Apuntes Historia C. de España

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Cronología

1808-1814 Guerra de la Independencia.


1812. Constitución de Cádiz.
1814 -1820 Fernando VII. Absolutismo.
1820-1823 Trienio Liberal.
1823-1833. La Década Ominosa.
1833-1840 La Regencia de María Cristina.
 1837. Constitución (compromiso entre moderados y progresistas).

1840-1843 Espartero.
1844-1868 Isabel II.
 1857. Revolución.

1868-1873. Revolución-Constitución.
1873. I República.
 1876. Constitución.

1876-1923 Restauración Borbónica (Primer Golde de Estado por el General


Martínez Campos).
1923. Dictadura (golpe de Estado de Primo de Ribera)
1931. República (Constitución)

 Introducción historiográfica:

Ya Márquez Monaltabán, reproduce en algunas de sus obras la repetida


concepción del fracaso, la debilidad, el atraso del proceso modernizador y todo lo que
ello implica.

Los elementos que caracterizan a lo contemporáneo fueron entre otros la


revolución Francesa, los movimiento liberales entran en el marco político e
institucional. Estos han potenciado el estudio de determinados aspectos a partir de los
fenómenos sociales y económicos; hasta muy recientemente los estudios sobre la
ausencia de insuficiencia o de debilidad de la revolución liberal, de la revolución
industrial y otros procesos como la nacionalización o la construcción de estados nación
modernos, han sido estudiados desde los diferentes puntos de vista. Una de las hipótesis
más destacadas, inserta en este grupo de trabajos es la de Álvarez Junco; este propuso
que España tiene una nacionalización en el XIX y el resultado es que emergen con
facilidad estados y poderes periféricos dado que los estados centrales son débiles.
Nacionalismos periféricos (vasco, gallego, catalán y en menor medida valenciano que
reclaman una mayor autonomía.

Toda esta idea del fracaso está asociada a la imagen de la singularidad de España,
supuestamente diferente al resto de los países europeos; A esta concepción han influido
las visiones desde el extranjero. Destaca la importancia de los hispanistas. Y la guerra
civil del siglo XX viene a confirmar esta excepcionalidad que se dice que no existe en
otros países europeos (mentira) dado que a partir de los años 90 fue cuando se empieza
a comparar se percata de la existencia de guerras civiles en otras partes de Europa
(Grecia, similares procesos también en el caso de Italia o Francia).

Se ha pasado desde las visiones de singularidad a las visiones de la normalidad (se


dan respuestas a los procesos muy parecidas a las que se daban en Europa); ya no tantas
diferencias y se empiezan a destacar las relaciones entre España y Europa. Se corrigen
viejas hipótesis como por ejemplo la relacionada con la nacionalización que débil (en
proceso de investigación.

Estos historiadores que empiezan a desmantelar la hipótesis del fracaso que hunde sus
raíces en el la época del 98 (tras la pérdida de las últimas colonias) Destacan los puntos
de vista de Ortega y Gasset. Uno de los pocos filósofos de renombre internacional.

Las visiones de finales del XIX y principios del XX responden a una renovación
muy politizada, al servicio del régimen ajena a las redes intelectuales del resto de
Europa. En los 50 y 60 hay intelectuales que siguen presos de esta visión del fracaso.
Destacó la obra de Pierre Vilar, La Cataluña en la España Moderna; este autor había
escrito anteriormente una historia de España, la historia de todos los fracasos españoles.
Tuñón de Lara contribuye a la renovación de los estudios, también en él está presente la
herencia del 98. Habla de la revolución burguesa y también habla en términos de
debilidad de la burguesía española. Vicens Vives está entre grupo de renovadores
influye sobre Jordi Nadal o Josep fontana. Dentro de los precursores de la renovación de
autores más jóvenes, una nueva generación como la de Gabriel Tortelia dentro de la que
es la historia económica. Sus trabajos están articulados por un doble eje. El capitalismo
del XIX es un capitalismo desarrollado. Otros trabajos destacados fueron los de Miguel
Artola renovado en su momento, introduce enfoques de la sociología, el pensamiento
político….ideas en las que subyace la idea del fracaso.

José M. Jover director de la obra Historia de España de Menéndez Pidal. El


cambio de interpretación hacia otra explicación de los grandes procesos una explicación
que reside menos en el fracaso, reside en los años 90 asociados al propio crecimiento
del país.

En las últimas décadas se puede observar una revisión como a las evoluciones
liberales como en el proceso de nacionalización. En paralelo a toda esta historia de la
tesis del fracaso y el desplazamiento por la normalidad ha habido una discusión dentro
de la historiografía marxista relacionado con la revolución Burguesa. A partir de los 90
este concepto desaparece y es suplantado por otra explicación: en el caso del marxismo
de habla del marxismo como clase. La burguesía es una clase social la cual protagoniza
la revolución que se entiende en términos marxistas. Las transformaciones económicas
y el cambio en el modelo productivo en las fuerzas productivas provocan la aparición de
una clase social que es la burguesía que es la encargada de hacer la revolución según los
marxismo = es una revolución liberal y que se produce en el campo de la política y de la
ideología tiene que haber un sujeto revolución que es la burguesía, esta explicación va a
ser desplazada porque se empiezan a cuestiones quienes son los burgueses, no todos los
liberales no eran burgueses y tercero, el liberalismo se empieza a plantear por
movimiento político que precedió a la aparición de una clase social burguesa. Se
empieza a situar lo político antes que lo social y lo económico. No fue necesaria la
existencia de la burguesía con unos rasgos bien definidos. Hay un articula del 96. Una
revolución liberal que implica cambios en los social y en lo económico; cambios que
pretenden superar las viejas pautas de organización del antiguo régimen.

16/09/13

TEMA 2: Crisis del Antiguo Régimen. Emergencia del


Liberalismo. De la Guerra de la Independencia a las Cortes de
Cádiz.

Nos encontramos con un cúmulo de procesos históricos que en un momento dado


se relacionan y confluyen para comenzar una transformación importante en la sociedad
española desde la política, la sociedad, y los principios que regían la organización
económica.
Algunos han determinado estos procesos como el de transición de una sociedad
feudal hacia una moderna en el sentido político, porque emerge el liberalismo, pero
también desde el punto de vista social (análisis marxista) aparece una sociedad de clases
frente a una sociedad estamental.
Culturalmente también se producen cambios relacionados con la emergencia de la
opinión pública, que es fundamental para conformar grupos de respaldo a opciones
políticas en un sistema más abierto que la monarquía absolutista, en el que se presupone
que la gente participa de manera delegada o por su propia intervención, pero en el
mundo absolutista el pueblo no tiene derecho a estar representado. Aparece la
concepción del individuo. Ya no hablamos de estamentos sino por individuos que
forman un colectivo social, pero nacen con unos derechos inalienables, concepción
liberal por antonomasia. También es el momento en que nacen los derechos civiles,
aunque en España no se aprueban hasta finales del siglo XIX por la resistencia de los
sistemas forales antiguos. La propiedad privada también es algo propio del liberalismo,
surgiendo nuevas relaciones económicas llamadas capitalistas. Con ello surge la
sociedad de clases.
En definitiva, algunos historiadores hablan de una ruptura como un proceso lento
y paulatino y que en España, a semejanza de otros países europeos, es un proceso muy
favorecido por la invasión napoleónica. En el caso español, con unas particularidades,
sucede como en otros países, que la invasión napoleónica favorece la instauración de las
ideas de la Revolución Francesa (salvo lo de asesinar al rey, porque la invasión refuerza
la identidad nacional moderna, ya no son súbditos, son ciudadanos). La identidad de
súbditos durante el siglo XIX va a cambiar hacia ciudadano. Los conceptos responden a
concepciones amplias derivadas de:
- La guerra de la independencia, que por sí sola no es el único factor que trajo
las trasformaciones, es un proceso coyuntural de grandes dimensiones que
genera una convulsión en la sociedad española.
- La crisis del antiguo régimen y la crisis de la monarquía absoluta. Unos
repercuten sobre otros, y no se puede establecer una causalidad primigenia. Es
un período de difícil análisis.

 La crisis del Antiguo Régimen:

Adentrándonos en la crisis del antiguo régimen, una causa estructural, supuso el


comienzo del fin de las formas premodernas de concebir la sociedad, política y
economía, y es una crisis estructural porque afectas a las estructuras de las mismas
naturalezas, e incluso a las culturales. En esta crisis del antiguo régimen fueron
fundamentales las ideas ilustradas, por ello tampoco se puede establecer una fractura en
1808 con la guerra de independencia o las cortes de Cádiz de 1812, sino que todas las
ideas liberales sustrato de las nuevas formas tienen un basamento sobre los ideales
ilustrados. Hubo una ilustración española que podemos situar desde el siglo XVIII,
entre los estudiosos de la historia moderna y la contemporánea. Se empieza a configurar
una crítica a la sociedad estamental y sus elementos, especialmente a la iglesia, y sobre
todo cultural a una sociedad basada en los dictados de la religión y la fe. Es el triunfo de
la razón sobre a fe. Es muy curioso que en el caso de España en la que la iglesia siempre
ha tenido tanta a presencia social y política pudiera parecer (dentro de la narrativa del
fracaso) que tampoco hubo ilustración. Fue una ilustración débil, porque España era
especialmente arcaica según algunos historiadores. Pero una interpretación más reciente
dice que sí hubo ilustración, y que precisamente fueron miembros del clero ilustrados
los que llevaron a cabo esta crítica a la sociedad del prejuicio. Pero no es lo mismo
pensamiento ilustrado que liberal.
Otro de los elementos presentes en la crisis del antiguo régimen es la emergencia
de grupos mercantiles, en algunas zonas de España más fuertes que en otras, deseosos
de invertir con capital en negocios sin trabas ni privilegios. Emerge un grupo social
denominado capitalista que se opone a la existencia de injerencias señoriales, que
presiona para que el estado ponga fin a los privilegios. La aparición de estos grupos
incide en el desmonte de la estructura del antiguo régimen en el aspecto jurisdiccional.
Por otro lado tiene gran importancia el fracaso del despotismo ilustrado, cuyo
proyecto consistió en fomentar el crecimiento económico sin cambiar los cimientos del
edificio social. Se buscaba mantener la estructura social vigente pero procurando un
crecimiento económico que en el fondo iba a transformar las relaciones sociales. Para
ello una de las vías era el reforzamiento de la intervención del estado en materia
económica. Estos últimos coletazos del antiguo régimen fracasaron en un momento en
que la contradicción entre un proyecto económico de este tipo sin la transformación
social hizo que se desmoronara. Fue la incompatibilidad entre el desarrollo de una
economía capitalista y el mantenimiento de una sociedad del antiguo régimen.
Por último está las crisis de subsistencia muy asociada con el antiguo régimen. Es
un modelo de crisis económica asociada al modelo de producción del antiguo régimen.
Al modo de producción capitalista se le relaciona con una clase social, con el
movimiento obrero, y a aspectos que ponen marcha los obreros, como la huelga. Hay
motines de subsistencia hasta el siglo XX.
A finales del siglo XVIII se producen unas crisis de subsistencia que conducen a
un malestar general en el campo, y que en algunos casos, como en el País Vasco,
también tienen componentes antiseñoriales. En el medio rural comienza a haber brotes
de resistencia a la jurisdicción señorial.
Esto sería en relación con la crisis del antiguo régimen, que posiblemente incluya
otros elementos. Luego había otros más coyunturales para explicar las transformaciones,
y particularmente la crisis de la monarquía absoluta. Nos situamos en los últimos años
de la última década del XVIII y la primera década del XIX. El primer elemento es la
crisis financiera iniciada con Carlos III motivada por una política exterior muy costosa
que se ahonda con el giro de la monarquía española a la alianza con Francia en 1775,
que la lleva a enfrentarse con Inglaterra (enfrentamiento abocado al fracaso desde el
principio). Esta crisis financiera va a llevar a Godoy a buscar solución en una medida
que anticipaba la política económica del liberalismo. Medidas que podemos considerar
ya liberales son la enajenación y venta de bienes en manos muertas (de la iglesia o de
municipios), es decir, la desamortización (es una propiedad de una institución o
estamento pero que no pueden enajenarla ni venderla, pero sí pueden explotarla). En
realidad es como convertirlas en propiedad privada. Godoy, para superar la crisis,
comienza un conato de desamortización que en momento fue muy criticado por la
iglesia.
Además estaba la cuestión de ultramar. A finales del siglo XVIII en América surge
la independencia de las Trece colonias, surgiendo EEUU. Esto tiene un enorme impacto
sobre las colonias españolas americanas. Los españoles temen un efecto dominó.
Otro elemento sería el descontento hacia la figura del valido, Godoy, que tenía el
favor de la reina y el rey por extensión de Carlos IV. Este descontento acelera la
formación de la monarquía absoluta. Esto conlleva también la formación de una facción
llamada fernandina que reúne a las viejas élites y clérigos que ven a Godoy como un
usurpador. El acontecimiento que representa la actitud crítica hacia Godoy y Carlos IV
es el Motín de Aranjuez, en 1808, que se ha visto a veces como una rebelión popular,
pero detrás de ello estaban los brazos de estos nobles encabezados por el conde de
Montijo. Carlos IV termina abdicando en Fernando.
Después del Motín de Aranjuez las tropas francesas entran en España por el
tratado de Fontainebleau, entrada en principio permitida porque el objetivo expresado
por Napoleón era llegar a Portugal para su ocupación. Esto finalmente se convierte en
una invasión.
A esa invasión habría que añadir el levantamiento popular del 2 de Mayo,
retratado por Goya, y recogido en Memorias de un setentón de Mesonero Romanos, que
vivió el fusilamiento, un levantamiento popular en contra de la invasión. La revolución
del 2 de mayo se fue extendiendo por toda España. Su interpretación fue que estuvo
ligado al Motín de Aranjuez, respaldado por la facción fernandina o por la nobleza. Otra
interpretación es que hubo un respaldo de las clases populares, puestas en acción por un
estado en crisis, que tomaron la iniciativa ante el desconcierto de las élites nacionales.
Es un levantamiento popular contra la invasión napoleónica que se extendió por
toda España, no solo en Madrid. La interpretación afrancesada fue que estuvo ligado al
Motín de Aranjuez, es decir, que estaba respaldado por la facción fernandina; pero otra
interpretación habla de un levantamiento de las clases populares dispuestas a la acción
ante el desmoronamiento de las instituciones y el desconcierto de las élites
tradicionales.
Esto nos sirve para decir a modo de conclusión que las bases de lo que fueron las
Cortes de Cádiz, que culminaron en la Constitución, modelo fundamental del
liberalismo, se sitúan en esta posibilidad desde abajo, en el movimiento aparte del poder
constituido, que fueron las juntas. Estas juntas fueron posibles porque en un contexto de
guerra se produjo una desorientación de las autoridades civiles y militares, porque una
nueva institución es la guerrilla.
Es importante la aparición de dos bandos como consecuencia de la guerra, la
España patriota y la monarquía bonapartista (respaldada por clases dirigentes españolas
y por los intelectuales y artistas que ven en José I la posibilidad de instaurar en España
las reformas revolucionarias y liberales de Francia). Lo destacable del mandato de José I
es el Estatuto de Bayona, un proyecto de Constitución ene l que participan una asamblea
de notables convocados por Napoleón, y que es un híbrido entre el constitucionalismo
napoleónico y aspectos de la España del antiguo régimen, como el estamento de la
nobleza y el clero. Se llama Estatuto porque es una carta otorgada, no es acto de la
soberanía popular.
De este modo llegaríamos a la guerrilla y las juntas como dos formas de
organización y lucha inéditas, y que se ven favorecidas por el vacío de poder tras el
colapso del antiguo régimen provocado en parte por la invasión napoleónica. La
guerrilla va a servir para canalizar la participación popular en la lucha contra los
franceses completando y a veces sustituyendo al ejército regular. Es importante que
estas partidas guerrilleras, también llamadas cuadrillas, fueron el embrión de un ejército
popular de nuevo cuño diferente al borbónico de donde saldrán también los dirigentes
de las milicias, los dirigentes de las primeras revoluciones liberales españolas.
Estas guerrillas tienen una formación que van desde lo espontaneo y anárquico a
la formación de un ejército con miles de combatientes, casi como el ejército regular.
17-09-13

 Las nuevas formas de organización política.

Las nuevas formas de organización política surgen a raíz de la invasión francesa,


como la guerrilla y las juntas. Las juntas expresan la lucha contra los franceses pero
también son el embrión del poder revolucionario, que va a sustituir al orden establecido.
Albergan la doble dimensión de resistencia frente a los franceses y al mismo tiempo de
embrión de los nuevos poderes frente al orden establecido. Se van a crear con una
estructura piramidal de poder, de abajo arriba, compuesta en la base por las juntas
locales, provinciales, regionales, y en la cúspide la Junta Central Suprema Gubernativa
del reino, que se crea en 1808, el mismo año de la invasión, y que va a funcionar como
un gobierno provisional de la nación en lucha. Va a convocar en enero las elecciones a
cortes. Esta función es importantísima. Son cortes constituyentes porque van a elaborar
una constitución, la de Cádiz. Funcionan en paralelo al viejo orden político.

Las cortes no son un concepto nuevo en el lenguaje político español pero sí en el


significado de estas nuevas, igual que en su contenido. No es un lugar de representación
de estamentos sino el pueblo soberano. Y en las juntas, antes de que se convoquen las
cortes, esta es la idea también, son una representación del pueblo, de la soberanía
popular, antes ejercida por el monarca. En las juntas empieza a fraguarse el principio de
soberanía nacional.

Entre 1808 y 1873 las juntas van a ser, como decía Manuel José Quintana,
diputado liberal en las cortes de Cádiz, un método de hacer la revolución en España.
Los momentos revolucionarios en sentido liberal tienen como protagonistas
fundamentales las juntas.

Inicialmente se puede entender que la juntas se arrogan la soberanía popular y


nacional (entendida nacional como pueblo). Sn embargo, otros dicen que no fueron tan
populares ni por su composición ni por los planteamientos, es decir, en ellas había
miembros de los estamentos dominantes, y la representación eminentemente popular era
minoritaria. En cuanto a los motivos y objetivos de las juntas, estos historiadores dicen
lo que buscaba era la independencia de España, la lucha contra el francés y la liberación
de las tropas francesas y el retorno de Fernando VII bajo las premisas de la monarquía
absoluta, reinstaurando el viejo orden. Frente a esta afirmación de que no fueron tan
populares por composición y planteamiento, otros dicen que no puede asociarse a las
juntas con el retorno del viejo orden porque acaban convocando cortes constituyentes en
sentido moderno, sin estamentos, y luego, en sí mismas introducen un cambio en el
sentido de que son una forma de ejercer el poder político que obvia los viejos poderes.
Por otro aparte se argumenta que las clases medias reformistas y liberales tuvieron
un protagonismo muy superior en relación con su peso numérico general en la sociedad,
que eran minoritarias (como la burguesía). En definitiva las juntas fueron muy
complejas, se suceden en un tiempo muy dilatado.

Estos grupos emergentes estaban motivados por la idea de luchar contra el invasor
para cometer una reforma liberal de un estado en crisis.

En la junta central estaban representados todos los sectores sociales, algo que se
reflejó también en las nuevas cortes, en las que hubo un sector que podríamos
denominar más inmovilista que entendía que las nuevas cortes debían ser como las
tradicionales (estamentales) y otro sector más reformista que entendía que las cortes
generales debían funcionar por sufragio universal masculino indirecto. Esto generó una
tensión dentro de la propia junta sobre cómo convocar las elecciones de cortes (los
miembros de la misma). Lo que se hizo fue una consulta al país, algo novedoso, en
1809. Era una especie de encuesta dirigida a las autoridades eclesiásticas, locales, etc.
sobre temas relacionados con la convocatoria y lo que debían de ser las cortes:
cuestiones como la soberanía, límites del poder del rey y el tipo de constitución.

Finalmente la junta convoca la elección a cortes a principios de 1810 cuando el


país estaba ocupado por los franceses y los patriotas de las dos tendencias se deben
desplazar desde Sevilla, centro neurálgico de la resistencia contra Francia, hacia Cádiz.
Allí una vez convocadas las elecciones la junta de disuelve y se nombra una regencia
para gobernar en nombre de Fernando VII, que en realidad va a oponer bastante
resistencia a todo el proceso de elección de cortes y de constitución. Estaba en manos
del general Castaño y el obispo de Orense. Es una regencia resistente al cambio.

18-09-13
Las cortes constituyentes tenían una doble tarea, por un lado, el desmantelamiento
jurídico del antiguo régimen, cuya pieza básica eran los señoríos, (el régimen señorial) y
la organización jurídica sobre la que se asentaba. La división en señoríos
jurisdiccionales y territoriales es importante, porque solo se eliminan los primeros, es
decir, toda forma de legislación que no emane de las cortes. Los territoriales
parcialmente siguen existiendo. Esta era según algunos historiadores la principal traba
de la abolición del régimen señorial. Y por otra parte, la elaboración de la constitución,
que encarna una nueva forma de organizar e estado.
Esta constitución (de 1812) va a proclamar como forma de estado la monarquía
parlamentaria, a diferencia de la constitución de 1845 en la que se defiende una
monarquía constitucional. La constitucional implica una soberanía compartida, lo que
quiere decir la capacidad de legislar (cuando al monarca se le quita la soberanía no
puede legislar). La soberanía compartida implica que se reconoce tanto al monarca
como a las cortes como depositarios de la soberanía popular, y por lo tanto tienen
atributos ambos para intervenir en el acto legislativo. Ésta caracteriza a la constitución
de 1845. En una monarquía parlamentaria la soberanía reside en el pueblo. La de 1876,
otra muy importante, porque va a durar muchos años, es la constitución más antigua de
la historia de España.
Las cortes generales y extraordinarias se abrieron en septiembre de 1810, es decir
se convocan las elecciones a cortes en enero y se abren las mismas y empiezan a
trabajar en septiembre. Ester es un momento en el cual el país está invadido, es territorio
ocupado por una fuerte ofensiva de Napoleón ante unas victorias de los patriotas, y
sobre todo las élites liberales se van a concentrar en Cádiz, lugar más protegido. Lo
primero que aprueban es un decreto relacionado con la soberanía: “en las cortes reside
la soberanía nacional”, algo novedoso en cada uno de sus términos. Ya no son cortes a la
vieja usanza, no hay estamentos y se habla de soberanía nacional, un ente que recoge a
una serie de individuos de una región a modo de sujeto unitario indivisible, la nación
española. La soberanía no está en cada uno de los individuos sino en su conjunto.
Estas cortes estaban compuestas por trescientos diputados, donde el grupo más
novedoso era el clero (97 diputados), abogados (60), funcionarios (75), militares (37),
catedráticos (16), propietarios (15), marinos (9), títulos del reino (8), comerciantes,
escritores y médicos. En definitiva un conjunto de miembros privilegiados clásicos y de
las emergentes clases medias urbanas, con una representación importante de los grupos
vinculados al estado. Los militares tienen un gran protagonismo en la historia del
asentamiento y expansión del liberalismo en España. No forman parte de un ejército
como el actual, sino que estaba muy vinculado al liberalismo y al constitucionalismo.
En realidad son también políticos, no hay una idea corporativa de ejército.
Por otra parte, en esas cortes tampoco podemos imaginar una correlación simple
entre lo que sería el ideario o defensa de una posición política y la procedencia social de
los diputados. Por ejemplo, había una serie de prelados liberales. Lo que sí hay es una
línea divisoria entre los antiguos diputados, como entre absolutistas y liberales. En las
cortes también hubo absolutistas que lucharon para la no aprobación de la constitución.
Otra era la línea territorial entre un grupo pequeños de diputados americanos de
ultramar que pedían la reforma de manera homogénea.
Todo ello se sucedió en un ambiente de guerra, en una ciudad asediada, en la que
proliferan la propaganda política, los discursos exaltados en la tribuna, en los cafés, en
los periódicos. Todo ellos son nuevos espacios que se van politizando, donde se discute
sobre periódicos que se van a convertir en los órganos de difusión pública. Gente que
antes no había tenido interés en este aspecto es arengada. Entonces emerge, según los
estudiosos, un espacio público liberal.
Nace también lo que los historiadores denominan cultura política del XIX, basada
en la práctica de libertad de reunión, discusión y el concepto político de liberalismo.
También es cuando aparece un concepto que se opone: serviles, los defensores de la
monarquía absoluta. Luego el concepto cambiará hacia absolutista o carlista.
La práctica de la libertad de reunión se empieza a hacer antes de que legalmente
se reconozca, que es aprobado por las cortes en la constitución.
Las primeras decisiones de que la soberanía está en las cortes fueron, antes de
emprender la elaboración de la constitución, proclamar la igualdad ante la ley de
españoles y americanos, en un momento (ese mismo año) en que se produce un
movimiento de carácter secesionista en las colonias americanas; en segundo lugar, un
decreto de libertad política de la imprenta (establecer las condiciones legales para el
desarrollo del debate político, porque esta esfera moderna se caracteriza por ello); en
tercer lugar, crear una comisión para redactar la constitución.
La constitución de 1812 supuso la proclamación de un nuevo modelo político que
comportaba el fin del absolutismo, y por lo tanto supuso una ruptura bastante potente
con el pasado que vino acompañada de la génesis de un nuevo orden político, jurídico y
económico. En resumen, se acaba con lo de antes y se gesta algo nuevo. Las bases de la
constitución son los fundamentos del liberalismo y en parte también de la ilustración. El
liberalismo sin la ilustración no pudo existir. Estos principios son: la soberanía nacional
(conjunto de ciudadanos iguales en derechos, sujetos a la misma ley y desprovistos de
privilegios estamentales); los ciudadanos son individuos libres; separación de poderes
(en el caso del poder legislativo estaría basado en un sistema representativo, es decir, el
principio de la representación como criterio organizador del sistema político. No todos
los individuos pueden representar, porque no todos los seres que configuran la nación
son considerados individuos, por ejemplo, las mujeres, solo hombre con propiedades).
Esas cortes son las encargadas de una ley constitucional, otra de las bases del
nuevo sistema político además de lo anterior. En ella, la monarquía no es fuente de
soberanía, no puede cambiar la constitución ni disolver las cortes, pero sí puede hacer
proposiciones de ley. En este sentido algunos hablan de monarquía republicana, pero es
un poco exagerado.
La constitución también va a hacer concesiones al pasado. Las principales son,
por una parte, el papel central que se sigue reconociendo a la monarquía aunque no sea
depositaria de la soberanía (se sigue aludiendo al monarca como figura central), y por
otro lado, el respeto a la unidad religiosa. El catolicismo sigue siendo reconocido y
defendido como la fuente de unidad de los españoles, y obviamente, como la única
religión de la nación. Algunos explican estas concesiones como un intento por parte de
los constitucionalistas por entroncar el espíritu del texto en las viejas tradiciones
nacionales, frente a la crítica a los absolutistas que tildaban de antinacionales. Se puede
interpretar también como que estos liberales estaban muy influidos por la
tradicionalidad.
Sin embargo, a pesar de las concesiones siempre se ha visto a esta constitución
como un texto muy avanzado para la época, teniendo gran influjo en el
constitucionalismo europeo y americano.
Aunque no hay una sistematización de derechos individuales los mismos salpican
todo el texto. Son los que sustentan la nueva sociedad. Se organizan en torno a los
principios de la igualdad, libertad y propiedad, en sentido muy individualista. La
libertad en el liberalismo es un concepto muy económico, es la capacidad para poder
intercambiar objetos sin normas, libertad de compra-venta, de contrato de trabajo, etc.,
para lo que se deben abolir los gremios, lo que sucede en 1913. Por igualdad
entendemos la misma capacidad jurídico-legal. Otro contenido importante de la
constitución es la limitación del poder de la corona. El poder de la corona queda muy
limitado en la constitución de 1812, porque se la despoja de su autoridad tradicional.
Consistía en poder legislar, ya no tendrá potestad para reformar la constitución. La
norma constitucional está por encima del rey, esto es muy radical para estos momentos.
La corona no puede reformar la constitución ni resolver las cortes, pero si tiene potestad
para hacer proposiciones de ley. En este punto algunos hablan de monarquía
republicana, pero es muy exagerado. El senado desaparece, las clases privilegiadas se
quedan sin el plus de representación que suponía el senado para ellas. Por último,
aunque no aparece un capítulo de derechos individuales, pero son los que sustentan la
nueva sociedad que se crea, todos estos principios sirven para un nuevo tipo de
organización social.

23/09/2013

Las cortes también van a aprobar otros decretos que no están dentro de la
constitución. Su labor no se redujo al texto constitucional. Entre esos decretos
encontramos la abolición de la tortura y la supresión de los señoríos jurisdiccionales y
los consejos del Antiguo Régimen, además de la abolición de la deuda nacional.

 La reforma agraria liberal:

Esta estaría relacionada con otro tipo de reformas en el ámbito económico, en


verdad afecta a la legislación pero su objetivo es transformar el régimen de la tierra, y el
funcionamiento de la economía nacional. En definitiva, está dentro de una
transformación más amplia de las relaciones económicas en un sentido capitalista.

Para hablar de esta reforma es necesario ampliar el marco cronológico, no


ceñirnos a 1812, sino a toda la primera mitad del siglo XIX que es el proceso de reforma
de la revolución liberal propiamente dicho. Es decir de 1808 a 1855.

Por reforma agraria liberal entendemos todas las medidas cuyo objetivo fue
implantar un marco jurídico para la actividad agraria, de manera que no hubiera
restricciones legales para desarrollar un determinado tipo de economía capitalista. Es
decir, implantar un marco jurídico e institucional que favoreciera la actividad agraria en
un sentido capitalista. La pieza fundamental de ese marco fue el cambio en el régimen
de propiedad de la tierra, un cambio que es jurídico en sus orígenes. Es uno de los
pilares también de la doctrina liberal en un aspecto más económico pero que encaja en
la filosofía sobre el individuo. Es decir, se trata de establecer un conjunto de libertades
económicas, en este caso, para la libre tenencia y circulación de la tierra y sus
beneficios, pero también en el comercio, la explotación industrial, etc. En definitiva es
la liberalización de las relaciones económicas, y en el caso de la tierra, abrir la
posibilidad de la expansión de la propiedad privada de tal manera que se favorezca la
explotación y la comercialización.
A este movimiento "desde arriba", desde el nuevo ordenamiento político,
encarnado por las cortes, se ve favorecido por la decadencia del régimen gremial, que
hunde sus raíces en la crítica hecha por los ilustrados. La decadencia gremial venía
desde mitades del siglo XVIII, y los ilustrados como Jovellanos afirmaban que la
estructura gremial era una barrera para el crecimiento económico y el desarrollo
individual.

Dentro de la reforma agraria liberal son tres las principales medidas (aunque no
las únicas): la desamortización eclesiástica y municipal en tiempo relativamente largo,
unos 50 años; la desvinculación; y la abolición de los señoríos.

Las manos muertas estaba sujetas a un régimen jurídico que impedía su venta,
generalmente los titulares eran instituciones, iglesias, órdenes religiosas, municipios,
etc. No eran propiedad privada, por lo que no podían comerciar con ellas. Las
desamortizaciones van a tener varias fechas coincidiendo con el triunfo de
insurrecciones liberales, 1813, después aprobación constitución; 1820, insurrección del
trienio liberal; 1836, desamortización de Mendizábal; y 1855, desamortización de
Madoz. La de Mendizábal es solo eclesiástica y además implicó la supresión de las
órdenes religiosas masculinas, la exclaustración, uno de los motivos por los cuales la
iglesia se molesta porque les quitan las tierras. La desamortización implica una
enajenación o expropiación de la tierra de manera forzada para venderlas en subasta
pública. La de Madoz incluyó también propiedades del estado, clero, órdenes militares,
cofradías y la expropiación y venta de los comunes de los pueblos (las tierras comunales
de los municipios).

Las desamortizaciones se han visto por los historiadores como mal planificadas, y
sobre todo favorecedoras de la concentración de la propiedad en manos de los que más
tenían: la nobleza, pero esto es más complicado. Es decir, la explicación hasta
recientemente había sido que en España se había intentado hacer una revolución liberal
a través de las desamortizaciones, en sentido económico, pero la manera en que se
llevaron a cabo las mismas condujo a que la propiedad privada fuera a recaer sobre los
más privilegiados, de forma que las clases populares no tuvieron ninguna participación
ni las clases medias, protagonistas de las revoluciones. Esto ahora se interpreta de
manera más compleja, y es que cada zona es distinta, la estructura de la propiedad
(latifundio minifundio, etc.) influye también a la hora de la desamortización, y sobre
todo hay que tener en cuenta que si bien la desamortización de Mendizábal pudo
favorecer a los más privilegiados, en la de Madoz se tienen en cuenta una división en
lotes más pequeños para gente con menos poder adquisitivo, pero desde luego esta no
estaba formada por las clases bajas.

De todas estas desamortizaciones la guía fue la de 1813, que según Tomás y


Valiente fue el referente para la política desamortizadora del resto de siglo.

Si con la reforma pensamos en una mejora de las condiciones de las clases


populares es falso, incluso empeoran, se pagan más impuestos, desaparecen los gremios,
los trabajadores están desprotegidos hasta que aparecen las asociaciones obreras. Se
busca una reforma en el sentido de paso de sociedad estamental a una nueva sociedad
basada en la libertad individual, no en la igualdad social, es decir, se pasa de una
sociedad estamental a una sociedad de clases en sentido capitalista, por lo que el
individuo vende su trabajo individualmente a un patrón.

Como consecuencia, las desamortizaciones generaron, desde el punto de vista del


paisaje, la desaparición o reciclaje de edificios eclesiásticos a edificios civiles; el paso
de la tierra a la burguesía (que es la que tenía dinero) y de los que tuvieran un espíritu
de comerciar; se favorece el crecimiento de esta clase social (burguesía) que es la que
abandera los valores del liberalismo; un cambio en la mentalidad hacia un espíritu más
innovador, capitalista.

Las desvinculaciones se suceden en 1820 (trienio liberal) y 1841 (regencia de


Espartero), ambas con insurrecciones liberales, el trienio y la regencia de Espartero. La
desvinculación no implica una trasferencia inmediata de la propiedad, es decir, se
modifica por ley la titularidad pero no hay nacionalización ni venta de bienes. El noble
que poseía su señorío pasa a ser propietario, se le transfiere la propiedad privada de la
tierra, pero no se expropia ni se vende, lo único que se hace es eliminar el privilegio
quedando por ley como propiedad individual y libre. Si el propietario quiere puede
venderlo. En bastantes ocasiones muchas casas nobiliarias se vieron obligadas a vender
para hacer frente a las deudas acumuladas, con lo cual se vino a reforzar
económicamente aquellos sectores que pudieron adquirir las tierras.

La abolición de los señoríos también se produce en varias fechas: 1811, 1823 y


1837. En el 1823 hay un intento de que puedan acceder las clases populares. Implica
acabar con la célula básica de la estructura social del antiguo régimen. Los estamentos
privilegiados dejaban de gozar de sus privilegios y especificidad en la administración de
la justicia y las rentas derivadas de la jurisdicción. Los señoríos indicaban la titularidad
de la tierra, que no la propiedad, y la jurisdicción, el ser legisladores del territorio y
percibir rentas por la misma.

En cuanto a las causas, por una parte se ha señalado una necesidad social de dar
un espaldarazo jurídico a una realidad, que se había dejado de pagar las rentas desde
1808, con la convulsión de la guerra, y la otra es la coherencia de esta medida con los
principios de soberanía nacional unitaria e indivisible (un noble no puede emitir leyes),
y la igualdad civil.

Lo de 1811 es un decreto que implica la separación del señorío jurisdiccional y el


territorial (o solariego). El decreto abolía el primero. Suprimía todo los derechos que no
derivaran de la posesión de la tierra. De esta forma el territorial pasa a convertirse
legalmente en propiedad privada. Esta es la base para la desvinculación de 1820. Este
decreto era bastante ambiguo y estaba sujeto a diferentes interpretaciones porque daba
como norma que el señorío territorial se convirtiera en propiedad particular de los
señores, pero al mismo tiempo establecía la excepción de señoríos territoriales que
debían ser incorporados a la nación por ser adquiridos ilegalmente. En 1823 aparece una
ley aclaratoria que viene a decir que los nobles debían presentar los títulos de propiedad,
e introducía además la duda sobre el derecho de propiedad del terrateniente. Si no había
demostración las tierras pasaban a propiedad nacional, y ellos podían ser denunciados.
En 1837 se vuelve a la moderación y se centran las bases de la abolición definitiva.
Reconoce la propiedad sin la necesidad de presentar los títulos.

Estos tres pasos en la abolición del señorío son muy ilustrativos de lo que pasó
con la revolución liberal en España, que tiene su momento de mayor radicalización con
el trienio liberal, y luego entra en una senda moderada, para finalmente, a partir de
1845, cuando llega Isabel al poder y se estabiliza, el estado liberal ya está más o menos
consolidado por una senda moderada, y los intentos de hacerlo más radical fracasaron.

Las consecuencias de esta abolición fueron, por un lado, que la aristocracia pudo
transformarse en propietaria privada de sus latifundios en zonas de Andalucía, Castilla
la Nueva, Extremadura; en otras como el País Valenciano fue la pequeña nobleza quien
logró hacer la transformación, pero con esas excepciones señaladas lo señores no se
convirtieron automáticamente en propietarios de la tierra.

Cuando acaba a Guerra de la Independencia los franceses son deportados y por el


tratado de Valençay Fernando VII vuelve a España, las cortes se trasladan a Madrid, la
situación se normaliza, y un grupo de 69 diputados difunde en abril del 1814 el
Manifiesto de los Persas, en defensa de Fernando VII como rey absoluto. Fernando VII
en paralelo participa en un golpe de estado y se instaura en el poder. Esta restauración
de una monarquía absoluta supone la derogación de la constitución, la disolución de las
cortes y el restablecimiento del absolutismo con todo lo que implica (vuelta de los
señoríos, gremios, etc.). Entonces se inicia el período de la restauración absolutista, un
período que viene a coincidir con la creación de la Santa Alianza en Europa, cuando hay
un intento por parte del absolutismo de frenar los resultados de la revolución francesa y
las revoluciones liberales europeas. Sería erróneo decir que se vuelve a la situación
anterior a 1812, porque ha pasado una revolución y este es un movimiento
contrarrevolucionario, no se puede volver a lo anterior, solo luchar contra la revolución.
Además algunos aspectos introducidos por el liberalismo se van integrando.

24-09-13
Discurso de Agustín de Arguelles, discurso preliminar a la Constitución de 1812.
Se hace énfasis en la representación de vara al exterior. Se hace referencia a la
abolición a los señoríos con capacidad jurídica. Hace referencia a la legislación foral
de determinadas zonas de España y que se remonta a una historia pasada.
Los liberales entienden que la existencia de los fueros implica una libertad
jurisdiccional. Parten del concepto de que todos son iguales por tanto solo tiene que
haber una ley de justicia. No puede haber distintos corpus. Esto es un deseo, porque en
España cuesta bastante unificar todo esto. El código civil de otros países cuya base es
el napoleónico en España se instaura en el Siglo XIX. De los códigos de justicia la
implantación es más difícil. Tiene que haber solo un código nacional eliminándose el
resto de códigos penales que se ven en los fueros.
En tercer lugar se emplean conceptos que solo se emplean en este momento. No se
deja la educación de los hijos a los extranjeros. Uno de los primeros cuidados es la
educación pública, en la educación está respaldado. Se habla de formar verdaderos
españoles que sean amantes de su patria, son conceptos del momento que se insertan
en esa filosofía liberal ilustrada.

LA RESTAURACIÓN ABSOLUTISTA: 1814-1820

La restauración es un intento por abolir todo lo que representaban las Cortes de


Cádiz y la Constitución, y se logra eliminar legalmente restableciendo gran parte de los
elementos del viejo sistema. Se restablece el Consejo de Castilla, el Tribunal de la
Inquisición, la Mesta, los gremios, el régimen señorial, la propiedad en manos muertas y
el sistema tributario vigente hasta 1808.
Esto es en efecto, pero hay muchas cosas que en la práctica perviven y que de
alguna manera, incluso algunos absolutistas habían ido integrando. La seña de identidad
del período desde el punto de vista de política institucional es la inestabilidad
ministerial (aunque se llamaban secretarios de despacho no ministros) porque Fernando
VII va a depositar y a instaurar una tradición borbónica, la confianza en la Camarilla, un
término que también se exporta. Hace referencia a un grupo de amigos que rodean al
monarca y que toman las decisiones importantes al margen de los ministros y la política
oficial. Por un lado está la esfera institucional de los secretarios y por otro los amigos
del rey. Esto se repite con los monarcas del XIX, especialmente con María Cristina e
Isabel II, y va a ser uno de los elementos que avoque al fracaso la monarquía borbónica.
Uno puede preguntarse cómo una vez aprobada la constitución e instaurado un
régimen liberal se volviera al absolutismo. Los historiadores se han preguntado por los
factores, el por qué. Por una parte había que tener en cuenta que era un liberalismo muy
débil basada en una constitución muy adelantada a la época, recordando a la Revolución
Gloriosa (1868) porque la I república estaba respaldada por muy poca población. Por
ello el golpe de Fernando VII tiene éxito. Luego se alude a las secuelas de la guerra y
los problemas en la Hacienda. Y por último el exterior, la restauración europea y la
formación de la Santa Alianza (una alianza de monarquías absolutas que defienden el
legitimismo de las mismas frente a las proclamas revolucionarias liberales). Fernando
VII reinstaura su poder en un contexto europeo donde las monarquías absolutistas
también retoman su poder.
Los 3 acontecimientos que definen este período:
1) El proceso de independencia de las colonias americanas, que es visto como un
triunfo de la revolución liberal de 1810 a 1824. (Buscar factores de la
revuelta). La guerra y las cortes influyen en el empuje de los insurgentes
independentistas, que en alguna manera imitan las formas organizativas de la
metrópolis, como las juntas.
2) Los problemas financieros de la Hacienda pública, que arrastra déficit desde
muchos años atrás, a lo que se añade la pérdida de remesas de metales
preciosos. Un aspecto muy importante es el sistema recaudatorio. Con el
liberalismo se intenta unificar la fórmula de recaudación estatal (dejando atrás
alcabalas, etc, del Antiguo Régimen). Esto Fernando también lo intenta
eliminar pero Matilde Garay su ministro se lo impide porque si no la Hacienda
no saldría nunca de la crisis, se debe instaurar un sistema unitario y moderno.
Martín de Garay acaba destituido evidentemente.
3) Las conspiraciones liberales, que entroncan con el Trienio Liberal, como la de
Riego. Desde que se instaura el liberalismo ola represiva: liberales a la cárcel
o al exilio. El régimen fernandino va a igualar a liberales y a afrancesados, sus
enemigos, y estos desde el exilio comienzan una labor conspirativa muy
intensa. Se van a dar varios intentos de derogar a la monarquía con rasgos
comunes: el protagonismo de un sector del ejército, el papel de las sociedades
secretas, masónicas, y la técnica del pronunciamiento (que significa que un
grupo de militares con cierto respaldo social se subleva contra el orden
establecido considerado ilegítimo). El objetivo es volver a instaurar la
constitución de Cádiz. Se suceden desde el primer momento: 1814, 1815,
Vidal con apoyo de comerciantes, etc. Pero todos fracasan. Todos ellos pasan a
formar parte del martirologio liberal. El último es el de Riego, que sí triunfa.
30-09-13
 El trienio liberal:

Gil Novales es el mayor especialista en el período que vamos a tratar. La historia


política de los acontecimientos cuenta que el 1 de enero de 182 el teniente coronel
Rafael de Riego da un pronunciamiento en Sevilla. Este tipo de pronunciamientos van a
ser muy frecuentes durante el siglo con el fin de derrocar la monarquía absolutista de
Fernando VII y reinstaurar la constitución del 12. Como tal se presenta al trienio como
un laboratorio de pruebas de los liberales gaditanos.
Se reestablece la constitución de 1812, y con ella toda la legislación de las cortes
de Cádiz con una intención política de volver a la organización del estado desde
planteamientos liberales, pero también económica, buscando una solución a la crisis, y
la resolución de los problemas fernandinos en su reinado, la independencia de las
colonias americanas.
Fernando VII se ve obligado a lanzar un manifiesto acatando la constitución
porque la figura del rey no debe desaparecer, no se concibe el liberalismo desde un
punto de vista republicano. La figura del rey se respeta pero a cambio de respetar la
constitución. Fernando VII nombra un primer gobierno de significación liberal, “el
gobierno de los presidiarios” (encarcelados en el período absolutista). Es un momento
en el que los afrancesados ocupan cargos de responsabilidad política. Uno de los
personajes más interesantes fue Agustín de Argüelles. En definitiva se vuelven a elegir
cortes y se decreta la creación de la milicia nacional, un cuerpo armado de voluntarios
previsto en la constitución que sería una especia de baluarte del régimen liberal. Es la
defensora de la nación liberal.
A comienzos del trienio se produce una dualidad de poderes. Las juntas pretenden
transformar asuntos más allá del poder constituido, por lo que se crea un conflicto desde
el liberalismo de base (el de la calle) y el oficial (el gobierno y las cortes). De manera
simple, empezó a existir en el trienio un partido exaltado y uno moderado, y los
antiguos josefinos (afrancesados) tendieron a adscribirse al moderado. Esta será la
postura de un periódico que se llama El Censo, que será el que introduzca en España el
pensamiento doctrinario europeo (la base del liberalismo moderado español).
Uno de los rasgos más destacados del trienio liberal es el fortalecimiento y
apertura de cauces de debate (existentes desde el surgimiento liberal), como la prensa y
las sociedades patrióticas (clubes abiertos a la discusión y participación, que heredaban
la tradición de las sociedades económicas de amigos del país, pero redireccionadas a las
ideas liberales: se introducen las clases medias urbanas). En definitiva se trata de la
libertad de expresión (prensa) y la libertad de reunión (sociedades patrióticas).
Otro es la ruptura del liberalismo. Se produce una división en las filas del
liberalismo muy importante para entender el devenir histórico del país. Se produce
ahora porque el liberalismo era minoritario y débil, había nacido y expandido en unas
circunstancias muy adversas, y tenía un claro enemigo que había impedido su
reproducción, el absolutismo. Ahora empiezan a mostrarse las diferencias entre los
propios liberales. La interpretación más clásica es que la diferencia entre moderados y
exaltados (progresistas) era únicamente de tácticas o generacionales, pero en las
interpretaciones más recientes se señalan causas más profundas, como el modo de
organización del estado, la participación popular, pero generalmente coinciden en las
cuestiones de política económica. El liberalismo económico es más homogéneo que el
político.
Hay que tener en cuenta que aunque los llamemos partidos no son como los
actuales, son pequeños grupos con corrientes difusas de ideología.
También habría que señalar que los liberales moderados van a ser los que
controlen las instituciones y tengan la iniciativa político legislativa.
Las diferencias entre ambos podríamos resumirlo en 3 aspectos más o menos
estables a lo largo del siglo XIX:
- La constitución. Hay una discrepancia en torno a la constitución de 1812. Los
moderados pretendían reforzar el ejecutivo y la corona frente a las cortes y el
legislativo, y abogaban por una reforma hacia un sistema bicameral de tal
manera que se pudieran integrar los sectores del antiguo régimen a través del
senado. Los exaltados defendieron la constitución (soberanía nacional, mayor
peso del legislativo) y las libertades de reunión principalmente.
- La idea de cada uno acerca de las bases sociales sobre las que debería
descansar el liberalismo. Los moderados rechazan la participación popular y
van a defender el justo medio (el pensamiento doctrinario de Guizot, un
equilibrio hacia la apertura de la política a la ciudadanía pero en su justa
medida, sin ingresar a toda la población), mientras que los liberales piden una
democratización. Los moderados entienden que las bases del liberalismo no
deben ser las clases populares, sino las clases medias urbanas y los
componentes de las élites estamentales. Veían que la participación del pueblo
por medio del sufragio era peligroso. Los exaltados tenían una idea más
inmediatista de la soberanía popular, que el pueblo participara de manera
efectiva, por ello daban mucha importancia a las sociedades patrióticas. Los
exaltados fomentaban la participación popular en la vida pública. Este debate
se basa en las cortes en la discusión sobre las sociedades patrióticas.
- La defensa por parte de los moderados de una transacción hacia los sectores
del antiguo régimen, lo que llevaba a una oligarquización del marco liberal.
Mientras, los exaltados entendían que había que radicalizar y acelerar la
revolución, lo que llevó a muchos a inclinarse hacia el jacobismo francés.
Estos planteamientos eran muy novedosos en España.

En cualquier caso, durante el trienio lo que sí se produjo fue un proceso de


penetración del liberalismo como idea revolucionario con cierto grado de apoyo
nacional. Se van incorporando otros sectores que no son solo las clases medias urbanas
ni las profesiones liberales, sino por ejemplo, el artesanado.
El régimen liberal cayó tan solo 3 años después, cuando parecía que el liberalismo
calaba en la población. Se esgrimen varios factores:
- La fuerza de la oposición interna, el realismo. Se canaliza a través de dos
líneas de actuación, la del propio papel anticonstitucional del rey (que no
acepta la constitución de corazón y conspira contra ella, y apela a la
intervención exterior a través de la Santa Alianza).
- Las conspiraciones realistas. La guerra realista podría considerarse un
antecedente de las guerras carlistas. Participaban el clero y élites, pero también
parte del sector agrario descontento con la política fiscal de los liberales y su
impacto en la crisis agraria. La agitación realista sin embargo va a fracasar en
1822 y principios de 1823, así que se recurre a la intervención extranjera.
- La intervención extranjera. Los Cien Mil Hijos de San Luis, enviados por
Francia, que intentan conjurar la amenaza revolucionaria interna y consolidar
sus intereses en España.
- La división de los liberalistas.

Aquí deberíamos integrar la política de reforma agraria del siglo: las


desvinculaciones y la abolición de señoríos.

01/10/13

 La década ominosa:

La insurrección de Riego en 1923 el estado liberal cae porque hay una


intervención extranjera, la santa alianza, y se reinstaura en el poder la monarquía
absolutista en principio. Esta segunda reinstauración de Fernando VII se produce en
medio de una violenta represión hacia los liberales, que procedía tanto de instancias
oficiales como de la sociedad civil (las partidas de realistas o absolutistas que se venían
formando desde el trienio). Este período no es una mera vuelta al pasado, ni siquiera a la
primera restauración absolutista de Fernando VII, sino que son unos años decisivos para
la reformulación de actitudes políticas tanto de liberales como de defensores de la
monarquía absoluta. Muchos absolutistas van a dejar de serlo. Al mismo tiempo surge la
vía del carlismo.

Es un período más largo que el trienio, y ha sido estudiado por historiadores como
Fontana, y podríamos destacar de este período como el programa reformista de
Fernando VII al buscar estabilizar el régimen e impedir la quiebra económica en
ocasiones llega a contactar con viejas aspiraciones liberales. Dicho de otro modo, en el
afán por estabilizar políticamente y por superar la crisis económica van a abrir el
abanico a las viejas aspiraciones liberales. Esto no quiere decir que los moderados se
vuelvan liberales, es un proceso largo. No es un cambio de ideario político.

Por ejemplo, las viejas aspiraciones liberales podían ser la incorporación a la


corona de la jurisdicción señorial, o la supresión formal de la inquisición, o medidas
tendentes a favorecer el proteccionismo en los cereales, o permitir la libre circulación de
grano en el interior (eliminar aranceles dentro, resultado de una política económica
tendente a la creación de un mercado nacional) y recomponer la política arancelaria en
relación con América. Son todas medidas más liberales que absolutistas. Han sido
interpretadas en una posición marxista como la posibilidad de una reforma desde arriba,
controlada sin pasar por la revolución. En definitiva, se trata de que ante la amenaza de
una revolución liberal había que intentar encauzarla, y además, las circunstancias
económicas no podían solventarse si no era a través de una política de signo liberal,
porque las viejas fórmulas no iban a sacar de la crisis el país.

Estos absolutistas-reformistas de los que se rodea Fernando VII empiezan a


integrar la idea de que la política económica liberal es la acertada y eficaz y en parte
también empiezan a aceptar cuestiones liberalistas, pero no las más básicas, como la
soberanía nacional o los derechos civiles.

Este programa reformista fracasó porque faltó algo esencial, que fue la fortaleza
del aparato de la monarquía, la corona no contaba ni con los medios necesarios ni con la
credibilidad política. Se puede establecer una cierta comparación con la reforma
prusiana (años 20 del siglo XIX), desde arriba, no hay una revolución liberal sino una
reforma del estado. Esta debilidad del aparato monárquico tenía que ver con el grado de
división del propio absolutismo, que se fragmenta en: los sectores reformistas, que
aceptaban la política de Fernando VII (eran monárquicos no liberales que acaban en
1933 en las filas del moderantismo, el liberalismo moderado); y la agitación
ultrabsolutista, que se van a ir identificando con los carlistas (es una agitación que va a
verse favorecida por el estallido de la cuestión sucesoria de Fernando VII).

Con la agitación ultra, o también llamada agitación apostólica (muy vinculados a


la iglesia como la columna vertebral de la monarquía española), comenzó a organizarse
sociedades secretas para hostigar a las fernandinas, derivando su apoyo al infante
Carlos. La actividad de esta oposición alcanza su máximo en Cataluña con la guerra de
los agraviados muy bien estudiada por Jaume Torras. Este plantea el uso del
campesinado como sujeto histórico a través del cual ver las revueltas, ya que estaban
llevadas a cabo por un gran porcentaje de campesinos. Viene a decir que los carlistas se
apoyan en el clero y nobleza pero movilizan a los campesinos descontentos con las
medidas liberales, sobre todo en aspecto fiscal.

Otro elemento importante del período es la oposición liberal, elemento constante,


tanto en el interior como en el exilio, fue variando sus respuestas al absolutismo. Hay
estrategias distintas: los liberales que intentaron acabar con el régimen de Fernando VII
por medio de los pronunciamientos, que fracasan; y liberales que establecieron lazos de
contacto con la monarquía, los liberales respetables.

Cuando muere Fernando VII le sucede su hija Isabel II, que es menor de edad por
lo que se estableció una regencia en la figura de Mª Cristina de Nápoles, que se extendió
muchos años. Es una década en la que podríamos afirmar que se consolida
definitivamente la revolución liberal. Además, en esta década se libra una batalla
política que enfrentó no solo a absolutistas y carlistas con liberales, sino a los propios
liberales entre sí, porque estaba en juego el alcance de la misma idea de revolución.

Los rasgos de este período serían: la política del justo medio, entendido como una
tercera vía entre los carlistas y los liberales más exaltados. Esta teoría toma sus
referentes del pensamiento doctrinario francés, el equilibrio entre carlismo-absolutismo
y liberalismo. Esta tercera vía se plasma en un documento que no es una constitución
sino una carta otorgada, el Estatuto Real de 1834, vigente hasta 1836. En él se abandona
es naturalismo (lo que definía una constitución liberal, división de poderes) que se
sustituye por argumentos historicistas, porque recuperan la tradición, como la soberanía
compartida entre la corona y las cortes. Además se refuerzan las atribuciones de la
corona, se introduce el bicameralismo y se modifica el sufragio en la dirección de
restringir.

02/10/13

El estatuto real era un proyecto de cambio moderado de las estructuras socio-


económicas y políticas del antiguo régimen, de hecho era el fruto de al acercamiento de
los sectores más moderados del liberalismo y del absolutismo. El estatuto estuvo
sometido a dos tensiones: la guerra carlista (que estalla un año antes) y las negativas de
la regente a aceptar las reformas más tímidas que se propusieron. Tanto una cosa como
otra llevaron a los liberales de nuevo a la senda de la revolución, y de nuevo una
insurrección en un afán por radicalizar la propia revolución. La revolución, 1835-1836,
supuso el empleo de la violencia política insurreccional por parte de progresistas sobre
todo pero también de sectores moderados ante el temor de un triunfo carlista o a una
involución política en las filas del liberalismo más moderado.

Entonces esta revolución, conocida como la sublevación de los sargentos en la


granja, se va a extender a través de distintas agitaciones liberales y populares, y lo que
se pide son reformas más profundas y rápidas en distintas materias, como la abolición
señorial, desamortización, desvinculación, o la ampliación de la ley electoral (pero esto
no quiere decir que defiendan el sufragio universal, que lo van a hacer los demócratas).
Además, no aceptan la negociación con el carlismo, que según ellos representaba el
estatuto real.

En definitiva, son liberales progresistas. Los liberales exaltados del anterior


periodo se renombran como progresistas, y entonces a partir de ahora hablaremos de
liberales-progresistas y liberales-moderados. Estos liberales progresistas comparten con
el moderantismo el recelo a la acción espontanea de las capas populares y el miedo a la
radicalización democrática del ideario liberal (de ahí que no quieran ampliar el voto a
universal).

Hay dos historiadoras que han trabajado mucho "la utopía del liberalismo": Ana
Mª García Rovira e Isabel Burdiel.

La revolución del 36 puso punto y final al estatuto real (que duró solo dos años).
Entonces se abre un período desde 1836 hasta 1840 que supone la búsqueda de una
solución transaccional entre moderados y progresistas. Si el estatuto real representaba
un acercamiento de los reformistas absolutistas a los sectores más moderados del
liberalismo esto va un poco más a la izquierda, y supone el acercamiento de progresistas
y moderados en busca de una negociación, lo que supone la constitución de 1837, la
segunda de España. Esta es el resultado de un intento de equilibrar posiciones porque es
fruto de un pacto político. El objetivo es hacer bandera común frente al carlismo y hacer
frente a las presiones externas (Francia e Inglaterra).

La Constitución del 37 es la mezcla de las ideas del justo medio y de las cortes de
Cádiz. Se refuerza el ejecutivo y la corona, se presenta el bicameralismo y se aprueba
un sufragio censitario directo sobre la capacidad y las propiedades. Por ejemplo, en el
momento de mayor ampliación del censo el derecho al voto era en torno a un 4% de la
población, casi insignificante. El modelo de hombre liberal era un hombre con
propiedades, económicamente independiente, y el que tenía capacidades (como ser
ilustrado), para ejercer y tener criterio para decidir en política. La soberanía nacional
aparece pero solo en el preámbulo.

Si reflexionamos estaría más en la línea del liberalismo moderado, pero en el


momento se entendió como un pacto. Es una constitución muy elástica, permite la
alternancia de proyectos políticos muy distintos. El desarrollo del régimen que se
instauró con esta constitución estuvo condicionado por 2 aspectos importantes: el
carlismo, que se convierte en elemento constante; y la creciente tensión y las divisiones
internas entre los liberales sobre el alcance de la revolución.

En torno al alcance de la revolución en lo político, social y económico, se separan


dos opciones políticas que dan lugar a los partidos moderado y progresista. A la
izquierda de los progresistas aparece un grupo que no se define hasta 1849 como
partido, los más radicales del liberalismo: el partido demócrata. Dentro de este aparecen
ligados (aunque también al socialismo utópico) los primeros posicionamientos
republicanos. Demócratas, socialismo utópico y republicanos aparecen ligados.
En este período de vigencia de la constitución del 37 (hasta 1843) se pueden
deslindar dos etapas: 1.- la regencia de Mª Cristina (1837-40); 2.- la regencia de
Espartero (1840-43). En la primera se intensifica la guerra carlista que termina con la
intensificación de los liberales. Y por otra parte, también se produce la pugna política en
torno al control de órganos de poder decisivos, como los ayuntamientos, porque ellos en
algunas zonas fueron los principales baluartes del progresismo y del republicanismo. La
cuestión del poder municipal va a ser muy relevante hasta el franquismo, de hecho
cuando se proclama la segunda república los ayuntamientos de las grandes ciudades son
los que van a votar en republicano.

Los moderados lanzan una ofensiva que se centra en la posición de una nueva ley
de ayuntamientos en 1840 que garantizase al gobierno el nombramiento de alcaldes. Por
eso también, los moderados, junto con la corona, van a hacer una política tendente a la
centralización y la oligarquización, la subordinación a un poder más autoritario. A raíz
de estas medidas se produce el levantamiento progresista radical contra la regencia de
Mª Cristina a la que se pide que revoque la ley de ayuntamientos, esta se niega, y llega
la regencia de Espartero, que representa la posición más progresista- radical que
protesta contra la política de los moderados en convivencia con la corona en materia de
los ayuntamientos. A partir de ahora veremos a los progresistas defendiendo una
legislación que da mucho poder al municipio como forma de favorecer la participación
popular.

07/10/13

Espartero tenía una postura más radical frente al moderantismo de Mª Cristina. Es


una figura que en el siglo XIX tuvo mucho impacto político, a pesar de estar solo 3 años
en el poder tuvo una participación política muy activa en la segunda mitad del siglo.
Para algunos se podía situar en las filas del liberalismo más radical y por lo tanto podía
llegar a representar la máxima expresión de la soberanía nacional: las cortes de Cádiz
llevadas a la práctica. Sin embargo para otros no constituyó una postura radical sino que
se sitúa en las filas del liberalismo progresista, que trataba de reconducir la liberación a
los márgenes de un liberalismo censitario y no democrático, a la vez que marcaba las
diferencias con el moderantismo. Quizás esta visión, al ser Espartero más moderado que
radical (progresista), está muy mediatizada por la propia práctica del general que se
convirtió en un militar con una política muy personalista. Estos militares, que
representan una línea en el liberalismo pero que se inclinan al personalismo y la
política, se identifican con la persona.

En esta situación, durante su regencia, se va a acelerar la división interna del


propio progresismo, en los años 40 del XIX. Aquí están los orígenes de las posiciones
demócratas que culminan en 1848. Los orígenes ideológicos de los demócratas se
encuentran en la crítica de la constitución del 37, que no parece suficiente, por lo que
reclaman la constitución de 1812. Pero además, la ideología demócrata insiste en el
principio de igualdad (que había quedado algo marginado) y a raíz de este, la extensión
de derechos en plano democrático.

En cuanto a los orígenes sociales, se encontrarían en el ámbito urbano, donde


tendrían una amplia presencia los artesanos, maestros, pequeños comerciantes, es decir,
lo que podríamos denominar entre clases populares y pequeña burguesía urbana, que
pide en materia económica protección frente a grandes fabricantes y comerciantes y
apoyo económico (líneas de crédito) para la supervivencia de los pequeños talleres.

Estos sectores demócratas representan una vía alternativa a la reforma agraria


liberal, porque propugnan el acceso de la población a las ventajas de la reforma. Frente
a los grandes propietarios pedían la extensión de la pequeña propiedad. No es que
estuvieran en contra de la propiedad privada, solo querían una mayor distribución de la
misma, para un mayor número de personas, aunque se convirtieran en más pequeñas. A
su vez estos pequeños propietarios tendrían derechos políticos.

A fines del siglo XIX surge el estado de bienestar, fruto de la crítica al liberalismo
y al individualismo, naciendo el socialismo y por contra los fascismos.

El esparterismo va a sufrir la contra de distintos partidos políticos por el


personalismo de Espartero, que llegó a ser dictatorial. Fueron reuniéndose en la
oposición sectores muy dispares, como progresistas, moderados o demócratas. El
resultado fue una coalición nacional que pedía el reconocimiento de la mayoría de edad
de Isabel, como garantía del desplazamiento de Espartero, que finalmente es expulsado.
A partir de entonces los moderados se van a hacer rápidamente con el poder, con un
proyecto político que ofrecía seguridad y orden a los grupos sociales consolidados con
la revolución, es decir, la burguesía. Su programa ofrece seguridad y orden a unos
grupos que los respaldan y que fueron beneficiados por la propia revolución liberal. A la
altura de 1844 es el momento de la caída de Espartero y el triunfo político de los
moderados.

En 1844 (inicio gobierno Isabel II) el tránsito de la monarquía absoluta al estado


liberal se ha cumplido de manera "irreversible", porque había conseguido quebrar los
fundamentos ideológicos, políticos y económicos del antiguo régimen, y por otra parte,
la batalla política en torno a la definición y alcance de la revolución entre los liberales
acabó cediendo el control a los moderados.

En definitiva el liberalismo es un período muy largo que podemos dividir en 2:


desde 1812 hasta 1844, con altos y bajos, y una de consolidación de estado liberal, hasta
1868, cuando hay una propuesta muy clara de democratización.

 El carlismo: (autor: Jordi Canal para profundizar)

El carlismo es una proclamación de la coronación de Carlos María Isidro. El


hermano de Fernando VII Condiciona profundamente el carácter del liberalismo. El
carlismo se ha interpretado de muchas maneras que responden a los diferentes enfoques
historiográficos, pero se presenta en general como una respuesta al liberalismo, es
antiliberal. Se aplica en determinadas zonas de España, no en toda.

Hubo tres guerras carlistas (buscar manual*), todas ganadas por los liberalistas, de
1833 al 1840 (regencia de Cristina), de 1846 al 49 (con Isabel) y de 1872 al 76 (con la
proclamación de la Restauración). Evidentemente las guerras se producen porque hay
un movimiento que las propicia, que es el carlismo, un rasgo particular en la hª de
España (aunque ahora se afirma que no tanto). Es un movimiento de larga duración (con
una persistencia enorme, se ve un precedente en los malcontents de la década ominosa,
en el 27, y perdura hasta la actualidad, con fases de auge, durante la guerra civil y
declive, con varias redefiniciones).

El análisis histórico del carlismo presenta una serie de dificultades de


interpretación porque les ha resultado un movimiento paradójico, con una amplia masa
popular, por una parte, pero, constituido en defensa de un modelo de sociedad basado en
el privilegio. Entonces se ha empezado a comparar con otros movimientos que han
movilizado a sectores populares y campesinado en otros países, en contextos similares,
ej. el miguelismo en Portugal, que también es un movimiento antiliberal y con el
movimiento cristero en México, como respuesta a la revolución zapatista. Por lo tanto,
no parece tan original.

El carlismo fue respaldado por los sectores populares en el ámbito rural, e


impulsado por las clases dirigentes, por ello persistió la capacidad movilizadora. Pero
por qué lo respaldaban. Las primeras interpretaciones, como la de Tuñón de Lara o
Vicen Vives, lo explican como que están dirigidos por oligarcas o eclesiásticos que
arrastran unas masas analfabetas y fanatizadas. Con la incursión de Thompson se
empieza a revalorizar la agencia social, la capacidad del campesinado para actuar de
manera más autónoma, por intereses propios, no que estuvieran puramente fanatizados.
Jaume Torras dice que los campesinos se ven perjudicados económicamente por el
liberalismo en la medida que impone unas transformaciones jurídicas y económicas que
transforma su sociedad tradicional, y se les impone un régimen fiscal perjudicial. Estas
son interpretaciones del carlismo de los años 70 en la línea de entenderlo como una
respuesta a las transformaciones socioeconómicas.

Las más recientes han vuelto un poco a la interpretación política, de ver el


carlismo como un movimiento que se articula en torno a la figura de don Carlos, porque
lo ven más adecuado para abanderar la opción antiliberal, y que tiene una razón de ser
en una causa política. Los carlistas reaccionan frente al liberalismo político a través del
lema de defensa de la monarquía absolutista y de la religión como eje de su ideario.

Parece que no se ha tenido en cuenta que los carlistas toman fuerza cuando se
convierten en los abanderados del ultra absolutismo, cuando Fernando VII se transforma
en reformista.

Vemos que existe una base social amplia, que abarca clases dominantes del
antiguo régimen y también bases sociales campesinas. Aunque inicialmente vemos
distintos focos en la península, en la segunda fase acaba limitado a territorios forales:
País Vasco, Navarra, regiones de Aragón, como el Maestrazgo o el Bajo Ebro y zonas de
la Cataluña interior.

A esto se puede añadir la importancia en las últimas décadas hacia un aspecto


relacionado con la cuestión foral. Para algunos el fuerismo fue un factor clave en forjar
el carlismo, porque este reivindicaba los fueros como una seña de identidad (defensa del
régimen jurídico local que fueron abolidos por la revolución liberal). Finalmente los
fueron vascos se abolen con el cierre de la III guerra carlista, lo que indica una fuerte
derrota y casi el fin del carlismo. El carlismo se ha venido a relacionar con el
nacionalismo, por ejemplo, el vasco, pero por contra no hay nacionalismo en Navarra.

08/10/13

En los últimos trabajos que ha hecho Jordi Canal se han destacado del carlismo
las siguientes cuestiones: la importancia de los referentes culturales y de su uso político,
lo que da al carlismo una gran capacidad para reproducir socialmente el mensaje, un
mensaje que no deja de ser el mismo durante todo el tiempo, no cambia es el mismo
todo el tiempo: Dios, patria, rey. Se han estudiado los valores, sentimientos,
experiencias compartidas y una cuidada escenografía de símbolos, como las
conmemoraciones de los aniversarios y centenarios de la primera guerra carlista,
nacimiento de Carlos María Isidro, símbolo de fortalecimiento del ideario y transmisión.
Las interpretaciones carlistas dentro de la historia social se relacionan con las
representaciones, los símbolos, los rituales, la importancia del tipo de sociedad o
comunidad en que se desarrolla el carlismo, con estructuras familiares muy importantes
para la socialización de los valores carlistas.

Se han destacado del carlismo, desde una nueva visión, las siguientes facciones:

- la importancia de los referentes culturales y su uso político, lo que da al


carlismo una gran capacidad para difundir el mensaje: dios, patria, rey.

- es un movimiento contra revolucionario (contra la revolución liberal) que se


sustenta en guettos concentrados en provincias, que llegan a constituirse en una especie
de contra sociedades en una concepción de valores distinta a la concepción liberal, son
maneras de entender la vida y política diferentes.

- la importancia de la perpetuación, cómo el carlismo siendo un movimiento


antiliberal sigue existiendo en el siglo XX. Estos historiadores dicen que se debe
estudiar tanto el carlismo decimonónico como el del siglo XX, donde se produce una
modernización (de ahí su capacidad de pervivencia). La modernización como extrema
derecha ya en el siglo XX se dota de una gran capacidad de movilización en el espacio
público. Se convierte en un movimiento de masas. Ya en los años 30 el carlismo pervive
en parte gracias a la política laicista de la II República, porque es lo que orienta a los
carlistas hacia un activismo paramilitar, insurreccionista y armado. Actúan como una
corriente más entre los insurgentes de la guerra civil.

También insisten en que se debe enmarcar en la hª de la contrarrevolución en


sentido antiliberal en occidente. El carlismo se asemeja a otros movimientos en otros
países:

- la adaptabilidad política, que le permite concertar alianzas con otros en tiempos


de guerra y paz.

- la imprecisión programática, un lema muy básico (dios, patria, rey). Son


términos imprecisos que apelan mucho a los sentimientos. Ej, el concepto de patria
puede ser muy variado.

- el carácter amalgamático del carlismo, es una fusión de muchas cosas. El


carlismo supo articular y dar sentido a una muy variada gama de descontentos. El temor
por el orden social subvertido por la revolución: el clero y la nobleza; la reivindicación
de los privilegios forales; la reacción contra el empobrecimiento económico del
campesino; la monarquía y la religión amenazadas; los descontentos por la disolución
de la sociedad tradicional.

- insisten en la capacidad de reproducción del mensaje carlista: sentido de


comunidad, de familia, valores, conmemoraciones, etc.

14-10-13

 Moderantismo.

En la Revolución liberal es un proceso muy complejo, tiene muchas idas y


venidas. Todo el período de consolidación se mueve en la línea divisoria del
moderantismo. Esta sería la última fase de consolidación del liberalismo en España
entre 1844 y 1868. En 1844 es un momento en que una coalición nacional derrota al
general espartero bajo la bandera de la mayoría de edad de Isabel II, tenía 13 años
cuando accedió al trono.
Isabel II accede al trono, es una niña y quien está detrás manejando los hilos del
poder será su madre. Se crea una imagen de Isabel II como una reina manipulable y la
coronan con un poder muy secuestrable. Entonces, la caída de Espartero supone el
fracaso del caudillismo militar, un término que alude al caudillo en las filas del
progresismo. El poder político en manos de un militar situado en el liberalismo
progresista, figura sustituida por otro militar emblemático que representa el caudillismo
moderado conservador, que sería Narváez (espadón de Loja). Los grandes espadones
eran los militares, tanto espartero como Naeváez era el control político a través del acto
de pronunciamiento. Narváez consolida un ejército a través de tenerlo contento
económicamente y se gana la confianza de su cúpula. Otra figura importante en el
período es la civil con Bravo Murillo, abogado que representa el moderantismo civil y
de alguna manera representa, es uno de los pioneros de la clase política nacional. Con
estos dos personajes, son los más representativos. Todos estos liberales que no tienen
una procedencia no nobiliaria reciben títulos nobiliarios, cuando llegamos al Siglo XX,
si echamos la vista atrás los nobles esos no son los grandes de España sino son de nuevo
cuño, son los advenedizos.
Las cuestiones más importantes de este período, es un todo uniforme, con un
pequeño incidente que es el bienio progresista (otro pronunciamiento) en el año 54. Los
rasgos de esta década, lo más importante son los siguientes, una nueva constitución
porque la del 37 a los moderados les parece excesivamente progresista, la del 45 es una
constitución inspirada en una figura que protagoniza el período, no está en el mundo de
la política pero es más intelectual un pensador Donoso Cortés.
Donoso Cortés, algunos lo han visto que junto a Yauma Balmes (representantes
del neocatolicismo en el Siglo XIX) sus pensamientos son católicos pero se mueven en
las filas del liberalismo moderado, en el cual la corona tiene amplias atribuciones.
También es el que da un impulso en España al doctrinarismo, al pensamiento liberal del
justo medio. La Constitución del 45 estuvo vigente hasta el 68 con el paréntesis del 56
al 58 con el bienio progresista. Esta constitución de 1845 fija los principios del
constitucionalismo de los moderados, es el modelo ideal de constitución, se basa en la
soberanía compartida ampliándose las prerrogativas del rey (la corona sale fortalecida),
hay soberanía compartida, pero las atribuciones del rey son mayores que en la
constitución del 1837 y la corona sale más fuerte. Las fuentes doctrinales de 1845 son el
justo medio y con influencia de los afrancesados, el artífice intelectual es Donoso
Cortés. Se acentúa el carácter del Senado (bicameralismo) se convierte en una cámara
de designación regia, el rey nombra quien ha de pertenecer al senado, son figuras de
carácter vitalicio.
Por último, se restringe el carácter censitario del sufragio hasta situarlo a un 1%
de la población, que es la que puede votar, dadas las restricciones dado la propiedad/
capacidad. Con lo cual eran 100.000 electores los que podían votar frente a los 600.000
de la legión progresista. Se ha denominado un sistema oligárquico antidemocrático.
Otro de los rasgos de este período para entender las movilizaciones que hay
desde abajo, es la reforma fiscal, es una cosa muy importante en la política económica
del liberalismo. La reforma fiscal, se echa abajo el sistema económico del Antiguo
Régimen y hay que poner en marcha una nueva fiscalidad, ya no sirven esas
contribuciones fragmentadas de los habitantes del país, se han acabado los diezmos,
señoríos jurisdiccionales, se empieza a construir una fiscalidad basada en el estado. El
estado recauda y se va a optar con esta reforma fiscal, en el año 45 es cuando esto se
pone en marcha a través de esta reforma. Se va a optar por una fiscalidad por dos
impuestos el indirecto y el directo. La fiscalidad directa que se grava sobre la economía
rural, la contribución de inmuebles de ganadería y por otro lado los impuestos indirectos
que son los consumos. Uno de los motivos por los cuales se producen más
conflictividad social en medios urbanos tiene que ver con esta fiscalidad (consumos)
que son los impuestos indirectos sobre el consumo.
Los efectos de esta fiscalidad son un aumento en la recaudación aunque también
es incitable la recaudación del Estado, es bastante imputable a las desamortizaciones
(que tienen lugar en este momento) es en el 36 la de Mendizábal y luego la de Madoz,
esto favorece la financiación de un estado cada vez más complejo y costoso con nuevos
organismos que exigen además un control a nivel naciones del orden público que
controla todo el territorio y protege la propiedad, (como es la Guardia Civil), aparece la
industria, el cuerpo nacional de notarios etc.
Otra de las cuestiones importantes en este período es la consolidación de una
legislación moderada que no se había conseguido aprobar y se recuerda los municipios.
Se pone en marcha la política municipal y provincial. Es una legislación que suprimía el
carácter electivo de los alcaldes y ponía fin a una relativa autonomía que tenían los
poderes locales y provinciales. Situaban a las instituciones bajo el poder ejecutivo. Esto
quiere decir que las posibilidades de implantar un estado liberal muy centralizado que
otorga muy escaso poder a los poderes locales frente a la vía más progresista que
defendería una mayor autonomía del poder local, porque los ayuntamientos habían
pasado poco a poco a ser reductos en las capitales de provincia. Esta cuestión de la
política local, del centralismo vs localismo.
Es este momento en el que se crea la Guardia Civil, que lo que hacen es sustituir
a la milicia nacional, que hacía las funciones de vigilancia de la Revolución, es
sustituida por la Guardia Civil que se crea en 1844 surgió para proteger las personas y
propiedades. La propiedad, en este nuevo universo liberal en el que aumenta el número
de propietarios tiene que haber una protección. Se firman los acuerdos con la santa sede,
nos lleva a otra cuestión relevante que es la iglesia, la religión y en qué lugar queda la
iglesia tras la revolución liberal. Se firma el concordato con la Santa Sede de 1851 que
va a estar en vigor durante más de un siglo salvo en los períodos que se suspende que
son el sexenio democrático y la II República, es un acuerdo entre el Vaticano y el
Gobierno de un país y el valor simbólico de este concordato de 1851 es el fin del
contenciosos entre la Santa Sede y la Monarquía Constitucional derivado de las
reformas liberales, como la desamortización eclesiástica.
Algunos autores interpretan que lo que respalda en materia de un tratado
internacional lo que respalda es la nueva política de los moderados que es la de alguna
forma compensar simbólicamente a la iglesia por todo el patrimonio perdido a raíz de
las desamortizaciones. A través del concordato, la iglesia española y la santa sede
asumen que las desamortizaciones son irreversibles, se asume la pérdida. Y por su parte
el estado reconoce la religión católica como propia del Estado español, un
reconocimiento oficial dentro de un convenio con la Santa Sede. Luego, por otra parte,
es lo que más implicaciones van a tener, es que se le otorga a la iglesia un papel muy
importante en la educación de los españoles, y también el estado se compromete a velar
por la adecuación al sistema educativo de la religión católica. Que el sistema educativo
integre, esté en consonancia con la religión católica y además en el concordato el Estado
se compromete a sufragar, financiar el culto y el clero, lo que se llamaba la constitución
de culto y clero. El estado mantenía de alguna forma el culto y el personal. De alguna
manera se ha entendido que este período del moderantismo va a favorecer de y una
manera compensatoria lo que había sido la pérdida previa de la iglesia durante la
primera mitad del Siglo XIX.
Otros dos elementos importantes del período son, por un lado una rebelión
Carlista, la rebelión de los Matiners del 1846 al 1849 y por otra parte la Revolución de
1848 y sus efectos en España (la llamada primavera de los pueblos) por una parte
produjo una fuerte represión de los que consideran algunos que fue una revolución
inexistente, pero que fue aprovechada por Narváez para disolver las Cortes y poner en
marcha el discurso de Donoso Cortés, reprimieron a los sectores que suscitaban
conflictividad social etc. Por otro lado el efecto de la Revolución del 48 es que los más
jóvenes se van a sentir atraídos por la primavera de los pueblos y se va a generar es un
distanciamiento del progresismo oficialista son los primeros republicanos y demócratas
que engrosan las filas del partido democrático. Estos progresistas lo que defienden es el
sufragio universal, cortes unicamerales, separación de poderes, milicia nacional, poder
municipal etc. una reforma radical del sistema tributario y eliminando consumos y una
cuestión fundamental en estos momentos que será un detonante central que va a ser la
abolición de las quintas, la petición que hacen los progresistas republicanos y
progresistas. Por quintas se entiende que es un sorteo que se hacía entre los candidatos,
los jóvenes que estaban en edad de hacer el servicio militar y los que salían tenían que
ir, la perversión de este sistema es que había una legislación que permitía librarse del
cumplimiento del servicio pagando una cantidad de dinero. Esto implicaba que
quedaban exentos los hijos de las familias pudientes o adineradas, siendo los hijos de las
clases populares los que cubrían el servicio. Esto provocó entre las clases populares
movilizaciones muy fuertes que emplearon de manera estratégica los sectores del
progresismo más demócrata que aparecen en estos momentos. El moderantismo se
fortalece en el poder debilitándose el moderantismo, se empieza a desgajar el
republicanismo, los demócratas, el socialismo utópico. En este período es también
importante el impulso que se da desde el estado a la propia organización del estado y la
consolidación de estructura a través de reformas técnicas y administrativas.
Son reformas administrativas y técnicas que refuerzan el estado, se potencia el
papel de los gobernadores civiles durante este período del reinado de Isabel II en lo que
va a hacer la configuración de un sistema electoral corrupto. La figura de los
gobernadores civiles es fundamental en el clientelismo político. Se da un impulso a la
vertebración del mercado nacional, es un momento clave de eliminación de las trabas en
la circulación de bienes y de mercancías y por supuesto todo un programa de obras
públicas en las que el estado es el protagonista, se invierte en el transporte,
comunicaciones, canales y se amplía que el capitalismo de los negocios actúe,
favoreciendo que se estrechen lazos entre la política y las finanzas. Es el momento
también en el que se empiezan a construir los primeros ferrocarriles como el de
Barcelona o Madrid- Aranjuez que es del 51, son los inicios de lo que luego se
desarrollará durante el bienio hasta el año 1868.
Toda esta línea política moderada experimenta un paréntesis con lo que se llamó
el bienio progresista que se desarrolla desde el año 1854 al 1856. Es una insurrección
que tiene como motivo, uno de los más aparentes es la defensa de la moralidad pública
y el rechazo a su camarilla política y financiera. No hay una propuesta muy diferente a
lo que habían sido las políticas sino a la forma de ejercerlo sobre todo al entorno
cristino. Lo que indica son los lazos que se establecen entre la política y las clases
financieras, cuando cae el reinado de Isabel II se produce una crítica moral, y lo que O’
Donnell hace es que los sectores más centristas de ambos partidos (unión liberal) que va
a perdurar durante los años posteriores al final del bienio progresista (2ª Parte del
reinado de Isabel II). La labor más perdurable es la desamortización de Madoz que
favorece un reparto o acceso de los lotes de tierra a sectores más amplios de la
población no solo a los más adinerados. En este bienio progresista se dan también dos
leyes, que van a ser fundamentales para la transformación y desarrollo económico del
país que son la Ley de Ferrocarriles que consagra el ancho de vía y favorecer toda la
inversión como crea el sistema de inversión en la construcción del ferrocarril que va a
ser dual, con la participación del estado que hace concesiones a las empresas privadas.
Las sociedades de crédito favorecen el desvío de capitales (dinero) nacionales y
extranjeros hacia actividades especulativas en lugar de hacia la industrialización. Esto
estima un modelo financiero aparece el banco Santander en el año 87, el crédito
mobiliarios español (anterior al Banesto).
En el Bienio progresista se produce una intensificación de la protesta y
conflictividad social, tienen lugar las primeras huelgas (coligaciones) en Barcelona es
una protesta obrera, está relacionada con la mejora de salarios y derechos sociales
dentro de los trabajadores del textil. La movilización está guiada por una lucha contra
los impuestos indirectos, las quintas y la carestía y escasez de productos, será un modelo
de conflictividad de aquí en adelante hasta la II República.
21-10-2013

DESARROLLO ECONÓMICO Y ASPECTOS SOCIALES DEL


SIGLO XIX

 Desarrollo económico: industrialización y capitalismo.

La obra clásica para afrontar el tema es la de Jordi Nadal, El fracaso de la


industrialización en España (1975). Otro autor igualmente importante es Gabriel
Tortella, Los orígenes del capitalismo en España o El desarrollo de la España
Contemporánea. La pregunta que se hicieron fue cómo afectó la revolución liberal al
desarrollo de la economía capitalista. Y ellos entienden, siempre desde una
interpretación de la revolución liberal como un pacto entre la nobleza y burguesía (los
dos estratos sociales dominantes en el viejo y nuevo orden), que el desarrollo de la
economía capitalista estaba caracterizado por el atraso agrario y el fracaso de la
industrialización.

El retraso agrario se debería a una estructura dominada por una aristocracia


latifundista y por una oligarquía terrateniente-burguesa, que 1.- dedicaban parte de sus
terrenos a la caza o baldío, no la explotaban; y 2.- no realizaban inversiones productivas
ni mejoras técnicas. Hay una resistencia en las clases propietarias para emprender las
innovaciones necesarias para que el campo entre en una dinámica de producción
capitalista. No hay aumento de capital, de inversiones, ni de técnicas, si hay aumento
productivo es porque se aumenta la extensión. Este no pudo ser el soporte de una
verdadera revolución industrial. De hecho dicen que el campo español no se mecaniza
hasta 1960.

Esta interpretación del atraso agrario como freno del capitalismo en España parte
de un presupuesto: se presta atención al modelo inglés de revolución industrial según el
cual es progreso agrícola permite un incremento demográfico con la consecuencia del
éxodo rural a la urbe y surgimiento del proletariado, que es consumidor de la nueva
producción industrial. También habría que añadir que hay una derivación de los
resultados productivos en el campo hacia la industria, y por eso se produjo la
industrialización, pero debía haber un desarrollo agrícola. En suma, estos historiadores
analizan el caso español a partir de un modelo (el inglés) que se suponía el mejor para
ello.

El otro elemento que dicen que caracteriza el desarrollo capitalista español sería el
fracaso de la industrialización. Este ha sido el leit motiv de la revolución liberal. Según
Nadal, Tortella y otros, los capitales en vez de dirigirse a la industria se dedicaron a la
compra de tierras desamortizadas. Por otro lado, la fascinación por la construcción de
los ferrocarriles llevó al gobierno a invertir en ellos en detrimento de la inversión
industrial. Además, la oferta ferroviaria se anticipó a la demanda, el gran negocio fue la
construcción no el uso. Afirman que a medio plazo el colapso del ferrocarril (en los 60)
se debió a esta precipitación en su construcción. Por tanto el sector industrial no tenía
suficiente capital porque no se invertía, tampoco había una demanda importante, y por
supuesto no había un avance tecnológico, lo que afectaba sobre todo al sector textil
catalán.

Frente a estos planteamientos que insisten en el fracaso, atraso y subdesarrollo, la


historiografía reciente ha señalado que las transformaciones de la reforma agraria liberal
no siempre condujeron al atraso agrario. Y por otra parte, el crecimiento industrial fue
lento, pero existió, y fue más variado regionalmente de lo supuesto hasta ahora. Estos
estudios han adoptado un enfoque local y regional para ver por ejemplo que existían
otro tipo de industrias no estudiadas habitualmente.

Sobre el campo, desde el segundo tercio del siglo XIX estos nuevos historiadores,
como el propio Tortella o Prados de la Escosura, dicen que se asiste a un desarrollo
continuado del capitalismo en el sector agrario, que se evidencia en:

1.- que se consigue ir articulando un mercado interior. Los intercambios entre


centro y periferia eran irregulares, y no había unidad de precios, se consigue un mercado
más cohesionado con mayor unidad de precios y mayor regularidad de conexión entre
periferia y centro. Esta nueva articulación evita grandes oscilaciones de precios. Esto se
hace a partir, sobre todo de la segunda etapa del trienio liberal cuando se formula un
modelo de des agrario basado en potenciar el mercado interior y las exportaciones. Esto
va a ser el eje de la política económica decimonónica, y se expresa a través de la política
arancelaria: prohibición de importar grano para cohesionar el mercado interior.

Con lo cual a finales de 1830 se consolida un flujo regular de cereales del interior
a los mercados de la costa Mediterránea, el desnivel de precios empieza a disminuir.

2.- la inserción de la producción española en los mercados internacionales, unos


mercados que demandaban debido a sus propios procesos de industrialización,
productos alimenticios. Entonces aumenta la demanda y España se convierte en país
exportador. Además se exporta minería. De tal forma que como dice Prados de la
Escosura las exportaciones crecieron muchos, en algunos momentos las tasas de
crecimiento fueron superiores a las de los países industrializados, pero a veces los
productos no fueron tanto los cereales, como los derivados de la vid, cítricos y aceite,
dilucidando una adaptación de la exportación en función de la demanda, algo que no se
corresponde con un país estancado.

En cuanto al fracaso de la revolución industrial se produce un replanteamiento que


pone en cuestión la imagen de fracaso, de retraso o de ser una industrialización
incompleta o limitada. Otros historiadores como Carreras afirma que entre 1831 y 1861
la producción industrial española progresa a un ritmo elevado aunque fluctuante, tanto
en relación con el crecimiento de la renta nacional como con el desarrollo de otros
países. Y prosigue diciendo que el crecimiento de los 40 y 50 es excepcional y los
caracteriza como el arranque de la revolución industrial. No es casual que en 53 un
economista francés publicara un artículo llamado Resurrección material de España. Lo
que ha sucedido es que se han estudiado dos sectores que tradicionalmente han
constituido los sectores que vertebran el desarrollo industrial en cualquier sociedad
industrializada, que son el sector textil y la industria pesada.

En el caso del sector textil es la industria algodonera la que se desarrolla en un


95% de su producción, en Cataluña, que tiene un periodo de expansión entre 1830-1840.
A esta modalidad de desarrollo industrial se le ha criticado que no fuera lo
suficientemente competitiva como para competir en el mercado extranjero, no llega a
exportar, pero habría que tener en consideración que esta industrialización en Cataluña
se llevó a cabo sin que se dispusiera de hierro y carbón propios (como sí en el caso
belga, alemán o vasco).

El otro sector que se ha privilegiado por la historiografía ha sido la industria


pesada. La gran pregunta que se han hecho los historiadores es que siendo España a
principios del siglo XX el primer exportador de minerales ferrosos, contando con esta
materia prima, cómo se explica el retraso de la industria siderúrgica nacional. La clave
es el ferrocarril. Dicen que el estado perdió la oportunidad del ferrocarril, podía haber
aprovechado la ocasión para impulsar una industria siderúrgica que proveyese los
materiales para la industria del ferrocarril, pero no fue así, ese material, además del
capital, fue exportado.

Pero en los últimos años se ha investigado más y se ha producido un giro


prestando atención a otras industrias, saliendo del modelo británico porque quizás el
desarrollo industrial no debe pasar por el textil y la siderurgia sino que puede producirse
en otros ámbitos productivos. Un libro de Jordi Nadal, La cara oculta de la
industrialización española, habla de eso. El estudio de estos sectores no líderes junto
con los estudios regionales y locales abrieron nuevas perspectivas, como la importancia
de manufactura artesanal, como es el caso de la industria harinera en Castilla,
vitivinícola en La Mancha, corchera en Cataluña, Valencia el desarrollo de la química o
la metalurgia. Muchas de estas industrias son de alcance local pero tienen relevancia en
su ámbito.

Este es más bien un balance historiográfico. Podríamos hablar de un desarrollo del


capitalismo lento y fluctuante, pero no inexistente. Lo que pasa es que el modelo inglés
no se sigue al pie de la letra.

 Transformaciones sociales de la Revolución Liberal:


No existen obras de conjunto, con lo cual podemos comprar la situación con la hª
económica, que tuvo más desarrollo. Podemos recurrir a un hispanista canadiense:
Schubert, con un enfoque orientado hacia la historia sociocultural.

En este caso las transformaciones qué produjo la reforma liberal evidentemente


tuvieron efectos sociales. De hecho es evidente que la sociedad del antiguo régimen es
diferente a la decimonónica. Desde un planteamiento marxista se pasó de una sociedad
estamental a una sociedad de clases, por medio del desarrollo de la propiedad privada.
Lo que aparece en primer lugar es una nueva clase de propietarios, ya que a propiedad
individual es el eje jurídico del sistema liberal. Era una amalgama de sectores de la vieja
nobleza y la nueva burguesía terrateniente. En el caso de la nobleza algunos no pudieron
adaptarse, como los duques de Osuna, y debieron vender, pero otros sí. En cuanto a su
poder político no fue un poder formal, que se hallaba en el senado, pero a pesar de la
carencia de poder político formal no fue un grupo social sin poder porque logró
mantener su prestigio e influencias sociales sobre todo a partir de la corte. El séquito de
la reina era el coto de la nobleza. La nobleza fue parte de la clase propietaria pero no
fueron los únicos, sino que apareció un grupo de terratenientes del proceso
desamortizador, la burguesía mendizabalista, que se unió a los nobles y consiguió
superarlos en número.

La burguesía agraria era también un grupo muy diverso, con grandes


terratenientes y arrendatarios, labradores acomodados, comerciantes, financieros,
profesionales, cargos administrativos, etc. Es un bloque muy heterogéneo, y la única
coherencia procede del contraste que se puede hacer con las clases bajas. A ellos habría
que añadir la burguesía industrial, sobre todo en Cataluña con el algodón y en Madrid
con la burguesía financiera, que protagoniza la creación de bancos, pero también se
encontraba en otros centros urbanos más pequeños como Cantabria, Santander o Cádiz.
Es precisamente esta última burguesía junto con los militares la que protagoniza el
proceso de ennoblecimiento, nobles por méritos políticos, militares y por servicios
empresariales.

Esta burguesía industrial y financiera es un sector minoritario que contrasta con


otros grupos de las clases medias urbanas, que no acceden a los beneficios del empuje
comercial y financiero. Aquí encontramos una tipología compleja también. Por una
parte estaría el funcionariado y las profesiones liberales. El aumento de las clases
medias urbanas es muy relevante en el siglo XIX, casi como una pequeña burguesía.

Y por otro lado estarían las clases urbanas subalternas a las que los
contemporáneos aplicaban el término de pueblo (artesanos, tenderos, servicio
doméstico) pero todavía no proletariado industrial, concepto ligado al desarrollo fabril
que emerge en zonas como el País Vasco y Cataluña.

Este pueblo comparte con las clases medias el sentido de la propiedad, no hay un
cuestionamiento de la propiedad privada, y están muy vinculadas inicialmente al
progresismo, y después al discurso demócrata y al republicanismo en los 70.

La pregunta que se han hecho los historiadores es cómo se formó la burguesía en


España. Burgués y burguesía son conceptos que solo aparecen en el diccionario de la
RAE en 1884. Para definirlo y poder responder a la cuestión tendríamos que remitirnos
no solo a cuestiones económicas (como propietarios) sino también a cuestiones de
carácter cultural. La burguesía es el resultado de patrones de conducta compartidos, ocio
compartido, procesos de socialización compartidos, y de todo esto están excluidos otros
sectores. También influye la cuestión de las familias y el modelo liberal de género, que
es burgués.

En el campo vamos a encontrar dos grupos a parte de los propietarios, que muchas
veces son absentistas: el proletariado rural español, jornaleros, que aparecieron sobre
todo en el sur debido a la consideración de la gran propiedad, los latifundios, donde los
bajos salarios y el gran paro estacional da lugar a una gran conflictividad; y los
labradores, o pequeños o medianos propietarios que han comprado bienes
desamortizados. Quizás son más característicos de levante y norte y van a tener un papel
importe en la política, porque van a ser por lo general su atención va a ser captada por el
sindicalismo católico, mientras que los jornaleros van a estar movilizados por el
anarquismo y socialismo.

22-10-13

LA REVOLUCIÓN DEL 68. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO Y


LA I REPÚBLICA. LOS RETOS DEL FEDERALISMO Y DEL
CANTONALISMO

En un período muy corto cambian muchas cosas, hasta el gobierno del estado. Los
liberales apuestan por una forma de gobierno monárquica, y es en este momento la
primera vez que se proclama una república. Aunque es una experiencia muy breve tiene
bastante apoyo.

La revolución del 68, conocida también como la gloriosa, o septembrina, es un


pronunciamiento militar pero también con apoyo civil, que lleva al destronamiento de
Isabel II. Uno de los factores es la falta de legitimidad que había alcanzado la
monarquía isabelina. Este proceso abierto con el destronamiento de Isabel II, y que es
posibilitado por la gloriosa, va a significar un proceso de cambio político que va a
modificar en gran medida los principios y maneras de la política española. Son 6 años
muy intensos en los que se sucede una monarquía que muchos han denominado
democrática, cuyo rey es Amadeo de Saboya, una república federal, que se proclama en
el 73, y una república unitaria en el 74, y por ultimo una monarquía restaurada
(borbónica) constitucional en la figura de Alfonso XII.

Todos estos cambios están ligados a problemas y procesos que suceden en el


período, todo este período coincide con la sublevación cubana y el inicio de la guerra de
los 10 años, desde el 68 al 78 (primeros años de la restauración borbónica) un
acontecimiento importante que afecta a la política interior, estabilidad gubernamental.
Hay otra guerra carlista (la tercera) desde el 72 al 76 y por último la revolución
cantonalista ligada al concepto de república federal en 1873 en distintos lugares de la
Península.
La primera pregunta que se hacen los historiadores es por qué fue liquidada la
monarquía isabelina, y por qué se produjo la revolución y se abrió un período de
proclamación de nueva constitución (la del 69). Diversos factores se han esgrimido para
explicar la caída de la monarquía y el estallido de la revolución. El primero estaría
relacionado con una cuestión de política interna, que es el retraimiento de los
progresistas. Más importante quizás es la posición que van ocupando en el juego
político el partido demócrata, con un carácter antidinástico acusado. El partido
demócrata, que tiene unas bases sociales interclasistas (representa clases medias
urbanas, tanto las profesionales como las subalternas, el pueblo) tenía un programa que
defendía el sufragio universal (una concepción del voto como derecho natural, no como
función), los derechos y libertades individuales (que se refleja en la constitución), la
libertad de culto (tema que los diferencia, junto a los republicanos, de los liberales tanto
progresistas como moderados), libertad de imprenta completa, supresión de quintas y la
supresión de la pena de muerte.

Todo ello, junto con tal vez el factor más importante, la inestabilidad de los
gobiernos isabelinos y el agotamiento político del moderantismo y la pérdida de
legitimidad política (ligada a la vida privada de la reina y al funcionamiento de la corte).
A esto habría que sumar la fuerte crisis económica, que también estaba ligada a una
crisis de subsistencias que se produce en el 64, pero sobre todo es una crisis derivada
del propio crecimiento económico que acompaña a la primera fase de la revolución
industrial. En la primera mitad de los 60 el modelo de crecimiento económico
fundamentado en la especulación financiera y de los negocios, sobre todo ligados al
ferrocarril, entra en crisis, además de que hay una recesión nacional. Se podría decir que
es la primera crisis económica contemporánea del estado español.

Esta ilegitimidad va a llevar a una conspiración contra la figura de la reina y de la


monarquía borbónica. Es una cuestión de antimonarquismo, no es que haya una
reacción republicana. Empiezan a aparecer muchos periódicos de corte republicano. La
publicidad contribuye a minar la credibilidad de la monarquía isabelina. Distintos
sectores políticos, no necesariamente afines, se unen para conspirar contra el
exclusivismo moderado y la política isabelina: progresistas, unionistas (de la Unión
Liberal de O’ Donnell) y “demócratas”. Hay un exclusivismo moderado, se ha
convertido en la opción política en el respaldo de Isabel, se ha formado un binomio
político en el cual no entra nadie. Esta alianza, entre sectores no afines, y con
diferencias entre ellos se alían para respaldar el pronunciamiento, que en relación con
el pronunciamiento del pasado español tiene una diferencia que es derrocar a la reina.

El pronunciamiento tiene muchos apoyos políticos civiles y militares, y con


respecto a los anteriores tiene un objetivo diferente: acabar con la monarquía. Como
siempre, dentro de lo que es la trayectoria del liberalismo y las insurrecciones liberales
se va a producir la coexistencia de dos poderes: las juntas (que siempre aparecen en los
momentos insurreccionales para representar el poder más inmediato del pueblo) y el
gobierno provisional que se forma encabezado por el General Serrano, con 5
progresistas, entre ellos el General Prim, Sagasta (futuro líder del partido liberal) y Luis
Zorrilla, y 3 miembros de la unión liberal. Era la gente más moderada entre los
insurrectos.

Como siempre la representación más directa de la soberanía nacional va a ser la


de las juntas en un primer momento. Por lo tanto, bajo presión de las juntas, de carácter
local (constituidas por las personas más representativas de la localidad, elegidas por el
pueblo en principio), van a presionar al gobierno provisional para que incluya en su
manifiesto los derechos que recogían los manifiestos de esas juntas. Las juntas
proclaman su ideario a través de unos manifiestos. Esos planteamientos son los
siguientes:

- supresión del impuesto de consumos (algo muy característico de un


planteamiento juntista en estos momentos) que gravaba principalmente a las clases
subalternas.

- la emancipación de los hijos esclavos nacidos bajo la revolución.

- libertad de enseñanza, algo nuevo en las reclamaciones de derecho, y está


vinculado a la iglesia. La libertad de enseñanza significa que se permita que tanto en las
universidades como en la enseñanza media la transmisión de conocimientos no tenga
que seguir la línea de la ortodoxia católica. Aquí están los orígenes del conflicto entre
anticlericales y clericales. La religión, antes motivo de unidad se convierte ahora en
motivo de discrepancia.

- libertad de cultos, también en relación con la iglesia.

- libertad de imprenta, de asociación y reunión.

-supresión de las quintas. Pero la promesa de acabar con las quintas se acaba con
el levantamiento de Céspedes en Cuba.

Ligado con algunas de estas cuestiones los historiadores hacen una reflexión, y es
que este período, del 68 al 74-75, pone de manifiesto tensiones y confrontaciones que
van a afectar al país, y que hasta el momento no lo habían sido. Uno de los problemas es
la cuestión de la libertad religiosa, otro es la cuestión obrera o social, el problema
colonial, la articulación del estado (que es suscitada por la propia organización de la
república), y ligado a la cuestión de la libertad religiosa, el problema de la
secularización y la confesionalidad. Hasta ahora el estado había sido confesional,
católico (reconocía el catolicismo como religión oficial), pero ahora aparecen voces que
defienden la separación iglesia-estado, influidas por la política laicista que se produce
en otros países (como Francia desde la III República).

Otra cosa que se han planteado los historiadores es si la revolución del 68 abre
una nueva etapa, si es una cesura cronológica, y hasta qué punto el 68 y sus
planteamientos ideológicos suponen el final de una etapa y el principio de otra. ¿Es la
revolución del 68 la culminación del proyecto gaditano? ¿Es la radicalización del
liberalismo, o con ella se inicia una nueva fase caracterizada no tanto por el liberalismo
sino por la democracia? Muchos contemporáneos, republicanos y obreristas, están
hablando de que su proyecto del 68 es un proyecto que lleva a sus últimas
consecuencias lo de Cádiz, y se puede recuperar las esencias de 1812. Esto es una
discusión de difícil resultado. Seguramente es la culminación de un proceso de
revolución liberal porque lleva al extremo las ideas liberales, pero también hay cosas
nuevas, como la libertad religiosa.

 Constitución de 1869:

Primer producto de esta insurrección o revolución, que va a provocar mucha


polémica, sobre todo en el ámbito religioso. Como en otras constituciones se recoge la
soberanía nacional, la separación de poderes, hay bicameralismo (en la del 12 no), sí se
atribuyen facultades al rey (que hay que buscarlo, porque no son republicanos todos,
solo una minoría) como la iniciativa legislativa, o la sanción de leyes, aunque se insiste
que la soberanía reside en la nación, de la que emanan todos los poderes. La forma de
estado es de monarquía constitucional. Sería el primer rey que elegiría un parlamento en
la historia de España, y va a ser Amadeo de Saboya.

El rasgo más característico de esta constitución es la atención prestada a los


derechos individuales. En la constitución de Cádiz aparecen, pero no tan sistematizados.
Se regulan todos los derechos individuales y se reconoce además del sufragio universal
el derecho a la libertad de cultos y a la reunión y asociación. Estas son las novedades.
En cuanto a la libertad de culto garantizaba el derecho de todos los españoles, o
extranjeros, que practicaran otra religión el ejercicio público y privado de su culto. Esta
era una enorme novedad, porque hasta el momento solo se reconocía la religión
católica, realizar otros cultos era inconstitucional. Esto va a generar unos debates muy
intensos entre la intelectualidad y va a provocar la fisura entre sectores liberales más
favorables a la libertad de culto y los que insistían en la unidad católica. Se suspende así
el Concordato del 51.

Un nuevo elemento también en escena es el peso que empiezan a tener los


republicanos. El republicanismo había empezado a surgir dentro del partido demócrata a
partir de los años 50 del siglo XIX, pero ahora tendrán mayor difusión. Los
republicanos entendían que la democracia iba unida al estado federal. Democracia y
monarquía eran contradictorias. El republicanismo se va a convertir en el referente
político de las clases populares, desmarcando al partido demócrata, con una gran fuerza
revolucionaria sobre todo en el Mediterráneo y Andalucía, principalmente en los
ámbitos urbanos.

23-10-13

Hasta ahora solo habíamos hablado de progresistas y moderados, será a partir de


ahora cuando surgirán nuevas propuestas y partidos, como el radical y el republicano. Y
sobre todo, será cuando se fragüe el inicio de la política de masas como el proceso
general que va a aparecer a finales del siglo XIX. Esto quiere decir que en el liberalismo
el juego político se dirime entre un grupo exclusivo de hombres “capaces”. El modelo
político sería una política de notables. Los partidos políticos no son como los
entendemos ahora. En el tránsito del siglo XIX al XX surgen partidos de masas. El
conservador y liberal siguen siendo de notables pero los nuevos son de masas, como el
partido socialista o el radical de Lerroux. Tienen una estructura más parecida a la actual
y su objetivo es tener el mayor número de votos posibles en un campo electoral más
grande mediante el uso de la propaganda. Los partidos de notables solo movilizaban el
voto de sus fieles, no debían persuadir a nadie.

La política de masas surge porque se democratiza: todos pueden votar, salvo las
mujeres. Los republicanos aparecen con fuerza por su poder de convicción en
Andalucía y Levante. Se ofrece una alternativa federal para movilizar a las clases
populares.

En este momento comienza a surgir el movimiento obrero organizado, aunque ya


había desde los años 40 un movimiento de resistencia anterior a los sindicatos. En el año
64 surge el primer sindicato de trabajadores, el AIT. El movimiento marxista y
anarquista va a prender entre los sectores obreros y las clases intelectuales que van a ser
la avanzadilla de una profunda repercusión social y política. El republicanismo federal
va a ser capaz de movilizar al movimiento obrero y las clases populares porque las
demandas de estos sectores van a ser incorporadas en las ideas del partido federal, bajo
la dirección de Valentín Almirall, su fundador.

El mismo día que asesinan a Prim llegaba a Cartagena Amadeo I, en un ambiente


poco entusiasta. Su reinado (1870-1873) es un periodo con graves dificultades:

1.- la debilidad de los partidos que sustentaban la corona, lo que lleva a que el monarca
nunca se afiance ni deje de percibirse como un extraño. Por un lado, los progresistas
se dividieron tras la muerte de Prim en dos bandos: uno con Sagasta, que
representaba al sector conservador del progresismo pero “democrático” (por el
sufragio universal masculino); y otro con Ruíz Zorrilla, representando un
progresismo intransigente, lo más a la izquierda del progresismo, el partido radical.

Hay diferencias entre Sagasta y Zorrilla en el ideario pero también tensiones por el
liderazgo del partido, que va a ganar Sagasta, pero más tarde del partido progresista
se desgajan los radicales.

2.- cada vez hay una mayor presencia de republicanos en el parlamento.

3.- la aparición de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), que surge ligada a


los sucesos de la Comuna de París, una revolución que supone mucho miedo entre
las burguesías europeas ante una revolución social, porque se está percibiendo la idea
de una clase obrera con condiciones de vida que se consideran infrahumanas por los
higienistas.

La primera respuesta al incipiente movimiento obrero es la represión policial, y


luego la legislación social, que debe servir para que los trabajadores abandonen idea
de revolución. Su propulsor va a ser Cánovas a finales del siglo XIX.
4.- el reto de solucionar el problema carlista.

5.- el freno de los brotes republicanos.

6.- la cuestión de la esclavitud en las colonias. Hay un proyecto de ley para eliminar la
esclavitud en Puerto Rico.

Todas estas dificultades van a contribuir a agotar el proyecto reformista de


Amadeo, que finalmente abdica. El momento siguiente se caracteriza: 1º, por una
reorganización del alfonsismo, el partido Alfonsino (de Alfonso XII), impulsado por
Cánovas; 2º, la sublevación carlista; 3º, la movilización de los republicanos federales.

LA I REPÚBLICA

La I república de España se proclama el 11 de febrero de 1873, con la abdicación


de Amadeo I, y se mantuvo hasta enero de 1874, cuando el general Pavía dio un golpe
de estado (no pronunciamiento) en nombre del ejército.

La monarquía de Amadeo va a fracasar porque, entre otras razones, es visto como


un extranjero. Pero ante esto podríamos preguntarnos porqué triunfa la república y no la
entronización de Alfonso XII. Algunos dicen que se debe a que ya había suficientemente
movilización republicana pero es difícil de demostrar, porque además solo duró un año.
Había una opción republicana pero no tenía gran atracción social. En esencia, la
república tiene oportunidad porque fracasa la monarquía. Pí Margall, uno de los
principales defensores de la república federal, pero moderado, decía que la república
llegó cuando menos se la esperaba, fue gracias a la abdicación.

Desde que se proclama la república se impone una imagen de desorden. Los


acontecimientos son muy rápidos. En 11 meses se dan cinco modelos de república
diferentes. Había muchas formas de entender lo que podía ser una república. Hay una
fuerte agitación social por culpa de la AIT, una guerra carlista, una sublevación colonial,
y una guerra en ultramar.

En cuanto a las adversidades de la república están:

1.- su origen ilegal, porque se hace una fusión de las 2 cámaras, algo anticonstitucional.

2.- la necesidad de definirla en un solo modelo. Había un republicanismo federal y un


republicanismo unitario. La unitaria fue la primera proclamada. Era una opción de
corte liberal y democrático que defendía una idea más centralista: un estado nación
centralista, igual al modelo francés de la III república. Este modelo es el defendido
por Castelar (conservador) y Salmerón (centrista). Por otro lado, nos encontramos
con el krausismo, un movimiento filosófico de origen alemán (Krause) que intenta
compaginar ciencia y religión. Pí Margall se situaría entre ambas opciones, aunque es
más federal.
Otro eje vertebrador de la diferencia es el que marca las posturas desde abajo y
arriba. Paul Angulo defiende el federalismo desde abajo. Desde arriba se pretende
construir la república desde las instituciones, y desde debajo desde ámbitos locales y la
decisión popular. Esta última se radicaliza con el cantonalismo. Cuando Margall preside
la república federal su proyecto es desde arriba, y recibe presiones desde las masas para
que se establezca la república de abajo a arriba. Pí Margall adquiere un compromiso con
los radicales que habían posibilitado la llegada de los republicanos y no podía
traicionarlos, por eso lo hizo de arriba abajo.

28-10-13

Texto krausista: defiende la libertad de ciencia y de conciencia. La enseñanza


mediante la religión, una de las cosas nuevas a raíz del sexenio. Representan la
transición de una sociedad donde la religión como religión de estado no se cuestiona, a
unas instituciones que se oponen al papel que se desempeñaba antes en la sociedad
española, a un lado como religión de estado. Se va a ir pidiendo la separación iglesia-
estado. La ortodoxa religiosa se de en las escuelas y sea el núcleo que vertebra los
estudios superiores. Otra de la crítica es el tema de la libertad de conciencia, las
conciencias pueden ser libres o no en las sociedades donde prima la libertad.

Los krausistas son unos intelectuales muy importantes en este momento (en
relación a la constitución del 69), planteaban el conciliar ciencia con fe. No son
anticlericales ni secularizadores plenos, aunque algunos deriven más adelante hacia
ambos caminos. En estos momentos están reformulando su clericalismo. Tienen algunos
proyectos muy interesantes de promoción educativa de las mujeres, para favorecer el
cumplimiento de su papel social: buena esposa y madre, en un sentido de la persona que
educa a los hijos.

Llegados a este punto, con Margall en la presidencia de la república federal (tras


la unitaria las presiones de la opinión federal hacen que fracase y que se proclame la
federal en junio del 73), los centros republicanos se transformaron en su lucha a favor
de la república federal en centros revolucionarios. Las dinámicas del XIX ya están
agotadas, ya no se usa el pronunciamiento, las sociedades patrióticas liberales, sino que
han entrado otros actores, los republicanos.

Pi Margall debe hacer frente a un movimiento heterogéneo, que se había


comenzado a formar con anterioridad, pero que compartía la idea de formar una
república desde abajo e imponer una doctrina federal en sus términos más extremos.
Pedía de manera inmediata una estructura federal. Este movimiento se extiende sobre
todo por el sur y el este de la península y va a ser el caldo de cultivo del movimiento
cantonal. Este surge de la radicalización de los centros republicanos locales, al que
además contribuye el alistamiento para la guerra colonial (quintas) y otra vez la petición
de la eliminación de los consumos. La sublevación cantonal no es solo algo territorial,
concediendo una autonomía muy importante a los municipios, sino que cruzando todo
eso están estas reivindicaciones tradicionales.
Este movimiento, que se inicia antes de la proclamación de la república federal,
en la unitaria, uno podía pensar que se iba a eliminar con Margall, pero no solo no pasa
eso sino que se intensifica y provoca una división en el gobierno sobre todo entre los
partidarios de la conciliación y de la represión, ante un movimiento que también
cuestionaba la creación de una nueva constitución porque querían una convención
popular. En este momento se estaba preparando una constitución que por todas estas
trabas no llegó a formarse, pero estaban las cortes constituyentes ya elegidas, y el
proyecto de constitución tenía como elementos principales: la estructura federal del
estado (división de 17 estados-nación, cada uno con su propia constitución: poderes
legislativos, ejecutivos y judiciales solo frenados por la constitución federal), la
soberanía popular (por primera vez, que no nacional), la eliminación de la subvención
de cultos (el mantenimiento del clero) y se sancionaba el matrimonio civil y el registro
de nacimientos y defunciones. Esto último significaba que no era necesario pasar por la
iglesia para que se reconociera el matrimonio y que un entierro no debía ser por la
iglesia. También se amplía el sufragio universal.

Pero este es un proyecto que no llega a aprobarse porque entre otras cosas se
inicia una sublevación: la sublevación cantonal. Esta se inicia en el cantón de
Cartagena, luego se extiende a Valencia, Alicante, y otras localidades más pequeñas,
como Almansa y Murcia, pero también por el sur, Sevilla, Cádiz, Torrevieja, Granada,
Málaga, etc. Luego se traslada a Salamanca y Ávila. Quizás esto se pueda explicar por
el arraigo del republicanismo en estas zonas. No todos los republicanos eran
cantonalistas, solo los más radicales.

El cantonalismo es un movimiento heterogéneo en sus objetivos y bases pero


podríamos aludir a algunas semejanzas: es un movimiento compuesto por las llamadas
masas federales, aquellos que respaldan desde abajo el modelo federal (artesanos,
comerciantes, tenderos), las capas urbanas subalternas (no es una burguesía pero
tampoco es proletariado); se exige la autonomía administrativa y económica del
municipio, y a veces de la provincia (aunque cantón es sinónimo de Municipio); a parte
de la reivindicación de autonomía administrativa y económica la intención es poner en
marcha el proyecto de república federal desde abajo (sin más esperas). Además hay
otros elementos que caracterizan el movimiento, como que introduce las demandas
sociales relacionadas con las necesidades sociales, como dar trabajo a los parados,
facilitar la introducción a la tierra, acabar con las quintas y consumos, y el
anticlericalismo (no es solo una crítica sino el ataque a la iglesia, asimilada como
represión).

Otro elemento interesante es la relación que mantienen, o como integra el


movimiento cantonal, a miembros y sectores socialistas o internacionalistas. El
socialismo en España en estos momentos está en el internacionalismo de la AIT. Estas
federaciones locales constituidas como parte del movimiento obrero internacional van a
participar en alguna medida en el movimiento cantonal. Vemos la existencia de dos
líneas: el republicanismo radical y el socialismo.

En el caso de que si pudo haber una participación o enlace entre federales y


socialistas fue muy interesante porque se introdujeron las reivindicaciones que no eran
propiamente republicanas, como las mejoras salariales y la reducción de la jornada
laboral, y se empieza a ver en estos movimientos una huelga revolucionaria, que forma
parte de un nuevo repertorio de movilización que no existía anteriormente. Las huelgas
forman parte del nuevo modelo capitalista. Se pretende un cambio o "revolución" social.

El movimiento cantonal se acaba con la represión, y a Pi Margall le sucede


Castelar, con una posición más conservadora. Todo esto acaba con el golpe de estado
(en nombre de ejército en Madrid) del general Pavía. La república se mantiene pero de
manera ficticia, sin sus elementos renovadores. No es una república federal, sino
unitaria, centralista, y la presidencia está en manos del general Serrano. Esto crea las
condiciones para que fracase la república y se restaure la monarquía borbónica de
Alfonso XII de manos de Cánovas del Castillo. Cánovas no era partidario del golpe
(pensaba que le restaba legitimidad al rey, que debía llegar al trono por apoyos
políticos) pero al final se produjo con Martínez Campos.

29-10-13

TEMA 5: EL SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN,


CACIQUISMO Y TURNISMO. EL 1898 COMO CRISIS DE LA
IDENTIDAD NACIONAL Y RESPUESTA
REGENERACIONISTA

La Restauración es un período largo que se extiende desde 1875 hasta 1923 (hasta
el golpe de Primo de Rivera), y se denomina así por la vuelta de la monarquía
borbónica. Se subdivide en vatios subperíodos, donde existe cierta homogeneidad pero
también la sociedad se va transformando: 1875-1898; 1898-1917; 1917-1923. Es un
período muy rico en la historia de España.

Es un período largo con estabilidad política en el sentido de que el sistema es el


mismo, contrastando con la época anterior, con forma de gobierno y estado diferente.
Pero sí se registra una gran inestabilidad social, porque es cuando eclosionan los
movimientos sociales. En 1989, con la pérdida de las colonias, se produce un
sentimiento de desolación y surgen los movimientos nacionalistas o regionalistas
(catalanes, vascos y gallegos).

En la Restauración el sistema político se ha denominado de liberalismo, sin


democracia, similar a otros sistemas del momento, sus rasgos no son exclusivos de
España, como el rotativismo portugués.

En la primera etapa, tras el golpe de Martínez Campos, el apoyo al golpe y la


Restauración vienen de la mano de sectores proclives a eliminar la experiencia
democrática (del sexenio) y la republicana. Estos son la iglesia, el ejército y las clases
medias-altas, que ven en Alfonso XIII el sistema adecuado para reestablecer el orden
social y político tras las sublevaciones cantonales.
En este entramado de gente que ve en Alfonso la clave para conseguir el orden
social y político una parte importante va a ser la del alfonsismo, constituido por
diferentes personas que conforman grupos de movilización, que si bien pueden tener
preferencia por el moderantismo, buscan evitar el exclusivismo del partido. Será el
germen del partido conservador. Su intención no es instaurar lo anterior a la Gloriosa,
por lo que Cánovas (precursor del alfonsismo) rechazaba recurrir a un golpe de estado
moderado. Para él, la Restauración era un proyecto que debía superar las diferencias de
partido. La idea de Cánovas era liberalismo=monarquía liberal (no católica) y
obediencia a Alfonso XIII.

El monarca era lo que daba estabilidad al sistema. Luego va a ser impulsada la


figura de Cánovas, figura pensante que va a convertir a un pequeño núcleo de dirigentes
políticos en un gran período sólido, que no es de masas todavía (porque el liberalismo
sigue una política de notables) y que fue capaz de neutralizar el liberalismo y el
moderantismo.

En cuanto al contexto, podemos decir que el ambiente internacional era


conservador (tras la Comuna de París, 1871), hay un castigo a las pretensiones
revolucionarias. En Alemania accede al poder Bismark, de quien Cánovas era
admirador, copia su política social como manera de contener a los movimientos obreros,
que ya no se podían reprimir con violencia sino con mecanismos políticos. También hay
una legitimación de la monarquía en Estrasburgo y en el imperio franco-prusiano.
También se empieza a discutir la autorización de las huelgas.

Este contexto interno es favorable, y dentro del país se busca los apoyos del
ejército, el actor en la sombra. Con el apoyo del ejemplo es como se consigue la
estabilidad. Además Cánovas sabe aprovechar los intereses antillanos, importantes a la
hora de conseguir apoyos políticos. Todo el movimiento de resistencia se presentó como
garantía para mantener mano de obra y esclavismo en Cuba, los intereses antillanos.

También Cánovas supo colocar el momento en que Alfonso XIII asumía los
ideales de la Restauración a través del manifiesto de Sandhurst, que eran: compatibilizar
monarquía y libertad, sufragio universal masculino (irreal en la práctica).

El conjunto de ideas que definen el pensamiento de Cánovas y que luego se ven


bien en la Constitución: la soberanía compartida rey-cortes; la compatibilidad entre
realidad histórica y la necesidad socio-política; la confesionalidad del estado con cierta
tolerancia religiosa (grandes disputas entre católicos y liberales).

El proyecto constitucional de 1875 redactado por notables da lugar a la


constitución de 1876, que se mantiene hasta 1923, considerada como una síntesis
desigual de las del 45 y 69, pero es algo diferente. Lo que se plantea en la constitución:

- La soberanía compartida (soberanía nacional)

- Más apertura religiosa, pero limitada

- No se pronuncia en cuanto al sufragio, remite a leyes ordinarias, pero la ley


del 78 suprimir el sufragio universal, que vuelve en 1890con Sagasta.

- Mantenimiento de los derechos del 69 referentes a la libertad y seguridad


individual (judicial, propiedad y asociación).

- Dentro de la soberanía compartida se establece el papel del rey. La monarquía


no era una mera forma de gobierno sino la médula del estado español por ello
se eliminaron del texto constituyente los artículos referentes a la monarquía,
quedaba por encima de la discusión. El rey es el estado, el eje político, y por
ello tiene potestad legislativa, el mando de las fuerzas armadas, designa
ministros y cargos públicos y es una figura inviolable.

Con estas prerrogativas la representación popular no se puede hacer por medios


no fraudulentos. En la práctica, Alfonso XII fue un rey muy diferente a Alfonso XII o a
la regente Mª Cristina, estaba más implicado en la política activa también porque se
resquebraja turnismo. La monarquía fue el eje del sistema de la Restauración. Es la
clave del funcionamiento político porque por una parte el monarca da estabilidad y por
otra confiere estabilidad a costa de tergiversarlo. Si durante el siglo XIX había sido el
ejemplo liberal el que a través de pronunciamientos había colocado nuevos gobiernos
para el turno de los diferentes partidos. En este caso y ano era el ejército sino el rey, que
es el que permite la sucesión de los partidos.

El fraude es el método para establecer el gobierno. El mecanismo para formar


gobierno era el inverso a un régimen democrático. El rey nombraba al jefe de gobierno
(había que amañar las elecciones) que representaba al nuevo partido a gobernar
(partidos dinásticos: conservadores de Cánovas y liberales de Sagasta; antidináticos,
republicanos y tradicionales). Este disolvía cortes y convocaba elecciones. Pactaban
previamente con la oposición y los políticos provinciales los resultados (el encasillado).
Desde Madrid se hacía una planilla donde se señalaban los diputados. Esto fue posible
por el tipo de demarcación territorial. Los diputados eran elegidos en distritos donde
solo había un candidato, preferentemente en zonas rurales controladas por caciques
(personaje que podía hacer favores). A cambio de esos favores obtenía los votos.

Es un sistema complejo en el que intervenían caciques, distritos, partidos,


población más interesada en mejor calidad de vida que en el voto, y el rey, que era el
que cambiaba de gobierno. Esto se empieza a resquebrajar con la entrada de los
republicanos al encasillado plurinominal.

Los gobernadores civiles originariamente tenían un papel más administrativo que


político. Cuando el rey designaba un nuevo gobierno la primera medida de este era
sustituir los gobernadores civiles porque estos podían suspender a los alcaldes y
concejales, y los alcaldes eran los que elaboraban las listas de electores y presidían las
mesas. Era todo un engranaje del centro a la periferia.

04-11-13

 El caciquismo:
La interpretación dominante en la historiografía española, desde la interpretación
tanto liberal como marxista, que tuvo su origen en el propio regeneracionismo, donde
los protagonistas son intelectuales españoles con Azcarate o Joaquín Costa (el principal
impulsor del regeneracionismo intelectual). Ambos hablaban de que en ese contexto de
crisis de la identidad nacional, desde el 98, entendían que una de las casusas de la crisis
de España era la propia deficiencia del sistema político, el fraude electoral y el sistema
caciquil. Este sistema lo vieron como un instrumento de la oligarquía como grupo
sociopolítico que controla las redes de poder y el funcionamiento del sistema. Mediante
ese control tergiversa la voluntad popular a través del fraude. A partir de aquí comienza
a dibujarse la imagen de una España real frente a una oficial.

Tuñón de Lara veía al caciquismo como un instrumento de poder de los intereses


económicos y sociales dominantes, un matiz propiamente marxista que no imprimían
Azcarate ni Costa. Lara veía que el caciquismo era un instrumento en manos de un
bloque de poder hegemónico, producto de una revolución liberal.

Además, no era un régimen nada representativo ni capaz de acomodarse a


cualquier demanda de apertura desde fuera, es decir, inflexible para nadie que no
perteneciera a los partidos de turno, era un sistema cerrado, por lo que apenas hubo
modificaciones. Las relaciones entre patrón-cliente serían las de cacique y cliente, es
una relación de carácter desigual en cuanto a autoridad y estatus basada en la amistad.
Se produce un intercambio entre las dos partes, los servicios son el voto y la lealtad,
votos, favores. empiezan a aparecer nuevas interpretaciones que ponen énfasis en el
caciquismo no como un instrumento al servicio de la oligarquía sino el caciquismo
entendido como el resultado de relaciones patrón-cliente (se empieza a manejar el
nombre de “sistema clientelar”).

Es una relación de carácter desigual en cuanto a la autoridad y status de los dos


elementos basada en el interés, y en ocasiones en la amistad, por lo que se produce un
intercambio de servicios (el voto) por recursos (el dinero, obras públicas, favores). Aquí
se hace énfasis en la cuestión de las relaciones patrón-cliente como lo que hay que
estudiar en el caciquismo, y se destacan varias cosas (novedades historiográficas).

En primer lugar, se hace hincapié en que este sistema no se inicia con la


restauración sino que estas redes clientelares ya están conformadas en la España
isabelina. Durante el reinado de Isabel se habían puesto en marcha prácticas
fraudulentas (coacción, censos fraudulentos, etc). Esto tampoco se interrumpe durante el
sexenio. Entonces, tiene unos orígenes anteriores y tiene una continuidad. Otro cambio
en la interpretación apunta a la necesidad de hacer estudios locales, algo común a
muchos temas, porque las interpretaciones de los años 70 y 80 están fundamentadas en
estudios muy globales que establecen conclusiones no en estudios locales, donde hay
unas dinámicas que pueden modificar esas conclusiones generales.

Historiadores pioneros en el estudio del caciquismo más local como Varela Ortega
o Romero Maura, que toman mucho prestado también de la antropología y la sociología,
dicen que el caciquismo más que ser un exponente de las deficiencias del sistema (como
un problema) era un fenómeno de mentalidad. Esas relaciones clientelares son
características de una realidad española en la que los espacios urbanos son islas, es una
sociedad eminentemente rural en la que existe unos universos conceptuales distintos al
nuestro donde las relaciones clientelares estaban muy arraigadas en la mentalidad
colectiva. No necesariamente con fines políticos, pero sí con otros objetivos.

Por lo tanto el caciquismo dicen que no sería el resultado de factores como el


desconocimiento la pasividad, etc., sino el fruto de la organización de la comunidad
rural en torno a los recursos y el control de las instituciones locales.

En síntesis, por una parte se hace énfasis en el origen isabelino, se deja de lado la
interpretación más instrumental del caciquismo y se hace hincapié en las relaciones
clientelares, y por último, se deja de ver la restauración como un período sin cambios,
estático. Aquí se empieza a apuntar al hecho de que a lo largo de la restauración hay
momentos críticos, en sus inicios se va consolidando hasta un momento de estabilidad,
pero hay un momento en que entra en crisis. Se hace énfasis en esos altos y bajos, y se
ven las fisuras del sistema político, sobre todo después de la I Guerra Mundial. Todo
esto hay que entenderlo en el contexto de paso de una sociedad rural a una cada vez más
urbanizada. Al mismo tiempo hay un proceso de movilización social, representada en
nuevos movimientos sociales (la sociedad de masas), que van a presionar para que el
sistema se abra. Son otras opciones políticas que presionan y a veces consiguen
canalizar sus intereses en el sistema, con lo cual se desbarata la idea de los viejos
historiadores de que este sistema político está cerrado y es impermeable (como que en el
encasillado comienzan a aparecer los republicanos.

Es un sistema que si bien no alcanza la representatividad de un sistema


democrático sí tiene por la propia idea de representatividad que posee la capacidad de
canalizar las demandas extra-sistema. Estos historiadores (como Cabrera y del Rey)
apuntan a que el sistema de la restauración es más complejo que lo planteado hasta
ahora y tiene más capacidad de asumir las demandas civiles y los requerimientos de
intereses ajenos al sistema.

En la actualidad se hacen estudios de tipo local, se explota bastante la vertiente


antropológica, y también una línea de la movilización (no es una sociedad inmovilizada,
sino todo lo contrario, y el sistema lo permite, aunque inicialmente la postura es muy
represiva). Los políticos van concibiendo tanto conservadores como liberales que toda
la movilización obrera no puede ser solo controlada por la represión y es cuando se
inicia toda la política asistencial y se acepta el asociacionismo.

 La creación de los partidos políticos:

Entendemos 1898 como el período de crisis y 1902 como la llegada al trono de


Alfonso XIII. Una vez llegado Alfonso XII al trono y aprobada la constitución se
empiezan a conformar los dos partidos base del turnismo (en el 76 no existían
plenamente configurados, de hecho el turnismo no se implanta hasta la consolidación de
los partidos, hasta principio de los 80). Ambos son liberales, así que se quedó atrás el
absolutismo.
El partido liberal conservador se formó por la absorción de algunos moderados,
sin partido desde la eliminación del partido moderado. La culminación del partido llega
con la absorción de la Unión Católica de Pidal y Mon, que acepta el liberalismo y su
adhesión al partido, con lo cual el mismo se convierte en una amalgama de liberales
moderados y católicos convertidos al liberalismo (1884).

El partido liberal por su parte tiene su origen también en el tiempo de Amadeo de


Saboya y en el partido constitucional creado por Sagasta en defensa de la constitución
del 69, donde se agrupan progresistas tanto de derecha como de izquierda. Este partido
ya con Alfonso XII está dispuesto a colaborar con la monarquía y culmina su formación
con la creación del Partido Liberal Fusionista en 1880. Éste se negaba al turnismo.

Podríamos decir que hay una primera fase desde la aprobación del 76 hasta 1881,
con el gobierno de Cánovas, líder del partido conservador. Es una fase en la que se
busca un orden, se aprueba una legislación restrictiva del disfrute de derechos, como el
de imprenta, reunión, expresión o cátedra, la ley electoral elimina el sufragio universal
aprobado en la constitución del 69, ya que la del 76 no decía nada al respecto, y este
gobierno se dedica mucho a la participación interior. Se toma la decisión de cerrar el
ciclo de guerras carlistas con la eliminación de los fueros, medida fundamental para
acabar con el carlismo como opción insurrecta de violencia a través de la guerra, aunque
se mantendrá como opción política. Eliminar los fueros va a producir una revitalización
del fuerismo y la creación del partido nacionalista vasco, por ejemplo.

A partir de 1881 hay una segunda fase en la que se consolida el sistema político
porque es cuando Sagasta comienza a aceptar el juego. El gobierno de Sagasta sustituye
al de Cánovas, ocupando de 1881 a 1884. Sagasta propone unas medidas legislativas
para romper el conservadurismo tan rígido anterior, imprimiendo un sesgo más
progresista. Aquí se establece la dinámica que se sucede a lo largo de los años.

La fecha clave en la estabilización del sistema fue la del establecimiento del


sufragio universal masculino en 1880, con el parlamento largo de Sagasta, que repite
dos legislaturas. Aquí está ya difunto Alfonso XII y con este gobierno largo se imprime
una actividad legislativa importante, entre la que está la ley de sufragio universal
masculino. Pero esta intensa actividad legislativa sobre todo se plasma en la aplicación
de los códigos, la culminación de un empeño legislativo en sentido liberal. Los códigos
son el penal (1870), el civil (1889) y el de comercio (1885). Son códigos
centralizadores, racionalizadores, pero al mismo tiempo integradores de los fueros, algo
muy importante en la construcción de un estado liberal. También se aprueba una ley que
va a significar la liberta de reunión y asociación en 1887 que va a suponer un aspecto
elemental para los movimientos obreros. Esto va en paralelo a una nueva realidad
mostrada por los movimientos obreros. Esta ley de asociaciones va a impulsar la
creación de la UGT en 1888, el sindicato socialista. Otras de las cosas significativas del
gobierno de Sagasta es realizar una reforma militar.

Posteriormente vuelve al gobierno el partido conservador, de 1890 a 1892, y luego


otra vez el liberal de 1893 a 1895. Con el conservador del 92 también podemos ver la
aparición de las primeras tentaciones nacionalistas en Cataluña, con la creación de la
asociación catalanista y las Bases de Manresa. Otra cosa importante es la aplicación de
políticas económicas proteccionistas (aplicar aranceles en la importación). El liberal del
93 es el prolegómeno del fin del siglo, un fenómeno que no solo experimentó España,
sino el resto de países europeos, que trajo una depresión económica importante.

Particularmente en España entramos en un momento crítico en la previa a la crisis


del 98, muy ligada a fisuras en el terreno internacional o en las relaciones
internacionales de España. Primero la guerra colonial, la guerra de los diez años,
durante la gloriosa; luego la guerra chica de Cuba; y luego la del 95-98. O sea, es un
período de guerra amplio, de conflicto con las antiguas colonias. A esto hay que añadir
la campaña en Melilla de 1893. El punto final es la guerra con EEUU en el 98 y la
pérdida de Puerto Rico y Filipinas. A diferencia de lo que supuso la gran pérdida de las
colonias en la segunda década del siglo XIX, lo de finales del mismo fue recibido con
muchísima más preocupación, tremendismo y sensación de pérdida, porque era lo
último que quedaba,

La primera consecuencia de esta pérdida y de todo lo que la rodeó fue la difusión


de un lenguaje patriótico, salvo sectores muy minoritarios como los socialistas o los
anarquistas. El patriotismo español se difunde y además hay otro elemento importante
que actúa como trasfondo de la guerra en Cuba, que son los sucesos de Montjuic, donde
los socialistas apoyaban los movimientos independentistas cubanos y denunciaban a la
vez las torturas a anarquistas en la cárcel de Montjuic a partir de los atentados de
Barcelona del 96, durante el Corpus. Esto desencadenó protestas y motines, una
atmósfera exaltada que indujo a un anarquista, Miguel Angiolillo a atentar contra
Cánovas.

05-11-13

La crisis de fin de siglo estuvo ligada a la pérdida de las colonias. La crisis de


Fin de Siglo está relacionada con una crisis económica y en España es el final de lo
poco que quedaba del Imperio.
El atentado contra Cánovas acabó con su vida, en un momento en que se
producen los levantamientos independentistas en Cuba. Aparecen en este Fin de Siglo
los intelectuales como un sujeto político en el contexto de la sociedad de masas, hay
muchos elementos nuevos (coyunturales y estructurales) se dan cita a distintos
elementos. Uno de ellos es el surgimiento de la sociedad de masas y de un tipo de
intelectual que responde a las nuevas demandas de las sociedades, se dirigen a un
público cada vez más amplio. En 1890 se había aprobado el sufragio universal
masculino, ya no son pensadores. Se dirigen a sectores más amplios de la población
para ganar sus apoyos para diferentes causas políticas. En este momento el índice de
analfabetos en España se está reduciendo, desde mediados del siglo XIX el
analfabetismo era muy grande, a finales del siglo se ha reducido (al menos en los
hombre) esto se debe a la implantación de un sistema educativo estatal que está dentro
de los objetivos del estado liberal. Los hijos de burgueses irán a colegios privados (que
por el momento son religiosos).
Con la sociedad de masas aparecen los intelectuales como sujetos políticos. Ya no
es un público reducido sino uno cada vez más amplio. También aparecen nuevos
mercados con la reducción del analfabetismo, lo que se debe a la implantación de un
sistema educativo estatal. Se incrementa el mercado de lectores, a los que se dirigen los
intelectuales y políticos. Un sector importante donde van a comenzar las
transformaciones son las mujeres. Se redefine el papel social de la mujer.

Una nueva generación de esos intelectuales está compuesta por lo que luego se
llamará la generación del 98: Ramiro de Maeztu, Azorín, Blasco Ibáñez, Unamuno, Pío
Baroja. Hay una renovación de la novela. En todos ellos hay un cierto regusto al
regeneracionismo. Este es un término que surge a finales del siglo con la pérdida de las
últimas colonias que provoca un sentimiento de crisis de identidad nacional. Muchos
buscan soluciones a los factores que llevaron a España a la crisis, entre los que se
incluye un sistema político corrupto que separaba la España oficial del turnismo y la
real del encasillado y la corrupción.

Empiezan a ver en el sistema de la Restauración la causa de la situación del país.


Comienzan a aparecer diferentes proyectos de regeneración, es decir, de búsqueda de
soluciones para la crisis de identidad, además de la económica y política. Este
sentimiento de fracaso se debe a la pérdida del título imperial. España se reduce
simplemente al territorio peninsular y las islas, Ceuta y Melilla. Pero es curioso que el
sistema no cae con esa debacle, va a seguir adelante seguramente porque estaba bien
consolidado. Lo que proponen son soluciones regeneracionistas. Esto se hace desde
varios lugares y diferentes condiciones políticas.

Esto se plantea en términos identitarios (qué es ser español y su papel en Europa).


Se enfatiza por el surgimiento de los debates darwinistas donde se haba de las naciones
moribundas. Hay unas naciones que se adaptan mejor, y otras que son moribundas, que
son las latinas.

Desde el propio sistema de la Restauración se promulgan ideas regeneracionistas


por parte de dos políticos: Francisco Silvela y Antonio Maura. Ambos son críticos con
el clientelismo. Maura habla de la revolución desde arriba para descuajar el caciquismo
a través de la reforma electoral y de la administración cuando llegue al gobierno. Desde
el poder hay una propuesta cuyo eje estaría en dignificar la política como clave de la
Restauración. Luego, hay una multitud de regeneracionistas desde fuera del sistema, en
los partidos antidinásticos e intelectuales. Entre los partidos vemos el fenómeno en
todos. En el movimiento obrero la cuestión está menos estudiada. El principal promotor
fue Joaquín Costa, intelectual que escribe en 1901 Oligarquía y caciquismo, aunque
tiene predecesores, como Ganivet y Picavea, que ya escribían sobre el caciquismo con
propiedades regeneracionistas. Todos ellos, incluyendo también a Unamuno, expresan
un profundo pesimismo en torno a las capacidades de la nación en cuanto a su potencial
económico, incluso al sistema político corrupto y a la naturaleza del español como
ciudadano. Se acaba con la sensación de que hay una incapacidad colectiva nacional
para modernizarse.

¿Por qué en 1820 no había semejante parafernalia? Una respuesta puede ser que
en 1820 la identidad nacional moderna en España no estaba construida, la perdida de las
colonias era una pérdida de los territorios del rey. Ha pasado un siglo en el que se ha
producido el proceso de nacionalización. En 1820 la sociedad es diferente, no es una
política ni sociedad de masas. Esa concepción de la nación estado liberal aún no ha
calado, se empieza a construir y difundirse con el proceso de construcción del
liberalismo. Son cuestiones de largo plazo que recorren este período y van incluso más
allá. En la restauración tienen especial protagonismo sobre todo los nacionalismos
periféricos que reciben un impulso con el desastre del 98. El movimiento obrero tiene
un papel muy importante.
 Nacionalismo:

A lo largo del siglo XIX en todos los países europeos, como dice Hobsbawm, se
da la era de construcción de los estados-nación modernos de manos del liberalismo. El
ciudadano ya no es subordinado sino ciudadano de una nación moderna. Los procesos
de nacionalización como estados-nación modernos necesitan que los ciudadanos se
identifiquen con ellos mediante un proceso de nacionalización. Uno de los elementos es
la profesionalizacion de la disciplina histórica desde el siglo XIX.

En algunos países fue más exitoso y en otros menos. En España hay una
generación de historiadores que afirma que no hubo una nacionalización fuerte. Esto
explica que, por ejemplo, surgieran los nacionalismos periféricos, catalán, vasco y
gallego, que triunfaran. Esta tesis se inserta en el paradigma del fracaso que tiene su
origen en la crisis del 98. Entre los motivos señalados por los que el estado nación tuvo
tan poca capacidad nacionalizadora están:

1.- un bajo desarrollo industrial

2.- las divisiones políticas internas


3.- el sistema oligárquico y caciquil
4.- un sistema educativo deficiente
5.- pervivencia de idiomas diferentes
6.- la tutela de la iglesia
7.- la inexistencia de un servicio militar obligatorio
8.- una deficiente unificación simbólica
9.- falta de consenso en torno a los símbolos (bandera, himno, etc.)
10.- un incompleto desarrollo de la administración central
11.- la falta de un enemigo común

6-11-13
Lectura de textos:
El código civil de 1889 es un código que lo que hace es sancionar legalmente lo
que se había ido construyendo en el Siglo XIX.
Mari Cruz Romero habla de la importancia de la inestabilidad a la hora de
concretar el papel de la mujer en la nueva sociedad del Liberalismo, es en los años 50
cuando se asienta este modelo de ángel del hogar. Lo que el código civil hace es no
solamente unificar diferentes códigos sino en este sentido de la definición jurídica de las
mujeres es dar el espaldarazo a lo que se había construido.
El código civil sanciona legalmente la no autonomía de la mujer, están sujetas a
la patria potestad del padre (cuando son solteras) o cuando son casadas por el marido. El
marido es una concepción derivada del romanticismo y del amor romántico. En el caso
de las viudas hay un vacío legal. Las viudas tienen la patria potestad sobre los hijos (el
control) pueden hacer transacciones económicas, las casadas y las solteras en la medida
en que siempre que sean menores de edad (25 años) la sociedad del momento acababas
el período de soltera y ya se estaban casando, por lo que se pasa del control del padre al
del marido. Socialmente no eran muy bien consideradas.
Los episodios nacionales son escritos en el siglo XIX. Se puede hacer una
reconstrucción de la Historia de España a través de esos relatos. Son recreaciones desde
el final de siglo.
11-11-13

Hacia 1902 llega Alfonso XIII, comenzando un período (1902-1917) que no es el


fin de la restauración, pero sí el comienzo de su crisis. Este período es la crónica del
fracaso de las élites políticas a la hora de reformar el sistema desde arriba, para ampliar
sus bases sociales, evitando la revolución. Esta interpretación se inserta en la ciencia
política.

Estamos en un momento en el que después del triunfo del liberalismo, con gran
peso del moderantismo, se produce una situación de mayor democratización: la
Gloriosa. La Restauración borbónica pone fin a la misma e instaura un nuevo modelo
(caciquismo, turnismo, etc.). Pero en el resto de Europa se va generando una
democratización, una apertura a un mayor número de personas que habían estado
excluidas del sistema.

En este proceso de configuración de la sociedad de masas se presiona para que la


Restauración se abra y los partidos ajenos al turnismo lo representan de manera clara, y
buscan la ampliación de partidos y bases sociales. Por lo tanto, este periodo intenta
democratizar el sistema pero sin cuestionar la hegemonía de los dos partidos turnistas,
que no deja de ser contradictorio. Estos intentos fracasan.

Esto sucede en un contexto cambiante donde la movilización social es muy


intensa. En el cambio de siglo se consolida el movimiento obrero organizado y
autónomo; o la emergencia y consolidación del nacionalismo (nacional y periférico) y
también al auge del anticlericalismo político y su confrontación con los clericales.

La imagen de estabilidad es casi únicamente institucional, y ni siquiera, porque el


sistema no funciona tan bien como esperaban: republicanos, problemas del encasillado,
etc. En el ámbito social hay una vorágine de movimientos y activismo. En este contexto
muy movilizador Alfonso accede al trono con 16 años, y no quiso ser ajeno a las
posturas regeneracionistas, utiliza sus prerrogativas mucho tiempo. Alfonso XIII es más
activo políticamente. Esto es un elemento del fracaso de las élites políticas al intentar
democratizar desde arriba: intervencionismo.
Alfonso XIII siempre apoya posiciones militares, reforzando el militarismo y
pretorismo, lo que trataba de evitar Cánovas al principio. Si se refuerza militarmente se
debilita el parlamentarismo. Esto va a provocar la intervención del monarca claramente
en diferentes momentos, como en el apoyo a Primo de Rivera. Por otro lado, es un
monarca proclive a las demandas de la iglesia.

En 1909 se produce un hecho muy importante, la Semana Trágica de Barcelona,


un movimiento de protesta por el reclutamiento de reservistas para el conflicto de
Marruecos (rechazo de la población a las quintas). También confluyó el espíritu
anticlerical que dominaba la ciudad. Fue una protesta antirreclutamiento o pacífica y
anticlerical, porque acabó en la quema de conventos.

Entre 1902 y 1909 se asisten a una serie de hechos muy importantes:

1.- no solo hay un cambio de rey, ni un cambio social, sino también un relevo
generacional en política por la muerte de Sagasta y Cánovas. Hay un fraccionamiento
de partidos dentro de la política liberal. El resultado de ello es el debilitamiento del
partido de turno. Con todo no se rompe sino que persiste gracias en parte a la
renovación de Maura.

2.- como elemento característico de la primera mitad del siglo XX encontramos las
pugnas entre clericales y anticlericales, que tienen su trasunto dentro de gobierno
entre liberales laicistas y conservadores que apoyan a la iglesia.

Es a partir de 1900 cuando por diversos acontecimientos en el país y la política


laicista de la Francia anticlerical se convierte en centro de la vida política, no solo
formal sino también en la calle, en forma de manifestaciones (1906, ley de
asociaciones), campañas en prensa, y expresión de una forma de vida donde la religión
no tiene el papel central (ejemplo, los matrimonios civiles, los entierros civiles y las
ceremonias de promiscuación (en viernes santo los anticlericales celebraban banquetes
donde se comía carne, lo que era un desafío religioso). Hay por un lado posturas
laicistas desde el partido liberal, y la dimensión secularizadora a la que se une el ataque
a la iglesia y sus ministros.

El republicanismo adquiere también un carácter anticlerical, al igual que los


anarquistas. Dentro del partido socialista también, aunque no es tan evidente. El
conflicto, tanto en lo gubernamental como en la calle, tiene su apogeo en la primera
mitad del siglo XX y remite en 1912 con la Ley del candado, para activarse en la II
república.

En los últimos años el conflicto se ha venido estudiando dentro de las “culturas


políticas”. Hasta entonces anticlericalismo y clericalismo eran para los historiadores
ideologías. Pero con este concepto se quiere expresar que no solo es una ideología sino
que incorpora símbolos, identidades, formas de vida, etc. Hubo dos culturas políticas
diferentes, eran dos burbujas con realidades diferentes.

Por otra parte, esta confrontación clericales-anticlericales va a tener al espacio


urbano como espacio predilecto. El republicanismo va a triunfar sobre todo en las
ciudades. Hasta el punto de que muchos han visto que ambos movimientos se disputen
la hegemonía en una ciudad, como Valencia o Barcelona con Lerroux.

A estas dos cuestiones características del período, la crisis del turnismo y el


anticlericalismo, habría que añadir otra dimensión política relevante: el ejército. Se trata
de la Ley de jurisdicciones de 1906, que es el resultado de un proyecto de ley para la
represión de delitos contra la patria y el ejército que se debate en corte como respuesta a
las amenazas de golpe de estado de los militares, debido a unas viñetas aparecidas en
periódicos catalanistas, el Cu-Cut y L’Avev de Catalunya, donde ridiculizaban al
ejército. Estas viñetas generaron tensión en los mandos del ejército y van a amenazar
con un golpe para frenarlo. Desde este momento esta cuestión es un elemento de
confrontación política de parlamentarios catalanes y republicanos y el gobierno de
Madrid. A ley en sí va a ser un instrumento para controlar la crítica civil al ejército. Los
republicanos y catalanistas intentan derogarla. El ejército como defensa del régimen se
ve fortalecido por el apoyo del gobierno.

Entre 1907 y 1909 se desarrolla otra etapa, el gobierno largo de Maura. Es el


cierre del período de la Restauración, que culmina con la Semana Trágica, que pone fin
a su gobierno. Maura es un político central en la época, muy buen orador, y su proyecto
político va a ser la revolución desde arriba. Con él, el conservadurismo liberal se
transforma en las bases de la nueva derecha corporativa. No es un conservador
tradicionalista, sino de nuevo cuño. El corporativismo es una de las bases centrales del
movimiento, es una respuesta al liberalismo que se entiende que no funciona (los
fascismos son corporativistas). En el liberalismo la representación es individual, cada
hombre es un voto, en el corporativismo se vota por entidades o corporaciones (familia,
organizaciones profesionales, municipios); la representación no es individual porque el
individuo no existe, se diluye en el estado, por ello en el fascismo no hay derechos
individuales. Maura define las bases que servirán para fundamento de la falange.

Maura, durante su gobierno largo va a llevar a cabo una labor legislativa intensa
con la puesta en marcha de su proyecto regeneracionista que era particular dentro del
liberalismo conservador. El primer elemento es la propuesta de una regeneración moral
y cívica, y también propone relaciones de concordia con el catalanismo conservador, de
tal manera que lograra el apoyo de la liga y su integración en el sistema. Un segundo
elemento es el ensayo de limpieza electoral que se había intentado en 1903 pero firme
en 1907 con la Ley de reforma electoral, que es bastante regeneracionista porque
propone: 1º, traspasar la elaboración del censo desde los ayuntamientos a un instituto
general de estadística; 2º, la prohibición de sustituir cargos municipales antes de las
elecciones; 3º, tipificar el fraude electoral. También introdujo una cosa curiosa: el voto
obligatorio, no como derecho para incentivar la participación de la gente, apática ante la
corrupción.

Además, se produce una reforma administrativa que se considera corrupta. Se


busca crear un funcionariado de carrera meritocrático independiente de cargos político.
Este proyecto de ley no se aprueba (la electoral sí). Propone descentralización
administrativa y corporativismo porque se pretendía conceder a los municipios una
especie individualización jurídica, para que pudieran poseer y enajenar bienes y
servicios.

Otras medidas sí que se aprobaron, como la legalización de la huelga y la creación


del instituto nacional de previsión (antecedentes de la seguridad social).

En 1909 en el aniversario de la Gloriosa un bloque de izquierdas (republicanos,


liberales y demócratas), una alianza monarquía-república hizo frente a Maura con el
objeto de abrir el sistema a otras fuerzas políticas. Esta alianza va a tener un efecto
electoral importante porque los republicanos ganan las elecciones ese año en las
ciudades más importantes, Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza. Esta derrota
parlamentaria no fue el fin de Maura.

12-10-13

La semana trágica. Joan Connelly Ullman (la principal explicación que se tiene en
cuenta). Aborda el tema desde un punto socioeconómico.

En 1909, estábamos hablando del gobierno de Maura como presidente de


gobierno entre 1907 y 1909, se habían celebrado unas elecciones y habían triunfado los
republicanos en las capitales de provincias. Pero esto no va a ser lo que ocasiona la
caída de Maura, pero si lo hará la semana trágica de Barcelona.

Manuel Delgado: desde un perspectiva antropológica. La violencia anticlerical se


produce en la semana trágica. Que significado quieren transmitir con este tipo de
acciones. Relata los sucesos de la semana trágica de Barcelona. Es un especialista desde
una perspectiva antropológica.

Maura había realizado sus reformas, se habían celebrado las elecciones y en Julio
de 1909 estalla este motín popular que consistió inicialmente era una protesta popular
encauzada arengada por los socialistas y por los republicanos con motivo del
reclutamiento para la guerra de Marruecas. Entra con mucho impacto la cuestión
marroquí. En 1907 hubo ataques con motines de bandidaje colonialista. El socialismo
también como otros socialistas estuvieron integrados en la segunda internacional obrera
va a denunciar las políticas coloniales. Desde su postura internacionalistas se va a ir en
contra de estas prácticas coloniales se van a alinear con sus acciones, era una retórica
que no se cumplió.

La cuestión marroquí entra en escena y va a protagonizar las colonias de ultramar,


el marrueco español el que va a suscitar los mayores problemas. A partir de aquí y en
adelante, durante la dictadura de Primo de Rivera. El PSOE, en 1907 y había creado una
política anticolonial en Marruecos y denunciaba también los reclutamientos de soldados
no a través del procedimiento de las quintas sino de otro procedimiento que lo que
proponía era que aquellos que pagaran 6.000 reales quedaban exentos de ir Marruecos.
Desde la izquierda obrera, y los de derechas, la denuncia era que los que tenían que ir a
la guerra eran los pobres. Había una crítica clasista que hablaba en ese clasismo. Esto se
asienta en una tradición muy arraigada contra las quintas y contra la exoneración de
hacer el servicio militar por parte de aquellos que pudieran pagarlo. Inicialmente una
protesta contra la guerra para los sectores la vanguardia del movimiento obrero y para
encontrar el embarque de tropas a marruecos que eran los que no podían pagar los seis
mil reales.

De motín popular contra la guerra se va a convocar una huelga revolucionaria bajo


la dirección de anarquistas (la CNT se creará después, va a ser resultado indirecto de la
semana trágica). Estas eran dos líneas y como digo la huelga revolucionaria era
convocada por el anarquismo y el republicanismo radical. Los rasgos más importantes
de esta movilización van a ser la demanda de una mejora en las condiciones laborales,
hay una dimensión laboral, anticlerical en la protesta y antimilitarista, empiezan a haber
críticas. Es el momento que las consignas de la segunda internacional estaban en
difusión: anticolonialismo, antimilitarismo y pacifismo. Esa huelga general era para
exigir mejorar salariales, un nuevo acuerdo con los patronos se les va de las manos
anarquistas y republicanos generales dejará de estar bajo las manos. Van a haber
comportamiento imprevistos como la quemas de conventos, las profanaciones de
tumbas monjas y curar, la exhumación de cadáveres… ¡Qué tiene que ver estos con la
lucha por la mejora de los intereses! Confluyen elementos que dicen mucho de la
sociedad española del momento y de toda su complejidad una parte de la cual el
anarquismo tiene un movimiento clerical importante.

El anticlericalismo es la seña de identidad del republicanismo capitaneado de


Alejandro Lerroux = leyenda negra para dividir el movimiento obrero y minar las bases
del catalanismo para que el movimiento barcelonés estuviera dividido y el catalanismo
no consiguiera arraigar entre las clases populares. EL partido radical es muy populista
que se fundamenta en una demagogia populista pero no es un partido pero en la práctica
no lo lleva a cabo. Lo que hace es atraer a las masas populares sobre todo no
catalanistas. La semana se extiende a los barrios muy obreros de Barcelona. Lo que hace
es atraer a los sectores obreros y a los no catalanistas y la procedencia geográfica del sur
y del este. EN Barcelona es un microcosmos de todo lo que podía haber en la izquierda
española del momento. El catalanismo se desarrolla con posterioridad. Es una
complejidad. Los que seguía a Lerroux con los catalanistas con los anarquistas, lo que
decía al comienzo. Lerroux pudo ser enviado para por Lerroux para impedir que las
clases populares derivaran hacia el catalanismo del resto.

Un método importante para conseguir esta atracción sobre estas clases populares
fueron los mítines, momento en el que el mitin político está a la orden del día. Las
meriendas fraternales, las meriendas de confranternación y entonces se consigue más
cohesión o solidez. Para entender y explicar los sucesos de la semana trágica era
importante poder explicar el lerrouxismo.

Resumiendo: inicialmente protesta ante el reclutamiento, movimientos pacifistas


que era la postura que el PSOE defendía. Era una huelga general revolucionaria. Para
conseguir una reformulación de las. En algunos casos lo que era los precedentes de la
CNT, la huelga general tenía un carácter revolucionario.
En 1909, mientras que en Rusia 1905 ya se iniciaron las revoluciones burguesas
son los antecedentes de 1917. Estamos en el plano internacional impactan cosas sobre la
realidad Española. Ese levantamiento, el levantamiento general que es planteada por los
sectores sociales obreros. La huelga general = presión sobre patronos para hacer valer
sus derechos.

La huelga general revolucionaria la defendían dentro del movimiento obrero más


radicales. Era un mecanismo que tenía como objetivo conseguir alcanzar una sociedad
sin clases. Los marxistas seguían la línea marxiana que decía necesario que existiese la
revolución burguesa mientras que para los anarquistas o el socialismo no marxista y
más adelante esto no tenía por qué ser así, no tenían por qué seguirse esos pasos. No
tenemos que pensar que se socialice. Van a tener mucho predicamento entre los
andaluces. Se confía en la espontaneidad y en la no planificación. El siguiente
momento, comienzan a producirse actos anticlericales de violencia clerical. También
hay vejaciones a monjas. Esto se explica con el sentimiento del anticlericalismo que
tiene a inicios del siglo XX y durante la guerra civil sus momentos de violencia más
exaltados. La explicación de esto nos lo puede dar la historia pero también la
antropología o estos actos de violencia anticlerical era un modo de expresar de aquellos
que lo cometen de expresar su crítica moral al clero y de expresar también la denuncia y
rechazo de la situación de poder que ostentaba la iglesia católica en la sociedad del
momento. Era una forma de romper con las imágenes sagradas de una forma un tanto
ritual. Este tiene un lenguaje muy sagrado. Habla de redención social. Al margen de
esto, de la necesidad de quemar las iglesias como símbolo del poder, también una
cuestión de riqueza y alejada de los pobres. La crítica moral, que hunde sus raíces en el
siglo XIX por ejemplo en las relaciones matrimoniales, se mete en la intimidad o
consciencia de las mujeres. El clero es el amigo de las mujeres.

El elemento anticlerical está muy presente en la semana trágica, pero hunde sus
raíces en momentos anteriores. Eran actitudes desde abajo. En principio se les va de las
manos.

La represión es enorme, y la cabeza de turco va a haber muchas decencias Ferrer y


guardia, fusilado. Era una anarquista español. Se clausuran los sindicatos y las escuelas
laicas. Se respondía a relaciones con el clericalismo.
18-11-13

 La semana trágica de Barcelona: Consecuencias.

 giro político del partido socialista. Cambio de actitud en él y que hasta el


momento se basaba en una posición alejada del republicanismo. La actitud de
la dirección del PSOE en manos de Pablo Iglesias, va a cambiar y propone una
coalición con los repubicanos, con vistas a un triunfo electoral o a conseguir
diputados en la cámara, que va a ser así en 1910, cuando se consigue un
diputado del PSOE, que se supone un partido revolucionario dentro del sistema
del turnismo, echando por tierra la supuesta inmovilidad del sistema de la
Restauración. De esta manera el PSOE ya no ve que exista solamente una
confrontación entre proletariado y burguesía sino que comienza con la
dialéctica monarquía-república de manos del republicanismo. Empieza a haber
un contacto entre socialistas y republicanos. Por ejemplo algunos republicanos,
como Julian Besteiro, se introducen en las filas del socialismo. Esta conjunción
duro hasta 1919. El impacto de la conjunción sobre el PSOE es que el
anticlericalismo se incorpora en el PSOE, que antes no estaba.

 la campaña internacional contra el gobierno de Maura, que le llevó a su caída.


Es una campaña orquestada por toda la oposición particularmente por los
republicanos.

 en reacción ante el giro socialista, se va a crear la CNT, una consecuencia


indirecta de la semana trágica. Esta se va a convertir en elemento básico del
anarquismo hasta la guerra civil, es decir, es un sindicato anarquista. (1910)

EL MOVIMIENTO OBRERO

Uno de los rasgos del movimiento obrero internacional, pero particularmente en el


español, es la división ideológica, que va a permanecer y expresar de manera violenta
durante la guerra civil. Principalmente las disputas se localizaban entre socialistas y
anarquistas, pero cuando se crea el partido comunista se une al conflicto.

Nos tenemos que situar en un contexto de industrialización aunque débil y tardío


según algunos, donde progresivamente el artesanado urbano va siendo desplazado por
un proletariado industrial fabril, y se produce a la par un proceso de proletarización del
campo. Es un proceso muy lento, y no podemos pensar que los miembros del
movimiento obrero van a ser de los trabajadores fabriles, el primer movimiento viene de
manos de los artesanos urbanos, en la línea de la ideología marxista o anarquista.

Esta clase trabajadora surgida de la revolución industrial se va a encontrar con un


sistema que no tienen una estructura legal para asumir el asociacionismo obrero. El
liberalismo no prevé el asociacionismo obrero, lo que prevé es la libertad individual, por
lo tanto patrón como obrero deben pactar las condiciones de trabajo de manera
individual, sin el estado. Cuando las condiciones del obrero se hacen muy duras,
empiezan a surgir estas sociedades de resistencia. Las primeras organizaciones obreras
son asociaciones con un carácter luddita, como el ejemplo en 1821 de Alcoy donde se
queman telares y máquinas de tejer. El luddismo es un movimiento antimaquinista,
antiindustrialización, y si lo consideramos un movimiento obrero no está dentro de los
términos marxistas.
Pero propiamente el asociacionismo obrero o sindicalismo apareció hacia 1840 en
la industria algodonera catalana. La forma de organizarse era la de las sociedades de
socorros mutuos, una organización muy popular basada en la ayuda solidaria, no son
como los gremios, que tenían una capacidad jurídica y de negociación con los patronos,
con otras articulaciones. Los sindicatos son nuevas formas que responden al marco de la
sociedad liberar.

Las sociedades de socorros mutuos no se unen para la revolución, no se habla en


términos de sociedad sin clases a través de la revolución, sino de la necesidad de
protegerse y apoyarse mutuamente. También funcionan de manera muy precaria en
forma de aseguradora de trabajadores, a través de un fondo para usar en caso de
viudedad, enfermedad, invalidez, algo no cubierto por la ley. En estos momentos, estas
primeras asociaciones de trabajadores, llamadas sociedades de resistencia, están muy
ligadas políticamente al republicanismo también incipiente y más que al marxismo de
Marx (que todavía no se estaba difundiendo, solo en el movimiento obrero cuando
muere Marx, 1889) el socialismo utópico. También se confunde con las sociedades de
socorros mutuos, es una simbiosis.

Hasta 1868 podemos hablar de que hay una especia de movimiento obrero muy
embironario que se concreta en las sociedades de resistencia asociadas al
republicanismo, que defiende las ayudas obreras, la limitación de la jornada laboral (de
12 a 8 horas, que no llega hasta 1912), la mejora de las condiciones laborales, la
aseguración y ayuda a un obrero en condiciones extremas. En definitiva, buscan una
vida digna. También un tema importante es la regulación del trabajo de las mujeres y los
niños. Otro punto importante es la libertad de asociación, para poder crear estas
sociedades obreras.

Con la revolución del 68 se crea un clima favorable aprovechado para el


asociacionismo obrero, por la liberta de asociación. También hay que tener en cuenta el
contexto internacional porque en el 64 se había creado la AIT la asociación de los
trabajadores, base del nacimiento del obrerismo integrando el marxismo como filosofía
política y de la historia, y también los posicionamientos anarquistas. Desde el comienzo
de la AIT va a haber un duro enfrentamiento entre Marx y Bakunin.

Esa AIT empieza a difundirse por todos los países europeos, llegando a España en
el 68. Se plantea la emancipación de los trabajadores, la propiedad colectiva de la tierra
y la emancipación del proletariado en la sociedad de clases. Se producen
transformaciones al hilo de los cambios internacionales.

El ascendiente de la AIT sobre los trabajadores españoles empieza a ser bastante


fuerte y directamente proporcional al desencanto con el republicanismo. Con la
aparición de los fundamentos del marxismo en España estas sociedades empiezan a
alejarse del republicanismo. Esto también tiene que ver con otros acontecimientos
nacionales como el fracaso de la I República. Se plantea que la única vía de
emancipación es la revolución y la lucha sindical por objetivos económico-sociales y no
políticos. En definitiva se plantea una ideología apoliticista, como será el caso de la
UGT. No solo el fracaso de la I república lleva al apoliticismo, sino también la propia
actitud de la republica hacia el asociacionismo obrero, muy tajante.

Cuando llega AIT a España trae consigo la lucha entre las dos corrientes del
obrerismo: los vaculinistas y los marxistas, que en España se concretan en el PSOE y la
UGT. El anarquismo se centra en la CNT. Los vaculinistas están muy influidos por la
tradición de las sociedades secretas, y durante mucho tiempo va a tener una identidad
clandestina. Lo que proponen los vaculinistas es la revolución inmediata de las masas
trabajadoras agrícolas y urbanas, que por otro lado están empujadas por la miseria y la
desesperación. El anarquismo va a calar bastante en Andalucía en una opción no
vaculinista, sino en otra vertiente.

El vaculinismo defiende que hay que destruir el poder del estado, no hacerse con
él, de ahí su antiestatismo, e implantar la anarquía, que sería una federación de
comunidades locales liberadas de toda autoridad. En el caso del marxismo tienen que
darse las condiciones de madurez para la revolución proletaria, que debe ser un sujeto
suficientemente fuerte, y tras una revolución burguesa. En suma, diferencias en función
y tácticas. Para los socialistas españoles la huelga general debe ser organizada no
inmediata, la llamada huelga científica. Una buena organización lleva a un partido de
trabajadores al gobierno.

La primera asociación que representa a España en la AIT es la Federación


Regional de España (FRE), la primera organización obrera que recoge los postulados de
la AIT en España, de un obrerismo más moderno que las sociedades de resistencia.
Triunfa la opción por el apoliticismo de los sindicatos. La FRE va a crecer rápidamente
en Madrid y Barcelona, desarrollando una propaganda muy activa.

En un momento dado, como en el ámbito internacional, se inicia la decadencia y


la ruptura de la AIT, resultado del choque entre las dos tendencias. Esto lo cuenta muy
bien un sindicalista anarquista: El proletariado militante. Vacunin es expulsado de la
Internacional y crea la Internacional Antiautoritaria, porque se asemeja el marxismo con
una postura autoritaria. Esto tiene repercusiones en España. Al mismo tiempo lleva a
Madrid Paul la Fargue, que se pone en contacto con algunos militantes españoles e
intenta difundir la postura más marxista. Ese grupo minoritario es el grupo de Pablo
Iglesias, que va a recibir y difundir a través de su partido los postulados marxistas.

Por lo tanto, vemos como desde el momento en que entran los planteamientos de
obrerismo en España entra también la ruptura, que va a caracterizar a todo el
movimiento obrero español hasta la guerra. Y también aquí se sientan las bases para la
futura distribución geográfica de las influencias de unos y otros en la geografía
española. Por un lado anarquistas en Andalucía, Cataluña, partes de Aragón, Valencia; y
el socialismo en Madrid y las zonas mineras y de industria pesada del País Vasco y
Asturias.

El PSOE se crea en 1879 a partir de esta escisión de la FRE y se va a ir


consolidando igual que el partido socialdemócrata alemán como un partido más que
revolucionario reformista en la práctica, en el sentido de que su objetivo son las mejoras
para la condición obrera. Lo que pasa es que se va a encontrar con muchas dificultades
de movilización por el predicamento social del republicanismo y el anarquismo. El
anarquismo es una limitación para su expansión. Por lo tanto el PSOE hasta 1917 no
tiene muchos afiliados, es un partido muy pequeño, pero con la conjunción con los
republicanos comienza su auge.

La UGT se crea en 1888, es el sindicato del PSOE, y va en la línea también


reformista, condiciones laborales, salario mínimo, igualdad salarial entre sexos, huelga
científica, horas laborales, etc. Es una estructura muy centralizada porque se entiende
más eficaz, algo que contrasta con el anarquismo sindical. Ya desde 1880 con la
aprobación del sufragio universal masculino el PSOE había decidido intervenir en el
proceso electoral.

El anarquismo por su parte hasta la creación de la CNT en 1910 está caracterizado


por la creación de otra organización que es la reorganización de la FRE, que se llama
Federación de Trabajadores de la Región de España (FTRE). En esta se separan
completamente socialistas y anarquistas, ya que los primeros se van hacia el PSOE y los
segundos se agrupan en la FTRE. Es en este momento cuando empiezan a aparecer las
diferencias internas dentro del anarquismo, que también las hay dentro del socialismo,
como la cuestión de la relación con el republicanismo. Dentro del anarquismo la disputa
es la aparición de dos tendencias en el ámbito internacional: el anarcocolectivismo y el
anarcocomunismo. El primero es el defendido por Vacuni y el segundo por Propotkin y
Malatesta.

1) El anarcocolectivismo también se puede llamar anarcosindicalismo, defiende la


lucha sindical como forma de llegar a una revolución a largo medio plazo. La
necesidad de crear federaciones de oficios y activar la lucha sindical a través de
huelgas y propaganda. Defiende la propiedad colectiva de los medios de producción
controlado por los sindicatos, y defiende la idea de que cada uno debe trabajar según
su capacidad y recibir según su trabajo, una visión muy productivista.

2) El anarcocomunismo rechaza el papel de los sindicatos, porque dicen que están


burocratizados y terminan siendo moderados, optan por una estructura de asociación
laxa en grupos de afinidad que deben hacer una labor de propaganda contra el
sistema, integrando también la acción violenta directa (actos terroristas). En este caso
cada cual produciría según su deseo y recibiría según sus necesidades.

Esta última línea va a tener bastante impacto en la internacional libertaria y


también va a prender entre los jornaleros andaluces, que son la base del
anarcocomunismo en España. Con ella se va a imponer una dinámica terrorismo-
represión que lleva a la disolución final de la FTRE.

El uso de la violencia como táctica revolucionaria va a dar como resultado en


España a una serie de agitaciones y atentados en Andalucía y Barcelona. En Andalucía
se van a producir en los 90 una serie de agitaciones campesinas con asaltos, quema de
cosechas, impago de arriendos, etc, en un contexto muy latifundista, y a partir de ahí
tienen lugar los sucesos de la mano negra, que en la propaganda siempre aparece como
una manipulación del estado para reprimir el movimiento anarquista. Y por otro lado, en
Barcelona una serie de atentados, el intento de asesinato del general Martínez Campos,
el teatro lírico del Liceo y el ataque del Corpus. Este ciclo culmina con el ataque a la
figura de Cánovas, que acabó con su vida. Estos atentados producían una represión
brutal de los anarquistas.

Una de las manifestaciones con mayor resonancia en la prensa fue la constitución


de un acto simbólico para el movimiento obrero: la manifestación del 1º de mayo, como
una jornada donde todos reivindicaban la regulación de las 8 horas al gobierno. Pero
algo que no es tan anecdótico es otra dimensión estudiada más recientemente es la
cultura obrera, de un modo de vida. La sociedad estaba estructurada en clases y la
burguesía se guiaba por unas pautas de comportamiento muy diferentes al resto de la
población.

Dentro del asociacionismo obrero hay una norma moral muy arraigada, que
alejaba a los obreros de las tabernas. Tiene un estándar de moralidad muy alto. El ocio
también era muy controlado, el ideal educativo como capacidad emancipadora, etc. El
anarquismo incluso configuró un mundo más particular en el que el naturalismo y el
vegetarianismo estructuraban al anarquismo.

Durante el primer tercio del siglo XX se pasó desde un obrerismo societario sin
mucha cohesión organizativa a un sindicalismo de masas socialmente revolucionario. Se
convierte en un movimiento de masas que ha integrado la cuestión de hacer la
revolución. Ya no se trata solo de mejorar la condición de los trabajadores sino de hacer
una revolución, mediante tácticas varias. El legado de la FTRE lo retoma una federación
de sindicatos que sigue la tradición del sindicalismo anarquista vaculinista, Solidaridad
Obrera, que tiene un papel muy importante en la semana trágica, donde se va a agotar,
dando paso a la CNT en 1910, basándose en el anarcocolectivismo, que aún va a vivir
otra escisión a final de los años 20, con Primo de Rivera, dando lugar a la FAI.

Otro elemento caracterizador del anarquismo es el antimilitarista. La CNT se


convierte en el mayor sindicato anarquista del mundo. Solamente en la coyuntura
revolucionaria de 1917, que es cuando se inicia en España el trienio bolchevique,
porque fue el impacto de la revolución rusa en el país, y que supuso una agitación social
encabezada por los sindicatos de todo tipo en un contexto de crisis del sistema político
de la Restauración. En esta coyuntura es cuando se produce la alianza sindical entre
CNT y UGT con la consiguiente reacción del gobierno por un lado y de la patronal por
el otro, que veía solo bolcheviques por todos lados. El resultado va a ser la represión del
movimiento obrero y la creación de una situación muy particular, la del pistolerismo, de
violencia entre sindicalista y patronos.

19-11-13

Tanto la dictadura de Primo de Rivera como este segundo período debemos


englobarlo en lo que sucede en el resto de países de Europa:

 la crisis de las democracias liberales, o del liberalismo. A la altura de los años


20 en Europa no quedan apenas democracias, han empezado a triunfar las
elecciones autoritarias o fascistas.

 el estallido de la I Guerra Mundial. Charles Mayer habla de una refundación de


los países europeos desde países liberales dominados por la burguesía para
convertirse en nuevas sociedades de masas donde la lucha de clases está muy
presente. La revolución rusa también es una respuesta al fin del liberalismo.
Luebbert dice que el comunismo, el fascismo y la democracia fueron la respuesta
al final del liberalismo.

Maura tras su caída en la Semana trágica va a ser sustituido por un liberal,


Canalejas, que también es asesinado en 1912. El gobierno de Canalejas se caracteriza
por intentar desarrollar una especie de nuevo liberalismo fundamentado en una política
de reforma social y la apertura del sistema de turno a través de la participación de los
catalanistas, así como una apuesta por la descentralización con la creación de la
mancomunidad de Cataluña. Invita a los líderes catalanistas, como Prat de la Riba,
impulsor de la mancomunidad, que es un proyecto de descentralización consistente en
que la beneficencia, las obras públicas y la educación fueran llevados por la
mancomunidad, a especie de comunidad autónoma.

En relación con la política social se aprueba la ley de accidentes de trabajo y la de


descanso dominical, y también se defiende el contrato colectivo, que el contrato no
fuera una relación de individuo-individuo en diferencia de condiciones, sino en
colectivo con el arbitraje del estado.

La otra cuestión que plantea el programa de gobierno es la revisión de las


relaciones Iglesia-Estado. Se pretende modificar el art. 11 de la constitución, el de la
tolerancia religiosa, y no se consigue pero Canalejas consigue que se apruebe la Ley del
candado, una Ley de asociaciones aprobada en 1912, justo antes de su asesinato. Era
una forma de limitar el crecimiento de las órdenes religiosas en España. En Francia se
habían aprobado medidas laicistas y se expulsa a las órdenes, que vienen a España a
buscar refugio. La ley del candado prohíbe su instalación.

También se propone un nuevo sistema de reclutamiento ya universal (no se puede


evitar por pagar, como las quintas). También se propone la supresión del impuesto sobre
consumos, y se fortalece la política en relación con Marruecos. Marruecos desde este
momento no desaparece de la política española, se convierte en un elemento muy
central llegando a ser el desencadenante más inmediato de la caída del régimen.

Con el asesinato de Canalejas, en 1912, se da el primer paso a la crisis del sistema


porque se produce un fraccionamiento de los partidos políticos, no solo su liberal, sino
también particularmente del conservador, que se mide entre los mauristas y los idóneos
de Dato (otro político también asesinado en 1929). Es este el momento en que ya no es
tan importante la figura de Maura, aunque sigue siéndolo, sino el maurismo como
movimiento social, que curiosamente no está impulsado por él sino por sus sucesores,
como Antonio Goicoichea, líder de las juventudes mauristas. Estos son muy
nacionalistas y católicos. (Estos términos luego recalarán mucho en el franquismo y de
la CEDA).
En el partido liberal hubo un fraccionamiento entre los prietistas (de García
Prieto) y el viejo conde de Romanones (cacique del partido liberal). Fuera de los
partidos de turno se incorporaban (participaban en política y conseguían diputados) el
nacionalismo catalán y los krausistas o institucionistas con el partido reformista de
Melquiade Álvarez. Los institucionalistas eran republicanos inicialmente pero aceptaron
la participación en el sistema monárquico (monarquía constitucional) declarando la
occidentalidad de la forma de gobierno. Independientemente de que fuera una
monarquía se podía participar, es la tesis del mal menor, participan para modificarlo.

Así llegamos a la crisis de la Restauración. Hay dos acontecimientos


internacionales fundamentales: la I Guerra Mundial y la revolución bolchevique. La I
GM afecta a España de múltiples maneras, aunque no participe se genera un debate muy
intenso como trasunto del problema mundial, que es el debate entre los aliados y los
germanófilos. Particularmente en el 1914 en prensa y política se crean dos bandos, los
partidarios del imperio alemán y los partidarios de Francia e Inglaterra, que suele un
poco coincidir los primeros con posturas conservadoras-autoritarias y las segundas con
otras más liberales-democráticas. En primera instancia la guerra fue positiva porque el
país era neutral y obtenía beneficios del abastecimiento a los países beligerantes, pero
ese aumento de las exportaciones incrementa los precios y un acaparamiento de los
beneficios, con la consiguiente crítica de los movimientos sociales como el obrero. Ese
aumento de los precios conlleva el aumento de la inflación, porque los salarios no se
equilibran con los precios. Por consiguiente se produce un aumento de la actividad
sindical en cuanto a conflictividad social que busca mejoras laborales y salariales.

En este contexto se forma ese frente sindical entre la UGT y la CNT que va
acompañado al poco tiempo de la alianza de sectores de izquierda. En verano de 1917,
todavía no ha estallado la revolución rusa, pero hay ambiente de ello, hay un clima
internacional de revolución. En este verano donde se forma el frente sindical van a tener
lugar en el interior del país dos acontecimientos relacionados con situaciones internas:

 las juntas de defensa, relacionadas con el ejército (este a partir de entonces,


aunque había sido atendido con anterioridad, el ejército como cuerpo se va a
convertir en una cuestión que hay que reformar por parte del estamento político,
que constituirá una parte de la reforma del gobierno de Azaña. Las juntas de
defensa se forman dentro del ejército para hacer reivindicaciones de tipo
corporativo en un ambiente muy deteriorado teniendo en cuenta el trato diferente
que se daba a los militares españoles y marrroquíes en cuestión de ascensos. Aquí
surge también la diferencia entre los militares africanistas (en la guerra de
Marruecos) y los demás. Se exigía una autonomía corporativa frente al favoritismo
político, es decir, que el cuerpo no estuviera tan enlazado con la injerencia política
en cuanto a designaciones y ascensos. Hubo un clima de inminente golpe de Estado
y se provocó un cambio de gobierno ante la necesidad de mantener al ejército unido
y a favor del sistema en un momento en el que ya estaba en marcha la revolución
rusa, donde los conflictos no son solo obreros ni campesinos, sino también de
soldados.
 la asamblea de parlamentarios, una especie de intento de suplantación del poder
político por parte de la oposición tanto dentro como fuera del sistema. A raíz de las
juntas de defensa, desde distintos ámbitos políticos se presiona al gobierno para que
reforme el sistema. Se produce una unión de republicanos-socialistas-reformistas en
verano de 1917 exigiendo al gobierno que convoque cortes constituyentes para
reformar el sistema en un sentido democrático, para hacer una nueva constitución
más integradora a los excluidos hasta entonces. Aquí van a participar también los
catalinistas de manos de Francés Cambó. Al mismo tiempo se busca evitar la
radicalización del conflicto. Ante la negativa del gobierno a la propuesta de la
coalición se crea esta asamblea, como poder paralelo. Lo que pasa es que no recibe
el apoyo de Maura ni de las juntas de defensa, y no llega a buen término por la
huelga general de agosto. Esta estaba dirigida por los socialistas, cuyos motivos son
el descontento económico, el paro y la inflación y la exigencia de mayor
democracia política, incluso la percepción de la crisis del sistema. Los que
convocaban percibían que el sistema estaba en crisis y había que aprovechar el
momento.

Los objetivos eran derrocar a la monarquía, crear un gobierno provisional y


convocar cortes constituyentes. Aquí es donde se produce el frente sindical que tiene su
origen en el pacto de Zaragoza entre UGT y CNT.

La huelga fracasa en cuanto a estos objetivos pero sí se crea un clima de violencia


y conflicto, dando lugar al período denominado el trienio bolchevique, por toda la
movilización social y violencia generada en las calles de las grandes ciudades. Según el
instituto de reforma social, una de las primeras entidades creadas para la reforma social,
hay 300 huelgas en 1917 y más de mil en 1920. Hay un claro acercamiento a la huelga
como movimiento de presión. Principalmente en Barcelona se genera una situación muy
complicada, el pistolerismo, el enfrentamiento violento entre patronal y obreros. La
respuesta a estos movimientos va a ser la represión.

La salida a la crisis de 1917 fue la formación de un gobierno de concentración


nacional, bajo la presidencia de García Prieto. Su gobierno va a intentar hacer reformas
pero siempre dentro del sistema establecido y de la constitución del 76. No va a tener
éxito porque los acontecimientos se le vienen encima y en 1919 va a tener lugar otra
huelga, la de la canadiense, una fábrica hidroeléctrica que surtía a la ciudad. Aquí se
demuestra la fortaleza de la CNT, con una capacidad de movilización que no se había
visto nunca.

Se pone en marcha la ley de fugas, aprobada por Eduardo Dato, motivo de su


muerte. Se produce una radicalización en ambos bandos dando lugar a una auténtica
guerra los 44 días que duró la huelga de la canadiense, entre sindicalistas, militares
(capitaneados por Primo de Rivera) y las fuerzas civiles (el gobernador civil).

El gobierno de concentración de García Prieto tuvo que afrontar, y sus sucesores,


demasiados desafíos. Tanto las circunstancias exteriores como las internas han
coadyudado para que el sistema esté en una situación muy crítica. Hay que afrontar por
un lado la conflictividad social, por otra las reclamaciones de los regionalistas, las
críticas parlamentarias desde izquierda y derecha, y la fragmentación de los partidos
dinásticos, que se hacen trizas frente a los partidos extrasistema muy reforzados.

El gobierno consigue que la liga de Cataluña entre a formar parte del gobierno,
pero el gobierno solo va a durar 7 meses, hasta el asesinato de Dato en 1921. El
acontecimiento que vino a dar el golpe de gracia fue la guerra de Marruecos, donde el
general Belenguer elabora un plan para someter a las tribus del norte del país y
completar la ocupación militar del protectorado, pero fracasa de manera muy humillante
y sangrienta (la ratonera del campamento de anual). En la península inicialmente hay
una reacción de patriotismo, pero luego el debate va a estar dominado por la cuestión de
las responsabilidades: incompetencia, ineficacia, corrupción, economía (los
presupuestos militares), y sobre todo las responsabilidades políticas, que llegan a afectar
al rey como defensor del intervencionismo colonial.

25-11-13

LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA

Tras la crisis final del sistema de la restauración, cuyo detonante fue el desastre de
Anual, se pidieron responsabilidades al ejército y luego al rey pero la monarquía en esta
ocasión salió indemne por el apoyo de Alfonso XIII a Primo de Rivera. El carácter del
régimen de Primo de Rivera ha sido también discutido por parte de los historiadores,
pero es cierto que hay que insertarlo dentro de la crisis del liberalismo y otras dictaduras
militares que triunfan en el resto de Europa. Son dictaduras que buscan dar respuesta a
la crisis del liberalismo como parlamentarismo político. Hay una especie de expectativa
frustrada.

Por otro lado, el otro elemento clave en el triunfo del autoritarismo militar es la
amenaza de la revolución obrera. Los trabajadores organizados contra la burguesía. A
partir de la revolución rusa vimos como en España se había organizado un movimiento
obrero bajo tesis marxistas que vienen a superar las tesis del obrerismo decimonónico.
Aunque en la práctica esto no llegó a hacerse. Una de las soluciones que se van a
plantear va a ser la de las dictaduras militares, pero también va a surgir en 1922 una
alternativa política: el fascismo, primero en Italia y 10 años más tarde en Alemania de
manos del partido nazi.

Lo que se plantean los historiadores en relación con este período son las diferencias
y similitudes del régimen de Rivera con otros que triunfan en período de entreguerra.
¿Se parece más al fascismo, a las dictaduras del este? El caso es que en Europa
quedaban muy pocas democracias liberales, solo Inglaterra y Francia. En cuanto a las
semejanzas con el fascismo italiano, la marcha de Mussolini sobre Roma fue en un
período coetáneo; Primo de Rivera además se muestra admirador de Mussolini, y
Alfonso XIII también, que va a presentar a Rivera como su Mussolini particular. Hay
una percepción de que ese puede ser un buen modelo en manos de Primo de Rivera.
También comparten el rechazo al parlamentarismo, el uso de la fuerza para terminar con
el caos revolucionario, la apuesta por un estado corporativo (modelo de organización de
las relaciones laborales y sociales, que en lugar de basarse en el individualismo como el
liberalismo, un contrato entre individuos, propone la colectividad).

En cuanto a las diferencias, podríamos señalar que los dictadores, en el caso de


Primo y otros de la Europa entreguerras, no llegan al poder a través de las elecciones o
movilización de masas, sino a través de un golpe de estado respaldado por algunos
sectores, pero en el caso de Mussolini, hay una movilización masiva de la población, y
de Hitler, electoral. En el caso de los fascismos hay un respaldo, y unas experiencias
democráticas previas reales. La dictadura de Rivera no se presenta como un fascismo.

Otra diferencia es la cuestión de que el fascismo tiene una gran capacidad de


movilización de masas, con gran peso social del partido único, mientras que en las
dictaduras como la Primo primero es el golpe de estado y luego se crea el partido de
masas para su mantenimiento, no para su establecimiento.

En cuanto a las interpretaciones para España, sobre Rivera, como podemos


imaginar hubo una primera por parte de los historiadores marxistas, como Tuñón de
Lara, que decía que el régimen de Rivera fue el resultado de la reacción del bloque de
poder dominante en España para solucionar la crisis de hegemonía del estado. Sería algo
así como que el sistema de la restauración en crisis no satisface al bloque dominante que
necesita de un golpe de estado. Los historiadores liberales, como Raymond Carr, vieron
en efecto el golpe como una solución a la crisis del sistema parlamentario (el origen
sería la crisis) y leen el régimen de Rivera como una solución regeneracionista, un
intento de sanear el sistema, pero que fue como un paréntesis que no transformó la vida
española (pero es una interpretación muy simple, y sí que hubo transformaciones). Ante
esto otros historiadores, como Teresa González Calbet, Shlomo Ben-Ami o González
Calleja, Calbet dice que no solo hubo cambios sino que fueron irreversibles, como la
destrucción de los partidos dinásticos (evidentemente algunos caciques siguieron, pero
los partidos no), además, durante la dictadura se labra el definitivo descrédito de la
monarquía (dando paso a la República), y aparece también nuevas opciones políticas de
derechas y de izquierdas. Es un periodo de cambio continuo, sin el que no es posible
comprender la República. Cuando se proclama la segunda República no se vuelve al
modelo restauracionista.

Calleja dice que fue un experimento político nuevo, que mostró una voluntad de
acabar con el sistema político de la restauración y de perpetuar un régimen corporativo,
nacionalista y fascistizante (que sería que se acercan al fascismo pero no llegan a ser
completamente fascistas). El franquismo también sería fascistizado, sin llegar a ser un
régimen fascista. Aquí surge, con este asunto del experimento político, la discusión
sobre si con la dictadura se consiguió acabar con la vieja política, es decir, si se acabó
con el caciquismo, uno de los proyectos principales, o fue con la II República.

Calleja también concede importancia a como en los años 20 se producen cambios


en la sociedad, en los modelos de identidad de género, en el ocio en las ciudades, en la
educación (reducción analfabetismo, acceso educación secundaria y universitaria).

Por último, Alejandro Quiroga interpreta la dictadura de Rivera haciendo énfasis en


el nacionalismo. Lo que es esencialmente es un proyecto nacionalizador en clave
autoritaria. Intentó nacionalizar a los españoles en tanto que españoles, con una idea
conservadora desde arriba, desde el ejército, la escuela, el partido único (la Unión
Patriótica).

La dictadura de Primo de Rivera comienza con un golpe de estado en septiembre


de 1923 a través de un manifiesto en el que hace público sus planes para el país. Dice
que da el golpe en nombre del ejército, que se presenta como intérprete de la identidad
nacional, para salvar a España y exige responsabilidades a los políticos y al gobierno
por subversión social y amenaza separatista sobre todo (lo cual no quita que abogue por
el desarrollo local o regional). Inicialmente se implanta un directorio militar (1923-
1925: eje de la política el ejército; desaparecen los partidos del liberalismo, solo queda
la Unión Patriótica; y los sindicatos pasan a la clandestinidad) porque en realidad la
intención era conseguir la unidad nacional, controlar la subversión social (el
movimiento obrero), y el tema de la crisis del parlamentarismo, cómo se había llegado a
la situación caciquil. Ante esto, la solución de Rivera era provisional, el golpe para
arreglar los desperfectos, pero el régimen se va institucionalizando. El directorio militar
da paso al civil (1925-1929), que representa la institucionalización del régimen.

La reacción general ante el golpe fue de pasividad, pero habíamos visto que
estábamos en un período convulso. Los socialistas fueron primero cautelosos, pero
luego participan en las reformas sociales. Pero había cierta aceptación por ejemplo de
los empresarios, la iglesia (que vio una forma de frenar las reformas laicistas
anticlericales de la restauración), y solo hubo manifestaciones en contra por parte de la
izquierda anarquista, que fue a la ilegalidad, optando por la vía conspirativa desde la
clandestinidad. Así se crea en este momento la FAI (federación anarquista ibérica), un
nuevo grupo anarquista como grupo de acción independiente de los sindicatos. Y
también se opusieron los comunistas, como partido desde 1922, separado del
socialismo.

En cuanto al directorio militar, se caracteriza por ser el momento de fascinación


por el fascismo italiano, lo que se va a reflejar en la organización corporativa del estado
y la nación (quizá esto sea lo más fascista), y también por otro lado, el partido único.

Con la reforma de la administración se pretendía el saneamiento de la misma, que


según Primo de Rivera no se había conseguido con los políticos regeneracionistas
liberales, y lo que hacen es reformar los gobiernos civiles, creando la figura de los
delegados gubernativos nacionales, y sobre todo, la reforma de los ayuntamientos,
núcleo de corrupción caciquil. Los viejos ayuntamientos son disueltos y sustituidos por
nuevos con concejales elegidos de manera corporativa y alcaldes que dependiendo del
número de habitantes eran designados por el gobierno. También se intentó la inspección
de las cuentas, y se creó el estatuto municipal de 1924 y el provincial de 1925.

Aquí vemos muchos elementos del proyecto de reforma local de Maura (de 1907).
Por ejemplo, una cosa novedosa fue que con el estatuto municipal se concede el voto a
las mujeres, pero no a todas, se excluye a las casadas. La eficacia de todo esto es
cuestionable, porque el caciquismo continúa y aparecen nuevos caciques. Lo que pasa
es que los caciques ya no sirven a un sistema electoral dentro de un régimen
parlamentario.

También está la cuestión del nacionalismo periférico. Siempre se ve como una


amenaza para el estado, se deniega el catalanismo, y se enfrenta a ellos como una
amenaza para el orden público. Los nacionalismos son una amenaza para el orden
público, y hay que reprimirlos con mano dura. Inicialmente la Liga de Cataluña había
respaldado el golpe, pero este apoyo se deshace por el anticatalanismo de Rivera.

Además de la reforma administrativa otra cosa emprendida fue la Unión Patriótica,


a imagen de Italia, para articular la sociedad según sus objetivos, conseguir mayores
apoyos sociales. Antes del golpe se había creado la TRAZA, un grupo de imitación del
fascismo que se convirtió en la formación cívico somatenista, que respaldo el golpe, y
ya con Primeo de Rivera se Instaura el SOMATEN en toda España, una milicia
ciudadana en defensa del orden burgués y contra el principio comunista. Primo de
Rivera subordina esta al ejército y desde el SOMATEN se integran los miembros en la
Unión Patriótica. Esta va a ser un partido que no va a ser muy apoyado, no va a ser un
partido de masas como los fascios, pero integra a gente de distintas procedencias
políticas (monárquicos, mauristas, conservadores-liberales, y católicos-sociales). La
Unión Patriótica es importante porque es un elemento importante a la hora de
transformar el régimen hacia un régimen más civil.

Otro elemento del directorio militar sería la política exterior, fundamentalmente el


problema marroquí. Se aprovecha un acuerdo franco-español para detener el avance de
los rebeldes por territorio francés. Se pacta una ofensiva militar por tierra y mar que va
a ser muy impactante y exitosa, el desembarco de Alhucemas, pero que no resuelve la
situación de los ataques rifeños. Esto muestra a la opinión pública española un éxito
militar, y va a aumentar la popularidad de Rivera, lo que le da pie para continuar con la
parte civil del directorio.

El directorio civil consiste en la paulatina entrada en el gobierno de civiles,


también porque cada vez empiezan a haber más especulaciones sobre una necesaria
salida constitucional. Desde distintos sectores se plantea la necesidad de que la
dictadura a la altura del 25 se constitucionalice. A partir de aquí el objetivo de Rivera va
a ser conseguir apoyos para legitimar el régimen. Durante este período encontramos un
fuerte intervencionismo en política económica (del cual forma parte un amplio
programa de obras públicas); un programa de reformismo social, siguiendo la estela del
reformismo de finales del siglo XIX (para lo que va a contar con la figura del ministro
de trabajo, Eduardo Aunós, procedente del catolicismo social y de la Liga catalana); y
un proyecto pseudo-constitucional, la asamblea nacional consultiva, un sistema de
representación corporativo.
26-11-13

TEMA 7: LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN


Y LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA

En 1925 hay un cambio dentro del régimen de Rivera relevante, se trata de una
progresiva inclusión de personal civil dentro del gobierno. El objetivo era legitimar el
régimen. Hay un fuerte intervencionismo como respuesta al liberalismo económico, es
un intento de solucionar las primeras crisis del liberalismo. A final de los 20 estalla la
crisis por lo que no funciona. La política económica va a ser intervencionista y
proteccionista, se teme mucho la competencia y se instauran aranceles, muy ligado ello
al proteccionismo económico.

Por otro lado, en política económica destaca el programa de obras públicas, que
va a caracterizar el período en clave modernizadora. Es cuando se establecen las
confederaciones hidrográficas, entidades que se encargan de aprovechar los ríos para
regadío y energía eléctrica (tendidos eléctricos también en el ámbito rural). También hay
un impulso de la red de carreteras por la extensión del automóvil. También se electrifica
la red de ferrocarril y se crea el primer monopolio en España: CAMPSA, compañía de
monopolio estatal sostenido por bancos españoles para suministrar al país de gasolina.
Se intenta hacer lo mismo con el teléfono pero hay más competencia. Toda esta política
económica tiene mucho que ver con la modernización tecnológica del país.

El programa de intervencionismo va a generar hostilidades entre varios sectores


de la población, que no son ajenas a lo que luego sería la estructura de oposición a la
dictadura. Sectores que se oponen son los propietarios y comerciantes agrícolas por la
regulación de precios y por una excesiva intervención en el mercado de trabajo y el
proteccionismo en industria. Esto último tiene que ver también con el rechazo de la
burguesía industrial que ataca la institucionalización de las políticas concertadas de
trabajo, es decir, la institucionalización de la negociación colectiva. Cada vez más
amplios sectores de las clases medias urbanas se van a posicionar en contra de la
política fiscal. Todo esto encuentra su límite con la crisis del 29, cuando se retoman las
ideas republicanas.

Un rasgo del directorio civil fue la política social, o el programa de reformismo


social, destinado a obtener apoyos sociales para la dictadura. Este programa por una
parte pretende garantizar la estabilidad de los procesos de producción, que las continuas
huelgas no boicoteen la producción, eliminar por lo tanto el conflicto laboral. Primo de
Rivera que había sido general de Cataluña durante el pistolerismo, etapa más dura, sabía
de qué iba, por lo que sabía que a través de la represión solo no se conseguía nada. La
fórmula va a ser la de los comités paritarios, cuyo diseño fue encargado a Eduardo
Aunós, que se encarga de poner en marcha la Organización Corporativa Nacional. Este
programa de intervencionismo social se basa en el corporativismo y la reforma social,
en la línea del catolicismo social, un movimiento que surge en Europa a mediados del s
XIX, y en España un poco más tarde, cuando el papa invita a los católicos a que a poyen
al estado en intervención social y económica. Se empiezan a formar grupos, a parte de
los sindicatos católicos, que van a ser una de las bases sociales y políticas de la
dictadura.

Se aprueban leyes sociales, como el descanso dominical, el trabajo a domicilio, el


seguro de maternidad, etc. Esta Organización Corporativa Nacional se basa en los
comités paritarios, una forma de organizar las relaciones laborales y a los trabajadores
controlada por el estado. Los comités estaban formados por una base local, 5 vocales
obreros y 5 patronos, y con un representante estatal. Se trataba de establecer normativas
laborales, impulsar bolsas de trabajo, asistencia social y actividades culturales y
educativas.

En toda esta tarea de la Organización Nacional había que poner en marcha censos
de trabajo por lo que fue una tarea lenta y laboriosa que no llegó a culminarse. En los
comités tuvieron gran importancia los sindicatos socialistas. Con la dictadura UGT
logra una representación sindical hegemónica. Los representantes paritarios en su
mayoría proceden de la UGT. El sindicalismo católico va a ser desplazado. Estas
ganancias de la UGT son a cambio de colaborar con el sistema de relaciones laborales
“armonicista”, contra la conflictividad social.

Además, otro elemento interesante es que el sindicalismo socialista va a


experimentar también un proceso de superioridad o adquisición de superioridad sobre el
partido, el PSOE, que siempre había sido la base. El partido en este momento no existía
legalmente. Esta colaboración entre dictadura y UGT genera conflictos internos que se
van a plantear en la II República.

La tercera iniciativa es el proyecto constitucional que se plantea en la Asamblea


Nacional Consultiva (1927). Pasada la fase militar se necesitaba de una cierta libertad
que favoreciera el apoyo social. En 1926 se empezó a hablar de la Asamblea como un
órgano de representación nacional para elaborar una constitución, que nunca llegó. El
sistema representativo es corporativo, los miembros de la Asamblea son elegidos por
ayuntamientos, Uniones Patrióticas, Ejército, Iglesia, Justicia, no es una representación
individual. También hay representantes del trabajo, comercio o cultura designados por el
gobierno.

Las críticas no se hicieron esperar, y se acusa de antiparlamentarismo y


autoritarismo. Aquí empieza a gestarse a partir de 1927-1928 la oposición al régimen, y
Primo de Rivera se ve obligado a dimitir el 1 de enero de 1930. Primero cae el dictador
y luego la monarquía. Entre enero del 30 y abril del 31, establecimiento de la República,
están en el poder dos militares Berenguer y Aznar.

En primera instancia la oposición política más firme es la de los sectores


desplazados por la dictadura, que denuncian la corrupción, los problemas financieros.
Entonces por un aparte estarían los personajes que salen de los grupos dinásticos, y que
son interesantes porque en ellos el desprestigio de la actividad monárquica comienza a
ser importante, esto pasa definitivamente a comienzos de 1930 con figuras como Alcalá
Zamora, Miguel Maura o Ángel Ozoro?? Esta gente empieza a conformar nuevos
grupos, como la derecha liberal republicana formada por Zamora, primer presidente de
la república y por Miguel Maura. Se manifiestan las primeras evidencias de
deslegitimación de la monarquía. También los mauristas conforman el centro
constitucional de Cambó, u otras opciones como el partido nacionalista o el carlismo
encuentran estímulo con la caída de Alfonso XIII.

En suma, hay una recomposición política dentro de los partidos dinásticos, que ya
no existían, pero también fuera del bipartidismo. La oposición más importante va a estar
en la izquierda, en la formación de una alianza republicana que aglutina a diferentes
sectores del republicanismo, y que va a experimentar cambios dentro de los sectores
nacionalistas y regionalistas. Hasta ahora el nacionalismo había sido de derechas,
conservador, pero durante la dictadura se produce una escisión en la liga de Cataluña,
que es Acció Catalana, la base de Esquerra Republicana, un partido de izquierdas
republicano. Esta es la aparición de un catalanismo de izquierda, liderado por Francés
Masiá.

Por otro lado esta alianza republicana se aproxima a los socialistas. En un primer
momento ésta no es fácil, porque casi no acude ningún socialista a la convocación del
pacto entre republicanos, incluidos los catalanistas republicanos, y los socialistas: el
Pacto de San Sebastián, en 1930, para aglutinar al mayor número de fuerzas opositoras a
la monarquía. Ya en este momento está en el poder Belenguer, lo que Ortega y Gasset
llamó el error Belenguer, porque había sido procesado por el desastre de Anual. En San
Sebastián se gesta un movimiento revolucionario consistente en una huelga general y un
movimiento republicano, la Guarnición de Jaca, que fracasa porque los dos
protagonistas del golpe fueron fusilados. El almirante Aznar va a sustituir a Belenguer y
promete elecciones municipales.

En estas elecciones triunfan los republicanos, sobre todo en las ciudades, y es el


final de la monarquía.

La oposición estudiantil también fue importante. En las universidades cada vez


hay más estudiantes de clases medias urbanas, y muchas mujeres (derogación de la
prohibición en 1910) y la juventud se van a convertir en un nuevo sujeto político de
gran transcendencia. En la derecha e izquierda se va a tener mucha fijación por la
movilización de los jóvenes.

Nacionalización: complejo proceso social mediante el cual un individuo se siente


relacionado con la idea de nación. Desde Cádiz los políticos eran conscientes de que
necesitaban construir una única identidad nacional correspondiente al territorio del
estado. Era un modo de unificar el territorio español: leyes y administración. Para
legitimar el sistema se hizo uso de la exaltación del pasado común de la historia de
España: la memoria. Se crean lazos entre el presente y el pasado para glorificar la
nación, como Viriato, Pelayo, El Cid, Matamoros.

El siguiente paso era la educación. El estado estaba obligado a garantizar una


educación, sobre todo desde 1847, pero dejó en manos de las autoridades locales la
educación primaria, en las municipales las secundarias, por falta de recursos. La
educación estaba en manos de la iglesia, que lejos de crear españoles enseñaba la
doctrina religiosa.

En cuanto al servicio militar, tenía un efecto nacionalizador por su acción de


defensa de la patria. Pero debido a su aire clasista (las quintas) no cumplía tal efecto,
solo iban los pobres.

En cuanto a la bandera, no había una fija, sino varias versiones. La primera fue la
de Carlos III, luego la de la República, que cambia el escudo, ya que no hay corona, con
la II se incluye la franja morada. En cuanto al himno, desde el siglo XVIII la marcha de
los ganaderos pero sin rango específico. Luego en el contexto de los gobiernos liberales:
himno de riego. Pero a finales XIX, marcha de la zarzuela de Cádiz. En cuanto a fecha
nacional, primero 2 de mayo, pero luego pasó a ser típicamente madrileña, enseñando la
guerra como algo local. No fue hasta principios del siglo XX cuando se señaló el 12 de
octubre: el día de la hispanidad.

- La teoría de la débil nacionalización:

Es una corriente historiográfica acerca del nacionalismo español. Se produjo un


desequilibrio de los recursos, centrados en Cataluña y País Vasco, lo que hizo que estos
se alejaran de los centros políticos. El lento crecimiento del mercado interior era
resultado del bajo nivel de vida: industria muy regionalizada y dependiente de la
política. Hay una debilidad de los complementos nacionalizadores relacionados con el
sistema caciquil que no permitía modernizar el estado. A pesar del único idioma no se
elaboraron elementos unitarios patrióticos. La deficiente unificación simbólica hace la
necesidad de generar un patriotismo en el siglo XVIII por medio de ceremonias
públicas, pero las élites no se ponían de acuerdo. Existían divergencias entre el pasado a
rescatar por parte de liberales y conservadores.

Se impuso un discurso histórico conservador que no generaba un proyecto común


de futuro. Había una falta de adecuación entre el estado y los ciudadanos:
administración muy jerarquizada, instrumento de las élites.

Otro elemento es la falta de un enemigo exterior. A partir de la Guerra de la


Independencia se crea más una defensa hacia la amenaza interior que a la exterior. Hay
un bloqueo de democratización progresiva por clientelismo y caciquismo. Por otro lado,
encontramos la impopularidad de la monarquía, y además, el papel de la iglesia. La
cuestión clave podría ser identificar si la iglesia contra los políticos o legitimidad del
régimen ayudaron o no a que los ciudadanos se sintieran parte de una nación liberal. La
iglesia era en principio antiliberal, pero después tras su reconciliación con los
moderados hizo que el catolicismo fuera base de la nación española.

- El regeneracionismo:

Formuló un diagnóstico acerca de los males de España, pero no habla de


soluciones o reformas. Influyó en los nacionalismos periféricos, sobre todo gallego y
catalán. Se busca la recuperación de la grandeza de España a partir de los valores
comunes entre España, Portugal y América.

La interpretación de la débil nacionalización puede discutirse en cuatro puntos:


partimos de que la identidad nacional y su difusión es objeto del estado, despreciando
los sectores sociales; la interpretación habitual presupone que el esfuerzo estatal fue
menor que en otros países, pero en estos no se produjo la necesidad hasta el último
tercio del siglo XIX de generar una nacionalización; se supone que el surgimiento de
identidades diferentes a la española solo puede sostenerse por el fracaso de la nación
española;: solo se explica tras la crisis del 98.

- Nacionalismo catalán:

Hasta inicios del s XX se pueden diferenciar 3 períodos: Revolución liberal-


espartero; Isabel II- Sexenio revolucionario; restauración-crisis fin de siglo.

Uno de los objetos principales del catalanismo fue el idioma catalán. Además, de
las nuevas identidades se usaban las heredadas, que relacionaban a los catalanes y los
diferenciaban del resto de españoles.

- Nacionalismo gallego:

Hoy en día se divide en dos corrientes: quiere transformar a España en un estado


federal de corte republicano donde se integraría voluntariamente el pueblo gallego; y
una independentista de corte radical. Ambas tienen puntos comunes como la defensa del
idioma y hacer de Galicia una nación.

Los precursores fueron el provincialismo, que defiende la integridad del territorio


amenazado por la división en España en provincias tras Alfonso VII. Los gallegos
querían ser una sola provincia, y no las cuatro que son hoy en día. Su líder era Antolín
Faraldo. El fracaso de 1846 (revolución) truncó esta política. Luego regionalismo, de
1875 a 1907, que piden la reestructuración cultural e ideológica de España. Se crea la
organización nacionalista gallega, que tenía como líder a Murguía. Luego el Primer
nacionalismo en manos de las Hermandades del Habla, desde 1916 hasta 1931. Sus
objetivos eran la autonomía para Galicia, su ingreso en la liga de la nación, la búsqueda
de bases para federarse con Portugal.

Durante la dictadura de Primo de Rivera se paró la actividad política durante 6


años, y empezó de nuevo en 1929 con la organización de república autonómica gallega
(ORGA), de izquierda, fundada por Santiago Casares Quiroga.

En 1931 surgió el partido galeguista, con la unión de izquierda y derecha, con


mucho éxito. Se basaba en las mismas bases que la Hermandad del Habla.

- Nacionalismo vasco:

Es un poco peculiar con respecto a los demás. El origen del nacionalismo vasco
está en la derogación de los fueros en 1876, y cambio se les otorga el concierto
económico, que le daba mayor independencia económica. Pero surgieron los grupos
nacionalistas como rechazo al carlismo, al liberalismo, la defensa del catolicismo y la
vuelta de los fueros, pero los derogados en el 39 no los del 76.

En esta época se realza el euskera. El clero juega un papel muy importante, busca
integrar a los carlistas en el nacionalismo. El padre del nacionalismo se considera
Sabino Arana, autor de la considera el acta del movimiento vasco. Luego fundó un
periódico nacionalista, y más tarde el embrión del PNV en la clandestinidad. Intentó
legalizar el partido con el tiempo en favor de autonomía no independencia, generando
dos ramas dentro del mismo: los independentistas y los autonomistas.

Tras la muerte de Arana hay una fase crítica en que las dos facciones no sabían si
el movimiento era real o ficticio. Surge un problema, y es que surge un grupo que
piensa que el nacionalismo vasco no debe apoyarse tanto en el catolicismo. En
oposición al movimiento catalanista, más burgués, el vasco se basaba en las juventudes,
las ciudades y las clases medias-bajas.

El nacionalismo vasco fracasa con la llegada de Primo de Rivera, porque


perseguía mucho a los movimientos separatistas (aunque sabemos que perdura hasta
hoy). Los moderados fueron permitidos, pero los radicales perseguidos. Como no
podían progresar políticamente promueven un nacimiento cultural, el idioma y las
tradiciones.

Se produce una reunificación del PNV y el partido ANV, poniendo en común la


tradición, la lengua, la raza vasca y la vuelta de los fueros, bajo el nombre de PNV.

03-12-13

LA SEGUNDA REPÚBLICA

Este período ha suscitado bastante interés por parte de los historiadores sobre
todo en el período posterior al fin de la dictadura franquista, durante la transición y los
primeros años de la democracia, por dos motivos: que la II República representaba la
última experiencia democrática del país (referente al que había que dirigirse); a finales
de los 80 empiezan a despertar más interés otros temas y en los 90 y 2000 se ve
desplazada por la guerra civil y el franquismo.

Mientras en los primeros años tras el franquismo se interesaron en la república,


conforme se consolidaba la democracia fue perdiendo interés. Hace unos años hay un
grupo de historiadores que han vuelto al tema, reformulando sus interpretaciones sobre
la segunda república. Estos están representados por Fernando del Rey. Nos movemos en
un espacio en el que la ideología y el posicionamiento político está muy presente entre
los historiadores. Es muy difícil que el historiador sea neutral con la II república, el
franquismo y la transición, porque son temas muy recientes que la clase política revive
constantemente para sus intereses así como la restauración o el liberalismo son más
neutrales.
Durante la transición el objetivo principal era el poder restaurar o instaurar una
España democrática olvidando la guerra, por lo que se trataba de no exigir o rescatar la
restitución de la memoria como sí se ha hecho luego.

Si nos centramos en la II república podemos hablar de la historiografía de los 70,


y luego a partir de los 80-90 otra que hace una reevaluación o crítica a la anterior. La de
los años 70 está en la órbita de las tesis del fracaso, en este caso el fracaso de los
republicanos a quienes se atribuye la responsabilidad por el fracaso de la misma. A esto
se unen los estudios de los hispanistas, porque en un primer momento son de distintos
países, principalmente ingleses y norteamericanos los que estudian la II República, y en
estos estudios aparece la interpretación de que la república fracasó de manera inevitable.
Esto se debió a la confrontación de las dos Españas, una republicana, democrática,
modernizadora, frente a la antidemocrática, clerical, antimoderna, etc. Se daría una
polarización desde el principio que culminó en 1936 con el estallido de la guerra, con
dos bandos muy bien definidos.

En estos estudios también hay una suerte de patriotización de los españoles,


intransigentes por naturaleza, y esta intransigencia les lleva a un cierto cainismo (Caín y
Abel), hermanos españoles enfrentados en una guerra civil. Se atribuyen rasgos
antropológicos a la identidad española. Esta imagen subyace a muchos de los trabajos
de hispanistas, como Payne, Jackson, etc.

Pero esta perspectiva de la polarización inevitable está también presente en


españoles como Tuñón de Lara, que hace énfasis en el conflicto de clases. Interpreta el
estallido de la guerra como el resultado de la reacción de la oligarquía desplazada del
poder durante la república, y entonces tiene que reconquistarlo a través de la violencia.

En definitiva, se presenta a la república como un régimen que cae por la ineptitud


de los políticos republicanos, que no supieron gestionar una democratización del país en
un momento de crisis económica. No supieron desarrollar las bases sociales de apoyo ni
defender a la república de la España tradicional.

Por otra parte, está el argumento de que un régimen modernizador y reformador


se topó con una España atrasada, violenta y con unas desigualdades sociales muy
grandes. Esto finalmente tuvo que desembocar en un conflicto. La idea es que quisieron
una reforma tan radical y rápida que provocaron la reacción de los sectores más
reaccionarios.

Esta interpretación de que la polarización ya estaba desde su origen, que era


inevitable y que los políticos tuvieron la culpa a finales de los 80 comenzó a
cuestionarse, sobre todo en el sentido de que España se europeíza. Se interpreta el
pasado de manera diferente. Por un parte, se habla de las tres España, no podríamos
hablar de dos, sino de tres durante la república. Eran tres fuerzas políticas que
funcionaban en ese momento: el reformismo democrático, el autoritarismo y la
revolucionaria colectivizadora (como el anarquismo). Hay más variedad y no una
polarización desde el principio, sino que es un proceso. La guerra no estalló porque
debía estallar, sino porque se dieron una serie de factores que la activaron. La
polarización se va construyendo a lo largo de la república.

En este sentido, Santos Juliá decía de manera muy temprana, finales de los 70,
que si la guerra no se hubiera producido quizá nadie hubiera dicho que la sociedad era
bipolar. Porque pasó lo que pasó los historiadores lo interpretan según lo que ha pasado.

09-12-13

LA SEGUNDA REPÚBLICA

La primera cuestión es establecer un esquema cronológico entre las medidas del


gobierno provisional, las cortes constituyentes y los distintos períodos de la II república.
Hay que empezar por el acontecimiento que significó el triunfo de una nueva
forma de estado: la república. Fueron unas elecciones a modo de plebiscito en abril de
1931, provocadas por la caída de la dictadura de Primo de Rivera, aunque el rey seguía
en su puesto los electores optaron por la república. El rey ante esto se exilia. El
abstencionismo es bajo, hay un 85% de voto. No hay una inercia del mismo, ya que en
45 de las 52 capitales de provincia triunfaron los republicanos. También en las grandes y
medianas ciudades triunfan, lo que crea un clima de entusiasmo.
Se fue proclamando en una ciudad tras otra y se constituyó un gobierno
provisional por la falta de poder, ya que el rey se había exiliado. Ese gobierno, dirigido
por la izquierda republicana y socialista, es el reflejo del movimiento de oposición a la
monarquía y la dictadura, y es un poco reflejo del pacto de San Sebastián: los
republicanos de viejo cuño (en el partido radical de Lerroux); los de nuevo cuño (con la
derecha liberal republicana, el partido de Alcalá Zamora y Miguel de Maura); el partido
radical socialista; y la izquierda republicana de Azaña, así como el PSOE y los
socialistas moderados. Estas son las opciones políticas representadas en el gobierno:
republicanos y socialistas moderados.
El objetivo del gobierno provisional era crear cortes constituyentes para crear una
nueva constitución. También el gobierno empieza una labor de reformas: reconoce la
libertad de creencias, política, sindical, una reforma militar y electoral (fin de los
distritos uninominales e instauración de las listas abiertas). Estas primeras medidas
anuncian lo que será el primer bienio republicano (1931-1933), controlado por una
coalición republicana-socialista. Es un anuncio de la práctica reformista.
Por otra parte, estas primeras reformas van a suscitar una reacción social
importante y resistencias por parte de diferentes sectores sociales, sobre todo los
católicos más integristas. Con la libertad de enseñanza (no religión católica como como
control) algunos obispos comenzaron con sus proclamas antirrepublicanas, como el
cardenal Segura, expulsado del país, generando conflictos. La relación entre la iglesia y
el estado se complican, sobre todo por la quema de conventos en mayo del 31, a la que
se aplica unas duras represiones. Este es el diseño de la dinámica de la república: un
estado reformista que intenta erigirse en reformador de las reformas pendientes en
España en cuanto al ámbito militar, religioso y político, que sufre el acoso por la
derecha (primero por los católicos más integristas y luego también de a pie, es decir,
militantes), y también por una izquierda obrera no republicana, que reacciona ante el
estado republicano por la represión de los motines anticlericales y los movimientos
obreros. Además, a estos últimos las reformas del gobierno provisional y del primer
bienio no les parecen completas (escasas), como la reforma agraria. Los sindicatos van a
ser muy críticos con ésta. También la izquierda tiene como horizonte la revolución
social y la república les parece un sistema burgués. Entonces su colaboración con la
república es muy ambigua, a veces colaboran con ella y a veces la boicotean.
- CNT: la represión del gobierno provisional les lleva al antagonismo hacia los
republicanos y las reformas, pero al mismo tiempo hay una presión interna
durante la dictadura de Rivera por parte de la FAI, una línea insurreccional que
pedía la revolución social ya. La división interna genera conflictos porque la FAI
no quiere colaborar con el régimen. Acaba habiendo una escisión por medio del
Manifiesto de los Treinta, un movimiento de la CNT contra la FAI.
- Socialistas: las constantes disputas internas por colaborar o no con el poder dieron
lugar a una línea más ambigua, dirigida por Caballero, una que rotundamente se
negaba, en manos de Vesteiro, y otra afirmativa, dirigida por Prieto. La
colaboración está sujeta a diferentes.
- Comunistas: no aceptaban la república por considerarla un producto burgués,
pero tras el golpe de Sanjurjo van a pasar a defender a la república amenazada por
la monarquía y van a participar en las elecciones de del 33. Era un partido
minoritario, con poca base social, y es en el 33 cuando se convierte en un grupo
movilizador de la alianza obrera en un intento de hacer confluir los partidos
obreristas: socialistas, comunistas y anarquistas.
También hay disidencias y escisiones importantes de cara al desarrollo de la
guerra que son provocadas por el trotskismo. Trotsky era un disidente del
estalinismo cuyas ideas encarnaron en España un bloque obrero campesino en la
figura de Maurín y la izquierda comunista española de Nin, que se juntan con el
POUM (partido obrero de unificación marxista), uno de los focos de represión del
comunismo. Los comunistas acusaban al POUM de infiltrar fascistas.

Los comunistas difunden un discurso importante contra el fascismo en un


momento (1933) en el que gana Hitler y la CEDA, que en principio no era fascista. Gil
y Robles no tenía relación con Hitler, como sí era el cao de la JONS y el partido
riverista y el de Ledesma. La CEDA era una confederación de varios partidos de la
derecha tradicional que se fue fascistizando.

 Cortes y constitución de 1931:

Las cortes constituyentes se abren en julio. Solo existe una cámara de poder
ilimitado. El parlamentarismo es el resorte de la república. Sus objetivos eran sancionar
el poder del gobierno provisional y elaborar la constitución, de lo que se encarga una
comisión dirigida por Jiménez de Asua con otros 20 diputados.
Tanto en la comisión como en las cortes se producen unas discusiones
impresionantes reflejadas en la opinión pública.

La primera cuestión es la defensa de España y la república que quedará como una


república democrática de trabajadores de toda clase. Una propuesta era la representación
de trabajadores, pero se desestimó y se llamó democrática. Otra cuestión delicada fue
los artículos de derecho de la propiedad y de expropiación por utilidad social,
preparando el terreno para la reforma agraria. La derecha veía un deslizamiento de la
propiedad privada al hacia el control del estado.

Otro tema delicado es la relación entre la iglesia y el estado. Se discuten las


asociaciones religiosas y la libertad de conciencia y culto. Las asociaciones religiosas
han de estar controladas por el estado y deben estar limitadas en la enseñanza, que es lo
que peor veían los católicos.

Por parte del núcleo de la CEDA se planteaba la aconfesionalidad del estado y el


reconocimiento jurídico institucional de la iglesia por cuestión histórica. Los
republicanos moderados y de izquierda piden la secularización y limitación de poder de
la iglesia. Así igualmente se reconocen otras religiones, la separación de la iglesia y
estado, la manera de limitar el poder de la iglesia.

La disolución de las órdenes religiosas se concreta en la disolución de la Orden


de Jesús, en la aconfesionalidad del estado, el establecimiento del culto en el interior de
los templos y la secularización de los cementerios, provocando la reacción de católicos
y el consiguiente boicot a la república, pero no toda la jerarquía eclesiástica tiene la
misma actitud, hay opiniones de consenso.

Otro tema importante es el estatuto de autonomía. Al final se define el estado


como estado integral de carácter mixto, que se sitúa en medio una república federal y
una unitaria. Reconoce la unidad del estado pero aprueba los estatutos de autonomía,
que van por libre, sobre todo los catalanes, que lo tenían aprobado antes de la
aprobación de la constitución, lo que era una irregularidad.

El 9 de diciembre de 1931 se aprueba la constitución, con la abstención de la


derecha. En ella se establece la soberanía nacional, el estado integral con autonomías, la
bandera de la república, la igualdad ante la ley, la aconfesionalidad del estado y el
castellano como idioma oficial. En los debates también se planteó la posibilidad del
sufragio femenino, que se aprueba por la derecha y los socialistas, y sin embargo, los
republicanos se negaron en contra de Campoamor.

Con el inicio del primer bienio, representado por la izquierda y los socialistas, se
ponen en marcha muchas reformas formuladas por el gobierno provisional, pero
amparadas en la constitución. Además de la política social hay una reforma laboral
relacionada con el establecimiento de un salario mínimo, el seguro de enfermedad,
maternidad, jubilación, etc. También se aprueba la ley de contratos y de jurados mixtos,
una especie de comités paritarios pero con mayor protagonismo de trabajadores y
sindicatos. Con la ley de contrato, a diferencia del código de Aunós, hay un
reconocimiento legal de las asociaciones obreras y se consagra el contrato colectivo.
Los sindicatos son más activos.

La enseñanza es la clave. La voluntad reformadora de los republicanos es


increíble porque la educación es la clave. Hay que conformar ciudadanos republicanos.
El principal problema es la iglesia, porque ya con el gobierno provisional se estableció
la libertad religiosa en la escuela. Con la Ley de instrucción pública se forma una
escuela única y unificada. Una escuela pública uniforme controlada por el estado y que
ofrezca garantía de libre acceso a niveles superiores.

Otra ley que completa la Ley de instrucción pública, en la que también se plantea
la coeducación (chicos y chicas juntos en la misma clase y con el mismo contenido), es
una ley de 1933, la Ley de confesiones y congregaciones religiosas, para controlar las
órdenes en todos los campos.

Esto ya no responde a un estado liberal sino más social e intervencionista,


aconfesional y secularizador. También hay tensiones con la iglesia por la Ley del
divorcio de 1932, relacionada con la igualdad dentro del matrimonio y el matrimonio
civil, cuestiones privadas donde solo intervenía la iglesia.

Esquema:

Comienzan a adoptar una serie de medidas reformistas que es lo que caracteriza al


primer bienio. Los políticos del primer bienio tienen una autopercepción que se pondrá
en marcha una política de reformas desde un pasado lejano. Hemos hablado del trabajo
con la figura central de largo caballero. Hemos hablado de la enseñanza, fascinación de
los republicanos por la educación como una forma de construir ciudadanos fieles a la
república y difundir una educación ciudadana en los rincones del país. La conexión de
esta reforma, enseñanza pública unitaria y secularizada. Es decir, el desplazamiento de
las órdenes religiosas de las labores educativas.

La ley del divorcio, ley de comprobaciones, medidas tendentes a la


secularización y la institucionalización eclesiástica. A disminuir la presencia de la
iglesia en períodos educativos. Nos queda la reforma agraria del primer bienio y se
aprueba en el 32.

A. Primer bienio:
*Reforma agraria

*Desarrollos estatuarios: se aprueba en guerra.

Estas medidas suscitan una oposición al gobierno en un contexto de crisis


económica y aumento del paro.

B. Oposición: desde distintos ámbitos.

*Descontento de los campesinos: la gente para la que no es suficiente las


medidas entendidas en la reforma agraria. No se hace con la rapidez con la que a ellos
les gustaría. La reforma agraria, se prometió mucho pero en la práctica no ofrece tanto
al campesinado como se había prometido inicialmente, se ven defraudados.

*Posición antisistema de la CNT, con la FAI que van a reactivar una propaganda,
se inicia en Cataluña y luego se sucede en otros pueblos. Se produce en casas viejas, un
pueblo de la provincia de Badajoz donde en enero del 33 se produce el incidente entre
guardias civiles e insurgentes anarquistas. Lo que desencadena es una petición de
responsabilidades políticas al gobierno. Las fuerzas del orden público (guardia civil y de
asalto) con la intención de que constituya una fuerza de orden público diferente a la
guardia civil asociada a un carácter represivo. Había que asociar a la republica con una
nueva orden que fuera fiel a los ideales republicanos y se creó la guardia de asalto, que
participará (llevarán pistolas). Será un problema importante para la república, el
gobierno del orden público, mucha movilización social y las fuerzas del orden están
muy controladas por el ejército. La república tiene un problema de civilización. Es muy
importante para entender los acontecimientos.

*se demuestra que el gobierno no es culpable de las Casas Viejas.

* en la derecha encontramos reacción por las expropiaciones de la Reforma


Agraria y por las cuestiones del separatismo en Cataluña y los ataques a la Iglesia, que
era lo que atacaba la ideología de la derecha española. La unidad católica,
aconfesionalidad y la propiedad privada:

-crecimiento de un plan conspirativo, levantamiento de


Sanjurjo.

-confederación de derechas autónomas (CEDA y ACNP).

*La CEDA plantea y aceptan la república, evita la terminología fascista.


Fuera de la CEDA quedan carlistas (tradicionalistas) y alfonsinos.

C. Crisis de la coalición republicano-socialista y las elecciones de Noviembre


del 33: a finales del 33 con el episodio de Casas Viejas y esa dura política de orden
público que condujo a la ruptura socialista. Desata la crisis de la misma, se disuelven las
cortes y se convocan elecciones del 33.
En Noviembre del 33, se dan circunstancias que van a llevar al triunfo de las
derechas: por la reforma de la ley electoral y se incluyó en la constitución. Votarían las
mujeres, inquietud de la izquierda y seguridad de la derecha. La campaña de ascensión
de la CNT. La unión de las derechas, que presentaron un programa electoral en el que se
prometía el fin de las reformas y de la legislación laica y la amnistía de los conflictos
políticos (Sanjurjo). Los republicanos cada vez más divididos. La campaña
parlamentaria fue muy intensa por el voto femenino, tanto de la izquierda como de la
derecha para atraer el voto femenino. También en la calle se produjo un movimiento
intenso, se había fundado ya falange española y las Jons con pistola en mano a la FUE
(federación universitaria española) sindicato republicano-socialista. Las FET (falange
española tradicionalista, Primo de Rivera, carlistas). Estos van a apelar cada vez más a
la violencia en la calle, en estas elecciones triunfa la derecha, pero no tendrá la mayoría
absoluta. El número de fuerzas es menor. Al no tener mayoría absoluta necesita alguien
con quien formar gobierno que con los radicales de Lerroux.

D. II Bienio o bienio radical cedista: se destaca que se forma el primer


gobierno con mayoría de miembros del partido radical. Gobierno que forma Larouse,
con apoyo de la CEDA y el proceso es el de progresivo sometimiento del partido radical
a la CEDA. En la primera formación gubernamental hay una mayoría de ministros. En
el propio partido radical se produce una tensión interna y se va escollando más a la
derecha que recibe presiones de la CEDA para acabar con la ley de reformas y aprobar
la ley de amnistía.

* Partido radical: formar un gobierno con mayoría de radicales donde se


presiona más y a finales del 34 se cambia el gobierno y se incorporan más ministros de
la CEDA. En el 34 se pone en marcha las reformas del primer Bienio.
*
En un contexto de Crisis Económica, caracterizado por la inflación y por
el aumento del paro. Hay dos reacciones: 1. Las organizaciones patronales que
presionan para revocar la legislación de Largo Caballero (más participación en la
negociación de los sindicatos), se limitó las competencias de los jurados mixtos. 2.
Movilizaciones sindicales. Se insiste en el proceso de polarización en el gobierno
republicano. Este proceso tiene una serie de condicionantes complejos y variados. Las
movilizaciones se producen tanto en el campo, con el sindicato de campesinos socialista
FNTT (federación nacional de trabajadores de la tierra) muy importante en este período.
Convocará huelgas por Andalucía, valencia, Sur de Castilla y que va a recibir una dura
represión y se ilegalizará la huelga por parte del gobierno del bienio. Entran los
trabajadores industriales en estos, se producen movilizaciones por la UGT y CNT,
crearan el caldo de cultivo para la Alianza Obrera, se estableció como un frente de
izquierdas contra el avance del fascismo. Las relaciones entre UGT y CNT eran
complicadas desde su aparición, donde si se da una alianza obrera firme y temprana será
en Asturias, donde en marzo del 34 se firma esa alianza. Entre la federación nacional de
la CNP y el sindicato minero. Con esta alianza obrera se da en otros lugares, pero con
menos firmeza. Durante la república la UGT y una parte del socialismo se radicaliza (es
un proceso de la izquierda más reformista). Que la UGT hablara de revolución no deja
de sorprender. Estamos en unas circunstancias en las que a la CEDA se la ve como al
fascismo en el poder. A finales del 34 la CEDA deja de apoyar al gobierno de los
radicales y presiona para que se forme el nuevo gobierno con 3 ministros de la CEDA
produciéndose la insurrección del 34.

*Insurrección 34: con el lema del anti-fascismo. Muchas huelgas a comienzos de


octubre, fracasa en todas ellas en Madrid, Barcelona, Zaragoza y en Cataluña que se
combina con la proclamación de la República Federal Española. Es una idea que está
dentro del catalanismo de izquierdas, no son partidarios de la república integral y
quieren una república federal para proclamar el estado general. Solo en Asturias va a
funcionar, pero de nuevo fracasa. Solo en Asturias funciona la alianza obrera destinada a
una insurrección revolucionaria con la destrucción de los símbolos del poder por parte
de los insurrectos y desde la perspectiva de la cultura obrera. Se ocupan cuarteles de la
Guardia Civil y se crea la estructura de poder alternativo, dura unas semanas y tienen
que ir las tropas de Marruecos a sofocar la insurrección, van las tropas de franco (militar
africanista). Mucha gente explica la ideología política en parte de la experiencia dentro
del ejército en el Norte de África. Más de 1300 muertos, 300.000 heridos, despidos
masivos, clausuras, se suspende la autonomía catalana y se bloquea el proceso de
aprobación del estatuto vasco.

E. Después de Octubre el centro del debate político es la dura represión por una
parte, y por otro lado, se producen maniobras por parte de la CEDA para hacerse con el
control completo en un contexto de crisis por el partico radical y la cuestión de la
represión en Asturias. Se inicia entonces la política de desmantelamiento de las
reformas, de los radicales en el gobierno por cuestiones de represión. Se coloca en el
Ministerio como generales a Sanjurjo y Franco. Se limita la reforma agraria y con la
presencia de los militares se alientan las tramas conspirativas. El papel de la CEDA ha
sido analizado, es muy importante porque su actitud posibilista hace que entre en el
gobierno, no hay posición anti-republicana pero el objetivo final será destruirla. En
febrero del 36 se convocan elecciones después de dos gobiernos que no funcionan.

F. Elecciones Frente Popular: coalición más a la izquierda. Coalición de


republicanos de izquierda, socialistas y grupos de la izquierda obrerista como PON, PC
y PS (partido sindicalista). Este pacto es posible por la memoria de octubre el 34, se
convocan elecciones y se dice que se coaligan porque no se puede permitir que haya un
poder político que actúe de esa manera (octubre 34). Y la tendencia a la creación de
frentes anti-fascistas populares como el frente popular en Francia. El frente popular no
actúa como un frente popular sino es una alianza electoral que no predetermina pacto de
gobierno sino que se forma para las elecciones. Hay muchas diferencias entre ellos.
Algunos socialistas aspiraban a la socialización, estatalización. Se rechazaba que el
estado tuviera un papel relevante. El frente popular triunfa porque se forma la coalición
electoral de casi todas las izquierdas, pero también triunfa porque se tienen dificultades
para presentar un programa común, salgo el anti-marxista y el fantasma de la
revolución. El estamento militar comulga con las diferentes ideologías políticas. Los
carlistas que empiezan a crecer en los últimos años de la república. Solo dentro de la
CEDA también hay discrepancias por las fascitización, calvo Sotelo se mantiene en la
línea del fascismo y Gil Robles dentro del posibilismo republicano. Gana el frente
popular pero son igualados, consigue 263 votos y el Centro Derecha 210. Se forma el
gobierno de Azaña, hay un restablecimiento del gobierno de la Generalitat, se promueve
el estatuto, se retoma la reforma del primer bienio. En febrero del 36 se intenta volver a
hacer. Llevo a la derecha a posiciones más autoritarias y subversivas mientras que los
sindicatos apelaban a la revolución y el triunfo popular era la excusa de sublevarse y
acabar con la República. La falange española aumenta en las calles, aumento de la
violencia. El golpe militar fue con muchos apoyos sociales y políticos. Sucedió lo que
sucedió porque mucho no aceptaron el golpe militar y estallo una guerra. La guerra se
perpetuó por los apoyos sociales.

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