Jakobson Roman Ensayos de Linguistica General Text

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ROMAN ) JAKOBSON

ENSAYOS
DE LINGÜÍSTICA GENERAL

x
BIBLIOTECA BREVE
EDITORIAL SEIX BARRAL, S. A.
BARCELONA
Traducción de: ÍNDICE
BANES
Joser M. Puyor y Jem CA

Cubierta: Alberto Corazón

Lista de abreviaturas
PROBLEMAS GENERALES
El lenguaje común de antropólogosribuy lingüistas
Los estudios tipológicos y su cont ción a la
lingüística histórica comparada del lenguaje
Importancia de los universales
para la lingüística
En torno a los aspectos lingüísticos de la tra-
ducción
. La lingüística y la teoría de la comunicación
1975
Primera edición: julio de
FONOLOGÍA
sridge (Mass.)
© 1974: Koman Jak . La estructura del fonema
Derechos exclusivossesde deedihab ción . Panorama retrospectivo
la española fonémicas
reservados para toddeos lalostrapaí
duc ció n cas tel lana: La identificación de las entidades
gicas en-
y propiedad ial Sei Sobre la teoría de las afinidades fonoló
© 1974: Editor 219 - Barcelona A.
x Bar ral , S.
tre las lenguas
Provenza, Los aspectos fonémicos y gramaticales de la len-
ISBN: 84 322 027607-21975 gua en sus interrelaciones
los casos.
Depósito legal: B.35.1 - Contribución a la teoría general de s
los casos ruso
Significaciones generales de ógi
Printed in Spain Apéndice. Estudio morfol co de la declina-
casua-
ción eslava (Estructura de las formas
les rusas) 303
8 Indice
XII. Los conmutadores, las categorías verbales y el LISTA DE ABREVIATURAS
verbo ruso 307
1. Conmutadores y otras estructuras dobles 397
2. Tentativa de clasificación de las catego-
rías verbales 312
3. Los conceptos gramaticales del verbo
tuso
4. Los procedimientos gramaticales del ver-
bo ruso
XIII. La significación gramatical según Boas American Anthropologist
Acta Linguistica
POÉTICA Anthropological Linguistics
Archives Néerlandaises de Phonétique
- XIV. Lingüística y poética 347 Expérimentale
Archiv Orientální
Índice alfabético Archivum Romanicum
Archiv für Slawische Philologie
Bulletin de la Maison Franco-Japonnaise
Bjulleten’ Ob” edinenia po Problemam
Malinnogu Porovoda
Bulletin de la Société de Linguistique de Paris

Doklady Rossiskoj Akademii Nauk


Ecole Pratique des Hautes Etudes. Anuario
Folklore Fellows Communications
Indogermanische Forschungen
Indogermanistisches Jabrbuch
International Journal of American Linguistics
International Journal of Slavic Linguistics
and Poetics
Journal of the Acoustical Society of America
Journal of Experimental Psychology
Journal de Psychologie
The Journal of Philosophy
9
ereay:>> III
10 Lista de abreviaturas i PROBLEMAS GENERALES
KS Kant-Studien Í
LP Lingua Posnanensis
LS Linguistica Slovaca |
MAG Mitteilungen der Anthropologischen Gesellschaft
NTS Norsk Tidsskrift for Sprogvidenskap
OSP Oxford Slavonic Papers
PhP Philologica Pragensia
PPR Philosophy and Phenomenological Research 1
RES Revue des Etudes Slaves
RIPh Revue Internationale de Philosophie
SL Studia Linguistica
TCLP Travaux du Cercle Linguistique de Prague
WPP Wybór Pism Polonistycznych
|
1

EL LENGUAJE COMÚN
DE ANTROPÓLOGOS Y LINGUISTAS

PopRiA DECIR que de este congreso me ha gustado todo.


Para mí, la única pega es que tengo que dar una síntesis de
los resultados lingüísticos logrados. Para empezar podría de-
cir que el congreso ha sido un gran éxito, Pero, habiendo
estudiado la teoría de la comunicación, sé que una afirma-
ción sólo contiene información cuando se da una situación
de elección binaria, Pero para quien clausura un congreso
no hay elección binaria: nunca se le oirá decir que el congre-
so fue un fracaso.
Me gustaría poder presentar los resultados lingüísticos de
este congreso tal como yo los veo. Clato está que voy a in-
mMM
=terpretarlos sin limitarme a ser la máquina traductora que,
como a Ik
al no comprender, traduce literalmente. Una vez tropeza-
mos con la interpretación, surge el principio de complemen-
tación que estimula una interacción entre el instrumento de
observación y el objeto observado. Sin embargo, procuraré
ser todo lo objetivo que pueda.

Discurso de clausura del Congreso de Antropólogos y Lin-


güistas celebrada en la Universidad de Indiana en 1952.
“Results of the Conference of the Anthropologists and Lin-
guists”, en Supplement to the IJAL, XTX 2 (Abril 1953),
cap. II, pp. 11-21. Traducción de J. C.
13
14 PROBLEMAS GENERALES Antropólogos y lingüistas 15

¿Cuál es, en opinión mía, el resultado más importante d tos obstaculizados como en las carreras de sacos, pero nadie
que
este congreso? ¿Qué es lo que más me ha llamado la aten: retenderá que es más eficaz correr metido en un saco
ción? Ante todo, su gran unanimidad. La unanimidad ha] con los pies sueltos. De esta manera nos percatamos aún me-
sido asombrosa. Y, claro está, al decir unanimidad, no quiero jor de que nuestra-meta máxima consiste en la observación
decir uniformidad. Ha sido algo así como una estructura po- de la lengua en toda su complejidad. Parafraseando a Teren-
lifénica, Todos los aquí presentes—podría decir—han ejecu- cio, podríamos decir: “Linguista sum, linguistici nihil a me
tado sonidos diferentes, pero todos nosotros semejábamos| alienum puto”.
a los alófonos que se atribuyen a un mismo fonema. Pero ahora, al estudiar el lenguaje de consuno con los an-
Ni que decir tiene que el hecho más sintomático ha sido! tropélogos, su ayuda nos resulta de lo más oportuna y es
una clara liquidación de todo tipo de aislacionismo, tan odio- mulante, porque los antrópologos nos prueban, repitiéndolo
so en la vida científica como en la política. Nada de lemas sin cesar, que lengua y cultura se implican mutuamente, que
tipo “La lingüística frente a la antropología”, “La lingüís- la lengua debe concebirse como parte integrante de la vida
tica del hemisferio occidental frente a la del hemisferio orien- de la sociedad y que la lingüística está en estrecha conexión
tal”, “Análisis formal frente a análisis semántico”, “Lin: con la antropología cultural. Innecesario sería ahora exami-
güística descriptiva frente a lingüística histórica”, “Perspec- nar aquí esta relación tan reveladoramente expuesta por
tiva mecanicista frente a mentalismo”, y así sucesivamente Lévi-Strauss. Pero me gustaría secundar a Bidney acerca de
Lo que no significa que no se requiera especialización y que lo que dijo en su estudio de esta tarde: todavía hay un gé-
no haya necesidad alguna de centrarse sobre unos pocos pro- ‘nero más estricto en el que comprender la especie lengua.
blemas, pero todo ello no pasa de modos de experimentaci La lengua es un ejemplo de aquella subclase de signos que
y en modo alguno se trata de tendencias diferentes. Com bajo el nombre de símbolos de modo tan penetrante ha defi-
con gran belleza se dijo aquí, no podemos realmente aisla nido Chao, quien, de modo bien simbólico, encarna lo que
los elementos; sólo podemos distinguirlos. Si los estudiamos! de mejor hay en el pensamiento de Oriente y Occidente. Así
aparte en el proceso del análisis lingiistico, debemos cong pues, al tratar de especilicar la lengua, debemos iomar Hola,
todo recordar que se trata de una separación artificial. Pode. con Smith, de otros modelos simbólicos con vistas a una com-
mos analizar la lengua a nivel morfémico sin referirnos paración: así, por ejemplo, el sistema de los gestos, aborda-
plano fonémico. Podemos examinar el plano formal sin refe do demanera tan estimulante por Kuleshov, Critchley y aho-
rirnos al plano semántico, y así sucesivamente. Pero todo: za por Birdwhistell. Sistema que presenta, lo admito, seme-
sabemos que, al proceder así, operamos de modo parecido janzas instructivas con la lengua y, me apresuro a decir, tam-
un filtro acústico: podemos eliminar las frecuencias alt bién diferencias de bulto. En la labor actual de análisis y
o las bajas, pero sabiendo que se trata únicamente de un ex. comparación de los diferentes sistemas semióticos, debemos
perimento científico. Muy interesante es observar el juego ‘recordar no solamente el lema de F. de Saussure de que la
{a gallina ciega: ¿cómo se comporta una persona con los ojo: lingüística forma parte de la ciencia de los signos, sino pri-
vendados? ¿Qué podemos decir de una lengua cuando igne ero, y sobre todo, el trabajo de toda la vida de su contem-
ramos sus significados? Una vez más puede resultar muy ins4 )ráneo, no menos eminente, y uno de los más grandes pio-
tructivo observar a una persona corriendo con sus movimien- metos del análisis lingüístico estructural, Charles Sanders
PROBLEMAS GENERALES Antropólogos y lingüistas 17
16
Peirce. Peirce no solamente indicó la necesidad de la semi un control más eficaz de las técnicas empleadas, así como la
tica, sino que, además, esbozó sus líneas esenciales. Sus idea prometedora posibilidad de la cuantificación. Por otra parte,
básicas y sus procedimientos relativos a la teoría de los sí la inmensa experiencia de los lingüistas con el lenguaje y su
bolos y en particular de los símbolos lingüísticos, cuando estructura les permite descubrir las incoherencias y fallos de
estudien dil entemente, nos proporcionarán unas bases fun: los teóricos cuando manejan el material lingüístico. Junta-
gos,
damentales para la investigación del lenguaje con relación y,mente con la cooperación entre lingüistas y antropólo
coherente entre lingtiistas—y tal
los demás sistemas de signos. Entonces podremos percibir log creo que una cooperaciónos—con
rasgos peculiares del signo lingüístico. Ahora sólo podemos vez también antropólog los teóricos de la comuni-
decir con nuestro amigo McQuown que no se da iguald cación puede dar resultados óptimos.
perfecta entre los sistemas de signos, y que el sistema semi < Analicemos los factores”básicos que integran la comuni-
tico primordial, básico, y más importante, es la lengua: cación lingüística: todo hecho lingüístico implica un mensaje
lengua es, a decir verdad, el fundamento de la cultura. Coi y cuatro elementos en conexión con él: el emisor, el recep-
relación a la lengua, los demás sistemas de símbolos no pai tor, el contenido del mensaje y el código empleado. La rela-
san de ser o concomitantes o derivados. La lengua es el me ción entre estos cuatro elementos es variable. Sapir analizó
dio principal de comunicación informativa. llos fenómenos lingüísticos sobre todo desde el punto de vista
Para el estudio de la lengua en funcionamiento, la lingiif de su “función cognoscitiva”, que él entendía como la fun-
tica ha recibido un impulso extraordinario de los resultad ición primordial de la lengua. Pero esta preponderan
cia del
conseguidos por dos disciplinas conjuntas: la teoría matemi contenido del mensaje dista mucho de ser lawúnica posibili-
tica de la comunicación y la teoría de la información. Pol lad. Actualmente, la importancia de los demás factores del
más que la ingeniería de la comunicación no figuraba en ensaje empieza a llamar más y más la atención de los lin-
programa de nuestro congreso, muy sintomático resulta qué listas, tanto en este país como en el extranjero, especial-
apenas hubiera artícnlo no influenciado por los trabajos demente los protagonistas del act : emisor y receptor. Asi reci-
Shannon y Weaver, de Wiener y Fano, o del excelente grupgbimos con agrado las observaciones muy pertinentes de Smith
londinense. Sin proponérnoslo, hemos hablado en términ: ceréa de aquellos componentes lingüísticos que sirven para
que les son propios: codificadores, descodificadores, redu; aracterizat al hablante y su actitud para con lo que dice, así
somo para con el oyente.
dancia, etc. ¿Cuál es, exactamente, la relación entre esta i
A veces estas diferentes funciones operan de modo sepa-
geniería de la comunicación y la lingüística? ¿Existe por €
sualidad algún conflicto entre estos dos tipos de enfoque ado, pero lo normal es que se dé un haz de funciones. Este
¡De ninguna manera! En realidad, la lingüística estruci
az no es una simple acumulación, sino una jerarquía de fun-
y la investigación llevada a cabo por los teóricos de la com: iones, por lo que tiene mucha importancia saber cuál es la
hicación tienen unos fines convergentes. Siendo así, ¿qué u ión primaria, y cuál la secundaria, Los incentivos que
lidad tiene, en realidad, la teoría de la comunicación para
ntré en el artículo de Smith sobre este problema me
lingüística, y viceversa? Admitamos que en algunos punt
mplacieron sobremanera. Pero no me serviré de su riquí-
el intercambio de información ha encontrado por parte a terminología. Confieso que al respecto estoy de acuerdo
n Ray. Los términos nuevos son, muy a menudo, la enfer-
Js teóricos una formulación más precisa y menos ambigui
18 PROBLEMAS GENERALES Antropólogos y lingüistas 19
medad infantil de una nueva ciencia o rama de la misms rencia en el contenido, el emisor, el receptor; y de pronto
Actualmente prefiero evitar demasiados términos nuevo: hos percatamos de la gran cantidad de cosas nuevas que po-
Cuando por los años veinte nos ocupábamos de problema? demos hacer al analizar este problema capital del emisor y
fonémicos, introduje personalmente muchos términos nuevo: el receptor. Es más, incluso se puede poner de relieve ora el
hasta que por casualidad me vi liberado de esta enfermeda código, ora el mensaje. Esta puesta de relieve del mensaje meen
terminológica, Estando en Suecia, Collinder, a quien nada le sí mismo es lo que se llama la función poética. Mucho
gustaba la fonémica, me dijo que le gustaría que le hiciera alegra saber que, si no en el presente, por lo menos en el
un libro para la Sociedad Lingüística de Uppsala: “pero sil próximo congreso, como se ha dicho, esta función pasará ya
fonémica, por favor”. Por entonces estaba ultimando mi li formar parte del debate. El logrado seminario de Hill
bro sobre la fonémica del lenguaje infantil y la afasia, del Whitehall sobre el lenguaje poético en este Instituto Lin-
que me limité a eliminar los términos fonémicos, a lo que giifstico es una de las pruebas clarísimas de que los proble-
dijo: “Esto está como Dios manda”. De hecho, el libro mas de lengua poética están pasando a primer plano en la
entendió muy bien, al mismo tiempo que yo comprendía qu lingüística americana. Me alegra que, como Whitehall refiere
incluso en el estudio de problemas enteramente nuevos en su excelente opúsculo recientemente publicado por el Fo-
podía liberar una obra de términos nuevos. Poco me importa; reign Service Institute, se tienda por fin un puente entre la
si yo digo “lingüística”, el que otro diga “microlingiifstica” lingüística y la crítica literaria de este país, El tema lengua
de in-
Yo llamo a las diferentes secciones de la lingüística con tér vestigación propio de la poesía es precisame nte la
minos tradicionales; otro preferirá los compuestos “micr vista desde el punto de vista de su función predominante: la
lingüística” y “metalingiif Aunque los términos tra insistencia en el mensaje. Esta función poética, empero, no
cionales son perfectamente aceptables, “microlingiifstica” ne se limita a la poesía. Hay solamente una diferenciada dea jerar-
otras
hace daño a nadie. “Metalingiiistica"—y en ello estoy di quía: esta función puede o bien estar subordina
acuerdo con Chao y otros—es un tanto peligroso, porque mef funciones o aparecer como la función organizadora, una
La con-
función
talingifstica y metalenguaje ya significan otras cosas en lógica cepción de ia lengua poética como lengua con
simbólica. Y como es mucho mejor mantener relaciones de poética predominante aos ayudará a comprender la lengua
pejadas entre los diferentes departamentos, habría que trat: prosaica de todos los dias, en la que la jerarquía de funciones
de evitar semejantes equívocos. Además, cualquiera se es diferente, sí, pero en la que esta función poética (o esté-
tiría sorprendido si un zoólogo, al describir lo que un ani tica) se da necesariamente, jugando un papel bien perceptible
come y en qué partes del mundo se encuentra, decidiera ba tanto en el aspecto diacrónico como en el sincrónico del len-
tizar estas cuestiones con el nombre de metazoología. Pa guaje. He ahí algunos casos fronterizos instructivos: la un
codal lingüística máxima funciona al mismo tiempo como
ni a eso me opongo, Continúo siendo fiel a mi viejo maesi eldadmenor
Peskovskij, que decía: “No seamos puntillosos con las te la investigac de los conjuntos poéticos, y en esta esfera marginal
ión llevada a cabo por mi amigo Shimkin sobre
minologías; si uno siente debilidad por los términos muevo:
en buena hora. Hasta podría llamarse a algo “Ivan Ivanovic los refranes resulta ser un tema fascinante, ya que el refrán
con tal de que todos supiéramos de qué se trataba”. es a la vez unidad fraseológica y obra poética.
Hablamos de los factores implícitos en un hecho lingüís-
Volvamos a las funciones lingüísticas. Hablé de la insi
Antropólogos y lingüistas 23
22 PROBLEMAS GENERALES

ahora de gran auxilio. Una de las experiencias más satisfac; siste en salvar el espacio, franquear las distancias, crear una
y establecer una lengua común
torias que tuvimos en este congreso fue la sabia exposición! continuidad espacial, buscar
de Osgood referente al análisis psicolingúlstico de los proce-]a través de las ondas. Claro está, si lo que está en juego es
sos de descodificación y codificación. |idistancia, mayores y más numerosas serán las diferencias
rán. En dos comunidades lingüísticas
El receptor entiende el mensaje a partir del código. La po- dialectales que aparece
mismo, pero aun así no puede ha-
sición del lingüista que descifra una lengua que ignora es dife: vecinas, el código no es el
co de ambas comunidades. Po-
tente, Su tarea consiste en deducir el código a partir del men-fblarse de aislamiento herméti
saje; es decir, no es un descodificador, sino lo que se lamafdría ocurrir, pero sería algo anormal , más bien patológico.
ia a entende r a los miembros
un criptoanalista, El descodificador es un destinatario virtual! Por lo general se da una tendenc
ica: el revelador trabajo de mi
del mensaje. Los criptoanalistas americanos que durante Ja de la otra comunidad lingüíst
nos hizo ver cómo funciona este me-
guerra leyeron los mensajes secretos japoneses no eran los [probado amigo Twaddell
destinatarios de aquellos mensajes. Sin duda, el lingiiista anismo. Es, nimás ni menos,la“interconexión codal” [code
debe desarrollar la técnica de los criptoanalistas y, como witching] de que hablan los ingenieros de la comunicación.
problemas de la lingüís-
natural, cuando uno está ocupado demasiado tiempo en uni 'Twaddell es sensible no sólo a los
técnica,empieza por creer que se trata del procedimientoftica de hoy, sino también a los de mañana. De la misma ma-
definición del fonema era
normal. Pero en realidad semejante procedimiento es, en lafnera que su monografía sobre la co rigurosa-
comunicación normal, enteramente marginal yexcepcional, & un intento de búsquenuevo da de un análisis fonémi
incluso si la tarea del lingüista tiene que empezar por el crip#mente científico, su trabajo reclama una plena aten-
toanálisis, debe acabar en calidad de descodificador normal decién al problema lingüístico focal de la “interconexión
aquella lengua. Su ideal debe cifrarse en convertirse en un codal”.
miembro ideal de la comunidad lingüística estudiada. El crip} Pasemos ahora a los enigmas del bilingüismo, gráficamente
toanal a toma nota de los alófonos hi ando los fonemasexaminados por Haas y Casagrande. Estamos todavia con
nada viene de un
Pero los fonemas, las invariantes, es lo que más de cerca coğ el problema de salvar el espacio, Aqui, casi
noce el descodificador, el miembro de la comunidad lin; ‘ondo común. Los códigos se vuelven cada vez más diferen-
tica, y no así las variaciones. Sin cuidado le tiene saber cuálefftes. Pero no deja de haber una cierta correspondencia, una
. Existe la posibilidad de
son los alófonos. Lo que quiere es captar los contrastes f ietta relación entre los dos códigos y ya
némicos con el fin de entender el texto. (Diré de paso qué lsbúsqueda de por lo menos una comprensión parcial,
los términos “alófono” y “contraste” ilustran, en mis expreshos hallamos con los mediadores e intérpr etes interlingitisti-
siones, lo de la adaptación del hablante a sus oyentes, bilingües. Aquí llega-
de s de estas relaciones: los hablantes
otro modo yo diría “variante” y “oposición”.) losaunpunto de gran importancia, a un punto decisivo.
problema fundamental de la
En el campo de la interacción entre código y mensaje, estfEl bilingüismo es, para mí, eldivisión
congreso ha hecho patente un gran progreso. Aquí hem tica, siendo así que la en departamentos se
etc.
antoja artificial: departamento de francés, de italiano,
examinado, en varios planos, la relación existente entre dogime
protagonistas de una comunicación lingüística. Y, como muji£ Es que se da un aislamiento completo entre lenguas conti:
bien sabemos, uno de los deberes esenciales de la lengua co! ? Incluso cuando nos hallamos frente a un telón de ace-
24 PROBLEMAS GENERALES Í Antropólogos y lingüistas 25

ro, muy bien sabemos cuán fácilmente podemos atravesark nica. Se presentaban como dos metodologías por entero
con varias formas de comunicación lingüística. Sabemos qu diversas, como dos problemas básicamente diferentes. Pero
se dan áreas bilingües o grupos bilingües de hablantes, y la esto está ya, en mi opinión, anticuado y estamos plenamente
sociología del lenguaje nos ofrece a su respecto relaciones de acuerdo con Hill: la historia de una lengua no puede
muy interesantes, Como los bilingües pueden hablar con un: ser otra cosa que la historia de un sistema lingüístico, sis-
número mayor de oyentes e influenciarlos, disponen de ma tema que pasa por mutaciones diferentes. Cada mutación
yor fuerza, de mayor prestigio. ¿Cuál es luego el resultado?! tiene que analizatse desde el punto de vista del sistema, de
Una adaptación por parte del bilingúe de una lengua a la como estaba antes y después de la mutación. Y es aquí donde
otra con la consiguiente difusión de ciertos fenómenos que llegamos a una cuestión importante. Yo la formularé en tér-
los bilingües estimulan entre los no bilingües. Como muy minos diversos de los de Hill, pero confío en que no por ello
bien señalaba el importantísimo artículo de Sommerfelt, ni estaremos menos de acuerdo. Me parece que el gran error y
enfrentamos con el problema de la difusión de model confusión existente en la tajante separación entre sincronía
[patterns]: de modelos fonémicos, de categorías gramatica. y diacronía se debió en gran parte a la confusión entre dos
les, de lo que Sapir llamó los “procedimientos gramaticales” dicotomías. Una es la dicotomía de sincronía y diacronía; la
Y veremos cuán enorme esta difusión es cuando tengamos el otra, lo estático y lo dinámico. Sincrónico no es igual que
atlas iniciado en Oslo antes de la última guerra, el atlas estático. Cuando en una película pregunto a alguien qué
estos fenómenos, registrados independientemente de las fro está viendo en un momento dado sobre la pantalla, no se me
teras e interrelaciones de las lenguas en las que tales fen responderá que lo que ve es estático: lo que ve son caballos
menos se perciben. He hablado con uno de los más pond que corten, gente que anda y otros movimientos más. ¿Dón
rados de los lingüistas, Haas, y con uno de los antropólogo de está lo estático? Sólo en las carteleras. En las carteleras
más ponderados también, Ray. La extensión de una seme) está lo estático, pero no necesariamente lo sincrónico, $u-
jante difusión fonémica y gramatical entre lenguas vecinapongamos que una cartelera permanece inmodificada durante
de origen netamente diferente nos pareció tan sorprendentes un año: ¡eso si es estático! Y enteramente justificado será
tan difícil de explicar, que unánimemente acentuamos la preguntar qué hay de estático en la diacronía lingüística. Se-
gente necesidad de un estudio sistemático, internacional, dí guro estoy de que Hahn estaría interesado en que yo inten-
fenómenos parecidos. Esta labor en modo alguno elimina tara definir lo que de estático e inmutable ha habido en el
problema del parentesco genético, pero no por ello es el pr eslavo desde la alta Eded Media o desde el indoeuropeo co-
blema de la afinidad menos importante. Y sin saber con exa mún hasta el presente. Éste es, sí, un problema estático, pero
titud qué es la afinidad, nunca lograremos captar los rasg también diacrónico.
genéticos. Abordemos lo de los problemas dinámicos. Como ejemplo
Y dejemos ya el espacio. Pasemos ahora al factor tiemp me serviré de un cambio que he venido observando desde mi
Del mismo no se habló en este congreso, pero se estudia el niñez: en el sistema vocálico del ruso normativo actual se ha
el brillante artículo de Hill que se ha distribuido multicopi producido un cambio notable. En posición átona, especial-
do. Estábamos acostumbrados a los manuales que propu, mente en la pretónica, la generación moscovita de nuestros
nan una escisión total entre lingüística sincrónica y diacr abuelos diferenciaba los dos fonemas /e/ e /i/. En el habla
26 PROBLEMAS GENERALES Antropólogos y lingüistas 27

de nuestra generación y de los más jóvenes, estos dos fo- ara Ja lingüística estructural. No hemos examinado aquí esta
nemas se resolvieron en /i/. En la generación intermedia, la Fiestón, pero habrá que presentarla en alguno de los con-
de nuestros padres, la distinción era opcional. ¿Qué quiere! -sesos próximos: el problema tan traído en este país y fuera
eso decir? Que la generación intermedia dispone de un có.de él, por más que está todavía en su fase de laboratorio. Me
digo que contiene esta distinción. Cuando se precisa la dis-refiero al problema de la tipología lingüística: la tipología
tinción para evitar equívocos o para que el discurso sea bien! 42 Jos sistemas y de las leyes universales subyacentes a la
claro, en la pronunciación se distinguen los dos fonemas, nisma, ¿Qué elementos pueden darse a la vez, y cuáles no?
Pero en un estilo suelto, descuidado, elíptico por así decin ¿Qué elementos tienen que darse necesariamente juntos?
esta distinción, juntamente con otras, puede omitirse: el dis. Qué elemento B implica tal elemento A y qué elementos no
curso se vuelve menos explícito. Así, por un tiempo, tantogeimplican uno al otro? ¿Qué elementos implican la ausen-
el punto de partida como el de llegada de una mutación cia de otros?
parecen coexistir como dos estratos estilísticos y, lo que es El debate iniciado por Osgood en lo tocante a la afasia
más, cuando el factor tiempo penetra en un sistema de valo- yy al problema conexo del lenguaje infantil nos lleva dere-
res simbólicos como la lengua, se convierte de por sí en sim- chamente a la cuestión de las leyes generales de sistematiza-
bolo que puede emplearse para fines estilísticos. Así, por ción. Cuando abordo estos problemas suele aparecer inevita-
ejemplo, al hablar en un estilo más conservador, nos servi: blemente el escéptico que dice: sin conocer aún todas las
mos de formas más arcaicas. En el ruso de Moscú, la genes lenguas, ¿cómo se puede afirmar que no se da cierto fenó-
ración de nuestros padres no hacía la distinción entre /e meno estructural? Pues sf, pero ya conocemos un número lo
e /i/ átonas en el habla familiar: más bien seguía la moda bastante grande de lenguas para poder decir que, si en lo su-
de fundir ambos fonemas para dar la impresión de que se cesivo tropezáramos con una excepción a la supuesta ley, no
era más joven de lo que en verdad se era, Pero supongamos| pasaría de ser una mera fracción del orden del uno por cien-
que se diera una generación que hiciera siempre esta distin-=;p, y la ley mantendría su valor de enunciado con bastante
ción, mientras que la generación siguiente no la hiciera nun solidez estadística, con una probabilidad inferior a uno, pero
ca. Lo que no puede ocurrir jamás es que sólo exista unal muy cerca de uno. Además, también se dan leyes de sistema-
única generación y que la generación anterior se muera el tización allí donde es muy improbable que se encuentre al-
un mismo día. De esta manera los dos sistemas tienen qui guna que otra desviación solitaria. Las lenguas que no acep-
coexistir por un tiempo y, por lo general, se da alguna in tan vocales en principio de palabra no son raras, pero dudo
tetrelacién entre las dos generaciones, a la par que el rece; de que existan lenguas que rechacen las consonantes iniciales.
tor de una de ellas está habituado a recodificar el mensaj Si existen leyes generales subyacentes a los diferentes sis-
del emisor de la otra. Así, un cambio es, al principio, un he temas fonémicos y gramaticales, apenas encontraremos leyes
cho sincrónico y, en la medida que no queramos simplifica generales de los cambios lingiifsticos. Sólo se darán observa-
demasiado, el análisis sincrónico tendrá que abarcar los ca ciones de tendencias, constataciones de una probabilidad ma-
bios lingüísticos, y viceversa, los cambios lingiifsticos sól yor o menor respecto de cambios varios. La única limitación
podrán entenderse a la luz de un análisis sincrónico. lenla posibilidad de un cambio es que no haya cambios que
Un problema se está volviendo especialmente apremiante iden como resultado un estado que contradiría las leyes es-
28 PROBLEMAS GENERALES l Antropólogos y lingüistas 29
tructurales generales. Esta validez superior de las leyes está les y los situacionales. Pero no pueden reconocerse las va-
ticas ante las dinámicas no se limita a la lingiifstica. Logriaciones si no existen invariantes, A nivel de significado,
progresos de las ciencias modernas registran conclusioneé tanto como de sonido,elproblema de las invariantes es de-
semejantes en campos diferentes. Así, hemos visto que—ycisivo para el análisis de una lengua dada en una fase dada.
cito—la mecánica cuántica es mérficamente determinista, Estas invariantes, enigmáticas para el criptoanalista, son co-
mientras que los procesos temporales, la transición de unpocidas por el descodificador habitual que escucha un nuevo
estado estacionario a otro, se gobiernan por leyes estadísti contexto y sin embargo sabe de antemano lo que sus pala-
cas: en comparación con la mecánica clásica, la mecánicabras significan—suponiendo que pertenezca a la misma co-
cuántica gana en determinismo mórfico lo que pierde en de-munidad lingiifstica y que no se trate de un caso patológico.
terminismo temporal. A aquellos que fácilmente se asustanEldescodificador normal reconoce, mediante los fonemas, las
ante analogías descabelladas les diré que también a mí merealizaciones fónicas de los mismos, así como los significa-
disgustan las analogías peligrosas, pero que me gustan lasdos de las palabras y morfemas en el mensaje en cuestión
que se me antojan fecundas. Y si estas analogías interdisciugracias a los modelos léxicos y morfémicos de su código.
plinarias son peligrosas o fecundas ya lo dirá el futuro. — Sia uno no le gusta la palabra “significado” por demasiado
Finalmente, uno de los rasgos más sintomáticos de esteambigua, ocupémonos simplemente de invariantes semánti-
congreso ha sido el haber discutido largamente y con pasidnleas, no menos importantes para el análisis lingüístico que las
de problemas del significado. Incluso hubo quien dijera q invariantes fonémicas.
unos pocos años atrás apenas habría sido posible algo asf Smith, quien posee el raro don de presentar e ilustrar las
Pero, en fin, no dejó de ser útil el que estos problemas no seeosas de modo muy concreto, y que manipula cl “ ignificado
abordaran antes. También las reflexiones tienen su agenda/diferencial” de un modo tan tangible como su rico tío de la
No se puede examinar todo a un tiempo. Pero todavía hay! preciosa historia que nos contó, decía que debemos averiguar
quien sostiene que para él los problemas de significación nasi el significado es el mismo o bien es diferente. Muy bien
signal n nada, pero al decir “no significan nada” o bien sabgye él que es más facil proclamar el principio de la identidad y
lo que significa “significar”, y por ello mismo el problem alteridad que ver si en verdad dos manifestaciones semióti-
de la significación se vuelve significativo, o no lo sabe, y e as forman parte integrante de un mismo modelo, o si a las
tonces su fórmula carece de significado. los realizaciones hay que atribuirles dos tipos semidticos dife-
Creo que la expresión de Smith, “significado difere ites, La identificación y la diferenciación no son más que
cial”, es óptima. Sólo quisiera añadir que todo significad los caras de un mismo problema, el problema primordial del
lingüístico es diferencial. Los significados lingüísticos son :onjunto de la lingüística en sus dos planos: signans y sig-
ferenciales en el mismo sentido que los fonemas son uni ratum—para usar los viejos y buenos términos de san Agus-
des de sonido diferenciales, Un lingüista sabe que los sonido o “expresión” y “contenido”, como los bautiza Hjelms-
lingüísticos presentan, además de fonemas, variantes situaci en su obra. Este problema de identificación y diferencia-
nales, contextuales y opcionales (0, bajo otro nombre, “aló ión, tanto a nivel de “expresión” como de “contenido”, es
fonos” y “metáfonos”). Del mismo modo, hemos observadi nosotros, lingüistas, una cuestión intrínsecamente lin-
a nivel semántico la existencia de los significados contextu: tica.
30 PROBLEMAS GENERALES t Antropólagos y lingüistas 31

Cierto es que algunos teóricos pretenden que la sintaxilyale, Lounsbury y Wells, nos ha enseñado cómo integrar los
trata de la relación entre signos y la semántica de la relay; onificados gramaticales en el análisis estructural. Pero, in-
ción entre signos y cosas. Examinemos en el marco de lijyso al interpretar los significados léxicos de sistematización
lingüística sincrónica cuál es la diferencia entre sintaxis j,yenos esquemática, podemos y debemos mantenernos dentro
semántica. La lengua implica dos ejes. La sintaxis está en rede] cuadro de la metodología lingüística. Incluso si tuviéra-
lación con el eje de la concatenación, la semántica con el demos que meternos con el estudio de varios contextos y limi-
la sustitución, Si, por ejemplo, digo “el padre tiene un hijo?jareste estudio a un análisis distribucional, el significado
las relaciones entre “el”, “padre”, “tiene”, “un” e “hijo*yéyico entraría aún dentro de su objetivo: una sentencia ecua-
son relaciones en el interior de una secuencia: son relacion onal reversible—A es B, B es A—es también un contexto,
sintácticas. Si comparo los contextos “el padre tiene una de las tesis más ilustrativas de Peirce propugna que el
hijo”, “la madre tiene un hijo”, “el padre tiene una hija” ¡gnificado de un signo es el signo al que hay que traducirlo,
“el padre tiene dos hijos”, sustituyo ciertos signos por otros 'uando leo en el periódico: “El MEC estudia la importación
y las relaciones semánticas de las que nos ocupamos no s leX”, y personalmente ignoro qué significan “MEC” y “X”,
‘menos lingiifsticas que las relaciones sintácticas. La conca é qué significan “estudia”, “importación”, “el”, “la”, “de”.
nación implica sustitución. Cómo definir lingiifsticamente la “importación”? “La im-
Cuando hago hincapié en el carácter intrínsecamente ortación es la introducción de productos extranjeros”. Un
giifstico de la semántica no propalo ninguna novedad. E al contexto ecuacional es bien aceptable para la comunidad
mismo había sido dicho ya muy claramente; lo que ocurk ingiifstica, lo mismo que el enunciado inverso de que la in-
es que lo que se ha dicho muy claramente queda muy a oducción de productos extranjeros es la importación, La
nudo enteramente olvidado. Ya desde 1867 lo había form proposición nos dice cuál es el significado léxico de la pala-
lado Peirce, quien, repito, debe considerarse como el auté ra “importación” en español. Otras maneras hay de inter-
tico y animoso precursor de la lingüística estructural, Combpretar la palabra “importación” por medio de signos dife-
él dijo, el signo, para que sea emendido—en particular @rentes. Aquí nos hemos servido de una circunlocución, cosa
signo lingiiístico—, requiere no sólo dos partícipes de jue siempre podremos hacer: tal como Peirce definió tan
acto lingüístico dado, sino que, además, precisa un interpr larividentemente el principio estructural básico de la len-
tante. Según Peirce, la función de tal interpretante la re ua, todo signo se traduce a otro signo en el que se desarro-
liza otro signo o conjunto de signos que se da conjuntamen la más plenamente. En lugar de un método intralingúístico,
con un signo dado, o que podría darse en su lugar. Ésta lemos utilizar un sistema interlingiifstico de interpreta-
la base de nuestras reflexiones ulteriores sobre las operaci ión, traduciendo la palabra “importación” a otra lengua. El
nes lingüísticas con los significados, y no dudo de que co: étodo sería intersemiótico si hiciéramos recutso a un signo
tituirán nuestra preocupación en un futuro próximo. Es lingüístico, pictórico por ejemplo. Pero en todos estos
guro que habrá polémica—sobre la terminología, sobre le os sustituimos signos por signos. Siendo así, ¿cuál es la
recursos técnicos y sobre algunos aspectos de la teoría- ión directa existente entre el signo y la cosa?
pero los hitos están a la vista. Con unas pocas observaciones me gustaría contribuir al in-
El brioso examen llevado a cabo por nuestros amigos jantísimo estudio del problema de “señalar con el dedo”
32 PROBLEMAS GENERALES Antropólogos y lingüistas 33
del artículo distribuido por Harris y Voegelin. Supóngase qué...núa siendo tierra de nadie. Este juego de tira y afloja tiene
quiero explicar a un indio unilingiie qué son “Chesterfield” 2 nar, Durante años y lustros hemos luchado por la
y señalo un paquete de cigarrillos. ¿Qué concluirá el indio; ma¡ón de los sonidos lingüísticos a la lingüística, constitu-
No sabrá si quiero decir tal paquete particular o paquetglp, 4, así la fonémica. Ahora nos enfrentamos ante una se-
en general, un cigarrillo o muchos, una cierta clase de cigaB' od, tarea: la de integrar el significado lingifstico a la cien-
rrillos o cigarrillos en general, o, de manera todavía más gel 4 lenguaje.
nérica,
agradable.algoNoparasabrá,
fumar, o, desimanera
además, universal,
le enseño, le doy, unle objetal
vendg) y,| doy cuentasondetanque fragmentarias
Scadientes mis observaciones
como sobre los proble-
el ¿railer de una
o le prohíbo los cigarrillos. Sólo captaré lo que son y no som Pye pero astedes ya saban de qué se tata) el Peitce ést
“Chesterfield” si domina una serie de otros signos lingúfsiBs 7) cierto al decir que todo signo puede ser traducido a
cos que sirvan de interpretantes del signo al que nos hem Dp ida explicit,
referido. moa
Recordarán que en los Viajes de Gulliver aparece un s
bio, Balnibarbi, quien decidió que, “puesto que las palabr
no son más que un nombre de las cosas, más convendría
los hombres llevar consigo lo necesario para expresar el asu
to particular de que iban a hablar”. Pero no dejó de pr
sentarse un inconveniente, indicado por Swift, que era ti
agudo en la sátira como en la ciencia de la comunicación:
“si los asuntos de una persona fueran muy grandes, y di
varios tipos, estaría obligada proporcionalmente a llevar sol,
bre sus espaldas un bulto mayor de cosas”, con riesgo de
quedar aplastado bajo su peso, Diticil seria hablar con cosa
de “una ballena”, aún más comprometido hablar de “ball
nas” y decididamente imposible hablar de “todas las bi
llenas” o de “las ballenas ausentes”. Incluso si por milagr
se lograse recoger todas las ballenas del mundo, ¿cómo deci
con cosas que estaban todas?
Como de manera persistente nos ha recordado la lógi
simbólica, los “significados lingüísticos”, constituidos por
sistema de las interrelaciones analíticas de una expresión co
las demás, no presuponen que las cosas estén presentes. Lol
lingüistas, por el contrario, hicieron todo cuanto a su alca
ce estuvo para excluir la significación y todo recurso a
misma por parte de la lingüística. Así, la significación co
II

l LOS ESTUDIOS TIPOLOGICOS


Y SU CONTRIBUCION
A LA LINGUÍSTICA
| HISTÓRICA COMPARADA
+
A FRASE DE ALF SOMMERFELT que encabezaba mi
¡onografía sobre las leyes fonéticas generales sigue siendo
lida todavía: “Il n’y a pas de différence de principe entre
systèmes phonétiques du monde”, o, para decirlo de
lo más general, “entre les systémes linguistiques”.
x. Los hablantes comparan las lenguas. Al decir de los
sropólogos, uno de los caracteres más significativos de la
municación entre los hombres es que no hay pueblo, por
imitivo que sea, que no pueda decir: “Aquella gente tiene
a lengua distinta; la hablo o no la hablo; la oigo o no la
bigo”. Tal como Margaret Mead añade, la gente concibe el
lenguaje “como el aspecto susceptible deaprendizaje de la
k 2 de 1 Nihi sdal
practicada y de hecho lo es porque las lenguas son isomórfi-
s, es decir, que subyacen a sus estructuras unos principios
munes.
A, Sommerfelt, “Loi phonétique”, NTS, I (1928).
M. Mead, Cybernetics, Transactions of the Eighth Conference (Nue-
York 1951), P. 9x.

'ypological studies and their contribution to historical


parative linguistics”, en Proceedings of the VIIIth In-
national Congress of Linguists, Oslo, 5-9 Agosto 1957
slo: Oslo University Press, 1957). Traducción de J. M. P.
35
36 PROBLEMAS GENERALES L os ipológ:
estudios tipológicos 37
Los o
lógicos denominan “metaleng
e uaje”el a cualquier
a n i e r e idos como etapr etapas evolutivas,
al 'nosti) fue evolutivas
quizá la última
La doctrina de Marr (wZenie:
rencia hecha en una comunidad lingüística a otra lengua, a muestra
oceande esta tendencia
en general, a cualquier referencia al lenguaje dentro del Jgncluso con una orientación m cuencas iss noge
ogia, puesto quelo estas
guaje. Tal como intenté demostrar en mi comunicación a BÁticos desconfiaron dela tipol
Linguistic Society of America en 1956, el metalenguaje, Jpológicosimplicaban la técnicadescriptivay cualquier est
igual que el lenguaje-objeto, forma parte de nuestra condugio descriptivo había sido tachado de anticientífico por los
verbal y es, por lo tanto, un problema lingüístico,
in estas
Mpgméticos Prinzipien derSprechgescbicb
áti inzipie
te.
schichte.
ia dos.
Con su rara perspicacia para los temas aparentemente m Es cost natural que Sapir, pi
des
sencillos y humildes, Sapir dijo de nosotros en cuanto a fiiptiva, abogara por una investigación sobre los tipos de
blantes: “Podemos ... decir que todas las lenguas difieggstructuras lingüísticas, Sin eml i ea See E a ps
entre sí, pero que algunas de ellas diferen mucho más qeria paa ladescripción comprebensiva de las distintas
otras, lo cual equivale a decir que es posible agruparias fgẹngvas absorbió alamayor parte de los investigador es dela
mando tipos morfológicos”? (y podríamos añadir: fonolggueya tendencia, y cualquier comparación se hacía sospecho-
cos y sintácticos). Para nosotros, en tanto que lng dedistorsionar los ceros intrínsecos dels monografía
“sería demasiado
consructivamente sencillo
y
descargarnos de la tarea de pengledicadas eres oe ieee on Se
establecer que cada lengua tiene wp ena de que l a descripci ón
delos
ee
sistemas s i n su t a x
historia única, y por lo tanto una estructura única”. mía, al igual Eon nar shaw matic Rote
2. Atraso y progreso en los estudios tipológicos, El ¡fistemas particulares, es una flagrante contradicción de tér-
jedri i inos, ya que una implica a la otra.
a o a elseson,aaintentode DFSP ea el prado de entreguerras cualquier referencia con
de la familia lingiiistica indoeuropea fuera errónea, no softet# a la tipología provocaba el escepticismo, “jusqu'où la
dona el ix o, teclama i para typolagie pent égarer un bon linguiste”, actualmente se
ol adecuada. Las primeras especulaciones en t más que nunca la necesidad de sistematizar los estudios
una solución
no al parentesco lingüístico dieron paso muy pronto a lógicos. Veamos algunos ejemplos notables: Bazell, pletó-
primeras encuestas y a los primeros resultados del métol como siempre de nuevas y fructuosas sugerencias, esbozó
histórico-comparativo, en tanto que las cuestiones tipold| progtama para la tipología lingiifstica a la luz de las re-
cas permanecían durante largo tiempo en un estadio esp jones sintácticas; *Milewski fue el primero en ofrecer un
lativo y pre-científico, Mientras la agrupación genética de table y polémico ensayo sobre la tipología fonológica de
lenguas hacía extraordinarios progresos, los tiempos no lenguas amerindias; * Greenberg, excelente genetista, re-
taban aún maduros para su clasificación tipológica. La ió eficazmente la iniciativa de Sapir en el terreno tipoló-
macfa de los problemas genéticos en el esquema cultural co trasladándola a la morfología, y analizó los tres princi-
siglo pasado dejó una huella particular en los estudios ti
lógicos de aquella época: los tipos morfológicos fueron c
C. E. Bazell, CFS, VIII (1949), 5 ss.
3 E. Sapir, Language (Nueva York, 1921), cap. VI. T. Milewski, LP, IV (1935), 229 ss.
38 PROBLEMAS GENERALES Los estudios tipológicos 39
pales métodos de la clasificación de las lenguas: el eii que entendió plenamente el significado del concep-
el geográfico y el tipológico.S de sistema para la lingüística y que, al mismo tiempo, no
El método genético trabaja sobre el parentesco, el geogr: só a discernir el rígido orden que gobierna un sistema
co sobre la afinidad y el tipológico sobre el isomorfismo, n claramente jerárquico como la estructura de los casos
trariamente al parentesco y a la afinidad, el isomorfismo amaticales: “C'est par un acte purement arbitraire que
implica necesariamente los factores espacio y tiempo. rammairien les groupe d'une façon plutôt que d'une
mórficamente pueden relacionarse diferentes estadios de unytre”.® Incluso el caso cero, tan obviamente inicial como el
misma lengua o dos estadios (simultáneos o alejados tempgominativo, ocupa, en opinión de Saussure, un puesto arbi-
ralmente) de dos lenguas diferentes, tanto si están contiguagario en el sistema de casos.
como alejadas, emparentadas genéticamente o no. Greenberg está en lo cierto al afirmar que la tipología
3- La base de la tipología no es el inventario, sino el sifpnolégica no puede reducirse a un disfraz de la vaga ter-
tema. La pregunta retórica de Menzerath, uno de los pios inología de la fonética tradicional. Para conseguir una tipo-
ros de la tipología, sobre si un determinado nivel de gía de los sistemas fonémicos ha sido lógicamente nece-
lengua “es simplemente una multitud aditiva o está lig jo someterlos a un consistente análisis: “la presencia de
por alguna estructura”, ha obtenido una respuesta ineg jertas relaciones entre los mismos atributos o las clases de
voca en la lingüística moderna. Hablamos del sistema gi tos atributos se empleen como criterios”.? No puede obte-
matical y fonológico de una lengua, de las leyes de su est; rse una tipología de los sistemas gramaticales o fonológicos
tura, de la interdependencia de sus partes, y de las partes un replanteamiento previo del sistema capaz de dar la má-
el todo. Para comprender este sistema cs insuficiente ma economía mediante una reducción estricta de las redun-
mero inventario de sus componentes. Si el aspecto sintas cias. Una tipología lingüística basada en rasgos arbitra-
tico del lenguaje ofrece una compleja jerarquía de constitfiamente seleccionados no puede dar resultados satisfacto-
yentes mediatos e inmediatos, la disposición del aspecto pios, como no los daría una clasificación del reino animal que
radigmático se caracteriza, a su vez, por una estratificaciónn lugar de la división entre vertebrados e invertebrados,
múltiple. La comparación tipológica de varios sistemas del íferos, aves, etc., usera, por ejemplo, el criterio del color
tener en cuenta también esta jerarquía. Cualquier arbitrari le la piel, y según éste agrupara la raza blanca humana con
dad, cualquier desviación del orden dado y detectable hal s cerdos de piel rosada.
imposible la clasificación tipológica. El principio de la di El principio de los constituyentes inmediatos es no me-
sión ordenada tiene sus más profundas raíces en la gra los productivo para el análisis del aspecto paradigmático que
tica y en la fonología, y nos percatamos de los progres jara el de las frases. Una tipología basada en este principio
conseguidos al releer el Cours de Ferdinand de Saussure, lescubre tras la diversidad de esquemas fonológicos y gra-
jticales una serie de elementos unificadores y reduce de
© Cf. J. H. Greenberg, en R, F, Spencer, ed, Methods and persp sustancial una variedad que parece infinita.
tive in anthropology: Papers in honor of Wilson D, Walis (195
pp. 192 ss; id., Essays in linguistics (Chicago: University of Chi
Press, 1957), cap. VI; id, IJAL, XXII (1957), 68 ss. 18 F, de Saussure, Cours de linguistique générale (19228), p. 175.
1 P. Menzerath, JASA, XXII (1950), 698. J.H. Greenberg, IJAL, XXIII (1957), 70.
40 PROBLEMAS GENERALES | Los estudios tipológicos 41

4. Universales y cuasi-universales. La tipología descubs existe lengua ninguna que tenga una oposición de oclusivas
las leyes que subyacen a la estructura fonológica y, aparen propiamente dichas y africadas (por ejemplo /t/-/ts/), pero
mente, a la morfología de las lenguas: la presencia de A im sin fricativas (por ejemplo /s/). No hay ninguna lengua que
plica la presencia (o por el contrario la ausencia) de B.tenga vocales anteriores redondeadas y que esté desprovista
este modo pueden detectarse en los lenguajes, como los ayde la correspondiente serie posterior.
tropólogos gustan decir, uniformidades o cuasi-uniformj Por lo demás, las excepciones parciales a algunos casos de
dades, "
cuasi-universales no requieren más que una formulación más
No hay duda de que una descripción más exacta y exhauy precisa de una determinada ley general. En 1922 hice notar
tiva de las lenguas del mundo completará, corregirá y petque el acento dinámico libre y la oposición independiente de
feccionará el código de leyes generales. Pero sería obrar si vocales breves y largas son incompatibles dentro de la misma
cordura posponer la investigación de estas leyes hasta hal estructura fonémica. Esta ley, que explica satisfactoriamente
conseguido una ampliación de nuestros conocimientos. la evolución prosódica del eslavo y de algunos otros grupos
que atacar la cuestión de los universales lingiifsticos y pai indoeuropeos, es válida para una gran mayoría de lenguas.
ticularmente la de los fonémicos. En caso de encontrar en La libertad de acento y cantidad, aparentemente descubier-
guna lengua remota que pueda ser estudiada en el futuro ta en algunas lenguas, se ha visto desmentida por investiga-
guna peculiaridad que pueda contradecir alguna de estas ciones posteriores. Se dijo, por ejemplo, que el wichita de
yes, la generalización obtenida de las lenguas hasta ahora Oklahoma tenía acento y cantidad fonémicos, pero, según las
tudiadas en número impresionante no sufrirá ninguna de: investigaciones de Paul Garvin, el wichita es en la actualidad
lorización, La uniformidad observada se convertirá en una lengua tonal que presenta nna oposición acentual ascen-
cuasi-uniformidad, en una regla de alta probabilidad es dente y descendente ignorada hasta hoy. Por lo visto esta ley
dística, Antes del descubrimiento del ornitorrinco en Taf general requiere una formulación mucho más cautelosa. Si
mania y Australia del Sur, los zoólogos no habían previst en una lengua determinada el acento fonémico coexiste con
mamíferos la posibilidad de quyla cantidad fonémica, uno de los dos elementos está subordi-
s, y sin embargo las antiguas definici nado al otro y sólo son admisibles tres y nunca cuatro entida-
nes conservan todavía su validez para la inmensa mayoría des distintas: o se distingue entre vocales largas y breves
los mamíferos del mundo y siguen vigentes como import solamente en las sílabas tónicas, o bien una de las dos cate-
tes leyes estadísticas, gorías cuantitativas, longitud o brevedad, puede llevar un
Pero, incluso en la época actual, la rica experiencia adq acento libre y distintivo. A lo que parece, en tales lenguas
rida por la ciencia del lenguaje nos permite descubrir co: la categoría marcada no es la de vocal larga opuesta a breve,
tantes que será muy difícil reducir a la categoría de cu: sino la de vocal reducida opuesta a la de no-reducida. Creo,
constantes. Hay lenguas carentes de sílabas iniciadas pı con Grammont, que una ley susceptible de enmiendas es
vocal y/o sílabas con consonantes finales, pero no hay ni més útil que la ausencia de ley.
guna desprovista de sílabas con consonantes iniciales o 5. Determinismo mérfico. Teniendo en cuenta que son
sílabas terminadas en vocal. Hay lenguas desprovistas de fı cuestión central en la tipología “los puntos invariables de
cativas, pero no hay ninguna desprovista de oclusivas. referencia para la descripción y la comparación” (y seguimos
42 PROBLEMAS GENERALES Los estudios tipológicos 43
en ello a Kluckhohn), me permitiré ilustrar estos proble las “tipologías diacrónicas” con sus índices direccionales, la
mas relativamente nuevos en el terreno de la lingüística m ipologia estacionaria debe operar más con enteros que con
diante un paralelo muy claro extraído de otra ciencia. — Ayegables continuas.
El progreso de la ciencia del lenguaje, especialmente la Hemos evitado la denominación corriente de “tipología
transición desde un punto de vista primordialmente genéti sincrónica”. Si para la física moderna la “peculiar conjun-
a otro primordialmente descriptivo, se corresponde en ung ción de la identidad cuasi-permanente con un cambio tem-
medida sorprendente con la metamorfosis sufrida en la mis poral casual parece ser una característica de la naturaleza”,
ma época por otras ciencias, particularmente con la diferen. ge igual modo lo “estático” y lo “sincrónico” no coinciden
cia entre la mecánica clásica y la cuántica. Tal paralelismo gq el terreno de la lingüística, Cualquier cambio pertenece
me parece altamente fructífero para aclarar algunas cuestio. originariamente a la sincronía
nes de tipología lingüística. Permítaseme citar un artículo antigua como la nueva coincidenlingüística: tanto la variedad
en la misma época y en la
sobre mecánica cuántica y determinismo, redactado por ut misma comunidad lingüística como formas más arcaicas y
eminente especialista, L. Tisza, leído en la American Aca més recientes, la primera perteneciente al estilo más explí-
demy of Arts and Sciences: la mecánica cuántica (y añadi cito y la segunda al más elíptico, siendo ambas subcódigos
tiamos: la moderna lingtifstica estructural) es mórficamente! gel mismo código convertible. Cada subcódigo es en sí y en
determinista, mientras que los procesos temporales, las trans un momento dado un sistema estacionario gobernado por rí-
siciones entre estados estacionarios, están gobernados por les! idas leyes estructurales, mientras que la conjugación de es-
yes estadísticas de probabilidad, Tanto la lingiifstica estruc: os sistemas parciales ofrece las flexibles y dinámicas leyes
tural como la mecánica cuántica ganan en determinismo mór- de la Lransición
fico lo que pierden en determinismo temporal. “Los estados! 6, Tipología dey reconstrucci
un sistema a otro.
ón. Como corolario de lo que
se caracterizan más por variables integrales que continuas”, hemos dicho se sigue una respuesta a nuestra cuestión cen-
y “ya que dos números reales empíricamente dados no pue- tral: ¿De qué modo pueden contribuir los estudios tipológi-
den ser nunca rigurosamente idénticos, no es sorprendente? cos a la lingüística
histórica comparada? Según Greenberg,
que la física clásica rechazara la idea de objetos definidos del la tipología lingüística aumenta “nuestro poder de predic-
identidad perfecta”. ción, dado que, en el interior de un sistema sincrónico deter-
Tal como expuse en mi nota necrológica a la muerte dd minado, ciertos fenómenos adquieren la característica de al-
Boas,” las leyes estructurales del lenguaje son un objetivd tamente probables, otros de menos probables y algunos
cada vez más próximo y más claro no sólo de la tipología? pueden ser prácticamente excluidos”.!* Schlegel, precursor
sino de toda la lingiifstica descriptiva en su fase más recien. de la lingüística comparativa y de la tipología, describió al
te; y aunque se deben aplaudir las luminosas aportaciones) historiador como un profeta que predecía el pasado. A la
de Greenberg y Kroeber” sobre el carácter estadístico d hora de reconstruir, nuestro “poder de predicción” se ve re-
10 C. Kluckhohn, Anthropology today (1953), pp. 507 ss. forzado por los estudios tipológicos.
11 IJAL, X (1944), 194 ss. El conflicto entre el estado reconstruido de una lengua
12 A. L. Kroeber, Methods and perspective in anthropology, pp. 29,
y siguientes, 4 J. H. Greenberg, IJAL, XXIII (1957), 68 ss.
a Her dia MOENIA | Los estudios tipológicos i
y las leyes generales que descubre la tipología se resuel
en perjuicio del primero, En el Linguistic Circle de Nuev Tales discrepancias pueden evitarse practicando elindoeu- méto-
York, en 1949, llamé la atención de G. Bonfante y de ot do saussureano para la reconstrucción de un fonema
indoeuropeístas sobre algunos temas sujetos a controversia, ropeo: “On pourrait, sans spécifier sa nature phonique, le
La descripción monovocálica del protoindoeuropeo no pue: cataloguer et le représenter par son numero dans ,le sintableau
de apoyarse en los lenguajes conocidos hasta la actualidad des phonémes indo-européens” En la actualidad em-
Por lo que sé, no existe ninguna lengua que añada una aspi l bargo, estamos igualmente lejos del ingenuo los empirismo que
rada sonora /d*/ a la pareja /t/-/d/ sin su correspondiente, soñaba con la reproducción fonográfica de sonidos in-
sorda /®/, mientras que /t/, /d/ y /t/ se presentan con doeuropeos, y de su contrario, la agnóstica resistencia a in-
frecuencia sin el comparativamente raro /d%/, de modo per. vestigar la estructura de los fonemas indoeuropeos la y
fectamente explicable; por lo tanto, las teorías que ope tímida reducción de su sistema a un mero catálogo numé-
ran con los tres fonemas /t/-/d/-/d*/ en protoindoeuropeo “rico, Si nos abstenemos del análisis estructural de dos esta-
dos sucesivos, no podremos interpretar la transición del pri-
deben tevisat
losOS ou esencia fonémic La!
spp atinada le un nee x rig aspirado Y! ero al segundo, y la fonología histórica quedará frustrada
a.
sna gta dade LN o) lisgaMis
nás allá de todo punto deseable. Un enfoque realista de las

fonológica. Por otra parte, las opiniones anteriores u opuesi Peso


A ae : de venci
1 ó o csi lis sor
ivo que guía de estado a estado y un estudio est
ano de tales estados con respecto a las pruebas
ju-
tas
E a la teoría laringal, > que no atribuyen ninguna /h/ al por at
indoeuropeo, están en desacuerdo con la experiencia tipoló. “ora sredo la tipología.
entender nia Hoc Mie dei
sss i
ado ei
qa y
nl Sh elihs
ma /b/. En relación con esto adquiere significado el hecho! 1°, 25% tesis, debatida
> “|
ci alte o ae
fre, Esta tesis, debatida yapoyada por el
y apoyada por el Primer Congreso Primer Congreso
Se
a
Sela ramsLagde lascei
lenguasoro indocurop eas que per sos ampliamente acepteda (vénse elreciente e impresionante
muevo, las apirada! ¿ne sobre la relación entre la lingüística sincrónica y la
dientes:
ntes: véns
b por ejemplo,a la
por e, pérde
diferenciaa came tclestructura
did en lalesAcademia de reducen eldeinventario
sistema Ciencias la URS)" de Las
po-
aspiradas y no aspiradas en eslavo, báltico, celta y tocario, To transiciones de un estado a otro. Estas transiciones
con el distinto tratamiento de las dos series en griego, ín- son, repitámoslo, parte del total del código lingüístico y
dico, germánico y armenio, lenguas todas ellas que cambia] omporente dinámica del sistema lingúístico general, Se pus.
ron muy pronto algunos de sus fonemas bucales en /h/. de calcular la probabilidad de la transición, pero posible-
La misma ayuda puede esperarse de la investigación tipoló:
gica de los procesos y los conceptos gramaticales,
16 F, de Saussure, Cours, p. 303. r
24 R. Jakobson y M. Halle, Fundamentals of language (La Haya: 18 Actes du Ier Congrès International de Linguistes de 10-15 avril,
Mouton, 1956), pp. 43 ss. 1928, p . 33 55.
i Tex) dokladov na otkrytom rasširennom zasedanii učenogo sove-
46 PROBLEMAS GENERALES
mente sea inútil encontrar leyes universales para esos sw III
sos temporales. El tratamiento cuantitativo a que Greenbery
somete la tipología diacrónica es un método muy prometė IMPORTANCIA
dor para examinar la relativa coherencia de las direccion DE LOS UNIVERSALES
y las tendencias del cambio y la proporción y la distribuci
de la mutabilidad y la inmutabilidad. En este punto, la evo. DEL LENGUAJE
lución convergente y divergente de lenguas emparentadas d PARA LA LINGÜÍSTICA
contiguas ofrece una rica e importante información, útil a la
investigación histórico-comparativa, De este modo, el mi
del cambio y de la permanencia, debidos ambos a lo pe A DUDA ALGUNA, los lingüistas aquí presentes habrán
to de una evolución ciega y azatosa,!* queda destruido de correspondido a la alta categoría científica de esta sugestiva
modo irrebatible, La permanencia, estática en un tiempo, seconferencia con un sentimiento de alivio. Se ha dicho a me-
| convierte en un problema pertinente para la lingiifstica dias pudo que la lingiifstica es un puente entre las ciencias y las
| crónica, mientras que la dinámica, la conjugación de los subl humanidades, pero se ha tardado mucho tiempo antes de
códigos dentro de la totalidad de una lengua, se convierte en conseguir ver consolidada la unidad de la lingúística y las
| un tema crucial para la lingúística sincrónica. E eais,
| Hermann Helmholtz! profetizó que “los estudiosos se
| serán obligados a seguir una disciplina más estricta de lo
je la gramática está en situación de proporcionar”. El gran
científico alemán del pasado siglo se horrorizaba ante los
indicios de “cierta indolencia y vaguedad mental” que en-
traba entre los estudioso: la era
tas suyos, y sobre todo al notar su “pereza enaie aplicación
de leyes estrictamente universales. Las reglas gramaticales a
las que han sido habituados van seguidas, en su mayor parte,
1 H. Helmholtz, Popular lectures om scientific subjects (Nueva York
1900), vol. II, pp. 25-6.

TF “Implications of language universals for linguistics”, en


i sal
ta, posvjattennom ió soa sinsronnogo analiza
diskussit o sootnotenti dica ii istori) |; He l Greenberg, ed., Universals of language
‘ (Cambridge,
;
¿eskogo issledovanija jazyka, AN URSS, 1957. .: M. I. T. Press, 1963), pp. 208-19. Traducción de
| 18 F. de Saussure, Cours, p. 316. . M. P.
| 47
48 PROBLEMAS GENERALES | Importancia de los universales 49
de largas listas de excepciones, y no es de extrañar que nigure* había observado en la lengua vale también para la lin
tengan la costumbre de confiar de modo implícito en la cefgüística: “las definiciones orientadas monolingiifsticamente”
teza de una deducción legítimamente extraída de una ley la concentración sobre las particularidades diferenciales se
estrictamente universal”. Según Helmholtz, el mejor remeglternan, en este caso, con la búsqueda de un común deno-
dio para tales defectos “debe encontrarse en las matemátigninador. De este modo, entre los teóricos escolásticos del
cas, en las cuales existe una absoluta certeza de razonamienlenguaje, el famoso erudito perisiense del siglo xır, Pedro
to, y no se reconoce ninguna autoridad fuera de la propiélie, declaró que hay tantos tipos de gramáticas como de
inteligencia”. lenguajes, mientras que en el siglo xm la grammatica uni-
Nuestro siglo ha sido testigo de las sucesivas etapas hacigpersalis se consideraba indispensable para proporcionar ca-
un espectacular rapprochement entre la lingiiística y el orfa científica a la gramática. Roger Bacon enseñaba que
samiento matemático. El concepto de invariancia, que en lela “grammatica una et eadem est secundum substantiam in
lingüística sincrónica había sido aplicado primeramente a lfomnibus linguis, licet accidentaliter varietur” >No obstante,
| comparación intralingüística de contextos variables, se exha sido preciso llegar hasta hoy para que la lingüística tu-
tendió finalmente a la comparación interlingiifstica. La conviera a su disposición los elementos metodológicos necesa-
frontación tipológica de lenguas distintas descubre invariantios para construir un modelo universal adecuado.
tes universales; sin embargo—y cito la memoria ina: En el curso de nuestras deliberaciones se ha hecho notar
de la presente conferencia, el “Memorandun Conce: petidas veces el carácter estrictamente relacional y topoló-
Language Universals”, preparado por J, H. Greenberggico de las invariantes interlingiifsticas. Los esfuerzos ante-
G. Osgood y J. Jenkins—, “en su infinita diversidad, toda riores para definir las invariantes interlingiiisticas en térmi-
las lenguas están como si fueran cortadas por el mismo panos absolutamente métricos no podían menos que fracasar,
trón”. Podemos ver cómo surgen “uniformidades de alcan Existe un complejo de relaciones simples, comunes a todas
ce universal”, siempre muevas, imprevistas, pero perfects laslengnas del mundo. Tales relaciones pertenecen tanto alas
mente discernibles, y nos complacemos en reconocer que lg primeras adquisiciones del lenguaje infantil como a las pro-
i piedades verbales más estables en aquellos tipos de regresión
fásica que reproducen un proceso semejante al del desarro-
Ilo lingüístico de los niños. Este repertorio* puede ejempli-
Este punto de vista se nos hace particularmente agra ficarse en fonología por relaciones tan simples como las
ble después de la dura oposición a toda comparación tipol oposiciones compacta/difusa (que se presenta universalmente
gica, que era moneda corriente en la lingüística america: en el vocalismo y, en la mayor parte de las lenguas, tam-
durante la década de los cuarenta, y mutatis mutandis se bién en el consonantismo), grave/aguda (que se presenta
respondió, por la misma época, en la Rusia soviética, c
la prevención impuesta por los dogmas dictatoriales de M: 2 F, de Saussure, Cours de linguistique générale.
contra los estudios histórico-comparativos. 3 G. Wallerand, Les œuvres de Siger de Courtrai (Lovaina 1913),
La tensión entre las oposiciones extremas (el particula lp. 43.
4 R. Jakobson, Selected writings (La Haya: Mouton), vol. 1 [1962],
mo de campanario y la solidaridad universal) que ya Sa PP. 484 ss.
50 PROBLEMAS GENERALES 1 Importancia de los universales 51
universalmente en el consonantismo y/o en el vocalismo, ey, da (/n/) y la otra grave (/m/). La oposión aguda/ grave
el primer caso de modo cuasi-universal), y nasal/no-nasdie cre las consonantes nasales compactas (// frente a /9/)
(cuasi-universal en el consonantismo). Para dar ejemplo ica una oposición idéntica en el cuadro de las oclusivas
relaciones simples entre diversos universales gramaticalef sales compactas (/c/ frente /k/). Cualquier otra oposición
podríamos citar la diferencia entre las clases de sustantivo nal entre las consonantes nasales implica una oposición co-
y verbos (que asignan a sus referentes los papeles de “exis; espondiente en el cuadro de las consonantes orales, y cual-
tentes” y “ocurrentes” respectivamente, tal como Sapir gus£ ¡er oposición entre las vocales nasales implica su corres-
taba denominarlos).* Esta diferencia se correspond
e, pero ndiente oposición entre las vocales orales (cf, C. A. Fer-
se confunde en ningún caso, con la diferencia, también uson, “Assumptions about nasals”).
versal, entre dos funciones sintácticas: sujeto y predicado? yy investigaciones que se llevan a cabo hoy día sobre la
Veamos algunos ejemplos más: la clase particular, los profysposición jerárquica de los sistemas fonémicos nos permite
nombres (en la terminología de Charles Peirce, “indexi brir la base de cada una de las reglas implicacionales
symbols”); * la categoría de número, con su distinción basic ncontradas. Cuanto más compleja es una entidad fonémica,
entre singular y plural; y la categoría de persona, con Stipenos susceptible es de fisiones ulteriores. El importante
oposición entre formas impersonales (la tercera persona) hype] que el malogrado Viggo Brondal asignaba a las leyes
las personales, que, a su vez, incluyen una oposición entre ed.compensación en la estructura gramatical de las lenguas?
receptor (la segunda persona) y el emisor (la primera persojjane, quizá, mucha más importancia por lo que se refiere a
na): tal como señala J. H. Greenberg, los dos números y lalgyestructura fonémica.* Por ejemplo, el carácter marcado de
tres personas se representen, universalmente, mediante prdjag nasales en relación con las orales se resuelve en la menor
nombres. Icombinabilidad de la nasalidad con los demás rasgos. El ca-
Otro ejemplo de universales, mucho más rico, consiste elpácter marcado de la compactidad en la oposición difusa/
las reglas implicacionales que establecen una conexión dicompacta de las consonantes explica el carácter cuasi
necesidad entre dos propiedades relacionales diferentes deal de las nasales compactas y la limitada extensión de sus co-
lenguaje, Por ejemplo, en fonología, la combinabilidad de Id rrespondientes difusas. De modo inverso, el carácter marca-
rasgos distintivos en grupos o secuencias se ve restringida |dode la difusividad en la oposición difusa/no difusa de las
determinada por un número considerable de reglas implichyocales explica por qué hay menos fonemas difusos que no-
cionales universales. Por ejemplo, la concurrencia de la n s entre las vocales nasales de todas las lenguas del
salidad con el rasgo vocálico implica su concurrencia con dimundo.? Por otra parte, entre las dos oposiciones, gra-
rasgo consonántico. Una consonante nasal compacta (/dlye/agada y compacta/difusa, la primera tiene un lugar pre-
o /19/) implica la presencia de dos consonantes difusas, un dominante en la estratificación fonémica de la estructura
5 Cf. resp. E. Sapir, Totality, LSA Language Monographs N°
(1930), p. 1; id, Selected writings (Berkeley y Los Angeles x949]ipp, [7 Y,105Brondal,
ss.
Essais de linguistique générale (Copenhague 1943),
p. 123. £ $ R.
© C. S. Peirce, Collected papers (Cambridge, Mas. 1932), vol. I)9 A. Jakobson, Selected writings, Pp. 491 ss.
Issatschenko, “A propos des voyelles nasales”, BSLP, CXII
PP. 275 ss. (1937), 267 ss.
52 PROBLEMAS GENERALES Importancia de los universales 53
consonántica; por lo tanto, la oposición compacta/difugo ninguno, puesto que cualquier definición distribucional de
entre las nasales implica su oposición grave/aguda, como gas vocales presupone el hecho de que identificamos los fo-
ha señalado anteriormente (cf. las forzadas conclusiones s que se presentan en una determinada posición como
Greenberg en cuanto a las distinciones presentes en una cios que poseen un rasgo común opositivo, la vocalidad, de
tegoría morfológica no marcada, pero neutralizadas en su egigual modo que los fonemas nasales son, para nosotros, los
rrespondiente serie marcada). tue poseen el rasgo distintivo de la nasalidad. En ambos ca-
La justificación de los universales fonológicos se encuetgos, debemos operar con conceptos relacionales sobrepuestos
tra invariablemente en la estructura relacional del esquema los datos sensibles.
fonético. Por ejemplo, en las lenguas que no presentan ope La distinción entre entidades fonémicas “universalmente
sición en el cuadro de las oclusivas y sus correspondientepresentes por definición, es decir, universalmente necesa-
continuas, las obstruyentes se utilizan exclusivamente o pritias”, como el fonema, y las que son “universalmente pre-
mordialmente como oclusivas, porque las oclusivas son, presentes por observación empírica”, como la sílaba, no tiene
cisamente, las que ofrecen un máximo contraste frente a Ipingún sentido en ningún caso. Saporta afirma que “en una
vocales. ngua en la que las sílabas tienen exactamente la longitud
Cuando examinamos las escasas oposiciones que subyaceige un fonema, la distinción entre sílaba y fonema desapare-
últimamente a toda Ja estructura fonológica del lenguaje e”, pero un lenguaje semejante es absolutamente imposible,
estudiamos las leyes de su interrelación nos vemos necesarigpuesto que la única forma silábica admitida universalmente
mente obligados a buscar para las invariantes interlingtifstes la secuencia “consonante más vocal”. La suposición de Sa-
cas el mismo principio isomórlico que para dilucidar las ifporta es tan disparatada y arbitraria como si se refiriera a
variantes intralingúísticas, y progresar así, fácilmente, en {bna lengua imaginaria en la que todas Jas palabras tuvieran
intento de esbozar la tipología de los sistemas fonéticos exijian único fonema o en la que cada fonema contuviera única-
tentes y sus fundamentos universales. La pertinaz opinión dmente un rasgo. La jerarquía de unidades lingúísticas uni-
quienes mantienen que la diversidad de las lenguas es mgversales, desde el discurso hasta el rasgo distintivo, debe
amplia en el terreno de la fonología que en el de la gram) poseer una definición formal que sea aplicable a la experien-
tica no se encuentra confirmada por los hechos observado cia verbal de todas las lenguas del mundo. Nos encontramos
Las “operaciones lógicas” que H. J. Pos, el notable teóf aquí con el tema de las leyes generales que gobiernan las
co holandés del lenguaje, descubrió en las oposiciones bin| relaciones entre unidades lingüísticas que difieren en su ran-
rias de rasgos distintivos*? proporcionan también las baségo respectivo. De este modo, por lo que se refiere tanto al
puramente formales para una investigación exacta de la § fonema como a la palabra, cuanto más pequeño sea el nú-
pologia de las lenguas y los universales. La separación esti mero de fonemas y el número de sus combinaciones y cuan-
blecida por Sol Saporta entre las vocales como “clase definid to más breve sea la estructura de las palabras en una lengua
en términos formales” y las nasales como “clase de fenómbideterminada, más elevada será la carga funcional soportada
nos definida en términos de substancia”, no tiene fundameg pot los fonemas. De acuerdo con J. Krámskg,'! cuanto más
10 HL J, Pos, “Perspectives du structuralisme”, TCLP, VIII (1939) % J. Krámský, “Fonologické využití samobláskových fonémat”, LS,
71 ss. 4 y 5 (1946-48), 39 ss.
54 PROBLEMAS GENERALES | Importancia de los universales 55
alto es el porcentaje de consonantes en el código, más bias Marksa), SOV (Lenin Marksa citiruet), VSO (Ci-
es la proporción de su ocurrencia en el corpus. Si esta afiyyyopLenin Marksa), VOS (Citiruet Marksa Lenin), OSV
mación resulta correcta, ello significaría que los rasgos di Marksa Lenin citiruet), y finalmente OVS (Marksa citiruet
tintivos tienden hacia una frecuencia universalmente cons yyin); sin embargo, estilísticamente hablando, sólo el or-
tante en el corpus. ‘den SVO es neutro, mientras las “alternativas recesivas” son
A nivel de la gramática, la lista de los 45 universales imconsideradas por los hablantes y oyentes nativos con dife-
plicacionales que ofrece J. H. Greenberg constituye un triun rentes sentidos enfáticos. SVO es el único orden de palabras
fo impresionante. Incluso si la investigación reduce en € usado inicialmente por los niños rusos, y si en una frase
futuro el número de universales sin excepciones y aumenti, mo Mama ljubit papu “Mamá quiere a papá” se invierte
el de los cuasi-universales, sus datos seguirán siendo valiosf ¢jorden de palabras: Papu ljubit mama, los niños pequeños
simos como preliminares indispensables para una nueva jenden a interpretar: “Papá quiere a mamá”, como si hu-
pología de las lenguas y para una descripción sistemática ramos dicho Papa ljubit mamu. En correspondencia, el
las leyes universales de la estratificación gramatical. Quiene rimer universal de Greenberg podría reformularse tal como
alegan escépticamente que existen todavía lenguas no con sigue: En las frases enunciativas con sujeto y objeto nomi-
cidas hasta ahora, no logran convencernos. En primer lug: nales, el único orden neutro (no marcado) es, casi siempre,
el número de lenguas analizadas o simplemente inventari aquel en que el sujeto precede al objeto, Si en una lengua
das y listo para ser analizadas es enorme y, en segundo h como el ruso el sujeto y el objeto nominales no se distinguen
gar, aun en el caso posible de que el número de cuasi-u 'morfológicamente, el orden relativo SO es obligatorio: Mat’
versales se vea aumentado a expensas de los universales siljubit doč ‘La madre quiere a su hija’; en este caso, la inver-
excepciones, el interés de la investigación no se ve con elll sión de nombres significaría ‘La hija quiere a su madre”.
disminuido. Por el contrario, podemos esperar que con € En las lenguas que no presentan características distintivas
progreso de tales investigaciones y con el perfeccionamienti entre objeto y sui to el orden SO es el único admisible.
de sus metodos se descubran numerosos y nuevos universg Greenberg ha acometido la importantísima labor de dedu-
les gramaticales junto con nuevos cuasi-universales.
Las afirmaciones hechas por Greenberg sobre los unive] cir universales empíricos en el terreno de la gramática “a par-
tir del menor número posible de principios generales”—y
sales en cuanto al “orden de los elementos significativos” n que puede ya lograrse perfectamente en el terreno de la fo-
llevan a la noción de un orden “dominante”. Recordem nología—, con conclusiones mucho más que satisfactorias.
que la idea de dominancia no se basa en la ocurrenciá mi Particularmente sugestivas son sus aportaciones a lo que en
términos de Charles Peirce’? llamaríamos el aspecto “icóni-
co” del orden de las palabras: “El orden de los elementos en
una lengua es un paralelo del que se produce en la expe-
órdenes relativos matemáticamente posibles, de la secu riencia física o en el orden del conocimiento”. La posición
cia sujeto nominal, verbo y objeto nominal (SVO, SO’ inicial de una palabra en el habla no enfática refleja no so-
VSO, VOS, OSV y OVS), todos ellos ocurren en ruso:
frase “Lenin cita a Marx” puede decirse como SVO (Leni 12 C, S. Peirce, loc, cit.
56 PROBLEMAS GENERALES Importancia de los universales 57

lamente una precedencia en el tiempo, sino prioridad ej) La experiencia obtenida en el terreno de la fonología pue-
cuanto al rango (la secuencia “presidente y secretario de Ege proporcionar algún estímulo para la investigación y la
tado” es más usual que su inversa), o puede también reflej terpretación de los universales gramaticales. En particular,
un papel primario e inamovible dentro del mensaje dadopuede esperarse que el orden de las adquisiciones infantiles
En las frases Lenin citiruer Marksa “Lenin cita a Marx’ py de las pérdidas en los procesos afásicos dé nueva luz so-
Marks citiruetsja Leminym ‘Marx es citado por Lenin’ (combre el problema de la estratificación de los sistemas morfo-
sus alternativas recesivas Marks Leninym citiruetsja, Cit lógicos y sintácticos.
ruetsja Marks Leninym, Citiruetsja Leninym Marks, Leninym, Tal como hemos observado, el miedo inexplicable a desli-
Marks citiruetsja, y Leninym citiruetsja Marks, cada variantézarse hacia el terreno de la substancia fonética puede redun-
con su peculiar tinte estilístico), el único término que ngar en perjuicio de la tipología fonológica de las lenguas y
puede dejar de omitirse entre los dos nombres es el primero geldescubrimiento de leyes generales fonológicas. Del mismo
el sujeto, pero el término oblicuo, el acusativo Marksa y emodo, la exclusión de las consideraciones de tipo semántico
instrumental Leninym, puede omitirse. La precedencia que ha sido el suplicio de Tántalo de las descripciones gra-
si-universal del sujeto en relación con el objeto, por lo mematicales) sería, con respecto a la tipología, una flagrante con-
nos en las expresiones no marcadas, descubre claramente untiradicción de términos. Estamos de acuerdo con Greenberg
jerarquía de intereses. No es por casualidad que el artículécuando afirma que sería imposible la identificación de fenó-
de Greenberg estudie los universales de la gramática “cormenos gramaticales en lenguas de distinta estructura sin
particular referencia alorden de los elementos significativos recurrir a criterios semánticos”. La tipología morfológica
(constituyentes sintácticos o morfológicos). la sintáctica, y la gramática universal como base suya, ope
En general, los “símbolos icónicos” del lenguaje mues ranprimariamente con “conceptos gramaticales”, según la
tran una marcada tendencia universalística. De este moda denominación de Sapir. Es evidente que en la gramática no
dentro de una correlación gramatical, el afijo cero no puedi hay ninguna oposición conceptual sin su correspondiente dis-
asignarse de modo estabie a la categoria de marcada, y estinción formal, pero, ni a nivel intralingiiistico ni interlin-
afijo “no cero” (real) a la de no marcada. Por ejemplo, segúl gúístico, ninguna distinción recurrirá al mismo “proceso
Greenberg, “no hay ninguna lengua en la que el plural cé gramatical”. Por ejemplo, en inglés, la oposición única sin-
rezca de algunos alomorfos no cero, mientras que hay leq gular/plural se expresa o bien mediante sufijos o con alter-
guas en las que el singular se expresa únicamente mediand nancia vocálica (boy:boys; man:men). Aunque una lengua
el grado cero. El dual y el trial casi nunca se expresan sold exprese esta oposición mediante sufijos solamente y otra so-
mente con el grado cero”. Dentro de la declinación, el casf lamente mediante vocales, la distinción básica de los dos nú-
cero (“que incluye, entre sus significados, el de sujeto dé meros gramaticales sigue siendo común a las dos lenguas.
verbo intransitivo”) se asimila al singular con respecto ald No sólo los conceptos gramaticales, sino también su inter-
demás números. En resumen, el lenguaje tiende a evitar, pdiconexión con los procesos gramaticales (que acabamos de
una parte, el quiasmo entre pares de categorías no mare@ ejemplificar con el análisis del orden de las palabras) y, fi-
da/marcada y, por la otra, los pares de afijos cero/no cer nalmente, los principios estructurales de tales procesos exi-
(o de formas gramaticales simple/compuesta). gen la obtención de universales implicacionales.
58 PROBLEMAS GENERALES Importancia de los universales 59

Afortunadamente, Greenberg, en sus investigaciones sq yestigaciones nos permitirá identificar las oposiciones grama-
bre los universales de la gramática, no comparte el ridícul ycales que son equivalentes dentro de “lenguas de estructura
prejuicio contra “las definiciones orientadas hacia la semán distinta” y buscar las reglas de implicación universales que
tica” que, aunque parezca extraño, se han introducido inclu relacionan algunas de estas oposiciones entre sí. El gran ma-
so en nuestra conferencia sobre universales del lenguaje. Nétemático A. Kolmogorov, experto también en la ciencia del
podemos menos que aprobar plenamente las palabras dejenguaje, define muy razonablemente los casos gramaticales
Uriel Weinreich cuando hace notar que, si en fonologia negomo aquellas clases de substantivos que expresan “esta-
tuviéramos más que un par de afirmaciones vulgares sobr dos totalmente equivalentes” con respecto a sus referentes
las propiedades de todas las lenguas, “mal podría decirse que(absoljutno ékvivalentnye sostojanija otnositel'no dannogo
estábamos reunidos en una conferencia sobre universalesfo predmeta).* Podemos analizar un caso gramatical en sus
nológicos”, y que unos cuantos axiomas aislados sobre lay propiedades semánticas componentes y operar con estas pro-
propiedades semánticamente universales de las lenguas “nc piedades componenciales del mismo modo que lo hacemos
sugieren grandes posibilidades”. Un enfoque realista de {con los rasgos distintivos en fonología: es decir, que pode-
investigación en este terreno abre una panorámica inmenstmos definirlos a ambos como términos de oposiciones inva-
para nuevas generalizaciones a alto nivel. Una conditio sin yiantes, y variables, respectivamente, dependientes de dife-
qua non en este caso es la distinción consistente entre signi rentes contextos o de diferentes subcódigos (estilos de len-
ficados gramaticales y léxicos (o, en la terminología de For gua). Incidentalmente, aunque ocurre que en algunos con-
tunatov, significados formales y reales),** que, a pesar ditextos el uso de un determinado caso es obligatorio y que
los itincrarios metodológicos trazados particularmente po) su significado se convierte entonces en redundante, esta cir-
los adelantados de la lingüística en América y en la URSS cunstancia no nos autoriza a confundir la previsibilidad con
sigue confundiendo y perjudicando a algunos estudiosos de la falta de significado. Sería un craso error imaginar que ta-
lenguaje. Algunos de ellos parecen incluso quedar vencido, les redundancias ocasionales pudieran invalidar, hasta cierto
ante cuestiones tan rudimentarias como, por ejemplo, si dłpunto, la investigación de los significados generales de los
plural, el pretérito perfecto o el género inanimado significa} casos gramaticales. Es cierto que la preposición rusa k ‘a’
algo en el código verbal, o si éste posee, en general, algú implica que sea seguida por el caso dativo, pero el dativo
significado. ruso no implica que deba ser precedido siempre por la pre-
Dentro de la ciencia lingiifstica actual, el estudio prudent posición £, así es que conserva su significado general propio
y tenaz de las invariantes semánticas intralingiifsticas y, cog de “dirección hacia’, de igual modo que la palabra rusa xleb
ellas, las interlingtiísticas en las correlaciones de categoria ‘pan’ no pierde su significado aunque vaya precedida por el
gramaticales como por ejemplo los aspectos verbales, | adjetivo peklevannyj ‘de flor de harina”, aunque xleb es el
tiempos, las voces y los modos, se convierte en una meta i único substantivo que puede esperarse después de este ad-
perativa y perfectamente alcanzable. El resultado de estas it jetivo. En inglés, en una secuencia de dos obstruyentes, si la

18 W, Porzezinski, Vvedenie y jazykovedenie (Moscú, 19138), ca 44 V. A, Uspenskij, “K opredeleniju padeže po A. N. Kolmogorovu",


tulo VII. BOPMP, V (1957), 11 ss.
60 PROBLEMAS GENERALES A Importancia de los universales 61
primera es muda la segunda debe serlo también: Ce s sólo por el proceso semiótico que da nombre a las co-
cooked. En este caso, sin embargo, la aparente analogía sas”. Su hija, sorprendida ante el hecho de que cada lengua
tre las secuencias gramaticales y fonológicas es peligrosa. tiene miles y miles de palabras, supone que la mayor parte
redundancia priva al rasgo fonológico de su valor distintivo, ellas serán “nombres” (es decir, substantivos, para ella)
pero no puede despojar a las unidades significativas del s que, por otra parte, esta inmensa cantidad de palabras no
tido que les es propio. ‘Gs tan enorme, ya que van por parejas (de antónimos), tales
Las ingenuas tentativas de atacar el problema de las va. ‘como arriba y abajo, hombre y mujer. Agua, piensa la pe-
riaciones, sin hacerlo con el de las invariantes, están ind eña Shifra, va emparejada con seco, y comprar con hacer
nadas al fracaso. Quienes las sustentan convierten el siste: uno mismo (ya que ella está acostumbrada a comprar, pero
casual de una estructura jerárquica en un agregado acum: 'no a vender, y, por lo tanto, no existe en su imaginación la
tivo y ocultan los universales implicacionales que form: alternancia comprar-vender). Haciendo gala de su inteligen-
realmente, el punto central de la estructura flexional. Us
cia, la niña observó dos propiedades importantes del voca-
diferencia interlingiifstica en el terreno de las variantes cot
textuales no afecta la equivalencia de las oposiciones inv:
'bulario: su disposición estructurada y el diferente status de
las distintas clases de palabras, especialmente el carácter más
riantes. Aunque el genitivo de negación existe en polaco €abierto y expansivo de la clase de los nombres.
en gótico, pero no en checo o en griego antiguo, el genitiv El estudio de los sistemas léxicos se vería facilitado y se
actúa como cuantificador en todos los casos anteriores. haría más productivo si en lugar de empezar por los subs-
Existe, actualmente, “el irreductible convencimiento”! tantivos, como es corriente, se empezara por otras clases de
como escribe H. M. Hoenigswald en su juicioso artícul palabras de ámbito más restringido. Entonces se mostrarían
“de que los universales pueden formar una especie de sis particularmente reveladoras las relaciones existentes entre
tema por derecho propio”, El elevado número de universale} Jas subclases semánticas y sus diferentes tratamientos sintác-
gramaticales basados sobre “criterios semánticos” demues ricos, De este modo la investigación dirigida por la profesora
tra de modo elocuente el tracaso de la creencia tradicional: Gerta Worth (UCLA) en el marco de nuestro equipo de
citada por Weinreich, según la cual “la clasificación semán trabajo de Harvard (Description and Analysis of Contem-
tica del universo de cada lengua es, en principio, arbitraria porary Standard Russian) nos enseña que la división de
El aspecto más interesante del artículo “On semantic unl todos los verbos rusos primarios (sin prefijo) en los que
versals” de Weinreich es su voluntad de dar con una res deben, los que pueden y los que no pueden ser combinados
puesta a la cuestión de si es posible sacar generalizaciones con un caso determinado o con un infinitivo resulta ser un
cualquier vocabulario, como conjunto estructurado, por i conjunto de clases verbales substanciadas tanto formal como
perfecta que sea su estructuración, Las opiniones que la hij semánticamente, Aunque más laborioso, es también factible
de Weinreich (que cuenta seis años) tiene sobre el lenguaj un deslinde binario similar para las clases nominales. Por
(y que su padre nos da a conocer entre las sesiones de ejemplo, en eslavo y en otras muchas lenguas, la clase de
conferencia) proporcionan una corroboración particularmen: substantivos que designa un espacio de tiempo se fundamen-
valiosa y realista a su razonamiento, Weinreich afirma q ta sintácticamente en el hecho de que sólo pueden ser usa-
“los clásicos de la semántica están absolutamente preocu dos en acusativo con verbos intransitivos (en ruso, bolel
62 PROBLEMAS GENERALES I Importancia de los universales 63

nedelju ‘estuyo enfermo una semana’) y como segundo a El número de lenguas y dialectos cuya estructura fonémi-
sativo con verbos transitivos (en ruso, gody pisal k es ya accesible a los lingüistas es bastante elevado, pero
‘durante años estuvo escribiendo un libro’). Para la invesgebemos admitir que al principio habría cuestiones contro-
tigación de las uniformidades léxicas entre las lenguas es reyertidas y quedarían algunos blancos por rellenar en nues-
quisito previo e indispensable una clasificación intralingüfstros mapas. Sin embargo, la existencia de áreas por explorar
tica de las palabras que tienda un puente entre los problemasno puede emplearse nunca como argumento contra la reali-
de la lexicologfa y la gramática. “zación de los mapas. Las líneas isófonas que se obtendrían,
Hemos podido observar que nuestro común regocijo antepor aproximadas que fueran, serían inmensamente útiles
las perspectivas universalistas de esta conferencia estuvieronpara la lingüística y para la antropología. Contrastadas entre
a punto de convertirse en un sentimiento de frustración alí,las isoglosas descubrirían nuevas reglas implicacionales y
carecer de resultado concluyente los debates finales sobre Igofrecerían el aspecto geográfico de la tipología fonémica de
futura organización y los futuros avances de la investigaciónJaslenguas. Las afinidades fonémicas de lenguas contiguas,
Puesto que es cosa clara que la tipología y los universaledebidas a la amplia difusión de los rasgos fonémicos, se ve-
no pueden borrarse de la agenda y que la investigación nerían representadas de modo exhaustivo en el atlas. La prepa-
puede proseguir adecuadamente sin el esfuerzo colectivo ación de atlas universales fonémicos y gramaticales no sería
continuado, propongo, por lo menos, una medida concretajmás que una pequeña parte de la vasta cooperación interna-
Necesitamos trazar con la mayor urgencia y de modo sisicional que se necesita para alcanzar las importantes metas
temático los mapas a escala universal de la distribución deseñaladas en nuestra conferencia.
propiedades lingiifsticas estructurales: los rasgos distintivo; Eu resumidas cuentas, parece que estamos de acuerdo en
inherentes y prosódicos, y sus tipos de concurrencia y con considerar que la lingiifstica está pasando del simple estudio
catenación, los conceptos gramaticales y los principios de sde lenguas distintas y familias de lenguas a la investigación
expresión. La tarea más fácil y que debe emprenderse er tipológica sistemática y a una integración gradual que la con-
primer lugar sería preparar un atlas fonémico del mundajvertira en una verdadere ciencia universal del lenguaje. Du-
El 29 de agosto de 1936 se suscitaron los primeros debate rante siglos este terreno ha sido una tierra de nadie y las
en torno a tal atlas en una asamblea internacional de fond únicas contribuciones a la creación de una gramática univer-
logos en Copenhague, se prolongaron en los años 1939-194f sal han sido de tipo filosófico, entre las que deben recordarse
entre la comunidad de lingüistas de Oslo, pero se suspendié los tratados medievales sobre la grammatica speculativa, la
ron ante la invasión alemana. Hoy, la sección lingüística dd Glottologia de J. A. Komenský” y los ensayos racionalistas
Center for Communication Sciences del MIT está deseg de los siglos xvit y xvitt, las meditaciones fenomenológi-
sa de iniciar los trabajos preparativos para este atlas, perg cas de Edmund Husserl'” y Marty” y, para finalizar, los últi-
para materializar el proyecto se requiere una amplia cola ; E ; k
zación del Social Science Research Council y de su Comiti p Y,alee
F;Mikovskó, “La panglotie de J. A. Komenský”, PAP, 11
de Lingüística y Psicología,ydeberían incorporarse a nues 10 E. Fuse, Logische Untersuchungen (Halle a. S. 19132), vol. II.
tro equipo de trabajo lingüistas de distintos centros, tantd 17 A. Marty, Untersuchungen zur Grundlegung der allgemeinen
de este pafs como del extranjero. Grammatik und Sprachpbilosopbie (Halle a. S. 1908).
64 PROBLEMAS GENERALES A Importancia de los universales 65
|
mos trabajos realizados en el terreno de la lógica simbólici esis reafirma la unidad indestructible de los aspectos externo
Siendo estudiante en la Universidad de Moscú, uno de interno de cualquier signo verbal. La lingüística se hace
mis examinadores me preguntó sobre la posibilidad de unicada vez más consciente de su interconexión con las ciencias
gramática universal y respondí citando la opinión negativ,dyacentes del lenguaje, del pensamiento y de la comunica-
de aquel mismo profesor sobre la reine Grammatik de Husp¡ón y se esfuerza en definir tanto las características particu-
serl. Se me preguntó por mi punto de vista, y ante la estujares del lenguaje como sus afinidades íntimas con otros si
pefacción de mi examinador respondí destacando la necesitemas de signos. El tema de los universales lingiifsticos sus-
dad de llevar la investigación hacia este terreno. “cita inevitablemente el problema de las constantes semióti-
Si la lingüística actual va a ocuparse de estos problemagcgs, El estudio interno del lenguaje se ve hoy complemen-
equipada con una estricta metodología propia y su rico acettado por la comparación del esquema verbal con otros ve-
vo de datos, deberían revisarse y corregirse los fundamentohículos de la comunicación humana. La activa colaboración
teóricos existentes, pero en ningún caso puede justificarse dentre lingüistas, por una parte, y antropólogos y psicólogos,
hecho de ignorar o subvalorar las abundantes conttibuciondpor la otra, en el seno de la Conferencia sobre Universales
filosóficas obtenidas en el pasado o en el presente con el didel Lenguaje indica que la lingüística actual está a punto de
doso pretexto de que en ellas se encuentran a veces afirmar negar el epílogo apócrifo que los editores del Cours de Saus-
ciones apriorísticas y falta de atención hacia las realidaddsure añadieron en cursiva: “La lingüística tiene por único y
palpables. El anatema indiscriminado de Weinreich contryerdadero objeto la lengua considerada en sí misma y por sí
los supuestos rastros de “neoescolasticismo” que se encuefmisma”.15 ¿Es que existe alguien hoy día que no conciba
tran en los últimos escritos de Carnap y Quine es insosten/Ja lengua en su conjunto, en sí misma y por sí misma y, a la
ble, Del mismo modo la distinción que siguen los filósofd vez,como parte constituyente de la cultura y de la sociedad?
entre signos autocategoremáticos y sincategoremáticos es vjLa lingüística se ha convertido en una ciencia bifronte, ocu-
tal para la construcción de una gramática universal inclus pada permanentemente de la relación entre el todo y sus
aunque algunas de sus interpretaciones tradicionales sea partes. Para terminar diré que el tema suscitado agudamente
“totalmente insostenibles”. El mejor auxiliar de la invest por H. M. Hoenigswald sobre la posibilidad de la existencia
gación lingüística de los universales sería una empírica y cul de universales del cambio lingüístico y que se ha discutido
dadosa revisión de los distintos principios generales introdh aquí con gran calor, nos ha permitido desenmascarar al más
cidos por la gramática, revisión que constituiría igualmenf rígido de los segregacionismos habituales, el quiasmo ficticio
una medida preventiva contra los siempre antieconómicos |entre el estudio de lo permanente y de lo cambiante. La bús-
superfluos descubrimientos de mediterráneos y contra las piqueda de los universales está conectada orgánicamente con
ligrosas falacias que demasiado a menudo amenazan al ef todas las demás manifestaciones de una actitud unitaria ha-
pirismo de andar por casa. cia la lengua y hacia la lingüística.
Esta conferencia ha demostrado de modo elocuente que
compartimentacién desaparece de la lingüística cuando
perdido técnicamente su razón de ser. Lo particular y lo uth a8 Cf, F, de Saussure, op. cit, y R, Godel, Les sources manuscrites
versal aparecen como dos momentos relacionados, y su síi du “Cours de linguistique générale” de F. de Saussure (Ginebra 1957).
| IV
EN TORNO
A LOS ASPECTOS LINGUISTICOS
DE LA TRADUCCION

|
EGÚN BERTRAND RUSSELL, “nadie puede entender la
alabra queso, a menos que tenga un conocimiento no lin-
üfstico del queso”.* Sin embargo, si seguimos la máxima
ndemental de Russell y hacemos “hincapié en los aspectos
lingüísticos de los problemas filosóficos tradicionales”, nos
seremos obligados a afirmar que nadie puede entender la
alabra queso, a menos que tenga un conocimiento del sig-
ificado que se asigna a esta voz en el código léxico del cas-
ellano. Cualquier miembro perteneciente a una cultura des-
onocedora del queso entenderá la palabra castellana queso
Isi sabe que en esta lengua significa “alimento obtenido por la
[maduración de la cuajada de leche”, y si tiene por lo menos
fun conocimiento lingiifstico de la expresión “cuajada de le-
che”. Nunca hemos probado ni el néctar ni la ambrosia y te-
mos un conocimiento únicamente lingtifstico de las pala-
tas ambrosta, néctar y dioses, el nombre de sus míticos con-
idores; no obstante, entendemos estas palabras y sabemos
texto debe usarse cada una de ellas,
ado de las palabras queso, manzana, néctar, co-
1 B, Russell, “Logical positivism”, RIP, IV (1950), 18; cf. p. 3.

in linguistic aspects of translation”, en Reuben A. Bro-


, ed., On translation (Cambridge, Mass.: Harvard Uni-
ity Press, 1959), pp. 232-9. Traducción de J. M. P.
67
68 PROBLEMAS GENERALES Los aspectos lingúísticos de la traducción 69
nocimiento, pero, simple y de cualquier expresión o pala mbolos. Estos tres tipos de traducción pueden designarse
es un hecho lingüístico o—para ser más preciso y menos le modo diferente:
cluyente—un hecho semiótico. Contra quienes asignan
signatum no al signo sino a la cosa misma, el argumento i La traducción intralingúística o reformulación [re-
sencillo y eficaz sería el de que nadie ha olido ni prob; wording] es una interpretación de los signos verbales
nunca el significado de queso o de manzana. Que no hj mediante otros signos de la misma lengua.
signatum sin signum. El significado de la palabra queso t La traducción interlingüfstica o traducción propiamen-
puede deducirse a partir de un conocimiento no-lingúísti te dicha [translation proper] es una interpretación de
del cabrales o del camembert sin ayuda del código verbal.
requiere un ejército de signos lingüísticos para explicar ui los signos verbales mediante cualquier otra lengua.
palabra que no nos es familiar. Si nos lo señalan con el d La traducción intersemiótica o transmutación [trams-
no sabremos si queso es el nombre de una variedad der mutation] es una interpretación de los signos verbales
minada o de cualquier caja de camembert en general o mediante los signos de un sistema no verbal.
cualquier otro queso, de cualquier producto lácteo, de cı
quier alimento, de cualquier refresco o de cualquier caja, En la traducción intralingiística de una palabra se em-
cual sea su contenido. ¿La palabra sirve para dar tinicam lea otra palabra más o menos sinónima o se recurre al cir-
nombre a la cosa o conlleva además un significado tal co: loquio. Sin embargo, por regla general, el sinónimo no
el de oferta, venta, prohibición o maldición? (El hecho uele dar una equivalencia completa: por ejemplo, “todo cé-
señalar a dedo puede significar realmente una maldición: ibe es soltero, pero no todo soltero es célibe”. Una palabra
algunas culturas, especialmente en África, es un gesto una expresión idiomática, una unidad codal del nivel más
fasto.) levado, en suma, sólo puede ser interpretada plenamente
Para nosotros, en tanto que lingüistas y usuarios nornfmediante una combinación equivalente de unidades codales,
les de las palabras, el significado de un signo lingiifs s decir, por un mensaje que se refiera a esta unidad codal:
equivale a su traducción a algún otro signo alternativo, todo soltero es una persona que no ha contraído matrimo-
pecialmente un signo “en el que aquél esté más plename: lo 7 toda persona que no ha contraído matrimonio es sol-
desarrollado”, según la insistente afirmación de Peirce.? a”, o bien, “todo célibe está obligado a no contraer ma-
término soltero puede ser sustituido por una designaci jonio y toda persona que está obligada a no contraer ma-
más explícita, como, por ejemplo, “persona que no ha imonio es célibe”.
traído matrimonio”, cuando se necesite un grado mayor De igual modo, a nivel de la traducción interlingilística
exactitud. Distinguimos tres maneras de interpretar un hay normalmente una equivalencia entre las unidades co-
no verbal: (x) traducirlo a otros signos de la misma len; les, aunque los mensajes puedan servir de interpretaciones
(2) a otra lengua, o (3) a cualquier otro sistema no verbal jrrectas de mensajes o unidades codales pertenecientes a
as lenguas. La palabra inglesa cheese no puede identifi
2 Cf. J. Dewey, “Peirce's theory of linguistic signs, thought © totalmente con su heterónimo ruso corriente sýr por:
meaning”, JPb, XLIII (1946), 91. el cottage cheese (‘requesón’) es cheese pero no es sýr:
70 PROBLEMAS GENERALES Los aspectos lingüisticos de la traducción 72

en ruso, el producto obtenido de la maduración de la cuajadjJos hablantes cuyo ambiente lingüístico obliga a una formu-
de leche se llama sýr solamente en el caso de que se obteng}acién distinta de los hechos, éstos son también distintos”.
mediante un fermento. En los primeros años de la Revolución Rusa hubo algunos
Sin embargo, lo más frecuente es que en la traducción dyjgionarios fanáticos que desde los periódicos soviéticos abo-
una lengua a otra se sustituyan mensajes, no por unidadéggron por una revisión radical del lenguaje tradicional y es-
codales por separado sino por mensajes enteros, a su vez, epecialmente por el abandono de expresiones equívocas tales
la otra lengua. Tal traducción equivale a un estilo indirectógomo la “salida” y la “puesta” del Sol. Sin embargo, conti-
el traductor recodifica y transmite un mensaje recibido dhuamos empleando estas expresiones de cuño ptolemaico sin
otra fuente. Una traducción semejante requiere dos mensajfimplicar la negación de la doctrina copernicana, y si pode-
equivalentes en dos códigos diferentes. ‘os transformar fácilmente nuestro modo de hablar tradicio-
La equivalencia en la diferencia es el problema cardinfnal sobre la salida y la puesta del Sol en una descripción de
del lenguaje y la cuestión central de la lingüística. Comfa rotación de la Tierra, ello ocurre simplemente porque todo
cualquier receptor de mensajes verbales, el lingüista achlgigno es traducible a otro signo en el que aquél se nos apa-
como intérprete de éstos. Ninguna muestra lingiifstica pulrezca més preciso y desarrollado. La facultad de hablar una
de ser interpretada por la ciencia del lenguaje sin recursilengua determinada implica la facultad de hablar sobre esta
a la traducción de sus signos a otros signos del mismo simisma lengua. Semejante operación “metalingiifstica” per-
tema o a signos de otro sistema distinto. Cualquier complimite la revisión y la redefinición del vocabulario empleado.
ración entre dos lenguas implica un examen de su traducfLa complementaridad de ambos niveles (lenguaje-objeto y
bilidad mutua. La ciencia lingúística debe mantener bajmetalenguaje) fuc puesta de relieve por Niels Bohr: la de-
constante control la práctica de la comunicación interlingú ión correcta de un hecho experimentalmente comproba-
tica y especialmente las actividades de traducción. Nunca lilo debe expresarse en el lenguaje ordinario, “en el cual el
gará a ponderarse bastante la urgencia de la necesidad empleo práctico de cada palabra está en relación complemen-
diccionarios bilingües “diferenciales”, que contengan uitaria con los intentos de su definición estricta”.*
cuidadosa definición, en intensión y en extensión, de tod) Todas las lenguas sirven para expresar cualquier expe-
las unidades que se correspondan, ni será excesivo todo cud riencia de orden intelectual, sea cual sea la clasificación de la
to se diga sobre su importancia teórica y práctica. Del idad que la subyazga. Cuando se produce algún hueco en
mo modo, las gramáticas bilingües deberían ser realmenfla terminología, ésta puede adaptarse y amplificarse median-
“diferenciales” y definir lo que asemeja y lo que diferengte el uso de préstamos, calcos semánticos, neologismos,
a las dos lenguas en su modo de seleccionar y de delimitpadaptaciones semánticas o de circunloquios. Por ejemplo, en
los conceptos gramaticales. Tanto la práctica como la teow lalengua de los chukchis del noreste de Siberia, cuya tradi-
de la traducción están erizadas de complicaciones, y de vp ción literaria es muy reciente, la palabra tornillo se traduce
n
a pen Heimene corre nuda. gordimo podent 3 B. L. Whorf, Language, thought and reality (Cambridge, Mass.
$ E de 156), P. 235.
filósofo en estado virgen”, certeramente descrito por BARK N. Bohr, “On the notions of causality and complementarity”, Die-
jamin L. Whorf, llega a la siguiente conclusión: “para aqu lectica,
I(1948), 317 ss.
72 PROBLEMAS GENERALES Los aspectos lingiitsticos de la traducción 73
por “clavo giratorio”, acero por “hierro duro”, hojalata Pedro vendrán ambos”, (2) “Juan y/o Pedro uno de ellos
“hierro delgado”, tiza por “jabón de escribir”, reloj por “ vendrá”. A A 3
razón martilleante”. Incluso circunloquios aparentemen Si en undeterminado lenguaje falta alguna categoría gra-
contradictorios como “coche de caballos eléctrico” (elel
matical, su significado puede traducirse a este lenguaje por
triéjeskaja konka), la palabra que sirvió originariamente medios léxicos. Las formas duales, como el ruso antiguo
ruso para designar el tranvía, o “vapor volante” (jena par brata, se traducen con ayuda de un numeral: “dos herma-
got), el vocablo koryak que designa el avión, pueden desi 'nos”. Más difícil es mantener la fidelidad al original cuando
nar con toda facilidad el equivalente eléctrico del coche traducimos a una lengua provista de alguna categoría grama-
caballos y el análogo volante del barco de vapor y no impi cal ausente en la otra. Al traducir la frase castellana “Ella
den la comunicación, de igual modo que no hay “ruido! tiene hermanos” a una lengua que distingue entre dual y
semántico ni perturbación ninguna en una expresión dob! plural nos vemos obligados o bien a escoger una de estas
mente contradictoria como la de un inglés que dice c dos formas: “Ella tiene dos hermanos” o “Ella tiene más
beef-and-pork hot dog “perro caliente frío de buey y de dos hermanos”, o bien a dejar la decisión final al oyente
cino’. y decir “Tiene dos o más de dos hermanos”. También al
La falta de algún recurso gramatical en la lengua a la cu; traducit de alguna lengua desprovista de número gramatical
se traduce no imposibilita la traducción literal de la tot; al castellano nos vemos obligados a escoger una de las dos
dad de la información contenida en el original. Las conj posibilidades: “hermano” o “hermanos”, oa enfrentar al re-
ciones tradicionales inglesas and y or se han visto suplem ceptor de este mensaje a una doble posibilidad: “Ella tiene
tadas recientemente por un nuevo conectivo: and/or, q uno o más de un hermano”.
fue objeto de atención hace algunos años en un divertidf Como muy bien observó Boas, la estructura gramatical de
libro, Federal prose: How to write in and/or for Washing una lengua (en oposición a sus reservas léxicas) determina
ton.” En una de las lenguas samoyedas solamente existe IPaquellos aspectos de todas las experiencias que deben expre-
última de estas tres conjunciones.” A pesar de esta diferengsarse en aquella misma lengua: “Debemos elegir entre aque-
cia de conjunciones, las tres variedades de mensajes que sfllos aspectos y debemos elegir uno con exclusión del otro”.
producen en la “prosa oficial” pueden traducirse con exadl Para traducir correctamente la frase inglesa “I hired a work-
titud tanto al inglés tradicional como a aquella lengua samd er”, un ruso necesita además que se le diga si esta acción
yeda. Prosa oficial: (1) “John and Peter”, (2) “John or Pé se completó o no y si el “worker” era hombre o mujer, por-
ter”, (3) “John and/or Peter will come”. Inglés tradicional que debe elegir entre un verbo de aspecto completivo o uno
(3) “John and Peter or one of them will come” [‘Juan completivo —nanjal o naminal—y entre un substantivo
Pedro
ouno de los dos vendrán']. Samoyedo: (1) “Juany, ino y uno femenino—rabotnika o rabotnitsu. Si le
tamos al hablante inglés si el trabajador era hombre
mujer, la pregunta podrá parecer impertinente o indiscre-
6 J. R. Masterson y W. B. Phillips, Federal prose (Chapel Hill, N.
1948), PP. 40 ss.
© CE. K. Bergsland, “Finsk-ugrisk og almen sprikvitenskap”, NTS, IE. Boas, “Language”, en General anthropology (Boston 1938), pp.
(1949), 374 85. s
74 PROBLEMAS GENERALES | Los aspectos lingüísticos de la traducción 75

ta, mientras que en la versión rusa de esta frase la respues: Sin embargo, las categorías gramaticales pueden contener
a este interrogante es obligatoria. Por otra parte, sea cu: una carga semántica importante en los chistes, en los sueños,
sea la forma gramatical rusa elegida para traducir el ai en la magia y en todo lo que en resumen podríamos deno-
mensaje en inglés, la traducción no expresará si yo alqui minar la “mitología verbal cotidiana”. En estas condiciones,
o he alquilado al trabajador o si él o ella eran un trabajador” Ja traducción se hace mucho más difícil y complicada.
indefinido (ws o el trabajador). Precisamente por ser distin Incluso una categoría citada a menudo como ejemplo de
ta la información requerida por la estructura gramatical rusa! categoría puramente formal juega un importante papel en
e inglesa, nos enfrentamos con distintas posibilidades de elec] Jas actitudes mitológicas de una comunidad lingüística. En
ción binaria; de modo que una sucesión de traducciones) ruso, el femenino no puede designar a una persona del sexo
de una misma frase aislada del inglés al ruso y viceversa: masculino, ni el masculino a un personaje femenino. Los
podrían llegar a privar al mensaje de su contenido inicial, modos de personificar o interpretar metafóricamente a los
S. Karcevskij, el lingüista ginebrino, solía comparar esta pér: seres inanimados se ve conformado por su género. Un test
dida gradual con una serie cíclica de transacciones moneta: llevado a cabo en el Instituto de Psicología de Moscú
rias desfavorables. Evidentemente, cuanto más rico sea el (1915) demostró que los rusos, pueblo aficionado a perso-
contexto de un mensaje, más pequeña es la pérdida de infor nificar los días de la semana, representaban repetidamente los
mación. lunes, martes y miércoles como seres masculinos y los jue-
Las lenguas difieren esencialmente en lo que deben expre ves, vienes y sábados como personajes femeninos, sin adver-
sar y no en lo que pueden expresar. Todo verbo de un de: tir que su elección estaba ligada al género masculino de los
terminado lenguaje suscita al instante un conjunto de inte tres primeros nombres (ponjedjel’nik, vtornik, čjetverg) con-
rrogantes alternativos y con exclusión de términos medios: tra el género femenino de los restantes (srjeda, pjatnitsa,
en algunos casos: por ejemplo, hay que decidir previamente subbota). El hecho de que la palabra viernes sea masculina
si el suceso narrado está concebido con alguna referencia a en algunas lenguas eslavas y femenina en otras se refleja en
su terminación o si se presenta el suceso como anterior, las tradiciones populares de sus pueblos, que difieren en sus
o posterior al momento del habla. Naturalmente, la atenció rituales para este día, La creencia supersticiosa, muy común
de los hablantes y de los oyentes nativos se verá concentradi en Rusia, de que la caída de un cuchillo anuncia la venida
sobre las alternativas que sean obligatorias en su códig de un hombre y que la caída de un tenedor anuncia la de
verbal. una mujer se ve determinada por el hecho de que en ruso
En cuanto a su función cognoscitiva, el lenguaje depend nož “cuchillo? pertenece al género masculino y vilka ‘tene-
en forma mínima de su estructura gramatical porque la e: dor’ pertenece al femenino. En eslavo y en otras lenguas
presión de nuestra experiencia está en relación complemer en las que día es masculino y moche femenino, los poetas
taria con las operaciones metalingiifsticas—el nivel cognos representan al día como el amante de la noche, El hecho de
citivo de la lengua no sólo admite, sino que requiere direc: que los artistas alemanes pintaran al pecado en forma de
tamente una recodificación interpretativa, es decir, la traduc; mujer sorprendió al pintor ruso Repin porque desconocía
ción. El supuesto de la existencia de datos cognoscitivos in que pecado es femenino en alemán (die Sünde), pero mascu-
fables o intraducibles sería una contradicción de término: lino en ruso (grjech). Igualmente, un niño ruso que leía una
76 PROBLEMAS GENERALES Los aspectos lingiiisticos de la traducción 77
traducción de unos cuentos alemanes se asombró al ver quel morfológicas, las raíces, los afijos, los fonemas y sus compo-
la muerte (en ruso, smjert’, fem.) estuviera representada posi nentes (rasgos distintivos), y, en resumen, todos los consti-
un viejo (en alemán, der Tod, masc.). El titulo de un libro’ tuyentes del código verbal se ven contrapuestos, yuxtapues-
de poemas de Boris Pasternak, Mi hermana la vida, no pre- tos y relacionados de acuerdo con el principio de semejanza
senta ninguna dificultad en ruso, lengua en que la palabra y contraste, y comportan su propia significación autónoma.
vida es femenina (žizn’), pero fue causa de la desesperación La semejanza fonética se siente como relación semántica.
del poeta checo Josef Hora, en su intento de traducir el libro, El juego de palabras o, para decirlo de una manera más
ya que en checo vida es masculino (život). culta, y quizá más exacta, la paronomasia, reina en el campo
¿Cuál fue el primer problema que se planteó en los orí- de la poesía, y sea cual sea el alcance de su imperio la poesia
genes de la literatura y la liturgia eslavas? Es curioso que la: es por definición intraducible. Únicamente cabe la transpo-
dificultad de conservar en la traducción el simbolismo de los sición creadora: o bien la transposición intralingiifstica de
géneros y la poca importancia en el orden intelectual de esta una forma poética a otra forma poética, o la transposición
dificultad, parezca ser el tema principal del texto eslavo más. interlingiifstica de una lengua a otra lengua, o bien, para
antiguo que se conserva, el prefacio a la primera traducción terminar, la transposición intersemiótica de un sistema de
del Evangeliario, hecha a principios del último tercio del signos a otro sistema de signos, por ejemplo, del arte de la
siglo 1x, por el creador de la literatura y la liturgia eslavas, palabra a la música, la danza, el cine o la pintura.
san Constantino el Filósofo, y que ha sido reconstruida e in- Si tuviéramos que traducir la fórmula tradicional “Tra-
terpretada recientemente por A. Vaillant. El apóstol eslavo duttore, traditore” por “El traductor es un traidor”, pri-
afirma que “el griego, al verterse a otra lengua, no puede varíamos a la expresión italiana de todo su valor parono-
reproducirse de modo idéntico, cosa que ocurre con todas! mástico. Entonces nos veríamos obligados por una actitud
las lenguas que se traducen”. “Nombres como zotapéei cognoscitiva a convertir el aforismo en una afirmación más
‘río’ y dotńp ‘estrella’, que son masculinos en griego, son explícita y a aclarar la calidad de los mensajes traducidos y
femeninos en otras lenguas como el eslavo, »jeka y sujez- de los valores traicionados,
da”. Vaillant comenta que esta discrepancia elimina en |,
traducción eslava la identificación simbólica de los ríos co:
los demonios y la de las estrellas con los ángeles, present
en Mt. vii.25 y ii.9. Sin embargo, a este obstáculo poéti
san Constantino opone resueltamente un pasaje de Dionisi
el Areopagita en el que se destaca la supremacía de los val
res intelectuales (silje razumu) sobre las palabras.
En poesía, las ecuaciones verbales se convierten en prin:
cipios constructivos del texto. Las categorías sintácticas y

8 A. Vaillant, “Le Préface de P'Evange re vieweslave", RES,


(1948), 5 55.
v

LA LINGÜÍSTICA Y LA TEORÍA
DE LA COMUNICACIÓN

NORBERT WIENER se resiste a admitir la existencia de


“oposición fundamental alguna entre los problemas con
que se enfrentan nuestros ingenieros al medir la comunica-
ción y los problemas de nuestros filólogos”.* Realmente se
producen unas coincidencias y unas convergencias sorpren-
dentes entre las más recientes etapas de la metodología del
f análisis lingüístico y la forma en que se considera el len-
guaje en la teoría matemática de la comunicación. Como am-
bas disciplinas se ocupan de una misma zona en el terreno
de la comunicación verbal (aunque con métodos diferentes
y totalmente autónomos), han podido cxpcrimentar los be-
neficios de su colaboración mutua, beneficios que sin duda
se verán aumentados en el futuro.
La cadena fónica físicamente continua planteó originaria-
mente a la teoría matemática de la comunicación una sita-
ción “considerablemente más compleja” que la producida por
un conjunto finito de constituyentes discretos, tal como se

1 JASA, XXII (1950), 697.

“Linguistics and communication theory”, en R. Jakobson,


ed., On the structure of language and its mathematical as-
pects, Proceedings of the XIIth Symposium of Applied
Mathematics (Providence, R. American Mathematical
Society, 1961), pp. 245-52. Traducción de J. M. P.
79
80 PROBLEMAS GENERALES i Lingüistica y teoría de la comunicación 81

presentan en el discurso; escrito? Sin embargo, el assique dispone,* tal fórmula puede aplicarse perfectament e al
verbal.
lingüístico terminó por dividir el discurso oral en una serif papel de los rasgos distintivos en la comunicación
finita de unidades informativas elementales. Estas unidadef Tan pronto como empezaron los primeros tanteos para con-
últimas y mínimas, los llamados “rasgos distintivos”, sé seguir “una manera de conocer los universales mediante sus
agrupan en complejos simultáneos denominados “fonemas”, invariantes” y tan pronto como se esbozó una clasificación
que, a su vez, se enlazan para formar secuencias. Vemos general de los rasgos distintivos de acuerdo con estos princi-
así que la forma lingüística tiene una estructura manifiestas pios, D. Gabor, en sus clases sobre la teoría de la comuni-
mente granular y está sujeta a descripción cuantitativa... |l ación, suscitó inmediatamente el problema de traspasar los
La finalidad principal de la teoría de la información tal criterios propuestos por los lingüistas “al lenguaje matemá-
coho la formula D. M. MacKay consiste en “aislar de suf tico e instrumental”. Recientemente se ha publicado un ins-
contextos particulares aquellos rasgos o representaciones tructivo estudio de G. Ungeheuer en el que se intenta una
abstractas que permanecen invariables al ser sometidas a rẹ interpretación matemática de los rasgos distintivos en su
formulación” El paralelo lingüístico de este problema en d estructura binaria.*
terreno de la fonología lo constituyen las invariantes rela La noción de “redundancia”, que la teoría de la comuni-
cionales. Las diversas posibilidades para la medición del cación tomó prestada a una de las ramas de la lingüística
total de información fonémica previstas por los ingenieros di —la retórica—, adquirió una importancia singular en el des-
la comunicación (distinguiendo entre contenidos informati arrollo de aquélla y se redefinió de modo polémico como
s “estructurales” y “métricos”) pueden aportar datos pre! “uno menos la entropía relativa”, y bajo este nuevo aspecto
ciosos tanto a la lingiifstica sincrónica como a la diacrónica ha vuelto a penetrar en la lingüística actual como uno de
datos particularmente importantes pata la tipología lingūí sus temas cruciales. Latiposnecesidad de una distinción estricta
tica en el aspecto puramente fonológico y en la intersección entre los diferentes de redundancia se deja sentir en
de la fonología con el nivel léxico-gramarical. la actualidad tanto en la teoría de la comunicación como en
El principio dicotómico que subyace a todo el sistema dy la linguistica, en la que el concepto de redundancia engloba,
rasgos distintivos del lenguaje fue descubierto paulating por una parte, los recursos pleonásticos en oposición a la
mente por los lingüistas y encontró su corroboración en | concisión explícita (brevitas en la nomenclatura tradicional
dígitos binarios (bifs, si queremos usar la tan popularizac de la retórica) y, por otra parte, la explicidad en oposición
contracción) utilizados como unidad de medida por los ingé a la elipsis. En el terreno de la fonología, los lingüistas acos-
nieros de la comunicación. Cuando éstos definen la informi tumbraron a 'inguir Jas unidades fonémicas y distintivas
ción selectiva de un mensaje como la cantidad mínima de las variantes contextuales, combinatorias y alofónicas,
decisiones binarias que permiten al receptor reconstruir pero el estudio de estos problemas interrelacionados, como
que necesita deducir del mensaje a partir de los datos
4 W: Jackson, ed., Commrunication theory (Nueva York: Academic
2 C. E. Shannon y W. Weaver, The mathematical theory of communi Press, 1953), P. 2-
cation (Urbana: University of Illinois Press, 1949), PD. 74 88 112 5 Lectures on communication theory (Cambridge, Mass.: M. I. T.,
3 Cybernetics, Transactions of the Eighth Conference (Nueva Yorl 1951), p. 82.
Josiah Macy, Jr. Foundation, 1952), p. 224. $5 SL, XIII (1959), 69-97.
82 PROBLEMAS GENERALES
Lingüistica y teoría de la comunicación 83
son la redundancia, la predictibilidad ylas probabili
condicionales, en la teoría de la pat Mere : MacKay, las posibilidades precancebidas “son el
condiciones favororos.
ables para aclara
l r la relac ión exis tent epg0
e E s Pio Clave 7 de la teoría
a de la Ecomunicación”, S frase que
z dos clases lingiifsticas básicas de propiedades acústica,me milar erben De linghites En algun Es
los rasgos distintivos y los rasgos redundantes. bas discipline ga quedado duga- e puna sobte Si pi
El análisis fonémico, al proponerse de modo coheren{42mental de las operaciones selectivas en las actividades
la eliminación de las redundancias, ; proporciona i necesari bales, Los ingenieros
presuponen un “sistema realizable”
mente una solución óptima y carente de ambigüedad, atit L Posibilidades prefabricadas. más o menos MEDIOS
común al emisor
creencia supersticiosa de algunos teóricos poco familiaria receptor de un mensaje verbal, y la lingüística saussu-
dos con la lingüística, según los cuales “no existen razong E SU.vez, introduce la noción de langue, que hace posi-
determinantes para diferenciar los rasgos distintivos de Ig? UN, IMtercambio de parole entre los interlocutores, Seme-
redundantes”,” se ve desmentida paladinamente por una ¿pote “Conjunto de posibilidades previstas y conocidas de
nidad de datos lingúísticos. Por ejemplo, si en suso la gigpiemano” *implica la existencia de un código, que la teoría
rencia entre vocales avanzadas y sus correspondientes la comunicación concibe como “una sesmsformación con
traídas va siempre acompañada por la diferencia entre ¡£nida, normalmente entre dos elementosyreversible”,? me-
consonantes precedentes (que se palatalizan ante las vocale MiS la cual un conjunto de unidades de información se
avanzadas y carecen de palatalización ante las rétraídas) fia: En ore eonfanton pot ejenplo, uas omida ma:
si, por otra parte, la diferencia entre consonantes palataliz, Kial en unevsecnenci toni ebi sea a código
das y no palatalizadas i al fone en correspondencia al signans con su signatum y al sig-
el lingista se ve obligadoao ts con su signans. En la actualidad, la dicotomía saus-
cia entre la presencia y la ausencia de palatalización consgitns Jamgue-parole puede ser reformulada, con respecto
nántica es un rasgo distintivo, mientras que la diferenci! modo que la teoría de la comunicación resuelve los pro-
anei al s avanzadas y retraídas es purame Memas decodificación, de manera mucho més precisa, y ad-
nte re jere un nuevo valor operativo, A su vez, la teorfa de le
dundante. La distintividad y la redundancia, lejos
arbitrarias suposiciones de los investigadores, tienende se
municación
eepuede encontrar en la lingüistica moderna
4 una
presencia objetiva y concreta en el lenguaje formación preciosa acerca de la estructura estratificada del
El prejuicio de quienes consideran los rasgos redundant trincado código lingüístico en sus distintos aspectos.
i i Aunque la lingüística ha perfilado de forma adecuada las
TER Eee ie Ineas maestras del código lingüístico, se desatiende a me-
judo al hecho de que el conjunto
: i soría de la comunicación y ef ondardizadas” se ve limitado a finito de “representaciones
los símbolos léxicos, a sus
nstituyentes gramaticales y fonológicos y a las reglas come
tud frente a los rasgos redundantes y los distintivos. Cybernetics, Transactions of the Eighth Conference (Nueva York
1952), p. 183.
1 Word, XIII (1957), 328. € C, Cherry, On buman communication (Nueva York y Londres
957), P. 7-
Lingúística y teoría de la comunicación 85
84 PROBLEMAS GENERALES
binatorias gramaticales y fonológicas. Únicamente esta pai ¿co crea su constrdeucción teórica, imponiendo su propio sis-
de la comunicación puede definirse como “una mera acti ‘ema hipotético nuevos símbolos sobre los índices obte-
a recodificar, a traducir a símbo-
dad de reproducción de las representaciones”. Por otra pari idos, el lingüista se jelimitaaquell
un metalengua
no deja de ser oportuno recordar que el código no se Jos» eldelenguaje os símbolos presentes usados
limitado a lo que los ingenieros de la comunicación des Los constituyentes de una comunidad lingüística determinada.
minan “el contenido meramente intelectivo del mensaj emplo, se presentan del código, los rasgos distintivos, por
funcionan realmente en el acto de
sino que, de igual modo, la estratificación estilística de leeh comunicación oral. yTanto
símbolos léxicos y las variantes supuestamente “libres! | transmisor, como destaca R. para el receptor como para
M. Fano, la operación deiaig,se-
están “previstas y conocidas”
z
p como 4 en sus reglas combinatorias,
constitución a Syacionar forma la base de “los procesos de la transmisión
por el código, tanto en $! ps

En el programa que Charles Peirce trazó para una fu le información”.* * El conjunto de selecciones alternativas y
ciencia de los signos (la semiótica), se declara: “Un legisig excluyentes que subyace a cualquier haz de tales rasgos dis-
elucubración arbitraria del lingüista, sino
es una ley que es un signo. Esta ley está normalmente esi cretos no es una
blecida por los hombres. Todo signo convencional es un que la lleva realmen
te a cabo la persona a la cual se dirige
necesidad de su reconocimiento
gisigno”.1% Los símbolos verbales se citan como un ejem; Fel mensaje, en tanto quela laacción del contexto, tanto verbal
claro de legisignos. Los interlocutores que pertenecen a ui mo se ve anulada por
como no verbalizado,
comunidad lingüística dada pueden ser definidos como |
usuarios de un único e idéntico código lingüístico que co: En el nivel gramatic al como en el fonológico, tanto el re-
prende los mismos legisignos. Su instrumento de comunia ceptor, al descodificar
el mensaje, como quien lo codifica,
ción es un código común, que subyace al intercambio F ueden recurrir a la rasgos elipsis; el codificador particularmente
mensajes y lo hace posible, Ésta es la diferencia esencial o mite alguno de los
o incluso alguno de sus haces y
tre la lingiifstica v las ciencias físicas. diferencia que ha sid secuencias. Sin
embargo, aun la elipsis está gobernada por
as. La lengua no es nunca monolítica, su có
puesta de maniliesto repetidas veces en la teoría de la com reglas codificadincluye
nicación, especialmente por la escuela inglesa, que insiste que digo general un conjunto de subcódigos, de tal modo
trazar una línea de demarcación muy estricta entre la teol el problema de las reglas de transformación del código
de la comunicación y la de la información. Esta delimil óptimo, explícito y
nuclear a los diversos grados de subcé-
digos elípticos, y su comparación con la cantidad de infor-
ción, por extraño que patezca, es descuidada a veces por
lingüistas. “Los estímulos recibidos de la naturaleza”, cos mación transmitida,
requiere el examen tanto del lingüista
como del ingeniero. El código convertible del lenguaje, con
sabiamente puntualiza Colin Cherry, “no son imágenes
la realidad, sino que constituyen el material a partir del todas sus fluctuaciones de subcódigo a subcódigo y con to-
construimos nuestros modelos personales”. Mientras el
ungen der Informationsthearie (Berlín, Göttingen y Heidelberg: Sprin-
10 Collected papers (Cambridge, Mass: Harvard University Pr ger Verlag, 1959), pp. 250 $8.
12 The transmission of injormation, M. 1. T. Research Laboratory of
vol. 11 [1932], pp. 142 55. Electronics, Tecnical Report N° 65 (1949), PP. 3-4-
11 op. cit, p. 62. Cf. W. MeyerEppler, Grundlagen und Ani
86 PROBLEMAS ALES
GENER. Lingüistica y teoría de la comunicación
ic 87
dos los cambios sucesivos que experimenta, debe ser descri a partir de los testi-
de modo conjunto y comprensivo mediante el recurso a acerca de la estructura de esta lengua
lingüística y a la teoría de la comunicación. El esquema tı rios externos. El estado actual de la etruscologia consti-
tie ea aes tHe unbuen ejemplo de esta técnica. Si el lingüista, no obs-
diciona l
delasdescripci ones arbitrari
estáticos amente Li Wh está faiania do con laelcualcódigoun conjunto transfor.
y dominadelasignanda
mediante
das deberíaverse substituido por una apertura haciala sil ación convenidaun conjunto de signata, no le tiene ninguna
“shacio y (tiempo gua que incluyera las coordenada convierte en
eee ; _ cauilidad jugar a Sherlock Holmes, a menos que quiera com-
dea aero lingifstico que posee o adquiere el domini ¿par Ia amplitud y la certeza de los datos obtenidos me-
en coparticipa potencial sealcoles paulatinamentd diante método tan singular. Con todo, es difícil simular la
al en el intercambio de mensajel‘ norancia de un código con el cual anestamos familiarizados:
les significados reprimidos distorsion el método supuesta-
| mente criptoanalitico.
Evidentemente, “la indisolubilidad del contenido objetivo
del sujeto observador”, destacada por Niels Bohr como
remisa para la buena definición de todo conocimiento bien
Jefinido, debe ser tenida en cuenta también por la lingüis-
ae y debe identificarse de modo exacto la posición del ob-
E ‘servador en relación con la lengua observada y descrita. En
ee o de su
ceptor y sini conocimient A
código.!* imer
ra la información
lugar, en palabras de Jurgen Ruesch, ECO
código.!* Tal como aquél) one puede allegar un observador depende de su situación en
examen de «1 interior o en el exterior del sistema.* Además, aun en el
ica que acabamos de describir debe ser une
caso de que el observador esté situado dentro del sistema
notablemente
etapa previa hacia la familiarización con la lengua estudiad: comunicativo, la lengua presenta dos aspectos
cuando el observador se adapta a los hablantes nativos y des distintos considerándola desde los dos extremos
del canal de
codifica sus mensaj es en su lengua materna mediante el us
' comunicación: en la codificación, el proceso va desde el sig-
de su código. nificado al sonido y del nivel léxico-gramatical al fonológico,
mientras que el proceso descodificador desarrolla la dirección
contraria, es decir, del sonido al significado y de los rasgos
a los símbolos. Mientras en la producción del habla la orien-
tación (Einstellung) del proceso está dirigida hacia los cons-

13 For Roman Jakobson (La Haya: i Mouton, » r 1956), pp. 61-2. 18 Atomic physics and human knowledge (Nueva York: John Wiley
1 Cf. R.Oe
ae Jakobson y M. Halle, Fundamentalstalsoflangs
language (La Haya +16 Sons,
& 1958), p. 30.
R. R, Grinker, ed., Toward a unified theory of buman behavior
(Nueva York: Basic Books, 1956), p. 54-
88 PROBLEMAS GENERALES Lingiiistica y teoría de la comunicación 89

tituyentes inmediatos, en la percepción lingüística es el pra sos arbitrarios a que se llega a menudo entre los análisis de la
ceso estocástico el que ocupa el primer lugar. El aspectg emisión y de la recepción, como por ejemplo una gramática
probabilístico del habla encuentra una conspicua expresidi) de la emisión que examinara las operaciones generadoras sin
en el hecho de que el oyente deba enfrentarse con la homo: dar entrada al significado, a pesar de la necesaria prioridad de
nimia, fenómeno inexistente para el hablante. Cuando deck éste para el codificador. Actualmente la teoría de la comu-
mos /yérro/, conocemos de antemano si queremos decir hie nicación presta valiosas sugerencias al estudio, últimamente
rro o yerro, mientras que el oyente está sujeto a las proba aJgo descuidado, de la recepción verbal.
bilidades condicionales del contexto.* Para el receptor, el MacKay previene contra la confusión existente entre el in-
mensaje ofrece muchas ambigiiedades que eran inequívocas rercambio de mensajes verbales y la extracción de informa-
para el emisor. La poesía y el chiste, fundados sobre la am: cjón a partir del mundo físico, confundidos ambos de modo
bigiledad, recurren a esta propiedad, que corresponde a Ig abusivo bajo la misma etiqueta de “comunicación”; para él
recepción (input) del mensaje, pero cargándola sobre la emi esta palabra contiene una connotación antropomdrfica “que
sión (output). embrolla la cuestión”.2? Existe un peligro similar ante la in-
No hay duda que existe un feedback entre el acto de ha rerpretación de la intercomunicación humana en términos
blar y el de escuchar, pero la jerarquía de los dos procesos efde información física. Los intentos de construir un modelo
contraria para el codificador y el descodificador. Estos dos jingiifstico sin ninguna relación con el hablante ni con el
distintos aspectos de la lengua son mutuamente irreductibles, oyente y atribuir así a un código la existencia desligada del
ambos son igualmente esenciales y debe considerárselos. come acto de la comunicación, amenazan convertir al lenguaje en
plementarios en cl sentido que decía Niels Bohr. La autonos una ficción escolástica.
mía relativa del modelo receptivo se ve demostrada por la Aparte de la codificación y la descodificación, también se
prioridad temporal de la adquisición pasiva del lenguaje pof han convertido paulatinamente en una de las principales
los niños y los adultos. La petición de L. Séerva (para qué preocupaciones de la lingüistica y de la teoría de la comuni-
se definieran y se elaboraran dos gramáticas, una “activa” y cación, tanto en América como en Europa, el proceso de re-
otra “pasiva”, como hace poco destacaban los jóvenes lini codificación, la interconexión codal y, en resumen, los diver-
giistas rusos) es tan importante para la teoría del lenguaje sos aspectos de la traducción. Sólo ahora empiezan a atraer la
como para la enseñanza de las lenguas y para la lingüístic atención de los lingüistas* unos problemas tan fascinantes
aplicada.!* como los que presentan los modos y grados de comprensión
Cuando un lingüista estudia uno de los dos aspectos mutua existente entre los hablantes de algunas lenguas muy
lenguaje como el Jourdain molieresco, es decir, sin darse cuen) próximamente emparentadas (como por ejemplo el danés, el
ta de si sus observaciones se refieren a la emisión o a la ref noruego y el sueco), temas que prometen echar un poco de
cepción, el peligro es mucho menor que el de los compromif luz sobre el fenómeno que en la teoría de la comunicación se
17 IJSLP, Nos 2 (1959), 286-7.
18 Vid. I. Revzin, Tezisy Konferencii po masbinnomu perevodu (Mosi 1 Cybernetics, Transactions of the Eighth Conference (Nueva York
cú: Pervyj Moskov. Gos. Ped. Inst. Innostrannyx Jazykov, r958 1952), p. 221
PP. 23-5. 20 Cf, especialmente E. Heugen, NTS, XXIX (1953), 225-49.
90 PROBLEMAS GENERALES Lingú tica y teoría de la comunicación ox
conoce con el nombre de “ruido semántico” y contribuir a|simples y compuestas de la conjugación de un verbo inglés
solucionar un problema tan importante (desde el punto de que aparecen en combinación con el pronombre personal de
vista teórico y pedagógico) como es el de su eliminación. ]primera persona, son nueve? Vemos de este modo que la
Digamos entre paréntesis que la lingüística y la teoría de cantidad de información gramatical transmitida por un verbo
la comunicación en ciertos momentos estuvieron tentadas inglés puede compararse con los datos correspondientes del
de considerar toda preocupación por el significado como una substantivo inglés o del verbo y el substantivo de otras len-
especie de ruido semántico y excluir la semántica del estudio guas distintas; la relación entre la información morfológica
de los mensajes verbales. Actualmente, sin embargo, los lin-yla sintáctica del inglés puede compararse con la relación
güistas muestran tendencia a volver a ocuparse del significa. equivalente en otras lenguas, y todos estos datos comparati-
do, utilizando a la vez la experiencia altamente instructiva, vos pueden ofrecer un importante material auxiliar para el
de su temporal ostracismo. También puede observarse ung estudio de la tipología lingüística y para la investigación de
orientación similar en el campo de la teoría de la comunical los universales lingüísticos.
ción. Según Weaver, el análisis de la comunicación “ha cla La cantidad de información gramatical que está potencial-
rificado la atmósfera de modo tan profundo que quizá ahora mente contenida en los paradigmas de una lengua determi-
por primera vez estamos capacitados para elaborar una vers nada (la estadística del código) debe confrontarse además con
dadera teoría del significado”, y especialmente para enfren- la cantidad de información equivalente en las realizaciones
tarnos “con uno de los aspectos más señalados y difíciles del y en las ocurrencias reales de las distintas formas gramatica-
significado, es decir, la influencia del contexto”.24 Los lin- les en el interior de un corpus de mensajes. La ignorancia
gúistas van encontrando paulatinamente el modo de reducir de esta dualidad y la reducción del análisis y el cálculo lin-
el lenguaje y sobre todo la relación entre los significados giiistico únicamente al código o al corpus empobrece la in-
generales y contextuales a un asunto intrínsecamente lingüís? vestigación. A estas alturas no puede desconocerse la impor-
tico, y separado de modo distinto de los problemas ontoló- tancia crucial de la relación entre la estructuración de los
gicos de la referencia. constituyentes del código verbal y su frecuencia relativa, tan-
Después de haber triunfado en el terreno de la informa; to en el código como en el uso que se hace de él.
ción fonémica, la teoría de la comunicación puede empez: La definición semiótica del significado de un símbolo y su
a iniciar sus primeros pasos hacia la medición de la cantidad traducción a otros símbolos encuentra una aplicación efecti-
de información gramatical, ya que el sistema de las categorías va al analizar lingiifsticamente la traducción intralingiifstica
gramaticales (particularmente el de las morfológicas) se basa © interlingúística, aplicación que converge con la propuesta
de modo evidente, al igual que el sistema de los rasgos dis) de Shannon para definir la información como “aquello que
tintivos, en una escala de oposiciones binarias. Por ejemplo) Permanece invariable bajo una serie de operaciones reversi-
las elecciones binarias que subyacen al centenar de formasi
22 (1) pretérito / no pretérito, (2) perfecto, (3) progresivo, (4) ex-
vectivo, (5) moralmente determinado, (6) contingente, (7) potencial,
21 Shannon y Weaver, op cit, p. 116. Cf, D. M. MacKay, “Theplace (8) asertivo, y (9) pasivo. Cf. R. Jakobson, AA, LXI N 5 parte 2
of ‘meaning’ in the theory of information”, en C. Cherry, ed., Infor (1959), 139-41, y W. F. Twaddell, The English verb auxiliaries (Pro
ation theory (Nueva York: Basic Books, 1956). vidence: Brown University Press, 1960).
92 PROBLEMAS GENERALES Lingüistica y teoría de la comunicación 93

bles de codificación o de traducción”, es decir, “la clase 4 un cerdo; el que es un zorro es Juan”. (Digamos entre pa-
equivalencia de todas estas traducciones”? que ni la elipsis, ni la reticencia, ni el anacoluto
Al estudiar los significados tanto gramaticales como léxig séntesis
deberían ser considerados como estructuras aberrantes: to-
cos, debemos asegurarnos de que no confundimos las nociow das estas expresiones y el estilo relajado, código braquioló-
nes básicas de “regularidad” y “aberración”. Esta última gico al cual pertenecen, no son más que derivaciones permi-
suele surgir a menudo de un desprecio hacia la estructura sibles de las formas nucleares incrustadas en la norma ex-
estratificada y jerárquica de la lengua. Sin embargo, hay una plícita) Una vez más vemos que esta “variabilidad codal”,
diferencia esencial entre lo secundario y lo aberrante. No que explica por qué no se actualiza la norma en algunos com-
estamos autorizados a considerar como aberrante ni la “des portamientos patentes, fue más descuidada por los lingüistas
rivación sintáctica” de Kuryłowicz con respecto a la “función: que por los ingenieros, menos sujetos a prejuicios.
primaria”,?* ni las “transformas” frente a los “núcleos” Debo terminar señalando la existencia de gran número de
Chomsky?" o los significados “marginales” (“transferidos problemas que exigen la colaboración de las dos disciplinas
de Bloomfield en relación con el significado “central” de distintas e independientes de las que hemos estado hablan-
palabra? Las creaciones metafóricas no son aberracion do. Los primeros pasos hacia esta dirección han sido real-
sino procesos regulares de ciertas variedades estilísticas que mente afortunados. Permitaseme finalizar citando un ejem-
son subcódigos de un código general, y dentro de semejant plo del lazo más antiguo y hasta hace poco quizá més espec-
subcódigo no hay nada de aberrante en la asignación figuri tacular existente entre la lingüística (en especial el estudio
de un epíteto concreto a un substantivo abstracto (es deci de la lengua poética), por una parte, y el análisis matemáti-
una “hipélage”): “a green thought in a green shade”, o co de los procesos estocásticos, por la otra. La escuela rusa
las transposiciones metafóricas shakespearianas de un nom de métrica debe alguno de sus éxitos más celebrados inter-
bre inanimado a una clase femenina: “the morning opes her nacionalmente al hecho de que, hace unos cuarenta años, al-
golden gates”, o en el uso metonímico de “sorrow” en lugal annos estudiantes como B. Tomagevskij, conocedor de las
de “sorrowtul while”, que el articuio de Putnam señala ep matemáticas y de la filología, recurrieron con gran habilidad
Dylan Thomas (“A grief ago I saw him there”). Contrarig a las cadenas de Markov para la investigación estadística de
mente a las construcciones agramaticales del tipo “las mi la poesía, datos que, complementados por el análisis lingüís-
chachas duerme”, las expresiones que acabamos de cit tico de la estructura poética, produjeron en los primeros años
tienen significado, y la verdad de toda oración provista veinte una teoría métrica basada en el cálculo de sus proba-
significado puede ser puesta a prueba exactamente del mis bilidades condicionales y de las tensiones existentes entre la
mo modo que la afirmación “Pedro es un viejo zorro” podr anticipación y la imprevisibilidad como valores rítmicos men-
conducir a replicar “No es cierto; Pedro no es un zorro, si surables; y la computación de estas tensiones, que hemos de-
nominado “expectaciones frustradas”, dio una llave inespe-
23 Cybernetics, Transactions of the Seventh Conference (Nueva Yi rada‘para la obtención de una métrica descriptiva histórico-
1951), p. 157.
24 BSLP, CX (1936), 79-92. coniparativa y en general construida sobre base científica.”
25 Syntactic structures (La Haya: Mouton, 1957).
28 Language (Nueva York: Henry Holt & Co., 1933), p. 149- 2 CEB. Tomaševsky, O stixe (Leningrado 1929); R. Jakobson, O
94 PROBLEMAS GENERALES
Estoy convencido de que los métodos que la lingüística FONOLOGÍA
estructural y la teoría de la comunicación han desarrolladol
recientemente serán capaces de abrir amplias perspectivas
para la prosecución de los esfuerzos combinados de ambas
disciplinas cuando se apliquen al análisis del verso y a tan-
tas otras zonas de la lengua. Ojalá que nuestra esperanza
no se vea frustrada.*

ceskom atisc (Beilin y Moscú 1923)y“Linguistics and poetics”, en


- Sebeck, ed, Sigle in language [Nueva York: The Technology
Preeofthe MLT T., 1960), traducido infra, pp. 347-95.
28 Dedico el presente trabajo a la memoria del ingeniero O. A. Ji
kobson,
| VI

LA ESTRUCTURA DEL FONEMA

E Los rumnos y metas de la lingiifstica y sus disciplinas


particulares han variado tan honda y radicalmente æn los úl-
timos decenios, que hoy día nos resulta incluso difícil revivir
la imagen que del lenguaje se hacía la lingüística tradicional.
‘Donde más netamente se manifiesta la contraposición entre
ideas antiguas y modernas es en lo tocante al estudio de
a hechos fónicos. Hubo un tiempo en que la fonética, y en
¡particular la fonética experimental, podía vanagloriarse de
sus primeros magníficos y reveladores éxitos, pero desde el
primer momento se manifestó también al lado oscuro de
aquel orgulloso avance,
Más de cien años atrás, un escritor romántico ruso pre-
isentó a un héroe, ávido de saber, que aspiraba a una per-
‘cepcidn infinitamente refinada de la experiencia sensorial;
‘una bruja malvada dio cumplimiento a su deseo, y de pronto
personaje se encontró con que el habla de la mujer que-
ida y la musicalidad de la poesía se le descomponían en in-

Zur Struktur des Phonems”, en R. Jakobson, Selected


ritings (La Haya: Mouton, 1962), pp. 280-310. Reproduce
texto de dos conferencias, inéditas previamente, dadas en
:nhague en mayo de 1939. Traducción de J. C.
97
98 FONOLOGÍA La estructura del fonema 99

contables movimientos articulatorios e impresiones acúsi] de golpe. A pesar de que la problemática de ambas discipli-
cas por completo carentes de sentido y de gracia. El triunff nas es fundamentalmente distinta, es natural que en los pri-
del ingenuo naturalismo analítico no podía quedar más agy meros estadios de su desarrollo la fonología absorbiera mu-
damente profetizado que en este inquietante sueño del sabi cha fonética, demasiada fonética, sin saberlo ni quererlo; o
romántico. Para el investigador que partía de premisas naty sea que absorbiera mucho de lo que en el marco de la descrip-
ralistas, el contenido fónico del lenguaje se deshacía en un ción fonética constituye una ley obligada, pero que a la luz de
infinidad de átomos movedizos, ya fueran de carácter motolafonología requiere una transvaluacién. Paso a paso, la nue-
o acústico, que él medía laboriosamente, pero renunciandvadisciplina fue libertándose de aquellos restos de cuerpos
deliberadamente a entender su finalidad y su sentido y, co extraños, pero hay que reconocer con toda franqueza que a
perfecta lógica, resonaban sobre ese trasfondo las exhorts pesar de tanto esfuerzo encaminado a una neta separación
ciones de un Verrier o de un Saran: al estudiar la versifig sistemática, incluso en los dos más recientes intentos de com-
ción, había que encararse con un poema como si estuviey pendio, los Grundztige der Phonologie de Trubetzkoy y la
escrito en una lengua enteramente desconocida y carente liPhonologie de van Wijk—dos libros que hacen época—, no
significado. Aquel rumbo amenazaba con llevar a una desg faltan casos de, por así decir, cierto contrabando fonético,
perada esterilidad en la teoría del verso, y en toda teoría ffPara evitar todo equívoco, me gustaría destacar que cuanta
nica general, y a excluir por completo la fonética del orde menos timidez sienta el fonólogo al enfrentarse con toda la
de problemas propiamente lingüísticos, o sea, centrados prif riqueza de los datos fonéticos, tanto más fructífero resultará
cipalmente en la teoría de los signos o semiótica. su trabajo; cuanto mayor sea la materia fonética que la fo-
La repelente imagen de la multiplicidad caótica requeri nología someta a prueba y elabore, tanto mejor. Pero aque-
el antitético principio de la unidad ordenadora. Dos lingii llos datos tienen que ser en efecto elaborados fonológica.
tas geniales, Jan Baudouin de Courtenay y Ferdinand ¢ mente, y, por así decirlo, no hay que admitir dentro de la
s
Saussure, niasa la
plantearon Trae
on dn de la finalidad de los sof fonología. sin más, ninguna suerte de material fonético en
dos, y sus discípulos y continuadores iniciaron el estudio d crudo.
campo fónico del lenguaje desde el punto de vista de las fu En toda la fonética, e incluso en toda la teoría lingüística
ciones lingüísticas. La forma fónica del lenguaje, hasta edel último decenio, difícilmente encontraríamos ningún con-
tonces mero objeto de estudio para la psicología y la fisiol cepto sobre el cual se haya discutido más que sobre el de
gía sensoriales, quedó finalmente incorporada a la lingiifstij fonema. Las aportaciones a la discusión son casi inabarcables,
en sentido auténtico, o sea que se pasó a investigar la fordaunque no fuera más que por el sinnúmero de lenguas en
fónica desde el punto de vista de su valor en cuanto signo |que están escritas: no faltan, por ejemplo, trabajos en japo-
ante todo, de su función aportadora de significación. Por finés, estoniano, finlandés, húngaro, ucraniano y rumano, Pero
se impuso la cuestión que es criterio de las demás, la dicon todo eso, extrañamente, sólo en muy pequeño grado, y
“por qué” de los sonidos del lenguaje, eso es, de su i sólo de paso, se ha rozado la problemática inmanente, se-
diata razón de ser. miética y en particular lingüística, del fonema. Así, han que-
El independizar la fonología, como ciencia de la forma, fdado casi intactas cuestiones como la de la estructura del
la fonética, como ciencia de la materia, no podía realizah fonema y su relación con los demás valores fónicos y en ge-
100 FONOLOGÍA La estructura del fonema xor
neral lingüísticos, o, mirándolo con mayor amplitud, semigjcomo consecuencia también una fundamentación fenomeno-
ticos. La pregunta favorita en las discusiones sobre el fonem/lógica del fonema. Y quien conciba el concepto de valor
es: ¿en qué sentido hay que interpretar el ser del fonemajcomo una ficción que no se da en la realidad, tendrá nece-
¿A qué campo de la realidad pertenece? Las respuestas se disariamente que valorar del mismo modo el concepto de fo-
ferencian según la ideología general de cada autor. Los henema. Y así sucesivamente.
chos más dispares son aducidos para cada respuesta: el mun La cuestión de la relación del fonema con los distintos cor-
do de las ideas de Platón, el ser ideal de los fenomenólogos [tes practicados en la realidad es por asi decir extrafonológica,
su concepto de las “intenciones significativas”, el terreno soya que no concierne tan sólo al fonema, sino, en la misma
ciológico y la realidad cultural, el dominio de la ideología, Imedida, a todos los valores del lenguaje; pero tampoco la
conciencia singular,otal vez la subconciencia de la psicologflingiiística en general tiene apenas derecho a querer decidir
individual. ¿O acaso, como objetan muchos, tendrá el fongesa cuestión, porque se trata de una cuestión general de la
ma que ser meramente una abstracción científica, un concepy/eorla de los valores. Hasta ahora, la discusión de los lin-
ordenador? f güistas sobre la esencia del fonema no ha hecho, con pocas
Lo curioso es que ahí los lingüistas han intentado resolvgexcepciones, más que repetir, casi siempre con medios insu-
una cuestión cuya respuesta cae indiscutiblemente fuera deficientes, las célebres disputas filosóficas del nominalismo
dominio de la lingüística. El casi ontológico problema de [eontra el realismo, del psicologismo frente al antipsicologis-
especie de realidad que pueda esconderse detrás del fonemms, etc., etc.; por ejemplo, todo el sistema de demostracio-
no encierra en verdad nada que se refiera especialmente ¿nes contra la interpretación psicológica del fonema está ya
concepto de fonema. Es sencillamente un caso particulgcontenida en la importante campaña de Edmund Husserl
de un más amplio complejo de problemas, el de la especie dcontra el psicologismo en la teoría de los valores, y los in-
realidad que se esconde detrás de todo valor lingüístico, jtentos de ciertos lingitistas por negar la realidad objetiva de
mejor, detrás de todo valor en general. Fijémonos, por ejenlos fonemas repiten en el fondo, aunque de modo involun-
plo, en el componente gramatical mínimo de la palabra, gtario y muy incompleto, la elaborada doctrina de Brentano
el llamado morfema. Si queremos fundamentar psicológidy de sus continuadores sobre las ficciones del lenguaje y el
mente la existencia de un morfema y del morfema, o ccarácter ficticio de los valores sociales.
una palabra y de la palabra, de una norma sintáctica y de y Lo cierto es que tales incursiones de la lingüística en do-
norma sintáctica, de una configuración lingüística y de la cojminos científicos ajenos no son sólo superfluas, sino incluso
figuración lingüística en su totalidad, o, en definitiva, la exidirectamente perniciosas en los casos—por desgracia no de-
tencia de los valores y de los sistemas de valores, entoncemasiado raros—en que el lingüista domina poco la metodo-
eo ipso, resolvemos también afirmativamente la cuestión dlogía de la disciplina afectada. Así, por ejemplo, las objecio-
fundamento puramente psicológico de los valores fonemáthes psicológicas de Alfred Schmitt contra el concepto de fo-
cos. Pero si queremos interpretar los valores como un biehema demuestran una crasa ignorancia de la psicología. El
social, automáticamente vale también tal interpretación paglingitista de Erlangen afirma que en la mayoría de los casos
el fonema. Una exégesis fenomenológica de los valores, idas hacia
en particular de los valores lingüísticos, traería obviamente! fonema individual, y que por lo común el fonema no se
102 FONOLOGÍA La estructura del fonema 103

presenta aislado, con lo cual olvida la existencia de innume como palabras distintas, o sea de distinto significado. A par-
tables contenidos no independientes, que son experimental ir de aquí podemos pasar a la desdeñada cuestión de la pe-
dos, pero que “normalmente no penetran objetivados en lyculiaridad del fonema,
conciencia”. Schmitt pretende que la palabra es para nosotro Toda la polémica que se ha desarrollado sobre la esencia
el fenómeno lingüístico mínimo. Pero semejante afirmación del fonema hubiera podido, con igual justificación, escoger
vale sólo para los afásicos atácticos, o sea para el enfermacomo punto de partida cualquier otra entidad parcial en el
que ciertamente conserva su vocabulario usual y lo articula marco del sistema lingiifstico, por ejemplo, el morfema, Pero
sin tacha, pero es absolutamente incapaz de formar cualquieg:no es ninguna casualidad que precisamente el fonema fuera
nueva agrupación con los mismos sonidos y sílabas: sabe deel tema orientador de aquella discusión, Podemos afirmar con
cir café, pero no quefá ni fecá ni faqué. Un tal afásico, y elvan Wijk que la fonología es la avanzada de la lingüística
concepto que Schmitt se ha formado de un hablante norm: “estructural que ya se encuentra en curso de elaboración, y
se distinguen precisamente del auténtico hablante normal eq precisamente por esto le ha correspondido al fonema, con-
que para éste la palabra no es de ningún modo un grupo decepto fonológico fundamental, el papel de piedra de toque
sonidos cerrado, completamente automatizado e indivisible del estructuralismo; y, por el contrario, la problemática pu-
Si se trata por ejemplo de un ruso que oye por primera vez ramente lingiifstica del fonema ha quedado relativamente di-
ciertas palabras raras de coloración dialectal, como log “cierto simulada. Incluso en los casos en que tal problemática se ha
tipo de valle’, Jox “cierta especie de pescado”, loj “cierta da no se trataba primariamente de los rasgos carac-
e
terísticos del fonema, sino de los que éste comparte con los

lug, lak, laj, lég, rog, bok, sok, tok, etc. Pero si contrapone
mos las mencionadas palabras rusas con palabras inventadalaconfiguración de la lengua, pero me gustaría precaver al lec-
que contienen un fonema desconocido en la lengua rusa, po tor contra la concepción, ciertamente difundida y sin embargo
ejemplo, al lado de /lo3/ pronunciamos una palabra comé demasiado simplista, que quisiera marcar el fonema, y en ge-
/lo%/ con la sibilante intermitente del checo, o al lado djneral todo lo fonológico, como asunto exclusivo de la langue.
/lok/ un inventado /log/ con un sonido uvular caucásico, (La antinomia descubierta por Victor Henry y Ferdinand de
bien el ruso se dará cuenta de que se trata de palabras njSaussure, entre langue y parole, o entre “lengua” y “habla”,
rusas, o bien se le escapará la diferencia fónica, para él ir e entre configuración y actuación de la lengua, es sin duda un
levante, e identificará /loq/ con /lok/ o /loř/ con /lo$/!logro valioso de la lingüística moderna, pero esta dualidad
Vemos por consiguiente que los fonemas, incluso traténdog conceptual, como en general toda antinomia, requiere una
de palabras que ignoramos, nos permiten atribuir a tales pgAplicación muy cautelosa y de ningún modo mecánica, La an-
labras un lugar potencial en nuestra lengua e interpretarlg tinomia langue-parole es, en efecto, un fenómeno complejo;
104 FONOLOGÍA La estructura del fonema 105

en realidad, tras ella se esconden por lo menos tres antina mos en el fonema algo individualizador y personal: como
mias independientes, a saber: en primer lugar, la oposición instrumento de comunicación, el fonema es necesariamente
entre norma de lengua y enunciado de lengua, en segundo lus yn medio de la fuerza unificadora. Pero caerfamos en el error
gar, la oposición entre el lenguaje como bien supra-individual si, por ello, pretendiéramos eliminar del enunciado indivi-
o social y el lenguaje como posesión individual y privada, y dual el concepto de fonema. El enunciado individual, en
en tercer lugar la oposición entre lo que el lenguaje tiene de efecto, no se limita a lo secesivo e individualizador, sino que
unificador, comunitario y centrípeto, y lo que tiene de indi- persigue ante todo las finalidades del intercambio. El fone-
vidualizado, idiosincrático, particularista y centrifugo. ma o, con otras palabras, el conjunto de los rasgos distinti-
Es cierto que en muchos casos las tres antinomias enume- yos de un sonido, viene ciertamente determinado por la nor-
radas se recubren, pero eso dista de ocurrir siempre. Así, pot ma lingiifstica supraindividual, pero queda necesariamente
ejemplo, un enunciado lingiifstico individual no presupone contenido en todo sonido de un acto lingüístico explícito,
sólo una norma social de la lengua, sino también una normą Dadas ciertas condiciones especiales, por ejemplo en el
individual duradera: el hablante modifica en mayor o menor bromear, puede darse el caso de que se perciba y piense con
grado la norma social y la acuña según sus propias particu: autonomía la repetida identificación de un mismo fonema, o
lares exigencias, preferencias, costumbres y repugnancias, sea del mismo haz de rasgos fénicos distintivos en cuanto
que él se impone a sí mismo, imperativamente, en todas sus tales. Un chistoso es capaz de rimar: “¡rú, que te pilla un
actuaciones lingüísticas. El concepto de la norma de lengua autobú!” El mismo fonema vocálico /u/ se repite en final
no coincide, pues, con el de lo supraindividual. Por otradepalabra en el curso de unmismo acto lingiifstico, y preci-
parte, los enunciados en cora muestran que tampoco el con- samente su percepción repetida es lo que constituye el chis-
cepto de enunciado lingüístico tiene que coincidir necesariaste,Lo mismo ocurre cuando se hace una distinción de dos
mente con el de lo individual, por más que la doctrina de fonemas (o bien de dos haces de rasgos fónicos distintivos
Ginebra enseñe que “en séparant la langue de la parole, on contrapuestos). Se cuenta, por ejemplo, de un mozo de aldea
sépare du même coup ce qui est social de ce qui est indiy que se casó con una mujer vieja y fea, peto tica, yse comen
viduel”. La lengua, en tanto que posesión individual de la ta: “No pensó en la jaca, sino en la caja”. La metátesis de
persona hablante, o sea la norma lingüística individual, al: un fonema continuo con su correspondiente fonema interrup-
berga necesariamente ambos impulsos, el centrípeto y el cen- to es lo que, ceteris paribus, constituye el juego de palabras
trífugo, y también ambos componentes, el comunitario y elde dicho acto lingüístico. Con lo cual se muestra la inadecua-
particularista, pero también, en tanto que bien social, encie ción de la oposición usual entre la fonología como teoría de
rra siempre y necesariamente la lengua, como por lo demás la configuración de la lengua, y la fonética como teoría de la
ya vio Saussure, los dos impulsos mencionados: por una pare actuación de la lengua. La fonología es a la fonética como
te la force unifiante, y por otra parte l'esprit particulariste una teoría de la forma (o, correlativamente, de la función) es
Al dirigir la mirada hacia lo que el enunciado individual tie a una expresa teoría de la materia. La forma se arraiga en la
ne de individualizador, de secesivo, de personal, nos damos configuración lingüística, pero sin embargo se halla presente
cuenta de que el fonema, como cualquier otro elemento fos en todo acto de habla, ya que de otro modo éste no sería un
nológico, cae fuera de este dominio. Difícilmente buscaríad acto de habla, sino un mero balbuceo. Los sonidos son ob-
106 FONOLOGÍA Í La estructura del fonema 107
viamente un concepto material. Por el contrario, el fonema, ¡¿ctica, de las palabras con radicales sin sentido en el ejem-
como todos los demás valores glóticos, en la terminología de 19 inventado por Carnap, “unos pirotes carulean eláticamen-
Jespersen, es un concepto típicamente formal o funcional, te”, porque conocemos las desinencias gramaticales de estas
¿Qué distingue esencialmente al fonema de los demás vaf slabras. Cierto que ignoramos quiénes sean esos enigmáticos
lores lingüísticos? Y aquí tenemos que afirmar de entradas irotes, pero sabemos que se trata de alguien, que son más
entre todos esos valores, e incluso entre todos los valores del Je uno, que tal pluralidad queda indeterminada, que estén
mundo de los signos en general, el fonema ocupa un lugat setiyos, y que se nos manifiesta alguna (por más que desco-
muy peculiar, Toda frase, todo grupo de palabras (o sintag: pocida) manera con que realizan su enigmática actividad.
ma en el sentido del término de Saussure), toda palabra yl Aunque yo ignore la abreviación ruso-soviética kolxóz (de
todo componente gramatical de la palabra posee su propio oflektivnoe xozjajstvo “finca colectiva”), sin embargo, en la
significado positivo y constante. Es cierto que muchas veces medida en que sé ruso, comprendo, gracias al sufijo -ouskij,
tal significado puede ser muy general, muy hueco e implícito, qye kolxóvskij es un adjetivo que designa la pertenencia a
© sea necesitado de una especificación o complementación. jy enigmático kolxóx; análogamente, gracias al sufijo -nik
venida del contexto o de la situación, Un berlinés dice sim comprendo que con la palabra kolxóznik se designa a un
plemente “con” o “sin”, y en un café esto significará: “Sf agente, y con la palabra kolxózmica a un agente de sexo fe-
vame café con—o, respectivamente, sin—leche”, mientras menino.
que en una cervecería se tratará de pedir una cerveza rubia Un caso inverso es el de cuando entendemos los morfemas
con osin zumo de grosella. Pero el sentido general de ambas Jéxicos, o sea los radicales de las palabras, pero no logramos
preposiciones, la presencia o ausencia de cierto añadido, cond descifrar los morfemas formales. La actual lengua escrita
serva su validez, mordvínica contiene un sinnúmero de préstamos tomados
El peculiar lenguaje de los buhoneros rusos altera enoti del ruso, y en los periódicos mordvínicos encontramos frases
memente el léxico de la lengua común, pero conserva suf enteras compuestas exclusivamente por palabras rusas, de
réščut vo% modo que sólo son autécionas las terminaciones gramatica-
, un profano es incapaz de enteni Jes; y en tales frases, un ruso que no sepa el mordvínico sólo
der el sentido de las palabras, pero le es asequible el signi: encuentra comprensibles los significados léxicos de las pala-
ficado de las desinencias gramaticales: -uż es la desinencia bras (los significados “reales” en la terminología de Fortuna-
verbal de la tercera persona de plural del presente, e -y (més toy), mientras que los significados gramaticales (o “forma-
precisamente: el fonema /i/ sin palatalización de la consol Jes”, según Fortunatov), tanto los de orden morfológico
nante precedente) es la desinencia nominal del nominativd como los sintácticos, se le ocultan. Como ejemplo análogo,
plural. Con lo cual podemos distinguir entre sujeto y predi podemos construir sintagmas rusos con radicales pan-eu-
cado, y reconocemos en el sujeto un nombre y un significado! opeos
de plural, y en el predicado, toda una serie de significa
gramaticales: el de verbo, el de tiempo presente, el de ph interesy student-a
y finalmente el de tercera persona. Andlogamente, capta -naja -ka
el significado gramatical, o correlativamente la función si -utjes’ -ami
108 FONOLOGÍA La estructura del fonema 109
Quien no comprenda el ruso reconocerá que las tres combi una unidad significativa que forma una frase. Correlativa-
naciones encierran idénticos significados léxicos, reconoce:
dos pares de significados—el de interés y el de ser estudias
mente, la entonación ascendente, que apunta más allá, seña-
la que la unidad de frase significativa no se cierra todavía.
te—, pero le quedarán ocultos los tres significados gramati- La acentuación de palabras marca la unidad de la palabra y
cales, completamente distintos, de las tres combinaciones: el número de tales unidades en la frase; en las lenguas de
“los intereses del estudiante”, interesante [chica] estudian- acentuación libre, la gradación de energía de tales acentos
te’, “interesados por los estudiantes”. marca la jerarquía de las distintas palabras en la frase: el
Incluso en los casos en que, en un contexto de palabras grado reforzado corresponde directamente a la importancia
conocidas, oímos una de la que ignoramos todos los morfe- de la respectiva palabra en el enunciado. Si en la frase rusa
mas, no la damos por carente de sentido. La palabra es siem- xvali kúmu kumú, o en la correspondiente frase alemana
pre para nosotros una cierta unidad semántica, y en este lobe dem Gevatter die Gevatterin, el acento más fuerte re-
caso es una unidad semántica de significado nulo. En Hang cae sobre el primer nombre, la frase adquiere aproximada-
bre, la novela de Knut Hamsun, el protagonista inventa ung mente el significado: “al padrino es a quien debes alabar la
palabra nueva: kuboa. Y dice: “Tengo todo el derecho parą madrina”. Si el acento fuerte recae sobre el último nombre,
darle cualquier significado: ni yo mismo sé todavía lo que cambia el punto de partida del enunciado: “la madrina es
tendrá que significar”. Dicho brevemente, en cuanto cierto
grupo de sonidos queda clasificado como palabra, propende atuación
quien debes alabar ante el padrino”. Y finalmente, la acen-
reforzada del verbo altera de nuevo lo que la frase
a un significado unitario propio y podemos designarlo como destaca: “lo que debes hacer es alabar la madrina ante el pa-
una unidad significativa potencial. drino”.
Del hecho de que a toda palabra le corresponde en prin- Los elementos fónicos que caracterizan la frase—entona-
cipio una unidad semántica, resulta que todo procedimien. ción, acento, pausas, etc—no pueden desempeñar, dentro de
to fónico que sirve para señalar las lindes entre palabras o los límites de la función representativa del lenguaje, más que
para dividir en palabras una unidad semántica marca eo ipso una función segmentadora o una función subordinante (o
las lindes o el número de las unidades significativas. Por coordinante). La afirmación, hecha por muchos lingüistas, de
sí misma, una señal fónica de linde posee, pues, ici que en el lenguaje representativo se dan, al lado de los proce-
mente su propio valor semántico. En alemán, por ejemplo, dimientos fónicos distintivos de significados en la caracterís-
la vocal inicial de las palabras queda marcada por un ataque tica de las palabras, también elementos fónicos distintivos de
duro que no se da en ninguna otra posición. Dado este caso, significados en la característica de las frases, es imprecisa y
el ataque duro, o por ejemplo el acento inicial en finlandés, puede conducir a crasas confusiones: en el lenguaje represen-
es signo inmediato del inicio de palabra. La frase es una uni- tativo, los procedimientos fónicos de frase, caracterizadores
dad de significado supraordinada a la palabra, y todo proce- de frases, sirven única y exclusivamente a la delimitación, ar-
dimiento fónico que indica sus límites, sus divisiones o la ticulación y gradación de los significados, pero de ningún
jerarquía de sus componentes es a su vez un signo autónomo, modo a su distinción semántica, como es el caso en los proce-
Un ejemplo de ello es la entonación descendente, o sea la ll; dimientos fónicos distintivos caracterizadores de la palabra.
mada cadencia, que señala inmediatamente la conclusión d Por consiguiente, en el lenguaje representativo se dan dos
110 FONOLOGÍA La estructura del fonema rrr
funciones y clases fundamentales de procedimientos fónic tenido conceptual. Con razón decía Ferdinand de Saussure:
«Un mot peu être échangé contre quelque chose de dissem-
(x) distinción (procedimientos fónicos distintivos, o proce
mientos fonemáticos), (2) segmentación (procedimientos blable: une idée”. Los procedimientos fónicos que delimi-
nicos segmentadores): (a) culminación (signos culminativ tan, articulan y escalonan el alcance de la frase pueden, según
divisorios y jerarquizantes), y (b) acotación (signos de linde) Ją expresión de Saussure, intercambiarse por una correspon-
Podría tal vez pensarse que la entonación interrogative diente subdivisión en la cadena de los conceptos, la ento-
representa un especial significado de la frase. Pero result mación interrogativa por la pregunta, los procedimientos
por compleo injustificado elconsiderar la frase interrogativ; fónicos expresivos por la afectividad que expresan. Pero
como uno de los modos de la representación. La frase in ¿dónde se encuentra lo contrapuesto a la cara perceptible de
rrogativa no es ninguna representación, sino una exhortaci un fonema?
a la representación. El preguntar no pertenece a la función En contraste con todos los demás valores lingiifsticos, el
representativa, sino—en la terminología de Bühler—a hafonema no posee por sí mismo ningún significado positivo.
función apelativa. En la proyección esquemática sobre la Un morfema, una palabra incluso, puede componerse de un
critura, la oposición entre signo de interrogación y pl solo fonema; así en francés, por ejemplo, la a nasal funciona
también fundamentalmente semejante a la oposición ent como desinencia del participio de presente (cachant, allant),
signo de exclamación y punto. La entonación interrogativi o como un nombre (an); pero la a nasal de palabras como
la entonación exclamativa y todo procedimiento fónico entrer, vente, sang, etc., no tiene nada en común con los sig-
apelación y de exteriorización, se relaciona directa e inm nificados mencionados, mientras que una entonación interro-
diatamente con lo expresado. Asi, por ejemplo, el alargg gativa caracteriza siempre una pregunta, el alargamiento de
miento de la vocal acentuada y de la consonante pretdnig la vocal tónica en ruso es siempre una señal de emotividad,
en alemán (Jijeesus!), la regresión del acento en francă y el ataque duro en alemán no puede denotar más que el
(fórmidable!), significan de por sí la energía emotiva. TÉ principio de palabra
acentuación interrogativa simboliza la pregunta con indepest El valor lingüístico del fonema “a nasal” en francés, y en
dencia del contenido de la frase. Incluso puede darse la general el de cualquier fonema en una lengua, consiste sim-
tonación interrogativa sin palabras, realizada mediante plemente en su capacidad de distinguir entre un morfema o
mero murmullo. En los diálogos de la prosa novelesca o una palabra en que aparece y toda otra palabra que, ceteris
riodística encontramos a menudo tales especies de pregunt paribus, contiene otro fonema. Asf, por ejemplo, la palabra
representadas mediante un signo de interrogación precedi sang se distingue de son, saint, ça, saut, sou, scie, etc., y
de puntos suspensivos: ...? cachant se distingue de cachons, cacha, cachez, cachot, ca-
Todos los fenómenos lingüísticos mencionados corres; chou, etc., y an de on, un, ab, eau, août, etc. Si dos palabras
den al concepto de signo, según lo fijaron los escolásticos se distinguen una de otra por varios fonemas o por el orden
lo han revivido recientemente Gomperz y Bühler: ali de los fonemas, la función distintiva corresponde a los dis-
stat pro aliquo. La palabra, e idénticamente el morfema tintos fonemas y se divide por así decir entre los mismos,
sea todo elemento gramatical mínimo de la palabra, te: Las diferentes especies de funciones de la acentuación nos
puro o afijo), funciona como representante de un cierto col ofrecen instructivos ejemplos que aclaran, por una parte, la
E Nero La estructura del fonema 113
diferencia entre los elementos distintivos o fonemáticos de una indicación no sólo del hecho de la distinción de ambas
palabra, y todos los demás valores fónicos de la lengua p frases, sino también de la esencia de esta distinción, mien-
otra, La acentuación de la palabra marca, ante todo, la tras que los miembros singulares de la frase ponen de mani-
ticulación de la frase en unidades subordinadas: en el tus
festo una jerarquía de énfasis diferente,
hablado la frase xvali kámu kumi contiene tres acentos La fórmula “aliquid stat pro aliquo” es válida, como po-
palabra con tres unidades semánticas correlativas. En s Í demos ver, en grado parecido para todas las unidades par-
do lugar, en la mayoría de lenguas con acentuación fija l ciales, gramaticales y léxicas de la lengua; eso es, para todos
palabra la posición del acento en la palabra indica una de sy10S valores fónicos de la apelación y la exteriorización, para
ide de palabra (sip la acentuación
fronteras: ora el inicio aurai
va ligad,todos los
105P procedimientos
ie fónicos de frase, ee
para todas las e se-
a la sílaba inicial), ora al final de palabra (si se trata de ugiiales de demarcación, así como es también válida no sólo
acentuación constante de la última o penúltima sílaba). IpPara aquellas variantes fonemáticas combinatorias, que sirven
colocación de la acentuación expresiva señala, como hemp Pt la ei de las palabras, sino también para los
visto en los ejemplos franceses, la coloración afectiva. En procedimientos {eo de tipoauxiliat-asociativo. Asi, en la-
penúltima sílaba señala su cantidad
dos los ejemplos presentados la acentuación funciona con %® la acentuación de la oyente como re-
signo autónomo: aliquid stat pro aliquo. Pot otra parte, fp)» Ocasionalmente, podrá funcionar para el
posición de la llamada acentuación libre no posee en sí nightesentante de la misma. Aliquid stat pro aliquo,
gún significado independiente; sirve, sencillamente, para I},Correlativa a la distinción entre dos fonemas tenemos una
diferenciación de los distintos significados de las palabras! pce espuño y ua A la disti
Asi, por ej., kúmu es, en ruso, el dativo de krim ‘padrino’, ¡ón ea te entes: lstinción, deter y ate aadin exclamativa
Rumi el acusativo de kumé “madrina”. Pero en el par de pame io Peee y constante,enel
labras, papá, dativo de pó ‘pope’, y pápu, acusativo de pág dominio de lo expresado. A la distinción entre una señal de
‘papa’,
pap
la división de acentos entre los casos desinenciaje koy—corresponde
demarcación positiva y negativa—en expresión de Trubetz-
una distinción, determinada y constante,
gen. sing. vind del vino / nom. pl. vína, y porEn otra,
está en contraposición directa. Compárese, por una parté EN
gegeons Jativa
presencia
E >
sing. stáda ‘rebaño’ / nom. pl. stadá “rebaños”. cada y laausencia losunaelementos
a la distinción entre de linde defónicos
ls palabras
de tipo
5 -asociativo tenemos una distinción, determinada y
de estos pares de palabras y en muchos
nada) mdd ‘Varina’, plata ‘oto’ / plat més, como
‘cacns makean constante,o de qa tenemos
i tne disinción, deter y
edio ambiente fonemático. Pero equi
cogiciasd ul atini, Dee Toro palh cuento EOI 3
etc., la posición del acento distingue entre sí dos palaby le dist enereioe des Enrialts Sell y 2 ex-
con significación distinta. La posición de la acentuación libn “vamente el hecho de una distinción de significado, mien-
en la palabra significa, pues, exclusivamente que se da un s que elel contenido r
conte de esta distinción de significado no es
distinción, sin por ello poseer ningún significado constanté” determinado ni constante. Como ya había visto santo To-
propio. Los procedimientos fonemáticos distintivos difieren?“ de Aquino, de modo muy penetrante, se trata de signos
en este punto esencialmente de los procedimientos fónicy “vencionales (significantia artificialiter), que se dan ad
característicos de frase. Cuando dos frases se diferencian, ad *@tificandum, pero que en símismos no significan nada.
teris paribus, por la posición del acento de la frase, tenemg E! lingüista húngaro Julius von Laziczius, quien agrupa
114 FONOLOGÍA La estructura del fonema 115
los recursos fónicos que sirven a la apelación y la exterig ma de contraposiciones morfológicas y similares se funda en
rización bajo la denominación de “enfáticos”, estima el significado (signatum), a la vez que el sistema de las con-
la distinción entre los fonemas, de una parte, y los enfaty traposiciones fonemáticas radica en el significante (signans).
cos y las variantes combinatorias, de otra, no son “del orde La duplicidad del contenido concreto distingue, respecto
de los principios, sino sencillamente de lo derivado (gra de los fonemas, no sólo los demás valores de la lengua, sino
duell)”. Pero esta postura es absolutamente insostenible, El todos los valores del mundo de los signos. Así, por ejem-
fonema difiere esencialmente de los demás valores de la lenplo, la oposición entre negación y asentimiento (signatum)
gua, y puesto que el objeto más propio y fundamental de li es correlativa a los movimientos de sacudir o inclinar repe-
investigación de los sonidos se efectúa desde el punto de tidamente la cabeza (signans) en el lenguaje de los gestos.
vista de sus funciones lingüísticas, eso mismo ocurrió en loy Trubetzkoy traspone al edificio de un sistema fonemático
primeros pasos de esta ciencia moderna con su temática los resultados a que le lleva un análisis preciso del sistema
orientadora aunque absolutamente dominante, lo que es un alfabético. Pero también aquí se impone una distinción esen-
error. Los valores lingüísticos, dice Saussure, se estructu- cial y de gran trascendencia entre ambos valores: también el
ran siempre como sigue: (1) “par une chose dissemblable grafema se contrapone de manera doble en su contenido con-
susceptible d'être échangée contre celle dont la valeur est} creto al fonema. Así decimos, por ejemplo: œ indica el fo-
déterminer; (2) par des choses similaires qu’on peut com nema /a/. Con otras palabras, el grafema contiene una ima-
parer avec celle dont la valeur est en cause”. Incluso up gen óptica en el plano del significante y un fonema en el
fonema tiene, en este sentido, una doble cara, pero lo alplano del significado.
rioso y sorprendente está en que lo correlativo de nna dis La afirmación de Karl Bühler, según el cual la función
tinción fónica, determinada y constante, entre dos fonema: propia del signo de los fonemas no se presenta únicamente
es el simple hecho de una distinción de significados poten en el lenguaje fónico, sino que nos es conocida por la vida
cial, y de ninguna manera una distinción de significados de diaria, es asimismo impugnable. Los ejemplos típicos que
terminada y constante. Para decirlo con Husserl, en el ig Bühler somete a examen, como Warenmarken (‘marcas de
nema se nos da el acto que prodiga la significación, pero productos”), Briefmarken (‘sellos’ = lit. “marcas postales”),
modo alguno el acto que la produce. Una distinción de etc., son, sí, signos distintivos, pero en contraposición al fo-
fonemas contiene siempre dos distinciones concretas y nema posee cada uno de ellos, al lado del valor distintivo
vocas, a saber, en el plano del significante (sur le plan di negativo, también su significación positiva propia, determi-
signifiant) una distinción de dos formas externas, y en nada y constante. Así, por ejemplo, un sello de 20 dre no
plano del significado (sur le plan du signifié) una distincit señala simplemente el hecho de un valor que difiere del de
de dos significados generales. Por el contrario, una dist los sellos de 30, ro 6 7 öre, sino que indica sobre todo el
ción entre dos fonemas sólo contiene una distinción con franqueo de una carta con destino al extranjero. El fonema
y unívoca y aun en el plano del significante (signans), es sencillamente un signo distintivo puro y simple. El único
como una mera capacidad de diferenciación, y por lo ts contenido fonemático lingüístico o semiótico válido es el con-
un número indeterminado x de distinciones concretas en traste ante todos los demás fonemas de un sistema dado. El
plano del significado (signatum). Por consiguiente, el sist solo valor del fonema /a/ es su significado distintivo frente
116 FONOLOGÍA q
La estructura del fonema 117
a los demás fonemas en la misma posición. Éste y sólo és La tesis del Cours de linguistique (“les phonèmes sont
es el aliquo de la fórmula escolástica dilucidada con respe
al fonema. avant tout des entités oppositives, relatives et négatives”)
constituye el punto de partida de la fonología. Pero si Saus-
2 sure redujo el significativo descubrimiento de las unidades
opositivas, relativas y negativas al plano de los valores fóni-
El Cours de linguistique del Maestro de Ginebra es sin du cos
alguna uno de los libros más importantes y fecundos de su de la lengua, traspuso mecánicamente los resultados de
lingüística general. La ciencia produce dos tipos de obri análisis fonológico al mundo global de la lengua y de los
maestras: por una parte están los trabajos que recogen y co.signos. En la medida en que los fonólogos tendieron a se-
ronan las aspiraciones, progresos y fundamentos de una es.guirle en este punto se dejaron extraviar porque no supie-
cuela, ofreciendo de este modo una doctrina acabada y pop fom sacar las conclusiones básicas correspondientes de la fe-
entero madurada (como ejemplo de esta clase podríamos meg cunda definición que hemos citado. Saussure estaba entera-
cionar los Prinzipien der Sprachgeschichte de Paul). A esta mente en lo cierto al considerar el fonema como un simple
obras de síntesis podemos contraponer las obras que señalan, "eurs distintivo, Pero se equivocó al querer generalizar la
más que la feliz conclusión de una corriente, el prometedog idea y enseñar que en lalengua no se daban más que distin-
comienzo de otra. En lugar de darnos un edificio acabado, dones sin elementos individuales positivos. Así, por ejemplo,
preanuncian un período turbulento y agitado, la introd: afirma que el valor de las letras es sencillamente negativo y
ción a grandes rasgos de una investigación y construcción diferencial, y que lo único esencial está en que un signo no
nuevas. El mencionado libro de Ferdinand de Saussure pescoincide con los demás. Asimismo en el terreno de las dis-
tenece a esta clase. No es ninguna conclusión de síntesis detinciones gramaticales supone que “tomadas aisladamente ...
las obras completas del maestro y sus contemporáneos; d
contrario, se trata de un audaz intento por superar la heret Cierto es que la existencia del sistema alfabético es una
cia de una escucia con sus hábitos metodológicos propios y, condi ria del o ticular de cad, a indivi.
abrirse camino hacia una concepción nueva. No son norma dual, pero no por ello es este valor particular menos rele-
doctrinales definitivas, sino innovadoras hipótesis de trabajo vante. La letra æ tiene que diferenciarse de las letras 8, y,
y agudas intuiciones lo que constituye el contenido de esta etc., pero lo esencial está en que la letra œ señala el fonema
brillante obra. El libro se encuentra en la línea divisoria de /a/, y que toda letra individual posee su valor propio y po-
dos épocas y dos tendencias; de ahí que un libro semejant sitivo. La imagen óptica funciona como significante y el fo-
por genial que sea, no puede nunca estar libre de contradie nema como significado. La existencia del plural como dato
ciones. Pero sería peligroso y equivocado, o mejor dicho, es lingüístico presupone, claro está, la existencia del singular
peligroso y equivocado, tomar—como tan a menudo ocur ‘como
dato contrapuesto. Pero lo determinante de la forma
por desgracia—este Cours de linguistique como un compel de plural, su justificación propia en el seno de la lengua, es
dio, como una doctrina acabada y o bien tratar de oculta su valor positivo propio: el de señalar la pluralidad. Desde
sus contradicciones o bien, y como consecuencia, ignorar el punto de vista sincrónico no podemos decir, pues: “pris
que el libro tiene de fundamental. isólément, Nächte n'est rien”, ya que es una marca indepen-
diente e inmediata de una pluralidad concreta; pero sí pode-
118 FONOLOGÍA La estructura del fonema 119

mos y debemos decir “pris isolément, le phonème a de entorno diferente. Las unidades lingüísticas, designadas
n'est rien”, ya que lo único válido aquí es su oposición a la/mediante estos procedimientos, funcionan en la elocución,
o nasal, o la a no nasal, y así sucesivamente, ‘claro está, como signos. A la misma clase de los procedi-
Saussure considera de tres maneras diferentes cada unidad: mientos de demarcación pertenecen también todos los demás
del mundo de los signos, cada valor de los signos: dans sa: elementos de la fonologia sintáctica, los cuales remiten a los
totalité, dans son aspect conceptuel et dans son aspect ma- signos, eso es, a las unidades lingüísticas, palabras y frases,
tériel. Si una traducción literal no es siempre posible, sí lo mientras que indican su orden en la elocución. A la misma
es de acuerdo con el sentido: desde el punto de vista de Ja clase, y bajo el punto de vista del significado, pertenecen
designación, del significado y del significante. también los fonemas. Su misión consiste en distinguir pala-
Bajo el punto de vista de la designación, es decir, de la bras. Los fonemas remiten, pues, al signo. Los fonemas fun-
correlación entre significado y significante, el fonema, como cionan, pues, como signos de las palabras, como signos de
se sigue de lo que venimos diciendo, se opone fundamental fos signos, y como son componentes de estas palabras, po-
mente a todos los demás valores semióticos. Bajo el sa demos decir con Bühler que los fonemas funcionan como
de vista del significado podríamos dividir, para nuestro pro: signos cabe a (an) signos. A la misma clase de los valores
pósito, todos los valores semióticos en tres clases fundamen: semióticos pertenece, a nivel de signo gráfico, la llamada es-
tales: ctitura logográfica, por ejemplo la del chino, en la que un
Primera clase: El significado funciona en el enunciado agrafema representa una palabra, o un morfema. A decir ver-
en términos más amplios, en el mensaje, como contenido, dad, un grafema logográfico no pertenece a la palabra como
Toda frase, toda palabra, toda forma gramatical, todo mor ocurre con el fonema, y por lo tanto no puede definirse en
fema pertenece a esta clase. Cada una de estas unidades po: modo alguno como signo cabe al (am) signo, aunque remita
see su significación propia, por muy general y defectuosa igualmente a la palabra, Una distinción entre dos grafemas
> Els » fenciona siempre, aquí, comd chinos indica inmediatamente nna distin n entre das e
contenido. Asimismo hay que integrar a esta misma clasé bras; un símbolo logográfico puede, al igual que el fonema,
—bajo este punto de vista—todos aquellos procedimientos definirse como signo del signo.
que sirven a la apelación o a la exteriorización. La afectivic Tercera clase: El significado funciona en la elocución, o
dad, la autoexpresión del emisor, su actitud para con el reen el mensaje, como signo de un signo. Los valores se-
ceptor, todo eso pertenece al contenido del mensaje. Así Josmióticos de esta clase son por así decir signos de tercer gra-
gestos como la escritura pictográfica, por ejemplo, la pict do. Así, por ejemplo, una letra de nuestra escritura designa
grafía de los indios, señalan igualmente el contenido de mabásicamente un fonema, En otras palabras: un grafema se-
nera inmediata y pertenecen pues a los valores semióticos deñala aquí un signo del signo. Esta gradación podríamos ilus-
la primera clase. trarla de la manera siguiente:
Segunda clase: El significado funciona en el enuncia
o en el mensaje, como signo. Así, por ejemplo, los pro
mientos de demarcación de la fonología señalan frases,
tagmas, palabras, en una palabra, las unidades lingiifsti
120 FONOLOGÍA La estructura del fonema 121

los hechos fonemáticos, así como el campo de la fonología


Contenido, sintáctica. Esta delimitación se justifica enteramente desde el
1. ¢Morfema 7 Í punto de vista del significado: la teoría de los signos de los
2. `Fonema. Signos | signos se distingue fundamentalmente de la teoría que tiene
a mmea d | por objeto los signos de los contenidos, Los signos de segan-
L do y tercer grado difieren netamente, pero tienen un rasgo
-esencial en común: son dos especies diversas, signos de los
Una variante fonemática meramente combinatoria es asimig. signos por una parte, y signos de los contenidos por otra.
mo un signo de tercer grado, pero en contraste con la letta Así, las variantes fonemáticas combinatorias forman parte de
no solamente es un signo del signo de segundo grado, sing la fonología, por lo que habrá que examinar de modo con-
también un signo cabe a tal signo. El único valor lingiifsticg secuente la diferencia entre fonemas y variantes, tanto desde
consiste, como ya hemos dicho, en la función llamada ase el punto de vista de la designación como del significado.
ciativa, eso es, en la señalización del entorno fonemática —Laziczius quisiera que la teoría de los procedimientos de
Por ejemplo, la variante más abierta [$] del fonema dang la exteriorización y de apelación formara un todo con la
/6/ señala la proximidad de una /r/, incluso en los = fonología. Por su parte, Trubetzkoy rechaza esta proposi-
en que la /r/ puede elidirse. Jespersen censura la equipara, ción. Para ello pone de manifiesto la desproporción cuantita-
ción de las dos variantes de rimas como rønne [róno]/ tiva entre ambos dominios, aunque aquí la desproporción es
skønne [skönə]. La transcripción fonética científica procure primero y ante todo de orden cualitativo. Los ‘enfáticos’, en
reproducir cada variante combinatoria por medio de un sim la denominación del estudioso mugiar, son signos inmediatos
(ennuestro caso [6]). Estos símbolo; de los contenidos, mientras que los procedimientos fóni-
bolo gráfico particular
remiten también a los signos de tercer grado y por consi cos, de los que se ocupa la fonología, son sin más signos de
guiente hay que considerarlos como signos de cuarto arado? los signos. Bajo el punto de vista del significado la estilística
de los sonidos: se ocupa de los procedimientos de ape-
3 Variantes combinatorias | lación y exteriorización—, así como la estilística en general,
4 Escritura fónica está más próxima de la gramática, ya que en los enfáticos,
lo mismo que en los morfemas y otras unidades gramatica-
En la práctica, los signos de cuarto grado sólo muy raramen les la forma fónica designa directamente un contenido. Sólo
te se emplean. i bajo el punto de vista del significante (signans) poseen los
Tomando en cuenta la división llevada a cabo podriam procedimientos de apelación y exteriorización un distintivo
de paso abordar la polémica cuestión del alcance de la fo; común con los valores fonológicos, distintivo que los separa
logía. La tendencia consistente a reducir la fonología a de los procedimientos gramaticales. Los morfemas consisten
teoría de los hechos fonemáticos halló su justificación en en signos de segundo grado, eso es, en fonemas, mientras
peculiaridad del fonema respecto de los demás valores li que el lado material, tanto de los fonemas como de los en-
gúísticos bajo el punto de vista de la designación. Actu féticos, no se deja resolver en signos de un segundo grado
mente la investigación fonológica suele abarcar la teoría ulterior,
122 FONOLOGÍA La estructura del fonema 123

El tipo y modo de la correlación significante (signans) y¡¡g entre dos formas fónicas. Pero sea lo que fuere, al darse
significado (signatum) es para el fonema, como hemos viston contraste entre dos valores semióticos mediante una opo-
completamente específico, y este tipo específico de la desigd;ción en el plano del signatum, esta última será determinante
nación juega en la totalidad del sistema de los fonemas unjeJa posición de estos valores semióticos en el sistema de
papel determinante, Para todos los demás valores de la len<gjgnos correlativo. Todo eso vale para todos los valores se-
gua o de los signos vale la afirmación de que cada signans mióticos fuera de los fonemas y esta distinción separa de
es remitido al signatum correspondiente por su contenido ppgnera bien determinante el sistema de fonemas del de los
constante. El signatum está efectivamente más cerca del ob-bnfáticos.
jeto de la elocución que su signans correspondiente. Por con. El fonema, como acabamos de exponer, no posee a nivel
siguiente éste se subordina jerárquicamente a aquél, sobregesignatum contenido positivo alguno. A nivel de signatum
todo al tratarse de signos del contenido, por ejemplo, morfe:yn par de fonemas no presenta, pues, ninguna oposición
mas o enfáticos. Dos valores semióticos están en contrapa concreta. Mientras las oposiciones de todos los demás valo-
sición correlativa cuando existe una oposición en el plang res semióticos vienen determinadas por las oposiciones de su
del signatum. A una tal oposición puede corresponder ung significado (signatum), en los fonemas sólo se imponen las
oposición real en el plano del signans. Así, a la línea de oposiciones de su significante (signans), y Únicamente estas
cendente de la entonación conclusiva se contrapone la lin posiciones determinan la posición de los fonemas individua-
ascendente de una entonación de continuación, o el gesto deles en el interior del sistema fonológico. En el par de formas
cabeza afirmativo, el gesto de cabeza negativo. En los Bal.checas /snu/ “del sueño” : /snú/ ‘de los sueños”, el contraste
canes, el significado de los movimientos de cabeza está disedel morfema desinencial ‘a breve’ y del morfema desinenciul
tribuido inversamente. Un movimiento horizontal de cabeza ‘y larga’ viene determinado por la oposición de los significa-
significa ‘sf’, mientras que un movimiento vertical significa dos de singular y de plural, mientras que la oposición de la
‘no’. Ahí vemos que no se trata más que de una correlación y; breve y de la w larga en cuanto dos fonemas se reduce al
entre estas dos oposiciones: la distribución de significaciod contraste entre dos propiedades fónicas, la brevedad y la
nes de los signos es arbitraria, Los pares de signos mencio- longitud. El que los fonemas sean simples procedimientos
nados contienen una oposición doble: por una parte conclu- distintivos sin marca alguna positiva sólo estriba propiamente
sión/continuación, afirmación/negación a nivel de signo MESsus oposiciones.
por otra, líneas ascendente/descendente, movimientos ver- Todo signans, correlacionado con un signatum único, cons-
tical/horizontal a nivel del signans, Pero una oposición oral tante y positivo, está estrecha e insepatablemente vinculado
a nivel del signatum se conjuga de múltiples maneras con con él, y es precisamente gracias a esta vinculación que el
una simple diferencia a nivel del signans. Si, por ejemplo,! signans es fácilmente recognoscible. Numerosos experimen-
dirigimos la mirada a la oposición, existente en latín, entre! tos han demostrado que los perros son capaces de reconocer
las desinencias del nominativo singular y plural —pongamos Jas señales sonoras más finas. Si un perro recibe su alimento
por caso -45/-i (dominus/domini}—, nos damos cuenta de constantemente acompañado de una señal en un todo dado, y
que aquí, a una oposición lógica entre significación de sin’ nunca en otro tono, estará en situación de reconocer y va-
gular y significación de plural, corresponde una sola diferen# lorar la menor diferencia tonal, como afirmaron los biólogos
124 FONOLOGÍAP La estructura del fonema 125

rusos de la escuela de Pavlov. Investigadores italianos mg itivo, se utilizan para diferenciar las sefiales de una lengua
traron que también los peces acusan esta capacidad: al pat da. Un sinnúmero de ejemplos podrían aducirse sobre el
cer, distinguen con una seguridad asombrosa señales sonor, cho de que las mínimas diferencias fónicas, en cuanto son
parecidas por su significación. A una señal sonora dada, 'onemáticas, todo nativo sin excepción las capta con una
peces del acuario recibían su alimento; a otra señal, apen exactitud naturalísima, mientras que un extranjero, ni que
distinta de la primera, se les molestaba; a las demás, nad” trate de un observador advertido, o siquiera un lingüista
ocurría, Tras un breve aprendizaje, los peces reaccional profesión, no alcanza a notaras, o sólo con gran dificul-
a esta lengua de señales. En el primer caso se asomab d las distingue, porque estas diferencias no juegan ningún
en el segundo se escondían, y ante los demás tonos se quel papel en su lengua materna.
daban impasibles. Como decíamos, los peces reconocen La distinción entre consonantes palatalizadas y no palata-
señales sonoras según su significación; mas precisa y excl adas es fonemática en ruso y sirve para distinguir las pa-
vamente, mediante su significación, gracias a la asocia bras, de modo que todo niño ruso percibe y explota tal
mecánica constante entre el significado y el significante, inción. Para un ruso es tan visible y notoria como para
psicología experimental nos enseña que, por más irreduct
bles y desordenados que sean, estaremos en condición d dondeada, entre ø y e. Pero esta misma diferencia entre con-
para un ruso
onantes palatalizadas y no palatalizadas, que
suenan bien distintas y perceptibles, es para un alemán o
checo, pongamos por ejemplo, casi imperceptible e in-
nificaciones, funcionando así como señales, De otro modo n istonte, como repetidas veces he podido observar. Tome-
tales impresiones sonoras, irreductibles y desordenadas,
no tener parakn. nosotros os el par de palabras ma dd : bias) an
significación determinada3 alguna,
emra minginvalez stlado independiente,porSvan alemán
atiesa, Pcs
sia sangre, Un aso ds ore
nina’ Fa ñ ación de la consonante final, significa ‘refugio’; krov’,

destecowlar; no llega a saber si se wata ae


ya dijimos,deten
De por ‘sí, como teika notos tienen
los fonemas y dl pays
que elSeta
ruso indudablemente un error
tiene un oído más cabal que deducir
fino. Lo deellode
esto pone
nesotos ninguna significación determinada, y
acústicas existentes entre ellos son a menudo tan sutiles
na anifiesto es una orientación diversa, orientación determi-
finas que su captación representa para los aparatos cenafsigpade por eles sistema fonológico de la lengua en cuestión
labor complicada. Los
una ez a por ejemplo
acústicos, decisivo es lala distinción
eeel mode, o Setisivo distinción significdel
signifi fonema P:palata-
ativa
de . do respecto del no palatalizado en la lengua rusa.
mo Investigador
capacidad del rasohumano,
oído Mie,que afitman
llega a sorprendidos
captar esta «usb cy sy Sagem repesidamente babia subrayado, 16 doc
variedad
ber A ea B nte todo cuenta no es el contenido fónico de un fonema en
algunoonemas sin Cificultad,
nos hallamos
pun
aquíesantealgouncasiprecioso
A
enigmático.
don deEn índole
moddi no su contraposición a los demás contenidos fonemáti-
“cos. No es el fonema en sí, sino la contraposición fonemáti-
meramente acústica. Lo que distinguimos en el habla no sol,
diferencias sonoras, sino diferencias fonemáticas, eso es, d , O el fonema en cuanto elemento de contraposición (/’op-
ferencias que, de por sí, sin señalizar algo determinado y pd position et l'opposé), lo que desde el principio fue el pilar,
126 FONOLOGÍA La estructura del fonema 127

el concepto primario de la investigación fonológica. Al el valor positivo de los caracteres, conociéramos la significa-
bien, si el contenido fonemático comporta en sí, de me ción de todas las palabras de los textos coptos en cuestión,
necesario, el concepto de contraposición, o sea del conteni en los que los caracteres funcionarían simplemente como me-
contrapuesto o, lo que más, si a este concepto se reduce; sos signos diferenciadores. El desciframiento del alfabeto
la fórmula saussuriana tout est opposition es aquí realmer será indudablemente más llevadero que en el primer caso,
válida, luego lo procedente sería derivar de ahí las co pero notablemente más difícil que en el segundo. La tarea
cuencias lógicas. Primero, un elemento real de una oposici será tanto más factible cuanto menores y más ordenadas sean
no puede ser pensado sin el otro. “L’un implique l’autre”, las diferencias exteriores a que se reduzca la variedad de los
gún la acertada expresión del notable filósofo del lengu: caracteres. Pero si el sistema de escritura es por lo general
holandés, H. J. Pos. ¿Vale para el par fonemático esta eyenmarañado y en modo alguno se deja reducir a un pequeño
presión? Examinemos por ejemplo la relación entre dos fynúmero de simples oposiciones ópticas, la labor será extraor-
nemas vocales, /u/ y /a/. Es indudable que podemos per dinariamente difícil como puede pensarse. A un niño sordo-
sar el uno sin que por ello tenga que aparecer el otro. Uy mudo se le podrían enseñar la significación de las palabras
distintos conceptos oposicionales son a w# respecto igualey escritas, como se enseñan a los niños normales la de las pa-
los conceptos ‘padre’ y ‘madre’, ‘dia’ y ‘noche’, ‘caro’ y ‘byJabras habladas. Pero la práctica de la educación de los sor-
rato”, ‘grande’ y “pequeño” se presuponen uno a otro. Pero mdomudos nos enseña que semejante tarea es casi imposible.
así /u/ y /a/. ¿Significa eso que consideramos la relación El problema que presenta muestra adquisición de las dife-
nemática simplemente como oposición, y que ahí nos hirencias entre fonemas es fundamentalmente parecido. Tome-
llamos ante meras distinciones, dualités contingentes, y elmos un sencillo ejemplo. El sistema vocálico del turco os-
modo alguno ante oposiciones de verdad? Dejemos provisiy manlí contiene 8 fonemas:
nalmente la pregunta abierta, y pasemos al segundo pt on3 e
La diferencia fonemática, la oposición distintiva, se pr a f B f
senta por lo común como el punto de partida, el valor fup
damental de la fonemática. Estas distinciones imponen sed Estos fonemas forman entre sí 28 diferencias binarias.
ras exigencias a su percepción, ya que no están constanti Si estas diferencias fueran de verdad valores primarios e irre-
mente vinculadas a ninguna distinción de significación unity ductibles, siendo el fonema en sí lo secundario y derivado,
tia. Luego sería de esperar que el número de estos valore sería extraño que los valores primarios presentaran un nú-
elementales inmotivados fuera, correlativamente, limitado, mero superior al de los derivados. Asi nos encontramos ante
‘A modo de ilustración planteemos la cuestión de manet una segunda contradicción aparente, Pero esta suposición es
óptica, Supongamos que queremos penetrar una escritul defectuosa a todas luces: los fonemas /o/, /a/, /8/, lel
desconocida, la copta por ejemplo. La labor nos será extri se contraponen a los fonemas /u/, /1/, /ii/, /i/ como
ordinariamente difícil si para nosotros no pasa de ser unabiertos a cerrados, los fonemas /o/, /u/, /a/, /i/ a los
retahíla de arabescos sin sentido. Pero si para nosotros califonemas /ö/, /ü/, /e/, /i/ como posteriores a anteriores,
letra tiene un valor positivo único y constante, la tarea sely los fonemas /o/, /u/, /3/, /ü/ a los fonemas /a/, /1/,
fácil. Pero podría darse un caso intermedio, que ignorand /e/, /i/ como redondeados a no redondeados.
ze penoatee La estructura del fonema 129
Toda lengua explota en vistas a la diferenciación de las
palabras estas oposiciones: de una parte individualmente, de
otra, por haces. Por ejemplo, en turco el contraste de los
Las supuestas 28 distinciones vocálicas del turco osmanlí fonemas /o/ :/u/ y también /u/ :/ü/ contiene una oposi-
resuelven en tres oposiciones básicas: abiertas y certa ción vocálica, el contraste /o/ :/ú/ forma un haz de dos
oposiciones vocálicas, y el contraste /o/ :/i/, tres, Así el fo-
anteriores y posteriores, redondeadas y no redondeadas.
estos tres pares de rasgos irreductibles y distintos se cons
nema se presenta como una unidad compleja, como un haz de
cualidades distintivas o, dicho de otra manera, fonemáticas.
yen todos los 8 fonemas vocales del turco osmanlí. Así,
La cualidad fonemática es una unidad mínima, irreductible,
ejemplo, la o turca es una unidad compleja que contiene dog
í del sistema lingüístico de los valores distintivos.
contraposiciones: entre cerradas y abiertas, y entre redom
Las cualidades foneméticas, o sea los fonemas, son signos;
deadas y no redondeadas. No solamente estas distinciones indican algo. Poseen pues, un signatum y remiten a un ob-
los fonemas vocálicos turcos, sino todas las distinciones de’
jeto. Bajo ambos puntos de vista son signos sui generis, Pri-
todos los fonemas de todas las lenguas se reducen sin més
simples oposiciones binarias, y de modo correspondiente Dres oemel o aon sea A
reducen todos los fonemas de todas las lenguas—vocálic
del gran lingüista sueco Noreen, signos de segunda mano.
así como consonánticos—a irreductibles cualidades dist
Remiten a signos, eso es, morfemas y palabras. Un fonema
tivas. No son los fonemas, sino las cualidades distinti
dice de la palabra a la que pertenece, que esta palabra, por
aquello que aparecen como elementos primarios de la f su significación, se distingue de las demás. Los fonemas no
son signum stat pro signo, como ocurre con la escritura chi-
logía de las palabras.
De esta manera se desvanecen las supuestas contradicci
“na, en la que cada carácter representa una palabra, o sea un
signo ausente. Por el contrario, los fonemas remiten a un sig-
nes. Las oposiciones de los rasgos distintivos son en verd: f incionan como diacríticos, ci mo si s cat
oposiciones binarias lógicas, y cada uno de los elementos des
a signos, según la contundente fórmula de Bühler. Así el
oposiciones encierra necesariamente su elemento opue fos
nema está en relación con la palabra como la parte al todo
o. Los fonemas abiertos no pueden concebirse sin los y simultáneamente como signo a su objeto. Desde este punto
e los posteriores sin ilos anteriores, fe:losDéredondeados
log no redondesde solici sin”,"de vista los fonemas, o las2 cualidades 4 fonemáticas, sonp pa-
o redondeados, y así sucesivamente. Larelación exif cidos a los demás procedimientos fónicos de representa-
tente dos
entre fonemas es, por el contrario, compleja y PUBGn; pero en lo tocante a su signafun, como vimos, se con-
a lio laa seat fo traponen netamente a los demás valores lingüísticos y semió-
ciones quefoneméticas
mientras el de las superior oalde desusfonemas;
cualidades tedistintivas
es naturalmen +. elsí fonema,
oposi 4. por nada positivo, cualidad
o sea laúnico y constante
,
fonemática
més que
dice en y
no el simple
ciones es significativamente menor. El hecho de que estl i ¿o de la alteridad (altéritó, según el término filosófico
oposiciones distintivas, por más que en sí carentes de si
francés), Pertenece a las antinomias dialécticas més excep-
ficado, sean numéricamente tan limitadas, reposa como
indicamos en una base enteramente psicológica.
yi;
¡onales y esenciales de la lengua el hecho de que este siste-
de signos, el más rico de todos a la vez que único, esté
130 FONOLOGÍA La estructura del fonema 131

constituido por unidades fundamentales vacías y negativa yea /ö/, y es sonido apagado (o redondeamiento) frente a
¿Cómo es posible que habiendo entendido prácticament /a/. Charles Bally tiende teóricamente a buscar en el camp
de Ja fonología un correlato perfecto al cumul des signifiés,
mal las cualidades distintivas y sus oposiciones, se haya sel
guido interpretando el fonema como la unidad fonológid) nerose lo impide una dificultad aparente: “il est impossible
más simple? Al parecer existen dos razones para ello, Po de prononcer deux sons à la fois”. Es indudable que no se
una parte, la investigación fonológica, y en especial el producir a la vez dos sonidos lingüísticos, pero sí
lisis fonemático, no podía desprenderse en sus primeros pal dos y más propiedades fónicas. El fallo lógico evidente no
sos de su materia prima. Los distintivos fonológicos rele arranca de Bally, sino ya de su maestro.
vantes permanecían a veces ocultos y varias especies de Es digno de notar que Saussure haya tocado realmente el
nemas, especialmente las llamadas series básicas (Grundl problema del análisis fonemático y el de las propiedades di
reihen) de consonantes, parecían erróneamente no acusq rintivas, por más que su tesis contradictoria, de que el sig-
propiedad polar alguna y así evitar totalmente las oposicik qificante sólo sigue una línea temporal, le haya imposi
nes binarias de las cualidades distintivas. Por otra parte
“segundo axioma” saussuriano—caractére linéaire du sigi los elementos diferenciales de los fonemas (éléments diffé- posibi-
fiant—ha actuado hasta hace poco de freno. 'rentiels des phonèmes), pero súbitamente excluye la
Lo extraño es que este axioma desorientador haya p de pronunciar simultáenamente dos elementos, exp!
sobre la escuela de Ginebra, que atribuye a la llamada “i ndo que se trata aquí de un único acto de emisión fónica.
taxis”, eso es, a lo no lineal de la lengua, un valor tan fi mo se determina luego esta unidad? La cadena fónica
de lo común. Charles Bally, el fiel discípulo de Saus (chaine phonique) se fracciona, sus fragmentos se caracterizan
combatió duramente la idea simplista de que el discurso gpor la uniformidad de laimpresión acústica, y el acto de emi
tía por lo general lineal mientras que los signos lingiifstiog si6n fónica correspondiente se concibe como unitario, La uni-
estarian ligados “par simple juxtaposition”. Señaló con jag ad e (reduciikiité) del acto de emisión
plos clarísimos la acumulación de los significados. En efegigitónica queda así identificado, por decirlo condestérminos saus-
tn simple signans irreductible y temporal puede aunar a [[SUtanos, en el eje de las sucesion es (Vaxe succesivi tés),
vez iciertos valores aque se pueden sepata?
e claramen Pat MAMI tro deo Ginebra—, POr sy abi nada estriba a tal
ati el ense fundamen
deduces ae
ción oposiciones
mediodeldeantosus latino correspondientes:
está contenida en ladetermita
la significación UN Meet
© irreductibilidad de estea acto en el eje de las simul-
isnificación del sf lades (l'axe des simultanéités).
mera persona, contrapuesta a amas; la significación del sit 7, Reinders de Ferdinand de Saussure se demuestra en
gular, contrapuesta a amamus; la de presente, conttapues# aye planteó netamente la cuestión cardinal del factor tiempo
a amabam, etc, Con un método parecido hemos establecidfer | lenguaje. La debilidad de su tiempo se muestra en que
un fenómeno por entero paraleloenel plano del significamiltamnoco el clarividente lingüista no pudo salvar aquí sus
fenómeno que podríamos llamar correlativamente cumul d ntradicciones, y él, que siempre había destacado el carácter
signifiants. La /o/ turca contiene una saturación máxi valor de la lengua y sus componentes no se percató de
(o abertura) frente a /u/, oscuridad (o posterioridad) fréfque también el tiempo se convierte en valor en un sistema
132 FONOLOGÍA La estructura del fonema 133

de valores. Los dos ejes, que Saussure claramente disti Los esfuerzos de Saussure por reducir la lengua (langue)
—el de sucesiones (AB) “concernant les rapports entre auna dimensión, a saber la del eje des simultanéités, son
ses coexistantes, d'où toute intervention du temps est erróneos igual que su intento similar de reducir—más rara-
clue” y el de simultaneidades (CD): mente, pero de modo opuesto—todo signo lingüístico a un
oloeje,el de sucesiones, Los fonemas, morfemas, elementos
a 4 5 Mela frase, “contraen—en la formulación saussuriana—rela-
— + iones entre sí, que descansan en el carácter lineal de la len-
i Esta concatenación de las unidades en alternancia o
forman parte integrante y constitutiva de la imagen ling it jón “sintagmática”, como la Ilama el Maestro de Gine-
tica en cuanto tal. Saussure trazó un signo ecuacional eng es obviamente idéntica al eje de sucesiones. Por otra
la estática lingüística y la sincronía. Pero la lingüística ste, cada una de estas unidades sucesivas está en relación
crónica o “ciencia de los estados de la lengua” se limita a de alternancia con las unidades ausentes, que pueden estar en
que se da simultáneamente en una lengua (langue), pero suyo. De este modo cada uno de los dos morfemas su-
ninguna manera a aquello que se valora como algo si ‘os dominorum de una serie está en contraposición a unos
neo. La imagen sincrónica de una lengua está tan lejos de morfemas intercambiables (amicorum, virorum, etc, en el
un corte estático de la misma, como lo que un espectador y mer caso, y domini, dominos, dominis, etc., en el segun-
en un momento dado en la pantalla dista de ser un foto; ). Saussure califica estas vinculaciones de “asociativas”;
recortado y artísticamente fijado. Con lo estático ta fjelmslev, de “paradigmáticas”, término que consideramos
cambiante forma parte del estado de una lengua. Imás apropiado. Estos vínculos paradigmáticos encuentran su
La afirmación de Saussure, de que la sucesión en el ti lugar en el eje de las simultanéités. Así en la palabra danesa
os no existe para la comunidad ly?está, por ejemplo, el fonema /y/ en relación sintagmática
g rest a la realidad. Nosotras consid@con la /1/ que le precede en el tiempo y con la /t/ que
ramos la lengua propia sub specie durationis, y al valorafsigue, y en relación paradigmática con los fonemas que en
ciertos componentes como anticuados o modernos, pref ta lengua podtían hallarse en la misma posición, por ejem-
mos, de acuerdo con el fin y el estilo escogido del discutsapplo, /u/, /i/ (var, /lut/ lwth, /it/ lide).
o bien los arcaismos existentes, léxicos, gramaticales e i
cluso fonológicos o, por el contrario, las innovaciones d 1|y a
rrespondientes. Las variaciones lingiifsticas actuales están
vas en la conciencia lingüística de la comunidad lingüístiai E
El punto de partida y el resultado de tales variaciones pu ig
den pertenecer a dos estratos estilísticos diferentes de
mismo estado lingüístico. El dinamismo de la lengua pued Ba la concepción de Saussure, en cada signo dado solamente
así funcionar como componente de la sincronía lingiifsticags® halla i praesentia la relación sintagmática, mientras que
debe por lo tanto ser considerado también desde la perspay la relación paradigmática sólo vincula a los elementos in ab-
tiva de la lingüística sincrónica. Sentia, Pero ya vimos que la existencia de contraposiciones
134 FONOLOGÍA La estructura del fonema 135

paradigmáticas posibilita la asociación de signata simul lidad inherente de las dos moras es idéntica; en lo refe-
(cumul des signifiés) por un lado, y la asociación de sente a su diferente altura relativa, no se trata de una cua-
nantia simultáneos (cumul des signifiants) por otro. La lidad intemporal, sino de una ascensión, o de una descen-
ridad de la /y/ de ly! viene dada por la contraposición a sión, eso es, de una relación fundada en el tiempo. Todas
/u/ ausente; el sonido apagado de la /y/ por contraposici lis propiedades prosódicas se distinguen entre sí de las de-
a la /i/ ausente. Pero la asociación de los dos rasgos di nfs propiedades distintivas de los fonemas precisamente en
tivos—la claridad y el sonido apagado—, en el mismo reivindican el eje de las sucesiones. No solamente la su-
ma /y/ es una relación entre dos elementos simultáneos Spdicha correlación del curso tonal, sino todas las propieda-
praesentia. prosódicas son relaciones fundadas en el tiempo. (Des-
Del mismo modo que la configuración de la lengua en jadamente no podemos adentrarnos ahora en estos inte-
neral es bidimensional, lo son los signos lingüísticos en ‘resantes detalles.) En la correlación de acentos se trata ante
ticular. Toda totalidad lingüística, o mejor dicho, toda todo del contraste entre fonemas tónicos y átonos de la mis-
lidad parcial presupone los dos ejes. Para Saussure una serie. En la correlación de divisiones silábicas, así como
cesión fonemática es lineal, y un fonema es como un enlacorrelación de impulsos, se contraponen, como ya Tru-
Él se lo representa como un segmento irreductible, que etzkoy había puesto de relieve, dos tipos de asociación de
que considerar al margen del tiempo. Nosotros ya hemos Jas unidades fonológicas sucesivas. Sería inútil discutir ahora
to que en el eje de las simultaneidades el fonema repr ‘el hecho de que el contraste entre largas, en cuanto bimóri-
una extensión, mientras aparece como cumul des signifi cas, y breves, como uniméricas, tiene su lugar en el eje de
Pero en el eje de las sucesiones temporales el fonema no Jas sucesiones, al igual que la llamada [orma atípica del con-
presenta en realidad ningún punto, sino una dimensión. traste cuantitativo: la de las largas como extensibilidad y de
Saussure confiesa que los fonemas, en su extensión te las breves como inextensibilidad, o, en otras palabras, de lo
ral, pueden ser heterogéneos. pero que para la valoración lineal en contraste con el punto.
la unidad del fonema lo que importa no es su unidad El contraste prosódico es aquella propiedad que vincula
titativa, sino su unidad cualitativa: “Ce qui importe, ce m elfonema en cuanto tal al eje temporal. Todos los esfuerzos
pas ... sa durée en croches ou en doubles croches, ... ig por refutar esta relación contravienen a la realidad empírica
la qualité de l'impression”. Cuando una vocal larga, de de lalengua, ya sea el intento artificial de interpretar la can-
moras, se presenta repartida en dos partes iguales, la situ tidad de modo cualitativo, eso es, como expresión de inten-
ción está clara. Pero tomemos, por ejemplo, las vocales sidad, ya sea interpretando como bifonemáticas las vocales
gas del griego clásico. En las largas con acento agudo la ‘biméticas o, finalmente, el conato de atribuir las propieda-
gunda mora es más alta, la primera, más baja, mientras qu es prosódicas, no al fonema, sino a una unidad más amplia.
en las largas con circunflejo la primera es más alta que Cierto es que existen lenguas en las que más de una de estas
segunda. Y, con todo, también en este caso mantiene su ple ropiedades no sólo pueden corresponder a fonemas indi-
validez la indicación de Saussure sobre la función deci sales, sino también a ciertas asociaciones fonemáticas.
de la unidad cualitativa. La vocal con acento agudo, o d no hay ninguna lengua en la que estas propiedades sólo
cunflejo de dos moras sigue siendo un fonema uniforme. correspondan a las asociaciones de fonemas y no a los fone-
136 FONOLOGÍA La esiructura del fonema 137
mas. En sí son los fonemas los portadores primarios, indi
tintos, de los rasgos prosódicos. Estos rasgos los engua al fonema, realiza una función esencial. Con ello ter-
Caractere
zan, lo contraponen entre sí, y como ya vimos, los divid minamos nuestro rápido examen de las cuestiones fundamen-
en unidades menores en el eje de las sucesiones. Podr tales del fonema. Ahora nos hallamos ante el conjunto de
comparar
iam,
el contraste entre los rasgos prosódicos y los lemas de los fonemas.
más rasgos distintivos de los fonemas con el contr
aste p modo de conclusión resumitemos las tesis capitales de es-
cido a nivel de la morfología, o sea, con el contrast
e dos conferencias.
las especies relativas y descriptivas. En lo tocante
a
E La fonología tiene que emanciparse, con todas las
pas remito al articulo.de Brondal, publicado enel AAA 47 del con-
caso,
nal de Psychologie en 1938, lo más profundo que se Ilse nación de sus concede los princ ipios de la fonétioe on la
escrito hasta ahora sobre las oposiciones lingüísticas. A 2.
ptos.
El problema de la entidad del fonema como fundamen-
como, p. e., el acusativo a pesar de su carácter relativo gyi? del concepto del fonema está fuera de la problemática
deja de ser un hecho morfológico, los rasgos prosódicos p nológica y especialmente lingüística.
fenecen Bésicamiente al fonema, E La teoría de los hechos fonemáticos, la fonología espe-
a as es le
eje de las sucesiones; ya hemos visto vo tado dslengugt eeteoría
addeldhabla, oe
el caso de las voc teoría de la a a la sino como la
largas, que se dividen en dos moras. Si concebimos las do Md a forma a la teoría
de la materia
o ons Ta lo que se deduce de el 4. El fonema se distingue radicalmente de
Ena vddeneelejetivosdecomo
varios: rasgos distin
jr n to k on Jl fn ele lega
es lingüí icos:speci almen te
todos los demás
deoeTs denev
difere.n-
un fonema ra e o Asticos y semiót
D es un mero
ETE signo
sae coges dade! je elgg ir de iia 5 ymir que l paro he tnd
El fonema, como los demás procedimientos fónicos de
La mette puedo aes
a ideae ee Se
divisible Ge oe.de lar ki sentación, es un signo del signo, mientras que los valo-
die See ee
en ambos ejes hubieran correspondido simultáneamente ung 1605 On signos del contenido.
le ee ee espre l
El sistema de los fonemas, en contraste
lingüísticos, se basa únicamente en el con los demás
La visión retrospectiva sobre Saussure, para quien el fo plano del sig.
nema, el signo lingtifstico especialmente y la configured El fonema es una unidad compleja, que se resuelve ente-
de la lengua en conjunto serían en y de por sí intempor, mente en cualidades distintivas en el eje de las simultanei.
es correcta en la medida que se refiere al tiempo físico m
surable. Por lo demás el tiempo, en cuanto relación en Estas simples cualidades opositivas no son unid
sistema de valores de la lengua, desde la configuración del nentales ulteriormente divisibles del sistema fonolades fun-
ógico.
138 FONOLOGÍA

9. A diferencia de las cualidades, los rasgos prosódicos, VII


miten al eje de las sucesiones,
xo. En el signo lingüístico, así como en la configur PANORAMA RETROSPECTIVO
de la lengua en cuanto tal, se ponen de manifiesto los
ejes: el de las simultaneidades y el de las sucesiones; el
nema es la mínima unidad fonológica bidimensional.

AUNQUE los manuales de lingiifstica de nuestros años esco-


acostumbraban a definir la lengua como un instrumento
'comunicación, el principal cuidado de sus autores consis-
‘en trazar el pedigree de sus disjecta membra. Las cues-
verdaderamente importantes quedaban sin respuesta:
¡Cómo operan los distintos componentes de esta herramien-
ta? ¿De qué modo se relacionan y se complementen las dos
¡partes del signo verbal: su aspecto perceptible y sensorial,
los estoicos denominaron signans (significante), y el as-
pecto inteligible o más propiamente dicho traducible que
denominaron signatum (significado)?
Cuando, recién llegado a la lingüística, pedi a D. N. Usa-
kov, mi profesor, aue echara un vistazo a la lista de ibr
de lingüística que me había propuesto leer, aprobó la tota-
lidad de los títulos excepto la monografía de L. V. Séerba
da en 1912 sobre las vocales rusas, estudio realizado

spect”, en R. Jakobson, Selected writings (La Haya:


on, 1962), vol. I, pp. 632-58. Varias partes del “Pano-
na retrospectivo” proceden de la comunicación de su autor
Congreso Internacional de Ciencias Fonéticas (Helsin-
7 de setiembre de 1961), sobre “El concepto fonémico de
distintivo”, publicado en los Proceedings del mismo
(La Haya 1962). Traducción de J. M. P.
139
140 FONOLOGÍA Panorama retrospectivo 141
a partir de los métodos de Baudouin de Courtenay y q
seguía una senda extraña a los discípulos ortodoxos de poder creador en aquellos trances. La extraor-
varia habilidad de aquellos pioneros para prescindir cons-
escuela de lingüística de Moscú. Ni que decir tiene que fi
el libro prohibido el que leí en primer lugar, y me cat temente de los hábitos gastados pertenecientes al pasado,
con su capacidad sin precedentes para aprovechar y
ron inmediatamente los espléndidos comentarios que d
en la introducción al concepto de fonema. Algo más las viejas tradiciones o los modelos extranjeros sin sa-
el sello de su propia y permanente individualidad
en 1917, S. J. Karcevskij volvió a Moscú después de hale re la aturdidora polifonía de unas creaciones siempre nue-
pasado unos años de estudio en Ginebra y nos dio a “van inexplicablemen:e unidas a su sentido, verdadera-
cer los rudimentos de la doctrina saussuriana. Precis: único, de la tensión dialéctica existente entre las partes
por aquellos mismos años también, los estudiantes de psi
logía y de lingtifstica de nuestra universidad discutían y
vel todo que las agrupa y entre las partes agrupadas, princi-
mente entre los dos aspectos de todo signo artístico, su
sionadamente las últimas tentativas de los filósofos tend pans y su signatum. Stravinski, “buscando lo Único entre
tes a la constitución de una fenomenología del lenguaje Mucho”, nos descubre el núcleo de su trabajo al recordar-
de los signos en general, Aprendimos a sentir la delig, hos que “lo Único precede a lo Mucho” y que “la coexisten-
distinción existente entre el signatum y el denotatum, ide ambos es una necesidad constante”. A su modo de ver,
partir de aquí a asignar una posición intrínsecamente li os los problemas del arte (y también del lenguaje, añadi-
tica primero al signatum, y después, por deducción, i 7 nosottos) “giran de modo inevitable en torno de este
mente a su inevitable complemento, es decir, al signans, N
problema”.
necesidad de crigir la fonología en una nueva disciplina Aquellos de nosotros que estudiaban el lenguaje apren-
trictamente intralingúística se hizo más y más evidente. dieron a aplicar el principio de la relatividad a las operaciones
El mayor impulso tendente a la modificación de muestlliagiísic as. Nos vimos atraídos hacia aquella di
concepciones sobre la lengua y la lingüística partió quizá si los progresos espectaculares realizados por la fi
embargo—al menos para mi—de la turbulencia de los moyi ty por la teoría pictórica y el ejemplo práctico del cubismo,
mientos artísticos de principios del siglo xx. Los grandes afen el cual todo “se basa en la relación” y en la interacción
tistas nacidos en la década de 1880—Picasso (1882-[1973]jentre las partes y los todos, entre el color y la forma, entre
Joyce (1882-1941), Braque (1882-[1963]), Stravinski (188%), representación y lo representado. “Yo no creo en las co-
[19713), Xlebnikov (1885-1922), Le Corbusier (188MiagH decia Braque, “creo solamente en las relaciones que
[1965])—pudieron terminar su formación de modo profuileristen entre ellas”. La posición que el signatum ocupa con
do y coherente en una de las etapas más plécidas de la hisilraspecto al signans, por una parte, y con respecto al deno-
ria universal, antes de que “la última hora del silencio univei ay, por otra no había sido nunca explicada de modo tan
sal” (poslednij čas vsemirnoj tisiny) se viera sacudida por tilelaro, ni los problemas semánticos del arte habían sido plan-
sucesión de cataclismos, Los artistas más avanzados de aquilicados tan provocativamente como en la pintura cubista, que
lla generación previeron con gran clarividencia las catdsttol@lobstaculizaba el reconocimiento del objeto transformado y
que se avecinaban y se enfrentaron a ellas cuando eran scarado e incluso llegaba a reducirlo a cero. Picasso
davía jóvenes y suficientemente dinámicos como para pı ie para vivificat las telaciones intettias q externas de
142 FONOLOGÍA Panorama retrospectivo 143
los signos visuales había que “romper, hacer cada uno paapeogramática, ofrecía una variedad de lenguaje a todas
revolución persoynal empezar desde cero”. Los experimenti ves deliberada, funcional e integrada, y exigía un nuevo
de Picasso y los primeros tanteos rudimentarios del arte de análisis que nos condujo al estudio de la interrela-
tracto y no figurativo proporcionaron un paralelo semiótj entre el sonido y el significado. Realmente, “estudiar
muy sugestivo a la teoría estructural de los signos verbales, a coordinación de ciertos sonidos con ciertos significados”,
los magníficos trabajos de Velimir Xlebnikov, el fecundo inlenpalabras de Bloomfield, “equivale a estudiar el lenguaje”?
vestigador de la creación poética, abrieron una vasta persp os primeros conceptos fonémicos fueron ensayados en el
tiva sobre los más recónditos entresijos del lenguaje. La búgiampo de la poesía. En mi ensayo sobre Xlebnikov sugerí
queda de los “infinitesimales de la palabra poética”, empregue el entramado fónico “no descansa sobre los sonidos, sino
dida por este último, sus juegos paranomásticos con los pay Jos fonemas, es decir, representaciones acústicas sus-
mínimos, o como él gustaba llamarlos, “la declinaciónbékjige le de ser asociadas con representaciones semánticas”,
interna de las palabras”, /m,éč/ - /m,áč/, /bík/ - modo que propuse que el análisis de la poesía fuera em-
/b6br/ - /bábr/ y versos tales como “/v,íd,il víd,il v.ósMorendido con una metodología fonológica frente a la proso-
vos,in,/” (videl vydel vésen v osen’) suscitaron “la sospedy dia descriptiva, comparativa y general: “a la prosodia y a la
intuitiva de la existencia de una entidad desconocida”, rítmica mecánica y acústica debemos oponer una prosodia
presentimiento de la existencia de unas unidades fonémiealy una rítmica fonológica y examinar por lo tanto los ele-
últimas, para usar la expresión que iba a consagrarse dos didmentos básicos prosódicos desde un ángulo fonológico”. De
cadas después. se modo, el concepto de elemento fonémico y de su sistema
La poesía de Xlebnikoy dio pie a mis primeras tentativigse convirtió eu la clave de mi libro sobre métrica compa-
de analizar el lenguaje, sus recursos y sus funciones, quéliativa.?
publicaron en forma de ensayo en Praga hacia principid) Finalmente se hizo indispensable atacar también aquel as-
de xg2x, pero que habían sido escritos y debatidos dos añotpecto del lenguaje que había sido monopolio tradicional de
antes en nuestro Círculo de Lingüística de Moscú. Éste kilos neogramáticos. Las clases de historia de la fonética y de
bía sido fundado en 1915 por un grupo de jóvenes investifus formas gramaticales checas a las que había asistido en la
gadores, y desplegó una intensa actividad entre 1919 y 1929JUniversidad Charles (1920-21) me horrorizaron por el ex-
ocupándose especialmente de temas de poesía. En el terrenitraño conglomerado de datos lingüísticos fragmentados y ato-
de las lenguas concretas y de su historia, la presión de Minizados que ofrecían.* La crítica que A. A. Saxmatov, uno
dogmática elaborada, codificada, e inevitable de los neogiide los más grandes lingüistas de la escuela de Moscú, había
máticos era demasiado fuerte para permitir que nos intemifdirigido a J. Gebauer, la gran autoridad en materia de gra-
semos por la senda de los métodos analíticos que baul ca histórica del checo, en 1899, lo señalaba con acierto:
provisionalmente con el nombre de método estructural
ifi tas al I a
Javistaxs, el 7deoctubl *Lerawage (Nueva York 1933). lenii 1923).
PERELlenguaje
de 1929 El de la poesía,
de Palavis 7 dela docili
nis el por
negligido O Eciskomposticstogo
poTeori Janka
stixe, preimul Y no(Berlin
testuen y Mosed
v sopostav russkim, Sborni-

4 C£ R. Jakobson, Selected writings (La Haya 1962), vol. T (en ade-


1 1], XIV, 386-7. Jakobson), pp. 618 ss. y621 ss.
144 FONOLOGÍA Panorama retrospectivo 145

“Una de las tareas principales de la gramática histórica cghjy Jo que más tarde resultó ser la llave de un estudio más
ado para el análisis estructural de los sistemas fonémi-
Por correlación debe entenderse la oposición binaria ve-
zados, porque la historia de cada uno de los sonidos ya da por más de un par de fonemas: un miembro de
trecha e indisolublemente ligada a la historia de la tor par se caracteriza por la presencia de una marca foné-
de la estructura fonética ... Los hechos homogéneos g determinada, ausente en el otro, ausencia que puede
tienen su origen en una comunidad de causa y de tiempo; reforzada con la presencia de una propiedad contraria.
deben presentarse por separado, sino de modo conjunto y ndo el mismo el principium divisionis, se procedió a ais-
herente”. La confrontación sintética de los hechos relag , Éste puede operar al margen de los pares correlativos
nados tal como la exigía Saxmatoy se vio completada py cretos." Se manifiesta, por ejemplo en el empleo de la
la necesidad, apuntada agudamente por N. S. Trubetal oposición vocálica larga/breve en la versificación cuantitati-
(1925), de buscar una “lógica interna” en los cambios fa ta o en los asonantes eslavos tradicionales, en los que la
ticos, actitud que procedía en realidad de la misma escug urrencia de consonantes sonoras y sordas es inadmisi-
Hacia la mitad de la década de los veinte me esforcé mientras que en el interior de ambas clases todas las
descubrir las líneas principales que subyacen al desa nsonantes “riman” unas con otras. Inversamente, el żer-
de la estructura fonética del checo, desde la disolución ‘r comparationis—el “archifonema”, tal como denomina-
latina de la unidad lingüística eslava hasta la época mo alnúcleo común de dos fonemas de un par correlativo—*
Muy pronto se me hizo claro que no podía comprenderse, abstraerse a su vez de la propiedad diferencial y asu-
describirse proceso alguno sin tener en cuenta la estructigmir un papel autónomo, como ocurre por ejemplo en las
del sistema fonémico que sufre dichos procesos. Mi esba checas o servias que ignoran la diferencia fonémica
de la fonología histórica del checo quedó sin terminar, palentre vocales cortas y largas. Justamente al iniciarse nuestro
ceder el paso a nn estudio más amplio? que empezaba defisiplo, en un texto checo tan notable como la “Ekloga” de
niendo el sistema fonémico como un conjunto de oposicióndlAntonín Sova, cinco de entre doce rimas ignoran esta dife-
fonémicas que servían para diferenciar significados léxicos @encia: /miloval
-da:l, ha:je - kraje, stra:pi-zapi:, fskte-
morfológicos y que no podían ser resueltas en oposiciongkem-myeke:m, zemi: - jemi/. Entre los factores que acon-
discriminativas más simples. “C'est en eux, justement ban tanto la extracción del núcleo común como de la
réside essence du système phonologique”. De este motlifferentia specifica, señalé las reglas morfológicas que go-
la definición de fonema se derivó de la de oposición, siendibiernan el empleo de tales oposiciones fonémicas y el entor-
considerados los fonemas como términos de oposiciones fpofonémico que pone cortapisas a su presencia.
némicas no susceptibles de ulterior división.* resolución de los fonemas correlativos en su núcleo
A modo de ensayo seleccioné un tipo de oposición entiftomún y su propiedad diferencial estaba en obvio desacuerdo
todas las demás y la denominé correlación, obteniendo cúikton la definición del fonema como “unidad fonémica no sus-
5 “Remarques sur l'évolution phonologique du russe company
celle des autre lengues slaves”, TCLP, TI (1929). Ch ibid., pp. 9 ss. y x52 ss.
6 Cf. Jakobson, pp. 8-9. ÑÑibid, p. 12.
146 FONOLOGÍA Panorema retrospectivo 147
ceptible de ser dividida en unidades menores y más ennost’) y a “ciertas analogías con las cuerdas musica-
ples”, definición que sigue obstinadamente vigente aún q /* que había hallado en la poesía experimental (y a las
actualidad. La contribución fundamental de Trubetzkoy s me referí en el volumen editado en homenaje a la
teoría de los sistemas vocálicos? estuvo a punto de red oria de Majakovskij).1" El progreso de la investigación
el vocalismo a unas pocas oposiciones binarias. Paul fonológica, que condujo gradualmente a la resolución de los
mente se echó de ver que cada una de tales oposicione O temas en sus atributos distintivos, me impulsó en 1932 a
empleaba en algunas formas supervivientes de la Ham ner una definición revisada del fonema como “conjunto
armonía vocálica, que patentiza la estructura dicotémig, (je propiedades acústicas concurrentes empleadas en una len-
todos los atributos vocálicos y pone al descubierto su aj a determinada para diferenciar palabras de significado dis-
nomía operativa con singular claridad. De este modo, en », y a considerar el conjunto de dichas propiedades
lenguas tunguso-manchús, las vocales de una palabra del tomo la piedra fundamental de todo sistema fonémico.*? El
ser todas estrechas (difusas) o todas anchas (compactas), concepto de cualidades diferenciales o distintivas (para las
diversas lenguas turcas, mongólicas y ugro-finesas, deben uñé la expresión de rasgos distintivos, que Bloomfield
todas posteriores (graves) o todas anteriores (agudas). 'y Sepir habían empleado en 1933) estaba llamado a substi-
más de la “atracción palatal”, algunas de las lenguas mer sir al fonema en el oficio de unidad última divisible que
nadas parecen ofrecer una “atracción labial”, En las len sta entonces le había estado reservado.
sinarmónicas turcas, las palabras cuya primera vocal es! | Aunque la interrelación entre las dos coordenadas del len-
redondeada (no bemolizada) no pueden contener ningun guaje—el eje de simultaneidad y el eje de sucesién—habia
cal redondeada (bemolizada) en las demás sílabas, y un Usido ya aprehendida y formulada por F. de Saussure, así
cuencia de vocales estrechas en el interior de una p como su ptesciente concepción de los “elementos diferencia-
debe ser toda ella redondeada o carecer toda ella de Jes? que constituyen el fonema, ésta no pudo desarrollarse
deamienta; en te las demás reolas de armonía labial, porque el maestro ginebrino compartía obstinadamente con
lenguas turcas difieren entre sí. Algunas lenguas africanas! su época la errónea creencia en la linealidad del signans
toleran la presencia de vocales tensas y relajadas en el jearité du signifiant). Un círculo vicioso impidió durante
rior de una misma palabra; en ibo, la armonía vocálic largo tiempo el hallazgo de los rasgos diferenciales.
basa en el juego entre las oposiciones tensa/relajada y d El 23 de marzo de 1938 se sometieron por primera vez
sa/compacta.” En hindustaní y en otras lenguas indias, la debate en el Círculo Lingüístico de Praga (que por aquel
palabras deben contener únicamente vocales nasales o ú mionces era un eficientísimo laboratorio de investigación
mente vocales orales. fonológica), mis intentos de reducir la multiplicidad de los
‘Al verme atraído por el problema de los signos- nemas al subconjunto de sus componentes últimos, y el
simultáneos, escribí a Xlebnikov en febrero de 1914 de julio presenté una comunicación sobre el mismo tema
carta que hacía referencia a cuestiones de sincronía (a nte el III Congreso Internacional de Ciencias Fonéticas,

9 TCLP, I (1929). “31 (AN URSS 1940), p. 385.


10 Cf. Jakobson, p. 551. : Bs 231.
FONOLOGÍA Panorama retrospectivo 149
148

con el título de “Observations sur le classement pho ninguna


dad contingente ninguno de los dos miembros “da tambi
gique des consonnes”.1% En dichos estudios centraba yg A mación predictible sobre la otra”. Es obvio én
atención sobre las consonantes, puesto que su clasifica s ningún fonema tiene contrario ninguno predictible. Así
tradicional, basada en el punto de articulación, era a mj nadie sabe cuál es el contrario de la /u/ turca hasta
tender un obstáculo para la recta comprensión y clasificag Ta resolvemos en sus rasgos distintivos. El análisis de
de las oposiciones fonémicas. rasgos muestra que /u/ es una vocal estrecha (difusa ),
La investigación de los fonólogos se enfrentó a dos y ior (grave) y redondeada (bemolizada). Cada uno de los
vos problemas fundamentales de acuerdo con la doble distintivos que constituyen este fonema (y cualquier
tructura del lenguaje. El análisis distribucional, cuya apli A fonema) pertenece a una sola “dualité d'opposition”
ción había sido tan fructífera en el terreno de las relacio del lenguaje dado, y cualquiera de estos constituyentes
sintagmáticas dentro del lenguaje (y especialmente en el la coexistencia de su opuesto en el sistema fonémico
la estructura fonémica), pero que había quedado confin cuestión: la difusión se opone a la compactidad, la gra-
a la concatenación secuencial, exigía que su empleo dad a la acuidad y la bemolización a la no bemolización.
extendido a la otra dimensión del signo lingüístico, es d estra conclusión —que el valor opositivo se ha de transferir
a la superposición de sus componentes simultáneos, D fonema al rasgo distintivo—’® no contradice las opinio-
entonces los problemas de contexto no sólo abarcan los del mismo Ferdinand de Saussure, porque, aquí, como
tores antecedentes y los subsiguientes sino también a los e de a menudo en otros lugares, los editores del Cours se
currentes. n apartado de su auténtica enseñanza. En los apuntes origi-
Por otra parte, el estudio fonémico de las relaciones p de las lecciones de Saussure encontramos que no son los
digmáticas dentro del lenguaje sufrió un cambio radical,
triple criterio establecido en el Cours de linguistique gé rement oppositive, relative, négative”.1®
vale (que lo: fanemas son sabre todo entidades opositiv La necesidad que Saussure columbré—asignar una defini-
relativas o negativas) tuvo que ser puesto en la picotay) ción puramente relativa y oposicional a los elementos dife-
pesar de su crucial importancia para la lingiifsti em enciales—se ha convertido en la base de todo análisis con-
En sus iluminadores comentarios sobre los fundamentogigecuentemente ÚLTIMO O A NIVEL DE RASGO (featural),
las metas de la lingiifstica estructural, H. J. Pos hizo nota idea que “las diferencias de propiedade s son en realidad
que la oposición es, esencialmente, una operación lógifdiscretas”,yque su aspecto diferenciad or “es verdaderamen-
(ef. la adecuada insistencia de $. K. Šaumjan en la estructute el concepto fundamental” (E. Schrödinger ), penetra los
lógica de las relaciones fonémicas). La presencia de un fldiversos campos de la cienciaquemoderna. El enfoque topoló-
mino de una oposición binaria implica necesariamente y. * no son las cosas las importan, sino las relaciones
voca la existencia de la otra, el término opuesto (“à lidentr ellas” (E. T. Bell)—es igualmente decisivo para la me-
du blanc, il m'y a que celle du noir qui soit opposé logía fonológica. No se puede determinar el fonema
Tidée du beau celle du laid”). Por el contrario, en una di1perp, VINT (1939).
5 Jakobson, pp. 301 ss.
18 Reproducido ahora en Jakobson, pp. 272-9. 486 CE, supra, p. 147.
a
Panorama retrospectivo 151
150 FONOLOGÍA
tura de los atributos
francés /p/ sin hacer referencia a otros fonemas; por ejerty De acuerdo con la actual nomencla
plo, al resto de las obstruyentes sordas. La aseveración ‘en su aspecto perceptual, la clave determinante de la
vial, “/p/ se definirá como labial por oposición a /t/ minación entre /k/ y /p/ es su relativa “compacti-
demás” es engañosa: no hay oposición entre /p/ y las de 1 o “densidad”, en oposición a una relativa “difusivi-
obstruyentes, porque la presencia de /p/ no implica ni any 48 Al nivel físico, como lo ha reafirmado recientemente
cia esas otras obstruyentes. Además, la relación entre /p/ var Fant,” “entre las oclusivas y las fricativas, el grado
cualquiera de las obstruyentes sordas es del todo diferent concentración espectral es la principal característica de la
En la terminología de Sapir, los “hiatos en las relaciones” ectidad”. Antes que nada, una “fuerte concentra ción
(según la
lla explosión” distingue a /k/ de /p/ y de /t/
tre /p/ y /1/, /p/ y /k/ o /p/ y /£/ son totalmente desen
jantes, y para la percepción del habla cada uno de estos pan ración, hecha por E. Fischer-Jorgensen de su detallado
ofrece su propia clave discriminativa. En igualdad de rasg sis fonético con experimentos sobre la percepción de
en cada uno de sus miembros, el par /p/ - /t/ es portador dusivas sintéticas). Por consiguiente, tanto /p/ como /t/
la oposición grave (tono bajo)/agudo (tono alto), según la oponen a /k/ de la misma manera, como difusas frente a
menclatura perceptual de Grammont. Algunos objeto mpactas, y entre ellas como grave frente a aguda. Las con-
han rechazado apresuradamente el nivel perceptual, que fo ntes compactas se articulan en el área velo-palatar de la
chan de acústica subjetiva e impresionística, y sin embarg vidad bucal y las consonantes difusas—dentales y labia-
delante de esta área. A las falaces tentativas fonológicas
en la comunicación verbal, la impresión subjetiva del oyen definir /t/ y /k/ independientemente una de otra” el
desempeña un papel decisivo, y, por lo tanto, para el de los rasgos opone una definición estrictamente re-
lingüístico, la fase perceptual del fenómeno del habla
una importancia suprema. Es desde los atributos fónicos,
como son discriminados e interpretados por el oyente, desd nen algunos de sus rasgos y muestran por lo tanto una
orrelatos en lación de mutua imbricación (“relation d'empittement”,
según las palabras de Cantineau), todos los rasgos distintivos
los niveles físico y fisiológico. En este caso, a la oposici e basan en el principio de ser verdaderas oposiciones bi-
entre tono bajo (grave) y alto (agudo) en el par /p/-
corresponde una diferencia física entre resonancias REL
TIVAMENTE bajas y RELATIVAMENTE altas (tal como} nicos en materia de análisis y síntesis del habla en las dos
ilustra perfectamente, por ejemplo, en los experiment
efectuados por Eli Fischer-Jorgensen en los Haskins Lal décadas han dado como resultado una descripción
ratories).17 Mientras que tales resonancias más bajas son p
iderablemente más afinada de los correlatos motores,
ducidas por una cavidad bucal más ancha y menos comp
sticos y perceptuales de las oposiciones fonémicas, y una
isión más clara de las correspondencias entre los datos fisio-
mentada, las resonancias más altas que se les oponen se 0
ginan en una cavidad más estrecha y más dividida.
obre la densidad tonal como dimensión fonémica, cf, S. S. Ste-

17 Cf. E. FischerJorgensen, “Accoustic analysis of stop consonan! JEP, XVI.


Miscellanea Phonetica, II (1954). Accoustic theory of speech production (1960).
ay FONOLOGÍA Panorama retrospectivo 153
lógicos, físicos y psicológicos, pero las primeras general sales” o consonánticos. Tales observadores declaran que
entidad /a/ es central, porque puede aparecer sola en un
of testo, mientras que los fonemas marginales no se dan nunca
bles gracias a la investigación en el período de entre gue dos. Semejante razonamiento, sin embargo, se basa en
sobre los sonidos del habla como estímulos auditivos y pre-supuesta identidad de todas las /a/s que figuran en
puestas sensoriales, por un lado, y por otro, por los eg serie. De hecho, como lo ha notado D. Jones, estos ejem-
presentan por lo menos cinco variedades bien distingui-
, empezando por un sonido anterior cercano a [e] y ter-
E. Thienhaus, B. Hála y A. Sovijirvi las que abrieron la ado por una vocal ancha muy posterior: además, va-
sibilidad de usar nuevos criterios para la sistematizacié matices intermedios pueden ser detectados por el oído.
las unidades fonológicas. fonémica no admite operaciones “con entidades innomi-
No es posible confinar el análisis fonémico únicament 2. El acto de identificación, a, =42, es indispensable, y
las relaciones sintagmáticas. Las tentativas de identificar yedan sólo dos caminos. O bien la identificación se hace
categoría fonémica sobre la sola base de sus reglas de d recurriendo a una noción inevitablemente vaga de parecido
bución desembocan inevitablemente en un callejón sin fonético, lo que es una inadvertida infiltración de material
da. No es posible, por ejemplo, citar como definición fon fonético en bruto, introducido de contrabando en la fonolo-
ca primaria de las obstruyentes sonoras polacas el hecho ‘gia, o bien el análisis fonémico toma en consideración y pro-
que sólo se dan en posiciones no finales, como tampoco cesa deliberadamente el material físico para extraer los va-
podeía definir un vagón-restaurante como el vagón de un! lores estrictamente relativos, opositivos, sobreimpucstos a
que no se halla nunca entre dos vagones de carga. Para af las “premisas fonéticas” por las reglas de codificación del
mar que los vagones-testaurantes o las obstruyentes sono Jenguaje. Es de esta segunda manera como el estudio fonémi-
no aparecen en una posición dada, hemos de saber ident co de las relaciones paradigmáticas supera las contingencias

vagones de carga, los de pasajeros y los coches-cama oly distintivos que es, básicamente, el mismo PRINCIPIO LÓ-
obstruyentes sonoras de las sordas. lgrco que subyace a la estructura gramatical del lenguaje.
Algunos observadores se han inclinado a creer, sin recati —Mutatis mutandis, el análisis en rasgos distintivos emplea
en absoluto a la “substancia sonora”, que el análisis de procedimientos análogos a los que se han usado para abs-
labras rusas tales como /2,át,/ ‘yerno’, /z,4p,/ “tierra del los fonemas. Ambos medios, usados consecutivamente
bor’, /z,4p/ “temblor”, /v,ás,/ “ligadura, /v,ás/ “olmól —es a saber, la tabulación de “microfonemas” y la subsi-
/w4l/ ‘lénguido’, /dén,/ “tributo”, /dán/ part. ‘dado’, /b nte abstracción de “macrofonemas”, como los describe
‘bajo’, /páx/ ‘ingle’, /pál/ ‘noray’, nos daría una distindlg W. T. Twaddel—* encuentran un equivalente exacto en el
entre /a/, “central”, o, simplemente, como fonema vod análisis último que pass, por decirlo así, del “micro-rasgo”
co, y los demás elementos de esta serie, como fonemas “mb (“el término de cualquier diferencia fonológica mínima”) al
20 Jakobson, pp. 272 ss. Y 373 $$. 31 On defining the phoneme (1935).
154 FOWOLOGIA Panorama retrospectivo 155
“macro-rasgo”. Twaddell está en lo cierto al insistir en q s ala fuerte /s/ y a la débil /2/, que son agudas dy
la inferencia desde los microfonemas a los mactofoner ?tas continues oponen su difusividad a la compactida
y, podemos añadir, a fortiori desde los micro-rasgos a lg whfuerte /{/ y débil /2/. Finalmente, en la clase de las
macro-tasgos) no puede basarse en ninguna característica p ales, la difusividad de la grave /m/ y de la aguda /n/ se
sitiva constante de las unidades mismas sino solamente en oposición a la compactidad de /y1/. El isomorfismo
“una relación cualitativa constante” entre los mictofonem
subyace a las tres clases de las quince consonantes fran-
(y, del mismo modo, los micro-rasgos) de diferentes cla lnsivas, continues y nasales—es bien eviden te: den-
El criterio determinante es una relación de uno a uno,
mórfico, entre estas clases. Así, en una lengua que pre A Secada una de estas tres clases sólo los fonemas difusos
widen en graves y agudos. La pauta “triangular” de
[p], [t] y [k] ante vocales posteriores, pero ante vocale consonantes (y también de las vocales) está muy exten-
anteriores presenta [p,], [t] y la africada [’f] (o [Ff
[p] y [p,] pertenecen a un macro-fonema (por tanto, fong
en las lenguas del mundo, puesto que los fonemas difu-
r comparación con los compactos, son naturalmente
ma) labial —grave en contradistinción con el fonema dent fe susceptibles de escindirse en graves y agudos.
realizado por las variantes [t], y [t,], y estos dos fonema "En el sistema consonántico francés, el rasgo de compac-
son difusos comparados con el fonema compacto velo; presenta tres variantes contextuales, cada una de las
tal representado por las variantes contextuales /k/ y /¥ s depende de un rasgo concurrente: las consonantes
(o /S/). Del mismo modo, en una lengua donde se da [] Compactas se realizan como velares cuando son plosivas,
ante vocales posteriores, pero /’f/ ante las anteriores y
y [t] tanto delante de vocales posteriores como anterior
palatales cuando son nasales y como postalveolares
do son continuas. En términos de síntesis verbal, la
las oposiciones compacta/difusa y grave/aguda perman mansformecién de las consonantes francesas compactas de
cen válidas para las dos clases
a de micro-fonemas: p - t= oclusivas en nasales y fricativas convierte la región articula-
p-t-f. Aquí también adjudicamos [k] y [’f] a un solo$boría velar en palatal o postalveolar respectivamente, mien-
mismo fonema velapalatal, que se opone por su compactidadf.¿¿< que su compactidad relativacontextu permanece sin variación,
a ambos fonemas difusos, el grave /p/ y el agudo /t/. | límites entre las variantes ales palatal y velar
El análisis último sigue el mismo procedimiento. El si n ser vacilantes: /g/ aparece como un sustituto op-
ma consonántico franeés,* que ha sido quizá el objeto. de /n/ y, según las observaciones de Marguerite Du-
más viva discusión a este respecto, ofrece un ejemplo co, fuer pg,existe actualmente en el habla parisiense “una marcada
dencia? a la articulación palatal de /k/ y /g/.
vincente. De entre las oclusivas de este esquema, la
/p/ y la débil /b/ se oponen por su gravedad a la a hos dialectos eslavos tienen una [v] prevocálica y
de la fuerte /t/ y de la débil /d/ y todas estas oclusivas: [wl postvocálica. En posición intervocálica, algunos de
difusas por oposición a las oclusivas compactas, la fuerte os dialectos presentan [v], otros [w]. Tanto la labioden-
y la débil /g/. En correspondencia con ello, en la clase Fy] como la bilabial [w] son aquí variantes contextuales
las continuas, la fuerte /v/ y la débil /£/ se oponen, pafe un solo y mismo fonema labial sonoro. Al nivel de los
gos, es ésta la misma relación de “exclusión mutua” (en
22 Cf. Jakobson, pp. 426-34. os términos, “distribución complementaria”) que es ejem-
156 FONOLOGÍA Panorama retrospectivo 157
plificada por las obstruyentes labiales (es decir difusas nico de componentes materialmente invariables. Toda
ves) del francés, que son realizadas como bilabiales cu Spinacién de rasgos distintivos en un conglomerado si-
son plosivas y como labiodentales cuando son continuas, Mineo da como resultado una variación contextual. En
Si ninguna de las continuas francesas tiene exactament de los interminables malentendidos, es necesario recal-
mismo punto de articulación que las oclusivas, esta d “una vez más que cualquier rasgo distintivo existe sola-
cia depende evidentemente del hecho de que en las conti “como un término de relación”. La definición de una
óptimas la fricción o turbulencia son notablemente más javariente fonémica no puede ser dada en términos abso-
tes que en las plosivas óptimas, de tal modo que la oposisigg sto, no puede referirse a una semejanza mensural, sino que
entre plosiva y continua se funde con la oposición estrid ¿de basarse únicamente en una equivalencia de relación2
te/mate y, siguiendo la sugestión de A. W. de Groot, ‘ejemplo, en el sistema vocálico del búlgaro o del gold
término “rasgo complejo” o “compuesto” podría ser ), cada una de las tres clases de tonalidad—aguda (an-
cado al producto de tal fusión. El ruido más intenso de , grave bemolizada (posterior redondeada) y grave no
obstruyentes estridentes requiere una barrera suplemente lizada (posterior sin redondear) —está representada por
de bordes ásperos. Por tanto, además de los labios, que compacto (más ancho) -difuso (más estrecho)—es, a
tituyen el único obstáculo empleado en la producción d y 1e/ =131, fof - fal, /a/ - /a/. La proximidad psi-
labiales, las labiodentales implican también a los dien iz entre /9/, el fonema difuso del último par, y los
mientras que las sibilantes utilizan también los dientes 3 compactos de los otros dos pares, /e/ y /o/, no
riores además de los obstáculos usados en las co es fonémicamente pertinente, puesto que la misma oposición
suaves correspondientes. Así, entre las obstruyentes sbyace en los tres pares: /a/ es a /a/ como /e/ es a lil
y difusas (labiales), las fricativas /£/ y /v/ son las estrideg y como /o/ es a /u/. La articulación más abierta de /a/ y
tes que corresponden a las oclusivas mates /p/ y /b/; elf Jo/, comparada con los dos otros pares es una variación
serie de agudas y difusas (dentales), /s/ y /2/ son las opues contextual asociada con la concurrencia de grave con no be-
tas estridentes de /t/ y /d/; y si las obstruyentes compactibigolizada (velaridad con falta de redondeamiento); pero las
no presentan ninguna oposición grave/aguda, las oclusiviN relaciones puramente abstractas, topológicas, permanecen in-
/k/ y /g/ hallan sus contrapartidas estridentes en las nbiadas en los tres pares. Aquí estamos tratando con for-
lantes compactas /f/ y /ž/. En francés, los tres ti nas fenoménicas cuyas propiedades son, en la expresión de
continuas estridentes utilizan los dientes para formar la fels, transponibles: tales propiedades no se ven afecta-
trucción complementaria. Otra realización mucho más por una modificación de los datos absolutos sobre los
de la estridencia en el ápice compacto de un sistema co teposan.
nántico triangular la presentan las obstruyentes uvul luego, pueden darse casos en los que ambos térmi-
La diferencia de localización entre las oclusivas fr de una oposición fonémica, en particular si se trata de
y las continuas correspondientes es una adecuada adver contradictorios, son identificables por indicios ab-
cia contra la idea simplificada del fonema como agreg , como la sonoridad y la sordez o la nasalidad y su
23 CE, Jakobson, p. 490, y Preliminaries to speech analysis, $ CE, Jakobson, pp. r51-2.
158 FONOLOGÍA Panorama retrospectivo 159

ausencia (oralidad pura). Cada una de esas propiedades, ad fanmación de la caja de resonancia (más ancha y menos
más dividida), la relación
embargo, funciona como uno de dos opuestos conjugadagy gigidida contra más estrecha y resonancia
extsteeniel lenguaje sundamentslinenty: somo ae ie el volumen de la caja de y la posición del
una wer. Ación lógico, Además, mun en los casoslaclit ximo estrechamient o (cuerno con los bordes afue-
vueltosobstrac-
variaciones pueden limitar considerable mente ap] Adentro) y la relación entre el flujo de aire y la
dad de los indicios absolutos al efecto de detectar las img gión (turbulencia más fuerte contra turbulencia más débil).
riantes fonémicas. Por ejemplo, en ciertas posiciones Tan pronto como la cruda enumeración de puntos de ar-
que las vocales orales o las consonantes sordas experi ción hubo sido resuelta en estas tres oposiciones bina-
entorno nasal
parcial ao sula ausencia o sonoro, la se hizo obvio que una coherente regla de dicotomía era
renciaasimilación
una entre la presencia de nasalidad o de sal aamán tanto al consonantismo como al vocalismo2® La na-
ridad puede cambiar hacia una discriminación entre un] de Ockham* nos ha impulsado a unificar ambas pautas
mo y un mínimo de nasalización o de sonorización (asf gqun solo sistema. Los primeros intentos enquienes este sentido se
contradictorios se vuelven contrarios); atin más, los “dives aen a los antiguos gramáticos indios, buscaban
grados de compromiso entre la voz alta y el cuchichdif Copespondencias entre vocales y consonantes y que, en par-
(R-M, S. Heffner) pueden conservar una distinción eni gicular, conectaron la serie de la k con la a bajo la etiqueta
consonantes sordas y sonoras, aunque el papel de los dekantbya y la serie de la p con la u, bajo la etique-
ponentes vocálicos viene a ser sustancialmente reducido dif fade osthya. Sería mostrar un sesgo antiempítico y arbitrario
terado, de modo que las variantes murmuradas de los fai elpasar por alto la correspondencia uno a uno entre la rela-
mas sonoros se de encuentren a veces más próximas a lu pi ción de las oclusivas y las continuas labiales, de una parte, y
ducción normal los fonemas sordos.
De hecho, el principio dicotómico estaba latent ra, Una rápida consulta al Visible speech de Porter, Kopp
implícito en la clasificación lingiifstica tradicional de las y Green (1047) basta para descubrir que “el núcleo principal
sonantes en series apareadas tales como plosivas - conting década una de las vocales anteriores” es señaladamente más
fuertes - débiles, aspiradas-no aspiradas, glotalizadas: que el núcleo principal de las vocales posteriores, y que
glotalizadas, sonoras - sordas, guturalizadas -no gutui “núcleo” de /t/, /d/, /s/ y |2/ está por encima del de
das, redondeadas - no redondeadas, palatalizadas - no p , /b/, /£/ y Ivl. Nos enfrentamos aquí con dos varian-
lizadas, nasalizada-snonasalizadas; y cada uno de esto contextuales, dos expresiones diferentes de una sola y
res presentaba una bien definida differentia specifica, sma oposición grave/agudo. El correlato genético de esta
en términos motores como físicos. La tarea urgente q ición es un lugar de estrechamiento más periférico, que
presentaba luego era el reconocer que el tradicional termina la producción de consonantes y vocales graves, en
miento de las consonantes según su punto de articula
insuficiente para situar la topología fonética de las conn ¿ medial, típico de los fonemas agudos correspondientes.
tes, la cual, como previó claramente Sapir, no tiene
ver con el mero “lugar de articulación”. Tres factores @ sC. Jakobson, pp. 280 ss
tintos debieron ser elegidos: el volumen relativo y la i 28CE Jakobson, p. 42r.
160 FONOLOGIA Panorama retrospectivo 161

Observamos, además, que tanto en el vocalismo coma te, empero, consecuencia lógica en la aplicación que el
el consonantismo, los fonemas con una concentración de "hace de este criterio a sus propios ejemplos. Dice que
gía conspicuamente inferior en el espectro y con una co palabras padre e hijo son correlativas, porque un padre
ración de la cavidad bucal “más próxima a un cuerno con gf ¡gone la existencia de un hijo y viceversa”, pero en verdad
bordes vueltos adentro” (Fant) parecen oponerse a los pto de padre (“ascendiente varón de primer grado”,
mas CORRESPONDIENTES con una superior concentrada Ja definición de H. S. Sorensen) implica necesariamente
de energía y con un tracto vocal más próximo a un q ¿sóloelconcepto de “descendiente en primer grado”, pero
con los bordes vueltos afuera. Esta biunivocidad nos camente el de “descendiente varón en primer gra-
IN Más, si afirma que los fonemas con sonoridad distintiva
dad común a las pautas vocálicas y consonánticas y acop lican necesariamente la existencia de fonemas con sordez
tanto los sistemas vocálicos “triangulares” como los “g stintiva, entonces no hay motivo alguno para que rechace
drangulares” con los equivalentes sistemas consoné relación entre la /k/yla /t/ francesas. En una lengua
La sugerencia de que el principio dicotémico dificilme estos dos fonemas, cada uno de ellos está dotado
Podría aplicarse a una pauta triangular, “puesto que las atributos opuestos, compacto/difuso, y la existencia de
ciones de los tres elementos son mutuamente proporcion ‘de estas propiedades distintivas implica necesariamente
=u:a” (A. A. Reformatskij), es errónea, istencia de su contraparte. Por otra parte, en una pauta
que compacto:difuso, mientras que i: nfntica donde no hay oposición distintiva entre com-
grave. d y difusividad, la presencia de /t/ no puede, obvia-
Las metas que intentamos alcanzar al solucionar “el . implicar la existencia de /k/. Por ejemplo, en tahi-
junto más simple de nuevos elementos que identifig fano, la oclusiva /t/ posee solamente el rasgo de acuidad
sustituyan a los fonemas” fueron resumidas de modo me oposición a la gravedad de /p/, mientras que en la len-
lar por Z. S. Harris: el análisis en partes componentes tien a oneida, falta de consonantes labiales. /t/ no desempeña
que ser “llevado a cabo para todos los fonemas de un: fi papel en la oposición grave/aguda (/a/:/e/=/0/:
guaje”. Puesto que “cada fonema puede ser diferenciado! /w/:/j/) sino que muestra sólo el rasgo de difusividad
cada uno de los otros en términos de la combinación de /k/=/1/:/0/=/0/:/0/ =/ú/:/3/). Este análisis en
ponentes a la que equivale”, el analista está “primo sgos integrantes revela la cardinal diferencia constitu-
te interesado en ... las oposiciones binarias”.* Debe ntre la /t/ oneida y la /t/ tahitiana, a despecho de su
concordar plenamente con A. Martinet en que “el bis fonética.
actual puede muy bien interpretarse como una coherentt transición del nivel de los fonemas al nivel de los ras-
tensión de las conexiones correlativas”, y que dos en el análisis verbal exige que los dos conjuntos sean
son verdaderamente correlativos si “la existencia de alg ente distinguidos, y que mescolanzas promiscuas ta-
de ellos hace necesario suponer la existencia del otro”. lies como “fonemas prosódicos” (en vez de rasgos prosódicos)
is pretendidamente “indescomponibles” en rasgos
27 Z, S. Harris, Methods in structural linguistics (1951). tidadosamente evitadas. Una resolución total de las
28 Cf, A. Martinet, BSLP, LIII (1958), 77 ss. es lingiifsticas superiores en rasgos distintivos como
Panorama retrospectivo 163
162 FONOLOGÍA

sus componentes últimos es no sólo claramente posi so para distinguir entre distintivo y redundante, tratándo-
aun indispensable. Ella nos suministrará la clave paral, de rasgos”, que, dicho sea de paso, repite argumentos
yes estructurales del sistema fonémico. Sin un análisis y estos hace medio siglo encontra la fonémica en los mis-
cito o, por lo menos implícito, en rasgos distintivo e emienzos de ésta. Ast, 1913 A. Thomson le objetó
Serba que en el par ruso [ad,ét,] ‘ves-tir Lad,eto]
fonemas de una lengua no pueden ser ni siquiera enun
dos. La [b,] palatal rusa es seguida por vocales avar do’, no sólo la diferencia entre [t,] y [te] sino tam-
y la [bx], no palatal y velarizada, lo es por vocales retraj fa la que hay entre [el y [e] “podían ser reconocidas
[gub,4] “arruina-[gubsé] labio”; [gub,{] imp,
ndo” o portadoras de la diferencia de sentido”. Actualmente,
na’ - [gubst] gen. ‘del labio’; [gr,ib,ot] 3.* pers. sg. 4 mbargo, aparece claro que en este caso en lugar de una
Tgribiók] ‘setita’; [b,üsstz] “busto” - [búst] 4 oposición consonántica (la presencia o ausencia de pa-
¿Cómo es posible determinar cuál de estas dos sucesiyg ción) nos enfrentaríamos con múltiples diferencias
ferencias es la que reviste carácter fonémico: /b,/2 entre vocales más avanzadas o más retraídas y
o /a/ -/al, 131-191, 181 -/o/, 1ú/ -/u/? Es cierto te vocales más cerradas o más abiertas, además de la di-
la oclusiva labial final es sonora cuando le sigue da entre consonantes palatalizadas y no palatalizadas:
s [vóft,] jefe'- [kóStx] ‘manutención’; [s,él,t,]
tamente una obstruyente inicial sonora—[r,wp,] *
[rape] ‘fosado’ se distinguen ante la partícula de gue’ - [k,él,te] “celta”; [sskérp,] ‘pena’ - [s:kéreps] “en-
[r,eb,2u] - [r,é¿bx21], pero en esta posición no exist es'; [Lgótso] ‘ventaja’ - [lzgutx] “mienten”.
rencia fonémica entre oclusivas sonoras y sordas, embarazoso problema de los llamados fonemas “neu-
en muchos dialectos rusos todas las labiales finales hi dos” y de su ubicación desaparece al nivel de los ras-
dido su palatalización, de tal modo que la distinción d distintivos y el concepto de “archifonema” halla su nue-
biales palatalizadas cont neda cor verdadero fundamento. Palabras rusas tales como devki
a la posición «ne vu a ach: ce dan en tres variantes opcionales o dialecta-
turar’, Infetimos de estos hechos que, en ruso, hay quel djéf,kiJ, con palatalización asimilativa de la labial ante
nar un valor fonémico a las labiales palatalizadas y a la iy de una [e] cerrada ante la consonante palatalizada;
palatalizadas, pero no a las vocales avanzadas o ret ki], con una velarización de [fx], típica de las conso-
no sostenidas (llamadas “duras” en la tradición de
que las siguen, porque existe en esta lengua una discti
ción autónoma entre la presencia y la ausencia de palati ibros de texto rusos) y con la apertura usual de la [e]
ción consonántica, en tanto que no se da distinción aut precede; y [d,éfk,i], con una asimilación parcial de
entre vocales avanzadas o retraídas. Un sostenido a [k]: esto es, [f] sin llegar a palatalizarse, pierde
zación normal y, ante una consonante no velariza-
en rasgos distintivos destruye las supervivencia del pasa a [e]. Cualquiera que sea la realización de la
bour de aficionados según el cual “no quedan razo bilnesa posición, el fonema difiere aquí de las
. g F nu iales finales—la sostenida de [krsóf,] ‘sangre’
mi
29 Para una réplica a las dudas de J. Cantineau, véasedistinti Maida de [krát] ‘techo' por le Bech ial
:
binario sostenida/no sostenida. Mientras la distribu-
=“ p
del árabe de la Palestina Septentrional en sus rasgos
Fae es
164 FONOLOGÍA Panorama retrospectivo 165

ción de los rasgos es inequívocamente clara, la n delos rasgos expresivos, no autoriza al lingüista a pres-
de cuántos fonemas diferentes son representados por e indir de estos últimos.
tres labiales, sigue siendo objeto de disensión. Si suponen atre los problemas que son objeto de controversia en el
que hay dos fonemas, la atribución de la labial de de los fonemas, pero que son solubles inequívoca»
con sus tres variantes opcionales [f,], [fe] y [f] al fongmg mente cuando nos trasladamos al plano de los rasgos, se po-
sostenido o al no sostenido sería del todo artificial, A su citar los frecuentes titubeos entre una interpretación
la respuesta “tres” es asimismo objetable, puesto que ng onemática y otra monofonemática. Por ejemplo, las aspira-
contexto alguno donde la falta simultánea de velariza lis estudiadas por Ch. A. Ferguson y M. Chowdh-
de palatalizacién pudiera ser conmutada distintivamen están, tanto esencialmente como distribucionalmente,
la presencia o ausencia de una de estas propiedades, En Ja misma oposición respecto a sus correspondientes no
ejemplos rusos más—petli [p,étl,i] Lazo”, pet’ li [per das que /h/ respecto a cero." Aspiradas tales como
“cantar?” y pet li [p,etel,i] “está cantado?’—la oclusiva y/, cuando se las mira como agregados, dan la siguiente
tal media del primer ejemplo no participa en la oposi ¡lación de rasgos distintivos:
fonémica sostenido/no sostenido, mientras que el fon biS
final correspondiente es distintivamente sostenido en el Gii +
gundo ejemplo—ta oclusiva dental media del primer ejes Compacta —
no participa en la oposición fonémica sostenido/no st Nasal
do, mientras que el fonema final correspondiente es a
tivamente sostenido en el segundo ejemplo—/p,ét,/ Tense 7
ta’—y distintivamente no sostenido en el tercer ejempl
/pet/ ‘cantado’. to significaría que el segundo fonema del supuesto agre-
EN A e ¡ón en común con el primer fo-
a y sólo participa de una oposición tensa/relajada, mani-
tes® exige un preciso examen comparativo. Esta inves da únicamente por el par /h/ - cero. Por tanto, en vez
ción debe evitar en particular cualquier confusión entre es far /bh/ u otras aspiradas del bengalí como una yux-
conjuntos esencialmente heterogéneos de rasgos y cu de fonemas, nos vemos inducidos a admitir aquí
desdibujamiento de los límites reales entre sus diverg a superposición de rasgos:
funciones. Igualmente distorsiva es una exigencia, b
en el prejuicio, en el sentido de confinar la investi Ga de
fonológica a los rasgos distintivos únicamente y de ota Cep 2
les, de un modo totalmente arbitrario, la patente de Nasal z
únicos relevantes y pertinentes. Su discreción (discreti Senora. ve
que los sitúa específicamente aparte de la escala de ense de

30 Cf, Jakobson, p. 469. f. Language, XXXV, 456,


a
Panorama retrospectivo 167
166 FONOLOGÍA

De hecho, es este último modo de analizar el que “red delicadamente matizado de relaciones sutiles, tanto ex-
drásticamente el número de fonemas” en las secue entadas como posibles”. Hay una llamativa correspon-
simplifica debidamente “las descripciones de la distribue bia entre lo que se va haciendo cada vez más aparente adul-
No sólo en el estudio lingüístico de los rasgos distinti “ntilización de la pauta fonémica por parte de los
sino también en su confrontación con la lógica matemá os y la adquisición gradual del lenguaje por el niño,
(G. Ungeheuer) y con la teoría de la comunicación (| o se las examina en sus aspectos intrinsecamente lin-
Cherry, D. Gabor, W. Meyer-Eppler) se puso de ma y psicológicos. Henri Wallon,** nos ofrece ideas
rudi-
que la escala dicotómica señala la manera más prove ente esclarecedoras sobre el pensamiento
y económica para la descripción de los datos fonémicos, B
ci introduite dans les
orciona,dademás,
lea la laa papadaa para la compap:
una matriz apropiad existe que par les structures qu'elle
poog pues. A Pe Cequ'il est possible de constater à l'origine c'est l'existence
Lejos de ser un simple auxilio para la investigación, is couplés. L'élément de pensée est cette structure binaire,
mero modelo impuestpuesto o por
p el analista sobre el materi; éléments ents quiqui lla constituent ... Le couple,
y ou laza paire, sont
gúístico, los rasgos bivariantes son, como lo revela el estu A élément isolé ... Sans ce rapport initial qu'est le couple
Porigineimpossibl
dès serait
rapports
ultérieurme,desmais e -.. ouIl n'y a pas
del comport
ón del habla, verbal,
amiento El Aenatorias para
claves discrimi de ce ponctifor dualisme dédouble-
percepción del habla. Eloyente se ve realmente en ©. En règle générale toute expression, toute notion est inti-
con “un cierto número de decisiones entre alterna: "unie à son contraire, de telle sorte qu'elle ne peut être pensée
Los psicálagos nos han dicho que la capacidad para iden Y La délimitation la plus simple, la plus saisissante est op-
i ficar estímulos de un modo absoluto se halla pobrem C'est par son contraire qu'une idée se définit d'abord et le
p desarrollada en el oyente humano, de modo tal que “el ilement, La liaison devient comme automatique entre oui-non,
si mor noir, peremere, de telle sorte qu'ils semblent parfois venir en
tema auditivo debe responder a relaciones (J. CR. temps aux lèvres et qu'i! faut comme faire un choix et réprimer
er y Ier); y la reducción del alcance de nucstiggiesluides deux le: a fols
expectativas a unas pocas decisiones respecto a parejas: tion et différenciation.
términos permite el cumplimiento óptimo de esta i
onio psicológico se ha visto claramente corrobo-
(I. Pollack, P. C. Wason, N. I. Zinkin). Las identificacia
por las escisiones dicotómicas progresivas en la evolu-
perceptivas de “sujetos nativos no adiestrados lingüís
los sistemas fónicos de los niños de corta edad y,
mente” están regidas por su conocimiento de los
de nuestros primeros esbozos esquemáticos? nue-
distintivos disponibles y de sus probabilidades posiciong
vaciones lingüísticas realizadas en niños de vatios
y secuenciales y, por lo tanto, como inducen a creer
étnicos han mostrado clara y constantemente el des-
experimentos de R, W. Brown y C. Hildum, “la mayor
ico del lenguaje, mientras que los primeros es-
los errores implican solamente un fonema y la mayor p
de los cambios de un fonema implican solamente un fa
distintivo (e.g. /p/ respecto a /t/, /k/, /b/, o /£/)”. fallon, Les origines de la pensée chez l'enfant (París 1945),
es una alerta consciente la que actúa en la comuni l, PP: 317 S5., 328 $8. Y 491 S5,
hablantes, sino, como lo hace notar Sapir, “un sen
FONOLOGÍA Panorama retrospectivo 169
168

tudios sólidos de las perturbaciones del lenguaje han mente relacionales, no puede surgir ninguna imbri cación.
llama actual izada
cado el aserto de que en el tipo de afasiaen que
el sis
Mnvariente relacional de cada par oposi tivo es
en
«desorden de la contigiiidad”, la regresión Gefinitionem en todo contexto donde sedo déen elunarasgo
ostión, a menos que este rasgo sea omiti varie-
nico invierte el orden de las adquisiciones fonémicasid ¿elíptica del habla. Cualquier variedad de este tipo, sin
niño.
Mi repetida tesis sobre las oposiciones distintivas inh bargo, puede ser traducida en caso de necesidad por el
tes a la estructura del lenguaje** quería ser una descri Tante o el oyente a un subcódigo más explícito de la mis-
literal intrínseca de fenómenos reales, y de ninguna m | Las formas descuidadas son tenidas precisamente
un modo pintoresco o metafórico de expresarse. Tod Jacidas, descuidados, negligentes, y cada demanda de
distinciones funcionales del lenguaje son adquiridas, re tición y cada riesgo de malentendido provocan el res-
das, percibidas e interpretadas por los participantes Jecimiento de la distinción omitida. La existencia de un
comunicación verbal, y el lingüista las recodifica no de explicidad tanto a nivel fonémico como grama-
hace con todos los demás constituyentes superpuest al es condición sine qua non para cualquier elipsis; de
depósito que poseen los usuarios del lenguaje. El li ‘modo, una secuencia elíptica históricamente deja de ser-
traduce este sistema de símbolos en un sistema coi un punto de vista sincrónico: la omisión opcional
llamado “metalenguaje”. A este respecto existe una dif rasgo ha pasado a ser una ausencia obligada. El sub-
cia esencial entre una ciencia física que impone su p fonémico explícito o “estilo pleno” de pronuncia-
código de símbolos sobre los “indices” observados fen palabras de Ščerba, es un recurso interior del len-
sentido que C. S. Peirce da a este término) y la fen hablado, bien distinto de esas ayudas extrínsecas utili-
logía del lenguaje, cuya tarea consiste en desmenuzar por los hablantes para descifrar homónimos, medios
como una pronunciación deletreada inventada ad hoc
jun recurso a los nombres de las letras o, simplemente, al
código verbal es una propiedad real de cualquier comulin lb como se escriben.
de habla dada, y, por tanto, la famosa controvers ia sugerencia para desechar'el problema de la traduc-
tica entre la posición del “birlibirloque” y la “verdad un subcódigo a otro (C. L. Ebeling) ha de ser re-
lada por Dios” carece de objeto. Ninguna oposición fa la como también todo empeño por despojar a la lin-
ca o gramatical es ficticia ni metafísica, sino simple y Ú de algunas de las propiedades vitales que pertenecen
mente una verdad REVELADA POR EL CÓDIGO. je. El subcódigo elíptico tiene sus propias leyes
En posiciones de “neutralización”, los fonemas rı
y su coexistencia con el subcódigo explícito
ispensable fase sincrónica de cualquier fusión foné-
número de sus componentes distintivos, mientras que:
vel de los rasgos, toda oposición distintiva está dotad ya que, en general, el inicio y el final de un cambio
una constancia desde el punto de vista perce ptivo; y $ O se conciben en primer término como pertenecien-
pre que los rasgos sean adecuadamente definidos en tért subcódigos coexistentes. Este enfoque sincrónico

34 Cf, especialmente Jakobson, pp. 315 Y 499-500.


Panorama retrospectivo 171
ye noia
de los cambios lingüísticos abroga la acostumbrada os de la lingiifstica co-
de Sapir#® algunos estudiosceb
cación de la sincronía con la estática y de la dinámica cambio sonoro
c Favia “el fatal error de coneno ircuaselivis
diacronía. El concepto de sincronía dinámica recla ao arara de un «fenóm o la «facilid iológico», y
tratamiento estrictamente relacional de los cambios “en fg Ue erca de latiguillos tales com ad articu-
tion du système phonologique qui les subit”.*% Convene E
desde un principio de que “la tarea inmediata era sup i sión de las invariantes ylas tes variables en el tiempo
estática y superar lo absoluto” concentré mi inves yal problema de las invarian y las variiónable s en
de los últimos veintes sobre la mutabilidad como co iyo, El “aumento en el radio de comuni cac ” y el
nente constante y esencial de todo sistema fonémico y go para acomodarse al interlo-
de alteración del códiamp
el carácter sistemático de las mutaciones fonémicas. “Can a explicar la lia expansión de rasgos fo-s
cadas siguientes de discusión internacional sobre los į 'las extendidas afinidades fonémicas entrentoslenguapor
cipios de la fonología histórica y sobre su aplicación a ;, emparentadas 0 no. Mis primeros inte
„sas lenguas, en particular al material eslavo, reclaman aiganos ejemplos de este fenómeno,ica endieespe cial el
nueva, más profunda y más amplia visión de los mis usidtica” de oposición consonánt siz ado/no
problemas teóricos y concretos. La transición de la ey $o pueden ser ahora revisados y perfeccionado,
ración de fonemas hacia un sostenido análisis en rasgos 9 que disponemos actualmente de un corpus mucho
tintivos brinda un panorama mucho más sintético stivo y preciso material fonémico relativo a los
procesos fonológicos. Tradicionalmente, al nivel de la idiomas y dialectos impl icados. Nos enfrentamos a
nemas solamente se consideraban cambios condicion ad inmediata de trabajo colectivo a nivel interna-
combinatorios y contextuales, aquellas alteraciones que la elaboración de un atlas fonémico mundial. Sin
penden de los segmentos que las preceden o las siguen, te descripción cartográfica coheren-
cadena verbal, mientras que la investigación al nivel d 3 Jiomética de las isdfonas proporcionará una com-
rasgos reduce radicalmente el número de cambios ap E caucho més profunda de los caminos de la expan-
mente “espontáneos”, porque la mayoría de los cambios “el cambio fonémicos, puesto que la expansi ón es parte
el plano de los rasgos se limitan a combinaciones con t Má todo cambio, y que la distinción entre “facos”
específicos concurrentes. Por ejemplo, la pérdidadela E y n afectadas? (aires de conta
lidad vocálica no afecta a las consonantes nasales y es, ta más bien ilusoria.
tanto, un ejemplo típico de los cambios contextuales. código general de todo hablante individual y de
El cambio fonémico es una recodificación; como toda ¢ fied de habla, el observados, en la medida en
tión acerca del código lingüístico y de la economía d bstenga de Gltrajes artificiales, detectará sin falla la
codificación, se trata primeramente y antes que nada te coexistencia de VARIANTES FONÉMICAS te-
cuestión semiótica; sin embargo, a pesar de la ené fon diferentes subcódigos de un único y mismo
8 Cf, Jakobson, p. 3. cap. VII VI .
ge,e, cap,
37 Iskusstvo, 2 Agosto 1919. lsPP- 137 5S., 144 85. Y 234 58.
172 FONOLOGÍA Panorama retrospectivo 173
código convertible. Así, del trabajo de campo re le a cabo durante los últimos veinte años en el campo
en 1916 en una aldea al norte de Moscú, aprendí por pale plosoffa de le ciencia (desde A. Rosenblueth, N. Wie-
ra vez que no podemos hablar propiamente de un dig otros), “la adop-
Bigelow a R. Taylor, I. Scheffler y
uniforme, sino únicamente de “una cantidad de modos A enfoque teleológico simplifica el análisis del com-
blar individuales y de corta vida y que, en lugar dei soto orientado hacia un fin y ensancha el panorama
fonéticas, hay que habérselas aquí las más de las ve análisis”. La elucidación teórica de fenómenos tales
simples inclinaciones y tendencias”, Igual que la ter consecución del fin”, “fallo en la consecución” y
námica moderna, también la lingüística trata tanto d negativo” abre nuevas posi ilidades a su utiliza-
aspectos reversibles como irreversibles del tiempo, E n operaciones lingiifsticas.
mero de estos aspectos está ejemplificado por la fluctu “Jas explicaciones teleológicas concentran su aten-
del habla de París entre la distinción originaria de /4/, ver las culminaciones y los productos de procesos cs-
y la fusión optativa de ambas vocales nasales: existe aú ficos y sobre las contribuciones de las partes de un siste-
reversión virtual, desde esta última, una innovación A pantenimiento” (E. Nagel), una y otra vez vemos re-
a la discriminación fonémica conservadora entre b ‘mito de los “cambios” ciegos que resisten cualquier
blond. Por otro lado, la regresión desde la pérdida hh de explicación fonémica. Esta actitud está estrecha-
mantenimiento de una distinción entre ¢ nasal y œ te vinculada a un desprecio dogmático por la differentia
(brin/brun) es absoluta en algunas variedades dialectale que distingue a un rasgo dado con respecto a todos
francés y la fluctuación reversible ha cedido lugar al pra más rasgos distintivos de la misma lengua. Una pará-
de una mutación ya completada, tificativa de la creencia en cuestión puede ser halla-
Puesto que en el proceso de un cambio, sus dos téra nel Cours de linguistiqué générale, donde se asimila el
el comienzo y el final, co-ocurren necesariamente y pi faje a una partida de ajedrez: si durante el juego se ex-
ser comparados en relación a su Jugar y función en el MiMrapiara un caballo, se lo podría reemplazar con toda seguri-
ma, estamos habilitados (y, es más, nos vemos empuja “gun una figura despojada de todo parecido con un
hacerlo), para buscar el sentido del cambio. Si lasm puede ser declarada idéntica a éste mientras se le
son parte constitutiva del deliberado sistema lingiifstig ‘el mismo valor”.
tonces la aplicación de un “criterio teleológico” al afianza en el carácter arbitrario de cualquier sustitu-
de los cambios fonémicos** ha de ser aceptada como. pauta fonémica de una lengua se basa en “la na-
rolatio que se sigue de dichas premisas. No puedo co a arbitraria del signo lingüístico”, que es para Saus-
tir ese inveterado temor supersticioso ante la teleol na de las dos características primordiales del lenguaje;
fesado todavía por algunos estudiosos de la li ‘Ja antes citada “regla de linearidad”, ni la preten-
Como ha sido puesto en claro por el productivo ei gue “el signo lingiifstico es arbitrario” pueden se-
tratamiento del “comportamiento, la finalidad y la tel ado mantenidas. En una elocuente critica de este úl-
, É. Benveniste replica:
40 Estudio dislectológico realizado en 1916, publicado por
vez en Praga, 1927 y reimpreso en Jakobson, pp. 571-613.
42 Jakobson, pp. 1 5,
174 FONOLOGÍA Panorama retrospectivo 175

Arbitral, oui, mais seulement sous le regard impussible de Si a propia confesión, “no alcanzan a entender” la
Larbitraire ...n'intervient pas dans la constitution propredw Bee ica de la irveversibilidad, , se 1 a
encia lingüística de is irre se les puede re-
Dire que les valeurs sont “relatives” signifie qu'elles sont
les unes aux autres, Or n'estce pas lA justement la preuve: it que 5 n adquirir el len-
Tos niños sordomudos no puede
nécessité? ... Si la langue est autre chose qu'un conglométs or medio de la lectura y la escritura.
de notions erratiques et de sons émis au hasard, C'est bien cambios en la pauta fonémica que, del mismo modo,
nécessité est immanente comme A toute structure, ¿lejos de ser arbitrarios, dependen no sólo del entorno
isrente y secuencial del rasgo en cuestión en el reperto-
El principio relacional del establecimiento de pautas ig de combinaciones fonémicas, sino también directamente
necesariamente un orden jerárquico. El hecho de que, a de rasgos fonémicos existente. “Los valores son
un sistema fonémico es una necesidad que no puede. uno por respecto a otro”. Tanto los rasgos como
echada. En nuestro comportamiento verbal este sistem ombinaciones se hallan interrelacionadas por leyes de
de ser suplementado con “transferencias substitutivas! intő que dismiruyen la posibilidad de ciertos cam-
como el sistema gráfico. La escritura puede evidenter
hasta los excluyen por entero.
presentar algunas propiedades autónomas, pero la tipología de las estructuras lingüísticas” ha surgido
siendo siempre una superestructura, ello no obstante “una tarea oportuna y, junto con J. N. Tynjanov, man-
que ninguna comunidad de habla ni ninguno de sus p tesis de que “un análisis de las leyes estructurales
pes puede adquirir ni manipular la pauta gráfica sin p entes al lenguaje y a su evolución nos conduce nece-
un sistema fonémico. Así, la afirmación de Sapir en e sente a determinar un conjunto limitado de tipos es-
tido que el lenguaje fonético tiene precedencia, no es s realmente dados”.** Aunque esta tarea no puede
mente una consideració se por cumplida, el terreno ha sido desbrozado para
validez igualmente a nivel sincrónico y pancrónico. Pi
lengua, la existencia de una pauta fonémica es una const
stigacién sistemática.1? El ensayo de lista de rasgos
ntivos hasta ahora hallados en las lenguas del mundo**
mientras que la escritura es solamente un suplemento; de ser únicamente un borrador preliminar, sujeto a adi-
tivo: el alfabetismo no es más que una variable, y p y rectificaciones. Se ha trazado un marco por obra de
chos idiomas no existe la palabra escrita. Proclamar la cooperación de los tres autores de Preliminaries,
existencia de los sistemas fonológico y gráfico, mien por varias sugerencias útiles de nuestros amigos de
niega el carácter primario y fundamental del prin y del M. I. T.; pero una nueva versión, revisada
una distorsión engañosa de la estratificación lingiifstic ificada, brindará sin duda definiciones más precisas de
tanto desde un punto de vista teórico como desde el relatos de cada rasgo distintivo en las diferentes etapas
mente descriptivo. La tesis de Hughlings Jackson, de habla.
de un siglo, es aún la más realista. “Los símbolos es
o impresos son símbolos de simbolos”: la letra b sim
irreversiblemente el fonema /b/.** A aquellos dogi J y482-3.
PP. 327,
Lef, N° 12 (1928).
43 CE.3 Jakobson, pp. 247 55 Y 556 s$- , PP- 523 58,
44 CE. Jakobson, pp. 474 s8. ikobson, pp. 477 $5.
176 FONOLOGÍA Panorama retrospectivo 177
Por lo que hace al número de los rasgos existentes, clasificación de los rasgos distintivos en su tota-
tra matriz no ha recibido aumento por parte de los pg]
tas. Al pasar del aspecto intralingúístico al interlingüíş ‘examen más profundo de la tipología de las lenguas
en el análisis último, se debe continuar aplicando pes inalmente no sólo leyes de implicación universales
tantemente las mismas reglas de relación uno a uno yd si universales que subyacen a la estructura fonémica
tua exclusión. Esos rasgos, en apariencia diferentes, que lenguas, sino también varios rasgos comunes a todos
ca concurren dentro de una lengua en un entorno fo; todos los idiomas del mundo, como las oposiciones
idéntico y que se distinguen de todos los demás no vocálico, consonántico/no, porconsonántico, encom-el
una común propiedad relacional han de ser interpre difuso (exhib idas univers almente lo menos,
como dos diferentes realizaciones de un único y mismo smo), grave/agudo (en el consonantismo y/o enel vo-
distintivo. De ahí que la pregunta de P. S. Kuz 5, cuasi universal en el primero) y nasal/n o nasal (cua-
la oposición entre implosivas y explosivas que apa MS consonentismo); finalmente el análisis it-
algunos idiomas africanos no debería añadirse a fstico descubre modelos universales de combinaciones
inventario de rasgos distintivos—reciba una respuesi cas, tales como las sílabas consistentes en una vocal
gativa. Con el valioso asesoramiento del experto es consonante.
J. Greenberg, pude establecer que en una lengua con Mb ineatos estrictamente relativísticos del análisis
sición distintiva implosiva/explosiva, o bien no hay además, subyacen, y a la vez los sostienen, tanto
ción glotalizada/no glotalizada, o bien las oclusivas tipológicos como a la extracción de ds
glotalizadas parecen estar en variación libre con las
implosivas,® o bien, en fin, la oposición glotalizada/; cipo de equivalencia.
talizada es exhibida por las oclusivas sordas y la enveniste está fuera de toda duda en lo cierto cuando
implosiva/explosiva la es por las oclusivas sonoras. ave el ya citado ensayo con esta desafiante afirmación:
uno de estos pares isomórficos muestra la misma rel: nt la véritable naire du signe dans le conditionnement
porción de aire reducida contra porción no reducida y système, on affermit par dela Saussure, la rigueur de le
presentan la misma diferencia acústica.
La tabulación de los rasgos ha de ser seguida por u
dio más ceñido de su interrelación.5! La simetría en samiento saussuriano, que mostró su vigor en la pers-
tripartición natural de los rasgos prosódicos y la de djudicacién de “un valor puramente opositivo, rela-
herentes (tono - cantidad - fuerza, y tonalidad - tensión: egativo” a los elementos fonémicos, gana en firmeza
ridad) parece ofrecer una clave para una ulterior y m tan pronto como, par dela Saussure, sus dos
s básicos” —la arbitrariedad del signo y la lineali.
49 CE. Jakobson, pp. 483-4. "s—son puestos en duda. La adjudicación por
30 Cf, D, Westermann e Ida C. Ward, Practical phonetics fa valor opositivo a los elementos fonémicos es se-
dents of African languages (1933), cap. XVIII.
51 Cf. Jakobson, pp. 491 88. 1, PP- 479 SS, 484 ss., y especialmente 553 ss.
ae EONA: Panorama retrospectivo 8
guida de una referencia a la función de esta pauta opo
yerbalizada; de otro modo el oyente se ve afrontado
“L'opposition se trouve être porteuse d'une différeng ambigiiedad, puesto que para la expresión I saw
sens”. Esta definición, a su vez se ve corroborada by the bank ambas soluciones—bank of the river y
argumento de Benveniste contra la pretendida naturs k for savings—son per se igualmente probables.5
bitraria del signo: Juego, comúnmente, la carga semántica virtual de
Le signe, élément primordial du système linguistique, enferme : distintivos en el habla (y del mismo modo de
nifiant et un signifié dont la liaison doit être reconn ue coi , palabras, frases, etc.) está lejos de ser objeto de
saire, ces deux composantes étant consubstantielles Pune à I ión plena, debido al alto porcentaje de redundancia
“comunicación verbal. Existe no sólo un modo elíptico
Toda entidad lingúística, desde la más grande hasta e
;, sino también un modo elíptico de percibir el ha-
pequeña, es una necesaria conjunción de signans y sign
su sí
Así, el rasgo distintivo es definible sólo por o por el iis ain cuando las expresiones del ha-
a, apareado con canasu signattiin =
w. tiendan a ser explícitas. fonémic
propiedad sonora opositivA definición de las entidades as sentada sobre ba-
E E
sentido. En toda lengua pueden darse casos en que dg icas no queda afectada por los hechos pertinentes
labras scan sinónimas, i.e. semánticamente coincide sinonimia, la homonimia o la elipsis, y sigue siendo no
mejor CASI coincidentes la una con la otra, mientras di a irremplazable,
casos de to ltades con que choca el fonemista cuando plan-
en su constitución fonémica (aunque losirrestri cta dent a a cine
cidencia semántica y de perwutabilidad eo maces por una técnica cauta y só-
mismo código son raros en extremo y, a menudo, po a ¿igual o diferente?”
trecha proximidad semántica se toma erróneamente cendo), vaso plantee directamneate Econ
pleta identidad, por parte de algún estudioso). Es ee grado la án de ele-
decisón «
que, por lo regular, un rasgo distintivo sirve en 5 ción, complica en alto
“ad Boca, porque no hay ninguna indicación
lengua para diferenciar palabras (o sus constituyentes o a qué se supone que sean idénticas o distintas
ticales) semánticamente distintas; y, sobre todo, el la agudamente observó el
e e comparadas. Como
no tiene otra manera de transmitir una diferencia s
más que mediante rasgos distinti vos. Cuando dos p e al its del con
ie eosopbie de Lalandd'eau»
eer = les deux gouttes de la locution
son homénimas, como, en el feliz ejemplo de Ch
bank ‘ribera de un río’ y bank “banco de depósitos”, Meg a leur demande pas
su diferencia semántica es transmitida por los rasgos que al les gouttes Peau + Si prescindimos
tivos del contexto (como, por ejemplo, sand bank 3 ae oe 3diferente?”,
Mio; ismo tise
o bien (como me pasó una quiere
bank) o bien,
ji sii el contexto no da ninguna
is clave
correcta elección entre ambos homén imos—el ci
e: pu
ntes rusos) ) puede i
enfrentarse con serias dudas
s
es, por tanto, portador de una información insufi
sentido deseado por el hablante ha de inferirse de I
Panorama retrospectivo 181
180 FONOLOGÍA

sobre si, por ejemplo, debe tomar la forma expresiva


[t ferencia de tono de las vocales acentuadas. Épocas dife-
‘ast s muestran reacciones diferentes a la relación entre im-la
por idéntica o diferente a la forma neutra [ták] “yla semántica. Así, algunas rimas fonémicamente
sabrá si ha de atribuir identidad a las diversas variantes
tilísticas de /skar,éj/ ‘més rápido”, con [ə] o [a] g es que se han introducido en la poesía rusa de la cuar-
[r] o [r cada del siglo x1x, como minúlo /m,int la/ ‘pasado’
en posición pretónica, y luego
s; cf. la grafía tro) -obmanúla /abmanúla/ “engañada”eran evitadas en
o [ie] en posiciones tónica
e-e-e-c-e!” en 150.000.000 (verso 141) anterior en razón de la discrepancia meramente
jakovskij. En algunos dialectos de la frontera entre el fofonémica entre sus vocales postónicas.5%
central y el meridional, la Lg] septentrional y la [y] f relación con nuestra discriminación entre dos etapas
ridional coexisten como dos variantes opcionales del la investigación fonémica, los recursos preliminares y
velar sonoro y duplicados tales como [gavar,tt] - [ 'TOANALÍTICOS y el punto de vista, de grado supe-
DESCODIFICADOR, debo hacer notat que sólo
“dice” son reconocidos perfectamente por los hablant
les como diferentes uno de otro. En polaco normati era etapa—es decir, el enfoque del extraño y no el
labializada lateral [lw] está siendo suplantada paula cipante—es el blanco de la crítica de Chomsky; sin
te por la bilabial [w]: leb “cabeza” [Ivep] se / como esta crítica ha sido tomada repetidas veces y
[wep] y la gente usa a menudo alternadamen te an mente como una tentativa de sustraer el signatum
ente y fa
riantes, la última en el habla más neglig que una tal sustracción constituiría una retirada in-
primera en un lenguaje más cuidado y formal, con un cable de In efectiva posición valientemente conquistada
ambas vat
prendente consciencia de la diferencia entre
libres de un único e idéntico fonema. Henty Sweet, cuando, en 1877, “tratando de las rela-
La intuición acerca de un parecido o desemejanza es entre los sonidos”, escogió aquellas “distinciones de
pecif icados se vuelve p nte vaga y ambigua Bisonido que corresponden realmente adistinciones de sonido
reemplazamos
lenguaje” y separó adrede las diferencias “independien-
pronto como
aceptani significativas a las cuales corresponden diferencias
“un ensayo operacional mediante la rima”, foném ica e do” de los “infinitos matices” de sonido que “no
gerencia de Chomsky. de que “la identidad el sentido . de las palabras donde se dan”.
uier
cialmente la rima completa”. Respecto a cualq sea el nivel del lenguaje que hoy abordemos, des-
sup
némica dada, la norma de la rima es una idades superiores a los componentes últimos, no
autónoma que puede dejar de lado algunas de las laope menos que coincidir con Benjamin Lee Whorf en
nes fonémicas existentes. Así, por ejemplo, en esencia misma de la lingúística es la búsqueda del
n Ét
serbocroata la rima pasa por alto tanto la oposició Espero desarrollar y profundizar en un próximo
la de
ca del tono ascendente y descendente, como concepción de una atadura indisoluble entre el
de Jo
tónicas largas y breves. Rimas como éstas der
consi
/slasu:/-/strla:ne/-/Stasu/-/ ert e/ se
fectas y la rima de Jovan Javanovié Zmaj /tĵu:ži:m/
ži:m/ es aceptada como una “rima completa”, a
Studies in Russian philology (Ann Arbor, 1962), p. x ss.
|
aa
182 FONOLOGÍA

como las dos partes integra VIII


SONIDO y el SENTIDO
del lenguaje.
Durante décadas, la investigación de las múltiples LA IDENTIFICACIÓN
ciones entre las dos vertientes conjugadas de toda
DE LAS ENTIDADES FONÉMICAS
semiótica ha constituido el objeto principal de mis es
fonológicos. Mi enfoque de diversas cuestiones de la Siendo los fonemas elementos lin-
y la práctica fonémicas ha experimentado, como es nat gúlsticos, se sigue que no puede de-
paulatinas rectificaciones, como lo revela obviamente finirse correctamente ningún fone-
ma sin recurrir a los criterios lin-
comparación entre los ensayos impresos en mis Sef giifsticos, es decir mediante su fun-
writings, vol. 1. El panorama RETROSPECTIVO, emp ción en el lenguaje. Ningún criterio
se centra sobre las constantes que unifican la inves extralingiifstico, sea físico, fsiolégi-
del autor. Así, el ensayo final vuelve al mismo pri co o psicológico, puede ser rele-
la invariancia que es la clave del volumen todo.5 vante.
Febrero, 1962 RAFE ANTERIOR, perteneciente a la comunicación
is Hjelmslev al II Congreso Internacional de Cien-
icas (Londres, 1935),' contiene una de las ideas |
fferas que el lingiiista danés dio a la lingiifstica es- |
|. Séame permitido esbozar aquí brevemente los co- |
larios que por mi parte creo que pueden deducirse de esta
triz metodológica.
EF] mencionado artículo prosigue diciendo que “los ele-
tos fonemáticos grameticales y léxicos son a la vez fe-
js externos e internos”. Ciertamente, la doble natu-
las entidades fonémicas, que las subordina al resto
ituyentes lingüísticos, se descubrió cuando la in-
ción fonémica daba sus primeros pasos. Baudouin de

ings of the Second International Congress of Phonetic


ambridge 1936), p. 49.
88 Cf, Jakobson, pp. 475-6.
50 Algunas partes del “Panorama retrospectivo”, publica de la
Selected writings, vol. I, de Jakobson, están tomadas
de Ciencias
ción del autor al IV Congreso Internacional phonemic en Hunter, N. Y., verano de 1949 y publicado en
(Helsinki, 7 Septiembre 1961), titulada “The i po) 205-13, dedicados a Lovis Hjelmslev. Tra-
distinctive features”, publicada en los Proceedings del mencion J. PP.
greso (La Haya 1962).
183
FONOLOGÍA La identificación de las entidades fonémicas 185
184

Courtenay afirmó repetidas veces ya desde los com n a un fin que esencialmente era único e idéntico,
de la década de los 80 que, desde el punto de vista eas generales la tarea práctica de enumerar los recur-
tico, “el discurso se divide en oraciones, las oraciones micos de una lengua determinada encontró su solu-
labras significativas, las palabras en componentes “aproximada. Las dificultades empezaron con los prime-
cos o morfemas y los morfemas en fonemas”, y pues tentos de caracterizar internamente aquellos fonemas,
“un motfema solamente puede dividirse en com puede darnos una idea más exacta del período inicial
que sean de su misma naturaleza, éstos deben ser investigación fonémica que la exposición de dos ac-
significativos”. Para Baudouin de Courtenay, la d diversas: el estudioso, o bien se limitaba a registrar
del morfema en elementos físicos o fisiológicos, es d ero de fonemas distintos de una lengua determinada
sonidos, sería “un salto injustificado e ilógico en la d abolizar gráficamente el puro hecho de su distintivi-
También para Ferdinand de Saussure todo constig bien daba el salto, a todas luces ilógico, de un análisis
lingüístico es por necesidad una “entidad e doble” (e nente lingüístico a la materia prima acústica, definiendo,-
deus faces), “Une unité matérielle ¡exist pas que ejemplo, el fonema francés g como una oclusiva postpa
sens, la fonction dont elle est revétue; ce principe Ji, como una nasal prepalatal y £, como una fricativa
ticulièrement important pour la connaissance des un Iveolar, sin preguntarse si en igualdad de circunstan-
treintes, parce qu’on est tenté de croire qu’elles exist diferencia entre la articulación con respecto a estas
vertu de leur pure matérialité. . Inversement jones del paladar sería de importancia autónoma para
une fonction n’existent que par le support de quelque sir fonémicamente las consonantes francesas.
matérielle”. y convencido de que la aplicación consistente de los
La lección que nos enseñan estos dos grandes d tios lingiifsticos propugnados por Hjelmslev no deja lu-
res de los conceptos primarios de la lingüística es ira el abandono del análisis fonológico ni con la excusa
está totalmente clara. Pero cuando llegó la hora de 'una actitud agnóstica hacia la verdadera esencia de los
lingüistas utilizaran estos principios fundamentales y .ni so capa de substituir la Física y la fisiologia acús-
yeran una concepción total del lenguaje muy dist una metodolog{s enteramente lingüística.
tradicional, tanto en la teoría como en su técnica desa dinand de Saussure, superando con ello la estrechez de
se vio que era mucho más difícil observar las prem de laneogramática, señaló que la lingüística, además
todológicas que acabamos de citar que limitarse a el eje de sucesión (como hace toda ciencia que
simplemente su validez. Jos valores) debe ocuparse también de la otta coor-
La época de los 30 fue testigo, en el plano interr el eje de simultaneidad, “que concierne a las relacio-
de un progreso impetuoso y prometedor en el terren cosas cocxistentes”, mientras que para la lingüís-
estudios de fonología, y el fervor polémico de Hjeln dicional no existía ciencia lingüística ninguna fuera
centrar su atención sobre los criterios estrictamente] estiones históricas. Los neogramáticos estaban total-
ticos, fue adecuado y acertadísimo. “absorbidos por el eje de sucesión como si fuera posi
del fon
Por distintas que fueran las definicionesadores, tender ésta sin entender los modos de ser consecu-
tadas por las distintas escuelas e investig tod
La identificación de las entidades fonémicas 187
186 FONOLOGÍA

Estos dos ejes subyacen no lamente al lenguaje er sn seis elementos conmutables: b/m, b/p, b/v, b/d,
stica por separado. Sin |, Si examinamos el mismo fonema en otros entornos ve-
totalidad sino a toda forma lin;
bargo, la actitud de los neogtamáticos, al eliminar el firmada esta sospecha, Cf. /bo/ beau : /mo/mot:
:/po/ peau : /do/ dos :[gol gau, etc. Después
la simultaneidad, sobrevivió en la doctrina saussuriana |
postula “la característica lineal del significante”. Defe determinado un conjunto de “microrrasgos”, tal
este “principio fundamental” aludiendo a la imposib podemos llamarlos a imitación de los “microfonemas”
de pronunciar dos fonemas al mismo tiempo no cond syaddell podríamos pasar a la cuestión de los “macro-
que a un círculo vicioso, ya que el fonema se define , y detectar fácilmente un conjunto de proporciones
imposibilidad de pronunciar dos de tales unidades sim que existen por ejemplo, en /bu/: /mu/=/du/:
neamente. Esta tesis arbitraria impidió a su autor y us; /bu/: /pu/=/dul: /tu/ tout=/gu/: /ku,
nemistas que siguieron sus huellas que progresaran e Joa): /fa/ fou=/zuzu/ zouzou : /su/ sou=/%u,
2/5u/ chow; /bu/ /du/=/pu/: /tu/=/vu/: /zuzu/
camino de resolver el problema central que aquél habi
ticipado sagazmente: la tarea de “determinar los rasg f /su/=/mu/: /nu/; y finalmente /bu/: /gu/
af: /ku/=/vu/: lial =/fu/: /5u/ c£. /b5/ bon:
tintivos (éléments differenciels) de los fonemas”. Las
ciones de grupo continuaban siendo estudiadas únicam “gond=/vo/ vont : /%5/ jonc=/m6/ mon : /no/
en términos de secuencias y no en términos de comp este modo salen a luz los rasgos distintivos que
Hacía ya tiempo que los neurólogos habían disting a los fonemas consonánticos del francés: nasali-
tipos de complejos (Simultankomplexe y Sukzessivkom| cia de resonancia nasal; tensión/relajamiento;
en la terminología de K. Kleist) que subyacen a nuestei d/interruptidad; gravedad (debida a un resonante
pacidad de habla, que están situados en sitios distint ¡o y más unificado con un orificio contraído)/acui-
vamente a los
cerebro y que pueden compararse respectitanto, ación alta/baja (debidas respectivamente a una ar-
la ciencia MBeulación arrasada o adelantada)? Entia non sunt multipli-
des y a los axpeylus en
lenguaje seguía considerando el fonema como la más peq das la saturación alta (que corresponde a una articulación
) presenta un único rasgo indivisible en la estructura
unidad lingüística (no susceptible de ulterior división), nsonantismo francés, y la parte del paladar hacia la
Sin embargo, del mismo modo que los fonemas de
lengua determinada forman un sistema de secuencias, d dirija esta articulación atrasada es fonémicamente
tema de fonemas, a su vez, está formado por sus constit ante. Las variantes se deben al entorno: la articula-
tes, es decir, por rasgos distintivos. Y precisamente antepalatal cuando va combinada con la nasalidad,
olar en combinación con la continuidad y post-pa-
sión de los fonemas en rasgos distintivos sigue exa los demás casos. Vemos así que la cuestión de las
las mismas modalidades que la división de los morfem
es contextuales es tan pertinente en el caso de los
fonemas. “Mediante el estudio de las conmutaciones
bles” podemos obtener, por ejemplo, el paradigma fon
como en el de las secuencias.
del francés /bu/ boue : /mu/ mou : /pu/ pou : val
/du/ doux: /gu/ goat, y de este modo nos damos a Jakobson y J. Lotz, “Notes on the French phonemic pat-
de que el fonema b que aparece en /bu/ puede dese V (1949), 151-8,
188 FONOLOGIA La identificación de las entidades fonémicas 189

El análisis lingüístico nos permite verificar la ex + +


de la afirmación saussuriana de que las unidades fon + abe
son primero y principalmente entités oppositives, s6|
do llegamos al nivel de los rasgos distintivos. El fones
+ 41
oa +
ue l+
es por sí mismo un término de oposición. Por ejen
fonema b no exige de modo irrevocable, irreversible A
cesario ninguna oposición definida, mientras que sí lo E ea
cualquier rasgo distintivo. La tensión no es distintiv H f +
que frente al relajamiento, la gravedad frente a la ag H l
y la saturación alta frente a la baja, y, tal como decía ++
sure, la presencia de la resonancia nasal no es distinti +1+
que en oposición a su ausencia y viceversa. El p EIT
cotómico se aplica aquí de modo absoluto. +++
Pasemos ahora a examinar un ejemplo de fi ++ +
de fonemas en complejos de rasgos distintivos, El
croata tiene un total de 29 fonemas cualitativamen rl
xnmse
kg ++ |
tintos; y si añadimos a éstos los fonemas que se dist + ++
por rasgos prosódicos, el total de fonemas sube a 47,1] +1+
ellos están organizados de acuerdo con ocho propiedad + 4+ |
+ H |
tivos) que se refieren únicamente al eje de sim bel ts
(vocalidad. nasalidad, saturación, gravedad, continui SUS
DISTINTIVOS
RASGOS 2111
sonoridad), y dos rasgos prosódicos que se refieren Y +++
al eje de sucesión (longitud y tonalidad alta). Vamos a
[++ |
la presencia de un rasgo mediante el signo +, y su SERBO-CROATA
DEL
FONEMAS
DE
TABLA Ll + |
señalará la ausencia distintiva de cualquier rasgo
do. Cuando hay una combinación compleja de los té (el |
contrarios los representamos con el signo +. Para pi
pb£y
2 hite
dir de complicaciones innecesarias representaremos Lis
mas del serbo-croata mediante los signos del alfabeto! I H
idioma que normalmente los representan. LAR
Lii
Los rasgos prosódicos dividen a las vocales y a la r m
variedades distintivas: largas con el tono alto, bri
190 FONOLOGIA La identificación de las entidades fonémicas —191

tono alto, largas con el tono bajo y breves con el tong ‘cultura (por ejemplo el “papel funcional”, que juega
Al analizar las muestras de r y de cualquier otra roata la oposición de consonantes entre sordas y
serbo-croata deben añadirse las cuatro características co 135), Pero al ocuparnos de la esencia fónica de esta opo-
tables siguiente: Sn nos vemos tentados a asignarla no a la cultura sino
“naturaleza como fenómeno puramente material.
ente, la existencia de sonidos producidos con o sin
ALTA — — + s glotales se ve condicionada por la estructura de
TONALIDAD aparato vocal, y las subsiguientes diferencias que se
LONGITUD = p S a sobre el efecto acústico son un fenómeno físico.
tas están de acuerdo en que la emisión de las con-
Al aplicar esta transcripción fonémica analítica a los ofrece con respecto a la participación de la yoz una
ciados lingüísticos que se producen en sucesión se de grados y matices: la glotis puede estar cerrada
tente el reparto de los distintos rasgos distintivos en o menor grado; las vibraciones de las cuerdas vo-
cuencias. į pueden producirse con diferente amplitud; y la fase
A nivel de fonemas existen en serbo-croata 1.081 d empiezan o terminan puede variar. Vemos así que
cias significantes, según al fórmula de W. F. Twaddel tis es capaz de producir diversos matices en materia de
x es el número más elevado de diferencias fonoló dad consonántica, pero únicamente la oposición “pre-
nificantes dentro de una determinada gama articula la/ausencia de sonoridad” se emplea para diferenciar los
una lengua, entonces 2x=n (1-1), donde # es la m ficados de las palabras.
cantidad de fonemas dentro de la gama citada, y (#- 1), do la materia fónica del lenguaje una materia organi-
cantidad de relaciones fonológicas consecutivas exist
aquella misma gama”. Vello se desprende que no sólo la función significativa de los
Al descomponer el fonema en rasgos distintivos a distintivos es un instrumento cultural sino que inclu-
los últimos constituyentes lingüísticos que están carg es su esencia fónica. Hay que contar desde luego con
valor semiótico. ¿Es que al determinar su esencia esp : viene, al decir de Saussure, “en quel-
pasamos del nivel lingiifstico a criterios físicos o fisi imposé par la nature”. Pero al mismo tiempo nues-
y pecamos así contra el epígrafe que encabeza el lad organizadora le sobrepone sus propias reglas.
trabajo? Debemos reconocer que la lengua pertenece ntidades fonémicas tienen su asiento en el material pri-
temente al terreno de la cultura y que aun el elemen del sonido, pero a su vez reajustan esta materia ex-
diminuto cargado de valor semiótico es una dividiéndola y clasificándola según sus propios es-
;. Se trata ante todo de un procedimiento selectivo.
3 Lar es silábica en ausencia de entorno, vocálico. En ausenci ina multitud de posibilidades acústico-motoras hay un
torno consonántico,lar esno silábica, En contacto conuna restringido a las que el lenguaje adjudica un valor.
y<a/no
una silábica.
vocal, la Laoposición larga/breve actúa y se realiza e
r no silábica está prosódicamente indiferes
la naturaleza
z no x presenta másá que un nt número
4 On defining the phoneme (Baltimore 1935), P- 53- de variedades contingentes, la intervención de la
192 FONOLOGÍA La identificación de las entidades fonémicas 193

cultura produce pares de términos opuestos. La materia ndientes fricativas. En posiciones diferentes la
ma fónica no conoce oposición ninguna. El pensamiento] a fuerte/débil puede ser realizada por variantes dis-
mano es el que consciente o inconscientemente intrody ejemplo en posición fuerte (acentuada, inicial, et-
esta materia prima fónica las oposiciones binarias p puede ser realizada por una oclusiva aspirada fuerte
uso fonémico. El término oposición (y también el de lg una oclusiva débil (sonora o sorda), y en posición
traste), es de uso corriente en la bibliografía lingiifstig ntando a dos oclusivas no aspiradas (una fuerte
derna, pero no deja de ser oportuno recordar las impl débil, o dos fricativas) una de ellas sorda y otra so-
nes vitales que este concepto contiene tal como las fp danés esta misma oposición de fuerte y débil se ve
por ejemplo H. J. Pos: “L'opposition n'est pas un fait} la por ¢/d en posición fuerte, y por d/8 en posición
Cest un principe de structure. Elle réunit toujours: modo que el fonema débil en posición fuerte coin-
choses distinctes, mais qui sont liées de telle fagon, mente con el fonema fuerte en posición débil.
pensée ne puisse poser l'une sans poser Pautre. Lani
opposés est toujours formé par un concept, qui, i te tanto física como fisiológicamente, puesto que,
ment, contient les opposés en lui et se divise en oppo |, toda oposición fonémica presenta en todas sus
explicite quand il est appliqué à la réalité concrète; jones un denominador común tanto a nivel acús-
position dans les faits linguistiques n'est pas un s nivel articulatorio. Pero si tuviéramos que me-
la science introduit pour maîtriser les faits, et qui re fónico sin hacer referencia a la dicotomía que
extérieur à ceux-ci, Son importance dépasse l'ordre el lenguaje nos veríamos obligados a concluir que son
logique: quand la pensée linguistique range les faits d que se interfieren del mismo modo que un físico
les principes d'opposition et de système, elle rencontre de sus instrumentos acústicos (recordando la feliz
pensée qui crée ces faits mémes”.° ción de H. Frei), fracasa en su intento de explicar
Del mismo modo que la música sohrepone una escali qué en nna determinada composición el Fa hemal y el
duada al sonido, el lenguaje le sobrepone una escala ñ dos valores distintos.” La dicotomía de los ras-
mica que no es más que un corolario del papel pur stintivos es esencialmente una operación lógica, una
diferencial que juegan las entidades fonémicas. La op “operaciones lógicas primarias del niño y—si pasa-
consonántica entre fuerte y débil se produce con di e laontogenia a la filogenia—de la humanidad. El pro-
grados de fuerza en la expulsión del aire (débit en la siste en saber si es lícito admitir una especie lógica
nología de Rousselot). Los sonidos del habla present a la atención de la comunidad lingüística y que
amplia gama en cuanto a la fuerza de expulsión del a en el interior de muestra conciencia. Llegados
las consonantes aspiradas ésta es mayor que en las sersuficiente que recordemos la tesis fundamental
radas, en las fuertes mayor que en las débiles, en Is El raciocinio, sea consciente, subconsciente, o in-
ras mayor que en las sordas, en las oclusivas mayor
5 “La notion d'opposition en linguistique”, IX Congrès In linbisme et polysyllabisme dans les emprunts linguis-
de Psychologie (París 1938), P. 245- IF], VITI x (1936), 146.
194 FONOLOGÍA La identificación de las entidades fonémicas x95

consciente, sigue siendo el mismo, sólo que en grados di final facilitaría algo las cosas ([Zár] ‘calor’ -
tos de claridad en cuanto a su representación” ‘asa!’), pero la correspondencia entre y vibrante
Y ahora volvamos a nuestro punto de partida: ya gy intervocálica y la r final, más simple, nos devuelve
fonemas son elementos lingüísticos, están sujetos a mp a la embarazosa cuestión de los “macrofonemas”, y
lisis estrictamente lingüístico que debe especificar serie como [sláva] ‘gloria’ (Nom.) -[sl4v’ce] ‘glori
oposiciones subyacentes y sus interrelaciones. La p | [slévt] ‘gloria’ (Gen.)- [slávi] ‘gloria’ (Dat.), no
específica de toda oposición, el núcleo fónico usado nos acudir a otras posiciones, siendo como es prevocá-
ticamente, debe identificarse de modo exacto, pues d la oposición v/v’.
modo el inventario más elemental de los fonemas solamente mediante la descomposición de los fonemas en
lengua determinada se convierte en un problema ci constituyentes e identificando las unidades últimas así
mente insoluble. ¿Qué es lo que nos permite uni podrá llegar la fonémica a su raíz básica (asegu-
un mismo fonema (macrofonema en la terminolk con ello el empleo coherente de los criterios lingüís-
Twaddell) a dos unidades (microfonemas) que apa como pedía Hjelmslev), y romper definitivamente
entornos distintos, como por ejemplo ocurre en fic “descripción extrínseca del habla, felizmente retratada
Ja oclusiva d inicial y la fricativa intervocálica d? Si L. Bloomfield: como continuum compuesto indefinida-
metemos los fonemas al análisis que acabamos de e te de tantas partes como se desee y logre obtener el re-
¿qué es lo que iba a autorizarnos a considerar como, to progresivo de los métodos de análisis.
lentes a estas dos unidades? En este caso su identif inálisis lingüístico, al llegar a la noción de las entida-
se vería basada de modo tácito o expreso en un eri onémicas últimas viene a coincidir con la física moder-
suficiente de “semejanza” (física o fisiológica) |, que ha resuelto la estructura granular de la materia en
incluso en el criterio mucho más fluctuante de un sent tículas elementales,
to subjetivo de “semejanza”.
Con todo, estas dificultades, particularmente evi
nivel de “macrofonemas”, empiezan ya a nivel de “i
nema”, cuando usamos el método de la conmutaci
análisis interno que acabamos de propugnar no po
gar a saber cuál de las tres variantes contiguas es
ción fonémica en un conjunto de palabras rusas

7 Vid. también E. Sapir, “The unconscious patterning of Í s vocales reducidas). Transcrita fonémicamente, la misma serie
in society”, en The unconscious (Nueva York 1921 (wéral - [v'éral, [véru] - /v'ér'ul, [v'éril -1w'éril.
8 Doy una transcripción fonética aproximada (y sin signos (Nueva York 1933), p. 76.
Ix

SOBRE LA TEORIA
| LAS AFINIDADES FONOLÓGICAS
ENTRE LAS LENGUAS

SARIO recordar a estas alturas que la lingüística


‘a las ciencias sociales y no a la historia natural?
es un axioma evidente? Sin embargo—cosa que
a a pasar en la historia de la ciencia—, aunque una
cada haya sido eliminada, quedan bastantes re-
han podido burlar el control del pensamiento

ya mucho tiempo que se ha visto desplazada la doc-


Schleicher, gran naturalista en el campo de la lin-
pero todavía encontramos algunas de sus supervi-
y su tesis—segtin la cual, la fisiología de los sonidos
e de toda gramática”—ha reservado el sitio de honor
jencia del lenguaje a esta disciplina auxiliar y, hablan
spiedad, extrínseca. Dejando paso a una concepción
¿la tradición lingüística renuncia a duras penas a la
e había mantenido el autor del Compedium y que
echó raíces: “vor allem versenkt man sich in das
Einzelstudium des Objektes, ohne an einen sys-

tado al IV Congreso Internacional de Lingúis-


ague, Agosto 1936, y publicado en las actas del
o (1938), teelaborado e incluido como suple-
¿a versión francesa de los Principes de phonologie
oy (París 1949). Traducción de J. M. P.
197
Las afinidades fonológicas entre las lenguas 199
198 FONOLOGÍA
co
tematischen Aufbau des Ganzen zu denken”.* Pero o ortodoxo enseñaba que “sólo deben tenerse en
permanece, sin duda alguna, como elemento más eg Tas semejanzas de estructura de los órganos si
la doctrina en cuestión es precisamente la tendencia a a que sus portadores descienden de un único pre-
el contra-
s as investigaciones de nuestros días, porsecund
car las semejanzas fónicas y gramaticales de dos ler arias
su descendencia a partir de una lengua madre coi dian la importancia de las semejanzas
hecho de prestar atención únicamente a las semejan das por organismos emparentados sin haber pertene-
ceptibles de ser explicadas de esta manera. Cue antepasados comunes, o por organismos de orige-
Incluso para aquellos que ya no toman en serio la beolutamente diferentes a consecuencia de un desarro-
logía simplista de las lenguas, prevalece, a pesar de
vergente. De este modo, “las semejanzas que dos
imagen del Stammbaum, del árbol genealógico, según la presentan en su organ ación pueden ser un hecho
adquirido recientemente, y, por el contrario, las
expresión de Schuchardt; el problema del patrimo pueden ser un hecho primario heredado”. En es-
mún debido a un único tronco continúa siendo la p jones, la distinción de los organismos en emparen-
ción esencial del estudio comparativo de las leng no emparentados pierde su carácter decisivo. El des-
embargo, esta tendencia está en desacuerdo con la oj O convergente que engloba a masas inmensas de indivi-
ción sociológica de la lingüística moderna: en efecto, sobre un vasto territorio, debe considerarse como una
ploración de las semejanzas heredadas de un estado r ante.
tórico común no es más que, en las ciencias sociales eg de los méritos inolvidables del gran maestro de la
radas—por ejemplo, en la historia del arte, de las co
bres o del vestido—, una de las cuestiones a tratar, y moderna, Antoine Meiller, el haber resaltado un
blema del desarrollo de las tendencia innovadoras pre tho a menudo demasiado ignorado a pesar de su gran re-
en este caso sobre el de los residuos. las concordancias entre dos o más lenguas surgen
Además, esta predilecció r jentemente una vez desaparecida la lengua madre, y pro-
claramente genealógicas ni siquiera corresponde ya al ¢ jen, mucho más de lo que parece a primera vista, de
actual de la historia natural, y la lingüística corre srollos paralelos. A la imagen tradicional de dos estados
de convertirse en más naturalista que las mismas ciend nidad, plurclidad—, la doctrina de Meillet opo-
turales. Nos permitiremos citar algunos especialistas en una parte, la idea de la unidad en la pluralidad y,
tes tales como L. Berg, A. Meyer, M. Novikoff, M. O ‘otra, la de la pluralidad en la unidad: desde el prin-
L. Plate.* Al atomismo de antaño oponemos la gue diciendo—, la comunidad “no presupone una
de un conjunto que determina todas sus partes. Si identidad de lengua”. De este modo surge, al lado
oncepto tradicional de “identidad inicial”, la importante
+ «Debe emprenderos anto: todo: el estudio, ptobuado il de “desarrollo idéntico”. N. S. Trubetzkoy intentó
zado del tema, sin pensar en levantar una sistematización de las dos nociones, y en el I Congreso de Lingüistas
laadistinción desisdos tipos en los graposÈ de lenguas:
E e oo a
lidad”
1 Vid. esp. L. Berg, Nomogeneses (Londres 1926) y M.

parée (Praga 1936),


200 FONOLOGÍA afinidades fonológicas entre las lenguas —20%
“familias” (Sprachfamilien) caracterizadas sobre todo tanto en las modificaciones del sistema como en
fondo común de morfemas gramaticales y de palal ncias conservadoras y, de un modo notable, en la
uso corriente. (Nótese, además, que según Meillet a de los principios constructivos destinados a per-
pueden establecerse parentescos de lenguas por intactos. La “identidad inicial” que revela la gra-
.)* Sin embarga
rencias o concordancias de vocabulario” “comparada no es, en el fondo, más que un estado
familia de lenguas puede poseer y en general poseg arrollo convergente y no excluye en absoluto diver-
a estos detalles materiales, semejanzas de estructura simultáneas o anteriores.
y
tical y fonológica. Esto equivale a decir que la sem le todos conocido el hecho de que muchos rasgos fo-
estructura es independiente de la relación genética os tienden a extenderse como una mancha de aceite
lenguas en cuestión, y puede relacionar de modo indi i hecho notar, más de una vez, que las lenguas conti-
lenguas de un mismo origen o de ascendencia distinta, ] en gran cantidad de semejanzas tanto en su estruc-
mejanza de estructura no se opone, sino que sup pica como en la gramatical (Jespersen, Sandfeld,
“parentesco originario” de las lenguas. Este hecho co Vendryes y en particular Boas y Sapir) A menudo
en necesaria la noción de afinidad lingüistica; según |; des se extiencen a lenguas contiguas no empa-
tada definición del P. van Ginneken en el III Cong pero dividen familias de lenguas. Por esta razón, el
Lingüistas, la afinidad no excluye el parentesco de g del ruso (incluyendo en él el del ruso blanco y el del
sino que hace únicamente abstracción de ella, no) y el del polaco se oponen a la región checoslo-
Una afinidad, o, en otros términos, una semejí or la falta de oposición cuantitativa de las vocales, y
estructura que engloba unas lenguas contiguas las ‘su vez, un todo con el conjunto de las lenguas ugro-
una asociación. La noción de “asociación de lenguas” eg As y turcas de Ja Rusia eutopea cisuraliana* aunque al-
amplia que la de “familia”, que no es más que un caso as de las familias ugro-finesa y turca poseen esta
ticular de la asociación. Meillet hace notar que “en Jog, por ejemplo, bajo este punto de vista, el húngaro
sos en que la evolución ha sido sensiblemente idén al mismo grupo del checo y del eslovaco. Las isó-
resultado es el mismo que si hubiera habido unidad d una afinidad pueden dividir tanto a los miembros
el principio”. La convergencia de desarrollo (Wabluen i familia como a las hablas de una misma lengua. De
schaft “parentesco electivo’, según la expresión de ado, los hablantes orientales del eslovaco se sitúan,
wins A falta de oposición cuantitativa, junto a las lenguas ve-
2 Esta clasificación se corresponde, entre los lingüistas italian O S yel polaca
tos al pensamiento de Ascoli (Bartoli, Pisani), a la distinción
sentesco originario o consabguinidad y parentesco dq] go, >aunque la
LAlingüística entrevér la desconcer-
dad. El P. Schmidt agrupa a las lenguas contiguas que pres tión de las afinidades fonológicas, la deja al mar-
mejanzas de estructura en los Sprachkreise (‘zonas lingüísticas investigaciones. Este hecho requiere una expli-
en tales agrupaciones no acierta a yer más que el residuo de u
dio anterior (“um so grossere Zeittiefen”) al que nos revela el
de una familia de lenguas. De este modo el problema de Jakobson, “Franz Boas’ approach to language”, IJAL, X
janzas adquiridas se ve en el peligro de desaparecer ante 2 ss.
semejanzas de origen, f Skalička, AO, VI, 272 ss,
202 FONOLOGÍA afinidades fonológicas entre las lenguas — 203
Es de todos conocido que nunca es igual el len, to e intentamos hablar como él. De este modo, los
dos individuos que hablan una misma lengua. El gra los noruegos, que en sus relaciones comerciales ha-
cubtidor de las antinomias lingiifsticas, Ferdinand de en rusonoruego, lengua mixta, muy bien analizada
sure, resaltó estos dos aspectos antitéticos: la lengua, “h, estaban seguros de hablar la lengua del interlocu
ción de identidad, condición indispensable para la ca Yque traduce, además, el término con que se auto:
sión y el habla, manifestación personal que individ na el rusonoruego: moja på tvoja ‘yo como tú”. Los
papel de cada uno de los interlocutores. Y precisan Extremo Oriente que hablan su lengua materna
un dualismo parecido F. de Saussure redujo la rela se chinos llegan a sinificarla de tal modo que, según
proca de las variantes regionales de un idioma, Tam gievskij, algunos de los interlocutores amarillos llegan
este caso “siempre actúan dos fuerzas simultáneam ..Las particularidades fonológicas de las formacio
en sentido contrario”: por una parte, el espíritu pa tienen el atractivo exótico de lo extranjero; el
rista o, en otros términos, “el espíritu de campanario! expresivo y la moda se impregnan de estos elemen-
de clocher) y, por la otra, el espíritu de comunidad ol “imponen nuevas funciones y contribuyen a su pro-
za unificante de la que el mutuo influjo (intercourse,
anglicismo del autor) no es más que una manifesta consiguiente, ni el nacimiento de una lengua mixta ni
Pero el juego de estas dos fuerzas opuestas queda et ón de los resultados de una mezcla presuponen un
solamente en el espacio limitado de una lengua: las o y, a la vez, el cruce biológico no conduce
gencias, tanto conservadoras como innovadoras, en f
tura de dos o más lenguas contiguas, surgen de la fue 5 obligados a admitir que la lengua de Pushkin, mestizo
ficadora, mientras que las divergencias son debidas al es to y creador del ruso literario moderno, no es más que
particularista. laftfremde Sprache”.5 Hugo Schuchardt, uno de los més
No existe nna diferencia de principio entre la mat fficos alemanes, no sólo negá la relación de
ción dentro del ámbito de una lengua y en el interii fs ingüística y bio-
grupo de lenguas contiguas. En los lugares en que ‘sino que incluso llegó a negar la posibilidad de seme-
tacto es más directo, en la frontera, en una región elación: “Wo Blutmischung im Verein mit Sprachmi.
en un centro de intercambio, se observa una tendenci g auftritt, beruht diese nicht auf jener, sondern beide
car unos medios de comunicación mutua, una lengua: n dritten. Die Ursache der Sprachmischung ist
algunos rasgos de esta lengua común muchas veces sozialer, nicht physiologischer Art”.* Cuando el paso
manifiesto una particular facilidad a extenderse más icad ts a s, típico de la pronunciación griega del
la zona del mutuo influjo. En resumidas cuentas, extendió entre las muchachas rusas de las orillas del
rente que la lengua común de la que hablamos sea
gua dialectal quea intenta unir las hablas de unamisma Muttersprache (1933), 420 33.
ve en los intercambios
sea útil z P jo se
seprcproduce la mezcla de ; sangre jjunto con la de lengua,
o E una lengua mixta que
a “ » sta última
cionales. La tendencia a hablar como “el otro” no a La Min se deba
dl alaAaprimera,
: ade SENde tanga es ibas demore
sedeben=
a la lengua materna. Queremos hacernos comprendet no petiso” ae
204 FONOLOGÍA afinidades fonológicas entre las lenguas —205
mar de Azov al encontrar los griegos buena acogi de la palabra el acento de la última sílaba, sin tras-
parte de ellas, el-hecho lingüístico anduvo a la pap, e
el acento de las otras sílabas. A pesar de este cambio
proceso de mestizaje, sin ser en absoluto ningún ef el acento guardó en estas hablas su función signi-
lógico suyo. 4, extraña al acento carelio (posypali, plural del pre-
Ciertamente, la imitación es un factor poderoso e aspecto perfectivo del verbo “recubrir”
-posypáli
mación de las ondas lingüísticas sea cual sea el á na, pero del verbo imperfectivo correspondien-
propagación: tanto si es la de una lengua como tras que la función delimitativa del acento ca-
grupo de lenguas contiguas. Pero no se puede co
como el único factor, ni siquiera como el factor de ¿blas en cuestión más que un equivalente parcial y
indispensable. Según la penetrante opinión de Meille o (que la sílaba acentuada no puede ser la final de
existencia de una tendencia colectiva lo que lo d labr polisílaba).? En las hablas del sureste de Mace-
mientras que el papel de la imitación, tanto si es s el ejemplo contrario: el acento libre fue modi-
ly seguramente sobre el modelo griego de las tres sila-
o, mientras que en el griego el acento ejerce una fun-
ficativa y su función delimitativa es únicamente
(la tercera sílaba después del acento no puede for-
de la misma palabra), en una parte de las hablas
nómeno esencial es la convergencia; el papel facultati ys la tercera sílaba (o, en otras hablas, la segunda)
individuo que toma la iniciativa consiste únicamente al final de la palabra se ha generalizado como sílaba
lerar el desarrollo convergente. Del mismo modo, en da, y por esta razón el acento se ha transformado
mites de una lengua o de una asociación de leng o significativo en medio puramente delimitativo, ya
innovación de estructura puede propagarse, como de indica el final de la palabra. El cambio ha sido más ra-
explicado, por contagio, según el término de F. de el modelo mismo. En ninguno de estos dos ejem-
(Cours, p. 283) o bien por-una simple igualdad de nducido el contagio a una afinidad clara.
cias; este último caso es el de una evolución paralel hay casos en los que el resultado de la imitación no
pendiente, No se produciría el contagio si no hub que ver con el modelo. Según Sergievskij, la len-
igualdad de tendencias, pero el contagio en sí mismo gitanos rusos acentúa casi siempre la última sílaba
imprescindible, aunque un foco de irradiación favoreze , pero en las palabras tomadas del ruso, inclu-
pansión de un cambio y que la evolución convergente ‘oxitonos de esta lengua, el acento cae siempre so-
facilitada y acelerada cuando se puede ampatar sobre múltima sílaba (en ruso: zimá, sud'bá, vesná; en gi-
delo. La acción del contagio no es, pues, ni necesaria! i, súd'ba, vasna); desde el punto de vista del gita-
ficiente para que se produzca una afinidad lingiifstics
particular fonológica). 4 diferencia entre estos dos tipos de recursos fonológicos,
Bajo la influencia del acento inicial del carelio, a oy, Proceedings of the Second International Congress
hablas rusas de la zona de Olonetz trasladaron a la Beare p- 4350.
208 FONOLOGÍA Las afinidades fonológicas entre las lenguas. 207
no, el principio de la libertad de acento es inadmisipy ore teutonicorum” la 1 ordinaria en lugar de una-
acento debe continuar dependiendo del final de la yy ©, Precisamente la expansión delcheco por el territo
pero los gitanos se dieron cuenta de que en ruso, al in de los pueblos de Bohemia influenció al checo
tio de su lengua materna, el acento no tiene nada ay, a través de él, al checo rural, haciéndole perder
con la sílaba final: y ésta es precisamente la razón Ie ciónde los dos fonemas laterales. Los préstamos de
hayan acentuado la penúltima sílaba, ya que es ésta bulario no son suficientes ni tampoco condi ción indis-
lleva el acento en la mayoría de las palabras rusas? ] ible para que se produzca un contagio fonológico. Por
de palabras autóctonas y la clase de las extranjeras M iente, no existe conexión necesaria entre una afinid ad
en la lengua, como muy bien ha explicado V. Math fica (o gramatical) y un fondo léxico común.
sus estudios sobre la estructura de los préstamos, d ma sólo acepta elementos estructurales extraños,
estilísticas particulares. En el caso antes dicho estas, p corresponden a sus tendencias evolutivas. Por consi-
pas se oponen por el cambio de acento fijo. Si des o Ca importación de elementos léxicos no puede ser
el sentimiento del origen extranjero de los préstamo a motriz del desarrollo fonológico, sino, a lo sumo,
tano al ruso y si se fusionaran las dos capas, el res le las fuentes utilizada para favorecer este desarrollo.
ría o bien la unificación del lugar del acento o bien y aminar los casos de contagio fonológico no podría-
sición de los dos acentos, el de la última y el de la icar a través de factores internos ni la selección de
ma, para distinguir el significado de las palabras, imitados ni tampoco la dirección del contagio. Si
modo nos damos cuenta de que los préstamos en sí a rusa común” (véase la definición de Sommerfelt)*
no modifican la fonología propia de la lengua: sólo 6 y propagó el rasgo fonológico esencial del dialecto
milacién es capaz de introducir nuevos elementos, O dional del gran ruso, a saber, la fusión de o y a átonas
incluso en este último caso, la lengua no adopta ne fonema único, ninguna condición de orden económico
mente elementos insólitos. La solución más simple, Fpolítico nos explicaría esta preferencia, mientras que la
que parece la más corriente, es la que consiste enad sé interna del fenómeno en cuestión es perie: nie clas
las palabras de origen extranjero a las leyes de la est más fácil que se imponga una distinción fonoló gica en
indígena. Del mismo modo que podemos rep: bla que ya la posee que se introduzca una distinción
bras extranjeras con nuestros propios hábitos de mentaria donde no existe. e
ción, también podemos imitaryreproducir la promut S circunstancias externas admiten las dos direcciones
extranjera de nuestro propio léxico. Hus, el cél stas del contagio fonológico. Contrariamente a la opi-
mador checo, reprochaba a sus compatriotas que pr corriente, la acción que una lengua ejerce sobre la es-
tra fonológica de otra no presupone necesariamente la
razones
7 Porlengua checos lasuelen
pareciddeas,modolos estable creer, al oft el fnderancia política, social o cultural de la nación que
esta acentúa última
de vista del checo (que lo posee inicial), el acento va nec sílaba. opios lengua > Si Bien es verdad que el idioma del
unido a la linde de palabra, y, como se desprende del ex es du Quatrième Congrès International desasLinguistes (Copen
acento checo enfático (secundario o dialectal), In variante P. 42 ss.
únicamente la de la penúltima sílaba, J. Pokorny, MAG, LXVI, 7o ss.
208 FONOLOGÍA afinidades fonológicas entre las lenguas — 209
pueblo dominado está influenciado por el de los ue, por el contrario, el votiaco Baušev pone de relieve
res, también es verdad que éste último, buscando py dez de la “oposición constante” tal como la encontra-
se, se adapta a los usos lingiifsticos de los domina S yotiaco y en zirio. Es igualmente curioso que los
polacos ocuparon durante los siglos xv y XVI un entantes de las lenguas que desconocen la palataliza-
dominante con relación a sus vecinos inmediatos d fonológica de las consonantes sientan una verdadera
' y, precisamente en esta época, se formó el ruso blang hacia ella. “Y es una opinión bastante difundida el
yas características fonológicas esenciales proceden de los sonidos palatales como una debilidad articula-
pronunciado por los polacos y, al mismo tiempo, tal añade a este respecto Chlumský, “y no solamente
manifiesta la lingüística polaca, el polaco común se h atribuye parcialmente esta debilidad a las personas
tado a la estructura fonológica del ruso blanco y d lenguas con sonidos palatales, por ejemplo, los
niano. Precisamente, sobre esta facultad que posee la _ ¡Pobres rusos! Todo lo mojan”.X En las lenguas
de los dominados—la de poder transferir sus princi ys que limitan con las que poseen consonantes moja-
tructurales a la lengua de los dominadores— se f entran a menudo en la formación de peyorativos.*?
:ctualidad la teoría del substrato. critudes de adhesión y de repulsión indican la fuer:
Nos damos cuenta de que junto a las características tagio y la persistencia del fenómeno en cuestión. E!
gicas que tienden a sobrepasar los límites de una Jenguas que poseen la oposición sistemática de conso-
y a propagarse ininterrumpidamente sobre grandes palatales y no palatales forman una extensa zona in-
nes hay otras que no sobrepasan los límites de una ler ida. Esta afinidad separa a varias familias de len-
siquiera los de un dialecto. Ahora bien, son precisam esta razón, de las lenguas eslavas sólo el ruso (in-
primeras las que se sienten como una marca distinti do el ruso blanco y el ucraniano), la mayoría de los
separa las lenguas que la poseen del resto de las cite tos polacos y las hablas búlgaras orientales forman par-
tes. Por esta razón, la oposición de las consonantes mo grupo de lenguas que palatalizan; ninguna de las Jen-
(o blandas) y la de las consonantes no mojadas (o dù ¡románicas ni germánicas puede incluirse en este grupo,
siente como la dominante fonológica del ruso y de las hablas rumanas por un lado y el yiddisch de la
guas vecinas. Un poeta y lingüista ruso, K. Aksakov, d por el otro; de las lenguas indoeuropeas, sólo
que esta oposición y los hechos concomitantes son “e de los gitanos rusos y polacos; de la familia ugro-
blema y la corona” del sistema fónico de la leng mordvínico, el cheremisio, el votiaco y el zirio, las
Otros poetas rusos encuentran en el fenómeno un $ orientales del lapón, del finlandés y del estonio, los
ranio (Batjuskov, A. Belyj), extraño a los europeos (1 tos meridionales del carelio y el vepso pertenecen a la
kovskij, Mandel’stam). Los eruditos de provincias :
con pasión la esencia pura del fenómeno en cuesti cueil des travaux du Premier Congrés des Philologues Slaves,
samente en su variante local: el ucranio Puškar
oposición suprimible”" propia de su lengua materna, k, Fac. Phil. Univ. Carolinae Pragensis, Práce, XXII,

¡ón (mouillure) consonántica únicamente se ha per-


10 Sobre esta terminología, cf. N. Trubetzkoy, JP, XXXII} fel viejo enclave ruso en territorio estonio (poluvercy).
212 FONOLOGÍA afinidades fonológicas entre las lenguas — 213

tiende por la zona del alemán y del holand samen de hechos fonológicos confinado a los límites
de uno de estos tipos a otro es bastante fácil y fluet Mengua dada corre el peligro de parcelar y desfigu-
O sea que el estudio de la repartición geográfi M oblema; y así, los hechos considerados dentro de
hechos fonológicos hace resaltar que varios de tes de una lengua o de una familia de lenguas nos
sobrepasan los límites de una lengua y tienden a presión de un espíritu particularista, pero en cuanto
rias lenguas contiguas, independientemente de sus mos en un marco más amplio, descubrimos en ellos
genéticas. Además de las afinidades mencionadas, de unespíritu de comunidad. Por ejemplo la poli-
mos, a título de ejemplo, la asociación fonológica qu de las hablas kachubas septentrionales, al mismo tiem-
el vasto territorio que se extiende entre Alaska del opone al resto del dominio kachubo polaco, indica
centro de California, poblado por gran cantidad de] ticipación en la asociación báltica de las lenguas poli-
de familias distintas, pero que todas ellas poseen ‘Ja mayor parte de las lenguas que lindan con la fron-
de consonantes glotalizadas;"® la asociación de I 4 ental del ruso poseen en sus hablas limítrofes la
» caucásicas, cuyo consonantismo presenta las mis ción fonológica de las consonantes, y es precisa-
rísticas y engloba las lenguas caucásicas septentri hecho de la adhesión de estas hablas a la gran ~
meridionales, el armenio, el oseto y las hablas gitan in de las lenguas palatalizantes—y no, el de la sim
cas de la Transcaucasia; la asociación balcánica®® ergencia en el interior del finlandés, del letón, del
vatiadas lenguas de la región de Samarcanda (distin kie—elque se debe tener en cuenta. La dislocación
mas iranios, una parte del uzbek y restos del árabe] del mundo eslavo en idiomas politónicos (serbo-
esto no son más que las primeras tentativas ais] esloveno), monotónicos de cantidad libre (eslavo oc-
|)y monotónicos de acento libre (búlgaro y eslavo
fonas traspasan de modo casi habitual los límites d no puede ser completamente dilucidada si no tene-
guas y que la tipole snoldgica de éstas no tiene nadt akts en cuen! S tres as ¡ones distintas de las que han
ver con su distribución enel espacio, sería de sun jp parte estos idiomas eslavos.
tancia, tanto para la lingúística histórica como la análisis completo de un fenómeno fonológico no puede
desplegar una actividad colectiva y elaborar unatlas a una lengua ni a una asociación de lenguas que
de isolineas fonológicas o, al menos, de los distint n el mismo fenómeno. Tampoco es fortuita la dis-
nentes.? mutua de las diferentes asociaciones fonológicas.
e van hechos fonológicos que tienden aconstituir áreas
Io el área de la politonfa, por ejemplo, linda con la
18 E. Sapir, Language, XX, cap. IX. onunciación vocálica con oclusión glotal. La conti-
19 N. Trubetzkoy, TCLP, IV, 233. worece el nacimiento o la persistencia de fenómenos
20 B, Havránek, Proceedings of the First International Ca gicos próximos que presentan, además de sus propias
Phonetic Sciences, p. 28 ss. E
21 E, Polianov, Uzbekskaja dialektologija i uzbekskij li
jazyk (Taškent 1933), p. 10 ss. tar, en sesión del 29 de agosto de 1936, un atlas fonológico
22 La Association Internationale pour les Études
214 FONOLOGÍA

particularidades, algunos rasgos comunes: así, la ase GRAMÁTICA


de las lenguas politónicas entra en Europa dentro des
más amplia asociación de lenguas de forma acentual
Hemos hecho notar que la asociación de las lenguas p
se combina, tanto en el oeste como en el este, con up
ciación de lenguas politónicas. Es poco probable que e
metría de las dos fronteras de una misma asociación sẹ
a la casualidad.
Comparando las distintas isófonas que forman las,
des lingüísticas con la distribución de hechos g
veremos dibujarse unos haces de isolíneas, y nos sq
derán, igualmente, las concordancias entre los Ifmi
asociaciones de lenguas y ciertos límites de geografía
y física. Por ejemplo, el área de las lenguas mono!
latales coincide con el conjunto geográfico conocido.
nombre de Eurasia sensu stricto, conjunto que se
dominio europeo y asiático por ciertas particulari
geografía física y política. Ciertamente, las corresponé
de las diversas isolineas sólo son aproximativas:
razón, al oeste, el límite de la palatalización fonoló
las consonantes sobrepasa la frontera occidental de
asia que dibujan los geógrafos, pero este rebasamiento
llega al x % de la superficie de la zona de las leng
notónicas palatalizadas, y la coincidencia es del todo
cente.
Actualmente ya nadie trata de deducir las afini
gúísticas a partir de un factor extrinseco, Lo que im
es describir y poner de relieve sus correspondencias |
nidades geográficas de distinta naturaleza, sin preju
absteniéndose de generalizaciones precipitadas como
explicar la afinidad fonológica por el parentesco o
de lenguas o de comunidades lingiifsticas.
x

LOSASPECTOS FONÉMICOS
GRAMATICALES DE LA LENGUA
EN SUS INTERRELACIONES

arp SAPIR, brillante pionero de la tendencia estruc-


"en lingiiística, fue también uno de los primeros en se-
que “nuestra tendencia actual a aislar la fonética de la
ca como si de campos sin relevancia mutua alguna se
‘es lamentable”, puesto que “es probable que se den
fundamentales entre ellas y sus historias respecti-
Más de un cuarto de siglo nos separa de esta aserción,
entonces mucho se ha llevado a cabo en el pensa-
lingüístico internacional para tender una conexión
‘el estudio de los sonidus del discurso y el de la estruc-
atical.
principio, el obstáculo que se presentaba para un aná-
lisis intrínseco de las entidades lingiifsticas era la premisa
élodológica de los neogramáticos: “examinar aisladamen-
acción de cada uno de los factores”. A primera vista,
afirmación parecerá contradictoria. ¿Acaso no sig-
que la tendencia del neogramático a fragmentar la len-
factores separados imposibilitaba todo análisis que
resolver la lengua en sus elementos? ¿No estamos
ante una contradictio in adjecto? ¡En modo alguno!

e phonemic and grammatical aspects of language and


interrelations”, en Actes du VI° Congrès International
iguistes (París 1949), pp. 5-18 y Gor, Traducción
he:
217
222 GRAMATICA Aspectos fonémicos y gramaticales 223

tes las leyes de combinación en las junturas de losel


Mos o los sufijos (por ejemplo, el ruso sólo admite
un fonema, aplicamos unos criterios estrictamente semid ito en la juntura de un radical con un prefijo o con otro
tal como hacemos en las unidades superiores: el signan deal, ya que una palabra con un prefijo se considera como
considera en relación con su signatum. i especie de compuesto). Unidades formales funcionalmen-
Mejorando así los métodos de la fonémica levantar diferentes vienen con frecuencia denotadas por configura-
n es fonémicas diferentes (en las lenguas eslavas, por ejem-
Tos sufijos se distinguen claramente de los radicales por
contornos fonémicos). Los radicales de diferentes partes
viene repetir, mutatis mutandis, lo que ya dijimos más fla oración (por ejemplo, de substantivos y verbos, o de
ba al hablar de los significados gramaticales: al elabo bstantivos y pronombres) pueden diferenciarse por la lon-
sistema fonémico de una lengua pueden desdeñarse log d y la composición de la secuencia fonémica. En gilyak,
nificados de las unidades formales que los fonemas combinaciones de fonemas usuales en los nombres pro-
guen. Basta con establecer que estos significados los, especialmente de persona, no se presentan en las pala-
tintos. 'comunes. De ahí que un inventario exhaustivo de com
Si el estudio de la estructura de la palabra se li de fonemas sea una ilusión, porque toda clase de
una parte, al inventario de los significados gramatic gramaticales, así como toda posición en el interior
por otra, al repertorio de fonemas y sus rasgos distis tas, tiene su propio cuadro de combinaciones fonémicas.
subyacentes, estaría justificado afirmar que, en el e que acabamos de decir de las combinaciones se aplica
aspecto fónico de una lengua dada, los significados co o menos también a los fonemas por separado y, en defi-
les no importan, ya que sólo interesa el hecho de que va, incluso a los rasgos distintivos. Los fonemas y sus
distintos. Y estaríamos en lo cierto al afirmar que, en ¿lg qomponentes no se distribuyen de modo indiferente en el re-
tudio del aspecto conceptual, la expresión de los significalggfieinto de una palabra (o de una unidad formal menor). Ade-
carece en sí de importancia, a condición de que se expr de la función diferenciadora de palabra pueden asumir
distintamente. Pero estos extremos en modo alguno función, suplementaria ésta, de marcas delimitativas. La
la materia lingüística. esencia de cierto fonema (o de cierto rasgo distintivo) en
Si nuestra investigación se interesa por los fonemas fi
lengua dada e intentamos establecer la red de sus com a linde entre palabras (o unidades formales menores) o,
ciones efectivas, inevitablemente tendremos que or elcontrario, la ausencia de linde. Estas “marcas negati-
cuenta las entidades gramaticales: las combinaciones is” (como las llamó Trubetzkoy) son muy comunes e impor-
nemas son diferentes al principio, al interior y al fi
una palabra. Las combinaciones que se efectúan en el checo de Bohemia, una contraposición de consonan-
tura de dos unidades formales (por ejemplo, de un pre ysonoras y sordas sólo es posible en posición medial y, es-
sufijo con las partes adyacentes de una palabra) se ificamente, sólo cuando les sigue una vocal, una líquida,
cian de las combinaciones internas, y asimismo pued ‘nasal o una v. En posición final, no se dan oposiciones
226 GRAMATICA Aspectos fonémicos y gramaticales 227

Al tratar de los fonemas de estas lenguas, debemos iste en determinar los significados gramaticales de una
cuenta que sólo en las raíces son autónomos los rasgos, dada, no deja de ser enteramente cierto que podemos
tivos en cuestión, mientras que en los sufijos no pasan un catálogo de estos significados teniendo en cuenta
simples variantes combinatorias que sirven para cohesig “nente un solo hecho de sus correlatos fónicos: el he-
palabra. En resumidas cuentas: querer limitarse a redae resudistintividad. Sin embargo, los grados de distinti-
simple inventario de los rasgos distintivos y de sus c d son varios. En las formas rusas gen. /gribá/, dat.
ciones simultáneas y sucesivas sin especificación Sibú/, loc. /grib'é/, nom, pl. /gr'ibí/, las diferentes vo-
alguna de su uso, equivaldría a una proyección a acentuadas son portadoras de los diferentes significados
varios estratos sobre un mismo plano. s casos y números gramaticales, pero el rasgo común de
Si se seleccionan de modo diferente diversos terminaciones (-a, -4, -e, -+)—el hecho de que una uni-
fonémicos y se utilizan en categorías gramaticales d pueda consistir en una vocal—es la marca carac-
es porque se trata de un hecho específico de la comp a de los sufijos flexionales, que los distingue tanto de
de los elementos fonémicos de una lengua en sus ufijos de derivación como de los radicales; en una pala-
ciones jerárquicas, y no puede desdeñarse en un esi a,delas unidades formales que nunca pueden consistir en
hecho de la estructura fonémica. Las lenguas pertena “vocal. Independientemente de su significado individual
a los dos tipos de armonía vocálica mencionados p diminutivo), el sufijo -ok (/gribók/) denota por su com-
contener en su sistema vocálico los mismos pares ción fónica que no pertenece al grupo de los sufijos flexio-
de rasgos distintivos; por ejemplo, posterior/anterios, bs, porque éstos no admiten más oclusiva que 2. De los
deado/no redondeado, alto/bajo, e incluso pueden pri cales rusos, sólo los radicales pronominales pueden con-
un inventario completamente idéntico de fonemas voci ir en una consonante sola (por ejemplo, k, Č, +, n, v).
pero la ordenación de estos sistemas exteriormente este punto se parecen a los sufijos flexionales, que pueden
tes, la interrelación y. en particular, la jerarquía de lencistir también en una consonante. Las raíces pronomina-
dios discriminatorios catalogados de las lenguas de es lis se diferencian de todas las demás en que su significado
tipos son esencialmente diferentes si, en una de léxico, sino gramatical. En otras palabras, la afinidad
mente la oposición alto/bajo puede diferenciar los siga ‘estas dos categorías, también en el aspecto semántico,
dos de los sufijos, y en cambio en las demás ocurre lo fuera de toda duda.
ic salvoy aquélla. E
con todas í las oposiciones E Asi, a medida que progresamos a partir de un mero ca-
Cualquier estudio de un sistema fonémico que q de significados gramaticales de una lengua dada ha-
comprehensivo tropezará inevitablemente con el proble análisis de su ordenación e interconexiones, debemos
los sistemas parciales que mutuamente distinguen y star una atención todavía mayor a la composición fonémi-
fican las diversas categorías gramaticales de una lengua] las diversas unidades formales, especialmente a los re-
El límite entre la fonémica propiamente dicha y la MiB orios de fonemas y conglomerados fonémicos específicos
mor(fo)fonémica es más que inconsistente, Sin darnos da una de las clases de tales unidades, Mutatis mutan-
ta pasamos de una a otra. - enemos que afirmar una vez más que el estudio de un
Si, por otra parte, el objetivo de nuestra investi a gramatical nos conduce inevitablemente al problema
230 GRAMATICA Aspectos fonémicos y gramaticales 231
en la expresión de los conceptos gramaticales sin que de estas formas complejas se perdió fonéticamente, y
duzcan mutaciones en los conceptos mismos. pala-
astrictivas se hallaron en principio absolutoes dela cons-
Está fuera de toda duda que los cambios foné; u- “enseñar a alguien’ > i-raw-(r en gilyak
den afectar al sistema gramatical, Ante todo, un pi va correspondiente a 1) > rau-. Así se produjo en prin-
puede sufrir una reconfiguración esencial. En varias leg dite palabra una oposición entre oclusivas y constri c-
indoeuropeas, los cambios de sonidos han llevado a tin cons-
las dos pasaron a ser fonemas autónomos y la
plazamiento de la linde existente entre el tema nominal va inicial de las formas verbales pasó a indicar el em-
desinencia. La pérdida de # e 7 finales impuso una nu S sin complemento de los verbos transitivos: el verbo
terrelación entre las desinencias de los casos en las len T io sin complemento (r24- “enseñar') halló su sitio en
eslavas, ya que creó una desinencia cero opuesta a las de na gramatical del gilyak.
nom. nds / gen. nós-a. À Hoenigswald está evidentemente en lo cierto al afirmar
En segundo lugar, la diferencia entre dos formas ih pérdida de sufijos por el cambio fónico es un lahecho
pena
desaparecer, por ejemplo entre la segunda y tercera p ‘conocido y frecuente.” Pero, por otra parte, vale
singular del aoristo eslavo, de resultas de la pérdida ardar (como hacen Bonfante, Holt, Martinet y Pisani) que
consonantes finales en el eslavo primitivo (-s en la nero cambio fónico no basta para producir un trastorno
pers. y -ż en la tercera). natical.? Un impulso (impetus) fonémico puede contri-
En tercer lugar, los cambios fónicos pueden crear (c a la pérdida de una categoría gramatical sólo si en el
observan D. M. Jones y H. Velten) una alternancia que, pgp! gstema gramatical en cuestión se encuentra presente ya una
teriormente, podrá emplear la lengua para vehicular, dencia a efectuar tal mutación. De otro modo, o bien la
manera nueva, una oposic ión gramat ical efecti va; bngua reconfigura loscalsufijos
”cf. losplis distinc afectados con objeto de salvar
rales por umlaut desarrollados con una consistencia pecil ión gramati en peligro, o “un fonema de valor
= sano: t02/1eg, ete. (Sapir) > gico resiste a las leyes fónicas”, como dice Pottie
En cuarto lugar, un cambio fónico puede incluso ac ¡endo la tesis de Wilhelm Horn.
la aparición de una categoría gramatical nueva; por lg cuestión que en su tiempo obsesionó a los neogramáti-
plo, los cambios fónicos introdujeron en gilyak una problema de la lucha permanente entre las leyes fó-
entidad morfológica, la forma sin complemento de los y la nivelación analógica—vuelve a estar al orden del
transitivos. Anteriormente, en esta lengua, el verbo Dos concepciones de esta lucha se han sucedido a lo
vo iba o bien precedido de un complemento, o, si de la historia de la lingiifstica. De acuerdo con la pri-
figuraba, de un pronombre indefinido i. En gilyak , laanalogía gramatical es una irregularidad, una in-
tían fonemas constrictivos, pero en posición int ión de leyes fónicas rígidas. El punto de vista opuesto,
las oclusivas eran sustituidas por variantes constrictiv: halló su expresión más clara en la obra de Saussure,
mismo ocurrió con las oclusivas iniciales de los verbos
tivos precedidos del complemento pronominal i, Lueg i, Po 235.
les, PP: 227, 235 58. 247-8, 249.
T Actes, pp. 240 85, 260. tS, PB. 250 55,
232 GRAMATICA Aspectos fonémicos y gramaticales 233

sostiene que la analogía gramatical es un contrapeso os pueden hallarse también aparte de la “nivelación ana-
ble a la fuerza destructiva de los ciegos y fortuitos wea’; por ejemplo, en las terminaciones de las palabras
fónicos. De hecho, ni los cambios fónicos ni la analogí ® sujetas a flexión las consonantes finales se despalatali-en
matical pueden concebirse como un cambriolage. En el. i (/dást/, /idút/, /rvalás/, /dám/, /stalóm/, etc.);
tema de la lengua podemos distinguir dos niveles: el sj inación de infinitivo, /-t'/ no pasa de variante combi-
gramatical de los elementos significativos y el sistema ja de la forma /-t'{/, mientras que, en todas las demás
mico subyacente de simples marcas diferenciadoras. Los, iones, las consonantes finales mantienen su palataliza-
bios fónicos, o, más ampliamente, las ordenaciones a (ef., por ejemplo, formas aisladas como /jést’/, /avós'/,
ordenaciones fonémicas, apuntan al sistema de las y sám/; o substantivos con terminación cero como /pút/,
diferenciadoras, mientras que la analogía busca ajustar Pa, /s'ém’/; e incluso la forma adverbializada del verbo
ajustar el sistema gramatical mismo. E yo”, vgr., /kapañás'/). Para más ejemplos ver los in-
Respecto a los llamados conflictos entre cambios fó “santes estudios de Michel Lejeune’! y Marcel Cohen.”
y analogía gramatical, no pasan de simples cambios consiguiente, el problema de la diferenciación foné
cos que afectan no al sistema fónico general, sino sólo de los diferentes estratos gramaticales nos enfrenta a
tema fónico especial de ciertas categorías gramaticales, aspectos sincrónicos y diacrénicos. Las estructuras gra-
una lengua se dan generalmente configuraciones fon icales y fonémicas se ajustan unas a otras. La autonomía
con cambios correlativos propios del interior de pi serna relativa de ambos sistemas no excluye su interac-
de la linde de palabra, también el interior y el exteri a e interdependencia perdurables. Como ya dijimos, la
las unidades formales menores pueden presentar difer onfiguración del sistema fonémico puede proporcionar
en el trato fonémico. Así, el vocalismo átono del estímulos al sistema gramatical, que éste puede ya
tingue los fonemas 1, i, a, pero detrás de las cor doptar, ya rechazar. Por otra parte, los procedimientos gra-
“blandas” (palatales y palatalizadas), la a átona se ha cam maticales consiguen presentar innovaciones en el sistema
do en i. Solamente los sufijos flexionales conservan es nico e incluso servir para generar nuevos fonemas. En
mantenida por la analogía con o y a en los mismos truso, el empleo de la oposición palatalizado/no pa-
cuando van acentuados: nom. y gen. /pél’-a/, cf. /ži izado en alternancias gramaticales (/rv-ti/~/rv’-68/,
/; dat. pl. /ustój-am/, cf. /kraj-ám/ (pero p yrú/—/v1'-68/) suscita un nuevo par (/tk-ti/~/tk’-68/ e
/péjis/, etc.). No es obligado que la nivelación troduce un nuevo fonema, la /k’/ palatalizada que ante-
intervenga sólo después de efectuado el cambio fóni lormente era una simple variante combinatoria del fone-
paso de a átona a i detrás de consonante blanda es k. En ruso blanco, sobre el modelo de parejas como
procedimiento vivo en el ruso moscovita, a la vez qu '8/ =/Vatú/, una nivelación analógica construye unas
sufijos de flexión conservan, en esta posición, la a; en is fónicas correlativas, como /hl’ad’-i8/~/hl’ag-i/, y
palabras, este cambio en las combinaciones de “consa
blanda más vocal átona” no se extiende a la articulaci
los sufijos flexionales. d “Le langage”, Encyclopédie francaise, 1 (1937).
Las limitaciones gramaticales impuestas a los cambio Catégories de mots et phonologie”, TCLP, VII (1939).
234 GRAMATICA
XI
entiquece el sistema fonémico con un fonema nuevo, la
cada chicheante sonora /i/. CONTRIBUCIÓN
En conclusión, sirviéndonos del sinnúmero de sugeren
contenidas en las respuestas al cuestionario, nuestra q A LA TEORÍA GENERAL
nicación ha querido dar una visión sucinta de uno de DE LOS CASOS
problemas centrales planteados por el Comité del Congycoma
Nos hemos limitado a la gramática de la palabra, GENERALES DE LOS CASOS RUSOS
CACIONES
giere la referencia a “morfología” del título de la pr
formulada (ver la crítica de Frei). Nuestra intenció £
evitar en lo posible términos equívocos y ambiguos, así
toda discusión terminológica, atacar el núcleo del prob cuestión de las significaciones generales de las for-
Nuestra respuesta ha sido que tanto el estudio sincróf gramaticales constituye, como es natural, la base de la
como el diacrónico patentizan un vínculo estrecho de
ta del sistema gramatical de la lengua. La importancia
ridad e interdependencia entre dos estructuras aut cuestión ya era en lo esencial evidente para el pensa-
la fonémica y la gramatical. Los recientes progresos o lingüístico vinculado con las corrientes filosóficas ge-
estudios fonémicos, por una parte, y la investigación es de la primera mitad del siglo pasado; sin embargo,
acercan:
tica de los conceptos gramaticales, por otra, nos trar una solución creadora resultaba imposible sin una
intersección de estos dos campos, al problema de la
n or autonomía y perfeccionamiento de la metodología lin-
gramatical. La técnica o catalogación de los “procedi
pr tica. Pues bien, la etapa siguiente en la investigación
gramaticales” está ahora muy desarrollada y la
l de lado el problema en cuestión, y la lingüística meca-
tea urgente es la de emprender un análisis estructura ista reinante puso las significaciones generales en entredi-
cito de tales procedimientos.
La historia del problema no forma parte de mi trabajo,
consiguiente me limitaré a unos pocos ejemplos ilus-

célebre lingüista ruso Potebnja rechaza la doctrina de


ificación general gramatical como una substancia de la

zur allgemeinen Kasuslehre”, TCLP, VI (1936),


. Apéndice: “Morphological inquiry into Slavic de-
(Structure of Russian case forms)”, en American
utions to the Fourth International Congress of Sla-
& Haya: Mouton, 1958), pp. 154-6. Traducción
19 Actes, pP. 233.
235
236 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 237

que, a modo de accidentes, derivarían las significacio, morf olog ía que para nada toma en consideración la sig-A
ticulares, y afirma que la “significación general” es jón de las formas.

mente una abstraoriót, ittia sinentelequia urea ii Fortunatov, Peš-


eminente lingüista de la escuela de semántica
producto del pensamiento existencia real alguna fj, quiso mantener la característica de las
lengua”. Ni la lengua ni la lingüística precisan de tg nas gramaticales a la vez que defendía la tesis de que la
no sole-
Das e las formas por medio de la significación uniforme,
nificaciones generales. En la lengua sólo se darían te podía llevarse a cabo con una significación
única e irreductible, “esto es, hablando con rigor, en también con “un haz uniforme de significaciones dife-
caso se trata de una forma diferente”. Potebnja consi adas que de modo igual se repiten en cada una de estas
»3 Así, por ejemplo, resulta que en una misma cate
casual el instrumental ruso aúna las significaciones de
mento, de comparación, de extensión espacial y tempo-
mente esenciales”. La negación de las significacionesy I etc, que “nada tienen de común entre sí” y que, no
rales se lleva aquí hasta el final; más aún, hasta una at tante, constituyen una unidad gramatical, ya que estas
zación ilimitada y esterilizadora de los datos lingüístico caciones diferenciadas “se repiten en el interior de
Como es natural, se han llevado a cabo una serie forma”, de modo que una desinencia cualquiera de ins-
tentos para salyar el concepto unitario de forma gram mental puede servir para reproducir todos sus significa-
concepto sin el cual se viene verdaderamente abajo la y Esta afirmación es inexacta: toda desinencia del instru-
de las formas. Se ha intentado separar la forma de ental masculino singular coincide, en los adjetivos rusos,
ción y más especialmente la unidad de una categoría n la desinencia del dativo plural (zlym, božim); toda desi-
tical de la unicidad de su significado: así, por ejemplo, ja del nominativo singular masculino coincide, en los
estima que los casos son “no portadores de un concepto jetivos cualitativas, con la desinencia de su genitivo sin-
neral, sino más bien portadores de todo un haz de sig dar femenino zloj, staryj—
(zl—oj staroj, tixoj,
tix—ij
ciones diferenciadas”.* Con ello se pierde la conexión rij— sinej; las diferencias gráficas son artificiales), sin que
el signo y la significación, y la problemática de la ello la distinción de las categorías gramaticales esté en
casos menos fuera de duda. Se trata sencillamente de
signos (la semiología y en particular la gramática). de formas homónimas, y si de verdad las significacio-
manera la semántica, meollo de la lingiifstica y de $ particulares de un caso “nada tuvieran de común entre
teoría de los signos en especial, se queda sin objeto, también el caso se desintegraría inevitablemente en un
producen estas monstruosas tentativas científicas coma nero mayor de formas homónimas sin relación alguna en-
Pero la existencia objetiva del caso en la lengua y, por
1 A, Potebnj Iz zapisok po russkoj grammatike, 1-11 (1!
33 ss.
2 A. Marty, Zur Sprachpbilosopbie: Die “logische”, “lokalis a v naučnom osveščenii
pio (1934),ý pP-
und andere Kasustheorien (1910), pp. 32 s .; O.Funke, Innere $ Petkovskij, Russkij sintaksis
form (1924), P. 57-
GRAMATICA Contribucién a la teoria general de los casos 239
238

otra parte, la indole sumamente subjetiva de su articy as desafortunadas definiciones de origen occidental, Pero
en significaciones particulares está clarísima. E ocurrió así con la teoría de los casos, en la que se aceptó
El mismo Peskovskij tuvo que admitir que “estab | prestigiosa filología clásica y la sanscritología como mode-
número de significaciones de una misma forma y la interpretativo de las particularidades eslavas. El hecho de
celar estas significaciones en matices y significados Me la declinación flexional fuera relativamente extraña a las
dientes es tarea harto difícil, que por lo general ‘as occidentales se reflejó en las concepciones lingüísticas
sta resuelve de modo diferente”. Si, como Pi E tales países, y bajo su influencia la lingúística eslava des-
dó el estudio de la problemática de la declinación, a pesar
= la importancia de la declinación en la mayoría de los sis-
lingiifsticos eslavos.* Semejantes ejemplos de una apli-
que aislar nunca el concepto de una categoría semejante indebida y confusionaria de criterios occidentales ex-
su valor objetivo, o sea, de la significación que en la les ‘os a los fenómenos propios, no son ninguna rareza en la
(langue) le corresponde, a diferencia de las demás cai ia de los pueblos eslavos.
Si, a pesar del temor supersticioso del pensamiento at
cista ante los problemas de la totalidad y sus partes, se p
al menos de manifiesto en la teoría del verbo ruso la cuest II
de las significaciones generales de las formas gramaticale
cuestión de la significación de los casos quedó peor p En la miscelánea conmemorativa Charisteria G. Matbesio...
No todo fue por culpa de la mayor complejidad del pı ublicada en 1932, expusc uno de mis bosquejos de la gra
ma. La declinación flexional sólo está representada en lg mática estructural de la lengua rusa moderna, en el que trata-
lenguas románico-germánicas occidentales por escasas de la significación general de las formas verbales rusas.
quias sin importancia. Los lingüistas occidentales, al tamay Los mismos principios rigen este estudio sobre el sistema ca-
nota de la multiplicidad de usos de cada caso concreto/gg/gual ruso. Un tratamiento semejante me parece tanto más
las lenguas extranjeras y antiguas con un sistema de iga actul cuanto que la cuestión de las significaciones generales
cional desarrollado, apenas podían recurrir para control los casos se ha convertido por fin en tema de discusión
a y fructífera.
esencia de una categoría como el caso, supuestamente in En el Congreso Internacional de Lingüistas celebrado en
fue substituida la mayoría de las veces por el sucedáneo egy | Roma en 1933, M. Deutschbein pronunció una comunicación
sistente en tomar mecánicamente nota de sus signifi “La significación de los casos en el indoeuropeo”,* con
particulares diferentes. Con estas descripciones desmer
doras quisieron muchas veces los lingüistas occidentales c Ta disgregación paulatina del sistema de oposiciones casuales, inclu-
ende amino el ido de| E en la mayoría de las lenguas eslavas modernas, con excepción de los
y nio elcontenido ¡de Jos ¡sipoctos VERA inios del eslavo oriental y del polaco, desempeñó un papel nada
pb pie los aspectos, así como algunas otras particular en la historia de la teoría de los casos de las lenguas eslavas.
les del sistema verbal, son demasiado específicos de las] M. Deutschbein, “Bedeutung der Kasus im Indogermanischen”,
guas rusa y eslavas para dar entrada en la lingüística es del III Congresso Internazionale dei Linguisti (1935), pp. 141 $5.
240 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos
una serie de interesantes obsetvaciones sobre el sistem e que avanzar empiri mente”. Con esta fórmula pone de
las significaciones fundamentales de los casos, pero en layA iglieve el | estudioso tres problemas básicos: el de la signifi-
postulaba unas significaciones fundamentales rígidas sin , ción fundamental, el del sistema y el del método empírico.
debidamente cuenta de los datos lingüísticos empíricos, El primer concepto queda aclarado con la siguiente defi-
significación general de cada caso “viene condicionada “Un caso, al igual que una forma lingiifstica, no
sistema total de una lengua dada”, y sólo podrá estab] inifica cosas diferentes; significa una sola cosa, es portador
examinando la estructura de este sistema; asimismo, ú ‘un único concepto abstracto, del que se podrán derivar
mente podrán proponerse tesis de alcance general despug gos concretos”. Sólo me opondré al término significación
un análisis y una tipología comparativos de cada una damental (signification fondamentale), que muy fácilmen-
estructuras de la lengua. No se pueden afirmar unas puede confundirse con significación principal (significa
caciones de los casos que sean universales, válidas en principale), ya que si Hjelmslev verdaderamente tiene
tiempo e independientes de un sistema dado (o tipo de g te sus ojos aquel concepto, el término significación gene-
tema) de oposiciones casuales.” al (signification générale) lo expresa con mayor exactitud,
El meritorio libro de L. Hjelmslev La catégorie des "Neda hay que objetar a la exigencia de un método empí-
(1935) representa un notable paso adelante en el ca (o sea: inmanente, intralingúístico): más bien hay que
la comprensión científica de la estructura de los casos. El] por una aplicación del mismo más consecuente toda-
til lingüista danés se apoya en una rica tradición local; No solamente es inadmisible escindir aquello que desde
clarividentes observaciones de los comparatistas, desde R punto de vista lin, tico forma un todo, sino que ade-
a Pedersen, quienes pusieron de manifiesto la impor és es ilícito unir artificialmente aquello que desde un pun-
de una cuidada investigación comparativa de los varios gg b de vista lin; ístico está diferenciado. También dos clases
temas gramaticales, la vasta lucha de Jespersen por el at formas, no únicamente dos formas gramaticales, represen-
sis funcional e inmanente de la lengua y en especial los tan una distinción de valor. La palabra representa en la len-
fuerzos de pionero llevados a cabo por Brandal* para @ una unidad funcional que se distingue tundamentaimen-
los cimientos de una morfología estructural general. La de la frase. La forma de la palabra y la forma de la frase
portancia del nuevo libro estriba en el examen crítico dos planos diferentes de valores lingúísticos. Así pues,
anteriores teorías de los casos y en el modo claro y solamente puede hablarse de diferencias de significacio-
pensado en que plantea el problema. Sus tesis capitales: generales de dos categorías del caso, sino también de
palman con el magno trabajo de Wüllner,* que tani cias entre las significaciones generales de las catego-
avanzara a su tiempo: “La gramática es una teoría de “palabra” y “frase”. Por eso pongo en duda la exactitud
nificaciones fundamentales o de los valores y de los siste Ja afirmación de Hjelmslev de que “les distinctions faites
que los mismos construyen, y para llevar a cabo su ti un ordre fixe des éléments agissent sur le méme plan de
que les distinctions faites par les formants casuels*.
© CE. Atti, p. 146.
1 CE V. Brondal, Morfologi og Syntax (1932); “Structute et
bilité des systèmes morphologiques”, Scientia (1935), 109 ss. L. Hjelmslev,
Lacatégorie des cas, vol.
1(1935), p.84.
8 F, Wiillner, Die Bedeutung der sprachlichen Casus und Modi( id. up. 85.
242 TAMAA Contribución a la teoría general de los casos 243
En ruso, el orden normal de las palabras es: sujeto. tes de declinación será el orden de las palabras el que
dicado - complemento directo: otec lubit syna “el padre irá por entero esa función. Pero esto no nos da dere-
al hijo’; syn Pubit otca ‘el hijo ama al padre”. La in a afirmar que el orden de las palabras puede expresar
se tolera: syna lubit otec ‘al hijo ama el padre’; žida y caso, sólo puede expresar las funciones sintácticas de las
grek, a greka armjanin “al judío tomará el pelo el grieg libras (lo que está muy lejos de ser lo mismo). Brondal
al griego el armenio’. Esta inversión nos dice que el pu en lo cierto al afirmar que la naturaleza de los casos
de partida de la expresión es el complemento, y que sfológica, y en modo alguno sintáctica: “cada caso tie-
jeto es el punto de dirección. El complemento puede definición o ‘función’; pero no se da ninguna relación
punto de partida, ya sea como miembro de una antí ja entre una función casual y una función de frase; ni
como designación de un objeto que conocemos o por el a de los casos ni la morfología son la sintaxis”. La
texto antecedente o por la situación, o bien se trate sir ncia del problema de las significaciones generales
mente desde el principio de dirigir la atención sobre el Mos casos de la morfología a la sintaxis sólo pudo origi-
jeto del complemento. Sea lo que fuere, con eso se di se bajo la presión de un pensamiento lingüístico al que
traste con la coincidencia normal entre el punto central eran extraños los casos como categoría morfológica.
expresión, o sea, del sujeto, y su punto de partida. Pero Tampoco el sistema de construcción preposicional puede
do, en una frase semejante, las desinencias de ambos mbiarse con la declinación flexional, ya que las len-
tantivos no indican su caso, no puede violarse el orden que poseen ambas categorías (x) contraponen entre sí
mal de las palabras. Por ej., mat’ Pubit dot’ ‘la madre intáctico de un caso con preposición y el uso sin ella
a la hija’; doč U'ubit mat’ la hija ama a la madre’; n mediata/inmediata), y (2) distinguen claramente
poesía, strax gonit styd, styd gonit strax ‘el miedo pi sí la significación del caso y la de la preposición como
a la vergüenza, la vergüenza persigue al miedo”. Si bs especies particulares de significaciones: un mismo caso
base del orden de las palabras sabemos que en el p fede admitir varias preposiciones. y una misma preposi-
caso es el miedo, y en el segundo la vergüenza, lo que ón puede regir casos diferentes, El supuesto paso, en una
ciona como sujeto. En frases tales como otec Pubit sy , de una construcción flexional a una analítica es en
syna l'ubit otec, la forma del caso indica la función. de lidad el paso de la existencia simultánea de un sistema
nombres, pero cuando la forma del caso no está clara, tional y uno analítico a la monopolización de este último.
Pubit dot’), es el orden de las palabras lo que de “una lengua que una un sistema de construcción prepo-
la función de los nombres en la oración.** En las ler ional a un sistema de casos independiente, las significa-
es de ambos sistemas se distinguen en el sentido de que
11 Digno de notar es que cuando el caso de los substantiv os la construcción preposicional la relación en sí salta a la
claro, la construcci ón se mantiene rígida, incluso cuando la mientras que en el régimen no preposicional se convier-
táctica es evidente gracias a la significación de las palabras, Porej ¡casi en un rasgo del objeto.
de decirse syna rodila mat! proilym letom ‘al hijo dio a luz la
año pasado’, pero en modo alguno se puede decir dod’ método atomicista hay que contraponerle un punto
—a la hija dio a luz la madre—, sino únicamente mat’ rodila E v. 246.
madre dioa luza la hija—.
244 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 245
de vista globalizador que convierta el sistema en py onces la categoría (ii) no expresa la existencia de &, o sea,
partida a la vez que en objeto último de investiga e si œ se da o no. La significación general de la ca-
cribe con acierto Hjelmslev, “pero tal método no se (ii), comparada con la de la categoría (i), se limita a la
guido ni con mucho, y ello explica que hasta ahora ng de la «señalización de ay” » ! 14
tomado cuerpo la teoría de los casos”.1* La constataci slev admite este principio: “La structure du système
que los intentos por definir aisladamente los casos partigulgiguistique n'est pas telle qu'il soit possible de maintenir la
res son vanos, y de que es improcedente salirse del sig action entre un terme positif et un terme négatif ...
global de las oposiciones casuales, es la consecuencia y position réelle et universelle est entre un terme défini
de una metodología inmanente que se halla frente al compli yn terme indéfini”.* Pero en las descripciones que da de
jo lingüístico de datos empíricos, al que le es complet ‘sistema de casos particular, p. e. del de los substan-
extraño el concepto de oposiciones lingüísticas. El estud góticos, el autor de La catégorie des cas se aparta del
la estructura general del sistema casual con que ter conductor mencionado. Así, vgr., da la siguiente defi-
fecundo libro de Hjelmslev, y que espero examinar mi ón del nominativo y el acusativo góticos: “Le nominatif
tamente en cuanto aparezca el segundo volumen anun me à la fois éloignement et rapprochement, puis-qu'il
quiere analizar las significaciones generales de los casos qligeà la fois cas ‘sujet’ et cas ‘prédicat’; mais il insiste sur la
luz del sistema casual como totalidad. Tampoco aquí podie négative de la dimension parce que la valeur de ‘sujet’
objetarse lo más mínimo a las afirmaciones progtamátic nine. En outre le nominatif peut être neutre A l'égard
teórico de la lengua, salvo lamentar que el autor no si position; ainsi s'il est mis hots contexte ou s'il prend
suficiente rigor sus propias bases cuando investiga cong du vocatif. L'accusatif désigne à la fois éloignement et
mente los sistemas casuales, ochement puis-quiil est à la fois ‘sujet’ et ‘objet’ dans
La cuestión básica que se plantea al investigador esI nstruction dite accusatif avec infinitif; mais Paccusatif
guientes ¿cuál es la relación obj de das categorías pmpste sur la f tive de Papposi parce quelavaleur
maticales, o sea, de dos casos de una lengua, y, sobre todgiiobjet’ prévaut et est souvent la seule envisagée. En outre
en qué se distinguen sus significaciones generales? cusatif peut être neutre à l'égard de l'opposition, comme
yo en Charisteria: “Cuando el estudioso examina dos le cas lorsqu'il indique le temps, l'espace temporelle
rías morfológicas contrapuestas entre sí, parte con fr intérieur de laquelle un fait est situé”3°
del supuesto de que estas dos categorías tienen los m il problema de las significaciones generales se ve aquí
derechos, y de que cada una poseee su significado po te desbancado, por una parte por la lista tradicional
propio: la categoría (i) designaría a æ, la categoria (ii) las significaciones particulares, o sea, la lista de las fun-
naría a 8, o, cuando menos, (i) designaría a æ, (ii) d es sintácticas de cada uno de los dos casos (vgr., el no-
la inexistencia o la negación de æ. En realidad, las
ciones generales de las categorías correlativas se distr Jakobson, “Zur Struktur des russischen Verbums”, en Chariste-
de otro modo: si la categoría (i) expresa la existenci Matbesio quinquagenario . (1932), PP. 74 SS-
Hjelmslev, Catégorie, vol. I, p. 101.
18 L, Hjelmslev, Catégorie, vol. I, pp. 86-7. pp. 116-17.
246 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 247

minativo como caso de sujeto y de predicado, como. cio completamente comprendido por la acción (žiť god
apredicativa y como forma de apelación), por otra, > un año”, iti verstu “andar una versta’), o bien el con-
tablecimiento de la significación principal de cada ca objetivado de una expresión (gore gorevas” ‘sufrir un
el nominativo “predomina el valor de ‘sujeto’ ”, miente; jento”, 3utki Sutit’ "bromear una broma”, stoit” den’gi
en el acusativo “prevalece el valor de “complemento”, y dinero”). El A de régimen débil se distingue del A de
nudo es el único que se toma en cuenta”), a pesar de fuerte en que no acaba de objetivar su contenido ni
autor había condenado en principio semejante proceder, Ao suficientemente autónomo frente a la acción. Ello exp!
El siguiente bosquejo pretende poner de manifiesto la que fuctúe entre la función de complemento directo y cir-
rrelaciones morfológicas de que se compone el sistema d e cancial de acción (adverbial), que pueda construirse con
declinación rusa moderna, explicar así las significaciones gal verbos que sede enotroel modo serían intransitivos, que no pueda
nerales de los casos rusos y de este modo aportar mat isformar sujeto de una construcción pasiva y que
para una futura teoría comparativa de los casos. una oración simple pueda ir unido a un A de régimen
ute (vs'u dorogu menja mučila Zatda [durante] todo el
Ill
no me atormentó la sed”), mientras que dos A de régi-
n fuerte no pueden unirse.
significación del A está tan estrecha e inmediatamente
Al comparar el nominativo (N) y el acusativo (A) ia con la acción que sólo puede ser regido por un
frecuencia se define el primero como caso que designa rho, y su empleo independiente siempre deja sentir un ver-
jeto de una acción, y el segundo como caso que design J omitido y sobreentendido: karetu! ‘jel carro!”, nagradu
complemento. En líneas generales, tal definición del 4 brym! “¡premio para los valientes’. En llamadas en acu-
correcta. El A dice que una acción cualquiera se ori o como Van'ku! Lizu! (cuando uno da voces o se dirige
cierto modo hacia el objeto designado, que en él se man forme que en el hablar popular se
fiesta, que lo circunscribe. Asi pues, se trata de un Bex
gegenstand, en terminología de Bühler, de ‘un objet
referencia’ + l
Esta significación general marca las dos variedades $
ticas del A: (1) el A, que Peškovskij define como “ hablante, a saber, de llamada, de rechazo, de tolerancia,
mente regido”, designa o bien un complemento ints niración. El significado de dirección está también vincu-
la acción, que surge como su resultado (pisat’ pis’mo “alApreposicional. Compárense construcciones como na
una carta’), o un complemento extrinseco, someti [na stole ‘a la mesa’, pod stol/ pod stolom ‘debajo de la
fuera a una acción y que también ha existido indeper
mente de la misma (čifať knigu “leer un libro”); (2)1 la definición corriente del A es por lo general correcta,
«débilmente regido” designa una porción de tiempo 01 caracterización tradicional del nominativo como caso
‘ST Cf „ Pp. 6 y passim. gna al sujeto agente no están comprendidos una se-
18 K. Bühler, Sprachtheorie (1934), p- 250. usos del nominativo. En la frase vremja—den’gi “el
Contribución a la teoría general de los casos 249
248 GRAMATICA
tiempo es dinero’, ni el N del sujeto ni el del predicado jente en la frase, en contraposición al N, que en sí no
marcados como activos. En la frase sy# nakazan otco, + ninguna relación sintagmática. El N ruso se ha de-
hijo es castigado por el padre’ el contenido del N se prese varias veces, con razón, como simple y puto nombre
como complemento de la acción. La oposición real en to sin las complicaciones que conllevan las formas de
y N consiste simplemente en que el A indica que una = demás casos," como caso cero,”* en una palabra, como
se orienta hacia el objeto, mientras que el N no señala e Uma casual no marcada. El que el N, por contraposición a
ni la existencia ni la inexistencia de una referencia a s demás casos, en modo alguno limite el despliegue propio
ción." Así pues, la indicación de la existencia de una ref A objeto que designa (o sea, que ni señala su dependencia de
cia es la marca del A en cuanto contrapuesto al N; por cg acción, ni tampoco una presencia incompleta en el conte-
guiente, conviene considerar el A como el miembro ma o de la elocución, etc.), sitúa este caso de manera esen ial
de una correlación de referencia (respecto del N, que de los demás ylo convierte en único portador posible
miembro no marcado), Las exposiciones de los gramáti Ja pura función nominal. El N nombra inmediatamente el
indios, según las cuales el N no comprendería más que k las demás formas, en la justa definición de Aristóte-
nificación de tema nominal, de género y de ntimeto—precig 'no son nombres, sino casos del nombre”. La función
teoría, a la que Delbriick reprocha sin razón que no con nal puede darse como función única del primer caso: la
el N como caso de sujeto—,” valen igualmente, pues, minación se vinculará simplemente con el objeto dado
podemos ver, para el ruso. puesto. Se comunica un contenido: buloénaja ‘pana-
La señalización de la posición dependiente del objeto de |, revizor ‘revisor’: es la lengua de rótulos y títulos, El
nado por el A condena la forma del caso a una función ite reconoce y nombra los objetos percibidos (un visi:
tante del zoo: medved’, verbljud, lev, ‘oso’, “camello”, león”),
isí como sus propias experiencias (xolod, toska, ‘frío’, “me-
Sincolfa’), o invaca con nombres objetos imaginari os (en el
almente C e r a Balmont: Večer, Vamore, Vadoxi vetra “Anochece r,
tas, de que Hjelmslev habla,esen ambos casos fundament 7 cid . estos casos el N funcio-E
ferente: el N puede desempeñar una u otra función; en otras p del viento’). En todos
ninguna de estas funciones es específica para su significació n , suspiro
Por el contrario, el A puede aunar las funciones de compl como una especie de predicado en relación con lo dado,
una acción y de sujeto de una acción, por ej. en conexión con de orden empírico o ficticio, se enfrenta a la elocución
nitivo (bausidedup ina siukanm itor shy penia T s del
experienciaaaysujeto d ex nania
o a í complementore R: pedo da Eeneibn
rasgo indefectible del A, mientras que su función secundaria de . Pero también funciona como componente de una
no pasa de ser una aplicación sintáctica del mismo. Por consig 1ción que no se limita a nombrar el objeto, sino que tam-
definición del A como caso que designa un complemento de [comunica algo a su propósito. Ahora bien, incluso en el
compren de todas Jas signific de cada excepcio
a aciones
qudi
Æ siniones
estas delsignificac
una denales
jo descriptivo, la función nominal del N continúa sien-
tuna explicaci ón infundad
Peskovskij, Russkij sintaksis, p. 118.
usos metonímicos del caso.
20 B, Delbrück, Vergleichende Syntax der indogermanischen Sprik Karcevskij, Système du verbe russe (1927), p. 18
|
vol. I (1893), p. 181.
Contribución a la teoría general de los casos 251
250 GRAMATICA

do codeterminante, decisiva: el objeto designado por el e la determinante y cuál la determinada. Además, sobre
presenta como objeto de la elocución. La fusión pa de en la lengua poética, la distinción entre sujeto y predi-
la función nominal con la función descriptiva se expres “lo nominal (o aposición) queda con frecuencia más o me-
modo particular en casos como osel [frase nominal], porrada. Así, ver., en la “Marcha” de Majakovskij: Nas
[sujeto de una frase descriptiva] ne trebuet bol’iogo ux [P] beg [S]. Serdce [S] naš baraban [P], “Nuestro
fel asno, que no requiere grandes cuidados’ (esta const ,, la carrera. El corazón, nuestro tambor.
ción, Trávníček la ha examinado con sumo detalle copy “La posición privilegiada del N nos procura una perspec-
teriales de la lengua checa).% sintáctica peculiar: el objeto del N asume en la elocu-
El N puede, sí, desempeñar diferentes funciones una función rectora, el hablante la tomará en cuenta,
cas en una misma elocución descriptiva, y las significaci emos las dos expresiones: Latvija sosedit s Estoniej
de estos miembros de la frase en nominativo pueden vari Letonia colinda con Estonia”, y Estonija sosedit s Latviej
acuerdo con su alcance; sin embargo, todos ellos se ref onia colinda con Letonia”. El contenido de ambas expre-
necesariamente a un mismo objeto, precisamente a aquel es es idéntico, pero en el primer caso el protagonista de
el sujeto de la frase designa. Con esta sola limitación es descripción es Letonia, y en el segundo Estonia. Husserl
ta la tesis de que elN sería el caso del sujeto gramatical ( liza en los dos tomos de las Logische Untersuchungen
ya encontramos, p. e. en Puchmayer, aplicada al ruso) importancia para la teorfa lingüística nunca se acen-
que de otro modo ni el N es el único que expresa al Jo bastante— pares de frases como: “a es mayor que
(también el genitivo puede expresarlo), ni el sujeto es la: y “h es menor que a” y afirma que, si ambas frases ex-
ca función sintáctica del N (ver el N predicativo). (1) a un mismo estado de cosas, no por ello se distinguen
gin—dobryj moj prijate ‘Onegin es mi buen amigo’,( os con referencia a su contenido significativo.?5 Se dis-
Onegin, dobryj moj prijatel’, rodilsja na bregax Nevy F tinguen por la jerarquía de las significaciones.
kin) ‘Onegin, mi buen amigo, nació a o! del Ney PE Ta subordinación de la significación de acusativo en la
sujeto, así como el N predicado, significan un mismo obje sradación de significados de una elocución se mantiene aún
y lo mismo ocurre en el segundo caso con el sujeto y la las frases sin sujeto. La peculiaridad de estas frases con-
sición. Con la predicación se indica la relación de la sig en que la posición del objeto rector, sin ser eliminada,
cación de predicado respecto del objeto del sujeto vacía. Desde una perspectiva sintáctica, se podría ha-
contrario la aposición (o sobre todo la atribución) indi lar de “sujeto cero”. Soldata [A] ranilo v bok “el soldado
condición referencial (Bezogensein) de la significación, ue herido en el costado”; lodku [A] daleko otneslo ‘la barca
malmente, en el doble N sólo se da correlación de di arrastrada lejos’. En las frases, en cuanto a contenido
nificados, y las significaciones reales de los nombres o € nticas, soldat [N] ranen v bok, y lodka [N] daleko ot-
torno total sugieren ante todo cuál de las dos signifi sena, los objetos designados por elNdetentan la posición
en la gradación de significados. En sí, el A señala que
jerarquía de significaciones la elocución es algo que le
28 F, Trávníček, Neslovesné věty v češtině, vol. II; Věty
(1931), PP. 137 $8-
24 A. Puchmayer, Lebrgebáude der russischen Sprache (1820), p E. Husserl, Logische Untersuchungen, vol, 11 (19132), p. 48.
252 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 253
está subordinado, o sea que, en contraposición al N, . de-
Nosotros afirmamos que dos casos son cortelativosuna, escierta
la existencia de una jerarquía de significados. Dicho me & cir, la significación general del uno toma en cuenta
ricamente, el A señala la subordinación de un punto, y. parca (a) del dato objetivo, mientras que la significación ge-
que sitúa delante y por encima del mismo cualquier otro p feral del otro deja sin precisar la existencia o inexistencia de
to dado o supuesto; así, pues, el A señala la esencia “ meta marca. En el primer caso hablamos de categoría marca-
zontal” de la elocución, mientras que el N no indica n el último, de categoría no marcada. Como ambas ca-
más que un punto. Cuando Andrej Belyj, en un poema, rías están en contraposición mutua, resulta de hecho que
vez de la frase ty vidis' menja [A] “tú me ves’, utiliza designación de la inexistencia de la marca se convierte en
giro ty vidis’—ja [N], expresa, desde un punto de vista si ificado específico de un caso no marcado. Cuando la sig-
táctico, dos puntos independientes, eliminando así la jerat nificación general del N, en contraposición al A, no indica
quía de significados. i el objeto designado está subordinado a una acción cual-
El problema de las significaciones generales de los ca quiera (no-señalización de a), la significación específica de
pertenece a la lexicologia y el de sus significaciones par te caso indica que la elocución nada sabe de semejante ac-
lares a la teoría de la sintaxis, ya que la significación genera] | ción (señalización de no-œ)® También en su uso indepen-
del caso es independiente de su entorno, mientras que ca diente tiene el N esta significación. Por el contrario, en los
una de sus significaciones particulares viene determinada po r en los que el entorno léxico indica que el objeto del
diversos tipos de secuencias, o sea por las diferentes inativo está subordinado a una acción (señalización de
caciones, formales y reales, de las palabras inmediata esta significación combinatoria del N, coincidente con la
por así decirlo, las variantes combinatorias de la significació r ficación del acusativo, se considera como significación |
general. Sería una inadmisible simplificación del problema el |“impropia”. La significación específica del N, contrapuesta
reducir la investigación de los significados de los casos a Ih directamente a la del caso correlativo, o sea la significación |
constatación de una serie de significaciones particulares de my del sujeto agente, o, más precisamente, la significación del
caso y de su significación general como denominador común] sujeto de una acción transitiva, vale como significación prin-
Las significaciones particulares, condicionadas sintáctica | cipal de nominativo. Con este significado un caso que no fue-
fraseológicamente, no constituyen ningún cúmulo me: el N sería inaplicable: se dice detej [G] prišlo! “¡qué
sino que se da una jerarquía regular de significaciones pi illada ha venido!’; nikogo [G] ne bylo ‘no había na-
ticulares. Cierto es que no podemos substituir el problema d pero sólo puede decirse: deti [N] sobirali jagody “los
la significación general de un caso por el problema de su sig “niños buscaban bayas”, nikto [N] ne pel ‘nadie cantó”, y de
nificación específica o más principal, ni sobre todo—com 3 manera detej sobiralo jagody, nikogo ne pelo. El uso
menudo ocurre—, equiparar e intercambiar estos prob tico delN que expresa este
mas; pero, por otra parte, tampoco tenemos el derecho y contrariamente a aquel uso que elimina la distinción
negar el problema de la jerarquía de los significados partic significado del N respecto del A, como no marcado. Luego
lares comprendidos por la significación general. La signifia
ción principal, así como la significación específica del caso, CE. R. Jakobson, “Zur Struktur des russischen Verbums”, en Cha-
es ninguna ficción erudita, sino un dato lingüístico esenci G. Mathesio quinguegenario ... (1932), P. 84.
254 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos. 255

construcciones activas como pisateli pišut knigi ‘los ción con el ruso (y con las demás lenguas que poseen
res escriben libros’; Puškin napisal “Poltavu” ‘Puškin — A), invertida: el caso no indica aquí que el objeto de-
bió Poltava’ son no marcadas con respecto a consi da de una acción, sino al revés, hace depender algo de
acción, mientras que el caso no marcado no indica la
acia de una acción parecida. Uhlenbeck llama al pri-
escrito por Puškin’. ero transitivo, al segundo intransitivo*” (véase un intere-
La representación más apropiada del sujeto agente, y inte resumen de la cuestión en Kacnel'son)*% El primero
particular del sujeto de acción transitiva, es el ser anime ciona como sujeto de los verbos transitivos, mientras que
la del complemento, el objeto inanimado. Un cambio sl intransitivo no marcado puede, claro está, desempeñar va-
funciones—un objeto inanimado funcionando como nomin funciones sintácticas, a saber, la de complemento de los
tivo sujeto, un ser animado como acusativo complemento transitivos y la de sujeto en los intransitivos. La com-
conservará, luego, un regusto de personificación: g ción de las oposiciones nominati vo y transi-
-acusativo
razdavil rebénka ‘el coche mató a un niño’; fabrika ka vo - intransitivo con las oposiciones de los genera verbi
ljudej ‘la fábrica desgasta a la gente’; pec’ poliraet mno al descubierto el parentesco de estas correlaciones no-
uglja “el horno traga mucho carbón”. Thomson, quien les y verbales. El par transitivo - intransitivo se inter-
rigué estadísticamente cómo se reparten las dos especies gq |pretó, y con razón, como una contraposición género activo
mánticas (animado - inanimado) entre sujeto y complemento, |yneutto-pasivo; conveniente sería considerar la relación del
llegó a las siguientes conclusiones: en los verbos transiti y A correspondiente como una oposición del género neu-
el hombre es el sujeto xt" ¿Eoyí», las cosas son com clivo y pasivo.
q mento y los nombres de animales ocupan un lugar interme
d dio. Un A, que indica un objeto inanimado, fácilme
Iv
carece, sin por ello dañar a la comprensibilidad, de caracte:
sística formal que lo distinga del N. Compárese con la coigep Fue en el análisis del supuestamente “tan equivoco” geniti-
cidencia del A de los objetos inanimados con el N en manifiesto la esterilidad dela
donde se puso claramente de
mayoría de paradigmas rusos. De modo significativo ref lologia atomicista, que fraccionaba el caso en una serie
mos la pregunta ¿to delaet “qué hace’, por contraposi significaciones particulares diverses e incluso contradicto-
kto delaet “quién hace’, al complemento, en modo algu: , Asi, por ejemplo, el investigador incluye bajo los “ge-
sujeto. particulares” de la lengua rusa un G de separación,
Hay lenguas (vgr., el euskera y las lenguas caucásicas objeto del que arranca el movimiento expresado en el
norte) en las que la función más corriente del N, o sea la verbal”, y uno de finalidad, cuya significación “se con-
sujeto de acción transitiva, es la única función del caso. e directamente al G de separación, en cuanto el pr
relación del caso marcado y no marcado está aquí, en
C. Uhlenbeck, “Zur Casuslehre”, CZ (XXXIX), 600 ss.
2 Cf. Deutschbein, enAtti, p. 144.
44. aS. Kacnel’son, K genezisu nominativnogo predlozenija (1936),
28 A. Thomson, “Beiträge zur Kasuslehre”, IF (XXIV), 305.
ss.
256 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 257
mero designa a un objeto al cual, o en provecho del cual ve total, En qué medida el alcance del objeto queda limi-
ordena la acción”.+1 Compárense antítesis tales como la Jo determina el contexto, lingüístico o extralingüístico.
terpretaciones polémicas de los viejos ortodoxos y de la. jeto del G puede ser representado en el contenido de
va doctrina en un texto de los viejos creyentes: por oración (1) parcialmente, o (2) negativamente. En el pri-
parte, begaj bluda [G] ‘evita la lascivia’, y por otra, er caso, el empleo del caso señala la medida, determinada
biuda [G] ‘desea la lascivia’. A decir verdad, significaci terminada, de la participación del objeto (genitivus
como “procedencia de’ o “dirección a’ han entrado en el vus), fijando así unos límites espaciales o temporales.
curso a través de la significación real del verbo en frase) fy elsegundo caso, el objeto queda fuera del contenido de la
como of zari [G] do zari [G] “de crepúsculo [v con lo que el contexto, o bien no dice nada más sino
a crepúsculo [matutino], a través de la significación d el contenido temático de la frase se detiene en la fron-
preposiciones. La posibilidad misma de una combinación eg ra del objeto (“G de límite o frontera”), o bien indica si
el G de dos significaciones de dirección opuestas ya es se contenido temático tiende hacia el objeto designado (G
ba de que el concepto de una u otra concepción es ext finalidad) o si por el contrario se aleja de él (G de sepa-
al significado del G en sí. ión), o lo elimina o lo niega (G de negación)** Examine-
Del resultado de la comparación del G con el N y el 4 cada una de las variantes sintácticas de las dos especies
desprende que el G indica siempre las fronteras de la e genitivo emparentadas.
cipacién del objeto designado en el contenido de la elocud en oraciones nominales: (1) novostej, novostej! aproxi-
De este modo se capta a simple vista el alcance del o adamente “¡noticias y más noticias!”; expresiones populares:
por lo tanto podemos designar como correlación de bix-to delov! más o menos “¡cómo van las cosas!’, kakogo
la contraposición entre el G, que señala las relaciones mo está la cosa!’ Un grito del verdulero: kapusty!
alcance, y aquellos casos que no señalan ninguna rel surcov! “¡Lalgo de] coles, pepinillos!”; (2) vody, vody! [G]
de alcance (N, A). También se podría comparar esta oposi., no ja naprasno stradal'cu vodu [A] podaval (Puškin)
ción nominal con la correlación de los aspectos v gua, agua! ...pero en vano alargaba el agua al doliente”;
cuyo rasgo consiste en la indicación de los límites de okojnoj noči! vsem vam spokojnoj noči! (Jesenin) “¡buenas
ción, y por consiguiente hablar de una correlación de l, ja todos vosotros buenas noches!’; limončika by!
tos nominales, A. Belyj) “¡fuese un limoncito!’; ni golosa (Majakovskij) ‘ni
En cuanto a la oposición de la señalización y no-sefi voz’. En todos los ejemplos de este párrafo el objeto del
ción de una acción orientada hacia un objeto designado, itivo está fuera del contenido de la frase, sea cual sea la
distinción de significados queda derogada en el G, y el
en cuestión puede igualmente designar un objeto afec E. Trávníček (Studie o českém vidu slovesném [1923], § 70) es-
por una accién o un objeto independiente. dia de modo muy pertinente la falta frecuente de una delimitación
El G se limita a decir que el alcance de la particip ra entre las varias significaciones sintácticas del G.
del objeto en el contenido de la oración es menor que sie) SoSexmator, a a Yok (2929) e
(Véty nominálmi, p. 16) ya reconoció el G partitivo en la
31 A, Peskovskij, Russkij sintaksis, pp. 264 ss. s checa correspondiente: jakého to zvuku!
258 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 259

relación que mantenga con el mismo. El genitivo in yf xleba [G]-el [impf] xleb [A] “comió pan’; vzial
dientemente empleado dice, como vemos en los ejemplos, que fpf] deneg [G] -bral_Limpf] den’gi [A] ‘tomó dinero’;
el objeto se despliega (1), o está por desplegarse (2) en y i [pf] dolgov [G] - delal [impf] dolgi [A] “contrajo
dimensión indeterminada, pero inmediatamente aba ; kupit’ [pf] baranok [G] - pokupat! Limpf] baranki
que distingue la situación viene determinado por a ‘A] ‘comprar rosquillas’; daj [pf] mne tvoego noža [G]
las dos posibilidades que se toma en un caso dado. me [un momento] tu cuchillo'.3% La hipótesis contraria de
Genitivo sujeto: (x) ljudej [G] sobralos’ ‘la gente se| skovskij0 de que muchos prefijos de los perfectivos se
reunido” - [judi [N] sobralis’ (lo mismo, sin poner de reli an exclusivamente con el genitivo, es errónea. Cuando
la gente); Sutok [G] bylo (Lermontov) “habían [muchos]! getratadeactivos que admiten la conexión con el genitivo, si
juegos’ -utki [N] byli (no se especificaelnúmero); (2) mu po se indica la limitación del objeto, se impone una cons-
no spiček [G] ‘se necesitan cerillas” - nuény spički LN] (š ción con A (nakupil ujmu ‘compró la mar de cosas’; na-
recalcar su falta efectiva); straino smerti [G] (más o oril kuču komplimentov ‘dijo un montón de cumplidos”).
nos) ‘fatídico es estar ante la muerte ’ smert [A
-straina mbién al A de régimen débil le corresponde un G de to-
‘la muerte es fatídica” (en el primer caso la muerte es “į dad dividida o limitada: eto proizošlo pjatogo janvarja
tagonista” negativo de la frase y se halla, así, fuera festo sucedió el cinco de enero’; futoček našutili ‘se contaron
contenido: los “protagonistas” positivos son aquellos q histes’; poezdka stoit bol'six deneg ‘el viaje cuesta mucho
amedrantan ante la muerte, mientras que en el segundo Bo’.
la muerte es el protagonista positivo y único); otveta [G] 2. G de limite: Odnoj nogoj kasajas’ pola (Puškin) ‘con un
ne prišlo ‘no llegó respuesta alguna” -otvet [N] ne le tocando al suelo’; dostig ja vysšej vlasti (Puškin) ‘he
“la respuesta no llegó? (en el primer caso el objeto está como conseguido el poder supremo’; G de finalidad: a on, be-
sacado del contenido de la oración, mientras que en elise) gumnyj, iitet buri (Lermontov) ‘pero él, alocado, busca |
uno se limita a negarInacción). tempestad’; svobod xoteli vy (Puškin) ‘libertades quisisteis’;
G adverbal: UEG de separación: izbežal vernoj gibeli ‘fue a una perdición
1. El genitivo partitivo de objeto se da en conexión (a) gura’; bojsja kary ‘te asustaste ante el castigo’; G de ne-
verbos que designan de modo inmediato un cambio de dl
dad (o sea, crecimiento o merma), p. e., uspexi pridajut, 45 Por lo demás, el G partitivo, que delimita la participación en el
sil “los éxitos acrecientan sus fuerzas’; sripustal ogn npo del objeto en el contenido de la elocución, es un arcaísmo com-
lampe ‘aumenta la llama de lalámpara’; nabiraet deneg b pero en vvías
ible, ías de e . P. e. laA expresión de Krylov
de «desaparición
wer o's s kaldym dnem ubsoljju sleba "cada daque a aa
Ear, a ] un
leopoa,
[en e
nos pan’; (b) con verbos perfectivos (pf), puesto su para Saxmatov (cf. Sintaksis, $ 425) el G significa aquí “un con-
pecto señala las fronteras absolutas de la *
acción, p. €y, into o número indeterminado de objetos parecidos”. Thamson (cf. IF,
250) afirma que un tal G indica limitación temporal “en la
familiar de gente instruida, aún hoy completamente viva”; lo
34 CE. R. Jakobson, “Zur Struktur des russischen Verbum s”, G no vale, ciertamente, para la lengua corriente de los centros de
teria ...,p. 76; F. Buslaev, Opyt istoričeskoj gramma tiki ruskag
zyka, 11: Sintaksis (1858), PD. 283-4- A. Peškovskij, Russkij sintaksis, pp. 266-7.
GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 263
262
se le opone, como punto de máxima diferenciación casual, |diferencia significativa: a las expresiones kupil[una kartiny [A]
su uso adverbial. El A se contrapone directamente y sin mé gompró cuadros” y kupil kartin [G] “compró serie] de
al G en los verbos activos, ya que el A de régimen tdros' corresponde, si el complemento es un ser animado,
siempre presupone un verbo activo. Los verbos que a nica expresión: kupi! lošadej LA-G] ‘compró caballos’3°
el alejamiento del agente respecto del objeto del genitivo (i | La coincidencia de A y G nos dice que el objeto desig-
begat’ “evitar”, trusit’ “temer”, y otros) no pueden combinarse nado es un ser animado, mientras que la coincidencia de A
(por lo menos en ruso literario) con el A, porque el o N, con ser específica de la designación de los objetos inani-
que ocasiona la eliminación se considera como factor no es de por sí inequívocamente significativa (cf. mat’
tivo y no como objeto de acción. El verbo liga?” en LA] ‘madre’, myk [N-A] “ratón”). En el sistema declina-
paciente—robado—al objeto—del que ha sido despojada al ruso siempre ocutre que cuando un rasgo indica la
o, en otras palabras, al objeto que ha sido excluido del ación o inanimación, lo contrario no queda claramente
tenido de la oración: el primero funciona naturalmente co do mediante el rasgo opuesto: en el N señalan las ter-
complemento acusativo, el segundo como complemento į jones del llamado neutro la inanimación del objeto (las
nitivo, la presencia de los dos es indispensable y la po excepciones suščestvo “criatura viviente” y Hivotnoe
del primer complemento antes del segundo los dife nal indican inmediatamente su animación por medio del
ambos necesariamente, de modo que también en este casolá | tema), mientras que las demás desinencias de nominati vo
oposición de los casos no representa ningún presupuesto: ecen en las designaciones de seres animados y objetos
cesario de la diferencia, compérese lišil otca [A] syna [GJ inanimados; la la existencia de dos formas de genitivo o de
a mat’ [A] dočeri [G] ‘robó su hijo [A] al padre, y sq Jecativo indica inanimación del objeto, mientras que la
hija [A] a la madre’. Como acertadamente observara Pel carencia de un tal desdoblamiento no significa nada.“ Algo
kovskij? los genitivos de negación, finalidad (y también ido ocurre con la oposición de los géneros en los subs-
límite) tienden e 1e más de tantivos: la mavoría de los casos poseen una desinencia que
una vez sufre merma la claridad de la oposición. La o adica la pertenencia de la palabra al masculino (vgr., G
ción del G partitivo frente al A tiene un valor sum -a,D-u, I -om, N pl. -a, G -ov), mientras que las demás
diferenciador (vypil vina [G] ‘bebió un poco de vino’ -u aciones de estos casos no señalan la pertenencia al fe-
vino LA] “bebió el vino”). Los seres animados sólo en cas ino (vgr., G sing. -i, D -e o -i, I -oju, N pl. i, G -ej 0
excepcionales pueden funcionar como G partitivo singul ción cero). Está bien claro que los substantivos de
(vgr., otvedal kuricy “probó la gallina’), con lo que la os géneros se distinguen entre sí por la forma del géne-
sición entre A y G, en los nombres que designan setes aii ro de los adjetivos en el singular. Los dos géneros, por su
mados, es poco importante y se ha perdido en la mayoria arte, se correlacionan como una categoría marcada que dice
los paradigmas: en los nombres de los seres animados.
mantiene la forma del G. La generalización de este sina En polaco coinciden el A pl. y elG sóloenlas designaciones de
mo casual también en el plural lleva a la A ydelG par.
yo en esta especie de nombres.
38 A, Peskovskij, Russkij sintaksis, pp. 265-6. lVer más adelante, $ VII.
GRAMÁTICA Contribución a la teoría general de los casos 265
264
que la palabra no puede designar a un hombre (fem.), f
a una categoría no marcada que, propiamente hablando, yg _ v
indica si se trata de un hombre o de una mujer (l ama
masc.); compárese, tovarité [masc.] Ivanova [fem.], zub Niel instrumental ni el dativo indican relaciones circuns-
vrač [masc.] “camarada I. - ‘dentista (una). ciales. Estos casos no están correlacionados con el G, sino
El G preposicional no se distingue, por su significació CN y el A. Al igual que el A, el D indica que el objeto
resto de los usos del genitivo. También aqui se indican, ignado es afectado por una acción, mientras que el I, al
medio de la eliminación de una parte del objeto (o al que el N, nada dice sobre si el objeto viene afectado
los límites de este objeto y su inclusión en la frase; en a no por una acción, ni sobre si el mismo desempeña o si
cas palabras, también se indican las correlaciones circuns o no implicado en alguna actividad. Compárese strana
mi-
ciales, p. e, (x) nekotorye iz nas “algunos de noso vravlaetsja ministrami LI] “el país es gobernado por
(G partitivo); (2) u, okolo, vozle reki ‘al lado del rio’ (G istros ' y upravijajut stranoj [I]
-ministr “los minist ros go-
límite); do reki ‘hasta el río’, dlja slavy ‘para la fama’ ernan el pats’; oni byli vstreceny rebénkom [I] ‘fueron re-
de finalidad); iz ru?ja‘del fusil’, ot reki ‘desde el rio’ (Gi por el niño” - oni vstrečali ego rebénkom [I] “lo ha-
separación), bez zabot’ “sin preocupaciones’, krome recibido (a él) de niño’. Como el A, también el D fun-
“aparte del invierno’ (G de negación).* ona, pues, como los casos marcados de correlación de refe-
cia (los casos referenciales) en oposición al N e I, no mar-
los numerales pg
41 Hemos dejado de lado la cuestión del G poren una serie de La existencia de la orientación hacia el objeto se indica
la conexión con los mumerales viene marcada estas cone: bién por medio del empleo preposicional de ambos casos
cepciones, y porque espero pronto poder tratar de
manera específica, Si laconstrucción mumeral +-nomb re no dicen eferenciales, p. €, v, na, za, pod, čerez, skvoz', po pojas
ninguna de las marcas casuales, el numeral será estimado como en, sobre, detrás, debajo, encima, a través de, hasta la cin-
si, aciona and como G ponte lens fe l reai 8 €vial ira: E. i po poroku
meostre, , ‘a, a hacia, a lo5 largo del to
partitivo que da el limite cuantitativo delo Tarna ee DAA:
e sorok, ad como skate, neskol'ko veder [G] ‘cn Heed) den
in aquellos casos en los4 que semejante e construcción prepo-
construcción posee
tenta, muchos, algunos baldes’); pero si la
marca casual, el nombre pasa a ser portador de esta marca y el ||no hace referencia a un verbo, sino a un substantivo:
pasa a atributo concordante en caso con él (trex [G], pjati,etcsora ved
como skol'kix, neskol’kix veder [G]; trem UD], piati,
ID]; tremja [I], pjatu, etc, vedrami [I], etc). Para los numet tasuposición, del todo peculiar, en la ler
partir de mil no vale lo dicho (tysjaéa [N], tysjadi [G], tn afirmar que el número dice que el marco último supera al primero,
— veder [G] ‘mil baldes”, etc.). El nombre que va con los numa vez que el caso selimita adecir que los dos marcos son desiguales;
dos, tres y cuatro no'está en G pl, sino en G sg. (dva EN], tri, ef. la gradación de significados especiales del G: ni vedra “ningún
vedra [G] ‘dos, tres, cuatro baldes”), como si aquí no se marcan pol vedra ‘medio balde”, poltora vedra ‘un balde y medio’. Sig-
diante la forma del caso la pluralidad, sino solamente la ivo esqueen tales numerales, que por su forma gramatical expre-
como si el marco del objeto designado como unidad (sing,) no 7
diera con el marco de de su integración en elón conteni do del di
En este sentido precisaba ampliar la definici del signific ado 8
del G si queríamos incluir la conexión con los numerales y peris druzej [G]; dvoim, pjaterym druzjam [D], etc,
266 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 267

vxod v dom "entrada a la casa”, doroga v Rim “camino hacie yncién de utensilios; escrito en un sobre, Ivanu Ivanovitu
Rome’, ključ k dveri “llave para la puerta’. Más arriba anovi [D] presupone algo, destinado a la persona desig-
dijimos que cuando la significación general de N, en con ida por el D. Pues bien, este algo, por más que no esté ex-
posición a la de A, no indica si el objeto designado vi lo, es lo central, siendo el destinatario el contenido pe-
afectado por una acción, el significado específico del N pre gférico de la frase.
cisa que la elocución nada sabe de tal acción. Por lo demás, | Insisto en que lo específico del caso periférico no consiste
la nominatividad se expresa sobre todo, y muy claran indicar la existencia de dos puntos dentro de la frase, sino
cuando el objeto se presenta como agente de una acción, | nente en calibrar el uno en relación con el otro, con-
mismo vale para la oposición I/D, y a decir verdad exa la| giderado como periférico: también el A señala la existencia
significación básica del I lo que Saxmatov tenía ante sus dos puntos, el uno subordinado al otro, pero el A no dice
cuando veía la distinción del I respecto del D en que el este punto subordinado sea simplemente un contenido
mero “designa una imagen independiente del verbo y no y dario de la frase, del que podría prescindir sin perjuicio
complemento, el cual está al margen de la función delg o para el contenido central, como ocurre con los casos
marca verbal, sino por el contrario una imagen que coop eriféricos. El verbo delset ‘hace’ obligatoriamente da una
al despliegue de esta marca, modificando o determinando si| respuesta a las preguntas kto “quién” y ¿to ‘qué’, o ne delaet
expresión”. o hace’, a las preguntas kro y čego [G]. Aquí la falta de
¿En qué consiste, pues, la distinción de I y D r Y y de A (o de G) presta a la frase un carácter elíptico.
de N y A? Parafraseando dos términos de Pongs,“* or el contrario, las preguntas čem [I] delaet, komu [D]
al I y al D casos periféricos, y al N y A, casos plenos (Randi delaer no se apartan de la indole de la frase, como tampoco
kasus, Vollkasus). Para señalar la oposición de estas dos ed estén inmediatamente vinculadas a su núcleo. Son, por así
ses emplearé en lo sucesivo el término “correlación posicie decir, preguntas marginales. Compárese también delo delaets-
nal’. El caso periférico indica que el nombre en cuestión ja, sdelano ‘el trabajo se hace, se ha hecho”. La pregunta por
adopta en el contenido significativo global de la frase tifel agente (kem [I]) es facultativa; on dal vse, čto mog dat?
posición periférica, mientras que un caso pleno no indica de ‘dio todo lo que pudo dex’; každy) den’ on posylact pis'ma
qué posición se trata. Una periferia presupone un centro, día manda cartas”: la falta de D no se siente como un
caso periférico presupone que en la oración se da un
nido central que el caso periférico contribuye a deter: El contenido de elocuciones como tečenie [N] otneslo
ido central no tiene forzosamente que lodku ‘la corriente desvió la barca’; olenja ranila strela [N]
expresado lingiifsticamente. P. e., los títulos nov ciervo hirió una flecha”; paxnet seno [N] “huele a heno”,
Ognem [I] i mečom [I] ‘A fuego y espada’, I zolotom una parte, y teceniem [I] otneslo lodku; olenja ranilo
i molotom [I] ‘A oro y martillo? presuponen una acción, j [I]; paxnet senom [I], por otra, es lo mismo, por
vistas a la cual los objetos instrumentales desempeñan que el contenido significativo sea diferente; en ambos
es idéntico el portador de la acción, pero mientras en
42 A. Saxmatov, Sintaksis, $ 444- primer caso la jerarquía de significados se ve como sujeto,
43 H. Pongs, Das Bild in der Dichtung (1927), p. 245. el segundo se ven aquéllos como complementos del pre-
GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 269
268

dicado. La forma del instrumental atribuye al objeto yy i LA] “tirar piedras”, Peskovskij los considera errónea-
posición marginal, sin que la construcción del verbo con ef] sate como “sinónimos estilísticos”.** En realidad señala
diga si esta posición marginal la presta el hablante al o imbién aquí el I una función auxiliar o secundaria del ob-
o desempeña también y de modo efectivo una función mientras que el A indica la orientación de la acción
liar*Compárese risunok nabrosan perom [I] ‘el dil ia el objeto. También aquí se impone la oposición me-
sido bosquejado con la pluma’ -risunok nabrosan finalidad, instrumento/objeto auténomo. Por eso deci-
[1]
kom [I] ‘el dibujo ha sido bosquejado por el pintor’: e nos: ¿toby probit’ stenu, oni svyrjali v ne? kamnami
primer caso el I ica un simple medio auxiliar, Mara hendir el muro tiraron piedras contra él’, pero om bes-
un utensilio; en el segundo, el autor de la obra. Es Uno Svyrjal kamni LA] v vodu “tiraba sin fin alguno pie-
obstante, en comparación con la obra, queda desplazado tas al agua’. Más clara es aún la oposición de las construc-
periferia de la elocución, y, por así decir, se considera ones govorit’ rezkimi slovami “hablar con palabras afila-
presupuesto de lo dado. En las construcciones activas b sì- govorit’ rezkie slova “hablar afiladas palabras’: en el
con poner un N al lado del I, y el objeto instrumental m ri caso se considera el contenido del discurso desde
tiene un carácter auxiliar objetivo. La posición margi punto de vista del hablante, en el segundo como cifrado
objeto se expresa aquí como oposición entre medio yhirió; el discurso mismo. El tautológico “I de refuerzo”, de la
oxotnik [N] ranil olenja streloj [I] “el cazador inología habitual, es una especie de reduplicación que
ciervo con una flecha’; saraj [N] paxnet senom [I] ‘el siste en la intensidad de la acción (krikom kričať’ ‘vocear
f nero huele a heno’. voces’), mientras que el tautológico A, por así decir, eli-
En el marco de la significación general del I, cabe el objeto de la acción de su denominación (klič klikat’
y
tinguir tres tipos semánticos. ¡gritar un grito”). El T de condición se refiere a un verbo ex-
1. El I indica una condición de la acción. Este I de
& presado o sobreentendido (krutom ego! “¡palo para él!’), o
aclaran, señala el ori 4 un nombre con cado activo (uvlečenie sportom ‘afi
'dón al deporte’, udar nožons ‘un golpe con el cuchillo’, os-
impulso motor (uvleésja sportom “entusiasmarse por blenie dejstviem “ofensa de obra’, doroga lesom *
porte”, fomit’sja bezdelem ‘vivir en plena ociosidad”); eli
trumento (ža? serpom ‘segar con la hoz’, rasporja idación de la perspectiva sintáctica con una consiguiente
den'gami “disponer de dinero’, upravljat” matino d nembración de la frase en fragmentos equipolentes: on
una máquina”, vladet’ rabami “dominar a los esclavos” wil ego šaška [N] naotma¥ “le hirió, golpeando con el
modo (iti vojnoj “propender a la guerra”, literalmente ‘i de revés’; komsomolec—k noge noga! [N] pleto [N]
la guerra"); el espacio mocional (¿tri lesom ‘ir por el MB pledu! mari! (Majakovsk ij) “¡pic contra pie, hombro
que"); el tiempo de la acción (putefestvovat’ nočju “vil contra hombro, en marcha!”.
de noche’). Dobletes como fvyrjat’ kamnjami [I] - El I de limitación delimita “el dominio de aplicación del
asgo”, expresado en el predicado o atributo al que este caso
44 Pedersen ofrece interesantes ejemplos de este I ruso, cf Peškovskij, Russkij sintaksis, p. 269.
dersen, “Neues und nachtrigliches", KZ (XL), 134 58.
270 GRAMATICA Contribución a la teoria general de los casos 271

se refiere: pomolodet’ dužoj, jun dušoj, juny} dušoj “vol consejero titular aparece como marco de la acción, se
espiritualmente joven, e. joven, e. más joven’; junoša dutgssiente como algo permanente, y lo que al cargo precedió, lo
on ne mog primiril'sja s nespravedlivostju ‘joven de espirity |mismo que lo que sucedió, se deja intencionadamente en so-la
no pudo reconciliarse con la injusticia”. La posiciónpe: idad, Pero on byl tituljarnym, potom nadvornym
ca se expresa aquí como oposición entre la parte y el todo petnikom [T] “Él fue consejero titular, y Juegoen unconsejero de
de mayor transcendencia, M lacorte’. Sila atención del hablante se centra segmento
3. ELI de acción significa el mismo objeto significado por ral y consiguientemente la elocucién se formula de
el caso pleno correlativo (expresado o sobreentendido) , lodo estático, el I de acción pasa a N. En su enjundioso
la misma elocución e indica que se trata de una función p nen del I y el N predicativos en la lengua de Turgenev,
culiar del objeto, de una propiedad temporánea, oca Haertel observa: “Se da un buen número de tales frases,
(adquirida o alienable). El I se une o se ajusta al predica las que en lugar del J previsible hallamos un N; así, por
On zdes’ sudej “desempeña aquí [el cargo del juez”, b ejemplo, en togda, v svoë vremja, con determinación tempo-
sudej ‘será juez”, stal sudej Lacabó] siendo juez',* on izi tal, pues, o con otras añadiduras, que remiten la elocución
sudej ‘ha sido elegido juez’, ego naznačili sudej ‘ha sido n en cuestión al terreno de lo accidental”.*” Ahora bien, tam-
brado juez’, my znavali ego sudej “lo hemos conocida estos ejemplos atestiguan una diferenciación sutil y ple-
juez”, sudej on posetil nas ‘nos visitó siendo juez”, ja ne de significado de los dos casos en el gran estilista. En
eë lica [G] takim ozabotennym [I] “nunca vi su rostro fanefecto, a menos que las precisiones togda ‘entonces’, v svoë
preocupado’. Pero si lo que se quiere significar es unapı mja ‘en su tiempo’, se ofrezcan como designaciones anti-
dad permanente, original e irreductible, o si por lo m téticas, mantienen la exigencia de un N aparentemente está-
no se tiene la intención de marcar el carácter episódico d 1y byli togda rebénok [N] “usted era por entonces un
tal propiedad, entonces el I no puede aplicarse. Vse oni byli niño”, v svoë vremja sil’nyj byl latinist fue en su tiempo
arobi [N] “tados ellos eran griegos’: mladšij syn byl durie unhábil latinista”. He ahí algunos ejemplos ilustrativos m:
LN] ‘el hijo menor era un loco’, La frase bud’ tatarinon (Mon verzulsja bol’noj LN] “volvió enfermo’ (lo que posible-
‘sé tártaro” huele para nosotros a grito de autoafirmaciéning mente era ya anterior) —ox vernulsja bol'nym [I] ‘él volvió
cional tártara, mientras que bud’ tatarin en el epigrama pul [caído] enfermo”, ja uvidel dom, zapuščennyj i opustelyj [N]
kiniano significa: ‘si eres tártaro de nacimiento, tu una casa, abandonaday asolada’—ja uvidel dom zapuščen-
nacional queda contigo, y esinútil tratar de sacudirlo’, i opustelym [I]; aquí el abandono y la desolación se
versos jocosos on byl tituljarnyj sovetnik [N], ona gener traponen claramente a otra situación anterior, diferente,
skaja dot’, on robko v ljubvi ei priznalsja, ona prognala Es sestra zvalas’ Tatjana [N] (Puškin) ‘su hermana [de ella]
proč ‘él era consejero titular, ella hija de general, él llamaba Tatjana’ Tatjanoj [I]: en el segundo caso lo
claró tímidamente su amor, ella lo echó a la calle”, el esado por la forma del caso es la denominación (Na-
sgebung), en el primero sólo el simple nombre (Namenge-
40 En construcciones como sta! sudej la posición peri .
mente semántica, sin fundamento sintáctico: en la expresión om E, Haertel, “Untersuchungen über Kasusanwendungen in der
Turgenevs”, ASPb (XXXIV), 106.
pregunta kem, čem [I] se hace indispensable.
272 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 273

gebenbeit); nosotros diríamos: sestra zvalas’ Tanej [1] rigat’, y otras, muestra que en ambos casos el I refuerza al
kogda podrosla, Tatjanoj [I] “la hermana se llamó Taj redicado debilitando su contenido; en cambio, en el último
pero cuando fue mayor, Tatjana’. Compárese sestru [A] x este contenido debilitado se nos presenta como un modo
Tatjanoj [I] “amaron a la hermana Tatjana’, o alterandola del predicado, mientras que en el primero como una propie-
perspectiva sintáctica: —zvali (:) Tatjana [N]. Lo mismo ‘dad del sujeto estrechamente vinculada al predicado (la Ila-
mos en una frase de Herzen: mada predicación secundaria). En giros como om ostalsja
Odin Parfenon [A] nazvali (x)
cerkow' [N] sv. Magdaliny: “lamaron a un partenón la igle Jurak durakom “se quedó loco como un loco’ (un loco de
sia de sta. Magdalena”. Saxmatov ve ahí, equivocadamen como un
te), rož’ les lesom™ “el centeno es un bosque
un “A doble”.% ‘bosque’ (es un verdadero bosque), la construcción tautoló-
No menos clara que la posición periférica de una signifi |gica de N e I pone de relieve la propiedad en cuestión, a la
cación del objeto, cronológicamente vez que la presenta como substancia (N) y accidente (I), o
to sinecdóquica, en oposición a su si ás li como identificación (N) y comparación (1). Peskovskij% no
1 posición periférica de una significación metafórica delol á en situación de aclarar las construcciones tautológicas
se contrapone, en la jerarquía de valores de la elocucis frases adversativas como razgovory [N] razgovorami [I],
su significación propia en la construcción con el I de com | yo pora i za delo “las conversaciones son conversaciones, pero
paración, cuyo parentesco con el I de acción ya había pe |yaes tiempo de ponerse a trabajar”, a partir de la significación
cibido correctamente Miklosich:*% w nego grud’ kolesom Sy del I. Pero es precisamente en estas construcciones producti-
$ pecho es como una rueda’ (es musculoso), kazak bujnym yas en donde se expresa visiblemente la significación general
sokolom rinulsja na vraga “el cosaco se precipitó como gq del I: elobjeto, acabado de nombrar por el N, ha sido puesto
halcón impetuoso sobre el enemigo”. En cuanto la si por así decir de lado por medio del I atribuyéndole simple-
ción representativa se percibe como indisolublemente vinay mente una posición marginal en el contenido de la elocu-
lada con el objeto y la comparación se reduce a una identifi ción. En el refrán družba [N] družboj [I], a služba [N]
cación, el I pierde su razón de ser: kazak, bujnyj sokol [NIF sluiboj [1] ‘Ia amistad es la amistad, pero el servicio es el
rinulsja na vraga “el cosaco, halcón impetuoso, se preci icio’ ambos objetos se desplazan mutuamente a la peri-
sobre el enemigo”. ia del contenido de la frase.
Las construcciones tautológicas revelan claramente | Como hemos podido cerciorarnos por los tipos de uso del
propiedades semánticas del I de acción o de comparaci examinados, éste se limita a señalar la simple posición pe-
distinción queda aquí superada). Una confrontación de asume entre los casos periféricos la misma posición
trucciones como sidnem sidel “estaba sentado [como] la categoría no marcada que en los casos plenos corres-
dentario” (un hombre casero), o dozd’ lil livnem “la luv nde al N. Por consiguiente, al igual que el N, el I pro-
parreó como un chaparrón” (en una tempestad), con krik a desempeñar la función de una pura “forma léxica”.
la medida que esta tendencia toma cuerpo, el J indicador
48 A, Saxmatov, Sintaksis, $ 430.
40 E. Miklosich, Vergleichende Grammatik der slaviscben St A, Saxmatov, Sintaksis, $ 2122,
vol. TV (1883), p. 735- A. Peskovskij, Russkij sintaksis, p. 244.
274 GRAMÁTICA Contribución a la teoría general de los casos 275

de posición periférica se convierte naturalmente en un Este tipo relajado de conexión se expresa de modo bien
verbio, Véase en Saxmatov™ una serie de ejemplos de igg. | marcado también en el empleo preposicional del I. Aquí se
trumentalis tantum, que se imponen como adverbio: apy |pone de manifiesto aquella relación que Hjelmslev“ calificó
metju ‘aprisa’, ukradkoj “secretamente”, tajkom “en si de rélation sans contact, o sea, que el I preposicional no ex-
dybon “en la montaña”, blagim matom ‘a voz en cuello’, ete | presa ningún contacto con el objeto: (s, mad, pod, pered, za,
Todo, excepción hecha de la posición periférica, viene meždu Sarami ‘con, sobre, debajo, detrás, entre las balas”).
dado en las aplicaciones particulares del I por la significación La significación general de D está muy clara: señala una
real del objeto instrumental y por el contexto, no por Jy |posición periférica como el I, y el hecho de ser afectado por
forma del caso. La significación real de los objetos inst |una acción como el A, Por eso se define al D como el caso
mentales sugiere simplemente que en los versos de Maja | del complemento indirecto o del complemento secundario.
kovskij morem bukv, čisl plavaj ryboj v vode ‘por el mar ¢ ún Saxmatov “el D adverbal expresa un tipo de represen-
letras y cifras nado como pez en el agua’, morem es un I tación dependiente del verbo, a la que se ordena la acción
manera (o sea, el camino), y ryboj un I de comparación, La|del verbo, sin envolverla ... y sin tocarla directamente”.*%
conexión de este caso periférico con el núcleo oracional est |Peskovskij enseña que el D sólo indica el destinatario, se li-
de tal modo relajada que sin las significaciones reales y fo | mita a expresar la ordenación de la acción sin tocar al ob-
males de las palabras circundantes no estaríamos en jeto
ción de asegurar a qué, y de qué manera, se refiere el I Zam © La escasa intimidad de la vinculación del complemento de
darmom de las frases siguientes: ona znavala ego Zandarmom dativo con la acción que le afecta, comparada con el com-
“ella lo conocía de gendarme’, on znaval eë žandarmom "él, plemento de acusativo, se expresa sobre todo en que el D
[siendo] gendarme, la conoció’, on naletel Zandarmom na dep indica la existencia del objeto independiente de la acción,
cord “se: precipitó como un gendarme sobre los tifdAMME tnte que el A no dice nada al respecto, por lo que lo
prierazil Zandarmom brodiave "amenazó al vagabundo con li mismo puede designar un complemento extrínseco que in-
intervención de un gendarme’, on byl naznačen žandarmi trínseco. Escribe Skalička en su libro, rico en interesantes
“fue nombrado gendarme’, on byl ubit Zandarmom ‘fue sugestiones respecto de la gramática general: “No se puede
do por un gendarme”. Potebnja registra ejemplos muy si “aceptar que, p. e., en la relación de los verbos con los subs-
ficativos:% por una parte, ona pletet kosy v troe, dee) tantivos en casos como en el checo ubiti se něčemu y studo-
‘se hizo una trenza triple, como una muchacha’, por vati něco, se dé una distinción fundamental. Aquí se percibe
parte, ženščina devkoju inače pletet kosy čem žonkojw "y! una cierta falta de sentido del dativo y el acusativo. Y de
mujer hace las trenzas como una muchacha, diferentes de modo promiscuo učiti se něčemu o učiti se něco,
las de una señora”, o devkoju [I] krasuetsja kosoju M distinción se percibe como algo del orden del estilo: la
a baboju [I] nesvetit volosom [I] ‘como muchacha luce instrucción con dativo es más pedante, «mejor», que
sus trenzas, pero como mujer no brilla con su cabello”,
54 L. Hjelmslev, La catégorie des cas, p. 129.
52 A. Saxmatov, Sintaksis, $ 478. 5 A, Saxmatov, Sintaksis, $ 435.
53 A, Potebnja, Iz zapisok po russkoj grammatike, p. 506. 56 A. Peskovskij, Russkij sintaksis, pp. 267-8.
276 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos. 277

incomes
P AE de con at,
E EDen elira yemas
aoe indirectoe sonsin.
una “recto
a ql parecida intercambiabl que la con-di
complementa
A menadoes, deJosmanera
A li
ae neme da posición de D y A es semánticamente clara y sin equivo-
desconcer: to: poet upodobil devušku LA] roze [D] ‘el poeta comparó
con un sistema de oposiciones casuales casi
Ja muchacha a la rosa’—... rozu [A] devuike [D] *... la rosa
‘ala muchacha’; on predpoditaet brata LA] sestre LD] ‘pre-
el hermano a la hermana’—... sestru [A] bratu [D]
“la hermana al hermano”: la acción (la preferencia) expre-
sa al objeto en acusativo, que también concierne empero al
jeto en dativo, ya que la acción ocurre en atención al
nismo. Más raramente se vincula un verbo así a un A que
aun D en vistas a la designación de un mismísimo conte-
“nido oracional: de este tipo son los dobletes (po)darit’ kogo
A) čem LI] —(polarit' komu [D] čto [A]; en el primer
gibeli [D] “eso le conduce prácticamente a la corrupción” “caso se presenta como complemento directo de la acción al
vez de vyzyvaet ego gibel’ [A] “ocasiona su corrupció obsequiado, en el segundo el obsequio: aquel a quien se
el complemento de dativo se siente como simple metáfo destina pasa a simple destinatario, mientras que el obsequio
lo mismo que la misma palabra en el giro ego ¿det gibel! de instrumento a objeto autónomo. Un fragmento de
í espera la corrupción’: la corrupción se presenta aquí co canción popular, citado por Greč, ilustra de modo sorpren-
algo que no ofrece lugar a dudas, conocido de antema zlatom, podari
por consiguiente como algo con una existencia ideal. li? mne sebja™® 58 4‘no me obsequies con oro, sino obséquiame
Por lo común. el verbo va prescribe si el complemento'se contigo Aquí se deprecia al oro y el
valorará semánticamente como directo o indirecto, y en car? seği
le contrapone forma
ne el rango ivade imagen
inmedisan plenaria.
de que el verbo admita dos complementos, determinará
o a
encano
generala adl de lo dos ay que aie posición P| aer
fética y cuál debe imponerse dentro de la a inatario del acaecimiento: una acción, o, más exactamen-
que inmediatamente se haquerido significar.En :fr . un estado, se vive como independiente de la actividad del
prepodajularebjatam [D] istoriju LA] “enseño a los viviente (comp. bol'nompr LD] polegtalo “ha ido mejor
eto
histori a”, hace función de complemento dire
historia A
destinatarios;Heepor el contrario,
los zniños de Fa > frase ja
enlahistoria’ pomejor’; mne [D]
se sintió
eee ne splju ‘yo ae
E ne spitsja—ja acer no
rebjat LA] istorii LD] ‘ensefio los niños [en] historia mo’, ja ne mogu spa!” ‘no puedo dormir; ¿ego mne [D]
niños tienen el valor de complemento directo de mi tetsja—cego ja xoču lo que yo quiero”); obi
mientras que la historia se concibe como simple obj de PEPA a eee ee
sí V, Skalička, Zur ungarischen Grammatik (1935), p- 21- a Seem pe jeit a i (1840), p. 155.
GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos. 279
278

ción, expresada en infinitivo, viene prescrita de antemano y rostom bogatyr’ ‘es un fenómeno de estatura’, (3) más
representada negativamente—en ambos casos como pred "ramente como aposición, que contiene además, de n,modoac-
terminada—, y de modo correspondiente el objeto de d Jarente, el significado del acaecimiento (ser, duració
ción) (russkaja pesnja, vsem pesnjam [D] pesmja, neslas’
tivo se concibe como destinatario de la orden o de la prohibi
ción, o de la advertencia del destino (un refrán: byt’ bs "had rekoj la canción rusa, una canción que supera a las de-
LD] na verevotke “estará el pequeño buey en la cuerdecita’s fats canciones, flotaba por el rio’, reat’ dvux devic vnuček
de un cuento popular: nosi? vam [D], ne perenosit’ “[lp; Mixailu Makarovién [D]® ‘la madre de dos muchachas, nie-
llevaréis, pero no llegaréis”, Lermontov: ne vidat’ tebe [D; tas de Mixail Makarovič’ (el parentesco se interpreta en el
Tamary, kak ne vidat’ svoix ušej ‘no te es dado ver a Tan samiento lingüístico ruso como un tipo de acción; comp
como no te es dado ver tus orejas”); así puede presentarse! obe prixodjatsja emu [D] vnučkami [I]; oxotnik, rostom
fatalidad como deseo o como temor sentido por el hab hogatyr, vyšel na medvedja ‘el cazador, un fenómeno de
se dirigió hacia el oso’), y finalmente (4) cuando
te: vernutsja by emu [D] zdorovym “pueda él volver sano [y estaturlaa,funció
salvo], deneg by nam [D] pobol’Se ‘séanos permitido, de hace n de una frase nominal con un solo miembro,
posible, més dinero’ (aquí la acción se mantiene sin expres cuando funciona por así decir como predicado de una situa-
ne popast’ by emu [D] v zapadnju ‘que no caiga atin’. ción extralingiifstica: vsem pesnjam pesnja ‘[se trata de]
El llamado dativo ético determina expresamente al des “una canción que supera a todas las demás canciones”, kuma
mne ‘(ella es] mi madrina” (la misma frase expresada con to-
natario de la elocución cuyo contenido—el oyente—se e
cibe como afectado por la acción de la misma, como si ' dos los términos reza: eta ženščina prixoditsja mne kumoj);
se hubiera verificado teniéndole en cuenta a él: prifel bogatyr’ rostom Les] un fenómeno de estatura; Caplin po-
tebe [D] domoj, vse dveri nastez’ ‘vino hacia ti, a tu casa, žarnym ‘Chaplin bombero”. Pero el D o el I no pueden de-
con todas las puertas abiertas”; tut vam takoj kavardak terminar en tales casos a un sujeto o a un complemento.
Zalsja "aquí empezó pa un jolgorio formidable’, No puede, p. e., decirse vsem pesnjam pesnia neslas’ nad
El D, lo mismo que el I, sólo pueden determinar, en gy Wirekoj o —prodoliaet vosxistat’ nas ‘nos embelesa de con-
uso no preposicional, a una palabra que comprenda la tinuo’ (como tampoco bogatyr’ rostom posel na medvedja,
ficación del acaecimiento, por lo que únicamente det vstretil bogatyrja [A] rostom “tropezó con un—’), pero si
a un substantivo, (x) cuando es una palabra de acción ( decimos, p. €., pesn’ pesnej [G] prodoliaez’ vosxiščať nas
kritiku ‘respuesta a un crítico”, podarok synu ‘regalo al “el cantar de los cantares nos embelesa de continuo’. Aquí el
ugroza miru “amenaza para la paz’; torgovlja lesom ‘com objeto en genitivo designa cualquier totalidad (el conjunto
de los cantares) de entre los cuales se ha escogido el cantar
cio de madera’, etc—ver más arriba), (2) cuando se
cuestión.
plea como predicado que contendrá necesariamente la si La significación de dativo del “complemento más alejado”
ficación del acto (russkaja pesuja - vsem pesnjam [D] impone en las construcciones con la preposición k. Comp.
‘la canción rusa es una canción que supera a todas las
ciones”, lit. ‘es para todas las canciones canción”, ja
vam [D] otec ‘soy para todos vosotros un padre”, om 100 Estos ejemplos, sacados de Dostoevskij, son citados por A. Peškov-
[D] ne sud’ja ‘no es para nosotros juez (no es nuestro ji , Russkij sintaksis, p. 290.
280 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 281

’ les ‘en el
oposiciones como & lesu ‘hacia el bosque—v gn: yo noté el paso desmafiado y consiguientemente reco-
que’ con lo que dijimos més arriba acerca del empleo prepo. ey al hombre, que era por lo demás lo importan te). Ja po
sicional del instrumental. Parecidamente strel'ba po ejannosti LD] zaper dver’ [A] ‘de [puro] distraído cerré
en dos ex-
kam [D] “tiro al pato’ dice menos de la acción que strel'bg, puerta’: también aquí se descompone mi acción ienteme nte
jones: incurrí en una distracción y consigu
v utok [A]. Podemos decir oplakivat’ pokojnika [A]
rar a los muertos’ y oplakivat’ poterju [A] “llorar la con lo que llegamos al meollo de la elocución) cerré la puer-
da’, o plakat’ po pokojniku [D] plakat’ po potere [Djs “También podría darse el caso de que el autor de las dos
Las construcciones de la preposición polifacética po con esiones fuera diferente: po ego prikazaniju [D] ja poki-
D contienen varios matices del significado de “compleme O omnatu LA] “por su culpa perdí yo la habitación’. A la
marginal”. Es determinante la contraposición del comple Mireposicién de que hablamos más arriba uéus’ francuzs-
mento acusativo, al que se ordena la acción, y del complem bom jazyku —uéu urok corresponde la distinción entre ot-
to dativo, al que aquélla roza sólo de paso: xlopnul ego p tka po francuzskomu jazyku [D] ‘nota de calificación
mo v lob ‘le pegó derechamente en su barbil xlopnul eg
—la’ el francés’ —otmetka za urok LA] ‘nota de califiación de
druteski po plecu ‘le golpeó amigablemente en la espalda) i lección’. amos que ambos casos llegan
vyxožu na pole ‘voy alcampo'—idu po polju ‘voy a través del ‘Al hablar del N ypodesilciAón decítu
campo”. La última elocución se contrapone por lo dem y su máxima contra mu a cuando funcionan como
una elocución como ¿du polem ‘voy por el campo’, en la ujeto y complemento de una acción transitiva; como porta-
el I no es ningún complemento instrumental, sino casi un dor el más adecuatodo deanimlaadpro imcoermoa fuponcrtióadnor hadellamlaosseguelndser
medio auxiliar, un medio del caminar, su etapa única en q simado, y al obpojene in ximo los demás casos en el signa.i-
camino hacia algo diverso. Comp. idu polem v derevnju ‘wa y ElI se contrarumento.al má strua mento se distingue esencial-
por el campo hacia el pueblo”, o bien ¿du polem, potom lesopor mente,
cado de inst
por una parte,
El in
de los complementos de acción (o sea,
il om ‘voy por el campo y Inego Tiré] por el bosque y
el prado’. No se puede decir vozduxom [I] letit ptica, lal Ide instrumento respecto de los casos referenciales) y,
solamente po vozduxu [D] ‘en el aire vuela un pájaro”, otra parte, del sujeto de la acción (o sea, el I de instru-
que fuera del aire no puede volar, Pogorel’cy postroili to respecto del N). Los demás modos funcionales (Spiel-
poselok LA], každyj po izbe [D] ‘los siniestrados por el ) del I pueden todos, teniendo en cuenta las correlacio-
cendio se han construido una nueva colonia, a cada uno , transponerse fácilmente en otros casos (vgr. medved’
isbé’, La relación del complemento periférico para con el oxotnikon [I] “el oso ha sido matado por el cazador”);
jeto pleno se expresa aquí como relación de parte a todo oxotnik [N] ubil medvedja ‘el cazador ha matado el oso”;
tro del que primariamente se halla. Ja uznal ego [A] i Hi drug na druga vojnoj LI] ‘los vecinos tiraron en la
neukjuzej poxodke [D] ‘lo reconocí por [su] paso des: a los unos contra los otros’ > - veli drug s drugom voj-
do’ (aqui debemos distinguir dos complementos de mi [A] “- hicieron la guerra juntos’; služil soldatom [I]
ió como soldado’> služil v soldatax (L pl.); letit soko-
[1] > letit kak sokol [N] ‘vuela como un halcón’). El J
61 El locativo precedido de po con verbos de allicción, que los instrumento, en cambio, sólo puede substituirse por otro
ticos normativos recomiendan, no es más que un arcaísmo sin vi
282 GRAMATICA Contribución a la teoria general de los casos 283

caso únicamente por medio de una metonimia muy pet mento interno es una excepción rara: bog sozdal čeloveka
tible que sitúe el autor de la acción en su función ef jos creó al hombre’; ona začala, rodila mladenca ‘ella re-
ja pišu pismo perom LI] "escribo la carta con una jó, concibió a un niño”). Cuando consideramos, pues, el
ma de oposiciones casuales a fondo, vemos una tenden-
hacia una repartición contrapuesta de lo animado y lo
ias una dija inanimado. ¿mado entre, por una parte, sólo los casos plenos y, por
De todos los tipos de empleo del D, es el de destin a, los casos periféricos:
con los verbos transitivos el que más claramente se
pone, en lo que al significado se refiere, a los demás ca N animado A inanimado
queda excluido, salvo pocas excepciones, el que su signif I inanimado D animado
ción pueda ser asumida por otros casos (dat’ knigu bratu ‘dar
un libro al hermano’, pisat’ pis’mo drugu ‘escribir una catt Decisivo en la cimentación de esta partición del pensa-
al amigo’, govorit’ derzosti sosedu ‘cantar las cuarenta aly niento lingüístico es el sistema de las “preguntas gramatica-
cino’); comp. vernul otca [A] synu [D] ‘devolvió el pad » reveladoras de funciones: kto [N] delaet, čto [A] de-
al hijo’ o synu [D] otca [A], y otcu [D] syna LA] ‘al py et, čem [I] delaet, komu [D] delaet, “quién, qué, con qué,
dre el hijo’ o syna [A] ofcu [D], mientras que los de a quién hace’.
tipos funcionales del D pueden ser asumidos, sin camb
sentido demasiado esenciales, por otros casos (vgr. ja vi
vilsja tvoemu pis'mu LD] ‘me asombré de tu carta’— ja byl
udivlen tvoim pis’mom [I] “quedé asombrado de tu cari Enel locativo, al igual que en el G, y a diferencia de lo que
predpotitaju rozu rezede [D] ‘yo prefiero la rosa de la resedi} ocurre con D y A, la contraposición relacional queda elimi-
> okazyvaju predpobtenie roze pered rezedoj [I] “doyla' nada. Al igual que el G, el L puede designar un objeto afec-
preferencia a la rosa de la resede’; ja radujus’ tvoe} radosfifiado por una acción (comp. priznajus' v ofibke [L] ‘me re
[D] ‘me alegro de tu alegría”
>ja radujus’ tvoej radosi conozco en falta’
—priznaju ošibku [A] “admito
lafalta’; sutn
ju [1] ‘me alegro por tu alegría”, y así sucesivamente). sobytijax LL] ‘juzgo de los resultados ’ soby-
—obsuždaju
portador del D de destinación hallamos la mayoría lija LA] ‘juzgo los resultados”), lo mismo que un objeto del
veces un ser animado,* y como el de A a un objeto in no se dice que una acción le afecte (comp. ploščad’ Ma-
mado, especialmente cuando se trata de un A de compl ovskogo v Moskve [L] ‘la plaza de Majakovskij en Mos-
to interno, A que se contrapone precisamente al máxi ploščad’ Majakovskogo, Moskva [N] ‘plaza de Maja-
D, mientras que el D sólo está en condiciones de d kovskij, Moscú’; čudovišče o trex golovax [L] ‘el monstruo
a un complemento externo (un ser animado como A de
® El significado principal delAes el de designar al complemento in-
seco; a partir de las oposiciones paralelas N-I, la significación prin-
62 Cf. B. Delbrück, Vergleichende Syntax der indogermanis del N se manifiesta como significación del punto central de la elo-
Sprachen, vol. 1 (1893), p. 185; M. Deutschbein, “Beder ión. Toma cuerpo en el sujeto de la frase, mientras que en la fun-
Kasus ...”, Atti, p. 134, predicativa el N está en concurrencia con el I.
Contribución a la teoría general de los casos 285
284 GRAMÁTICA
posibilidades sintácticas, sino la posibilidad única e in-
de tres cabezas —čudovišče s tremja golovami [I] “el
truo con tres cabezas”).
"ispensable, así como lo es la construcción apreposicional
el N o la construcción con el verbo (expresado o sobre-
Digo o escribo luna “la luna” designando así simplem rendido) para el A. El significado del uso preposicional
un solo objeto; pero si digo o escribo o lune [L] “aceros "rciona, pues, no solamente como una de las significaciones
la luna’, el oyente o el lector queda advertido de que Je excepción o particulares del L, sino como su significación
en juego dos objetos, a saber, la luna y una elocución a «neral. Además, el L pone unívocamente de relieve al re-
respecto, de tal manera que lo que ante todo e ini i
mente se quiere significar es esta elocución, y sólo in sate en el seno de la jerarquía de significados de la elocu-
mente, como contenido periférico, la luna. Lo mismo o
lo que no ocurre en el uso preposicional de los casos
enos (A, G) (en lo que al I y al D se refiere, estos casos se-
cuando oímos o leemos na lune [L] ‘sobre la luna’: con la posición periférica frente al regente, independien-
se quiere significar dos objetos, la luna y algo más qu te de si se emplean con o sin preposición). El L decla-
halla o sucede en la luna, siendo esto último, por así su propia posición periférica frente al regente expresado
lo que constituye el hueso de la elocución, mientras qu sobreentendido, al mismo tiempo que indica la “objetivi-
luna no aparece más que como su contenido periférico.. menor” del objeto de locativo en la elocución y la
Uno puede preguntarse si esta distinción no está en bjetivización” total del contenido designado por el regente
nexión con la oposición entre uso casual preposicional y delimitado por el objeto de locativo. El objeto de locativo
apreposicional, más que con la diversidad de los casos mi oestá representado en la elocución en su alcance total, por
mos. Cierta es que la preposición rusa designa una o que, al igual que el G, el L es un caso de alcance, Lo que
dencia de dos objetos, y aún más las “relaciones debilísin te todo lo distingue del G está en que indica también el
distantes”, según la vieja definición de Greé, que mantiene cance, más el alcance pleno del contenido del regente, y así
claramente distinguidos a ambos miembros. Sin emba se traduce en caso periférico.
construcción con preposición es para el L, a diferencia, delo© Rasskazy o vojne [L] ‘las narraciones sobre, de, a partir
que ocurre con el A, el G, el I y el D, no solamente la guerra”, rasskazyvajut o vojne ‘se habla sobre, de, a
con las de
ir de la guerra’: lo que se da es el marco de las narracio-
64 Los pronombres, que, al contrario de lo que ocurre o del hablar; la guerra, por el contrario, no está repre-
partes de la oración, no expresan con sus morfemas radicales entada en la elocución más que de modo partitivo. Ostrov
significación real, sino sólo formal, indican lo más frecuentement
reke ‘la isla sobre el río’: el marco de la isla viene de-
cado por la elocución, no así el del río, Poduška lezit na
ivane “el almohadón está sobre el diván”: se trata de todo
“almohadón, pero solamente la superficie del diván consti-
on “él”, y, por otra, cosa extraña, la oposiciónquedeenpertene ncia el interés de la elocución. Bumagi zaperty v jastike [L]
pertenencia a una construcción preposicional, los pro papeles se encuentran encerrados en el cajén’—bumagi
de tercera persona se expresa de modo consecuente mediante la ty v jaščik [A] ‘los papeles han sido encerrados en el
tencia de los morfemas radicales n’ y j (nego — jego, nemu—=f '; antes no estaban alli, de modo que el objeto no está
neje — jeje, ete).
286 GRAMÁTICA || Contribución a la teoría general de los casos 287
tampoco plenamente delimitado en lo temporal. Grešnik pas.
kajalsja v suoej žižni [L] “el pecador se arrepintió de gy - VII
vida’: la vida del pecador apura el contenido del arrepenti
miento, no así el arrepentimiento el de la vida. fn la declinación de varios nombres de objetos inanimados,
La preposición pri con L significa una delimitación tem.4G y el L se articulan en dos casos separados, esto es, una
poral (pri Petre ‘en el tiempo de Pedro’), la zona de vincu- parte de los substantivos masculinos singulares con desinen-
lación, de influencia o de captación al interior de la cual algoja cero en el N distinguen dos G: el Gi, que termina en -a,
ocurre: služil pri dvore “sirvió en la corte’, on pri fabrike “ entuada o no, y el Gii, que termina en -4, acentuada o no;
está vinculado a la fábrica”, pri gorode sloboda ‘la ciudadynnúmero de nombres, a veces los mismos a veces diferen-
tenía un arrabal”, skazal pri žene “dijo en presencia [en elies, de la misma declinación distinguen dos tipos de L: el Li,
campo de audición] de la señora”. que termina en -e o en su fonema inacentuado equivalente, y
ElL“de los distintivos enumeradores” con la preposición]Lii, que termina en una -u acentuada. Incluso una parte
0% implica una delimitación cuantitativa del objeto de loca- je los substantivos femeninos singulares con terminación
tivo; la totalidad del distintivo enumerado es determinante ‘eto en el N distinguen el Li, terminado en -i inacentuada, y
para el regente y abarca al máximo sus características propias: J Lii, en -i acentuada.
otrex nozkax ‘la mesa de tres patas”, ruka o šesti pal'cay
stol A menudo se ha intentado determinar las funciones de
“la mano de seis dedos’, comp. stol s tremja trestinami [I] ambos tipos de G y de L, por más que tales determinacio-
“la mesa con tres hendiduras’, dom s dvumja trubami fàyes la mayoría de las veces sólo abarcan una parte de su
casa con dos chimeneas”, alcance significativo. Así, Bogorodickij** contrapone al G un
El L está, pues, marcado frente al N, I, A y D como cas ‘caso de partida” especial (vgr. iz lesu ‘a partir del bosque’),
de extensión, y frente al N, A y G como caso periférico, Pory“en el ámbito del preposicional” distingue un caso “loca-
así decir, está a las antípodas del N absolutamente no marce tivo” (na domu ‘en casa’) y un “caso explicativo” (o domé
do: el caso siempre preposicional y el siempre apreposicional “acerca de la casa”). Sin embargo, queda poco claro por qué
se manifiestan como diametralmente contrapuestos. Significk el “caso de partida” desaparece en una construcción como
tivo es que la tradición gramatical rusa desde siempre“! haya iz temsnogo lesa ‘fuera del oscuro bosque’, mientras se en-
clausurado con el L los paradigmas declinatorios, que, nati- cuentra en construcciones como čaška čaju ‘una taza de té,
ralmente, empiezan por el N. La contraposición habitualdeprotu čaja “yo pido té, y por qué en las construcciones pri
N, A, G (nuestros casos plenos) a los demás casos (nuesttos dome ‘a la casa’, v vašem dome ‘en vuestra casa’, en lugar
casos periféricos) era en lo fundamental, y prescindiendodedel caso “locativo” nos encontramos con el caso “explica-
la justificación insostenible de esta distribución, exacta. | tiyo”, Tampoco Durnovo establece frontera alguna entre am-
95 Cf. I. Nilov, Russkij padež (1930), pp. 193, 195.
bas especies de G y L, si bien observa que la forma de ge-
40 Así Meletij Smotrickij en el siglo xvir, cf. M. Smotrickij, Gram nitivo en -4 se encuentra
a con 5 máxima ias
frecuencia detrás de >
matiki slavenskija pravilnoe sintagma (1618). las palabras que designan cantidad, al mismo tiempo que dis-
e7 Cf. Wundt, Valkerpsycbologie, vol. II: Die Sprache (1928),
PP. 62, 74-5. 12168 V, Bogorodickij, Obi) kurs russkoj grammatiki (19355), p. x25.
288 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 289

tingue del preposicional un locativo (na vozu ‘en el caro), ¿Cuál es entonces la significación general de las posiciones
na meli ‘en el arenal”), que se emplea “detrás de v y ma cop, fisiblemente paralelas entre Gi-Gii y Li-Lii? Los nombres
significación puramente locativa y temporal”.% O e poseen el Gii o Lii, poseen también necesariamente el
‘Thomson dispensó una gran atención a la cuestión del dy. Gi o Li. El Gii y el Lii son, en relación con el Gi y Li, cate-
ble G en los nombres de materia:7%“cuando la masa apa gorías marcadas. Dicen, en oposición al Gi y Li no marcados,
rece espacialmente delimitada y llega generalmente a p je el objeto designado funciona no como forma, sino como
una forma determinada, consideramos a estas caracterí Sigo formativo o paraformativo en el contenido oracional de
como accesorias, porque desde un punto de vista subj “locución. Consiguientemente, podemos designar al Gii y
son inesenciales... En muchos nombres de materia Lii como casos formativos y su relación pata con el Gi
nos se emplea la terminación -x en vez de -a cuando y elLicomo correlación formativa (Gestaltungskorrelation).
al concepto puramente material”. En este contexto com Un objeto de masa, o el abstracto que esté emparentado
el estudioso construcciones tales como kupi syru [Gii] ‘m básicamente con él," del que se nos especifica en el conte-
q determinada (Jotka
pro queso’—vmesto syra [Gil ‘en vez de queso”, butylka nido oracional de la elocucién una dosisgoroxu
medu [Gii] “una botella de hidromiel’— prigotovlenie cw ‘una cuchara de pimienta’, funt ‘una libra de
N
y [Gi] ‘la preparación del hidromiel’, on kupil lesu [Gi] guisantes”, mnogo smexu ‘mucha risa’) o indeterminada (čaju!
f ‘compró bosque'— granica lesa [Gi] ‘las lindes del bo té! smexu bylo ‘hubo risas’) o una dosis nula (met čaju “no
! Saxmatov determina con grandísimo detalle las fronter y nada de té”, bez percu “sin pimienta”, bez smexu ‘sin
$ empleo de las formas interrogativas." Afirma él que log) +), se forma de modo positivo o negativo mediante la
i en -u se aplican a incontables palabras con un signifi ación delimitadora de la clocución.
materia, de colectividad, o a abstractos, y que “la individyy En aquellos casos en que un objeto de masa o un abstracto
lización o concretización de los conceptos de materia” com nofigura como talmateria, sino como unidad objetiva (din-
ycomo
porta la terminación -a: el estudioso nos presenta una liga siche), determinada, valorada y perceptiblemente
de palabras que llevan una -4 o una -i acentuadas en elifffiratada, el Gii, que en razón de su esencia copia la objetivi-
precedido de las preposiciones v y na, que por lo demás si (Dinglichkeit) de lo designado, pierde su justificación.
len casi siempre evitarse cuando el nombre va acom ello tienen su fundamento oposiciones como las siguien-
de un atributo que individualice su significación; lo y rjumka kon'jaku [Gii] “una copita de coñac’, skol'ko
acaece con el G de nombres abstractos."* 'jaku “cuánto coñac”, mapilsja kon'jaku “se empinó con
>, ne ostalos’ kon'jaku “no quedó nada de coñac”, bez
'jaleu ‘sin coñac'—zapax kon’jaka [Gi] ‘el olor a coñac”,
40 N. Durnovo, “De la déclinaison en grand-russe littérai
deme”, RES (II), 247 ss.
10 A. Thomson, “Beiträge zur Kasuslehre”, IF (XXVIII), [1935]), el autor sigue, en lo esencial, la clave de Saxmatoy
1 A. Saxmatoy, Oderk sovremennogo russkogo literaturnogo idualizante (A. Saxmatov, Očerk, p. 123).
PP. 100 88. 122-3. Sobre estas clases que funcionan como especies de singular, cf.
12 La cuestión se debate también en el libro (publicad o
mente y tan rico en informaci ón) de Unbegaun sobre la hist Braun, Das Kollektioum und das Plurale tantum im Russischen
declinación rusa (La langue russe au XVIe siècle, I; La fl
290 GRAMÁTICA Contribución a la teoría general de los casos — 291
katestvo kon'jaka ‘la cualidad del coñac”, krepte kon'ja en el bosque’), como tampoco lo es el Gii con las pre-
“más fuerte que coñac’, tazgovor kosnulsja ”kon’jak a ‘se gg “jciones tt, vozle y otras (1 lesa [Gi] “cerca del bosque’,
gió el coñac en la conversación”, opasajus kon’jak a ‘xy Yorle doma junto a la casa’), ya que estas preposiciones
miedo del coñac”, ne Ijublju kon'jaka ‘no me fronter gusta cof ho sirven para designar la función formativa (gestaltende)
el
ot kon'jaka “de coñac”. Verdad es que deen fluctuac la a de el objeto. Por el contrario, el Lii puede unirse a las pre-
bas formas casuales se dan ejemplos ión, pero jones v, na (v lesu ‘en el bosque’, v krovi “en la san-
más frecuente es que incluso estas variaciones fronter izas », na beregu “en la costa’, na vozu ‘en el carro”), como
semasiologicen, vgr. ne pil kon’jak a [Gi] ‘no bebió coñas), y ambién el Gii a las preposiciones iz, s y otras, en cuanto
sea, no le gustó, no supo apreciar la bebida en cuesti ón- preposiciones tienen que ver con la relación de forma-
pil kon’jaku [Gi] es más bien una simple afirmac ión que (de capacidad, de medida). El Gii con significado de
pretende valorar al objeto; kolifestvo kow eljaka [Gi] ‘la c tinente, de ubicación, de medida, es una construcción gra-
dad de coñac': la cantidad implica aquí kon'jaku [Gi] matiz sen tical estéril y su uso se limita a algunas expresiones fosili-
de una propiedad del objeto— £oliées tvo das como iz lesu “desde el bosque’, iz domu “desde la casa’,
presa simplem ente una medida, una simple dosis. y polu ‘del suelo”, s vozu ‘del carro’, especialmente en los tér-
Cuando un colectivo o un abstr acto se inter cambi a en] inos de medida: s času ‘de una hora’, bez godu ‘como un
elocución por un objet o simil ar y, por ende, nume tabl e menos’; por el contrario, el Lii es la forma corriente de
nomb re deja de ser un simpl e singu lar, entra en juego la o p significació n correspondiente,
sición singular - plura l (rexl iénye ¿ai “tés difer entes ”, Si el L con la preposición y no se refiere al continente de
kie zapaxi ‘toda clase de olores”) y el Gii pierd e su jus
ción: net čaju [GÙ], pero v prodaže net nini tékitaj skogo, des, elsino a este algo mismo, poseedor de ciertas propieda-
cejlo nskog o čaja [Gil ‘no está en venta chino ali? natu
Lii estará naturalmen te fuera de lugar. Comp. skol’ko

cingalés', cveti š a olor—a pulp Frasoty v lesu [Li] ‘hay mucha belleza en el bosque” skol’-
ne bylo cvetov bez sladkogo iligor'kogo zapaxa [Gi] “en” {Lillkrasot y v lese [Li] “que belleza la dei bosque; v siepi
Zamo no hay flores sin un olor dulce o amargo”. No foma menja razdražaet moškara ‘en la estepa me irritan los
parte de Ja tarea que nos hemos impuesto describir las quitos’ —v stépi [Li] menja razdražaet odnoobrazie “la
[Lii] put-
pa me irrita con su uniformidad’; zo i v teni
ticularidades de este uso, sino sólo exponer su tende
global. ne našel spasenija ‘pero tampoco en la sombra halló el
apaciguamiento” (aquí la sombra funciona como
“Ast pues, un objeto con propiedad de recipiente, de tiicaminantete del
cación, de capacidad, delimita y da forma al contenido ge continen caminante) no iv téni [Li] putnik ne našel
cional de la elocución. En el uso preposicional el Gii y eli spasenija “pero tampoco la sombra aportó apaciguamiento al-
dicen que esta función de recipiente o de medida es la o al caminante? (la sombra funciona como posible porta-
piedad determinante o, más aún, la única propiedad del dor de apaciguamiento); i v grjazt [Lii] možno najti almaz
jeto que entra en juego. El Lii no es compatible con“hab las PE edatambién en la suciedad puede hallarse un diamante’ (la su-
posiciones o, pri (govorit’ o berege [Li], o króvi d vela el diamante)—¿ v grjázi [Li] možno najti svoeo-
puede hallarse un
mnuju prelest’ “también en la suciedad
la costa, de la sangre’, izbutka pri lese [Li] ‘una pegi
—r
292 GRAMÁTICA Contribución a la teoría general de los casos 293
encanto particular’ (o sea, el encanto particular podría gp probe ‘en un féretro de madera, adornado’; v pesku [Lii]
una propiedad de la suciedad). la arena’—v zolotom peske [Li] ‘en la arena de oro’; na
Si el contenido se valora como accidente del continent, pozu [Lii] ‘sobre elcarro'—na čudoviščnom voze [Li] ‘en un
y se toma a éste precisamente en cuenta, el Lii no se tole gar o enorme’; ruki v krovi [Lii] ‘las manos en sangre’—
rará. Comp. na prudu [Lii] baby bel'e poloiéut ‘las muje puki v čelovečeskoj króvi [Li] ‘las manos en sangre huma-
res aclaran la colada en el estanque’, na prudu lodki »; svinji kupajutsja v griazt [Lii] “los cerdos se revuelcan
barcas en el estanque’—sad zapuščen, na prude [Li] rjaskg en la suciedad’—bol’noj kupaetsja v celebnoj grjázi [Li] “el
“el jardín está abandonado, en el estanque hay musgo”; øma enfermo está sumido en una “suciedad bienhechora” (lodo)
pojavilas’ v šelku [Lii] ‘ella apareció en seda’—v Selke [, Jesu [Gi] ‘fuera del bosque’ —iz temnogo lesa [Gi] ‘fuera
pojavilas’ mol’ ‘en la seda apareció polilla”, v Jelke jest? by. deloscuro bosque’. Cuanto más inhabitual sea el atributo,
masnye volokna ‘en la seda hay hilos de algodón”; lepeški tanto más pondrá al objeto de relieve, así como el Li tenderá
ispeteny na medu [Lii] ‘las tartas están cocidas con miel'=g més a reemplazar el Lii. Comp. v rodnom kraju [Lii] ‘en un
mede [Li] pokazalas’ plesen’ ‘en la miel apareció moho’, pais natal —v efzoticeskom krae [Li] ‘en país exótico”.
Si el tipo de contención dado por el contexto es inhabi-
tual para el objeto en cuestión, de tal manera que apenas
podemos circunscribir su participación en el contenido de VIII
elocución a una función de simple continente o ubicación
percibimos un cierto valor privativo del objeto, en tal caso El siguiente cuadro resume el sistema general de las oposi-
no es de aplicación el Lii. Comp. v Jesa [Li] ležit tuman ciones casuales rusas, en el que al interior de cada oposición
‘en el bosque hay nicbla’—na lese [Li] letit tuman “sobreel el caso marcado se encuentra o bien a la derecha o bien
bosque se cierne la niebla’; v grobu [Lii] mertuec “en el f& debajo:
retro hay un cadáver—a grobe [Li] venok ‘sobre el féretro
hay una corona—u danw [Lii] “en el cubo'—na dane [Li] i boa & AG
“sobre el cubo'—» grjazi [Li] ‘en la suciedad —na ¿ABN e pe (Sk GH)
[Li] tonkij sloj snegu ‘sobre la suciedad hay una ligera
de nieve’; sidit voron na dubu [Lit] ‘un cuerpo está
sobre la encina’—otverstie v dube [Li] ‘una oquedad en
encina’; a valu [Lii] našli ostaki ukreplenij “sobre el
plén se encontraron restos de una fortificación’—v vale [
našli ostaki ukreplenij ‘dentro del terraplén se encontró ., Lo caracteristico de todas estas oposiciones está en que .
En muchos nombres basta con que aparezca un at lo designado es siempre de tipo negativo: reduce jerárquica-
de modo que el objeto correspondiente se considere fu ente al objeto, circunscribe de un modo u otro la plenitud
su función de continente. También en tales casos el Li su despliegue propio. Así, los casos referenciales (A, D)
planta al Lii (o el Gi al Gii). V grobu [Lii] “en el fe alan la dependencia del objeto, los casos de demarcación
pero más bien v derevjannom grobe [Li], v razukrat delimitación de su alcance, los casos periféricos (I, D y L)
294 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 295

su posición periférica, y los casos de formación (Gii, Lii)Jy punto fronterizo objetivo de un corte, como en Gi y el Li, En
delimitación de su función sobre la contención o la realidad el Gii no se dice cuál de las dos unidades—el objeto desig-
de la misma. Cuantas más señales correlacionales traiga e] nado o el contenido de la elocucién—funciona como forma-
caso consigo, tanto más polifacéticamente se limitará y me, tiva y como formada; en el Lii la función formativa perte-
mará el valor del objeto designado en la elocución, al miş. pece necesariamente al objeto designado, por lo que aquí la
mo tiempo que el caso en cuestión indicará una complejidag posicién periférica del punto de contacto es la que da la rea-
tanto más considerable del resto del contenido. lidad intrínseca del contenido de la elocución.
Tratemos, pues, de presentar el sistema de casos ruso de He aquí el esquema general del sistema casual:
modo esquemático. Como ya observamos más arriba, el 4
designa un estado vertical, mientras que el N no da más
un simple punto (más, el punto de la proyección del objeto
en la elocución). Del mismo tipo es la relación existente
en. Ze be Q
tre el D y el I, por más que ambos se distinguen del pri
par por concretar la posición periférica del objeto desi
en el marco de la elocución. Esta posición periférica
representarse esquemáticamente como la posición de un
to en un segmento, de modo que en el I la posición
punto del segmente frente al punto central supuesto (
debajo o a la misma altura) en realidad no viene dada, El.
supone la existencia de dos puntos: por una parte, el punto IX
de proyección del objeto significado sobre el plano de la elo. sus termi-
ención, y por otra las fronteras del obieto que se mantienen Ninguna de las palabras declinables explota con
de las conwaposicio-
fuera del contenido de la elocución; contrariamente a los dés; naciones casuales el sistema global ruso
nes de casos. Significativas son ya las variadas manifesta-
puntos dados por el A, los del G no están mutuamente
bordinados, por lo que podemos presentar esquemáti ciones del sincretismo casual.’ Una cierta asimetría, que se
al G como un punto de partida de un corte horizont ha podido considerar como factor constitutivo del sistema
esquema del L sólo se distingue en que el punto se ins lingiifstico,"® se atribuye ya al sistema general de los casos
en un segmento, con lo que queda puesta de relieve la rusos: la serie marcada de la correlación demarcativa se ar-
ción periférica del objeto. El Gii y el Lii se distinguen ticula sobre una base diferente de la serie no marcada: aqui
Gi y del Li en que no es el objeto en cuanto tal el la que funciona es la correlación de formación, allí la corre-
nado, sino solamente su contacto con el contenido de la ión de referencia. Por lo general, la contraposición estruc-
cución. De los dos, uno viene delimitado primero
otro. Bajo el ángulo visual del objeto designado, el 14 CE, N. Durnovo, “De la déclinaison ...”, RES (II), 247 s$.
de contacto no pasa de ser uno de sus puntos, y lo 15 CE S. Karcevskij, “Du dualisme asymétrique du signe linguis-
una vez más como punto en un corte horizontal y no ", TCLP (I), pp. 88 ss.
— —_——
296 GRAMÁTICA j Contribución a la teoría general de los casos 297
tural se evita aquí (o, en perspectiva histórica: sólo una mf. -
nima parte de los substantivos ha llevado a cabo un desdp, syn syna
blamiento del G o del L). No por ello es menos real la ase žena | ženu | ženy
metria en cuestión, de forma que en los casos de demarca. synom | synu | syne
ción (G, L) la oposición referencial es eliminada, de modo Zenoju dene
que por ejemplo el G lo mismo puede corresponder al
como al N (jese Eniga [N] ‘el libro está abne knigi [G] SiA... asimi smo amba s
rates
disti ncion
af
‘el libro no está ahí”, vién kniga [A] ‘veo el libro'—ne pigų se funden los miembros marcados de es son elimi nadas, entonces
knigi [G] ‘no veo
la corre lación referen.
el libro’
). Esta asimetría de la estructura cial Y demarcativa, y la asimetría del sistema
del sistema viene completada por la estructura asimétrica de (U2 solo caso en la lengu queda aquí
a literaria rusa) en cierto modo su-
los paradigmas particulares y se generaliza a toda la decling Perada."
ción (fenómeno parecido presenta la estructura de la conju.
gación rusa). Esto se consigue por medio de las diferentes ty tebja
formas de sincretismo de los casos (considero la cuestiónen =l
plano sincrónico). soboju | tebe
Si en un paradigma se dan las contraposiciones formativas Si los casos de dema
o por lo menos una de ellas (Gi-Gi o Li- Lii),entonces rma sincrética, entonces rcación (G y L) se funden en una sola
se elimina una de las contraposiciones referenciales, a saber, ¡de correlación posicion por lo menos una de las dos series
la del N y A. al, o sea, o la de los caso plenos o
de los casos periféricos, se reduce a una sola sform
ticular. También se mantendrá la asimetría si este fenóa meno
par-
r se registra en ambas series,
m Y
sneg |snega| snéy > nexa
~ >
i
snégu| | sneg
snegom |snégu snege e |sneg
[sne u smexom|smexu| —smexe pivnyx +
ivaymil pivnym slepymi] slepym temi |tem
S aie ta slepaja |slepuju ta | tu
E E Ò A
raem | ráju | rae | rajúse pr van
slepojju
slepo xS tojju Y

mys” put" vremja


nysiu > putem eS
Si el N y el A se distinguen, entonces o se elimina la e)
tinción A -G o la distinción D - L correspondiente, L PE
En los dialectos norteños del gran ruso
se da otro tipo de com-
298 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 299
Como oposiciones, insolubles en la declinación rusa, que.
dan las de N-G, N-I, A-D. La fusión de los miembro, ta tu slepaja |slepuju
marcados de las tres oposiciones se da en la declinación a 2
pular de los adjetivos y de la mayoría de pronombres feme- 2 Y
ninos, puesto que en el habla popular la terminación del ing.
trumental -ojx se halla completamente reemplazada por gj ——
Aquí coinciden todos los casos periféricos y tanto la corre. común, mientras que todas las distinciones de los casos plenos se man-
lación posicional como la de demarcación se compenettanis genen intactas.

pensación parcial de la asimetría; la correlación referencial queda eli- udari | udare | udara
minada en la paradigma de plural.
udarima

tuki tuk En checo se dan, por el contrario, paradigmas de plural que supri-
men todas las distinciones de los casos plenos y mantienen todas las
rukam | rukax distinciones de los casos periféricos.
È
TT Eu los dialectos emparentados del grun ruso se consigue en znamení
casos correspondientes una solución simétrica: ningún caso designa
más que una señal de correlaci | znamenimi] znamením |znamenix
(|
Caso pleno Esta particularidad de un paradigma checo individual se repite por
bol’six | Caso de ej. en gilyak como propiedad del sistema de casos general:
Caso periférico ¿PILA
x. taf (‘casa’)
Igualmente se repartían las formas casuales del dual del antiguo
2. tafkir |3. taftox |4. tevux

“caso absoluto”, que corresponde al N, A y G apreposicional del


n I; 3. “caso aditivo”, que corresponde en lo esencial al
drugoma ruso; 4. “caso locativo-elativo”, que corresponde al L y al G pre-
posicional del ruso.) En plural tenemos la misma relación, si bien con
tendencia a emplear el caso absoluto en vez de los casos oblicuos
78 En serbio todos los casos periféricos del plural cienen una cf. Jazyki i pis'mennost' narodov severa, LIL, p. 197). Una relación
300 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 301

La fusión de los miembros señalizantes por una partey tema de las demás formas casuales por la falta de “mor-
de los no señalizantes de las tres contraposiciones emparen. fema de enlace”:*% vremja [N-A] ‘tiempo’—vremeni
tadas por otra, constituye lo que hay de más simple en Jog [G-D-L], etc.
paradigmas rusos. Los substantivos cuyo acento cae en el N sobre el tema,
-A]
y en los demás casos en la desinencia: gvózdi [N
iuñas’— gvozdéj [G], gvozdjóm [D], etc.
sorok sto poltora
> En el estudio que precede me he mantenido a propósito
Š$
‘en Tos límites de una descripción puramente sincrónica, por
s que los problemas de las transformaciones del sistema
al ruso se impongan maquinalmente: la lengua hace
A favor de la neta contraposicionalidad del N (o del A, en incidir con el auxilio de la analogía gramatical las formas
la medida que coincide con aquél) frente a los casos perifé. suales particulares sin ofrecer resistencia alguna a las ho-
ricos y de demarcación se manifiestan, además de los par onimias de las formas casuales surgidas de las varias fuer-
digmas mentados, los siguientes fenómenos: s motrices; o bien aplica, por el contrario, la analogía de
do efectivo con objeto de mantener ciertas oposiciones o
1. Los pronombres defectivos, especialmente las formas de ‘rear otras nuevas. Las tendencias básicas del desarrollo mor-
nominativo aisladas nekto “alguien”, neéto ‘algo’, por Mt fológico del ruso pueden explicarse plenamente por medio
parte, y por otra pronombres carentes de nominati
los negativos nekogo [G], nečego [G] (nekomu [Dj
de la comparación, rica en consecuencias, de algunos siste-
mas emparentados en movimiento, de sus convergencias y
nečemu [D], etc.) y el reflexivo sebja [G-A], sebe “divergencias.
[D], soboju [I], que señala la identidad del objeto de Si remontamos de la sincronía lingüística a la teoría de los
pendiente respecto del objeto principal, por lo queda casos histórico-comparativa, o averiguamos el esquema, en
puede poseer nominativo alguno.” bosquejo, del sistema de casos del suso moderno e incorpo-
2. Los pronombres supletivos, cuyo nominativo tiene os el de la estructura verbal en la investigación actual
morfema radical diferente del de los demás casos: ja [| de la totalidad de las partes de la oración del ruso y sus
‘yo’-menja [G - A], my [N] ‘nosotros’ -nas [G- correlaciones, o buscamos finalmente los cimientos de una
on [N] ‘él’, ego [G -Al, etc.
3. Los substantivos cuyo tema nominal se distingue
tipología de los sistemas casuales—que a pesar de su multi-
jicidad acusa en sus leyes estructurales concomitancias tan
rprendentes—, para que este trabajo sea fructífero aún se
invertida entre las declinaciones de los dos números podemos sitará una cuidadosa distinción de los diferentes grados
varla en el paradigma checo part ‘sefora’: en el plural domina las totalidades parciales lingüísticas, especialmente de dos
parto expuesto más arriba, mientras que en el singular las disti
casuales son por completo eliminadas.
79 Cf. E. Polivanov, Russkaja grammatika v sopostavlenit s 50 CE, N. Trubetzkoy, “Das morphonologische System der russischen
bekskim jazykom (1934), p. 87- ache”, TCLP (V/a), 14.
302 GRAMÁTICA

grados, de la palabra y de la frase. Es mérito indiscutible y APÉNDICE


duradero de Brondal el haber puesto expresamente de te
lieve esta distinción. La visión simplista según la cual un ESTUDIO MORFOLÓGICO
significado autónomo pertenecería simplemente a una uni DE LA DECLINACIÓN ESLAVA
dad, susceptible de un uso independiente, y que, por ejem.
plo, la mayoría de los casos, abstraídos del contexto léxico, (ESTRUCTURA DE LAS FORMAS CASUALES RUSAS)
no serían más que “materia muerta”, despreció y desfigurg
més de un problema morfológico. En este estudio hemos in.
tentado liberar de estos supuestos erróneos algunos de log
problemas de la teoría de los casos. En la teoría de las fop r. Toda interpretación de los cambios en el sistema gra-
mas hay que dar la cabida correspondiente al problema del matical implica una descripción sincrónica de sus fa-
significado, ya introducido, y con razón, en la fonología, ses históricas sucesivas; el presente estudio se basa en
un enfoque estrictamente sincrónico.
2. Al analizar los casos o una categoría morfológica cual-
quiera nos enfrentamos ante dos problemas distintos
y conexos: la invariante morfológica, la “intensión”,
la significación general de todo caso dentro del sistema
declinativo dado, debe distinguirse de las variantes
contextuales, condicionadas sintácticamente y/o léxi-
camente, la “extensión”, aplicación efectiva del caso
en cuestión.
Los seis casos primarios la dec ión rusa se
agrupan en clases cada una de las cuales se caracteriza
por la presencia frente a la ausencia de una marca se-
mántica particular: (x) los cuantificadores (genitivo,
locativo), centrados en la extensión en la que la en-
. tidad participa en el mensaje, frente a los no-cuantifi-
M cadores; (2) los casos direccionales (acusativo, dativo),
que señalan el fin de un evento, frente a no-direccio-
! nales; (3) los casos periféricos (instrumental, dativo,
locativo), que confieren a la entidad un lugar accesorio
en el mensaje, frente a los no-periféricos. El nomina-
tivo se opone a todos los demás casos como no-mar-
cado a marcados. Los cuantificadores y los casos peri-
féricos podríamos llamarlos casos oblicuos frente a ca-
303
304 GRAMATICA Contribución a la teoría general de los casos 305

sos rectos (N, A). Los cuantificadores, junto con log /m/, y simplemente en posición final /x/, excepcio-
casos direccionales, los denominamos casos definidos nalmente sustituido por /s/.
frente a casos indefinidos (N, 1). Con prácticamente pocas excepciones, todo sustan-
El ruso posee un modelo de declinación para substan. tivo tiene una desinencia cero así en el N sg. como
tivos y otro para adjetivos con algunos sistemas inter. en el G pl. Las desinencias substantivales de los casos
medios y anómalos. Los paradigmas de singular y de rectos nunca son polifonemáticas. En los paradigmas
plural están netamente delimitados, En el singular se sustantivales del singular todos los casos definidos tie-
distinguen dos tipos declinacionales: los paradigmas nen desinencias monofonemáticas. Toda forma de la
no-femeninos frente a los femeninos o comunes; en los declinación adjetival y el 1 de todas las declinaciones
casos rectos el tipo no femenino distingue entre para. sólo tienen desinencias polifonemáticas. En los para-
digmas masculino y neutros o predominantemente ney. digmas de plural y en la declinación adjetival femeni-
tros. na todas las desinencias reales de los casos oblicuos
En cada paradigma por lo menos uno de los dos eye definidos tienen siempre dos fonemas.
sos direccionales está sometido a sincretismo: D y Los casos rectos de todas las declinaciones, así como
se funden y/o A se funde con Go N. Ay D m los casos oblicuos de los paradigmas femeninos o co-
coinciden, y N es siempre distinto de los casos ol munes tienen /j/ en las desinencias polifonemáticas.
cuos. Si L se funde con D o con G, se empleará fa El fonema /m’/, en alternancia regular con /m/, sirve
desinencia de L; pero si los tres casos se funden, uti como indicador de los casos periféricos, /v/ como in-
Jizarán la desinencia de G. Para I habrá lugar a fusión dicador de G y /x/-de L.
si todos los casos oblicuos coinciden. También en el sistema vocálico de los sufijos decli-
Los sufijos de la declinación se dividen en (x) desinen- nacionales un indicador fonémico común en desinen-
cias cero y (2) desinencias reales: (a) monofonemáti cias varias puede señalar la unidad de una clase gra-
cas, y (b) polifoneméticas, cada una de las cuales coge matical. Así, si un caso direccional (sea A o D) no se
tiene dos o tres fonemas. Toda desinencia real funde con otros casos primarios, luego -w será su úni-
prende por lo menos uno silábico; toda desinencia ca desinencia monofonemática, Las desinencias de plu-
lifonemática incluye uno asilábico. En una desi ral sustantivales de todos los casos marginales empie-
de tres fonemas, el asilábico se sitúa entre los dos zan por -a. Las desinencias de plural adjetivales em-
lábicos; si en algunos contextos una desinencia de piezan por ¿-, contra la inicial o- de las desinencias de
fonemas pierde su fonema inicial, la desinencia singular adjetivales de los casos definidos,
dos fonemas resultante empieza por uno asilábico;, . En un número limitado de paradigmas con desinencia
otro modo, las desinencias de dos fonemas si cero en N-A, el G y/o el L sufren una bifurcació:
empiezan por uno silábico. Tanto el Gi como el Li, a diferencia del Gii y el Lii,
De los fonemas rusos, en las desinencias de los asignan a la entidad dada una propiedad o una acción
sos, se dan todos los silábicos y sólo cuatro a sufrida y así se los puede unificar con los casos direc-
cos: /j/, /v/, /m'/, alternando regularmente cionales en una clase más amplia de casos atributivos
306 GRAMATICA |

frente a no-atributivos (N, I, G*, 1%). Los casos rusos XII


presentan un sistema regular tridimensional de forma,
cúbica. i | LOS CONMUTADORES,
6. En el aspecto del signatum, las categorías morfológi- LAS CATEGORÍAS VERBALES
cas se definen como invariantes semánticas en medio
de variaciones sintácticas y léxicas. En el aspecto del Y EL VERBO RUSO
signans, una categoría morfológica (p. c., el caso, un
caso, una clase de casos) o una combinación de varias z. Conmutadores y otras estructuras dobles
categorías morfológicas (p. e., los casos de plural) se
+1 Un mensaje transmitido por un destinador tiene que ser
caracterizan por una selección específica de fonemas “debidament
y su ordenación, Una escala de problemas interdisgj e percibido por el destinatario. Todo mensaje tie-
plinarios, transicionales y particularmente la conexión “ge que ser codificado por el destinador y descodificad
o por el
indisoluble entre sonido y significación ensamblan fo. destinatario. Cuanto más bien capte el destinatario el código
némica y gramática. e empleado por el destinador, tanto mayor será la cantidad de
La búsqueda de unas leyes comunes que e formación conseguida. Lo mismo el mensaje (M) que su có-
la multitud de paradigmas, así como de leyes sul digo subyacente (C) son vehículos de comunicación lingiifs-
centes al sincretismo total y parcial de los diferentes Ht», Pero los dos funcionan desermanera doble; e.,a señalados).
lavezque
i que extenderse a la gramática
casos tiene re rusa histó PM eden ser utilizados
E edo pueden
talas sao (i.Geka
alreferidos MESS
rica y aplicarse además a la comparación de los dif sh cl mensaje puedo selerirse afcódigo o & orro mensaje,
rentes sistemas eslavos con objeto de clarificar su deg. del mismo modo que, por otra parie, el signi ici Gomme
arrollo convergente y divergente, se Vgr., el indicador. 4e Una unidad del código implicará una referencia (renvoi
remonta a un ras al código o al mensaje. Por consiguiente se impone distin-
nasal de los casos periféricos, que
go dialectal del indoeuropeo, presenta variedades bien >
curiosas: en el serbo-croata las desinencias polifone Shifters, verbal categories and the Russian verb. Redactado
máticas tienen /m/ como indicador constante, así del en Cambridge, Mass., en 1956 para el proyecto Description
I como, en algunos paradigmas, de toda la clase de and Analysis of Standard Russian, patrocinado por el De-
los casos periféricos (su sincretismo parcial), mienttas partamento de Lenguas y Literaturas Eslavas de la Universi-
que en polaco, la nasalidad es común a todas las desk dad de Harvard mediante una dotación de la Fundación
nencias del I, sean polifonemáticas o monofonemáticas Rockefeller, y publicado por dicho departamento en 1957.
(la multiformidad de desinencias sinónimas revela si| Las partes 1 y 2 constituyen la sinopsis de dos conferencias
homonimia parcial), onunciadas en 1950: “Overlapping of code and message in
* oral ichi o
Este artículo se sitúa en el proyecto “Descripción y análisis del ru ilanguage”, en la Universidad de Michigan (AmA, LXT, N 5,
normativo contemporáneo”, patrocinado por el Departamento de Lem Pate 2 (1959), 139-45), y “Les catégories verbales”, ante la
guas y Literaturas Eslavas de la Universidad de Harvard y financiada jété Genevoise de Linguistique (CFS, IX 6 (1950)).
por la Fundación Rockefeller. Traducción de J. C.
307
308 GRAMATICA Conmutadores, categorías verbales y verbo ruso 309

guir cuatro tipos dobles: (x) dos tipos de circularidad—} lingúística, ocupan un lugar particular en muestro código lin-
mensaje remite al mensaje (M/M) y el código remite al cé. gifstico: la significación general de un nombre propio del no
digo (C/C); (2) dos tipos de recubrimiento (overlapping) puede definirse sin referencia al código. En el código
el mensaje remite al código (M/C), y el código remite al inglés, Jerry significa una persona llamada Jerry. La circula-
mensaje (C/M). tidad es patente: el nombre significa cualquier5 personaa a la
N n > que se haya atribuido este nombre. El apelativo perrito sig-
1.2 (M/M) “Un discurso citado es un discurso en el inte pifica un perro joven, perdiguero un perro destinado a la
rior de un discurso, un mensaje en el interior de un mensaje Caza de perdices, sabueso un perro destinado a la caza del
y, al mismo tiempo, un discurso acerca del discurso, un men. _ conejo, mientras que Fido significa, ni más ni menos, un
saje acerca del mensaje”, como lo formula Vološinov* en sy perro cuyo nombre es Fido. El significado general de pala-
estudio de este problema lingüístico y estilístico básico, bras como perrito, perdiguero, sabueso, podría indicarse pot
Este discurso “retransmitido” o “desplazado”, para servings medio de abstractos como perriticidad, perdiguerez, sabuesi-
de los términos de Bloomfield, puede imponerse a nuestra gad, mientras que la significación general de Fido no podría
elocución, puesto que estamos lejos de confinar nuestro dig calificars e de este modo, Parafraseando a Bertrand Russell
curso a hechos sentidos en el presente por el hablante mig. diríamos que hay muchos perros llamados Fido, pero sin que
mo. Citamos a los demás así como nuestras elocuciones ane comparta n una supuesta propiedad que sería la “fididad”.
teriores, e incluso tendemos a presentar algunas de nuestras Incluso el pronombre indefinido que corresponde a nombres
experiencias habituales bajo la forma de autocitación, por como Juánez, Pérez, Gutiérrez, López, etc.—el “como-se-
ejemplo, cotejándolas con los enunciados de otra personas llame”—implica una referencia manifiesta ul código.
“Habéis oído que se ha dicho ..., pero yo os digo ..,
Existe una escala múltiple de los procesos lingüísticos del 1.4 (M/C) Un mensaje que remite al código se llama en
discurso citado y semi-citado; oratio recta, obliqua, y varias 16: an modo de discurso autónimo. Cuando decimos
tormas de “estilo indirecto”, Ciertas lenguas, p. e., el búlgaro perrito es un animal simpático, o el perrito lloriquea, la p
(cf. Andrejéin), el kwakiutl (cf. Boas) y el hopi (cf. ' labra perrito designa a un perro joven, mientras que en ora-
emplean recursos morfológicos peculiares para denotar ciones como “perrito” es un substantivo que significa ‘un pe-
hechos conocidos sólo del hablante diferenciándolos del fro joven”, o más sencillamente, “perrito” significa ‘un perro
timonio de los demás. Así en lengua túnica todos los es joven’, o “perrito” es un trisilabo, la palabra perrito—po-
ciados “de oídas” (lo que comprende la mayoría de or: driamos decir con Carnap—se usa como su propia designa-
nes de un texto, dejando aparte las que están en disc ción. Toda interpretación explicativa de palabras y oracio-
directo) se indican con la presencia de /-éni/, sufijo de es—ya sean intralingiiísticas (circunlocuciones, sinónimos)
tación empleado con un término predicativo (Haas). o interlingúísticas (traducción)—es un mensaje que remite
1.3. (C/C) Los nombres propios, que en su “discutido código. Semejante hipóstasis—como señaló Bloomfield—
sayo” Gardiner califica de problema muy arduo de la t “está en estrecha relación con la citación, la repetición del
liscurso”, y desempeña un función vital en la adquisición y
* Cf. las Referencias, al final del capítulo (pp. 331-2). pleo del lenguaje.
310 GRAMATICA Conmutadores, categorías verbales y verbo ruso 31x

1.5 (C/M) Todo código lingüístico contiene una clase eg- que
stinador (y zá el destinatario) del mensaje del “part forma
icula-
pecial de unidades gramaticales que Jespersen bautizó cop parte Para Bertrand Russell, los conmutadores,
el nombre de conmutadores (shifters): la significación gene. “tes egocéntricos” como él los llama, se definen por hecho
el
ral de un conmutador no puede definirse sin hacer referencia de que nunca se aplican a más de un objeto a la vez. Pero
o remitir al mensaje. esto es común a todos los términos sineategoremáticos. Por
Su naturaleza semiótica la examinó Burks en su estudio ejemplo, la conjunción pero expresa siempre una relación ad-
sobre la clasificación hecha por Peirce de los signos en sim. y no la idea
creativa entre dos conceptos que se enuncian, ores
bolos, índices e iconos. Para Peirce, un símbolo (p. e, jg genérica de oposición. En realidad, los conmutad se dis-
palabra española rojo) se asocia al objeto representado pop tinguen de todos los demás constitutivos del código lingüís-
medio de una regla convencional, mientras que un índice tico únicamente por su referencia obligatoria al mensaje en
(p. e., el acto de señalar) es una relación existencial cop cuestión.
el objeto que representa. Los conmutadores combinan am- Los simbolos-indices, y en particular los pronombres per-
bas funciones y pertenecen por lo tanto a la clase de los sina sonales, que la tradición humboldtiana entiende como el es-
bolos-indice. Como ejemplo notable, Burks cita el pronom- trato más elemental y primitivo del lenguaje, son, por el
bre personal, Yo significa la persona que dice yo. Así, de contrario, una categoría harto compleja en la que código lasy
una parte, el signo yo no puede representar a su objeto sin mensaje se recubren. Por eso los pronombres son una de
ser asociado al mismo “por medio de una regla convencio. últimas adquisiciones del lenguaje infantil y lo que primero
nal”; en otros códigos el mismo significado se atribuyea se pierde en la afasia. Si observamos que incluso los lingiis-
secuencias diferentes como yo, I, ego, ja, ich, etc.: por cone tas tropezaron con bastantes dificultades al tratar de definir
siguiente, yo es un símbolo. Por otra parte, el signo yo no el significado general del término yo (o 2%), que significa la
puede representar a su objeto sin “estar en relación existen | misma funció intermitente de sujetos diferentes, está clarí-
cial” con el mismo palabra yo designando al locutor esté simo que el niño que ha aprendido a identificarse a sí mismo
existencialmente relacionada con su elocución, y por lo tanto con su propio nombre no se acostumbrará fácilmente a tér-
funciona como Índice (cf. Benveniste). minos tan enajenables como los pronombres personales: pue-
La particularidad del pronombre personal y demás con de temer hablar de sí mismo en primera persona cuando sus
mutadores se ha creído con frecuencia que consistía en la interlocutores le llaman fú. A veces trata de redistribuir
falta de un único significado general constante. Así Hu: estas formas de tratamiento. Por ejemplo, tratará de mo-
“Das Wort ‘ich’ nennt von Fall zu Fall eine andere Pı nopolizar el pronombre de primera persona: “No te llames
und es tut dies mittels immer neuer Bedeutung” (“La yo. Sólo yo soy yo, y 2é sólo eres tú”. O bien empleará in-
bra ‘yo’ designa según los casos a una persona diferente, disctiminadamente yo o tá así para el destinador como para
ello por medio de un significado nuevo cada vez”). En el destinatario, de modo que este pronombre significará
de esta supuesta multiplicidad de significados cont quienquiera que participe del diálogo en cuestión. O final-
los conmutadores, a diferencia de los símbolos, se co mente sustituirá el niño con tanto rigor yo por su nombre
raron como simples índices (Bühler). Cada conmutador, propio que, estando dispuesto a llamar a cualquier persona
pero, posee su propio significado general. Así yo signi circundante por su nombre, se resistirá a pronunciar el suyo
312 GRAMATICA Conmutadores, categorías verbales y verbo ruso —313
propio: el nombre tiene para su pequeño portador sólo yy 3,11. Todo verbo se refiere a un hecho relatado. Las cate-
significado de vocativo, en oposición a la función de no; rías verbales pueden subdividirse en aquellas que implican
nativo de yo. Esta actitud puede mantenerse como relie los participantes del hecho, y aquellas que no. Las catego-
infantil. Así Guy de Maupassant confesaba que su nombre rías que implican a los participantes pueden caracterizar ya
le sonaba del todo extraño cuando era él mismo quien lo a los participantes mismos (P”), ya su relación para con el
pronunciaba. La negativa a pronunciar el nombre propio de hecho relatado (P"H”), Las categorías que prescinden de los
uno puede convertirse en una costumbre social. Zelenin ob. participantes caracterizan ya al hecho relatado en sí (H°), ya
serva que en la sociedad samoyeda el nombre cra tabú pata relación con otro hecho relatado (H"H"). Para las catego-
su portador. “rías que sólo caracterizan un elemento relatado—ya sea el he-
cho (H") o sus participantes (P")—emplearemos el término
1.6 Tonin me ha dicho que “criadilla” significa “patata, esignadores, mientras que llamaremos conectadores a aque-
Esta simple elocución incluye los cuatro tipos de estructura llas categorías que caracterizan a un elemento relatado (H" o
doble: discurso citado (M/M), forma autónima de discurso I’) con respecto a otro elemento relatado (H"H” o PH”),
(M/C), nombre propio (C/C), y conmutadores (C/M), eso Los designadores indican o bien la calidad o bien la can-
es, el pronombre de primera persona y el tiempo perfecto, tidad del elemento relatado y pueden llamarse calificadores
que señala un acaccimiento anterior a la transmisión cuantificadores, respectivamente.
mensaje. En el lenguaje y su uso, la duplicidad desempeña Así los designadores como los conectadores pueden caracte-
una función básica. En particular, la clasificación de las ca rizar al hecho relatado (procés de l'énoncé) y/o a sus parti-
tegorías gramaticales, las verbales especialmente, requiere cipantes remitiendo o no al hecho discursivo (procès de
una coherente discriminación de conmutadores. l'énonciation) (../H*) o a sus participantes (../P#), Las ca-
ktegorías que impliquen una tal referencia se llamarán con-
mutadores; los que carezcan de ella, no-commutadores.
2. Tentuliva de ¿ón de las cutegortas verbales Teniendo en cuenta estas dicotomias básicas podrá det-
2.x Para clasificar las categorías verbales en dos grupos nirse cualquier categoría verbal genérica.
que tener en cuenta dos distinciones básicas:
(1) el discurso en sí (*), y su temática, la materia 2. (Pr) Entre las categorías que implican a los partici-
tes en el hecho relatado, el género y el número caracte-
tada (");
tizan a los participantes mismos sin referencia al hecho dis-
(2) el hecho en sí (H), y cualquiera y cada uno de sus
ivo: el género califica y el númeto cuantifica a los par-
ticipantes (P), ya “activo”, ya “pasivo”. icipantes. Vgr., en algonquino, las formas verbales indican
Por consiguiente se impone distinguir cuatro elementos; i el participante activo o, a su vez, el participante pasivo,
hecho relatado (H"), un hecho de discurso (H*), un son animados o inanimados (Bloomfield, 1946); y la singu-
pante en el hecho relatado (P’) y un participante en el idad, dualidad o multiplicidad de participantes activos,
discursivo (P*), ya sea destinador o destinatario, así como pasivos se expresa en una conjugación como la del
ryak (Bogoraz).
314 GRAMÁTICA Conmutadores, categorías verbales y verbo ruso — 315

2.21 (P"/P*) La persona caracteriza a los participantes de] 3.5 (H'H") No existe término consagrado alguno para esta
hecho relatado con referencia a los participantes del hecho categoria; las calificaciones del tipo “tiempo relativo” sólo
discursivo, Así la primera persona señala la identidad de un comprenden una de sus variedades. El término detaxis, Bloom-
participante de un hecho relatado con el ejecutor del hecho feld (1946) “orden”, o mejor el modelo griego pa-
discursivo, y la segunda persona, la identidad con el protą gece ser el más indicado, Taxis caracteriza el hecho relatado
gonista pasivo actual o potencial del hecho discursivo, en relación con otro hecho relatado y sin referencia con el
hecho discursivo; así el gilyak distingue tres tipos de taxis
2.3 (H") El estado y el aspecto caracterizan el hecho rely. "independientes —uno exige, otro admite y el tercero excluye
tado en sí mismo sin implicar a los participantes y sin refe- ‘una taxis dependiente, y las taxis dependientes expresan va-
rencia alguna al hecho discursivo. El estado (en terminolo. rias relaciones con el verbo independiente—simultaneidad,
gía de Whorf) define la cualidad lógica del hecho. Vgr,, en “anterioridad, interrupción, conexión concesiva, etc. Un mo-
gilyak, los estados afirmativo, supositivo, negativo, interro delo hopi similar viene descrito por Whorf.
gativo y negativo-interrogativo se expresan con formas yer
bales especiales (Krejnovig). En inglés, el estado asertivose „51 (H'H"/H*) Testificante (evidential) es una etiqueta
sirve de combinaciones con el auxiliar do, opcionales en ciet wisional para la categoría verbal que toma en cuenta tres
tas condiciones de aserción afirmativa, pero obligatorias en cimientos o hechos —un hecho relatado, un hecho discur-
una áserción negativa o interrogativa. Para los aspectos que sivo y un hecho discursivo relatado (H"), a saber las preten-
cuantifican al hecho relatado véanse los ejemplos dados didas fuentes de información acerca del hecho relatado. El
en 3.3. “hablante refiere un hecho sobre la base de que se trata de
“algo referido por alguien más (una declaración citada, de oí-
2.31 (H'H*) El tiempo caracteriza el hecho relatado conte das), de un sueño (declaración reveladora), de un acertijo
ferencia al hecho discursivo. Asi, el pretérito nos informade (declaración supositiva), o de su experiencia anterior (pa-
que el hecho relatado es anterior al hecho discursivo. Stentizacién por la memoria). La conjugación búlgara distin-
gue dos conjuntos semánticamente opuestos de formas: “na-
2.4 (PH) La voz caracteriza la relación existente entreel rracién directa” (H= H*) frente a “narración indirecta”
hecho relatado y sus participantes sin referencia al hecho dis (11% + E*). Al preguntar “¿Qué ha sucedido con el vapor
cursivo o al hablante. T Evdokija?”, un búlgaro nos contestó primero: zaminala ‘se
ice que zarpó”, y luego añadió: zamina “Yo vi que zarpó’.
2.41 (P"H/P*) El modo caracteriza la relación existente (Cf. H. G. Lunt sobre la sistemática distinción hecha en el
entre el hecho relatado y sus participantes con referencii odelo verbal macedónico entre los sucesos “corroborados”
los participantes del hecho discursivo: en formulación: los “distantes”.)
Vinogradov, esta categoría “refleja el punto de vista del
blante sobre el carácter de la conexión entre la acción .6 La interrelación de todas estas categorías genéricas
actor o el objetivo”, ede ilustrarse con el siguiente esquema global;
316 GRAMATICA Conmutadores, categorías verbales y verbo ruso 317

P implicado P no implicado o, para indicar la ausencia de A. El término no marcado


Designador |Conectador |Designador | Conectadas
siempre la negación del término marcado, pero a nivel de
ificación general la oposición de los dos términos contra-
Calificador GÉNERO ESTADO ‘ctorios puede interpretarse como “enunciado de A” frente
¡no enunciado de A”, mientras que a nivel de significados
Cuantilicador NÚMERO voz ASPECTO TAXIS reducidos”, nucleares, nos hallamos con que la oposición
Conmutador PERSONA tiempo : “enunciado de A” frente a “enunciado de no-A”.
Al referirnos a un par de categorías gramaticales opuestas,
Conmutador mopo TESTIPICANTE calificaremos siempre de “marcadas frente a no matca-
», en este orden, Asimismo, al referimos a las clases,
—_
Teniendo especialmente en cuenta la oposición conmut cionaremos primero los designadores y luego los conecta-
de cada una de estas clases, las categorías
res/no-conmutadores podemos condensar el esquema ante. res, En el interiorprecede
rior en uno de más sencillo; P
ue implican arán a las categorías que se limitan
$ H. Finalmente, conviene estudiar a los conmutadores antes
we sus no-conmutadores correspondientes.
P implicado P no implicado 2 Todas las categorías verbales serán objeto de examen, ex-
Designador| Conectador Designado |Conectada tados los participios, clase híbrida que pertenece grama-
icalmente al verbo y al adjetivo a la vez.
Noconmutedor Pr Pr/HE Hr HH
Pr/Pa | PrHs/pa H /Ha ee 2 Persona: (a) PERSONAL (señala que P’= P*) frente
Conmutador
IMPERSONAL; (b) dentro de personal: PRIMERA PER-
SONA (que señala al destinador) frente a SEGUNDA PERSO-
va (señala a cualquier P’ imaginable y, más estrictamente, al
3. Los conceptos gramaticales del verbo ruso tinatario); (c) dentro de la segunda persona: INCLUSIVA
ñala la participación del destinador) frente a EXCLUSI-
3.1 Pasemos a catalogar, clasificándolos, los conceptos a (sin tal indicación). Esta distinción la emplean el impe-
maticales expresados por las formas del verbo ruso. Con ivo y el hortativo: cf. otdoxnem y otdoxni, otdoxnemte
queremos corregir y completar nuestros estudios de otdoxnite.
y 1939. Como se decía en aquellos artículos, de cada ¢
categorías gramaticales opuestas, una está “marcada”, la ¡21 Género: (a) SUBJETIVO (señala la presencia de P")
“no marcada”. La significación general de una categoría te a NEUTRO; (b) dentro de subjetivo: FEMENINO
cada afirma la presencia de una cierta propiedad (posit que P" es no masculino) frente a MASCULINO (que
negativa) A; la significación general de la categoría no especifica sexo): Vošel staršij vrač, ženščina let soroka.
cada correspondiente no afirma nada acerca de la pr Número: PLURAL (señala la pluralidad de P") frente a
de A, y se usa más que nada, bien que no de modo e NGULAR.
318 GRAMATICA Conmutadores, categorías verbales y verbo ruso 319

3.3 Tiempo: PRETÉRITO frente a PRESENTE. integridad, la continuidad de H") frente a INDETERMI-
-exdit’,
¡ADO, por ej., exat’
3.31 El estado se expresa en ruso a nivel sintáctico, pep (c) Dentro del imperfectivo indeterminado: ITERATE
no morfológico: cf. Ne on ... Ne pojdet ... On li? ... Poj- vO (señala un H" primero reiterado o habitual y luego irre-
det li? yocable) frente a No ITERATIVO: On pljasyval “solía bai-
Aspecto: (a) PERFECTIVO (señala la realización absoluta Jar, pero luego lo dejó” -On pljasal “bailó”.
de H") frente a IMPERFECTIVO (independiente de la re (d) Dentro del imperfectivo: INCOATIVO (señala inicio
lización o no realización): cf. impf (=imperfectivo) per, g comienzo de H") frente a NO INCOATIVO,
‘cantar’, y pf (=perfectivo), spet’ ‘haber realizado el e (e) Dentro de incoativo: PERFECTIVIZADO (“futuro”)
de cantar”; imp dopevat’ ‘estar en el estadio final del actode: te a NO PERFECTIVIZADO. Ambas variedades de in-
cantar’ y pf doper’, ‘realizar el estadio inicial del acto de can. soativo sc expresan mediante formas perifrásticas que com-
tar’, El pretérito señala que entre dos hechos, H" es anterior. finan el infinito de un verbo imperfectivo con las formas de
a Hô, mientras que el presente no implica ninguna secuen presente del verbo auxiliar “ser”. El incoativo no perfecti-
cia; por lo tanto, un verbo perfectivo en pretérito no puede rizado utiliza la forma imperfectiva del verbo auxiliar, mien-
ser utilizado para una realización reiterada, puesto que lą irasque el incoativo perfectivizado emplea las formas per-
última realización de la secuencia temporal viene expresada. fectivas correspondientes. La forma de presente imperfectivo
por el aspecto perfectivo: Inogda on pogovarival (impf) » seexpresa con una forma cero (7%), contrapuesta al pretérito
reformas (el pf pogovoril no podría emplearse aquí); To øye imperfectivo byl, etc., por una parte, y al presente perfecti-
trel razdavalsja (impf), to slyšalis’ kriki (los perfectivos raz. yobudu, etc. por otra. El incoativo no perfectivizado enun-
dalsja, poslyšalis’ no podrían ser sustituidos por sus imperfee- cia simplemente el acto de iniciar: Oni kriéa?” ‘van a gritar”;
tivos). Sólo cuando se resume el hecho repetitivo y se enuncia elincoativo perfectivizado anticipa la consumación del acto
su realización final puede emplearse el pretérito perfectivo: inicial: Oni hudut kričať’ ‘se espera que priten’. La relación
Za vse èti dni on ponagovoril o reformax. En presente, en ¡entre estas dos formas es semejante a la relación habitual
el que gramaticalmente no se halla implicada ninguna se existente entre Oni kričať y oni zakricat. [Se ha objetado
cuencia temporal, la realización es absoluta y se usa el per que formas como oni krilat no pasan de meras construccio-
fectivo: Inogda on pogovorit o reformax; To vystrel raz nes elípticas (=oni stali o néali kričať’) supuestamente limi-
dastsja, to kriki poslyiatsja, El pretérito perfectivo señala la: ladas a la posición terminal de una oración y a los infinitivos
anterioridad temporal de H” (con relación a H?) y su reale que traducen una acción exterior, palpable. La creencia de
zación. El presente perfectivo no indica si H” es anterior (que un verbo finito se omite en tales expresiones fue elimi-
a Hi o no, y cuando se emplea en su significación restringk nada ya hace tiempo por Saxmatov, y sería inútil tratar de
da, nuclear, sugiere que H” no es anterior a H%, y por lg sustituir la forma cero del verbo auxiliar “ser” con algún
tanto su prevista realización es posterior a H*: la futuridad pretérito en refranes como Ljudi molotit’, a on zamki ko-
es la significación más habitual del presente perfectivo, very lori”. Ni las referencias restrictivas a una “posición final” ni
Oni zakricat “están por dar voces’. una “acción concreta”, ni las viejas tentativas de poner en
(b) Dentro del imperfectivo: DETERMINADO (señala ¡tuarentena el uso de la segunda persona en este tipo de cons-
320 GRAMÁTICA |Conmutadores, categorías verbales y verbo ruso 321
trucciones tienen en cuenta construcciones como Ty filosoj- mera persona de singular): en el imperativo el destinatario
stvovat', da vsé bez tolku: “Tú te metes a filosofar, siempre está siempre implicado sea singular sea plural, y haya o no
sin dar en el clavo’.] articipación por parte del destinador, mientras que el horta-
ivo implica el destinatario y/o el destinador. Sólo el hor-
3.4 Modo: (a) CONDICIONAL (señala hechos que podrían tativo de los verbos determinados carece de forma de primera
ocurrir en opinión del hablante sin que realmente hayan ogy. persona de singular.
trido) frente a INDICATIVO, La forma declarativa del injuntivo no tiene distinciones
CE. Žil by on na vole, ne znal by petali “si viviese libre depersona o número gramatical y puede, sintácticamente,
no sabría lo que es la desdicha” y Zil on na vole, ne licarse a cada una de las llamadas “tres personas” de los
e petali, “vivió libre y no supo lo que es la desdicha’; Zit’ by dos números. En una cláusula condicional, significa una hi-
q emu na vole, ne znat by pečali, ‘si pudiese vivir libre, ng pótesis irreal por parte del hablante: pobegi (o begi) on,
sabría lo que es la desdicha’ y Zit’ emu na vole, ne zma emu by ne sdobrovat’ ‘Si hubiera echado a correr (si hubiera
corrido) las cosas se le habrían puesto feas”. En una cláusula
petali “ojalá pueda vivir libre y no conocer la desdicha”; Ži
by emu na vole! “¡viva
i libre!’. ae. N endiente, esta forma de los verbos imperfectivos signi-
g
(b) INJUNTIVO (señala que el H” ha sido impuestogl | f i c a una obligación que el P? supone impuesta al P"; Vse
participante), frente a INDICATIVO, C otdyxajut, a on begi “Todos descansan, y él tiene que correr’.
Hay dos variedades básicas de injuntivo: o desempeñalą La forma perfectiva correspondiente significa una acción eje-
función de simple apelación (forma de destinación) o se tta cutada por el P", pero tan sorprendente para el P* que parece
pone a un enunciado declarativo. eal: Vse otdyxajut, a on (ni s togo, ni s sego) pobegi To-
Hay que distinguir dos formas de apelación del injuntivo: dos descansan, pero él (súbitamente) echa a correr”. Cuando
HORTATIVO (señala participación en H") frente a IMPE- este injuntivo narrativo se forma con verbos imperfectivos,
RATIVO, É: 1 xarticipación en H", mientras uti una forma imperativa peri icat Vee ntdyxajut, a
que aquél le añade una nota de lisonja. Los verbos petfée Ton (nis togo, ni s sego) davaj bezat’ “Todos descansan, pero
tivos y determinados expresan estas categorías mediante for él (súbitamente) está corriendo”. Así el injuntivo narrativo
mas univerbales, mientras que los demás verbos em un verbo perfectivo utiliza la forma de imperativo refe-
formas perifrásticas para indicar la persona inclusiva. Por rente aldestinatario (segunda personal de singular), mientras
ejemplo, en el hortativo, el verbo perfectivo napisat’ y él gue elinjuntivo narrativo de un verbo imperfectivo emplea
imperfectivo correspondiente, pisat’, presentan el par: la forma de imperativo referente al destinatario del verbo
siguiente: destinador napisu-ka, budu-ka pisat’, destinat iliar davaj. Sólo los verbos imperfectivos, usados en cláu-
napisi-ka, pisika, destinatarios mapisite-ka, pisite-ka, as independiente, expresan la diferencia existente entre
nador-destinatario napifem-ka, budem-ka pisat’, (apelación dos clases de injuntivo declarativo: el hipotético begi; y el
atenuada: davaj-ka pisat’), destinador-destinatarios nap rativo davaj bežať.
te-ka, budemte-ka pisat’ (atenuada: davajte-ka pisat’). Eli
perativo presenta el mismo paradigma que el hortativo, p .41 Voz: REFLEXIVA frente a NO REFLEXIVA. En
sin la partícula ka y sin la forma exclusiva de destinador ión a esta última, la “reflexiva” limita la participación
322 GRAMATICA Conmutadores, categorías verbales y verbo ruso 323
en el hecho relatado. El verbo no reflexivo, correspondiente ‘Al encontrar a los amigos, se puso contento’; On umer
al reflexivo, puede ser sintácticamente transitivo O intransie botaja “Murió trabajando’ (ambos hechos están estrecha-
tivo. El transitivo admite dos P” primarios: un sujeto y un jente relacionados en el tiempo). Una relación similar la
complemento directo, mientras que la forma reflexiva lamos entre la forma de pretérito y de presente del gerun-
cluye este último. Cf. Sonja myla posudu ‘Sonia lavó los pla. dio perfectivo—vstretiv y vstretja. Difícilmente se podrá sus-
tos’ y Sonja mylas’ ‘Sonia se lavó? o Posuda mylas’ ‘Se las jtuir esta última forma por la primera en una oración como
varon los platos”. El sujeto gramatical es el único partici Istretiv eë v rannej molodosti, on snova uvidel eë čerez
pante primario que el verbo intransitivo admite, Por regly vadcat’ let “Después de haberla encontrado una vez en su
general, la forma reflexiva correspondiente excluye el suje imera juventud, la volvió a ver veinte años más tarde’, o
to y sólo se emplea en construcciones impersonales (cf. Ja ikogda s nej bol'3e ne videlsja ‘Nunca la volvió a ver”. Se
tiatelo dyšu “Yo respiro con dificultad” y Tjatelo dyšitsja uede decir Proditav (o prodtja) knigu, on zadumalsja “Ha-
“Es difícil respirar”); o, en unos pocos casos, la esfera de ae ¡endo leído el libro, se puso a reflexionar’, pero pročtja no
ción sufre una limitación esencial (cf. Parus beleet “Una vela iría usarse en la oración procitav knigu, on vposledstvii
blanquea’, y Parus beleetsja vdali ‘Una vela brilla de blanog to govoril o nej ‘Cuando había leído un libro, más tarde
a lo lejos’; zvonju “Yo toco el timbre”, zvonjus’ “Toco el time tinuaba hablando con frecuencia de él”. Ejemplos del ge-
bre de la casa’). , dio presente perfectivo: vstretja vas, ja (puede añadirse
i ètom) ne poveril (o ne xotel verit’) svoim glazam “Ha-
3.5 Testificante: Se expresa en ruso sólo a nivel sintáctico, iendo encontrado a Vd., no di crédito (no quise dar cré-
CÉ., partículas como de, mol, y los recursos empleados por ito) a mis ojos’: ambos hechos son casi simultáneos. Si el
las varias formas de discurso directo e indirecto. yerbo principal precede a un gerundio semejante, este último
"podrá expresar la resultante del primero de dos hechos es-
trechamente relacionados: on vnes predlo: vstretía (pri
dom) rjad vozrazenij Planteó una proposición que trope-
ó con una serie de objeciones’; Ona upala, povredja sebe
H* como hace el tiempo en una taxis independiente. (pri étom) rebro “Ella se cayó, con lo que se dañó una cos-
La relación pretérito frente a presente se cambia en uns illa’, Sólo unos pocos verbos forman un gerundio presente
contraposición definible en términos de Whorf como secue perfectivo, pero incluso en sus paradigmas se da una ten-
cial (señala el contacto temporal entre los dos H”). Gerun cia a reemplazar tales formas por la forma de pretérito
pretérito imperfectivo: Vstretav eë v rannej molodosti, o y, de este modo, eliminar la distinción entre secuencial y
snova uvidel eë čerez dvadcat’ let “Después de haberla Troncurrente (concursive) en los gerundios perfectivos: On
contrado repetidamente en su primera juventud, él volvi! užeg spitku, osvetiv (reemplazado por osvetja) komnatu
verla veinte años más tarde”; mikogda ne vstrecav ego rani ncendió una cerilla y así alumbró la habitación”, pero On
ja včera poznakomilsja s nim “No habiéndolo encont atigal spitku, katdyj raž osvestaja (y no osvestav) na mig
nunca antes, ayer trabé conocimiento con él’. Gerundio pi komnatu ‘Cada vez que encendía una cerilla, alumbraba la
sente imperfectivo: Vstrecaja druzej, on radovalsja o radue bitación por un instante”.
324 GRAMÁTICA Conmutadores, categorías verbales y verbo ruso 325

En el habla moscovita de mi generación el secuencial ge Persona y tiempo marcado (pretérito) se excluyen mutua-
escinde en dos formas puramente tácticas—CONSECURN ente.
CIAL (señala una conexión interna entre los dos H") frente Los designadores de P y la taxis marcada (gerundio) se ex-
a NO CONSECUENCIAL (no implica conexión interna, cluyen mutuamente.
Nikogda ne vstrečavši akterov, on ne znal, kak govoriti y Entre los aspectos marcados, (1) el perfectivo, determi-
nimi ‘Como nunca se había encontrado con actores, no sabía nado e iterativo, (2) el perfectivo, iterativo e incoativo, se
cómo hablarles’; Nikogda pretde ne vstrecav akterov, gy “excluyen mutuamente, y sólo el determinado y el incoativo
slučajno poznakomilsja s Katalovym “No habiéndose encon: ‘son compatibles entre sí: vgr., On betat’ y On budet bezal’.
trado nunca con actores anteriormente, trabó conocimi ~ El incoativo excluye el tiempo marcado (pretérito), el
con K.; Vstretivii ego, ona gusto pokrasnela *Habiéndole odo marcado (no indicativo) y la taxis marcada (gerundio).
encontrado, ella se sontojó”: Vstretiv Petra, on vskore stalk. El iterativo excluye el presente y el injuntivo (en relación
mulsja esté s neskol'kimi znakomymi “Luego de haberse n el presente).
contrado con Pedro, se unió a otros amigos’). Es més fásil Condicional y presente se excluyen mutuamente.
sustituir formas como vstretiv por formas como vstre Salvo las formas de apelación del injuntivo, los modos
que ala inversa. Se puede decir Snjavši (o snjav) pal'to, ja rcados (no indicativo) y la persona se excluyen mutua-
potuvstvoval pronizyvajustij xolod “Al quitarme mi abrigo, mente.
sentí (consiguientemente) un frío cortante”. Pero la forma | Las formas de llamada excluyen la oposición personal /im-
snjavši apenas podría colocarse en una oración como tsonal e implican la oposición inclusivo/no inclusivo.
pal'to, ja sel za stol “Habién dome quitado el abrigo, me senté EI modo marcado (no indicativo) y la taxis marcada (ge-
a la mesa’, Así la pretendida sinonimia de formas comp rundio), se excluyen mutuamente.
sxvatja, sxvativ, sxvativši o poxalturia, poxalturiv, poxallipe Aspecto y voz son las únicas categorías compatibles con
ivt es indudablemente inexistente todas v cualesauiera categorfas verbales, Entre los aspectos
empero, sólo los pares perfectivo/imperfectivo y determing
3.6 Entre todas las formas verbales, el infinitivo es la do/indeterminado comprenden a todas las categorías verba-
es portadora de la información gramatical mínima, Nada . El par incoativo/no incoativo queda confinado al pre-
ni del participante en el hecho relatado ni de la relaci sente, mientras que la contraposición iterativo/no iterativo
este hecho con otros hechos relatados y con el hecho ólo excluye a presente e injuntivo. Cf. My živali v stolice
cursivo. Así, el infinitivo excluye persona, género, nú “Ya no vivimos en la capital, como solíamos’; Esli by on ne
taxis y tiempo. ival v stolice, on skoree privyk by k derevne “Si nunca hu-
En menor grado que en el infinitivo, la concurrencia ese vivido en la capital, como solía, le sería más fácil acos-
categorías verbales sufre una serie de leyes restrictivas, tumbrarse al campo’; Zivavii podolgu v stolice, on ne mog
El género y el número marcado (plural) son mutu: mknuts'jas provincie Habiendo pasado antes largas tem-
exclusivos. radas en la capital, le fue difícil aclimatarse a la provin-
La persona y el género se excluyen mutuamente. a’; Emu privelos' živať podolgu v derevne “Sólo en el pa-
La persona implica el número. d ido había tenido ocasión de pasar largas temporadas en el
326 GRAMATICA Conmutadores, categorías verbales y verbo ruso 327

campo’; V étom gorode nam ne Zivat” Nunca viviremos en sufijo, éste es a la vez inicial y final, vgr., /rv—ú/, /griz,-
esta ciudad como solíamos’; Na čužbine ne Zivat”
-toski ne —á/. Las desinencias se dividen en consonánticas y vocáli-
znavat’ ‘Quien no ha viajado largo tiempo al extranjero, ne cas. Las consonánticas empiezan por consonante , /griz-l-a/, o
ha sentido lo que es nostalgia”. consisten en una consonante, /zná—f/. Las vocálicas em-
Para los verbos no transitivos la contraposición de yoy | piezan por vocal, /griz,—63/, o consisten en
una vocal,
reflexiva/no reflexiva se limita generalmente a la persona no /grizrú/, o de un cero que alterna con una vocal, /znáj—7# / :
marcada (impersonal) del aspecto no marcado (imperfectiyg), [griz—i/.
Las diferentes categorias verbales emplean procedimientos
gramaticales diferenciados.
4. Los procedimientos gramaticales del verbo ruso 42 Persona, género y número emplean sufijos desinencia-
les finales. Cuando la persona viene expresada, la distinción
4.1 Toda forma rusa conjugada comprende un tema y una "entre los dos números y entre la primera y segunda personas
desinencia. Los temas llevan prefijos o no los llevan (sim. viene portada por los mismos sufijos a la vez, mientras que
ples). En nuestros ejemplos una desinencia se separa del la “tercera persona” está expresada por el sufijo final, y su
tema con un guión largo (—), un prefijo del siguiente mor. número lo expresa el sufijo inicial /gar,—£-t/ : /gar,—é-t/.
fema con el signo más (+), y los morfemas dentro de yn Ésta es la única excepción en el empleo de sufijos finales por
tema simple o desinencia se separan uno de otro con tn parte de designadores que caracterizan a los participantes en
guión corto (-), vgr. /vittv-a—La-s/. el hecho relatado. A esta expresión separada de número y
Un tema puede incluir un sufijo radical, vgr. /tv-4—t/, “tercera” persona podemos comparar el sistema pronominal:
primera y
o carecer de sufijo, ver., /erfs—t/. Un tema verbal puede | si se emplea la supleción en los pronombres la de“tercera
presentar dos posibilidades: el tema pleno y el tema truna segunda persona (/j4/y /mi/, /tí/ y /vi/), per-
do, éste difiriendo por lo común de aquél por la omisión del sona” se expresa con la raíz a la vez que las desinen ES
fonema final, vgr., /znáj—/ : /zná—/; rvá—/ rv—/. Los presan género y número: /6n—#/, /an—4/ y /an—i/.
temas plenos se dividen en temas cerrados que terminan es
fonema asilábico, /znáj—/, /stár,Éj—/, /griz—/, y tem 43 Para señalar los tiempos, en el presente se emplean
abiertos, terminados en silábico, /rvá—/, /dú-nu—/ (p desinencias vocálicas, y en el pretérito, desinencias conso-
una relación detallada véase mi artículo de 1948). nánticas, /znáj—u/ : /znál—-#/; znáj—a/ : zné—f/;
Hay que distinguir tres tipos de morfemas desinenci rv,—é-m/ : /rv-4—L,-i/. Las desinencias vocálicas distinguen
un “sufijo inicial”, nunca precedido por otro sufijo des el presente y el modo injuntivo, en relación con el indicativo
cial, vgr., /rv-a—l-á/ o /rv-a—lé-s/, /rv;—ó-m/ o /rv | presente, de otras formas verbales, así de pretérito como de
m-sa/; un “sufijo final” que no se da sin que vaya infinitivo. Este último emplea una desinencia consonántica
de otro sufijo, vgr., /rv-a—Lá/, /rv;—ó-m/; un “pos de sufijo único terminada en cero en alternancia con una
que puede añadirse a un sufijo final, ver. /rv-a—t vocal (/zná—t;/ : /mis—ti/).
/1w,—6-m-sa/, /rv-4—£-ši/. Si una desinencia consiste eni
328 GRAMATICA Conmutadores, categorías verbales y verbo ruso 329

4:31 Los aspectos se diferencian mediante modificaciones lnu—/, /-nú—/ señala el verbo perfectivo, vgr. /kr,ik-
en el tema (sufijos radicales o prefijación) y por formas peti —/ : /kričá—/, /max-ni—/ : /max-á—/.
frásticas, El par determinado/indeterminado se distingue pap El aspecto incoativo combina el infinitivo del verbo dado
la alternancia de dos temas no prefijados: ora un tema pleng n el presente perfectivo e imperfectivo del verbo “ser”.
abierto se contrapone a un tema pleno cerrado terminado en i
/-aj-/, /-áj-/, o un tema no sufijado se contrapone a un tema 44 Entre los conectadores, los no conmutadores se expre-
sufijado; /b;iž-á—/ : /bégaj—/, /Lit-é—/ : /Liváy, fan mediante postfijos. La voz marcada une un postfijo al su-
/katd—/ : /kat-áj—/, /n,6s—/ : [nas £—/. Las dos raíces, fjo desinencial final de la correspondiente voz no marcada; la
no prefijadas del par iterativo/no iterativo se distinguen soz reflexiva añade el postfijo /-s/ o sus variantes automé-
por el sufijo /-ivaj—/ o /-váj—/ en la forma iteratiya, icas /-sa/, /-sá/ y /-ca/, vgr., /fstréš—u-s/, /fstr,ét,—
vgt, /p,ls-ivaj/ :/p,is-—/, /čít-ivaj—/ : /eit-dj—/, Jang. sa/, /fstr,ét;—i-t-ca/. La forma correlativa del gerundio
váj—/ : /znaj—/. Si se añade un prefijo a los pares itera. retérito añade el postfijo /-ši/ a las formas no correlativas,
tivo/no iterativo, o determinado/indeterminado, en tal caso, 5, /fstréti—£ši/; /fstr,ét,i—t/. Pero ante un segundo
a menos que la significación léxica del par sea diferente, tijo, eso es, en el gerundio pretérito de los verbos reflexi-
la relación entre sus miembros se cambia en una conttapo. , la contraposición correlativo/no correlativo se elimina:
sición de perfectivo/imperfectivo. Determinado e indetermj- forma /fstr,ét,-i—f-i-s/ es la única que existe.
nado se convierten, respectivamente, en perfectivo e imper- De aquí que, de dos postfijos consecutivos, el antecedente
fectivo, cf. /pr,i+-n’és—/:/pr,i+-nas,i—/, /vit-p,is-a—/: sea redundante.
ivaj—/ : /8itáj—/, /zna-vaj/ : /znaj—/, Si T Los conmutadores pertenecientes a la clase de los conecta-
“ane-
el prefijo se añade a un par iterativo frente a no iterativo o dores, a saber los modos, emplean partículas enclíticas,
determinado frente a indeterminado, entonces a menos que “xos” en terminología de Whorf, en vez de sufijos y postfijos
el icádo léxico de nte, la desinenciales. La combinación de estos anexos con el mor-
relación entre sus miembros se convierte en oposición pet- fema verbal antecedente pasa por las reglas del sandh: exter-
fectiva frente a imperfectiva. Determinado e indeterminado
, mientras que la combinación de sufijos ordinarios se rige
wt las leyes del sandhi interno. En los modos injuntivos, al
se convierten en petfectivo e imperfectivo respectivamente, ontacto de anexos con morfema antecedente, se dan unos
mientras el iterativo se convierte en imperfectivo y el no melomerados de otro modo inadmisibles en una palabra,
iterativo en perfectivo, cf. /pri+n'ós—/ : /pri+nas,—i/, mo por ejemplo, /p,t,/, /f,t,/, /pss/, /£s/, /t,8/, /s,8/,
/ví+pisa—/ : /vitp,{sivaj—/. En otros pares, perfecti ip.k/, /£k/, o distinciones del tipo /m,t,/ : /mt,/, /m,s/,
vo frente a imperfectivo, un tema prefijado se opone a /ms/, /m,k/ : /mk/. Ci. /pa+znakém,—# -t,i/ y /pa+
no prefijado o un tema pleno abierto a uno cerrado que —ó-m- t,i/, /pa-+znakém,—#- sa/ y /pra-jd,—é-m- sa/,
|,
mina en /-aj—/, /-4j—/, vgr. /na+pis-á—/ : /pis: pat+-znakém,—# -ka/ y /pa+jd,—ó-m- ka/. El espacio
Iri84—/ : /riš-áj—/, /pixnú—/ : /p,ix-4j—/, /at+r, ue separa guiones y rayas de estos anexos simboliza, en
-a—/ : /at+rizáj—/. Si los dos miembros del par estra transcripción, su carácter particular. En el indicativo
fectivo/imperfectivo tienen temas abiertos, el sufijo radii v,il,—f-t,i/ suele darse la variante próxima de /i/, debido
330 GRAMATICA Conmutadores, categorías verbales y verbo ruso 331

a la consonante palatalizada subsiguiente de la misma pala- Ibúd,—i-m- ka/, /búd,—im—ti- ka/, /da-véj—#/, /da-
bra, mientras que en el imperativo /v,il,—f- t,i/, a veces (en sj—H#- til, /daváj—#- kal, /dáváj—#-ti - ka/.
el código explícito del ruso normativo) podemos obsetyay
una variante más abierta de /i/, como en el grupo /pri 45 En resumen, con excepción de unas pocas formas peri-
wi—l4 tibé/, ya que las leyes del sandhi interno no son frésticas empleadas por los verbos imperfectivos, la expre-
aquí operantes. Si las formas injuntivas operan con par- sión de las categorías verbales rusas presenta, grosso modo,
tículas fijas, el condicional opera con la partícula móvil Tbi/ el siguiente esquema:
y sus variantes contextuales opcionales, /b/, /p/. Los designadores de P (designadores de los protagonistas),
La partícula /ka/ es específicamente hortativa, mientras conmutado res (persona) o no conmutadores (género y nú-
que las dos partículas que también se usan en el injuntiyo yamero), utilizan sufijos desinenciales finales.
(la de segunda persona de plural /ti/ y la reflexiva /s/ y Los designadores de H (designadores del hecho) operan
/sa/) se convierten simplemente de sufijo y postfijo en ane- “con componentes de palabra antecedentes al sufijo final. Los
xos. Todas estas partículas pueden agregarse juntas, y cada “conmutadores (tiempo) emplean sufijos desinenciales inicia-
una de ellas, o cada dos, o las tres, pueden unirse a las dos les, mientras que los no conmutadores (aspecto) se remon-
formas injuntivas carentes de anexo que, asimismo, pueden tan más arriba; ignoran la desinencia y operan con el tema;
emplearse separadamente. Una de estas formas es el tema del sus sufijos y prefijación.
verbo con sl sufijo desinencia —# (reemplazado por /—i/, Los conectadores utilizan mucho las unidades posteriores
/—4/ después de un conglomerado y de una raíz sin acen- | al sufijo final. Los no conmutadores (voz y taxis) operan con
to fijo en su raíz o sulijo ter co), ver, /£str E), postlijos, mientras que los conmutadores (modo) tienden a
/krfkn,—i/, /s¡id,—4/, /vi+-s,id—i/. En el conjunto del reducir la desinencia a cero y a substituir los sufijos desinen-
modelo verbal ruso, éste es el único ejemplo de un cero como “ciales habituales por anexos autónomos, en parte cambiando
alternante básica de una desinencia. La otra forma carentede éstos por acméllos, en parte añadiendo partículas nuevas, pn-
anexo es idéntica con la primera persona de plural del pre: ramente modales.
sente perfectivo, pero se diferencia de ella sintácticamente
(ausencia de pronombre), semánticamente (significa “tú y yo!)
y paradigmáticamente: /fstr,ét,—i-m/ se opone a /fstrée,
—i-m t,i/ como “destinatario singular” frente a “destinatario
plural”, y a /fstr,et,—i-m- ka/ como imperativo a hortativo, REFERENCIAS
Cf. la acumulación máxima de morfemas gramaticales
/pa+v;id-áj—i-m-ti - s - ka/. También la primera persona: L. Andrejtin, Kategorie znaczeniowe konjugacji bulgarskiej (Cracovia
singular del presente perfectivo se emplea en las formas 1938).
juntivas, pero únicamente junto con el anexo /ka/. BF 22cline Fa pavo des prono en For Rone Jato (La
Unas pocas formas perifrásticas de los modos Haya 1956).
L. Bloomfield, Language (Nueva York 1933).
combinan el infinitivo de un verbo con las formas injunt —, “Algonquian”, en Linguistic structures of native America (Nueva
de los verbos auxiliares: /búd,—i-m/, /búd,—im- York 1946).
332 GRAMATICA

F. Boas, Kwakiutl grammar (Philadelphia 1947). XIII


V. Bogoraz (W. Bogoras), “Chukchee”, en Handbook of American fy.
A. dian PPR,IX (1949).
languages, vol. 11 (Washington 1922).
W. Burks, «Teon, index, andsymbol”, LA SIGNIFICACION GRAMATICAL
K. Bühler, Sprachtheorie (Jena 1934). | SEGUN BOAS
R. Carnap, Logical syntax of language (Nueva York 1937). t
A. H. Gardiner, The theory of proper names (Londres 1940).
M. R. Haas, Tunica (Nueva York 1941).
E. Husserl, Logische Untersuchungen, vol. II (Halle a. d. S. 1913).
R. Jakobson, “Zur struktur des russischen Verbums”, en Charisterla
— Guilelmo
“Signe aira”, en Milanga
Mathesio Bolly (Cioches, resol.
(Praga 1932). The man killed
i the bull (‘el
(‘el hombre toro’). LasLas glglo-
tó elel toro’).
hombx mató
—, “Russian conjugation”, Word, IV (1948). sas de Boas a este enunciado en su sucinto bosquejo, “Lan-
E. A. Krejnovié, “Nivaskij (giljackij) jazyk”, Jazyki i pis’mennost! yy guage”, constituyen una de sus contribuciones más sutiles a
rodov Severa, TIT (Leningrado 1934). teoría lingiifstica. “En la lengua”, dice Boas, “la experien-
O. Jespersen, Language: Its nature, development and origin (Nueva cia por comunicar se clasifica según un número de aspectos
York 1923). AETI Así, en las oraciones
distintos”.? iones the
the man
man killed the bull
killed the bull y th
y the
G. foniAn Grammar
HB. Russell, of the Macedoniantruthliterary language (Skople [fed the man (‘el toro mató al hombre”) dos secuen-
inquiry into meaning and (Londres 1940). cias de palabras opuestas expresan dos experiencias diferen-
V. V. Vinogradov, Russkij jazyk (Leningrado 1947). ltes. Los fopoi (término genérico sugerido por Yuen Ren
V. N. Volosinov, Marksizm i filosofija jazyk (Leningrado 1930)). ‘Chao? para desi ji y complemento)
designar a sujeto l son loslos mis-mis-
Hopi x language,
B. L. Whorf, pi“TheAmerica Toreva
(Nueva York 1946). dialect”, en Linguistic situe o , i istri-
mos: hombre y toro, pero el agente y el paciente se distri:
tures of native
D. K. Zelenin, “Tabu slov u narodov vostočnoj Evropy i seven) buyen de modo diferente. j ,
', TL, Sbornik Muzeja Antropologi i Etnografit, IX (1930). La gramática, para Boas, escoge, clasifica y expresa varios
PEN:
aspeclos de la experiencia, y además realiz otra seimporta y
función: “determina aquellos aspectos de cada experiencia
que deben expresarse”. Boas presentó agudamente la obliga-
1 “Language”, en General anthropology (Boston 1938), p. 127.
2 ibid, p. 132.
3 “How Chinese logic operates”, AnL, I (1959), 1-8.

“Boas view of grammatical meaning”, en W. Goldschmit,


, The anthropology oj Franz Boas: Essays on the centen-
jal of bis birth (=AA, LXI, N.° 5, Parte 2 (1959), 139-45),
emoir 89 de la American Anthropological Association. Tra-
cción de J. C.
333
334 GRAMATICA La significación gramatical según Boas 335
toriedad de las categorías gramaticales como el rasgo distin. ¡ll frente a killed, will have killed frente a bas killed, would
tivo que las distingue de los significados léxicos: we killed frente a had killed, will be killing frente a is
Cuando decimos “the man killed the bull” entendemos que un,solo iiling, would be killing frente a was killing, will have been
hombre determinfdo mató en el pasado a un solo y preciso toto. Ny iling frente a bas been killing, would have been killing
podemos expresar esta experiencia de manera que quede duda alguna bente a had been killing. (Omito los demás verbos auxilia-
de si se trata de una persona, o toro, definida o indefinida, de una y es de serie doble will -shall y can - may, que asimismo no
más personas, o toros, del presente o del pasado. Tenemos que
entre aspectos, y hay que escoger o bien el uno o bien el otro. Los jenen más que una forma de pretérito y de no pretérito.)®
pectos obligatorios se expresan por medio de recursos gramaticales4 T El verbo auxiliar do, empleado en construcciones aserti-
as, verificativas—afismación ostensible, “negación nexual” e
En nuestra comunicación verbal nos enfrentamos con un terrogación nexual” (términos de Jespersen)—, no puede
conjunto de situaciones de doble elección. Si la acción refe. mbinarse con otros verbos auxiliares, por lo que el número
tida es kill (‘matar’), y the man (‘el hombre”) y the bull (ia. elecciones posibles entre (f) asertiva y no asertiva, está
toro”) funcionan como agente y paciente respectivamente, el uy reducido: does kill frente a kills y did kill frente a
hablante inglés tiene que elegir entre: (a) una construcción illed.? Como toda negación nexual y toda interrogación ne-
pasiva o activa, la primera centrada sobre el paciente, la sẹ al tiene una modalidad claramente asertiva, verificativa
gunda, sobre el agente. En el último caso el paciente y, en el modalidad “veridictiva”, según la sugerencia terminoló-
primero el agente, pueden ser designados, por más que no ca de Willard Quine), en estos casos una simple forma ver-
sea obligado: The man killed (the bull), y The bull was (kills, killed) es obligatoriamente sustituida por una cons-
killed (by the man). Como la mención de un agente en cons- cción con do, sin que haya situación de elección doble,
trucciones pasivas es opcional, su omisión no podrá conside. ‘pientras que la distinción entre una confirmación y un sim-
rarse como elíptica, mientras que una oración como Way le enunciado positivo exige la elección de una de las dos
killed by the man es una elipsis palmaria. Habiendo esco- onstrneciones posibles: the man does kill the bull o the
gido la construcción activa, el hablante debe, además, hacer Wan kills de bull, be did kill o be killed. Así, la carencia
elecciones binarias como ($) pretérito (remoto) o no pri por lo menos el carácter inhabitual) de construcciones in-
rito: killed frente a kills; (c) perfecto—en la interpre rogativas como killed he o read you (“¿lees?”) en el es-
de Jespersen," retrospectivo, permansivo, inclusivo—o ema formal del inglés posee una motivación semántica.
perfecto: has killed frente a kills, bad killed frente a kil Podemos resumir en un diagrama este concepto de las ca-
(d) progresivo (expansivo, continuativo) o no progresivo; orfas verbales electivas en las construcciones positivas
killing frente a kills, was killing frente a killed, has been sonales: de cada dos categorías contrapuestas, la más es-
ing frente a has killed, had been killing frente a bad kill ificada, “marcada”, se designará con el signo más [+],
(e) potencial o no potencial: will kill frente a kills, we
© En pasiva no se usan ni el perfecto progresivo ni el potencial pro-
4 op. cit, p. 132. ivo, porque dos formas finitas del verbo auxiliar fo be son incom-
5 The philosophy of modern grammar (Londres y Nueva York rs itibles.
y A modern English grammar on historic principles (repr. Lon Este verbo auxiliar se emplea solamente en construcciones de impe
Copenhague 1954), P. 4. ivo además de indicativo: do kill! frente a kill?
338 GRAMATICA La significación gramatical según Boas 339
el género masculino. Como en ruso estos conceptos son gra. descripción gramatical de una lengua y que, además,y lela per- sin-
maticales, no pueden omitirse en la comunicación, mientras mitió trazar la línea divisoria entre la morfología
que si al anglófono que dice I wrote a friend se le pregunta taxis con sus reglas obligatorias, y el dominio más libre del
cuanto uno se sirve
si la carta está terminada o si el destinatario es amigo ọ vocabulario y la fraseología. En inglés, en entre
amiga, es muy probable que conteste: “¡No se meta donde ‘de un substantivo, dos elecciones —una, plural y singu-
no le importa!” lar, y la otra entre determinado e indeterminado—tienen que
una lengua india
La gramática, auténtica ars obligatoria al decir de los es. hacerse necesariamente, mientras que enindiquen
colásticos, impone al locutor decisiones de tipo sí o no. Como americana, sin recursos gramaticale s que número y
repetidamente observara Boas, los conceptos gramaticales de determinación, la distinción entre “la cosa”, “una cosa”, “las
tuna lengua determinada dirigen la atención de la comunidad cosas”, “unas cosas” puede o bienconomitirse sin más, o bien
lingüística en una dirección definida y por medio de su qa. ser deliberadamente completadascualquiermedios léxicos,
rácter obligatorio, coactivo, ejercen su influencia en poesía, | Para Boas estaba claro que diferencia de catego-
. Si
en las creencias e incluso enelpensamiento especulativo, sin, [is gramaticales es portadora de información semántica
empero, invalidar nunca la capacidad de cualquier lenguadela lengua es un instrumento que sirve para transmitir infor-
adaptarse a las necesidades de un saber avanzado. [mación, no se pueden describir las partes constitut ivas de
Además de aquellos conceptos gramaticalizados—y porlo este instrumento sin tenez en cuenta sus funciones, como la
tanto obligatorios en algunas lenguas, por más que lexicili- descripción de un automóvil sin referencia alguna a la fun-
zados y meramente opcionales en otras—, Boas describió ción de sus mecanismos sería incompleta e insuficiente, Boas in-
ciertas categorías relacionales, obligatorias en todo el mun- nunca cedió en la cuestión clave: ¿cuál es la diferencia
do: “Los métodos con los que estas ... relaciones se expre- formacional entre los procedimientos gramaticales observa-
san varían muchísimo, peto son elementos de gramátican-dos? En modo alguno aceptó una teoría no semántica de la
> A esta categoría pertenecen, por ejemplo, la dis- estructura gramatical, y cualquier alusión derrotista a la os-
tinción entre sujeto y predicado, enire predicación y atvibu- [curidad yimaginaria de la noción de significado le parecía ya
.
ción, así como la referencia gramatical al destinador y al [oscura sin significadoinformado indígenas, especialmente
destinatario. Este problema de las categorías indispensables, Su trabajo con los una tribureskwakiutl
tiniversales, fue destacado por Boas y su perspicaz discípa: [con aquel miembro de al que tuvo largo
lo Sapir” como reto a la aversión de los neogramáticos por [tiempo invitado, manifiestan el proceder cómoescrupuloso y ob-
toda investigación de los universales; problema básico para jetivo de Boas. Atentamente observaba las experien-
la lingüística actual. ¿cias inbabituales que el indio hizo en Nueva York chocaban
¿Cuáles son los aspectos informativos obligatorios en tala, con los esquemas indígenas. Enia lade conversaci ón, Boss gus-
comunicación verbal, en todo el mundo, y cuáles valen úni- taba de describir la indiferencManhattan aquel hombre de Van-
camente para cierto número de lenguas? He ahí, para Bene por los rascacielos de (“Nosotros edifica-
mos las casas una al lado de otra, y vosotros las pegdis una
la cuestión capital, que distinguía la gramáti¡ca universal dele“encima de otra”), o por el acuario (“Nosotros echamos estos
© CE Language (Nueva York: Harcourt, Brace and Co, 1921). peces de nuevo al lago”) o por el cine que, al parecer, en-
340 GRAMATICA La significación gramatical según Boas 341
contraba aburrido y falto de sentido, Por otra parte, el ex. menes de un cuerpo dado, pueden ser sometidos a un análisis
tranjero se quedó durante horas, mudo de asombro, en Times distribucional (¿se dice, y en qué contextos, que “A es B”,
Square, contemplando gigantes y duendes, mujeres con bar. que “B es A”, y/o que “A no es B” y “B no es A”?), De
ba y muchachas con colas de zorra, o ante las máquinas ay. este modo, la técnica estrictamente lingüística del análisis
tomáticas de donde salen, como por encanto, bocadillos y “distribucional se presenta como enteramente aplicable a pro-
bebidas, y ante las que se sentía transportado al universo de significado tanto gramatical como léxico, y los sig-
de los cuentos de hadas del mundo kwakiutl. Asimismo, log blemas
nificados no pueden ya ser considerados por más tiempo
embrollos de su habla materna con el inglés ofrecieron a Boas como “intangibles subjetivos”. La obtención de unos signi-
preciosas pistas para captar las particularidades de los con. E aioe: por medio decoperaciones inealingaisticis delos ha:
ceptos gramaticales kwakiutl. 'blantes indígenas es un procedimiento más seguro y objetivo
Las ecuaciones bilingües, pero ante todo y sobre todo la que el pedir a estos mismos nativos que den una valoración
interpretación de tales conceptos por medio de expresiones ‘de unas oraciones según que sean o no aceptables. Elipsis y
equivalentes, es precisamente aquello que los lingüistas en- 'anacolutos, inadmisibles en un estilo explícito y cuidado,
tienden por “significación” y que corresponde a la definición podrían fácilmente ser condenados por un informante a pe-
semiótica dada por Charles Peirce* del significado de un sar de su empleo coloquial, emocional o poético.
símbolo como su traducción a otros símbolos. Así, el sig- Chomsky ha llevado a cabo un ingenioso intento para
nificado puede enunciarse en términos de distinciones e ¡construir una “teoría totalmente no semántica de la estruc-
identificaciones lingüísticas, así como, por otra parte, las dig. tura gramatical”. Este intricado experimento es, en realidad,
tinciones lingiifsticas se hacen siempre en función de su ya un magnífico argumentum a contrario, muy útil para proce-
lor semántico. Las reacciones de los hablantes frente a su len-der adelante en la investigación actual de la jerarquía de los
gua o, como se diría hoy, las “operaciones metalingiiísticas” ¡significados gramaticales. Los ejemplos que Chomsky exa-
son proposiciones ecnacionales que se producen tan pronto mina en eu Syntactic structs s pueden servir como intere.
como se da incertidumbre acerca de si ambos interlocutores sante ilustración de la delimitación hecha por Boas de la
emplean el mismo código verbal y de hasta qué punto entien- clase gramatical de los significados. Así, desmenuzando la
de un interlocutor las elocuciones hechas por el otro. Estas ¡pretendida frase absurda Colorless green ideas sleep fu-
interpretaciones metalingiiisticas de un mensaje por medio de |riously, nos encontraremos con un topos en plural, las
paráfrasis, sinónimos o incluso una traducción a otra lengua “ideas”, de las que se dice que realizan una actividad “sopo-
o hasta a un conjunto diferente de signos, juegan un papel rifera” (sleep); además, cada término recibe su caracteriza-
importantísimo en cualquier proceso de aprendizaje de una ción: de las ideas se dice que son “de un verde incoloro”
lengua, ya por parte de niños, ya de adultos. Estas proposi- «(colorless green), y el “dormir” (sleep) se califica de “furio-
ciones ecuacionales ocupan un puesto importante en el cuer samente” (furiously). Estas relaciones gramaticales crean una
po conjunto de elocuciones y, juntamente con otros especk oración con sentido, que puede ser sometida a un test de
verdad: ¿existen o no objetos como ideas de un verde in-
10 Collected papers (Cambridge, Mass., Harvard Univ. P., 1939),
vol. V. 11 Chomsky, Syntactic structures (La Haya: Mouton, 1957), p. 15.
342 GRAMATICA La significación gramatical según Boas 343
coloro, ideas verdes, ideas soñolientas, o sueño fur; Jeremennyj mužčina, prislonivšijsija k pamjatkinu Puskina
Colorless green es sinónimo de pall id gree n, con ie [Me encanta el hombre grávido contra el monumento de
ligeramente epig ramático de una aparente paradoja. El a Puškin’). El masculino se da, además, en un uso figurativo
teto metafórico de green ideas nos recuerda el famoso gros del mismo adjetivo, De modo semejante, una niña francesa
thought in a green shade (un pensamiento verde bajo ung
ide la escuela primaria pretendía que en su lengua materna
sombra verde’) y el idiotismo ruso zelenaja skuka (abu po sólo los sustantivos sino también los verbos tenían su gé-
miento verde’) o el vse že užas krasnyj, belyj, kvadra, sero particular, así, el verbo conver ('empollar”) es femenino,
(horror rojo, blanco y tot
cuadrado’) de Tolstoy. En este soi ¡porque “las gallinas empollan, y no los gallos”. Ni siquiera
tido figurado el verbo sleep (dormir) significa ‘estar
en qa ara establecer una gradación de niveles de gramaticalidad
estado parecido al del sueño, de inercia, de odemos recurrir al argumento ontológico y excluir las su-
sopor, letisgico™
Var. ‘su odio nunca dormía” (his hatred never slept). Siendo uestas “oraciones invertidas” como golf plays John (‘el golf
así, ¿por qué no podrían dormir las ideas que uno tiene? juega a Juan’)?
Y, finalmente, ¿por qué el atributo “furiosamente” no La verdadera agramaticalidad priva de información semán-
dtia indicar, enfáticamente, un sueñ o fort
encontró, de hecho, que esta frase podía ísim o? Dell Hynes ica a una expresión. Cuanto más olvidados parecen las for-
ser utilizada, y ast as sintácticas y los conceptos relacionales que todos ellos
lo hizo en un poema, totalmente sensato y con ehiculan, menos factible resulta el test de verdad del mensa-
sentido, escri-
to en 1957 bajo el título “Colorless green ideas sleep fe y sólo la entonación de la frase mantiene juntos unos mots
Je,
riously”
Pero incluso si de modo bizantino censuramos cualquier ‘on liberté tales como “silent not night by silently unday”
("silencioso no noche por silenciosamente in-día”) (e. e. cum-
expresión portadora de imágenes y negamos la existencia de mings), o “furiously sleep ideas green colorless” (‘furiosa-
ideas verdes, también entonces, como ocurre con “la enadia ‘mente dormir ideas verde incoloro”) (N. Chomsky). Una ex-
tura del círculo” o “las peras del almo”, presión como “parece que toca a su fin”, en su ver
ficción de estas entidades no tiene nada quela ver
inexistencia, la
con el pip. matical “tocar fin que a su parece”, no puede ser seguida de
blema de su significación semántic
en duda su existencia es la mejoa,r Laadveposi bilidad de poner la pregunta: “¿Es verdad?”, o “¿Está Vd. seguro?” Cierta-
confusión de la irrealidad ontológica con rten
la
cia contra una mente, las expresiones enteramente desgramaticalizadas son
tido. Además, no hay razón alguna para atribcare ncia de sen. ¡absurdas, sin sentido. La fuerza coactiva del esquema grama-
uir al tipo de tical, reconocida por Boas y por él contrapuesta a nuestra re-
construcciones que examinamos aquí “un grad
ior de lativa libertad en la elección de las palabras, queda particular-
gramaticalidad”, En un diccionario exhaustivo odeinfer
rusa se decía del adjetivo que significa “grávido” quela leng ua mente patentizada en una investigación semántica en el campo
es fe ¿del absvsdo, de lo carente de sentido.
meninum tantum porque: beremennyj mitina nemy
macho grávido es inconcebible”, Esta frase rusa, empeslimro,
, ‘an
plea la forma masculina del adjetivo, y el “macho grévido"em.,
aparece en las leyendas populares, en los bulos de los pe |does 12 Chomsky, op. cit, p. 42, Cf. expresiones tan claras como Jobn
riódicos y en el poema de David Burliuk: Mne nravitsja el golfnotqueplayjuegagolf;a Juan’.
golf plays Jobn ‘No es Juan quien juega al golf, es
POETICA
XIV

LINGÜÍSTICA Y POÉTICA

AFORTUNADAMENTE, los congresos científicos y los con-


gresos políticos nada tienen en común. El éxito de una con-
vención política depende del acuerdo general de la mayoría
p la totalidad de sus participantes. Pero en la ciencia, en la
que las discrepancias parecen ser generalmente más prove-
\chosas que el acuerdo común, se desconocen votos y vetos.
Las discrepancias ponen al descubierto antinomias y tensio-
[nes dentro del campo en cuestión y requieren nuevas explo-
raciones. Si algo presenta alguna analogía con los congresos
científicos no son precisamente los congresos políticos, sino
las actividades exploratorias de la Antártica: peritos de va-
rias disciplinas de todo el mundo se esfuerzan por trazar el
pa de una región ignota y buscar dónde se hallan los ma-
yores obstáculos que acechan al explorador, cumbres y pre-
cipicios infranqueables. Algo por el estilo parece haber sido
la tarea principal de nuestro congreso, y, desde este punto
de vista, su labor ha sido un éxito completo. ¿Acaso no nos
hemos percatado de cuáles son los problemas más cruciales
y más controvertidos? ¿Acaso no hemos aprendido a ajus-
tar nuestros códigos, a explicar o incluso a evitar ciertos tér-

“Linguistics and poetics”, en T. A. Sebeok, ed., Style in lan-


guage (Cambridge, Mass.: M. I. T. Press, 1960). Traducción
¡de J.C.
347
348 POÉTICA Lingüistica y poética 349

minos con el fin de salvar malentendidos ante personas acos. del lenguaje, sino a la teoría general de los signos, eso es,
tumbradas a otra jerga particular? Estos puntos, creo, estén a la semiótica general. Esta afirmación vale, sin embargo,
más claros hoy que tres días atrás, si no para todos, para | tanto para el arte verbal como para todas las variedades del
mayoría de los participantes en este congreso. E lenguaje, puesto que el lenguaje tiene muchas propiedades
Se me ha pedido que hable sucintamente de poética y de “que son comunes a otros sistemas de signos o incluso a to-
su relación con la lingüística. El primer problema de que la dos ellos (rasgos pansemióticos).
poética se ocupa es: ¿Qué es lo que hace que un mensaje Asimismo, en una segunda objeción no hallamos nada de
verbal sea una obra de arte? Toda vez que el objeto pring. fo que sería específicamente literario: el problema de las re-
pal de la poética es la differentia specifica del arte verbal en Jaciones entre la palabra y el mundo interesa no sólo al arte
relación con las demás artes y otros tipos de conducta ver- verbal, sino a todo tipo de discurso, si hay que decir la ver-
bal, la poética está en el derecho de ocupar un lugar preemi. dad. La lingüística muy bien podría explorar todos los pro-
nente en los estudios literarios. blemas posibles de la relación entre el discurso y el “univer-
La poética se interesa por los problemas de la estructuraso del discurso”: qué es lo que un discurso dado verbaliza, y
verbal, del mismo modo que el análisis de la pintura se in- cómo lo verbaliza. Los valores de verdad, empero, en la
teresa por la estructura pictórica. Ya que la lingüística es Ja medida que son—al decir de los lógicos —“entidades extra-
ciencia global de la estructura verbal, la poética puede consi- lingüísticas”, rebasan sin duda alguna los límites de la poé-
derarse como parte integrante de la lingiifstica. tica y de la lingüística en general.
Examinemos los argumentos que se enfrentan a esta pre- 1 A veces se oye decir que la poética, a diferencia de la
tensión. Está claro que muchos de los recursos que la poé lingiifstica, se interesa por cuestiones de valoración. Esta
tica estudia no se limitan al arte verbal. Podemos referirnosa separación de ambos campos, uno de otro, se basa en una
la posibilidad de hacer una película de Cumbres borrascosas, interpretación corriente pero equivocada del contraste entre
de plasmar las leyendas medievales en frescos y miniaturas, la estructura de la poesía y otros tipos de estructura verbal:
o poner música, convertir en ballet y en arte gráfico L'après. éstos, se dice, se contraponen por su naturaleza “casual”, y
midi d'un faune. Por chocante que pueda parecernos la idea carente de intención, al lenguaje poético, “no casual” e in-
de convertir la Ilíada y la Odisea en cómics, algunos rasgos ‘tencionado, A decir verdad, toda conducta verbal se orienta
estructurales del argumento quedarán a salvo a pesar de la “a un fin, por más que los fines sean diferentes y la conformi-
desaparición de su envoltorio verbal. Preguntarnos si las “dad de los medios empleados con el efecto buscado sea un
ilustraciones de Blake a la Divina Comedia son o no apto: problema que preocupa cada día más a los investigadores de
piadas, es ya una prueba de que pueden compararse entre sí los diversos tipos de comunicación verbal. Se da una estre-
artes diferentes, Los problemas del Barroco o de otro estilo | cha correspondencia, más estrecha de lo que suelen creer los
histórico desbordan el marco de un solo arte. Al tratarde "críticos, entre el problema de la expansión de los fenóme-
la metáfora surrealista, difícilmente podríamos dejar en el “nos lingúísticos en el tiempo y en el espacio y la difusión
olvido los cuadros de Max Ernst y las películas de Luis Bu- lespacial y temporal de los modelos literarios. Incluso una
ñuel, Le chien andalou y L'âge d'or. En pocas palabras, mu- “expansión tan discontinua como la resurrección de poetas
chos rasgos poéticos no pertenecen únicamente a la ciencia “arrinconados u olvidados—por ejemplo, el descubrimiento
350 POETICA Lingiiistica y poética 351
póstumo y canonización consiguiente de Gerard Manley glés actual, mientras que las obras de James Thomson y
Hopkins (m. 1889), la fama tardía de un Lautréamont Longtellow no pertenecen al conjunto de los valores ar-
(m. 1870) entre los poetas surrealistas, y la notable influen- tísticos viables de nuestros días. Uno de los problemas
cia del hasta ahora ignorado Cyprian Norwid (m. 1883) en fundamentales de los estudios sincrónicos de la literatura lo
la moderna poesía polaca—es paralela a la historia de Jas constituye precisamente la selección de los clásicos y su re-
lenguas normativas, propensas a reavivar modelos caducados, | interpretación por parte de una nueva tendencia. La poética
a veces largo tiempo en olvido, como ocurrió en el checo lite, sincrónica, al igual que la lingiifstica sincrónica, no debe
ratio, lengua que, hacia comienzos del siglo x1x, propendía confundirse con la estática: cada fase establece una discri-
a los modelos del siglo xvr. minación entre formas más conservadoras y formas más in-
Desgraciadamente, la confusión terminológica entre “es. novadoras. Cada fase contemporánea se experimenta en su
tudios literarios” y “crítica” es una tentación para el estu- dinamismo temporal, así como, por otra parte, el enfoque
dioso de la literatura, para que substituya la descripción de histórico, en poética como en lingüística, se interesa no sólo
los valores intrínsecos de una obra literaria por un fallo sub. por los factores del cambio, sino también por los factores
jetivo, sancionador. La etiqueta “crítico literario” aplicada continuos, permanentes, estáticos, Una poética histórica ge-
a un investigador de la literatura es tan errónea como lo se- neral, o una historia general del lenguaje, es una superestruc-
ría la de “crítico gramático (o léxico)” aplicada a un lin- tura que hay que edificar sobre una serie de descripciones
güista. La investigación sintáctica y morfológica no puede sincrónicas sucesivas.
ser suplantada por una gramática normativa, del mismo El querer mantener la poética aislada de la lingüística sólo
modo que ningún manifiesto que esgrima los gustos y opi. se justifica cuando el campo de la lingüística so restringe más
niones particulares de un crítico puede funcionar como su. de lo debido, por ejemplo, cuando algunos lingüistas consi-
cedáneo de un análisis científico objetivo del arte verbal. deran la oración como la construcción analizable suprema o
No se confunda esta afirmación con el principio quietista del cuando el objetivo de la lingüística se confina simplemente
laissez-faire; cualquier cultura verbal comprende iniciativas a la gramática, o sólo a los problemas no semánticos de for-
normativas, planificaciones, programas. Y, sin embargo, ¿por ma exterior, o al inventario de los recursos denotativos sin
qué se hace una neta distinción entre lingüística pura y apli- referencia alguna a las variaciones libres. Voegelin ha seña-
cada, o entre fonética y ortoepia, pero no entre estudio de lado con toda claridad cuáles son los problemas más impor-
la literatura y crítica? tantes y más interrelacionados con los que se enfrenta la
Los estudios literarios, y la poética como el que más, con- lingüística estructural, a saber, una revisión de “la hipótesis
sisten, como la lingüística, en dos conjuntos de problemas: monolitica del lenguaje” y un interés por “la interdependen-
sincronía y diacronía. La descripción sincrónica abarca no cia de varias estructuras en el interior de una lengua dada”.
sólo la producción literaria de una fase dada, sino aquella Es innegable que para cada comunidad lingüística, para cada
parte de la tradición literaria que ha sido vital o se ha revi- hablante, existe una unidad de lenguaje, pero este código
talizado en la fase en cuestión. Así, por ejemplo, Shakes- global representa un sistema de subcódigos interconexos;
peare por una parte, y Donne, Marvell, Keats y Emily Dick- cada lengua abarca varios sistemas concurrentes que se ca-
inson por otra, integran la experiencia del mundo poético in- tacterizan por una función diferente.
352 POETICA Lingütstica y poética 353
Es evidente que estamos de acuerdo con Sapir en que, en
CONTEXTO
términos generales, “la ideación es la reina absoluta del len.
DESTINADOR MENSAJE DESTINATARIO
guaje ... ”, sin que esta supremacía autorice a la lingüística
a que prescinda de los “factores secundarios”. Los elemen. CONTACTO
tos emotivos del discurso que, como Joos tiende a creer, no 3 CÓDIGO
pueden describirse “con un número finito de categorías ab.
solutas”, él los clasifica “como elementos no lingiifsticos del Cada uno de estos seis factores determina una función
mundo real”. De ahí que “para nosotros sean fenómenos diferente del lenguaje. Aunque distingamos seis aspectos bá-
vagos, proteicos, fluctuantes, que nos negamos a tolerar eq sicos del lenguaje, nos sería sin embargo difícil hallar mensa-
nuestra ciencia”, según concluye él.2 A decir verdad, Joos es jes verbales que satisficieran una única función. La diversi-
un brillante experto en los experimentos de reducción, y su
dad no está en un monopolio por parte de alguna de estas
insistente exigencia de una “expulsión” de los elementos
varias funciones, sino en un orden jerárquico de funciones
emotivos “de la ciencia lingiifstica” es un experimento de
diferente, La estructura verbal de un mensaje depende, pri-
reducción radical: reductio ad absurdum.
mariamente, de la función predominante, Pero incluso si una
Hay que investigar el lenguaje en toda la variedad de sus ordenación (Einstellung) hacia el referente, una orientación
funciones. Antes de analizar la función poética, tenemos hacia el CONTEXTO—en una palabra, la llamada función
definir su lugar entre las demás funciones del lenguaje. Una REFERENCIAL, “denotativa”, “cognoscitiva”—es el hilo
esquematización de estas funciones exige un repaso conciso
de los factores que constituyen todo hecho discursivo, cual “conductor de varios mensajes, el lingüista atento no puede
menos que tomar en cuenta la integración accesoria de las
quier acto de comunicación verbal. El DESTINADOR man-
da un MENSAJE al DESTINATARIO. Para que sea operan-
demás funciones en tales mensajes.
te, el mensaje requiere un CONTEXTO de referencia (un La llamada función EMOTIVA o “expresiva” centrada en
el DESTINADOR, apunta a una r de la ac:
“referente”, según otra terminología, un tanto ambigua), que titud del hablante ante aquello de lo que está hablando.
el destinatario pueda captar, ya verbal ya susceptible de ver- Tiende a producir una impresión de una cierta emoción, sea
balización; un CÓDIGO del todo, o en parte cuando menos, verdadera o fingida; por eso, el término “emotivo”, lanzado
común a destinador y destinatario (o, en otras palabras, al y propugnado por Marty? ha demostrado ser preferible a
codificador y al descodificador del mensaje); y, por fin, un *emocional”. El estrato puramente emotivo lo presentan en
CONTACTO, un canal físico y una conexión psicológica en-
tl lenguaje las interjecciones. Difieren del lenguaje referen-
tre el destinador y el destinatario, que permite tanto al uno
tial tanto por su sistema fónico (secuencias fónicas peculia-
como al otro establecer y mantener una comunicación, Todos ¿tes o incluso sonidos inhabituales en otros contextos) como
estos factores indisolublemente implicados en toda comuni- por su función sintáctica (no son componentes sino más bien
cación verbal, podrían ser esquematizados así: [tquivalentes de oraciones). “¡Psel—dijo McGinty”: la elo-
i
1 E, Sapir, Language (Nueva York 1921). e
2 M. Joos, “Description of language design”, JASA, XXII (1950 .% A. Marty, Untersuchungen zur Grundlegung
701-8. t ‘natik und Sprachpbilosopbie, vol. I (Halle 1908).der allgemeinen Gram-

|
354 POÉTICA Lingüistica y poética 355
cución completa del personaje de Conan Doyle consiste en | guirlas sólo a partir de los cambios de configuración sonora
un sonido africado y otro vocálico. La función emotiva, que de estas dos palabras. En nuestro trabajo de investigación
sobre la descripción y el análisis del ruso normativo contem-
las interjecciones ponen al descubierto, sazona hasta cierto
punto todas muestras elocuciones, a nivel fónico, gramatical poráneo (bajo los auspicios de la Fundación Rockefeller),
y léxico. Si analizamos la lengua desde el punto de vista del pedimos a este actor que repitiera el test de Stanislavskij.
la información que vehicula, no podemos restringir la no- Apuntése una cincuentena de situaciones sobre na
la base de la
de mensajes
ción de información al aspecto cognoscitivo del lenguaje, misma oración elíptica e hizo una cincuente
paten- correspondientes para grabación. La mayoría de los mensa-
Un hombre, al servirse de unos rasgos expresivos para ación
tizar su cólera o su actitud irónica, vehicula una inform jes fueron descodificados correcta y debidamente por los
visible, por más que, de toda evidencia, esta conducta verbalJa oyentes moscovitas. Déjeseme añadir que todos los procedi-
mientos emotivos de esta índole pueden ser fácilmente so-
no puede compararse a actividades no semióticas, como
nutritiva de “comer pomelos” (a pesar del atrevido símil de metidos a análisis lingiifstico.
Chatman). En inglés, la diferencia entre [big] y la prolon- La orientación hacia el DESTINATARIO,
CONATIVA, halla su més pura expresión gramatical en el
la función
gación enfática de la vocal [bi:g] es un rasgo lingüístico
las
convencional, codificado, al igual que la diferencia entre [vi] vocativo y el imperativo, que tanto sintácticamente como
vocales breves y largas como en estos pares del checo morfológicamente, y a menudo incluso fonémicamente, se
‘vosotros’ y [viz] ‘sabe’, por más que en este últimoo pu. par | apartan de las demás categorías nominales y verbales. Las
la información diferencial sea fonémica y en el primer oraciones de imperativo difieren fundamentalmente de las
tamente emotiva. Si nos fijamos en las invariantes fonémi. oraciones declarativas: éstas, y no aquéllas, pueden ser so-
cas, las /i/ e /i:/ inglesas se presentan como simples ya- | metidas a un test de veracidad. Cuando en la obra de O'Neill,
tiantes de un mismo fonema, pero si nos fijamos en1 las uni- The fountain, Nano (“en un seco tono de mando”) dice:
“Bebel”, el imperativo no puede ser sametido a la pregun-
dades emotivas, la 1 ‘antes y las varian-
tes se invierte: la longitud y la brevedad son invariantes que ta “ges o no verdad?”, que muy bien puede hacerse de ora-
vienen completadas por fonemas variables. Suponer, como ciones como “bebió”, “beberá”, “bebería”, A diferencia de
hace Saporta, que la diferencia emotiva es un rasgo no lin- | Jas
den
oraciones de imperativo, las oraciones declarativas pue-
transformarse en oraciones interrogativas: “¿bebió?”,
giifstico, “atribuible a la transmisión del mensa je y ngal
mensaje mismo”, reduce de modo arbitrario la capacidadin- “¿beberá?”, “¿bebería?”.
formativa de los mensajes. E - YET modelo tradicional del lenguaje, como particularmente
“Un antiguo discípulo de Stanislavskij me relató que, ta | lo elucidara Bithler,* se limitaba a estas tres funciones—emo-
su audición, el famoso director le pidió que construyera ¿ tiva, conativa y referencial, y a las tres puntas de este mo-
renta mensajes diferentes con la expresión segodnja vete delo: la primera persona, el destinador; la segunda, el desti-
(esta noche”), a base de diversificar su tinte expresivo, |natatio; y la “tercera persona”, de quien o de que se habla.
dactó una lista de una cuarentena de situaciones em
les, y luego profirió la expresión susodicha de acuerdoí 4 K. Bühler, “Die Axiomatik der Sprochwissenschaft”, KS, XXXVIII
cada una de estas situaciones; el público tenía que (1933), 19-90.
.
356 POETICA Lingüistica y poética 357

Así, la función mágica, encantatoria, es más bien una espe- —¡Bueno!, ya estamos—dijo él.
—Ya estamos —dijo ella—, ¿verdad?
cie de transformación de una “tercera persona” ausente o —Eso creo—dijo é—. ¡Hala, ya estamos!
inanimada en destinatario de un mensaje conativo. “Que se —Bueno—dijo ella,
seque este orzuelo, żfu, tfu, tfu, tfu” (hechizo lituano)
1
—Bueno—dijo él—, bueno.
«¡Agua, río, rey, amanecer! Manda la pena más allá del mar
azul, al fondo del mar, como una piedra gris que nunca más El interés por iniciar y mantener una comunicación es tf-
pueda salirse de él, que no vuelva más la pena a ser una car- pica de los pájaros hablantes; la función fática del lenguaje
ga para el ligero corazón del siervo de Dios, que la pena se es la única que comperten con los seres humanos. Tam-
vaya y se hunda” (hechizo de la Rusia septentrional).* “De. bién es la primera función verbal que adquieren los niños;
tente, oh sol, sobre Gedeón, y tú, luna, sobre el valle de éstos gustan de comunicarse ya antes de que puedan emitir
Ayalón. Y el sol se detuvo, y quedóse quieta la luna...” o captar una comunicación informativa.
(Jos, x.12). No obstante, hemos observado tres factores ci La lógica moderna ha establecido una distinción entre dos
titutivos más de la comunicación verbal, con sus tres corea] niveles de lenguaje, el lenguaje-objeto, que habla de objetos,
pondientes funciones lingüísticas. y el metdlenguaje, que habla del lenguaje mismo. Ahora bien,
Hay mensajes que sirven sobre todo para establecer, pros el metalenguaje no es únicamente un utensilio científico ne-
jongar o interrumpir la comunicación, para cerciorarse de cesario, que lógicos y lingüistas emplean; también juega un
que el canal de comunicación funciona (“Oye, ¿me escu, papel importante en el lenguaje de todos los días, Al igual
chas?”), para llamar Ja atención del interlocutor o confirmar! que el Jourdain de Molière, que hablaba en prosa sin saber-
si su atención se mantiene (“Bien oiréis lo que dirá”, del lo, practicamos el metalenguaje sin percatarnos del carácter
romancero tradicional popular—y, desde la otra punta del metalingiifstico de muestras operaciones. Cuando el destina-
hilo; “Haló, haló”). Esta orientación hacia el CONTACTO, dor y/o el destinatario quieren confirmar que están usando
o, en términos de Malinowski, la función PÁTTCA;? puede el mism: el d 1 có en
patentizarse a través de un intercambio profuso de fórmulas tonces realiza una función METALINGÜÍSTICA (eso es, de
ritualizadas, en diálogos enteros, con el simple objeto de glosa). “No_acabo de entender, ¿qué quieres decit?”, pre-
prolongar la comunicación. Dorothy Parker captó ejemplos gunta el destinatario. Y el destinador, anticipándose a estas
elocuentes como éste: preguntas, pregunta: “¿Entiendes lo que quiero decir?”
Imaginemos un diálogo exasperante como el siguiente:
—Bueno—dijo el joven.
—Bueno—dijo ella. —Al repelente le dieron calabazas.
—¿Qué es dar calabazas?
5 V. T. Mansikka, Litauische Zauberspriiche, FFC N° 87 (1929), —Dar calabazas es lo mismo que catear.
p. 69. a qué es catear?
© P. N. Rybnikov, Pensi (Moscú 1910), vol. IIL, pp. 217-5. —Catear significa suspender.
1 B. Malinowski, “The problem of meaning in primitive languages”, —Pero ¿qué es un repelente? —insiste el preguntón, que está in
en C. K. y L A. Richards, The meaning of meaning (Nueva albis en cuestión de vocabulario estudiantil.
York y Londres 1953%), pp. 296-336. —-Un repelente es (o significa) uno que estudia mucho,
Lingüistica y poética 359
358 POETICA

La información que vehiculan todas estas oraciones ecua- le¿Por qué tonto?”. “Porque le desprecio”. “Pero, ¿por
cionales se refiere simplemente al código léxico del español; qué no ridículo, desagradable, payaso, simplón?”. “No sé,
cae mejor”. Sin saberlo, aplicaba el recurso
su función es estrictamente metalingúística. Todo proceso pero tonto le paronom
de aprendizaje de la lengua, especialmente la adquisición por poético de la asia.
parte del niño de la lengua materna, recurre ampliamente a = El eslogan político I like Ike (/ay layk ayk/)
es de es-
estas operaciones metalingiiisticas; y la afasia puede a me- | tructura esquemática, consistente en tres monosílabos, con
nudo ser definida como la pérdida de la capacidad de hacer tres diptongos /ay/, cada uno de los cuales viene seguido
operaciones metalingiifsticas. simétricamente de un fonema consonántico /..1..k..k/.
Ya hemos sacado a colación los seis factores implicados La conformación de las tres palabras presenta una variación:
en la comunicación verbal, salvo el mensaje mismo. La orien- no se da ningún fonema consonántico en la primera palabra,
tación (Einstellung) hacia el MENSAJE como tal, el men- dos cercan el segundo diptongo, y hay una consonante final
saje por el mensaje, es la función POÉTICA del lenguaje, en el tercero. Ya Hymes había notado un parecido núcleo
Esta función no puede estudiarse de modo eficaz fuera de /ay/ dominante en algunos de los sonetos de Keats. Los dos
los problemas generales del lenguaje, y, por otra parte, la cólones de la fórmula trisilábica “I like / Ike” riman entre sí,
indagación del lenguaje requiere una consideración global de y la segunda de las dos palabras rimantes está plenamente in-
su función poética. Cualquier tentativa de reducir la esfera cluida en la primera (rima en eco): /layk/ — /ayk/, imagen
de la función poética a la poesía o de confinar la poesía a la paronomástica de un sentimiento que recubre totalmente a
función poética sería una tremenda simplificación engañosa. * su objeto. Ambos fragmentos forman aliteración entre ensí,
La función poética no es la única función del arte verbal, y el primero de los dos términos aliterantes está incluido
sino sólo su función dominante, determinante, mientras que el segundo: /ay/ — /ayk/, imagen paronomástica del sujeto
en todas las demás actividades verbales actúa como constitu- amante encubierto por el objeto amado. La función secun-
tivo subsidiario, accesorio. Esta función, al promocionar la daria, poética, de este eslogan electoral refuerza su contun-
patentización de los signos, profundiza la dicotomía funda- dencia y su eficacia.
mental de signos y objetos. De ahí que, al estudiar la fun- Como ya dijimos, el estudio lingiifstico de la función poé-
ción poética, la lingüística no pueda limitarse al campo de la tica tiene que rebasar los límites de la poesía, al mismo tiem-
poesia. po que la indagación lingüística de la poesía no puede limi-
épica, centrada en la
“¿Por qué dices siempre Ana y María y nunca María y | tarse a la función poética. La poesíafuerza
Ana? ¿Acaso quieres más a Ana que a su hermana geme- tercera persona, implica con mucha la función refe-
la?”. “No, lo que ocurre es que suena mejor”. En una se- a la primera perso-
rencial del lenguaje; la lírica, orientada
cuencia de dos nombres coordinados, mientras no haya in- na, está íntimamente vinculada embebid con la función emotiva; la
terferencia de cuestiones de rango, la precedencia del nom- * poesía de segunda persona está exhortat a de función conati-
bre més corto cae mejor al hablante, como una configura- va y es o bien suplicante o bien iva, según que la
ción bien ordenada del mensaje de que él no puede dar |primera persona se subordine a la segunda o la segunda a la
razón, primera.
Una muchacha solía hablar del “tonto de Antonio”. | Ahora que nuestra rápida descripción de las seis funcio-

|
360 POÉTICA Lingüistica y poética 361
nes básicas de la comunicación verbal está más o menos com- falta de linde verbal; la pausa sintáctica es igual a otra pau-
pleta, podemos completar nuestro esquema de los factores sa sintáctica, la falta de pausa, a otra falta de pausa. Las sí-
fundamentales con un esquema correspondiente de fun. labas se convierten en unidades de medida, y lo mismo ocu-
ciones; rre con las moras o los acentos.
Si se objeta que también el metalenguaje hace un uso se-
REFERENCIAL cuencial de unidades equivalentes al combinar expresiones
sinónimas en una oración ecuacional: A=A (“Yegua es la
EMOTIVA POÉTICA CONATIVA hembra del caballo”), diremos que la poesía y el metalen-
FÁTICA guaje están diametralmente opuestos: en el metalenguaje la
secuencia se emplea para construir una ecuación, mientras
METALINGUÍSTICA que en poesía la ecuación se emplea para construir una se-
cuencia.
¿Cuál es el criterio lingüístico empírico de la función poé En poesía, y hasta cierto punto también en las manifesta-
tica? En particular, ¿cuál es el rasgo indispensable inherente ciones latentes de la función poética, las secuencias, delimi-
en cualquier fragmento poético? Para contestar a esta pre- tadas por lindes verbales, se vuelven conmensurables, tan-
gunta, tenemos que invocar los dos modos básicos de con- to si se estima que están en relación de isocronfa como de
formación empleados en la conducta verbal, la selección y la | gradación. Ana y María nos revela el principio poético de la
combinación. Supongamos que niño sea el tema del mensa; gradación silábica, el mismo principio que en las cadencias
El hablante elige uno de los nombres disponibles, más o me. | de la épica popular serbia ha sido elevado a rango de ley
nos semejantes, como niño, rapaz, muchacho, peque, todos obligatoria. Si sus dos palabras no fueran dactílicas, es muy
ellos equivalentes hasta cierto punto; luego, para decir algo difícil que la combinación “innocent bystander” se hubiera
de este tema, puede seleccionar uno de los verbos semánti- convertido en un cliché. La simetría de tres verbos disilábi-
camente emparentados; duerme, dormita, cabecea. Las dos cos, con una misma consonante inicial y con idéntica vocal
palabras escogidas se combinan en la cadena discursiva. Le final, ponía de realce el lacónico mensaje victorioso de César:
selección se produce sobre la base de la equivalencia, la se- Veni, vidi, vici.
mejanza y desemejanza, la sinonimia y la antonimia, mien- La medición de las secuencias es un recurso que, fuera de
tras que la combinación, la construcción de la secuencia, se la función poética, no halla aplicación en la lengua. Sólo en
basa en la contigitidad. La función poética proyecta el prin- poesía, con su teiteración regular de unidades equivalentes,
cipio de la equivalencia del eje de selección al eje de combi- se experimenta el tiempo de la fluencia lingiifstica tal como
nación. La equivalencia pasa a ser un recurso constitutivo de ocurre—citando otro modelo semiótico—con el tiempo mu-
la secuencia. En poesía, una sílaba está en relación con cual- sical. Gerard Manley Hopkins, eminente investigador de la
quier otra sílaba de la misma secuencia; todo acento de pala- ciencia del lenguaje poético, definía al verso como un “dis-
bra se supone que es igual a cualquier otro acento de pi
labra, así como toda átona es igual a cualquier otra átona; |
8 T. Maretić, “Metrika narodnih nashih pjesama”, Rad Yugoslavenke
linde verbal igual a linde verbal, falta de linde verbal igual a| Akademije (Zagreb 1907), pp. 168, 170.
362 POETICA Lingüística y poética 363
|
curso que en parte o totalmente repite una misma figura fó- [sical y pictórica, del estudio de la poesía, la música y las be-
nica”? La pregunta que luego se hacía Hopkins: “¿Es todo llas artes.
verso poesía?”, puede responderse claramente tan pronto En resumen, el análisis del verso se halla por entero den-
como la función poética deja de limitarse arbitrariamente al tro del campo de la poética, que podemos definir como aque-
dominio de la poesía. Los versos mnemónicos como “Trein. “fla parte de la lingtifstica que trata de la función poética en
ta días tiene noviembre”, los ripios de la propaganda mo- |sus relaciones con las demás funciones del lenguaje, La poé
derna y las leyes versificadas de la Edad Media, mencionadas tica, en el sentido lato del término, se ocupa de la función
por Lotz, o finalmente los tratados científicos sánscritos en poética no sólo en poesía, en donde la función se sobrepone
verso, que en la tradición india se distinguen claramente de a las demás funciones de la lengua, sino también fuera de la
la auténtica poesía (kāvya), todos estos textos métricos se poesía, cuando una que otra función se sobrepone a la fun-
sirven de la función poética sin atribuir, empero, a esta ción poética.
función el papel obligatorio, determinante, que ejerce en La “figura fónica” reiterada, que Hopkins consideró como
poesía, Así, el verso sobrepasa efectivamente los límites de principio constitutivo del verso, puede especificarse aún más.
la poesía, al mismo tiempo que el verso implica siempre una Una figura semejante siempre utiliza por lo menos una
función poética, Y si, según parece, ninguna cultura huma- (o más de una) oposición binaria entre una prominencia rela-
na ignora la versificación, sí se dan muchos modelos cultu- tivamente alta y una prominencia relativamente baja, puestas
rales que ignoran el “verso aplicado”; pero incluso en aque- de relieve por las diferentes secciones de la secuencia fo-
llas culturas que poseen tanto el verso puro como el verso némica.
aplicado, este último se presenta como un fenómeno secun- En el interior de una sílaba, la parte silábica más promi-
dario, indudablemente derivado. La adaptación de los me- nente y nuclear, la que constituye la cumbre de la sílaba, se
dios poéticos para algún que otro propósito heterogéneo no opone a los fonemas menos prominentes, marginales, asilá-
oculta su esencia primaria, así como los elementos del len- hicos. Toda sílaba contiene un fonema silábico, y el intervalo
guaje emotivo, cuando se usan en poesía, guardan aún su entre dos fonemas silábicos sucesivos es siempre en algunas
tinte emotivo. Un obstruccionista* puede recitar el Hia- lenguas, y en otras mayoritariamente, llevado a cabo por me-
watha porque es un texto largo, por más que la poeticidad dio de fonemas marginales, asilábicos. En la llamada versifi-
continúe siendo la intención primaria del texto en sí. Es evi- cación silábica, el número de fonemas silábicos en una cadena
dente que la existencia de los anuncios en verso, con música métricamente delimitada (unidad de duración) es una cons-
e imágenes, no separa los problemas de la forma métrica, mu- tante, mientras que la presencia de un fonema asilábico o un
conglomerado de dos fonemas silábicos en una cadena métri-
9 G. M. Hopkins, The journals and papers, ed. por H. House (Lon- ca es sólo una constante en las lenguas con repetición inevita-
dres 1959). ble de fonemas asilábicos entre los silábicos, y, asimismo, en
* Obstruccionista traduce el término inglés filibuster, que en la jerga aquellos sistemas métricos en los que el hiato está prohibido.
política norteamericana se aplica a quien, con objeto de hacer oposi- Otra manifestación de la tendencia hacia un modelo silábico
ción, ocupa la tribuna del Senado todo el tiempo posible hablando de
cualquier cosa para que sea materialmente imposible presentar o defen- uniforme consiste en evitar las sílabas cerradas al final de
der una moción. verso, como podemos ver, por ejemplo, en las canciones épi-
364 POÉTICA Lingüistica y poética 365
cas serbias. El verso silábico italiano manifiesta una tenden. Picos silábicos, fonémicamente largos y breves. Pero en los
cia a tratar una secuencia vocálica no separada por fonemas modelos métricos, como en el griego clásico y en el árabe,
consonánticos como una sola sílaba métrica, que equiparan la cantidad “por posición” a la cantidad “por
En algunos sistemas de versificación, la sílaba es la únicanaturaleza”, las sílabas mínimas que consisten en un fonema
unidad constante de medición del verso, y un límite grama. = consonántico y una vocal de una mora se contraponen a las
tical es la sola línea constante de demarcación entre secuen. sílabas con excedente (una segunda mora o una consonante
cias medidas, mientras que en otros sistemas las sílabas son final) como sílabas más simples y menos prominentes con-
dicotomizadas a su vez en más o menos prominentes, y/o se irapuestas a las más complejas y prominentes,
distinguen en ellos dos niveles de límite gramatical en su fun- Todavía queda pendiente la cuestión de si, además del
ción métrica, las lindes de palabras y las pausas sintácticas, verso acentual y cronémico, existe un tipo de versificación
Exceptuando las variedades del llamado verso libre, que “tonémico” en las lenguas que se sirven de diferencias de
se basan exclusivamente en una conjugación de entonaciones entonación silábica para distinguir la significación de los vo-
y pausas, todo metro emplea la sílaba como unidad de me- cablos.! En la poesía clásica china,” las sílabas con modu-
dida, cuando menos en algunas secciones del verso. Así, en Jación (en chino #sé, ‘tono encorvado”) se oponen a las síla-
el verso puramente acentual (sprung rhythm “ritmo sacu- bas no moduladas (p’ing, “tono enhiesto’), por más que apa-
dido”, en términos de Hopkins), el número de sílabas del rentemente esta oposición tiene como sustrato un principio
tiempo débil (llamado slack “blando”, por Hopkins) puede ser cronémico, como ya Polivanov sospechó* y netamente in-
variable, pero el tiempo fuerte (ictus) no contiene nunca más * terpreté Wang Li;™ en la tradición métrica china, los tonos
de una sola sílaba. enhiestos parecen estar en oposición a los tonos encorvados
En todo verso acentual, el contraste entre los grados de como las cumbres silábicas largas a las breves, de manera
prominencia se consigue por medio de sílabas sujetas a acen- que el verso se basa en la oposición entre longitud y bre-
to frente a sílabas inacentuadas, La mayoría de sistemas acen- vedad.
tuales operan primariamente con el contraste entre sílabas Joseph Greenberg me llamó la atención sobre otra vatie-
con y sin acento de palabra, pero algunas variedades de dad de versificacién tonémica: el verso de las adivinanzas
verso acentual usan acentos sintácticos o de frase—aquellos efik basadas en el rasgo de nivel (level feature), En el ejem-
que Wimsatt y Beardsley califican de “acentos principales de
las palabras principales” y que en calidad de prominentes es-
| 11 R, Jakobson, O ¿eiskom stixe preimuitestvenno v sopostavlenii s
tán en oposición a las sílabas que carecen de un tal
sintáctico principal.
acento russkim, Sbornik po Teorii Potticeskogo Jazyka N° 5 (Berlín y Mos-
cú 1923).
En el verso cuantitativo (“cronémico”), las sílabas, largas 23, L Bishop, “Prosodic elements in T'ang poetry”, en Indiana
y breves, se contraponen como más prominentes a menos University Conference on Oriental-Western Literary Relations (Chapel
prominentes, Este contraste está generalmente a cargo de nú- | Hill 1955). K 4
13 E. D. Polivanov, “O metrigeskom xarahtere kitajskogo stixoslože-
nija”, DRAN Serija V (1924), 156-8.
10 A, Levi, “Della versificazione italiana”, AR, XIV (1930), secs, 14 Wang Li, Han-yii Shib-lä-bsüeh [La versificación china] (Shang-
vor. hai 1958).
372 POÉTICA Lingüistica y poética 373
|
campesino serbio que recite poesía épica, memoriza, repite | artes que se mueven en la secuencia temporal. Hay varios
y, hasta cierto punto, improvisa miles y a veces decenas de problemas lingiifsticos—por ejemplo, la sintaxis—que asi-
miles de versos, y su metro está vivo en su espíritu. Incapaz mismo traspasan los límites de la lengua y son comunes a
de abstraer sus reglas, no por ello deja de percatarse de ellas varios sistemas semióticos. Incluso podríamos hablar de la
y rechaza la más mínima infracción a estas reglas. Cualquier * gramática de las señales de tráfico. Existe un código de se-
verso épico serbio contiene precisamente diez sílabas y ya ñales según el cual una luz amarilla junto con una verde
seguido de una pausa sintáctica. Por lo demás, existe una anuncia que la circulación está a punto de ser impedida, y
linde de palabra obligatoria antes de la quinta sílaba y una combinada con una roja anuncia la inminente cesación de la
ausencia de linde de palabra antes de las sílabas cuarta y dé prohibición; pues bien, la señal amarilla nos da un ejemplo
cima. Asimismo, el verso tiene unas características cuanti- análogo del aspecto completivo del verbo. El metro poético,
tativas y acentuales significativas2 no obstante, dispone de tantas peculiaridades intrínsecamen-
Este “corte” (break) épico serbio, juntamente con mu- te lingüísticas que mejor será describirlo desde un punto de
chos más ejemplos similares presentados por la métrica com. vista puramente lingüístico.
eee"
Tees parativa, sirven para prevenir de la identificación, que es Digamos de paso que ninguna propiedad lingüística de
errónea, del corte con la pausa sintáctica. La linde de pa- modelo de verso debería pasarse por alto. Así, por ejemplo,
labra obligatoria no tiene por qué combinarse con la pau- sería un lamentable error negar el valor constitutivo de la
sa, y ni siquiera está pensada para ser percibida por el oído, . entonación en el metro inglés. Aun dejando de lado su papel
El análisis de las canciones épicas serbias, grabadas en cinta fundamental en los metros de un maestro del verso libre in-
magnetofónica, demuestran que no hay rastros audibles obli- glés como Whitman, imposible resulta ignorar la si
gatorios del corte, y sin embargo el narrador condenará ción métrica de la entonación pausal (“juntura final”), ya sea
de inmediato cualquier tentativa de supresión de la linde de “cadencia” o “anticadencia”, en poemas como The rape
palabra antes de la quinta sílaba con un cambio insignificante of the lock, que intenc mente evita el encabalgam
la
en el orden de las palabras. El hecho gramatical de que las to de los versos. Pero ni siquiera una tremenda acumulación
sílabas cuarta y quinta pertenecen a dos unidades léxicas di- de encabalgamientos ocultará nunca su estatuto de variación
ferentes basta ya para la percepción del corte. Así, el pro» digresivo; siempre pondrá de relieve la coincidencia de la
blema del modelo de verso difiere netamente de los proble- pausa sintáctica y la entonación pausal con el límite métrico.
mas de simple forma fónica; es un fenómeno lingiifstico Sea cual fuere la lectura que el rapsoda dé, la constricción
mucho más amplio y no se presta a un tratamiento fonético entonacional del poema se mantendrá. El contorno entona-
aislado. cional inherente a un poema, a un poeta, a una escuela poé-
Digo “fenómeno lingüístico” aun a sabiendas de que Chat- + tica, es uno de los temas más interesantes discutidos por los
man afirma que “el metro existe como un sistema fuera de formalistas rusos.”
la lengua”. Sin duda, también el metro aparece en otras |
21 R, Jakobson, “Studies in comparative Slavic metrics”, OSP TIT 22 S. Karcevskij, “Sur la phonologie de la phrase”, TCLP, IV (1931),
188-223.
(1952), 21-66. CE. también, id., “Uber den Versbau der Serbokroat- 23 B. Rjxenbaum, Melodika stixa (Leningrado 1922), y V. Zirmun-
ischen Volksepen”, ANPE, VÍLIX (1933), 44-53- skij, Voprosy teorii literatury (Leningrado 1928).
EEE
374 POETICA
Lingüistica y poética 375
El modelo de verso toma cuerpo
sos. Por lo general la variación libre ende los ejemplos de ver.
estos ejemplos suele
refuerzo exclamativo de la primera sílaba [ab-súrd]. Pero,
ser designada con la etiqueta un tanto equi sea cual fuere la solución que el rapsoda adoptare, el despla-
voca
Hay que distinguir tajantemente una variació de “ritmo”, zamiento del acento de palabra del tiempo marcado al tiem-
plos de verso de un poema dado, de los ejemplos de reali. 7 po
n en los ejem.
y
no marcado sin pausa anterior no deja de hacerse sentir,
zación (delivery instances) variables. La inte el momento de expectación frustrado queda bien patente,
nció
n “de des- Dondequiera que el rapsoda ponga el acento, la discrepancia
cribir un verso tal como ha sido efec
tivamente recitado” entre el acento de palabra inglés en la segunda sílaba de ab-
tiene menos valor para el estudio del análi
sis sincrónico e surd y el tiempo marcado vinculado a la primera sílaba con-
histórico de la poesía que para el estudio de su reci
actual y tación tinúa siendo un rasgo constitutivo de ejemplo de verso. La
pretérita, Por lo demás, la cosa es simple
y clara; tensión entre el ictus y el acento de palabra usual es inhe-
“Muchas son las recitaciones del mismo poema
(y difieren rente a este verso, y ello independientemente de las inter-
entre sí en muchos aspectos). Una ejec
ución es un evento, pretaciones diferentes que de él puedan dar actores y lecto-
pero el poema en sf, si poema hay, tiene
que ser un objeto res, Como hace notar Gerard Manley Hopkins en el prefacio
duradero”. Este sabio lema de Wimsatt y Bear
dsley perte- a sus poemas, “dos ritmos se mueven, de alguna manera, al
nece, a decir verdad, al fondo esencial de
la métrica mo- mismo tiempo”.*% Podemos reinterpretar su descripción de
derna.
En los versos de Shakespeare, la segunda síla este movimiento de contrapunto. La superposición de un
ba, acentua-
da, de la palabra absurd suele caer en tiempo marcado, pero principio de equivalencia a la secuencia verbal o, en otros
en una ocasión, en términos, el encabalgamiento de la forma métrica sobre la
el tercer acto de Hamlet, cae en tiempo
no marcado: “No, let the candied tongue lick forma lingüística habitual, da necesariamente el sentimiento
absurd pomp” de una conformación doble, ambigua, a cualquiera que esté
“No, que la lengua almibarada lama la
absurda pomposi- familiarizado con la lengua en cuestión y su poesía. Ast las
dad”. El rapsoda podr palabra absurd de este
verso ya sea acentuando la primera sílaba, convergencias como las divergencias entre ambas formas, tan-
ya la última, de to las expectaciones satisfechas como las frustradas, causan
acuerdo con el acento de la palabra, de acue
rdo con la acen-
tuación normal. Igualmente, podrá subordinar el acento del este sentimiento.
adjetivo en favor del La manera como-el ejemplo de verso se expresa en un
acento sintáctico fuerte de la palabra ejemplo dado de realización depende del modelo de realiza-
principal que sigue, tal como Hill sugiere:
“No, lèt thé ción (delivery design) del rapsoda. Puede adherirse a un esti-
cándied tóngue lick äbsùrd pómp”,* de acue
rdo con la con- lo determinado de escandir versos, o tender hacia una proso-
cepción de Hopkins de los antispastos ingl
eses: “regrét nè- dia de tipo prosaico, u oscilar libremente entre ambos polos,
ver”.25 Finalmente queda la posibilidad de
modificaciones Hay que estar en guardia ante el binarismo simplista que
enfáticas ya a través de una “acentuación fluc
tuante” (schwe- reduce dos pares a una sola oposición, ya sea suprimiendo la
bende Betonung) que abarque ambas sílabas,
o mediante el distinción básica entre modelo de verso y ejemplo de verso
24 A. A. Hill, reseña publicada en Lang
25 G, M. Hopkins, Journals and papers. uage, XXIX (1953), 549-561. 20 G. M. Hopkins, Poems, ed. por W. H. Gardner (Nueva York y
pa Londres 1948%).
376 POETICA Lingüistica y poética 377

(así como entre modelo de realización y ejemplo de realiza. es mucho más realista y científica que todas las manías de
ción) o identificando equivocadamente el ejemplo de reali- aislacionismo fonético.
zación y el modelo de realización con el ejemplo de verso y el Por más que la rima se base por definición en una repe
modelo de verso: tición regular de fonemas o grupos fonémicos equivalentes,
sería una simplificación trasnochada tratar el ritmo sólo des-
“But tell me, child, your choice; what shall I buy de el punto de vista del sonido. La rima implica necesaria-
You?”—* Father, what you buy me I like best”. mente relación semántica entre las unidades en rima (“com-
pañeros de rima”, en la terminología de Hopkins). En el
Estos dos versos de “The handsome heart”, de Gerard análisis de una rima nos enfrentamos ante el problema de si
Hopkins contienen un fuerte encabalgamiento que sitúa la es o no un homoyotéleuton, que apareja sufijos de deriva-
linde del verso antes de la palabra final de una frase, de una ción y/o de inflexión similares (felicitación-condecoración),
oración, de un enunciado. La recitación de estos endecasíla- o si las palabras rimantes pertenecen a categorías gramatica-
bos podrá ser estrictamente métrica, con una pausa neta en- les idénticas o diferentes. Así, por ejemplo, la cuádruple
tre buy y you, y suprimiendo la pausa que sigue a esta última rima de Hopkins es un acuerdo entre dos nombres—kind
palabra. O, por el contrario, se podrá hacer gala de un estilo y mind—, ambos en contraste con el adjetivo blind y el
“prosaico”, sin separación alguna entre las palabras buy you verbo find. ¿Hay una vecindad semántica, una especie de
y con una marcada entonación pausal al final de la pregun- similaridad entre unidades léxicas rimantes como en cielo-
ta. Pero ninguna de estas maneras de recitar podrá, con velo, amor-pudor, frente-mente, hombre-nombre? ¿Realizan
todo, ocultar la discrepancia intencional entre la división los miembros en rima la misma función? La diferencia entre
métrica y la sintáctica. El sistema métrico de un poema con- la clase morfológica y la aplicación sintáctica puede ponerse
tinúa siendo totalmente independiente de su realización. Con de manifiesto en la rima. Así, en los versos de Poe: “While
ella no pretendo liquidar la interesante cuestión del Anto- I nodded, nearly napping. suddenly there canse a tapping,
renleser y Selbsileser lanzada por Sievers” as of someone gently rapping”, las tres palabras en rima,
Sin duda alguna, el verso es ante todo una “figura fónica” morfológicamente iguales, son sintácticamente diferentes.
que se repite. Principalmente, sí, pero nunca exclusivamente, Las rimas totalmente o en parte homónimas, ¿son prohibi-
Toda tentativa por limitar convenciones poéticas tales como das, toleradas o favorecidas? Así, homónimos plenos como
el metro, la aliteración o la rima al plano fónico no pasa hecho-echo, haré-aré, vasto-basto, hierro-yerro. ¿Qué decir,
de especulaciones sin justificación empírica. La proyección por otra parte, de rimas como amiga-miga, infinito-bito,
del principio ecuacional en la secuencia tiene una significa- amapola-ola, sonrio-rio? ¿Y qué de las rimas compuestas
ción mucho más profunda y amplia, La opinión de Valéry de (como las de Hopkins enjoyment-toy meant o began some-
que la poesía es un “dudar entre el sonido y el sentido”? ramsom), en las que una unidad verbal concuerda con un
grupo de palabras?
21 E, Sievers, Ziele und Wege der Schallanalyse (Heidelberg 1924). Un poeta o una escuela poética puede orientarse en favor
28 P, Valéry, The art of poetry, Bollingen Series No 45 (Nueva York o en contra de la rima gramatical; las rimas tienen que ser
1958). ya gramaticales ya antigramaticales; una rima agramatical,
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|
indiferente a la relación entre sonido y estructura gramati- | paralelismo más marcado en las palabras y en el sentido ... Al tipo
cal, pertenecerá, como todo agramatismo, a la patología ver.
de paralelismo marcado o saliente corresponden la metáfora, el símil, la
parábola, etc., en donde el efecto se busca en la semejanza de las co-
bal. Si un poeta tiende a evitar las rimas gramaticales, será sas, y en la antítesis, el contraste, ctc, en donde se busca en la desi-
que para él, como decía Hopkins, “dos son los elementos gualdad31
que el espíritu discierne en la belleza de la rima, la igualdad
o semejanza de sonido y la desigualdad o diferencia de sig. En una palabra, la equivalencia de sonido, proyectado en la
nificado”.2? Sea cual sea la relación entre el sonido y el signi- secuencia como su principio constitutivo, envuelve inevita-
ficado en las diferentes técnicas de la rima, ambas esferas blemente una equivalencia semántica, y en todo nivel lin-
están necesariamente implicadas. Después de las observacio- gúístico cualquier constituyente de esta secuencia produce
nes iluminadoras de Wimsatt sobre la significación de la uno de los dos sentimientos correlativos que Hopkins cla-
rima* y los inteligentes estudios modernos de los sistemas ramente define como “comparación en razón de la igualdad”,
rítmicos eslavos, un estudioso de la poética apenas podrá ya y “comparación en razón de la desigualdad”,
sostener que las rimas sólo significan en un sentido muy El folklore nos ofrece las formas de poesía más netas y es-
vago. tereotipadas, notablemente adecuadas a un análisis estructural
La rima no pasa de ser un caso particular, condensado, de (como ilustró Sebeok con los ejemplos cheremisios). Aque-
un problema poético más general, e incluso podríamos decir llas tradiciones orales que emplean el paralelismo gramatical
más fundamental, eso es, el paralelismo. Una vez más, Hop- para poner en conexión los versos consecutivos, por ejem-
kins, en sus artículos de 1865, hizo gala de una prodigiosa plo, los sistemas métricos fino-úgricos* y en un alto grado
intuición de la estructura de la poesía: también la poesía popular rusa, pueden analizarse provecho-
samente a todos los niveles lingiifsticos: fonológico, morfo-
Lo que de artificial tiene la poesía (o tal vez estaríamos en lo cierto lógico, sintáctico y léxico: vemos cuáles son los elementos
si dijéramos todo artificio) se reduce al principio del paralelismo, La concebidos como equivalentes y cómo, a cierta nivel, la
estructura de la poesía es de un paralelismo continuo, que va desde los igualdad viene templada por una neta diferencia en otro.
técnicos paralelismos de la poesía hebrea y las antífonas de la música
eclesiástica hasta lo intrincado del verso griego, italiano o inglés. Pero Estas formas nos permiten verificar la sabia sugerencia de
el paralelismo tiene que ser forzosamente de dos tipos: de oposición Ransom de que “el proceso que media entre el metro y el
claramente marcada, o de oposición transicional o cromática. Sólo el significado es el acto orgánico de la poesía, e implica todos
primer tipo, el del paralelismo marcado, tiene que ver con la estructu | sus rasgos importantes”.53 Estas estructuras tradicionales po-
ra del verso: en el ritmo, la repetición de una secuencia de sílabas de- drían disipar las dudas de Wimsatt sobre la posibilidad de
terminada; en el metro, la repetición de una cierta secuencia del ritmo;
en la aliteración, en la asonancia y en la rima. Ahora bien, la fuerza de escribir una gramática de la interacción del metro con el sen-
esta repetición consiste en engendrar una repetición o paralelismo que tido, así como una gramática de la disposición de las metá-
le corresponda en palabras o ideas, y, hablando en general y más como
tendencia que como resultado invariable, un paralelismo más marcado, 41 G. M. Hopkins, Journals and papers.
ya en su estructura, ya en su elaboración o en su tono, engendrará un 32 R. Austerlitz, ObUgric metrics, FFC N° 174 (1958), y W. Stei-
nitz, Der Parallelismus in der finnisch-karelischen Volksdichtung, FEC
29 G, M. Hopkins, Journals and papers. N? 115 (1934).
30 Y, K. Wimsatt, Jr., The verbal icon (Lexington 1954). 33 J, C, Ransom, The new criticism (Norfolk, Conn. 1941).
380 POÉTICA Lingüistica y poética 381
foras. Una vez el paralelismo pasa a ser canon, la interacción rece un valiente muchacho, como un soberbio halcón de
entre metro y significado y la disposición de los tropos cesan detrás de las colinas. En el otro ejemplo, empero, la cone-
de ser “partes libres, individuales e imprevisibles, de la xión semántica se vuelve ambigua. Se insinúa una compa-
poesía”. ración entre el novio que aparece y el caballo al galope, pero
Pasemos a traducir unos pocos versos típicos de las can- al mismo tiempo el alto del caballo ante la corte anticipa el
ciones rusas de boda sobre la aparición del novio: acercamiento del protagonista a la casa. Así, antes de intro-
ducir el caballo y el zaguán de la novia, la canción evoca
Un valiente muchacho se dirigía al pórtico, las imágenes contiguas, reetonimicas, del caballo y del esta-
Vasilij andaba hacia el zaguán. blo: la posesión en vez del posesor, el exterior en vez del
interior. La presentación del novio puede repartirse en dos
La traducción es literal; pero en ruso los verbos están al fi- momentos consecutivos incluso sin sustituir el caballo por
nal de ambas frases (“Dobroj mólodec k sénitkam privorá- el caballero; “Un valiente muchacho se dirigía al galope al
čival, // Vasilij k téremu prixáñival”). Los versos se cortes- patio, / Vasilij andaba hacia el zaguán”. Así, el “orgulloso
ponden por entero, tanto sintáctica como morfológicamente. caballo”, que emerge en el verso precedente en un lugar
Los dos versos predicativos tienen los mismos prefijos y su- métrico y sintáctico semejante al del “valiente muchacho”,
fijos y la misma vocal alternante en el tema; son iguales en representa, propiamente hablando, una semejanza y, a la vez,
aspecto, tiempo, número y género; y, lo que es aún más, son una posesión representativa de este muchacho: pars pro toto,
sinónimos, Ambos sujetos, el nombre común y el nombre en relación al caballero. La imagen del caballo se encuentra
propio, se refieren a la-misma persona y forman un grupo en en la línea fronteriza entre la metonimia y la sinécdoque.
aposición. Los dos complementos de lugar están expresados De estas sugestivas connotaciones del “orgulloso caballo” se
por construcciones preposicionales idénticas, y el primero se sigue una sinécdoque metafórica: en las canciones de boda y
relaciona con el segundo por sinéednane otras variedades del repertorio erótico ruso, el masculino
Estos versos podrían presentarse precedidos de otro verso retiv kon’ se convierte en un símbolo fálico latente o incluso
de composición gramatical (sintáctica y morfológica) pareci- patente,
da: “Ni un soberbio halcón volaba allende las colinas” o “ni Ya en los años de 1880, Potebnja, un notable investiga-
un orgulloso caballo corría al galope a la corte”. El “sober- dor de la poética eslava, señaló que en la poesía folklórica
bio halcón” y el “orgulloso caballo” de estas variantes están un símbolo aparece materializado (oveščestvlen), convertido
en relación metafórica con “valiente muchacho”. Ahí tene- en un elemento accesorio del ambiente. “Sin dejar de ser un
mos un paralelismo negativo eslavo tradicional: refutación símbolo, se pone en conexión con la acción. Así, un símil
del estado metafórico en favor del estado factual. La nega- se presenta bajo la forma de una secuencia temporal”.5* En
ción ne puede, sin embargo, omitirse: “Jasjón sokol zá gory los ejemplos que Potebnja sacó del folklore eslavo, el sauce,
zaljótyval” (“Un soberbio halcón volaba allende las colinas”), bajo el cual pasa la muchacha, sirve a la vez de imagen de
o “Retív kon’ kó dvoru priskákival” (“Un orgulloso caballo
corría al galope a la corte”). En el primero de los dos ejem- 34 A, Potebnja, Ob” jasnenija malorusskix i srodnyx narodnyx pesen
plos, la relación metafórica se mantiene: en el pórtico apa- (Varsovia, I: 1883; II: 1867).
388 POETICA Lingüistica y poética 389

y así las palabras checas citadas no pueden rimar con body, unos problemas mucho más complejos para la poética de lo
doby, kozy, roby. En las canciones de algunos pueblos in- que ocurre con cualquier otra área lingüística transicional.
dios americanos como los pima-papagos y los tepecanos, se- En este caso la transición se da entre la lengua estrictamente
gún las observaciones de Herzog—sólo en parte publica- poética y la estrictamente referencial. Pero la monografía
das—," la distinción fonémica entre plosivas sonoras y sor- pionera sobre la estructura del cuento de hadas de Propp*
das y entre las mismas y las nasales es sustituida por una nos muestra que un enfoque sólidamente sintáctico puede
variación libre, mientras que la distinción entre labiales, den- ser un auxilio primordial incluso para clasificar los argumen-
tales, velares y palatales se mantiene rigurosamente. Asi, en tos tradicionales y poner de manifiesto las enredadas leyes
la poesía de estas lenguas las consonantes pierden dos de subyacentes a su composición y selección. Los nuevos estu-
los cuatro rasgos distintivos, sonoro/sordo, y nasal/oral, dios de Lévi-Strauss*® nos ofrecen un enfoque mucho más
manteniendo los dos restantes, grave/agudo, compacto/di- profundo, pero esencialmente parejo del mismo problema.
fuso. La selección y estratificación jerárquica de las catego- No es pura casualidad el que las estructuras metonímicas
rías válidas es un factor de primera importancia para la poé hayan sido menos exploradas que el campo de la metáfora.
tica tanto a nivel fonológico como gramatical. Permítaseme insistit en mi vieja observación de que el es-
Las antiguas teorías literarias indias y las latinas de la tudio de los tropos poéticos se ha centrado especialmente
Edad Media distinguían netamente dos polos de arte verbal, en la metáfora, y que la supuesta literatura realista, estre-
llamados en sánscrito páñcali y vaidarbbi, correspondientes chamente vinculada con el principio metonímico, aún se re-
al latín ornatus difficilis y ornatus facilis, este último sien- iste-a la interpretación, por más que la misma metodología
do, claro está, mucho más difícil de analizar lingúfsticamente úística, de que se sirve la poética al analizar el estilo
a causa de que en estas formas literarias los recursos verba- metafórico de la poesía romántica, es totalmente aplicable
les no son patentes y la lengua parece casi un ornamento a la textura metonímica de la prosa realista.**
a Pero podemos decirir con Charles Sanders Peirce Los manua creen en la existencia de poemas
que “tal ropaje nunca puede quitárselo completamente de en- imaginería, peró en realidad la escasez de tropos léxicos vie-
cima; se cambia simplemente por algo más diáfano”.*% La ne compensada por espléndidos tropos y figuras gramatica-
“composición sin verso” (verseless composition), como Hop- les. Los recursos poéticos velados por la estructura morfoló-
kins llama a la variedad en prosa del arte verbal, en la que gica y sintáctica de la lengua, en una palabra, la poesía de la
los paralelismos no están tan netamente marcados nison tan gramática, y su producto literario, la gramática de la poesía,
estrictamente regulares como el “paralelismo continuo”, y
en la que no se da una figura sonora dominante, presenta
44 V. Propp, Morphology of the folktale (Bloomington 1958).
45 C. Lévi-Strauss, “Analyse morphologique des contes russes”,
41 G. Herzog, “Some linguistic aspects of American Indian poetry”, IJSLP, ITI (1960); id., “La geste d'Asdiwal”, EPHE (1958-59), 3-43;
Word, 11 (1946), 82. z id., “The structural study of myth”, en T. Sebeok, ed., Myth: A syr-
42 L. Arbusow, Colores rhetorici (Göttingen 1948). posium (Philadelphia 1955), pp. 50-66.
43 C. S. Peirce, Collected papers, vol. I (Cambridge, Mass. 1931), 46 R. Jakobson, “The metaphoric and metonimic poles”, en Funda-
p. 171. mentals of language (La Haya 1956), pp. 76-82,
390 POÉTICA Lingútstica y poética 391

apenas han sido conocidos por los críticos y han sido casi Yet Brutus says he was ambitious,
siempre olvidados por los lingüistas, por más que hayan sido And, sure, he is an honourable man.*
tratados con maestría por los escritores creativos.
La principal fuerza dramática del exordio de Marco An. El políptoton que sigue (I speak ...Brutus spoke ... I
tonio a la oración fúnebre de César, Shakespeare la consigue am to speak) presenta el repetido testimonio como un discur-
jugando con categorías y construcciones gramaticales. Marco so simplemente referido en lugar de los hechos reportados.
Antonio satiriza el discurso de Bruto permutando las razo- El efecto consiste, dirfemos en lógica modal, en el contexto
nes alegadas para el asesinato de César en simples ficciones oblicuo de las razones alegadas, que las convierte en oracio-
lingüísticas. La acusación por parte de Bruto de que “as he nes para ser creídas sin pruebas:
[César] was ambitious, 1 slew him” (“lo maté, pues era
ambicioso”), va sufriendo una serie de transformaciones su- I speak no to disprove what Brutus spoke,
cesivas. Primero, Marco Ántonio la reduce a una simple cita But bere I am to speak what I do know.**
que hace responsable del enunciado al locutor citado: “The
noble Brutus/Hath told you...” (“El noble Bruto/os ha di. El recurso más eficaz en la ironía de Marco Antonio es el
cho...”). Al repetirla, esta referencia a Bruto se pone en opo- modus obliquus de los abstractos de Bruto cambiados en
sición a las aserciones del propio Marco Antonio mediante un modus rectus para patentizar que estos atributos reifica-
la adversativa but “pero”, que luego se rebajará a la concesiva , dos no pasan de ser más que ficciones lingüísticas. A la afir-
yet ‘sin embargo”. La referencia al honor del testigo cesa de mación de Bruto, que asegura “he was ambitious”, Marco
justificar la testificación, al ser repetida con substitución de la Antonio responde, primero, pasando el adjetivo del agente
simple copulativa and ‘y’ en lugar de la causal for “pues”, y a la acción (“Did this in Caesar seem ambitious?” “¿Parecía
ya al final se pone en cuarentena con la maliciosa inserción César en esto ambicioso?”), luego entresacando el nombre
de un sure ‘sin duda “amb virtié de
construcción pasiva concreta “Ambition should be made of
«+. The noble Brutus sterner stuff” (‘La ambición debería estar hecha de más dura
Hath told you Caesar was ambitious; estofa’) y luego a un substantivo predicado de una oración
interrogativa “Was this ambition?” (‘¿Era eso ambición?”),
el llamamiento de Bruto “hear me for my cause” (*oídme mis
For Brutus is an honourable man,
razones”) es contestado por el mismo substantivo in recto, el
sujeto hipostasiado de una construcción interrogativa, activa:
But Brutus says he was ambitious,
And Brutus is an honourable man. +... El noble Bruto / os ha dicho que César era ambicioso; ...pues
Bruto es un hombre honrado, ... pero Bruto dice que era ambicioso, /
y Bruto es un hombre honrado. . . Sin embargo, Bruto dice que era
Yet Brutus says he was ambitious, ambicioso, / y, sin duda alguna, él es un hombre honrado.
And Brutus is an honourable man. ** Hablo, no para desmentir lo que Bruto ha dicho, / estoy aquí para
hablar de lo que sí sé,
392 POÉTICA Lingüistica y poética 393
“What cause withholds you ...?” (*¿Cuál es la causa que te En poesía, la forma interna de un nombre, a saber, la carga
impide ...??). Donde Bruto dice “awake your senses, that you semántica de sus constitutivos, vuelve a conquistar su fuerza,
may the better judge” (“Espabilad, para que juzguéis lo me- Los “cocktails” pueden tomar de nuevo su olvidado paren-
jor’), el substantivo abstracto derivado de “judge” se convier- tesco con el plumaje. Sus colores están realzados en los versos
te en un agente apostrofado en el discurso de Marco Antonio: de Mac Hammond: “The ghost of a Bronx pink lady // With
“O judgment, thou art fled to brutish beasts ...” (Ay, jui- orange blossoms afloat in her hair”, y la metáfora ctimolé-
cio, has caído entre brutos salvajes!”). De paso, este apéstro- gica llega a consumarse: “O, Bloody Mary, // The cocktails
fe con su paronomasia Brutus-brutish es una reminiscencia have crowed not the cocks”* (“At an old fashion bar in
de la exclamación de César: “Et tu, Brute!” Las propieda- Manhattan”). El poema “An ordinary evening in New
des y las acciones se nos presentan in recto, en cambio sus Haven”, de Wallace Stevens, pone de relieve los términos
agentes aparecen ya in obliquo (“withholds you”, “to brut- que componen el nombre de la ciudad, primero con una dis-
ish beasts”, “back to me”), o como sujetos de acciones ne- creta alusión al cielo y luego con una oposición, como un re-
gativas (“men have lost”, “I must pause”): truécano, parecida a la oposición Heav-en Haven de Hop-
kins:
You all did love him once, not without cause;
What cause withholds you then to mourn for him? The dry eucalyptus seeks god in the rainy cloud.
O judgment, thou art fled to brutish beasts, Professor Eucalyptus of New Haven seeks him in New
And men have lost their reason!* Haven

Los dos últimos versos del exordio de Marco Antonio nos The instinct for heaven had its counterpart:
muestran la independencia de estas metonimias gramaticales; The instinct for earth, for New Haven, for his room ...**
El esterentipado “I mourn for X” y el figurativo (aunque
estereotipado) “X is in the coffin and my heart is with him” Una serie de concatenaciones de términos opuestos ponen al
o “goes out to him” dan lugar en el discurso de Marco An- descubierto el adjetivo New del nombre de la ciudad:
tonio a una osada metonimia; el tropo pasa a formar parte
de la realidad poética:
* Traducción de los versos de Mac Hammond: “Oh, Bloody Mary,
My heart is in the coffin there with Caesar, 11 1os cócteles, no los gallos, han cantado”. Para la comprensión de los
And I must pause till it come back to me.** versos precedentes, recuérdese que Bloody Mary es el nombre de una
bebida hecha especialmente de vodka y jugo de tomate (un cóctel, en
inglés cocktail, pues), y que en inglés gallo es cock; de ahí el juego con
cocktail (‘cola de gallo"), y la intención de Jakobson al presentar el
* Otrora todos lo amasteis, y ello no sin motivo; / ¿qué motivo os ejemplo.
impide ahora llorarle? / ¡Ay, juicio, has caído entre brutos salvajes, / y %* El seco eucalipto busca a Dios en la nube que anuncia la lluvia.
los hombres han perdido el seso! El profesor Eucalipto de New Haven, lo busca en New Haven / ... El/
** Mi corazón está en el féretro, allí junto a César,/ydebo callar instinto del cielo tenía su contrapartida: el instinto por el suelo, por
hasta que vuelva conmigo. New Haven, por su habitación ..,
394 POETICA Lingüistica y poética 395
The oldest - newest day is the newest alone. hecho ver que el tiempo en que lingüistas e historiadores de
The oldest - newest night does not creak by ...* la literatura evitaban cuestiones de estructura poética está
ya sin remisión detrás nuestro. Más, como Hollander lo ex-
Cuando en 1919 el Círculo Lingiifstico de Moscú buscaba presara, “no parece que haya razón alguna para separar lo
cómo definir y delimitar el alcance de los epitheta ornantia, literario de lo que es lingúística globalmente”. Si existen aún
el poeta Majakovskij nos apostrofó diciendo que para él algunos críticos que dudan de la competencia de la lingúísti-
cualquier adjetivo, y no sólo en poesía, era un epíteto poé- ca en lo tocante al campo de la poética, yo por mi parte creo
tico, incluso el “mayor” de “la Osa Mayor”, o “grande” y que se ha confundido la incompetencia en materia poética
“pequeña” (bol’taja y malaja) de los nombres de calles mos- de algún lingüista de pocos alcances con la operancia de la
covitas como Bol’Saja Presnja y Malaja Presnja. En ottas pa- ciencia lingüística en sí. Todos los aquí presentes nos perca-
labras, la poeticidad no consiste en añadir una ornamenta- tamos claramente de que un lingüista que preste oídos sor-
ción retórica al discurso, sino en una revalorización total del dos a la función poética del lenguaje y un estudioso de la
discurso y de cualesquiera de sus componentes. literatura indiferente a los problemas lingüísticos y no fami-
Un misionero censuraba a su grey en una tribu africana liarizado con los métodos lingüísticos son anacronismos fla-
por andar desnudos. “¿Y tú qué?”, le espetaron señalando grantes.
su rostro, “¿no estás tú también desnudo de aquí?”. “Bue:
no, pero esto es la cara”. “Pues para nosotros todo es cara”,
le contestaron los nativos. Así pues, todo elemento verbal
se convierte, en poesía, en figura del discurso poético.
Después de haber intentado vindicar el derecho y el de-
ber de la lingüística de dirigir la investigación del arte ver-
bal en todos sus aspectos y extensión, concluiré con la mis-
ma frase con que resumí mi conferencia en el congreso
de 1953 aquí en esta misma universidad de Indiana: “Lin-
guista sum; linguistici nihil a me alienum puto”*"Si el poe-
ta Ransom está en lo cierto (y lo está) al decir que “la poesía
es una especie de lenguaje”,** el lingüista, que tiene por cam-
po de trabajo todo tipo de lenguaje, puede y debe incluir en
sus estudios a la poesía. El congreso presente claramente ha

* El día más viejo, más muevo es sólo el més nuevo. / La noche más
vieja, más nueva chirría al pasar ...
41 C, Lévi-Strauss, R. Jakobson, C. V. Voegelin y T. A. Sebeok, Re
sults of the Conference of Anthropologists and Linguists (Baltimore
1953), incluido en el presente volumen, infra, pp. 15-37.
48 J, C, Ransom, The world's body (Nueva York 1938).
INDICE ALFABETICO

aberración 923 antropología cultural 15, 17


arbitrariedad del signo lingüís-
tico 173-4, 177
nómico 41; expresivo. 110, archifonema 145, 163-4
112; libre 112 Aristóteles 294
acuidad 51 armonía vocálica 146
acusativo (ruso) 246, 247, 248, Ascoli, G. I. 200 n.
251-2, 253, 254, 256, 257, asociación de lenguas 200, 204
262-3, 265-7, 275-7, 281, 283 aspecto 314,316; (ruso) 318-20,
y n., 293-4, 295, 303; fuerte- 3279
mente regido 246-7, 262; dé- atlas fonémico 62, 212
bilmente regido 246-7 atribución 338
afasia 49, 57, 313, 358: atác- autocategoreméticos, signos 64
tica 102
Bacon, R. 49
Bally, Ch, 63, 1301, 149, 220
ainú: politonía 211 Bartoli, D. 200 n.
aislacionismo en lingüistica la, Baudouin de Cousu
23, 645, 217 140, 183-4, 219
albanés septentrional: polito- bengali: consonantes aspiradas
nía 211 165
alemán: politonía 211 Benveniste, É. 173-4, 177, 178
algonquino: categorías verbales bielorruso: palatalización 233;
313 afinidades fonológicas 201,
aliteración 387 209; fonologización de k’
alófono 22, 28 233; fonologización de ¿
anacoluto 93 233-4
análisis lingüístico 22, 86-7, bilingüismo
91, 219-23; a nivel de ras- binarismo ao, 90, 128, 146,
go 161; distribucional 148; m 160, 166, 192
fonémico 152 bit
analogía 231-2 Bloomfield, L. 92, 143, 147,
annamita: politonfa 211 195, 221
397
398 Indice alfabético Indice alfabético
Boas, F, 73, 201, 333, 337, code switching vid. intercone- checo: acento 206 1; afinidad diacronia 25
338, 339, 341, 343 xión codal fonológica 201; consonantes diálogo 21
Bogorodickij, V. 287 codificación 21-2, 87-8 sonoras vs sordas (Bohemia) Dickinson, E. 350
Bohr, N._71, 87 codificador vid, emisor 223; genitivo 60; influencia difusividad 49, 51, 155, 160
Braque, G, 140, 141 código 20, 213, 83, 307-10, sobre el alemán 207; lengua dígito binario vid. bit
Brentano, F. 101 352, 357 literaria 350; paradigma del Dionisio Areopagita 76
Brondal, V. 51, 136, 240, 243, “Colorless green ideas sleep plural 298, 299 n.; rima 387 discurso: auténimo 309-12;
furiously” 341-2 checoslovaco: afinidad fonológi- citado 307, 312; individual
combinabilidad 50-2, 59 ca 201 21; interior 21
Comenius,J.A. vd. Komenshy, cheremisio: palatalización 209, distintividad 227; vid. también
J.A. 210 n, rasgo distintivo
compactidad 49, 51, 151, 160; Cherry, E. C. 84, 86, 166 dominancia 54
recto 308; testificantes 315 (francés) 155 chino: acento (dialectos meridio- Donne, J. 350
comparativismo histórico 36, nales) 225;versificación 367 dual 56, 73
48, 240 chiste 88, 105 Ducasse, I. vid. Lautréamont
calificador 313, 316 Chomsky, N. A. 92, 180, 181, dungano (chino): palatalización
cambio: lingüístico 25, 27-8, 341-2, 343 210; politonia 210
45-6, 65, 169, 1723, 175, 231, 79-94; — — y tipología chukchi: neologismos 71-2 Durnovo, N. 287-8
303; fónico 230 güística 91
canal vid. contacto conectador 313, 316 danés: oclusión glotal 211 efik: poesía gnómica 365-6
cantidad vocálica 41, 135 conmutador 310-2, 313, 316 elipsis 85, 93, 179
carelio: palatalización 209; afi- consanguinidad lingüfstica
dativo (ruso) 265-7, 275, 283,
284, 285, 286, 293-4, 295, lucución 219
nidades fonológicas 204:5 200 n. 303; de destinación 282; de emisión 87-9
Carnap, R. 64, 107, 309 Constantino el Filósofo 76 inación reflexiva inme- emisor 17, 21-2, 50, 88, 340,
caso 59, 236-41, 243, 252-3; constituyentes inmediatos 39 del complemen- 352, 353
definido 304; di- contacto 352, 356 ta 375
303; indefi contagio: fonológico 207-8; lin- enfáticos (Laziczius) 114, 121
302; oblicuo 303; periféri- güistico 204 débil vid, fuerte vs débil entonación 373
co 266-7, 273, 303; pleno contexto 90, 352, 353 Delbrück, B. 248 épica 361; serbia 361, 363,
266, 273; recto 304 continuas 52 denotatum 140, 141 372
categorías: gramaticales 337-43, contraste 192; prosódico 135 densidad vid. compactidad escritùra 174-5
universales vid. universales; coreano: palatalización 210 derivación sintáctica (Kuryło eslavo: aoristo 228
verbales 312, 316; (ruso) correlación 144-5 wwica) 92 eslovaco: afinidad fonológica
316-31; (inglés) 334-43; vid. Cours de linguistique générale 201
también aspecto, estado, gé descodificación 21-2, 86-7
nero, modo, número, persona, (Saussure) 1167 descodificador vid. receptor esloveno: politonía 211
taxis, testificante, tiempo y criptoanálisis vid. análisis lin- designación 118, 120 estado 314, 316; (ruso) 318
destinador vid. emisor estilo indirecto vid, discurso ci-
nominativo crítica literaria 350 destinatario vid. receptor tado
2545; ación 210 cuantificador 303-4, 313, 316 determinismo: mérfico 41-2; estocástico, proceso 93
Círculo de Lingüfstica de Mos- cubismo 141 temporal 41-2 estonio: palatalización 209;
cú 142 designador 313, 316 politonia 210
Círculo Lingiifstico dePraga 147 Chao, Y. R. 15, 333 Deutschbein, M. 239-40 euskera vid. vasco
400 Índice alfabético Indice alfabético
evidential vid. testificante 303; adnominal 261-2; ad- hipálage 92 Joos, M. 352
evolucionismo 198-9 verbal 258; con adjetivos Hjelmslev, L. 29, 134, 183, Joyce, J. 140
260; con pronombres 260; 184, 185, 195, 219, 240, 241, Julius Caesar (Shakespeare)
familia lingtifstica 200 con numerales 264 1.265 n. 244, 248 n. 390-1
Fant, G. 151, 160 en oraciones adnominales holandés: politonía 211
fenomenología” 63 257-8; de finalidad 2556, homonimia 88, 178, 179
finlandés: palatalización 209 257, 264; de límite 257, 259- hoj ilo indirecto 308; ta kachubo; politonía 211, 213
fonema 53, 80, 98-106, 111-16, 60; 264; denegación 60, xis 315 kanthya 159
119-25, 129-30, 136, 137, 138, 257, 264; de separación 255- Hopkins, G. M. 350, 361, 362, Keats, J. 350, 359
143, 144-6, 147, 149, 156-7, 256, 257, 264; partitivo 257, 363, 364, 374, 375, 376, 377, kipchak: palatales os no palata-
138-9, 161, 183-92, 195, 221-2, 2589 y nn., 264; preposicio- 378, 379, 388, 393 les 210 n.
223; neutralizado 163 nal 264; sujeto 258; en -a húngaro: afinidad fonológica Komenský, J. A. 63
fonemática vid. fonología (Gi) 287-93, 294.5; en -u 201 koryak: neologismos 72
fonética 97-9, 105, 137 (Gii) 287.93, 2945 Husserl, E. 63, 64, 101, 114 Kuznecov, P. S. 176
fonologia 117, 120-1, 222; y geografía lingüística 623, 212-4 Hymes, D. 342, 359, 386 kwakiult: estilo indirecto 308
acústica 124-5; y fonética gesto 15
99, 107, 137; y gramática silyak: combinabilidad fonológi-
222-3, 224-30; y semántica ca 223; consonantes plosivas idiolecto 21 langue/parole (Saussure) 83,
221 vs constrictivas 225, 230-1; imperativo 355 103-5, 202
formas gramaticales 235-9, declinación 299; estado 314; índice 310 Japón: palatalización 209
2446 taxis 315; verbos transitivos indoeuropeo 44 Lautréamont 350
francés: /ā/ y /6/ 172; conso- 2301 información 91-2, 354; teoría Laziezius, J. von 113-4, 121
nantismo 154-5, 156; /e/ y gitano ruso: palatalización 209; de la— 16, 80 Le Corbusier 140
/ce/ nasal 172; saturación préstamos 205-6 instrumental (ruso) 265-8, 274- legisigno 84
alta 187 glotalización 212 275, 281-2, 283, 284, 286, 293, lengua 15; poética 19; ycul-
fricativas vid. oclusivas vs fti- gold: vocalismo 157 294, 295,303; de acción |270; tura 15, 16; y habla vid. lan
cativas gótico: genitivo de negación 60 de comparación 272; de con guej parole
fuerte vs débil 193 gramática 333-4; universal 49, dición 268-9; de limitación lenguaje, adquisición del 49,
ful: consonantes plosivas vs 57, 63-4, 339-40; y lexicologia 269-70 167-8, 311, 340, 357, 358
constrictivas 225 62, 73, 337, 341; vid. fonolo- invariancia 48 lenguaje-abjeto 36, 71, 357
función 17, 19, 352-8, 360; co- gía y gramática invariante 29, 60, 81; interlin- Jetén: oclusión glotal 211; pa-
nativa 333, 359; emotiva (ex grammatica speculativa 63 güística 49, 52; intralingúís- latalizacién 210; politonía
presiva) 3535, 359; fática Grammatik, reine 64 tica 52; relacional 80; se 210
356-7; metalingtifstica 357-8 gravedad 49, 51 mántica 58 Lévi-Strauss, C. 15, 389
poética 358, 360-3; referencial Greenberg, J. H. 52, 54-8, 176, interconexión codal 23, 35 lexicología vid. gramática y lexi-
(cognoscitiva, denotativa) 17, 365 interlocución 20-1 cología
353, 354, 359, 383 griego clásico: acento 225; ge- isomorfismo 35, 38 leyes: de compensación 51; lin-
nitivo 60 gilfsticas 41; métricas 371
género 313, 316; (ruso) 317, liaison 224
327 hebreo: vocales vs consonantes
japonés: palatalización 210; po- linde 2234
genitivo (ruso) 60, 255, 256- 225
litonía 210 linealidad del significante (Saus-
64, 283, 284, 285, 286, 293, Hélie, P. 49
Jespersen, O. 201, 240, 310, sure) 130-1, 134, 147, 177,
334, 335, 371 185
402 Índice alfabético Indice alfabético 403
lingüística 197; estructural 20, microlingüfstica 18 ornatus: difficilis 388; facilis predicado 50, 338
42, 65; sincrónica vs diacró- microxasgo 153-4, 187 388 preposición 284-5
nica 245, 26 minimum: formal (i. e. morfema) osthya 159 préstamo lingüístico 206-7
lírica 359 220-1; semántico 220 palabra 219, 241 Prinzipien der Sprachgeschichte
lituano: oclusión glotal 211; modo 314, 316; (ruso) 320-1, palatalización 209-10, 213 (Paul) 116
palatalización 210; polito- 329-31 pificalt 388 pronombre 50, 284 n; perso-
nía 210 moja pá tvoja vid. rusonoruego parentesco lingúístico 38, 198; nal 310, 311
livo oclusión glotal 211 mongol: palatalización 210 adquirido 200 n.; genético protoindoeuropeo 44
locativo (ruso) 283-6, 293, 294, mora 1345, 136 24, 36; geográfico 38; origi- psicología 21-2, 124, 166
303; en -e (Li) 287, 289, mordvinico: palatalización 209 nario 200 y n; tipológico psicologismo 101
290-3, 294-5; en - (Lii) 287, morfema 100, 118, 120, 121, 368
289, 290-3, 2945 186, 219-20; formal 106-7; paronomasia 359 Quine, W. O. 64
lógica simbólica 18, 64 léxico 107; vid. también mf Pasternak, B, 369 Randkasus vid. caso periférico
Longfellow, H. W. 350 nimum formal Paul, H. 116 rasgo: bivariante 166; distinti-
morfo(fo)némica 226, 228 ~ Peirce, Ch. S. 16, 21, 30, 31, vo 50, 54, 80-1, 83, 136,
MacHammond, J. 393 55, 68, 84, 168, 310, 340 147, 149, 151-2, 157, 175-7,
‘MacKay, D. M. 20, 80, 89 nanay vid. gold persona 50, 314, 316; (ruso)
317, 327
1789, 186-91, 221-2, 223,
macrofonema 153-4, 1945 nasalidad 50, 51 226; inherente 176; prosódi-
macto-tasgo 154, 187 neograméticos 37, 142-4, 185-6, personificación 254 co 1356, 138, 176; redun-
Majakovskij, V. 394 217, 218, 231, 338 pertinencia vid. distintividad dante 82
malayo: politonía 211 A. 237-8, 259 “Raven, The” (Poe) 383-5
Mallarmé, S. 386
nombre propio
nominalismo 101
308-9, 312
Picasso, P. R. 140, 141-2 recepción 879
Markov, cadenas de 93 nominativo (ruso) 246, 247,
pie invertido 371 receptor 17, 21-2, 50, 88, 338,
Marr, N. J. 37, 48 248, 249-52, 253, 254-'
pima-papago: plosivas y nasa 352, 355
Marty, A. 63, 236, 353 258, 265-7, 281 reconstrucción lingiifstica 435
Marvell, A. 350 Pisani, V. 200 1, 228, 231
redundancia GU, 81-2
matemáticas 48, 81 reformulación vid. traducción in-
Mead, M. 35 plural 50, 56 tralingiistica
mecánica cuántica y lingüística núcleo (Chomsky) 92 Poe, E. A. 370, 377, 383, 384, refrán 19
estructural 42 número 313, 316; (ruso) 317, 385, 386 relación: asociativa (Hjelmslev)
Meillet, A. 199, 200 327
poesia 88 133; paradigmática (Saussure)
mensaje 17, 19, 20, 21-2, 307- poética 93, 363; y lingüística 133-4, 148; sintagmática (Saus-
310, 352, 358 19, 348.52, 3589, 360, 394-5 sure) 133
metéfono 28 obstruyentes 52 polaco: consonante labializada relatividad 141
metáfora 92, 382, 389 oclusivas 52; vs fricativas 151 lateral. 180; genitivo 60; in- rewording vid. traducción intra-
metalenguaje 18, 36, 71, 357 oneida: /t/ 161 fluencias del bielorruso y del lingüística
metalingúística oposición 22, 144, 148.9, 168, ucraniano 208; palataliza- rima 228-9, 379-80
metonimia 389 192, 194 ción 209 ruido semántico 90
metro 3723; binario ruso oración 219 politonfa 210-1, 213, 214 romano: palatalización 209
3679 orden 54.6; dominante 54-5; Pos, H. J. 52, 125, 148, 192 ruso; acento en el habla de Olo-
mezcla de lenguas 203 neutro 55 Potebnja, A. 235-6, 381 netz 204-5; afinidad fonoló-
microfonemas 1534, 187, 1945 oralidad 51 predicación 338 gica 201, 208, 209; catego-
Indice alfabético
Indice alfabético 405
404
Shakespeare, W. 350, 374, 390 sujeto 50, 338 ucraniano: influencia sobre el
sías verbales 316-31; con- tahitiano: /t/ 161 polaco 208; palatalización
fusión entre /e/ e /i/ áto- shifter vid. conmutador taxis 315, 316; (ruso) 322-4,
nas 25; declinación 23995, signans vid. significante 331
209
ugrofinesas, lenguas: afinidad
signatum vid. significado fonológica 201, 2
304-6; despalatalización con-
233; fusión de /o/ significado 28-33, 68, 83, 1146, tepccano: plosivas y nasales 388 unidades formales mínimas (i. e,
sonántica 118-20, 121, 1223, 140, 141, testificante 315, 316; (ruso)
y /a/ átonas 209; labiales
palatalizadas 162; metros bi- 178-80, 181, 2189, 220; cen- 32 morfemas) 220

narios 366-9; orden de la tral (Bloomfield) 92; dife- ‘Thomson, J. 351 universales 27, 28, 40-1, 47-65,
tencial 28; gramatical os 16
81, 338; fonológicos 49-50,
frase 54-5, 242; sincretismo
tiempo 314, 316; (ruso) 318,
casual 295-301, 304; sufijos xico 58; marginal (Bloom- 327 52, 55; gramaticales 50, 55,
57-8; implicacionales 54, 57,
flexionales vs deri
ficld) 92 tipología lingüística 27-8, 35- 60; semánticos 60-2; vid. gra-
227; verbos primarios 61; significante 29, 83, 1146, 121, 46, 48, 166, 177; diacróni- mática y lexicología
vocales avanzadas y retraidas , 137, 140, 141, 178, ca 43, 46; estacionaria 43; Usakov, D. N. 139
82, 162; vocalismo átono 230 ; vid. también li- morfológica 57; sincrónica utterance vid. clocuci
rusonoruego 203 nealidad del significante 43; sintáctica 57; y evolu-
signo lingiifstico 15, 65, 689,
uzbek: afinidad fonológica 210
Rusell, B. 67, 309, 311 cionismo 37; y fonología
110, 11820, 121, 129, 138, 39, 52, 57; y reconstrucción
samoyedo: palatalización 210; 142, 2189, 220 lingüística 43-4; y semánti- vaidarbht 390
sílaba. 53, 364 Valéry, P. 376-7, 383
tabú del nombre propio 312 símbolo 15, 16, 310, 340; icó- ca 57; y teoría de la comu- variante 22, 28; contex-
Sapir, E. 17, 36, 37, 37, 147, nicacién 91 tual 187
158, 166, 168, 174, 201, 217, mico 56
símboloíndice 310, 311 Tomás de Aquino 113 ominativo 254-5
219, 221, 338, 352 simultancidad, eje de la (Saus- tono 367 3 pamena 209
Saporta, S. 52-3, 354
98, sure) 1313, 137, 138, 147, traducción 67-77; interlingüis-
Saussure, F. de 15, 39, 65,1254, 1856 tica 69:70; intersemiótica verso 361-2, 363, 366, 376-7
103-4, 111, 114, 1167,
131-4, 136, 140, 147, 149, 173, sincategoremáticos, signos 64es- o9; anralinguíscica 67 acentual 364, 306; cuanilia-
1773, 184, 185, 188, 202, 204, sincronía 147, 352, 353; vs transforma (Chomsky) 92 tivo (cronémico) 3645, 366:
218, 221, 231 tatismo 25-6, 43, 86, 132 transmutación vid. traducción silábico 363-4; ‘tonémi-
Séerba, L. V. 88, 139, 163, 169 singular 50, 56 intersemiótica co’ 3656
Schlegel, F. 36, 43 sinonimia 69, 178, 179 trial 56 vocal 52
Schleicher, A. 197 sinotibetanas, lenguas: polito- Trubetzkoy, N. S, 99, 115, vocativo 355
Schmitt, A. 1013 nía 211 121, 135, 144, 146, 199-200, votiaco: palatalización 209
Sechehaye, A. 65, 149 sintagma (Saussure) 106 223 voz 314, 316; (ruso) 321-2,
Schuchardt, H. 198, 203 fo- sintaxis 30 458 365 329
semántica 30, 90, 234; vid. Stanislavskij,K. 334-5 tungds: alto/bajo 225
nología y semántica Stevens,W. 393 túnica; estilo indirecto 308
semiología vid. semiótica Stravinski, I. 140, 141 túrquicas, lenguas: palataliza-
Weinreich, U.
Whitman, W. 373
58, 60, 64

semiótica. 218, 313 substancia fonética 57 ción 208; posterior/ante- Whorf, B. L. 181, 386
serbio: declinación 2989 sis- substantivo 50 rior 208 wichita (Oklahoma): acento y
serboctoata: politonía 211; substrato, teorfa del 208 ‘Twaddell, W. T. 153-4, 187, cantidad 41
tema fonémico 18891; tona- sucesión, eje de la (Saussure) 190 Wiener, N. 79, 173
lidad 180-1 1313, 135, 138, 147, 185
406 Indice alfabético
Xlebnikov, V, 140, 142,
146 143, ción 209; (ruso) ‘oil
umlaut 230
yiddisch (lituano):
palataliza-
j
zirio: palatalización
209

o en el mes de julio de 1975


| des de Ariel, S.A.
| Avda. J, Antonio, 134-138,
Esplugues de Llobregat
| (Barcelona)

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