Habeas Corpus Conexo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 11

HABEAS CORPUS CONEXO

PLENO SENTENCIA 235/2023 EXP.02583-2022 PHC/TC LIMA

Determinar el hecho factico constitucional materia de controversia.

Para responder la pregunta de manera más adecuada, primero debemos

considerar cómo ocurrieron los hechos que suscitaron la controversia en

cuestión.

De los hechos entonces tenemos que en fecha 21 de diciembre de 2021,

don Ricky Junior Nima Pulache interpone demanda de habeas corpus conexo

(f.1) contra los jueces Ruiz Solano, Bustamante Vásquez y Mory Flores

integrantes del Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial Transitorio de Piura;

y contra los magistrados de la Tercera Sala Penal de Apelaciones de la Corte

Superior de Justicia de Piura, señores Culquicondor Bardales, Serván Socola y

Villalta Pulache. Alega la vulneración de los derechos a la libertad personal, al

debido proceso, a la debida motivación de las resoluciones judiciales y a la

prueba.

Solicita la nulidad de:

a) La sentencia, Resolución 19, de fecha 4 de marzo de 2020 (f. 33),

por la que fue condenado como autor del delito contra la libertad

sexual, en la modalidad de violación de menor de edad regulado

en el artículo 173, inciso 2 del Código Penal vigente al momento

de los hechos a veintidós años de pena privativa de la libertad;

b) La sentencia de vista Resolución 26, de fecha 4 de febrero de

2021 (f. 45), que confirma la condena y revoca el extremo de la


pena; la reforma y le impone veinte años de pena privativa de la

libertad;

c) La Resolución 29, de fecha 30 de julio de 2021 (f. 52), que fue

expedida por el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial

Transitorio de Piura, que dispuso el cumplimiento de lo

ejecutoriado (Expediente 0767-2013-23-2001-JR-PE-01); y que,

en consecuencia,

d) Se ordene su inmediata libertad, la realización de un nuevo

juzgamiento por parte de un juzgado penal distinto al que impuso

la condena y se exhorte a los jueces demandados al respeto de

las normas constitucionales.

En referencia a la sentencia Resolución 19, el recurrente alega que fue

condenado sin la existencia de medios probatorios que respalden y corroboren

la versión de la agraviada, en tanto que se dio por cierto la edad de la menor

agraviada con base en su declaración, su madre y tía, siendo un acto que no

puede ser demostrado por testimoniales. Sostiene que existen incongruencias

que no fueron valoradas por el juez tales como la situación del domicilio de la

agraviada, si el favorecido pudo acceder por la parte trasera pese a tener

confianza con la familia de la agraviada y si la parte trasera del domicilio estaba

deshabitada.

Además, no se ha valorado la existencia de un error de tipo por cuanto

sostiene que tuvo una relación con la menor en la creencia de que tenía

catorce años y no doce. Refiere que no se explicaron las razones por las que el

favorecido causó desfloración antigua en el certificado legal, pese a tener la

obligación de hacerlo. Además, no se ha señalado por qué es creíble la versión


de la agraviada, sino que solo ha asumido las circunstancias fácticas

expuestas.

Respecto a la sentencia de vista Resolución 26, sostiene que la Tercera

Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Piura expidió

sentencia resumiendo los fundamentos de la sentencia condenatoria, a partir

de los cuales se han detectado errores en la motivación. En este sentido, la

sentencia de segunda instancia, al basarse en fundamentos cuestionados,

también está plagada por los mismos errores de motivación detectados.

Así mismo alega la vulneración de los derechos a la libertad personal, al

debido proceso, a la debida motivación de las resoluciones judiciales y a la

prueba que a continuación definiremos.

Libertad Personal.

La libertad personal es un derecho subjetivo que garantiza, en una

acepción amplia, la garantía de la no privación arbitraria o injustificada de la

libertad. Por ello estarían proscritas todas aquellas situaciones en las cuales la

detención, aún la decretada por la autoridad judicial —arbitraria o ilegal—,

como cuando exceden los plazos previstos en la ley.

En atención a lo expuesto, constituyen situaciones de detenciones

arbitrarias y por ende contrarias a la libertad individual el exceso de la

detención cuando la condena por el delito se ha cumplido; el exceso de la

detención judicial preventiva de acuerdo con los plazos legales establecidos; el

exceso de duración del plazo de detención sin haberse emitido sentencia

condenatoria. (Arroyo, 2017)


La libertad personal, reconocida en el artículo 2, inciso 24, de la

Constitución, concede un amplio margen de acción al individuo. En esencia, se

basa en el principio de libertad, que establece que uno no está obligado a

hacer lo que la ley no ordena ni se le impide hacer lo que la ley no prohíbe. En

resumen, implica el derecho de hacer lo que se desee, siempre que no esté

expresamente prohibido por la ley.

Desde una perspectiva negativa, la libertad personal impide la privación

arbitraria de la libertad, excepto en casos de flagrancia o por orden judicial

motivada. La Constitución prohíbe cualquier forma de restricción de la libertad

personal, excepto en circunstancias específicas contempladas por la ley.

Entre estas circunstancias están: la sanción con pena de prisión por

delitos, la detención judicial preliminar durante la investigación de delitos, el

arresto ciudadano en casos de flagrancia, la prisión preventiva con ciertos

requisitos, la detención domiciliaria como alternativa a la prisión preventiva, la

privación de la libertad por hasta 24 horas para la administración de justicia, y

las intervenciones policiales para identificación según el Código Procesal

Penal.

Desde una perspectiva positiva, la libertad personal implica el derecho a

no ser oprimido, lo que prohíbe la esclavitud, el trabajo forzoso y la

servidumbre impuesta. Además, garantiza el derecho al desarrollo integral de la

persona, lo que requiere que el Estado cree condiciones sociales, económicas,

políticas y culturales para ese desarrollo.


Debido Proceso.

La primera norma peruana que abordó y desarrolló el concepto de

"debido proceso" fue la Ley Orgánica del Poder Judicial, específicamente el

Decreto Legislativo Número 767, emitido en enero de 1992. En su Artículo 7,

esta ley estableció de manera innovadora lo siguiente: "En el ejercicio y

defensa de sus derechos, toda persona goza de la plena tutela jurisdiccional,

con las garantías de un debido proceso. Es deber del Estado facilitar el acceso

a la administración de justicia, promoviendo y manteniendo condiciones de

estructura y funcionamiento adecuados para tal propósito."

Este artículo reconoce el derecho de toda persona a tener acceso a un

proceso judicial justo y equitativo, con todas las garantías que aseguren su

adecuada defensa. Asimismo, establece que es responsabilidad del Estado

facilitar este acceso a la justicia mediante la creación y el mantenimiento de las

condiciones necesarias en términos de estructura y funcionamiento del sistema

judicial. En resumen, esta norma establece las bases para garantizar el debido

proceso en el sistema judicial peruano.

La debida motivación de las resoluciones judiciales es una

garantía que se funda en el razonamiento coherente, objetivo y

suficiente [Casación N.° 1067-2021-La Libertad]

La Corte Suprema, mediante sentencia recaída en la Casación N.° 1067-

2021-La Libertad, se ha referido sobre la debida motivación de las resoluciones

judiciales.

La Corte Suprema ha señalado que “[l]a debida motivación de una

resolución judicial es la garantía que tiene el justiciable frente a la posible

arbitrariedad judicial, lo cual implica que las decisiones sean erigidas bajo
sólida justificación externa e interna; esto es, que lo decidido sea consecuencia

de un razonamiento coherente, objetivo y suficiente” (FJ 1).

Esta sentencia es importante, porque identifica que la debida motivación

de las resoluciones judiciales es una garantía que hace frente a la arbitrariedad

judicial.

En esencia la debida motivación de las resoluciones es el derecho

constitucional que tienen los ciudadanos de conocer las razones fácticas y

jurídicas que las autoridades y los funcionarios, especialmente los del aparato

estatal, adoptan para resolver las pretensiones, donde sus intereses se

encuentran comprendidos.

La prueba.

Se puede entender el derecho fundamental a la prueba como la posición

jurídica fundamental que posee, en razón de la Constitución Política y la ley,

aquel que tiene el carácter de parte o de alguna forma de interviniente2 o que

pretende serlo en un futuro proceso, consistente en la exigencia al juez del

aseguramiento, admisión, práctica y valoración de la prueba propuesta con el

fin de propender por la formación de la convicción de éste sobre la verdad de

los hechos que son presupuesto del derecho o del interés material que se

disputa.3 Como se verá luego, esta definición se hace desde el punto de vista

subjetivo del concepto; en el sentido propio de lo que se entiende por derecho.

Derecho a que se admitan los medios probatorios ofrecidos. El derecho

a probar implica en primer lugar, que el juzgador admita los medios probatorios

ofrecidos por los sujetos procesales legitimados para ello, en conformidad con

los principios procesales que delimitan su contenido.


El derecho a probar es un instrumento racional que permite a las

personas propender porque el interés material sea reconocido dentro de un

proceso. La prueba es una opción estratégica de parte, en función de intereses

legítimos frente al juez que aplica justicia.

Fundamentos Jurídicos Constitucionales Objeto de Controversia.

Habeas corpus conexo:

Cabe utilizarse cuando se presentan situaciones no previstas en los

tipos anteriores. Tales como la restricción del derecho a ser asistido por un

abogado defensor libremente elegido desde que una persona es citada o

detenida; o de ser obligado a prestar juramento; o competido a declarar o

reconocer culpabilidad contra uno mismo, o contra el o la cónyuge, etc.

Es decir, si bien no hace referencia a la privación o restricción en sí de la

libertad física o de la locomoción, guarda, empero, un grado razonable de

vínculo y enlace con éste. Adicionalmente, permite que los derechos

innominados -previstos en el artículo 3 de la Constitución entroncados con la

libertad física o de locomoción, puedan ser resguardados. (STC 2663-2003-

PHC/TC).

La Constitución establece expresamente en su artículo 200, inciso 1, que

el habeas corpus procede cuando se vulnera o amenaza la libertad individual o

sus derechos conexos. Ello implica que para que proceda el habeas corpus el

hecho denunciado de inconstitucional necesariamente debe redundar en una

afectación negativa, real, directa y concreta en el contenido

constitucionalmente tutelado por el derecho a la libertad personal.


A mayor abundamiento, la Constitución Política del Perú establece en el

artículo 200, inciso 1, que mediante el habeas corpus se protege tanto la

libertad individual como los derechos conexos a ella; no obstante, no cualquier

reclamo que alegue afectación del derecho a la libertad individual o derechos

conexos puede reputarse efectivamente como tal y merecer tutela, pues para

ello es necesario analizar previamente si tales actos denunciados vulneran el

contenido constitucionalmente protegido del derecho tutelado por el habeas

corpus.

Al respecto, el artículo 9 del Nuevo Código Procesal Constitucional

establece que “El habeas corpus procede cuando una resolución judicial firme

vulnera en forma manifiesta la libertad individual y la tutela procesal efectiva”.

En ese sentido debe entenderse que uno de los presupuestos para que se

habilite la procedencia de un proceso constitucional donde se cuestione una

resolución judicial es que se cumpla el requisito de firmeza.

Jurisprudencia.

Así, el Tribunal Constitucional en la sentencia emitida en el Expediente

04107-2004-HC/TC ha manifestado que debe entenderse como resolución

judicial firme aquella contra la cual se han agotado los recursos previstos por la

ley procesal de la materia, lo que implica el agotamiento de los recursos antes

de la interposición de la demanda.

En efecto, este Tribunal en su jurisprudencia ha establecido que las

demandas de habeas corpus resultan improcedentes, en tanto aún se

encuentre pendiente de resolver el medio impugnatorio interpuesto en la vía

ordinaria contra la resolución materia de cuestionamiento en los procesos

constitucionales.
El objetivo de la investigación fue “Determinar las características que

presenta el hábeas corpus conexo en la jurisprudencia N°

00933-2016-PHC/TC; Tribunal Constitucional. Perú. 2022”, se trata de un

estudio documental, de nivel exploratorio, descriptivo; diseño, no experimental;

retrospectivo, y transversal. El método de selección de la unidad de análisis

(jurisprudencia del T.C.) es muestreo por conveniencia.

En la recolección de datos se aplicaron: la observación, el análisis de

contenido y una lista de cotejo validada por expertos. El objeto de estudio está

representado por la “Sentencia del Tribunal Constitucional” indicada.

De conformidad con los resultados, las conclusiones fueron:

1) Los hechos que dieron origen a la jurisprudencia examinada proviene

de un proceso penal donde el demandante fue condenado por el delito de robo

agravado y tenencia ilega l de arma de fuego y municiones, el defensor público

asignado para su defensa, renuncio a sus labores motivo por el cual no tuvo la

oportunidad de impugnar la sentencia condenatoria.

2) La pretensión impugnatoria en el recurso de agravio constitucional fue

la declaración de nulidad de la sentencia N.° 022-2015-JPC-CSJCÑ.

3) Los fundamentos principales de la presente resolución en estudio

comprende que el 17 de abril de 2015, en la audiencia de lectura de la

sentencia, el abogado defensor de oficio no asistió. Asimismo, la sentencia fue

notificada el 24 de abril de 2015, en el domicilio procesal del abogado defensor

de oficio, el referido abogado renunció el 30 de abril del 2015 al cargo de

defensor público.
4) Los fundamentos complementarios de la presente resolución en

estudio se expone que, el abogado defensor de oficio no ejerció una defensa

eficaz, la designación de un defensor de oficio no puede constituir un acto

meramente formal

5) La decisión adoptada en la jurisprudencia, declaro nula la Resolución

15, que declaró consentida la sentencia condenatoria.

Explicar si la decisión arribada por el Tribunal Constitucional

precisando si adoptó o no doctrina o preceden vinculante.

Este Tribunal advierte de autos que el recurrente no habría agotado los

medios impugnatorios legalmente previstos para cuestionar la resolución

judicial que le causa agravio, como es el recurso de casación conforme lo exige

el artículo 427, inciso 2 del Nuevo Código Procesal Penal, por lo que, en este

sentido, las resoluciones cuestionadas no han adquirido el requisito de firmeza

establecido por el artículo 9 del Nuevo Código Procesal Constitucional. En

consecuencia, corresponde declarar improcedente la demanda

En el presente caso, se advierte que los argumentos del recurrente se

encuentran referidos a vicios de motivación en la valoración probatoria, los

cuales llevaron a ambas instancias a condenar al recurrente. En otras palabras,

se observa que estos argumentos están enfocados a pedir una revaloración de

los medios probatorios que sirvieron de sustento para determinar la

responsabilidad penal del recurrente, lo que, en principio, no corresponde a la

competencia de la jurisdicción constitucional.

Conviene recordar que este Tribunal, en reiterada jurisprudencia, ha

establecido que no es función del juez constitucional proceder a la subsunción


de la conducta en un determinado tipo penal; a la calificación específica del tipo

penal imputado; a la resolución de los medios técnicos de defensa; a la

realización de diligencias o actos de investigación; a efectuar el reexamen o

revaloración de los medios probatorios, así como al establecimiento de la

inocencia o responsabilidad penal del procesado, pues, como es evidente, ello

es tarea exclusiva del juez ordinario, que escapa a la competencia del juez

constitucional a menos que se aprecie un proceder manifiestamente

irrazonable o contrario a los derechos fundamentales, que no es el caso, por

tanto, lo pretendido resulta incompatible con la naturaleza de este proceso

constitucional de habeas corpus.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que

le confiere la Constitución Política del Perú, HA RESUELTO Declarar

IMPROCEDENTE la demanda por ende podemos advertir que si existe

precedente vinculante dentro de esta sentencia.

También podría gustarte