Juez Natural
Juez Natural
Juez Natural
Expediente: 49610-2022-100-AL
Departamento: Cochabamba
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persecución judicial; pues, con la finalidad de anularlo políticamente el Ministerio
Público a denuncia de la Gobernación del Departamento de Cochabamba, instauro
varias acciones penales en su contra, poniendo en riesgo sus derechos fundamentales
a la libertad física, a la integridad personal, psicológica y moral; así como, a la vida
digna, lo que motivó a que abandone el país con destino a Estados Unidos (EE. UU.),
donde solicitó asilo político y le fue concedido; no obstante, dichos procesos se
siguieron tramitando con una serie de irregularidades e ilegalidades, sometiéndolo a
un procesamiento ilegal que deriva en la afectación de su derecho a la libertad física,
realizando una aplicación retrospectiva de la Constitución Política del Estado de 2009, a
hechos acontecidos entre 2006 a 2008, desconociendo su derecho adquirido de ser
juzgado ante un tribunal definido con anterioridad a los hechos investigados,
sometiéndolo a juzgamientos ante el fuero común, cuando las conductas por las que
se le procesa penalmente fueron en el ejercicio del cargo de Prefecto del
departamento de Cochabamba; por lo que, gozaba de fuero constitucional de juicio de
responsabilidades, agravando además su situación jurídica al notificarlo mediante
edictos publicados en medios de comunicación de circulación nacional, pese a conocer
que se encontraba fuera del país, en calidad de asilado en EE. UU. –así como, su
domicilio en el país referido–, lo que motivó que no se entere de las acusaciones en su
contra, colocándolo en estado de indefensión.
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Añadió que, en dichos procesos penales –identificados con Número de Registro
Judicial (NUREJ) 201008247, 200912432, 201002893, 200938654, 201001283,
200937486, 201033017, 200912431, 200935860, 200916828, 201142559,
200917414 y 200920476–, se presentaron acusaciones formales y en algunos hasta
se emitieron sentencias condenatorias, las cuales al lesionar el debido proceso en su
elemento del juez natural, se encuentran viciadas de nulidad absoluta al igual que los
procesos, conforme los estándares establecidos por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (Corte IDH); motivando que se encuentre agobiado, amenazado
de ser encarcelado en cualquier momento, en desmedro de su función de Alcalde
Municipal, cargo en el que fue investido mediante voto popular mayoritario.
Por otro lado; señaló que, al someterlo al procesamiento ilegal indicado, también se
transgredió su derecho de igualdad ante la ley, al brindarle un trato diferenciado sin
la debida y razonable justificación frente a la situación de David Sánchez Heredia,
quien fungió como Prefecto del Departamento de Chuquisaca, quien siendo
designado en su cargo al igual que su persona mediante Decreto Presidencial (DP)
28603 de 23 de enero de 2006, junto con otras siete personas; empero, cuando el
nombrado fue denunciado por la presunta comisión de delitos en el ejercicio de sus
funciones, fue sometido a un proceso penal respetando su fuero constitucional de
juicio de responsabilidades, presentándose proposición acusatoria ante el Fiscal
General del Estado, quien formuló requerimiento acusatorio, como consta de los
Autos Supremos 85/2009 y 263/2009 de 9 de marzo y 13 de agosto,
respectivamente; ejerciendo posteriormente el mismo, la función de Senador.
I.1.3. Petitorio
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Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción; así como, la representante
del Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba; y, ausente las demás
autoridades demandadas; se produjeron los siguientes actuados:
Mirtha Mabel Montaño Torrico, Vocal de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, por informe escrito presentado el 4 de
agosto de 2022, cursante a fs. 535 y vta.; manifestó que, en su Sala, radican los
procesos signados con NUREJ 200937486 y 201033017, los cuales conforme lo
reconocido por el propio solicitante de tutela, se encuentran con apelación
restringida; empero, no identificó de qué manera aquello vulneraría su derecho a
la libertad, es decir, carece de un argumento lógico o jurídico, sin identificar cual
sería el fallo en cuestión que hubiese emitido.
Patricia Torrico Ortega y Oscar Florero Florero, Vocales de la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante informe presentado el
4 de agosto de 2022, cursante de fs. 586 a 587; refirieron que, el accionante no
identificó que acciones hubiesen vulnerado las normas procesales o sus derechos
fundamentales, que estén vinculados a su libertad, cuando en el presente caso no se
ha demostrado que su vida esté en peligro, este ilegalmente perseguido o
indebidamente procesado o privado de libertad.
María Giovanna Pizo Guzmán, Vocal de la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, a través de informe escrito presentado
el 4 de agosto de 2022, cursante a fs. 537 y vta.; señaló que, remitieron ante su
Sala los procesos signados con NUREJ 200916828 y 200935860, a consecuencia
de los recursos de apelación restringida planteados contra las Sentencias
concernientes, los cuales merecieron la emisión de los Autos de 16 de julio de
2018 y 23 de julio de 2021, respectivamente; que determinaron la suspensión de
sus plazos, debido a la recarga procesal de las salas, estando los mismos a la
espera de sorteo y resolución.
Pablo Antezana Vargas, Vocal de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental
de Justicia de Cochabamba, por informe escrito presentado el 4 de agosto de
2022, cursante de fs. 558 a 559 vta.; indicó que, tiene conocimiento de dos
procesos signados con NUREJ 201142559 y 200917414, a consecuencia de los
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recursos de apelación restringida planteados contra las Sentencias condenatorias
de 5 de septiembre de 2016 y de 19 de marzo de 2018, respectivamente,
encontrándose los mismos a la espera de sorteo y resolución, por la redistribución
de las causas penales en salas.
María Eugenia Marquina Mencia, Ronald Colque Rubin de Celis y María Celina
Herbas Herbas, Jueces del Tribunal de Sentencia Penal Tercero del departamento
de Cochabamba, no presentaron informe alguno ni asistieron a la audiencia de
esta acción tutelar, pese a sus notificaciones cursantes a fs. 497, 498 y 499.
Luis Fernando Barrios Quevedo, Juez de Sentencia Penal Segundo del departamento
de Cochabamba, en audiencia; refirió que: a) Habiéndose señalado audiencia de
juicio oral, la tramitación fue suspendida por una anterior acción de libertad; empero,
habiendo sido revocado el fallo de primera instancia mediante la SCP 0968/2021-S2
de 29 de febrero, la causa se reanudó y actualmente cuenta con nuevo señalamiento
de juicio oral para el 16 de marzo de 2023; y, b) La pretensión planteada debe
agotar la subsidiariedad; así como, acudir de ser necesario posteriormente vía acción
de amparo constitucional.
Norma Viviana Arnez Arnez, Jueza de Sentencia Penal Cuarta del departamento de
Cochabamba, por informe escrito presentado el 4 de agosto de 2022, cursante a fs.
573 y vta.; refirió que, mal podría haberse vulnerado los derechos fundamentales
reclamados de lesión, cuando de obrados se evidencia que las notificaciones y medios
de defensa del sindicado se enmarcan en el procedimiento legal respectivo.
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Mabel Leonor Gutiérrez Vallejos, Jueza de Sentencia Penal Décima Primera del
departamento de Cochabamba, mediante informe escrito presentado el 4 de agosto de
2022, cursante a fs. 584 y vta.; manifestó que, carece de legitimación pasiva; ya que,
si bien conoció la causa signada con NUREJ 200938654, en la misma el solicitante de
tutela se encuentra apartado de esta, según lo dispuesto por el Juez inferior.
I.2.4. Resolución
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reclamarse primero en la vía ordinaria y posteriormente mediante acción de amparo
constitucional; por lo que, la presente no se constituye en la vía idónea.
II. CONCLUSIONES
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II.4. Consta Acusación de 15 de septiembre de 2011, suscrita por Ingrid Mónica
Mercado Hinojosa, Fiscal de Materia, dentro del caso NUREJ 200916828,
emitida contra el impetrante de tutela, bajo el fundamento de que en su
condición de Prefecto y Comandante General del Departamento de
Cochabamba, permitió la exclusión del Centro Técnico Forestal (CETEFOR)
de la instancia a su cargo, a raíz de la emisión de la Resolución Prefectural
223/07 de 4 de junio de 2007 (fs. 221 a 226 vta.).
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II.10. Cursa Acusación de 18 de enero de 2013, suscrita por Ingrid Mónica
Mercado Hinojosa, Fiscal de Materia, dentro del caso NUREJ 200912432,
emitida contra el accionante, bajo el fundamento de que en su condición
de Prefecto y Comandante General del Departamento de Cochabamba y
MAE de la indicada entidad pública, omitió aplicar las Leyes 2817 y 3025,
en la contratación de la Carretera Vinto – Sacambaya, aprobada por su
persona el 31 de julio de 2006 (fs. 20 a 29 vta.).
II.11. Por Sentencia 09/2013 dictada “del 5 al 12” de abril, dentro del caso NUREJ
200920476, el Tribunal de Sentencia Primero del departamento de
Cochabamba, declaró al impetrante de tutela autor y culpable del delito de
conducta antieconómica, imponiéndole la pena de cinco años de reclusión, a
raíz de que en su condición de Prefecto y Comandante General del
Departamento de Cochabamba, efectuó una mala dirección administrativa
respecto al Diseño Final del Proyecto Sillar Alternativo, suscrito por su persona
el 1 de septiembre de 2006 (fs. 325 a 338).
II.13. Mediante Sentencia dictada del “14 al 19” de enero de 2016, dentro del caso
NUREJ 200937486, el Tribunal de Sentencia Primero del departamento de
Cochabamba, declaró al accionante autor y culpable del delito de conducta
antieconómica, imponiéndole la pena de cinco años de privación de
libertad, determinando que el mismo, en su condición de Prefecto y
Comandante General del Departamento de Cochabamba, incurrió en
falencias técnicas con relación al Contrato de construcción de atajos,
suscrito el 15 de septiembre de 2006 (fs. 125 a 147 vta.).
II.15. Por Sentencia 7/2018 de 19 de marzo, dictada dentro del caso NUREJ
200917414, el Tribunal de Sentencia Séptimo del departamento de
Cochabamba, declaró al impetrante de tutela autor y culpable del delito de
incumplimiento de deberes, imponiéndole la pena de siete meses de
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privación de libertad, a raíz de que en su condición de Prefecto y
Comandante General del Departamento de Cochabamba y MAE de la
mencionada entidad pública, incurrió en omisiones respecto a los Contratos
firmados con Toyosa S.A., Promisa S.A. y Nibol Ltda., suscritos todos el 2006
(fs. 288 a 315 vta.).
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consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, aclarando que no se
ingresó al análisis de fondo de la problemática en estudio” (las
negrillas son nuestras) (fs. 622 a 632 vta.).
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ilegalmente perseguida, detenida, procesada, presa o que considere que
su vida o integridad física está en peligro.
(…)
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Por su parte la SC 0255/2011-R, de 16 de marzo, ha descrito la inaplicabilidad
de la subsidiariedad excepcional en razón al grado de vulnerabilidad del
agraviado y/o accionante, al afirmar: «No obstante, como se indicó, la
subsidiariedad es una excepción y no la regla, por tanto y como ya se
estableció en las sentencias indicadas, dados los derechos tutelados por la
acción de libertad, en los casos de que inclusive existan medios procesales
idóneos dentro del proceso ordinario, si los mismos resultan ineficaces para la
tutela dada las circunstancias del caso, como por ejemplo tratándose de
medidas cautelares aplicadas a menores de edad, mujeres embarazadas o con
hijos lactantes, a personas de la tercera edad, enfermos graves, o que tengan
la vida en situación de peligro, dada su situación de riesgo por esa situación
natural; no les es aplicable la subsidiariedad excepcional; pues al merecer
protección especial del Estado por su condición que los coloca en desventaja
frente al resto de la población, esos derechos se trasladan al ámbito proceso
penal y conlleva a la aplicación de la regla y no así de la excepción»’.
(…)
13
el ejercicio de derechos fundamentales, la calidad del asilo, y
pueden contribuir a la búsqueda de soluciones duraderas.
14
competencia, cuya inobservancia provocaría un caos jurídico y afectación al
ordenamiento legal y constitucional boliviano, tal como determinó la SCP
0284/2019-S4 de 29 de mayo, al establecer que: “El art. 12. de la Ley del
Órgano Judicial (LOJ) –Ley 025 de 24 de junio de 2010–, define a la
competencia como: ‘…la facultad que tiene una magistrada o magistrado,
una o un vocal, una jueza o un juez, o autoridad indígena originaria
campesina para ejercer la jurisdicción en un determinado asunto’, de dicho
precepto legal, se tiene que la competencia va de la mano con la jurisdicción
-prevista en el art. 11 de la citada norma- como el poder que emana del
pueblo boliviano, y es conferido por el Estado a las autoridades
jurisdiccionales, para administrar justicia, en otras palabras, se puede decir,
que la competencia constituye una división de la jurisdicción, que procura a
través de las facultades conferidas por el Estado, la optimización de la
administración de justicia de manera eficaz y especializada, por lo que, el
respeto y cumplimiento de las competencias atribuidas a determinada
autoridad, tienen que ver con el mantenimiento y preservación del orden
jurídico y la armonía social; es así que, todos los jueces tienen jurisdicción,
puesto que, tienen el poder de administrar justicia, pero a cada uno se le
asigna competencias específicas para conocer y resolver determinados
asuntos, que según establece la ley, se clasifica o determina por razones de
materia, grado, turno, territorio y naturaleza; competencias que se imponen
a las autoridades jurisdiccionales simplemente por necesidades de orden
práctico, conforme ya se precisó.
(…)
15
declaración de incompetencia en cualquier estado del proceso e
incluso a la nulidad de las actuaciones y de las determinaciones
asumidas por un Juez incompetente’.
En tal entendido, se tiene que las normas y cuestiones que versan sobre
competencia tienen carácter imperativo, es así, que el art 120.I de la
CPE, reconoce que: ‘Toda persona tiene derecho a ser oída por una
autoridad jurisdiccional competente…’, derecho ante el cual, el art. 122
de la citada Ley Fundamental, determina imperantemente que: ‘Son
nulos los actos de las personas que usurpen funciones que no les
competen, así como los actos de las que ejercen jurisdicción o potestad que
no emane de la ley´, en tal razón, es menester que las autoridades
jurisdiccionales que se encuentren en la situación de resolver
cuestiones o reclamos sobre su competencia, están en la obligación
de analizar y aclarar tales cuestionamientos, esto, tomado en cuenta
el carácter absoluto e improrrogable de dicha facultad, puesto que, ni
aun con el previo acuerdo de partes, puede trasladarse la competencia de una
autoridad competente en una materia a otra diferente, fundamentos que le
dan la calidad de ser una cuestión de orden público que permite la posibilidad
de ser observada aun de oficio y en cualquier estado del proceso, conforme
prevén los arts. 17.I de la LOJ (…), no pudiendo esta, ser convalidada y menos
ignorada bajo criterios de preclusión, pues su inobservancia, en caso de existir
o declararse la incompetencia en cualquier estado del proceso, decanta en la
nulidad de las actuaciones, conforme establece el art. 122 de la CPE.
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Entendimiento que con relación a la relevancia respecto a la competencia
por materia, el Código de Procedimiento Penal Boliviano reconoce de
manera taxativa; al prever en su art. 46, lo siguiente: “La
incompetencia por razón de materia será declarada, aún de
oficio, en cualquier estado del proceso. Cuando se la declare, se
remitirán las actuaciones al juez o al tribunal competente y, cuando
corresponda, se pondrán los detenidos a su disposición. La
inobservancia de las reglas de la competencia por razón de
materia producirá la nulidad de los actos” (las negrillas y el
subrayado nos pertenecen).
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juez regular predeterminado, competente, independiente e imparcial, en la
substanciación de cualquier acusación penal o disciplinaria formulada
contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de
orden civil, laboral, fiscal, familiar o de cualquier otro carácter. Ahora bien,
a los fines de la resolución de la problemática planteada, siguiendo la
doctrina constitucional, corresponde describir de manera resumida la
naturaleza jurídica de los elementos constitutivos del «juez natural»:
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respectiva jurisdicción y competencia, no a los jueces o miembros de
un Tribunal como sujetos; así fue entendido por este Tribunal en su
SC 0560/2002-R de 15 de mayo, en la que se expresó la siguiente
doctrina constitucional: «...los alcances del precepto constitucional
(art. 14) no pueden extraerse de la literalidad del precepto, sino de la
finalidad que el mismo tiene dentro del orden constitucional. De ahí
que, de manera congruente con lo anotado, cuando dicho precepto
dice: 'Nadie debe ser juzgado por comisiones especiales o
sometido a otros jueces que los designados con anterioridad
al hecho de la causa', está desarrollando la garantía del Juez
natural, dentro de los alcances anteriormente expuestos, y no a
prohibir que un Juez designado después del hecho conozca y revuelva
el caso, pues esto no sólo que no cumpliría la función teleológica del
mismo, sino que sería de imposible aplicación; pues, ni aun existiendo
jueces vitalicios podría cumplirse tal exigencia, que como ha quedado
establecido no está presente en el espíritu de la norma»:
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juez como titular- debe estar previamente establecido en el ordenamiento
jurídico. Ahora bien, de acuerdo a la Constitución Política del Estado, dicho
juzgado o tribunal debe ser establecido ‘con anterioridad al hecho de la
causa’ (art. 120.I de la CPE).
20
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de
cualquier acusación penal formulada contra ella o para la determinación
de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier
otro carácter’. Por su parte, el art. 14.1 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), señala que toda persona tiene
derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un
tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley.
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Así, de acuerdo a lo afirmado precedentemente, debe señalarse que el
inicio del juicio en materia penal o disciplinaria tiene como base a la
acusación o la decisión de procesamiento, pues es a partir de dicha
determinación que se inicia el juicio propiamente dicho, que es la fase
esencial del proceso para la comprobación del delito -o la falta- y la
responsabilidad del imputado -acusado- (art. 329 del CPP); aclarándose
que si bien en la etapa preparatoria de los proceso penales -y en la fase
de investigación de los procesos disciplinarios- existe una autoridad
jurisdiccional, ésta se encarga, fundamentalmente del control de la
investigación, conforme a las facultades y deberes previstos en el Código
de Procedimiento Penal, sin conocer ni resolver el fondo de la causa, salvo
claro está los supuestos establecidos en el mismo Código.
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que el derecho al juez natural ‘…exige que el órgano judicial haya
sido creado previamente por la norma jurídica, que ésta le haya
investido de jurisdicción y competencia con anterioridad al hecho
motivador de la actuación o proceso judicial y que su régimen orgánico
y procesal no permita calificarle como órgano especial o excepcional…’. Es
decir, en otras palabras, que el legislador ha de haber determinado en una
norma con rango de ley y con carácter previo al hecho las reglas de
competencia fundadas en criterios objetivos y generales” (las negrillas y
subrayado fueron añadidos).
23
marzo de 2003 y Ley No. 2623 de 22 de diciembre de 2003’” (las
negrillas y el subrayado son nuestros).
24
principio establece que las normas prevalezcan en el tiempo, pese a
su derogatoria o abrogatoria, y básicamente se manifiesta en dos casos:
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Tercera; y, Wilson Gonzalo Saavedra Paniagua, Juez de
Instrucción Penal Quinto, todos del departamento de
Cochabamba, como parte de las autoridades demandadas; así
como, por Julia Susana Ríos Laguna, Viceministra de
Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción,
como tercera interviniente (Antecedentes I.2.2 y I.2.3), de la
lectura íntegra de la citada Sentencia Constitucional
Plurinacional (Conclusión II.17); se evidencia que, si bien el
accionante es el mismo, solo existe identidad parcial en
cuanto a las autoridades demandadas; por otro lado, en el
referido fallo constitucional, la causa recae sobre “diez
procesos penales”, que no se encuentran debidamente
identificados; y, si bien el objeto es el mismo, es decir, la
nulidad de dichos procesos iniciados en su contra en la
justicia ordinaria, sin respetar el fuero constitucional que le
correspondía, por acciones cometidas en el ejercicio de sus
funciones como entonces Prefecto del Departamento de
Cochabamba y la condenación de costas; al no poseer
identidad de sujeto y causa, se establece que no existe cosa
juzgada constitucional al respecto; más aún, cuando en dicho
fallo constitucional, no existió un pronunciamiento de fondo a
la problemática planteada; por lo que, de modo alguno
podría constituirse en cosa juzgada constitucional, tal como lo
estableció la SCP 0658/2017-S2 de 3 de julio, reiterada por la
SCP 0521/2019-S4 de 12 de julio, que determinó que: “‘Debe
entenderse que la cosa juzgada constitucional implica
que lo resuelto por el Tribunal Constitucional
Plurinacional en el fondo, ya no puede ser revisado
nuevamente a través de otra acción tutelar’, de lo que
se colige que no existe cosa juzgada constitucional
aunque haya identidad de sujeto objeto y causa
cuando no se ingresó al fondo de la problemática
planteada, lo que ocurre en el caso” (las negrillas son
nuestras); por lo que, en este punto no se advierte óbice
alguno para realizar el análisis y resolución de fondo de la
presente causa;
26
cumplimiento de los supuestos que le rigen, sino también
por determinadas circunstancias, entre las que se encuentra
el grado de vulnerabilidad que ostente el impetrante de
tutela, por causas intrínsecas al caso, en virtud a una
condición especial, que lo coloca en desventaja frente a
otros, mereciendo por ello protección especial por parte del
Estado, encontrándose entre estas condiciones la calidad de
asilado; condición que trasladada al ámbito procesal penal,
conlleva a la aplicación de la regla y no así de la excepción
de dicha subsidiariedad (Fundamento Jurídico III.2),
extremo que se suscita en el caso de análisis, conforme lo
alegado por el propio accionante y acreditado por la
documental que cursa en el legajo constitucional
(Conclusión II.9); por lo que, de igual manera en este punto
no se evidencia impedimento alguno para efectuar el
análisis de fondo de la problemática en revisión; y,
27
constitucional, y por ende, correspondía que tales hechos sean
juzgados mediante juicio de responsabilidades y no en la vía
ordinaria; tal como aconteció, con otro Prefecto en situación similar;
en virtud de lo cual, se restringe indebidamente su libertad física al
aplicarle a partir de dichos procesos, medidas cautelares personales
como arraigo y/o alertas migratorias, encontrándose además con el
riesgo de ejecutoriarse sentencias condenatorias de reclusión; y, 2)
Conociendo que se encontraba ausente del país con asilo político,
procedieron a notificarlo vía edictos con actuados que debían ser
notificados de manera personal, dejándolo así en estado de
indefensión, al juzgarlo sin que hubiese tenido oportunidad de
asumir y ejercer su defensa, de ser oído y juzgado con las garantías
correspondientes.
28
funcionarios públicos para cuyo juzgamiento son aplicables las
normas de privilegio constitucional a las que hace referencia el
artículo 393 del Código de Procedimiento Penal” (sic), basando tal
decisión en la aplicación de lo establecido por “el numeral 5) del
artículo 118 de la Constitución Política del Estado de 1967 y por el
párrafo tercero del parágrafo I del artículo 3 de la Ley 2445 de 13
de marzo de 2003” (sic).
Marco normativo que debió ser cumplido aún de oficio por las
autoridades jurisdiccionales que conocieran los merituados
procesos, al encontrarse de por medio la competencia como
presupuesto de validez del proceso, vinculado a la observancia
del debido proceso en su elemento de juez natural, como
autoridad competente (Fundamentos Jurídicos III.3 y III.4),
instancia que en el caso de análisis, se determina a partir del
juzgamiento ordenado por la Ley 2445 (Fundamento Jurídico
29
III.5.), al ser el cuerpo normativo que se encontraban en
vigencia al momento de la presunta comisión de los referidos
hechos delictivos suscitados entre los años 2006 y 2008
(Conclusiones II.3, II.4, II.5, II.6, II.7, II.8, II.10, II.11, II.12,
II.13, II.14 y II.15); a partir de lo cual, su aplicación en el caso
de análisis se circunscribe al mandato de lo previsto por los arts.
120.I de nuestra Ley Fundamental vigente, que estipula que:
“Toda persona tiene derecho a ser oída por una autoridad
jurisdiccional competente, independiente e imparcial, y no
podrá ser juzgada por comisiones especiales ni sometida a
otras autoridades jurisdiccionales que las establecidas
con anterioridad al hecho de la causa” (las negrillas y el
subrayado nos pertenecen); y, 8.1. de la CADH; que dispone
que: “Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o
tribunal competente, independiente e imparcial, establecido
con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación penal formulada contra ella, o para la determinación
de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter” (las negrillas son nuestras).
30
conforme a lo establecido supra; se advierte una vulneración a las
reglas de la competencia relacionadas al derecho juez natural, cuya
relevancia constitucional como presupuesto esencial de validez de
un proceso (Fundamento Jurídico III.3.), da lugar a la nulidad de
obrados de los procesos penales hoy reclamados de indebidos
(Fundamento Jurídico III.4.), los cuales de acuerdo a la revisión de
obrados se suscitaron a partir de presuntos hechos delictivos
cometidos por Manfred Armando Antonio Reyes Villa Bacigalupi, en
el ejercicio de sus funciones en su calidad de entonces Prefecto y
Comandante General del Departamento de Cochabamba, siendo
estos los identificados con NUREJ: 201008247, 200912432,
201002893, 200938654, 201001283, 200937486, 201033017,
200912431, 200916828, 201142559, 200917414 y 200920476
(Antecedentes I.1.1), debiendo las autoridades jurisdiccionales a
cargo de los mismos, remitir los antecedentes correspondientes de
los procesos descritos, a los fines del cumplimiento de lo previsto
por la ley 2445, ante el Fiscal General del Estado, para su respectivo
procesamiento; en virtud de lo cual, corresponde en este punto
conceder la tutela solicitada.
31
Sentencia del caso Usón Ramirez vs Venezuela citada
precedentemente.
POR TANTO
32