Francisco Cristobal de Toro Zapata

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Número de Ficha 121

Fecha 23/04/1787– 31/01/1791


Archivo de Origen Archivo Histórico de Antioquia (Medellín, Colombia)
Lugar de Producción Antioquia
Titulo Francisco Cristóbal de Toro Zapata: título de escribano público y de
cabildo de la ciudad de Antioquia.
Descriptor Geográfico Antioquia.
Personaje Francisco Cristóbal de Toro Zapata, José de Ezpeleta Galdeano, José
López, Domingo Caicedo, Clemente Robayo.
Descriptor Temático Nombramientos de oficios civiles: escribano público y de cabildo
Referencia Tomo 596. Folios: 1r – 20v
Observaciones -
Transcriptor -
Digitador Lina María Garzón Ocaña

[f 1 r.] Don José de Ezpeleta Galdeano Di Castillo y Prado, del orden de San Juan, mariscal de
campo de los reales ejércitos, virrey, gobernador y capitán general del Nuevo Reino de Granada,
provincias adyacentes, presidente de la Audiencia Pretorial, y Cancillería Real de Santafé de
Bogotá. Superintendente de Real Hacienda y subdelegado de la Renta de Correos en el distrito de
este virreinato etcétera.

Por cuanto en el año pasado de mil setecientos sesenta y siete, se libró por este superior gobierno
título de escribano público y de cabildo, minas y registros de la ciudad de Antioquia en fa [f 1 v.]
vor de don Simón Robledo, en quien se remató por junta de real hacienda, y en su consecuencia lo
sirvió hasta el año de pasado de ochenta y tres, que se declaró por caduco por falta de
confirmación, y en su virtud substanciado el expediente con el señor fiscal se mandó por los
señores de la real audiencia a cuyo cargo estaba el superior gobierno, se procediese a practicar en
dicha ciudad de Antioquia las diligencias de avalúo y pregones del citado oficio de escribano, lo
que así se verificó, y remitidas a dicho tribunal de la real audiencia se pasaron a vista del señor
fiscal quien con su inspección pidió: que mediante ha hallarse evacuadas las previas diligencias, no
hallaba reparo para que se procediese a celebrar el remate del enunciado oficio de escribano
público, y de cabildo minas, y registros de la ciudad de Antioquia, y que fuese [f 2 r.] con previa
citación de los que resultaban en dicho expediente postores a dicho oficio, y en su virtud se señaló
por decreto de siete de septiembre el día once para su celebración.
Y como no fuesen hallados en esta capital los postores ni sus poderes, sino solo el de don Nicolás
de Lara y no el de don Antonio Martínez, y don Cristóbal de Toro, según consta de la certificación
por el escribano receptor de turno en el citado día once de septiembre de ochenta y seis, se
suspendió su ejecución, hasta que por el procurador Clemente Robayo se ocurrió con presentación
de poder bastante a nombre de don Francisco Cristóbal de Toro y Zapata, pidiendo se le tuviese
por parte en el remate del memorando oficio de escribano, [f 2 v.] mediante a que su parte tenía
hacha postura a él en Antioquia; y habiéndose por parte se presentó el procurador Luis de Ovalle
por la parte de don Nicolás de Lara pidiendo se señalase día para el remate del dicho oficio de
escribano, y citadas las partes, sin embargo de no ser hallado el poder de don José Antonio
Martínez uno de los postores, como consta de la razón puesta por el escribano receptor se pasó el
expediente a junta de real hacienda en donde se procedió al remate siguiente.

Remate:

En la ciudad de Santafé, a veinte y tres de abril de mil setecientos ochenta y siete años.
Congregados a junta de real hacienda, en la pieza principal de las reales cajas matrices de ella, a
saber los señores doctor don José Mesia y Caicedo, oidor y alcalde de corte, juez de Almonedas,
don Estanislao Joaquín Andino fiscal de lo civil en la audiencia, y [f 2 r.] cancillería real del reino;
doctor don Francisco de Vergara, contador mayor, regente del tribunal de real audiencia de
cuentas, don Manuel Revilla, y don Rafael Vicente García contador y tesorero, oficiales reales
propietarios de las enunciadas cajas, como día señalado para la celebración del remate del oficio
de escribano público y de cabildo de la ciudad de Antioquia, obtuvo, y fue de don Simón Robledo,
y hecho relación del expediente resulta: que habiéndose recogido los títulos e instrumentos de tal
escribano al citado Robledo, por auto que proveyó el señor oidor subdecano de esta real audiencia
y visitador general de la ciudad, y provincia de Antioquia don Juan Antonio Mon, Velarde; con
fecha tres de octubre de mil sete [f 3 v.] cientos ochenta y cinco, por no haber obtenido la
confirmación del prenotado oficio, ni sacado el fíat de escribano real como a este mismo tiempo
se hallase el asunto pendiente ante la superioridad de su excelencia a donde se ocurrió por parte
del dicho Robledo por la anterior suspensión, que por las mismas causas le habían notificado los
oficiales reales de aquella ciudad.
Dicho señor oidor, dio cuenta a su alteza con el expediente, en cuyo superior tribunal paraba dicha
causa por la apelación, que por parte del enunciado Robledo se interpuso para esta real audiencia
del auto pronunciado por este superior gobierno con fecha veinte y nueve de ochenta y tres, por
el que se aprueba el auto de once de noviembre del año ochenta y dos proveído por oficiales de
Antioquia, de que se dio vista al señor fiscal, y con lo que expuso su ministerio, por [f 4 r.] auto de
este superior gobierno de nueve de mayo de ochenta y seis, se mandó que mediante a estar
ejecutoriada por esta real audiencia la caducidad del citado oficio se librase despacho dirigido al
señor oidor juez visitador de aquella provincia don Juan Antonio Mon, y Velarde para que diera las
providencias, a fin de que se avaluase, y pregonase dicho oficio, y remitiera las diligencias a esta
junta de Almonedas, con citación de los que resultasen postores, para que en ella se verificara el
remate en la conformidad, que se había ejecutado con los demás oficios vendibles, y renunciables
de aquella provincia, e interin se pregonara igualmente en esta ciudad, lo que así se verificó.

De las diligencias practicadas en la de Antioquia, consta hallarse avaluado dicho oficio en


seiscientos castellanos de oro, que corresponden a [f 4 v.] mil doscientos pesos de plata, y que en
su consecuencia hicieron a él postura, don Cristóbal de Toro Zapata, en quinientos cincuenta
castellanos: don José Antonio Martínez en seiscientos diez, y don Nicolás de Lara en diez
castellanos más, y el primero con las siguientes condiciones: que la cantidad ofrecida la había de
pagar en tres años; que hubiese de correr desde el día del remate y que habiéndola satisfecho
íntegramente, y cumplido por su parte con entregar el testimonio del título y pagar el correo al
oficio real que fuere o al señor fiscal para que conforme a lo mandado por su majestad en la
última real cédula, se pidiese la confirmación no se había de considerar vaco dicho oficio, aún en
caso de no conseguirse, por no estar de su parte.

En vista de todo con lo expuesto por el ministerio del señor fiscal, se señaló para su remate el once
del corriente, que no tuvo efecto a causa de no haberse encontrado poder entre los procuradores
de don Cristóbal [f 5 r.] de Toro, ni de don José Antonio Martínez, y como consecutivamente el
procurador Clemente Robayo se presentase con poder bastante del insinuado don Francisco
Cristóbal de Toro Zapata pidiendo se le tuviese por parte, y lo mismo Luis de Ovalle, también
procurador del número de esta real audiencia a nombre del otro postor don Nicolás de Lara, se
hubieron por presentados los citados poderes, y se mandó que poniéndose razón de no
encontrarse poder del referido Martínez se pasaren los autos con citación de las demás partes a la
junta de Almonedas para el remate asignándose hoy día de la fecha. Y habiéndose evacuado lo
prevenido, con noticia del señor fiscal se trajeron los autos a la junta, en la que impuestos los
señores de cuanto viene expuesto mandaron pregonar la postura de don Nicolás de Lara por ser [f
5 v.] la más ventajosa.

En cuya observancia yo el infraescripto escribano de su majestad, e interino de gobierno, hice


decir por voz del pregonero público en altas, e inteligibles voces: seiscientos veinte castellanos de
oro dan por el oficio de escribano público de cabildo de la ciudad de Antioquia pagaderos por
tercias partes, con calidad de afianzar a satisfacción de aquel cabildo, y pagar en aquellas cajas así
del total del remate, como al contado lo que importe los reales derechos de media Annata, y
demás que corresponda, bajo las capitulaciones con que se halla admitida la postura, quien quiera
mejorarla parezca se le admitirá, que se ha de rematar en quien más diere. En este estado el
procurador apoderado de don Cristóbal de Toro adelantó diez castellanos más, pregonada esta
puja alternativamente la fueron mejorando de cinco, en cinco, y diez, en diez castellanos, hasta la
cantidad de un mil ciento y diez, que con otros cinco que le aumen [f 6 r.] tó el citado procurador
Clemente Robayo llegó a mil ciento y quince castellanos; y porque no hubo quien adelantara más,
aunque se pregonó por repetidas veces, mandaron los señores de esta junta apercibir de remate,
lo que así ejecutado se procedió a él en la forma ordinaria.

Y habiéndose dado los tres pregones acostumbrados del mismo tenor sin más diferencia, que la de
añadir en el primero a la una, en el segundo a las dos, y en el tercero a la tercera, que buena, que
buena, y que buena pro le haga al sujeto, que en dicha cantidad le tiene puesto, con lo cual se
concluyó este acto y remate, y quedó verificado el del memorando oficio público y de cabildo de la
ciudad de Antioquia en favor del dicho don Francisco Cristóbal de Toro Zapata, por la cantidad de
mil ciento quince castellanos de oro, a pagarlos por tercias partes en las cajas de Antioquia, y
satisfacer allí mismo al contado el real derecho de media Annata, ajustándose conforme al real
arancel: En cuya [f 6 v.] virtud estando presente el mencionado procurador Clemente Robayo a
nombre de su parte don Francisco Cristóbal de Toro Zapata aceptó este remate, en los términos
que viene fecha, y juró por Dios Nuestro Señor y una señal de Cruz cumplir con su tenor, y no
llamarse a engaño, ni lesión enorme ni enormísima.
Con lo cual se concluyó este acto, y remate, que los señores rubrican, y dicho procurador Robayo
firma por ante mí el referido escribano de que certifico, y doy fe. Esta rubricado. Clemente
Robayo. Ante mí. José de Rojas escribano de su majestad. En cuya consecuencia para hacer
constar tener cumplido con el preciso requisito de afianzar en las reales cajas de Antioquia la
citada cantidad de su remate, el referido don Francisco [f 7 r.] Cristóbal de Toro Zapata se
presentó en aquellos reales oficios para que se le admitiesen los fiadores que presentaba para la
seguridad de los un mil ciento y quince castellanos de oro pertenecientes a su majestad valor del
oficio de escribano público de cabildo que se le remató en la propiedad en esta capital. Y habido
por presentado se le dio por los oficiales reales interinos de Antioquia la certificación siguiente.

Certificación:

Don José Joaquín de Otero y Cossio, y don Juan Esteban Martínez tesorero, y contador oficiales
reales en depósito de estas cajas etcétera. Certificamos: que en el expediente en que se declaró
por vaco el oficio de escribano público de cabildo de esta ciudad, y a que en su consecuencia hizo
postura don Cristóbal de Toro vecino de ella ofreciendo afianzar a satisfacción de estos reales
oficios, lo que habiendo ejecutado para seguridad de la cantidad en que se le rematase, y por el
derecho de media Annata y demás a él correspondientes, dio por sus fia [f 7 v.] dores a don
Nicolás Martínez, a don Gregorio Martínez, don Pedro Ruiz, don Enrique de Villa, Manuel Antonio
de Aguirre, don Juan Esteban de Vargas, y don Ignacio de Vargas los que siendo de nuestra
satisfacción por su conocido abono (a excepción de Manuel Antonio Aguirre por haber muerto) se
admitieron, y los admitimos como tales fiadores y principales pagadores de mancomún é
insolidum, como consta que así le ofrecieron ejecutarlo en dicho expediente. Y para los efectos
que puedan convenir a la parte firmamos la presente en esta real contaduría de Antioquia a siete
de septiembre de mil setecientos ochenta y siete años. José Joaquín de Otero Cosio. Juan Esteban
Martínez. Fui presente. Miguel de Palacios. Escribano público [f 8 r.] del número=

Con cuyo documento se presentó en esta real audiencia a cuyo cargo estaba el superior gobierno,
Clemente Robayo a nombre del expresado don Francisco Cristóbal de Toro Zapata pidiendo que
mediante al citado documento que acompañaba se librase en su atención, el título de tal
escribano público y de cabildo; y en su vista se mandó agregar a los autos de su asunto, y que
ocurriese a la Superintendencia General para la expedición del título que se solicitaba; y hecha
saber la providencia, el procurador Clemente Robayo ocurrió a la ciudad de Cartagena imperando
la gracia, y aprobación del remate por el excelentísimo señor virrey don Antonio Caballero, y
Góngora, y que en su vista se le librase por su superioridad el correspondiente título, y mandado
pasar el expediente al señor fiscal interino, quien con su inspección halló no estar avaluado el
citado oficio de escribano, como se había prevenido a oficiales reales de Antioquia, e igualmente
no haberse satisfecho el real derecho de media Annata, [f 8 v.] servicio pecuniario, y demás
anexos, y el no haber calificado su legitimidad, e idoneidad el memorado rematador don Francisco
Cristóbal de Toro Zapata, por lo que no le consideraba digno de que sin estos formales requisitos,
se le franquease el título que por su parte se solicitaba hasta no hacer constar haber cumplido con
los tres reparos expuestos para lo que por aquel ministerio así se pidió se hiciese saber al referido
rematador Toro Zapata por el ministerio del señor visitador de la dicha provincia de Antioquia don
Juan Antonio Mon y Velarde oidor de esta real audiencia.

Lo que así se mandó por decreto de primero de diciembre del citado año de ochenta y siete, y
fecha, pasados los autos a dicho señor ministro visitador [f 9 r.] proveyó se pasasen dichos autos a
la junta de real hacienda de Antioquia para que se procediese al avalúo del renombrado oficio de
escribano público y de cabildo de aquella ciudad rematado en el dicho Toro Zapata, y que este
interesado cumpliese con el requisito debido de presentar la información de su calidad, idoneidad,
y buena conducta con el escritura de fianza, y razón de tener satisfechos los reales derechos de
media Annata y demás de su cargo. En cuya junta visto el expediente, por ella se nombraron
facultativos que practicasen el avalúo, y en su consecuencia en quince de enero de ochenta y ocho
fueron de parecer los don nombrados peritos, que el supradicho oficio de escribano público y de
cabildo de Antioquia podría valer la cantidad de seiscientos pesos castellanos de oro en polvo, y no
más. Y en su seguimiento por la citada junta se proveyó en cuatro de junio del dicho año de
ochenta y ocho; que mediante a estar evacua [f 9 v.] da la diligencia de avalúo, se procediese a
hacer saber el renombrado don Francisco Cristóbal de Toro Zapata, que dentro de tercero día, sin
más plazo ni dilación cumpliese con lo mandado, en cuanto a la exhibición de la media Annata y
demás derechos de su cargo, otorgando así mismo la escritura de fianza del oficio rematado, y
presentando la certificación = comprobante de su calidad, e idoneidad, y hecha saber la
providencia al dicho Toro Zapata, en su cumplimiento hizo constar ser de calidad, idoneidad, y
suficiente habilidad para el desempeño y obtención de dicho oficio de escribano mediante haber
obtenido en aquel cabildo de Antioquia los empleos de alcalde de la Hermandad, y de procurador
general.

Con el [f 10 r.] cual documento se presentó en aquella junta el relatado Toro Zapata, pidiendo por
su escrito con que le acompañó, que en atención a no hallarse en posesión del expresado oficio de
escribano, no se le debía cobrar el tercio cumplido, ni menos pagar la media Annata, y demás
derechos a que era obligado, por el defecto de no estar avaluado el dicho oficio de escribano, y no
hallándose por suficiente esta razón por aquella junta se mandó que el retocado Toro Zapata
cumpla inmediatamente con la exhibición de la cantidad del primer tercio y derecho de media
Annata, y hechose saber al interesado, este instó sobre el no poder satisfacer respecto a no tener
título de tal escribano.

Y consultadose sobre el asunto al señor oidor juez visitador de aquella provincia, no halló por
suficientes las razones alegadas, y devueltos los autos a la expresada junta, por esta se procedió a
proveer por auto de veinte y tres [f 10 v.] de junio de dicho año de ochenta y ocho, que respecto, a
que por el señor oidor visitador, no se resolvió cosa alguna a la consulta hecha sobre esta materia,
desde luego se le notificase al rematador Toro Zapata enterase las cantidades a que era obligado
otorgando la competente escritura de fianza, no teniéndose por suficiente la certificación
presentada en cuanto a la idoneidad, calidad y habilidad; lo que hecho saber al interesado, como
este no cumpliese con su tenor, se procedió al arresto de su persona, y embargo de sus bienes
para hacer asequible el entero que se le tenía, mandado hacer por decretos de primero de enero,
y cuatro de junio de ochenta y ocho en obedecimiento del primero de diciembre de ochenta y
siete a instancia del señor fiscal interino de Cartagena, y practicadas las diligencias de secuestro de
bienes, con [f 11 r.] lo más que consta de los autos que sobre la dicha prisión, y embargo se
actuaron; y conclusas que fueron, para hacer constar en esta superioridad tener cumplido con lo
que era de cargo del expresado don Francisco Cristóbal de Toro Zapata, su procurador Clemente
Robayo a su nombre se ha presentado con el documento, y escrito cuyo tenor uno en pos de otro
a la letra es como sigue =

Documento:

Donn Juan José de Lora, y Nuno, y don Antonio José de La Fuente, tesorero, y contador oficiales
reales en depósito de las cajas de esta provincia de Antioquia =
Certificamos: que según parece del expediente, que a pedimento de don Francisco Cristóbal de
Toro Zapata sobre postura que hizo a la escribanía de cabildo que se le remató en la real junta de
Almonedas de la ciudad de Santafé en cantidad de mil [f 11 v.] ciento y quince castellanos: consta
haberse reparado por el señor fiscal interino de su majestad en su vista de veinte y ocho de
noviembre del año pasado de ochenta y siete no haberse evacuado la reserva que esta real junta
de hacienda hizo en decreto de veinte de junio de ochenta y seis de avaluar este oficio, sin
embargo del que se había practicado por los peritos que se nombraron. Igualmente el no haberse
satisfecho el real decreto de media Annata, y los demás anexos, ni extendidose la escritura de
fianza, y puestase de ella testimonio en arcas reales, como también no haber calificado su persona
el pretendiente, haciendo constar su idoneidad, calidad y buena conducta para el desempeño del
oficio: Los cuales reparos aprobados por la superioridad del excelentísimo señor virrey de este
reino por su decreto de primero de diciembre de ochenta y siete, se mandó se hiciese [f 12 r.]en
todo como parecía al señor fiscal, y para su práctica se mandó remitir el expediente al señor oidor
visitador de esta provincia, y su señoría en vista de él, por su decreto de primero de enero del
corriente año, mandó se pasaran los autos a la junta de real hacienda de esta capital, para que se
evacuasen, y subsanasen los defectos que se habían notado por el citado señor fiscal, y que fecho
todo se le franquease certificación al pretendiente, para que con ella ocurriese al superior
gobierno en solicitud del título, cuyos decretos obedecidos que fueron por esta real junta se
mandaron practicar las diligencias, que vienen ya relacionadas, por otro que proveyeron en siete
de enero, el que hecho saber al pretendiente ofreció cumplirlo en los términos, que se le
prevenían.

Y habiéndose diferido su cumplimien [f 12 v.] to por la morosidad de la parte se le impulsó por


otro de cuatro de junio, que dentro de tercero día exhibiese la cantidad de setenta y siete pesos, y
tres tomines del derecho de media Annata, diez y ocho por ciento de conducción, y cuatro por
ciento del servicio pecuniario, todo incluso en la citada cantidad; y que respecto a que se había
cumplido ya el primer tercio, por haber sido calidad, y condición de su postura, que desde el día en
que se verificase en él, el remate había de empezarle a correr el término, y habiéndose este
ejecutado en veinte y tres de abril del año pasado de ochenta y siete, y cumpliéndose en otro tal
día del corriente año, se le mandó igualmente exhibir trescientos setenta y un castellanos cinco
tomines y cuatro granos, como tercera parte de los mil ciento y quince, que importó el remate
apercibido a ejecución y aunque en el mismo día se le hizo saber [f 13 r.] no la cumplió, ofreciendo
hablar por escrito, y habiéndolo ejecutado alegó largamente, no debérsele obligar a el pago del
primer tercio por no estar posesionado del tal oficio, protestando haber sido equivocada aquella
condición, que debía entenderse desde la posesión, y no desde el día del remate, y proveído que
fue en catorce de junio se mandó, que en atención a habérsele pasado el término, que se le tenía
señalado exhibiese las cantidades que vienen arriba relacionadas dentro de veinte y cuatro horas,
por no haberse estimado por justos, ni fundados los motivos que alegaba para indemnizarse de tal
exhibición, la que no habiendo cumplido se presentó nuevamente pidiendo se consultase al señor
oidor visitador se debía, a no ser obligado a el pago del primer tercio, sin habérsele librado
siquiera el título.

Y [f 13 v.] habiéndose accedido por decreto de diez y nueve de junio a su solicitud, se le pasó el
expediente al referido señor oidor, y en su vista expuso su señoría por su decreto de veinte y tres
del mismo mes, que se hacía extrañable la culposa retardación en cumplir lo mandado, y que los
oficiales reales por su ministerio tenían todas las necesarias facultades para proceder a el cobro de
los derechos del erario, debiendo hacer exequible lo que constase del remate, y lo demás
prevenido por el superior decreto de su excelencia en conformidad de lo pedido por el señor fiscal.
Y devuelto el expediente en el mismo día a esta real oficina, se proveyó en la misma fecha se le
notificase al pretendiente que pagase sin replica, ni excusa alguna; y que al mismo tiempo se
otorgase la escritura de fianza, y se pasase testimonio de ella a la real caxa, y no habiéndolo
cumplido con todo, se proveyó a los veinte y siete días del mismo mes, que de no [f 14 r.] exhibir
las cantidades, que se le tenían mandadas en el acta de la notificación, se procediese al arresto de
su persona, y secuestro de sus bienes con situación de sus fiadores.

Y porque no las exhibió se procedió al siguiente día a hacer embargo de sus bienes, y reparando lo
exiguo de ellos se trabó ejecución contra los fiadores, sin perjuicio de la subasta, que de ellos se
debía hacer; quienes en su cumplimiento, y pasados los días, que se ocuparon en notificaciones
exhibieron en siete, ocho y once de julio la cantidad de trecientos y veinte castellanos, seis
tomines y tres granos. Y estándose pregonando los bienes del referido don Cristóbal se hizo
postura por don José Pichardo a un esclavo de los mismos bienes por la cantidad de ciento y veinte
pesos, y admitido con citación del principal deudor, verificó el citado don Cris [f 14 v.] tobal de
Toro en veinte y uno de agosto el último entero de ciento veinte y ocho castellanos dos tomines y
ocho granos que faltaban para el complemento de los cuatrocientos cuarenta y nueve pesos, y
cuatro granos, que importaba el total que se le había mandado exhibir, correspondiente a media
Annata, y tercio de su oficio. Con lo cual, y habiendo cumplido igualmente con otorgar la escritura
de fianza pasándose de ella testimonio a estas cajas, y haber presentado la información de
idoneidad, calidad y buena conducta, todo conforme a lo prevenido por la superioridad, y
evacuadose así mismo la reserva de la valuación de tal oficio conformándose la junta en el precio
de seiscientos castellanos en que había sido avaluado, se le dio por libre de la prisión en que
estaba, y por desembargados sus bienes.

En cuya conformidad, y por resultar así del citado expediente a que nos remitimos [f 15 r.] lo
certificamos y damos la presente en esta real contaduría de Antioquia a treinta y uno de agosto de
mil setecientos ochenta y ocho años = Juan José de Lora y Nuno = Antonio José de la Fuente =

Escrito:

Excelentísimo Señor = Clemente Robayo, por don Cristóbal de Toro Zapata, escribano de cabildo
de la ciudad de Antioquia en los autos sobre la renta del tal oficio su estado supuesto, y el último
proveído de vuestra excelencia de diez y siete de noviembre de ochenta y ocho, como más haya
lugar en derecho digo: que habiéndose mandado por vuestra excelencia se trajesen los autos
originales para proveer según pidió el señor fiscal sobre el título que debía librársele, si constase
de ellos haber cumplido con el pago de la media Annata, servicio pecuniario a información de su
idoneidad, y para proveer así [f 15 v.] mismo sobre la queja, que desde Antioquia dio mi parte a
vuestra excelencia contra los oficiales reales interinos, porque mal entendiendo los términos de su
postura lo habían violentado a pagarla fuera de tiempo, a estos fines en consecuencia de lo
mandado por vuestra excelencia hago exhibición a su nombre de los citados autos, y en atención a
que de ellos consta, que con efecto ha cumplido con los requisitos mandados, para que desde
luego se le libre el título, no menos que la enunciada violencia con que oficiales reales le hicieron
exhibir el primer tercio, y si no se les contiene le harán igualmente fuera de tiempo exhibir los
siguientes: se ha de servir la justificación de vuestra excelencia proveérsele libre luego el título de
la tal escribanía y declarar que debiéndose entender su postura en términos hábiles, debe
entenderse [f 16 r.] la obligación de su pago desde el día, que tome posesión de la tal escribanía, o
a lo menos desde cuando pueda considerársele verdaderamente rematado porque se halle el
remate aprobado por vuestra excelencia con la entrega del título, y por la real audiencia con la
aprobación de su examen, y señalamiento del signo, a cuyo fin reproduzco los escritos que mi
parte remitió con su queja desde Antioquia.

Ya para todo pido, que según lo mandado por la última providencia de vuestra excelencia se pase
este con los de la materia al señor fiscal = A vuestra excelencia suplico, que habiendo por
presentados los tales autos así lo haga, que es justicia, que pido, juro lo necesario etcétera.
Clemente Robayo = Y en consecuencia pasado el expediente a el señor fiscal, y en su vista expuso
lo que sigue=

Vista del señor procurador:

Excelentísimo señor = El fiscal dice: que se hallan evacuadas las diligencias, que se echaron menos
por el señor fiscal interino, y se mandaron practicar por auto dado en Car [f 16 v.] tagena en
primero de diciembre de ochenta y siete, desde cuyo tiempo considera el fiscal deber el término
de los enteros de las cantidades, en que se verificó el remate, y mediante a constar haber
entregado en reales cajas lo correspondiente a dicho remate, no se encuentra reparo en que
vuestra excelencia se sirva mandar se le expida el título de escribano, que pide. Santafé y marzo
primero de mil setecientos y noventa = Andino = En cuya inteligencia pedidos los autos con su
conocimiento tuve a bien proveer con dictamen del señor don Marcos Antonio Sarralde del
Concejo de su majestad, su oidor honorario de esta real audiencia con antigüedad, y asesor
general del virreinato el decreto del tenor siguiente =

Decreto:

Santafé y [f 17 r.] marzo seis de mil setecientos y noventa = Líbrese a esta parte el título en la
forma ordinaria, y se declara, que la obligación a la paga empezó a correr desde diciembre de mil
setecientos ochenta y siete, mediante a lo que produce el expediente, y comuníquese así a
oficiales reales de Antioquia = hay dos rúbricas = Caicedo = Por tanto acordé librar, y libro el
presente, y por él en atención a tener cumplido el rematador con el entero del real derecho de
media Annata, y demás de su cargo, y haber afianzado a satisfacción de la junta de real hacienda
de la ciudad de Antioquia, el importe del oficio de escribano público y de cabildo de dicha ciudad,
según lo ha hecho constar por la certificación inserta, desde luego en nombre del rey nuestro
señor (que Dios guarde) y en virtud de sus facultades y reales poderes que suyos tengo he venido
en aprobar, como apruebo el remate del oficio de escribano públi [f 17 v.] co, y de cabildo, minas,
y registros, de la ciudad de Antioquia, celebrado en favor de don Francisco Cristóbal de Toro
Zapata en la cantidad de mil ciento, y quince castellanos de oro, con las condiciones que de él
constan, y en su consecuencia le elijo, deputo y nombro por tal escribano para que lo use, sirva y
ejerza en todos los casos y cosas, que a él son anexas incidentes, concernientes y dependientes, y
de la manera y forma que lo hayan usado servido y ejercido sus antecesores, y como lo usan,
sirven y ejercen los escribanos de las demás ciudades, villas y lugares del distrito de este
virreinato, actuando en todos los asuntos, causas y negocios del cabildo, minas, visitas y registros
de la expresada ciudad de Antioquia, sin que los jueces a quienes corresponda, puedan actuar [f
18 r.] con otro escribano, y como que también lo es público se harán ante él todas las causas
civiles, ejecutivas, mixtas así de partes como de oficio que tocaren y pertenecieren a su escribanía,
o radicaren y tomaren primario consentimiento de ellas en lo sucesivo, y las partes otorgaron ante
él todos los instrumentos y contratos públicos que se les ofrecieren, sean de la especie y
naturaleza que se fueren.

Y mando que a todo cuanto se actuare y otorgare por ante el dicho don Francisco Cristóbal de
Toro Zapata, a los tales instrumentos que así otorgaren las partes, estando con los requisitos
necesarios y prevenidos por ley, se les dé entera fe y crédito, tanto a los originales como a los
testimonios firmados y signados de su puño y letra judicial y extrajudicialmente, y valgan como
cartas hechas ante quien tiene fe pública.

Pero no autorizará instrumento, o contrato de los prohibidos [f 18 v.] por derecho, so las penas
establecidas por él. Y por razón de dicho oficio llevará, percibirá y cobrará todos los salarios, gajes
y emolumentos que devengare, y legítimamente devengare en las actuaciones, arreglado al real
arancel, práctica y costumbre sin llevar ni tirar algunos al real fisco, pobres de solemnidad,
religiones y personas exentas. Y para entrar a gozar de todo lo que viene prevenido, ha de ocurrir
ante todas cosas a la real audiencia de este reino a sufrir el examen, hacer el juramento que le
corresponde, y pedir el señalamiento de signo de que ha de usar.

En cuya virtud ordeno y mando al gobernador, cabildo, justicia, y regimiento de la mencionada


ciudad de Antioquia, que presentándose con este título el dicho Toro Zapata, y hacien [f 19 r.] do
constar estar examinado y aprobado para ejercer dicho empleo, inmediatamente estando en la
sala de su ayuntamiento le recibirá el juramento que debe hacer, de usar bien y fielmente del
oficio de escribano, y de guardar las leyes y ordenanzas que le competen, y le pondrán en
posesión bastante de él, y admitirán al uso y ejercicio con entrega formal de los archivos y papeles,
que han de ser de su cargo, lo que fecho le tendrán y harán tener por tal escribano público y de
cabildo, minas, visitas, y registros de dicha ciudad de Antioquia, guardándole y haciéndole guardar
todos los fueros, privilegios, prerrogativas, y excepciones que por derecho debe haber y gozar, y le
deben ser guardadas, todo bien y cumplidamente, sin hacer cosa en contrario bajo la pena de
quinientos pesos aplicados en la forma ordinaria.

Pues yo por el presente le doy poder, y [f 19 v.] facultad para que use, sirva y ejerza el mencionado
oficio de escribano, con la calidad de no poder gravar ni hipotecar ni empeñar el citado oficio de
escribano que se le ha rematado en propiedad en manera alguna, según lo prevenido en la real
cédula expedida en San Lorenzo el Real, a veinte y tres de octubre del año pasado de mil
setecientos ochenta y siete, que previene que los oficios vendibles y renunciables no se puedan
empeñar, ni hipotecar y siendo el presente de la clase dicha así lo tendrá entendido el rematador
Toro Zapata, para su puntual observancia y la de ocurrir a sacar los testimonios para impetrar la
real confirmación de su majestad, dentro del término legal, con apercibimiento que de [f 20 r.] no
verificarlo así le parará el perjuicio que haya lugar, declarándosele por su morosidad, en caso de
no cumplir con lo que se le ordena por caduco.

Todo lo cual así lo tendrá entendido el referido don Francisco Cristóbal de Toro Zapata, y lo
tendrán entendido el gobernador de aquella provincia, cabildo, justicia y regimiento de la ciudad
de Antioquia, para su cumplimiento de cuanto viene relacionado. De este título se tomará razón
en el tribunal mayor de real audiencia de cuentas de las de este reino, en las cajas reales de
Antioquia, y demás partes que convengan, copiándose a la letra en los libros de aquel
ayuntamiento para su constancia. Que para todo lo doy firmado de mi mano, sellado con el sello
de mis armas, y refrendado del infrascripto escri [f 20 v.] bano mayor de gobernación de este reino
en la ciudad de Santafé de Bogotá a veinte y cuatro de marzo de mil setecientos y noventa años =

F. José de Ezpeleta

Tribunal mayor de cuentas y abril 30 de 1790


Tomose razón en el libro respectivo

Martínez

Tomose razón en el correspondiente libro a fojas 11. Santa Fe

4 de mayo de 1790

José López Por mandado de su excelencia

Duro Domingo Caicedo

Queda tomada razón de este título en el libro tomas de razón de esta contaduría el f.11

Antioquia y enero 31 de 1791. Visadias

Título de aprobación del oficio de escribano público y de cabildo minas, visitas, y registros de la
ciudad de Antioquia en favor de don Francisco Cristóbal de Toro Zapata en quien se le remató por
la cantidad de 1115 castellanos de oro en junta de real hacienda de esta capital.

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