Universidad Nacional Autónoma de México: Tesis Licenciada en Psicología
Universidad Nacional Autónoma de México: Tesis Licenciada en Psicología
TESIS
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA
PRESENTA
NALLELY VENAZIR HERRERA ESCOBAR
JURADO DE EXAMEN
TUTOR: DR. JOSÉ DE JESÚS SILVA BAUTISTA
COMITÉ: DR. JOSÉ MARCOS BUSTOS AGUAYO
DR. RODOLFO HIPÓLITO CORONA MIRANDA
MTRO. JUAN CRISÓSTOMO MARTÍNEZ BERRIOZABAL
DR. EDUARDO ALEJANDRO ESCOTTO CÓRDOVA
PAPIIT IN300113
DERECHOS RESERVADOS ©
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México).
Quiero compartir con ustedes los secretos que me han llevado a concluir una importante
etapa en mi vida, a dar un paso más en la consecución de mis grandes anhelos:
La fuerza que amigos me han transmitido a través de palabras y acciones; los valores de
responsabilidad, compromiso y perseverancia que mi familia me ha inculcado; los buenos
momentos compartidos con maestros y profesores para poder vislumbrar la implacable
grandeza de la vida, para disfrutar del tiempo y de las personas que lo habitan; la experiencia,
sabiduría y los consejos de aquellas personas para ayudarme a comprender que podemos
pasarnos años sin vivir en absoluto porque de pronto la Vida se concentra sólo instantes.
Son muchas las personas, los actos, las palabras y las cosas que y a quien gratificar;
sin embargo, quiero terminar por agradecer cada instante que me ha cambiado, trasformado,
que me ha enseñado que la vida está llena de cosas para disfrutar, valorar, luchar,
aferrarse………. De Detalles por los cuales Vivir.
“Todo es mío y nada me pertenece, nada pertenece a la memoria, todo es mío mientras
lo contemplo”.
A ustedes…
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Investigación realizada gracias al Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e
Innovación Tecnológica (PAPIIT) de la UNAM
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Contenido
RESUMEN................................................................................................................................................... 6
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................ 7
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PARTE II. ASPECTOS METOLÓGICOS
3. Hipótesis.................................................................................................................................................. 112
4. Diseño y Tipo de Investigación ............................................................................................................. 113
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Resumen
Cuando se estudia la historia de la humanidad no cabe duda de la importancia que las creencias han
tenido en el desarrollo de la especie humana. No hay conducta que no se encuentre constituida por ellas;
le permiten al ser humano manejarse en el mundo; forman la base de la vida, el terreno sobre que
acontece; en ellas se vive, se mueve y se es (Ortega y Gasset, 1968; Pepitone, 1991). Su estudio es uno
de los marcos más utilizados en la psicología social para explicar el comportamiento humano, por ello,
surgió la necesidad de investigar ¿Cuáles son las creencias científicas y epistemológicas y las religiosas
presentes en científicos de la UNAM y cuál es la relación entre ellas? Dado el objetivo de conocer este
tipo de creencias en una población científica, se seleccionó una muestra de 280 científicos de la UNAM, a
quienes se les aplicó un cuestionario con tipo de respuesta Likert de cinco puntos. El tipo de investigación
es descriptiva, de campo, transversal e intragrupos, con un diseño ex post facto. El análisis de los
resultados se llevó a cabo a través de diversos análisis estadísticos del Programa SPSS. Los resultados
muestran que científicos de la UNAM creen en los principios científicos y epistemológicos como las
mejores explicaciones a cuestiones sobre el orden de los fenómenos de la realidad, del mundo y de sí
mismo; pero también, algunos consideran que la religión brinda al hombre el sentido de la vida. Las
creencias que gobiernan la teoría y práctica profesional del científico son una variable que estructura
metodológico.
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INTRODUCCIÓN
El ser humano necesita configurar las relaciones que lo mantienen en contacto con todo
lo existente; por ello, se desenvuelve como un agente crítico, analítico y reflexivo de su
realidad.
La interrogación del hombre por sí mismo y el otro, aparece como una constante a
lo largo de la historia. En su intento de tratar de comprender y explicar el origen de la
vida, la naturaleza humana y las relaciones con su entorno, ha creado una serie de
respuestas y aproximaciones de corte religioso, científico y filosófico (Álvarez, 2003;
Olivé, 2011b; Pérez, Gutiérrez, García y Gómez, 2005); respuestas que en su mayoría
se encuentran fundamentadas en su sistema de creencias.
Las creencias poseen una gran importancia en el desarrollo del ser humano y gran
parte de la historia gira en torno a ellas. Son un referente de cómo se puede
comprender el proceder social humano, debido a que, éstas operan el mecanismo de
control y las reglas del comportamiento (Pepitone, 1991; Triandis, 1994, como se citó
en, Díaz-Loving, Rivera, Villanueva y Cruz, 2011).
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En este sentido, al fungir como versiones de la realidad que poseen un nivel de
organización que se encuentra relacionado con situaciones específicas orientadas al
comportamiento, se ha considerado el estudio de las creencias en una comunidad
científica.
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De esta cuestión se desprenden los objetivos de conocer cuáles son las creencias
científicas y epistemológicas y las religiosas que mantienen científicos de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), sobre las cuales ellos crean un sistema de
conocimientos que le permite comprenderse a sí mismo, a la sociedad, al mundo, a la
realidad, y a toda cuestión relacionada con las más profundas interrogantes respecto al
propósito e iniciativa humanas; así como, el conocer la relación existente entre ellas.
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Función de las creencias. Aquí se mencionan algunas de las más importantes
funciones que tienen las creencias sobre el comportamiento individual y social. Las
creencias juegan un papel clave en la manera de cómo el individuo interpreta la
información proveniente del entorno y la trasladada hacia la práctica; influyen en la
percepción y juicio, brindando la capacidad de elección, y por ende, constituyen los
mejores indicadores de las decisiones individuales. En su función social, éstas ayudan
a la formación tanto de grupos sociales como culturales y proporcionan elementos en la
estructura de los valores, el orden, la dirección y valores compartidos (Pajares, 1992).
- 10 -
A las creencias epistemológicas se les considera como concepciones personales
acerca de la naturaleza, adquisición y justificación del conocimiento. Estas creencias
influyen en casi todos los aspectos de la vida cotidiana del ser humano, afectan los
procesos de razonamiento, aprendizaje y toma de decisiones (Chan & Elliott, 2000;
Hofer & Pintrich, 1997). Con base a este tipo de creencias, en el apartado se describen
las creencias que se tienen específicamente sobre el conocimiento científico.
- 11 -
Estado del arte. La investigación empírica respecto al tema de las creencias
científicas, epistemológicas y religiosas en comunidades científicas no suele ser muy
común. No así, el estudio de creencias referentes a diversos temas socioculturales
como el aborto, el aprendizaje, la sexualidad, etc. en comunidades académicas,
estudiantiles o poblaciones generales. Por ello, en éste capítulo se presenta la síntesis
de algunas investigaciones que se plantearon como objetivo la descripción y análisis de
creencias epistemológicas, científicas y religiosas en comunidades estudiantiles,
académicas y científicas.
- 12 -
Parte III. Resultados. El análisis de los resultados se realizó a través de diversos
estadísticos del Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) Versión 17. En este
punto, cabe señalar a modo de síntesis cuales fueron los resultados obtenidos.
Como proceso, los científicos no creen que las leyes científicas sean verdades
incuestionables y que el método de la ciencia, sea un método de conjeturas; pero si
creen que este método es una secuencia jerárquica de pasos que se inician con la
observación y que depende del objeto específico de estudio.
En términos generales, ellos creen en los principios científicos como las mejores
explicaciones a cuestiones sobre el orden de los fenómenos de la realidad, del mundo y
del mismo ser humano.
Sobre esta misma línea, los científicos consideran que el conocimiento científico
además de permitir explicar de manera razonable los fenómenos de la realidad, es una
de las principales herramientas de las que dispone el ser humano para controlar el
entorno sociocultural. De igual manera, creen este conocimiento puede ser modificado
o sustituido por nuevas evidencias, por ende, es tentativo; que se encuentra sometido
constantemente al método científico utilizado; es un conocimiento de carácter falible,
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provisional y objetivo en un determinado grado; y que depende tanto de las condiciones
e intereses de quien lo crea como de la misma sociedad.
Sobre la relación existente entre cada una de estas creencias, los resultados indican
que hay una relación estadísticamente significativa únicamente entre creencias
científicas y creencias epistemológicas. No así, entre estas creencias y las creencias de
corte religioso, donde la interacción resulta ser mínima.
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del universo, la religión aborda la búsqueda de valores éticos adecuados y el significado
espiritual de la vida.
Este tipo de interpretación se presenta para cada uno de los resultados obtenidos
en los diferentes análisis estadísticos.
Como se sabe, hoy en día, gran parte del desarrollo científico se encuentra
subordinado al conocimiento y a su aplicación para intervenir en el mundo, así la
función inherente al quehacer científico consiste en estudiar de manera sistemática y
profunda la naturaleza y la sociedad para obtener nuevos conocimientos. Estos nuevos
conocimientos, generan nuevas formas de percibir los fenómenos del mundo; donde el
pensamiento científico reside en la capacidad de examinar los problemas desde
distintas perspectivas y en buscar explicaciones objetivas a los fenómenos naturales y
socio-culturales, sometiéndolas constantemente a análisis críticos (Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO], 1999).
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Por lo anterior, los alcances de este trabajo de investigación generan un panorama
de información sobre las creencias que gobiernan la teoría y práctica de los científicos.
Creencias que son una variable que estructura tanto su interacción con el conocimiento
como su compromiso conceptual, teórico, instrumental y metodológico (Kuhn, 2006).
Sean cuales sean las creencias que den sentido a la acción del científico, éstas
brindan los elementos de justificación necesarios para realizarla, mantenerla,
modificarla, suspenderla o finalizarla (Fernández, 2006); permitiéndole así, dirigir desde
su comportamiento de la manera que mejor se ajuste a sus intereses y necesidades
hasta su conocimiento, sus valores, juicios, disposiciones, teorías personales,
estrategias de acción, normas y principios prácticos; por nombrar sólo unas cuantas
acciones que le permiten dirigir su vida cotidiana.
A modo de conclusión, Díez (2010), expone que toda marcha cognoscitiva, toda
empresa práctica sobre el mundo, todo juicio presupone ya un suelo de creencias.
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PARTE I
FUNDAMENTOS TEÓRICOS
LAS CREENCIAS
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CAPÍTULO 1
Aproximación al término de
creencia
Las creencias dentro de la psicología son un constructo valioso (Pintrich, 1990, como se
citó en, Pajares, 1992). Actualmente su estudio es de suma importancia para el
desarrollo de varios campos de la investigación empírica. Este hecho basta para
demostrar su operatividad científica (Martínez y Silva, 2010).
- 18 -
Para Fishbein (1967), la creencia representa la información que la persona tiene
acerca del objeto, que está unido a algún atributo, es una hipótesis de probabilidad o
improbabilidad en relación con la naturaleza del objeto y sus relaciones con otros
objetos.
Al ser juicios y evaluaciones que las personas hacen de sí mismas y del mundo que
las rodea, las creencias actúan como filtros a través de los cuales se integra la
información proveniente del mundo interior y exterior, y contrario a lo que pudiera
pensarse, no se derivan de una evidencia ambiental o conductual, sino que, la
preceden y son las que le dan significado. En The Oxford Companion to Philosophy
(1995) se plantea que, debido a que las creencias implican un despliegue de conceptos,
a menos que el individuo entienda lo que es un determinado objeto, éste podrá creer o
no en él.
- 19 -
Al aparecer como supuestos de nuestro entendimiento del mundo, Villoro (1996)
plantea dos concepciones de creencia. La primera se refiere a la creencia como
ocurrencia mental, es decir, “(…) no versa sobre algo presente en la percepción o en el
recuerdo, sino sobre lo representado en el juicio (…)” (p. 26). A diferencia de Pepitone
(1991), quien considera que lo importante de la creencia es su contenido; Villoro (1996)
expone que al poder distinguirse el contenido del acto intencional (lo percibido) del acto
mismo que se dirige a él (el percibir) -el cual tiene una cualidad propia-, “(…) la creencia
corresponde a la cualidad del acto, no a su contenido” (p. 27).
Las creencias bajo este contexto, operan como guías de la acción que disponen al
sujeto a responder de una determinada manera y no de otra. A pesar de ello, las
creencias no necesariamente se expresan en acciones, sino que, sólo si se presenta
una determinada circunstancia, la persona se comportara de un modo tal que supone la
existencia de un estado disposicional a actuar (ibíd.).
La creencia como una disposición actúa como estado interno del sujeto que orienta
la aparición de determinados comportamientos en presencia de ciertos estímulos, y no
una ocurrencia mental. De este modo, el hecho de creer en algo y el aceptar que ese
algo forma parte del mundo real, constituye la disposición del sujeto a actuar de manera
coherente.
- 20 -
En términos generales, la creencia por disposición a diferencia de la creencia como
ocurrencia mental se caracteriza por no considerar que toda creencia sea un acto; por
no precisar a la introspección para determinar las creencias de una persona; por no
describirse en términos de seguridad o viveza; y por dar razón de las creencias reales,
es decir, que rompe con la tendencia idealista de explicarlo todo por los contenidos de
consciencia (ibíd.).
Durante la década de los noventa, Pajares (1992) realizó un estudio sobre creencias
ostentadas por profesores, donde expresa que conceptualizar un sistema de creencias
implica comprender que “(…) este sistema está compuesto de creencias conectadas
unas a otras, y a otras estructuras cognitivas/afectivas (…)” (p. 325); asimismo, afirma
que “(…) la creencia se basa en la evaluación y en el juicio (…)” (p. 313). En este
sentido, indica que:
Al señalar a la creencia como un juicio que puede solamente ser inferido desde una
comprensión colectiva, Villoro (1996) hace referencia a un carácter individual, donde al
empezar o dejar de creer, en algunas ocasiones, el individuo puede señalar el momento
en que se tiene tal creencia o el instante en que otra desaparece; sin embargo, no
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sucede con la mayoría de las creencias. “De muchas, somos incapaces de señalar sus
inicios o sus fines; de muy pocas podemos decir que estén actualmente sucediendo en
nuestra mente” (p. 28).
Sobre esta línea, Rokeach (1968, como se citó en, Pajares, 1992) afirma que las
creencias son grandes presunciones acerca de uno mismo y de la realidad física y
social; “(…) unas simples proposiciones conscientes o inconscientes inferidas desde de
lo que las personas dicen o no, capaces de existir antes de lo dicho” (p.113). Sostiene
que éstas son descriptivas, evaluativas o prescriptivas, -elementos que se encuentra en
la mayoría de las creencias-. Al mismo tiempo, destaca tres componentes de la
creencia: un componente cognitivo, que representa conocimiento; un componente
afectivo, capaz de provocar emoción; y un componente conductual, activado cuando lo
requiere la acción.
En este contexto, Pajares (1992) plantea que las creencias representan las
verdades personales indiscutibles, derivadas de la experiencia o fantasía, con un fuerte
componente evaluativo y afectivo. Este autor, pone énfasis a la carga afectiva de las
creencias, ya que, se encuentra relacionada con las preferencias, inclinaciones y líneas
de acción del sujeto. Así, las creencias pueden mostrar aspectos afectivos en el
individuo.
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Respecto a los diversos componentes que se pueden atribuir a la creencia, Flores
(1998) asume una postura que indica la presencia de una actitud y un contenido. En
sus palabras:
En relación a esto, Beck (1976, como se citó en, Calvete y Cardeñoso, 2001, p. 95)
sugiere que:
(…) las creencias son estructuras cognitivas que se desarrollan a partir de experiencias
tempranas del individuo, así como, de factores ambientales, culturales y biológicos. Las
creencias pueden entenderse como un marco de referencia o un conjunto de reglas que
determinan nuestra forma de ser en el mundo, el modo en que evaluamos las
situaciones, a los otros y a nosotros mismos y la forma en que interactuamos con los
demás.
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también, tienen un origen cultural, en tanto se construyen en formatos de interacción
social; son producto de la construcción del mundo; el ser humano las utiliza para tomar
decisiones, recordar, interpretar, predecir y controlar sucesos. Se les puede ver como
verdades personales incontrovertibles que son idiosincrásicas, con mucho valor afectivo
y componentes evaluativos que residen en la memoria episódica (Nespor, 1987;
Pajares, 1992; Solar y Díaz, 2009).
A diferencia de Pepitone (1991), Thompson (1992) afirma que las creencias no son
consensuales porque “(…) son a menudo mantenidas o justificadas por razones que no
cumplen estos criterios, y, por tanto, son caracterizadas por una falta de acuerdo sobre
cómo tienen que ser evaluadas o juzgadas” (p. 129-130). Al respecto, Ponte (1994b)
destaca que las creencias son proposiciones no demostradas y que “(…) el sistema de
creencias no requiere de un consenso social respecto a su validez o propiedad. Las
creencias personales no requieren, incluso, conciencia interna” (Ponte, 1994a, pp. 5-6).
Las creencias propiamente dichas tienen un rango valorativo tan importante que se
constituyen en una ética que justifica y enjuicia prácticas sociales. No se asumen por
comprobación lógica, sino por conformidad; no se duda de ellas y para defenderlas se
repite una argumentación aprendida mecánicamente; generan certidumbre psicológica
y cuando se cuestionan se produce angustia; se dan por entendidas y se transmiten
haciendo uso de signos (Arispe, 1989).
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De estas definiciones se puede concluir que el término de creencia se atribuye
principalmente a la evaluación de la relación entre el objeto y su significado.
Alternativamente, pueden verse como disposiciones a la acción y el mayor
determinante del comportamiento humano, aunque en un tiempo y contexto específico
(Brown & Cooney, 1982).
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CAPÍTULO 2
Al respecto, Fishbein y Ajzen (1975) expresan que existen tres diferentes procesos
que pueden ser la base de la formación de las creencias:
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Aceptar la información proveniente de otras fuentes provoca procesos en los que se
va creando nuevas expectativas e ideas que cuestionan las creencias ya existentes, o
bien, generan otras nuevas rechazando las anteriores; volviéndose a repetir todo el
proceso generador de las creencias desde el principio.
Así, una creencia implica una relación entre un objeto y una categoría de contenido;
por lo tanto, se forma tan pronto como un objeto se encuentre vinculado a un atributo.
La formación de las creencias a partir del vínculo dado entre el objeto y su atributo,
responde según Quintana (2001, como se citó en, Latorre y Blanco, 2007) a
particularidades que se expresan por medio de la razón, el sentimiento, la necesidad y
es estado socio-cultural de la persona. De esta manera, las creencias proceden de la
razón, donde la creencia supone siempre un elemento de conocimiento intelectual; del
sentimiento, en este caso, la creencia responde no sólo a un conocimiento, sino
también a una necesidad; de la influencia de la sociedad y la cultura ambiental, donde
la persona llega a la creencia desde un impulso interior, pero de hecho, esto no se
llevaría a efecto si no fuera por la mediación de la cultura social, con sus funciones de
aculturación de los individuos; y finalmente, de la voluntad de creer del propio individuo.
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características o disposiciones no observables la persona, tales como, la honestidad, la
amabilidad, la introversión o la inteligencia” (Fishbein & Ajzen, 1975, p. 132).
Del mismo modo, Bruner (1957, como se citó en, Fishbein & Ajzen, 1975) sugiere
que existen dos maneras en que una persona puede ir más allá de los hechos
observables. En primera instancia, se puede hacer uso de las relaciones previamente
aprendidas. La segunda manera, implica el uso de sistemas de codificación formales.
Al asumir que las creencias van más allá de lo observable, De la Pineda (1994,
como se citó en, Latorre y Blanco, 2007) avanza en la idea apuntada por estos autores
y plantea que las creencias van más allá de la experiencia vivida e incluso de la que
aún queda por vivir.
Otra tipología de las creencias es la realizada por Rokeach (1969, como se citó en,
Zavala y Rokeach, 1970, pp. 388- 389), quien ha distinguido conceptualmente tres tipos
de creencias:
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3. Creencias periféricas: Estas son creencias no primitivas, que se sabe se hallan
asociadas o que emanan de cierta fuente de autoridad negativa o positiva. (…) Como
creencias autoritarias, las creencias periféricas se hallan abiertas a controversias, ya
que poseen cierto consenso social mayor que cero pero menor que uno.
Según este autor, para cada creencia que una persona mantiene acerca de algo,
existe una segunda creencia asociada que permite conocer que otras creencias están
de acuerdo con esa primera creencia. Así, las creencias primitivas son percibidas como
compartidas por un unánime consenso social, suelen mantenerse con un máximo de
intensidad y son extremadamente resistentes al cambio. Mientras que en los otros dos
tipos de creencias no primitivas no hay razón para que se les perciba teóricamente
apoyadas en un completo consenso social, aunque las creencias periféricas suelen ser
menos resistentes al cambio que las creencias autoritarias (Zavala y Rokeach, 1970).
De idea similar es la aportada por Park (2012), quien hace hincapié en los procesos
sociales que influyen en la formación y el contenido de las creencias. Las creencias son
producto de la participación social; son discursivas antes de ser cognitivas, sus
aspectos cognitivos son secundarios a las prácticas sociales. Además, aunque el
discurso social es una ruta a través del cual las personas adquieren su comprensión de
la realidad, las creencias están también fuertemente influenciadas por las propias
experiencias de vida en el mundo, la observación y la interacción con el propio entorno.
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Al respecto, Nisbett y Ross (1980, como se citó en, Mohamed, 2006) sugieren que
cuando una nueva creencia se incorpora a la estructura del sistema de creencias de
una persona resulta más difícil cambiarla, ya que dicho sistema afecta la percepción y
tiene una gran influencia en el procesamiento de nueva información. Por ello, Woods
(1996, como se citó en, Mohamed, 2006) plantea que el sistema de creencias es una
red interconectada, que es casi imposible que una persona cambie una creencia sin
afectar a las otras.
Para las personas cambiar sus creencias para dar cabida a otras nuevas exigirá no
sólo desarrollar nuevos comportamientos, sino también, abandonar los bien
establecidos y aparentemente exitosos, lo que puede conducir a la desorientación y
frustración. Ante esto, Myers (2005) sostiene que el ser humano constantemente
examina y justifica el cómo podrían ser verdaderas las teorías que guían su vida,
cerrándose así, a la nueva información que desafía sus creencias.
- 30 -
CAPÍTULO 3
Si bien resulta importante definir a la creencia, ésta se hace más patente cuando se
considera su necesidad. El comportamiento humano es dirigido y determinado por la
medida en la que cada sujeto cree, se adhiere, se dirige e internaliza sus mandatos
culturales. Para comprender y explicar sus causas y efectos se debe conocer el medio
social en el cual el individuo se desarrolló (Díaz-Loving et al., 2011).
Para lograr comprender el proceder social humano es necesario revisar cómo las
creencias de cada uno de los grupos culturales determinan los patrones de interacción
social específicos de un grupo social. El concepto de creencia es el referente de cómo
se puede analizar y entender la cultura mediante su influencia, ya que por medio de
ésta, se opera el mecanismo de control y las reglas del comportamiento, los cuales
permiten la convivencia del grupo con base en la transmisión de los conocimientos y
valores que han sido funcionales para la sobrevivencia del individuo o del grupo
(Triandis, 1994, como se citó en, Díaz-Loving et al., 2011).
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Aun cuando Díaz-Loving et al. (2011) enfatiza en el carácter sociocultural de las
creencias, Kleine y Smith (1987, como se citó en, Latorre y Blanco, 2007) expresan que
al cumplir su función como guías de la conjunción entre el conocimiento y el
comportamiento, también poseen un complejo proceso de evaluación, creación,
validación y asentamiento; lo que implica una toma de decisiones por parte del
individuo, un esfuerzo por alejarse de las influencias que el grupo social ejerce sobre él.
Al respecto, Pajares (1992) considera que las creencias además de jugar un papel
clave en la manera de cómo el individuo interpreta la información proveniente del
entorno y la trasladada hacia la práctica, éstas influyen en su percepción y juicio, los
cuales son los que en realidad afectan lo que dice y hace. Y al afectar de forma
determinante su conducta, las creencias le brindan la posibilidad de desarrollar la
capacidad de elección, y por ende, constituyen los mejores indicadores de las
decisiones individuales que éste realiza a lo largo de su vida. Las creencias “(…)
poseen una función adaptativa y ayuda al individuo a definir y comprender el mundo y a
sí mismo” (p. 325).
Sobre este contexto, Pajares (1992, pp. 317-318) sostiene que las creencias:
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incluso cuando la disonancia se justifica lógicamente por las creencias inconsistentes
que uno sostiene. Esta es una razón por la que adquieren dimensiones emocionales y
se resisten al cambio. Las personas crecen cómodas con sus creencias, y estas
creencias se convierten en su "yo", por la misma naturaleza de sus creencias las
personas llegan a ser identificados y comprendidos, son de su propiedad.
La función del sistema de creencias depende la mayor parte de las veces de los
propios intereses y preocupaciones que tiene el hombre, ante esto, Páez, Morales y
Fernández (2007, p.196) exponen que:
Asimismo, sostienen que en la medida en que sirva al sujeto para orientar sus
acciones futuras y cumpla su función de ser útil para la supervivencia, el funcionamiento
del sistema de creencias es capaz de generar creencias falsas como creencias
verdaderas.
El ser humano posee una serie de creencias que son consideradas plenamente
fiables y se mantienen con firmeza, a éstas recurre cuando tiene que explicar,
comprender, planificar y actuar ante situaciones determinadas para así lograr funcionar
de manera estable dentro de su contexto vital.
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CAPÍTULO 4
Dentro del amplio abanico de creencias que conforman el pensamiento y dan pauta al
comportamiento humano, según Pepitone (1991) se pueden reconocer al menos cuatro
grandes categorías: natural- material, sobrenatural (religioso y secular), psicológico y
moral. Estas creencias se clasifican de acuerdo a sus propiedades conceptuales,
basándose tanto en la observación común como en la intuición. Sin embargo, en
ocasiones:
(…) las clasificaciones de las creencias no siempre son puras; los observadores
objetivos no siempre pueden determinar si los referentes de una determinada creencia
son o no materiales. Sin embargo, es útil hacer la diferenciación entre categorías
naturales y sobrenaturales (Pepitone, 1991, p.64).
Sobre esta línea, en The Oxford Companion to Philosophy (1995) se plantea que la
diversidad de las creencias puede distinguirse a partir de una variedad de
representaciones internas como los reflejos de control y otros comportamientos no
intencionales que se manifiestan en contextos significativos personales y sociales del
ser humano.
En este punto, sean cuales sean las creencias que den sentido a la acción, éstas
brindan los elementos de justificación necesarios para realizarla, mantenerla,
modificarla, suspenderla o finalizarla (Fernández, 2006).
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Entre las diferentes creencias que posee el hombre se encuentran aquellas que le
brindan una serie de elementos que le ayudan a satisfacer la necesidad que tiene de
comprender el sentido de la vida y del mundo que comparte con sus semejantes. Estas
creencias son de índole científicas, epistemológicas y religiosas.
Las diferentes explicaciones que se han creado en torno al origen del universo, la
naturaleza humana y el propio papel del ser en el mundo, han sido explicaciones que se
fundamentan principalmente en una serie de respuestas religiosas, filosóficas y
científicas. Ninguna de estas respuestas en cuanto su capacidad de satisfacer la
necesidad de interpretar y esclarecer es superior a las demás. Sin embargo, la ciencia,
es sin duda la que mayor control, explicación y predicción sobre los fenómenos
naturales, sociales y culturales le ha permitido al hombre tener (Pérez et al., 2005).
Sobre este contexto, las diferentes creencias que se tengan sobre la naturaleza,
características e implicaciones de la ciencia, le permitirán al sujeto dirigir su
comportamiento de la manera que mejor se ajuste a sus intereses y necesidades
vitales.
Las creencias científicas tienen como base juicios y evaluaciones que se hacen
sobre la ciencia como producto y la ciencia como proceso.
Como producto, la creencia científica involucra elementos que van desde sus
objetivos dentro de la sociedad, las características de la comunidad científica, su
enseñanza dentro de las instituciones educativas, su difusión y comunicación a los
diferentes sectores sociales y su impacto en el mundo actual.
- 35 -
Por otra parte, la creencia de la ciencia como proceso, implica toda la serie de
procedimientos que la hacen posible, es decir, las técnicas, metodologías, habilidades,
dinámicas, prácticas y teorías.
(…) la ciencia no señala cómo son los hechos. Las leyes científicas nunca surgen de
una simple lectura inmediata del comportamiento de lo real: la ciencia no dice lo real,
sino que lo explica por medio de teorías. Esta idea no implica que la ciencia no surja de
la observación, como a menudo se cree, sino que implica siempre la existencia de
supuestos previos que son puestos a contrastación vía la experiencia. (…) La
observación no es natural ni objetiva, sino que se capta diferencialmente de acuerdo
con cuáles son los supuestos explícitos que ordenan la mirada del observador, de
manera que sólo para aquellos que convencionalmente se han puesto de acuerdo
sobre los criterios y protocolos observacionales cabe establecer, a posteriori, bases
intersubjetivas válidas para observaciones en las que pudieran concordar los tipos de
descripción empírica.
- 36 -
En términos de la búsqueda objetiva de la verdad, Silva (2005) difiere de esta idea
al expresar que las teorías científicas no son teorías completamente verdaderas, y por
ello, se debe considerar su avance en un grado cada vez mayor de verosimilitud. Hecho
que afecta directamente a la ciencia en general, en el sentido de que ésta “(…)
progresa sólo si las teorías sucesivas resuelven más problemas que sus predecesoras”
(p.21). En sus palabras:
Estos dos aspectos para Ribes (1989) equivalen a dos tesis fundamentales que la
mayoría de los filósofos contemporáneos aceptan. La primera tesis refiere a la
falibilidad de todo conocimiento humano; la segunda, al carácter teóricamente sesgado,
construido o elaborado de la experiencia. Respecto a ello, Chalmers (1994, p.52) afirma
que:
- 37 -
La diferencia de opiniones entre estos autores no refiere únicamente a la
concepción que se tiene sobre la observación y la búsqueda de la verdad en la ciencia,
sino también, sobre la consideración de la subjetividad en ella.
En relación, Olivé (2011a,b), considera que la ciencia no sólo valora las prácticas
cognitivas que se manifiestan en una serie de acciones que consisten en investigar,
observar, medir, inferir, probar, demostrar, discutir, exponer, enseñar y predecir
fenómenos del mundo empírico; sino también, las normas y valores que adquieren
significado al concretarse en este tipo de acciones. En otras palabras, en la ciencia se
valora tanto las acciones como sus resultados, y aun así, la evaluación va más allá de
los resultados de las prácticas científicas:
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No creo que un científico pueda ni deba rechazar su responsabilidad en una
democracia, pero repudio la idea de que el científico imponga un método, el método
científico, que la brinda una percepción privilegiada y especial de los asuntos sociales o
de la solución de los problemas sociales (p.31).
Por consiguiente, la base que sostiene el concepto de ciencia que propone Olivé
(2011b), es el de sistema de acción intencional. Éste sistema se entiende como una
complejo de acciones humanas, realizadas por agentes intencionales, orientados por
representaciones que van desde creencias hasta complejos modelos y teorías
científicas, cuya estructura es de orden normativo- valorativo. Por valorativo, el autor
refiere que, un valor en la ciencia quiere decir que existe algún objeto que se considera
valioso porque tiene una cierta característica, y esa característica depende de las
creencias que mantengan los científicos con respecto a la ciencia:
Eso significa que los científicos de ese grupo tienen la disposición para actuar
precisamente como si la teoría tuviera esa característica. Un grupo de científicos acepta
cierta teoría porque creen que es precisa, coherente, amplia, simple y fecunda de
acuerdo con los intereses teóricos que tienen en ese momento (Olivé, 2011b, p.99).
(…) introducir una nueva teoría implica cambios de perspectiva tanto respecto a los
rasgos observables como a los rasgos no observables del mundo, y cambios
correspondientes en el significado de los términos incluso más «fundamentales» del
lenguaje empleado. Tal es la posición que va a ser defendida. Puede decirse que esta
posición consta de dos ideas. La primera se cifra en la constatación de que la influencia
de una teoría científica comprehensiva, o de algún otro punto de vista general, sobre
nuestro pensamiento, es mucho más profunda de lo que admiten quienes la consideran
tan sólo como un esquema conveniente para la observación de hechos. (…) La
segunda idea implícita en la posición que aquí defendemos exige que nuestras teorías
- 39 -
sean contrastables y que sean abandonadas tan pronto como alguna de estas
contrastaciones no produzca el resultado previsto (pp. 39-40).
De acuerdo con los planteamientos de este autor, las teorías científicas además de
ser instrumentos de predicción son formas de mirar el mundo, que afectan tanto a las
creencias como a las expectativas generales del sujeto que las acepta; y como
consecuencia, a sus experiencias y concepciones de la realidad, expresa:
No sólo los principios y relaciones entre teorías y evidencias disponibles son las que
determinan la ciencia, sino que además, existe una serie de factores sociológicos y
psicológicos que influyen en ella trastocando el quehacer científico, y por ende, el
conocimiento científico (Silva, 2005).
Así, los valores de la ciencia a los que hacía referencia Olivé (2011a, b) cambian a
lo largo de la historia, dependen de los contextos y se encuentran condicionados a las
prácticas e intereses de cada comunidad científica. Sobre esta cuestión, Chalmers
(1994, p.56) refiere que:
- 40 -
(…) es esencial entender la ciencia como un conjunto de conocimientos que se
desarrollan históricamente y que sólo se puede apreciar correctamente una teoría si se
presta la debida atención a su contexto histórico.
Por ello, Feyerabend (1989) propone como alternativa una concepción que insiste
en los medios de producción del significado dentro de la ciencia, los cuales son
históricamente cambiantes, y por ende, producen significados históricamente
cambiantes.
En este punto, tratar las concepciones formalistas de la ciencia y las diferentes tesis
de la invarianza en ella, para Ribes (1989) son concepciones que empobrecen el
contenido empírico del conocimiento acerca del mundo, del mismo ser humano y le
sustraen de todo significado; después de todo, en el mundo además de formas hay
contenidos.
Por tal razón, las diferentes creencias que se tengan sobre la ciencia como proceso
y como producto afectarán la forma de como el sujeto dirija su práctica, sus valores,
juicios, disposiciones, teorías personales, estrategias de acción, normas y principios
prácticos, perspectivas, repertorios de entendimiento, etc., por nombrar sólo unas
cuantas acciones que le permiten dirigir su vida cotidiana.
En este sentido, la persona que se dedique a la ciencia -el científico- según Kuhn
(2006), ha de preocuparse por comprender el mundo y por extender la precisión y la
amplitud con que se ha ordenado. Esto lo llevará examinar con gran detalle empírico
algunos aspectos de la naturaleza, y por consecuente, a refinar tanto sus técnicas
observacionales como el articular mejor las teorías que guían su acción.
Otro aspecto que sostiene es que, gracias a que el científico ha logrado rechazar
algunas creencias o procedimientos previamente establecidos y ha sustituido
paradigmas por otros, ha sido capaz de explicar un amplio abanico de fenómenos
naturales o de explicar con mayor precisión algunos ya conocidos.
- 41 -
De idea similar, es la de Silva (2005, p. 31) cuando alude a que:
Sobre esta línea, Enrique Galindo (2013, como se citó en, De la Redacción, 2013,
p.3) investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM plantea que la ciencia:
En suma, la ciencia estudia no sólo aquellos objetos con los cuales el hombre tiene
que ver en su actividad práctica cotidiana, sino los diversos objetos que aparecen el
curso del desarrollo de la propia ciencia (procesos-productos). Por consiguiente, esto
de acuerdo a la Academia de Ciencias Sociales de Cuba y la Academia de Ciencias de
la U.R.S.S. ([ACSC y ACURSS] 1981, p.182) lleva a la formación de:
- 42 -
1) grupos especiales de investigadores- experimentadores, ocupados en resolver las
tareas cognoscitivas empíricas (planificación y realización de las observaciones,
mediciones, experimentos; transformación práctica de los objetos para conocerlos;
comprobación experimental de las hipótesis y teorías; etc.); 2) de grupos especiales de
investigadores ocupados en la solución de tareas teóricas: búsqueda y fundamentación
de las nuevas orientaciones del desarrollo de la ciencia, elaboración y modificación de
las hipótesis y teorías, construcción, armonización y formulación de leyes, estudios
críticos de las soluciones propuestas para los problemas, etc.; 3) de colectivos
especiales científicos- investigativos ocupados en la elaboración de los medios
materiales del conocimiento. (…) Entre estos grupos de investigadores surgen
dependencias que influyen en el desarrollo de toda ciencia actual.
Para este autor, cuatro son las lógicas del descubrimiento principales que
proporcionan un marco teórico que sirve como fundamento para la reconstrucción social
de la historia de la ciencia: el inductivismo, el convencionalismo, el falsacionismo
metodológico y la metodología de los programas de investigación científica. Cada una
de estas metodologías:
- 43 -
(…) está caracterizada por reglas que gobiernan la aceptación y el rechazo (científicos)
de teorías o programas de investigación. Estas reglas tienen una doble función.
Primeramente, funcionan como un código de honestidad científica cuya transgresión es
intolerable; en segundo lugar, como núcleos de programas de investigación
historiográfica (normativa) (Lakatos, 1975, p. 457).
Sobre este marco de referencia donde se concibe que la ciencia no está regida por
un conjunto de reglas mecánicas, y por consiguiente, se puede explicar a través de
diferentes metodologías utilizadas, Silva y Grande-García (2005, p.7), refieren que:
(…) las ciencias no comparten –estrictamente hablando- un método, sino más bien un
rigor metódico en relación con la coherencia interna de la postulación de teorías
públicamente expuestas y con la contrastación empírica, así como en el alcance del
conocimiento empírico. (…) las disciplinas científicas no se desarrollan
independientemente unas de otras, sino que pueden informar e influir mutuamente.
- 44 -
ciencias no comparten un método (Chalmers, 1994; Medawar, 1993; Russell, 1951;
Silva, 2004).
En suma, “(…) la ciencia no tiene una base empírica fiable, sino que es la
consecuencia de una negociación entre los científicos” (Estany, 2001, p.59).
La ciencia es un fenómeno muy complejo, y jamás podremos dar una definición como
conjunto de condiciones necesarias y suficientes que la abarque completamente.
Siempre daremos definiciones parciales, que capturan aspectos de ella; y los aspectos
que iluminemos dependerán de nuestros intereses (p. 97).
Toda área del conocimiento puede ser analizada por lo que es. Es decir, podemos
investigar cuáles son sus fines, (…) y podemos investigar los medios utilizados para
cumplir dichos fines y el grado de éxito logrado. De esto no se desprende que no se
pueda criticar ningún área del conocimiento. Podemos intentar criticar cualquier área
del conocimiento criticando sus fines, criticando la adecuación de los métodos utilizados
para alcanzar esos fines, confrontándola con un medio alternativo y superior de
alcanzar esos mismo fines, etc. Desde este punto de vista, no necesitamos una
categoría de «ciencia» con respecto a la cual un área del conocimiento pueda ser
aclamada como ciencia o denigrada como no ciencia.
- 45 -
Recientemente Rosaura Ruiz (2013, como se citó en, De la Redacción, 2013, p. 3)
ex presidenta de la Academia de Ciencia de Morelos expresó:
La ciencia es, como toda creación humana, algo que está haciéndose, un proceso en
construcción, una actividad creativa, hija de la intuición, la perseverancia y el método;
un producto del trabajo intelectual y la experiencia, que tiene como resultado nada más
y nada menos que el conocimiento y el perpetuo desarrollo del mismo.
Sobre este punto, Estany (2001) sostiene que la ciencia es la fuente más importante
de adquisición de conocimiento, una garantía para la justificación de las creencias que
mantiene el ser humano, al expresar que:
Para la autora, tanto los fines de la ciencia como el método científico hacen que
ésta sea la que proporcione más garantía en la adquisición de conocimiento a
diferencia de otros productos culturales:
- 46 -
De esta forma, el contenido de las creencias tiene como fundamento los
compromisos teóricos, metodológicos y pragmáticos de la ciencia, que se traducen en
acciones concretas como el modelo de explicación utilizado, los diseños de
investigación elegidos o el tipo de conceptos empleados para construir teorías (Pérez et
al., 2005).
4. 2 Creencias epistemológicas
Conocer algo es, epistemológicamente diferente de tener una creencia sobre algo.
Sin embargo, en algunas ocasiones el concepto de creencia puede superponerse con el
concepto de conocimiento. Por ello, autores como Llinares (1995), Montero (2001),
Pajares (1992), Pepitone (1991), Ponte (1994a, b), Thompson (1992); Schommer-Aikins
(2004) y Villoro (1996) han tratado de marcar algunas diferencias entre ambos.
Conocer es una de las cosas que el ser humano mejor ha logrado hacer, esta
capacidad se relaciona con la manera de cómo se representa y categoriza el mundo,
con las formas de interacción y creación de representaciones sociales; este
conocimiento que se genera a partir de dichas relaciones tiene vínculos tanto con la
cultura como con la base biológica que lo conforma (Gastélum, 2010).
- 47 -
El conocimiento como las creencias, son un punto central para la experiencia
humana. Todo lo que se hace, se piensa o se dice, se relaciona de alguna forma con
ellos. Tienen una relación fundamental con el comportamiento del individuo, en un
ambiente determinado, que puede variar de acuerdo a la cultura, al contexto, al
ambiente, o al individuo. La manera en que se adquieren, forma parte de, “(…) un
proceso vital para entender lo que aprehendemos del mundo y también para aceptar
creencias que consideramos ciertas, dependiendo de la teoría a la que se pertenezca,
acerca de él” (Gastélum, 2010, p. 33).
- 48 -
Pese a identificar estas características, Pajares (1992), advierte que algunas de
estas dimensiones, -especialmente la que hace referencia a la evaluación y a los
aspectos subjetivos-, están presentes en los sistemas de conocimiento de los
individuos. También destaca que las creencias no requieren consenso grupal,
constituyéndose en certezas subjetivas, a diferencia del conocimiento, una de cuyas
características sería la validación o consenso grupal. Esto implica que las creencias
son a menudo discutibles, más inflexibles y menos dinámicas que otros aspectos del
conocimiento.
Sobre este contexto, se concede al conocimiento una validez más objetiva frente a
una validez más subjetiva para la creencia. Aun cuando el conocimiento queda más en
el dominio del intelecto y la creencia en el afectivo, es difícil separar radicalmente la
creencia del conocimiento y determinar dónde termina uno y donde empieza otro (De
Vicente, 2004, como se citó en, Latorre y Blanco, 2007).
- 49 -
más nítida puede ser que el conocimiento implica comprender, mientras que la creencia
supone asumir. Los autores lo explican así:
En tal sentido, las creencias pueden verse como un substrato conceptual que juega
un papel importante en pensamiento y acción; fungen como organizadores de
conocimiento proporcionando puntos de vista del mundo (Ponte 1994a). A demás,
suelen ser consideradas como un tipo de conocimiento y es común a la mayoría de las
definiciones que "(…) las creencias se basan en evaluaciones y juicios (componentes
afectivas), el conocimiento se basa en hechos objetivos" (Pajares, 1992, p. 313).
- 50 -
(…) podemos ver las creencias como una parte de conocimiento relativamente poco
elaborada, en vez de verlos (conocimientos y creencias) como dos dominios distintos.
En las creencias predominaría una elaboración más o menos fantástica y una falta de
confrontación con la realidad empírica. En el conocimiento más elaborado de naturaleza
práctica predominarían los aspectos de experiencia. En los conocimientos de
naturaleza teórica predominaría una argumentación racional (p. 125).
(…) una creencia es verdadera si lo que se cree es algo que realmente existe o ha
ocurrido. En ese sentido, la creencia se corresponde con la realidad. Lo que se cree,
que suele expresarse por medio de una proposición, se corresponde con algún hecho,
objeto, proceso o fenómeno real (p. 27).
Así, las creencias y el conocimiento que posee el sujeto son dos constructos
multifacéticos que se influyen mutuamente (Latorre y Blanco, 2007).
Las creencias constituyen una parte importante del sujeto, porque le ayudan a
percibir información nueva, a procesarla y a actuar en función de ella. Las creencias
que se ha visto que actúan como predictor de la práctica que el sujeto realiza, que
afectan en forma determinante su comportamiento y la manera de construir su
conocimiento, son las llamadas creencias epistemológicas (Chan, 2010; Chan & Elliott,
2000; Schommer-Aikins, 2004).
- 51 -
Existe acuerdo en que las creencias epistemológicas son concepciones personales
acerca de la naturaleza, adquisición y justificación del conocimiento. Este tipo de
creencias influyen en casi todos los aspectos de la vida cotidiana de las personas,
debido a que afectan los procesos de razonamiento, aprendizaje y toma de decisiones
(Chan & Elliott, 2000; Hofer & Pintrich, 1997).
- 52 -
Un dato interesante conceptualizado por Belenky, Clinchy, Goldberger y Tarule
(1986, como se citó en, Escalante, 2010), indica que los individuos con creencias
epistemológicas más sofisticadas es más probable que se involucren en reflexiones
personales y análisis sobre su comprensión y uso del conocimiento. Los individuos que
creen en la complejidad del conocimiento es más probable que reconozcan la
complejidad del pensamiento individual sobre los complejos temas cotidianos.
(…) somos influidos por las creencias acerca del conocimiento y los procesos de
conocer y aprender: es este tipo particular de creencias, las que cada uno de nosotros
moviliza para juzgar acerca de qué consideramos un conocimiento válido o verdadero y
de cómo éste se puede adquirir; y el cómo se despliegan, cómo se desarrollan, y cómo
influyen en los procesos de aprendizaje y toma de decisiones.
- 53 -
Las creencias epistemológicas estructuran las posiciones y las formas de
interacción del individuo con el conocimiento; involucran desde la percepción que se
tiene de su naturaleza, hasta la forma de cómo se adquiere, construye y evalúa. La
manera de cómo se estudien dentro de su formación y desarrollo psicosocial, dará
cuenta de las evaluaciones, juicios y acciones que guían el comportamiento tanto
individual como colectivo (Gastélum, 2010; Escalante, 2010). A partir de las creencias
epistemológicas el ser humano despliega la comprensión del mundo.
Las creencias juegan un papel importante en la evaluación que los sujetos hacen
acerca de su conocimiento; lo que se cree sobre el propio conocimiento influye y
moldea la comprensión que se tienen del mundo (Hernández y Maquilón, 2011). Por
consiguiente, las creencias epistemológicas específicamente hacia el conocimiento
científico además de ser concepciones personales acerca de la naturaleza, adquisición
y justificación del conocimiento, de acuerdo con Hofer y Pintrich (1997), también son
construcciones sociales y se forman a través de la interacción con el contexto
educativo.
- 54 -
La experiencia que importa para el conocimiento científico no tiene nada que ver con
ninguna experiencia intuitiva o emocional de la realidad, pues éstas consisten siempre
en un mero sentimiento subjetivo que no puede colocarse como fundamento de validez
de las proposiciones de la ciencia. El conocimiento en general, y sobre todo el
conocimiento científico, no es más que el resultado de una construcción teórica de la
realidad, de carácter falible y provisional, cuya aproximación constante a la verdad se
consigue mediante el camino del error. Es decir, tratando de refutar las teorías
corroboradas que la comunidad científica acepta como verdaderas (p. 75).
En breve: “(…) el conocimiento nunca puede estar seguro de haber tocado realidad”
(Ribes, 1989, p.18).
- 55 -
conocimiento científico no es perfecto, pero se puede progresar hacia mejores teorías
científicas, a través del descubrimiento y de la búsqueda de errores. En este punto, el
autor niega la existencia de un criterio general de verdad y establece que el sujeto
siempre se puede equivocar:
La idea del falsacionismo plantea que las teorías no pueden establecerse como
verdaderas, o probablemente verdaderas, a partir de la evidencia observacional. Las
teorías se construyen como suposiciones especulativas y provisionales y se crean para
intentar solucionar los problemas con que tropezaron las teorías anteriores. Una vez
propuestas, han de ser rigurosamente comprobadas por la observación y la
experimentación. Las teorías que no superen estas pruebas observacionales y
experimentales deben ser eliminadas y reemplazadas por otras.
- 56 -
De acuerdo con Lakatos (1975, p.478) el falsacionismo de Popper dice que:
(…) una teoría científica debe ser rechazada si es inconsistente con un enunciado
básico (“empírico”) unánimemente aceptado por la comunidad científica. La
metodología toda de Popper descansa en la afirmación de que existen enunciados
(relativamente) singulares sobre cuyo valor veritativo los científicos pueden llegar a un
acuerdo unánime; sin ese acuerdo habría una nueva Babel y «el sublime edificio de la
ciencia pronto quedaría reducido a ruinas».
Por consecuente, “(…) una de definición general de ciencia debe pues reconstruir,
incorporar, como “científicos” esos pasos, esos movimientos que tienen fama de ser los
mejores; si deja de hacerlo, debe ser rechazada” (Lakatos, 1975, pp.478-479).
De ahí que, las creencias que tiene el científico sobre el conocimiento son
indicadores significativos de sus prácticas e influyen principalmente en sus decisiones
laborales; Pajares (1992) lo advertía al citar varias fuentes en apoyo de la hipótesis de
que "(…) las creencias son los mejores indicadores de las decisiones que los individuos
- 57 -
hacen durante toda su vida" (p. 307) y añade que éstas desempeñan un papel
fundamental en la adquisición e interpretación del conocimiento.
Las creencias que versan sobre el conocimiento científico suelen implicar una serie
de supuestos básicos que para Bunge (1960), pueden resumirse en que el
conocimiento científico parte de los hechos, pero los trasciende para llegar a principios
generales; es preciso y, sus enunciados, conceptos y teorías están sistemáticamente
relacionados entre sí; sirve para explicar, predecir y controlar la naturaleza; es fáctico,
parte de los hechos y siempre torna a ellos; trasciende los hechos al descartarlos,
producirlos y explicarlos; esta articulado en distintos niveles de análisis, según las
propiedades de los hechos que se estudien; es verificable, útil, claro y comunicable;
finalmente, es un conocimiento limitado por las características de los científicos como
miembros de una especie, cultura y momento histórico.
Por esta razón, lo que el sujeto piense respecto al conocimiento científico influirá en
la manera de como éste lo construya, lo explique y se dirija hacia él. Tomando como
base las características de su desarrollo, que van desde el proceso de planteamiento
del problema y de su solución probatoria; hasta la solución del problema a través de la
fundamentación de la teoría, que deberá, por medio del bosquejo de lo conocido y lo
desconocido, plantearse nuevos problemas (ACSC y ACURSS, 1981); creando así
nuevos conocimientos.
- 58 -
4. 3 Creencias religiosas
Estos elementos religiosos representan para Durkheim (1964, como se citó en,
Scharf, 1974), símbolos de la sociedad, cuyo carácter sagrado deriva del poder que
ésta como un todo ejerce sobre cada uno de sus miembros, y su función es la de
mantener y fomentar tanto el sentido de la solidaridad como el de las obligaciones,
normas y valores sociales.
- 59 -
Las creencias hacia estos elementos poseen un fuerte componente emocional que
le permite al hombre no sólo sentir, actuar y relacionarse con los demás; sino también,
dar un sentido al mundo al atribuir causas a los efectos, al procurar la eficacia de las
acciones, o bien, el sentir el control de su propia vida. Así lo señala Darwin (1987, p.47):
(…) la religión es un sistema de creencias y prácticas por medio de las que un grupo o
pueblo se enfrenta con los interrogantes últimos de la vida humana. Es la negativa a
capitular ante la muerte, a conformarse con el fracaso, a resignarse a que la hostilidad
divida las asociaciones humanas (p.47).
- 60 -
Así, el hombre es el único ser del reino animal que conoce la preocupación y cuya
inteligencia le plantea más interrogantes de los que puede resolver. Esta definición
responde a la creencia de que el pensamiento racional no puede contestar al
interrogante acerca del sentido y finalidad de la vida, por más que este interrogante sólo
pueda ser planteado por un ser racional. “La fe religiosa se interpreta entonces como
alternativa a la desesperación” (Scharf, 1974, p.47).
En este sentido, los sujetos que poseen una base firme de creencias religiosas
pueden directamente o a través de intervenciones espirítales, controlar hasta cierto
grado tanto los eventos de sus vidas como su propio destino. Estas creencias, la mayor
parte de las veces se encuentran incorporadas en las ideologías y existen dentro de
organizaciones más o menos estructuradas. Se forman a través de un proceso de
internalización individual; sin embargo, no pueden individualizarse por completo, dado
que todo sistema religioso se origina a partir de la continua actividad social de
interpretar la realidad. Constituyen el fundamento justificativo de la acción humana, a
- 61 -
pesar de que en ocasiones es difícil dar cuenta de aquello que se cree (Fernández,
2006; Pepitone, 1991; Scharf, 1974).
La religión le brinda al ser humano la posibilidad de dar cuenta del mundo tal como
es en sí mismo, no como lo es para él. Esta forma de conocer el mundo, es una forma
que se revela a partir de la voluntad, la personalidad y la expresión de las intenciones
de un ser trascendente. Al reconocer la existencia de este ser transcendente, la religión
evita la posibilidad de refutación directa por la evidencia empírica o científica;
proporcionando una respuesta a las preguntas sobre el significado y la génesis
definitiva de la totalidad del mundo (The Oxford Companion to Philosophy, 1995).
Las creencias religiosas no sólo procuran calmar ansiedades ante las fuerzas
incontrolables de la naturaleza, sino que le dan credibilidad a los sistemas éticos y
morales, al asociarlos con la voluntad de Dios. Pero ninguna de estas ilusiones posee
una prueba que sea realmente creíble.
- 62 -
explicar los milagros verdaderos y permite conferir a todo acontecimiento en el mundo
un sentido de trascendencia. Él es la perfección misma. Es el alfa y el omega, el
principio y el fin, la piedra del fundamento y la clave de la bóveda, la plenitud y lo
plenificante. Es él quien consume y quien da a todo su consistencia (Ornelas, 2009;
Pepitone, 1991; Russell, 1951; Teilhard, 1968).
Las atribuciones que se le hacen a este Creador omnipotente, según Kant (1969),
se dan porque el hombre no puede realizar él mismo la idea del bien supremo, de modo
que, encuentra en sí el deber de trabajar en ello y se conduce a creer en la cooperación
u organización de un soberano moral del mundo por la cual es posible este fin,
abriéndose ante él el abismo de un misterio acerca de lo que Dios hace en esto.
Para este autor, no se trata de saber qué es Dios en sí mismo, sino qué es para el
humano como ser moral. En este sentido sostiene que:
(…) la universal fe religiosa verdadera es: 1) la creencia en Dios como el creador todo
poderoso del cielo y la Tierra, esto es: moralmente como legislador santo; 2) la creencia
en él, el conservador del género humano, como gobernante bondadoso y sostén moral
del mismo; 3) la creencia en él, el administrador de sus propias leyes santas, esto es:
como juez recto (p. 140).
(…) no existe ninguna prueba de que el hombre haya estado dotado primitivamente de
la creencia en la existencia de un Dios omnipotente. Por el contrario, hay
demostraciones convincentes, suministradas, no por viajeros, sino por hombres que
han vivido mucho tiempo con los salvajes, de que han existido y existen aún numerosas
razas que no tienen ninguna idea de la Divinidad ni poseen palabra que la exprese en
su lenguaje.
- 63 -
De opinión similar es el físico Albert Einstein (como se citó en, Reuters, 2012, p. 2),
quien en una carta escrita a mano expresa sus puntos de vista sobre la religión, Dios y
el tribalismo:
Al respecto, Tugenhadt (2004) afirma que no sólo no hay ninguna razón para creer
en un ser tal, sino que precisamente el que el hombre lo necesite de modo tan
manifiestamente perentorio, constituye una razón contraria muy evidente de que la fe
en Dios equivaldría a lo que, si se tratará de asuntos empíricos, se llamaría una
alucinación. Con todo y eso, es igualmente comprensible que, a pesar de la evidencia
contraria, centenares de millones de personas crean en Dios, pues resulta más natural
tomar esa necesidad por una razón que por todo lo contrario.
Sobre esta creencia, Schleiermacher (1990) sostiene que la inmortalidad debe ser
más que un simple deseo de supervivencia; ha de ser entonces, concebida como un
cometido a realizar por el sujeto trascendiéndose a sí mismo. La meta en este sentido,
es la mayor fusión y compenetración posible con lo Infinito, con el Universo, con el Uno
y Todo. Esta experiencia del Uno y del Todo es una experiencia de la presencia de lo
Absoluto. “En medio de la finitud hacerse uno con lo Infinito y ser eterno en un instante,
- 64 -
tal es la inmortalidad de la religión” (p. 71). Esta inmortalidad constituye una tarea que
realizar durante la presente vida.
Para él, la religión se define por el sentido y gusto por lo Infinito; implica una actitud
de modestia y de misterio ante las cosas que recuerdan serenidad, esta actitud supone
la plenitud y la perfección del comportamiento humano. La religión es aquella instancia
que es capaz de dar verdadera universalidad al espíritu humano, facilitándole una visión
integral de la realidad frente a la unilateralidad de las actitudes intelectualistas y
moralizantes. Lo propio de la religión es la inmediatez de sus convicciones, es decir:
- 65 -
(…) se detiene en las experiencias inmediatas de la existencia y de la actividad del
Universo, en las intuiciones y sentimientos particulares; cada uno de ellos es una obra
que subsiste de por sí sin conexión con los otros o dependencia de ellos; ella no sabe
nada de derivaciones y de establecer conexiones (…) todo es en ella inmediato y
verdadero para sí (Schleiermacher, 1990, p. 61).
En tal punto, “(…) toda religión aspira a algo que está fuera y por encima de la
humanidad” (Schleiermacher, 1990, p. 63). De tal condición es el Universo, lo Infinito, lo
Eterno, el Uno y Todo.
- 66 -
CAPÍTULO 5
Teorías Psicológicas de la
Consistencia
Con diversos nombres, a partir de los años 50´s y 60´s surgieron diversas teorías
sobre la estructura de las actitudes que enfatizaban en el papel del componente
cognitivo, es decir, de las creencias. Las creencias eran la unidad básica de las
actitudes (Ibáñez, 2004).
- 67 -
5.1 Teoría del Equilibrio de Fritz Heider
Las primeras se caracterizan por actitudes positivas o negativas de una persona p hacia
otra persona o o de una persona p hacia una entidad impersonal x. (…) Las relaciones
de unidad se (…) refieren a relaciones de similaridad, causalidad, pertenencia a un
mismo grupo o posesión establecidas entre una persona p y otra o o entre una persona
p y un objeto o entidad x. La formación de unidades resulta de una extensión de los
principios de la psicología de la percepción al análisis de las relaciones interpersonales
(Álvaro y Garrido, 2003, p.237).
- 68 -
La conducta interpersonal y la percepción social están determinadas por
configuraciones cognitivas y de sentimientos; de modo que, para entenderlas se debe
estudiar las diferentes configuraciones que dan lugar las relaciones de afecto y unidad
(Ibíd.).
Una relación de equilibrio existe cuando las partes que la constituyen tienen el
mismo carácter dinámico en todos los aspectos, alcanzándose así, un estado de
armonía en el sujeto. En palabras de Heider (1958, como se citó en, Álvaro y Garrido,
2003, p.236):
Existe una tendencia a estar en armonía con las exigencias del orden objetivo. De esta
forma una situación está equilibrada si a uno le gusta hacer lo que debería hacer, si a
uno le gusta o disfruta con las cosas que estima como valiosas (…).
(…) las personas tienen una necesidad de mantener consistencia en sus relaciones; en
particular, tienen una tendencia psicológica a organizar sus conocimientos sobre las
cosas de manera armónica, en un estado de equilibrio o balance en el que las ideas
coexisten sin tensión.
- 69 -
5.2 Teoría de la Disonancia Cognoscitiva de Leon Festinger
- 70 -
La disonancia es un factor motivacional que induce cambios psicológicos dirigidos a
reducir el malestar que provoca. La reducción de la disonancia puede alcanzarse al
modificar o añadir una serie de cambios en los elementos de cognición que contribuyan
a reducir las contradicciones existentes, entre todas las alternativas posibles, se elegirá
aquella que la reduzca de la forma más fácil y eficaz. A demás, en ciertas ocasiones el
ser humano tratará de evitar algún tipo de situación e información que contribuya a
aumentar la disonancia (Festinger, 1957, como se citó en, Álvaro y Garrido, 2003;
López, 2007).
Una de ellas es la inconsistencia lógica entre creencias porque son contradictorias. (…)
Otra causa frecuente de disonancia tiene su origen en convencionalismos sociales. (…)
Asimismo, cada vez que una persona actúa en contra de actitudes previas lo común es
que experimente disonancia. Pero la disonancia también puede aparecer porque se
actúa en contra de una actitud concreta que está incluida en una actitud más general
(López, 2007, p. 521).
- 71 -
En resumen, la Teoría de la Disonancia Cognitiva plantea que se experimenta
disonancia cuando dos pensamientos o creencias simultáneamente accesibles son
psicológicamente incoherentes; para reducir dicha disonancia con frecuencia el ser
humano modifica su pensamiento.
Una de las características esenciales que posee el hombre es su deseo de saber por
qué suceden las cosas y por qué la gente hace las cosas que hace. Para Carroll y
Hanson (1987) la Teoría de la Atribución es el estudio científico del porqué de estas
preguntas. En sus palabras:
Los teóricos de la atribución asumen en general que la gente actúa como los científicos,
tratando constantemente de dar sentido a sus mundos, formando teorías acerca de por
qué las cosas suceden como lo hacen. Las atribuciones causales son las respuestas a
estas preguntas (p. 120).
- 72 -
conducta. El concepto central de esta teoría es el de “inferencia correspondiente”, el
cual hace referencia al resultado de inferir del comportamiento de los demás alguna
característica personal estable, buscando una correlación entre el comportamiento
observado y los rasgos personales de quien lo ha ejecutado (Álvaro y Garrido, 2003;
Myers, 2005).
- 73 -
y características de la persona (causas internas/ disposicionales), o bien, al ambiente
(causas externas/situacionales). Las atribuciones causales fungen como mediadores
entre todos los estímulos que se encuentran en el mundo y las respuestas que se dan a
estos estímulos (Carroll y Hanson, 1987; Moya y Expósito, 2007; Myers, 2005).
- 74 -
Las diferentes teorías sobre la atribución causal ponen de manifiesto que la manera
de explicar el comportamiento de los demás no es producto de un procesamiento de la
información puramente racional; debido a que, la persona no siempre utiliza todos los
datos que tiene a su disposición (Álvaro y Garrido, 2003).
- 75 -
La Teoría de Comparación Social (1954) tiene su origen en un estudio llevado a
cabo por Festinger, Schachter y Back (1950), cuyo objetivo fue analizar el proceso
mediante el cual los integrantes de un grupo tiende a mantener sus opiniones y
creencias similares entre sí. Estos psicólogos argumentan que cuando una persona se
siente atraída por un grupo social, este grupo se convertirá en la realidad social con el
que ella comparara sus creencias (Álvaro y Garrido, 2003).
La comparación social era algo que decidíamos realizar o no, de manera controlada y
racional, con el fin de llegar a una evaluación objetiva de nuestras cualidades
personales. (…) Nos comparamos con los demás por diversas razones y con frecuencia
interpretamos la información referente a los otros de manera sesgada para sentirnos
bien. Por otra parte, en ocasiones evitamos las comparaciones sociales y las
autovaloraciones. (…) Como hay tantas motivaciones para la comparación, se podría
pensar que nos comparamos todo el tiempo. En realidad, con frecuencia no estamos
interesados y otras nos rehusamos a compararnos porque anticipamos que no
calificaremos bien. Pero a menudo hacemos más comparaciones de las que nos
gustaría porque también son un proceso automático o espontáneo que ocurre
querámoslo o no (p.68).
La necesidad que el individuo tiene de obtener una evaluación positiva tanto de sus
creencias y opiniones como de sus habilidades, le llevará a buscar determinadas
situaciones en las que los demás sean parecidos a él y evitar grupos de características
diferentes. Sin embargo, en ocasiones llega a realizar comparaciones con personas
inferiores o peores que él. Esta comparación lo hace sentir mejor, ya que, le hace
pensar que si bien tiene rasgos negativos, otros los tienen también y en mayor grado
(Álvaro y Garrido, 2003; Worchel et al., 2002).
- 76 -
Aun cuando el sujeto puede tener un cierto control sobre el proceso de
comparación, Festinger (1954, como se citó en, Álvaro y Garrido, 2003) expresa que
algunos grupos sociales ejercen presión sobre sus miembros para que haya
uniformidad tanto en las creencias y opiniones como en las habilidades. De tal manera
que, cuando hay discrepancias entre los miembros de un grupo, los de opinión similar
ejercen presión para que los otros cambien de opción y así se ajusten a las del resto del
grupo. Al no lograrse el cambio, los integrantes con opinión discrepante serán
rechazados.
La Teoría de Acción Razonada (TAR) (Fishbein, 1967; Fishbein & Ajzen, 1975) fue
planteada por primera vez por Fishbein en 1967. Es una teoría general de la conducta
humana que presenta la relación entre creencias, actitudes, intenciones y conducta
(Véase, Figura 1). La formulación básica parte del supuesto de que los seres humanos
son esencialmente racionales y que esta cualidad les permite hacer uso de la
información disponible para la ejecución de determinadas acciones, donde:
- 77 -
(…) las conductas son una función de las intenciones para realizar esas conductas;
estas intenciones están determinadas por actitudes hacia la realización del
comportamiento y normas subjetivas con respecto al mismo; y esas actitudes y normas
subjetivas están determinadas a su vez por creencias conductuales y normas
respectivamente (Fishbein, 1990, p. 3).
- 78 -
Identificar las conductas de interés es un elemento fundamental en la aplicación de
la Teoría de la Acción Razonada. La identificación requiere considerar cuatro elementos
fundamentales: acción, objeto, contexto y tiempo. La acción ocurre con respecto algún
objeto en un contexto dado y en un tiempo determinado; un cambio en uno de estos
elementos redefine la conducta de interés (Fishbein, 1990).
Para Martínez y Silva (2010) las actitudes dentro de la Teoría de Acción Razonada
son las únicas para predecir y entender el comportamiento humano, y al obtener las
creencias que determinan las actitudes hacia las conductas es esencial la
correspondencia entre los cuatro elementos anteriormente mencionados.
- 79 -
Siguiendo a Fishbein (1990) una vez que la conducta ha sido identificada, la teoría
asume que el mejor predictor simple de esa conducta es la intención correspondiente
de la persona para llevar a cabo esa conducta. En sus palabras:
Dado que la actitud para realizar una conducta dada se encuentra en función de las
creencias predominantes en el sujeto, el primer objetivo a considerar es la
determinación de las creencias asociadas a cualquier objeto de actitud. Las cuales le
indican que al realizar la conducta logrará ciertos resultados y él será quien lleva a cabo
la evaluación personal de dichos resultados. La actitud hacia una conducta no está
determinada por una sola creencia, sino, por las implicaciones evaluativas de la
totalidad de las creencias importantes que uno mantiene (Briñol, Falces y Becerra,
2007; Fishbein, 1990).
- 80 -
La norma subjetiva que posee una persona con respecto a una conducta dada es,
para Fishbein (1990) una función de la creencia normativa, donde interviene tanto la
evaluación del individuo hacia el pensamiento de determinados grupos o individuos
acerca de si él debería realizar o no una conducta, como de su motivación para estar de
acuerdo o no con ellos. Así, el individuo actuará de acuerdo a la conducta que crea será
más aceptada por los demás:
(…) una persona que cree que la mayoría de los referentes con los cuales está de
acuerdo piensan que debería realizar la conducta, percibirá presión social para llevar a
cabo la conducta. Contrariamente, una persona que piensa que la mayoría de los
referentes que está motivada a complacer, piensan que no debe realizar la conducta,
tendría una norma subjetiva que la llevara a percibir presión a evitar realizar la conducta
(Fishbein, 1990, p. 9).
La teoría indica que la norma subjetiva está determinada por las implicaciones
normativas de una serie de creencias normativas, más que por la presión normativa
percibida y ejecutada por otro referente (Fishbein, 1990).
- 81 -
conductas asociadas con el objeto de actitud, hasta expectativas en relación con lo que
sería deseable para los demás. De idea similar es Reyes (2007, p.66) al expresar que:
Al respecto, Ajzen (1991, como se citó en, Martínez y Silva, 2010, p.125) señala
que:
- 82 -
Las actitudes hacia la conducta median los efectos de las creencias, lo cual pudiera
tener varios efectos. Uno de ellos, es el peso de la evaluación subjetiva de las
consecuencias (evaluación); otro es la percepción de las normas mediante las cuales el
acto pudiera ser aprobado o desaprobado por los otros significativos (creencias
normativas) y, por último, el peso por la motivación dado por la evaluación subjetiva
(motivación para cumplir).
- 83 -
En tal contexto, las intenciones están en función de tres determinantes básicos. El
primero hace referencia a la naturaleza personal; el segundo, a la influencia social y;
finalmente, el tercero tiene que ver con el mando. Así,
El factor personal está relacionado con las actitudes individuales hacia la conducta.
(…). El segundo determinante de la intención es la percepción personal de la presión
social para realizar o no realizar la conducta en consideración. Dado que se trata de
percibir las prescripciones normativas, este factor es aceptado como control conductual
percibido (Martínez y Silva, 2010, p. 126).
- 84 -
Tanto la Teoría de la Acción Planeada (Ajzen, 1985) como la Teoría de la Acción
Razonada (Fishbein y Ajzen, 1975), postulan que el inmediato precursor de la conducta
es la intención. La intención, a su vez, tiene dos principales factores que la explican. El
primero es la actitud, conformada por las creencias acerca del objeto y la evaluación de
las mismas; el segundo factor es la norma subjetiva, desarrollada a partir tanto de la
percepción de las creencias que los otros poseen acerca de la conducta que la persona
debe realizar como de la motivación personal en cumplir dichas expectativas (Carpi et
al., 2005).
Las diferentes teorías revisadas en este apartado comparten una característica que
resulta importante mencionar. Debido a que, se les puede ubicar dentro de un enfoque
cognitivo en el área de psicología social, la mayor parte de las investigaciones van
dirigidas a estudiar el comportamiento humano a través de la actitud, percepción,
motivación, autoeficacia y específicamente de las creencias.
La función que las creencias desempeñan dentro de cada una de las teorías
mencionadas influye directamente al comportamiento; y por lo tanto, a la situación en la
cual ha de ser realizado, pudiendo impedir o facilitar su ejecución.
- 85 -
CAPÍTULO 6
La historia del pensamiento humano es, en gran parte, la historia de las explicaciones
que se han ido dando acerca del origen del universo, la naturaleza humana y el propio
papel del ser en el mundo; explicaciones que se han fundamentado en una serie de
respuestas religiosas, filosóficas y científicas (Pérez et al., 2005). Respuestas que
tienen como base el sistema de creencias que el ser humano posee.
Las creencias además de ser un estado interno del sujeto que junto con otras
propiedades pueden explicar comportamientos diversos frente a estímulos variados,
determinan una estructura general de conducta, actúan como guías y orientan la acción
(Villoro, 1996). De modo que, éstas forman parte de la estructura en torno a cual se
organiza la vida.
- 86 -
El estudio de las creencias es uno de los marcos más utilizados dentro de la
psicología social para explicar el comportamiento del ser humano. Numerosas
investigaciones han demostrado que las creencias afectan en forma determinante la
conducta y al mismo tiempo constituyen los mejores indicadores de las decisiones
individuales que las personas realizan a lo largo de sus vidas (Chan & Elliott, 2004;
Bandura, 1986; Dweck, 1999; Hofer, 2004, como se citó en, García y Sebastián, 2011).
Existe una serie de investigaciones en comunidades académicas que han trabajado con
el concepto de creencia, las cuales han centrado su atención en temas sobre creencias
y concepciones hacia procesos de enseñanza- aprendizaje o hacia determinados
aspectos relacionados con el área de las matemáticas; cabe señalar que, gran parte de
dichas investigaciones son de corte cualitativo, basadas generalmente en estudios de
caso, haciendo uso de entrevistas y narraciones autobiográficas, o bien, se trata de
investigaciones documentales.
- 87 -
La producción científica sobre esta temática ha generado un corpus de
conocimientos, teorías, modelos y resultados de investigación que están posibilitando
entender mejor cuales son los factores que contribuyen a la comprensión de la
enseñanza, del aprendizaje y de la calidad del rendimiento de los profesores y
estudiantes (Hernández y Maquilón, 2011).
Concepción similar la tiene Nespor (1987), quien en The role of beliefs in the
practice of teaching sostiene que “(…) para entender la enseñanza desde la perspectiva
de los profesores, tenemos que entender las creencias con las que definen su obra”
(p.323). El trabajo tiene como base un marco conceptual que se fundamenta en
investigaciones recientes sobre la naturaleza de la cognición en ambientes complejos;
estudios de caso que describen la naturaleza y el funcionamiento de un conjunto básico
de creencias de los profesores; y una serie de reflexiones sobre las implicaciones de los
resultados tanto para la formación y práctica del profesorado como para futuras
investigaciones.
- 88 -
Por su parte, Mohamed (2006) en su Tesis de Doctorado An Exploratory Study of
the Interplay between Teachers’ Beliefs, Instructional Practices & Professional
Development lleva a cabo un estudio respecto a la influencia de las creencias de los
profesores en la determinación de su comportamiento profesional. Para la autora las
creencias que poseen los profesores no sólo afectan su enseñanza, sino también, son
un filtro de entrada de información que sugiere importantes implicaciones en el
desarrollo docente y en la implementación de innovaciones educativas.
Sobre esta línea de trabajo, Ponte (1994b) y Llinares (1995) destacan el análisis de
la enseñanza de las Matemáticas a través de los conocimientos, creencias y
concepciones que sostienen los académicos.
- 89 -
establece que las creencias son indispensables, ya que, sin ellas el ser humano se
bloquea y es incapaz de tomar decisiones y determinar cursos de acción. Asimismo,
plantea que, aunque nunca podremos vivir y actuar sin creencias, uno de los objetivos
más importantes de la educación es empujar la posibilidad de su discusión y
verificación en la medida de lo posible.
- 90 -
los resultados obtenidos? (ii) ¿Cuáles son los estándares de validación de las
investigaciones realizadas en este ámbito? (Llinares, 1995, p.3).
Sobre el contexto, Ponte (1994b, 36) sostiene que “(…) es razonable sugerir que el
estudio de los conocimientos, las concepciones y creencias puede beneficiarse de inicio
por una comprensión general de la persona como un todo, con sus propios intereses,
inquietudes, motivaciones”. En cuanto al académico, es de suma importancia tener en
cuenta su posición respecto a la profesión que ejerce.
- 91 -
Dado que, las creencias epistemológicas estructuran posiciones, evalúan y afectan
la forma de interacción con el conocimiento (Escalante, 2010), la mayor parte de las
investigaciones se llevan a cabo con sectores estudiantiles y académicos.
- 92 -
(…) el estudio de las creencias epistemológicas es un área en desarrollo dentro la
investigación, lo cual es gratificante, pero difícil debido a la complejidad del proceso.
Todavía hay muchas incógnitas que deben ser descubiertas, tales como la naturaleza y
la influencia del contexto cultural en las creencias epistemológicas (Chan & Elliott, 2000,
p. 227).
- 93 -
Para el autor, las diferencias entre estos niveles se ven afectadas tanto por el tipo
de contexto al que las creencias epistemológicas hacen referencia como por la
proximidad o familiaridad de los participantes con el tipo de contexto. Así, concluye que
la investigación además de reconocer con cierta claridad dos niveles de creencias
epistemológicas, uno general y otro académico o disciplinar, muestra que es necesario
realizar estudios más específicos y precisos acerca de la relación entre el contexto y las
creencias epistemológicas.
Al respecto, Chan (2010) refiere que las acciones y los efectos de las creencias
epistemológicas sobre el aprendizaje, concepciones y el producto de aprender a
enseñar de profesores en formación, se debe discutir dentro del contexto cultural en el
que se encuentran.
Los estudios referentes a este tema son escasos y más aún aplicados en
comunidades científicas o académicas.
- 94 -
Psicométricas de un instrumento para medir Creencias Epistemológicas” se apoya bajo
la definición de creencia epistemológica como aquella que se refiere a:
Esta investigación partió del supuesto de que los alumnos experimentan la realidad
de diferentes maneras; por lo que, su objetivo principal fue la construcción de un
instrumento de medición de creencias epistemológicas que permitiera ilustrar, de algún
modo, la estructura de las creencias de los alumnos. Y que a su vez, permitiera
comprender como los alumnos de este nivel de formación entienden la ciencia, el
proceso de construcción del conocimiento, la construcción de la verdad, entre otros. El
instrumento incluyó:
(…) ítems relativos a las creencias epistemológicas de los alumnos de posgrado que
permitieran identificar sus concepciones sobre la ciencia, el proceso del conocimiento
(epistemología), percepción sobre el proceso de investigación. Se incluyeron ítems que
apuntaron a identificar las concepciones positivistas de las fenomenológicas, las
posturas sobre la verdad y la realidad. Finalmente, se incluyeron algunos ítems relativos
a situaciones de ambigüedad que podrían producirse en el tratamiento docente de los
temas anteriores (Escalante, 2010, pp. 71-72)
- 95 -
Aunado a ello, estas investigaciones también han incluido a las creencias acerca de la
naturaleza del proceso enseñanza- aprendizaje (Leal- Soto, en prensa).
Ante esto, una de las temáticas que más le ha aportado al hombre respuestas en
torno a estas cuestiones ha sido la ciencia. Las creencias que se tengan sobre su
naturaleza, características, conceptos, límites o aportaciones, dirigirán la manera de
cómo el éste interprete y dirija sus acciones a los diferentes acontecimientos en los que
se vea inmerso.
- 96 -
naturaleza de la ciencia, este estudio se basa en la comprensión de las creencias que
se tienen sobre estos conceptos.
Los autores concluyen que se debe mostrar tanto al estudiante como al profesor las
diferentes formas de concebir a la ciencia y a la tecnología; esto para llegar a
comprenderlas mejor, valorarlas críticamente y, sobre todo, adquirir la idea clave de
que, como ocurre en la propia ciencia, tampoco aquí son inmutables los conceptos
puestos en juego. De no lograrse esto, podría haber una consecuencia muy grave en la
formación universitaria de los estudios de ciencias y en la formación inicial del
profesorado.
Existe otro tipo de investigaciones que versan sobre las creencias científicas en
poblaciones de corte educativo y científico; no obstante, éstas no se limitan al estudio
único de la creencia científica, sino que también, abordan el estudio de la creencia
religiosa, contraponiendo así, la ciencia y la religión.
- 97 -
El estudio U.S. College Students’ Perception of Religion and Science: Conflict,
Collaboration, or Independence? A Research Note de Scheitle (2011), centro su
atención en la relación entre la religiosidad de los estudiantes y el campo de estudio, y
en la percepción de la relación entre ciencia y religión.
Esta investigación utilizó como base los datos longitudinales de Espiritualidad del
Proyecto de Educación Superior. El cual se trata de una encuesta representativa a nivel
nacional de estudiantes donde se examina la relación entre la religiosidad de éstos y su
campo de estudio, así como su visión y creencias entorno a la relación entre ciencia y
religión.
La encuesta fue aplicada en el año 2003 a 112 232 estudiantes de primer año de
universidad, participando un total de 236 instituciones. En el 2007 se llevó a cabo una
encuesta de seguimiento a una sub-muestra de 36 703 estudiantes que completaron la
encuesta original, de los cuales sólo 14 527 respondieron. Este es el componente
longitudinal que representa los datos utilizados por Scheitle (2011) en su investigación.
El autor señala que al igual que la mayoría de los estudios longitudinales, la pérdida
de los encuestados entre la primera y la segunda aplicación del estudio introduce la
posibilidad de sesgo de selección de la muestra. De modo que, el sesgo de respuesta
dado, se corrigió por muestreo diferencial de los estudiantes de los diferentes tipos de
instituciones a los que pertenecían.
Para los fines de esta investigación, el sesgo dado no fue lo que le interesó al autor,
sino lo que había como tras fondo del mismo. Para ello, enfocó su atención en el
análisis de la hipótesis y de los resultados obtenidos en las respuestas emitidas durante
la segunda aplicación. La hipótesis que sostuvo fue:
(…) que aquellos que son menos religiosos serían menos propensos a responder a la
encuesta de seguimiento ya que la mayoría de los temas fueron sobre la religión y la
espiritualidad. Estos individuos podrían ser más propensos a tener una perspectiva de
conflicto a favor de la ciencia debido a su menor nivel de religiosidad (…) (Scheitle,
2011, p. 176).
- 98 -
El instrumento de la encuesta incluyó más de 160 ítems que miden puntos de vista,
creencias y comportamientos relativos a la religión y la espiritualidad de los estudiantes;
a la relación entre ciencia y religión; y a la exposición de la enseñanza de las ciencias
en la escuela y a su campo de estudio.
Para Scheitle (2011), tanto la religión como la ciencia hacen afirmaciones sobre la
realidad y, debido a sus respectivas pretensiones a menudo difieren. Esta diferencia ha
traído consecuencias en las decisiones y acciones del ser humano, donde muchas
veces éste se ha visto obligado a elegir una versión de la realidad; asimismo, esta
diferencia ha generado fuertes conflictos de índole sociopolítico.
- 99 -
Aunque el marco de los conflictos suelen recibir mayor atención, otros han afirmado
que la religión y la ciencia no están en conflicto porque abordan fundamentalmente
diferentes tipos de contextos. Es el caso de Stephen Jay Gould (2000), quien sostiene
que la falta de conflicto entre la ciencia y la religión se debe a la falta de coincidencia
entre sus respectivos ámbitos de competencia profesional. Así, mientras que las
ciencias se encargan de dar explicación a la constitución empírica del universo, la
religión aborda la búsqueda de valores éticos adecuados y el significado espiritual de la
vida.
- 100 -
En el trabajo que lleva por título An empirical investigation of the relationship
between religious beliefs and negative emotions de Miclea y Macavei (2006), se llevó a
cabo un estudio sobre la relación entre creencias religiosas y emociones negativas;
teniendo como muestra el sector estudiantil y la población general. Sus principales
objetivos parten de querer:
- 101 -
En el estudio llevamos a cabo entrevistas en profundidad las cuales analizamos para
obtener información pertinente a la investigación. Las entrevistas constituyeron un
proceso de conversación reflexiva donde los participantes explicaron y justificaron sus
posturas y maneras de pensar en cuanto a la teoría de evolución biológica y sus
prácticas educativas. (…). El trabajo pretendía entender las CR como fenómeno
sociocultural, y el estudio de caso permitió delimitar para explorar-describir este asunto.
Otro componente metodológico lo constituyó la teoría emergente (grounded theory), un
enfoque cualitativo que permite, inductivamente, desarrollar una teoría sobre un
fenómeno (Strauss y Corbin, 1990:24). En esta investigación la aplicación de este
método posibilitó, a través de la construcción de un modelo, ofrecer una explicación
teórica del vínculo entre las CR y las posturas de los participantes con respecto a la
evolución biológica (p.519).
El autor, a través del análisis de las entrevistas respecto a las creencias religiosas
que mantienen los docentes, concluye que este tipo de creencias son de fuerte arraigo
en los participantes, determinan las posturas que asumen con respecto a la teoría de la
evolución biológica y son relevantes para guiar sus prácticas educativas.
Por otra parte, la construcción del modelo teórico que establece el vínculo entre las
creencias religiosas y las diferentes posturas referentes a la Teoría Evolución Biológica
permitió comprender y explicar cómo operan estas creencias en el desarrollo de las
versiones que sostienen los maestros con respecto a esta teoría. El modelo formula que
la postura que asume el docente en relación con esta explicación científica se vincula
con el valor que otorgan a las creencias religiosas que profesan (Soto-Sonera, 2009).
En este sentido, el conocimiento de los docentes está condicionado por sus creencias
religiosas.
Con el paso del tiempo, el ser humano ha tratado de construir día a día una realidad
estable; dirige sus acciones de la manera que mejor se ajusten a las condiciones
socioculturales en las que se encuentre inmerso; y tiene una inclinación a ofrecer
respuestas sobre cómo funciona su entorno y él mismo fundamentadas en sus
creencias, sean éstas de corte religioso, científico o filosófico. No obstante, la disyuntiva
- 102 -
de creer en la ciencia, en la religión o en ambas trae consigo una serie controversias
dentro de comunidades educativas y científicas.
La investigación llevada a cabo por Leuba (1914 /1933, como se citó en, Nature,
2005) “La creencia en Dios y en la inmortalidad entre científicos americanos,
sociólogos, historiadores y psicólogos”, representa un estudio sobre la creencias
religiosas presentes en científicos estadounidenses. La hipótesis que se puso a prueba
fue que en cuanto más instruida es la gente, menos probable es que crea en Dios.
Una encuesta fue el instrumento utilizado para medir las creencias hacia Dios y
hacia la inmortalidad en un grupo de 1000 personas elegidas por American Men of
Science. Grupo que se separó en dos conjuntos de 500 personas cada uno, los cuales
a su vez, también se dividieron en dos, formando un grupo de 300 personas “normales”
y otro de 200 personas de distinción. Cabe señalar que, en estas divisiones se
separaron las respuestas emitidas por físicos y biólogos (considerados como
científicos), de los historiadores, sociólogos y psicólogos, con la finalidad de mostrar la
influencia que la formación en estas ciencias tenían sobre la creencia hacia Dios y
hacia la inmortalidad (Leuba, 1921).
Los resultados indican que dentro del grupo de los científicos normales como
distinguidos (formado por físicos y biólogos), los creyentes en Dios equivalen a un
41,8% frente a un 58,2% que se mostró incrédulo, agnóstico o escéptico. Ahora, si
dentro de este grupo se compara a los científicos normales con los distinguidos, se
encuentra que el 48,2 % de los normales es creyente frente a un 31.6% de los
distinguidos.
- 103 -
Asimismo, los datos citados por Leuba (1921) muestran que en el grupo de los
científicos normales el número de creyentes en la inmortalidad es mayor que el número
de creyentes en Dios. Hecho que resulta interesante, ya que, al tomarse a los dos
grupos de científicos (normales y distinguidos), el número de los creyentes en la
inmortalidad es casi igual al de los no creyentes, teniendo un 50,6% y un 49,4%
respectivamente. Por otro lado, si se contrasta el porcentaje de los científicos normales
con el de los científicos distinguidos, se tiene un 59,3% contra 36.9% respectivamente.
Ahora si se analizan por separado las creencias hacia Dios y la inmortalidad de los
biólogos y físicos que conforman este grupo, se encuentra que los primeros resultaron
ser menos creyentes que los segundos. De acuerdo con Leuba (1921), las cifras para
los creyentes en Dios corresponden a un 43,9% de los físicos contra un 30,5% de los
biólogos; para los creyentes en la inmortalidad, el 50,7% frente al 37% respectivamente.
Por su parte, dentro de los científicos distinguidos pertenecientes a la carrera de
biología, sólo el 16,9% cree en Dios, frente a un 59,3 % que muestra incredulidad.
Sobre la creencia en la inmortalidad, el 25,4% es creyente en contraste con un 31,7%
que no cree.
Sobre las creencias de los historiadores, Leuba (1921, pp.259-260) afirma que:
Hay una pequeña diferencia entre los historiadores distinguidos y los científicos
distinguidos, y sólo alrededor de un tercio de cada uno creen en Dios. Las proporciones
no son muy diferentes en cuanto a la inmortalidad. Sin embargo, si los historiadores
normales se comparan con los científicos normales, aparece una diferencia marcada.
Los primeros incluyen un mayor número de creyentes que lo segundos: 63 por ciento,
contra 48 por ciento. Existe una disparidad similar en lo que respecta a la inmortalidad.
- 104 -
Por otra lado, la creencia en Dios por parte de los psicólogos representa un 24,2%,
casi lo mismo que los sociólogos quienes representan un 24,4%. Los psicólogos
distinguidos muestran ser los menos creyentes entre todos los grupos investigados, al
tener únicamente un porcentaje del 13,2%. Sobre la creencia en la inmortalidad, los
sociólogos mostraron tener el menor porcentaje de todos los grupos, el dato es
interesante debido a que, hasta este momento todos los demás grupos habían
mostrado tener una mayor credibilidad hacia la inmortalidad que hacia Dios.
Siguiendo los pasos de Leuba (1914 /1933, como se citó en, Nature, 2005), el
estudio de Larson y Witham (1998) Leading scientists still reject God gira en torno a las
creencias sobre la existencia de un Dios y la inmortalidad presentes en científicos,
concretamente, de biólogos, físicos y matemáticos.
Los autores realizaron una encuesta a científicos elegidos del American Men and
Women of Science, que consigna una relación general de los científicos
norteamericanos. El instrumento utilizado representa una réplica de las encuestas
utilizadas por Leuba (1914 /1933, como se citó en, Nature, 2005).
Esta investigación reveló que sólo el 40% de los científicos en Estados Unidos cree
en un ser supremo, en la existencia de un Dios que responde a las plegarias, en la
inmortalidad del hombre, y en la vida después de la muerte; el 45% rechaza posibilidad
de la existencia de un ser trascendente, niega la existencia de Dios y se declara ateo; y
un 15% se muestra "indeciso" declarándose agnóstico. Los resultado obtenidos
coincidieron con los de Leuba (1914 /1933, como se citó en, Nature, 2005), donde la
mayoría de científicos se proclaman abiertamente ateos y niegan las verdades
fundamentales de la fe.
- 105 -
Finalmente, Larson y Witham (1998) señalan que si Dios existe o no, es una
cuestión sobre la que la ciencia es neutral.
Ante los resultados de estas investigaciones, Sturges (2011) señala que a pesar de
que la ciencia y la religión pueden considerarse como dos instituciones que explican la
realidad, en la práctica divergen en sus efectos. Hecho que tiene serias implicaciones
para la teoría y la práctica profesional de los científicos, sobre todo en el terreno de la
generación de conocimiento científico; debido a que, el método científico es
inherentemente escéptico; orientado a la comprobación de hipótesis mediante métodos,
teorías y leyes; y no, en actos de fe o en alguna forma de revelación.
- 106 -
El comportamiento humano es dirigido y determinado por la medida en que cada
sujeto cree. Además de jugar un papel clave en la manera de cómo el sujeto interpreta
la información proveniente del entorno y la trasladada hacia la práctica, las creencias
influyen en su percepción y juicio, los cuales son los que en realidad afectan lo que dice
y hace (Díaz-Loving et al., 2011; Pajares, 1992).
- 107 -
PARTE II
ASPECTOS METODOLÓGICOS
- 108 -
1. Planteamiento del Problema
Dado que muchas veces no se dispone de un conocimiento seguro del mundo, de los
otros y de uno mismo, las creencias actúan como evaluaciones y juicios de probabilidad
subjetiva sobre algún aspecto discriminable del mundo, en las cuales se confía lo
suficiente como para actuar de acuerdo a ellas, por ello, actúan como guías
orientadoras de la conducta, ofreciendo así un marco de referencia que determina la
forma de ser en el mundo y la interacción con los demás (Brown & Cooney, 1982; Beck,
1976, como se citó en, Calvete y Cardeñoso, 2001; Dewy, 1984; Sigel, 1985, como se
citó en, Latorre y Blanco, 2007; Fishbein y Ajzen, 1975; Pajares, 1992).
En este contexto, las creencias que gobiernan la teoría y práctica profesional del
científico son una variable que estructuran las posiciones y las formas de su interacción
con el conocimiento; el contenido de sus creencias tiene como fundamento los
compromisos teóricos, metodológicos y pragmáticos que se traducen en acciones
concretas como el modelo de explicación utilizado, los diseños de investigación
elegidos o el tipo de conceptos empleados para construir teorías (Escalante, 2010;
Pérez et al., 2005).
Por ello, en la labor explicativa sobre las implicaciones que suponen el conocimiento
y la metodología científica, resalta la búsqueda de coherencia, claridad y precisión. Por
lo que es de suma importancia resaltar el carácter racional de la ciencia, al respecto,
Silva (2005, p.24) plantea que:
(…) la ciencia es una actividad dirigida por agentes racionales y como tal, tiene
determinados propósitos y objetivos. Por lo tanto, la evaluación racional de la ciencia
tiene que consistir, en gran medida, en la cuestión de determinar si la ciencia realiza los
objetivos cognoscitivos de la ciencia de la actividad científica.
- 109 -
Vista así la ciencia, se trata de una actividad dirigida por agentes racionales y como
tal, tiene determinados propósitos y objetivos que se logran únicamente a través de la
conjunción entre los procesos y métodos empíricos con los factores individuales,
socioculturales y ambientales en los que se ve inmerso el sujeto.
Sobre este marco, surge la necesidad de problematizar sobre cuáles son las
creencias científicas y epistemológicas y las religiosas presentes en científicos de la
UNAM, así como conocer cuál es la relación entre ellas.
- 110 -
La mayor parte de las veces, es el científico quien aporta el conocimiento científico
a las diferentes áreas de investigación. En este sentido, tanto el conocimiento científico
como el método científico deberían ser inherentemente escépticos a cuestiones
sobrenaturales, ya que, se encuentran orientados a la comprobación de hipótesis
mediante métodos, teorías y leyes, no en actos de fe o en alguna forma de revelación
(Sturges, 2011).
De acuerdo con Brown y Cooney (1982), puede verse a las creencias como
disposiciones a la acción y su estudio ayuda a comprender mejor el comportamiento
humano. En el caso de los científicos, a través de los objetivos de esta investigación se
pretende conocer las creencias científicas y epistemológicas y las religiosas que dan
sentido a su acción, es decir, las creencias que le brindan los elementos de justificación
necesarios para realizarla, mantenerla, modificarla, suspenderla o finalizarla
(Fernández, 2006), así como, conocer la relación que se establece entre ellas.
- 111 -
2.- Objetivos
Objetivo General:
Conocer cuáles son las creencias científicas y epistemológicas y religiosas presentes
en científicos de la UNAM y la relación existente entre ellas.
Objetivos Específicos:
Conocer cuáles son las creencias científicas que mantienen los científicos de la
UNAM.
Conocer cuáles son las creencias epistemológicas que sostienen los científicos
de la UNAM.
Conocer cuáles son las creencias religiosas presentes en científicos de la
UNAM.
Saber cuál es la relación entre las creencias científicas y epistemológicas que
mantienen los científicos de la UNAM.
Saber cuál es la relación entre las creencias científicas y las religiosas presentes
en científicos de la UNAM.
Saber cuál es la relación entre las creencias epistemológicas y las religiosas que
tienen los científicos de la UNAM.
Hipótesis General:
Las creencias que mantienen científicos de la UNAM son de orden científico,
epistemológico y religioso, y presentan una relación de coexistencia entre ellas.
- 112 -
Hipótesis Específicas:
1. Las creencias que mantienen científicos de la UNAM son de orden científico que
tienen como base una serie de ideas racionales que les permite generar
conocimientos objetivos y trabajar con determinados procesos metodológicos.
2. Las creencias que presentan científicos de la UNAM son orden epistemológico
que se fundamentan en un conocimiento inherentemente escéptico, el cual se
genera ante la adscripción a modelos empíricos orientados a la comprobación de
hipótesis mediante métodos, teorías y leyes.
3. Las creencias que mantienen científicos de la UNAM son de tipo religioso y se
encuentran fundadas dentro de un orden cultural en tanto se construyen dentro
de la interacción social.
4. Científicos de la UNAM presentan una relación de coexistencia al mantener
creencias de tipos científicas y epistemológicas junto a creencias de corte
religioso.
5. Existe relación de coexistencia entre las creencias científicas y las
epistemológicas presentes en científicos de la UNAM.
6. Existe relación de coexistencia entre las creencias científicas y las religiosas
presentes en científicos de la UNAM.
7. Existe relación de coexistencia entre las creencias epistemológicas y religiosas
presentes en científicos de la UNAM.
- 113 -
5. Variables de Investigación
Las variables de estudio son:
- 114 -
6. Población y Muestra
Para los fines de la investigación se eligió una población conformada por científicos
pertenecientes a las diferentes Áreas de estudio de la UNAM.
Por consiguiente, los criterios de inclusión de la muestra fueron que los académicos
se dedicaran tanto a la docencia como a la investigación, o bien, que se sólo ejercieran
esta última.
7. Instrumento
El IMCCER que se utilizó para medir las creencias de los científicos de la UNAM se
construyó a partir de una visión general respecto a las creencias que se pueden tener
sobre la ciencia como producto y como proceso, sobre determinadas características del
conocimiento científico y sobre los fines y algunos elementos característicos de la
religión, es decir, está constituido por tres categorías de estudio.
- 115 -
que van desde sus objetivos dentro de la sociedad, las características de la comunidad
científica, su enseñanza dentro de las instituciones educativas, su difusión y
comunicación a los diferentes sectores sociales y su impacto en el mundo actual. Como
proceso, implica toda la serie de procedimientos que la hacen posible, es decir, las
técnicas, metodologías, habilidades, dinámicas, prácticas y teorías.
- 116 -
8. Procedimiento
Dado que el objetivo principal de este trabajo fue querer conocer la relación entre las
creencias científicas y epistemológicas y las religiosas presentes en científicos de la
UNAM, se visitó algunas de las diferentes Facultades e Institutos de Investigación de
Ciudad Universitaria.
En el caso de las Facultades resultó más accesible el contacto con ellos, debido a
que se encontraban en la mayor parte de las instalaciones (pasillos, cubículos, áreas de
maestros, comedor, etc.); no así, en el caso de los que formaban parte de los Institutos,
ya que, estos son lugares más reservados y de poco acceso, en estos casos se tiene
que acudir al cubículo o áreas de investigación de cada uno de los participantes.
- 117 -
PARTE III
RESULTADOS
- 118 -
Para realizar las diferentes pruebas estadísticas y los análisis de resultados
correspondientes se utilizó el Paquete Estadístico SPSS-Versión 17.
De acuerdo al valor del coeficiente alpha de Cronbach , existe una consistencia
interna entre los 48 ítems que conforman el IMCCER, es decir, existe uniformidad entre
los reactivos que miden las creencias científicas, epistemológicas y religiosas presentes
en científicos de la UNAM (Ver, Tablas 1a y 1b).
Alfa de N de
Cronbach elementos
,895 48
- 119 -
2. Estadísticos Descriptivos
Los diferentes estadísticos descriptivos de las tres categorías de análisis muestran que
la mayor parte de las creencias científicas y epistemológicas que mantienen científicos
de la UNAM, tienen como base una serie de evaluaciones y juicios que les permite
generar conocimientos sólidos y trabajar con determinados procesos metodológicos
que se adscriben a modelos empíricos orientados a la comprobación de hipótesis
mediante métodos, teorías y leyes; asimismo, las creencias religiosas que presentan
algunos, tienen como base un orden cultural en tanto se construyen dentro de la
interacción social.
20 a 29 años 13 5,0
30 a 39 años 55 21,2
EDAD 40 a 49 años 52 20,0
50 a 59 años 77 29,6
60 en adelante 63 24,2
- 120 -
Como se observa, el 37,3% de los participantes tiene el grado de maestría, estando
por encima por menos del 6% de los que tienen la licenciatura (31,5%) y el doctorado
(31,2%). El 61,6% son investigadores de alguna de las carreras que se imparten en las
Áreas 1. Físico -Matemáticas e Ingenierías y 2. Biológicas y De La Salud, mientras que
los que pertenecen a las Áreas 3 y 4, Sociales y Humanidades y las Artes,
respectivamente, suman el 38,4%.
De los participantes encuestados sólo el 36,9% son mujeres estando por debajo del
porcentaje de los hombres con el 26,2%.
- 121 -
TABLA 3. Estadísticos Descriptivos de la categoría de estudio: Creencias Científicas
Los resultados obtenidos muestran que los científicos mantienen una posición
favorable hacia los diferentes planteamientos que se hacen sobre la ciencia como
producto y la ciencia como proceso; aceptando de este modo, el planteamiento de la
- 122 -
hipótesis 1, la cual afirma que científicos de la UNAM mantienen creencias de orden
científico que tienen como base una serie de ideas racionales que les permite generar
conocimientos objetivos y trabajar con determinados procesos metodológicos.
Con una =1,87 los científicos consideran que la ciencia brinda a la sociedad los
instrumentos necesarios para dar solución a los problemas cotidianos; asimismo,
piensan que como actividad dinámica uno de los propósitos de la ciencia es tratar de
explicar la realidad por medio de teorías ( = 1,89), por lo tanto, la formulación de
hipótesis permite tanto la solución tentativa a un problema ( = 1.85) como el confrontar
los modelos teóricos con los fenómenos de la naturaleza ( = 2,00). En este sentido,
consideran que además de dar cuenta del comportamiento de un sistema, la
importancia de las teorías científicas radica en su efectividad en la solución de
problemas ( = 2,07).
- 123 -
De acuerdo a los porcentajes y frecuencias, los ítems que presentan una carga
hacia el desacuerdo son aquellos que representan alguna característica específica del
proceso de la ciencia. Sumando los que se encuentran “en desacuerdo” y “totalmente
desacuerdo”, tenemos que el 44,7% del total de los científicos no cree que las leyes
científicas sean verdades incuestionables y el 37,3% no considera que el método de la
ciencia, sea un método de conjeturas. A diferencia de esto, si se suman los porcentajes
de “de acuerdo” y “totalmente de acuerdo” el 78.1% piensa que el método científico es
una secuencia jerárquica de pasos que se inician con la observación y el 75,4% cree
que el método científico depende del objeto específico de estudio.
- 124 -
TABLA 4. Estadísticos Descriptivos de la categoría de estudio: Creencias Epistemológicas
- 125 -
Los resultados de esta categoría refuerzan los obtenidos en el análisis de la
categoría anterior. En este sentido, si los científicos piensan que la ciencia permite
explicar los diferentes fenómenos del mundo, sumando los porcentajes de “de acuerdo”
y “totalmente de acuerdo” el 86,9% también considera que el conocimiento científico
permite explicar de manera razonable las causas de los fenómenos de la realidad, el
71.6% cree que es una de las principales herramientas de las que dispone el ser
humano para controlar el entorno sociocultural y el 71.2% piensa que uno de sus
objetivos fundamentales es la predicción de hechos.
Cuando los científicos muestran un desacuerdo en decir que las leyes científicas
son verdades incuestionables, al sumar los totales del “de acuerdo” y “totalmente de
acuerdo” el 80.8% cree que el conocimiento científico puede ser modificado o sustituido
por nuevas evidencias y el 55.8% cree que el conocimiento científico es tentativo.
Asimismo, al creer que el método científico depende del objeto específico de estudio, el
88.5% considera que el conocimiento científico se encuentra sometido constantemente
al método científico utilizado.
- 126 -
Los científicos consideran que el conocimiento científico se crea a partir de una
conexión entre las hipótesis propuestas por el científico y la observación empírica, que
es un conocimiento de carácter falible, provisional y objetivo en un determinado grado,
que depende de las condiciones e intereses de quien lo crea como de la misma
sociedad.
- 127 -
TABLA 5. Estadísticos Descriptivos de la categoría de estudio: Creencias Religiosas
Los científicos muestran una tendencia a estar en desacuerdo con las afirmaciones
que se hacen sobre los fines y algunos elementos característicos de la religión,
elementos que van desde sus prácticas, deidades, funciones hasta eventos
sobrenaturales.
- 128 -
La tendencia de los científicos a no creer en la verdad absoluta que la religión
puede brindarle al hombre sobre el mundo, se muestra en la suma de los porcentajes
de los que están en “desacuerdo” y en “totalmente desacuerdo” con las afirmaciones
que plantean esta idea. Así, el 74,6% no cree que la religión posee la verdad absoluta
directamente revelada por Dios, resultado que se refuerza cuando el 73.8% no piensa
que las Sagradas Escrituras son la principal fuente de revelación de la verdad, o bien,
cuando el 71,9% considera que la verdad absoluta sobre la naturaleza del ser no se
encuentra en el elemento religioso. Asimismo, el 69,6% no cree que todos los
fenómenos extraordinarios de la naturaleza sean milagros de Dios y el 67,3% tampoco
cree que la Biblia sea una clara muestra de su existencia.
- 129 -
total de científicos que está a favor, un 21,5% que se encuentra ni de acuerdo ni en
desacuerdo y un 44,3% está en desacuerdo.
De acuerdo a los resultados, las creencias de corte religioso que algunos científicos
mantienen se encuentran fundadas dentro de un orden cultural en tanto se construyen
dentro de la interacción social, aceptando así, la hipótesis 3.
3. Análisis Factorial
Varianza total explicada. El valor obtenido para esta prueba es de 65.624, resultado
que significa que la capacidad predictiva de la variable dependiente es eficiente.
- 130 -
Matriz de componentes rotados. Esta prueba proporciona la información sobre la
correlación de todas las variables con el fin de identificar las variables que no parezcan
estar correlacionadas con las demás. En este punto, el método de extracción se dio a
partir del análisis de componentes principales; con un método de rotación de
normalización Varimax con Kaiser que convergió en 18 iteraciones.
El agrupamiento de las variables dio como resultado cuatro factores que explican
las creencias de los participantes encuestados.
Ítem Factor 1
1.- Creo que la trascendencia es una experiencia en la cual el alma se pone en contacto con Dios. ,804
14.- Creo que todos los fenómenos extraordinarios de la naturaleza son milagros de Dios. ,798
17.- Pienso que los lugares sagrados son la morada que Dios tiene en la Tierra para convivir con sus fieles. ,772
18.- A mi consideración, el hombre debe buscar la guía de Dios al tomar cada decisión importante en su vida. ,877
24.- Pienso que la religión, responde a toda cuestión respecto al bienestar eterno del alma humana. ,765
26.- En mi opinión, la existencia del mundo como se conoce se debe a la voluntad de Dios. ,882
30.- Considero que tener Fe en la palabra de Dios es lo único que se necesita para llevar una vida en armonía. ,867
32.- La religión, a mi criterio, instala la moralidad que da pauta al comportamiento del hombre. ,682
34.- Creo que al obedecer los preceptos de Dios el hombre adquiere las virtudes que le ayudan a alcanzar el ,861
Sumo Bien.
36.- La Biblia, a mi criterio, es una clara muestra de la existencia de Dios. ,850
38.- Considero que el alma espiritual está destinada a unirse de nuevo con su cuerpo al fin de los tiempos. ,838
40.-Creo que la religión posee la verdad absoluta directamente revelada por Dios. ,833
42.- A mi consideración, dar gracias a Dios por todo lo que se tiene en la vida es un acto de bondad. ,799
44.- Considero que la verdad absoluta sobre la naturaleza del ser se encuentra en el elemento religioso. ,845
46.- Creo que las Sagradas Escrituras son la principal fuente de revelación de la verdad. ,862
- 131 -
FACTOR 2. Creencias Científicas (CC): La ciencia como sistema que
proporciona conocimiento fiable en la explicación del orden de los fenómenos de
la realidad. Éste contiene únicamente 6 de las afirmaciones del total que conforman el
IMCCER. Su mayor valor absoluto es de .696 correspondiente al ítem “El conocimiento
científico, a mi consideración, permite explicar de manera razonable las causas de los
fenómenos de la realidad”.
El coeficiente alpha de Cronbach de este factor tiene un valor de con una
varianza total explicada de 55,722 (Ver, Tabla 7).
Ítem Factor 2
4.- Creo que la ciencia brinda a la sociedad los instrumentos necesarios para dar solución a los problemas ,574
cotidianos.
11.- Pienso que las leyes científicas predicen como actuará un sistema en determinadas circunstancias. ,522
12.- Considero que el conocimiento científico es tentativo. ,354
13.- El conocimiento científico, a mi consideración, permite explicar de manera razonable las causas de los ,696
fenómenos de la realidad.
28.- Pienso que la formulación de hipótesis permite la solución tentativa a un problema. ,639
31.- Creo que las teorías científicas dan cuenta del comportamiento de un sistema. ,479
El valor del alpha de Cronbach para este factor es de con un valor de
varianza total explicada igual a 39,972 (Ver, Tabla 8).
- 132 -
TABLA 8. Factor 3: Creencias Epistemológicas (CE)
Ítem Factor 3
27.- A mi consideración, las ideas científicas se encuentran influenciadas por un trasfondo histórico social. ,465
29.- El conocimiento científico, a mi juicio, se encuentra sometido constantemente al método científico utilizado. ,690
35.- Considero que el conocimiento científico es contrastable con el mundo empírico. ,562
45.- Creo que la producción de conocimiento científico se da a partir de la sustitución de un conocimiento que ha ,434
sido falsado por otro.
47.- Pienso que la importancia de las teorías científicas radica en su efectividad en la solución de problemas. ,523
Ítem Factor 4
9.- Considero que como actividad dinámica uno de los propósitos de la ciencia es tratar de explicar la realidad ,350
por medio de teorías.
10.- El proceso de contrastación de hipótesis con los hechos, a mi criterio, crea conocimiento científico. ,408
33.- Pienso que una de las principales herramientas de las que dispone el ser humano para controlar el entorno ,538
sociocultural es el conocimiento científico.
37.- La formulación de hipótesis, a mi juicio, permite confrontar los modelos teóricos con los fenómenos de la ,728
naturaleza.
39.- Un objetivo fundamental del conocimiento científico es, a mi criterio, la predicción de hechos. ,517
43.- En mi opinión, el conocimiento científico posee características que trascienden la mente humana que lo ,361
crea.
- 133 -
4. Análisis Correlación de Pearson
Los resultados de esta prueba señalan que el Factor 1. Creencias Religiosas (CR) no
interactúa significativamente con el Factor 2. Creencias Científicas (CC), con el Factor
3. Creencias Epistemológicas (CE) y con el Factor 4. Creencias Científicas-
Epistemológicas (CCE), es decir, es independiente a ellos; no así, entre los Factores 2.
CC, 3. CE y 4. CCE (Ver, Tabla 10).
Estos resultados indican que los científicos que consideran a la religión como
aquella que puede explicar a través de una visión integral los diferentes fenómenos de
la realidad, del mundo y del propio ser humano, no creen en cuestiones de tipo
científico para estas explicaciones. Además creen que determinadas prácticas
religiosas pueden acercar al hombre con Dios, que la trascendencia es una experiencia
en la cual el alma se pone en contacto con Dios y que la religión responde a toda
cuestión respecto al bienestar eterno del alma humana. En este sentido, la creencia que
norma y guía su comportamiento es la creencia religiosa, aceptándose así, la
afirmación de la hipótesis 3.
- 134 -
Por otra parte, los Factores 2. CC, 3. CE y 4. CCE interactúan significativamente, lo
cual indica la existencia de una relación de coexistencia entre creencias científicas y
creencias epistemológicas, aceptando de este modo, el planteamiento de la hipótesis 5.
Los científicos que creen que los principios científicos son las mejores explicaciones
a cuestiones sobre el orden de los fenómenos de la realidad también creen que la
ciencia y el conocimiento científico cambian a lo largo de la historia, dependen de los
contextos y se encuentran condicionados a las prácticas e intereses tanto individuales
como sociales, además de considerar que son elementos que favorecen el desarrollo y
estabilidad de una sociedad.
- 135 -
5. Análisis de t de Student
El valor de = 3,8238 unidades del Factor 1. CR, indica que los científicos tienden
a estar en desacuerdo con las afirmaciones que se hacen sobre los fines y prácticas
religiosas, así como, de los diferentes eventos sobrenaturales que podrían manifestarse
en la vida.
- 136 -
La diferencia significativa se encuentra entre las medias del Factor 1. CR y las
medias de los Factores 2. CC, 3.CE y 4.CCE. Sobre el Factor 1.CR y el Factor 2.CC la
diferencia se expresa en 1,7693 unidades, lo que indica que los científicos no creen en
la religión como una visión integral que le da sentido a la Realidad, al Mundo y al
Hombre, pero sí en que, la ciencia es un sistema que proporciona conocimiento fiable
en la explicación del orden de los fenómenos de la realidad. Con una diferencia de
1,6646 entre las medias de los Factores 1.CR y 3.CE, los científicos consideran que el
conocimiento científico es producto de los intereses del sujeto que lo crea y de las
condiciones sociales en las que se encuentra. Finalmente, la diferencia de 1,6911 entre
las medias de los Factores 1.CR y 4.CCE hace que los científicos estén de acuerdo en
que la ciencia y el conocimiento científico son elementos que favorecen el avance,
desarrollo y estabilidad social.
Los resultados de esta prueba indican que existen algunas diferencias estadísticamente
significativas entre las medias obtenidas en las variables sociodemográficas grado
académico, carrera, sexo, edad y estado civil respecto a la variable dependiente. A
continuación los resultados por cada una de ellas.
- 137 -
TABLA 12. ANOVA para la variable sociodemográfica GRADO ACADÉMICO
En el Factor 2. CC no hay una diferencia significativa entre las medias de los tres
grados académicos. Los científicos con doctorado con una = 1,9733 se encuentran en
mayor conformidad con la creencia de que la ciencia es el sistema que proporciona
conocimiento fiable en la explicación del orden de los fenómenos de la realidad,
marcando una diferencia de .1453 unidades de los maestros y .0856 de los licenciados.
- 138 -
Finalmente, cuando consideran que la ciencia y el conocimiento científico son
elementos que favorecen el avance y desarrollo de la sociedad, los doctores marcan
una mínima diferencia de .0824 respecto a los licenciados y .082 de los maestros,
mientras que la diferencia de .0004 hace más creyentes a los maestros que a los
licenciados.
Los científicos que pertenecen a las Áreas de Estudio 1 y 4 presentan una mayor
tendencia a no creer en la religión como la que posee la verdad eterna y absolutamente
cierta en la explicación del mundo como se conoce, a diferencia de las Áreas 2 y 3 las
cuales también presentan esta preferencia pero en menor medida.
- 139 -
Los científicos del Área 1. Físico -Matemáticas e Ingenierías tienen una = 4,0183
marcando una diferencia de .6359 unidades sobre los científicos que pertenecen al
Área 3. Sociales y .1816 sobre los del Área 2.- Biológicas y De La Salud.
En el Factor 2.CC, los científicos del Área 4.Humanidades y las Artes con una =
2,1302 tienden a estar en menor acuerdo con los ítems que componen este factor que
los del Área 1. Físico -Matemáticas e Ingenierías, quienes con una = 2,0104 marcan
una diferencia de .1198 unidades.
En el Factor 4.CCE, las diferencias se encuentran entre los científicos del Área 3.-
Sociales y los científicos del Área 1.- Físico -Matemáticas e Ingenierías. Los Área 3
poseen una = 2.1887, lo que indica que están en menor acuerdo que los del Área 1,
quienes con una = 2.0667 consideran en mayor grado que la ciencia y el
conocimiento son elementos que favorecen tanto desarrollo como la estabilidad social.
- 140 -
TABLA 14. ANOVA para la variable sociodemográfica SEXO
Factor Media gl. F Sig.
Factor 1 Masculino 3,9203 1 ,048
Femenino 3,6590 3,958
Factor 2 Masculino 2,0051 1 ,045
Femenino 2,1389 4,067
Factor 3 Masculino 2,1610 1 ,952
Femenino 2,1563 ,004
Factor 4 Masculino 2,0976 1 ,191
Femenino 2,1927 1,720
Aun cuando hombres y mujeres tienden a estar en desacuerdo con las creencias
religiosas que conforma el Factor 1.CR, los hombres con una =3,9203 se encuentran
en mayor desacuerdo con las ítems que plantean que la religión brinda al hombre las
herramientas necesarias para comprender su entorno y a sí mismo, que la verdad
absoluta de las cosas se encuentra en el elemento religioso; a diferencia de las
mujeres, quienes con una = 3,6590 muestran estar en un término de ni de acuerdo ni
en desacuerdo con dichas afirmaciones, marcando así una diferencia de .2613
unidades entre sus medias
- 141 -
Variable Sociodemográfica: Edad. Los resultados en esta variable no presentan
diferencias estadísticamente significativas sobre algún Factor. La edad no resulta ser
una variable determinante en el análisis de las creencias que mantienen los científicos
sobre algunos aspectos de la ciencia y la religión. El Factor 1. CR tiene (F=, 1,282,
gl=4, p>.277); el Factor 2. CC (F=, 1,615, gl=4, p>.171); el Factor 3. CE tiene valores de
(F= 2, 172, gl=4, p>.073); finalmente, el Factor 4. CCE (F=, 1,492, gl=4, p>.205) (Ver,
Tabla 15).
- 142 -
Los científicos que tienen una edad que oscila entre los 50 a 59 años y una =
1,9740 están en mayor acuerdo con los ítems del Factor 2.CC, que los que están entre
las edades de 20 a 29 años, quienes tienen una = 2,2436.
Nuevamente, en el Factor 4.CCE las diferencias están entre los científicos que
tienen entre 50 a 59 años y los que tienen de 20 a 29 años. En este caso los que tienen
de 50 a 59 años tienden a estar en mayor acuerdo en que los elementos y procesos
que forman parte de la ciencia son una herramienta determinante en la sustentabilidad
de una sociedad, esto con una = 2,0260, marcando así una diferencia de .3586
unidades respecto a la media del grupo de 20 a 29 años de edad.
- 143 -
De acuerdo con los resultados del Factor 1.CR, la diferencia de medias entre
científicos casados y científicos solteros es de .0138 unidades, lo que indica que ambos
grupos se encuentran en desacuerdo con las creencias de corte religioso.
Sobre los Factores 2.CC, 3.CE y 4.CCE la diferencia es mínima entre ambos grupos.
Tanto científicos solteros como científicos casados consideran que la ciencia puede
brindar tanto elementos para explicar, conocer e intervenir en el mundo, como
conocimientos fiables para crear nuevas herramientas que satisfagan las diferentes
necesidades individuales y sociales del ser humano. De modo que, en el Factor 2.CC,
la diferencia entre medias es de .0526; en el Factor 3.CE es de .0096 y en el Factor
4.CCE es de .0439 unidades.
- 144 -
PARTE IV
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
- 145 -
Discusión
- 146 -
Aun cuando en los resultados obtenidos en la investigación no se presentó una
interacción significativa entre creencias de contenido científico y creencias de contenido
religioso, se puede llegar a cuestionar la formación y la función dentro del área laboral
del científico que mantiene las creencias religiosas. En determinados momentos puede
llegar hablarse de una relación de coexistencia que puede llegar a tener implicaciones
en su teoría y práctica profesional, se cuestionaría su validez de científico al dar una
explicación a los diferentes fenómenos de la realidad, así como, la utilización y
aplicación de procedimientos metodológicas para crear, enseñar y transmitir su
conocimiento.
- 147 -
intelecto y las creencias religiosas en el afectivo (De Vicente, 2004, como se citó en,
Latorre y Blanco, 2007).
- 148 -
manera de hacer ciencia, de crear conocimiento, o bien, de lograr desarrollos científicos
que logren cada día una mejor explicación a diferentes fenómenos del mundo, de la
realidad y del propio ser humano.
Algunos consideran que las leyes científicas no son verdades incuestionables; que
el método de la ciencia, es un método de conjeturas; que el método científico es una
secuencia jerárquica de pasos que se inician con la observación, o bien, que el método
científico depende del objeto específico de estudio.
Estas diferencias pueden deberse a cuestiones que plantean autores como Bunge
(1960), Chalmers (1994), Feyerabend (1989), Lakatos (1975), Medawar (1993), Russell
(1951) y Silva (2004) cuando refieren que la ciencia es provisional y consciente de que
su método es lógicamente incapaz de llegar a una demostración completa y final, es
decir, es limitada en tanto las características de los científicos como miembros de una
especie, cultura y momento histórico. No hay método que permita probar que las teorías
científicas son verdaderas, así como tampoco hay un método que permita refutarlas de
un modo concluyente. El método depende del objeto específico de estudio, por ello,
actúa como variable en cada caso. La verdad de la ciencia se encuentra expuesta
siempre a un margen considerable de error, provocado por la naturaleza misma de los
medios, métodos y técnicas de observación. Asimismo, sostienen que comprender el
- 149 -
método en la ciencia implica el estudio empírico de los procedimientos, principios,
reglas, normas y conceptos.
Cabe señalar que, las diferencias dadas entre las creencias de los científicos
respecto a la ciencia y al conocimiento científico no sólo se dan en términos de los
diferentes procesos metódicos que se emplean, sino también tienen que ver con
factores de otro orden. Es decir, según Feyerabend (1989) y Silva (2005), existe una
serie de factores históricos, sociológicos, psicológicos hasta estéticos que influyen en la
ciencia trastocando el quehacer científico, y por ende, el conocimiento científico.
Sobre las creencias que se tienen de la ciencia como producto, los científicos
muestran estar de acuerdo en que la sociedad ha cumplido y sigue cumpliendo una
función determinante en el desarrollo y estabilidad de la ciencia; sin embargo, también
consideran que hacerla partícipe del desarrollo científico, es algo que hasta ahora, la
comunidad científica ha prestado poca atención.
- 150 -
se manifiestan en una serie de acciones que consisten en investigar, observar, medir,
demostrar y predecir fenómenos del mundo empírico; sino también, las normas y
valores que adquieren significado al concretarse en este tipo de acciones; por ello, no
es extraño que el principal fruto no sea el resultado, sino la experimentación para llegar
a ella. En este contexto, el científico a través de sus creencias, expectativas,
concepciones y de los complejos modelos empíricos y teorías científicas que maneja,
adquiere también una responsabilidad social.
Así, resulta una conexión en doble sentido: la ciencia como proceso y producto
ayuda al desarrollo y estabilidad social y la sociedad en tanto su historia e intereses
impulsa el avance de la ciencia.
En este contexto, las creencias científicas y epistemológicas son la base sobre las
cuales el científico se conduce por el mundo. Con base a ellas, elabora juicios, hace
evaluaciones y toma decisiones que lo llevan a ejecutar un determinado
comportamiento dentro de un contexto que varía de acuerdo a la cultura, a la sociedad,
al ambiente, al momento histórico, o a sus propias condiciones (Gastélum, 2010).
- 151 -
Sobre este punto, Geertz (1966, como se citó en, Scharf, 1974) y Lagos (2007)
plantean que si se considera que el origen de la orientación humana sobre el mundo
proviene de la instancia religiosa en su momento arcaico, se puede decir que, la
esencialidad religiosa nunca ha dejado de ser una presencia activa en la vida del
hombre. Muy por el contrario, es necesaria en su acción dentro de la cultura al instalar
los patrones para el comportamiento de toda una comunidad. Las creencias religiosas
constituyen entonces, un sistema de símbolos que provocan en el hombre actitudes y
motivaciones intensas, duraderas y movilizadoras.
En este contexto, las creencias religiosas que mantienen algunos científicos versan
sobre cuestiones que tienen que ver con determinadas prácticas religiosas que acercan
al hombre con Dios. Creen por ejemplo, que dar gracias a Dios por todo lo que se tiene
en la vida es un acto de bondad, que la trascendencia es una experiencia en la cual el
alma se pone en contacto con Dios, que la religión no sólo responde a toda cuestión
respecto al bienestar eterno del alma humana, sino también, a los valores morales del
ser humano, instalando así la moralidad que da pauta a su comportamiento.
Las creencias religiosas presentes en científicos generan una gran polémica, sobre
todo porque al tratarse de dos instituciones que explican la realidad, la ciencia y la
religión en la práctica divergen en sus efectos. Este hecho que tiene serias
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implicaciones, sobre todo en el terreno de la creación y transmisión de conocimiento
científico; debido a que, el método científico es inherentemente escéptico a cuestiones
sobrenaturales, está orientado a la comprobación de hipótesis mediante métodos,
teorías y leyes, no, en actos de fe o en alguna forma de revelación (Sturges, 2011).
En este punto, las creencias religiosas implican creer que la religión proporciona al
hombre valores absolutos que ningún conjunto de conocimientos empíricos ni sistemas
científicos puede otorgarle (The Oxford Companion to Philosophy, 1995; Yinger, 1957,
como se citó en, Scharf, 1974).
Hay que recordar que, de acuerdo con Ornelas (2009), Russell (1951),
Schleiermacher (1990) una vida religiosa implica creer que la religión puede explicar a
través de una visión integral los diferentes fenómenos de la realidad, del mundo y del
propio ser humano; así como creer que ciertos dogmas y una cierta manera de sentir
los fines de la vida humana, le ayudan al hombre a disminuir los sufrimientos de la
humanidad, los problemas del destino humano y a tener mayor esperanza de que en el
futuro tendrá las mejores posibilidades de su especie.
En términos generales, sean cuales sean las creencias que den sentido a la acción
del científico, éstas brindan los elementos de justificación necesarios para realizarla,
mantenerla, modificarla, suspenderla o finalizarla (Fernández, 2006).
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Dentro de la comunidad científica participante, existen diferencias entre las
creencias científicas, epistemológicas y religiosas. Diferencias que tiene que ver con su
grado académico, área de estudio, sexo, edad y estado civil.
Esta diferencia responde a la hipótesis que investigadores como Leuba (1914 /1933,
como se citó en, Nature, 2005) y Larson y Witham (1998) sostienen: a mayor grado de
estudio disminuye la creencia religiosa.
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como su producto que contribuye al desarrollo de una sociedad, y en general, como
aquellas que mejor explican el orden del universo y de la vida.
Esto puede explicarse a través de las palabras de Chalmers (1994) y Olivé (2011b)
quienes refieren que al ser la ciencia un fenómeno muy complejo, jamás se podrá dar
una definición concreta de ella que describa un conjunto de condiciones necesarias y
suficientes que la abarque completamente; debido a que, siempre se darán definiciones
parciales, que capturan solamente aspectos de ella, aspectos que dependerán de los
intereses del investigador. Si este planteamiento se lleva a las diferentes ciencias,
entonces, todas las áreas del conocimiento puede ser analizadas por lo que son, en
otras palabras, se podrá investigar cuáles son sus fines, los medios utilizados para
cumplir dichos fines y el grado de éxito logrado en cada una de ellas.
En este sentido, la diversidad de creencias que tienen los científicos respecto a los
procesos metodológicos que utilizan para lograr sus fines, se da de acuerdo a la
formación profesional que tienen. Su formación trae consigo, un compromiso teórico,
metodológico y pragmático que se traduce en acciones concretas como el modelo de
explicación utilizado, los diseños de investigación elegidos o el tipo de conceptos
empleados para construir teorías (Pérez et al., 2005).
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Por otra parte, las variables edad y estado civil, no resultan ser una variable
determinante en marcar diferencias significativas entre las creencias científicas y
epistemológicas y las religiosas presentes en los científicos.
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Conclusiones
Las creencias son indispensables, sin ellas el ser humano es incapaz de tomar
decisiones y determinar cursos de acción; por ello, resulta de gran importancia que
dentro de los objetivos de la educación se fomente su discusión y verificación en la
medida de lo posible (Ponte, 1994b).
Ante esto, los objetivos de querer conocer cuáles son las creencias científicas y
epistemológicas y las religiosas que mantienen científicos de la UNAM, así como la
relación entre ellas, proporcionan una visión integral del comportamiento del científico
en su labor profesional.
Sobre este punto, Nespor (1987) planteó que para entender la enseñanza desde la
perspectiva del profesor, se tiene que entender las creencias con las que definen su
obra. Lo mismo pasa con el científico.
Esta investigación muestra que los científicos participantes creen en los procesos y
productos de la ciencia como aquellos que proporcionan un conocimiento racional y
limitado de la naturaleza así como de su funcionamiento.
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científico; que éstos resultan estar limitados en tanto las características de los
científicos como miembros de una especie, cultura y momento histórico; y que
dependen del objeto específico de estudio (Bunge, 1960; Chalmers, 1994; Feyerabend,
1989; Lakatos, 1975; Medawar, 1993; Russell, 1951; Silva, 2004).
Esto demuestra que los científicos no tienen que ver únicamente con batas de
laboratorio y mecheros Bunsen, sino que tienen diferentes procedencias, algunos
dependen de su contexto inmediato y otros de sus propios fines e intereses. Pero una
cosa si tienen en común: la creencia en que los principios científicos son las mejores
explicaciones a cuestiones sobre el orden de los fenómenos de la realidad; principios
que cambian a lo largo de la historia, dependen de los contextos y se encuentran
condicionados a las prácticas e intereses tanto individuales como sociales; además de
considerar que son elementos que favorecen el desarrollo y estabilidad de una
sociedad.
Asimismo, las creencias religiosas ponen de manifiesto que para algunos científicos
las estrategias metodológicas, procesos y principios de la ciencia se encuentran muy
lejos de tomar en cuenta aquellas dimensiones espirituales esenciales de la vida, tan
fundamentales para el bienestar humano. Los eventos sobrenaturales como la
transcendencia del espíritu, la inmortalidad, los milagros y el contacto del alma con Dios
se convierten en los componentes que definen de manera única la experiencia humana.
Para ellos, es esta dimensión de la vida la que libera las capacidades creativas del
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interior de la conciencia humana, la que salvaguarda su esencia y le brinda de
significado.
Después de todo, para ellos, la ciencia no busca de ninguna forma el dar sentido a
la vida. Ese no es su papel, sino el descubrir el funcionamiento de la naturaleza
material. La cuestión del sentido no entra en sus planteamientos. Tampoco trata la
ciencia de crear valores que sirvan para guiar los comportamientos.
En este punto, cabe recordar las palabras de Olivé (2011a, b) y Medawar (1993),
cuando mencionan que la ciencia no sólo se dedica a la ejecución de acciones
concretas como describir, explicar, experimentar, manipular, predecir, etc., si no
también, tiene una función social que proporciona valores y significados sobre la
realidad. Creer que la ciencia no brinda un sentido a la vida, es tener una concepción
que empobrece el contenido empírico del conocimiento acerca del mundo y del mismo
ser humano.
Es importante señalar que, sean cuales sean las creencias que condicionan su
comportamiento, éstas deben estar relativamente estables, de no ser así, el científico al
encontrarse ante un dominio confuso y las estrategias cognitivas y de procesamiento de
información habituales no le den buenos resultados, puede llegar a enfrentar
incertidumbre al no poder reconocer la información relevante y la conducta apropiada
ante ese fenómeno (Nespor, 1987).
Las creencias del científico son la raíz de donde surge gran parte de las decisiones
que ponen de manifiesto valores, posiciones y responsabilidades que condicionan su
comportamiento en un determinado escenario; por ello, Pajares (1992) destaca que las
creencias juegan un rol adaptativo, al facilitar a las personas su definición del mundo y
de sí mismos.
Creer en algo, y el aceptar, por tanto, que ese algo forma parte del mundo real,
constituye la disposición del científico a actuar de manera coherente con la existencia
real de lo que es creído (Villoro, 1996); no obstante, el hecho de que el creer se pueda
entender en términos disposicionales, no implica que todas sus creencias se vean
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reflejadas en acciones; lo anterior significa más bien que, toda creencia va acompañada
de la disposición a actuar de manera coherente con ella si fuera preciso emprender
alguna acción.
Dado que los objetivos del estudio enfocaron su atención en conocer este tipo de
creencias en una comunidad científica, y la relación existente entre éstas, las
limitaciones de la investigación se encuentran en que sólo se asume una descripción
conceptual en tanto su definición y relación. Por ello, se recomienda llevar a cabo
investigaciones que consideren a las creencias en términos de su medición, desarrollo,
función y formación, así como, de su relación con otros factores de cognición que
involucren inmediatamente la ejecución de un determinado comportamiento.
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académico en las creencias que se tienen sobre la ciencia o la religión, o bien,
implementar estrategias metodológicas que ayuden a comprender las creencias en
tanto su formación.
“Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, éstas en lo cierto”
John Ford
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ANEXOS
El presente cuestionario se encuentra dirigido a académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, con el único objetivo de recabar
datos con fines estadísticos. La información proporcionada es de carácter confidencial.
Instrucciones: Marque con una X la opción con la que se sienta más identificado(a).
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA
CARRERA DE PSICOLOGÍA
Instrucciones: Marque con una X la opción con la que se sienta más identificado (a).
No Ítem 1 2 3 4 5
18 A mi consideración, el hombre debe buscar la guía de Dios al tomar cada decisión importante en su vida.
19 Considero que la creación de conocimiento científico implica la existencia de supuestos previos que son puestos a
contrastación.
20 La religión, en mi opinión, responde únicamente a los valores morales del ser humano.
21 Considero que el método científico es una secuencia jerárquica de pasos que se inician con la observación.
22 Creo que el conocimiento científico es absolutamente objetivo.
23 A mi criterio, la complejidad de la ciencia produce una demarcación entre los diferentes sectores sociales.
24 Pienso que la religión, responde a toda cuestión respecto al bienestar eterno del alma humana.
25 Considero que los académicos deben comprender la naturaleza de la ciencia que imparten.
26 En mi opinión, la existencia del mundo como se conoce se debe a la voluntad de Dios.
27 A mi consideración, las ideas científicas se encuentran influenciadas por un trasfondo histórico social.
28 Pienso que la formulación de hipótesis permite la solución tentativa a un problema.
29 El conocimiento científico, a mi juicio, se encuentra sometido constantemente al método científico utilizado.
30 Considero que tener Fe en la palabra de Dios es lo único que se necesita para llevar una vida en armonía.
31 Creo que las teorías científicas dan cuenta del comportamiento de un sistema.
32 La religión, a mi criterio, instala la moralidad que da pauta al comportamiento del hombre.
33 Pienso que una de las principales herramientas de las que dispone el ser humano para controlar el entorno
sociocultural es el conocimiento científico.
34 Creo que al obedecer los preceptos de Dios el hombre adquiere las virtudes que le ayudan a alcanzar el Sumo Bien.
35 Considero que el conocimiento científico es contrastable con el mundo empírico.
36 La Biblia, a mi criterio, es una clara muestra de la existencia de Dios.
37 La formulación de hipótesis, a mi juicio, permite confrontar los modelos teóricos con los fenómenos de la
naturaleza.
38 Considero que el alma espiritual está destinada a unirse de nuevo con su cuerpo al fin de los tiempos.
39 Un objetivo fundamental del conocimiento científico es, a mi criterio, la predicción de hechos.
40 Creo que la religión posee la verdad absoluta directamente revelada por Dios.
41 Pienso que el método científico depende del objeto específico de estudio.
42 A mi consideración, dar gracias a Dios por todo lo que se tiene en la vida es un acto de bondad.
43 En mi opinión, el conocimiento científico posee características que trascienden la mente humana que lo crea.
44 Considero que la verdad absoluta sobre la naturaleza del ser se encuentra en el elemento religioso.
45 Creo que la producción de conocimiento científico se da a partir de la sustitución de un conocimiento que ha sido
falsado por otro.
46 Creo que las Sagradas Escrituras son la principal fuente de revelación de la verdad.
47 Pienso que la importancia de las teorías científicas radica en su efectividad en la solución de problemas.
48 En mi opinión, enseñar dentro de las instituciones educativas la naturaleza dinámica de la ciencia favorece el
desarrollo del conocimiento científico.
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Recuerdos
José Hierro
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