16 Eventos de Los Últimos Días (2009)

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Capítulo 16—El fin del tiempo de gracia

Nadie sabe cuándo terminará el tiempo de gracia


Dios no nos ha revelado el tiempo cuando terminará este men-
saje o cuando el tiempo de gracia llegará a su fin. Aceptemos las
cosas reveladas para nosotros y para nuestros hijos, pero no procu-
remos saber lo que ha sido mantenido secreto en los concilios del
Todopoderoso [...].
Me han llegado cartas preguntándome si tengo alguna luz espe-
cial en cuanto a la fecha de la terminación del tiempo de gracia, y
contesto que solo tengo este mensaje que dar: que ahora es el tiempo
de trabajar mientras dure el día, pues viene la noche cuando nadie
puede obrar.—Mensajes Selectos 1:224 (1894).

La imposición de la ley dominical precede al fin del tiempo de


gracia
El Señor me ha mostrado definidamente que la imagen de la
bestia se formará antes de la terminación del tiempo de gracia; y [194]
esto debido a que constituirá una gran prueba1 para el pueblo de
Dios, mediante la cual se decidirá su destino eterno.—Mensajes
Selectos 2:92 (1890).
¿Qué es la “imagen de la bestia”? ¿Y cómo se la formará? La
imagen es hecha por la bestia de dos cuernos y es una imagen de
la primera bestia.2 Así que para saber a qué se asemeja la imagen y
cómo será formada, debemos estudiar los rasgos característicos de
la misma bestia: el papado.
Cuando la iglesia primitiva se corrompió al apartarse de la senci-
llez del Evangelio y al aceptar costumbres y ritos paganos, perdió el
Espíritu y el poder de Dios; y para dominar las conciencias buscó el
1 Ver el capítulo anterior, donde se muestra que la gran prueba para el pueblo de Dios
ha de ser la imposición de la ley dominical.
2 La bestia de dos cuernos de Apocalipsis 13:11-17 hace una imagen de la bestia

descrita en Apocalipsis 13:1-10.

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apoyo del poder civil. El resultado fue el papado es decir, una iglesia
que dominaba el poder del Estado y se servía de él para promover sus
propios fines y especialmente para extirpar la “herejía”. Para que los
Estados Unidos formen una imagen de la bestia, el poder religioso
debe dominar de tal manera al gobierno civil que la autoridad del
Estado sea empleada también por la iglesia para cumplir sus fines
[...].
La “imagen de la bestia” representa la forma de protestantismo
apóstata que se desarrollará cuando las iglesias protestantes bus-
quen la ayuda del poder civil para la imposición de sus dogmas.—
Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 496, 498 (1911).

El tiempo de gracia termina cuando se completa el sellamiento


Precisamente antes de que entráramos en él [el tiempo de angus-
tia], todos recibimos el sello del Dios viviente. Entonces vi que los
cuatro ángeles dejaron de retener los cuatro vientos. Y vi hambre,
pestilencia y espada, nación se levantó contra nación, y el mundo
entero entró en confusión.—Comentario Bíblico Adventista 7:979
(1846).
Vi ángeles que iban y venían de uno a otro lado del cielo. Un
[195] ángel con tintero de escribano en la cintura regresó de la tierra y
comunicó a Jesús que había cumplido su encargo, quedando sellados
y numerados los santos. Vi entonces que Jesús, quien había estado
oficiando ante el arca de los Diez Mandamientos, dejó caer el in-
censario, y alzando las manos exclamó en alta voz: “Consumado
es”.—Primeros Escritos, 279 (1858).
Queda, por así decirlo, solamente un momento de tiempo. Pero
aunque ya se levanta nación contra nación, y reino contra reino, no
hay todavía conflagración general. Todavía los cuatro vientos son
retenidos hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes.
Entonces las potencias de la tierra ordenarán sus fuerzas para la
última gran batalla.—Joyas de los Testimonios 2:369 (1900).
Un ángel que regresa de la tierra anuncia que su obra está ter-
minada; el mundo ha sido sometido a la prueba final, y todos los
que han resultado fieles a los preceptos divinos han recibido “el
sello del Dios vivo”. Entonces Jesús dejará de interceder en el san-
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tuario celestial. Levantará sus manos y con gran voz dirá: “Hecho
es”.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 671 (1911).

El tiempo de gracia terminará repentina, inesperadamente


Cuando Jesús cese de interceder por el hombre, los casos de
todos estarán decididos para siempre [...]. Termina el tiempo de
gracia; las intercesiones de Cristo cesan en el cielo. Este tiempo
llega finalmente sobre todos en forma repentina, y aquellos que han
descuidado la purificación de sus almas mediante la obediencia a
la verdad, son encontrados dormidos.—Testimonies for the Church
2:191 (1868).
El fin del tiempo de gracia vendrá repentina e inesperadamente,
cuando menos se lo espere; pero podemos hoy tener un registro
limpio en el cielo, y saber que Dios nos acepta.—Comentario Bíblico
Adventista 7:1000 (1906).
Cuando quede concluida la obra del juicio investigador, quedará
también decidida la suerte de todos para vida o para muerte. El
tiempo de gracia terminará poco antes de que el Señor aparezca en
las nubes del cielo [...].
Antes del diluvio, después que Noé hubo entrado en el arca, Dios
le encerró en ella, dejando fuera a los impíos; pero por espacio de sie- [196]
te días el pueblo, no sabiendo que su suerte estaba decidida, continuó
en su indiferente búsqueda de placeres y se mofó de las advertencias
del juicio que le amenazaba. “Así—dice el Salvador—será también
la venida del Hijo del Hombre”. Mateo 24:39. Inadvertida como
ladrón a medianoche, llegará la hora decisiva que fija el destino de
cada uno, cuando será retirado definitivamente el ofrecimiento de la
gracia que se dirigiera a los culpables [...].
Mientras que el hombre de negocios está absorto en el afán de
lucro, mientras el amigo de los placeres corre tras ellos, mientras la
esclava de la moda está ataviándose, puede llegar el momento en que
el Juez de toda la tierra pronuncie la sentencia: “Has sido pesado en
la balanza y has sido hallado falto”. Daniel 5:27 (VM).—Seguridad
y Paz en el Conflicto de los Siglos, 545 (1911).
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Actividad humana después del fin del tiempo de gracia


Los justos y los impíos continuarán viviendo en la tierra en su es-
tado mortal, los hombres seguirán plantando y edificando, comiendo
y bebiendo, inconscientes todos ellos de que la decisión final e irre-
vocable ha sido pronunciada en el santuario celestial.—Seguridad y
Paz en el Conflicto de los Siglos, 545 (1911).
Cuando la decisión irrevocable del Santuario haya sido pronun-
ciada y el destino del mundo haya sido determinado para siempre,
los habitantes de la tierra no lo sabrán. Las formas de la religión
seguirán en vigor entre las muchedumbres de en medio de las cuales
el Espíritu de Dios se habrá retirado finalmente; y el celo satánico
con el cual el príncipe del mal ha de inspirarlas para que cumplan
sus crueles designios, se asemejará al celo por Dios.—Seguridad y
Paz en el Conflicto de los Siglos, 673 (1911).
El trigo y la cizaña crecen “juntamente [...] hasta la siega”. En el
cumplimiento de los deberes de la vida, los justos serán puestos en
contacto con los impíos hasta el mismo fin. Los hijos de la luz están
esparcidos entre los hijos de las tinieblas para que todos puedan ver
el contraste.—Testimonies for the Church 5:100 (1882).
Cristo declaró que cuando él venga algunos miembros de su
pueblo que lo espera estarán ocupados en transacciones comercia-
[197] les. Algunos estarán sembrando en el campo; otros, recogiendo la
cosecha, y otros, moliendo en el molino.—Carta 66, 1894.

Continúan la incredulidad y los placeres prohibidos


El escepticismo y aquello que se llama ciencia han menoscabado
en gran medida la fe del mundo cristiano en su Biblia. Se aceptan
alegremente errores y fábulas, para que puedan seguir el camino de
la complacencia propia y no sentirse alarmados, porque no procuran
retener a Dios en su conocimiento. Dicen: “Mañana será como hoy
y habrá mucho más abundancia”. Pero en medio de su incredulidad
y placeres impíos, se oye el clamor del arcángel y la trompeta de
Dios [...].
Cuando en nuestro mundo todo sea actividad febril, inmersa
en la ambición egoísta de ganancia, Jesús vendrá como ladrón.—
Manuscrito 15b, 1886.
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Cuando los que profesan ser el pueblo de Dios se unan con el


mundo, viviendo como él vive y compartiendo sus placeres prohibi-
dos; cuando el lujo del mundo se vuelva el lujo de la iglesia; cuando
las campanas repiquen a bodas, y todos cuenten en perspectiva con
muchos años de prosperidad mundana—entonces, tan repentinamen-
te como el relámpago cruza el cielo, se desvanecerán sus visiones
brillantes y sus falaces esperanzas.—Seguridad y Paz en el Conflicto
de los Siglos, 387 (1911).

Los hombres estarán totalmente absortos en los negocios


Cuando Lot amonestó a los miembros de su familia en cuánto a
la destrucción de Sodoma, no prestaron atención a sus palabras, sino
que lo consideraron como un fanático extremista. La destrucción
que vino los encontró desapercibidos. Así será cuando Cristo venga:
agricultores, negociantes, abogados, comerciantes, estarán absortos
en los negocios, y el día del Señor vendrá sobre ellos como un
lazo.—The Review and Herald, 10 de marzo de 1904.
Cuando ministros, agricultores, comerciantes, abogados, perso-
najes importantes y hombres aparentemente piadosos exclamen “Paz
y seguridad”, vendrá destrucción repentina. Lucas registra las pala-
bras de Cristo, de que el día de Dios viene como un lazo: la figura de [198]
un animal merodeando en el bosque en busca su presa, y ¡ay!, repenti-
namente es entrampado por el lazo oculto del cazador.—Manuscript
Releases 10:266 (1876).
Cuando los hombres están tranquilos, llenos de diversiones, ab-
sortos en comprar y vender, entonces se aproxima el ladrón con paso
furtivo. Así será la venida del Hijo del hombre.—Carta 21, 1897.

Los dirigentes religiosos estarán llenos de optimismo


Cuando los razonamientos de la filosofía hayan desterrado el
temor a los juicios de Dios; cuando los maestros de la religión
nos hablen de largos siglos de paz y prosperidad, y el mundo se
dedique por completo a sus negocios y placeres, a plantar y edificar,
a fiestas y diversiones, y desechando las amonestaciones de Dios, se
burle de sus mensajeros, “entonces vendrá sobre ellos destrucción de
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repente, [...] y no escaparán”.—Historia de los Patriarcas y Profetas,


94 (1890).
Venga cuando venga, el día de Dios caerá repentinamente sobre
los impíos desprevenidos. El día menos pensado, en medio del curso
rutinario de la vida, absortos los hombres en los placeres de la vida,
en los negocios, en la caza al dinero, cuando los guías religiosos
ensalcen el progreso y la ilustración del mundo, y los moradores
de la tierra se dejen arrullar por una falsa seguridad—entonces,
como ladrón que a media noche penetra en una morada sin custodia,
así caerá la inesperada destrucción sobre los desprevenidos “y no
escaparan”.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 42
(1911).

Satanás infiere que ha terminado el tiempo de gracia


En el tiempo de angustia Satanás incita a los impíos quienes
rodean al pueblo de Dios para destruirlos. Pero él no sabe que se ha
escrito “perdonado” frente a sus nombres en los libros del cielo.—
The Review and Herald, 19 de noviembre de 1908.
Así como Satanás influyó en Esaú para que marchase contra
Jacob, así también instigará a los malos para que destruyan al pueblo
de Dios en el tiempo de angustia. Ve que los ángeles protegen a los
[199] que guardan los mandamientos e infiere que sus pecados les han
sido perdonados; pero no sabe que la suerte de cada uno de ellos
ha sido resuelta en el santuario celestial.—Seguridad y Paz en el
Conflicto de los Siglos, 676 (1911).

Hambre de la palabra
Aquellos que ahora no aprecian, ni estudian, ni valoran profun-
damente la Palabra de Dios hablada por sus siervos, más adelante
tendrán razón para lamentarse amargamente. Vi que el Señor du-
rante el juicio caminará por la tierra al fin del tiempo; las terribles
plagas comenzarán a caer. Entonces aquellos que han despreciado la
Palabra de Dios y la han valorado a la ligera, “irán errantes de mar a
mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de
Jehová, y no la hallarán”. Amós 8:12. Hay un hambre en la tierra
por oír la Palabra.—Manuscrito 1, 1857.
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No más oraciones por los impíos


Los ministros de Dios habrán hecho su última tarea, ofrecido sus
últimas oraciones, derramado sus últimas lágrimas amargas por una
iglesia rebelde y un pueblo impío. Su última solemne amonestación
ha sido dada. Entonces, aquellos que han profesado la verdad y
no la han practicado, ¡cuán rápidamente darían casas y terrenos,
dólares que han sido acumulados miserablemente y conservados
en forma mezquina, para recibir algún consuelo, para que se les
explique el camino de salvación, o para oír de sus ministros una
palabra de esperanza, o una oración o una exhortación! Pero no,
deberán padecer hambre y sed en vano; su sed nunca será saciada,
ni podrán obtener consuelo. Sus casos están decididos y fijados para
siempre. Es un tiempo temible, terrible.—Manuscrito 1, 1857.
En el tiempo cuando caigan los castigos de Dios sin misericordia,
oh, ¡cuánto envidiarán los impíos la condición de los que habitan “al
abrigo del Altísimo”: el pabellón en el cual oculta el Señor a todos los
que lo han amado y han obedecido sus mandamientos! Para los que
sufren a consecuencia de sus pecados, ciertamente será envidiable
la suerte de los justos en un tiempo tal. Pero después que termine
el tiempo de gracia, la puerta de la misericordia se cerrará para los [200]
impíos; no se ofrecerán más oraciones a su favor.—Comentario
Bíblico Adventista 3:1168 (1901).

No es posible transferir el carácter


El Señor viene con poder y gran gloria. Entonces separará com-
pletamente a los justos de los impíos. Pero el aceite no podrá ser
transferido en ese momento a las vasijas de los que no lo tienen.
Entonces se cumplirán las palabras de Cristo: “Dos mujeres estarán
moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada. Dos estarán
en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado”. Los justos y
los impíos deben estar relacionados en la obra de la vida. Pero el
Señor lee el carácter; él discierne a los que son hijos obedientes, a
los que respetan y aman sus mandamientos.—Testimonios para los
Ministros, 234 (1895).
Es algo solemne morir, pero es mucho más solemne vivir. Cada
pensamiento, palabra y acción de nuestra vida volverá a confrontar-
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nos. Tendremos que seguir siendo durante toda la eternidad lo que


nos hayamos hecho durante el tiempo de gracia. La muerte provoca
la disolución del cuerpo, pero no produce cambio alguno en nuestro
carácter, ni lo cambia tampoco la venida de Cristo; tan solo lo fija
para siempre sin posibilidad de cambio.—Joyas de los Testimonios
2:167 (1885).

Otro tiempo de gracia no convencería a los malvados


Tenemos que aprovechar al máximo nuestras oportunidades pre-
sentes. No se nos dará otro tiempo de gracia en el cual prepararnos
para el cielo. Esta es nuestra única y última oportunidad para formar
caracteres que nos harán idóneos para el futuro hogar que el Señor ha
preparado para todos los que son obedientes a sus mandamientos.—
Carta 20, 1899.
No habrá tiempo de gracia después de la venida del Señor. Los
que dicen que lo habrá, están engañados y extraviados. Antes que
Cristo venga, existirá un estado de cosas como el que existió antes
del diluvio. Y después que el Salvador aparezca en las nubes del
cielo, a nadie se le dará otra oportunidad para obtener la salvación.
[201] Todos habrán hecho su decisión.—Carta 45, 1891.
Todos serán probados de acuerdo con la luz que han tenido.
Los que se tornan de la verdad a las fábulas, no pueden esperar
un segundo tiempo de gracia. No habrá un milenio temporal. Si
resisten la verdad y usan su influencia para obstruir el camino de
modo que otros no la reciban, después que el Espíritu Santo ha traído
convicción a sus corazones, nunca serán convencidos. No buscaron
la transformación de carácter durante el tiempo de prueba que se les
dio, y Cristo no les dará la oportunidad de recorrer nuevamente el
[202] camino. La decisión es definitiva.—Carta 25, 1900.
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