WRIGHT HNorman Cómo Recuperarse de Las Perdidas de La Vida
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CÓMO
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H. NOR_MAN WR_l GHT
CÓMO
ItECUPERA, RSE
DE LAS PERDIDAS
DELA VIDA
PO R T AVO Z
La misión de Editorial Portavoz consiste en proporcionar productos de calidad -con integridad
5
1
7
8 ÓM R.E UPER.AR. E D E LA PÉR.DIDA D C LA IDA
¿Alguna vez tuvo ese tipo de p n amientos acerca de otra per ona
o ac rea d usted mismo?
E ta actitud ha permanecido con no otro durante mucho tiempo.
En Juan 9, lo discípulo expr aron dicho p nsamientos a Jesús ac
rea d un hombre ciego:
diferente . Puede decidir tener otro hijo o volver a casarse, pero nunca
podrá reemplazar al original.'
Los niños que experimentan demasiadas pérdidas tienen dificul
tad en m an ejar sus futu ras pé rdidas cuando sean adolescen tes y
luego adultos. Los niño s no tiene n los meca nis mos de sopor tar y de
defensa que tienen los adultos. No poseen las habilidades verbales o
la fant asía creativa para generar alternati vas que posee n los ad ultos.
Algunos niños se sensibili zan tanto res pect o del dolor de la
pérdid a que en años posterio res sus pé rd idas se sienten con tanta
profu nd i d ad, que hay una predisposición a la depresió n. He visto a
muchos adultos que experim entaron alguna forma de pérdida
cuando niños que crearo n una supersensibilid ad a reaccio nes y resp
ues tas similares como adultos. Un hombre de cuarenta años vivió en
una atmósfera de amo r co ndicio naJ mie ntras crecía . Cada vez que
hacía ruid o o in te rrumpía algo, se le quitaban el amor y la aceptació
n. Se sentía vacío y dolido cada vez que expe rimentaba esta pérdid a
de amo r. El asun to estaba tan maJ que cuand o sus amigos venían a
verlo, se n tía vergüen za si hacían mucho ru id o frent e a sus pad
res. H oy d ía, es muy sensibl e a las respuestas de los d emás en
situacio nes ruidosas, incluso cuando no es respo nsable del r ui.d o .
El rechazo es una pérdida muy d ificil de manejar para los n iños. El
D r. Hugo Missild ine describ e s us efectos:
TA
Ca pítu lo l . Las pérdidas de la vida
l. Dr. Ro naJd W. Ramsay y Re ne Noo rbergen, Liv ing With Loss [Có mo
vivir co n la pérd id a] ( Nueva York: William Mo rrow and Co. lnc., l
981), 47, 48, adaptado.
2. W. Hugh Miss ild ine , Your JnnerChild of the Past [Su niiio interio r
de.l pasado] (Nueva York: Simon & Schuster, ln c., 1968 ), 59.
3. Arc hibald Ha rt, Counseling the Depressed [Có mo aco nsejar al d e pri mi
d o ] ( Waco, Texas: Word Books, 1987), 123- 127, adaptado.
4. R. Sco t t S ullender, Lossesin Later Life [ Pé rd id as e n los último s años
de la vida1 ( Nueva York: Paulist P ress, 1989 ), 3, ad a ptado.
5. lbíd., 16- 18 , a d a pt
ado. 6. Ibíd., 142, 1 43.
7. Nina Herman n Do nnelly, 1 Never Know What To Say [ Nunca sé que
decir ! ( Nueva Yo rk: Ballantine Boo ks, 198 7), 123.
8. Bob Deits, Life After Loss [ La vida d es p ués de la pé rdid a ] (Tucso n: Fis
her Books, 1988 ), 37, a d a p ta d o .
2
PÉ DlDAS QUE N UN CA
TUVIMOS EN C ON SID EACIÓN
20
u u
am1g padre
multi ficio hermano
gran amor hermana
jardiner proveedor
compañ ro cocmer
e mpañer de deporte pagador de u nta
_4 R. ur R. R. D·L
manejador d la chequ ra
per ona que ocupa de la lavandería
mecánico
confidente
aJ ntad r
m ntor
m tivador
compañ ro d ra ión
so io de neg 10 ·
fu nte d in piraci no di c rnimi nto
p r ona qu hace lo trá1nite
ma tr
pr parador d impuest
con eJer
c nyug
pr t et r
hijo
organizador
¿E ahora má dar ?
Si t m es ante d qu m dispu iera a e cribir te libr , xp ri m
nt una de la mayor s p rdida d mi vida. Muri mi hijo Matth w.
Ti nía veintidó año y ufría d un profundo retardo mental. En toda
u vida experim ntamos pérdidas. Los ueñ y la e p ranzas que
t nía para mi hijo p rdi ron. In lu o r capaz d oírlo llamarme
'papi,, no ra una r alidad, alv por una o d vec . Ver xpr i ne
d gozo y d leit por momento qu tenían qu v r con a moci -
n s ra alg n xi tente. La ati facción p r onal de el cci nar un
r gal de cumpl año o d Navidad para l cada año se p rdió, pu to
que había muy poco a lo que r pondía o qu podría u ar. radual ment
no aco tumbramo a e a p' rd ida y la aceptam . P r cuan do
Matth w murió, intr dujo un nuevo conjunto compl tamente nuevo
de pérdida en nue tra vida.
Ya no mirábamo lo catálogos para l gir u pijama especial, ni
podíamo d ten rno en l Ho ar ristiano d Salem (donde vivió lo
últimos once año ) para a arl a almorzar. E ta es la p' rd ida futura
d no t n r a Matth w n n I Día d Acción de ra ias o en
Navidad de IJ varl a Knott' s Berry Farm (un parque d atraccion
en California) para u cumpleaño . Y hay pocas p ' rd ida adicional
no anticipadas qu produc n s manalm nte. Ya n llama1no al
hogar para ver ó1no stá, un t ma de conversación ha ido y ci rta
fra e o expre i ne que 1 decíamo ya n e pronuncian. Mi p a
yo deb m enfr ntar y entir pena por cada pérdida para p d r -
guir adelante con la vida d cada uno d no otro .
PÉR_O ID AS Q U E NUNC A TU VIM EN N ID ER AC IÓ
25
un nuevo propó ito de vivir la vida a pl nitud. Sin mbargo, la tri teza
constante se lleva el rayo de sol y el deleite de la vida.
Recuerdo un día cuando la tri teza de una p ' rdid a continua me
g lpeó de nuev . En e e momento, nue tro hijo r tardado tenía dieci i
te años. Un amigo y yo nos r unimo para jugar nu stro d port
pr ferido temprano por la mañana. Me dijo que había II vado a u
hijo de sei añ a un viaj de campam nto d una noche. Durmieron
n una carpa, hicieron l de ayuno obre el fueg y jugar n juntos en
l arroyo. Al entrar en detalles, om ntando u excitación y deleite,
parte de mí taba feliz por él, pero otra parte taba muy inc moda.
In lu o p raba qu dejara de contarme lo p rmenor v1aJ .
Pronto m di cuenta d lo que taba suc di ndo: «Nu vament
entía un entido de pérdida». Esperaba haber podid ten r a exp -
ri ncias con mi hijo , pero nunca la t ndría. El tiempo había pa ado ,
nunca podía r cuperar e. Las limitadas capacidades de Matthew no
p rmitirían que sucedí ra sta exp riencia qu él y yo c mpartiéra
mo junto . S ntí la pérdida una vez má , y un ntimient d tristeza
m acompañó durant t do el día. P ro fue una xperien ia qu Dio
utilizó cuando lo comen t ' con un paci nte para ayudarl a ntir y a
vivir. También comenté esto con Joyc , mi espo a, y fue un
momento d acercamiento. La tri teza se fue al día siguient , y había
ambiado p re a brev xperiencia. Ahora e otro de lo r cuerdo qu
compo nen mi pasado pero qu le da un ignificado má
profund y mayor profundidad a la vida. Pude tolerar
la pérdida porque era un adulto y
mprendí la complejidad de las pérdidas, la pena y la compa ión y el
con uelo de Dios. No pa a lo mismo con los niño que experimentan
p rdidas r petidas veces, y vuelven muy susceptibles al dol r, la tris t
za y la d presión recurrentes.
Piense n su vida cuando niño. ¿Ha identificado las p ' rd ida ? ¿Sa l
n de prop rci n respecto de toda u experi ncia y afectan la for ma en
la qu percibe toda u vida? E t ocurre con frecuencia. Todo p
rcibimos la vida de de nue tro cúmulo de experi ncias porqu nues
tr recuerdo iempr e tán con no otros. Nue tra perc pcione se
producen automáticam nte, y cr mo que lo qu percibimos es ver
daderamente el mundo real.
·r 1 u R.
R0.
Vivimos en un mundo qu x.ig ati fac ión inm diata. Las p rdi
da no enseñan la lección de que n iempre e a í. No podem te
n r lo que quer mos, cuando lo qu r mo , in importar qué suc da.
Cuando exp rimenta una pérdida, al igual que Pablo, u ere ncias pu
d n cambiar. Pablo descubrió I propó ito de las p rdida . En 2 rintio
12:1-10 habl acerca de su pina n la carne. Qu ría qu se
fu ra y no lo lograba. P ro apr ndió que había un propó ito para esta
" pina». El p d r d Dios sería má evid nt en su vida debid a su
pre enc1a.
Cuando usted exp rimente una pérdida descubrirá el alcance del
c nsuelo de Dios:
NOTAS
Cap itulo 2. Pérdidas que nunca tuvimos en consideración
EL SIGNIFIC AD
O DEL DOLOR.
37
R. · ur R. R. l _L IL
bos. Luego el consejero elaboró una frase para que ella dijera cada
vez que se sintiera perdida:"Habrá momentos durante estas
festividades en las que extrañaré a mi esposo. Lloraré. Y cuando lo
haga, no tendré que ser reprenclida po rque no hay nada malo en m í'
22
Esta es una expresión que todos debemos recordar: ¡Cuando estoy
llorando no tenemos que ser reprendidos porque no hay nada malo
en nosotros!
Durante nuestra época de duelo por la muerte de nuestro hijo, las
personas nos preguntaban cómo estábamos. Decíamos: '' Esta mos bien.
Estamos de duelo, llo ra m os y sentimo s la pérdid a". Las palab ras
adi cionales eran para que supieran qué sig nifica en realid ad "estar
bien", ya que de otro modo podrían supo ner que las lágrimas ya no
estaban presentes.
Usted puede sentir se in có modo con su pena. A1 igual que otras
per sonas que lo rodean. Lo quieren "no rmal" tan pronto como sea
posi ble o quieren que actúe como si lo est uvie r a. Pero usted no está
preparado para esto, y los d em ás no d eben ser los que determinen
cuándo ,es t ará lis to. Esta es su pé rd ida, no la de ellos. Nadie debe ro
barle su pena. AJg un os pueden in tentar hacer justamente eso po rq ue
se sienten incómodos. Hace unos años, la antropóloga Margaret Mead
dijo: "Cuando una persona nace, celebramos; cuando se casan esta mos
en júbi Jo y cuando mueren actuam os como si nada hubiera pasado".23
Cua ndo se produce n los nacimientos y se llevan a cabo las
bodas, participa la pérdida. Pero las pérdidas están dominadas por el
gozo. La mayo ría de nosotros sabe qué decir y cómo reaccionar en
esas oca sio nes. Pero la m uert e es considerada como una puerta
cerrada a la existencia del gozo humano.
La vida es una mezcla de dolor y gozo. Este es el momento del
do lor. La gravedad de su pérdid a y lo que usted necesita se entiend
e me jor en el contexto de su perspectiva. Solo usted sabe qué
significa esta pérdida para usted.
Lo que la mayoría de noso tros no advierte es el patrón de picos y
valles de la pena. Mire la intensidad de la pena indicada en esta
gráfica:24
56 ÓMO R EC UPER ARSE D ELAS PÉR.D ID AS D E LA
VIDA
-e§ C/)
5
z
-z
f
NOTAS
Ca pít ulo 3. El s ignificado del d o lo r
1. Lilly Singer, Marga ret Sirot y Susan Ro dd, Beyond Loss [Más a.llá de la
p é rd ida ] (Nueva York: E. P. Dutton, 1988 ), 62.
2. Therese A. Rando, Grieving: How to Go On Living W hen Someone
You Love Dies [La pena: Cómo seguir viviendo cuando alguié n a
quien amas fallece] (Lexingto n, Massachusetts: Lexi ngto n Books,
1988), 11, 12, adaptado.
3. Ibíd., I8, 19, adaptado.
4. Bob Deits, Life After Loss [La vida después de la pérdida] (Tucson:
Fishe r Boo ks, 1988 ), 27, adaptado.
5. Ibíd., 28, adaptado.
6. James Froechlich, O. F. M. Cap, en un trabajo escrito para el curso de
graduació n de Pastoral Helping Relati onship [La relación pas to ral
en consejería] en Loyola Co lJege, Balti more: 1984.
7. Rando, Grieving [La pen a], 19, adaptado.
8. !bid., 242.
9. RobertVeninga,A Gift of Hope [Un regalo de esperanza] (Boston:
Little, Brow n and Co mpany, 1985), 15, adaptado.
10. R. S ott ullender, Grief and Growth lLa pena y el crecimient 1 ( Nu va
York: Pauli t Pres , 1 985), 56.
11. Yeninga, GiftofHop !El don de la e peranzal, 71.
12. Fred ri k For ythe, The N gotiator lEI neg ciador] (Nueva York: Bantam
Book., 1989), 269.
13. Max Lu ado, No Wonder They Call Him Th avior [Con raz n I lla
man el alvador] (P ortland , regon: Multno mah Press, 1 986), 105,
106.
14. K n Mire, lncredibl e Mom nts With th avior [Momento increíbles
con d alvador] (Gra nd Rap id , Michigan: Zonde rvan Publi hing H u ,
1990 ), 96, 97, adaptado.
15. Deits, Life After Loss [La vida después de la pérdida], 103, adaptado.
16. Ar hibald Hart Counseling th Depress d [ nsejería para I depr i
mi- do ] (Wa , Texa : W rd B ok ,
1987), 7 -84, adaptado.
17. D its, Lifi After Loss ILa vida despué de la p rdida ], 103, adaptado.
18. len W. avid on, Und rstanding Mournin ICómo comprend r el
duelo 1 (M inneapolis: Aug burg Publishing House, 1984 ), 24-27,
adaptado.
19. J y Landorf, Mournin on [ La can ión d I duelo ] ( Id Tappan,
Nu va J r ey: Fleming H. R veU ompany 1974), 63.
20. R. tt ull nder, Losses in Later Lifi [ Pérdida en los úJtim añ s de
la vida] ( N ueva York: Paulist Pre , 1989), 7- 1 O, adaptado.
21. Ann Kaiser Stearn , oming Back [V lv r] (Nueva York: Ballantine
B k , 1988), 16 17.
22. Mi ha I Quinta Nilla, 'H l Line Ha olac for the Grieving", [' La lín a
cali nte ti ne consuelo para lo que ufr n"1 Los Angeles Times adaptad .
23. egún itado por Deits Lifi After Loss [ La vida despué de la pérdida]
14 .
24. David on, Understanding Mourning f m mpr nd r I du lo], 59.
25. Deit , Life After Loss l La vida de pué de la pérdida], 150, 1 1, adaptado
e n permi o del aut r dad pa ra e te libr .
4
60
PRD BLEMA CON EL D OLO R_ Y LA REC UPER.ACIÓ 61
dar amor, consuelo y apoyo tal vez sea un papel nuevo para algunos
de los miembros, pero su necesidad es bastante significativa.
Deben modelarse papeles desde cada persona, pero antes de que
esto suceda, todos necesitan tien1po y espacio para comprender y
manejar la pérdida a su propia manera. Una persona podría replegar
se demasiado y aislarle a no ser que se la traiga a la realidad. Otra
puede intentar sofocar a los demás debido a algunos de sus temores.
Los nuevos papeles deberán hacerse sentir hasta que la familia
apren da a funcionar otra vez como una unidad. 2
Una reciente clasificación de la pena o dolor se denomina pena
anticipatorio. Esto puede observarse cuando ha habido una pérdida
repentina, no anticipada que, de un golpe demoledor, deja a la perso
na devastada. Es tal el impacto que la persona no puede comprender
la totalidad de lo que ha sucedido. Él o ella tiene dificultades para
aceptar la pérdida porque sus capacidades para hacerlo han sido
dañadas.
En su excelente libro Cómo ayudar a la gente a transitar la pena,
Delores Kuenning escribe:
¿Por qué algunas p r nas tran itan la p na tan bien mi ntras otra
tienen tanta luchas? ¿Hay pista comun qu pued n id ntificar?
Hay numero o factores que pr dispo nen a una persona a tener difi
cultades en re olver la pena o dolor por una pérdida. D bemos p r
mitir que haya una variedad de r puesta ante la pena, pero por ahora
estamo considerando la pena reconocible no re uelta.
Una razón para la pena no resuelta es que una p r ona incapaz de
manejar el dolor emocional de la pena, por lo que u l re istirs al proce
so. Otro motivo podría er que el individuo tiene una nece idad excesiva
de mantener la interacción con la persona que ya no stá allí. Esto pued
aplicar e al divorcio así como también a perder a alguien qu ha muerto.
Otras razones incluy n lo siguiente:
La ulpa puede bloquear la p na. Si comenzam a r fl xionar o
bre nuestra relación con la persona que ya no está, pod mos llegar a
experimentar un exceso de culpa por conducta , s ntimientos o in
cluso negar lo que sucedió en la relación. Si ten mnormas alta
respecto de nuestras relaciones interpersonale , no tomará mucho
tiempo en activar nuestra culpa . Esto, a u vez, 61 qu a el proce o d
la p na, ya qu nos sentimos incapaces d enfren ta r nu stra cul pa.
P 13L R. L R. UP R.
¿Alguna vez ha oído a algui n decir: «Mi vida es una pérdida com
pleta in ' l ella. Me siento como media per ona. No puedo funcio nar
sin lla,,? Esto podría r flejar una dep nd ncia excesiva q u a u vez
conduce a evitar la pena. E ta p rsona int nta evitar la realidad de la
pérdida porque parte d lla pareces r lla mi ma.
Alguna p r onas e re i t n a la pena porqu la pérdida r activa
pérdida no r ulta d l pa ado que son t davía más dolor a
de manejar qu la
presente. A í, e pone en mar ha un patrón infinito d pospon r la pena.
La obrecarga puede r otro motivo d la pena no resuelta. Hay
ocas1on n nuestra vida en la que exp rim ntamos una antidad
de pérdida n un perí do br v , y e dema iad para soportar d una
vez. La p rdida on d ma iado pe ada para nfr ntar y man jar. i
una p r na pierde a vario mi mbros de u familia o inclu o a vario
amigos al mi mo tiempo, n olo produc una obrecarga, ino que
ha perdido a algunas d las p rsonas que le hubieran dado apoyo y
consuelo n u pena.
Alguna p r ona nunca han d sarrollado pl na y ad cuadamente
u identidad orno individuo. No han madurado l suficiente p i o-
lógica y mocionalment y cada vez que nfr ntan a una pérdida
tienden a hac runa regre ión.
Otra no sienten pena por la concepciones erróneas a las que se
aferran. Temen perder el control, puesto que les han enseñado que
perder el control es algo impropio. No quier n parecer débile ante
los d más y ante ellas mi ma . Algunas per ona no quieren ceder u
dolor per onal porque la ata más a la per ona que perdieron.
¿Sabía u ted que hay factor sen la sociedad que en realidad ob tacu lizan
el proceso de la pena? Por ejemplo, hay numerosas pérdid qu
producen que no son rec nacidas como tale o bien no se 1 d l im
portancia que merecen. La p rdida de una ma cota tal vez n parezca
algo significativ para lo amigos o los parient d una p r ona que
tuvo e a pérdida, entonces no participan ni apoyan la p ' rdida.
Hace varios años, un amigo mío tuvo qu a rificar a su gato de
catorce año de edad, y me pidió que lo acompañara. Sabía qu iba a
ser traumático y requirió d mi presencia para a i tirio en su pena y
7 R UP R R._ L 11
T
Capítulo 4. Problemas con el dolor y la recuperación
NOTAS
Capít ulo 5. Có mo adaptarse a la separación y al vacío.
DECIR_ ADIÓS
86
D[ IR. ADI 87
Enero de 1988
Querida mamá:
Debo haber comenzado cie ntos de cartas como esta a lo
largo de los años. Por supuesto no puedo ya escribirte más,
ni llamarte. He intentado hablar contigo en voz alta, pero
aun que estoy sola 1ne siento rara. Así que pensé en
escribirte de la manera en la que lo hice cuando estabas viva.
Es extraño ha blar sobre tu vida . Tu vida, como tú la
conoces y la has expe rin1entado, se ha tern1inado. En
realidad he visto como te has ido, centímetro a centímetro,
esas últimas semanas. Era ago nizante observar, porque
aunque estabas terriblemente en ferma estabas llena de vida.
El día en el que caíste en coma tomé algo de tu ropero an
tes de irme para casa. Mientras estaba allí rodeada de esas
ro pas familiares, advertí la bata azul de franela que Mamá
te hizo para Navidad hace unos años. Impulsivamente, la
agarré y la puse en mi bolsa, sintiendo que estaba haciendo
algo malo. Yo sabía, sin e1nbargo, que esta vez no ibas a
ponértela de nuevo, y de alguna manera me parecía bien que
me la llevara. Olía tanto a ti que dormí con ella esa noche. A
la mañana siguiente, cuando Holly llamó para darme la
noticia, corrí a buscarla y descub rí que tu fragancia se había
ido. Y eso, más que la llamada telefónica, me hizo llo rar.
92 CÓMO R.EC UPER.AR.SE DE LAS PÉR.DID AS DE LA
VIDA
Abril de 1989
Querida mamá:
Ha pasado bastante tiempo desde que te he escrito en
este pequeño libro. Es un fantástico día de abril, cielo azul
brillan te, brisas frescas y flores silvestres naciendo por
todos lados. Al volver a la casa con un montón de flores
esta mañana, me aso1nbró ver a una joven mujer
sollozando abiertamente tras el volante de su automóvil.
Su rostro estaba tan lleno de dolor que parecía chocante
en contraste con el día brillante, lleno de esperanza que
nos rodeaba. Mientras me preguntaba qué podía
sucederle, me di cuenta de que su profundo sentido de la
pena que había llegado a todo mi sentido del ser desde
que te moriste, NO ESTABA ALLl. Muy por el contrario,
estaba llena de la esperanza y el gozo del nuevo día de
primavera. Mi angustia ahora se siente menos que un peso
opresivo, más una. .. posesión atesorada. Puedo sacarla y
sopesarla, y luego volverla a poner segura y
cuidadosamente en su lugar. Cuan do paso por tu retrato
en el agitado curso de mi día, hago una pausa y hasta
sonrío antes de seguir corriendo. La vida está totalmente
llena de posibilidades y desafíos, y yo estoy tan
entusiasmada con todos ellos. ¡Imagínate eso! Y mamá,
en medio de toda esta esperanza y entusiasmo, siento a
Dios aquí conmigo. Siento gozo.
Jan
Honrando a mi ((abuelita,,
6. Max Lucado, The Applause from Heaven [El aplauso del cielo] (Dallas,
Texas: WORD Incorporated, 1990), 186, 187.
7. Ibíd., 190.
ÓM R..E LIPERAR.. E DE LA PÉR..D IDA 111
Pérdida-herida Pérdida-adaptación
IMPACTO
AYUDARA OTROS
Aunque
ADORMECI ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno...
MIENTO Salmo 23:4
AFI RMACIÓ N
NEGACIÓ N
ESPERANZA
EXHABRUTOS EMOCIONALES
NUEVOS PATRONES
ENOJO
NUEVAS FUERZAS
MIEDO
NUEVAS RELAC IO NES
BÚSQUEDAS
PROBLEMAS DE
DESORGANIZACIÓN " REI NGRESO"
SOLEDAD
CULPA AISLAMIENTO
NOTAS
Capítulo 7. Cómo recuperarse de la pérdida
A veces nos reímos de algo que una persona fallecida dijo o hizo cuando
estaba viva. Con frecuencia, después de un funeral, hay risas cuando las
personas se visitan unas a o tras. Reflexione: ¿Es capaz de disfrutar de la
vida incluso cuando todo parece derrumbarse a su alrededor?
1O. Los sobrevivientes tienen la capacidad de ser flexibles y de
adap
tarse a nuevas situaciones. Son capaces de descubrir fortalezas a
través de la ad versidad . Son capaces de venir con una variedad de
maneras de responder a lo que ha suced ido. No persisten en vivir solo
de una manera, sino que son capaces de adaptarse. Los sobrevivie ntes
no siem pre responden de la misma forma ante las sit uacio nes.3
Reflexione:
¿Cuál es su fuente de fortaleza que le permite crecer y avanzar?
11. Los sobrevivientes tien en fe en Dios. Tener fe en Jesucristo
y desa rrollar una perspectiva bíblica de la vida es la base para
sobrevivir y recuperarse. La teología correcta también nos ayuda a
aceptar lo que sucede en la vida. No me refiero a que siempre lo
comprendamos o nos guste, pero sí aprendemos a aceptarlo. ¿Usted
com prend e un ala del hospital lle no de niños con cáncer de menos de
diez años de edad?
¿O la joven madre de tres hijos atropellada por un conductor borra
cho? ¿Y qué sucede con el comerciante que fue honesto y siguió
ense ñanzas bíblicas en su empresa e igual fracasó?
Algunos cristianos viven con suposiciones que no se basan en la
Biblia. Por ejemplo:
La vida es justa.
Puedo controlar lo que me suceda.
Si sigo a Cristo y sus enseñanzas, no me sucederá ninguna
tragedia. Si estoy sufriendo, es porque estoy pecando.
Mi cuerpo fue diseñado para vivir por siempre... ¡por lo menos
hasta los noventa años!
Si doy un diezmo, Dios me bendecirá fina ncieramente.
Es tan importante tratar con las preguntas y temas de la vida antes
de que las profundas heridas de la vida nos enfrente n. Cuando no lo
hacemos, con demasiada frecuencia Dios es cargado con la culpa.
Algunas personas necesitan encontrar una parte culpable de su
pér dida, y si no pueden encontrarla, la inventan. A veces
observamos tra gedias, nos encogemos de hombros y decin1os que
es la voluntad de
124 Ó M O R.E UPER.AR.SE D ELA PÉRDIDA DE LA VIDA
Esta pregu nta formulada por Kus hner parece refle jar los pensamie
n tos de que nosotros estamos en el centro del universo y Dio s es tá
para hacer nuestro llamamiento. Pero C. S. Lewis tiene una
perspectiva di
fe rente«: El ho mbre no es el ce n t r o. Dios no existe po r el bien del
ho m
bre. El ho mbre no existe por su pro pio bien» . 10
Jo hn Killin ger co mparte un int eresa nte pensa miento resp ecto de
cómo manejamos las dific ult ades en la vid a y có mo adoramos:
a través de los o jos de Dios puede ayudarnos a darle n1ejor sen tid o a
lo q ue nos está ocurr iend o. Sentir pena por cada etapa y po r cada
pérdida nos mantiene plenamente vivos. Pien se e n esto:
Piense conmjgo ace rca de su fut uro, sin im po rtar cuál es su ed ad.
Cuando se ju bile, ¿c uáles so n los vacíos que experim entará en su vid a?
Co nsid e r e nuevamente la lis ta:
N TA
Capítulo 9. La pérdida de la identidad: ¿Quién soy?
l. Glor ia Jaufman Koenig, " Help ing Nol. Suicide R.isk... Eld e rly
Men'' ["Cómo ayudar al riesgo número uno de suicidio los hombres
ancia
nos" ], Los Angeles Tim es, 15 de no vie m b re d e 1984, y "S uicid e: Retir
ed
152 Ó M O R.E UP[ R.ARSE DE LA S PÉR.D ID AS D E L A
VIDA
LA PÉR_DIDA DE
UNA FtELACIÓN
153
R ur I R L
Esto es ter rible, tr emendo, ho rrib le. Esta s so n etiquetas que yo le agrego a
los hechos. Las etiq uetas no cam bia rán
nad a, y me hacen sentir peor.
Debo tener a alg uie n que me ame. Es lindo am ar y ser amado, pero
convertirlo en una condició n para la
felicidad es una manera de subestimarme.
Soy demasiado fea y demasiado gorda Soy demasiado fea y demasiado gorda
para encontra r a alguien más. para enco nt rar a alguien más.
" Demasiado" es un concepto relativo,
no alguna no rma absolut a. Pensar así
es derrotarme a mí misma y evita que
siga in tentando.
n pu d d lo qu ·u di n mj v id_, a A
ha rr d r . n-
tinuam nt
lir
br
tan
mal m
Un rr r mu up rar I d l r d l
,p rrud a nganz ': La p
r-
in r ar a una nu va r la i n impl m nt
p ra p n r g ta un a tr m nda a nt
d idad n arr gl pa ra
qu 1
r-
d
n
na a ria i ' n fin aJ
. i 1 p tr' n ra
la mani
pula i n,
pa ra rt n
rm a
d Íi n
a.
tip d n anza
a rr lla r un a r -
p IL L R
r man ra d
na 1gu n
nt1m1 nt n tiga má qu a la otra p r na
qu ya u n ia 1 otr individun n i nt
idad d d la int n-
quitarr1 11u tr ntimi nt . Má ad Jant ha lar m d mo
1 n j d una man ra n tru tiva.
uand mir una ar ña a un animal fi r z e n una
ía t n grand y am nazad ra! La ma nifi a i n un de
y rr r qu pr du n lue d la ruptura d una r la-
mi 11za p n ar a r ad l h mbr qu p rdi y n-
d tá pa ando d maravilla mi ntra u t d viv n la
tra l d li nt . i nt limitad y r tringid , mi
ipal fr nu x tá viví ndo la vida pi nam nt . La prin
abulario : 'Pr b bl m nt l t ' ..,. o
Probablem nt lla t ... ,,
La magnifi i n fá ilm nt pu d c nducir al martiri , 1 qu
u t d 1 p rmit . Todo t n m una pc1 nen mor p nd mo .
R bot e un t rmin con l qu I fanático
del bá qu tbol tán familiarizad . P ro l tipo dr bot que c n fr
cu ncia halla n la r laci n rota ilu tra m j r
a1 arr jar una p l ta de t ni contra la pared d una habita i
11 p qu ña d u h gar. R bota rráticam nte una y tra vez d par
d a pared. Muchas perso na · e mu ven n el r bote d
pu ' d un rela i n. Una joven mujer d cribi el pr e o
n mi on uJtorio:
admite a í mismo: "La relación terminó; esta per ona está fuera de mi
vida y yo debo seguir adelant ». H visto a mucha persona atorar
en el umbral de esta etapa a v ce durante má de un año. Alguna de
a per ona parecen avanzar, y sin embargo, tre semanas má tard
tán haciendo las n1ismas pr gunta y diciendo las mismas cosas
acerca de una r conciliación qu nunca t ndrá lugar. No están
dispuesto a decir el adiós final.
¿ mo dice adiós? Alguna d la mi mas sugerencias dada n
pítul bre cómo d cir adi cuando muere un ser amado pu -
d n aplicar aquí.
A continuación hay alguna ug rencia adicionale que son apli
cabl a una r lación rota.
on id r mos el enojo y l r ntimi nto. Tal vez el pa o ini ial
para up rar l enojo y el r nt1m1 nt a hac r un inv ntari id n-
tifi ar I dolor, l nojo y l r ntimi nt . Un hombr divorciad
cribi
zando una silla vacía, lea la li ta n voz alta como i la per ona e tuv ie ra
ntada allí escuchándolo.
E ta e una muestra de lo qu una muj r escribió a su ex marido,
qu s había divorciado de lla.
Querid Jim.
Querido Jim:
N TA
Ca pítulo I O. La pé rd ida de un a relació n
l . Lynn Ca ine, Widow [La viuda] ( Nueva York: William Morrow and
Co mpany, 1974), 97.
2. Anit a Brock; Divorce Recovery [Có mo recu perarse del divo rcio ] ( Fort
Worth, Texas: Worthy Publis hing, J 988), 20, adaptado.
3. Ibíd., 19-23, adap tado.
4. Dr. Zev Wanderer y Tracy Cabot, Letting Go lCó mo dejarlo] (Nueva
York: Dell Publishing, 1978), 27, 28, adaptado.
5. Gary Emery, Ph.D., A New Beginning: How You Can Change Your
Tho ughts Through Cognitive The rapy [Un nuevo comie nzo: Có mo
cam biar los pensamie ntos a través de una terapia cognoscitiva] (Nueva
York: Simon & Schuste r,!ne., 1981, 1988), 61.
6. Wanderer and Cabot, Letting Go l[Có mo dejarlo], 97-100, adaptado.
7. Brock, Divorce Recovery ICó mo recuperarse del djvo rcio j, 39-45,
adaptado.
8. Stephen GuJJo, Ph.D. y Connie Ch urch, Love Shock[ El choq ue del
amor] (Nueva York: Bantam Books, 1988), 97-119, adap tado.
9. Llo yd Jo hn Ogilvie, God' s Best for My Lije fLo mejor de Dios para mi
vida] (Eugene, Oregon: Harvest House Publishers, 1981), l.
10. Lewis B.Smedes,"Forgiveness,the Power to Change the Past"«[ E l perdón:
Poder para cambiar el pasado"], ChristianityToday, 7 de e nero de 1983, 26.
11. Lew is B. Smedes, Forgive and Forget [Pe rdona y olvida] {Nue va York:
Harper and Row, Publishers, 19 84 ), 37.
11
172
ÓM AYUDAR. A LO D EMÁS O N US PÉR.D ID AS 17 3
mienza a sen tir lástima por usted mismo y se siente peor que antes
de interactuar con la persona "q ue lo vino a ayudar». Todo tipo de
res puesta o com portamiento condescendiente suele reforzar la
herida y básica mente dem ues tra que no le im po rta tanto como
clice.
Hay varias pautas positivas para seguir al minist ra r a un amigo,
pariente o vecino. El primer paso consta de sim ple mente aceptar lo
que ha ocurrido y có1n o la persona está respondiend o. Usted puede
tener su propia perspectiva sobre lo que debería estar hacien d o la
per sona o cómo debería responder. Revise s us expecta tivas. Usted no
es la otra persona ni un a autor id ad so bre las respuestas de ese ind
ivid uo. Acepte a las personas que s ie nten pena y hágales sa ber que
sus se n timientos son normales. Algunas de esas perso nas le pedi rán
disc ul pas por sus lág rimas, dep resió n o enojo. Oir á comentarios
tales como: " No p ued o creer que siga llorando así. Lo lamento
tant»o . "No sé por qué sigo sinti é ndome tan mal. Fue in justo de
parte de elJos dejarme ir después de q uin ce años en ese empleo . Sé
que no debería estar eno ja
do, pero sup o ngo que lo es toy. Todo parece tan injusto' :
Puede ale ntar a la persona aceptando sus se ntim ientos y el hecho
de que tie ne sentimie ntos. Déles el do n de enfrentar sus sentim ie
ntos y de expresarlos. Hay muchas frases que puede decirles:
((No q uiero que te preocupes porque llo ras frente a mí. Es d uro
sentir se así de triste y no expresarlo con lágrimas. A veces es posible
q ue me encuentres llo ra ndo contigo» .
" Espero que s ientas la lib e rtad de expresar tu angustia en lág
rimas frente a mí. Yo no me sentir é avergonzado ni molesto. Solo
quiero estar aq uí co ntig, o :
"Si no te viera llo rar, me preoc uparía más. Tu llan to me dice
que estás ma nejando esto de una ma ne ra san»a .
« Si yo hu bie ra ex per im en tado lo que ex perim enta ste tú, senti ría
que tengo ganas de abrir mis o jos y dejar que la in undació n de lágr i mas
salga . ¿Te s ie ntes aJg un a vez así?"
El eno jo es otro sentim iento que es difícil exp resar para
muchas personas. Utilice co mentarios como estos:
«Es natural sen tir enojo y hos tilid ad hac ia todos y todo lo q ue
ten ga que ver con la muer te de tu esposo. Yo s ie nto eno jo tam
bién» .
17 R. - ur R L
Uno de los mayores dones que usted puede darle a una persona
doliente, en pena es el don de escuchar. Se nos dice que escuchemos.
Como dice Santiago: "Todo hombre sea pronto para oir" (vea Santia
go 1:19).
Escuchar es un arte bello, pero es un don de importancia espiritual
que usted puede aprender a dar a los demás. En Proverbios leemos:
178 Ó M O R.E UPER.AR. E D ELA PÉR D ID A DE LA VIDA
« El oído que oye, y el ojo que ve, ambas cosas igualmente ha hecho
Jehová" ( Pr. 20:12). Cuando usted oye a los demás, les da un sentido
de importancia, de esperanza y de amor que tal vez no reciban de otro
modo. A través de escuchar, nutrimos y validamos los sentimientos
de los demás, especialmente cuando están pasando por dificultades
en la vida.
Escuchar es prestar atención a lo que alguien más está
comentando con usted. Advierta que no dije:"Lo que alguien más
le está diciendo". Con frecuenta lo que las personas comparten con
nosotros es más que lo que dicen. Debemos escuchar a la persona
en su totalidad, no solo las palabras que pronuncia. Escuchar
requiere apertura a todo lo que se comparta: sentimientos,
actitudes y preocupaciones así como tam bién palabras. Escuchar
también significa colocarse en una posición para responder a lo
que se comente con usted.
Escuchar es una expresión deamor. Involucra querer losuficiente
como para tom ar en serio lo que la otra persona está comunicando.
Cuando escucha con amor, invita a esa persona a su vida como un
huésped.
Cuando las personas sepan que las escucha, confiarán en usted
y se sentirán seguras a su lado. Y si es una persona que sabe
escuchar, las demás se sentirán más aptas de invitarlo a la vida de
cada una de ellas. Las personas que escuchan también aprenden a
través de su ejemplo a responder abiertamente y con amor a lo que
usted comenta con ellas. Puesto que la Palabra de Dios convoca a
cada creyente a escuchar, debemos comprender qué significa
escuchar. Hay una diferencia entre escuchar y oír. Oír es
básicamente obtener el contenido de la informa ción para sus
propios propósitos. Al oír, se preocupa por lo que está sucediendo
dentro de usted durante la conversación. Está sintonizado
con sus propias reacciones, respuestas, pensamientos y sentimientos.
Escuchar significa ocuparse de y acercarse a la persona a la que
está escucha ndo. Al escuchar, usted está tratando de comprender
los pen samientos y sentimientos de quien habla. Usted está
escuchando por el bien de la otra persona, no por el suyo. No está
pensando en qué va a decir cuando la otra persona deje de hablar.
No se está preocupando en form ular su propia respuesta. Se está
concentrando en lo que se está diciendo.
MO AYUD AR. AL DEMÁ ON U PÉR.D ID A 179
-1 aía 43:2, 3, 5
Tam bié n hay muchas cosas prácticas que puede hacer para
ayudar, independientemente del tipo de pérdida. Espero que
comience res pondiendo a todas las pérdidas que experimentan las
personas, algu nas de las cuales no tienen mucho reconocimiento
o apoyo social. Cualquier pérdida grande corta muy
profundamente, ya se trate de un divorcio, del rechazo personal,
pérdida de trabajo o muerte.
Con cada pérdida usted necesitará ( l) Descubrir la sit uació n y las
necesidades personales de la persona que siente pena; (2) Decidir qué
está dispuesto y qué es capaz de hacer por la persona, dándose cuent a
de que no puede hacerlo todo, ni debe hacerlo, y finalmente (3) Co
munica rse con la persona y ofrecerse a hacer la tarea más difícil que
ha elegido. Si la persona rechaza su oferta, sugiera otra. Las tareas es
pecíficas pueden incluir alimentar a las mascotas, hacer o enviar co-
u R. 17
manejar las áreas en las que están luchando. Aliente las cosas
positivas que están haciendo tales como hablar de la pérd ida. Cuando
hagan algo que no sea sano, como evitar, beber alcohol o excederse
en la medicación, déles otras alternativas.
Puesto que la mayoría de las personas no comprenden la
duración y el
proceso de la pena, proporcióneles información útil acerca de lo
que es tán viviendo ahora. Usted quiere normalizar su pena sin
minimizarla. Pero también hágales saber que sus respuestas a la pena
serán únicas, y que deben evitar compararse con otras personas. No
les permita hacer una equivalencia de la duración y el monto de la
pena con cuánto amaban a esa persona.
Hágales saber que usted com prende que tal vez quieran evitar la
in
tensidad del dolor que están experimentando actualmente. Su
empatía, su comprensión y su respeto harán mucho para ayudarles a
saber que su pena es normal. Aliéntelos a atravesar el dolor de la
pena. No hay forma de evitarlo. Si lo hacen, explotará más adelante.
Puede ser que necesite que se les recuerde que incluso con la
intensidad actual de su dolor, con el tiempo disminuirá.
Ayúdelas a comprender que su pena afectará todas las áreas de la
vida. Los hábitos laborales, la memoria, el tiempo de atención, la
intensi dad de los sentimientos, y la respuesta a la pareja se verán
afectado s. Esto es normal.
Ayúdelas a comprender el proceso de la pena. Compartir uno de los
cuadros de este libro puede ser útil en el momento apropiado. Com
prender que sus emociones van a variar y que el avance es errático
ayudará a esas personas a aliviar el sentimiento de que no hay progre
so. Ayúdelas a planificar fechas y festividades importantes de
antema no. AJiéntelas a hablar acerca de sus expectativas para sí
mismas y ayúdelas a evaluar si están siendo o no realistas.
Ayude a esas personas a encontrar formas de sentirse plenas
espiri tual, social y físicamente. Esté atento a sus hábitos de
alimentación y ejercicio. No deje que abandonen sus revisiones
médicas periód icas. Alértelas a la posible capacidad disminuida del
sistema inmunológico que se produce varios meses después de una
pérdida importante.
Ayúdelas con los problemas prácticos posteriores a una pérdida y
asís-
U R 19
Qu s m jor hacer:
Qu ' s m jor no ha r:
Diga: 'Lo siento tan to,, y luego agregue: «sé cuán especial él
ra para ti», "Yo tambi n la extraño»«, Q uiero ayudarte; e toy
disponibl todo el ti mpo que lo n c it ». 'He estado oran
do por ti. ¿Hay algo e pecífic por I que deba orar?
192 C Ó M O R..ECUPER.AR.SE D E LAS PÉR.DID AS D E
LA VIDA
Q, s mejor no hacer:
u
N diga « ompr nd, uand no ha nfrentado la mi ma
ituación. D cirl a las p r na qu tod e tará bien cuan do
u t d no ha cono ido la pr fundidad de u dificultad una
fra vacía. Y ell n nec itanír hi t ria d horror de p rs
na que u t d cono qu h n pa ad por algo similar.
2. ¿Sería útil para usted escribir una carta para entregársela a los
demás que los ayudara a responderle mejor a usted y a su pérdida?
¿Qué le gustaría decir? Tal vez pueda comenzar su carta ahora y
completarla en el transcurso de los próximos días.Quizá quiera
llevar su carta con usted a la próxima sesión y darla a conocer a
los demás.
5. . ¿Qué pasajes de las Escrituras han sido más útiles para usted
en su recu peración de la pérdida?
Pues tengo por cierto que las afücciones del tiempo presente
no so n comparables con la gloria venidera que en noso t ros
ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación
es el de aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Por
que la creac ión fue sujetad a a vanidad, no por su propia vo
lunt ad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque
también la creación misma será libertada de la esclavit ud de
corrupción, a la libertad glo r ios a de los hijos de Dios.
Porque sabemos que toda la creación gime a w1a, y a una
está co n dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino
que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del
Espíritu, no sotros también gemimos dentro de nosotros
n1ismos, espe rando la adopción, la redención de nuestro
cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la
esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno
ve ¿a qué espe rarlo? Pero si esperamos lo que no vemos,
con paciencia lo aguardamos. (Ro. 18.25 )
PR..ECUNTAS DE ESTUD IO 205
Describa cómo orará por esa persona y qué pasajes de las Escri
turas compartirá que sean útiles.
S. En las páginas 191 a 196 hay una lista de qué es mejor «no
hacer" y qué es mejor "hacer':Añada a esta lista sus propias
sugerencias para cada categoría.
N ues tra vida se ve afectada por dis tintos ti pos de pérdidas. Alg un a
son ca mbios de la vida como dejar el hogar, la mue rte de un se r
amado, el divorcio o la jubi lació n. Otras con más sutil es c omo lo
c amb ios de
tr abajo, el te ne r que mud arse de un lu gar a otro, la enfermedad o un a
amis tad rota. No im porta la clase de pérdida que u ted enfre nta, este
li bro puede ay udarle a enco ntrar es peranza.
Con s u ex perie ncia, H. No rrnan Wrig ht esc ribe acerca de temas como:
• El s ig nificado del dolo r
• Có mo ex pre ar el dolor
• Cómo rec uperarse de la pé rdida
• La pérdida de la ide ntid ad
• Cómo ayudar a otros con su pérdidas
ISBN □-8254-1900-X
9 780825 419003