Teología Hoy

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

SEMINARIO DIOCESANO DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE DE

AGUASCALIENTES

ETAPA: CONFIGURADORA.
GRADO; 1RO

MATERIA: “TEOLOGÍA FUNDAMENTAL”

PROYECTO:

“LA TEOLOGÍA HOY: PERSPECTIVAS, PRINCIPIOS Y


CRITERIOS”

Comisión Teológica Internacional.

Docente: Pbro. Lic. José Juan Martínez Muñoz.


Alumno: Mario Andres Reyna Santana.

Aguascalientes, Aguascalientes, lunes 6 de mayo del 2024.


La sinergia y la unidad de la Iglesia se expresa de manera consistente y suficiente en
la profesión del fe (Credo) el cual rinde este atributo a la cuestión de la catolicidad de la
Iglesia en cuestión.

Capítulo I – La escucha de la Palabra de Dios.

La escucha de la Palabra de Dios es el fundamento de las ciencias divinas y más que


de las ciencias de la vida espiritual de la personas, bajo este mismo entendimiento podemos
decir que el cristiano está llamado a ser en primer instancia un agente de escucha pasiva de
la Palabra de Dios.
Al tener la palabra de Dios una centralidad imprescindible también es adecuado
indagar en la exigencia de estas mismas ciencias que se encargan del estudio del Dato
Revelado; a tener una exigencia y puntualidad más certera en el estudio analítico, teniendo
como principal punto de referencia el documento del Papa León XIII; “Providentissimus
Deus”, al dar la apertura al estudio interdisciplinar de la fe, con las ciencias positivas.
1. La primicia de la Palabra de Dios
La Palabra de Dios tiene un papel fundamental en la constitución de la Iglesia,
puesto que es factor que siempre ha estado presente y más no inmutable, puesto que tiene
un dinamismo interno, que se exterioriza en la acción de la Iglesia mismo, es por tanto
necesario recalcar que la Palabra de Dios es viva.
Tanto la Sagrada Escritura y la tradición representan unos pilares fundamentales
para la Iglesia, los cuales se hunden en el ejercicio salvífico del Pueblo de Dios.
2. La fe, respuesta a la Palabra de Dios
La fe tiene como un atributo esencial; la libertad, es bajo este calificativo que toma
un sentido no se esclavitud ontológica como muchos pueden pensar, sino más bien se trata
de una cuestión que brota desde lo interno del hombre, como una necesidad de
corresponder directamente a la acción de “Cristo como mediador y plenitud de la
Revelación”.
Desde este punto el punto de vista de la fe, las potencias superiores del hombre (la
Inteligencia y Voluntad) son puestas en disposición del Creador, de forma que se pueda dar
una síntesis, dando un “Culto Espiritual”, de esta forma la cuestión de la aceptación del
mensaje revelado es un factor intrínseco.
“La «fe» es tanto el acto de creer o confiar como también aquello que se cree o se
confiesa, fides qua y fides quae, respectivamente. La fe es al mismo tiempo una realidad
profundamente personal y eclesial. Al profesar su fe, los cristianos dicen tanto «yo creo»
como «nosotros creemos»”.
“La fe se profesa dentro de la koinonia del Espíritu Santo (cf. 2 Cor 13,13), que une
a todos los creyentes con Dios y entre ellos mismos (cf. 1 Jn 1,1-3), y que adquiere su
última expresión en la Eucaristía (cf. 1 Cor 10,16s)”.
“La herejía, por lo tanto, no solo distorsiona el Evangelio, sino que también daña la
comunión eclesial. La herejía es «la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de
una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma»”.
3. La Teología, Comprensión de la fe
La fe al ser puesto al servicio del entendimiento de los hombres, esta disciplina tiene
como función hacia el principio “Intellectus Fidei”, como la fe que busca atender, “La
teología trata de comprender lo que la Iglesia cree, por qué lo cree, y qué puede ser
conocido sub specie Dei. Como scientia Dei, la teologia aspira a comprender de manera
racional y sistemati ca la verdad salvadora de Dios”.

Capítulo II – Permanecer en la comunión de la Iglesia


“El auténtico lugar de la teología está dentro de la Iglesia, que ha sido reunida por la
Palabra de Dios”
1. El estudio de la Escritura como alma de la teología
La teología está en beneficio de la explicación de la Sagrada Escritura, casi en su
totalidad, y no al revés, esportante necesario recalcar de manera acertad el comentario que
hace el autor del texto hacía la exégetas: “«Los exegetas católicos no deben jamás olvidar
que lo que ellos interpretan es la Palabra de Dios [...] El objetivo de su trabajo no se
alcanza más que cuando han iluminado el sentido del texto bíblico como palabra actual de
Dios»”.
2. La fidelidad a la Tradición Apostólica
Existen principios fundamentales en la Tradición de la Iglesia: “Lex Orandi” (La
norma de la oración), la “Lex Credendi” ( La norma de la fe) y la “Lex Vivendi” (La norma
de la Vida).
La Tradición representa dos principios fundamentales:
1. Mandato: “Haced esto en memoria Mía” – La Tradición no se trata de un libro de
recuerdos, sino que tiene un fundamento en el mandato del Señor.
2. Dinamismo y Vida: La tradición es el factor dinámico de la Revelación, es el
contraste para las personas que piensan en la cuestión de la “quietud de la Iglesia”.
“La Tradición, por tanto, es algo vital y vivo, un proceso continuado en el que la
unidad de la fe encuentra expresión en la variedad de idiomas y en la diversidad de
culturas. Deja de ser Tradición si se fosiliza. «Esta Tradición que procede de los apóstoles
progresa en la Iglesia bajo la asistencia del Espíritu Santo: pues crece la percepción tanto de
las cosas como de las palabras transmitidas”.
3. La atención al “Sensus Fidelium”

 El sensus fidelium: es el sensus fidei del conjunto del pueblo de Dios que es
obediente a la Palabra de Dios y es conducido en los caminos de la fe por sus
pastores. Por tanto, el sensus fidelium es el sentido de la fe que está profundamente
enraizado en el pueblo de Dios que recibe, comprende y vive la Palabra de Dios en
la Iglesia.
Es el criterio de los fieles de la Iglesia que claman al conjunto.
4. La adhesión responsable al Magisterio Eclesiástico
La tarea de los Obispos y teólogos; resulta estar relacionado con una simbiosis tal,
que la dependencia es muy evidente, por una parte, los teólogos exponen el material y la
reflexión de la materia teológica, y los obispos con toda su autoridad dad por el mismo
Jesús por la sucesión apostólica, pueden observar la idoneidad del pensamiento en cuestión,
fungiendo como custodios de la misma revelación, de forma que las tareas son esta manera:
 Teólogos: Reflexionan y profundizan en la Sagrada Escritura.
 Magisterio: custodia y cuida, la ortodoxia de las reflexiones.

5. La comunidad de los teólogos


Está relacionada con la colegialidad de los pensadores, en pro del acervo del
pensamiento, tenido por base la cuestión del enriquecimiento mutuo del pensamiento.
6. En el diálogo con el mundo
“El Concilio Vaticano II dijo que la Iglesia debería por tanto estar preparada
para discernir en «los acontecimientos, exigencias y deseos» del mundo de hoy lo que
pueden ser signos verdaderos de la actividad del Espíritu. «Para cumplir esta tarea,
corresponde a la Iglesia el deber permanente de escrutar a fondo los signos de los
tiempos (signa temporum perscrutandi) e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma
que, de manera acomodada a cada generación, pueda responder a los perennes
interrogantes de los hombres sobre el sentido de la vida presente y futura y sobre la
relación mutua entre ambas. Es necesario, por tanto, conocer y comprender el mundo en
el que vivimos, sus expectativas, sus aspiraciones y su índole muchas veces dramática”.

Capítulo III – Dar razón de la verdad de Dios

1. La teología es un trabajo de la razón iluminado por la fe (ratio fide illustrata), que


busca traducir la Palabra de Dios expresada en la revelación al discurso científico.
2. La variedad de métodos racionales que utiliza y la pluralidad de disciplinas
teológicas especializadas resultantes siguen siendo compatibles con la unidad
fundamental de la teología como discurso sobre Dios a la luz de la revelación.
3. La teología está estrechamente vinculada a la experiencia espiritual, que ella
ilumina y por la cual es, a su vez, nutrida, y por su naturaleza se abre hacia una
auténtica sabiduría con un sentido vivo de la trascendencia de Dios en Jesucristo.

1. La verdad de Dios y la racionalidad de la teología


El autor resalta la necesidad de resaltar el análisis entre la fe y la razón,
argumentando que es necesario investigar y comprender la verdad revelada por Dios a
través del razonamiento humano. Sin embargo, también se reconoce la autonomía de ambos
temas al dar crédito al uso útil de la filosofía en este diálogo.
Una crítica clara es la tensión histórica entre la teología y la filosofía, donde se ha
observado una inclinación hacia la integración competitiva en lugar de la integración.
Además, se menciona la complejidad contemporánea, especialmente en la era posmoderna,
donde se desafía la concepción de la verdad y se cuestiona la razón, lo que pone en duda la
capacidad de la teología para presentar racionalmente la verdad de la fe.
El llamado a la renovación de la relación entre la teología y la filosofía por parte de
Juan Pablo II sugiere avanzar hacia adelante, pero también se dirige a la necesidad de
abordar constantemente las complejidades interdisciplinarias entre los campos del
conocimiento y las ontológicas. En última instancia, la crítica ofrece una representación
profunda de cómo reconciliar adecuadamente la fe y la razón en un mundo contemporáneo
caracterizado por la pluralidad y la incertidumbre.
2. La unidad de la teología en una pluralidad de métodos y disciplinas
“Los Padres de la Iglesia conocían la palabra «teología» solamente en singular. Para
ellos, la «teología» no era el «mito», sino el Logos de Dios mismo. Hacia el final de la
Edad Media, no obstante, hubo una tendencia a distinguir e incluso separar la escolástica de
la teología mística, la teología especulativa y la positiva, etcétera”.
. Distintos factores han contribuido a esta pluralidad moderna de «teologías».
 Dentro la teología cada vez hay más especialización interna en distintas disciplinas.
Este desarrollo es inevitable y comprensible por la naturaleza científica de la
teología y las exigencias de la investigación.
 Hay una diversificación de estilos teológicos por la influencia externa de las otras
ciencias.
 Hay, respecto a la práctica de la teología, una multiplicidad cada vez más creciente
de temas, lugares, instituciones, intenciones, contextos e intereses, y una nueva
apreciación de la pluralidad y variedad de culturas.
Es por tanto necesario resaltar la cuestión de la interdisciplinariedad, por el hecho
que las ciencias positivas otorgan un distinguido rigor metodológico y esquematización de
los contenidos.

3. Ciencia y Sabiduría
Destaca la importancia de la teología no sólo como ciencia, sino también como
sabiduría. Se centra en la conexión entre fe y razón, especialmente en el contexto de la
sabiduría divina revelada en el Antiguo Testamento y en la comprensión de la cruz de
Jesucristo como un momento crucial en el plan salvífico de Dios.
La crítica a la "sabiduría del mundo", que ve la cruz como una locura, contrasta con
la concepción paulina de la cruz como sabiduría divina. Se destaca la apreciación cristiana
primitiva del deseo griego de sabiduría, aunque se destacan las limitaciones de ese deseo en
relación con la salvación a través del conocimiento únicamente.
La teología se presenta como sabiduría adquirida a través de la razón iluminada por
la fe, que busca una explicación unificada de la realidad a la luz de las verdades últimas de
la revelación. La sabiduría mística se define como un don del Espíritu Santo, que conduce a
la contemplación y a la unión personal con Dios.
La verdadera teología se define como aquella que presupone la fe y está animada
por la caridad, reconociendo que la verdad de Dios es una realidad viva experimentada en
la participación en Cristo.
Sin embargo, surge la necesidad de equilibrar las formas negativas y afirmativas en
teología, reconociendo tanto las perfecciones divinas como los límites del entendimiento
humano.
En última instancia, el artículo sugiere que ver la teología como sabiduría puede
ayudar a construir puentes entre los creyentes y la reflexión teológica, así como ampliar la
comprensión de la verdad de Dios en diferentes contextos culturales.
La teología católica debería:
 Enraizarse en la gran sabiduría de la tradición de la Biblia.
 Conectar con la sabiduría de las tradiciones del cristianismo oriental y occidental.
 Buscar establecer un puente con todas las tradiciones de sabiduría.
Al intentar alcanzar la sabiduría verdadera en su estudio del Misterio de Dios, la teología:
 Reconoce la prioridad absoluta de Dios
 Busca, no poseer sino ser poseída por Dios.
 Debe por tanto estar atenta a: lo que el Espíritu está diciendo a las iglesias por
medio del «conocimiento de los santos».
 La teología implica un esfuerzo por la santidad y una conciencia a un más profunda
de la trascendencia del Misterio de Dios.

También podría gustarte