Unidad 6 1

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INDICE - Unidad 6

6. El lugar y el espacio. La tensión narrativa.

6.1. Del lugar al espacio .............................................................................................. 2


6.2. La tensión narrativa .............................................................................................. 5

Bibliografía

Bibliografía obligatoria. .............................................................................................. 7


Bibliografía recomendada ........................................................................................... 7

Teoría y Práctica de la lectura y la escritura - Autor: Alcira Bas - Paula Labeur Página Nº 1
6. El lugar y el espacio. La tensión narrativa.

6.1. Del lugar al espacio

Según Umberto Eco en la gestación de cualquier texto de ficción es fundamental construir,


en primer lugar, un espacio.

Leer Atento

"Considero que para contar lo primero que hace falta es construirse un mundo lo más amuebla-
do posible, hasta los últimos detalles. Si construyese un río, dos orillas, si en la orilla izquierda
pusiera un pescador, si a ese pescador lo dotase de un carácter irascible y de un certificado de
penales poco limpio, entonces podría empezar a escribir, traduciendo en palabras lo que no
puede no suceder. ¿Qué hace un pescador? Pesca (y ya tenemos toda una secuencia más o menos
inevitable de gestos). ¿Y qué sucede después? Hay peces que pican, o no los hay. Si los hay, el
pescador los pesca y luego regresa contento a casa. Fin de la historia. Si no los hay, puesto que
es irascible, quizás se ponga rabioso. Quizás rompa la caña de pescar. No es mucho, pero ya es
un bosquejo. Sin embargo hay un proverbio indio que dice: 'Siéntate a la orilla del río y espera,
el cadáver de tu enemigo no tardará en pasar'. ¿Y si la corriente transportase un cadáver, posi-
bilidad contenida en el campo intertextual del río? No olvidemos que mi pescador tiene un cer-
tificado de penales sucio. ¿Correrá el riesgo de meterse en líos? ¿Qué hará? ¿Huirá? ¿Se hará el
que no ve el cadáver? ¿Tendrá la conciencia sucia porque al fin y al cabo es el cadáver del hom-
bre que odiaba? Irascible como es, ¿montará en cólera por no haber podido consumar él mismo
la anhelada venganza? Ya lo veis, ha bastado amueblar apenas nuestro mundo para que se per-
file una historia. Y también un estilo, porque un pescador que pesca debería imponerme un ritmo
narrativo lento, fluvial, acompasado a su espera, que debería ser paciente, pero también a los
arrebatos de su impaciente iracundia. La cuestión es construir el mundo, las palabras vendrán
casi por sí solas." (ECO, 1987)

Construir un mundo tiene mucho que ver con construir un lugar, un espacio, un ambiente
donde ocurren los hechos que se narran. Pero no sólo son una simple referencia; los espacios pueden
tener en el relato funciones de mucho mayor protagonismo. Veamos cómo ha construido el espacio
Haroldo Conti en el cuento "Cinegética" y cómo incide en la construcción de sentidos.

Teoría y Práctica de la lectura y la escritura - Autor: Alcira Bas - Paula Labeur Página Nº 2
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Apartó la chapa con cuidado y metió la cabeza a través de la abertura.


Al principio vio solamente la claridad mugrienta de la ventana que flotaba a una distancia
imprecisa, pero después de un rato comenzaron a brillar los agujeritos de las chapas. Había un
millón por lo menos y parecían llenos de vida. No tenía por qué compararlo con nada, pero en
todo caso sentía la misma impresión que si metiera la cabeza en medio de la noche. Cuando era
chico se paraba a veces en el baldío, lleno de sombras, de espaldas a la casilla, y miraba todo el
montón de estrellas que tenía por encima hasta que empezaban a saltar de un lado a otro del
cielo y le entraba miedo.
Los agujeritos temblaban o cambiaban de posición a cada movimiento de su cabeza. Entretanto,
el olor a humedad y a orina se le iba metiendo hasta los sesos.
Sacó la cabeza y tragó aire.
El auto había quedado detrás de la última joroba de tierra. Era una tierra de color cartón, dura y
pelada. Entre el auto y el galpón, es decir, entre el galpón y la calle había una punta de aquellas
jorobas que brotaban en medio de las latas vacías, las cubiertas podridas y los recortes de hoja-
lata de la fábrica de mensaje que emergía a la izquierda. A la derecha estaba el pozo que habí-
an abierto durante la guerra para sacar la greda con la que hacían los caños de desagüe en lugar
de cemento. Tenía las paredes cubiertas de yuyos y el fondo de agua y en verano se llenaba de
pibes que corrían de un lado a otro con el culito al aire.

Lectura Obligatoria

BAL, M. (1982), Teoría de la narración, Cátedra, Madrid, pp. 50-51 y 101-104.

Actividad

1.Luego de leer el fragmento anterior de "Cinegética":


A) Observe cómo es el lugar que se describe, qué marcas espaciales encuentra, quién perci-
be ese espacio y qué información obtiene el lector de esa persona que describe, dónde está
ubicada en el espacio y en el tiempo, cómo es la mirada de esa persona en relación al lugar:
¿mira con indiferencia, con piedad, con bronca, con nostalgia, con desprecio?
B) También piense qué le sugiere el espacio, qué connotan los elementos que lo componen,
qué acción puede un lector esperar que se produzca en ese espacio, es decir cómo colabora
ese espacio en la construcción de sentidos. ¿Puede ubicarse en ese espacio, por ejemplo, una
historia con princesas y hadas?

Pastilla 2.Después de leer (y releer) las páginas de MIEKE BAL (1982):


Mieke Bal establece una divi-
sión en niveles diferente a la
A) Indique la diferencia que establece este autor entre lugar y espacio, relacionada con los
de Gerard Genette que se
toma en Una araña en el
niveles de historia y relato.
zapato. Por eso se habla de B) Observe el desarrollo que presenta del trabajo con las oposiciones y algunos sentidos que
lugar en el nivel de la fábula,
y espacio, en el nivel del la tradición literaria congeló.
texto.

Ahora leamos un fragmento de "Cielo de Claraboyas", un cuento de Silvina Ocampo:

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La reja del ascensor tenía flores con cáliz dorado y follajes rizados de fierro negro, donde se
enganchaban los ojos cuando uno está triste viendo desenvolverse, hipnotizados por las grandes
serpientes, los cables del ascensor.
Era la casa de mi tía más vieja a donde me llevaban los sábados de visita. Encima del hall de
esa casa con cielo de claraboyas había otra casa misteriosa en donde se veía vivir a través de los
vidrios una familia de pies aureolados como santos. Leves sombras subían sobre el resto de los
cuerpos dueños de aquellos pies, sombras achatadas como las manos vistas a través del agua de
un baño. Había dos pies chiquitos y tres pares de pies grandes, dos con tacos altos y finos de
pasos cortos. Viajaban baúles con ruidos de tormenta, pero la familia no viajaba nunca y seguía
sentada en el mismo cuarto desnudo, desplegando diarios con músicas que brotaban incesantes
de una pianola que se atrancaba siempre en la misma nota. De tarde en tarde, había voces que
rebotaban como pelotas sobre el piso de abajo y se acallaban contra la alfombra.
Una noche de invierno anunciaba las nueve en un reloj muy alto de madera, que creía como un
árbol a la hora de acostarse; por entre las rendijas de las ventanas pesadas de cortina, siempre
con olor a naftalina, entraban chiflones helados que movían la sombra tropical de una planta en
forma de palmera. La calle estaba llena de vendedores de diarios y de frutas, tristes como des-
pedidas en la noche. No había nadie ese día en la casa de arriba, salvo el llanto pequeño de una
chica (a quien acababan de darle un beso para que se durmiera, que no quería dormirse), y la
sombra de una pollera disfrazada de tía, como un diablo negro con los pies embotinados de ins-
titutriz perversa. Una voz de cejas fruncidas y de pelo de alambre que gritaba "¡Celestina,
Celestina!", haciendo de aquel nombre un abismo muy oscuro.

Actividad

3. Observe los sentidos posibles que tienen el arriba y el abajo en este fragmento del relato de
Ocampo. Comente los efectos de lectura que genera esta división.

Para Reflexionar

De acuerdo con lo leído en la bibliografía y en los textos de ficción, piense: ¿en qué casos la
construcción del espacio genera tensión narrativa?
¿Qué elementos cree usted que tiene que incluir la descripción para que, además de funcionar
como referencia del lugar donde transcurre la acción participe de la tensión narrativa? Observe
las oposiciones presentadas por Conti (adentro-afuera / cerca-lejos / hoy-ayer y las de Ocampo:
arriba-abajo) Observe también la valoración de ese espacio desde la mirada del que mira y des-
cribe.

Actividad

4.Ha llegado el momento en que usted escriba un texto donde se construya un espacio. La des-
cripción del espacio deberá tener dos restricciones:

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que quien describa el espacio se esté despertando de un sueño, o sea que está en un estado
de duerme vela;
que ese espacio sea desconocido para esa persona, es decir que lo esté viendo por primera
vez. Por lo tanto la describirá con cierto extrañamiento.
Piense que quizás el texto que escriba puede ser el comienzo de su cuento final… o no.

5.Cuelgue su texto en el foro. Lea los de sus compañeros y opine sobre ellos: los espacios que
construyeron ¿presentan información suficiente como para identificarlos? ¿tienen alguna singu-
laridad como para diferenciarlos de otros? ¿quién percibe esos espacios? ¿hay tensión narrati-
va? ¿preparan al lector para que ocurra algo? ¿se asoman historias posibles? ¿hay equilibrios
amenazados?

6.2. La tensión narrativa

Hemos hablado en esta Unidad y en las anteriores de tensión narrativa. Para acercarnos más
a este concepto tan importante para la lectura de literatura, pero sobre todo para la escritura de fic-
ción, tomaremos el ensayo de Gloria Pampillo (1999), y en tanto este trabajo lo toma como ejemplo
Pastilla de análisis, resulta necesaria la lectura del cuento "Los oficios terrestres" de Rodolfo Walsh.
WALSH, RODOLFO (1987),
"Los oficios terrestres", en:
Un kilo de oro de, Editorial
De la Flor, Buenos Aires.
Lectura Obligatoria

PAMPILLO, GLORIA (1999), "El relato, ser fiel a la historia", en: Permítame contarle una his-
toria, Eudeba, Buenos Aires.

Pensar con Pampillo que el obstáculo se crea por persistencia es recuperar de ese camino la
serie de humillaciones que debe soportar Dashwood. Y es la persistencia durante el camino lo que
genera y aumenta la tensión narrativa. Los pasajes de un lugar a otro, de un pasaje a otro son gene-
radores y fortalecedores de tensión porque aunque lo que se narre sea el pasaje, remiten a otros
hechos. En el caso de "Los oficios terrestres" las humillaciones recibidas durante el camino remiten
a la orfandad, al crecimiento, a la soledad, al abandono, a la pérdida de la madre, "a la vida del chico
en el colegio", dice Pampillo.
En este sentido, Michel de Certeau comenta que:

Citas

"En la Atenas de hoy día, los transportes colectivos se llaman metaphorai. Para ir al trabajo o regre-
sar a la casa, se toma una 'metáfora', un autobús o un tren. Los relatos podrían llevar también este
bello nombre: cada día, atraviesan y organizan lugares; los seleccionan y los reúnen al mismo tiem-
po; hacen con ellos frases e itinerarios. Son recorridos de espacios" (CERTEAU, 1996).

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Lectura Recomendada

CERTEAU, MICHEL DE (1996) "Relatos del Espacio", en: La invención de lo cotidiano, UIA,
México.

Como en "Los oficios terrestres", el recorrido es como una metáfora.

Actividad

6. Agregue a su texto un recorrido que deba realizar un personaje, que signifique un cambio y
que agregue tensión a su relato.

Pastilla Para terminar, le presentamos un fragmento de Chejov acerca de los lugares comunes en las
Antón Chejov, Carta a
Alexander P. Chéjov, 1886. descripciones de la naturaleza que es extensible a cualquier descripción.
Extraído de: BRIZUELA,
LEOPOLDO (1998), Instruc-
ciones secretas. Guía para
empezar a escribir, Editorial
Colihue, Buenos Aires. Leer Atento

NATURALEZA

En mi opinión, una verdadera descripción de la naturaleza debe ser siempre breve y tener un
rasgo relevante. Lugares comunes como, por ejemplo, "el sol del crepúsculo, al hundirse en las
olas de un mar cada vez más oscuro, derramaba su oro púrpura…", "las gaviotas, volando al ras
del agua, graznaban alegremente…"; tales lugares comunes uno debe descartarlos de entrada.
En las descripciones de la naturaleza uno debería concentrarse en los pequeños detalles, agru-
pándolos de tal manera que después de leerlo, si cierras los ojos, puedas verlo todo como un
cuadro. Por ejemplo, lograrás plenamente el efecto de una noche de luna si describes que en la
alberca de un molino una pequeña estrella parecía brillar en el cuello de una botella rota, y que
la súbita, negra sombra de un perro o un lobo apareció inesperadamente y se alejó... La
Naturaleza se volverá algo animado en tus narraciones si te atreves a comparar sus fenómenos
con las más comunes acciones de los hombres, etc.

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BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA

BAL, M. (1982), Teoría de la narración, Cátedra, Madrid, pp. 50-51 y 101-104.

PAMPILLO, GLORIA (1999), "El relato, ser fiel a la historia", en: Permítame contarle una historia,
Eudeba, Buenos Aires.

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

CERTEAU, MICHEL DE (1996) "Relatos del Espacio", en: La invención de lo cotidiano, UIA,
México.

Teoría y Práctica de la lectura y la escritura - Autor: Alcira Bas - Paula Labeur Página Nº 7

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