Psicologia Infantil

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1.6.

EL PROCESO DEL NACIMIENTO

El período que transcurre desde la concepción hasta el parto abarca


aproximadamente 40 semanas. Durante este tiempo, el cuerpo de la madre
experimenta cambios fisiológicos cuya magnitud y complejidad han impedido su
compresión plena. Muchos de esos cambios son regidos por las hormonas
femeninas, lo mismo que por otras que se activan durante el embarazo. Los
cambios fisiológicos son tan impresionantes que se considerarían patológicos en
la no embarazada; constituyen la reacción adaptativa del cuerpo a las
necesidades crecientes del feto en cuanto a nutrición, eliminación de desechos,
protección contra lesiones y espacio para crecer.
Un embarazo normal consta de nueve meses que van desde el momento de la
fecundación hasta el parto. La fecundación tiene lugar cuando uno de los
numerosos espermatozoides que rodean el óvulo penetra dentro de éste; la
cabeza del espermatozoide es la que atraviesa la capa externa del óvulo y avanza
hasta el centro, mientras que la cola acaba desapareciendo.
Después, dicha capa se hace impenetrable, de forma que no podrá entrar ningún
otro espermatozoide.
La unión del óvulo y el espermatozoide da lugar a una célula única llamada zigoto.
Esta contiene 46 cromosomas, 23 procedentes del espermatozoide y 23 del óvulo.
Los cromosomas están formados por unas agrupaciones de ácido
desoxirribonucleico (ADN), llamadas genes, que son los que transmiten las
características hereditarias de padres a hijos. El sexo de éstos viene determinado
por un cromosoma especial, llamado cromosoma especial, llamado cromosoma
sexual. Entre los 23 cromosomas del padre hay uno que puede ser X o Y; entre
los 23 cromosomas de la madre hay uno que es X. La madre, por tanto, siempre
aporta el cromosoma X, mientras que el padre aporta el Y o el X. Si el padre es
portador de un cromosoma sexual Y, el nuevo ser tendrá los cromosomas XY y
será un varón. En cambio, si el padre es portador de un cromosoma X, en nuevo
ser tendrá XX y será una hembra. En otras palabras, el sexo del hijo depende del
cromosoma que aporta el padre y esto es algo que depende del azar.
El número de óvulos está determinado desde antes del nacimiento; a lo largo de
toda la vida de la mujer, el ovario expulsara aproximadamente unos 400 óvulos, de
forma discontinua, uno en cada ciclo menstrual. El hombre, en cambio, está
produciendo espermatozoides continuamente, contándose éstos por millones de
millones, Después de la eyaculación, los espermatozoides pueden seguir vivos en
la vagina, las trompas de Falopio o el útero durante varios días, manteniendo su
capacidad para fecundar un óvulo. Éste, por el contrario, sólo puede ser
fecundado durante las 24 o 36 horas después de haber sido expulsado por el
ovario, es decir, después de la ovulación, la cual acontece alrededor del día 14
después del inicio de la menstruación.
El encuentro del óvulo con el espermatozoide tiene lugar en el tercio externo de la
trompa y desde ahí inicia un trayecto que durará unos 4 o 5 días hasta llegar al
útero. Es entonces cuando puede decirse que la mujer está embarazada. Una vez
en el útero, el óvulo fecundado se implanta en la capa más interna de éste,
llamada endometrio, que se ha ido preparando mientras tanto para que el óvulo
pueda anidar en él y para proporcionarle la nutrición materna en un primer
momento. Sin embargo, el órgano encargado de alimentar el nuevo ser durante
todo el periodo de gestación será la placenta; empieza a formarse en esta época y
va evolucionando y transformándose a lo largo de los nueve meses. La placenta
es un órgano característico de los mamíferos superiores y su función en el
embarazo esencial; es el órgano a través del cual el nuevo ser respira, se nutre y
elimina sus excretas, actuando como pulmón, intestino y riñón a la vez. Asimismo,
es la encargada de segregar una serie de hormonas que sirven a las necesidades
de crecimiento del embrión. Pocos días después de la implantación empieza
también a formarse el saco amniótico; este contiene un líquido transparente,
parecido al agua y con un olor característico, que rodea completamente al
embrión. Antiguamente se creía que el líquido amniótico sólo tenía una función
protectora al actuar a modo de cojín que amortigua los posibles golpes
procedentes del exterior; hoy en día, sin embargo, se sabe que además de esto,
cumple una importante misión en el intercambio de metabolitos de la madre al hijo.
A las pocas horas de la fecundación, el zigoto empieza a dividirse y multiplicarse,
de manera que, cuando llega al endometrio, se ha convertido en un conglomerado
de células, llamado blastocito; éste ya se halla diferenciado en aquellas partes que
darán lugar más tarde a estructuras especificas del organismo del nuevo ser.
Se le da el nombre de embrión a partir de la tercera semana; cuando se cumplen
25 días tiene una longitud de 2.8mm y puede verse una cabeza y un cuerpo en
forma de coma.
Al primer mes de gestación, la cabeza está muy desarrollada, representando el
50% del total, se aprecia ya un rudimento de lo que serán los ojos, las
extremidades anteriores y un esbozo de las posteriores, así como un grueso
cordón umbilical que une el embrión a la placenta.
Cuando la mujer ha cumplido 2 faltas, es decir, cuando lleva 2 meses, sin la
menstruación, el embrión cuenta con 6 semanas, mide unos 23 mm y tiene un
desarrollo casi completo de todas las partes del cuerpo; cabeza, tronco y
extremidades.
A partir de las 9 semanas desde la última regla, el embrión se conoce clínicamente
con el nombre de feto. Éste será inmaduro o inviable hasta la 27 semana, cuando
pesa entre 500 y 1,000 gramos; prematuro o viable entre la 28 y la 38, con un
peso entre 1,000 y 2,500 gramos; y maduro o a término a partir de la semana 38,
cuando tiene un peso de 2,500 gramos en adelante.
Algunas mujeres son capaces de percibir muy pronto que están embarazadas;
otras, en cambio, no empiezan a sospecharlo hasta que se dan cuenta de que no
le viene a regla. Aparte de las pruebas específicas para saber si hay un embarazo,
existen dese el principio una serie de cambios externos que suelen ser
inconfundibles. Especialmente marcados son las transformaciones que se dan en
la mamá; estás se vuelven más sensibles, aumentan de tamaño y peso y las
venas que circulan por debajo de la piel se hacen más visibles; los pezones, por
su parte, se agrandan y la piel que les rodea adquiere un tono más oscuro.
También se observa un aumento del flujo vaginal, necesidad de orinar con más
frecuencia y, a veces, náuseas y vómitos. A nivel interno, puede decirse que el
organismo entero de la mujer experimenta importantísimos cambios que son una
reacción adaptativa al desarrollo fetal. Dichos cambios son debidos a causas de
tipo hormonal, nutritivo y también mecánico.
Los cambios que experimenta el feto a lo largo del embarazo son asombrosos. En
el primer trimestre, éstos son muy rápidos y sorprende que, en algo tan diminuto,
pueda apreciarse ya la forma de un ser humano. En esta época se va
desarrollando el sistema nervioso, la médula espinal, los pulmones, las células
óseas, nariz, ojos, orejas, dedos de la mano, pies con sus dedos, así como los
alveolos dentales y los rudimentos de lo que serán las uñas. Los órganos genitales
empiezan a formarse, pero aún es imposible distinguir si es niño o niña. Existe
también un corazón que late con mucha fuerza. En el segundo trimestre, las
estructuras existentes se van perfeccionando y empieza a aparecer una especie
de pelo, llamado lanugo, en la cabeza y por toda la superficie del cuerpo. El
desarrollo de los músculos permite que el feto realice sus primeros movimientos
de brazos y piernas; éste es un momento importante del embarazo, ya que, a
través de dichos movimientos, la madre siente de una forma más real la presencia
de un ser vivo dentro de ella. Dicha presencia también se hace evidente mediante
la auscultación de los latidos cardíacos, que ahora ya es posible mediante un
estetoscopio. Durante el tercer trimestre, acaban de formarse todos los órganos y
sistemas del nuevo ser y, a partir del octavo o novenos mes, éste ya es capaz de
vivir por sí mismo. A lo largo de estos 3 últimos meses, pueden percibirse los
movimientos fetales, así como las frecuentes patadas que son visibles incluso
desde el exterior. En el último mes del embarazo, el feto, que ha estado todo el
tiempo con la cabeza arriba, empieza a invertir su posición; poco a poco se da la
vuelta hasta situar la cabeza debajo de todo, a punto ya de salir cuando llegue el
momento del parto.
El parto constituye la terminación normal del embarazo mediante la expulsión del
feto maduro a través de las vías naturales. No se conoce con exactitud a que se
debe la puesta en marcha del parto; lo más probable es que se produzca una
interacción de factores de tipo muscular, hormonal, nervioso y también de origen
fetal. Han sido identificadas algunas hormonas, como la oxitocina y las
prostaglandinas, que tienen un papel fundamental en la instauración y
mantenimiento de las contracciones.
El primer período del parto se conoce con el nombre de período de dilatación y se
inicia con las contracciones de la musculatura uterina que duran de 30 a 60
segundos cada una y tienen lugar cada 15-20 minutos. En las mujeres primíparas,
esta primera etapa del parto puede durar varias horas. Las contracciones
empiezan a abrir o dilatar el cuello de la matriz y éste desprende como un tapón
de aspecto mucoso y con restos de sangre que se observa al orinar o por una
mancha en las bragas; la expulsión de este moco sanguinolento puede tunar lugar
varios días antes de que se inicie el verdadero parto. A medida que las
contracciones se van haciendo más frecuentes y más largas e intensas, el feto va
siendo empujado hacia el cuello de la matriz, que se va dilatando.
Cuando se producen de forma regular cada 5 o 6 minutos, hay que ir al hospital
sin pérdida de tiempo, ya que lo más probables que el parto sobrevenga en pocas
horas.
Al llegar a la dilatación completa del cuello, se produce la rotura del saco
amniótico y se expulsa el líquido al exterior; este fenómeno se conoce con el
nombre de rotura de la bolsa de las aguas.
La segunda parte del parto se llama período de expulsión. El niño es empujado a
través del cuello y de la vagina, que ahora se denomina canal del parto, hasta que
sale al exterior. Cuando la parte superior de la cabeza aparece en el interior de la
vagina, se dice que esta coronando. Las contracciones de este periodo son más
enérgicas que las anteriores y van acompañadas de un deseo semiinvoluntario por
parte de la mujer de apretar hacia afuera. Una vez ha salido el niño, se procede a
aspirar las mucosidades para facilitarle la respiración y se corta el cordón
umbilical. Pero el parto no acaba aquí, si no que falta aún el tercer período,
llamado de alumbramiento. Este tiene lugar unos 10 o 20 minutos después de la
expulsión del feto y consiste en la reaparición de contracciones, esta vez no
dolorosas, cuya misión es la de expulsar la placenta y el cordón umbilical que se
hallaban aún en el interior de la matriz. La expulsión de la placenta suele ir
acompañada de una hemorragia que, si no hay ninguna complicación, se
considera normal.
El parto se compone de tres etapas principales:

 Primera etapa: periodo de dilatación (o trabajo de parto). Cuenta con dos


fases, inicial y activa. Las contracciones provocan la dilatación gradual del
cuello uterino, que se va haciendo más delgado hasta llegar a desaparecer
(borramiento) y casi a confundirse con el resto del útero. Estos cambios
permiten que el feto pase a la vagina.
 Segunda etapa: periodo de expulsión. Se trata del nacimiento del bebé.
 Tercera etapa: periodo de alumbramiento. Se trata de la expulsión de la
placenta.
El parto suele comenzar aproximadamente en torno a 2 semanas antes o
después de la fecha estimada del parto. No se sabe exactamente qué hace que
se inicie el parto. Hacia el final del embarazo (después de 36 semanas), el
médico examina el cuello uterino para intentar predecir cuándo comenzará el
parto.

Un parto dura de 12 a 18 horas de media en la mujer primípara (que da a luz por


primera vez) y tiende a acortarse hasta de 6 a 8 horas de media en los
embarazos siguientes. El hecho de permanecer de pie y caminar durante la
primera etapa del parto puede acortarlo en más de 1 hora.
1.7. EL NEONATO
Los neonatos son los bebés recién nacidos que tienen 4 semanas o menos desde
su nacimiento ya sea por parto o cesárea.

Durante ese periodo de 28 días los cambios en el desarrollo del bebé son muy
rápidos. Además, se pueden mostrar diversos sucesos muy significativos en este
tiempo, como los patrones de alimentación y los vínculos que establecen con los
padres. Igualmente aumenta el riesgo de posibles infecciones que puede sufrir el
bebé y van apareciendo los defectos congénitos.

De acuerdo con la edad de gestación, el recién nacido se clasifica en:

 Recién nacido pre término: Producto de la concepción de 28 semanas a


menos de 37 semanas de gestación.
 Recién nacido inmaduro: Producto de la concepción de 21 semanas a 27
semanas de gestación o de 500 gramos a menos de 1,000 gramos.
 Recién nacido prematuro: Producto de la concepción de 28 semanas a 37
semanas de gestación, que equivale a un producto de 1,000 gramos a
menos de 2,500 gramos. Recién nacido a término: Producto de la
concepción de 37 semanas a 41 semanas de gestación, equivalente a un
producto de 2,500 gramos o más.
 Recién nacido postérmino: Producto de la concepción de 42 semanas o
más de gestación.
 Recién nacido con bajo peso: Producto de la concepción con peso corporal
al nacimiento menor de 2,500 gramos, independientemente de su edad de
gestación.

Y de acuerdo con el peso corporal al nacer y la edad de gestación los recién


nacidos se clasifican como:

 De bajo peso (hipotrófico): Cuando éste es inferior al percentil 10 de la


distribución de los pesos correspondientes para la edad de gestación.
 De peso adecuado (eutrófico): Cuando el peso corporal se sitúa entre el
percentil 10 y 90 de la distribución de los pesos para la edad de gestación.
 De peso alto (hipertrófico): Cuando el peso corporal sea mayor al percentil
90 de la distribución de los pesos correspondientes a la edad de gestación.

Aspecto de un neonato
En los primeros días del bebé se suelen hacer varias pruebas al recién nacido,
sobre todo miran el peso del bebé por si se diera el caso de ser un neonato
macrosómico. El término de macrosomía en el bebé se emplea para definir a un
recién nacido que tiene un peso mayor al promedio llegando a pesar más de 4.000
gramos. El problema de este suceso es que el neonato puede tener ciertos
problemas de salud, sobre todo si pesa más de 4.500 gramos. Además de los
riesgos que puede suponer en el parto, ya que el neonato podría sufrir alguna
lesión. Aunque puede ser difícil de detectar, normalmente algunos signos suelen
ser la altura del fondo uterino y el exceso de líquido amniótico.

Los neonatos tienen una circulación sanguínea más lenta y algo inestable, por lo
que es normal que su piel tenga un tono diferente. Suelen presentar un color rojo
oscuro y sus extremidades pueden tener un tono azulado y más si están
frías. También es común que los neonatos, al tener aún sus primeros días de
vida, presenten un color amarillento que sobre todo se mostrará en los ojos. Esto
se llama “ictericia en el recién nacido” y ocurre porque su hígado aún se está
desarrollando y los niveles de bilirrubina son más altos de lo normal.

Fontanelas del neonato

Las fontanelas del neonato son las partes más blandas de su cabeza, y son las
partes del cráneo que aún no se han terminado de unir. Es algo común en los
bebés que esas zonas aún estén blandas debido al poco tiempo de vida. Suelen
cerrarse cuando el bebé ya tiene un año de vida. Es una zona frágil, por lo que
debes tener especial cuidado evitando golpes o caídas. Pero siempre será un
profesional quién haga un seguimiento de las fontales del neonato, para
asegurarse del perfecto desarrollo del bebé.
El ombligo de un neonato

Al ser un recién nacido aún tendrá restos del pinzamiento del cordón umbilical,
este tiene que secarse y normalmente se caerá a los 15 días. Se debe prestar
atención a los cuidados del cordón umbilical para no tener ningún incidente. Igual
existen bancos de sangre de dicho cordón donde puedes hacer una donación del
cordón umbilical para que sea utilizado en pacientes que lo necesiten.

En los neonatos también es algo común que tengan una hernia umbilical —un
pequeño bulto cerca del ombligo, puesto que sus músculos del abdomen aún son
débiles y el intestino puede sobresalir por la abertura umbilical. Normalmente no
es necesario tomar medidas, puesto que con el tiempo el neonato va creciendo y
desarrollándose y se corrige por sí solo.

El neonato requiere de mucha atención en sus primeros días de vida, puesto que
es donde más complicaciones pueden presentarse.

Los recién nacidos sanos, aunque no presenten ningún problema, requieren una
serie de cuidados y procedimientos más o menos rutinarios, y una valoración
cuidadosa de su estado general y de la correcta instauración de la alimentación.

Un recién nacido puede considerarse aparentemente sano cuando es a término (≥


37 semanas de gestación) y su historia (familiar, materna, gestacional y perinatal),
su examen físico y su adaptación lo garanticen. Es difícil encontrar el justo
equilibrio entre la observación cuidadosa de todo este proceso, asegurándonos
que estamos ante un recién nacido de bajo riesgo que apenas precisa
intervenciones por nuestra parte, y la menor interferencia posible en la entrañable
llegada de un bebé al mundo y sus primeros contactos con su entorno familiar.
Estudios más recientes señalan que sus capacidades sensoriales están
especialmente dotadas para todo aquello que se relaciona con la interacción
social.

El bebé es capaz de fijarse en un objeto en movimiento y seguirlo hasta 180º en


sentido horizontal y vertical, así como también discriminar entre diferentes
estímulos cromáticos (teniendo en cuenta que su visión óptima es de unos 20-30
cm; los objetos presentados más lejos son aún borrosos para él). Las respuestas a
los estímulos auditivos son de las primeras en aparecer. El oído es ya funcional
desde la vida intrauterina. A las 24 semanas de gestación el feto ya responde
delante estímulos provenientes del exterior, así como estímulos internos como el
producido por el latido del corazón materno.

Está también comprobado las capacidades gustativas del recién nacido en el


sentido de discriminar gustos. Así prefiere el dulce al salado. Respecto al olfato,
no tan sólo se ha verificado que son capaces de discriminar entre diferentes tipos
de aromas sino que, incluso recuerdan experiencias olfativas previas.
Por todo lo expuesto, se considera que la observación de la conducta espontánea
del recién nacido es la base de un tipo de técnicas muy sensibles para la
evaluación del desarrollo neuroconductual del bebé desde el inicio de la vida.

La evaluación psicológica del niño en sus primeras etapas del desarrollo ofrece la
oportunidad de detectar alteraciones del desarrollo en el momento preciso, para
poder prevenir futuros trastornos, al tiempo que nos permite estudiar la evolución
de las pautas consideradas normales.

Estados de sueño y alerta

Algunos investigadores (Wolff, 1966) ya observaron la variabilidad del estado del


nivel de alerta en diferentes bebés, pero, a su vez, una gran similaridad y
regularidad entre ellos. Ello les llevó a la conclusión de que se producían 6
posibles estados:
- Sueño tranquilo. Caracterizado por respiración regular, ojos cerrados y sin
movimiento (salvo movimientos espasmódicos ocasionales).

- Sueño activo. Ojos cerrados pero pueden observarse movimientos rápidos de los
ojos (fase R.E.M.). Nivel actividad bajo. La respiración puede ser irregular. Los
movimientos son más suaves que en el sueño tranquilo. Este tipo de sueño ocupa
aproximadamente la mitad del tiempo total de sueño (alrededor de 8 horas). Es la
fase donde se producen los sueños.

- Somnolencia. Los ojos pueden abrirse o cerrarse. Las reacciones a la


estimulación son retrasadas. Pero dicha estimulación podría hacer cambiar de
estado.

- Inactividad en alerta. Ojos abiertos. Atención enfocada a los estímulos pero con
nivel de actividad bajo.

- Actividad en alerta. Ojos abiertos. Nivel de actividad alto. Puede mostrarse


nervioso. Reacciona a la estimulación con aumento de alerta y de la actividad
motriz.

- Llanto. Llanto intenso que es difícil de parar. Alto nivel de actividad motriz.

La distribución temporal de los estados de sueño cambia rápidamente con la edad


y a medida que el cerebro va madurando. La organización de estos estados se ve
afectada en los bebés de madres alcohólicas o drogadictas. Los niños que
presentan inestabilidad en la distribución de los diversos estados entre las 2 y 5
semanas son susceptibles de presentar posteriores problemas de salud o de
conducta.

Ciclos del sueño

Contrariamente a lo que puede parecer, los bebés recién nacidos son criaturas
muy rítmicas. Su reloj biológico es, evidentemente, diferente al de los adultos, pero
variará progresivamente hasta sincronizarse con el nuestro, asumiendo el ciclo
diurno-nocturno de 24 horas. En inicio, los ciclos de sueño y vigilia se pueden ir
alternando cada 3 o 4 horas coincidiendo con las diferentes tomas de alimento.
Los periodos de sueño se hacen paulatinamente más largos por la noche y a partir
de las 5 o 6 semanas, ya se han conseguido sueños con sólo uno o dos
despertares nocturnos. Hacia las 12 o 16 semanas, la pauta de dormir más
seguido por la noche puede estar establecida en condiciones normales. Hacia el
final del primer año, la mayoría no pasa de dos sueños al día. La cantidad total de
sueño varía de un bebé a otro. Algunos duermen apenas diez u once horas,
mientras otros lo hacen quince o dieciséis. Poco podemos hacer si nuestro bebé
es de los que tienen tendencia a desvelarse a la más mínima y no porque algo
vaya mal. Cada niño sigue su propio patrón.
Así como el recién nacido suelen dormir en cualquier lugar, a partir de los 3 o 4
meses es conveniente que se habitúen a quedarse dormidos en su cama y sin
compañía (salvo circunstancias especiales).

Reflejos

Los recién nacidos están equipados también con diferentes pautas específicas de
conducta. Algunas de ellas son las que denominamos reflejos y se caracterizan
por ser muy estereotipadas y constituyen la respuesta a estímulos específicos. La
presencia o ausencia de ellas nos proporciona información sobre el sistema
nervioso del bebé. Algunos de esto reflejos duran toda la vida otros desaparecen
siendo indicadores del desarrollo de funciones cerebrales más avanzadas.

Algunos de los reflejos más importantes:

1-Reflejo de hozamiento: Es el primero en aparecer. Consiste en el movimiento


de búsqueda propiciado al acariciarlo en la mejilla. Este reflejo es adaptativo ya
que ayuda a encontrar el pezón del pecho de la madre. Desaparece a los 3 o 4
meses.

2-Reflejo de prensión: Se produce al ejercer presión con un dedo en la palma de


la mano del bebé. Éste cerrará inmediatamente la mano agarrando el dedo. Este
reflejo aumenta durante el primer mes y declina gradualmente. Desaparece a los 3
o 4 meses.

REFLEJO DE PRENSIÓN

-Marcha automática: Desaparece normalmente a los 3 meses de edad. Consiste


en la flexión de piernas arriba y abajo cuando se aplica presión a la planta del pie.
No todas las conductas del bebé son respuestas a una estimulación. El recién
nacido también dispone de actividades denominadas "conductas congénitamente
organizadas". Ejemplos de estas conductas son el mirar, succionar y llorar. En
este caso no obedecerían a estímulos externos sino a una necesidad de conseguir
alimentos y explorar su entorno.
-Reflejo de Moro: Consiste en una serie de reacciones ante un sonido repentino o
la pérdida de apoyo de la cabeza. Para comprobarlo se puede tomar en
suspensión al bebé en horizontal y después bajar las manos rápidamente y parar
de repentinamente. El bebé primero impulsa los brazos hacia adelante, abre las
manos, arquea la espalda, y estira las piernas hacia adelante. Después recoge los
brazos hacia atrás en un movimiento de abrazo con los dedos apretados en forma
de puño. La ausencia de este reflejo es señal de lesiones cerebrales, y si no
desaparece después de los 6 o 7 meses también es causa de preocupación.

LLANTO

Tradicionalmente se han distinguido 3 tipos de llanto. Un llanto como respuesta a


la sensación de hambre, otro denominado de enfado (o rabioso) y un tercero
identificado como llanto de dolor. Los dos primeros son similares en grado si bien
el llanto de enfado fuerza más aire entre las cuerdas vocales produciendo mayor
variación. El llanto de dolor se identifica porque es de comienzo repentino y cursa
con un estallido inicial más largo.

El llanto "normal" de los recién nacidos saludables es bastante característico en


grado y ritmo. Un llanto atípico por su frecuencia, ausencia o tono puede indicar
problemas.
Algunos de los bebés que están afectados por anomalías genéticas presentan
este tipo de llantos atípicos con pautas temporales anormales o frecuencias altas

Edad Desarrollo motor y postural Capacidad


(meses) manipulativa

0 Tuerce la cabeza cuando está Reflejo de agarrar,


tumbado sobre el vientre; pobre retiene agarrado un
control de la cabeza al levantarle; objeto.
alterna el movimiento de las piernas
cuando está apoyado sobre el
vientre, como si nadara.

3 Cabeza recta y tiesa cuando se le Agarra el sonajero;


coge verticalmente; cuando está intenta alcanzar
apoyado sobre el vientre, levanta la objetos con las
cabeza y los hombros por medio de manos.
los brazos, manos o codos; se
sienta con apoyos; anticipa
Edad Desarrollo motor y postural Capacidad
(meses) manipulativa

posiciones de levantarse

6 Se sienta sólo momentáneamente; Al coger un cubo se


se incorpora hasta la posición de produce flexión
sentado con la mano del adulto simultánea de los
como tirador; gira desde la espalda dedos; alcanza un
hacia el vientre. objeto con la mano y
gira la muñeca; pasa
el cubo de una mano
a otra.

9 Se sienta solo; se incorpora hasta Opone al pulgar a los


la posición de sentado en la cuna. otros dedos al coger
Hace progresos hacia adelante en el cubo; coge bolitas
posición prono en dirección a los con el pulgar y el
juguetes; camina agarrándose a los índice.
muebles.

12 Está de pie solo; se agacha hasta Sujeta el lápiz


sentarse desde la posición en pie; adaptándolo para
camina con ayuda; anda a gatas hacer una señal.
perfectamente.
1.8. CLASIFICACIÓN MÉDICA DE LOS NEONATOS
La primera etapa de la vida de un bebé es muy importante. Durante el periodo en
el que es considerado un recién nacido o neonato – 28 días desde su nacimiento,
ya sea mediante parto natural o por cesárea- suceden cambios significativos y
muy rápidos que le acompañarán y determinarán el resto se su vida.
Controlar estos cambios y actuar en consecuencia es una de las prioridades de los
profesionales de neonatología, de manera que se hace necesario la clasificación
de los RN al nacimiento con el objetivo de ayudar a definir su pronóstico, prever
complicaciones y mantener una mejor vigilancia en sus primeros días de vida.
Podemos encontrar distintas maneras de dividir y organizar a los recién nacidos
para su clasificación.

CLASIFICACION DEL RECIEN NACIDO SEGÚN SU EDAD


GESTACIONAL

El cálculo de la edad gestacional puede realizarse considerando factores


diferentes:

 Periodo comprendido entre el primer día del último ciclo menstrual de la


madre y la fecha de nacimiento del paciente. Esta fórmula de cálculo de la
edad gestacional es fiable y segura en el caso de cumplirse tres
coincidencias: conocer con seguridad el último día de periodo, que la madre
presente ciclos menstruales regulares y no ingiera anticonceptivos orales ni
se encuentre en periodo de lactancia materna.
 Si los datos antes nombrados no son claros, se debe recurrir a una
evaluación mediante ecografía obstétrica. La precisión de esta prueba para
el cálculo de la edad gestacional dependerá de la rapidez con la que se
haya procedió a realizarla – antes de las 12 semanas de embarazo-.
 En el caso de no tener certeza de la edad gestacional con las pruebas
antes nombradas, se procederá a una valoración clínica mediante un
examen físico del recién nacido en las primeras horas de su nacimiento.
Esta prueba no podrá someter al neonato a estrés, en el caso de que sea
necesario la evaluación debe ser interrumpida hasta que el niño sea capaz
de recuperar la estabilidad.

La valoración, basada en los estudios, Capurro y Dubowitz, estudia la textura de la


piel, forma de la oreja, tamaño de la glándula mamaria, pliegues plantares, sostén
cefálico, forma del pezón y realiza la maniobra de la bufanda; también, se tendrá
en cuenta la madurez muscular según las descripciones realizadas por Ballard en
sus investigaciones.
CLASIFICACIÓN DEL RECIEN NACIDO SEGÚN SU PESO
GESTACIONAL

Otra de las clasificaciones más habituales de los neonatos es determinando si la


relación entre el peso y su edad gestacional es apropiada o no.

 RN con peso adecuado para la edad gestacional: situados entre los


percentiles 10 y 90
 RN pequeño para la edad gestacional: por debajo del percentil 10. Tienen
mayores posibilidades de sufrir policitemia, hipotermia, hipoglucemia y
enterocolitis necrotizante.
 RN grande para edad gestacional: el peso supera el percentil 90. El elevado
tamaño también supone complicaciones ya que es más habitual, en estos
pacientes, la asfixia perinatal, sufrir lesiones durante el parto o
hipoglucemia

CLASIFICACION DEL RECIEN NACIDO SEGÚN SU ADAPTACIÓN


A LA VIDA EXTRAUTERINA

También es una herramienta válida para la clasificación del recién nacido tras el
nacimiento el resultado de su valoración mediante la Escala de Apgar. Esta
clasificación fue desarrollada por Virginia Apgar con el objetivo de identificar de
forma rápida el estado físico de un neonato en el momento inmediato de su
nacimiento.
La prueba de Apgar valora la vitalidad y la adaptación a la vida extrauterina del
infante ya que es un test que se realiza al paciente en el primer minuto de vida y
debe repetirse en los cinco minutos posteriores si el resultado no es satisfactorio.
La escala de Apgar evalúa del 0-10 el estado del neonato teniendo en cuenta su
apariencia, pulso, gestualidad, actividad y respiración. Según la puntuación
obtenida el neonato se clasificará:

 RN sin complicaciones: puntuación superior al 7


 RN con dificultades moderadas: puntuación entre el 4-6
 RN con dificultades marcadas: puntuación del 0-3

1.9. NECESIDADES DEL LACTANTE


El bebé empezará a conquistar el mundo primero gateando, luego dará
sus primeros pasos inseguros y finalmente alcanzará su objetivo andando
firmemente. Claro, que para que el bebé se convierta en un gran descubridor
necesita sentirse un bebé seguro y esa seguridad se la darán los adultos que
tenga a su lado cubriendo sus necesidades básicas.
La actitud y la mirada de las personas adultas con la que se relacione durante
estos primeros años determinará la forma en que en el futuro se situará en su
entorno y la manera que tendrá de afrontar sus retos. Cualquier cosa que pase a
su alrededor sirve de modelo a los pequeños aprendices.

Hoy en día son varios los agentes que colaboran en el proceso educativo.
La escuela, la familia y el entorno tienen que tener una implicación conjunta a la
hora de interactuar con los niños y todos deben cubrir las siguientes necesidades
básicas de los pequeños para que se sientan seguros y se atrevan a descubrir el
mundo.

Las habilidades como dar el primer paso, sonreír, saludar o decir sus primeras
palabras son indicadores o hitos que nos permiten ver el desarrollo cognitivo de
los niños. Cada niño evoluciona a su propio ritmo, sin embargo, los indicadores de
desarrollo brindan una idea general de los cambios que hay que esperar a medida
que crece el niño.

El bebé es un ser activo, dotado de unas capacidades innatas muy poderosas


para conseguir la atención a sus necesidades. En la maduración y desarrollo
cerebral del niño pequeño influye tanto la genética como la interacción con el
mundo que lo envuelve y que le da lo que va necesitando tanto física como
psicológicamente para su crecimiento personal. Todo lo que el niño pueda
observar, copiar y experimentar, contribuirá a un adecuado desarrollo.

Por tanto, los padres juegan un papel esencial abrazando, cantando,


acariciando… a su hijo, porque lejos de malcriarlo, le ayuda a su desarrollo y
permite que se sienta seguro y querido.

DESARROLLO MOTOR GRUESO

Durante los primeros 18 meses de vida pasa de ser un recién nacido inmóvil, a un
niño capaz de caminar y explorar el entorno. Para conseguir esto es necesario que
se produzca la siguiente secuencia de eventos:

 A los 3 meses control cefálico.


 A las 6-8 semanas en posición boca-abajo eleva el tronco 45º.
 A los 6 meses se sienta con apoyo.
 A los 8 meses se sienta sin apoyo.
 A los 8-9 meses comienza el desplazamiento autónomo: gateando, sobre
las nalgas, reptando…
 A los 12 meses puede dar sus primeros pasos.
 A los 18 meses camina sin ayuda y salta con las dos piernas.
 A los 2 años sube y baja escaleras sin alternar sus pies.
 Un motivo frecuente de consulta es el pie plano que presentan los niños al
caminar, lo cual es fisiológico en esa época de la vida. Entre otras causas,
se encuentra la presencia de una almohadilla grasa que después
desaparece.

Las piernas en paréntesis o en silla de montar son otra característica frecuente en


menores de 2 años y hasta los 3 años.

DESARROLLO MOTOR FINO


A los 3-4 meses el lactante comienza a prestar atención a sus manos, a los 4
meses es capaz de alcanzar juguetes, a los 6 meses puede pasar objetos de una
mano a otra haciendo prensión con toda la mano y a los 10 meses ya lo hace
mediante la pinza digital (pulgar-dedo índice/medio). Durante el primer año no
existe una mano dominante.
AUDICIÓN
La audición se desarrolla tempranamente, tanto que es capaz de percibir sonido
intraútero.
El recién nacido se queda quieto al oír voces, se tranquiliza con la voz de su
madre y se alarma con los ruidos fuertes. Hacia las 6 semanas responde a la voz
de la madre, aunque no pueda verla.

VISIÓN
El ojo del recién nacido tiene una correcta anatomía, pero su capacidad funcional
es inmadura. Necesita recibir estímulos para que su sistema visual madure
adecuadamente. El recién nacido es capaz de distinguir entre la luz y la oscuridad.
Al mes es capaz de fijar la mirada y seguir un objeto en un ángulo de 90º, y a las 6
semanas debe ser capaz de establecer contacto visual con la madre y reaccionar
a expresiones faciales. La percepción de los colores se inicia hacia los 2-3 meses.
A los 6-7 meses el niño no solo reconoce las caras, sino que es capaz de
distinguir diferentes expresiones faciales.
El cambio del color del iris se produce en los primeros 6 meses, pero puede
retrasarse hasta los 12 meses.

LENGUAJE
El lactante tiene un gran interés social y comunicativo con otros seres humanos.
Se comunica de forma precoz a través de expresiones faciales y sonidos básicos
(gorgoritos a los 3-4 meses: “aa, aa”). A los 7-8 meses pronuncia bisílabos como
papá y mamá de forma inespecífica. A los 12-13 meses hace uso adecuado de
papá y mamá y entiende el no. A los 18 meses es capaz de decir unas 10
palabras.
Es importante saber que existe una gran variación en la adquisición del lenguaje.
El mayor desarrollo del habla ocurre en torno a los 2 años.

DESARROLLO SOCIAL, EMOCIONAL E INTELECTUAL


La sonrisa social (voluntaria) a las 6 semanas es un hito muy importante y muy
constante. Significa que el bebé sonríe en respuesta a alguien que le sonríe
directamente.
Durante los siguientes meses, el lactante muestra cada vez mayor respuesta
social. Por eso, en esta etapa es muy importante el inicio de los “juegos”
(cantando, mostrando cuentos, conversando…). A los 8 meses muestra ansiedad
y disgusto cuando se separa de la madre y a los 10 meses dice adiós con la
mano. A los 12 meses empieza un primer esbozo de su personalidad y carácter y
comienza a responder a su nombre pudiendo integrarse más en su entorno.
A los 18-24 meses disfruta con el juego simbólico y emplea juguetes pequeños,
muñecas, cucharilla… como si fuera su equivalente real. Es bueno que
compartamos tiempo de juego con él, ya que al niño le encanta que le animemos y
le digamos lo bien que lo hace.
Una vez conseguida la movilidad, el niño comienza a explorar el entorno y
requiere atención y supervisión constante. En esta etapa mostrará mayor
independencia y comenzará con conductas desafiantes, por lo que habrá que
imponer control y disciplina, a la vez que se permite que aprenda de sus propias
experiencias.

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