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LA CASA DE LOS ESPIRITUS (1982) DE ISABEL ALLENDE

RESUMEN
La casa de los espíritus es una odisea familiar que abarca cuatro generaciones, pero se
centra principalmente en la vida de dos mujeres del clan, Clara del Valle y Alba
de Satigny y en la conexión existente entre ambas. Los acontecimientos no
aparecen narrados de forma cronológica, lo que puede llegar a dificultar la comprensión
de la trama, pero vale la pena darle una oportunidad. La novela empieza narrando el
momento en el que Clara, todavía una niña, relata en su primer cuaderno la llegada de una
nueva mascota, un enorme perro al que llama Barrabás. Clara seguirá plasmando su
vida en cuadernos durante el resto de su vida, y es gracias a ella que el narrador
consigue reconstruir la historia familiar 50 años más tarde. Conocemos a la familia del Valle
cuando Severo y Nívea están sentados en una iglesia sofocante con sus once hijos,
escuchando el sermón apocalíptico de un sacerdote demasiado extremista.
Cuando la pequeña Clara maldice en público mientras todos guardan silencio, todos
creen a partir de entonces que está poseída por el demonio. Esto preocupa a
sus padres, por más motivos de los que se cree. Resulta que Clara tiene dones
un tanto especiales: puede predecir el futuro, interpretar sueños y
mover muebles mediante telequinesis. Es alrededor de esta época cuando el tío de
Clara muere. El tío Marcos tiene un lugar especial en el corazón de Clara. Es un aventurero
que le cuenta historias sobre sus viajes alrededor del mundo, y que llega a la familia
un baúl lleno de libros mágicos. De modo que cuando llega a la casa de los del
Valle en un ataúd, Clara estaría muy disgustada si no fuera por el sarnoso y
famélico cachorro que aparece en el equipaje del tío. Esa es la entrada triunfal de Barrabás,
el monstruo adorable. Esteban Trueba es un empresario joven y ambicioso que está
prometido con la hija mayor de los del Valle, Rosa la Bella. Trabaja a destajo en una mina
del norte, en espera de hacer fortuna para poder regresar a la capital y casarse con
Rosa. Desafortunadamente, antes de hacerse rico, Rosa muere envenenada al tomar
un trago de brandy que debía matar a su padre, un político liberal. Todos están
deshechos de dolor, sobre todo Esteban.
Clara no vuelve a hablar durante los siguientes nueve años, ya que, tras
predecir el destino de Rosa, teme ser la causante de su muerte. Los únicos
familiares de Esteban Trueba son su pesimista hermana Férula y su decrépita
madre doña Ester. Esteban y Férula vivieron una infancia sumida en la pobreza
y no se llevan extremadamente bien. Tras la muerte de Rosa, Esteban anuncia que no
regresará a la mina y que va a encargarse de la propiedad que la familia tiene en el campo.
La hacienda, llamada Las Tres Marías, está en muy mal estado. Esteban obliga a
sus arrendatarios a que lo ayuden a poner todo en orden. Poco después, la prosperidad
llega a Las Tres Marías, pero los inquilinos tienen miedo del puño de hierro
de Esteban, su mal carácter y su v desmedido apetito sexual, lo que lo lleva a violar a
muchas de las campesinas de la propiedad. Muchas de ellas se quedan embarazadas,
incluida una mujer llamada Pancha García, pero él no reconoce a ninguno de estos niños
como hijos suyos. Esteban se reúne con terratenientes locales para planear
la victoria del partido conservador en las próximas elecciones, y comienza así
su turbia carrera política (en la que entran en juego la compra de votos,
sobornos a campesinos y todo tipo de amenazas). Cuando no está agrediendo a
muchachas adolescentes, dando órdenes a la gente, cazando animales o desmejorando
las bases del proceso democrático, Esteban pasa el tiempo en un prostíbulo
local en el que conoce a una ambiciosa y joven prostituta llamada Tránsito Soto. Él le
presta50 pesos para ayudarla a buscar fortuna en la gran ciudad y ella le promete
devolverle el dinero algún día. A Clara, su mutismo y poderes psíquicos le impiden
entablar relaciones con otras personas, y acaba convirtiéndose en una
encantadora, pero extraña joven. A la edad de 19 años, Esteban Trueba
regresa a la capital porque su madre está muy enferma. Él le promete que se
casará y tendrá hijos antes de que muera. Esteban vuelve a la casa de los del Valle una vez
más para ver si tienen alguna hija con la que poder unirse en matrimonio. Es entonces
cuando conoce a Clara y deciden casarse. Parecen llevarse bien, pero ocurre algo que no
augura nada bueno, Barrabás, el perro, se desploma en el suelo con un cuchillo en el lomo
durante la fiesta de compromiso. El animal muere en el regazo de Clara y la sangre tiñe el
vestido de rojo. Clara entabla una buena amistad con la hermana de Esteban, Férula, y la
invita a mudarse con ellos a su nuevo hogar, una mansión de estilo colonial que Esteban
diseña para que parezca lo más europea posible. Clara se queda embarazada y da a luz a
una niña llamada Blanca. La familia al completo se traslada a Las Tres Marías un
verano, y Clara trata de arengar a las campesinas con sus principios
feministas, hasta que vuelve a quedar embarazada y tiene que regresar a la ciudad.
Una vez allá, anuncia que espera gemelos y que les pondrá de nombre Jaime y Nicolás. Al
enterarse, Esteban monta en cólera porque Clara no quiere que ninguno de los niños
lleve su nombre. Tras el incidente, Esteban visita un prostíbulo de la ciudad
llamado Cristóbal Colón, y para su sorpresa, se encuentra con Tránsito Soto.
Los padres de Clara mueren en un accidente automovilístico, en el cual la madre queda
decapitada. Todavía embarazada, Clara pide a Férula que la acompañe a buscar la cabeza,
y regresan justo a tiempo para que Clara dé a luz a los gemelos. Tras el
nacimiento, Nana, la niñera de la familia del Valle, se muda a la casa de Clara.
Esta empieza a organizar sesiones de espiritismo semanales, a las que acuden todo tipo de
excéntricos espiritualistas, como las tres hermanas Mora, que se convierten en
grandes amigas de Clara. Tanto Esteban como Férula están obsesionados con Clara y
empiezan a pelear por su cariño. Con el tiempo, Esteban descubre a Férula durmiendo con
Clara y la echa de la casa. Férula le lanza una maldición y desaparece. Blanca, la
primogénita de Esteban y Clara, establece una estrecha relación con un trabajador de la
hacienda de su padre llamado Pedro Tercero García. De carácter explosivo,
compone canciones de tinte revolucionario con su guitarra, y no tiene miedo de enfrentarse
al patrón (Esteban). Él y Blanca se enamoran, pero deciden mantener su
amorío en secreto. La familia se entera de la muerte de Férula porque
su espíritu se les aparece una noche durante la cena. Clara y Esteban encuentran su
cuerpo en el ruinoso departamento en el que vivía. De regreso en el campo, Blanca y
Pedro Tercero pierden la virginidad de forma apasionada junto al río. Blanca empieza a
salir por su ventana todas las noches para poder continuar con sus románticas
escapadas. Casi los descubren en una ocasión, cuando se produce un enorme
terremoto y Clara se da cuenta de que Blanca no está en su cuarto, pero la
casa se derrumba sobre Esteban Trueba y le rompe todos los huesos del cuerpo, de
modo que Blanca tiene suerte y consigue librarse. El viejo Pedro García, abuelo
de Pedro Tercero, recoloca los huesos de Esteban y este sobrevive.
Desafortunadamente, el terremoto se cobra la vida de Nana, quien muere de miedo.
Esteban da orden de que la casa de la plantación se reconstruya en base al diseño anterior.
Blanca finge estar enferma durante su estancia en el internado para así poder
regresar a Las Tres Marías y estar con su amado. Sin embargo, Esteban
Trueba corre a Pedro Tercero a causa de sus sermones socialistas, y le exige
que desaparezca de su vista si no quiere acabar muerto. Este hecho convierte
al joven en un héroe entre los trabajadores. Pedro Tercero entra en la
propiedad a hurtadillas periódicamente para ver a Blanca, siempre disfrazado.
Esteban y Clara comienzan a tener problemas maritales. Él la trata como un
auténtico energúmeno y ella se niega a seguir manteniendo relaciones sexuales con él.
Esteban empieza a pensar que su cuerpo está encogiendo por culpa de la maldición de
Férula. Entretanto, Las Tres Marías acoge a un nuevo huésped, un conde
llamado Jean de Satigny,quien encandila a todos con su actitud cosmopolita
y busca casarse con una rica heredera sudamericana. Como es de esperar, Blanca lo
rechaza, ya que su corazón pertenece a otro. A partir de ese momento, el conde
empieza a espiar a Blanca y la sigue durante una de sus salidas nocturnas al río.
Cuando la encuentra durmiendo desnuda con Pedro Tercero, decide informar de inmediato
a Esteban Trueba, que localiza a Blanca y la castiga con un látigo. Esteban y Clara discuten
acaloradamente sobre lo ocurrido, y ella acaba perdiendo varios dientes a causa de un
golpe propinado por Esteban. A pesar de deshacerse en disculpas, Clara no vuelve a
dirigirle la palabra a su esposo nunca más. Esteban se siente triste y solo, y culpa a
Pedro Tercero de su desdicha. Ofrece una recompensa por información sobre
el paradero del joven, y Esteban García, el maquiavélico nieto ilegítimo de
Estaban Trueba, aparece un día para delatar a Pedro.
Cuando Esteban da con él, intenta matarlo, pero solo consigue cortarle tres
dedos antes de escapar. A continuación, se describe una escena un tanto
repugnante, en la que Esteban García recógelos dedos cercenados y se los entrega
al patrón. Este se niega a darle una recompensa al niño, lo cual no parece gustarle
nada, y algo nos dice que es preferible tenerlo de amigo quede enemigo. Clara,
Blanca y los gemelos regresan a la gran casa de la ciudad, y Jaime, doctor de profesión,
comunica a la familia que Blanca está embarazada. Como es de esperar,
Esteban Trueba no está nada contento con la idea y obliga a Blanca a desposarse con el
conde (aunque está claro que él no es el padre). Los recién casados se mudan al norte para
que Blanca pueda tener al bebé sin causar un escándalo. La novia de Nicolás, Amanda, se
queda encinta y él convence a su hermano Jaime para que le practique un aborto. Esta
situación resulta extraña para Jaime porque él también está enamorado de
Amanda. Blanca acaba descubriendo las pervertidas conductas sexuales de
su esposo, se asusta, abandona al conde y regresa al hogar familiar, donde
da a luz a una hija, Alba. El hermano menor de Amanda, Miguel, observa el
nacimiento desde el interior de un armario. Alba crece feliz, en medio de la
mezcolanza de extraños familiares, y se lleva bien con todos ellos, incluso con
su malhumorado abuelo, que la quiere más que a sus propios hijos. Blanca y
Pedro Tercero vuelven a encontrarse y retoman su relación desde donde la dejaron. Alba
conoce a Pedro, pero Blanca nunca le revela que él es su verdadero padre. Esteban
García se presenta un día en la ciudad para pedirle al patrón una carta de
recomendación para la academia de policía. El maquiavélico niño es ahora un maquiavélico
adulto que casi viola y estrangula a Alba cuando esta tiene seis años, en la
biblioteca de su abuelo. Esteban Trueba no está al tanto de que Esteban
García es su nieto, ni de que el joven ha estado acumulando resentimiento todo
este tiempo hacia él por no reconocerlo. Clara fallece y la gran casa de la
esquina pierde su chispa. Los huéspedes dejan de venir y los fantasmas no
rondan la casa como solían hacerlo. Tanto Jaime como Nicolás sacan de quicio a su rígido
padre, que en este momento ya exsenador. El senador Trueba acaba enviando a Nicolás a
Norteamérica y le pide que no vuelva nunca más. Esteban Trueba se construye un
enorme mausoleo en el que poder descansar eternamente entre su primera
prometida, Rosa, y su querida esposa, Clara. Cuando la familia del Valle se
niega a entregarle el cuerpo de Rosa, él y Jaime entran en el cementerio y lo roban.
Esteban echa de menos a Clara, y para aliviar sus penas va un día al Cristóbal Colón y
vuelve a encontrarse con Tránsito Soto, quien organizó una cooperativa y se hizo con el
control del negocio. Esteban se siente atraído por ella, pero esta no lo ayuda a
superar el dolor que siente tras perder a Clara. Alba se enamora perdidamente
de un muchacho revolucionario que conoce en La universidad. Ella no le dice
que su abuelo es un senador del partido conservador, y no tardan en pasear
agarrados de la mano y dedicarse miradas de amor.
Esteban García. Alba cae enferma y este la lleva a casa. Mientras se recupera,
Alba recuerda la vez en la que tenía 14 años y Esteban le dio un beso a la fuerza. Desde
ese momento no deja de tener pesadillas en las que Esteban García en
un viscoso monstruo verde que intenta estrangularla. Alba y Miguel construyen
su nido de amor en la gran casa de la esquina, y Miguel ya había estado en ese
lugar. Exacto, es el niño que vio nacer a Alba. Qué casualidad. ¿Será el destino? Todo el
mundo habla de las próximas elecciones presidenciales y de la oportunidad que tienen los
socialistas de salir victoriosos. Jaime es amigo del candidato socialista, y
sospecha que esta vez ganarán. Esteban Trueba trabaja sin descanso para
evitar que eso ocurra. La hermana de Miguel enferma y le pide ayuda a Jaime.
Este se lleva una gran sorpresa cuando descubre de quién se trata, Amanda, la
muchacha con la que estaba obsesionado cuando esta salía con Nicolás. Jaime
la ayuda durante su tratamiento contra la adicción a las drogas. Los socialistas
ganan las elecciones y la mayor parte de la familia celebra la victoria, a
excepción del senador Trueba. Este se empieza a reunir con otros políticos de
la derecha y con expertos extranjeros para tramar un complot y desestabilizar
el nuevo gobierno. Sembraron el caos en la economía en un intento de poner a la
opinión pública en contra delos socialistas, pero finalmente acaba pidiendo un golpe militar.
Pedro Tercero comienza a trabajar para el nuevo gobierno. Él y Blanca se pelean porque
ella se niega a casarse con él, y se separan temporalmente. En esa época
es difícil hacerse con alimentos, por lo que Blanca empieza a almacenarlos en
la casa. Alba los roba para dárselos a Miguel y repartirlos entre los pobres. Por
su parte, Esteban Trueba compra una gran cantidad de armas y las guarda en cajas en un
cuarto cerrado. Alba y su tío Jaime roban las armas y las entierran en un lugar
secreto para que no puedan ser usadas contra los socialistas. Jaime empieza a salir con
Amanda, a pesar de no sentir por ella lo mismo que antes; de hecho, ahora parece
estar enamorado de su sobrina. Ejem. ¿Por qué solo se fija en las mujeres que
no puede tener? El gobierno se apodera de Las Tres Marías y se la entrega a los inquilinos,
quienes la convierten en una cooperativa. Esteban Trueba monta en cólera
y sale de la hacienda ametralladora en mano. Sin embargo, en lugar de empezar a
disparar, recibe un golpe en la cabeza y los campesinos lo toman de rehén. Blanca sabe
que estos consideran a Pedro Tercero un héroe, y recurre a él para que la ayude a
rescatar a su padre. Hacen las paces y retoman su relación. Luisa Mora, una de las
hermanas videntes, visita la gran casa de la esquina y advierte a Esteban de que está
a punto de ocurrir una catástrofe. También le comunica a Alba que la muerte la
acecha y que debe huir del país. Ninguno le hace caso.
Jaime recibe una llamada de la secretaria del Presidente. Esta le pide que acuda a Palacio.
Resulta que los militares se están sublevando y el Presidente necesita a sus
doctores con él. Tras un enfrentamiento que dura unas cuantas horas, el ejército
bombardea el palacio y hace prisioneros a los supervivientes. Llevan a Jaime
preso, lo torturan y finalmente lo matan. El Presidente tampoco sobrevive
al golpe militar. Por un lado, el padre de Jaime celebra la caída del gobierno socialista,
mientras que por el otro, a Alba le preocupan sus familiares y amigos, sobre todo
Miguel, quien la llama y le pide que destruya todas las pruebas que puedan
vincularlos. Unos días después, Esteban Trueba, un tanto molesto, decide ir
hasta el Ministerio de Defensa para averiguar por qué todavía no lo llamaron para formar
parte del nuevo gobierno. La cosa no va muy bien, un oficial le falta al respeto y se queda
con su auto. Un soldado de la prisión en la que encerraron a Jaime visita la gran casa de la
esquina, y comunica a Blanca y Esteban Trueba que Jaime está muerto. Esteban se niega
a creerlo durante unos cuantos meses, hasta que la aparición del fantasma de Jaime lo
obliga a admitir la verdad. Alba usa el viejo auto de Jaime para llevar a las víctimas
de la persecución militar a las embajadas extranjeras, para que desde
ahí puedan solicitar asilo político. Esteban recupera su propiedad y castiga a los
campesinos que se la arrebataron. Reduce sus casas a cenizas y los echa de sus
tierras. El Poeta muere, y unos cuantos admiradores de su obra están dispuestos a
arriesgar sus vidas para asistir a su funeral. Esteban Trueba finalmente admite ante
Blanca y Alba que cometió un error. El gobierno al que ayudó a hacerse con el
poder es mucho peor que el que intentó derrocar. Blanca confiesa a su padre
que Pedro Tercero lleva un tiempo escondido en la casa, y le pide ayuda para que
le concedan asilo político. Esteban lo lleva a hurtadillas a la residencia del nuncio
apostólico, y tanto él como Blanca logran huir del país. Alba muestra a Miguel
el lugar en el que ella y Jaime enterraron el alijo secreto de armas de Esteban,
para poder usarlas en sus actividades revolucionarias. Miguel advierte a Alba
del riesgo que entraña ser la novia de un guerrillero, pero ella está demasiado enamorada
como para alejarse de él. Finalmente, la policía entra en la gran casa de la esquina y
arrestan a Alba en mitad de la noche. Ponen la casa patas arriba y hacen una fogata con los
libros de la biblioteca familiar. Después envían a Alba a una prisión secreta. Su
abuelo promete encontrarla y traerla a la casa. Cuando llega a la cárcel tiene los ojos
vendados, pero reconoce la voz del hombre al mando, no es otro que Esteban
García, ahora convertido en coronel. En sus garras, Alba es violada y torturada
en repetidas ocasiones. Es entonces cuando comprende que su objetivo es
hacerla pagar por ser la legítima heredera de la fortuna de Esteban Trueba. La compañera
de celda de Alba es Ana Díaz, una mujer con la que había ido a la escuela.
Conforme pasa el tiempo, el coronel García se da cuenta de que le está
tomando cariño a Alba y la mete en una celda estrecha y sin ventanas llamada
"la perrera", donde la mantiene aislada durante varios días. En ese momento
Alba decide terminar con su suplicio y deja de comer, pero el espíritu de su abuela
Clara la convence de que intente sobrevivir escribiendo un testimonio con el pensamiento.
Esa nueva actividad la protege contra su sufrimiento y le proporciona una razón para
vivir. Por su parte, Esteban Trueba va al Cristóbal Colón en busca de Tránsito
Soto. Él sabe que ella tiene conexiones con el régimen militar, y pretende cobrarle el favor
que le hizo años atrás al darle los 50 pesos. Se derrumba delante de ella y le
ruega que rescate a su nieta. Tránsito accede a prestarle ayuda, y dos días
más tarde lo llama para hacerle saber que ya cumplió con lo prometido. Alba llega
a la casa y la alegría los invade a ambos. Ella tiene la mano mutilada, y es
probable que el coronel García le cortara los dedos para mandarle un mensaje
a su abuelo. Alba relata la historia de su liberación: después de que se le
infectara la mano, fue transferida a una clínica secreta en la que conoció a una amable
enfermera llamada Rojas, que le dijo que Amanda había muerto. Después la trasladaron a
un campo de concentración para mujeres, donde volvió a coincidir con Ana
Díaz. Unos días más tarde, la llevaron a un vertedero ubicado en una zona peligrosa
de la ciudad, y le ordenaron que esperara ahí hasta la mañana siguiente. Una
bondadosa mujer la recogió por la noche y la dejó en la parte buena de la ciudad
en la que vivía su abuelo. Alba y Esteban arreglan la casa y él le propone escribir
esta historia. Cada uno narra pasajes protagonizados por la saga familiar.
Cuando él termina de redactar su parte, fallece. Alba supera su deseo de
vengarse de Esteban García, y llega a la conclusión de que todo lo ocurrido en
el pasado forma parte de un ciclo de violencia activado antes de su nacimiento.
Decide terminar con la sed de venganza. Afirma que su misión es la vida y que
ese es el motivo por el que escribe. Escribir la ayuda a sentirse conectada con
el pasado y a superarlos temores del presente. La novela termina con
una escena en la que Alba está escribiendo, a la espera de Miguel, y con una
niña en su vientre.
PERSONAJES
Alba de Satigny
Alba es una de las figuras más importantes De hecho, me atrevería a decir que
es una de las aspirantes a protagonista, incluso a pesar de nacer en el capítulo 9, pasada la
mitad del libro. Sin embargo, desde el momento en el que viene a este mundo, se convierte
en un elemento central de la vida de la familia Trueba, la trama y la estructura de la novela.
Y de la mayor parte de los temas. No cabe duda de que es importante. Cuando
descubrimos en el epílogo que Alba es la autora ficticia de la mayor parte del libro, la
estructura del mismo empieza a cobrar sentido. Nos damos cuenta de cómo su
perspectiva, basada en los cuadernos en los que Clara dejó constancia de su
vida, influyen las observaciones del narrador. Es Alba la que nos aclara el propósito de la
historia: es su capacidad de perdonar a los que la torturaron lo que dota a la novela de un
final esperanzador. Pretende interrumpir el ciclo de violencia que persiguió a
su familia durante generaciones.
Alba y Clara
Alba y su abuela Clara están asombrosamente unidas, tanto que, de hecho,
Alba se comunica con el espíritu de su abuela cuando esta muere. Podemos
considerar a Alba como una extensión del personaje de su abuela. Esta teoría
explicaría la sensación de la joven al escribir la historia de su abuela. Siente como si ya
lo hubiera vivido, dado que Clara lo vivió.
Las semejanzas entre Clara y Alba van desde lo superficial, como su piel, a lo
simbólico. Alba es un reflejo de las acciones de Clara cuando era joven: agarra
la mano de Esteban durante el funeral de Clara, tal y como esta hace durante
el de Rosa. También las cosas que le parecían importantes, tal como lo hacía su abuela
Clara" adoptando así su papel de escriba familiar. Por si eso fuera poco,
ambas tienen la habilidad de poner en contacto el mundo de los vivos con el de
los muertos, lo que les permite actuar como mediadoras y guías espirituales,
prestando ayuda durante la transición entre este mundo y el más allá. Alba, por
ejemplo, ayuda a Clara a morir, mientras que Clara regresa de entre los muertos
para convencer a Alba de que debe luchar por su vida. Tanto Alba como Clara desempeñan
un papel cohesivo en la vida de la familia Trueba; de hecho, son los únicos dos personajes
que se relacionan con todos los demás miembros del clan. Esto llama especialmente
la atención en el caso de Esteban Trueba, cuyo mal genio e ideas reaccionarias
lo aíslan de prácticamente todos los que lo rodean. Clara es, durante mucho
tiempo, la única capaz de desviar sus ataques de ira, e incluso después de su simbólico
divorcio, ella sigue teniendo un misterioso y tranquilizador efecto sobre él. Alba, por su
parte, es la destinataria de todos los "mejores sentimientos" del senador
Trueba. Aparte de Clara, Alba es la única persona que trata a Esteban con
dulzura, y la única razón por la que él permanece en la casa tras la muerte de Clara. Esta
y Alba son el adhesivo que mantiene unida a la familia.

Alba y Esteban
El arresto de Alba es la causa de la mayor crisis nerviosa sufrida por Esteban
Trueba. Tras la desaparición de su nieta, lo da todo por perdido y toca fondo.
Eso significa que Alba actúa de catalizador en lo que a la redención de Esteban se
refiere. Debido al cariño que siente por ella, Esteban es capaz de ver que hay algo más
importante que él mismo. Alba, junto con el espíritu de Clara, permite a Esteban
morir feliz y estar en paz por primera vez en su vida.
Esteban de Trueba
Esteban Trueba es el único personaje de la novela que sobrevive de principio a fin, así que,
como podrás imaginar, es una figura bastante importante. Debido a su larga
vida, es el personaje que experimenta más cambios a lo largo del libro. Esto lleva a
algunos a considerarlo el héroe de la historia. Empieza siendo un muchacho trabajador con
el orgullo herido, y acaba convirtiéndose en dueño y señor de una hacienda que le
proporciona una riqueza inimaginable, y es un hombre completamente seguro de la
corrección de sus convicciones. Año tras año, sigue consiguiendo lo que cree que quiere,
pero nunca logra alcanzar la verdadera felicidad. Este hecho probablemente se deba a su
tendencia a alejar de su lado a todos los miembros de su familia, y a un carácter hostil que
hace que la mayor parte de la gente lo odie. Finalmente, y prácticamente de milagro,
Esteban se da cuenta de sus errores, hace las paces con su familia y muere con una
sonrisa en los labios.
Clara del Valle
La figura maternal por excelencia de esta saga familiar es Clara del Valle. Se podría decir
que Clara da a luz a la novela con estas palabras inaugurales: "Barrabás llegó
a la familia por vía marítima" La novela comienza con las anotaciones infantiles
de Clara y termina de la misma forma. Clara es el principio y el fin de La casa de los
espíritus, el adhesivo que mantiene a la familia Trueba unida, y la fuerza vital de la gran casa
de la esquina y de la novela en su conjunto. Pájaros y gatos, flores y fantasmas
acuden en tropel a su lado, y los espiritualistas y artistas abarrotan la entrada
de su casa. Simplemente imagina al resto de personajes, humanos y animales, vivos
y muertos, flotando alrededor de Clara como bebés en estado de felicidad embrionaria. La
inocencia de Clara y la pureza ingenua que mantiene incluso durante sus más salvajes
encuentros sexuales con Esteban Trueba, puede que recuerden a la figura
de la Virgen María; sin embargo, las tendencias espirituales de Clara van más
allá de los estrictos límites del catolicismo que permea su sociedad. Su espiritualidad es
poco común, muy poco común. Incluye experimentos psíquicos, profecías,
interpretaciones de sueños y experiencias extraterrestres. Siempre acaba
agotada después de las sesiones de espiritismo que organiza con los chiflados que
se reúnen a su alrededor. Pero Clara tiene mucho más que ofrecer aparte de los
extravagantes ejercicios espirituales que proporcionan un tono cómico a una novela
bastante aciaga. Clara es poseedora de un gran corazón, y se aferra con tenacidad a
sus ideas sobre la justicia social. Esas cualidades menudo la motivan a bajar a
la tierra temporalmente para dar de comer a los hambrientos y reconfortar a los
pobres y a los enfermos. Clara sigue desempeñando un papel significativo en la historia
de la familia Trueba incluso tras su fallecimiento. De hecho, dos de sus intervenciones más
importantes tienen lugar cuando regresa de entre los muertos: el momento en que
anima a Alba a sobrevivir cuando la encierran en prisión, y cuando permite
a Esteban Trueba redimirse y morir en paz.
Blanca, Jaime y Nicolás Trueba
Los vástagos del matrimonio Trueba (Blanca, Jaime y Nicolás) tienen sus propios papeles
secundarios en esta saga familiar, aunque ninguno de los miembros de esta
generación alcanza la importancia de Clara, Esteban o Alba. Blanca,
la hermosa hipocondríaca, es una romántica empedernida. Su mayor logro
en la vida es el amor que siente por Pedro Tercero García, con quien acaba
viviendo felizmente casada en Canadá. Su importancia radica enser la madre de Alba, pero
no es el personaje femenino más fuerte de la novela. De hecho, probablemente sea la
mujer Trueba más alejada de los ideales espirituales y políticos que tanto estiman las
féminas de su familia.
Los gemelos Jaime y Nicolás no tienen muchas cosas en común. Nicolás hereda la
tendencia errante y empresarial de su tío Marcos, mientras que el tierno Jaime
hace gala de su propio y feroz idealismo intelectual. Puede que lo único en lo que se
parezcan sea en su deseo de desafiar la autoridad de su padre y labrarse su propio camino
en la vida, Nicolás como gurú espiritual y Jaime como doctor, ayudando a los
pobres que considera víctimas del oportunismo de la clase a la que pertenece
su padre. Nicolás acaba siendo desheredado y Jaime cambia de apellido con el fin
de renegar del legado paterno. Ambos se muestran algo más que interesados por los
rasgos que heredan de su madre: Nicolás intenta desesperadamente emular los
poderes telequinéticos de Clara, y Jaime sigue sus pasos con las obras de
beneficencia.
Férula y Doña Ester Trueba
La madre y la hermana de Esteban son tremendamente desdichadas. Ambas se rigen por
estrictos valores morales asociados con la Iglesia católica. Doña Ester Trueba
se dedica a leer libros píos sobre las vidas y milagros de los santos mientras se debilita en
su cama y muere lentamente. A Férula le gusta rezar en las calles de los barrios pobres de
la ciudad mientras sus habitantes le arrojan basura a la cabeza. ¿Tendrá
complejo de mártir? Estados mujeres sirven para ilustrar la pobreza y la
infelicidad de la infancia de Esteban, y explican su agrio carácter. Férula sirve
de contraste con el personaje de Esteban. También deberíamos tener en cuenta que
Férula se vuelve mucho más agradable cuando conoce a Clara y se muda a la gran casa
de la esquina con los recién casados. Si lo que siente Férula por Clara merece la acusación
de lesbianismo por parte de Esteban es tema de debate.
El viejo Pedro García, Pedro segundo García y Pedro tercero García
La repetición del nombre de Pedro a lo largo de las tres generaciones de los
García deja patente la importancia de la tradición patriarcal entre la gente
del campo, y su reticencia a aceptar los cambios. No obstante, esto no quiere decir que
estos tres personajes tengan personalidades similares o que su función en la novela sea la
misma. De hecho, podemos describir a los tres Pedros García como la encarnación del
lento, pero inexorable avance del progreso generacional. El viejo Pedro García lleva toda su
vida impregnándose de la sabiduría de las generaciones pasadas. Su conocimiento es
poderoso y eterno, y a pesar de su ceguera, supera en perspicacia a muchos otros
personajes. Pedro Segundo, un hombre formal y tradicional quien, a través de sus
obstinadas labores tan solo consigue llenar los bolsillos del patrón, se enorgullece en
secreto de las actividades revolucionarias de su hijo. Por último, Pedro Tercero
es el joven rebelde dispuesto a plantarle cara al poder, incluso a riesgo de
perder su propia vida. Gran parte de la trama gira en torno al romance
prohibido entre Pedro Tercero y Blanca, la hija del patrón, motivo por el que aparece
en muchas más páginas que su padre o su abuelo. Además, la pérdida de tres dedos de su
mano derecha proporciona una conexión visual entre su hija Alba y él, ya que esta
sufre la misma mutilación durante su tiempo en prisión. Ambos personajes superan
su incapacidad con el fin de luchar por sus intereses.
Pancha García y Esteban García
Pancha, la primera mujer violada por Esteban Trueba en Las Tres Marías, no
permite que su nieto olvide la vejación a la que los sometió el dueño y señor de la
hacienda. Pone a su hijo el nombre de su agresor, y de esta forma transmite su
odio de generación en generación.
Esteban García es fruto de las humillaciones que sufren los trabajadores de la
plantación a manos de Esteban Trueba, y de la sed de venganza de su abuela. La
mezcla de estas dos fuerzas da como resultado un peligroso y endemoniado joven que
sigue de cerca a Esteban Trueba y a sus descendientes a lo largo de la novela.
Intenta abusar dos veces de Alba cuando esta todavía es una niña, y por eso su miedo
se convierte en una premonición. Al final de la novela, es Esteban García quien
personifica la crueldad del régimen militar al violar y torturar a Alba. El hecho de
que Alba perdone a Esteban García la diferencia de Pancha García.
La primera, a pesar de poder estar esperando una hija de Esteban, no cae
en la tentación de transmitir un deseo de venganza a las generaciones futuras.
Tránsito Soto
Además de ser el personaje totalmente opuesto a Férula Trueba, Tránsito
desempeña una función relevante dentro de la trama. Destinataria de uno
de los pocos actos de generosidad de Esteban Trueba, usa los 50 pesos que este le
presta para financiar sus ambiciones empresariales, y con el tiempo acaba convirtiéndose
en la madama mejor relacionada del país. Si bien este favor puede parecer
insignificante al principio, sabemos que en esta novela no existen las casualidades.
Esteban se encuentra con Tránsito en tres ocasiones distintas mientras esta se halla en la
capital, y aunque ella le ofrece pagarle lo que le debe, él prefiere que le siga debiendo un
favor. Esteban se lo cobra al final de la novela, cuando le ruega a Tránsito que lo ayude a
encontrar a su nieta, que se encuentra en manos del régimen militar. Como muestra
del poder de la industria del sexo, Tránsito consigue en dos días lo que para el
senador Trueba resultaba imposible.
Conde Jean de Satigny
A este personaje lo rodea un halo de misterio. ¿Se trata de un aristócrata
refinado, tal y como él afirma, o de un caza fortunas bueno para nada? Clara y sus cartas
del tarot son incapaces de descubrir los secretos que guarda, y dado que Blanca destruye
todas sus fotos, Alba, la narradora, no puede corroborar ninguno de los relatos
contradictorios que llegaron a sus oídos, borrar las pesadillas en las que él
muere en el desierto ni identificar su cuerpo en la morgue. De hecho, comienza a
dudar de su existencia. Puede que esta situación exaspere a Alba, pero a nosotros
nos encanta, porque convierte al conde en un perfecto ejemplo del funcionamiento
de la memoria en esta novela
Nivea, Severo, Rosa, Nana, Barrabás
Los miembros de la familia del Valle viven la vida con alegría. A pesar de la
tristeza que sienten al perder a Rosa de forma accidental, Clara pasa muchos años felices
en compañía de sus padres, hermanos, Nana y, por supuesto, su fiel sombra,
un perro llamado Barrabás. Los del Valle no son personajes muy profundos, y su
importancia adición de estrechas relaciones entre madre e hija basadas en la narración de
historias y obras de caridad. En Rosa observamos el origen de la fascinación que sienten
las mujeres de las familias Trueba y del Valle por los animales imaginarios, la capacidad de
abstracción que también poseen Clara y Blanca, y el hermoso cabello de color verde que
hereda Alba. Algunos expertos consideran que la muerte de Rosa es el primer
ejemplo en la novela de una mujer que cae víctima de la violencia debido a su relación
con los hombres. Se podría
añadir que tanto su muerte como la de Nívea, aunque accidentales, son
atribuibles asevero. El ejemplo de Nana nos recuerda dos de los temas de la novela:
mujeres y clase. Nana, una mujer de clase baja sin hijos propios, trabaja para los
del Valle y es, en cierto modo, parte dela familia. Sin embargo, el aspecto más trágico
de su muerte es que ninguno de los del Valle de los Trueba asiste a su funeral. Clara
es el único personaje que llora por ella. El dulce Barrabás, que está tan unido a
Clara, también sirve de heraldo de malas noticias. Su cautiverio hace pensar en el
tiempo que Alba pasó en la "perrera" al final de la novela, y su sangrienta muerte durante la
fiesta de compromiso de Clara se interpreta como un presagio de violencia en el
futuro.
Miguel, Ana Díaz, Profesor Sebastián
Miguel, el galán de Alba, es un joven y comprometido insurrecto de ideas radicales. Aboga
por una revolución violenta con el fin de hacer frente a lo que llama la violencia del
sistema. Aunque sus políticas son extremas, es un líder tranquilo cuya
valoración de la situación suele ser la correcta. Miguel es más realista que sus
idealistas compañeros de armas, y comprende que el motivo principal por el que Alba
apoya la causa revolucionaria es su amor por él y no sus convicciones políticas.
Cuando Alba asiste a la universidad y se enamora de Miguel, este la introduce en un círculo
radical. Conocemos a dos de estos jóvenes revolucionarios. El primero es el profesor
Sebastián Gómez, un ideólogo lisiado que, se rumorea, perdió la movilidad en las piernas
mientras luchaba con los guerrilleros en Bolivia. El segundo, Ana Díaz, es una feroz joven
que no cree que la burguesía deba inmiscuirse en los asuntos de la población.
Con el tiempo, ambos son perseguidos por el régimen: a Sebastián Gómez
lo traicionan sus propios alumnos y es asesinado en la primera ronda de purgas
universitarias, y Ana Díaz acaba siendo compañera de celda de Alba. Ana anima e
inspira a Alba, y la amistad que forjan durante su tiempo en prisión y más
tardeen el campo de concentración para mujeres, sirve como modelo de la resistencia
femenina frente a la adversidad. Ana y el resto de las prisioneras son audaces, bondadosas
y afectuosas, capaces de plantar cara a la humillación con una sonrisa y de borrar el
recuerdo de la violación o la tortura apoyándose las unas en las otras
El poeta y el candidato/presidente
Tal y como mencionamos anteriormente, la figura del Poeta está basada en el ganador del
premio Nobel Pablo Neruda, un defensor del marxismo a quien se considera, a día de hoy,
el poeta más importante de Chile. En la novela, su muerte coincide con
el derrumbe de la democracia, y su funeral se convierte en el "acto simbólico
de enterrar la libertad" Del mismo modo, el Candidato sin nombre y finalmente
Presidente de la novela, es, sin lugar a dudas, una referencia al primo de Isabel Allende,
Salvador Allende, que en 1970 se convirtió en el primer presidente socialista de Chile. Su
derrocamiento, al igual que la muerte del Poeta, marca el final del proceso
democrático en la novela.
Las hermanas Mora
Cuando en una obra de literatura se habla de tres mujeres que van juntas de un lado para
otro, es una buena idea preguntarse si es posible que representen a las Moiras, las tres
diosas de la mitología griega que hilan, miden y cortan el hilo que representa
la vida humana. Son las responsables de determinar el destino de la vida de un niño.
Padre Restrepo, padre Antonio y Padre José Dulce María
Esta novela contiene tres píos personajes que ofrecen distintas representaciones de la
Iglesia católica. El padre Restrepo, el fervoroso jesuita del primer capítulo,
exalta a sus discípulos a través de sermones apocalípticos. El padre Antonio es
el sacerdote que escucha la confesión de Férula y que oculta su paradero a la familia
Trueba. Parece un clérigo tradicionalmente conservador, cuyo interés en los
juegos sexuales entre Estaban y Clara relatados por Férula, indica que probablemente
esté reprimido.
COMENTARIO Y PUNTO DE VISTA
Relata la historia de cuatro generaciones familiares en un país latinoamericano en el
siglo XX. Allende hila aspectos como la injusticia social, el cambio del papel de la
mujer en la sociedad y la lucha popular frente a la tiranía, en medio de un ambiente de
modernización y efervescencia ideológica.
El mensaje que rescato de la lectura Es: aceptar que la vida es muy misteriosa y que
pasan cosas que no tienen ninguna explicación, cosas que no puedes controlar, pero que
se manifiestan en la realidad.

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