Hay millones de especies marinas que desconocemos ya que la profundidad del océano es infinita.

Dado que residen en lugares extremadamente remotos de difícil acceso, se estima que solo
conocemos alrededor del 15% de ellos.

De vez en cuando nos topamos con noticias sobre avistamientos de peces raros.

Es poco probable que se encuentren muchas de estas especies, incluso después de cientos de
años, e incluso pueden extinguirse antes de ser observadas o notadas.

Numero 1
Lamprea Marina
Sí, parece sacado de una película de terror, pero este animal es bastante real.

También conocida como vampiro del mar, una extraña especie que en apariencia se asemeja a una
anguila y tiene una apariencia muy primitiva, pero en realidad es un pez y puede vivir tanto en
agua dulce como salada, lo que le permite migrar con el tiempo a nuevos hábitats.

Cuando notamos por primera vez una lamprea marina, nos sentimos atraídos por su cuerpo. Son
alargados, miden más de un metro de largo, y su esqueleto es cartilaginoso.

Su boca es una ventosa de forma circular. Además de los dientes, allí se encuentra la lengua.

Los grandes ojos carmesí de la lamprea marina forman su cabeza. En la parte superior de la cabeza
tiene un hocico muy sencillo. Su punto focal y espantoso es la boca grande con muchos dientes.

Las lampreas son criaturas parásitas que usan sus bocas para construir sus nidos.

En lo que se considera un comportamiento parásito, se alimentan de otros peces.

Se adhieren a la piel de los peces, que es su principal fuente de alimento, y chupan su sangre y
otros fluidos corporales con tanta voracidad que pueden dejarlos casi completamente secos, lo
que provoca la muerte del pez en cuestión de horas.

Si el pez es muy grande, cuando se fijan pueden estar ahí durante días o semanas hasta saciar su
hambre.

Como otros peces, las lampreas marinas tienen siete branquias abiertas detrás de los ojos que
utilizan para respirar.

Dado que erradican la fauna local, las lampreas marinas pueden considerarse una molestia para el
fondo marino.

Pueden dañar el ecosistema increíblemente porque son criaturas tan voraces que son conscientes
de la cantidad de peces que hay cerca.

Es típico verlo adherido a tiburones, salmones, bacalaos y mamíferos marinos.

Numero 2
Quimera Hydrolagus
Tiene una cabeza grande y un cuerpo alargado y comprimido que se estrecha hasta formar una
cola filamentosa.

Tiene un hocico muy corto, cónico y redondo con grandes ojos de color verde brillante y grandes
fosas nasales que se encuentran antes de la boca y están unidas a la comisura exterior de la boca
por un surco profundo que se cubre con un párpado.

Tiene una boca debajo de la cabeza, con dos pares de placas para los dientes de arriba y un par de
dientes de abajo.

Se pueden encontrar en todos los ambientes marinos. Algunas especies son capaces de detectar
radiación electromagnética emitidas por otros organismos marinos debido a la presencia de
nervios especializados a ambos lados de su cuerpo, porque pueden operar a grandes
profundidades, como a 736 metros, donde nunca brilla la luz del sol y reina la oscuridad.

Representan un subconjunto de peces que no ha cambiado en los 150 millones de años anteriores.

No se parece a otros peces, por lo que su apariencia es peculiar. Tienen colas largas en forma de
látigo, aletas dorsales que terminan en puntas y aletas pectorales que frecuentemente parecen
alas.

Numero 3
Pez Abisal Fangtooth
Quizás una de las criaturas marinas más intrigantes que se conocen actualmente es el pez colmillo.
Sus enormes colmillos, que parecen desproporcionados con su tamaño, son los que le dan su
nombre.

A algunas personas les puede resultar inquietante y aterrador debido a esto.

Los peces de las profundidades marinas son conocidos por habitar regiones del océano que son
muy profundas.

Sus correspondientes cuerpos han sido modificados para soportar altas presiones y, por supuesto,
la falta de luz adecuada.

Como los rayos del sol no pueden penetrar estas profundidades, la mayoría de estos animales son
ciegos.

La capacidad de detectar a sus presas a través del olfato los distingue de muchas otras familias de
peces.

La increíble hilera de dientes del Anoplogaster Cornuta lo hace único. La forma de esta medida de
ataque es una de sus principales peculiaridades.

Su mandíbula ha sido diseñada para impedir que la presa escape, a diferencia de lo que ocurre con
muchos otros depredadores.
Es extremadamente difícil para la víctima capturada escapar ilesa porque los dientes apuntan hacia
el interior del cuerpo.

Estos animales suelen tener ojos que, históricamente hablando, se han reducido de tamaño en
relación con sus cuerpos.

Al fin y al cabo, debido a la falta de luz solar, estamos ante especies que apenas lo utilizan en su
vida diaria.

Debe tenerse en cuenta el hecho de que esta especie suele habitar en una profundidad con una
distribución muy amplia.

Es capaz de sobrevivir en zonas que se encuentran entre 500 y 5.000 metros de distancia. Además,
esto afecta directamente al color del mismo.

Pueden mezclarse mejor debido a su color marrón oscuro.

Tendremos que esperar un poco antes de aprender más sobre este fascinante animal porque la
investigación sobre él ha resultado desafiante debido a su ecosistema remoto.

Una de las criaturas mitológicas actuales que más interés despierta en la biología marina es, sin
duda, ésta, se podría decir.

Numero 4
Pulpo de dientes o Vampyroteuthis infernalis.
Fue observado por primera vez en 1903, y el zoólogo francés Louis Joubin lo capturó en un dibujo
mientras acompañaba al Príncipe de Mónaco en una expedición de investigación en 1920.

Es el único pulpo que no es un depredador, a pesar de su aterradora apariencia, y sólo mide

La exposición del Bioparc Acuario de Gijón sobre las profundidades del océano incluye una imagen
de Joubin.

Habita regiones muy profundas; El animal vive a una profundidad de 1.000 metros, donde la
presión es de aproximadamente 100 atmósferas. No hay plantas a esta profundidad, y los animales
que viven allí comen plancton o animales de capas superiores que caen a las profundidades
cuando mueren.

Tiene ojos cubiertos de fotóforos que son proporcionalmente los más grandes del reino animal con
2 cm de diámetro, lo que lo hace capaz de producir bioluminiscencia.

La tinta de calamar es algo que falta. Teniendo en cuenta que ya todo está negro, no le sería útil.
Tiene una curiosa estrategia de defensa basada en simular su propia huida iluminando sus ojos y
luego doblando su cuerpo para que parezca que se envuelve, dando la impresión de que está
huyendo rápidamente.
La boca del calamar vampiro tiene una "pantalla" membranosa que reúne bolas de desechos
marinos adheridas al filamento de su cuerpo, junto con apéndices en forma de colmillos llamados
cirros.

Curiosamente es el único miembro superviviente de la familia Vampyroteuthidae dentro del filo

Numero 5
El gusano zombi Osedax.
Se le conoce como Osedax y es una especie de gusano que roe huesos, incluidos los fosilizados, y
desde hace 100 millones de años reside en las profundidades del océano.

Aunque parezca sacado de una película de ciencia ficción, un estudio revela que en realidad es
cierto y que incluso dificulta el ejercicio de su trabajo por parte de los paleontólogos.

En la aleta fosilizada de un plesiosaurio, la costilla y el caparazón de una antigua tortuga marina,

Esto sugiere que estos carroñeros, también conocidos como gusanos zombis, pueden haber tenido
un impacto en Cómo se conservan los fósiles hoy.

Estos se han localizado a cuatro kilómetros de profundidad.

Los gusanos adultos no tienen boca ni sistema digestivo, ya que son largos y alargados como
dedos.

En cambio, utilizan zarcillos que se asemejan a raíces para eliminar las moléculas de grasa que
necesitan para sobrevivir dentro de los huesos.

Anteriormente se creía que estos gusanos, que viven en los océanos y al mismo tiempo en los
"cementerios" de las ballenas, evolucionaron conjuntamente con los mamíferos.

Sin embargo, según las últimas investigaciones, los gusanos zombis debieron haber existido mucho
antes (hace aproximadamente 100 millones de años, cuando los plesiosaurios vagaban por las
profundidades) y debieron haber estado más extendidos.

Después de que estos enormes reptiles se extinguieran hace 66 millones de años, los gusanos
sobrevivieron en los restos de las tortugas hasta la aparición de las ballenas 20 millones de años
después.

Las cavidades que dejaron los gusanos Osedax son prueba de que permanecieron firmemente
adheridos al interior de los restos del plesiosaurio.

"La creciente evidencia de especímenes de Osedax en los océanos del presente y del pasado, junto
con su propensión a consumir rápidamente una amplia variedad de esqueletos, sugiere que
Osedax puede haber tenido un impacto perjudicial significativo en la preservación de los fósiles de
vertebrados". .
Ella dice que pueden ser los culpables de la pérdida global de información sobre la anatomía de las
comunidades de vertebrados porque destruyeron los esqueletos de los vertebrados antes de que
pudieran ser enterrados.