La Preservación de Los Santos

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La preservación de los santos o perseverancia de los santos


A la luz de la revelación de Dios, podemos definir la doctrina de la perseverancia de los santos de la siguiente manera:
“Los que verdaderamente han nacido de nuevo serán preservados por el poder de Dios hasta el final. Y los que así
perseveran dan evidencia de que ciertamente fueron regenerados por Dios (nacieron de nuevo)”.

ROMANOS 5:1 (justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo)

“Justificados pues” (v. 1) se refiere a la fundación que Pablo estableció en capítulos 1-4 – que nadie es justo (3:9-20)
– pero somos justificados gratuitamente por la gracia de Dios (3:24) – una realidad proporcionada por fe (4:13-25).

“Justificados (dikaiothentes) pues por la fe” (v. 1). Dikaiothentes es un tiempo compuesto, que indica una acción ya
completada. Quizá sería mejor traducido como “habiendo sido justificados.” “El tiempo compuesto indica que la
aceptación de Dios con nosotros no es parcial sino total, no es condicional sino incondicional , no es imperfecta sino
comprensiva y completa. Se podría decir, que el Evangelio entero se basa en este uso del tiempo compuesto”.
Como Pablo dejó claro en 3:21-26, es por la gracia (un regalo no merecido) de Dios que somos justificados (3:24),
pero la fe nos da acceso a esa justificación. (3:26).

“tenemos paz (griego: eirenopoieo) para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (v. 1). Pablo utiliza la
palabra griega para paz – eirenopoieo – pero, como judío, su entendimiento de paz con Dios viene de la palabra
hebrea Shalom. Shalom sugiere algo más que la ausencia de hostilidad. Habla de “el bienestar, la prosperidad, o la
salvación de la persona de Dios”.

En el contexto de este versículo, “paz con Dios” indica una armonía espiritual con Dios, tener el corazón y la
voluntad aliados con la voluntad de Dios. Mientras que una relación armoniosa con Dios naturalmente va
acompañada por paz interna, aquí Pablo se refiere a la paz con Dios. Es posible que tengamos paz con Dios solo por
medio de la obra de “nuestro Señor Jesucristo.” Un cambio bendito tiene lugar en el estado del pecador, cuando se
convierte en un verdadero creyente.

El Santo y Justo Dios, no puede estar en paz con un pecador, mientras que éste se encuentra bajo la culpa del
pecado. LA JUSTIFICACIÓN QUITA LA CULPA, Y ASÍ ABRE EL CAMINO PARA LA PAZ, ESTO ES A TRAVÉS DE NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO; a través de él como el gran pacificador, el Mediador entre Dios y el hombre.

El Estado de felicidad de los santos es un estado de gracia y a esta gracia somos llevados, la Biblia nos enseña que no
hemos nacido en este estado. No podríamos haber conseguido esa felicidad y paz por nosotros mismos, pero
estamos dirigidos a ella, como delincuentes indultados.

 Antes de la reforma, los cristianos nunca dudaron de su salvación y menos pensar que la salvación se
perdía, esa tendencia o enseñanza surgió a través de un hombre llamado Jacobo Arminio (1560-1609),
quien trajo de nuevo las herejías de Pelagio y sus seguidores, el cual dijo que la salvación si se perdía
basándose en algunos versículos de la Biblia fuera de contextos, lo que desencadeno una ruptura entre los
cristianos en cuanto a esa doctrina.

La diferencia del cristianismo con otras religiones es, que estas ofrecen la salvación por obras, pero el cristianismo
entiende que es concedida solamente por gracia por medio de la fe. PERO SIEMPRE HAN SURGIDO EXCESOS EN LAS
CORRIENTES DEL CRISTIANISMO PRODUCIENDO PREJUICIOS.
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 Ejemplo: El hablar en Lenguas (cesacioncita y continuistas), la alabanza y adoración, la música, la danza, las
artes escénicas, bautismo en el Espíritu Santo, La Prosperidad, el dinero, el milenio, etc. El problema es
que no buscamos un equilibrio en estos asuntos; la Biblia nos lleva al equilibrio, por eso debemos
escudriñarla seriamente. Cuando nos vamos a los extremos tendemos a tergiversar la enseñanza bíblica,
torciéndola a los extremos.

LA DOCTRINA DE LA SEGURIDAD DE LA SALVACIÓN ES LO MISMO, un grupo se fue al extremo de decir que como
eran salvos, entonces podían hacer con sus vidas lo que quisieran (como la secta creciendo en gracia, entre muchas
otras), otros por estos abusos se fueron al otro extremo para salvaguardar según ellos la fe y la santidad. Claro que
hay abuso pero eso no anula lo que dice la Biblia con respecto a eso.

En el caso de mi salvación, me gustaría tener más seguridad de lo que creo que soy capaz de hacer.
Afortunadamente, la Biblia enseña que, como creyente en Jesús, no tengo que preocuparme por mi propia
tenacidad y apego a ella. Puedo descansar en la fe de que Jesús me llevará a la gloria, ¡si el mismo tiene que
arrastrarme!

FILIPENSES 1:6 “estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la
buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús”.

Sí, estoy seguro de que llegaré al Cielo, pero no es una confianza que se basa en mi experiencia, Es una garantía
basada completamente en mi conocimiento de Jesús y su poder para salvar.

2 TIMOTEO 1:12 “Por lo cual también sufro estas cosas, pero no me avergüenzo; porque yo sé en
quién he creído, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día”.

Esta es la doctrina de la Perseverancia de los Santos.

 CONFESIÓN DE WESTMINSTER: “Aquellos a quienes Dios ha aceptado en su Amado, y por su Espíritu


llamado eficazmente y los ha santificado, no pueden caer ni total ni finalmente del estado de gracia,
sino que con toda certeza perseveraran en él hasta el fin, y serán salvados por toda la eternidad”.

O dicho de forma más simple: los verdaderos creyentes pueden estar seguros de que llegarán al Cielo, sin importar
qué, porque Jesús asume la responsabilidad de llevarlos allí sin importar nada.

 LORAINE BOETTNER: “Esta doctrina no está sola, sino que es una parte necesaria del sistema
calvinista de teología. Las doctrinas de la Elección y la Gracia Eficaz implican lógicamente la
salvación segura de aquellos que reciben estas bendiciones. Si Dios ha elegido a los hombres
absoluta e incondicionalmente para la vida eterna, y si Su Espíritu efectivamente aplica a ellos los
beneficios de la redención, la conclusión ineludible es que estas personas se salvarán”.

Pero la coherencia teológica no es nuestra principal prueba de fuego. La Escritura es la piedra de toque. Entonces vea
si alguna interpretación alternativa podría atribuirse a estos versículos claros:

1 TESALONICENSES 5:23 “Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro
ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”.
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1 CORINTIOS 1:7-9 “de manera que nada os falta en ningún don, esperando ansiosamente la
revelación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis
irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por medio de quien fuisteis
llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro”.

JUAN 10:27-29 “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; y yo les doy vida eterna y
jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y
nadie las puede arrebatar de la mano del Padre”.

JUDAS 24-25 “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros sin mancha en
presencia de su gloria con gran alegría, al único Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo
nuestro Señor, sea gloria, majestad, dominio y autoridad, antes de todo tiempo, y ahora y por todos
los siglos. Amén”.

¿Cómo obtenemos la salvación? Por Gracia por medio de la fe. / “SI NO PODEMOS GANAR LA SALVACIÓN
POR OBRAS, ENTONCES POR OBRAS TAMPOCO LA PODEMOS CONSERVAR O PRESERVAR. SIEMPRE SERÁ POR FE”

 PAUL WASHER: Le he dado a Dios incontables razones para dejar de amarme, pero ninguna ha
sido lo suficientemente fuerte para cambiarlo.

¿Que ‘pero’ se le puede poner? Entonces, ¿por qué los arminianos se oponen? Porque piensan que estamos diciendo:
“Una vez salvo, siempre salvo; así que, aunque ahora soy un asesino ateo, seguiré yendo al cielo.”

Sí, me opondría a eso también. Pero eso no es lo que estamos diciendo. Todos estamos de acuerdo en que un
creyente debe perseverar hasta el fin para salvarse. Pero señalamos que una profesión de fe no es lo mismo que la
verdadera fe.

¿Si la salvación se perdiera, cual pecado la haría perder? ¿La blasfemia contra el Espíritu Santo? El detalle es que
nunca un nacido de nuevo va a blasfemar contra el Espíritu Santo.

1 CORINTIOS 12:3 “Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama
anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo”
Porque nadie puede llamar a Jesús Señor sino por el Espíritu, y el Espíritu que hoy mora dentro de nosotros por la
nueva creación nos hace clamar ABBA PADRE, por eso un nacido de nuevo jamás va a atribuir las obras del Espíritu
Santo al diablo o viceversa. Según la Biblia el no creyente es el que blasfema contra el Espíritu Santo. Puede ser que
usted peque o niegue al Señor, como Pedro también lo hizo, pero así como Dios lo perdonó, también nos perdonará,
si llegamos a Él en arrepentimiento y fe.

¿CUÁNTOS PECADOS NOS HARÍAN PERDER LA SALVACIÓN? Si con un solo pecado ya hemos violado toda la ley de
Dios y por lo tanto estamos destituidos de su gloria, entonces que débil es nuestra salvación; si no podemos ganar la
salvación por obras, entonces por obras tampoco la podemos conservar o preservar.

Por otra parte, todos sabemos de esa líder de adoración que huyó con el secretario de la iglesia, o el pastor que ahora
es un monje budista, entre muchos otros casos dentro de las iglesias; Sabemos de personas que estuvieron
involucradas en cada nivel de la iglesia y lloraron cuando oraron y levantaron la mano cuando cantaron, y ahora no
están caminando con el Señor. Pablo incluso experimentó esto en las iglesias donde ministraba:
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1 TIMOTEO 1:19-20 guardando la fe y una buena conciencia, que algunos han rechazado y
naufragaron en lo que toca a la fe. Entre los cuales están Himeneo y Alejandro, a quienes he
entregado a Satanás, para que aprendan a no blasfemar.

¿Estamos diciendo que aquellos que naufragan de su fe y son entregados a Satanás tienen, sin embargo, la garantía
de llegar al Cielo debido a su antigua profesión de fe? No. EL PECADO NO ARREPENTIDO O LA FALTA DE FE EN
JESÚS NO ES UNA EVIDENCIA DE PERDER NUESTRA SALVACIÓN, SINO PRIMERAMENTE DE NO SER UN VERDADERO
CREYENTE.

Esto es explícitamente enseñado por Jesús en la parábola del sembrador, donde algunos surgen inicialmente, pero
luego son sofocados por las riquezas y las preocupaciones (Marcos 4). Y Jesús advirtió que hay algunas cizañas
indistinguibles a veces del trigo genuino.

Y el apóstol Juan lo dice tan francamente como cualquier calvinista:

1 JUAN 2:19 “Salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de
nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos
son de nosotros”.

Es una triste realidad que algunos se aparten de la fe. Pero la dura verdad es que nunca fueron hijos de Dios. Él no
nos “des-adopta”, ni nos “desampara”, ni nos permite escapar de su amor.

EL NACER DE NUEVO ESPIRITUALMENTE ES IRREVERSIBLE, así como lo es el nacer en la carne. Si pecamos y nos
arrepentimos, Dios nos perdona, pero no volvemos a nacer de nuevo, pues ese hecho transformador sucede una sola
vez por fe, Dios nos regenera, justifica, santifica y promete la glorificación, declarándonos santo, limpios y sin
manchas delante de él, sentándonos en lugares celestiales con Cristo.

ROMANOS 3:24 (siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús)

JUAN 3:16 (Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna)
Aquí Dios ofrece con el nuevo nacimiento al que cree en Jesús, salvación eterna por fe y no por obras. Cristo pago
por nuestro rescate, y ese pago fue una sola vez, él nos justificó.

¿Seguimos pecando? sí, pero tenemos un abogado que es Cristo para con el PADRE. Aun tendemos eventualmente
a pecar debido a la ley de pecado que está en nuestro miembros, no por nuestra nueva naturaleza, pues ella es
incorruptible, es eterna, no se marchita. Ya en Cristo somos nuevas criaturas y no somos practicantes del pecado.

Nuestra Salvación inicia por gracia, por medio de la fe, y por la fe seguimos viviendo; esa fe nadie nos la quita, pues
es un don de Dios. La Salvación tiene tres etapas:

 Pasado: Fuimos salvos del pecado del pasado,


 Presente: somos salvos del pecado del presente, también la sangre de Cristo es poderosa para perdonarlo.
 Futuro: ¿la sangre de Cristo es suficientemente poderosa para perdonar los pecados que cometamos en el
futuro? Sí.
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ROMANOS 8:30 (Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó)
Los que Dios en su presciencia eligió para salvación, a estos predestino, y ya hoy en Cristo les ve glorificado. Dios está
súper seguro de lo que hizo en nosotros a través de su Hijo que nos ve ya escondidos con Cristo en él. Una vez nacido
en Cristo, somos eternamente hijos de Dios; eso no lo puede cambiar nadie; ni lo entorpece ninguna obra humana o
pecado.

1 CORINTIOS 6:9-11 (9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni
los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino
de Dios. 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis
sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios)

Debemos entender nuestra condición y posición en Cristo Jesús, Ya estamos lavados, limpios, puros, Santo ante Dios.
Desde el momento en que nacimos de nuevo hay un proceso donde los pecados pasados fueron perdonados, los
presentes y futuros serán perdonados.

HECHOS 15:11 (Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que
ellos.)

ROMANOS 4:16 (Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que LA PROMESA SEA FIRME
para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la
fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros)

¿LA FIRMEZA DE LA SALVACIÓN QUE DIOS PROMETE SE VE INFLUENCIADA O AFECTADA POR LOS PECADOS QUE YO
COMETA? NO. En un mundo lleno de pecado, carne y diablo, la seguridad de la salvación es la suave cama sobre la
que descansa el cristiano. La seguridad demuestra ser uno de los mayores beneficios de la fe cristiana y la legítima
herencia del hijo de Dios. En su disfrute se encuentra la paz, la esperanza y el gozo insuperable en este mundo caído.

La Fe Puede Incluir la Seguridad: Las Escrituras claramente articulan que un hijo de Dios puede y debe poseer un
verdadero sentido de paz interior y confianza en cuanto a la salvación personal. La fe es confiar en Cristo como
Salvador, de modo que las semillas de la seguridad residen inherentemente en la fe misma. Aunque el don de la
seguridad acompaña regularmente a la fe salvadora, muchos cristianos la encuentran escurridiza o incluso inexistente
en su propia experiencia.

 Como dijo Juan Calvino: "No podemos imaginar ninguna certeza que no esté teñida de duda, o
cualquier seguridad que no esté atacada por alguna ansiedad… Los creyentes están en perpetuo
conflicto con su propia incredulidad” (Calvino, Institutos, 3.2.18).

Todo cristiano conoce esta experiencia. Sin embargo, esta falta de seguridad lleva a algunos cristianos a suponer que
se cuentan entre los perdidos. Ese error devasta – produce turbación interior y hasta desesperación. Pero otra cosa a
considerar es que la Fe No Iguala la Seguridad

 La Confesión de Westminster trata con utilidad el error subyacente cuando afirma que “Esta
seguridad infalible no corresponde completamente a la esencia de la fe, sino que un verdadero
creyente puede esperar mucho tiempo y luchar con muchas dificultades antes de ser participante
de tal seguridad” (WCF 18:3).
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Los teólogos de Westminster comprendieron acertadamente que uno puede poseer la fe salvadora, pero no
poseen la seguridad que con frecuencia acompaña a esa fe. De hecho, la Asamblea de Westminster decidió abordar
la fe y la seguridad de la salvación en capítulos separados de la Confesión (WCF 14 y 18, respectivamente), porque
reconoció que estas doctrinas podrían no necesariamente estar vinculadas en los creyentes (si uno posee una fe
salvadora también debían gozar de seguridad). Las Escrituras y la experiencia cristiana dan testimonio de esta dura
realidad.

“Creo; Ayuda a mi incredulidad", dijo el padre del niño poseído demonio (MARCOS 9:24).

MARCOS 9:23-24¿Cómo que “si puedo”? —preguntó Jesús —. Todo es posible si uno cree. Al instante el
padre clamó: —¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!

Pocos hombres han pronunciado palabras más honestas y pocas palabras honestas han beneficiado a más hombres.
Aquí está el grito de un hombre con fe, que también reconoce que su fe permanece débil, tropezante y frágil . LA FE
ESTÁ PRESENTE, PERO SIGUE MEZCLADA CON LA DUDA. Sin embargo, Cristo claramente reconoce la fe de este
padre. Una onza de fe salvadora es una fe que salva. Nuestro Señor proclamó audazmente: “Yo soy la resurrección
y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás”
(JUAN 11: 25-26).

¿Dónde Yace Nuestra Seguridad? no es el grado, la calidad, ni la abundancia de nuestra fe lo que salva. Más bien,
es EL OBJETO DE NUESTRA FE LO QUE SALVA. La fe no se mira a sí misma, Mira a otro. Y en Cristo, el objeto de
nuestra fe, yace la salvación (Juan 14: 5). Por lo tanto, es también en Cristo que esta nuestra seguridad.

Como dijo Calvino: "Aquel que, luchando con su propia debilidad, avanza hacia la fe en sus momentos de
angustia, ya es en gran parte victorioso" (Calvino, Institutos, 3.2.18).

En aquellos momentos en que la seguridad se nos escapa, miremos a Cristo con fe . La seguridad se nutre
a medida que crecemos en nuestra comprensión de la gracia, especialmente en nuestra unión con Cristo
en cuanto se relaciona con nuestra justificación y adopción.

Pero la seguridad de salvación si es mal entendida puede ser devastadora. Algunos se van a desbalancear con esto,
porque pensaran “bueno puedo hacer lo que quiera”, pues NO, el solo hecho de maquinarlo, ya es un posible indicio
de no haber nacido de nuevo.

ROMANOS 6:1-7 (1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
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En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3 ¿O no
sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su
muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida
nueva. 5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo
seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al
pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado).
TENEMOS SEGURIDAD DE NUESTRA SALVACIÓN, PERO NO TENEMOS LICENCIA PARA PECAR, necesitamos entender
que debemos vivir en santidad agradando a Dios en toda nuestra manera de vivir, los romanos se fueron al otro
extremo de pecar para que la gracia sobreabundara, tergiversando así el concepto de la gracia.
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Hoy día existen extremos fatales: hay iglesia donde se le permite a los miembros bailes de salón dentro del servicio
y en las celebraciones de la congregación, ir a discotecas cristianas, beber alcohol cuidando no embriagarse, lo que
consideran “ciertos excesos controlados”, entre muchas otras cosas. Provocando una comprensión desordenara de
la salvación, lo cual nos habla que esas personas lo más seguro es que no hayan nacido de nuevo. Ya que la nueva
naturaleza se deleita en la ley de Dios, y rechaza el pecado.

2 TIMOTEO 1:9-10 (9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras,
sino según el propósito suyo y LA GRACIA QUE NOS FUE DADA EN CRISTO JESÚS ANTES DE LOS
TIEMPOS DE LOS SIGLOS, 10 pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador
Jesucristo, el cual quitó la muerte y SACÓ A LUZ LA VIDA Y LA INMORTALIDAD POR EL EVANGELIO)

La nueva naturaleza recibida al nacer de nuevo es inmortal, la gracia nos fue dada en Cristo antes de la fundación del
mundo, porque fuimos predestinados.

2 CORINTIOS 5:17 (De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas)
La vida nueva en Cristo aun la vivimos en la carne, pues tenemos este cuerpo corruptible de pecado, pero la nueva
naturaleza que tenemos en nuestro interior en Cristo, nos lleva a vivir en santidad para Dios y bajo su temor y
voluntad.

El Rey David tuvo que acogerse a la gracia de Dios para ser salvo, pues reconoció su pecado, a diferencia de Saúl, pues
no tenía la fe que lo justificaba.

VAMOS A ESTUDIAR LOS PASAJES CONTROVERSIALES QUE ALGUNOS MAL INTERPRETAN


PARA DECIR QUE LA SALVACIÓN SE PIERDE.

A) GÁLATAS 5:4 (DE CRISTO OS DESLIGASTEIS, LOS QUE POR LA LEY OS JUSTIFICÁIS; DE LA GRACIA
HABÉIS CAÍDO)
Primero estudiamos el contexto:

Gálatas 5:1-4 (Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al
yugo de esclavitud. 2 He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. 3 Y otra
vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley. 4 De Cristo os
desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído)

Pablo les habla a unos judíos que habían creído en Jesús y habían nacido de nuevo, pero que luego le atribuían
efectos de salvación a la circuncisión, ¿eso hizo que perdieran la salvación? NO. Ellos habían nacido de nuevo, pero
introdujeron normas humanas al evangelio, pero esas obras no aprovechan para la salvación, ni tienen efecto alguno.

DE LA GRACIA HABÉIS CAÍDO SIGNIFICA: TRATAR DE SER JUSTIFICADO POR LAS OBRAS Y NO POR LA FE EN CRISTO.

La salvación es por fe, y los gálatas creyeron en Jesús y fueron salvos, nacieron de nuevo ( habiendo comenzado por el
espíritu), pero terminaron creyendo que la circuncisión era necesaria, pero esa era una distorsión de la doctrina de
la justificación, que introdujeron unos judíos.
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Aquí Pablo no se refiere a perder la salvación, sino de la mezcla que quisieron hacer para distorsionar el concepto de
la gracia por fe, por eso expresa cayeron de la gracia al tratar de introducir obras humanas, o ritos para garantizar la
salvación.

B) HEBREOS 2:3 (¿CÓMO ESCAPAREMOS NOSOTROS SI DESCUIDAMOS UNA SALVACIÓN TAN GRANDE?
LA CUAL, DESPUÉS QUE FUE ANUNCIADA PRIMERAMENTE POR MEDIO DEL SEÑOR, NOS FUE
CONFIRMADA POR LOS QUE OYERON)
El escritor a los Hebreos, en ese párrafo, se está dirigiendo con mayor motivo a aquellos Hebreos de entre ellos, que
habían asentido en creer en Jesús como el Salvador y Mesías, pero todavía estaban aferrados al sistema levítico
(Hebreos 8:7-13)

En el capítulo 1 nos está hablando acerca de la majestuosidad de Jesús y del plan de Dios para el hombre, y comienza
el capítulo 2 hablando acerca de:

HEBREOS 2:1-4 (1 Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos
desviemos. 2 Porque si la palabra hablada por medio de ángeles resultó ser inmutable, y toda transgresión y
desobediencia recibió una justa retribución, 3 ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación
tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada
por los que oyeron, 4 testificando Dios juntamente con ellos, tanto por señales como por prodigios, y por
diversos milagros y por dones del Espíritu Santo según su propia voluntad).
El atender y el deslizarse o desviarse, tienen ambas expresiones en el griego original sendas connotaciones náuticas.

 La primera se refiere a echar el ancla para fijar una embarcación al amarradero.


 La segunda (gr. Pararueo: pasar por alto, flotar pasando descuidado, sin preocuparse, ir a la deriva) se
usaba con frecuencia para describir el cuadro de una embarcación que se dejaba a la deriva y por tanto, se
alejaba del muelle; de ahí que otra traducción, esta vez más literal, de “deslizarse”, es: “no sea que
marchemos a la deriva”.

Debemos prestar mucha atención a estos asuntos serios de la fe cristiana. Los creyentes con su tendencia a la
apatía corren gran peligro de naufragar en su vida espiritual, y ser salvos así como por fuego

1 CORINTIOS 3:15 (Si la obra de alguno es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; sin embargo, él será
salvo, aunque así como por fuego).

La Palabra de Dios fue traída por medio de ángeles, es decir, mensajeros (traducción también del griego), y también
ángeles. En este caso, fueron los ángeles de Dios los que tuvieron una participación sustancial en traer la ley de Dios a
Israel en el monte Sinaí (Deuteronomio 33: 1, 2; Salmo 68: 17; Hechos 7:38, 53; Gálatas 3:19)

Por otro lado, y en alusión a los ángeles como tales, el escritor aquí hace mención de todas las palabras de Dios a
modo de advertencia, etc. que trajeron a tantos a lo largo del AT. El no haber hecho caso de esos mensajes de Dios, y
consiguiente transgresión y desobediencia, obtuvo su justo castigo:

“… vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis” (Hechos 7:53)

Hay varias ideas que el autor de Hebreos está tratando de enfatizar:

 Por un lado nos dice que en el antiguo testamento cuando se estaba bajo un pacto con menos bendiciones
y mucho más restrictivo, Dios castigo a aquellos que transgredieron su ley siendo desobedientes.
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 ¿CÓMO ES QUE AHORA QUE NOSOTROS QUE TENEMOS UN NUEVO PACTO EN LA SANGRE DE CRISTO POR
MEDIO DEL SACRIFICIO QUE ÉL OFRECIÓ EN LA CRUZ, PENSAMOS QUE PODEMOS PECAR EN LIBERALIDAD
SIN QUE DIOS NOS DISCIPLINE?

El autor de Hebreos no se está refiriendo a la perdida de la salvación, sino que está haciendo una
referencia clara, que de la misma manera que Dios no pasó por alto las transgresiones a su ley en el
antiguo testamento, de esa misma manera no va a pasar las transgresiones a su ley en el nuevo pacto,
pero implica la aplicación de disciplina para el cristiano de parte de Dios.
En el contexto vemos como Dios nos ha hablado por el hijo; ¿Qué dijo Jesús? Que él era el salvador del mundo, y
dijo que el evangelio es el mensaje de salvación; ¿Qué hemos oído? Que Cristo es el salvador y murió por nuestros
pecados, no sea que nos deslicemos, o sea debemos ser más diligentes con lo que hemos oído , no sea que lo
pasemos por alto, que no nos preocupe lo que está hablando su hijo, y vayamos descuidados, no atendiendo al
mensaje de la salvación.

ESTO NO IMPLICA SALVACIÓN PERDIDA, SINO QUE HABLA ACERCA DE NO PASAR POR ALTO LAS PALABRAS DICHAS
POR JESÚS, PORQUE SI LO HACEMOS COMO ESCAPAREMOS SI DESCUIDAMOS EL MENSAJE DE LA SALVACIÓN. Este
texto implica pasar de largo si prestar la debía atención a algo, en este caso al mensaje de Cristo.

Descuidamos (gr. Amaleo: no hacer caso) aquí se refiere del mensaje de salvación.

El descuido del mensaje de salvación, con todo lo que implica, es tan grave, que significa el no poder escapar, como
dice MacArthur:

“Si la desobediencia al pacto antiguo de la ley traía juicio inmediato, ¡cuánto más severo será el juicio por
la desobediencia al nuevo pacto del evangelio de salvación, que fue mediado por el Hijo quien es superior
a los ángeles!”

Si el mensajero (el Hijo), y el mensaje (el nuevo pacto) son mayores que los mensajeros y el mensaje del antiguo
pacto, ¿Cuáles no van a ser las consecuencias por desecharlo, y aún por descuidarlo?

Como podemos ver y entender, el autor a los Hebreos no está hablando concretamente a los salvos de entre esos
hebreos que sufrían persecución, sino en general a todos sus oyentes, entre otros, judíos que creían en Jesús como el
Mesías hombre, y que todavía seguían en su práctica conforme al sistema levítico. El autor vindica la importancia de
la salvación.

Si la desobediencia al pacto antiguo de la ley traía juicio inmediato, ¡cuánto más severo será el juicio por la
desobediencia al nuevo pacto del evangelio de salvación, que fue mediado por el Hijo quien es superior a los
ángeles!".

Salvación la tenemos, pero en su sentido estricto es: librar de la ira de Dios y de la condenación del infierno.

 ROMANOS 13:11 ( Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque
ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos)
Aquí salvación significa la venida de Cristo. ¿Cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan grande?,
significa si descuidamos el mensaje de salvación. Recordemos que esta carta fue escrita a judíos, y ellos creían en la
ley, pero habían sido iluminados, gustaban del poder de Dios, pero Pablo decía como escaparemos si descuidamos
el mensaje de salvación, ¿cómo otros serán salvos si no predicamos el evangelio?
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C) HEBREOS 6:4-6 (4 PORQUE ES IMPOSIBLE QUE LOS QUE UNA VEZ FUERON ILUMINADOS Y
GUSTARON DEL DON CELESTIAL, Y FUERON HECHOS PARTÍCIPES DEL ESPÍRITU SANTO, 5 Y
ASIMISMO GUSTARON DE LA BUENA PALABRA DE DIOS Y LOS PODERES DEL SIGLO VENIDERO, 6 Y
RECAYERON, SEAN OTRA VEZ RENOVADOS PARA ARREPENTIMIENTO, CRUCIFICANDO DE NUEVO
PARA SÍ MISMOS AL HIJO DE DIOS Y EXPONIÉNDOLE A VITUPERIO)

Cristo afirmó que sus ovejas ‘nunca perecerían’ (Juan 10:28). Si la Biblia no se puede contradecir entonces el pasaje
de Hebreos 6, no puede estar diciendo que un creyente puede rechazar la gracia y la fe que le fue otorgada por Dios
(Efesios 2:8). Si el apóstol Pablo, siendo llevado por el Espíritu Santo escribió que nada puede separar a un creyente
del amor de Dios (Romanos 8:5-39), entonces el pasaje de Hebreos tampoco puede afirmar lo contrario.

¿CUÁL ERA EL PROBLEMA DE LOS JUDÍOS CRISTIANOS CON RESPECTO A LA SALVACIÓN? Principalmente la
circuncisión.

La epístola a los Hebreos fue dirigida a judíos PRESUNTAMENTE creyentes. Unos nacidos de nuevo, pero otros
muchos, no. Muchos de ellos seguían atados al sistema levítico, y creían en Jesús, pero confiaban en su judaísmo a la
hora de pretender buscar la justificación y perdón de sus pecados.

 El escritor inspirado, muestra la imposibilidad de seguir en el AT y en el NT a la vez. La epístola fue escrita


debido a que muchos de los que eran parte de la iglesia querían volver a prácticas judaizantes que habían
aprendido de sus padres, y rechazar la gracia de Dios o mezclarla con esta. El autor del libro de hebreos los
exhorta y les señala la superioridad de Cristo y las consecuencias de hacer esto.

Aquellos hebreos a los cuales se está dirigiendo el autor de la epístola, habían recibido de parte del Señor cinco
cuestiones, las cuales analizamos a continuación, pero que eran insuficientes para su salvación. Esas cinco ventajas,
las reciben a diario miles y miles en todo el mundo, operando el asunto en la misma manera. Unos son salvados,
otros rechazan la luz definitivamente (Juan. 3: 19).

1. Fueron iluminados.
2. Gustaron del don celestial
3. Fueron partícipes del Espíritu Santo.
4. Gustaron de la buena palabra de Dios.
5. Gustaron de los poderes del siglo venidero.

Al hilo de lo que leemos, pareciera como que el autor está tratando con personas que realmente son verdaderos
creyentes, es decir, hijos de Dios, pero no es así.

La pregunta es esta: ¿Puede alguien haber sido iluminado, gustar del don celestial? ¿Ser partícipe (o participar) del
Espíritu Santo, gustar de la buena palabra de Dios y gustar de los poderes de lo eterno, y jamás haber nacido de
nuevo, y por lo tanto no ser salvo? La respuesta aunque parezca increíble, es: Sí.

En estos versículos, el autor advierte que, a pesar de haber experimentado el conocimiento de la doctrina de Cristo, y
de haber experimentado la acción del Espíritu Santo, si el individuo supuestamente creyente vuelve atrás en clara
apostasía, esto demuestra que tal persona jamás fue de Cristo.

Estos versículos de Hebreos nos hablan de la realidad espiritual. Sólo pueden ser cristianos aquellos que son de
Cristo. Los otros no.

“Porque es imposible…”: El autor lo advierte ya desde un principio. / “Porque es imposible que los que una vez
fueron iluminados…”:
11

El autor advierte, y eso implica enorme importancia, que aquellos que una vez fueron iluminados, no puedan ser
salvos, si resulta que a la postre apostatan.

¿Qué es ser iluminados? Esa iluminación implica haber recibido conocimiento o instrucción en la verdad bíblica,
por medio de percepción intelectual, e incluso por cierto toque del Espíritu Santo (Juan. 3: 19 ). De hecho la Palabra
nos enseña que la luz que es Cristo "alumbra a todo hombre" (Juan. 1: 9).

Iluminados (photizo: sacar a la luz, aclarar, alumbrar, iluminar: significa tener un entendimiento intelectual de las
cosas de Dios), dentro de la iglesia muchos son salvos y otros no, la palabra de Dios al ser expuesta aclara, ilumina,
alumbran a los oyentes, o sea, logran entender el mensaje, PERO SER ILUMINADOS NO SIGNIFICA NACER DE NUEVO.
Cuando predicamos al aire libre todos los que escuchan son iluminados, pues escucharon la verdad de las escrituras,
pero no todos creen.

En HEBREOS 6:4 implica que algunos han sido instruidos en la doctrina del evangelio y la han comprendido. Un pasaje
paralelo es HEBREOS 10:26 donde dice, “Si pecamos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de
la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados”

Este conocimiento es sin embargo un conocimiento natural de las cosas espirituales, es decir que se ha adquirido
por medio de escuchar, pero que no es una iluminación espiritual que transforma un corazón (2 CORINTIOS 3:18).

Ahora bien, ENTENDER EL EVANGELIO, NO EQUIVALE PER SE A SER REGENERADOS POR EL PODER DEL EVANGELIO.
A pesar de que el conocimiento es un prerrequisito para la fe, no es un indicador de que exista en el corazón de una
persona la fe salvadora. El diablo entiende el Evangelio, y lo sabría explicar mejor que muchos verdaderos creyentes.

 Como dice MacArthur, “Judas Iscariote es un buen ejemplo de un discípulo a quien no le faltaba
conocimiento pero que carecía de fe verdadera, y llegó a convertirse en el peor apóstata”.
Acordémonos que Iscariote era diablo, según las mismas palabras de Jesús (Juan. 6: 70) / Judas el
Iscariote, pudo caminar, hablar, compartir, acampar con Jesús pero nunca nació de nuevo, fue
iluminado pero no creyó.

Insistimos, Habían recibido instrucción en la verdad bíblica por medio de su intelecto; pero “entender el Evangelio”
no equivale necesariamente a “ser regenerado” (Hebreos. 10:26, 32) “…gustaron del don celestial…”: En el N.T.
“gustar” significa experimentar algo de forma consciente.

Gustaron del don celestial (gr. geuomai: gustar, saborear, probar) experimentar un poquito, probar un poco, no
implica salvación.

 Los diez leprosos gustaron de un poder de sanidad de parte de Dios, pero solo uno se salvó,
 Judas gusto del verdadero evangelio pero no se salvó, no participo del sacrificio de Cristo en la santa cena.
 En la parábola del sembrador encontramos esos ejemplos.

Fueron PARTÍCIPES del Espíritu Santo (gr. Metojos μετοχος: participante, tiene parte, asociado, compañero: La
palabra griega es un adjetivo que indica el que alguien sea compañero de otro) el problema está en la traducción no
en el idioma original, es decir, en una reunión todos participan (judas participo de la cena, era compañero de todos,
asociados).

LA PALABRA AQUÍ SE REFIERE A ALGO QUE ES EXTERNO MÁS QUE INTERNO. Quiere decir que algunas personas
habían compartido el beneficio de la operación sobrenatural y las manifestaciones del Espíritu Santo.
12

Participes del Espíritu Santo significa: todos participaron de lo que el Espíritu Santo estaba hablando y haciendo en la
iglesia a través de Cristo pero no todos creyeron. Esta palabra no implica salvación.

Gustaron de la buena palabra de Dios : ellos probaron la buena palabra de Dios, al igual que Judas, pero nunca se
arrepintió de sus pecados y acepto a Jesús en su vida, sino que le negó.

Esto se refiere a las promesas de Dios para Su pueblo, especialmente en el evangelio. Esta misma experiencia, la
tuvo Israel durante el desierto. Ellos habían disfrutado de la promesa de Dios con respecto a la liberación del poder
de Egipto, pero aun así muchos no tenían fe salvadora.

Gustaron de los poderes del siglo venidero: (gr. Dunamis: poder milagroso), ellos participaron de milagros, pero eso
no garantiza salvación.
Estas personas descritas por el autor de Hebreos han gustado, visto, y algunos hasta realizado los milagros del
Espíritu Santo, pero aun así no había fe en su corazón. Es posible realizar milagros y estar perdido espiritualmente.
El ejemplo más claro lo tenemos en Judas, el apóstol escogido por Jesús (Lucas 6: 12-16).
Jesús los envió de dos en dos, y les dio el poder para predicar, echar fuera demonios y hacer milagros (Lucas 9: 1-2).
Todos los apóstoles hicieron esto, inclusive Judas, a pesar de que Cristo sabía desde el principio que era un traidor
(Juan 6:64). Pero, ¿fue Judas salvo? Juan nos dice que Satanás entró en Judas y luego entregó a Jesús en manos de los
fariseos (Juan 13:27), y luego se suicidó.
Es más Cristo, en el sermón del Monte dice:

 (MATEO 7:22-23 < 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y
en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les
declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad>).
Estos fueron iluminados, gustaron de la buena palabra de Dios y de su poder, pero no habían nacido de nuevo.
Siglo venidero (gr. Aion: una era, perpetuidad, presente o futuro, antiguo, eterno, presente) ellos experimentaron del
poder del eterno Dios, es el mismo poder que hoy nosotros experimentamos. ¿Por qué Jesús les dice nunca os
conocí? Porque esta palabra se refiere a intimidad, nunca tuvieron la salvación.

 HEBREOS 6:6 ( y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo
para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio)

Recayeron: (gr. Parapipto: παρπιπτο caer al lado, apostatar) implica no decidirse por creer, la palabra utilizada en
griego indica un abandono total, dudan de la palabra y caen. Implica caer en el propio camino, en el camino de la fe,
es decir, cayeron de la realidad y de los hechos de la fe que salva.

Es un rechazo voluntario a la verdad revelada por Dios y al evangelio. La palabra en griego ‘parapipto’ describe a
una persona que a pesar de haber comprendido intelectualmente el evangelio, haber visto y participado de
milagros hechos por el Espíritu Santo nunca fueron traídos de tinieblas a luz (2 Corintios 4:6). Estas personas
voluntariamente rechazan todos los principios del cristianismo para volverse al mundo.

No nacieron de nuevo, porque apostataron de la fe. Conforme a Dios, si no fueron salvos al final, tampoco lo fueron
al principio. Tiene el sentido de caer para no levantarse, ni poderse levantar. No es como el caso del Proverbio acerca
de que el justo cae 7 veces, y se levanta. Este es otro sentido muy diferente como decimos.

 Escribe McArthur: “En la Septuaginta se empleó para traducir términos relacionados con infidelidad y
apostasía extremas (Ezequiel 14: 13; 18: 24; 20: 27)”
13

“6 y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios
y exponiéndole a vituperio”:

Es importante entender lo que el autor quiere decir con ‘parapipto,’ ya que los verdaderos cristianos pueden caer
en pecado. David cometió un pecado terrible al adulterar y al asesinar a Urías. Inclusive Pedro negó a Cristo, pero
aun así fue renovado, y traído al arrepentimiento.

El arrepentimiento es un cambio de mentalidad (Mateo 21:29; Romanos 11:29). Pero, es más que un acto mental,
pues la conciencia está activa para llevar a la persona a la auto-condenación, tristeza por los pecados cometidos. En
las personas no regeneradas (no creyentes) esto ocurre naturalmente, pero en los creyentes, es producido por el
Espíritu Santo. En unos es el regalo que da vida, pero en otros es la tristeza del mundo que lleva a la destrucción (2
Corintios 7:10).

 Por ejemplo, el caso de Judas, quien se arrepintió, devolvió el dinero, entendió que había pecado (Mateo
27:3), pero este arrepentimiento no lo salvó porque no fue producido por el Espíritu Santo. El desenlace de su
vida lo demuestra.
 Otro ejemplo es Simón el mago (Hechos 8: 9-24), quien conoció y entendió el evangelio, e inclusive fue
bautizado, pero luego fue reprendido por Pedro por no arrepentirse totalmente. Él era un cautivo al pecado.
Su repuesta muestra claramente que nunca tuvo verdadera fe salvadora (Hechos 8: 24).

El sentido aquí es, el de comprender que el sacrificio de Cristo en la cruz no fue suficiente para estos apóstatas ;
como que perdió eficacia a causa de su incredulidad, y que Cristo debería volver a venir al mundo para volver a dar
de nuevo su vida, y así ellos tener una nueva oportunidad. Esto es imposible, claro está.

Muchos entienden el evangelio, pero se enfocan en los milagros, beneficios de la fe, pero nunca creen realmente, por
eso apostatan, y se apartan del camino de la gracia.

 1 JUAN 2:19 (Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros,
habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de
nosotros)
Pero si un cristiano nacido de nuevo peca y cae, se volverá a levantar (Proverbios 24:16 Porque siete veces cae el
justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal.)

Este recaer no implica Perder la salvación, sino que se salieron del camino que les estaba siendo iluminaron para que
creyeran en Jesús.

Renovados (gr. Anakainiso: restaurar en, implica repetición) es decir, si nunca se decidieron por Cristo, a pesar de ser
iluminados, de gustar la palabra de Dios y su poder.

Estas personas, que una vez conocieron las verdades de Dios, entendieron el evangelio, gustaron de las bendiciones
del Espíritu Santo, vieron la transformación de las vidas de otros creyentes, PERO AUN ASÍ, VOLUNTARIAMENTE HAN
RECHAZADO ESTAS DOCTRINAS, por eso es imposible que sean ‘anakainizo’ (renovados-restaurados).

¿Cómo entonces pueden ser convencidos? Si con esas evidencias no creyeron, entonces jamás podrían creer. Este
texto habla de la imposibilidad de renovar para el arrepentimiento de los judíos que profesaban que eran
cristianos, si después de sus experiencias en la fe cristiana apostataran volviendo a su antiguo judaísmo.
14

Si esto no pudo llevarlos al arrepentimiento, y a la transformación de sus vidas, entonces ya no hay manera de que
sean renovados. Esto es lo que dice el autor de Hebreos. No hay otro evangelio que predicarles; no hay otros motivos
para mostrarles. Les fue presentado a Cristo crucificado por sus pecados, pero rechazaron el mensaje y a Cristo.

Crucificando (gr. Anastauro) de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios

Se usa para los apostatas que como cristianos nominales (que se dicen cristianos), pero que después de gustar el
evangelio prefieren seguir en el judaísmo o en la religión.

Cuando una persona vuelve la espalda al evangelio, está poniéndose de acuerdo con todo lo que llevó Cristo a la
cruz. Está de acuerdo con lo mundano, con la impureza y la incredulidad que crucificaron a Cristo . Además cuando
una persona habiendo conocido todas las bendiciones que vienen del evangelio, prefiere el mundo, deja en claro que
estas cosas son de más valor que Cristo, y se pone de acuerdo con todos aquellos que crucificaron a Cristo.

Muchos hoy se dicen cristianos, pero no se deciden por Dios sino que siguen en sus necios caminos religiosos, ritos,
ceremonias, etc., haciéndose culpables de volver a crucificar a Cristo; es decir, ya él había sido crucificado una vez,
y no creyeron teniendo todas las evidencia de la salvación por fe, entonces ¿que otro sacrificio hay?, ninguno, ya
Cristo murió una sola vez.

 HEBREOS 6:7-9 (7 Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce
hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios 8 pero la que
produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada.
9
Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen
a la salvación, aunque hablamos así.)
La lluvia corresponde a las bendiciones de los versos 4-5. Si la semilla de la palabra de Dios está verdaderamente
presente en la tierra (los corazones de hombres y mujeres), esta lluvia causa que crezcan cosechas llenas de frutos.
Pero cuando la palabra de Dios, a pesar de que haya sido escuchada, ha sido rechazada, la lluvia lo único que puede
lograr es que crezcan las cosas que existen desde un principio en la tierra, es decir, espinos y abrojos. Si continúa
lloviendo, estos espinos y abrojos seguirán creciendo, y haría de la tierra algo peor. Esta tierra merece entonces la
maldición de Dios y será echada al fuego.

El hecho de bautizarse, hacer milagros, predicar a otros, no nos da la salvación, y a eso se refiere Pablo, porque
nunca las obras nos garantían vida eterna. Aquí Pablo hace una diferencia entre los nacidos de nuevo y los
apostatas, entre el trigo y la cizaña.

Si la salvación se perdiera, cuando venga Cristo y una persona tiene una mentira no confesada ¿se quedaría? No. La
gran mayoría se quedaría, porque somos imperfectos.

Si uno rechaza en su corazón la obra de Cristo, eso es todo. Fijémonos que aquí el escritor se pone en el
posicionamiento humano al decir estas cosas. Obviamente, Dios ya lo sabía todo, y para Él todo estaba concluido
desde la eternidad, por lo tanto, estos no fueron conocidos por Dios antes de la fundación del mundo (Romanos 8:
29).

D) JUAN 15:6 (EL QUE EN MÍ NO PERMANECE, SERÁ ECHADO FUERA COMO PÁMPANO, Y SE SECARÁ;
Y LOS RECOGEN, Y LOS ECHAN EN EL FUEGO, Y ARDEN)
Si leemos todo el contexto nos damos cuenta que está hablando, que si nosotros no estamos injertados en el
tronco de la vid como ramas, entonces no podremos dar frutos.
Permanecer: (gr. Meno: vivir, quedarse)
15

Si alguien no ha nacido de nuevo, entonces tampoco puede permanecer, al igual que paso en la parábola del
sembrador, unas semillas fueron lanzadas algunas brotaron (fueron iluminados), pero nunca nacieron de nuevo,
nunca dieron frutos. UN NO NACIDO DE NUEVO ES UNA CIZAÑA, PUEDE GUSTAR DEL PODER DE DIOS PERO TARDE
O TEMPRANO SE VA A IR.
Es imposible que alguien que tenga la vida eterna que Cristo le dio, se seque:
 1 JUAN 2:18-20 < 18 Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora
han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.19 Salieron de nosotros, pero no
eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían PERMANECIDO con nosotros; pero salieron
para que se manifestase que no todos son de nosotros 20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis
todas las cosas>
Aquí espíritu de anticristo no significa endemoniado sino actitud anticristiana. Dice Juan que los anticristos salieron
porque no permanecieron (gr. MENO), porque no habían nacido de nuevo, no tenían la vida de Dios.
 Cuando alguien se va al mundo puede ser por dos razones: o nunca nació de nuevo o está en
desobediencia, pero tarde o temprano regresara arrepentido, como el hijo prodigo, o como Jonás.
¿Tenemos vida eterna? Entonces tenemos salvación eterna.
¿QUÉ SIGNIFICA “PERMANECER EN CRISTO”?

La exhortación a “permanecer” ha sido frecuentemente mal entendida, como si se tratara de una experiencia
especial, mística, e imposible de definir. Pero Jesús deja en claro que más bien implica una serie de realidades
concretas.

En primer lugar, la unión con nuestro Señor depende de su gracia. Por supuesto que estamos activamente y
personalmente unidos a Cristo por la fe (Juan 14:12). Pero la fe en sí misma tiene sus raíces en la actividad de Dios. Es
el Padre quien, como el jardinero divino, nos ha injertado en Cristo. Es Cristo, por su Palabra, quien nos limpia y nos
da forma, para unirnos a Él (Juan 15:3). Todo es en su soberanía, todo es por gracia.

En segundo lugar, la unión con Cristo significa ser obediente a Él. Permanecer implica nuestra respuesta a la
enseñanza de Jesús:

“Si permanecen en Mí y Mis palabras permanecen en ustedes” (Juan 15:7a). Pablo hace eco a esta idea
en Colosenses 3:16, donde escribe: “Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes”, una declaración
muy relacionada con la exhortación paralela en Efesios 5:18: “Sean llenos del Espíritu”.

En pocas palabras, permanecer en Cristo significa permitir que su Palabra llene nuestras mentes, dirija nuestra
voluntad, y transforme nuestros afectos. EN OTRAS PALABRAS, ¡NUESTRA RELACIÓN CON CRISTO ESTÁ
ÍNTIMAMENTE CONECTADA A LO QUE HACEMOS CON NUESTRAS BIBLIAS! Luego, por supuesto, mientras que la
Palabra de Cristo more en nosotros y el Espíritu nos llene, oraremos de una manera consistente con la voluntad de
Dios y descubriremos la verdad de la frecuentemente mal aplicada promesa de nuestro Señor: “Pidan lo que quieran
y les será hecho” (Juan 15:7b).

Tercero, Cristo subraya otro principio, “Permanezcan en Mi amor” (Juan 15:9), y dice muy claramente lo que esto
implica: el creyente descansa su vida en el amor de Cristo (el amor de Aquel quien da su vida por sus amigos, v. 13).

Este amor para nosotros se ha demostrado en la cruz de Cristo. Nunca nos desviemos de la contemplación diaria de la
cruz como la demostración irrefutable de amor, o de la dependencia del Espíritu que derrama ese amor en nuestros
16

corazones (Romanos 5:5). Además, permanecer en el amor de Cristo se ve de una manera muy concreta: la simple
obediencia rendida a Él es el fruto y la evidencia del amor por Él (Juan 15:10-14).

Finalmente, somos llamados, como parte del proceso de permanecer, a someternos a las “tijeras” de Dios, quien en
su providencia poda toda deslealtad, y a veces todo lo que no es importante, con el fin de que podamos
permanecer en Cristo de todo corazón.

E) HEBREOS 12:15 “MIRAD BIEN, NO SEA QUE ALGUNO DEJE DE ALCANZAR LA GRACIA
DE DIOS; QUE BROTANDO ALGUNA RAÍZ DE AMARGURA, OS ESTORBE, Y POR ELLA
MUCHOS SEAN CONTAMINADOS”

La traducción literal del griego es esta: “Vigilando de continuo para que nadie esté falto de la gracia de Dios, no
sea que alguna raíz de amargura hacia arriba brotando cause disturbios, y mediante ella sean contaminados los
demás”

 NTV: Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado
de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos.
 PDT: Tengan cuidado de que ninguno de ustedes pierda el favor de Dios, ni sea como mala hierba, pues
esto los puede perjudicar a todos.

No se trata por tanto de dejar de alcanzar la gracia de Dios como tal cosa, lo que redundaría, de ser eso posible, en
pérdida de la salvación (ya que por gracia somos salvos Ef. 2: 8), sino de “pérdida de las bendiciones que
garantizan el régimen del Evangelio” (cit. Matthew Henry)

Por tanto, esa palabra no se puede aplicar de forma rotunda al verdadero creyente, ya que éste jamás dejará de
alcanzar la gracia de Dios, la cual Él, que no miente, ha prometido a los Suyos; y, por la razón también escritural que
nos dice que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no
puede pecar, porque es nacido de Dios (1 Jn. 3: 9). Decir lo contrario a esto, es contradecir la misma Palabra de Dios.
La enseñanza que obtenemos de ese versículo, y siempre dentro del contexto del mismo, es que hemos de crecer
en santificación (1 Ts. 4: 3, Col 3: 1-3; 5ss. etc.), y por tanto, conforme al sentido de es te versículo, perdonar a
nuestros adversarios siempre.

F) SANTIAGO 5:19-20 “HERMANOS, SI ALGUNO DE ENTRE VOSOTROS SE HA


EXTRAVIADO DE LA VERDAD, Y ALGUNO LE HACE VOLVER, SEPA QUE EL QUE HAGA
VOLVER AL PECADOR DEL ERROR DE SU CAMINO, SALVARÁ DE MUERTE UN ALMA,
Y CUBRIRÁ MULTITUD DE PECADOS”.

El extraviado en la fe que puede llegar a volver a la fe, no significa que se extravió totalmente si es que era
verdadero hermano. Pudiera haber sido engañado por el diablo en esto o aquello (eso nos puede ocurrir a todos).

El volver a la fe es señal de que a pesar de que empezó mal el camino, o que se apartó por un tiempo, era un
verdadero creyente, salvo, por tanto.

El decir: “el que haga volver al pecador del error de su camino”, implica que ese pecador es un extraviado, pero
que al ser escogido de Dios (Efesios 1:4), iba a volver al camino, como así fue. Esa es una experiencia muy común.

“...salvará de muerte un alma”, es sinónimo de decir, que esa alma aludida no iba a ser engullida por la muerte
eterna por la razón ya expuesta.
17

G) FILIPENSES 2:12 (POR TANTO, AMADOS MÍOS, COMO SIEMPRE HABÉIS OBEDECIDO, NO COMO EN
MI PRESENCIA SOLAMENTE, SINO MUCHO MÁS AHORA EN MI AUSENCIA, OCUPAOS EN VUESTRA
SALVACIÓN CON TEMOR Y TEMBLOR)
Ocupaos (gr. Katerjazomai: trabajar en, lograr, conseguir, terminar, acabar)

¿Debemos ocuparnos en nuestra salvación para no perderla? ¿Si hoy día me desocupo de mi salvación la pierdo? ¿Y si
mañana me vuelvo a ocupar de mi salvación la recupero? ¿Si dentro de una hora me vuelvo a desocupar de mi
salvación la pierdo? ¿Y si luego de 3 meses me vuelvo a ocupar de mi salvación la recupero? ¿Podemos trabajar para
ganar o lograr nuestra salvación? No, porque la salvación no es por obras.

 Si esto fuera así, entonces ya que la salvación depende del que yo me ocupe o desocupe en mi salvación,
de lo que yo haga o no haga, entonces la salvación depende de mí y no de Dios. Estaría contradiciendo la
Biblia, ya que la Biblia dice que la salvación viene de Jehová y no del hombre.
 Si esto fuera así, entonces la salvación sería por obras, y el que haga más buenas obras será más justificado
delante de Dios.
 Si esto fuera así, entonces la salvación por gracia que se menciona en la Biblia se convierte en un mito y echa
por tierra el sacrificio de Cristo en la cruz para salvación eterna.

Algunas personas muy sinceras creen que deben cuidar su salvación para no perderla, quizás influenciados por
algunos falsos maestros que leen este texto sacándolo de contexto, sin analizar el texto y sin estudiar el idioma
original en el que fue escrito.

Lo que los cristianos debemos de entender es que Dios salva por gracia, y este texto no se refiere a que debemos
ocuparnos en nuestra salvación para no perderla, ya que así como nosotros no hicimos nada para salvarnos así
también no podemos hacer nada para perdernos.

Toda la salvación le pertenece enteramente a Dios. La falta de NO entender el concepto de la Salvación por Gracia
ha llevado a muchos a vivir una vida de culpabilidad y no de confianza en el sacrificio de Cristo. ES LO QUE SE
CONOCE COMO LEGALISMO, PORQUE ENSEÑA UNA SALVACIÓN POR OBRAS.

Filipenses 1:5 “por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora;” Se refiere a la comunión
que tenía la iglesia de Filipo, esta comunión está basada en el Evangelio.

¿Y cómo se manifestaba esta comunión en el Evangelio? Algunos creen que esta comunión se refiere únicamente
desde el momento en que oíste el Evangelio y creíste en Jesucristo hasta ahora, y nada más. Pero el texto indica
que va más allá de haber oído y creído, se refiere a una participación activa en la propagación del Evangelio.

Otras versiones traducen mejor este texto y dicen:

 “por su participación en el evangelio (en anunciar las buenas nuevas) desde el primer día hasta ahora.”
NBLH

 “porque han colaborado conmigo en dar a conocer la Buena Noticia acerca de Cristo desde el momento
que la escucharon por primera vez hasta ahora.” NTV

La iglesia de Filipo practicaba lo que hoy conocemos como Evangelismo, los hermanos es esforzaban en proclamar el
Evangelio a los perdidos, participaban activamente juntos en la predicación del Evangelio. Colaboraban junto con
Pablo en el evangelismo.
18

Se refiere a que desde conocieron el Evangelio, también participaron en la expansión del Evangelio, y no solamente
de forma personal, sino como iglesia local, como grupo de creyentes.

Filipenses 1:6 “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta
el día de Jesucristo;”

¿SE REFIERE A LA BUENA OBRA DE LA SALVACIÓN? ¿SÍ O NO?


Definitivamente NO, porque la salvación eterna no se puede perfeccionar, la salvación se obtiene una sola vez y
para siempre, y no es algo que perfeccione, porque no es que hoy día soy un poco salvo y mañana soy más salvo que
ayer. No hay nada de eso en la Biblia. La Biblia declara que somos salvos por la gracia de Dios, y no dice que hoy soy
salvo y mañana soy doblemente salvo. Partiendo de ahí podemos decir que la buena obra no se refiere a la salvación
recibida por gracia.

La buena obra que comenzó se refiere a la etapa que viene como consecuencia de la salvación, que es la
santificación. Por la santificación es una consecuencia, evidencia y fruto de que has recibido la salvación. Si es que
no estas creciendo en santificación es evidencia de que no eres salvo.

Entonces, Pablo estaba persuadido, estaba convencido completamente de que después que una persona se
convierte a Cristo, después que una persona recibe al Espíritu Santo, el Espíritu de Dios empezara la buena obra de
la santificación hasta que Jesucristo venga.

Y crecer en santificación no significa vivir una vida moralmente buena delante de los hombres, es obedecer los
mandamientos de Dios escritos en la Biblia.

Filipenses 1:11 “llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.”

Los frutos de justicia se refieren a tener una cosecha abundante de buenas obras, a hacer lo bueno, a crecer en el
carácter justo que Jesucristo produce en tu vida.

¿Cuánto del carácter de Cristo tienes? Este fruto se verá reflejado en tu carácter, y en hacer lo bueno ante los ojos de
Dios, y en todo lo que hagas sea para la gloria de Dios.

Filipenses 1:12-26 Pablo narra y explica lo acontecido con el mientras predicaba a Cristo, y les aconseja en cómo se
debe vivir en Cristo.

Filipenses 1:27-30 Pablo relata acerca sus luchas en la predicación del Evangelio. Por eso, al inicio en Filipenses 1:5
menciona la participación activa de la iglesia en la proclamación del Evangelio, lo que hoy día le llamamos
Evangelismo.

FILIPENSES 2:1-13 (Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna
comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 2 completad mi gozo, sintiendo lo
mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 3 Nada hagáis por contienda o por
vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4 no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 5 Haya, pues, en vosotros
este sentir <DISPOSICIÓN PARA SER COMO ÉL> que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma
de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando
forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo
sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
19

de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es
el Señor, para gloria de Dios Padre. 12 POR TANTO, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como
en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor
y temblor 13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad).
“Por tanto” Esto quiere decir: En vista de lo acabamos de leer o hablar en el capítulo 1.

¿Y que acabamos de leer en el capítulo 1? Acerca de que el que empieza la buena obra la perfeccionará, que
tengan frutos de justicia, que vivan para Cristo, que prediquen a Cristo.

FILIPENSES 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús

Se refiere a que debían de tener la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo, debían pensar y actuar como
Cristo, toda su actitud debía ser conforme a Cristo

Por tanto, Indica una conclusión de todo lo que hemos visto hasta aquí. ¿Qué hemos visto hasta aquí? Hemos visto
sobre la comunión en el Evangelio, sobre la obra que Dios comenzó en nosotros la perfeccionara, sobre dar fruto de
justicia, sobre el consuelo en Cristo, sobre no hacer nada por egoísmo, sobre la obediencia de Cristo, etc.

Por tanto, si todo esto es cierto, entonces, las implicaciones prácticas en tu vida son en base a todo lo que hemos
visto. Si Cristo te salvo, todo lo que hemos visto hasta aquí debería ser una realidad en tu vida. Esto que estamos
leyendo, no solamente está escrito en papel, sino también está escrito en sus corazones.

ILUSTRACIÓN

 Imagina que un día un hermano llega un domingo a la iglesia y dice: “Hermanos no saben lo que me ha
pasado. He tenido un encuentro cara a cara con un camión y me paso por encima ese tráiler de 16 metros.”
Sin embargo, tú lo ves igualito, bien peinado, y con la camisa bien planchada. Y dices: “No me estarás
mintiendo, porque yo te veo igualito, no veo ningún cambio en ti, no veo ninguna evidencia que hayas tenido
un encuentro con un tráiler.”

Dios es más grande que un tráiler. Tú no puedes decir que tuviste un encuentro con Dios o decir que Cristo te salvo
si no hay un cambio en tu vida. Porque alguien te mirara de arriba abajo, y te dirá: “Estás igual a como eras antes de
ser cristiano, sigues siendo igual de orgulloso, igual de borracho, sigues riéndote de los chistes del mundo, haciendo
las cosas que hace el mundo, vistiéndote como el mundo. Pero te dices cristiano. No te creo porque no veo ninguna
evidencia que Cristo te haya salvado. ¿Estás seguro que Cristo te salvo? O ¿estás viviendo un falso cristianismo?”

Si somos cristianos, el mundo tiene que notar la diferencia en nosotros. Esto muestra el amor entrañable que tenía
Pablo a la iglesia de Filipenses (descrita en Filipenses 1:8) Pablo usa esta frase a menudo hacia aquellas personas que
se convirtieron durante su ministerio. Y no se les dice únicamente de la boca para afuera sino que era una
sentimiento sincero y lo demostraba con sus acciones. ¿Amas a tus hermanos de la boca para afuera o lo demuestras
con los hechos?

Como siempre habéis obedecido: No dice que le hayan obedecido a Pablo, sino al mensaje que predico Pablo, su
obediencia al Evangelio. Versículos anteriores, del 6 al 11 les habla sobre la obediencia de Cristo al Padre, de cómo el
Hijo había “obedecido a Dios hasta la muerte.” (Fil 2:8 BLS)

No como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia: No obedecían ni servían a Dios para ser
visto por los demás, sino que hacían la obra de Dios, sin hacerse vistos, no había auto jactancia en ellos. Su
obediencia no era para que Pablo lo vea, sino para Dios. Aquí podemos distinguir dos clases de personas. Primero:
20

Aquellos que sirven a Dios para que todos los demás le vean, y ser reconocido por los demás satisfaciendo su orgullo.
Segundo: Aquellos que sirven a Dios de manera silenciosa sin buscar un reconocimiento de los demás. Es fácil
obedecer a Dios dentro de las 4 paredes de este local. Pero, ¿Cuántos? No levanten la mano, ¿Cuántos obedecen a
Dios fuera de este lugar? Algunos creen que Dios solo está en la iglesia, y fuera de ella no está, por eso fuera de aquí,
puedo pecar en secreto. Pero el cristiano verdadero es obediente a Dios en todo momento. Porque sabe que aunque
no pueda ver a Dios, sabe que Dios si lo ve en todo tiempo, y como entonces me atrevería a pecar contra mi Dios
sabiendo que Dios me observa en todo tiempo.

Claramente Pablo no le está diciendo a los filipenses que deben hacer obras para ganar su salvación.
Ocupaos en el idioma original es la palabra griega: katergazomai, y significa: “trabajar completamente, producir,
llevar a cabo una actividad, hacer, producir mediante esfuerzo.”

 No dice cuidarla, ni mantenerla, ni retenerla.


 No se refiere a la salvación que ya se tiene, sino al proceso de santificación que viene como consecuencia
de la salvación.
 No se refiere a ocuparte en la salvación con el peligro de perderla si es que no te ocupas en ellas.
 Los cristianos no trabajan por su salvación, porque recuerden que la salvación no es por obras.
 Los cristianos no se ocupan en su salvación para no perder su salvación, porque la salvación no se pierde.

Lo que Pablo quiere decir con la frase, “ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,” es que debemos tener
muy claro, nosotros, los que ya hemos obtenido esa salvación por la gracia de Dios, que debemos ser humildes.
¿Qué quiero decir con esto? Sabiendo nuestras debilidades, incapacidades, inhabilidades, y nuestro vacío de todo
bien. Debemos saber que nuestra salvación no fue basada en nuestros méritos, ni en que fuimos mejores que otras
personas, pero solamente basado en la gracia y misericordia de Dios.
Los cristianos nos ocupan en el proceso de santificación, en crecer en la madurez de Cristo, y para ellos tenemos al
Espíritu Santo que nos capacita.

Con temor y temblor, No se refiere a un temor de perder la salvación. No se refiere a temblar de miedo porque en
algún momento perderemos la salvación. Se refiere a un temor de reverencia. Y es que los cristianos tememos, pero
no tememos perder la salvación, tememos a Dios pero no aterrados, sino en reverencia.

Cuando tenemos claro esto, demostramos verdadero temor a Dios, pues sabemos que Él decidió salvar por Su puro
placer a criaturas indignas de ser salvadas. Ese es el temor y temblor del que habla Pablo.

 JUAN CALVINO: “A esto él los llama en esta afirmación. Pues de donde viene el orgullo sino de la
seguridad que produce la confianza ciega, cuando nos complacemos en nosotros mismos, y nos
inflamos con la confianza en nuestras virtudes, más que descansar sobre la gracia de Dios. En
contraste con este vicio es el temor a que él llama.”

Otras versiones ayudan a entender un poco mejor este texto:

“Queridos hermanos, cuando yo estaba con ustedes, siempre me obedecían. Ahora que estoy lejos, deben
obedecerme más que nunca. Por eso, con respeto y devoción a Dios, DEDÍQUENSE A ENTENDER LO QUE SIGNIFICA
SER SALVADO POR DIOS.” (TLA)
21

“Queridos amigos, siempre siguieron mis instrucciones cuando estaba con ustedes. Y, ahora que estoy lejos, es aún
más importante que lo hagan. ESFUÉRCENSE POR DEMOSTRAR LOS RESULTADOS DE SU SALVACIÓN OBEDECIENDO
A DIOS CON PROFUNDA REVERENCIA Y TEMOR.” (NTV)

Temor en el original griego significa: “fobos” y significa: “respeto, respetuosamente, temer, temor, temor reverente,
saludable miedo a desagradarle…” (STRONG + VINE)

Entonces, la pasividad en la santificación no es algo que caracterice a alguien que ha sido regenerado por el Espíritu
Santo. Un ejemplo de cómo debe ser esta actitud o una de las implicancias prácticas de obedecer con temor y
temblor lo vemos en Efesios: “Esclavos, obedeced a vuestros amos terrenales con respeto y temor, y con integridad
de corazón, como a Cristo.” (Efesios 6:5 BAD)

Es solo un ejemplo de cómo debemos actuar en temor. Siendo esclavos de Dios, debemos obedecer a Dios en todo
con profundo respeto y reverencia, con integridad de corazón, con muchas ganas y deseo de servir a Dios. Porque
Cristo es mucho más que un simple patrón o jefe de trabajo. Él es nuestro Salvador, dio la vida por nosotros, resucito
por el poder de Dios y lo veremos en el cielo.

¿Y QUÉ CON LAS OBRAS? La escritura dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9)

Ninguno cristiano allá en el cielo le dirá a Dios: “Cómo me ocupe de mi salvación yo no perdí mi salvación.” o
“Merezco el cielo porque siempre me ocupe en mi salvación.”

FILIPENSES 2:13 Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad.
 “Porque es Dios quien los motiva a hacer el bien, y quien los ayuda a practicarlo, y lo hace porque así lo
quiere.” (BLS)

 “Porque es Dios mismo quien hace posible que ustedes deseen hacer lo que a Él le agrada.” (PDT)

 “Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada.” (NTV)

Solo el Dios a través de su Espíritu Santo produce en el hombre regenerado o creyente todo el proceso de
santificación progresiva, todo de acuerdo a su voluntad. Entonces, ¿habrá algún motivo para decir que podemos
crecer en santificación por nosotros mismos? Definitivamente no, porque Dios es quien nos salvó para hacer
buenas obras. La buenas obras son una consecuencia de que ya somos salvos, pero nunca es un requisito para ser
salvo ni para mantener la salvación.

Tomando en cuenta Filipenses 2:13, podemos decir que una de las malas obras son aquellas que el hombre hace para
intentar ganar su salvación o intentar mantener su salvación. Mientras que las buenas obras son aquellas que el
cristiano hace siendo guiado por el Espíritu Santo.

ILUSTRACIÓN:
 Imagina que tu no tiene ningún céntimo en tus bolsillos, y no habría manera que puedes conseguir una casa, y
alguien te regala una casa y te dice: “Te doy mi casa, y como sé que nunca podrás pagarme el precio que vale,
te lo regalo y firmare un acta legar en donde yo no tendré derecho a reclamo.”
22

 Tú, al día siguiente vas donde el Señor, y le preguntas como pagar la casa. A la cual el Señor te dice: “No
puedes hacer nada porque ya está pagada, tuve que enviar a mi Hijo, le costó la vida a mi Hijo para que
tengas la casa. Solo una cosa te pido, mantenla limpia y ordenada. Porque cuando vuelva la quiero ver limpia
y ordenada.”

 Tu podrás decir: “Pero, yo tengo una enfermedad que me impide hacer esfuerzo físico, y no tengo plata para
comprar una escoba, lejía, cera, trapeador, pinesol, detergente, etc.”

 A lo cual el Señor te dice: Yo tengo la medicina que te curara por toda la vida y podrás realizar cualquier
actividad física sin cansarte, y también te he dejado en la casa todos los utensilios de limpieza para
mantenerla limpia todos los días. Y debes mantenerla limpia hasta que yo vuelva por ti y te lleve a una casa
mejor.”

¿Cuál excusa tu tendrías para no tener la casa en orden y limpia hasta que el Señor venga por ti? Así como el Señor
dio la casa gratis y dio las capacidades y utensilios para ocuparse en la casa. Así Dios salva gratuitamente y capacita al
cristiano a través del Espíritu Santo para ocuparse en la santificación.

En la salvación y santificación es así:

 En la salvación: Dios sabiendo que tú no podías hacer nada para pagar tu salvación, Él te la da como un
regalo, envió a su Hijo a morir en la cruz, el Hijo dio su vida en la cruz por ti para salvarte a ti, porque tú
nunca podrías salvarte por ti mismo. Solo Cristo te podía salvar por gracia, y solo Cristo te puede salvar si
es que aún no conoces a Cristo.

 En la santificación: Dios sabiendo que tú por ti mismo no estas capacitado para santificarte, porque eres
totalmente incapaz de crecer en santificación si es que no tienes al Espíritu Santo morando en ti, solo el
Espíritu de Dios te capacita para mantener tu alma y cuerpo limpio.

Los incrédulos que no tienen al Espíritu Santo nunca se ocupan en su santificación por no son salvos. Los falsos
cristianos nunca crecen en santificación porque no tienen al Espíritu Santo por no son salvos. Solo un verdadero
cristiano tiene al Espíritu Santo en su corazón, y lo recibió en su conversión, el día que creyó en Jesucristo para ser
salvo. El día que Cristo te salvo ese mismo día te capacito para hacer el bien y guardar los mandamientos de Dios. El
mismo Espíritu Santo te capacita para crecer en la santificación.

Coincido con MacArthur cuando dice al respecto de este texto: “El creyente no tiene excusa para no experimentar
santificación progresiva, porque nunca se encontrará sin el ejemplo de Cristo, y nunca se encontrará sin el poder del
Espíritu de Dios. Debido a que Dios lo provee, entonces el cristiano no tiene excusa.” (John MacArthur)

En griego koine la frase dice así, “theos gar estin o energon en humin.” Lo primero que vemos es que Dios es puesto
primero en el griego para enfatizar Su rol vital en este proceso. Gar (porque) introduce la explicación y en el contexto
explica cómo es posible para los creyentes obedecer la orden divina de ocuparse en su salvación.
 WUEST: “explica el rol de Dios (la soberanía de Dios) en la santificación del creyente mientras que
el verso precedente explica nuestro rol (responsabilidad humana). Debe quedar claro que sin la
obra de Dios en el creyente que está ocupándose de su salvación, la santificación genuina sería
imposible.”
23

Dios produce en nosotros el querer como el hacer, ¿qué?, DISPOSICIÓN PARA SER COMO CRISTO. Ocuparse de la
salvación se refiere a trabajar con disposición para conseguir y lograr formar en nosotros el carácter de Cristo, no
ganar o mantener la salvación.

Para Pablo, Dios nos otorga el deseo y la capacidad o energía para obedecerle. Esta idea del hombre requiriendo un
poder divino para obedecerle es ajeno a la literatura pre-cristiana excepto por el Antiguo Testamento. En el Antiguo
Testamento vemos lo siguiente,

 “En Judá también estuvo la mano de Dios para darles un solo corazón para cumplir el mensaje del rey y de
los príncipes, conforme a la palabra de Jehová.” 2 Crónicas 30:12
 “Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras.” Isaías 26:12

Y el apóstol Pedro escribe en su segunda epístola,

 “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder,
mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” 2 Pedro 1:3

¿Qué cosas pertenecen a la vida y a la piedad? ¿No son la salvación, la fe, el deseo de complacerle y hacer la
voluntad de Dios a lo que se refiere Pedro? La verdad es que todas estas cosas nos han sido regaladas por Dios.

“theos gar estin o energon en humin.”

La palabra energon proviene de la raíz energeo que se refiere a un trabajo activo y efectivo. Esta palabra está
relacionada con la palabra theos (Dios), es decir describe algo que Dios hace.

¿Qué es esto que Dios hace? Bueno lo que nos dice el pasaje es que Dios energiza a sus hijos para obedecer y
servirle. Su poder permite su santificación.

El tiempo presente del verbo energon implica que Dios está continuamente energizando a sus hijos, no es algo que
ocurre en el pasado, sino que ocurre todos los días, a cada momento, en la vida del creyente. Pablo no quería
descreditar nuestra fiel obediencia, sino que sabía que detrás de nuestra obediencia y servicio aceptable a Dios está
el poder energizante de Dios. ¿Quién entonces va a recibir la gloria de todas nuestras acciones? Dios, pues es Él quien
produce en “nosotros así el querer como el hacer”.

Pablo enfatizó lo mismo en su epístola a los Corintios,

 “no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que
nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto,
no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica” 2 Corintios 3: 5-6

Después de escribir acerca de su deseo de presentar hombres completos en Cristo, Pablo explica como ocurre esto,

 “para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.”
Colosenses 1:29

Los creyentes escogen comportarse de una cierta manera únicamente porque el Espíritu Santo está trabajando para
producir en nosotros el querer hacer la voluntad de Dios.
 Dios energiza el corazón del creyente para esto; Esta es una increíble verdad.
24

 Todos los creyentes experimentan movimientos en su corazón hacia Dios. Estos deseos o movimientos son
producidos por el Espíritu Santo. Nuestra parte es la de hacer nuestros estos deseos y no dejarlos pasar.
 Debemos tomarlos y hacer exactamente lo que estos sentimientos quieren que hagamos. Sólo así estaremos
ocupados de nuestra salvación. Gracias a Dios, Él no nos deja a nuestros propios esfuerzos, los cuales son
inútiles.
 La obra de Dios incluye la transformación de nuestra voluntad, así como el de nuestro trabajo. Pero Su obra
no es algo pasivo, sino, a la luz del pasaje en estudio, es algo continuo.

JOHN PIPER: “La soberanía de Dios en la santificación no remueve nuestra obligación. Sino que la
hace posible…El trabajo soberano de Dios en nosotros es nuestra única esperanza de que lucharemos
hasta la madurez. La obra de Dios y Su deseo en nosotros no hacen de nuestro trabajo algo sin meta,
sino que lo hace posible. Nosotros obedecemos y trabajamos. Es nuestro acto y escogencia. Pero
detrás de nuestro trabajo y deseo está Dios otorgándonos el deseo y el trabajo. Verdaderamente es
nuestra obra y realmente Su regalo. Es verdaderamente nuestro deseo y realmente Su regalo.”

Entonces, los creyentes hacemos la voluntad de Dios, y deseamos hacerla, no porque tengamos el poder de hacerlo,
pues la Biblia es clara en que ningún hombre que no haya nacido de Dios puede hacer algo para complacerle, sino
que lo hacemos porque es Dios el que produce ese deseo y nos energiza para que lo podamos hacer. Esta es la verdad
establecida por la palabra de Dios, y algo que debemos tomar por verdad para que Dios sea totalmente glorificado en
nuestras vidas.
Entonces, el ocuparse de la salvación en el sentido del texto se refiere a:

“Ejercitar vuestra salvación, hacer visible tu salvación, que se vea manifiesta tu salvación, hacer visible tu
salvación.”

Así como Pablo primero dice que debes ocuparte con temor y temblor y luego te dice que es Dios el que pondrá en ti
el deseo de ocuparte en tu salvación. Es Dios quien pondrá en ti el deseo de obedecer a Dios. Es Dios quien pondrá en
ti el deseo de crecer en santificación. Porque no solo te da la capacidad, sino también pone en ti el deseo de
santificarte. Dios nunca te va a pedir algo de lo cual no te haya capacitado. Si Dios no te hubiera salvado no te pediría
que te santifiques. Por eso, este texto es un mensaje para la iglesia, es una exhortación para los verdaderos cristianos
para que se ocupen en su santificación. Y si no deseas la santidad tanto como el aire que respiras es porque aún no
has experimentado la salvación. Y si aún no has experimentado la salvación, tu alma corre un grave peligro. Necesitar
invocar a Dios para que salve. Por eso Cristo llama a las personas a que se arrepientan de sus pecados y crean en
Jesucristo para ser salvos. Cristo te llama a que te arrepientas y creas si es que no conoces verdaderamente a
Jesucristo. Pecador, ven a Cristo, si tu vienes con un corazón arrepentido Él nunca te rechazaré, confía en Él y te
salvará.

¿CÓMO OCUPARME EN MI SALVACIÓN? ¿CÓMO OCUPARME EN CRECER EN EL CARÁCTER DE CRISTO, Y EN MI


SANTIFICACIÓN?

Podría ir a otros textos para explicar cómo ocuparnos en estas cosas. Pero creo que con los que se menciona en la
carta a los Filipenses serán suficientes.

En primer lugar, debemos tomar en cuenta que así como la salvación es por obra de Dios, así también la santificación
es por obra de Dios. “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;”
(Filipenses 1:6)
25

Debemos demostrar amor por nuestros hermanos. “que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo
conocimiento,” (Filipenses 4:9).

Orando por todos tus hermanos tal y como lo hizo Pablo para que tus hermanos: “vean la diferencia entre el bien y
el mal, y escojan el bien.” (Filipenses 1:10 PDT) “a fin de que lleven una vida pura e intachable hasta el día que
Cristo vuelva.” (Filipenses 1:10 NTV)

Estando “unidos en alma y pensamiento.” (Filipenses 2:2) Para cuando vengan las pruebas. Que mejor contar que
contar a tus hermanos las pruebas o luchas por las que estás pasando para que puedan orar por ti, en vez que creas
que eres autosuficiente, al pensar que no necesitas la oración de tus hermanos por ti.

No haciendo nada por orgullo. Al contrario, hacerlo TODO con humildad, considerando a los demás como superiores
a ti mismo. (Parafraseando Filipenses 2:3)

No buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. (Filipenses 2:4 LBLA)

Nuestra actitud debe ser como la de Cristo Jesús, la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo, Debemos pensar y
actuar como Cristo Jesús (Filipenses 2:5) Antes de hacer o decir algo, debemos preguntarnos: ¿Cómo actuaría Cristo
ante esta situación? ¿Cómo respondería Cristo o que diría Cristo sobre esto? Y la respuesta a cómo debemos actuar o
decir está en la Biblia. No hay otro libro que nos hable Cristo. Puedes seguir estudiando toda la carta de Filipenses
para saber cómo ocuparte en tu salvación, no por temor a perderla sino con un temor reverente hacia el Dios que te
salvo eternamente.

H) MATEO 24:12-13 (12 Y POR HABERSE MULTIPLICADO LA MALDAD, EL AMOR DE MUCHOS SE


ENFRIARÁ. 13 MAS EL QUE PERSEVERE HASTA EL FIN, ÉSTE SERÁ SALVO)
Perseverar (gr. Jupomeno: resistir, soportar las pruebas) este texto sugiere soportar las pruebas con valentía y
confianza en Dios.
Salvo: (gr. Sozo: liberación física y temporal de los peligros y sufrimientos de la vida)
El contexto de mateo 24 habla de las señales antes del fin, por eso estos textos hablan de que el que resista la
pruebas con valentía y confianza, serán librados de los sufrimientos y peligros del mundo.

¿CUÁL ES LA VERDADERA SEGURIDAD? La Biblia da muchas seguridades: el odio al pecado, el amor a la obediencia,
el amor a los santos, el dar alegremente, el deseo de servir… pero toda verdadera seguridad de salvación se
encuentra en un solo lugar: el corazón. Son sus deseos, motivos y actitudes los que impulsan su comportamiento, no
sólo las acciones externas, las que evidencian un corazón cambiado.

ASÍ QUE LA DOCTRINA BÍBLICA DE LA SEGURIDAD DE SALVACIÓN NO FUE REVELADA PARA QUE LOS CREYENTES
VIVAN DESPREOCUPADOS. ¡NO! ESA DOCTRINA FUE REVELADA PARA QUE NOSOTROS PONGAMOS MÁS EMPEÑO
EN CONTINUAR EDIFICANDO ESE FUNDAMENTO Y GUARDANDONOS EN SANTIDAD.

¿Tú quieres mantenerte corriendo bien tu carrera hasta el fin? Mantén tu vida cimentada en la doctrina apostólica
del nuevo testamento, no te apartes ninguna pulgada de la esperanza del evangelio, vive tu vida aquí y ahora con los
ojos puestos en la gloria que nos espera cuando estemos finalmente en la presencia de Dios.

SÓLO A TRAVÉS DE ESA ESPERANZA PODREMOS MANTENERNOS EN LA CARRERA, INDEPENDIENTEMENTE DE LAS


CIRCUNSTANCIAS QUE TENGAMOS QUE ATRAVESAR EN ESTE LADO DE LA ETERNIDAD.
26

Para llegar al cielo tenemos que perseverar creyendo en Cristo. La diferencia entre otra ideología (arminiana), es que
tal perseverancia en la fe es posible para algunos cristianos, pero no es absolutamente segura y los cristianos pueden
dejar de creer y perderse, lo cual es un error teológico. Sin embargo, la doctrina verdaderamente bíblica (calvinista)
enseña que eso es completamente imposible porque el Dios que comenzó en nosotros la buena obra, Él mismo la
perfeccionará manteniendo viva la fe en nuestros corazones.

FILIPENSES 2:12-13 "Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi
presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor
y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad."

AQUÍ VEMOS CLARAMENTE ESA CONJUNCIÓN ENTRE LA SOBERANÍA DE DIOS Y LA RESPONSABILIDAD HUMANA.

A veces nuestra fe parecerá una llama pequeña en nuestros corazones, pero ese pábilo que humea nunca se apagará.
Dios produce eso y el Espíritu Santo es como un aceite que está fluyendo todo el tiempo para que esa llama de la fe
nunca se apague. Nadie puede arrebatarnos de la mano de Cristo, ni de la mano del Padre, eso es sencillamente
imposible.

¿Por qué es importante esta doctrina? ¿Por qué esto se debe predicar en las iglesias?

EN PRIMER LUGAR porque nos libra del orgullo y nos mueve más bien a darle a Dios toda la gloria por cada paso de
progreso en nuestra vida cristiana. Está doctrina bendita nos recuerda que toda buena dádiva desciende de lo alto;
esta doctrina bendita nos recuerda que si todavía estamos en Cristo corriendo la carrera de la fe con los ojos puesto
en Él, luchando con nuestros pecados, esforzándonos para cultivar hábitos piadosos, para desarrollar aquellos rasgos
de carácter que nos hace cada vez más semejantes a Cristo, y si ¿Todavía nos da vergüenza pecar? ¿Todavía, en
nuestra vergüenza, venimos a Cristo en arrepentimiento pidiendo perdón por nuestros pecados? Sí todavía todo
esto está pasando es únicamente por su bendita gracia. Porque de Él, para Él y por Él son todas las cosas, a Él y
solamente a Él debe darse toda la gloria.

EN SEGUNDO LUGAR, esta doctrina es importante, porque nos anima a trabajar activamente en la expansión del
reino. Esta doctrina nos anima. Un creyente inseguro es un creyente sin energía. La seguridad de salvación no es
necesaria para la salvación: hay muchos cristianos que no tienen la seguridad de la salvación y van a llegar al cielo.
Cuando un creyente tiene seguridad de salvación produce una energía en el corazón. Es difícil esforzarse en la
expansión del reino cuando nosotros mismos no estamos seguros que vamos a llegar allá. La falta de seguridad quita
energía, quita empoje. Por eso Pablo le dice a Timoteo…

2 TIMOTEO 1:8-12 "Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso
suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos salvó y llamó
con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que
nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada
por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la
inmortalidad por el evangelio, del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los
gentiles. Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he
creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día."

Esta doctrina es gasolina para el creyente.


27

EN TERCER LUGAR, esta doctrina, será una fuente inagotable de gozo para el creyente. En medio de las dificultades,
en medio de las circunstancias más severas, independientemente de las dificultades y aflicciones que tengamos que
esperar en este mundo caído, nuestro Dios es fiel: Él comenzó una buena obra, Él la perfeccionará.

Hay momentos en que Dios, nos da el permiso (por así decirlo), de descorrer un poco la cortina y poder ver lo que hay
dentro de nuestro corazón. Cuando yo veo dentro del mío me asusto; cuando uno se ve a sí mismo uno dice: yo no
llego… yo no llego.

¿Ustedes saben todas las tentaciones que nos quedan por luchar? ¿Todas las luchas con el pecado? ¿Todos los
ardides con Satanás? Pero no nos miremos a nosotros mismos porque solo veremos razones para desalentarnos y
razones para durar, pero cuando corremos la carrera con los ojos puestos en Jesús nos damos cuenta de que no hay
ninguna razón para sentirnos inseguros. Nosotros tenemos un gran Salvador que compro para nosotros una gran
salvación que nada, ni nadie nos puede arrebatar.

JUDAS 1:24-25 "Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha
delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad,
imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén."

Dios es santo y nosotros somos pecadores. Esas dos verdades ineludibles deberían enmarcar toda nuestra
cosmovisión. También explican el terror que los santos de Dios siempre sintieron durante los encuentros divinos
registrados en las Escrituras. No debe sorprendernos que incluso el apóstol Juan se derrumbó “como un hombre
muerto” a los pies del Señor cuando se encontró cara a cara con el Cristo glorificado (APOCALIPSIS 1:17).

A lo largo de la Escritura, ese tipo de temor intenso y abrumador fue la reacción consistente de aquellos que
experimentaron una visión o encuentro celestial. Cuando apareció el Ángel del Señor y anunció el nacimiento de
Sansón, “Y Manoa dijo a su mujer: Ciertamente moriremos, porque hemos visto a Dios” (JUECES 13:22). Abrumado
por su visión de Dios en el templo, Isaías gritó: “¡Ay de mí! Porque perdido estoy, pues soy hombre de labios
inmundos y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, porque han visto mis ojos al Rey, el Señor de los
ejércitos.” (ISAÍAS 6:5). Después de que un ángel se le apareció, Daniel escribe: “Me quedé solo viendo esta gran
visión; no me quedaron fuerzas, y mi rostro se demudó, desfigurándose, sin retener yo fuerza alguna.” (DANIEL
10:8). Al ver una luz brillante del cielo en el camino a Damasco, Saulo de Tarso y sus compañeros de viaje cayeron al
suelo (HECHOS 26:13-14). Juan, junto con Pedro y Santiago, cayeron al suelo al son de la voz de Dios durante la
transfiguración de Cristo (MATEO 17:6). Y un día, el mundo que no se arrepiente se dará cuenta del terror del juicio
de Dios y clamará “y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros y escondednos de la presencia
del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero, porque ha llegado el gran día de la ira de ellos, ¿y
quién podrá sostenerse?” (APOCALIPSIS 6:16-17).

La Escritura es clara: A diferencia de los frívolos y jactanciosos relatos de hombres y mujeres de hoy que afirman
falsamente haber visto a Dios, la respuesta inmediata de todos los que genuinamente vieron al Señor desvelado fue
el temor. Los pecadores -incluso los redimidos- tienen derecho a ser aterrorizados en la presencia de un Dios Santo.
Siempre hay temor en una verdadera visión de Cristo, porque vemos Su gloria y Él ve nuestro pecado.

Juan se desmoronó por el trauma de su visión. En la presencia del Señor, mirando sus pies de bronce de juicio
(APOCALIPSIS 1:15) y la espada de doble filo de su Palabra (APOCALIPSIS 1:16), nosotros también colapsaríamos sin
vida.

Pero ese terror se convirtió en consuelo y seguridad a medida que la visión continuaba: “Y Él puso su mano
derecha sobre mí, diciendo: No temas, yo soy el primero y el último, y el que vive, y estuve muerto; y he
28

aquí, estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades” (APOCALIPSIS
1:17-18).

Esas simples palabras transmitieron un poderoso mensaje de tremendo aliento para Juan, y para todos los creyentes:
el Señor no es nuestro verdugo. Aunque Cristo administra el castigo y el juicio contra la iglesia, la deuda por nuestros
pecados ya ha sido pagada. “Estaba muerto” y está “vivo para siempre”. Esa simple verdad debe animar
perpetuamente nuestros corazones en la agradecida seguridad de nuestra salvación. Juan proclamó esta gran
seguridad en su saludo inicial: “Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,” (APOCALIPSIS 1:5).
Sólo Cristo tiene “las llaves de la muerte y del Hades”. Los redimidos no tienen nada que temer. Jesús proclama: “Yo
soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, 26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá
jamás.” (JUAN 11:25-26). Esta fue la seguridad y el consuelo que trajo a Juan en medio de su temor: Tu deuda ya ha
sido pagada. Tú me perteneces, y nada -ni siquiera tu pecado- puede cambiar eso.

Juan no había malinterpretado su visión; Cristo se movía en juicio contra su iglesia. Pero el justo Juez no venía por
Juan. Él tenía trabajo que cumplir para su amado apóstol. Él dijo: “Escribe, pues, las cosas que has visto, y las que
son, y las que han de suceder después de estas cosas” (APOCALIPSIS 1,19). La comisión de Juan aún no estaba
completa. Tenía el deber de registrar lo que ya había visto, lo que el Señor todavía tenía que decir a las iglesias de
Asia Menor, y las visiones proféticas que se desarrollan a lo largo del resto del libro. En otras palabras, “Levántate.
Desempólvate. Y ponte a trabajar.”

Esa misma seguridad y aliento se extiende a cada creyente. El terror inicial de ver a Dios moverse en juicio contra Su
iglesia se convierte en consuelo cuando reflexionamos sobre lo que Él ha hecho por nosotros. No tenemos nada que
temer porque Cristo ha muerto y resucitado por nosotros. Él nos ha redimido, y siempre está intercediendo por
nosotros, protegiendo nuestra pureza, y proveyendo pastores fieles para guardar su rebaño. Sorprendentemente, a
pesar de nuestra indignidad, Él tiene trabajo que realizar para nosotros. No vamos a escribir otro libro de la Biblia.
Pero hemos sido llamados a proclamar la gloria de Su evangelio hasta los confines de la tierra. Es hora de ponerse a
trabajar.

ASÍ QUE LA DOCTRINA BÍBLICA DE LA SEGURIDAD DE SALVACIÓN NO FUE REVELADA PARA QUE LOS CREYENTES
VIVAN DESPREOCUPADOS. ¡NO! ESA DOCTRINA FUE REVELADA PARA QUE NOSOTROS PONGAMOS MÁS EMPEÑO
EN CONTINUAR EDIFICANDO ESE FUNDAMENTO Y GUARDANDONOS EN SANTIDAD.

¿Tú quieres mantenerte corriendo bien tu carrera hasta el fin? Mantén tu vida cimentada en la doctrina apostólica
del nuevo testamento, no te apartes ninguna pulgada de la esperanza del evangelio, vive tu vida aquí y ahora con los
ojos puestos en la gloria que nos espera cuando estemos finalmente en la presencia de Dios. Sólo a través de esa
esperanza podremos mantenernos en la carrera, independientemente de las circunstancias, que tengamos que
atravesar en este lado de la eternidad.

Para llegar al cielo tenemos que perseverar creyendo en Cristo. La diferencia entre otra ideología (arminiana), es que
tal perseverancia en la fe es posible para algunos cristianos, pero no es absolutamente segura y los cristianos pueden
dejar de creer y perderse, lo cual es un error teológico. Sin embargo, la doctrina verdaderamente bíblica (calvinista)
enseña que eso es completamente imposible porque el Dios que comenzó en nosotros la buena obra, Él mismo la
perfeccionará manteniendo viva la fe en nuestros corazones.

FILIPENSES 2:12-13 "Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi
presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor
y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad."
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AQUÍ VEMOS CLARAMENTE ESA CONJUNCIÓN ENTRE LA SOBERANÍA DE DIOS Y LA RESPONSABILIDAD HUMANA.

A veces nuestra fe parecerá una llama pequeña en nuestros corazones, pero ese pábilo que humea nunca se apagará.
Dios produce eso y el Espíritu Santo es como un aceite que está fluyendo todo el tiempo para que esa llama de la fe
nunca se apague. Nadie puede arrebatarnos de la mano de Cristo, ni de la mano del Padre, eso es sencillamente
imposible.

¿Por qué es importante esta doctrina? ¿Por qué esto se debe predicar en las iglesias?

EN PRIMER LUGAR porque nos libra del orgullo y nos mueve más bien a darle a Dios toda la gloria por cada paso de
progreso en nuestra vida cristiana. Está doctrina bendita nos recuerda que toda buena dádiva desciende de lo alto;
esta doctrina bendita nos recuerda que si todavía estamos en Cristo corriendo la carrera de la fe con los ojos puesto
en Él, luchando con nuestros pecados, esforzándonos para cultivar hábitos piadosos, para desarrollar aquellos rasgos
de carácter que nos hace cada vez más semejantes a Cristo, y si ¿Todavía nos da vergüenza pecar? ¿Todavía, en
nuestra vergüenza, venimos a Cristo en arrepentimiento pidiendo perdón por nuestros pecados? Sí todavía todo
esto está pasando es únicamente por su bendita gracia. Porque de Él, para Él y por Él son todas las cosas, a Él y
solamente a Él debe darse toda la gloria.

EN SEGUNDO LUGAR, esta doctrina es importante, porque nos anima a trabajar activamente en la expansión del
reino. Esta doctrina nos anima. Un creyente inseguro es un creyente sin energía. La seguridad de salvación no es
necesaria para la salvación: hay muchos cristianos que no tienen la seguridad de la salvación y van a llegar al cielo.
Cuando un creyente tiene seguridad de salvación produce una energía en el corazón. Es difícil esforzarse en la
expansión del reino cuando nosotros mismos no estamos seguros que vamos a llegar allá. La falta de seguridad quita
energía, quita empoje. Por eso Pablo le dice a Timoteo…

2 TIMOTEO 1:8-12 "Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso
suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos salvó y llamó
con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que
nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada
por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la
inmortalidad por el evangelio, del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los
gentiles. Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he
creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día."

Esta doctrina es gasolina para el creyente.

EN TERCER LUGAR, esta doctrina, será una fuente inagotable de gozo para el creyente. En medio de las dificultades,
en medio de las circunstancias más severas, independientemente de las dificultades y aflicciones que tengamos que
esperar en este mundo caído, nuestro Dios es fiel: Él comenzó una buena obra, Él la perfeccionará.

Hay momentos en que Dios, nos da el permiso (por así decirlo), de descorrer un poco la cortina y poder ver lo que hay
dentro de nuestro corazón. Cuando yo veo dentro del mío me asusto; cuando uno se ve a sí mismo uno dice: yo no
llego… yo no llego.

¿Ustedes saben todas las tentaciones que nos quedan por luchar? ¿Todas las luchas con el pecado? ¿Todos los
ardides con Satanás? Pero no nos miremos a nosotros mismos porque solo veremos razones para desalentarnos y
razones para durar, pero cuando corremos la carrera con los ojos puestos en Jesús nos damos cuenta de que no hay
ninguna razón para sentirnos inseguros. Nosotros tenemos un gran Salvador que compro para nosotros una gran
salvación que nada, ni nadie nos puede arrebatar.
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Judas 1:24-25 "Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha
delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad,
imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén."

"¿Es la seguridad eterna una licencia para pecar?"


La objeción más frecuente a la doctrina de la seguridad eterna es que supuestamente ésta promueve la idea de que
los cristianos pueden vivir de la manera que les plazca y aun así ser salvos. Mientras que esto es “técnicamente”
cierto, esta no es la “esencia” de la seguridad eterna.

Una persona que verdaderamente ha recibido a Jesucristo como su Salvador “puede” vivir una vida
pecaminosa; pero “NO LO HARÁ”.
Debemos establecer una diferencia entre cómo debe vivir un cristiano y lo que debe hacer una persona para recibir la
salvación. La Biblia es extensamente clara en que la salvación es solamente por gracia, únicamente a través de la fe
en Jesucristo (Juan 3:16; Efesios 2:8-9; Juan 14:6). Una persona es salvada por la fe y por fe solamente. Al momento
en que una persona verdaderamente cree en Jesucristo, ella es salvada y asegurada en esa salvación.

La salvación no es ganada por la fe y luego mantenida por las obras. El apóstol Pablo aborda este punto en Gálatas
3:3 “¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?”
Si somos salvados por fe, nuestra salvación también es mantenida y asegurada por la fe. No podemos ganar nuestra
propia salvación. Por lo tanto, tampoco podemos ganar el mantenimiento de nuestra salvación. Es Dios quien
mantiene nuestra salvación (Judas 24). Es la mano de Dios la que nos sostiene firmemente asidos. (Juan 10:28-29).
Nada nos puede separar del amor de Dios (Romanos 8:38-39).

Cualquier negativa de la seguridad eterna es, en esencia, una creencia de que nosotros debemos mantener nuestra
propia salvación por medio de nuestras buenas obras. Esto es totalmente contrario a la salvación por gracia:

 Somos salvos por los méritos de Cristo, no por los nuestros (Romanos 4:3-8).
 El declarar que debemos obedecer la Palabra de Dios o vivir una vida santa para mantener nuestra salvación,
es igual a decir que la muerte de Jesús no fue suficiente para pagar la condena por nuestros pecados.
 La muerte de Jesús fue absolutamente suficiente para pagar por todos nuestros pecados – pasados,
presentes y futuros, pre-salvación y post-salvación (Romanos 5:8; 1 Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21).

Así que, con todo lo dicho, ¿SIGNIFICA ESTO QUE UN CRISTIANO PUEDE VIVIR DE LA MANERA QUE LE PLAZCA Y
AUN ASÍ SER SALVO? Esto esencialmente es una pregunta hipotética, porque la Biblia establece claramente que un
verdadero cristiano no vivirá “de la manera que le plazca”.

 Los cristianos son nuevas criaturas (2 Corintios 5:17).


 Los cristianos muestran el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23), no las obras de la carne (Gálatas 5:19-21).
 1 Juan 3:6-9 dice claramente que un verdadero cristiano no vivirá en el pecado.

En respuesta a la acusación de que la gracia promueve el pecado, el apóstol Pablo dice,

 ROMANOS 6:1-2 “¿Qué pues diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
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La seguridad eterna no es una “licencia” para pecar. Más bien es la seguridad de saber que el amor de Dios está
garantizado para aquellos que confían en Cristo. El conocer y entender el tremendo regalo de Dios en la salvación,
conduce a lo opuesto de una “licencia” para pecar.

¿Cómo podría alguien, sabiendo el precio que Jesucristo pagó por nosotros, seguir viviendo una vida de pecado?

Romanos 6:15-23 (15 ¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De
ningún modo! 16 ¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle, sois esclavos
de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia? 17 Pero gracias
a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, os hicisteis obedientes de corazón a aquella forma de
enseñanza a la que fuisteis entregados; 18 y habiendo sido libertados del pecado, os habéis hecho siervos
de la justicia. 19 Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de vuestra carne. Porque de la
manera que presentasteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad,
así ahora presentad vuestros miembros como esclavos a la justicia, para santificación. 20 Porque cuando
erais esclavos del pecado, erais libres en cuanto a la justicia. 21 ¿Qué fruto teníais entonces en aquellas cosas
de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de esas cosas es muerte. 22 Pero ahora, habiendo sido
libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado
la vida eterna. 23 Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús
Señor nuestro.)

¿Cómo podría alguien que entendiendo el incondicional y garantizado amor de Dios para aquellos que creen,
tomar ese amor y aventarlo de regreso a la cara de Dios? Tal persona demostraría, no que la eterna seguridad que le
ha sido dada es una licencia para pecar, sino más bien que esa persona no ha experimentado verdaderamente la
salvación a través de Jesucristo. “NADIE QUE VIVE EN ÉL SIGUE PECANDO.”

1 JUAN 5:13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que
sepáis que tenéis vida eterna.
El apóstol Juan presenta once pruebas objetivas y subjetivas para la seguridad de nuestra salvación.

Las epístolas del Nuevo Testamento están llenas de material suficiente de la seguridad como para llenar volúmenes
de comentarios. Sin embargo hay una pequeña epístola, 1 de Juan, que fue escrita para tratar exclusivamente con el
tema de la seguridad. El apóstol Juan declara la razón de escribir esta carta en el verso de hoy: “estas cosas os he
escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna” Juan no quería
que sus lectores dudaran de su salvación, él quería que tuvieran plena seguridad de ella.

Ciertamente lo que Juan escribió en su epístola no molestará a creyentes genuinos, pero alarmará a cualquiera que
tenga un falso sentido de seguridad. De hecho, él dirigió su carta a quienes han puesto su fe en Cristo quien es la
piedra angular de toda garantía “les he escrito a ustedes los que creen” no hay lugar para el autoexamen fuera de la
fe en Cristo. Es por ello que todo lo que dice Juan con respecto a la seguridad se basa en la fe en Cristo y en las
promesas de la Escritura.

A lo largo de su epístola, Juan mantiene un equilibrio delicado entre las bases objetivas y subjetivas de la seguridad.
La evidencia objetiva constituye una prueba doctrinal mientras que la evidencia subjetiva provee una prueba moral.
Juan se mueve hacia dentro y hacia afuera entre los dos tipos de pruebas mientras presenta criterios que indicarán si
uno posee la vida eterna. Al estudiar estas pruebas, ellas te confirmarán, si eres un creyente genuino, la realidad de
tu salvación. Pero si te han dado una seguridad falsa sabrás en dónde estás parado y lo que necesitas hacer.
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 1 JUAN 3:2-3 2 Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de
ser. Pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a El porque le veremos como Él
es. 3 Y todo el que tiene esta esperanza puesta en El, se purifica, así como Él es puro.

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