Jeanne Favret
Jeanne Favret
JEANNE FAVRET- SAADA: “SER AFECTADO” COMO cuenta de los fenómenos cifrados en la sorcellerie pues funcionamiento
MEDIO DE CONOCIMIENTO EN EL TRABAJO DE CAMPO y significado exceden, en mucho, la dinámica simbólica organizada en
torno al ritual y el lenguaje representacional. Los actos de embrujamiento/
ANTROPOLÓGICO
desembrujamiento son producidos por y producen una lógica cuya fuerza
no proviene de las palabras pronunciadas ni de las acciones emprendidas
Presentación y Traducción de Laura Zapata* y Mariela Genovesi** por quienes protagonizan la brujería. Esa fuerza, afirma Favret-Saada,
es anterior a la representación e impregna los símbolos que intentan
Jeanne Favret-Saada nació en el año 1934 en Túnez, cuando ese nombre comunicar algún significado. Se trata del “ser afectado”, el impacto que
designaba una colonia francesa en el norte del continente africano. Sus primeros ocasiona una experiencia bajo la forma de quantum energético de tipo
estudios etnográficos fueron desarrollados mientras se desempeñaba como inconsciente, que sólo es aprehensible para el/la etnógrafo/a a través de su
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Laura Zapata y Mariela Genovesi / “Ser Afectado” Traducción ◊ AVÁ 23 - Alteridades ◊
Sólo cuando la antropóloga se mostró “afectada” por las mismas fuerzas importante texto que aquí traducimos del francés al español, “Être affecté”.
que sacudían a los habitantes del Bocage, cuando accedió a ser tratada Lo que comenzó siendo el borrador de una conferencia, se transformó
como una eventual víctima de la brujería, éstos comenzaron a compartir en un artículo aparecido en 1990 en la revista Gradhiva, Revue d’Histoire et
con ella informaciones referidas a su campo de estudio. “Ser afectado”: d’Archives de l’Anthropologie (Favret-Saada, 1990a). Con una introducción
así denominó la autora a la metodología que debió desarrollar para lograr y conclusión que ampliaba sus interlocutores hacia el mundo anglosajón,
comunicarse con los sujetos indagados. Buena parte de esa comunicación tomando en consideración especialmente el trabajo de Renato Rosaldo, este
no se realizaba a través palabras; era aprehensible a través de la transmisión artículo fue traducido al inglés y publicado el mismo año bajo el título “About
de una carga energética que era leída en el comportamiento y apariencia Participation” en la revista Culture, Medicine and Psychiatry (Favret-Saada,
de los interlocutores. Dejarse impactar por el mundo que habitaban los 1990b). La propia autora definió “Être affecté” como el “punto culminante de
sujetos estudiados, posibilitaba a la antropóloga el acceso a una vida hasta una antropología de la brujería realizado en tres volúmenes” (Favret-Saada,
o ininteligibles. Se trata de un conjunto arbitrario de textos y autores, que no Pós-Social e Etnografia” (Goldman, 2008), en el que defiende la posibilidad
le hará justicia a otra clase de recorte imaginable, pero, decimos a nuestro de una etnografía simétrica capaz de reconocer la resistencia que despierta en
favor: esta selección enriquece el esfuerzo que se viene realizando en torno a nosotros/as, antropólogos/as, la palabra nativa.
una más compleja conceptuación de la etnografía y de los métodos de trabajo No es casual entonces que haya sido este autor quien acompañara el
antropológico (Bonetti y Fleischer, 2007; Guber, 2014). emprendimiento que realizó en el año 2005 la antropóloga Paula Siqueira
La producción académica relativa al trabajo de campo tiene una presencia cuando tradujo del francés al portugués el artículo “Être affecté” (Favret-Saada,
acotada pero significativa en países como Brasil y Argentina. En algunos 2005). Publicada en la revista Cadernos de Campo – Revista dos Alunos de Pós-
casos esa reflexión se halla organizada en torno al concepto de reflexividad Graduação em Antropologia Social da USP, la traducción fue acompañada
introducido en la Antropología Social, aún sin nombrarlo, a partir de escuelas por un artículo bibliográfico en el que Goldman reseñó brevemente la obra
como el Interaccionismo Simbólico y la Etnometodología (Hermitte, 1968; íntegra de Favret-Saada (Goldman, 2005).
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Laura Zapata y Mariela Genovesi / “Ser Afectado” Traducción ◊ AVÁ 23 - Alteridades ◊
Varenne, Herve SER AFECTADO. Jeanne Favret-Saada, École Pratique des Hautes Études
1982. “Deadly Words: witchcraft in the Bocage by Jeanne Favret-Saada”. En: Ame-
rican Ethnologist, Vol. 9 N°3. American Anthropological Association, pp. 597-598.
Traducción: Laura Zapata y Mariela Genovesi
Vessuri, Hebe M.C. Revisión: Andrea Lacombe (Pagu – UNICAMP)
2002. “La observación participante en Tucumán, 1971”. En: Visacovsky, Sergio y
Guber, Rosana (comps.) Historia y estilos del trabajo de campo en Argentina. Buenos
Mi trabajo sobre la brujería del Bocage me condujo a reconsiderar la
Aires: Antropofagia, pp. 289-315.
noción de afecto y la importancia de la exploración de su significado2.
Zapata, Laura En primer lugar, para hacer frente a una dimensión crítica del trabajo
2011. “‘Cuando toco el kultrún’: tras la escritura etnográfica”. En: Bidaseca, Karina de campo (el estado de “ser afectado”); en segundo lugar, como punto
de la antropología al estudio de los aspectos intelectuales de la experiencia En otras palabras, lo que a este grupo de antropólogos le importaba no
humana, a las producciones culturales del “entendimiento” –para emplear era la participación sino la observación. De ésta, tenían una concepción
un término derivado de la filosofía clásica–. Por eso, me parece que urge más bien estrecha: su análisis de la brujería se reducía a las acusaciones
rehabilitar la antigua noción de “sensibilidad”, tanto más cuanto que ahora porque, para ellos, éstas constituían el único “hecho” que el etnógrafo podía
estamos mejor equipados que los filósofos del siglo XVII para estudiarla y “observar”. Acusar era para ellos un tipo de “comportamiento”, e incluso el
abordarla. comportamiento brujeril por excelencia ya que podía ser empíricamente
Al respecto, resultan pertinentes algunas reflexiones sobre el modo en documentado, todo el resto no era más que errores y productos de la
el que obtuve mi información de campo. Durante el mismo, no pude hacer imaginación de los nativos. (Notemos de paso que, para estos autores, hablar
otra cosa que aceptar dejarme afectar por la brujería, para ello adopté un no era un comportamiento ni un acto susceptible de ser observado). Así,
dispositivo metodológico tal que me permitiera, a partir de esa experiencia, estos antropólogos daban respuestas claras a una sola pregunta “¿quién acusa
(y el gran Evans-Pritchard no es una excepción) niegan sistemáticamente Inicialmente no paré de oscilar entre dos dificultades: si “participaba”, el
la existencia de la brujería rural en la Europa contemporánea. Ahora bien, trabajo de campo se convertiría en una aventura personal, es decir, lo contrario
no sólo que yo estaba totalmente metida adentro, sino que la brujería estaba de un trabajo; pero si trataba de “observar”, lo que significaba mantenerme
ampliamente documentada en otras regiones, aunque más no sea por los a distancia, no tendría nada para “observar”. En el primer caso, mi proyecto
folcloristas europeos. ¿Por qué un error empírico así de evidente, tan enorme, científico se vería amenazado, pero en el segundo estaba arruinado.
y, sobre todo, tan generalizado? Sin duda se trataba de una tentativa absurda Aunque durante mi trabajo de campo yo no estaba segura de lo que
por reponer la Gran División entre “ellos” y “nosotros” (“nosotros” también estaba haciendo ni por qué, hoy me sorprende la claridad de mis elecciones
habíamos creído en las brujas, pero hacía trescientos años atrás, cuando metodológicas de entonces: todo sucedió como si me hubiera comprometido
“nosotros” éramos “ellos”), y de ese modo proteger al etnólogo (ese ser a hacer de la “participación” un instrumento para el conocimiento. En los
a-cultural, cuyo cerebro contendría sólo proposiciones verdaderas) de toda encuentros con los embrujados y desembrujadores, me dejé afectar, sin tratar
con mis interlocutores, es decir, incluidos en la red de comunicación de la La segunda acepción de empatía –Einfühlung, que podría ser traducida
brujería. como comunión afectiva– destaca, por el contrario, la inmediatez de la
Una de las situaciones que me tocó vivir en el trabajo de campo era comunicación, la fusión con el otro a la que se puede llegar a través de la
prácticamente inenarrable: era tan compleja que desafiaba la rememoración identificación con él. Esta concepción no dice nada sobre el mecanismo de la
y, de todas maneras, me afectaba demasiado. Se trataba de las sesiones de identificación, aunque destaca su resultado, el hecho de que permite conocer
desembrujamiento a las que asistí, ya sea como embrujada (mi vida personal los afectos de otro.
pasó por un examen y se me recomendó alterarla), o como testigo de los Afirmo, al contrario, que ocupar un lugar en el sistema de la brujería no
clientes o del terapeuta (yo era constantemente interpelada de manera me informa nada sobre los afectos del otro; ocupar tal lugar me afecta, es
brusca para intervenir). Al principio, tomaba una gran cantidad de decir, moviliza o modifica mi propio bagaje de imágenes sin instruirme sobre
notas apenas llegaba a casa, pero era para calmar la angustia de haberme aquello que le ocurre a mis compañeros.
que…”), o bien, a mantenerme callada. En tales casos, si soy capaz de olvidar procura del aprendizaje de un sistema de representaciones nativo.
que estoy en el campo, trabajando, y que tengo un arsenal de preguntas Por mi parte, elegí una dirección contraria: conceder a esas situaciones de
para hacer…, si soy capaz de decirme a mí misma que la comunicación comunicación no-intencional e involuntaria un estatuto epistemológico: fue
(etnográfica o no, después de todo, eso ya no constituye el problema de regresando una y otra vez sobre esas situaciones que construí mi etnografía.
fondo) está produciéndose, precisamente así, de esa manera insoportable
2. El segundo rasgo distintivo de esta etnografía es que el investigador debe
e incomprensible, entonces puedo darme cuenta que estoy lidiando con
tolerar vivir una suerte de escisión (schyze). Dependiendo de la situación,
una forma particular de la experiencia humana –la de ser embrujada, por
debe dar prioridad a aquella parte de sí mismo que es afectada, modificada
ejemplo– porque soy afectada por ella.
por la experiencia de campo; o bien, dar prioridad a esa otra parte en él que
Ahora bien, entre personas igualmente afectadas por el lugar que están quiere registrar esa experiencia, a fin de comprenderla y transformarla en un
ocupando, se producen cosas que resultan inaccesibles para la percepción del objeto de estudio de las Ciencias.
otras cosas, una transparencia esencial del sujeto humano para sí mismo. Mi
experiencia de campo –porque ella dio lugar a la comunicación no verbal,
no intencional e involuntaria, al surgimiento y al libre juego de los afectos
desprovistos de representación– me ha permitido explorar diversos aspectos
de una opacidad esencial del sujeto para sí mismo. Esta noción es, de hecho,
tan vieja como la tragedia, y ha sostenido toda literatura terapéutica durante
un siglo. Poco importa el nombre asignado a esta opacidad (“inconsciente”,
etc.): lo importante, en particular para una antropología de las terapias, es ser
capaz de plantearlo y colocarlo en el centro de nuestros análisis, de aquí en
más.
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