Jorge Echazú Alvarado - Kampuchea Democrática. La Verdadera Historia de Esta Nación Durante Su Régimen Revolucionario
Jorge Echazú Alvarado - Kampuchea Democrática. La Verdadera Historia de Esta Nación Durante Su Régimen Revolucionario
Jorge Echazú Alvarado - Kampuchea Democrática. La Verdadera Historia de Esta Nación Durante Su Régimen Revolucionario
DEMOCRÁTICA
La verdadera historia de esta nación durante su régimen revolucionario
Debe dejarse claramente establecido que "Indochina" fue una creación colonial
que, borrando fronteras históricas, metió en una misma bolsa a pueblos con culturas
propias y, sobre todo, deseos fervientes de autodeterminación nacional.
Se inicia así la lucha armada revolucionaria del pueblo jemer conducida por el
Partido Comunista de Kampuchea que ya había tomado la denominación de "Jemer
Rojo". Por el otro lado, Lon Nol, agente al servicio yanqui, abría las puertas del país a
la intervención, ya descarada, de los imperialistas que, en su afán de aplastar el nuevo
frente creado en el interior de Kampuchea, sometió al país a los famosos bombardeos
que ocasionaron centenares de miles de víctimas inocentes en uno de los genocidios
secretos e ignorados más grandes de la historia. Para ocultarlo ante la opinión mundial,
se crearía después el mito de los "genocidios" de los Jemeres Rojos.
Leamos lo que nos dice Noam Chomsky sobre esos bombardeos criminales:
(Noam Chomsky divide el genocidio camboyano en tres etapas. La primera a raíz de
los feroces bombardeos yanquis, la segunda como consecuencia de la victoria del
Jemer Rojo y la tercera como resultado de la invasión vietnamita)
“La Comisión Investigadora Finlandesa estima que unas 600.000 personas, de una
población de unos siete millones, murieron durante la I Fase, que ocasionó también dos
millones de refugiados. De la II Fase dieron una estimación, más o menos realista, que
oscilaba entre 75.000 a 150.000 muertes cómo consecuencia de la justicia
revolucionaria-popular, más una cifra sin cuantificar, pero probablemente de cientos de
miles de personas, a causa de asesinatos de delincuencia común, hambre o
enfermedad”. (2).
3. LOGROS DE LA REVOLUCIÓN
En otra parte del reportaje, según Dudman, Pol Pot acusa a Vietnam de ser un
lacayo de la Unión Soviética, un enemigo de Kampuchea y una amenaza contra la paz
y la estabilidad en el mundo. Pronostica una catástrofe para Vietnam, la Unión
Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia si se atreven a enviar tropas para ayudar
a Vietnam en los actuales conflictos fronterizos (22 de diciembre 1978)”.
Los planes de la nueva dirección son grandiosos: en primer lugar consideran que
es erróneo confiar en la ayuda extranjera que solamente trae consigo dependencia.
Basarse en los esfuerzos propios es una regla fundamental de la nueva política. En
consecuencia, se procedió a suspender todas las importaciones y las fronteras del país
se cerraron herméticamente para impedir la penetración política e ideológica desde el
exterior. En segundo lugar, se determinó el traslado de toda la población activa hacia el
trabajo agrícola, considerado la base de la economía nacional. Como una
consecuencia de esta determinación, las ciudades se "vaciaron" y Phnom Penh
apareció como una ciudad desierta con unas cuantas decenas de miles de habitantes.
Toda la población activa fue trasladada al campo a reforzar el trabajo de construcción
de represas, tomas de agua y canales de irrigación. El gigantesco traslado social
también se dirigía a proteger a la población de los inminentes bombardeos que, según
los Servicios de Información, iban a iniciar los derrotados imperialistas
norteamericanos. No habría sido la primera vez, ni la última, que los yanquis vengaran
sus derrotas bombardeando a la población civil. En tercer lugar se inició uno de los más
grandes proyectos en el mundo de construcción de viviendas, según Dudman. Simples,
pero atractivas viviendas de madera de diferentes estilos surgían por miles a través de
todo el país para reemplazar a las viejas y antihigiénicas “chozas y chabolas”
construidas con ramas y palos. (4).
La nueva Kampuchea era evidentemente una nación única y pasamos a ver por
qué.
“Nuestra Kampuchea fue liberada definitivamente a través del gran triunfo del 17
de abril de 1975. Actualmente gozamos de total independencia y soberanía. Esto es
muy importante porque es la primera vez en más de 2.000 años de historia que somos
independientes económica, política, militar y culturalmente. Esto nos hace sentir muy
contentos y orgullosos. (5).
En nuestra nueva sociedad kampucheana existen, también, contradicciones de
vida y muerte porque el enemigo, en forma de diferentes organizaciones de espionaje
imperialista al servicio de los intereses reaccionarios, trabaja subrepticiamente entre
nosotros para socavar nuestra revolución. (6).
La línea política de la nueva nación revolucionaria no podía ser del agrado del
imperialismo que consideraba, y considera, el mundo entero como “su” hacienda. Todo
esto no es una novedad, pero, además, Kampuchea Democrática con su política de
independencia nacional completa contradecía los designios del revisionismo
internacional que consideraba que los movimientos revolucionarios tenían que seguir
fielmente sus órdenes y disposiciones a fin de destruir mundialmente el socialismo y
demás movimientos anticapitalistas.
Una de las características más notables que tuvo la experiencia jemer fue,
indudablemente, la decisión de cancelar la circulación de moneda, el riel camboyano, y
sustituirlo por bonos intercambiables por productos o servicios de acuerdo a las
circunstancias. Veamos cómo explican los jemeres rojos esta política financiera y
monetaria en el reportaje de Dudman.
“Thioun Prasith, del Departamento del Exterior, dice que los jemeres rojos
terminaron de usar moneda en 1973 para solucionar el problema que surgió en las
zonas liberadas y después extendido a todo el país tras la liberación. Los campesinos
que podían vender su arroz a la guerrilla, preferían hacerlo a los agentes
sudvietnamitas e inclusive al FNLV (Frente Nacional de Liberación de Vietnam), al
pagárselo mejor. Al mismo tiempo, por el interés de ganar más, el reclutamiento de
soldados se veía dificultado por la necesidad de los campesinos de trabajar la tierra al
máximo. Prasith dice que la organización revolucionaria pudo solucionar estos
problemas organizando cooperativas y, al mismo tiempo, prohibir la utilización de
dinero reemplazándolo por el sistema de trueque. Así funcionaba el sistema según el
funcionario: todo el arroz, la goma, o cualquier otro producto, era vendido al Estado al
valor del riel (4 rieles = 1 dólar). La cooperativa requiere medicinas, vestidos, tractores,
camiones… y se entregaban estos productos haciendo el respectivo cálculo comparado
con el valor monetario de estos productos. Igualmente, el Estado otorgaba un incentivo
a las cooperativas pobres, obtenido de las cooperativas exitosas, recibiendo aquellas
más productos para su desarrollo económico”. (10).
Empero, por todos los datos imparciales que tenemos, la marcha de Kampuchea
por los caminos del desarrollo independiente era acelerada. Se había logrado la
autosuficiencia en cuanto al consumo de arroz y además, se podía exportar el
excedente. Se había vencido el hambre y se tenían enormes posibilidades de satisfacer
las necesidades de la población en cuanto a vivienda, educación y salud. Desde luego,
los niveles no eran los del capitalismo avanzado y es que no podía ser de otra manera.
El trabajo era muy intenso, pero libre, y Kampuchea era dueña de todo su
esfuerzo. Se podía apreciar en los films y películas de periodistas independientes:
enjambres de hombres y mujeres trabajando las presas de agua en las condiciones
más adversas, pero con entusiasmo y con la convicción de estar sentando los
cimientos de una sociedad nueva.
Naturalmente, una política de este tipo, tampoco podía ser del agrado de las
viejas capas sociales dominantes del país, de la burocracia y otras categorías sociales
medias. Se decía por ejemplo: ¿cómo un intelectual va a ser sometido al trabajo
manual en el campo?. Aunque de intelectual no se tenga nada (porque las condiciones
materialistas históricas poco, o nada, permitieron que pudiera existir tal
“intelectualidad”, el burócrata (que se autodenominaba “intelectual”), acostumbrado a la
“coima” corporativista “intelectual” y que está sentado detrás de un cómodo escritorio,
considera, pues, un atentado a los "Derechos Humanos" que se le obligue a trabajar en
la producción. Los parásitos sociales, es decir, aquellos elementos que pululan en las
ciudades dedicados al delito, a las transacciones ilegales y al comercio, legal o ilegal,
de todo tipo, también se convirtieron en enemigos a muerte del nuevo régimen
contribuyendo a su desprestigio.
Pero una cosa es definitivamente cierta: el régimen gozaba del apoyo de las
grandes mayorías nacionales y de la clase campesina y la pequeña clase obrera y
ninguna fuerza interior, por más ayuda que se le pudiera prestar, tenía siquiera la
mínima posibilidad de poner en peligro la estabilidad del gobierno. Esta realidad era
suficientemente conocida por los nuevos y enconados enemigos de la Kampuchea
Democrática y, por ello mismo, debieron organizar meticulosamente una trampa a fin
de derribar a los Jemeres Rojos.
La prensa europea, sobre todo, con los enormes medios técnicos que posee,
puso al descubierto toda la tramoya montada por soviéticos y vietnamitas (y
norteamericanos) contra el pueblo jemer. La revista sueca "Folket i Bild", de enero de
1979, trae un interesantísimo reportaje de dos de sus corresponsales que visitaban
Vietnam justamente los días de la invasión. Lasse y Lisa Berg, conversaban
largamente con Do Quic Cuong, jefe de la radio de la ciudad Hô Chi Minh, quien les
relata pormenorizadamente la versión oficial vietnamita de los acontecimientos. En
primer lugar, afirma que la liberación de Kampuchea en 1975, fue posible gracias a la
ayuda vietnamita, es decir, sin Vietnam no habría existido liberación de Kampuchea (el
“super-héroe” de la película, regala la libertad a los pueblos). Después explica que
desde el primer momento el gobierno jemer rojo “mostró enemistad” contra Vietnam,
provocando largas e interminables agresiones fronterizas y que los chinos ayudaron a
Kampuchea a levantar un poderoso ejército de ¡25 divisiones! (una división al completo,
está al mando de un General de División y, en caso de guerra, la componen unos
20.000 efectivos con armamento pesado incluso), de sus anteriores 3, apostándolas en
la zona fronteriza. Do continúa diciendo que los ataques fronterizos se hacían cada vez
más agresivos en tanto que Vietnam, "fraternal y pacientemente", llamaba una y otra
vez al diálogo y a las conversaciones para resolver los problemas comunes; finalmente
-prosigue Do- a mediados de 1978, el pueblo jemer resuelve liberarse de sus opresores
y funda un “Frente de Liberación” al cual Vietnam apoya como un deber
"internacionalista proletario". El 30 de diciembre el "Frente" libera, según Do, con ayuda
de tropas vietnamitas, la ciudad de Kratie, a 74 kilómetros en el interior de Kampuchea.
Por primera vez, un dirigente de la jerarquía vietnamita admite la participación de
fuerzas de su país en el conflicto de Kampuchea. Citamos a continuación, un párrafo
del reportaje de los periodistas suecos:
Por otra parte, tenemos la versión del periodista francés K. S. Karol, que nos
dice:
Los vietnamitas, después de ocupar Pnom Penh y la mayor parte del territorio
jemer, se pusieron a la tarea de organizar la ocupación “revistiéndola de ciertos
oropeles”. Habían conseguido la colaboración de algunos ex-jemeres rojos, cómo el
caso de Heng Samrin, un oficial de baja jerarquía que, al ser castigado por faltas
cometidas, demostró su mezquindad y su falta de principios revolucionarios, y se volcó
a favor de las facciones pro-vietnamitas del país que eran sumamente reducidas como
hemos visto y, naturalmente, un elemento semejante era el indicado para jugar el papel
de renegado colaboracionista. Bajo su dirección, se estructuró el nuevo gobierno
nacional y la "nueva" administración.
Por otra parte, si la oposición interior a los jemeres rojos fuera tan grande y tan
profunda, ¿qué objeto tendría la presencia del enorme contingente vietnamita que, lejos
de disminuir, tiende a aumentar?. Finalmente, ¿por qué tienen tanto temor los nuevos
gobernantes de Phnom Penh a la presencia de observadores occidentales?. Todas
estas preguntas no tienen respuesta y ponen definitivamente en claro que los traidores
solo pueden sostenerse en el poder por la presencia salvadora de cerca de 200.000
soldados del ejército vietnamita.
La patriótica lucha del pueblo y la nación jemer contra la odiosa agresión del
revisionismo internacional, esta vez utilizando un ejército moderno, sigue siendo a la
fecha conducida por los jefes del Jemer Rojo: Kieu Samphan, Pol Pot y Ieng Sary,
desde las montañas y las selvas de la Kampuchea Democrática. Durante las épocas
secas se recrudece la agresión vietnamita y nuevas unidades mecanizadas se lanzan
contra los refugios rebeldes en tanto que durante los llamados monzones se abren
nuevas posibilidades para la lucha guerrillera de los jemeres rojos.
Hoy se escribe mucho sobre la masacre en Kampuchea. Esto es cierto. Hubo masacre
en Kampuchea, pero los años de 1970-1975. Quizá un millón, de los siete millones de
habitantes que tenía, fueron víctimas, pero los responsables de la masacre de 1970-
1975 fueron los Estados Unidos, sus políticos y militares, además de sus sirvientes en
Phnom Penh. Corresponsables fueron también los diplomáticos soviéticos y alemanes
del Este que representaban a sus países en la corte de Lon Nol. Ahora sobreviene
nuevamente la masacre en Kampuchea. La ocupación vietnamita ha dejado los
campos totalmente inservibles. El gobierno de Hanoi trabaja para aplastar y aniquilar al
pueblo kampucheano. Quiere quizá hacer lo que hizo con el pueblo cham del Reino de
Champa”. (21).
9. POST-SCRIPTUM
- Los mismos militares que golpearon con Lon Nol, golpean ahora por encargo
de Vietnam y pretenden "acabar" con los jemeres rojos. Se dice que el movimiento
jemer rojo se ha debilitado mucho. Todo esto puede ser verdad, pero los
destacamentos jóvenes de jemeres rojos seguían impertérritos dominando el norte de
Kampuchea, con sus abarcas de cuero nativo, sus uniformes negros, su bufanda a
cuadros y la calatrava al estilo de Mao.
Milagrosamente, hace unas décadas Vietnam dejó de ser “territorio vedado” y las
ofertas de las agencias de viajes occidentales se dispararon para poder visitar el país,
siendo en la actualidad el turismo internacional una de sus fuentes de ingresos y cuyo
mayor atractivo es el recorrido turístico de zonas de guerra y de sus tácticas y
construcciones subterráneas realizadas a costa de la sangre de medio millón de
vietnamitas que lograron derrotar a la potencia militar más temible, y terrible, que ha
conocido la historia. Naturalmente, esto no entra dentro del discurso de los guías,
aunque puedes disparar en galerías de tiro construidas para ello con un AK-47 a 1
dólar el proyectil.
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Chomsky, Noam y Edward S. Herman. "Los guardianes de la libertad". Grijalbo
Mondadori. Pág. 300.
2. Ibidem. Pág. 289.
3. Dudman, Richard. "Dagens Nyheter". Diario sueco. 2 de febrero de 1979. Reportaje.
4. Ibidem.
5. Pol Pot. "Confiar en las propias fuerzas". (Folleto en sueco. 1978). Asociación de
Amistad Suecia-Kampuchea. Pág. 40.
6. Ibidem. Pág. 42.
7. Ibidem. Pág. 40.
8. Caldwell, Malcoln. "Monthly Review". No. 4. Nov. 1979, vol. 3. Pág. 74.
9. Ibidem. Pág. 82.
10. Dudman, Richard. Citado.
11. Chomsky. Citada. Págs. 315-316.
12. Ekerwald, Hedvig. "Musikforum". Publicación sueca. Febrero de 1979.
13. Ibidem.
14. "Folkets y Bild". Revista sueca. 1979.
15. Barron, John y Anthony Paul.. "El exterminio de un país noble". Editorial DIANA.
México. 1979. Pág. 55.
16. Ibidem. Pág. 56.
17. Ibidem. Pág. 57.
18. Aftonbladet. Diario sueco. 15 de febrero de 1979.
19. Myrdal, Jan. "Kampuchea, Hosten 1979". Bokforlaget Pan/Norstedts. Pág. 28.
20. Ibidem. Pág. 31.
21. Ibidem. Pág. 64.
El texto es de Jorge Echazú Al varado
Publicado en el blog revolucionario
http://nuevademocraciapanama.blogspot.com.es/
Extraido y hecho público por León Rojo
- Corregido gramaticalmente y con el añadido final de “septiembre de 2016” por Tovarishch Krasnyy Volk