Material de Apoyo Psicología Clínica I
Material de Apoyo Psicología Clínica I
Material de Apoyo Psicología Clínica I
CLÍNICA
Material de apoyo
Lic. Rebeca Fernández Urbieta
2024
UNIDAD I: FUNDAMENTOS DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA
Funciones del/la psicólogo/a clínico/a Las funciones son variadas, no obstante, tal
variedad se puede agrupar en las siguientes actividades, que a su vez requieren
determinadas especificaciones
1. Evaluación. Consiste en la reunión de información relativa a los repertorios
conductuales, el funcionamiento cognitivo y el estado emocional de las personas.
La evaluación implica frecuentemente a más de una persona pudiendo tomar, a
veces, como objetivo central dos o más personas como, por ejemplo: una pareja,
una familia u otros grupos o colectivos
1.1 Utilidades.
Esta información puede ser empleada para:
Diagnóstico de problemas psicológicos.
Elección de técnicas de intervención y tratamiento.
Orientación vocacional.
Selección de candidatos a un puesto de trabajo.
Emisión de un informe pericial.
Elaboración de un perfil psicológico y la obtención de datos complementarios a una
evaluación previa.
Selección de participantes potenciales en un proyecto de investigación psicológica.
• El establecimiento de una línea base de conducta con la que comparar cambios post-
tratamiento y otros numerosos propósitos.
2. Diagnóstico.
Consiste en la identificación y rotulación del problema comportamental, cognitivo,
emocional o social de la persona, grupo o comunidad de que se trate, como resultado
del proceso de evaluación psicológica. Es entonces donde, el psicólogo clínico y de la
salud tendría que tomar las decisiones más importantes: (Colegio de Psicólogos de
España, 2016)
Decidir si se trata de un problema que cae dentro de su competencia o no.
Decidir sobre el grado de severidad o gravedad de las primeras informaciones que
se ofrecen del problema.
Diagnóstico, si procede.
Especificación del problema en términos operativos.
Indicación del tratamiento.
Seguimiento.
3. Tratamiento.
El tratamiento supone intervenciones clínicas sobre las personas con el objeto de
entender, aliviar y resolver trastornos psicológicos: emocionales, problemas de
conducta, preocupaciones personales y otros.
Se entiende que todo tratamiento o intervención supone algún tipo de relación
interpersonal y situación social. Estas formas de ayuda pueden denominarse:
Psicoterapia, Terapia o Modificación de Conducta, Terapia Cognitiva (o Cognitivo-
Conductual), Terapia Psicoanalítica, Terapia Sistémica, Terapia Existencial
(Fenomenológica o Humanística), Consejo o Asesoramiento Psicológico que pueden
reconocerse con otros nombres dependiendo de la orientación y preferencia del
clínico.
3.1. Duración. La duración del tratamiento suele ser por lo general entre cinco y
cuarenta sesiones (comúnmente a razón de una o dos por semana), pero también
pueden ser tan cortas como una sesión y tan largas que pueden llevar varios años. La
duración más frecuente de una sesión está entre 30 minutos y una hora, pero también
puede variar según las circunstancias y la naturaleza de la terapia.
4. Intervención.
La intervención puede consistir igualmente en organizar una sistematización para el
estudio y conducción de los factores individuales, ambientales y relacionales, que
puedan favorecer la calidad del proceso de adaptación a la enfermedad.
5. Asesoría o Counseling.
Es un proceso interactivo basado en estrategias comunicativas que ayuda a reflexionar
a la persona de forma que pueda llegar a tomar las decisiones que considere
adecuadas para sí misma de acuerdo con sus valores e intereses y teniendo en cuenta
su estado emocional. Permite potenciar los propios recursos de los pacientes,
promover su auto-conocimiento, manejar sus emociones y así facilitar que puedan
vivir de un modo más pleno y gratificante, siendo conscientes y comprendiendo su
padecimiento; por tanto cambiando del paradigma paternalista a un modelo
deliberativo y participativo; es decir, no consiste en dirigir, ordenar, moralizar ni juzgar
la actitud del paciente, sino en facilitarle todos los elementos necesarios para que
pueda corresponsabilizarse, con la ayuda de un profesional
6. Enlace.
Se refiere a aquellos aspectos relacionados con la colaboración entre el terapeuta y el
paciente para definir objetivos y metas que ayudan al diagnóstico y tratamiento del
trastorno pero que se alcanza progresivamente en varias sesiones formando una
“dependencia” del paciente por ir a la consulta, acudiendo con más predisposición en
busca de la solución de los problemas.
7. Investigación.
El psicólogo clínico, tanto por tradición histórica como por formación facultativa, está
orientado a la investigación. De hecho, esta actividad es una característica del
psicólogo en relación con los demás profesionales de la salud y así, la investigación ha
llegado a constituir una contribución reconocida en el contexto clínico y de
intervención comunitaria. Las investigaciones del psicólogo clínico y de la salud se
llevan sobre todo en los propios contextos aplicados y, a menudo, formando parte de
las prestaciones profesionales, pero también se llevan en laboratorios disponiendo ya
de mejores condiciones para estudios controlados.
Las áreas de investigación por parte del psicólogo clínico incluyen desde la
construcción y validación de tests hasta el estudio del proceso y del resultado de
distintos tratamientos psicológicos, oscila entre la determinación del valor pronóstico
de determinadas variables hasta la comprobación de la viabilidad de profesionales
como terapeutas, partiendo del análisis de contextos infantiles o geriátricos hasta la
evaluación o experimentación neuro-psicológica o psico-física, existiendo una variedad
extensa de áreas de investigación.
Funciones actuales del psicológico clínico.
Evaluación psicológica: El psicólogo clínico lleva a cabo evaluaciones para
diagnosticar y comprender los problemas emocionales, cognitivos y
conductuales de sus pacientes.
Intervención terapéutica: El psicólogo clínico ofrece terapias psicológicas
basadas en evidencia para ayudar a los pacientes a resolver sus problemas y
mejorar su bienestar emocional.
Asesoramiento y apoyo emocional: El psicólogo clínico brinda asesoramiento y
apoyo emocional a sus pacientes para ayudarles a afrontar situaciones difíciles
y gestionar sus emociones de manera saludable.
Prevención y promoción de la salud mental: El psicólogo clínico trabaja en la
prevención de trastornos mentales y promoción de la salud mental a través de
programas de educación, sensibilización y prevención.
Trabajo interdisciplinario: El psicólogo clínico colabora con otros profesionales
de la salud, como médicos, psiquiatras y trabajadores sociales, para
proporcionar un enfoque integral en el tratamiento de los pacientes.
Investigación y formación: El psicólogo clínico también puede llevar a cabo
investigaciones en el ámbito de la psicología clínica y participar en la formación
de futuros profesionales de la salud mental.
PROCESO DE ENTRENAMIENTO DEL PSICÓLOGO CLÍNICO.
La psicología clínica tiene sus raíces en el siglo XIX con figuras como Sigmund Freud,
considerado el padre del psicoanálisis, quien propuso teorías revolucionarias sobre el
inconsciente y la mente humana. Freud realizó estudios de casos clínicos que sentaron
las bases para el desarrollo de la terapia psicoanalítica.
En la primera mitad del siglo XX, la psicología clínica se consolidó como una
disciplina a través de la creación de instituciones académicas y clínicas
especializadas en el tratamiento de trastornos mentales. Durante la Segunda
Guerra Mundial, la psicología clínica tuvo un papel fundamental en la
evaluación y tratamiento de soldados con trastornos de estrés postraumático.
En las décadas siguientes, la psicología clínica se diversificó en diferentes
enfoques terapéuticos, como la terapia cognitivo-conductual, la terapia
humanista y la terapia sistémica, entre otras. También se han desarrollado
nuevas áreas de especialización, como la psicología forense, la psicología de la
salud y la psicología de la mujer.
Línea de tiempo de antecedentes de la Psicología Clínica
INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN.
La conducta humana es excesivamente compleja, tanto que abundan las teorías que la
explican. Tantos factores afectan una conducta dada en un momento cualquiera y el
cualquier lugar, que se debe ser escéptico en las explicaciones que parecen simples o
inevitables. De hecho, un escepticismo sano es la fuerza directiva detrás de la
búsqueda de conocimiento del científico o de la búsqueda del clínico de modos más
efectivos de servir a sus clientes. Debido a que las explicaciones fáciles, simples o
tradicionales con mucha frecuencia son incorrectas o incompletas, se han desarrollado
métodos cada vez más laborados para generar explicaciones correctas.
Estos métodos siguen y seguirán cambiando, por lo tanto, no existe método perfecto.
Pero de alguna manera, las ideas, las hipótesis o corazonadas deben clarificarse y ser
precisas a fin de que otros puedan someterlas a verificación. La investigación tiene
varios propósitos. Primero que nada, permite que escapemos del reino de a la pura
especulación o de apelar a la autoridad. Segundo, permite ampliar y modificar las
teorías, así como establecer su eficiencia y utilidad. Existe una relación íntima entre
teoría e investigación, en cuanto la primera estimula y guía a la investigación que se
realiza. Pero en sí misma, sufre modificaciones a partir de los resultados de la
investigación.
MÉTODOS.
1. OBSERVACIÓN.
La observación es, entre otros, el método de investigación más básico y generalizado
que estudia a fondo la conducta. Los enfoques experimentales, de estudio de caso y
naturalista implican el acto de observar lo que alguien hace o ha hecho.
Observación no sistemática. La observación informal tiene poco significado en
sí misma para el establecimiento de una base firme de conocimiento. Sin
embargo, es a través de esta observación que se desarrollan las hipótesis que
pueden, en un momento dado, someterse a prueba.
Observación naturalista. Aquí las observaciones son más sistemáticas y
rigurosas. Éstas se llevan a cabo en ambientes reales, pero no son ni informales
ni sin dirección; se planean cuidadosamente de antemano. Sin embargo, el
observador no ejerce control real y está, en mucho, a merced de los eventos
que fluyen con libertad. No se puede tener la seguridad de qué tanto se
generalice a otras personas. En algunos casos el observador puede interferir sin
su conocimiento en los eventos bajo estudio.
Observación controlada. Aunque la investigación se puede llevar a cabo en el
campo o en ambientes relativamente naturales, el observador continúa
ejerciendo cierto grado de control sobre los eventos.
2. ESTUDIOS DE CASO.
Los métodos correlativos se utilizan para establecer relaciones entre variables sin
manipular ninguna de ellas. Estos métodos permiten estudiar la asociación entre dos o
más variables y determinar si existe una relación entre ellas.
Algunos ejemplos de métodos correlativos en psicología clínica incluyen el aná lisis de
correlación y la regresión. La correlación se utiliza para medir la fuerza y la dirección de
la relación entre dos variables, mientras que la regresión se emplea para predecir el
valor de una variable en función de otra variable.
Estos métodos son útiles en psicología clínica para investigar la relación entre
diferentes factores, como por ejemplo la relación entre el estrés y la ansiedad, o entre
la autoestima y la depresión. Al analizar estas asociaciones, los psicólogos clínicos
pueden obtener información valiosa para comprender mejor los procesos psicológicos
y desarrollar estrategias de intervención más efectivas.
5. ANÁLISIS FACTORIAL.
Diagnóstico.
Consiste en la identificación y rotulación del problema comportamental, cognitivo,
emocional o social de la persona, grupo o comunidad de que se trate, como resultado
del proceso de evaluación psicológica. Es entonces donde, el psicólogo clínico y de la
salud tendría que tomar las decisiones más importantes: (Colegio de Psicólogos de
España, 2016)
Decidir si se trata de un problema que cae dentro de su competencia o no.
Decidir sobre el grado de severidad o gravedad de las primeras informaciones
que se ofrecen del problema.
Diagnóstico, si procede.
Especificación del problema en términos operativos.
Indicación del tratamiento.
Seguimiento.
Aunque la elaboración de un diagnóstico es una de las tareas en las que puede
involucrarse un psicólogo, en realidad es un subconjunto del proceso más amplio de
evaluación. Dentro del proceso de la evaluación psicológica, la tarea de diagnosticar
implica que se aplican ciertos procedimientos o pruebas a un individuo para clasificar
su problema y, si es posible, identificar las causas y prescribir el tratamiento.
El diagnóstico en psicología clínica es fundamental ya que permite identificar y
comprender los síntomas, problemas o trastornos que pueden estar afectando la salud
mental de una persona. A través de la evaluación psicológica, se puede determinar
cuál es el problema que está afectando al paciente, así como también establecer un
tratamiento adecuado y personalizado para cada caso.
El diagnóstico en psicología clínica ayuda a orientar al terapeuta en cuanto a las
técnicas y estrategias de intervención más apropiadas para cada paciente, así como
también a prever posibles riesgos o complicaciones. Además, permite realizar un
seguimiento de la evolución del paciente a lo largo del tratamiento y evaluar la
efectividad de las intervenciones realizadas.
Por otro lado, el diagnóstico en psicología clínica también es importante en el ámbito
de la investigación y la recopilación de datos sobre la prevalencia de diferentes
trastornos mentales en la población, así como en la elaboración de políticas de salud
mental y la planificación de servicios de atención psicológica.
BREVE REFERENCIA AL DSM 5.
MOTIVO DE CONSULTA.
Se refiere a una descripción de síntomas o problemas objetivos, el concepto de «demanda»
implica el reconocimiento de una necesidad subjetiva y el deseo de pedir ayuda. Para pode r
actuar en psicología es necesario que el motivo de consulta pueda ex presarse en forma de una
demanda.
El motivo de consulta manifiesto es la razón principal por la que el paciente busca ayuda, es l o
que el paciente expresa directamente al psicólogo. Por ejemplo, podría ser que el paci e nte se
siente triste, ansioso o tiene problemas de pareja.
El motivo de consulta latente es la causa subyacente o real detrás del motivo manifiesto. Es l o
que realmente está afectando al paciente y que puede no ser evidente de inmediato. Por
ejemplo, podría ser que el paciente se siente triste porque está atravesando un duelo o que
tiene problemas de pareja porque se siente inseguro en sus relaciones.
Es importante identificar tanto el motivo manifiesto como el motivo latente para poder
abordar de manera efectiva los problemas del paciente y ayudarlo a mejorar su bienestar
emocional.
LA ENTREVISTA CLÍNICA.
La Entrevista clínica, es el meollo de la mayor parte del trabajo clínico, y se sirven de ella los
psicólogos, los psiquiatras y otros profesionales de la salud mental. Es un instrumento
privilegiado para el ejercicio de la Psicoterapia que todo clínico va a incluir necesariamente e n
su práctica diaria.
En la entrevista se reúne información sobre la conducta, las actitudes y las emociones actuales
y pasadas, además de un historial detallado de la vida del individuo en general y del probl ema
que presenta.
Se determina cuándo empezó el problema específico e identifica otros sucesos (digamos
tensión de vida, traumas, enfermedades físicas) que pudieran haber tenido lugar en el mi smo
periodo. Además, se reúne al menos algo de información del historial interpersonal y social
actual y pasado del paciente, incluida su composición familiar (por ejemplo, condición marital,
número de hijos, si se trata de un estudiante universitario que vive con sus padre s) y de la
educación del individuo. También se recopila de manera rutinaria información sobre el
desarrollo sexual, las actitudes religiosas (actuales y pasadas), los aspectos culturales
relevantes (como una posible tensión inducida por discriminación) y e l historial educativo.
La entrevista clínica es un acto único en el que se dan dos facetas de forma casi inseparable:
una faceta interpersonal, en la que dos o más individuos entran en relación y se comunican de
una forma irrepetible, y otra en la que se produce un acto de tipo técnico, en la que se pone n
en juego las aptitudes del clínico. Conjugar ambas de manera eficaz es “un arte”, un arte que
puede ser perfectamente adiestrable. Un buen entrevistador no nace, sino que se hace a sí
mismo en un proceso continuo de autocrítica, complementando sus conocimientos y
habilidades de comunicación con un auténtico interés por sus semejantes.
En la entrevista clínica no buscamos un dato, sino información, un dato aislado no repre se nta
mucho, sin embargo, la información como conjunto de datos situados en su contexto es
mucho más enriquecedora. En la práctica existen otros datos que los percibimos de forma
inconsciente, como pueden ser: la forma de expresarse, los modales, la forma de ve sti r e tc.,
estos nos influyen de tal manera que pueden hacernos tener reacciones emocionales que nos
harán tratar a nuestros pacientes de distintas maneras.
En la entrevista clínica, cuando somos capaces de superar las reacciones emocionales,
poseemos distancia terapéutica y es entonces cuando podemos ser verdaderamente útiles a
nuestros pacientes.
La entrevista se entiende como un proceso de interacción entre el entrevistador y el(s)
entrevistado(s) por medio de dos canales de comunicación, verbal y no verbal. Esta interacción
tiene un objetivo claro para el entrevistador quien asume un rol de experto durante el proceso
y es quien conduce esta interacción. Este es “un proceso dinámico y continuo, generador de
hipótesis, a la búsqueda de un modelo explicativo que intenta operacionalizar la conducta
problema y a partir de ahí, seleccionar y definir las meta terapeúticas para la planifi caci ón de
un tratamiento” (Sierra, Buela-Casal, Garzón y Fernández, 2001, pág. 42).
Los objetivos de la entrevista varían en función del contexto aplicado d e la psicología en
cuatro metas principales que a veces se dan de manera independiente y en otras ocasiones
se presentan varias en un mismo caso (Marquez, 2011):
Diagnóstico
Orientación
Selección
Intervención
En algunas ocasiones el consultante o cliente se acerca a la entrevista planteando sus
propias inquietudes y en espera de algo particular, sea una respuesta a lo que l e suce de ,
deseos de ser apoyado y acompañado en un proceso en especial, deseos de cambi ar al go
de sí mismo o de su realidad entre otros. Por lo tanto, los objetivos concretos de la
entrevista se darán en función de las inquietudes del consultante. En otros casos el
paciente es remitido con el fin de evaluar aspectos concretos, por ejemplo, e n conte xtos
educativos o forenses el cliente es remitido para determinar sus habilidades para el
aprendizaje o para evaluar el estado de su salud mental respectivamente. Para el
entrevistador debe haber claridad de lo que requiere la instancia que ha remitido al
individuo.
En contextos organizacionales y educativos se utiliza la entrevista como una he rrami e nta
para evaluar si el sujeto posee determinadas características, así como identificar sus
fortalezas y debilidades en relación a unos parámetros deseados o perfiles
predeterminados.
Entonces los objetivos varían en relación al contexto y situación bajo la cual el entrevistado
se aproxima a la entrevista. Sin embargo, nos centraremos en la entrevista clíni ca, l a cual
debe propender por lograr:
1. Establecer una relación de confianza y empatía
2. Obtener información relevante y suficiente para:
Formular hipótesis sobre el problema: su adquisición, mantenimiento, diagnóstico y
pronóstico
Seleccionar metas terapéuticas: todo aquello que se espere que el paciente logre con e l
tratamiento.
3. Obtener información para el examen del estado mental: Básicamente se refiere a
identificar qué tan alterado se encuentra o no el individuo en términos de sal ud me ntal.
Este examen del estado mental comprende: Apariencia, porte y actitud, orientación,
atención y sueño, percepción, memoria, pensamiento, lenguaje, inteligencia e
introspección y juicio de realidad.
4. Devolución de información al paciente: aunque en este punto de la evaluación no haya
claridad absoluta del problema, es importante ayudar al paciente a entender lo que le
sucede, reconocer los puntos más relevantes a trabajar y hacerle sentir que ha sido
comprendido.
5. Si la entrevista tiene fines terapéuticos estos varían en relación al diagnóstico y fines de l a
intervención.
CARACTERÍSTICAS Y TIPOS.
Al igual que todas las otras formas de evaluación psicológica, las entrevistas clínicas nece sitan
ser confiables y válidas. Varias formas de confiabilidad son importantes en lo que atañe a l as
entrevistas.
Primero, si un clínico entrevista al mismo cliente en dos ocasiones ¿obtendrá la misma
información? Esta pregunta representa la confiabilidad test-retest de la entrevi sta. La
investigación ha demostrado que puede obtenerse información confiable de
entrevistas realizadas con varias semanas e incluso varios meses de separaci ón e ntre
unas y otras (Groth-Mamat, 1997).
Sin embargo, la confiabilidad de la entrevista disminuye si se pide a los clientes que
proporcionen informes retrospectivos o que recuerden información relat iva a
acontecimientos que sucedieron mucho tiempo atrás (por ejemplo, Olin y Zelinsky, 1991).
Por el contrario, la confiabilidad aumenta cuando se solicita información específica y
factual en oposición a información más vaga o con carga emocional (Beutler, 1996).
Segundo, si dos entrevistadores diferentes interactúan con el mismo cliente
¿obtendrán la misma información?
Este tipo de acuerdo representa una forma de confiabilidad interclase. La confiabilidad
interclase de las entrevistas clínicas, por lo general, se calcula en la forma del coe fi ci e nte
kappa. La kappa refleja el grado de acuerdo entre dos calificadores después de controlar la
tasa de acuerdo que podría ocurrir simplemente por azar.
Como las decisiones diagnósticas son más a menudo de "sí" o "no", existe una tasa
inherente a la cual los entrevistadores coincidirán sólo por azar.
La consistencia de la información obtenida por diferentes entrevistadores aumenta
directamente como una función del grado de estructuración proporcionada por el format o
de la entrevista y por el nivel de capacitación dado a los entrevistadores.
Tercero, si se pide a dos clínicos que evalúen y emitan juicios basados en la
información de la misma entrevista ¿coincidirán en sus juicios? Este tipo de
confiabilidad entre calificadores por lo general se evalúa videograbando una entrevista
y haciendo que los clínicos vean la cinta por separado y proporcionen sus juicios e
inferencias acerca del cliente (por ejemplo, Widiger, Frances, Pincus, Davis y First,
1991).
El nivel de entrenamiento en un sistema para calificar la entrevista tiene el mayor impacto
en el mejoramiento de este tipo de acuerdo entre quienes llevan el registro. El de sarrol lo
de entrevistas diagnósticas estructuradas ha hecho una contribución importante al
incremento de la confiabilidad de las entrevistas clínicas. El establecimiento de la
confiabilidad de cualquier procedimiento psicológico es necesario, pero no suficiente para
determinar si tal procedimiento es válido. Una vez que las entrevistas clínicas han
demostrado ser confiables, todavía debe encontrarse que generan información pre ci sa o
válida.
La validez requiere que la información obtenida en la entrevista se compare con un
criterio externo para determinar su precisión. Se han realizado mucho menos
investigaciones sobre la validez de las entrevistas clínicas que sobre su confi abi li dad. Por
otra parte, con frecuencia los juicios formulados con base en las entrevistas di agnósticas
estructuradas se consideran como el "estándar de oro" que sirven de medida para juzgar
otros procedimientos de evaluación.
Sin embargo, al igual que las otras fuentes de datos de evaluación, incluso las e ntre vistas
altamente estructuradas están expuestas a problemas de su validez. Factores situacionales
pueden afectar la precisión, y por ende, la validez de la información obtenida en una
entrevista. Por ejemplo, el estado de ánimo actual del cliente, o su estado emocional,
pueden contribuir a sesgar el recuerdo de información acerca de la historia y los
acontecimientos pasados (por ejemplo, Aneshensel, Estrada, Hansell y Clark, 1987).
Las entrevistas diseñadas para obtener historias de vida pueden ser especialmente
vulnerables a errores y distorsiones debidos al estado de ánimo actual. Sin embargo, se
ha demostrado que las entrevistas diagnósticas altamente estructuradas arrojan datos que
se relacionan con la información obtenida con otros métodos, como pruebas y
observaciones directas.
UNIDAD: V - EVALUACIÓN CLÍNICA
ENTREVISTA DE EVALUACIÓN.
La entrevista de evaluación en psicología clínica es un proceso fundamental para
recopilar información relevante sobre el paciente, su historia personal, su
problemática actual, y sus necesidades y expectativas con respecto al tratamiento.
Esta entrevista se realiza de manera presencial y suele durar aproximadamente una
hora.
Durante la entrevista, el psicólogo clínico realiza preguntas abiertas y estructuradas
para obtener información detallada sobre la historia personal y familiar del paciente,
sus síntomas y dificultades actuales, así como su estado emocional y psicológico.
También se exploran aspectos como la edad, el género, la orientación sexual, la
cultura, la religión y otros factores que puedan influir en la problemática del paciente.
Además, se evalúan posibles factores de riesgo y protección, como antecedentes de
enfermedades mentales en la familia, abuso de sustancias, eventos traumáticos, entre
otros. Se busca también identificar los recursos y habilidades que el paciente tiene
para hacer frente a sus dificultades.
La entrevista de evaluación no solo tiene como objetivo recopilar información, sino
también establecer una relación terapéutica de confianza con el paciente, que le
permita sentirse seguro y cómodo para expresar sus emociones y pensamientos de
una manera abierta y sincera.
Una vez finalizada la entrevista de evaluación, el psicólogo clínico elabora un
diagnóstico preliminar y propone un plan de tratamiento personalizado, que puede
incluir terapia individual, terapia familiar, terapia de grupo, psicofarmacología u otras
intervenciones. Es importante destacar que la información recopilada durante la
entrevista de evaluación es confidencial y solo se comparte con el consentimiento del
paciente.
ENTREVISTA DE INTELIGENCIA.
Las pruebas proyectivas son herramientas psicológicas que se utilizan para evaluar la
personalidad, los pensamientos, sentimientos y comportamientos de una persona.
Estas pruebas se basan en la idea de que las respuestas a situaciones ambiguas revelan
información sobre la persona que no puede ser revelada de manera directa.
Algunas de las pruebas proyectivas más comunes son el Test de Rorschach, el Test de
Apercepción Temática (TAT), el Test de la Figura Humana y el Test de la Familia. Estas
pruebas suelen tener interpretaciones subjetivas y pueden ser más difíciles de evaluar
en comparación con las pruebas objetivas.
Las Pruebas proyectivas constituyen un instrumento clínico que con frecuencia pone
de relieve datos relacionados con el modo en que el examinado ve, enfoca y maneja su
mundo.
Características:
Eficaces para evaluar aspectos del mundo cognitivo y afectivo que pueden
servir de indicadores para el diagnóstico o la descripción del individuo
Su objetivo es la evaluación global de la personalidad
El análisis de las respuestas debe ser principalmente cualitativo y global.
Las respuestas de los sujetos ante estas técnicas permiten aprender la
estructura estable e intrínseca de la personalidad que existe en todos los
individuos.
Las pruebas proyectivas pueden proporcionar información valiosa sobre la
personalidad de un individuo, sus motivaciones internas y sus patrones de
pensamiento. Sin embargo, también pueden ser criticadas por su falta de validez y
confiabilidad, ya que las respuestas pueden ser interpretadas de diferentes maneras
por diferentes evaluadores.
EVALUACIÓN CONDUCTUAL.
Consiste en que las personas sirvan como observadores de sus propias acciones e
interacciones.
Se visualiza la perspectiva del paciente porque detecta las cogniciones internas y
externas, así como conductas encubiertas. No sólo se proporciona la frecuencia de la
conducta, sino que puede dar lugar a cambios en la misma, solo con el hecho de
registrar la propia conducta.
Ejemplo de autorregistro o Automonitoreo: En psicología puede ser llevar un diario de
emociones, donde la persona anota sus emociones y pensamientos en diferentes
situaciones a lo largo del día. Al revisar el diario, la persona puede identificar patrones
de pensamiento negativos o situaciones que desencadenan emociones negativas, lo
que le permite trabajar en cambiar esos patrones y mejorar su bienestar emocional.
OBSERVACIÓN CONTROLADA.
Los clínicos conductuales han empleado una variedad de técnicas de informe personal para
identificar comportamientos, respuestas emocionales y percepciones del ambiente. La
Encuesta de temor (Fear Survey Schedule) (Geer, 1965; Lang y Lazovik, 1963) se ha utilizado en
forma amplia. Consiste en 51 situaciones que potencialmente despiertan temor y requiere que
el paciente estime el grado de temor que genera cada situación. Otros inventarios de informe
personal usados con frecuencia incluyen el Programa de asertividad Rathus (Rathus
Assertiveness Schedule) (Rathus, 1973), el Inventario de Depresión de Beck (Beck Depression
Inventory) (Beck, 1972), el Informe Personal Juvenil (Youth Self Report) (Achenbach, 1991) y e l
Formato de Conflicto Matrimonial (Marital Conflict orm) (Weissy Margolin, 1977). Es notable
que estén ausentes de este listado breve y parcial de inventarios los instrumentos que ti e ne n
una orientación diagnóstica psiquiátrica. Desde el punto de vista histórico, ésta ha sido una
omisión consciente por parte de los evaluadores conductuales, quienes por lo general
encuentran poco mérito en la clasificación psiquiátrica (Follette y Hayes, 1992).
Sus pruebas estaban más orientadas hacia la evaluación de deficiencias conductuales
específicas, impropiedad conductual y ventajas conductuales (Sundberg, 1977). El foco de l os
inventarios conductuales es, en resumen, el comportamiento. Se pregunta a los pacientes
sobre acciones, sentimientos o pensamientos específicos que minimizan la necesidad de hace r
inferencias sobre lo que significa su comportamiento. También se han elaborado i nve ntari os
que evalúan la percepción de la persona del ambiente social (Insel y Moos, 1974). Las e scal as
que han elaborado Moos y sus colegas intentan evaluar los ambientes en función de las
oportunidades que proporcionan para las relaciones, el crecimiento personal y el
mantenimiento y cambio de los sistemas. Hay escalasseparadas para diversos ambientes,
incluyendo el trabajo, la familia, los salones de clases, los pabellones de hospitales y otros.
Los clínicos conductuales utilizan diferentes formas de preguntar a los pacientes
sobre sus pensamientos, emociones y comportamientos. Utilizan cuestionarios como
la Encuesta de Temor para medir el nivel de miedo en diferentes situaciones.
También utilizan otros cuestionarios como el de Asertividad, Depresión y Conflictos
Matrimoniales. Estos cuestionarios se centran en el comportamiento de la persona y
no en la clasificación psiquiátrica. También hay cuestionarios que evalúan la
percepción de la persona sobre su ambiente social. Por ejemplo, evalúan cómo se
sienten en el trabajo, en la familia, en el colegio, etc.
JUICIO CLÍNICO: PROCESO, PRECISIÓN Y COMUNICACIÓN.
PSICOLOGÍA COMUNITARIA.
A nivel teórico, desde hace mucho tiempo los terapeutas han aceptado la idea de que toda
conducta (patológica o de cualquier tipo) es el producto combinado de factores situacionales y
personales. Sin embargo, en sus esfuerzos terapéuticos cotidianos, el énfasis de los terapeutas
se colocaba en términos generales en algún tipo de terapia individual. La persona trastornada
solicitaba la ayuda del experto y por este acto se sometía al rol de paciente. El terapeuta
trataba y el paciente reaccionaba.
Sin embargo, dada la tasa de problemas de salud mental en el mundo actual, algunos han
cuestionado si este enfoque general es razonable. Para ellos un enfoque relativamente nuevo,
la psicología comunitaria, brinda una enorme fuente de esperanza para la atención de los
problemas de salud mental. Para muchos la psicología comunitaria es un enfoque de salud
mental que acentúa el papel de las fuerzas ambientales en la creación y alivio de los
problemas. Para Rappaport (1977) es más útil hablar de la psicología comunitaria en térmi nos
de una perspectiva, que tratar de obtener una definición normal.
Los principales aspectos de esta perspectiva son la relatividad cultural, la diversidad y la
ecología (correspondencia entre personas y ambiente). Esta perspectiva tiene varias
implicaciones.
Primero, los psicólogos comunitarios no deben preocuparse de manera exclusiva por
ambientes o individuos inadecuados, debe dirigir su atención a la correspondencia entre
ambientes y personas.
Segundo, los psicólogos comunitarios deben destacar la creación de alternativas a través de l a
identificación y desarrollo de los recursos y fortalezas de personas y comunidades. Así e l foco
de atención se sitúa en la acción dirigida hacia las capacidades de las personas y ambientes
más que hacia sus deficiencias.
Tercero, es probable que el psicólogo comunitario considere que las diferencias entre
personas y comunidades son deseables. Por tanto, los recursos sociales no deben distribuirse
en función de una pauta de capacidades.
El psicólogo comunitario no se identifica con una sola norma o valor social, sino que busca la
promoción de la diversidad.
La psicología comunitaria no es un campo que remarque una enfermedad individual o mode l o
individual de tratamiento. Su atención se coloca más en el aspecto preventivo que en el
curativo. Se alienta a individuos y a organizaciones comunitarias a que asuman el control de
sus problemas y los dominen a través de la habilitación, de modo que no sea necesaria la
intervención profesional tradicional.
Principios de la psicología comunitaria
Los problemas se desarrollan debido a una interacción a través del tiempo de individuo, e l
ambiente social y los sistemas; estos ejercen influencia mutua entre sí.
Los problemas se pueden definir en varios niveles, pero se coloca un énfasis parti cul ar e n
el análisis del nivel de la organización y de la comunidad o vecindario.
Por lo común, la psicología comunitaria no se práctica en clínicas sino más bien en el
campo o en el contexto social de interés.
Más que planificar los servicios solo para aquellos que requieren ayuda, los psicólogos
comunitarios evalúan de manera pro-activa las necesidades y riesgos de una comunidad.
Se coloca el énfasis en la prevención de los problemas más que en el tratamiento d e los
problemas existentes.
Se han hecho intentos por compartir la psicología con otros a través de consultoría; con
frecuencia las intervenciones en sí se llevan a cabo por medio de programas de autoayuda
o a través de personas entrenadas que no son psicólogos ni profesionales.
PSICOLOGÍA DE LA SALUD Y MEDICINA CONDUCTUAL.
Parece ser que en la actualidad todo el mundo se da cuenta de que el estilo de vida afecta
nuestra salud y sentido de bienestar.
La carga económica potencial asociada con los problemas de salud ha conducido a muchos a
revalorar sus estilos de vida y conducta. También ha habido un cambio en la percepción en
cuanto a que la salud se ha llegado a asociar con un bienestar más que con la simple ause nci a
de enfermedad. Estas tendencias han conducido a enfocarse de manera mucho más intensa en
conductas y estilos de vida que promuevan la salud y prevengan la enfermedad. No es de
sorprender que psicología de la salud se haya vuelto de moda.
La psicología, como ciencia de la conducta, tiene mucho que contribuir al campo de l a sal ud y
la psicología de la salud se ha vuelto una especialidad de rápido crecimiento dentro de la
psicología de la salud. La psicología de la salud es un área de especialidad dentro de la
psicología.
Es un término más específico de la disciplina que se refiere al importante papel de la psicología
como ciencia y profesión dentro de la medicina conductual.
La psicología de la salud incluye la práctica, investigación y enseñanza relacionada con la salud
de parte de muchos tipos de psicólogos: sociales, industriales, fisiológicos y así sucesivamente.
Se ha definido de manera específica de la siguiente manera: La psicología de la salud es la
suma de las contribuciones educativas, científicas y profesionales específicas de la disciplina de
la psicología para la promoción y conservación de la salud, prevención y tratamiento de la
enfermedad e identificación de los correlatos etiológicos y diagnósticos de la salud,
enfermedad y trastornos relacionados. Incluye las contribuciones de la psicología para la
mejora de la salud, prevención y tratamiento de la enfermedad, identificación de los factore s
de riesgo para la salud, mejoría del sistema de atención a la salud e influencia sobre la opinión
pública con respecto a la salud.
NEUROPSICOLOGÍA.
Un área muy importante en crecimiento dentro de la psicología clínica en los últimos dos
decenios ha sido el campo de la Neuropsicología. Este desarrollo se ha reflejado en:
1. Aumento en las membresías dentro de asociaciones profesionales de Neuropsicología.
2. El número de programas de entrenamiento que ofrecen cursos de Neuropsicología.
3. Los muchos artículos, libros y revistas especializadas que se publican en la actualidad ace rca
de temas neuropsicológicos.
4. El incremento en puestos disponibles relacionados con la Neuropsicología. Se le puede
definir a la Neuropsicología, en términos sencillos, como es estudio de la relación entre la
función del cerebro y la conducta.
Se ocupa de la comprensión, evaluación y tratamiento de conductas relacionadas de mane ra
directa con el funcionamiento del cerebro. La evaluación neuropsicológica es un método no
invasivo de la descripción del funcionamiento cerebral con base en el desempeño del paciente
en pruebas estandarizadas que han demostrado ser indicadores precisos y sensibles de las
relaciones cerebro-conducta.
Puede atender a los problemas de lateralizaciones por lesión cerebral, localización y progre so
de la lesión cerebral. Las valorizaciones neuropsicológicas también han proporcionado
información útil acerca del impacto de las limitaciones de un paciente sobre la adaptación
educativa, social o vocacional.
Dado que muchos pacientes con trastornos neurol ógicos, tales como enfermedades
degenerativas, accidentes cerebrovasculares o esclerosis múltiple, pueden variar ampliamente
en la tasa a la cual progresa o mejora la enfermedad, la manera más significativa de aval uar a
los pacientes, en cuanto la gravedad de su padecimiento, consiste en valorar su conducta de
modo objetivo a través de los procedimientos de evaluación neuropsicológica.
Funciones de los neuropsicólogos.
Es frecuente que los requieran los neurólogos u otros médicos para ayudar a establecer o
descartar diagnósticos particulares. Debido a un énfasis en los sistemas funcionales del
cerebro, es frecuente que los neuropsicólogos puedan hacer predicciones concernientes al
pronóstico de recuperación.
Un tercer papel importante implica la intervención y rehabilitación. Es frecuente que la
información que proporcionan los neuropsicólogos tenga importante significado para el
tratamiento; los resultados de pruebas proporcionan una guía, por ejemplo, en cuanto a qué
áreas del cerebro se encuentran todavía intactas y pueden utilizarse para “asumir” las
funciones del cerebro que se han alterado debido a sesión o enfermedad.
Por último, es necesario mencionar que a los neuropsicólogos se les pide valorar a los
pacientes con trastornos mentales a fin de ayudar a pronosticar el curso de la enferme dad, al
igual que para ayudar a diseñar estrategias de tratamiento dirigidas hacia las fortalezas y
debilidades de los pacientes.
PSICOLOGÍA FORENSE.
Debido a que, según se dice, los psicólogos son expertos en la conducta humana, no es de
sorprender que algunos de ellos comiencen a especializarse en la aplicación del conocimiento
psicológico a los problemas que enfrentan los jueces, abogados, oficiales de policía y, de
hecho, con cualquier persona que deba encarar o tratar con problemas relacionados con la
justicia civil, penal o administrativa, víctimas y transgresores por igual.
Este campo de la psicología clínica, llamado ahora psicología forense, atravesó por un
crecimiento repentino, sumamente visible, en el decenio de 1970.
Un aspecto importante de la psicología forense es la habilidad de testificar en un juzgado,
reformulando descubrimientos psicológicos en el lenguaje legal de los juzgados para prove e r
información al personal legal de una forma que pueda ser entendida. En el caso de Estados
Unidos, los psicólogos forenses deben entender la psicología, reglas y estándares de l si ste ma
jurídico estadounidense para que sean considerados como testigos creíbles.
Es fundamental el entendimiento del modelo acusatori o bajo el cual funciona el sistema.
También existen reglas sobre el testimonio de oídas y, más importante, la regla de e xcl usi ón.
La falta de una comprensión firme de estos procedimientos resultará en la pérdida de
credibilidad del psicólogo forense en el juzgado. Un psicólogo forense puede ser entrenado e n
psicología clínica, social, organizacional o cualquier otra rama de la psicología. En algunos
países, los psicólogos forenses también proveen recomendaciones con respecto a la sentenci a
y al tratamiento que debe seguir el acusado, así como cualquier otra información que e l jue z
requiera, como la referida a factores atenuantes, valoración de riesgo futuro y evaluación de la
credibilidad de los testigos.
La psicología forense implica también capacitar y evaluar a policías u otro personal oficial
para proveer perfiles criminales a las fuerzas del orden
Por lo común la psicología forense se define como el campo que se ocupa “de la interacción de
la psicología y la ley, y de la aplicación de la psicología a los asuntos legales.
PSICOLOGÍA CLÍNICA INFANTIL Y PEDIÁTRICA.
En principio, se debe comprender que las distinciones entre psicólogos pediátricos y psicólogos
clínicos infantiles son, en el mejor de los casos, confusas. Sin embargo, en la psicología cl íni c a
infantil, una actividad común a través de los años ha sido el trabajo con niños y adol e sce ntes
una vez que se han desarrollado los síntomas psicopatológicos. Con frecuencia, este trabajo se
ha realizado tanto en la práctica privada como en clínicas de orientación infantil en el contexto
del equipo tradicional del psicólogo, psiquiatra y trabajador social, junto con cierta
colaboración de los pediatras.
En contraste, la psicología pediátrica se ha descrito como la psicología clínica infantil que se
lleva a cabo dentro de entornos médicos que incluyen hospitales, clínicas del desarrollo o en l a
práctica de un grupo médico.
Es frecuente que los psicólogos pediátricos intervengan antes de que se desarrolle la
psicopatología y que, en muchos casos sus clientes provengan de canalizaciones echas por
pediatras.
Es un campo de investigación y práctica que se ha ocupado de una gran variedad de te mas e n
relación entre el bienestar psicológico y físico de los niños, incluyendo los conocimientos
conductuales y emocionales de dolencias y enfermedades, el papel de la psicología en la
medicina pediátrica y la promoción de la salud y prevención de la enfermedad entre niños
sanos.
Se han presentado varias diferencias entre ambas definiciones. Primero, los clínicos pediátricos
se caracterizan por una orientación conductual con una tendencia relacionada a utilizar
estrategias de intervención inmediatas, a corto plazo. En contraste, los psicólogos clínicos
infantiles tienen orientaciones más variadas.
En segundo lugar, los clínicos pediátricos tienden a colocar un mayor énfasis en el aspecto
médico y biológico dentro de sus enfoques al entrenamiento, la investigación y l a pre staci ón
de servicios. De nuevo, en contraste, los psicólogos clínicos infantiles colocan un mayor énfasis
en el entrenamiento en evaluación, procesos del desarrollo y terapia familiar.