Modelo Harrod - Domar: Teorías Del Crecimiento Económico y El Desarrollo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 18

Modelo Harrod – Domar

Teorías del Crecimiento Económico y el Desarrollo


Este modelo, pretende dar un enfoque dinámico al aporte de Keynes, El modelo de

Harrod – Domar se realizó de forma paralela e independiente, pero ambos

planteamientos llegaron a conclusiones muy similares, aunque con algunas diferencias.

Los principales fundamentos del modelo desarrollado por Harrod son:

1) El nivel de ahorro agregado (s) es una función proporcional simple (constante) de la

renta nacional, Y:

S = sY …..(1)

Siendo s , la propensión media y marginal al ahorro.

2) La fuerza de trabajo crece a una tasa constante y exógena n por lo que:

L
 n 2
L
con esto Harrod se aparta de los supuestos clásicos.

3) No existe progreso técnico y el stock de capital K no se deprecia.

4) Existe una única combinación de capital (K) y de trabajo (L) para producir una

determinada cantidad de producto, Y. Por lo tanto se utiliza una función de

producción de proporciones fijas:


K L
Y  min  , 
 v u
Se define u como la relación constante entre el trabajo y el producto total L/Y, es evidente
que la producción de un determinado flujo de output requiere L/u unidades de trabajo. Si, al
principio del período, toda la fuerza de trabajo está totalmente ocupada, en ausencia de
progreso técnico, la tasa máxima de crecimiento de la renta, vendrá dada por la tasa de
crecimiento de la fuerza de trabajo, que se determina exógenamente.
V es la relación capital – producto K/Y.

El capital es una parte del volumen de producción existente.


K = vY …..(3)
Harrod, también se refirió al incremento de capital K asociado a un aumento en la
producción Y de la siguiente manera:

K  vY 4
Donde ahora v sería la relación marginal capital – producto, por lo que se podría considerar
como el aumento efectivo en el stock de capital en un determinado período, dividido entre
el incremento efectivo de la producción.
Se pueden distinguir dos interpretaciones de la relación marginal capital – producto:

i) El incremento efectivo en el stock de capital en el período, dividido por el

incremento efectivo en la producción (v);

ii) El incremento en el stock de capital requerido para satisfacer, al final del

período, los deseos de inversión de los empresarios. Es decir, el nuevo stock de

capital es igual a la cantidad que ellos consideran apropiada para el nuevo

nivel de producción y de renta (vr).

Al no existir depreciación, la tasa de variación del capital K sería igual al nivel de


inversión, por lo que la ecuación (4) queda de la siguiente forma:

I  vY  5
Ahora, teniendo en cuenta estos supuestos, podemos desarrollar el modelo

propuesto por Harrod. Para ello, hay que considerar la condición de equilibrio según

la cual el ahorro es igual a la inversión, es decir, I = S . Por tanto,

vY  sY 6
De (6), se obtiene lo que Harrod denominó como ecuación
fundamental,

Y s
 7 
Y v

Y / Y es la tasa de crecimiento de la renta nacional, que


debe ser igual a la relación que existe entre la propensión
media al ahorro s, y la relación capital – producto, v, siempre y
cuando se desee que la economía mantenga el equilibrio
entre la inversión y el ahorro a lo largo del tiempo.
Además ya que se ha supuesto que s y v son constantes, la
tasa de crecimiento de la renta nacional debe ser constante.
La tasa de crecimiento del stock de capital se obtiene fácilmente. Dado que estamos
suponiendo ausencia de depreciación I puede sustituirse por  en la condición de equilibrio
K
I=S

K  S o utilizando la función de ahorro proporcional


K  sY sustituyendo Y por K/v obtenemos
 s
K K
v
K s
  8
K v
Por lo tanto hemos puesto de relieve que la renta nacional, Y, y el stock de capital, K, deben
crecer a la misma tasa constante, s/v, lo que corresponde a nuestra definición de
crecimiento sostenido.
La ecuación fundamental (7) puede interpretarse de dos formas diferentes, de acuerdo con
el concepto utilizado de relación marginal de capital – producto ( i e ii vistas anteriormente).
a) La ecuación fundamental como una identidad
Considerando la ecuación (7) tenemos:
Y s

Y v
Y
v  s 9
Y
Si interpretamos a v en términos de la definición i, es decir,
la relación entre la tasa efectiva de cambio del stock de
capital y la tasa real de cambio en la renta y el producto
nacional v  K / Y  I / Y podemos escribir:

Y I s
s
Y Y Y
Eliminando las Y y multiplicando ambos lados por Y, esto se reduce a la
conocida identidad contable I = S, ex post.
Si la relación capital – producto está dada, la ecuación fundamental se
convierte en una identidad.
Utilizando el símbolo Ga para expresar la tasa efectiva de crecimiento de la
renta nacional, en un período cualquiera, la ecuación fundamental,
considerada como una identidad será:

Ga   10 
s
v
b) La ecuación fundamental define una trayectoria de crecimiento
equilibrado.
A la ecuación fundamental puede dársele un contenido teórico si se
interpreta a la relación marginal capital – producto como el incremento en el
stock de capital requerido por los empresarios, dados el crecimiento de la
renta y el output. Utilizando vr podemos escribir:
Y s
  11
Y vr
La ecuación (11) ya no es una identidad, expresa aquella tasa de crecimiento del
producto a la que llamaremos Gw que hace que los empresarios se consideren
satisfechos por haber invertido las cantidades correctas. A partir de (10) y (11) tenemos:

Ga V = s = G w V r

Así pues, para que ambas tasas de crecimiento coincidan, alcanzando un cierto
equilibrio, resulta necesario que se cumpla que v = vr. Ello implica que al crecer a un
ritmo Gw (Harrod la definió como tasa garantizada), entonces el incremento del stock
de capital realizado por los empresarios debe ser igual al requerido, de tal forma que
consideren que el stock de capital obtenido sea el apropiado para satisfacer las
necesidades del nivel de renta. De esta manera se consigue que el stock de capital
que se posee se ajuste al deseado, cuando la producción aumenta siguiendo una tasa
garantizada. En esta situación, los empresarios no tendrán incentivos para aumentar o
disminuir la tasa global de crecimiento del producto.
Primer problema de Harrod
Para que el crecimiento sea equilibrado y sostenido en el tiempo se
requiere de una situación de pleno empleo en la que:

Ga  Gw  n

 n 12
s
Ga 
vr
donde n es el crecimiento de la fuerza de trabajo

Esta situación es altamente improbable ya que las variables que


intervienen en la necesaria igualdad entre la tasa garantizada de
crecimiento s/vr y la tasa natural de crecimiento n, se determinan de
forma independiente. El primer problema de Harrod puede
interpretarse como una interpretación dinámica de la afirmación
fundamental keynesiana sobre la posibilidad de un equilibrio con
desempleo.
El problema de la estabilidad en Harrod
Harrod sugirió que la tasa garantizada de crecimiento era
fundamentalmente inestable, en el sentido que las divergencias entre la
tasa efectiva Ga y la garantizada Gw , no solamente no se corregirían sino
que se producirían mayores divergencias.
Ya hemos visto que:
Ga v  s  Gwvr por lo tanto
Ga  Gw  v  vr
Si Ga Gw entonces vr  v por el contrario
si Gw Ga entonces v vr
En esta cuestión reside el fundamento de la inestabilidad en Harrod. Si la
tasa efectiva de crecimiento excede a la tasa garantizada, los
empresarios observarán que el incremento en el stock de capital que
tiene lugar realmente es menor que el incremento por ellos requerido,
dados el crecimiento de la renta y del producto.
Harrod sostiene que su respuesta consistirá en invertir incluso cantidades

mayores, lo que provocará que la tasa efectiva de crecimiento crezca

todavía más por encima de la tasa garantizada, produciéndose un

aumento en la discrepancia entre el stock de capital efectivo y el

deseado.

Segundo problema de Harrod

Cuando la tasa efectiva de crecimiento de una economía se desvía de

la tasa garantizada, dicha desviación en vez de autocorregirse, muestra

un efecto acumulativo.

En resumen hemos analizado tres problemas fundamentales:

 La posibilidad de crecimiento sostenido con pleno empleo.

 La improbabilidad de un crecimiento sostenido con pleno empleo.

 La inestabilidad de la tasa garantizada de crecimiento.


El modelo de crecimiento de Domar
Domar formuló su modelo de crecimiento de forma independiente de los trabajos de Harrod,
pero llegando a conclusiones muy similares. El enfoque se centra en la naturaleza dual de la
tasa de inversión de una economía capitalista.
Domar partió de supuestos diferentes:

1) La inversión determina el nivel efectivo de la renta a través del multiplicador keynesiano


2) La inversión es capaz de aumentar el nivel de renta potencial máximo, mediante un stock
de capital mayor, suponiendo que no existe depreciación.

El modelo puede formularse teniendo en cuenta que:


Y= Nivel efectivo de renta o de producción.
Y = Máximo nivel potencial de renta, o producto nacional.
S = propensión media y marginal al ahorro, constante.
I = flujo de inversión.
σ = “productividad media de la inversión social potencial.
Solo σ requiere de interpretación. Domar lo define como:

Y

I
σ expresa la tasa de cambio de la capacidad potencial
del output, asociada a un determinado nivel de inversión.
Domar supone que σ es constante y en consecuencia:
Y  I 1
Es una descripción de la economía del lado de la oferta
El nivel efectivo de renta, en un determinado periodo de
tiempo, se determina por el multiplicador convencional
1
Y I
s

o, en términos de tasa de variación de la renta

Y  I  2 
 1
s
Si suponemos que la economía se encuentra en una situación
de equilibrio con pleno empleo, lo que implica que:

Y  Y si esto es así Y debe ser igual a Y y combinando las ecuaciones


(1) y (2) se obtiene :
1
I  I
s
I
 s  3
I

Dado que s y σ se suponen constantes, la ecuación (3) muestra


que la tasa de crecimiento de la inversión, que hace que la
renta efectiva se mantenga igual a su máximo nivel potencial,
es una tasa proporcional constante sσ.
Similitudes que presentan los modelos de Harrod y Domar

1. En ambos casos se intenta dinamizar las ideas expuestas por Keynes. No aceptan los postulados

neoclásicos.

2. Ambos modelos obtienen una condición de equilibrio que supone una tasa de crecimiento

proporcional y constante para la economía.

3. Ambos modelos implican la existencia de una serie de dificultades a lo largo del tiempo que

perjudican la posibilidad de alcanzar un crecimiento equilibrado con pleno empleo. Harrod indica

que no existe ningún mecanismo seguro para evitar que una economía consiga igualar las tasas

natural y garantizada, al ser esta última inestable. Por su parte Domar, señala que el problema

radica en la existencia de una inversión con un nivel bajo para las necesidades de la economía.

4. Cada modelo incorpora el equivalente a una relación capital – producto constante.

5. Ambos incorporan una cierta inestabilidad en sus modelos. Para Harrod son las expectativas y

su influencia sobre la función de inversión las que dan lugar a dicha inestabilidad. En el caso de

Domar las limitaciones se ciernen sobre los incentivos para invertir.

6. Ambos economistas llegan a la misma conclusión, según la cual nos encontramos en una

evolución de los países y de los acontecimientos que pueden conducirnos a una situación de

depresión a largo plazo que genere un volumen de desempleo cada más elevado junto con una

infrautilización de los recursos.


Harrod y Domar – valoración y conclusión
Sin lugar a dudas Harrod y Domar fueron los pioneros en instalar el
interés en materia de crecimiento económico y dan cuenta de ello la
infinidad de investigaciones y publicaciones que proliferaron a partir
de la presentación de los referidos modelos. La validez de sus
conclusiones se ciernen sobre la base de una economía interpretada
bajo supuestos keynesianos muy en boga en ese momento. Luego
aparecieron nuevos enfoques que plantearon nuevos supuestos de
comportamiento de la economía y por ende, las afirmaciones y
conclusiones del modelo de Harrod y Domar, comenzaron a ser
criticadas. De todas formas, es innegable la importancia del enfoque
y el aporte que realizó en el estudio del crecimiento económico.
No obstante, podemos aislar cuatro críticas concretas:
a) El supuesto de una relación capital – producto constante en la medida que implica la no
sustituibilidad entre el capital y el trabajo, resulta inapropiado en un modelo que pretende
analizar el proceso a largo plazo del crecimiento económico.
Las investigaciones posteriores no pudieron demostrar que esto fuera así.

b) El modelo de Harrod Domar es equivocadamente sencillo por la rigidez de sus supuestos


y por la ingenuidad de su elaboración.
No es un enfoque menos realista que los desarrollados recientemente.

c) Las propiedades de la inestabilidad en la teoría de Harrod resultan excesivamente


dramáticas y están estrechamente ligadas a sus supuestos.
Harrod admite que las expectativas pueden eliminar o minimizar el grado de inestabilidad. El
énfasis en el papel de las expectativas empresariales ha sido una gran contribución de
Harrod.

d) La visión general del enfoque Harrod Domar parece inconsistente con la experiencia de
las economías reales en crecimiento.
El modelo se formuló en el contexto de la depresión, las guerras mundiales y la aplicación
con éxito de las políticas keynesianas a nivel mundial. Fue muy importante en ese momento y
disparó el interés sobre los temas de crecimiento económico en los ámbitos académicos
internacionales.

También podría gustarte