PPD PL 209 22C Canasta Básica Cultural
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21 de octubre de 2022
Secretario
RAUL FERNANDO RODRIGUEZ RINCON
Comisión Sexta de la Cámara de Representantes
Congreso de la República
Ciudad
Adjuntamos la ponencia original en PDF con firmas, en PDF sin firmas y en Word sin
firmas.
Cordialmente,
Este proyecto de ley de conformidad con el texto radicado tiene por objeto “La presente
Ley busca establecer la Canasta Básica de Cultura para garantizar el acceso efectivo a
las ofertas culturales a través de acciones dirigidas y diferenciadas que fortalezcan la
sostenibilidad de los actores culturales colombianos por medio del consumo local”.
2. TRÁMITE DE LA INICIATIVA
3.1. INTRODUCCIÓN
Gráfico: tomado del Plan Nacional de Cultura 2022 - 2032 (Mincultura, 2022).
Aquí:
Y aquí:
El rol que juegan las artes y la cultura de cara al disfrute de los derechos humanos
universales se vio resaltado en tiempos de pandemia, cuando fueron el oxígeno y
el solaz que la humanidad encontró para mitigar los efectos negativos en su salud
emocional. El confinamiento nos permitió comprender y vivir desde la experiencia
subjetiva cómo las artes tienen también unos efectos en la salud; esto nos permitió
evidenciar cómo las artes y la cultura son elementos esenciales y no
instrumentales para políticas en otros campos como la infancia, juventud, inclusión
social, salud, Derechos Humanos, reconciliación, turismo, urbanismo, desarrollo
económico, ambiente, equidad de género, entre otros.
3.4. JUSTIFICACIÓN
Para un segmento crucial en los derechos culturales como las personas menores de 5
años, los consumos han sido mayoritariamente televisivos y la lectura es minoritaria: “para
las actividades culturales realizadas dentro del hogar con las personas menores de 5
años, el 81,9% vieron televisión, el 78,0% escuchó música, el 72,2% vio videos, el 37,1%
leyó y el 14,2% jugó videojuegos” (DANE, 2020).
“El promedio de libros leídos por personas mayores de 12 años que saben leer y
escribir y leyeron libros en los últimos 12 meses es de 3.9 libros. Los niños de 5 a
11 años que leyeron libros leen en promedio 3.1 libros al año” (Plan Nacional de
Cultura. Mincultura, 2022: p. 45).
En los estudios arrojados por parte de la cuenta satélite y otros indicadores, así como el
continuo trasegar y las evidencias en el día día del sector cultural y sus observatorios, es
evidente que se carece de una política pública clara que incentive el ejercicio efectivo de
los derechos culturales a través de la formación de públicos y el consumo cultural.
Adicional a todo esto es necesario advertir las diferencias existentes entre las estrategias
para garantizar el ejercicio de los derechos culturales en las ciudades capitales, los
cascos urbanos y la ruralidad. La ausencia de infraestructura y programación cultural
diversa se aúna a otras condiciones que se convierten en barreras de acceso a la cultura:
En definitiva, teniendo en cuenta lo pronunciadas que son las cifras que diagnostican los
bajos consumos culturales en Colombia, podría afirmarse que el problema más importante
a ser atendido es el fomento de la demanda cultural.
Uno de los cimientos que posiblemente mejor pueda garantizar cierto nivel de
sostenibilidad a los consumos culturales es la formación de públicos. Sin embargo, estos
deben ser entendidos como una estrategia que va mucho más allá de la gratuidad en el
acceso a oferta cultural: deben priorizarse poblaciones (primera infancia, infancia,
adolescencia y poblaciones vulnerables), debe acompañarse el proceso de apreciación
con mediadores, deben producirse contenidos educativos, en fin, deben concebirse las
ciudadanas y ciudadanos como sujetos en medio de un ciclo de vida que necesitan
herramientas diversificadas para ejercer sus derechos culturales.
“Baja articulación del sector cultural con el sistema educativo formal, que se
manifiesta principalmente en deficiencia de contenidos que promuevan la
valoración de expresiones artísticas, culturales y patrimoniales diversas en los
currículos desde una edad temprana. Así mismo, la oferta cultural y los procesos
desarrollados desde la educación formal se limitan a unas pocas expresiones
culturales -como la música o la danza- y no promocionan las manifestaciones
locales de los territorios y sus comunidades” (Plan Nacional de Cultura. Mincultura,
2022: p. 44).
La educación artística en los primeros momentos de la vida es uno de los principales
motivadores para una relación estable y duradera con la cultura. Sin embargo, es
necesario comprender el rol activo de las audiencias en sus dimensiones reflexiva,
propositiva y narrativa para ofrecerles un acompañamiento sensible y dirigido a lo largo
del proceso de contemplación de las expresiones artísticas.
Las escuelas públicas de música son un ejemplo de cómo llevar la formación artística a
diferentes momentos de la vida y territorios de la geografía nacional. Yendo un poco más
allá, podría decirse que una adecuada formación de públicos en las artes debería incluir
elementos similares a los que en nuestra sociedad tiene el fútbol: escuelas a escala
barrial, torneos de todas las edades, géneros y categorías, un periodismo atento y crítico,
una alta atención colectiva, procesos comunitarios que le den apoyo y sustento, empresas
que construyen valor común a partir de un patrimonio.
La mediación de audiencias, que ve entre sus ejemplos más evidentes en los museos, el
turismo cultural y el patrimonio, tiene el potencial de darnos las herramientas para
construir ciudadanías más críticas y conscientes. Adicionalmente, una gestión correcta de
estas audiencias, de acuerdo con sus condiciones de vida, permitirá que quienes puedan
pagar por sus consumos culturales lo hagan impactando idealmente a los y las creadores
locales. Un ecosistema cultural saludable debería permitir y promover el acceso universal
a quienes más lo necesitan, mientras genera una armonía económica para quienes crean
empresas y organizaciones culturales que se insertan en la economía de mercado.
Por otro lado, la cultura (o las culturas) que consumimos son en su mayoría hegemónicas,
una barrera de circulación para los patrimonios culturales nacionales. El Plan Nacional de
Cultura identifica esto como un problema:
Para comprender la distancia existente entre los derechos culturales y su ejercicio efectivo
es necesario considerar dos tipos de brecha: la brecha de accesibilidad y la brecha de
participación. Es decir, la diferencia entre tener la posibilidad de acceder a un contenido y
la acción de hacer parte de él. Otra premisa de la que se puede partir plantea que, para
ejercer los derechos culturales de manera efectiva, no basta con una sola fórmula, sino
que deben conjugarse el acceso a la información, la financiación, la sensibilización, la
comprensión, la creación y la interacción, entre otras. Por último, es fundamental
reconocer las complejidades y amplitud del territorio colombiano, y preguntarse por
aquellas comunidades que se encuentran desprovistas de cualquier infraestructura
cultural y artística, y que por lo tanto queda excluida del aprovechamiento de los servicios
culturales.
Es decir, las multinacionales de los contenidos han logrado permear a niveles que las
expresiones culturales autóctonas se soñarían, y la capacidad de incidencia para que
estas plataformas incorporen a las culturas locales es prácticamente nula.
En el primer capítulo fue mencionada la alerta frente al papel que la digitalidad ha jugado
en los consumos culturales, que no debe ser tomada como una posición apocalíptica (esa
que Umberto Eco opone a la posición integrada), sino como una oportunidad para
considerarse como fuente de recursos y no solo como fuga de contenidos.
Gráfica: Tomada de Encuesta de Consumo Cultural (DANE, 2020).
Todas estas plataformas y las venideras deben considerarse como aliadas para la
divulgación y la crítica de las culturas locales colombianas. Sin embargo, no se pueden
dejar de lado los medios de comunicación que tienen su base en todo el territorio
nacional: son a la vez una expresión de la cultura y un mecanismo para promoverla.
Todos los medios de comunicación comunitarios, locales y regionales, públicos y privados,
podrían jugar un papel crucial en la transformación de los consumos culturales del país y,
con ellos, del fortalecimiento de la identidad nacional misma.
Más allá de la publicación de unas agendas y unas ofertas que, por supuesto, son
fundamentales, la divulgación cultural tiene que llegar a públicos especializados o de
nicho, para los cuales es necesario producir contenidos con un nivel de sofisticación
mayor. La crítica cultural es necesaria para que una audiencia se acerque a cierta
expresión creativa y que lo haga con más elementos de juicio, para establecer conexiones
con más referentes, para comprender una obra creativa de manera más profunda. Sin
embargo, este mismo mecanismo se ha visto afectado por internet:
“Mientras el debilitamiento o incluso ‘muerte’ de la crítica cultural tradicional han
sido bien documentados, las nuevas prescripciones todavía deben descifrarse. Los
sistemas de ‘calificar’ o ‘dar me gusta’ están tomando el control, si bien de manera
imperfecta” (Martel, 2020).
Sin desconocer los logros y avances que ha permitido el llamado “conocimiento social”, es
necesario ofrecerles a las ciudadanas y ciudadanos más herramientas que el imperio del
“me gusta” para decidir qué oferta cultural pueden incorporar a sus vidas, y visibilizar las
expresiones locales con mayor carga identitaria y que mejor capacidad de transmisión de
sentido tienen.
Experiencias internacionales
Estos dos artículos justifican de manera clara los planteamientos de este Proyecto de Ley
en torno a la creación del programa de formación de públicos y las audiencias de
consumo, que por un lado permitirá un mayor acceso de esas audiencias a las diferentes
expresiones artísticas y culturales, y por otro el fortalecimiento de los contenidos y ofertas
de las diferentes organizaciones y personas en la interacción directa con las mismas, a
partir de la retribución o compra de sus servicios.
A continuación, se listan las principales leyes, políticas públicas y otros marcos normativos
relevantes para este Proyecto de Ley:
Artículo 61. El Estado protegerá la propiedad intelectual por el tiempo y mediante las
formalidades que establezca la ley.
Artículo 63. Los bienes de uso público, los parques naturales, las tierras comunales de
grupos étnicos, las tierras de resguardo, el patrimonio arqueológico de la Nación y los
demás bienes que determine la ley, son inalienables, imprescriptibles e inembargables.
Artículo 71. La búsqueda del conocimiento y la expresión artística son libres. Los planes
de desarrollo económico y social incluirán el fomento a las ciencias y, en general, a la
cultura. El Estado creará incentivos para personas e instituciones que desarrollen y
fomenten la ciencia y la tecnología y las demás manifestaciones culturales y ofrecerá
estímulos especiales a personas e instituciones que ejerzan estas actividades.
Artículo 72. El patrimonio cultural de la Nación está bajo la protección del Estado. El
patrimonio arqueológico y otros bienes culturales que conforman la identidad nacional,
pertenecen a la Nación y son inalienables, inembargables e imprescriptibles. La ley
establecerá los mecanismos para readquirirlos cuando se encuentren en manos de
particulares y reglamentará los derechos especiales que pudieran tener los grupos étnicos
asentados en territorios de riqueza arqueológica.
Leyes:
Ley 2184 de 2022, “por medio de la cual se dictan normas encaminadas a fomentar,
promover la sostenibilidad, la valoración y la transmisión de los saberes de los oficios
artísticos, de las industrias creativas y culturales, artesanales y del patrimonio cultural en
Colombia y se dictan otras disposiciones”.
Ley 1834 de 2017, “por medio de la cual se fomenta la economía creativa Ley Naranja”.
Ley 1556 de 2012. “por la cual se fomenta el territorio nacional como escenario para el
rodaje de obras cinematográficas”.
Ley 1507 de 2012. Por la cual se establece la distribución de competencias entre las
entidades del Estado en materia de televisión y se dictan otras disposiciones.
Ley 1493 de 2011. Por la cual se toman medidas para formalizar el sector del espectáculo
público de las artes escénicas, se otorgan competencias de inspección, vigilancia y control
sobre las sociedades de gestión colectiva y se dictan otras disposiciones.
Ley 1185 de 2008. Por la cual se modifica y adiciona la Ley 397 de 1997 -Ley General de
Cultura- y se dictan otras disposiciones.
Ley 814 de 2003. Por la cual se dictan normas para el fomento de la actividad
cinematográfica en Colombia.
Ley 666 de 2001. “por medio de la cual se modifica el artículo 38 de la ley 397 de 1997 y
se dictan otras disposiciones”, Estampilla procultura.
Ley 397 de 1997. “Ley General de Cultura”. Normas sobre patrimonio cultural, fomentos y
estímulos a la cultura, se crea el Ministerio de la Cultura.
Ley 98 de 1993. Por medio de la cual se dictan normas sobre democratización y fomento
del libro colombiano.
Decretos/Conpes:
CONPES 3659 de 2010. Política Nacional para la promoción de las industrias culturales
en Colombia.
Decreto 2941 de 2009. Por el cual se reglamenta parcialmente la Ley 397 de 1997,
modificada por la Ley 1185 de 2008, en lo correspondiente al Patrimonio Cultural de la
Nación de naturaleza inmaterial.
CONPES 3409 de 2006. Lineamientos para el fortalecimiento del Plan Nacional de Música
para la Convivencia.
Decreto 352 de 2004, reglamentaria de la Ley 814 de 2003. Por el cual se reglamenta los
artículos 7°, 9°, 12°, 14° y 16° de la Ley 814 de 2003 (fomento de la actividad
cinematográfica).
Decreto 826 de 2003. “por el cual se modifica el Decreto 267 de 2002”, Consejo Nacional
Libro y Lectura.
Decreto 1746 de 2003. Por el cual se determinan los objetivos y estructura orgánica del
Ministerio de Cultura y se dictan otras disposiciones.
CONPES 3162 de 2002. Lineamientos para la sostenibilidad del Plan Nacional de Cultura
2001 – 2010 “Hacia una ciudadanía democrática cultural”.
La presente ley busca dar un paso para que el Estado colombiano fortalezca las
capacidades de los ciudadanos y las organizaciones culturales de dinamizar el ejercicio
efectivo de los derechos culturales, especialmente el derecho de acceso.
Consideramos que esta iniciativa legislativa es muy pertinente para el fortalecimiento de la
identidad cultural y la sostenibilidad de las organizaciones culturales y creativas, toda vez
que conjuga diferentes aspectos que se interrelacionan y complementan como el
consumo cultural y el derecho de acceso a la cultura.
El reconocimiento por parte del Estado de los derechos sociales y culturales es una lucha
más vigente que nunca. Por esta razón y en reconocimiento de la importancia de la
cultura para el desarrollo del ser humano y el fortalecimiento de su interacción en
sociedad, apoyamos este proyecto que constituye un primer avance en la reivindicación
de los gestores y gestoras culturales, quienes han sido históricamente rezagados.
5. PLIEGO DE MODIFICACIONES
El artículo 291 de la ley 5 de 1992, modificada por la ley 2003 de 2019, establece a los
autores de proyectos de ley la obligación de presentar en la exposición de motivos un
acápite que describa las circunstancias o eventos que podrían generar un conflicto de
interés para la discusión y votación del proyecto con el fin de ser criterios guías para que
los otros congresistas tomen una decisión en torno a si se encuentran en una causal de
impedimento, no obstante, otras causales que se puedan encontrar.
Así las cosas, es preciso afirmar que no se configuran los beneficios particular, actual y
directo de los que trata el artículo 286 de la ley 5 de 1992, modificado por el artículo 1 de
la ley 2003, según los cuales se debe confirmar que i) la decisión pueda afectar de
manera positiva mediante la asignación de un beneficio económico, privilegio, ganancia
económica, ii) de manera directa al congresista de la República, su cónyuge o
compañera/o permanente o sus parientes hasta segundo grado de consanguinidad y
afinidad o primero civil, iii) de manera actual y concreta al momento de la discusión y
votación del proyecto, es decir, que no se trate de una ganancia futura o hipotética.
Artículo 2. Ámbito de aplicación. La presente Ley será aplicada a las personas con
nacionalidad colombiana.
Artículo 5. Bono Juvenil Cultural. Créese el Bono Juvenil Cultural dirigido a todas las
personas con nacionalidad colombiana que cumplan la mayoría de edad en el año de
solicitud del bono, con el cual podrán adquirir los productos y servicios creativos de las
personas naturales y jurídicas que se adhieran como oferentes. Este bono tendrá un carácter
progresivo, buscando incrementar la suma otorgada y adaptándose a la disponibilidad
presupuestal y fiscal de la Nación.
Parágrafo 1. Cuantías. El valor máximo de este bono será definido cada año por el
Ministerio de Cultura, se concederá por una sola vez a cada beneficiario, y será individual,
personal e intransferible.
Parágrafo 2. Oferentes. El Ministerio de Cultura dispondrá de una plataforma tecnológica
para que las personas naturales y jurídicas se inscriban como oferentes del Bono Juvenil
Cultural, y establecerá los requisitos que deberán cumplir para acreditarse como tales. Estas
entidades deberán prestar sus servicios en el territorio colombiano y su objeto social debe
estar relacionado con la venta o puesta a disposición de productos, servicios y espacios
culturales. Serán oferentes el Ministerio de Cultura y sus entidades adscritas.
Artículo 7. Consumo Cultural Local. Créese una estrategia para fomentar el consumo
cultural local, donde a través del Ministerio de Cultura, se busquen recursos públicos de los
niveles local, regional y nacional, junto con recursos privados y de cooperación
internacional, para promover portafolios, subsidios y alianzas públicas y privadas, entre
otros, que generen incentivos a los públicos existentes y nuevos para acceder a productos,
servicios y espacios artísticos, culturales y creativos locales, regionales y nacionales de
Colombia.
Artículo 8. Estrategia de Divulgación Cultural. Créese una estrategia para fomentar las
capacidades de difusión de las redes y espacios culturales locales, regionales y nacionales
como bibliotecas, casas culturales, museos, galerías de arte y salas de exposición, centros
históricos o de memoria histórica, archivos, instituciones educativas, bienes de interés
cultural, entre otros, facilitando el ejercicio y acceso a las ofertas culturales desde un
enfoque territorial. Esta estrategia digital estará a cargo del Ministerio de Cultura y tendrá
el apoyo del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones para su
diseño, soporte y actualización. Para esta divulgación serán prioritarias las personas
discapacitadas, de la tercera edad, la primera infancia, la infancia, la juventud y los sectores
sociales más vulnerables.
Adicionalmente, esta estrategia incluirá una línea para fortalecer la capacidad de las
organizaciones culturales para hacer divulgación de sus ofertas.
Parágrafo 1. Desde los estímulos para el arte y la cultura que se ofrezcan en el nivel
nacional se deben crear categorías que fomenten el periodismo cultural y la crítica cultural
para el fortalecimiento del consumo cultural.
Artículo 9. Estrategia móvil Cultura Profunda. Créese una estrategia móvil que facilite el
acceso a los elementos de la Canasta Básica de Cultura a las poblaciones de los municipios
que no cuenten con oferta cultural o que ésta sea carente. Para esto, el Ministerio de Cultura
se apoyará en el Ministerio de Defensa Nacional, de manera que se generen las condiciones
para que esta estrategia sea multimodal, accediendo a las comunidades más apartadas a
través de las carreteras, ríos, playas y demás singularidades de la geografía colombiana.
Artículo 10. Creación del índice de consumo cultural. Créese dentro de la Cuenta Satélite
de Cultura y Economías Creativas del DANE un índice de consumo cultural que permita la
comparación teniendo en cuenta las variables de oferta cultural, demanda cultural e
infraestructura cultural.
Artículo 12. Campaña de difusión masiva. El Gobierno Nacional deberá implementar una
campaña de difusión masiva de la política de Canasta Básica de Cultura en la que se debe
especificar como mínimo las estrategias contempladas en esta Ley. Además, las
Instituciones de Educación Superior, en el marco de su autonomía, podrán participar de la
campaña de difusión masiva implementada por el Gobierno Nacional.