T1-Relaciones Agua - Planta

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Apuntes de clase de la asignatura

HIDRÁULICA Y RIEGOS

Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria


UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA
Tenerife, España

Elaborados por:

Jesús Rodrigo López, Dr. Ingeniero Agrónomo. Catedrático


Maruxa Aguilar García, Alumna de Ingeniero Técnico Agrícola
Raquel Ravelo González, Alumna de Ingeniero Técnico Agrícola

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RELACIONES AGUA – PLANTA

El agua es el componente principal de la planta, además de su fuente de


nutrientes primaria (procesos metabólicos y fotosintéticos). Para estos dos casos, las
cantidades de agua necesarias son muy escasas.
En todos estos procesos la transpiración cobra gran relevancia; hay una gran cantidad de
agua que pasa a través de la planta y no se queda en ella, sino que pasa a través de la
planta para regular su temperatura.

Si el 1% del agua que utiliza la planta es para nutrirse, el 99% restante lo utiliza
para transpirar. La transpiración dependerá de la demanda atmosférica de agua:
"# # s $# h
Ep = =
Rsh Rsh
Ep: Transpiración
(φs – φh): diferencia de potencial hídrico entre el suelo (φs, denominado también φH) y la
hoja (φh). !
Rsh : resistencia al flujo entre el suelo y la hoja.

Cuanto menor es el potencial hídrico en el suelo, la planta transpirará menos (no


podrá cubrir correctamente esa demanda de transpiración).

" h = " s # E p Rsh

Una planta sufre de déficit hídrico cuando:


!
a) No es capaz de satisfacer la demanda evaporativa de la atmósfera.
b) La resistencia del suelo a la hoja es elevada.
c) El potencial hídrico del suelo es muy bajo.

El paso del agua a través de la planta se puede concebir (o simular) como un circuito
eléctrico donde:

Tenemos:
• Rsr: resistencia del suelo, dependerá de la conductividad hidráulica del suelo y de
la densidad radical (1 cmraíz/cm3suelo es suficiente). Al secarse el suelo disminuye
su conductividad hidráulica exponencialmente y en consecuencia aumenta Rsr.
Al aumentar la densidad radical el recorrido del agua en el suelo disminuye y en
consecuencia la resistencia del suelo.

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• Rrd: resistencia radial de la raíz; es la resistencia a la entrada del agua en la raíz,
ya que su endodermis está suberizada convirtiéndola en una membrana
semipermeable. Tiene un notable valor.
• Rax: resistencia axial de la raíz hasta la base del tallo. Es relativamente baja.

• Rx: resistencia del xilema de la parte aérea, también es relativamente baja.

• Re: resistencia estomática; el agua saldrá a la atmósfera en forma de vapor a


través de las cámaras subestomáticas y del estoma, de apertura variable, por lo
que se trata de una resistencia variable y dependerá del estrés hídrico de la planta.

• Rc: resistencia de la cutícula, mucho mayor que la estomática, por lo que se


transpirará en menor grado a través de su piel que por los estomas.

• Ra: resistencia del aire; suele ser bastante alta. Esta resistencia se puede dividir
en resistencia superficial y resistencia aerodinámica.

El potencial hídrico en un punto de la planta depende, al igual que en el suelo de:

φm: potencial mátrico de la planta (de su interior)


φg: potencial gravitacional que dependerá de la situación del punto dentro de la planta.
φo: potencial osmótico al haber muchas membranas semipermeables.

Para medir el potencial hídrico, contenido hídrico o necesidades de la planta


tenemos varios métodos:

1º Bomba de presión:
Permite medir el potencial hídrico de las hojas, principalmente para
investigación. Este potencial es muy variable a lo largo del día pero poco en sus horas
centrales y en las diferentes estaciones del año.
En una cámara que soporte grandes presiones, se introduce una hoja dejando el
peciolo en el exterior. A esta cámara se le comienza a suministrar presión. Cuando se
observe (mediante lupa) que aparece una gota en el corte del pecíolo, se mira la presión
y ésta sería el potencial hídrico en la hoja. No conviene que le de el sol a la cámara de
presión para no variar las condiciones de la hoja. Se suele hacer al mediodía y se puede
utilizar para programar el riego (cuando regar) pero no para estimar las necesidades.
En frutales de hoja se toman de 15 a 20 minutos antes de introducirla en la
cámara y se cubre con una lámina de aluminio. En este caso estaríamos hablando del
potencial hídrico del tallo. Este método necesita calibración, es decir, tomar datos de
distintas especies y distintos estados hídricos.

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Esquema de bomba de presión. 1. Tanque portátil de nitrógeno. 2. Válvula para la entrada del gas. 3.
Cámara de acero de presión. 4. Tapón con orificio. 5. Goma de sujeción. 6. Manómetro. 7. Binocular.

2º Termómetro de Infrarrojos. Índice de estrés hídrico del cultivo:


La temperatura del cultivo está relacionada con el grado de estrés hídrico de la
planta. Si no hay agua suficiente, la evapotranspiración puede disminuir
considerablemente; esto conlleva un aumento de la temperatura de las hojas. Con los
termómetros infrarrojos se mide la temperatura de la superficie foliar y mediante un
método detallado a continuación, se establece un índice que nos da información sobre el
estado hídrico de la planta y por tanto “cuando regar”. Nunca da información de la dosis
a aplicar.
Este método tiene la ventaja de que puede realizarse a distancia, pero al igual
que el de la hoja, necesita calibración.

IEHC =
("T # "T ) min

("T max # "Tmin )


Donde:
• IEHC: Índice de estrés hídrico del cultivo, también denominado CWSI (Crop
Water!Stress Index).
• ΔT: diferencia de temperatura entre la superficie foliar y el aire.
• ΔTmin: diferencia mínima de temperatura entre la superficie foliar y el aire
cuando el cultivo no tiene estrés hídrico (recién aplicado el riego).
• ΔTmax: diferencia máxima de temperatura entre la superficie foliar y el aire
cuando el cultivo padece el máximo estrés hídrico, la transpiración es mínima.
IEHC = 0 → no existe estrés hídrico, ya que ΔT = ΔTmin
IEHC = 1 → el grado de estrés hídrico es el máximo, ya que ΔT = ΔTmax
En general el valor del IEHC idóneo para regar está entorno a 0,25.

3º Contracción del tallo:


La variación del perímetro del tallo nos indica muy rápidamente la necesidad de
agua. Como consecuencia de la deshidratación y rehidratación del floema en respuesta a
la transpiración diurna, el tallo se expande y contrae en un periodo de 24 horas. Cuando
la planta sufre estrés hídrico, disminuye notablemente la expansión celular, y por tanto
del tallo y diversas partes de la planta. Se mide el diámetro del tallo de día y de noche y
se comprueban las variaciones adecuadas. Este método solo nos va a dar información de
“cuando regar” y también necesita calibración.

4º Porómetro. Conductancia estomática:


Los porómetros miden la conductividad (a la difusión del vapor) de los estomas,
mediante su grado de apertura. En una cámara abierta en la parte superior se coloca el
envés de la hoja. Debajo de la misma hay un medidor de humedad del aire, y por ahí se

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hace circular una corriente de aire seco. La hoja tenderá a humedecer el aire, perdiendo
ella misma su agua. Cuanto más aire seco tenga que introducirse, mayor cantidad de
agua hay en la planta. Estos mecanismos no deben utilizarse para programar riegos
puesto que el cierre estomático es una fase avanzada del déficit hídrico.

Con todos los conceptos establecidos, llegaremos a un entendimiento mayor si


definimos los efectos del déficit hídrico.
El déficit hídrico afecta a todos los aspectos morfológicos y fisiológicos de los
cultivos si su duración y/o severidad son suficientemente intensos. Se reduce el tamaño
de las plantas, su área foliar y el rendimiento de la cosecha.

Efectos del déficit hídrico:

- Nivel celular:
o Parada del crecimiento/expansión de la planta. Si falta agua no hay
turgencia en las células. Deja de crecer la parte aérea más que la
radicular.
o Cierre estomático. Los estomas están formados por dos células oclusivas
con forma de riñón soldadas en sus extremos. Cuando se produce estrés
hídrico, disminuye la turgencia de estas células produciendo un cierto
grado de cierre. En esta situación el vapor de agua de las cámaras
subestomáticas sale al exterior con mayor dificultad, reduciéndose la
transpiración, pero al mismo tiempo se dificulta la entrada de CO2 lo que
implica una menor asimilación y pérdida de biomasa.
La expansión celular en las plantas ante un déficit hídrico se ve afectada
antes que se empiece a producir el cierre estomático por lo que éste es un
indicador tardío para evitar los posibles daños.

- Nivel de la planta:
o Reducción de la superficie foliar.
o Reducción de la tasa fotosintética.
o Envejecimiento prematuro de las hojas con disminución del IAF (Índice
de área foliar, también conocido por sus siglas en inglés, LAI) → caída
de las hojas.
o Aumento del cociente biomasa raíz/biomasa parte aérea →la
disminución de la expansión celular afecta más a la parte aérea de la
planta, por lo que la raíz aumenta en relación a la biomasa aérea.
o Traslado de nutrientes.

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Por tanto y como resumen tenemos:

Las medidas cualitativas del déficit hídrico son muy usuales entre la mayor parte
de los agricultores, pero cuando los síntomas del estrés hídrico en la planta son visibles,
ya se han producido daños que pueden afectar al rendimiento de la cosecha. Los
síntomas visibles son por ello indicadores tardíos de estrés hídrico, aun así, expongamos
dichos signos:

Medidas cualitativas de Déficit Hídrico:

- Color más oscuro de hojas jóvenes (judía).


- Enrollamiento de hojas (gramíneas).
- Cambio de orientación foliar (sorgo, judía).
- Marchitez temporal (remolacha azucarera).
- Pérdida de hojas (almendra).
- Reducción del tamaño.
- Rigidez y coloración oscura del tallo del brote terminal (algodón).

Como se puede observar es difícil establecer criterios, dado que cada especie
muestra sintomatologías diferentes para el estrés hídrico.

Concluyendo, se puede decir con certeza, que para el manejo del riego, se deben
tomar medidas cuantitativas y no cualitativas al ser éstas mucho más subjetivas.

Mecanismos de auto defensa:


La demanda atmosférica varía a lo largo del día, por lo que el estrés puede
producirse solo momentáneamente y no tiene por qué afectar a la planta.
Un mecanismo de auto defensa, además del mencionado cierre estomático,
puede ser el plegamiento de las hojas para exponer menos superficie a la radiación. En
este mismo sentido se puede producir el plegamiento de las hojas y su caída prematura.
Ciertas plantas recurren al aumento de solutos a nivel radicular para disminuir su
potencial osmótico y en consecuencia hacer más negativo su potencial hídrico. De esta
forma se facilitan la extracción de agua del suelo.
Se pueden provocar estrés hídricos en momentos adecuados para mejorar la
calidad de la cosecha al mismo tiempo que se ahorra agua de riego, es lo que se conoce
como la práctica de Riegos Deficitarios. Éstos no deben realizarse en la floración ya que
afectaría directamente a la cosecha.
Ese estrés hídrico puede producir una alteración en la asimilación de nutrientes
de la planta aumentando la calidad.
Los cultivadores de olivos en secano efectúan una labor de gradeo del suelo para
eliminar malas hierbas pero también al producir suficiente polvo que se deposita en las
hojas se consigue una disminución de la transpiración.

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Curvas de función de producción:

En el Estudio FAO perteneciente a la serie Riego y Drenaje nº 33 “Efectos del


agua sobre el rendimiento de los cultivos” de 1980 se presentan para diferentes cultivos
las curvas de función de producción que relacionan, para cada uno de ellos, la
disminución relativa de la cosecha con el déficit relativo de la evapotranspiración.
Así, para la platanera,

La formulación propuesta es:


Ya # ETa &
1" = k y %1" (
Ymax $ ETmax '
En donde
Ya es la cosecha obtenida para una evapotranspiración ETa
Ymax es la cosecha
! máxima para la!evapotranspiración máxima, ETmax
ky es la constante de proporcionalidad que cuanto mayor es, más alta es la sensibilidad
del cultivo a la aplicación de agua.

Así, según la figura, un cultivo del grupo I, por ejemplo la alfalfa, es menos sensible a la
aplicación de agua que un cultivo del grupo IV, por ejemplo la platanera, con ky
respectivas de 0,7 y 1,4.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Villalobos, F.J., Mateos, L., Orgaz, F., Fereres, Elías. 2002. Fitotecnia. Bases y
tecnologías de la producción agrícola. Mundi-Prensa. 494 p
Rodrigo, J., Hernández Abreu, J. M., Pérez Regalado, A. González Hernández, J.F.
Riego Localizado. 1997. Ediciones Mundi-Prensa Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación. 2ª edición. 405 p
Doorenboos, J., Kassam, A.H. 1979. Efectos del agua sobre el rendimiento de los
cultivos. Estudio FAO: Riego y Drenaje 33. 212 p

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