Correo Proletario COMPLETO
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Correo Proletario: selección de artículos a 50 años del Golpe
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Periódicos Correo Proletario, 1973-1976, escritos en Chile y exilio
durante la dictadura.
Recuperados como material de patrimonio histórico por diversas
individualidades a lo largo del tiempo (Freno de Emergencia,
Biblioteca La Tendenciosa).
Transcripción terminada por Colapso y Desvío, en septiembre de
2022, y publicada en septiembre del 2023 en
https://colapsoydesvio.noblogs.org/
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Dedicado no sólo a quienes participaron en la recuperación del
material, desde una necesidad de mantener la vigencia de los debates
en torno a la institucionalidad, el reformismo, y las salidas
revolucionarias, aun en tiempos de crisis, sino también a quienes,
desde una época tan compleja como el periodo gobierno UP- golpe de
Estado, intentaron mantenerse como una tendencia de
ultraizquierda apartidista ahí donde todo exigía la militancia
autoritaria. Todxs nosotrxs, que conformamos esta constelación a-
histórica de recuperación, somos parte de este documento.
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Contenido
CORREO PROLETARIO N°1 ................................................................. 11
1. EDITORIAL. .............................................................................. 11
2. SEGURIDAD NACIONAL ¿PARA QUIÉN?.................................. 15
3. COMENTARIO SOBRE DOS CARTAS OBRERAS ........................ 23
4. LA LUCHA DE CLASES EN CHILE BAJO EL GOBIERNO DE LA
UNIDAD POPULAR .......................................................................... 34
5. LOS DISCURSOS DE FlGUEROA Y ALLENDE Y LAS TAREAS DE
LOS OBREROS REVOLUCIONARIOS ................................................. 51
6. CUT-CORDONES-COMANDOS................................................. 59
8
14. ACERCA DE NUESTRA NOCIÓN PARA UN ORGANIZADOR
COLECTIVO.................................................................................... 173
15. ENCUESTA ......................................................................... 188
16. ENTREVISTA… ................................................................... 194
17. Correspondencia: ............................................................. 217
18. ESTADO DEL MOVIMIENTO OBRERO................................ 222
19. NOTAS PARA EL ESTUDIO ACTUAL DE LA CUESTIÓN
AGRARIA ....................................................................................... 284
20. FRENTE A CIERTAS CRÍTICAS ............................................. 300
21. GOLPE DE ESTADO EN ARGENTINA .................................. 309
22. NOTAS ACERCA DE LA LUCHA DE CLASES EN CHILE ......... 320
9
29. NOTAS SOBRE NUESTRA CONCEPCIÓN DE ORGANIZADOR
COLECTIVO.................................................................................... 513
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CORREO PROLETARIO N°1
SANTIAGO DE CHILE, 1 ᵃ QUINCENA DE SEPTIEMBRE DE 1973 -
N° 1 – E° 15.-
1. EDITORIAL.
11
La prensa obrera y todas las formas superiores de prensa
revolucionaria no son los resultados de los buenos deseos de grupos
o partidos, más o menos revolucionarios, que contengan o no en sus
filas a trabajadores. Prensa obrera es la que los trabajadores
financian, discuten y aportan en sus contenidos, y por la cual están
dispuestos a desarrollar los sacrificios necesarios para asegurar su
continuidad y su misma existencia. Financiamiento obrero y
corresponsales obreros son sinónimos de prensa obrera. Si no se dan
ni estos requisitos la prensa obrera, sencillamente, no existe.
12
la clase, la unidad entre la lucha económica y política, en suma, la
lucha contra quienes sólo buscan en el movimiento obrero sacar su
tajada electoral, ya tea en el plano parlamentario como sindical.
Pero una tendencia no puede surgir tan sólo a partir de una labor de
agitación y propaganda, ya que ello no bastaría. Se precisa el cauce
orgánico a través del cual se vaya conformando y perfilando esta
tendencia. La iniciativa surgida en algunos sectores obreros, de
13
formar CÍRCULOS OBREROS, nos parece el cauce adecuado a los
propósitos descritos.
_______________________________________________________
14
2. SEGURIDAD NACIONAL ¿PARA QUIÉN?
15
1. — Reglamentar el Área Social, mediante la aprobación de la
Reforma Constitucional Hamilton-Fuentealba.
16
Al revisar todos estos puntos podemos entrever que la UP ya había
desarrollado al máximo todas las posibilidades que le entregaba su
programa y que la burguesía, la fuerza que le permitió cumplir todas
estas medidas a lo largo de tres años, asegurándole a Allende primero
la Presidencia y luego su permanencia en el cargo, ahora le pedía
cuentas por lo hecho y trataba de encauzarlo por un camino que
permitiera reconstruir lo dañado y repartir los beneficios
conseguidos en forma más “equitativa”.
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por parte de los explotadores. La táctica ultraizquierdista e
irresponsable de quienes se sienten dueños de la clase trabajadora
favorecían estas maniobras.
18
1) Respecto a la posibilidad de un golpe de estado, el problema
consiste en si existe o no acuerdo sobre la mejor forma de
“racionalizar” el reparto de capital y cómo sacar la mayor cantidad de
utilidades de su posterior reinversión. Para ello se necesitan leyes, se
necesita fijar las reglas del juego.
19
e independiente de las conducciones reformistas, pequeñoburguesas
y burguesas ¿qué cree el señor Fuentealba que sucederá? ¿Cuál es la
participación a que su Partido, representante de los intereses de la
burguesía, se refiere?...
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latinoamericanas ya han cumplido: en Argentina, Brasil, Perú, etc., la
distribución de los productos energéticos como petróleo, bencina,
parafina, se cumple con flotas camioneras fiscales que aseguran la no
interrupción del aprovisionamiento de la energía motriz en las
industrias.
21
cuestión todo el sistema de explotación vigente, se planteen expropiar
camiones y pasarlos al área social. Para enfrentar ese serio peligro,
están las Fuerzas Armadas. Mientras los camioneros discuten
tranquilamente con los militares cómo desalojar recintos, cómo
requisar uno a uno cada camión, cómo otorgar garantías por las
máquinas, bastó que los trabajadores de la conservera Bozzolo de
Quillota salieran a la calle a protestar por la pasividad del gobierno
frente a los desmanes de los camioneros, para que apareciera un
batallón de la Escuela de Caballería, con todos sus pertrechos de
guerra, y disolvieran violentamente la concentración de los obreros.
Un día después, el General Ruiz abandonaba el Ministerio de Obras
Públicas con gran revuelo de la burguesía. Se remecía el gabinete de
“la seguridad nacional”...
22
La clase trabajadora, en cada fábrica, en cada asamblea, en cada
reunión, debe plantearse seriamente una respuesta decidida frente a
los peligros que se le avecinan: ¿Quién representa hoy en el país los
intereses independientes y autónomos del Movimiento Obrero?
¿Dónde está la organización surgida del seno del proletariado que le
puede responder con voz propia, y no traída desde afuera, al reto
permanente planteado por el sistema de explotación capitalista?
________________________________________________________
Por Campos
23
En este documento se plantearon algunos problemas que
encontraron eco inmediato en el seno del movimiento obrero,
alcanzándose a generar un proceso de discusión entre distintos
sectores de trabajadores.
24
Esos partidos —por muy revolucionarios que se autodenominen—
han trasformado la organización clasista de los obreros en un furgón
de cola de sus intereses, utilizando a la clase trabajadora para la
consecución de sus fines particulares de poder. Para esto, actúan
impune e irresponsablemente en nombre de los trabajadores,
inventando políticas que supuestamente “representan” los intereses
del proletariado y desarrollando una línea de politización burguesa
del movimiento obrero.
Resultado de estos hechos y de esta realidad es, entre otras cosas, que
la lucha económica y la lucha política de los obreros hayan sido
25
separadas artificialmente por quienes sólo tienen como objetivo
principal sobrevivir como casta política dentro de la sociedad.
26
direcciones de los partidos reformistas, burgueses y
pequeñoburgueses. Sólo podremos salir del pantano y desarrollar
nuestra propia alternativa de poder sacudiéndonos de las direcciones
oportunistas y ajenas a nuestros intereses socialistas y
revolucionarios. En resumen, impulsando, a partir de ahora, una
actividad política autónoma, libre de tutorías extrañas.
Hay que señalar que todos los partidos que hoy se dicen
“organizaciones proletarias” son históricamente responsables de la
poca representatividad y de la estructura esencialmente burocrática
y vertical de la organización sindical chilena.
Cosa parecida ocurre con los obreros que militan en los “partidos de
izquierda”. ¿Tienen ellos posibilidades de expresarse e influir, ya sea
en los niveles sindicales o partidarios? ¿No ocurre que siempre las
decisiones importantes son tomadas a sus espaldas por los altos
dirigentes de los partidos, que además en la mayoría de los casos no
son obreros? El papel del militante obrero queda reducido a lo
27
doméstico y local, a tareas aisladas. Nunca puede influir, ni en las
cuestiones “sindicales” ni en las “políticas” en lo que respecta a la real
influencia organizacional.
28
los trabajadores, de la vanguardia que éstos generen en la lucha
de clases, y no de la “claridad” y “justeza política” de una
dirección que pretende actuar desde fuera del movimiento
obrero imponiendo sus criterios. Toda imposición de políticas y
criterios organizativos venidos desde fuera de la clase, devienen
en la formación de sectas, de mayor o menor influencia en la
clase, pero que nunca serán capaces de abarcar al conjunto de la
clase obrera y desplegar sus enormes energías revolucionarias”.
29
Esto no significaba, como ocurre hoy en Chile y en muchas partes del
mundo, que los llamados “partidos proletarios” estuvieron
enteramente dirigidos por capas sociales distintas y ajenas al
proletariado, capas que se arrogan nuestra representación y que
fabrican partidos, grupúsculos o grandes sectas, apoyados en nuestra
debilidad orgánica o en la posibilidad que muchas veces tienen de
corromper dirigentes obreros.
30
este documento redactado por un militante del movimiento obrero.
Ningún proletario que no lea El Mercurio, ha podido leer la siguiente
carta:
Compañeros obreros:
31
Por esto creo que los obreros no podemos seguir siendo
comparsas en todo este camino de deterioro por el que atraviesa
la empresa. Nosotros los obreros creemos que la participación
no es el “arreglarse los bigotes” de unos pocos en algunos
puestos menores, como creen algunos tecnócratas que han
repartido puestos como quien da algunas migajas para
conformar.
Por todo esto es que hago formal renuncia, ante ustedes, del
cargo de consejero que ingenuamente los obreros aceptamos,
pero en el cual no podemos seguir, pues nos estaríamos
autoengañando.
32
Compañeros, espero que ustedes sabrán comprender esta
actitud, que me ha sido dictada por mi conciencia.
Fraternalmente
ROBERTO CORDOVA S.
33
4. LA LUCHA DE CLASES EN CHILE BAJO EL GOBIERNO
DE LA UNIDAD POPULAR
34
a los reformistas hay que mirarles las manos cuando hablan, no
prestar tanta atención a sus palabras sino a lo que hacen.
35
creó las condiciones para un nuevo desarrollo del capitalismo
nacional y una alianza más ventajosa para la burguesía y el
imperialismo. Los obreros argentinos, brasileños, bolivianos y otros,
están pagando hoy las consecuencias de sus ilusiones reformistas y
nacionalistas.
36
las buenas relaciones con el capital financiero internacional y
mantener al proletariado ignorante de estas tratativas leoninas con el
imperialismo, para que no sepa que una de las fuentes de sus actuales
padecimientos reside en la enorme sangría de divisas que han
significado para el país las indemnizaciones. Cuando la clase obrera
esté en condiciones de efectuar un balance de todo lo que le ha
costado este experimento llamado “Vía chilena al socialismo” será
demasiado tarde1.
1
Cuando este trabajo estaba redactado, Almeyda y Orlando Letelier
viajaron a Lima para entrevistarse con enviados del gobierno de EE.
UU. para arreglar todos los asuntos pendientes, INCLUSO LAS
INDEMNIZACIONES A LA KENNECOTT Y ANACONDA.
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puesto al capitalista “productivo”, que hace trabajar bajo su mando a
los obreros rurales. Durante el gobierno de Frei las luchas de clase
obrera contaron con el telón de fondo de una amplia movilización de
campesinos pobres e inquilinos que luchaban por la tierra. Hoy,
gracias a “su” gobierno, la clase obrera ha perdido este aliado. Con la
Reforma Agraria UP-DC, los antiguos campesinos pobres e inquilinos
se han transformado en pequeños propietarios rurales, es decir, todo
punto de vista indiferente si los títulos de propiedad de la tierra son
individuales o se entregan en forma colectiva a las cooperativas y
asentamientos, en ambos casos se entrega la tierra en propiedad
privada, individual o cooperativa, al campesino), y los pequeños
propietarios rurales son elementos hostiles al proletariado y su
revolución y la fuente principal que abastece al mercado negro de
alimentos.
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EL BLOQUE HISTÓRICO QUE GOBIERNA CHILE DESDE
NOVIEMBRE DE 1970
39
“El proceso de transformación de nuestra economía se inicia con una
política destinada a construir un área estatal dominante, formada por
las empresas que actualmente posee el Estado más las empresas que
se expropien. Como primera medida se nacionalizarán aquellas
riquezas básicas que, como la gran minería del cobre, hierro, salitre
y otras, están en poder de capitales extranjeros y de los monopolios
internos. Así, quedarán integrando este sector de actividades
nacionalizadas las siguientes:
3) El comercio exterior;
40
Y más adelante, en el apartado “El área de propiedad privada” dice:
“Estas empresas en número serán la mayoría. Así, por ejemplo, en
1967, de las 30.500 industrias (incluyendo la industria artesanal),
sólo unas 150 controlaban monopólicamente todos los mercados,
concentrando la ayuda del Estado, el crédito bancario y explotando
(?) al resto de los empresarios industriales del país vendiéndoles cara
la materia prima y comprándoles baratos sus productos”.
41
Como vemos, era todo un programa burgués nacionalista, que
coincidía, en todos sus términos con las necesidades de la burguesía
chilena. Este programa era prácticamente idéntico al levantado por la
DC. Para ahorrarnos extensas citas veamos solamente lo que dice
Corvalán en “Corvalán 27 horas”, editado por Quimantú: “Está claro
que la candidatura de Tomic se perfiló como una candidatura
antiderechista”, y más adelante: “El reconocimiento de la victoria de
Allende, en consecuencia, no es un simple acto de generosidad de los
democristianos, como algunos de sus dirigentes han querido
presentarla”.
¡Por supuesto que no! Aquí el único acto de generosidad fue el del
proletariado que le prestó a la enclenque burguesía chilena su fuerza,
su vigor, para que cumpliera con sus objetivos de clase.
Por último Corvalán dice: “Pero me parece que todavía más impor-
tante y de gran influencia en los acontecimientos posteriores a la
elección fue el hecho que la candidatura de Tomic haya levantado la
consigna de la nacionalización por ley del cobre. El cobre fue
nacionalizado por ley constitucional”, (pág. 60).
Por otra parte el alto mando del ejército de Chile, como una buena
parte de sus similares latinoamericanos, venía orientándose en una
tendencia nacionalista similar, ya antes de 1970. Ver, por ejemplo, los
42
documentos del alto mando y los estudios efectuados por la Rand
Corp., y la Fundación Ford, publicados en el número 21 de la revista
“Causa ML”.
43
La burguesía ha creado un organismo destinado a constituir los
bloques de clases y fracciones de clases que necesita para cumplir sus
objetivos, para resolver pacíficamente los antagonismos de clase y
garantizar que la lucha de clases no se escape de su control. Ese
organismo es el parlamento. Esto es el ABC del marxismo pero en
Chile constituye o una novedad o no se saca de aquí las conclusiones
inevitables porque los demócratas pequeño-burgueses del PS y el PC
han enfermado de “cretinismo parlamentario” a amplios sectores de
nuestra clase obrera y a la totalidad de nuestra intelectualidad. Es allí,
en el parlamento donde se constituyó el bloque de clases que hoy
todavía gobierna el país. Fue en octubre de 1970 y se llamó “Estatuto
de garantías democráticas”, documento por el cual su excelencia, don
Salvador Allende Gossens, fue elevado a la primera magistratura de
la República.
44
preparándose para recuperar en gloria y majestad el gobierno en
1976 o antes. Al mismo tiempo establece las alianzas que considera
necesarias con el partido de los terratenientes en crisis y de otro
sector de la alta burguesía, el PN, para mantener el “proceso de
cambios” dentro de los límites que convienen a la burguesía.
45
transformado en abierta colaboración y mutuo acuerdo para el
reparto de zonas de influencia en el mundo. Los líderes de ambos
bloques están interesados en eliminar todos los conflictos de clases en
el mundo para dedicarse a comerciar y obtener mutuas y ventajosas
inversiones. Mientras la URSS invita a las compañías imperialistas en
su territorio, presiona a los partidos comunistas para que eviten
“romper el equilibrio” mundial de fuerzas (luego de treinta años de
heroicas luchas el pueblo vietnamita se ha visto obligado por las
presiones de sus “amigos” y la falta de asistencia militar a aceptar una
tregua y una nueva partición de su territorio; la guerrilla palestina es
atacada, aislada y debilitada por los gobiernos aliados a la URSS en
medio oriente; Cuba ya no fomenta guerrillas en Latinoamérica y
establece buenas relaciones con cuanto gobierno burgués populista
existe; China se incorpora a la coexistencia luego del viaje de Nixon a
Pekín, etc.). El acuerdo de los PC con los partidos democristianos y la
iglesia católica juega un papel preponderante en todos los países
donde estos partidos existen, tienen alguna importancia y por tanto
posibilidades de influir: en Alemania Willy Brandt cuenta con el
apoyo de ambas fuerzas, en Italia surge una nueva alianza entre ellas,
en Uruguay y Argentina integran un frente electoral común. Pocos
días antes del “tancazo” se produjo en Italia una reunión de la que
participaron Fuentealba y las direcciones del PC y el PDC italiano para
“discutir” la situación chilena ¡mientras en Chile algunos idiotas útiles
de la ultraizquierda creían en la inminencia de la guerra civil o la
insurrección proletaria!
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Este bloque de fuerzas se asienta sobre una situación inestable, de allí
su carácter tan contradictorio. En primer lugar para cumplir con los
objetivos de su programa la burguesía, necesitó del apoyo de la clase
obrera. Pero, ¡estos obreros son tan díscolos e indisciplinados, tan
economicistas! En lugar de limitarse a tomar las fábricas y fundos que
desde sus escritorios, con compás y tiralíneas, habían planificado los
burócratas para “abrir el camino al socialismo”, procedieron a la
“ocupación indiscriminada”, y, como resultado de ello, en lugar de las
150 fábricas que debían integrar el “área social”, según el programa
UP, o las 91 según los acuerdos de caballeros establecidos
posteriormente entre los aliados, ya se han tomado más de
trescientas. La imposibilidad de los reformistas de “meter en vereda”
a los obreros, su renuncia a reprimirlos para no perder su base social,
constituye una de las fuentes de roces entre los aliados del bloque y
de allí que la principal exigencia DC sea la de imponer la paz y el orden
social, cosa que “su excelencia” quiere hacer mediante el
convencimiento y continuas declaraciones a la “conciencia de clase”,
pero que los DC prefieren encomendar a las FF. AA. y sus brutales
métodos represivos. La lucha de clase de los obreros no ha
encontrado la posibilidad de expresarse en forma independiente, a
través de un partido propio, de extensión nacional, pero se ha
manifestado en forma impetuosa cada vez que los obreros han podido
escapar al control de sus direcciones o aprovechar los resquicios que
la coyuntura política les ofrecía (como sucedió el 29 de junio, cuando
los reformistas muertos de susto, les pidieron que se tomaran las
fábricas para defenderlos; hoy todavía están luchando por
recuperarlas para devolvérselas a “sus legítimos propietarios”).
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Por otra parte, sectores numerosos de la burguesía y en especial de la
pequeñoburguesía “han perdido la paciencia”. Cumplido a fines de
1971 el programa de nacionalizaciones y de reforma agraria que el
capitalismo necesitaba para su mejor desarrollo, estos sectores
desataron su sostenida ofensiva que se viene desarrollando desde la
“marcha de las cacerolas” hasta hoy día. Esta ofensiva se basa en tres
factores:
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2) Sectores burgueses importantes se sienten amenazados por el
bloque. Por ejemplo los transportistas (Ver artículo de A. Buendía en
este número.)
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burguesía que aprovecha toda la energía desplegada por las masas
pequeñoburguesas opositoras en las movilizaciones, los justos
reclamos salariales de los obreros, los intentos golpistas de la
oficialidad reaccionaria, para conquistar la hegemonía del bloque de
clases, para cercar a la UP y forzarla a cumplir su labor de gendarme
del movimiento obrero. Desde 1970 hasta el 29 de junio de 1973, la
pequeña burguesía y la burocracia burguesa de “izquierdas” tuvieron
hegemonía en el bloque y retrocediendo, haciendo concesiones una
vez al movimiento obrero, otra a la alta burguesía, lograron imponer
su política. Pero la pequeño burguesía no puede dirigir los destinos
de un país capitalista por mucho tiempo, sólo puede hacerlo cuando
la burguesía necesita de su “radicalismo” para impulsar reformas o
engañar al movimiento obrero. Cumplido el programa de reformas,
la alta burguesía arrojará a la pequeña como un limón exprimido o la
obligará a arrastrarse hasta 1976 cumpliendo fielmente su programa
de estabilización, ordenamiento y paz social. Los días del Allende
imponente, seguro de sí, bravucón, han terminado, para, al finalizar
su mandato, verlo convertirse en un viejito inseguro, dócil al mandato
de sus amos.
50
permite todavía comprender cada uno de los fenómenos ocurridos,
para los cuales nos proponemos hacer un análisis especial en los
próximos números, pero es el fenómeno central que nos permite
comprender el fracaso de la “revolución del vino y la empanada”,
fenómeno que deforman cuidadosamente los panegiristas del bloque
de clases.
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51
Allende, tras señalar la dificultad del momento político, reclama
serenidad para evitar dos grandes peligros: “la distorsión de nuestra
economía y la crisis político institucional del país”. ¿Qué quieren decir
“nuestra” economía, “nuestro país”? ¿Acaso la clase obrera ha
tomado el poder? ¿Acaso la burguesía no se sigue enriqueciendo a
costa de la clase trabajadora? El comienzo del discurso nos pone sobre
aviso y, en adelante, quien lea con atención, verá claramente qué lejos
está Allende de hablar en nombre de los intereses de la clase obrera.
No sólo reconoce que se han devuelto las industrias tomadas el 29 de
Junio, sino que se compromete a arreglar la situación de las 20
empresas que quedan en situación “irregular”.
52
Para justificar la colaboración con la DC dice que ésta es el partido
mayoritario y “democrático” de Chile. ¿Pensará que los obreros han
olvidado la represión durante el gobierno de Frei?
Al decir que “el poder popular debe depender del gobierno”, incurre
en una flagrante contradicción anti-obrera, pues, si no debe haber
dualidad de mandos, la clase obrera queda en manos de esa misma
institucionalidad que permite la destitución “legal” del gobierno.
Apoya así los conceptos de Figueroa, en el sentido de subordinar
todos los órganos autónomos de la clase obrera a las directivas de la
burocracia de la CUT. En una forma cobarde y típicamente estalinista,
acusa a todos los que se oponen a su política (por la izquierda) de ser
pagados por la CIA y aunque dice estar dispuesto a dialogar con los
grupos “equivocados”, la realidad es que está decidido a “garantizar
la tranquilidad y el orden social”, es decir, la explotación de los
obreros por los burgueses, en una etapa que, en el mismo discurso ha
calificado como capitalista. La única forma que tienen los burgueses
de garantizar “el orden social” es reprimir las protestas espontáneas
de las masas.
53
En su intento de seguir confundiendo a la clase obrera y
tranquilizando a la burguesía, Allende dice cuánto le duele ver las
colas para el pan. Y, por eso, la solución para esas colas, es terminar
“con ese economicismo absurdo, camaradas”. La clase obrera tendrá
que aceptar, si el “compañero” Presidente se lo pide, para que su
compañero Presidente y todos los de su calaña sigan viviendo como
burgueses, con sus cargos de senadores y diputados, tendrá que
aceptar un reajuste ¡¡¡por debajo del alza del costo de la vida!!! “No
sólo de pan vive el hombre” dice con insolencia de burgués quien
seguramente no conoce lo que significa la ausencia de pan en una
mesa obrera.
54
Para Figueroa, las tareas de los obreros en el período actual son: la
primera, una tarea que los burgueses hace siglos vienen
encomendando a la clase obrera: producir y producir; y segunda,
controlar la distribución. Así, el reformismo, servidor de la burguesía,
quiere desviar las energías de la clase obrera de la lucha de clases y
apartarla de la lucha por la socialización de los medios de producción,
haciéndole creer que, si se controla la distribución, se “modera” la
explotación.
55
surgido (cordones, comandos comunales, etc.) y de todos los que
surjan más adelante. Hay que explicar pacientemente a todos los
obreros que el plan del reformismo es atarlos a la CUT para tenerlos
controlados y garantizar a la burguesía el desarrollo de esta “etapa”
capitalista. La única forma de evitarlo es desarrollar
permanentemente la democracia obrera en estos organismos que han
surgido espontáneamente, y llegar a acuerdos con todos los obreros
que estén dispuestos a defender la autonomía de la clase, sean
socialistas, comunistas, democristianos, miristas, etc. Pero, en este
acuerdo por la defensa de la autonomía proletaria, los obreros
revolucionarios plantearemos siempre, en primer término, el
problema de la revolución socialista y el poder obrero así como la
cuestión de la propiedad de los medios de producción.
56
la plusvalía, fortalecer a su enemigo el capital y a sus órganos de
represión, el Ejército, el Estado.
Al mismo tiempo que se termina con este engaño, hay que luchar por
la defensa y aumento del salario real. La revolución socialista tiene
como objetivo realizar la dignidad, la felicidad y el bienestar de las
grandes masas de explotados de la sociedad. Mientras no se haya
hecho esa revolución, mientras los obreros no decidan ellos mismos
la economía y la política a seguir, nadie tiene derecho a pedir a los
obreros ningún sacrificio de su bienestar, por otra parte tan escaso.
Y quien llama “economicistas” a los obreros que luchan por mejorar
su nivel de vida no tiene nada que ver con los intereses de la clase
trabajadora. En su manía descarada de confundir a las masas, estos
falsos revolucionarios tergiversan la crítica leninista al economismo,
que era una crítica dirigida a los pequeñoburgueses que opinaban que
los obreros no tenían que hacer política, sino sólo luchar por sus
reivindicaciones económicas. Para Lenin y para todos los marxistas
revolucionarios, es indispensable unir las luchas económicas de la
clase con sus luchas políticas, para poder dirigir a las masas atrasadas
conduciéndolas al logro de sus justas aspiraciones y deseos. La CUT
y la UP están empeñadas en solucionar la crisis económica a
costa del trabajo de la clase obrera y no expropiando a la
burguesía explotadora. Frenando las luchas de los trabajadores por
sus salarios, la UP ha dividido a la clase y ha permitido a la DC llevar
a cabo una política demagógica en varios sectores. Los obreros
revolucionarios deberán estar presentes en todas las huelgas,
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explicando a sus compañeros que, mientras se acumulan fuerzas para
hacer la revolución, la única forma de disminuir la explotación,
fortalecer a la clase obrera y debilitar a los capitalistas, es luchar por
un aumento del salario real y por el control de los precios. Sólo así la
clase obrera logrará la unidad, y la unidad y la conciencia constituyen
la fuerza de los trabajadores revolucionarios.
58
campesinos y pobladores; y porque el socialismo se construye con
hombres comunes, que se corromperán si el régimen les ofrece las
posibilidades.
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6. CUT-CORDONES-COMANDOS
59
Queremos destacar la importancia de los Cordones Industriales y los
Comandos Comunales en su relación con la CUT y por tanto, como
herramientas de lucha de nuestra clase.
Las más importantes de las causas que generan los Cordones serían:
1) La deficiencia y vacíos de nuestras organizaciones tradicionales, y
aquí tendríamos que analizar el carácter de la CUT; 2) Las ofensivas
patronales; y 3) La integración a la lucha de nuevos sectores del
proletariado.
LA CUT
60
Felizmente los esfuerzos y sacrificios por la unidad culminaron
exitosamente cuando se convocó a un Congreso Constituyente de la
Central Única con fecha 2 de Enero de 1953, llamado por
Federaciones, Confederaciones, Agrupaciones y Sindicatos de ese
entonces. Del resultado del Congreso nace la CUT con una declaración
de principios en la cual se cuestiona totalmente el sistema capitalista
y la propiedad privada. Se plantea la construcción del socialismo. La
unidad y organización del conjunto de los trabajadores, sin distinción
de partidos ni credos políticos, es un gran avance y un cambio
cualitativo para la lucha histórica de los trabajadores de este país.
61
resultado que sectores sociales ajenos a la clase obrera metan su cuña
y arrastren a sectores de trabajadores, demagógicamente,
produciendo divisiones en el movimiento de trabajadores.
OFENSIVA PATRONAL
CORDONES Y COMANDOS
63
Nacen, por un lado para llenar los vacíos de conducción de la CUT y
por otro, tratando de unir al conjunto de los trabajadores
territorialmente, en respuesta clara y precisa a la ofensiva de los
patrones, como quedó demostrado en Octubre y posteriormente,
aunque con menos fuerza.
64
los partidos, hecho que ha convertido a los Comandos en cualquier
cosa menos en órganos de poder del proletariado.
Pero todas estas son tareas de los propios trabajadores, los viejos
dirigentes y los trabajadores jóvenes que hoy se suman a las luchas
de nuestra clase. Así estaremos desplegando una gran fuerza en
nuestras organizaciones, donde debe primar el respeto entre
trabajadores y nuestra propia democracia. Esto no podrá ocurrir
mientras estemos subordinados a direcciones políticas o partidos
ajenos a la clase, que supuestamente "representan" nuestros
intereses y asumen por nosotros nuestras propias tareas.
65
Esta es una tarea dura, ya que necesitamos superar una nueva
ofensiva e intentona de aquellos partidos de "izquierda" que hoy
devuelven industrias, permiten el allanamiento militar de las
fábricas, con consecuencias graves e ignorando el verdadero sentir de
los trabajadores.
CORREO PROLETARIO
REPRESENTANTE LEGAL:
SERGIO ZORRILLA F.
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CORREO PROLETARIO N°2
Número 2 -Año 1975 -Noviembre
7. EDITORIAL
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Estas corrientes, que impulsan la autonomía de clase y de
independencia política del movimiento proletario chileno, habían
recobrado su fuerza, sobre todo, a partir de la crisis revolucionaria
del 72, y mostraban el desarrollo de una honda crisis entre la clase
obrera y los partidos o grupos que proclamaban expresar sus
intereses. A partir de este período los obreros conscientes comienzan
a percibir, con más claridad que nunca, que los partidos políticos y
las estructuras sindicales no expresaban las aspiraciones que
deducían de su enfrentamiento con el capital y de su desafío al poder
del Estado burgués. Esta ‘anomalía’ fue reconocida con pánico por la
burguesía, la que, desde ese momento, se dedicó casi exclusivamente
a exigir garantías de control sobre el MO, quien escapaba a cualquier
manejo burocrático. Como consecuencia de este proceso comienza,
entonces, a profundizarse la crisis que invade la sociedad. La
burguesía activa sus gremios, agudiza la lucha social directa. La crisis
de representatividad política cubre al conjunto de las clases, síntoma
inequívoco de que un sistema estaba derrumbándose.
70
COPs., estructurando una auténtica prensa obrera alrededor de lo
que comenzaba a ser una poderosa vanguardia revolucionaria obrera.
71
expresan, esa vocación histórica del proletariado chileno: la lucha
contra el capital, su economía y sus instituciones, la transformación
revolucionaria de la sociedad, la construcción del socialismo.
Frente a este hecho, que explica, por otra parte, el desenlace del
enfrentamiento de setiembre 73 la clase obrera y el proletariado en
general fue tomando conciencia, cada vez más, de la separación
artificial que el reformismo establecía entre lo social y lo político, la
lucha económica y sus consecuencias políticas, en resumen, fue
constatando la crisis de los partidos.
72
entonces, a un movimiento real. De desafío y cuestionamiento de la
relación establecida entre los partidos políticos y las clases sociales,
cuestionamiento que no nace de la cabeza de los ‘revolucionarios
profesionales’, sino de la lucha de clases misma.
73
los intereses inmediatos y estratégicos de la burguesía en orden a
cambiar radicalmente la relación entre capital y trabajo.
74
doble actividad: por una parte enfrentar los problemas inmediatos de
su organización, por otra, la necesidad de retomar críticamente su
propia experiencia. Dos necesidades que se condicionan y que exigen
una clara conciencia, educada en la lucha cotidiana y en el estudio
organizado de las experiencias históricas del MO en el mundo. En la
base de esta exigencia está la necesidad histórica de superar los
antagonismos y la separación establecida por las clases dominantes
entre la teoría y la práctica política. Superación que para el
proletariado significa, precisamente, el camino hacia la destrucción
de la sociedad de clases.
75
después de hablar durante años de socialismo y revolución, huyeron
acusando al proletariado de creerle sus propias mentiras.
Sabemos que nuestra tarea no es fácil. Y que cumplir con los objetivos
propuestos significa no sólo la participación económica, sino también,
y fundamentalmente, la política. Pero en esta etapa de nuestro
desarrollo, el sostenimiento de COP y de lo que él representa en
términos de las metas que tenemos por delante es fundamental.
76
No queremos apelar a los compañeros con las usuales exclamaciones
sobre la prensa independiente de la clase obrera. Después de las
experiencias que nos ha tocado vivir, dejemos que las páginas de COP
hablen por sí mismas.
CORREO PROLETARIO
60 Welbeck St.
Londres -W 1 M 8 JN
Inglaterra.
________________________________________________________
77
8. Chile en el
mundo
Lo ocurrido en Chile
a partir del 70, y
después del 11-9-73,
se ha convertido en un punto de referencia para Gobiernos y partidos,
organizaciones patronales y sindicales, burguesía y proletariado.
78
contra la Junta, levantando las consignas del internacionalismo
proletario y manteniendo una actitud firme, a pesar de las presiones
ejercidas para que el boycot no supere el nivel de las simples
declaraciones. En fin, la izquierda mundial coloca el caso chileno
como un punto de referencia obligado en sus análisis, documentos y
publicaciones. La gran prensa europea también se ocupa con
dedicación a publicitar y analizar el significado de las consecuencias
del derrocamiento de Allende. Obviamente, este fenómeno no es
casual, ni responde meramente a una preocupación humanitaria
frente a la carnicería cometida por el ejército chileno. La reacción
mundial al golpe de estado que derroca a la UP tiene un significado
político, el cual adquiere contenidos y dimensiones diversas,
dependiendo de dónde, cómo y cuándo se expresa.
79
Lo que primero nos salta a la vista, por ejemplo, es preguntarnos por
qué ocurre esto por Chile y no por Indonesia. Creemos que podemos
acercarnos a una respuesta desde varios puntos: Chile aparece como
uno de los desenlaces posibles a que la actual crisis del capitalismo
puede conducir. En segundo lugar, la movilización del proletariado
chileno viene a conectarse con las aspiraciones y luchas actuales del
MO en el mundo, entregando un cúmulo de experiencias, cuya
importancia se realza por la ubicación histórica del proceso: desde la
segunda guerra mundial el MO chileno es uno de los primeros que
pone en cuestión el orden capitalista occidental, en un proceso
prolongado y complejo, abriendo un periodo de enfrentamientos
entre el capital y el trabajo al interior de la crisis internacional del
capitalismo. Desde aquí comienzan a desprenderse lecciones que son
‘asimiladas’ en forma diversa.
80
ejemplo, enseñanzas a los partidos políticos, a los gobiernos, a las
grandes organizaciones sindicales.
De este modo, las lecciones son claras: hay que explicar la terrible
derrota de la clase obrera chilena. Las consecuencias y conclusiones
que la burguesía, a través de sus partidos y de su prensa, esgrime de
cara al MO son por lo tanto didácticas: “Esto es lo que ocurre cuando
se traspasan los límites”. Y en la denuncia del “fascismo chileno” esta
burguesía rescata, entonces, un elemento fundamental de
propaganda para su propia política de opresión encubierta.
81
izquierda “comunista” europea, una importancia fundamental. Las
potencialidades explosivas de la crisis en Europa encierran una etapa
crucial de definición histórica: evitar posibles desenlaces
revolucionarios y controlar férreamente la lucha económica de los
trabajadores. Francia, Portugal, España, Italia, Gran Bretaña, son los
ejemplos más descarados.
82
20000 militantes y asesinando a más de 30000 obreros y
campesinos, para instaurar, finalmente, una de las dictaduras más
sangrientas que se haya conocido este siglo.
83
El desarrollo de la C. de S., entendida como una de las formas en que
se manifiesta la presencia de Chile en el mundo, atravesó distintas
fases, que nos demuestran, una vez más, los intereses políticos de las
clases, las que utilizan los instrumentos que una situación
determinada les proporciona.
84
del capitalismo -”la crisis de la energía”- que permitió empalmar
reivindicaciones inmediatas con la problemática chilena.
85
La política de alianzas delineada por la UP, sus esperanzas de
embarcar a la “burguesía democrática chilena” y específicamente, a
la DC, en un frente patriótico para “derrocar a la Junta”, es un factor
de primer orden en la aplicación de una determinada política para las
campañas de solidaridad, donde ya el MO, a esta altura, comienza a
jugar el mismo papel que ha jugado siempre en las políticas de esta
“izquierda”: el de una masa que de ser manipulada e
instrumentalizada para presionar a determinados sectores o
“personajes” (Frei).
86
distinta, porque éste la visualiza desde su propia crisis al interior de
la democracia burguesa, a través de sus luchas contra dicho sistema
político. Y este es otro de los aspectos que caracteriza la actual
campaña de solidaridad: la progresiva desaparición de las masas y de
la clase obrera propiamente tal, reemplazada por las burocracias de
todos los partidos, desde socialistas y comunistas, pasando por las
más reaccionarias socialdemocracias, hasta la DC, expulsada del
poder por Pinochet y, súbitamente, convertida en demócrata y
antigolpista. Hoy la solidaridad con Chile, país sumido en el
obscurantismo, se maneja desde oficinas en Berlín, Caracas, Roma,
París, etc., y adopta la máscara de la Resistencia Patriótica, sellando
la alianza melancólica entre la burguesía liberal y una pequeña
burguesía sin destino en Chile.
87
futuras luchas del proletariado chileno, a la resistencia obrera en
Chile.
________________________________________________________
88
Aunque el conjunto de estas afirmaciones entregan material más que
suficiente para esclarecer las conclusiones políticas a que se arriban
por este camino, nuestra intención no es enfrentarlas en el terreno
en que ellas se sitúan: slogans y recetas que ocultan el verdadero
proceso capitalista que tiene lugar en Chile y sus profundas
implicancias políticas. Creemos que el análisis de los dos años de
política económica militar tiene una importancia fundamental: es a
partir de la comprensión de los procesos que hoy se desarrollan en
Chile, de sus vinculaciones con la historia de nuestro país, de sus
efectos institucionales, de las forma en que afectan y modifican a las
clases, en otras palabras, es a partir de nuestro acercamiento a la
realidad, al movimiento social concreto, que estaremos en
condiciones de sacar conclusiones políticas válidas de cara a la tarea
central que los revolucionarios tienen hoy planteada en Chile: la
reconstrucción del MO.
89
vinculados al movimiento real de las clases, y a la pugna por defender
sus respectivos intereses entre el capital y el trabajo.
Hoy en Chile hay algo más que cuatro generales entregando el país al
capital extranjero. De la misma forma que también hay algo más que
el puro y simple capital extranjero explotando la fuerza de trabajo de
obrero…
90
A lo largo de los problemas históricos que el capitalismo chileno ha
tenido, en términos de asegurar su propia reproducción, fue la
burguesía la primera que se dio cuenta que ella debía poseer el cobre,
los recursos naturales y sus respectivos procesos de industrialización,
concentrándolos en manos del Estado, para generar un proceso de
acumulación capitalista en su propio provecho (ver: ‘Quiénes
Somos’).
91
comenzaron a canalizarse, en algunos casos, a través de los cordones
industriales, y, en otros, a coordinarse por una sola rama de
producción. Tal ocurrió, por ejemplo, en el cobre, donde por primera
vez en su historia, las cinco minas presentaron un pliego unificado de
peticiones, al igual que en la rama textil y en la construcción.
92
Golpe que asumió, inmediatamente, el cariz de una doble respuesta:
1) A una particular etapa de la lucha de clases (descrita) y 2) a los
problemas que impedían el desarrollo de la burguesía (crisis del
capitalismo chileno). En el primer aspecto, el golpe satisfacía los
intereses generales de la clase dominante. En el segundo, no: Después
de haberle infligido al proletariado una de las derrotas más terribles
de la historia del capitalismo, en que ninguna forma de salvajismo ha
sido dejada de lado, la burguesía chilena entró a jugar un papel al
interior del proceso que se da en el capitalismo internacional,
rompiendo, a la vez, con todas aquellas barreras locales que trababan
esta posibilidad, resolviendo las contradicciones existentes entre la
clase dominante.
93
negro. De esta manera: 1- Multiplicó sus ganancias líquidas, 2- atacó
al MO en los niveles de consumo diaria, 3- pequeños capitalistas,
tanto en su participación en el mercado negro como en la abstención
de invertir y 4- la UP, para no perder base entre ‘las capas medias’,
lanzó una inflación voluntaria, aumentando el déficit fiscal a través
de emisiones inorgánicas y tratando de mantener, -cosa que no pudo-
la relación entre precios y salarios.
94
concreto que esto último significó la ruina de cientos de medianos y
pequeños capitalistas que se encontraron, repentinamente, con una
gran masa de dinero (líquido) inservible, una aguda restricción del
mercado interno y marginados de cualquier posibilidad de reinvertir
en el mejoramiento de sus propias unidades productivas o del
subsidio público. Pero también hubo sectores de la misma burguesía
que sufrieron el golpe de la devaluación en iguales términos.
95
Los únicos que estaban en condiciones de responder a las necesidades
del capitalismo chileno eran el capital nacional vinculado al capital
extranjero o el capital extranjero mismo.
96
ganancias adecuado a las necesidades de las industrias
(reinversiones, tecnología nueva, etc.) y que, por último enfrentaban
un crédito controlado y restringido (3).
97
general, no están interesados en la incentivación de una débil
industria manufacturera, en países que ni les dan garantías de
estabilidad política, ni posee un mercado interno suficientemente
amplio. Sus inversiones se dirigen, fundamentalmente, a la
extracción e industrialización de materias primas donde pueden
aplicar tecnología intensificada que permita la reproducción del
capital (4).
98
EE.UU. poseía antes, por ejemplo, una porción fundamental del
mercado del hierro y acero chileno. Después del golpe, sin embargo,
son los japoneses quienes desplazan a los americanos. Por un lado,
financian el reequipamiento técnico de la CAP (pero no para cumplir
las mismas funciones de antes). Por el otro lado la NKK Kawasaki,
Nippon Steel, Sumitomo y Kobe firman un acuerdo preliminar para
comprar 32 millones de tons. de bolas de hierro entre julio-78 y
diciembre-85. Pero como Chile produce preconcentrados y su
industrialización origina un alto grado de polución, Mitsubishi
reducirá dicho mal en Japón construyendo una planta para producir
bolas de hierro de Chile. Un crédito para tal efecto ya ha sido firmado.
99
Los brasileños están interesados en la instalación de plantas
hidroeléctricas en el sur de Chile, como destino más factible es la
energía nuclear (7).
100
través del Estado. El abandono de determinado sector industrial no
se hace por “maldad” o torpeza. Sino porque en la aplicación de
capitales y tecnología intensificada a la extracción de materias primas
y su industrialización donde está asegurada una alta tasa de ganancia,
por las características que asume el capitalismo hoy en día.
Para hacer esto, la Junta y la burguesía han tenido que destruir las
bases sociales de la DC y la UP. Con respecto a la DC arruinando a
pequeños y medianos capitalistas, incluso a sectores burgueses,
además de un amplio sector que la DC compartía con la UP: la
burocracia estatal. 200.000 cesantes en la administración pública
desde el día del golpe han rebanado casi de cuajo la potencialidad
política de ambos sectores entre la pequeña burguesía.
101
posiciones que la UP haya podido producir surjan en el interior, sin
ninguna representatividad en Chile y sin posibilidades, por lo tanto,
de influir en los eventos que allí ocurren. Y no es casualidad,
tampoco, que la UP y la DC (el sector arruinado) tarden dos años en
producir algo como el acuerdo de Berlín, que no sólo significa nada
en Chile, sino que corresponde al último intento de paralizar la
discusión política en el único lugar donde ellos existen: el exilio.
Mientras nos quieren hacer ver el Chile que más les conviene. Sus
economistas clásicos de izquierda le dicen que el reciente descenso de
la inflación se debió a que la política “criminal” de la Junta arruinaba
a medianos y pequeños capitalistas e incluso, a algunos “peces
gordos”; cuando es, precisamente, lo que se está buscando (9). Peor:
para la UP y el MIR la quiebra de las industrias es el aumento de las
condiciones revolucionarias (!), proclamando que lo mismo hecho de
la otra manera (a la UP) habría sido mucho mejor. Tratan de ignorar
que este proceso se ha dado sobre determinadas condiciones
materiales y que el proyecto sigue latente, que ha tomado una
racionalidad y que la burguesía ha resuelto una serie de problemas
desde el punto de vista de la lógica capitalista, eliminando al
reformismo (o estalinismo) definido como la corriente que conduce a
la industrialización masiva, y cuyo proyecto, que es también el de la
burguesía, es llevado por el proletariado hasta sus últimas
consecuencias. Por lo tanto, es este quien sufre una sangrienta
derrota para que aquello, ahora sí, se pueda implementar.
102
Esto nos conduce directamente a la pregunta: ¿Por dónde pasa la
lucha política hoy en Chile? Pasa, centralmente, por la capacidad y
posibilidad de que, en función de procesos económicos y políticos, la
clase obrera se desarrolle desde su estado como clase que trabaja y se
reproduce, hasta el nivel político que le permita alcanzar su
autonomía. Esto se expresa a través de todo aquello que le posibilite
a la clase obrera desarrollar niveles mínimos de lucha contra el
capital, que la conduzcan a su unificación, en la perspectiva de una
táctica y estrategia revolucionaria.
Notas
103
Octubr Diciem Diciem Diciem Setm
1970 1970 1971 1972 1973
X= Información no disponible
104
1 Total de 3.7 8.3 1.6 -5.7
PNB
2 Sectores
PNB 2.5 5.1 -3.6 -16.1
a. 5.0 1.7 -6.5 0.6
Agricultura 3.3 12.9 3.1 -8.4
(**) 1.4 9.5 -10.6 -28.1
b Minería 4.1 7.9 4.6 -1.7
c. Industria
d.
Construcció
n
e. Otros
sectores
105
(2) Los pliegos trataban de alcanzar el índice del costo de vida,
superior al 300%. Pero tan importante como esto es que los
trabajadores le anunciaron a la UP (y por ende a la burguesía
también) que el incumplimiento de las peticiones solo tendría como
respuesta la huelga hasta el fin...
(3) Este proceso se agudizó de tal manera que la Junta tuvo que
ofrecerle a los obreros la industria textil Bellavista-Tomé, en un
intento por regular el empleo. Sin descontar la dosis de demagogia
que tal paso conllevaba.
(4) Casi todos los créditos que han ido a Chile desde el golpe han
estado dirigidos hacia la agricultura, la minería o la pesca. Tanto en
sus aspectos primarios (cultivos, extractivo) como en lo referente a
su industrialización. Además de los créditos para la compra de
alimentos y operaciones comerciales.
106
dedicado a las reservas de cobre no explotadas: su ubicación, reservas
estimadas de metal, contenido estimado de cobre y producción
potencial de cobre fino. El Abra, por ejemplo, en Antofagasta, podría
entregar hasta 6 millones de toneladas de cobre fino. El segundo
informe se refiere a los depósitos de desperdicios de cobre. De
Chuquicamata se estima, por ejemplo, que se podría recuperar cerca
de tres millones de tons. de cobre fino. Diversas compañías
americanas, canadienses, japonesas y alemanas ya tenían intereses
en estos proyectos antes del golpe. Pero solo ahora tienen las
garantías necesarias para invertir.
107
laboral normal de 130000 trabajadores, la rama textil se ha reducido
a menos de 70000.
Hirmas declaró que cerraba por seis meses, Sumar les dio vacaciones
forzosas a cerca de 3.800 trabajadores. Rayon Said anunció que desde
agosto cerraría la fábrica por 60 días.
________________________________________________________
108
¿Quiénes somos?
109
embargo, de evitar que esto pase a llevar la realidad. En tercer lugar
la referencia a nuestra existencia anterior no quiere decir que
hayamos sido un partido o un gran grupo, ya que apenas fuimos un
mínimo proyecto orgánico. Esto último trataremos de aclararlo
contando la historia del grupo en aquel período.
110
experiencia chilena en su lugar, como punto de referencia
probablemente mucho más rico que el rompimiento de la estabilidad
capitalista, sea por la lucha del campesinado, o por la extraordinaria
y repentina irrupción el MO y estudiantil francés en mayo-68, que
tanta literatura ha producido, por contraste con los tres años de lucha
del MO de Chile, casi el único lugar del sistema capitalista occidental,
en los últimos 30 años, donde la clase obrera ha atacado, en conjunto,
con organizaciones propias, el poder burgués desde una real
perspectiva de éxito revolucionario.
111
las lecciones que nos permiten avanzar hacia la elaboración de
concepciones políticas y orgánicas.
112
Nosotros tampoco podemos dar una respuesta satisfactoria a este
problema, permanece como una de las cuestiones que una actividad
colectiva en el campo de teórico y práctico debe desentrañar. Máxime
cuando la historia de dicho período deberá mostrar la existencia de
una vanguardia del MO, ausente, como una constante, durante el
período de la UP. Esto explicará gran parte de las debilidades que
permitieron la derrota.
113
nosotros no es posible sin crisis del capitalismo, a no ser que esos
sectores coincidan con la interpretación que el PC da de los
fenómenos políticos y sociales que están en la base de la UP, esto es:
que hay movilización del MO por la existencia de una política
“perversa” de la burguesía, conduciendo a la división de esta en dos
grandes fracciones. A nosotros, en cambio, nos parece claro que dicha
crisis existe y que, más aún, se profundiza durante el gobierno de
Frei. Es esto lo que permite entregar una base material a la división
de la burguesía y la movilización de clase. El capitalismo chileno tiene
una historia que no tocaremos. Pero hay una característica que salta
a la vista durante casi toda su existencia: su incapacidad de
acumulación. Lo cual impide su reproducción. Ambos fenómenos,
que surgen de la estructura del capitalismo chileno, han sido
reducidos por la subvención constante del Estado, en términos
financieros y económicos, permitiendo la expansión del sistema:
organizando los mecanismo de intervención para resolver la falta de
acumulación donde ésta se produce e impidiendo el descenso de la
tasa de ganancia con una composición orgánica superior a la media.
114
era necesario desarrollar una actividad económica para asegurar
dicha reproducción (Banco Osorno y la Unión Deutsche
Sudamirakanishe Bank-Dresdner Bank-, Fondo Crecinco –Intl.Bsic
Economy Corp.-etc.) y 4/Donde aseguraba el proceso de ventas del
producto (Hucke S.A., Eperva S.A. – ambos de W.R Grace-Mobil Oil
de Chile, etc.). Esta situación le permite a ciertos capitales
reproducirse y ser competitivos, pero la mayor parte de los sectores
llamados tradicionales de la burguesía siguen marcando el paso,
aunque son directamente amenazados por el avance de estos
capitales más agresivos hacia el control de Estado, de los créditos de
éste y de su destinación. Estos es para nosotros una primera etapa de
la crisis de la década del 60: es decir la urgencia por resolver esta
contradicción al interior de la burguesía que produzca un capitalismo
chileno competitivo en el exterior (entendiendo que para nosotros
crisis no quiere decir holocausto del sistema, sino que la incapacidad
de seguir reproduciendo el capital bajo determinadas condiciones).
Este es gobierno de Frei. El cual se combina con una coyuntura
internacional: la tendencia por parte de los capitales a invertir en la
industrialización de las materias primas, dejando en manos de los
estados la propiedad de sus recursos naturales. El proyecto que
representaba la DC fracasa. Es incapaz de resolver, por un lado, el
proceso de concentración de capitales que provengan de estas
materias primas en poder del Estado y de eliminar las sangrías
fiscales (el problema agrario) y, por el otro lado, de profundizar la
quiebra de sectores capitalistas en crisis, retomando esa masa de
capital que le permitiera la reorientación del capitalismo chileno.
Dicho fracaso es el de la imposición de una fracción de la burguesía
115
como dominante, y el fracaso en el intento de supresión de los
sectores en crisis para reubicarlos posteriormente. Y a otra etapa en
la crisis del capitalismo.
116
creemos que esto haya sido así. Efectivamente, en aquel período
surgieron contradicciones entre sectores de la clase y dirigentes de la
CUT y el PC que no alteraban radicalmente el contenido de las
reivindicaciones de los trabajadores. Contradicciones que surgían por
dos causas. Por un lado, a medida que el fracaso de la DC, se hacía
patente, un proceso de endurecimiento ganó las esferas del partido
DC respecto de las luchas de los trabajadores, lo que se expresaba en
represiones a movilizaciones callejeras y en la negativa a negociar las
huelgas, tratando de derrotarlas por efecto del tiempo. Las huelgas se
contaban por centenas. Esta masificación presentaba dos aspectos
interesantes. Uno de ellos es que sobrepasaban los organismos
burocráticos de la CUT. El otro es que a esta ola de lucha se integran,
por primera vez, sectores obreros y campesinos sin experiencia
sindical. Ambos factores generan sus consecuencias desde el punto de
vista de las actitudes del MO, las que tendientes a desbaratar los
objetivos del gobierno, endurece la situación política, entrando en
contradicción con el PC, quien temía no poder llegar a las elecciones.
117
hecho, que se hará patente con el transcurrir del tiempo: la absoluta
incapacidad de la CUT para responder a una clase que se pone en pie
de lucha durante un período más o menos largo.
118
fuerza represiva, a pesar de los niveles alcanzados por la lucha de
clases.
119
La UP busca la concentración en manos del Estado de una serie de
actividades, fuera de aquellas que ya son atributo de él. En primer
lugar, la extracción de materias primas. En segundo lugar, las
actividades económicas que subsisten gracias a los créditos del
Estado. En tercer lugar, los mecanismos que regulan las leyes del
mercado, es decir, de los monopolios que se oponen entre el
productor y el consumidor. En cuarto lugar, la superación de la
sangría fiscal. Y por último, un cierto control de los mecanismo
financieros, a través de los cuales se quiere utilizar una capacidad de
ahorro existente, impidiendo que ésta se empleada por los sectores
que se pretende nacionalizar.
120
precios de las materias primas que intervienen en el proceso
productivo de dichas industrias (incluso, por ejemplo, la electricidad).
A esto se une, además, la decisión de implementar a través de la
CORFO una política de importaciones en términos preferenciales. Por
último, tiene que poner todo el peso de Estado al servicio de una
futura política competitiva en el campo exterior.
121
En el medio de esta contradicción se desenvuelve la lucha del MO. Lo
que, paulatinamente, crea las condiciones de unificación entre
sectores del MO, los que se diferencian entre sí por el tipo de capital
a través del cual se convierten en obreros.--
122
El MO es el producto social que surge del desarrollo del capitalismo.
Las contradicciones que este conlleva ubican al MO como su
sepulturero. Esto será así, solamente a través de un proceso político
en el que los trabajadores se expresen como clase, resolviendo
orgánica y políticamente las tareas de la destrucción del sistema. Esto
supone que en el lapso histórico en que se desarrolla la lucha por la
revolución, se destruye la división social del trabajo, la que encadena
al obrero a su máquina, a su taller, a su fábrica, a su rama productiva.
Es así como él se ve a si mismo y al mundo y desarrolla su lucha
reivindicativa contra el capital. Destrucción que implica la unificación
de las reivindicaciones concebidas ahora como reivindicaciones
generales de toda la clase, abriendo el camino hacia la crisis
revolucionaria. Pero, como vemos, ahora ya no hablamos solamente
del MO, sino que hablamos que también se moviliza el conjunto del
proletariado. Más aún el MO desarrolla organismos de clase que
concretizan este proceso sobrepasando a sus propias organizaciones
“unitarias” anteriores, las que han surgido y se han desarrollado en
medio del fraccionamiento antes citado. Su destino es el
desaparecimiento o su “conversión” a la nueva situación creada, Este
proceso se dio en la clase obrera chilena. Su comienzo se ubica a
finales del 71 y comienzos del 72. La falta de concretización de dicho
proceso tendencial explica, en gran parte, la derrota infringida por el
golpe de Estado.
123
UP. Desde la instalación del gobierno hasta las fechas mencionadas
no hay una actividad independiente de los trabajadores. Su lucha se
confunde con el cumplimiento del programa económico de la UP. De
hecho, hay sectores del proletariado que desarrollan una actividad
independiente (Rayon-Said, Bellavista-Tomé, Indumet, sectores
campesinos). Pero el comienzo del desequilibrio creado por la política
de la UP, la constatación de sus debilidades y conciliaciones, el
proceso de burocratización generado alrededor de la nueva gestión
del Estado (Interventores, cuoteo, repartija indiscriminada, etc.), el
creciente sabotaje de sectores de la burguesía su contraofensiva, que
comienza a ganar las calles, la prensa y las radios, coloca a la clase
obrera frente a la siguiente situación: por un lado, desciende el salario
real, vía la inflación y el mercado negro, (véase la estadística siguiente
de los cambios en el salario real)
(Fuente: OEA)
124
(…) y, por el otro, sus intereses son abiertamente atacados por la
burguesía. Esto genera un doble proceso al interior del MO: aumenta
la lucha reivindicativa y aparece una Izquierda Obrera (IO). Esta
representa a sectores de la clase que, sin desprenderse de la
dominación ideológica de la UP, inicia una actividad política
independiente como respuesta a la coyuntura mencionada, lo que
conduce al desbordamiento y agotamiento del programa de la UP por
la izquierda. Los ejemplos sobran: son obreros del PS de Sumar,
obreros de izquierda, en general, de Elecmetal, Hirmas, Indumet,
Copihue, Comandari, Cristalerías Chile, Pesqueras de San Antonio,
etc. Esto genera un proceso contradictorio. La mayoría del MO lisa y
llanamente comienza a romper su identificación con la UP luchando,
centralmente, por la mantención de sus reivindicaciones. La IO
también busca una solución al descenso real del salario, pero no a
través de los partidos, sino que en la propia actividad de clase. Para
ella la clave de los problemas que hemos hecho mención es el control
de los medios de producción, en los cuales se asienta el poder y la
actividad política de la burguesía. La historia no está hecha por/para
los esquemáticos, nos mostró una vez más que la lucha económica y
política no pueden ir separadas. Menos en un período como el que
comentamos.
125
del capital –medianos y pequeños capitalistas no podían pagar las
alzas de salarios que impidiera un ascenso real de ese.
126
industria electrónica, pequeña industria con mediana y gran
industria. Por otro lado, el CI tiende a desarrollarse como vehículo
que expresa los avances autónomos del MO.
127
Definiremos dicha crisis de una manera global, para profundizar
respecto a sus efectos en el seno del proletariado.
128
la clase dominante. La ausencia de un Estado y de una política
respecto a dicho desafío plantea el conflicto en su exacto lugar, es
decir entre el capital y el trabajo. Con la diferencia gigantesca de que
la huelga era la huelga del capital. Era su negativa a cumplir su
función social. Y como el obrero y el proletario, existen como
hombres solamente en tanto son obreros, campesinos, etc. Entonces
era su propia existencia la que estaba en juego. Lo que en las
condiciones descritas era una provocación a la actividad, nivel de
iniciativa y confianza que el conjunto del proletariado venía
desarrollando en el último período.
129
síntomas del desarrollo de una crisis revolucionaria. ¿Qué
entendemos por esto? El establecimiento de una correlación fuerzas
que le permite al proletariado construir su autonomía política e
ideológica, generando una vanguardia al interior del MO que, sobre
la base de este proceso, lo conducirá a plantearse el problema del
poder. La vanguardia de la clase desarrolla y profundiza los CI en este
período, aportando, a la vez, todo su esfuerzo a la construcción e
implementación de los prematuros organismos de doble poder: los
Comités Coordinadores de Trabajadores.
130
la UP, le permite a la burguesía y a la burocracia UP cerrar el período
de octubre con la derrota de la clase obrera.
131
romper con los sueños, de la pequeña burguesía UP y preparar, como
única salida, el golpe de Estado.
132
comprar a través de los organismos creados por su propia
movilización.
133
MO establece que la unificación, que se venía dando por la alianza de
determinados sectores del proletariado, se torne insuficiente para
desatar otra ofensiva. Porqué la única forma de derrotar dicha
correlación de fuerzas era replanteando el conflicto en su exacta
dimensión, es decir, entre clases que se oponen antagónicamente. No
queremos decir con eso que los obreros debían armarse o adoptar
una política revolucionaria marxista –lo que hubiera sido
extraordinario- sino que, dada la etapa por la que atravesaba el
conflicto social y político, el proletariado respondiera generalizando y
masificando la lucha económica. Lo que aseguraba el desarrollo de
una política independiente de la clase, profundizaba los elementos
conducentes a una crisis revolucionaria y creaba las condiciones
materiales para el desarrollo de sus organismos, con los cuales se
planteara, paulatinamente, el problema del poder. Para lograr todo
esto era necesario o paralizar el país o controlar el equilibrio político
y social entre las clases desde los centros de decisión y reproducción
del sistema en su conjunto. Lo que equivale a decir que sectores
específicos debían entrar a funcionar de una manera decisiva. Nos
referimos al enclave minero: los obreros del cobre, del salitre y del
carbón. Porque la estructura del capitalismo chileno, las
características de su desarrollo, establecen que el conjunto de las
relaciones sociales de producción (es decir, la propia reproducción del
país) gira alrededor del enclave. Desde donde surge el MO que,
históricamente, ha encabezado las luchas contra el capital. El
fraccionamiento de la clase obrera a que hicimos mención
anteriormente también se expresa en el aislamiento burocrático que
la CUT les impone a los obreros del enclave, conectándolos con el
134
resto de los trabajadores solamente a través de lo que se llama el
plenario de federaciones. Instancia orgánica que en el período que
comentamos es utilizada por la UP como auxiliar en la
implementación orgánica y política de su programa. Este fenómeno
se agrega al hecho objetivo de que son las ciudades en donde la
confluencia de distintos sectores del proletariado en lucha permite
adquirir un mayor nivel de conciencia. El aislamiento geográfico del
enclave, con una concentración urbana de determinadas
características, con el peso burocrático de la CUT, impide el encuentro
de la vanguardia surgida en el impulso de los cordones con la
vanguardia histórica del proletariado chileno. Unión que habría
permitido desencadenar las condiciones para el desarrollo ascendente
independiente del MO. Lo que mirado desde el punto de vista del
golpe, plantea dramáticamente el problema de los ritmos de esta
lucha, la que comienza a desarrollarse, nuevamente, después de
marzo-73, de una manera aislada, pero generando condiciones para
dicho encuentro.
135
del Estado capitalista, de la burguesía y del conjunto del sistema. Las
estadísticas sobre el movimiento huelguístico en esta etapa confirman
de sobra lo anterior.
136
dirección UP que murió en combate, Salvador Allende, dejó
claramente establecido, a través de sus palabras y actos, el
comportamiento de un hombre que dirigió, consecuentemente, la
aplicación del programa reformista: cae defendiendo los principios
del honor, de la democracia burguesa, de una constitución, en fin, que
sellaba jurídicamente la centenaria explotación de la clase obrera.
Muere defendiendo la casa de los presidentes. Pero ¿Quién pudo
haberle exigido que combatiera junto con los trabajadores en los
cordones industriales, si estos eran la negación de lo que
representaba? Nadie. Ni siquiera los obreros se lo exigieron.
Pero los que le pidieron a la UP, durante tres años, que cumpliera con
su programa, sin comprender la profundidad de la actividad política
de la clase trabajadora, también fueron consecuentes durante el
golpe. Primero le demandaron a la UP que combatiera y como,
obviamente, ésta no lo hizo, retrocedieron para proteger su partido.
Siguieron sin comprender que en el estado de conciencia y
organización de la clase obrera se encontraba la única respuesta
posible al golpe militar….
137
Proveníamos de distintas organizaciones políticas de la izquierda
chilena, aportando los contenidos problemáticos que surgían de la
falta de adecuación entre estas organizaciones y el proceso
encabezado por el MO. Falta de adecuación entre estas organizaciones
y el proceso encabezado por el MO. Falta de adecuación que no
provenía, tan sólo, de lo incorrecto de su línea política, sino que,
además, de la absoluta incapacidad orgánica para enfrentar el
proceso mencionado. Lo anterior se manifestó en un flujo de
militantes hacia fuera de los partidos, a partir, centralmente, de la
experiencia de octubre. En aquel momento, gracias a la actividad
desarrollada por los trabajadores, aparecen una serie de discusiones
que son reprimidas por las distintas burocracias, o, a lo sumo, dejan
sin respuesta a las interrogantes.
138
las corrientes autónomas del MO. En este sentido se ubica nuestro
trabajo y nuestra relación con los trabajadores en Santiago y en el
Norte del país, fundamentalmente, en Chuquicamata. Es desde esta
perspectiva que aparece en agosto- 73, el primero número de
CORREO PROLETARIO.
139
son esas lecciones. Ni porqué esa experiencia puede tener el derecho
de ser estudiada por la clase obrera y los revolucionarios de todo el
mundo, como uno de los elementos constitutivos de su lucha contra
el capital.
Nada nos sorprende más, que quienes dicen tener un trabajo en Chile,
afirmen una y otra vez que la clase obrera se expresa, desarrolla y
organiza en sus organizaciones tradicionales –PC y PS-, como si el
MO no tuviera historia y la derrota de septiembre no hubiera
significado nada.
140
Nada nos sorprende más que se hable de 30000 muertos, de miles
apresados, torturados y encarcelados, de las condiciones terribles en
que hoy día nuestro proletariado vive, y se insista, a la vez, sobre el
permanente mejoramiento de las condiciones revolucionarias.
Nada nos sorprende menos que el acuerdo de Berlín. Por ello es que
hemos debido, necesariamente, ajustar cuentas con la experiencia
aniquilada a sangre y fuego por el golpe de Estado. Por lo menos en
una serie de cuestiones centrales. Por ello es que, además, en este
mismo período, hemos tratado de avanzar en una serie de aspectos,
entre ellos, el de las condiciones materiales en el que hoy se
desenvuelve la lucha de clases en Chile (ver: “La política económica
de la Junta”).
141
reorganización de la clase como algo que le permite subsistir
políticamente. Ellos, necesariamente, deben concluir un acuerdo con
una fracción de la burguesía para abrir las puertas a una forma de
sociedad que el golpe enterró. 3/ Pero las tareas conducentes a la
reorganización precisan de una tendencia revolucionaria, surgida del
seno de los trabajadores –por lo tanto compuesta, centralmente, por
obreros- que superando las debilidades, sobrepase las barreras y
prepare y desarrolle las tareas políticas que permitan la alteración de
la actual correlación de fuerzas en la consecución del objetivo citado
en el punto 1/. 4/ Pero si es a través de esta tendencia revolucionaria
como se reorganiza la clase, ésta debe evitar la repetición de lo que
debilitaba al MO. Debe evitar, por ejemplo, la reproducción mecánica
de la CUT, lo que desde el punto de vista de la tendencia se expresa
como la exigencia práctica y teórica de superar el pasado. 5/ Esta
tendencia la concebimos no como partido; por varias razones: porque
tenemos una concepción de la construcción de esta que presupone la
asistencia de obreros de vanguardia, los que participan activamente
en su fundación y desarrollo. En segundo lugar, porque la actividad
política no comienza o termina solamente con el partido. Además, un
partido supone un nivel de obligaciones que no estamos en
condiciones de cumplir exitosamente en las actuales circunstancias.
Lo que no quiere decir una falta de deseo, sino más bien, la existencia
objetiva de una derrota de la clase obrera. Porque el partido se
prepara a sí mismo para desarrollar una agitación y una política. Y la
tendencia, en cambio, busca preparar, a veces de una manera
inorgánica, con propaganda, consignas, a pequeños organismos
donde se desarrolla la reflexión y la aparición de nuevos cuadros.
142
Digamos que el partido se prepara para actuar bajo determinadas
condiciones y la tendencia prepara éstas. Y su desarrollo, el cambio
en sus apreciaciones tácticas y programáticas, está dado por lo que
suceda al interior de la clase, sin necesidad de competir con otras
organizaciones que puedan nacer de la clase (esto significa que
hablamos de LA TENDENCIA, como única y exclusiva).
143
retraso o estancamiento, por ejemplo, con relación a la participación
del MO en la lucha política. En aquellos que no entienden esto se
puede producir una serie de desviaciones. La que más nos preocupa
en este momento es el obrerismo. ¿Cómo aparecería esto? Como la
intención de dividir a pequeños burgueses y proletarios del MO, en la
lucha por la construcción de la tendencia revolucionaria.
Reivindicación, por un lado correcta, en el sentido que es la pequeña
burguesía UP la que dirige el proceso 70-73. Pero por el otro,
incorrecta, ya que no comprende que las tendencias autónomas del
MO son la combinación de una serie de elementos, detrás de los
cuales se encuentra la crisis del capitalismo. Expliquémonos: para
nosotros el partido y el proyecto tendencial que buscamos hoy
concretizar no emergen de la unión entre el socialismo y el MO
espontáneo (entendido esto último como reflejo casi primario de la
clase), en la cual los intelectuales aportan el socialismo como ciencia
desde fuera de la lucha de clases. Muy por el contrario, pensamos que
solo la clase obrera es capaz de segregar sus formas de lucha, así como
sus objetivos. La experiencia histórica del MO es expresión de sus
aspiraciones, de sus decepciones y, sobre todo de sus fracasos más
que de sus victorias. Sobre la base de estas experiencias se desarrolla
la organización que, buscando en la historia la causa de sus derrotas,
interpreta de cerca el desarrollo del capitalismo y genera su ideología,
ayudando a la clase obrera y contribuyendo a su maduración. Pero
esto está mirado desde la gran perspectiva de la historia, desde el
balcón construido por los teóricos revolucionarios, quienes aparecen
al interior de la confrontación entre las clases y nos permite observar
la experiencia del MO internacional con continuidad.
144
Lo que no significa olvidar los períodos de retroceso, los períodos en
que el reformismo agrupa a la clase obrera tras de sí, los períodos de
barbarie en que la clase obrera es abatida brutalmente. Período en los
cuales, sobre todo este último, las tácticas que pretenden establecer
las mejores condiciones para el desarrollo de la lucha revolucionaria
tiene el accionar de la clase obrera como trasfondo, pero son
ejecutadas por sus sectores de vanguardia, por los sectores más
avanzados del proletariado, por los revolucionarios en general,
quienes armados con la ideología anteriormente mencionada,
permite el avance de la clase obrera.
________________________________________________________
145
9. Apuntes sobre el proceso portugués
El 25 de abril de 1974 el régimen fascista más viejo del mundo se
desplomaba ante el pronunciamiento militar de un grupo de oficiales
de mandos medios.
146
Pero las guerras coloniales y la emigración masiva de los trabajadores
rurales hacia Europa, reduciendo considerablemente el ejército de
reserva con que el campo había tradicionalmente provisto las
147
cereales, trigo, etc.- tuvieron que ser importados, con lo cual se
agravó el déficit de la balanza comercial
148
portugués, que trata hoy de resolver el problema de su reproducción
en medio de un creciente proceso de movilización y organización de
la clase. En estas últimas semanas la burguesía trata de implantar un
programa de "austeridad": racionamiento de los productos de
consumo básico, control de precios, congelación de salarios, término
de cualquier negociación de los pliegos de peticiones en las industrias
y disminución en un 15% de los salarios más altos. Hoy, para la clase
obrera portuguesa, la lucha económica comienza a confundirse con
la lucha política y la organización de la primera servirá para impulsar
aún más la segunda y viceversa.
149
Pero lo que expresa este su deseo precisa de condiciones materiales.
¿Están dadas estas? No, si vemos la urgencia que para la burguesía
tiene imponer la contrarrevolución. El ejército, instrumento a través
del cual intentó imponer su política, ha entrado definitivamente en
crisis. Parte de sus oficiales y soldados están ahora organizados en el
Soldados Unidos Vencerán (SUV), que nace el 4 de setiembre,
estableciendo un programa unitario de lucha junto con el MO,
buscando impulsar una ofensiva de clase de carácter autónomo.
150
Con el recrudecimiento de la lucha de clases las En agosto-75 aparece
el documento Melo Antunez, alrededor del cual se polariza la derecha
del MFA. Días después aparece el documento del COPCON, en donde
se aglutinan los sectores revolucionarios del MFA, profundizándose,
a partir de ahí, las divisiones en el seno del MFA Pero ahora ya como
consecuencia de las abiertas confrontaciones de clase, que desde el 11
de marzo se sostienen en cada fábrica, fundo, pueblo, ciudad.
______________________________________________________
151
una cierta indiferencia, porque se sabía que el anuncio correspondía
a una actitud demagógica.
3.-Los pocos que habían logrado salir por esta vía eran quienes
podían hacer valer su calidad de profesionales, científicos o dirigentes
políticos “importantes”. Los obreros, campesinos, militantes de base,
continuaban presos, con su decreto de expulsión en el bolsillo.
153
de estos carniceros que gobiernan Chile por cuenta de la burguesía y
por imposición del capital, debe ser denunciada sistemáticamente.
154
solidaridad con los obreros y campesinos presos en Chile,
desarrollando en este sentido una campaña política con un claro
contenido de clase, y, por el otro, denunciar la conducción de la
campaña burguesa y pequeñoburguesa que se limita a lanzar grandes
llamamientos en favor de algunas personalidades.
________________________________________________________
155
11. Corresponsales obreros
CORREO PROLETARIO sin corresponsales obreros no puede llevar a
cabo la tarea que le incumbe como organizador colectivo.
156
Pero una acción política, que es el resultado de la actividad de muchos
sectores y, fundamentalmente, en determinados períodos, de un
pequeño sector del MO que se desgaja como vanguardia, pasa,
previamente, por la clarificación de su estado real: de la estructura
del sistema capitalista que lo define y coloca los límites de su acción
política y del nivel de su conciencia.
157
Pero hay un tercer combate. Es contra aquellos que no asimilan las
lecciones del golpe y que, mecánicamente, buscarán la reorganización
del MO bajo los mismos principios en que esto se daba antes del 11 de
setiembre.
158
Porque entendemos que entre la práctica diaria del MO y su vida
política hay un fraccionamiento que solo se recompone bajo
determinadas circunstancias -que no son las de hoy- es que creemos
que, para asegurar la existencia de los corresponsales obreros, es
necesario la elaboración de una encuesta.
159
* Definida la noción corresponsal obrero, el próximo número de COP
contendrá la encuesta.
________________________________________________________
160
para el desarrollo del proceso. Los cordones pueden ser útiles en el
sentido de que el gobierno intérprete la inquietud de los trabajadores
de que las tareas de gobierno sean convertidas en tareas de masas.
161
tratamos de suplir esta falta de contacto que, objetivamente se
produce entre los dirigentes de la CUT, y la base. En los cordones
participamos dirigentes sindicales de base. Nuestros sindicatos están,
a la vez, afiliados a la respectivas federaciones y a la CUT: pero los
cordones están demostrando en la práctica que son instrumentos que
recogen con mayor agilidad las iniciativas que surgen en la base y que
sirven para crear conciencia y mantener movilizada a la clase obrera”.
162
a día, y depende de la actividad misma que desarrolle el cordón
industrial.”
163
CORREO PROLETARIO N°3
AÑO 1976-MAYO
13. EDITORIAL
164
referencia a un supuesto teórico estallido de las contradicciones
interburguesas, particularmente al interior del Ejército. Sobre este y
otros problemas se explaya el actual CORREO.
165
revolucionaria al interior de la clase obrera buscando producir la
reorganización del conjunto de la clase. Esto se expresa
fundamentalmente por la insistencia en tratar de comprender una y
otra vez, desde diferentes ángulos, el carácter de la lucha hoy en Chile,
de definir las condiciones estructurales de la clase en las actuales
circunstancias alteradas por la aplicación del programa de la Junta y
que permitirá un cierto tipo de respuesta y no otra. Se trata de volver
a insistir que detrás de la política de la Junta hay una lógica que
implica que ésta no se debilita por causa de sus propios actos, ya que
por el contrario en estos últimos meses entró a borrar de un plumazo
el chantaje sostenido durante mucho tiempo por personajes de la
democracia burguesa.
166
de una serie de problemas, tales como programa, estrategia, táctica,
etc. Sólo sobre la base de estos se puede fundar la pretensión de hacer
política ya que la política -pareciera- exige posiciones radicales,
inclaudicables.
167
revelan como elucubraciones hechas al exterior de una realidad y de
una discusión concretas, donde se revelan incapaces para enfrentar
el golpe.)
168
que la clase profundizó y condujo a la real posibilidad de una salida
revolucionaria. Esto es la expresión histórica de una realidad
concreta, a saber, que tanto las condiciones como el contenido
material de una política revolucionaria no se encuentran sino en el
M.O. No es otro el sentido de la crítica de Marx a Hegel y su
concepción de la política y el Estado. Para este último, el individuo
desaparecía en la idea, aparecía como un predicado de ésta. En Marx,
se trata precisamente de definir las clases y los individuos como el
centro de preocupación del Estado, más aún, como la expresión y el
contenido del capitalismo. ¿Qué dice esto? Nos parece que en el
conflicto político, la clase obrera no puede encontrar sus objetivos
programáticos a partir de un mediador que se situé a su exterior, que
la elaboración de un programa, de una estrategia o de una táctica no
tienen sentido sino se encuentran en función de las necesidades
concretas del sujeto histórico. Por ello reafirmamos que las con-
diciones de destrucción del capitalismo están dadas en la simple
existencia de la clase obrera, la que produce, cuando se provoca el
estallido del conflicto, su organización. Y provoca el cuestionamiento
del sistema de dominación.
169
lisa y llanamente se confunde la ciencia con el socialismo y no que
este último se haya vuelto más concreto y claro.
170
Lo anterior no quiere decir que olvidemos que nuestros primeros pa-
sos en política fueron dados teniendo como eje esta metodología,
como tampoco olvidamos que esta metodología ha sido agitada en
muchos lugares del mundo. Pero las derrotas que ha venido sufriendo
la clase en estos lugares, el comportamiento de los que han tratado
de resolver y enfrentar el problema político sobre el caballo del
formalismo, nos llevan a constatar la apertura de una cierta crisis. La
realidad no ejerce sino, el papel crítico de esta metodología y refuta
estos análisis mecánicos.
171
EL SOSTENIMIENTO DE CORREO PROLETARIO
Sabemos que nuestra tarea no es fácil. Y que cumplir con los objetivos
propuestos significa no sólo la participación económica, sino también,
y fundamentalmente, la política. Pero no en esta etapa de nuestro
desarrollo el sostenimiento de COP y de lo que él representa en
términos de las metas que tenemos por delante es fundamental.
172
Los envíos de dinero deben hacerse por giro postal internacional a:
CORREO PROLETARIO
60 Welbeck St.
Londres -W 1 M 8 JN
Inglaterra.
________________________________________________________
INTRODUCCIÓN
173
No buscamos reproducir aquí viejas discusiones abstractas acerca del
carácter de la “prensa revolucionaria”. Más bien nos interesa definir
el rol que juega un periódico que responde a las características de
organizador colectivo en la presente coyuntura de la lucha de clases
en Chile.
174
con otras concepciones de prensa. Por último, haremos algunos
alcances acerca de nuestra política de Corresponsales Obreros,
esbozada en el N| anterior de COP.
Vivimos un período marcado por una profunda derrota del MO. Esta
no se trata de una simple derrota táctica como ciertos sectores no
cesan de repetir desde el mismo 11 de Septiembre. No se trata
tampoco de una derrota aislada, dentro de los muchos combates que
la clase obrera ha librado y librará aún contra sus opresores. Mucho
menos la derrota de Septiembre puede ser entendida como la
apertura de nuevas condiciones que vienen a despertar la conciencia
de los trabajadores, en orden a diferenciar claramente sus amigos de
175
quienes buscan su perdición, como algunos sectores delirantes de la
izquierda lo han proclamado.
176
durante los primeros días del golpe. Sus militantes y sus dirigentes
perseguidos y encarcelados, Los sindicatos y federaciones sindicales
sólo son permitidos a condición de actuar dentro de los límites
impuestos por la Junta. Los Cordones Industriales, jóvenes
organismos de coordinación y lucha del MO, sufren los primeros el
embate de la represión y desaparecen luego y junto a las condiciones
que las generaron.
177
centralmente imprimir una nueva orientación al desarrollo del
desfalleciente capitalismo chileno. Vigorizar el proceso de
acumulación -seriamente comprometido por varias décadas de lucha
social intensa- abriendo así una nueva etapa de expansión del
capitalismo chileno.
DERROTA Y REORGANIZACIÓN
178
históricamente la vanguardia del MO). Los ritmos del proceso de
reorganización estarán inevitablemente dictados por los límites
concretos que le imponen al MO las nuevas condiciones de
reproducción como clase, por un lado, y por el otro, por la capacidad
de éste muestre para resistir y superar esta etapa oscura, en que su
destino mismo como clase se halla en juego.
179
Chile”). Los bloques y alianzas con sectores de la burguesía “no
fascistas” se explican en esta perspectiva.
180
A diferencia de los partidos que buscan imponer sus programas y
estrategias al MO, la Tendencia se nutre de los contenidos, programas
y métodos de lucha que el propio MO segrega en la lucha por sus
reivindicaciones inmediatas y estratégicas. El proceso de
reorganización debe rematar en la emergencia de nuevos organismos
de clase que facilitan el paso hacia etapas superiores de organización
y lucha.
LA PRENSA DE IZQUIERDA
181
Esto nos parece importante porque históricamente el MO chileno se
ha nutrido, en razón de sus características organizacionales, siempre
de la información y los análisis que acerca de su propio desarrollo y
luchas le han entregado la prensa de los partidos.
182
Colocado entre el partido y la clase, el periódico, cómo lo entienden
generalmente los partidos, no es otra cosa que una mera correa
transmisora de las órdenes de éste al MO.
183
patrióticos contra el fascismo, los unos “saboteando la producción,
desarrollando propaganda armada y plegándose a la resistencia”, los
otros. No se considera que el Movimiento Obrero chileno haya
enfrentado una dramática coyuntura, donde su sobrevivencia misma
como clase se encuentra en peligro.
184
Ningún análisis serio, que conduzca a explicar las causas de la derrota
o el estado actual de la lucha de clases, es posible encontrar entre sus
páginas.
185
vanguardia del MO, y por lo tanto, concretizar una tendencia
revolucionaria al interior del mismo.
CORRESPONSALES OBREROS
186
Sin Corresponsales Obreros, los objetivos del periódico, como
organizador colectivo del Movimiento Obrero no pueden ser
alcanzados. El Organizador Colectivo, como herramienta en la lucha
por la reorganización del estado real del MO. Los Corresponsales
Obreros surgen de aquellos sectores del MO, que, a pesar de
encontrarse limitados en su práctica política, están en condiciones de
difundir su experiencia de lucha cotidiana.
________________________________________________________
_____
187
15. ENCUESTA
188
y permitirá además comprobar una serie de tendencias esbozadas en
diagnósticos anteriores.
189
la clase obrera. Por ejemplo, se pregunta en varios lugares cuál es la
relación entre obrero cesante y obrero no cesante. Esto apunta a una
relación muy común hoy en Chile. Pero esta relación que hoy es
común, expresa lo que de una u otra manera los clásicos de la lucha
del MO han señalado como el estado de la competencia al interior del
MO. Por ello es que desde el próximo número nuestra sección de
corresponsales obreros enfrentará junto a la información que puede
ir llegando, el análisis de los problemas políticos y teóricos que se
desprenden de nuestra encuesta.
190
5: ¿Su fábrica trabaja fundamentalmente para el mercado local,
nacional o para la exportación? ¿De qué manera afecta esto la
continuidad del trabajo?
8: ¿Cuáles son las condiciones del anuncio del término del contrato,
por su parte y por parte del patrón?
191
CONDICIONES DE VIDA DE LOS OBREROS
19: Para poder vivir estos dos últimos años, ¿ha tenido que
endeudarse? ¿A cuántos meses de salario equivale su deuda?
LA POLÍTICA DE PATRONES
192
25: ¿Tiene una idea del destino actual de los obreros despedidos de
su fábrica? ¿Cuántos de ellos han encontrado otro trabajo?
193
LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES
________________________________________________________
_____
16. ENTREVISTA…
194
Abraham Rojas, 56 años, miembro fundador de la CUT. Dirigente
de la Confederación del Transporte, dirigente nacional de la
Federación de taxistas: Militante por más de 20 años, del Partido
Comunista, hasta después del Golpe.
195
como: la renovación de material, tanto de vehículos como de
repuestos dejaba de hacerse a través de particulares y solamente se
iba a importar a través de la CORFO, y un 20% de los vehículos iban
a ser distribuidos solamente a los compañeros no dueños.
196
dólares lo que significaba que los compañeros jamás terminaban de
cancelar sus autos y vivían acogotados por las deudas. Con la venta
de repuestos hacían otro tanto. Además siempre actuaron
impunemente ya que contaban con la protección del gobierno DC. y
del Alessandri, incluso se llegaba a comprar a los dirigentes sindicales
del transporte para comprometerlos en sus escandalosos negociados.
197
ustedes saben, todos los gremios tienen alrededor de un 80% de
hombres sin partido que lo siguen a uno porque ven que uno es
consecuente, que es serio, que es honrado y que lucha
permanentemente por las reivindicaciones. ¿Pero qué pasa? Estos
compañeros son rechazados por la comisión nacional sindical de mi
partido, la que propone a otros cinco que no conocía ni Cristo con lo
cual queda Juan Jara solo con todo su equipo y sin oponentes de peso.
Resultados: de los dos dirigentes que ya teníamos allí nos quedamos
sin ninguno y la Federación de Taxis que al próximo año, el año del
paro de Octubre, le correspondía la presidencia de la confederación
del Transporte, quedó en manos de Juan Jara.
198
patrones. Basta solamente con leer sus nombres, como por ejemplo
“Sindicato de dueños de camiones”, etc. y que, por lo tanto, no
permitían la participación de los choferes o trabajadores. Y así nos
pilló el paro de Octubre en las peores condiciones en que podíamos
estar dentro del gremio y sin embargo apechugamos y les ganamos
la pelea.
199
informes, al producir con toda la capacidad instalada era capaz de
abastecer a toda América Latina con cajas de cambio y trenes traseros,
etc. Finalmente fuimos derrotados por los representantes de
gobierno y fuimos duramente criticados por nuestros partidos,
quienes permiten así la continuación de la entrada de los capitales
extranjeros en la industria automotriz, a través del área mixta.
200
amarrados políticamente a su gobierno se veían obligados a oponerse
a las reivindicaciones de sus bases, ganándose el repudio de ellas y
sonando como “tarro viejo” en posteriores elecciones sindicales y a
nosotros nos querían arrastras al mismo terreno) por lo tanto nos
agarramos a patadas con la UP, con la DIRINCO, con el ministerio de
economía, en todas partes e inclusive con el propio Chicho. Le
dijimos: -bueno, podemos pelear en el sindicato que 4 es más que 5,
pero ¿a base de qué? ¿Porque somos allendistas? porque somos de la
UP?, Aquí tienen que darnos razones para la clase trabajadora-.
201
huevo a los burócratas exquisitos vinculados a las altas esferas de
gobierno). Tratábamos de convencerlos que las reivindicaciones eran
reales y venían los huevones de la comisión técnica, de las comisiones
sindicales y venga reuniones…total que andábamos medio enfermos
de reuniones y las reivindicaciones, cuando salían, salían a goteras,
los neumáticos se los entregaban a unos sindicatos y a otros no. Hay
ahí una historia, recontra cochina con eso de los neumáticos.
Mandamos unos viejos camuflados a hablar con el interventor de
INSA que dijo muy frescamente ser socio de todas las distribuidoras
de neumáticos particulares del país (su secretario también) por lo
cual querían hacer siempre la distribución a través de los particulares
en vez de distribuirlos directamente a los sindicatos. Ellos operaban
de la siguiente manera: le entregaban los neumáticos a los
distribuidores privados recargándoles un 35% sobre el precio oficial
y si Uds. entienden que cada sindicato compraba entre 20.000 y
40.000, pueden imaginarse el negociado que estos burócratas hacían
202
(Cuestión que nosotros sabíamos de antemano y se lo comunicamos
a los partidos de la UP.)
Insisto que todo este conjunto de problemas los aprovechó Juan Jara
quien llamó a reunión de federaciones para discutir los problemas
existentes que eran reales y serios ya que el gobierno no pudo
mantener su promesa de detener las alzas en este sector. A la hora de
la votación del paro se aprobó por unanimidad, incluso los
simpatizantes y militantes de la UP no pudieron objetarlo. Cuando
llegó la hora de contar los votos en la asamblea, en contra del paro
solo hubieron 3 en contra, del 40% que teníamos entre los miles de
afiliados con que contaban estas federaciones… tal era la situación en
la que nos había puesto la inoperancia e incumplimiento del gobierno
a nosotros los dirigentes sindicales de izquierda.
203
éste, había maniobras políticas para derrocar al gobierno de la UP, y
nosotros, los trabajadores de la UP, no íbamos a permitirlo.
Estábamos finalizando esa reunión cuando Schnake se hizo presente
justamente en el momento en que estábamos tomando el acuerdo de
salir a trabajar. Después de informarle de lo que pasaba ahí, nos dijo:
-“Puta que interesante, yo tengo que ir precisamente a una reunión
de gabinete en estos momentos”- y se fue. Nosotros pensamos,
bueno, váyase a su reunión de gabinete. Y nos quedamos ahí
firmando un documento que lanzamos a la prensa, radio y televisión,
cuando al rato, aparece la ministro del trabajo (Mireya Baltra) y el
subsecretario de gobierno (Suarez).
204
Toda esta actividad la desarrollábamos sin olvidar las
reivindicaciones que eran legítimas y que habían motivado el paro
aunque estábamos conscientes de que su logro iba a tomar tiempo.
Es así como surgen en ese momento los nueve puntos, entre ellos los
más importantes eran: Reconocimiento del MOPARE como
organismo de los trabajadores. Los compañeros pedían también
ocupar las máquinas paradas y salir a trabajar y respecto a las
máquinas que se fueron movilizando se pedía que quedaran en las
manos de los compañeros como propiedad cooperativa. Los
trabajadores no planteaban la cosa como cuestión de propiedad
particular. Entendíamos además que los vehículos tomados no se les
debían devolver a los momios porque entregárselos era darles armas
al enemigo para que nos volviera a cagar.
205
que tenían más derecho, bajo una base de reglamentación que se
determinaba por su antigüedad en el trabajo, por la cantidad de años
que tenía el vehículo. De ésta manera eran los trabajadores, ellos
mismos los que veían quienes tenían derechos y hacíamos
responsable a la Directiva. La Directiva era la única responsable de la
correcta aplicación de la distribución. Otros puntos tenían que ver
con la vida de los compañeros, porque no se olviden que tuvimos 17
muertos. Además también el derecho al servicio social, derecho a
jubilarse, a tener casa propia, conseguir becas, para los estudiantes
hijos de transportistas, en la universidad. El asunto casas, porque la
CORMU no nos tomó nunca en cuenta. El gobierno acuerda apoyar
los 9 puntos.
206
industriales, al lado de nuestro sindicato había una fábrica que los
compañeros solos las hacían funcionar.
207
porque en los sindicatos había diariamente asambleas en las que
nosotros apoyábamos las reivindicaciones del gremio (entrega de
repuestos, neumáticos, etc.)
208
por ejemplo con los aplausos que estos recibían de la gente del barrio
alto y claro, había que fijarse en quién te aplaude. Bueno, comienza la
reunión, todos los huevones con su diarito debajo del brazo y resulta
que en este sindicato se reunían alrededor de 3.500 a 4.000 personas
y además gente de otros sindicatos.
209
aplausos que se llevó, yo lo huevié diciéndole, - chucha de tu madre
te fuiste de puro aplauso no más. Todo esto ocurría ya al final del
paro, donde nosotros estábamos echando toda la carne al asador. Ahí
se dio cuenta de que había una serie de reuniones de dirigentes a
escala regional, nacional, etc. Y allí se da la nueva votación para saber
si seguir o no seguir en el paro. Los huevones de la DC sabían que la
tenían perdida por todas las cuestiones que estábamos haciendo
nosotros y la votación la ganamos, pero estafados. La votación a favor
nuestro fue de 5 a 1, precisamente, en el sindicato de Juan Jara que
era el más duro. Y era duro porque en los estatutos de esta federación
se decía que un dirigente nacional que perdiera una elección en su
propio sindicato, quedaba inmediatamente cuestionado como
dirigente.
210
que salvan a Jara como dirigente en 1971, con las medidas de la UP,
en las elecciones del Congreso de ese año y lo salvan también los
chuchas su madre hasta en Octubre, porque el güeon de Jara estaba
lo que se llama cagao. Y esto no termina allí sino que después de esto
a la Ministra del Trabajo la cambian, al subsecretario de Gobierno lo
nombran Ministro y desde ese momento nos cierran las puertas y ya
no nos miran para nada y nos vuelven la espalda, los partidos de la
UP, el Gobierno, todos los chucha de su madre.
211
P. ¿Y qué hicieron entonces los trabajadores?
LO TRABAJADORES REACCIONAN
212
compañeros que combatieron durante el paro. Por cada cien
compañeros se mandaba un delegado.
213
LA VICTORIA SE TRANSFORMA EN DERROTA
Por otro lado, nosotros, los militantes PC, nos enfrentamos con los
mismos problemas al interior de nuestro partido. Por ello citamos a
más de 75 compañeros comunistas del transporte y pedimos reunión
con la Sindical Nacional. En esa reunión quedó la cagada. Nosotros
214
los que hacíamos cabeza nos quedamos callados para que la Dirección
Nacional del partido pudiera escuchar que era lo que decía la base del
Partido, que por supuesto se daba cuenta de todos los problemas
existentes. Al mismo tiempo nos preparamos para el Congreso del
Partido donde esperábamos hacer oír nuestras quejas que eran
iguales en todos los frentes sindicales del Partido y barrer con las
mafias dinásticas que controlaban toda la vida del Partido, colocando
a sus familiares, amigos, etc., en los puestos de decisión que afectaban
el sano desarrollo de una política de clase.
215
fundamental porque uno pudo constatar cuánta razón tenía la clase.
Es increíble todo lo que se les advirtió a las vacas sagradas. La clase
obrera y el proletariado fueron engañados una y otra vez. Cuando nos
juraban, por ejemplo, que habría resistencia, armas, etc., después de
que nosotros pedíamos luchar revolucionariamente. Los resultados
estaban ahí, no necesito comentarlos… Siguen sin dar explicaciones y
cuando alguien se las pide lo expulsan o nos culpan a nosotros de no
haber comprendido el “proceso”, que “íbamos muy rápido”, que los
dirigentes sindicales del partido no supimos cambiar nuestro viejo
estilo (el de impulsar las luchas de la clase obrera), por el del
Gobierno. Y “que con todo eso entorpecimos los planes del Gobierno
y del partido”. Hoy en el exilio, cuando uno se encuentra con los pocos
obreros que hay (porque no han implementado ninguna política seria
para sacarlos, sólo se preocupan de sus incondicionales que se callan
a cambio de un pituto), lo primero que le preguntan es si “salió con
el permiso del Partido”.
216
R. Y ahora, mientras nosotros no nos sacudamos del lastre que nos
arrojó la derrota, mientras no hagamos un esfuerzo serio por asimilar
nuestras mejores experiencias de lucha, no podremos reentender
nuestra organización y lucha contra el sistema capitalista. Y creo que
eso ha comenzado ya a realizarlo nuestra clase obrera. Esto es un
proceso lento pero que se abre paso entre nosotros. Ahí está nuestro
desafío a nuestra capacidad de revolucionarios, la de participar en la
reorganización de nuestra clase tratando de evitar la repetición de lo
que anteriormente nos llevó a la derrota.
________________________________________________________
_____
17. Correspondencia:
Compañeros:
217
Reciban calurosa felicitación por el esfuerzo emprendido en CORREO
PROLETARIO N°2 para describir y analizar el proceso chileno en
1970-73. Es importante tener muy claro y presente que la experiencia
de los cordones industriales es el paso más decidido que el MO chileno
haya dado en la marcha hacia su unificación y su autonomía.
Permítasenos también manifestar nuestro acuerdo en general con la
descripción que CORREO PROLETARIO hace de la crisis del
capitalismo chileno, del programa económico de la UP (que en
principio algunos de sus mentores definieron como revolucionario y
después, poco a poco, cambiaron su definición), y de la campaña
internacional de solidaridad.
218
vuestro “CORREO PROLETARIO n°2. Por eso, y para darles a conocer
lo que descubrí.
219
económica de la UP trató de implementar la decisión automotriz
contra viento y marea.
220
ONU publicada también por “Chile América”. Los dirigentes
formados al calor de la lucha de los años 1970-73, que se jugaron por
la unificación y autonomía del MO, los verdaderos dirigentes de los
Cordones Industriales, los obreros avanzados de las fábricas de los
Cordones o de fábricas estratégicas geográficamente o por el tipo de
producción, brillan por su ausencia. Busqué inútilmente en todas las
categorías. Según las organizaciones querellantes, según el Gobierno,
ejecutados muertos en enfrentamientos con la policía, muertos
tratando de escapar, presos, liberados de paradero desconocido, etc.,
al asesinado dirigente de SUMAR, Adrián Sepúlveda, Presidente del
Consejo de Delegados (es decir, de una organización nueva, de las
muchas que los obreros empezaban a dar entonces) en la industria
textil más grande de Chile y situada en el corazón de una de las dos
mayores concentraciones industriales en Santiago. Inútil. No figura.
¿Quizá porque no era dirigente del sindicato o de algún organismo
afiliado a la CUT? ¿Quizá porque no pertenecía a cierto partido
político determinado?
221
puede ser sino melancólica dada su absoluta falta de perspectiva.
Los saluda fraternalmente.
________________________________________________________
____
CUESTIONES METODOLÓGICAS
222
miles de cesantes, los torturados, los detenidos, la mantención de los
campos de concentración, aparecen como una realidad demasiado
difícil de transformar, en el campo de la teoría, para presentarlas
como el “mejoramiento de las condiciones estratégicas”.
223
manera de establecer una comparación que necesariamente deberá
restringir el campo de nuestra definición.
224
“¿Cómo no formular hipótesis optimistas” —nos preguntan— si la
historia del MO contribuye de una manera decisiva a formarse ideas
optimistas? No en vano el MO chileno tiene el papel que tiene.
225
resisten organizadamente aquí y allá las arbitrariedades del
régimen.”
226
1) Se repite reiteradamente que lo que sufrió la clase obrera fue una
derrota transitoria que abrió como consecuencia un período de
repliegue al interior del cual se acumulan fuerzas para salir del
“impasse”. Es una derrota que no tiene carácter de absoluto, como
algunos podrían creer. Más bien, parece ser que ni siquiera ha habido
la intención en algunos de definir la existencia de una derrota. ¿Qué
quiere decir esto?
227
dirigentes, de expresar en resultados que nacen de la lucha
reivindicativa este lento avance hacia etapas superiores.
Es por eso que conviene dejar bien en claro que la derrota del MO
existe, y cuando se da ni es transitoria ni es un repliegue. Es un
proceso al interior del cual la clase obrera ve alteradas las condiciones
a través de las cuales se reproduce y lucha. Su constatación y análisis
no responden a una exigencia puramente intelectualista. Pertenece al
ABC el hecho de que solamente a través de una adecuada definición
del período puede desprenderse una adecuada línea política. Los
sectores que se niegan a reconocerla no expresan más que el temor
de encontrarse ante una realidad que niegue la eficacia y el carácter
pretendidamente revolucionario de su política. El decir que las
circunstancias actuales en que el MO ha de reproducirse son más
favorables a las pasadas, tiene que justificarse con un análisis que
determine la inexistencia de una derrota.
228
MO y actividad revolucionaria de este. La claridad y la lucidez puede
mover solo a pequeños sectores, pero el MO se integra a la lucha
política por condiciones radicalmente diferentes a aquellas de los
sectores pequeñoburgueses.
229
Y, en tercer lugar, la confluencia en el espacio y el tiempo, de la lucha
de otros sectores del proletariado, que posibiliten el enfrentamiento
con la burguesía a través de los distintos sectores y fracciones que la
componen, agregándole a cada sector aislado del proletariado una
fuerza que le viene de quienes se manifiestan como sus sectores
aliados.
230
revolucionario o los análisis de la Internacional Comunista, que, si
bien pueden dar luces, dibujar tendencias, no resuelven el problema
de una clara caracterización del período.
231
Ya hemos dicho que la historia del Movimiento Obrero se hace
necesaria para lograr definir la etapa por la cual éste cruza hoy.
Hemos elegido a partir del año 60 porque de alguna manera creemos
que hay una cierta continuidad desde esta fecha hasta el golpe de
Estado. En rigor, podríamos haber elegido desde el momento de la
fundación de la CUT. Pero como no es nuestro objetivo escribir una
historia del MO, sino simplemente establecer una comparación,
hemos decidido partir del año 60.
232
acontecimientos y consecuencias. Sin ningún sentimiento
chauvinista, nos parece que esta década permite que el Movimiento
Obrero chileno sea estudiado no tan solo al interior de un proceso
nacional. Veamos pues una serie de puntos.
1960….7 de noviembre
1964….10 de abril
2) Una serie de análisis acerca del significado que tienen ciertas cifras
para determinar la radicalización de la lucha de clases y otras
características similares han sido ya hechos. Por ejemplo, la
233
diferencia entre las huelgas legales e ilegales ha atraído una serie de
escritos, lo que nos permite ahorrarnos todo comentario.
234
Así, por ejemplo, la huelga del 66 marca el comienzo de la ofensiva
generalizada del MO contra el gobierno y el Estado Capitalista
encabezado por la DC. Esta ofensiva tiene, entre otras, dos
características que queremos destacar ya que las encontraremos más
adelante. La primera de ellas es que el detonador es un conflicto
liderado por la Confederación de los Trabajadores del Cobre. La
segunda es que esta ofensiva pone nuevamente en marcha la
actividad de la izquierda chilena, golpeada aún por el triste resultado
electoral de 1964.
235
en San Miguel y Barrancas, y en muchos otros sectores, se combatía
además frente al Instituto Pedagógico. Por último, el paro del año ’70
se produce al interior de un proceso político, de características
particulares. Como consecuencia, coloca la relación entre la clase
obrera y el estado, entre la política y la clase obrera, en una nueva
dimensión. De paso podemos agregar que el grupo móvil y la función
represiva del Estado, no desaparece los primeros años de la UP por
obra y gracia de la generosidad de uno y otro de los sectores de la UP,
sino que son los combates de la clase trabajadora, y su decisión de
lucha, los que imponen esta política.
4) Es cierto que muchos han insistido sobre las causas que originaron
la lucha de los trabajadores, sobre la capacidad de estos de enfrentar
a la burguesía en múltiples terrenos. Pero, de una u otra manera,
estas explicaciones son poco claras y no nos satisfacen. Veamos, pues,
si somos capaces de entender el problema de una manera diferente.
Es decir, de encontrar algunas de las causas que originan esta
combatividad.
236
B.- Esto se conjuga con un creciente proceso de centralización al
interior del MO, que es robustecido además por tres factores. 1) el
aumento de la fuerza de trabajo, 2) el aumento de conflictos, y 3) el
aumento de sindicatos.
C.- Como producto de los combates efectuados, los años 59, 60 y 61,
la CUT, las Federaciones y otros tipos de organización de los
trabajadores, se estructuran, se afirman y se consolidan. El tercer
Congreso de la CUT, independientemente del giro político
burocrático que pueda habérsele impuesto, implica, mirado desde la
historia del MO, un avance desde el punto de vista organizativo. Esta
organización de la clase, tiene cierto éxito al integrar esta nueva
fuerza y a otros sectores del proletariado, al proceso organizativo.
237
PORCENTAJES ENTRE LA FUERZA DE TRABAJO DE CADA GRUPO DE
ACTIVIDADES ECONÓMICAS Y EL NÚMERO DE SINDICATOS EN
CADA UNA DE ESTAS ACTIVIDADES.
Transporte,
Comunic.
Servicios
238
Fuente: PUNTO FINAL, Agosto de 1972
239
coordinación estaba asegurada por el carácter del período y de las
luchas obreras.
240
Hasta aquí este punteo esquemático del MO en la década del 60.
Sin embargo, bien vale detenerse una vez más sobre algunas de las
causas que produjeron la derrota y que de cierta manera esbozamos
en el CORREO pasado.
Pero, ¿qué pasó? ¿Por qué esta experiencia fue incapaz de coronarse
con éxito? ¿Cuál fue la causa?
241
Una serie de sectores han creído encontrar en la ausencia del “Partido
Revolucionario” la causa fundamental de la derrota. Nosotros no
estamos lo suficientemente convencidos de esta explicación. Sobre
todo porque, entre otras cosas, es una especie de consigna que se agita
sin ninguna autocrítica, ya que la mayor parte de los que reclaman
este derecho, estuvieron presentes en Chile y fueron incapaces de
construir una organización con cierta seriedad. Sin embargo, como
esta explicación aparece aceptada por muchos militantes de la
izquierda chilena que se han negado a pensar seriamente su propia
experiencia, veamos, antes de responder lo que nosotros creemos son
las respuestas a las preguntas planteadas, qué quiere decir esta
explicación que privilegia al partido por sobre toda otra explicación.
242
coronar de una manera exitosa el proceso generado antes del golpe.
Es decir, para conducir a las masas a la victoria.
243
Como las dos últimas no nos interesan, es decir, nos parecen
perfectamente inalcanzables para nuestro entendimiento, preferimos
detenernos un poco en la primera.
Por ello es que debemos preguntarnos, una vez más, ¿por qué fuimos
derrotados? ¿Cuál fue la razón principal? Creemos que una de ellas
es que faltó la dirección. Pero no aquella en la que piensan la mayor
parte de los militantes de la izquierda chilena, no aquella que
construye el aparato burocrático y genera las condiciones para que el
244
Estado Mayor de la Revolución piense que prepara aparatos
especializados para teóricamente detener la represión de la
burguesía.
245
Pero, ¿por qué no hubo dirección en el momento adecuado? En
primer lugar, porque la burguesía resolvió el problema de su
dirección al mismo tiempo que la obtención de una fuerza militar que
le sirviera para aplastar al proletariado (fuerza que, por lo demás, no
era numéricamente decisiva, como hemos dicho antes). Y, en
segundo lugar, más importante aún, porque la vanguardia no fue una
constante en el proceso. No se situó ni en el lugar geográfico ni
económico específico. Se expresó en mil combates y se esparció en
mil lugares, dispersando también la experiencia. Mientras en un lado
se combatía al reformismo, en el otro se enfrentaba a la burguesía y
viceversa. Solo cuando la unificación comenzó a concretizarse, solo
cuando la organización comenzó a acordarse con esta nueva realidad,
solamente ahí comenzó a vislumbrarse un principio de solución. Al
calor de los primeros síntomas de autonomía, al interior de las nuevas
formas orgánicas estructuradas al interior de un programa del
conjunto de la clase, la dirección empezó a tomar cuerpo. Justo el día
en que el cataclismo se vislumbró, la burguesía golpeó.
Esto bien vale como introducción para entrar al análisis concreto del
MO en este período. Entendemos que aún se plantean algunas dudas
que se tratarán de resolver en los números siguientes.
246
interior de estas mismas formas orgánicas nuevos mecanismos que
la hagan más fuerte y capaz de resolver las luchas del proletariado
adecuadamente. Ambos fenómenos se interrelacionan.
247
142.900 socios. En el año 72 (primer semestre) esta diferencia se
acentúa mucho más aún, como puede comprobarse en el cuadro que
se acompaña. La causa de este fenómeno puede encontrarse en el
hecho de que los trabajadores y empleados se han formado conciencia
de que los sindicatos masivos, como son los profesionales, son mucho
más eficaces en la lucha gremial, ya que se forman un solo frente ante
los explotadores. El sindicato industrial, o minisindicato, es mucho
más débil en su acción. Evidentemente, esta teoría es relativa, ya que
los sindicatos industriales de la gran industria son bastante eficaces
en la lucha, pero estos “grandes” no son muchos en el país.”
248
unificación”. Antes definíamos esto en forma abstracta. Ahora
aparece explicado por la actitud práctica del MO a fines del ’71 y
comienzos del ’72. A estas alturas de la lucha de clases no le sirve ni
la CUT ni los partidos, quienes nacen precisamente en el
fraccionamiento de la clase. Los trabajadores se conectan en el
Cordón Cerrillos por encima de la CUT y de las ramas industriales a
las que están afiliados. Ahí vemos industria textil con industria
metalúrgica, industria alimenticia con industria electrónica, pequeña
industria con mediana y gran industria.”
Esto, por lo demás, no quiere decir otra cosa que organización y lucha
comienzan a fundirse.
249
nivel que le permitía la estructura de clases del capitalismo chileno y
además se movilizó para tratar de generar una dirección que surgiera
del interior de la propia clase obrera. Lucha política, porque su
movilización y el alcance de sus luchas estuvieron al centro de toda
acción política, de todo partido. El problema central de toda política,
el de saber cómo destruir la dominación de una clase por otra, no fue
más un asunto de pasillos, sino que la expresión de una lucha abierta.
Esto no quiere decir que los políticos no actuaran. Al contrario, quiere
decir que, al hacerlo, no pudieron evitar de pensar de una manera
diferente a lo usual. Ya no se trataba de la triquiñuela ni de la
campaña electoral ni del desbancamiento de un dirigente para
reemplazarlo por otro, sino que el problema consistía en cómo
obtener una fuerza suficiente para aplastar aquella que los
trabajadores habían desarrollado en su lucha.
Hemos dicho que esta lucha tenía dos ejes: Reproducirse como clase,
acumulando fuerzas y quemando etapas, fenómeno de cierta manera
ya visto. Y por el otro lado, la disputa por saber a qué precio se vende
la fuerza de trabajo, cuáles son las reivindicaciones que por la vía de
la lucha se van obteniendo.
250
PODER DE COMPRA DE LOS SALARIOS:
251
empresas son integradas al área social, elevando el número total a
232. De estas 65 empresas, solo 9 formaban parte de los planes del
Gobierno.
1955 22 1877
1956 31 2380
252
1957 31 2397
1958 28 2030
1959 20 1656
1960 18 1424
1961 22 1831
1962 22 1860
1964 23 1706
1965 58 3832
253
político, lo que jugó, en determinados momentos, directamente en
contra de una real centralización.
Una serie de otras precisiones sobre este período han sido ya dadas
en el CORREO pasado, lo que nos ahorra profundizar más sobre este
período. Se verá además que gran parte de las características que
vimos en el primer período comentado, permanecen presentes en
este.
ESTADO ACTUAL
254
aquellos que piensan que el MO necesita recuperar la confianza
perdida el día del golpe, tienen una concepción determinada del
período. Así, los que se plantean como objetivo reagrupar la
vanguardia anterior del MO, formulan a su vez una caracterización
del período. Lo mismo se puede decir de aquellos que hablan del
mejoramiento de las condiciones estratégicas.
255
generaron el nivel de enfrentamiento entre las clases en Chile, antes
del golpe de Estado.
256
de actividades que acepta la Junta. En este sentido hay un buen
ejemplo: No hace mucho, en uno de los sindicatos del Cobre, uno de
los dirigentes denunció, ante una asamblea que escuchaba una cuenta
acerca del resultado de ciertas peticiones presentadas a la Junta, que
se les había pedido que justificaran la ausencia de una solución a estas
peticiones. En la madrugada este dirigente recibió la “visita” de
algunos militares y fue obligado a abandonar el mineral. En lo que
respecta a los sindicatos, la situación es poco clara, no porque la
información pueda demostrar que su estado es mejor que el de la CUT
o las Federaciones. El criterio adoptado con ellos depende mucho del
[ilegible] de la benevolencia de los patrones, los que pueden
aprovechar la ocasión para ajustar cuentas viejas.
257
embargo, sobre la base de lo reseñado anteriormente y de las demás
informaciones analizadas en el capítulo respectivo, considera (la
Comisión) que la proporción es manifiestamente mayor a la señalada
por el Gobierno y posiblemente llegue al doble”.
258
El golpe de Estado borró de un día para otro el nivel de organización
alcanzada por los trabajadores que permitía no tan solo tener un
cierto nivel orgánico a partir del cual se pudiera resolver cierto tipo
de problemas. La organización parecía además una herramienta que
permitió a los trabajadores en diversos períodos resolver la debilidad
que le era dictada por la estructura del capitalismo chileno. Con el
golpe, en cambio desapareció la coordinación entre los sindicatos.
Los dirigentes sindicales dejaron de ser protegidos por el fuero
sindical, lo que en cierta medida era la supresión de una garantía que
aseguraba la soberanía en las posiciones que los sindicatos
levantaban.
259
tendría sentido bajo ciertas condiciones muy particulares. Este
programa tendría sentido si la estructura del MO generada por el
capitalismo se hubiera mantenido intacta; si los sindicatos como
organismos de base ni hubieran sido golpeados a fondo y si por lo
menos ciertas luchas y reivindicaciones obreras tuvieran aún algún
cauce legal. Solamente ahí tendría sentido tratar de generar una
experiencia desde determinados sectores del MO, de determinadas
fábricas, que tuviera como efecto la destrucción de la barrera de la
ignorancia frente a la cual el MO se encontraría; es decir, que tenga
por efecto el reencuentro del MO con su fuerza.
260
Durante mucho tiempo se pensó que la Junta estaba liquidada, que
no expresaba un programa adecuado para el desarrollo del
capitalismo chileno. La izquierda en su conjunto no dejó de anunciar
en reiteradas oportunidades la destrucción de la Junta a causa del
estallido de las contradicciones interburguesas, expresión por lo
demás de la incapacidad de Pinochet y cía. de convertirse en los
representantes de la burguesía.
261
muchos países latinoamericanos, a propósito de la miseria de la
dictadura, pensando, a diferencia de ciertos clásicos del MO, que hay
en la miseria aguda, mejores condiciones para el desarrollo político
del MO. Nosotros no negamos que en las condiciones actuales el MO
no puede enfrentar a la Junta y derrotarla, pero en ningún momento
que las nuevas condiciones creadas por el programa económico de la
Junta sean positivas para la resolución de las tareas políticas y
económicas del MO.
262
encontrar la siguiente estadística, que, a pesar de no ser
completamente exacta, da una imagen más o menos clara.
263
Municipales de
Chile
264
Asoc. Nac. de 7.000 1.000 - 1000 14,
Trab. de 3
Impuestos
Internos
265
“Si nuestras estimaciones fueran válidas, resultaría que en el país
habrían más de 600.000 desocupados. 1.900.00 carecería de un
ingreso estable”. Señalando a continuación que “A estos habría que
agregar el de los miles de trabajadores que laboran sólo en jornadas
parciales o se hayan en vacaciones de invierno obligatorias. En esta
situación se encuentran, por ejemplo, los 16.000 obreros y empleados
de la Minería del Carbón, que han debido interrumpir su trabajo
durante dos semanas ante la enorme acumulación de Stocks. Hay que
tener en cuenta que los trabajadores que se encuentran en vacaciones
forzosas, pierden las primas de producción que en algunos casos
representan una parte importante de la remuneración global”.
266
último trimestre del 74, la desocupación aumentó en un 12,8% a nivel
nacional, y en un 14,7% en Santiago”. Tal es la situación en términos
de cesantía. Veamos ahora, antes de sacar conclusiones, cuál es la
situación respecto del salario. Un articulista de MENSAJE señala:
“Cálculos fundados en los artículos de primera necesidad dan otros
resultados, particularmente en el primer semestre del 75 han seguido
encareciéndose en una proporción mayor que la que señala el índice
de precios. Según ellos, el costo de la vida para las clases modestas ha
crecido en 582% en este último año. Confrontando estas cifras con las
del aumento de remuneraciones tenemos una pérdida neta en el valor
real de los salarios mínimos que se cifra en un 17,9%”.
267
AÑO ÍNDIC PÉRDIDA ÍNDIC PÉRDIDA
E VALOR E VALOR
ADQUISITIV ADQUISITIV
O O
(Sept. (Sept.
‘73=10 ‘73=10
0) 0)
268
Septiembre
‘75
269
1) Lo que salta a la vista al observar con una cierta atención las
estadísticas, es, el nivel de castigo que la política económica de la Junta
ha propinado al MO. Se observa el nacimiento de un ejército de
reserva donde éste no existía.
270
clandestina del proletariado. Esto nos parece el puro y simple
reemplazo de los datos objetivos por interpretaciones subjetivas.
271
exterior del MO y son aún incapaces de trasladarla al corazón de la
lucha de los trabajadores.
272
diferente entre el capital y el trabajo en el lugar respectivo, una
relación también diferente entre los trabajadores y el Estado
capitalista y obviamente un panorama distinto en los conflictos de los
trabajadores y en los intentos de fundar, desarrollar y consolidar una
organización nacional de la clase obrera.
Pero también señalamos anteriormente que en los años ’67 y ’68 hace
su aparición, en las luchas de los trabajadores, un grupo de un
determinado sector de la economía chilena. Como lo dijimos, estos
tienden a agruparse y a participar en las luchas reivindicativas de una
manera diferente a los anteriormente nombrados. Su fuerza no está
dada por el número de socios de cada sindicato, ni por el papel que
juega en la producción, ya que, por ejemplo, en el año’68 fueron
directamente tocados por la disminución de las ventas de
determinados productos, lo que los puso en contradicción directa con
los stocks. Su fuerza está dada por la existencia de un proceso general
de luchas obreras, al interior de las cuales ellos se movilizan tomando
la cabeza en lo que se refiere a las reivindicaciones y a la
combatividad. Una sola fábrica en huelga de estos sectores no era
273
capaz de poner en jaque un gobierno o quebrar la mano a los
patrones.
274
2) Por lo que respecta a los obreros constituidos en las grandes
federaciones y campamentos mineros, la situación es también de
cierta manera clara. Si nos acordamos, veremos que gran parte de la
fuerza de estos sectores se daba por el elevado número de los socios
de sus respectivos sindicatos y por el papel estratégico jugado en la
producción. En función de esto, podemos constatar dos tipos de
fenómenos. El primero de ellos es la cesantía, que ha mermado
considerablemente, y en algunos casos de una manera sorprendente,
la cantidad de socios de los sindicatos y federaciones. Sobre este
particular, basta mirar con cierta atención las cifras de las estadísticas
dadas. A pesar de que en ella pueden encontrarse ciertas
insuficiencias y errores, y además que está en retraso con la cesantía
actual, se puede constatar claramente lo dicho anteriormente. Por
ejemplo, el 42% de cesantes en la Federación Textil, el 30% en la
Federación Nacional Minera, el 34% en la Federación Nacional de los
Trabajadores del Metal, etc., etc. Además, una serie de cifras últimas,
tales como la semi-cesantía de los 16.000 trabajadores de las minas
del Carbón, los 1.875 trabajadores de ENDESA, los 900 trabajadores
de FENSA y MADEMSA, que se han retirado voluntariamente (ver
MENSAJE). Es decir, que la cesantía ha afectado de una manera
decisiva la organización de los trabajadores de vanguardia,
reduciéndolas a una mínima expresión e impidiendo la
posibilidad, en este período, de la organización de todas las
fuerzas productivas engendradas por el capitalismo.
275
puertas a la competencia, no tan solo entre los trabajadores, sino que
también entre estos y los stocks acumulados. Tomando en cuenta el
problema de las ventas solamente, se observa el problema de los
textiles y de otras ramas que han sido afectadas también.
Desgraciadamente, para estos sectores obreros no se ha abierto el
mercado internacional, que a lo menos puede asegurarles el derecho
al trabajo. Pero están también los trabajadores que no están
profundamente tocados por la cesantía. Creemos que este puede ser
el caso de los trabajadores del Cobre, que, en la estadística dada, han
visto disminuir sus efectivos sindicales precisamente porque una
gran cantidad de sectores entró a trabajar por favores políticos y de
otro tipo. La Junta aquí entró lisa y llanamente a operar con criterios
de racionalización. ¿Qué pasa aquí entonces? Fundamentalmente, se
ha descargado el peso de la represión.
Por lo tanto, podemos concluir: Con todos los datos que poseemos,
podemos señalar que las condiciones de debilidad estructural del MO
(si se le compara con otros trabajadores de otros países) impuestas
276
por las características del capitalismo chileno, se han profundizado.
Estructuralmente, el MO es más débil que ayer y sufre aún las
consecuencias de una derrota que se profundiza permanentemente
por la aplicación de la política de la Junta. Además, esta debilidad se
hace más patente cuando el tipo de respuesta que tiene que dar para
salir del estado en que se encuentra no tiene los estadios intermedios.
Es decir, cuando en los hechos la posibilidad de concretizar su lucha
económica, es a la vez la capacidad para concretizar su lucha política.
Sobre este particular, bastaría leer una que otra declaración de los
capos de la Junta, para darse cuenta que el centro de su política le
permite plantearse precisamente como dirección de la burguesía, el
que la pone precisamente en contradicción con el MO y con cualquier
tipo de organización que éste levante. Ya que no ha nacido aún una
organización del interior de los trabajadores que no se plantee la
lucha por mejores condiciones de salario y de disminución de la
explotación.
277
Antes de terminar estas notas, no podemos dejar de consignar,
además, lo superficial que nos parece la idea de algunos, de reagrupar
la antigua vanguardia del MO. Sobre todo porque esto lo predican
como la solución de las soluciones. Superficial porque continúan
utilizando la palabra vanguardia en condición que creemos que esta
tiene, desde el punto de vista de la elaboración de una línea política,
siempre el carácter de actual, lo que obviamente nos prueba que estos
sectores no se han aún desprendido de sus hábitos militaristas.
Porque obviamente, ¿de qué manera estos sectores (que ya no se
encuentran en su mayoría en el campo de la producción y que más
bien engrosan las filas de los cesantes) pueden expresarse
políticamente? ¿Cómo, sino militarmente y desde el exterior del MO?
Porque no se pretenderá que estos sectores salgan a desfilar, ya que
un solo destacamento del antiguo grupo móvil bastaría.
Evidentemente, esta es una posición que no nos parece aún muy
clara.
PALABRAS FINALES
278
Sin embargo, no podemos terminar el presente artículo sin antes
expresar algunas ideas que el CORREO enfrentará y desarrollará en
sus próximos números.
279
En el fondo, la misma incomprensión es manifestada por las
organizaciones que firmaron la Declaración de Berlín, cayendo de
paso en la demagogia y el quietismo. Mueven a risa las
reivindicaciones propuestas al MO. Pensar que este puede
recomenzar su reorganización luchando por salarios equivalentes al
100% del costo de la vida, para de allí alcanzar otras etapas superiores
desde el punto de vista de sus objetivos, es no sacar lecciones de la
historia del MO. Porque si nos detenemos en ella, nos daremos cuenta
que la lucha por salarios iguales al costo de la vida y otras garantías,
han coincidido con la presencia de la casi totalidad de las condiciones
que permitían su movilización y el desarrollo de otro tipo de tareas.
280
2) La mayor parte de los partidos y grupúsculos coinciden en una
cosa, a saber, que al MO se le reorganiza desde fuera, que es necesario
construir un bloque a partir del cual se profundice un cauce para el
desarrollo de las luchas obreras, construir un aparato, un
instrumento, independientemente de que éste se dé fuera de la
participación del MO; para luego atacar a la Junta en diferentes planos
(por ejemplo, el desarrollo de la propaganda armada) y permitir el
desarrollo de la lucha de los trabajadores sin mayor problema.
281
Además, normalmente se dice que las masas no son sino capaces de
llegar hasta una determinada etapa de la lucha entre los explotados y
los explotadores. Más aún, muchos hoy se quejan de que los
trabajadores en Chile son capaces de llevar adelante nada más que
una lucha económica, negándose a desarrollar otro tipo de trabajo
que permita un combate contra la Junta, de características diferentes.
Esto no es sino la consecuencia de lo que piensan que la lucha política
ha de ser aportada desde fuera del MO, que la lucha política ha de ser
consagrada por la participación decisiva de los partidos en la lucha de
clases. Esto no pasa de ser una falsa interpretación de lo que hoy es
la lucha económica en Chile y de lo que es la lucha política. Si la lucha
económica hoy fuera posible en diversos sectores, de manera de
replantearle a los milicos la lucha con las características antes del
golpe, no nos cabe duda de que esta lucha, manifestada en todas
partes, se convertiría de la noche a la mañana en una lucha política.
La reorganización del MO, a partir de sus combates y reivindicaciones
pondría necesariamente en cuestión la actual Junta. Porque la
coherencia y la capacidad de la Junta para mantenerse en el poder y
definirse como alternativa de dirección de algunos sectores
capitalistas, reside precisamente en su política de control del MO,
reside en la capacidad durante el actual período (por lo menos) de
impedir que el MO reaccione de una manera masiva, expresando la
decisión de una clase que defiende sus intereses.
282
Junta, definir de qué manera ha surgido el ingenio que ha superado
al ingenio, definir la creación política del activista de la revolución. En
todas y cada una, está presente la actividad de la clase (Ver
EDITORIAL), está presente la práctica que busca de a poco desgajar
un programa y ajustar las cuentas a Pinochet.
283
19. NOTAS PARA EL ESTUDIO ACTUAL DE LA CUESTIÓN
AGRARIA
284
materias primas, tanto antiguas como también otras que no son
tradicionales. En este esquema, la industria manufacturera nacional
entra a ser desestimulada e incluso desactivada, de tal manera que
por este camino Chile se convierte no sólo en el mercado de todos los
capitales que buscan rentabilizarse en base a nuestros recursos
naturales, sino que también se convierte en el mercado de todas las
mercancías extranjeras hasta el nivel en que lo permita la demanda
interna.
Esta economía “abierta” tendrá como una de sus exigencias mayores,
de aquí para adelante: mantener el equilibrio de la balanza comercial
y de pagos. Es allí donde nos parece que está el primer imperativo
para la agricultura en esta nueva fase. Queremos decir con esto que
ella deberá trabajar prioritariamente en función del mercado
internacional. Cumplir este objetivo significa que como rama de la
economía, la agricultura entra a funcionar en dos direcciones
distintas pero enteramente complementarias: De una parte,
abriéndose paso firmemente por primera vez después de más de
treinta años, hacia el mercado internacional, con productos de
exportación, donde el predominio corresponde a productos no
tradicionales, y de otra, haciendo un esfuerzo destinado a minimizar
en lo posible la evasión de divisas que provoca la importación de
alimentos.
La traducción de todo esto, en el campo, debe provocar con el tiempo
una estructura de cultivos y de productos que responda a las
exigencias, una estructura más compleja desde el punto de vista de
los objetivos productivos. En este sentido, es cierto que no todo es
innovación, pues en realidad ciertos lineamientos en términos de
285
transformación de la estructura tradicional han venido esbozándose
desde la época del gobierno DC, solamente que sin llegar a plasmar,
impedidos por la incapacidad política tanto de aquella como de la UP,
para avanzar hacia un modelo de desarrollo de nuevo tipo. Del mismo
modo que no fueron capaces políticamente de asegurar la
reproducción del capital a la escala del conjunto de la economía.
286
Durante varios decenios en el primer grupo hubo cultivos que fueron
discriminados en el precio específicamente porque constituían un
segmento fundamental en la dieta popular, es decir que sobre ellos
recaía la exigencia de la reproducción barata de la mano de obra
industrial (trigo, remolacha). Su carácter de componentes
importantes en la dieta no ha cambiado pese a la restricción actual de
la demanda interna. Lo que ha variado es que van a entrar a ser
producidos en condiciones más favorables de precios a los
agricultores. Así, por ejemplo, uno de los productos más favorecidos
por la decisión de hacer llegar los precios agrícolas al nivel
internacional de precios, ha sido el trigo. Y en conjunto son los
productos que posteriormente han visto evolucionar sus precios
paralelamente al aumento del costo de la vida. Todo esto gracias al
poder comercializador del Estado en relación al cual se ha hecho jugar
una política de precios de sustentación. En este grupo de productos
el ahorro de divisas puede llegar a ser considerable (en el caso del
azúcar, esto ya es absolutamente demostrable).
287
aseguradas sobre la base de una agricultura de riego intensivo.
Naturalmente, también se destina una parte a países de América
Latina.
288
Algo que es necesario tener muy en cuenta es que la debilidad de lo
que hemos llamado cultivos “problemáticos” (muchos de los cuales
atraviesan por una franca crisis, y de los cuales algunos van a ser
estimulados con el tiempo) no se encuentra, como hay la tendencia a
pensar, en la existencia de un desestímulo coyuntural, sino que
estamos aquí en presencia de un fenómeno que consiste en la
adaptación de la estructura de productos a lo que será también una
estructura diferente de toda la economía nacional y con ello a la nueva
distribución de ingresos que parece que entra a definirse por un largo
periodo.
289
NUEVO DESARROLLO
DEL CAPITALISMO
AGRARIO
290
de tamaño, siguiendo el modelo que los agentes de la Reforma
Agraria han dado en llamar la “empresa agrícola moderna”, sino que,
más aún, estas propiedades capitalistas se reajustan sobre la base de
los mejores recursos físicos, de fertilidad de suelo, del mismo modo
que descentrando el capital fijo de las grandes explotaciones que
fueron expropiadas (recuérdese este proceso de saneamiento
operado en las “reservas” de los propietarios).
291
un interesante mercado negro. Es cierto también qué tan importante
como lo anterior serán los enormes beneficios logrados en la
especulación comercial y financiera por los propietarios “afectados”
por la reforma, los cuales se libraron a toda suerte de especulaciones
en los años 72 y 73. En resumen, capitalización de las explotaciones
de una parte y capital financiero disponible de la otra.
La Junta Militar se va a encargar de crear un nuevo contexto social y
económico para completar esta potencialidad acumulada. Es en este
sentido que hay que interpretar el
FIN A LAS VELEIDADES conjunto de sus políticas actuales. En
efecto, el análisis de sus COLECTIVISTAS políticas de precios,
de crédito, su política sobre la tierra, etc., conduce a interpretar esta
nueva fase de la agricultura con aquella en la que se abandonan los
objetivos populistas de la Reforma Agraria (campesinismo) para
vigorizar por todos los medios las explotaciones capitalistas y la
rentabilidad de la agricultura a la escala de la economía global.
En este sentido, el capitalismo agrario en Chile continúa a
desarrollarse dentro de su tendencia histórica ya conocida: la gran
explotación capitalista, sólo que esta vez en claro proceso de
racionalización.
292
Otra resolución complementaria autoriza la venta de las propiedades
asignadas a los beneficiarios de la Reforma Agraria, con lo cual se deja
abierto el camino para una concentración de la propiedad salida de la
Reforma Agraria que parece será mucho más rápida de lo que podría
preverse, tanto más cuanto en las últimas semanas los responsables
del Ministerio de Agricultura han mostrado públicamente su
preocupación por la excesiva división de la tierra que vuelve
antieconómica las explotaciones y para quienes todo “lo relacionado
con la división de la tierra precisa de mucho estudio”. Todo parece
indicar pues, que un rápido proceso de formación de explotaciones
capitalistas de tamaño viable, dando paso a la creación de una nueva
capa de la burguesía agraria, amparada por la política oficial, entraría
rápidamente en desarrollo.
293
proceso de desagregación o descomposición, de lo cual es posible
constatar algunos fenómenos:
294
esta vez, a un ritmo más rápido, es decir, en un plazo más breve. En
todo caso, lo que es previsible también es que en el contexto general
de la política de todo este periodo, la generación de empresarios
capitalizados a partir de estas explotaciones, no podrá ser sino
cuantitativamente restringida.
295
productor individual. Estos últimos, sin embargo, en posiciones
diferentes para enfrentar la producción y la comercialización.
296
comercio marginal de productos agrícolas asociados a las capas más
pobres de la población, el cual podrá funcionar en base a que su solo
costo de operación será el costo del trabajo. El otro fenómeno es que
este saneamiento de los mercados rurales se hará mayormente no en
beneficio de los agricultores sino que de los consorcios de
comercialización en cuyos costos habrá que introducir ahora los
rubros de la promoción (calidad de los envases, etiquetas,
propaganda, etc.) de la asesoría a los agricultores, de los castigos a la
falta de calidad, etc.
297
Tercer aspecto del mismo problema vinculado a la comercialización,
hay que señalar la ampliación de las actividades de las cooperativas
de agricultores, a la vez que el proceso de concentración capitalista
que se opera en el seno de las cooperativas. Hay que señalar aquí la
absorción de las cooperativas campesinas (de los pequeños
agricultores) por las cooperativas agrícolas (de los capitalistas
agrarios) en el marco de las llamadas sociedades agropecuarias, cuyos
estatutos y procedimientos de organización han sido publicados en
los últimos meses.
298
operaban a 20%); flexibilidad en el cobro de las amortizaciones,
facilidades en los procedimientos (vía administrativa). Hoy en día las
condiciones son distintas:
-El crédito ha vuelto a estar en manos del sistema bancario normal,
que está regido por el juego del mercado libre de capitales. El sector
está sometido a las mismas facilidades y restricciones que todos los
productores (créditos por pautas proporcionales a las siembras). La
INDAP no es más el intermediario a los bancos y cada agricultor pasa
a ser un libre competidor frente al sistema bancario, y no obtiene el
crédito sino gracias a su propio nivel de capitalización. Esto provoca
dificultades e impedimentos difíciles de vencer.
299
con los socios menos ricos y mucho más el instrumento de
transferencia del excedente campesino.
300
repetición de discusiones estériles en que cae las sectas separadas del
movimiento obrero.
301
presencia de nuevas organizaciones que tratan de expresar de una u
otra manera las nuevas características que se desprenden de esta
lucha. De aquí lo ridículo de la acusación que se nos hace.
302
mostrar la relación que éste mantuvo con las masas y
fundamentalmente con el movimiento obrero, en los diferentes
momentos en que se aplicaba el programa de la UP; si esto es así,
entonces, nosotros mostramos el estalinismo, lo dibujamos al interior
de un proceso, lo comprendimos sobre todo ligado con los problemas
que afectan al capitalismo chileno. Pero nada más (y esto afecta
probablemente la concepción del estalinismo).
303
que es necesario comprender más allá que el estalinismo. Porque
aparece entonces, que no es el estalinismo lo más fundamental de la
experiencia pasada, sino que más bien el conjunto del movimiento de
masas, que, al romper con la UP y su programa, por su acción
práctica, genera las bases para el desarrollo de una lucha
revolucionaria, que se expresa claramente en los últimos meses antes
del golpe.
304
Por lo demás, sólo partiendo de una perspectiva como la anterior, es
decir, en relación con la experiencia pasada, puede fijarse en concreto
(y no en relación, pura y simplemente a una teoría de construcción
del partido) el problema de la responsabilidad de cada partido y de
cada militante. Puede claramente desentrañarse, por qué militantes
revolucionarios pueden producir precisamente el efecto contrario al
deseado. Y a partir de allí sacar lecciones sobre los partidos en general
y cada uno por separado. Aunque obviamente evitando extraer
lecciones que conduzcan a establecer una nueva teoría del
conocimiento, a superar en el plano de lo abstracto todo lo erróneo,
lo inmaduro, lo inconsciente. A establecer todo un conjunto de leyes
que lo único que logran es reducir la experiencia a una simple
caricatura. Lecciones que a la larga son un pálido reflejo de lo
ocurrido.
305
trabajamos en Correo lo queramos, pero porque surge al interior de
una realidad en donde la derrota y la desmovilización está presente,
en la cual, cualquier iniciativa que tienda a romper los marcos
estrechos y secretos de la polémica y de la lucha política, aparece
necesariamente como un camino político que dará sus frutos al correr
del tiempo. Además, esto está dicho pensando en aquellos que
resuelven el problema de una línea política en una pura construcción
abstracta, y por abstracto no ha de entenderse lo que parece una pura
construcción intelectual, sino que las consignas que se hacen pasar
por concretas, pero que no pasan de ser expresión de una línea que,
en el mejor de los casos, dadas las condiciones materiales de la lucha
de clases en Chile, es imposible cumplir. En este sentido piénsese en
consignas tales como el llamado a la huelga general hecho en
reiteradas oportunidades por algunos y compáresele con el estado del
movimiento obrero en épocas que pudo hacer huelgas generales e
imponer más de una política favorable al proletariado y se concluirá
necesariamente que esta política no tiene nada que ver con la
realidad. Esta línea aparecerá siempre como inaplicable y aplazada
permanentemente en el tiempo.
306
Por lo demás en las condiciones actuales de mantención de la derrota
o de derrota táctica o de repliegue, como dicen los pedantes, lo central
es que cualquier trabajo se realice, en muchos lugares y muchos
sectores. Las condiciones para una centralización, actualmente, surge
solamente en la cabeza de los afiebrados o de los que no han
abandonado aún una estrategia de corte militarista.
307
a los problemas teóricos de la lucha de los trabajadores tanto en Chile
como en el mundo.
________________________________________________________
_____
308
21. GOLPE DE ESTADO EN ARGENTINA
310
liberación” y el de sus herederos de uniforme. Los fascistas “liberales”
y los fascistas “nacionalistas” difieren en muchas cosas; pero no en lo
principal, en el mantenimiento de la dictadura burguesa sobre el
terror y la sangre. El golpe de estado fue dado por un ala de la
burguesía argentina contra otra ala de la burguesía argentina. Pero
esto no ha significado una guerra civil Inter burguesa, y ni siquiera
una división profunda en la clase dominante. Esto es así porque el
régimen institucional perfeccionado por la burguesía argentina hacia
1966 (y cuyo proceso de construcción viene de los años ´50) no fue
transformado sino en los aspectos más superficiales por el
nacionalismo burgués peronista.
311
ya bajo control, al hambre insaciable de plusvalía del gran capital
monopolista.
312
formas transitoriamente parlamentarias o militares del poder, es el
verdadero enemigo de la democracia en la Argentina. En él las fuerzas
armadas, entendidas como "garantes de las instituciones" y como
principal estructura del Estado, (aun en el plano económico) cumplen
un papel decisivo y permanente que no fue suspendido ni aún en los
períodos "democráticos". Las fuerzas armadas, en tanto depositarias
del "interés histórico" del capitalismo argentino, constituyen el
corazón del régimen de dictadura del gran capital monopolista.
Cabe preguntarse porqué en los años 50, cuando los demás países
capitalistas modernos aprovechaban la coyuntura expansiva del
mercado mundial para lanzar experiencias social demócratas o
demócrata burguesas de participación de masas (Canadá, Australia,
Suecia, Noruega, Dinamarca, Italia, Austria, etc.) la burguesa
argentina haya elegido un esquema de acumulación que volvía
imposible la estabilidad de cualquier tipo de que se ha llamado el
"Pacto Social”.
313
Este contenido "nacional" del proyecto desarrollista llevo una y otra
vez a la crisis al movimiento de masas hegemonizado por la pequeña
burguesía nacional populista. En la perspectiva de una Argentina
capitalista, la estrategia del gran capital monopolista era
efectivamente la única posible: desarrollar la acumulación interior en
condiciones de aislamiento, y de negociar inmediatamente con el
sistema imperialista mundial implicaba la negociación, podía
soñarse, ni desarrollar un capitalismo aislado (el grado actual de la
internacionalización de las fuerzas productivas lo volvería imposible)
ni modificar las relaciones de fuerza en el sistema de hegemonía
dirigido por Estados Unidos(algo que ni siquiera la burguesía
francesa pudo lograr). La “negociación” a su vez, implicaba la
modernización y la racionalización del capitalismo nacional y por lo
tanto el revulsivo proceso desarrollista de expropiaciones y
superexplotación. A través de la ideología nacionalista, la resistencia
de masas a la supexplotación capitalista era canalizada en defensa de
los planes de la gran burguesía industrial y por lo tanto hacia el
reforzamiento del régimen del "estado policial" que es el portador de
dichos planes.
314
volvió contra él por sus concesiones al capital imperialista y por la
creciente totalitarización del Estado que puso en movimiento. El
golpe militar de 1995 se proclamó democrático nacional: Pero retomó
y amplificó las políticas repudiadas en Perón, haciendo sufrir a la
pequeña burguesía su primer gran desengaño. El populismo no tardo
en trasgredir sus ilusiones sobre un nuevo líder nacional y popular:
Frondizi; en 1958 llegó al poder apoyado por un intenso movimiento
de masas. Pero también Frondozzi, puntualmente, “traicionó” a la
pequeña burguesía, la que quedó sin saber a qué santo
encomendarse. El democrático radical Ilia y la “mano fuerte'' de
Onganía despertaron sólo tímidos y breves “consensos”; el tierno
corazón populista de Onganía temía desengañarse de nuevo. Hay que
llegar hasta 1973 para encontrarse con el gran desengaño amoroso de
la historia de la pequeña burguesía argentina: el del gobierno del
Frente Justicialista de Liberación.
315
Con tales enemigos, la dictadura de la gran burguesía industrial y
financiera podría haber seguido aplicando sus planes “desarrollistas”
durante muchos años. Le bastaba establecer un juego político
“pendular” entre fases de aguda y violenta reestructuración
capitalista y otras de apertura y de recomposición del bloque social
burgués; entre fases de replanteo nacionalista, las reglas del juego con
las potencias hegemónicas del sistema imperialista y otras de
integración en el orden mundial. El mantenimiento inalterado de las
instituciones del Estado policial del control sobre las palabras
decisivas de la economía les garatizaba la posibilidad de suspender en
cualquier momento experiencias que se revelaran peligrosas para sus
intereses históricos. El proletariado, expropiado políticamente por
Perón el 1950 (por sus propios pecados de trade unionismo y
nacionalismo, por cierto) oscilaba entre frases de heroica resistencia
económica y sindical y fases de enganche como base de masas a la
ilusión pequeñoburguesa de turno, al Frente nacional y popular
contra el que debería luchar, puntualmente, pocos meses después en
defensa de sus conquistas mínimas.
316
esperanzas democráticas y parlamentarias cultivadas por la “nueva
izquierda”. Durante 1974 se debatió entre los golpes del terror fascista
lanzado por el “gobierno popular” y los sueños delirantes pero
siempre populistas del militarismo guerrillero. En 1975 la burguesía
intentó utilizar al proletariado como base de maniobras de un
enésimo “cambio de fase” del régimen. Pero la conciencia clasista
había madurado, la vanguardia obrera renació con fuerza, y consiguió
crear sus propias organizaciones de base, las coordinadoras, basadas
en la unidad anticapitalista. Esta vez los esfuerzos populistas por
reenganchar el movimiento a una perspectiva rentista (Partido
auténtico, candidatura Cámpora-Allende) se estrellaron contra la
desconfianza de la base, especialmente en el más maduro movimiento
obrero de Córdoba.
317
de clase hasta asumir el partido de su interés histórico, el del
comunismo.
318
reducida de la población total) las mismas contradicciones de clase de
las ciudades.
319
De todos aquellos que, en el poder proletario, no tienen otra cosa que
perder que sus fantasías y prejuicios. Este bloque histórico es
sólidamente hegemonizado por el proletariado revolucionario, y es
capaz de unir todos los impotentes arroyuelos de indignación en un
solo torrente poderoso, realmente imbatible en la Argentina, donde
más del 80% de la población activa debe vender su fuerza de trabajo
para poder vivir.
Miguel. A. García
________________________________________________________
320
semanas antes de la presentación, por parte de la clase trabajadora,
de un pliego general de peticiones salariales, “asumía el carácter de
una doble respuesta, primero, a una particular etapa de la lucha de
clases y segundo, a los problemas que dificultaban en Chile el
desarrollo del capitalismo. En el primer aspecto, el golpe satisfacía los
intereses generales de toda la clase dominante. En el segundo, no”.
321
de la Junta”, pero sobre todo provoca una serie de hechos que
podemos caracterizar como de renacimiento de las expectativas de la
pequeña burguesía, después de un primer período de shock
provocado por la violencia de la caída.
322
en estos momentos el proceso de recomposición de las fuerzas
sociales al interior de la sociedad chilena.
323
compromisos entre los diferentes sectores que detentan o apoyan el
control del poder político y económico. Y la existencia de estos
bloques hegemónicos expresa a su vez un determinado nivel de
desarrollo y de equilibrios en el proceso de producción y reproducción
del sistema, bajo condiciones materiales específicas.
324
“aboliendo” la primera para convertirla en la política económica de la
clase que ejerce la dictadura capitalista.
325
Durante los últimos meses se acentuó el viejo rumor que recorre
periódicamente los espíritus de la mayoría de la izquierda chilena: “La
Junta está por caer, las contradicciones internas y la crisis económica
la tienen aislada, es cuestión de tiempo.”
326
izquierdista chilena, quien sólo ve ocupado su espacio y reacciona con
furor.
327
superadas por las necesidades mismas del capital, es resultado de la
forma de mirar el mundo característica de la óptica invertida de los
pequeñoburgueses y de sus políticos profesionales.
328
“Formarán seguramente, parte del Frente Unitario, los
militares antifascistas y demócratas, los integrantes de las
fuerzas armadas que estén por la defensa y la integridad de
Chile” [2]
329
Gobierno de la UP, como son: el mantenimiento de la
nacionalización de la gran minería del Cobre y de otras
actividades productivas, asegurar garantías para los
empresarios medios, capas medias, sectores de la burguesía
nacional y de la pequeña empresa” [6]
330
Los elementos señalados anteriormente nos conducen a afirmar que
la construcción de un bloque social revolucionario forjado en torno al
movimiento obrero, tendrá en Chile características distintas a las que
pudo haber tenido en períodos anteriores (1938-1970).
331
de la lucha de la pequeña burguesía por lograr un régimen de
libertades civiles.
332
reorganización como fuerza social y política con vistas a su
enfrentamiento definitivo con el capital.
333
334
CORREO PROLETARIO n°4
1976-SEPTIEMBRE
I. Introducción
335
Este artículo es un intento de respuesta a dichas preguntas. A pesar
del tiempo transcurrido desde el golpe militar nos parece, sin
embargo, que muchos de los aspectos vinculados con esta
problemática quedarán todavía en la oscuridad, en la medida en que
entendemos que su dilucidación será el resultado de la práctica
económica y política del MO -y del proletariado en general-, y de la
capacidad que muestre la izquierda para retomar una de las
experiencias más ricas e importantes generadas por la clase obrera
de nuestro continente.
Nos parece que una de las formas de entrar a analizar los problemas
mencionados es tratando de poner en limpio las concepciones,
aparentemente diferentes, que han surgido en la izquierda chilena
desde el día del golpe. Veremos cómo las distintas posiciones que la
Unidad Popular (UP), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR) y otros grupos, han levantado con respecto a la caracterización
del período, las tareas que de él emergen, así como las estrategias que
se proponen a más largo plazo, son un resultado directo de lo que era
la práctica de estas organizaciones antes de 1973, así como de las
lecciones que ellas han extraído del período 70-73, de la derrota
sufrida y del proceso abierto después de ésta. Más aún: estas
posiciones, divulgadas en una gran cantidad de documentos,
encierran, en sí mismas, una visión de la historia de la lucha de clases,
de la clase obrera, en nuestro país y de su rol en la sociedad y, por
necesaria conexión una visión universal del proceso revolucionario.
336
Los porqués de la derrota
I. PC – PR – PS – MOC
El primer bloque estableció, desde los primeros días del golpe, que los
principales problemas del proceso de la UP fueron:
337
trabajar con planes, el culto al espontaneísmo y la voluntariedad. No
se trató sólo del reivindicacionismo desenfrenado, aunque éste tuvo
un papel muy importante. Además, influyeron la extensión
desmesurada del sector estatal, al violarse la política pactada por el
Programa Básico de Gobierno de la UP y promoverse la incorporación
al Área Social de pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas no
rentables.”2
2
Orlando Millas. miembro de la Comisión Política del PC: La
desestabilización de la economía: arma táctica del imperialismo, Revista
Internacional. Edición venezolana, núm. 31-32.
338
expresión en el terreno político, en una incomprensión pertinaz del
carácter político y de clases del partido Demócrata Cristiano (PDC).
Las incomprensiones respecto del PDC impidieron absolutamente
desarrollar en la UP una política que tendiera a sustraer al PDC de las
influencias del imperialismo y la burguesía monopólica expresada
por el freísmo, y que permitiera el desarrollo de los sectores
democráticos y progresistas en su interior…”3 (el subrayado es
nuestro. Aunque se culpe a la pequeña burguesía queda claro que fue
la clase obrera quien no “ayudó” a que la alianza mencionada tuviera
lugar: ya sea porque le hizo caso a la pequeña burguesía (?) o porque
no le hizo caso a los que escriben el documento).
3
Documento del Comité Central del Mapu OC: Las tareas del pueblo en la
hora presente.
4 B. Teplizki, PR., El fascismo será derrotado en Chile. Entrevista
339
dirección del movimiento popular homogénea y eficiente, clara e
imaginativa en lo estratégico y en lo táctico”.5 Pero una dirección no
puede existir sin movimiento a quien dirigir y en Chile, hoy, la vida
del “movimiento popular” está casi destruida. Para reavivarlo se
propone, entonces, un Frente Antifascista, a través del cual, y gracias
al cual, el problema queda resuelto. Si hay reconstrucción de los
partidos, lo habrá del frente y, por lo tanto, la clase obrera tendrá la
oportunidad de manifestarse, porque “la amplia alianza que
postulamos sólo podrá constituirse en la medida en que consolidemos
y desarrollemos un nuevo nivel en la unidad de nuestros partidos y
busquemos convergencias políticas y programáticas que se definan
contra la dictadura” (subrayados nuestros).6 Es decir, en la medida en
que los partidos políticos sean capaces de reconstruirse ellos y
conformar dicha alianza, la Junta será entonces enfrentada y la clase
obrera “después de conseguir la unidad de las fuerzas antifascistas,
abrirá el camino hacia un futuro mejor” (subrayado nuestro).7 Sin
embargo, la relación que se busca entre las masas y dicha dirección
es “dialéctica”, como muy bien se nos explica: “La necesidad de la
construcción de la unidad antifascista por la base (es la) única
garantía de su viabilidad y solidez: pero las masas no son un terreno
virgen, donde no haya huellas de las ideologías de los diversos
partidos, incluso burgueses… El trabajo de masas por abajo, que
ponemos en primer plano, no nos conduce a menospreciar el trabajo
340
y los acuerdos “por arriba” para asegurar el éxito de la política
unitaria… tenemos en cuenta que las insuficiencias de una dirección
única concordada por socialistas y comunistas y nuestros aliados, en
particular el PR como partido de masas, fue una de las claves de
nuestra derrota”.8
Más tarde vamos a volver sobre estas concepciones. Veamos ahora las
del otro bloque.
341
reformismo, meta de la que no estábamos lejanos a mediados de 1973
pero que no alcanzamos, (…) y para que el proletariado triunfara y en
ese caso conquistara el poder, era imprescindible que nosotros
asumiéramos la conducción del movimiento de masas. Esto, salvo en
algunas fases excepcionales del periodo, siempre se presentó como
difícil a corto plazo, plazo en que la clase dominante se propuso
resolver la crisis”10 (subrayados nuestros).
noviembre 1973.
342
la burguesía y colocarse al frente de las masas que querían
combatir”.12
343
revolucionaria internacional y en las condiciones concretas de la
sociedad chilena, elabora un programa, una estrategia, una línea
política y una táctica correctas. Este programa, estrategia, línea
política y táctica han sido elaborados por el MIR a través de más de
nueve años de lucha”.14
344
a la situación que se vive en Chile. Pero creemos que esto se puede
abordar en otra ocasión. Por ahora, nos interesa dejar establecido lo
más claramente posible lo que nos parece ser el nudo gordiano de las
dos proclamadas líneas existentes en la UP y en el proceso del 70-73.
De lo visto hasta ahora se desprenden una serie de puntos
coincidentes en los análisis (y por ende en la práctica) de ambos
bloques.
345
o la derrota habrían sido, al menos, consecuencia de un
enfrentamiento global (el que tanto se prometió). Es cierto que las
masas avanzaron mucho “gracias a la iniciativa de los partidos y
sectores revolucionarios” (esta frase la han repetido hasta la saciedad
ambos bloques). Y es cierto también que muchas veces avanzaron a
pesar de los partidos (esto, generalmente lo reconoce sólo el segundo
bloque), pero de ejemplos como esos se deduce, precisamente, que
además de construir una dirección revolucionaria, ésta debe ser
férrea, para así evitar esos desbordes espontaneístas que, a fin de
cuentas, siempre terminaron diluyéndose en reivindicaciones de tipo
economicista (unanimidad en ambos bloques).
346
tan sólo como una eventualidad teórica y no de construcción de
dirección revolucionaria. En esto hay pleno acuerdo también. O el
partido conduce a las masas o éstas (y los “otros”) tienen la culpa de
lo que suceda.
Las soluciones
347
Se nos dice que a través de un frente antifascista, o de los Comités de
Resistencia, o del frente único, se podrá enfrentar a la Junta Militar,
se logrará unificar los objetivos de los partidos, y serán los
instrumentos que reavivarán al proletariado, serán las herramientas
indispensables para la reconstrucción del MO. En otras palabras, de
la creación del frente, de su existencia física, depende la caída de la
Junta, y depende, por lo tanto, la existencia política de proletariado.
Sintetizando: a) no habrá reactivación del MO, sin la existencia de
estos frentes, b) estos frentes no existirán si no hay partidos políticos,
c) hay que reconstruir los partidos políticos para que la clase pueda
luchar. Conclusión: sin partidos políticos no hay actividad política del
MO (éste no tiene conciencia de los objetivos políticos de su lucha).
348
cauce, o encarcelarlos en la sola posibilidad de incorporarse a los
partidos políticos, será en la práctica marginarlos de la lucha.15 3. Para
ello proponemos la constitución del Movimiento de Resistencia
Popular, al que pueden incorporarse todos los sectores del pueblo
organizado en Comités de Resistencia. ¿Cuál es la condición a través
de la cual esto se hará realidad? Está explicado en el apartado II, punto
1.” Después de establecer que para derrocar a la dictadura gorila es
necesario unir al conjunto del pueblo, a las fuerzas políticas de
izquierda y progresistas, el MIR dice que esto se logra como “el
máximo de unidad que hoy es posible concretar entre los partidos de
la UP, los sectores del PDC dispuestos a combatir a la dictadura y el
MIR”, reunidos en el Frente Político de la Resistencia. La proposición
es bien clara: hay sectores del pueblo que no están en los partidos;
encarcelarlos en la sola posibilidad de incorporarse a ellos es
“marginarlos de la lucha” (¿no sería más correcto expresar la idea al
revés, es decir, que son los partidos los que se marginarían de la
lucha?). Luego, si los partidos políticos no diseñan una política
correcta -un encarcelamiento incorrecto-, definitivamente hay
sectores que se marginarían de la lucha contra la dictadura, es decir,
serían incapaces de desarrollar esa lucha, o, puesto en los términos
de los objetivos colocados por el conjunto de la izquierda, si la tarea
es el derrocamiento de la dictadura, entonces esos sectores serían
incapaces de desarrollar la lucha política central que debe llenar el
presente período.
mejor expresada.
349
Y podemos decir que esta concepción no es exclusiva del MIR.
Expresada de una manera u otra, ella está en la base de la actividad
de los partidos políticos que integraron la UP, y, como hemos visto, a
pesar de lo acontecido, sigue rigiendo su actividad hoy, como lo hizo
en el pasado.
350
acción de masas, resumiendo: su propia historia, haya sido olvidada
o, mejor dicho, no aparezca por ningún lado. No tiene nada de
extraño, desde luego, que quien permanentemente le propone
soluciones a la clase, quien tiene la desfachatez de acusar a ésta ya sea
de espontaneísmo (economicismo y anarquismo) o de
reivindicacionismo desmedido (economicismo y reformismo), quien
tiene la soltura para condenar al movimiento obrero porque este no
cumplió con tal o cual programa previamente diseñado, quien tiene
el desparpajo de desdeñar como simple espontaneísmo todas y cada
una de las coyunturas generadas por la actividad de la clase, gracias
a las cuales la experiencia de la UP duró tres años (y no por razones
de “muñeca”), no es extraño, decimos, que se hayan olvidado
totalmente de que en Chile existieron cordones industriales
(reivindicación ausente de todos y cada uno de los programas que se
“le ofrecieron” al movimiento obrero), que en Chile existieron los
Comités Coordinadores de Trabajadores. Por ello, no nos sorprende
tampoco que nadie, NADIE, en la izquierda hasta hoy haya intentado
levantar una estrategia (y por lo tanto una concepción de la
revolución) basada en el hecho fundamental de que el proceso
conducente a la creación de los cordones industriales dejó entrever en
Chile la capacidad del movimiento obrero para establecer condiciones
específicas de lucha, generando con su autoactividad las instancias
del combate, su ritmo, así como los medios para desarrollarlo y
profundizarlo, conquistando su independencia de clase como el
prerrequisito que prepara el terreno para la toma del poder (la "toma
de conciencia" de esta realidad debería llevar a la izquierda a tomar
351
otra actitud que la de ofrecedora de programas). Y ese proceso
fermentó dentro de las condiciones materiales creadas por la etapa
histórica del capitalismo chileno (y no de ningún otro capitalismo o
de otro tipo de antecedente histórico sobre las relaciones entre
clases). Y esto existió sin que existieran programas previos escritos,
sin la ayuda de los partidos políticos y, más aún, a pesar de éstos en
la mayor parte del proceso (lo cual no niega la actividad del militante
en dicho movimiento, lo que no es lo mismo que la actividad y posición
del partido frente a la acción de los obreros, frente a ese movimiento.
Miles de militantes en Chile conocimos el desgarramiento producido
entre la actividad política de los trabajadores y la nefasta “línea del
partido” u “orden del Comité Central, compañero”).
352
capacidad política de determinados sectores o grupos marginales al
MO (aunque fracciones de estos militen en ellos) para proponerlos.
Aparecen como resultado directo de la actividad del MO y del
proletariado en el sistema capitalista, por las necesidades e intereses
que de ello emanan.
353
en un primer plano su capacidad para alterar sus condiciones de vida
y generar los cambios sociales, potenciando dicha capacidad real por
encima de la imaginación o actividad de grupos o partidos que sólo
pueden ver al MO en cuanto se ven a sí mismos. Dicho de otra
manera, el problema estriba en cómo, respondiendo a qué
coyunturas, organizándose alrededor de qué necesidades originadas
por la estructura capitalista, etc., la clase obrera será capaz de ir
generando los procesos que la reconstruyan como movimiento
político y económico, que la pongan en pie de combate, creando las
condiciones para reconquistar su fuerza, la fuerza de su
independencia de clase, expresada ésta orgánicamente en las
relaciones del MO consigo mismo y con el resto del proletariado. Y
cuál es nuestro papel en ese proceso.
354
características de la lucha de clases, tal y como ella se nos presenta
históricamente. Es lo que trataremos de ver en el siguiente acápite.
355
la gran mayoría de las veces, por profundas derrotas, que los
trabajadores logran reconocerse entre ellos mismos como integrantes
de la misma clase, con semejantes intereses, necesidades,
aspiraciones y objetivos.
Las vías por las que el MO llegue a romper la competencia entre los
propios productores y logre quebrar la barrera de intereses
antagónicos particulares, para generalizar los comunes, estarán
determinadas por las particularidades de la sociedad capitalista de
que se trate, por las peculiaridades de su historia, por la interacción
de “otras historias” que se conectan entre sí y se influyen
mutuamente en períodos específicos. Sin embargo, estos aspectos,
que son fundamentales y que se olvidan con demasiada frecuencia,
no son los que justifican dichos tan populares como “nosotros somos
diferentes; nuestro pueblo es distinto; nuestra clase obrera no
aceptará -o sí- experiencias de otros trópicos, construiremos el
socialismo al ritmo de nuestro folklore y con el sabor del menú
nacional, etc., etc.” Al contrario, los problemas que esos aspectos
enfatizan están vinculados a las características orgánicas de la clase
obrera, su composición en distintas fases del desarrollo capitalista, su
capacidad para enfrentarlo masivamente en determinadas
coyunturas, su “aceptación de que la superexploten en otras, sin
mostrar el menor asomo de conciencia de clase” (excepto cuando la
356
evidencia es demasiado evidente. El tipo de situación mencionada en
la última frase ha sido entendido generalmente por la izquierda
latinoamericana como algo posible en el país vecino, no en el nuestro,
porque en nuestro país '”nuestra clase obrera jamás aceptará la
explotación sin resistir. Para eso estamos nosotros, para evitarlo...".16
Pero ¿cómo llegan los trabajadores a superar las barreras que los
atomizan y los antagonizan? ¿Cómo alteran aquellas condiciones de
existencia en que miles de intereses particulares prevalecen sobre sus
intereses generales? Y ¿cuáles son éstos y cómo los descubren? La
primera relación de los obreros con el capital fue -y sigue siendo- una
de sobrevivencia. Una sobrevivencia amenazada desde todos los
ángulos: necesidad de vender su fuerza de trabajo, inestabilidad
laboral, salarial, familiar, relaciones humanas humillantes,
deprivación de derechos, acumulación de deberes, etc. El precio de su
fuerza de trabajo y el salario que reciben por su venta nunca son
estables. El salario es una relación determinada por las respectivas
fuerzas de ambas clases, de obreros y capitalistas. En la medida en
que los primeros están desorganizados, en períodos de aguda
recesión, dominados por la superioridad política e ideológica de la
burguesía, ésta será capaz de imponer un salario que le permita
extraer ganancias más altas de la explotación de los trabajadores. Y
viceversa.
16
Cuántas insensateces han cometido y seguirán cometiendo los grupos y
partidos de izquierda que han convertido ese simple credo en un evangelio
para la acción… y el desastre.
357
Sindicato
17
Marx, El Capital, libro I, capítulo 6, pág. 143. Ed. Siglo XXI.
358
capitalista, sino también a unificar la actividad del MO,
estandarizando, en cierta forma, los métodos mediante los que
pretende mantener e incrementar la explotación de la mano de obra
y la reproducción del capital. Junto con lo anterior, aparece, pues, una
de las características más importantes del capitalismo hoy día -a
diferencia del siglo pasado-: la sindicalización masiva de la clase
obrera a través de los cinco continentes, afiliada a centrales sindicales
internacionales de distintos “colores”. Esto tiene un gran significado
de cara al carácter del enfrentamiento entre clases durante el siglo
pasado y comienzos de éste, y al que tiene hoy día. No se pueden
seguir sacando todavía las mismas conclusiones con respecto a ambas
épocas cuando elementos tan fundamentales como la participación
del Estado en el proceso capitalista, como un capitalista más pero con
un poder inmensamente mayor, la internacionalización del capital y
la organización del MO se han masificado a los niveles que hoy
conocemos.
Esto implica, por ejemplo, que los procesos a través de los cuales la
clase obrera enfrenta a la burguesía, se preparan y operan sobre la
base de la masificación de su actividad organizada a niveles
superiores a los conocidos, de manera que el sindicato, la
organización que contiene al MO en su “estado natural”, como ser
colectivo que genera y regenera el proceso productivo, pasa a jugar
un papel mucho más central e importante que en períodos anteriores.
No porque el sindicato por fin se haya decidido a “superar su frontera
economicista”, no porque el sindicalismo revolucionario haya
359
aparecido por milagro divino, no porque el sindicato ya “no integre a
la clase obrera al sistema”, sino porque la organización sindical
masifica la actividad del MO a niveles desconocidos históricamente,
la extiende en el ámbito internacional como antes, por razones obvias,
nunca pudo hacerlo. Allí donde llega el capital internacional con
inversiones productivas, llega también la organización de la clase.
360
burócratas, malos, corrompidos; por oposición la lucha no
burocratizada, buena (a lo sumo engañada) de la base obrera. De ahí
a proponer instancias alternativas que la clase debe cumplir si quiere
evitar semejantes vicios, sólo hay un paso. Desde luego que estas
alternativas están llenas de conciencia “antiburocrática” y son,
además, intransigentemente revolucionarias (obvio es añadir que la
mayoría de estas alternativas se le ofrecen a la clase desde el exterior
de ésta y de su experiencia cotidiana).
361
un simple ejercicio intelectual. Ambos se compenetran, se
interaccionan y actúan sobre intereses reales. Y esto refleja las
características de determinados períodos históricos del capitalismo.
Lucha de clases
362
necesidades mismas de la reproducción del capital. Esto se expresa en
la actualidad constante de la lucha por el salario, entendido éste, como
dijimos antes, como una relación que expresa el balance de fuerzas de
las respectivas clases. Esto no quiere decir que la lucha del MO sea
siempre económica, reivindicativa (hemos recibido tantas pruebas de
esto a lo largo de su historia que ya no debería seguir siendo necesario
insistir sobre ello). En la medida en que dicha lucha lleva a la
confrontación contra el Estado, en que integra nuevos sectores de
explotados al combate, que incrementa y multiplica su movilización,
imponiendo la lucha económica como interés objetivo del conjunto
del proletariado, masificándola, la lucha se convierte en lucha política,
el movimiento se politiza. La lucha por el salario se expresa, entonces,
de otra manera, se traslada a otras esferas.
363
del movimiento de masas. Organismos que van expresando la
conquista de la independencia del conjunto del movimiento de la
clase, su autonomía política, en una palabra, la construcción de su
propia ideología por oposición a la burguesa.
364
se reduce a hechos aislados y fácilmente sofocados, o descansa en la
acción de la vanguardia obrera, los partidos políticos refuerzan su
concepción de que sin partido no hay actividad política de masas,
tendiendo a universalizar una relación particular entre partido y
clase.
365
sindical), aunque con menos posibilidades de coordinar a diferentes
sectores sociales debido a su encadenamiento al centro de
producción. De ahí que, mientras esas condiciones persisten, su
“vuelo” ideológico sea más limitado que el del partido.
Clase
366
herramienta forjada en años de enfrentamientos que le ha permitido
al MO comprender dónde reside la fuerza de los capitalistas y ver a
éstos no como individuos aislados sino como una clase.
367
envuelto a la clase obrera, ésta opone ahora la descentralización de su
actividad política.
Partido
368
La vanguardia del MO (los obreros organizados que conducen este
proceso, y no ninguna otra abstracción o especulación) va resolviendo
su vinculación con sectores atrasados de la clase, quienes sólo ven en
aspectos particulares de la lucha la posibilidad de su participación
activa, a través de la lucha económica. Ella juega en esos momentos
un papel muy específico, magnificando las reivindicaciones,
politizándolas de esta manera, unificando a la clase obrera en esta
dialéctica entre lucha económica, política y económica de nuevo. Los
sindicatos son ahora, y cada vez más, instrumentos de esa dialéctica
desatada -sobre todo- por aquel sector del movimiento que
manifiesta su independencia (su constitución como clase) expresando
su presencia política a través de sus propias organizaciones, abriendo
un periodo de lucha a vida o muerte por canalizar la crisis
revolucionaria a través de ellas. Estas organizaciones, si bien nacen,
tal y como dijimos, del aparato productivo, superan los marcos de éste
y su orden: su dinámica nutre y se nutre del conjunto de sectores que
conforman el proletariado, subordinándolos a la acción central del
MO, únicamente porque éste ha mostrado con su acción cómo
dependen de la estructura económica, del aparato productivo, la
globalidad de las relaciones sociales.
369
línea del partido”, la autoridad del “comité central”. En este proceso
nuevos sindicatos son creados, la participación sindical crece sin
cesar. Allí donde antes no habían sindicatos o su actividad había
dependido por años de un grupo de obreros y de burócratas, ahora
aparecen verdaderas centrales sindicales, quienes organizan la
actividad de todo un sector industrial, masificando su lucha, creando
nuevas condiciones para el desenvolvimiento orgánico de ésta. La
alteración de las relaciones sociales operada a través de una
convulsión económica y política de la intensidad y características
como las descritas, la acción central que allí desarrollan las nuevas
organizaciones de la clase, preparan el terreno en donde la toma del
poder aparecerá como algo posible, real, palpable, concreto. Le
aparecerá a las masas como un esfuerzo más, como un paso más
dentro de la práctica que viene desarrollando, como la única forma de
solucionar el conflicto entre clases. E implementará los pasos
necesarios en tal sentido. Así, una consigna que tantas acrobacias ha
sufrido en cerebros ardientes, será llenada con las formas históricas
creadas por la lucha del movimiento obrero y de la clase explotada en
general. Es de esta forma como la clase se constituye en partido.
370
convertir en fuerza política masiva (y no tan sólo la de esa
vanguardia) la conciencia obrera desarrollada por la lucha. Y estos
cauces sólo pueden ser las organizaciones que, surgidas desde las
fábricas, expresan la actividad de los obreros, su poder de decisión
económica y política, coordinando cada uno y todos los pasos del
movimiento en la crisis revolucionaria, expandiendo su autoridad (en
cuanto actividad masificada de la clase) hasta el último hogar
proletario.
371
El problema central, pues, de estos partidos durante la crisis
revolucionaria consiste no en integrar a sectores del MO a ellos en la
perspectiva de la construcción del partido, sino en la 18integración de
ellos en el MO en la perspectiva de la construcción de la clase como
objetivo sine qua non para el derrocamiento de la dominación
burguesa y la conquista del poder político por el proletariado.
Victoria o Derrota
18
Cf.: Marx-Engels, Manifiesto del Partido Comunista.
372
situación, por lo que el “partido de la revolución” se verá sumergido
en luchas cada vez más radicalizadas que finalizarán o con su
desaparecimiento a manos de la revolución o la contrarrevolución, o
con su estabilización a costa de reproducir las condiciones históricas
que le dieron origen: la división del trabajo, la fragmentación
ideológica del proletariado, su neutralización total como fuerza
política. La reproducción, en una palabra, del marco social que
posibilitaba la relación burocrática entre partido y clase.
373
difícil, ya que la derrota llevará aparejado el triunfo de una u otra
concepción ideológica del mundo, basada, primero y
fundamentalmente, en el enterramiento de los ángulos
revolucionarios del periodo previo. Es cierto que “de las derrotas se
deben sacar lecciones” y que de ellas “se aprende”. Pero ni el hecho de
la derrota significa que se vayan a aprender las lecciones del caso (ni
siquiera que se considere que las haya) ni la existencia del partido
garantiza que dichas lecciones sean identificadas e integradas, ya que
la derrota misma afecta a la clase como movimiento político y
económico, como partido, con todos los procesos que ello genera y
conlleva. Los partidos políticos que pretendieron conducir a la clase,
colaborando con más de un grano de arena en la derrota, tenderán a
reproducir las nuevas condiciones impuestas por la
contrarrevolución, enterrarán el pasado revolucionario de la clase
obrera, revivirán el propio y se dedicarán a “proteger la verdadera
llama de la revolución” en las nuevas y adversas condiciones, es decir,
los sagrados principios que no se cumplieron en el proceso pasado y
que deberán cumplirse en el que viene.
374
estructurales con la lucha del MO europeo y con los procesos
revolucionarios generados por la clase obrera en el mundo. Para
nosotros la UP fue, precisamente, el programa de diferentes partidos
que contenía las reivindicaciones necesarias para que fuera apoyado
por el MO. Dicho programa recogía objetivos económicos y políticos
que ya estaban siendo llevados adelante por la clase obrera. Por un
lado, como respuesta a un gobierno represor -el de la DC- en el cual
se habían depositado grandes esperanzas, pero que había fracasado
rotundamente. Por el otro, como respuesta a la crisis del capitalismo
chileno (ambos elementos, como no puede ser de otra manera, están
relacionados). A partir de 1966-67 la actividad del MO comienza
hacerse sentir en todos los planos: huelgas generales, combates
callejeros, toma de industrias, enfrentamientos con la policía, etc.
19
Para un análisis detallado de este período y el de la UP ver Quiénes somos,
Correo Proletario 2, noviembre de 1975.
375
Durante la UP la integración de la CUT al gobierno sellaba la visión
que tenían los partidos políticos del proceso.20 Mientras esto ocurría
“por arriba”, la clase se organizaba “por abajo”. Donde no había
sindicatos, se creaban; donde antes participaba un n% de la
militancia en las discusiones del pliego reivindicativo, ahora la
asamblea decidía tomarse la fábrica. Pero, aún mucho más
importante, cada coyuntura crítica del proceso era contestada por la
movilización de la clase obrera, dándole una nueva naturaleza a la
organización sindical, organizando a sectores nuevos y ampliando la
base de movilización contra la burguesía. El sindicato ni fue superado,
como muchos decían, ni tampoco fue “no superado”, como otros han
sostenido (los primeros jugaron a la ultraizquierda con el MO, los
segundo sujetaron su política a la UP, como pasó con el MIR que
todavía seguía exigiéndole a la CUT el llamamiento a una huelga
general poco antes del golpe, cuando la CUT, como expresión de la
burocracia sindical, había sido diluida en un movimiento
reivindicativo de miles de pliegos de peticiones que se discutían en
tantos otros sindicatos y que se presentaban a través de los cordones
industriales (volveremos sobre esto en unas líneas más). El problema
central es que los sindicatos asumieron nuevas características. La
20
Valga como ejemplo el Estatuto de la CUT aprobado en los primeros meses
de la UP, el que establecía, entre otras cosas, que las elecciones para los cargos
sindicales se harían por listas de partidos y que, por ende, dichos cargos eran
propiedad de los partidos, quienes podían remover a “su” dirigente y
sustituirlo, aunque el designado no hubiera sido elegido. Las causales que se
enumeraban para hacer esto eran simplemente nominales, como más tarde se
demostró en casos concernientes al MAPU y al MIR.
376
primera y principal fue su crecimiento, basándose, sobre todo, en
sectores nuevos y combativos del MO. Por lo tanto la actividad sindical
fue alterada desde “abajo”. Si en períodos anteriores era posible un
determinado tipo de participación, ahora se producía otro,
sustancialmente distinto, como expresión histórica de las nuevas
relaciones establecidas al interior de la clase obrera y entre ésta y la
burguesía (desde luego que no nos referimos a las “nuevas
modalidades de participación” de que tanto les gusta hablar a la UP,
el MIR y la CUT, como la diseñada en el Estatuto que en tal sentido
confeccionaron el Gobierno y la CUT). Sobre los cimientos de la
organización sindical, pero rompiendo con sus límites, impuestos por
el aparato productivo, el MO creó los CI (cordones industriales) y los
vinculó con el resto del proletariado a través de los CCT (Contratos
colectivos de trabajo), apareciendo ambos organismos como la
respuesta masiva del proletariado industrial a la ofensiva burguesa de
octubre del 72. La clase obrera, entonces, enfrentó a la CUT en el
único terreno en que ello era posible: no en el de la discusión sobre si
la CUT era reformista o no, o si Figueroa era o no un verdadero
representante de la clase, o si los obreros aun creían en la CUT. No, la
clase obrera enfrentó a la CUT enfrentando a la burguesía. Cuando la
clase obrera se unificaba a través de su actividad, cuando la ola de
lucha reivindicativa se masificaba y se preparaba espontáneamente
como una de las formas de enfrentar por sí mismos las necesidades
del periodo, cuando los sindicatos sesionaban en asambleas
decidiendo el monto de las reivindicaciones y las medidas para
hacerlas efectivas contra la burguesía, contra el capital, participando
377
tanto la pequeña como la gran industria en la movilización, el MO
chileno no habló con la CUT, ni le pidió permiso, ni aceptó las
argumentaciones de la UP y el MIR. Preparó sus reivindicaciones para
ser luchadas a través de los Cl, a través de sus propias organizaciones.
Es más, allí donde no habían CI, como en la gran minería, los obreros
del cobre también alteraron los “viejos cánones” de la lucha sindical
y unificaron su lucha, presentando, por primera vez en la historia de
la minería chilena, un pliego único para las cinco grandes minas. La
CUT, que junto con los burócratas de la Corporación de Fomento
(CORFO), estaba preparando el plan económico del año 71, tuvo que
ir a presentarlo a los CI, donde se inició un debate por fábricas. Cosa
que por supuesto no hizo con el famoso plan de participación,
aprobado a comienzos del 71, cuando parte sustancial del programa
de la UP la clase obrera todavía no lo había agotado, y partidos y
organización sindical aún mantenían sus riendas con más o menos
firmeza.
Pasado y Futuro
378
De ahí que dijéramos en el número anterior de Correo Proletario que
no podemos aceptar el argumento de quienes excusan la derrota
diciendo que en Chile no existió el partido revolucionario, porque no
podemos separar a los hombres que dicen esto de su propia práctica.
Ellos estaban allí y participaron en al proceso. Decir que no existió el
partido revolucionario es decir que no existió el partido
revolucionario que ellos habían pensado (lo cual constituye la esencia
del 90% de la teoría del partido revolucionario levantado por el
marxismo occidental y cristiano de los últimos 55 años).
379
latinoamericano y chileno. Las derrotas infligidas por el capitalismo
desde 1971, son las derrotas, también, de toda una concepción de la
lucha de clases. Hoy, en medio de la secuela de terror y muerte que
aún impera en la mayoría de los países del continente, ya se plantean
nuevas tareas. Las perspectivas futuras dependerán de si estas tareas
se encaran como una repetición del pasado, introduciendo tan sólo
algunos cambios formales, o de si el movimiento obrero podrá
recoger su propia experiencia (y cómo) y volcarla en la lucha de clases
en cuanto superación de su historia anterior. Trataremos de ver, en el
siguiente acápite, cual es el estado de las fuerzas que pugnan por
eliminar esta posibilidad y las que tratan de construirla, hoy, en Chile.
21
Nos referimos al artículo El Estado del Movimiento Obrero al cual nos
remitimos para un análisis detallado de la derrota y sus consecuencias.
Correo Proletario 3, mayo del 76.
380
Las organizaciones de la clase obrera, los Cl, los sindicatos, etc.,
desaparecieron de la noche a la mañana.
La dinámica de la derrota
381
que profitaban de un tipo particular de Estado, producto histórico de
la estructura económica e institucional de los últimos 10 años.22
22
Para un análisis más detallado ver "La política económica de la Junta",
Correo Proletario # 2.
23
Quizás existió a principios de siglo, aunque no lo sabemos con seguridad.
382
Las poblaciones se han hinchado. Miles de desempleados han ido a
habitar su miseria. Si antes se empleaban en trabajos eventuales
(pololos), ahora la oferta de trabajo es muchísimo más grande y las
posibilidades se han restringido enormemente. Los resultados hoy se
los conoce con amplitud. Pero las consecuencias, a largo plazo, son
aún más dramáticas de lo que se pueda suponer. La masacre de los
días del golpe, los asesinatos posteriores, las torturas, los
desaparecidos, etc., serán un pálido reflejo frente a la sangría que el
capitalismo comete día a día, silenciosamente, en los propios hogares
de los trabajadores: subalimentación de miles y miles de niños,
dañando mentalmente de por vida a muchos de ellos, matando a
otros hasta por un simple resfrío debido a su debilidad física,
condenando a una vida de parias a miles de hombres y mujeres, sin
distinción de edad, de creencia religiosa o de color político.
383
que le permita ganar algunos pesos o de que sus hijos sean aceptados
en uno de los comedores populares. Dentro de la fábrica debe
mantener el puesto: sabe que miles de desempleados presionan
puertas afuera, por lo tanto debe aceptar las condiciones que le
impone el capital, o sea, rebaja de salarios, aumento de la jornada de
trabajo, no seguro social, ahorrar el pasaje del autobús y, para ello, ir
caminando hasta el trabajo, no protestar. Sabe de sobra que los
capitalistas hoy pueden despedir a la fuerza de trabajo total de una
industria y reemplazarla inmediatamente. Hay muchos que esperan
afuera y no hay organizaciones que los defiendan adentro. En otras
palabras, Chile hoy vive la contrarrevolución.
384
represión. Pero, dentro de estos límites, es posible verificar el estado
actual del MO, y de los signos que han ido emergiendo de su
reconstrucción.
24
Ver "Si Compañero"', boletín editado en Berlín Occidental, número 2.
Reproducido en Correo Proletario # 3, página 10. Aunque sin citar la fuente,
el pleno del PS celebrado en La Habana, mayo-junio del 75, declaró que el
75% de las organizaciones sindicales fueron puestas fuera de la ley desde el 11
de septiembre del 73. Tan sólo en la provincia de Santiago se canceló la
personería jurídica de 719 sindicatos industriales y 570 profesionales.
385
También se designó a un grupo de dirigentes “a dedo”. Muchos de
éstos apoyaron el golpe como una “saludable” salida al gobierno de la
UP y, desde el principio, se ofrecieron como oficiadores de buena fe
de la Junta, para convencer a la clase obrera -chilena e internacional-
de las bondades del nuevo régimen.
386
desaparición de industrias y la baja de la producción industrial sigue
al ritmo de finales del 75, comienzos del 76, sin que se entrevea el
recambio vía inversiones productivas, permitiendo a corto plazo una
absorción de la mano de obra, estos dirigentes se verán exactamente
en la misma posición de sus ex-afiliados: también serán ex-dirigentes
y no tendrán más remedio que integrarse a los sufrimientos
cotidianos del desempleado. Este hecho, unido a que muchos de ellos
fueron elegidos por la base en 1972 (aunque, en muchos casos, no
para los cargos que hoy detentan), a su tradicional actividad sindical,
y a que gran cantidad de sus afiliados participaron en la lucha del
período anterior en cuanto miembros de la clase obrera y no de un
determinado proyecto político, participando activamente con la
movilización de la clase en las coyunturas en que ésta logró romper
sus divisiones internas (octubre del 72, actividad en los Cl, etc.), los
ha convertido en interlocutores del MO. Aunque unos y otros
(dirigentes y dirigidos) saben que en las condiciones actuales no
lograrán tirar a la Junta (y que unos cuantos de estos dirigentes
buscan, desde luego, la perpetuación de ésta, como una forma de
perpetuarse ellos mismos en sus actuales posiciones).
387
ampliar el reducido espacio de que hoy dispone. Es absurdo hablar de
ellos como de dirigentes amarillos: son los únicos que el MO se puede
dar el lujo de tener, independiente de que “los odie o no”, o de que los
quiera cambiar o no (como algunos sectores de la izquierda dicen).
Aquí no se trata de buenos deseos, sino de la construcción de la fuerza
colectiva que hace entrever otros horizontes y la forma de alcanzarlos.
388
quienes pretenden serlo son dirigentes personalistas. El movimiento
sindical no nació por generación espontánea, sino como defensa ante
el sistema capitalista, adoptando una posición contra éste... Y pese a
que casi siempre los sindicatos han estado controlados por el Estado,
los trabajadores siempre libraron grandes batallas contra los
gobiernos, con esto queda demostrado que la intromisión política no
es tan grande como se presume. Los partidos ni siquiera lograron
controlar a sus propios partidarios y estos se rebelaron contra el
control excesivo”. Con respecto al período de Frei, “peleamos con
nuestro partido (que estaba en el poder) siempre que cautelaba
nuestros intereses... pero participamos en huelgas que, aunque eran
contra los empresarios, repercutían contra el gobierno”. En relación a
la petición de levantar el boicot internacional, Ríos declaró que “la
posición de la COMACH se hizo muy difícil, porque adquirió
compromisos en el extranjero que no se han cumplido. El boicot de la
Federación Internacional del Transporte se suspendió bajo la palabra
de que en Chile se respetarían los convenios del trabajo y se
restauraría la actividad sindical... Difícilmente podríamos salir ahora
a explicar lo que ha pasado. Ahora la Junta habla de construir una
sociedad y a un hombre nuevo y nosotros hablamos de una situación
excepcional y de emergencia. Los empresarios han vulnerado
reiteradamente los convenios del trabajo, hay sectores de
empleadores que piensan que este gobierno es sólo de ellos. Proceden
arbitrariamente y prohíben a los afectados reclamar a la autoridad
(¡!). Es un error político grave debilitar a la estructura sindical. No
otra cosa se hace al desvincular al sindicato de su base, sacar la
389
organización del medio de trabajo, eliminar el derecho de huelga, el
fuero sindical y todas las conquistas obtenidas por los trabajadores.25
25
Entrevista aparecida en Ercilla número 2086, 23/29 de julio de 1975. Ríos
no será ese obrero revolucionario que la izquierda idealiza, pero ninguno de
los dos, ni Ríos ni la izquierda, podrá escaparse de la situación descrita en la
entrevista. Los subrayados son nuestros.
390
2
391
solamente negados por la ley, sino por la propia imposibilidad del MO
de hacerlos efectivos de la única manera que ello es posible: a través
de su propia fuerza. Pero donde las ideas del capital se expresan más
claramente es en los artículos referentes a la huelga. Ésta queda
limitada a aquellas fábricas que negocian un contrato colectivo de
trabajo. No hay huelgas de solidaridad ni tampoco las puede haber en
las consabidas (que nunca nadie sabe cuáles son pero se las imagina)
“actividades estratégicas para la seguridad nacional o para la
estabilidad económica del país”. En medio de complicadas Comisiones
Negociadoras, Tribunales de Arbitraje, etc., el Código dispone que
para decidir la huelga se necesita el voto de la mayoría absoluta de los
trabajadores “interesados” en la negociación (art. 302). Para que se
haga efectiva se necesita la participación del 51% de los trabajadores
“interesados” (teniendo en cuenta que hay cinco días de diferencia
entre el voto y la iniciación de la huelga) (art.307). Pero basta que el
10% de los trabajadores “afectados” por la huelga lo pidan para que
se vote, otra vez, la posibilidad de someter el conflicto a arbitraje; para
que esto se acepte basta la mayoría de “los votantes” (art. 317). Es
decir, en solo tres artículos se piden cuatro diferentes mayorías y que
corresponden, además, a distintas partes del conflicto aunque ellas
sean obreras. No puede haber huelga de solidaridad, pero sí se puede
terminar una huelga por “solidaridad”, es decir por ser también
“afectados” por las consecuencias de dicha huelga. Y esta no es, desde
luego, la única forma de terminar el conflicto: “En el caso de huelga
en actividades que afecten la salud o las condiciones sociales o
económicas, o causen perjuicio a la colectividad o parte de ésta, o
392
afecten la seguridad del país, el Gobierno podrá ordenar la suspensión
de la huelga mediante decreto supremo fundado” (art. 335). Y un
poco antes se estatuye que “las respectivas Comisiones Negociadoras
tendrán las más amplias facultades para adoptar toda clase de
resoluciones y acuerdos relacionados con la negociación colectiva, sin
necesidad de consultar a sus representados... incluso acordar la
solución de la negociación colectiva en cualquier momento, aún
durante la huelga” (art. 296).
393
intervención del Estado ya como capitalista o como administrador de
capitales. De ahí que el Código del Trabajo proponga la formación de
sindicatos por rama productiva, que si bien hoy no pueden tener
mucho sentido, son un paso adelante en la formación de centrales
sindicales poderosas y, además, vincula a sectores de la producción
que antes permanecían separados de la estructura sindical de la CUT.
Quizá el mejor ejemplo de lo que decimos puede ser el cobre. Los
mineros han sido, tradicionalmente, la vanguardia histórica del
proletariado chileno. Es cierto que aquellas condiciones que los
pusieron al frente de la lucha contra el capital en diferentes etapas
anteriores hoy no están presentes. Sin embargo, el ataque de la
burguesía contra los mineros tuvo como límite las propias
necesidades del capitalismo chileno e internacional. Esto no significa
que allí se respetó la organización obrera. Al revés, el proceso de
racionalización fue distinto al operado en la gran industria (los
despedidos fueron, en su gran mayoría, empleados por la UP), por lo
que la Junta tuvo -y tiene- que mantener el orden a base de represión,
sin ningún otro tipo de mediación. Pero a la vez, las cinco grandes
minas se han fusionado en una única gran compañía, CODELCO, la
que se ha convertido en una de las más grandes productoras y
comercializadoras de cobre del mundo. Ello implica que
Chuquicamata, El Salvador, El Teniente, La Exótica y La Andina, han
concentrado su fuerza de trabajo (de la cual depende el 80% de los
ingresos del país) de tal manera que les permitirá a los mineros
incrementar su influencia en la lucha en términos extensivos e
intensivos.
394
4
Pero para que esto sea posible, para que la lucha por el salario
empiece a tener un significado distinto al que hoy tiene, para que los
395
obreros puedan imponer una relación distinta a la existente, son
muchas las cosas que deben cambiar. La primera y más fundamental:
que el salario regrese a ser una relación entre la fuerza laboral
empleada y el capital. Hoy sin embargo, la relación predominante es
la existente entre la clase que trabaja y el ejército de reserva. Contra
más grande es éste, más fuerte es la presión que ejerce sobre la mano
de obra activa, más intensa la explotación por el capitalista individual
o colectivo, más bajo el salario. La burguesía tiene plena conciencia
de que la mantención de esta relación es la base que asegura los
niveles de la explotación actuales. Los trabajadores han tratado de
alterar las presentes circunstancias de diversas maneras, pero todas
ellas han expresado su debilidad actual, así como cuán lejos están
dispuestos a ir con tal de mantener una presencia obrera estable en
las fábricas. Tucapel Jiménez le decía a Ercilla (27-8-75) refiriéndose
a 5.000 obreros de Obras Públicas recién despedidos: “Lo que más
llama la atención es que ellos -los trabajadores- propusieron
alternativas. Primero, reducción en el pago de viáticos; segundo un
día de sueldo de todos los trabajadores de Obras Públicas; y, por
último, que no se les despidiera hasta octubre, para evitar los últimos
rigores invernales y tratar de conseguir trabajo en el campo. Pero los
que tomaron la medida ni siquiera aceptaron hablar con los gremios”.
Ernesto Vogel, vicepresidente de la ex-CUT y militante DC, decía en
el mismo artículo: “Son 1.870 los trabajadores que serán despedidos
antes del 31 de diciembre del 75 y el gremio le propone varias
iniciativas a los ejecutivos del Ferrocarriles. Primero, que la fecha de
tope de despido se cambie al 30 de marzo del 76, porque se acerca el
396
período de cosechas y vacaciones, lo que normalmente requiere,
incluso, turnos extra de los actuales trabajadores. Segundo, cambio
en el orden de prioridades de despido. Queríamos que la última
prioridad, personal que haya cumplido 30 o más años de servicio,
ocupe el primer lugar. Y que sigan los que presenten voluntariamente
su renuncia, los ingresados después del 31 de diciembre del 69 sin
cargas familiares y, por último, los solteros sin cargas. Normalmente
están renunciando 100 funcionarios al mes. Si al 31 de diciembre del
76 aún hay excedente (no deben quedar más de 22.050 según
decreto-ley) los organismos sindicales pagarán los sueldos y salarios
del resto por el tiempo que sea necesario27 (la Junta no acepto
ninguna de las ideas propuestas. La reducción de personal se llevó a
cabo según lo dispuesto por los militares: los más antiguos al final,
para evitar el pago de subsidios y de las jubilaciones, los jóvenes al
principio, porque “ellos pueden resistir mejor las actuales
condiciones”, o sea, el hambre).
27
La izquierda, al igual que los economistas ingleses del siglo pasado, se
asombra al ver que los obreros sacrifican parte de su salario (y de su vida) en
favor de los sindicatos, en favor de crear las condiciones que les permita a éstos
subsistir. Cf. Marx, La Miseria de la Filosofía.
397
la actualidad el problema más grave es que los empresarios propician
reducciones de jornadas de trabajo y congelamiento de actas de
avenimiento como alternativa al despido. En algunos casos estas
soluciones se toman de común acuerdo y en otros se nos impone. En
otras ocasiones hemos aceptado la reducción de jornadas de trabajo,
con bajas de salario (esto es, pagando sólo lo proporcional a diez días
trabajados) porque con eso evitamos que diez trabajadores sean
echados por mes”. Y Ricardo Lecaros, presidente de los trabajadores
metalúrgicos, puntualiza de que si la situación se arregla “los únicos
que ganarán serán los empresarios, que contarán con una mano de
obra más barata que les permitirá, como ellos dicen, ‘competir con
los mercados internacionales’. Ellos dicen tener la obligación de crear
nuevas fuentes de trabajo, pero, por otra parte, despiden a los
trabajadores, reducen la jornada de trabajo, mandan a sus casas,
indefinidamente, a la gente”.
398
Cada intento realizado por la clase obrera para volver a dotarse de
una cierta organización ha recibido una respuesta inequívoca de parte
de la clase dominante: más represión física, más represión
económica, más represión política, más represión ideológica. Quizás
una de las veces que esto último se expuso con más claridad fue
cuando, en una reunión celebrada en Viña del Mar el 5, 6 y 7 de junio
del 75, más de 200 dirigentes sindicales propusieron la formación de
una Comisión Nacional Sindical, como respuesta a una propuesta
similar del Gobierno. El Mercurio, diario vocero del capitalismo
chileno, respondió a la iniciativa explicando la necesidad de que
“exista, efectivamente, un mercado de los servicios personales con el
fin de que sea la competencia la que determine la relación que debe
haber entre las remuneraciones de las distintas actividades”; por lo
tanto, con la idea de una Central Nacional Sindical “preténdese crear
una estructura monopólica en el sector de prestaciones de servicios
personales asalariados”, ya que suprime la libertad de opción de las
personas mediante la prohibición de la existencia de competidores,
que en este caso particular, sería otro sindicato. “Esa organización
sindical -prosigue dicho diario- implicaría sepultar la naciente
libertad económica y sería el primer caso de otro grave y sostenido
proceso de politización de nuestra vida económica”.
399
el 10% de la fuerza laboral fuera del país,28 un desempleo que se dice
ha superado ya el 25%, los partidos políticos cortados de su base
social, su militancia perseguida, encarcelada, asesinada o fuera del
país, etc., ¿qué es lo que todavía temen? ¿La actividad política de los
obreros? ¿Qué clase de actividad política, entonces?
400
dicha acción a la del proletariado a través de los Comités
Coordinadores de Trabajadores expresando en ellos su dirección, su
hegemonía política y su solidaridad de clase, expandiendo su radio de
acción desde el seno de la fábrica hasta los hogares del proletariado.
De ahí que aunque la propia marcha del capitalismo tienda hacia la
división de los trabajadores, aunque la mera existencia del ejército de
reserva profundice dicha división, la burguesía chilena lucha también
contra el pasado del MO, contra todo aquello que de una u otra
manera implique la reproducción de las condiciones que le
permitieron a la clase obrera convertir su solidaridad económica en
una fuerza política.
401
sindicales que aún están funcionando.29 La izquierda, frente a esto,
calla. No dice una sola palabra sobre el significado que tienen las mil
y una formas como la resistencia, LA RESISTENCIA con mayúsculas,
se ha venido trenzando en movimientos espontáneos que surgen ya
desde el seno del proletariado, ya desde el MO, pero manteniendo éste
su hegemonía, su débil hegemonía, por ser el único que puede
proponer soluciones a la actual situación. Soluciones, además, que
vinculan a diferentes sectores de la clase obrera no por su ubicación
en el proceso productivo, sino por el simple hecho de ser obreros
(carta citada en este punto, congreso de Viña, petición de rebaja de
salarios para mantener obreros trabajando, formación de
cooperativas para crear puestos de trabajo, compra de camiones para
distribución de productos, instalación de pequeños talleres con
abastecimiento asegurado, ollas populares en las poblaciones para dar
de comer a pobladores y a obreras de fábricas circundantes, ollas
populares en las minas sostenidas por los mineros para alimentar a
los cesantes, etc., etc.). Y nadie les ha dicho que deben hacer esto (es
más, lo hacen por su propia acción, y no por la de los partidos cuya
imposibilidad de actuar hoy en día es más que manifiesta). Nadie les
ha explicado que el salario es insuficiente como para que tenga que
darse cuenta de ello, y que la Junta les explota y les tortura. La clase
obrera no aprende de los debates que se producen fuera de ella, sino,
primero y fundamentalmente, a través del mundo que la oprime y
402
somete directamente, y a partir de ahí, ordena sus respuestas, las
organiza, las estructura. Quizá no lo haga en forma consciente,
tomando este concepto tal y como los militantes conscientes hacen
uso de él, pero con la conciencia de que cada paso busca averiguar
cómo es la realidad y hasta dónde ella le permite avanzar. Una
realidad de la que forma parte y a la que transforma con su acción:
hoy a este nivel, empujando a unos cientos al combate, resolviendo
“esos pequeños” problemas de los cuales depende su existencia,
organizándose, agrupando fuerzas a lo largo de semanas, meses y
años tras esos objetivos. Viendo cómo esas fuerzas pueden ser
destruidas por poderes que ella no controla o, en otros momentos,
cómo esas fuerzas crecen y los poderes de la clase enemiga no sólo no
las pueden destruir, sino que deben utilizar todos sus recursos para
enfrentar la amenaza.
403
Trabajo, el Estatuto de Capacitación Profesional, etc., etc., se den los
siguientes pasos:
404
inversión estatal en Obras Públicas, construcción de viviendas, etc. e)
Aumento sustancial, a partir del mes de mayo del presente año, del
mal llamado ingreso mínimo que en la actualidad no cubre las
necesidades básicas de una familia tipo (cinco personas), cosa
demostrada en varios estudios económicos realizados por distintas
organizaciones sindicales, las cuales coinciden en que éste no puede
ser inferior a la suma de 800 pesos; asimismo nivelar a lo menos con
el ingreso mínimo las pensiones y montepíos, con el objeto de impedir
que gran parte del sector pasivo siga viviendo en la miseria.”
405
fuerza de la clase para conquistarlas, lo cual plantea, inmediatamente,
nuevas necesidades y desafíos. Hablar de programa máximo, como el
programa de la revolución (y además, de éste o aquél tipo de
revolución) o del programa transitorio, como la forma que debe
asumir determinado tipo de gobierno, con tal o cual peso de la
hegemonía de clase (medido en kilos, gramos y miligramos) nos
parece, de nuevo, la forma como la lucha de clases se viste en la cabeza
de la pequeña burguesía y de los burócratas: con el ropaje de la utopía.
El carácter “ofensivo” de las luchas que hoy pueden desarrollar
sectores del MO nos parece evidente. No lo serán desde la perspectiva
del “derrocamiento de la Junta”, o la “liquidación del sistema de
explotación”, o de la “instauración de un gobierno democrático-
popular-representativo”. Pero sí desde la perspectiva de vencer y
transformar la presente coyuntura, de alterarla, de superar todo lo
que en ella somete y reduce a la clase obrera al estado en que se
encuentra. Es decir, desde la perspectiva de la reconstrucción del MO.
406
Para reconstruirla -para reconstruirse a sí mismo como clase- la
sindicalización juega un papel de primera línea. El sindicato es quien
agrupa a la clase trabajadora, la organiza v la prepara para la lucha, a
través de la lucha misma. Le va entregando los datos de la realidad,
establece las bases para la masificación de la lucha económica, o sea,
para la lucha política. Pero no creemos que esto sea posible a partir
de cualquier tipo de sindicato. Como dijimos al principio del presente
artículo, consideramos que los sindicatos son el producto histórico
que manifiestan una particular correlación de fuerzas, una historia
de la relación obrero-capital tanto a nivel nacional como
internacional. Por lo tanto no creemos que exista el sindicato ideal,
como una abstracción externa a la lucha de clases, y que siempre
cumple las mismas funciones sea en el lugar que sea.
407
cesantía o soluciones para mitigar las presentes condiciones de los
desempleados, organizándolos y tratando de mantenerlos en pie de
lucha. No otra cosa son los procesos ya analizados.
408
orientando, coordinando a sectores del proletariado que se organizan
más allá de las industrias, de los centros productivos.
409
fue entrevistado por el tesorero general de los sindicatos metalúrgicos
alemanes, Marx dijo que “si los sindicatos quieren llenar sus objetivos,
nunca deben ponerse en conexión con una asociación política o
hacerse dependientes de ella. Hacerlo así equivale a darle el golpe
mortal. Los partidos políticos, sin excepción, sean como sean,
entusiasman a la masa trabajadora pasajeramente, por una
temporada. En cambio, los sindicatos ligan a la masa de trabajadores
de una manera permanente. Sólo ellos están en condiciones de
representar un verdadero partido de clase y oponer un verdadero
baluarte al poder del capital”.30
410
suerte -en esas condiciones- cuando pretende encontrar las razones
del golpe y del proceso que lo condujo al estado en que hoy se
encuentra. Su conciencia pasada y su práctica presente están
fragmentadas, cortadas, dificultando, aún más, su propia
reconstrucción.
A lo largo de los años que vienen junto con los que ya han pasado
desde que Pinochet tomó el poder, la clase obrera irá segregando una
vanguardia. Para que dicha vanguardia evite los errores del pasado
tendrá que aprender de él y volcar sus lecciones en la lucha. Y la única
forma de lograr esto será a través de una lucha ideológica sin cuartel,
contra todos aquellos que -por un interés u otro, ampliamente visto
en este artículo- pretenden enterrar el proceso revolucionario que
terminó el 11 de septiembre del 73, así como las verdaderas causales
de la derrota.
411
En la lucha ideológica en el seno del MO debemos participar
ayudando en la reflexión crítica que permite desentrañar el pasado y
comprender el presente, el marco de la actividad política antes y el
movimiento de la sociedad capitalista hoy.
412
resto del proletariado, cimentando su solidaridad económica entre
ellos, de manera que dentro de estos procesos, la capacidad de
combate de la vanguardia, su claridad política expresada en la
actividad tendencial desarrollada en el seno de la clase, le permita
actuar conscientemente en la lucha de clases.
413
aquella “verdad” tantas veces desmentida por la historia y por Chile
mismo, de que sin la ayuda del partido político no puede generar la
acción política, entonces la clase obrera chilena empezará otra vez de
cero. Como lo hace la española hoy o tendrá que hacerlo la alemana
en el futuro. A pesar de haber sido ambas protagonistas de uno de los
combates más feroces que el capitalismo occidental ha tenido que
enfrentar en los últimos sesenta años. Si esto vuelve a suceder así,
será porque el capitalismo y la izquierda basarán su actividad en la
clase obrera como si ésta fuera completamente nueva – lo que puede
ser cierto -, reproduciendo todo lo reproducible en ella, excepto su
propia historia.
415
POSICION DE LAS EXPLOTACIONES FAMILIARES EN EL
CONJUNTO DE LA AGRICULTURA (1965)
416
Source: La reforme agraire chilienne pendant | Unite Populaire.
Annexes CIES. Montpellier.
Nada más ilustrativo para comenzar que seguir la crónica del año
1975 en lo que se refiere a los problemas agrícolas. El gobierno policial
se ufanaba entonces del aumento de la producción agrícola, del
incremento de las exportaciones, y no escondía su satisfacción porque
la agricultura respondía con más normalidad que la industria a las
nuevas exigencias, pero ese ambiente de satisfacción oficial fue
turbado por la protesta pública de una serie de sectores que asumían
la “representación” de los productores, y desde luego por el malestar
de un numeroso campesinado. Unos hablaron una vez más de “crisis
de la agricultura”, otros de quiebra de los productores, de la ruina de
la agricultura, etc. Para ver qué pasaba detrás de todo esto vamos a
tomar tres casos, tres problemas, tres “crisis” agrícolas que rinden
cuenta de cómo se establecen hoy las relaciones de los productores
con las industrias de transformación, con los aparatos de
comercialización y con la política oficial de precios.
417
dijeron estar afrontando pérdidas económicas que de prolongarse
obligarían a los pequeños agricultores y campesinos del sector
reformado (el subrayado es nuestro) cuya producción representa el
60% del total nacional a dejar de trabajar”. Lo anterior sucedía
justamente cuando la cosecha de arroz había sido excepcional: 120%
de aumento en relación con la cosecha del año anterior. En el centro
del conflicto estuvieron los molinos arroceros y los procedimientos
empleados con los productores para el pago de la cosecha. Nada mejor
que aprovechar la coyuntura para aumentar los beneficios de la
industria: los molinos decidieron pagar a plazo a una gran parte de
los productores, de tal modo que recién en el mes de octubre algunos
de esos productores empezaban a cobrar las entregas de cosechas
realizadas en marzo de ese año. El conflicto no pudo ya ser callado
por la prensa y entró a ser asumido por los dirigentes de los grandes
productores agrícolas.
418
arroz, cuando enfatizando el conflicto con la industria arrocera decía
que “los tres mil quinientos productores de arroz están dispuestos a
combatir contra los excesos de la industria, cuyos ejecutivos están
mostrando una falta de patriotismo e ineptitud…”. En realidad ni falta
de patriotismo ni ineptitud, simplemente la exacerbación de prácticas
tradicionales en la explotación de los agricultores pequeños,
empleadas por la industria molinera, protegida esta vez por el sistema
policial al servicio del capital y estimulada por una política de
acumulación forzada, cuyo costo social lo pagan los que no tienen
capacidad de regateo. La industria arrocera, lo mismo que la industria
tomatera y otras, era ya conocida en los años 60 por sus prácticas
discriminatorias: pagos postergados y selectivos, incertidumbre en
los precios (en complicidad con el gobierno), penalidades exageradas
sobre el valor del producto. Todo ello determinaba que en
prácticamente todos los casos estudiados los pequeños agricultores
recibían precios netos considerablemente más bajos que el promedio
de todos los productores. Fletschner estimaba este castigo en 20%.
“Crisis” de la viticultura
Otra “crisis” y otra vez más las víctimas entre los agricultores
familiares. “En este momento se están arrancando viñedos que
producen jugos de alta calidad porque su costo de producción es muy
alto”, declaraban a la prensa las Cooperativas Vitivinícolas de Chile y
el Vicepresidente de la Confederación de Productores Agrícolas de
Chile. Luego agregaron que los más afectados eran los pequeños
419
productores (los que “además de los problemas de comercialización
que deben superar, están sometidos a los rigores climáticos”) y que
los únicos que habían logrado superar las dificultades de la
comercialización eran los productores agrupados en las cooperativas
vitivinícolas. Así, los representantes de los grandes viñateros,
aparentando defender los intereses de los pequeños viticultores,
ocultaban a medias y sólo a medias, el fondo del problema,
consistente en que la producción y comercialización del vino entra
también a ser objeto de importantes reajustes. La crisis generalizada
de los pequeños productores y la quiebra de un buen número de entre
ellos, denunciada por la prensa (Mensaje: “La situación de los
viticultores los condujo a arrancar entre 6 y 8 mil hectáreas de viñas”.
Número 247, Marzo-Abril de 1976), hay que interpretarla como una
condición que facilita este reajuste, en primer término facilitando el
control de la pequeña producción por las grandes cooperativas
vitivinícolas (en Chile operan 12 cooperativas vitivinícolas dominadas
por los grandes productores y entre ellas se cuentan algunas de las
más poderosas cooperativas del país). Todo parece indicar que había
muchos interesados en la quiebra de los pequeños productores, pues
todas las reacciones ante el problema se presentan tardíamente. Por
ejemplo, no se necesita ser muy avispado para descubrir la intención
con que el alza del vino fue decretada en septiembre del año pasado,
cuando todo el mundo sabía muy bien que ella no iría de ninguna
manera a favorecer a los productores independientes que no tienen
instalaciones para hacer stocks o tienen necesidad imperiosa de
dinero para subsistir pues ellos normalmente deben vender en mayo
420
o junio. El alza sólo favoreció como previsto a los fabricantes y
comercializadores.
421
Ampliación de los negocios de las cooperativas con su secuela de
acentuación del monopolio sobre el mercado interno y expansión de
las posibilidades de exportación, he aquí el leit motiv del Congreso de
Curicó. El punto 2 precisa mejor cuando solicita “El restablecimiento
de los créditos Warrants, como medio de regulación del mercado
interno y de asegurar reservas de vino de alta calidad para la
exportación”.
422
verdadero déficit y declaró como “inconvenientes” las anunciadas
importaciones. En realidad de lo que se trataba era de desestimular
los precios internos, con lo cual se continuaba una práctica ya
tradicional respecto a uno de los productos de consumo popular,
procedimiento siempre exitoso dado el débil poder de negociación de
la mayoría de los productores. Como se sabe un alto porcentaje de la
producción nacional es realizada por los pequeños agricultores,
fundamentalmente en las provincias del sur, para los cuales
constituye una enorme ventaja este cultivo poco exigente en insumos,
de alta productividad en esas tierras y de importancia en el
autoconsumo familiar. Por estas razones, a pesar de los precios, los
agricultores siguen produciéndolo.
423
precios, contando con la imposibilidad de cambiar de cultivos de un
numeroso pequeño campesinado.
424
venido perfilando nítidamente. Ningún pequeño o mediano
agricultor familiar podrá encontrar en las palabras de Sahli la
expresión de sus intereses de productores. “Estoy convencido -dijo en
esa ocasión- que en la agroindustria se encuentran posibilidades
insospechadas en el futuro, si el empresario privado se dedica con
imaginación y con empuje a este rubro productivo”. Y luego, “En vista
de ello la Sociedad de Fomento Fabril está impulsando un programa
nacional de desarrollo agroindustrial”. Con optimismo terminaba,
“Hasta tal punto vislumbro el real porvenir de la actividad
agroindustrial chilena que no creo pecar de optimismo si digo que de
ser desarrollada racionalmente, puede ser una fuente de recursos y
divisas mayor y más importante que el cobre”. Nadie puede dudar que
en una perspectiva larga esto puede ser una completa realidad; por
ahora el proceso está comenzando, y sin duda que crea ilusiones en
ciertos sectores, notablemente los medianos productores familiares,
es decir aquellos que cuentan con un capital de explotación más
importante y con explotaciones mayores.
425
condiciones impuestas, podrán hacer frente a los contratos. A través
de los contratos las empresas ganan por partida doble: con las
ventajas que ellas mismas realizan a los agricultores (insumos,
equipos) y con la adquisición de la producción a precios decididos
unilateralmente. Los agricultores integrados deberán resistir
bravamente las nuevas estrictas normas de calidad y productividad,
de plazos fijos, y deberán afrontar severas y variadas penalidades. En
fin el proceso típico a través del cual una buena parte del campesinado
europeo ha llegado a transformarse en un verdadero asalariado a
domicilio, obligado a producir tantos kilos diarios de puerco, de leche,
etc., etc. Y todo esto sin las ventajas del obrero industrial (vacaciones,
seguridad en el trabajo, previsión) y sin la seguridad de poder
continuar la explotación.
426
con su cortejo de movilizaciones campesinas por la defensa de los
precios y que se saldan provisoriamente sobre la ruina de un número
importante de productores que abandona el terreno porque no es
más “viable”.
427
campesinos chilenos se encontrarán cara a cara con su enemigo
principal, los mecanismos de la explotación capitalista aparecerán al
desnudo, como ya está sucediendo.
428
los pequeños productores); c) que se cancelen los aranceles
correspondientes: d) que se eviten los precios de “dumping” (al fin,
los precios); e) y que efectivamente exista déficit en el país que así lo
justifique. Evidentemente hay aquí la defensa de todos los
productores de papas, pero también es evidente la utilización del
problema para favorecer otros intereses capitalistas. Ninguna
mención de los productores pequeños, los más afectados.
429
A riesgo de simplificar las cosas, digamos que son los mecanismos de
la formación de precios según las leyes del mercado, los que están en
la base de los intereses de clase, los que determinan las oposiciones
de clase entre pequeños agricultores, productores capitalistas y
capitalistas industriales. En el mercado, el precio único que se
impondrá será aquel del productor que trabaja en las más malas
condiciones (poca tierra, poco capital, etc.) y para cuya producción
existe una demanda solvente. De aquí resulta que el productor más
fuerte, el “mejor colocado” obtendrá siempre el beneficio medio pero
además, el beneficio suplementario, lo que hemos llamado el
sobrebeneficio. Y aquí es justamente donde está la clave de la
“defensa” que hacen los grandes capitalistas de los pequeños
productores familiares.
Porque, ¿de dónde proviene el sobrebeneficio?
430
de capital-trabajo se produce favoreciendo a las grandes
explotaciones capitalistas, pues son ellas las que disponen del capital
técnico en una escala enormemente superior a las explotaciones
familiares (véase cuadro adjunto). La capitalización de las empresas
capitalistas en los últimos años ha sido ya señalada en Correo
Proletario 3.
431
la apropiación de los sobrebeneficios es necesaria la existencia de
productores marginales, colocados en peores condiciones que otros.
Pero esa defensa no puede comprometer los intereses de clase de los
capitalistas agrarios y es por eso que se explica el tenor de las
declaraciones del Congreso de Viticultores de Curicó o de la SNA, en
las cuales no existe alusión ninguna a medidas prácticas que permitan
mejorar la posición de los “peor colocados”. Y ello porque la única
reivindicación válida para estos últimos sería la aplicación de una
política selectiva, discriminatoria en su favor, lo que no está por cierto
en el interés de los productores capitalistas.
432
las que podrán escapar a la ruina, comprendidos también los nuevos
pequeños propietarios de la reforma agraria.
Los precios de los productos agrícolas han estado y lo estarán más
que nunca de ahora en adelante, en el centro de los intereses
inmediatos y fundamentales de los pequeños agricultores chilenos,
pero para ellos es evidente que no se trata de precios en general, de
aquellos que interesan a los capitalistas agrarios. Es de precios bien
distintos, es de precios selectivos favorables, única manera de evitar
que su sobretrabajo pase a manos de los grandes productores, de que
se trata.
433
fundamentales de clase los que están en juego. Y no lo vemos claro
teniendo en cuenta de una parte el pasado reciente de sus luchas y de
otra el estado actual de la reflexión teórica sobre el problema,
destinada a nutrir una política de clase. De ello nos ocuparemos en el
futuro.
434
435
436
BOLETIN CORREO PROLETARIO
1976 – Año I – N°I- Enero
Boletín publicado por el grupo Italia según los acuerdos tomados en
Bélgica en Agosto de 1975»
437
interno de la Tendencia, como también en la perspectiva de la
integración gradual de sectores del movimiento obrero y
revolucionario interesados en sumarse a un amplio proceso de lucha
ideológica.
_______________________________________
438
25. INFORME DE LA REUNIÓN REALIZADA EN PARÍS LOS
DÍAS 7, 8 Y 9 DE MAYO DE 1975.
439
de los aparatos oficiales de los partidos de la UP. Las
nuevas hornadas de revolucionarios se diferencian sustancialmente
de las anteriores. Ya no son los burócratas aterrorizados que invadían
las embajadas, ni los funcionarios comprometidos en los turbios
manejos UP, ya que la pequeñaburguesía apitutada que desertaba
ante la bancarrota UP y MIR. Muchos de los que ahora están siendo
liberados bajo la presión internacional son cuadros obreros y
campesinos que ayer realizaron una experiencia política de gran
importancia y que al interior de los campos de concentración ha
mantenido una actitud de independencia respecto de los partidos y
formaciones de la izquierda tradicional.
Muchos sectores son portadores de la mejor experiencia vivida por el
movimiento obrero en mucho tiempo. Estos pertenecen a la
vanguardia obrera que hoy recapitula su experiencia, hacen el
balance y hoy continúan la lucha. El arribo de estos sectores al exilio
comienza ya a gravitar sobre la composición de clase de la emigración
chilena en el exterior.
440
irreversible proceso burocrático, los viejos partidos de la izquierda
viven actualmente la mayor crisis de su historia.
441
mediante burdos artificios burocráticos. Estos compañeros
representan un contingente que, lejos de constituir una pléyade de
cobardes, busca su propia reinserción en las filas revolucionarias por
la vía del replanteamiento de las experiencias vividas. Estos sectores
están también hoy día en condiciones de incorporarse a las tareas de
reconstrucción de una tendencia revolucionaria al interior del
movimiento obrero.
Los hechos anteriormente señalados abren enormes perspectivas a la
realización de un trabajo en la emigración orientado hacia los sectores
mencionados.
442
conformación de una tendencia revolucionaria que llegue a plantear
y a plasmar una dirección revolucionaria salida de la clase misma.
Estos sectores se ven hoy día sometidos a una doble amenaza. Por un
lado, la Junta Militar y sus aparatos represivos que hacen pagar un
elevado precio a los obreros por sus tentativas autonomistas, lo que
no les permite sino una vida política extremadamente difícil y
precaria al interior de los campos o en una rigurosa clandestinidad
fuera de ellos. Por otra parte los reformistas y centristas que, con su
característica política de reblandecimiento ideológico, buscarán
destruirlos políticamente a través de ganarlos con falsas promesas
demagógicas o a través de la simple delación. Esta situación será
particularmente grave cuando el reformismo consiga un relativo
fortalecimiento de sus aparatos burocráticos destinados a consagrar
las viejas alianzas, proyectos políticos ya planteados en sus actuales
documentos.
443
régimen y de los partidos, debemos oponer intransigentemente una
agitación por la liberación de los dirigentes y militantes del
movimiento obrero, cuya presencia, activa en los debates de la
emigración es condición indispensable para el desarrollo de una
tendencia revolucionaria sólidamente arraigada en el movimiento
obrero. '
La Formación Política.
444
Este esfuerzo deberá ser canalizado en la perspectiva de contribuir a
poner en pie una intelectualidad revolucionaria generada por la
propia clase obrera, capaz de dotar de contenido y dirección a la
Revolución socialista chilena.
El Periódico.
Finalmente, en el curso de las discusiones, se propone unánimemente
recomenzar la publicación del periódico.
La necesidad de un debate profundo al interior de la Tendencia,
tendiente a homogeneizar los niveles de su pensamiento político ya
dibujar con claridad los contornos de nuestra alternativa política y
orgánica, requiere de la existencia de un instrumento organizador
también en este periodo que garantice la participación del conjunto
de los compañeros en el proceso, de elaboración y sistematización de
los contenidos políticos de la Tendencia. El periódico abre por un lado
las puertas a la participación de este proceso a los distintos
compañeros y grupos que se reparten en los distintos países, y por
otro permite la incorporación a este proceso de otros sectores cuyas
posiciones son globalmente cercanas a las nuestras o cuya explicación
Histórica es la misma. El periódico permite, al mismo tiempo, la
detección de innumerables grupos o compañeros aislados en la
emigración, susceptibles de ser incorporados a las tareas que el
mismo periódico impondrá.
445
El periódico debe reflejar el desarrollo de la discusión política interna.
La participación directa de todos los militantes en la elaboración del
periódico será el camino más eficaz para garantizar el desarrollo
político de los militantes y para evitar viejas prácticas burocráticas,
haciendo posible que las definiciones políticas sean un producto
colectivo y no el producto de la actividad de dos o tres compañeros
más o monos ilustrados, sean estos obreros o no obreros.
446
El presente Informe constituye solo una apretada síntesis del
desarrollo de la reunión mencionada, reunión en la cual participaron
compañeros de dos grupos nacionales integrados a la Tendencia.
-Periódico.
________________________________________________________
447
26. CONSIDERACIONES EN TORNO AL PROGRAMA DEL
CURSO DE FORMACIÓN POLÍTICA.
Urbano. (Francia)
448
-Como factor organizador de los grupos o circuitos nacionales,
alrededor del cual poco a poco van a ir surgiendo tareas políticas
concretas.
-Puede decirse que esta tarea es a la organización de los grupos en
cada país lo que el periódico pretende ser para todos los grupos que
existen y van a surgir en diferentes países.
449
"A la clase obrera no se la educó políticamente", decía un compañero
en la última reunión de París (fines de Junio), y expresaba con ello el
problema de fondo de la crisis en el movimiento obrero
revolucionario, y a la vez sugería la pregunta obvia de por qué no se
la educó políticamente. La respuesta se anunció en la misma reunión,
cuando se hizo referencia a lo que se llamó la división del trabajo en
el partido y en el movimiento. Efectivamente es difícil encontrar
militantes de la izquierda chilena que no hayan constatado el
fenómeno de una manera directa: división del trabajo entre quienes
manejan la teoría y los que la desconocen, entre los que "hacen el
trabajo teórico" y los que hacen el trabajo práctico, entre los que
"crean o producen" las políticas para el movimiento obrero y los que
las ejecutan. Esta división de tareas tajante definía de manera clara la
posición de cada cual al interior del partido, destacándose de un lado
los dirigentes y de otro la masa del partido, los simples militantes. Si
para: esta masa de militantes del partido era subestimada o negada la
formación teórica, con tanta mayor razón lo era para la clase obrera.
He aquí cómo la concepción deformada del trabajo revolucionario en
los partidos de la izquierda negaba a la clase obrera las posibilidades
de la educación política. Sin embargo (y este es un problema que
deberá ser estudiado un día) en la historia del movimiento obrero
chileno las cosas al parecer no fueron siempre así, y el periodo más
interesante de estudiar parece ser aquel en que el movimiento obrero
hace sus primeras armas en la lucha organizada contra el capital, es
decir, cuando la clase obrera es capaz de destacar de su propio seno
sus cuadros dirigentes, en primer lugar Recabarren y Lafferte, pero a
quienes acompañaban muchísimos otros cuadros obreros,
450
autoformados en la doctrina revolucionaria. En cierto modo, si no se
trataba precisamente de una intelectualidad obrera, a lo menos hay
que aceptar que en aquel periodo surgió el embrión de una
intelectualidad obrera y que existían las condiciones para su pleno
desarrollo.
451
revolucionario, va a transformarse de una manera totalmente natural
en el predominio de esta ideología sobre el partido y sobre el
movimiento obrero.
452
una extrema división del trabajo. En el MIR se puede decir que el
problema se ha presentado bajo una triple división del trabajo:
teóricos-dirigentes-militantes. En efecto, la dirección del MIR
aparecía más moderna y tenía a su servicio una especie de
"inteligencia" cuya vinculación con la organización era
absolutamente inorgánica y pasaba por canales de tipo personal, a
veces exclusivos, entre sus componentes y la dirección del partido.
Las definiciones de políticas pasaban de este modo muy por encima
de lo que era la vida concreta y la experiencia política de los militantes
y de la clase. El partido en su conjunto solo recibía la noticia de los
cambios de timón que se decidían, y evidentemente las dificultades
eran serias para concretar las nuevas políticas, dada la división tan
tajante entre la “creación" de la política y la ejecución de la misma. El
MIR no lograba el monolitismo ideológico y político, no porque sus
dirigentes no lo desearan, sino porque la división del trabajo en su
seno superaba los límites posibles. Un proceso constante de erosión
acompaña su desarrollo como partido durante el gobierno de Frei
durante el gobierno de la UP y después del golpe militar.
453
su canalización orgánica a través de la Comisión de Educación,
organismo centralizador de los programas, calendarios, profesores;
en el método absolutamente tradicional de la relación profesor-
alumno, en la elección de los temas, normalmente los temas en boga
a escala del comunismo internacional (por ej. “el revisionismo
yugoslavo", "la traición china"). En fin, una tarea aislada de la
práctica política del partido y de la clase obrera, rutinaria y
desmoralizante para los obreros con inquietudes de formación
política revolucionaria.
454
En el plano de las relaciones partidarias la pobreza de la formación
teórica tenía que traducirse necesariamente en la pérdida de iniciativa
de los militantes y en una relación de dependencia respecto de sus
dirigentes, en una renuncia involuntaria a la crítica de principios, a la
pérdida de vigilancia revolucionaria, y en el límite extremo, a dejar
libre el camino para la concentración del poder en el partido.
455
condiciones que a nuestro juicio no pueden medirse sino con el rasero
de la eficacia, en la conducción de la lucha de los obreros contra el
capital. ¿Cómo ganar esta calidad que asegure este máximo de
eficacia? ¿Cómo lograrla en términos de los militantes individuales,
en términos de una tendencia revolucionaria en su conjunto, en
término de la vanguardia obrera?
456
obrero. Es solo a través de este proceso que puede surgir de la clase
obrera una intelectualidad revolucionaria, la única capaz de dotar "de
contenido y dirección a la revolución chilena" (I Reunión París)
457
contenidos y los métodos. Un problema de enorme trascendencia y
que es necesario calibrar seriamente es que nuestro trabajo comienza,
con la reorganización de la Tendencia en el exterior y nos
encontramos aventados del escenario natural de la lucha de clases en
Chile. Independientemente de todo lo que hagamos en términos de la
ligazón a esa realidad, eso no podrá suplir la necesidad de contacto
material con el movimiento obrero. Otra cosa que debemos tener en
cuenta es la gran debilidad orgánica que caracterizará nuestros
primeros pasos en la reorganización en el exilio. Por todas estas
razones será necesario insistir en los siguientes puntos:
458
A estas consideraciones generales en torno al problema de la
formación política y teórica, se agrega la Proposición de un Curso
Básico, del cual se programe la primera parte.
459
del movimiento obrero europeo y un texto de ayuda, Salario, Precio y
Ganancia, Carlos Marx.
Cuarto, porque en los títulos I y II nos parece que están las ideas
centrales para una unidad de materia que contribuya a explicar la
relación de producción capitalista.
460
1: Trabajo, Trabajo útil, Trabajo social. El Capital. Libro I, Tomo I.
Capítulo VII: La Producción de valores de uso, la producción de
plusvalía. Capítulo VIII: El capital constante, el capital variable.
461
maquinismo y la gran industria: la prolongación de la jornada de
trabajo y la Intensificación del trabajo.
________________________________________________________
462
Cada unidad puede estudiarse y discutirse aproximadamente en un
mes. Al término de cada unidad debe hacerse una reunión para
discutir el problema en su conjunto y sacar las conclusiones
principales.
463
oposición bakuninista, d) segunda conferencia de la Internacional en
Londres, e) la matanza de la discordia en la Internacional, f)
congreso de la Haya y g) Últimos estertores.
-Carlos Marx: “Manifiesto inaugural de la internacional”. Este punto
tiene importancia para el tema que se estudia porque se ve hasta
qué punto Marx dejaba de lado cuestiones doctrinarias para facilitar
la unidad de los sectores que conformaban el movimiento obrero.
También debe tenerse en cuenta para el estudio de la cuestión del
Programa.
-Carlos Marx: “Estatutos de la Asociación Internacional”.
-Correspondencia Marx-Engels: De Marx a Bolte, 12/11/71; De
Engels a Theodor Cuno, 24/1/72, de Engels a Bebe, 20/6/73, de
Engels a Sorge, 12/8/74, de Engels a Bebel, 18/3/75. Esta última
también es muy útil para estudiar la cuestión del programa y del
Estado.
464
oportunistas. Hay que advertir que el texto es el más difícil de los
escritos por Marx, porque en él se condensa, en formas lógicas, toda
la evolución del intercambio mercantil a través de la historia, lo cual
constituye la mistificación del capital. Pero, si se vencen las primeras
dificultades, se penetra en el corazón mismo del pensamiento de
Marx, que ha permanecido ignorado para todo el marxismo vulgar.
465
B. Lenin: “Una tendencia regresiva en la S.D. Rusa". Lenin: "Qué
Hacer". Lenin: "Proyecto de Estatuto del BOSDR". Lenin: "Un paso
adelante, dos pasos atrás", siguientes puntos: g) los estatutos del
partido, proyecto del c. Martov. h) Discusión acerca del centralismo
antes de la escisión entre los iskristas. i) El artículo primero de los
estatutos.
C. La Polémica con Rosa Luxemburg. Luxemburg: "Problemas de
Organización de la Socialdemocracia rusa". Lenin: “Un paso adelante,
dos pasos atrás".
D_. El Partido de Lenin en vísperas de Octubre del 17. Lenin, "El
Estado y la revolución", capítulos 1, 2, 3 y 5.
466
Internacional Comunista; Condiciones de admisión de los partidos en
la" I.C." Resolución sobre el papel del partido comunista en la
revolución proletaria; El movimiento sindical, los comités de fábrica
y de empresa. Tercer Congreso de la I.C. (publicado en la misma
colección, N°47). Tesis sobre la estructura, los métodos y la acción de
los partidos comunistas; Resolución sobre la organización de la I.C.
Cuarto Congreso de la I.C. Resoluciones sobre organización de la I.C.
467
Consejos. 9) El Partido y la Revolución. 6) El Consejo de Fábrica. 17)
Sindicatos y Consejos. 18) Dos Revoluciones. 19) El Partido
Comunista. 20) Capacidad Política y 21) El Movimiento de los
Consejos de Fábrica de Turín. Nota: Observar el giro de Gramsci hacia
el autoritarismo de los últimos tres artículos, motivado por la derrota
del movimiento metalúrgico de 1920 y por su decisión de
incorporarse a la III Internacional. Comparar con su posición muchos
años más tarde en: "Notas sobre Maquiavelo, sobre la Política y sobre
el Estado Moderno", apartado "El Partido Político”.
**********************************************************
Publicamos versiones de algunos de los Informes presentados a la
reunión amplia del 12,13 y 14 de Agosto de 1975, realizada en
468
Bélgica. Una parte del material escrito existente, recogido de
algunas discusiones tenidas en la mencionada Reunión, no se
publica, entre otras razones, por no estar en condiciones de claridad
suficiente como para fabricar un texto.
**********************************************************
469
Workers), con la Cuarta Internacional, Big Fíame y con C.O.I.
(Comunist Organization of de B.I.)
470
aquellos que rechazan a la UP y al MIR, a partir De lo cual se
establece una relación permanente con ellos.
471
izquierda que se opondría, a este, proyecto. Estos compañeros
reciben instrucción militar en una escuela, en la que se abre,
especialmente para ellos (planteaban que era necesario armar al
partido y a la clase obrera porque el enfrentamiento era inevitable).
En esta escuela, que depende de la Academia de las Ciencias de la
URSS, son preparados especialmente en la forma de destruir el
poder judicial, las FFAA y el Congreso considerándose que ese
debería ser el eje de la estrategia del PC chileno. Cuando llegan de
regreso a Chile, convencidos de la realización de esa política, se
encuentran con que el partido les impide todo tipo de movimiento
y todo tipo de trabajo político. Finalmente se llega a una situación
tal en la cual estos compañeros tienen reuniones clandestinas con
los soviéticos en Chile. Uno de estos compañeros era dirigente
nacional del Transporte, y se encuentra en una situación muy
conflictiva con el partido porque plantea la integración de los
dirigentes sindicales del partido en la actividad de los Cordones y
plantea la actividad de estos últimos con absoluta independencia de
los partidos y de la CUT, razón por la cual el partido lo purga.
472
cubano hacen todo lo posible por cerrar esta discusión, lo que
produce una polarización de obreros chilenos residentes, MIR,
MAPU, Socialistas, Comunistas, que los lleva a enfrentarse con los
cubanos y con las propias estructuras de los partidos chilenos.
Finalmente unos 50 compañeros sostienen que nada se puede hacer
con la. UP y con el MIR, que el problema es presentar una nueva
alternativa que refle.je el nivel de conciencia de la clase obrera
chilena. Estos planteamientos le significan un enfrentamiento
global con los cubanos, quienes los acusan de ser agentes de la CIA,
y les tratan de corromper personalmente. Terminan expulsados de
Cuba y saliendo a través de la ONU, y llegando a Portugal, donde,
son encerrados en una isla frente a Lisboa. Finalmente, 5 de estos
compañeros llegan a Inglaterra, donde toman contacto con
nosotros, y se mantiene hasta el momento una buena relación sin
que hasta ahora estos compañeros se integren regularmente a la
Tendencia, supeditando su integración a una discusión política. En
este momento tienen la posibilidad de trabajar con el MAPU, uno de
ellos un dirigente sindical con 15 años de actividad en Chile, que
cuando viene Figueroa y el MAPU le ordena acompañarlo en una
gira por Inglaterra, se niega obstinada y repetidamente. Este último
compañero, junto con otros 5 MAPU, está interesado en conversar
formalmente con la Tendencia. Esta gente está en condiciones de
realizar una experiencia similar a la cumplida por nuestro grupo de
Francia. ‘El "'Militant” (trotskistas) que está interesado en crear sus
secciones internacionales, los quiere utilizar para crear su sección
chilena y les proponen financiarles una revista. Los compañeros
tienen claro el problema y están indecisos. Como la Tendencia no
473
les ofrece nada práctico por el momento, ellos piensan pasar por la
experiencia con el Millitant en términos de supeditar todo a una
continua discusión con ellos.
474
El segundo punto es el problema de las concepciones que ellos
tienen. Toda esta gente, exceptuando a G, cree que ni el MIR ni la
UP son capaces de dar una respuesta a nada en Chile, de que en
Chile aún hay reminiscencia de la traición del PC a la clase obrera y
plantean, en forma aún vaga, de que en Chile está el problema de la
construcción del partido revolucionario y que el gran fracaso que se
produce en Chile se explica por la ausencia del partido de la
revolución. Los compañeros están convencidos de que es necesario
estudiar, porque "los obreros fuimos engañados a causa de no
comprender lo que sucedía.” Ellos desde el 70 comienzan a plantear
que para que la UP triunfe, no puede dedicarse a frenar el
movimiento obrero que viene tirando desde el 67, cuando plantean
esto los destrozan. Desde este punto de vista ellos tienen una ex-
plicación histórica parecida a la nuestra.
475
muchas cuestiones: hay todavía una cierta tendencia a
interpretaciones tradicionales, a querer demostrar que los milicos
ya eran sanguinarios, a querer demostrar el fracaso del PC, en fin,
a querer demostrar que la explicación de la derrota se da en las
traiciones. Ahora, la última vez que los vi, discutiendo, decidieron
cambiar el orientamiento de un artículo que habían empezado a
escribir sobre las FFAA chilenas. Ellos querían empezar por una
historia de las masacres, y comenzando a discutir el carácter del
proceso chileno ellos cambian el orientamiento del artículo. A partir
de esto plantean que la Tendencia no se puede marginar del trabajo
en esta revista, y que tiene que colaborar con ellos realizando un
trabajo práctico con ellos. Ellos leyeron el documento producido por
nuestro grupo de Francia y les pareció que planteaba las mismas
cuestiones que ellos vienen planteando desde que estuvieron en
Cuba.
476
A. Hay problemas para encontrarle alojamiento, (viene con toda la
familia) pero finalmente se le encuentra una solución. Todo esto nos
lleva a enfrentarnos a una serie de gente en Inglaterra defendiendo
la posibilidad de que este c. se quede en Londres y no lo tiren al
norte. Posteriormente, cuando llego a esta reunión, me entero por
el comp. J. que García Lucero, alias Filistoke, es un delincuente
habitual, traficante de drogas, y que estaba preso por esto y no por
otras razones (el cJ. lo conoció mucho en la cárcel).
Paso a informar sobre otra relación entablada aquí con chilenos. Se.
Se trata del compañero P., quien ha sufrido, resumidamente, la
siguiente experiencia: el 10 de Septiembre del 73 llega a una reunión
del secretariado regional del MIR (el compañero tenía altas
responsabilidades dentro del trabajo, militar del MIR.), reunión a la
que asiste toda la Comisión Política y los encargados nacionales de
trabajo en FFAA, entre los cuales está este comp. Estos últimos
informan a la C.P. que ellos tienen todos los indicios de un golpe
inminente, explican que sus contactos militares son inubicables, que
ninguno está en su casa y que esta es la primera vez que ocurre. Una
vez terminado su informe, se les insulta, se les dice que no
entienden nada, que no hay golpe y que la línea de los
acontecimientos es aquella descrita por Miguel.
Este compañero pide hablar con nosotros aquí y nos cuenta toda su
historia posterior en Chile, en la cual, sin que haya una sentencia
477
formal, el MIR lo condena a muerte porque él era uno de los
animadores de una fracción en Cartagena, en la cual están el Guatón
Elgueta, el Pepene etc. Cuenta que en Cartagena hay una oposición
y que intentan destruirlos, pero no pueden. Los c. movilizan gente
y este c. se niega a abandonar su trabajo en F. Siguen planteando
disidencia, en el sentido del repliegue, de que su tarea histórica él
MIR ya no la cumplió. Entonces el MIR lo abandona estando este
compañero buscado y señalado en los diarios como el más peligroso
mirista. Con mucha suerte se salva y llega a Inglaterra. Aquí
comienza a plantear que en Chile no existe la Resistencia, entonces
el MIR echa a correr que está loco y le tira toda una campaña,
entonces este compañero, muy afectado, se retira a Cambridge.
478
Pasamos ahora al problema de las relaciones con los ingleses.
479
A. fuera puesto como de primera importancia, se logró que en la
política sindical de solidaridad el primer objetivo sea el de la salida
de los obreros presos, etc.
480
trabaja en los organismos de solidaridad con Chile, se pone como
objetivo ayudar a la recomposición de los partidos chilenos en el
exilio, cuestión que horroriza a la gente que trabaja allí y que está
más cerca nuestro. A partir de lo cual se plantea la necesidad de
nuestra presencia concreta en estos organismos y la explicación de
nuestras posiciones a los militantes ingleses que trabajan en ellas.
481
se debe conocer lo que realmente ocurrió en Chile. El PRP-BR es la
primera organización portuguesa que comienza a trabajar en los
comités para la creación de los Consejos Revolucionarios en
Portugal. La burguesía acusa a Otelo de Carvallo de seguir la política
del PRP-BR. La relación con ellos quedó abierta.
________________________________________________________
_____
482
La última reunión en Chile se realiza el 25 o 26 de Septiembre del 73
en Santiago. A esta reunión se quedaron sin asistir algunos
compañeros, a causa de problemas derivados de la situación creada
para nosotros después del golpe, pero se acordó entregarles
posteriormente la información. En la reunión se hizo un somero
análisis de lo que estaba ocurriendo, se analizó el problema de la
seguridad de los militantes de la Tendencia y de nuestra absoluta
imposibilidad de sobrevivir coordinando una actividad clandestina,
situación que se preveía ya antes del golpe. Se preveía el peligro de
caer rápidamente, envueltos en un proceso represivo directo, sobre
todo dirigido a determinados compañeros. En aquella reunión se
decidió finalmente comenzar a apurar todos los preparativos
conducentes a un traslado a la Argentina, fuera legalmente o a través
de una embajada, con el fin de instalarnos por un periodo en ese país
y establecer una actividad política allí. La medida de salir se consideró
urgente, y ese mismo día se comenzaron a manejar las posibilidades
de encontrar refugio en una embajada para posteriormente pedir la
salida a Argentina. Hubo contactos con la embajada española, que no
da garantías, intentos de contactos, fracasados, con embajadas
centroamericanas, y finalmente, el día 27, un contacto con la
embajada suiza. El 28 de Septiembre, en un punto acordado nos reu-
nimos el compañero A., el comp. H., la compañera G. y yo. A las 3 de
la tarde nos dirigimos hacia el sector de la embajada suiza y
procedimos a chequear la posible vigilancia. Después de
aproximadamente un cuarto de hora, el compañero A. y yo entramos
a la embajada, situada en el tercer piso de un edificio. El objetivo
483
central era conseguir el asilo de un grupo de compañeros, aunque se
manejaba la posibilidad de quedar nosotros dos inmediatamente
dentro, dependiendo de las condiciones existentes. Una vez dentro y
al no existir problema visible alguno, nosotros tomamos la decisión
de quedarnos y al mismo tiempo organizar la traída del comp. M.
inmediatamente. Para ello, el comp. A. sale a buscar al comp. H que
nos esperaba fuera, a fin de ponernos de acuerdo para organizar con
él el resto de la operación. Posteriormente somos conducidos a la
oficina particular del primer Secretario de la Embajada, y éste,
reaccionando sorpresivamente en forma violenta, nos exige que
abandonemos inmediatamente la embajada. Después de tiras y
aflojas, al darnos cuenta que el tipo estaba dispuesto a echarnos como
fuera, decidimos salir. Una vez en la calle, habiendo caminado más de
una cuadra y acabándonos de poner de acuerdo para un punto el día
siguiente, somos rodeados por carabineros y luego llevados a la
comisaría más cercana. Acusación: estar buscando asilo político
porque merodeábamos en forma sospechosa los alrededores de una
embajada, Después de tres o cuatro horas de estar allí se nos traslada
en un bus al estadio nacional.
En el estadio somos introducidos a un camarín repleto de presos,
nos enteramos que pasarían varios días antes de ser interrogados
pues en el estadio hay más de 5 mil presos. Sin embargo la o.G.
produce hábilmente un escándalo y logramos en esta forma ser
inscritos para el interrogatorio del día siguiente, cuestión que
podría favorecernos dada la tremenda irracionalidad en que todavía
se desenvolvía el mecanismo de información y contrainformación.
484
Dedicamos la noche a preparar las declaraciones, y a prepararnos
para la sacada de cresta.
485
nos toma a 4, se nos mete en una camioneta de la FACH y se nos
traslada, vendados, a la Academia de Guerra en Las Condes (AGA).
486
solidaridad que, dada la situación de opresión constante, se
manifestaba entre los presos. Así, se distinguían al menos tres grupos
claramente: los comunistas, los socialistas de derecha y los apolíticos,
y por últimos los "extremistas", es decir, MIR, obreros ultras sin
partido y nosotros. Al interior de un grupo de más o menos diez
presos se establece una buena relación que se alimenta con discusión
política, aquí hay dos: trotskistas, algunos socialistas-miristas y los sin
partido. Esta relación se alimenta también en parte por la necesidad
de enfrentar entre personas más o menos homogéneas la dura
situación por la que se atravesaba.
487
El 18 de. Junio, del 74, se cierra el E. Chile y pasamos a inaugurar el
campo de Tres Álamos, donde yo permanezco solo quince días, pues
el 4 de Julio la DINA me "suelta" y soy trasladado a Chacabuco en un
transporte aéreo militar. En este campo, cuyas condiciones de vida
son por muchos aspectos superiores a la de los campos anteriores,
me encuentro nuevamente con el comp. A. y me voy a vivir a su
barraca, donde habita también el comp. Monardes y otros tres
obreros.
488
condiciones de aislamiento de la civilización, por un lado, y el hecho
de que todo ello fuera la expresión de una derrota histórica por el
otro, era evidente, aunque se tratara de derrotas diferentes
dependiendo de qué sector la estaba sufriendo.
489
Por otro lado, había una actividad mía en lo que se llamaba "Centro
Cultural" del campo, donde daba charlas sobre diferentes cuestiones,
por ejemplo psicología, charlas "legales" en un centro abierto, es decir
sin un contenido político explícito. Por otro lado, organizamos con el
c. Vitale un curso de historia de Chile al cual incorporamos a alguna
de la gente que tenía relaciones con nosotros.
Frente a todo esto, A. plantea que el trabajo nuestro dentro del campo
debe continuar desarrollándose a través de la relación individual, “sin
anteponer nombres ni organizaciones". Posteriormente, el comp.
Patache, que estaba también allí, nos explica su posición claramente
en términos de que él no va a realizar ninguna actividad política.
490
Características de Chacabuco. Campo donde normalmente
permanecen cerca de mil detenidos, en su mayoría gente detenida en
los días posteriores al golpe, por lo tanto mayoría política UP. El 60%
de los presos son obreros o proletas.
491
comienzan a llegar los caídos de la "resistencia", en gran parte
miristas, obreros o estudiantes, casi todos muy jóvenes.
492
mí me sacan del campo intempestivamente pues me habían firmado
un decreto de expulsión inmediata del país y la noche que tengo que
partir a Tres Álamos solo puedo amarrar contactos muy vagos con
los diez o doce compañeros que seguramente estaban dispuestos a
trabajar con nosotros donde fuera. A ecto [transcripción textual] a
esta situación el hecho de que yo estuviera completamente aislado de
la Tendencia y no tuviera, por tanto, modo de conectar a nadie
-INFORME DE ITALIA.
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"extraparlamentaria" (Lotta Continua, Avanguardia, Operaia y
Partido de Unidad, Proletaria, Pdup o El Manifesto).
494
como de aquellas que buscan nuevas formas de expresión, sea a nivel
teórico, sea a nivel orgánico. Este proceso refleja dos procesos de
crisis paralelas; por un lado, una acentuada crisis política de la
burguesía y por el otro una crisis económica que, junto con la
británica, encabeza la lista de los países que hoy en el mundo del
capitalismo desarrollado pagan las consecuencias de la recesión.
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Relaciones con chilenos en Italia.
496
nuevamente PS. EI declara tanto su ruptura con el reformismo como
con el MIR y busca implementar una política al interno de su partido.
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Mi impresión después de la conversación es que allí quedó una
posibilidad sería de relación con el grupo de este compañero.
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manera de concretizarse es para nosotros, o así lo creo, la
construcción de una tendencia revolucionaria al interior del
movimiento obrero. Tendencia que sea capaz de actuar no tan solo
en aquellas tareas que conducen a su propia creación, sino que
además sobre el conjunto del movimiento.
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Construimos una tendencia porque es de ese nivel desde donde
debemos partir y no desde otro.
500
2) ...Y por otro lado, los elementos que se desprenden
concretamente de lo que ha sido nuestra experiencia de
reconstrucción orgánica después del golpe de estado. Y aquí es
necesario distinguir una serie de factores que creo surgen de lo que
va corrido de tiempo, y que deben servir para hacer un análisis.
501
contra una supuesta pequeñoburguesía, sentimiento que no
corresponde a lo expresado por la clase obrera en su experiencia
antes del golpe de estado (bajo esta forma). Porque si el P. representa
un sector, entonces hay que resolver el problema en términos
orgánicos, en el sentido de desarrollar una política que nos aclare por
donde ese sector va, cuáles son sus futuros pasos. Una política, en
resumen, que empiece a resolvernos este problema de saber qué es
nuestra clase obrera en el exilio, cuál es su conducta, qué pasa cuando
va al trabajo en condiciones absolutamente distintas de las anteriores
en Chile, si pierde o no el vínculo con el tipo de trabajo político que
hacía antes en Chile. Es también el problema del obrerismo. Porque
a mi entender la incapacidad del reformismo y del MIR en dar
soluciones, esta especie de vacío político, abre las puertas para que en
el exterior determinados sectores segreguen el obrerismo, pero no en
el sentido en que éste podría ser positivo, es decir, en relación con un
M.O que lucha y combate, sino en el sentido de separar, de dividir a
una serie de sectores obreros de sectores revolucionarios, impedir
que se produzca una relación de una vez por todas productiva. Es
necesario, en fin, desarrollar una clarificación del problema de la
pequeña burguesía, problema con el cual una serie de personas se
enjuagan la boca.
502
un modo no político. En el futuro creo que será mucho más difícil que
nos quieran pasar gatos, por liebres.
503
estas nuevas condiciones una actividad política. Si examinamos el
caso del c. P., nada nos sorprende más, por ejemplo, que su soltura
de cuerpo cuando en tanto militante de la I.R se separa de nosotros,
nada sorprende más que la irresponsabilidad suya en los juicios
políticos. Recordamos bien las relaciones que Marx y Engels tienen
con la emigración política alemana y francesa.
504
tendencia y en un futuro estar en la reorganización del movimiento
debemos estar presentes desde ya. Y más aún si, por ejemplo, los
obreros del cobre, ayer considerados la aristocracia obrera, durante y
después del golpe han seguido manteniendo una actitud que ha
obligado a la Junta a instalar regimientos en los propios minerales.
Cosa parecida ocurre con los obreros del carbón, que levantan ollas
comunes y que logran de alguna manera romper las vallas que los
separan de los cesantes, desarrollando formas de organización que
colocan a la clase obrera como centro de una actividad de resistencia
económica. Todo esto no constituye hasta ahora una actividad de
gran envergadura, pero dadas las condiciones se transforma en un
laboratorio a través del cual la clase obrera busca formas de
organización posibles a través de las cuales desarrollar mínimos
niveles de combate. Por ello, si queremos resolver una gran cantidad
de problemas, debemos abrir y seguir desarrollando insistentemente
los pocos contactos y trabajo con Chile. Solamente en la perspectiva
de dicho trabajo podremos resolver correctamente el carácter de clase
de nuestra tendencia.
505
momento el riesgo de ser absorbidos y utilizados instrumentalmente
por los diferentes grupos que buscan burocráticamente crear sus
"internacionales", y por otro lado, morir por su falta de ligazón
concreta con la lucha de clases. A partir de esto, nuestra tarea
fundamental es salir a la lucha política, a la luz pública, desarrollar
una capacidad ofensiva, enfrentar de una vez por todas la polémica
ideológica con quien sea. Esto para producirse requiere de dos claves:
por un lado la existencia de una organización concebida a través de
los grupos nacionales con una ligazón asegurada, y por el otro lado,
el periódico. El periódico es lo único que nos garantiza una ligazón
con los sectores anteriormente señalados, y es lo único que nos
asegura la existencia de la tendencia como un organismo colectivo y
no como un reducido grupo de personas. El periódico entendido
sobre todo como el organizador colectivo.
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Hoy día, en este momento, a partir de las condiciones creadas por los
acontecimientos del golpe, la contrarrevolución y la derrota
proletaria, los objetivos de confundirse con una vanguardia que se
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coloque como tarea fundamental la reorganización del movimiento
obrero siguen tan vigentes como antes, o mejor dicho, son objetivos
cuya necesidad fue confirmada por los hechos de la realidad.
A casi dos años del golpe, los militantes de la tendencia se ponen como
objetivo en esta reunión, la reestructuración política y orgánica de la
tendencia, el salto a una nueva etapa, la superación de un periodo en
que las circunstancias nos han obligado a sobrevivir políticamente de
un modo aislado respecto de la lucha política y social. Para el
cumplimiento de estos objetivos, el periódico aparece como el
instrumento organizador capaz de impulsar el conjunto de tareas que
tenemos por delante.
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En éste momento, quienes necesitan un periódico chileno serio, de
información, de discusión, de análisis, no somos solamente nosotros,
sino, además, toda la emigración política chilena y latinoamericana,
la clase obrera en el exilio, y los sectores de vanguardia proletaria que
dentro o fuera de Chile se colocan frente a nuestros mismos
problemas, interrogantes, y tareas
509
Las tareas del periódico en tanto organizador colectivo han sido
discutidas por nosotros desde antes de la aparición del primer Correo.
Estas características se mantienen, sobre todo en lo referente a la
organización de la vida política, de la emigración chilena,
especialmente la emigración obrera, bajo las nuevas condiciones que
impone el enfrentamiento a las burocracias y a la corrupción,
elementos casi naturales de la vida de la emigración política. En este
sentido, la ligazón del periódico con un proceso de organización
política obrera deberá ser discutida como parte de los problemas
programáticos de la Tendencia en su conjunto.
510
Seguir discutiendo en este momento sobre el papel que va a cumplir
el periódico me parece redundante, a partir de lo que ya se ha
discutido aquí al respecto. Sin embargo esto no significa que a medida
del desarrollo del trabajo, el periódico se irá revisando, se irá
revisando el carácter que tiene y él papel que deberá ir cumpliendo.
511
Insisto que el problema de la caracterización no puede ser planteado
en forma solamente abstracta. Sobre esto, me remito a dos
fenómenos: primero, nuestros objetivos "internos" por llamarlos así,
segundo, están los sectores que plantea Campos, en los cuales hay que
definir prioridades: Chile, emigración chilena y latinoamericana y
mov. obrero europeo y mundial, en ese orden.
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El documento que publicamos a continuación
es presentado por el comp. Marcos a la
reunión de París del 18 de octubre pasado.
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organizador colectivo. Los corresponsales obreros surgen siempre
como consecuencia del problema del organizador colectivo y de la
noción que de ello se tiene, así como de la línea política que el
periódico busca aplicar.
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primer correo ya no fue expresión de esto, pero este segundo debe
alejarse completamente de esta nefasta tradición.
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la rápida propagación de las ideas socialdemócratas en el mundo
intelectual y por el nacimiento y crecimiento constante de los círculos
obreros y socialdemócratas que aparecen por todas partes. Las
prisiones están llenas y los lugares de deportación tienen problemas
de superpoblación. Pero desgraciadamente — nos dice Lenin— por
otra parte, el rasgo central de nuestro movimiento es su
fraccionamiento, su división, su carácter artesanal. Los círculos
locales surgen, se desarrollan y trabajan unos independientes de los
otros. Este proceso espontáneo de la clase ha conducido a una etapa
crítica, una etapa que está entrando en contradicción con el
movimiento mismo, el que a pesar de ser espontáneo, manifiesta su
irresistible tendencia a la organización. Por ello es que: "en la fase en
que nos encontramos, la dispersión comienza a ejercer una acción
perniciosa y amenaza de comprometer al MO en una falsa vía: el
practicismo estrecho, separado de la teoría que ilumina el
movimiento en su conjunto, capaz de romper el lazo de unión entre
el socialismo y el MO de una parte y el movimiento espontáneo de la
otra".
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cuestión que se expresa en el no tener un periódico de carácter
nacional, y no lograr por ello una cierta continuidad. Se trata de
responder al problema de no contar con una organización de tipo
centralizada capaz de enfrentar los embates, de la represión.
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cuestionado el trabajo local en tanto no se ve a sí mismo como parte
de un trabajo global. A esta diferencia entre trabajo local y nacional,
Lenin antepone otra, la diferencia entre lucha económica y lucha
política. En las huelgas y manifestaciones económicas el trabajador se
enfrenta con un patrón y no con el conjunto de la clase capitalista ni
con el estado. Su lucha no es política, es económica, por lo tanto no
conduce directamente a la construcción de la socialdemocracia.
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totalizar una línea política).El corresponsal obrero representa lo
económico y local; yo en cuanto organización lo político y global.
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movimiento sindical, del trabajo cooperativo, etc.) el límite donde la
socialdemocracia comienza a desviarse hacia la corriente
liquidacionista, liberal o semi anárquica, de manera de poder
mantener la acción del partido dentro de la vía justa, definida por
estos límites. Para nosotros una de las principales tareas consiste en
ayudar a los obreros a determinar estos límites para cada una de las
cuestiones concretas, sobre todo lo que tiene relación con la actividad
en Rusia.
520
2) Los corresponsales obreros existen como problemática para
Lenin en la medida que éstos se relacionan con la noción de
organizador colectivo. Y tienen importancia si el éxito de la política
encomendada al periódico depende del éxito de la participación de
la clase obrera, sobre todo entendida bajo la forma de
corresponsales obreros.
521
organización política. Tampoco nuestros intelectuales, si es que
alguna vez existieron, se expresan hoy en un "movimiento
irresistible" hacia el socialismo. Nosotros estamos aún en medio de
una derrota política, con una clase obrera reprimida, encarcelada y
asesinada. Las condiciones políticas sin ninguna duda son diferentes.
Tampoco creo que los supuestos políticos que nos conducen a definir
el Correo como un organizador colectivo, sean similares a aquellos
expresados en el "Qué Hacer". La experiencia pasada, en la cual
fuimos derrotados, nos ha dejado una gran cantidad de lecciones que
nos conducen a no coincidir plenamente con dichas concepciones. La
diferencia entre una organización local y nacional nos parece un
problema real para una organización que se plantea el problema de
paso de una etapa de lucha a otra en la cual se pone en juego el destino
de la propia organización. Pero dicho momento no llega, no es real,
sino que como expresión objetiva de la lucha del M.O. Lucha que, en
tanto encuentra sus bases materiales en el sistema capitalista no
establece diferencias tan tajantes entre lo local y lo nacional. Por otro
lado, mucho menos aún podemos compartir la diferencia entre lucha
económica y lucha política. Porque el estado no lo vemos diferente de
la burguesía, y sobre todo, porque no vemos la amenaza al sistema
capitalista expresada en las organizaciones políticas, sino en la acción
de la clase obrera, que al rechazar la autoridad burguesa a partir de
sus luchas más inmediatas, es capaz de generar procesos que
conduzcan al nacimiento de organizaciones revolucionarias.
Tampoco podemos aceptar la definición que Lenin da de la
socialdemocracia y del partido. El socialismo en Chile ganó mucho en
conocimiento, pero no por la presencia de intelectuales que unieron
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sus conocimientos a la lucha obrera creando así un partido
revolucionario, sino más bien porque la clase obrera a través de su
propia práctica destruyó incluso el pedestal en que se sostenían los
"intelectuales revolucionarios". Tampoco pensamos que sea cierto
que el cuadro político se educa sólo en la globalidad y nunca en la
localidad. Además de que ésta en términos generales es una
afirmación riesgosa, es cierto que la comprensión global de un
episodio local de la lucha de clases puede desentrañar el conjunto de
las leyes que rigen, la acción política.
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política la definen como un punto de partida. Como uno de los pocos
puntos de partida que pueden ser válidos hoy en día.
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instrumento para eliminar las diferencias de comprensión que
subsisten en el pequeño grupo que hoy somos.
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convertirse en organizador colectivo, la tendencia tendrá reales
posibilidades de desarrollarse hacia otros niveles orgánicos y
políticos.
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