Disputa Territorial (Nicaragua VS Colombia)

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DISPUTA TERRITORIAL Y MARÍTIMA (NICARAGUA VS

COLOMBIA)

ANTECEDENTES

El archipiélago de San Andrés y parte de la Costa de Mosquito pertenecían al Virreinato


Español de Santa Fe, el cuál al día de hoy conocemos como Colombia.

Una vez que Colombia se independizó del imperio Español se dedicó a la administración del
archipiélago de San Andrés encontrándose sobre la soberanía de dicho Estado. En cambio,
Nicaragua durante su independencia y al día de hoy, no se ha encargado de la
administración y mucho menos tiene soberanía sobre el archipiélago o sus islas. Solo hubo
algunos intentos de reclamarlas durante 1821, 1823, 1838 y posteriores.

La Costa Mosquito, durante el siglo 19 se encontraba bajo dominio de Gran Bretaña. Una
vez que Colombia se convirtió en Estado independiente comenzó a reclamar a Gran
Bretaña y Nicaragua los títulos que le fueron otorgados por la Corona Española así como
sus derechos de soberanía y jurisdicción. Nicaragua firmó con Gran Bretaña el tratado de
Managua para mantener el control sobre la costa. En 1894, Nicaragua, con el apoyo de
Estados Unidos, comenzó a ejercer presencia en la costa. Por su lado, Colombia continuó
ejerciendo sus derechos de la Costa Mosquito frente a Nicaragua sin resolver el asunto
entre ambos países.

Las diferencias entre ambos países se volvieron más tensas cuando Nicaragua, en 1890,
ocupó Corn Island por la fuerza. Dejando todas las otras islas y cayos bajo el control de
Colombia.

En 1913, Nicaragua presentó reclamaciones sobre algunas islas del Archipiélago lo cual dio
lugar a un diálogo entre los Estados de Colombia y Nicaragua. Derivado de las
negociaciones, se llegó a una solución que concluyó en 1928 con el Tratado sobre
Cuestiones Territoriales en Controversia entre Colombia y Nicaragua, junto con su protocolo
de ratificación en 1930. También conocido como el Tratado de Esguerra-Bárcenas. Los
anteriores fueron registrados en la liga de naciones el 16 de agosto de 1930 por Colombia y
el 25 de mayo de 1932 por Nicaragua.

En el Tratado, ambos países acordaron terminar con la disputa territorial. En el artículo 1


Nicaragua reconoce la soberanía que tiene Colombia sobre el archipiélago de San Andrés.
Por otro lado, Colombia reconoce la soberanía de Nicaragua sobre la Costa Mosquito y
Corn Island, las cuales son parte del archipiélago de San Andrés. Además acordaron como
límite marítimo el meridiano 82° W entre Colombia y Nicaragua.

Décadas después de la firma del Tratado, Nicaragua ha perpetrado en reiteradas ocasiones


lo estipulado en dicho acuerdo.

El 6 de diciembre de 2001, Nicaragua interpuso una demanda ante la Corte Internacional de


Justicia contra Colombia respecto a una controversia que consiste en un grupo de
cuestiones jurídicas subsistentes relacionadas entre ambos Estados en materia de título de
territorio y delimitación marítima. En la cuál solicita a la corte que ajuste y declare:
- Primero: Nicaragua tiene soberanía sobre las islas de Providencia, San Andrés y
Santa Catalina y todas las islas y cayos, además sobre los cayos Roncador,
Serrana, Serranilla y Quitasueño
- Segundo: Nicaragua solicitó que la Corte analizara el límite marítimo entre las áreas
de plataforma continental y zona económica exclusiva que pertenecen a Nicaragua y
Colombia bajo los principios equitativos y relevantes conocidos por el derecho
internacional respecto a la delimitación marítima

ARGUMENTOS DE AMBOS ESTADOS

Nicaragua Argumentando así que el tratado de 1928 había sido firmado cuando había
ocupación de Estados Unidos. Pero este mismo no podía delimitar la frontera territorial entre
los países. para una delimitación de la plataforma continental, Nicaragua solicitó a la Corte,
delimitar la plataforma continental entre dicho Estado y Colombia, en virtud de que las
prolongaciones naturales de los territorios continentales de ambas partes se encuentran y
superponen conforme a lo dispuesto en el artículo 76 de la Convención de las Naciones
Unidas sobre el Derecho del Mar,23 que la dota de una plataforma continental que se
extiende más allá del límite de doscientas millas náuticas desde la línea de base, que se
mide la anchura del mar territorial.

Cabe aquí hacer la acotación de que para determinar si una formación marítima o extensión
de tierra es una isla, debe tenerse en cuenta lo dispuesto en el artículo 121 de la
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que recoge la costumbre
internacional, en cuanto a la determinación de una isla; al respecto: Artículo 121

Régimen de las islas

1. Una isla es una extensión natural de tierra, rodeada de agua, que se encuentra sobre el
nivel de ésta en pleamar.

2. Salvo lo dispuesto en el párrafo 3, el mar territorial, la zona contigua, la zona económica


exclusiva y la plataforma continental de una isla serán determinados de conformidad con las
disposiciones de esta Convención aplicables a otras extensiones terrestres.

3. Las rocas no aptas para mantener habitación humana o vida económica propia no
tendrán zona económica exclusiva ni plataforma continental.

En ese sentido, las partes difirieron en cuanto a la determinación de calificación de isla a las
formaciones de Quitasueño, pues conforme a los argumentos de Nicaragua, basada en un
estudio preparado por su Ministerio de Relaciones Exteriores en 1937, Quitasueño no se
considera como una isla, ya que sumerge en pleamar.

por su parte Colombia fundó sus argumentos en 2 estudios: estudio de la armada


colombiana en 2008, y Reporte del experto Robert Smith denominado “Mapeo de islas de
Quitasueño (Colombia). Sus líneas de Base, Mar Territorial y zona Contigua, de febrero de
2010” (reporte Smith), en los que se considera que existen 34 formaciones marítimas
individuales en Quitasueño que califican como islas, pues se mantienen sobre el nivel de
pleamar, y veinte elevaciones de bajamar situadas dentro de las doce millas náuticas de
una o más de esas islas.

ARGUMENTOS DE LA SENTENCIA
La Corte Internacional de Justicia dictó sentencia el 13 de julio de 2023, desestimando la
demanda realizada por Nicaragua. En concreto, se pronunció frente a la controversia y
justificando su decisión con 5 temas:
- La Convención refleja el derecho internacional consuetudinario.
La Corte afirma sobre la Convención que los artículos 56 y 76 reflejan normas de
derecho internacional consuetudinario.
- No puede haber zona económica exclusiva sin plataforma continental.
En la zona económica exclusiva, los derechos relativos al fondo marino y su
subsuelo deben ejercerse de conformidad con el régimen jurídico aplicable a la
plataforma continental, misma en la que el Estado ribereño ejerce, al igual que en la
zona económica exclusiva, derechos soberanos en exclusiva en lo que respecta a la
exploración y explotación de sus recursos naturales, es decir, los derechos que
incluye una zona económica exclusiva sobre el fondo marino de esa zona se definen
con referencia al régimen previsto para la plataforma continental.
- No es admisible la creación de una “zona gris”.
Nicaragua argumentaba dar lugar al establecimiento de una “zona gris”, tomando
como precedente al Golfo de Bengala. La Corte dijo que estos son supuestos
distintos y le era aplicable el mismo procedimiento, porque en ellos se trató de
delimitar la plataforma continental de dos Estados, tras determinarse que ambos
tenían derecho a una plataforma continental ampliada.
- El fundamento de los límites de la plataforma continental ampliada según el derecho
internacional consuetudinario: la protección de la “Zona” patrimonio común de la
humanidad.
La Corte estableció que para el derecho internacional consuetudinario
contemporáneo existe una plataforma continental única a los efectos de los
derechos sustantivos que confiere al Estado ribereño, ya sea la establecida en base
al criterio de la distancia de las 200 millas marinas, ya sea la establecida en base al
criterio de la prolongación natural.
Para la Corte, mientras que el objetivo de la plataforma continental establecida en
base al criterio de la distancia sería conferir derechos soberanos al Estado ribereño,
al igual que ocurre en su extensión coincidente de la zona económica exclusiva, el
objetivo de la plataforma continental establecida en base al criterio de la
prolongación natural buscaría precisamente lo contrario, fijar límites a la soberanía
de los Estados ribereños respecto de la “Zona”, “patrimonio común de la
humanidad”, a partir del término de su plataforma continental.
- La norma internacional consuetudinaria impide la prolongación de una plataforma
continental que ocupe la zona de 200 millas marinas correspondiente a otro Estado.
El derecho internacional consuetudinario, el derecho de un Estado a una plataforma
continental más allá de las 200 millas náuticas desde las líneas de base desde las
cuales se mide la anchura de su mar territorial no puede extenderse a áreas
marítimas dentro de 200 millas marinas de las líneas de base de otro Estado.

VOTOS DISIDENTES

Algunas de las acciones que Nicaragua atribuye a Colombia, y que, según la Solicitante,
constituyen violaciones de sus derechos en los espacios marítimos que caen bajo su
jurisdicción en virtud de la Sentencia de 2012 mediante la cual la Corte fijó el límite marítimo
entre ambas Partes, tuvo lugar después del 27 de noviembre de 2013. En esa fecha, el
título de competencia que permitía a la Corte conocer de la presente controversia dejó de
tener efectos, toda vez que Colombia había notificado su denuncia del Pacto de Bogotá el
27 de noviembre de 2012.

La Demandada impugnó la competencia de la Corte para examinar y pronunciarse sobre la


legalidad de hechos ocurridos después del 27 de noviembre de 2013, y la Corte rechazó
esa objeción en su Sentencia y acordó extender su examen a todos los hechos alegados
por Nicaragua, independientemente de si ocurrieron o no.

La Corte ha enfatizado repetidamente “que su competencia se basa en el consentimiento de


las partes y se limita a la medida aceptada por ellas”. Por lo tanto, la Corte no tiene, como
regla general, competencia sobre hechos ocurridos después de la expiración de un tratado
que es la base de su competencia. En el presente caso, sin embargo, la mayoría considera
que esto no se aplica a tales eventos posteriores si “surgen directamente de la cuestión que
es el objeto de la Solicitud” y si “están conectados con la presuntos incidentes que ya se ha
determinado que caen dentro de la competencia de la Corte”, siempre y cuando “la
consideración de esos presuntos incidentes no transforme la naturaleza de la controversia
entre las Partes en el presente caso”

CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA
La Corte se fue por el ámbito de la costumbre internacional a la controversia sometida,
debido a que Colombia no es Estado parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre
el Derecho del Mar, que, de conformidad con el artículo 38.1 b), es una prueba de una
práctica generalmente aceptada por el derecho, que además, en lo relativo a mar territorial,
zona económica exclusiva, plataforma continental y régimen internacional de las islas, está
contenida en diversas disposiciones de la citada Convención.
Después del análisis llevado a cabo por la Corte a los argumentos tanto de Nicaragua como
de Colombia, determinó el método para trazar la frontera marítima entre ambos países
como lo hizo, entre otros, en los casos Plataforma Continental y Delimitación Marítima en el
Mar Negro, que en el caso que se presenta se valió de tres etapas: equidistancia,
circunstancias especiales, y principios equitativos. Respecto a la soberanía de accidentes
marítimos y delimitación de la frontera marítima, la Corte intentó tomar una decisión
equitativa. La consecuencia de la sentencia del Tribunal es que la frontera marítima entre
Nicaragua y Colombia en toda la zona pertinente ahora se ha delimitado entre las Partes.
En este sentido, el Tribunal observa que la Sentencia atribuye a Colombia parte de los
espacios marítimos con respecto a los cuales Nicaragua solicita una declaración sobre el
acceso a los recursos naturales. Es por esto que, el Tribunal considera que la reclamación
de Nicaragua es infundada. El Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas (TIJ)
ha fallado a favor de Colombia en el diferendo marítimo librado con Nicaragua en el Mar
Caribe.
En conclusión, el fallo de la Corte, al pretender ser equitativo, dejó insatisfechas a las
partes, con algunas dudas sobre el método de la delimitación, específicamente con relación
al ajuste final de la línea media provisional según las circunstancias geográficas, así como
la determinación de los derechos marítimos de las islas pequeñas.
Sin embargo, independientemente de los razonamientos de la Corte para llegar a los
resultados de una disputa interpuesta por dos o más Estados sometidos a su jurisdicción, se
debe reflexionar en el compromiso de los Estados para cumplir con las resoluciones
dictadas por dicho tribunal. El presente caso es un claro ejemplo de un caso más de
incumplimiento por parte de los Estados a las resoluciones de la Corte.

CONCLUSIÓN

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