Gisel Palacios

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Constitución Nacional

ESTRUCTURA CONSTITUCIONAL DEL ESTADO PARAGUAYO

1. El 20 de junio de 1992, es decir, aproximadamente tres años después de


la caída de la dictadura encabezada por Alfredo Stroessner que detentó el poder en
Paraguay por más de 30 años, una Convención Nacional Constituyente sancionó y
promulgó una nueva Constitución Nacional. El artículo 1 de dicha Carta Magna
establece que "La República del Paraguay, es para siempre libre e independiente.
Se constituye en Estado Social de derecho, unitario, indivisible y descentralizado en
la forma que establecen esta Constitución y las leyes. La República del Paraguay
adopta para su gobierno la democracia representativa, participativa y pluralista,
fundada en el reconocimiento de la dignidad humana”.

1. El Poder Legislativo

2. La Constitución paraguaya establece que el Poder Legislativo será ejercido


por el Congreso, compuesto de una Cámara de Senadores y otra de Diputados. Sus
integrantes son elegidos directamente por el pueblo por un período de cinco años, y
son reelegibles. El artículo 191 de dicha Carta Magna establece que

Ningún miembro del Congreso puede ser acusado judicialmente por las
opiniones que emita en el desempeño de sus funciones. Ningún
Senador o Diputado podrá ser detenido, desde el día de su elección
hasta el del cese de sus funciones, salvo que fuera hallado en flagrante
delito que merezca pena corporal. En este caso, la autoridad
interviniente lo pondrá bajo custodia en su residencia, dará cuenta de
inmediato del hecho a la Cámara respectiva y al juez competente, a
quien remitirá los antecedentes a la brevedad.

Cuando se formase causa contra un Senador o un Diputado ante los


tribunales ordinarios, el juez lo comunicará, con copia de los
antecedentes, a la Cámara respectiva, la cual examinará el mérito del
sumario, y por mayoría de dos tercios resolverá si ha lugar o no al
desafuero, para ser sometido a proceso. En caso afirmativo, le
suspenderá en sus fueros.

3. Entre las funciones de las Cámaras se encuentra la de solicitar informes


sobre asuntos de interés público a los demás poderes del Estado, citar e interpelar a
Ministros y a otros altos funcionarios de la administración pública central y
descentralizada, con facultades para censurarlos y recomendar su remoción al
Presidente de la República o al superior jerárquico del funcionario de que se
trate. Las funciones del Congreso incluyen velar por la observancia de la Constitución
y de las leyes; dictar los códigos y demás leyes, modificarlos o derogarlos,
interpretando la Constitución; sancionar anualmente la ley del Presupuesto General
de la Nación; aprobar o rechazar los tratados y demás acuerdos internacionales
suscritos por el Poder Ejecutivo; efectuar los nombramientos que la Constitución
prescribe y someter a juicio político al Presidente y a otros altos funcionarios.

2. El Poder Ejecutivo

4. La Constitución dispone en sus artículos 226 y 227 que “el Poder


Ejecutivo es ejercido por el Presidente de la República” y que “habrá un
Vicepresidente de la República quien, en caso de impedimento o ausencia temporal
del Presidente o vacancia definitiva de dicho cargo, lo sustituirá de inmediato, con
todas sus atribuciones”. El artículo 234 de dicho instrumento establece por su parte
que

En caso de impedimento o ausencia del Presidente de la República, lo


reemplazará el Vicepresidente, y a falta de éste y en forma sucesiva,
el Presidente del Senado, el de la Cámara de Diputados y el de la Corte
Suprema de Justicia.

El Vicepresidente electo asumirá la presidencia de la República si ésta


quedase vacante antes o después de la proclamación del Presidente, y
la ejercerá hasta la finalización del período constitucional.

Si se produjera la vacancia definitiva de la Vicepresidencia durante


los tres primeros años del período constitucional, se convocará a
elecciones para cubrirla. Si la misma tuviese lugar durante los dos
últimos años, el Congreso, por mayoría absoluta de sus miembros,
designará a quien debe desempeñar el cargo por el resto del
período.

5. Entre los deberes y atribuciones de quien ejerce la presidencia de la


República, la Constitución paraguaya señala las de representar al Estado y dirigir la
administración general del país; cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes;
dar cuenta al Congreso, al inicio de cada período anual de sesiones, de las
gestiones realizadas por el Poder Ejecutivo, así como informar de la situación
general de la República y de los planes para el futuro; ser el Comandante en Jefe
de las Fuerzas Armadas de la Nación; preparar y presentar a consideración de las
Cámaras el proyecto anual de Presupuesto General de la Nación, y hacer cumplir
las disposiciones de las autoridades creadas por la Constitución.

6. Otra de las funciones del Presidente es elegir al Procurador General de la


República, cuyas atribuciones y deberes se establecen en el artículo 246 de la
Constitución: representar y defender, judicial o extrajudicialmente, los intereses
patrimoniales de la República; dictaminar en los casos y con los efectos señalados en
las leyes; asesorar jurídicamente a la Administración pública en la forma que
determine la ley, y los demás deberes y atribuciones que fije la ley.

3. El Poder Judicial

7. El artículo 247 de la Constitución paraguaya dispone que “el Poder Judicial


es el custodio de esta Constitución. La interpreta, la cumple y la hace cumplir. La
administración de justicia está a cargo del Poder Judicial, ejercido por la Corte
Suprema de Justicia, por los tribunales y por los juzgados, en la forma que
establezcan esta Constitución y la ley”. El artículo 256 de la misma Constitución
establece por su parte que “toda sentencia judicial debe estar fundada en esta
Constitución y en la ley. La crítica a los fallos es libre”.

8. La Constitución establece asimismo que “queda garantizada la


independencia del Poder Judicial” y dispone que “los que atentasen contra la
independencia del Poder Judicial y la de sus magistrados, quedarán inhabilitados para
ejercer toda función pública por cinco años consecutivos, además de las penas que
fije la ley”.
9. Conforme al artículo 249 de la Constitución, el Poder Judicial goza de
autonomía presupuestaria, y su presupuesto debe ser aprobado por el Congreso. Se
establece asimismo que al Poder Judicial se le asignará, en el Presupuesto General
de la Nación, “una cantidad no inferior al tres por ciento del presupuesto de la
administración central”.

10. La designación de los miembros de la Corte Suprema de Justicia la


efectúa el Senado, con acuerdo constitucional del Poder Ejecutivo, previo proceso de
selección de candidatos e integración en ternas conformadas por el Consejo de la
Magistratura. La Corte Suprema de Justicia designa a su vez a los miembros de los
demás tribunales y juzgados del país, a propuesta en terna del Consejo de la
Magistratura. El artículo 261 de la Constitución establece que “los ministros de la
Corte Suprema de Justicia sólo podrán ser removidos por juicio político. Cesarán en
el cargo cumplida la edad de setenta y cinco años”. Por otra parte, el artículo 252
consagra lo siguiente:

Los magistrados son inamovibles en cuanto al cargo, a la sede o al


grado, durante el término para el cual fueron nombrados. No pueden
ser trasladados ni ascendidos sin su consentimiento previo y expreso.
Son designados por períodos de cinco años, a contar de su
nombramiento.

Los magistrados que hubiesen sido confirmados por dos períodos


siguientes al de su elección, adquieren la inamovilidad en el cargo
hasta el límite de edad establecido para los miembros de la Corte
Suprema de Justicia.

11. Entre los deberes y atribuciones de la Corte Suprema de Justicia que se


encuentran consagrados en el artículo 259 de la Constitución se encuentran: ejercer
la superintendencia de todos los organismos del Poder Judicial y decidir, en instancia
única, los conflictos de jurisdicción y de competencia, conforme con la ley; conocer
y resolver en los recursos ordinarios que la ley determine; conocer y resolver, en
instancia original, los hábeas corpus, sin perjuicio de la competencia de otros jueces
o tribunales; conocer y resolver sobre inconstitucionalidad; conocer y resolver en el
recurso de casación, en la forma y medida que establezca la ley; suspender
preventivamente por sí o a pedido del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, por
mayoría absoluta de votos de sus miembros en el ejercicio de sus funciones, a
magistrados judiciales enjuiciados, hasta tanto se dicte resolución definitiva en el
caso; supervisar los institutos de detención y reclusión; y entender en las contiendas
de competencias entre el Poder Ejecutivo y los gobiernos departamentales y entre
éstos y los municipios.

4. El Consejo de la Magistratura

12. La Constitución del Paraguay consagra la existencia del Consejo de la


Magistratura, entre cuyos deberes y atribuciones mencionados en el artículo 264 de
dicho instrumento se encuentra “proponer las ternas de candidatos para integrar la
Corte Suprema de Justicia, previa selección basada en la idoneidad, con
consideración de méritos y aptitudes, y elevarlas a la Cámara de Senadores para que
los designe, con acuerdo del Poder ejecutivo”; y “proponer en ternas a la Corte
Suprema de Justicia, con igual criterio de selección y examen, los nombres de
candidatos para los cargos de miembros de los tribunales inferiores, los de los jueces
y los de los agentes fiscales”.
13. Conforme al artículo 262 de la Constitución, el Consejo de la
Magistratura está compuesto por un miembro de la Corte Suprema de Justicia,
designado por ésta; un representante del Poder Ejecutivo; un Senador y un
Diputado, ambos nominados por su Cámara respectiva; dos abogados de la
matrícula, nombrados por sus pares en elección directa; un profesor de las
facultades de Derecho de la Universidad Nacional, elegido por sus pares, y un
profesor de las facultades de Derecho de las Universidades privadas, elegido por
sus pares.

5. El Ministerio Público

14. El Ministerio Público, conforme al artículo 266 de la Constitución,


representa a la sociedad ante los órganos jurisdiccionales del Estado, y goza de
autonomía funcional y administrativa en el cumplimiento de sus deberes y
atribuciones. Lo ejercen el Fiscal General del Estado y los agentes fiscales, en la
forma determinada por la ley.

15. El Fiscal General del Estado es designado por el Poder Ejecutivo, a


propuesta en terna del Consejo de la Magistratura y con acuerdo del Senado. Dura
cinco años en sus funciones, y puede ser reelecto. Sus principales deberes y funciones
se encuentran establecidas en el artículo 268 de la Constitución: “velar por el respeto
de los derechos y de las garantías constitucionales; promover acción penal pública
para defender el patrimonio público y social, el medio ambiente y otros intereses
difusos, así como los derechos de los pueblos indígenas; ejercer acción penal en los
casos en que, para iniciarla o proseguirla, no fuese necesaria instancia de parte, sin
perjuicio de que el juez o tribunal proceda de oficio, cuando lo determine la ley; y
recabar información de los funcionarios públicos para el mejor cumplimiento de sus
funciones”.

6. La Justicia Electoral

16. La Justicia Electoral, según lo dispuesto en la Constitución del Paraguay,


está integrada por un Tribunal Superior de Justicia Electoral (compuesto por tres
miembros elegidos y removidos en la forma establecida para los ministros de la Corte
suprema de Justicia), y por los tribunales, juzgados, fiscalías y demás organismos a
definirse en la ley, la cual determina su organización y sus funciones.

17. Corresponde a la Justicia Electoral la convocatoria, el juzgamiento, la


organización, la dirección, la supervisión y la vigilancia de los actos y de las
cuestiones derivadas de las elecciones generales, departamentales y municipales, así
como de los derechos y de los títulos de quienes resulten elegidos. Son igualmente
de su competencia las cuestiones provenientes de todo tipo de consulta popular, como
asimismo lo relativo a las elecciones y al funcionamiento de los partidos y de los
movimientos políticos.

7. El Defensor del Pueblo

18. La Constitución paraguaya contempla una figura muy importante para


la promoción y defensa de los derechos humanos en Paraguay, cual es el Defensor
del Pueblo. A continuación se reseñan los aspectos formales que sobre esta figura
contempla la Constitución. En el capítulo II, infra, la CIDH efectúa una serie de
consideraciones sobre el hecho de que transcurridos más de ocho años de
promulgada la Constitución aun no se haya designado en Paraguay al Defensor del
Pueblo.

19. El artículo 276 de la Constitución establece que el Defensor del Pueblo


“es un comisionado parlamentario cuyas funciones son la defensa de los derechos
humanos, la canalización de reclamos populares y la profesión de los intereses
comunitarios. En ningún caso tendrá función judicial ni competencia ejecutiva”. En
los artículos siguientes se contempla que el Defensor del Pueblo gozará de
autonomía e inamovilidad, que debe ser nombrado por mayoría de dos tercios de la
Cámara de Diputados, de una terna propuesta por el Senado, y que dura cinco años
en sus funciones, coincidentes con el período del Congreso. Se establece asimismo
que el Defensor puede ser reelecto; que puede ser removido por mal desempeño
de sus funciones, con el procedimiento del juicio político establecido en la
Constitución, y que durante su mandato no podrá formar parte de ningún poder del
Estado ni ejercer actividad político partidaria alguna.

20. Los principales deberes y atribuciones del Defensor del Pueblo se


encuentran establecidos en el artículo 279 de la Constitución, y se refieren a recibir
e investigar denuncias, quejas y reclamos contra violaciones de los derechos
humanos y otros hechos que establecen la Constitución y la ley; requerir de las
autoridades en sus diversos niveles, incluyendo los órganos policiales y los de
seguridad en general, información para el mejor ejercicio de sus funciones, sin que
pueda oponérsele reserva alguna y acceder a los sitios donde se denuncie la
comisión de tales hechos. Es también de su competencia actuar de oficio; emitir
censura pública por actos o comportamientos contrarios a los derechos humanos;
informar anualmente de sus gestiones a las Cámaras del Congreso y elaborar y
divulgar informes sobre la situación de los derechos humanos que, a su juicio,
requieran pronta atención pública.

B. La CONSTITUCIÓN PARAGUAYA Y LOS DERECHOS HUMANOS

1. Derechos consagrados directamente en la Constitución

21. La Constitución de la República del Paraguay consagra en su artículo


137 que tal instrumento constituye la ley suprema de la República, y establece en su
parte I una detallada serie de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales, tales como el derecho a la vida, a la libertad personal, al debido proceso,
a la propiedad, a la libertad de expresión y de prensa, a la libertad de reunión y
manifestación, a la objeción de conciencia, a la indemnización por los daños y
perjuicios ocasionados por el Estado, a la igualdad, a la protección de la niñez, a la
protección a las personas en la tercera edad, a los derechos de los indígenas, al
derecho a la salud, al derecho a la educación y al derecho al trabajo. La Constitución
consagra también una serie de garantías, tales como el habeas corpus, el amparo y
el habeas data.

2. Incorporación de la protección internacional al derecho


nacional

22. La Constitución del Paraguay consagra en su artículo 137 que “la ley
suprema de la República es la Constitución. Esta, los tratados, convenios y
acuerdos internacionales aprobados y ratificados, las leyes dictadas por el Congreso
y otras disposiciones jurídicas de inferior jerarquía, sancionadas en consecuencia,
integran el derecho positivo nacional en el orden de prelación enunciado”. El
artículo 141 de dicha Carta Magna señala en similar sentido que los tratados
internacionales forman parte del ordenamiento legal interno, con la jerarquía
establecida en el mencionado artículo 137.

23. Conforme al artículo 145 de la Constitución, “la República del Paraguay,


en condiciones de igualdad con otros Estados, admite un orden jurídico supranacional
que garantice la vigencia de los derechos humanos, de la paz, de la justicia, de la
cooperación y del desarrollo, en lo político, económico, social y cultural”. El artículo
143 de dicho instrumento señala asimismo que Paraguay acepta en sus relaciones
internacionales el derecho internacional, y que, entre otros principios, se ajusta al de
la protección internacional de los derechos humanos. Por su parte, el artículo 142 de
dicha Constitución señala que “los tratados internacionales relativos a los derechos
humanos no podrán ser denunciados sino por los procedimientos que rigen para la
enmienda de esta Constitución”.

C. PARAGUAY Y LOS TRATADOS INTERNACIONALES DE DERECHOS


HUMANOS

1. Nivel Regional (OEA)

a. Tratados ratificados

24. El Estado paraguayo ha ratificado la gran mayoría de los tratados


sobre derechos humanos y los dos protocolos adicionales que se han celebrado en el
marco de la OEA. Así, Paraguay es Estado parte de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos;[1] del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
“Protocolo de San Salvador”;[2] del Protocolo a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos Relativo a la Abolición de la Pena de Muerte;[3] de la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura[4]; de la Convención
Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas[5] y de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer
"Convención de Belém do Pará[6]”. Es importante asimismo destacar que el 3 de
noviembre de 1993 Paraguay aceptó la competencia contenciosa de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.

b. Tratados pendientes de ratificación

25. Aunque ya Paraguay la firmó, dicho Estado no ha ratificado a la


presente fecha la Convención

Yessica Gisel Palacios

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