Sanacion
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Amén.
Oh Jesús mío, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón haberte ofendido
porque he pecado contra ti, cometí la maldad ante tus ojos, líbrame de toda culpa Señor,
Dios de mi salvación y mi lengua clamará tu justicia, aparta tu vista de mi pecado no me
quites tu Santo Espíritu, devuélvenos el gozo de tu Salvación. Amén.
Ofrecemos este Santo rosario por las almas del purgatorio, por las más
necesitadas, por las más olvidadas, por las almas que necesitan de nuestra
intercesión, por las almas del purgatorio de nuestras familias, di tus apellidos.
_________________.Por las almas del purgatorio más necesitadas de la
misericordia y que las almas del purgatorio intercedan por este rosario para
que seamos sanados de las heridas del alma y que también intercedan por la
paz del mundo y la conversión de las almas. Por la santa iglesia y de los
sacerdotes, por los enfermos en los hospitales y los que acaban de fallecer, y
las necesidades particulares de nuestras familias.
Guía:
1
Todos:
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Guía:
Todos:
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Guía
Todos:
como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita
misericordia. Amén.
2
Todos: Padre eterno, te ofrezco la preciosísima Sangre de tu Divino Hijo
Jesús. En unión con las misas celebradas hoy a través del mundo, por todas
las benditas ánimas del purgatorio, por todos los pecadores del mundo. Por los
pecadores en la Iglesia Universal, por aquellos en mi propia casa y dentro de
mi familia. Amén.
Sana Jesús con tu sangre preciosa, sana Jesús con tu sangre preciosa, herida
de abandono. Amén.
Todos:
Guía:
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
3
Todos:
Guía:
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Todos: como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita
misericordia. Amén.
Sana Jesús con tu sangre preciosa, sana Jesús con tu sangre preciosa, herida
de rechazo. Amén.
Guía:
Todos:
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
5
Guía:
Todos:
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Guía
Todos: como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita
misericordia. Amén.
6
Con todo el corazón di “En el nombre de Jesucristo con la intercesión del
Inmaculado Corazón de María clamo la Sangre Preciosa de Jesús para sanar
mi herida y las heridas de mi familia de humillación, y pedir la gracia para
poder perdonar a los que nos dañaron.” Amén.
Sana Jesús con tu sangre preciosa, sana Jesús con tu sangre preciosa, herida
de humillación. Amén.
Todos:
Guía:
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Todos:
7
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Guía:
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Todos: como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita
misericordia. Amén.
Sana Jesús con tu sangre preciosa, sana Jesús con tu sangre preciosa, herida
de traición. Amén.
Guía:
Todos:
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
9
de mi familia de injusticia, y pedir la gracia para poder perdonar a los que
nos dañaron.” Amén.
Sana Jesús con tu sangre preciosa, sana Jesús con tu sangre preciosa, herida
de injusticia. Amén.
Guía:
Todos:
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Guía
Todos: como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita
misericordia. Amén.
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defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra las perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale, Dios, pedimos suplicantes,
y tu príncipe de la milicia celestial
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desprecies las oraciones que te hacemos
en favor de nuestras necesidades, antes bien líbranos de todos los peligros ¡Oh Virgen Gloriosa y
Bendita! Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las
divinas gracias y promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
Ho Virgen del Cielo derrama tus lagrimas María, María, María sobre las heridas en el alma de
abandono, humillación, rechazo, injusticia, traición y sana estas heridas en nosotros y en nuestra
familia.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te
salve, a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en
este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu
vientre. Oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María. Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor
Jesucristo. Amén.
San José custodio de los corazones de Jesús y de María, Ruega por nosotros.
Ho glorioso San José aumenta nuestra fe junto con María la reina del Cielo y hagan que
nos bendiga el Padre el Hijo y el Espíritu Santo. Amén
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