U3 2 - Edificio Diario "La Prensa"
U3 2 - Edificio Diario "La Prensa"
U3 2 - Edificio Diario "La Prensa"
Análisis de Forma
La obra
La fachada posee dos ejes compositivos principales los cuales determinan sus tres partes:
basamento, desarrollo y remate; en esta, es posible reconocer un eje de simetría total,
haciendo de la fachada mucho más armoniosa.
Podemos decir que ésta, también, se compone a partir de tres módulos, el central, de
mayor tamaño, más voluminoso, que alberga al ingreso principal y es rematado con La
Farola, y otros dos módulos laterales iguales entre ellos.
La Farola
En el frente, una farola de bronce dorado de 5,50 metros de altura y 4.100 kilos
corona la torre. Se trata de la figura de una mujer que representa a la diosa de la
sabiduría Palas Atenea. La diosa Palas Atenea sostiene en su mano derecha una
antorcha, elevándose como iluminando el camino. La iluminación se llevó a cabo
de forma eléctrica. El uso de la electricidad en la obra, resultaba de gran
modernidad para finales del siglo XIX. En su mano izquierda lleva un periódico de
proclama. La figura se encuentra parada sobre un globo terráqueo. Representa la
revelación de la palabra a través del mundo.
La Sirena
Era común, en la época de construcción del edificio, que se anunciaran las noticias
importantes con bombas de estruendo. El 29 de julio de 1900 el diario La Prensa
incorporaba la novedad de anunciarlas mediante el uso de su sirena. Sonó por primera vez
el 27 de julio de 1900, cuando asesinaron al rey Humberto I de Italia. Con ella se anunciaron
otros grandes acontecimientos, como la llegada del hombre a la Luna, en 1969, la obtención
de parte de la Argentina del Campeonato Mundial de Fútbol de 1978, el desembarco
argentino en las Islas Malvinas, el 2 de abril de 1982, el paso del Papa Juan Pablo II, y el
regreso de la democracia con la asunción del presidente Raúl Alfonsín, en 1983. El 19 de
marzo de 2013, a las 12:00, la sirena sonó en conjunto con todas las campanas del país
para celebrar la asunción del Papa Francisco.
El reloj
Herrería y ascensores
Ubicación y entorno
Análisis de Extraforma
La obra duró 3 años, entre 1894 y 1897. La inauguración se llevó a cabo el 5 de diciembre
del año 1898. El diseño fue encargado en París por el fundador del diario, y fue modificado
y terminado en Buenos Aires por el ingeniero Carlos Agote y el arquitecto Alberto Gianza,
egresados de de L´Ecole des Arts et Manufactures de la ciudad francesa donde Paz realizó
el encargo.
El cálculo y la ejecución de la estructura fueron realizados en París; en su construcción y
diseño interior intervinieron las más prestigiosas firmas francesas (ingeniería, fundación,
relojería, mosaicos y pizarras), norteamericanas (ascensores) y suizas (calefacción). Se
optó por la utilización de estructura metálica, una nueva incorporación de la arquitectura
francesa.
Este edificio es uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura academicista -de
inspiración francesa- construida en Buenos Aires. Es un valioso ejemplo de los proyectados
hacia los años finales del siglo XIX, basados en los principios estilísticos impartidos por la
L'Ecole des Beaux Arts (Escuela de Bellas Artes) de París.
Agote también estuvo a cargo del Palacio Paz (1), un edificio residencial que el mismo
comitente, José C. Paz, encargó para que albergara a su familia. El Palacio, a pedido de
Paz, respetaba los cánones de la arquitectura academicista parisina, al igual que el edificio
que era sede de su diario.
La sociedad Gainza y Agote fue preferida por los aristócratas argentinos, y su estilismo se
basó en la escuela francesa, ya que a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX era
considerada acorde a edificios para la clase alta. Estos proyectistas fueron los encargados
de llevar a cabo una de las sedes del Club Progreso (2), un club de caballeros destinado a
la alta sociedad. El Club se ubicó a sólo una cuadra del Diario La Prensa y se pueden
reconocer similitudes en la disposición de su fachada. Entre sus obras también se destaca
la vivienda unifamiliar proyectada para el profesional Federico Leloir (3), caracterizada
nuevamente por poseer el estilo de L'Ecole des Beaux Arts.
Haciendo referencia al edificio del Diario, entre los
elementos que componen el frente del edificio se
destacan: el balcón unificado sobre el que apoyan
faroles eléctricos, el reloj, y especialmente la
monumental farola con su figura femenina que se
constituye, desde los primeros años del siglo, un
signo de identidad tanto de la Avenida como de la
ciudad. Esta farola, una estatua de representación
alegórica al periodismo.
El edificio llegó a ser considerado uno de los más importantes del mundo. Durante el primer
gobierno de Juan Domingo Perón (1946-1952) el diario se confiscó debido a su carácter
opositor; el edificio fue comprado a medias por la Confederación General de Trabajo (CGT)
y el Sindicato de Vendedores de Diarios. En 1956, tras el Golpe de Estado de 1955 que
terminó con el gobierno peronista, fue reintegrado a la familia Paz y logró retomar sus
actividades hasta 1992, aunque la cantidad de lectores fieles había disminuido
notablemente. En 1993, la familia Paz vendió el inmueble al Banco Ciudad y éste, a su vez,
decidió alquilarlo con opción a compra, a la Municipalidad, hoy Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires. Desde ese entonces es allí donde funciona la Casa de la Cultura.
Interpretaciones
Interpretación de Forma
Interpretación de Extraforma
El edificio surge ante el crecimiento del diario “La Prensa” de José C. Paz. El comitente, con
la idea de obtener una sede prestigiosa acorde a la situación que atravesaba el diario, se
encargó de obtener los mejores diseños y de llegar a los mejores proyectistas. Así, no solo
se construyó un edificio de importancia para la empresa, sino que la obra pasó a ser un
símbolo de identidad para la Avenida de Mayo y también para la Ciudad de Buenos Aires.
Interpretación Final
Podemos entender al edificio como una obra referente de la alta sociedad argentina, que
nutrió al patrimonio arquitectónico de la ciudad y que hasta el día de hoy es considerada un
símbolo fundamental ya que sin dudas colaboró con la mejora del nivel edilicio de Buenos
Aires y la posición de la ciudad.