La marihuana y la diosa

Por Chris Bennet, ilustraciones de Ken Lee - Lunes 31 de agosto de 1998

Los adoradores de la Diosa han fumado marihuana sagrada desde antes de la historia, y
fue prohibida por primera vez por aquellos que buscaban subyugar la espiritualidad
femenina.

Parte 5 de "Cuando el humo entra en mi yo", una serie sobre la historia

del cannabis y la conciencia humana.
En la mayoría de las sociedades antiguas de cazadores-recolectores, las mujeres
equilibraban el suministro de caza de los hombres con la cosecha recogida en las zonas
silvestres circundantes. Por lo tanto, las mujeres fueron las primeras en aprender los
secretos de las plantas y cómo se propagaban.
Este conocimiento condujo al desarrollo de la agricultura y a la evolución de los tótems
animales de los cazadores-recolectores a imágenes de la Gran Madre, quien con la
adoración adecuada producía su cosecha abundante de la misma manera que las mujeres
engendraban niños.
El cannabis se encuentra entre los cultivos más antiguos y útiles de la humanidad, por lo
que no es sorprendente descubrir que el cannabis, en todas sus formas, ha estado
estrechamente asociado con el culto a la Diosa en muchas culturas, a lo largo de la
historia.
Kali-ma
La diosa más antigua que todavía se venera en el mundo hoy es la india Kali-Ma, la
Madre de la Vida y la Muerte. Su adoración se remonta a la prehistoria y se cree que es
anterior a la de su más conocido consorte, Shiva, el dios adorado continuamente durante
más tiempo en la tierra. Tanto Shiva como Kali están fuertemente asociados con la
marihuana.
Kali generalmente se representa con un cinto de brazos humanos y un collar de calaveras,
y representa el aspecto oscuro de la diosa trinidad de virgen-madre-anciana. Tanto los
devotos antiguos como los modernos de Kali consumen marihuana en diversas formas
como parte de su adoración.
Las ceremonias devocionales a Kali implican la ingestión de cannabis y el sexo ritual,
cuyo objetivo es elevar la energía Kundalini desde la base de la columna hasta los centros
superiores del cerebro.
 Otras diosas de la olla
El culto a Kali, bajo diversos nombres, se extendió hasta el antiguo Cercano Oriente, y
muchos de los adoradores de los homólogos de Kali en el mundo antiguo también
consumían cannabis.
Kali es la contraparte hindú de la feroz y sensual diosa cananea Anath (parte de una
trinidad similar con Ashera y Astarté), a quien también se la describe con "cabezas atadas
a la espalda y manos ceñidas a la cintura".
En la antigua Alemania, la marihuana se consumía en asociación con Freya, la diosa del
amor y la muerte, ligeramente más dócil, parecida a Kali.
Cáñamos escitas
En general, se acepta que fueron los escitas, que montaban a caballo, quienes difundieron
la combinación del cannabis y el culto a las diosas por gran parte del mundo antiguo.
Los lectores de la segunda parte de esta serie ( CC#2 ) recordarán que las mujeres escitas
parecidas a amazonas luchaban junto a sus compañeros guerreros, y que se sabía que
estos "ángeles del infierno" del mundo antiguo usaban cannabis en ritos funerarios,
haciéndolo en veneración a su propia variación de la Diosa Madre de la Vida y la Muerte,
Rhea Krona.
Mostrando los fuertes vínculos del cannabis con la mitología escita, Rhea Krona llegó a
cosechar a sus hijos muertos con la guadaña, una herramienta agrícola llamada así por su
origen escita y originalmente diseñada para cosechar cannabis. Esta imagen de guadaña
ha sobrevivido a través de la época patriarcal y hasta nuestros días, y tanto el Padre
Tiempo como la Parca todavía llevan la antigua herramienta de recolección de cáñamo de
Rhea Krona.
El arbol de la Vida
En una cueva donde se encontró una antigua urna que los escitas utilizaban para quemar
marihuana, se encontraba también una enorme alfombra de fieltro, que medía 5 por 7
metros. La alfombra tenía un friso en el borde con un patrón repetido de un jinete
acercándose a la Gran Diosa, quien sostiene el Árbol de la Vida en una mano y levanta la
otra en señal de bienvenida.
Las imágenes de la Diosa y el Árbol de la Vida también se encuentran entre otras culturas
con las que los escitas entraron en contacto. Los lectores de la tercera parte de esta serie (
CC#5 ) recordarán que los antiguos cananeos y también los hebreos rindieron especial
reverencia a la diosa Ashera del Cercano Oriente, cuyo culto se centraba particularmente
en el uso de la marihuana.
Según la propia Biblia, entre los antiguos adoradores de Ashera se encontraban el sabio
rey Salomón y otros reyes bíblicos, así como sus esposas y las hijas de Jerusalén. Los
profetas del Antiguo Testamento a menudo los reprendían por "ofrecer incienso" a la
Reina del Cielo.
Al igual que las imágenes de la alfombra escita, los íconos dedicados a Ashera también
tienen representaciones de un "árbol sagrado", probablemente una referencia al cannabis
que sus seguidores cultivaban y veneraban, usándolo como sacramento, como fuente de
alimento y aceite. y también utilizando las fibras en tejidos rituales.

Eva: héroe cultural

Entre sus otros títulos, Ashera era conocida como "la Diosa del Árbol de la Vida", "la
Divina Señora del Edén" y "la Dama de la Serpiente". Ashera era representada a menudo
como una mujer que sostenía una o más serpientes en sus manos. Fue la serpiente de
Ashera quien aconsejó a Eva que desobedeciera la orden del dios masculino de no
participar del árbol sagrado.
El registro histórico muestra que la versión del Antiguo Testamento del mito de Eva, la
serpiente y el árbol sagrado fue inventada como propaganda contra los cultos a las Diosas
preexistentes.
Originalmente, el resultado del mito del Edén no fue trágico, sino triunfante. La serpiente
trajo sabiduría y, después de comer el fruto mágico, el propio Adán se convirtió en dios.
Lo que originalmente estaba involucrado probablemente era un sacramento psicodélico,
como el festival elusiano en Atenas, en el que el adorador comía ciertos alimentos
alucinógenos y se convertía en uno con la Diosa Madre Deméter.
Al igual que el Árbol de la Vida, el Árbol del Conocimiento era un símbolo asociado con
la Diosa. Los ritos asociados con su adoración estaban diseñados para inducir una
conciencia abierta a la revelación de verdades divinas o místicas. En estos ritos se
utilizaba cannabis y otras plantas mágicas, y las mujeres oficiaban como sacerdotisas.
Persecución católica romana
En los primeros tiempos cristianos, el aceite sagrado de cannabis era ingerido y utilizado
por muchas sectas cristianas gnósticas, en honor a la Reina del Cielo.
Con el surgimiento de una de las sectas cristianas más duramente ascéticas y
antifemeninas en Roma, y el posterior desarrollo de la Iglesia Católica Romana, tales
grupos fueron obligados a desaparecer, junto con la mayoría de las religiones paganas y
el culto a la Gran Madre.
La nueva Iglesia de Roma siguió a sus predecesores judaicos al nombrar a Eva (la
representante de todas las mujeres) la "Madre del Pecado", además de demonizar las
plantas mágicas.
Sus violentas purgas del culto a la Diosa y el uso de plantas mágicas persistieron hasta la
época medieval. Se ha estimado que más de un millón de practicantes de las antiguas
religiones de las Diosas fueron quemadas como "brujas" por utilizar cannabis,
mandrágora, belladona y otras plantas en sus "ungüentos voladores".
Incluso la heroína medieval francesa Juana de Arco fue acusada de consumir cannabis,
mandrágora y otras plantas para escuchar las voces que la guiaban, y esto finalmente
llevó a la iglesia a enviarla a las llamas.

Casarse con tu diosa

De manera similar a su uso en las técnicas espirituales de la India, los maestros ocultistas
y alquímicos de la Europa medieval usaban cannabis para ayudar en el "Matrimonio del
Sol y la Luna" en el individuo. El Sol y la Luna representan los aspectos masculino y
femenino del yo.
La literatura tántrica, zoroástrica, gnóstica, alquímica y ocultista se refiere a "casarse con
tu diosa", lo que significa conectar los aspectos femenino y masculino de un individuo en
una fuerza unificada. Este tema aparece una y otra vez en la literatura oculta medieval.
Incluso el Jesús gnóstico afirma: "Cuando hagáis que el varón y la mujer sean uno y lo
mismo, entonces entraréis en el reino". (Evangelio de Tomás)
Al igual que el movimiento de liberación de la mujer que ha estado teniendo lugar en
nuestro mundo moderno, la autocompletación individual requiere que se lleve a cabo un
proceso similar en nuestras mentes. El aspecto femenino, o corteza derecha, se convierte
en compañero pleno del aspecto masculino, o corteza izquierda.
El consumo de marihuana puede ayudar enormemente en este proceso. ¿Es de extrañar
entonces que Shiva, el Señor de Bhang, fuera conocido como el dios que era a la vez
hombre y mujer? ¿O que los sufíes que comían hachís, y más tarde los hippies
americanos, fueron acusados de ser demasiado femeninos?
Ama a tu madre
De las pruebas recopiladas queda claro que el cannabis se ha asociado con el culto a la
Diosa desde la antigüedad. Ahora, mientras estamos al borde de un nuevo milenio, en lo
que parece ser la agonía del patriarcado, es como si la Diosa una vez más extendiera su
mano y nos ofreciera su sagrado Árbol de la Vida en nuestro tiempo. de necesidad
colectiva.
Como tantas Evas desobedientes, numerosas figuras femeninas como Elvy Mussika,
Hilary Black, Mary Kane, Mountain Woman, The Holy Sisters of Hemp, Mama Indica,
Brownie Mary y muchas otras han decidido desafiar los mandamientos de las autoridades
masculinas y una vez más tentarnos con los frutos prohibidos del cannabis.
De hecho, es probable que no sea hasta que seamos libres nuevamente para disfrutar de
todos los frutos sagrados de la Madre Tierra que la liberación de lo femenino tendrá lugar
por completo y podremos restaurar la salud de Gaia, nuestra matriarca planetaria.
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La naturaleza andrógina del organismo humano está resurgiendo en la conciencia en
nuevas formas que han evolucionado a partir de experiencias pasadas. Estamos
aprendiendo a reconocer y diferenciar los opuestos en nuestra naturaleza.
No importa si llamamos a estos opuestos masculino y femenino, creativo y receptivo,
conocimiento y sabiduría, competencia y cooperación, explosión e implosión, o Logos y
Eros. Lo importante es que se experimenten en unión como aspectos de nuestro propio yo
interior. Son las posibilidades autorrenovadoras de nuestra propia individualidad.
Unidos, pueden fertilizarse mutuamente para generar la creatividad que es el potencial
de los seres humanos.
Se anhela el regreso de valores femeninos como la cooperación y la tolerancia en un
mundo desgarrado por la guerra y amenazado por un desastre nuclear, la pobreza, las
enfermedades y la violación de la tierra. Cuando la diosa de la fertilidad se reúna con el
dios de la conciencia, la cultura renovada tendrá su concepción.
? El Yoga de la Androginia , June Singer
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¿Himno a las plantas?

Rig Veda X.97.
Plantas que como receptáculos de luz nacieron tres edades antes de los Dioses, honro
vuestros innumerables colores y vuestras setecientas naturalezas.
Cien, oh Madres, son vuestras naturalezas y mil son vuestros crecimientos. Que tú, con
cien poderes, arregles lo que ha sido herido.
Plantas, como Madres, como Diosas, a vosotros me dirijo. Que gane la energía, la luz, el
sustento, tu alma, tú que eres el ser humano.
Donde las hierbas se reúnen como reyes en asamblea, allí al médico se le llama sabio,
que destruye el mal y evita la enfermedad.
Mientras caían del cielo, las plantas decían: "El alma viviente que impregnamos, ese
hombre no sufrirá daño".
Las Hierbas que están en el reino de la Luna, múltiples con cien ojos, os tomo como las
mejores de ellas, para el cumplimiento de los deseos, como paz al corazón.
Las plantas reinas del Soma, esparcidas por toda la Tierra, generadas por el Señor de la
Oración, que sus energías se combinen en esta hierba.
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Cómo las mujeres son como la marihuana.
Existen algunas rarezas biológicas que vinculan el cannabis con los humanos,
especialmente con las hembras de nuestra especie.
Primero, ciertos compuestos activos de la marihuana tienen un parecido molecular con la
hormona femenina estrógeno. Posiblemente se deba a este aspecto de la estructura
genética del cannabis que algunos cultivadores han informado de éxito al fertilizar sus
plantas con píldoras anticonceptivas o fluido menstrual, cuyo uso como fertilizante ritual
se remonta al período matriarcal.
De interés similar es que las semillas de cannabis contienen ácido gamma linoleico poco
común, que se encuentra sólo en la espirulina, otros dos aceites de semillas raros y la
leche materna humana. Como los pueblos tribales del mundo siempre han demostrado
una intuición increíble cuando se trata del uso correcto de las plantas, es interesante
observar que las mujeres sotho de Sudáfrica elaboran una papilla harinosa con semillas
de cáñamo para destetar a sus bebés de la leche materna.
Lectura recomendada:
El cáliz y la espada , de Riane Eisler
Una historia de las ideas religiosas , de Mircea Eliade
El levantamiento de Ishtar , de Robert Anton Wilson
La enciclopedia femenina de mitos y secretos , de Barbara Walker
El uso ritual del Cannabis Sativa: un estudio etnográfico histórico , por WA Emboden
(en Flesh of the Gods: The Ritual Use of Hallucinógenos , Peter Furst, Ed)
Chris Bennet es el autor de Green Gold: Marijuana in Magic and Religion , y de Sex,
Drugs and Violence in the Bible, de próxima publicación .