Ideologia Genero Texto 1
Ideologia Genero Texto 1
Ideologia Genero Texto 1
1Para
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El rol de El rol de
entender y las familias la
actuar. y sus escuela.
derechos.
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Mitos Propuestas.
revelados;
verdades
a la luz.
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Para
entender
y actuar
•Todos nacemos con un sexo biológico que no se puede cambiar: hombre (XY), mujer (XX).
•No se nace con un género. Sin embargo, hay tendencias y comportamientos (expresión) que
están determinados por el sexo biológico.
•La creencia que posea una persona de ser algo que él o ella realmente no es constituye en el
mejor de los casos un signo de pensamiento confuso.
1.5.1. ¿Qué es sexo, género, identidad sexual, orientación sexual y sexualidad?
1.5.1.1. Sexo.
Es un conjunto de características biológicas, físicas, fisiológicas y anatómicas que definen a los seres
humanos como hombre y mujer. El sexo es una variable genética y biológica que divide a las
personas en hombre y mujer según sus genitales, aparato reproductor, marcadores genéticos y
otras diferencias corporales. El sexo no se elige ya que está determinado por la naturaleza, que
viene dada desde el nacimiento. La naturaleza hace hombres y mujeres. Y, si bien una operación de
cambio de sexo puede eliminar los genitales externos, no puede cambiar el sistema hormonal, la
fisonomía humana ni su ADN. Teniendo en cuenta que el sexo es una categorización inamovible,
ya que responde a parámetros biológicos (dicotomía hombre-mujer) según las hormonas y órganos
reproductores dados por la naturaleza, es un rasgo biológico objetivo binario (hombre-mujer). El
sexo como categoría física y biológica alude a la diferenciación entre el hombre y la mujer sin
depender de la evolución histórica de la sociedad. Los extraordinariamente raros
1.5.1.2. Género.
Es una construcción sociocultural referida a los rasgos que la sociedad considera tanto para el
hombre (comportamientos masculinos, expresión) como para la mujer (comportamientos
femeninos, expresión). Las construcciones socioculturales (comportamientos asociados al
hombre y la mujer) varían a través de la historia y son cambiantes de acuerdo con la educación,
los medios de comunicación, el lenguaje, la familia, las costumbres, las instituciones, la política. Sin
embargo, hay ciertos comportamientos ligados al sexo biológico. Por ejemplo, entre otras muchas
cosas, los hombres demuestran más interés por los objetos y el esfuerzo físico, y las mujeres
demuestran mayor interés por los sujetos y las relaciones interpersonales. La conciencia de ser
hombre y mujer se desarrolla con el tiempo. Y, como todos los procesos de desarrollo, puede
desviarse a consecuencia de las percepciones subjetivas de la persona, de sus relaciones y de sus
experiencias adversas desde la infancia. Quienes se identifican como “sintiéndose del sexo
opuesto” o como “algo intermedio” no conforman un tercer sexo, siguen teniendo el sexo
determinado en el nacimiento.
1.5.1.5. Sexualidad.
La sexualidad es el conjunto de las condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológicas que
caracterizan a cada sexo.
Condicionar a los niños a creer que es normal estar toda la vida sustituyendo química y
quirúrgicamente su propio sexo por el opuesto constituye un abuso infantil. Respaldar la
discordancia de género como algo normal a través de la educación pública y de las políticas legales
confundirá a hijos y padres, llevando a muchos niños a acudir a “clínicas de género” o centros de
hominización donde les administren fármacos bloqueadores hormonales. Esto, a su vez,
virtualmente asegura que ellos “elegirán” recibir hormonas cruzadas cancerígenas o de un modo
u otro tóxicas y, probablemente, considerarán innecesariamente cuando sean adultos jóvenes la
mutilación quirúrgica de sus órganos sanos.
La ideología de género distingue entre “género” y “sexo”. La idea de que el “género” es cultural
y el “sexo” es biológico, y que lo que hay que hacer es cambiar sexo por género, de forma que
cada cual elija el “género” que quiera, es otra de las metas que se propone el constructivismo
social. Es proponer que las personas se autoconstruyan culturalmente en el género que desean,
sin tener en cuenta ningún determinante biológico o corporal. Las personas cuando nacen no están
hechas; tienen que hacerse. Pero se hacen de acuerdo con las condiciones naturales que han
recibido (que no son modificables ni están sometidas a su voluntad), también con la educación que
reciben, con el esfuerzo que ponen en aprender y con el uso que cada una hace de su libertad.
Esa es la parte de lo conquistado, en el hacerse humano. Pero lo dado (lo natural que ha recibido)
y lo con- quistado (lo que cada persona alcanza con su libre trayectoria biográfica) están siempre
articulados e integrados en la singularidad de la persona. Lo conquistado no puede abolir, extinguir
y disolver lo dado. Porque lo conquistado parte de lo dado, que es anterior y superior a lo
conquistado. Lo conquistado sin lo dado carece de fundamento. Nada se puede construir sobre
el vacío. De aquí que tal intento de autoconstrucción personal, además de imposible y utópico,
sea radicalmente frustrante para la persona que lo intenta (alta tasa de suicido en el colectivo
trans).
La ideología de género trata de imponer unos roles en la sociedad donde cada ser humano tiene
la absoluta libertad de elegir qué rol quiere tomar. Dicho de otro modo, tomar actitudes
femeninas, masculinas o indefinidas, sin tener en cuenta lo biológico o en oposición a lo biológico.
Estas ideas no tienen base neurobiológica. La orientación sexual o inclinación sexual se refiere al
deseo de un sujeto, ya sea inclinación hacia el otro sexo (heterosexual), al mismo sexo
(homosexual), a ambos sexos (bisexual), a la falta de orientación y deseos sexuales (asexual que
se calculan en el 5% en todo el planeta) y a cualquier sexo o género (pansexual). Los pensamientos
no están atados biológicamente, los sentimientos pueden estar acordes a la realidad o no.
En la mayoría de los países se ha luchado contra las ideas anarquistas y el modelo económico
marxista, sobretodo en el siglo XX. Sin embargo, hoy, y desde una estrategia sutil y fríamente
calculada, el marxismo cultural ha invadido todos los aspectos de las sociedades democráticas
actuales. Observamos cómo la estrategia se redefine y reinventa a lo largo de la historia: del
obsoleto comunismo del siglo XIX, se pasa al marxismo cultural del siglo XX, y de ahí evoluciona
a la ideología de género del siglo XXI, que defiende que las diferencias entre el hombre y la mujer,
a pesar de la obviedad anatómica y biológica, no corresponden a una naturaleza fija, sino que son
construcciones culturales y convencionales, que responden a roles y estereotipos que a lo largo
de la historia la sociedad ha ido creando.
También se la describe como “conjunto de ideas anticientíficas que con propósitos políticos
autoritarios desarraigan a la sexualidad humana de su naturaleza y la explican monopólicamente
por la cultura”. Como es una teoría que niega a la naturaleza y se opone al sentido común, la
manera de llevarla adelante es restringiendo la libertad, una ideología totalitaria. No promueve la
igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, sino que privilegia a ciertos sectores.
Se persigue un ideal de sociedad opuesto a lo ya logrado, no con vistas a mejorar los errores, sino
a terminar con los modelos conocidos. Se presenta un programa político de acción social invasiva
para conseguirlo. De tal manera los conceptos del marxismo cultural han permeado todos los
estamentos sociales, que lamentablemente podemos afirmar que tanto las políticas de izquierda
como de derecha han sucumbido ante sus pre- misas llevadas a cabo en pos de la ideología de
género. Para conseguirlo no ha sido necesaria una revolución violenta con desórdenes sociales,
como antaño. La ideología de género se ha acabado imponiendo sutil y astutamente gracias a la
conjunción de algunos factores principales: la aparición masiva e invasiva en distintos tipos de
movimientos sociales y políticos, asociaciones culturales, universitarias y filosóficas para conseguir
credibilidad y reivindicaciones con sabor a justicia social, deforman- do muchas veces reclamos
justos preexistentes.
1.8. ¿Y la sociología?
Desde una perspectiva sociológica, la ideología de género, junto al feminismo radical y algunos
colectivos LGTBI, no buscan equidad sino enfrentamiento. Persiguen la deconstrucción de las
bases antropológicas bajo la premisa de que todo ha sido impuesto o es erróneo. Sin embargo, el
hombre y la mujer no son oponentes que superar; no queremos un nuevo sexo fuerte. Es
necesario construir desde las diferencias y la complementariedad respetando la naturaleza,
igualdad de trato, de consideración y de oportunidades de acuerdo con las capacidades de cada
uno, recuperando postulados equilibrados.
Por otro lado, la biología no se puede deconstruir. Hay características de los sexos que nos son
dadas, antropológicas comunes a distintos momentos de la historia y sociedades que son y han
sido positivas para la construcción de la sociedad y la persona humana. Querer imponer el énfasis
en diluir la identidad y la sexualidad de la persona, en la que los rasgos o características
diferenciales antes atribuidas a cada sexo se presentan indistintamente en ambos géneros
desdibujando límites con una de identidad fluida o mutante, es un nuevo “desorden social”
sumergido en un proceso de individualización y narcisismo sin precedentes.
Se trata de un viaje a ninguna parte bajo una nueva construcción de la identidad personal, sexual
y de género donde todo es subjetivo y circunstancial. En realidad vivimos en la cultura de la
psicosis. Defender que hay niños con vulva o niñas con pene es un agravio a las reglas más
elementa- les de la biología. Es como decir que hay un rubio muy moreno o que hay un enano
que es muy alto. Estamos generando confusión. La ideología de género atenta directamente contra
las bases biológicas, antropológicas y psicológicas de la humanidad.
•Técnicas de manipulación de masas. Leyes, subvenciones, visibilización, castigos cada vez más
ejemplares contra los disidentes; agravios, alarma social inflando datos estadísticos; acusaciones
infundadas de homofobia y misoginia; victimización de colectivos y marginación de otros.
•Dictadura ideológica. Pensamiento único y rechazo frontal y beligerante a todas las ideas
contrarias al pensamiento totalitario. Oposición a cualquier postura conservadora tachándola de
homofobia, fascista y represora.
•Destrucción ontológica del ser humano. Se persigue una auténtica reingeniería antropológica,
en aras de un individuo mutante que puede reinventarse a sí mismo y redefinir su género sin
ningún tipo de limitaciones.
La deconstrucción del ser humano lo llevara al caos y extinción, como ya hemos hecho con
la naturaleza y otras especies.
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El rol
de la
escuela.
La imposición y promoción de las leyes de adoctrinamiento en las escuelas, junto con la pérdida
de potestad de los padres sobre sus propios hijos, o de los maestros a estar obligados a dictar
ideas con las que no acuerdan, es contrario a la neutralidad ideológica que deben tener las escuelas
públicas ya que en los estados de derecho todos deben ser escuchados y respetados.
El poder que se otorga a organizaciones LGBT carece de precedentes en nuestra democracia, por
ejemplo, en materia de educación. Ningún partido político o sindicato instituciones reconocidas
en la Constitución ha pretendido nunca que su ideología sea obligatoria. En todo caso, se debería
mostrar como una perspectiva más, pero no como una verdad absoluta o aprobada por la mayoría.
Los padres depositan la confianza en las instituciones públicas desconociendo este tipo de
maniobras de adoctrinamiento ideológico, cuando la Constitución Nacional ampara en sus
artículos 14 y 19 la libertad de conciencia, la objeción de conciencia y nos resguarda de la
intromisión del estado. Nos se nos puede obligar a hacer algo que nuestra conciencia objeta.
La Argentina ampara el derecho a la libertad de expresión, de pensamiento y de culto, y el
derecho a la igualdad en todos los ámbitos.
Las reformas pretendidas demuestran la poca libertad académica y el poco trabajo con la
comunidad educativa. La forma en la que se imparten algunos de los aspectos de la ideología de
género carece de objetividad y posee una clara subjetividad.
Las familias y tutores tienen el deber y derecho a educar a los hijos y menores a su cargo. Estos
derechos están resguardados por:
•No existe el gen “trans”. Son más de 6.500 los marcadores genéticos que diferencian
Verdades
a los dos sexos. El sexo no es una construcción social. Los sentimientos, las emociones
y las percepciones no hacen variar lo dado naturalmente.
Mito 2 “Existe un espectro de géneros” (de allí el uso de los colores del arco iris para
identificar la ideología de género).
Verdad Solo existen dos géneros y coinciden con el sexo biológico. Los bebés nacen con una
clara disposición biológica de género y comportamiento sexual. Después será el entorno,
la cultura, los valores y expectativa, entre otros factores que los rodean los que se
encargarán de favorecer o atenuar esto, pero no de manera tan decisiva que pueda
modificar la identidad inherente y la predisposición de género. A través de la historia y
en distintas culturas existen las mismas tendencias de comportamiento de género
(hombre, masculino; mujer, femenino), los hombres inclinados hacia los sujetos y las
mujeres hacia los sujetos. Esto se puede ver, por ejemplo, en la elección de carreras
universitarias (hombres mayor cantidad en ingeniería y mujeres en enfermería) aun en
lugares donde se incentiva la desaparición de estereotipos de género y se brindan iguales
oportunidades de acceso al estudio y trabajo.
•Los cuerpos de los niños ayudan a testear su realidad, si se los confunde no podrán
construir su identidad con claridad.
•Se esparcen las ideas utilizando palabras nuevas, dándole nuevos significados a palabras
viejas o modificando palabras existentes; un tipo de imperialismo lingüístico.
Mito 4 “La ESI con ideología de género no confunde, brinda libertad de elección”.
Verdad : En los distintos niveles del sistema educativo se promueven juegos, actividades y
literatura con el objetivo de experimentar otras orientaciones y géneros sobre la idea
de que no se nace con un sexo determinado o que este puede ser modificado de acuerdo
con la autopercepción. Esto genera confusión y es contra fáctico. La ideología de género
no tiene base científica o neurobiológica. La ciencia y la realidad la contradicen
continuamente. Por ejemplo, la alta tasa de suicidio en el “colectivo trans” está asociada
entre otras cosas a la confusión en la construcción de la identidad.
Verdad La ESI tiene muchos aspectos positivos y necesarios, como prevención de adicciones,
cuidado del cuerpo y anticoncepción. Pero la ideología de género no es uno de ellos.
“Los padres deben aceptar lo impuesto por las escuelas, que a su vez es impuesto
Mito 7 por el Estado”.
Verdad Los padres pueden objetar este tipo de contenidos am- parados por la Constitución
Nacional y diversas declaraciones de derechos de mayor jerarquía que la ESI y las
resoluciones del Consejo Federal de Educación.
Verdad La crítica objetiva es hacia la ideología anticientífica, hacia el Estado que la busca imponer
y hacia los promotores más radicales. Bajo ningún punto de vista es hacia las personas
que, creyendo estar defendiendo algo justo, desconocen la ideología que la sustenta. Es
estar a favor de la búsqueda de la verdad en un marco de respeto.
5
Propuestas
para padres
y comunidad.