1P Titulos y Operaciones de Credito
1P Titulos y Operaciones de Credito
1P Titulos y Operaciones de Credito
C1-2024
• Así como en el comercio interno cada satisfactor tiene un precio, que sólo pueden o
quieren pagar determinadas personas, en el comercio entre los Estados hay satisfactores
que sólo pueden o quieren pagar determinadas personas, en el comercio entre los
Estados hay satisfactores que sólo pueden o quieren pagar algunos de ellos.
• Por otra parte, de la misma forma en que un sujeto, considerado individualmente, tiene
necesidades y apetencias que busca satisfacer de acuerdo con sus posibilidades
monetarias, también cada país enfrenta necesidades de conjunto que intenta satisfacer
con los límites que le impone su Producto Interno Bruto (PIB).
• Entonces, de forma análoga, así como hay sujetos más ricos que otros y que, por tanto,
disponen de más posibilidades para satisfacer sus necesidades y apetencias materiales,
hay países ricos que pueden procurarse una mayor satisfacción material que los demás.
• En el mismo orden de ideas, se da el contraste siguiente: así como es poco probable que
un individuo disponga de los recursos necesarios para satisfacer todas su necesidades o
apetencias, también los países jóvenes, en cualquier sentido, muestran generalmente
posibilidades más reducidas que sus necesidades.
Títulos de Crédito
Etapas evolutivas del
comercio
• Esta etapa del comercio nació como una consecuencia obligatoria de los problemas que
presentaba el trueque. La solución consistió en el surgimiento de los bienes
denominados “bienes con valor común”, es decir, que representan el mismo valor o la
misma unidad para todos.
• Los bienes con valor común, que representan lo mismo, eran los que, además de no ser
perecederos, eran fáciles de almacenar, medir y transportar, como los metales, las
piedras preciosas o los bienes de utilidad inmediata, por ejemplo, animales, esclavos o
herramientas de trabajo.
Etapa monetaria
• Esta etapa fue una consecuencia inmediata de la anterior. Algunos valores comunes,
entre los que destacaban los metales – debido a sus propiedades de resistencia, belleza,
facilidad de transporte y de almacenamiento -, se convirtieron espontáneamente en el
elemento de intercambio por excelencia, a tal extremo que se transformaron en
mercancías de cambio, es decir, en bienes cuya principal utilidad era adquirir más
bienes. La función del metal fue, entonces, permitir la compra.
Función comercial de la
moneda
• Debido a que el Código Civil Federal organiza formas integrales de títulos de crédito
civiles a la orden y al portador que no concuerdan con las reglas de la LGTOC, hace
tiempo se suscitaron controversias en torno a la posible existencia de títulos de crédito
civiles que, por su naturaleza, deberían estar sometidos al régimen civil de las cosas.
• Por otra parte, se estima que los títulos de crédito, como los contemplan los arts. 5, 6,
14, 38 y 167 de la LGTOC, sólo pueden ser mercantiles. Los títulos que representen
créditos o actos organizados de manera típica o innominada por el Código Civil son
documentos que constituirán prueba:
• A) Si cumplen con la forma prescrita por ese código.
• B) Si el suscriptor reconoce su firma de modo idóneo.
• C) Si los sanciona de esa forma el juez, quien para ello debe instruir un procedimiento.
• Los títulos de crédito son institucionalmente mercantiles, pero además, para surtir
efectos como tales, deben reunir una formalidad.
• En estas condiciones, si algún título regulado por el Código Civil, que se pretende sea de
crédito, reúne las menciones y los requisitos que señala la LGTOC, entonces, su texto lo
sustraerá del ámbito civil (lo que imposibilita la aplicación del derecho civil en su uso)
para introducirlo al sistema y al régimen general del derecho mercantil de crédito, pues
no se trataría de un título civil sino de alguno de los que éste tipifica.
Clasificación
• En su calidad legal de bienes muebles y por tener un valor intrínseco – en virtud del
elemento de incorporación – los títulos de crédito son muebles que, como tales, pueden
ser dados en garantía, precisamente prendaria, del cumplimiento de una prestación.
• La firma del suscriptor de un documento que se ofrece como prenda es su cualidad más
importante, ya que gracias a ella el título se acepta como garantía. Pero el suscriptor no
es el que debe la presentación garantizada (él sólo debe el título), sino el tomador, es
decir, su acreedor cambiario, quien es, a su vez, quien debe cumplir con la prestación.
• Son dos obligaciones, una cambiaria y otra de cualquier tipo, cuyo cumplimiento se
garantizó con el título.
• El derecho mexicano no describe con detalle las modalidades de prenda susceptibles de
otorgarse respecto de un título de crédito ni tampoco distingue entre las que se ofrecen
sobre un préstamo, sobre una deuda vencida, sobre un negocio en litigio, etc.,
simplemente equipara al endoso en garantía con cualquier obligación personal que se
garantice con una prenda. (art. 36 LGTOC).
• Mediante el endoso en garantía no se transmite el derecho de abuso que implica la
plenitud jurídica del endoso en propiedad; pero sí se transmite la posesión necesaria
para que el garantizado quede asegurado de forma efectiva.
• Cuando se trata de un título incorporado, autónomo y literal, la única posibilidad de que
el traspaso, de vocación eminentemente temporal, se instrumente sin que los elementos
del documento cambiario se comprometan o disminuyan es, desde luego, el endoso. Por
el mismo motivo, con ese endoso se entienden también otorgadas las facultades del
endosatario en procuración.
• Es obligado formular la siguiente distinción. Se pueden constituir dos tipos de prendas
sobre un título:
• 1.- Endoso en garantía: No transmite la propiedad sino la posesión temporal.
• 2.- Prenda mercantil: Se constituye en un título mediante la transmisión correspondiente
al contrato de prenda, en la que si bien opera la transmisión de la propiedad mediante
su endoso, precisamente en propiedad (art. 36 LGTOC), su abuso y disposición no podrá
realizarse sino con el previo consentimiento del deudor. (art. 344 LGTOC).
• Las dos son accesorias y se realizan para garantizar una prestación; sin embargo, el
carácter accesorio del endoso en garantía no desnaturaliza el título de crédito, que
permanece sobre todo con el elemento de autonomía, puesto que si el título contiene
los requisitos de ley, adquiere por ese hecho autonomía respecto del negocio que le dio
origen, de modo que si además de tales requisitos se asienta en él que se da en garantía,
esto no lo priva de ser independiente de la operación de que deriva.
• Por otra parte, en las dos modalidades se prendas señaladas, quien queda obligado no
es el deudor prendario sino un tercero (el suscriptor del título), ajeno al negocio
garantizado.
• En el endoso en garantía, la propiedad permanece en el endosante, en tanto que en la
prenda se transmite al acreedor prendario. En el primer caso, el título en que se
constituyó la garantía se endosó en prenda, y con esto es suficiente; en el segundo,
también se endosó, pero en propiedad, y siempre como apéndice de un contrato
denominado prenda.
Cesión ordinaria