1 Gótico Inicial, Primitivo o Progótico

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA “JUAN MISAEL SARACHO”

CARRERA DE ARQUITECTURA Y URBANISMO


“HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 3”
Semestre 1.2024

“GÓTICO PRIMITIVO, INICIAL O PROGÓTICO”

Catedral de Durham
Durham, Inglaterra
1093 - 1133

Gótico inicial, primer gótico, protogótico, gótico primitivo o gótico temprano, son
denominaciones de la historiografía del arte y la arquitectura para el periodo o época de la
primera fase del arte gótico, correspondiente a los dos tercios finales del siglo XII y los
primeros años del siglo XIII, cuando se desarrollan las formas del nuevo estilo evolucionando
a partir de las del arte románico (por lo que también es denominado como romano-gótico). La
aplicación de la teoría de la evolución interna de los estilos identifica esta fase con un gótico
preclásico o gótico arcaico, caracterizado por la simplicidad formal y decorativa.

La arquitectura gótica es la forma artística sobre la que se formó la definición del arte gótico,
el estilo artístico comprendido entre el románico y el Renacimiento, que se desarrolló en
Europa Occidental —cristiandad latina— en la Baja Edad Media, desde finales del siglo xii
hasta el siglo xv, aunque más allá de Italia las pervivencias góticas continuaron hasta los
comienzos del siglo xvi.

El vocablo «gótico» es el adjetivo correspondiente a godo y fue utilizado en este contexto por
primera vez por el tratadista italiano Giorgio Vasari (1511-1574), quien en su famosa obra de
biografías de pintores toscanos incluye varios capítulos sobre el arte en la Edad Media. En
sentido peyorativo usó este término para denominar la arquitectura anterior al Renacimiento,
propia de los bárbaros o godos, cuyos componentes le parecían confusos, desordenados y
poco dignos, por contraste a la perfección y racionalidad del arte clásico. En su propia época,
se solía denominar como opus francigenum (estilo francés), por referencia al origen de la
innovación. Paradójicamente, en la España del siglo xvi se calificaba al gótico final (isabelino
o plateresco) como la forma de construir a lo moderno, mientras que la arquitectura clasicista
que introducía el renacimiento italiano era vista como una forma de construir a la antigua o a
lo romano.

Al gótico temprano no hay que confundirlo con los numerosos templos franceses y del resto
de Europa de la primera mitad del siglo XII cuya planta y alzado es plenamente tardo
románico pero que adopta bóvedas de crucería como solución final. Estas iglesias -que en
España son muy numerosas sobre todo a en la segunda mitad del siglo- suelen presentar como
soportes pilares cuadrados o cruciformes con cuatro semicolumnas adosadas para recibir los
arcos perpiaños y formeros. Al decidir posteriormente su cubrición con bóveda de ojivas hubo
que improvisar ménsulas a cada lado de la columna superior para soportar los arcos cruceros.
En algunos casos se prescindió de las ménsulas y los nervios cruceros apearon directamente
en el muro siendo embebidos en éste. En ocasiones a este estilo tardío románico con bóvedas
de ojivas se le ha denominado "románico ojival" y está más relacionado con las
construcciones cistercienses que con un verdadero espíritu gótico.

Sin embargo, cuando un edificio es puramente gótico, con la intención de tener bóveda de
crucería desde su origen, los soportes son "pilares compuestos" con columnas en las caras
frontales y columnillas en las esquinas para apear las ojivas. Además el edificio gótico debe
tener añadida -como vimos en apartados anteriores- una coherencia general basada en la
altura y el cromatismo de la luz, que no poseen los templos híbridos antes descritos.

Por ello se admite que el gótico nace en la Isla de Francia, concretamente en la girola de las
iglesia abacial de Saint-Denis, panteón real cercano a París y construida a partir de 1137,
donde las finas columnas que soportan las bóvedas de crucería sin muros divisorios entre las
diferentes capillas crean un espacio continuo y dinámico que servirá de base para el desarrollo
de esta nueva arquitectura.

Tras los pasos de Saint-Denis siguió la construcción de uno de los templos más emblemáticos
y conocidos de la arquitectura medieval europea: la catedral de Notre Dame de París -
comenzada en 1163- donde se comienza a desmaterializar el muro y a buscar grandes alturas

Después seguirían las catedrales de Laon y Noyon, donde se añade un cuarto piso (triforio) al
tradicional sistema de arquerías, tribuna y claristorio. Otra características de estos edificios
góticos iniciales es el empleo de la bóveda sex partita bastante abombada (las claves de las
ojivas están más altas que las claves de arcos formeros y perpiaños) para asegurar mayor
verticalidad a los empujes.

En el gótico inicial comienzan a usarse los arcos apuntados, las bóvedas de crucería, los
arbotantes y las ventanas de lanceta, pero sin la decoración y el pleno sentido estructural que
alcanzarán en el gótico pleno. Algunos autores critican la calificación de "protogóticas" para
estas estructuras, considerando que no se trata de un estilo de transición entre el
tardorrománico y el gótico (que ha llegado a denominarse románico ojival), sino de formas
románicas y góticas yuxtapuestas en un mismo edificio (habitualmente una planimetría y
elementos sustentantes románicos y unos arcos y bóvedas góticas), como consecuencia de lo
prolongado de su construcción.

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