Contestacion Demanda Ejecutiva Contra Jorge Gatica Abrigo E.I.R.L. 1.1
Contestacion Demanda Ejecutiva Contra Jorge Gatica Abrigo E.I.R.L. 1.1
Contestacion Demanda Ejecutiva Contra Jorge Gatica Abrigo E.I.R.L. 1.1
EN SUBSIDIO: Opone
excepciones. PRIMER OTROSI: Suspensión del Procedimiento de apremio.
SEGUNDO OTROSÍ: Acompaña documento, en la forma que indica. TERCER
OTROSÍ: Patrocinio y Poder
S. J. L. CIVIL (28°)
Como podrá apreciar SS., de la lectura del acta se desprende que el citado
ministro de fe no requirió de pago en los términos previstos al efecto por el
artículo 443, del Código de Procedimiento Civil en relación con el mandamiento
de ejecución y embargo en el que el Tribunal de SS., ordena claramente
requerir de pago, lo que significa intimar o constreñir en el acto del
requerimiento si el ejecutado paga o no paga la deuda, circunstancia que fue
omitida pese a que mi representado se apersonó en el oficio del citado
receptor a la hora y día indicados en cedula de espera.
1.-“La del Nº 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil; o sea, la de
FALTA DE ALGUNO DE LOS REQUISITOS PARA QUE EL TITULO TENGA FUERZA
EJECUTIVA”.
Es posible entonces colegir que la naturaleza jurídica del pagaré será la de ser
un efecto de comercio que consiste en una declaración documental que debe
contener las exigencias legales de forma y fondo que expresamente determina
el legislador. En caso de que no las contenga, deberemos entender que la
sanción que procede, en virtud de las normas generales, es la nulidad absoluta,
por no cumplirse con los requisitos de la esencia de dicho instrumento. Entre
dichas obligaciones, debemos destacar particularmente dos de ellas. Por una
parte, el que la promesa de pago no puede estar sujeta a condición alguna, y,
en segundo lugar, que debe referirse a una cantidad de dinero determinada o
determinable.
Como es sabido, el artículo 107 de la Ley 18.092 hace aplicables al pagaré, "en
lo que no sean contrarias a su naturaleza", las normas relativas a la letra de
cambio. El artículo 11 de la Ley 18.092, por su parte, contempla la eventualidad
de la letra en blanco, y por extensión del pagaré en blanco, admitiendo que sea
llenada de acuerdo a las instrucciones del obligado al pago.4 •’ Artículo 11. Sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 2o, si la letra de cambio no contiene las
menciones de que trata el artículo 1°, cualquier tenedor legítimo podrá
incorporarlas antes del cobro del documento, sujetándose en todo ello a las
instrucciones que haya recibido de los obligados al pago de la letra. Si se llenare
en contravención a las instrucciones, el respectivo obligado podrá eximirse de
su pago probando tal circunstancia. Esta exoneración de responsabilidad no
podrá hacerse valer respecto del tenedor de buena fe. Todo lo anterior no
obsta al ejercicio de las acciones penales que fueren procedentes. 5.- Ley
Uniforme de Ginebra Es difícil establecer un concepto jurídico de "letra de
cambio en blanco" o "pagaré en blanco", dada la parquedad e insuficiencia de
la normativa que regula esta figura en nuestra ley cambiaria. Tampoco puede
verse suplida esta deficiencia por la labor integradora que pudiera realizarse a
nivel jurisprudencial o por la regulación internacional existente en la materia.
Tanto la Ley 18.092, como la Ley Uniforme de Ginebra sobre letra de cambio y
pagaré, admiten la validez de esta figura, pero en ningún caso la regulan
exhaustivamente, limitándose tan sólo a normar sobre el acontecimiento que
supone el complemento abusivo y sus efectos en la relación cambiaria que
pudiera suscitarse ante terceros. Es así como en su artículo 10 la Ley Uniforme
de Ginebra estipula que "Si una letra de cambio incompleta a su emisión ha
sido completada contrariamente a los acuerdos intervenidos, la inobservancia
de estos acuerdos no puede ser opuesta al portador, al menos si él no ha
adquirido la letra de cambio de mala fe o sí, al adquirirla, él no ha cometido una
falta grave.
Si el pagaré documenta una promesa pura y simple de pago, debe generar para
su autor una obligación, aunque sea abstracta, de la misma naturaleza, y es por
ello que tal obligación que el título representa y que se ha de establecer sobre
esta base esencial no puede configurarse ab initio de forma indeterminada,
para autorizar su determinación cuántica posterior en base a una liquidación de
deuda a efectuar por el propio tomador del pagaré, que, además, se hace
depender de otra condición, como es la relativa al vencimiento anticipado del
negocio jurídico subyacente que constituye su causa como lo es en este caso el
pago de una factura cedida. Si este tipo de prácticas comerciales se autorizaran
al tráfico mercantil, lo que se reconoce como "pro mesa pura y simple de
pago" pasaría a convertirse en "una promesa de pago indeterminada y
condicional", cuya determinación cuántica y cumplimiento de la condición
quedaría en manos de la voluntad unilateral del tomador, todo ello a los solos
efectos de constituir un título ejecutivo sin los requisitos de validez
establecidos por la ley.
Ahora bien, todo mandato debe reunir los requisitos de validez comunes a todo
acto jurídico, entre los cuales se encuentra el objeto, lo cual se reafirma en
nuestro derecho por la exigencia de un objeto lícito como requisito esencial del
acto jurídico, según el artículo 1445 del Código Civil. Lo anterior es concordante
con el artículo 1108 del Código Civil francés, el cual indica que son cuatro las
condiciones esenciales para la validez de una convención, entre ellas: "un
objeto cierto que forma la materia del compromiso", a continuación, el mismo
cuerpo legal establece que: "Todo contrato tiene por objeto una cosa que una
parte se obliga a dar, o que una parte se obliga a hacer o no hacer. El simple
uso o la simple tenencia de una cosa puede ser, como la cosa misma, objeto del
contrato". Por su parte, el artículo 1460 de nuestro Código Civil señala que:
"Toda declaración de voluntad debe tener por objeto una o más cosas que se
trata de dar, hacer o no hacer". De lo anterior se colige que el objeto del acto
jurídico puede consistir en una cosa o en un hecho, que es materia de la
prestación que se adeuda. De tal manera que es indispensable que la
declaración de voluntad esté dotada de un objeto. La falta de objeto impide la
formación del consentimiento, y por tanto, la formación del acto jurídico
mismo, el cual, como es sabido, es un requisito de existencia del acto.
En este caso, como se entrega el mandato del llenado del pagaré, este
mandato será especial. Pero se requiere que el encargo esté claramente
determinado en el mandato, requisito que no se cumple al no consignar en
forma determinada o determinable el monto por el cual deberá ser llenado
dicho pagaré, faltan do por tanto el requisito de la determinación del negocio
al cual se refiere el encargo. No es posible señalar que estamos frente a un
contrato de mandato por el mero hecho de que se lo titule como tal por medio
de escritura pública o privada, porque es necesario que dicho contrato cumpla
con el requisito de "gestión de un negocio", elemento que además deberá ser a
favor del mandante y no del mandatario, característica que en el caso que nos
ocupa adquiere la mayor relevancia. En tal sentido, la Corte de Apelaciones de
Concepción ha sido clara al referirse respecto a este requisito del negocio en el
contrato de mandato: "Que la expresión "negocio" contenida en la cláusula 45
del Contrato de Mandato General con Administración y Disposición de Bienes,
que rola a fojas 1 39 (antes 1), debe interpretarse en la forma empleada en el
artículo 2116 del Código Civil, esto es, en palabras del tratadista David Stitchkin
Branover, la "administración y ejecución de negocios jurídicos y de nego cios
de índole económica que sean materia de una ocupación lucrativa o de interés"
(En El Mandato Civil, Editorial Jurídica de Chile, tercera edición, 1975, página
51).
Al aplicar las normas de Protección de los Derechos de los Consumidores en
nuestro país, se genera una nulidad aun más clara respecto de la situación
descrita con anterioridad, al ampliar el número de normas legales aplicables a
la relación jurídica en análisis. En el derecho español, la validez de esta
operatoria ha sido duramente cuestionada desde la perspectiva de los
derechos y garantías de los consumidores, por estimar que entraña una
vulneración a la normativa europea sobre cláusulas abusivas en los contratos
celebrados con consumidores, a la ley de Condiciones Generales de
Contratación y a la Ley General para la Defensa de los Consumidores y
Usuarios. Asimismo, de acuerdo al derecho chileno tampoco guarda validez
esta operación al suscribirse el pagaré o letra de cambio en blanco a modo de
caución de una obligación principal como se infiere del contrato de fianza que
la misma ejecutante ha acompañado a estos autos, con un proveedor
comercial, que por medio de un contrato de adhesión obligó a la parte más
débil de la relación contractual a suscribir tanto el pagaré en blanco, como el
mandato especial en blanco para delegar en el proveedor, en calidad de
mandatario, las facultades suficientes para determinar el monto a pagar, y
suscribir el título en representación del consumidor. Por lo tanto, y en razón de
lo anterior, para dilucidar este problema resulta de suyo necesario aplicar las
normas relativas a los contratos de adhesión en nuestra legislación, en
particular aquellas que regulan la existencia de cláusulas en blanco.
No hay duda que la factura en cuestión puede dar cuenta de un crédito, ya que
la propia ley señala que en ella debe constar el "...estado de pago del precio o
remuneración y, en su caso, de las modalidades de solución del saldo insoluto",
con lo que se cumple la incorporación de un derecho obligacional al
documento material, de carácter vinculante, incondicionado e irrevocable, que
es propio de los títulos de crédito o efectos de comercio.
Ahora bien, la factura tal como está creada presenta los caracteres esenciales
de un instrumento de pago, de crédito y cesibilidad, que son propios de los
efectos de comercio. En efecto, lo realmente importante es el carácter
negociable de un crédito de una suma de dinero, incorporado al título, con
vistas a permitir la realización de un pago según lo estipulado en el mismo
(característica de las obligaciones cambiarías: literalidad) y en condiciones
legales de transmisibilidad que permiten su aceptación, sea para conceder un
nuevo crédito al titular o se le acepte en lugar de la moneda.
POR TANTO, de acuerdo con las disposiciones referidas y lo estatuido por los
artículos 459 y siguientes y 465 y siguientes del Código de Procedimiento Civil,
TERCER OTROSI: Ruego a US., se sirva tener presente que designo Abogado
patrocinante y confiero poder a don MAURICIO NUÑEZ SANDOVAL,
Profesional habilitado para el ejercicio de la profesión domiciliado en Estado N°
57, Oficina N° 501, de la ciudad de Santiago, quien firma conjuntamente con la
suscrita en señal de aceptación.