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Qué Significa Cristo

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¿Qué significa Cristo?

Para sorpresa de algunos, "Cristo" no es el apellido de Jesús. "Cristo" viene de la palabra


griega Christos, que significa "ungido" o "elegido". Este es el equivalente en griego de la palabra
hebrea Mashiach, o "Mesías". "Jesús" es el nombre de pila otorgado al Señor que le dio el ángel
Gabriel a María (Lucas 1:31). "Cristo" es su título, que significa que Dios envió a Jesús para ser Rey
y Libertador (ver Daniel 9:25; Isaías 32:1). "Jesucristo" significa "Jesús el Mesías" o "Jesús el
Ungido".

En el antiguo Israel, cuando se le daba a alguien una posición de autoridad, se derramaba aceite
sobre su cabeza para simbolizar que se le apartaba para el servicio de Dios (por ejemplo, 1 Samuel
10:1). Reyes, sacerdotes y profetas eran ungidos de esa forma. La unción era un acto simbólico
para indicar la elección de Dios (por ejemplo, 1 Samuel 24:6). Aunque el significado literal
de ungido se refiere a la aplicación de aceite, puede referirse también a la consagración de una
persona por parte de Dios, incluso si no se utiliza un aceite en sentido literal (Hebreos 1:9).

Hay cientos de pasajes proféticos en el Antiguo Testamento que se refieren a la venida de un


Mesías que liberaría a Su pueblo (por ejemplo, Isaías 61:1; Daniel 9:26). El antiguo Israel pensaba
que su Mesías vendría con poderío militar para liberarlos de décadas de cautiverio en manos de
reyes terrenales y naciones paganas. Sin embargo, el Nuevo Testamento revela una liberación
mucho mejor ofrecida por Jesús el Mesías, una liberación del poder y el castigo del pecado (Lucas
4:18; Romanos 6:23).

La Biblia dice que Jesús fue ungido con aceite en dos situaciones específicas por dos mujeres
diferentes (Mateo 26:6-7; Lucas 7:37-38), pero la unción más significativa vino por medio del
Espíritu Santo (Hechos 10:38). El título de "Cristo" que tiene Jesús significa que es el Ungido de
Dios, el que cumple las profecías del Antiguo Testamento, el Salvador Elegido que vino a rescatar a
los pecadores (1 Timoteo 1:15), y el Rey de reyes que volverá de nuevo para establecer Su Reino
en la tierra (Zacarías 14:9).
CRISTO

Este título, que procede del griego Kjri·stós, es equivalente al hebreo Ma·schí·aj, “Mesías; Ungido”.
(Compárese con Mt 2:4, nota.) La voz “Cristo” no es un apelativo que sirva para distinguir al Señor
Jesús de otros que tengan el mismo nombre; más bien, es un título oficial.
(Véanse JESUCRISTO; MESÍAS.)

La venida del Cristo, aquel a quien Jehová tenía que ungir con su espíritu para que fuera el Rey
mesiánico, se había predicho siglos antes del nacimiento de Jesús. (Da 9:25, 26.) Sin embargo,
cuando Jesús nació, todavía no era el Ungido o Cristo. Al predecir su nacimiento, el ángel le dijo a
José: “Tienes que ponerle por nombre Jesús” (Mt 1:21), pero a los pastores que estaban cerca de
Belén, les anunció, refiriéndose al papel futuro de Jesús: “Les ha nacido hoy un Salvador, que es
Cristo el Señor”, es decir, “que ha de ser Cristo el Señor”. (Lu 2:11, nota.)

El nombre personal de Jesús seguido del título Cristo dirige la atención a la persona de Jesús y a su
calidad de Ungido de Jehová. Jesús llegó a ser Cristo cuando tenía alrededor de treinta años, fue
bautizado en agua y ungido con el espíritu de Jehová, que se hizo visible en la forma de una
paloma que descendió sobre él. (Mt 3:13-17.) Esto es lo que Pedro enseñó en el Pentecostés,
cuando dijo: “Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús”, puede que recordando la
expresión que había oído de labios de Jesús, el primero que utilizó el nombre “Jesucristo”. (Hch
2:36-38; Jn 17:3.) Este nombre se usa también en las palabras de apertura de las Escrituras Griegas
Cristianas. (Mt 1:1.)

Por otro lado, cuando el título se coloca delante del nombre y se dice “Cristo Jesús”, en lugar de
“Jesucristo”, se destaca el cargo que ocupa Jesús, más bien que aquel que lo desempeña, como
cuando se dice ‘el rey David’ o ‘el gobernador Zorobabel’. Recuerda la posición oficial singular de
Jesús como el Ungido de Jehová, una posición de honor que no comparte con sus seguidores
ungidos. Solo el amado Hijo de Jehová recibe el título de “Cristo Jesús”. Pablo usó esta expresión
en su primera carta inspirada. (1Te 2:14.) Lucas también la usó una vez, en Hechos 24:24 (NM,
BJ), al referirse al testimonio que daba Pablo.

En ocasiones se llama la atención al cargo desempeñado por Jesús usando el artículo “el” con el
título (“el Cristo”). (Mt 16:16; Mr 14:61.) Sin embargo, la estructura gramatical de la frase puede
ser un factor determinante para la inclusión o exclusión del artículo, pues W. E. Vine dice:
“También, hablando en general, cuando el título es el sujeto de la oración, tiene el artículo;
cuando forma parte del predicado, el artículo no aparece”. (Diccionario Expositivo de Palabras del
Nuevo Testamento, 1984, vol. 1, pág. 347.)

En las Escrituras, el nombre de Jesús nunca va precedido ni seguido de más de un título; cuando
un título precede al nombre personal, cualquier otro se añade únicamente después del nombre.
Nunca encontramos una combinación como el Señor Cristo Jesús o el Rey Cristo Jesús, pero sí
encontramos el Señor Jesucristo. En el texto griego, la frase “nuestro Salvador, Cristo Jesús”,
de 2 Timoteo 1:10, lleva intercalada la expresión “de nosotros” entre Salvador y Cristo para
identificar de quién es el Salvador, en armonía con la expresión “Cristo Jesús nuestro Salvador
[literalmente, ‘Cristo Jesús el Salvador de nosotros’]”. (Tit 1:4.) En el texto de 1 Timoteo 2:5 se
hace mención de “un hombre, Cristo Jesús”, como el mediador, pero la expresión “un hombre”
no es un título. Con ella solo se explica que Cristo Jesús había sido hombre en la Tierra.
Pablo hace un uso singular del título “Cristo” cuando escribe con referencia a Moisés, no a Jesús:
“Estimaba [Moisés] el vituperio del Cristo [Kjri·stóu, “del Ungido”] como riqueza más grande que
los tesoros de Egipto; porque miraba atentamente hacia el pago del galardón”. (Heb 11:26.)
Moisés nunca fue ungido con aceite literal como los sumos sacerdotes y reyes de Israel. (Éx 30:22-
30; Le 8:12; 1Sa 10:1; 16:13.) Pero tampoco lo fueron Jesús ni sus seguidores, y, no obstante, las
Escrituras hablan de su ungimiento. (Hch 10:38; 2Co 1:21.) En estos últimos casos, si bien no se
usó aceite de la unción literal, Dios los comisionó o nombró ungiéndolos con espíritu santo.
Moisés también recibió un nombramiento especial. Por consiguiente, Pablo tenía razón para decir
que Moisés era el ungido de Jehová o Cristo, el receptor de una comisión que se le dio en la zarza
ardiente, un nombramiento que estimó como riqueza mayor que todos los tesoros de Egipto. (Éx
3:2–4:17.)

El término “Cristo” también se usa cuando se habla de la congregación cristiana y su relación con
el Señor Jesucristo. “Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y miembros individualmente”, en
sentido espiritual. (1Co 12:27.) Aquellos “bautizados en Cristo Jesús [fueron] bautizados en su
muerte”, con esperanza de ser “coherederos con Cristo” del reino celestial. (Ro 6:3-5; 8:17.) Ellos
son partícipes de los “sufrimientos del Cristo”, siendo ‘vituperados por el nombre de Cristo’. (1Pe
4:13, 14; 5:1.) Varias veces se hace referencia a esta relación con las palabras “en unión con
Cristo” o “en Cristo”, y también se usa la expresión inversa, “Cristo en unión con ustedes”, en
distintos contextos. (Ro 8:1, 2; 16:10; 1Co 15:18; 1Te 4:16; Col 1:27.) A los cristianos débiles que
deberían ser fuertes se les llama “pequeñuelos en Cristo”. (1Co 3:1.) Con el transcurso del tiempo,
todas las cosas que están en el cielo y las que están en la Tierra serán reunidas de nuevo “en el
Cristo”. (Ef 1:10.)

Falsos Cristos. En sus profecías sobre la conclusión del sistema de cosas, Cristo advirtió a sus
seguidores: “Cuidado que nadie los extravíe; porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre,
diciendo: ‘Yo soy el Cristo’, y extraviarán a muchos”. “Porque se levantarán falsos Cristos
[gr. pseu·dó·kjri·stoi] y falsos profetas y darán grandes señales y prodigios para extraviar, si fuera
posible, hasta a los escogidos.” (Mt 24:4, 5, 24; Mr 13:21, 22.) Tales personas inicuas que reclaman
falsamente el título y el cargo del Señor Jesucristo forman parte del an·tí·kjri·stos (griego para
“anticristo”) que el apóstol Juan menciona cinco veces. (1Jn 2:18, 22; 4:3; 2Jn 7;
véase ANTICRISTO.)

Otros usos del término “Cristo”. La Versión de los Setenta de las Escrituras Hebreas emplea la
misma palabra griega kjri·stós más de cuarenta veces, con frecuencia como título de sacerdotes,
reyes y profetas ungidos. El sumo sacerdote Aarón era “el ungido”, comisionado y “nombrado a
favor de los hombres sobre las cosas que tienen que ver con Dios”. (Le 4:3, 5, 16; 8:12; Heb 5:1.)
Cuando expresó juicio contra la casa de Elí, Jehová prometió levantar un sacerdote fiel que habría
de andar delante del ungido de Dios (kjri·stós) para siempre. (1Sa 2:35.)

Los reyes compartían este mismo título de honor debido a su relación con Jehová en sus funciones
reales. Por ello Samuel se refirió a Saúl como kjri·stós en 1 Samuel 12:3, según la Versión de los
Setenta. David exclamó: “¡Es inconcebible, por mi parte, desde el punto de vista de Jehová, alargar
la mano contra [Saúl] el ungido [LXX, kjri·stón] de Jehová!” (1Sa 26:11.) David tampoco permitió
que su sobrino Abisai le hiciera daño a Saúl. (1Sa 26:8, 9.) Por otra parte, mandó dar muerte al
amalequita por decir que había matado a Saúl, “al ungido [LXX, kjri·stón] de Jehová”. (2Sa 1:13-
16.) A David también se le otorgó este título y la comisión de ser rey, y más tarde se refirió a sí
mismo como el “ungido” [LXX, kjri·stói] de Jehová. (1Sa 16:12, 13; 2Sa 22:51.) Al rey Sedequías,
que se sentaba sobre el trono como heredero de David, también se le llamó “el ungido [kjri·stós]
de Jehová”. (Lam 4:20.)

Otros que recibieron el título de ungidos de Jehová fueron los profetas, como se desprende del
paralelismo utilizado en el Salmo 105:15. Jehová le dio el siguiente mandato a su profeta Elías: “A
Eliseo [...] debes ungir por profeta en lugar de ti”, aunque no se registran los detalles del
ungimiento. (1Re 19:16.)

A veces la Versión de los Setenta usa kjri·stós de manera profética. Hay diez referencias
a kjri·stós en el libro de Salmos, siendo particularmente digna de mención la del Salmo 2:1, 2: Las
naciones han estado en tumulto y los reyes de la Tierra se han reunido en masa “contra Jehová y
contra su ungido”. Los apóstoles citaron de esta profecía y aplicaron el título al ‘santo siervo Jesús,
a quien Jehová había ungido’. (Hch 4:24-27.) Un ejemplo singular es la aplicación de dicho término
al rey persa Ciro. Antes de su nacimiento, la profecía de Isaías (45:1-3) había declarado: “Esto es lo
que ha dicho Jehová a su ungido [LXX, kjri·stói], a Ciro, a quien he asido de la diestra”. A Ciro nunca
se le ungió literalmente con aceite santo como a los reyes de Israel, sino que, como sucede en
otras ocasiones en la Biblia, se le concede el título “ungido” debido a que Dios lo comisionó y
nombró. (Véase UNGIDO, UNGIR.)

https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1200000966
¿Qué significa 'Cristo'?

"Cristo" se deriva de la palabra griega Christos, que significa "ungido" o "elegido". Su equivalente
hebreo es Mashiach, o "Mesías". Jesús tuvo muchos nombres que daban gloria a Su identidad
como Hijo de Dios. "Jesús" es Su nombre como ser humano, el cual fue dado a María mediante
Gabriel (Lucas 1:31). "Cristo" es el título que se le dio para señalar Su identidad como Rey y
Libertador (Daniel 9:25; Isaías 32:1). La combinación de su nombre humano y su título (Jesucristo)
significa "Jesús el Mesías" o "Jesús el Ungido".

La definición literal de "ungido" se refiere al uso y aplicación de aceite, aunque también se refiere
a la consagración de una persona por parte de Dios (Hebreos 1:9). Es un acto simbólico que indica
la elección de Dios (por ejemplo, 1 Samuel 24:6). Los reyes y los profetas eran ungidos como forma
de distinguirlos como elegidos por Dios. Esta costumbre proviene de la tradición del antiguo Israel
de derramar aceite sobre la cabeza de alguien a quien se le otorgaba autoridad (por ejemplo, 1
Samuel 10:1).

El Antiguo Testamento contiene muchos pasajes proféticos que se refieren a un Mesías que
liberaría a Su pueblo (por ejemplo, Isaías 61:1; Daniel 9:26). El antiguo Israel esperaba
ansiosamente que su Mesías viniera con gran poder y un gran ejército para salvarlos de años de
opresión. En el Nuevo Testamento, Jesucristo se revela como el Mesías que ofrecía algo mucho
mejor: la liberación del pecado y de la justa ira de Dios (Lucas 4:18; Romanos 6:23).

Así mismo, Jesús fue ungido literalmente con ungüento en lo que parecen ser tres ocasiones
distintas, lo que da aún más peso al significado de su título, "Cristo" (Mateo 26:6-13; Marcos 14:3-
9; Lucas 7:36-50; Juan 12:1-8). La unción más significativa en Su vida fue la del Espíritu Santo
(Hechos 10:38). El título "Cristo" significa que Jesús fue escogido para liberar al pueblo de Dios.
Significa que Él es el que cumple las profecías del Antiguo Testamento, y es el Ungido de Dios. El
título "Cristo" dignifica el tiempo de Jesús en la tierra como Rey de reyes y Salvador. Vino a salvar a
los pecadores (1 Timoteo 1:15) y un día volverá para establecer Su reino en la tierra (Zacarías
14:9).

https://www.compellingtruth.org/Espanol/que-significa-Cristo.html (compassion)

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