C P ) ; c ) delitos de violación a lu intimidad
(art. 158 del C P ) .
382 EL NUEVO PROCESO PENAL

1. T R Á M I T E DEL PROCESO: CONTROL DE ADMISIBILIDAD, IN-


VESTIGACIÓN PRELIMINAR, A U T O DE CITACIÓN A JUICIO,
AUDIENCIA, SOBRESEIMIENTO V MEDIDAS CAUTELARES .

a. La persona directamente ofendida o su representante legal, nom-


brado según las facultades especiales del proceso civil, puede
presentar la querella ante el Juez Penal Unipersonal. Se constitu-
y e en querellante particular.

La fonnulación de la querella se rige por lo dispuesto en cl artícu-


lo 108 del Código y se formula por escrito con contenido especi-
fico bajo sanción de inadrmsibiiidad (sus datos de identidad relato
de los hechos, las razones jurídicas, datos del querellado, las pre-
tensiones penales y civiles, así como las pmebas que ofrece) y se
ejerce ia titularidad con los derechos y facultades que prevén los
artículos 107 y 109, respectivamente. El escrito va con copia para
el querellado.

c. El Juez podrá observar la querella cuando no sea clara o se en-


cuentre incompleta. Debe subsanarse la omisión o completarse
la misma dentro de tres días, caso contrario, el Juez dará por no
presentada la querella y ordenará el archivo de la misma. Cierta-
mente se trata de una sanción procesal por incumplimiento a un
mandato judicial, a lo que debe agregarse que comsentida o eje-
cutoriada que sea la resolución judicial, tendrá la calidad de cosa
juzgada y no podrá ejercitarse querella sobre el mismo delito.

También se establece el rechazo a la querella por el Juez, si re-


sulta evidente que el hecho no constituye delito, que la acción
ya ha prescrito o se trate de delito que merece ejercicio público
de la acción penal.

Si para efeclo del proceso se requiere de una investigación preli-


minar policial, referida a los datos de identidad del querellado o
cuando se requiere precisar ias circunstancias del delito, el quere-
llante lo solicitará al Juez, quien ordenará a la Policía la investiga-
ción en los términos solicitados, fijando plazo. La policía remitirá
un iníorme con el resultado dé la mvestigación, la misma que será
i
CAPITULO V H : LOS pitociisos ESPECIALES 383

remilida al querellanle para que complete la denuncia dentro del


quinto dia, caso contrario, caduciuá su derecho (art. 461.1 y 2)

Si la querella cumple con los requisilos que e w g e la ley procesal,


el Juez expedirá la resolución de admisión denominado auto ad-
misorio de la instancia, correrá traslado al querellado por cinco
días para que conteste y ofrezca pniebas. Seguidamente, dictará
auto de citación ajuicio que se realizará en un plazo no menor de
diez ni mayor de treinta días.

En la audiencia, el Juez posibilitará la conciliación en sesión pri-


vada, caso contrario, dejando constancia de ello, continuará el jui-
cio, en sesión pública, con el análisis de las pruebas ofrecidas. En
realidad es opinable la realización de un juicio público tratándose
de casos que norjnalmenle intereísan a las partes en un conflicto
que nace de acción priviula. Entendemos que el legislador ha dis-
tinguido el ejercicio o inicio de la acción con la naturaleza pública
del juicio oral a que se somete el querellante con este proceso.

Culminada la audiencia y siguiendo en las normas del proceso


común, el Juez dictará sentencia, en ella se resolverán los medios
de defensa presentados por el querellado.

Tratándose de delitos conha el honor cometidos mediante la pa-


labra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comu-
nicación social, y a solicitud del querellante particular, se podrá
oidenar la publicación de la sentencia condenatoria firme. Los
costos estarátr a cargo del condenado.

El nuevo código regula el sobreseimiento del proceso si el quere-


llante, injustificadamente, no concurre a la audiencia o se ausenta
durante In misma.

En este proceso es posible la adopción de medidas de coerción


contra el querellado, pero sólo la de comparecencia con o sin
restricciones, según las necesidades de aseguramiento procesal.
El fiindamenlü específico se encuentra en el peligro procesal:
peligro de fuga o de entorpecimiento de la actividad probatoria.
También se contempla la declaración judicial de contumacia del
querellado que no concurre al juicio oral o se ausenta del mismo.
384 El, NUEVO PROCESO PENAL

pese a cxislir notificación debida, a quien sc ordenará su conduc-


ción compulsiva por ia autoridad policial.

2. A B A N D O N O . DESISTIMIENTO Y MUERTE O INCAPACIDAD


DEL QUERELLANTE

•f
El Juez declarará cl abandono del proceso si hay inactividad pro-
cesal durante tres meses seguidos, que puede ser declarado de oficio
( o a pedido de la parte interesada). También es posible el desistimiento
o la transacción en cualquier estado del proceso; y se eslablece para
estos supuestos como sanción procesal que no podrán infentai- nueva-
mente la querella.

Si el querellante muere o queda incapacitado antes de concluir


cl juicio oral, cualquiera de sus herederos, podrá asumir el carácter de
querellante particular, dentro de los treinta días siguientes de dichos,
episodios.

3. LA IMPUGNACIÓN

Confiarme a las reglas de la impugnación (admisión y trámite), la


sentencia dictada por el Juez Penal puede ser objeto de apelación, las
remitiéndose lo actuado a la Sala Superior para la decisión respecliva.
Tampoco interviene el Fiscal y contia lo resuelto por la Sala Superior
no cabe impugnación alguna.

VL EL P R O C E S O D E T E R M I N A C I Ó N ANTICIPADA

Se traía de un proceso especial que se ubica dentro de los meca-


nismos de simplificación del proceso que modernamente se mtroducen
en los códigos procesales. Su finalidad: evitar la continuación de la in-
vestigación judicia! y el juzgamiento si de por medio existe im acuerdo
entre el imputado y el Fiscal, aceptando los cargos de impulación el
primero y obteniendo por ello cl beneficio de la reducción de la pena de
CAPITULO V I I : LOS PROC ESOS ESPEC IALES 385

una sexta parte. Se trata en esencia de um.dansacciónpenal para evitar


un proceso innecesario.

Este proceso especial no es nuevo en nuestro ordenamiento j m í ­


dico. Ya en 1994 se introduce en nuestra legislación mediante la Ley
26320 solo para el delito de tráfico ¡licito de drogas"*, teniendo como
fuente directa la legislación colombiana^^', que a su vez se inspiró en la
legislación italiana bajo la figura del patteggiiunento regulada en su ar­
tículo 444^"*. El legislador peruano mejora la antigua ley colombiana^'"
y mantiene su texto, incluso, lo amplia para comprender a todos los
delitos. En conclusión, tal y como esía regulado en el C ódigo Procesal
Penal 2004, este proceso especial, en esencia, se inspira en el palleg­
giamento italiano.

Es una de las pocas instituciones del nuevo proceso penal que se


encuentra vigente en todo el país.

Debe destacarse que como consecuencia de la aplicación de este


nuevo proceso se redefinen las ñmciones propias de los fiscales y jue­
ces, pues si bien es cierto, el fiscal dirige la investigación del delito y
en su momento formula su requerimiento acusatorio, por este proceso
adelanta su decisión acusatoria y a la vez debe de hacer uso de meca­
nismos propios de la Uansacción penal para llegar a im acuerdo de pena
y reparación civil con el imputado y su defensor. Por su parte el Juez
de la Investigación preparatoria, analiza la propuesta que se encuentra

238 Véuse PEÑA CABKEKA. Raúl. Turmmación Aniicipatla del proceso y coluboracián efi­
caz, Grijiey, 2 ° edición. Lima, 1 9 9 3 , También de A l o n s o PEÑA C ADRERA FREYRE y
Manuel FmsANC Ho AfAiiicio, Tgrmmación ímlicipuda ilei proceso, principio de opor­
luniJíid, culiiburacióu cñciiz y aircpeiuiínieuto, Jurista Eüiiorcs, l.iiiiu 2003.
239 Véase mi Manual de Derecho Procesal Penal, citado, p, 923.
2 ' 1 0 SAN MARTÍM CASTRO expresa "Este procedimiento, tiene su origen en el 'paitesgia­
menlo' italiano, introducido por la L e y № 6 9 8 , do 2 4 de noviembre de 1 9 8 1 " , SAN
MAKTIN C ASIKO, Derecho Procesal Penal, volumen 11, segunda edición, Orijley.
L i m a . 2 0 0 3 , p. 1383.

241 Actualinenie en la nueva legislación colombiana (vigente desde el 2 0 0 5 por ley 9 0 6 ) ,


se regula los preacucrdos y negociaciones entre la fiscalía y el imputado o el acusado,
en tos artículos y siguientes, Iteguado inciusu u unu rebaja tiaslu de lu inilud de ia
pena itnponible.
386 EL NUEVO PROCESO PENAL

en el acuerdo para examinar su sustento, tracer control de ia legalidad y


luego dictar sentencia dentro de las 48 horas siguientes sobre la base de
lo actuado y acordado por el fiscal y las parles.

Este proceso especial no constituye un incidente del proceso prin­


cipal pero va paralelo a éste, y debe de concluir antes ­si es aproba­
do­ influyendo en la continuación del proceso principal pues carece de
objeto su prosecución. Si no fuere aprobado se archivará lo actuado y lo
expuesto en el mismo se considerará inexistente.

I. EL ACUERDO O NEGOCIACIÓN ENTRE LAS PARTES

La característica esencial de este proceso especial lo constituye el


acuerdo o la negociación entre el fiscal y la defensa, que forma parte de
la formula transaccional en maleria penal, ya conocida en nuestro me­
dio a través de otras mstiluciones y que refleja la influencia del modelo
anglosajón en sistemas ­como el nuestro­ donde rige el principio de
legalidad. El plea bargaining o la aplicación del llamado principio de­
oportunidad ­también los casos de colaboración eficaz­ aparece como
una de las experiencias mas importantes en la formula de negociación
entre la parte encargada de la investigación oficial y la defensa. Doio
DIAZ hace notar de esta influencia anglosajona en la construcción de los
nuevos modelos procesales, pero también alerta sobre los riesgos de
la generalización de un modelo de justicia négociai en el contexto del
futuro de la justicia pcnal."^

Según SAN MARTÍN, la idea de simplificación de este procedimien­


lo parle en este modelo del principio de consenso'", lo cual se encuen­
lra suslentado en la aceptación de cargos del imputado.

Conforme a la legislación ya vigente este es quizás uno de los a.s­


pcclos más difíciles de abordar en la práctica, es decir, llegar a un acuer­
do que satisfaga la pretensión del fiscal y también la de la defensa del

2'I2 D o i o DiA/,, Yolanda, El proceso de lenninaciòn onlicipado en el CMigo Procesal


Penal de 2004, en Rev. Acinalídad jurídica № 1 2 4 , p. 1 0 6 .
243 SAN MAÍOIN C A.STRO C ésar. Derecho Procesal Penal, volumen II, segunda edición,
Orijley, Lima, 2 0 0 3 , p. 1 3 8 4 .
CAPITWI.O vil: Los PROCESOS ESPECIAI ES 387

imputado, о cuando menos que le convenga, desde el punto de vista de


su eslralegia defensiva. En el primer caso, la posición del Fiscal en su
pretensión pimiliva debe de proyectarse en lo que sería la formulación
del requerimiento acusatorio, teniendo en cuenta la actividad probatoria
desarrollada, los máigenes de penalidad existentes en la legislación pe­
nal y la pena que según su parecer, debe de imponerse al imputado. En
tal sentido, los principios y criterios para la sustentación de la acusación
escrita, sobre todo, el de legalidad, proporcionalidad y razonabilidad,
son los que debe de inspirar la intervención fiscal. Asimismo, debe de
tener en cuenta las posibilidades de reducción de pena coidbrme a las
posibilidades que regula la ley procesa] y su relación a la pena que efec­
tiva o condicionalmente se fijará en el acuerdo.

Cabe destacar que el hecho que el ÚTiputado acepte los cargos, en


este procedimiento especial, no significa que sea equivídente a una con­
fesión por su parte, sino que súlu debe ser lomado como u n a esUaiegia
de parte de defensa ­en seijtido lalo­ a ñn de obtener respuesta punitiva
menos intensa, que a su vez beneficia al sistema penal pues permite la
descongestión del mismo. N o equivale a una confesión pues: a) Cuando el
imputado se acoge a este proceso, recibe un beneficio de reducción de la
pena de una sexta рш1е, el cual será adicional y se acumuhu­á al que reciba
por confesión (art, 471), b) C uando no se llegue a un acuerdo o éste no
sea aprobado, la declaración formulada por el hnputado en este proceso se
tendrá como inexistente y no podrá ser utilizada en su conha (iut. 470),

2. OPORTUNIDAD Dfi SU APLICACIÓN Y SUJETOS PROC ESALES


LEGITIMADOS

De la naturaleza jurídica de la institución y de la leclvu­a normativa


de la nueva ley especial se desprende que la terminación anticipada del
proceso se aplica, una vez expedida la disposición fiscal de formalization
de la investigación preparatoria, y hasta antes de formularse la acusa­
ción fiscal (rnt. 468.1) Es decir, para el inicio formal de este procedi­
miento especial se necesita contar con la disposición de formalización de
la invesligación preptualoria, lo cual no impide que una vez iniciada la
investigación preliminar de cualquier caso (incluyendo los supuestos de
m

EL hO/EVO PROCESO PENAL

flagrancia, confesión o snliciencia probatoria) se puedan ir gestando las


conversaciones previas entre el imputado, su defensor y el Fiscal.

L a oportunidad de la aplicación es de suma importancia para


efectos de la finalidad de dicho proceso especial, pues lo que se espe­
ra es que se evile un proceso común innecesario, de allí el senlido de
premiar al solicitante con la reducción de la pena. Por la mi.sma razón,
no tendría sentido su aplicación durante la fase intermedia del proceso,
además porque ya existe un requerimiento acusatorio, con exposición
de pruebas, propuesta de pena y reparación civil, lo que hace muy difí­
cil la postura fiscal para efectos de ia negociación con la defensa, quien
además podría sentirse en mejores condiciones para lograr cl acuerdo.

De otro lado, ia norma procesal es bastante clara para entender que


solo se aplica antes de ia acusación y el hecho que en el artículo 350.1
e) cuando trata de la notificación de la acusación, permite a las parles a
instar la aplicación, si fuere el caso, de un criterio de oportunidad, no
significa que se refiera a la terminación anticipada que regula el art. 468
y siguientes de la ley procesal, súio a la posibilidad de que el impula­
do pueda plantear un supuesto de oportunidad previsto en cl artículo 2
(último párrafo) de la misma ley procesal (acuerdo notarial). Cuando la
Corte Suprema establece como doctrina legal que los "rasgos esenciales
comunes entre la teiininación anticipada y la conformidad procesal de­
rivan del hecho de que están incardinadas en crilerios de oportunidad y
de aceptación de cargos"^"'' está resaltando ei origen común que tienen
estas instituciones dentro de los supuestos de oportimidad que la legis­
lación regula ­como lo es también el principio de oportunidad del art. 2"
y el proceso de colaboración eficaz­ en las cuales se aplican fórmulas de
consenso; lo que también se menciona en la citada scnlencia suprema
cuando expresa que "el principio de consenso comprende ambos in.sti­
lulos procesales aunque en diferente intensidad y perspectiva".

Consideramos importante tener en cuenta que la terminación an­


ticipada del proceso constituye un proceso especial, con reglas pro­
pias que deben de cumplirse debiendo evitarse interpretaciones que

2'H Acuerdo Plenario № 5­2008/C J­l 16, I V Pleno Jiirisdiccionnl de las Salas Henales
Pctinanènle, transitorias y lispcciaí de la C orte .Suprèma de Justicia de la República,
de, feclia 18 de j u l i o de 2n08, Fundamente) 22.
%
C A P t i u l . o VII: Los l'KoCEsos bspiiCiAu;s 389

puedan afectar el texto claro del art. 468. del código y desnaturalizar
su procedindentü. Eu lodo caso, el lema puede generar debate pero
deberá ser evaluado a la luz de hacer a la justicia penal más eficaz y
oportuna sin dejar de lado la naturaleza propia de las instituciones.

Por otro lado, según nuestra regulación, siguiendo a! modelo ita-


liano, sólo pueden instar el inicio de este proceso especial: d imputado,
el representante del Ministerio Público, o conjuntamente los dos. En este
primer momento no interviene la parte civil, pues el Ministerio Público
es el titular de la acción penal. Asimismo, el acuerdo sobre la pena y la
reparación civil -pese que esta es la pretensión del actor civil- se efectúa
sólo entre los dos sujetos procesales mencionados. Ello no significa que
la parle civil se encuentre relegada del trámite de este proceso penal,
porque, una vez notificada del requerimiento inicial o la solicitud del
imputado, puede pronunciarse respecto a su procedencia y formular su
pretensión, también tiene derecho a apelar la decisión del juez de aprobar
el acuerdo, sólo en cuanto a su pretensión.

Esta decisión es exclusiva del imputado por las consecuencias


jurídicas que ello importa; el pedido puede ser verbal o escrito. Natu-
ralmente, ello dependerá de las posibilidades favorables que su defen-
sor considere lograr con el acuerdo, pues deberá proyectarse tanto en
la pena a sufrir por su patrocinado como por el pago de la reparación
civil que deberá sumir. También es necesario señalar que si bien es
cierto la iniciativa en su inicio corresponde al imputado o su defensor,
no habría impedimento para que el Fiscal hiciera conocer al defensor
de las bondades de este proceso especial, sin embargo, ello no debe de
significar que seu el fiscal quien trate de imponer a la defensa su apli-
cación o que se convierta en una "promesa" a fin de lograr su acepta-
ción, pues ello desnaturaliza el sentido de esta institución.

3. ÁMBITO DB APLICACIÓN

Es importante destacar que, a diferencia de la legislación anterior,


la terminación anticipada se aplica para todos los delitos, sin distinción
alguna, es decir, procede tanto para delitos leves como también para los
390 El, NUEVO pnoCESO PENAL

de gravedad. Ello se encuadra dentro de una política criminal de abre-


viación del proceso y pretende además, lograr una reducción de la carga
procesal en la justicia penal, que es la esencia de este proceso especial.

En tal senlido, tanto a Fiscales como a jueces - c o m o se ha dicho


precedentemente- sc les faculta a establecer acuerdos y aprobarlos o no,
respectivamente, en delitos de usurpación, estafa, hurlo simple, agrava-
do, robo, robo agravado, homicidio, Iráíico ilícito de drogas, e t c . " '

4. N O R M A S DE PROCEDIMIENTO

El art. 468 de la nueva ley procesal establece las nonnas de pro-


cedimiento y las características principales:

a. Se inicia a pedido del Fiscal o del imputado ante el Juez de la


Investigación Preparatoria. Estas son ios sujetos procesales legi-
timados para solicitarlo, lo que excluye a los otros sujetos de la
relación procesal. El pedido es para que se realice una Audiencia
de terminación anticipada, una v e z emitida la Disposición Fiscal
y hasta antes de formularse acusación. Sólo una v e z puede reali-
zarse este proceso, de manera tal que denegado o desaprobado cl
acuerdo, no es admisible un nuevo pedido.

b. Se tramita como proceso especial en cuaderno aparte y no inte-


rrumpe el proceso original.

c. L a solicitud puede ser conjunta por e! fiscal y el imputado, lo que


ya prevé la ley, y posibilita la realización de un acuerdo provi-
sional anterior a la realización de la audiencia judicial, sobre la
pena y la reparación civil y Itis demás consecuencias accesorias.
Las primeras conversaciones pueden generarse durante la inves-
tigación preliminar, permitiendo la abreviación del proceso desde
su inicio y que el Fiscal -en atención al acuerdo inicial- emita la

245 EN aipiellos liignres clotwJe el nuevo cóiligo procesal aún nn entre en vigencia en su
totaiidnd, se (Jebe de seguir el mismo criterio, es decir, el l'iscal puede realizar nego-
ciaciones o acuerdos con el defensor del imputado y cl j u e z penal aprobarlos o no,
sea que SE trale de un delilo sujeto a trámite sumario c o m o ordinario.
CAPITULO VII: Los PROC ESOS KSPEC IALKS 391

disposición de investigación preparatoria y el pedido al juez para


la realización de la audiencia especial.^'"

d. El requerimiento Í5scal o el pedido del impulado será puesto en


conocimiento de las partes, es decir, al actor civil y tercero civil
responsable, por el plazo de cinco días, a fin de se pronuncien
sobre su procedencia y, en su caso, hagan conocer cuales son sus
pretensiones (art. 368.3). La posición de estos sujetos procesa­
les pueden hacerse por escrito, pero igualmente, si se encuentran
acreditados, serán notificados de la realización de la audiencia
especial, la misma que realizará con la presencia obligatoria del
fiscal y del imputado y de su defensor. La concurrencia de los
demás sujetos procesales es facultativa.

e. El beneficio que recibe el imputado es la reducción de la pena en


una sexta parte, a la que puede aciunularse la que merezca por
confesión sincera. Esta es la parte premial del proceso de termi­
nación anticipada que se rige por el beneficio que obiiene el im­
pulado, la misma que se deduce de la pena probable que planleará
el fiscal. Por el solo hecho de acogerse a este proceso el imputado
ya merece luia reducción de la pena en шш sexta parte, sobre ésta
se reducirá aún inás si es viable el supuesto de cordesión sincera,
conforme a lo previsto en el numeral 161 de la ley procesal.

f. Si no se llega a un acuerdo o este no es aprobado por el Juez, se


tendrá por mexbtenlt lo declarado por el imputado en este proce­
so y naturalmente no podrá ser utilizado en su contra (art. 470).
Como quiera que el proceso se realiza y consta en forma de inci­
dente, de producirse el caso en comento, se archivará lo actuado.
Sin embargo, la continuación del proceso ordinario no se debe ver
afectada, primero, porque el fiscal continuará en su ftinción inves­
tigatlora y, en su caso, formulíuá acusación; y segundo, porque en
este último caso ­requerimiento acusatorio­ quien dirigirá el juicio

216 ivlieiitríis el tiscul y las partes no stiseriban el aeuerdu, el pedido no podrá formalizar­
se ante el j n e z . lo que signiñcu i|ue el defensor del imputada o éste puede desistirse a
continuar c o n el inicio del tramite, en cuyo caso, se deberá seguir con la investigación
segttn su estado.
392 E L NUEVO PHOCESO PFNAL

oral será un juez dislinlo al q\ie conoció de la terminación antici-


pada. Esta proliibición de inexistencia no solo comprende al fiscal
5ÌU0 que también a los otros sujetos procesales no podrán utilizar
lo que aparece de dicho proceso de terminación anticipada.

5. AUDIENCIA ESPECIAL Y PRIVADA

Conforme a la ley procesal el .luez cilará al fiscal, imputado y


su defensor, para la realización de una audiencia especial y privada.
Con ellos ya se podrá instalar la audiencia, pues la conciurrencia de las
demás personas es facultativa. El Fiscal debe de presentar los cargos
de incriminación que existen contra cl imputado, quien podrá aceptar-
los en lodo o en parte o podrá rechazarlos. El juez debe de explicarle
los alcances y consecuencias del acuerdo, e instando a las partes a que
lleguen a un acuerdo, lo que no debe entenderse como una actividad
conciliadora del juez.

En la audiencia no hay actuación probatoria sino posibilidad de


acuerdo entre los actores principales. Comprende pena, efectiva o con-
dicional, reparación civil y consecuencias accesorias.

6. CONTROL Y RESOLUCIÓN JUDICIAL

El juez realiza ei control de legalidad del acuerdo que le presenta


el Fiscal, verificará la razonabilidad, la existencia de los elemenlos de
prueba suficientes; si acepla los términos del acuerdo, dictará sentencia
anticipada dentro de las 48 hora.s, con las caracleríslicas y efectos pro-
pios; caso contrario, desaprobará el acuerdo. Solo sc presenta el acuer-
do entre las partes ante el Juez, si no prodúcese dará por culminado el
proceso emitiéndose la resolución respectiva.

Esle acuerdo a que llegan las parles debe ser objeto de control
por cl juez pues obviamente, aún con acuerdo aceptando los cargo,*;, si
a criterio del Juez cl hecho no constituye delilo o no existen pruebas de
la impulación, deberá dictar sentencia absolutoria. Por ello se establece
en el último*párrafo del art. 468.6 que rige lo dispuesto en el artículo
CAI'IIVILO Vil: Los PRÜCI-SOS ESPECIALES 393

398 í|iie se lefiere pjecisani(;nle ni conteoiilo y alcances ele la sentencia


de absolución. Pero el control judicial es precisamente el control sobre
el acuerdo, es decir, si esta bien o mal, no comprende la determinación
de la pena y la rei)aiación civil por el juez apartándose del acuerdo entre
las parles. El upuiladu 6.6 del art. 468 establece cjue "si el Juez consi-
dera que la calificación jurídica ilcl liccho punible y la pena a imponer,
de contormidad con lo acordado, son razonables y obran elementos de
convicción suficientes, ílhpumlrc't en la sentencia la aplicación de lu
pena iiiílicaila, la reparación civil y tas consecuencias accesorias que
correspondan eruinciando en su parle resolutiva que ha ¡¡abido acuer-
do." El subrayado es nuestro y es precisamente para resaltar que ante
el acuerdo entre el Fiscal y el detensor del imputado, la ley no fitculta
al Juez a modificar el acuerdo, sólo a aprobar o desaprobar el acuerdo.
Es más, se le faculta al Juez para que en la audiencia especial inste a
las partes "a que lleguen a un acuerdo" (apiutado 4 ) , pudiendo, incluso,
suspeiuler la audiencia por breve término.

7. APELACIÓN

La sentencia aprobaturia podrá ser apelada por los demás sujetos


l)rocesales en cuanto a la legalidad del acuerdo y el monto de la repara-
ción civil. Corresponderá a lu Sala Superior conocer del caso, podrá a
su vez aprobar o no el acuerdo, e incluso, podrá resolver el incieiuenlo
de la repmación civil dentro de lo que pretende la parte civil. La ley no
menciona la posibifidad de que el tribunal revisor pueda modificar el
extremo de la pena.

Como puede entenderse, si no hay acuerdo o este no se produce,


no cabe impugnación alguna

8. CASOS COMPLEJOS

La aplicación de la terminación anticipada no muestra mayo-


res inconvenientes cuando se trata de casos de naturaleza individual o
aquellos que pueden ser considerados sencillos, es decir, en donde se
394 Fx NUEVO PROCESO PENAL

Irata (le un rleliln y/o ele nn solo impulado. El nuevo código en el art.
469 estalilcce que ciTando sc Irnlc de proceso.'; comiilcjo.^ sea por la
pluralidad d e iiDputndoa o de dclilos, se requerirá el acuerdo de lodos
aquellos y por /ocios los cargos que se incriniim a cada uno, lo que
significa alcanzar los objetivos tic este proceso especial pues sc podrá
abrevia! todo el procedo y dictar sentencia.

Sin embargo, la misma ley también establece que sc podrán rea-


lizar acuerdos parciales sólo cuando sc Iralc de dclilos conexos y en
relación con Dtro,s imjiulados, lo que significará que deberán separar.sc
hecho,"!, calificacione.'S jurídicas e imputados para posibilitar el acuerdo
con el fiscal. En la práclica ello será muy difici! culminar con éxilo esle
proceso especial, pues el acTicrdo parcial podría perjudicar la invesliga-
eión integral y conllevar la declaración de improcedencia del pedido o
también podría arecinr ln po,'?ibilidad de la acumulación.

Vil. PROCESO POR C O L A B O R A C I Ó N EFICAZ

El nuevo Código mantiene el pioceditnienlo de beneficios por


colaboración eficaz que ya regula la Ley 27378 para casos de crimen
organizado y corrupción, creado en diciembre del año 2000, para los
casos vinculados a los sucesos ocurridos en la década del 90,

El artículo 472 y .liguienles del nuevo Cótiigo establecen sus ob-


jetivos, ámbitos de aplicación, las diligencias propias de comprobación
de la información aportada, los beneficios que se otorgan, el acuertio, la
resolución judicial aprobando o no cl acuerdo, así como las medidas de
prolección a! colaboración, agraviado, testigos y peritos que comjircndc.

De acuerdo con el arliculo 474 del Código la información que


proporciona el colaborador debe permitir: evilar la conliluiidad, pcr-
iiinucncia o con.sumación del delito; o impedir o neutralizar fiíluras ac-
ciones de organizaciones deliclivas; o conocer de las circunstancias en
que se planificó y ejecutó el delilo o las circunstancias en que sc viene
ejecutando; o identificar a los autores y parlicipe."! o los inicgranics de la
organizació^n o su fiíncionamicnlo, de modo que permita desarlicularln;
o hacer entrega de iiistrumenlos, efectos, ganancias y bienes deliclivos
OAI'IIUI o V I I : UiM pitoci;sos ÜSI-ECIAI RS 3^5

iclLiciüiiailos con líiü iicliyiilatlds tic la ürganización ilelicliva u averi-


giiiii las í'ueiiles ile su iìiuuiciiiiaieuto.

1. N A l U R A L i - Z A JlJlilDICA

Se Irata de un proceso especial tlislinlo al proceso ordinario que


regula In forma es que la persona imputada de un delito o que sufre
f.onílciia puede oblcner detcnninudos beneficios a cambio de que brinde
infonnatión oportuna y eficaz para conocer a la organización delictiva,
evitar los efectos de un delito, detener a los principales autores o cono-
I cer a otras personas involucradas, recuperar el dinero mal habido, entre
^9 ID.S pi inci))iilcs ubjetivus.

^9 Y'.s nn proceso con particularidades propias de iiucio, comproba-


cióu de la información, acuerdo y control Judicial. Responde a íines de
oportunidad y búsqueda de elementos probatorios en el esclarecimiento
IT lie delilos y amores contra el crimen organizado y bajo el marco tic la
*5 transacción penal. D e tal manera que el colaborador proporciona hdbr-
macióu o elementos j)robatorios, los mismos que son vcrilicados por la
^ niiloiidud liscttl con el apoyo de la pulida; y si ello resulta oportuno y
chi:az se firma im acuerdo de beneficios a su favor el mismo que debe
•íy ser someiiilo a la ajtrobación ílcl juez penal.

• A 2. l'KINf.'IPIO.SQtllí KIGlíNI-STI-PROCH.SO

l\ntre los princijjuics princij)ios de este proceso ciíamos el de efi-


^9 cíiLHt, de lid manera que la infuiniación proporcionada deben ser impor-
la tiinle.-! e útiles pava Ui invesltüación pena! cpie se realiza, o permita evitar
acciones l'utiiras o conocer las circunstancias en que se planificó o eje-
culo el ddilü o que permita conocer a sus autores o partícipes o conocer
•ií ios instrumentos o medios uliliziidos. Si la información no produce tales
•ft el'cclos carece de eficacia. La oportunhhui de la información también es
^ iniporlante, |)ues si la misma se aporta tardiamenle o ya se conoce través
^ tic otros medios ile investigación, no protiuce beneficio alguno.

Ja
396 El. NI;EVO PROCESO PENAL

Mediante ci principio tic. pfojwrcionalidad se relaciona el bene-


ficio que se otorga con la información o pruebas que aporta ei colabo-
rador; mediante cl principio de comprobación, sc quiere significar la
necesidad de que la información aportada se someta a acciones propias
de investigación y corroboración a cargo del fiscal y de lo policía espe-
cializada. 1 ambici! rigen el principio de formalidad procesa!, el conimi
judicial a fin de que la autoridail jurisdiccional verifique la legalidad del
acuerdo y el principio de revocabilidad c i i caso de incrmipUmicnlo dc
las obligaciones que sc imponen al colaborador que obtuvo beneficios.

.1. C A R A C l ERÍ.ST1CAS PRINCIPALES

Hl proceso c."s dirigido por el Fiscal a pedido del solicitante a co-


laboración; también le corresponde los actos propio."! dc comprobación
dc la información o pruebas aportadas; la policía especializada apoya
la investigación; el imputado, su defensor, la parle agraviada y cl fiscal
firman un acuerdo dc otoigamicnlo dc beneficios por la colaboración,
admitiéndose acuerdos preliminare.'?; la autoridad judicial aprueba cl
acuerdo dictando scnlencia o dicta aulo desaprobando cl mismo; cabe
la impugnación conlra lo resuello por el juez. Todo cl procedimienlo
es reservado.

Ll proceso de olorgamienlo de beneficios por colaboración lam-


bién puede ser iniciado y dirigido por el Fiscal Superior si el proceso
penal sc encuentra en su despacho y en fase intermedia.

'I. Á M D f r O DE APLICACIÓN

El código establece en que dclilos se aplica cl proceso de bene-


ficios por colaboración eficaz: asociación ilícita, terrorismo, lavado de
activos y dclilos contra la humanidad; secuestro, robo y abigeato agra-
vados, tráfico ilícito dc ilrogas, dclilos monclarios, cuando cl agcnlc ac-
túa como integrante dc una organización delictiva; Inmbicn concusión,
peculado,^ corrupción dc funcionarios, delitos tributarios, aduaneros,
o delitos conlra la fe pública y conlra cl orden migralorin, cuando se
r'Ai'liUlO vil: Los mochsos USPUCIAU-S 3f)7

cómela en coiicicito por una pluralidad de'personas. Se excluye a los


jclcs, cabecillas o tlirigenies principales de organizaciones tleliclivas;
y aquellos que hayan parlicipado cu delitos especialmeuie graves solo
podrán acogerse a bciieficios de disminución de pena (tul. '174.5).

C o m o se puede apreciar, a diferencia de la ley 27378, el nuevo


proceso comprende a lodos los delilos que reúnan estos presupuestos y
establece mejores criterios para que la autoridad hscal y judicial pueda
viabili/tu este nuevo proceso.

5. n i - N l : r i C I O S Qltli SE OTORGAN

Los beneficios que establece la ley son; 1) exención de pena; 2 ) la


disminución de la pena hasta un medio ])or debajo del mínimo legal; 3)
la susjiensión de la ejecución de la pena; 4 ) la liberación condicional; o
5 ) la reuii.'iióu de la pena que falla para el que viene cumpliendo conde-
na. Tanto en el caso de exención como de remisión de pena, se exige cjue
la colaboración pemiita evitar un delito de especial coimotación y grave-
dad; idenlificaí- y proiiiciiu la detención de lus líderes de la organización
dclicliva; descubrir aspectos svistanlivos de las fuentes ile linanciamien-
lo de la organización delictiva, de los efectos, instrumentos, giuiancias
o bienes delictivos de notoria importancia, lln los demás casos se podrá
otorgar lus otros beneficios de manera separada o conjunta.

Cabe señalar además que es posible -como en In legislación ante-


rior- (pie se otorguen beneficios de orden procesíU, de manera tal que si
el imputado se encuentra con mandato de detención se podría modificar
por el de comparecencia (art. 474. 3).

6. NORIVIAS D l l P R O C n D l M l E N T Ü

1. El colaborador -o su defensor- debe de presenlíu su solicitud es-


crila o verbal ante el Fiscal competente.

2. El Fiscal dará inicio al proceso y asignará la clave correspondien-


te al colaborador. También dispondrá las acciones de protección
al colaborador, si ñlera el caso; si el imputado estuviere sujeto a
proceso penal, las medidas serán diclttdas por el juez.
39R EL MUEVO PROCESO PENAL

3. Seguicinmenle se procederá a la primera etitrevisla para conocer


dc la información que proporciona cl colaborador y proceder a la
fase de comprobación de lo dicho, coniando con el apoyo de la
Policía Especializada.

<t. El fiscal podrá solicilar a las autoridades judiciales y fiscales, bajo


reserva, copia cerlificada o informes sobre los procesos penales
que se siguen conlra el colaborador.

5. El agraviado debe ser cilado en la fase dc verificación para cono-


cer dc sus prelcnsiones y puede firmar el acuerdo de beneficios
y colaboración. Puede además proporcionar información y docu-
menlación perlincnte.

6. Culminada la fase de comprobación, cl fiscal si considera que


" es procedente cl otorgamiento de beneficios, elaborará el acia
de acuerdo, cl mismo que debe dc contener: 1) cl beneficio
acordado; 2) los hecho.s a los cuales sc refiere el beneficio y la
confesión, si hubiere; y 3) las obligaciones a que sc sujetan los
colaboradores. Cicilnmcnlc, comprende no sólo ln información
proporcionada sino lambién la comprobación que ha realizado
el l'iscal y la valoración que hace sobre el mismo, resaltando la
oportunidad y su eficacia.
7. El acuerdo también comprende cl pago de la reparación civil. " ^

8. El acuerdo es firmado por cl Fiscal, el polaborador, su defensor y _^ i


el agraviado.

9. Toda la documentación es remitida al Juez a efecto de que se


proceda con el control de la legalidad. El Juez debe de aprobar o
desaprobar el acuerdo. En cl caso de aprobación, el juez dictará r—rm
sentencia; la desaprobación requerirá de m aulo. ^

10. L o resuello por el juzgado puede ser objeto de impugnación.

7. ACUERDOS

E l e ó d i g o establece que pueden cclcbrar.sc acuerdos preliminares


o Convenio Prepararono entre el colaborador y cl Fiscal, sc realiza
I'rti'lrui I ) VII: 1.1)3 I'lioccsds ESHi;uAi lis 399

sübre líi base tie la calJttail tie In inlbimación ofieciihi y la naturaleza


de los cargos de imiJuláción. N o se traía de im acuerdo dcfniiliyo y está
sujeto a la lase de cornjirubacion.

Cuando se llega a la culminación tie los actas de comprobación


y el fiscal decide que es procedenie el ütorgamiento de beneficios, ce-
lebrará el acuerdo en diligencia formal y se levantará AL-UI de Acuerdo
con el contenido que establece la ley, la misma que será suscrita por las
personas inlervinieiiies (art. '176).

8. CONTROL JUrJlClAI. Dl-L ACUERDO

Cunsliluye el momenlo procesal por el cual el Juez conoce de los


términos del acuerdo realizado en sede Fiscal y ella a una Audiencia
jjiivada especial con la participación de las partes que suscribieron el
acuerdo i\finde conocer directamente sus posiciones, pudiendo interro-
gar directamente al solicitante (art. '177-478). Este control es de suma
importancia pues el Juez debe de verificar no sólo la forma asumida en
el proceso de colaboración, sino también sobre el fondo del acuerdo, de
lili manera (¡uc an¡ili/.nrá la importancia de la infi)rm¡ición aiíorlafjil, su
utilidad para iniciar luievas investigaciones o fortalecer liis ya existen-
tes, y en suma, si se alcimzau los objetivos propuestos por la ley pro-
cesal. D e allí tpie pueda rechazar el acuerdo mediante una íesoluvión
dcsoprobaloria.

De acuerdo con la norma procesal, recibida la documentación


cursada por ci Fiscal, el Juez podiá lomiulur observaciones al conte-
nido del acia y a la concesión de beneficios, devolviendo lo neniado al
Ministerio Público; sin observación o complementada que ñicra el acta
de acuerdo, el juez citará a las partes dentro del décimo día para la rea-
lización de la autliencia, debieiulo esttu- presentes el fiscal, el defensor,
el colaboiador y el agraviado o piocuiador.

S!¡ sobre el hecho itialeiia de cohibonición no hubiera investiga-


ción o ya exisla proceso penal en fase de investigación, corresponderá
al Juez de la Invesligación Piepanitoria el conlrol de legalitlad, si el
proceso se enconliara en la lase de juzgamienlu. corresponderá la tli-
400 • EL NUEVO PROCESO PENAL

recciftn de esle proceso al Juez Penal, lía de recordarse que el proceso


de benericio.s por colaboración eficaz es dislinio al proceso ordinario y
puede marchar en paralelo. .

9. OBLIGACIONES DEL DENEPICIADO

V,] nuevo Código eslablece de conlrol n que se sujcla el colabo-


rador. Precisa cuales son las condiciones, obligaciones e incluso que cl
conlrol dc los mismos se encuenlra a cargo del Minislcrio Público y dc
la Policía especializada.

En lai sentido, la concesión del beneficio sc encuenlra condicio-


nada a que cl colaborador no cometa un nuevo delilo doloso dentro de
los diez años de habérsele otorgado el beneficio. El legislador no hace
dislingo, sc traía dc cualquier delilo doloso, pero que se determine me-
diante sentencia firme, lo que exige del colaborador asumir una conduc-
ta absolutamente debida duranle dicho periodo.

Se establece la obligación dc concurrir a loda citación derivada dc


los hechos materia de acuerdo de colaboración eficaz. Pero exislen una
serie de obligaciones rjue se imponen de manera específica o conjunta.
Asi 1) informar dc su cambio dc residencia; 2) ejercer profesión, oficio u
ocupación lícitos; 3) reparar los daños causados por ei delito; 4) someter-
se a vigilancia por las autoridades; 5) observar buena conducta individual,
familiar y social; abstenerse de lomar bebidas alcohólicas 6) no salir del
país, sin autorización judicial; 7) cumplir con las obligaciones del código
de ejecución penal, si fuera el caso; 8) acreditar trabajo o estudios.

Naturalmcnlc (|uc tales obligaciones se impondrán de acuerdo con


la naturaleza del o los delitos incurridos, la magnitud dc la colaboración
y las condiciones personales del colaborador.

10. REVOCATORIA DE LOS BENEFICIOS

El beneficio premiai otorgado al colaborador puede ser revocado


si cl beneficiado infringe la condición de comisión de nuevo fidilo in-
C A J ' I I U I О V i l : l o s Funriísos £;sm:iAi i­s 'lül

tenciüiiul o iiicumiile Jclciiniiiíii.las reglas impueslas pur el legislador.


Cüiilürjne a lo dispuesto ])or el C ódigo, a pedido del l'iscal (y éste a
pedido del agraviado si ñiere el caso) el Juez procederñ a convocar a
una audiencia de revocación con lu presencia obligatoria del Fiscal y las
personas que suscribieron el acuerdo ile colaboración y escuchando a
las partes, el Juez resolverá si procede o no la revocatoria mediante auto
denlio del plaz.o de tres días.

La ley establece distintas formas de proceder dependiendo del be­


neficio concedido. Si fuera un beneficio de exención de pena, el Fiscal
formulará acusación, el juez dictará auto de enjuiciamiento y fijará día
y hora para la celebración de una audiencia pública a fin de debatir las
pruebas onecidas dictando la sentencia que conesponda. Si la revocato­
ria es por el beneficio de disininución de la pena, el fiscal deberá formu­
lar lu pretcnsión de condena y el grado de re.sponsabilidad del imputado.
Pudría interpretarse como la formulación de una acusación, y ello de­
penderá de la fomia de inlerprelación que harán los operadores jurídicos,
en especial el Fiscal, cuando se produzca esta propuesta de revocatoria.

11. PKO
C FSO POR FALTAS

4 L a nueva legislación procesal (ari. 482­487) mantiene el proce­


liimieulo por fidttia para el cunociinieulo de las infracciones consi­
deradas leves o de menor intensidad, lin este proceso no interviene
el Muúslerio Pi'iblico, por lo tanto toda la actividad procesal hasta
su culuúuacióji se encuentra bajo la dirección y responsabilidad del
i
Juez. Este proceso especial tiene la caracleríslica de sei "suslancial­
mctile acelerado y con predunúiiio de la concentración procesal''^'"

12. NA'l IJIIALLZA JURÍDIC A Dll LAS l ^ L T A S

Las fai las llamadas también contravenciones son aquellas conductas


1 ••
que el legislador ha considerado como pasible de sanción penal de menor

2'17 S a j i N/lAurlw C a s i k o , C ésar. Durnchu Procesal Puñal, vuluineii I I , зецши!» eiJik:iáii.


firijicy. Lima, 2 0 ü i , p. 1263 ­ 1 3 8 1
m
m
'102 EL NUEVO PROCESO PENAL a
...)

inlcnsichitl y qtic no amerilan privación tic la liberlad, si sc salisíacen los


til
^

m
requisitos que la misma ley cslabiece. Para ello rigen las caracleríslicas
'1 m
propias de la parle general del C ódigo Penal, pero con determinadas pe­
culiaridades. Se traía de un proceso para ínFraccioncs menores. h
m
El C ódigo Penal distingue entre faltas conlra la persona ('I'! I­4<13),

contra el patrimonio (444­448), conlra las buenas costumbres (449­450),
conlra ln segurirlad pública (451) y contra la tranquilidad pública (425).
También ha establecido delerminadas disposiciories en relación a las fallas: Ч

1. En las fallas no es punible la tenlativa, salvo caso de lesión dolo­


sa, hurlo simple y daño.

2. En las fallas sólo responde cl autor. Ч ÍE


3. Sólo se imponen penas restrictivas de derecho.s. #c­
.i
4. L o s días multa será entre diez y ciento óchenla.
i c
5. La acción penal y ln pena prescriben al uño.
• i

l*c
13. C OMPETENC IA

El proceso por faltas corresponde a la .luslicia de Paz. La ley pro­


l
cesal concede a los .lueces de Paz Letrados la dirección y decisión de
los casos y sólo excepcionalmente, en los lugares donde no hayan sido
1, • # c
designados, corresponderá la responsabilidad a los Jueces dc Paz (art.
482). Si dc la indagación previa que putlicra rcalizav.'ic (arl. 483.29 o
de lo actuado aparece que los hechos configuran delilo pcrscguible de •
oficio y no falta, se remitirá lo actuado al Minislcrio Público.

И. N O R M A S DE PROC EDIMIENTO

1. El ofcntlido o qucrellanlc présenla su denuncia ante la policía o


directamente ante el Juez dc Paz. En esle caso, cl juez verificará •m
que el hcciio consliluye falla y no haya prescrito la acción penal
para remitir ia denuncia a la policía, .siempre que estime necesaria
una indagación previa.
C A P Í I U I O Vil: Los r u o r H s o s Esi'iícwi.hs '101

2. KealizfulH hi iiivcsii|;ficióii policial y analizado lo acluadu por el


Jnez de Paz, dictará auto ile citación a juicio üi se satisfacen los
requisilos ya señalados además de la existencia de elcmenlus ra­
zonables de su conúsión y de la vinculación con la persona que­
rdliida ( ¡ 1 1 1 . 4 8 3 . 3 ) .

3. ,Si no se satisfacen los requisitos indicados, el juez dictará auto de


archivo de lo actuado.

4. r i auto de citación n juicio puede contener la realización inme­


dinUí tle la audiencia, si las ршЧех en coidlicto se encuentran pre­
sente así como los elementos probatorios, o cutuulo el imputado
reconoce haber cometido la falta. En caso conüario, se fijará dia
y hora para la audiencia (art. 483.4 y 5).

5. l.a mulieiicia se realizará bajo la dirección riel juez y con la par­


ticipación de las partes y sus abogados. Si el impulado carece de
defensor, será asesorado por un abogado de oficio, si hubiera, l.a
parle podrá aporlar sus pruebas.

6. Phmlcadü los hechos por el juez y encomiándose jjresente el


agiuviiido, dicho funcionario judicial promoverá una conciliación
y acuerdo de reparación, el mismo que si se produce, se homoló­
gala y se liará por concluido el proceso

7. Si no se i)ioduce lo previsto en el apartado aiUerior. se continuará


el ¡ y r o c e s o y si el imputado acepta los cargos, se podrá dictai' sen­
tencia, la misimi que puede pronunciiuse verbaliucute y s e forma­
lizará por escrito en el j)lazn tic dos dias

8. Si no ailmilc los cargos, se examinará al imputado y luego al


agraviado y a las pruebas ofrecidas, produciéndose el debate y
culniinadü se diciará sentencia inmediatamente.

y. La audiencia se realizará en una sola sesión, pero puede suspen­


derse por un plazo no mayor de tres ditis, de oficio o a pedido
r!e parte, cuando sea imj)rescindible la actuación de un medio
probiilorio.

1Ü. La sciileiiciii se diciará después de los alegatos o deniro ilcl tercer


dia sin más dilación.
'JO'l EL NUKVO PROCESO PENAI.

1.5. IMTUGMACIÓN

Se establece cl recurso dc apelación contra la .sentencia dictada ,


por rl juez dc Paz, la misma que sc inlerpondrá dentro dc los cinco dias
de notificada la resolución y lo actuado .será elevada en el dio al Juzga-
do Penal unipersonal (art. 486, 28,5 b ) .

El juez Penal resolverá en el plazo improrrogable dc diez días te-


niendo en cuenta lo acmado, salvo que cl recurrente pida la realización
de actuación probatoria que sea necesaria (art, 486.2), También se esta-
blece que los defensores deben dc presentar sus alegatos por escrito, sin
perjuicio dc poder informar oralmente ante cl Jucz^

La ley establece que conlra esta decisión jurisdiccional no proce-


de recurso a!gimo.

Cabe sefíalar que en este proceso especial es posible llegar al de-


sislimienlo o la transacción en cualquier estado de la causa, con cl efec-
to inmediato dc dar por fenecido el proceso (art, 487), También debe
precisarse que la medida de coerción a imponcr.se es la comparecencia
sin restricciones, sin embargo, es posible la conducción compulsiva por
la fuerza pública, cuando cl impulado no ,se presenta vokmiariamcnte a
la audiencia, incluso se prevé la prisión preventiva del impulado hasta
culminar la audiencia (art, 485).
!
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0
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]. ASl'F.CTOS GHNL'RALHS

1. CONCi:i»Tf)S

El iJerecho a la impugnación posee marco consliiucional. pues se


suslenia en el principio de la tutela jurisdiccional (art. 139.3), principio
tlel debido proceso, especialmente, el princiiiio de instancia plural (íut.
139.6), por lo timlo la existencia del sistema de medios impugnación en la
legislación ordinaria, obedece a im imperativo de orden constitucional.

Además de las normas previstas en los Pactos Internacionales en


muleiia de derechos funduiiientales como lu Convención Americana de
Deieclios lluinanos o Pació de Sun José ijiie establece como garantía
judicial el derecho de "recurrir del fallo ante el juez o tribunal superior"
(íut. 8.2.h) y el Pacto internacional del Derechos CMviles y Políticos
(íiit. M 5 ) .

Eos meilius impugnatorios son los hislrumenlos legales puestos a


tüsposición de las partes y destinados a atacar una resolución judicial
[larii provociu su reforma o anulación.^'"' También son definidos como el
conjiintu de actos de postulación a través de los cuales la parte gravada
por la resolución definitiva puede obtener su revisión, yn sea por el mis-
mo órgano judicial t|ue la dictó, ya sea por otro superior, con el objeto
de evitar errores judiciales y asegurar la aplicación correcta y uniforme

'.''lli O H r t i i s U a w o s . Miiuiiel. Derecho Jurhdkciomú, Procese Penal, T. I l l , con oirus


wiioies, l i o k l i , 19'>l, p. 'I¿ 1.
408 El NUEVO PROCESO I'ENAI.

d e l Derecho.'^' A I t a v é s d c l a i u i p i i g n a c i ó t i se inlroducrn n i c c n u i s i n o s
d e revisión y d e conlrol d e las resoluciones judiciales.

La existencia dc los medios impugnalorios sc Aindamcnln en la


fíiUbilidad humann, que sc puede malcrinliznr en errores o vicios y, a
decir del niaeslro ilalinno CAiwp.i.urii"', "VA ordenamiento del proceso
no puede permanecer indiferente a ese peligro'*. En consecuencia, el
sistema nos brinda un correctivo necesario: lus medios impugnalorios.

Dajf) cl titulo " L n Impugnación", el nuevo proceso penal regula


los llamados recursos impugnatorios que son aquellos aclos procésales
que pueden hacer uso las pArfcs procesales cuando consideran que la
resolución judicial les causa agravio y esperan que sc modifique, revo-
que o anule. El arl. I. 4 del nuevo código procesal penal eslablece que
"las resoluciones son recurribles, en los casos y en el modo previslo por
la Ley. Las sentencias o autos rjue ponen fin a la instancia son suscep-
tibles dv. recrirso dc apelación." Consccuentcmcnle, y a diferencia de la
legislación anterior, se regula debidamente cl derecho a la impugnación
n través dc los recursos que la misma ley prevé a p;utir del art. 404 del
código nuevo.

En nuesiro medio r.s común identificar, medio impugnatorio, recur-


so, inclusive confundimos recursos con icracdio.s, pese a .ser distintos. A
pesar dc ias innumerables clasificaciones que sc han ]iropuc,slo, nos adhe-
rimos a la más sencilla y fácil. En tal senlido, los medios impugnalorios
son el género que engloba tanto a los remedios y recursos. Siendo los
remedios una clase de medios iiiipugnalurios que se dirigen a atacar actos
]irocesa!e,s, no comprendidos en una resolución judicial; mientras que los
recursos permiten a la parle agraviada solicilar revisión dc una decisión
contenida en una resolución que aún no adciuicrc la calidad dc firme.

El Código Procesal Penal 2004 en el libro referoilc a ia impugna-


ción no distingue los lipos de medios impugnalorios, sino regula gcncri-

2'19 GiMP.Mo SpMnRA, Vicenle, Derecho PrncesalPemil. Cnlcx, Mmlrifl, ^Odl. p. 701.
250 DiNiiEii, A l b e i i o , Inirnducción al derechoproce.\olpenal, A i l l l o c , 2" cOicióli, Dueños
Aire.s, JOO-I, p 2R5.
251 CAHHIÍI.I rrtí, Friiin-escn De'vclm prore.^nl civil y penal. Tnmn I. Irailncr.ión ( I r .Snnliago
Sentís Mclcntln, r.diciones Jiirhlicas Dilnjia America, Oticnos A i i c ; , 1971, pág. 2f)0.
CAIMTUU) VIH: Hi. SISTEMA u t MEDIOS IMPUUNAIOKIOS '109

cnmenle el lema de los reemsos menciuiiaiido los sigiiieiiles: reposición,


apelación, casación y queja, (arlículo 113). Dciiuo del libro de impug-
nación, eu la sección V i l , el código regula la acción de revisión que no
es en cscrilo lui meilio im])ugnalorio. sino, luia acción de impugnación,
que sirve para objetar sentencias firmes, que lian adquiíiilo la calidad de
cosa juzgada, es decir, es el ejercicio de una nueva acción que origina un
nuevo proceso, sólu en casos laxativfuucnte eiuinciados jjor la ley.

2. l'UiNCll'10,'5 QUn OlLll-NTAN LOS lU-CURSOS

a. l'iiiicijiiu ik liigiiikUul - Los recursos deben estar jjredeterinina-


dos por la ley. HI código en su articulo 404.1, jjrescribe lo si-
guiente: " L a s resoluciones judiciales serán impugnables sólo en
los medios y cu los casos expresamente eslablecidos por la ley".
Cuando corresponde interponer un determinado recurso, general-
mente no se ududte otro (principio de singularicdad del recurso).

Principio cíe rrascenclencia- En virtud del cual, sólo se puede


interponer el recurso, cuiuido la parte se encuentre legitimada,
es decir, aquél que resulle agraviado con la resolución recurrida.
El Cótiigü establece que para un recurso se requiere: "Que sea
presentado por quien resulte agraviado con la resolución, tenga
interés direclü y se halle legalmente facultado pora ello". Asimis-
mo, establece que el Ministerio Público puede recurrir, inclusive
a favor ilei impulado. (ari. 405.1, apartado a), precepto que acen-
túa la ñinción de defensor de la legalidad del icpjcsenlanle del
Minislerio Público.

En cuanto al ámbito de lus recursos y los legitimados para recu-


rrir tenemos que lauto el imputado como el Ministerio Público
podrán impugnar, indistinlamenle del objeto penal o civil de In
resolución, y el actor civil sólo podrá inipugníu con respecto al
objeto civil de la resolución (art. 407).

Principio <i¡i'po.í¡livo.- Significa que los recursos sólo pueden for-


mulados por los sujetos procesales que se encuentren legiiiinados,
en tal sentido, la revisión de la resoluci|ón judicial tendrá como
408 El NUEVO PROCESO I'ENAI.

del D e r e c h o . A Iravés dc la impugnación se inlroducrn niccnuisinos


de revisión y de conlrol de las resoluciones judicialM.

La exislencia dc los medios impugnalorios sc fundamcnln en la


ftilihilidaci hmiann, que sc puede malcrializar cu errores o vioiug y, a
decir del niaeslro ilalinno C/Viwp.i,urii"', "El ordcnainicnln del proceso
no puede pcrmnnecer indiferenle a ese peligro". En consecuencia, el
sislema nos brinda un corrcclivo necesario: lus medios impugnalorios.

Bajo cl titulo "Ln Impugnación", el nuevo proceso penal regula


Jos llamados recursos impugnalorios que son aquellos aclos procésales
que pueden hacer uso las pílrfcs procesales cuando consideran que la
resolución judicial les causa agravio y esperan que sc modinquc, revo-
que o anule. El arl. I. 4 del nuevo código procesal penal eslablece que
"las resoluciones son recurribles, en los casos y en el modo previslo por
la Ley. Las sentencias o autos rjue ponen fin a la instancia son suscep-
tibles de reciirso dc apelación." Consccuentcmcnle, y a diferencia de la
legislación anterior, se regula debidamente cl derechn a lo imjnignnción
o través dc los recursos que la misma ley prevé a partir del arl. 404 del
código nuevo.

En nuesiro medio es común idcnlificar, medio impugnatorio, recur-


so, inclusive confundimos recursos con tcracdio.s, pese a .ser distintos. A
pesar dc las innumerables clasificaciones que sc han ]iropucslo, nos adhe-
rimos a la más sencilla y fácil. En lal senlido, los medios impugnalorios
son el género que engloba fanlo a los remedios y recursos. Siendo los
remedios una clase de medios iiiipugnalurtos que se dirigen a atacar actos
jirocesales, no comprendidos en una resolución judicia!; mientras que los
recursos permiten a la parle agraviada solicilar revisión dc una decisión
contenida en una resolución que aún no adciuicre la calidad tic firme.

El Código Procesal Penal 2004 en el libro referente a la impugna-


ción no distingue los lipos de medios impugnnlorio.s, sino regula gcncri-

2'19 GiMP.MO SPMDRA, Victnle, Derecho Pincusal Pemil. Cnlcx, Mnilriíl, 20(1'!. p. 7 0 1 .
250 n i N P E i i , A l b e i i o , huivclucción al derecho piocesol penal, Atl l l o c , 2" « l i c i ó n , Ducno.s
Aiie,<;,200'l, p. 235.
251 OnNiílJ rrtí, Friiin-e.ícn De'vclm prcresnl ciríl y penal. Tnnin I. Irnilncr.ión (Ir .Snniiagn
Scntis Mclcndn, r.diciones Jurídicas Cninjia Ainciica, Únenos Airc.% 1971, jjíig. 7.00.
C A i ' i i m . u V I H : El. SISTEMA DE MEDIOS IMI'UÜNAIÜKIQS '109

Lamente el lema ele los reclusos ruenciunaiitto los siguieules: reposición,


apelación, casación y queja, (arlículo '113). Dentro del libro de impug-
nación, en la sección V i l , el código regula la acción de revisión que no
es en escrilo lui medio imjnignatorio, sino, una acción de iinijugnación,
que sirve para objetar sentencias firmes, que lian adquirido la calidad de
cosa juzgada, es decir, es el ejercicio de una nueva acción que origina un
nuevo proceso, sólu en casos laxativíuncule enunciados i)or la ley.

2. PlUNCllMOS QUE OlUENTAN LOS lüiCURSOS

Piinvijiiu ík ¡tgülulait - Los recursos deben estar j»redelermina-


düs por la ley. Id código en su artículo l ü ' l . l , jjrescribe lo si-
guiente: " L a s resoluciones judiciales serán impugnables sólo en
los medios y en lus casos expresamente establecidos por la ley".
Cuando corresponde interponer un determinado recurso, general-
mente no se admite otro (principio de singularicdail del recurso).

Principio de rniscendencia- En virtud del cual, sólo se puede


interponer el recurso, cuiuulo la parte se encuentre legitimada,
es decir, aquél que resulle agraviado con la resolución recurrida.
Ll Cótiigo establece que para un recurso se requiere: "Que sea
presentado por quien resulte agraviado con la resolución, tenga
interés direclü y se halle legalmente fiícullado pora ello". Asimis-
mo, establece que el Ministerio Público puede recurrir, inclusive
a favor del impulado. {arl. '105.1, apaitado a), precepto que acen-
túa la ñinción de defensor de líi kgalidiid del icpjcsenlanle del
Minislerio Público.

En cuanto al ámbito de lus recursos y los legitimados para recu-


rrir tenemos que lauto el imputado como el Ministerio Público
podrán impugnar, indistinlamenle del objeto penal o civil de ín
resolución, y el actor civil sólo podrá inipugnar con respecto al
objeto civil de la resolución (arl. '107).

c. Principio íUsposiíivo - Significa que loa recursos sólo pueden for-


mulados por lus sujetos procesales que se encuentren legiiimados,
en tal senlido, la revisión de la resüluci|ón judicial tendrá como
410 Et N i m v o pnocEso PENAL

limile In pvelcnsión ticl rccnrrenlc. EI principio de congruencia


reciirxaì, consliluye una derivación de eslc principio, en razón
del cual, el órgano superior sólo se pnede pronunciar con respeclo '
a lo que es objclo о malcría de impugnación. En esc senlido, el
Código establece que el Tribunal revisor licne cotnpp.lciicia para
resolver la materia impugnada. En ese pitnto el código concede,
al órgatio revisor, la potestad de declarar la nulidad en el caso de
nulidades (absolutas o sustanciales) que no liayan sido advertidas
por el impugnante (art. 409.1).

Vinculado al principio dispositivo, encontramos dns iiLStitucioiics


que recoge cl código; la adhesión y cl tlcsistimicnto'", regulados,
en los arlículos 404.4 y 406 respectivamente. El primero implica
que los sujetos que tengan derecho a recurrir (y en su momento
no lo hicieron), podrán adherirse al recurso interpuesto (por cual­
quiera dc los sujetos procesales), anles que el exjicdienle se eleve
al Juez que corresponda. Por su ])ш1с cl segundo iniplica que los
que hayan interpuesto cl recurso pucdcii dcsistirsc antes de ex­
pedirse la resolución, debiendo expresar sus fundamentos. En el
caso que el recurso haya sido inlerpucslo por el abogado defensor,
éste no podrá dcsistirse sin mandato expreso dc su patrocinado. El
dcsi.'slimiculo dc uno de los recurrentes no afecta a los demás re­
currentes o adherenles, pero aquél debe responder por las costas.

f¡. Principio fie prohihición de reforma en peor­El principio dc pro­


hibición de reforma en peor, .sc sustenta en razones de justicia
y equidad, a favor del imputado. Se encuenlra regulada expre­
samente en el C ódigo dc la siguiente manera: " f , , , ] La impug­
nación interpuesta exclusivamente por el imputado no permite
modificación en su perjuicio"( arlículo 409,3), Dc acuerdo con
csie jjrincipio ­prohibición tic reformatio inpeim­ sc prohibe que
cl órgano revisor agrave aún más la situación del imijulndo, cuan­
do éste sea el único recurrente, ya que él fiscal consintió la reso­

252 IntRrco C A S T A f i r n A , r e m a n d o . Mamml rtr impngmcién y iecm.\ns p?t el nuevo moih­


lo prorMal ¡lenat. En: Có d i g o l'roccsal l'enal. Manuales operativos. Academia ile la
Magisltaliirn, L i m a , 2007, p. 81 y ss.
•(^Ai'lriii O VIH: l'.i. SIS-I>;MA nr. MIÍDIOS IMI'UOMAromos '111

Ilición ijiicdiuiJo ])iohib¡ílü lefoiniar para empeorar la siliiacióii


i!cl impulado, I j i el caso que impugnen tanto el imputado como
el represeiitanle del Minislerio Público se puede re-examinar la
senlenciíi en ambos seiUidus: u favor o en contra del ijiipuUido.
Asimismo, cuandu el represenlíuilc del Minislerio Público sea el
único recurrciilc se permite al Juez, revocar o modilicar lu resolu-
ción, aún a favor del imputado.

J'ñncipio ih ¡Hmeíliíirión - Según MoNTimo AJU:)CA^", no es idó-


neo un recurso resuello sólo sobre la base de materiales y ele-
mentos correspondienles a la primera instancia. Una de las nove-
dades cótiigo es la vigencia de este principio, pues para resolver,
como es el recurso de la apelación contra sentencia, se necesita
de una audiencia, en la cual el órgano revisor, icndrá la oportuni-
dad de conocer diieClamenle a los órganos de prueba y sobre esa
base, decidir.

3. i-;i-iarro.s

Los recursos en materia jicnal, pueden producir diversos efcclos:


MI devolutivo, suspensivo, diferido, y exlensivo.

Ll ejL'clü ikvululivo, implica que la tramitación y resolución del


icciiiso cuiíespoude al órgano judicial superior (/i queiri), de aquel que
iliüió lu resolución impugnada (/1 qm). Todos los recursos en materia
i I
pemil poseen este cl'cctu a excepción del recurso de reposición.

líl efecto siispemivo, significa la imposibilidad de ejecutar la re-


solución jiidiciul cuando el recurso es admitido. Ks el impedir la vigen-
cia tlel iiCtü del juez A íjiiern y por lauto su cum])liinieulü. líl futlculo
412 regula el efecto no suspensivo de los recursos, señalando que "Sal-
1
vo disposición contraria de la Ley, la resolución impugnada mediante
-I 1 recurso se ejecuta provisionalmente". También reíiere que las impugiia-
• 1 •

'¿i'i tvlourtuii A R Ü I A , Juan ñiiici/tios tint pioceiu pemil, Tiranl lo Ulanch, Valencia,
ly//. |>. mu
4

f'Afjjmo VIH: l'ii sisiMMA DK Mi-niüs JMPUGNATOIIIÍÍS 413

4 - :

11. LOS KLCURSOS L N F.U C Ó D I G O


FROCLiSAL l'liN A L 20Ü4

J 4

I. CARAClTil<ÍS"riCA.S CÜMÜNF.S
I J_
El Cóiligí) exige las siguieules íürmaliiluilcs:
4

J_ a. Se inleipüne por quien resulte agraviarlo por la resolución, tenga


iuleiés tlirccio y legiliiniílad; por escrilo y deniro de los plazos
4
previstos por ley; también se puede interponer oralmente cuando
se traía de resoluciones dictadas en una audiencia judicial, (art.
405.1). pero si se interpone oralmenleeoiUra resulutúones finales,
se formalizará por escrito en el plazo de 5 días (art. 405.2).

b. Fl recurso impugnatoiiu debe de precisiu los punios tle la reso-


lución que le afecten o le causen agravio, expresar los funda-
mentos de hecho y derecho y concluir.fonnulaudo la prelensión
4 cuncrcla.

4 c. El juez se pionuneiará sobre la admisión del recurso, nulificará a


lus ))áiies y elevará iniBediatamenlc lo actuado al juez inmediato
i
superior (excepto del recurso de reposición).

d. El juez que conoce de la impugnación podrá, de oficio, controlar


I 4 la admisibilidad del recurso y anular el concesorio, cuando no se
m cumplan con los requisilos preesiablecidos.

! < e. En el cüíio que el 'fribunnl revisor advierta errores de derecho que


no hayan inlliiidu en la parle resolutiva de la resolución impug-
< 4
natla, no se mmliiián y serán corregiilas. Frocediéndose de igual
4 forma ciumclu se trille de errores materiales en hi denominiíción o
en el cómputo de penas.

1 <_ f Se prevén los siguientes plazos: dos días para la reposición, cin-
co días pkua la apelación de sentencia, tres días para ta apelación
I 4
contra aulüs y para el recurso de cjueja y diez días para la casa-
4
ción (íirl. 414).
414 EL NUEVO PROCESO PENAL

2. EL RECURSO DE RJIJ'OSIC IÓN

Sc trata dc un recurso no devolutivo, ya que su liainitación y re­


solución corresponde al órgano judicial que dictó la resolución impug­
nada. A decir de GiMENO SE^rnкA"'' es un recurso íle rafonna, ordinfirio,
no devolutivo, ni suspensivo que procede contra las resoluciones inter­
locutorias dictadas por el órgano jurisdiccional.

Se dirige contra los decretos que son decisiones dc trámite judi­


cial, con ia finalidad de que cl juez que lo dictó cxaiirine nuevamente ei
C0.SO y dicte la resolución que corresponda (art. 415.1).

El C ódigo Procesal Penal diferencia la tramitación de este recur­


so en función a que si ñie presentado en audiencia o no. En e! primer
caso, será admisible conlra todo tipo de resolución, salvo las finales"',
debiendo el .Juez resolver el recurso en esc iitismo acto, sin suspender
la audiencia. En cl segundo caso, cuando se trale dc una decisión que
no fue dictada en audiencia, el recurso se interpondrá por escrito, en el
plazo d e 2 dia.s, que se computará desde el día siguiente a l a notificación
de la resolución, de ser el caso, si el .Juez considera necesario (es una
potestad facultativa de él) conferirá traslado por un plazo de 2 días y
una v e z vencido el plazo resolverá.

Una v e z interpuesto el recurso, en el caso que el .luez advierta que


el vicio o error es evidente o que el recurso es nianifieslanienle (irreba­
tiblemente) inadmisible, lo declarará así sin más Irámile. Por úllimo el
auto que resuelve la reposición es inimpugnable.

25<l GlMEMO SEMURA, V . , Derecho Pror.tsai Penal, cilndo, p. 710.


255 C abe nnolar tjuc el C ó d i g o , en el aitlnilo «115.1, segnndo párrafo, prescribe ciue;
"Duranle las aiidiencias s ó l o será admisible el recurso de reposición contra loria Upo
rJe resolución, s a l v o l.ns finales, ( . . . ] " (énfasis nuesiro). La fra.íc subrayada debe ser
enlrndidn: contra resoluciones rpie sean decreto.'!, pnitnie de otro modo .'¡c de.­ivirlua­
rla la fmalidad del recurso de reposición. D e niaiiern muy exccpcinnal, el C ó d i g o es­
InUtece (pie para determinados aulos, procede rcciirsn de repo.sición, l'.j. Arts. '!20.'l,
»121.2­ar.gundo párrafo.
CAI'ITUIO V I H : r.i sivn-MA n e Mfioios IMPUGNATORIOS 415

TiL RECURSO nr. APl-r.ACJÓN

CuDceptoyfi/uiUJíid - Lu npciación conslltuyc mio dc los recursos


iiiipugiialoríos de luayor fiecueneia en el j:)foceso penal. Ü K r E l . L S
R a m u s ' " soslienc qvie se Uala del reciusu ordinario por antono-
masia y que a través dc aquél un órgano juiisdiccional de grado
superior puede juzgar y resolver de nuevo cuestiones lácticas y
j u i Í L Ü c a s ya resuellas y hacerlo con la amplilud que delermtne el
rccurrenle y que autoricen los poderes oficiales de aquel órgano
jurisdiccional. "

F.s un recurso por naluraleza ilevolutivo, ya que el reexajuen o re-


vi.'iión dc la resolución iiiipugnarla es de competencia del órgano
'41"^ jurisdicciujial superior tic aquél (¡ue lo expitlió. Sicnilo su finalidad
^fCSití^ In tle revisar lo resuello por la inslancia judicial inferior y de esa
^fg^^^ manera posihililar un mayor giado ile acierto y justicia de la reso-
<•> _ loción.

^ Ánil>ito. - Procede contra tíos tipos de resoluciones: las senlencias


^ ^ ^ ^ y lo.s nulos, fíl articulo 416 del Código, prevé lo siguiente;

'^^^f^ " I . Til recurso de apelación procederá contra:

^^^f^ a. Las senlencias:

h. Los linios lie sühreseimiento y los que resuelvan cuestiones


||CbM|^ previas, cuestiones prejudiciales y excepciones, o que decía-
H-—^ ren extinguitla la acción penal o pongan fin al procedimiento
" ! O la iushmcia;
'** r** c. Los autos que revoquen la comlenn condicional, la reserva liel
IpSüÉ^ fallo condenatorio o la conversión de la pena;
IfGHt^ if Los autos que se pronuncien sohre la conslitución tic las par-
g^^^^ tes y .-iohic aplicación dc medidas coercilivas o de cesación ile
• la pii.sión preventiva;
^'^^t^ e. Los aillos expresamente declarados apelables o que causen
W^^í gravamen inepaiable. [...|"

líi-jl-
• 2 5 0 (:)Kn.i I Uawiis, M ,/A</viAo 7m/7'i///i,'£ j<m«/, cjliiilo, p 3 5 3 .
416 El, N1ÍRV0PII0C E5Ü reNAi. *

c. Cwaclerislicas

1. EI plazo para la interposición ilc la apelación es de cinco dlin


para la apelación conlia sentencias, tres dias para la ii)U',lii
ción conlra autos intrirloculorius (ncpieltos cpie no j)oncii liii Щв£3^1
al proceso). El plazo se contará desde el din siguiente ilc. ln
notificación dc la resolución (arlículo 414), Cuando el rccui.'itt
de apelación sea intcqniesto oralmente, en audiencia, coiiliii ^ í ^ * ^
resoluciones finales (Ej, Sobreseimiento, terminación imtici­ ^ftS^
pada), se lendrá que formalizar por escrito en el plazo dc ciii­
со días (artículo 405.2)
2. La Sala Penal Superior conoce de las resoluciones dicUidiis
por e! juez de la investigación preparatoria, juez penal, uni ^MCSgl
persona! o colegiado (lodos los mencionados pertenecen и \\\\ j ^ ^ ^
mismo nivel jerárquico dentro dc la estrucmra orgánica del
Poder .ludiciül); mientras que el .tuez Penal uiúpersonal coiin­
ce de la apelación conlra la sentencia dictada por el Juez tic i
Paz Letrado.

3. La apelación lendrá efectos su.spensivos cuando sc Iralc du^


sentencias, aulos que resuelvan sobreseimientos o cpic pon­
gan fin a la instancia. En el caso que se trate de una sciiti­n
cia condenatoria que imponga pena privativa de libcrtail,
extremo se ejecútala provisionalmente El Tribunal Su]icrlor, j
en cualquier estado del proceso recursal, atendiendo н las cir­
cunstancias del caso, podrá decidir si la ejecución provisio/iiil"
dc la .sentencia debe suspender.sc, Esla resolución es iiiiinpiiC'
nable (art. 418).

4. La Sala Superior puede anular o revocar, total o parcialnicntc,.


la resolución impugnada. Incluso, tratándose de sentencia
solutoiia podrá dictar sentcucia de condena (art, 419,2). Ellul
en razón a que, con la nueva regulación se instaura juicio dc^
apelación, donde sc permite la actuación dc pruebas (sobie.
eso nos referiremos en adelante). ..(i ,

5. En ci caso que la Sata Penal Superior tenga su sede cii iiii'


lugar dislinlo del Juzgado, el recuiientc deberá fijar domiciliui
418 El. muvo PROCESO PI-NAL

má.s abogados; el acusado tendrá el derecho a la última palabra.


La Sala, en cualquier momento de la audiencia, puede formular
preguntas a los intervinientes, solicilarles que profundicen su ar-
gumentación o se relieran a algún punto concreto de la cuestión
debatida. La Sala absolverá el grado en el plazo dc 20 días, salvo
disposición contrai-ia prevista.

e. Apelación contra sentencias: trámite, medios probatorios, audien-


cia de apelación, sentencia en segunda instancia y nulidad del pa-
ció (art. 421 y siguientes).

El juicio de apelación constituye una nueva institución procesal


que si evidencia im cambio sustancial en la fonna de resolver las
impugnaciones que se hagan a la sentencia y que la legislación
anterior no contemplaba. La revisión de la sentencia impugnada'
importa un nuevo juicio oral, con las mismas garantías y princi-
pios, pero con detenninadas limitaciones en orden a la actividad
probatoria, Se entiende que este juicio no debe ser extenso y las
reglas del mismo dan la responsabilidad del mismo al tribunal
colegiado o Sala Penal Superior,

El juicio de apelación de la sentencia se encuentra regulado en los


artículos 421 al 426 del nuevo código y establece las siguientes
reglas que se relacionan con la admisibilidad, actuación de prue-
bas, audiencia pública y lá sentencia de segunda instancia,
a. La Sala Penal Superior competente es la encargada de dirigir
este procedimiento de apelación. Comunica a las parles del
recurso de apelación, con la absolución o vencido el plazo
admite o declara inadmisible de plano el recurso. En este se-
gimdo caso, el auto que lo declara podrá ser objeto de recurso
de reposición. Admitida la apelación, la Sala comunicará a las
partes que pueden ofrecer sus pruebas.

b. Las partes harán su ofrecimienlo de pruebas por escrito de-


biendo indicar el aporte que espera con dicha prueba, bajo
sanción de inadmisibllidad. Sólo se admitirá: i ) la prueba que
no se pudo proponer en primera instancia por desconocimien-
to de su existencia; ii) las jirucbas que fueron indebidamente
C-Ai'liui.o V I H : EL SISTEMA DE MEOIOS IMPUGNATORIOS £[9

denegadas y hubiere formulado reserva; üi) las pruebas que


fueron admitidas pero no pudieron actuarse por causas ajenas
a la parte. L o s medios probatorios deben estar referidos a la
impugnación de la culpabilidad o inocencia del imputado; a
la determinación de la sanción; o a la reparación civil; en este
último caso, rigen ios límites del art. 374 del C P C .

c. Se establece que serán citados los testigos -también agravia-


dos- que han declarado en primera instancia, siempre que la
Sala, por exigencia de los principios de inmediación y contra-
dicción considere indispensable su concurrencia para susten-
tar el juicio de hecho de la sentencia (art. 422.5).

d. La Sala decidirá la admisión de las pruebas teniendo como


marco normativo lo dispuesto ptu'a las pruebas en la misma ley
procesal (lut. 155). Se establece que dicha resolución es inim-
pugnable. Citará a una audiencia de apelación, notificando a
las partes, a los acusados si fueran varios; incluso a los testigos
y agraviados, si lo considera necesario o las partes lo piden.

e. La audiencia se realizará con obligatoria asistencia del fiscal


y del imputado apelante; también de los demás acusados si el
apelante ftie el fiscal. Si el fiscal o el acusado impugnante no
concurre a la audiencia, se declarará la inadmisibilidad del re-
curso interpuesto. L o que evidencia ima sanción al recurrente
que no presta interés procesal en su impugnación que, en el
caso del Ministerio Público resulta de singular irregularidad.
Resulta claro que la parte recurrente es la que debe de concu-
rrir a dicha audiencia.

f. En la audiencia se seguirán las reglas del juicio oral en lo


que sea compatible; se dará cuenta de la sentencia y dc la
impugnación; las partes podrán ratificarse de la apelación o
desistirse total o parcialmente de la misma; se actuarán las
pruebas admitidas (declaración de testigos, peritos); se exa-
minará al imputado de manera obligatoria si se trata de una
impugnación sobre su responsabilidad, pero puede abstenerse
a declariu; se podrán examinar a los testigos o agraviados.
470 EL Nunvo PROcr.so PENAL

también al perilo o dar lectura al diclamen pericial o prueba


documental admitida. T a m b i é n se posibilita la actuación de
pruebas de oficio (art. 424.4).

Culminada la actuación de pruebas, las partes harán sus ale-


gatos debiendo miciario el recurrente; el acusado siempre po-
drá hacer uso del derecho a ia úllima palabra, es decir, cu su
caso, será el último que e x p o n g a ante la Sala.

Seguidamente se suspenderá la audiencia para proceder a la


deliberación y expedición de la sentencia, bajo las reglas ya
expresadas, la misma que tendrá un plazo m á x i m o de diez
días. L a sentencia se decide por unanimidad o por mayoría.
Hay que señalar que la Sala valorará la prueba actuada en la
audiencia de apelación, incluso la que cuestione la prueba ac-
tuada en la fase anterior De acuerdo con la nueva ley procesal,
la S a l a puede: i) resolver la nulidad, en todo o en parte de la
sentencia apelada, remitiendo al j u e z lo actuado para la subsa-
nación del caso; ii) confirmar o revocar la sentencia apelada,
incKuso, si la sentencia es absolutoria, puede dictar ima d e c o n -
dena imponiendo pena y reparación civil, decisión que puede
ser opinable pero perfectajuente viable en el nuevo contexto
de la ley procesal; también la Sala puede referir un fundajnen-
to distinto para absolver; si la sentencia es condenatoria puede
dictar la absolución, o referir un fundamento distinto; iii) tam-
bién puede modificar la pena, asimismo, imponer, modificar ü
excluir penas accesorias o medidas de seguridad (art. 4 2 5 . 3 ) .

L a ley procesal establece que si se declara la nulidad de ia


sentencia condenatoria a instancia del imputado, en el nuevo
j u i c i o oral n o podrá aplicarse una pena superior a la impuesta
en el primer j u i c i o (art. 4 2 6 . 2 )

J- L a sentencia de segunda instancia se pronuncia siempre en


audiencia pública; se notificará a ias parles y se llevará a cabo
con las que asistan pues no c a b e el aplazamiento por ningún
motivo (arl. 425.4).

k. Contra la sentencia de apelación sólo procede el pedido de


aclaración, corrección y el recurso dc casación.
CAPITULO V I I I : Hi. SISTEMA DE MEDIOS IMFUQMATORIOS 42J_

1. Leída y nolificada la sentencia, se remite lo actiiado al Juez


que corresponda para la ejecución del fallo.

Como se podrá observar, las facultades de la Sala Superior de


apelación son amplias, pero además, permite una revisión de
lo actuado en el juicio de primera instancia bajo los mismos
principios de contradición, oralidad e inmediación.

4. EL RECURSO DE CASACIÓN

a. Concepto y clases.- La casación en materia penal constituye una


de las instituciones procesales de mayor arraigo en la doctrina, que
permite la formación de la jurisprudencia suprema. Ppra C U A U S
RoxiN la casación es im recurso limitado, permite el control in lure,
lo que significa que "la simación de hecho fijada en la sentencia es
tomada como ya establecida y sólo se investiga si el hibunal Infe-
, rior ha incurrido en una lesión al Derecho material o formal.""'

También ha sido definida la casación como el medio de impugna-


ción extraordinario, con efectos devolutivos y a veces suspensivo
y extensivo, mediante el cual se somete al Tribunal Supremo el
conocimiento, a través de unos motivos tasados, de determinadas
Sentencias y Autos definitivos dictados por órganos colegiados
con el fin de lograr la anulación de la resolución recurrida, todo
ello con fundamento en la existencia de vicios en la aplicación
e interpretación de las normas de Derecho material o procesal,
aplicables al caso.'*'

La finalidad de la casación no es el aseguramiento de la unidad del


Derecho y la realización de la justicia en el caso individual, sino
el aseguramiento de una protección jurídica realista, "pudiendo
ser presentadas a la revisión del tribunal de casación (sólo) aque-
llas partes de Iq decisión de los jueces de mérito que son indepen-
dientes del paso del tiempo y que, por ello no son del dominio

257 RoxiM, Claus, Derecho Procesal Penal, Editores del P u e r t o , ! ' edición en caslellano,
Buenos Aire.s. 2000, p. 166.
258 GiMFHO SENDRA, V., Manual de Derecho Procesal penal, cilndo, p, 745.
422 EL NUEVO PROCESO PENAL

nalural del juez dc primera instancia, quien actúa de manera más


cercana a los hechos."

Pueden distinguirse dos clases de casación: a) casación por in­


fracción de la ley, y b ) casación por quebrantamiento de forma.
En el primer caso, se anula la resolución porque el fallo no cones­
ponde a la voluntad de la ley sustantiva; y la segimda, se anula
la resolución porque habiéndose infringido las formas prescritas
por la norma procesal para la actuación de esa volunlad, no puede
saberse si aquél corresponde o no a ella.'"" También se distingue
la casación sustantiva, que permite determinar si el derecho ma­
terial ha sido correctamente aplicado al hecho comprobado por el
tribunal de mérito; y la casación procesal, para atacar los errores
procesales, en tanto el tribimal de casación no sólo revisa si el de­
recho procesal ha sido correctamente inteфretado, sino también
si el tribunal inferior ha constatado correctamente las circunstan­
cias fácticas que se subsumen bajo una norma procesal,^*'

b. Procedencia.­ La nueva ley procesal introduce la casación pe­


nal bajo determinadas reglas de procedimiento, precisando en
primer orden que procede contra: 1) las sentencias definitivas;
2 ) los autos de sobreseimiento y 3) los autos que pongan fin al
procedimienlo, extingan la acción penal o la pena o denieguen la
extinción, conmutación, reserva o suspensión de la pena, dictadas
en apelación por las Salas Superiores (art. 427.1).

En los casos indicados anteriormenle, se tiene que tener en cuen­


ta la exigencia de determinado cuanturn punitivo previsto en la
norma penal para su procedencia; así, se requiere que el auto que
ponga fin al procedimiento se refiera a un delito cuyo extremo
mínimo de la pena prevista en la ley sea superior a seis años; o la
sentencia dictada sea por delito que tenga señalada en la ley en
su extremo mínimo pena superior a seis años; en ambos casos se

259 RoxiN, C laus, Dereclio Procesal Penat, citado, p. 469.


260 GÓMEZ COLOMER, Juan­Luis, El proceso penal español. Valencia, Tirant lo blandí, 2*
. e d i c i ó n , 1997, p. 3 2 1 .
2 6 r RoxiN, C laus, Derec/iit>/'roccjo//"eítfi/, citado, p. 469,
CAPtnn.O vili: El. SISTEMA DE MEDIOS IMPUGNATORIOS '123

traía ele la pena conminada que establece el código penal para el


delito y no la pena que se haya impuesto o solicitada en la acu-
sación escrita (si fuera este último caso). En tal sentido, la Sala
Penal de la Corte Suprema ha declarado la inacimisibie objeíivu
de! recurso de casación debido a que el delito materia de proceso
i^enal -hurto agravado- se encuentra sancionado con pena inferior
a seis años en su extremo mínimo, lo que impide apreciar los de-
más supuestos de admisibilidad formales y subjetivas.^"

También se considera la procedencia de la casación cuando se tra-


te de sentencias que imponga la medida de seguridad de interna-
ción; o cuando el monto de la reparación civil fijada en primera o
segunda instancia sea superior a cincuenta unidades de referencia
procesal; o el objeto no pueda ser valorado económicamente (art.
427.2, 3).

El plazo para interponer el recurso de casación es de diez días


que se compulan a partir del día siguiente de la notificación de la
resolución judicial (art. 414).

c. . Procedencia excepcional.- Excepcionalmente la Corte Suprema


podrá declarar la procedencia del recurso de casación en casos
distintos a los señalados cuando, la Sala Penal discrecionalmen-
i le lo considere necesario para el desarrollo de la doctrina juris-
prudencial (art. 427.4). En estos casos, cuando se invoque este
supuesto excepcional, el recurrente, además de las causales que
se prevén, deberá explicar puntualmente las razones que justifi-
4 -"^ can el desarrollo de la doctrina jurispnidencial que pretende (art.
427.4, 430.3). Así se ha expresado la Sala penal Suprema cuan-
i
do sostiene que si bien el código permite que "excepcionalmente
i ] H i e d a aceptarse el recurso de casación fuera de las resoluciones
que enumeran los apartados anteriores del citado artículo, ello
está sujeto a que se estime imprescindible para el desarrollo de la
doctrina jurisprudencial, y que el recurrente consigne adicional y
^ puntuahncnte las razones que justifican el desarrollo de la doclri-
^1^1 na jurisprudencial que pretende".^"

262 A m o Cttsalurio N " 04-2007, Ihiaura, lit fecha 14 de agosto del 2007.
263 A l i l o Casalorio N " 06-2007, Miiaura. de 24 de oclulire del 2007. En este auto se pre-
424 EL NUTVO HÍOCLSÜ ITNAL

d. inadmisibilidad.­ La Sala Suprema declarará la iimdmisibilidad


dc la casación cuando no sc satisfacen los rciiuisitos formales que
eslablecen los arts. 405 y 429 de la ley procesal; cuando se hubie­
re interpuesto por motivos dislinlos a los enumerados en la ley;
cuando se refiere a resoluciones no impugnables en casación'"'';
cuando el recurrente hubiere consentido previamente la resolu­
ción adversa de primera instancia; cuando carezca manifiesta­
mente de fundamento (arl. 428).

e. Causales. ­ La ley procesal (art. 429) establece determinadas cau­


sales para 1111ефопег casación. Estas son las siguientes:

Si la resolución ha sido expedida con inobservancia de garan­


tías consütucionales dc naturaleza procesal o material, o con
una indebida o errónea aplicación dc dichas garantías^". Así
en la sentencia casatoria № 09­2007, Iluaura, se declara fun­ '
dada en parte la casación por inobservancia de las garantías
constitucionales del debido proceso: afectación del principio
de inmediación y defensa procesal: derecho a la prueba.

Si la resolución incurre o deriva dc una inobservancia dc las '^


normas procesales sancionadas con nulidad.

elsa que el recurrente no sólo no lin especificado cl porque la Sala Suprema delie de
^
conocer de dicho recurso, sino que el mismo carece de interés casacional. También el
auto casatorio 07­2007, Muaiira, de 14 de septiembre del 2007.
264 Véase el auto casatorio № 01­2008, L a Libertad, de fecha 15 de febrero del 2008.
265 Véase la Sentencia C asatorin № 11­2007, La Libertad, de fecho 14 de febrero del
2008.
266 En la Sentencia C asatoria № 09­2007, Miiaiira, de fecha 18 de febrero del 2008, se
considera que el colegiado al rechazar la prueba ofrecida por la aetora civil, en cuanto
al expineii de la agraviada vulneró no sólo el derecho a la prueba de la parte afectada
sino principalmente el principio de inmediación, pues fundamentó la sentencia con
infonnación.qiie no fue susceptible de ser conlraexaminada, y que la oralización de
la declaración de la agraviada no ofrecía garantías mínimas de calidad que sirvan
para .sosleqer un juicio de racionalidad, y es que "sólo el tribunal que ha visto y oído
la pmeba practicada en su presencia está en coirdiciones de valorarla y determinar
ia fiabilidad y verosimilitud del testimonio". Se declaró nula la sentencia de vista
que confirmaba la absolución en caso de violación sexual y ordenó nueva sentencia
previa audiencia de apelación.
267 Véase tmiibién la Sentencia Casaloria № 10­2007, Tmjillo, de fecha 29 de enero del 200S.
Слр1т1п.о VIH: EL SISTC MA DE MEDIOS IMI­UONATORIOS 425

­ ,Si la resolución imporla una indebiJa aplicación, una errónea


interpretación о ima falla de aplicación tie la ley penal о de
otras normas jurídicas necesarias para su aplicación.
Si la resolución ha sido expedida con falla o manifiesta ilogici­
dad de la motivación, cuantió el vicio resulte de su propio tenor.

­ Si la resolución se aparta de la doctrina jurisprudencial esta­


blecida por la C orte Suprema o Tribimal C onstitucional.

Para efecto de su admisibilidad, el recurrente debe de cumplir


con: a) los requisitos formales que prevé la ley en el art. «105;
b) debe invocar la causal invocada por separado; c) debe señalar
de manera concreta los preceptos legales que considere errónea­
mente aplicados o inobservados; d) sus fiuidamentos legales y
doctrinales; y e) expresará especiíicamenle cual es la aplicación
que pretende."'

Entonces, el recurso de casación debe de plantear no solo la in­


debida interpretación o aplicación de las normas sino proponer
la forma debida y correcta de la aplicación de la ley. Se presenta
ante Ib Sala Penal Superior, la que puede declarar su inadmisibi­
lidad; en caso de conceder el recurso notificará a todas las partes
emplazándolas para que comparezcan ante la Sala Suprema, es­
tableciéndose que píua en caso de distritos judiciales fuera de la
ciudad de Lima, deben de fijar domicilio procesal dentro del déci­
mo día de notificados, ello permitirá a la C orle Suprema cumj)lir
con el traslado del recurso a las partes (art. 430.4,5).

La C orte Suprema mediante auto decidirá si el recurso está Bien


Concedido y si procede conocer el fondo de! asunto. En tal senti­
do expedirá el auto de calificación del recurso de casación dentro
del plazo de veinte días (art. 430. 6). Si la Sala Suprema concede
el recurso, es decir, admite conoce el fondo del mismo; señalará
día y hora para la Audiencia de Casación con citación de las par­
tes estableciéndose, como sanción procesal, que de no concurrir

68 Véase lu ciisación N " 02­2007, Iluaura, aulo de calificación, considerando tercero, de


fecha 19 dc julio del 2007.
426 E L NUEVO PROCESO PENAL

la parte que interpuso el recurso se resolverá inadmisible el mis-


mo (ajt.431.2). Instalada la audiencia se escuchará a las partes,
primero a aquella que ha recurrido y luego a la otra parte, incluso
se escuchará al imputado, si asiste, luego de lo cual se suspende a
fin de que la Sala resuelva dictando Sentencia de Casación en cl
plazo de veinte dias, requiriéndose cuatro votos confiarmes.

Conforme a la ley procesal, la Sala Suprema Penal tendrá co'm-


petencia sólo en cuanto a las causales preestablecidas expresa-
mente invocadas por el peticionario, sin embargo, puede emitir
pronunciamiento sobre cuestiones que sean declarables de oficio
en cualquier] estado del proceso. Asimismo, su competencia sc
ejerce sobre los errores jurídicos que contenga la resolución cues-
tionada y como señala la ley "está sujeta de manera absoluta a lo.s
hechos legalmente comprobados y establecidos en la sentencia o
auto recm-ridos" (art. 4 3 2 . 2 ) . " '

Si la Sala Penal Suprema declara Fundado el recmso de casa-


ción, declárala la nulidad de la sentencia o auto, y podrá decidir
el caso o disponer el reenvío del proceso. En el primer supuesto,
se pronunciará sobre el fondo del asunto dictando el fallo que
reemplazará al impugnado; en el segundo supuesto, de nulidad
y reenvío, mdicará el órgano jurisdiccional inferior competente
y el acto procesal que deba renovarse. A l margen de lo expues-
to, también puede, de oficio o a pedido del Ministerio Público,
decidir que el fallo tenga natmaleza de doctrina Jurisprudencial
vinculante a otros óiganos jurisdiccionales inferiores (art. 433.3),
posibilitándose la realización de vin Pleno Casatorio en el caso tic
que existiera otra sala penal.

Los efectos más importantes de una sentencia de casación son:


a) la anulación de la sentencia o auto podrá ser total o parcial; b)
si alguna de ias di.sposiciones de la resolución impugnada no fuf.
anulada, tendrá naturaleza de cosa juzgada; y c) si el fallo afectn

2 6 9 A d e m á s se seflala que los errores jurídicos de la semencia recorrida que no inlliiycren


en su parte dispositiva no causan nulidad. La Sala deberá corregirlos en la seiileitcíii
* casaloria ( a n . 432.3).
CAPIIUI О Vili: El. SISTEMA DE MEDIOS INÍHUGNATORIOS £27

el estado de detención del iinputado, se ordenará por Tribunal Su­

5 premo, la libertad de aquel.

Hs del caso señalar que contra lo resuelto por la Sala Suprema


Penal en sentencia casatoria no es susceptible de recurso impug­
natorio alguno (salvo caso de revisión). También se establece en
la ley que no será impugnable la sentencia que se dictare en el
juicio de reenvío por la causal acogida en la sentencia casatoria;
1 ^ si lo será si se refiere a otras causales distintas de las resueltas por
la sentencia casatoria (arl. 436).

5. _ EL PECimSO DE QtJTZJA DE DERECHO

La queja constituye un recurso extraordinario que busca alcanzar


la admisibilidad de una impugnación denegada por la instancia anterior.
Se busca que el juez superior pueda controlar si la resolución de inad­
niisibiiidad decidida por el inferior se ha ajustado o no a derecho.""

Esle recluso tiene una naturaleza excepcional, recurrente de la ne­


gativa del órgano jurisdiccional para admitir ima impugnación. Se trata
de una vía procesal indirecta para lograr se conceda la impugnación
deducida y negada.

Se le llama queja de derecho y de acuerdo con la ley procede en


disliiuos dos casos: a) cuando el juez declara inadmisible un recurso de
apelación; y b ) cuando la Sala Superior declara inadmisible un recurso
de casación.

Además de ello, se establece que la queja por denegatoria del re­


curso de apelación o casación, se presenta ante el órgano juiisdiccional
superior del que denegó el recwso sustentando jurídicamente su pedido
con invocación de la norma vulnerada y acompañando la documenta­
ción necesaria (resolución reciurida, escrilo en que se reciure y resolu­
ción denegatoria) y que su interposición no suspende la tramitación del
proceso principal ni la eficacia de la resolución cuestionada (art. 437).

270 Véase SAN MARTIN C ASTRO, Cesar, Dendto Frocesat Penai, Voi. II, Etlit. Grijiey,
T­'' I­inia, 1999, p. 767.
128 EL NUEVO PROCESO PENAL

En esencia, el juez de instancia superior revisa la resolución que denie­


ga la.impugnación deducida ante el aguo.

El plazo para su interposición es de tres días y en concordancia


con io dispuesto por el art. 403 del CP C, tratándose d e Distritos Ju
diciales distintos a Lima y C allao, el recurrente puede pedir al juiv,
que denegó el recurso que, dentro del plazo remita lo actuado por
conducto oficial, debiéndose formar el cuaderno y proceder a la re­
misión, bajo responsabilidad. El órgano jurisdiccional decidirá su
admisibilidad y podrá, previamente, pedir al j u e z copia de algunn
actuación procesal.

Si queja de derecho es declarada fundada, se concederá el rccuiso


que fuera denegado y se ordenará al juez remita el expediente o ejecute
lo que corresponda, notificándose a las partes. Si la queja es declara<la
Infundada, se notifica al Fiscal y a las demás partes (art. 438).

111. L A R E V I S I Ó N D E L A S E N T E N C I A :
ACCIÓN DE IMPUGNACIÓN

1. C OC
N EPTO

N o se trata de un recurso sino de ima acción que se dirige ante


el órgano jurisdiccional Supremo a fin de demandar un nuevo análisis
del caso penal, pese a la existencia de sentencia firme, por existir min
causal de suma importancia que demosUaría la inocencia de la persona
condenada por un delito. C onstituye el ca.so "más importante de que­
brantamiento dc la cosa juzgada en interés de una decisión.material­
mente correcta. Su idea rectora reside en ia renuncia a la cosa juzgada,
cuando hechos conocidos posteriormente muestren que la sentencia es
manifiestamente de manera in.soportable para la idea de la justicia.""' ^

271 Кош, C laus, Derecho Procesal Penal, citado, p. 492.


CAPITUÌ.O Vili: El. SISTEMA DE MIÌDIUS IMI'UC NATOHIOS 422

Мя sido conceptuada como una acción de impugnación autóno­


ma, de naturaleza excepcional, que resulta admisible i'micamente en
aquellos supuestos legalmente tasados en que se ponga en evidencia la
injusticia de una Sentencia firme de condena, cuya finalidad está enca­
minada a que prevalezca, sobre dicha resolución judicial, la auténtica
verdad y, con ello, la justicia material sobre la formal.'"

La revisión busca eliminar el error judicial que se pueda haber pro­


ducido en contra del imputado de acuerdo con los presupuestos estable­
cidos en la ley, en consecuencia, no se trata de analizar nuevamente las
pruebas que sirvieron de base para la constnicción de la sentencia, sino
del análisis de la nueva prueba presentada y no conocida anteriormente.

El legislador del código del 2004 sólo ha contemplado la revisión


de las sentencias condenatorias, pero hubiera sido también importante
que se ocupara de los casos donde se dictan sentencias absolutorias
existiendo de por medio amenazas o comisión de delito por la autoridad
que dictó la sentencia.

2. SUPUESTOS D E A P L I C A C I Ó N "

Conforme a la lógica que imprime el nuevo proceso penal, la ac­


ción de revisión procede sólo a favor del condenado y de manera taxa­
tiva se establecen los siguientes casos:

Cuando después de dictada la sentencia de condena, se dicta otra


igual de condenatoria o imponiendo medida de seguridad, por el
mismo delito, pero a persona distinta­ a la primera, no pudiendo
conciUa/se ambas sentencias. L o que exige, en virlud del princi­
pio de inocencia, su nuevo análisis judicial.

Cuando la sentencia se haya pronunciado contra otra precedente


que tenga la calidad de cosa juzgada. L o que resulla hasta lógico
si se tiene en cuenta que no puede haber dos sentencias en contra
de un mismo procesado por los mismos hechos.

272 O i M K N o SENOR.^, V . , Manual c/e Derecho Procesal Penal, citado, p. 769.


'130 EL Nunvo PROCESO PENAL

Cuando se demuestre que una prueba considerada decisiva pani


la sentencia, carece de valor probatorio por falsedad, invalidez,
adulteración o falsificación. Ello exige el ofrecimiento de la prue-
ba que desvirtúa la anterior de manera indubitable.

Cuando con posterioridad a la sentencia se descubren hechos o


medios de prueba no conocidos dmante el juicio y que permitan
establecer la inocencia del condenado.

Cuando se demuestre mediante resolución firme que la senlenciii


fue determinada exclusivamente por delito inciu-rido por el Juez o
existió contra su persona o familia Una grave amenaza y siempre
que en los hechos no haya intervenido el condenado. Supuesto
este de suma importancia pues se tiene en cuenta las posibilida-
des actuales de influij^ en los fallos judiciales, sobre todo en los
casos de crimen organizado. Se busca corregir no un error sino
ima decisión judicial anómala, irregular, viciada que perjudica a
una persona inocente, debiéndo.se probar tal circunstancia ade-
más de acreditar también la actividad delictiva del juez o la graw
amenaza existente en su contar o contra su familia.

Cuando la norma que sustentó la sentencia hubiera sido declara-


da inconstimcional por el Tribunal Constitucional o inaplicable
en un caso concreto por la Corte Suprema. L o que no hace sino
reafirmar el principio de legalidad penal y procesal, además, en
éstos casos, entendemos que la autoridad judicial que impuso ln
condena debiera actuar de oficio o bajo la iniciativa del Ministe-
rio Público, . . .

3. INTERPOSICIÓN. T R A M I T E Y SENTENCIA ^'•«i

La acción se interpone por el Fiscal Supremo Penal y por el conde-


nado. También los familiares de éste último en su representación. La de-
manda se presenla'ante la Sala Penal de la Corte Suprema con requisitos
preestablecidos (art, 441), La demanda debe de contener lo siguiente: Í-..

a. L a determinacióii precisa dc la sentencia que se pide revisar con


' indicación del órgano jtirisdiccional que la dictó.
CAJ'IIUI.O Vili; Et sisTUMA DE MEDIOS IMPUGNATOKIOS 431

b. La causai que se invoca -prevista en el artículo 4 3 9 - y la referen-


cia específica y completa de los hechos en que se ftmda, así como
las disposiciones legales que fueran pertinentes.

c. La indemnización que pretende el demandante, con indicación


precisa del monto. La misma ley señala que ello es potestativo.

d. Se acompañará a la demanda copia de la documentación perti-


nente: sentencias, prueba dociunental o indicación del lugar don-
de se encuentre archivada; otros medios de prueba que acrediten
sus afirmaciones.

e. La Sala Suprema podrá otorgar un plazo determinado al deman-


dante a fin de que complete los requisitos que faltan.

Si se admite la demanda, la Sala solicitará el expediente que mo-


tiva la revisión y la prueba documental que señala el demandante, quien
además puede ofrecer medios de prueba; se actuarán las pruebas con
Litervención de las partes por el vocal supremo designado, y se fijará
fecha para la realización de una Audiencia de Revisión, la que se realiza
con asistencia de las partes. Se establece -al igual que en los casos an-
teriores- que si no se presenta el demandante se declarará inadmisible
la ilemanda.

Concluida la audiencia, la Sala quedará expedita para dictar sen-


tencia en el plazo de veinte días en sesión pública. Si resulta fundada la
causal invocada, declarará sin valor la sentencia que la originó pronun-
ciando directamente sentencia absolutoria o remitirá lo actuado al órga-
no jurisdiccional competente para un nuevo juicio. Si declara infundada
la demanda el interesado podrá iniciar una acción nueva pero por causal
distinta a la resuella.

La nueva ley procesal reconoce a la Sala Suprema facultades de


suma iinporlancia en atención a la demanda de revisión pues puede to-
mar decisiones iiunediatas sobre la pena privativa de la libertad u otras
medidas que afectan otros derechos del imputado. La acción de revisión
puede lener efcclos imnedialos a su interposición pues si bies cierto no
suspende la ejecución de la senleucia, si es posible que en cualquier
momento del procedimienlo, la Sala pueda su.spender la ejecución de
432 EL NUEVO PROCESO PENAL

la sentencia impugnada y disponer, incluso, la libertad del imputado o


una medida coercitiva alternativa, lo que evidencia que con lo actuado
ya se estalla defmiendo la simación final del imputado, lo que además
resulta válido si los elementos probatorios resultan evidentes sobre su
inocencia.
•f

4
i

m
1, MARCO NORMATIVO NACIONAL E INTERNACIONAL

La Cooperación Judicial Internacional aparece como imo de los


aspectos centrales de los Estados en la lucha contra la delincuencia or-
ganizada, especialmente aquella de cuello y corbata y de poder econó-
niico. A diferencia de la legislación vigente, el nuevo código procesal
penal regula debida y detalladamente todos los casos de cooperación
judicial internacional, acorde con los Tratados y Convenciones Interna-
cionales y la situación homogénea existente en el derecho comparado.

Ya el primer artículo referido a este sistema internacional esta-


blece su marco jurídico como base sustancial de sus competencias en
un ámbito de respeto a los derechos humanos: "Las relaciones de las
autoridades peruanas con las extranjeras y con la Corte Penal Interna-
cional en materia de cooperación judicial internacional se rigen por los
Tratados Internacionales celebrados por el Perú y, en su defecto, por
el principio de reciprocidad en un marco de respeto de los derechos
h u m a n o s . " Se agrega que si existiera Tratado, sus normas regirán el
trámite de cooperación judicial internacional, y se tendrán en cuenta
las normas de derecho interno, en especial las que señala el nuevo
código, para la interpretación y aplicación de lo que no disponga el
tiatadü (ait. 508).

2. LOS ACTOS DE COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL

El nuevo código procesal regula los actos considerados de coope-


ración judicial internacional;
436 EL NUEVO PHOCESO PÜNAI.

a. La extradición.
b. La notificación de resoluciones y sentencias.
c. La nolificación de testigos y peritos para que declaren.
d. La recepción de testimonios y declaraciones.
e. Le exhibición y remisión de documentos o copias de ellos.
f. La remisión de documentos e informes.
g. La realización de indagaciones e inspecciones.
h. El examen de objetos y lugares.
i. La práctica de bloqueo de cuentas bancarias; los embargos, liiH
incautaciones de bienes delictivos, la inmovilización de activos,
registros domiciliarios, allanamientos, control de coniunicacio-
nes, entre otras diligencias.
j. Facilitar la información y elementos de prueba.
k. El traslado temporal de detenidos procesados o condenados paro
que declaren como testigos; también a las personas en libertad.
1. El traslado de condenados; las diligencias en el exterior y la en-
trega vigilada de bienes delictivos.
m. Los actos de asistencia que establece el Estatuto de la Corte Penal
Internacional.

3. LA AUTORIDAD CENTRAL

La cooperación judicial internacional requiere de órganos que


cumplan la función de hacer efectiva toda la cooperación y asistencia
judicial que los Tratados y las leyes establecen. La nueva ley procesal
establece que la autoridad central en esta materia es la Fiscalía de la Na-
ción. En consecuencia, las autoridades centrales o compelenles de oíros
Estados se dirigirán a la Fiscalía de la Nación a fin de instar los actos
de cooperación que requieran; de la misma manera, debe de intervenir
en la tramitación de las solicitudes de cooperación que presenten las
autoridades nacionales.
¿, CAPITULO I X : LA COOPHRACIÒM JUDICIAL iMienNACiouAu 437

Pwo estos efectos, se establece que el Ministerio de Relaciones


líxteriores. dado el conocimiento y la experiencia que tiene, brinde el
apoyo necesario a la Fiscalía de la Nación, la que además, también en
coordinación, podrá celebrar convenios con las autoridades centrales ex-
Iranjeras para el intercambio de tecnología, experiencia, coordinación de
la cooperación judicial, capacitación u otros actos similares (art. 512).

'I. LA EXTRADICIÓN

La extradición presenta caiacterislicas generales


1. La persona procesada, acusada o condenada como autor o partíci-
pe de delito que se encuentre en otro Estado, puede ser extradila-
da a fin de ser juzgada o cumplir la sanción penal.
2. Si no existe Tratado la extradición puede sustentarse en el princi-
pio de reciprocidad.
3. Corresponde decidir la extradición activa o pasiva: al Gobierno
mediante resolución Suprema, con acuerdo del Consejo de Mi-
nistros, previo informe de una Comisión Oficial presidida por el
• Ministerio de Justicia e integrada por el Ministerio de Relaciones
Exteriores.
4. La decisión del Gobierno requiere también de una resolución
consultiva de la Sala Penal de la Corte Suprema (con conoci-
miento de la Fiscalía de la Nación), la que resulta decisiva pues si
la opinión del máximo órgano jurisdiccional es negativa a la ex-
tradición, el Gobierno queda vinculada a ella (obligatoria), pero
si la resolución consultiva es favorable a la entrega o considera
procedente solicitar la extradición, el Gobierno no está obligado
y puede decidir lo conveniente (facultativa).

5. CLASES DE EXTRADICIÓN

El nuevo Código regula la extradición bajo sus dos formas ya


conocidas: la extradición pasiva y la activa.
438 El, NUBvo PROCESO PENA L

5.1. La extradición pasiva

Se produce cuando ei Estado peruano es requerido para que de-


cida la extradición de una persona que se encuentre en nuestro país.
La extradición pasiva procede cuando la persona procesada, acusada
o condenada como autor o parlicipe de im delito cometido en un país
extranjero y que se encuentre en el territorio nacional, como residente,
mrista o de paso, puede ser extraditada a fin de que sea investigada,
juzgada o cumpla la sanción impuesta. Esta extradición se encuentra
supeditada a que existan las garantías de una recta impartición de justi-
cia en el país requirente (art. 516).

Esla forma de extradición puede ser rechazada si el hecho materia


del proceso no constituye delito tanto en el Estado requirente comò en
el Perú, y si en ambas legislaciones no lenga prevista una pena, en cual-
quiera de sus extremos, igual o superior a un año de pena privativa.' Se
prevé que si la extradición es por varios delitos, bastai'á que se cumpla
la condición de uno de ellos para que involucre a los demás delitos.

Se señalan como otros casos de improcedencia de la extradición:


si el Estado requirente no tuviera jurisdicción o competencia para co-
nocer del ca,so; si el extraditado hubiera sido absuello, condenado, in-
dultado, amnistiado o sujeto a otro derecho de gracia; si el extraditado
tuviere que responder ante un tribunal de excepción; si el delito fuere
militar, contra la religión, político o conexo con él, de prensa o de opi-
nión; si el delilo se persigue a in-stancia de parte, entre otros (art. 517).

El mismo código eslablece los efectos de la extradición que sc


concede, principalmente señalamos: 1) el extraditado no podrá ser
encausado por hechos anteriores y dislinlos a los que determinaron
la extradición, sin previa autorización del Perú; 2) la modificación dc
la calificación penal de los hechos también requerirá la autorización
del gobierno peruano; 3) el extraditado no podrá ser reexü-aditado, sin
autorización del Perú; y 4 ) los objetos, efectos, instrumentos y lo que
constimyan el cuerpo del delito y que se hallen en poder del extraditado
podrán ser remitidos al estado requirente.
3i9 CAPÍTUI-O IX: T.A cQOt'ERAa6w JUDICIAL- rmERNACiONAL 439

»» - —. ^- ^ . . . -

ai
*-
iB0 I'll estos casos es posible que se dicten medidas coercitivas que per-
ni i tan o fácil i ten la extradición, como es el arresto provisorio o pre-extra-
* dición, con la intervención de la Fiscalía dc la nación y de la Interpol.
3 ^ 5.2. La Extradición activa

En esta fonna activa el Estado interesado es el Perú y, a instancia


~ P de la Sala Penal de la Corte Suprema, podrá requerir la extradición de
áíBfl un procesado, acusado o condenado al Estado en que dicha persona se
encuentra paia que se someta y cumpla con la ley peruana.

Para los efectos del trámite interno se siguen determinados cri-


terios y las normas ya establecidas para la extradición pasiva. El pro-
Si^ cedinuenlo se inicia por el juez de la Invesligación Preparatoria o Juez
•^üj^ Penal, de oficio o a pedido de parte; emite uno resolución de extradición
activa donde deberá precisar los hechos de imputación, la calificación
legal, la pena conminada, los ftindamentos que acreditan los hechos
3 ^ delictivos y su vinculación con el imputado, la declaración de ausencia
o contumacia, si fuera el caso, así como la orden de detención con fines
de extradición.

v"' Ll juez formará el cuaderno respectivo acompañando principal-


Si^ mente, la docmnentación que acredite la ubicación del requerido en el
país requerido, y si el Tratado o la legislación mterna de dicho país exige
prueba que fundamente la seriedad de los cargos, los medios de invesli-
^9 gnción o de prueba que lo justifiquen; se pueden adjuntar las normas de
üíi^ derecho interno y los tratados que son aplicables al caso. El cuaderno
se eleva a la Sala Pena! de la Corle Suprema, y si la resolución consul-
tiva es desfavorable, se devolverá lo actuado al juzgado de origen; si
3 ^ es favorable, el cuaderno íntegro se remitirá al Ministerio de Justicia,
el Gobierno emitirá pronunciamiento mediante Resolución Suprema,
jf pudiendo acordirr si accede o deniega el pedido (art. 526).

A l igual que la extradición pasiva, si existiera peligro de fiíga, el


juez podrá solicitar al Estado requerido, directamente, con conocimien-
to de la l'iscalía de la Nación, y a través de la Interpol, que dicte orden
de arresto provisorio con fines de extradición (art, 527).
4'I0 EL NUEVO PROCESO PENAL

6. ASISTENCIA JUDICIAL INTERNACIONAL

Los casos de asistencia judicial internacional están referidos a


aquellos actos de cooperación internacional previstos en el art. 511
apartados b) a j ) como son la asistencia para la notificación de las re-
soluciones y senlencias, la remisión de documentos, la realización dc
indagaciones o inspecciones, el bloqueo de cuentas, incautaciones, el
traslado temporal de detenidos, entre oíros actos (art. 528). En todos
estos casos, la solicitud de asistencia judicial o carta rogatoria sólo
procederá cuando la pena privativa para el delito investigado o juzgado
no sea menor de un aiío y siempre que no se trate de un delito sujeto
exclusivamente a la justicia militar.

La ley procesal eslablece los casos en los cuales se pueden de-


negar las solicitudes de asistencia (art. 529) así como los requisitos y
tramite a seguir cuando la asistencia judicial se solicita a las autoridades
peruanas (art. 530) con intervención de la Fiscalía de la Nación, la que
trasladará las solicitudes al juez de la investigación preparatoria del lu-
gar donde se debe dc llegar a cabo la diligencia (ait. 532).

7. COOPERACIÓN CON L A CORTE P E N A L I N 1 E R N A C I Ó N A L

También existe en el nuevo proceso penal expresa regulación so-


bre la colaboración con la Corle Penal Internacional. Dicha colabora-
ción comprende: a) la detención y entrega de personas; b ) !a detención
provisional, y c),los actos de cooperación previsto en el arl. 93 del Es-
tamto de la Corte Penal, considerándose además los casos previstos en
el art. 551, inciso 1, literales b) a m ) .

Se eslablece que las solicitudes de cooperación serán recibidas vía


diplomática y remitidas inmediatamente a la Fiscalía de la Nación, aún
cuando se puede dirigir dicho pedido directamente a la Fiscalía, la que a
su v e z las remitirá al Juez de la Investigación Preparatoria si se trata de
un pedido de detención y entrega o de detención provisional y de los ca-
sos que le correspondan según ei arl. 511 citado. Pero corresponderá la
remisión al Fiscal cuando la cooperación consiste en l ) la identificación
CAPITULO I X : LA OOOPI-RACIÓN JUDICIAL IKIERNACIONAL 441

I y búsqueda de persona u objetos; 2) la realización de exhumaciones y el


examen de cadáveres y fosas comunes; y 3) la identificación y determi-
nación del paradero de bienes delictivos. Si el pedido es de realización
' de inspecciones, congelamiento o la incautación de bienes delictivos, el
Fiscal instará al Juez de la Investigación preparatoria dicte la resolución
^correspondiente (art. 555).

Es necesario resaltar la obligación que tienen las autoridades na-


' cionales, que participan en los actos de cooperación, de preservar el
I secreto de las actuaciones en que intervengan, cuando fiíere necesario y
I el interés de la justicia lo exige.
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I л и т о DE CALIFICACIÓN / IMPROCEDENTE

SALA PENAL PERMANENTE


CASACIÓN N» 01­2003
LA LIBERTAD

AUTO DE CALIFICACIÓN DEL RECURSO DE C ASAC IÓN

Lima, quince de febrero de dos mil ocho.­

A U T O S y V I S T O S ; interviniendo como ponente el Vocal Supre­


mo scHòr Parlona Pastrana; el recurso de casación por inobservancia de
la ijorantia constitucional de carácter procesal y de las normas de carác­
ter procesal sancionadas con nulidad 1п1ефие81о por el abogado defen­
iior del encausado Juan Oswaldo Alvarez de la Cruz contra la sentencia
du vista de fojas ciento treinta у nueve, de veintinueve de noviembre
dc dos mil siete; у C O N S I D E R A N D O : P r i m e r o : Q u e , conforme al
estado del proceso у en aplicación a lo dispuesto en el apartado seis del
iirticulo cuatrocientos treinta del C ódigo Procesal Penal de dos mil cua­
tro, corresponde decidir si el repurso de casación está bien concedido
­auto de fajas ciento cincuenta y cuatro, del once d e diciembre de dos
mil siete­ y si, e n consecuencia, procede conocer el fondo del mismo;
que es de precisar que se ha cimiplido con el trámite de traslados res­
pectivos y el recurrente a cumplido con señalar domicilio procesal en
la ciudad de Lima dentro del plazo establecido de confomidad con el
lu'ticulo cuatrocientos ü­einta inciso cuatro. Segundo: Q u e , la inadmi­
sibllidad del recurso de casación se rige por lo normado en el articulo
cuatrocientos veintiocho y sus normas concordantes del C ódigo Proce­
•#

I.­ лито DE C A L I F I C A C I Ó N / I M l ' R O C E D E N T E

SAl.A l^ENAL PLRMANEN'JE


C A S A C I Ó N H" 01­2008
LA LIUERIAD

A U ГО DE CALIFICACIÓN DEL REC URSO DE C A S A C I Ó N

Lima, quince de febrero de dos mil ocho.­

A U T O S у V I S T O S ; interviniendo como ponente el Vocal Supre­


mo señor Pariona Pastrana; el r e c e s o dc casación por inobservancia de
la garantía constitucional de carácter procesal y de las normas de carác­
ter procesal sancionadas con nulidad inteфllesto por el abogado defen­
iior del encausado Juan Oswaldo Alvarez de la Cruz contra la sentencia
dc vista de fojas ciento treinta y nueve, de veintinueve de novieitibre
de dos mil siete; y C O N S I D E R A N D O : P r i m e r o : Que, conforme al
estado del proceso y en aplicación a lo dispuesto en el apíulado seis del
urlículo cuatrocientos trcinla del C ódigo Procesal Penal de dos mil cua­
tro, corresponde decidir si el recurso de casación está bien concedido
­auto de fajas ciento cincuenta y cualro, del once de diciembre de dos
mil siete­ y si, en consecuencia, procede conocer el fondo del mismo;
que es de precisar que se ha ciunplido con el trámite de traslados res­
I pcclivos y el reciurente a cumplido con señalar domicilio procesal en
I la ciudad de Lima dentro del plazo establecido de conformidad con el
iutículo cuatrocientos ueintu inciso cuatro. Segundo: Que, la inadmí­
' sibilldad del recurso de casación se rige por lo normado en el artículo
P cuatrocientos veintiocho y sus normas concordantes del C ódigo Proce­
446 EL N u n v o PROCESO PRNAI.

sal Penal aludido cuyos requisitos deben cumplirse acabadamente para


que se declare bien concedido; que un presupuesto objetivo del recurso
es qye se refiera a resoluciones impugnables en casación, a cuyo efec-
to es de precisar que es materia de recurso de casación la sentencia
de vista de fojas ciento treinta y nueve que confirmó el exhemo de la
sentencia de primera inslancia expedida por el Juzgado Colegiado que
condenó al encausado Juan Oswaldo Alvarez de la Cruz como autor
del delito de tenencia ilegal de armas de niego en agravio del Estado,
y revocaron la pena de ocho años, reformándola le impusieron doce
años de pena privativa de la libertad, confirmaron la reparación civil
impuesta de doscientos nuevos soles en mérito a que fue apelada por
el fiscal provincial a fojas setenta y seis y el recurrente a fojas setenta
y nueve, por lo que se cumple el presupuesto objeUvo estatuido en los
apartados uno -sentencia definitiva- y dos literal " b " -el delito a que se
refiere la acusación escrita del fiscal tiene en su extremo mínimo ima
pena privativa de libertad mayor a seis años- del arlículo cuatrocientos
veintisiete del referido Código Procesal Penal además contra el fallo de
primera instancia el impugnante interpuso recurso de apelación porque ,
la sentencia de primera instancia le fue adversa asimismo invoca viola-
ciones de la ley que han sido deducidas también en los fundamentos de
su apelación, en consecuencia no se afectó el presupuesto del gravamen
a que se refiere el aitículo cuabocíenlos veintiocho apartado uno literal
" d " parte in fine del Código Procesal Penal aludido. Tercero: Que el
recurso cumple, semejantemente, los presupuestos fonnales correspon- ,
dientes de tiempo, lugar, modo y fundamentación; que el recurrente,
en principio, ha citado como motivo del recurso el inciso uno y dos del
articulo cualrocientos veintinueve del Código Procesal Penal de dos >f.
mil cuatro, y lo ha precisado como exige el apartado uno del ardculo j '
cuatrocientos treinta de la Ley Procesal Penal, por lo que es del caso »
analizar su coherencia o correspondencia interna a los efectos de su ad-
misibilidad, señala que tanto la sentencia del Primer Juzgado Colegiado u
y la sentencia de vista tiene como sustento una prueba irregularmen- ^i-
te admitida -acta de registro personal e incautación de arma de fuego
(fojas seis del cuadernillo adjunto) en el cual no se respetó lo previs-
to en. los artículos doscientos diez e inciso dos del arlículo do.scientos
Sl­NTENCIAS C ASATORIAS 447

dieciocho del aludido C ódigo, norma legal que contraviene el articulo


ocho dei Título Preliminar del citado C ódigo, normas estas de orden
público y de estricto cumplimiento toda vez que el fiscal no solicitó la
resolución confirmatoria de la citada acta al Juez de la Investigación
Preparatoria, consecuentemente le afectó la Garaittía Constitucional del
debido proceso qué tiene todo justiciable y por ende el derecho a la m­
tela jurisdiccional efectiva, taxativamente previsto en el artículo ciento
ШШЩ treinta y nueve inciso tres de la Carta Magna, y que la Sala de Apelacio­
nes en su sentencia de vista tampoco corrigió dicho error, e inobservó el
principio del indubiopro reo en el sentido que al no tener la acta aludida
íormaiidades de ley, ni tampoco existe certeza sobre las personas que
han intervenido en el acta de registro personal e incautación de armas
de fuego dicha acta carecerá de eficacia como lo establece el artículo
ciento veintiuno del C ódigo Procesal Penal de dos mil cuatro lo que ge­
• X P nera duda razonable a partir de lo cual afirma que se vulneró el debido
l^lgf proceso al no declarar la nulidad del mismo. C uarto: Que, ahora bien,
en primer lugar ima adecuada o ineficiente investigación preparaloria
no determina la anulación del proceso sino el sobreseimiento o la abso­
lución del imputado, y, en segundo lugar, que la declaración de nulidad
requiere de actos procesales realizados con defectos estructurales de tal
naturaleza que le restan eficacia jurídica, ello en modo alguno puede
constituirse en causal de nulidad del presente proceso, habida cuenta
Wlfi^ que en nuestro sistema procesal, la prueba se rige porque el juzgador
fiene la libertad de evaluar los medios probatorios sin que estos ten­
I ^ gan asignados un valor predetei­minado y que estos tienen la necesidad
de ser evaluados de forma global al momento de expedir la sentencia,
lo que ha ocurrido en el proceso subexamen, asimismo cabe indicar
que la tutela jurisdiccional efectiva no importa la obligación del órgano
^ ^ j u r i s d i c c i o n a l de admitir a trámite toda demanda ni que admitida я
WÈS^ trámite tenga necesariamente que declarar fundada; que. en dicho con­
texto, implica que el órgano revisor tiene que observar el debido proce­
^ so entre los que destacan los derechos al libre acceso a la jmñsdicción
de defensa, a la prueba, a la motivación de las resoluciones judiciales, la
0Í¡^ obtención de im resolución fiíndada en Derecho, a la pluralidad de ins­
lanc¡a.s, plazos razonables lo que en el presente caso se han observado

«#

448 EL МШУО TROCFSO PENAL

en consecuencia el reproche que se formula no tiene entidad casacional,


esto es, no se cumple el presupuesto procesal objetivo que habilita el
recurso casacional, siendo aplicación el literal " c " del inciso uno del
artículo cuatrocientos veintiocho del Código Procesa! Penal tantas v e ­
ces citado. Por estos fundamentos: I. Declararon I M P R O C E D E N T E
por inobservancia de la garantía constitucional de carácter procesal y
de las normas de carácter procesal sancionadas con nulidad interpuesto
por el abogado defensor del encausado Juan Oswaldo Alvarez de la
Cruz; M A N D A R O N se notifique a las partes apersonadas la presente
Ejecutoria. II. D I S P U S I E R O N se devuelva el expediente al Tribunal Je
Apelaciones. 1 lágase saber.­

S.S
S A L A S O A M U O A / P O N CE D E M I E R / U R D I N A G A N V I N l / P A I U O N A P A S T R A N A /
ZECENARKO MATEUS

2.­ лито DE C ALIFIC AC IÓN / TNADMISIBLE

SALA PENAL PERMANENTE


CASACIÓN № 07­2007
HUAURA

­ A U T O D E CA L I F I CA CI Ó N D E L R E CU R S O DE C ASAC IÓN­

Lima, catorce de septiembre de dos mil siete.­

A U T O S y V I S T O S ; interviniendo como ponente el señor San Mar­


Ün Castro; el recurso de casación por inobservancia de geuantías constitu­
cionales de carácter procesal: debido proceso, tutela jurisdiccional y juez
lega! interpuesto por los acusados MUGO UMSES D Í A Z MAimicio y VÍC TOR
R A Ü L IRURETA GARC ÍA contra la sentencia de vista de fojas cincuenta y
seis, del siete dé junio de dos mil siete, que confirmando en un extremo y
revocando en otro la sentencia de primera instancia de fojas ciento treinta
y dps del cuaderno respectivo, del veintinueve de enero de dos mil siete,
los condenó como autores del delito de peculado en agravio de la Muni­
^ 0
SENTENCIAS CASATORIAS 449

^ g M i l|)iiliilud Distritai tle Santa Maria y el Estado, e impuso a HUGO ULISES


)lA/ MAURICIO cualro años dc pena privativa de libertad suspendida con-
^ ^ d l c i o n a l m e n t e , y a VICTOK R A Ú L IKÜIÍETA G A R C I A tres años de pena pri-
^iHl^vnllva de libertad suspendida condiciunalmente, asi como inhabilitación
^i^A|H)r cl plazo de tres años y el pago solidario de cualro mil nuevos soles
' ^ | ) u i ' concepto de reparación civil a favor del Estado y ia Municipalidad
i ^ í P D i s l j i l a l de Santa Maiía, a razón de dos mil nuevos soles a cada entidad,
ril^íiiu peijuicio de devolver la suma apropiada; y C O N S I D E R A N D O : P r i -
^ ^ m e r o : Que, conforme al estado de la causa y en aplicación a lo dispuesto
^ ^ c n el apartado seis del artículo cuatrocientos U-einta del N u e v o Código
i i * ( | Procesal Penal, corresponde decidir si el recurso de casación está bien
concedido -aulo de fojas ochenta, del veintisiete de junio de dos mil sie-
j• le- y si, en consecuencia, procede conocer del fondo de! mismo; que se
ha cmnplido con el trámite de traslados respectivos y se han apersonado
a la instancia ambos recurrentes, sin que el Ministerio Público y la actora
^ ^ ^ c i v i l hayan acompañado sus alegatos escritos. Segundo: Que la inadmi-
^ ^ s i b i l i d a d del recurso de casación se rige por lo normado en e! artículo
ai^cuaüocientos veintiocho y sus normas concordantes del citado Código,
¿ j f t c u y o s requisitos deben ciunplirse acabadamente para que se declare bien
^ ^ c o n c e d i d o ; que se ha recurrido una sentencia de vista, que confirmando
^ ^ e n un extremo y revocando en oUo la sentencia de primera instancia,
B l ^ c o n d e n ó a los recurrentes como autores del delito de peculado. Tercero;
^ l » ( 3 u e , sin embargo, desde el presupuesto procesal objetivo del recurso de
casación, se tiene que el apartado dos, literal b ) , del articulo cuatrocientos
^ ^ v e i n t i s i e t e del Nuevo Código Procesal Penal, dispone que las sentencias
igig|son recurribles en casación siempre que el delito más grave, en su extre-
^ ^ ^ m o mínimo, tenga señalado en la Ley ima pena privativa de libertad ma-
^ ^ y o r de seis años; qué el artículo trescientos ochenta y siete del Código Pe-
Bienal, modificado por la Ley número veintiséis mil ciento noventa y ocho.
establece para el peculado doloso pena privativa de libertad no menor de
^ ^ d o s años ni mayor de ocho años, que. por consiguiente, como el extremo
Hi*^mínimo de dicho tipo legal no supera los seis años de pena privativa de
liberlad, dicha sentencia no es susceptible de recurso de casación, silua-
^ ^ c i ó n que impide apreciar los demás presupuestos de admisibilidad [cabe
significar que si bien lo que se invoca es luia presunta vulneración de
preceptos consfilucionales y se cita el supuesto de casación por infracción
450 EL Niw.wo p n n c F . s o PENAL

de norma procesal, que presupone nonnas de rango ordinario, se bala de


iin error obviamente superable en virlud de ia doclrina, ya asumida por
esta Sala de Casación, de la voluntad impugnativa]. Cuarto: Que si bien
el apartado cuatro del artículo cualrocientos veintisiete del Nuevo C ó -
digo Procesal Penal permite que, excepcionalménle, pueda aceptaise el
recurso de casación fuera dc las resoluciones que enumeran los apartados
anteriores del citado artículo, ello está sujeto a que se estime imprescin-
dible para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial, y que el recurrente
consigne adicional y puntualmente las razones que justifican el desarro-
llo de la doctrina jurisprudencial que pretende, con arreglo al apartado
tres del aitículo cuatrocientos treinta del Nuevo Código Procesal Penal;
que, en el présenle caso, los impugnantes no han explicado acabadamente
porqué esliman que el arlículo diecisiete del Decreto Legislativo número
novecientos cincuenta y ocho vulnera garantías conslilucionalcs y por
tanto que se debió inaplicar para proceder de ese modo con arreglo al an-
tiguo Código de Procedimientos Penales, hecho por lo demás inaceptable
en tanto se desconoce abiertamente los principios y reglas derivadas que
informan las normas de transición o derecho procesal inlerlcmpoial, en
cuya virtud es plenamente lícito -sin perjuicio dc otras opciones legisla-
tivas, como la finalmente asumida por el legislador nacional al modificar
el modelo de transición procesal penal- disponer la adaptación a un nue-
vo sistema procesal vencidas determinadas etapas procesales, lo que en
modo alguno limita los derechos a la hítela, defensa procesal y debido
proceso; es más, la causa -en virtud de la adecuación al nuevo sistema- ha
merecido dos instancias a plenihid, se ha realizado íntegramente el juicio
oral en primera instancia y se abrió una segunda instancia con arreglo
al nuevo sistema procesal, de carácter amplio y con posibilidades más
variadas dc intervención para las partes. Quinin: Que si bien las cosías
serán pagadas por quien interpuso un recurso sin éxito, no se advieric que
obró con temeridad o mala fe, por lo que es dc aplicación el apartado dos,
filerai a), del artíoulo quinientos uno del Nuevo Código Procesal Penal.
Por estos ñindamentos: I. Declararon I N A D M I S I B L E el recurso dc casa-
ción por inobservancia de garantías conslilucionalcs de carácter procesal:
debido proceso, tiitela jurisdiccional y juez legal interpuesto por los acu-
sados fluGO UusEs D Í A Z MAimino y VÍCTOR RAi'n, iRtmirrA GARCÍA contra
la Sentencia de vista de fojas cincuenta y seis, del siele de junio dc dos mil
SEN­ITÍMCIAS C A S A T O R I A S 451

sicle. II. E X O N E R A R O N en el pago de las costas de la tramitación del


recurso dc casación a los acusados 1 luGO ULISES DIAZ MAUíucto y VlcroR
RAi'n. huREíA GARC ÍA. III. D I S P U S I E R O N se devuelva los actuados al
Tribujtal de origen; hágase saber.­

.ss.
S Al A S C A M D O A / S A N M A R I I N C A S I R O / P R A D O S A L D A R R J A G A / P R b í CI P E T R U ­
JILLO / URHWA GANVINI

3.­ A U T O DE CAETFICACIÓN / BIEN C O N C E D I D O ­ I N A D M I S I B L E

SALA PENAL PERMANENTTÌ CA ­


SACIÓN №01­2007
HUAURA

­AUTO DE CALIPICACIÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN­

Lima, diecisiete de mayo de dos mil siete.­

A U T O S y V I S T O S ; interviniendo como ponente el señor San


Martín C astro; el recurso de casación por errónea interpretación de la
ley penal y por defecto de logicidad interpuesto por la señora Fiscal A d ­
junta Superior de Huaura contra el auto de vista de fojas ciento cuarenta
y ocho, del veintiséis de enero de dos mil siete, que revocando el auto
de primera iiLstancia dictado én audiencia por el Juez de la Investiga­
ción Preparaloria d e fojas ciento ües, del veintidós de diciembre de dos
^'Z, mil seis; y CO N S I D E R A N D O : P r i m e r o : Que, conforme al estado de la
causa y en aplicación a lo dispuesto en el apartado seis del artículo cua­
Lrocicnlüs üeirita del nuevo C ódigo Procesal Penal corresponde decidir
si el recurso de casación está bien concedido y si procede conocer el
fundo del mismo. Segundo: Que la admisibilidad del recurso de casa­
ción se rige por lo normado en el arlículo cuatrocientos veintiocho y sus
normas concordantes del cilado C ódigo Procesal Penal; cpie un presu­
puesto objetivo del recurso es que se refiera a resoluciones impugnables
en ca.Süción, a cuyo efecto es dc precisar que es materia de recurso un
'150 EL Niiv.w p n n c F . s o PKNAL

de norma procesal, que presupone nonnas de rango ordinario, se bala de


iin error obviamente superable en virlud de la doclrina, ya asumida por
esta Sala de Casación, de la voluntad impugnativa]. Cuarto: Que si bien
el apartado cuatro del ardculo cualrocientos veintisiete del Nuevo C ó -
digo Procesal Penal permite que, excepcionalménle, pueda aceptaise el
recurso de casación fuera dc las resoluciones que enumeran los apartados
anteriores del citado arlículo, ello está sujeto a que se estime imprescin-
dible para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial, y que el recurrente
consigne adicional y puntualmente las razones que juslifican el desarro-
llo de la doctrina jurisprudencial que pretende, con arreglo al apartado
tres del artículo cuatrocientos treinta del Nuevo Código Procesal Penal;
que, en el présenle caso, los impugnantes no han explicado acabadamente
porqué esliman que el artículo diecisiete del Decreto Legislativo número
novecientos cincuenta y ocho vulnera garantías constitucionales y por
tanto que se debió inaplicar para proceder de ese modo con arreglo al an-
tiguo Código de Procedimientos Penales, hecho por lo demás inaceptable
en tanto se desconoce abiertamente los principios y reglas derivadas que
informan las normas de bansición o derecho procesal inlerlcmporal, en
cuya virtud es plenamente lícito -sin perjuicio de otras opciones legisla-
tivas, como la finalmente asumida por el legislador nacional al modificar
el modelo de transición procesal penal- disponer la adaptación a un nue-
vo sistema procesal vencidas determinadas etapas procesales, lo que en
modo alguno limita los derechos a la hítela, defensa procesal y debido
proceso; es más, la causa -en virlud de la adecuación al nuevo sistema- ha
merecido dos instancias a plenihid, se ha realizado ínicgramcnle el juicio
oral en primera inslancia y se abrió una segunda instancia con arreglo
al nuevo sistema procesal, de carácter amplio y con posibilidades más
variadas dc intervención para las partes. Quinin: Que si bien las cosías
serán pagadas por quien interpuso lui recurso sin éxito, no se advieric que
obró con temeridad o mala fe, por lo que es de aplicación el apartado dos,
Uteral a), del artíoulo quinientos uno del Nuevo Código Procesal Penal.
Por estos ñindamentos: I. Declararon I N A D M I S I B L E el recurso de casa-
ción por inobservancia de garandas conslilucionalcs de carácter procesal:
debido proceso, tiitela jurisdiccional y juez legal interpuesto por los acu-
sados HUGO UUSES DIAZ MAimino y VÍCTOR RAi'n. iRtmirrA GARCÍA contra
la Sentencia de vista de fojas cincuenta y seis, del siele de junio dc dos mil
SEN­reWCIAS C ASATORIAS 451

sicle. II. E X O N E R A R O N en el pago de las costas de la tramitación del


recurso dc ca.sación a los acusados MUGO ULISES DIAZ MAUUtcto y VtcroR
\\A(I\. hmETA GARC ÍA. I I I . D I S P U S I E R O N se devuelva los actuados al
Tribuitai de origen; hágase saber.­

ss.
SAI A S G A M D O A / S A N MART ÍN C A S T R O / P R A D O SALDARRlAGA/PRh^JC IPETRU.
JU.I.O / URHíNA GANVINI

3.­ A U T O DE CAI.TEICACIÓN / BIEN C O N C E D I D O ­ I N A D M I S I B L E

SALA PENAL PERMANENTE C A­


SACIÓN №01­2007
HUAITRA

­AUTO DE CALIFICACIÓN DEL lUíCURSO DE C ASAC IÓN­

Lima, diecisiete de mayo de dos mil siete.­

A U T O S y V I S T O S ; interviniendo como ponente el señor San


Martín C astro; el recurso de casación por errónea interpretación de la
ley penal y por defecto de logicidad interpuesto por la señora Fiscal A d ­
junta Superior de Huaura contra el auto de vista de fojas ciento cuarenta
y ocho, del veintiséis de enero de dos mil siete, que revocando el auto
de primera instancia dictado en audiencia por el Juez de la Investiga­
i
ción Preparaloria de fojas ciento ües, del veintidós de diciembre de dos
^Z, mil seis; y CO N S I D E R A N D O : P r i m e r o : Que, conforme al estado de la
causa y en aplicación a lo dispuesto en el apartado seis del artículo cua­
trocientos üeinla del nuevo C ódigo Procesal Penal corresponde decidir
si el recurso de casación está bien concedido y si procede conocer el
fondo del mismo. Segundo: Que la admisibilidad del recurso de casa­
ción se rige por lo normado en el arlículo cuatrocientos veintiocho y sus
normas concordantes del citado C ódigo Procesal Penal; cpie un presu­
puesto objetivo del recurso es que se refiera a resoluciones impugnables
en ca.sución, a cuyo efecto es dc precisar que es materia de recurso un
452 EL NUÍVO PROCESO PKNAL

auto expedido en apelación por la Sala Penal Superior que se pronuncia


sobre ima medida coercitiva personal; que, siendo así, es evidente, eu
primer lugar, que no se trata de una resolución que pone fin a! proce-
dimiento penal y, por ende, tampoco causa un gravamen irrepaiablc,
en tanto que no resuelve sobre el objeto procesal; y, en segundó, que
no cc-rresponde el motivo de casación sobre infracción de ley previsto
en el artículo cuatrocientos veintinueve, mciso tres, del citado Código
porque la impugnación no está enderezada a cuestionar ima errónea
interpretación de la ley penal material, causante de anulación de la re-
solución judicial, sino más bien a denunciar la inobservancia de una
norma procesal penal, como son los preceptos sobre prisión preventi-
va. T e r c e r o : Que los fundamentos anteriores ju.sdficarían inadmitir el
recurso de casación planteado, sin embargo es del caso hacer uso dc la
facultad que autoriza el apartado cuatro del artículo cuatrocientos vein-
tisiete del nuevo Código Procesal Penal, en tanto que se ü^ata de fijar
un criterio interpretativo de carácter general acerca de las relaciones
y posibilidades procesales resultantes entre la detención -como medi-
da provisionalisima- y la prisión preventiva -como medida provisional
más estable-, ambas de marcada relevancia constitucional al estar coim-
plicado el derecho a la libertad personal. C u a r t o : Que, no obstante ello,
en función al carácter ^tasado de los motivos de casación es dc precisar
1 *•
que el cauce procesal que corresponde al caso sub materia es el previsto
por el artículo cuatrocientos veintinueve, inciso dos, del nuevo Código
Procesal Penal, y, en consecuencia, sobre ese motivo debe incidir el
examen casacional; que a estos efectos es de asomir la concepción de la
denominada "voluntad impugnativa", atento al contenido o fundamen-
tación y a la prelensión hecha valer mediante el presente recurso -que,
por lo demás, ha cumplido con las exigencias formales del apartado uno
del artículo cuatrocientos treinta del código acotado-, que incide pun-
tualmente en los alcances del cumplimiento de las normas procesales
por el órgano jurisdiccional causantes de nulidad del auto de vista, por
lo que, en aras de hacer efectivo el derecho a la tutela jurisdiccional,
que obliga a una interpretación no formalista de los requisitos de lodo
recurso impugnalorio, cabe entender que el recurso en cuestión tiene
como modvo especifico el previsto en el inciso dos del citado artículo
cualrocientos veintinueve del nuevo Código Procesal Penal. Q u i n l o :
SRHn­NClAS C ASATORIAS 453

Que, de olro lado, se ha alegado como segundo motivo de casación la


manifiesta ¡logicidad de la motivación del auto recurrido resaltando la
incorrección del razonamiento del órgano jurisdiccional en orden a las
exigencias jmídicas para dictar el mandamiento de prisión preventiva;
empero, ese motivo casacional sólo procede respecto de la valoración
de la prueba, es un control externo de la exigencia de motivación racio­
nal de la prueba, por lo que no cabe extenderla al examen de las normas
jurídico procesales, a cuyo efecto el cauce idóneo, ya hecho valer inclu­
so, es cl de "indebida aplicación, errónea interpretación o ima falta de
aplicación" de la norma procesal. Por estos íundamentos: I. Declararon
B I E N C O N C E D I D O el recurso de casación por la causal prevista en
el inciso dos del artículo cuatrocientos veintinueve del nuevo C ódigo
Procesal Penal. II. Declararon I N A D M I S I B L E el citado recurso por la
causal eslamida en el inciso cuatro de la citada norma. III. DISPUSIE­
R O N que la causa permanezca en Secretarla a disposición de las partes
por el plazo de diez días. 1 lágase saber.­

s.s.
S A L A S С А Ш О А / S A N M A R T Í N C A S T R O / L E G A R O S C O R N E J O / P R I N CI P E TRUJI­
L L O / URfl I N A G A N V I N I

4,­ SENTEN
C IA DE CASACIÓN / FUNDADO

SALA PENAL PlíRMANENTE


CASACIÓN N" 0 1 ­ 2 0 0 7
HUAURA

SENDiNCIA DE C ASAC IÓN

Lima, veintiséis de julio de dos mil siete.­

V I S T O S ; en audiencia pública; el recurso de casación por inob­


servancia de norma procesal interpuesto por la señora F I S C A L A D ­
JUNTA S U P E R I O R DE I l U A U R A contra el auto de vista de fojas cien­
454 EL NUEVO PROCESO PENAL

lo cuarenta y ocho, del veintiséis de enero de dos mil siele -y no dos


mil seis como erróneamente se ha consignado-, que revocando el auto
de primera instancia de fojas ciento tres, del veintidós de diciembre de
dos mil seis, declaró improcedente el requerimiento fiscal dc prisión
preventiva. Interviene como ponente el señor San Martín Castro.

FUNDAMENTOS DE HECHO

1. Del itinerario del incidente en primera instancia.

P I U M E R O : El señor Fiscal Provincial dc Iluaura mediante re-


querimiento de fojas ochenta y seis, del veinte de diciembre de dos mil
seis, cursado al señor Juez de la Investigación Preparatoria de Huaura,
solicitó se dicte la medida de coerción personal de prisión preventiva
contra Jimmy Edirdio Caverò Ramírez, Margarita Ramírez Ramos y
Anyela Cinthia Caverò Ramírez, al amparo de los artículos doscien-
tos sesenta y ocho y doscientos setenta y uno del N u e v o Código Pro-
cesal Penal, quienes tienen formalizada invesligación preparatoria, el
primero, por delitos de secuestro y violación en agravio de la menor
R . K . R . O ; y, las dos restantes, por delito de falsedad enjuicio en agra-
vio del Eslado.

S E G U N D O : El seíior Juez de la Invesligación Preparatoria me-


diante decreto de fojas noventa y seis, del veintiimo de diciembre de
dos mil seis señaló fecha para la audiencia de prisión preventiva. La
audiencia se realizó ai día siguiente sin la concurrencia de los impu-
tados, pero con la asistencia de sus abogados defensores de confianza.
Intervino en la audiencia el señor Fiscal Provincial reijuiretUe.

El debate se concretó en la posibilidad de realizar la audiencia de


.prisión preventiva sin la concurrencia dc los imputados y sin antes ha-
berse dictado o en su caso efecdvizado mandato de detención prelimi-
nar. Contra el imputado Caverò Ramírez, previamente se había dictado
mandato de detención preliminar -sin que haya podido concretarse-.
Las encausadas Ramírez Ramos y Caverò Ramírez no han sido posibles
SENTENCIAS CASATORIAS 455

tic tal medíüa provisionalísima porque el concspomliente rcquerimien­


•t lü fiscal fue rechazado por el Juez de la causa.

T E R C E R O : El señor Juez de la Investigación Prepaiatoria, en


ese acto, dictó el auto corriente a fojas ciento tres que declíuó infunda­
do cl pedido de la Fiscalía Provincial de realización de la audiencia de
requerimiento dc prisión preventiva, sin presencia de los imputados.

Contra esa resolución recurrió la citada Fiscalía Provincial por es­


crito de fojas ciento seis y el actor civil por escrito de fojas ciento trece.
Ambas impugnaciones fueron concedidas.
m
1 '•;
11. Del trámite recursal en segimda instancia.

C U A R T O : П1 Superior Tribunal por resolución de fojas ciento


treinta y cuatro, del quince de enero de dos mil siete, señaló fecha para
la audiencia de apelación. Ésta se realizó, conforme al acta de fojas
ciento cuarenta y cinco, del veintiséis de enero de dos mi! siete, con la
intervención del Fiscal Superior, el abogado defensor de oficio del im­
putado, la defensora de confianza de las encausadas, y la asistencia de
estas últimas; Margarita Ramírez Ramos y Anyela C inthia C averò Ra­
mírez. En la audiencia se expidió tanto el auto de fojas ciento cuarenta y
siete, del veintiséis de enero de dos mil siete, que declaró inadoTÍsible la
apelación del actor civil, cuanlo el auto de vista de fojas ciento cuarenta
y oclio, de la misma fecha, que absolvió el grado.

Q U I N T O : i;! auto de vista recurrido en casación, por mayoría,


revocó la resolución del Juez de la Investigación Preparatoria que de­
chuó infundado el pedido del l'iscal para la realización de la audiencia
de prisión preventíva; y, reformándola, lo declaró improcedente. Preci­
só, a su vez, que el Señor Fiscal puede instar la prisión preventiva en su
ilebida oportunidad con arreglo a ley.

El voto singular eslimó, en principio la procedencia del pedido del


Ministerio Público, pero como no se había notificado a las partes en for­
ma oportima, debía anularse la resolución de primera instancia y dispo­
4S6 El. WJEVO PROCKSO PENAL

nerse que el Juez tle la Investigación Preparatoria realice nueva audicuciii


de prisión preventiva con el emplazamiento oportuno a las partes.

III. D e l náinile del recurso dc c a s a c i ó n de In señora F i s c a l A d j u i i l a


Superior.
t
S E X T O : Notificado el auto de vista, la señora Fiscal Adjunta Su-
perior interpuso recurso de casación mediante escrito de fojas ciento
setenta. Introdujo dos motivos de casación: errónea interpretación dc
la ley penal y defecto de logicidad. Concedido el recurso por auto dc
fojas ciento setenta y ocho, del quince de febrero de dos mil siete, y
presentado argumentos adicionales por escrito de fojas ciento nóvenla y
tres, aceptados por resolución de fojas doscientos uno, del veintiuno dc
febrero de dos mil siete, se elevó el cuaderno a esle Supremo Tribunal
con fecha siete de marzo de dos mil siele.

S É P T I M O : Cumplido el trámite de bastados a las parles recurri-


das, esta Suprema Sala mediante Ejecutoria del diecisiete de mayo de
dos mil siete, en uso de su facultad de corrección, sólo admitió a trámite
el recurso de casación por el molivo de inobservancia de norma proce-
sal -previsto en el inciso dos del articulo cuatrocientos veintinueve del
Nuevo Código Procesal Penal-, así como declaró inadnusible el citado
recurso por el molivo de defecto de logicidad.

O C T A V O : Instruido el expediente en Secretaría, señalada fecha


para la audiencia de casación el día de la fecha, instalada la audiencia y
realizados los pasos que corresponden conforme al acta que antecede,
con intervención del señor Fiscal Supremo Adjiuito, el estado dc la cau-
sa es la de expedir sentencia.

N O V E N O : Deliberada la causa en secreto y votada el mismo


día, esta Suprema Sala cumplió con pronunciar la presente sentencia de
casación, cuya lectura en audiencia pública -con las partes que asístan-
se realizará por la Secretaria de la Sala el dia seis de agosto próximo a
horas nueve de la mañana.
SUNTENOAS rASATORIAS 457

l U N D A M l î N T O S o n DERFCIIO

P R I M E R O : Conforme ha sido establecido por la Ejecutoria


Suprema de fojas catorce, del cuaderno de casación, del diecisiete de
mayo de dos mil siete, el único motivo de casación admitido es el de
inobservancia de norma procesal. A l respeclo la señora Fiscal Adjunta
Superior sostiene en sus recursos formalizados de fojas ciento setenta
y ciento noventa y tres -más allá de su confusa íugumenlación- que no
es necesario para requerir prisión prevenliva que antes se haya solicita-
do y obtenido mandato de detención preliminar; que los presupuestos
materiales del pedido de prisión preventiva no incorporan la necesidad
de que el imputado esté présenle o haya sido previamente detenido; y,
que lo único consustancial a la audiencia de prisión preventiva es que
se garantice el derecho de defensa.

S E G U N D O : El auto de vista impugnado en casación precisa lo


siguiente:

A. Que el Fiscal Provincial requirió la medida de detención preli-


minar contra el impulado Jimmy Edinho Caverò Ramírez el die-
ciocho de noviembre de dos mil seis, la cual fue concedida ese
mismo día por el Juez de la Investigación Preparatoria. Con fecha
catorce de diciembre de dos mil seis cl Fiscal Provincial dictó la
Disposición de Formalizaeión y Continuación de la Investigación
Preparatoria contra el cilado imputado Jinuny Edinlio Caverò Ra-
mírez por delitos de secuestro y violación en agravio de la menor
R.K.R.O. y conlra Margaiila Ritmírez Ramos y Anyela Cinthia
Caverò Ramírez por delito de falsedad en juicio en agravio del
Estado, no obstante que el día anterior híibía requerido contra las
dos últimas mandato de detención preliminar y que había sido re-
chazado. El veinte de diciembre de dos mil seis el Fiscal Provin-
cial solicitó al Juez de la Investigación Preparatoria mandato de
prisión preventiva para los tres imputados -que no ftie aceptado-,
4 y con fecha nueve de enero de dos mil siete formuló acusación
i ".^ contra los tres encausados, sin que al dictar la primera Disposición

4 haya ordenado la realización de diligencias de investigación.

4
4
4S8 H L NUEVO PROCESO PENAL

B. Que, ahora bien, conforme al arlículo doscientos sesenta y cua­


tro apartado uno del Nuevo C ódigo Procesal Penal, para que el
Fiscal requiera prisión preventiva el imputado debe encontrarse
detenido ­en flagrancia por la Policía, arresto ciudadano o preli­
minarmente por orden judicial­.

C. Que contra el impulado Jimmy Edinho C averò Ramirez el Juez


de la Investigación Preparatoria, a instancia del Fiscal Provincial,
dictó mandato de detención preliminar, pero no se efectivizó, al
punto que el citado encausado se fugó al extranjero. C ontra los
encausadas Anyela C inthia C averò Ramírez у Margarita Ramírez
Ramos el Fiscal también solicitó mandato de detención prelimi­
nar, pero ñie rechazado por el Juez de la Investigación Prepara­
toria, mediante resolución que no fue impugnada por el Fiscal
requirente,
D. Que para que se requiera prisión preventiva por primera vez es
necesario que el impulado esté detenido por la Policía mediando
flagrancia o por orden detención preliminar del Juez. Además, la
audiencia de prisión preventiva se debe celebrar con la concu­
rrencia obligatoria del Fiscal, del impulado y de su defensor. Si
bien el artículo doscientos setenta y uno apartado dos del NuevO'
Código Procesal Penal establece que cuando el imputado se niega
a estar presente en la audiencia será representado por su abogado
defensor o el de oficio, debe entenderse que tiene que encontrarse Í^i§
detenido y en esa condición negarse a concurrir a la­audiencia. '•'^
Distinta es la situación ­Insiste el Tribunal dc Apelación­ cuando 7^1«
ya existe formalización de la investigación preparatoria y al im­
putado se le ha impuesto medida de comparecencia, en cuyo caso 4'

se podrá solicitar la diligencia de variación de dicha medida por ^ ­fL


la de prisión preventiva. Además ­entiende el Tribunal Superior­, I' •^J'
si se rechazó la medida de detención preliminar o no se solicitó f^BS^
medida algiina contra un impulado ya no se puede requerir man­
dato de prisión preventiva al no tener la condición de detenido,
sólo puede instarse la medida de comparecencia restrictiva o im­ iP^Sr
pedimento de salida del país. ШЗОШ
SENTENCIAS CASATDIÌIAS 459

T E R C E R O . La situación de hecho, objetó de subsunción jurídica,


está claraiTiente definida; y, por lo demás, no corresponde a esle Tribunal
de Casación examinarla o, en su caso, variarla, por expreso mandato del
arlículo cuatrocientos treinta y dos apartado dos del N u e v o C ódigo Pro­
cesal Penal. Es de puntualizar, al respeclo, que el recmso de casación por
su propia naturaleza no constituye una nueva instancia y es de cognición
limitada, concentrado en la questio iuris. Por lo demás, la denominada
"casación Гоппа! o por quebrantamiento de forma" está centrada en revi­
.sar si el órgano jurisdiccional cumplió o no con las normas jurídicaá que
rigen el procedimiento, o la estructura y ámbito de las resoluciones que
emitan en fimción a la pretensión y resistencia de las partes.

. Por consiguiente, para el análisis del recurso se tiene lo siguiente:

Л. Que el Fiscal Provincial había iniciado diligencias preliminares a


raíz de un secuestro y ulterior abuso sexual violento que sufrió la
menor R.K.R.O., de dieciséis años de edad, en la que comprendió
tanto a Jimmy Edinho C averò Ramirez, sindicado como el se­
cuestrador y agresor sexual, cuanto a Margarita Ramírez Ramos
y Ajiyela C inthia C averò Ramírez, por proporcionar a sabiendas
versiones falsas paro confundir a la justicia acerca del paradero
del imputado Jimmy Edinho C averò Ramirez.

B. Que, en sede de diligencias preliminares, el Fiscal solicitó la medi­


da de detención preliminar contra los tres imputados, pero ePJuez
de la Investigación Preparatoria sólo acepló dictarla contra Jimmy
Edinho C averò Ramírez, orden que finalmente no se efecüvizó, al
punto que el citado encausado pudo huir hacia la Argentina.

C. Que, posteriormente, el Fiscal Provincial dictó la Disposición de


Formalizaeión y C ontinuación de la Investigación Preparatoria
contra los tres inculpados, luego requirió mandato de prisión pre­
ventiva ­objeto de recurso de casación­ y, finalmente, formuló
acusación contra los tres.

D. ,r'Que a la audiencia de prisión prevenliva, en primera instancia,


no asistieron los encausados ­imposible de parle del imputado
Jimmy Edinho C averò Ramírez por haber huido a la Argentina­
460 RL NUliVO PROCESO PENAL

pero si sus abogados de confianza. En la audiencia de apelación


asistieron las encausadas por delito de falsedad enjuicio, el abo-
gado defensor dc oficio del unputado Jirruny Edinlio Caverò Ra-
mírez y la abogado de confianza de las otras dos inculpadas. En
ambas audiencias el debate se circiuiscribió a la posibilidad legal
de solicitar la prisión preventiva y al debido u oportuno emplaza-
miento de las dos encausadas.

C U A R T O : La medida de coerción personal de prisión preven-


tiva está regulada en el Título III de la Sección 111 del Libro Segundo
del N u e v o Código Procesal Penal. Concretamente, los presupuestos
materiales y formales, que determinan su imposición, a la vez que el
trámite para dictarla, están previstos eu el Capítulo I del rcferito T í -
tulo, que consta de cuatro artículos: del doscientos sesenta y ocho al
doscientos setenta y uno.

N o constituye presupuesto material de dicha medida personal,


como claramente fluye del arlículo doscientos sesenta y ocho del Nuevo
Código Procesal Penal, que el impulado se encuentre sujeto a la medida
provisionalisima dc detención, en cualquiera de sus modalidades. La
Ley sólo exige implícitamente, por la propia naturaleza de una medida
de coerción procesal dc intensa limitación de derechos fundamentales,
de presupuestos materiales más rigurosos, y de efcclos temporales más
intensos, como es la prisión preventiva, que sólo pueden lener lugar en
los ámbitos de una investigación preparatoria formal, vale decir, que
se haya dictado la Disposición de Formalización y Continuación de la
Invesligación Preparatoria a que hace referencia el articulo trescientos
treinta y seis del Nuevo Código Procesal Penal [.sólo por esa circunstan-
cia es lógico que el artículo doscientos sesenta y cuatro, apartado uno,
del N u e v o Código Procesal Penal, insista que luego de la detención po-
ficial de oficio o preliminar judicial el pedido de prisión preventiva está
condicionada a la "...conlinuación de ¡ax invesligaciones...", esto es,
como no puede ser de otra forma, a la mencionada Disposición Fiscal];
y, además, para que el Fiscal pueda oblcner una decisión favorable del
Juez de la Investigación Preparatoria, se debe probar la concurrencia
de los presupuestos establecidos en el apartado uno, y en su caso el
dos, del artículo doscientos sesenta y ocho del Nuevo Código Procesal
SlüN-l-HNClAS CASATORIAS 461

Penal. N o existe, ni pnetle configurarse pretoriana o judicialmente, pre-


supuesto adicional, al que diciía norma prevé.

Por consiguiente, el imputado conlra quien se solicita mandato de


prisión prevenliva puede encontrarse en muy diversas situaciones pro-
cesales. Así, puede estar detenido policialmente en los supuestos de fla-
4
gnmcia delictiva o por previo arresto ciudadano o detenido preliminar-
i mente por orden judicial, conforme a los artículos dosciento cincuenta y
nueve, doscientos sesenla y doscientos sesenta y uno del Nuevo Código
i
Procesal Penal. Asimismo, puede encontrarse, de facto, en la condición
i de no habido -sea que se hubiera fugado antes de ser captiu-ado en fla-
grancia por la policía o que ésta, pese al mandato judicial de detención
preliuTinar, no haya podido capturarlo- o sin medida coercitiva personal
alguna porque el Fiscal no la solicitó anle el Juez de la Investigación
Pi cparaloria, sea por la razón que fiíere.

Q U I N T O : El Tribimal de Alzada, como fluye del auto recurrido,


traza una vinculación estricta entre detención y prisión preventiva, y a
partir de ese entendimiento estima que es imprescindible a la prisión
preventiva -y condición para su imposición- la medida de detención, de
suerte que si ésla no tiene lugar, porque no se efeclivizó o se desestimó,
no es posible solicitar aquélla y menos concederla.

Ese entendimiento no es correcto. La detención, si bien es una


privación de liberlad provisionalísima -caracterizada por su brevedad y
su limitación temporal- de naturaleza eslrictamente cautelar -evitar la
posibilidad de fuga o elusion de los efectos de la justicia- y dispuesta por
4 la Policía o por el Juez de la Investigación Preparaloria, cuya función
4 es lanío asegurar a la persona del impulado cuanto garantizar la futura
aplicación del ius puniencli medianle la realización inmediata de RC'.OS
de investigación urgentes o inaplazables -por ejemplo, y en la perspec-
tiva de individualizar a los responsables del hecho delictivo e impedir
además el ocultamienlo y destrucción de huellas o pruebas del delito;
interrogatorio, reconocimientos, pericias forenses-, amén de sustentada
en supuestos notorios de evidencia delictiva, tales como la flagrancia,
o, según el caso, razones plausibles de comisión delictiva [sospechas o
indicios concretos y determinados de que una persona ha cometido un
delito]; no es, en principio, un medida necesaria o imprescindible para
que sc dicte, ulterionnente, mandato de prisión preventiva.
'162 - E L NUK VO PROCESO PENAL

La prisión preventiva, como fluye de las normas antes citadas,


es una medida coercitiva personal, estrictamente jurisdiccional, que se
adopta a instancia del Ministerio Público y en el seno de im proceso
penal debidamente incoado, siempre que resulte absolutamente impres-
cindible, que persigue conjugar un peligro de fuga o mi riesgo de ocul-
tación o destrucción de las fuentes dc prueba [no se le puede atribuir el
papel de instrumento de la investigación penal ni tiene un fin punitivo].
Está sometida, en comparación con la detención, y prevista para un
período de tiempo más lato, a requisitos más exigentes -cuyo eje es la
probabilidad positiva de la responsabilidad del imputado, la comisión
del delito por él-, tanto desde la intensidad de la imputación necesaria
para dictarla cuanto desde la propia configuración y valoración de los
peligros que la justifican -sometida con más rigurosidad formal y mate-
rial a los principios de necesidad y de motivación-.

Siendo asi, tal y como está prevista la detención en el Título JI


de la Sección III "Las medidas de coerción procesal", responde temto a
la necesidad imperiosa de poner fin a la ejecución de un delito o hacer
cesar sus efectos lesivos inmediatos, como a la urgencia de garanti-
zar la presencia judicial del imputado -evitando su fuga- y de realizar
con el concurso de aquél actos de investigación y de aseguramiento
inaplazables -carácter adicional de erigirse en un acto de investigación
indirecto-. En consecuencia, esto medida cautelar personal y provisio-
nalisima será o no necesaria según las características y entidad del caso
concreto, y su pedido judicial -detención preliminar y, de ser el caso,
ulterior convalidación extensiva, a que hace referencia el artículo dos-
cientos sesenta y seis del Nuevo Código Procesal Penal- corresponderá
exclusivamente a la eslralegia y planteamiento de la ijivestigación que
autónomamente, y bajo su responsabilidad, decida el Fiscal Provincial.

S E X T O : Es cierto, desde luego, que una vez que se detenga po-


licialmente a ima persona -ver artículos doscientos cincuenta y nueve y
doscientos sesenta apartados dos del Nuevo Código Procesal Penal- o
cuando el Juez de la Investigación Preparatoria, a inslancia del Fiscal,
dicte y se ejecute.una medida de detención preliminar -ver artículo dos-
Gienlog sesenta y uno del Nuevo Código Procesal Penal-, el régimen legal
o situación jiuidica del imputado y de las diligencias preliminares -dada
SENTENCIAS CASATORIAS 453

•i '

la limitación del derecho ñmdamental a la libertad personal- están seve-


il
ramente circunscriptas y sometidas a reglas de procedimiento específi-
«r .1 cas, a tenor de loa artículos doscientos sesenta y cuatro y siguientes del
,1 Nuevo Código Procesal Penal -que incluso puede dar lugar a im pedido
de convalidación de la detención, a su extensión temporal, conforme al
•Il aitículo doscientos sesenta y seis-. Sin embargo, ello no da pie a inferir
(pie sieinpre es del caso pedir detención preliminai- en aras, luego, de ins-
tar la prisión preventiva; y, menos, que si se intenta esa medida provisio-
luilísima y el Juez no la acepta, está vedado requerir la medida de prisión
preventiva en una oporhmidad posterior de incorporarse -claro está- más
elementos de investigación o de prueba en orden a los presupuestos que
la condicionan -artículo doscientos cincuenta y cinco apartado dos del
Nuevo Código Procesal Penal . Como se ha indicado, el artículo dos-
cientos sesenta y ocho del Nuevo Código Procesal Penal, que regula los
jiresupuestos materiales para dictar dicha medida provisional personal,
n o lo impone, ni por su propia lógica institucional podía hacerlo.
ii
S É P T I I V I O : La audiencia de prisión preventiva, regulada por los
apartados uno y dos del artículo doscientos setenta y imo del Nuevo
11" Código Procesal Penal, prevé varias exigencias para que pueda emitirse
I ir válitlamente un mandato de prisión preventiva o, alternativamente, una
nieditla de comparecencia restrictiva o simple -ver apartado cuatro-.
ir;
Son: a) requerimiento o solicitud del Ministerio Público; b) realización
de la audiencia de prisión preventiva dentro del plazo legal de las cua-
renta y ocho horas siguientes a su requerimiento; y, c ) concurrencia a
la audiencia del Fiscal requirente, det imputado y de su defensor -si no
asiste el defensor de confianza o el imputado no lo tiene se le reemplaza
en el acto o interviene el defensor de oficio-.

Es particularmente importante, a todos los efectos, la regla incor-


porada en el penúltimo extremo del apartado dos del examinado artículo
)
doscientos setenta y uno del Nuevo Código Procesal Penal: "...Si e! im-
putado se niega por cualquier motivo a estar presente en la audiencia.
si-rá representado por su abogado o el defensor de ojicio. según sea el
caso". N o es, pues, absoluta la necesidad de presencia del imputado en
la audiencia de prisión preventiva; es sí, necesaria, su debida citación
en su domicilio real o procesal -si lo hubiere señalado-, o su conducción
464 EL WEMO PROCESO PENAL

al Juzgado cuando esté efectivamente detenido [con ello se cumple el


principio de contradicción, se hace efectiva la garantía de tutela juris-
diccional -en cuanto acceso al proceso-y se afirma, a su vez, la garantía
de defensa procesal]. Si el impulado se niega a asistir, sea porque huyó,
porque no es habido -lo que denota imposibilidad material del Juez para
emplazarlo- o porque, sencillamente, no quiere hacerlo -en ejercicio de
su derecho material de defensa, a su propia esbalegia procesal o por
simple ánimo de sustracción o entorpecimiento procesal-, la audiencia
se lleva a cabo con la representación técnica del abogado defensor, de
confianza o dc oficio.

L o expuesto permite entender en su juslo alcance (i) la situación del


imputado previa al pedido de prisión preventiva -puede estar o no detem-
do-, (ii) los presupuestos para la expedición de la resolución de citación
para la realización de la audiencia respectiva -el juicio de admisibilidad
está condicionado a la existencia de un imputado en esbicto sentido, que
contra él se haya dictado mía Disposición de Continimción y Formahza-
ción de la Investigación Preparatoria-, y (üi) las exigencias para la pro-
pia instalación y desarrollo de la audiencia -citación debida, presencia
obligatoria del Fiscal y del abogado defensor, y, en caso de ausencia del
imputado, constatación previa de una situación de inasistencia voluntaria
por razones derivadas de su acfihid anterior a la convocatoria a la audien-
cia (ausencia, contumacia, fuga o no presencia pese a su emplazamiento
a los actos de investigación) o como consecuencia de una decisión, inten-
ciona] o negligente, de inconcurrencia ante la citación judicial-.

O C T A V O : En virtud a lo precedentemente expuesto, es de con-


cluir que el Tribunal de Alzada, al igual que el Juez de la Investigación
Preparatoria, inobservaron las exigencias establecidas por el arlículo dos-
cientos sesenta y ocho del Nuevo Código Procesal Penal y tergiversáron-
los alcances de los artículos doscientos sesenta y uno y doscientos se-
senta y cuabo del mismo Código en relación con la nomia anleriormenle
citada [el Tribunal de Apelación, incluso, asumió la existencia de un
presupuesto fomial del pedido de prisión preventiva: el previo mandato
ejecutado de detención preliminar, sin base legal que lo ampare]. Sobre
esa consideración, el Juez de la Investigación Preparatoria limitó inde-
bidamente el ámbito de la audiencia de prisión preventiva y no decidió
SHNIENCIAS CASATOIUAS 465

sobre el fondo del asunto, sin ciar pie además, pese a ser el objeto central
dc la inisma, a un debate oral sobre el méritu del requerimiento fiscal.
Por ello, y como hace falLi realizar en forma la audiencia de prisión pre-
ventiva con las citaciones correspondientes, la estimación del recurso de
casación .sólo trae consigo un juicio rescindente -artículo cuatrocientos
4 treinta y tres apartado imo del Nuevo Código Procesal Penal-.
i
DECISIÓN

4
Por estos ftmdamentos:

I. I^eclararon F U N D A D O el recurso de casación por inobservan-


cia de norma procesal -artículo cuatrocientos veintinueve, inciso
dos, del N u e v o Código Procesal Penal- interpuesto por la señora
F I S C A L A D J U N ' i A S U P E R I O R D L í l U A U R A contra el auto de
< "jZ. vista que revocando el auto de primera instancia declaró impro-
cedente el requerimiento fiscal de prisión preventiva. En conse-
cuencia: N U L O el auto de vista de fojas ciento cuíuenta y ocho,
del veintiséis de enero de dos mil siete, e I N S U B S I S T E N T E el
t auto de primera instancia de fojas ciento tres, del veintidós de
diciembre de dos mil seis.
II. O R D E N A R O N que el Juez de la Investigación Preparaloria rea-
lice la audiencia de prisión preventiva y, cumplidas las formali-
* dades correspondientes, dicte una resolución sobre el fondo del
. asunto.

III. D I S P U S I E R O N que la presente sentencia casatoria se lea en au-


diencia pública por la Secretaria de esta Suprema Sala Penal; y,
acto seguido, se notifique a todas las partes apersonadas a la ins-
limcia, incluso a las no recurrentes.

IV. M A N D A R O N que cumplidos estos trámites se devuelva el pro-


ceso al órgano juiisdiccional de origen, y se archive el cuaderno
de casación en esta Corte Suprema.

, ^ 3 B i 9 Ss.
''ll;^^ S A L A S Ü A M ü O A / S A N M A R T Í N CASTRO / PRÍNCIPE TRUJILLO / C A L D E R Ó N C A S -
ts5S"^ TILLO/UUÜINAGANVINI
466 El NUEVO PROC ESO PENAL

5.­ AUTO ])E C ALIFIC AC IÓN / BllCN C ONC EDIJiO

SALA PRNAL PERMANENTE


CASACIÓN № 09­2007
irUAURA

­AUTO DE CALiriCAClÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN­

Liraa, nueve de noviembre de dos mil siete.­

A U T O S y V I S T O S ; interviniendo como ponente el señor San


Martin C astro; el recurso de casación por inobservancia de garímtias
constitucionales de carácter procesal: principios de inmediación y de.
contradicción, y la garantía de igualdad ­igualdad dc armas­ interpuesto
por la agraviada de iniciales K . N . A . R contra la sentencia de vista de
fojas setenta y uno, del cuaderno de apelación, del treinta y uno de julio
de dos mil .siele, en el extremo que confirmando la sentencia de primera
instancia de fojas doscientos diecinueve, del cuaderno de debate, del
dieciséis de mayo de dos mil siele, absolvió a C arlos Alfredo Ochoa
Ramírez de la acusación fiscal formulada en su contra por delito contra
la libertad sexual ­ violación sexual de menor de edad en su agravio; y
C O N S I D E R A N D O : P r i m e r o ; Que, conforme al eslado de la causa y
en aplicación a lo dispuesto en el apartado seis del arlículo cuatrocien­
tos treinta del nuevo C ódigo Procesal Penal, corresponde decidir si el
recurso de casación está bien concedido ­aulo dc fojas ochenta y ocho,
del veinte de septiembre de dos mil siete­ y si, en consecuencia, pro­
cede conocer del fondo del mi.smo; que se ha cumplido con el trámite
de traslado respectivo, sin que las parles se apersonen n la inslancia ni
presenten, en lo pertinente la recurrente, alegatos ampliatorios ­artículo
cuatrocientos treinta y uno aportado uno del nuevo C ódigo Procesal Pe­
nal­. Segundo: Que la inadmisibilidad del recurso de ca.sación se rige
por lo normado en el arlículo cuatrocientos veintiocho y sus normas
concordantes del citado C ódigo, cuyos requisitos deben cumplirse aca­
badamente para que se declare bien concedido; que se ha recurrido una
sentencia de visla en el extremo que confirmando la sentencia de prime­
ra instancia absolvió al imputado dc la acusación fiscal. Tercero: Que
Sl:NTliNCIAS CASATORIAS 467

se: compie el presupuesto procesal objetivo del tecurso de casación, en


tanto, que el delito materia de condena -articulo ciento setenta, segunda
parte, numeral uno del Código Penal- tiene señalado en la ley, en su
^•(i extremo mínimo, una pena privativa de libertad mayor a seis años; que,
m¡^ asimismo, se cumple el presupuesto subjetivo en la medida en que el
„ 'i,, fallo absolutorio causa agravio a la recurrente, quien además impug-
nó similar fallo de primera instancia; que, finalmente, se han cumplido
los presupuestos formales que disciplinan el recurso de casación, en
especial cl de motivación: se ha ideiUificado, por lo menos, los princi-
pios procedimental -inmediación- y procesal -contradicción e igualdad
dc armas-vulnerados, que tienen su encaje en la gai-antía genérica del
ii0Èf debido proceso penal: arlículo ciento treinta y nueve apartado tres de
la Constitución, en tanto en cuanto persiguen la regularidad del prpcc-
dimienlo. su equidad y justicia. Cuarto: Que, para definir la presencia
Sit^ de uii iiUerés casacional fundado, es de rigor analizar los motivos del
j^l^ recurso de casación de la actora civil; que ésla introduce un motivo de
• casación: inobservancia de la garantía constitucional de carácter p'roce-
^9 sal, en rigor, del debido proceso penal: que esle motivo radica -según
Bl^ sus argumentos- en que en segunda instancia no se le convocó para que
preste declaración pese a que su testimonio fue ofrecido como prue-
i' • ba, con infracción del artículo cuatrocientos veintidós apartado cinco
• • í del nuevo Código Procesal Penal, de suerte que, de un lado, la valora-
ción probatoria no comprendió la actuación de una prueba pertinente
•'' ^ y, por ende, tampoco examinó una prueba personal con aneglo o los
piinc¡j)ios de iranediación y contradicción; en consecuencia, sc habrían
infringido tanto el debido proceso -afectación del principio de inmedia-
t a ción- cuanto la garantía de defensa procesal en su ámbito de derecho a
•• la prueba pertinente; que la infracción a las garantías invocadas se ex-
••9 tiende, bajo el supuesto de alentado al principio de igualdad de, armas,
¡pA a la sentencia de primera instancia porque, sin aplicarse lo dispuesto en
el artículo ciemo setenta y imo apartados dos, tres y cinco, del nuevo
Código Procesal Penal, se soslayó la prueba que ofreció para su actua-
ción en el juicio. Quinto: Que aún cuando expresamente no sc invocó
jügjá la directa vulneración de un precepto constitucional y se omitió resaltar
otro, la voluntad impugnativa de la recurrente es evidente, de suerte que
al mencionar dos principios -procesal uno y procedimental otro-, coui-

fi.
468 EL N u n v o p R o c i i s o PRNAI.

prendidos anibos en la garantía al debido proceso penal y, con carácicr ^


previo, la garantía de defensa procesal, se habilita el trámite casacional, [
Por estos ftmdamentos: I. Declararon B I E N C O N C E D I D O el recurso
de casación interpuesto por la agraviada de iniciales K.N.A.R. conlra la
sentencia de vista de fojas setenta y uno, del cuaderno de apelación, del
treinta y uno de julio de dos mil siete, por la causal dc inobservancia de
las garantías constitucionales del debido proceso y defensa procesal: ar­
ticulo ciento treinta y nueve apartado tres y catorce de la C onstimción.
D I S P U S I E R O N cjue la causa permanezca en Secretaría a disposición de
las partes por el plazo de diez días. Plágase saber.­

SS.
S A L A S G A M D O A / S A N M A R T I N C A S T R O / P R A D O S A L D A R R I A G A / P I U N CU ' E T R U ­
JILLO / URDINA G A N V I N l

6.­ S E N ­ I EC
N IADÉ C ASAC IÓN/FUNDADO ­ INFUNDADO

SALA PENAL PERMANENTE'


C A S A C I Ó N № 09­2007
HUAURA

SENTENCIA DE C ASAC IÓN

Lima, dieciocho de febrero de dos mil ocho.­

V I S T O S : en audiencia pública; el recurso de casación por inob­


servancia de las garantías constitucionales del debido proceso y de­
fensa procesal interpuesto por la agraviada de iniciales K . N . A . R
contra la sentencia de vista de fojas setenta y uno, del cuaderno de ape­
lación, del treinta y uno de julio de das mil siete, en el extremo que
confirmando la sentencia de primera instancia de fajas doscien­
tos diecinueve, del cuaderno de debate, del dieciséis de mayo de
dos mil siete, absolvió a C arlos Alfredo Ochoa Rojas y no Ramírez
de lá' acusación fiscal formulada en su contra por delito conlra
ia libertad sexual ­ violación sexual de menor de edad en su agravio;
SlíNTENCIAS CASATOUIAS 469

inlcivinieiitlo como ponente el señor Vocal Supremo Róger Herminio


Salas Gamboa.

FUNDAMENTOS DE HECHO

Ì, Del Itinerario ile la causa en primera instancia

P r i m e r o : Que el encausado Carlos A l Aedo Ochoa Rojas ñie incul-


pado formairñente mediante auto apertorio de instrucción de fojas cua-
renta y seis, del quince de marzo de dos mil seis, a mérito de la denuncia
formalizada del señor Fiscal Provincial Penal de Huaral de fojas cua-
renta y tres. Se le atribuyó la comisión del delito de violación sexual en
agravio de la menor K.N.A.R. y de violación sexual en grado de tenta-
dva en agravio de la menor A.S.R.R. L o s hechos objeto de imputación
ocurrieron el vemdsiele de febrero de dos mil seis en el domicilio de
doña Mary Mercedes Narvarte viuda de Ramírez -suegra del acusado-,
ubicado en la calle derecha número quinientos cuarenta, interior nueve
en la localidad de Huaral, en circunstancias que el encausado Carlos A l -
fredo Ochoa Rojas tras aprovechar la confianza que le tenían ingresó a
la vivienda con la llave que momentos antes le proporcionó Cecilia Pa-
yen Facundo, pero dejó la puerta de la calle semiabierta lo que facilitó
el ingreso de un sujeto no idenüficado con el rostro semicubierlo por un
trapo verde quien portaba un cuchillo, el mismo que obligó al imputado
Carlos Alfredo Ochoa Rojas a tharse al piso, a la vez que se dirigió con-
tra la mencionada Mary Mercedes Narvarte viuda de Ramírez y Cecilia
Payco Facundo a quiénes bajo amenaza las condujo al segundo piso
donde se encontraba su sobrina por línea materna de iniciales K.N.A.R.
de diecisiete años de edad, para luego de encerrarlas en el baño, el en-
causado Ochoa Rojas -que tenía el rostro cubierto-habría conducido a la
menor K.N.A.R. a una habitación en el tercer piso; momentos en que la
menor A.S.R.R. y su hermana Katherin Nataly Ramos Ramírez tocaron
la puerta de la casa, para después ser jaladas hacia el interior de la vi-
vienda por el citado imputado, quién procedió a introducir a la segunda
en el baño donde se encontraban Mary Narvarte y Cecilia Payco; lle-
vándose consigo a la menor de iniciales A.S.R.R. a otra habitación en el
tercer piso, seguidamente abusó sexualmente de su sobrina K.N.A.R.,
470 E l . NUEVO PROCESO PENAL

y pielciidió hacer lo mismo con su olra sobrina de iniciales A.S.R.K, a


quien prcviamcnle le aló las manos y tapó su cabeza con una sábaiui,
si no le decía donde se encontraba el dinero que supuestamente linl)ía
recibido iVlary Mercedes Narvarte viuda dc Ramírez.

Segundo: Que el proceso se inició con arreglo al estatnto pj^occsal


anterior. Sin embargo, el Segundo Juzgado Penal Transitorio de Iluaral
por auto de fojas doscientos veintiuno adecuó la causa al iiuevo
Código Procesal Penal y remitió los autos a lo Fiscalía Provincial, que'
vencido el plazo de investigación, conforme es de verse a fojas doscieu-
Ics veintidós, el Fiscal Provincial de Huaral formuló acusación - véase
fojas imo del cuaderno de etapa intermedia-.

T e r c e r o : Que, presente el imputado -a quien se le otorgó libertad


por exceso de detención- y realizado el juicio ora!, el Segundo juzga-
do Penal Colegiado de Iluama, mediante sentencia de fojas doscientos
diecinueve, del cuaderno de debales, del dieciséis de mayo de dos mil
siete -cuaderno de debate- absolvió al imputado dc los ilícitos contra la
libertad - violación sexual, en agravio de la menor K . N . R . A y en grado
de tenlativa en agravio de A.S.R.R., sosteniendo que los delitos estaban
acreditados pero no la responsabilidad del impulado, archivando provi-
sionalmente los actuados.

Tanto la Actora Civil y el Fiscal Provincial y la Actora Civil in-


terpusieron recurso de apelación - formalizado a fojas doscientos trein-
ta y siete y doscientos cuarenta y dos, respectivamente-. Los recursos
fueron concedidos por autos de fojas doscientos cuarenta y cuatro, de
veintidós de mayo de dos mil siete.

IL Del T r á m i t e recursal en segunda iustancia.

Ofreciuiicuto de pruebas de la parte civil

Cunrto: Que en segunda instancia la Actora Civil ofreció entre


Otros la declaración de la menor K.N.A.R. -conforme a Los escritos de
fojas cuarenta y siete y sesenta del cuaderno de apelación-, y expresó
que en primera instancia ofreció y se admitió dicha prueba, sin embar-
g o , là citada menor estuve imposibilitada de concurrir por presentar
SENTENCIAS C ASATORIAS 471

un cuadro depresivo, iicclio que según refiere no se dejó constancia en


el acta; que la inconcurrencia no fue un acto voluntario ni imputable
a ella, por lo que ia Sala en atención a! principio de irunediación debe
i tener acceso directo a la información que la agraviada proporcionará
respecto al reconocimiento de su agresor,

i
Del rechazo de la prueba de la actora civil y citación ajuicio oral

Quinto: Que mediante resolución de fojas sesenta y uno, del


i
veinte de junio de dos mil siete la Sala desestimó dicho medio de prue­
ba, por las siguientes consideraciones:

a) Que en el juicio oral dc primera instancia la declaración de la


agraviada K.N.A.R. fue oralizada por su inasistencia, debido a
que, según el escrito que presentó, se encontraba con un grave
cuadro depresivo y crisis de migraña, el mismo que no justificó,
pues debió presentar el certificado médico u otro documento que
lo acredite.

b) Que no es posible admitir dicho medio de prueba por no encontrai'se


en ninguno de los presupuestos del íutículo tiescientos cuarenta y dos,
4 numeral dos, apartado a) del Nuevo C ódigo Procesal Penal.
c) Que si el juez de juz.gamiento de primera instancia no pudo valorar
la prueba personal por no haberse ofrecido para su achiación por
las partes procesales, o por prescmdir o desistirse tácita o expre­
i !^ sámenle de las mismas, entonces no se puede pretender que en el
juicio oral de segiujda instancia se actúe dicha prueba, proceder así,
signiñcaiía recortar el derecho de defensa del imputado quien ya
4 no polirla recurrir a otra inslancia para actuar la prueba personal.

d) C itó a juicio oral para el día diecisiete de julio de dos mil siete.

Stxtu: Que la audiencia se realizó, conforme a las actas de fojas


sesenta y siete y setenta, del diecisiete y treinta y Uno de julio de dos
mil siele, respectivamente, con intervención, en la primera sesión, del
Fiscal Superior, del imputado y su abogada defensora, y del abogado de
4
la adora civil, y en la segunda sesión sólo con la presencia del Fiscal
И F!! Superior y abogada del imputado.
472 ì-i. mjF.vo puocEso HENAL

Sentencifl de vista ' '

Sétimo: Que la sentencia de vista impugnada en casación, de fo-


jas setenta y imo, del treinta y uno de julio dc dos mil siete precisa lo
siguiente:

a) Que en el juicio de apelación de hecho, no se actuó medio pro-


batorio, debido a que el órgano persecutor del delito no ofreció
ninguno, y el actor civil, si bien ofreció algimos testimonios, sin
embargo lo realizó de modo deficiente.
b) Que, si las paites no ofrecieron medio probatorio o lo hicieron de-
ficientemente, ese hecho es de su exclusiva responsabilidad, pues
no se puede pretender la condena de una persono sin que exista
actividad probatoria idónea producida en presencia de los Jueces,
del acusado, de las partes procesales y el público en general, que
perniila enervar la presunción de inocencia.

c) Que el articulo cuatrocientos veinticinco, segundo parágrafo, del


Procesal Penal establece que "¡a Sala Penal Superior no puede
otorgar diferente valor probatorio a ¡a prueba personal que fue
objeto de /«wediacción por el Juez de primera instancia, salvo
que su valor probatorio sea cuestionada por una prueba actuada
en segunda instancia". Que en cumplimiento de la citada norma
la prueba personal acmada en el juicio oral de primera instancia
mantiene el valor probatorio que los Jueces le otorgaron y que
sirvió para absolver al acusado, al no existir ninguna prueba que
haya sido actuada en segunda instancia para cuestionar el valor
probatorio de la prueba personal actuada y producido ante los
Jueces dc Primera Instancia.

LJ.»,
III. Del trámite del recurso de casación de la actora civil

Octavo: Que la Actora.Civil K . N . A . R interpuso recurso-de casa-,


ción medianle escrito de fajas ochenta y cuato. Que el motivo casaclonnl
comprendió "la inobservancia dc las garantías constitucionales dc
carácter procesal c o m o la grave afectación al principio de inmediación
y l a igualdad entre las partes". Concedido el recurso por auto de fojas
Sl;N'reNClAS C ASAIORIAS A12

ochenta у ocho, tlel veinte tle agosto de dos mil siete, se elevó los ac­
tuados a este Supremo Tribimal con fecha veintisiete de agosto de dos
mil siete.

N o v e n o : Que cumplido el trámite de traslados a las parles recurri­


das, esta Suprema Sala mediante Ejecutoria de fojas trece del cuaderno
de casación, del nueve de noviembre de dos mil siete, invocando la
voluntad impugnativa admidó a trámite el recurso de casación por el
motivo de inobservancia de las garantías constitucionales del debido
proceso y defensa procesal.

Décimo: Que instruido el expediente en Secretaría, señalada dí^


y hora para la audiencia de casación el día de la fecha, instalada la
audiencia y realizados los pasos que corresponden conforme al acta que
antecede, con intervención del Señor Fiscal Supremo Adjunto y de la
defensa del imputado y de la agraviada, el estado de la causa es la de
expedir sentencia.

Décimo primero; Que deliberada la causa en secreto y votada


el mismo día, esta Suprema Sala cumplió con pronunciar la presente
sentencia de casación, cuya lectura en audiencia pública se realizó en
la fecha a las ocho y treinta horas.

F U N D A M E N T O S DE DEREC HO

Á m b i t o dc la casación

P r i m e r o : Que conforme ha sido establecido por la Ejecutoria Su­


prema de fojas trece, del cuaderno de casación, del nueve de noviembre
de dos mil siete, el motivo de casación admitido es el de inobservancia
lie las garantías constitucionales del debido proceso (por infracción del
principio de inmediación) y defensa procesal (por vulneración del dere­
cho a la prueba pertinente).

Sobre el particular la adora civil K.N.A.R. en su recurso forma­


lizado de fojas ochenta y cuatro alegó que en segunda instancia no se
lu convocó para que preste declaración, pese a que su tesUmonio fiíe
474 EL NTíTyo PROCFSÜ PHNAL

ofrecido corno i)rueba, con infracción del artículo cuatrocientos veinti-


dós apartado cinco del nuevo Código Procesal Penal, que la valoración
probatoria no comprendió la actuación dc una pmeba pertinente y, por
ende, tampoco examinó una prueba personal con arreglo a los princi-
pios de iiunediación y contradicción.

Solicita que el efeclo casatorio se extienda a la .sentencia de pri-


mera instancia -del diecisiete de mayo de dos mil siete-, porque sin apli-
carse lo dispuesto en el articulo ciento setenta y uno apartados dos, tres
y cinco del N u e v o Código Procesal Penal soslayó la prueba que ofieció
para su declaración en juicio.

Segundo: Que el lerna especifico está centrado en establecer si


existió o no vulneración del derecho a la pmeba pertinente y con ello
afectación del principio de inmediación.

En primer lugar debemos conceptuar las garantías especificas


afectadas.

Derecho a la prueba pertinente

Que el derecho a la prueba pertinente está ligado al derecho de


defensa. N o se puede ejercer lal derecho si no se permite a las partes
llevar al proceso los medios que puedan justificar los hechos que han
alegado; siempre que a) la pmeba haya sido solicitada en la forma y
momento procesalmente establecido, b) sea pertinente, es decir, debe
argumentarse de forma convincente y adecuada el fin que persigue, y c)
que la prueba sea relevante.

Principio de inmediación

Que cl nuevo Código Procesal Penal, eslablece que el juicio es la eta-


pa principal del proceso, rigen especialmenle los principios de oralidad,
publicidad, inmediación y la contradicción en la actuación probatoria.
La imnediación garantiza que el juez en cargado de sentenciar lenga
contacto directo con todas las pruebas. Si cl juez no oye directamente la
declaración del testigo sino que la lee de un acta, no está en condiciones
-por capaz que sea- de realizar l u i juicio de credibilidad respecto de
lo que el testigo ha dicho, además, tal declaración no puede ser con-
SENTENCIAS CASATORÍAS 475

4
iraexaminaiia y por lanío someiitla al test de la contradicloiledad. Sin
inmediación la infonnación ostenta una bajlsima calidad y no satisface
< un control de confiahiiidad mínimo, dc allí, que debe protegerse la in-
mediación del juez, pues la escritura no permite conocer directamente
1
la pnioba.
*
T e r c e r o : Que en el c a s o concreto, el ofrecimiento de la declara-
ción de la menor K.N.A.R. -en segunda instancia- está regidado por el
artíctdo cuatrocientos veintidós apartado c) del Nuevo Código Proce-
sa! Penal, ofrecida en liempo oportuno, con el objeto de que bajo las
exigencias de imnediación y contradicción la agraviada K.N.A.R. sea
i -.^ examinada por los jueces a cargo del control y revisión de la sentencia
apelada, declaración relevante -por razón del delito- y necesaria para
los fines del esclarecimiento de la imputación formulada; situación que
no s atentatoria contra el derecho de defensa del imputado, por tener
f ^ expedito el derecho del contrainlerrogalorio. Que al deseslimaise la de-
claración de la agraviada K.N.A.R., no se tuvo en cuenta que la actora
4
civil en sus alegatos preliminares, conforme al acta del juicio oral de
4 ^ primera instancia de fojas doscientos ocho, informó que el motivo de
•^^^ Ui inasistencia de la víctima se produjo por su eslado dc salud men-
tid^ aludiendo el informe psicológico número sesenta-DPS-IINCII-cero
siete ofrecido y admitido corno prueba que señalaba que la agraviada
presentada "Depresión mayor con ideación suicida actual...", y el Co-
legiado de primera instancia no adoptó ningima medida para asegurar
i su concurrencia ajuicio conforme lo dispone el articulo ciento sesenta
i -l^ y cuatro del nuevo Código Procesal Penal, tampoco consideró su testi-
monio corno uno especial, conforme al artículo ciento setenta y uno, a
pesar de la juslificación de inconcurrencia.

C u a r t o : Q u e el Colegiado de segunda instancia al rechazar la


i prueba ofrecida por la actora civil, en cuanto al examen de la agraviada
i K.N.A.R , vulneró no sólo el derecho a la prueba de la parte afecta-
••I da sino principalmente el principio de inmediación, pues fundamentó
gM| la sentencia con infi)rmación que no fi.ie susceptible de ser contracxa-
^ ¿ minuila -y que sometida a la coiitnulictoriedad quizás habría revelado
j" matices o detalles importantes-, por tanto, la oraiización o lectura de la
iPP decbíración de la agraviada K.N.A.R. no ofrecía garantías mínimas de
476 EL NUEVO TROCESO PENAL

calidad que sirvan para sostener un juicio de racionalidad, y es que sólo


el tribunal que ha visto y oído la prueba practicada en su presencia está
en condiciones de valorarla y detenninar la fiabilidad y verosimilitud
dc su testimonio.

Ahora bien, el imputado no podría ser afectado en su derecho dc


defensa, puesto que luego del examen dc la agraviada K..N.A.R., tenía
el derecho del contraexamen o contrainleiTogatorio, incluso de un ca-
reo, asegurada de este modo la igutddad de actuación entre las partes.

Quinto: Que en tal virtud, es de estimar que la sentencia de se-


gunda instancia vulneró la garantía constitucional del debido proceso ai
afectar el principio de inmediación y la garantía de defensa procesal en
su ámbito de derecho a fa pnieba pertinente.

Sobre la base, y como liace falta realizar nuevamente una audien-


cia de apelación que dé lugar a un nuevo fallo de vista, a partir de la In-
tegración de un nuevo Colegiado, la estimación del recurso de casación
sólo tare consigo un juicio rescindente -artículo cuatrocientos treinta y
tres incisos uno y dos del nuevo Código Procesal Penal.

Sexto: Que, ruialnienlc, respecto dc las costas -pronunciamiento


que omitierün en primera y segunda instancia-, habiéndose acogido el
recurso de casación es del caso exonerar a la actora civil, conforme a
lo dispuesto por el artículo quinientos cuatro, apartado dos, del nuevo
Código Procesal Penal. A l no mediar oposición formal del imputado no
cabe que responda por ellas.

DECISIÓN

Por estos fundamentos:

Declararon F U N D A D O en parte el recurso de casación por in-


observancia de las garantías constitucionales del debido proceso:
afectación del principio de inmediación y defensa procesal: dere-
cho a la prueba, artículo ciento treinta y nueve apartado tres y ca-
. . SHNTENCLAS C A S A I O R I A S 477

torce de la Constitución, interpuesto por la, actora civil K.N.A.R.


' contra la sentencia de vista de fojas setenta y uno, del cuaderno
de apelación, del treinta y uno de julio de dos md siete, en el ex-
tremo que confirmando la sentencia de primera instancia de fojas
doscientos diecinueve, del cuaderno de debate, del dieciséis de
mayo de dos mil siete, absuelve a Carlos Alfredo Ochoa Rojas,
de la acusación fiscal formulada por delito de violación sexual en
su agravio. En consecuencia: N U L A la citada sentencia de vista
de fojas setenta y uno, del cuaderno de apelación del treinta y mío
de julio de dos mil siete, y N U L A la resolución de fojas sesenta
y uno del cuaderno de apelación, del veinte de jvmio de dos mil
siete, sin costas.

II. Decliuaron I N F U N D A D O en cuanto se solicita que la vulnera-


ción de las garantías constitucionales se extienda a la sentencia
de primera sentencia.

III. O R D E N A R O N que la Sala Penal de Huaura, integrada por otro


Colegiado, cumpla con dictar nueva sentencia, previa nueva au-
diencia de apelación y cumplidas las fonnalidades correspon-
dientes, dicte una nueva sentencia.

IV. D I S P U S I E R O N que la presente sentencia casatoria se lea en au-


diencia píiblica por la Secretaria de esta Suprema Sala Penal; y,
acto seguido, se notifique a todas las partes apersonadas a la ins-
tancia, incluso a los no recurrentes.

SaH^ V. M A N D A R O N que cumplidos estos trámites se devuelva el pro-


^^^^ ceso al órgano jurisdiccional de origen, y se archive el cuaderno
^1^9 dc casación en esta Corte Suprema.

r i Ss.
^BM% S A L A S G A M B O A / P O N C E DE MJER / U R B t N A O A N V I N I V P A I U O N A P A S T R A N A /
:lf 1 ZPiCENARRO M A T t l E U S
478 El. NUEVO PROC ESO PENAL

7.­ SENTEN
C IA UE CASACIÓN / FUNDADO

SAI.A PENAL PERMANENTE


C A S A C I Ó N № 02­2008
LA LIBERTAD

AUTO DE C ASAC IÓN

Lima, tres de junio de dos mil ocho.

A U T O S y V I S T O S ; interviniendo coma ponente el señor Zcce­


narro Maleus; cl reciuso de casación por inobservancia de garantías
constitucionales de carácter procesal: debido proceso y cl principio de
legalidad interpuesto por el señor Fiscal Superior de Apelaciones de La
Libertad, contra cl auto de fojas veintiuno, del veintiuno de noviembre
de dos mil siete, que revocando el auto apelado de fojas ocho, del siete
de noviembre de dos mil siete, declaró fundado el conlrol de plazo y
ordenó la conclusión de ia Investigación Preparatoiia; y dispuso que los
aulos se devuelvan al Juez de Investigación Preparatoria o fui c|uc con­
tinúe con el plazo de ley; en ei proceso seguido contra loe Luis Montero
Saldaña y otro, por el delito de hurlo agravado, en agravio dc Segundo
Ernesto Guarniz Supo: y

CONSIDERANDO:

P r i m e r o : Que, esta Sala Suprema, mediante Ejecutoria dc fecha


quince de febrero de dos mil ocho, declaró Bien C oncedido el recurso
dc casación en virtud de lo establecido por el inciso cuarto del arlículo
cuatrocientos veinlisicte del C ódigo Procesal Penal, disponiendo que la
cavisa permanezca a disposición de las partes por cl plazo de ley, a cuyo
vencimiento sc fije fecha para la audiencia correspondiente.

Seguudo: Que, previamente conviene precisar el itinerario o se­


cuencia procesal que se observa en el presente ca.so: a) conforme se
aprecio de folios uno, el señor Abogado defensor del inculpado Joe Luis
Montero Saldaña, en virtud del inciso segundo del arliculo trescientos
SENTENCIAS CASATORÍAS 479

cuarenta y tres tlel Cótiigo Procesal Penal, solicitó al Juzgado que se de


1)01 t;onciuiil¡i la invesligación preparatoria, al considerar que ha exce-
tlido en el límite que permite la citada norma y se programo audiencia
de control de plazos; b) la audiencia indicada se realizó con la concu-
rrencia de la l'iscal Provincial y tlel Abogatio defensor; que escuchada
la exposición respectiva el Juez mediante resolución de fojas ocho, del
siete de noviembre de dos mil siete, declaró infimdado dicha solici-
tud; c ) el Abogado defensor interpuso recurso de apelación, conforme
ajjarcce de fojas tliez; d ) la audiencia de apelación de auto que declara
infundada la solicitud de control de plazos, se efecmó con la asistencia
del l'iscal Superior y del Abogado defensor; la Sala Penal de Apelacio-
nes mediante resolución de fojas veintiuno, del veintiuno de noviem-
bre de dos mil siete, revocó el apelado y declaró ftindado el control de
plazo, ordenó la conclusión de la invesligación preparatoria y dispuso
devolver el incidente al Juez Penal de Investigación Preparatoria para
que continúe con el plazo de ley.

Turcero: Que, contra la aludida resolución, el Fiscal Superior in-


gH te 1 puso recurso de casación al con.^iderar que, aiin no se cimiplió con
el plazo de Investigación Preparatoria, por cuanto, desde la fecha de
^ notificación de la disposición de formalización y continuación de la
¡9 investigación al Juez de Investigación Preparatoria, conforme establece
1 ^ el inciso segundo del arlículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal
' Penal, esto es el dieciocho de septiembre de dos mil siete, a la fecha de
la solicitud de control de plazo que se concretó el treinta de octubre de
do.s mil siete, sólo han transcurrido cuarenta y tres días.

C u a r t o : Que, dc otro lado, la Sala Penal de Apelaciones, fun-


^ dó su resolución .sosleniendo que en el nuevo Código Procesal Penal
c.tisic sólo una fa.se de investigación, que es la Investigación Prepa-
ratoria, a cargo del Ministerio Público, conforme se establece en el
inciso segundo del artículo trescientos treinta y siete del acotado, en el
^ que se señala, que las diligencias preliminares practicadas durante la
I '• investigación preliminar forman parte de la investigación Preparatoria,
^ por existir "unidad de prueba, unidad tle investigación y unidad de
• É investigador".-

) •

m.

f
480 EL NUEVO PROCESO PENAL

Quinto: Que, en el caso de autos, se declaró bien concedido el re-


curso de casación de conformidad con lo establecido en el inciso cuar-
to del articulo cuatrocientos veintisiete del cilado Código Procesal, al
determinar que excepcionalmente se puede declarar la procedencia del
recurso de casación fuera de las resoluciones enumeradas en los incisos
señalados del citado aitículo, ello cuando discrecionalmente se consi-
dere necesario para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial, cu este
caso, respecto del control de plazo de la Investigación Preparaloria.

Sexta: Que, el tema fundamental de caso planteado, es el plazo.


A l respecto, en doctrina se hacen alusión a tres clases de j)lazos; a) e!
plazo legal (establecido por la l e y ) ; b ) el plazo convencional (estable-
cido por mutuo acuerdo de las partes); c) el plazo judicial (señalado
por el Juc?. en uso de sus facultades discrecionales). D e otro lado, en
rigor técnico, conforme se deslaca en el Diccionario Enciclopédico de
Dferecho Usual, de Guillermo Cabanellas, Tomo V I , página doscientos
setenta y uno, la doctrina y la legislación, se sirven como sinónimos,
soslayando sutilezas técrúcas, de los vocablos plazo y término; sin em-
bargo, discrepan en esencia, por cuanlo el plazo es comprensivo de todo
lapso para actuar, en tanto que térmmo integra tan solo su vencimiento
o final; en ese contexto, en el presente caso, se trata de analizar el plazo
de carácter legal, vale decir, el que es señalado por la ley durante el
desenvolvimiento del proceso; dentro del marco de referencia del siste-
ma de orientación acusatorio adversarial que regula el Código Procesal
Penal, en apficación gradual en el Perú.-

Sétimo: Que, en ese sentido, es preciso señalar lo siguiente: a)


que el inciso segundo del articulo trescientos treinta y siete del Código
Procesal Penal, establece que las diligencias preliminares forman parle
dc la Investigación Preparatoria, y ésta a su vez tiene un plazo de ciento
veinte días naturales, prorrogables por ímica vez hasta por un máximo
de sesenta días natmales, conforme a lo estatuido por el inciso uno del
numeral trescientos cuarenta y dos del mismo cuerpo de leyes, ello debe
aplicarse en concordancia con lo dispuesto por el inciso segundo del
numeral trescientos treinta y cuatro, que prescribe, que el plazo de las
diligencias preliminares, es de veinte días y que no obstante ello, el Fis-
caÍ podrá fijar mi plazo distinto según las características, complejidad
SENTENCIAS CASATORÍAS 481

y circunslancias de los hechos objeto de investigación; b ) en ese orden


de ideas, la etapa de la Investigación Preparatoria, presenta a su vez dos
sub etapas; la primera correspondiente a las diligencias preliminares
y fa segunda que , corresponde a In investigación preparatoria propia-
mente dicha. En ese contexto, la fase de diligencias preliminares tiene
un plazo distinto, el mismo que está sujeto a control conforme dispone
el inciso segundo del niuneral ciento cuarenta y cuatro del Código Pro-
i
cesal Penal; control que tiene fundamental importancia para una trami-
* tación adecuada y eficiente del proceso.

O c t a v o : Que, el artículo trescientos treinta y seis del aludido C ó -


digo, en la parte final del inciso uno, regula la fonnalización y la con-
tinuación de la invesligación Preparatoria, la que deberá comunicarse
al Juez de la Investigación Preparatoria a tenor de lo dispuesto en el
inciso tres del mismo numeral, en concordancia con el artículo bes del
Código Procesal Penal; interpretándose de todo ello que, el plazo es-
tablecido en el numeral trescientos cuarenta y dos, debe computarse
a partir de su comunicación en virlud a lo establecido en el inciso dos
' m del artículo ciento cuarenta y tres; seiialándose, además, a partir de una
interpretación sistemática, que, esa es la razón por la cual en cada una
de esas fases, diligencias prelinunares e Investigación Preparatoria, el
Código Procesal Penal prevé la posibilidad de que los justiciables y fun-
damentalmente el imputado puedan promover mecanismos de control
del plazo de invesligación, que se regulan de manera diferenciada tanto
para la fase de las diligencias preliminares como para lo investigación
preparatoria propiamente dicha, conforme se desprende de los artículos
trescientos treinta y cuatro inciso segundo y, trescientos cuarenta y tres
inciso segundo del referido texto normalivo.-

N o v e n o : Que, la formalización de la investigación preparatoria


tiene como ima de sus finalidades trascendentes la legitimación de los
sujetos procesales, de manera que es recién a partir de dicho acto pro-
cesal que los mismos pueden constihiirse y ser reconocidos como tales
en el proceso para el efectivo ejercicio de sus pretensiones, debiendo
tenerse en cuenta, además, que según dispone el arlículo trescientos
veintiuno del Código Procesal Penal, fa invesligación preparatoria tiene
como finalidad reunir los elementos de convicción de cargo y de des-
cargo.
482 El. hajEvo PROCKO PENAL

Décimo: Que, en ei caso específico, ile los aigumentos del re-


curso de apelación de finjas diez, interpuesto por el Abogado defeasor
del inculpado, se advierte que el Fiscal Provincial fijrmalizó la investi-
gación preparatoria con fecha once de septiembre de dos mil siete; en
cor,secuencia, computando hasta la fecha de presentación dc solicitud
de control de plazo de fojas uno, esto es, el treinta de octubre dc dos
mil siete, aún no había transcurrido el plazo establecido en el artículo
trescientos cuarenta y dos.

Décimo P r i m e r o : Que concluyendo, los plazos para las diligen-


cias preliminares, de veinte días naturales y el que se concede al Fiscal
para fijar uno distinto scgím las características, complejidad y circuns-
tancias de los hechos objeto de investigación; son diferentes y no se
hallan comprendidos en los ciento veinte dias naturales más la próiToga J E
a la que alude la nomia pertinente, que corresponden a la investigación
preparatoria propiamente dicha.

Décimo Segundo: Que, finalmente es necesario precisar que si


bien los lazos referidos son distintos, es fundamental establecer que
el plazo de las denominadas diligencias preliminares y fundamental-
mente el plazo adicional al dc los Veinte días que el artículo trescientos
ü"einta y cuatro le autorizo al Fiscal en casos que por sus características
revistan complejidad, no debe ser uno ilimitado y, si bien es cierto,
en este extremo de la norma no se precisa de manera cuantitativa cual
es su límite temporal, también es verdad que ello no puede afectcir el
derecho al plazo razonable que constituye una garantía fundamental in-
tegrante del debido proceso: que por lo demás, deben entenderse corno
excepcionales, ponderándose ei plazo máximo de duración atendiendo
a criterios de orden cualitativos conforme a los principios de razona-
bilidad y proporcionalidad, debiendo tenerse siempre presente que las
diligencias preliminares tienen como finalidad inmediata realizar los
aclos urgentes o irinplazables conforme dispone cl articuló trescientos
treinta de la ley procesal penal y que por estas consideraciones, la fase
de diligencias preliminares no podría, en la hipótesis más extrema, ser
mayor que el plazo máximo de la Investigación Prcpnmtorin regulado
en el arlículo fcrescienlos cuaienta y dos de la ley jMocesal penal.
SENTENCIAS CASATORÍAS 483

DECISIÓN

Por estos ñindamentos:

I, Declararon: F U N D A D O en parte el recurso de casación inter-


puesto por el Fiscal Superior del Distrito Judicial de L o Libertad,
contra el auto de fojas veinUuno, del veintiimo de noviembre de
dos mil siete, que revoca el auto apelado del siete de noviem-
bre de dos mil siete, y reformándolo: declara Fundado el control
de plazo y ordena que se devuelvan los autos al Juez Penal de
la Investigación preparatoria para que continúe con el plazo de
ley; en consecuencia: E S T A I 3 L E C I E R Ó N : de confonnidad con
lo previsto en Procesal Penal, como doctrina jurisprudencial, que
los plazos para las diligencias preliminares, de veinte dias natura-
les y el que se concede al Fiscal para ñjar uno distinto según las
características, complejidad y circunstancias de los hechos objeto
de investigación son diferentes y no se hallan comprendidos, en
los ciento veinte días nahirales más la prórroga a la que alude la
norma pertinente, que corresponden n la investigación preparato-
ria propiamente dicho; confonne a los argumentos que se señalan
en fa parle considerativa de la presente resolución.

II. D I S P U S I E R O N que la presente resolución casatoria se lea en au-


diencia pública por la Secretaría de esta Suprema Sala Penal; y
acto seguido, se notifique a las parles apersonadas a la instancia,
incluso a las no recurrentes.

in, M A N D A R O N que cumplidos estos trámites se devuelva el pro-


ceso al órgano jurisdiccional de origen, y se archive el cuaderno
de casación en esta Corte Suprema.

ss
S I V I N A H U R T A D O / P O N C E DE M I E R / O R D I N A G A N V I N l / P A R I O N A P A S T R A N A /
/liCENARKÜ M A I E U S
484 EL N U E V O I­ROC ESO PENAL

8.­ AUTO DE CALIFICACIÓN / INADIVUSIRLE­ BIEN C ONC EDIDO

SALA PENAL PERMANENTE


CASACIÓN № 10­2007
L A LIBERTAП

­AUTO DE CALIFICACIÓN DEL RECURSO DE C ASAC iÓN­

Lima, veinticuatro de octubre de dos mil siete.­

A U T O S y V I S T O S ; interviniendo como ponente ei scilor San


Martin C astro; el recurso de casación por inobservancias de garanlias
constitucionales de carácter procesal: presimción de inocencia, debido
proceso e in dubio pro reo, y por inobservancia de normas legales ilo
carácter procesal interpuesto por el encausado VÍC TOR N I N O URQUI/.Л
CoTRiNA contra la sentencia de vista de fojas noventa y ocho, del lie*
ce de agosto de dos mil siete, que confirmando la sentencia dc prime­
ra instancia de fojas cincuenta y cinco, del cuaderno respectivo, del
veintiuno de junio de dos mil siete, lo condenó como autor del delito
de robo agravado en perjuicio de Mario Raúl Reyes Arqueros y Luis
Reyes Arqueros a diez años de pena privativa de liberlad y fijó en mil
nuevos soles por concepto de reparación civil: y C O N S I D E R A N D O :
P r i m e r o : Que, conforme al estado de la causa y en aplicación a lo dis­
puesto en el apartado seis del artículo cuatrocientos treinta del Nuevo
Código Procesal Pena!, corresponde decidir si el recurso de casación
está bien concedido ­auto de fojas ciento diez del veintisiete de agos­
to de dos mii siete­ y si, en consecuencia, procede conocer del fondo
del mismo; que se ha cumplido con el trámite de traslados respectivos,
pero no se han acompañado a la instancia el recurrente ni el actor ci­
vil, tampoco han acompañado sus alegatos escritos. Segundo; Que la
inadmisibilidad del recurso de casación se rige por lo normado en cl
artículo cuatrocientos veintiocho y .sus normas concordantes del cilmio
Código, cuyos requisitos deben cumplirse acabadamente para que ,чо
declare bien concedido; que se ha recunido una sentencia de vista, ()iic
confirmando la sentencia de primera instancia, condenó al recurrciilu
como aulor del delito de robo agravado, en consecuencia, en atención i
SEWTENCIAS CASATORÍAS ;i85

al delito objeto del proceso penal, como supera el mínimo de seis años
dc privación de libertad, se cumple el presupuesto objetivo previsto en
el ortículo cuatrocientos veintisiete, apartados uno y dos, del N u e v o
Código Procesal Penal; que, asimismo, el imputado recurrió igualmente
contra la sentencia de primera instancia que lo condenó y, ahora, frente
a su confirmatoria insiste en recurriría, esta vez en casación, lo que cum-
ple con el presupuesto subjetivo estatuido en el arlícido cuatrocientos
veintiocho, apartado uno, literal d), del Nuevo Código Procesal Penal;
que el recurso cumple, igualmente, los presupuestos formales corres-
pondientes de tiempo, lugar, modo y fundamentación. T e r c e r o : Que el
recurrente basa su impugnación extraordinaria en dos motivos, la deno-
minada "casación constitucional", centrada en la presunta vulneración
de tres preceptos constitucionales; y, la denominada "casación procesal
o por quebrantamiento de forma", ambas debidamente reconocidas en
el articulo cuatrocientos veintinueve, apartados uno y dos, del N u e v o
Código Procesal Penal. Cuarto: Que, respecto del primer motivo,
denuncia que el fallo de vista, al apreciar la prueba, no cimiplió con el
requisito de suficiencia probatoria -articulo segundo, apailado uno. del
'fíiulo Preliminar del Nuevo Código Procesal Penal--; que, asimismo,
denuncia la vidneración de la regla de la legitimidad de la prueba tes-
timonial y la identifica como un elemento que integra la garantía del
debido proceso empero, segiin se reconoce en el artículo segundo, apar-
imlo uno, del Título Preliminar del Nuevo Código Procesal Penal, la
ncluación de la prueba con las debidas garantías es un elemento que
integra la garantía de presunción de inocencia, por lo que en atención
al principio de la "voluntad impugnativa " debe reconducirse el motivo
n la vulneración de dicha garantía constitucional -artículo dos, inciso
veinticuatro, literal e), de la Constitución, desarrollada por el citado
lulIcilio dos, apaitado uno, del Tílulo Preliminar del Nuevo Código Pro-
cesal Penal-; que, por íiltimo, denuncia la inobservancia del in dúbio
¡no IVO, que lo deriva del artículo ciento treinta y nueve apartado once
do lu Constitución, sin embargo, dicha norma sólo comprende las dudas
cii la interpretación de la ley no cuando se trata de la valoración de la
|)iucba, la que constituye una regla de juicio que integra la tantas veces
ciliidii garantía de presunción de inocencia, y como tal ha sido recono-
uidii por el mtículp dos, apartado uno in fine, del Tílulo Preliminar del
18fi FX NUEVO PROCESO PENAL

N u e v o C ódigo Procesal Penal; que, ahora bien, la vulneración de ese úl­


timo precepto de relevancia conslimcional sólo tiene interés,casacional
cuando el juzgador expresamente lo desconoce al afirmar o reconocer,
expresa o tácitamente, un estado de incerlidiimbre probatoria y, pesca
ello, opta por la condena, que no es el caso de autos; que no comprende
esa garantía aquellos supuestos en que el recurrente, desde su partictdnr
valoración probatoria estime que existe un supuesto de duda razonable
acerca de la culpabilidad que se le atribuye, en tanto que elfo importaría
una invocación de un error facti o error en la apreciación de la prueba,
prohibido en sede casacional, destinada exclusivamente al error iuris;
que, en consecuencia, bajo la vulneración de la garantía de presunción
de inocencia en relación a las reglas de suficiencia probatoria y de le­
galidad y legitimidad probatoria, corresponde declarar bien cíoncedido
el recurso de casación, corrigiendo en el segimdo caso la invocación a
la garantía de la inobservancia de la regla del in dubio pro reo. Quinto:
Que, en lo concerniente al segundo motivo: inobservancia de normas
legales de carácter procesal sancionadas con la nulidad, como reza el
apailado dos del artículo cuatrocientos veinlinueve del N u e v o C ódigo
Procesal Penal, el recurrente denuncia que la sentencia inobservó el ar­
ticulo trescientos setenta y tres, apartado uno y dos, del N u e v o C ódigo
Procesal Penal porque apreció una prueba irregularmente incorporada
­se trata de la reiteración de la incorporación de la pnieba que denuncia
como irregularmente admitida que la configuró como vulneración de la
garantía del debido proceso­; que, sin embargo, la norma invocada se
refiere a la admisión de pruebas en segunda instancia, que no es el caso
de autos puesto que en el juicio de apelación no se ofreció, admitió y ac­
tuó nueva ршеЬа; además, el recurrente no ha explicado en qué consiste
la nulidad procesa} y cuál es la norma procesal inobservada, defecto
grave de motivación del recmso que impide su apreciación casacional
conforme al apartado uno del artículo cuatrocientos treinta del Nuevo
Código Procesal Penal. Sexto: Que si bien las costas serán pagadas por
quien interpuso un recurso sin éxito, no se advierte cjue obró con teme­
ridad o mala fe, por lo que es de aplicación el apartado dos, literal a),
del artículo quinientos uno del Nuevo C ódigo Procesal Penal. Por estos
: fimt'amentos: I. Declararon I N A D M I S I B L E el recurso de casación por
iiipbservancia de normas legales de carácter procesal sancionados con la
SENTENCIAS C ASATORÍAS 487

nutidad ­apartado d o s del artículo cuatrocientos veinUnueve del Nuevo


Código Proceso Penal­; y , por inobservancia del precepto constitucio­
nal del arlículo ciento treinta y nueve apartado once de la Constitución,
II. Declararon B I E N C O N C E D I D O el reciuso de casación interpuesto
por VIC TOR N I N O URQUIZA C oTRmA por la causal de inobservancia de
garantías constiUicionales de carácter procesal, referida a la garantía de
presimción de inocencia: reglas de suficiencia probatoria y de legitimi­
dad y legalidad de la prueba. III, D I S P U S I E R O N que la causa perma­
nezca en Secretaría a disposición de las partes por el plazo de diez días;
y vencido el mismo, se dé cuenta para fijar fecha paia la audiencia de
casación. I V . E X O N E R A R O N en el pago de las costas de la tramita­
ción del recurso de casación al acusado VÍC TOR N I N O URQUIZA C OTRJNA
respecto del motivo materia de declaración de inadmisibilidad.
4
l l á g a s e saber.­
ss.
SA1,AS G A M B O A / S A N MARTRvl C A S T R O / P R A D O S A L D A R R I A G A / P R Í N CI P E
TRUJlLLO / URBINA GANVINl.

9,­ SENTEN
C IA DE CASACIÓN / ШРХЛЧВАПО

SALA PENAL PERMANENTE


C A S A C I Ó N N " 10-2007
TRUJlLLO

SEN'IENCIA DE CASACIÓN

Lima, veintinueve de enero de dos mil ocho.-

V I S T ' O S ; en audiencia pública; el recurso de casación por el recur­


so de casación por la causal de inobservancia de garantías constituciona­
les d e carácter procesal, referida a la garantía presunción de inocencia:
reglas de suficiencia probatoria y de legitimidad y legalidad de la pnieba
interpuesto p o r el encausado VlcroR NINO URQUIZA COTIUNA contra la sen­
tencia de vista de fojas noventa y ocho, del trece de agosto de dos mil sie­
488 EL NUEVO PROCE.SO PENAL

te, que confirmando la sentencia dc primeía bislancia de fiíjas cincuenta


y cinco, del cuaderno respectivo, del veintiuno dc junio dc dos mil siete,
lo condenó como aulor del delito de robo agravado en perjuicio de Mario
Raúl Reyes Arqueros y Luis Miguel Reyes Arqueros a diez años de pena
privativa de libertad y fijó en mil nuevos soles por concepto de reparación
civil. Interviene como ponente el señor Urbina Ganvini.

FUNDAMENTOS DE HECHO

I. Del itinerario del proceso en primera instancia

P r i m e r o : El encausado VtcroR NINO URQUIZA C o r R m A íue pro-


cesado penalmente con arreglo al Código Procesal Penal [así consta de
la disposición de fojas dos, del dieciséis de abril de dos mil siete, que
formalizó la investigación preparatoria en su contra]. Mediante requeri-
miento de fojas once del dos de mayo de año próximo pasado la Fiscalía
Provincial solicitó ni Juez de la Investigación Preparaloria la proceden-
cia del proceso inmediato, que previo trámite de traslado fue aceptado
por auto de fojas trcinla y dos, del quince de mayo de dos mil siete, que
se entendió contra el cilado encausado por delilo de robo agravado en
agravio de Mario Raúl Reyes Arqueros y Luis Michel Reyes Arqueros.

Seguida la causa con arreglo a su naturaleza especial, la señora


Fiscal mediante requerimiento de fojas treinta y nueve, del veintiuno
de mayo último, formuló acusación sustancial en los mismos términos
de la disposición de formalizaeión de la investigación preparatoria. El
auto de enjuiciamiento, corriente a fojas ocho -del cuaderno de debate-,
del siete de jimio de dos mil siete, fiíe dictado por el Juzgado Penal
Colegiado y a su vez citó para el veintiuno de junio la realización de la
audiencia.

S e g u n d o : Realizado el juicio de primera instancia -véase acta


de fojas cuarenta y ocho-, el Juzgado Penal Colegiado dictó la senten-
cia de fojas cincuenta y cinco, del veintiuno de junio de dos mil siete,
que condenó a VICTOR NINO URQUIZA COTRINA como autor del delito
contra el patrimonio - robo agravado en perjuicio de Mario Raúl y
SBNTENCIAS C ASATORÍAS 189

L u i s M i g u e l R e y e s A r q u e r o s a diez años de pena privativa de libertad


у. fijó en mi! nuevos soles e! monto por concepto de reparación civil a
favor de los agraviados.

El imputado inlerpuso recmso de apelación contra dicha senten­


cia por escrito de fojas sesenta y cinco. La alzada ñie concedida por
auto de fojas setenta, del veintidós de junio liltimo.

IL Del trámite rccursal en segunda instancia

T e r c e r o : El Superior Tribimal, culminada la fase de traslado de la


impugnación, sin ofrecimiento de pruebas por el reciurente, y realizada
la audiencia de apelación conforme aparece del acta de fojas noventa
y cinco, del trece de agosto de dos mi siete, cumplió con emitir y leer
en audiencia la sentencia de vista de fojas noventa y ocho, del trece de
agosto de dos mil siete.

C u a r t o : La citada sentencia de vista, por unanimidad, confirmó


la sentencia de primera instancia que condenó a Víctor Nino Urquiza
Cotrina como autor del delito contra el patrLnonio ­ robo agravado en
perjuicio de Mario Raúl y Luis Miguel Reyes Arqueros a diez años de
pena privativa de libertad y fijó en mil nuevos soles por concepto de
reparación civil a favor de los agraviados.

m. Del Trámite del recurso de casncióu del acusado Norcña C ajas

Quinto: Leída la sentencia de vista el acusado Urquiza C otrina


interpuso recurso de casación mediante escrito de fojas ciento cuatro.
Introdujo dos motivos de casación; a) la denominada "casación consti­
tucional", centrada en la presunta vulneración de tres preceptos cons­
titucionales: presunción de inocencia, debido proceso e in dubio pro
reo; y, b ) la denominada "casación procesal o por quebrantamiento de
forma". A m b o s motivos debidamente reconocidos en el artículo cuatro­
cientos veintinueve, apartados imo y dos, del nuevo C ódigo Procesal
Penal. Concedido el recurso por auto de fojas ciento diez, del veintisiete
de agosto de dos mil siete, se elevó la causa a esle Supremo Tribunal
con fecha cuatro de septiembre de mil siete.
490 EL N U E V O P R O C E S O P E N A L

S e x i o : Cumplido el trámite de traslados a la Fiscalía Suprema


c o m o a la parte recurrida, esta Suprema Sala mediante Ejecutoria de
fajas quince, del cuaderno de casación, del veinticuatro de octubre de
dos mil siete, en uso de su facultad de corrección, declaró inadmisible
el recm-so de casación por inobservancia de normas legales de carácter
procesal y por inobservancia del precepto conslimcional previsto en el
inciso once del artículo ciento treintinueve de la Constimción; y, bien
concedido el recurso de casación por la causal de inobservancia de ga-
rantías constitucionales de carácter procesal, referida a la garantía de
presunción de inocencia: reglas de suficiencia probatoria y de legitimi-
dad y legalidad de la prueba.

Sctmio: Instruido el expediente en Secretaría, señalada fecha para


la audiencia de casación el día catorce de diciembre último, instalada la
audiencia y realizados los pasos que corresponden conforme al acta que
antecede, con intervención del abogado de oficio, así como del Señor Fis-
ca! Supremo Adjunto, el estado de la causa es la de expedir sentencia.

O c t a v o : Deliberada la causa en secreto y votada el día de la fe-


cha, esta Suprema Sala cumplió con pronunciar la presente sentencia de
casación, cuya lectvu-a en audiencia pública -con las parles que asístan-
se realizará por la Secretaria de la Sala el día veinlinueve de enero a
horas ocho y treinta de la mañana.

F U N D A M E N T O S DE DERECHO

I. Del á m b i t o de ln casación

P r i m e r o : Conforme ha sido establecido por la Ejecutoria Supre-


ma de fojas quince, de! cuaderno de casación, del veinticuatro de octu-
bre de dos mil siete, los motivos del recurso de casación se centran en
la inobservancia del precepto constitucional que contiene la garantía
de presunción de mocencia, concretados en las reglas de suficiencia
probatoria y de legitimidad y legalidad de la prueba. Esas reglas, junto
con otras, han sido expresamente consagradas como integrantes de la
presunción de inocencia en el artículo II del Título Preliminar del nuevo
Código Procesal Penal.


SENTENCIAS CASATORÍAS 491

Segundo: El agravio consiste en qufe -según el recurrente- la


Hculenciii de vista, al apreciar id prueba -testimonial de W i l d o Rubén
Avila Navis-, no cumplió con los requisitos de suficiencia probatoria"
y, iiitcmús, vulneró la regla de legitimidad y legalidad de la prueba
icaliinoninl. A l e g a al respecto que la admisión de dicha testifical fiíe
ilegal porque se vulneró los apartados uno y dos del artículo trcs-
cicnlos setentitrés del nuevo Código Procesal Penal [sólo se acepta
nueva prueba, instalado el juicio oral, cuando las partes han tenido
üiuiücimiento de ella con posterioridad a la audiencia de control de la
iiousación], en consecuencia, no tiene la calidad de prueba pertinente
para desvirtuar la presunción de inocencia por su irregular incorpo-
ración y que excluida sólo se tendría la versión de agraviado, por lo
que al no existir otro medio probatorio quedaría duda respecto de la
responsabilidad penal que se le atribuye.

11. Del pronunchimiento del Tribunal de Apelación

Tercero: La sentencia de vista impugnada en casación precisa qué


en la ncluación de la pnieba testimonial prestada en el plenario de "Wildo
Ruben Avila Navis no se ha producido ninguna violación sustancial, di-
recta o indirectamente, a derecho ñindamental alguno del imputado; que
esa declaración plenaria no es prueba hregular; que la inadmisibilidad
tiecretada por el Juzgado Penal Colegiado incidió en la copia de la ma-
nifestación que contiene la declaración del testigo y que se ha aplicado
correctamente la prescripción del arlícido b:escientos setenta y tres, apar-
ludo dos del CPP, en el que excepcionalmente se reiteran ofrecimientos
de pruebas rechazados en audiencia de control, admitiendo como nueva
prueba la testimonial de Wildo Rubén Avila Navis a solicitud de la Fisca-
lía y que no ñie objeto de cuestionamiento por las partes.

IIL Del motivo casncional. Presunción de inocencia.

•Cuarto: El reciu-rente, como se ha enfatizado, demmcia que la


scnlcncia condenatoria vulneró la presunción de inocencia: reglas de
suficiencia probatoria y de legitimidad y legalidad de la prueba. Afirma
(jue el Colegiado no debió admitjr la testimonial de "Wildo Rubén Avila
Navis y que sin ella en su caso quedarla la duda respecto a su respon-
492 F.l. NUEVO PnOCE.'SO PENAL

sabilidad, por cuanto no se puede condenar a Ta persona por la sola


sindicación del agraviado.

Quinto: Uno de los elementos que integra el contenido esencial dc


la presunción de inocencia como regla de pmeba es que la actividad pro-
batoria realizada en el proceso sea suficiente -primer párrafij del articulo
dos del Tímlo Preliminar del nuevo Código Procesal Penal-. Ello quiere
decir, primero, que las pmebas -así consideradas por la L e y y actuadas
confonne a sus disposiciones- estén referidas a los hechos objeto de im-
putación -al aspecto objetivo de los hechos- y a la vinculación del imputa-
do a los mismos, y, segimdb, que las pruebas valoradas tengan un carácter
incriminatorio y, por ende, que puedan sostener im fallo condenatorio.

Corresponde a los Tribunales de Mérito -de primera instancia y


de apelación- la valoración de la pmeba, de suerte que únicamente está
reservado a esle Tribunal de Casación apreciar si de lo actuado en pri-
mera y segunda instancia, en atención a lo expuesto en el fallo de vista,
fluye la existencia de un auténtico vacío probatorio y, en su caso, de ima
ilegalidad dc los actos de prueba de entidad significativa.

En consecuencia, si existen pmebas directas o indiciarías y éstas


son legítimas la alegación centrada en ese motivo decae o se quiebra. Si
existen pruebas -tal como la,ley prevé-, como ha quedado expuesto, su
valoración corresponde en exclusividad al Juez Penal y a la Sala Penal
Superior, salvo que ésta vulnere gro.seramente las reglas de la ciencia o
de la técm'ca o infrinjan las normas del pensamiento, dc la lógica o de'
la sana crítica.

Sexio: El recunente cuestiona la regularidad o, mejor dicho, la


licitud de la admisión a trámite y ulterior valoración de una prueba tes-
timonial.

Es el caso que se trata de un proceso inmediato, a cuyo efecto,


con arreglo al arlículo cuatrocientos cuarenta y ocho del nuevo Código
Procesal Penal, se dictó -previa emisión del auto de procedencia de di-
cho proceso y acusación fiscal- el auto acumulado de enjuiciamiento y
citación ajuicio por el Juez Penal Colegiado.

En el escrito de acusación la señora Fiscal Provincial sólo ofreció la


copia dc la manifestación de Wildo Rubén Avila Navis, prestada en .sede
SENTENCIAS CASAIORIAS 493

preliminar con presencia de !a Fiscal Adjunta. El Juzgado Penal Colegia-


do la declaró inadmisible porque su lectura en el juicio no correspondía
conforme a la permisión de! artículo bescientos ochenta y tres, apartado
uno, literal d), del nuevo Código Procesal Penal. Sin embargo, en la es-
tación de oüecimiento de nueva prueba la Fiscalía ofreció la declara-
ción del citado Wildo Ruben Avila Navis, sin oposición de la defensa del
imputado, la que además tuvo la oportunidad de contrainlerrogarlo -así
consta del acta de fojas cuíirenta y ocho-. Ea sentencia condenatoria, en-
tre otras pruebas, se sustentó en ese testimonio de cargo.

El i i p n r i a d o u n o del artículo trescienlos-selenla y tres de! nuevo Có-


digo Procesal Pena!, e n ei caso de nuevos medios deprueba, establece que
Su ofrecimiento y admisión está condicionada a que se ha tenido conoci-
miento de su existencia con posterioridad a la audiencia de control dc la
acusación,quenoeselcasodelofrecimientodeladeclarac¡óndeun1estigo
debidamente identificado que prestó declaración en sede de investigación
preparatoria. Ahora bien, el apartado dos del mismo artículo estatuye
que es posible ofrecer un medio de prueba inadmitido en la audiencia
de control; y, si bien no exisle identidad absoluta entre el ofrecimiento
de una prueba personal y el ofrecimiento de i m a prueba documental, es
evidente que en el caso de autos lo que el Fiscal perseguía era incorpo-
rar un elemento de prueba vital; la exposición de hechos por una perso-
na determinada. La excepcionatidad en la admisión de la lectura de una
declaración sumarial de un testigo se basa en argumentos de urgencia
y excepcionalidad, por lo que en caso que estos presupuestos no se
presenten es indispensable que el testigo concurra al acto oral para que
exponga lo que sabe acerca de los hechos enjuiciados. En consecuencia,
la insistencia del testimonio personal en e! acto ora!, en esas condicio-
nes de rechazo del acta de declaración sumarial, muy bien puede ser
invocada en la oportunidad prevista en el artículo trescientos setenta y
tres, apartado dos, del nuevo Código Procesal Penal.

T,a necesidad del pleno esclarecimiento de los hechos acusados exi-


ge que se superen inteiprelaciones formalistas de la ley procesal, sin que
ello signifique, desde luego, una lesión a los derechos de las partes. En el
presente caso el testigo citado asistió al acto oral, fue examinado por las
partes y, es más, la solicitud probatoria que jusüficó su presencia no fue
objetada por el impulado. N o se está, pues, ante una prueba inconsiitu-
494 EL NUEVO PROCESO PENAL

cional en la medida en que se cimipiieron los principios fundameiUales


de la actuación probatoria; contradicción, inmediación y publicidad; la
testimonial no incidió en un ámbito prohibido ni está referida a una inter­
vención ilegal de la autoridad, tampoco se trató de una prueba sorpresiva.
Las gaiantías procesales en la actuación probatoria, que es lo esencial
desde la presimción de inocencia, no se han vulnerado.

L a causal de casación por vulneración de la presunción dé inocen­


cia debe desestimarse.

Séptimo: C on aiTeglo al artículo cuatrocientos noventa y siete


del nuevo C ódigo Procesal Penal corresponde pronunciarse sobre las
costas del recurso. Si bien el recurrente ha sido declarado culpable y es
del caso desestimar el presente recurso de casación han existido razones
serias y fundadas para promover el recmso de casación, referidas al al­
cance del articulo trescientos setenta y tres del nuevo C ódigo Procesal
Penal [aportado tres del referido artículo cuatrocientos noventa y siete],
por lo que cabe eximirlo del pago de las costas.

DECISIÓN

Por estos fundamentos:

I. Declararon E N F U N D A D O el recurso de casación por la causal


de inobservancia de garantías constitucionales de carácter pro­
cesal, referida a la garantía de presunción de inocencia: reglas de
suficiencia probatoria y de legitimidad y legalidad de la prueba,
interpuesto por el encausado VicTOU NiNO URQinzA СОТЮМА.

II. E X I M I E R O N al reciurente del pago de las costas del reciu­so. .

Ш. D I S P U S I E R O N qué la presente sentencia casatoria se lea en au­


diencia pública por la Secretaria de esta Suprema Sala Penal; y,
acto seguido, se notifique a todas las parles apersonadas a la ins­
tancia, incluso a las no recurrentes.
495

IV. M A N D A R O N que cumplidos estos trámites se devuelva el pro-


ceso al órgano jurisdiccional de origen, y se archive el cuaderno
\ ' de casación en esta Corte Suprema.-

S A L A S O A M n O A / PONCE DE MtER / U R B I N A G A N V I N l / P A R I O N A P A S T R A N A /
ZIX'l-NARRO MATEUS

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DrRECTIVA PARA EL DESEMPEÑO FUNCIONAL
D E LOS FISCALES EN LA APLICACIÓN
D E L O S A R T Í C U L O S 2 0 5 " A L 210^ D E L
CÓDIGO PROCESAL PENAL

R E S O L U C I Ó N DE L A F I S C A L Í A DE L A N A C I Ó N

№ 029 ­200S­MP­FN
L I M A . 06 DE ENE. 2005

VISTO:

El Oficio № 013­2005­PFSP­MP­FN de fecha 5 de enero dc


2005. cursado por la doctora Gladys Margot Echaiz Ramos, Fiscal Su­
premo Titular de la Primera Fiscalía Suprema en lo Penal y Represen­
tante del Ministerio Público ante la C omisión Especial de Implementa­
ción del C ódigo Procesal Penal, mediante el cual eleva a este Despacho
la Directiva elaborada por la C omisión Interna de la Instihición para el
desempeño ftmcional de los Fiscales en la aplicación de los artículos
205° al 210° del C ódigo Procesal Penal; .

CONSIDERANDO:

Que, conforme a b dispuesto en el inciso 4) de la Primera Dis­


posición C omplementaria y Final del Decreto Legislativo № 957, pu­
blicado el 29 de julio de 2004, que aprueba el nuevo C ódigo Procesal
500 C L miEvo TROC ESO PENAI.

Penal, los arlículos 205° al 210° de dicho ordcnainienlo que norman


ios temas relativos al control de identidad policial, la videovigilancia y
las pesquisas, debieron entrar en vigencia en todo el país a los 90 días
dc su publicación, plazo que fue prorrogado por el articulo Único de la
Ley № 28366 hasta el 1° de enero de 2005, por lo que actualmente las
referidas disposiciones se encuentran en plena vigencia.

Que, conforme a lo prescrito en el artículo 6° del Decreto Legis­


lativo N ° 958, compete al Ministerio Público dictar en lo que le corres­
ponda, las reglamentaciones previstas en el C ódigo Procesal Penal y las
directivas que con carácter general y obligatorio permitan la efectiva y
adeci(ada aplicación del nuevo sistema procesal penal, creándose para
tal efecto la C omisión encargada de coordinar las materias que deben
ser objeto de reglamentación y directivas internas;

Que, mediante Acuerdo № 452 adoptado en sesión de Junta de


Fiscales Supremos de fecha 4 de noviembre de 2004, se aprobó la Di­
rectiva para e! Desempeño Funcional de los Fiscales en aplicación de
los Artículos 205° al 210° del C ódigo Procesal Penal ­ Decreto Legis­
lativo № 957, elaborada por la Comisión Interna dc la Institución

Que, es necesario disponer la difusión a nivel nacional dc la refe­


rida Directiva, como orientación para el mejor desempeño de la función
fiscal;

En ejercicio de las atribuciones conferidas eu el articulo 64° del


Decreto Legislativo № 052, Ley Orgánica del Ministerio Público;

SE R E S U E L V E :

Artículo Único.­ Remitir a los señores Fiscales Superiores Deca­


nos a nivel nacional, la Directiva para el Desempeño Funcional de los
Fiscales en aplicación de los Artículos 205° al 210° del C ódigo Procesal
Penal ­ Decreto Legislativo № 957, a que se refieie los considerandos
de la presente Resolución, paia su debida difusión a los señores Fiscales
Penales y Mixtos dc sus respectivas jurisdicciones.
D I R E C T I V A S Y R E C I . A M E N I O S R E I A C I O N A I I O S C O N EI. N U E V O C PP 501

DIRECTIVA PARA EL D E S E M P E Ñ O FUNCIONAL


4 D E LOS FISCALES EN LA APLICACIÓN
D E L O S A R T Í C U L O S 2053 A L 210« D E L
CÓDIGO PROCESAL PENAL
(Resoliición № 029­2005­MP­I'N publicndo el 08 de enero ü d 2005)
•<
D I R E C T I V A P A R A EL D E S E M P E Ñ O F U N C I O N A L DE L O S
I i F I S C A L E S E N L A A P L I C A C I Ó N D E L O S A R T Í C U L O S 205° A L 210°
DEL C ÓDIGO PROC ESAL PENAL DEC RETO LEGISLATIVO № 957
i

I
1. Objeto

Uniformizar los lineamientos de actuación Fiscal en los casos rela­


cionados con la aplicación de los artículos 205° al 210° del Nuevo C ódigo
Procesal Penal, relativos al "Control de Identidad Policial", " V í d e o ­ vi­
gilancia" y "Pesquisas" a cargo de la Policía Nacional del Perú; actuación
que será objeto de control por parte de los representantes del Ministerio
Público, conforme a las atribuciones establecidas en el Inciso 4) del Artí­
culo 159° de la C onstitución Política del Perú, quienes guiarán su accio­
nar de acuerdo al principio de supremacía constitucional.

2. Finalidad

GaiíuiUzax, la correcta aplicación de los artículos 205° al 210° del


Código Procesal Penal, los derechos de la persona, la legalidad y los
intereses póblicos tutelados por el ordenamiento jiu­ídico nacional.

3. , Base legal

Constitución Política del Perú


Convención Americana de Derechos Humanos
Pacto de Derechos C iviles y Políticos
L e y Orgánica del Ministerio Público
Código Procesal C onstitucional
Código Procesal Penal
r0

502 EL N U E V O PIIOC ESO PENAL

4. Ámbito y alcance

La presente directiva será de aplicación a nivel nacional, por parte


de los fiscales penales y mixtos del Ministerio Público del Perú.

5. Antecedentes

Cotvforme a lo dispuesto en el inciso 4) de la Primera Disposición


Complementaria y Final del Decreto Legislativo № 957, publicado el
29 de julio de 2004 que aprueba el C ódigo Procesal Penal, los artículos
205° a! 210° de dicho ordenamiento, que norman los temas relativos al
Control de identidad policial, Vídeo ­ vigilancia y Pesquisas, entraran
en vigencia en todo el país a los 90 días de su publicación; sin embar­
go, dicha Disposición C omplementaria y Fma! que fue modificada por
el Artículo Único de la L e y № 28366, publicada el 26 de Ocmbre del
2004, que suspendió su vigencia hasta el 1 de enero de 2005, fecha en
que entrarán en vigencia los citados artículos 205° al 210° del presente
Código Procesal Penal.

En atención a lo prescrito por el artículo 6° del Decreto Legisla­


tivo N ° 958, compete al Ministerio Público, dictar en lo que le corres­
ponde las reglamentaciones previstas en el C ódigo Procesal Penal y las
directivas que con carácter general y obligatorio permitan la efectiva y
adecuada aplicación del nuevo sistema procesal penal, creándose para
tal efecto la C omisión encargada de coordinar las materias que deben
ser objeto de reglamentación y directivas internas.

Atendiendo a la inminente puesta en vigencia de los artículos 205°


al 210° del C ódigo Procesal Penal, la C omisión consideró necesario
elaborar una propuesta de Directiva que contenga los lincamientos de
desempeño funcional de los fiscales en relación con dicho articulado, á
fin de que los representantes del Ministerio Público en cumplimiento de
las funciones y atribuciones asignadas en el Inciso 4) del Articulo 159°
de la C onstitución Política, garanticen la correcta aplicación de dichas
normas, con observancia del principio de supremacía constitucional y
los derechos ftmdamentales de la persona.
DiRP.CriVAS Y OEG LAMEmOS RELAC IONADOS C ON EL NUEVO C PP 503

i, C ONTROL DE IDENTroAD POLIC IAL Y REGISTRO DE PERSO­


NAS ( A R T . 205. 206 Y А К Т . 2 1 0 C P P )

El control ele identidad es la diligencia policial dirigida a estable­


cer la identificación de la persona, estrictamente modvada por razones
dc urgencia, utilidad y necesidad para la investigación y prevención del
delito. Sólo procederá cuando resulle necesario para prevenir un delito,
I ' obtener infijrmación útil en casos de grave alarma social y en el ámbito
dc una operación policial.

El Minislerio Público lomará conocimiento de los controles de


identidad policial de oficio, por noticia de la autoridad policial o por
queja de cualquier ciudadano que considere vulnerados sus derechos y
deberá cuidar que se hayan llevado a cabo con criterios de razonabiM­
dad, proporcionalidad y respeto de la dignidad de la persona.

Para los efectos de esta norma deberá entenderse por "prevención


de] delito", las acciones dirigidas a controlar e impedir la delincuencia
en sus diversas modalidades, así como a evitar la probable comisión de
hechos delictivos si no se actúa con la debida oporUinidad y diligencia.

1.1 En el procedimiento de control de identidad y registro de perso­


nas en lugares o establecimientos públicos, el Fiscal verificará:

1.1.1. El debido cumplimiento de la identificación del efectivo


policial que interviene, a la persona intervenida, propor­
cionándole su identidad y dependencia policial a la que
pertenece, y de ser el caso, la placa de rodaje de los vehí­
cidos utilizados en la intervención.

1.1.2. El documento de identidad presentado por la persona in­


tervenida, el cual puede ser: Documento Nacional de Iden­
lidad ( D N l ) , o C arné de Extranjería o Pasaporte, si se tra­
tara de extranjeros. Licencia de C onducir, Libreta Militar,
Partida de Nacimiento o cualquier otro documento público
que permita su identificación en el momento.
•V» •

504 EL NUEVO PROCESO PENAL

1.1.3. Las facilidades que la autpridad policial brindó para la ulii-


cación y exliibición dc la identificación de la persona iiUcr-
venida, como llamadas telefónicas, utilización de medios
electrónicos, conducción al lugar donde estaban sus docu-
mentos, de haber sido posible.

1.1.4. La devolución de los docuinenlos de las personas debi-


damente identificadas y la autorización para su retiro del
lugar.

1.1.5. En caso de intervención arbitraria, el Fiscal dispondrii la


devolución de los docimientos, el alejamiento del lugar tic
la persona intervenida y procederá conforme a sus atribu-
ciones

1.2. En el procedimiento utilizado en las dependencias policiales ori-'


ginado por la falta de identificación de ia persona intervenida, o
por la gravedad del hecho investigado o ámbito de la operación
policial, el Fiscal verificará:

1.2.1. El registro de la persona intervenida en el LIBRO - RE-


GISTRO, firmando y sellando como constancia de su revi-
sión.

1.2.2. Las razones que motivaron su conducción a la dependen-


cia policial y el liempo que ha permanecido en dicha de-
pendencia.
1.2.3. Si el intervenido fiíe informado de su derecho a comuni-
carse con un familiar o la persona que hubiere indicado.
1.2.4. Que la persona intervenida no haya ingresado a las celdas
o calabozos, así como no se encuentre en contacto con
personas detenidas.
1.2.5. Que la persona intervenida haya accedido voluntariamen-
te a la toma de impresiones digitales, únicamente con fines
de identificación. En caso de haber manifestado su negati-
va, la comunicación al Ministerio Publico.
DIRECTIVAS Y REGI.AMEMTOS RELACIONADOS CON EL NUEVO C P P Í05
4 '.

i _^ 1.2.6. B! tiempo de permanencia del intervenido en la dependen-


4 cia policial, el cual deberá ser el indispensable para los
fines del procedimiento de identificación y no exceder de
4 ,
cuatro horas.
* '
1.2.7. Tratándose de un requisitoriado, que sea puesto irunedia-
tamenle a disposición de la autoridad requirente.

4 . 1.2.8. Las diligencias que se practicaron con fines de identifica-


ción y que no se afecten o hayan afectado derechos de la
i:
persona que la Constitución Polífica y las leyes garantizan.
4.
1.2.9. En caso de una intervención arbifraria, que podría constihiir
i: un ilícito penal, el Piscal dispondrá el cese de la restricción
de la libertad y procederá conforme a sus afribuciones.

4. 1.3. En el procedimiento de registro personal, vestimentas, equipajes,


bultos o vehículos, ante la sospecha ftindada de un hecho pimible,
a que se refiere el inciso 3 ) del artículo 205° del CPP, además de
A
lo señalado en los numerales 1.1 y 1.2 de la presente directiva, el
4 . fiscal verificará:

< \
1.3.1. El levantamiento del acta correspondiente y la oportuna
comunicación al Minislerio Público.
4 1.3.2. Si se tratare del registro de la vestimenta de ima persona
en el procedimienlo del conlrol de idenddad, que se haya
cumplido además, con las formalidades previstas en el ar-
tículo 210° del C P P
^ ".- 1.3.3. L a existencia de objetos o especies relacionados con la
4^ comisión de un delito y su aseguramiento con indicación
de la persona responsable.
4 ,

1.4 En el procedimiento seguido contra un impulado, además de lo


4 señalado en los numerales 1.1 y 1.2 de la presente directiva, el
Fiscal verificará: .

1.4.1. Si el intervenido ha dado su consentimiento para la loma


de folografias, mediciones y medidas semejantes.
tí-

506 EL N U E V O PROCESO PENAL

1.4.2. En el supuesto que éste no haya prestado su consentimien-


to para las actuaciones indicadas en el numeral anterior,
que se haya comunicado al Fiscal competente, quien en
uso de la facultad concedida por el inciso 5) del artículo
205° del Código Procesal Penal, podrá autorizar u ordenar
tales actos si lo considera necesario o indispensable. La
orden fiscal deberá ser motivada y constar pür escrito en
el acta respectiva.

1.4.3. El levantamiento del acta policial en la que deberá cons-


tai' la necesidad, motivos o razones que sustentan dichas
actuaciones, así como el tiempo en que se practicaron, la
cual será suscrita por el personal policial que intervino en
las mismas.

1.5 En el procedimiento de controles policiales en vías, lugares o es-


tablecimientos públicos para el descubrimiento y ubicación de los
partícipes en delitos que causen grave alarma social a que se refiere
el inciso 1) del artículo 206° del CPP, además de lo señalado en los
numerales 1.1 y 1.2 de la presente direcfiva, el fiscal verificará:

. 1.5.1. L a comunicación al Fiscal competente, en la que se indi-


que el motivo, lugar, modo y tiempo de la intervención
policial a que se refiere el inciso 1) del artículo 206° del
Código Procesal Penal.

1.5.2. El informe iiunediato del resultado de la intervención con


la copia del ¡jeta respectiva, a efecto de disponer ias accio-
nes correspondientes.

1.5.3. La existencia de los instrumentos o efectos relacionados


con la comisión de delito o de las sustancias prohibidas o
peligrosas, en caso de haberse incautado y la medida de
aseguramiento con indicación de la persona responsable.

1.5.4. El registro de la acción de control en el libro - registro


controles policiales públicos, firmando y sellando como
. constancia de su revisión.
DIRECTIVAS Y R E G L A M E N T O S R E L A C I O N A D O S C O N EL N U E V O C P P 507

2. V Í D E O - V I C n ^ A N C l A (ART. 207° CPP) •

En las investigaciones por delitos violentos o graves, sancionados


con pena privativa de la libertad no menor de cuatro años, o contra or-
ganizaciones delictivas, en las que el Fiscal de oficio o a solicitud mo-
4 'Z. tivada de la Policía Nacional y sin conocimiento del afectado, ordene
la loma fotográfica o registro de imágenes u otros medios técnicos para
la observación o investigación del lugar de residencia de! investigado,
4 deberá observar los siguientes lineamientos mínimos:

2.1 Expedir la Disposición de procedencia o improcedencia, la cual


I 4 ^ deberá ser motivada, teniendo en cuenta los principios de lazona-
bilidad, oportrmidad, proporcionalidad y necesidad de la investi-
gación.

2.2 Los límites en la utilización de los medios técnicos de vídeo - v i -


4
gilancia, tales como el espacio físico y las personas susceptibles
de tomas fotográficas o registro de imágenes, el tiempo del proce-
dimiento de vídeo - vigilancia de conformidad con lo establecido
en el artículo 230° numeral 6 del CPP y la necesidad o no de
• grabar sonidos, entre otros.
2.3 Designará en forma precisa al personal a cargo del procedimiento
de vídeo - vigilancia y a! responsable de su registro y custodia
hasta la entrega de los soportes origmales de la toma o registro de
imágenes al fiscal, la cual deberá efectuarse en sobre sellado.

2.4 Establecerá la obligación de mantener la confidencialidad e in-


tegridad de las tomas o registros de las imágenes o sonidos por
parte del personal designado, bajo responsabilidad.

2.5 Las tomas o registros de imágenes deberán ser datados de modo


tal que el día y la hora en que se han realizado queden incorpora-
dos en el soporte original respectivo. Independientemente de ello
deberán ser rotulados y numerados mdicando la fecha del proce-
dimiento de grabación, persona responsable del procedimiento,
duración de la grabación y demás datos que resulten necesarios
para su plena identificación.
:1

508 EL NUEVO PROCESO PENAL

2.6 El Fiscal requerirá la autorización judicial cuando la vídeo - vigi-


lancia se realice en el interior de inmuebles o lugares cerrados.
2.7 Recibida la loma o registro original de imágenes por el fiscal,
cuidará su conservación y adoptará las correspondientes medidas '
de seguridad, pudiendo designar a un Funcionario responsable
del aseguramiento.

2.8 El fiscal dispondrá la transcripción escrita de los registros de


imágenes y en su caso de sonidos y designará al responsable de
la misma. La transcripción deberá ser numerada en forma inde-
pendiente, indicando la duración de la grabación y demás datos
que resulten necesarios para la plena identificación en el soporte
original. Recibida la transcripción, el fiscal levanltU"á el acta de
recepción de la misma y de los soportes originales.

2.9 Ejecutada la vídeo - vigilancia y cubninadas las investigaciones


iimiedialas a que ellas se refieran, se pondrá en conocimiento del
vigilado lo actuado, siempre que el objeto de la investigación lo
permita y que no se ponga en peligro la vida o la integridad fisica de
terceros, De ser necesario mantener el secreto de la vídeo - vigilan-
cia, el fiscal deberá emitir disposición motivada, señalando el plazo
de la resei-va y solicitará la confiírmación judicial respectiva'.

2.10 En caso que el Fiscal disponga la procedencia de la expedición de


copias, ésta se practicará observándose los siguientes lincamien-
tos:

a) La copia se realice de principio a fin del soporte original, sin


interrupciones, cortes ni inclusiones de imágenes o sonidos.

b) En caso de solicitarse copia de una parle determinada de la


operación dé vídeo - vigilancia, ésta debe indicar el punto de
inicio y final del momento al cual corresponde en el soporte
original.

c) La copia será conjunta de imagen y sonido, siempre que así


figure en el soporte original.

1 Concordante con el inciso 3 tlel arliculo 203 del CPP.


I )||(l!Cri IVAS Y lUìOLAMENTOS RELACIONABOS CON EL NUEVO CPP 509

il) Ctulu copia debe ser numerada en forma independíenle, rotu-


lada, con fecha del procedimiento de grabación y su duración,
persona encargada de la copia y del responsable del proce-
dimiento, indicando su soporte original y demás datos que
resulten necesarios para su plena identificación.

.1. IMiSQUlSAS (ART. 208° CPP)

Las pesquisas son indagaciones o averiguaciones que realiza la


l'olicla por si, en caso de lu-gencia, o por disposición del fiscal con la
finalidad de obtener datos, recoger cosas, huellas, efectos materiales
11 oíros que sirvan para la invesligación del delito o ubicación del im-
jjutado, debiendo dar cuenta irunediata al fiscal. Tienen el carácter de
diligencias mínimas y necesarias para evitar la desaparición de pruebas,
indicios y vestigios de la realización de un hecho punible.

La inspección procederá en lugares abiertos, cosas, registros su-


perficiales de personas'y otras, cuando existan motivos plausibles para
considerar que se encontrarán rastros del delito, ocultamiento de un im-
putado, persona profliga, y demás útiles para la investigación.

3.1 En caso de comprobación del estado de las personas, lugares, co-


sas rastros y otros efectos materiales de utilidad para la investiga-
ción dispuestas por el Fiscal, el acta deberá contener las siguien-
tes formalidades mínimas:

3.1.1. L a descripción exacta del lugar donde se realiza la pes-


quisa, molivo y forma en que se llevó a cabo, nombre
de los funcionarios o autoridad policial encargada de la
diligencia.
3.1.2. La indicación del nombre, caiacterísticas y estado de las
personas, cosa.s, rastros u otros efectos materiales encon-
trados en el lugar de la pesquisa que sean de utilidad para
la investigación.

2 N o entendido c o m o intervención corporal.


510 EL N U E V O PROCESO P E N A L

3.1.3. Si no se encontró rastros o efectos materiales o si éstos hu-


bieren desaparecido o sido alterados, la descripción del es-
tado actual y de ser posible, el modo, liempo y causa dc su
desaparición o alteración del estado anterior y los medios
de convicción que llevaron a ese conocimienlo.

Se procederá de igual manera cuando la persona buscada


no fuera encontrada en el lugar de la pesquisa.

3.1.4. El levantamiento de planos de seríales, descriptivos, foto-


gráficos, y toda Operación técnica, e inventario, que resul-
ten necesaiios según la naturaleza del delito.

3.1.5. De encontrarse a menores de edad, se comimique de in-


mediato a la Fiscalía de Familia o IVIixla para que proceda
conforme a sus atribuciones.

3.2. Si por razones de urgencia la pesquisa es realizada por la policía,


sin disposición del fiscal, se verificará que el acta elaborada por el
personal policial contenga la información señalada en el numeral
anterior.

3.3- En caso de retenciones con fines de pesquisas, con el objeto de


comprobar el estado de las personas, lugares, cosas, rastros y oü'os
efectos materiales de utilidad para una investigación, que ja actua-
ción policial responda a las siguientes fonnalidades mínimas:

3.3.1. Se haya informado a la persona sobre el motivo de su reten-


ción, así como los derechos que la legislación le reconoce.

3.3.2. Se haya identificado la autoridad que dispuso la retención.

3.3.3. Se haya identificado a las personas que comparecieron al


lugar de la diligencia materia de pesquisa.
3.3.4. Precisado las diligencias efectiíadas con las personas re-
tenidas, las que deberán haberse practicado con observa-
ción de las disposiciones señaladas en los numerales 1.1, .
1 . 2 y las demás consignadas en cl ítem 3. de la presente
. Directiva. ., -.
...>ч««...­ l^"'"t'"VA.4 Y REGLANffifflOS RM­AC IOMADOS CON EL HUEVO CPP

1 I líu t;l supuesto de una retención originada en ima pesquisa, por


ningrin motivo ésta superará las cuatro horas. De encontrarse in­
diciuH Hiilicienles de que la persona retenida esta vinculada a la
comisión de un hecho punible, el Fiscal deberá requerir irunedia­
tinncutc lii orden judicial para la extensión en el tiempo del plazo
(lu retención.

V.'), 1 .os procedimientos establecidos en los artículos 205° al 210° del


(.'ódigo Frocesai Penal deberán efectuarse de la manera más ex­
l)ctlitiva posible. Él Fiscal hará uso de las facultades que como
titular de la acción penal le confiere la ley, ante cualquier exceso
o abuso en la aplicación de dichas normas.

REC01VffiNDACI0>JES DE EA COMISIÓN DE
REGLAMENTOS Y DIREC TIVAS

1, A efectos de garantizar los derechos de las personas, los Fiscales


en uso de las facultades que le confiere la ley y en un trabajo de
npoyo con la Policía Nacional, al iniciar su tumo, deberán coor­
dinar con los respectivos jefes de las unidades para la orientación
nf personal policial sobre la debida y adecuada acmación en sus
¡ntei­venciones y redacción de las actas policiales,

2, Que ia Mesa de Trabajo de Implementación del Código Procesal


Penal apoye la propuesta de la Policía Nacional sobre un presu­
puesto adicional para el equipamiento de las dependencias poli­
ciales, a efecto de viabilizar el efectivo y rápido cumplimiento de
las disposiciones contenidas en los ardculos 205­210, del CPP.

3, Analizar en conjunto la redacción de los artículo 205 al 210 del


CPP a efecto de armonizarlo con la Constitución Política y el Có­
digo Procesal C onstimcional.

'I. Sin perjuicio de las reformas que se propusieran, capacitar al per­


sonal fiscal y policial, de manera conjunta, para su correcta y de­
bida aplicación.

5. Diliisión intensiva e inmediata de la presente Direcfiva a nivel


nacional.
512 Ri. NliF.VO 1'ROCF.SO PKNAl.

Recomendar la suscripción de convenios por parte de ia Policía


Nacional y el Ministerio Público con el R l ' N l E C para la inscrip-
ción y registro dc las personas que no lo hubieran hecho y hayan
sido sujetas al control de identidad previsto en el artículo 205" del
Código Procesal Penal.

Adquisición progresiva de cámaras fotográficas, filmadoras y


equipos de última generación, por parte del Ministerio Público,
jiara la perennización dc las escenas del delito y transcripción dc
las grabaciones de audio y video, obtenidas en los procedimien-
tos establecidos en el CPP.

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1 !

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I 4
R E G L A M E N T O DI­ L A C A D E N A D E C U S T O D I A
DE ELEMENTOS MATERIALES, EVIDENC IAS Y
A D M I N I S T R A C I Ó N DE BIENES I N C A U T A D O S

(Aprobado por lUsolucióii № 729­2006­Ml'­I'N del 15 junio 2006)

ÍXDICE

Presenlaüióii
Objeto
Finaüdíid
Base Legal
Áinbitu y Alcances
Capítulo I: Uisposiciones Generales
Capítulo II: De la Cadena de Custodia de los Hleinentos Materiales
y Evidencias
Capítulo III: De la Custodia y Administración de Bienes Incauta­
dos
Capítulo IV: De los responsables de la Custodia de los Elementos
Materiales. Evidencias y Bienes Incautados
Capitulo V: De la Disposición Tinal de los Elementos Materiales,
Evidencias y Bienes Iiicaulados
Disposiciones Transiturias y Tinalcs
Anexos
514 EL N U E V O PROCESO PENAL

PRESENTACIÓN <^t'^
>• f'

El Código Procesal Penal ha establecido en su articulo 220° inciso


5, que la Fiscalía de la Nación a efecto de garantizar la autenticidad dc
lo incautado, dictará el Reglamento correspondiente, con la finalidad de
normar el diseño y control de la Cadena de Custodia así como el proce-
dimiento de seguridad y conservación de los bienes incautados.

Asimismo el artículo 318° del Código Procesal Penal señala, que


la Fiscalía de la Nación emitirá las disposiciones reglamentarias nece-
sarias, para garantizar la corrección y eficacia de la diligencia de incau-
tación de bienes, así como para determinar el lugar de custodia y reglas
de administración de éstos. De otro lado el arlículo 223° inciso 2 del
CPP, indica que la Fiscalía de la Nación establecerá directivas regla-
mentarias para llevar a cabo el remate del bien incautado por el órgímo
administrativo competente.

En esle contexto, al establecer dicho cuerpo normativo tales alcan-


ces, conviene lambién emitir disposiciones relativas al "destino final"
de los citados bienes, posibilitando a los jueces y fiscales que tomen
decisiones sobre el particular durante la investigación o el proceso, a
tiav^s de los distintos mecanismos que establecen las leyes especiales,
las normas técnico científicas correspondientes y el presente Reglamen-
to, devolviéndolos a sus propietarios, destruyéndolos o incinerándolos,
ordenando la libre disposición a entidades autorizadas o rematándolos,
según el caso.

Teniéndose en cuenta que en los casos de los delitos de Tráfico Ilí-


cito de Drogas, Delito Aduanero, contra la Propiedad Intelectual, Lava-
do de Activos, contra la Administración Pública, Terrorismo y Traición
a la Patria, en la acmalidad se han establecido diversos procedimientos
en relación a los bienes incautados derivados de dichos ilícitos, que
deben ser unificados.

En esle entendido, se debe regular y sistematizar las fmiciones


asignadas al Ministerio Público; por tanto, se ha considerado conve-
niente reglamentar el procedimienlo de "Cadena de Custodia" tanto de
..^ ^ DmiU.'IIVAS Y REOLAMC WOS R n L A C I O N A D O S C ON El. NUEVO C P P 515

loN clciiiciitD.s niuleriales y evidencias, así como de los bienes incauta­


diiM, HHIC pioyeclo tiene como precedente normativo e n e i trabajo de los
irpicíicnliinlcs del Ministerio Público la Resolución № 964­2001­MP­
l'N, icsnlliindo conveniente actualizar la normatividad vigente acorde a
lit.i nncviLS ñinciones asignadas al Ministerio Público, adaptándola a los
Miiuvna rctiuerimientos planteados por el modelo procesal penal perua­
no, iicoiilc n lu atribución plasmada en el articulo 159° inciso 3 y 4 de la
t 'uii.sliliición Política del Estado

Ii.st03 n.spectos, smnados a la experiencia prácUca de los represen­


liuiles del Ministerio Público, en el desempeño de su labor diaria, han
prrmilido el desanoUo del documento propuesto.

RP.GLAMENTO DE L A C ADENA DE CUSTODIA DE


ELEMENTOS MATEIÜALES, EVIDENCIAS Y
ADMINISTRACIÓN DE BIENES INC AUTADOS

Arlículo r.­ Objeto

IÌI presente Reglamento regxila el procedimiento de la cadena de


cu.Hlodia de,Ios elementos materiales y evidencias incorporados a la in­
vcüíigiición.de un hecho punible.

Asimismo, regula los procedimientos de seguridad y conserva­


ción de los bienes incautados, segi'm su naturaleza.

Concordancias:
Art, 6 7 ° N C P P
Art. 6 8 ° N C P P
Art. 220.5 N C P P
Art. 322.3 N C P P

Arlículo 2°.­Finíilidad

Gstnblecer y unificar procedimientos básicos y responsabilidades


d u lo.s representantes del Minislerio Publico y funcionarios, a efecto de
giimulizar la autenticidad y conservación de los elementos materiales
y evidencias incorporados en toda investigación de un hecho punible.

tWUI
514 EL N U E V O PROCESO P E N A L

PRESENTACIÓN

El Código Procesal Penal ha establecido en su artículo 220° inciso


5, que la Fiscalía de la Nación a efecto de garantizar la autenticidad de
lo incautado, dictará el Reglamento correspondiente, con la finalidad de
normar el diseño y control de la Cadena de Custodia así como el proce-
dimiento de seguridad y conservación de los bienes incautados.

AsimisiTio el artículo 318° del Código Procesal Penal señala, que


la Fiscalía de la Nación emitirá las disposiciones reglamentarias nece-
sarias, para garantizar la corrección y eficacia de la diligencia de incau-
tación de bienes, así como para determinar el lugar de custodia y reglas
de adminisfi-ación de éstos. De otro lado el artículo 223° inciso 2 del
CPP, indica que la Fiscalía de la Nación establecerá directivas regla-
mentarias para llevar a cabo el remate del bien incautado por el órgano
administrativo competente.

En este contexto, al establecer dicho cuerpo normativo tales alcan-


ces, conviene también emitir disposiciones relativas al "destino final"
de los citados bienes, posibiliUindo a los jueces y fiscales que lomen
decisiones sobre el particular durante la investigación o el proceso, a
travos de los distintos mecanismos que establecen las leyes especiales,
las normas técnico científicas correspondientes y el presente Reglamen-
to, devolviéndolos a sus propietarios, destruyéndolos o incinerándolos,
ordenando la libre disposición a entidades autorizadas o rematándolos,
según el caso.

Teniéndose en cuenla que en los casos de los delitos de Tráfico Ilí-


cito de Drogas, Delito Aduanero, contra la Propiedad Inlelectual, Lava-
do de Activos, contra la Administración Pública, Terrorismo y Traición
a la Patria, en la acmalidad se han establecido diversos procedimientos
en relación a los bienes incautados derivados de dichos ilícitos, que
deben ser unificados.

En este entendido, se debe regular y sistematizar las funciones


asignadas al Ministerio Público; por tanto, se ha considerado convc-
nienlp reglamentar el procedimienlo de "Cadena de Custodia" tanto de
) > » " ! ( . ­ | | V A 3 Y REOLAMBNTOS RliLACIONAnOS CON El. NUEVO CPP 515

luH olciiiciito.s niuteriiiles y evidencias, asi como de los bienes incauta­


diin. liiilu proyeclo tiene como precedente normativo e n e i trabajo de los
irpie.'iuiiliiiiles del Ministerio Público la Resolución № 964­200I­MP­
l'N, H'.sulliiiido conveniente actualizar la normatividad vigente acorde a
lii.i uucviis funciones asignadas al Ministerio Público, adaptándola a los
iiuüvoa requerimientos plajiteados por el modelo procesal penal perua­
no, iicordc u la atribución plasmada en el artlcido 159° inciso 3 y 4 de la
l'iin.slílución Política del Estado

listos aspectos, siunados a la experiencia práctica de los represen­


limli'M del Ministerio Público, en el desempeño de su labor diaria, han
pcrmilidü el desarrollo del documento propuesto.

ItP.GLAMENTO DE L A C ADENA DE CUSTODIA DE


ELEMENTOS MATERIALES, EVIDENCIAS Y
A D M I N I S T R A C I Ó N DE BIENES INC AUTADOS

Artículo r,­ Objeto

El presente Reglamento regula el procedimiento de la cadena de


custodia de ¡los elementos materiales y evidencias incorporados a la in­
vc!itigación,de un hecho punible.

Asimismo, regula los procedimientos de seguridad y conaerva­


lión tle los bienes incautados, segím su naturaleza.

Concordancias:
Art. 67° N C P P
Art. 68° N C P P
Art. 220.5 N C P P
Art. 322.3 N C P P

Arlículo 2°.­ Finalidad

Establecer y unificar procedimientos básicos y responsabilidades


de lo.s representantes del Ministerio Publico y funcionarios, a efecto de
giiriiiitizar la autenticidad y conservación de los elementos materiales
y evidencias incorporados en toda investigación de un hecho punible,
516 E L Nuiivo PROCESO P E N A L

auxiliados por las ciencias forenses, la Criminalística, entre otras disci-


plinas y técnicas que sirvan a la investigación crimina!.

Además, imificar los lincamientos generales de seguridad y con-


servación de ios bienes incautados
.. ML
Articulo 3 ° . - Ámbito y alcance

Las normas contenidas en e! presente Reglamento son de aplica-


ción progresiva en todo e! territorio nacional y de obligatorio cumpli-
miento para los señores Fiscales, funcionarios y servidores del Minis-
terio Público. .

CAPÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 4°.- Principios

L o s procedimientos previstos en el presente reglíunento, se rigen


por los siguientes principios:

El control de todas las etapas desde la recolección o incorpora-


ción de los elementos materiales, evidencias y bienes incautados basta
su destino final. A s í como del acmar de los responsables de la custodia
de aquellos.

L a prescrvnción de los elementos materiales y evidencias, así


como de los bienes incautados, para garantizar su inalterabilidad, evitíU"
confiísiones o daño de su estado original, así como un indebido trata-
miento o incorrecto almacenamiento.

La seguridad de los elementos materiales y evidencias, así como


de los bienes incautados con el empleo de medios y técnicas adecuadas
de custodia y almacenamiento en ambientes idóneos, de acuerdo a su
natmaleza.

La luíniuia iuleiTcnción de fiuicionarios o personas responsables


en cada imo de los procedimientos, registrando siempre su identificación.

La descripción detallada de las características de los elementos


materiales y evidencias además de los bienes incautados o incorporados
DmECTlVAS Y REGLAMENTOS RELACIONADÜS CON EL NUEVO CPP 517

4
cii la investigación de un hecho pmiible; del medio en el que se halla-
ron, de las técnicas utilizadas, de las pericias, de las modificaciones o

4 alteraciones que se generen en aquellos, entre otros.

4 A r t í c u l o S°.- Elementos materiales y evidencias

4 Son objetos que peiTOíten conocer la comisión de im hecho pu-

4 nible y atribuirlos a un presunto responsable en una investigación y


proceso penal.
Concordancia:
Art. 3 3 0 ° N C > P

A r t í c u l o 6°.- Bienes incautados

Son los efectos y ganancias provenientes de delito, así como los


ijistnimentos que sirvieron para perpetrarlo, objeto de una medida judi-
cial o excepcionalmente fiscal, durante la investigación.

Concordancias:
Ait.316°yssNCPP

CAPÍTULO II
DE L A C A D E N A DE C U S T O D I A DE LOS E L E M E N T O S
MATERL^LES Y EVIDENCIAS

$4 A r t í c u l o 7°.- Concepto

La Cadena de Custodia es el procedimiento destinado a garantizar

4
la individualización, seguridad y preservación de los elementos mate-
riales y evidencias, recolectados de acuerdo a su naturaleza o incorpo-
rados en toda investigación de un hecho punible, destinados a garanti-
zar su autenticidad, para los efectos del proceso.

Las actas, forrñularios y embalajes forman parte de la cadena de


custodia.

Concordancias:
Art. 220.2 N C P P
Arl, 382 " N C P P
518 El, NUEVO PROCESO PENAL

A r t í c u l o 8",- Del procedimiento de la Cadena de Custodia

La Cadena de Custodia se inicia con el aseguramiento, inmovili-


zación o recojo de los elementos materiales y evidencias en el lugar du
los hechos, durante las primeras diligencias o incorporados en el curso
de la Investigación preparatoria; y, concluye con la disposición o reso*
lución que establezca su destino final.

A r t í c u l o 9".- Escena como una fuente de evídcucías

La escena es el lugar o espacio físico donde sucedieron los hechos


investigados. Es el foco aparentemente protagónico en el cual el aulor
o partícipe consciente o inconscientemente deja elementos materiales o
evidencias, huellas y rastros que puedan ser significativos para estable-
cer el hecho punible y la identificación de los responsables.

También se considerará como escena el entorno de interés crj-


minalístico donde se realizaron los actos preparatorios, así como aquél
donde se aprecien las consecuencias del mismo.

La información suficiente, determinará ia amplitud de la escena.

Artículo 10''..-.Protección de la escena y evidencias

Es la actividad practicada por el Fiscal o la PoHcía, destinada a ga-


rantizar el aseguramiento y perennización de la escena para evitar su conta-
minación, alteración, destrucción o pérdida, con el objeto de comprobar la
existencia de elementos materiales y evidencias pertinentes y útiles para el
esclarecimiento del hecho pvmible y la identificación de los responsables,
procurando la intangibilidad, conservación e irmiovilización de la misma y
de aquellos para su posterior recojo. En caso de flagrancia o peligro inmi-
nente de la perpetración de im hecho punible, la Policía procederá a asegu-
rar, inmovilizar o secuestrar los elementos materiales o evidencias.

Concordancias:
Art. 68°. " K " N C P P
Art. 218.2 N C P P

A r l í c u l o 11",- F o r m a t o de Cadena dc Custodia

„Los elementos materiales, evidencias y bienes incautados se regis-


trarán èn el formato de la cadena de custodia mediante una descripción
1 )ltl|!( -UVAS Y nUQI.AMCNTOS RELACIONADOS CON EL NUEVO CPP 519

inimiclo.Hii y (leinlliulü de los carxicteres, medidas, peso, tamaño, color,


rupt'i ll!, cfiliulo, entre otros datos del medio en el que se hallaron los
rlcuiculoü miileriules y evidencias, de las técnicas utilizadas en el reco-
jo V lifticiiiH que se dispongan, en el cual no se admiten enmendadiuas.
I'n cii!ii> ([lie umerite una corrección, ésta se efecmará entre paréntesis,
r.spllciiiulo los motivos que la generai'on. L o s bienes materiales y las
cvldctiuilis recoleclndas o incorporadas, deberán ser debidamente rohi-
liidlPt y Cllljtietüdas para su correcta identificación y seguridad e inalle-
nibilidiid.

Arlluiilo 1 2 " . - Supervisión dc la cadena de custodia

l'.l l'lscnl o la persona que delegue, supervisará la identificación,


llldlvidlinllznción, recolección!, envío, manejo, análisis, entrega, recep-
ilón, seguimiento, y otros procedimientos que se generen respecto a los
flrnicnlns materiales y evidencias. También, las condiciones de segu-
I idiid, el empleo de medios materiales y de técnicas adecuadas para su
liiisliuio, almacenamiento, conservación, administración y destino lina!.
AHI como el registro e identificación de las personas responsables de
ciidii proccdiirúento.

Un ca.so de advertir la alteración del estado original de aquellos,


ticgi\n su naturaleza y de los registros, adoptará las acciones que corres-
pondan.

Artículo 13°.- Procedimiento de recolección, embalaje y tras-


liuh)

Los Fiscales observarán que se cumplan los siguientes lineamien-


iDíi mínimos: Iniciar la colección de elementos materiales y evidencias
con los objetos grandes y movibles, posteriormente se recolecta aque-
llos que requieren de un tratamiento o técruca especial, seleccionándo-
los y clasificándolos.

Utilizar embalajes apropiados de acuerdo a su naturaleza, etique-


tándolos o rotidándolos para una rápida ubicación e identificación o
precintándolos segíin el caso, consignándose como múrimo: ciudad de
origen, autoridad que ordenó la remisión, forma de recojo de los bienes
incautados, número de investigación o proceso, descripción (clase, can-
520 EL NUEVO PROCESÒ PENAL

tidad, estado, color), fecha, hora, lugar donde se practicó la colección y


la identificación del responsable.

Llenar el formato de cadena de custodia por duplicado, el cual no


podrá tener modificaciones o alteraciones.

Disponer las pericias, análisis, informes técnicos que se requieran


para la investigación respecto a los elementos materiales y evidencias
o una muestra de ellos. Tratándose de objetos de gran dimensión o v o -
lumen y según su naturaleza, designará al responsable del traslado, así
como su deslino de custodia, después que se practiquen las pericias
respectivas.

Ordenar el traslado al Almacén de IZlcmentos Materiales y Evi-


dencias correspondiente, según su volumen, el que se efectuará con el
formalo de cadena de custodia. A l ser transportados, debe preservarse
•l
su integridad, manteniéndolos libres dc lodo riesgo o peligro de altera-
ción, deterioro o destrucción. 1 4

4
A r t i c u l o 14°.- Registro y custodia

Es el procedimiento que sc desaiTolla con cl objclo de garantizar


el ingreso,'registro, almacenaje, adminislración y salida de los elemen- I

tos materiales y evidencias.

En un plazo máximo de tres días calendarios de la intervención o


recepción del informe policial, el Fiscal dispondrá el deslino al Alma-
cén, conforme a los siguientes lineamientos:

El personal asignado por el Fiscal o la autoridad policial, en de- <

legación, recibe el mandato y el formato de cadena de custodia. Quien ri


entrega y quien los recibe, verifica el estado dc los mismos o sus em-
,4
balajes, los cuales deben estar íntegros, sin presentar alleraciones. Los
rótulos o etiquetas no deben mostrar enmendaduras.

Se registra en el formato de cadena de custodia el traslado y tra.spa-


so, fecha, hora, dejándose constancia de las observaciones pertinentes.

El responsable dc la recepción en el laboratorio o del almacén


recibe debidamente embalados los elementos materiales y evidencias,
los revisa efectuando los registros necesarios en el formato dc cadena
DIRECTIVAS Y REGLAMENTOS RELACIONADOS CON EL >njEvo C P P 521

(le custodia y en el sistema de información manual o electrónico. Este,


debe verificar los datos consignados y el responsable del traslado.

El responsable del almacén en los Distritos Judiciales se encar-


gará de recibir el formato de la cadena de custodia por duplicado. Una
copia se queda en poder de la Fiscalia o autoridad intei-vinienlc para que
sea agiegado a la carpeta fiscal, la otra permanecerá en custodia del A l -
macén, a fin de registrar las futuras diligencias que se practiquen. Toda
actuación posterior que se genere se consignará en el formato de cadena
de custodia y en el registro informático, cronológicamente.

El responsable del Almacén, después de su recepción cord"orme


a los requisitos antes señalados, selecciona y ubica cada uno de los
bienes, dependiendo de su naturaleza, clasificándolos atendiendo a su
volumen, cantidad, peso, clase de sustancia, riesgo que representa, va-
lor y todas aquellas circunstancias que la experiencia aconseje para el
adecuado almacenamiento, registrando en el sistema de iidbnnación su
ilbicacjón dentro del almacén.

En caso que se aprecien alteraciones en los embalajes y rótulos


o etiquetas, quien los advierta en el almacén lo comunicará inmedia-
tamente al jefe inmediato y a la autoridad competente, dejando cons-
tancia escrita en el foriTiato de cadena de custodia y si es posible, fijará
mediante fotografía o filmación tas alteraciones. Quien entrega y quien
recibe debe conocer las alteraciones advertidas.

Para los efectos del cumplimiento de estas especificaciones, Ira-


tándose de elementos biológicos y químicos, serán almacenados en am-
bientes especialmente organizados, con el objeto de evitar su deterioro
y la integridad física de los responsables.

El perito responsable o especialista a quien se le baya ordenado


la realización de un análisis, examen pericial o informe técnico, con-
signará en el formato de cadena de custodia sucintamente las técnicas
empleadas, identificándose.

Artículo 1 5 V Traslado para diligencia

Cuando sea necesario llevarse a cabo una diligencia fiscal o ju-


dicial en la que se requiere tener a la vista los elementos materiales y
522 EL Ni/Evo PRCXTESO PENAL

evidencias о una muestra de ella, el Fiscal dispondrá el traslado, indi­


cando e! personal responsable. F,l responsable del almacén de bienes
incautados cumpliiá con el mandato en la"fonna y plazo que disponga
la autoridad requirente.

El responsable del almacén al recibir la orden fiscal, ubica físi­


camente los elementos materiales los entrega al servidor encargado de!
traslado y adjunta con tal fin los formatos de cadena de custodia donde
efecti'ia los registros correspondientes. A su vez, descarga en el sistema
de información manual o electrónico que se tenga, la salida, procedien­
do a su entrega al responsable del traslado y transporte.

CAPÍTULO III
DE L A C USTODIA Y A D M I N I S T R A C I Ó N
D E BIENES I N C A U f A D O S

Artículo 16°.­ Incautación

En caso de efectuarse una diligencia relacionada a la investiga­


ción de un hecho ilícito, en la que se encuentren bienes que ameriten
ser mcaiitñdos, se procederá a asegurarlos o inmovilizarlos, designando
provisionalmente al responsable de la custodia, dando cuenta al Juez
para su aprobación y conversión a las medidas que fueran necesarias.

El Fiscal o la policía excepcionalmente podrán disponer la in­


cautación de bienes en los casos previstos por ley, dando cuenta de
inmediato al Juez.

Concordancias:
Art. 68° N C P P
Art. 316° N C P P
ArL 317° N C P P

Artículo 17°.­ Registro y segundad

Para garantizar la eficacia de las diligencias antes citadas, los bie­


nes deberán ser individualizados, registrados, asegurados e inventaria­
dos en acta, la que será suscrita por los participantes y testigos de ser
el caso..

3
• - •
I ì l l l l i r " ! IVAS Y HUGl.AMnNTOS I I E L A C I O N A D O S C O N E L OTJEVO C P P 523

l'I l'Incili r> el responsable, consignarála hora de culminación y la


lili'ulllli'nclóii dc quienes hubieran intervenido, del custodio provisio-
iiiil, i'iilic|¡iindu copia del acta a los afectados.

Hllien un lo que ñiera pertinente, las disposiciones previstas en


luí iiitíciikm 12", 13" y 14° del presente Reglamento.

Coiicordiincias:
A l i . f)8" N C P P
Ali, 2 2 5 . 3 N C P P

Arlículo 1 8 V Formato dc bienes incautados

Su registriuá en forma mmuciosa y detallada los bienes incautados


ni ül foriimlo correspondiente, conforme a las características dispuestas
ni el milenio 11" del presente reglamento, así como la identificación
del tcíipon.siiblii de ta custodia en cada uno de los procedimientos rela-
( luiiiidoa al Inislndo, almacenamiento, administración y destino final de
]úH niKsino,').

A r l í c u l o 1 9 V Casos especiales

lín C l i s o de bienes perecibles, sujetos á eminente deterioro, de


liiim iiiiigiiilud y naturaleza, dedicados a fábrica o comercio, semovien-
tiiN ciitt'ü otros que no permitan su traslado, o que ameriten una admi-
nlshiición especializada sobre los derechos de éstos, el Fiscal dispondrá
In Inmovilización y el aseguramiento, así como el lugar de custodia,
dpHlgniiiido al depositario - responsable por un plazo no mayor de 15
illii.'i prorrogiibles por igual término, dando cuenta al Juez para la con-
nmiiición de la medida y conversión a incautación cordbrme a los pre-
niipiicslos establecidos en la ley.

/Vr<fculu 20°.- Designación tlel lugar de custodia

Dispuesta la medida de incautación, el Fiscal delegará al respon-


«iibto dol almacén la designación del lugar y de la aplicación de las
ít'Hlii.i de administración que correspondan para el mejor cuidado de los
i luidos biciies.

tul los casos especiales y no previstos expresamente en la ley, se


di'lxiiá tener en cuenta que si el bien está sujeto a un proceso de pro-
524 EL N U E V O PROCESO PENAL

ducción y comercio, deberá según el caso, procurarse su continuación,


así como la administración de las rentas, frutos o productos, el Fiscal
solicitaiá la designación del depositario con'espondiente.

Dicha función deberá ser cumplida con la diligencia ordinaria


exigida por la naturaleza de la obligación, no pudiendo usarlo en prove-
cho propio o de un tercero, salvo disposición judicial, inscribiéndose en
el Registro correspondiente.

Debe informarse semestralmente al responsable del almacén del


Ministerio Público respecto a la gestión encomendada.

Concordancia:
Art.220.3 N C P P

Artículo 21°.- Convenios íuteriustilucionales dc custodia

El Fiscal Jefe del Distrito Judicial podrá celebrar convenios in-


terinstitucionales de custodia de bienes incautados, con dependencias
estatales relacionadas al bien jurídico protegido como Gobiernos R e -
gionales, Locales, Universidades, centros asistenciales entre otros, que
por su especial naturaleza o características, no puedan ser almacenados
en los ambientes del Ministerio Público o cuando se carezca de infraes-
tructura adecuada.

Artículo 22°.- Títulos valorea o documentos de crédito

Cuando se afecten títulos valores o dociunentos de crédito, la in-


cautación o el secuestro procederá confonne a las reglas del artículo
652° del Código Procesal Civil, de ser pertinente. ^

Articulo 23°.- Custodia dc joyas y análogos

Cuando se requiera la custodia de joyas auténticas, metales valio-


sos, piedras preciosas o efectos análogos que superen el valor de una
unidad impositiva tributaria, el Fiscal dispondrá que el responsable del
almacén las deposite en custodia en la Caja dc Valores del Banco de la
Nación, previa tasación de un perito designado de la lista de tasadores
del Ministerio Público.

^ . Los documentos que correspondan a la descripción, tasación y


depósito de tales bienes serán remitidos al Almacén, anexándose una
• D l R E C r m S Y REGLAMENTOS RELACIONADOS CON EL NUEVO CPP 525

copia a la carpeta fiscal. Si el valor tle lo incautado es inferior a una


unidad impositiva tributaria, se depositarán con la debida descripción e
Identificación en la caja de valores del Almacén del distrito fiscal.

A r t í c u l o 24°.- IBienes inmuebles

Tratándose de administración bienes inmuebles o de derechos so-


bre aquellos, en tanto concluya la investigación preparatoria o el proce-
so, se procederá a la anotación de la medida adoptada en el respectivo
Registro Público, en cuyo caso se requerirá la orden judicial respectiva.
Se dejará constancia en el acta la identidad de la persona o institución
responsable de la posesión-custodia.

A r t í c u l o 25°.- Regulación supletoria

Rige para los supuestos previstos en los artlcidos precedentes, lo es-


tablecido en el Código Civil y Procesal Civil, en lo que íiiera pertinente.

CAPÍTULO fV
DE LOS RESPONSABLES DE L A C U S T O D I A
DE LOS ELEMENTOS MATERL^LES,
E V I D E N C I A S Y BIENES I N C A U T A D O S

A r t í c u l o 26°.- Obligaciones

Son obligaciones del responsable del almacén:

Recibir y registrar los elementos materiales, evidencias y bienes


incautados en los formatos respectivos, sistema informático o el que
tiaga sus veces. L o s procedimientos de ingreso, traslado y egreso defi-
nitivo que fueran ordenados por las autoridades correspondientes, debe-
rán ser cumplidos en el modo y plazo dispuestos.

Clasificar, ubicar, custodiar y conservar los elementos materiales,


evidencias y bienes incautados.

Efectuar semestralmente inventarios físicos a efecto de informar


al Fiscal a cargo del caso, con el objeto que adopten las acciones que
correspondan para determinar su destino final.
526 El. NUEVO PROCESO PENAL

Requerir a las autoridades administrativas los recursos logfsticos


necesarios para la adecuada custodia, conservación y administración
de los elemenlos materiales, evidencias y bienes incautados, según su
naturaleza.

Artículo 27°.- Detalle del registro

Ingresados los elementos materiales, evidencias y bienes incauta-


dos al almacén, se procederá a su registro el cual deberá detallar como
mínimo lo siguiente:

a) Estado de conservación y descripción según la información


proporcionada en el formato de cadena de custodia.
b) Fecha y hora de ingreso, egreso y traslados.
c) Fiscalía que ordena el internamiento.
d) Niunero de ingreso de la inve.stígación, infonne policial, car-
pela fiscal o proceso según corresponda.
e) Nombre de los sujetos procesales (investigado, víctima, ter-
cero civilmente responsable, etc.)
f) Delito investigado.

g) Y, otras anotaciones u observaciones cuando sean necesarias.

A r l í c u l o 28".- Tasador oficial


El Fiscal Jefe de cada Distrito Judicial designará anualmente los
Tajiadores Oficiales.

En caso de no contarse con personal calificado en los Distritos


Judicial, se procederá a la convocatoria respectiva, para tal efecto, la
Gerencia General del Ministerio Público asignará los recursos que fue-
ran necesarios.

Articulo 29°.- De los organismos habilitados

L o s Fiscales encargados de las investigaciones en las cuales se


hubieran incautado bienes, en su función de supervigilancia de los or-
ganismos que por ley se han creado o habilitado para el depósito, admi-
nistración y disposición de aquellos, verificarán su custodia, estado de
con.servación, traslado y disposición final.
^ DutECnVftS Y KI-OLAMIiWOS RtiLACIONADOS CON El. NUEVO C F P 327

Velarán que los organismos habilitados por ley observen el cum-


plimiento del presente reglamento y lo contenido en el "Reglamento de
Supervisión de Organismos encargados de Bienes Incautados", en lo
que fuera pertinente para los fines de la invesligación y el proceso.

Artículo 30°.- Incumplimiento

En caso de verificarse ta inobservancia de las obligaciones esta-


blecidas por ley respecto a las obligaciones de los organismos delega-
dos, el Fiscal procederá a las acciones legales correspondiente, instm-
yendo a la institución responsable, para que se supere las omisiones
advertidas conforme a lo establecido en el "Reglamento de Supervisión
de Organismos encargados de Bienes Incautados".

CAPÍTULO V
D E L A D I S P O S I C I Ó N DE L O S E L E M E N T O S
M A T E R I A L E S , E V I D E N C I A S Y BIENES I N C A U T A D O S

A r t í c u l o 3 I V Disposición

El Fiscal o Juez competente decide, en el menor tiempo posible,


sobre el destino final de los elementos materiales, evidencias y bienes
incautados en la investigación o proceso, a través de los distintos meca-
nismos que establecen las leyes especiales, este Reglamento y las normas
técnico ciendficas. Con tal fin, emiten el mandado correspondiente, el que
es comunicado al responsable del Almacén, a la dependencia competente
del organismo delegado que haga sus veces o al laboratorio forense,

Artículo 32°.- Ejecución

El responsable o custodio recibe y corrobora el contenido del


mandato, registra en el formato respectivo y en el sistema de informa-
ción que corresponda, la disposición final del bien incautado y procede
a materializar lo ordenado.

A r t í c u l o 33°.- Conservación de muestra representativa

Tratándose de objetos de gran volumen, perecibles o que atenten


contra la salud y la seguridad públicas, se conservará ima muestra re-
528 EL NUEVO PROCESO PENAL

presenlaliva, adoptándose las medidas de seguridad indispensables y/o


vistas fotográficas o filmación de la totalidad del bien o lo'e, para facili-
tar su fumra apreciación en la investigación o proceso, y la elaboración
de pericias o diligencias posteriores.

La muestra se derivará con posterioridad al almacén correspon-


diente, conforme al procedimiento establecido en este Reglamento,

Artículo 34°.- Acta de disposición

En los casos previstos por ley, la disposición final de los elemen-


tos materiales, evidencias y bienes incautados sc materializa con la pre-
sencia del Ministerio Público, el cual levantará el acta correspondiente,
la que se adjuntará al formato de custodia de elementos materiales, evi-
dencias y bienes incautados, respectivamente.

Artículo 3 5 V Del seguimiento y control

El Fiscal en su función de supervisión de los organismos que por


ley se han creado o habilitado para el depósito, administración o dispo-
sición de los bienes incautados, realiza el seguimiento y control de la
disposición final dictada respecto de aquellos.

El Fiscal Jefe o quien éste designe, supervisará el cumplimiento


de las normas dispuestas en el presente Reglamento en lodos los proce-
dimientos relativos al destino final.

A r l í c u l o 3 6 V Procedimientos para cl destino final

El procedimienlo por el que se establece el destino final de los


elei lentos materiales, evidencias y bienes incautados será establecido,
motivadamente por parte del Fiscal o Juez competente, quienes depen-
diendo de la investigación o etapa del proceso, dictarán las siguientes
medidas:

a) Conservación o custodia definitiva

b) Devolución

c) Destrucción o incineración

d) Libre disposición

e) Remate
DIRECTIVAS Y RUGI AMRhnos RF.I.ACIONADOS C O N H . W J E V O C P P 529

Articulo 37".- De la conservación o custodia definitiva

En las etapas respectivas del proceso, la fiscalía o el juzgado que pre-


vino, de ser el caso, determinaián la conservación o custodia definitiva de
los elementos materiales y evidencias hasta por el plazo máximo prev-sto
en la ley para la prescripción de la acción o la pena, segím corresponda.
' 4
Artículo 38",- Devolución
I i
El Fiscal podrá disponer la devolución o entrega de los bienes
4
¡hcaufados al afeclado, propietario o representante legal, con conoci-
miento del Juez de la investigación preparatoria, solo en el caso que
éste hubiera prevenido. La devolución podrá ordenarse con carácter
provisional y en calidad de depósito, cuando fuera necesario para la
investigación o proceso, con fines de exlúbición.

Los bienes podrán ser devueltos al itivesfigado si aquellos no


tuvieren ninguna relación con el delito. La recepción del bien por el
agraviado ó propietario o representante legal se consignará en un acta,
la que será suscrita tanto por el responsable de la enbega como por
quienes lo recibe.

En caso de dictarse un sobreseimiento, archivo o sentencia ab-


solutoria, el responsable de la custodia dará ciunplimiento al mandato
correspondiente, dejando constancia en los formatos respectivos.
Concordancias:
Art. 318 " N C P P
Art. 222 " N C P P

Artículo 39".- Requisitos para la destrucción o incineración

El Fiscal, dando cueiUa al Juez, si ñiera pertinente, dispondrá la


destrucción o incineración de los elementos materiales, evidencias y
bienes incautados que atenten contra la salud y seguridad pública, como
muestras biológicas, íisicas, químicas, entre otras, cuando asi lo regulen
las leyes especiales sobre la materia o las normas técnico científicas.

Asimismo, debe disponer la destrucción o incineración de los bie-


nes perecibles o en manifiesto estado de deterioro irrecuperable y cuyo
almacenamiento o custodia resulten muy difíciles o peligrosos como
530 EL. i J U E v o P R O C E S Ó P E N A L

materiales inflamables, combustibles, disolventes, pinturas u otros aná-


logos, que pudieran poner en riesgo la salud o integridad física del per-
sonal de custodia.

Artículo 40",- r r o c e d i m i e n t o

El responsable de la ejecución de la medida en los casos de des-


trucción o incineración de bienes tomará una muestra, la cual derivará
al Almacén correspondiente, conforme al procedimienlo establecido en
el arlículo 33" del presente Reglamento.

El Fiscal levantará el acta y dispondrá su anotación en los for-


matos respectivos, practicada la incineración o destrucción, según la
namraleza del bien. Copia del acta se anexará a la cárpela fiscal.

Articulo 4 1 V L i b r e disposición

Los Fiscales cuando corre.sponda, declararán la libre disposición


de los bienes incautados, en los siguientes casos:

a) Cuando no se haya identificado al aulor del ilícito,

b) Cuando no se haya identificado al perjudicado; o,

c) Cuando pese a identificarse al propietario, se hubieran reali-


zado gestiones inírucmosas para su devolución,

Rigen como plazos, los establecidos en los artículos 950° y 951°


del Código Civil, para la prescripción adquisitiva.

Y además, cuando los bienes que provienen de la falsificación


o adulteración de marcas u otras análogas, puedan ser aprovechables
por la población de menores recursos, siempre que no representen un
peligro para la salud ni alteren los precios del mercado, conforme al
procedimienlo establecido en cl segundo párrafo del arlículo 47" del
presente Reglamento.

Rige como plazo en éste úllimo caso, el establecido en el ailículo


223° del Nuevo Código Procesal Penal.

A r t í c u l o 42*,- Modalidades de la libre disposición

Declarados los bienes incautados en la condición dc libre disposi-


ción por el Fiscal o por el Juez según corresponda al estado del proceso,
PntECTIVAS Y REOLAMeMTQS RELAClOHADOS CON El. NUEVO CPP . 531

ci órgiino administrativo del Ministerio Público o del organismo dele-


^ giido, podrá optar entre las siguientes acciones;

a) La asignación en uso
^ b) La donación

Artículo 43°.-Asignación en uso

Por excepción, cuando las necesidades del servicio lo ameriten,


el órgano administrativo autorizará la asignación en uso de los bienes
incautados, sean muebles o inmuebles. Con tal objeto, el responsable
del almacén, o el depositario, verificará la autenticidad del mandato y
procederá a la entrega del bien a la persona o ente autorizado para su
recepción, consignándose en los registros infiarmáticos y en el fiarraato
de bienes incautados, las condiciones, estado y destino de los bienes.

Artículo 4 4 ° . - Donación

La donación procede antes del vencimiento o deterioro de los bie-


nes declarados de libre disposición con fines sociales y humanitarios,
cuando se trate de bienes incautados que tengan la condición de pereci-
bles tales como, alimentos, medicamentos u otjos análogos de consumo,
bienes con marca de fábrica adulterada o falsificada pero aprovechables
sin riesgo para la salud, como prendas de vestir, ropa de cama, calzado
o,materiales de construcción y otros de utilidad inmediata.

Artículo 4 5 ° . - Del beneficiario de la donación

El Fiscal comunicará al responsable del órgano administrativo del


Ministerio Público, la libre disposición de los bienes incautados, para
que proceda a solicitar ante los Fiscales Jefes (Decanos), su donación.

El Comité Institucional Descentralizado de cada Distrito Judicial


propondrá la entidad receptora, entre ellos Hospitales Públicos, Centros
Educativos Públicos, Fslablecimientos Penitenciíu'ios, Compañías de
Bomberos Voluntarios, Asilos de Ancianos, Clubes de Madres o Come-
dores Populares, Albergues Infantiles o Albergues Juveniles, Clubes de
Servicio, poblaciones en extrema pobreza o que hubieran sido víctimas
de catástrofes o calamidades, así como al fimcionario responsable de
ejecutar el mandato.
532 EL NUEVO PROCFTSO PENAL .

Con tal fin emitirá la resolución de donación correspondiente co-


municándola al órgano administrativo encargado de ejecutarla.

Artículo 46°.- Procedimiento dc la donación

Recibido el mandado, el responsable del almacén o de la depen-


dencia competente del organismo delegado procederá a la entrega del
bien a la persona o institución autorizada para su recepción, consig-
nándose en los registros informáticos y en el formato respectivo las
condiciones, estado y destino final del bien, cuidando de conservar una
muestra representativa, vistas fotográficas o filmación del bien o de la
totalidad del lote, si fuera el caso, para facilitar la futura apreciación de
los hechos y atender pericias o diligencias posteriores.

En caso de bienes incautados en custodia de instituciones delega-


das, éstas deberán remitir la muestra al Almacén del Ministerio Público,
así como el formato correspondiente; y, además, toda aquella documen-
tación que se genere para ser anexada a la carjiela fiscal.

Artículo 47°.- Entrega y recepción de bienes donados

La entrega y recepción de los bienes donados, quedará registrada


en im acta, en la que se consignará la expresa prohibición del benefi-
ciario de traspasar, vender o disponer de aquellos, de manera que se
garantice la ausencia de interferencia o alteración de los precios del
mercado.

En caso de haberse utilizado marcas de fábrica adulteradas o fal-


sificadas, el funcionario administrativo responsable, dispondrá y verifi-
cará que éstas sean retiradas previamente a la donación, procurando no
causar daño a las especies.

Artículo 48°.- Del remate

Procede el remate tratándose de bienes muebles o iiunuebles, en


el s Jruesto de no haberse identificado al autor o perjudicado en ei plazo
establecido por ley. Transcurrido c¡ plazo sin haberse formalizado la
investigación, el Fiscal o el Juez d é l a investigación preparatoria, orde-
nará, según el caso, la realización del remate de los bienes incautados al
órgano administrativo que se designe.
DlllECTIVAS Y REGLAMENTOS RELACIONADOS CON EL NUEVO CPP S33

Concordancia:
Art. 223° del N C P P
„ A r t . 9 5 0 y 951 c e

Artículo 49°.- Valorización

Previo al remate, el órgano administrativo designado dispondrá la


valorización de los bienes con el apoyo de im perito y martiliero públi-
co, si ftiere pertinente. El perito quedará encargado de describir y va-
lorizar los bienes a reraatíuse elaborando los dociunentos respectivos,
ordenándose el remate mediante resolución por convocatoria pública.

Articulo 50°.- Honorarios

Los martilieros públicos percibirán por su participación los hono-


rarios de acuerdo al arancel establecido en el Reghunento de la Ley del
MartUlero Público. La Gerencia General proveerá al órgano administra-
(ivo los recursos necesarios para dicho objeto.

Arlículo 51°.- Aviso

El aviso de remate será publicado durante tres días consecutivos


ch el diario oficial de la localidad y adicionalmente en im diario de ma-
yor circulación o en carteles a falta de éste. El aviso contendrá:

a) La descripción de bienes incautados a remalar, sus caracterís-


ticas y el lugar donde se encuentren.

b) El valor de tasación y el precio base.


c) El nombre del fimcionario que efectuará el remate.
d) El porcentaje que debe depositarse para participar en el remate.
* e) El lugar, día y hora del remate.

Articulo 52°.- Reglas del remote

En el remate se observarán las reglas siguientes:

a) El día y hora designado para el remate se dará comienzo al


acto con la lectura de la relación de bienes incautados en su-
. basta, indicándose los que se rematarán en lotes.

«4 i<
534 EL NUEVO PROCESO PENAL

b) Sólo serán admitidos como postores las personas que huyan


oblado ante el Aincionario competente, el diez por ciento
{ 1 0 % ) del valor de la tasación.

c) Las pujas se harán en v o z alta, debiendo repetirlas el funcio-


nario competente, quedando entendido que serán referidas a
cantidades a ser pagadas al contado y sin condición alguna.
Tales pujas continuarán sucesivamente en pos de mejores
ofertas, adjudicándose al mejor postor.

d) Cerrado el remate, se otorgará al postor, previo pago de la


totalidad del precio, en el plazo máximo de 24 horas el docu-
mento que acredite la adjudicación y entrega del bien. Caso
contrario, el postor perderá la suma oblada, que constituiíá
recLu-sos propios del Ministerio Público.

Artículo 53°.- A c t a de remate

El acta dc remate se redactará en original y cualro copias, las


mismas que deberán ser rubricadas por los participantes del remate y el
adjudicatario. Una de las copias se remitirá a la fiscalía o la dependen-
cia competente, para el registro correspondiente.

Para la anotación de la transferencia de los inmuebles en los Re-


gistro Públicos, el órgano administrativo oficiará a dichas dependen-
cias, acompañando una copia del acta de adjudicación respectiva, la
cual constituye el título de transferencia de propiedad.

Artículo 54°.- Producto del remate

El monto resultante del remate descontando los gastos que han


demandado las acmaciones, serán depositados en el Banco de la Nación
a la orden del Ministerio Público, si no se formalizó investigación pre-
paratoria y en partes iguales a favor del Poder Judicial y del Ministerio
Publico si existiere proceso abierto.

Si ninguna persona acredita su derecho, transcurrido un año desde


la fecha de remate, el Ministerio Público o el Poder Judicial dispondrán
de ese monlo como recursos propios a utilizarse de preferencia en la
ju|^isdicción donde se efectuó la íjicautación.
DntECTIVAS V RE0.I.AMENTO5 RELACIONADOS CON EL NUEVO CPP • 535

Concordancia;
A J Í . 223.3 N C P P

Artículo 55°.­ Remate sucesivo

Los bienes incautados que no se hayan rematado, lo Serán en un


segimdo remate con la disminución del quince por ciento (15%) del
valor de su tasación. D e no prosperar, serán objeto de m tercer remate
con la disminución del quince por ciento ( 1 5 % ) adicional al valor de su
tasación.

En caso de no ser rematados nuevamente, podrán ser adjudicados


a las entidades receptoras previstas en el articulo 45° del presente R e ­
glamento y conforme a dicho procedimienlo.

A r t í c u l o 56°.­ N o r m a s supletorias

Para los efectos de practicar el remate se considerarán en lo que


fuera pertinente las nonnas contenidas en los alcances del arlículo 728°
y siguientes del Código Procesal C ivil, así como las nonnas de Código
("ivil, en lo que resulten aplicables.

DISPOSICIONES T R A N S I T O R I A S Y F I N A L E S

P r i m e r a . ­ El presente Reglamento entrará en vigencia progresi­


va en los Distritos Judiciales conforme calendario oficial aprobado por
Decreto Supremo № 007­ 2006­JDS, su fecha 04 de marzo de 2006.

Segunda.­ El responsable del Almacén de cada Distrito Judicial


en el plazo de 30 días remitirá a las Fiscalías de origen, el reporte de los
bienes aclualinente almacenados e internados por cada una de ellas.

Las Fiscalías en el plazo máximo de 20 días y bajo responsabili­


dad funcional deberán indicar al responsable del Almacén por escrito:

a) Si los bienes incautados deben o no continuar internados en el


Almacén, de acuerdo a los criterios diseñados en el presente
Reglamento.
536 EL NUEVO PROCESO PENAL >­­:^

b) Si procede la libre disposición, destrucción o incineración o y^^^


remate del bien, siempre que no se hubiera identificado a su 1
propietario; o, existiendo éste, no los hubiera reclamado y
permanecieran en el Almacén, con una antigüedad superior a
dos años.

Tercera.­ C oncluido el trámite de ia disposición anterior, se pu­


bucara en el diario oficial И Peruano o en olro de mayor circulación 4_
de cada Distrito Judicial, las acciones a adoptarse re.speclo a los dia­
dos bienes. C umplido el trámite anterior, los responsables del Almacén
procederán a realizar las acciones dispuestas por el Fiscal tendientes
a la destrucción o incineración, donación, remate, asignación en uso,
según corresponda, de todos los bienes incautados respecto a los cuales
el l'iscal Jefe o quien é.ste designe, supervisará lodo el proceso, el cual
no deberá exceder de noventa días calendario dc publicado el presente ,s==^
Reglamento.

Cuarta.­ L a Gerencia General deberá proveer los recursos ne­ > i


cesarlos para la implementación de ios Almacenes en los Distritos Ju­
diciales, elaborando un plan de mejora de Infraestructura y recursos
logísticos y humanos, necesarios para cl cumplimiento del presente Re­ r^^á
glamento. De igual modo, dispondrá se desarrolle el soflwíue del Sisle­ V­ p '
ma de C adena de C ustodia de los Elemenlos Materiales y Evidencias,
así como el de Administración de Bienes Incautados, incorporado a la SSStá
Carpeta Fiscal. ¿••I
Quinta.­ El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses cmi­
tira según el área de su especialidad, las Guías Técnicas de los procesos
de Idenlificación Pericial correspondiente, ias que formarán parte del
presente Reglamento.

Sexta.­ L o s Fiscales Jefes deberán supervisar cl cumplimiento del


presente Reglamento en lo concerniente al ámbito de su competencia.
D I R E C T I V A S Y U E G L A M H N T O S R E L A C I Ü N A D O S C O N EI. N U E V O C P P 537

ANEXO
C A R T I L L A DE I N S T I Í U C C I O N E S P A I ^ EL P I S C A L
EN L A ESCENA DEL DELITO

Actuación en la escena

El Fiscal como conductor de la investigación, al tener conoci-


miento de un hecho criminal, programa y coordina la estrategia y plan
dp investigación, así mismo dirigirá, dispondrá y verificará que la Poli-
cía Nacional realice en la escena lo siguiente:

a) Verificar lus dalos relativos al hecho punible y su comunica-


ción al equipo de peritos especializados en técnicas crimina-
lísticas y ciencias forenses para el apoyo al trabajo de invesli-
gación.

b) Establecer el plan de intervención eficaz, seguro y rápido en


el lugar de los hechos.

c) Constituirse al lugar, regisbar la máxima información previa,


determinar la escena, disponer su protección y su aislamieulo
a través de un cordón de seguridad. De consliluirse en primer
lugar la autoridad policial a la escena, el Fiscal solicitará al
responsable la información preliminar que hubiera obtenido y
las providencias adoptadas.

d) Disponer que el investigador comisionado efectúe la perenni-


zación de la escena antes de! ingreso del personal especiali-
zado, la cual se efectuará a través de filmaciones, folografias,
planos, croquis, dibujos entre otros medios disponibles, seña-
lándose referencias.

e) Establecer las precauciones de segiuidad y prevención de


riesgos que se deben adoptar de acuerdo a la naturaleza de los
hechos y el lugar de la escena, tales como la atención de los
heridos o afectados, el redro de escombros no útiles, apunta-
lanuenlo dc techos, retiro de material infiamable, tóxico, entre
otros, coordinando con el personal y entidades especializa:las.
Dc encontrarse cadáveres, permanecerán en su posición origi-
538 EL NUEVO PROCESO PKNAl,

nal para la intervención del médico forense y peritos especia-


lizados, a menos que sea estrictamente necesario moverlos de
la posición original, por prevalencia del derecho a la vida, de
otras personas.

f) Delimitar según ei caso, líneas o zonas de acceso, entre ellas,


la escena de los hechos, la de coordinación o mando de la
Fiscalía, la zona de soporte técnico, primeros auxilios, áreas
de contacto con familiares, prensa, entre otras; así como las
zonas por donde pueda transitar el personal especializado in-
terviniente. D e encontrarse testigos en el lugar de los hechos,
deberán ser conducidos por el investigador a un área donde
puedan ser entrevistados.

g) Planificar la estrategia a seguir, los métodos de búsqueda tra-


dicionales tales como el método de cuadros, lineal o peine, es-
piral o métodos no tradicionales, Establecer el orden del per-
sonal especializado que debe intervenir. Requerir la presencia
de peritos y el instrumental a usai. Priorizar la búsqueda de
evidencias y.demás acciones pertinentes. Programar y coor-
dinai con quienes corresponda el empleo de pautas, técnicas
y medios indispensables para la eficacia de la estrategia.
h) Recolectar los elementos materiales, huellas, vestigios, evi-
dencias, verificar su rotulado y registro en el Formato de Ca-
dena de Custodia con la iderUiflcación del responsable del
recojo, embalaje y traslado.

i) Efectuar un rcgisfio cronológico de los hechos, indicando sus


características, las circunstancias de modo, tiempo y lugar,
el medio empleado, la identidad de los autores o partícipes,
intervenidos, fugados y sospechosos, la identificación o no de
las vi'ctima.s, te.stigos, armas, vehículos, descripción del lugar
de los hechos, si es abierto o cenado, los lugares de acceso,
condiciones atmosféricas y demás datos útiles que contribu-
yan a la investigación.
j) Culminadas las diligencia.s, el Fiscal o el responsable dispon-
drá el cierre de la escena. Dc ser un lugar abierto, autorizará
DlRP-CTlVAS Y líKGI.AMENTOS RELACIONADOS CON EL NUEVO C P P 539

el tránsito normal. De ser cerrado, limitará el acceso de las


personas si fuera pertinente. Si amerita, previa coordinación
con los peritos, se dispondrá la continuación de la protección
y aislamiento de la escena para posteriores inspecciones, se-
ñalándose fecha.

•Los actos señalados constarán en un Acta/ Ficha Técnica de la es-


cena en la investigación, a la cual se anexarán las actas que se hubieren
generado.

m
DIRECnVA № 0 0 1 ­ 2 0 0 7 ­ M P ­ E T I I / C P P
INSTRUCCIONES P A R A E L A D E C U A D O DESEMPEÑO
D E L F I S C A L E N E L R O L C ONSTITUC IONAL DEL
NUEVO MODELO PROCESAL PENAL

R E S O L U C I Ó N DE L A F I S CA L Í A D E L A N A C I Ó N

№ 243­2007­MP­FN
LIMA 20 DE FEB. 2007

VISTO Y CONSIDERANDO :

El Proyecto de Directiva "Instrucciones para el adecuado des­


empeño del Fiscal en el Rol Constitucional del Nuevo Modelo Procesal
Penal ", aprobada por Acuerdo del Equipo Técnico Institucional de Im­
plementación del Nuevo C ódigo Procesal Penal, en Sesión de fecha 06
de febrero de 2007;

Que, resulta necesario normar y establecer pautas para el adecua­


do desempeño del Fiscal en el rol conslimcional que le asigna el nuevo
modelo procesal penal acusatorio, así como viabilizar la labor adminis­
trativa y operativa de los Despachos Fiscales en los Distritos Judiciales
de Huaura y L a Libertad;

En uso de las atribuciones establecidas en el artículo 64° del D e ­


creto Legislativo № 052 Ley Orgánica del Ministerio Público.
DIRECTIVAS Y REOI.AMENTOS iteLACioNAOOs C ON EL NUEVO CP P ­ S41

SE R E S U E L V E :

A R T Í C U L O P R I M E R O . ­ A p r o b a r l a Directiva № 001­2007­MP­
ETII/CPP "Instrucciones para el adecuado desempeño del Fiscal en e/
Rol Constitucional del Nuevo Modelo Procesal Penal", la misma que
forma parte de la presente Resolución y consta de dos (02) folios.

A R T Í C U L O S E G U N D O . ­ Hacer de conocimiento la presente


Resolución a los Fiscales Superiores Decanos del Distrito Judicial de
Huaura y La Libertad, para su respectiva difusión a los señores Fiscales
Penales y Mixtos de sus respectivas jurisdicciones.

Regístrese y C omimíquese.

DIRECTFVA № O O I ­ 2 0 0 7 ­ M P ­ E T n /C P P
I N S T R U C C I O N E S P A R A EL A D E CU A D O D E S E M P E Ñ O
D E L F I S C A L E N EL R O L C O N S T I T U C I O N A L D E L
N U E V O MODELO PROC ESAL P E N A L

1. OBJETIVO

Establecer las pautas para el adecuado desempeño del Fiscal en el


rol constitucional que le asigna el modelo procesal acusatorio recogido
• e en el C ódigo Procesal Penal de 2004.

2. FINALIDAD

Viabilizar la labor admiiuslrativa y operativa de los despachos


fiscales en el nuevo modelo procesal penal.

3. BASE LEGAL

• C onstitución Política del Estado ( A i t . 259, Inc. 4 ) .


• Decreto Legislativo № 052 ­ Ley Orgánica del Ministerio Público.
• Decreto Legislativo № 957 ­ Código Procesal Penal :
­ Libro Primero ­ Disposiciones Generales, Sección IV, T í ­
mlo I, Art. 60, inciso 2.
542 El. IWEVO PROCESO PENAL

- Libro Segundo - La Aclividad Procesal, Sección I, Tílulo I,


Capítulo 11, Art. 120, incisos 1, 2 y 4; y Art. 205.
- Libro Tercero - El Proceso Común, Sección I, Título III, Ca-
pítulo II, Art. 330, inciso 4; Sección II, Título II, Art. 351.

4. ALCANCE

La presente directiva es de aplicación obligatoria para todos los


Fiscales de los distritos judiciales en los cuales eslé vigente el Código
Procesal Penal de 2004, bajo responsabilidad.

5. RESPONSABILIDAD

El Fiscal Superior Decano y el Fiscal Superior Coordinador de


cada Distrito Judicial son los responsables de la aplicación y ejecución J^-"
de la presente directiva.

6. DISPOSICIONES

P r i m e r o : Los Fiscales dirigen la investigación del delito desde 5*


su inicio; deben participar en las diligencias policiales que dispongan,
con excepción de aquellas que por razones geográficas y de urgencia
puede practicar la Policía Nacional conforme a lo previsto en el Código
Procesal Penal. Los Fiscales deben suscribir o firmar las actas que se
redacten a consecuencia de su participación en las diligencias policiales
según el inciso 4 del articulo 120 del Código Procesal Penal.

S e g u n d o : Los Fiscales en casos de delitos graves que merecen


pena superior a 4 años y que causen alarma social en la población, fuera
de los .supuestos de flagrancia delictiva, pueden solicitar de inmediato
al Juez de la investigación preparaloria la detención preliminar, para lo
cual puede hacer uso excepcional del tiempo previsto en el inc. 4 del
Art. 205 concordado con el Art. 209 del Código Procesal Penal.

Tercero: En los casos que el Fiscal haya remitido una acusación al


Juez dc la investigación preparatoria y éste, en tiempo pmdencial no seña-
la fecha de realización de la audiencia preliminar, el Fi!?cal como defensor
de la legalidad por escrito y las veces que sean necesarias, debe solicitar al
Juez señale día y hora para la realización de la respectiva audiencia.
ÜllUiCTlVAS V RI-GI.,\MEMTOS RELACIONADOS CON El. NUEVO C P P 543

7. VIGENCIA

La presente Directiva entrará en vigencia al día siguiente de su


aprobación por la Fiscal de la Nación.
R E G L A M E N T O DEL PROGRAMA N ACIOM AL DE IT
ASISTENCIA A VÍCTIMAS Y TESTIGOS

R E S O L U C I Ó N D E L A F I S C A L Í A DE L A N A C I Ó N ¿

№ 053 ­2008­NrP­FN ¡gjg


L I M A , 15 ENE, 2008

> t
VISTO Y C ONSlDERANfDO:

Que medianle Resolución de la Fiscalía de la Nación № 729­2006­


M P ­ F N , de fecha 15 de junio de 2006, se aprobó, entre otros documenlos,
el Reglamento del Programa de Asistencia a Viclimas y Testigos.

Que del análisis de la actividad procesal desarrollada por parle


de los representantes del Ministerio Público en los Distritos Judicia­
les de Huaura y La Libertad, respectivamente, se ha recogido nuevas
experiencias y situaciones que adicionadas a las desarrolladas a nivel
internacional ameritan un rediseño de su organización, así como de los
procedimientos que faciliten y conü­ibuyan a una mejora sustancial en
la atención de la víctima, permitiendo con ello un estándar de calidad
propia del sistema internacional.

Que mediante Resolución de la Fiscalía de la ción№052­2008­


•­MP­FN, de la fecha, se modificó la denominación de la Unidad de
asistencia de las Víctimas y Testigos, por la denominación de Unidad
Central de A tercia de Víctimas y Testigos.
0ф CDlllE TIVAS Y RUПLAME^П^OS RELAC IONADOS C OM EL NUEVO C PP 545

En uso de las atribuciones conferidas por el artículo 64 del Decre­


^ lo Legislativo № 052, Ley Orgánica del Ministerio Público.

i # SE R E S U E L V E :

^ Artículo Primero.­ Aprobar el Reglamento del Programa Nacio­


nal de Asistencia a Victimas y Testigos, el mismo que consta de veinte
artículos (20) y tres disposiciones finales ( 0 3 ) . que forman parte de la
presente resolución.
^ Artículo Segundo.­ Dejar sin efecto el artículo prbnero de la Reso­
^ lución de la Fiscalía de la Nación №729­2006­М1'­П^, en el extremo que
aprueba el Reglainenlo del Programa de Asistencia u Víctimas y Testigos.
Artículo Tercero,­ Hacer de conocimiento la presente a la Presi­
^ dencia del Poder Judicial, Ministerio de Justicia, C onsejo Nacional de
Wfl la Magistratura, Academia de la Magisbatura, Presidencia de la C omi­
sión Distrital de Implementación del Distrito Judicial de Huaura, Fis­
^ cales Superiores Decanos a nivel nacional. Gerencia General, Gerencia
•í) C entral de Recursos Humanos y Gerencia de Registro de Fiscales.

^ REGLAMENTO DEL PROGRAMA NACIONAL DE


N0 ASISTENCIA A VÍCTIMAS Y TESTIGOS

ÍNDICE

Introducción
Disposiciones Generales
Capítulo Primero: Del Programa Nacional
Щ C apitulo Segundo : Unidades de Asistencia a las Víctimas y Testigos
Capitulo Tercero: C ompetencia
Capítulo Cuarto; Procedimiento de Asistencia
Capítulo Quinto: C ausales de Exclusión
Disposiciones Finales
Anexos
546 EL NI/EVO PROCESO P E N A L

INTRODUCCIÓN

El Programa Nacional de Asistencia a Víctimas y Testigos es un


programa institucional desarrollado e implemcntado por el Ministerio
Público cuya finalidad es diseñar y ejecutar las medidas asistenciales
para víctimas y testigos que intervengan en todo tipo de investigación
y/o procesos penales, previniendo que sus testimonios no sufran inter-
ferencias por factores de riesgo ajenos a su voluntad durante el trámite
del proceso y en salvaguarda de su bienestar fisico, mental y social.

Con dicho propósito, se crean Unidades de Asistencia a Víctimas


y Testigos las que brindarán servicios de índole médico, psicológico,
legal y social, lo que va a permitir que estos conocedores directos e in-
directos del delito presten un mejor apoyo en la búsqueda de la verdad
y la jusücia, afianzando la eficiencia dentro del proceso penal.

Este Programa se hace indispensable si se tiene en consideración


que el Ministerio Publico, segtin el nuevo modelo procesal penal, es el
encargado de la investigación y el aporte de la prueba; ello requiere que
los Fiscales tengan intima cercam'a con la víctima y el testigo, pues, en
muchos de los casos penales, el aporte de estos sujetos procesales va a
constimir el fundamento, lal vez el único, de su acusación.

L o reseñado compromete a que el Ministerio Público no sólo de-


fina su rol como institución persecutora del delito y del trasgresor de la
norma legal, sino que también se le identifique como organismo autó-
nomo asistente de las víctimas y testigos.

Este nuevo compromiso del Ministerio Público cuenta como base


legal con los artículos 95° inciso c) numeral 1. y 170° numeral 4 ) del
Nuevo Código Procesal Penal, los cuales hacen mención a la prolec-
ción de la integridad de las víctimas y testigos; su mayor fundamento
lo encontramos en el artículo 1° de la Constitución Política del Estado,
el cual señala textualmente que "la defensa de la persona humana y el
respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado",
dicho texto compromete a todos los órganos del Estado Peruano a de-
fender permanentemente, dentro de sus fines constilucionales, a todas
las personas y, más aim, a las que van a desempeñar importante fimción
DniÜCriVAS Y I<liOLAMEhf|-OS Rlil-ACIONADOS CON Hl. NUEVO CPP 547

cii la lHÍa(|iiecla de la verdad y la lucha contra el crimen, en todas sus


iiiudididiules y manifestaciones.

DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1°.- Objeto y finalidad

Bl presente reglamento tiene por objeto establecer las normas y


procedinuentos para implementar las medidas de asistencia a victimas
y testigos que intervengan en las investigaciones, procesos penales o
bu los procedimientos especiales, posibilitando su ejecución en forma
hitegral cautelando sus testimonios.

•Artículo 2".- Á m b i t o y alcance

Las disposiciones contenidas en el presente Reglamento son de


aplicación en todo el territorio nacional y de obligatorio cumplimiento
por los Fiscales, por los profesionales del Instituto de Medicina Legal,
Administrativos y todo el personal correspondiente.

CAPÍTULO I
D E L F R O G l ^ M A N A C I O N A L DE A S I S T E N C I A
A V ÍCr I M A S Y TESriGOS

A r t í c u l o 3 ° . - Definición

lil Programa Nacional de Asistencia a Victimas y Testigos tiene


por finalidad establecer y ejecutar las medidas asistenciales consisten-
tes en servicios médicos, psicológicos, legales y sociales que brinda el
Ministerio Publico a las victimas y testigos relacionados con todo tipo
dc investigaciones y procesos penales, previniendo que sus testimonios
no sufran interferencias por factores de riesgo ajenos a su vohmtad.

A r t í c u l o 4 ° . - Medidas usistencialcs

Las medidas que brinda el Programa Nacional de Asistencia a


Víctimas y Testigos son las siguientes:
548 E L >anjvo P R O C E S O P E N A L

Asislencia Médica.- Brindar atención médica facultativa básica


y urgente que requieran las víctimas y/o testigos dentio de un pe-
ríodo máximo de 72 horas de ocurrido el agravio. Cualquier aten-
ción compleja o especializada que no pueda brindar la Unidad
Distrital o la Unidad de Asislencia Imnediata a Víctimas y Tes-
tigos, será canalizada a cualquier unidad sanitaria u hospitalaria
más cercana. La Unidad Distrital o la Unidad respectiva, emitirá
el informe o la evaluación forense de ser el caso.

Asistencia Psicológica.- Proporcionar el soporte profesional ne-


cesario para que la víctima y/o el testigo cuenten con el apoyo y
tratamiento psicológico que les permita rehabilitarse cuando el
caso lo requiera, y que posibilite contar con un testimonio idóneo
y firme diuante la investigación y el proceso judicial.

Asistencia Legal.- Instruir a las víctimas y/o testigos sobre los


derechos que les asiste durante la investigación y el proceso judi-
cial. Orientarlos respecto a las medidas de protección que pueda
recibir de las entidades e insfituciones correspondientes. Prepa-
rarlos debida y adecuadamente para su participación ep las dili-
gencias judiciales y, en aquellos casos en que sea estrictamente
necesario, acompañarlos a la diligencia.

Asistencia Social.- Evaluar la situación familiar y socio-eco-


nómica de la víctima y/o el testigo. El informe social permitirá
organizar e implementar la asistencia orientada a su estabilidad
social, brindándole la información necesaria que posibilite dicho
objetivo ante las entidades e instimciones correspondientes.

CAPÍTULO II
U N I D A D E S DE A S I S T E N C I A A V I C T I M A S Y T E S T I G O S

A r t í c u l o 5°.- Unidad central

La Unidad Central de Asislencia a Viclimas y Testigos es im órga-


no de apoyo de la Fiscalía de la Nación, y tiene como función primor-
dial supervisar el cimiplimiento del programa a nivel nacional, realizar
las coordinaciones con ei Programa de Protección, así corno proponer
DlHCCTlVAS V REOI.A.MEHrOS RELACIONADOS CON EL NUEVO CPP 549

liui políticas y directrices técnicas que regulen el óptimo funcionamien-


lo de las Oficinas Distritales en cada sede.

Artículo 6 ° . - Integrantes

La Unidad Central de Asistencia a Víctimas y Testigos contará


con un Jefe, un Fiscal Superior Coordinador y un Médico, designados
por la Fiscalía de la Nación.

Articulo 7°.- Funciones de la unidad central

L a Unidad Central de Asistencia a Victimas y Testigos tendrá


dentro de sus ftinciones las siguientes:

a. Ejecutar las políticas y directrices técnicas para el funciona-


miento del programa
b. Velar por que se garantice la reserva y confidencialidad de la
información.
c. Controlar la ejecución del Programa de Asistencia de las Uni-
dades Distritales y de las Unidades de Asistencia Inmediata a
nivel nacional.
d. Efectuar el informe anual al Despacho de la Fiscalía de la
Nación sobre el ñmcionamienlo del Programa,
e. Proponer anualmente el Presupuesto del Programa a ser in-
corporado en el Presupuesto del Ministerio Público.
f. Proponer anualmente el cuadro de necesidades a ser conside-
rado en el presupuesto institucional.
g. Disponer otras acciones que a su criterio sean necesarias para
el mejor y más eficiente desarrollo del programa.

Artículo 8°.- Unidades distritales

La Unidad Distrital de Asistencia a Víctimas y Testigos está en-


cargada de brindar la asistencia básica y urgente de tipo médico, psico-
lógico, legal y social, gestionando, de ser necesaria, el apoyo dé institu-
ciones para su asistencia y protección.

En cada sede de Distrito Judicial de la República se insliUará ima Uni-


dad Distrital de Asistencia a Vícüjnas y Testigos adscrita al Despacho de la
Fiscalía Supefior Decana que ejerce funciones de gestión y gobierno.
550 EL ^a)Evo PROCESO PENAL :

A r l í c u l o 9°.- lutegraiiies

La Unidad Distrital de Asistencia a Víctimas y Testigos está in-


tegrada por profesionales de las siguientes especialidades: Medicina,
Psicología, Derecho, Enfermería y Asistentado Social a fin de asistir a
las víctimas y tesfigos en las especialidades que requieran.

Artículo l O V Funciones de las unidades distritales

Son funciones de ias Unidades Distritales de Asistencia a Vícti-


mas y Testigos:

a. Prestar la asislencia médica, psicológica, legal y de asistenta-


zo social que requiera la víctima y/p el testigo en coordinación
con el Fiscal a cargo del caso a quienes aspiren a acogerse al
Programa de Asislencia.
b. Informar al Fiscal a cargo del caso respeclo al desarrollo de
las diferentes actividades realizadas en la aplicación de me-
didas de asistencia así como las propuestas y requerimientos
necesarios.
c. Elaborar los informes sobre el desarrollo del .Programa de
Asistencia a la Unidad Central.
d. L a s demás funciones que le encargue la Unidad Central de
Asistencia a Víctimas y Testigos, denüo del ámbito de la nor-
matividad pertinente.

A r t i c u l o 11°.- Unidad de asistencia iumcdiata

En los lugares de la República distantes a la sede del distrito judi- ,


cial, donde exista Fiscalía Provincial Penal o Mixta^ habrá una Unidad
de Asistencia Inmediata a Víctimas y Testigos, compuesta por profe-
sionales en la especialidad de Medicina y Psicología, la cual prestará
asistencia en dichas áreas y en caso de resullar necesaria la prestación
de una mayor asistencia facultativa ésta deberá derivarse a la Unidad
Distrital de A p o y o a Victimas y Testigos de la sede respecliva.
DIRECTIVAS Y RE(ÍI.AMEKIOS HELACIONADOS CON EI. hoiüvo CPP 55^

Capítulo m
COMPETENCIA

A r l í c u l o 12°.- CompetCDCJa

Las Unidades Distritales y las Unidades de Asistencia Inmediata


. a Víctimas y Testigos, están facultadas a brindar asistencia en las inves-
tigaciones y en los procesos referidos a los siguientes delitos: Homici-
dio, Aborto, Lesiones, Exposición a Peligro o Abandono de personas
en peligro, Violación de la Libertad Personal, Violación de la Libertad
Sexual, Proxenetismo, Ofensas al Pudor Público, Hurto, Robo, Abigea-
to, Extorsióii, Peligro común, contra el Orden Migratorio, Trata de Per-
sonas, contra la Seguridad Pública y los demás que señale la Ley.

Artículo 13°.- E.\cepción

Cuando se solicite la asistencia en el supuesto de cualquier otro


delito no comprendido en el dispositivo anterior, el Fiscal a cargo del
caso deberá emitir disposición expresa y motivada que faculte su asis-
tencia, atendiendo a la gravedad y naturaleza de la acción perturbadora.

Capítulo IV
P R O C E D I M I E N rO DE A S I S T E N C L ^

Artículo 14°.-Solicitud
La solicitud del requerimiento de asistencia se presentará al Fiscal
del caso en formato ímico por la victima o testigo. El Fiscal también po-
drá disponer de oficio el procedimiento de asistencia, en caso de apre-
ciar la existencia de un grave riesgo,

En el caso que sea el Profesional del Instituto de Medicina Legal


que detecte la necesidad de Asistencia de una víctima y/o testigo lo co-
ordinará con el Fiscal del caso para su correspondiente atención.
552 E L WEVO PROCESO PHNAL

A r l i c u l o 1 5 ° . - Calificación

El Fiscal a cargo del caso recibirá cl requerimiento de asislencia,


la cual será calificada de acuerdo a las circiinslancias y condiciones que
evidencie la victima o tesligo, teniendo en cuenla lo siguiente:

a. Que exista nexo entre la participación del asistido con la in-


vestigación o el proceso penal
b. Que existan factores de riesgo y que no esté motivado por in-
terés distinto que el encontrarse en siluación del riesgo com-
probado.
c. Que el tipo de medidas de asislencia solicitada corresponde a
las específicas del Programa.
d. Que concuerde con el tipo y caraclerísficas del delilo cometido.
e. Que existan aclos de represalia o intimidación realizados o
que pueda esperarse se produzcan, atendiendo a las caracte-
rísticas personales de los agentes.
f. La situación personal, familiar y procesal de quien aporta su
testimonio.
g. La vulnerabilidad de ias personas contempladas en el inciso
" c " del numeral 1 del arliculo 95° y numeral 4 del arlículo
170° del Código Procesal Penal.

Admitida la solicitud se dispondrá que la Unidad Distrital o la


Unidad de Asistencia Inmediata brinden la asistencia requerida.

A r l í c u l o 1 6 V A c t a de c o m p r o m i s o

La decisión de incorporación al Programa se hará constar en un


acta denominada "Acta de Compromiso", que deberán suscribir el asis-
tido, su núcleo familiar de ser el caso, y e! Fiscal, debiéndose consignar
lo siguiente:

Para el Asistido:

a. Colaborar con la adminislración de justicia.


DntECllVAS Y H£OLAMEKI0S RELACIONADOS CON EL NUEVO CPP 553

b. Acatar las recomenilaciones que le sean formuladas en mate-


ria de asistencia.

c. Utilizar correctamente las instalaciones y los demás recursos


que para dicho fin el Programa de Asistencia coloque a su
disposición.

d. Abstenerse de asumir conductas que irresponsablemente pue-


dan poner en peligro su seguridad.

e. Colaborar y someterse a los tratamientos médicos, psicológi-


cos y legales que se hubieren dispuesto
f. Observar un comportamiento ético idóneo dentro del marco
del procedimiento de asistencia que se le está brindando.

g. Renunciar al programa de asistencia, cuando lo considere


conveniente.

h. Solicitar su reincorporación, la que será objeto de evaluación


por parte del Fiscal a cargo del caso.

Para el Programa:

a. Diseñar e implementar lo pertinente para afender las necesi-


dades médicas, psicológicas y legales del asistido.

b. Brindar un trato digno al asistido con estricto respeto por sus


derechos humanos.

c. Velar que los recursos asignados, sean correcta y adecuada-


mente empleados.

d. Supervisar el debido ciunplirtiento de las recomendaciones


brindadas por la Unidad de Asistencia correspondiente.

Artículo 17».-

El Programa no responderá por las obligaciones adquiridas por el


asistido antes del acto de incorporación, así como tampoco por los ofre-
cimientos que hayan realizado personas o entidades no autorizadas para
el cumplimiento del objeto del presente Reglamento y sus alcances.
554 EL horevo P R O C E S O PENAL

Capítulo V
C A U S A L E S DE E X C L U S I Ó N D E L
P R O G R A M A DE A S I S T E N C I A

A r t í c u l o 18°.-

a. L o s asistidos serán excluidos por los siguientes motivos:


b. Renuncia voluntaria del asistido,
c. Negarse injustificadamente a colaborar con la administración
de justicia,
d. Realizar hechos punibles que afecten gravemente la investi-
gación o el proceso materia de asistencia.
e. Incumplir cualquiera de las obligaciones establecidas en el
artículo 16° mmierales a) al f) de este reglamento.

A r t i c u l o 1 Pr-
eñando el asistido renimcie voluntariamente al programa, o haya
sido excluido, se evaluarán las solicimdes de reincorporación por dis-
posición expresa del fiscal, siempre que se trale de hechos nuevos o
sobrevivientes que lo justifiqvien.

A r t i c u l o 20°.-

L a decisión de exclusión y la de aceptación de la renuncia del


asistido, será adoptada por el Fiscal a cargo del caso dentro del término
máximo de tres días siguientes a la materialización del hecho que la
motivó, mediante acta en que se consignen las causas y condiciones. De
ello se informará al renunciante o excluido.

DISPOSICIONES FINALES

P r i m e r a . - La Unidad Central de Asistencia a Victimas y Testigos


por encargo de la Fiscalía de la Nación realizará las coordinaciones in-
terinstitucionalcs pertinentes para la implemenlación del Programa de
D I R E C T I V A S Y R E G L A M E N T O S R E L A C I O N A D O S C O N EL N U E V O C PP 555

Protección de colaboradores, testigos, peritos y victimas a que alude el


artículo 252° del C ódigo Procesal Penal.

Segunda,­ La Fiscalía de la Nación dispondrá la implementación


del Programa de Asistencia a Víctimas y Testigos, a través de los Fisca­
les que designe y la gestión de la Gerencia General.

Tercera.­ El presente Reglamento entrará en vigencia progresiva


en los Distritos Judiciales conforme al calendario aprobado por D e ­
creto Supremo №007­2006­JUS, modificado por el Decreto Supremo
№005­2007­JUS, de fecha 05 de mayo del año 2007.

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