WRIGHT HNorman Cómo Recuperarse de Las Perdidas de La Vida

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H. NOR_MAN WR_l GHT
CÓMO
ItECUPERA, RSE
DE LAS PERDIDAS
DELA VIDA

H. NOll MAN Wll IGHT

PO R T AVO Z
La misión de Editorial Portavoz consiste en proporcionar productos de calidad -con integridad

Título del original: Recovering from the Losses of Life


© 1991, 1993 por H. Norman Wright y publicado por
Fleming H. Revell, una división de Baker Book House
Company, P.O. Box 6287, Grand Rapids, MI 49516-6287.
Edición en castellano: Cómo recuperarse de las pérdidas
de la vida,© 2004 por H. Norman Wright y publicado por
Edi torial Portavoz, filial de Kregel Publications, Grand
Rapids, Michigan 49501. Todos los derechos reservados.
Ninguna parte de esta publicación podrá reproducirse de
cualquier forma sin permiso escrito previo de los editores,
con la excepción de citas breves en revistas o reseñas.
A menos que se indique lo contrario, todas las citas
bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera
1960, © Socie dad es Bíblicas Unidas. Todos los derechos
reservados.
Diseño de portada: John M. Lucas
EDITORIAL PORTAVOZ
P.O. Box 2607
Grand Rapids, Michigan 49501 USA
Visítenos en: www.po rtavoz.co m
ISBN 0-8254-1900-X
1 2 3 4 5 edición / año 08 07 06 05 04
Impreso en los Estados Unidos de
América Printed in the United States of
America
CON TEN ID O

l. Las pérdidas de la vida 7


2. Pérdidas que nunca tuvimos en consideración 20
3. El significado del dolor 37
4. Problemas con el dolor y la recuperación 60
5. Cómo adaptarse a la separación y al vacío 75
6. Decir adiós 86
7. Cómo recuperarse de la pérdida 106
8. Cómo crecer a través de nuestras pérdidas 118
9. La pérdida de la identidad: ¿Quién soy? 135
10. La pérdida de una relación 153
1 l. Cómo ayudar a los demás con sus pérdidas 172
Preguntas de estudio 198
Recursos recomendados 208

5
1

LAS PÉR_DIDAS DE LA VIDA

E lla estaba de pie frente al gran grupo irradiando confianza y


segu ridad. Al interactuar con las personas, sonriendo y riendo,
resul taba evidente que estaba de buen hu mor. "La vida parecía
sonreírle». Pero varias de las personas del grupo que ella dirigía
parecían exac tamente lo contrario. Un aire de tristeza las sumía.
No había sonrisas ni risas, no había confianza ni seguridad. Al
cabo de un rato, la disertante advirtió a las personas que parecían
estar luchando, y du
rante un receso se les acercó.
" No pude evitar darme cuenta de que varios de ustedes parecen
estar tristes y que están luchando con algun os problemas esta noche.
¿Me podrían decir cuáles son sus preocupaciones?"
Una a una, vertieron las historias. Un hombre había perdido su
empleo después de veintisiete años. Una madre tenía un hijo que
esta ba en las últimas etapas del SIDA. El esposo de otra mujer
había sido asesinado hacía tres meses. Y un hombre sufría de
dolores de espalda no diagnosticados.
La disertante escuchó con atención las historias de los
inconvenien tes que habían sucedido recientemente y luego dijo:
«Puedo ver que todos tenemos algo en común. Estamos tratando con
pérdidas signi ficativas y expe rimentando mucho dolor».
Un hombre habló en voz alta."Es cierto': dijo.«Nosotros lo
estamos experimentando, pero usted no podría estar luchando
contra una gran pérdida. La hemos visto esta noche y usted no
está ni por asomo cerca de dónde estamos cualquiera de nosotros.
Usted no está luchando como lo estamos haciendo nosot ros".

7
8 ÓM R.E UPER.AR. E D E LA PÉR.DIDA D C LA IDA

«Tiene razón':contestó la mujer,"cuando diceque no estoy


luchando como lo están haciendo ustedes. No lo estoy haciendo
ahora, pero lo hice. Y fue difícil. Hace dos años, pasé por el mismo
tipo de situación que muchos de ustedes: Un esposo infiel, un
divorcio, la pérdida de un hogar y mi padre que murió
repentinamente de un ataque al corazón. Estaba profundamente
desesperada. Todavía siento el dolor. Todavía me estoy recuperando
de mis pérdidas. Simplemente estoy en una etapa diferente. Yo estuve
donde estuvieron ustedes, y alg ún día ustedes estarán donde estoy
yo".
Pérdida. Es una simple palabra de siete letras que es una de
nues tras compañías constantes a lo largo de la vida. Pero no
hablamos con mucha frecuencia de ello. Como una conspiración
silenciosa, parece que tene1nos un acuerdo tácito con los demás
de no hablar de nues tras pérdidas. Sin embargo, con cada u11a de
las pérdidas viene el cam bio, el creci mie n to, nuevos
discernimientos, com prensió n y refinamiento, todas son
descripciones positivas y palabras de espe ranza. Pero con
frecuencia están en el futuro y omitimos ver ese m.ás allá cuando
estamos en medio de nuestro dolor.
A nadie le gusta perder. Se supone que la vida debe estar llena de
ganado res. Mire los titulares de la página de deportes. Los homenajes
los reciben los ganadores, no los perdedores. Perder duele. Conlleva
puntas afiladas que dañan nuestros nervios y ocasio nan dolor. Una
pérdida pequeña o una grande, no importa. Duele. Y d uele todavía
más porque no se nos ha enseñado a esperar o cómo manejar las pér
didas de la vida. Queremos ser ganadores. Queremos el éxito. Quere mos
tener el control de nuestra vida, para poder construir paredes alreded or
de nosotros con letreros que digan:«¡Pérdidas - No pasar!,, Luego, si
suceden, nos sentimos violados.
Con demasiad a frecuencia, una persona que ha sufrido una pérdi
da es culpada por ello: " Ella no debe haber sido una buena esposa si
él la abando nó".
"Fracasaron como padres. De otro modo ese niño se habría qued a
do en la iglesia y no se hubiera involucrado con esas person,as :
"P e rd ió su trabajo. ¿Me pregunto qué hizo mal?,,
"Si hubieran vivido en la vida cr istia na, esto no habría suced ido".
L

¿Alguna vez tuvo ese tipo de p n amientos acerca de otra per ona
o ac rea d usted mismo?
E ta actitud ha permanecido con no otro durante mucho tiempo.
En Juan 9, lo discípulo expr aron dicho p nsamientos a Jesús ac
rea d un hombre ciego:

Al pa ar Jesús, vio a un hombr ci go d nacimiento. Y le pre


guntaron sus discípuJos, dici ndo: Rabi, ¿quién pecó, é te o
u padre , para que haya nacido ci go? Respondió Jesús: No
qu pecó é te, ni u padr , ino para qu las obras de Dio
manifi t n en él.
-Juan 9:1-3

U t d ya ha experimentado mucha pérdida en su vida. Tal vez no


a on ,c ie n te de algunas de ella quizás no se haya dado cuenta
d qu lo que experiment fu ron p 'rdida r al s. Alguna duran
v inticuatro hora . Otra duran añ . La man ra n la que r pon
d a eJla o lo qu l p rmit hac rl a u t d afectará el r to d u
vida. No puede evitar la pérdida o quitár ela de encima. La pérdi da
n eel enemigo; el en migo no enfrentar u existencia. La
mentabl m nte, muchos de no otros nos h mos vuelto má
dotado n d arrollar la negación qu n nfr ntar y
aceptar lapérdida
d la vida.
Inclu o i u ted intenta ign rar la p rdida, la experiencia emocio
nal d la mi ma e tá plantada n su corazón y mente, y ningún borra-
dor la eliminará. Siempre que hay algún tipo de apego, no pu d
vitar una pérdida cuando l víncul s rompe. La vida está JI na d
r lacion s con personas, cosas y sueño qu e rompen. Ent n e
producen nu vos la zos. A medida ue curre cad <! ca m b i , d b x
p rimentar I dolor que lo acomp ña.
El monto o int n idad d la pérdida qu i nt tr ham nt
r la i nado e n lapo ibilidad d r mplazar ual ui r h
p rdido. Cuando e rompe una pi za favorita d un
o uando se incendia su automóvil, u m I ti p a rti
día
o mana . Pero la muerte de un hij un n u ti n un impa to
10 M R.[ UP [ R_A R_ [ DC LA r t R.DID t\ DE LA IDA

diferente . Puede decidir tener otro hijo o volver a casarse, pero nunca
podrá reemplazar al original.'
Los niños que experimentan demasiadas pérdidas tienen dificul
tad en m an ejar sus futu ras pé rdidas cuando sean adolescen tes y
luego adultos. Los niño s no tiene n los meca nis mos de sopor tar y de
defensa que tienen los adultos. No poseen las habilidades verbales o
la fant asía creativa para generar alternati vas que posee n los ad ultos.
Algunos niños se sensibili zan tanto res pect o del dolor de la
pérdid a que en años posterio res sus pé rd idas se sienten con tanta
profu nd i d ad, que hay una predisposición a la depresió n. He visto a
muchos adultos que experim entaron alguna forma de pérdida
cuando niños que crearo n una supersensibilid ad a reaccio nes y resp
ues tas similares como adultos. Un hombre de cuarenta años vivió en
una atmósfera de amo r co ndicio naJ mie ntras crecía . Cada vez que
hacía ruid o o in te rrumpía algo, se le quitaban el amor y la aceptació
n. Se sentía vacío y dolido cada vez que expe rimentaba esta pérdid a
de amo r. El asun to estaba tan maJ que cuand o sus amigos venían a
verlo, se n tía vergüen za si hacían mucho ru id o frent e a sus pad
res. H oy d ía, es muy sensibl e a las respuestas de los d emás en
situacio nes ruidosas, incluso cuando no es respo nsable del r ui.d o .
El rechazo es una pérdida muy d ificil de manejar para los n iños. El
D r. Hugo Missild ine describ e s us efectos:

Es difícil se ntir un hogar en el mundo si nunca sintió un ho


gar en su pro pia casa. Si fue rechazado cuando niñ o, tiene
un a falt a emocional ex t rema; de hecho, usted es la perso na
origina«l s in un paí»s .
Puede verse a sí mismo como un descastado, inaceptable
para usted mis mo y para los de más. Su denigració n propia
es amarga y sien te, casi auto mática mente, resentim iento
hacia los de más que lo lleva co n frecuencia a disto rsio nar
las actit u d es de los dem ás.2

Lam entablemente, la mayoría de los adultos no son capaces de


ayu dar a sus h ijos a sentir dolor po rque no han ap rendido
adecuadamen-
L PtR 11

te a entir d lor ellos mi mo . Cuando un niño no siente p na por


una pérdida, una pérdida imilar en la vida adulta puede reactivar lo
sentimiento relacionados con la experiencia de la niñez. A í, una p r
dida en la niñ z puede pr di pon rnos a la up r n ibilidad y luego
a la d pr ión.
Hac varios años, una muj r que asistía a un minario de on j
de ri i m e ntó u exp ri ncia. Ella y u e po habían mudado
a una ciudad nu va tre añ atrá . Ante d moment , habían
vivido en l mi mo pu bl durante quinc añ . E taban pr funda
ment in olu rados n u igle ia y tenían mucho amigo . u hijo
habían ido riado allí, y habían c lebrado ada Navidad c n l mt -
rcano .
e mudar n, d jar n t do so atrá . El esposo d la muj r
inici d inm diato u nu v trabaj . in mbarg , debid a la natu
raleza d u profe ión, IJa tuv que com nzar d nuevo d d r.
Durant l prim ro do añ , ella exp rim nt un monto grand d
d pr i n y n p día dar u nta del p r qu . Finalm nt a udió a
con j , y al ne ntrar n u familia d rig n, l m.o tiv r ult
vident . i nd niña, ha ta l inco año de dad, t nía un vín ulo
mejor n u abuela qu e n u madre. Eran muy e rcana , p r lu -
go su abuela murió r p ntin m nt . AJ cabo d manas, u familia
fue d l pu blo al campo, dond l vecino má cercano taba a un
kilóm tr y m di de di tancia. Mi ntras lla y u terapeuta hablaron
y la con n re ultó clara, nt ne pudo ntir pena como nun al
había h h por su abu la y p r a mudanza d la niñez. on l ti m po,
la d pr i n cedió.
¿Hub al una pérc_tid_a n u v.ida.porJa qu nunca intió p na re l
mEJ_! ? Tal v z quiera reflexi nar un poco sobre esa pregunta.
D ma iada pérdidas del e mienzo d la niñez pueden pr di po nerno
a una n ibilidad exagera y a la d pr ión n ñándono a "compon r'
nu tra pérdida . omponer una forma d r p n der en la qu
comenzamos a apilar una p ' rd ida bre la otra. n lu ar de experim
ntar una pérdida por vez y conc ntrar l d I r n r-
dida, el hecho de componer crea una pérdida má gra nd ·. E n - cuencia,
cada pérdida parece r más grand d 1 qu n r alidad
12 Ó M R.E UP[RAR [DELA PÉRDIDA DE LA VIDA

Es importante aislar cada pérdida, verla por lo que es, responder a


ella y luego tratar las otras pérdidas en forma individual. Es
bastante co mún componer nuestras pérdidas, pero cuando eso
sucede, debemos desempacadas, separarlas y concentrar nuestro
pensamiento en ellas una por una.3
La vida es una mezcla de pérdida y ganancia, pérdida y ad
quisi ción. En la creación, la pérdida es el ingrediente del crecim
iento. Se pierde un capullo cuando se convierte en una hermosa
rosa . C uan do una planta empuja su camino a través de la tierra,
se pierde una semilla.
Cuando fue un niño, sus dientes de leche aparecieron luego de
mucho tiempo de dolor y llanto. Pero un día, comenzaron a
aflojarse y a moverse y pronto se cayeron o fueron extraídos. Se
perdieron para dar lugar a los dientes permanentes. A veces estos
también se pierden y se reemplazan por dientes postizos.
Graduarse de la escue la secundaria produce una pérdida de cond
i ción, amigos y familiaridad, pero la mayoría de nosotros ansiamos
que llegue, puesto que significa seguir adelante con nuestra vida.
Cuan do somos jóvenes, algunas de nuestras pérdid as son festejadas
tanto como son objeto de pena. La mayoría de estas pérdidas
tempranas so n del desarrollo y muy necesarias. Podemos aceptarlas
con bastante fa cilidad. Pero con frecuencia nos concentramos en la
ganancia sin re cordar que tambié n hay una pé rdida apegada a ella.
El cambio implica cie rt a forma de pérdida de cómo eran las cosas
en algún momento.
Cualq uier evento que dest ruya la comprensión de una persona del
significad o de la vida se siente como una pérdida. Nuestras creencias
y expectativas son objeto de ataque. La frase: "¿Cómo pudieron hacer
tal cosa?,, expresa esta confusión.
Cada vez más inm igrant es llegan al país, tanto legal como ilegal
mente. Estos inmigrantes experimentan una gran pérdida cult ural de
su estilo de vida. Ya se han ido los ele mentos no r males y familiares
que le dan sentido a la vida, tales como señalesde caminos, moneda,
id io ma, rostros familiares, comida y relaciones.
Los misioneros que se han mudado a campos nuevos para
min ist ra r enfrentan adaptaciones y pérdidas mayores. Cada
cuatro
L P ROi L ID

año regresan a su patria para encontrar nueva pérdidas al enfren tar


lo rápidos cambios d nu stra propia economía, valores y e tilo de
vida.
Las pérdidas económicas abundan hoy día. Tal vez ni siquiera no
demo cu nta de que un increm nto en los medidores de gas o la in
flación sean una pérdida para cada uno de nosotros.
Hay otras pérdidas más sutiles que nos afectan. Tal vez seamos cons
cient d 1 dolor de una experiencia, p ro no la identificamo como
una p ' rd id a. Una falla menor una quivo ación social pued cr ar
v rgü nza o d ilu ión. La xpr ión "p rdida de ro tro" r conoc la
ara t rí tica« pe rd id, a de e ta xp ri ncia .
La p ' rd id as pueden r vid nte : P rder a ere querido por
mu rt o divorcio, un auto robado, una a a n la que entraron lad ro
ne y robar n. Otras p rdida pu d n n er tan obvias: Cambiar d
mpl , recibir un ei en lugar de un di z n un cur o univ r itari ,
bt n r m no de lo qu p rábam n un aum nto, mudar e, en
fermar (pérdida de alud), un ma tro nu vo en medjo d un s -
me tr , 1 cambio de una oficina e n v ntana a otra sin ventana ,
xü o I gro (la pérdida de lu har d I reto o incluso las r lacion
n compañ ro d trabajo), un hij qu e va a tudiar a la univ r i-
dad, la p'rdida de un id al, un u ñ una m ta d toda la vida. Ti -
da ta a n pérdida , p r pu to qu tal v z no sean fácil d
r n e r, no la id ntifi am m tal . Por lo tanto, no d dica-
m s ti mpo y nergía en ella .
Mucha de las pérdida d la vida ti n n que ver con envejec r. Al
nv j c r, los ueños y las cr encia de la niñez comienzan a derrum bar
y a cambiar. ¿Se acuerda d la primera vez que se enamoró? To dos los
romane s d la niñ z y la adol se n ia tán Henos d p ' rd ida , alguna
diarias, ¡otra horarias! Pasar de e cuela a escuela, desaprobar un grado,
dejar lo e tudio , dejar la ca a para ir a la universidad
ol mudar e, inclu o i el cambio fue planificado, hay un I m nt
d p 'rdida involucrado.
Cuando ingre a al mercado lab ral, la p rdida •n•1
pr ducirs lo r chazos. Algui n má obti n I aum nt 14 n ,
la negociaciones caen, se pierden pi itos en lo tribunal , 1 n
14 M O R E UPERARSE D ELA PÉll DIDA D ELA VIDA

cios fracasan, la economía falla, uno se ve atrapado en un trabajo «que


no va a ningún lado".
Luego vienen las pérdidas físicas, irónicamente, una importante
implica ganar peso y centímetros. Perdemos nuestra juventud> nues
tra belleza, nuestra piel tersa, nuest ro tono muscular, nuestra forma,
nuestro cabello, nuestra vista yoído,.nuestra capacidad o interés
sexual, y den1ás.
En los años de la edad media, las pérdidas toman un sabor diferen
te. Ahora parecen ser más frecuentes, permanentes, y en muchos ca
sos, negativas. ¿Quién se regocija por perder el cabello, perder los
dientes o tener que usar espej uelos bifocales? Parece que ahora las
pér didas se construyen sobre otras pérdidas.4
Considere también la frecuencia de las pérdidas. Por lo general
no perdemos a muchos de nuestros amigos por la muerte temprano
en la vida. Pero en nuestros últimos años, eso se vuelve mucho
más fre cuente. Cua nto más vivimos, más pérdidas de amigos y
parie ntes ex perimentamos.
Cuando usted es más joven, tal vez tenga un problema físico y se
corrige. Pero aho ra, estos problemas se acum ulan. Los músculos no
trabajan tan bien ni se recuperan tan rápido. Es más lento en su tie m
po de respuesta y un día advierte que, además de los nuevos espej
uelos, las personas hablan más despacito y usted tiene que subir el
volun1en del televisor.
Parecemos manejar las pérdidas mejor cuando son poco frecuen
tes. Pero luego de la vida media, entramos en una zona de tiempo de
pérdidas acum uladas. Es difícil manejar la próxima cuando todavía
nos estamos recuperando de la act ual Nuestras habilidades de tole
rancia pueden estar agotadas, y si nunca fueron altamente desarrolla
das, estas pérdidas nos van a golpear muy duro.
La otra dificultad con las pérdidas es su finalidad. Si uno pierde un
trabajo a los veintisiete años, simplemente va en busca de otro. ¿Pero
qué sucede si pierde su trabajo de treinta años a la edad de cincuenta
y sie te? ¿Qué hace ahora, especialmente si esto es todo lo que sabe
hacer, y no hay tanta demanda ya para sus habilidades?
Perder a un cónyuge cuando uno es mayor también es limitante. Si
et -<iOte. , "-<D '?./} :J.:. u"u F
LA PÉRDIDA D E LA VID 15
A
L) 1 ca{ o.u {l¡'-
se divorcia o su cónyuge se muere cuando usted es joven, es mucho
más fácil encontrar otra pareja. Al envejecer, se torna más difícil,
especialmente si se trata de una mujer. La mayor parte de las mujeres
que tienen más de cincuenta años y pierden a su esposo no vuelven a
casarse.5
En su hbro Pérdidas en los últimos añosde la vida, R. Scott
SuJlender mues tra cómo las personas con incapacidades físicas
pueden ense ñarnos a cambiar las pérdidas de la vida en triunfos:

Hay una persona incapacitada fisicamente en su futuro: ¡Us


ted! Las pe rsonas incapacitadas físicamente tratan en el mo
mento actual con lo que usted y yo vamos a tener que tratar
más adelante. Tarde o temprano cada uno de nosotros sere
mos incapacitados físicamente de una u otra manera. Tarde o
temprano cada uno de noso tros tendrá que tratar con una o
varias pérdidas importantes en nuestra salud. Luego viajare
mos por el mismo sendero que recorre actualmente la perso
na incapacitada físicame nte. Entonces conoceremos el d o
lo r, la frustración y los sufrimientos . Tal vez si pudiéra mos
apren der de ellos ahora, cualquiera fuera la edad que
tuviéramos, estaríamos mejor preparados para nuestro
propio futuro.
Las personas incapacitada s físicamente nos enseñan
que la vida es más que un cuerpo. Demuestran la verdad
de todas las grandes religiones en las que las cosas que
nos convierte en verdaderamente humanos y divinos no
son las cualidades físicas. Son cualidades del Espír it u. San
Pablo enumeró aJlgu nas de estas cual idades: El amor, el
gozo, la paz, la paciencia, la bondad, la gentileza, la
fidelidad, la cordialidad, el control propio (Gá. 5:22).
Jesús enumeró algunas más: Mansedum bre, hacer las
paces, pureza de corazón, misericordia, apetito por la
justicia, sufrir por una causa justa (Mt. 5:3-10). Nin gu no
de los dos mencionó la belleza física, ni siquiera la salud
física. Las cua lidades que nos salvan no incluyen la
forma de nuestro cuerpo.
Las personas incapacitadas físicament e también pueden
16 MO R.EC UPER.AR.SE D E LA. PÉR.D ID AS DE LA VIDA

enseñarnos a sufrir y a superar las limitaciones corporales. A


veces no se puede mejorar el dolor, ni conquistar las
limitaciones. La mayoría de nosotros tendremos que tratar con
el dolor y las limitaciones, al principio de manera escasa y
luego de forma importante. Aprenderemos nuevos significados
para la palabra
«valor". O superaremos nuestras limitaciones y
aprenderemos a vivir con ellas o nos hundiremos en nuevos
niveles de desesperación, resentimiento y desvalidez. La
opción depende en gran medida de la fuerza de nuestro
valor.
Luego, en un sentido, una incapacidad física o una
pérdida de la salud pueden convertirse en un don. Nunca
comienza de esa forma. Inicialmente es una pérdida horrible.
Sin em bargo, si a través de la pérdida podemos aprender a
nutrir nuestras cualidades espirituales y aprender el arte de
sufrir bien, entonces habremos transformado nuest ra
pérdida en una ganancia. Habremos crecido a través de
nuestra pérdida y con ella. Habremos pasado por encima de
nuestra pérdida preci samente aJ no dejar que nos venza,
pero dejando que nos im pulse hacia delante a un estado más
avanzado de existencia humana. Es algo admitido que no
todos dan ese salto hacia delante. Ni algunos seres humanos
han ido más aJlá de la teo logía de la escuela dominical Sin
embargo, la pérdida de la salud en los últimos años de la
vida, tan horrible como pare ce, puede ser la oportunidad de
crecer hacia un nivel aún más grande de madurez espirit
uaJ.6

Las pé rd idas de identidad pueden presentarse regularmente a lo


largo de nuestra vida. Estas son difíciles para muchas personas
debido a la intangibilidad de los temas. Pero son reales y tienen el po
tencial de la destrucción o bien de un tremendo crecimiento.
Trataremos es tos temas en detalle en el próximo capítulo.
Las érdidas más difíciles de la vida son las érdidas amenazadas.
La posibilidad de que sucedan es real, pero es poco lo que uno puede
hacer al respecto. Se destruye su sentido del control. Ha estado
traba
- jando dieciñueve años en una empresa. A los veinte años, todos sus
LA PÉR.D ID A D ELA VIDA 17

beneficios están asegurados. Luego le informan que, debido a la mala


economía y a contratos perdidos, se despedirá al cuarenta por ciento
de los empleados de su compañía para fines de mes, y la longitud del
empleo no es un criterio para retener el puesto. ¿Será usted parte de
ese cuarenta por ciento?
Hay muchas otras pérdidas amenazadoras en la vida:
Esperar el resultado de una biopsia.
Un cónyuge que dice: "Estoy pensando en divorciarme de ti'
Un interés ro1nántico que no lo llama más periódicamente.
Una inversión de negocios que tal vez no resulte bien.
Recibir un juicio de un empleado o cliente enojados.
Estar en un país extranjero y que el gobierno amenace con retener
a todos como rehenes.
Un amigo le dice que sospecha que su hijo ha estado en las drogas
desde hace un año.
Todas las anteriores son pérdidas potenciales. Podrían suceder.
Hay poco que usted pueda hacer al respecto, y siente la pérdida antes
de que suceda, se siente desvalido.
Incluso el deleite de tener un hijo trae pérdidas acompa ñantes.
Como lo dijo una joven madre: "Nunca me di cuenta de todas las
adaptaciones que implicaba tener un bebé. Mi tiempo no es mío,
mi energía se ha ido, mi cuerpo ya no es mío, nuestra intimidad y
roman ce han sido puestos en un estante, y me siento prisionera en
mi hogar. Ya no puedo salir cada vez que quiera. ¡Me siento como
si hubiera perdido en la vida!"
Estas adaptaciones o pérdidas son bastante comunes. Se las
puede anticipar y hasta planificar para facilitar su impacto. Pero la
mayoría de las pérdidas que experimentamos son difíciles de
lamentar. ¿Por qué? Porque usualmente no se las reconoce como
pérdidas.

El problema con intentar hacer un duelo por una pérdida


cuando no está involucrada la muerte es que no hay cuerpo,
no hay funeral y no hay un hombro público en el que poder
llorar. No hay una salida tradicionaj, socialmente sancio
nada para hacer un duelo cuando la pérdida no es la muer te.
18 Ó M R.E UPER.AR. E D E LAS PÉRDIDA DE LA VIDA

La pérdida de una función, de una relación o de recursos


financieros, por ejemplo, no lleva ningún obituario escrito,
no hay« restos,, para poner ad escansar y concentrar el amor
en quien sufre el duelo.
Intentar sentir un duelo por una pérdida cuando no está
involucrada la muerte es un infierno solitario, con inicios va
gos y finales definidos con mayor frecuencia por las dimen
siones intangibles de la esperanza perdida y encontrada que
por los perímetros de la crisis en si.7

Todos vivimos con miedo, algunos más que otros. El temor a la


pérdida está profundamente arraigado dentro de todos nosotros. Cada
pérdida que vivimos desde la .más tierna infancia en adelante se con
vierte en parte de este cúm ulo de temor dentro de nosotros. A veces
las personas usan artículos o amuletos alrededo r del cuello como
pro tección contra la mala fortuna, que es otra forma de decir
pérdida. Le tememos a la mala fortuna y solemos evitar a aquellos
que la han ex perimentado por temor a que sea contagiosa.
Cada vez que se produce una pérdida, es importante verla en el
contexto de las experiencias de su vida de modo de comprender todo
el impacto de lo que ha ocurr ido. Identificar todas las pérdidas acom
pañantes así como el impacto de esta pérdida en su pensamiento acer
ca de los hechos del futuro es algo importante. Recuerde que las
pérdidas del pasado tienen un efecto sobre las pérdidas y los apegos
actuales, y que todos estos factores afectan su temor a la pérdida futu
ra y su capacidad de entablar futuros apegos.
Durante la experiencia de la pérdida, puede haber preguntas ocul-
tas que deben abordarse en algún punto:
¿Me recuperaré de esta pérdida? ¿Sobreviviré?
¿Está bien continuar con mi vida sin aquello o quien he perdido?
¿P uedo ser feliz y sentirme plen o sabiendo que la persona que
he perdido realmente ha partido y mi vida será ahora diferente?8
En los capít ulos siguientes intentaremos darle respuesta a algun
as de estas preguntas.
LA Pt R D ID A O[ LA VIDA 19

TA
Ca pítu lo l . Las pérdidas de la vida

l. Dr. Ro naJd W. Ramsay y Re ne Noo rbergen, Liv ing With Loss [Có mo
vivir co n la pérd id a] ( Nueva York: William Mo rrow and Co. lnc., l
981), 47, 48, adaptado.
2. W. Hugh Miss ild ine , Your JnnerChild of the Past [Su niiio interio r
de.l pasado] (Nueva York: Simon & Schuster, ln c., 1968 ), 59.
3. Arc hibald Ha rt, Counseling the Depressed [Có mo aco nsejar al d e pri mi
d o ] ( Waco, Texas: Word Books, 1987), 123- 127, adaptado.
4. R. Sco t t S ullender, Lossesin Later Life [ Pé rd id as e n los último s años
de la vida1 ( Nueva York: Paulist P ress, 1989 ), 3, ad a ptado.
5. lbíd., 16- 18 , a d a pt
ado. 6. Ibíd., 142, 1 43.
7. Nina Herman n Do nnelly, 1 Never Know What To Say [ Nunca sé que
decir ! ( Nueva Yo rk: Ballantine Boo ks, 198 7), 123.
8. Bob Deits, Life After Loss [ La vida d es p ués de la pé rdid a ] (Tucso n: Fis
her Books, 1988 ), 37, a d a p ta d o .
2

PÉ DlDAS QUE N UN CA
TUVIMOS EN C ON SID EACIÓN

P ie nse un momento en las pérdidas que ha experimentado y cómo


han impactado en usted. ¿C uáles fueron los tres o cuatro momen
tos más d ifíciles de su vida?¿Q ué pe rdidas estaban in vol uc rad as?
¿Eran obvias o sut iles ? ¿Las reconoció co mo pérdid as en ese
momento?
Es vital q ue identifiq ue cada pérd ida de su vid a co.mo lo q ue es,
una pérd id a, y que luego sie nta pena por ella, as.í c o mo Jo haría por
al guie n q ue muera. Du ran te varios años, les he estado pregu
ntando a mis pacientes lo s ig uiente: "¿Q ué pé rdidas exper imentó de
las que no se lamen tó plenamente?,, La mayoría, ya sea de in mediato
o a] cabo de dos o tres semanas, puede reconocer algún tema que p
revian1en te no pudieron ver como una pérdid a y por lo tanto,
obviaron se ntir dolo r. C uando no nos entristecemos adecuadam.ente,
las reacciones y los sen timie nto s no resueltos co nducen a un nivel
más alto de inco modid ad, y estos temas sin resolve r conti núa n
evitando que vivamos la vid a a plenit ud.
También es importante descub rir las "pérdidas secund arias,, q ue
resultan de la pérdida inicial. Estas pueden ser pérdidas vis ibles reales
o cambio s s utiles que involucra n a nuestras relacio nes personales
con los demás, el estat us, el entorno, el estilo de vida, las esperan zas,
los sueños, los deseos y las fant asías.
Uno de mis alum nos perdió a su herman o m ayo r en un
accidente de tráfico. Este hermano mayo r había sid o res po nsable
del c u idado de

20
u u

sus padres ancianos. Pero ahora había partido, y mi alumno s ntía


que él d bía ocuparse d l cuidado de su padr . E to ocasion que
dejara lo tudio , retra ara u educación, cambiara el rumbo voca cional,
po pu i ra nuevo hijos y limitara u ti mpo con u sposa, hijo, amigo
y pasatiempo . ¿V todas las pérdidas secundarias involucradas?
Grupo ent ros pueden xperimentar una pérdida. Cuand un
mini tro muy amado abandona u congregación luego de quin años,
toda la c ngr gación xp rim nta p na y la tapa que esta conll va.
Lam ntabl m nte, e t pu d hac rle la co a difíciles al nu vo mi ni
tro qu iga us pa o .
Hay una p 'rdida asociada c n la anticipación d un logro qu nunca
pro p ra. L h vi to n la t l vi i n: AJ final d un gran ev nt d por
tivo, 1 atleta dejan colgar u cab za con angu tia o lloran n il n io
cuand pi rd n un partido. Lo político 11 ran frente a la ámara
luego de hab r ido d rr tad n una ele i n. N olo p rdi r n la
elecci n, in que tambi n hay una pérdida d rgullo, una p rdida d
las ganancia perada , una p rdida de la val ra i ' n propia. Ti da
ta n p rdida anticipada . L cont ndi nt nunca tu i r n r al-
m nt l qu p rdi ron, p r no ha qu u d lor ea m n
La pérdida de un ideal crea un poderos tip de pena. ¿Dónd ta- ba
u t d 122 d noviembr de 1963, cuand II gó la noticiad que el
Pre id nt K nnedy había ido a inado? Ti d el
pueblo d I E ta do Unid cayó n un du 1 1 ctivo.
La pena de Jaclcino ra olo d lla, in también de t da la
nación. uando Kennedy muri ' , per
dimos un ueño y un id al. a í como también a un hombr .
¿Cuánta v ce en su vida cambió de lugar de residencia? Hace año ,
mi familia y yo nos mudamo cuatro veces n tr años. Cada año
cuar nta millone de p rsona mudan a nu va localidad . AJvin
Toffl r r tul' a e to viajante frecuent . L llamó «los qu mu-
dan con du lo' n su libro Impacto futuro. Una mudanza c m ta
implica má que mudar e. Incluye la p ' rd ida d lo familiar, Ja rutina,
los amigos, la iglesia, el centro comercial, lo médicos, la
Pero a una mudanza por lo general no se le da l reconocimi nt qu
nece ita como una gran pérdida en nue tra vida. 1
fl UP □l R- ID

La p rdida de una parte del cuerpo o d una función corporal es


mucho má frecuente a m dida que se incrementa la longevidad. En
la actualidad hay más d tr inta y cinco mil amputacione de mi m
bros por año n nuestro paí , a í como tambi n un gran núrn r d
ma t ctomía e hi terectomía .
Ten r una enfermedad c m el cáncer con idera una gran pér-
dida d bido aJ cambio en la aJud. ¿Pero ha consid rada toda la pér dida
cundaria adicional ? Alguna on físic y otra imb lica . E tá la
p rdida d l nt rn d I h gar familiar d bid a t n r qu p r manec r n un
cuarto d h pit l. E tá la p ' rd ida d la ind p nd n ia deb.id a la
nfermedad y a ten r que d pend r d lo demá para l cuidad pr pio.
E tá la p rdida d contr I para lo pacient nfina do n su ama.
ta no on toda la p' rd idas involu rada . Una nfi rm dad
tal com l cáncer ti n un fect d va tador br u victima . Un
paci nt d cánc r pu d xp rim ntar la pérdid d la aut n mía,
p' rd ida de la funcion rp ral , p rdida d part d I u rp p r dida
de plac r p rdida d id ntidad, pérdida de intimidad, p rdida de
peranza, p ' rd ida d I trabaj , p ' rd ida d pa ati mpo , p ' rdida d
int ra ión o contacto o iale , la p rdida d l amor propi y la p i
ble p ' rd ida d la movilidad.
ada p ' rd ida menor qu se xperim nta onfi rma el ntimi nto
totaJ d p rdida que exp rim nta una per na. ¡Y cada p rd ida n c -
sita una r a ci n de pena! ada una d Ua m r un du 1 . El ig nificad
y alcance d ad pérdid varía para ada persona, gún la inv rsión
qu e hizo; a í, 1 monto de p na r qu rida varía.
Cuando una p ' rd ida e p rmanente, lleva c n igo el sentido de qu
algo r alm nt ha terminad . E v rdad que p d mo int ntar r i -
tirno vitar la realidad, p ro cuando alg t rminant d b mo
hacer una nu va vida in u xi t ncia.
Cuand una p rdida t mp raJ o par e rlo, uno n u ntra
en una itua ión en la qu no hay cierre. A í aparee un ent1m1 nto
recurrente de pérdida. En el ca o de los hombr s que desapare en en
acción o de los niños que huy n de su hogar, puede imaginar e con
much frecu ncia un r encu ntro, alternando con I temibl p n a-
u u

miento: Tal vez no regrese. La fantasías con tante de volver a bt ner


lo que par c e tar p rdid e agregan a la int nsidad de la p ' rd id a.2
Una per ona con cán er que iempr ha preocupado d u apa-
riencia r cibirá un gran impa to por la pérdida de una parte d l cuer po.
tra p r ona pued v rs más afectada por el cambio n la
participa i n labo ral o de r r ación, mi ntras que otra per na e
v ría má afectada por lo contact s ocial limitado .
in mbargo, la may ría de la per ona no identifican u p rdi
da n fi rma parada. No la d glosan y si nt n dolor por ada una
d ella' . Lamentabl m nte, e to hace que la pena sea más int nsa, y s
retra an I proc so de re upera i n y los nuev a pegos. 3
La mucrt d una per ona ignifi ativa s una pérdida grand , p r
un ti n qu id ntifi ar t da la p ' rd ida undaria tambi' n. E
- ta pueden in luir la pérdida d peranza , u ñ , de e , fanta ía ,
sentimi nto , xpectativa · y las n e idades qu un tenía d apr
sona. No ol s tratad lo que pierd n I pr nt , sino tarnbi ' n n
el futur . Una viuda no solo ha p rdido a su po o, sino también a
un mpafi r c n qui n ompartir I último añ , la fun i n d
la igl i, lo grupo de par ja , la boda d un hij , 1 prim r umpl a ño
d un ni t , y d má . Tal vez u ted haya p rdid a una p r na
ignificativa durante I últim m o añ . ¿ concient del al-
cance de esta pérdida?
Identifi ar alguno d lo papele que una p r ona fallecida jugaba
en su vida pu de ayudar! a mprend r I rumb que ahor t mará
u vida. Pi n e en algui n r ano a quien ha p rdido o pi n qué
uc d ría i sa persona muri ra. Haga un írculo alrededor de cual-
quiera d I iguientes punt que se apliquen y luego enum r pa-
pele adi ionales no mencionados aquí:

am1g padre
multi ficio hermano
gran amor hermana
jardiner proveedor
compañ ro cocmer
e mpañer de deporte pagador de u nta
_4 R. ur R. R. D·L

manejador d la chequ ra
per ona que ocupa de la lavandería
mecánico
confidente
aJ ntad r
m ntor
m tivador
compañ ro d ra ión
so io de neg 10 ·
fu nte d in piraci no di c rnimi nto
p r ona qu hace lo trá1nite
ma tr
pr parador d impuest
con eJer
c nyug
pr t et r
hijo
organizador

¿E ahora má dar ?
Si t m es ante d qu m dispu iera a e cribir te libr , xp ri m
nt una de la mayor s p rdida d mi vida. Muri mi hijo Matth w.
Ti nía veintidó año y ufría d un profundo retardo mental. En toda
u vida experim ntamos pérdidas. Los ueñ y la e p ranzas que
t nía para mi hijo p rdi ron. In lu o r capaz d oírlo llamarme
'papi,, no ra una r alidad, alv por una o d vec . Ver xpr i ne
d gozo y d leit por momento qu tenían qu v r con a moci -
n s ra alg n xi tente. La ati facción p r onal de el cci nar un
r gal de cumpl año o d Navidad para l cada año se p rdió, pu to
que había muy poco a lo que r pondía o qu podría u ar. radual ment
no aco tumbramo a e a p' rd ida y la aceptam . P r cuan do
Matth w murió, intr dujo un nuevo conjunto compl tamente nuevo
de pérdida en nue tra vida.
Ya no mirábamo lo catálogos para l gir u pijama especial, ni
podíamo d ten rno en l Ho ar ristiano d Salem (donde vivió lo
últimos once año ) para a arl a almorzar. E ta es la p' rd ida futura
d no t n r a Matth w n n I Día d Acción de ra ias o en
Navidad de IJ varl a Knott' s Berry Farm (un parque d atraccion
en California) para u cumpleaño . Y hay pocas p ' rd ida adicional
no anticipadas qu produc n s manalm nte. Ya n llama1no al
hogar para ver ó1no stá, un t ma de conversación ha ido y ci rta
fra e o expre i ne que 1 decíamo ya n e pronuncian. Mi p a
yo deb m enfr ntar y entir pena por cada pérdida para p d r -
guir adelante con la vida d cada uno d no otro .
PÉR_O ID AS Q U E NUNC A TU VIM EN N ID ER AC IÓ
25

Las pérdidas de nuestra vida adulta pueden estar compuestas por


las restantes pérdidas no resueltas de nuestra niñez. Las traemos a la
vida adulta como un exceso de equipaje no querido. Las pérdidas va
rían en su complejidad e in tensidad. A algunos niños nunca se les
permite o se los alienta a sentir pena por la pérdida de su mascota
preferida. Se les dice: "No llores, es solo un gato", o "Te com praremos
- ,,
uno nuevo man ana .
A veces es un caso de no quererse involucrar inexplicable por pa
rte de los padres. Cuando John era niñ o, ambos padres estaban
activa mente involucrados con él en todas sus actividades de fútbol,
la pe queña liga y la escuela. Pero cuando cumplió once añ os, sin
explicación alguna, no solo d e jaron de asistir a sus actividades,
sino que ni siquie ra le preguntaban por ellas. Él no pudo
comprenderlo y sintió un do lor interio r por alguna respuesta de
parte de ellos. Pero nunca llegó. Su desilusi ó n condujo a un temor
de que« to do el mundo terminará hacié ndome esto", y en co nsec
uen cia, a un sentido de precaución y sospecha que se comenzó a
desarrollar.
Ca da vez más adultos Began a la adultez con un sentido de
pérdida porque fueron hijosdel divorcio. Hace varios años, la revista
Newsweek calculó que el cuarenta y cinco por ciento de todos los
niños vivirán o co n su padre o con su madre algún tiempo antes de
cumplir diecio cho años. Los resultados de los estudios acerca del
divorcio indican que los efectos del divorcio en los niños son más
serios y duraderos de lo que muchos padres divorciados están
dispuestos a admitir. Los es tudios realizados en Inglaterra en 1978
demostraron que los niños de pad res d ivorciados tienen una
expectativa de vida más corta y más enfermedades que los hijos de
familias en las que no se produjo un divorcio. Estos niños suelen
dejar la escuela antes también. En la ciu dad de Nueva York, que tie
ne una tasa muy alta de suicidios de adoles centes, dos de cada tres
suicidios de adolescentes se producen entre jóvenes cuyos padres son
divorciados. Muchos otros llevan un patrón de inseguridad,
depresión, ansiedad y enojo a sus años de adultez de bido al alcance
de las pérdidas que experimentaron.
En el divorcio, los niños experimentan 1nuchos tipos de pérdid as.
Estas no solo incluyen la rotura de la unidad familiar , sino tambié n
la
IL

po ible pérdida permanent d uno de lo padre , la pérdida de un


hogar, d un vecindario, de lo amigo de la cuela, del niv I d vida,
de la salida familiare , de reunione familiare en vacacion , am r
propio y d má .
uand un padres mu r , hay un ntid d ierre n la r lación
y una oportunidad de pr nunciar un adió final. El niño atravi a un
períod ba tante prede ibl y ecuencia de du lo. ¿Pero cuáJ I pe
ríodo d du 1 d pu' de un divorcio? Ti n un extremo abi rt . Ya
y vi n , gún la participa i n d 1 padr qu n ti n la cu t dia.i I
padr n igu involucrado, un niño i nt : ¿Mamá ( o papá ) va a
vol ver? i no, ¿por qué no? ¿Qu hi yo? El niño no ab i la
p rdida rá perman nt o t mporal. La tarj ta de cumpleañ
ocasional, la llama da tel Íi ni a mana1, y la vi
itas poco fr u nte y la va a i n manti n n la fantasía d qu el padr v lv
rá vivo. (Para informa ión adicional br e to, v a i mpr la niña d papá e
Hijos divor iado d
Lauren J hn on y Georglyn R nfeld.)
Cada vez má oímo ac r a del maltrato fí ico y exual d lo niño .
E ta una p rdida dañina qu contamina la adultez. Es degradante,
lleva la in n ia de lo niñ y viola u perc pción de lo adult .
n frecuen ia apr nden a ufrir en ilencio.
Han perdido el am r de un padre o una madre, sus su ñ s, y su inoc
ncia. ¡Han perdid u niñ z!
Otra pérdida dañina I abandono. Es ci rto que algun niños
son aband nados fí icam nt , pero e ta cantidad es enorm m nte
obr pa ada por lo qu han ido moci nalmente abandonad . on
frecu n ia I niños n pued n entender por qué e ient n tan los
y abandonado . Saben qu u padre nun a lo dejan solo y qu u
necesidades fí icas son sati fechas, p ro ignoran su n c idade
emocionales.
No hay nutrición, abrazo intimidad en1ocional. Las afirmacio-
ne v rbale que los niños nec itan con tanta de e peración qu dan
en el sil n io. Pronto comienzan a preguntar e. ¿Qué hay de malo
con migo? E ta percepción la U van con ellos a lo largo d toda u vida
de adulto .
Una y otra vez he vi to las p ' rd idas no tomada en cuenta en cua n
to a la pena d la niñez al interfi rir con la fi rma en la que un adulto
27

responde a la vida y al matrimonio. El tipo y cantidad de pérdida qu


un niño exp rimenta son <lema iadas para identificarlas aquí. Nu -
tra preocupaciones principal on: ¿Qu' pu de hacerse acercad
esas pérdidas daíhnas de la nú1ez? ¿Hay r cuperación
disponible? Lar pu ta a
amba preguntas es un on ro í. Implica dejar de lado una p r p c tiva
que pudo haber estado con nosotros durante años. Pero e po i ble
recuperar de esas pérdidas de la niñez.
Hay ca i n n la qu perdemos la peranza y nos quedamo
adherid al d lor del pa ado. ¿Alguna v za trap m ca y las aloe n
un r cipi nt de vidrio e n rifici.o d air n la tapa? Algun d
nosotro hicimos eso de niño . Si lo hace, advertirá que la mo ca
volarán d ntr del fra co frenéticamente bu cando salir de él. P ro
mant nga I fra co c rrado durante varios día y comienza a u der
aJgo int r ant . Cuando quita la tapa p rforada, la mo ca no int n tan
e capar. Aunque ya n hay tapa, la mo ca tán tan aco tumbra
das a v lar n círculo , qu continúan ha iéndolo. E incluso uando
e acercan a la parte superi r iguen volando en círculo. Bueno, a v -
ce la p r ona hacem lo mi mo. Llevamo nuestras pérdida con
nosotro orno un bagaj mocionaJ, y aunqu ha quitado la tapa
del fra e , continuamo volando en círculo .
Cuand identifican y enfrentan las p' rdida d la niñ z, l pro-
ceso d d jarlas ir no es pa ivo. E una tarea muy activa. El tiempo no
curará e a herida porque la memoria e muy grande. Llevará toda
las etapa d la pena, d dejar ir, y decirl adi qu se encuentran en
los igui nt capítulos d t libro. Hay mucho libro di ponibl
sobre I t ma d liberar e d l pa ado qu tambi n pueden utilizar .
Alguno d ll on mi libro Hacer las pac s on su pasado, altar
de Howard Halpen, Niño adultos del divorcio legal y emocional d
Jim
onway y El amor e una le ión d Minirth -M i r.
Cuand un niño ufre la h rid de la p' rdida en la niñ z, ' ] lla
podrían d arrollar una t nd n ia a la d pr i n. Para algun hay
un ntid pr val i nt d tri t za qu p rman ju to
debaj d la u-
p rfici . L v1aJ oca ionale a te r ino s n n rmale y I dan pr -
fundidad y quilibrio a nu tra vida. La tri t za n pu d ha r ntir
má nt mplati ri , p n ati o , y agrad id n pu d n dar
R UP -R. R. D L L L ID

un nuevo propó ito de vivir la vida a pl nitud. Sin mbargo, la tri teza
constante se lleva el rayo de sol y el deleite de la vida.
Recuerdo un día cuando la tri teza de una p ' rdid a continua me
g lpeó de nuev . En e e momento, nue tro hijo r tardado tenía dieci i
te años. Un amigo y yo nos r unimo para jugar nu stro d port
pr ferido temprano por la mañana. Me dijo que había II vado a u
hijo de sei añ a un viaj de campam nto d una noche. Durmieron
n una carpa, hicieron l de ayuno obre el fueg y jugar n juntos en
l arroyo. Al entrar en detalles, om ntando u excitación y deleite,
parte de mí taba feliz por él, pero otra parte taba muy inc moda.
In lu o p raba qu dejara de contarme lo p rmenor v1aJ .
Pronto m di cuenta d lo que taba suc di ndo: «Nu vament
entía un entido de pérdida». Esperaba haber podid ten r a exp -
ri ncias con mi hijo , pero nunca la t ndría. El tiempo había pa ado ,
nunca podía r cuperar e. Las limitadas capacidades de Matthew no
p rmitirían que sucedí ra sta exp riencia qu él y yo c mpartiéra
mo junto . S ntí la pérdida una vez má , y un ntimient d tristeza
m acompañó durant t do el día. P ro fue una xperien ia qu Dio
utilizó cuando lo comen t ' con un paci nte para ayudarl a ntir y a
vivir. También comenté esto con Joyc , mi espo a, y fue un
momento d acercamiento. La tri teza se fue al día siguient , y había
ambiado p re a brev xperiencia. Ahora e otro de lo r cuerdo qu
compo nen mi pasado pero qu le da un ignificado má
profund y mayor profundidad a la vida. Pude tolerar
la pérdida porque era un adulto y
mprendí la complejidad de las pérdidas, la pena y la compa ión y el
con uelo de Dios. No pa a lo mismo con los niño que experimentan
p rdidas r petidas veces, y vuelven muy susceptibles al dol r, la tris t
za y la d presión recurrentes.
Piense n su vida cuando niño. ¿Ha identificado las p ' rd ida ? ¿Sa l
n de prop rci n respecto de toda u experi ncia y afectan la for ma en
la qu percibe toda u vida? E t ocurre con frecuencia. Todo p
rcibimos la vida de de nue tro cúmulo de experi ncias porqu nues
tr recuerdo iempr e tán con no otros. Nue tra perc pcione se
producen automáticam nte, y cr mo que lo qu percibimos es ver
daderamente el mundo real.
·r 1 u R.
R0.

La forma en la que percibimo es similar a una cámara. Los fotó grafo


pueden alterar la imagen de la realidad a travé del empleo de
diver o l nt y filtro . Así, lo qu registra la cámara puede no er una
vista pr ci a d I mundo. Un gran angular da un panorama mucho
más amplio, p ro los obj to de la foto aparecen más di tant y pe
queños. Un 1 nte telefoto ti n una visión d la vida mucho má lec-
6va y e trecha. Puede conc ntrarse en una hermo a flor, pero al mi mo
tiempo d ja de lado el re to d l jardín. Un l nte normal capturará
persona al gr y onri nt , p ro sas mi ma p r ona vi ta - a tra
vé de un lent tipo pescad r vuelven di t r ionadas e irr aJ . Lo
filtros pued n hacer borro a la realidad, quebrar las imágene en par tes,
darl oscuridad a una scena iluminada e incluso cr ar una
neblina.
Al igual qu lo lent y lo filtro de una cámara, nuestra p rcep ción
d l mundo pued v lv r e di tor io nad a. La d presión c ntra en la
porcion má o cura d la vida y elimina la calidez y I gozo d una c
na. Un fotógrafo conciente d la distorsión en u per cepción d la r
aJidad. Cuand e tamo d primidos, estamo prá ti cament ci go sin
saberlo. Cuanto mayor la intensidad de nu tra depr ión, mayor es la
di t r i n. Todo e to puede producirs por pérdid brumadora uand niñ
.4
¿Quién le en ñó a manejar la pérdidas de la vida? Probabl m nte
nadie, ni iquiera su igl ia. n nuestra familia, se nos enseña qu la
adquisición, ya ea d mat riaJes o inmateriales, es la forma de
estar feliz y atisfecho.
Aprendemo a er bu n para adquirir la at nción y la alabanza
de los padre y de otr adulto . En la escu la, la adquisición d nota
da aceptación y aprobaci n. Los padres rara vez no enseñan a man -
jar la pérdida, la de ilu i n y el fracaso.
El impul o d adquirir ontinúa a lo largo d toda la vida. ¿No s
lo que lo publi i ta no di n qu e nec sario
para tener éxito? D t
modo cr c mo con l mit de que <adquirir n rmal. La,p rdida
anormal». La pérdida para no otros parece mala y no natural.
¿ uáJe on la pérdida que espera exp rim ntar n I pr un
cin o a di z años? Como re p nda a las pérdida hoy día y m ñana
L/\ _ PLRDll

puedes r el r ultado d cómo responde a la pérdidas temprana de


su vida.
Utilic la iguient s pr gunta para qu I ayuden a rec n r de
qué man ra la pérdida del pa ado e tán influyendo en su vida hoy
día:

l. R fl xion obre una d la primera pérdida ignificativa d su


vida.¿ uándo uc di ? ¿ uántos año t nía u ted? ¿D ' nd fue?
¿ ué per na taban inv lucrada ? ¿Qu uc dió realm nte?
2. ¿ uále fu ron u entimi nto en m m nto?
3. ¿ uále fu ron su r a iones ante la p ' rd ida? ¿Cuál s fueron
p itivas? ¿Cuáles fuer n n gativa ?
4. ¿AJgui n le di ugeren ia o con ej a rea de cóm maneJar
la pérdida?
S. ¿ u ' apr ndió ac rea d la p ' rd ida m r ultado d u t m-
pra n·3 xp riencia? ¿Pu de recordar alguna frase qu haya per man
ciclo con u t d a I largo de lo añ ?
6. ¿Qué apr ndió n mom nto qu pu de e tar obsta 11lizando
la fi rma n la qu aporta la pérdida hoy día?
7. ¿Qu apr ndió sobr la p rdida n una dad t mprana qu l
ayuda h y día?

Ahora pien n la pérdida má reciente qu haya exp rim ntad :

l. Id ntifique la p rdida p cífica. ¿O nd ? ¿Qué? ¿Qui n?


¿ uándo?
2. ¿ uál fu ron su ntimi ntos n m m nto?
3. ¿ uál fu r n us reac ion ant la pérdida? ¿Cuál fu r n
p itiva ? ¿Cuál · fu r n negativa ?
4. ¿AJgui n le dio suger n 1a con eJ a r a d cómo maneja
r la p ' rd ida?
S. ¿Q, u apr ndió a la p' rd ida e m r ultado d u pe-
ri n ia? ¿D qué man ralos demá le ugiri r n qu la manejara?
. ¿O q u' fi rma u e p ri n ia t mprana n la p ' rd ida afi -
tan la fi rma en la que r ·po nd ió a ta p rdida?
P RL 11 LII _ U

7. Enumer tre co a ana que hará para re pondera la iguiente


pérdida on la que se enfrente.

ada p' rd ida es imp rtante. E part de la vida y no pu d vitar-


. ¡Las p ' rdida on n arias! Un crece p rdi ndo y lu go acep-
tando la pérdida. El cambio se produce a través de la pérdida. El
re 1m1ent produce a través de la pérdida. La vida obti n un ig-
nificado má ri o y má profundo d bido a la p ' rd idas. uanto m -
jor la man je, más sano estará y má cr cerá. Nadi dijo qu la p' rd ida
fuera justa, p ro es parte d la vida.
P r ejemplo, la lang ta exp rimen tan una gra n pérdida cada año.
D jan u caparazon pr t ctor , ha i ' ndol vuln rabi al ataqu
d tra criaturas del mar. ¡Vaya ri go! Pero hay dos propó it para
sta pérdida y p ríodo d riesgo: El proceso de apareamiento e pro-
duce y hay un crecimient . in esto, la peCI casearía y finalmente
xtinguiría.
Tal vez la p rdida n traumatic tanto porque conlleva el mensaje:
"R alm nt n tás a cargo de tu vida. No tien mucho c ntrol so-
br tu de tino. E tá a merced de 1 que uceda".
A todo no gusta estar en control de nuestra vida, o aJ meno nos
gu ta pensar que así es. La pérdida de control e uno de nuestros te
mor má comune . La co as que más valoramo on la misma
a obr la que sentimos que ten mos qut ner control: Poder,
pr tigio, una persona, un trabajo, esta tu , un objeto, una situación, y
demás. Uno pu de hac r e cargo de algunas pérdida , uno puede crear la
y orque tarla . Un h mbre que renuncia a u empl o i nt qu
r ti ne cierto control obr u carrera, aunqu el aspecto de la p rdida
e tá aún presente. Pero i lo despiden, la pérdida es mayor p rque ha
perdido el c ntrol. Una mujer que lig una tran ferencia d trabajo a
una ciudad nueva sient que todavía tiene control obr su ituación.
Pero si le dicen que la tran fieren o pierde su trabaj , i nt fuera de
control. La intensidad d la pérdida es mayor.
Algunas per onas toman el control d su vida p rqu temen al con trol,
la influencia o la directivas de lo demá . ntrolar el compor tamiento es
el t mor a confiar en lo demás. E I t mor de no estar a
12 R UP R. R. [

cargo de u propio de tino o rumbo n la vida. E l sentimi nt que


alardea: "Yo qué es lo mejor para mí. Tengo todo el con cimiento y
la habilidad n cesaría para dirigir mi vida».
La per ona con p r onalidad rígida , m las p r na alta
m nt dominantes, contr ladera p rfecci ni ta , ti n n dificulta de
para man jar la pérdida porqu no tienen mucha flexib ili dad . En
ambio de r flexibl , n frágile . uanto má in perada la pér
dida, má pr bl ma ti n n. La djfi ultade ha n qu r alicen ajus
t y cambios, y esto I casiona difi ultad. Ad más de u rigidez,
car cen d una amplia gama d habilidade para man jar la cosas, y
t xac rba l probl m n id r la falacia y la futilidad d tener
un contr l rígido a trav d la palabra del Dr. Ll yd J hn gilvie:

Me pregunto cóm controlad r orno e t van on


Dio . M pregunto , mo apr nden a c nfiar n J u ri to
c m u alvad r. M pregunt mo int ntan det rminar la
voluntad d Dio para la vida d ada uno d llo (o quizá
a pr gunta nun a la haga n). M pr gunt m 1
c ntr lad r man jan la p' rd ida ine p radas in
lable de la vida par aprend r a vivir a dificultad on
una p r p ctiva e piritual. Un ntrolador no pued onfiar
en Di porque t m qu l ntr l d u vida de an n otra
mano que n an la d ' l.

obre 1 t ma del contr I y l t m r n rela na la vida piritual,


gilvie di :

Nuestra n ce idad d tar a carg de no otros mi n10 , de


los d má y de la ituacion con frecu ncia hace nu tra
relaci n on la vida d Cri to la mayor d la lu ha d· p d r.
orno r nuente a c d r nu tr control y a permitirle a Él
que maneje nuestra vida. Pod mos reer n Él y ser activo en
la igle ia y n las cau as cristiana , pero confiar en Él como
eñor d todas la o a de la vida puede darno tem r. Aun que
or mo acercad nu str r to y probl mas, con d ma-
r t R OID A. QUE NUNC A TU VIMO EN eN ID ER_AC I N 33

siada frecuencia lo que realmente queremos es fuerza para


lograr lo que ya hen1os decidido que es lo mejor para noso
tros y para los demás.
Mientras tanto, seguimos apremiando con nuestras pro
pias prioridades y planes. Seguimos siendo los autores del
guión, el director de elenco, el coreógrafo y el productor de
la obra teatral de nuestra propia vida, en la que somos los
pro tagonistas.5

¿Puede relacionarse con algo de lo antedicho? ¿Se identifica con


alguna parte de ello?
Es cierto que confiar en otra persona, aunque sea en Dios, es
riesgoso. Vivir por fe puede ser una nueva experiencia para usted.
Pero vivir una vida de fe en Jesucristo es por mucho menos riesgoso
que vivir una vida de fe en sí mismo. Tratar de controlar su vida lo
enca r cela en la necesidad de estar en control. Confiar en su control
conduce a una vida de libertad y no en una de esclavitud.
Lo que todos tenemos que recordar es esto: «Nunca estuvimos en
total control". ¡No estamos en total control ahora! ¡Nunca estaremos
en total control! Dios, no nosotros, está en control. ¿Por qué perma
necer en esclavitud al mito de que debe1nos estar en control? Hay
una manera mejor de vivir.
Me pregunto qué nos sucedería si colocáramos el control de nues
tra vida en las manos de Cristo durante treinta días. Simplemente nos
ayudaría a manejar las pérdidas de la vida.
Séque esta es una pregunta extraña, pero ¿alguna vez tomó en
cuenta los beneficios que aco1npañan a la pérdida? Para los
cristianos , el tema de la pérdida sí tiene un significado adicional: "El
crecimiento espiri tual': No es algo automático y hay muchos que
involucio nan espiri tualmente cuando se enfrentan con la pérdida.
Pero es una oportunidad de "crecer a la imagen de Cristo».
La pérdida puede fortalecer nuestra fe. Nos per mite confiar más en
Dios y en sus recursos que en nosotros mismos. Con cada pérdida, se
nos recuerda el hecho de que no estamos en control y que no somos
autosu ficientes. Cada pérdida nos permite descansar en la gracia de
, -+ R. r ' Rl ID L

Dios. La pérdida no p rmite cambiar nu tra p r pectiv y permite


qu nu trae p ranza y anticipación de la vida crezcan (2 o. 4:17 ).
Pablo fu in truido p r Dio para proclamarno l men aje de que
podemo rego ijarno o exultarno n nu tras tribulaci nes o ufri mi
nt (Ro.5:3).
La p ' rd ida produc madur z. Hay ualidad sdel aráct r tale e mo
la pa i ncia, la t lerancia, la humildad, la gratitud y l c ntrol propio
que pued n d arrollar e a tra,v s d nue tra pérdidas:

Y no ólo to,¡ st mos H no d gozo pl no ahora! ino que


tambi' n n gl riamo n las tribulaci ne , abiend que la
pr i n y la aflic i n y la dificultad produ n pa i ncia y
tol rancia. Y la paciencia ( nt r za) d arr Ila madur z d
cará ter, t , fi aprobada e integridad probada. Y l carác ter
d e te tipo produc el hábito d la esp ranza gozosa y
confiada d la salvación t rna.
-Romano 5:3, 4, parafraseado

Vivimos en un mundo qu x.ig ati fac ión inm diata. Las p rdi
da no enseñan la lección de que n iempre e a í. No podem te
n r lo que quer mos, cuando lo qu r mo , in importar qué suc da.
Cuando exp rimenta una pérdida, al igual que Pablo, u ere ncias pu
d n cambiar. Pablo descubrió I propó ito de las p rdida . En 2 rintio
12:1-10 habl acerca de su pina n la carne. Qu ría qu se
fu ra y no lo lograba. P ro apr ndió que había un propó ito para esta
" pina». El p d r d Dios sería má evid nt en su vida debid a su
pre enc1a.
Cuando usted exp rimente una pérdida descubrirá el alcance del
c nsuelo de Dios:

B ndito s a el Dio y Padre de nu tr ñor Jesucri t , Padr


de misericordias y Dios de toda con la ión, el cual no con
suela en todas nuestras tribulaci n , para que podam tam
bién nosotros consolar a los que e tán n ualquier
tribulación, por medio de la consolaci n con que n
otro somo conso -
u u

lado por Dio . Porqu de la manera qu abundan en no o tr


la afliccion de ri t , a í abunda también por el mi -
mo Cri to nuestra con olación. P r i orno atribulado ,
para vue tra consolación y alv ci n; i omos consolados,
para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el
ufrir las mismas afliccion qu n tros también padece-
m . Y nu stra e peranza r p to d vo otros firme, pu
ab m qu a í como oi c mpañ r en la afliccion , tam-
bi n I n la con laci ' n. P rqu h rman , no quer -
m que ignoréi a r a d nu tra tribula i n qu no
s br vino n Asia; pu fuimo abrumad obr manera má
allá de nu tra fu rza , d tal rn d qu aun perdimo la -
p ranz d con rvar la vida. P r tuvim n no otro mi -
m qu n c nfiá mo n no tr
mi mo , sino en Dios qu r u ita a l mu rto ; el cual n
libr , y n libra, y en qui n p ran10 qu aún no librará,
d tan gran muerte; coop rando también vosotros a favor
nue tro con la oración, para qu por mucha per onas sean
dada gracia a favor nue tro p r l d n ncedido a no otro
por m dio de muchos.
-2 orintio 1:3- l l

Di tá involucrado n nue tra vida y II ga a n otr


para o te- n rn . La p rdida pu d r unir a la p r na
d una man ra nunca antxp rim ntada.
Nu tro dol rr a un ntid má profundo d mpatía
y pr ocupación por Id I rd I rn . H de cubi rt
t a lo largo de lo año , e p cialm nte padr de per na
in apa itada físicamente y lo incapa itad mi mo . Hay una re -
pu ta pontánea de compasi n y un d d i tir cada v z qu
n u ntr a alguien en e a itua i n. m un pu blo qu ha id
llamad para c n olarno un a tr ( l T . :1 ) y para 11 rar con
1 qu II ra n ( R .12:15).
u tra p rdida an a cambiar nu tr al r . La pr gunta :
'¿P r qu ' d diq,u tanto ti mp a ? "¿l r qué d spe rd ic, tant
i
añ ?, n omun cuand uno 1am nta p r la pérdida de un r
36 ÓM O R.EC UPER.AR-5E DE LA PÉRD ID AS D E LA VIDA

querido. Con suerte aprendemos a través de esas experiencias hasta el


alcance de que nuestra vida es diferente. 6
Nuestro trabajo de lamentación no está verdaderamente
completo hasta que hemos encontrado algún significado a nuestro
dolor. Es cier to que nuestras emociones necesitan sanarse, pero
también lo necesi ta nuestro sistema de creencias o teología. Este
es un pensamiento nuevo para muchas personas.

NOTAS
Cap itulo 2. Pérdidas que nunca tuvimos en consideración

l. R. Scott Sullender, Grief and Growth [La pena y el crec im iento ] (


Nueva York: Paulist Press, 1985 ), 11- 16> adaptado.
2. Kenneth R. Mitchell y Herbert Anderson, Ali Our Losses, All Our
Griefs [Todas nuestras pérdidas, todos nuestros dolo res] ( Filadelfia:
The Westminster Press, 1983), 48, adaptado.
3. Therese A. Rando, Grieving:How to Go On Living Wh en Someone You
Love Dies [La pena: Cómo seguir viviendo cuando aJguién a quien
arnas fallece] (Lex:ington, Massach usetts: Lexington Books, 1988), 15,
16, ada p tado.
4. Richard F. Berg y Christin e McCartney, Depression and the lntegrated
Life [La depresión y la vida int egra da] (Nueva York: Alba House,
1981),
34, adaptado.
5. Lloyd John Ogilvie, Twelve Steps to Living Without Fear [Doce
pasos para vivir sin tem o r] (Dallas, Texas, WORD Incorporated, 1987),
133.
6. Sullender, op. cit., 96-1O1, adaptado.
3

EL SIGNIFIC AD
O DEL DOLOR.

e uando uno ingresa en la pena, ingre a en el valle de las


sombra . No hay nada heroico ni noble rpecto de la pena. Es
doloro a.
E trabajo. Es un proceso prolongado. P ro es necesario para todos lo
tipo de p' rd ida. Ha sido rotulado de todos modos desde angustia
inten a m ntal hasta dolor agudo hasta remordin1iento profundo.
Hay una multitud d emociones involucradas en el proceso de la
pena qu parecen estar fuera de control y que con frecuencia aparecen
en conflicto. Con cada pérdida viene la amargura, el vacío, la apatía,
el amor, el enojo, la culpa, la tristeza, el temor, la lástima propia y la
de validez. Estos sentimientos han sido descritos de este modo:

Esto sentimientos están en la puerta del congelamiento


emocional que cubre el terreno ólido con hielo, haciendo que
un movimiento en cualquier dirección parezca precario y
p ligroso. Se oculta el crecimiento, el avance parece
bloquead , y uno especula a ciegas que solo porque los
azafranes pudi r n atravesar la nieve el año pasado, no hay
motivo para ere r qu no puedan hacerlo de nuevo e te año.
No es una imagen bonita. 1

Una joven esposa me contó cómo se sentía cuando descubrió que


el bebé que ella y su esposo estaban por adoptar iba a quedar en ma-

37
R. · ur R. R. l _L IL

no d u madre biológica." ntí como i algo hubiera roto d ntro


de mí. D lía tanto. M entía vacía por d ntr ,,_
Un padr divorciado m dij :"Durante l últim s trece añ , cuan do
mi hijo viene a verm durante el fin d mana y yo lo t ngo que 11
var d regr so con u madr , iento la p na nuevament . l dolor regr a
con t da u in ten idad. Todavía e rta e mo un cuchill, .
¿Dio nti nd nue tr d I r y nue tra p na? En la prim ra part
de G ' n i n ontram lar pue ta. :6 die : «y I d lió n
,,
su raz n.
uando la pena es su ompañera, u t d la xp nm nta p i lógi cam
nte a trav de us ntimi ntos, p n ami nto y actitudes. Lo impa ta
ialm nt al intera tuar con I d má . La xp rim nta fí- icam nt al afe
tar u alud y xpr a n íntomas corp ral .
La p na a mpaña una cantidad d ambi . Apare n fi rma
difi r nt n div r o m m nt , y ntra y al d u vida. E una reac ci
n natural, normal, pr de ible y perada. No una re pu ta an r mal. D
h ho, lo opu t I i rto. La au n ia d pena san rmal. La pena
u xp ri n ia per nal pr pia. u p' rd ida n tien por qu r a
ptada ni validada p r tro para qu u t d i nta y pr e p na.
¿Por q u ' la pena? ¿P r qué t n mo qu pa ar p r esa xp ri n ia?
¿Cuál I propósito? La re·pu stas d p na expresan bá icam nt
tre e a :
A trav d la p na u t d ntimi nt a rea d u p rdida.
A tra, d la p na u t d pr a u pr t ta p r la pérdida a í m
tambi' n u d de cambiar lo que su d i' y qu
no ea ci rt .
A trav d la p na u t d xpr a I s fe to de lo qu ha xp n
m ntad a partir d l impa to d va tador d la p rdida.
I pr p ito de ntir p na p r su p ' rd ida I d ir má allá de
ta r a i ne para nfr ntar u p ' rd ida y lab rar cóm adaptar
a lla. El pr p ' it g n ral d ntir p na II varl al punto d ha r
cambi n para qu pu da vi ir n la p ' rd ida d man ra
saludabl . E ue tión d omenzar con la pr gunta: «¿P r qu ' m
uc di to a mi?,, y finaln1 nte avanzar a'¿ mo pued apr nd r a
tra d ta ' periencia? ¿ m pu d ah ra ntinuar e n mi vida?"
Cuand la pr gunta "¿cómor' r emplaza a la pr gunta "¿por qu ' ?,,, ha
com nzad a vivir con lar alidad de la p' rd ida. La pregunta « ¿ p r
qué?,, r fl jan una bú qu dad ignificad y prop ito en la p ' rd ida.
La pr gunta "¿cóm r' r fl jan que e tá bu cando formas d adap tars
a la p' rd ida. 4
u m ta final e poder 11 gar a decir:

E ta p rdida que h p rim ntado e una dificultad ru ial


en mi vida. De hech , l peor qu me u d rá. ¿P r l
fin d mi vida? No. Ti davía tengo una vid ri a y satisfact ria.
La pena ha sido mi compañera y me ha nseñado mucho.
Pu d u arla para cr c r y r una p r ona má fu rt d lo
qu l ra ante de mi p rdida.

1 proc n e ario para r gr ar a la vida lu g


d qu no hemo salid d l camino. Implica dejar atrá lo
qu d b ser dejado atrá , llevar con uno lo qu necesita r
11 vad con uno y apr nd r a distinguir entre las dos co a .

¿Qu t n mosque hacer para U gar a punt ? ¿Hay algun pa-


o definido que uno pueda t mar para no t ner que adivinar n el
proc so? Hay cuatro paso qu pueden eguirs para la mayoría d lo
tipos d pérdidas:
Primer qu nada, deb cambiar u relaci ' n con lo qu s a qu
haya p rdido. Por ejemplo, i e trató de una p r na, finalm nt d b
llegar a dar e cuenta de qu la per ona e tá mu rta y qu ya n tá
ca ada d novia con eUa o con él. Deber conocer el cambi y d a
rrollar nu vas maneras de relacionarse con la persona fall ida. D b
aprender a exi tir sin la persona en la forma que alguna v z aprendió
a vivir con la p rsona. Los recu rdos, tanto lo p iti m lo ne
gativo , p rman cerán con u t d. Tal vez podam ll mar a e to reco
nocer y comprender la pérdida.
El siguiente paso es desarroUar su propi y y u vida para acom pañar
y reflejar los cambios que se produj r n d bido a su pérdida. Esto
variará, dependiendo de i la pérdida inv Ju ró un empleo, una
40 M RE UP ER.AR T DE LA PÉRD ID A DC LA VID
A

oportunidad, una relación, la pérdida del padre, de la madre o de


un cónyuge debido a la muerte.
El tercer paso consiste en descubrir y tomar nuevas formas de
exis tencia y funcionamiento sin lo que fuera que perdió. Esto
implica una nueva identidad, pero sin olvidar por completo.
Finalm ente, usted descubre nuevas direcciones para las invers io
nes emocionales que aJguna vez h izo en el objeto perdido, sit uac ión
o persona.7
Estos pasos pueden parecer sim ples pero no lo son, puesto que la
pena involucra trabajo, esfuerzo y dolor. Consideremos cómo pued
en lograrse estos pasos.
Reconocer y comprender la pérdida es esencial para comenzar
con el proceso de la pena. Según la gravedad, algunas pérdidas
pronto se rán un recuerdo vago mientras que otras, tales como la
muerte de un hijo o del cónyuge, tal vez no se log ren por completo.
Pero este paso sí sig nifica integrar la pérdida a su vida.
Debe sobrepo nerse a su impacto y negación y enfrentar la realidad
dolorosa de lo que oc ur rió. Significa decir«: Si, lamentab lem en te ocu
rrió». Enfrentar su pérdida significa que usted no intenta posponer el
dolor, no niega lo que realmente suced ió y no minimiza su pérdid a.
Si hace cualq uie ra de estas cosas, intensifica su dolor y lo
arrastra consigo. Puede ser que sea útil admitir que no quiere
posponer, negar o minimizar su pérdida. Estas son respuestas
protectoras normales. Un mito sumamente común de la pena es que
debemos enterrar nues tros sentimientos. Expresiones tales como«
No llores», o« No te sientas mal, después de todo, él ahora está con el
Señor» o «No te sientas mal, tú puedes mane jarlo» son mitos
perjudiciales. Con frecuencia son ex presiones que provienen de
personas que se sien ten ansiosas cuando se produce una pérdida
porque no han aprendido qué decir. No im porta cuál sea el motivo,
estas so n manifestaciones de falta de apoyo. Para asistir en el
proceso, puede ser útil hacer una lista de los efec tos de su pérdida.
Este es un paso para enfrentar su dolor. Sentir y enfrentar todas sus
emociones. Un autor sugiere que« se n t ir pena sig nifica permitirse
sentir sus sentimientos, pensar sus pensa mien to s,
lamen tar su pérdida y protestar su do lo r' 8
D DEL -ti

Otro paso en el proc so de nfrentar la pérdida es contarle a lo


d má ac rea de ella tan pronto e m a p ible. Llámela por un m
br : «Fue una pérdida y iento p na». Tal v z quiera mantener el ra tro
d a quién le contó, la fecha y u r pue ta. Para algunos ha ido útil
decirle al menos a dos per onas por dia durante la primera semana
d pués de la pérdida. Signifi a tomar la decisión conciente de qu
«voy a enfr ntarla y a sentir l dolor». La mejor manera de describir
e t tipo d dolor es el ufrimient m ci nal inten o. Usted va a la
ca a d lo huéspede no invitad d l n jo, la negación, el t mor, la
n i dad, la ira, la depre i' n y mu ha otra mociones.
Av e la per ona die n qu pr ferirían regre ar al estado de ch -
qu ini ial o entumecimi nto. P r lo m nos n ese momento, 1 d I r
n ra tan intenso. El entum cimi nto ervia como novocaína. 'El
ntum cimi nto ha ido d finid om < vacío de ensación, vacío d
ió, n. La bomba qu xplota p n a mucha personas en una n a
i n d at urd imien to,,.9
gún la gravedad de su pérdida, u reacción de
entumecimiento pu d r un entimiento lev o un ntum cimiento
que lo incapaci ta. D v inti uatro a treinta y ei hora de aparece, se
enfrenta el do-
1 r y u rge n los entimi nt e mo la e taciones del año. on
ta i n de depre ión, nojo, alma, temor y finalmente esperanza,
p r n ti n n un orden progr ivo. Ju to cuando pien a que ha ter
minado con una, vu lve a aparee r p r d bajo de la puerta. Finalm n t
nrí , pero luego regr an las lágrima . U t d ríe, pero la
nube d d pre ión reaparec . Esto normal. E to
s necesario. E to e anador.

El ufrimiento del que si nt p na nunca es constante. La


la d l dolor se alternan por m m nto de descanso tempo ral.
Inicialmente, por upue t , en situaciones de pena aguda las
olas on intensas y fr cu nt . radualmente, mientras uno
ana las ola son men int n as, meno prolongada
y meno frecuente . Uno ca i pu d
imaginarse los patron d la ola
graficados, como onda d radio. Cada pico repr n
ta una montaña de dolor, cada vall un momento de d n-
-1-2 M R.[ -ur R. R LO[ LA r t R.D ID 0[ LA IL)

so. In icialmente, los picos so n altos y largos, los valles so n


angostos y cortos, y la frecuen cia es alta. Lentamente, los pi cos
van d ismin uyendo, los valles se alargan y la frecuencia dismin
uye. Grad ualmente, muy grad ualm ente, la tormenta se calma.
Sin embargo, meses y años más tarde una ola ais la da puede
seg uir viniendo a chocar contra la costa. En festivi d ades
sentimentales, por ejem plo, los recuerdos de los se res que rid os
co n frecue ncia están a flo r de piel. "C ada Navida d» , d ice
un a mujer de edad med ia n a, viud a,"después de que todo se
tranq uiliza, me siento y llo ro mucho» . Periód icamente, una
ola de pena aislada llega a la oril la d e l al ma d e uno.'º

Robert Venin ga dice: "Hay un motivo maravillosa mente redento r para


in gresar de lle no a la angust ia de uno. Una vez que ha experi mentado la
gravedad de su pé rdid a, deberá poder experime ntar la maravilla de estar
vivo,,».
Recientemente leí una de las descripciones más tris tesy
gráficasde lo que suce de cuando uno no com parte la pena. Este
ejemplo es t aba en una novela de Frederick Forsyt h tit ulada El
negociador. El hijo del p resid e nte había sido sec uestrado. El p ad re
había experim entado el trauma de no saber dónde estaba su hijo, en qué
estado estaba o si alguna vez se ría liberado. Pero luego el hijo fue
brutalm ente ases.ina do. Luego de este hecho, los mie m b ros del ga bi
nete estaban preoc u pados por el presidente. Él es taba sentado mira
ndo a la nada. Lo d escribía de esta manera: "Un hombre demasiado
int rovert id o co mo para com parti r co n facilid ad, demasiado inhibido
como para exp re sar su pen a, se había metido en un a melan colía int
erio r que parecía quitarle su fuerza mental y moral, esas cualid ades
que los humanos ll aman la volun tad» . 12
Las lág ri mas son el vehículo co n el cual Dio s nos ha equip
ado para ex presa r los sentimientos más profu ndos que las
palabras no pueden expresar. Uno de los autores más dotados de
nuestro tiempo, Max Lucado, ha descrito gráficamente la i mpo
rtancia de las lágrim as en un capítulo deno minado "Mensa je ros
oc ultos» :
43

Antes de decir adiós a los que están presentes en la cruz,


tengo una introducción más para hacer. Esta introducción es
muy especial.
Había un grupo de asistentes ese día cuyo papel era
crítico. No hablaban mucho, pero estaban allí. Pocos los
advertían, pero eso no era sorprendente. Su propia
naturaleza era tan silencio sa que por lo general pasaban
inadvertidos. De hecho, los auto res del evangelio casi no
hacen referencia a ellos. Pero sabemos que estaban allí.
Debían estarlo. Tenían una tarea qué hacer.
Sí, esta representación hizo mucho más que ser testigo
del drama divino; ellos lo expresaban. Ellos lo capturaban.
Ellos expresaban la desesperación de Pedro; ellos
traicionaron la culpa de Pi]ato y quitaron el velo a la
angustia de Judas. Ellos transmitieron la confusión de Juan y
tradujeron la compa sión de María.
Sin embargo, su papel principal, se relacionaba con el del
Mesías. Con gran delicadeza y ternura, ofrecieron alivio a
su dolor y expresión a su ansia.
¿A quién estoy describiendo? Tal vez se sorprenda.
A las lágrimas.
Esas pequeñas gotas de humanidad. Esas pelotas redon
das, mojadas de líquido que caen de nuestros ojos, bajan por
nuestras mejillas y se derraman en el piso de nuestro
corazón. Ellas estaban allí ese día. Siempre están presentes
en esos mo mentos. Deben estarlo; ese es su trabajo. Son
mensajeros en miniatura; al servicio las veinticuatro horas
del día para sus tituir palabras cortadas. Salen, se caen y
vierten desde el rin cón de nuestra alma, lJevando consigo
las emociones más profundas que poseemos. Hacen que
bajemos nuestro rostro con anuncios que van desde el gozo
más dichoso hasta la des esperación más oscura.
El principio es simple; cuando las palabras son vacías, las
lágrimas son las más aptas.13

Génesis 42- 50 es el relato de la reunión de Jos é con sus herma nos y


44 M R ur R. R P ROi O[L

u padr . En su primer encuentro con u hermanos, les dijo que uno


d ello debía quedarse en Egipto. a ustaron por lo que podría uce d
rl s. Mientras José los e cuchaba hablando entre sí en su idioma na tal, u
emociones surgier n a la uperficie y« e apartó José de ellos, y lloró' ( n.
42:24). Cuando sus h rmano regresaron a Egipto con su hermano
menor, la Biblia dice: "Entonces Jo é e apresuró, porqu se c
nmovieron sus entrañas a cau a d u h rmano, y buscó dónd llo rar».
Finalmente perdió tanto I contr I obre í mi moque "entró en u cámara y
lloró allí,, (Gn. 43:30). Lloró in control nuevamente cuando uh rman
Judá ofreció no darl má d l r a u padre (Gn . 45:2).
La uarta ocasión fue d sp,u d qu Jo, l revelara a sus h rmano
y a u padre quién era él, a í com tambi n u plan para llevarlo t do a
Egipt a vivir con él. A e a altura , "Y hó obre el cuello de Benjamín
uh rmano, y lloró; y tambi n B njamín lloró obre su cuello ' Y lueg ,
"b óatodos u hermano yll r br ll ,,( n.45:14,15).
Tre vece más tenemos el regi tro d Jo é llorando: Cuando upa dr
11 gó a Egipto, cuando su padre murió di cisi t años más tard
y finalmente cuando su h rmano le enviaron un mensaje
pidiéndol qu l p rdonara. El ver ícul
die : "Y J , lloró mientra hablaban,, ( 11. 50:17).

uando fallan la palabra , la lágriman 1 men ajero. La lágri-


ma n el don de Dio para que t d no otros liberemos nue tro
ntimiento . Cuando Je ús llegó a Betania luego de la muerte d
Lá za ro, Él lloró (Jn. 11:35). Ken Gire d cribi ta ituación de ma-
nera tan bella en Momentos increíbl s conl alvador:

En nuestro camino a la tumba de Lázaro n tr p zamos aún


c n tra pregunta. Jesú s acerca al epul r on la total se guridad
de que resucitará a u amig d ntr los muerto .
¿Por qué entonces lo preocupa la vi i n d la tumba?
Tal v z la tumba en el hu rt a un r rdatorio demasia-
do gráfico del Edén en u milla. D I p raí o perdido. Y del
pulcro frío y oscuro en el qu d ría ntrar para volver a
bt nerlo.
S a cual fuera el caso, es notabl qu nuestra lucha pudiera
IR EL 45

atorm ntar su espíritu; que nuestro dolor pudiera convocar


sus lágrimas.
La re ucitación de Lázaro sel n1ilagr má atrevido y dra
mático de todos los que r alizó el Salvador. on valentía n tró
a un itio donde la h tilidad lo acorralaba para alvar a un
amig de la garra d la muerte.
Fu un momento increíble.
R v 16 que Jesús ra quién decía er: 'La re urrección y la
vida': P ro reveló también tra co a.
La lágrimas de Dio .
Y qui n puede d cir qu má incr íbl : ¿Un hombr qu
re ucita a lo muerto ... un Dio qu llo ra ? 1 4

El problema con la lágrima que uno nunca abe cuánd van a


urgir cuand uno e tá inti ndo algún dol r. orno much han di
cho, cuand un xp rim nta una gran p rdida n la vida, t rmina
iendo mb cado por la p na. ompr ndo ta expr ión mucho
mej r ah ra qu hace un año. Nun a sabré qué lo di parará d nuev .
Una m ñana uc di n nu tro culto d ad ración en la Igl ia
Pre bit ri na d Hollywood. El ulto e c ntraba n Penteco, t . Mien
tras onaba I rgano, d r p nt 1 onido d un cuarteto de m tales
llenaba 1 air . La tromp ta ran un onid qu provocaba una res pu
sta n Matthew. Podía mirar hacia arriba y r fl jar algo d alerta o de
maravilla en u ro tro, m i dijera: «Ah, algo nuevo".
El nido de los m tal n I culto trajo n ig otro recu rdo: La alegre
ri ad Matthew. Hac varios año , d idí int ntar tocar la trom peta (lo
que duró apenas uno año ). E to in luyó la compra d un corno y l
cciones semanal . Durante una d la visita a casa de Matthew, y acaba
la trompeta y com nzaba a practicar. M miraba con una xpre ión
como dici nd :«¡ o pu d r er lo que e t y yen
do»! Oía otro hillido, arrojaba u cabeza ha ia atrá y r ía on má
fuerza con la que nunca lo había oído r ír . Una y otra v z, r ía y
sonreía hasta que todos no contagiábamo de u ri a. Mi int ntd
novicio de tocar por lo m n habían complacido a Matth w. N
necesario decirlo , e to recuerd trajer n una v z más las lá r i me .
46 M R_[ UP[RAR. E DE LA PÉR D ID AS DE LA
VIDA

Otra vez, estaba conduciendo a casa y escuchando el prognuna ra


dial del Dr. Chuck Swindoll. Durante el mensaje, comenzó a enum e
rar los no1nbres de los discípulos. Cuando dijo el nombre Mateo,
(Matthew en inglés), trajo a la superficie mi sentido de pérdida y tris
teza, donde permaneció durante varios días. ¡Quién hubiera pensado
que eso hubiera sucedido!
Luego hay momentos en los que n1is sen tim ientos son simple
men te muy pequeños. Hay un adormecimiento de bajo grado, y me
pre gunto dónde va a pegar otra vez el dolor. Justo tres meses
después de que muriera Matthew, estaba muy ocupado con
diferentes trabajos y proyectos. Durante varios días, hubo pocos
sentimientos y ninguna lágr im a. Al contarle a un cliente lo que
sucedió, se me llen aron los
ojos de lá grimas. AJ sentarme con los padres de un niño incapacitado
físicam ente, intentando ayudarlos, las lágrimas saliero n a la su perfi c
ie. Recibí una no ta de un amigo que había perdido a su hijo de dieci
nueve afios en un accidente hacía más de cuatro años. Cua ndo me
decía que por momentos el dolor estaba tan fresco como si acabara de
suceder, yo me preguntaba. ¿Será así para nosotros? Y nuevamente
se nublaron mis ojos.
Durante esta "época seca,,, como la llamo, la pena golpeó duro
otra vez. Estaba montando en mi bicicleta de ejercicios y esc uchan
do una cinta de adoración de Terry Clark. Una de las canciones era
"Yo re cuerdo". Mientras andaba con mi bicicleta, trabajaba en
nuestro nue vo catálo go que debía enviarse a una lista de varios
miles de personas que habían asis tido a nuestros seminarios a lo
largo de lo s años. Me preguntaba si mencionar o no algo acerca de
Matthew en esta publi cación, ya que gran parte de las personas
había oído nuestra historia sobre él.Había pensado decir:"Durante
años oramos porque Matthew estuvie ra entero. El 15 de marzo, Dios
consideró que era el n1omento de hacerlo entero". AJ pensar en esto
(y tal vez debido a la música y al hecho que pensaba visitar su
tumba por primera vez), se produjo la inundación. El sentido de
pérdida fue abrumador, y lloré in tensa y aud iblem en te. Todavía
estaba sollozando cuando me dirigí al otro cuarto y Joyce me oyó.
Sin decir una palabra, vino y me abrazó. Nue vamente, en el
silencio de la pena, encontramos apoyo y consuelo en
47

ese breve abrazo. No se necesitaban las palabras, sí el contacto. Nues


tras lágrimas mutuas tenían su propio lenguaje.
Algunos de nosotros nunca aprendimos a llorar. Tememos perder
el control con las lágrimas. Vivimos con temores y reservas acerca de
llorar. Lloramos por dentro pero nunca por fuera. Una forma de su perar
esto es a través de desa rrollar lo que se llama un "llanto progra mad,,o .
Esta no es una actividad de una sola vez, sino algo que una persona
podría emplear en varias ocasio nes, especialmente los pr i meros
meses después de una gran pérdida.
Elija un cuarto de su casa que tenga algú n valor sen tim ental para
usted. Va a necesitar pañuelos, un estéreo y fotografías de la persona
que pe rd ió , ya sea por haber roto una relació n, por un divorcio o por
fallec im ien to. Es mejor si se hace este ejercicio durante la noche.
Las luces deben estar bajas y el teléfono desconectado para que no
haya interrup cio nes. Encie nda el es téreo ya sea en la parte de cintas
o en una estació n de radio que ponga melodías suaves con po cas inte
rrupciones. Al co menzar a sentirse triste, co ntin úe pensand o en su
pé rd id a. Mire cualq uie ra de las fotografías que lo ayuden a recordar
lo que alg un a vez tuvo o hubie ra tenido. Recuerde los momentos
positi vos e ín timos. Exprese en voz alt a lo que es tá sintiend o, y no
le ponga freno a sus lág rimas.
A veces ayuda colocar un a silla vacía frente a usted y hablarle a la
silla como si la persona estuvi era allí. Hable co n Dios en voz alta
acerca de la pérdida. Las lágr im as y las palabras pueden expresa r
sentimientos de tristeza, depresió n, ansia, enojo, dolor, temor y
frustración.
Recuerde que, en medio de estos sentimientos y su exp resión, está
teniendo lugar una sanid ad y una recuperació n. Al co m enzar a
sentir se mejor, permita que esa sa nidad se prod uzca. Co ncén trese
en los se ntimientos y pensamientos positivos que surgen y d iga sus
pensa miento s en voz alta. Luego guarde todos los recordatorios y sí
mbolos de su llanto. Comen te su experiencia a un amigo de confianza
o escrí balo en un diario.
Pro bable mente descubrir á que su temor o resis te ncia a Ho rar ha
disminuido. Será más fácil la vez sig uie nte.15
Una respuesta sana a una pérdida implica sentimientos de
depresión
48 CÓ MO R.E UPER AR SE DE L AS PÉR D ID AS DE LA
VIDA

luego de que se va pasando el impacto inicial. La pérdida recibe la


respuesta del cerebro tanto conciente como inconsciente1nente y
también se ve influenciada por experiencias previas de pérdida. La
depresión comienza a desarrollarse, y su profundidad depende de
la intensidad del apego que teníamos con lo que perdimos.
Finalmente la depresión se nivela y comenzamos a recuperarnos.
Pero una persona que tuvo un exceso de pérdidas en su vida y no
ha aprendido a sentir dolor adecuadamente puede haber desarrollado
patrones negativos de pensamiento. Esto puede hacer que se aferre a
la pérdida o que la recree continuamente. El pesimismo continuará
recreando una pérdida. A algunas personas le enseñaron: "No esperes
y no te desilusionarás,, o« Espe ra lo peor y protégete,,. Esta es una de
las formas de crear el síndrome del "tren de escape,, de la depresión.
Dejar un tren estacionado sobre un declive sin los frenos puestos con
duce a algunas consecuencias previsibles. Al moverse el tren hacia
abajo, toma ímpetu y pronto está fuera de control.
A veces la depresión toma ese mismo ímpetu debido a la cuJpa, las
conversaciones negativas con uno mismo, las distorsiones de la reali
dad, percepciones equivocadas e imaginarse pérdidas adicionales. La
depresión se perpetúa a sí misma porque le damos combustible. Un
estudiante de universidad que no aprueba un examen importante
piensa: Nunca voy aaprobar este curso, no tengo ninguna
capacidad, no estudié de la maneracorrecta, no voy agraduarme,
noobtendré el trabajo que deseo, mis padres pensarán que soy un
fracaso y demás. Con el tiem po, esta línea de pensamiento crearía
una depresión en cualquiera de noso tros . Pero la depresión no es
proporcional a la pérdida.
Algunas pérdidas son muy dolorosas, y hay una respuesta dep resi
va normal. La depresión está allí con un objetivo: "Ayud arnos a
expe rimentar la pérdida y a recuperarnos de ella,,_1 6
La recuperación de la pérdida está atada a nuest ros sen tim ientos.
Cuando no se los admite, enfrenta y expresa, se vuelven ocultos. Los
sen timientos refrenados pueden conducir a fragilidad, vulnerabilidad
y percepciones de distorsión.
Numerosos estudios han demostrado que su riesgo de salud es más
alto luego de una pérdida. Es más susceptible a los infartos y al
cáncer
D 4

luego d la muerte de un ser querido. Un estudio de largo plazo


indicó que la ta a d muerte d viuda y viudos de
do a dieci i t v ce má alta durant el prim raño
luego de la mu rte del cónyug . 17

El Dr. Gl n David on ha d cubierto qu aproximadament l vein


ticinco por ci nto de aqu ll que están n du lo experim ntan una
reducción pectacular en l istema inmune corporal de eis a nueve
mes luego de u pérdida. E ta es una de la razone del in rem nto
de enferm dade mientra e tá en duelo. P ro i uno hac I trabajo
de ntir d I r y no lo p p n ni l evita, sta d ficiencia del i tema
inmun vi table.18
El dolor a partir d una p 'rdida gen ra num ro os entimi nto .
Un de llo s la an i dad. La ansiedad e dolor en el futuro incluye
una amplia vari dad de t m r y preo upa i n . Esto pu d n tar
relacionado con cosa y xp ri ncias d I pa ado o futuro. Alguna
per ona qu todavía no han xp rimentad u p rdida en r alidad la
exp rim ntan en su p n ami nto , y 1 t rror que se apod ra d lla
con fr cu ncia es tan fu rte como si hubiera uc dido.
La an i dad puedes r b n fici sa i un pregunta a q u' 1 ti n
miedo y p r qué es tan imp rtante para u t d. Luego se pued n to
mar pa o para prev nir minimizar la p rdida.
El dolor un entimi nt nuclear d una p rdida. E dolor n el
presente. ¿ ómo se sient ? A vec es tri t za, a veces d ilu ión y a
veces d pre ión. Se si nt orno i hubiera id mutilado. Uno ·1e n te
vací . Debe man jar l d l r expre ándol .
El enojo e una respu ta al dolor. Pued er dolor en el pasado ,
pre
sente o futuro. Cuando s trata del pasado, e re entimiento. uando
la expresión directa se encuentra bloqueada, hay escape y invierte
en otro lados. Si e inviert en contra de un mismo, pued conver tirse
en depr ión.
¿Alguna v z ha intentad p poner el dolor d una pérdida cr an do
un am rtiguador contra lla? Con frecu ncia una persona utiliza rá
algún tipo de defensa para ganar tiempo y adaptarse a la p ' rd ida.
Algunas personas se vuelven expertas con la gimnasia mental. Es tos
son juegos mentale o trucos que empl amos para negar, evitar o po
pon r una experiencia de pérdida. N parecemos mucho a lo
5 10

guerrero d la antigüedad qu u aban e cudo para pospon r los ata ques


de I s oldado en migo . En este ca o, nu tro enemig la pérdida. Int
ntamo ac razarn d l dolor, p ro nunca v n mo al en mig a
trav d o fu rzo . impl m nt prolongam I do lor qu l
acompaña.
Hay inco fi rmas difi r nt n la que int ntamos n gar Id l r de
nue tra p ' rdida. La prim ra d fensa en contra d la pérdida e la n ga
ción. uand la p rdida un r hazo, un aband no, la p ' rdida de am r
o inclu una mu rt , la n a ión la d ti n a habitual n fr u n ia la p r na
di n: '¡N ! ciert . ¡N pu d r i r,t,
La n ga,ci n el mpañ ro mún d la pérdida. De h h , algu
na per na ligen vivi r n un mundo d n a i n la may r part
d u vida. L qu pr vi n n d fami lia umam nte di fun i
nal s son dotada para to. uand ni gan, vitan dar u
nta emocionalm nte d qu ha pr du id una p ' rd ida qu
va a u der. El tip má serio d p ' rd ida no l n ar la
r alidad d l qu ha u did , in tambi n lo fi et a p
rdida. Tod b rra d la m nt d una p r na n so m m nt .
He vi t n ga i d p rdi- da de trabaj , ma e ta , p r na
y ha ta d p rtunid d para graduar de la univ r idad.
La n gación vien d mu ha forma . H hablad
que die n: «N rman, aquí arriba n mi cab za qu
p ro i nt qu no u di : E mo si fu rana unan t ista y r i-
bi ran una iny ci n para u ntimient . En ntrar n l int
rrup- tor par cerrar um i n . Con l ti mp ,in
embarg ,u emoci n alcanzarán a u p n amiento .
Otra vari dad de la negaci n admitir la p' rdida y sentirla p ro
comp rtar e como i nada hubi ra ocurrid . Algunos han d n mi
nado a t 'negación d t r r grado,, y ba tant 1 v . Mucha p r-
on n u vida com i no hubi ra pr <lucid un p ' rdida. i
uno l pr gunta ac rea d lla, pu d n hablar d ello y ha ta derra-
mar lágrima bre lo qu u dió. Pero u comportan1iento par
contrario a lo que sucedió.
La negación tiene su lu gar y su propó ito. orno dice el aut r
Joyce Land rf:
EL

N c sitamos de la negación p ro no d b mo eternizarno


n lla. Debemo recon c ria como una d la singular h -
rramientas de Dio y utilizarla. La negación es nue tra má -
cara de oxígeno e pecial que d b m su ar cuando las noticia
d l muerte que nos quitan l ali nt han agotado cada onza
de aire de nuestro cuerpo. Facilita nuestro pulmones que es-
tán a punto de explotar dánd I u prim ros aires libr d
angu tia. Respiran10 n la r pira i n d la n gación y par -
qu mant neme la vida. No la n c itamo para entirn
ulpabl para juzgar nu tr niv I d cri tianismo cuand
locamo la má cara n nu tra bo a. in mbargo, una v z
re tituida la re piraci n y pa ad I p ligr inicial, no deb -
mo d p nd r d lla.
r qu Dio an ía para n tr qu d j mo d lad la
má cara d oxig n d la n gaci n, y e n u ayuda, com nzar
a r pirar mediant nu tr pulm n I aire fresco, libre d
la a ptación por nu tra part . 19

ntir dolor e avanzar a trav de vari niv le de negaci' n. ada


etapa tra a a a la r alidad d la p rdida un p c má profunda y
d I r am nt . Prim r l a ptam n nu tra m nt , lu g n
nu tr nt1m1 nt y finalm nte ada pta m I patrón d la vida
para r fl jar la r alidad d 1 qu ha u <lid . Hay que pagar un pr -
cio para la n gación prolongada. La n rgía que sega ta para mant -
n r n fun ionamiento la n ga ión n agota y con l tiempo pod mo
dañarn mocionalmente, r tardand nu tra r cuperación.
La n gación se usa para bl qu ar l imp n abl , pero e nll va I
t m r d lo d conocid ya qu un ni ga la r alidad d I qu cu rri
. A medida que la negaci n va c di ndo, comienza a a ntar el d
lor y al hacerlo, disminuy I t m r a I d n id . Se emplean xcu
a cuando la pérdida ntir e. Raci nalizar,
ju tificar o culpar a los demá n la xcusa hab itua -
le . Lo qu tán aco tumbrado a tar n ntrol suel n u ar xcu
a . E difícil para ellos aceptar la r p n ab ilidad de sus de ilu i n .
La racionalización es la egunda defi n a e ntra la pérdida. on fr -
52 CÓ M O R EC UPERARSEDE LA PÉR.DID AS DE LA
VIDA

cuencia oigo decir a pacientes: «En realidad no me dolió tanto. Hay


mejores hombres allá afuera. Después de todo, solo estuve con él du
rante dos años". O: «Ese trabajo no era el mejor", «¿Quién necesita
un BMW?", «Nuestro vecindario de todas maneras estaba
cambiando",
«Bueno, ella vivió una vida buena y larga y ahora ya no tiene que su
frir más". Cada una de estas expresiones tiene un propósito básico:
«Ayudar a la persona a tolerar el dolor de la pérdida". Él o ella desea
disminuir su impacto. Pero si una persona vive demasiado tiempo
racionalizando, comienza a creerlo. Se convierte en un castillo de
pro tección para evitar el proceso de sanidad.
Un tercer mecanismo de defensa que usamos para n1anejar la
pér dida es la idealización. Esta es otra forn1a de distorsionar la
realidad idealizando lo que perdünos. Se ignoran todas las
características o aspectos negativos, ya sea que hablemos de la
pérdida de un trabajo, la muerte de un miembro de la familia o un
divorcio no deseado. Un adolescente hizo este comentario acerca
de su padre alcohólico, física
mente abusador, que había muerto recientemente«: Papá realmente
proveía para todos nosotros, y a su manera realmente nos amaba».
Tal vez todos tendamos a idealizar un poco. En el proceso de la
pena, esto remite pronto, lo que es necesario para crear una imagen
precisa de la pérdida que sucedió. A veces la idealización es tan
extre ma que la persona que sufre no permitirá que nadie más diga
nada malo o hasta realista acerca de la situación. Incluso cuando los
hechos objetivos son compartidos por los demás, no hay aceptación.
Un cuarto mecanismo de defensa es lo que llan1amos formación
de
la reacción. La manera mássencilla de explicarlo es decir que
involucra hacer lo opuesto. Cuando hay una pérdida, la persona suele
a alejarse de su dolor enfatizando demasiado lo opuesto del dolor
presente o inminente.
¿Alguna vez enfrentó una pérdida pendiente e intentó evitar que
suceda reaccionando exageradamente? Una cosa es que un alun1no
que está con malas notas se encierre y estudie para cam biar la
pérdida inm inente. Eso es positivo. Pero si se encierra en su
habitació n a estu diar doce horas por día y no ca.me ni duerme, está
reaccionando exageradame nte. Al temer la pérdida de una persona,
uno podría con-
EL IGNIFI AD O DEL DOLOR. 53

vertirse en una víctima demasiado cumplidora, sumisa en un intento


desesperado por aferrarse.
Muchos padres usan este método con sus niños sin darse cuenta de
que lo están haciendo. Es una experiencia amenazadora ver a niños
que están cerca de cambiar su lealtad a amigos y pares durante la
adolescen cia. Para contrarrestar esa pérdida inminente, muchos
padres se vuelven restrictivos en lugar de permitir mayor
independencia.Lamentablemen te,con frecuencia esto tiene el efecto
opuesto ylos adolescentes se rebelan, se alejan y se descarrían para
obtener lo que quieren.
El último mecanismo de defensa contra la pérdida que a veces
usan los ad ult os y la mayoría del tiempo los niños es la regresión.
Esta es una forma de evitar el dolor volviendo a una fonna más
aniñada de compo rtamiento o hasta de pensamiento. Las respuestas
regresivas son todavía más ineficaces que las formas normales de
responder.
Si la regresión o cuaJquiera de estos mecanismos de defensa se
vuel ven permanentes en nuestra vida, el dolor no se elimina, sino
que simplemente se bloquea tras una barrera para crecer y sentir
pena. No hay otra manera.20
Hay una cosa vital que debemos recordar«: Uno necesita desespe
radamente el apoyo, la ayuda y el consuelo de otras personas durante
su pérdida». Puede pensar que esto es solo necesario en las grandes
pérdidas de la vida. Sin embargo, necesita apoyo en las pequeñas pér
didas también: Una relació n rota, un joven que no es aceptado en su
universidad , un cachorro perdido, perder la casa, salir tercero en una
competencia y demás.
El aislamiento durante una pérdida puede ser fatal. Un amigo o
incluso un conocido puede ayudarlo a transitar el valle, a quitarle su
temor al abandono y a ayudar a superar la dep resión. Otras personas
pueden ayud arlo a ver que usted puede co ntinuar funcionando. Es
como si les prestaran su esperanza y fe cuando las suyas se han
desva necido. Por eso hay tantas personas involucradas en grupos de
autoayuda. El Servicio de Salud de los Estados Unidos ha
manifestado que, en la década de los setenta, quince miUones de
personas del país eran miembros de más de quinientos grupos de
apoyo. Este número se ha inc rementado desde ese momento. ·
54 M RE UPER ARSE DE LA PÉRD ID AS D E LA VIDA

Puede que sepa intelectualmente que estar con personas es lo


me jor para usted, pero que emocionalmente no quiera estarlo.
Puede yudar hablar sobre sus sentimientos con un amigo que no
juzgue, que lo quiera y que lo escuche. Puede ser útil escribir todo
lo que está sintiendo y luego expresarlo. Esta no es una
experiencia de una sola vez. Necesitará hacerlo una y otra vez.
Algunas personas hablan, co rren, caminan rápido, hablan
despacito, gritan, dibujan, golpean una cama; usted tiene muchas
formas de expresión abiertas a su alcance. Los sentimientos
durarán algún tiempo.
Jan y Ed eran una pareja que perdieron a su hijo de siete años.
Com
partieron una experiencia que sucedió en el año posterior a su muerte:

La primera Navidad luego de que muriera .Mark, una


vecina que Jan conocía simplemente telefoneó. Debe
haberse dado cuenta de cuán difícil sería la Navidad para
Jan y para Ed lue go de perder a su hijo mayor. "No sé si
debiera haber llama do» , dijo ella,"pero estaba pensando
que no le van a c01nprar regalos a Mark este año ... " La
vecina de pronto dejó de ha blar y se puso a llorar.
Jan respondió, diciendo:«se debe haber necesitado mucho
valor para llamar y decir eso': Llorando ahora también, Jan
explicó:"No estoy llorando porque sus palabras me hirieron,
sino porque es un regalo que usted se acuerde de Mark".2 1

Un artículo del Los Angeles Times contaba la historia de una


mujer anciana que llamó a una línea caliente para la pena. Había
perdido a su esposo de cincuenta y cinco años hacía un año alrededor
de las fiestas de Navidad, y ahora en las festividades sus hijos la
habían invi tado a visitarlos. Pero ella temía llorar frente a ellos
porque no quería otro sermón acerca de cómo vivir sin su espo so.
Siempre le decían que debía estar bien ahora porque ya había pasado
un año de su muerte. El consejero le pidió que le contara cierta
información sobre su es poso. Le contó sobre su primera Navidad y
el pequeño árbol que com praron porque eran muy pobres. Él
también le pidió que le contara algún incidente gracioso acerca de su
esposo, que los hiciera reír a am -
55

bos. Luego el consejero elaboró una frase para que ella dijera cada
vez que se sintiera perdida:"Habrá momentos durante estas
festividades en las que extrañaré a mi esposo. Lloraré. Y cuando lo
haga, no tendré que ser reprenclida po rque no hay nada malo en m í'
22
Esta es una expresión que todos debemos recordar: ¡Cuando estoy
llorando no tenemos que ser reprendidos porque no hay nada malo
en nosotros!
Durante nuestra época de duelo por la muerte de nuestro hijo, las
personas nos preguntaban cómo estábamos. Decíamos: '' Esta mos bien.
Estamos de duelo, llo ra m os y sentimo s la pérdid a". Las palab ras
adi cionales eran para que supieran qué sig nifica en realid ad "estar
bien", ya que de otro modo podrían supo ner que las lágrimas ya no
estaban presentes.
Usted puede sentir se in có modo con su pena. A1 igual que otras
per sonas que lo rodean. Lo quieren "no rmal" tan pronto como sea
posi ble o quieren que actúe como si lo est uvie r a. Pero usted no está
preparado para esto, y los d em ás no d eben ser los que determinen
cuándo ,es t ará lis to. Esta es su pé rd ida, no la de ellos. Nadie debe ro
barle su pena. AJg un os pueden in tentar hacer justamente eso po rq ue
se sienten incómodos. Hace unos años, la antropóloga Margaret Mead
dijo: "Cuando una persona nace, celebramos; cuando se casan esta mos
en júbi Jo y cuando mueren actuam os como si nada hubiera pasado".23
Cua ndo se produce n los nacimientos y se llevan a cabo las
bodas, participa la pérdida. Pero las pérdidas están dominadas por el
gozo. La mayo ría de nosotros sabe qué decir y cómo reaccionar en
esas oca sio nes. Pero la m uert e es considerada como una puerta
cerrada a la existencia del gozo humano.
La vida es una mezcla de dolor y gozo. Este es el momento del
do lor. La gravedad de su pérdid a y lo que usted necesita se entiend
e me jor en el contexto de su perspectiva. Solo usted sabe qué
significa esta pérdida para usted.
Lo que la mayoría de noso tros no advierte es el patrón de picos y
valles de la pena. Mire la intensidad de la pena indicada en esta
gráfica:24
56 ÓMO R EC UPER ARSE D ELAS PÉR.D ID AS D E LA
VIDA

-e§ C/)
5

z
-z
f

1 . r-------,--------,--- ---,, .._,, _


2 4 6 12 18 24
semanas meses
DURACIÓN

Advier ta los picos dentados. El dolor y la pena realme nte se inten


sifican a los tres meses y luego disminuyen gradualmen te, pero no de
una manera estable. Suben y bajan. La mayoría de las personas no
necesitan un recordatorio del primer aniversa rio de la pérdida de un
ser quer ido. La intensidad de la pena vie ne co rr iendo con un dolor
que compite con los sentimientos iniciales de pérdida. Si alguien in
tenta decirle q ue debería« haberse sobrepuesto a estas alturas" o ((sen
tirse mejor" en cualq uiera de estos momentos, usted puede molestarse
bastante con ellos. Eso es comprensib le. También es comprensible que
las perso nas carezcan de una comp rensión del proceso de la pena a no
ser que la hayan padecido ellos m ism os. C o mparta esta gráfica con
ellos y hágales saber cómo se siente y cuán normal es .
Está bien que usted se haga cargo y haga saber a los demás qué
necesita y qué no necesita en este momento de su vida. Eso no
signifi ca siempre que los de1nás van a cum plir, pe ro pueden in
tentarlo. La mentablemente usted tal vez tenga que educarlos acerca
de la pe na. Usted tiene que ir tras de lo que necesita para resolver su
pérd id a.
DEL 57

Deje qu lo demás sepan que no tienen que evitar hablar de su pérdi


da. Dígale que quiere qu lo llamen, qu le pregunten cómo e tá y
que no se alej n ante su lágrimas o enojo.
Tal v z lo ayudaría a usted y a los demás i preparara un conjunto
de in trucciones para aliviar u ansiedad y ayudarlo respo nd iendo d
la manera má útil. E ta una carta de ug rencia qu pu de
modificar para adaptars a u ituación d p rdida:

Querido amigo (familia, pa tor, compañ ro de trabajo... ):


Hac poco sufrí una pérdida <leva tadora. E toy de duelo y
m llev a rá meses y ha ta años recuperarme de esta pérdida.
Qu ría hacerles ab r qu lloraré d v z n cuando. No pido
p rd n por mi lágrima pu to qu no n una eñal d d -
bilidad ni de falta de fi . n el don d Di para qu pu da
expre ar el alcanc de mi p ' rd id a, y también on una ñal d
que m estoy recuperando.
Av e pueden verm nojado in raz n aparente. En oca-
¡ n no, por qué. v do l que que mt moc1 n
on int n a debido a mi pena. i n i mpre tengo ntid
para u t de , por favor p rdónenme y t ' ng nm paci n ia. Y
i me repito una y otra v z, por favor ac pt nlo como a lgo
normal.
Má que nada nec ito de su compr n ión y su pres n ia.
No i mpre tienen qu ab r qué d cir o inclu o decir alg
1 no ab n cómo re pond r. u pr ncia y un abrazo
m ha- e n ab r que le intereso. Por favor n p ren qu
l llam porqu a veces estoy <lema iado can ado
lloro para ha cerlo.
i tiendo a alejarme d u tedes, por favor n m lo permi
tan. Necesito que e acerquen a mí durant ario me es.
Or n por mí para qu 11 gue a ver ignifi ad en mi p ' rd
i da algún día y que conozca l con u l y I amor de Dio . M
ayuda que me hagan ab r que están orando por mí.
Si han experimentado un tipo d p rdida similar, p r fa-
vor sientan la libertad d e mentarl nmigo. Me ayudará
58 MO R.E LIP[ R AR [ DC LAS r t R.D ID AS DC LA VID A

en lugar de hacerme sentir peor.Y no dejen de seguir


comen tándolo si comie nzo a llorar. Está bien, y toda
lágrima que ustedes expresen mientras hablamos también
está bien.
Esta pérdida es tan dolo rosa, y en este momento la
siento como lo peor que me pudo haber sucedid o. Pero
sobreviviré y finalmente me recupe raré. Me aferro a ese
conocimiento, aunq ue ha habido momentos en los que no
lo sentí así. Sé que no siempre me sentiré como me siento
aho ra. La risa y la alegría volverá n algún día.
Gracias por interesarse por mí. Gracias por escuchar y
por orar. Su preocup ació n me consuela y es un don por el
c ual sie mpre estaré agradecido.25

Hágasecargo de su pena,de su dolo r. Enfréntela. Vívala yse


recuperará.

NOTAS
Ca pít ulo 3. El s ignificado del d o lo r

1. Lilly Singer, Marga ret Sirot y Susan Ro dd, Beyond Loss [Más a.llá de la
p é rd ida ] (Nueva York: E. P. Dutton, 1988 ), 62.
2. Therese A. Rando, Grieving: How to Go On Living W hen Someone
You Love Dies [La pena: Cómo seguir viviendo cuando alguié n a
quien amas fallece] (Lexingto n, Massachusetts: Lexi ngto n Books,
1988), 11, 12, adaptado.
3. Ibíd., I8, 19, adaptado.
4. Bob Deits, Life After Loss [La vida después de la pérdida] (Tucson:
Fishe r Boo ks, 1988 ), 27, adaptado.
5. Ibíd., 28, adaptado.
6. James Froechlich, O. F. M. Cap, en un trabajo escrito para el curso de
graduació n de Pastoral Helping Relati onship [La relación pas to ral
en consejería] en Loyola Co lJege, Balti more: 1984.
7. Rando, Grieving [La pen a], 19, adaptado.
8. !bid., 242.
9. RobertVeninga,A Gift of Hope [Un regalo de esperanza] (Boston:
Little, Brow n and Co mpany, 1985), 15, adaptado.
10. R. S ott ullender, Grief and Growth lLa pena y el crecimient 1 ( Nu va
York: Pauli t Pres , 1 985), 56.
11. Yeninga, GiftofHop !El don de la e peranzal, 71.
12. Fred ri k For ythe, The N gotiator lEI neg ciador] (Nueva York: Bantam
Book., 1989), 269.
13. Max Lu ado, No Wonder They Call Him Th avior [Con raz n I lla
man el alvador] (P ortland , regon: Multno mah Press, 1 986), 105,
106.
14. K n Mire, lncredibl e Mom nts With th avior [Momento increíbles
con d alvador] (Gra nd Rap id , Michigan: Zonde rvan Publi hing H u ,
1990 ), 96, 97, adaptado.
15. Deits, Life After Loss [La vida después de la pérdida], 103, adaptado.
16. Ar hibald Hart Counseling th Depress d [ nsejería para I depr i
mi- do ] (Wa , Texa : W rd B ok ,
1987), 7 -84, adaptado.
17. D its, Lifi After Loss ILa vida despué de la p rdida ], 103, adaptado.
18. len W. avid on, Und rstanding Mournin ICómo comprend r el
duelo 1 (M inneapolis: Aug burg Publishing House, 1984 ), 24-27,
adaptado.
19. J y Landorf, Mournin on [ La can ión d I duelo ] ( Id Tappan,
Nu va J r ey: Fleming H. R veU ompany 1974), 63.
20. R. tt ull nder, Losses in Later Lifi [ Pérdida en los úJtim añ s de
la vida] ( N ueva York: Paulist Pre , 1989), 7- 1 O, adaptado.
21. Ann Kaiser Stearn , oming Back [V lv r] (Nueva York: Ballantine
B k , 1988), 16 17.
22. Mi ha I Quinta Nilla, 'H l Line Ha olac for the Grieving", [' La lín a
cali nte ti ne consuelo para lo que ufr n"1 Los Angeles Times adaptad .
23. egún itado por Deits Lifi After Loss [ La vida despué de la pérdida]
14 .
24. David on, Understanding Mourning f m mpr nd r I du lo], 59.
25. Deit , Life After Loss l La vida de pué de la pérdida], 150, 1 1, adaptado
e n permi o del aut r dad pa ra e te libr .
4

PftOBLEMAS CON EL DOLOFt


Y LA FtECUPEFtACIÓN

H ay ocasiones en las que la recuperación de una pérdida se ve


perturbada por uno u otro motivo. A esto habitualmente se lo
denomina "pena no resuelta». Hay muchas razones para esto, y
algu nas hasta pueden superponerse. En cada caso, encontrará algo
de ne gación o represión y un intento por aferrarse a lo que sea
que se haya
perdido.
La pena ausente es precisamente eso. No pueden encontrarse
senti mientos de pena y duelo por la pérdida. Es como si la pérdida
nunca se hubiera producido. Hay una gran cantidad de negación en
esta res puesta. A veces la persona demuestra señales mínimas de
pena.
Un minimizador es una persona que es consciente de los
sentimien tos de pena pero que trabaja para minimizar esos
sentimientos, dilu yéndolos por medio de una variedad de
racionalizaciones. La persona intenta demostrar que no está
realmente impactada por la pérdida experimentada. Los observadores
de los minimizadores bien pueden oírlos hablar acerca de cómo han
regresado a sus rutinas normales.
A un nivel conciente, el minimizador parecería estar trabajando
y por cierto, cumpliendo con el mensaje de la sociedad
de"sobrepo ner se,, rápido de la pena. Sin embargo, internamente,
los sentimientos reprimidos de pena o dolor siguen aumentando e
incrementá ndose y, al no tener salida, los resultados son el estrés
y la tensió n emocional.
Esta persona por lo general cree que la pena es algo que se piensa
rápidamente pero que no se siente. Esto es típicamente un proceso

60
PRD BLEMA CON EL D OLO R_ Y LA REC UPER.ACIÓ 61

intelectual en el que las palabras se vuelven un sustituto de la expre


sión de los verdaderos sentimien tos. Todo sentimiento de pena o
do lor es muy amenazador para el minimizador, quien busca evitar la
pena a toda costa.
La pena inhibida implica la represión de algunas de las respuestas
normales a la pena. Otros síntomas, tales como quejas somáticas,
tam bién pueden producirse. Dolores de estómago, falta de energía o
do lores de cabeza son algunas de las respuestas más comunes. La
persona que sufre la pena puede ser capaz de sentirla solo respecto
de determi nados aspectos de lo que perdió. Tal vez sienta pena o
dolor por los aspectos positivos pero no por los negativos.
Un somatizador es una persona que convierte sus sentimientos de
pena en síntomas físicos. Esta expresión física convertida de pena
puede oscilar de problemas menores benignos al patrón gravemente
crónico de múltiples molestias somáticas sin base física.
Lamentablemente, muchas personas que sienten pena adoptan in
conscientemente este papel de somatizador en un esfuerzo por satis
facer sus necesidades emocionales. Al adoptar el papel del
"enfermo", su verdadera necesidad de recibir cariño y consuelo se
hace legítima a través de las personas que lo rodean. Estas personas
con frecuencia temen que si fueran a expresar sus verdaderos
sentimientos de pena, las personas se ale jarían y las dejarían
sintiéndose abandonadas.
A veces la pena es retrasada durante un período extenso, que
puede significar meses o en algunos casos hasta años. Podría deberse
a una sobrecarga de responsabilidades que ejercen presión o quizás
la per sona que sufre la pena sienta que simplemente no puede
manejarla en ese mon1ento. Cuando se retarda la pena por una
pérdida, alguna otra pérdida en el futuro puede disparar su liberación
y puede producirse una avalancha. Incluso una pequeña pérdida en el
futuro puede ser el elemento catalizador para liberar el dolor del
pasado.
De la persona que retrasa la pena se dice que la pospone. Él o ella
creen que si uno retrasa la expresión de la pena, esta se irá. Evide
nte mente, esto no sucede. La pena crece dentro y típicamente sale
en una variedad de formas que no son buenas para la persona que
está en duelo.
62 M RC UP[R.AR. [ DC LA PéRDIDA DC LA VIDA

Este individuo puede sentir que si la pena no se desvanece, por lo


menos en algún momento él o ella se sentirá m.ás a salvo al experi
mentar el dolor. Inconscientes de que a través de la expresión viene
la sanidad, continúan posponiendo. La pena se acumula dentro de la
persona, empujando hasta el punto de la explosión, haciéndola sentir
aún menos capaz de experimentar sentimientos relacionados con la
pérdida. Es una o pció n poco feliz para manejar la pena.
La manifestación de Roy Fairchild sobre la pena retrasada es muy
interesante:

La negación a vivir el d uelo es la negación a decirle adiós a


las personas queridas, los lug ares, las oportunidades
perdidas, la vitalidad o cualq uier cosa que haya
sido"quitada» ; que es como muchas personas religiosas
consideran a estas cosas. La nega ción a vivir el duelo de
nuestras desilusiones del pasado nos condena y nos pone ríg
id os, como lo hizo con la esposa de Lot. La pena genuina
es la tristeza y el llanto profundos que expresan la
aceptación de nuestra incapacidad por hacer algo acerca de
nuestras pérdidas. Es un prelud io a dejar ir, a aban dona r.
Es la muerte que precede a la resurrección. Nuestra tristeza
revela aquello en lo que hemos invertido; es el costo de un
compromiso que se ha roto.1

Algunas personas experimentan pena en conflicto en la que


puede haber una exageración de alguna de las característ icas de la
pena nor mal n1ientras se suprimen otros aspectos que tambié n
debe rían estar presentes. A veces al sentir pena por un ser querido,
esta reacción se produce por haber tenido una relación dependiente o
ambivalente con la persona.
Otra respuesta a la pena que causa grandes problemas es el despla
zamiento de la pena. El des pla zado r es la persona que to ma la
exp re sión de la pena de la pérdida real y canaliza los sentimientos
en otras direcciones. Por ejemplo,si bien no reconoce los
sentimientos de pena, esta persona puede quejarse de tener dificu
ltades en el trabajo o en sus relacio nes co n otras personas. Otro
ejem plo es la persona que pa-
PR! 13L

rece estar crónicamente agitada y malhumorada ante los hech má


mínim . i bien pu d hab r pr encia d rta conci n ia, l d -
plazami nto habitualm nt e produ in dar e u nta
concient m nt .
Alguno individuos qu on desplazador ienten resentimi nto
frente a la vida en general. tro desplazan la xpre ión amarga, in
con ciente d u pena hacia ad ntro y se llenan de odio a .í mi mo ,
experim ntando una d pr ión que lo incapa ita. En oca i ne , -
ta p r na d plazan u p na n int ra ci n con otra p r na ;
en otro mom ntos, cr en qu no le gustan a la p rsonas. Ent ne s
nuevam nt proyectan la infi licidad de de ad ntro de ello hacia lo
demá.
El pr p sito d desplazar I de cambiar la p na de u fuent a
una per ona, lugar o situaci n m no amenazad r. La r lacion p r-
onal h cen ten a para I d plazador, qui n e
incapaz d r conocer t pa,tr n común d vitar la pena.
La pena crónica es una r pu sta en la qu una persona ntinúa
demo trando r spue ta d p na que fu r n apr piadas en la pri me ra
etapa d la pena. El du l c ntinúa y no pro igue a ninguna señal
de ci rre. Parecería qu la p r ona tá manteniendo viva la p r dida con
la p na o dolor. E t pecialm nt prevalecí nt n la
pérdida d una persona, cuando lar lación fue muy intensa, con gran
cantidad de inversión moci nal.
Cuando e produce una pérdida dentro de una familia, e genera
una gran cri i . La famiJia ha tado aco tumbrada a funcionar d
acuerdo con determinada rutinas. Cada per ona tiene su pap l y to
es crucial en la organización y I funcionami nto de la unid d fam i
liar. Una unidad familiar brinda protección y ignificad a u mi m
bros. Cada per ona encuentra u propia identidad d ntr d la familia
y llega a comprender que e un individuo eparad .
Cuando un miembro de la familia mu re, hay un vacío enorm en
dicha familia. Se rompe el quilibrio. No solo afectan los papel s,
sino tan1bién la identidad de cada persona. Una muerte fuerza a
cada persona a hacer algunas adaptaciones signifi ativas en su
propio pa
pel y la forma en la que responde a los otro mi mbros de la familia. El
64 CÓMO R.E UPEK AIZS[ 0[ L AS r t R.D ID AS DE LA
VIDA

dar amor, consuelo y apoyo tal vez sea un papel nuevo para algunos
de los miembros, pero su necesidad es bastante significativa.
Deben modelarse papeles desde cada persona, pero antes de que
esto suceda, todos necesitan tien1po y espacio para comprender y
manejar la pérdida a su propia manera. Una persona podría replegar
se demasiado y aislarle a no ser que se la traiga a la realidad. Otra
puede intentar sofocar a los demás debido a algunos de sus temores.
Los nuevos papeles deberán hacerse sentir hasta que la familia
apren da a funcionar otra vez como una unidad. 2
Una reciente clasificación de la pena o dolor se denomina pena
anticipatorio. Esto puede observarse cuando ha habido una pérdida
repentina, no anticipada que, de un golpe demoledor, deja a la perso
na devastada. Es tal el impacto que la persona no puede comprender
la totalidad de lo que ha sucedido. Él o ella tiene dificultades para
aceptar la pérdida porque sus capacidades para hacerlo han sido
dañadas.
En su excelente libro Cómo ayudar a la gente a transitar la pena,
Delores Kuenning escribe:

El impacto de la muerte súbita es devastador, ya que sucede


sin avisar y sin una oportunidad para anticipar lo que sigue.
No da tiempo para las despedidas, no hay tiempo para modi
ficar cosas o pedir perdón por palabras duras pronunciadas
en peleas triviales y no hay tien1po para expresar el amor
que uno siente pero que no verbaliza. El trabajo no
terminado del día nunca puede ser cambiado, permanece sin
resolver. Es como una canción inconclusa> la melodía se
detuvo en la mi tad de la frase que ansía ser co mpletada.3

En Pena, agonía y muerte, Terréese A. Rando dice de la muerte


súbita:

Por lo menos cuando una muerte ha sido anticipada, aunque


coloca exigencias en1ocionales tremendas en quienes están
involucrados, las capacidades de soportarla se dirigen hacia un
fin esperado. Cuando se produce la pérd jda> uno ha sido
PRJ BL 5

preparado para ella. Cuando falta esta preparación, y la pér


dida e produce súbitam nte, los que e lamentan sienten un
impa to. Dolorosamente aprenden que lo eventos cata tró fico
pu den producirse in avi o previo. Como resultado de
ello, d arrollan una apr hensión crónica de que algo des
agradable puede suceder en cualquier momento. Es esta fal ta
d seguridad, junto con la exp riencia de entir e abrumado
e incapaz de compr nd r la ituación, la qu da cuenta de la
complicaciones grav p teriore a la muerte que e produ c
n en ca o de muerte úb i ta. 4

En Cons jos para la pena y terapia de la p na, el autor id ntifica


iete caract rí tica e pecial que suel n complicar l proce o d la
pena par l sobreviví nt d una exp rien ia de muert úbita:

l. La n1u rte úbita por lo general deja al s breviviente con un n


tido d irrealidad qu pued durar mu ho.
2. La mu rte úbita puede al ntar un entido de culpa má fuerte
qu l normal ex.pre ad con enunciacion d l tipo: "Si olo... ,,
3. En la muerte súbita, la n ce idad d culpar a alguien por l que
sucedió e sumamente fuerte.
4. La muerte súbita con fr cuencia involucra a autoridad s médi
ca y legales.
S. La 1nu rte súbita con frecuencia pr vaca una sen ación de
d validez por parte d l sobreviviente.
6. La muerte súbita deja al sobreviviente con muchos 1am nt y
la sen ación de algo que no e completó.
7. En el caso de una muerte súbita, está la n cesidad d ompr n-
der por qué sucedió. Junto con esto e tá la n id d d atribuir
no solo la causa, sino la culpa. A vece Di l único blanco
di ponib le y no es poco común oír decir a a l ui n: "Yo odio a
. »5
D10 .

Cuando un er amado mu re inesperadam nte, la última vez que


estuvieron juntos cobra mucha importan ia. U ted recuerda la última
R. -ur R. re o L- r(1u n L ID

onver ación, l último contacto fí ico y lo que l r deaba. Sobr a


l n vívidament . E e m i algui n tocara la tecla d 'e ngelado,, en
1 reproductor de vid oca t , y la p lícula d su vida congelara en
ste último en uentro. Uno su le pasarlo una y otra v z n su mente.
i u último r cuerdo fu agradabl , ayuda a la pena. Ese bu n re cuerd
ayuda a cons !arlo. P ro no si mpr uc d a í. Tal vez u t d
qui o tar con la per na cuando murió, p ro lo úbito del ev nto 1
robó esa oportunidad. Tal v z qui o decid más co a a la per ona la
última v z qu e tuvi ron junt . O su últim en u ntro pudo haber
ido un onflicto desagradable y la r la ión todavía no había res-
taurad . Hay un sentimient de qu la as n e terminar n. A
v ce la persona di n: "La v y a llamar mañana y aclararemos to».
P ro l mañana nunca ti n la op rtunidad d II gar.
Av e ta cena desagradabl u l naco ar a una p r ona. Su
tarea ntonce rá suavizar I recuerdo e imág ne que le du len
tanto. ¿ óm l logra? Haci ndo una edi i n e m tuvi ra ha
ci ndo una p lícula. U ted puede aferrar a la in1ágen dolora a ,
n gati a o elegir ir má allá n el ti mpo y p rman cer n una e na
que s a r pr entativa de u r laci n y de e mo s ient r sp et de
a per ona en t ' rmino gen rale . D je qu a cena a u fu nte
de con uelo, ya que representa con mayor preci ión la relación qu
tuvo.
A la pena abreviada se la puede confundir con la pena no resuelta.
E una r pue ta normal de p na, p ro muy br ve. Hay varios moti vo
para ello: Pudo haberse producido un reemplazo inm diato de lo que se
p rdió, no había mucho apego con lo que s perdió o, como en l caso
d una per ona con una enfi rmedad mortal, gran parte de la pena
sucede antes de la muerte. Algunas persona e d svian de la p na
con el reemplazo.
Un r emplazador es una persona que toma las em i nes que se
invirti ron n la relación qu terminó en muerte y pr maturamente
vuelve a invertirlas en otra r lación. En u mayor part , él o ella no
on concient de que los esfuerzos de reemplaz n realment un
medio de evitar enfrentar y resolver la pena.
Las persona de afuera a veces suponen que I re mplazador no
PRl BL 7

debe hab r amado a la p r ona que murió si él o ella se involucró tan


rápidam nt en una r lación. En realidad con fr cu n ia el
reemplazador ha amado mu ho, y d bido a la n e idad de sup rar el
dolor d nfr ntar sentimi nto relacionad n la pérdida, vita
1 dolor m <liante el reemplazo. El reemplazo pu de
incluir no olo a una p r ona, ino tambi' n xc sos en otraár a ,
como <lema iad trabajo o d dicarse fren' ti am nte a un pa atiempo.
Hay tr característica principales de la p na no r suelta: (1) Au
encia d una r acción normal d p na; (2) Una r acción qu perdura
y (3) Una di t r ión d lar acción de penan rmal.
i tien un o más d est íntomas, y c ntinúan durant má d
e1 m o un año, tal v z t nga una pena n r u Ita. La probabili-
dad d que a pena no r uelta e incrementa a m dia que aum nta
la cantidad d íntoma . Algunos de e to ínt mas on:

l. Un patrón d d pr i n qu perdura y qu con frecu n ia


v ac mpañado por culpa y una reducci n
n l amor pr pi .
2. Una hi t ria de p na d l r extendida pr longada qu r fl ja
una dificultad ya xi t nt on la pena.
3. Una amplia vari dad d íntoma tal s c m la culpa, ataqu
de pánico, s ntimi nt d ahogo y t m r .
4. íntoma fí icos imilar s a los de la nferm dad mortal de la
p r na fallecida d bid a una id ntifi a i n con el individuo.
S. Una bú queda ince ant d lo que e perd, í on mu ho pr pó-
ito, mportami nt azar y dar vu Ita al asunto.
6. D pr , i n r curr nt qu disparada n fi chas e p ífi a ta-
le orno aniversario de la pérdida, cumpleañ d la p r na
fati ida, fi tividad y hasta llegar a la mi ma dad d la p r -
na qu m ur, i . Cuand ta r ac i n n má tr ma qu
la r pu ta n rmal , pu d n r indi ativa d w1a p na n
r u Ita.
7. entimi nt de que la p ' rd ida produj ay r, aunqu hayan
pa ado meses o a.ños.
8. Enci rr faltad d o d r tirar la p rt n ncias d una p r d
na fall ida d un ti mp raz nable.
p,u
6 R. ur - R. R. L L

9. Cambios en las relacione personal s con otras personas signifi


cativa lu go de la muert .
10. Alejami nto de las actividades reHgiosas normales y el hecho d
evitar la actividade de du lo habituale qu on part de la cul
tura de la persona.
11. lncapa idad de hablar sobre la pérdida in quebrar e, especial
mente uando ha transcurrido má de un año atrás.
12. Pensami nto exten o sobre y advertencia de t mas d la pérdida
n la vida.
13. P ' rdida menor que di paran grandes r ac iones d pena.
14. Fobia r pecto d la muerte o de enfermedade .
15. Excluir ualqui r co a o a cualqui raque e taba relacionado con
una pérdida importante o una per ona faJJe ida.
16. Una compulsión de imitar a la persona fallecida debido a una
identifica ión con Lla. 7

¿Por qué algunas p r nas tran itan la p na tan bien mi ntras otra
tienen tanta luchas? ¿Hay pista comun qu pued n id ntificar?
Hay numero o factores que pr dispo nen a una persona a tener difi
cultades en re olver la pena o dolor por una pérdida. D bemos p r
mitir que haya una variedad de r puesta ante la pena, pero por ahora
estamo considerando la pena reconocible no re uelta.
Una razón para la pena no resuelta es que una p r ona incapaz de
manejar el dolor emocional de la pena, por lo que u l re istirs al proce
so. Otro motivo podría er que el individuo tiene una nece idad excesiva
de mantener la interacción con la persona que ya no stá allí. Esto pued
aplicar e al divorcio así como también a perder a alguien qu ha muerto.
Otras razones incluy n lo siguiente:
La ulpa puede bloquear la p na. Si comenzam a r fl xionar o
bre nuestra relación con la persona que ya no está, pod mos llegar a
experimentar un exceso de culpa por conducta , s ntimientos o in
cluso negar lo que sucedió en la relación. Si ten mnormas alta
respecto de nuestras relaciones interpersonale , no tomará mucho
tiempo en activar nuestra culpa . Esto, a u vez, 61 qu a el proce o d
la p na, ya qu nos sentimos incapaces d enfren ta r nu stra cul pa.
P 13L R. L R. UP R.

¿Alguna vez ha oído a algui n decir: «Mi vida es una pérdida com
pleta in ' l ella. Me siento como media per ona. No puedo funcio nar
sin lla,,? Esto podría r flejar una dep nd ncia excesiva q u a u vez
conduce a evitar la pena. E ta p rsona int nta evitar la realidad de la
pérdida porque parte d lla pareces r lla mi ma.
Alguna p r onas e re i t n a la pena porqu la pérdida r activa
pérdida no r ulta d l pa ado que son t davía más dolor a
de manejar qu la
presente. A í, e pone en mar ha un patrón infinito d pospon r la pena.
La obrecarga puede r otro motivo d la pena no resuelta. Hay
ocas1on n nuestra vida en la que exp rim ntamos una antidad
de pérdida n un perí do br v , y e dema iad para soportar d una
vez. La p rdida on d ma iado pe ada para nfr ntar y man jar. i
una p r na pierde a vario mi mbros de u familia o inclu o a vario
amigos al mi mo tiempo, n olo produc una obrecarga, ino que
ha perdido a algunas d las p rsonas que le hubieran dado apoyo y
consuelo n u pena.
Alguna p r ona nunca han d sarrollado pl na y ad cuadamente
u identidad orno individuo. No han madurado l suficiente p i o-
lógica y mocionalment y cada vez que nfr ntan a una pérdida
tienden a hac runa regre ión.
Otra no sienten pena por la concepciones erróneas a las que se
aferran. Temen perder el control, puesto que les han enseñado que
perder el control es algo impropio. No quier n parecer débile ante
los d más y ante ellas mi ma . Algunas per ona no quieren ceder u
dolor per onal porque la ata más a la per ona que perdieron.
¿Sabía u ted que hay factor sen la sociedad que en realidad ob tacu lizan
el proceso de la pena? Por ejemplo, hay numerosas pérdid qu
producen que no son rec nacidas como tale o bien no se 1 d l im
portancia que merecen. La p rdida de una ma cota tal vez n parezca
algo significativ para lo amigos o los parient d una p r ona que
tuvo e a pérdida, entonces no participan ni apoyan la p ' rdida.
Hace varios años, un amigo mío tuvo qu a rificar a su gato de
catorce año de edad, y me pidió que lo acompañara. Sabía qu iba a
ser traumático y requirió d mi presencia para a i tirio en su pena y
7 R UP R R._ L 11

brindarle apoyo. Cuando nue tra mascota debió r llevada al veteri


nario n 1989 para a rificarla, tanto mi e po a como yo lloramo .
Nuestros amigos sabían que esto sería difícil para nosotro y recono
cieron la pérdida; su n ibilidad nos ayudó. Sin embargo, no todo
ti n n el beneficio del apoyo cuando mu r una ma cota.
El aborto e una p rdida no olo para la madre, ino también para
el padre y lo potencial abu lo . ¿Qui n ayuda y alienta a ta p r sona
que i nt n p na? Un abort natural e la muerte de un niño al igual que
i tuvi ra di z año . P ro mucha ve e le pr ta in ufi cient ti mpo y
atenci na lo ab rtos naturales. Dar un niño en adop ción d cubrir que n
se pu d tener hijo e una pérdida.
Alguna p ' rdida par cen r r pul iv o bá i am nt inac pta bl
. Lo amigo , lo parí nt y otra p r ona n qui ren iqui ra rec
no rlos, mucho meno a i tiren el proce o de la p na. Part de u
lucha e : "¿Qu' digo en un momento c m e t ?,,
¿ mo r spond cuando un miembro d la
familia: Mu r d u na obr d i d c
caína?
uicida?
E a inad por I po o d la muj r n la qu staba
involucrado? E en are lado p r fraude dfondo n u trabajo?
E arre tad por vend r dr ga y u padr e l pastor d u igle
ia? Lo ntimientos de di gusto y de agrado con fre uencia bloquean la
capa idad d una per ona de entir pena o de asi tira otro n l proce o.
Av e la persona tán simplement aislada y car n de otra
per na para que la ayuden con el proce o de la pena. La distancia
g ográfica podría inhibir l pr o d bido a la limita i n de mo
vilidad de nu tra so i dad.
Por j mplo, un hijo de padr m1 1011 ro taba n lo
do n un int rnado. 1 día qu partió a un viaj de cin o día de dura
ción para v r a us padr en el ampo d la mi i n, su padre muri .
Para cuand II g el re t de I mi mbro de la familia habían ene n
trad con u l uno n otro n u pena y habían d jadatrá la fa
del impacto. Ad má , el padre t nía que er ent rrad d inmediat
d bido a la e ndici n s primitiva a la falta d in talaci n .
m rtuoria . Ent n s I hijo se perdió también p n nC1a.
PR! BL R. 71

Otro m tiv por el que la p na no s r u lta e nue tra falJa en


en eñarl a la persona c m manejar la p rdida de la vida y ntir
la pena ad uadament . Hay una mentalidad d negación n nue tra
soci dad ha ia la pérdida y la muerte, y ta actitud alim nta u pro pio
conjunto de probl ma .
Cuand un miembro d la familia, como l padr , muer , on fr -
cuencia uno d los hijos a um 1 papel d l "fu rt ,, y la re p n abili dad
d t d lo arreglo y d tall . De e ta p r na también p ra qu ap
y y ali nte a lo d má y lo deje ap yar n él o ella. E t no permit que
la persona tenga la oportunidad d hacer su propia la boraci n d la
pena.
En nu tra ciedad, 1 <lamo más apoy a la viuda qu a l
viud . P r n lo hombr l que u l n t n r má difi ultad qu
la muJ r para adaptar a la pérdida d un c nyug :

Lo viudos, n espe ial los hon1bres jóven , con frecu ncia


xp rimen tan la xp ctativa ocia le irr alistas de" r fu r-
t ,, y tomarlo "com un h mb r»e . p ra qu el hombr
ea má r i tente y capaz d controlar u entimient . E -
ta exp ctativas pu d n inhibir a un hombr dxpre ar abier
tam nt u pena. D b nt nderse claram nte que tanto l
hombr s como las mujere experimentan el impacto, el no
jo, la culpa, la soledad, y la depresión qu acompaña el luto.
Cuando lo fuerza a ufrir en silencio, l dolor de un ho m-
br torna insoportable para él y produce una ira in ter na.8

Tradicionalmente, la ociedad no ha comprendido el p p l, la


identidad y la lucha especial del viudo. Por el ontrari , los
viudos deben aprender determinadas habilidad de la vida
tales c mo comprar la ropa de los niño lavar la ropa, com prar
la comida, preparar las comida , apr nd r la tarea d l hogar y
apoyar a los hijo que sufren la p na dolor. La ole dad es el
problema más grande que ufr n y muchos viudos admiten que
se sienten tentados a en ntrar una compañía femenina
demasiado pronto para ll nar l vacío.9
72 R ur R R L r R.DI L ID

¿Alguna vez se ha preguntado cómo siente pena una persona ade


cuadamente p runa pérdida cuando hay incertidumbre re pecto de la
misma? ¿Qué hace u ted cuando se roban su automóvil o algo de la
familia, cuando un hijo de apar ce en acción o cuando se encuentra 1
bote de un padre en un lago lu g de una tormenta, pero no se lo en
cuentra a él? TaJ vez e haya preguntado por qué las persona han bu -
cado durante años a lo MIA de Vietnam o ha trabajado para que regre
el cuerp de un oldado de una tumba en Vietnam d l Norte, o por q,u
d di an día a intentar recuperar un cu rpo d un accid nte. Una de
la muchas razones es qu e d b confirmar la mu rte porqu les per mite
a lo s sobr vivient comenzar con el proce o de la pena. 'º
¿Qué puede hacer uando e tá atorado en u pena? Tal vez la 1-
guiente sug r ncias ayuden porque le darán un ntimiento de e tar
en con t rol de la ituación. Por lo meno puede v r e a í mi mo ha ci
nd algo a rea d l probl ma. El capítulo sobre la r cup ración le dará
varios pa o adici nale para eguir.
1. Intente id ntificar lo qu no tienes ntido para usted ac rea d la
pérdida. TaJ v z una pregunta vaga obr la vida o el pr pósito de
Dios para con nosotros. O podría ser una pregunta específica :
«¿Por
q,u me sucedió esto a mí aho ra, en e t punto cru ial d mi vida?"
Pregúntese: "¿Q ué es lo que m tá m I tando má ?« nga con u -
ted una tarjeta durante unos días para registrar us pensamientos a
medida que urjan.
2. Identifiqu las emociones que siente duran te cada día. ¿Está
in
tiendo tristeza, enojo, r sentimiento, "si sólo... ", dolor o culpa? ¿A
dónde se dirig n estos s ntimi ntos? ¿La intensidad de lo ntim ien tos
disminuyó o se acr centó durante los últin10 días? i us senti mi
nto son vagos, el hecho d id ntificarlos y r tularl di minuirá su
poder sobr u ted.
3. Enuncie lo pasos o acciones que está tomando para ayudarse a
avan
zar y sobreponer e a su pérdida. Identifique aquell que ha hecho en 1
pasado qu ha ayudado o pida ayuda a un amigo en qui n confía.
4.Asegúrese de comentar su pérdida y pena con otras personas que
lo pu dan escuchar y apoyar durant este momento. N bu
que per ona quden con jo , ino las
que son comprensiva y pueden man jar
PRl í3L 7

sus entirniento . Recuerde, su viaje por la pena nunca erá exacta


ment igual al de otra per ona: uCada uno de no otros es único».
5. Puede ayudar encontrar una persona que ha experimentado
una
pérdida similar. Abundan grupo y organizacion para pérdida d
todo tipo. Le r libros o historia bre lo que han obrevivido a exp -
riencia imilare puede er de utilidad.
6. Id enti fiqulas característi as positivas y los puntos fuertes d u
vida que lo han ayudado anteriorm ,ente. ¿ uáles de estos lo ayudarán
en este mom nto de u vida?
7. D diqu tiempo l yendo los almos. Much d ello reflejan la
lucha d la pérdida humana p ro dan l nsu lo y la seguridad qu
provi nen d la mi eric rdia de Dios.
. uando ore, coment su confusión, sus entimi ntos y sus
esperan
zas con Dios. A gúres d i nvo lu c ra r e n los cultos de ad ración d
su igl ia, ya qu la adoración s un el m nto important n la r cu
pera ió n y la tabilización.
9. Pi nse dónd quier estar n su vida dentro d dos año . E cri ba
algun d su ueño y m ta . impl mente la fijación de alguna m ta
lo al ntarán a darse cu nta de qu se recuperará.
10. Familiaríces con las etapa de la p na. Enton es usted abrá qué
esp rar y no entirá d va tado por lo que está xperim ntando.
11. Recuerde que comprender su pena o dolor intelectualmente no
es suficiente. No puede r mplazar la experi
ncia mocional de vivir e - tos momento difícil . Necesitas r pa i nte y
p rmitir que us senti mient , e pongan de acu rdo
con su mente. Espere cambios de humor, y recu rdese a í mismo de est
a travé de nota ubicadas en lugare visibl . Esto cambio de
ánimo son normales.

T
Capítulo 4. Problemas con el dolor y la recuperación

l. Roy W. Fairchild, Finding Hop Again: A Pastor' s Guide to ounseling


Depressed P rsons [Encontrand esperanza otra vez: Una guía pa L ra l
para con ejería con persona deprimida ] (San Francisco: Harp r an<l
Row, Publi hers, 1980), l 13, 114 .
74 R[ ' LJP I R- OC L - P ' R IL

2. Lilly S.inger, Margaret ir t y usan Rodd, B yond Loss lMás aUa de la


p dida] ( ueva Yi rk: E. P. Dutton, 1988), 82, 83, adaptado.
3. D lore Kuenning, Helping R ople Through rief [ óm ayudar a la gente
a transitar la pena] ( Minnea pol i : Bethany Hou e Publi her , 1987), 191.
4. Th re A. Rand , Grief, Dying and D ath: linical Tnt rventions
for aregiv rs l P na, ag nía y muerte ] ( ha m paign, Illin is:
Research Pre ,
1984 ), 52.
5. William W rd n, rief ouns ling and ri fTherapy [ Con ejo para la
p na y t rapia de la p na 1 ( ueva Yi rk: pring r Publishing C mpany,
1982), 84, 85.
6. R. cott ullender, Los in Lnter Lifi lP' rd ida nI último años de
la vida] (Nueva York: Pauli t Pres , 1989), 115, adaptado.
7. Rando, rif, yi11gand eath [ Pena, ago nía y muer te j, 63 , 64, ad aptad .
. Kuenning, He/ pin R ople Through rief[ óm ayudar a la gent a tran sitar
la p na], 217.
. Loui A. AJI n, "The F rgotten Man: reative Appr ach t Helping
the Widower' f "El hombre olvidado: Forma reativa de ayudar al
viudo"!, Thanatos primavera, tom 8, n . l), 5.
l O. Ra nd o, ri f. Dying and Death f P na, agonía y mu rte], 59-62 64-67,
adaptado.
,. M ADAPTARSE A LA EPAR A 1 Y AL VA 83

Los recuerdos se preservan visitando la escuela de la niñez o el tra


bajo del fallecido o yendo al cementerio. Años después de que murie
ra mi padre> pude encontrar su lugar de nacimiento en Woolich>
Maine> y hasta conocer a algunos parientes distantes. Esto trajo
recuerdos y expandió mi conocimiento sobre mi papá. Es
perfectamente correcto y normal hablar acerca de alguien que perdió,
hacer cosas basándose en lo que aprendió de esa persona o
reflexionar sobre sus recuerdos. Parte de quién usted es hoy y cómo
responde hoy día se basa en su relación con esa persona. Tal vez él o
ella le enseñaron nuevos discer nimie ntos> percepciones,
habilidades, apreciaciones o valores, dejan do una marca indeleble en
usted. A veces tal vez hasta se sorprenda al descubrirse resolviendo
problemas o respondiendo de la manera en la que la persona
fallecida solía hacerlo. Esto es particularmente cierto cuando ha
perdido a uno de sus padres y años más tarde se parece a él
o a ella de alguna manera. Puede que ¡Vaya,esa era la mane
exclame«: ra en la que reaccionaba papá!"
Una verdadera sorpresa para la mayoría de las personas es la for
mación de una nueva identidad. Un alumno que se ha graduado de la
seg uridad de cuatro años en la misma universidad y se sume rge en
el mercado laboral ya no se ve a sí mismo y a los demás como un
alum no. Nuevos papeles> responsabilidades y expectativas son ahora
parte de su vida. La forma en la que se ve a sí mismo ha cambiado.
Un joven que sale de la seguridad de estar en octavo grado para ir a la
escuela secundaria o a los primeros años de la un iversidad en una
escuela grande significa una nueva identidad en medio de su pérdida
de un ento rno así como de una condkión familiar.
En la pérdida de un cónyuge, hay un cambio de identidad de« n o
so tros" a " yo". Esta puede ser una de las transiciones más dolorosas
de todas. Ve el mundo que lo rodea en una forma diferente. Algunas
de sus amistades pueden cambiar tam bién. Retendrá amigos de
antes, pero deben realizarse adaptaciones. Su identidad puede haber
sido como pareja y la mayoría de sus amistades son parejas. Pero
ahora usted está solo. Su tiempo con las parejas se reducirá. Necesita
rá tanto relaciones antiguas como nuevas con personas que
comparten por ciones de su nueva identidad con usted.
84 CÓM RE UP[RAR [ D[ LA PÉRD IDA DELA VIDA

Independientementede lo que haya perdido, ayuda estar con e


iden tificarse con otros que han experimentado la misma pérdida
que us ted, puesto que pueden ayudarlo en el proceso de adaptarse
a su nueva identidad.
Varias iglesias han desarrollado grupos de apoyo para todo tipo de
pérdidas. Una iglesia hasta tenía un grupo para los que tenían proble
mas de visión y los que se estaban volviendo ciegos. Otra iglesia
tenía un grupo para hombres que habían perdido su trabajo y estaban
bus cando nuevos rumbos vocacionales. Los padres que han perdido a
un hijo por muerte, que tienen un hijo incapacitado físicamente, uno
que se ha escapado o un hijo que está en las drogas se benefician de
estar con otros que han experimentado la misma pérdida. Esta nueva
iden tidad significa aprender nuevos pape les . Cada cambio de la
identidad anterior debe tener un nombre, se la deb e enfrentar y se
debe sentir pena por él.4
La recuperación, como se ha manifestado anteriormente, es rein
vertir su energía emocional en algo nuevo que le pueda dar satis fac
ción y plenitud. La relación con la persona o con el objeto que perdió
ya no lo puede hacer más. Pero no estoy hablando de un reempla zo.
Un gato nuevo no puede reemplazar a uno viejo, un perro nuevo no
puede reemplazar a uno que se perdió, una persona nueva no es un
reemplazo de un amor anterior, y todo intento para convertirlos en
réplicas es una respuesta no sana. En lugar de reem plazar, usted pue
de reinvertir en una organización de servicio , un ministerio, una ca
rrera nueva, una esperanza y demás.
Una adaptación grande para cualquiera que haya perdido a un ser
querido por muerte es qué hacer con las pertenencias que quedaron.
Esto puede incluir herramientas, juguetes, ropa, libros sobre especia
lidades y otras cosas. Una forma de manejar esto es el plan de la pila.
El propósito es doble:«Hacerse cargo de las pertenencias que quedan
para que no lo abrumen y terminar con lo que realmente quiere que
darse». Con frecuencia es mejor atravesar este procedimiento con ot
ro· miembro de la familia o amigo cercano. Tome todas las
pertenencias y haga tres pilas. En una pila están aquellas pertenencias
de las que us ted está seguro que quiere guardar. En la siguiente están
las que usted
ÓMO AD APTAR SE A LA EPA l A IÓ N Y AL VA ÍO 85

está seguro que quiere desprenderse. La tercera pila contiene las


cosas que usted no sabe qué hacer con ellas. Guarde las cosas que
quiere, regale las otras, y coloque las que no está seguro en cajas y
guárdelas durante un tiempo hasta que esté seguro de qué querr ía
hacer con ellas.
Esta no es una tarea fác il. No transcurr e sin dolor. Pero nues tra
vida sigue, diferente y nueva. Cuán diferente y nueva depende de
nues tra elaboración de la pena.

NOTAS
Capít ulo 5. Có mo adaptarse a la separación y al vacío.

1. Therese A. Rando, Grieving: How to Go on Living When Someone You


Love Dies[La pena: Cómo seguir viviend o c uando alguién a quien amas
fallece] (Lexington, Massachusetts: Lexington Books, 198 8 ), 23 1-234,
ada ptado.
2. Jo hn James y Fra nk Cherr y, The Grief Recovery Handbook [Ma
nual para recuperarse de la pena] ( Nueva Yo rk: Harper and Row,
Publishers, 1988 ), 108 - 121, adaptado.
3. Rando, Grieving [La pena], 251, adaptado.
4. Ibíd., 238, 239, adaptado.
6

DECIR_ ADIÓS

L as fiestas de jubilación son sucesos normales. El que se jubila es


honrado y reconocido por todos los años de servicio. Esta reunión
es también una oportunidad para compartir adioses.
Con el correr de los años, hemos tenido varias oficin istas que se
han ido, y habitualmente realizamos un almuerzo de despedida. Es
una oportunidad para que los que se quedan, no solo reconozcan los
esfuerzos de la persona, sino también para despedirla oficia lmente.
Probablemente no la vayamos a volver a ver y estamos reconociendo
este hecho. Cuando un amigo se va, cuando los parientes regresan a su
hogar o cuando se jubila un buen trabajador, hay tristeza en nuestros
adioses. Cada pérdida en la vida necesita del reconocimiento de que la
conexión se ha roto y que la vida será diferente.
En la muerte, el funeral es un reconocimiento de que una persona
ha partido. Proporciona la oportunidad a las personas que están de
duelo de decir adiós al ser querido. Yo tenía veintidós años cuando
asistí por primera vez a un funeral. Fue eJ funeral de mi padre, que
murió en un accidente automovilístico. Recuerdo que uno de sus
amigos cercanos se dirigió hasta el féretro, se detuvo, colocó su
mano sobre él y dijo: "Ad iós, Harry". Esto es muy comú n. Para
que se pro duzca la recuperación, debemos mirar atrás y decir adiós.
A veces los que están de duelo sienten una tristeza que perdura
debido a que otros no se despidieron de la manera adecuada.
Algunos de los hechos que contribuyen a los sentimientos
incompletos son:
Falta de am igos o compañeros de trabajo suficientes que respondan
con una expresión escrita o que no quieren hablar sobre la pérdida.

86
D[ IR. ADI 87

La placa que está en la tumba se demoró durante meses o no era la


adecuada.
La persona que dirigía el servicio no lo hizo significativo por falta
de información.
Muy pocas personas fueron a dar sus respetos a la casa o al
servicio. No hubo programas impresos del servicio que enumerara
las fe
chas de nacimiento y muerte de la perso na.
En otras situaciones, pueden producirse problemas similares, de
morando la finalización de la pena de uno:
Una falta de reconocimiento de la persona que se jubila o que
deja un trabajo.
Una mascota que huyó o fue robada, cosa que no dio la
posibilidad de decir adiós.
Otras personas que subestim aro n la importancia de una pérdida,
dificultándole a la persona reconocerla adecuadamente.
Poder decir adiós nos ayuda a movernos hacia el cierre y trae algu
nos de lo s sentimientos de control so bre nuestra vida y circunstancias
que fueron disminuidos por la pérdid a.'
Cuando usted dice adiós, está reconociendo que ya no va a seguir
compartiendo su vida con lo que sea que haya perdido, se trate de un
trabajo, de una persona, de un sueño o incluso de una parte de su
cuerpo. Siempre tendrá el recuerdo, pero ahora reconoce que vivirá
sin aquello que perdió.
Lo que ayuda a una persona a atravesar la pena puede no ser
signi ficativo para los demás. Algunos padres que han pasado por
un abor to natural simplemente siguen adelante con su vida y no
tienen reales necesidades de despedirse. Otros hacen un servicio
fúnebres. Las mu jeres que tuvieron abortos hace años con
frecuencia hacen servicios fúnebres como reconocimiento de la
muerte de sus hijos.
En su libro Tormenta de ideas, Karen Brownstein describe todo lo
terrible que fue su cirugía cerebral. Antes de que el asistente afeitara
una porción de su cabeza para la operación explo ratoria, Karen se
paró frente al espejo del baño, tocó y acarició su largo cabello y le dijo
adiós. Más tarde, cuando tuvo que hacer terapia de rayos por un tu mor
maligno inoperable y por lo tanto perdió todo su cabello, le fue
88 CÓMO RE LIPER.A R.SE D E LA PÉR D ID AS DE LA VIDA

más sencillo aceptarlo porque había celebrado esa breve ceremonia


de despedida.
Poder anticipar una pérdida y cómo tolerarla la hace más fácil
de manejar. No es poco común oír a alguien exclamar con enojo:
«se fue, y nunca tuve la oportunidad de decirle adiós".
Poder decir adiós antes de la pérdida ayudará en el proceso de la
pena. Justo después que el médico nos dijo que nuestro hijo Matthew
probablemente muriera al cabo de una hora, estuvimos de pie al lado
de su ca1na y le dijimos adiós. Lo dijimos en medio de sentimientos
de total desvalidez. Queríamos detener el proceso de su muerte,
revertir la disminución de sus pulsaciones, abrir sus pulmones para
que le entrara 1nás aire... pero no había nada para hacer salvo esperar
que muriera. Y le dijimos adiós. Lo dijimos más de una vez desde
que él murió. Con frecuencia lo decimos cuando encontramos uno de
sus efectos personales o incluso redescubrimos un recuerdo.
He hablado con personas que han conducido al lugar de un
trabajo anterior, se detuvo frente al edificio y le dijo adiós. A
veces la despedi da estaba provocado por una bodega de recuerdos
positivos, otras ve ces con enojo por las circunstancias del
despido.
¿Es este un pensamiento nuevo para usted? ¿A quién o a qué le
ha dicho adiós en su vida? ¿Hay algo o alguien de quien deba
despedirse? Independientemente de cuándo se produjo la pérdida,
es posible aún ahora decir adiós.
Hace años, trabajé con un hombre joven en terapia que había per
dido a su hermano varios años antes. No había vuelto al cementerio
desde el funeral, y era evidente que una de sus dificultades era no po
der sentir pena com pleta por su hermano. Un día fue al cementerio y
pasó varias horas allí. Durante ese tiempo, le dijo adiós, y por fin se
cerró un capítulo en s u vida.
A veces, adoptamos un comportamiento que es una forma de decir
adiós, pero ni siquiera somos concientes de ello. Durante varios años,
mi esposa y yo pasamos dos o tres semanas durante el verano en un
rancho antiguo en el Parque Nacional Grand Teton. Una deliciosa
pareja vaquera maneja ba el rancho, y las co n diciones eran casi
primi-
DECIR AD IÓS 89

tivas. Teníamos luz eléctrica, pero sacábamos agua de un arroyo fre


cuentado por alces. Vivimos muchas experiencias agradables allí con
nuestros parientes y amigos de verano.
Hace unos años, el rancho se vendió al servicio del parque. Para
mantener un tipo de entorno natural, se cerró y se permitió que
llega ra a un estado de falta de reparación. Joyce y yo volvin1os
para visitar lo y miramo s a través del pueblo fantasma,
reflexionando sobre nuestras experiencias. Recie ntem ente, cuando
condujimos al sitio del rancho para mostrá rselo a uno s amigos, no
quedaba nada. Parecía como si los edificios nunca hubieran
estado allí. Al irnos, nos dimos cuenta de que probablemente
nunca volveríamos a ese lugar. No ha bía neces idad. Teníamos
nuestros recuerdos y hab.íamos dicho adiós. Una de las mejores
formas de decir adiós a muchos tipos de pérdi das es por escrito.
Usted se sorprendería por los diferentes tipos de carta que se han
escrito. La carta es una manera de despedirse y a la vez es una
forma de expresar sentimientos intensos de pérdida. Puede
ser una carta de enojo o una llena de gozo y tr isteza .
Una persona le escribió a un amigo que estaba por morir de
cáncer, expresándole su gran aprecio.
Otra persona envió una carta de despedida a su maestra de escuela
elemental, con la espe ra nza de que pudiera enseñarles a sus propios
hijos, pero que lamentablemente se estaba jubilando.
Un ex adicto escribió una carta de despedida a sus drogas,
diciendo adiós y describiendo qué grave problema habían sido para
éJ.
Muchas n1ujeres han escrito cartas de adiós a uno de sus pechos
antes o después de una mastectomía. Esto las ha ayudado con una
pérdida que es muy traumática para una mujer. Es una pérd ida que
habitualmente está acompañada por un tiempo largo de depresión y
duelo.
Con el transcurso de los años, much as personas han escrito cartas
a amigos, cónyuges, hijos, padres, hermanos, hennanas u otras perso
nas significativas fallecid as.2 Esto ayuda a acercarse a la realidad de
que un ser amado ha partido.
Las cartas de despedida también son apropiadas durante las más
90 ÓMO R_[ LIPER.AR. E DE LA PÉR.D ID A DE LA VID A

importantes transiciones de la vida. Yo aliento a los padres que están


por ver a su hija o a su hijo casado a que le escriban al nuevo yerno o
nuera una carta de «bienvenida a la familia" así como también una
carta a sus propios hijos o hijas diciéndoles adiós como hijo no casa
do. Nosotros hicimos esto cuando nuestra hija Sheryl estaba por ca
sarse y se la enviamos a su consejero prematrin1onial para que se la
entregara. Estaba dirigida a nuestra «hija a punto de casarse" y era
una carta de aprecio, aliento y adiós a su posición previa en la vida.
(Esta carta está al final del capítulo de mi libro Siempre seré tu niña
peque ña, publicado en castellano por Editorial Portavoz). Sin
embargo, su consejero no le dejó leer la carta, sino que hizo que la
trajera consigo a casa para que yo se la leyera en voz aJta. Y así lo
hice.
Cuando Sheryl y Bill bajaron de la plataforma luego de la ceremo
nia de la boda, nos entregaron a nosotros y a los padres de BiU cartas
de agradecimiento y de valoración por los años pasados. Yo denomi
naría a cartas como esas cartas de despedida de tra nsicio nes que
tam bién introducen nuevas etapas de la vida.
Decir adiós no es mórbido, patológico ni un signo de histeria o de
estar fuera de control. Es un camino sano hacia la transición a la si
guiente fase de la vida.
¿Cómo puede decir adiós? Primero que nada, identifique lo que
cree que debe ser expresado en su despedida. ¿Cuáles son las
palabras reales que usted quiere decir? ¿Qué expresaría su aprecio o
su lamento o qué completaría algo que nunca se ternünó entre
ustedes dos?
Luego escriba una carta de despedida o háblele en voz alta a la
per sona o a aquello que haya perdido. Si su carta está dirigida a un
ser amado que murió, use el nombre que siempre usó durante la vida
con esta persona.
Puede dirigir su carta de despedida a un sueño perdido, a una
espe ranza perdida, a un negocio o incluso a un cambio en su vida
vocacio nal. Una mujer divorciada en realidad le escribió una
carta a su matrimonio y la dirigió como si la pérdida fuera una
persona real. Indique que es una carta de despedida y luego
exprese lo que quiere decir. Cuántos más lamentos y «si solo"
tenga, más importante puede
DE IRADI S 91

ser su carta, ya que esta es su oportunidad de expresar lo que nunca


se verbalizó.
Ayuda dejar descansar su carta durante un día y luego leerla en voz
alta a sí mismo o a un amigo al que se tenga confianza.
Recientemente una mujer que participaba en mi seminario de
consejería de recuperación de la pena y la crisis escribió y comentó
comnigo las cartas que le había escrito a su madre fallecida. Este
pro ceso duró quince meses y comprendió diecisiete cartas.
A continuación está la primera carta que le escribió a su madre,
justo un mes después de su muerte, y la carta final, quince meses más
tarde.

Enero de 1988
Querida mamá:
Debo haber comenzado cie ntos de cartas como esta a lo
largo de los años. Por supuesto no puedo ya escribirte más,
ni llamarte. He intentado hablar contigo en voz alta, pero
aun que estoy sola 1ne siento rara. Así que pensé en
escribirte de la manera en la que lo hice cuando estabas viva.
Es extraño ha blar sobre tu vida . Tu vida, como tú la
conoces y la has expe rin1entado, se ha tern1inado. En
realidad he visto como te has ido, centímetro a centímetro,
esas últimas semanas. Era ago nizante observar, porque
aunque estabas terriblemente en ferma estabas llena de vida.
El día en el que caíste en coma tomé algo de tu ropero an
tes de irme para casa. Mientras estaba allí rodeada de esas
ro pas familiares, advertí la bata azul de franela que Mamá
te hizo para Navidad hace unos años. Impulsivamente, la
agarré y la puse en mi bolsa, sintiendo que estaba haciendo
algo malo. Yo sabía, sin e1nbargo, que esta vez no ibas a
ponértela de nuevo, y de alguna manera me parecía bien que
me la llevara. Olía tanto a ti que dormí con ella esa noche. A
la mañana siguiente, cuando Holly llamó para darme la
noticia, corrí a buscarla y descub rí que tu fragancia se había
ido. Y eso, más que la llamada telefónica, me hizo llo rar.
92 CÓMO R.EC UPER.AR.SE DE LAS PÉR.DID AS DE LA
VIDA

Abril de 1989
Querida mamá:
Ha pasado bastante tiempo desde que te he escrito en
este pequeño libro. Es un fantástico día de abril, cielo azul
brillan te, brisas frescas y flores silvestres naciendo por
todos lados. Al volver a la casa con un montón de flores
esta mañana, me aso1nbró ver a una joven mujer
sollozando abiertamente tras el volante de su automóvil.
Su rostro estaba tan lleno de dolor que parecía chocante
en contraste con el día brillante, lleno de esperanza que
nos rodeaba. Mientras me preguntaba qué podía
sucederle, me di cuenta de que su profundo sentido de la
pena que había llegado a todo mi sentido del ser desde
que te moriste, NO ESTABA ALLl. Muy por el contrario,
estaba llena de la esperanza y el gozo del nuevo día de
primavera. Mi angustia ahora se siente menos que un peso
opresivo, más una. .. posesión atesorada. Puedo sacarla y
sopesarla, y luego volverla a poner segura y
cuidadosamente en su lugar. Cuan do paso por tu retrato
en el agitado curso de mi día, hago una pausa y hasta
sonrío antes de seguir corriendo. La vida está totalmente
llena de posibilidades y desafíos, y yo estoy tan
entusiasmada con todos ellos. ¡Imagínate eso! Y mamá,
en medio de toda esta esperanza y entusiasmo, siento a
Dios aquí conmigo. Siento gozo.

Todo mi amor hasta que nos encontremos de nuevo,

Jan

Hay otras formas de expresar las despedidas. Enviar una contribu


ción a una iglesia o a una institución de caridad en nombre de la
perso na puede ser un reconocimiento.. Algunas personas establecen
un recuerdo viviente y perdurable a través de una beca, donando una
pin tura, plantando un jardín de flores, un árbol o mandando a hacer
una placa. En uno de los grandes terrenos de conferencia cristianos
en el sur de California, es posible dedicar un árbol en nombre del ser
querido.
DE _IR_ ADI Ó 93

¿Alguna vez compartió con Dios cuánto extraña aquello que


per dió y le dijo cuánto quiere decir en sus adioses?
June era una paciente que luchó y se resistió a su divorcio durante
años. Incluso cinco años después, no podía admitir que era una mujer
divorciada. Al no reconocer su pérdida, no sentía la pena o dolor ade
cuadamente. Al trabajar con sus sentimientos y las consecuencias de
dejar que su ex esposo continuara controlándola, finalmente llegó a
escribirle una carta de despedida muy detallada y específica. En ella,
decía que reconocía y aceptaba su divorcio y que liberaba a su ex
para que hiciera lo que quisiera. Ella iba a seguir adelante con su vida
aho ra que estaba libre. Y finalmente lo estuvo.
En su libro descriptivo y útil Volver, Ann Kaiser Stearns describe
la muerte de su abuela y cómo le dijo adiós:

Honrando a mi ((abuelita,,

Cuando murió mi abuela, volví a la comunidad rural de


Thomas, Ol<lahoma, donde nací. La tablilla conocida fuera
del pueblo, cerca del elevador de granos del tamaño de un
rascacielos, me saludó nuevamente con "1200 personas ami
gables que le dan la bienvenida a Thomas".
El pueblo era casi como lo había dejado yo muchos años
antes, salvo que el cine y la pista de patinaje habían cerrado y
se había abierto una librería en la calle principal. También
los granjeros, que todavía usaban mamelucos, habían
cambiado sus sombreros de aJa ancha por gorros de béisbol
con emble mas que publicitaban implementos para granjas.
Camiones y cada tanto un automóvil estacionados
diagonalmente en la calle. Las personas seguían siendo
amigables y de confiar. Si uno quería pagar por algo en un
negocio, había una pila de chequeras en blanco en el
mostrador al lado de la caja regis tradora. Uno podía llenar el
cheque en uno de los dos bancos que había en el pueblo.
Habitualmente había alguien por ahí que lo conocía a uno o a
uno de sus parientes, así que no había necesidad de iden
tificación.
94 CÓMO l [ CUP[ RAR SE DE LA PÉRD IDAS DE LA VIDA

Había perso nas allí q ue todavía se acordaban de mis visitas


de niñ a a la casa del abuelo y d e la abuela. Reco rdaban a mi
madre con su hermoso cabello negro en largas trenzas y a mi
padre como un estud iante universitario. Me di cuenta triste
mente de que a aq uellas perso nas no le quedaban muchos más
años de vida y co n ellos mo rirí a« s u teso ro" de recuerd os.
Tom é una habitació n en el m o tel lo cal y co nd uje mi auto
móvil rentado a la casa fu neraria. El p ropósito de mi viaje
se ntimental p o r el país era recordar, hacer un tributo a la ma
ravillo sa dama a la q ue llamába m os« abuelita",y hacer el
due lo por el acercamie nto del fin de una era cuando el fu ne ra
rio lo salud aba a uno con una corbata al es tilo del o este y bo
tas
de vaquero neg ras.
Me com plació que aun que tenía una d is tancia grande
para viajar, yo fui la primera de la fa m ilia que llegó a la casa
fune ra ria. Yo q uería estar a solas con mi abuela solo una
vez m ás.
Al entra r a la sala, sonreí ante el féretro colo r de rosa. Le
hubiera gustado, y a mí me dele itó que alg uie n en la fam
ilia hubi er a tenido el buen gusto de elegirlo. Al cerra r la pue
r ta tras de mí, supe q ue quería pasa r varias ho ras con la
abuelita. Las flo res y las tarjetas de oración que ya
habían llegado de mis amigos de Michigan y Ma ryland
hicieron más fácil mi estad ía allí.
« Ab uelita", d ije en voz alta, acercándome a su bello féret ro,
« s ie mpre te he que rid o y siempre te querr é". Aca ricié sus
me jillas, sus sie nes y s u fre nte co n mis jóvenes yemas tosta
das y le di unas pal madas a sus q uerid as manos vie jas, co n
man chas colo r café. Fin almente mi mano de rec ha descansó
so b re las art ic ulac io nes an udad as, artríticas de sus dedos y
sobre la banda ancha del anillo de o ro de bodas de un matrim
onio d e cin cuenta años . Te nía casi noventa años, y me golpeó
el he cho de que nunca la hu biera oído que jarse acerca de la
artr itis que tanto había desfig u rado sus manos.
«Me aleg ra tanto que ya no sufras más",seguí, comenzan
do a llorar."Me do lió tanto verte estos últim os afios, encerr a-
D[ IR AD I 95

da en tu cue rpo, no recordándonos,con incontinencia y dan do


lástin1a".
Mi abuela solo había llegado aJ octavo grado en su educa
ción, sin embargo, había leído todos los clásicos, le gustaba
firmar sus cartas en latín y había publicado cuentos y poen1as
en revistas de granjas. A los sesenta y nueve aüos, cuando vi vía
conmigo, tomó cursos en la universidad, y vivimos y via jamos
juntas por Europa durante un año cuando tenía sesenta y
cinco afios. En la casa para ancianos donde pasó sus últimos
años y murió, una vez le dije a las jóvenes empleadas qué dama
orgullosa, inteligente, con personalidad, con sentido del hu
mor, viajada y dignificada solía ser. Las antiguas empleadas
recordaban a la abuelita de otra época: A lo s aproximadamente
ochenta y cuatro aüos, cuando todavía tenía buena salud y
una mente lúcida, solía ir periódicamente a la casa de ancia
nos, como ella decía: «A visitar a los viejos".
Le agradecí a la abuelita por recordar fielmente la
Navidad y mis cumpleaños mientras estaba lú cid a y por
enviarme to dos esos cheques de veinticinco dólares a lo
largo de los años. Una vez, luego de ayudarme a financiar
un año de estudio en el Medio Este y de darle un piano a
mi hermana, le dio a cada uno de sus otros nietos el
equivalente en dinero, para ser justa con ellos.
Recordar los cheques de un dólar que le gustaba adjuntar
a mis cartas me hizo sonreír y llorar al mismo tiempo. Ya
había instrucciones escritas en los cheques: "Un gusto" o«
Para he lado". Sin importar que yo tuviera treinta y cuatro
años, se
guía cambiándome esos cheques por billetes de un dólar«: A
mí me encantaba". La mujer del pago de la nómina de la
uni versidad donde ahora pertenezco al cuerpo de profesores
tam bién se reía por canjear los cheques de la abuelita.
Luego de pasar varias horas con la abuelita en la casa
fune raria, me alejé diciendo: ((Te veo más tarde, abuelita.
Vo y a comer una hamburguesa". Me gustaba hablar con ella
una úl tima vez de la manera en la que siempre lo hacíamos.
96 ÓM R.E UP[RAR E DE LA PÉRDIDA DE LA VIDA

En el restaurante de comida rápida local, un lugar venera


do, observé a los vaqueros entrar y salir en sus camiones car
gados con heno y recordé innumerables comidas y conos de
helado compartidos en un Ford rojo con la abuelita. El par
que donde nuestra fam ilia disfrutaba de días de campo y ce
lebraba con sandía estaba a la vista aquí tam bié n. Más tarde
en la florería elegí "margaritas,, azules de tallo largo, una de
mis flores favo ritas, para la ab uelit a, y visité la calle donde
las personas me reconocieron y me dieron sus condolencias.
Un aLma sent im e ntal, fui a la antigua casa de refrescos,
donde to davía le daban a uno una malteada en un cilind ro
de metal. Debo haber probado al menos cientos de malteadas
de cho colate allí con la abuelita en el transcurso de los años,
y ahora me estaba tomando una en su honor junto con
algunas lágri mas más.
Conduje para dedicar más tiempo a estar estacionada cer
ca de uno de los campos de maíz de mis abuelos y recordé el
tornado que se había llevado el establo. Me detuve en el ce
menterio y me senté un rato en el piso que ya había sido roto
para su tumba. La tumba de mármol gris del abuelito y la
abuelita estaba allí, con los nombres grabados veinte
años antes. Recordé haber visitado este lugar con mi
abuelita, cuan do le llevábamos flores al abuelito. Al salir del
ce1nenterio, conduje de nuevo al pueb lo para volver a pasar
por las calles en las que la ab uelit a había vivido en diversas
casas con mi abue lo o so la, todos los años de mi vida.
Resuelta de que mi abuela no table y amorosa tuviera el tri
buto que se merecía, regresé al motel para escribir el epitafio
para su servicio fúnebre y un pedazo más largo del periódico
semanal de Tho mas. Más tarde me encargué de que el
minis tro supiera las cosas acerca de nuestra abueli ta que ad
o ráb a mos. Era importante que se familiarizara con la
persona que nos iba a ayudar a enterrar.
Nuestra abuela había viajado en una carroza cubierta a lo
largo de los territorios de Dakota y Nebraska, le dije al minis-
D ECIR AD IÓS 101

Sufriendo en su lecho de dolor.


Y el gran corazón de Dios fue tocado por la lástima,
Por la lástima eterna.

Y Dios se volvió a sentar en su trono,


E instruyó a un ángel alto y brillante que estaba a su diestra:
¡Llama a la muerte!
Y ese ángel alto y brillante gritó con una voz
Que sonó como un trueno:
¡Llama a la muerte! ¡Llama a la muerte!
Y el eco sonó por las calles del cielo
Hasta que volvió a llegar a ese lugar en sombras,
Donde la muerte espera con sus caballos pálidos, blancos.

Y la muerte oyó la convocatoria,


Y se montó en su caballo más veloz,
Pálida como una hoja a la luz de la luna .
Por la calle dorada la muerte galopó,
Y lo s cascos de su caballo golpearon fuego del oro,
Pero no emitieron sonido.
Hacia arriba fue la muerte al gran trono blanco,
Y esperó el mandato de Dios.

Y Dios dijo: Baja, muerte, baja


Baja a Savannah, Georgia,
En Yamacraw,
Y encuentra a la hermana Carolina.
Ella carga con el peso y el calor del
día, Ha trabajado mucho en el viñedo,
Y está cansada.. .
Está agotada .. .
Baja, muerte, y tráemela.

Y la muerte no dijo una palabra,


Pero soltó las riendas de su caballo pálido, blanco.
D ECIR. AD IÓS 105

6. Max Lucado, The Applause from Heaven [El aplauso del cielo] (Dallas,
Texas: WORD Incorporated, 1990), 186, 187.
7. Ibíd., 190.
ÓM R..E LIPERAR.. E DE LA PÉR..D IDA 111

Puedo pensar en cosas positivas.


0-------------------------5------------ -----------10

He completado lo que tengo que hacer respecto de mi pérdida .


0-----------------------5------------------------10--

Mi dolor no domina mi pensamiento ni mi vida.


0-------------------------5-------------------------10

Puedo manejar días o fechas especiales sin sentirme totalmente abru


mado por los recuerdos.
0-------------------------5-------------------------10

H e manejado las pérdid as secundarias que acompañaron a rni pérdi da


principal.
0------------------------5--------------------------10

Puedo recordar la pé rd id a en ocasiones sin dolor y sin llorar.


0------------------ -----5------------------1-0

Hay signjficado en mi vida.


0-------------------------5-------------------------10

Soy capaz de hacer la pregunta ¿Cómo? en lugar de ¿Por qué? en este


momento.
0-------------------------5-------------------------10

Veo esperanza y propósito en mi vida, a pesar de mi pérdida.


0-----------------------5---------------------10

Tengo energía y puedo sentirme relajado durante el día.


0-------------------------5---------------------10
--
112 CÓ M O R.ECUPER.AR..SE DELAS PÉR.D IDA S D ELA
VIDA

Ya no lucho contra el hecho de que la pérdida se produjo. La he acep


tado.
0-----------------------5---------------------------10

Estoy aprendiendo a sentirme cómodo con mi nueva identidad y al


ser sin lo que he perdido.
0-----------------------5-----
-- -------------------10

Comprendo que mis sentimientos por la pérdid a regresarán periódi


camente, y puedo comprenderlo y aceptarlo.
0-----------------------5------------------------1-0

Comprendo qué significa la pena y tengo una mayor apreciación de


ella.
0-------------------------5-------------------------10

C am bios en mi relación con la persona que pe rd í.

Recuerdo nuestra relación en forma realista con recuerdos positivosy


negativos.
0----------- ---------5----------
--- -------------
-- - 10

La relación que tengo con la persona que perdí es sana y adecuad a.


0------- ---------------5--------------------------10

Me siento bien al no pensar en la pérd ida en algunos momentos.


No estoy traicionando a quien perdí.
0--------------------------5--------------------1-0-

Tengo una nueva relación con la persona que he"perdido,,. Conozco


formas adecuadas de mantener "viva" a esa persona.
0------------------------5-------------------------10

Ya no s igo en una búsqueda por mi ser amado.


0------------------------5-----------------------1-0-
114 Ó M RE~ u r [ RAR.SE D[ LA rtRDIDA D[ LA VIDA

La recuperación de la pena es un proceso de avance y retroceso.


Una de las mejores formas de identificar su progreso es a través de un
diario personal. Esto le dará la evidencia de que está avanzando aun que
sus sentimientos digan lo contrario. Su diario es su propiedad
privada y no es para que alguien más lo lea. Es una expresión de lo que
está sintie ndo y de su avance en la recuperación. Puede ser escrito con
cualq uier esti lo. Pueden ser frases sim ples, poemas u o racio nes que
reflejen su viaje. Los autores de Guía de adaptación a la pena
ofrecen alg unas s ugerenc ias útiles para un diario.
1. Tal vez le resulte útil hacerse de un tiempo todos los días para
escribir por lo menos un párrafo corto en su diario. Al finalizar una
semana, revise lo que ha escrito para ver pequeños pasos de avance
hacia la recuperación de la pena. El hecho de escrib ir por lo menos un
renglón o dos todos los días es la forma más eficaz de llevar un diario.
2. Algunas personas escriben en su diario pocas veces por
semana, revisando todo al final de la semana y al final de cada mes.
Si tiene problemas para comenzar, observe la siguiente lis ta de co
mienzos sugerid os . Encuen tre uno que se adapte a lo que está sintien do
o necesite expresar y utilícelo para iniciar su escritu ra para ese día:

l. Mi mayor lu cha ahora es...


2. Lo que realmente me deprime es.. .
3. Lo peor acerca de mi pérdida es.. .
4. Cuando me siento solo . . .
5. Lo que más temo es. ..
6. Lo más importante que he aprendido es. ..
7. Lo que evita que siga avanzando es...
8. Parece que llo ro más cuando...
9. Anoche soñé que...
1O. Oí u n a canción que me hizo recordar ...
11. Una nueva persona que he llegado a valorar es...
12. Me eno jo cuando. ..
13. Parte de] pasado que me sigue acosando es...
14. Lo que he aprendido del pasado es.. .
15. Los se ntimientos de culpa parecen aparecer más cuando...
116 CÓ M O R.EC UPERA RSE DE LAS PÉRD ID AS DE LA VID A

Pérdida-herida Pérdida-adaptación

IMPACTO
AYUDARA OTROS

Aunque
ADORMECI­ ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno...
MIENTO Salmo 23:4
AFI RMACIÓ N

NEGACIÓ N
ESPERANZA
EXHABRUTOS EMOCIONALES

NUEVOS PATRONES

ENOJO
NUEVAS FUERZAS

MIEDO
NUEVAS RELAC IO NES
BÚSQUEDAS

PROBLEMAS DE
DESORGANIZACIÓN " REI NGRESO"

SOLEDAD
CULPA AISLAMIENTO

1. Tache las etapas que ya ha vivido.


2. Enumere formas en lasque se ha liberado de estar"atorado"en una fase.
3. Realice algunas enunciaciones a sí mismo acerca de sus propios patro
nes de cómo manejar experiencias de pérdida. (Ejemplos: "Me
meto para adentro en lugar de salir hacia fuera", "Analizo internamente
mi eno jo':)
4. Enumere las fuerzas que tiene ahora debido a la pena que ha experi
mentado. (Ejemplos: "¡Soy un sobreviviente!""He aprendido a sentir
empatía por los demás".)
S. ¿En quéformaspuede usar estas nuevas fuerzas para ayudar a los demás?
CÓ MO R EC UPERAR.SE DE LA PÉR D IDA 117

NOTAS
Capítulo 7. Cómo recuperarse de la pérdida

1. Ann Kaiser Stearns, Living Through Personal Crisis [Cómo vivir en


me dio de las crisis personales] (Chicago: Thomas More Press, 1984),
85, 86.
2. Dale y Juanita Ryan, Recovery From Loss [Cómo recuperarse de la
pérdi da] (Downers Grove, Ulino is: InterVarsity Press, 1990), 40, 41,
adaptado.
3. Terese A. Rando, Grieving: How to Go on Living When Someone You
Love Dies [La pena: Cómo seguir viviendo cuando alguién a quien
amas fa llece] (Lexington, Massach usetts: Lexington Books, 1988),
281-283, adaptado.
4. Ibíd., 284-286, adaptado.
S. Charlotte Greeson, Mary Holling sworth y Michael Washburn, The
Grief Adjustment Cuide [Guía de adaptación a la pena] (Sisters,
Oregon: Questar Publishers, Jnc., 1990 ), 90, 91.
6. !bid.
7. !bid. , 68.
M R.E ER. A T R.AVÉS DE NU ESTRA PÉR.DID A
119

1. Los sobrevivientes planifican con anticipación, si es que es


posible, de modo de que puedan estar preparados para una
transición, una pér dida, o una crisis. Los sobrevivientes han
encontrado una forma de manejar y dominar lo que experimentan.
La vida está lle na de transiciones predecibles que tienen el poten cial
de co nvertirse en pérdidas mayores a no ser que se responda a la
pregunta: "¿Cómo puedo prepararme mejor para esto y qué significa rá
para mí?" Tome en cuenta alg un as de las transiciones típicas:
Tanto hombres como mujeres atraviesan adaptaciones de id e nt i
dad en etapas de la vida bastante predecibles. Los que tienen hijos
vivirán el nido vacío. Para algu nas parejas, el nido vacío es una
gran pérdida y una gran adap tació n. Su sent id o de pérdida y de
cambio es muy intenso. La atmósfera en el hogar cambia, y también
se enfrentan pérdidas secundarias. Hay menos opciones para tomar,
menos confu sión y menos ruido. Los viejos patrones de hábito de
hacer las com pras, coci nar, programar, uso del tie mpo, ca mb ia
rá n. Se deben establece r nuevos papeles y pueden resu ltar nuevas
presiones. Las ne cesidad es que antes se llenaban con los hijos se
dirigirán a otra perso na para su satisfacción. Estas necesidades
incluyen comunicación, afecto y compañerismo. Con frecuencia, la
vivencia de los hijos que se están preparando para irse del hogar
golpea al mismo tiempo que la transición de la vida media o
incluso de la cr isis de la vida n1edia. Muchos estud ios demuestran
que cuando el último hijo se va del ho gar, hay una mayor
probabilidad de mala adaptación matrimonial. Si ese es el caso, este
problema con todas sus ramificacio nes puede anti ciparse y
manejarse de antemano.
La jubilación es una pérdida grande para muchas personas, sin
embargo, muy pocos se anticipan y planifican para este evento.
Los cambios o deterioros físicos pueden manejarse bien con
antici pación. Un individuo que sufre de ALS (enfermedad de Lou
Gehrig) me dijo que había tomado varios pasos en cuanto a
adaptarse a sus hábitos labo rales, el tipo de automóvil en el que
viajaba, la disposi ción de su hogar y el estilo de vida financiero de
su familia, para que los años siguientes fueran más fáciles de
manejar para su esposa y para él.
120 Ó M O R.E UPERAR. E D E LAS PÉR.D ID AS D ELA VID
A

Otro hombre, que sufría de esclerosis múltiple, cambió de


profe sión en las prin1eras etapas de su enfermedad para poder
continuar trabajando durante varios años en un empleo que
pudiera manejar.
Estas son personas que se hicieron cargo de la pérdida potencial
con anticipación y pudieron continuar con la vida. Incluso aprender
de la pena y de sus características con antelación puede ser una ayuda
al atravesar el proceso. Reflexione: ¿De qué manera ha anticipado
cam bios o pérdidas en su vida?
2. Los sobrevivientes han aprendido de la sabiduría y
experiencia de los demás. Co n frecuencia lo hacen aunque antes
hayan experimenta do una pérdida pero también están ansiosos por
aprender durante la experiencia misma. No intentan llevar la carga,
sino que buscan a otras personas para que les den los discernimientos
de los cuales carecen. Reflexio ne: ¿Có mo maneja la pérdida en su
vida? ¿Quién lo ayuda?
3. Los sobrevivientes no se quejan. Manejan sus sentimientos
bien, y aunque haya períodos en los que sienten lástima por ellos
mismos, no se quejan, ni rezongan, ni se vuelven resentidos. Parece
que hubieran descubierto la futilidad de esta actitud antes en su vid a.
Reflexio ne:
¿Qué se oye decir cuándo las dificultades lo enfrentan?
4. Los sobrevivientes tienen ejemplos. Estos ejem plos los insp iran
a través de la forma en la que manejan la adversidad en su propia
vida. Los sobrevivientes observan lo que hicieron sus ejemplos, y
cómo lo hicieron, y miran cautelosamente las actitudes subyacentes.
Cuando uno ve que es posible en los demás, eso en sí puede darle
esperanzas. Reflexione: ¿Quiénes son los ejemplos en su vida?
5. Los sobrevivientes tienen undeseo de continuaraprendiendo y
cre
ciendo. Significa ampliar la mente y la actitud para mirar algo de una
nueva man era. Significa estar dispuesto a ramificarse y aprender algo
incluso si está bastante cómodo con lo que está haciendo en este mo
mento. Reflexione: ¿De qué manera ha crecido y ha cambiado en el
último año?
6. Los sobrevivientes no echanculpas.Esta es una trampa en la que
es
muy fácil caer. Con frecuencia el echar culpas surge de nuestros
senti mientos de culpa o de responsabilidad personal, aunque no
seamos responsables. Si un niño muere en un accidente de
automóvil, los pa-
122 M R E LIPER.AK E DE LA PÉR D ID A D E LA VIDA

A veces nos reímos de algo que una persona fallecida dijo o hizo cuando
estaba viva. Con frecuencia, después de un funeral, hay risas cuando las
personas se visitan unas a o tras. Reflexione: ¿Es capaz de disfrutar de la
vida incluso cuando todo parece derrumbarse a su alrededor?
1O. Los sobrevivientes tienen la capacidad de ser flexibles y de
adap
tarse a nuevas situaciones. Son capaces de descubrir fortalezas a
través de la ad versidad . Son capaces de venir con una variedad de
maneras de responder a lo que ha suced ido. No persisten en vivir solo
de una manera, sino que son capaces de adaptarse. Los sobrevivie ntes
no siem pre responden de la misma forma ante las sit uacio nes.3
Reflexione:
¿Cuál es su fuente de fortaleza que le permite crecer y avanzar?
11. Los sobrevivientes tien en fe en Dios. Tener fe en Jesucristo
y desa rrollar una perspectiva bíblica de la vida es la base para
sobrevivir y recuperarse. La teología correcta también nos ayuda a
aceptar lo que sucede en la vida. No me refiero a que siempre lo
comprendamos o nos guste, pero sí aprendemos a aceptarlo. ¿Usted
com prend e un ala del hospital lle no de niños con cáncer de menos de
diez años de edad?
¿O la joven madre de tres hijos atropellada por un conductor borra
cho? ¿Y qué sucede con el comerciante que fue honesto y siguió
ense ñanzas bíblicas en su empresa e igual fracasó?
Algunos cristianos viven con suposiciones que no se basan en la
Biblia. Por ejemplo:
La vida es justa.
Puedo controlar lo que me suceda.
Si sigo a Cristo y sus enseñanzas, no me sucederá ninguna
tragedia. Si estoy sufriendo, es porque estoy pecando.
Mi cuerpo fue diseñado para vivir por siempre... ¡por lo menos
hasta los noventa años!
Si doy un diezmo, Dios me bendecirá fina ncieramente.
Es tan importante tratar con las preguntas y temas de la vida antes
de que las profundas heridas de la vida nos enfrente n. Cuando no lo
hacemos, con demasiada frecuencia Dios es cargado con la culpa.
Algunas personas necesitan encontrar una parte culpable de su
pér dida, y si no pueden encontrarla, la inventan. A veces
observamos tra gedias, nos encogemos de hombros y decin1os que
es la voluntad de
124 Ó M O R.E UPER.AR.SE D ELA PÉRDIDA DE LA VIDA

inglés de hoy. Démosle a Joanne un golpe en su


parachoques. Taparé la pileta de Pat. Joe tendrá un infarto y
le daré leucemia a Susan' Nada podría estar más lejos de la
verdad.5

El otro costado de culpar a Dios es creer que somos especiales de


bido a nuestra relación con Él o porque hemos hecho algo por Él, y
por lo tanto, Él nos aislará de las desgracias de la vida. "Dios podría
in terven ir, a su opción soberana, pero no es nuestro derecho divino
ex.igir su intervención,,.6
Dolor,.mue rte, tragedia, sufrimiento. Cuando nosgolpean nos
sen timos atormentados, y surgen las viejas preguntas: ¿Por qué
Dios per mite el sufrimiento? ¿Dónde está Él en nuestro
sufrimiento? ¿Tiene algún significado?

Todos le te.memos al dolor; sin embargo, desde la infancia


sir ve como un mecanismo de advertencia dentro de
nuestro cuerpo para protegernos de la estufa caliente o
alertarnos de un proceso inflamatorio dentro de nosotros.
Pero cuando devasta nuestro cuerpo o el cuerpo de un ser
amado, desgarra el alma y nos atormenta física, emocional
y espiritualmente.
¿Por qué Dios permite el sufrimiento?, preguntan10s. ¿El sufri
miento tiene algún significado?
Daniel Simundson, en ¿Dónde está Dios en mi
sufrimiento? nos recuerda que "cuando clamamos a Dios
en nuestros mo mentos de sufrimiento, sabemos que
seremos oídos por al guien que realmente sabe lo que
hemos atravesado. Es un gran consuelo para el que sufre
conocer la presencia de un Dios que comprende y tiene
compasión, que no solo invita a nues tras oraciones muy
humanas, sino que también sabe cómo es sentir tanto
dolor. Dios oye. Dios comprende. Dios sufre con nosotros.
El lamento es oído por el que ha estado allí.7

La fuente para lo que creemos debe ser la Palabra de Dios. Cuando


la observamos, descubrimos que una y otra vez manifiesta que Dios
es bueno y que Él se preocupa por la humanidad. También sabemos
126 ÓM RE UPER AR. [ D ELA PCR.D ID A DE LA VIDA

qué sirv e Él? ¿Q uién lo necesit a? Dios no quiere que usted se


enferme ni que esté inv álido. Él no hizo q ue usted tuviera ese
problema, y Él no quiere que lo siga teniendo, pero no puede
hacerlo de sa parecer. Eso es algo q ue es demasiado difícil in
cluso para Dio s. ¿D e qué sirv e Él, entonces?

Esta pregu nta formulada por Kus hner parece refle jar los pensamie
n tos de que nosotros estamos en el centro del universo y Dio s es tá
para hacer nuestro llamamiento. Pero C. S. Lewis tiene una
perspectiva di
fe rente«: El ho mbre no es el ce n t r o. Dios no existe po r el bien del
ho m
bre. El ho mbre no existe por su pro pio bien» . 10
Jo hn Killin ger co mparte un int eresa nte pensa miento resp ecto de
cómo manejamos las dific ult ades en la vid a y có mo adoramos:

De algún modo, surge el gozo de la pérdid a y del sufrimiento


y del trabajo tanto co mo lo hace del pl acer y la tra nq uilid ad.
Es m ucho más profu ndo que la superfic ie d e la existencia;
tiene que ver con toda la estruct ura de la vid a. Es el p e r fume
de la rosa que es estrujada, el refle jo de co lo r d e l pájaro que
es golp ea do, el nudo en la garganta del h o mbre que ve y
sabe, i nst in tivamente, que la vid a es algo es plendo roso.
No me malentie nda. No estoy sugiri endo que Dios envía
la advers id ad para incrementar nues t ra apreciació n de la
vid a o para hacer que sea mos más co ncientes de su cerca
nía. Ni tam poco estoy querie ndo deci r que la ple nit ud de la
vida les llega solo a aq uellos que han pasado por ag uas
profu nd as. En cam bio, es to y diciend o q ue Dios está prese
nte en toda la vida, in cluyendo sus traged ias. Su p resencia t
ransforma incluso esas experie ncias agonizantes en
oportunidades de ado ració n.
En un día, Jo b lo perd ió to d o: A sus siervos, a su ganado, su
riq ueza y a sus hijos. "Entonces, Jo b se lev antó, y rasgó su
manto, y rasu ró su cabeza, y se postró en tie rr a y ado ró, y
dijo : Des nud o salí del vie ntre de mi madre, y des nudo vo lve
ré allá, Je hová dio, y Je hová quitó; sea el nombre de Je hová
ben-
128 ÓMO R.E UPER.AR.SEDE LAS PÉRD ID AS DE LA
VIDA

sentimos confortables con lo predecible, lo periódico y la seguridad.


Queremos que Dios sea así también, y entonces tratamos de crearlo a
la imagen de lo que queremos que Él sea y lo que queramos que ÉJ
haga. Sin embargo, usted y yo no podemos predecir lo que Dios hará.
Pablo nos recuerda eso en Romanos 11:33: «¡Oh profundidad de las
riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son
tus juicios, e inescrutables sus caminos!"
Dios no está despreocupado u ocupado en aJgún otro lado. Yo
tam bién tengo preguntas sin respuesta acerca de algunos de los
eventos de mi vida. Pero todas las pruebas de la vida, problemas,
crisis y sufri miento se producen por permiso clivino. Don Baker
lo expresa:

Dios nos permite sufrir. Esta puede ser la única solució n al


problema que alguna vez recibiremos. Nada puede tocar al
cristiano sin haber recibido primero el permiso de Dios. Si no
acepto esa enunciación, entonces realmente no creo que Dios
sea soberano, y si no creo en su soberanía, entoncesestoy
des valido ante todas las fuerzas del cielo y el infierno. 13

Dios permite el sufrimiento por su propósito y por sus motivos. Él


da el permiso. Esto nosdebería ayudar a ver a Dios como el con tro
lador gracioso del universo. Dios es libre de hacer lo que desea... y Él
no debe darnos explicaciones o compartir sus razones. No nos lo
debe. Ya nos ha dado a su Hijo y a su Espír it u Santo para
fortalecernos y guiarnos. Observamos los problen1as y las pérdidas y
decimos: «¿Por qué?" Jesús nos pide que los observemos y digamos:
«¿Por qué no?"
Lo que Dios nos permite experimentar es para nuestro propio cre
cimiento. Dios ha dispuesto las estaciones de la naturaJeza para pro
ducir crecimie nto, y Él dispone las experiencias de las estaciones de
nuestra vida también para crecimiento. Algunos días traen luz del sol
y otros, tormentas . Ambos son nece sa rios . Él conoce el monto de
pre sió n que podemos manejar. Primera Corintios 10:13 nos dice
que Él " ... no os dejará ser tentado s más de lo que podéis resistir".
Pero Él sí nos deja ser tentados, sentir dolor y experimentar
sufrimiento. No
ÓMO RE ER A TR AVÉS DE NUEST R A PÉRDIDA 12 9

siempre nos da lo que pensamos que necesitamos o queremos, sino


que lo producirá crecimiento.
Una mujer vino a terapia conmigo hace un tiempo. Había experi
mentado una pérdida hacía unos meses y estaba molesta porque una
amiga le había sugerido que le agradeciera a Dios por los problemas
que estaba experimen tando.
«No puedo creer que haya dicho eso", exclamó la mujer. "¡Eso
es ridículo! ¡Es insensible! ¿Cómo puedo agradecer a Dios por
esta pér dida? ¡Destruyó toda mi vida!" Continuó ventilando su
frustración.
Luego de un momento dije: "Me pregunto qué quiso decir con su
comentario".
«¿A qué se refiere?", respondió.
"Bueno, ¿ella quería decirle que agradeciera a Dios por esta pérdi
da específica como si fuera aJgo bueno, o que le agradeciera a Dios
por usar esto para tener una oportunidad de cambiar y crecer? ¿Po
dría ser eso?
"Bueno....no lo sé", se aventuró a decir.
"Sé que duele, y que usted y su familia desearían que nunca hubie
ra suced ido", dije,"pero sucedió. Así que no puede cambiarse el
pasa do y usted se sie nte fuera de control. Tal vez no puede cambiar
lo que ocurra en el futuro, pero puede contro lar su respuesta a
cualqu ie r cosa que suceda. Es algo en qué pensar".
Ella lo pensó y con el correr del tiempo llegó al lugar de
agradecerle a Dios por estar con ella y por permitirle este tiempo de
crecim iento. "Un día pensé acerca de las opcion es que tenía",
dijo."Podía depen der de Dios, agradecerle, alabarlo y permitirle que
obre a través de mí.
Esto no pareció ser tan malo cuando consideré la altern ativa".
¿Qué tipo de crecimiento podemos esperar? Lloyd Ogilvie sugiere
algu nas de las cosas que podemos aprender al atravesar los
momentos difíciles en la vida que él denomina valles:

Primero, ha sido en los valles de espera de respuestas a 1nis


oraciones que he dado los pasos más grandes en crecer en la
gracia del Señor.
134 M R.E UP[ R. R D L PÉR0. 10 /\ DC LA
VIDA

2. Jbí d., 172.


3. !bid. , 157-215, adaptado.
4. Delores Kuenning, Helping People Through Grief[ Có mo ayudar a
lagente a transitar por la pena] (Minneap olis: Be thany Ho use Publis
hers, 1987), 20, 21.
5. Dwight Carlson, When Life lsn ' t Fair [Cuand o la vida no es jus tal
(Euge ne, Oregon: Harvest House Publishers, 19 89 ), 38.
6. !bid. , 43.
7. Kuenning, Helping People Through Grief [Cómo ayudar a la gente a
tran sit ar por la penal, 203. La cita que se incluye en este material es de
Da niel Simund so n, Where IsGod in My Suffering?[¿Dónde está Dios
cuando en mi sufrimiento?]( Minn ea polis: Augsburg Publishing
House, 1983 ), 28, 29.
8. Carlso n, W11e11 Life lsn' t Fair [Cuando la vida no es justa], 52.
9. Harold Kushner, When Bad Things Ha ppen to Good People ICua ndo
les suced en cosas malas a las personas buenas ] (Nueva York: Avon Boo
ks, 1981), 1 29.
10. C.S. Lewis, TheProblem of Pain I El problema del dolo r] ( Lo nd res:
ColJjns
Pub li s hers, 19 6 1), 36 .
1 l. Jo hn Killinger, For God' s Sake-Be Hum an [ Po r amor de Dios , se hu
mano] (Dallas, Texas:WORD Incorpo rated, 1970), 147. Citado en
Richa rd ExJey, The Rhythm of Life [ El ritmo de la vida] (Tulsa: Honor
Books, I987 ), 108.
12. ExJey, Rhythm of Li fe lEl ritmo de la vida], 127, 137.
13. Don Baker, Pain' s Hidd en Purpo se [ El propósito escond jdo del
dolorl ( Portland, Oregon: Multnomah Press, 198 4), 72.
14. Lloy d Jo hn Og iJvie, Why 11ot?Accept Christ' s Healing and
Wholeness[¿Po r qué no? Accepta la sanid ad de Jes ús y su plenitud]
(O ld Tappan, Nueva Je rsey: Fle ming H. Revell Co mpany, 1985 ), 16
2.
15. Larry Richards, When It Hurts Too Mu ch to Wait [Cuando duele dema
siado para esperar] ( Dallas, Texas: WORD I nco rportated, 1985 ), 67,
68.
LA P[ R.OIDA DE LA IOE TIDAD: ¿QU IÉN Y? 147

a través de los o jos de Dios puede ayudarnos a darle n1ejor sen tid o a
lo q ue nos está ocurr iend o. Sentir pena por cada etapa y po r cada
pérdida nos mantiene plenamente vivos. Pien se e n esto:

No debemos« to m ar p restado del futu ro,, al vivir co n m


iedo de la siguien te etapa de la vida. Ni tampoco debemos
vivir en el pasado« id olatrando,, la etapa de la vida que
acabamos de vivir. Viva plenamente en el presente. Disfr
útelo. Ab ráce lo . Busq ue a Dios allí. Sin embargo, a fin de
abrazar plenamente el presente, debemos dejar ir al pas ado,
y una de las pérdidas más sig n ificativas que perió d
icamente debemos dejar ir es la pérd id a d e nuest ra juven
tud. 6

Piense conmjgo ace rca de su fut uro, sin im po rtar cuál es su ed ad.
Cuando se ju bile, ¿c uáles so n los vacíos que experim entará en su vid a?
Co nsid e r e nuevamente la lis ta:

Pérdida de autoes tim a


Pérdid a de la vida social
Pé rdjda de status o prestigio
Pé rdid a de creativid ad o expresió n
Pérdid a de oportunid ad para servir a los demás Pé
rdid a de sa tis facc ió n del ti.em po

¿Po r c uál d e e llos siente usted pena?


Cada u no varía en las pérdid as q ue viven en la jubilació n. H e
vis to a quie nes pierden los seis, algunos los primeros dos o tres, otros
los úJti mos t res, ¡y o t ros ninguno! ¿Por qué la variac ió n? ¿Sign
ifica esto que estas pérdidas se pueden prevenir? ¡Sí!
El s ignificado que usted le asigna a su trabajo es lo que marcará la
d ife rencia. He visto personas en mi oficina que ya no trabajan porque
estaban cansadas, incapacitadas física mente, pasaro n por una banca
rrota o se jubiJaron. lndependientemente del motivo de la pérdida de
su t rabajo, algu nas personas estaban destr uid as y o tras no. Todo
tenía que ver con el significado que le daban a su t rabajo.
148 Ó M O RE UP Efl Afl E DE LAS PÉfl D ID A DE LA VIDA

Somos personas que nos inclinamos ante la idolatría. Creamos ído


los y construimos nuestra vida alrededor de ellos. Para muchos, el
cuer po y cómo luce es un ídolo. Para otros, se trata de riquezas y
posesiones. Para muchas madres, el llamado a ser madre se convierte
en un ídolo. Y para muchos, ya sea que se den cuenta o no, su trabajo
es un ídolo. Cuando algo se convierte en todo para nosotros, eso es
idolatría.
Consideremos nuevamente el trabajo. Se supone que nuestro tra
bajo es una expresión de quiénes somos como obra de Dios. Debido a
quién es Dios y cómo nos ve, según se evidencia en el don de su
Hijo, Jes ucristo, debemos tener algún valor. Tenemos valor,
valoración, dig nidad y adecuación porque Dios ha declarado que los
tenemos. En lugar de que nuestro trabajo nos de un sentido de valor,
valoración, dignidad y adecuación como cristianos, es al revés.
La forma en la que hacemos nuestro trabajo es una expresión del
alto valor que Dios nos ha atribuido.
La calidad del nivel de nuestro trabajo es una expresión del alto
valor que Dios nos ha atribuido.
Traemos dignidad a nuestro trabajo debido a que Dios nos da
un sentido de dignidad. Como creyentes, tenemos la oportunidad
de ha cer un trabajo por el sentido de adecuación que tenem os
debido a la declaración de Dios de que somos adecuados. No
deberíamos utilizar nuestro trabajo para sentirnos adecuados. Si
buscamos en las Escritu ras, descubriremos que somos especiales
y dignos solo debido a Dios. Con elcorrer de los siglos, hemos
utilizado muchos medios en nues tros intentos por sentirnos
valiosos, pero todos son por un tiempo. Ninguno es permanente,
salvo por la declaración de Dios. Este es el primer paso para evita
r o disminuir nuestro sentido de pérdida cuan do ya no dispo
nemos de nuestro trabajo. Es el mismo paso para evitar o
disminuir nuestro sentido de la pérdida cuando nuestra capacidad,
nuestra apariencia o posición en la vida ya no es parte de la misma.
¿Qué [e sucedería a usted y a la calidad de su trabajo si su actitud
fuera esta: "Mi trabajo es una expresión de mí y de la presencia de
Dios en mi vida"? Sería el principio de sentirse bien respecto de sí
mismo a pesar de lo que esté pasando con su trabajo.
Si sus amigos básicamente son del trabajo y no de afuera, hemos
LA PÉR.D ID A D E LA IDENTID AD: ¿QU IÉN SOY? 149

sido cautivos por las limitaciones del trabajo. La selección de amigos


de muchas fuentes nos da la oportunidad de estar a cargo de esta se
lección en lugar de que simplemente ocurra. Esto puede ayudar a pre
venir una posible pérdida futura.
Los que amplían la base para su prestigio pueden manejar la fuente
disminuida cuando el trabajo se ha ido. Todos necesitamos una base
de prestigio. El riesgo llega cuando se basa en algún elemento que es
transitorio.
La creatividad puede emplearse en muchas áreas de la vida. Mire
a su alreded o r. Considere todas las oportunidades que ya están allí o
bien que puede descubrir para expresar sus capacidades. Mire en su
iglesia y en su vecindario, hable con los demás, busque a través de su
biblioteca. Puede que se sorprenda por lo que descubra.
Servir a los demás no tiene que estar limitado aJ trabajo.
Probable mente hay más oportunidades para el servicio fuera del
trabajo que dentro de él. No trabajar no tiene que disminuir de
ningún modo este potencial de ningún modo.
Tengo dificultades con el trabajo utilizado co1110 una excusa para
pasar el tiempo y darle a una persona algo para hacer. Hay tanto que
hacer alrededor de nosotros. He hablado con muchas personas que
no podían esperar a que llegara el momento de jubilarse para poder
continuar con la vida de cada una de ellas. Iban a estar aún más ocu
padas que cuando estaban con un empleo de tiempo completo.
La utilidad, el significado en la vida y la creatividad no se ven
lin1i tados aJ trabajo. La pérdida del trabajo por cualquier motivo sí
cons tituye una pérdida, pero puede pensarlo n1ás como una
transición. Esté a cargo del alcance de esta pérdida. Verla como una
transición desde una oportunidad hasta que otra brinda propósito y d
irecció n.7
Como ve, la pregunta no es«: ¿Q uién es usted a la lu z de su
trabajo",
sino quién es usted espiritualmente. La verdadera pregunta
es:«¿Quién es usted, en realidad?" La respuesta es:"¡de Él!" Usted no
se pertenece a sí mismo. Usted le pertenece a Él.
La jubilación es solo una de las causas que precipitan la pérdida de
una identidad. Cuando más envejecemos, más estamos en riesgo de
una pérdida. Una gran pérdida de identidad que enfrentan muchas
150 e M RFCUPí:R AR. r D r. LA. r t.ROID A. D E I. A
VIDA

personas mayores es la que se produce cuando se vende la casa en la


que se ha vivido muchos años.
Mi madre se mudó a California en 1918 y construyó su primer ho
gar en las colinas de Hollywood. Luego construyó otras tres casas y
vivió allí hasta 1978. Pero seguía reteniendo una de sus casas, en la
que yo crecí. Debido a que ella era una de las pioneras que se
radicaron en Laurel Canyon, y porque construyó dos casas con sus
propias manos y mantuvo esas casas en reparación durante casi
sesenta aiios, su identi dad estaba envuelta en su propiedad y sus
hogares. Cuando finalmen te llegó el momento en su vida de vender,
fue el paso final de una transición de identidad. Ya no era residente o
dueña de un hoga r en Laurel Canyon. Su identidad ahora está atada a
una comunidad de retiro.
Cuando vive en un hogar durante más de medio siglo, la
mudanza es mucho más que pasar de una casa a otra. Muchos
papeles han sido vividos allí. Los temas y cambios principales de
la vida se han experi mentado allí. La historia de una persona está
atada a un hogar. Cuan do las personas se mudan,
voluntariamente o por otros motivos, se retiran las raíces de la
tierra.
Una de las oraciones que oímos de los que son mayores es: "No lo
hacían así cuando yo tenía esa ed ad ". El cambio de generaciones es
una pérdida de identidad. Nunca pensé que iba a llega r a ese lugar,
pero ya estoy advirtiendo valores que siento que son importantes que
están desapareciendo con la nueva generación. Advierto que los
nive les de co mp ro miso no son lo que solían ser. El deseo de grat
ificació n inmediata que se enseña a través de todos los medios de
com un ica ción se observa en las personas que desean comenzar con
lo que le llevó a la generación anterior veinticinco años de trabajo
arduo para lograrlo.
Advertimos la pérdida de nuestra generación de dos maneras: Los
cambio s que se producen dentro de la sociedad misma y la pérdida
de nuestros pares y amigos que nos rodean. Al pasar los cincuenta
años, la muerte de amigos contemporáneos y parientes se vuelven
mucho más frecuen tes. El fallecimiento de amigos y parientes es
una etapa muy crucial para nosotros, ¿pero alguna vez pensó en ello
como una
LA PÉR1)1D A DE LA ID ENTID AD : ¿ UI ÉN Y? 15 1

etapa principal de pérdidas en su vida? Cuando las personas mueren


o incluso se mudan, tenemos un sentimie nto de soledad y de
aislamien to. Se nos enfrenta con el hecho de nuestra mortalidad.
Necesitamos otras personas, y con frecuencia no podemos
reemplazar a los que nos han dejado. Si tenemos am igos de otras
generaciones, no senti mos tanto la pérdida.
¿Quiénes son sus amigo s? ¿Qué sucede cuando abandonan su vida?
Incluso la ruptura de una amistad puede ser un a pérdida devastadora.
Yo te ngo cinco amigos cercanos hombres. Me relaciono de manera
diferente con cada uno de ellos. Desde un nivel de interacción profe sio
nal hasta un compañero de pesca a un compañero del juego de tenis,
las atadu ras que tenemos unos con otros varían. A algunos los veo
todas las semanas y a los otros con menor frecuencia, salvo por alg
unas llamad as telefó nicas. La pérdida de cualq uiera de ello s dejaría
un vacío en mi vida.
Cuando usted pierde a un amigo, pie rd e más que a esa persona.
Pierde su rutina y determinados roles tam bién.8
¿C uál es la base para su id e ntid ad? ¿Es una base que no está sujeta a
la erosión a medida que pasa el tiempo? Las pérdidas normales que
todos experi mentamos se ma nejarán mucho mejor cuando nuestra
identidad esté en Cristo y nos veamos a nosotros mismos desde la
perspectiva de Dios: " Valorad os, amados y suficientes debido a ɻl .
Oímos mucho hoy día acerca de las dificultades de ser una persona
dependiente. La realidad es que hemos sid o llamados a ser personas
dependientes, no de otros ni de noso tros mismos, sin o de Dios. Cuan do
lo somos, no nos volvemos solo sobrevivientes o mantenedores, sino
conq uistado res también. Esta es la verdad de las Escrit uras. Es la verdad
de lo que se trata la vida.

N TA
Capítulo 9. La pérdida de la identidad: ¿Quién soy?

l. Glor ia Jaufman Koenig, " Help ing Nol. Suicide R.isk... Eld e rly
Men'' ["Cómo ayudar al riesgo número uno de suicidio los hombres
ancia
nos" ], Los Angeles Tim es, 15 de no vie m b re d e 1984, y "S uicid e: Retir
ed
152 Ó M O R.E UP[ R.ARSE DE LA S PÉR.D ID AS D E L A
VIDA

Professor Chooses Death" ["Suicidio: Profesor retirado escoge la muer


te"], 16 de marzo de 1989, adaptado.
2. Juctith Viorst, Necessary Losses [Pérdidas necesarias] (Nueva York: Simon
& Schuster, lnc., 1986), 269.
3. Jim Conway, Men in Mid -Life Crisis fUn hombre frente a la crisis
de la edad media de la vida] (Nueva Yor k: Paulist Press, 1989), 43-47,
adaptado.
4. R. Scott Sullender, Losses in Later Life lPérdidas en los últimos años de
la vida] (Nueva York: PauJist Press, 1989 ), 43 - 47, adaptado.
5. Ibí d., 45, 46.
6. lbíd., 5 l.
7. lbíd., 94-107
8. lbíd., 157, adaptado.
10

LA PÉR_DIDA DE
UNA FtELACIÓN

O esolación, desilusión, soled ad, entun1ecimiento:Estas son


pala bras que describen nuestros sentimientos cuando experimen
tamos amistades rotas,compromisos rotos o n1atrimonios rotos. Ade
más, todo sobreviviente de una relación rota se ve acosado por un
residuo ,de temor ante relaciones futuras. Algunas personas enfrentan
las rupturas bien, aprenden de ellas, se sobreponen a sus temores y
crecen para confiar y amar nuevamente. Pero otras permiten que
sus heridas emocionales permanezcan perpetuamente abiertas;
ceden a sus te.mo res alejándose de las relacio nes íntimas. El
trauma del amor perdido es una de las heridas .más dolorosas de
la vida, y la aprehen sión acerca de amar de nuevo es uno de los
temores más grandes de la vida.
Cuando usted ha confiado en otra persona con sus sentimientos de
amor y afecto, y la relación termina, su vida parece detenerse por un
tiempo. Por lo general el primer amor perdido es el más doloroso.
Algunos delos hombres y mujeres que sufren más son los que todavía
están profundamente apegados a ex cónyuges o novios y quieren res
taurar la relación. Se sienten desesperados, totalmente fuera de con
trol, y deseosos de hacer casi cualquier cosa por retener a su pareja.
Pero no tienen contro l sobre las decisiones de los seres amados.
Estar fuera de control en cualquier situación es algo que da 1niedo,
pero no tener control sobre una relación rota da un miedo intenso.
Observar a su ser querido irse sin ningún recurso lo deja a usted sin-

153
R ur I R L

ti ' ndos vacío e impotente. e si nt como tuviera deshilándo


emocionalmente.
uando e produce la pérdida dun c nyuge, l temor al futur
comi nza a v nir en oleadas. Lynn ain d cribió el inicio de u p na:

uando la nieb la protectora d 1 aturdimiento finalmente e


había disipado, la vida s volvi v rdaderam nte aterradora.
Yo estaba llena de pena, ahogada on lágrin1a no d r ram a
das, abrumada por la r p n abilidad d criar a do hij
ola, con pánico por mi ituaci n finan i r , ca i inmovilizada
p r 1 dolor que me apr taba el t mag y m partía la c b -
za d darme cuenta d qu taba la. Mi d I r p íqui o ra
tal que colocar una cargad r pa u ia n la lavad ra, acar la
a piradora, hacer una li ta d mpra d alma én, ca i t da
la tar a rutinarias del hogar, par ían labore h rcúl a . 1

Una v z que termina u r laci n íntima, una parte de u t d qui r


int ntar nu vamente con otra r la i n. P r tra part uya di e: '¡N
l haga ! ¡No vale la pena l ri g !' U t d t m qu 1 pa ado vu lva
a uc der y que su nueva rela i n tambi n termin en una ruptura
dol rosa. O teme que siempr ntirá la p rdida y 1 d l r d u ru p
tura ant rior y que nunca podrá abrir y amar de nuevo. E t t m r
e ve inten ificado cada v z qu r viv la ruptura. Cada v z qu la
itua i n dolorosas pr enta n u m m ri , 1 martillo em ci nal
vu lv a darle por la cabeza. Para algun , t temor puede r sultar
en ataques de pánico . Incluso oí d ir a la personas qu p n aban
que se volvía loca en esta fase.
El temor a revivir el pasado para l iza el proceso normal de construir
una nueva relación. Este temor crea una duda de invertir energía, amor
y tran parencia en un nuevo int r ' amoro o. Muchas persona que
ti n n miedo de avanzar en una nu va relación también tienen miedo
d qu d r e sin nadie a quien amar. e sienten atrapadas entre el te
mor d amar de nuevo y el temor d nunca ser amadas nuevamente.
Inclu la pérdida creada por la ruptura de una amistad puede r
deva tad r . H experimentado so dos veces en mi vida adulta, y fue
155

doloroso preguntarme qué sucedió. Es afortunado tener varios am i


gos cercanos que lo ayuden a supera r la pérdida. Pero para la
persona que tiene solo uno o dos amigos cercanos, la pérdida de una
relación se puede sentir como si fuera la muerte.
Hay emociones adicio nales que alim entan el temor de amar de
nuevo. Una de ellas es la culpa, el sen timiento de que ha fallado res
pecto de sí mismo, de sus ideales, de su Señor o de la otra persona.
Esta culpa puede existir ya sea que usted sea la persona rechazada o la
persona que rechazó. La culpa no res uelta daña la autoesti ma, y la
autoest im a baja produce un miedo mayor. Si se siente culpab le por
una relació n rota, es importante identificar si los se ntim ien tos se ba
san en la realidad (tal como romper un compromiso o actuar de for
ma irr es po nsa ble hacia la otra persona) o en la imaginación (culparse
por algo que realmente no fue su responsabilidad).
¿Por qué estas relac io nes rotas golp e an tan fuerte? Parte de la
felici dad que proviene de una relación cercana, de amor, es ser amado
por la otra persona. Consid e re la relació n padre-hijo. Por lo ge n er al
es un a relación de amor de id a y vuelta. Si su padre (o madre) fallece,
usted sabe que él no murió porque él dejó de quererlo. Sim p lem ente
murió, y usted lo acepta. Cuando m uere o se escapa una mascota, se
da cuenta de que no fue porque su mascota no lo quería.
Pero cuando se rompe una relació n, la cosa es diferente. El amor y
el cariñ o que alg una vez exis tió para usted se han secado. Se ha
desva necido en el aire. La persona todavía existe . Pueden verse aún
periódi camente u ocas ionalmente en el traba jo. Eso dificulta aún más
las cosas.
¿Y qué sucede si él o ella comie nza a salir con su mejor amigo o a mi ga?
¿O se casa con su amiga o amigo?
He oído de muchas histo rias dolorosas de las rupturas. El novio de
un a muchacha rompió con ella y se casó con su her ma na. ¿Cómo se
imagina que se sintió e lla? Otra joven estaba salie ndo con un hombre
de cincue nta años que estaba loco por ella. Una vez él la presentó a su
hijo de veintiocho años de edad. Cinco semanas más tarde, ella se casó
con el hij o.
C uan do se produce una ruptura, usted ansía la relación que tuvo
alguna vez. Para algunos, esta ansia se convierte en una obsesió n que
156 ÓM R.ECUP[ R.ARSEDE LAS PéK D ID AS DE LA
VIDA

domina cada momento de vigilia. Nada tiene ningún significado


has ta que esa relación se restaure, pero la restauración de la
relación exac tamente como era sucede muy poco frecuentemente.
El sentimiento de estar fuera de control es particularmente
devastador, puesto que no hay nada que pueda hacer. Usted puede
rogar, jurar, sobornar, amenazar con suicidarse, y demás, todo sin
éxito alguno . Nada parece funcionar, nada va a funcionar, y nada
funciona. Usted se siente aban donado, dejado, traicionado y muy
solo.
Como la pena que sentimos cuando muere una persona, las etapas
por las que atravesará para recuperarse de una relación perdida son
predecibles. Estas etapas constituyen el proceso normal y sano de la
recuperación. Si la sanidad es completa, tendrá algunas cicatrices
emo cion ales pero no tendrá heridas abiertas emocionales. He
hablado con algunas personas que siguen teniendo heridas punzantes
de una rela ción que terminó hace quince años. Eso es triste.
Por favor tenga en cuenta que las etapas que se identifican aquí
varían en su duración e intensidad, dependiendo de la duración y
la fuerza de la relación. Cuando la ruptura no partió de su hacer ni
de su deseo, el resultado es aún más intenso.
Por lo genera l hay seis etapas por las que atravesará cuando se
rom pe una relación amorosa. Su dolor será el mayor durante las
primeras tres etapas. Al pasar de una etapa a la otra, la int ensid ad
del dolor disminufrá. Cuanto más haya recorrido, menos temor
sentirá. Lo peor que puede suceder es quedarse atascado en una
etapa y no completar el proceso .
Algunas de estas etapas se solapan, y tal vez avance y retroceda
du rante un tiempo. Esto es bastante normal. Es parte del proceso de
sa nidad.
Primera etapa: Impacto. Cuando pierde por prim.e ra vez una rela
ción amorosa, se siente pasmado y abrumado por el in1pacto. Incluso
cuando ya se ha anticipado la ruptura o el divorcio, la realidad del
mismo tiene un efecto único. Algunas personas no pueden siquiera
llevar a cabo sus actividades cotidianas; incluso comer y dormir se
convierten en tareas. Uno vive por lo que siente en esta etapa.
Pueda o no identificarlo, usted experimentará un temor intenso
de
157

estar solo o de haber sido abandonado para siempre. Pero debe


expe rimentar estos sentimientos para poder avanzar en el proceso
de sani dad. En esta etapa, necesita que haya otras personas a su
alrededor, ya se trate de que usted quiera que estén o no. Solo la
presencia de otras personas puede ayudar a facilitar el temor a la
soledad.
Segunda etapa: Pena. La etapa de la pena puede ser extensa
puesto
que incluye hacer el duelo por la pérdida de lo que compartieron
jun tos y lo que podrían haber compartido. Durante esta época, el
enojo mencionado anteriormente puede sentirse y expresarse.
Usted puede estar enojado con usted mismo, con Dios y con los
demás que no comprenden su pena. Puede llegar a deprimirse por
la relación rota y la falta de esperanzas de relacio nes en el futuro.
Cuando la relación que se terminó es un divorcio, este es el mo
mento en el que aparecen determinados« mitos del divorcio''. El
pri mero es " nadie comprende,,. Es el se ntimiento de que su
situación es tan singular e inusual, que es inconcebible pensar que
otra persona pueda comprenderlo. Es in1portante darse cuenta de
que los que han pasado por esto comprenden cada aspecto del
mismo. Comprender los se ntim ie ntos de abandono, de culp arse
a uno mismo, de cul par a los demás, de enojo, de culpa, de la
angustia y el dolor que es como si nos clavaran un cuchillo.
"Me voy a morir,, es un sentim ie nto predominante. Todo se ve a
través de este filtro. Pero como lo describió una persona: «¿Estoy
muy adolo rido en este momento? Sí. ¿Pienso que ojalá estuviera
muerto? Sí. ¿Quiero morirme? No''.2
Muchas personas sufren de un a paranoia leve. Frases tales como:
«Todo el mundo está hablando de mí,,, " Soy el tema de sus
conversa ciones,,,"Puedo asegurar que me están evitando ,, y"Nadie
quiere estar a mi alrededor,, son muy frecuentes. Lamentablemente,la
persona cree con frecuencia que estas frases, y lo que es peor,
algunas iglesias estre chas, no amorosas, son verdaderas. La
sensibilidad emocional se ve acrecentada en esta etapa, y sentirse
cohibido es algo común.
Otras ideas comun es de las personas divorciadas son: «Todo el
mundo me odia", "Dios me odia" y "Él está tan poco com placido
con migo': Estos pensamientos simple mente no son ciertos. Dio s
odia el
15 P ur ll ll L

acto del divorcio, pero Él n odia a la per ona divorciada. Cuando


otros le r sponden a usted d manera diferent , no es porqu u ted
tenga un d fecto. Podrían ntir e cohibido p rque no saben qu ' decir.
De pués de todo, ¿quién no ha dado alguna vez pautas sobre cómo
respond r uándo algui n atravi sa una r )ación rota?3
Ad má de e tos pen ami nto , una gran variedad de intoma
pued n in talar en u t d. El p n amiento ob e ivo comienza a to
marlo prí i nero. Es una ñaJ de aferrar e a la r )ación.
¿Alguna de la iguient rela i nan on u vida pa ada o
ac tua l?
U t d a rreg la« ncu ntro ac id ntal s' on la otra persona.
Su vida d p nsami nt tá c n umida por la otra p r na.
E cu ha l tel' fono y rr ada vez qu u na.
Oy canci n s triste y pi n a qu tratan de u t d y d la p r na
qu p rdi .
Piensa que ve a su ex am r u autom vil en t da part .
Qui r mu n ica r e o n la p r o na p r Ie t m al r chaz
igu a p r na o a aut m vil p n and qu s la pers na que
perdí .
Dedica mucho tiemp a p n ar n la per na, n formular plane
d qu d ir o d cómo ha r qu regre , o pr guntándose i lo que él
o ella I dijeron cua nd o staban juntos nra cierto.
implement sab qu ta r lación fu la mejor qu pud hab r
tenid .
¿Q u ' tr p n ami nt ti n ? Tal v z I ayudaría ha r una li ta
de ell y actuar para dejar! d lad o.4
La d t nci n de lo p n ami ntos es un pa o necesario para que la
realidad in tale nuevam nte en u vida. Advierta los pensami nto n -
gativo d e ta mujer qu fu r chazada y ómo contrapu o cada un
para II var d nu vo su vida a un quilibrio. Tal vez le result b n fici -
o m nit rear y hac r un cuadr de u propio p n ami nt .
LA PÉRDID A DE UNA N 159
R.ELAC,I

Pensamientos negativos Respuestas

No debería haberme dejado No me gusta, pero él debe habe rse ido


por otra mujer. porque lo hizo. Por todos los motivos
que desconozco, él debió haberse ido.
No tie ne por qué gustarme, simplemen
te tengo que aceptarlo.

Lo necesito. Quiero que regrese, pero no lo neces ito.


Necesito alim ento, agua y un techo para
so brevivir. No necesito a un ho mbre
para sobrevivir. Pensar en términos de
"necesidad" me hace sentir vulnerable.

Esto siem pre me sucede, y nun ca va Sim plemente porque sucedió en un


a cam bia r. caso no s ig nifica que ha sucedido o que
sucederá en todos los casos .

Esto es ter rible, tr emendo, ho rrib le. Esta s so n etiquetas que yo le agrego a
los hechos. Las etiq uetas no cam bia rán
nad a, y me hacen sentir peor.

Debo tener a alg uie n que me ame. Es lindo am ar y ser amado, pero
convertirlo en una condició n para la
felicidad es una manera de subestimarme.

Soy demasiado fea y demasiado gorda Soy demasiado fea y demasiado gorda
para encontra r a alguien más. para enco nt rar a alguien más.
" Demasiado" es un concepto relativo,
no alguna no rma absolut a. Pensar así
es derrotarme a mí misma y evita que
siga in tentando.

No puedo soportar estar sola. Puedo soporta r las dificultades, como lo


he hecho en el pasado. Simplemente no
me gustan.

Hice el papel de tonta. No hay tal cosa como ser tonta. La


tontería es solo una abstracción, no algo
que exista. Este rótulo equivocad o no
me hace ningún bien y me hace sentir
mal.

Él hizo que me deprimiera. Nadie puede hacer que me deprima. Yo


mis ma me deprimo por la manera en la
que p ienso.5
R. L VI

uando ti ne pensamientos recurrente , hay e peranzas. Pueden


d terrar e de u vida. Hay do paso e pecíficos a t 1nar. Primero, ore
n voz alta, exprese u preocupación, y d riba específicamente lo
que qui r que Dios haga con o p n amientos. gundo, lea n voz
alta lo iguientes pa aj s, qu hablan de c mo podemos controlar
nue tra vida de p n ami nto : I aía 26:3; Efi ios 4:23; Col sen 3:l,
2; 2 Corintio 10:5; Filip n 4:6-9.
Identifiqu uno d lo p n ami nto má per i tente o mole t ,
1 que aparee n u ab za n má frecucn ia qu lo d má . Ah ra
elija un momento n I qu no esté mal. Diga la frase o las fras n
voz alta in II rar ni n jar . i n pued hac rl , e tá bien. on l
ti mpo, rá capaz d hac rl uand diga la última palabra d la
fra ( mo, p r jempl , «¿ mo pudo lla er tan fal a inju ta?),
g lpee una m a con fu rza n un libro o una r gla o implem nte
aplauda. R pita la oraci n y c rra el ruido ha ia atrá d a una palabra
p r v z ada v z que r pita I p n mi nt qu lo aco a. on l ti m po,
e t p n ami nto e verá int rrumpido ant s d que tenga la op r tunidad d
com nzar. Y mi ntra to uc d , agrad zcal a Di por quitar te p n
ami nt de u vida. 6
Etapa tres: u/par a algui n. Lo ntimi nto d culpar a algui n,
a mpañado d en jo, pueden ntir e ha ia su x cónyug , n vio,
par ja d alid in lu o ha ia u t d mi m . u ndu ta durante
esta etapa pu d sorpr nd rlo mientras intenta quitarse de n 1ma
t entimi nto . u acci n pued no par e r ncajar con ·u patro-
n s del pa ado. Pu d t ner con1portamient compulsivo tal orno
comprar com r d ma iad , abu ar del al hol o incluso r pr mi -
cuo. No es inu ual qu la p rsona tom n mala deci iones en ta
t pa. Los temore al r chazo, al ai lamient o el entimi nto de poca
ad ua i n per onal hacen qu algunas p r nas actúen d la man ra
ntraria a us propio sistema d valor .
Jim ra un h mbre de tr inta y inco año cuya e po a e divorció
d él para a ar con u j fi . Jim taba destruido por I div rcio,
pero gradualm nt menzó a alir n muj res d nu vo. in embar-
go, tuv ba tant xito n us nu va relaciones.
Un día Jim li
LA PtROIDA DE UNA RELA IÓN 161

Supongo que todavía estoy enojado con mi esposa por haber


me abandonado. Pero no hay forma de que pueda hacerle
pagar por lo que me hizo, y no puedo volcar mi enojo en ella.
Así que probablemente sea por eso que estas nuevas relacio
nes no están funcionando. Me gustan las mujeres con las que
salgo, pero no las trato bien. Me enojo con ellas, y a veces
soy grosero. ¡Ese no soy yo! Supongo que estoy intentando
atacar a mi esposa volcando mi enojo en estas otras mujeres.
Y eso no es bueno ni para ellas ni para mí. Supongo que
intento lastimarlas primero porque temo que n1e puedan
herir de la manera en la que lo hizo mi mujer. ¡Y no quiero
ser lastimado de ese modo de nuevo!

Afortunadamente, Jim tenía el discernimiento para descubrir


qué estaba haciendo, y finalmente salió de esta etapa.
Durante las etapas de la pena y el echar culpas, algunos errores co
munes pueden obstaculizar la rec uperación. Generalizar luego de cual
quier relación rota es algo tan fácil de hacer. Usted toma una c reencia
o una experiencia ais lada yla aplica a la vida en general. Cuántas veces
he oído decir a mis pacientes: "Todas las mujeres piensan en el dine
ro,,,"Todos los hombres son unos fracasados,,,"Todos los hombres solo
piensan en el sexo,,, " Todas las mujeres están llenas de emociones. No
pueden pensa r': Estas generalizaciones nos inn1ovilizan.
Un error frecuente es caer en la trampa de vivir de acuerdo a una
profecía de autosatisfacció n. Tal vez usted lo haya oído o lo haya di
cho: "Nunca encontraré a nadie más. Estoy atorado en la vida. Siem
pre esta ré sin pareja,,. Esta creencia equívoca nos ciega de ver las
posibilidades que nos rodean . Nos da una actitud y una apariencia de
derrota. Nuestra profecía que se satisface a sí misma dice más acerca
de dónde venimos que a dónde nos dirigimos.
Estas p rofecías no hacen otra cosa que socavar y mutilar las rela
CLones.
Otro error que solemos traer de una relación rota es un conjunto
de expectativas realistas. Usamos palabras como debería y cuando
las cosas no salen de acuerdo a nuestro rígido sistema de creencias,
per-
R ur R/\ 1 L

p ilu ión. Ut ili zam la xp t tiva para


n na:
para qu t d m am »n .
1n u n idad ,' l no m amará .
(

1 lla up p r mí, Jla hará... y lla no har á ... »


i'lm
H

rda mi p mpañ r d alida , n val la


p na
r un mi n1 una tra1n pa m nal
u nt m nt l i u a un a r la i n qu . ha r t . P r n-
ntir n la lá ti ma pr pia bl qu a la r up ra i n y vi ta qu
d má a rqu n.
Un, d la r pu ta m ' d tru ti a n p d r mirar al p -
j n d ía un h mbr n n ultorio dij lo i ui nt «: N rman
1111

n pu d d lo qu ·u di n mj v id_, a A
ha rr d r . n-
tinuam nt

lir
br
tan
mal m
Un rr r mu up rar I d l r d l
,p rrud a nganz ': La p
r-

in r ar a una nu va r la i n impl m nt
p ra p n r g ta un a tr m nda a nt
d idad n arr gl pa ra
qu 1

r-

d
n
na a ria i ' n fin aJ
. i 1 p tr' n ra
la mani
pula i n,
pa ra rt n
rm a
d Íi n
a.
tip d n anza
a rr lla r un a r -
p IL L R

la i n n la qu u t d tá n ontr l para qu nadi pu da jamá


ntr larl y h rirl d nu v . P r 11 l tre tip de e til d v
n
la nu a p r ona t rminan h rid , infi li e

r man ra d

na 1gu n
nt1m1 nt n tiga má qu a la otra p r na
qu ya u n ia 1 otr individun n i nt
idad d d la int n-
quitarr1 11u tr ntimi nt . Má ad Jant ha lar m d mo
1 n j d una man ra n tru tiva.
uand mir una ar ña a un animal fi r z e n una
ía t n grand y am nazad ra! La ma nifi a i n un de
y rr r qu pr du n lue d la ruptura d una r la-
mi 11za p n ar a r ad l h mbr qu p rdi y n-
d tá pa ando d maravilla mi ntra u t d viv n la
tra l d li nt . i nt limitad y r tringid , mi
ipal fr nu x tá viví ndo la vida pi nam nt . La prin
abulario : 'Pr b bl m nt l t ' ..,. o
Probablem nt lla t ... ,,
La magnifi i n fá ilm nt pu d c nducir al martiri , 1 qu
u t d 1 p rmit . Todo t n m una pc1 nen mor p nd mo .
R bot e un t rmin con l qu I fanático
del bá qu tbol tán familiarizad . P ro l tipo dr bot que c n fr
cu ncia halla n la r laci n rota ilu tra m j r
a1 arr jar una p l ta de t ni contra la pared d una habita i
11 p qu ña d u h gar. R bota rráticam nte una y tra vez d par
d a pared. Muchas perso na · e mu ven n el r bote d
pu ' d un rela i n. Una joven mujer d cribi el pr e o
n mi on uJtorio:

M ient m i tuvi raen una mbina i n d tioviv ,


aut chocador y montaña ru a todo junto. Tengo qu m -
verm tod el tiempo, in pi 11 o qu me v y a volv r loca.
Si mpre e t y haciendo algo y altand de una relaci n a la
14 R. ur R R. L r· R.

otra, y lamentablemente, de una cama a la otra. No me gust


a mí mi ma por hac r to y m hac ntir todavía peor ac r-
ea d la r lación que p rdí. H d cidido ncontrar co a má
con tructiva para hacer con mi ti mp y quedarme en ca a
lo mart s y viernes por la noch cada
emana para demo - trarm que soy capaz d
hac rl . Du lo, pero creo que me recup raré al hacerl
y toy gura d que podré crecer a
trav' de ta experi n ia. N qut ro tar encadenada a él
para siempre, y cr o qu I h stado.

tr probl ma qu h vi t la idealiza i n. H oído tant a l


qu n r ch zad m a l qu r chazan y di n lo mi m . Para
1 qu r hazaron, fu una ra i naliza i n d p r qu ' r mpi r n la
r laci n e n la otra p r na. Para l r chazad , fu un m di d
aniquilar I dolor de la p' rd ida. ¿Lo qu die n? "E a p rsona n
r ali dad t nía un montón d probl ma y d fi to .
Ella [él] no ra qui n
l qu Ha [ ' l] decía. A la larga, r qu m j r qu bu qu y n-
u ntr a tra per ona,,.
P r la imag n qu ti n n d ta nu va p r ona totalm nt irr al.
Hi qu alguna p r ona nfe i naran un li ta de la cualidad
qu qu rían. En una oca i n mir la li ta y dij : "Por favor, hágam
ab r uando encuentre a ta per na. N abía qu podía xi tir al
gui n a í». on frecuencia m h pr guntad i e ta norma exce iva
n fij para pr t gerlo d t n r tra r la i n. Nunca ne ntrarían
una p r na a í.
Por tra parte, he vi t a mucha p r na elegir hombre o muj -
re igual a u ex pareja , n d fi t s y todo. Estos reemplaz s pro babl
ment sean tan d silu ionant mo lo fueron las ex par jas. P ro
algo lo lleva a demostrar qu pu d n t ner relacione con p r - na
como esta . Tal vez e para d mo trar e a sí misn10 y a u x par j
que el defecto no taba en llo . Por o tantas hija qu ti
n n p dr no afirmante , 1 jan y di tante ligen espo o que
paree n mucho a su padre .
uarta tapa: Adiós. Esta et pa on fr cuencia es difícil de enfr n
tar, pu to que involucra d cir adi . E cuando finalmente u ted e
r U llEL 15

admite a í mismo: "La relación terminó; esta per ona está fuera de mi
vida y yo debo seguir adelant ». H visto a mucha persona atorar
en el umbral de esta etapa a v ce durante má de un año. Alguna de
a per ona parecen avanzar, y sin embargo, tre semanas má tard
tán haciendo las n1ismas pr gunta y diciendo las mismas cosas
acerca de una r conciliación qu nunca t ndrá lugar. No están
dispuesto a decir el adiós final.
¿ mo dice adiós? Alguna d la mi mas sugerencias dada n
pítul bre cómo d cir adi cuando muere un ser amado pu -
d n aplicar aquí.
A continuación hay alguna ug rencia adicionale que son apli
cabl a una r lación rota.
on id r mos el enojo y l r ntimi nto. Tal vez el pa o ini ial
para up rar l enojo y el r nt1m1 nt a hac r un inv ntari id n-
tifi ar I dolor, l nojo y l r ntimi nt . Un hombr divorciad
cribi

t y tan nojado contigo p r tu m ntiras y tus infid lid a


d .
E toy r ntido p rqu tuv qu pagar para tu o tén con
yug l. D b ría eral r v ' p r l qu hici te.
E toy h rido por tu trai ión haci a mí y a nue tro voto
matrimoniales.
E toy enojado porqu tú ti n a los niños y ellos tán
influ nciados por tu mal vida y tu falta de moral.

on frecuencia, cuando una per ona c mi nza a enumerar u r -


entimi ntos, las herida y lo ntimi ntos nterrados comí nzan a
tr par por la barreras. Esta li ta es para u propio uso y no para com
partir con nadie alvo con Dio . E ta n una experiencia fácil. Pue de
qu l re ulte útil para evacuar u emociones.
Lu go de haber hecho u Ji ta, vaya a una habitación y coloque do
illa una frente a la otra. Si' nt n una silla e imagínese a la otra
p r ona fr nt a usted e cuchando l qu tiene para decir. L a su lista
en voz alta con su tono e inflex:ione regi trando los sentimiento que
166 ,. M R.[ UP ERAR E DE LA PÉRD IDA DE LA VIDA

tenga. No se preocupe por corregir lo que está diciendo.


Simplemente déjelo salir. Algunas personas guardan su lista
durante días, agregan do cosas a medida que les vienen a la mente.
Para otros es útil sentarse y hacer esto varias veces por los
beneficios que trae evacuar los senti mientas. No se sorprenda si
se siente enojado, deprin1ido, tenso, aver gonzado o ansioso .
Cuando haya terminado con esto, dedique unos minutos a la
oración expresándole esos sentimientos con Dios y agra
deciéndole por comprender lo que está viviendo y por su presencia
en su vida para ayudarlo a sobreponerse a esos sentimientos.
Para convertirse en una persona lib re y avanzar en la vida, hay
un paso adicionaJ involucrado en dejar ir su enojo y resentimiento.
Se llama perdón. Nadie puede decirle cuándo sucederá. No lo
puede apu rar, porque también es un proceso que Ueva tiempo.
La mayoría de nosot ros tenemos nuestro propio conjunto de razo
nes para no perdonar a otra persona. Nos oponemos a dejarlo ir, como
si pudiéramos. Una de las maneras para permitir que el perdón tenga
un lugar en nuestra vida es identificando las objeciones que usted tie
ne para perdonar a la persona que lo hirió tanto.
Tome una hoja en blanco y escriba un saJudo en la parte
superior.
Use el nombre de su ex pareja:« Q ue rido(a)_ _ _ ,_ Debajo del
saludo, escriba las palabras«: Te perdono por ».Luego com-

plete la oración diciendo algo que su ex hizo que todavía le duele


y lo enoja. Luego capte el primer pensamiento que le viene a la
mente des pués de escribir la oración. Puede ser un sentimiento o
un pensamiento que realmente se contradice con el perdón que
intenta expresar. Pue de ser una expresión de enojo o de protesta a
lo que acaba de escribir. Siga escribiendo las frases que
comienzan con «Te perdono
por_ _ _ _" para cada pensamiento o sentin1ien to que emerge a la
su perficie .
Su lista puede Ue nar una hoja o tal vez dos. No se desaliente si
sus protestas de enojo se contradicen con el concepto de perdón o
son tan firmes y vehementes que parecería que usted no ha
expresado para nada el perdón. Está en el proceso de perdonar a
esta persona, así que siga escr1biendo hasta que se hallan vaciado
todos los bolsillos de re sentimiento. Una vez más, no le muestre
esta lista a nadie, pero utili-
L P ' Rl II D U R.[L 17

zando una silla vacía, lea la li ta n voz alta como i la per ona e tuv ie ra
ntada allí escuchándolo.
E ta e una muestra de lo qu una muj r escribió a su ex marido,
qu s había divorciado de lla.

Querid Jim.

·ri p rd ono p r n estar di puc t a m partir , n e así. 1i davía me ient enga


tu entimiento conm ig . ñada por ti. ra de una mane ra uand o
e tábam de n y l ueg cambia t
n guida que n
1i p rd n p r alejarte de mi uand o "Ti da ía to en jada por tu il en i '
qu ría hablar a r de nu tr pr blcma .

·1e perd n p r n intentar qu nu tr má? ¡P dríam


matrim nio fun i nara ':

Te perdon p r e tar nt ad viend la "Ti davía m u ta e mpr nd r p r qué


tcl i si n ua nd o yo q uería ali r y di no qu ría esta r e nmig o".
er tirm ".

p r las v e qu diji te que


tu madre.

ida ne t "li ng difi ul tad s para perd nartc por


et .
manera. ..
r que debía hab r id d ta

Una v z qu Ua id ntifi, u principal h ridas, con ti n,u cri


bi nd ta "fras d p rd ón' t d 1 día durant una emana
ha ta qu ya no tenía má queja . uand uce de, está com nza
d l pr - J del perdón. n-
Otra forma de hacer sto e tomar lo uno d los asuntos por los
qu i nt r ntimiento y e cribirl una y otra vez en el papel, enu m
rando cada protesta que llega a la m nte ha ta que pueda d cir: <Ti
p rd n p r " varia v ce in ninguna bj ción que v nga a la
m nt . E to lo hará pasar d vivir n l pa ad a vivir en el pre nt .
i l re ulta difícil perd na r a e ta altura , e cuche las palabra d
aliento del Doctor Lloyd John Ogilvi
168 Ó MO ll EC UP[ R.AR.SE DE LAS PÉll D ID AS D E LA
VIDA

La señal segura de que tenemos una relación auténtica con


Dios es que creemos más en el futuro que en el pasado. El
pasado no puede ser una fuente de confianza ni una condena.
Dios graciosamente dividió nuestra vida en días y años
para que pudiéramos dejar ir el pasado y anticipar nuestro
futuro. Para los errores del pasado, Él ofrece perdón y una
capacidad de olvidar. Para nuestro fut uro,.Él nosda el don
de la expecta tiva y el ent usiasmo.9

Uno de nuestros problemas es que la mayoría de nosotros


tenemos mejor memoria que Dios. Nos aferran1os a nuestras
heridas y las cui damos, lo que nos hace experimentar dificultad
con los demás. En realidad jugamo s a ser Dios cuando nos
rehusamos a perdonar a otros o a nosot ros mismos. Cuan do no
perdo namo s, no solo fractura nues tra relació n con los demás,
sino también con Dios.
¿Es justo estar atascado con un pasado doloroso? ¿Es justo sentir
nos mal una y otra vez por la misma herida? La venganza es tener
una cinta de video en nuestra alma que no se puede apagar. Re
produce la misma escena una y otra vez dentro de nuestra mente.
Nos engancha en sus reprod uccio nes instantáneas. Cada vez que rep
rod uce, senti mos nuevan1ente el do lo r. ¿Es justo?
Perdonar apaga la cinta de video de la memoria dolorida. Perdonar
lo libera. Perdonar es la única manera de detener el ciclo de dolor
injusto en nuestr a memoria.10
Tal vez la definición del diccionario de perdonar pueda darle algún
discernim ien to respecto de la actitud y la respuesta que usted puede
elegir. Perdonar significa: "Perder e] recuerdo de... para tratar con
fal ta de atención o desinterés... tener un desin terés intencional; pasar
por alto; dejar de recordar o de advertir ... dejar de estar atento en el
momento adecuado". ¿Hay alguien en su vida que está sufriendo
de desnutrició n emocional debido al resentimiento y a la falta de per
dón? ¿Es usted?
No perdonar signjfica infligir tormento interno sobre nosotros
mismos. Cuando reforzamos esos mensajes atormentadores, nos
vol vemos desgraciados e ineficaces. Perdonar es decir: "Todo
está bien, se
LA PÉRD IDA D E UNA RELACIÓN 169

ha terminado. Ya no siento resentimiento por ti ni te veo como un


enemigo. Te amo, aunque no puedas amarme tú".
Cuando usted perdona a alguien por haberlo herido, realiza una
cirugía espiritual dentro de su alma. Corta lo malo que se ha hecho
para poder ver a su "enemigo" a través de los ojos mágicos que
pueden sanar su alma. Desapegue a esa persona de la herida y déjela
ir, de la manera en la que los niños abren sus manos y dejan que vuele
una mariposa atrapada.
Luego invite nuevan1ente a esa persona a su mente, fresca, como si
se hubiera borrado un pedazo de historia entre ustedes, habiendo
roto su peso en la 1nemoria. Invierta el flujo aparentemente
irreversible de dolor dentro de usted.11
Somos capaces de perdonar porque Dios nos ha perdonado. Él
nos ha dado un hermoso modelo de perdón. Permitir que el perdón
de Dios ingrese a nuestra vida y nos renueve es el primer paso para
com pletarnos.
Lewis Semdes dijo una vez en respuesta a la pregunta:"¿Có mo
sabe uno si ha perdonado a una personar, usted ha perdonado
cuando en su corazón comien za a desear el bien a esa persona.
Cuando podemos orar por esa persona y pedir la bendición de Dios
hacia ella, hemos perdonado. Pero nuevamente, es algo gradual y
puede llevar meses o años elaborar la herida y el dolor de la
ruptura.
Para finalizar nuestro acto de perdón, puede ser útil escribir una
oración de liberación a su ex. La mujer descrita anteriormente, que
estaba luchando para perdonar a su ex marido, es un buen ejemplo de
lo que puede suceder al sobreponerse del dolor del pasado. Ella dijo
en su oración de liberación:

Querido Jim:

Te libero de la responsabilidad que te di al determinar


cómo me he estado sintiendo debido al divorcio. Nunca
comprendí todo lo que sucedió para que fueras como eras,
y probable mente nunca lo haga. No importa lo que
sucedió. Lo que im porta es que te libero del resentimiento
y la amargura que he
170 R- ur R. R.

ntido por ti durante los últimos tr años. Te libero d mis


expectativa de qui n y qué debía hab r sido. Te perdono.

Or p r la fu rza d ucri to n su vida mientra le libera upa a-


do a Él. Lib rara esa p r ona a través d I p rdón también I da lib r
tad a u ted. Y al hac rl pu de xperim ntar la abundancia qu
Je ucri to tien para u t d.
Otro paso n d ensibilizar lugar y itios doloro-
o . H hablad con p r nas qu han cambiad d trabajo, evitar n
r taurant y I qu lían s r lugare d r crea i n fav rit , y ha ta
igl ia porqu ran recordat ri dol r o d I que olia r. P r
to permitid a la tra p r na qu ntr I y domin
vida. E vital qu u t d r gre a t d lugar y qu
situaci n. Tal v z s fu d vacaciones a lugare e p iales ant u
divor i y I gu taría v lv r a 11 . Per I t mor I d ti n . LI ve a un
am1g a un parient rcan e n u t d. D' l t lugar a J ucri to
n u ra ion , y pídal qu quit I d I r d lugar. Vu lva al
r taurant a la igl ia. onvi' rt Jo nt p ial y pid
la b ndi ión d Dio br l lugar y la a i n. uanto má e al j ,
may r rá u t mor y av r ión. Al volv r, diluye I dol r.
E c mún cribir una carta de am r n las prim ra tapa d una
relación. Es p co común e cribir una al concluir una relaci n, in em
bargo, ta prá tica pu d definitivam nt ponerla a de can ar. E ta úl tima
carta de amor una n la ual u ted r ún tod u p n ami nt , incluy
ndo el nojo, l juram ntos, la racionaliza ion , la preocu paci n o la
disculpa . E críbal todo n una arta, per no la nvíe por orr o. E t
proy cto podría continuar durante vario días, o p - dría runa ituación
única. Incluy p n r a de can ar su u ño no cumplid c n e ta p r
ona y I que t individuo pu d tar p r dj nd p r no t n rlo a
ust d com parte de u vida. E ta una acci n de purificación
pecialm nte cuando lea la carta n voz aha a una illa vacía d tod I
contenido a Dios en ra ión, lib r se de la tiranía de estos p nsami
ntos sobre ust d, y diga u adió final.
Quinta tapa: Reconstru ir y sexta tapa: Resolución . A la altura d
esta tapa , u ted finalment puede hablar acerca del futuro con un
LA r t ROID A DC U A R.[LA I N 171

sentido de esperanza. Acaba de h ab er completado su desapego de la


otra perso na, con suerte sin temores que persista n. En esos
1nomen tos pued en producirse nuevos apegos sanos.
Sin en1bargo, debemos recordar que hay tres resultados posibles de
la ruptura de una relac ión: Un cambio para mejo r; un cambio para
peor; o un retor no al nivel de vida anterio r. AJ comienzo de la
ruptu ra, es casi im posible concebir que las cosas cambien para
n1ejor, espe cialmente si uste d es el que ha sid o rec hazado. En las
últ imas etapas de la crisis, tal vez pueda ver asomos de posibilid ad
para un cambio po sit ivo. Sus juicios y decisiones durante este
momento de cambio en su vida in flu ir án en el resultado.

N TA
Ca pítulo I O. La pé rd ida de un a relació n

l . Lynn Ca ine, Widow [La viuda] ( Nueva York: William Morrow and
Co mpany, 1974), 97.
2. Anit a Brock; Divorce Recovery [Có mo recu perarse del divo rcio ] ( Fort
Worth, Texas: Worthy Publis hing, J 988), 20, adaptado.
3. Ibíd., 19-23, adap tado.
4. Dr. Zev Wanderer y Tracy Cabot, Letting Go lCó mo dejarlo] (Nueva
York: Dell Publishing, 1978), 27, 28, adaptado.
5. Gary Emery, Ph.D., A New Beginning: How You Can Change Your
Tho ughts Through Cognitive The rapy [Un nuevo comie nzo: Có mo
cam biar los pensamie ntos a través de una terapia cognoscitiva] (Nueva
York: Simon & Schuste r,!ne., 1981, 1988), 61.
6. Wanderer and Cabot, Letting Go l[Có mo dejarlo], 97-100, adaptado.
7. Brock, Divorce Recovery ICó mo recuperarse del djvo rcio j, 39-45,
adaptado.
8. Stephen GuJJo, Ph.D. y Connie Ch urch, Love Shock[ El choq ue del
amor] (Nueva York: Bantam Books, 1988), 97-119, adap tado.
9. Llo yd Jo hn Ogilvie, God' s Best for My Lije fLo mejor de Dios para mi
vida] (Eugene, Oregon: Harvest House Publishers, 1981), l.
10. Lewis B.Smedes,"Forgiveness,the Power to Change the Past"«[ E l perdón:
Poder para cambiar el pasado"], ChristianityToday, 7 de e nero de 1983, 26.
11. Lew is B. Smedes, Forgive and Forget [Pe rdona y olvida] {Nue va York:
Harper and Row, Publishers, 19 84 ), 37.
11

ÓMO AYUDAR. A LOS


DEMÁS CON SUS PÉR.DIDAS

M e gu taría ayudar, r alment . P ro simpl m nte n


cir. E t y eguro de que diría d rnasiadas sas, y a v
' qué de

qu lo qu digo hi r má qu I qu ayuda. A í, la may ría de la


p1en

v , m mant ngo apartado y n • hag nad »a .


mún? N . Pr babi m nt ntimi n-
t d fru tra ión má e mún que ntimos cuand un an1ig o un er
qu rido tá atravesando una p ' rd ida. Todo luchamo tratand d
ab r qu d ir, cóm decirlo y cuándo r p nd r. P ro e posible
apr nder a mini trar a tr s n una forma n la que d mue tr
apoyo y afi et .
rno ri tiano , t n rno una p rtunidad d dar a noc r I
amor d Cri t de la man ra n la qu U gamos a lo demás para con-
olarlos y apoyarlos cuando han pa ado por una pérdida. P ro hay
lín as qu pod mo eguir re p et de cóm actuar ant la pena
dolor de un migo o pari nte. Nec itará reconocer que la pérdida e
ha producido n la vida d sta per na y ver a través de I ojos d
lla en lugar d a trav d lo suyo propios.
Hay cuatr < No» que d ben seguir : (1) No aleje d I pariente o
amig ; (2) N compar , valúe ni juzgue a la per na o a u re pues ta
; (3) No busque la compasión para sí mismo; (4) No trat con aire prot
et r ni demuestre lá tima por la persona.
En el a de cualqui r p ' rdid a, una personan cesita 1 apoyo con
tinuo, con tant de varia per ona . A vece l apoyo qu <lamo e

172
ÓM AYUDAR. A LO D EMÁS O N US PÉR.D ID AS 17 3

desproporcionado. Cuando hay una muerte, la persona doliente


con frecuencia se ve inundada por personas, llamadas telefónicas y
tarje tas. Pero dos semanas más tarde, la persona se siente un paria
social. Nadie llama, nadie escribe. Es como si todo el mundo se
hubiera ido alegremente por su lad o, dejando sola a la persona.
Esto genera un sentimiento tremendo de aislamiento. La persona
dolida necesita el co nsuelo de manera constante. Él o ella
necesitan poder hablar sobre lo que ha sucedido y recordar. Tanto
en la muerte como en el divorcio, hay decisiones importantes que
deben tomarse. En todos los tipos de pérdidas, puede que se
requiera de in mediato un grupo de apoyo.
Cuando ve a su amigo o pariente, la respuesta más esencial es pre
guntarle cómo está y cómo se siente. Lo importante es dejar que la
persona hable sin comparar, evalua r ni juzgar. Estas son algunas
frases que se deben evitar:
((No en tie ndo por qué sigues llorando. La vida sigue adelan te".
"Mira, solo has perdido a tu padrastro. ¿Y qué sucede con tu ma
dre? Ella tiene una pérdida mayor que la tuya, y tiene compostura".
"Nadie debería sent irse como tú por perder a un gato. Es solo un
animal. Lo tuviste durante diez años, y puedes encontrar otro".
«Esto acercará a tu familia. Es una oportunidad para crecer juntos".
"Estoy seguro de que esto enseñará a los otros alumnos unive rsita
rios a ser más diligentes en sus estudio s".
«¿No valoras lo que tienes?"
"La próxima vez asegúrate de no usar los servicios de ese médico o
de ese hospital".
"Comenzaste en nuevos trabajos anterio rme nte, así solo
considera este despido como una gran oportunidad, al ig ual que lo
hizo George cuando lo despidieron':
Otras frases que demasiadas personas en pena deben oír son:
«No llo res".
"Ten valor".
"Lo superarás en un par de semanas':
"No deberías sentirte así. Después de todo, tienes al Señor".
"Es tiempo de que te pongas bien. No querrás que mamá te vea
así,
¿no?"
174 L ID

"La n c idades del pa ado d ben qu dar atrá . Avanc m hacia


l futuro n Dio ,,_
< P r l m n no ufri ».
'Bu n , al grat por l m n d qu no era tu único hij ».
"Míralo de te mod : P rder a tu e po iendo tan jov n y m
hijos t va a hac r más fácil n1anejar lasco a ,,_
"Tod el mundo mu r tard o ten1prano. Él olo se muri ant :
"Lo niñ n c itan qu t ' fuert .
Fra ta n ayudan ni con u lan. lo inten ifican lo
ntimi d la per na d p rdida y d p raci n.
A vec la p rsonas toman un abordaje de "p dría hab r ido p or»
con un amig n pena c n la peranza d aminorar la herida. La m
ntabl m nt , a e ta altura no irve de nada. n La. guía d up r- viv
ncia para viudas, 1 aut r d rib t nfi qu :

Ti ng una amiga qu , ada v z que n r uníamo , en algún


m n1ent a entía abiam nt y decía n fi rma senten i a:
' Hay o a p or qu la mu rte,,. Era l mom nto d d ir
v rdad y lla qu ría qu y upi ra cuán afortunado ra d
n t n r un vegetal viv atad a tubo n
I hospital, un
qu l to humano d ga tánd e c n d l r frente a mi
L . L ' . S no da tanta fi rtal za, p ro, para aportar
nu tr pr pio d l r. N m cambiaría n otras per ona ,
111 U conmigo, con t da probabilidad. P ro la viuda no .
i nt muy afortunada y r i nte que e l r cuerde qu lla
todavía ti ne una deuda d gratitud. Ya ll gará a eso.1

El terc r «No» impli a sentir compasión por í mismo. Su na raro,


pero í uc d . Algunas p r ona hablan acerca de su propio ntido
de la pérdida y la pena en un fuerzo por expre ar angustia y mpatía.
Pero u ted no puede esp rar que la otra persona lo ayud n estos
mom nt s. Este es un mom nto para que usted dé, no para recibir. Si
nec sita ayuda, recíbala de otra persona.
¿Alguna vez sintió un aire de protección d otra persona? ¿Sabe
cómo i nte, no? Termina sintiéndose dep ndiente y aniñado. o-
M AYU D AR. A L D™Á U r t R.OID - 175

mienza a sen tir lástima por usted mismo y se siente peor que antes
de interactuar con la persona "q ue lo vino a ayudar». Todo tipo de
res puesta o com portamiento condescendiente suele reforzar la
herida y básica mente dem ues tra que no le im po rta tanto como
clice.
Hay varias pautas positivas para seguir al minist ra r a un amigo,
pariente o vecino. El primer paso consta de sim ple mente aceptar lo
que ha ocurrido y có1n o la persona está respondiend o. Usted puede
tener su propia perspectiva sobre lo que debería estar hacien d o la
per sona o cómo debería responder. Revise s us expecta tivas. Usted no
es la otra persona ni un a autor id ad so bre las respuestas de ese ind
ivid uo. Acepte a las personas que s ie nten pena y hágales sa ber que
sus se n timientos son normales. Algunas de esas perso nas le pedi rán
disc ul pas por sus lág rimas, dep resió n o enojo. Oir á comentarios
tales como: " No p ued o creer que siga llorando así. Lo lamento
tant»o . "No sé por qué sigo sinti é ndome tan mal. Fue in justo de
parte de elJos dejarme ir después de q uin ce años en ese empleo . Sé
que no debería estar eno ja
do, pero sup o ngo que lo es toy. Todo parece tan injusto' :
Puede ale ntar a la persona aceptando sus se ntim ientos y el hecho
de que tie ne sentimie ntos. Déles el do n de enfrentar sus sentim ie
ntos y de expresarlos. Hay muchas frases que puede decirles:
((No q uiero que te preocupes porque llo ras frente a mí. Es d uro
sentir se así de triste y no expresarlo con lágrimas. A veces es posible
q ue me encuentres llo ra ndo contigo» .
" Espero que s ientas la lib e rtad de expresar tu angustia en lág
rimas frente a mí. Yo no me sentir é avergonzado ni molesto. Solo
quiero estar aq uí co ntig, o :
"Si no te viera llo rar, me preoc uparía más. Tu llan to me dice
que estás ma nejando esto de una ma ne ra san»a .
« Si yo hu bie ra ex per im en tado lo que ex perim enta ste tú, senti ría
que tengo ganas de abrir mis o jos y dejar que la in undació n de lágr i mas
salga . ¿Te s ie ntes aJg un a vez así?"
El eno jo es otro sentim iento que es difícil exp resar para
muchas personas. Utilice co mentarios como estos:
«Es natural sen tir enojo y hos tilid ad hac ia todos y todo lo q ue
ten ga que ver con la muer te de tu esposo. Yo s ie nto eno jo tam
bién» .
17 R. - ur R L

«Debe tar muy enojado por lo que ha sufrido tu bebé, y no pue-


des hac r nada al re p cto».
«E n rmal y razonabl tar nojada y r s ntida cuando ha per-
dido a tu b b ' , y los d má ti nen bebés vivo y anos".
"Ha p rdido a tu hija y tienes el derecho de estar enojada y de
sentirte fru trada».
«Debe r difícil encontrar las palabra para expresar tu enojo, tu
sensación d d valid z y fru tración».
«E imp rtante qu t permita xpr ar tu nojo e ira in imp r
tar cuánt t de alient n l demá » . 2
Su aJi nt ayudará a las p r ona qu tran itan la pena a c mpr n der
qu la expr ión de u ntimiento no hará que ust d al j de ellas. A
gúr 1 s que ust d no va a ir d bid a us ntimientos o que n int
ntará conv n ria d qu i ntan d otr m d . u apoyo va a p
rmanec r.
Otra fi rma po itiva d r p nd re el onta to fí ico. Pero a n sible
con la p rsona a la que está mini trand qu pu den no sen tirse tan
61noda con l contacto fí ico como u t d. Si par c n r chazar sus g to
fí ico tal c m abraz o l ta t , a gúre e d r p tar- ta . i l rod a
l hombr n u mano y 11 e ponen rígida ,
es un bu n indicio d qu u breve palabra y u pre ncia fí ica
ayudarán má qu l contacto fí ico. Con l ti mpo, esas p r onas
pueden acercar e a u t d y decir: "Nece ito un abrazo".
A vece ayuda d cir: "E ta r' aquí n el hogar contigo durante un
tiempo. uando quiera qu me vaya o que haga aJgo por ti, por favor
házmel aber y lo ha, r ,,_ Nuncauponga que ellos no lo n ce itan.
DescúbraJo hablando con llo .
Mucha per onas a las qu u ted mini tra sí necesitarán l contacto
físico, pue to para muchas p r na , e o calma el vacío del d lor inte
rior. Una viuda expresa u ntimientos de este modo:

La ment todavía anda n muletas... Hay algo que in pira


a mbro, silencio y d p dazamiento re p cto d l dolor mo i
nal que lo deja a un in palabras. Tal v z los gestos sean m j
r . He mencionado antes mi nece idad de abrazo . E -
CÓMO AYUDAR. A LOSDEMÁ CON SUS PÉR.D ID AS 177

toy segura de que otras personas sienten del mismo modo.


Consuelo humano físico, sin ataduras. Vi una vez un
dibujo animado, sin leyendas... Era una máquina
dispensadora, el cartel que tenía decía: «Abrazos a 25
centavos". Ojalá la tuvie ra instalada.3

En su increíble libro Solo un toque de cercanía, Fred Bauer cuenta


esta historia:

Una vez oí acerca de la trágica muerte en el tráfico de una


niña pequeña, Nancy, de tan solo seis años de edad, que
había sido atropellada por un auto que iba a gran velocidad.
Sus padres estaban destrozados. Al igual que sus compañeras
de clase, especialmente Joyce, la mejor amiga de Nancy. Tan
pron to como Joyce se enteró del accidente de Nancy, quiso
correr a la casa de su amiga. Pero la madre de Joyce pensó
que sería
.muy difícil para su hija y para los padres de Nancy.«Papá y tú
van a ir al funeral,,, la consoló. "Podrás ver a los padres de
Nancy allí". Pero una llorosa Joyce insistió en que debía verlos
de inmediato.
Lo que le preocupaba a la madre de Joyce era lo que ella
misma les diría a los dolidos padres. Pero finalmente, con re
nuencia, accedió a llevar a su hija a la casa de Nancy. Y cua
n do llegaron, Joyce corrió hasta la madre de su amiga
perdida, se subió a su regazo y la rodeó con sus brazos. Sin
palabras, las dos lloraron su mutuo dolor.
Nadie que vino a decirles "lo lamen to", lo dijo mejor que
Jo yce.4

Uno de los mayores dones que usted puede darle a una persona
doliente, en pena es el don de escuchar. Se nos dice que escuchemos.
Como dice Santiago: "Todo hombre sea pronto para oir" (vea Santia
go 1:19).
Escuchar es un arte bello, pero es un don de importancia espiritual
que usted puede aprender a dar a los demás. En Proverbios leemos:
178 Ó M O R.E UPER.AR. E D ELA PÉR D ID A DE LA VIDA

« El oído que oye, y el ojo que ve, ambas cosas igualmente ha hecho
Jehová" ( Pr. 20:12). Cuando usted oye a los demás, les da un sentido
de importancia, de esperanza y de amor que tal vez no reciban de otro
modo. A través de escuchar, nutrimos y validamos los sentimientos
de los demás, especialmente cuando están pasando por dificultades
en la vida.
Escuchar es prestar atención a lo que alguien más está
comentando con usted. Advierta que no dije:"Lo que alguien más
le está diciendo". Con frecuenta lo que las personas comparten con
nosotros es más que lo que dicen. Debemos escuchar a la persona
en su totalidad, no solo las palabras que pronuncia. Escuchar
requiere apertura a todo lo que se comparta: sentimientos,
actitudes y preocupaciones así como tam bién palabras. Escuchar
también significa colocarse en una posición para responder a lo
que se comente con usted.
Escuchar es una expresión deamor. Involucra querer losuficiente
como para tom ar en serio lo que la otra persona está comunicando.
Cuando escucha con amor, invita a esa persona a su vida como un
huésped.
Cuando las personas sepan que las escucha, confiarán en usted
y se sentirán seguras a su lado. Y si es una persona que sabe
escuchar, las demás se sentirán más aptas de invitarlo a la vida de
cada una de ellas. Las personas que escuchan también aprenden a
través de su ejemplo a responder abiertamente y con amor a lo que
usted comenta con ellas. Puesto que la Palabra de Dios convoca a
cada creyente a escuchar, debemos comprender qué significa
escuchar. Hay una diferencia entre escuchar y oír. Oír es
básicamente obtener el contenido de la informa ción para sus
propios propósitos. Al oír, se preocupa por lo que está sucediendo
dentro de usted durante la conversación. Está sintonizado
con sus propias reacciones, respuestas, pensamientos y sentimientos.
Escuchar significa ocuparse de y acercarse a la persona a la que
está escucha ndo. Al escuchar, usted está tratando de comprender
los pen samientos y sentimientos de quien habla. Usted está
escuchando por el bien de la otra persona, no por el suyo. No está
pensando en qué va a decir cuando la otra persona deje de hablar.
No se está preocupando en form ular su propia respuesta. Se está
concentrando en lo que se está diciendo.
MO AYUD AR. AL DEMÁ ON U PÉR.D ID A 179

Escuchar con cariñoes muy importante para ayudar a los


demás. En esta forma de escuchar, usted escucha el contenido
emocional q ue está tras el mensaje q ue se comparte y se lo refleja
al que habla en una mane ra afectuosa con sus propias palabras.
Esta forma de escuchar brinda apoyo,cuidado y aceptación de la
persona y su punto de vista. Extiende una invitación cálida a la
persona que siente pena para que expresesus gozos, preoc up
aciones o heridas más profun dos con usted.
El sigu iente diálogo, una de las conversaciones telefónicas semana
les entre Fra nk y su padre, ilust ra lo q ue es escuchar con cariño. Los
padres de Frank habían estado casados d urante cin cuenta y un año
antes de q ue ella m uriera h ace casi tres meses. El pad re de Frank se
sin tió profu ndamente sac udido por su pérdida y todavía sigue sin
sa lir m ucho. Muchos de sus amigos lo han alentado a co ntin uar con
sus pasatiempos y co n mantenerse ocup ados visita nd o a su gra n ca
ntidad de nietos. Advierta cómo Frank le da cariño a su padre sim pl
emente escuchando y expresan do respuestas amables:

Frank: Ho la, papá. ¿Có mo estás hoy?


Papá: Me va bien, hi jo.
Frank : Entonces te va bien.
Papá: Si, tan bien como puedo sin tu madre.
Frank : Papá, suena como si sin tieras profund amente todavía
el fallec imiento de n1amá. Fue un a verdadera pérdid a.
Papá: ¿Sabes? No creí que ib a a ser tan malo. No creí que me
ib a a llevar tanto tiempo recuperar me.
Fran k: Después de todos estos años en los que han estado
jun tos,tú la extrañas y extrañas los .m o mentos que pasaron
juntos. Papá (luego de una pausa, con la voz un poco quebrad
a): Frank, la extraño cada día, y a veces me siento solo todo el
día. Muchos amigos quie ren que siga adelante con mi vid a y
que no piense tanto en ella. Pero yo quiero recordar. Hay tan
tos b uenos rec ue rdos.
Frank: Suenas como si q uisieras hacer algo para ayudarte a
recordar a mamá.
R. ur RAR. L PÉR0. 1 D

Papá: E to puede sonar tonto, p ro realmente quiero ir a visi


tar algunos de los lugares que mamá yyo olíamos vi itar jun
to . E taba pensando en traer a uno o dos de los nieto
conmigo, ¿qué opina ?5

¿Frank dio su opinión acerca d lo que tenía que hacer su padr ?


¿L acon ejó al padre acerca de una deci ión? ¿Trató de animar a u
padre? No. Simplemente lo e cuchó reflexionando de una manera que
nutrió a u padre y lo alent a xpr ar us pensamientos y sentimi n t
int rno . La respue tas de Frank bici ron qu u padre e inti ra
ompr ndido. Eso e lo que la p r na qui ren: Alguien que la com
prenda y la acepte. Al apr nd r a nutrir a lo demá al e cuchado ,
u t d pu de atisfacer sus nec idad d compren ión y aceptaci n.
Al e uchar, va a oír la mi ma xpr i n d ntun1ento una y otra
v z. La per onas qu si nten p na, ya a por la pérdida de una
ma cota, un trabajo, un hogar o una p r na, tienen una nece idad
imperio a de volver a contar lo d tall de u pérdida. Qui ren ha
blar ac rea de quién, qué, cuándo y cómo. Lo d talles varían> egún la
naturaleza d la pérdida. ¿Se acu rda p r qu la personas suelen con
e ntrar tanto en los detalle y, en algunos ca os, las conversa ion
final s con la persona que perdí ron? Le da una oportunidad de afi -
rrar e a lo que sea que hayan perdido. No se muestre aburrido por lo
d tall del cuento, aunque lo con zca de memoria. E te hecho d
c ntar lo detalles dura d tr a cuatro m hasta que se sient n
eguro d que no perderán el recuerdo de la persona que perdieron.
Cuando alcancen ese punto, e to di minuirá. Comenzarán a dejar ir.
Cuando las personas que sient n pena cuentan los detalles,
aliéntelo a contar también qué sucede con lo sentimientos que los
acompa ñan. u
entimientos pueden aliviarse mientras usted los escucha in
impacto, vergüenza ni juicio.
n fr cuencia en los casos d accidentes, pérdida de cargo irn-
portant muerte, oirá a la pers na hacer e responsables de lo qu
ocurri , aun que no tuvieran ninguna responsabilidad y no pudieron
hac r nada rea de lo que suc di . E ta es una oportunidad para
que usted diga algo así como:
ÓMO AYUDAR. A LO S DEMÁS CO N SUS PÉR.DID AS 18 1

"¿Qué podrías haber hecho para evitar que eso sucediera?


¿Real mente eso hubiera sido posible? ¿Hay alguien más que
pudiera haber hecho algo? De ser así, ¿por qué no lo hicieron?
Entiendo que te sien tas de ese modo, pero realmente no hubo
nada que ninguno de noso tros podría haber hecho". Antes de
decir cosas como estas, ayúdelos a identificar todas sus frases "Si
solo" y de "Lamento" que se trataron anteriormente en este libro.
Por sobre todo, no le diga demasiado a la persona que está dolida.
Su presencia habla mucho. Joe Bayly escribió hace muchos años un
libro llamado De lo último que hablamos (anteriormente llamado
La vista des.de la carroza fúnebre). Es la historia de cómo él y su
esposa soportaron la muerte de tres de sus hijos. Él dio este consejo:

La sensibilidad ante la presencia de la pena generalmente


de bería hacernos más silenciosos, hacer que escuchemos
más. "Lo lamento", es sincero;"¡Sécómo te sientes!"
habitualmen te no lo es, aunque puede que haya
experimentado la muerte de una persona que tenía la
misma relación familiar que la persona fallecida tenía con
la doljente. Si la persona siente que usted puede
comprender, ella se lo dirá. Luego taJ vez quiera expresar
sus sentimientos sinceros, no artificiales de su remezón
personal con la muerte. No intente «demostrarle'' nada a
un sobreviviente. Un brazo alrededor del hombro, un
apretón fuerte de manos, un beso: "Estas son las pruebas
que necesita la pena, no el razonamiento lógico': Yo estaba
senta do, destrozado por la pena. Alguien vino y me habló
de Dios, de por qué sucedió, de la esperanza más allá de la
tumba. Me hablaba constantemente, decía cosas que yo
sabía que eran ciertas. No me movía, salvo por el deseo de
que se fuera. Fi nalmente lo hizo. Otra persona vino y se
sentó a mi lado. No preguntó nada. Solo se sentó a mi lado
durante una hora y algo más, me escuchó cada vez que yo
decía algo, respondió brevemente, oró simple1nente, se
fue. Me sentí conmovido. Estaba consolado. Detesté que
se fuera. 6
R. ur R. LA P R. ID

i e encuentra luchando con aber qué decir, la nota o tarjeta es crita


es una forma maravillosa de dar consuelo a una persona que ient p
na. He guardado mucha de la expre iones escrita que r ci bim de
pué de la pérdida d nue tro hijo. Produjeron dos cosa en mí:« ntí
consuelo y me s ntí amado por quienes las escribieron». E tas
xpresiones me ayudaron c n .m i propia expresión de la p na,
porque entía más agudament la pérdida cada vez que leía una nota.
Pu de nviar palabras p rsonal d consuelo, citas, poemas y la Pala bra
d Dio . Pasajes de la E critura como lo iguientes son útiles:

El t rno Dios tu r fugi , y a á abaj l brazo eterno ;


-D uteronomio 33:27

uando pases por la agua , y tar contig ; y si por lo río ,


no t anegarán. Cuando pa por el fu go, no t quemará, ni la
llan1a ard rá n ti. Porqu yo J h vá, Di s tuyo, el anto d
I ra l, oy tu Salvador. .. No tema , porqu y e toy ontigo.

-1 aía 43:2, 3, 5

Nos turbe vuestro corazón; cr éis n Dio ...


-Juan 14:1

P r I cual stoy gur d qu ni la mu rt , ni la vida, ni


ni principado , ni p t tad , ni lo presente, ni lo por
v nir, ni l alto, ni lo profund , ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor d Dio , que es en Cristo Jesú
eñor nuestro.
-Romano 8:38, 39

Aunque ande n ali d mbra d mu rt , no temeré mal


alguno, porqu tú tará onmigo; tu vara y tu cayado m
infundirán aliento.
- almo 2 :4
ÓMO AYUDAR. AL S DEMÁ ON SUS PÉR.OIOAS 18 3

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio


en las tribulaciones.
-Salmo 46:1

El sana a los quebrantados de corazón...


-Salmo 147:3

...porque Él dijo: No te desan1pararé, ni te dejaré.


-Hebreos 13:5

... la cuaJ tenemos como segura y firma ancla del alma...


-Hebreos 6:19

No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios. ..


-Juan 14:1

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque


yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre
te sustentaré...
-Isaías 41:10

El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazoseternos.


- Deuterono mio 33:27

Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu


pro pia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él
endere zará tus veredas.
- Proverbios 3:5, 6

El día que clamé, me respondiste; me fortaleciste con vigor


en mi alma.
-Salmo 138:3
184 Ó M O RE UPERAR E DE LAS PÉR D ID AS DE LA
VIDA

Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo...,


porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te
desamparará.
-Deuteronomio 31:6

Hay muchos poemas que puede utilizar. Helen Steiner Rice ha es


crito algunos de los que tienen más significado. Sus libros se
encuen tran en la mayoría de las bibliotecas y librerías cristianas.

Las notas personales que incluyen citas, seleccionadas con


sen sibilidad y la persona específica en mente, toman un
poco más de tien1po y pensamiento, pero el efecto de
sanidad que puede tener sobre un amigo golpeado por la
pena bien vale el esfuerzo. Las fuentes de citas cortas, de
consolación casi no tienen Umite. Un delicioso librito, lleno
de palabras de sabi duría que convier ten la debilidad en
fortaleza, es Cuando lle ga la angustia. Este es un pasaje
del libro que he compartido con los que sufrían:
¡Ojalá tuviera una palabra mágica para enjugar tus lágri
mas! No conozco ninguna palabra mágica, pero conozco a
un Dios que puede sanarte y puedo encomendarte a Él.
Recuer da, la puerta de la muerte es la única puerta que
conduce a la casa del Padre. Él estará esperando allí para
salud ar y dar la bienvenida a sus hijos.
Peter Marshall, el legenda rio capellán escocés del
Senado de los Estados Unidos a fines de la década de 1940
murió a los cuarenta y seis años de edad. Aunque suene
extraño, se infor
mó que pronunció palabras, res pecto de su propio panegíri
co:"La medida de una vida, después de todo, no es la
duración, sino su do nació»n . Cuando se produce la muerte
de una per sona joven, estas palabras pueden ser
adecuadamente incor poradas a una nota personal.
Las citas incluidas en las notas no tienen que ser dichas por
personas famosas. El criterio principal es que la cita sea algo
que ayude a aliviar la herida causada por la muerte de un ser
quer ido.7
R. L

La oraciones de los demás son útiles para compartir ante la mu r te


de un r querido. En l libro Promesas maravillosas, hay una ora ción
que dice:

Señor, cuando en oca ione mi vida en e t mundo par e


d ma iado como para oportarla, ayúdame a reclamar Tu
maravillo a promesa d victoria sobre la lágrima , la mu r
te, la angu tia y el dol r. u agradezco porque todas lasco a
s r nu v n a travé d ti y porque yo e mparta tu r ino. 8

Otra ra n que pu d yudar a una per ona a enfr ntar enti-


mient la iguient :

E t y vacío, Padre, ient re ntimi nto, indu o hacia ti. i nt


pena, n olo por qui n h perdido, sino por la parte amoro a
d mí mi moque par e hab rse mu rto también. Tú, qu en
otra p rtunidad ha traído a lo mu rto de regre o a la
vida, r vive mi capacidad mu rta d vivir, d tar e rea, d
int r arm acercad te mundo y por qui n conozco.
in i t , n que Tú pu de anar esta herida mortal.

Si hay una cualidad d I carácter que es necesaria para mini trar a


una p r na que atravie a una pena, e la paciencia. Oirá a mi ma
hi t ria, l mi mo d talle , la mismas lágrima una y otra vez. E to
es normal y n e sario. Lo qu puede r ba tante incómodo para u -
ted es el enojo. El alcance del enojo de una p r ona puede hacer que
usted quiera d cir: "¡Suficiente!,, Pero es una r puesta natural, ana si
está dentro de límites razonables.
Incluso u ted puede convertir e en el blanco del enojo de la per ona.
Si él o ella e r pHega, no in i ta. Esto forma parte de la pena. E como i
entrara y ali ra del mundo r al. Progre ará a u ritmo, no al de u ted.
El autor de Más allá de la pena describe muy bien te proce o:

No hay un tiempo para anar. Un sobreviviente está lleno de


pena y debe tolerar mucho dolor antes de que se produzca la
18 6 M R.E UP[RAR.SCDCLA Pffi D IDA D[LA VIDA

sanidad. El único curso que usted puede tomar es evitar


pare cer inquieto o enojado con el sobreviviente.
Puede que le resulte difícil lograr un equilibr io entre reco
nocer la pérdida que le ocasionó dolor al sobreviviente y
man tener una perspectiva positiva a la luz de esa pérdida.
Usted no puede ayudar al sobreviviente bloqueando la
realidad o ale jándolo de los recordatorios dolorosos de la
pérdida, pero al mismo tiempo, debe mantener un a
perspectiva positiva al tiempo que facilita la pena.
Puede hacer esto validando a la persona que murió, ha
blando acerca de cómo la persona tocó o enriq ueció la vid a
de otras personas. Cuando surja la opo rtun id ad, mencione
hechos de la vida en los que el sobreviviente demostró antes
interés. Haga una lista n1ental de esas actividades o personas
que le dieron gozo al sobreviviente. Mantenga las chispas
vi vas o al menos presentes de esos intereses natu rales,
mencio nándolos: El jardín, las mascotas, el área preferido
de compras del so breviviente, e l compañero de golf o el
interés com uni tario. Al hacer esto usted está indicándole al
sobreviviente que ha habido un pasado y que habrá un
futuro con estas mismas cosas, personas y lu gares en él. 1º

Tam bié n hay muchas cosas prácticas que puede hacer para
ayudar, independientemente del tipo de pérdida. Espero que
comience res pondiendo a todas las pérdidas que experimentan las
personas, algu nas de las cuales no tienen mucho reconocimiento
o apoyo social. Cualquier pérdida grande corta muy
profundamente, ya se trate de un divorcio, del rechazo personal,
pérdida de trabajo o muerte.
Con cada pérdida usted necesitará ( l) Descubrir la sit uació n y las
necesidades personales de la persona que siente pena; (2) Decidir qué
está dispuesto y qué es capaz de hacer por la persona, dándose cuent a
de que no puede hacerlo todo, ni debe hacerlo, y finalmente (3) Co
munica rse con la persona y ofrecerse a hacer la tarea más difícil que
ha elegido. Si la persona rechaza su oferta, sugiera otra. Las tareas es
pecíficas pueden incluir alimentar a las mascotas, hacer o enviar co-
u R. 17

mida , trabajo en el jardín, hacer llamadas telefónicas difíciles, obte n


r información necesaria respecto de grupos d apoyo o nuevo em pl ,
prop rcionar tran porte, estar di ponibl para hacer trámite y demás. En
algún mom nto, podría r útil darl a la p rsona un libro
nsibl , de apoyo, sobre la pérdida y la pe na. 11
i la p rdida afectó a una per ona, ministr a a persona. Pero si
afi ctó a la unidad familiar, n c ita mini trar a cada miembro de la
familia, tant dulto como niño . De cubra cuál de u participa ci
n s social rán las má difícil para ello y té di pon ible para darle
apoyo.
A m dida qu tran urr cada añ , lo amig y lo parí nt pi r
d na er qu rido . Ant de Navidad, b rvam la li ta d tarjeta
navid ña para a egurarn d hac r I cambi adecuado para qu
1 n mbr d la tarjeta n m le t a qui n la r ib . Para una viuda,
r cibir tarj ta qu1gan tanda dirigida a« ñ r y ñ ra, pu d
r dolora .
Algui n ya a u t d u trap r na preocupada, n ce itará ayudar
al (1 ) individuo( ) n p na a I grar varia tarea . E ta tar a n
p ialm nt aplicabl a la pérdida d un r qu rido y I grará n
un p ríod .
Ayud a la persona n pena a id ntificar pérdidas s undarias y
r o/ver cualqui r a unto inconcluso con la p rsona p rdida. Para
mu- ho , e ta p rdida nunca e id ntifican ni i nte pena
por ellas. Podría ser la pérdida d un pap I, d la unidad
familiar, de quien gana 1 pan, d la vida cial y d má . A vece
d cir n voz alta lo qu una per na n pena nunca dijo ni
tuvo la oportunidad d d cirle al fallecido ayuda a compl tar
algunos d los asunto inconclu os.
Ayude a las personas a reconoc r que ad más d sentir p na por la
persona perdida, se nece itará sentir p na por cualquier sueño
expecta tiva o fanta ía que tenían para la p rsona. E t a veces e
difíciJ o se pa a por alto, puesto qu no se lo ve habituaJm nte como p
rdidas ya que nunca xi tieron. in mbarg , ada una igue con tituy ndo
una pérdida porque esos u ño tienen un gran valor.
Descubra lo que las personas que sienten pena son capaces de hacer
y
de qué elem ntos carecen en cuanto al manejo de su pena. Ayúdelas a
188 Ó M R.E UP ER.AR. D E LA PÉR.D ID A DE LA VID A

manejar las áreas en las que están luchando. Aliente las cosas
positivas que están haciendo tales como hablar de la pérd ida. Cuando
hagan algo que no sea sano, como evitar, beber alcohol o excederse
en la medicación, déles otras alternativas.
Puesto que la mayoría de las personas no comprenden la
duración y el
proceso de la pena, proporcióneles información útil acerca de lo
que es tán viviendo ahora. Usted quiere normalizar su pena sin
minimizarla. Pero también hágales saber que sus respuestas a la pena
serán únicas, y que deben evitar compararse con otras personas. No
les permita hacer una equivalencia de la duración y el monto de la
pena con cuánto amaban a esa persona.
Hágales saber que usted com prende que tal vez quieran evitar la
in
tensidad del dolor que están experimentando actualmente. Su
empatía, su comprensión y su respeto harán mucho para ayudarles a
saber que su pena es normal. Aliéntelos a atravesar el dolor de la
pena. No hay forma de evitarlo. Si lo hacen, explotará más adelante.
Puede ser que necesite que se les recuerde que incluso con la
intensidad actual de su dolor, con el tiempo disminuirá.
Ayúdelas a comprender que su pena afectará todas las áreas de la
vida. Los hábitos laborales, la memoria, el tiempo de atención, la
intensi dad de los sentimientos, y la respuesta a la pareja se verán
afectado s. Esto es normal.
Ayúdelas a comprender el proceso de la pena. Compartir uno de los
cuadros de este libro puede ser útil en el momento apropiado. Com
prender que sus emociones van a variar y que el avance es errático
ayudará a esas personas a aliviar el sentimiento de que no hay progre
so. Ayúdelas a planificar fechas y festividades importantes de
antema no. AJiéntelas a hablar acerca de sus expectativas para sí
mismas y ayúdelas a evaluar si están siendo o no realistas.
Ayude a esas personas a encontrar formas de sentirse plenas
espiri tual, social y físicamente. Esté atento a sus hábitos de
alimentación y ejercicio. No deje que abandonen sus revisiones
médicas periód icas. Alértelas a la posible capacidad disminuida del
sistema inmunológico que se produce varios meses después de una
pérdida importante.
Ayúdelas con los problemas prácticos posteriores a una pérdida y
asís-
U R 19

talas a evitar decisiones poco sabias. Temas prácticos tales com


ayudar a di poner las comidas, el transporte, las consultas financiera o
final mente la capacitación o la ducaci n nece aria para sobr vivir
pue d n formar parte de u tarea.
A vece la p rsona que transitan la pena tomará grand decisio
n demasiado pronto, l que oca iona pérdida adicionales. Alguna
pi n an vend r u ca a o mudars a nu vas ciudades, pero to puede
eliminar su raíces o un istema d apoyo nec ario. Hacer grandes
cambios durante el primer año e algo que d b
desalentar e en lo p ible. E to cambio pu den par r
r sabio , pero tambi n traen apar jado otro entimi nto de p ' rd
ida.
Durant un período pr l ngad , habrá varia tareas en la que u -
ted puede asi tir a las p r onas qu tran itan la pena. E ta han sido
tratadas ant riorment n st libro, p ro r pa moslas br v mente
d nuevo.
Ayud a la p rsona ad cubrir su nueva identidad parada de
la p r ona qu p rdieron y q u ' nuev papeles d b n
desarrollar o bi n d jar de lad . E to cambio d b
n identificar para qu pueda ntir p na inclu o por osa como
porciones perdida de la identi
dad (de casado a solt ro) y papele p rdidos.
Tal vez a u t del que haga surgir l hecho d qu sed be desarro
llar una nu va r !ación ana con la p r ona p rdida. Quizá inclu o
qui ra 1 r part de t libro con ll y tratar l que se ha I ído. Est
p n amient erá extraño para muchos, pero e una adaptaáón gra n d
para cualqui ra qu haya perdido a un ser amado. E útil pregun
tarles cómo planifican mantener viva partes d u vida anterior,
tales como mom ntos especial , rutinas o recu rdos, y cóm
recordar puede ser algo útil.
Una de u tarea futura será ayudar a la per onas qu ienten
p na a reinv rtir en una vida nu va. Ella podrán iniciar e te proceso
en su propio momento y ritmo. Alguna persona necesitarán directi
vas para poder reingre ar a la corriente de la vida, especialmente si
cuidaron a una persona crónicament enferma durante un tiempo o
incluso si ubicaron a una persona anciana o incapacitada fí icamente
en un hogar para cuidados especiale . Puede haber un tremendo sen-
190 C ÓM R E UP[RAR [ DE LA PÉRD ID AS DE LA VID A

tido de pérdida y una adaptación resultante a la vida luego de este


paso. A veces encontrar grupos de apoyo u otros medios de apoyo
social terminará proporcionando relaciones duraderas. Usted debe
ser sensible a la capacidad y el deseo de las personas de volver a la
co rriente de la vida. Asegúrese de no alentarlas demasiado rápido a
en tablar una nueva relación. Sea especiahnente cuidadoso al tratar
de promover nuevas actividades de citas para los que han perdido
cón yuges por muerte o por divorcio.
En algún momento dado, usted tendrá la oportunidad de hablar
con las personas acerca de lo que han aprendido a través de una
expe riencia de pérdida. En todo tipo de pérdida, puede haber
crecimiento y ganancia, pero eso no se ve de inmediato. Esto no
significa que ne guemos la importancia de la pérdida de ningún
modo , pero sí llega mos al lugar en donde nuestra pérdida se
convierte en una oportunidad para el crecimiento espiritual y el
aprendiza je.12
Al decidir cómo puede ministrar a los demás, encontrará un con junto
de pautas útiles en Qué decir cuando uno no sabe qué decir, de
Lauren Briggs. Lo aliento a que lo lea una y otra vez para adueñarse
verdaderamente de lo que dice cuando deba llegar y ministrar a otra
persona.
U R D 11

Pautas para ayudar a otras personas

Qué es mejor no hacer:

No intente minimizar su dolor con comentarios tales como:


'Pr bablemente fue para m jor»,"La co a podrían estar peoe:
"'] volv rá a ca ar: "Er s jov n, i mpre podrás tener otro':
"Er fu rt , te repondrá pr nt », 'Tú ab s que Dio tiene el
c ntrof'. omentario com t p drían r un int nt d
ofr r p ranza, pero para una p r ona que sufre, su nan
e mo i u t d no compr ndi rala enormidad de lo que ha ocu-
rrido. E ta fra e no r c n n l d I r y la,p rdida.

Qu s m jor hacer:

Pu d fr c r fra nci lla , mpr n iva tale como:« i n


to por ti durante ste mom nto difí » , «Esto debe er muy
il
dur para ti,:"Compr nd tu ntimiento de pérd id, a : "Ojalá
t pudiera quitar I d I r '. m ntari como e to hacen
ab rala p r ona qu u t d r n u d lor y que está bi n
qu

Qu ' s m jor no ha r:

No diga "Lo iento,, y t rmin ahí la fra . u amigo qu e tá


ufri ndo también pr babi 111 nte lo i nta, pero no pu d
r pond r a ese tipo de com ntario.

Qué es mejor hacer:

Diga: 'Lo siento tan to,, y luego agregue: «sé cuán especial él
ra para ti», "Yo tambi n la extraño»«, Q uiero ayudarte; e toy
disponibl todo el ti mpo que lo n c it ». 'He estado oran
do por ti. ¿Hay algo e pecífic por I que deba orar?
192 C Ó M O R..ECUPER.AR.SE D E LAS PÉR.DID AS D E
LA VIDA

Qué es mejor no hacer:

No diga solo: «¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?"

Qué es mejor hacer:

Sea agresivo con su disposición a ayudar. Pregúntese a sí


mis mo: ¿Qué necesitaría yo en una situación similar?
Ofrezca co sas específicas que pueda hacer por ellos: «voy
camino a la tienda, ¿qué puedo traerte?:' «¿Mañana sería un
buen día para ayudarte con la ropa para lavar?"«¿Querrían
los niños venir a casa a jugar esta tarde?" La mayoría de las
veces, las personas que están viviendo una crisis no pueden
decidir lo que nece sitan. Además, probablemente no quieran
imponerse ante los demás.

Qué es mejor no hacer:

No diga: «No deberías sentirte de este modo".

Qué es mejor hacer:

AJiéntelas a mantener un diario o a escribir sus sentimientos


y pensamientos. Con frecuencia, el hecho de solo ver sus
pen samientos escritos en papel las ayuda a tratar con lo que
están enfrentando.

Qué es mejor no hacer:

No trate de responder cuando esas personas preguntan«¿Por


qué?'1 Usted no tiene ninguna respuesta, y en este momento
incluso la verdadera respuesta puede no ser evidente. Los
amigos de Job no lo ayudaron con sus respuestas y Job dijo:
"Consoladores molestos sois todos vosotros" (Job 16:2).
CÓ MO AYUDAR. A LOS D EMÁ S CO N US PÉR.DID AS 193

Qué es mejor hacer:

Simplemente responda: "No sé por qué. Supongo que


ambos querríamos tener alguna respuesta en este
momento. Espe cialmente tú. Ojalá tuviera una respuesta
para darte,:

Qué es mejor no hacer?

No ofrezca respuestas espirituales en cuanto a por qué están


enfrentando este problema ni les diga que serán más fuertes
después. No sabemos por qué suceden las tragedias y por qué
determinadas personas tienen que pasar por tal trauma. No
les hacemos ningún favor a nuestros amigos al ofrecer expli
caciones posibles.

Qué es mejor hacer:

Concuerde cuando las personas expresan sus sentimientos.


Diga:"Sí, lo que te ha sucedido no es justo y no tiene ningún
sentido», ya sea que usted tenga o no la misma perspectiva.

Qué es mejor no hacer:

No ponga en cronogramas la recuperación de sus amigos que


sufren . Su inferencia de que no están manejando bien lasco
sas o de que deberían ser sus antiguos yo solo obstaculiza su
avance por ahora. Todas las personas son diferentes, y la
recu peración varía.

Qué es mejor hacer:

Permítales todo el tiempo que necesiten para tratar eficaz


mente con todas las fases de su pena.
R L

Qué es mejor no hacer:

No cite versículo bíblico como una manera de corregir o d


minimizar u sentimiento . Pi n muy cautelosamente,
pre guntándose si un pasaj I comunicará consuelo o cond na.
Nunca ofrezca sugerencia piritual s de de una posición de
uperi ridad o de santurrón.

Qué es m jor hacer:

Ofr z a ali nto piritual d d u c raz n incluya ver ícuJ


bíbli que lo hayan con olad a u t d n un m ment difí-
il. Hágale ab r qu u t d rará p r II a diario. i ra n
11 , haga una oración corta qu r flej u entrm1ento n
la ración y e centr en la ompr n i n de Dio de su dolor y
d I h cho de qu Él erá u Fu nt d nsu lo.

Q, s mejor no hacer:
u
N diga « ompr nd, uand no ha nfrentado la mi ma
ituación. D cirl a las p r na qu tod e tará bien cuan do
u t d no ha cono ido la pr fundidad de u dificultad una
fra vacía. Y ell n nec itanír hi t ria d horror de p rs
na que u t d cono qu h n pa ad por algo similar.

Qué es mejor hacer:

a sincero respecto a us exp ri ncia . i no ha pasado por su


tip d tragedia en particular, diga: ''Yo no he pa ado por lo qu
tú tá nfrentando,peroqui r qu pa quetequieroyqu t
ap yar n todo mom nt difícil qu afronte ': Si usted ha teni
d una ri i imiJar, cuéntela br v m nt , agregando que u ted
pu d mpr nder sus entimiento . Por upuesto, usted no pue
de ompr nd r por compl to porque no ha atravesado las exp -
riencia del pa ado que t ndier n los cimi ntos para su reacción.
ÓM AYUDAR A L DCMÁ O N U PÉR.D ID A 195

Qué es mejor no hacer:

No ignore sus necesidades luego de que haya habido una re


misió n de la pérdida inmediata.

Qué es mejor hacer:

Mantenga la comunicación durante meses, especialmente en


los momentos críticos tratados en este libro, hacié ndoles sa
ber que usted está orando por ellas. Pregúnteles cómo les está
yendo realmente, y envíe notas con palabras de aliento.

Qué es mejor no hacer:

No espere un optimismo ir real o una frivolidad de las perso


nas que sufren.

Qué es mejor hacer:

Advierta que el corazón de cada una de ellas está lleno de


do lor y torbellinos. Hágales saber que usted escuchará sus
senti mientos y que quiere formar parte del dolor.

Qué es mejor no hacer:

No ofrezca clichés ni sea vanamente optimista para ocultar


sus inseguridades.

Qué es mejor hacer:

Exprese su amo r diciendo:"Realmente me siento raro


porque no estoy seguro de qué decir, de qué necesitas o de
cómo ayu darte, pero quiero que sepas que te amo. Estoy
orando por ti y estoy disponible".
ÓMO AYUDAR A LO DEMÁ N U PÉRDIDA 197

3. Wylie, Survival Guide for Widows [Manual de supervivencia para las


viu das], 113.
4. Fred Bauer, Justa Touch of Nearness [Solo un toque de cercanía]
(Norwalk, Connecticut: The C. R. Gibson Co., 1985), 24, 25.
5. Fuente desconocida.
6. Joe Bayly, Last Thing We Talk About [De lo último que hablamos]
(ante riormente titulado The View from the Hearse [La vista desde la
carroza funebre]) (Elgin, Illinois: David C. Cook Publishing Co,,
1969), 40.
7. Barbara Russell Chesser, Because You Ca re l Porque usted lo aprecial
(Waco, Texas: Word Books, 1987), 122, 123. When Sorrow Comes
[Cuan do llega la angustia] de Robert V. Ozment publicado por Word
Books, 1970.
8. Norman Vincent Peale, Wonderful Promises [ Promesas marav illosas]
(Carmel, Nueva York: Guideposts, J 983), 32.
9. Phyllis Hobe, Coping [Aguantando] (Ca rmel, Nueva York:
Guideposts, 1983), 233.
10. Carol Staudacher, Beyond Grief [ Más allá de la pena] (O akla nd,
Californ ia: New Har binger Publications, 1987), 230, 231.
11. Jbíd., 231, 232, adaptado.
12. Terese A. Rando, Grieving: How to Go On Living When Someone You
Love Dies [La pena: Cómo vivir cuando alguién a quien amas fallece]
(Lex:ington, Massachussets: Lex:ington Books, 1988 ), 227-250,
adaptado.
13. Lauren Briggs, What You Ca n Say... When You Don 't Know What to
Say lQué decir cuando uno no sabe lo que decir] ( Eugene, Oregon: Har
vest House Publishers, 1985), 150-155, adaptado.
Pll [ GUNTA O[ [ STUD I 199

c. ¿Cuáles cree que son cuatro de las pérdidas más significativas


que experimenta el hombre?

d. . ¿Cuáles cree q ue so n cuatro de las pérdidas más


significativas que experim entan las mujeres?

Capítulo 2 Pérdidas que nunca tuvimos en consideración


A co ntin uación hay un a lista de una serie de frases respec to de la
pena y la pérdid a. Lea cada una de ellas y luego in ruq ue si está de
acuerdo o en desacuerdo co n la frase. Luego de que cada persona del
g rupo haya tenido la opo rtunidad de responder a las preguntas, ind i
q ue lev antando la mano quién estuvo de acuerdo con la frase y quién
no. Luego co mente po r q ué respond ió a la frase de la manera en la
que lo hizo.AJ proseguir con el libro, desarrolla rá un mayor
discernimien to respecto de estas frases.

l. Sentir pena es más difícil c uando las personas« ce d e n,, a su


angustia. Acuerdo Desacue rdo
2. El tie mpo finalmente sanará todas las herid as o las pérd id as.
Acuerdo_ _ Desacuerdo
3. Un cristiano maduro no sentirá pena por una pérdida tanto
como un no creyente. Acue rdo Desacuerdo
4. Hay algunas personas que no necesitan sentir pena, incluso
luego de una pérdid a grave. Acuerdo_ _ Desacuerdo
S. El d o lor de su pé rdida puede se r tan intenso un año después
co mo d ura nte los p rim eros pocos días después de prod u ida
la
pérd ida. Acue rdo_ _ Desacuerdo
6. Un cris tiano no tiene las mism as probabiljdades de eno jarse
con Dios por una pérdida corno un no creyente. Acuerdo
Desac uer do_ _
7. Es m ejo r reemplaza r algo perdido tan pronto como sea posible
para ayud ar al p roceso d e la pen a. Acuerdo
Desacuerd o_ _
PR EGUNTAS DE EST UDIO 201

Para mí, las lágrimas son:

Mi pena habitualmente dura:

2. ¿Sería útil para usted escribir una carta para entregársela a los
demás que los ayudara a responderle mejor a usted y a su pérdida?
¿Qué le gustaría decir? Tal vez pueda comenzar su carta ahora y
completarla en el transcurso de los próximos días.Quizá quiera
llevar su carta con usted a la próxima sesión y darla a conocer a
los demás.

Capítulo 4 Problemas con el dolor y la recuperación


l. Si ha experimentado algo de lo siguiente, describa brevemente:
a. Pena inhibida
b. Pena retrasada
c. Pena en conflicto
d. Pena desplazada
e. Pena crónica
f. Pena abreviada
g. Pena reemplazada

¿Qué piensa que hizo que sucediera la pena?

¿De qué manera la experiencia afectó su salud física y mental?

¿Cómo avanzó en su recuperación de la pena?

2. ¿Cuál es el último recuerdo que tiene de la pérdida más r ciente


de su vida?

3. En las páginas 67 y 68 hay un listado de dieciséis síntomas


de la pena no resuelta. ¿Se halla experimentando alguno de
ellos ac tualmente?

¿Qué puede hacer al respecto ahora?


PREGUNTA D E ESTUD IO 20 3

2. Clasifiquese a sí mismo y a su estado en el proceso de la


pena respondiendo a la evaluación de las páginas 110 a 113 y
al cua dro de la página 116.

3. ¿Alguna vez llevó algún tipo de diario? ¿De qué manera lo


ayudó?

4. ¿Cuáles son sus preguntas, temores o preocupaciones acerca de


llevar un diario personal?

5. . ¿Qué pasajes de las Escrituras han sido más útiles para usted
en su recu peración de la pérdida?

Capítulo 8 Cómo crecer a través de nuestras pérdidas


l. ¿Cuáles son las preguntas que le han surgido acerca de Dios o
para Dios du ran te su experiencia de pérdida?
2. Lea lo s sig uie ntes pasajes del libro de Romanos y luego responda
a las sig uientes preguntas.

Pues tengo por cierto que las afücciones del tiempo presente
no so n comparables con la gloria venidera que en noso t ros
ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación
es el de aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Por
que la creac ión fue sujetad a a vanidad, no por su propia vo
lunt ad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque
también la creación misma será libertada de la esclavit ud de
corrupción, a la libertad glo r ios a de los hijos de Dios.
Porque sabemos que toda la creación gime a w1a, y a una
está co n dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino
que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del
Espíritu, no sotros también gemimos dentro de nosotros
n1ismos, espe rando la adopción, la redención de nuestro
cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la
esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno
ve ¿a qué espe rarlo? Pero si esperamos lo que no vemos,
con paciencia lo aguardamos. (Ro. 18.25 )
PR..ECUNTAS DE ESTUD IO 205

¿Cómo puede crecer debido a esta experiencia de pérdida o


cómo le gustaría crecer?

¿De qué modo lo que usted experimentó podría usarse para la


gloria de Dios?

Capítulo 9 La pérdida de la identidad: ¿Quién soy?


l. Enumere tres cosas que advierte que son sobre las que ha edifi
cado su identidad.

2. ¿De qué manera las pérdidas de su vida impactaron su


identidad?

3. Evalúese a sí mismo en una escala de O a 10 respecto de las seis


escalas provistas para usted en las páginas 138 a 141. ¿Qué le
dicen sus respuestas sobre su identidad y su fuente?

¿De qué modo podría construir mejor su identidad en este mo


mento en su vida?

4. ¿Qué sueños ha dejado en el pasado?

¿De qué manera ha afectado esto su identidad?

Capítulo 1O La pérdida de una relación


1. Reflexione sobre la primera pérdida que haya experimentado en
una relación. ¿De qué modo afectó esto a sus relaciones
futuras?

2. ¿Qué temores experimenta respecto de las relaciones en el


presente?

3. Describa un momento de su vida en el que experimentó un re


chazo. ¿Quién lo consoló en ese momento?

¿Cómo lo consoló Dios?


PREGUNTAS D E ESTUD IO 207

Describa cómo orará por esa persona y qué pasajes de las Escri
turas compartirá que sean útiles.

S. En las páginas 191 a 196 hay una lista de qué es mejor «no
hacer" y qué es mejor "hacer':Añada a esta lista sus propias
sugerencias para cada categoría.
N ues tra vida se ve afectada por dis tintos ti pos de pérdidas. Alg un a
son ca mbios de la vida como dejar el hogar, la mue rte de un se r
amado, el divorcio o la jubi lació n. Otras con más sutil es c omo lo
c amb ios de
tr abajo, el te ne r que mud arse de un lu gar a otro, la enfermedad o un a
amis tad rota. No im porta la clase de pérdida que u ted enfre nta, este
li bro puede ay udarle a enco ntrar es peranza.

Con s u ex perie ncia, H. No rrnan Wrig ht esc ribe acerca de temas como:
• El s ig nificado del dolo r
• Có mo ex pre ar el dolor
• Cómo rec uperarse de la pé rdida
• La pérdida de la ide ntid ad
• Cómo ayudar a otros con su pérdidas

En cada capítulo se inc l uyen uges ti va pregunt as de estudio, lo que hace


de este lib ro el recurso perfecto para la discus ió n e n grupo o la reflexión
pe rson al.

J l. L R \ \ \ \,,\ Rl( JI 11 ha escr ito sese nta y cinco libros. Él es


un reco nocido con eje ro de temas fam ili ares y del matri monio.
Dirig e confere nc ias por todo los Estados Unidos para ay udar a la
perso nas a
recuperarse de las pé rdidas de la vida. Vida cristiana

ISBN □-8254-1900-X

9 780825 419003

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