Qué Es El Kerigma

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vol. XXXI / n.

122 (2005) 125-134

Sumario
El autor, en este artículo, propone que es necesario, en la vida de
la Iglesia, volver a lo esencial, a lo más nuclear de la Evangeliza-

medellín
ción: el anuncio de Jesucristo, base para todo proceso de educa-
ción en la fe. Fundamenta esta propuesta en la Sagrada Escritu-
ra, en cuyos textos se encuentra una estructura lógica del kerigma:
el anuncio de Jesucristo encarnado en la historia; la interpreta-
ción del significado del acontecimiento salvífico; la confesión de
Jesucristo; la exhortación a la conversión. El kerigma debe acom-
pañar todos los procesos evangelizadores y debe tener como fun-
damento la Sagrada Escritura, la interpretación del Magisterio de
la Iglesia y la contemplación y el discernimiento de las comunida-
des en su propia cultura, privilegiando siempre a los más pobres.

¿Qué es el Kerigma?
- Reflexiones para una
catequesis dentro de
un proceso -

P. Hermilio Cárdenas
Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal de Catequesis
Conferencia Episcopal de México
P. Hermilio Cárdenas

1. Introducción

E
n el informe dado por la Presidencia del CELAM para el
Plan Global 1999-2003, como punto de partida se hacían
las siguientes tres preguntas:

• La primera, que brotó desde Europa que tiene que ver con la
racionalidad: ¿Cómo hacer comprensible la Buena Nueva del
Reino de Dios a la humanidad en el mundo de la increencia?

• La segunda pregunta, que habiendo nacido aquí en nuestras


tierras americanas, es ahora una cuestión que se ha universali-
zado, es la importancia del mundo de la insignificancia: ¿Qué
tiene que ver el cristiano con el pobre?

• La tercera se relaciona con la cuestión del pluralismo cultural y


religioso: ¿Cómo evangelizar en el respeto a las culturas en
cuanto obra de Dios, haciendo de la evangelización un proceso
de inculturación del Evangelio?

El fondo de la triple pregunta es la tarea de la Evangelización,


«dicha y vocación propia de la Iglesia» (EN 14), razón de ser de
nuestra acción dentro de la Iglesia a la cual servimos. ¿Cómo iniciar
el anuncio del Evangelio a las personas y grupos de nuestro tiempo
y cómo darle término?

Hay un sentir general entre pastores y catequistas: en nuestros


pueblos de América Latina algo ha pasado y está pasando pues las
126 personas que han recibido la fe no logran expresarla claramente,
otras ni siquiera se plantean clarificarla pues están envueltas en la
indiferencia religiosa y algunas que preguntan sobre lo fundamental
del mensaje cristiano no encuentran la respuesta que satisfaga sus
preguntas. ¿Qué hacer?

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¿Qué es el Kerigma? Reflexiones para una catequesis dentro de un proceso

Las respuestas, quizá, no sean tan palpables, pero sí tenemos


una convicción: «Nuestra catequesis tiene un punto común en todos
los medios de vida; tiene que ser eminentemente evangelizadora, sin
presuponer una realidad de fe, sino después de oportunas constata-
ciones» (Documento de Medellín 8,9). Esta afirmación de los Obispos
Latinoamericanos en Medellín en 1968 sigue teniendo vigencia.

Nuestra convicción es que hay que volver a lo esencial, a lo


más nuclear de la Evangelización; pero ¿Qué es lo más nuclear, lo
esencial? Es sin duda el anuncio de Jesucristo, base para todo proceso
de educación en la fe.

Las siguientes reflexiones pretenden ser un aporte a la búsqueda


por entender el Kerigma como el primer anuncio de Jesucristo para que
una persona pueda pasar de la «no fe» a la fe, de la indiferencia religiosa
a vivir y expresar que Jesús es el Señor. Sobra decir que no es una
investigación exhaustiva sino un instrumento de trabajo, esperamos que
así lo sea, una reflexión que nos lleve a lo que realmente es importante:
que se conozca a Jesucristo para que conociéndolo se le ame.

2. Descripción del kerigma desde la historia y la


sagrada escritura

Alrededor del concepto sugestivo del «Kerigma» se utiliza un


buen número de términos para expresar, si no lo mismo, acciones y
dimensiones de la evangelización parecidos tales como «Primer
anuncio1», Precatecumenado2, «Catequesis kerigmática o pre-cate-

1
El DGC dice que el «primer anuncio» se dirige a los no creyentes y a los que de
hecho viven en la indiferencia religiosa, «asume la función de anunciar el Evan-
gelio y llama a la conversión (No. 61). Luego explica cómo este primer anuncio
debe distinguirse de los propiamente catequísticos que es promover y hacer
madurar la conversión inicial, pero que, aunque se distingue, se complementa
con la catequesis.
2
Cuando se habla de Pre-catecumenado se hace principalmente en el contexto de
la misión «ad gentes» para las personas que no han recibido todavía la palabra de
Jesucristo. En el RICA (No. 9-13) los describe como «un periodo precedente o
127
precatecumenado» antes del catecumenado, de gran importancia y que ordinaria-
mente no debe omitirse. Se trata de un tiempo de evangelización ante el cual el
catecúmeno «madura el deseo de seguir a Cristo y de pedir el Bautismo» . Es un
tiempo en el que se explica el Evangelio por los catequistas, diáconos y sacerdo-
tes e incluso por los laicos; se puede hacer una ceremonia como «simpatizantes».

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quesis3». Se utilizan otros términos también tales como «Primera Evan-


gelización», «Pre-evangelización», «Evangelización4».

Ahora queremos centrar nuestra atención en la palabra misma:


«Kerigma», palabra que hoy es parte del lenguaje catequético.

2.1 Origen de la palabra

Ya sabemos que el sustantivo «kerigma» viene del verbo griego


«Keryssein», de ahí «Keryx». Evoca la imagen de un personaje que
llega a la plaza pública para proclamar de forma oficial y autorizada
alguna disposición de la autoridad, pidiendo al mismo tiempo la
sumisión de los ciudadanos a tal disposición. En las antiguas culturas,
esta disposición tenía una función importante. Se trata entonces de
un «heraldo», de un «pregonero» que tiene un lugar en la corte; todo
príncipe tiene su heraldo propio. El heraldo debía de tener, como
condición primera, una hermosa voz, pero también el cuidado de
«ser la voz» del que lo enviaba, era portavoz de su señor. El heraldo
tiene una connotación político religiosa, con una importancia sacral.

2.2 En la Sagrada Escritura

En general la concepción del heraldo es extraña en el Antiguo


Testamento. En el Nuevo Testamento «Keryx» reaparece, pero pierde
su importancia que tenía en el mundo griego, ahora el acento se
pone, no sobre el que anuncia o proclama la Palabra, sino en Dios
mismo que es su origen. Los mensajeros de Jesús no tienen intoca-
bilidad; son ovejas perseguidas por el lobo (Mt 10,16). El término
Keryssein, se usa, ya no con el sentido griego de mantener una voz

3
Inspirada en el Pre-catecumenado trata de responder a la situación de Nueva
Evangelización (Evangelización a los ya bautizados), es una propuesta de la
Buena Nueva en orden a una opción sólida de fe. El término se empezó a usar
principalmente por J. Colomb en 1948 en Francia ante la realidad de que la
128 catequesis no ha llevado a forjar cristianos auténticos, se requiere de una cate-
quesis, de un «catecismo misionero» (A. Boyer).
4
La Evangelii Nuntiandi de 1975 al hablar del primer anuncio a los que están lejos
dice: «la Iglesia lleva a efecto este primer anuncio de Jesucristo mediante una
actividad compleja y diversificada , que a veces se designa con el nombre de
«pre-evangelización», pero muy bien podría llamarse evangelización, aunque en
un estado inicial e incompleto» (No. 51).

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¿Qué es el Kerigma? Reflexiones para una catequesis dentro de un proceso

armoniosa y altisonante con hermosas palabras, una exhortación o


una instrucción, un sermón edificante, sino que el verbo pasa a
significar «proclamar».

Tiene importancia el anuncio mismo (Kerigma) pero en cuanto


proclama lo esperado por los profetas del Antiguo Testamento. Lo
que es verdaderamente nuevo es el anuncio por medio del cual
viene el «Reino de Dios».

El punto central del Kerigma en el Nuevo Testamento será en-


tonces el «Reino de Dios», pero la predicación no es una conferencia
que ilustre exegéticamente la esencia del Reino de Dios sino la procla-
mación de un acontecimiento en el sentido de un concepto dinámico.

El kerigma, más que la recitación de un credo, es la proclamación


de un acontecimiento que llega a la sociedad como algo totalmente
nuevo: el Reino de Dios, salvación para todos, pero sobre todo para
los pobres. Una comunidad de seguidores de Jesús será auténtica
donde los pobres se «sienten a gusto» porque Dios «derribó de sus
tronos a los poderosos y engrandeció a los humildes» (Lc 1,36); de
hecho cuando la Iglesia incide más en lo social, desde el mensaje de
Jesucristo, es bien aceptada y reconocida.

En el Nuevo Testamento la palabra Keryssein (Keryso) aparece


en Mateo 9 veces, en Marcos 14, en Lucas 9; en los Hechos de los
Apóstoles 8, en San Pablo 19. Nos fijamos especialmente en los tex-
tos según los destinatarios.

a) Kerigma dirigido a los hebreos:


Hechos 2,14-33 Discurso de Pedro el día de Pentecostés.
3,12-26 Discurso de Pedro después de sanar a un
paralítico.
10,34-45 En casa de Cornelio
13,16-41 Pablo en Antioquia de Pisidia.

b) Kerigma dirigido a los paganos.


1 Tesalonicenses 1,9-10 Conversión al Dios vivo.
Hechos 14,15-18 Pablo en Listra.
17,22-31 Pablo en el areópago.
129
c) Otros.
1 Corintios 15,3-11 El más antiguo.
Efesios 1,3-14 Cristo, noticia que salva.

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El contenido fundamental de los textos se puede resumir


en los siguientes puntos:
• Ha llegado el tiempo en que se cumplen las promesas proféticas:
el Reino de Dios está cerca.
• Estas promesas se realizan en las obras de Jesús y muy espe-
cialmente en su muerte y resurrección.
• Como Jesús resucitado ha sido exaltado, colocado a la derecha
de Dios, se ha convertido en el Mesías y Señor.
• El Espíritu Santo se convierte en el signo del poder presente y
gloria de Jesucristo resucitado.
• La etapa mesiánica tendrá cumplimiento con la venida de Jesucristo.

En los textos encontramos una estructura lógica que


podríamos llamar fundamental:
• En primer lugar hay un momento de referencia a Jesucristo
encarnado en la historia, se parte de la humanidad de Jesús.
• Luego hay una interpretación del significado del acontecimien-
to salvífico ocurrido en Jesús. Los apóstoles interpretan lo que
ha ocurrido y esa interpretación se convierte en norma para
todas las generaciones de cristianos.
• Sigue una convalidación y confesión de Jesucristo.
• Finalmente un momento exhortativo, sin llegar a querer imponer
la fe.

3. Descripción del kerigma desde la reflexión pastoral

¿Cuáles son las concepciones más comunes sobre el kerigma?

Desde nuestro punto de vista podemos enumerar tres posicio-


nes que subyacen tanto en la práctica pastoral como en los materia-
les utilizados en la catequesis.

Una primera concepción es reducir el Kerigma solamente a


frases cortas bien hechas o a sumarios estratificados que pueden
130 tener una eficacia casi automática en los oyentes; sin embargo, aunque
estén bien formuladas y no tengan ningún error teológico, creemos
que muy poco le dicen a la gente indiferente de hoy. ¿No será que
nos dejamos influir de una cultura del slogan, del anuncio espectacular,
del sistema mercadotécnico?

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¿Qué es el Kerigma? Reflexiones para una catequesis dentro de un proceso

Una segunda concepción del Kerigma es entenderlo como una


«panacea», pensando que es la solución a todo problema pastoral
que se presenta en nuestro tiempo, y así todo se engloba en el
primer anuncio, olvidando otros momentos del proceso evangelizador,
igualmente importantes, como la etapa catequético-catecumenal y la
pastoral que alimenta la vida diaria de la comunidad.

Y la tercera, que es muy parecida a la anterior, confunde todo


un proceso evangelizador con el Kerigma. Esto lo vemos en los subsi-
dios mismos, en los materiales auxiliares que, al hablar del Kerigma,
es tan grande su extensión que abarca todo el proceso.

Estas posturas responden sin duda a las diferentes situaciones


con las cuales el catequista evangelizador se encuentra inmerso. Cree-
mos que es necesario llegar a consensos partiendo del punto de
referencia obligado que es la Sagrada Escritura, teniendo presente al
Magisterio como su garante de interpretación y a la experiencia misma
que hemos tenido en nuestros pueblos latinoamericanos.

¿De dónde partimos en nuestra reflexión?

Partimos de la convicción de que el Kerigma es, para toda nuestra


Iglesia, una de sus formas de vida y actividad esenciales, imprescin-
dibles e insustituibles (Cfr. RM 44) y de que es una dimensión de la
Palabra misma de Dios, pero es inconcebible sin el Espíritu, sin la fe
y sin el testimonio; tampoco debe estar desconectado de otras tareas
de la Iglesia, tales como la liturgia y la atención a los más pobres de
nuestra sociedad.

En un sentido amplio, entonces, el Kerigma abarca todo el ámbito


del servicio de la Palabra: Evangelización, misión, catequesis, etc.

¿Dónde se sitúa dentro del Proceso Evangelizador?

Es ya común en la reflexión pastoral el considerar a la Evangeli-


zación como proceso y considerarla como realidad «rica, compleja y
131
dinámica» (CT 18). Este proceso se estructura en tres momentos prin-
cipales: El Kerigmático o primer anuncio, también llamado misionero,
el Catequético en donde se madura la fe inicial y la dimensión pastoral.

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Así tenemos que una dimensión es la que llama a la fe, que es el


Kerigma, otra la acción pastoral que alimenta la fe de la comunidad
cristiana y la catequesis que es como el eslabón entre ambas y que
viene a fundamentar toda la vida cristiana (Cfr. DGC 64).

¿Cómo se puede definir el Kerigma?

En sentido estricto, hablamos de una dimensión o momento de


la acción misionera en el que se manifiesta el núcleo mismo del
misterio cristiano: la persona de Jesucristo, muerto y resucitado. Se
subraya aquí el elemento dinámico que no se reduce a una etapa.

Podemos definirlo como «el hecho dinámico y progresivo de la


salvación actuada por Cristo, en cuanto proclamado desde la Iglesia,
en cuyo seno se realiza visiblemente la fuerza operante del Espíritu.
Es proclamado por los enviados con la autoridad de la Iglesia5». Es
pues, el anuncio del mensaje central del Evangelio a los hombres y
mujeres de hoy en orden a la conversión.

El objeto último del Kerigma es toda la revelación de Dios pero


como «condensado» en el Misterio Pascual, punto de referencia de
todo el cristianismo. El punto central es, entonces, la persona de
Jesucristo. Con su obra presencializa y actualiza la palabra divina
encarnada en Jesucristo.

¿Cuáles son los contenidos centrales del Kerigma?

La finalidad primaria de la proclamación del Kerigma no es co-


nocer en detalle las verdades de la fe, los ritos y las costumbres de la
Iglesia, sino entrar, dar acceso a la fe. Se proclama el Kerigma en vistas
a la adhesión de una persona a la fe en Jesucristo. Es un acto, una
intervención viva y actual de Dios por la palabra del agente evangeli-
zador. El primer gran momento de la evangelización consiste en la
conversión al Dios vivo, creador de cielo y tierra. Por esto, debe haber

132 una repercusión fuerte en los contenidos mismos pues la presentación


del mensaje kerigmático difiere cualitativamente de la Catequesis que

5
GABRIEL CASTRO MARTÍNEZ, Kerigma, en Diccionario de Pastoral y Evangeli-
zación, Directores: Vicente Pedrosa, Jesús Sastre y Raúl Berzosa. Edit. Monte
Carmelo, Burgos España, 2000. pp 625-629.

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¿Qué es el Kerigma? Reflexiones para una catequesis dentro de un proceso

es una fundamentación más extensa. Hablamos entonces que el Kerigma


tiene una estructura «elemental», no son lecciones o conferencias, sino
invitaciones al diálogo primero con la persona de Jesucristo.

Algunos proponen estructurar los contenidos en dos momentos


o fases6:

Una fase inicial centrada en la cálida acogida del agente evan-


gelizador a la persona que busca encontrarse con Jesucristo, seguida
de un proceso de abandono de los ídolos para volverse al único
Dios vivo y verdadero.

Una segunda fase centrada en la predicación de la Buena Nue-


va; se trata de un anuncio explícito de Jesucristo que gira en torno a
los núcleos del Nuevo Testamento (Cfr. EN 27). Este momento que
quiere suscitar el encuentro con Jesucristo pasa normalmente por
encuentros humanos concretos, portadores del Evangelio que lo vi-
ven, lo testimonian y lo proclaman con la palabra más apropiada.
Explicitar también el don del Espíritu Santo, dando a conocer las
maravillas sobre el proyecto de Dios sobre el hombre e invitando a
todos a entrar en intimidad con El.

Una síntesis de esta estructura de contenidos se refleja en el Credo


o Símbolo de los Apóstoles que nuestro pueblo llama «Credo corto».

4. Conclusiones para presentar y vivir el kerigma hoy

1. Dado el vacío del Kerigma en muchos de los procesos evangeli-


zadores será necesario promover su inclusión donde no esté,
acompañar aquellos procesos que están dando frutos en nues-
tras comunidades y estar atentos a la voz del Espíritu que es el
que actúa en los que buscan adherirse por la fe a Jesucristo.
2. La inspiración y punto de referencia para hacer la experiencia
del Kerigma tiene que ser en primer lugar el Nuevo Testamento,
la interpretación del Magisterio de la Iglesia y la contemplación
y discernimiento de las personas en su propia cultura.
133
6
JOSEPH GEVEART, Primera Evangelización, Central Catequística Salesiana, 1992.
pp. 68-70.

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3. El Kerigma no tendrá que presentarse aislado o como acción


única y cerrada en el servicio de la Palabra, sino como momento
de todo el vasto proceso evangelizador y al mismo tiempo como
luz englobante al que hay que volver siempre que tratamos de
anunciar a Jesucristo.
4. El proceso evangelizador con su momento kerigmático, si quiere
conectar y tener significancia con la gente de nuestros pueblos y
de nuestro tiempo, tiene que ayudar a tomar conciencia del senti-
do último de la existencia mediante un proceso lento, retomar las
situaciones humanas como parte de su contenido. Solo quien se
enfrenta seriamente con el sentido de la vida, puede presentar la
religión como dimensión fundamental de la existencia humana.
5. Finalmente, el cuidado de los más pobres, que en nuestro conti-
nente latinoamericano son la mayoría, tiene que ser un criterio
básico que nos diga si estamos o no en la vía correcta. No es que
sea una condición que los pobres salgan de su situación para que
lleguen a ser cristianos, sino que ellos sean evangelizados, que se
encuentren a gusto en la Iglesia que es su casa. Esto es importante
en un momento en que quizá por miedo a las ideologizaciones los
pobres se conviertan en los que simplemente no cuentan.

Bibliografía básica sobre el kerigma

ALFONSO NAVARRO CASTELLANOS MSpSC, «Kerigma ese au-


sente desconocido», Sistema Integral de la Nueva Evangelización
(SINE), D.F.

J. M. GONZALEZ RUIZ, Kerigma, en Conceptos fundamentales


de Pastoral, Coordinadores: Casiano Floristán y Juan José Tamayo.
Ediciones cristiandad. Madrid 1983. pp. 542-549

JOSEPH GEVAERT, Primera Evangelización, Editorial CCS, Madrid


1992.

134 EMILIO ALBERICH, Kerigmática (Catequesis), en Diccionario


de Catequética, Editorial CCS, Madrid 1987. Dirigido por Joseph
Gevaert.

JESUS ANDRES VELA, Reiniciación cristiana, Editorial Verbo


Divino Estella (Navarra), España 1986.

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