Escuela de Viena

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ESCUELA DE VIENA O AUSTRIACA

(PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX)

Los representantes de esta corriente, quizás los más importantes, actúan


contemporáneamente a Keynes, pero se ubican en las antípodas. El prestigio del
economista inglés y su influencia, los opaca; había tenido argumentaciones sólidas tanto
cuando se refirió a la situación de la primera postguerra, como cuando analizó lo que
devino en los años de 1930 y una fuerza académica significativa.
Los países, por entonces, en general:

“rechazaban deliberada y activamente la supremacía del mercado -dice Hobsbawm- y


eran partidarios de la gestión y planificación de la economía por el Estado ... desde
comienzos de los años cuarenta y hasta los años setenta los más prestigiosos y antes
influyentes defensores de la libertad total del mercado, como Friedrich von Hayek, se
sentían como profetas que clamaban en el desierto, advirtiendo en vano al
Capitalismo occidental que había perdido el rumbo y que se estaba precipitando por el
1
camino de la esclavitud” .

Recién en el último tercio del XX el “liberalismo” que promovían creció


vigorosamente. Repudian que el Estado hubiera asumido, como preocupación central,
el intervencionismo económico (reflejado, en parte, en su interés por los problemas
sociales de la población).
Cuando A. Smith escribió La riqueza de las naciones, en medio de un clima
calvinista y puritano y defendía la supremacía del mercado sobre el Estado, presuponía
que los empresarios de su tiempo, los protagonistas privados, estaban impregnados de
plena religiosidad. Aceptaba una suerte de obligación de conciencia, de raíz religiosa,
que haría que los que en la competencia habían quedado como “perdedores”, recibieran
asistencia social (casi una filantropía privada). Su liberalismo, le asignaba al Estado un
papel muy acotado.
Apareció, luego, el socialismo, que presupone un Estado máximo, grande en
tamaño (no tal vez en eficacia), omnipresente; que intenta un revisionismo del
Capitalismo.

1
Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX. Bs As, Crítica, 1999, p. 181-2.
Más tarde, devino el Estado benefactor, que se metió dentro del mercado y
generó, en unos países sí y en otros no, un debilitamiento de la energía privada y
ineficacia estatal.
Por eso es que, los economistas “vieneses” vislumbrando (desde sus ópticas)
los males de tales modelos, levantan sus voces críticas. Reclaman la vuelta al mercado
y la desarticulación del Estado (privatizar, abandono de la cuestión social).
Van a sostener premisas como: el respeto a la libre competencia, da lugar a que el
sistema tienda naturalmente al equilibrio general y se asegure la mejor utilización de los
factores productivos (en beneficio de lo nacional e internacional). Reniegan tanto de los
monopolios (pues, intervienen sobre los precios) como de los sindicatos (que impiden la
baja de los salarios y son responsables de la desocupación).
Entre los teóricos de esta corriente, hay tres principales:

Ludwig von Mises


Joseph Alois Schumpeter
Friederich Auguste von Hayek

Ludwig von Mises (Austria, 1883-1953)

Fue profesor en Viena, EEUU, México y fundador del Instituto para la


Investigación de la Coyuntura. Se nacionalizó norteamericano, pues, obligado por sus
posturas político-ideológicas, adversas al incipiente nazismo, a abandonar su patria, vivió
un tiempo en Inglaterra y después en EEUU.
Sus estudios principales se refieren a la economía monetaria y a la defensa a
ultranza del Capitalismo liberal, frente al socialismo.
Distingue tres etapas en el pensamiento económico occidental: la dominada por
los filósofos, por los economistas clásicos, por la praxiología (la ciencia que regula la
acción humana en su conjunto)2.
Lo que existe son las “preferencias personales”, o escalas/secuencias de valores
(no lo “objetivo”). Actuar -sostiene- es optar: la “utilidad marginal” es aquello que estoy
dispuesto a sacrificar a cambio de aquello que estoy dispuesto a incorporar y es la que
determina el precio.

2
Praxiología: (griego prexis: acción), es el estudio de las conductas o prácticas.
Si bien hay escalas diferentes, normalmente los hombres comunes coinciden en
sus ambiciones básicas: techo, abrigo, seguridad, progreso económico para sí y sus hijos.
Porque se admite el principio de desigualdad, hay división del trabajo; además la
competencia no proyecta la ideología de los ricos (que es, más bien, conservadora); es
el pobre el que quiere la competencia y él puede ser creador de riqueza. Cada individuo,
buscando sus propios intereses, encuentra que cooperando con otros e interactuando,
obtiene más progreso.
Es un utilitarista diferente a John Stuart Mill (para quien, cada uno persigue su
propia felicidad, los placeres nobles: como ayudar a los demás). Von Mises es relativista:
cada hombre busca para sí lo que entiende es lo mejor en un momento dado (la felicidad
es a escala individual). No tiene un concepto unívoco de la felicidad.
Rechazaba a Marx y a Keynes; el intervencionista es potencialmente socialista, de
ahí que se está o no se está con la economía de mercado.
Censura la seguridad social porque destruye el ánimo de la competencia: si a una
persona se la garantiza contra la vejez, enfermedad, desempleo, se le quita la motivación
central de la vida. Se transforma en un ente. Por eso el Estado providencia, se encarga de
todo expropiándole al individuo “la molestia de vivir y el trabajo de pensar”.
El hombre es libre en la economía de mercado. No es su preocupación que existan
o no gobiernos autocráticos, lo importante es que exista mercado intacto. Defiende la idea
que en todo tipo de intercambio, las partes ganan, porque las escalas de valores son
asimétricas y esa es la palanca del progreso.

Algunas obras:

1912: La teoría del dinero y del crédito


1920: El cálculo económico en la comunidad socialista
1934: Liberalismo
1944: Burocracia
1949: La acción humana: un tratado de economía (Human Action)
1956: Planificación para la libertad
1957: Teoría e historia

Joseph Alois Schumpeter (Austria, 1883-1950)

Fue profesor en Austria (y ministro en 1919), Alemania, EEUU (donde adquirió la


ciudadanía).
Polemizó con el socialismo. Destacó la influencia de los empresarios, la creación
del crédito y la técnica en el desarrollo económico.
Trabajó el tema de los ciclos económicos. Se le deben expresiones tan mentadas
como “la tecnología es una fuerza de destrucción creativa”. Piense la relación entre
lamparita eléctrica y fabricante de velas o entre la Internet y los carteros.

“El Capitalismo es, ..., una forma o método de transformación económica y no


solamente no es jamás estacionario, sino que no puede serlo nunca ... El impulso
fundamental que pone y mantiene en movimiento a la máquina capitalista procede de
los nuevos bienes de consumo, de los nuevos métodos de producción y transporte, de
los nuevos mercados, de las nuevas formas de organización industrial que crea la
3
empresa capitalista” .

De esa manera describía el espíritu del Capitalismo: cada invento, cada iniciativa, al
mismo tiempo que exalta al innovador, destruye a sus competidores. Origina triunfadores
y perdedores. La quiebra de empresas es para el Capitalismo, un signo de vitalidad, una
buena noticia; este, vive en una renovación constante, en la que nuevos productos
reemplazan a los viejos, los métodos innovadores a los tradicionales, las empresas que
progresan a las que quedan rezagadas y los trabajadores calificados a aquellos con
habilidades obsoletas o anticuadas.

** Sus ideas tuvieron gran gravitación en Japón, a través del alumnado de ese
origen que siguió sus clases. Es un defensor del “hombre innovador” y la “empresa
innovadora”.

Algunas obras:

1912: Teoría del desarrollo económico


1928: La inestabilidad del Capitalismo (artículo)
1939: Business Cycles
1942: Capitalismo, socialismo y democracia
1951: Diez grandes economistas
1954: Historia del análisis económico

3
Schumpeter, J. A. Capitalismo, socialismo y democracia. Barcelona, Folio, 1996, tº 1, p. 120.
Nota: en la obra de Schumpeter, hay algunas reminiscencias a postulados weberianos. El
Capitalismo es más que ansias de acumular riqueza (propio del “mercantilismo”); cuando es
auténtico, se expresa por la disciplina, la razón, por la búsqueda sistemática de la rentabilidad,
siempre renovada, para lo cual necesita empresas habilitadas racionalmente, capaces de enfrentar
la competencia.
Friederich Auguste von Hayek (Austria, 1899-1992)

Inicialmente sus inquietudes simpatizaban con la perspectiva fabiana, pero von


Mises lo llevó a una orientación distinta y, así, fue un decidido defensor del
neoliberalismo y opositor de la economía dirigida colectivista. Desde 1927 estuvo a
cargo del Instituto Austríaco de Investigación Económica; más tarde (1931 y por
intervención de Lionel Robbins) fue designado profesor de Ciencias Económicas y
Estadísticas en la London School of Economics, en momentos de las calamidades de la
gran depresión. Como los dos anteriores, se vio forzado a dejar su país por cuestiones
ideológicas.
Tuvo enfrentamientos con Keynes4, por sus diferentes enfoques, principalmente,
porque ha sido un crítico del Estado providencia, con su tendencia administrativa
expansionista, la coacción sindical, la ampliación del aparato de seguridad social, el
progresivismo tributario.
Durante la IIª GM, en general, el liberalismo estaba mal visto, mientras el análisis
hayekiano ya había levantado su voz acusadora contra el gobierno británico y
norteamericano, a los que tildaba de socialistas, pues bajo el pretexto de ganar la guerra,
concentraban los medios económicos en el Estado; por ende ¿en qué se diferenciaban
del modelo nazi? Tesis que mantuvo durante la inmediata postguerra.
En 1947, fundó la Mont Pelerin Society, foro de difusión del liberalismo político e
intelectual5. En este encuentro en Suiza, participaron entre otros: von Mises, Karl Popper,

4
El inglés, en su libro Teoría general … (México, FCE, p. 166-7), desliza algún comentario crítico
a los de la Escuela de Viena; por ejemplo: “El profesor von Mises ha propuesto una teoría peculiar
de la tasa de interés y de él la han tomado ... Hayek y ... Robbins: de acuerdo con esta teoría las
modificaciones en la tasa de interés pueden identificarse con las de los niveles relativos de precios
de los bienes de consumo y los bienes de capital. No está claro cómo se llega a esta conclusión ...
(y por confusión) han obtenido sus conclusiones precisamente al revés”.
5
El epistemólogo que lo acompañó decididamente fue Karl Popper (austríaco, 1906-1997), cuya
obra fundamental es la de 1945: La sociedad abierta y sus enemigos, donde hace un alegato
contra la tradición filosófica “historicista” (Platón, Comte, Hegel, Marx y otros, fueron centro de sus
ataques). Abominó de los autoritarismos, en tanto anulan la libertad, actúan como una placenta
gregaria -propia de las sociedades tribales, del irracionalismo, del pensamiento mágico, del mundo
colectivista- en lugar de favorecer a la libertad, la responsabilidad, el desarrollo de la razón; porque
consideran al hombre como un “niño” y no respetan las múltiples voluntades y la
multidireccionalidad. Cuestionó al marxismo, por delimitante y, entre otras razones, porque la
historia, que está abierta a la libertad humana, es imprevisible. Luego, es inaceptable en su
concepción determinar un único modelo en el futuro. Se lo compara, en cuanto filósofo de la
libertad, con A. Smith. Popper también fue autor de La lógica del descubrimiento científico y
Conjeturas y refutaciones. La Mont Pelerin Society hace reuniones internacionales cada dos años
para intercambiar ideas sobre política y economía.
M. Friedman, L. Robbins, Salvador de Madriaga, etc. a quienes les había tocado vivir
épocas muy difíciles y soportar la amenaza de los peligros del totalitarismo de derecha e
izquierda. Más de uno, había tenido que abandonar su suelo natal y buscar refugio en
otros lados, con todo lo que implica el desarraigo y la descolocación académica.
Entre 1950 y 1962, estuvo contratado por la Universidad de Chicago, a cargo de la
cátedra de Ciencia Social y Moral; pasó, después, a la Albert Ludwing Universität, de
Friburgo, a cargo de Economía y desde 1969, por 5 años, enseñó en la de Salzburgo.
En 1974 recibió el premio Nobel, compartido con G. Myrdal. Ha tenido una obra
escrita multidimensional, que superó lo económico y se extendió a la filosofía moral,
derecho e historia. A partir de entonces “fue como descubierto”. Estuvo algunas veces en
la Argentina, dando conferencias o de paso a Chile (donde fue muy escuchado por el
régimen de A. Pinochet)6.
Trabajó el tema de la competencia imperfecta o monopolística, ya que cada
producto es diferente de los otros y lo que existe, en realidad, son múltiples sustitutos
parecidos, donde lo importante es la lucha constante por la ventaja competitiva (temática
que desarrollará, a su tiempo, Michael E. Porter, en Harvard). Ha señalado los errores
inherentes a la visión neoclásica del equilibrio y la competencia perfecta pues muestra
cómo el mercado es un proceso que coordina información dispersa y cómo la
competencia perfecta encierra una contradicción insalvable (competir plenamente supone
toda la información).
En su modelo, el dinero es neutral en cuanto a sus efectos macroeconómicos, ya
que su cantidad no modifica los precios relativos, el nivel de producción o el tipo de
interés real. Existiendo el dinero neutral, el ahorro voluntario (ahorro como función de la
voluntad de los agentes económicos) encuentra una forma de expresión natural.
También se lo conoce por su aporte del efecto acordeón: el ciclo de mayor uso de
capital en períodos de sobre-inversión y la des-inversión posterior (crecimiento y crisis).
Por ello recomienda una oferta monetaria constante, de manera que la baja de precio se
deba a un aumento de la productividad. En equilibrio se llegará a un aprovechamiento
integral de los recursos.
Existe un excedente, absorto por el interés. Hay un premio a la espera: preferencia
temporal negativa: elección de consumir mañana, iguala a la productividad marginal del

6
Caso muy especial ha sido el país trasandino que, con una dictadura militar, dio cabida a una
economía ultraliberal. Buen ejemplo de que no hay una necesaria correspondencia entre mercado
libre y democracia política.
capital con el beneficio. Una baja en los precios de los bienes de consumo, en relación
con la producción, es equivalente a una baja en la tasa de interés y ese fenómeno
favorece a la inversión, el alargamiento del proceso productivo de la sociedad. Con este
razonamiento general, el sistema bancario, es generador de desequilibrios al establecer
tasas de interés diferente a la tasa natural. Propuso privatizar la emisión monetaria (los
mecanismos de mercado harían que solo permaneciera la moneda estable, evitando los
desajustes de las políticas expansivas de los gobiernos). Las distorsiones monetarias y
las consecuentes alteraciones en los precios relativos, son un resultado necesario del
establecimiento del curso forzoso y de la existencia de la banca central.
El capital no es fondo o stock, es un flujo que aparece en el proceso productivo y
así analizó el efecto de los precios relativos sobre la elección de la tecnología.
Se lo vincula al utilitarismo, pero de algún modo anticipa las ciencias del caos.
Rechaza la llamada “justicia social” (en realidad, rechaza el término social:
¿sacarle a unos lo que le pertenece para darle a otros que no le pertenece?) y, por el
contrario, acepta la idea del espíritu liberador de la energía creadora.
Se ha manifestado en contra lo que denominó la fiebre planificadora de los
gobernantes, la ingeniería social.

Algunas obras:

1929: Teoría monetaria y teoría coyuntural


1941: Teoría pura del capital
1944: El camino de la servidumbre
1958: Individualismo y orden económico
1959: Los fundamentos de la libertad
1967: Estudios de filosofía, política y economía
1969: Estudios friburgueses
1973-9: Ley, legislación y libertad. Las normas y el orden económico
1976: Espejismo de la justicia social
1979: El orden político de un pueblo libre
1989: Fatal Conceit

Así como ha tenido y tiene sus admiradores, la situación de finales del siglo XX ha
llevado a muchos economistas y/o teóricos a repudiar, una vez más, sus afirmaciones.
Se le critican sus conceptos de libre competencia, inversiones y precios adecuados al
beneficio esperado, su radical defensa del Estado abstencionista (que parece carecer de
toda presencia social) y tantos otros. Sin embargo, en la vereda opuesta, están quienes
lo estiman porque ha desnudado verdaderas falacias o ingenuidades y actuado como un
guardián del liberalismo.
Se le atribuyen expresiones, próximas a la siguiente: Nadie puede ser un gran
economista si solo es economista. El economista que solo es economista, será
probablemente un estorbo, cuando no un peligro manifiesto. Es decir: renegaba de la
ultra-especialización.

Síntesis

* Se denomina a los integrantes de la escuela como neoliberales. Está aun activa, si bien
no se encuentra concentrada en el lugar geográfico que le dio origen.

* Sus miembros le han hecho un ajuste a la Economía, en tanto ciencia como praxis y
devuelto al liberalismo su categoría, mancillada -en parte- por el avance de otras
doctrinas. Juzgan la intromisión pública como nociva en la operación espontánea del
mercado, que si bien no es de competencia perfecta, intervenirlo significa agravar sus
defectos.

* Manifiestan un fuerte individualismo; las consideraciones son, por excelencia, de


impostaciones microeconómicas, centradas en el comportamiento racional del individuo
particular (llámese consumidor, ahorrador, inversionista). No en vano, Mises escribió
Acción Humana. Valoran la responsabilidad individual y la libertad.

* Entienden que la economía está casi siempre en desequilibrio y se corrige por las
reacciones humanas; de ahí que se valoren las innovaciones continuas, las
incertidumbres (que, a la vez, son nuevas fuentes de libertad).

* Tienen defensores a ultranza entre quienes aceptan que las propuestas son el camino
correcto para el progreso de la economía. Tienen detractores virulentos, porque ven
peligrosos espacios vacíos o no atendidos, de altas implicancias sociales, en la medida
que el Estado -que ellos propugnan- no tiene ningún propósito asistencial o previsional.

* Algunos entienden que sus mayores contribuciones no son de carácter científico y


técnico sino de orden filosófico y ético.
* La Escuela de Viena, para toda una corriente de interpretación, es una simple rama de
la Neoclásica o Marginalista, como el Monetarismo lo es de la Escuela de Viena.

Influencias de la Escuela de Viena en la Argentina

Algunos postulados, totales o parciales, de la Escuela de Viena fueron fuente de


inspiración para economistas del continente americano. En EEUU, una de sus
manifestaciones más clara ha estado en Milton Friedamn y sus seguidores. Pero, lo
mismo se reitera en otros países. Ha tenido en la Argentina, algunos seguidores, con sus
peculiaridades:

Federico Pinedo (Argentina, 1895-1971)

Se inició en la política militando en el socialismo y según sus propias palabras,


después de la lectura de Origen de la familia, la propiedad y el Estado, de F. Engels. Leyó
también, en alemán, la obra completa El capital, de K. Marx y “cuando quiere
documentarse en economía recurre a von Mises”7. El lector advertirá que tiene algunas
similitudes con von Hayek.
Fue amigo de Antonio de Tomaso, Juan B. Justo, Mario Bravo, Ángel Giménez,
Nicolás Repetto, Enrique Dickmann y tantos otros. En Alemania, trató a Bernstein y
demás dirigentes socialistas (de diferentes vertientes). En su juventud participó de
entidades que se dedicaban a la investigación económica; como miembro del Parlamento
se abocó a temas de su especialidad. Fue diputado nacional durante tres períodos e igual
número de veces ministro de economía. Crítico severo del peronismo.
Durante la llamada República Conservadora, fue colaborador del presidente
Agustín P. Justo. Por entonces, suscripto un Empréstito Patriótico y firmado el Tratado
Roca-Runciman8, ocupó la cartera de Hacienda (1933-1935), así como otro socialista A.

7
Azaretto, Roberto. Federico Pinedo, político y economista. Bs As, Emecé, 1998, p. 19.
de Tomaso se encargó de Agricultura y Ganadería. Después de la crisis financiera
internacional desatada por el derrumbe de Wall Street, gran parte de los países del
mundo se vio afectada y la Argentina entre ellos, por su perfil exportador de productos
agroalimentarios. Las finanzas nacionales se desarticularon, en gran medida por la baja
de las exportaciones y los ingresos por derechos de aduana. Pinedo va a mantener la
política de su antecesor de control de las cuentas fiscales y la complementa con sus
propias medidas.
El país entró -casi insensiblemente- en un modelo “diferente” del tradicional que
se expresó, entre muchas otras medidas, en la creación de juntas reguladoras,
reorganización del sistema bancario y monetario, en la instalación del Banco Central,
“emisor y regulador, independiente del gobierno, para que este no pudiera convertir en
fondos propios sus recursos”9, en el emplazamiento del Instituto Movilizador de
10
Inversiones Bancarias . Contó con un equipo de profesionales: Raúl Prebisch, Walter
Klein, Ernesto Malaccorto, Máximo Alemann, Felipe Espil que lo acompañaron en esa
oportunidad y algunas veces más11.
También se hicieron, por entonces, reformas impositivas; pero, quizá, lo que
concentró la atención fue el debate sobre el comercio de las carnes, oportunidad en la
que Lisandro de la Torre, en el Senado Nacional (1935), arenga en contra de la política
del ministro Pinedo y termina trágicamente con el asesinato de un senador.
Pinedo renunció (diciembre 1935) y volvió a ser convocado (1940-1941), por el
presidente Ramón Castillo (quien asumió tras la enfermedad y muerte de Roberto M.
Ortiz). Europa, ya se desangraba con la guerra. Para entonces está alejado del
socialismo y cercano a lo que será el Partido Demócrata Nacional. Con su equipo de
asesores preparó un programa de acción, conocido como Plan Pinedo que, buscaba

8
Del 2 de mayo de 1933, durante el ministerio de Alberto Hueyo, quien al renunciar da paso a
Pinedo. El tratado fue entendido como una “Convención Accesoria del Tratado de Paz y Amistad
de 1825”.
Nota: relaciónese con el apartado Importantes hechos y sucesos económicos argentinos.
9
Azaretto, R. Obra citada, p. 97.
Nota: el Banco Central, vino a reemplazar la Caja de Conversión, por medio de la cual, (Pellegrini-
Roca), tras los sucesos de 1890, se puso en orden la emisión, conversión y retito de moneda (con
la cotización: un peso papel = 44 centavos oro). El Dr. Ernesto Boch fue designado presidente de
la entidad y gerente general R. Prebisch, que sólo tenía 34 años.
En realidad hubo varios proyectos, uno fue responsabilidad de Otto Niemeyer, experto inglés,
contratado por Justo.
10
Cabe recordar que son los mismos años de Dumerge en Francia, Mac Donald en Inglaterra,
Roosevelt en EEUU.
11
Se puede ampliar con: Louro de Ortiz, Amalia A. El grupo Pinedo-Prebisch y el neo-
conservadurismo renovador. Bs As, Grupo Editor Latinoamericano, 1992.
reactivar la economía nacional, ocupándose de las cosechas agrícolas, los pequeños
productores, la desocupación, la industrialización, las viviendas populares y, además, un
acercamiento a EEUU y contemplar la posibilidad de una zona de comercio libre con los
países vecinos (en especial con Brasil y Chile):

“Pinedo ... sigue fiel a sus ideas vinculadas a la menor intervención estatal
posible, a la libertad económica, la defensa de la moneda, el equilibrio fiscal. Ello no le
impide, ..., sostener que es válido tomar medidas en situaciones de emergencia para
12
afrontar problemas concretos” .

No puede olvidarse que el país estaba impactado con la retracción de la demanda,


en especial de origen europea, como consecuencia de los pasos iniciales del conflicto
bélico. En general, la elite gobernante de 1930-43 no cuestionó en demasía el enfoque
ortodoxo de la Escuela Neoclásica ni abominó de los postulados de la Escuela de Viena;
fue en la práctica que hubo intervención en los mercados.
Por esos años, había elaborado un plan para la compra de los ferrocarriles, por
medio de una empresa mixta, con una serie de requisitos muy diferentes de la operativa
de 1947, utilizando las libras esterlinas congeladas en Londres13.
Vino después la postguerra y discrepó con el peronismo, pues en su visión la
Argentina había desmejorado su posición en el comercio mundial y vivía una modalidad
obsoleta (en los niveles de producción, en lo industrial, monetario, financiero), fuera del
esquema que orientaba el sistema financiero internacional.
Por entonces la crisis económica originaba dos posiciones: Pinedo y su grupo,
consideraban que había de desmantelar la estructura estatista y socializante del modelo
peronista (atacar la inflación, brindar libertad y desregulación económica, hacer
privatizaciones de empresas).
La otra, que tenía como principal representante a Prebisch y la Cepal, hablaba de
una economía planificada democráticamente: mantener parte del andamiaje peronista,
pero con mayor eficacia de gestión (estaba de moda hablar de sustitución de
importaciones, deterioro de los precios del intercambio, estructura socio-económica
latinoamericana defectuosa, estrangulamiento del comercio internacional, reforma agraria,

12
Azaretto, R. Obra citada, p. 154.
13
Existe bibliografía para ampliar este tema, como se detalla en el apartado Economía argentina.
A modo de ejemplo: Escudé, Carlos. Gran Bretaña, EEUU y la declinación argentina. Bs As,
Editorial de Belgrano, 1983.
cierta autarquía industrial y participación del Estado en sectores primordiales, como
infraestructura, transporte, energía, industrias)14.
La vieja amistad ha desaparecido. Algunos de los antiguos colaboradores de
Pinedo tienen ahora orientaciones diferentes. Prebisch será consultado por las nuevas
autoridades y presentará un Plan.
Más adelante, Pinedo participará del Foro de la Libre Empresa y tendrá algunas
otras actuaciones15 hasta que sea llamado por tercera vez al ministerio: el presidente
provisional del Senado José María Guido, a cargo del Ejecutivo por el desplazamiento de
Arturo Frondizi, lo convoca. Estuvo tres meses y fue reemplazado por Alvaro Alsogaray.
En su formación teórica, valoraba los aportes intelectuales de Schumpeter, von
Mises, von Hayek y muchos otros. Hizo una síntesis entre sus ideales juveniles y su
mutación posterior y escribió:

“creo en las ventajas de un régimen preponderantemente liberal e individualista, no


por ignorar otras concepciones sino por haber llegado al convencimiento de que
aquel régimen es el más promisor. Soy conservador liberal por reflexión, como en mi
juventud fui socialista por convencimiento ... (era) una época en que el socialismo ...
aparecía como la culminación de un proceso emancipador del individuo ...
La experiencia ha demostrado que era mayor el mejoramiento que podían
obtener las masas por la expansión capitalista que el que hasta ahora han producido
16
los experimentos comunistas” .

Fue partidario de la moneda fuerte y convertible, como base para el desarrollo


económico y el resguardo de los salarios, del equilibrio fiscal, del comercio sin
restricciones. Fue liberal en una época en que no estaba de moda serlo; más bien, se
vivía la ola estatizante y reguladora.

Algunas obras:

1942: Obligaciones en moneda determinada


1942: Argentina en la vorágine
1946: En tiempos de la República (5 tomos)
1955: Porfiando hacia el buen camino
1968: Trabajoso resurgimiento argentino
1968: La Argentina en un cono de sombra
1971: La Argentina, su posición y rango en el mundo

14
Complétese con el apartado Los últimos 70 años … (relacionado a R. Prebisch y la Cepal).
15
Asesoró en momentos que hubo que resolver los problemas económicos, jurídicos y financieros
de la Central Termoeléctrica Bs As.
16
En: Azaretto, R. Obra citada, p. 225 y ss.
Alberto Benegas Lynch (Argentina, 1910-1999)

Fue miembro de las academias nacionales de Ciencias Económicas y de Ciencias


Morales y Política. También de la Academia Nacional de Economía del Uruguay. En 1949
fundó el Centro de Estudios para la Libertad (semejante a la Foundation for Economic
Education de New York), entidad que invitó a von Mises y von Hayek (así como a
Wilhelm Röpke y Henry Hazlitt), en los años ´50 y ´60 a dar conferencias sobre los
fundamentos de la sociedad abierta (o liberal).
La Revolución Libertadora, le dio cargos en Washington como ministro
plenipotenciario de la embajada argentina. Participó del Encuentro Nacional Republicano
y colaboró con la Eseade (Escuela Superior de Economía y Administración de
Empresas), institución que ha tenido como presidentes honorarios a von Hayeck y a
James M. Buchanan.
En su actividad privada fue presidente de la Asociación Vitivinícola Argentina y de
la Cámara Argentina de Comercio. Incorporó a sus escritos técnicos, los intereses
históricos.

Algunas obras:

1989: Por una Argentina mejor


1992: Contra la corriente
1992: Poder y razón razonable

Excurso

Una mención especial merece la figura de otro hombre de acción de la Argentina:


de la Torre.
Una primera aclaración necesaria: no se lo incluye dentro de ninguna escuela
económica de las acá tratadas. La segunda, no fue un economista en sentido estricto,
pero sí un hombre muy versado en temas ganaderos y agrarios. Un político de fuste.
Lisandro de la Torre (Argentina, 1868-1939)

Su importancia radica en que conocía, desde adentro, la problemática del campo


argentino, por pertenencia y vocación. Trabajó numerosos temas, como el de la industria
yerbatera, el de los elevadores de granos cooperativos, el de la propiedad de la tierra, el
de las carnes, el de los intereses extranjeros monopólicos. Abogado, defensor temprano
del municipalismo, versó su tesis de doctorado sobre el Régimen Municipal (1889).
Participó de la revolución de julio de 1890, suscitada en medio de una crisis
política, económica, financiera, moral que vivía el país. Quedó marcado con la influencia
de dos figuras públicas de alto compromiso ético: Leandro N. Alem y Aristóbulo del Valle.
Participó de la Unión Cívica Radical (UCR); sin embargo, nunca simpatizó en demasía
con Hipólito Yrigoyen.
En 1898 fundó el diario La República17, en Rosario, su ciudad. Fue presidente de
la Sociedad Rural rosarina. En 1908 organizó un partido provincial: La Liga del Sur. Al
tiempo, en 1914, el Partido Demócrata Progresista (PDP), de trascendencia nacional, que
por entonces también aglutinaba a Julio A. Roca (h). Se presentó en las elecciones
nacionales de 1916 (con la fórmula de la Torre-Carbó), en la que resultó vencedor el
binomio Yrigoyen-Luna.
Se retiró por años de la tarea política, después de haber sido legislador nacional y
retornó tras los sucesos de 1930. Si bien había sido amigo del general Uriburu, no lo
secundó pues comprendió hacia donde apuntaba el pronunciamiento militar, con su
concepto “primitivo de la revolución fascista”.
En las elecciones de 1931 integró la fórmula de la Torre-Repetto, pero fue
vencida por la de Agustín P. Justo-Julio A. Roca (h), conocida como la Concordancia.
Sus candidaturas presidenciales parecen marcar los dos momentos de su
trayectoria política. En la primera, aun adhería al liberalismo vernáculo; en la segunda,
integrando la fuerza llamada la Alianza (pues se habían asociado el socialismo y la
democracia progresista), inaugura “una nueva política de amplias perspectivas para la

17
Donde comenzó a trabajar, el luego afamado dramaturgo uruguayo, Florencio Sánchez. Que ha
dejado tantas piezas relacionadas con la realidad que lo circundaba y que son impecables para
entender, una parte de, la mentalidad social epocal: M´hijo el dotor, La pobre gente, La gringa,
Barranca abajo, La gente honesta, El desalojo (escritas entre 1903 y 1910).
Nota: complete con las citas 47 y 48 del apartado: Importantes hechos y sucesos económicos
argentinos.
democracia argentina, aproximando voluntades en torno a un programa de definido
acento social”18.
Era un programa de raíz social, una política progresista, más allá de la mera lucha
por el sufragio. Presentaba un estilo diferente al de la Concordancia y si bien logró un alto
porcentaje de votos (lo que indica que se habían despertado deseos de renovación, lo
que suele ser más o menos recurrente en la historia argentina), el país tomó por otra
senda.
De la Torre se definió como antiimperialista y quiso avanzar con su partido hacia la
centro-izquierda (al modo de algunas agrupaciones europeas, principalmente el radical-
socialismo francés). También, por estos años, estuvo atento al accionar del presidente
norteamericano Franklin D. Roosevelt, quien, por imperio de las circunstancias, en lo
económico, abandonaría el esquema del viejo liberalismo.
Llegó al Senado en 1932. Tres años más tarde tuvo una intervención
parlamentaria célebre en contra del tratado de las carnes y, un tanto como consecuencia
de la muerte violenta de su amigo el senador electo Enzo Bordabehere, renunció.
El tema en cuestión se vinculaba al pacto Roca-Runciman. Estaba en debate la
venta de carnes enfriadas, bovinas y ovinas, para lo cual se le concedían preferencias
aduaneras o liberación de derechos a los productos ingleses importados; el saldo de
dividas debía invertirse en el pago del servicio de la deuda externa y en las compras al
Reino Unido, entre otras disposiciones. También había un tema de fletes y precios, de
industrialización a cargo de los frigoríficos británicos y de trato benévolo a las empresas
inglesas de servicios públicos19.

En junio de 1935 dijo:

“La investigación ha demostrado que la exportación de carne argentina


produce ganancias exclusivamente a los intermediarios y que el gobierno, lejos de
realizar esfuerzos por modificar esta situación tan ingrata, está al servicio de los
intermediarios, les ha permitido establecer un monopolio y los colma de favores en
todos los órdenes de sus actividades, mientras persigue toda tentativa de
20
organización de empresas argentinas controladas por los productores” .

18
Larra, Raúl. Lisandro de la Torre. Vida y drama del solitario de Pinas. Bs As, Hemisferio, 1950, p.
236.
19
Motivo de numerosas producciones bibliográficas. Para unas, benévolo a los intereses
argentinos, tanto es así que recién fue reemplazado por el convenio de Los Andes de 1948, es
decir estuvo vigente durante la IIª GM y los primeros años del peronismo. Para otros, una
verdadera “infamia”.
El tono de la arenga fue en aumento, día tras día. Los tres principales
contrincantes eran el ministro de Agricultura, Luis Duhau, el de Hacienda, Pinedo y el
senador L. de la Torre. La violencia llegó al recinto del Senado21. El tratado, finalmente
fue aprobado. En medio quedó una muerte y el reto a duelo Pinedo y de la Torre.
El debate parlamentario, pasó a la opinión pública y a la prensa: La Nación, estuvo
a favor del acuerdo; La Prensa y La Vanguardia, en contra. Al orador ya se lo conocía
como el fiscal de la patria.
Poco después, apareció otra vez, un tema urticante: en medio de denuncias, se
hablaba de la amenaza comunista en el país y la conveniencia de preparar la represión.
Entendió de la Torre que era una forma de legalizar la persecución de ideas y dijo:

“Yo no soy comunista; yo soy un afiliado de la democracia liberal y


progresista, que al proponerse disminuir las injusticias sociales, trabaja en contra de
la revolución comunista, mientras los reaccionarios trabajan a favor de ella con su
incomprensión de las ideas y los tiempos
… Las leyes de represión no disminuyen el número de ideólogos exaltados
Para que disminuya es necesario reducir las condiciones de la miseria, y
22
enseñar a leer y a pensar sensatamente al pueblo” .

Completa:

“La doctrina de Marx conduce al monopolio del Estado, considerado como una
consecuencia necesaria de la concentración industrial ... Mussolini y Hitler abominan
de la doctrina de Marx, pero implantan el monopolio del Estado. Solo los fascistas
criollos creen que el fascismo europeo no es un comunismo disfrazado ... (y) sueñan
con la instalación de una dictadura fascista que se convierta en guardián de los
23
capitales conservadores” .

Tuvo marcada sensibilidad social, se indignaba ante las injusticias, las posturas
no éticas, los peculados; fue partidario de la división de los latifundios, tan propios de la
pampa argentina, criticó los abusos de la llamada “oligarquía”, los trusts, los monopolios y
la afectación de estos sobre la población. Defensor de la separación de la Iglesia y el

20
Cf.: Investigación del comercio de carnes. (Discursos del senador por Santa Fe, L. de la Torre).
Bs As, publicación del PDP, 1935.
21
El director Juan José Jusid, con su filme de 1984, Asesinato en el Senado de la Nación,
presentó este suceso. También resulta interesante el musical Lisandro, sobre el texto de David
Viñas, con dirección de Villanueva Cosse, que se dio en el teatro Regio (2005).
22
Trascripto en: Gonzalez Arrili, Bernardo. La vida de Lisandro de la Torre. Bs As, del Mirasol,
1962, p. 159-160.
23
Idem, p. 161.
Estado24, del laicismo y la libertad de conciencia, del sufragio libre, de la modernización
de las costumbres, de la protección al pequeño ganadero, de una reforma del sistema
tributario y muchas otras iniciativas propias del progresismo social y cívico. Un auténtico
liberal-social, próximo a la socialdemocracia.

Algunas obras:

1933: Discurso de adhesión a la Liga de las Naciones


La cuestión social y los cristianos sociales
1938: Grandeza y decadencia del fascismo (folleto)
(1952): Discursos y escritos (recopilación)

En la historia argentina, hay por lo menos, tres momentos muy álgidos en las
relaciones económicas con el Reino Unido (los otros son bélicos). La opinión pública de
cada época, la prensa escrita y la posterior bibliografía así lo reflejan. Una, cuando en
tiempos de Rivadavia se firmó el Acuerdo de Amistad y Comercio (1825); otra, con el
mentado empréstito de la financiera británica Baring; y por último, el Pacto Roca-
Runciman.

“En realidad los propósitos de los dos tratados eran distintos. El de


1825 fue producto de una época de economía liberal y representó los
esfuerzos de Gran Bretaña para extender el laissez faire. Pero, el de Roca-
Runciman surgió de una época de creciente proteccionismo que caracterizó
los años de la gran depresión”25.

Clara la afirmación del autor: son dos momentos diferentes, que responden a
intereses y necesidades diferentes. Pero, ¿eran realmente los intereses argentinos los
que se potenciaban?

24
En este punto tuvo enfrentamientos con el sacerdote católico Gustavo J. Franceschi quien, por
su parte dirigía algunas publicaciones (como Democracia Cristiana, Justicia Social, El trabajo,
órgano este de los círculos obreros) y publicó sobre la Función Social de la propiedad en la
Argentina.
25
Drosdoff, Daniel. El gobierno de la vacas (1933-1956). Tratado Roca-Runciman. Bs As, La
Bastilla, 1972, p. 34.

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