La Ofensa
La Ofensa
Historia hermanos
Una ofensa es un evento, pero estar ofendido es una decisión. ¿Se puede vivir
menos ofendido? ¿Existe una forma de escapar de la prisión de la ofensa?
21
»Han oído que a nuestros antepasados se les dijo: “No asesines. Si cometes
asesinato quedarás sujeto a juicio” [a]. 22 Pero yo digo: aun si te enojas con alguien,
[b]
¡quedarás sujeto a juicio! Si llamas a alguien idiota, [c] corres peligro de que te
lleven ante el tribunal; y si maldices a alguien, [d] corres peligro de caer en los fuegos
del infierno.[e] 23 »Por lo tanto, si presentas una ofrenda en el altar del templo y de
pronto recuerdas que alguien tiene algo contra ti, 24 deja la ofrenda allí en el altar.
Anda y reconcíliate con esa persona. Luego ven y presenta tu ofrenda a Dios. (Mt
5:21-24)
Las ofensas hacen parte del proceso de mi crecimiento – todos seremos ofendidos
Mucho antes de que cosas pasen en nuestras vidas pasan en nuestro corazón.
Vivimos en una era de ofensa eterna, todos se ofenden por todo (Redes
Sociales)
Entre más cercana es la relación, mayor es la oportunidad (quizá quien más te valla
a ofender es quien más amas) la biblia nos enseña que muchos de los hombres
tuvieron una persona con quien lidiar:
Moises _ Faraon
Elias – Jesabel
David – Saul
Juan el bautista – Herodes
Jesus- Judas
La razón por la cual te es tan difícil permanecer más tiempo feliz es porque te
ofendes más fácilmente. Para permanecer más feliz tome más tiempo en ofenderse.
18
Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos. (Ro 12:18)
Un necio se enoja enseguida, pero una persona sabia mantiene la calma cuando la
insultan. (Pr 12:16)
Quien pasa por alto la ofensa, crea lazos de amor; quien insiste en ella, aleja al
amigo (Pr 17:9)
No son los milagros – los tiempos largos de oración, lo mucho que ofrendas. No
son la evidencia del gobierno del Dios en el corazón, es el perdón, “el perdón me
acerca a la semejanza de Cristo”
Los cristianos que guardan rencor, o que se niegan a perdonar a otros, han perdido
de vista lo que su propio perdón ha implicado: la muerte en la cruz del perfecto
Jesús.
2. Admítelo. Aunque pareciera que todo comenzó con una herida producida
por otro, necesitamos como cristianos presentarnos ante Dios y pedir
perdón por nuestro pecado. “Enójense, pero no pequen; no se ponga el sol
sobre su enojo” (Ef. 4:26).
No puedes controlar lo que se te da, pero si puedes controlar lo que harás con
lo que se te dio.
Los cristianos que guardan rencor, o que se niegan a perdonar a otros, han perdido
de vista lo que su propio perdón ha implicado: la muerte en la cruz del perfecto
Jesús.
Si no tienes la valentía de perdonar hoy, lo tendrás que cargar durante toda la vida
¿A cuántos vamos a cargar?
5. Cambia tu trato. Resiste el deseo de chismear para causar daño. Cristo nos
ha dicho: “Pero yo les digo: amen a sus enemigos y oren por los que los
persiguen” (Mt. 5:44) Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a
los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os
ultrajan y os persiguen; Dios no se equivoca. Aunque no nos sintamos
capaces, Él es capaz de hacerlo en nosotros.
Miguel Núñez dijo: “Dios ya no me tolera las cosas que antes me toleraba”