Negroni-Objeto Satie
Negroni-Objeto Satie
Negroni-Objeto Satie
De esta edición
Objeto Satie
© María Negroni
isbn 978-956-6105-16-9
Primera edición
Santiago de Chile, 2023
Colección Prosa
Editorial Bisturí 10
[email protected]
www.bisturi10.com
objeto satie
maría negroni
À Monsieur Teste
«Oh, Sócrates, haz música».
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P. D.: Cuando venga esta noche, además de sus benditas
peinetas, no olvide traer la Revue des Deux Mondes y
su colección de dípteros, aunque tengan mala prez.
Llegué a la música después de haber descartado varias pro-
fesiones serias: paje, sargento, tesorero, detective, médico,
poeta, vividor. ¡Atchís! De todas mis obras, la que más me
gusta es Pièces froides. Me hace pensar en la clownerie de
Jack-in-the-box.
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itinerario de mi caminata diaria
Su desquiciado servidor
Odio las corrientes dominantes, los jóvenes generalmente
potables, las originalidades (incluso las originales). Siempre
supe contar bien, resolví arcanos de mayor a menor y asumí
con tesón los sucesivos grados de la Rosa Cruz, incluyendo
el de Gran Maestro Arquitecto. Pero eso no me llevó a la
euforia. Al revés, me cuidé de introducir, en la materia fan-
tasma, un vaso de leche, un molino, un cepillo de dientes,
un manojo de llaves. Lo preferí a Puvis de Chavannes, qué
sé yo. ¡Qué talento para la confusión! ¡Un zapato viejo se
32 vería hermoso en esta habitación!
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Biquí
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París, mayo de 1917
Pa r a d e
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Hablemos de mi personalidad. ¿Acaso tengo personalidad?
Un día me sentí atraído por la distancia. El mundo no
tenía espesor o yo no estaba ahí, lo mismo da. Ni miraba.
Solo buscaba una música para morir mejor. Algo así como
una partitura sujeta a cualquier ataraxia. Como una liebre
repentinamente transformada en liebre, ni siquiera fija en
sus ideas fijas. ¡Qué descalabro!
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Jean Cocteau
Mi buen Cocteau:
Erik Satie
IDEA 5
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51
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Buenas noches.
56
interludio man ray
61
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Biquí
supercinéma–música muda
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Arcueil-cercueil.
Ya lo dijo Alejandro: uno siempre sueña solo.
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Si lo sabré.
Diantres, Biquí. Al fin me siento bien, vivo e impar-
cial, mental y agradablemente. Incluso me llevé a mí
mismo a un restaurante. Uno nunca ve lo suficiente
hasta que se queda solo. No sé cuánto me durará
este estado –han pasado solo siete horas y cuarenta
y tres minutos y medio, desde que usted se fue– pero
confío en la salud del mal tiempo, aunque el terreno
esté lleno de ortigas y cardos. ¡No me vencerán!
¡Nunca seré el Empédocles del Etna!
Saludos vagabundos. 75
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77
Si tuviera que darle un consejo, Biquí, incluso gratuitamente,
le sugeriría que evite a la Policía. Si la llevaran presa, chérie,
no podría ir más al Cabaret du Néant, ni al mercado, ni al
teatro, no podría ver a su notario, ni excederse en el alcohol
y después tambalearse hasta su cama. Ni siquiera concurrir
a los baños de mar en familia, aunque no tenga familia.
Tome nota y no sufra.
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IDEA 10
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fine
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historial de piezas
(incompleto)
Página 11
Carta astral de Erik Satie.
Página 12
Fotografía de la Exposición Universal de París de 1889.
Página 13
Monograma de Erik Satie.
Página 20
Sello de la Église Métropolitaine d’Art de Jésus Conducteur.
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Página 21
Partitura de Bonjour, Biqui, bonjour.
Suzanne Valadon, autorretrato.
Página 25
Fotograma del film Entr’acte (1924) de René Clair.
Página 27
Plano antiguo de París.
Página 30
Pablo Picasso, caricatura de Jean Cocteau.
Página 33
Suzanne Valadon, dibujo.
Página 34
Toulouse-Lautrec, Cirque, 1887.
Página 36
Afiche de la obra Parade.
Página 38
Fotografía de Erik Satie.
Página 40
Erik Satie, dibujo del Hôtel de la Suzonnières, 1893.
Página 41
Marcel Duchamp y Man Ray jugando ajedrez en un fotograma
del film Entr’acte de René Clair.
Página 44
92 Carta autógrafa de Erik Satie a Ricardo Viñes, a propósito de
Véritables préludes flasques (pour un chien). Archivos de la
Fundación Erik Satie, Colección Robert Caby, París.
Página 45
Fotograma del film Entr’acte.
Páginas 46-47
Fotograma del film Orphée de Jean Cocteau.
Páginas 48-49
Sesiones de linterna mágica con público.
Página 50
Suzanne Valadon, dibujo.
Página 51
Erik Satie, dibujo gótico con gárgola y órgano.
Página 53
Francis Picabia, boceto en lápiz y acuarela para la publicidad del
ballet Relâche.
Página 56
Man Ray, La poire d’Erik Satie, 1969. Litografía. Colección parti-
cular, París.
Página 58
Man Ray, plancha con clavos.
Página 60
Transparencias pintadas sobre placa de vidrio para linterna mágica.
Página 61
Man Ray, retrato de Marcel Duchamp, 1930.
Página 63 93
Colección de paraguas de Erik Satie, dibujo de la autora.
Página 64
Suzanne Valadon, autorretrato.
Página 65
Fotograma del film Entr’acte de René Clair.
Página 67
Serguéi Diáguilev, fundador y director de los Ballets Russes, con
Léonide Massine y Léon Bakst. Dibujo de la autora.
Página 68
Suzanne Valadon, autorretrato.
Página 70
Tanaka Tatsuya, miniatura.
Página 71
Erik Satie, autorretrato.
Página 74
Foto antigua de Arcueil.
Página 76
Erik Satie, cuaderno con partitura de Socrate, 1919.
Página 77
Caricatura de Erik Satie.
Página 78
Cabaret du Néant, París-Montmartre. Salle d’Intoxication.
Página 80
Imagen extraída de maquinariadelanube.wordpress.com
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Página 83
Satie por Francis Picabia.
Página 85
Erik Satie, dibujo de Suzanne Valadon sobre pentagrama.
Página 87
Gerardo Gandini, Lamento di Tristán, ceremonia fúnebre para
Erik Satie (1975). Fondo Gerardo Gandini, Biblioteca Nacional,
gentileza Pablo Fessel.