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CELEBRACIÓN COMUNITARIA

DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

Se oye que en celebraciones de éstas que se convoca a la Unción a partir de los 60 años o 65, y se da
a los que quieran, aunque la hayan recibido el año anterior. Una cosa es no llegar y otra es pasarse.
La Unción se puede dar:

- a los que por enfermedad o edad avanzada, vean en grave peligro su vida, o el anciano
cuyas fuerzas se debilitan seriamente. Por tanto no vale sólo la edad ni cualquier
enfermedad. (Praenotanda nº 8 y 11)
- Cuando, tras haberla recibido, llega a convalecer, o su estado se hace crítico, o antes de
una operación quirúrgica por enfermedad grave. (Praenotanda nº 9 y 10)
- En los demás casos se pone en duda el uso adecuado del sacramento, y quizás su
validez. Entiendo que con las acciones de Cristo (eso son los sacramentos) en que Él
nos aplica la salvación hemos de ser más respetuosos.
- Por tanto, no es cuestión de administrar la unción a todos los que se pongan en la fila,
será conveniente hacer una lista previamente a la celebración y ver cada caso particular,
lo mismo que darles la opción a confesarse antes de recibir la unción, nº 160.

Monición inicial

Estamos aquí reunidos. Para celebrar de un modo especial la


alegría y la vida nueva que brotan con toda su fuerza en este
tiempo de Pascua.

Hoy, nuestra celebración tiene un tono peculiar. Un grupo de


miembros de nuestra comunidad, que sufren la enfermedad o la
vejez, van a recibir el sacramento de la Unción, el sacramento
con el que Jesucristo, por la imposición de las manos y la unción
del óleo santo, se acerca a ellos con su fuerza que cura y que
salva, para acompañarles, para confortarlos, para llenarlos de
vida.
Y ahora todos, niños, adultos y ancianos recordemos aquello que
nos une a todos: el ser cristianos y bautizados. Recordemos
ahora nuestro bautismo común, recibiendo el agua de la
Aspersión.

1
LITURGIA DE LA PALABRA

Se suprimen las moniciones a las lecturas para no alargar la


celebración.

LITURGIA DE LA UNCIÓN

La celebración de la Unción tiene lugar después de la homilía (y


del silencio reflexivo que haya podido hacerse a continuación).

Presentación de los que van a recibir la Unción

Vamos a celebrar ahora el sacramento de la Unción, en el que


nuestros hermanos recibirán, por la imposición de las manos y la
unción con el óleo santo, la fuerza de Jesucristo, que cura y
salva. Nuestros hermanos que van a recibir el sacramento de la
Unción son los siguientes:

(Se leen los nombres de los que recibirán el sacramento).

Monición a la imposición de las manos y la Unción

Ahora, el celebrante impondrá las manos y ungirá con el óleo


santo a nuestros hermanos. Son unos gestos que provienen de
Jesús. La imposición de las manos es el signo del don de Dios
que desciende sobre nuestros hermanos: la gracia de Jesucristo
resucitado, la fuerza del Espíritu Santo. Y la unción en la frente y
en las manos es el signo de la presencia de Dios en ellos, para
confortarlos y fortalecerlos en el cuerpo y en el espíritu.
Participemos, con nuestra oración, en la celebración de este
sacramento.

2
Imposición de las manos

El celebrante pasa por todos los enfermos imponiendo


individualmente las manos sobre cada uno de ellos. Mientras
todos están en silencio.
(La imposición de las manos y la unción se puede hacer por
varios sacerdotes, ritual nº 164)

Acción de gracias sobre el óleo

Se coloca en lugar visible un recipiente digno, con el óleo. Nótese


que todos los instrumentos necesarios para lavarse luego las
manos el sacerdote deben estar en otro lugar no visible.

Una vez colocado el recipiente, el celebrante dice la oración


siguiente:

Demos ahora gracias a Dios por el óleo con el que ungiremos a


nuestros hermanos. Podéis responder a cada invocación
diciendo: BENDITO SEAS POR SIEMPRE, SEÑOR.

- Bendito seas, Dios, Padre todopoderoso, que por


nosotros y por nuestra salvación enviaste tu Hijo al
mundo. R/

- Bendito seas, Dios, Hijo unigénito, que te has


rebajado haciéndote hombre como nosotros, para
curar nuestras enfermedades. R/

- Bendito seas, Dios, Espíritu Santo Consolador, que


con tu poder fortaleces la debilidad de nuestro
cuerpo. R/

3
Mitiga, Señor, los dolores de estos hijos tuyos, a quienes ahora,
llenos de fe, vamos a ungir con el óleo santo; haz que se sientan
confortados en su enfermedad y aliviados en sus sufrimientos.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Unción

El celebrante se dirige personalmente a cada enfermo y a


continuación lo unge en la frente y en las manos diciendo:

Por esta santa Unción


y por su bondadosa misericordia
te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo,
R/. Amén.

Para que, libre de tus pecados,


te conceda la salvación
y te conforte en tu enfermedad.
R/ Amén.

Entretanto se puede cantar algún canto, pero comenzándolo a


partir de la segunda o tercera unción, de modo que la fórmula
sacramental haya podido escucharse antes una o dos veces. El
canto puede ser, por ejemplo: Juntos como hermanos (CLN 403 /
MD 635); El Señor es mi pastor (CLN 504 / MD 806); El Señor es
mi luz (CLN 505 / MD 842); Gustad y ved (CLN 518 / MD 834);
Hoy Señor te damos gracias (CLN 604); Señor, tú eres mi refugio
(CLN 701 / MD 628); Cerca de ti, Señor (CLN 702 / MD 610);
Victoria canta nuestra fe (CLN 704 / MD 628); El Señor es mi
fuerza (CLN 717 / MD 647); Gloria y honor a ti (MD 604).

4
Oración universal

En lugar de la oración universal que correspondería al domingo,


se dice una de las siguientes, o similar.

Presentemos nuestras plegarias a Dios, nuestro


Padre. Oremos por el mundo entero, oremos por la
Iglesia, oremos hoy especialmente por estos
hermanos nuestros que han recibido el sacramento
de la santa Unción. Podéis responder a cada
petición diciendo: ESCÚCHANOS, PADRE

1.-Señor, existen países donde los recursos


sanitarios son muy precarios al extremo de que
muchas personas mueren por falta de medicinas.
Mueve los corazones de sus gobernantes, para que
los medios sanitarios aumenten en cantidad y
calidad. ROGUEMOS AL SEÑOR

2.-Señor, sólo desde el amor y con tu amor,


podemos acercarnos a los enfermos; ellos forman
parte de tu luz. Que tu Espíritu abra nuestros labios
con palabras de aliento y comprensión.
ROGUEMOS AL SEÑOR

3.-Señor, ayuda a todos los enfermos a descubrir


que estás a su lado y que tu fuerza alivia su dolor, y
haz que encuentren en Ti el amor de un Padre
verdadero. ROGUEMOS AL SEÑOR

4.-Señor muéstranos el camino para que sepamos


encontrarte en el más débil, en el pobre y el
enfermo, y que no sigamos desorientados

5
buscándote entre nuestras comodidades, sino que
todas nuestras inquietudes se funden según tu
espíritu. ROGUEMOS AL SEÑOR

5.-Señor, acompaña a todos nuestros hermanos y


hermanas que en esta celebración de la Eucaristía
de nuestra Parroquia de …, reciben el don de la
fuerza del Espíritu Santo para que se sientan
acompañados en su debilidad y en los momentos de
decaimiento por la unción que hoy han recibido.
ROGUEMOS AL SEÑOR

6.-Señor, acoge en tu reino a todos nuestros


hermanos difuntos que recibieron otros años la
unción de enfermos en nuestra parroquia. Acoge
también a cuantos confiaron en ti y que ahora
descansan en tu reino, confortados con tu
protección eterna. ROGUEMOS AL SEÑOR

Te rogamos, Redentor nuestro, que por la gracia del Espíritu


Santo, cures el dolor de estos enfermos, sanes sus heridas,
perdones sus pecados, ahuyentes todo sufrimiento de su cuerpo
y de su alma, y les devuelvas la salud espiritual y corporal, para
que, restablecidos por tu misericordia, se incorporen de nuevo a
los quehaceres de su vida. Tú, que vives y reinas por los siglos de
los siglos.

R/. Amén.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
Se hace todo según las características litúrgicas del día
correspondiente. Si es posible, algunos de los que han recibido la
Unción y del grupo de visitadores de los enfermos podrían llevar
las ofrendas al altar.

6
CONCLUSIÓN
Después de la poscomunión se hace sentar a la gente y se hacen
los siguientes signos:

a) Lectura de una oración dedicada a los enfermos.


b) Explicación de los regalos para los enfermos y posteriormente
entrega personal de los mimos entre el sacerdote y las/os
visitadoras/es. (Por favor, que no se regale aceite bendecido ni de
ninguna otra clase que pueda llevar a confusiones en los fieles)

Bendición solemne

Pidamos ahora solemnemente la bendición de Dios. Podéis


responder Amén a cada una de las invocaciones.

- Que Dios Padre os bendiga.


- Que el Hijo de Dios os conforte.
- Que el Espíritu Santo os ilumine.
- Que el Señor proteja vuestro cuerpo y salve
vuestra alma.
- Que haga brillar su rostro sobre vosotros y os lleve
a la vida eterna.

Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes, os


bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Amén.

Canto Final y homenaje a la Virgen María

Una persona de los que reciben la unción llevará una flor o flores
a la Virgen y a continuación se canta el canto final dedicado a la
Virgen.
Acabado el canto, se despide la ceremonia.

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