Lecc01 III 2154
Lecc01 III 2154
Lecc01 III 2154
EN ESPAÑOL
INTRODUCCIÓN
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en Kriya Yoga. Los requisitos y la información necesaria para tomar Kriya están
incluidos en las Lecciones de Preparación a Kriya.
Las Iniciaciones en Kriya Yoga son dadas en persona por un ministro de Kriya de
Ananda. La iniciación se da al final del Curso de Preparación a Kriya Yoga que se
imparte en los centros y retiros de Ananda y dura cinco días. Recomendamos que todos
aquellos que se inicien en Kriya Yoga por primera vez participen en estos cursos.
Las lecciones de esta parte del Curso de Autorrealización de Ananda son de uso
personal. Debes comprometerte a no transferir su contenido ni las claves para
acceder a ellas. Es responsabilidad tuya mantener la pureza de las técnicas y evitar su
difusión y la práctica incorrecta por personas no preparadas.
Si conoces a alguien que esté interesado en estas lecciones, indícale que para
acceder a ellas puede inscribirse en nuestra página y seguir este curso paso a paso.
También puedes indicarle que puede ponerse en contacto con nosotros.
Recibe nuestras bendiciones al comenzar a estudiar El Sendero del Kriya Yoga. Que
el tiempo de preparación y práctica de estas técnicas transforme tu conciencia y te llene
de la luz y la alegría de Dios.
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CURSO DE AUTORREALIZACIÓN DE ANANDA
EN ESPAÑOL
Introducción
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CURSO DE AUTORREALIZACIÓN DE ANANDA
EN ESPAÑOL
COMPRENSIÓN DE LA NECESIDAD
DEL GURÚ
Palabras de Yogananda
La gente que sigue encerrada en la jaula del ego considera a menudo la posibilidad
de tener un gurú como una amenaza a su libertad personal. No se da cuenta de que la
libertad es precisamente lo que ahora no tiene.
El papel del gurú es abrir la puerta de la jaula. Si un discípulo se siente aún
apegado a sus limitaciones y grita, “¡Déjame en paz, Mi pequeño nido de placeres y
deseos me gusta!”, el gurú no insistirá más. Simplemente dirá: “He venido porque me
llamaste, de otro modo no me hubiera preocupado. No fue mi necesidad la que me
trajo aquí, sino la tuya. De modo que esperaré hasta que vuelvas a llamarme”.
¡Aceptar a un gurú no es asumir una carga, ni una amenaza contra el libre albedrío
y la felicidad! Es la mayor bendición que tú, que nadie, pueda llegar a tener en este
mundo. Se necesitan encarnaciones de buen karma para atraer la ayuda de un
auténtico gurú.
Dios envía primero una guía indirecta al aspirante espiritual por medio de libros y
maestros de menor categoría. Sólo cuando el deseo por Él se vuelve muy intenso, le
envía ayuda en forma de un gurú autorrealizado. No se trata de que el estudiante haga
un favor al gurú aceptándole como maestro, sino que el estudiante tiene que haber
rezado intensamente en esta vida y en vidas anteriores para merecer una bendición tan
grande.
Eso no quiere decir que tengas que salir en busca de un gurú. El Señor te lo enviará
o te conducirá hacia él cuando estés preparado espiritualmente.
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Comprensión de la necesidad del gurú
Tomado de charlas de Kriyananda
Vivimos en una época en que a la mayoría de las personas no les resulta grato
pensar en el discipulado. Yo mismo, mientras fui joven, tuve tendencia a ser un rebelde
intelectual. Cuando entré en la religión no pensaba que nadie pudiera enseñarme nada.
Posteriormente pensé que encontrar la verdad era algo que pedía tal integridad por parte
de uno mismo, que asumir las respuestas de cualquier otro no sería ser leal a uno
mismo. Finalmente llegué a un punto en que vi que todos mis esfuerzos por mejorar no
llevaban a ninguna parte. Trabajaría una faceta de mi naturaleza tratando de mejorarla,
sólo para encontrar que otra faceta estaba deteriorándose por falta de suficiente energía.
Reconocí también qué ignorante había sido y cómo a menudo las cosas que me
Gparecían idóneas para mí, por alguna extraña razón resultaban no ser adecuadas en
absoluto. Aunque ni siquiera aceptaba que existía un Dios, estaba desesperado por
encontrar la verdad. Esto fue por lo que, aunque creí que nunca diría esto a nadie, las
primeras palabras que pronuncié cuando conocí a Paramhansa Yogananda fueron,
“Quiero ser su discípulo”. No lo deseaba en el sentido de ser sirviente de alguien, o
pasivamente, dejando la responsabilidad de mi vida en manos de otro. Sino que
comprendí que si quieres ser un buen pintor, al final tienes que dirigirte a alguien que
conozca este arte. Si quieres conocer a Dios, tienes que aprender de alguien que lo ha
encontrado.
¿Necesitamos un gurú?
¿Por qué necesitamos un gurú? Planteémoslo de este modo: la corriente de la
dinamo de una fábrica de electricidad no puede ser conectada directamente a los
circuitos de nuestras casas. Quemaría estos circuitos porque es muy potente. Tiene que
rebajarse mediante transformadores a un voltaje que lo permitan nuestros circuitos. Lo
mismo puede decirse respecto a nuestro sistema nervioso y nuestra conciencia. La
Conciencia Cósmica está tan increíblemente mas allá de nuestras percepciones humanas
y más allá de nuestra capacidad humana para recibirla, que no podríamos utilizarla.
Debe sernos dada gradualmente y rebajada por transformadores. El gurú es el
transformador para la conciencia divina de Dios.
Otro punto a tener en cuenta es que algunas veces en meditación puedes sentir un
toque del poder divino, que es aplastante. ¡Es tan inmenso! Es tan inconcebiblemente
grande, que cuando entras en contacto con ese poderoso aspecto de Dios sientes que
podrías ser aniquilado y ni siquiera te darías cuenta. No es cierto, pero sientes que ese
poder es tan inmenso que, en comparación, nada de lo que seas puede tener importancia.
Es un estado que el ego no está preparado para aceptar. Es por eso por lo que
necesitamos crecer gradualmente en la expansión de la conciencia. Necesitamos darnos
cuenta de que la Divinidad, llena de amor por nosotros, nos envía un gurú para
ayudarnos. Dios, a través del gurú, rebaja su conciencia a un nivel en que podamos
relacionarnos y comulgar con Él.
¿Todo el mundo necesita un gurú? Eso depende de lo que estés buscando. Es un
hecho evidente que no hay mucha gente que merezca tener un gurú. No se tiene un gurú
simplemente por entrar en un sendero espiritual. No es tan fácil. Tienes que ganar el
derecho a estudiar con un gran artista. Él no va a perder el tiempo con niños de
guardería, porque es una pérdida de energía.
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Hacia el final de su vida, Yogananda dijo, “Estoy cansado de tratar con viejos
rocines. Ahora quiero caballos de carreras” En otra ocasión dijo, “Si tratas de despertar
a algunas personas cuando están dormidas, se darán la vuelta y dirán ‘déjame dormir’.
Otras se despertarán durante un momento, pero si las dejas solas se irán a dormir de
nuevo. Por último habrá algunas que sólo con que digas su nombre se levantarán, listas
para marchar y seguir adelante”. Éste es el tipo de discípulo realmente adecuado para la
clase de disciplina que el gurú puede dar. No es una cuestión de que el gurú desee
seguidores, o que algunas personas sean especialmente elegidas. Se trata de tener un
nivel suficientemente elevado como para poder recibir lo que el gurú tiene que darte.
Sri Yukteswar en su libro, La Ciencia Sagrada, explica que lo primero que uno
necesita desarrollar para ser capaz de atraer las bendiciones de un auténtico gurú, es el
amor natural del corazón. Dijo que no es posible poner un pie delante del otro en el
camino espiritual sin desplegar este amor natural del corazón. Sólo cuando este amor se
despliega te haces digno de seguir a alguien capaz de guiarte en el camino hacia el
Infinito.
Cuando desarrollamos este amor natural llegamos a un punto en que somos aptos
para mantener la compañía de un gurú realizado en Dios. En ese momento, ¿es
necesario tener un gurú? Bien ¿es necesario tener a alguien que de verdad pueda
ayudarte a pintar bien? Probablemente. Pero pintar es por lo menos algo que puedes ver
físicamente y trabajar si tienes un poco de talento. La dificultad es mucho mayor cuando
hablamos de aprendizaje a nivel espiritual, tan sutil que a menudo no podemos ver los
cambios en los que estamos trabajando. Los cambios espirituales son generalmente tan
lentos que no puedes ver si estás yendo en la dirección correcta hasta que han pasado
varios años. Los años pasan y se marcan en nuestros rasgos y en nuestra conciencia. Es
posible que después de muchos años de pronto despiertes y digas, “Oh, me he
equivocado de camino”. ¡Con que frecuencia he oído esta historia! Es más sabio tener a
alguien que ha estado en el sendero, que ha llegado hasta el final y que puede decirte
cuál es el camino correcto.
¿Entonces, es “necesario” tener un gurú? Únicamente no es necesario si has venido
a esta encarnación tan avanzado que eres ya tu propio gurú. Recuerda que el propósito
del gurú es hacer de ti tu propio gurú. Él está aquí únicamente para ayudarte y guiarte
hasta el momento en que puedas substituirlo por ti mismo.
No está aquí para continuar manteniéndote como discípulo. Él está para hacerte tan
grande como él o incluso más grande que él. En Dios no existen los celos. Un gurú trata
de hacerte suficientemente fuerte, suficientemente sabio, para ser capaz de pisar firme
por ti mismo, sin ninguna ayuda posterior por su parte.
Algunas veces un discípulo avanza más que su gurú, pero aún así tiene reverencia
por el gurú, sabiendo que éste fue el canal a través del cual Dios vino a él. Tanto es así,
que incluso un alma como Yogananda, que nació ya iluminado, pasó por la relación
gurú-discípulo para mostrar el ejemplo correcto a otras personas. Pero fuera de estos
casos raros, sólo puedo decir esto: No, no necesitas un gurú si no deseas a Dios. Pero si
realmente deseas a Dios y estás empeñado en encontrarlo, entonces necesitas un gurú.
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Cómo encontrar un Gurú
¿Cómo encontrar un gurú? Oí una historia verdadera acerca de un hombre que fue a
las montañas a meditar. Un día, después de muchos años de meditación profunda, salió
fuera para dar un paseo. Cuando volvió a su choza encontró a un hombre en posición de
loto. El hombre le dijo: “He venido a ayudarte”. Se dice que cuando el discípulo está
preparado, el maestro aparece. Por tanto encontramos al gurú desarrollando nuestro
propio amor y buscando a Dios de todo corazón. Pero debemos recordar que Dios es el
gurú –ningún ser humano puede ser un gurú. Dios es el gurú, actúa por delegación a
través de un alma iluminada. Pero un verdadero gurú nunca acepta para sí mismo el
mérito de ser un gurú.
Yogananda nunca aceptó que él era el gurú. Siempre dijo “Dios es el gurú”. Una
vez, en un almuerzo en la Iglesia de Hollywood después del servicio, una mujer le dijo,
“Creo que el Dr. Lewis fue su primer discípulo en América. Yogananda le respondió un
poco severo, “Eso es lo que ellos dicen”. Ella se sorprendió por la respuesta. Entonces
Yogananda le explicó, “Yo nunca les llamo discípulos. Ellos son discípulos de Dios”. El
verdadero gurú siempre concede el mérito a quien realmente le corresponde, a Dios. De
hecho él no tiene ego para aceptar el mérito. Él es consciente de ser un instrumento de
Dios.
Por eso, si quieres encontrar al gurú y tener una verdadera relación con él, recuerda
que sea primero una relación en Dios. No esperes la intensa relación personal que la
gente tiende a mantener con otros seres humanos. Un gurú no aceptará esto.
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Te ayudará en tus meditaciones sentir que tu gurú está sentado dentro de tu cuerpo,
que él está haciendo las prácticas a través de ti. Pregunta mentalmente a tu gurú,
“¿Cómo debería hacer esto? Enséñame”. Si le haces preguntas interiormente con
sintonía, notarás que las respuestas aparecen.
La forma de relacionarte con el gurú es siempre interior, no exterior. Él está
siempre dispuesto a ir a tu columna e intentar elevar la energía. Esto es lo que hace del
Kriya Yoga esa ciencia tan maravillosa. Nos ayuda a interiorizar y elevar la energía por
la columna y magnetizar la columna. Lo que sucede en este caso es bastante literal. Es
un hecho literal que cada pequeño deseo o tendencia que hayamos tenido ha formado un
pequeño vórtice. Toda esa energía interior está destinada a muchas otras cosas.
La influencia del gurú es ese poder dentro de nosotros que nos ayuda a liberar y
elevar la energía interior. Nosotros también tenemos que hacer el esfuerzo del Kriya
Yoga, de la devoción, de otros tipos de yoga, para elevar la energía y dirigirla hacia
arriba, hacia el ojo espiritual. Hasta que alcanzamos la iluminación, la energía del ego
está atrapada en el bulbo raquídeo. Un maestro tiene su ser centrado en el ojo espiritual
y todo él irradia hacia fuera desde ese punto. Cuanto más aprendamos a llevar todas esas
energías hacia arriba por la columna y ofrecerlas en el entrecejo, más creceremos
espiritualmente. El propósito del gurú es ayudarte a hacer esto.
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Un discípulo preguntó una vez a Yogananda “¿Debería pensar en usted como la
Madre Divina?”. El Maestro dijo “Piensa en la Madre Divina”. No quería que la gente
pensara en él como una persona. Quería que se entendiese siempre y sin ninguna duda
que era la Madre Divina, que era Dios, quien estaba actuando a través de él y ésa era su
única autoridad para enseñar: El reconocimiento de que el gurú nunca debe ser personal,
sino siempre impersonal, siempre grandioso, siempre inmenso. Cuando pienses en un
gran maestro, quienquiera que sea, piensa siempre que estás viendo una ventana a través
de la cual se manifiesta Dios.
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