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Persona Juridica 2

Este documento explica la diferencia entre persona jurídica y ser humano. Históricamente, no todos los seres humanos tenían capacidad jurídica y en la actualidad existen entidades como empresas y organizaciones que tienen personalidad jurídica a pesar de no ser seres humanos. La persona jurídica se compone de una pluralidad de personas, la búsqueda de fines y el reconocimiento estatal.
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Persona Juridica 2

Este documento explica la diferencia entre persona jurídica y ser humano. Históricamente, no todos los seres humanos tenían capacidad jurídica y en la actualidad existen entidades como empresas y organizaciones que tienen personalidad jurídica a pesar de no ser seres humanos. La persona jurídica se compone de una pluralidad de personas, la búsqueda de fines y el reconocimiento estatal.
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PERSONA JURIDICA

ETIMOLOGIA.- En sus amplísimos teatros, los actores romanos usaban máscaras


con laminillas metálicas en la boca, las que, al vibrar, daban mayor alcance y
adecuada sonoridad a sus palabras. Esta careta se llamaba persona. Ya Aula Galio
derivaba el término persona del verbo latino personare que se traduce por resonar
(per-sonare resonar): persona es el resonador de la voz. Otros acogen la tesis de
Skutsch que rastrea sus orígenes hasta el vocablo etrusco persu, con el mismo
significado de máscara.
Las raíces anotadas coinciden en lo esencial. A cada intérprete correspondía una
persona -una careta- que en su expresión y rasgos llevaba impreso el carácter del
papel que desempeñaba en las tablas. Insensiblemente su significación se extendió
de la máscara al propio actor, el que fue denominado, entonces, personaje. Luego
pasó a indicar la situación y la función de cada quien en la vida social: la persona
del pretor, del tribuno, del cónsul, etc. Más tarde se aplicó a todo hombre, sin
connotación de "status" o función.
En el campo específico de la jurisprudencia adquirió una acepción técnica, la de
señalar los papeles de los hombres en el derecho: la persona del deudor, del
acusado, del testigo, del juez, etcétera, denotando que para cada uno hay un
repertorio de facultades y acciones preestablecidas y más o menos invariables.
La etimología confirma que detrás de la persona, como protagonista del derecho,
está el hombre. Nos falta conocer de qué manera llena esa función exclusiva.
HOMBRE Y PERSONA JURIDICA- Lo primero que suele ocurrírseles a quienes se
abocan a esta cuestión es identificar al ser antropológico "hombre" con la "persona
jurídica". Empero, una consideración detenida descarta el error.
1º. En el pasado no hubo equivalencia entre el ser natural "hombre" y la persona
jurídica. En general, los pueblos antiguos conferían calidad de persona jurídica
únicamente a los hombres libres, haciéndolos aptos para realizar actos válidos en
el derecho. Los otros estaban al margen de la actividad jurídica y política: los
esclavos eran asimilados a la condición de bestias que se compraban, vendían,
alquilaban, etcétera; no eran personas jurídicas.
2º. En algunos ordenamientos jurídicos, el condenado a la pena denominada
"muerte civil" dejaba de ser titular de derechos y deberes. Sus bienes pasaban a sus
herederos y su esposa, considerada viuda, podía contraer nuevo matrimonio.
Paradójicamente sólo le quedaba su vida. Así, sin destruirle su ser biológico, se le
truncaba su personalidad jurídica.
3º- La capacidad de la persona jurídica es variable; la condición humana, no.
Aunque varones y mujeres, nacionales y extranjeros son por naturaleza de la
misma estirpe, en nuestra historia inmediata, la capacidad de la mujer era menor
que la del hombre: carecía de derechos políticos. En la actualidad el nacional tiene
más derechos y deberes que el extranjero.
4º. Por último, la experiencia cotidiana nos pone en relación con una serie de entes
que no son seres humanos y actúan en el derecho: el Estado, los municipios, las
sociedades mercantiles, industriales y bancarias realizan actos jurídicos, tienen
domicilio, nombre, poseen bienes y son deudores igual que los hombres dotados
de personalidad jurídica.
CLASIFICACION DE LAS PERSONAS JURIDICAS.- El último argumento para
diferenciar los conceptos de hombre y persona jurídica tiene enorme importancia
por la cantidad de personas colectivas que hay:
De antaño se distingue entre personas individuales y colectivas. Persona individual,
tradicionalmente llamada "física", es el hombre titular de derechos y deberes.
Personas colectivas, más conocidas como "jurídicas", "morales" o "ideales"; son, lato
sensu, las colectividades y organizaciones humanas con cierto grado de estabilidad,
titulares de derechos y obligaciones.
La distinción entre derecho público y privado se irradia a las personas colectivas.
Son personas de derecho público el Estado, los departamentos, las municipalidades
y los establecimientos públicos. Los tres primeros, además de su base humana,
tienen una circunscripción territorial. Los establecimientos públicos son entes
regidos por la norma jurídica (Constitución, ley, resolución suprema) que
determina su creación y sus fines: universidades, bancos estatales, Y.P.F.B., etc.
Las personas colectivas de derecho privado se dividen en sociedades y
asociaciones.
La sociedad tiende a la consecución de ganancias pecuniarias: sociedades
industriales, mineras, comerciales, etc. La asociación se caracteriza porque no
persigue lucro; más bien sus propósitos son de promoción social: educación, arte,
deporte, etc.
Las asociaciones se subdividen en corporaciones y fundaciones. Para las primeras
es primordial la condición de sus componentes; por ejemplo, los integrantes de la
Asociación de Fútbol de La Paz, (propiamente una corporación) han de ser clubes
dedicados a este deporte. En la fundación lo esencial son los recursos económicos
afectados a un fin señalado por el fundador; por ejemplo, Fundación Universitaria
Patiño.

ELEMENTOS DE LA PERSONA JURIDICA CO- LECTIVA. El análisis de los


componentes de las personas colectivas es un aporte no desdeñable en el estudio
de la persona jurídica.
Las personas jurídicas colectivas son, al decir de Ferrara, colectividades y
organizaciones humanas formadas para la realización de fines y reconocidas por
el orden jurídico como sujetos de derecho. Encontramos, pues, que tres ele- mentos
las constituyen: pluralidad de hombres, fines y reconocimiento del Estado.
1º- Toda persona jurídica colectiva comprende una pluralidad de hombres que
tienden a una finalidad. Su número puede ser limitado o ilimitado, pero son
imprescindibles. Al concebir el Estado, los municipios o una sociedad minera no
puede separarse a los hombres de su imagen.
En la fundación no aparece tan patente el elemento humano porque más bien
destaca el patrimonio como su base principal; sin embargo, no puede existir sin
aquél. El fundador, al segregar de su patrimonio un conjunto de bienes para
afectarlos a un fin especial, en el acto fundacional, establece los procedimientos
que seguirán para cumplirlo, algunos hombres nombrados de un modo prescrito
también por él. La voluntad del fundador y la de quienes están encar- gados de
llevarla a cabo, que generalmente forman un consejo de administración, son la base
humana de las fundaciones.
2º. Las personas jurídicas colectivas tienden a la consecución de fines que son
generales y especiales. Fin general es el bienestar de la comunidad como misión del
Estado y de los municipios. Fin especial es el de la persona jurídica colectiva que
se propone una actividad concreta: educación, beneficencia, crédito, explotación
minera, etc.
3º.- Las colectividades y organizaciones humanas son personificadas cuando el
Estado las reconoce mediante normas o actos jurídicos; por ejemplo, la resolución
suprema que confiere personalidad jurídica a una asociación cultural; la
inscripción en el Registro de Comercio de una sociedad anónima que igualmente le
dota de personalidad jurídica. A partir del reconocimiento existen las personas
jurídicas colectivas en el mundo del derecho y pueden actuar con responsabilidad
propia.
La persona jurídica colectiva actúa en el derecho representada por individuos que
obran como sus "órganos" y cuyas acciones valen como actos de aquélla. Es así que
la persona jurídica colectiva hace transacciones legales, presenta demandas y
puede ser demandada, realiza contratos de crédito, venta, arrendamiento, etc.
Estos datos son importantes para la elaboración teórica del tema de la persona
jurídica.
TEORIA DE LA FICCION.- La evidencia de que entre hombre y persona jurídica no
hay sinonimia, pues la esclavitud del pretérito y las personas colectivas del
presente lo demuestran, nos enfrenta a la tarea de precisar en qué consiste la
persona en el mundo jurídico. Referiremos dos intentos no logrados, la teoría de
la ficción y la de los derechos sin sujeto.

Un destacado expositor de la teoría de la ficción es Savigny. Para él son auténticas


personas jurídicas los seres dotados de voluntad: los hombres. No obstante, el
legislador otorga personalidad jurídica a entes que carecen de voluntad, a ficciones,
surgidas de la nada y que sólo existen para fines jurídicos: sociedades,
instituciones, etc.
La aserción de Savigny ha suscitado varios reparos.
1º- Si el núcleo de la persona jurídica es la voluntad, los que carecen de ella:
enajenados, niños de corta edad, etcétera, son "eliminados" jurídicamente, para
asimilarlos a ficciones.
2º.- Al ser la voluntad individual fundamento de la persona jurídica, los derechos,
deberes y acciones de las entidades colectivas se confundirían con los de sus
representantes, por ser una misma voluntad (la del órgano, administrador o
gerente) el centro operativo de todos ellos.
3º.- No es exacto que las personas jurídicas colectivas carezcan de voluntad. La
tienen. la voluntad de cada uno de los sujetos físicos que la integran influye en los
demás y, a su vez, recibe los estímulos de todos los otros, ante los cuales reacciona
en proceso de interacción recíproca que da un "producto" psíquico muy diferente
a la escueta adición de las voluntades aisladas. Esta resultante es la expresión
unitaria y coherente de la voluntad del grupo. Por ejemplo, cuando varios hombres
deciden fundar una empresa industrial para fabricar papel, la voluntad de cada uno
concurre a la decisión final: producir papel con un aparato económico y técnico
determinado. Para alcanzar esta unanimidad se superan discrepancias y el
advenimiento se expresa en el llamado "estatuto" de la sociedad. En las personas
jurídicas colectivas de orden público, la formación y exteriorización de la voluntad
popular es infinitamente más compleja precisamente por el crecido número de
componentes; sus cauces son prensa, radio, cine, televisión, partidos políticos,
sindicatos, grupos de presión, etc. Es decisiva la expresión de la voluntad popular
en el sufragio para la elección de autoridades políticas.
4º. Ferrara añade otra objeción. Si las personas jurídicas son un producto
artificioso, ¿quién crea el Estado. que da existencia a las otras ficciones? Nos
topamos con una singular ficción que se crea primero y, luego, como demiurgo
febril, fragua incansablemente otras ficciones.
TEORIA DE LOS DERECHOS SIN SUJETO.- Esta teoría tiene antecedentes en los
canonistas y dos connotados exponentes modernos, Windscheid y Brinz. La noción
pre- via a su estudio, el patrimonio, es el conjunto de derechos. y obligaciones
pertenecientes a una persona, apreciables en dinero (activo y pasivo), con exclusión
de los no pecuniarios, por ejemplo, derechos políticos y algunos familiares (la
autoridad de los padres).
En síntesis, estos autores sostienen que hay dos clases de patrimonios. Unos que
pertenecen al hombre y que, sin ser de nadie particularmente, están adscritos al
logro de una finalidad. Esta masa de bienes sin sujeto físico como propietario, es
el soporte de la persona juridica colec. tiva. Los derechos y deberes que figuran en
nombre de la persona colectiva conciernen a este patrimonio y a él se le atribuyen
los actos jurídicos de sus representantes como pago de impuestos, adquisiciones,
aceptación de garantía, deudas y créditos, acciones judiciales, etc. Las
impugnaciones son varias:
1º. Hay patrimonios destinados a fines especiales sin que sean personas
independientes. Por ejemplo, la herencia con beneficio de inventario y el
patrimonio familiar.
Un heredero piensa que el pasivo de su causante es mayor a su activo y rehusa
aceptar lisa y llanamente la herencia porque le significaría equilibrarla a su costa;
en resumen, un mal negocio. Para este caso la ley establece el "beneficio de
inventario" en cuya virtud el sucesor acepta el acervo hereditario sin que se
confunda con su propio patrimonio. Sólo está obligado a pagar a los acreedores del
de cujus hasta el monto de los bienes habidos muerte. Si algo queda engrosa la fo.
tuna del heredero con beneficio de inventario, lo que demuestra que éste es titular
del patrimonio relicto. De este modo una persona tiene dos patrimonios
independientes el suyo y el de la herencia y, sin embargo, no convergen en él dos
personas jurídicas.
El llamado "patrimonio familiar" es un conjunto de bienes segregados de aquellos
que los padres pueden disponer o comprometer. El estado los proteje y declara
inembargables e inalienables porque su fin es respaldar las más premiosas
necesidades de la familia y sobre todo de los hijos menores de edad. Nadie ve en
el patrimonio familiar una persona jurídica.
2º.- La persona jurídica del Estado no se reduce a sus bienes y deudas, tiene otros
atributos fundamentales como la potestad de dictar normas jurídicas, imponer
servicios personales y gravámenes económicos, juzgar y castigar, sobrepasando el
estrecho concepto de patrimonio.
PERSONALIDAD JURIDICA, NUCLEO DE DERECHOS Y DEBERES. Evaluemos lo
avanzado. Las teorias de la voluntad y la de los derechos sin sujeto no descubren
la noción básica de la persona jurídica. Por los testimonios de la historia sabemos
que no todos los seres humanos fueron personas jurídicas y en la actualidad las
personas juridicas colectivas son obra del reconocimiento que otorga el Estado.
Esta recapitulación nos permite afirmar que la persona jurídica no es una cualidad
psíquica ni biológica y me- nos una sustancia física. Por consiguiente, será atinado
buscar la solución en otra parte. ¿Dónde mejor que en las categorías jurídicas,
como enseña Kelsen?
Mas, para llevar a término esta indagación explicita- remos una noción auxiliar
irremplazable para entender lo que es la persona jurídica, nos referimos a la
personalidad jurídica.
La personalidad jurídica, contemplada en su genuina manera de ser, es una
construcción jurídica: núcleo de todos los derechos y obligaciones, patrimoniales
y no patrimoniales. Como unidad clara y distinta dentro del orden jurídico tiene la
función de punto de inserción e irradiación de derechos y deberes.

PERSONA JURIDICA.- La concepción de la personalidad como centro abstracto de


imputación de derechos y deberes, lógicamente requiere de algún ente idóneo que
los implante en la realidad, vale decir, de un ser que cumpla con las prestaciones
debidas y, también, exija, con acciones efectivas, respeto y satisfacción de
los derechos subjetivos. Por sus dotes privativas, inevitablemente, ese
sujeto único es el hombre.
Los derechos y deberes formulados por las normas jurídicas están dirigidos
intencionalmente a un receptor: la personalidad jurídica, y a través de ella al
hombre como su destinatario exclusivo. Es el hombre quien transforma los
derechos y deberes, de meros enunciados o conminaciones ideales, en sucesos
reales.
El hombre al cual el derecho vigente le atribuye personalidad jurídica, es decir, la
especial condición de ser un haz de derechos y deberes, se constituye en persona
jurídica individual. De igual manera, el conjunto de hombres orga- nizados que
persigue un fin lícito, el instante de su reconocimiento es revestido, como totalidad
unitaria, de personalidad jurídica propia - foco de convergencia de obligaciones y
facultades y deviene en persona jurídica colectiva. Esta personalidad juridica de la
persona colectiva es por completo aparte de las que corresponden, por separado,
a cada uno de sus integrantes.
Así son equiparadas la persona jurídica individual y la colectiva porque participan
de la misma cualidad jurídica, la personalidad.
No es distinta la personalidad jurídica del Estado Básicamente es igual a la de las
otras personas, aunque con capacidad enormemente mayor porque es la síntesis
de todos los derechos y deberes estatuidos por el orden jurídico. Es la columna
maestra alrededor de la cual se ordena la totalidad de las normas jurídicas
positivas. Esta personalidad omnicomprensiva del derecho patrio convierte en
persona jurídica la realidad social que conocemos como Estado.
Cuando se habla de ejercicio de derechos o cumplimiento de obligaciones de una
persona jurídica individual o colectiva se trata, en realidad, de acciones y omisiones
de seres humanos; en un caso, de un hombre -persona jurídica individual-, y en
otro, de hombres que obran como órganos de varios o muchos individuos que
integran, en virtud de un orden jurídico normativo -estatutos o su equivalente, una
persona jurídica colectiva.
CAPACIDAD.- La doctrina tradicional del derecho privado define la persona
jurídica como "todo ente capaz de derechos y obligaciones" y ve en la capacidad,
su elemento esencial, la "aptitud para ser titular de derechos y obligaciones". Si nos
fijamos bien, coincide con la exposición anterior. Lo que llama capacidad es la
personalidad jurídica o sea el soporte de derechos y deberes.
Los civilistas reconocen en la capacidad los aspectos: goce y ejercicio. Capacidad
de goce en la aptitud para ser titular de derechos y obligaciones: toda persona,
incluso el niño y el alienado interdicto, la tienen. Capacidad de ejercicio es la
aptitud para ejercer derechos y cumplir obligaciones por si mismo: el mayor de
edad. Quienes tienen sola- mente capacidad de goce han menester de otra persona
que en su nombre y representación ejerza sus derechos: el tutor, por el menor y el
insano mental.

Para otros autores, la capacidad es la medida de la personalidad. Su pensamiento


sigue esta secuencia. La personalidad, pivote de derechos y deberes, no admite
grados; es terminante, se la tiene o no se la tiene, con el resultado con siguiente de
que se es o no se es persona. En cambio, la capacidad como la aptitud para articular
derechos y debe- res en torno a la personalidad es variable. Usando un símil, es
como un balón que se expande y encoge. Se tiene y con- trae derechos y
obligaciones según la edad, el estado civil, la nacionalidad, la profesión y la función
que se desempeña. En los menores de edad la capacidad comprende los derechos
primarios que protegen la existencia y desarrollo del niño, así como su patrimonio;
en esta etapa los deberes son proporcionalmente escasos. A medida que crece, el
hombre va enriqueciendo paralelamente su caudal de derechos y deber hasta
alcanzar su casi máximo en la mayor edad. En la idoneidad para ser sujeto de
derechos y obligaciones de naturaleza familiar, es determinante el estado civil.
Igualmente, la facultades y obligaciones varían de acuerdo a la profesión el
comerciante, el abogado, el médico o el sacerdote, tienen, en razón de su actividad,
prerrogativas y cargas jurídicas las que no participan los demás. Anteriorniente
aludimos que la capacidad jurídica de los extranjeros es restringi frente a la de los
nacionales.
Si la capacidad es fluctuante, la personalidad es idéntica para todos: tronco en el
que se aglutinan derechos y deberes, erigido en unidad relativamente autónoma
dentro de la urdimbre juridica. Relativamente autónoma, decimos, porque el
derecho le reserva un radio de libre acción circuido por una serie de limitaciones
para que conviva con otros iguales en el seno de la sociedad.
¿QUIENES SON PERSONAS JURIDICAS?.- Es inútil averiguar fuera del derecho
quiénes son personas jurídicas Incumbe a la política legislativa de cada Estado
determinar taxativamente, con o sin discriminaciones, los que son aisladamente o
en grupos personas jurídicas y los que no le son.
En un capítulo precedente relatamos que hasta tiempo no muy remotos los
animales y las cosas inanimadas tenían alguna función jurídica; por tanto, estaban
investidos de una incipiente personalidad jurídica, aunque circunscrita al área
penal. Paradógicamente estos mismos sistemas coart ban los derechos y
obligaciones de una categoria de hombres, los esclavos, al extremo de asimilarlos
a las bestias.
En la actual concreción histórica, con la superación que depara el esfuerzo humano,
el derecho de los puebla civilizados dispone, como supuesto necesario, que son
personas jurídicas exclusiva y excluyentemente los hombres, solos o agrupados.
El artículo 60. de la Constitución Política preceptúa: "Todo ser humano tiene
personalidad y capacidad jurídicas...". Fl reconocimiento de las personas colectivas
está sujeto a condiciones y trámites legales.
PERSONA Y LIBERTAD.- Cerramos el tema de la persona jurídica con una
referencia a aquello que por necesidad apodictica es una categoría jurídica: la
libertad humana. La atribución de personalidad jurídica devendría en falaz ludibrio
o intranscendente abstrusería mental, si al erigir al hombre en persona, no se le
posesiona de un ámbito donde su arbitrio, sin coacciones ni inhibiciones, pueda
entregarse al desarrollo programático de su existencia. ¿De qué le serviría ser
potencialmente titular de derechos y deberes, si toda su conducta está de antemano
trazada, e implacable- mente se le condena a someterse a esas directivas? ¿Cuál el
sentido de la posibilidad de asumir obligaciones, si su cum- plimiento está fuera
de su alcance, porque todo es conminación inexorable?
Por otra parte, traigamos a la memoria que la libertad es un presupuesto sine qua
non de todo género normativo y particularmente del derecho. La imposición de
deberes. juridicos tiene sentido y se ajusta a la razón cuando opera dentro de los
márgenes precisos del libre albedrio humano. No podría imaginarse mayor
contrasentido que responsabilizar y, en su caso, castigar a un hombre por hechos
que es- capan a su facultad de decisión.
Un sector sin trabas y abierto a la expansión de la actividad del individuo,
enmarcado por el respeto a las esferas de libertad de los otros hombres, y bajo la
regulación del Estado, que al propio tiempo organiza la cooperación so- cial, es el
escenario del hombre libre.
El arquetipo de esta libertad no es por cierto la del despropósito liberal: la libertad
de opresión de los poderosos. Es la libertad surgida sobre los escombros de la de
sigualdad econòmica, en una sociedad que brinde igualdad de situaciones y de
oportunidades a los hombres redimidos de la servidumbre del dinero.
En conclusión, el derecho para subsistir como orden normativo ha de asegurar y
garantizar, sin transigencias, la libertad de los hombres, y al hacerlo, les dota de la
única circunstancia en que su ser total puede desenvolverse ple- tóricamente.
La libertad padece restricciones, pero es inverosimil anularla, pues con ella se
esfuma la persona jurídica al serle imposible adquirir derechos y obligarse
seriamente. Y su corolario trágico sería el derrumbe ético del hombre al inha-
bilitársele para orientar su vida por los valores.

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