Resumen Orientadora 18 de Morfo 1 de Primer Año de La U.C.S
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MIOLOGÍA
La Miología es la rama de la ciencia que se encarga del estudio de las
características morfofuncionales macroscópicas y microscópicas de los músculos.
ORÍGEN Y DESARROLLO
El tejido muscular, es uno de los cuatro tejidos básicos del organismo, se origina
mayoritariamente del mesodermo y se clasifica atendiendo a las características
morfofuncionales de sus células, a su localización e inervación en tres variedades
que son: esquelético, liso y cardíaco. Si bien estas tres variedades de tejido
muscular comparten ciertas propiedades, también difieren entre sí en su
histología, localización y en la regulación que reciben por parte de los sistemas
nervioso y endocrino.
El tejido muscular esquelético deriva del mesodermo paraxial, que forma
somitómeras en la región cefálica y somitas desde la región occipital hasta la
sacra.
El músculo liso se diferencia a partir de la hoja esplácnica del mesodermo que
rodea al intestino y sus derivados, y del ectodermo, del que deriva el músculo del
iris, el de las glándulas mamarias y el de las sudoríparas.
El músculo cardíaco deriva del mesodermo esplácnico que rodea al tubo cardíaco.
En resumen el sistema muscular se desarrolla a partir del mesodermo, con
excepción de algunos tejidos musculares lisos.
DEFECTOS CONGÉNITOS
La ausencia parcial o total de uno o más músculos esqueléticos es bastante
frecuente y en ocasiones pasa inadvertida.
En casos raros, la falta de desarrollo muscular normal puede ser amplia,
provocando inmovilidad de muchas articulaciones acompañadas de hipoplasia de
los músculos asociados, denominada Artrogriposis múltiple. La causa de esta
anomalía incluye enfermedades neurogénicas y miopáticas primarias. Los
músculos afectados se sustituyen total o parcialmente por tejido adiposo y fibroso.
TEJIDO MUSCULAR
Funciones del tejido muscular.
Producir movimientos corporales: Los movimientos de todo el cuerpo
dependen de la función integrada de huesos articulaciones y músculos.
Estabilizar las posiciones corporales: las contracciones del tejido
esquelético estabilizan las articulaciones y ayudan a mantener las posiciones
corporales.
Almacenar y movilizar sustancias del organismo: el almacenamiento se
logra a través de la contracción mantenida del músculo liso (esfínteres), los
cuales impiden la salida del contenido de un órgano hueco. Se regula el flujo
sanguíneo. Movilizan los alimentos y sustancias como la bilis, enzimas, los
gametos y la orina.
Generar calor: El tejido muscular, al contraerse produce calor, es lo que se
denomina termogénesis, lo que se utiliza para mantener la temperatura
normal corporal. Las contracciones involuntarias del músculo esquelético
(escalofríos) pueden aumentar la tasa de calor (fiebre).
El tejido muscular tiene una estrecha relación con el tejido conectivo, él que lo
rodea y protege. Rodeando a los músculos y otros órganos del cuerpo
encontramos una capa o lámina de tejido conectivo denominada fascia. La fascia
superficial separa al músculo de la piel. La fascia profunda reviste las paredes
del tronco y los miembros y mantiene juntos a músculos con funciones similares.
Desde la fascia profunda se extienden las tres capas de tejido conectivo que
protegen y fortalecen el músculo, denominadas epimisio, perimisio y endomisio.
El epimisio es el tejido conectivo que rodea al músculo en su totalidad
externamente.
El perimisio rodea grupos de fibras musculares (haces o fascículos). El epimiso y
el perimisio son de tejido conectivo denso e irregular.
El endomisio es el tejido conectivo areolar que separa las fibras musculares
individualmente, este último presenta fibroblastos y fibras reticulares.
El tejido conectivo mantiene unidas las fibras musculares, permitiendo que la
fuerza de contracción generada por cada fibra actúe sobre el músculo como
órgano.
Cuando las capas de tejido conectivo se extienden más allá de las fibras
musculares forman un tendón, tejido conectivo denso y regular que fijan el
músculo al periostio del hueso.
Cuando los elementos del tejido conectivo se extienden como una lámina ancha y
fina, el tendón se denomina aponeurosis.
FATIGA MUSCULAR
La fatiga muscular es la incapacidad del músculo para contraerse y según su
causa es de dos tipos, fatiga de transmisión, la que se produce por agotamiento
del neurotransmisor a nivel de la sinapsis; y fatiga de contracción, que se debe
al agotamiento de la energía metabólica necesaria para la contracción del
músculo.
BIOMECÁNICA
Para comprender la función que realizan los músculos en cada movimiento es
necesario tener en cuenta que su acción depende del punto dónde se aplica la
fuerza y del lugar dónde se sitúa la resistencia que hay que vencer.
La biomecánica es la rama de la ciencia que estudia los movimientos mecánicos
de los seres vivos. Su alcance se extiende a la totalidad de los movimientos que
van desde el modo de andar del cuerpo humano hasta los movimientos
moleculares, que incluye el de los fluidos corporales, la mecánica de la
respiración, los desplazamientos celulares y otros.
Un área particular dentro de su objeto de estudio es el sistema osteomioarticular
como estructuras mecánicas sometidas a movimientos y fuerzas. Abarca el
análisis de la locomoción humana y de las fuerzas deformantes que sufre el
cuerpo en situaciones de accidente.
El trabajo biomecánico del sistema osteomiarticular se basa en el sistema de
palancas.
SISTEMA DE PALANCAS
Dentro de estos sistemas, los puntos móviles del esqueleto están organizados
funcionalmente distinguiéndose en cada caso:
un punto de apoyo sobre el que tiene lugar el movimiento,
un brazo de fuerza, lugar donde ésta se aplica
un brazo de resistencia.
En el aparato locomotor humano los puntos de apoyo están constituidos por las
articulaciones, la potencia o fuerza la aportan los músculos agonistas y la
resistencia es la fuerza que tiene que ser vencida para que el movimiento se
produzca.
TIPOS DE PALANCAS
Existen diferentes tipos de palancas según la disposición que adopten sus
elementos componentes. Siguiendo estos criterios las palancas se clasifican en:
Palancas de primer grado o de equilibrio. Son aquellas en que el punto
de apoyo se coloca en el centro entre el brazo de resistencia y el de fuerza.
Un ejemplo de palanca de equilibrio lo encontramos en la unión de la columna
vertebral al cráneo. Su punto de apoyo se localiza en la articulación
atlantoccipital. La resistencia la representa el peso del cráneo que tiende a
provocar la caída del mismo hacia delante; mientras que la fuerza es la que se
aplica por los músculos suboccipitales a nivel de la escama del hueso occipital
en la nuca. La acción de esta palanca permite mantener la cabeza erguida en
equilibrio.
Palancas de segundo grado o de fuerza. Son aquellas en las que el
punto de apoyo está en un extremo, la resistencia está en el centro y la
fuerza se aplica en el otro extremo de la palanca.
La palanca de fuerza, es la más potente del organismo un ejemplo de ella se
encuentra en el esqueleto del pie, su punto de apoyo se sitúa en la región
metatarsofalángica donde se sostiene todo el peso del cuerpo que constituye la
resistencia cuando, durante la marcha, trasladamos el apoyo de un pie a otro.
La fuerza está representada por los músculos posteriores de la pierna que
tirando del calcáneo hacia arriba vencen la resistencia.
Palancas de tercer grado o de velocidad. Aquellas en las que el punto de
apoyo está en un extremo, la resistencia está en el otro extremo y la fuerza
se aplica entre ambas.
La palanca de velocidad se aplica por ejemplo cuando lanzamos un peso que
tenemos en la mano. El peso es la resistencia, el punto de apoyo está en la
articulación del codo y la fuerza se aplica a nivel de los huesos del antebrazo por
parte de los músculos del brazo.
Tanto en las palancas de segundo como de tercer grado el movimiento se podrá
realizar con más fuerza cuanto más alejado esté el punto de inserción muscular
del punto de apoyo; es decir cuanto más largo sea el brazo de fuerza. Los
músculos serán más potentes mientras más alejada se encuentre su inserción del
punto de apoyo y mas hábiles mientras mas cerca se encuentre del mismo.
MOVIMIENTOS ARTICULARES
Las articulaciones son elementos fundamentales en la realización de los
movimientos del cuerpo humano.
Los movimientos articulares dependen de muchos factores entre los que pueden
destacarse, la forma de las superficies articulares, la disposición de los ligamentos
y la existencia de músculos con un adecuado momento de fuerza para desarrollar
los desplazamientos.
A nivel de las articulaciones pueden realizarse desde movimientos pequeños
como los de deslizamiento, hasta amplios desplazamientos de un extremo articular
sobre el otro, como en los movimientos angulares.
Los movimientos articulares se denominan:
Flexión y extensión, que se realizan sobre el eje transverso y consisten en
el acercamiento de los segmentos esqueléticos participantes durante la
flexión y de su alejamiento durante la extensión.
La abducción y la aducción, son los movimientos que se realizan sobre el
eje sagital, en el que la parte superior del cuerpo se aleja o se acerca a la
línea media como se aprecia en los movimientos de lateralidad de la
columna vertebral. En los miembros la abducción se aprecia cuando el
extremo distal se aleja del tronco y la aducción cuando se acerca al mismo.
La aproximación y la separación constituyen una modalidad especial de
los movimientos de abducción y aducción cuando la línea de referencia se
traza a lo largo del tercer dedo de la mano y del pie.
El movimiento de rotación, es el giro que se produce sobre un eje
longitudinal; se denominan internos o mediales cuando se dirigen al plano
medio y externos o laterales cuando se dirigen en sentido opuesto. Se
producen a nivel de la articulación atlantoccipital mediana y en la raíz de los
miembros superiores e inferiores, entre otros.
La pronación y la supinación son formas especiales de rotación que se
realizan en el antebrazo y en el pie como puede apreciarse en la imagen.
La circunducción es el movimiento que resulta de la combinación de todos
los anteriores por lo tanto los movimientos se ejecutan en todos los ejes.
Sólo se realiza en las articulaciones esferoidales.
Otros movimientos con características especiales que no se ajustan a
ninguna de las descripciones anteriores se realizan en ciertas articulaciones
del organismo. Tales son la propulsión y retropulsión de la mandíbula, la
anteflexión y retroflexión del miembro superior y las flexiones dorsal y
plantar del pie.
MÚSCULO CARDÍACO
Sólo el corazón tiene tejido muscular cardíaco, que forma la mayor parte de la
pared del órgano. Este tipo de músculo es estriado, pero su acción es involuntaria.
El ciclo de contracción y relajación del corazón no se controla en forme
consciente.
Entre las miofibrillas se localizan abundantes sarcosomas, dispuestas en hileras,
debido al alto consumo energético del miocito cardíaco; por la misma razón en el
sarcoplasma es muy abundante el glucógeno.
En los lugares de unión de dos células adyacentes se presenta una línea oscura
transversal llamada disco intercalar. Con la utilización del M/E se ha comprobado
que los discos intercalares son especializaciones del sarcolema de las fibras
cardíacas que participan en la unión y en la conducción intrasarcoplasmática del
impulso de excitación.
Los túbulos T del músculo cardíaco son semejantes a los del músculo esquelético
y difieren de ellos en que tienen mayor diámetro, y están a nivel de la línea Z y no
a nivel de las uniones de las bandas A e I.
CONCLUSIONES
Del mesodermo paraxil que se organiza en somitas y somitómeros deriva el
músculo esquelético. Los somitas originan la mayor parte de los músculos del
esqueleto axil y los del esqueleto apendicular y los somitómeros la mayoría de los
músculos de la cabeza.
El tejido muscular, es uno de los tejidos básicos del organismo y según sus
características morfofuncionales se clasifica en tres variedades: esquelético, liso y
cardíaco.
Aún cuando existen diferencias morfofuncionales entre las variedades del tejido
muscular, todas tienen una organización en haces de fibras que a su vez están
compuestas por miofibrillas y éstas por miofilamentos que basan su
funcionamiento en la teoría del deslizamiento.
La contracción muscular resulta del deslizamiento de los miofilamentos finos de
actina entre los gruesos de miosina, proceso en el que el calcio juega un papel
fundamental como elemento acoplador de la excitación con la contracción.
El mecanismo básico de la contracción muscular es el mismo para los músculos
esquelético, cardiaco y liso, aún cuando existen particularidades en la disposición
de los miofilamentos y en las propiedades eléctricas y mecánicas de éstos.
Los músculos constituyen un sistema activo de estructuras agrupadas que realizan
acciones de movilización y equilibrio del organismo, para lo que se disponen en
sistemas de palancas donde participan como ejecutores centrales o como
colaboradores de la correcta ejecución de los movimientos.
Los movimientos articulares resultan de la acción de los músculos que al
contraerse acercan sus extremos, provocando el desplazamiento de las partes
óseas donde están fijados, lo que puede ser modificado por factores de diversa
índole.